Kant Montoya

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DIEGO MONTOYA - SEMINARIO DE MODERNIDAD Análisis e interpretación de ¿Qué es la ilustración?, Kant (1784) El análisis que pretendo realizar, es a propósito de la tesis kantiana sobre la incapacidad del hombre de pensar por sí mismo, en el contexto de su respuesta a la pregunta: ¿Qué es la ilustración?, texto publicado en 1784. El texto fue separado en pequeños apartados: Es imposible que el hombre sea ilustrado (A), El uso privado y el uso público de la razón (B), El caso de la religión (C), Es posible que el hombre sea ilustrado (D). (Los títulos de los apartados, surgen de una interpretación personal) Es imposible que el hombre sea ilustrado (A) Kant realiza un diagnóstico que tiene como principal evidencia: que la imposibilidad de la ilustración está basada en el hecho que el hombre depende de otro para utilizar su propia razón i , justamente lo opuesto al lema de la ilustración “sapere aude, Ten valor de servirte de tu propia razón” (Kant 1784:25). Razón, la entenderemos en este contexto, como la facultad para entender y ofrecer juicios originales (independientes de un tutor) sobre temáticas relevantes para el ser humano. Por lo tanto, la imposibilidad del hombre de ser ilustrado tiene sus causas en el mal uso de la razón. Entonces, ¿Por qué el hombre usa mal la razón? Principalmente, por pereza y cobardía, además porque es más cómodo repetir lo que dice un tutor que pensarlo por sí mismo, es decir, es más fácil que no esté en mi la decisión y el valor de trabajar mi inteligencia, porque, por ejemplo, temo equivocar mis intervenciones, en cambio, si baso mis juicios en el otro, estaría medianamente validado que estoy en lo cierto. Incluso éste mal uso de la razón, tiene un aspecto económico: “si puedo pagar no me hace falta pensar: ya habrá otros que tomen a su cargo, en mi nombre, tan fastidiosa tarea” (Ibíd.: 26). Es importante considerar, a pesar de que sea una decisión voluntaria, es incomprensible lo difícil que puede llegar a ser, para una persona que no ejercita su razón, utilizarla, es sin lugar a dudas, una tarea titánica. Una de las figuras explicativas más importantes que trabaja Kant durante el texto, es la edad intelectual del hombre que no dice relación con su edad natural, es por eso, que la forma por la

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Interpretación de ¿Qué es ilustración?

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DIEGO MONTOYA - SEMINARIO DE MODERNIDAD

Anlisis e interpretacin de Qu es la ilustracin?, Kant (1784)El anlisis que pretendo realizar, es a propsito de la tesis kantiana sobre la incapacidad del hombre de pensar por s mismo, en el contexto de su respuesta a la pregunta: Qu es la ilustracin?, texto publicado en 1784. El texto fue separado en pequeos apartados: Es imposible que el hombre sea ilustrado (A), El uso privado y el uso pblico de la razn (B), El caso de la religin (C), Es posible que el hombre sea ilustrado (D). (Los ttulos de los apartados, surgen de una interpretacin personal) Es imposible que el hombre sea ilustrado (A) Kant realiza un diagnstico que tiene como principal evidencia: que la imposibilidad de la ilustracin est basada en el hecho que el hombre depende de otro para utilizar su propia razn[endnoteRef:1], justamente lo opuesto al lema de la ilustracin sapere aude, Ten valor de servirte de tu propia razn (Kant 1784:25). Razn, la entenderemos en este contexto, como la facultad para entender y ofrecer juicios originales (independientes de un tutor) sobre temticas relevantes para el ser humano. Por lo tanto, la imposibilidad del hombre de ser ilustrado tiene sus causas en el mal uso de la razn. Entonces, Por qu el hombre usa mal la razn? Principalmente, por pereza y cobarda, adems porque es ms cmodo repetir lo que dice un tutor que pensarlo por s mismo, es decir, es ms fcil que no est en mi la decisin y el valor de trabajar mi inteligencia, porque, por ejemplo, temo equivocar mis intervenciones, en cambio, si baso mis juicios en el otro, estara medianamente validado que estoy en lo cierto. Incluso ste mal uso de la razn, tiene un aspecto econmico: si puedo pagar no me hace falta pensar: ya habr otros que tomen a su cargo, en mi nombre, tan fastidiosa tarea (Ibd.: 26). Es importante considerar, a pesar de que sea una decisin voluntaria, es incomprensible lo difcil que puede llegar a ser, para una persona que no ejercita su razn, utilizarla, es sin lugar a dudas, una tarea titnica. [1: En el texto, nos iremos dando cuenta que en realidad la reflexin kantiana sobre la ilustracin es una reflexin sobre el uso de la razn. Parece prudente agregar que, toda la filosofa de Kant es una reflexin permanente y persistente reflexin sobre la razn humana. (Critica a la razn pura, critica al Juicio, etc.)El uso pblico y privado de la razn (B)El uso adecuado de la razn nos permitir crecer y superar la estructura no ilustrada del hombre, permitindonos acceder como posibilidad a la ilustracin. El elemento ms importante en dicha tarea es la libertad, concretamente libertad de hacer uso pblico de su razn ntegramente (Ibd.:28), esto parece indicar, que la expresin, libertad en el uso pblico de la razn nos conducir hacia la ilustracin. Pero a qu refiere libertad en el uso pblico de la razn? Para responder dicha cuestin es pertinente remitirse a la diferencia entre el uso pblico y privado de la razn. Dado que, en principio, sostener que la nica forma superar el estado de pupilo del hombre es con el uso pblico de la razn supondra distanciarse de su uso privado. Kant entiende, por uso pblico de la razn: aquel que, en calidad de maestro, se puede hacer de la propia razn ante el gran pblico del mundo de lectores. Por uso privado, () el que ese mismo personaje puede hacer en su calidad de funcionario (Ibd.) al parecer, se est hablando de distintas disposiciones de un misma persona, frente al uso de la razn; esto pone al hombre, entre la libertad y la obediencia dependiendo del contexto de aplicacin de cada uno de ellos. Por ejemplo: sera muy perturbador que un oficial que recibe una orden de sus superiores se pusiera argumentar en el cuartel sobre la pertinencia o utilidad de la orden: tiene que obedecer. Pero no se le puede prohibir con justicia que, en calidad de entendido, haga observaciones sobre las fallas que descubre en el servicio militar y las exponga al juicio de sus lectores (Ibd.:29) por tanto, la disposicin del hombre de servirse de su propia razn en algunos contextos debe esperar traducindose en obediencia y en otros, debe actuar mediante el ejercicio de la libertad. Podemos concluir, nuestro segundo apartado, con la posibilidad cierta de alcanzar la ilustracin dependiendo del uso que se le d a la razn. El caso de la religin (C) El acto obediente del uso pblico de la razn es el que debe ser considerado pernicioso y peligroso en el caso de la religin, debiendo ser a juicio de Kant-, urgentemente sustituido por el acto libre de ella. Es oportuno justificar que en donde es ms necesario hacer uso pblico de la razn es en la religin, dado que contamina a otros mbitos de la vida pblica e impide de forma sistemtica que el hombre pueda ser ilustrado. Dicho esto, cul es la relacin que tiene el hombre con la religin, que en definitiva, impide que pueda ser ilustrado? Podrimos responder con el siguiente pasaje del filsofo de Konigsberg: () el uso que de su razn hace el clrigo ante su feligresa, constituye un uso privado; porque se trata siempre de un ejercicio domstico, aunque la audiencia sea muy grande; y, en este respecto, no es, como sacerdote, libre, ni debe serlo, puesto que ministra un mandato ajeno. Pero en calidad de doctor que se dirige por medio de sus escritos al pblico propiamente dicho, es decir, al mundo, como clrigo, por consiguiente, que hace uso pblico de su razn, disfruta de una libertad ilimitada para servirse de su propia razn y hablar en nombre propio (Ibd.:31), queda por tanto, claro, cules son los lmites y alcances del uso de la razn en el caso de la religin; no obstante, si la religin ha tenido una caracterstica prominente, esa ha sido eternizar la constitucin del sujeto a un permanente acto obediente de la razn, no reflexivo, y esto a juicio de Kant, es un absurdo que atenta contra la naturaleza humana. Por esto, para que el hombre sea capaz de superar su minora de edad, y utilizar de forma adecuada la razn, es necesario una ilustracin religiosa, proceso que podra caracterizarse de la siguiente forma () dejando libertad a los ciudadanos, y especialmente a los clrigos, de exponer pblicamente, esto es, por escrito, sus observaciones sobre las deficiencias que encuentran en dicha ordenacin, mantenindose mientras tanto el orden establecido hasta que la comprensin de tales asuntos se haya difundido tanto y de tal manera que sea posible, mediante un acuerdo logrado por votos (aunque no por unanimidad) elevar hasta el trono una propuesta para proteger a aquellas comunidades que hubieran coincidido en la necesidad, a tenor de su opinin ms ilustrada, de una reforma religiosa, sin impedir, claro est, a los que as lo quisieren, seguir con lo antiguo (Ibd.:32-33) proceso, que presenta varias caractersticas: un uso libre de la razn basado en observaciones fundadas sobre las deficiencias de una orden (por ejemplo), donde se uso libre, tampoco es impuesto a la mayora, sino que es votado pblicamente. Lo que generara, en realidad, el proceso de ilustracin religiosa, es bsicamente dilogo interreligioso quitando la principal fuente que frena el proceso de ilustracin, el miedo y cobarda. En nuestro tercer apartado, se devela el principal motivo por la cual el hombre, no hace un uso correcto de la razn, y adems se devela la condicin conceptual que imposibilita dicho mal uso, la religin. Es posible que el hombre sea ilustrado (D) La referencia a la posibilidad que tiene el hombre de ser ilustrado, dice relacin con la categora hombre (de carcter universal). Por tanto, si ahora nos dirigimos a Kant, cuando pregunta: es que vivimos en una poca ilustrada? Es imposible, si consideramos ilustrada como acabada, o ya ilustrada, sin embargo, si pensamos en que estn todas las condiciones para ser una poca ilustrada, hablaremos de una poca de ilustracin. Esto porque, existen muchas deudas pendientes en la categora hombre: tal como estn las cosas y considerando los hombres en conjunto, se hallen en situacin, ni tan siquiera en disposicin de servirse con seguridad y provecho de propia razn en materia de religin (Ibd.:34), sin embargo, estn todas las posibilidades para que el hombre universal, alcance una ilustracin general y deje a sus antiguos tutores. Incluso, se puede agregar, el caso de Federico, como una condicin favorable para el hombre, piense libremente en materia religiosa. (Segn Kant, Federico es quien ofrece desde la perspectiva gubernamental las condiciones idneas para una sociedad ilustrada) La no ilustrada ilustracin, ha llevado al texto a discurrir por distintos caminos sosteniendo una afirmacin que es pertinente precisar antes de concluir: la emancipacin del hombre de su merecida tutela, depende de la religin. Primero, habra que agregar que la tutela religiosa es, entre todas, la ms funesta y deshonrosa (Ibd.:36), porque afecta en alguna medida el desarrollo espiritual del hombre, impidindole entre otras cosas, pensarse a s mismo. En segundo lugar y para finalizar, es pertinente, citar un pasaje que esconde muchas interrogantes sobre la repercusiones paradjicas que tiene el concepto de libertad en el hombre: Un grado mayor de libertad ciudadana parece que beneficia la libertad espiritual del pueblo pero le fija, al mismo tiempo, lmites infranqueables; mientras que un grado menor le procura el mbito necesario para que pueda desenvolverse con arreglo a todas sus facultades (Ibd.:37), advierto que esto puede tener ms de una lectura. Sin embargo, mi posicin frente a este importante punto es la siguiente, Kant de manera solapada introduce un enorme problema que enfrenta al hombre con el estado (gobierno), a saber: que el hombre tenga mayor libertad ciudadana no implica que tenga mayor libertad espiritual. En efecto, reiteremos una relacin que parece imposible de olvidar, la libertad espiritual es contemplada en el uso privado de la razn teniendo como consecuencia directa, repetitivos actos pblicos de obediencia, en cambio, la libertad ciudadana es contemplada en el uso pblico de la razn teniendo como consecuencia directa, limitados actos pblicos de libertad. En definitiva, y en alguna medida, contrario a que lo que Kant sostiene, dado el optimismo que tiene en el hombre, propongo un conclusin basada en el estado actual de las cosas (posmodernidad), y aquello, de manera categrica posibilita al hombre su gusto por ser tutelado, dado que teniendo las condiciones para ser un sociedad ilustrada, solo nos queda por observar la incertidumbre de su posibilidad. (A pesar de la contra-argumentacin fuerte existente frente a la tesis kantiana de la incapacidad del hombre de pensar por s mismo)KANT, IMMANUEL (2007) Qu es la ilustracin?, alianza editorial, Madrid, Espaa. Primera edicin 1784. ]

Una de las figuras explicativas ms importantes que trabaja Kant durante el texto, es la edad intelectual del hombre que no dice relacin con su edad natural, es por eso, que la forma por la cual el hombre superar la incapacidad inicial es creciendo intelectualmente. Este ejercicio, tiene algunas complicaciones, quizs la ms relevante, es que forma parte de su segunda naturaleza. En otras palabras, no utilizar la razn lo constituye como persona, dado que dentro de sus posibilidades nunca ha estado servirse de su propia razn y por consiguiente, debe necesariamente aprender a hacerlo. Entonces, Cmo el hombre aprende a pensar por s mismo? Inicialmente, podramos decir que el camino de la ilustracin de cada hombre-, nace de una relacin subyugada entre maestro y aprendiz, y el camino de independencia del segundo frente al primero, desencadenara en ilustracin. Sin embargo, este camino est contaminado principalmente por los prejuicios del tutor y la categora ilustrada de ste. Es imposible entonces, que si trabajamos con tutores no ilustrados stos generen una generacin ilustrada. Por tanto, para lograr nuestro cometido de manera efectiva y duradera, nos dir Kant, es mediante un revolucin () que logre derrocar el despotismo personal y acabar con la opresin econmica y poltica, pero nunca se consigue la verdadera reforma de la manera de pensar; sino que; nuevos prejuicios, en lugar de los antiguos, servirn de riendas para conducir al gran tropel (Ibd.:27) por tanto, nos encontramos con un cambio conceptual dentro de la misma estructura, pasiva y cobarde del hombre no ilustrado, que no genera ni superacin ni crecimiento alguno. De esta forma, concluimos nuestro primer apartado, con las principales razones que apuntan a la imposibilidad de que tiene el hombre de ser ilustrado.