Julia en la isla de la Calma

Julia en laIsla de la CalmaAutora: Berta Carmona Fernández

I

TU PROPIA SUPERCOLE

CC

ÓN

Julia en la Isla de la Calma

Educación para el Optimismo, SL

www.didop.es

Corrección de estilo y ortotipográfica: www.ecoescritura.com

Diseño de colección: Porvenir 10, SL

Ilustración y maquetación: Javier Monsalvett y Alejandro Sáez

Impresión: Safekat, SL

Impreso en España – Printed in Spain

© DIDOP Educación para el Optimismo, SL, 2012

© Berta Carmona Fernández

Reservados todos los derechos. Quedan rigurosamente prohibidas, sin el permiso escrito de los titulares del copyright, la reproducción o la trasmisión total o parcial de esta obra por

cualquier procedimiento mecánico o electrónico, incluyendo la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos. Pueden

utilizarse citas siempre que se mencione su procedencia.

“El papel utilizado para la impresión de este libro es cien por cien libre de cloro y está calificado como papel ecológico”.

PRÓLOGO

2

El equipo de DIDOP, tras un largo periodo de maduración, ha sacado a la luz esta colección de cuentos que pretende servir como herramienta para que adultos y niños descubran juntos cómo ser más felices, cómo enfrentarse de una manera más positiva y constructiva a las situaciones y cómo aprovechar las circunstancias que les rodean y sus fortalezas para cambiar su mundo.

Sugerencias para aprovechar al máximo los cuentos:

Reflexione sobre el tema principal e identifique aquellos aspectos donde deba hacer más hincapié.

Concéntrese en un solo cuento el tiempo necesario hasta que el/la niño/a comience a poner en práctica los conocimientos teóricos aprendidos.

Busque un lugar agradable y confortable que ayude a la concentración de los pequeños.

Aproveche cuando ellos estén más receptivos y de mejor humor, de tal forma que no se sientan obligados y evitemos el rechazo. No hay que tener prisa.

La lectura ha de resultar divertida y amena, enfatice y adecúe su voz cuando sea necesario, y esté atento a las señales de cansancio y aburrimiento. En el momen-to en que las identifique, suspenda la tarea y aplácela para otra ocasión.

Escoja aquellas actividades o preguntas que considere más apropiadas y tra-bájelas en profundidad hasta que se produzca un cambio en su hijo o hija que demuestre que lo aprendido está perfectamente asentado.

Para todos los niños y niñas.

Para que juntos consigamos un mundo más feliz.

4

Aquel caluroso día de junio, Julia estaba más alegre que de costumbre. Esa tarde era la fiesta de fin de curso y por fin su familia y amigos podrían ver su primera actuación en el nuevo cole. Además, muy pronto se iban de vacaciones a ese hotel que tanto le gustaba. Llevaba noches soñando con la piscina gigante, el castillo hinchable, los divertidísimos juegos que se inventaba la animadora y... con esas tortitas con chocolate que ponían para desayunar en el restaurante. Ése, como casi todos los días, Julia se sentía inmensamente feliz.

DIDOP Educación para el Optimismo

5

Pero todo se estropeó repentinamente cuando su madre llegó del trabajo con cara de preocupación y les anunció que había surgido un problema importante y tendrían que anular las vacaciones.

–¡Eso no puede ser! ¿Y la piscina?, ¿y esos juegos de los que tanto hemos hablado? ¿Por qué no vamos a ir? ¡Me lo habíais prometido! –chillaba Julia de una forma insolente.

Su madre, que había tenido un mal día, le gritó para que se callara y como castigo tuvo que irse a su cuarto aun sin haberse terminado la comida.


6

«Pero ¿cómo podía haber cambiado todo en un minuto?». Julia sentía mucha rabia y tenía ganas de dar golpes y llorar. Empezó a recordar que, desde hacía un tiempo, a su madre no le parecía bien casi nada de lo que decía, que ya nada era tan bonito como antes, cuando todo siempre estaba bien, que eso de crecer no era tan chulo como algunos contaban... y cuanto más desagradable era lo que pensaba, más aumentaban sus nervios y su enfado, y más pensamientos negativos invadían su pequeña cabecita: «Mi verano va a ser muy aburrido. Mamá no me quiere. Hoy no iré a la fiesta del cole...». Llegó un momento en que no dejaba de llorar y sentirse muy triste y, lo peor, aquellos feos pensamientos parecían haber cogido carrerilla y ahora corrían a gran velocidad, sin apenas lograr controlarlos: «Mamá no me quiere. Nadie me comprende.


Me aburriré mucho este verano. Nadie me comprende. No me quiere. No... no...», hasta que tomaron tanta fuerza que pronto todo le dio unas terribles vueltas y se tambaleó.

Ahora el cielo estaba gris. Un viento enorme soplaba y Julia estaba volando, incapaz de sujetarse a nada ni posar los pies sobre el suelo. Miró a su alrededor y había agua por todos lados, aquello se parecía a las islas de sus cuentos preferidos... «¿Cómo habré llegado hasta aquí?», pensó. A lo lejos vio un árbol, esa sería su salvación, o conseguía agarrarse a él o iría a parar al mar por culpa de aquel vendaval.


Concentró todas sus energías, abrió los brazos y al acercarse abrazó la rama más grande, tras lo cual escuchó un chillido.

–¿Quién está ahí? ¿Quién ha gritado? –preguntó.

–Soy yo –una voz profunda salió del árbol.

–No te veo. ¿Quién eres tú? –respondió Julia.

–Yo, la rama donde estás clavando las uñas. ¡Caray!, con lo poco que pesas ¡vaya si tienes fuerza!...

–¿Tú? ¿Un árbol que habla? –dijo con asombro, pero intentando apretarse un poco menos.

–Soy un árbol que habla, sí, pero al menos no voy por ahí despertando torbellinos –pronunció aquella mágica voz.

–¿Y a mí qué me dices? Yo estaba tan tranquila-mente en mi cuarto y de repente este fuerte aire me ha empujado hasta aquí.

–¿Seguroooo? Llevo muchos años en la Isla de la Calma y Airos, el torbellino, sólo se levanta cuando

alguien lo provoca con su irritación, enfado o pensamientos negativos.

10

A Julia le sonaban esas tres cosas. «¿En serio habré despertado yo a este peligroso viento?», reflexionó. Decidió confesar la verdad...

–Bueno, me había enfadado un montón porque me habían castigado y no dejaba de pensar en cosas horribles, y cuanto más me mosqueaba, más feos eran mis pensamientos... –hablaba con mucha agitación porque el vendaval no paraba, y cada vez tenía que esforzarse más para no soltarse de la rama.

–Ya entiendo..., he conocido a otros niños y niñas como tú en medio de Airos.

–¿De verdad? Entonces sabrás cuánto va a durar esto y podrás hacer que acabe pronto. Empiezo a cansarme y no sé cuánto aguantaré.


–Esto durará lo que tú quieras, tú lo has despertado y sólo tú puedes conseguir que se duerma otra vez –la respuesta del árbol desanimó a Julia.

–¿Yo? Si sólo tengo ocho años…, ¿seré capaz?

–Seguro, pienso que eres más fuerte y valiente de lo que crees, además yo te ayudaré… Tienes que intentar relajarte, y cuando logres respirar con calma y dejar de pensar en cosas malas, todo volverá a la normalidad...

Las palabras del árbol le recordaban a Julia a las que los mayores le decían cuando se alteraba demasiado: «Siempre había que calmarse para encontrar soluciones».


Decidió seguir el consejo y respirar, lentamente, cogiendo aire por la nariz, sintiendo cómo se llenaba su abdomen, y soltándolo por la boca, tal y como le habían enseñado. Al concentrarse en este proceso, los pensamientos desaparecían y poco a poco iba sintiendo una profunda relajación.

No sabía cuántos minutos habían pasado, pero cuando abrió los ojos, Julia descansaba sobre un césped frondoso y verde, el cielo estaba de un azul intenso que jamás había visto y el sol brillaba como nunca.


13

–Señor Árbol, ¿está usted ahí? –gritó, echando de menos la compañía del nuevo amigo que tan buenos consejos le había dado–, señor Árbol, señor Árbol...

–No chilles, Julia, estoy aquí –el árbol venía a lo lejos con unas deliciosas cerezas–. Toma, una recompensa por haber sido capaz de vencer a Airos utilizando el poder de la calma. Y ahora que los dos estamos más tranquilos, siéntate y cuéntame, ¿cómo empezó todo?, ¿qué has hecho para que te castiguen? –le preguntó con tono afectuoso.

–Yo no he hecho nada, mi mamá ya no me quiere, nos ha estropeado las vacaciones y también ha arruinado el día más feliz de mi vida: mi primera actuación en el cole. ¡Nada podía ir peor!


–Julia volvía a agitarse demasiado y conforme hablaba, todo a su alrededor crecía muy rápidamente: las ramas del árbol se transformaban en serpientes monstruosas, el césped le llegaba casi a la cintura, las cerezas aumentaban de tamaño sin parar... Mientras, empezaba a asustarse y sentirse insignificante entre tantas cosas gigantescas–. ¿Y ahora esto qué es?, ¿se puede saber qué está pasando aquí? –definitivamente iba de sorpresa en sorpresa.

–¡Vaya!, ¡valiente día llevas! Parece que ahora has despertado a Magnus –le contestó su amigo, el señor Árbol.

–¿Magnus?, ¿y ése quién es? –gritó con la leve vocecita que había quedado en su pequeña garganta.

–Lo descubrirás si piensas un poquitín por qué ha cambiado todo después de tus últimas palabras.

Julia intentó tranquilizarse con su respiración nariz-abdomen-boca y de nuevo reflexionó.

–Pues no sé, quizá yo he exagerado bastante al decir que mi madre lo había arruinado todo y que nada podía ir peor...


No había acabado de pronunciar la frase cuando algo se movió y notó cómo todo se reducía un poco.

–Genial, Julia, eres muy inteligente. Magnus vive en la Isla de la Calma para ayudarnos a comprender que, cuando exageramos demasiado lo que ocurre, todo se vuelve gigante al tiempo que nosotros nos hacemos pequeñísimos, y ya no somos capaces de controlar nada... Así que tómate tiempo y piensa tranquilamente sobre si lo que te ha ocurrido con tu madre es tan grande y horrible.

–Bueno, a lo mejor no es cierto que mi mamá no me quiera, quizá me gritó porque se había preocupado demasiado con el problema del trabajo –apenas había terminado de hablar, Julia vio cómo crecía su cuerpo y todo lo demás se hacía más pequeño... Siguió reflexionando, ahora con mayor satisfacción y orgullo al ver que estaba encontrando la solución.

–Además, si no vamos ahora al hotel, quizá podamos más adelante, y estos días jugar en el parque, bañarnos en la piscina, ir a la playa… –continuó, comprobando con asombro que todo disminuía conforme hablaba.


–Tampoco tiene por qué estar arruinado el día. Esta tarde puedo ir a la fiesta del cole, y pasármelo bien, ¡me hacía tanta ilusión! –ahora todo había recuperado la normalidad.


18

–Perfecto, Julia. Lo has hecho estupendamente y me ha sorprendido lo valiente que puedes llegar a ser. Hoy has vencido a las dos fuerzas principales que amenazan esta isla y eso es algo que ni siquiera los adultos siempre consiguen –el árbol estaba muy orgulloso de todo lo que había logrado Julia.

–Me gustaría volver a casa, abrazar a mamá y contarle que ¡quiero dedicarle la actuación de esta tarde! -expresó Julia de pronto con una profunda satisfacción por haber superado el enfado y la tristeza con su propio esfuerzo.

–Estupendo, ahora sí ha llegado el momento. Túmbate sobre el césped, acaricia su tacto suave y cuando te sientas bien y en calma regresarás a tu habitación sin darte cuenta.

–¡Julia, Julia, despierta!, es hora de ponerte tu disfraz.


Cuando abrió los ojos vio a su madre con una bonita sonrisa.

–Cariño, quiero pedirte perdón...

–No hace falta, mamá, sé que estás muy triste y ya no importa que no vayamos al hotel, prefiero quedarme a tu lado. Además, hoy actuaré lo mejor que sé para que olvides todas tus preocupaciones, ¡voy a dedicarte el teatro!

El árbol le guiñó un ojo, sonriéndole, desde un lugar lejano.

Julia siempre recordó aquel día de junio, en el cual aprendió a dominar su enfado y sus nervios, y supo encontrar lo positivo tras la primera gran desilusión de su vida.

20

Preguntas para la reflexión de los niños/as:

¿Quién es Airos? ¿Por qué se ha despertado?

¿Alguna vez has sentido tanto enfado, nervios o tristeza que has provocado algo tan fuerte?

¿Qué aconseja el señor Árbol para parar el torbellino?

¿Sabes qué es relajarse? ¿Cómo te relajas?

¿Sabes lo que es exagerar? ¿Alguna vez has exagerado algo de lo que te ocurre? ¿Exageras frecuentemente?

¿Qué crees que quiere enseñar Magnus en este cuento?

¿Has encontrado alguna vez tú solo/a la solución a un problema?

¿Tienes tú también un “señor Árbol”? ¿A quién recurres cuando necesitas un consejo?

¿Has aprendido algo nuevo gracias al señor Árbol, Airos y Magnus? ¿Cuál de las tres lecciones te parece más importante?

21

Actividadespara los niños/as:

¿Tú también te has sentido alguna vez ilusionado o desilusionada por no poder hacer algo que habías planeado? Intenta describir cómo te sentiste y haz un dibujo si te apetece.

Juega al sillón relajante. Elige una silla que te guste y siéntate cómodamente, ahora, con la ayuda de algún adulto, intenta relajarte utilizando la respiración nariz-abdomen-boca de la que se habla en el cuento. Tu nariz es la válvula por la que debe llenarse tu abdomen, como si fuera una pelota de playa. Coge aire, llena el abdomen y cuando esté inflado suéltalo por la boca. Cuando lo hayas practicado mucho puedes invitar a tus amigos al sillón relajante de tu cuarto. Esta actividad te dará la fórmula mágica con la que siempre podrás salir de cualquier torbellino en el que te encuentres.

Ahora que sabes bien lo que significa exagerar, piensa cuándo fue la última vez que lo hiciste: una herida que te dolía demasiado, un enfado con tus padres, las ganas de comer algo, una sensación de fatiga o mareo... Escribe o haz un dibujo sobre ello si te apetece.

22

Para la reflexión de los adultos:

La forma en que los adultos se enfrentan a las diversas realidades de la vida (sus creencias, pensamientos, actitudes...) ejerce una gran influencia sobre los más pequeños, sirviéndoles de ejemplo y llevándoles en la mayoría de los casos a copiar y reproducir dichos enfoques en sus propias trayectorias. Por esta razón, le invitamos a profundizar sobre los principales temas que aparecen en el cuento y su manera de afrontarlos en la vida diaria.

¿Le resulta fácil encontrar su particular “Isla de la Calma”?

¿Le son familiares Airos y Magnus?

¿Sabe relajarse como forma infalible de derrotar a estas dos fuerzas?

¿Cuántas veces al día consigue despertar a Magnus con sus distorsiones y exageraciones de la realidad?

¿Cómo cree que repercuten los nervios, los pensamientos negativos y la exageración en su estado anímico, así como en la relación y reacciones que tiene con los demás?

¿Utiliza alguna técnica o método en especial para calmarse y pensar con claridad cuando nota que se encuentra en un estado de exaltación?

23

Para los niños de esta edad es bastante difícil tomarse las cosas con calma y pensar con claridad, por ello es importante que usted actúe como guía y con ese fin le proponemos la siguiente actividad:

Durante las tres próximas semanas, cuando observe que uno/a de los pequeños está alterado/a y no entra en razones, propóngale alguna actividad que sepa que le gusta, párase y procure que respire profundamente hasta que se tranquilice. Luego háblele sobre el problema, siempre recordando que debe guiarle en el proceso, no darle las soluciones.

Ayúdele a reflexionar sobre lo que ha conseguido calmándose, si ha comprobado que su primer pensamiento sobre lo ocurrido era una posibilidad, pero que también había otras; si ha encontrado alguna vía para mejorar o solucionar la situación que antes no había vislumbrado… Mantenga esta práctica durante este tiempo o el que considere conveniente hasta descubrir que el/la niño o niña ha interiorizado lo aprendido y lo aplica sin su ayuda.

Una forma de enseñarle a relajarse y respirar de manera adecuada, fomentando asimismo la conexión, es cogerle las manos. Pídale entonces que respire lentamente, que presione levemente sus dedos al inspirar y los afloje al expirar. Si advierte que no se relaja, pueden cambiar los papeles y hacerle de guía, siendo usted el que presione sus manos al inspirar y las afloje al expirar, de modo que vaya cogiendo el ritmo.

www.didop.es Síguenos en


I

TU PROPIA SUPERCOLE

CC

ÓN

I

TU PROPIA SUPERCOLE

CC

ÓN

Principales reflexiones que aparecen en el cuento:

• Graves consecuencias de los pensamientos negativos, las exage-raciones y los enfados que provocan la pérdida de control sobre la realidad.

• Importancia de la relajación como método infalible para detener la fuerza asoladora de ciertas emociones.

• Necesidad de reforzar los comportamientos positivos y re-compensar.

• Importancia de guiar en la búsqueda de soluciones, per-mitiendo que sea el/la niño/a quien las encuentre mediante un proceso reflexivo, lo cual fomentará su autoestima y mejorará su autoconcepto a través de la superación personal.

• Ventajas de afrontar las situaciones adversas con optimismo. Las experiencias negativas pueden aportar otras positivas, además de enseñanzas o reflexiones que permiten apreciar algunos aspectos que no se consideraban con anterioridad.

Julia en la isla de la Calma

Documents

Transcript of Julia en la isla de la Calma