Job, o La Teología Desde La Dignidad Humana. Anotaciones Imprescindibles - Eduardo Arens Kuckelkorn

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=191019353002 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica EDUARDO ARENS KUCKELKORN Job, o la teología desde la dignidad humana. Anotaciones imprescindibles Theologica Xaveriana, vol. 60, núm. 170, julio-diciembre, 2010, pp. 371-394, Pontificia Universidad Javeriana Colombia ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Theologica Xaveriana, ISSN (Versión impresa): 0120-3649 [email protected] Pontificia Universidad Javeriana Colombia www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Job, o La Teología Desde La Dignidad Humana. Anotaciones Imprescindibles - Eduardo Arens Kuckelkorn.

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    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    EDUARDO ARENS KUCKELKORNJob, o la teologa desde la dignidad humana. Anotaciones imprescindibles

    Theologica Xaveriana, vol. 60, nm. 170, julio-diciembre, 2010, pp. 371-394,Pontificia Universidad Javeriana

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    Job, o la teologa desdela dignidad humana*Anotaciones imprescindibles

    EDUARDO ARENS KUCKELKORN**

    RESUMEN

    E s tradicional afirmar que la rebelda de Job se debe a laprdida de sus bienes o a una enfermedad dolorosa. Sinembargo, una relectura del texto desde la perspectivasociocultural revela que la causa no es otra que el despojode su honor. Este valor supremo ha sido mellado por unafalsa idea de Dios por parte de sus amigos: Dios castig aJob, y por tanto ste debe ser un pecador y no merecerespeto ni compasin. El presente artculo busca subrayar laimportancia de tener presente, en todo estudio exegtico,las matrices antropolgicas y socioculturales. No hacerlopuede conducir a violaciones de derechos humanos bsicosen nombre de la Palabra de Dios.

    Palabras clave: Job, teodicea, sabidura, antropologa bblica,valores culturales (cultura).

    * Artculo de reflexin. Versin ampliada de una conferencia dictada en el curso de la Asambleade Biblistas de Mxico, en Veracruz, el 26 de enero de 2010. Fecha de recibo: 2 de febrero de2010. Fecha de evaluacin: 25 de febrero de 2010. Fecha de aprobacin: 17 de junio de 2010.** Religioso marianista; Bachiller en Matemticas por Saint Marys University, San Antonio, Texas(1965); Licenciado en Teologa por la Universidad de Friburgo, Suiza (1973); posgrado en lacole Biblique et Archeologique de Jerusaln (1973-75); Doctor en Teologa Bblica por laUniversidad de Friburgo, Suiza (1976); profesor principal de Sagrada Escritura en el Instituto Su-perior de Estudios Teolgicos, Lima, Per; miembro de la Studiorum Novi Testamenti Societas, yla Catholic Biblical Association. Correo electrnico: [email protected]

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    JOB, OR THEOLOGY FROM HUMAN DIGNITY.ESSENTIAL NOTES

    Abstract

    Traditionally, it has been common to affirm that Jobsrebelliousness was caused by him having lost his materialpossessions or as a consequence from suffering a painfuldisease. However, re-reading the text from the socio-culturalperspective, reveals that the cause was no other than hadbeing ripped of his honor. This supreme value has beenundermined by a false conception of God provided by hisfriends: God punished Job; thus, he was a sinner, and inconsequence neither respect nor compassion should begranted to him. This article intends to highlight theimportance of taking into account in all exegetical studiesthe anthropological and socio-cultural matrices. Otherwise, itmight lead to basic human rights violations made in thename of the Word of God.

    Key words: Job, theodicy, wisdom, biblical anthropology,cultural values (culture).

    J, OU A TEOLOGIA A PARTIR DA DIGNIDADE HUMANA.ANOTAES IMPRESCINDIVEIS

    Resumo

    tradicional afirmar que a rebelda de J deve-se a perda deseus bens ou a uma enfermedade dolorosa. Sem dvida,uma releitura do texto a partir a perspectiva socio-culturalrevela que a causa no outra coisa que o despojamentoda sua propria honra. Este valor supremo ha sido recortadopor uma falsa ideia de Deus por parte de seus amigos: Deuscastig a J, e por tanto este debe ser un pecador e nomerece respeito nem compaixo. O presente artigo buscasublinhar a importncia de ter presente, em todo o estudoexegtico, as matrizes antropolgicas e socio-culturais. Nofaz-lo pode conduzir a violaes dos direitos humanosbsicos em mome da Palabra de Deus.

    Palavras-chave: J, teodicia, sabedoria, antropologa bblica,valores culturais (cultura).

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    Conscientes de que los textos bblicos no son slo textos sino comunicacionesde experiencias vividas, los exegetas hemos venido dndonos cuenta de queno basta con el estudio ideolgico, lexicogrfico e histrico-crtico del textobblico para comprenderlo, sino que tambin debemos incluir otras dimen-siones, como las lingsticas-comunicativas y las propias de las humanidades.1

    Han sido las ciencias sociales, especialmente, las que nos han abierto los ojosa aspectos y realidades que antes ignorbamos. Los estudios sociolgicos yantropolgicos de las culturas de antao nos han instruido sobre las estructurasy valores humanos fundamentales en aquellas sociedades.2

    Desde esta perspectiva, propongo afinar la respuesta a la pregunta porla causa principal que el autor del libro de Job destaca como responsable delsufrimiento del protagonista: lo fue la prdida de todos sus bienes con elconsecuente deslizamiento hacia la pobreza material? Lo fue alguna en-fermedad fsica u otra? De qu se quejaba Job? Qu reclamaba? Esta cuestincorre cual hilo conductor a lo largo de la obra: es la causa de las diferentesintervenciones de sus distintos personajes.

    Para empezar, debemos tener presente que el libro de Job es una piezade literatura sapiencial, que discurre sobre los grandes temas de la vida, sobreel xito y la felicidad, sobre la honorabilidad y la armona en el mundo. Comotal, contrapone la sabidura y la necedad. El procedimiento es especulativo-filosfico, basado en la observacin y la reflexin. La atencin est fijada en lacuestin de Dios en relacin con el hombre; en la teodicea, cuyo nudo gordianoes el problema del mal; de aqu que en Europa se planteara la pregunta decmo hablar de Dios despus de Auschwitz, pregunta que fue replanteadadesde nuestro continente por Gustavo Gutirrez: Cmo hacer teologa (hablarde Dios) durante Ayacucho?3

    1 Cfr. Pontificia Comisin Bblica, Interpretacin de la Biblia en la Iglesia, I. B. D.2 Vea, entre otros, especialmente los influyentes trabajos de B. Malina, J. Pilch, J. Neyrey, R.Rohrbaugh, W. Stegemann, G. Theissen, R. Aguirre, J.H. Elliott, y P. Esler.3 Gutirrez, Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente, 223. Gustavo reflexionaba yescriba en pleno avance de Sendero Luminoso, y por eso preguntaba con justa razn: Cmohablar del Dios de la vida cuando se asesina masiva y cruelmente en el rincn de los muertos(= Ayacucho)? Es decir, desde el sufrimiento del inocente. El proyecto homicida de Senderoera una respuesta a la cruda realidad de la injusticia y la marginacin; Job ofrece otra respuesta.

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    Tambin es importante tener presente que se trata de una composicinliteraria, no de un reportaje o una crnica.4 La pregunta por la causa del su-frimiento de Job no remite a un personaje histrico sino a una figura literaria.La obra es portavoz de concepciones y preguntas propias de ciertos gruposhumanos: de muchos Jobs (como recientemente en Hait!) y de otros tantosamigos de Job, de los inocentes sufrientes y de los defensores a ultranza delhonor de su Dios, de los rebeldes por defender la dignidad humana y de lospiadosos que no aquilatan a la persona humana, de los insatisfechos con lateologa tradicional y de los seguros de su verdad, de los angustiados que sepreguntan por la cercana y la supuesta justicia de Dios y de los que todo losaben

    Es necesario alertar que el marco narrativo de Job, que relata la prdiday posterior restauracin de sus bienes (captulos 1-2 y 42), tiene un origendiferente que el gran poemario constituido por los captulos 3 al 41. Ese esanterior, basado en una leyenda popular.5 El poemario, que es posterior, discuteva los personajes el problema de la retribucin y, por tanto, de la justiciadivina: Son los males un castigo divino, como asume la teologa tradicionalrepresentada por los amigos de Job? Qu decir de los malhechores que lapasan bien? El poemario trata el problema del mal en relacin con Dios y sujusticia, y de por medio entreteje la pregunta de la importancia de una soli-daridad con el sufriente.

    EL VEHCULO LINGSTICO

    Segn Claus Westermann, Job es un lamento dramatizado en el que elprotagonista se queja y discute con los amigos; los discursos de Dios a Job sondisputas.6 Georg Fohrer lo cataloga como una extensa disputa (streitrede) entresabios.7 Luis Alonso Schkel propuso verlo como un drama en varios actos.8

    4 Dejo de lado, por no ser importante para este estudio, la cuestin de la autora del libro y suevolucin redaccional. Una presentacin panormica, compacta pero informada, que toma encuenta los estudios ms importantes, se encuentra en Arens, Job, 747-795. La ms enciclopdicaes la presentacin debida a Horst y Strauss, Hiob (BK), y ahora la de Clines, Job (WBC), 3 vols. (elltimo de los cuales est en curso).5 Vea relatos similares en Lvque, Job et son Dieu, 13-116, y en el comentario de Alonso Schkely Sicre, Job, 21-36.6 Westermann, Der Aufbau des Buches Hiob. Parecida es la opinin de Gese, Lehre undWirklichkeit, que lo considera como respuesta a un lamento.7 Fohrer, Das Buch Hiob.

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    David Clines, que est escribiendo el comentario ms profuso, lo califica comopoesa didctica enmarcada en un relato-marco.9 Como sea, todos los exegetasconcuerdan en que se trata de una creacin literaria que invita a la reflexinteolgica a travs de las variopintas posiciones y discusiones de sus actores.

    Adems de la pregunta por el gnero literario de la obra, es importantetomar nota de que el lenguaje de Job es tpicamente semtico. Por lo mismoes predominantemente hiperblico. Es una obra profusamente potica: poreso abundan las metforas y los paralelismos sinonmicos. Job est escrito conlas entraas ms que con la cabeza. Por tanto, lo que se lee no se debe tomarliteralmente, como si se tratara de descripciones reales, sino literariamente,como se hace con la poesa. Para describir su dolor Job dice, por ejemplo:Tengo clavadas las flechas del Altsimo, mi vida se ahoga en su veneno (6,4).El trato injusto de Dios lo representa como que me zarande, me agarr porla nuca y me despedaz [] me cercaron sus arqueros, traspas mis entraassin piedad, derramando por tierra mi hiel. Rasg mi cuerpo brecha tras brecha,lanzndose cual guerrero contra m (16,12-14). Lo que sufre es como si mecubren la carne gusanos y costras, la piel se me agrieta y supura, sin esperanzaalguna (7,5s). La riqueza de imgenes usadas es impresionante en colorido yen variedad.

    QUIN ERA JOB?

    El personaje central del libro cuyo nombre lleva, Job es caracterizado en elrelato inicial como un sheik rico y respetado. Su examen de conciencia y suslamentos en los captulos 29-31 son los de un aristcrata cado en desgracia.Sus amigos son aristcratas y le hablan como a uno de los suyos.10 Esa es laperspectiva de la obra. Inclusive cuando ha sido despojado de sus bienes, Jobes contrapuesto a los pobres (3,13-15.18ss.; 7,1ss.; 14,6; 24,3-13), y no deja desentirse superior a ellos (29,7-25; 30,1-8).11

    8 Alonso Schkel, Toward a Dramatic Reading of the Book of Job, 45-61.9 Job 1-20, xxxv.10 Cfr. Albertz, Der sozialgeschichtliche Hintergrund des Hiobbuches und der BabilonischenTheodizee, 349-372.11 Clines, Why is there a Book of Job, and what does it do to you if you read it? 10ss. Clinesadvierte que Job es una obra centrada en el derecho de los ricos; pero no cuestiona la pobreza.El enfoque es por cierto teolgico, no socioeconmico, pero se trata de un rico-pobre, que

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    Si en el relato-marco Job termina despojado de sus riquezas y sentadosobre un muladar, en el grueso de la obra, la parte potica, Job no es eco-nmicamente pobre: segn 19,14-16 tiene siervas y al menos un esclavo a suservicio. No se queja de una supuesta pobreza ni de hambre (6,22). Poseean propiedades (31,8.10.12b.38ss). Es un aristcrata que se queja de mar-ginacin social (ver 19,13-19), no econmica. Es un aristcrata piadoso y justo,fiel a los mandatos de Dios, especialmente en lo social (ver el Captulo 31), ycrtico de los malvados que se han hecho ricos despojando o explotando aotros.

    DE QU SUFRE JOB?

    El relato presenta a Job reducido a una pobreza radical, despojado de todo,inclusive de sus hijos y de la salud. El relato concluye sealando que susamigos vieron su terrible dolor, producto de tanto despojo (2,13). El sufrimientode Job empez por la prdida de sus posesiones (captulos 1-2). Tras la piadosaresignacin en el relato, el poemario empieza con Job estallando en un agudolamento sobre la prdida de sentido de su vida (Captulo 3). Este cambioabrupto de nimo (2,10; 3,1s) es el puente literario que pasa del relato al poe-mario. Job haba terminado marginado, sentado sobre el basural, hundido.Y esto produce dolor. La fuente de su honorabilidad era la posicin importanteque tena en la sociedad, posicin que le vena primordialmente de su rectitud(1,1ss.) y de sus riquezas.12

    El poemario, sin embargo, ignora el aspecto econmico. Aunque noindica expresamente qu hace sufrir a Job, los reproches y lamentos sonbastante elocuentes. Si nos guiamos por sus quejas, protestas y demandas13,observamos que Job no se lamenta por la prdida de sus propiedades o desus hijos. No sufre debido a una dolencia fsica de algn tipo; no es de eso

    adems no tiene ojos para los pobres sino que se distancia de ellos. Las expresiones del autor,cuando habla de los pobres, son carentes de simpata, si no despectivas (p. 6). Segn Clines,los problemas de riquezas y poder los distrae el autor hacindolos una cuestin teolgica, deinocencia frente a Dios. El problema ricos-pobres lo reduce a un problema de designio divino.Ver tambin Knauf, Hiobs Heimat, 73ss.12 Ver Neyry, Loss of Wealth, Loss of Family and Loss of Honour, Cap. 8; Neyry, Honor y vergenza,97-102.13 Vea Mickel, Seelsorgische Aspekte im Hiobbuch, 45ss., que desmenuza los males que Jobdice sufrir.

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    que se queja, aunque se sienta cubierto de lceras malignas (2,7).14 Notemosque al final de la obra no se menciona una restitucin de su salud. Tampocosufre de marginacin fsica, pues sus amigos estn presentes, y tiene personasa su servicio como hemos visto pero no lo miran con simpata!

    El dolor de Job es del alma. El desgarrador lamento inicial es elocuente:Carezco de paz y tranquilidad (3,13.26; cfr. 7,4; 9,28); se siente oprimido(3,18ss.), vive angustiado, lleno de amargura (3,20; cfr. 7,11; 9,18.23b; 10,1.15),triste (3,24); sufre de meses baldos, noches de agobio (7,3), vive pesadillas(7,4.14); no encuentra sentido a una vida carente de futuro (3,20-23; cfr.6,11b; 7,6b; 17,15s; 19,10), porque me sucede lo que ms tema, me encuentrocon lo que ms me aterraba (3,25; cfr. 9,28a.34b; 13,21b.25a; 23,15s; 30,15a.27).Qu es lo que ms le aterraba?

    Job sufre por la injusticia de la que es vctima inocente (7,12-21; 16,9).Esa injusticia proviene de Dios que en su opinin lo ha castigado: lo harebajado de su estatus aristocrtico, quitndole aquello que lo mantena: susriquezas, que es el tema del marco narrativo. Es la correlacin riquezas-honorlo que est en juego (las enfermedades no se relacionaban al honor). En lamentalidad sapiencial, la pobreza no es de por s fuente de honor, y el em-pobrecimiento en s es una vergenza. Eso ha provocado la reaccin acusadoray burlona de sus amigos (17,6), que, basndose en el principio de retribucindivina, por eso mismo lo denigran hasta deshonrarlo, y lo acusan de pecador:Dios castiga a pecadores. Por eso Job buscar entrar en litigio con Dios, su(supuesto) verdugo.

    Los amigos hacen sufrir a Job porque no tienen compasin de l: esdecir, no lo consideran como verdadero prjimo (6,14-21). Son capaces derifarlo, de especular con l (6,27). Job no les pide apoyo material, ni que lolibren de los violentos (6,22ss.). Pide comprensin, compasin; en cambio, ledan discursos vanos (16,2-5; 19,2), y ms aun, lo acusan sin pruebas de estaren el error, de ser pecador; lo critican sin fundamento (6,24s). No le creencuando afirma su inocencia (6,28-30; 15,35). Lo tratan como a un malvado, un

    14 Job dice que me cubren la piel gusanos y costras (7,5a, cfr. 2,7); tengo la piel ennegrecida,los huesos consumidos por la fiebre (30,30; 30,17); mis huesos se pegan a la carne y a la piel(19,20a); mi aliento repugna a mi esposa, doy asco a mis propios hermanos (19,17). Perotengamos presente que se trata de frases en lenguaje metafrico, no literal, que se encuentranjunto a otras tantas. Aun si se tomaran literalmente, los males fsicos mencionados son muyvariados, tanto internos como externos, que no corresponden a ninguna enfermedad particular.Sobre eso, adems, Job no hace ningn reclamo!

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    impo. Ya me han insultado diez veces (hasta el hasto!), sin pudor me hanultrajado. Pero no tuvieron compasin (19,3; 12,4s). Le afrentan con bo-fetadas (16,10), gesto humillante de repudio y degradacin.

    Job dice haber perdido el sentido de su vida; maldice el da que naci, yahora prefiere morir: Por qu no mor antes de nacer? [...] Ahora reposaraen paz (3,11.13; reiterado en 10,18ss.). Por qu dio luz a un desdichado,vida a los que viven amargados, que suspiran en vano por la muerte [] a loshombres carentes de futuro (sin rumbo)? (3,20.23). Job siente que la vidacarece de futuro deseable, otro que no sea la muerte (6,8s.11b; 7,6b; 13,13-16;14,13ss.; 16,18-22; 17,13-15; 19,10b).

    Acusa a Dios de destruir su futuro: Como monte que acaba derrum-bndose [...] as acabas con la esperanza del hombre (14,18s; ver 30,20-23.26ss.). Recordemos que a esas alturas de la historia todava no haba nocinde un futuro post-mortem otro que el sheol. Ese es el estado de nimo, de an-gustia depresiva, que le agobia. En resumen, su sufrimiento es sobre todo deorden anmico o squico, no fsico.

    Job no pregunta por el por qu del mal como tal o por qu Dios le diovida; la suya no es una pregunta epistemolgica o metafsica sino existencial(3,10b.24-26). El problema no es el sufrimiento sino la vida misma, que para lha perdido sentido. Por eso prefiere existir en el sheol y escapar as a lamundanidad como tal, al absurdo de su vida (17,13). Desde el inicio se comparacon los malvados, los prisioneros y los esclavos (ninguno de ellos vistos conhonor en aquellas sociedades), que al morir encuentran paz (3,17-19). Lacuestin del por qu de su miseria ser el tema recurrente de los amigos.

    En resumen, la causa inmediata de su angustia y dolor es el haber sidodespojado del sentido de la vida (Captulo 3), sentido que haba encontradoen su posicin socioeconmica (honra atribuida) y en su honestidad y justicia(honra reclamada). La prdida de sentido se agudiza conforme su honor esdenigrado, objeto de afrentas y escarnio (17,2.6; 19,18; 29; 30,1.9ss.), par-ticularmente, por parte de sus amigos, al equipararlo con los malvados y losimpos, y acusarlo de ser pecador y soberbio por no reconocer su culpa.

    Ahora, qu daba sentido a la vida en el mundo semtico, o sea, culera el valor supremo?

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    EL VALOR SUPREMO EN LA VIDA

    Hoy, con toda razn, ponemos de relieve la dignidad humana, plasmada encdigos como los derechos humanos universales, los derechos de los nios,y otros afines. Es un valor cultural dominante en Occidente. En el mundoposmoderno lo es el xito. En el Oriente el valor supremo de la vida humanalo ocupa el honor, que reclama el respeto, como hace Job en su discursorecapitulante en los captulos 29-31. Una vida sin honor no vale vivirla. Por esola reaccin de Job!

    Honor y vergenza son los valores centrales en el mundo mediterrneoen general y tambin en la Biblia. As comienza Joseph Plevnik el magistralartculo que le dedica.15 Tambin Aristteles afirm en su Etica a Nicmacoque el honor es el ms excelso de los bienes externos () es lo que los gran-des hombres reclaman y esperan, por encima de cualquier cosa (iv, 3,11s).16

    Por eso, all donde el honor es el valor supremo, la humillacin pblica es undestino peor que la muerte17 como en el caso de Job! El honor es un valorsocial, del dominio pblico, no privado: es un reconocimiento por parte deotros, resultante de relaciones interpersonales.

    Como las cosas, tambin las personas tienen un valor que, adems dela autoestima, se lo da quien lo cotiza; le es asignado: honor o vergenza. Enreferencia a las personas, su honor es su vala basada en sus relaciones fa-miliares, en el papel que juega, en la posicin que ocupa, en su importanciapara la sociedad. Fuentes principales de honor eran tambin la herencia (nacidoen una familia honorable), que por tanto debe ser preservada y defendida, yla descendencia, siempre que sta sea honorable. Por cierto, la honorabilidadtambin puede basarse en las cualidades personales y su comportamiento

    15 Plevnik, Honor/Shame, 106-115; igual apreciacin expresan Pilch, The Cultural Dictionaryof the Bible, 36, 135, y Malina, The New Testament World. Insights from Cultural Anthropology,33. Cfr. Klopfenstein, Scham und Schande nach dem Alten Testament; Matthews, Honor andShame in the World of the Bible.16 Cfr. Fisher, Hybris. A Study in the Values of Honour and Shame in Ancient Greece.17 Plevnic, J.Honor/Shame, 108; cfr. Malina, New Testament World, 40. El honor es todava hoyun valor fundamental en el mundo mediterrneo; pensemos en los cdigos de honor de losclanes. Cfr. Peristiany, ed., Honour and Shame. The Values of Mediterranean Society; Gilmore,ed., Honor and Shame and the Unity of Mediterranean. Valga la acotacin marginal de que loms doloroso en la crucifixin no era el sufrimiento fsico, sino el despojo de todo rastro dehonor: expuesto pblicamente desnudo, con un rtulo el cuello indicando su crimen.

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    conformes con los valores establecidos por la sociedad, y las virtudes ejem-plares, como la heroicidad y el altruismo (29,12-17; 30,24ss.; 31).

    Ahora bien, en el mundo semtico el principio bajo el cual se organiza lavida es la pertenencia y las relaciones interpersonales en trminos de hono-rabilidad y respeto, no como en Occidente moderno con base en logros,figuracin, progreso y prosperidad material.18 El honor es por eso una percep-cin social, inseparable de lo que conocemos como reputacin, que se expresacomo su buen nombre (18,17; 30,8).19 No es slo el que se reclama para s,sino el que es reconocido socialmente, y por lo mismo, se expresa por el res-peto y la reverencia, adems de los elogios, as como por regalos (42,11) e in-vitaciones a cenas, incluidos gestos como la genuflexin y la venia, y seperpeta en monumentos e inscripciones (cfr. 19,23ss.).

    Notemos que as como el honor no es de orden privado sino pblico, lavergenza no se limita a ser un sentimiento privado sino que es esencialmenteun desprecio pblico, o ms precisamente, la resultante del rechazo pblicodel reclamo que se hace de honor es un deshonor. En todo esto se puedeobservar que la valoracin viene dada por la sociedad, no por el individuomismo. Porque en el Oriente la ubicacin y valor de la vida se mide en trminossociales. Esto es evidente a todo lo largo del AT.

    Por el lazo estrecho con la familia y el clan, las personas eran extre-mamente sensibles al reconocimiento pblico (honor), as como a la de-saprobacin (vergenza, deshonra). Desde pequeos se educaban paraasegurar el honor y evitar la vergenza, en especial, dentro de su crculo so-cial. Esto se refleja en las normas de conducta social y en muchos proverbiossapienciales que encontramos tambin en la Biblia. El hombre sabio es hon-rado; el necio despreciado, y Job es una obra de carcter netamente sapiencial.

    En una sociedad donde la relacin patrn-cliente (como la califican lossocilogos) es un elemento esencial de la trama social, para el patrn es unacuestin tocante a su honor recibir gestos de gratitud, como para el siervo odependiente lo es contar con la confianza de su seor. Job sufre porqueaquellos a quienes ayud le pagan con desprecio.

    18 Malina, New Testament World, Captulo I.19 Esto explica la importancia del nombre, y por qu muchos nombres tienen un significado.Recordemos la peticin santificado sea tu nombre. Cfr. Neyry, Honor y vergenza, 91-97.

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    Bajo esta visin se entiende que en el mundo judo la aprobacin deDios (patrn) era fundamental para el honor de las personas religiosas (cliente).No ser aprobado por Dios significaba para Job estar al margen de la comunidaden su dimensin religiosa; por eso, era acusado por sus amigos de ser pecadory exhortado a tornar a Dios, buscar su aprobacin y con ello su favor. Todostienen a Job por pecador y lo tratan como tal. Ha quedado totalmente solo ydeshonrado.

    Job siente que ni siquiera Dios est de su lado! La prosperidad de lapersona justa, como Job, era tenida como bendicin divina, y reafirmaba suhonorabilidad (Jb 1-2). Por lo mismo, la calamidad apunta en la direccin deldeshonor, y expone a ser avergonzado, insultado, despreciado. Y ser tenidopor pecador o malvado, como acusan a Job, es fuente de deshonra; por esoreacciona defendiendo su honorabilidad.

    EL DRAMA DE JOB

    El drama de Job consiste en que para l su vida ya no tiene sentido. Lo tenaantes; por ahora se queja. Ese sentido se lo da su honorabilidad que ensintona con el prlogo provena de su posicin importante en la sociedad, ydel hecho de que Dios le fuera favorable. Son dos referentes: la sociedad yDios. No es por dolores fsicos o alguna enfermedad que Job ha perdido elsentido de la vida; tampoco por la prdida de sus bienes o sus hijos. No sequeja de ello, sino del sufrimiento espiritual y moral que tiene que soportar.Ahora es un don Nadie. Adems, es tratado con desprecio:

    Mis hermanos se alejan de m, mis amigos me tienen por extrao. Me abandonanvecinos y parientes, se olvidan de m mis invitados. Mis siervas me tienen porintruso, me he vuelto un extrao a sus ojos. Llamo a mi esclavo y no responde,aunque yo en persona le suplique. Mi aliento repugna a mi esposa, doy asco amis propios hermanos. Tambin los cros me muestran desprecio, apenas melevanto se burlan de m. Todos mis ntimos me aborrecen, mis amigos se vuelvencontra m. (19,13-19; cfr. 12,4s; 17,2.6)

    Job se irrita tambin ante la indolencia: Ya no s dnde apoyarme;estoy aislado sin ayuda (6,13; cfr. 6,21-30). A los amigos les reprocha que sonslo consoladores agobiantes. Tendr fin tanta palabrera? (16,2ss). Ya mehan insultado diez veces, sin pudor me han ultrajado, pero no tuvieroncompasin (19,3; 12,4s). Grito violencia! y nadie responde; imploro auxilio! yno hay justicia (19,7). A pesar de eso, Job grita: Piedad, piedad amigos! que

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    la mano de Dios me ha herido. Por qu me persiguen como Dios y no sehartan de mi carne? (19,21s). Le dan la espalda; son amigos falsos (6,21). Leafrentan con bofetadas (16,10; es un gesto humillante de repudio). A Bildadle increpa con irona: Qu bien sabes sostener al dbil! Qu bien socorresal brazo impotente! (26,2)

    Por qu es tratado de esa manera? Simplemente porque lo tienen porpecador, por injusto. Pero Job est absolutamente seguro de no serlo; no hayla ms mnima prueba de lo contrario. Es una acusacin gratuita, basada enuna falsa lgica de una religin y un dios inhumanos. Por eso, el reclamo deJob es sustancialmente por su dignidad y su honor (29,2s; 30,1.9), no por unarecuperacin de bienes materiales ni de salud. Su reclamo de inocencia no secomprende si se ignora la dimensin social: ser considerado pecador es perderel honor; por eso, el pecador es marginado de la sociedad, como una suertede leproso, como lo es Job.

    EL HONOR DE JOB

    De haber sido el hombre ms grande/importante (gadol) del Oriente (1,3),Job pas a ser un hombre que daba lstima a sus amigos, y luego fue objetode su irrisin, es decir, de deshonra. El que haba sido respetado y admiradocomo rey instalado entre sus tropas (29,25), pas a ser el hazmerrer detodos (30,1.9-15). Es precisamente porque se trata de su honor que Job seatreve a incluso retar a Dios a ir a juicio, asumiendo que l lo ha castigado(9,14ss.19.32; 19,29; 23,2-7; 40,8). Al respecto, Dios responder en la teofana:Quin es ste que denigra mi designio? (38,2; 42,3)

    En 13,14ss. Job afirma clara y decididamente que, cueste lo que le cueste,aunque (Dios) quiera matarme, lo esperar, pues pienso defenderme a sucara; con eso me dara por salvado. Defenderse a su cara (elpanaiv ojiah) es una conocida expresin de levantar la cara con dignidad exigiendo respetopor el honor, hacer reconocer su rectitud.20

    Los amigos deshonran a Job acusndolo insistentemente y desde distintosngulos de ser pecador: que por eso ha sido castigado con la prdida de susbienes; es decir, ellos basan su honor en sus propiedades. Por eso le reiteranque si confiesa sus pecados, Dios le restaurar los bienes perdidos. Es decir,

    20 Vea referencias en ese sentido en Jb 11,15; 13,20; 16,8b; 21,31; 22,26.

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    para los amigos no as para Job la fuente del honor est en las riquezas(adquiridas o heredadas), asumiendo por cierto que han sido bien adquiridas,no producto de maldades. Esa, sin embargo, no es la perspectiva de Job; paral, no es cuestin de riquezas sino simplemente de la dignidad humana. Poreso tambin pide que tengan piedad de l, que lo traten humanamente.

    Si bien los amigos de Job ven en su miseria material la prueba de quees un pecador y por eso Dios lo ha castigado, Job es enftico en afirmar queno es as: hay malvados e impos ricos, que mueren como tales sin ser castigadospor Dios (Captulo 21). Las riquezas no necesariamente son prueba de bendicindivina; por tanto, la pobreza o el empobrecimiento tampoco es prueba dedesaprobacin o castigo divino. Si no es por una suerte de retribucin auto-mtica, entonces por qu permite Dios la deshonra que sufre? Por qu callaDios? Ser porque lo considera pecador, por tanto su enemigo? Pero l no loes, insiste Job.

    En el Captulo 19, Job se queja de que todos se avergenzan de l.Recordemos que la vergenza es la anttesis del honor. Sus amigos lo haninsultado hasta diez veces (es decir, muchsimas veces), sin pudor me hanultrajado (v. 3). Sus hermanos y amigos, sus vecinos y parientes, sus siervas ysu esclavo, su esposa y sus ntimos, todos le dan la espalda (leer 19,13-19).Nadie de su entorno reconoce su justicia y rectitud. Por eso Job quiere que sureclamo de inocencia conste, y exclama: Ojal se escribiesen mis palabras,se grabasen en bronce [...] impresas para siempre en la roca! (v. 23s). Ojalfueran visibles para todos. El deseo, que suena a conviccin, consiste en quevive mi goel , el que se alzar el ltimo sobre el polvo (v. 25). El goel, sobreel cual volveremos, es el reivindicador del honor perdido o mancillado.

    Sumamente reveladora es la confesin y apologa de Job en los captulos29-31, que recapitulan toda la problemtica. Su examen de conciencia es unarevisin de lo que podra llamarse un cdigo de honorabilidad. En el Captulo29 recuenta el honor del que gozaba antes: Mi honra (qebodi) se renovabaen m y mi arco se fortaleca en mi mano (v. 20). Notar cmo se regocija enlos tiempos en que tena alta posicin social... Esto quiere decir que ya no latiene! Ahora no es nadie en la sociedad, su palabra no pesa, su dignidad seesfum.

    A continuacin, en el Captulo 30, explicita:

    Ahora en cambio se ren de m personas ms jvenes que yo, a cuyos padres nohabra dejado al frente de los perros de mi rebao []. Ahora me hacen coplas y

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    hasta me sacan refranes. Se alejan de m horrorizados, escupen a mi paso sinreparo. Dios ha soltado mi rienda y me humilla y ellos se desenfrenan al verme[] mi dignidad (nedibah) es arrastrada como por el viento (30,1.9-11.15)

    El contraste con el pasado, Job resalta su humillacin, su despojo totaldel honor, la degradacin profunda.21

    Ahora es forzado a vivir la experiencia de los desclasados, los expulsa-dos de la sociedad (30,29ss.). Y es desde esta condicin que se debe leer yentender el juramento de inocencia en el Captulo 31. Es un juramento desdeel lado del pobre, que Job hace como pobre entre los ms pobres, no ma-terialmente sino socialmente: marginado, humillado, repudiado. Valga aco-tar que la moral de Job en favor de los pobres ha merecido que el testamentode Job ample este punto y lo presente como defensor de los pobres yoprimidos (TJb 9-15; 44).

    Mediante su examen de conciencia pblico, en el Captulo 31, Job exponesu apologa centrada en su honorabilidad, que se fundamenta en su rectitud ysu piedad dos valores fundamentales (no basada en riquezas: no puse miconfianza en el oro no puse mi gozo en mi inmensa riqueza, en bienes ad-quiridos por mis manos, v. 24ss.). Y es que decisivo era el comportamiento,como destaca claramente el libro de Proverbios, donde honor y vergenza (osinnimos) califican la moral de determinados comportamientos. Ya antes Jobadvirti que la justicia era la ropa que vesta, el derecho era mi manto (29,14).

    Por eso, pasa revista a su pasado, en un examen pblico de sus tratoscon diferentes estamentos de la sociedad, y resalta que en todo ha sido virtuo-so. De Dios reclama: Que me pese en balanza sin trucar, y conocer miintegridad (31,6). Y es que el nico que puede restituirle su honor es quiencaus su prdida: Dios. Por eso concluye dirigindose directamente a l en31,35ss. (el clmax de la intervencin de Job: leerlo).

    EL GOEL

    En 13,15ss. Job expresa su confianza de reivindicarse ante quien es responsablede su situacin, Dios, y en 16,19-22 afirma que en el Cielo tengo mi testigo,

    21 Observemos que el pasado pintado en el Captulo 29 difiere notoriamente del Prlogo. Aquno se insiste en las cantidades enormes de riquezas y siervos e hijos. Job no se queja de habersido desposedo de bienes materiales: He dicho acaso: Dnme algo, pongan a mi servicio susbienes, lbrenme de manos del opresor? (6,22s). Pero s lamenta ya no poder mandar y tenerprestigio y poder (29,20).

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    mi defensor habita en lo alto... Es en 19,25-27 cuando escuchamos la expresinms osada en boca de Job de su seguridad de que Dios lo reivindicar22: Yos que existe mi reivindicador (goeli), que se alzar al ltimo []. S, ser yoquien lo ver; mis ojos lo vern. La invocacin de un goel es una clara referen-cia al honor mancillado: espera que se le reivindique su honor. Job confa queen el futuro su honor ser restaurado. Por eso quiere que su inocencia yhonor queden atestiguadas a perpetuidad escrita sobre roca (19,23). Ob-viamente est pensando en tiempos posmortem. Recordemos que las personastenan su vala en relacin con la sociedad, del reconocimiento pblico.

    Goel era el vengador que rehabilita el honor mancillado reivindicacinque no descartaba el homicidio del agresor para limpiar la honra de la personay del clan, en este caso, por el Dios que me ha despojado de mi honra(qebodi), (que) ha dejado mi frente sin corona (19,9). Ese es el que luego sele aparecer y el mismo que en 42,7 dir que Job ha hablado bien de m y loreivindica. Se contraponen dos imgenes de Dios: la de los amigos, cuyo dioses el de la retribucin infalible, y el de Job, que es el reivindicador de losjustos, el goel. Era doctrina comn que si un goel humano fallaba, es decir, siun familiar no asuma su papel de vengador del honor, Dios mismo tomara sulugar.

    Al final, adems de sus bienes, Dios reivindica a Job, es decir, le restituyela fuente de su honor: sus familiares y conocidos comieron en su casa [...];cada uno le regal una moneda de plata y un anillo de oro (42,11). Compartirla mesa con alguien era afirmar lazos de comunin, que asumen un tejido deobligaciones y derechos entre los comensales, nos recuerdan las cenas en1,4ss. y el lamento en 19,13ss. Regalos son expresiones de pleitesa o reco-nocimiento de dignidad, simbolizado por el anillo de oro (recordemos el hijoprdigo, resarcido por su padre).

    22 Dios como goel: Ex 6,6; 15,13; Is 43,1; 44,6.24; 48,20; 52,9; Jr 50,34; Sal 103,4. El goel esDios mismo, quien tiene la palabra final, como adems se leer al final del libro: Dios le da larazn a Job, no a los amigos (ver 42,7-8). Hay que tener presente que a menos de que entraranen el mundo de la mitologa pagana, el poeta no poda pensar en un ser ms supremo que Diosmismo; por tanto, el famoso goel que espera Job, el que lo reivindique ante Dios, que establezcajusticia ante Dios, el vengador o reivindicador, no puede ser inferior a Dios, y no hay ser superiora Dios.... como para imponerse ante Dios. Es decir, no queda ms que pensar que sea Diosmismo, cosa que se afirma en el v.26. Pero, encierra una irona, como se encuentra a menudoen el libro de Job: el personaje de la obra acta y habla como si pensara en un goel otro queDios; el lector sabe que no puede haberlo, a menos que sea Dios mismo. Es ese el que se leaparecer y el mismo que en 42,7 dir que Job ha hablado bien de m y lo reivindica.

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    LA VCTIMA Y LOS VICTIMARIOS

    Del lado de la vctima, Job destaca la firmeza y transparencia del justo, quedefiende su dignidad humana y se aferra a su honor que injustamente hasido pisoteado. El examen de conciencia de Job (Captulo 31) es un ltimoesfuerzo de hacer patente su honorabilidad. A pesar de las insinuaciones deque sufre por castigo de Dios, Job no pierde la esperanza en la justicia divina.Contra el postulado de la retribucin, apela a su experiencia y al hecho deque en el mundo se ve a muchos malvados vivir bien hasta el final; por tanto,contrario a la opinin tradicional, Dios no est sujeto a una suerte de leyinvariable de retribucin, como Elih reconocer (32,27; 34,33; 35,15; passim).

    Job apela a la experiencia y exige repensar las tradiciones y teorasapriorsticas. Por eso retruca a los amigos: Todo lo blanquean con mentiras;son mdicos de apariencia []. Van a usar la mentira para defender a Dios?Usarn el fraude en su favor? (13,4.7; cfr. 40,8). En boca de Job el poeta cri-tica todo intento de defender a Dios mancillando la dignidad e ignorando lossufrimientos humanos (13,7; 16,4), es decir, de imponer preconceptos igno-rando las realidades concretas.

    Del lado de los victimarios, el libro pone de relieve lo que estos soncapaces de hacer en nombre de Dios: pisotear sin ms el honor de otro, ennombre de su pretendida defensa del honor de Dios, sin la mnima compasin:no ven al hombre, sino tan slo sus ideas. Como observ Ulrich Berges, losamigos de Job son un ejemplo aleccionador contra la dogmatizacin de larealidad en nombre de Dios.23 Perspicaz es la observacin de Samuel Terrien:En el fondo su creencia no es la fe [...]. No defienden a Dios sino su necesidadde seguridad.24 Son fundamentalistas! Lo que Job reclama a su entorno escompasin, no lecciones o discursos teolgicos. Reclama que empiecen porverlo como persona, en su condicin de sufriente.

    Bruno Maggioni resumi bien el papel de los amigos:

    No van al corazn del problema, al corazn del dolor de Job. Simple incom-prensin? No: ellos quieren quedarse tranquilos, tranquilos en su fe, en su tipode Dios y de justicia, y el nico modo de quedarse tranquilos es diciendo queJob est equivocado. Quieren salvar sus concepciones tradicionales, el horizontemental en que se han acostumbrado a vivir [...]. Para ellos el sufrimiento de Job

    23 Berges, Hiob in Lateinamerika, 301. El artculo (297-317) merece ser ledo detenidamente.24 Terrien, Job, 41.

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    se reduce al caso general. Poseen demasiado la verdad como para correr el riesgode buscarla an.25

    En el fondo no defienden a Dios sino sus ideas sobre l, y por ltimo, supropia seguridad. Por eso no permiten ser cuestionados, asumiendo unaactitud inflexible y sorda, seguros de su verdad (conceptual, no existencial).El sistema religioso ha raptado la verdad y matado la sensibilidad. Como losfundamentalistas, defienden su idea de Dios al extremo de denigrar la digni-dad humana. No ven a una persona, sino a un pecador. Tan fanatizados, sonincapaces de meterse en el pellejo de su amigo, un hombre sufriente, desga-rrado squica y moralmente.

    Los amigos hacen lo que piadosos no han cesado de hacer: al queprotesta acusarle de ser un rebelde impo, al pobre de ser responsable de supobreza, y al marginado de ser l el culpable porque es un pecador; si sufrealguna desgracia es porque ha atrado sobre s la ira de Dios debido a sus mal-dades o su impiedad... La culpa es suya.26 Recomiendan la conversin y con-fianza en Dios, el dios de la prosperidad y la bonanza, para as obtener susbendiciones.

    Vemos que la actitud condenatoria de los amigos, incluido Elih, es paradefender el supuesto honor de Dios: por defender el honor de Dios no vacilanen deshonrar al hombre... Para defender al Creador se destruye a la criatura.Es la postura de los justos, los que se tienen por guardianes del honor deDios, de su dios como los islmicos de hoy sin que Dios haya pedido (ninecesite) que lo defiendan!

    JOB AYER Y HOY

    No creo necesario elaborar la relevancia de la figura de Job, el inocentesufriente, para el mundo de hoy. Sin duda, hoy se reconocera fcilmente aJob en tantas personas privadas de su dignidad humana y sus derechos ele-mentales, si no explotadas o simplemente relegadas al basural de la sociedad,

    25 Magginoni, Job y Cohlet, 32.26 He ledo hace poco tiempo en el peridico (14/1/10) que el conocido predicador funda-mentalista Pat Robertson afirm en su programa Club 700 que el terremoto que destruyHait, causando casi doscientos mil muertos, es un castigo divino, porque Hait ha sidomaldecido. Era natural lo ocurrido porque juraron un pacto con el diablo. Le dijeron (durantela colonia) te serviremos si nos liberas de los franceses. Y el diablo dijo: O.K., es un trato.

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    y no pocas veces despreciadas, inclusive acusadas y condenadas injustamenteen nombre de Dios. Es frecuente encontrar tambin a amigos de los amigosde Job an hoy, que justifican teolgicamente el sufrimiento o la desgraciadel inocente.

    Cuntas veces los pobres son calificados de ociosos, ladrones, malan-drines, y as se justifica ignorarlos, si no de aprovecharse de sus necesidadesbsicas! Cuntas veces se priva de la honra y el respeto a los marginados, losleprosos de nuestra sociedad, vindolos como entes o cifras! Cuntas vecesse abate la dignidad humana, con tal de salvaguardar la verdad o de justificarlos abusos y el desprecio de los dbiles de la sociedad! Y cuntas veces sepisotean los derechos humanos en nombre de la justicia o de Dios deldios Mamn, sobre el que Jess advirti reiteradas veces, con tal de preservarsus privilegios!

    POSDATA: EL HONOR DE DIOS

    Valga una necesaria nota final. Me he limitado a considerar el sufrimiento deJob y su causa: la prdida del honor. Para ser justos con la obra y su mensaje,cual palabra de Dios, tendra que hablar tambin del honor de Dios,mancillado por Job segn los amigos. Sin embargo, inconscientementedefendido por l, como lo afirma la teofana y la sentencia expresa en 42,7:Yahvh dijo a Elifaz de Temn: Estoy enfadado contigo y con tus dos amigos,pues ustedes no han hablado bien de m, como mi siervo Job.

    El discurso posteriormente introducido en la obra en boca de Elih(captulos 32-37), tiene como finalidad salvaguardar el honor de Dios. De hecho,Elih (lit. mi-dios-es-l) juega el papel de abogado defensor de Dios. La falsaimagen de Dios es una afrenta a su honor, es hacer de l una caricatura, temademasiado serio (como ya vio el autor de Job) como para soslayarlo, por serresponsable a lo largo de la historia de muchos sufrimientos ocasionadosnada menos que en nombre de Dios...

    Es en la teofana en la que el honor de Dios es el tema central. stehaba sido cuestionado por Job al impugnar su justicia y su control sobre elmundo: es un dios caprichoso, deja que los malvados reinen, castiga injus-tamente, etc. En efecto, Dios reta a Job reiteradamente con preguntas retricasque ponen en juego el esquema honor-vergenza. Las preguntas en la teofanano tienen, por cierto, la finalidad de instruirle, ni exigen respuestas; son cues-

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    tionamientos que tienen como propsito ubicar a Job en su verdadera realidadcomo criatura.27

    Implcitamente, son un reproche a Job por pretender ponerse en piede igualdad al haber retado a Dios, con lo que mellaba su honor: Quin esste que denigra mi designio hablando desatinos? (38,2). Quieres acasoviolar mi justicia, condenarme para t verte absuelto? (40,8). Las respuestasimplcitas a las preguntas son obvias.

    Dnde estabas cuando ciment la tierra?Todava no haba sido creado por ti.Quin fij las medidas de la tierra?T, Dios, no yo.Dnde se asientan sus bases?Slo t lo sabes Etc.

    Es decir, Dios es dios, y Job una criatura limitada e ignorante (38,4ss.). Elcuestionador ha sido cuestionado; el retador ha sido retado (40,2.7). En esteaspecto se concentra el discurso de Dios, y por lo mismo no responde direc-tamente a los puntos neurlgicos que planteaba Job. Lo que est en juego esla autoridad de Dios (su etsah), y con ello, su honor. En efecto, Job ha atentadocontra la honorabilidad de Dios al cuestionar abiertamente, hablando de-satinos, sin saber (bli daat) , su supuesto designio sobre el mundo (38,2),as como pretender dictarle la justicia (40,8).

    Por eso, la rplica divina se dirige al corazn del asunto: el honor deDios reafirmando su soberana de Creador. El tema de la justicia divina es elnico tocado directa y expresamente, pero una vez ms, mediante el recursoa preguntas retricas retadoras en 40,6-14 (posiblemente aadidos a la teofanaoriginal, para resaltar la incuestionable honorabilidad de Dios, que fue cues-tionada por Job).

    La primera repuesta de Job a la teofana, en 40,4ss., que es funda-mentalmente un reconocimiento de su ignorancia, con la decisin de no hablarms, es un reconocimiento del honor de Dios. Como hemos visto, Job habapuesto en tela de juicio la honorabilidad de Dios al cuestionar su compor-tamiento, tal como lo experimentaba y observaba (justos sufren, malos gozan:

    27 Rowold, Yahwehs Challenge to Rival: The Form and Function of the Yahweh-Speech in Job38-39, 199-211.

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    no hay justicia), cuestionamiento que expuso pblicamente (y el lector tambinse entera!) en sus rplicas a sus amigos, y que estos buscaban defenderapasionadamente argumentando desde su perspectiva doctrinaria que Dioses absolutamente justo segn el principio de la retribucin.

    La confesin soy insignificante y el gesto de taparse la boca con lamano (40,4) son expresiones complementarias, de palabra y de gesto, dealguien que ha sido avergonzado (vea 29,9s).28 Al reconocer la precedenciade Dios por su poder y su sabidura dos dimensiones importantes en relacincon el honor de una persona Job tuvo que admitir por contraste su insignifi-cancia personal y su ignorancia. La expresin realmente soy insignificante(hen qalloti) es un claro reconocimiento que ha sido humillado, reducido asu tamao real: el de criatura.29

    En la ltima respuesta de Job (42,2-6, profusamente editada), volvemosa encontrar los mismos elementos importantes en relacin al honor. Job confiesala absoluta superioridad del poder y la autoridad de Dios (v. 2) y, al admitir supropia ignorancia, admite la superioridad de la sabidura de Dios (v. 3b). Unavez ms, reconoce la precedencia de Dios. Y, al igual que en la primera res-puesta, Job retrocede, se sabe humillado: Por eso, rechazo (mi conductaanterior o lo que dije y reclamaba) y me arrepiento en polvo y ceniza (v. 6).30

    En el contexto sociocultural del autor, como ntidamente ha expuestoCharles Muenchow31, la discutida frase final del v. 6 al aphar waepher, habraque entenderla como un reconocimiento de su humilde realidad en contrastecon Dios: Job est hundido en polvo y ceniza, es decir, se siente humillado,o como lo entienden otros (incluida la LXX y 11QtgJob), se reconoce ser polvoy ceniza.32 En 2,8 encontramos a Job sentado sobre el basural, literalmente

    28 Muenchow, Dust and Dirt in Job 42:6, 608.29 Cfr. Klopfenstein, Scham und Schande nach dem Alten Testament, 184-195.30 Este breve verso es un verdadera crux interpretum, un nudo gordiano por las ambigedadesde su vocabulario, y la falta de predicados para los dos verbos. La literatura sobre este verso esabundante.31 Muenchow, Dust and Dirt in Job 42:6, 608ss.32 Polvo y ceniza se encuentran juntos slo en Gn 18,27; Si 40,3 y en Jb 30,19 y 42,6. En Gn18,27 denota la condicin social (no antropolgica) humilde de Abraham ante Dios (soy polvoy ceniza), ante quien se considera un atrevido al interpelarlo. En Jb 30,19 es una comparacinque describe su humilde condicin: parezco polvo y ceniza, que est en paralelo con laafirmacin que Dios me arroja en el barro, es decir, me humilla por su maltrato. En Si 40,3 es

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    entre ceniza (betok-haepher) ; es una condicin humillante, pues est mar-ginado de su casa.

    No es imposible que 42,6 invite a recordar cmo hemos dejado a Jobantes de los discursos. Como sea, el v. 6 expresa un cambio de actitud porparte de Job, y eso slo puede ser respecto de algo anterior, es decir, de susatrevidos reclamos e imputaciones a Dios. El cambio de actitud no es haciauna autoafirmacin, sino al contrario, en vista de sus confesiones de ignoranciaque tienen por trasfondo sus actitudes altivas, es un cambio de actitud endireccin de la humildad.

    Tom conciencia de sus propias limitaciones y de que no conoca a Dioscorrectamente: antes era slo de oyendas, por las enseanzas tradicionales,pero ahora mis ojos te han visto, lo conoce por el encuentro personal. Portanto, estamos justificados en pensar que el poeta presenta a Job en actitudde humildad, o ms precisamente, de humilde admisin de que sus exabruptossobre la justicia divina eran desatinados, carentes de conocimiento (bli daat:38,2). Eso nos lleva a traducir el v. 6 as: Por eso me retracto (cambio de opi-nin) y me arrepiento en (actitud de) polvo y ceniza (humildad), siendo enpolvo y ceniza una imagen evocativa, como en 40,4 lo fue aquella de taparsela boca con la mano.33 Conocido es el gesto de ponerse saco y ceniza comoexpresin penitencial, aunque aqu no sea ese el caso. En resumen, la repetidaactitud de humildad de Job frente a Dios, de palabra y de gesto, restablece larelacin de honor entre ambos, entre patrn y siervo.

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    una metfora para referirse a la persona que est al polo opuesto en la escala social de el queest sentado en un trono glorioso, o sea, el humilde. Por otro lado, la preposicin al gene-ralmente denota una posicin o una relacin; no define algo.33 Instructivo en este sentido es el estudio de Kutsch, Trauerbrauche und Selbstminderungsritenim Alten Testament, 25-37.

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