Inter Testament o

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Intertestamento André Paul José Mares Chávez Otoño 2014 INTERTESTAMENTO 1

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Intertestamento. Biblia

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IntertestamentoAndr Paul

Jos Mares ChvezOtoo 2014

Intertestamento

Propuesta La palabra intertestamento expresa ms bien una actitud; No constituye los lmites de un perodo; Este concepto se aplica a toda la historia bblica que es la biblia en la historia; Intertestamento expresa una disponibilidad frente a la vida; esta disponibilidad se presenta como un lugar de relaciones, de circulaciones y de transformaciones que hacen vivir. El trmino intertestamento subsana un olvido; el olvido de que la separacin entre AT y NT es fruto de criterios dogmticos y polmicos que la impusieron a posteriori y no de las condiciones reales de la produccin literaria que son en realidad polticas y sociales. Qu significa para un grupo de hombres el hecho histrico de escribir una biblia a la que reconoce como su biblia? Qu significa el hecho mismo de escribir? La respuesta final ser: escribir es pseudnimo de vivir.

La escritura irresistible Con el incendio del templo de Jerusaln, dos ideologas diferentes se distinguan en el judasmo: una de ellas afirmaba la existencia de una ley oral, revelada a Moiss en el Sina como la ley escrita; la otra afirmaba que slo exista una ley, la ley escrita. El estudio de estas dos tesis presenta inters para comprender la funcin social de las escrituras a las que se califica de sagradas.

I. La ley oral y la escritura Despus de la cada de Jerusaln, los judos reorganizaron su religin; Les quedaba la Tor, la Ley Su principal preocupacin era la ortodoxia. La religin juda se estructur nicamente partiendo de la doctrina farisea; los saduceos, aristcratas ligados al templo, desaparecieron prcticamente. Al final del siglo primero de la era cristiana, los judos de Palestina definieron su canon de las escrituras. Pero paralelamente a los libros bblicos, el judasmo posea un gran nmero de tradiciones, leyes y leyendas que circulaban oralmente, en el culto, la enseanza, los tribunales y haban empezado ya a ponerse por escrito. Esto es lo que se llamar la ley oral, complemento de la escrita. El judasmo rabnico profesa como un dogma que la ley escrita y la ley oral haban sido reveladas a Moiss en el Sina, considerando la ley oral como un complemento y explicacin de la ley escrita.

1. Bsqueda y tradiciones orales La tarea de los rabinos con respecto a la ley era descubrir y transmitir el sentido de los textos revelados. Dos objetivos: Demostrar que la revelacin de la Torah se aplicaba a situaciones diversas de la vida (aspecto ms bien jurdico) Aceptar los decretos como voluntad divina (edificar al creyente). Estas dos finalidades provocaron dos actividades especficas llamadas halakh y haggadh. Halakh Va, camino, regla. La halakh interpreta la ley escrita y le permite aplicarse a las circunstancias reales de la vida. halakt significa reglas. La halakh se realiz en dos tiempos: una prxima a la escritura, el midrash; significa bsqueda, mtodo de estudio de la escritura comentarios bblicos: midrashim la otra, ms autnoma, la mishnh; significa repeticin este trmino se aplica sobre todo a la ley oral como coleccin de halakt, cita raras veces a la escritura al contrario de la midrash que la toma de partida. Haggadh significa lo que dice la escritura por encima de su sentido obvio En sentido estricto designa la interpretacin de la escritura, oral y escrita, diferente de la halakh La literatura de la haggadh se cie generalmente al texto bblico, pero muchas veces inserta palabras, proverbios, leyendas o relatos de milagros destinados a instruir y a consolar al justo que busca a Dios. La haggadh ilustra e interpreta la escritura. La haggadh sirve muchas veces para apoyar los enunciados normativos de la halakh; por ejemplo, en el evangelio de Mateo, el ms judo de los textos del NT, los milagros se nos narran en los captulos 8 y 9, constituyen la haggadh y est situada despus de la halakh del nuevo Sian o sermn de la montaa de los captulos 5, 6 y 7.

2. La puesta por escrito de las tradiciones orales El judasmo vivi un largo proceso de fijacin por escrito de los elementos dispersos de la ley oral, lo cual dur cuatro o cinco siglos. La mishnh y los tannaim El famoso rab Aquiba (martirizado por los romanos hacia 135) emprendi una compilacin sistemtica; sus discpulos continuaron la obra, rab Meir fue el autor de la primera recesin; partiendo de esta base, el patriarca Juda I public hacia el 200 la coleccin definitiva llamada Mishnh. Constitua el cdigo de leyes fundamentales del judasmo rabnico y estaba compuesto de seis secciones. La Mishnh es la primera de las grandes producciones legislativas del judasmo sin templo. La Mishnh es el resultado de un trabajo selectivo; las tradiciones dejadas de lado fueron conservadas en otros libros, se les llama baraytt (exteriores) Una de sus particularidades es la de contener grandes dosis de haggadh, es decir, de elementos no jurdicos. La Gemara, los amoraim y el Talmud Despus de la publicacin de la Mishnh, la enseanza oficial de las academias judas de Palestina y Babilonia estaba basada en ella. Por eso se lleg a la composicin de un comentario a la Mishnh, llamado Gemara. La Gemara sigue muy de cerca el texto de la Mishnh, que se convierte en una especia de nueva escritura comentada. Existen dos Gemara la de Palestina y la de Babilonia al aadirlas al texto de la Mishnh y tambin aadir los baraytt, produjeron el Talmud (enseanza, estudio); Tenemos el Talmud de Jerusaln y el Talmud de Babilonia El Talmud de Jerusaln se comenz en Cesarea hacia el 350 y fue terminado en Tiberades hacia el final del siglo IV. El Talmud de Babilonia fue compuesto en la academia de Sura en el siglo V, su contenido no abarca la totalidad de la Mishnh; suplant al Talmud de Jerusaln. Con el Talmud el conjunto de la ley oral juda se haba convertido en escritura. A partir de los siglos VII al XI, el Talmud de Babilonia se convirti en la gran autoridad normativa para los judos del mundo entero. En adelante, el judasmo ser talmdico.

II. La sola scriptura La aparicin de la Mishnh y del Talmud supuso una ruptura decisiva en relacin a otros movimientos autnticamente judos, pero de ideologas totalmente diversas, la de los saduceos por un lado, la de los qumranitas por otro.1. Los saduceos Los saduceos constituan el partido opuesto a los fariseos. La primera vez que aparecen como tales es en la poca de Juan Hircano (134-104 a. C.). En tiempo de Jess, controlaban la administracin y el culto del templo. Como su fuerza era poltica, no pudieron sobrevivir a la desaparicin del estado judo. Un relato de la literatura rabnica que parece poder datarse en el siglo primero despus de Cristo indica que la separacin entre fariseos y saduceos tuvo lugar al final del siglo II antes de Cristo. Los saduceos eran partidarios nicamente de la autoridad de la escritura, que restringan al Pentateuco. Basados en esta conviccin, rechazaban los dogmas y creencias tardos de los fariseos: la resurreccin de los muertos, la inmortalidad personal, la existencia de ngeles y demonios, etc.

2. Los qumranitas Una comunidad juda que durante los dos ltimos siglos antes de Cristo y hasta la gran rebelin juda contra los romanos (70 d. C.) llevaba una vida religiosa en los alrededores de Qumrn, junto al mar Muerto. Su comunidad se haba organizado totalmente fuera del templo y prescindiendo de l, en una poca en la que ste exista todava con toda su fuerza tanto simblica como social. Slo la escritura reemplazaba al templo y a su culto. En la escritura existan cosas evidentes (nigelt) y cosas escondidas (nistert). Las cosas escondidas eran las leyes formuladas de manera vaga e imprecisa: gracias a una bsqueda interna e ininterrumpida de la escritura, se iba llegando a una precisin mayor. Esta bsqueda se llamaba midrash hattorh, bsqueda de la ley. El judasmo rabnico defini su teora y su doctrina de la Torh de manera radicalmente distinta a la de estos dos grupos, saduceos y qumranitas, para quienes slo exista una ley, la escrita, en la que se comprendan tanto los escritos atribuidos a Moiss como los textos de los profetas. Unos siete siglos ms tarde se produjo una vigorosa reaccin: la de los qaratas, que provocaron un autntico renacimiento de la sola escritura de los saduceos y sobre todo de los qumranitas.

3. Los protestantes del judasmo: los qaratas El nombre no es sino la transcripcin de qaram, lectores de la escritura, palabra que viene del hebreo qara o leer. Hacia la mitad del siglo VIII, en Bagdad, el rabino Anan Ben David, el Lutero del judasmo, rompe con la tradicin juda y proclama la vuelta al texto de la ley: Escuchad la ley a fondo!, era su consigna. Escribi un libro de preceptos cuya primera misin era la de suplantar a la Mishnh y al Talmud. Como gentes del libro que eran defensores nicamente de la ley escrita, los qaratas se dedicaron rpidamente al estudio cientfico de la biblia. Entre los siglos IX al XII se suceden autnticas familias de investigadores. Fruto de sus trabajos son toda una serie de comentarios francamente serios. Los qaratas promovieron difciles estudios sobre la lengua hebrea; fueron los primeros que compusieron las primeras gramticas y diccionarios, como por ejemplo el importante diccionario publicado en el siglo X por Abrahn al-Fassi. Existe un estrecho parentesco, tanto literario como teolgico, entre los trabajos exegticos de los comentadores qaratas de la escritura y los manuscritos de Qumrn.

La biblia de Flavio Josefo Flavio Josefo es, desde varios puntos de vista, un personaje ambiguo. Judo palestino, de obediencia fariseo, escribi la historia completa de su pueblo. Fue guerrero en la resistencia contra Roma, pasando a ser poco despus el protegido de los vencedores. Lo que contribuy a que su obra literaria fuera sistemticamente rechazada por el judasmo hasta hace muy poco tiempo y que fueran precisamente los cristianos los que la salvaran, explotndola abundantemente durante los primeros siglos de su historia. Josefo se dedic en Roma a escribir.

1. La guerra de los judos La primera versin la redact poco despus del desastre del ao 70. Ms tarde la rehizo, complet y redact en griego (la primera haba sido en arameo). Se public al final del reinado de Vespasiano, entre los aos 75 y 79. El perodo de estudio abarca desde la intervencin de Antoco Epfanes en Palestina (175 a. C.) hasta la cada de Masada (73 79 d. C.). No deja de ser un historiador judo, fiel a la inspiracin tradicional de la historia de la salvacin: en sus obras se encuentra una idea religiosa de la historia que concuerda perfectamente con la enseanza secular de los padres de Israel. El desastre del ao 70 lo explica de la misma manera que los antiguos profetas: era el fruto de la ruptura de la alianza por el pueblo elegido (cfr. V, 566; VI, 408).2. Las antigedades judas Esta obra se termin el ao 13 del reinado de Domiciano (93-94), Josefo tena 56 aos y llevaba ya unos veinte en Roma. Consta de 20 libros, abarca la historia de Israel desde el relato de la Creacin del mundo hasta la poca del procurador romano en Palestina Gessius Florus (64 d. C.). Es la biblia de Josefo. Josefo quiso manifestar en esta obra impresionante, y a pesar del desastre nacional, el valor y la coherencia histricas, no tanto de una nacin, cuanto de un grupo vivo todava, llamado Israel. En la primera parte (de dos, la primera llega hasta el Exilio) depende estrechamente del texto de la escritura y de su interpretacin tradicional, sin embargo construye una mezcla bastante curiosa a base de los libros de los Reyes y de las Crnicas. Considera la traduccin griega de la biblia, llamada los Setenta, como un texto (biblia) precursor del suyo. De 1 Samuel a 1 Macabeos da la impresin de que la biblia griega es la base de su obra. El vaco existente entre Nehemas y Antoco Epfanes (440-175 a. C.) lo va llenando grcias a una serie de fuentes, la mayor parte de las veces legendarias y de carcter apologtico. Desde 134 hasta el 37 a. C. (subida al trono de Herodes) se sirve de Estrabn y sobre todo de Nicols de Damasco (amigo e historigrafo de Herodes el Grande y autor de una Historia Universal). Si comparamos la obra de Josefo con el texto tradicional y cannico, constatamos que en sus escritos introduce toda una serie importante de materiales diversos que tienen su origen en tradiciones para-bblicas, tanto judas como no judas. Transportando el dato bblico al presente y metindolo de lleno en las aguas profundas de la cultura contempornea, Josefo escribi realmente una biblia legible. Josefo es el sucesor de los grandes autores bblicos. Ms an, constituye su posteridad comn: sta es la razn por la que podemos decir que las Antigedades judas son una biblia; sitan y justifican a todo un pueblo, y no ya una nacin, como a un grupo que vive en cuanto grupo bblico y grupo lector. Es igualmente necesario no olvidar que la redaccin de las Antigedades judas fue casi contempornea de la de los cuatro evangelios de la biblia cristiana: una gran parte de los materiales, mtodos y conceptos, y la situacin poltica, eran comunes a Josefo y a los evangelistas (el parentesco literario entre san Lucas y Josefo es sumamente interesante).

3. La autobiografa Esta es la obra de Josefo de menos inters. Trata de responder a las acusaciones de una obra rival de la Guerra de los judos, escrita por Justo de Tiberades. Josefo trata de defender su conducta durante los seis meses de alto mando que ejerci en Galilea y durante el asedio de Jotapata. Una de las cosas ms interesantes es la genealoga del comienzo de la obra.

4. Contra Apio Este tratado en dos tomos es la obra ms atractiva de Josefo. Constituye una apologa en favor del judasmo y una respuesta a las crticas que levant la publicacin de las Antigedades judas. Apio es el representante de los enemigos de Israel. El texto est redactado con un gran dominio y arte literarios, mostrando una autntica familiaridad con la filosofa y poesas griegas. En esta obra Josefo pretende demostrar la antigedad de la raza juda.

5. La importancia de la obra de Josefo Los libros de Josefo, sobre todo las Antigedades judas, constituyen, a pesar de sus innumerables hechos ms o menos dudosos la lectura fecunda de una inmensa y poderosa tradicin. Leer a Josefo significa sencillamente hundirse en las fuentes dinmicas e inmediatas del cristianismo en cuanto ste es una religin esencialmente bblica. Leer a Josefo en su posteridad cristiana significa vivir con su texto ms de diez siglos de una historia de las relaciones entre el judasmo y el cristianismo, tanto en la raz de este ltimo como en la slida cadena de sus fases posteriores. La obra de Josefo tiene valor intertestamentario: supone, para todas las pocas en que judos y cristianos han buscado la originalidad de sus confesiones respectivas en el cual el paso del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento encontrar, en cierta manera, su modelo descriptivo, correspondiente y adecuado.

Las biblias arameas: los trgumes Se llama Trgum a las traducciones arameas de los textos d ela biblia hechas por los judos, tanto palestinos como babilonios para el servicio sinagogal. En los primeros tiempos (Esdras, 440 a. C.) estas traducciones arameas eran orales y ms o menos improvisadas, fragmentarias y ocasionales fijndose ms tarde por escrito (finales del siglo II d. C.) reunindolas en bloques unitarios que correspondan a las grandes secciones de la biblia: Pentateuco, profetas y hagigrafos. La palabra trgum significa traduccin. En el Talmud, el trmino trgum designa sobre todo los textos bblicos en lengua aramea.

1. Un intento de reglamentacin El traductor oficial que actuaba en el oficio sinagogal era denominado targeman, torgeman, metorgeman o meturgeman. Parece que al principio no se exiga del meturgeman cualidades concretas y particulares. La Mishnh dice, en todo caso, que incluso un menor puede ejercer este oficio, aunque no pueda ejercer otras funciones. Las libertades que algunos traductores se tomaban en la traduccin del texto bblico fue lo que precisamente oblig a los maestros de la traduccin a introducir lo trgumes escritos. El trgum naci de las necesidades de la sinagoga, en un poca en que ya no se conoca el hebreo, o por lo menos el hebreo bblico. En Palestina, en el siglo I d. C. se hablaba sobre todo arameo, en Galilea se hablaban los dialectos arameos de la Judea, donde las gentes que no haban sido deportadas no haban dejado de hablar hebreo. De todas formas, el texto bblico no era directamente abordable por estas gentes, ya que la lengua hablada haba evolucionado sensiblemente.

2. Un texto nuevo El trgum es algo ms que una traduccin es una produccin textual nueva. Todo trgum, incluso cuando tiene fama de ser literal -como sucede con el Trgum Onquelos-, contiene un nmero ms o menos amplio de parfrasis o explicaciones cortas o largas, de actualizaciones e incluso correcciones fruto en parte de la cultura y mentalidad contemporneas. La preocupacin del trgum es hacer comprensible el texto al pueblo y para esto se aaden notas al texto, se modifica la sintaxis, se utiliza el estilo directo, en segunda persona, se introduce un sujeto que falta, un complemento, todo un contexto; se interpretan las palabras difciles, arcaicas, equvocas, de dudosa ortodoxia; nada impide presentar identificaciones anacrnicas como la de Melquisideq con Sem, la de Labn con Balan, etc. No podemos olvidar que en el judasmo se intepretaba mucho antes ya de que se empezase a traducir. De ah naci el mtodo llamado midrash (investigar la escritura). As, pues, en la prctica targmica, el judasmo continuaba practicando una serie de reglas de interpretacin, de costumbres de lectura o de relectura empleadas desde haca mucho tiempo en las producciones literarias monolinges. Los historiadores de la literatura targmica han sealado un fenmeno que reclama nuestra atencin: el aspecto interpretativo del trgum fue adquiriendo progresivamente mayor importancia que el aspecto de traduccin. El trgum como traduccin se hizo una escritura totalmente original en relacin al texto hebreo considerado como primitivo. As, por ejemplo, en el trgum tardo del Cantar de los Cantares, que deba ser ledo como escritura en la fiesta de la pascua (70 d. C.) no se encuentra ya nada que se parezca a una traduccin. Se lea el libro directamente en arameo, considerndolo como un alegora de las relaciones entre Dios y su pueblo.

3. Los trgumes conocidos actualmente Los trgumes del Pentateuco Onquelos El Pseudo-Jonatn Fragmentario Gniza del Cairo Neophiti 1 El trgum de los profetas Jonatn ben Uzziel El trgum de los hagigrafos Salmos y Job Cinco rollos Crnicas Los nicos trgumes reconocidos oficialmente por los judos eran los trgumes del Pentateuco y de los profetas.

4. La funcin histrica de los trgumes y la significacin de su estilo El estudio del mtodo del trgum constituye un elemento importante de una comprensin adecuada de la antigua interpretacin juda, que funcion en la constitucin del texto original. El estudio de los trgumes es necesario para conocer las antiguas tradiciones judas contenidas en un gran material difcilmente catalogable en la haggadh y en la halakh. El estudio de los trgumes permite comprender mejor la historia de la traduccin de la biblia, as como el hecho mismo de traducir. Cul es la relacin entre traducir y escribir? Podemos plantearnos el problema de saber si traducir no es equivalente a escribir en un contexto social y cultural determinado. Los masoretas fueron especialistas en filologa que, desde el siglo VIII al XI d. C., fueron aadiendo al texto consonntico una serie de puntos y signos diversos con valor de vocales, determinando de esta forma, de una vez para siempre, la lectura de un texto que en muchos lugares dejaba hasta entonces la posibilidad de varias lecturas. El estudio del los trgumes permite igualmente aclarar la gnesis del Nuevo Testamento y sobre todo la de los evangelios y de los Hechos de los Apstoles. Desde el primer momento, el cristianismo hered biblias interpretadas en arameo (en Palestina) o en griego (los Setenta). La constitucin de los evangelios y de los Hechos debe ser entendida en este contexto de interpretacin targmica. La biblia de los cristianos no est formada por el Antiguo Testamento ms el Nuevo Testamento. Es el resultado de un trabajo global de interpretacin. Solamente a posteriori se pudieron descubrir dos conjuntos AT y NT; sera un grave error oponerlos uno a otro. Los estudios filolgicos sobre los trgumes permiten conocer mejor la lengua aramea o ms exactamente el dialecto galileo que debi hablar Jess. Intertestamento designa sobre todo a la biblia que se hace continuamente.

La biblia fuera de Israel: los Setenta Culturalmente, el judasmo naci dos veces. La primera vez en Palestina, despus del Exilio, tomando como bases histricas y sociales esenciales la sinagoga y la prctica de la Torh. Su segundo nacimiento tuvo lugar en la dispora, y ms concretamente en Alejandra, donde se haba organizado un numerosa colonia juda desde el siglo III a. C. Los judos tanto en la vida privada como en el culto hablaban griego, hasta olvidar completamente la lengua de sus mayores.

1. Los judos de Alejandra Poco despus de la fundacin de Alejandra por Alejandro Magno (332 a. C.) se implant en esta ciudad una colonia juda. Alejandra, al igual que Roma, Atenas y Bizancio, no es nicamente una prestigiosa ciudad: es una civilizacin, la impronta del sello impreso por ciertos hombres. El estatus civil de los judos en Alejandra estaba definido en relacin al conjunto social que constituan, el politeuma. En el perodo helenstico, y sobre todo bajo los ptolomeos, en Egipto, designaba las colonias de extranjeros oficialmente reconocidos y que gozaban de derechos cvicos limitados, pero reales.

2. La helenizacin cultural Durante los dos o tres siglos de la era pre-cristiana, la poblacin juda de la dispora fue sometida a un bao constante y eficaz de cultura helenstica, lo que constituy para ellos un autntico factor de salvacin. As se habla de judasmo helnico o judasmo alejandrino. Elementos del proceso de helenizacin de los judos de Alejandra, e incluso de la dispora: Se adopta definitivamente la koin, lengua griega simplificada, hablada casi universalmente e incluso escrita en toda la oikoumene. Se cambian fcilmente los nombres propios hebreos por sus correspondientes griegos, por ejemplo, Matthatias, don de Dios, se convierte en Theodotos; e incluso se ponen nombres directamente griegos como Alejandro, Ptolomeo o Demetrio; o de divinidades paganas como Apolonio. Los judos adoptaron en la organizacin de sus comunidades la terminologa de las funciones oficiales de la sociedad griega el encargado de la administracin de la sinagoga no se llamaba ya hazzan sino nakoros, guardin del templo. Pero las cosas fueron todava ms lejos: los judos, aun viviendo segn las leyes ancestrales de sus antepasados, utilizaron incluso las instituciones jurdicas griegas. La educacin del gimnasio era el elemento que mejor permita a los jvenes judos la apertura a la cultura helenstica. Este contexto explica claramente el florecimiento de la literatura juda helenstica, a la que suceder, en los mismos lugares, la primera literatura cristiana digna de este nombre: Clemente de Alejandra, Orgenes, etc. All fue donde apareci por primera vez un lenguaje, de inspiracin juda pero de estructura griega, as como una produccin literaria autnticamente juda aunque de expresin realmente griega.

3. Los Setenta La traduccin de la biblia al griego fue una de las ms largas por la historia de su elaboracin y de las ms clebres por su posteridad, de las obras literarias de los judos de Alejandra. Se trataba sencillamente del primer intento de una traduccin de la biblia como tal, en una lengua extranjera. Ya en el siglo III a. C., los judos de Alejandra empezaron a traducir al griego, los textos de la ley, escritos en hebreo. Los motivos son tan claros como legtimos: lectura en la sinagoga, predicacin, inters proselitista e inters apologtico. Nos encontramos frente a una autntica refundacin del patrimonio tradicional cultural y religioso que hasta entonces haba cristalizado en estructuras y lxico hebreo. Hasta que san Jernimo, por primera vez, se dedic a minar su prestigio, la casi totalidad de la Iglesia la consider como su Antiguo Testamento. Fue igualmente la biblia de los autores del Nuevo Testamento, en ella encontraron su lengua y sus conceptos esenciales. Si exceptuamos la traduccin siraca, Peschitto, y la Vulgata de Jernimo, todas las antiguas versiones de la biblia fueron realizadas a partir de los Setenta. Los judos de la sinagoga, fariseos exclusivamente despus de la destruccin del segundo templo el ao 70 d. C., calificaron a los Setenta de traduccin nefasta. Se tradujeron en primer lugar los cinco primeros libros de la Torh y despus progresivamente los profetas y los escritos. El trabajo se continu mientras que los cristianos que aceptaron los Setenta de entrada como su biblia comenzaban a organizar sus comunidades y a enunciar su propio mensaje.

4. Origen de los Setenta Los judos de Alejandra habran traducido primeramente la ley y ms tarde los profetas, como sucedi con los trgumes palestinos: se tratara de traducciones orales y generalmente improvisadas en un principio, ms o menos espontneas e imperfectas y que ms tarde se fueron fijando por escrito y mejorando; en los comienzos, habran sido fragmentarias, debido a la distribucin de los textos en el servicio sinagogas, y se habran reunido ms tarde en secciones, organizndolas finalmente en una autntica biblia. La prctica targmica pudo muy bien ser el campo original de las traducciones que, reunidas, dieron como fruto una primera traduccin de los Setenta.

5. Los Setenta: un texto nuevo En gran parte, los Setenta no corresponden a la concepcin moderna de la traduccin. Constituyen, en efecto, una autntica produccin bblica y en ella se encuentran abundantes variantes y muchas cosas de ms respecto al texto hebreo considerado como original. La traduccin de los Setenta es pues para el cristianismo un lazo dinmico, un terreno de encuentro, un campo de smosis entre lo que ms tarde, despus de la constitucin de la biblia cristiana como corpus organizado, tomar el nombre de Antiguo Testamento y de Nuevo Testamento siendo este ltimo su posteridad antes de ser su complemento y continuacin. Ejemplo: Isaas 9 Partiendo de este ejemplo, podemos darnos perfecta cuenta de que la traduccin constituye una autntica produccin literaria nueva. Supone necesariamente la produccin de un sentido nuevo y no la restitucin y la transposicin, por medio de otro lxico y otra sintaxis, del sentido antiguo.

6. Comentario de Filn sobre los Setenta Este texto de Filn (Vita Mosis, II, 37-41) contiene una autntica teora de la traduccin. Se afirman con toda claridad las dos facetas necesarias y complementarias de la traduccin: por un lado, la fidelidad, por otro, la originalidad del acto literario. Adems, se llama a los traductores hierofantes y profetas, ms an, se los describe como gentes dotadas de la enthousia, cualidad y capacidad que hacen que un hombre cuando escribe se convierta en un autor inspirado o posedo por Dios.

7. La carta de Aristeas Es un largo tratado apologtico de la biblia Septuaginta, del siglo II a. C. Es una muestra excelente del estado de nimo del judasmo de Alejandra, de sus tendencias literarias, de sus pretensiones sociales y de sus preocupaciones doctrinales. Encontramos en esta obra con todo lujo de detalles y comentarios la leyenda segn la cual la ley juda fue traducida al griego en Alejandra por 72 ancianos enviados de Jerusaln. Se dice que Ptolomeo Filadelfo (285-247 a. C.) a instancias del bibliotecario real que quera tener en la biblioteca de Alejandra traducidos al griego los libros de los judos escribi al sumo sacerdote de Jerusaln, Eleazar, exponindole el proyecto. La Carta de Aristeas influy no poco en la constitucin del primer mensaje cristiano, ya en la poca de la redaccin de los evangelios. Tanto por su presentacin literaria en forma de carta con destinatario ficticio y el anuncio de otro escrito, como por su vocabulario y por algunas de sus caractersticas por ejemplo, la importancia dada al templo de Jerusaln, el parentesco de esta obra con la de Lucas (evangelio y los Hechos) es sorprendente.

8. La significacin real del hecho de los Setenta Los Setenta deben su suerte y su celebridad a su adopcin como biblia por el cristianismo. Los Setenta representan la Torh de los judos, en su movimiento de desplazamiento hacia la biblia cristiana, dicho de otra manera, hacia una Iglesia que va a ocupar el puesto de la sinagoga, no ya como exiliada entre los paganos, sino institucional y culturalmente instalada en otra parte, en el universo entero. Filn de Alejandra por parte juda, los padres de la Iglesia por parte cristiana, afirmaban que la biblia griega de los Setenta era una escritura inspirada.

La formacin de la estructura bblica: los libros de Apocalipsis Entre el siglo II a. C. y el final del I d. C. el judasmo produjo una inmensa literatura que se denomina apocalptica. Es al mismo tiempo el campo en el que, culturalmente, el cristianismo iba a elaborar y darle la forma a su pensamiento; en efecto, la biblia cristiana se model en el movimiento apocalptico judo.

1. Los cielos cerrados y el nacimiento del libro El sustantivo apokalypsis se traduce por revelacin; es la primera palabra del libro que lleva su nombre y que la tradicin cristiana atribuy al apstol Juan. De apocalipsis se deriva apocalptica. Con este trmino se designa, en el judasmo tardo y en el cristianismo naciente (150 a. C. a 100 d. C.) un tipo de literatura importante y original. En esta literatura funciona una autntica ciencia de la historia. En sus primeros siglos de existencia, el cristianismo la adopt y reconoci como propia (como lo hizo con los Setenta). Se ha dicho que la apocalptica era la hija de la profeca y que sin embargo era diferente a ella. En los libros profticos del Antiguo Testamento se encuentran ya autnticos trozos de apocalptica: Ez 38-39, Zac 9-14, Is 24-28, Is 34-35, etc. Constituyen el germen que se ir desarrollando poco a poco y que se manifestar en el libro de Daniel en el siglo II a. C., siendo el primero y sin duda el libro ms importante de la apocalptica juda. Con la apocalptica y ah es donde se sita la gran diferencia se realizaba el paso del profeta que habla al profeta que escribe, de la era del orculo a la era del libro. De este proceso es precisamente de donde surgir en el judasmo la teora de la inspiracin de la escritura, en la que el cristianismo se basa ampliamente. El apocalptico es un profeta que expresa en un libro, o en varios, sus visiones y los secretos que stas le revelan sobre los orgenes del mundo y sobre su final. Todas las obras apocalpticas se organizan en funcin de dos polos, unidos uno a otro: por un lado A, la evocacin sistemtica de los orgenes del mundo y de la humanidad, y por otro B, la revelacin de los secretos sobre el fin del mundo. Tres fases en la historia del apocalipsis: El primer perodo comienza con la revuelta de los macabeos contra la helenizacin de Palestina impuesta a la fuerza por el rey de Siria, Antoco Epfanes (167 a. C.). En este poca aparece el libro de Daniel. El segundo perodo se da en los comienzos de la dominacin romana: la toma de Jerusaln por Pompeyo el ao 63 a. C. marc profundamente la conciencia juda. El tercer perodo se da durante las rebeliones de los judos contra el ocupante romano en los siglos I y II d. C., las cuales constituyen el marco de la produccin apocalptica. La apocalptica constituye sobre todo un fenmeno literario: la sociedad como tal intentaba manifestar, esta vez sin armas, que su existencia histrica real no haba muerto; dicho de otra manera, en la escritura y en el libro, Israel se afirmaba, frente al porvenir y en la historia, como un cuerpo vivo. Lo que nosotros llamamos apocalptica es el fruto de la fusin del mito y de la escatologa. De hecho, podemos definir la apocalptica, como la mitologizacin de la escatologa. Es cierto que se encuentran bastantes huellas de concepciones babilnicas, persas y griegas en todas las obras apocalpticas (funcin e importancia de la angelologa y de la deontologa, que constituyen ciertamente una caracterstica realmente oriental). No podemos olvidar que las conquistas de Alejandro Magno (+323 a. C.) facilitaron la smosis cultural entre el oriente y el occidente, helenizando el oriente y orientalizando el occidente. La muestra de literatura apocalptica del 4 Libro de Esdras 4 ilustrar aqulla afirmacin. Aunque podra considerarse la apocalptica como no tradicional o incluso marginal en el judasmo, la literatura apocalptica es profundamente juda, representa la produccin literaria de dos siglos a. C. y del primero de la era cristiana. Algunos de ellos, Daniel por ejemplo, entraron a formar parte del canon de la escritura, incluso entre los judos. El carcter judo de las obras apocalpticas aparece todava ms claro si examinamos su parentesco con la literatura sapiencial. La halakh ocupa un lugar importante en los apocalipsis, lo mismo sucede con la haggadh. El ms rabnico de los cuatro evangelios cannicos, el de Mateo, es al mismo tiempo el ms apocalptico: es un apocalipsis, formalmente.

2. Una teora de la escritura

1. El libro-testamento Los apocalipsis adoptaron muchas veces la forma de un testamento o discurso de despedida. Este gnero se encuentra en toda la historia literaria hebrea y juda. Es en el judasmo sin embargo donde encontramos, antes de su muerte y subida al cielo, a los grandes hroes de Israel que se dirigen a sus parientes o a su pueblo (el famoso captulo 13 del evangelio de Marcos, tpicamente apocalptico, cumple igualmente este cometido).2. El arrebato del autor La imagen de los cielos cerrados constituye una forma de representar el lenguaje mtico, una historia de Israel que ha fracasado. Paralelamente, aparece en la produccin apocalptica la afirmacin de la inspiracin divina de los autores ficticios que son los hroes de los libros. Este principio aparece, de manera particular, en los relatos del arrebato al cielo de dichos autores que aparecen en muchas ocasiones en los apocalipsis. Los cielos estaban cerrados y el acto celeste de escribir paliaba esta situacin: como el espritu santo no descenda ya, se suba a l para escribir y hacer as la historia. Los elementos significativos del captulo 14 del 4 Libro de Esdras, finales del siglo I d. C. es un ejemplo de lo anterior. En el judasmo contemporneo de Jess, y probablemente ya antes, se crea que la Torh se haba quemado completamente en la destruccin del templo de Jerusaln en el ao 587 a. C. En el momento en que el autor del 4 Libro de Esdras escriba su obra esa tradicin haba adquirido un valor ms actual que nunca debido al incendio del templo de Jerusaln por los soldados de Tito, el ao 70 d. C. El texto del 4 Libro de Esdras orquesta vigorosamente el conjunto de estos datos; en l adquieren una significacin adecuada, frente a las contrariedades penosas de la historia contempornea. Cmo iba a poder vivir Israel y el mundo sin la ley de Moiss? Esta era la pregunta clave. La prdida de la ley supona la prdida de la nica herencia que permita a la obra del fundador continuar (Moiss) siempre presente y por eso mismo vivificante. De ah que la primera revelacin, hecha a Moiss, deba reproducirse. Para ello, slo Esdras estaba capacitado. En efecto, en el judasmo se le veneraba como al gran restaurador de la ley despus del Exilio, presentndole a veces con las caractersticas del nuevo Moiss. El autor de este pasaje ha integrado en su obra tres elementos de gran importancia, trados de culturas extranjeras, orientales y griegas, cada uno con una funcin determinada: el dios escriba un rito dionisaco el mito de las razas

3. Algunos libros apocalpticos Los Libros de Henoc El Libro de los Jubileos Los Salmos de Salomn Los Testamentos de los Doce Patriarcas Los Orculos Sibilinos Asuncin o Testamento de Moiss El Apocalipsis Siraco de Baruc El cuarto Libro de Esdras

4. El valor histrico del apocalipsis En la apocalptica, el acto de escribir implicaba la apertura ptima de los judos a otros lugares y corrientes de la cultura. La amplitud cultural del pensamiento apocalptico corresponda a la oikoumene, en otras palabras, al mundo. La biblia cristiana se fue construyendo sobre estas bases que acabamos de describir. Como ya hemos dicho varias veces, ella es el apocalipsis ms grande y el ms grande de los libros.Intertestamento12