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  • INNOVACIN, INSTITUCIONALIDAD

    Y DESARROLLO:

    Roberto M. BocchettoINTA - Argentina

    Montevideo, UruguayJulio 2008

    experiencia y caminos para su integracin

  • Bocchetto, Roberto M.Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin / Roberto M. Bocchetto -- Uruguay: PROCISUR (IICA) / INTA Argentina, 2008.88 p; 18,7 x 26,5 cm.

    ISBN13: 978-92-9039-916-2

    1. Desarrollo agrcola 2. Cooperacin internacional 3. Desarrollo institucional 3. Innovacin I. PROCISUR/IICA II. INTA Argentina III. Ttulo

    AGRIS DEWEY E14 338.16

    Montevideo, Uruguay - 2008

    Coordinacin editorial: PROCISUR e INTA ArgentinaCorreccin de estilo: Rosanna LeggiadroDiseo de portada y diagramado: Esteban GrilleImpresin: Imprenta Boscana

    Esta publicacin tambin est disponible en formato electrnico (PDF) en el sitio Web institucional en http://www.procisur.org.uy

    La tapa: Las ondas en la base representan la innovacin y las flechas el desarrollo. Se integran a travs del reticulado que configura la institucionalidad.

    Las ideas y planteamientos contenidos en este documento son propios del autor.

  • 3Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    Montevideo, julio 2008.

    Emilio Ruz Carlos A. CheppiSecretario Ejecutivo PROCISUR Presidente Consejo Directivo INTA Presidente Comisin Directiva PROCISUR

    PRESENTACIN

    Desde su creacin, el PROCISUR ha tratado el desarrollo y fortalecimiento institucional con-juntamente con las innovaciones tecnolgicas, como pilares de su labor para contribuir con el progreso econmico, la salud ambiental y el bienestar social del Cono Sur.

    El PROCISUR siempre ha estado atento para dar seguimiento a las transformaciones de los Ins-titutos Nacionales de Investigacin Agropecuaria (INIAs) que lo integran, en respuesta a las modificaciones del contexto, en particular, acompaando las profundas transformaciones tec-nolgicas y estructurales que ha experimentado la agricultura del Cono Sur.

    El anlisis de los cambios institucionales no slo ha puesto atencin en la situacin de los INIAs; tambin se realizaron estudios en el marco del MERCOSUR y se indag sobre las innovaciones institucionales que acompaaron las transformaciones de los sistemas de innovacin agropecua-ria de los pases desarrollados, atento a los requerimientos de la globalizacin.

    Los problemas del desarrollo agrcola, el fortalecimiento de las economas nacionales y las nece-sidades de la integracin regional, desafan cada vez ms a los INIAs y a los sistemas nacionales de innovacin a fortalecer la institucionalidad que pondr el cambio tecnolgico al servicio de una agricultura multifuncional, integrada a los procesos agroindustriales y al desarrollo rural.

    El INTA es una institucin que integra la investigacin y la extensin agropecuaria y siempre ha estado directamente comprometida con los procesos del desarrollo rural. Al salir de la crisis que vivi la Argentina en el 2001-02, el INTA promovi un proceso de transformacin institucional que la llev a debatir los cambios organizacionales e institucionales que refuerzan su compromi-so con la innovacin y los procesos de desarrollo.

    El PROCISUR considera que la experiencia del INTA contribuye a impulsar el debate sobre las in-novaciones institucionales que son necesarias dentro de una agricultura basada en conocimientos, para resolver los grandes problemas del desarrollo sustentable desde el punto de vista econmico, ambiental y social en las economas del Cono Sur y en las sociedades latinoamericanas.

    Por estas razones el PROCISUR publica conjuntamente con el INTA este documento, que segu-ramente servir, asociado a las discusiones que se desarrollarn en la V Reunin Internacional del FORAGRO sobre Innovaciones institucionales para una agricultura con conocimiento en las Amricas del siglo XXI, para fortalecer un mbito permanente de cooperacin sobre este eje estratgico del desarrollo rural.

    Es una satisfaccin especial que este documento haya sido elaborado por Roberto M. Bocchetto, tan comprometido con los desafos del desarrollo institucional, en particular, con la vida del INTA y del PROCISUR.

  • 5Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    RESUMEN EJECUTIVO

    Para que la innovacin se traduzca en beneficios construidos y apropiados por la sociedad es ne-cesaria una institucionalidad que conduzca hacia el desarrollo, es decir, crecimiento sustentable, inclusivo y con equidad social.

    Los modelos de desarrollo que experimentaron muchos pases latinoamericanos durante la d-cada de los 90s debilitaron la institucionalidad que debe potenciar los sistemas de innovacin y, al mismo tiempo, articularlos con el desarrollo nacional, regional y rural.

    La experiencia vivida por el Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria (INTA) de Argenti-na, una institucin transversal, ofrece marcos de referencia para entender cmo se construye institucionalidad desde una organizacin comprometida con la innovacin y el desarrollo.

    La crisis mundial de los alimentos, el surgimiento de las demandas por bioenerga, la falta de competitividad sistmica, los riesgos ambientales y el mantenimiento de altos ndices de pobre-za requieren polticas, instituciones y organizaciones integradas bajo una institucionalidad que promueva el desarrollo.

    La configuracin de esa institucionalidad es un proceso que implica dilogo, aprendizaje y cons-truccin colectiva de ideas y propuestas. Detrs de este quehacer comn surge una nueva din-mica en las innovaciones tecnolgicas, organizativas e institucionales. El nuevo modo de innovar se construye sobre la base de valores, saberes, creatividad y compromiso de la gente, recreando identidad con el logro compartido. Esta forma de innovar es esencial para construir democracia pero tambin para generar conocimientos.

    No se avanza hacia el desarrollo si no se accede a la innovacin. Pero, el acceso a la innovacin no implica que se logre desarrollo. Es esencial construir institucionalidad para que los sistemas de innovacin y las estructuras que viabilizan los procesos de desarrollo rural se integren para asegurar un crecimiento sustentable, con inclusin y equidad social. Existen caminos abiertos para recorrer este desafo.

    Es necesario asociar las innovaciones que inducen la informtica/telecomunicaciones y la gene-racin de conocimientos, en particular, la nueva bioeconoma, con sustantivos esfuerzos de or-ganizacin social y cooperacin de los sectores pblico y privado, para construir conjuntamente visiones, estrategias, polticas y modelos de gestin que impulsen un desarrollo rural comprome-tido con las regiones y los territorios.

    Para transitar los caminos que fortalecen las innovaciones institucionales en beneficio del con-junto de la sociedad, cabe un rol muy importante a los sectores pblicos nacionales y a los mbi-tos de cooperacin regional que, en articulacin con esfuerzos de colaboracin compartidos para impulsar el desarrollo de la agricultura de Amrica Latina y el Caribe, posibilitarn un futuro socialmente ms equitativo.

  • NDICE

    Presentacin .................................................................................................................................................................................................. 3

    Resumen ejecutivo .................................................................................................................................................................................... 5

    1. Introduccin ............................................................................................................................................................................................ 9

    2. Marco nacional y cambio de paradigma ..........................................................................................................................13

    3. El INTA: trayectoria y transformacin post-crisis ...................................................................................................21

    4. Los compromisos con el desarrollo nacional ...............................................................................................................29

    5. Estado del arte y el futuro institucional ...........................................................................................................................37

    6. Los desafos de la organizacin ...............................................................................................................................................59

    7. Innovacin y construccin de institucionalidad ........................................................................................................65

    8. Eplogo .......................................................................................................................................................................................................79

    Bibliografa ...................................................................................................................................................................................................81

  • 1Introduccin

  • 9Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    1. INTRODUCCIN

    El Instituto Nacional de Tecnologa Agrope-cuaria (INTA) de la Argentina es un organis-mo que acta integrando la investigacin y la extensin para resolver las oportunidades y demandas que le plantea el desarrollo del Sistema Agropecuario, Agroalimentario y Agroindustrial (SA). El compromiso central con la innovacin y el desarrollo ha llevado al INTA, en su larga trayectoria, a consolidar un fuerte apoyo institucional y social.

    El predominio del modelo neoliberal en la dcada de los 90s y la crisis econmica y so-cial que hizo eclosin en 2001-02 signific un fuerte debilitamiento de las instituciones argentinas, incluyendo el INTA. Su fortaleza institucional y el respaldo social le permitie-ron emerger de la crisis con reservas suficien-tes para retomar su trayectoria histrica.

    A la salida de la crisis, en el marco de la rein-vencin del Estado y en plena innovacin tec-nolgica, el INTA gener un proceso de trans-formacin que promovi la democratizacin y el trabajo colectivo, impuls el pensamiento estratgico y busc afanadamente la integra-cin institucional, regional y tecnolgica, para aportar a una estrategia de desarrollo nacio-nal con inclusin y equidad social. Esta trans-formacin consolid una institucin mejor preparada para contribuir a transformar, con el conjunto de la institucionalidad argentina, la innovacin y el crecimiento econmico en desarrollo rural.

    Para fortalecer ese cometido mirando al futuro, a fines de 2007 el INTA elabor un documento interno titulado: Para facilitar que la innova-cin sea desarrollo1. Este documento expande el anlisis sobre el marco de referencia, con-secuencias y requerimientos de la innovacin institucional llevada adelante por el INTA.

    El PROCISUR solicit al INTA recuperar de ese documento las partes generalizables al contexto institucional del Cono Sur, respe-tando las races del cambio estratgico lleva-do adelante por la institucin en Argentina, y proyectarlas sobre el conjunto de los aspectos institucionales que facilitan afianzar el com-promiso de la transformacin tecno-produc-tiva en marcha con el desarrollo rural.

    El presente documento parte de una mirada al marco institucional y anlisis de la trans-formacin estratgica del INTA, dentro del desarrollo argentino. Con esa base hace una extensa revisin del estado del arte, consoli-dando argumentos y estableciendo los gran-des ejes de pensamiento que dan sustento para profundizar el cambio institucional. A partir de ese debate se plantea la necesidad de fortalecer la institucionalidad para inducir la integracin de la innovacin y el desarrollo. 1 - INTA (2007a). Este documento fue elaborado por Roberto M. Bocchetto (ex Secretario Ejecutivo del PROCISUR: agosto, 1995 febrero, 2003; y ex - Director Nacional del INTA: mar-zo, 2003- mayo, 2007), que prepar la presente versin para el PROCISUR.

  • 2Marco nacional y

    cambio de paradigma

  • 13Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    2. MARCO NACIONAL Y CAMBIO DE PARADIGMA

    Contexto, crisis y Proyecto Nacional

    Las grandes crisis econmicas, sociales y po-lticas llevan a las sociedades a momentos de ruptura y las sacuden en la bsqueda de nue-vos idearios. No se sale de las mismas sin el debate y confrontacin de ideas que clarifi-quen las mentes y habiliten una construccin colectiva de los idearios nacionales, regionales e institucionales futuros. Es imposible consen-suar un futuro comn sin plantearse el punto de partida que demanda la concrecin de los cambios institucionales y, que a su vez, acta de memoria colectiva ciudadana.

    La vigencia del modelo econmico neoliberal durante la dcada de los 90, acompaado por la crisis econmica y social de principios de siglo profundiz las desigualdades del desa-rrollo, consolid la exclusin, aceler el des-empleo, increment sustancialmente la po-breza, esparci la indigencia por todo el pas, desarticul la industria nacional y desintegr los espacios regionales. Colaps en su conjun-to el sistema econmico y social, y en conse-cuencia, la estructura poltica del pas.

    Dentro de ese derrotero econmico, social y poltico, las instituciones de ciencia y tcnica fueron expuestas explcitamente a las reglas del mercado, en el marco del debilitamien-to de lo pblico. El corto-plazo delimit sus decisiones y el requerimiento de recurrir casi

    exclusivamente a fondos externos para finan-ciar sus actividades las aproxim a la figura de consultoras pblicas debilitadas en iden-tidad y visin de futuro, empobrecidas en la dotacin de recursos humanos, limitadas en inversiones estratgicas, desintegradas inter-namente, vulnerables (al borde de la privati-zacin o extincin) y aisladas de la Sociedad.

    Con desintegracin interna y sin una estrate-gia consensuada, cuando al mismo tiempo el principal financiamiento surga compitiendo, dentro y fuera, por recursos externos, se acre-cent la importancia del producto tecnolgico por encima de la innovacin con visin social y la bsqueda del desarrollo. Fueron los secto-res ms comprometidos directamente con la sociedad (como la extensin y los programas sociales de intervencin) que por principios y experiencia, aunque debilitados en sus capaci-dades, buscaron mantener articuladas las ins-tituciones con su contexto. Los rasgos de esta crisis fueron compartidos en su generalidad por toda la Amrica Latina.

    Estas reglas de juego y desempeo nacional se consolidaron en el mbito de un modelo de desarrollo basado en la remisin de ex-cedentes financieros al exterior que debilit dramticamente la capacidad fiscal y provo-c la crisis econmica y social ms profunda experimentada por el pas, en el marco de un proceso de apertura y globalizacin que, ante

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    estas condiciones internas, profundiz las desigualdades dentro de la Sociedad.

    La nica forma de superar mentalmente este dramtico quiebre de las reglas de juego eco-nmicas, sociales y polticas fue salir en la bs-queda de un nuevo pas que mereciese ser vivi-do por los argentinos. Este ideario colectivo se ha expresado indefectiblemente en la construc-cin de un Proyecto Nacional que signifique el acuerdo comn del pas que queremos. Un Proyecto de largo plazo promovido por un Es-tado presente y pro-activo que sea instrumento de la Sociedad para recuperar el crecimiento econmico, el equilibrio regional, la sustenta-bilidad ambiental y la gobernabilidad institu-cional en la bsqueda del bienestar inclusivo, la equidad social y la calidad de vida, es decir, el desarrollo. Ideario que implique la moviliza-cin de la identidad nacional, del pensamiento, del talento humano, del aprendizaje colectivo, de los conocimientos y de la innovacin.

    El Proyecto Nacional debe ser cuestin de Es-tado y basado en los consensos sociales; tie-ne que trasvasar y promover el alineamiento de los gobiernos detrs del ideario colectivo. En ese contexto y con democracia activa, los programas de Estado tendern a canalizar y articular en el largo plazo las polticas de go-bierno. Pero, dentro de ese concepto de de-mocracia cada gobierno no es el de turno o el negado en nombre del Estado. Es el gobierno legtimo elegido por la Sociedad con todos los poderes y responsabilidades que le reconoce la democracia.

    Nuevo paradigma

    Buscando la construccin de un Proyecto Na-cional es necesario establecer cambios sustan-ciales en la concepcin de pas con respecto al pensamiento que instaur la crisis, en tres ejes sustantivos: espacio, conocimiento y organi-zacin. El pas grande de todas las regiones. El conocimiento para el conjunto de los esta-mentos sociales. La organizacin consustan-ciada con el colectivo del cuerpo social y no

    asociada a un modelo socialmente excluyente, que debilit el entramado productivo nacio-nal y expatri los excedentes financieros2.

    Este ideario implica impulsar un cambio de paradigma en la concepcin del desarrollo nacional. Requiere plantearse estrategias ten-dentes a comprometer el crecimiento con la construccin de desarrollo, consolidando una lnea de base que erradica pobreza y promue-ve igualdad de oportunidades en la generacin de excedentes y empleos, a partir de una dis-tribucin ms equitativa del ingreso. Sobre-entiende adems, redoblar la apuesta dando vuelta la idea de crecer produciendo ms, por la de desarrollarse generando mayor valor de la produccin (productividad, calidad y valor agregado), en el marco de un fuerte proceso de organizacin social e institucional y acceso a la educacin3.

    Esta necesidad existencial que se plantea la Sociedad exige tambin el cambio del para-digma que modela las instituciones y orga-nizaciones. Esta innovacin implica conso-lidar relevancia y garantizar gobernabilidad institucional. Reconstruir las instituciones y organizaciones del Estado y del sector pbli-co como promotoras de los ideales, valores y acciones que el pas y la gente necesitan para acelerar los procesos de innovacin y asegurar que se construya desarrollo.

    El cambio institucional tambin es forzado por la expansin de la globalizacin. Pero la globalizacin profundiza las diferencias so-ciales si no se est preparado para la creacin de mayor igualdad y construccin de idea-rios colectivos y no se asume que la ciencia va hacia el manejo de sistemas complejos. Esta complejidad est delineada por la revolucin informtica, la explosiva creacin de conoci-mientos, como as tambin, por la dinmica de los modos de innovacin y heterogeneidad de los caminos que conducen al desarrollo cuando el compromiso con la realidad se lo encara a nivel regional y local.2 - Cheppi (2004).

    3 - INTA (2007b).

  • 15Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    La cuestin ms crtica es que las organiza-ciones comprendan y asuman que la crisis ha sido de tal magnitud y consecuencia en los va-lores, creencias e identidad, y los cambios en las formas de innovar de tal profundidad, que el cambio de paradigma es inevitable para la sostenibilidad institucional. No se resuelven los problemas de la sociedad y aprovechan las oportunidades buscando una simple modifi-cacin de procesos, estructuras y ajustando los contenidos del discurso y la propuesta de accin; los cambios deben ser ms profundos.

    Se necesita recuperar esencia cultural, valores e identidad colectiva, democratizar las inten-ciones y procedimientos, abrir canales inter-nos y externos de consenso, integrar la gente, consolidar visin de futuro, cambiar las for-mas de trabajo y transformar las estructuras de organizacin. A travs de ese camino, se busca asegurar la construccin colectiva de pensamiento, contenidos y propuestas de ac-cin que resuelvan las necesidades de la Socie-dad y aseguren la continuidad de la estrategia acordada para construir desarrollo. Este desa-fo es an ms complejo porque las oportuni-dades y soluciones son cambiantes debido a la dinmica de la innovacin, requirindose en el conjunto un proceso continuo de invencin y transformacin.

    Decisin poltica, transformacin y accin colectiva

    El cambio de paradigma se gesta y lleva ade-lante a travs de una fuerte decisin y conti-nuidad poltica, conviccin y persistencia de las lneas directivas para promover y facilitar la transformacin institucional. La parti-cipacin social no se da si no se cuenta con el ambiente e intencionalidad poltica que la viabilice y promueva. Pero reclama a su vez una slida, amplia y persistente participacin y compromiso de todos los involucrados en el quehacer institucional, desde sus propias bases.

    La principal riqueza de una organizacin es

    el saber, pensar, sentir, aprender y hacer de su gente en interaccin con la Sociedad. Sin esta impronta no hay cambio posible cuando se busca tener un rol activo en el mundo del conocimiento para asegurar que el conjunto social se apropie de los beneficios de la innova-cin, buscando desarrollo sustentable, que en el mundo globalizado est esencialmente com-prometido con las regiones y los territorios.

    El cambio en la cultura y visin institucional, de las formas de trabajo y de las estructuras organizativas son fases necesarias y conse-cutivas para instalar el nuevo paradigma que consolida organizaciones inteligentes y creati-vas, instituciones que aprenden por su accio-nar colectivo, de dilogo con la Sociedad en el diseo de la visin de futuro, en la creacin de sus estrategias y en la identificacin de los caminos para generar sus productos y garan-tizar los impactos deseables.

    Esta capacidad de revisin y actitud para el cambio no se logra en procesos de corto plazo. Tiene que ser parte del saber colectivo en una integracin existencial entre el pensamiento y la accin. Es una trayectoria de aprendizaje colectivo y construccin social de la organiza-cin que se consolida en el largo plazo, cuan-do existe suficiente masa crtica en todos los estamentos que incluye el conjunto del cuerpo institucional interno y externo. Es necesario alcanzar este estado para que el rumbo tra-zado se mantenga en sus causes o se readecue dentro del proceso de consulta institucional que legitima los consensos internos y externos pactados con la Sociedad.

    Institucionalidad y complejidad del desarrollo

    La experiencia de Amrica Latina en la lti-ma dcada muestra fehacientemente que no se llega al desarrollo slo con las reglas del mer-cado, porque se profundizan los factores que crean y consolidan las desigualdades sociales. En una economa de libre mercado, las ins-tituciones son funcionales a sus mandatos y

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    las organizaciones se debiliten o desaparecen. Con el debilitamiento del Estado y lo pblico se desdibuja la democracia.

    Se necesita una economa con Estado fuerte donde las instituciones y organizaciones (p-blicas y privadas) son el puente que lo integra a la Sociedad. En ese contexto, las institucio-nes/organizaciones son permeadas por la So-ciedad para construir control social. Pero, se necesita una Sociedad expectante, contenedo-ra del Estado y las instituciones, y comprome-tida con su futuro, para generar un desarrollo inclusivo.

    A partir de ese arreglo institucional se va en la bsqueda del desarrollo una vez que se acuerdan y establecen los valores, la visin, las formas, las estructuras y la accin colec-tiva que garanticen la elaboracin de polti-cas y la generacin y ejecucin de proyectos estratgicos que den respuesta a las necesida-des econmicas, ambientales y sociales en un marco de igualdad y equidad en el acceso y distribucin de las oportunidades de trabajo y generacin de excedentes. Esta construccin de una democracia pluralista aparece como la va ms clara para construir desarrollo. No es una utopa. Es la alternativa necesaria, que asume complejidad y fuertes desafos para la accin colectiva.

    Esa es la complejidad del desarrollo que no puede ser obviada por sus dificultades, ries-gos, contradicciones y conflictos. Por el con-trario, es esa complejidad y la posibilidad de negociar y equilibrar las contradicciones y conflictos que debe desafiar e incentivar a po-lticos y tcnicos para ser agentes de cambio desde los propios mbitos de trabajo, inten-tando entregar todos los esfuerzos personales y profesionales en la construccin de los sen-deros del desarrollo.

    Esa es la misin de las instituciones y organi-zaciones pblicas que asumen el nuevo para-digma para re-encontrarse consigo mismas e innovar su presente y futuro, en un pas que imperiosamente intenta establecer un ideario

    colectivo y consolidar un Proyecto Nacional de largo plazo.

    Recorrido y desafos

    El efecto negativo causado por el modelo neo-liberal y la grave crisis econmica y social, so-bre la vida institucional y las posibilidades de aprendizaje y accin colectiva para construir innovacin y desarrollo, ha sido de significa-tiva magnitud. Por eso surge la necesidad del cambio de paradigma; porque no se puede contribuir a cambiar la realidad afuera si no se innova adentro. La transformacin en marcha es ineludible para garantizar relevancia insti-tucional. Ante ese cuadro no son suficientes todas las alertas para que la instalacin del nuevo paradigma no se debilite en el trayecto que lleva a la formacin de la masa crtica que asegure su continuidad.

    Si no se cambia la forma de construir pensa-miento y conocimiento, es comn confundir los espacios del dilogo y el consenso como obstculos al trabajo institucional. Parecera que la bsqueda de los productos e impactos que reclama la Sociedad pudieran obtener-se por la accin individual y la bsqueda de fuentes de financiamiento que priorizan la competencia, en lugar de incentivar la coope-racin asociada a la integracin de regiones y territorios, detrs de metas acordadas pol-ticamente y alcanzadas a travs de la accin interdisciplinaria e interinstitucional.

    Es fcil que se pregunte en qu momento ter-mina el trabajo colectivo para continuar con la rutina institucional, como si el uso de los valo-res, formas y estructuras que fueron funcionales a la desintegracin sirvieran para construir lo nuevo. De igual manera se busca que las posibi-lidades de integracin, complementacin y co-operacin sean dirimidas con criterio mercantil a travs de los costos de transaccin, en lugar de ayudar a que esos esfuerzos colectivos sean or-ganizados bajo condiciones de mayor eficiencia y eficacia. Hay que ordenar la accin colectiva y no condicionarla por razones de costos.

  • 17Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    En el mismo sentido se recurre a plantear la complejidad del trabajo colectivo y de los con-sensos, haciendo comparacin con la simpli-cidad de las visiones cartesianas y reduccio-nistas. Estas concepciones desagregaron el todo asignando al mercado y a sus derrames las posibilidades del crecimiento equitativo, en lugar de promover y consolidar una visin compartida, sistmica y holstica que aproxi-me con mayor seguridad de xito a los gran-des objetivos del desarrollo.

    Mientras que en los modelos cartesianos y reduccionistas el trabajo colectivo y los con-sensos son vistos como amenaza; en el nuevo paradigma ambas prcticas abren a la gente la oportunidad para la construccin de identi-dad, el acceso a los conocimientos e instalan opciones para buscar el desarrollo social.

    Por tanto, el recorrido para consolidar el nuevo paradigma no es fcil; conlleva incertidumbre y asume el riesgo de experimentar momen-tos de desorden para que se consoliden las condiciones que garantizan la construccin colectiva y consensuada de conocimientos, innovacin y desarrollo. No debera resultar difcil comprender que profundas crisis deben ser superadas con ideas-fuerza y cambios que con seguridad provocan expectativa poltica, inquietud intelectual y hasta momentos de conducente desorganizacin y turbulencias.

    El quehacer colectivo al reforzar los espacios democrticos supera a las estructuras tradi-cionales de planificacin y tecno-adminis-trativas que necesitan tiempo de maduracin para asimilar nuevas categoras conceptua-les y asumir la visin, bien como, alcanzar la transformacin que reclama el cambio insti-tucional.

    mbitos que promuevan pensamiento y reflexin

    Para contribuir a consolidar la nueva institu-cionalidad, minimizar los riesgos del cambio y reforzar en forma permanente el compromi-

    so con la Sociedad es necesario instalar capa-cidad de pensamiento estratgico e investigar los grandes procesos que conducen a la inno-vacin y al desarrollo regional y territorial. Es fundamental adems, formar y capacitar los cuerpos polticos, gerenciales y profesiona-les para asumir y gestionar el cambio, ejercer competencias y desarrollar funciones que sean consistentes con los idearios de la transforma-cin institucional y del desarrollo.

    Por tanto, los esfuerzos histricos de reflexin y pensamiento tecnolgicos tienen que ser complementados por el establecimiento de mbitos formales que analicen y debatan las caractersticas y condicionantes del desarrollo que enmarca los procesos de innovacin. Esta necesidad es perentoria en los organismos de ciencia y tecnologa, atento al papel central que juega actualmente la generacin de infor-macin y conocimientos, dentro de los siste-mas complejos que comienzan a transformar la estructura de la ciencia y el desarrollo de la humanidad. No obstante, este requerimien-to es insoslayable en las organizaciones que dentro de su mandato se comprometen con generar conocimientos, gestionar estrategias, como as tambin, apoyar el diseo de pol-ticas y promover procesos de desarrollo en contacto directo con las realidades socio-eco-nmicas del pas.

    La necesidad de estos espacios de pensamien-to se gesta dentro los propios procesos de con-senso y cambio institucional, debiendo actuar como usinas que promueven la reflexin e interaccin permanente de ideas y propues-tas, en los estamentos polticos, directivos y gerenciales, as como, en el conjunto social pblico y privado comprometido con el desa-rrollo regional y territorial.

  • 3El INTA: trayectoria

    y transformacin post-crisis

  • 21Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    3. EL INTA: TRAYECTORIA Y TRANSFORMACIN POST-CRISIS

    3.1. Ejes histricos

    Habiendo mantenido integradas histrica-mente la investigacin y la extensin (rasgo in-deleble del ser institucional), el INTA ha dado muestras de construir una organizacin que responde a los cambios de contexto. Una insti-tucin que ha buscado aprender de la relacin consigo misma y con la Sociedad. Desde que se propuso contribuir al mejoramiento de la competitividad, a la sostenibilidad ambiental y a la equidad social del SA, ha ido adaptando sus enfoques a la realidad que debi afrontar para potenciar sus respuestas e impactos4.

    En la bsqueda de competitividad transit des-de las funciones de respuesta en parcelas y uni-dades de produccin, a los sistemas socio-eco-nmicos (reales) y potenciales de produccin, y a las cadenas de valor visando calidad integral, insertadas en los mercados y territorios. En la sostenibilidad ambiental resolvi primero el enfoque disciplinario (suelos, clima, agua, re-cursos genticos), para ir al tratamiento de los grandes problemas como la desertificacin, la contaminacin y el cambio climtico, llegando al enfoque espacial a travs del ordenamiento y la gestin ambiental, la conservacin de la bio-diversidad y la salud ambiental de las cadenas agroalimentarias. Esa trayectoria transcurri desde los paisajes, cuencas y parcelas (mbi-tos de intervencin) hasta las ecorregiones, 4 - Bocchetto (2006).

    agroecosistemas y sistemas productivos en in-teraccin con los estamentos sociales (provin-cias, municipios y organizaciones).

    En su compromiso con las necesidades direc-tas de los productores, la equidad social y el de-sarrollo rural, inici su trabajo con la transfe-rencia de paquetes tecnolgicos y la educacin de la familia rural, llegando a la organizacin de las empresas o unidades de produccin a travs de proyectos de desarrollo tecnolgico. Posteriormente, consolid el trabajo grupal, impuls la auto-produccin de alimentos y la bsqueda de excedentes para los mercados, y puso nfasis en la organizacin de los produc-tores a travs de programas de intervencin dirigidos a clientelas especficas. Por ltimo, ha intentado la promocin del desarrollo te-rritorial, buscando a travs de diferentes vas la articulacin con los esfuerzos y emprendi-mientos locales tanto en el mbito productivo como de la innovacin. Ha quedado estable-cido as, el compromiso con la organizacin y gestin de los territorios.

    Atravesando cadenas productivas, ecorregio-nes y territorios la institucin ha ido constru-yendo su principal instrumento transforma-dor, la tecnologa y la innovacin. Dio inicio a la generacin y transferencia de tecnologa a partir de un modelo exgeno impulsado desde la oferta. En la medida que se abri la econo-ma se fue instalando un modelo construido

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    desde las capacidades/competencias internas (endgeno).

    El modelo endgeno ha tenido dos fases, una inicial comandada desde la demanda/mer-cado y otra posterior, ya adentrada en la ac-tualidad, que apoya el desarrollo territorial a travs de diferentes formas de construccin y organizacin local donde se promueve la in-novacin. Esta ltima fase qued comprome-tida con las principales transformaciones ins-titucionales impulsadas a partir de la crisis de 2001-02, buscando consolidar una institucin identificada programticamente con el desa-rrollo sustentable sobre la base de la capacidad organizativa de las regiones y los territorios.

    3.2. Transformaciones post-crisis

    El INTA transit tres grandes etapas en su construccin institucional. A partir de su creacin en 1956 consolida territorialidad e instala la organizacin desde el poder pol-tico central. Hacia fines de los 80s el agota-miento del modelo centralizado impone la regionalizacin y descentralizacin, as como, la instauracin de cuerpos colegiados a nivel regional que fortalecen el control social. Por ltimo, la salida del modelo neoliberal y de la crisis econmico-social de fines de los 90s le reclama un profundo proceso de integracin tecnolgica e institucional.

    Si bien el INTA se haba adaptado continua-mente a los cambios de contexto, sus formas de pensar, de trabajar y de relacionarse con la sociedad, no haban sufrido modificaciones sustanciales. La crisis de 2001-02 expone esa situacin y desencadena no slo la necesidad de integracin, sino la de cambiar el propio paradigma institucional.

    Instrumentos del cambio de paradigma

    La necesidad del cambio de paradigma se per-cibe internamente a partir de la recuperacin de la autarqua a fines de 2002 y se lo promue-

    ve mediante una firme decisin poltica de impulsar la transformacin institucional, en el marco del Gobierno que nace en mayo de 2003. La poltica gubernamental persigue la in-dustrializacin nacional, la apropiacin y con-trol de la capacidad financiera y el desarrollo con equidad social, promoviendo la ciencia y tecnologa como motor del desarrollo. En ese marco, el gran vehculo de la transformacin del INTA es el Plan Estratgico Institucional (PEI) 2005-20155 y la puesta en marcha del Plan de Mediano Plazo (PMP) 2006-20086.

    El cambio de paradigma ha implicado un nuevo modelo organizacional montado sobre tres grandes procesos que acompaan la mar-cha institucional hasta absorberla dentro de la nueva estrategia. Primero, el establecimiento y/o recuperacin de valores, la consolidacin de la identidad institucional y la reconstruc-cin de la capacidad de generacin de ideas y pensamiento a largo plazo. Este proceso se da dentro de un fuerte apuntalamiento de la de-mocratizacin del INTA, como as tambin, movilizacin de energa, pasin, sentimientos e ideales de la gente, en amplia interaccin in-terna y con el contexto. Segundo, la adecua-cin de las formas y prcticas de trabajo, que condicionan la eficiencia y eficacia de la orga-nizacin. Tercero, la adaptacin de sus nor-mas y estructuras para que sean funcionales a la estrategia.

    En definitiva, el INTA explicita el reconoci-miento a la construccin colectiva, prioriza las capacidades de la gente como motor insti-tucional y potencia la relacin con el contexto para resolver su aporte a la sociedad.

    Creacin de estrategia y organizacin matricial

    El desarrollo conjunto de los cambios sobre los valores, las formas de trabajo y las estruc-turas implic un proceso integral de creacin de estrategia. Este proceso posibilit disear 5 - INTA (2004).

    6 - INTA (2006a).

  • 23Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    el ideario institucional, implantar la cons-truccin de decisiones por consenso, confor-mar la configuracin programtica, instalar el aprendizaje/generacin colectiva de cono-cimientos y adecuar las formas de gestin. Por tanto, la formulacin del PEI 2005-2015 posibilit recuperar el pensamiento a largo plazo, fortalecer la interaccin con la socie-dad y plantear la creacin de estrategia como proceso de construccin y transformacin institucional.

    El fortalecimiento de la interaccin del Con-sejo Directivo y los Consejos de Centros, arti-culado a la recuperacin de los Consejos Lo-cales Asesores consolid el espacio y dilogo poltico. Con la internalizacin del PEI7 8, la instalacin de los mbitos matriciales9 y la conformacin de los plenarios (que integran al conjunto del personal de las Unidades), qued establecida la organizacin matricial10. Este proceso de interaccin matricial de los esta-mentos poltico, de conduccin, programtico y profesional se convirti en el principal ins-trumento para construir identidad, promover el aprendizaje colectivo, establecer el logro de consensos y elaborar la coherencia del discur-so institucional.

    Configuracin estratgica y programtica

    A partir de una organizacin con visin, pen-sante e integrada estratgicamente, el INTA deba armar una configuracin programtica y un modelo de gestin comprometiendo el pen-samiento con la accin para alcanzar los obje-7 - INTA (2007f).

    8 - Consultora Pliegues (2007).

    9 - Las matrices son mbitos de interaccin estratgica de los estamentos de conduccin, programticos y administrativos en los niveles nacional, de centros (de investigacin y regiona-les) y local (Institutos y Estaciones Experimentales).

    10 - Para llevar adelante la internalizacin del PEI y la instala-cin de los mbitos matriciales, la Direccin Nacional cre la Oficina de Gestin de la Estrategia. Este mbito se convirti en el principal brazo de apoyo para implementar el proceso de creacin de estrategia. La superacin del modelo clsico de innovacin impona, por razones conceptuales y funcionales, establecer este espacio transversal a los diferentes componen-tes de direccin para que se instalaran competencias y habili-dades especficas, no disponibles orgnicamente en el cuerpo corporativo histrico.

    tivos institucionales. Era necesario poner las propuestas en prctica manteniendo la accin mancomunada de los componentes estratgicos (investigacin y desarrollo; transferencia y ex-tensin; vinculacin tecnolgica y cooperacin institucional), en amplia interaccin con los sec-tores pblico y privado, y con los territorios.

    Se estaba ante el desafo histrico de superar la bsqueda unilateral de competitividad, salud ambiental y equidad social, recreando e inte-grando los instrumentos programticos para que la innovacin contribuyera al crecimien-to econmico pero que, fundamentalmente, promoviera desarrollo. Esta contundente in-tencin poltica se implement a travs del diseo de una configuracin programtica que comprometiera integradamente los mbi-tos de intervencin institucional: cadenas de valor, ecorregiones y territorios, liberando al mismo tiempo las restricciones presupuesta-rias que haban limitado casi exclusivamente el financiamiento del quehacer sustantivo a fondos competitivos externos compartimen-tando y dispersando su accin.

    Con esta finalidad los diferentes instrumentos programticos y los correspondientes niveles de conduccin vieron fortalecida su jerar-qua institucional. Se asign a los programas nacionales la misin de gestionar estrategias sobre los tres mbitos de intervencin insti-tucional. Con tal propsito se reestructuraron los programas por productos sobre la base de megacadenas y se cre el Programa Nacional de Ecorregiones, como as tambin, el Progra-ma Nacional de Desarrollo de los Territorios. Para fortalecer la intervencin sobre los esta-mentos sociales ms desprotegidos, se cre el Programa Nacional de Investigacin y Desa-rrollo para la Agricultura Familiar.

    Al mismo tiempo, fueron convertidas en reas Estratgicas las principales lneas temticas que deben aportar las capacidades/competen-cias tcnicas ms bsicas para construir co-nocimientos que posibiliten la solucin de los principales problemas y oportunidades del SA.

  • 24

    La dcada del 90 debilit el pensamiento es-tratgico y desarticul el rea de las ciencias sociales. La necesidad de fundamentar el lar-go plazo desde las transformaciones concre-tas de la realidad llev a crear una Unidad de Coyuntura y Prospectiva que se plant ante el desarrollo nacional para contextualizar la mirada sectorial y regional. El compromiso con los procesos de desarrollo requiri crear el rea Estratgica de Economa y Sociologa que permitiera resolver las demandas de nivel nacional, iniciando la recuperacin de las ma-sas crticas regionales.

    Esta configuracin general intent poner en marcha la articulacin de objetivos con resul-tados, asociada a una estrategia institucional comprometida con el desarrollo regional y te-rritorial.

    El modelo de gestin

    La gestin de una institucin que se compro-mete con la innovacin como instrumento del desarrollo tiene que asumir las formas para en-tender y resolver los problemas que plantea la Sociedad en sus mbitos de vida y aprovechar las oportunidades que se abren dentro y fuera de la realidad que debe transformar. Por otro lado, necesita gestionar el propio cambio ins-titucional para enfrentar exitosamente la din-mica que le impone aquella realidad, alcanzan-do las metas y resultados que se propone.

    En este marco, el primer desafo fue articular pas, regin y territorio posibilitando la cons-truccin de una cartera de proyectos que prio-rizara en su construccin la integracin de las capacidades/competencias institucionales es-parcidas espacialmente, an a costa de super-posiciones y exacerbamiento de la heteroge-neidad. El conjunto institucional deba tener la posibilidad de estar comprometido concep-tual y operativamente con los problemas de todos, es decir con el pas. Parecen an nece-sarias varias rondas hasta alcanzar una pro-puesta eficaz, requirindose reforzar sustan-cialmente la consulta y participacin externa.

    Este esfuerzo significa un paso trascendental en la construccin de saber colectivo.

    El compromiso con la modificacin de la reali-dad fue administrado impregnando constan-temente el pensamiento institucional con la idea de generar conocimientos organizados en estrategias sobre los mbitos de intervencin, con el propsito de facilitar y promover pro-cesos de desarrollo. Esta consigna ha ido es-tableciendo en la Institucin la especificacin de competencias entre quienes aportan ms directamente a la generacin de conocimien-tos, con relacin a los niveles de coordinacin programtica que tienen la responsabilidad de llevar adelante la gestin de estrategias sobre los mbitos de intervencin.

    Esta organizacin de la gestin posibilita que en la actualidad, ante el requerimiento poltico, el INTA est preparado para formular linea-mientos estratgicos del SA y elaborar un plan productivo que integre los mapas de competiti-vidad-mercados, tecno-productivo, ambiental y social, buscando proponer alternativas de polticas para el desarrollo nacional11.

    La posibilidad de concentrar impacto y abrir la gestin a la Sociedad se cumpliment con-figurando proyectos integrados o plataformas que integran puntos de vista y alianzas sobre problemas y oportunidades. Al mismo tiem-po, se organizaron redes que aglutinan capa-cidades/competencias buscando consolidar consorcios que promueven la innovacin. Los proyectos integrados y en red fueron susten-tados por tres proyectos estructurantes que implementan los principales ejes estratgicos que mueven la innovacin: biotecnologa; tec-nologas de la informacin y comunicacin (TICs); y calidad institucional.

    Por su parte, se integraron Comits Asesores dentro de los Programas Nacionales, reas Estratgicas y de las principales reas-proble-ma de los Proyectos Regionales, con la fina-lidad de fortalecer la participacin pblica y privada externa para que alimente las ideas, 11 - INTA (2007b).

  • 25Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    lneas de accin y ayuden a fortalecer las pla-taformas y redes.

    La apertura al sector pblico y privado nacio-nal fue complementada por la proyeccin del INTA sobre Amrica Latina, Asia y Europa im-pulsando desde el sector tecnolgico empren-dimientos comerciales y plasmando activida-des de cooperacin tcnica que fortalecen el intercambio y facilitan al INTA la exportacin directa de su experiencia en la organizacin y promocin de la innovacin y el desarrollo.

    La implementacin de los proyectos deba garantizar la obtencin de los resultados e impactos que demandaba la estrategia ins-titucional. Se intent inducir este propsito a travs de tres vas. Primera, la asignacin de recursos se decidi ex post en funcin de las demandas de la cartera de proyectos, programada en funcin de los objetivos es-tablecidos en la interaccin de los mbitos de intervencin institucional, orientada a su vez por la identificacin conjunta de problemas y oportunidades. Significa haber elaborado un presupuesto participativo de la propuesta sustantiva basado en proyectos concretos. Se-gunda, la responsabilidad por la obtencin de resultados e impactos se asign a los niveles de conduccin ms altos a travs de contratos de gestin. Tercera, se institucionaliz la eva-luacin de los instrumentos programticos a travs de un proceso ex ante compartido por Comits de Pares y se est implementando la evaluacin ex post basada en resultados e impactos.

    Por ltimo, el modelo de gestin es pieza fun-damental para implementar el mandato del PEI 2005-2015 que recupera los componentes estratgicos como aglutinadores de la accin institucional. La Institucin va a las regiones y territorios integrada con sus componentes es-tratgicos y abastecida desde los componentes de decisin (planificacin, seguimiento y eva-luacin; recursos humanos; y administracin) que orientan y facilitan el desarrollo de los procesos tecno-administrativos. En su con-junto, son asistidos por los sistemas de infor-

    macin, comunicacin y calidad institucional que deben asegurar conectividad, transpa-rencia y la posibilidad de construir identidad, aprendizaje y saber colectivo, reforzando la apertura de la institucin a la sociedad del co-nocimiento y a la interaccin democrtica.

    Para inducir que se cumpla el mandato de in-tegracin institucional se consolid en el nivel de conduccin nacional y se promovi en los niveles regionales, una matriz de direccin y gestin que persigue la accin conjunta de los componentes estratgicos, de decisin y transversales (informacin/comunicacin y calidad institucional). Este arreglo matricial busca permear la histrica verticalidad corpo-rativa con el conjunto de los procesos trans-versales que promueven los componentes ms comprometidos directamente con los asuntos estratgicos del organismo.

    La inversin institucional

    El proceso de transformacin institucional fue sustentado por un plan de inversiones e incor-poracin de personal que posibilit recuperar posiciones y profundizar los cambios progra-mados. En el perodo 2003-2007 se consolidan inversiones (aproximadamente 120 millones de dlares americanos) que implican la mayor erogacin a mediano plazo en la vida del orga-nismo, incluso comparado con el perodo en que se cont con financiamiento de entidades internacionales en programas de fortaleci-miento institucional. Este plan permite asegu-rar inversiones en tecnologa de punta, resta-blecer condiciones bsicas de infraestructura y equipamiento, y viabilizar la internalizacin de la extensin en las regiones.

    Paralelamente, el INTA incorpor en el pero-do 2003-2007 aproximadamente 2.200 perso-nas en las diferentes categoras laborales. Se conform una planta aproximada de 6.000 agentes, que es complementada por un total de 3.200 profesionales trabajando en los pro-yectos institucionales desde otros organismos e instituciones. La regulacin y consolidacin

  • 26

    de la planta de personal sigue en la actualidad en plena ejecucin. Este proceso es acompa-ado por un intenso programa de formacin a nivel de post-grado y especializacin.

    El plan de inversiones e incorporacin de per-sonal se ejecuta en el marco de un presupuesto institucional que sextuplica el financiamien-to disponible en el ao 2001, en plena crisis econmica y social. Esta disponibilidad pre-supuestaria pone de manifiesto la confianza y expectativas que la Sociedad y el Gobierno depositan en el INTA como promotor del de-sarrollo nacional y regional.

    Cambios en las normas y estructuras

    En el trayecto del cambio institucional que va desde los aspectos culturales, a las formas de trabajo y a las normas/estructuras, a princi-pios de 2006 se aprob el nuevo escalafn del personal que tuvo como propsito recono-cer el grado salarial asociado a la trayectoria profesional y, al mismo tiempo, establecer el puesto de trabajo como articulador con las competencias que demanda la estrategia ins-titucional en los diferentes niveles de conduc-cin y programtico.

    Conjuntamente con la implementacin de esta nueva norma se consolid la readecuacin de los niveles salariales del personal buscando consolidar ingresos que posibiliten el desarro-llo de los proyectos familiares y compensar el trabajo acorde con las aspiraciones que el pas acredita en mantener a sus hijos en el suelo patrio y priorizar a la gente como sustrato b-sico del quehacer institucional. Este logro fue obtenido en estrecha articulacin entre el go-bierno de la organizacin y el sector gremial, ratificando la predisposicin de trabajar man-comunadamente por los objetivos institucio-nales y el bien social de sus integrantes.

    El compromiso con la innovacin y el desarro-llo a travs de la accin colectiva, incrementa la complejidad de los procesos de trabajo y las expectativas de los diferentes estratos sociales

    sobre los aportes institucionales. En respuesta a estos requerimientos, el INTA inici la ra-cionalizacin de los procedimientos adminis-trativos y el re-ordenamiento del sistema de extensin para que sea ms eficiente y eficaz en los territorios.

    Simultneamente, el Complejo Cientfico y Tecnolgico de Castelar puso en discusin la readecuacin de su estructura para asegurar el aporte nacional a las realidades regionales y sectoriales, buscando fortalecer la envergadura de sus capacidades en el mbito del Proyecto Ciudad de la Ciencia que proyectar su vida futura. En el mbito regional, ha comenzado a analizarse el tipo de estructura que deberan te-ner las estaciones experimentales para resolver integradamente los objetivos institucionales en sus reas de influencia, conjuntamente con la posible conformacin de centros y/o institutos que construyan capacidades/competencias en problemas y temticas de envergadura regio-nal, articulados al Complejo Castelar dentro de una estrategia general de nivel nacional.

    Mirando al futuro

    Esta es la institucin que se construy a partir del mandato del PEI 2005-2015 y que conti-na transformndose. Es necesario entender y compartir esta transformacin si se busca redoblar su compromiso con el desarrollo. Es a partir de esta Institucin que se inno-va en plena interaccin con el contexto. Sus basamentos estn firmes pero tienen que ser fortalecidos y sometidos a continua observa-cin para debatir y consensuar ajustes ante los cambios del contexto y los avances del estado del arte, en particular, la dinmica de la in-novacin tecno-productiva y las necesidades del desarrollo rural. Estos ajustes debern ser promovidos desde el propio proceso de cam-bio con el conjunto de la gente (interna y ex-terna) que trabaja y est comprometida con el ideario del INTA. Esta consigna estratgica es la que permitir sostener el nuevo paradigma, vislumbrar su futuro y asegurar la innovacin y gobernabilidad institucional.

  • 4Los compromisos

    con el desarrollo nacional

  • 29Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    4.1. Las condiciones bsicas

    Con grandes esfuerzos y debate el pas inten-ta ir al encuentro de un Proyecto Nacional que lo reinstale en el mundo y lo comprome-ta con el ideario colectivo de su gente. Por esa razn, se ha planteado reconstruir el Estado y la institucionalidad, buscando transitar el arduo camino de transformar crecimiento en desarrollo. El INTA ha generado transfor-maciones que lo ponen en sintona y prepa-rado para contribuir con ese desafo. En ese marco, cmo se ha preparado la economa, el SA y el sistema de ciencia, tecnologa e in-novacin?

    La economa argentina, incluyendo 2007, re-gistra cinco aos consecutivos de crecimiento a un promedio del 8.8% anual. El nivel alcan-zado por el PBI supera el mximo registra-do en la dcada anterior (con base en 1998) en 24.7%. A diferencia de lo ocurrido en la dcada de los 90s, cuando la mayora de los sectores productivos quedaron al margen del crecimiento, la expansin econmica actual involucra a todo el espectro productivo. El promedio del supervit en cuenta corriente entre 2003 y 2006 arroja un saldo positivo promedio del 3,8 del PIB, sustentado por la expansin de las exportaciones que llevan la balanza comercial a un supervit promedio en ese perodo del 8,9% del PIB. Habindose par-tido en el segundo semestre de 2003 con una

    tasa de desempleo del 17,4% se llega a fines de 2007 con un nivel del 7,2%12.

    En el marco de la economa nacional, el au-mento de la superficie sembrada y de la pro-ductividad en el conjunto de las actividades del SA contribuy considerablemente al incre-mento de las exportaciones y posibilit, jun-to con el despertar de la industria de base no agropecuaria, a un patrn de crecimiento ms equilibrado en el espacio regional. Debido a una expansin del 11% en el rea sembrada y a un crecimiento de los rendimientos por hec-trea del 16%, el sector primario produjo un nivel de exportaciones en 2006 un 35,1% su-perior al observado durante 2003, e hizo posi-ble un aumento del 53% en las exportaciones de manufacturas agropecuarias13. Ese desem-peo se extiende al 2007, con niveles record en la produccin, especialmente en cereales y oleaginosas, que se incrementan en 23,2% con respecto a 2006. Para ese mismo pero-do las exportaciones de productos primarios aumentaron en 40,7% y las manufacturas de origen agropecuario en 21,7%. Con esta con-tribucin el SA es actor central en la genera-cin de supervit fiscal y comercial.

    El SA est comprometido indefectiblemente en todos los frentes primarios, aporta a la in-dustrializacin y comparte el tratamiento y/o 12 - Ministerio de Economa y Produccin (2007).

    13 - INTA (2007b).

    4. LOS COMPROMISOS CON EL DESARROLLO NACIONAL

  • 30

    resolucin de las demandas sociales ms bsi-cas. El sector ha experimentado un profundo cambio tecno-productivo y la bioeconoma comienza a constituirse en el motor de su in-novacin, dentro de un modelo macroecon-mico que busca fortalecer su compromiso con el crecimiento inclusivo y la equidad social.

    Por su parte, el sistema de ciencia, tecnologa e innovacin y el INTA en particular, se han preparado para afrontar los desafos levan-tados por la demanda de alimentos y de bio-energa, la escasez del agua, la sustentabilidad ambiental y el desarrollo territorial14, en un marco ms general de poltica pblica donde se busca contribuir a mejorar la educacin, la salud, la infraestructura y el transporte, y las condiciones de combate a la pobreza15.

    4.2. Dimensiones crticas y fuerzas impulsoras

    Partiendo de la situacin actual, qu condi-cionantes globales y nacionales referidos a la sociedad y economa en general y, al marco tecno-productivo en particular, actan como fuerzas impulsoras dentro de las dimensio-nes crticas del desarrollo argentino16? Este conjunto de fuerzas impulsoras que afronta la sociedad argentina jalonarn la trayectoria del SA y del INTA, al enfrentar el complejo propsito de jugar un rol fundamental en el desarrollo regional y territorial.

    Global-regional:

    A nivel de la economa mundial se observa un crecimiento sostenido de la competitividad y de la demanda de productos agroalimentarios/agroindustriales (impulsado por los grandes pases asiticos). El nuevo MERCOSUR (los cuatro mandantes iniciales ms Venezuela 14 - INTA (2006b).

    15 - SECYT (2006).

    16 - INTA (2007c). El captulo IV constituye la principal fuen-te de informacin en el tema. Las ampliaciones y adaptaciones se corresponden con la lnea argumental de este trabajo.

    como miembro adherente y Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Per como asociados) genera mbitos de creciente integracin y co-operacin intra-regional, en los niveles pol-tico, energtico, financiero y, principalmente, el comercial, a partir de los cuales debera buscarse crear escala y coordinar estrategias para fortalecer la insercin en la economa mundial. Por su parte, la creacin de la Unin de Naciones Sudamericanas (UNASUR), bajo ratificacin, promueve la construccin de un bloque poltico democrtico regulador de la estabilidad institucional sudamericana.

    Econmica:

    La economa mundial acta principalmente a travs de los precios internacionales (donde sobresale el valor de las commodities) y de la demanda de los bienes exportados por la Ar-gentina (que refleja la insercin en la matriz de competitividad internacional) determinando el nivel de entrada de divisas, el supervit fis-cal y la tasa de inters que afecta el nivel de inversin. El modelo de crecimiento econ-mico en la post-convertibilidad con un tipo de cambio alto favorece la competitividad del sector industrial y la aplicacin de retenciones a las exportaciones agropecuarias posibilitan-do mantener con bajos precios relativos los alimentos bsicos. Del mantenimiento de este patrn de acumulacin depende la evolucin de la economa en el mediano plazo. La trans-nacionalizacin de la economa y la extranje-rizacin de activos reclama sistemas regula-torios tendentes a resolver la vulnerabilidad intrnseca del modelo de desarrollo argentino (componente de la estrategia neoliberal que condujo a la crisis de 2001-02).

    Social:

    El cuadro social indica una importante me-jora de la situacin socio-laboral y al mismo tiempo, la permanencia de un fuerte bloque de pobreza dura. La desigualdad en la distri-bucin de la renta promedio ha disminuido,

  • 31Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    pero la brecha de ingresos que se achic sus-tancialmente al salir de la crisis, no consolida tendencia positiva. La reduccin en los niveles de desempleo, pobreza e indigencia est aso-ciada al comportamiento del modelo econ-mico, pero trasvasa sus lmites comprome-tiendo la propia cohesin social. Revertir la anomia social, infantilizacin de la pobreza, inseguridad individual y deficiente calidad de vida pblica reclama esfuerzos que superan al mercado de trabajo y se instalan en el corazn de la organizacin y gobernabilidad social.

    Socio-cultural:

    El consumismo, el individualismo y la in-mediatez imperantes en la sociedad, poten-cindose con la construccin de imagen que alientan los medios masivos de comunica-cin, condicionan constantemente la escala de valores de los ciudadanos. Esos tres ejes bsi-cos han contribuido a disminuir la sustenta-bilidad y cohesin social, como as tambin, la confianza y/o apego a las instituciones, me-diatizando el desempeo de la Sociedad y su relacin con la poltica. La reconstruccin de los valores e identidad nacional es uno de los cometidos insoslayables del fortalecimiento de la relacin Estado, Sociedad e institucio-nes, como basamento para el fortalecimiento de la democracia y la construccin de la ac-cin colectiva.

    Poltico-institucional:

    El proyecto gubernamental es de tipo no li-beral, en particular por el rol asignado a la intervencin del Estado en la economa. Est consustanciado con un Proyecto Nacional de largo plazo que se proponga recuperar autonoma e identidad nacional y fortalecer la relacin Estado, Sociedad e instituciones, poniendo el crecimiento al servicio del de-sarrollo y la inclusin social. El proyecto gu-bernamental ha permitido buscar salidas a la crisis de 2001-02 y ha puesto en marcha un modelo de desarrollo industrialista con inte-

    gracin regional. Se abre ahora la necesidad de fortalecer los consensos sociales y la ins-titucionalidad, como tambin, reconstruir los partidos polticos para dar contencin a las disputas sobre el ideario comn y el patrn de acumulacin, dentro de un proceso de mayor movilizacin social a nivel local. Por ltimo, debe ser un imperativo de la agenda guberna-mental mejorar la calidad de la gestin pbli-ca superando debilidades en las capacidades de los recursos humanos, como tambin, en los esquemas de organizacin institucional.

    Ambiental-territorial:

    La degradacin de los recursos naturales, los efectos incipientes del cambio climtico, el in-cremento de la contaminacin urbano-rural y la implementacin de megaproyectos produc-tivos y de infraestructura impulsan la dimen-sin ambiental-territorial. En muchas reas del pas los recursos ambientales continan deteriorndose por deforestacin, desertifica-cin, prdida de biodiversidad y agotamiento de los suelos por problemas de monocultivo. La predisposicin a la agriculturalizacin en ambientes vulnerables puede ser incentivada, a su vez, por la demanda de biocombustibles. El cambio climtico alerta por su impacto en el potencial agro-productivo. El intenso pro-ceso de re-industrializacin posterior a la cri-sis ha facilitado la contaminacin ambiental, en particular en los conglomerados urbanos. Este contexto ambiental y la viabilizacin de megaproyectos productivos y de infraestruc-tura pueden determinar escenarios de con-flictividad y desaliento de inversiones si no se produce la consolidacin del ordenamiento territorial en la conjuncin de la esfera pblica en el nivel nacional y provincial.

    Tecno-productiva:

    La estructura productiva genera altos niveles de crecimiento en la mayora de los sectores y/o rubros productivos, tanto del agro como de la industria. Se hace notar el surgimiento

  • 32

    del sector de la nueva economa intensiva en conocimiento. El crecimiento de los diferen-tes sectores se apoya en la estrategia macro-econmica del proyecto gubernamental y en las condiciones favorables del mercado inter-nacional, en particular, el de commodities. La irrupcin de los biocombustibles establece una fuerza impulsora que expande y complementa el espectro de posibilidades productivas sobre la conjuncin agroalimentos-agroenerga.

    No obstante, la estructura productiva con ni-veles de valor exportado promedio de 300-400 dlares la tonelada est lejos de alcanzar me-tas netamente superiores mediante fuertes incrementos en la productividad, calidad y valor agregado que posibilite el acceso a mer-cados de productos elaborados. La Argentina compra en promedio tres veces ms caro de lo que vende. El agro, de alta competitividad internacional (basada en la industria verde que compromete a la soja, el maz, el trigo, el girasol y los aceites, conjuntamente con la re-cuperacin de algunos segmentos exportado-res de las economas no pampeanas), depende de fuerzas conjugadas en el mercado mundial de commodities y de la bioenerga. Parte im-portante de la industria, de baja competitivi-dad relativa (an en trminos regionales) est supeditada al mantenimiento de la poltica macroeconmica, especialmente, el tipo de cambio alto. Esta es una caracterstica de fun-damental importancia para el futuro del mo-delo econmico.

    Paralelamente, la demanda energtica esta-blece limitantes en los factores de produccin. Dentro del componente energtico, es nece-sario diferenciar entre el dficit del abasteci-miento de energa en el corto plazo provocado por el crecimiento de la economa, del desa-rrollo de energas alternativas (fuentes bio-energticas, elicas y solares) que debe com-pensar la probable reduccin de la produccin de hidrocarburos y facilitar la obtencin de divisas por exportacin. Es necesario agregar a este componente las limitantes de infraes-tructura fsica, especialmente, ferroviaria y area, bien como, la baja disponibilidad de

    recursos humanos con predominio en los ofi-cios especializados.

    Por ltimo, la capacidad del sistema cientfi-co-tecnolgico y su integracin al sector pro-ductivo resulta trascendente para el futuro del desarrollo nacional en el marco de la consoli-dacin de la sociedad del conocimiento. Esta perspectiva est respaldada por la meta polti-ca de alcanzar una inversin nacional en cien-cia y tecnologa equivalente al 1% del Producto Bruto Nacional. Por otro lado, la jerarquiza-cin de la innovacin en el desarrollo nacio-nal, requiere avanzar en la reconstruccin de capacidades cientfico-tecnolgicas y conecti-vidad tecno-productiva, fortalecer la articula-cin con los diferentes sectores productivos y sociales, como as tambin, mejorar la gestin de la ciencia, tecnologa e innovacin en un marco de mayor integracin institucional.

    4.3. El modelo macroeconmico y la estrategia tecno-productiva

    En el corazn del desarrollo nacional se in-serta la conjuncin de las variables crticas del modelo macroeconmico y tecno-produc-tivo17. Esta interaccin se sustenta en cuatro caractersticas centrales: la alta competitivi-dad internacional del SA que posibilita una poltica de tipo de cambio alto y diferenciado (va retenciones a las exportaciones); la baja competitividad relativa del Sector Industrial de base no agropecuaria (SI); la inconsistencia del tipo de cambio de equilibrio de largo plazo (tipo de cambio unificado fijado por el libre juego de la oferta y la demanda) con la actual estrategia de desarrollo industrial; y la hetero-geneidad estructural productiva y tecnolgica interna a ambos sectores, y fundamentalmen-te, entre el SA y el SI.

    Asumiendo el mantenimiento de los escena-rios internacionales, la industrializacin y la generacin de empleo juegan un rol funda-17 - INTA (2007d). Constituye la principal fuente de informa-cin en el tema. Las ampliaciones y adaptaciones se corres-ponden con la lnea argumental de este trabajo.

  • 33Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    mental en el modelo de desarrollo inclusivo. No obstante, la confrontacin entre esos dos objetivos marca el mayor conflicto potencial. La clave para desactivar esa posibilidad y cam-biar la estrategia competitiva es la inversin. Por tanto, el problema de la Argentina no es de demanda; es de calidad de la oferta relacio-nada directamente con la inversin en tangi-bles, preferentemente en equipos durables de produccin, y sustancialmente, en los intan-gibles que consolidan una economa montada en el conocimiento.

    El incremento cuantitativo y cualitativo de las inversiones tendra que permitir mantener los niveles de productividad por encima del incre-mento de salarios. El crecimiento y el cambio en el perfil de la inversin deben estar dirigi-dos a que la competitividad deje de depender exclusivamente de un tipo de cambio alto y diferenciado. Por tanto, es necesario pasar de una economa que es competitiva va precio a otra que muestre competitividad sistmica (endgena). La modificacin de la estrategia competitiva posibilitar a su vez asegurar el supervit fiscal y comercial, permitiendo esta-bilizar la inflacin y la tasa de inters.

    La competitividad sistmica implica, por un lado, reducir la heterogeneidad estructural productiva y tecnolgica entre el SA (de alta competitividad internacional en commodities) y el SI, montada sobre bajos niveles de valor exportado. Pero, por otro lado y fundamen-talmente, requiere ampliar y profundizar la especializacin de la estructura productiva del conjunto, como tambin, construir un perfil tecnolgico que genere incrementos sustanciales de productividad, mayor calidad (econmica y ambiental) y valor agregado, para fortalecer las posibilidades de acceso a los mercados de productos elaborados (nue-vos productos y nuevos mercados).

    Por tanto, la capitalizacin del sistema pro-ductivo manufacturero (de base agropecuaria y no agropecuaria) requerir avanzar en la modernizacin y especificidades del sistema de innovacin pblico y privado, as como,

    resolver la especializacin de la poltica eco-nmica y comercial. Pero a su vez, para que el carcter sistmico de la competitividad im-pacte en la distribucin de ingresos la polti-ca de inversin no podr estar separada de la creacin de oportunidades que promuevan el desarrollo regional y territorial.

    Los escenarios indican que el SA argentino seguir teniendo preferentemente oportu-nidades de exportacin en los mercados de commodities y de productos con bajo nivel de elaboracin, como aceites y carnes. Por el con-trario, acceder a los mercados de productos elaborados ser difcil y requerir una estra-tegia y polticas pblicas concretas y agresivas de largo plazo en el rea econmica, comercial y en la de ciencia y tecnologa18. Es decir, la es-tructura de la demanda internacional induce a mantener la matriz productiva y exportadora en un nmero limitado de productos bsica-mente del mbito pampeano, que genera a su vez posibilidades de una mayor concentracin productiva y presin sobre la base ambiental para sostener el crecimiento de la produccin y las exportaciones.

    En ese contexto, la Argentina necesita con-solidar una matriz de mltiples actividades productivas regionales rentables, incluyendo la produccin de commodities de base pam-peana, que resuelva el consumo interno y la exportacin. Es un imperativo focalizar in-versiones en infraestructura fsica, produc-tiva y de investigacin, as como, consolidar un perfil tecno-productivo y competencias en conocimientos que permita acelerar la diver-sificacin e industrializacin de la produccin biolgica con altos grados de especializacin, buscando incrementar sustancialmente el va-lor agregado de la produccin regional, as como, fortalecer conglomerados regionales y sistemas productivos locales (alimentos y no alimentos, incluyendo la bioenerga) que pue-dan acceder por su competitividad sistmica en los mercados internacionales.

    La industrializacin del conocimiento a travs 18 - SECYT (2007).

  • 34

    de la bioeconoma aparece como una oportu-nidad relevante para encarar este desafo, bus-cando impulsar el establecimiento de proce-sos de desarrollo territorial, el fortalecimiento de las estructuras sociales y la generacin de empleos en los diferentes mbitos regionales.

    No obstante, es necesario aprovechar la actual situacin del mercado mundial con genera-cin de fuertes excedentes y utilizarlos en la construccin de competitividad sistmica, con el propsito de defender y profundizar el posicionamiento en el rea internacional.

    4.4. Sntesis

    Dentro de la economa global y de la sociedad del conocimiento la posibilidad de generar desarrollo se instala en el mbito concreto de las regiones y territorios. Se viabiliza a travs de las capacidades para recuperar institucio-nalidad y construir organizacin/cohesin social, visando el fortalecimiento del proceso democrtico y la rearticulacin del Estado, la Sociedad, las organizaciones y el mercado. En ltima instancia, el motor del desarrollo: los conocimientos, llegarn a toda la gente con polticas pblicas y organizacin social que posibiliten el acceso a las necesidades bsicas y esencialmente a la educacin, a partir de un modelo macroeconmico que promueva cre-cimiento econmico con distribucin de in-gresos.

    El modelo macroeconmico debe asegurar el crecimiento econmico a travs de una estra-tegia clara de industrializacin, en la bsque-da de un incremento sustentable de la pro-ductividad, de la calidad y del valor agregado, resolviendo las demandas internas y asegu-rando competitividad internacional con la consecuente expansin de las exportaciones19. El sustento del crecimiento econmico y de la equidad depender fuertemente de la calidad y distribucin espacial de las inversiones. La ocupacin espacial de las inversiones deber estar intrnsecamente relacionada con la pro-19 - INTA Op. Cit.

    mocin de emprendimientos y/o complejos productivos y con la instalacin de infraes-tructura bsica que asegure alta rentabilidad social, como as tambin, el impulso a la in-novacin para consolidar capacidades tecno-productivas que promuevan competitividad sistmica e induzcan el desarrollo regional y territorial.

  • 5Estado del arte y

    el futuro institucional

  • 37Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    El INTA se plante una estrategia para ser funcional al nuevo pas que busca la socie-dad argentina; por eso dise y consensu el INTA que queremos y lo imprimi como PEI 2005-2015. Haciendo esto, se enrol junto a la Sociedad y el Gobierno en la reinvencin del Estado y de las instituciones para construir desarrollo. En el caso del INTA, utilizando la innovacin como piedra angular del propsi-to colectivo.

    Para reforzar ese compromiso el INTA cuenta con capacidades, competencias y experiencia tanto histricas como dinmicas para tratar los asuntos tecnolgicos, pero ha abierto es-pacios para pensarse a s misma y profundi-zar su propsito bsico: asumir la innovacin como instrumento del desarrollo. Se plantea este desafo dentro de un proceso mundial que globaliza la sociedad del conocimiento y en el marco de una acelerada complejizacin de la ciencia.

    Comparte la demanda generalizada de un cambio sustantivo en las instituciones, refe-rido a la forma de hacer poltica y crear es-trategia, es decir, a la manera de imaginar, producir, negociar, formalizar y conducir los intereses de los ciudadanos y del pas. Este es un debate central en un pas que requiere del Estado polticas activas para afrontar los com-promisos que plantea el desarrollo nacional y concretar sus ideales de nacin.

    En el largo plazo, la fortaleza/debilidad del desarrollo se basa en la fortaleza/debilidad de las instituciones/organizaciones. En el mismo sentido, la fortaleza/debilidad de las organi-zaciones comprometidas directamente con el desarrollo (como el INTA) se fundamenta bsicamente en la estrategia con que encara su propio proceso de innovacin (que compren-de las formas para generar conocimientos) y se plantea la interaccin con el contexto.

    Muy particularmente, cabe a las institucio-nes/organizaciones cuidar que la sociedad del conocimiento sirva para producir desarrollo social, regional y territorial, cuando al mismo tiempo, sus visiones y comportamientos son factor condicionante para resolver la apropia-cin de la innovacin y plasmar los alcances del desarrollo.

    Esta es la esencia de una institucin de inves-tigacin y extensin como el INTA que, segn la misin y estrategia asumida, es responsable del producto tecnolgico, pero adems, est comprometida a travs de su participacin en los procesos de desarrollo a lograr que las oportunidades abiertas a la Sociedad para ha-cerse de los conocimientos y la innovacin se asienten sobre una base de equidad, a partir de las limitantes que plantea el desarrollo na-cional.

    Estos desafos institucionales llevan a indagar en el estado del arte, buscando encontrar refe-

    5. ESTADO DEL ARTE Y EL FUTURO INSTITUCIONAL

  • 38

    rencias que contribuyan a fortalecer el rol de la organizacin en la construccin y gestin de la innovacin y el desarrollo.

    5.1. Sociedad, Estado e instituciones

    El desarrollo se dirime por la interaccin de tres esferas: el poder poltico, el consenso so-cial y la creacin de conocimiento, dentro de una estrategia generalizada de accin colec-tiva. Esta conjuncin determina la capacidad social para promover acciones dirigidas a fi-nes colectivos, democrticamente aceptados, en la bsqueda de los resultados que promue-ve el ideario de la Sociedad, que en el mbito de un pas, implica trabajar el consenso sobre un Proyecto Nacional. Esta construccin no es lineal, involucra transformaciones, acuer-dos y conflictos que deben ser negociados en funcin del ideario comn.

    En esta interaccin social el Estado y las ins-tituciones juegan un rol central a partir del carcter que asume el modelo econmico. En una economa en la que el mercado ocu-pa el centro de la escena, el Estado y las ins-tituciones terminan siendo funcionales a sus determinaciones y la poltica queda en manos de la tecnocracia, asumiendo rasgos de admi-nistracin20. En lneas generales, las organi-zaciones, pieza angular de la articulacin con la Sociedad, quedan debilitadas o son desac-tivadas. En una economa con Estado fuerte y activo, las instituciones y organizaciones se convierten en el instrumento de negociacin de las reglas dentro de las cuales funciona el mercado, y se establecen los caminos y metas del ideario comn; es decir, contribuyen a la relevancia y continuidad de la poltica, como mbito y espacio de la construccin social.

    Las instituciones deben expresar la tica co-lectiva y el sentido de lo pblico. Las organi-zaciones deben ser el mbito de la construc-cin comn; movilizadoras de la Sociedad y de ciudadana21. Junto a los partidos polticos 20 - Zern (2004).

    21 - Op. Cit.

    son responsables de construir democracia e identidad nacional. Est claro entonces, que la construccin de consenso, aprendizaje co-lectivo y conocimiento social estn marcados inexorablemente por la relacin que se esta-blece entre la Sociedad, el Estado y las insti-tuciones/organizaciones dentro del modelo de economa y el proyecto gubernamental que lo sustenta.

    De esta forma, es central definir el valor de lo pblico, es decir, el tipo de Estado con que se cuenta y el tipo de Estado que se pretende, delineando la interaccin y el vnculo entre lo pblico y privado que implica una con-cepcin de bienestar social Si se ignora la forma particular en que estos patrones polti-cos-ideolgicos se plasman en una estructura organizacional concreta, no es factible orien-tar el sentido de ningn cambio22. Este es el punto de partida para construir innovacin y desarrollo.

    5.2. Rol de las instituciones y organizaciones

    Las instituciones refieren a las reglas de juego del desarrollo. Por ese motivo, las fortalezas/debilidades del desarrollo se basan en las for-talezas/debilidades de sus instituciones. Una institucin engloba el conjunto de reglas for-males e informales, oficiales y culturales, que establecen la naturaleza, relevancia, priorida-des e impactos de los roles y arreglos acorda-dos por el Estado y la Sociedad sobre las prc-ticas, la interaccin y el comportamiento de los actores sociales y organizaciones. En lneas generales, las reglas se refieren a las institucio-nes y los roles a las organizaciones23. Sin em-bargo, las organizaciones de desarrollo, como el INTA, engloban ambas dimensiones.

    La dimensin organizacional se asocia a los roles comprometidos con la territorialidad, estructura, recursos y formas de intervencin 22 - Subsecretara de Gestin Pblica (2007).

    23 - De Souza Silvia (2006).

  • 39Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    (es el componente duro). La dimensin insti-tucional abarca las reglas formales (mandato, polticas, objetivos y estrategias) y las infor-males (creencias, valores, ideas, conocimien-tos, motivaciones e ideales). Ambos compo-nentes constituyen la dimensin blanda que modela la forma de ser, pensar, sentir, hablar y hacer de los actores internos y externos que conforman la organizacin de desarrollo24. Cuando la dimensin institucional es prota-gnica en el desarrollo nacional y/o sectorial la organizacin es tambin una institucin. Por ese motivo el INTA institucionaliza am-bos componentes y es una organizacin de desarrollo.

    Cuanto el INTA est ms comprometido con la innovacin para el desarrollo y con el pro-greso social, ms juega su rol de institucin/organizacin, por el alcance e implicancias de su cometido. Cuando en la actualidad est recuperando su identidad, coherencia y rele-vancia, la Sociedad le reconoce el rol y prota-gonismo de una institucin/organizacin que tiene la capacidad de involucrarse en el idea-rio social a nivel de pas, regin y territorio.

    Ms an, dentro del propio Estado el INTA es un agente de innovacin institucional. La innovacin puede catalogarse como institu-cional (desde el punto de vista ms organi-zacional) cuando intenta resolver situaciones que son comunes a un conjunto de organi-zaciones, justificndose por su impacto en la implementacin de polticas pblicas, pero, fundamentalmente, por la capacidad de in-clusin social que pone en juego a toda la or-ganizacin y supone un aumento o mejora de los mecanismos de comunicacin y participa-cin, as como del protagonismo de los grupos sociales en las cuestiones pblicas25. El mo-delo institucional del INTA es un referencial para el conjunto del sector pblico.

    El INTA es una institucin pblica, del Esta-do, pero su alto grado de dilogo y consenso interno/externo la convierte en instrumento 24 - Op. Cit.

    25 - Consejo Federal de la Funcin Pblica (2007).

    de la Sociedad para construir desarrollo. Por esta razn, muestra a las dems instituciones que desde el interior del Estado se puede tener alta responsabilidad social y que la falta de in-tegrar en las organizaciones el dilogo Socie-dad/Estado es un impedimento para alcanzar consensos colectivos que construyan slidas bases para innovar y promover el desarrollo.

    Esa integracin de Estado/Sociedad dentro de la propia organizacin, que alcanzan pocas instituciones, le imprime al INTA una pers-pectiva y expectativa social que marca indiso-lublemente el futuro institucional en su inte-rior y en su relacin con el contexto. El INTA alcanza este grado superior de organizacin, basado en la conjuncin del trabajo de la in-vestigacin y la extensin en la propia insti-tucin.

    5.3. Las organizaciones y su contexto

    Ninguna sociedad puede existir sin la comu-nidad No puede existir ningn tipo de vida sin crculos equilibrados de entrega y recep-cin La organizacin del futuro consistir en la incorporacin de la comunidad basada en un propsito comn en pro de mayores as-piraciones de la gente26. Existe una relacin existencial entre la organizacin y su contexto. Esta relacin es la que posibilita que la Socie-dad se apropie de las instituciones/organiza-ciones y que, al mismo tiempo, la democracia imprima continuidad a la interaccin Estado/Sociedad.

    No existe organizacin de desarrollo si no est ntimamente integrada al espacio y aspi-raciones de la sociedad que la contiene. Con-textualmente, la organizacin de desarrollo es la confluencia de la comunidad de actores sociales internos y externos. El desempeo de la organizacin emerge de la interaccin in-terna y externa, y se manifiesta en el conjunto institucional. La esencia del desarrollo actual es crear comunidad.26 - Hock, D. (2001).

  • 40

    La plenitud del ejercicio comunitario se con-creta en los territorios. La razn de ser de la organizacin y su contexto puede ser apre-hendida a travs del conjunto de los territorios que compromete el quehacer comn. La nece-sidad de innovar territorio es aceptar por m-todo el carcter dinmico, sistmico, abierto y complejo de su construccin. En consecuen-cia, la organizacin tiene que estar siempre en proceso de cambio y preparada para manejar la complejidad interna y externa.

    En este marco, la innovacin relevante para el desarrollo emerge de los procesos de interac-cin social y se construye sobre las especifi-cidades polticas y culturales de su contexto de aplicacin. En ltima instancia la sinergia que envuelve el propsito comn entre el or-ganismo y su contexto asume en s misma el carcter de organizacin. Esta sinergia es la capacidad colectiva (del organismo y su con-texto) para realizar acciones en comn sobre la base del consenso en la interpretacin de la realidad y de sus posibilidades de cambio27.

    Esta profunda interpretacin del organismo/organizacin implica la imposibilidad de se-parar el dentro del fuera. Para innovar afuera es necesario tener la capacidad para cambiar, transformar e innovar adentro. No se puede generar interaccin, compromiso y relevancia afuera si no se construye integracin, identi-dad y confianza dentro. La integracin impli-ca que tanto el pensar como el hacer se cons-truyen transdisciplinariamente y mediante la estrecha interaccin de los componentes pol-ticos, directivos y estratgicos de la organiza-cin. La institucin se compromete integral-mente y en su conjunto con el contexto. En consecuencia, no se puede facilitar el cambio, la innovacin y el desarrollo del contexto, si la institucin no debate, proyecta y gestiona su propia transformacin.

    La conjuncin de la interaccin interna/ex-terna determina que la institucin vale por la imagen y relevancia que le asigna la Sociedad. La capacidad de cambio involucra cada indi-27 - Boisier (2002a).

    viduo y componente organizacional, pblico/privado y nacional/provincial/local, que asu-men el compromiso de compartir la construc-cin colectiva. De esta forma, se abren todas las posibilidades de interacciones, articulacio-nes, alianzas e integraciones con las esferas de los sectores pblico y privado, a los niveles na-cional, provincial y local. Es una construccin que compromete las diferentes escalas espa-ciales con epicentro en los territorios.

    5.4. Innovar la innovacin

    El cambio del paradigma institucional implica el cambio del modo de innovacin, la forma de construirla es parte central de su estrate-gia: innovar la innovacin28. Este cambio es requerido por la necesidad de democratizar la sociedad del conocimiento y para aproxi-marse ms al desarrollo, como as tambin, para transformar la cultura y visiones que se arraigaron en el largo camino que llev a la crisis econmica y social de principios de siglo. Esa conjuncin de efectos de globaliza-cin y crisis marca la ruptura del modo clsi-co de innovacin.

    No se pueden superar situaciones de ruptu-ra, como as tampoco, la complejizacin de la ciencia y el desarrollo, con la misma forma de interpretacin, interaccin e intervencin que aliment la crisis. Pero, adems, se requiere algo ms que el aprendizaje abierto, las re-des y la accin en los espacios de aplicacin (pensar globalmente y actuar localmente) que demanda en s misma la sociedad del conoci-miento; no se llega al desarrollo si no se cam-bia consciente y explcitamente el sujeto de la innovacin.

    En el camino de la transformacin institucio-nal las organizaciones siguieron la trayecto-ria que va de la planificacin, seguimiento y evaluacin, a la planificacin estratgica, a la gestin estratgica del cambio institucional y a la innovacin institucional. Al llegar a esta instancia fue evidente que el punto de quiebre 28 - Escobar (2005).

  • 41Innovacin, institucionalidad y desarrollo: experiencia y caminos para su integracin

    estaba entre las cosas y las personas, y, al mis-mo tiempo, en la interaccin entre el fuera y el dentro institucional.

    Si slo se busca el cambio de lo tangible (las cosas) y no se realimenta y renueva el cambio de valores, expectativas, creatividad, saberes, habilidades, estrategias, formas de aprender y consensuar, clima de trabajo, etc. (los intan-gibles), las personas quedan excluidas de ser el sujeto central de la innovacin. Bajo esas condiciones, las personas no cambian sino que se acomodan, se adaptan a las cosas que cambiaron, por conveniencia o sobreviven-cia pero raramente por conviccin esta es la principal razn por la cual los cambios no son coherentes ni sostenibles29.

    Los intangibles ms comprometidos en el mundo actual con la generacin de valor son los conocimientos; toda adquisicin de cono-cimientos por cualquier persona est contex-tualizada en algn tipo de intercambio, acti-vidad o proceso social30. El aprendizaje y la generacin de conocimiento es un hecho so-cial. El cambio social y la democratizacin de la sociedad del conocimiento llevarn a institucionalizar el hacer comn de los sabe-res (los saberes colectivos) y a consolidar las organizaciones y sus con