Materia: Principios de Liderazgo II.

Catedrático: Lic. Tito Escalante.

Estudiante: Marlon Francisco Pérez Miranda.

Código: 0507-111-0865

Tarea: Informe sobre la Iglesia Confesante.

Ciclo 02 11 de Sep. 2015. CONTEXTO SOCIO POLITICO DE LA ALEMANIA DE LA DECADA DE LOS AÑOS 30. El escenario para la coyuntura que vive la iglesia alemana de la década previa a la segunda guerra mundial, marcó teológica e ideológicamente a los cristianos alemanes y posteriormente a los del mundo entero, los horrores de la guerra influyen a las iglesias en toda Europa y fue un hito de manera especial en aquellos que se opusieron al régimen nazi. En muchos países europeos los cristianos y judíos fueron perseguidos hasta la muerte, la moral y ética cristiana fueron confrontados por estas acciones nefastas, y claro está que fue un periodo de madurez alcanzado a través de la prueba y persecución, en este periodo surgen una serie de propuestas teológicas encaminadas a ofrecer una esperanza ante la crueldad de la guerra, los cristianos alemanes entran en un profundo proceso de fragmentación debido al aparecimiento de la emblemática figura del Führer. El Führer inicia una estrategia de dominación de gran envergadura, aunque concebía la filosofía de una especie de Neo-paganismo, ie. valoraba al cristianismo como tal, como un medio masivo de dominación de la sociedad, siempre que este cristianismo estuviera al servicio del tercer Reich. Es así como establece en 1932 la organización de los Cristianos Alemanes o Deutsche Christen, la cual será la iglesia oficial de los alemanes que estén bajo juramente del Führer, además impuso la unificación de 28 iglesias regionales en la Iglesia Evangélica Alemana bajo la directriz de un pastor nazi llamado Ludwig Müller. Una medida más audaz fue la de expulsar de toda la iglesia evangélica alemana a cualquier pastor o miembro que fuese o tuviese antepasados judíos, también excomulgaba a todos aquellos opositores al régimen nazi. El régimen nazi en su creciente poder, domino tanto las esferas sociales que los círculos eclesiales fueron usurpados también y es que aun en las elecciones y demás asuntos eclesiales influían de manera forzada y marcada, a tal punto que desde 1937 se impuso una política de abierta represión contra cualquier expresión eclesial que se opusiera al régimen nazi. Este es el panorama al cual se enfrenta nuestro celebre pastor, teólogo, filósofo y mártir Dietrich Bonhoeffer junto a un grupo selecto de líderes cristianos de su época, hablaremos que provoco esta vorágine de persecución sobre una iglesia que ante las dificultades y atropellos a los cuales fue sometida, trata y lucha por mantenerse unida bajo los ideales cristianos oponiéndose férreamente hasta el martirio.

LA IGLESIA CONFESANTE ALEMANA O LA BEKENNENDE KIRCHE. El inicio de la Iglesia Confesante alemana no fue un hecho fortuito, sino que surge de una serie de eventos políticos preponderantes, y es una organización de tenaz oposición al Nacional socialismo y sus políticas de adhesión de las iglesias al régimen de facto, y se realiza en 1934, durante esta década, D.B. hace un viaje a Norteamérica donde tuvo una experiencia diferente al cristianismo vivido en Europa. Esta experiencia es vital en la praxis pastoral de D.B. y revela el amor de Dios hacia la humanidad donde todos los grupos étnicos también adoran al Creador de los cielos y la tierra, es así que regresa a Alemania para encabezar un seminario ilegal para pastores de la Iglesia Confesante, en Finkenwalde, Pomerania hoy Szczecin, Polonia sobre el río Oder, nace una idea más clara sobre una especie de ecumenismo basado en los valores del reino, aquí también donde recibe el apoyo incondicional de la condesa Ruth von Kleist Retzow, allí conoció a Maria von Wedemeyer que sería su prometida, esta era nieta de la Condesa, regresó a los Estados Unidos brevemente y retornó a Alemania en uno de los últimos barcos que hicieron la travesía antes del comienzo de las hostilidades. Nuestro celebre D. B. aparece en la Universidad de Berlín donde enseñó Teología y escribió varios libros, fue un acérrimo opositor al nazismo y a la claudicación de las iglesias alemanas frente a Hitler, se vio implicado, junto con Karl Barth, Martin Niemöller y otros, en el establecimiento de la Bekennende Kirche, Iglesia Confesante o Iglesia de la Confesión, de teología luterana pero no oficial. En abril de 1933, en una conferencia ante los pastores berlineses, Bonhoeffer insistió en que la resistencia política se hacía imprescindible, entre finales de 1933 y 1935 sirvió como pastor de dos iglesias germanófonas protestantes en Londres. Durante toda la vorágine de persecución, la Gestapo clausuró el seminario en 1937 y le prohibió predicar, enseñar y finalmente hablar en público. El seminario funcionó entonces en el estadio von Blumenthal de Gross Schlönwitz, pero fue nuevamente cerrado al estallar la guerra. La resistencia, con la que colaboraba Bonhoeffer, era activa desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Durante este período, Bonhoeffer mantuvo estrechos contactos con Carl Friedrich Goerdeler y trabajó mano a mano con numerosos opositores a Hitler. En 1939 se unió a un grupo clandestino de la resistencia, que incluía militares de alto rango con base en Abwehr, la Oficina de Inteligencia Militar, quienes, encabezados por el almirante Wilhelm Canaris, querían derrocar el régimen nacional-socialista de Hitler. Durante la Segunda Guerra Mundial, Bonhoeffer desempeñó un papel clave de acaudillamiento en la Iglesia de la Confesión, que se oponía a las políticas antisemitas de Hitler, estaba entre aquellos que apelaban a la abierta resistencia de la Iglesia al tratamiento que Hitler daba a los judíos, aunque la Iglesia de la Confesión no era grande, representaba un foco considerable de oposición cristiana al régimen nazi en Alemania.

A inicios del año 1934, Hitler celebro una reunión con el líder oficial de los cristianos alemanes el pastor nazi Müller sus adversarios religiosos como Niemöller y otros pastores opositores al pastor nazi, en esta reunión, el Führer señala a Niemöller como instigador y traidor del tercer Reich, desplazándole a un último plano del accionar socio-político-religioso alemán, pasando el poder u carisma autoritativo a los cristianos alemanes. En esta coyuntura aprovechan para reintroducir el Párrafo Ario alejando así a todos aquellos que pensaban que el bautismo le daría la pertenencia a la Iglesia en condición de igualdad al margen del origen étnico de cada persona. En 1934 la Liga de Emergencia se había convertido en la Iglesia Confesante que agrupaba a una red de 5000 a 7000 pastores de igual objetivo, que celebra el famoso sínodo en Barmen, aquí entra en escena el teólogo suizo reformado Karl Barth, que para esa época dictaba catedra en Bonn, escribiendo la declaración de Barmen que definió las respectivas esferas de Iglesia y el Estado, rechazando la pretensión de que el Estado debería ser el único orden y totalitario de la vida humana, el articulo 5 decía: Rechazamos la falsa doctrina de que el Estado, además y por encima de su misión, debería y podrá convertirse en el orden único y totalitario de la vida humana, cumpliendo así la vocación de la Iglesia. Rechazamos la falsa doctrina de que la iglesia, además y por encima de su misión especial, podría y debería apropiarse de las características, las tareas y la dignidad del Estado, convirtiéndose así en órgano del mismo.

Es este personaje significativo para este movimiento de la Iglesia Confesante: Barth interviene en la lucha de la Iglesia frente al nazismo, el Kirchenkampf.

A partir de 1931 Barth tendrá que enfrentarse a nuevas y difíciles decisiones, será sobre todo en el Kirchenkampf, la denodada lucha en pro de la libertad de la Iglesia frente al nazismo hitleriano, donde Barth tendrá ocasión de demostrar la autenticidad de su postura, su existencia teológica hoy. En 1933 la Iglesia luterana alemana se declara en favor del estado hitleriano, iniciando así el movimiento de los Cristianos alemanes, como ya dije anteriormente, una de cuyas tesis centrales era que la palabra de Dios se nos transmite no sólo por la Escritura sino también a través de los acontecimientos: de la vocación histórica del pueblo alemán. Nada más opuesto a la postura de K. Barth, bajo cuya inspiración las Iglesias de la resistencia redactarán en el Sínodo de Barmen, la Declaración de Barmen, 31 de mayo de 1934, que en su art. 11 reafirma a Cristo como única palabra de Dios frente al Estado y a toda vocación histórica de un pueblo. El 25 de junio de 1933, publica Barth un escrito: Existencia teológica hoy, que fue el toque de clarín que suscitó el movimiento de la Iglesia confesante (Bekennende Kirche), cuya dirección asumió el propio Barth, y en la que tuvieron protagonismo figuras como D. Bonhoeffer. Este valiente gesto de fidelidad a Cristo por encima de toda otra instancia humana, condujo a la expulsión de Barth de la Alemania nazi, en noviembre de 1934 se niega a prestar juramento de fidelidad al Führer, lo que originó un proceso que desembocó en la destitución de su cátedra en Bonn, poco después era prohibida en Alemania la lectura de sus escritos.

En junio de 1935 Barth era incorporado como profesor por la Universidad de Basilea, su ciudad natal, donde tendría como compañeros de cátedra a K.L. Schmidt y O. Cullmann y donde permanecería hasta el final de su labor docente. Cabe resaltar el coraje y determinación de estos líderes, y es que pese a las dificultades también se realizaron una serie de Sínodos para afirmar su postura político-teológica frente al régimen nazi: el Sínodo de Dahlem Octubre de 1934, de Bad Oeynhausen Febrero de 1936 y la confesión de Stuttgart Octubre de 1945. Así pues, la Iglesia Protestante que sobrevive a la guerra es convocada por la Iglesia Confesante para realizar una Confesión de Culpa, entre algunas figuras están Hans Christian Asmussen, Otto Dibelius y Martin Niemöller, y declaran: “Con gran dolor decimos: mal infinito fue llevado por nosotros a muchos países y pueblos”

Esta declaración expresa el hecho de un nuevo inicio en la Iglesia Evangélica Alemana de paz, armonía y justicia, a partir de entonces la Iglesia Confesante considero cumplido su rol provisional y crea y establece una Iglesia Cristiana de Alemania de la Postguerra. Lo que vivió el cristianismo en esta coyuntura que hemos citado puede repetirse cuando el fanatismo político e ideológico suprime la verdadera libertad que nos ofrece el Señor Jesucristo, el objeto de la gracia del Señor no radica en un mero proceso de sacralización de las instituciones políticas, o pretender que un “mesías” político dará la solución al problema que vive el mundo entero, será necesario que los cristianos revisemos la vida testimonial de una iglesia que se compromete con la verdad, que se compromete con el Dios de la vida , donde el principio divino prevalezca por y sobre el deseo del hombre. “La Iglesia permanecía muda, cuando tenía que haber gritado... La Iglesia reconoce haber sido testigo del abuso de la violencia brutal, del sufrimiento físico y psíquico de un sin fin de inocentes, de la opresión, el odio y el homicidio, sin haber alzado su voz por ellos, sin haber encontrado los medios de acudir en su ayuda. Es culpable de las vidas de los hermanos más débiles e indefensos de

Jesucristo" Dietrich Bonhoeffer.

BIBLIOGRAFIA: Metaxas, Eric. (2012) BONHOEFFER, Pastor, mártir, profeta, espia. Editorial Grupo Nelson, Nashville Tennessee, Estados Unidos de Norteamérica. Burleigh, Michael (2006). CAUSAS SAGRADAS, Religión y política en Europa, de la primera guerra mundial al terrorismo islamista. Ed. Taurus historia. Traducción al castellano de Jose Manuel Álvarez Flores, consultado de la web de https://play.google.com/books/reader?id. Bonhoeffer, Dietrich. (2000) ÉTICA. Editorial Trotta, Madrid. Barth, Karl. (2002). CARTA A LOS ROMANOS. Biblioteca de Autores Cristianos. España. Comby, Jean (2014) LA HISTORIA DE LA IGLESIA, para leer, desde los orígenes hasta el Siglo XXI. Editorial Verbo Divino. Navarra, España.