Alfa OmegaNº 476/8-XII-2005 SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN EDIC. NACIONAL

Ilustración:Los mitos

de la Historia

Ilustración:Los mitos

de la Historia

Etapa II - Número 476Edición Nacional

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...y además8 La foto9 Criterios10 Cartas11 Ver, oír y contarlo

Aquí y ahora12 Goya y la «Inmaculada».13 El cardenal Rouco Varela,

arzobispo de Madrid, en los 40 años del Concilio: Ayudó a reconciliar España

Iglesia en Madrid12 En la actual encrucijada

hay problemas y esperanzas.13 La voz del cardenal arzobispo14 Testimonio15 El Día del Señor16-17 Raíces

Exposición en Toledo: Una gran señal apareció en el cielo...

18 EspañaEscribe don Alfredo Mayorga:

El Estado y la situación del sistema educativo

Mundo20 150 aniversario de la proclamación

del dogma de la Inmaculada:Una fiesta de imperecedera memoria.

21 El relativismo, contra la libertad religiosa

22-23 La vida24-25 El pequealfa

Desde la fe28 Dom Anselmo Navarrete,

abad del Valle de los Caídos: Aquí no hubo lugar para la discriminación.

29 Libros.30 Televisión.31 No es verdad.32 Contraportada

SUMARIOΩΩAA

¿Quién quiere esta herencia?Libres y verdaderos.1968: el segundo iluminismo

3-73-7

19

26/2726/27

Entrevista al cardenal Rouco Varela, en el décimoaniversariode Alfa y Omega:

«En la comunicaciónse juega, en gran medida, la transmisión de la fe»

19

En el XL aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II:

La Iglesia es el rostro de Cristo

Entrevista a monseñor Gerhard LudwigMüller, obispo de Ratisbona:Alemania vuelve a la Iglesia

Los cambios en las sociedades se van in-troduciendo poco a poco, pero al finalconstituyen un ambiente que lo im-

pregna todo de fuera a adentro: de las másepidérmicas manifestaciones de organiza-ción social, hasta la manera de pensar y deactuar cotidianos de cada persona en con-creto. Hoy nadie puede dudar de que Occi-dente es heredero de los cambios que intro-dujo la Ilustración; sus postulados han nu-trido a la Historia de páginas de progreso,pero también de escenas vergonzantes. LaÉpoca de las Luces ha dejado un rastro quese puede seguir hasta nuestros días, y queafecta inevitablemente a la vida de Pablo yde cada uno de nosotros. Concebida por loshombres con la sana intención de salvar yliberar a los hombres, contiene también mu-chos pasos en falso, entre los que se puedencitar los siguientes:

Libertad, igualdad, fraternidad. Es ellema ilustrado por excelencia. En principio,no provoca ninguna objeción espontánea,ya que expresa deseos universales –¿de dón-de lo sacaron los ilustrados sino de la Iglesiacatólica (universal)?– Sin el cristianismoson términos impensables, pero igualmen-te pierden toda su verdad desgajados de laexperiencia cristiana que los sustenta. Motorideológico de la Revolución Francesa, losacontecimientos que siguieron después enel país vecino lo pusieron bien en eviden-cia, mostrando que no hubo demasiado in-terés por llevar este eslogan a la práctica: laguillotina y las purgas de aquellos años sontodo lo contrario a la idea que uno pueda te-ner sobre la fraternidad. Al final, la frater-nidad se mostró sólo entre iguales con uninterés común; y la libertad fue una conce-sión sólo para los que pensaban de la mismamanera que los revolucionarios. Muchas ca-bezas cortadas son testigos de ello.

No hay que olvidar que, desde que estallóla Revolución Francesa, en 1789, con la bie-nintencionada Declaración de los Derechosdel Hombre, formulada por la AsambleaConstituyente en París, hasta el apogeo, en1793, del régimen que ha pasado a las pági-nas de la Historia como el Terror, sólo pa-saron cuatro años. Escribe el cardenal Gia-

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Los mitos de la Ilustración, hoy

¿Quién quiere esta herencia?Pablo tiene 18 años y la mochila cargada de incertidumbres. Ante él, el futuro se presenta como una incógnita, y la vida

como un regalo sin instrucciones. Ve la televisión con extrañeza cuando programan algún documental o una serieambientados en la Transición, en la que aparecen ideales de juventud y hazañas en la lucha por las libertades. Para él, todo

eso queda muy lejos. En la escuela insistieron mucho en inculcarle valores como la tolerancia o la libertad, aunque no sabe muy bien cómo se concilia eso con su vida cotidiana; se siente libre, pero no sabe para qué. A su alrededor

se mueve un mundo fragmentado, y caótico a veces, que le invita a consumir, a disfrutar al límite, a pasar la vida sin pensar,a concebir su futura vida laboral sólo en términos económicos –elige la profesión que te dé más dinero; la vida hay que

ganársela–. Al mismo tiempo, ve en los medios de comunicación cómo cada cual defiende una actitud, en el tema que sea,y nadie parece tener razón; es más, todos parecen tener lo que llaman su verdad. Junto a ello, rostros más o menos

conocidos muestran ante las cámaras cómo se dejan llevar –de un lado a otro, de una pareja a otra– por sus sentimientos y emociones. Nada parece ser estable. En la soledad de su habitación, tumbado en la cama y mirando al techo, Pablo

se encuentra aturdido. Ya no se trata tan sólo de su futuro profesional, sino de su vida entera. De alguna manera, sospechaque su existencia –y la de tantos otros a su alrededor– está siendo urdida con hilos muy débiles. Pablo desconoce

que muchos de esos hilos nacieron en el llamado Siglo de las Luces, cuyas consecuencias presentan indudables claroscuros

como Biffi en su último libro, Pinocho, Pep-pone, el Anticristo y otras divagaciones: «Ladifusa tendencia a ver la Revolución Francesacomo un evento todo luminoso y positivo,sin hombre y sin pecado, conforma una pers-pectiva risible. Sin embargo, esta visión ha si-do cotidianamente impuesta en la escuela yen la divulgación corriente, a pesar de las re-visiones científicas que demuestran lo con-trario. No es lícito ignorar que, con el geno-cidio, el regicidio y el terror, se aplicó porprimera vez el principio de que es legítimo –yhasta un deber– suprimir a los inocentes pa-ra llevar a la práctica un programa de pre-tensiones tenidas por indiscutibles, y pararealizar la imposición de una ideología. Loque sucedió en 1793 fue el precedente de lossanguinarios acontecimientos que marcaronel siglo XX en nombre de un absurdo ideal dejusticia, o de una aberrante exaltación de unanación o una raza, o de un egoísmo en-mascarado de comprensión civil (como su-cede en las actuales legislaciones contra lavida). Lo que sucedió en 1793 fue el primerimpulso y legitimación de los grandes cri-minales de nuestro tiempo, como Lenin, Hi-tler, Stalin, y todos sus imitadores». Más dedoscientos años después, las noticias quepueblan los telediarios de todo el mundo

muestran que la realidad va muy por delan-te de los ideales –así, en abstracto– de her-mandad e igualdad.

Quizá la clave está en que este lema de-ja de lado una de las grandes inclinacionesdel ser humano: el deseo de verdad. Parececomo si los postulados de la RevoluciónFrancesa naciesen ya mutilados: Libertad,¿para qué? Igualdad, ¿en qué somos igua-les? Fraternidad, ¿en torno a qué? Todasellas parecen reclamar algo que las aglutiney les dé forma; y ese algo debe ser eterno einamovible; de lo contrario, la libertad de-viene en libertinaje; la igualdad, en secta-rismo; y la fraternidad, en egoísmo. Ese al-go es la verdad.

En estos tiempos de consenso cambiante,corren malos tiempos para la verdad. Algu-nos se permiten incluso el lujo de quitarletodo su valor. Recientemente, el Presidentedel Gobierno, don José Luis Rodríguez Za-patero, afirmaba: «No es la verdad la quenos hace libres, sino la libertad la que noshace verdaderos». En la obsesión febril porreescribir la Historia –la guerra civil espa-ñola, por ejemplo, repasada cada semana alantojo de los dominicales y libros por fas-cículos– que define a los neoilustrados, lafrase del Presidente expresa una carenciatotal de rigor de pensamiento. Uno es librecuando conoce el sentido de su vida y sabepara qué vive; a partir de ahí, podrá hacerlo que quiera, que todo lo que haga estaráen el buen camino. Es como aquel que sabeque las normas de circulación están bien he-chas y pensadas; conociéndolas, podrá ir se-guro adonde quiera. Sin embargo, el que po-ne por delante su libertad de conducir co-mo le plazca, por encima del sentido de laconducción, no hará otra cosa que poner enpeligro no sólo su vida, sino también la delos demás. Si lo mejor es enemigo de lo bue-no, la utopía es enemiga de la realidad.

Otra de las falacias acerca de la libertady la igualdad es la tolerancia a toda costa yel multiculturalismo: Si todos somos igua-les, todas las culturas son iguales y todas

valen lo mismo; por eso, hay que dejar alos demás vivir en paz con sus conviccio-nes, da igual las que sean. Los disturbiosrecientes en Francia y en varias ciudadeseuropeas son consecuencia de este mito taninocente, como también lo son el 11-M, el11-S y todos los atentados de los fanáticos is-lamistas en el mundo. Apelar a la pobrezay la marginación es apartar la mirada delverdadero problema: una Europa que no tie-ne nada que ofrecer a los que vienen de fue-ra, que no tiene ninguna identidad –y la quetiene, el cristianismo, la persigue a muer-te–. El todo vale llevado a su máxima ex-presión, la libertad mal entendida, sólo lle-va a la ruina.

Sapere aude (Atrévete a pensar). La En-ciclopedia define al filósofo como aquelque, «pisoteando todo prejuicio, tradición,consenso universal, autoridad –en una pa-labra, todo lo que esclaviza a la mayoría delas mentes–, se atreve a pensar por sí mis-mo». Y en un texto escrito en 1784, el filó-sofo Emmanuel Kant afirmaba: «La ilustra-ción es la liberación del hombre de su cul-pable incapacidad. La incapacidad significala imposibilidad de servirse de su inteligen-cia sin la guía de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten elvalor de servirte de tu propia razón!: he aquíel lema de la ilustración». Esta actitud fuellevada hasta su extremo más violento en lasustitución de las imágenes de los santos dela catedral de Notre Dame, en París, por unaestatua que representaba a la diosa Razón.

Es cierto que nadie puede sostener hoyque el hombre debe seguir a pies juntillasuna norma cualquiera, de forma acrítica. Endefinitiva, se trata de una cuestión de con-fianza; cada persona debe ser introducidaen la realidad por alguien. Un niño debe re-cibir de sus mayores las instrucciones ne-cesarias para vivir. Nadie es autosuficientedesde los 0 años. En este punto, la libertadabsoluta, sin lazos de ningún tipo, no es nin-gún valor, sino un obstáculo que imposibilitala vida. Lo mismo que sucede con los as-pectos más básicos, como buscar comida,refugio, calor y abrigo, ocurre con las cues-tiones que suponen un empeño mayor de laesencia del ser humano –la razón y la liber-tad–, y que constituyen el campo de la éticay la moral. Ningún niño se atreve a pensarpor sí mismo –ni se lo plantea, ¿acaso novive, ¡y aprende!, antes de llegar al uso de larazón?–, ni siquiera al llegar a la edad en laque está comenzando a manejar los rudi-mentos de la razón; el niño confía y tomaen cuenta a sus padres a la hora de tomarsus primeras decisiones libres. Y, al mismotiempo que actúa –es decir, que lleva la prác-tica las normas morales–, va verificando labondad de esas normas heredadas. Así, com-prueba que, cruzando la calle tal como lehan enseñado sus padres, llega a la otra ace-ra con éxito y de forma segura.

De la misma manera, el adulto no puedeacatar todo lo que le viene de afuera sin ve-rificarlo, como si fuera una especie de ro-bot, sin voluntad ni libertad para tomar suspropias decisiones; pero tampoco puede ha-cer borrón y cuenta nueva, porque entoncesse encontraría solo, perdido como un niñosin padres; además, más tarde o más tem-prano, ya que la anarquía absoluta es impo-sible, alguien tendría que proponer su propiaopinión a la hora de tomar decisiones im-portantes para el resto de la sociedad, y de

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1794: decapitación del rey Luis XVI.Arriba, La libertadguiando al pueblo, de Eugene Delacroix.

este modo una tradición se vería sustituidapor otra tradición distinta. Así las cosas, al-guien podría concluir que pensar por sí mis-mo es, en realidad, imposible, pues siempresomos herederos de algo; a lo largo de la vi-da, cada uno va eligiendo y verificando sutradición, aunque a veces el método ensa-yo-error traiga consecuencias dramáticas.

Además de todo ello, uno de los riesgosde seguir exclusivamente aquello que dictala propia conciencia es que, para actuar bien,la razón necesita estar bien formada y ex-perimentada. Debido a ello, a la hora de ac-tuar, muchos, en lugar de razonar, se guíanpor el yo siento (emotivismo); lo que másútil me sea (utilitarismo); o lo que más meguste (hedonismo), acentuando aún más elactual relativismo demoledor, que deja alhombre a su propio capricho, huérfano dereferentes y completamente perdido.

En definitiva, la mejor forma de pensarpor sí mismo es empezar tomando en cuen-ta la propia tradición y verificándola, paramejorarla si es necesario, pero teniendo encuenta que dilapidar, en nombre de cual-quier prejuicio, lo que siglos de Historia handado como bueno para los hombres, consti-tuye un letal ejercicio de irresponsabilidad.

El hombre es bueno por naturaleza. Laidea es de Rousseau, y ha sido acogida conentusiasmo por la postmodernidad. Lo ex-plica André Frossard en su libro Preguntassobre el hombre: «Rousseau afirmó que elhombre es bueno por naturaleza y que es lasociedad la que lo ha corrompido. Del mis-mo modo, sus instituciones políticas lo des-naturalizan, empujándole ora a la hipocresía,ora a la rebelión y, por consiguiente, hacia lamentira y la violencia. Un modo de vida másacorde con la naturaleza haría aparecer subondad, que unas sanas instituciones políti-cas sin coacciones acrecentarían aún más,en lugar de reprimirlas. Es la religión, y enparticular la doctrina del pecado original, laque habría persuadido a los hombres de quesu naturaleza estaba viciada y de que la úni-ca finalidad de las leyes es castigarlos –fu-nesto pensamiento éste, puesto que la coer-ción no genera nunca más que temor y re-beldía–. Sin embargo, si el hombre es buenopor naturaleza, le bastaría dar rienda sueltaa todos sus instintos para ser perfecto, loque nadie se ha atrevido jamás a sostener.Como de costumbre, Rousseau utiliza la ra-zón y la sinrazón mitad por mitad. El hom-bre no es ni bueno ni malo por naturaleza;por naturaleza es, simplemente, apto parael bien y para el mal. Convencerle de queno está corrompido, cuando lo está, aunquesea por la sociedad, supone despojarle delbuen uso de su conciencia y empequeñe-cerlo en lugar de procurarle grandeza».

En nuestros días, la visión del hombre na-vega entre el pesimismo absoluto de Hob-bes –El hombre es un lobo para el hombre–y el optimismo idealista de Rousseau. El pri-mero lleva al individualismo, la desconfian-za y la destrucción de la vida social; el se-gundo, a descalabros utópicos como el au-ge y caída del marxismo en los países delEste de Europa. En realidad, ambas actitudesrevelan un hombre abandonado a sus pro-pias fuerzas, cuando una antropología sana yrealista reconoce que el hombre es un serque necesita salir de sí mismo y mirar haciafuera para tener una vida lograda, sin que es-té irremediablemente pegada a los vaivenes

del día al día; y esta trascendencia, diríamos,horizontal lleva inmediatamente a la autén-tica trascendencia, a la búsqueda de Dios,Aquel que es el único que salva la vida y quele da sentido, que no nos deja huérfanos.

Algunas consecuencias

La Ilustración, que supuso una búsquedasincera de entender el mundo y una renova-da confianza en el hombre, en su intento deconstruir un mundo mejor constituyó un sis-tema de pensamiento y una forma de actuarque han perdurado hasta nuestros días, y hancalado en lo más hondo de nuestra vida per-sonal, familiar y social. Si para conocer aun hombre hay que saber cómo piensa, pa-ra conocer al hombre moderno hay que es-tudiar el caldo de cultivo en el que se ha de-sarrollado su pensamiento, y éste no ha sidootro que la Ilustración.

El denominador común del pensamientoilustrado es Yo soy independiente y autónomo,totalmente libre de todo. La consecuenciaprincipal de esta forma de pensar ha quedadobien patente en Occidente: el individualis-mo, el irreductible Yo, me, mí, conmigo, quelleva consigo el emotivismo, el utilitarismo,el hedonismo y el relativismo moral y de pen-samiento (Así es, si así os parece, utilizandoel título de una obra de Pirandello). Tambiéncabe aquí incluir la secularización, que tratade eliminar a Dios de la vida pública, paradesbancarlo también de los corazones, y quetambién intenta convertir a los seres humanosen robots sin alma –meros trabajadores, con-sumidores, o votantes–.

Todo ello empuja al individuo a la sole-dad; y, en términos sociales, a la desvincu-lación y a la fractura de lo común. La pri-mera institución que lo sufre es la familia,que se está convirtiendo cada vez más en unlugar meramente físico, en la casa dondeuno llega a dormir después de pasar todo eldía trabajando, en un ámbito sin comunica-ción. Las relaciones sociales también se venafectadas: hombres y mujeres solos, con me-

nos ataduras y responsabilidades, lo que dauna falsa imagen de libertad; consumidoresde ocio y de cualquier producto, y a la pos-tre crecientemente incapaces –alienados–de pensar por sí mismos. Aquel utópico Atré-vete a pensar ya se ve dónde termina. Y, enun ámbito mayor, a nadie puede sorprenderel resurgimiento de los nacionalismos al queestamos asistiendo; perdido cualquier tipode vínculo, sólo queda acentuar lo que nosdiferencia; separarnos, en lugar de unirnospara enriquecernos.

Hace falta, sencillamente, recuperar lasraíces, sin las cuales los sueños de la Ilus-tración, como frutos lógicamentes podridos,devienen en el nihilismo hoy dominante en elmundo. Y recuperar las raíces es poner alhombre en el lugar que le corresponde –en elque fue puesto por Dios–, no como un súb-dito o un esclavo, sino como señor de laCreación, que eso es ser criatura de Aquelque llama a cada uno a la existencia. La gran-deza del hombre aumenta cuando no se leengaña con una falsa y exagerada imagen desí mismo, sino cuando se reconoce su pe-queñez ante el misterio de la vida y de lamuerte, de la misión de cada uno sobre latierra, del asombro de lo cotidiano y lo ex-traordinario. Lo sublime del hombre crececuando el Yo soy se une al Yo soy porque Túeres. Hace falta ilustrar a los hombres en sucapacidad para vivir una vida única, queridapor Aquel que le ha dado la vida. Hace faltaque alguien le diga a Pablo, el joven con elque empezaron estas líneas–, que la vida noestá perdida, que es libre para construir suexistencia con fundamentos sólidos, que susdías no son un Todo fluye, una sucesión de ru-tinas sin sentido ni fin. Hace falta que al-guien le diga a Pablo que la alegría, la grati-ficación del esfuerzo, la luz de la razón, elentusiasmo, la libertad y la bondad son lasherramientas de un destino único. Hace fal-ta que Pablo sepa que la felicidad está al al-cance de la mano.

Juan Luis Vázquez

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Acabamos de comprobar que más dela mitad de los estudiantes de nues-tros colegios no han pisado jamás sus

bibliotecas. Y un cantante de moda acabade declarar en una entre-vista, sin el menor rubory aun con jocosa sufi-ciencia: «Nunca he leídoun libro en mi vida». Ne-cesitamos armarnos derecursos críticos frente alcurso de los aconteci-mientos, y dejar de leerno puede ser el mejor ca-mino. El discurso políti-co está lleno de manipu-laciones y tergiversacio-nes sonrojantes. Aun de-jando de lado su eventualamparo de la corrupción,tiende a buscar más lavenganza y el éxito fácilque la justicia y el bien.Ve en la pregunta de Pi-latos: ¿Y qué es la ver-

dad? un argumento exculpatorio para elu-dir responsabilidades. Y no deja de agredir-nos con abrumadores simplismos. Recurre al

insulto a la inteligencia. Demuestra un ci-nismo impensable. Emplea un lenguaje vi-ciado, basado en las dobles mentiras queconstituyen las medias verdades. Y no siem-pre se arruga ante nuestro escándalo; a veceslo provoca a conciencia para salir paradóji-camente fortalecido con él. Tal es la lógicade mucha de la publicidad que nos acosa; ytambién la de la prensa rosa y los subpro-ductos de la televisión, esos mismos que amenudo condena con irritación quien losconsume con avidez.

Hace algunas semanas, sin ir más lejos, elPresidente del Gobierno nos sorprendía conuna reflexión de esas que no admiten quese las pase por alto. Quiso ofrecer un titu-lar a la prensa y un horizonte programáticoa la ciudadanía, con su habitual resabio desuficiencia moral. Y vino a decir que, fren-te a la vieja idea de que la verdad os hará li-bres, hay que afirmar que, en realidad, «la li-bertad nos hace más verdaderos».

Ya es significativa nuestra volubilidadante las frases grandilocuentes, así como lamedida en que nos dejamos arrastrar porellas y dependemos de un dinamismo socialque funciona al compás de sus impulsos sin-copados. El hecho obliga a valorar a fondo

el papel de los medios de comunicación.Precisamente, resulta también revelador elcarácter reactivo y a la contra de buena par-te de sus mensajes. Y vale la pena fijarse encómo nuestros líderes políticos se están con-virtiendo en predicadores.

Con todo, no cabe obviar la absoluta fal-ta de sensibilidad y delicadeza del enuncia-do. La acusa el tono de su formulación, suexpresa ambición respondona y la especia-lísima naturaleza de su referente: la célebremáxima proclamada por Jesucristo en losevangelios. Sorprende, por infinitos moti-vos, el increíble mal gusto de quien la citapara trivializarla con un comentario fugaz.No obstante, sorprende aún más la groserasuperficialidad de su contenido. Resulta tanevidente que la libertad sólo es posible siexiste la información, y que quien se creelibre pero está engañado no puede serlo, quehasta parece bochornoso tomarse la tesis enserio para contestarla.

De entrada, podría equivocarse al iden-tificar a sus enemigos. Fue Stalin quien pro-clamó: «¿Libertad, para qué?»; y lo hizomientras prohibía a sangre y fuego la reli-gión. Se intuye desde luego lo que Zapateroquería resaltar: no es posible negar el valorde la autenticidad de las conductas, ni que lalibertad sea una condición insoslayable pa-ra toda construcción de verdad en la sociedady en nosotros mismos; y hay que denunciarlos abusos sobre la libertad promovidos ennombre de la verdad a lo largo de la Historia.Pero el problema está en la contraposicióndinámica de los términos del binomio de li-bertad y verdad, que no es sino la que esosmismos abusos reflejan. El error estaría en supresentación disyuntiva, dialéctica, en el an-tagonismo radical que proyecta sobre susrelaciones quien las enfrenta combativa-mente.

Hay que extremar el cuidado con este ti-po de expresiones. Pueden cimentar equí-vocos de trascendencia determinante. Ca-bría mirar, por ejemplo, a la relación entre laeducación y la dignidad personal, correla-tivas de la libertad real. Su observación re-mite a un esmerado equilibrio: lleva a em-peñarse en el acceso a la lucidez de quienhace lo que quiere, en tanto, a la vez, sabe loque le conviene. Al igual que uno es másuno mismo cuanto más libre es, uno es másuno mismo cuanto más sabe o está más for-mado, cuando su preparación crítica es máscompleta.

El pensamiento ilustrado es, pues, algoque echamos en falta. Asistimos a la susti-tución corriente de la verdad por el mero in-terés inmediato, casi siempre superficial yaparente; a la de lo sólido y riguroso por locómodo o fácil; y a la de lo correcto por loque se presume directamente rentable. Y nopodemos modelar nuestras biografías ninuestra historia social a base de puros mo-vimientos reactivos, a la luz de sus hipoté-ticas consecuencias a corto plazo. Lectura,reflexión y verdad componen para nosotrosla meta de la apuesta personal y colectivamás fecunda, una apuesta vital e inaplazable.

Juan M. Otxotorena

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Libres y verdaderosQuizá no podamos perdonar a la Ilustración los efectos de sus derivaciones destructivas:el racionalismo de vía estrecha y su fóbico anticlericalismo. Sin embargo, la cerradaapuesta por la verdad que le asociamos teóricamente mantiene su vigencia; y hasta suscita añoranza. Nos toca, sin duda, seguir lamentando nuestros déficits de racionalidad. Acaso vivimos instalados en la inercia de un ensalzamiento formulario del progreso en el conocimiento, nunca superado del todo a causa de nuestro incauto desdén. Escribe el profesor Otxotorena, de la Universidad de Navarra

Asistimos a la sustitución de la verdad por el mero interésinmediato; a la de lo sólido y riguroso, por lo cómodo o fácil; y a la de lo correcto,por lo que se presumedirectamente rentable

Si la primera Ilustración, la del sigloXVIII, desvinculó a la Humanidad deDios y de toda autoridad, y pretendió

hermanarla en torno a unos cuantos eslóga-nes –libertad, igualdad, fraternidad– y a unaconcepción del mundo del todo horizontal,la segunda Ilustración, nacida en la revolu-ción cultural de 1968, ha acabado por des-vincular a los hombres entre sí, hastiadosde los logros de la primera. 1789 consolidóel racionalismo, la independencia y el sa-pere aude; 1968 supuso un romance con unviejo amante: el marxismo, olvidando acon-tecimientos vergonzantes como los Gulag, elTelón de acero, Paracuellos, las masacresde Pol Pot…, en suma, pesadillas que su-ponen la negación de la libertad que la pri-mera Ilustración pretendía haber conquis-tado. En definitiva, es la pérdida de la li-bertad lo que ha conseguido este experi-mento de la Humanidad con el iluminismo ysus herederos –racionalismo, marxismo, co-munismo, relativismo ético e intelectual (miverdad, tu verdad)–, y ha dejado como fru-to un mundo sin consistencia, compuestode individualidades en lucha por su super-vivencia. Si la primera Ilustración supusoun segundo humanismo, pretendiendo elevaral hombre a cotas que no había conocido,la de 1968 ha traído consigo el derrumba-miento del mismo hombre.

En un reciente discurso del Papa Bene-dicto XVI, a los sacerdotes de la diócesis deAosta, afirmaba: «El mundo occidental esun mundo cansado de su propia cultura, queha llegado a un momento en el cual ya nose siente la necesidad de Dios, y mucho me-nos de Cristo, y en el cual, por consiguiente,parece que el hombre podría construirse así mismo. En este clima de un racionalismoque se cierra en sí mismo, que considera elmodelo de las ciencias como único modelode conocimiento, todo lo demás es subjetivo.Naturalmente, también la vida cristiana re-sulta una opción subjetiva y, por ello, arbi-traria; ya no es el camino de la vida. Asípues, como es obvio, resulta difícil creer.Después de la gran crisis de esta lucha cul-tural que estalló en 1968, donde realmenteparecía que había pasado la época históricadel cristianismo, vemos que las promesasdel 68 no se han cumplido; y renace la con-vicción de que hay otro mundo; más com-plejo, porque exige estas transformacionesde nuestro corazón, pero más verdadero. En1968, muchos pensaban que el tiempo his-tórico de la Iglesia y de la fe ya había con-cluido, que se había entrado en una nuevaera, donde estas cosas se podrían estudiarcomo si fueran mitología clásica. Al con-trario, es preciso hacer comprender que lafe es de actualidad permanente y de gran ra-cionalidad. Por tanto, una afirmación inte-lectual en la que se comprende también labelleza y la estructura orgánica de la fe».

Ya en el prólogo a su esclarecedor libroIntroducción al cristianismo, el hoy PapaBenedicto XVI afirmaba: «El año 1968 es-tá ligado al surgimiento de una nueva gene-

ración, que no sólo consideró inadecuada,llena de injusticia, de egoísmo y afán de po-sesión, la obra de reconstrucción tras la se-gunda guerra mundial, sino que concibió to-da la evolución de la Historia, comenzandopor la época del triunfo del cristianismo, co-mo un error y un fracaso. Queriendo mejo-rar la Historia, crear un mundo de libertad,de igualdad y de justicia, estos jóvenes cre-yeron que habían encontrado el mejor ca-mino en la gran corriente del pensamientomarxista.

El año 1989 asistió al sorprendente de-rrumbe de los regímenes socialistas en Eu-ropa, que dejaron tras de sí una triste huella detierras y almas destruidas. La doctrina de sal-vación marxista, en definitiva, había nacido ensus numerosas versiones articuladas de dife-rentes maneras, como una visión única y cien-tífica del mundo, acompañada por una moti-

vación ética y capaz de acompañar a la Hu-manidad en el futuro. Así se explica su difíciladiós, incluso después del trauma de 1989.Para alcanzar estos nobles objetivos, se pen-só en que había que renunciar a los princi-pios éticos y que se podía utilizar el terrorcomo instrumento del bien. En el momento enel que todos pudieron ver, aunque sólo fueraen su superficie, las ruinas provocadas en laHumanidad por esta idea, la gente prefiriórefugiarse en la vida pragmática y profesarpúblicamente el desprecio por la ética».

La única esperanza que queda es ver to-do esto con optimismo, como quien ve unjoven que ha salido a ver mundo y ha tenidomalas experiencias, y que luego vuelve acasa más sabio, para no cometer los mismoserrores.

J.L.V.

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1968: el segundo iluminismoEn un discurso a los sacerdotes de la diócesis de Aosta, en julio de este año, el Papa Benedicto XVI calificó

la mítica revolución de 1968 como el segundo iluminismo

Se nos hace creer que somos libres

Preguntada sobre si el movimiento estudiantil del 68 elevó a los jóvenes a la categoría de actoressociales, la teóloga y filósofa mexicana Lucía Herrerías afirmaba, en una entrevista a Zenit, que «el 68

fue una época de ideales, en que los jóvenes estaban convencidos de que podían alcanzarlos. Hoyestamos en una época de decepción, de pensar que los ideales no se pueden alcanzar, que no vale lapena luchar. Creo que, en general, el ambiente de la cultura actual es poco crítico, quizás porque haymucha manipulación por parte de los medios de comunicación, a través de las películas, a través de laliteratura que se divulga, a través de la música…, y muy sutilmente se van inculcando valores; porejemplo, una idea distinta de la familia, que lógicamente no es familia; una idea de la libertad que, másque libertad, es seguir lo que me nace, pero sin tener una responsabilidad. La sociedad capitalista-liberaltiene, justamente, ese arte: hacernos creer que somos libres cuando, en realidad, nos está diciendo cómonos tenemos que vestir, dónde tenemos que comprar, qué tenemos que comer, a dónde tenemos que ir».

LA FOTOΩΩ8

8-XII-2005AA

Tras haber re-cibido re-cientemente

en audiencia la vi-sita histórica delprimer Presidentede Israel que entraen el Vaticano, yhaber denunciado,en Audiencia Ge-neral, el holocaus-to judío como ver-güenza indelebleen la historia de laHumanidad, el Pa-pa Benedicto XVI,alemán de naci-miento, ha recibi-do también en au-diencia al Presi-dente palestinoMahmud Abbas,quien le ha invita-do a visitar Pales-tina y le ha entre-

gado el primer pasaporte de Belén. Denuncia así el Presidente palestinoel drama de Belén, convertida prácticamente en una ciudad cerrada alexterior casi permanentemente. Benedicto XVI ha denunciado tam-bién, estos días, la alarmante extensión del sida, a cuyas víctimas nadieatiende mejor que la Iglesia. En las fotos, el Santo Padre con el Presidentepalestino, y dos entrañables momentos de la más reciente audiencia delos miércoles, en la que reflexionó sobre la plaga del sida.

El Papa, invitado a Palestina

l creador de Don Peppone, Guareschi, «ama, inves-tiga y, en cada página, persigue lo que es real. Y és-ta, a buen entendedor, es la razón de su objetiva, in-trínseca y casi involuntaria religiosidad: porque –nodebemos olvidarlo nunca, a pesar de la alergia de lacultura dominante–, entre todas las realidades, lamás real es Dios, Cristo, en Quien –nos revela san Pa-blo– todas las cosas tienen su consistencia». Así es-cribe el cardenal Biffi, arzobispo emérito de Bolo-nia, en su último libro Pinocho, Peppone, el Anti-

cristo y otras divagaciones, y esdifícil superar tan certero diag-nóstico de quien, precisamente porestar lleno de sentido común, re-tiene la fe en Jesucristo como loúnico realmente indispensable enla vida, de tal modo que nunca co-metería la torpeza de los ilustra-dos, ciertamente mortal –en el sen-tido más real del término–, de es-perar los frutos rechazando, pre-cisamente, al único árbol que losproduce. La altisonante proclama-ción de libertad, igualdad y fra-ternidad, espléndidos frutos del

hecho cristiano, no puede por menos que convertirseen la más ciega necedad en labios de quienes, al mis-mo tiempo, denigran a Cristo y adoran, en su lugar, auna razón que, al endiosarla, no pueden dejarla másmaltrecha.

La hoy dominante locura de la dictadura del re-lativismo, el superhombre de Nietzsche reducido alnihilismo más total, que es la nada de bien alguno, esdecir, la más atroz crueldad que ha marcado la historiadel último siglo, con las cámaras de gas del nazismoy los gulag soviéticos, redivivos, por un lado, en los11-S y 11-M con que se ha iniciado el siglo XXI, y,por otro, en el intento de destrucción –¡disfrazadode progreso y pretendiendo condenar los campos deexterminio y el terrorismo citados!– de los que hoy es-torban, primero los aún no nacidos, luego los ancia-nos y, entre medias, toda verdad, todo bien y todabelleza, ¿qué es, sino la podredumbre de unos fru-tos que ya no tienen raíz? Al final, por mucho que sehable de libertad, todo son cadenas sin la Verdad; co-mo todo es enfrentamiento e insolidaridad, que ge-neran toda clase de violencias, aunque traten de ves-tirse de igualdad y de fraternidad, si no se reconoce,en todos y cada uno de los hombres, el Bien absolu-to de su dignidad sagrada y la Belleza incomparablede su unidad, que precisamente se llama Iglesia, allídonde se hace visible la Realidad misma, es decir,Aquel que es la consistencia de todas las cosas. Poreso, precisamente, no ya dar la espalda a Jesucristo,sino impedirle entrar aunque sólo sea en el más mí-nimo rincón de la vida, termina por arruinarla toda en-tera. No caben situaciones intermedias. No existen. LaRealidad es una e indivisible.

Se dirá que ¡vaya exageración! Los hechos, sinembargo, no hacen más que confirmar que la máximaprueba de racionalidad, que la garantía de esos frutosde libertad, igualdad y fraternidad, para los que estáhecho todo corazón humano, únicamente está en esaRaíz portadora de vida, porque es la Vida misma –laVerdad, el Bien y la Belleza–, que se ha hecho carne,y habita entre nosotros. No son, desde luego, no pue-den ser las ideas, los principios o los valores, abs-tracciones en definitiva, lo que sostiene y salva la vi-da –¿cómo podrían hacerlo si son ellos los que ne-cesitan ser sostenidos?–, sino la concreción más ab-soluta, la más real de las realidades, que diría DonPeppone, el cual no hace elucubraciones, sino quehabla con su Cristo. ¿Acaso existe mayor realismoque apoyarse en el Único que lo sostiene todo? No envano la voz hebrea que en la Biblia define la fe–amén– significa literalmente estar apoyado. Poreso, el citado libro de Pinocho y Peppone no dudaen afirmar que «la alternativa a la fe no es nunca la ra-zón; la mayoría de las veces –añade– es la idolatría».Y los ídolos no pueden por menos que caer estrepi-tosamente.

Del laicismo, hijo de la Revolución Francesa, só-lo podía surgir un dios Estado que impone y dispone,y al ocupar el lugar de la fe, tratando de recluir ésta enla intimidad de la vida privada, ya vemos cómo de-genera en los más atroces totalitarismos; al igual quela tan exaltada por los ilustrados diosa Razón, ¿noha ido corrompiéndose hasta los mayores esperpen-tos? La alternativa, sin embargo, no puede estar enquienes quieren acabar con el totalitarismo y salvar losvalores, pero sin ir a la Raíz. Tales intentos –dice conagudeza el cardenal Biffi en su libro– son «revolu-ciones que, sustancialmente, dejan las cosas comoestaban antes, o peor, para emprender liberacionesque demasiado a menudo se resuelven en un cambiode esclavitud». Los personajes nacidos del genio cris-tiano de Collodi y de Guareschi, en cambio, muestranbien a las claras cómo la única revolución realmenteliberadora es, en definitiva, la comunión de la Iglesia,seres débiles como Pinocho o Peppone, pero gene-rados y sostenidos por Quien puede decir sin engaño:«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida».

CRITERIOS 8-XII-2005 ΩΩ9 AA

Posibledocumentosobre los niñosmuertos sin bautizar

Se puede esperar que, en untiempo razonablemente bre-

ve, el estudio emprendido por laComisión Teológica Internacio-nal tenga un resultado positivo,de cara a la eventual publica-ción de un documento sobre losniños fallecidos sin recibir elBautismo.

En el momento actual de rela-tivismo cultural y de pluralismoreligioso, el número de niños nobautizados aumenta considera-blemente. En esta situación, loscaminos para alcanzar la salva-ción parecen cada vez más com-plejos y problemáticos.

La Iglesia es consciente deque la salvación sólo se puedealcanzar en Cristo por medio delEspíritu. Pero no puede dejar dereflexionar, en cuanto madre ymaestra, sobre la suerte de loshombres creados a imagen deDios, y de manera particular delos más débiles y de quienes to-davía no tienen el uso de razón yde la libertad.

+ William Levada Prefecto de la Congregación

para la Doctrina de la Fe, en declaraciones a Radio Vaticano

Sobre este punto no hay unadefinición dogmática, no hay

una doctrina católica que seavinculante. Sabemos que, duran-te muchos siglos, se pensabaque estos niños iban al limbo,donde gozaban de una felicidadnatural, pero no tenían la visiónde Dios. A causa de los recientesdesarrollos no sólo teológicos,sino también del Magisterio, estacreencia hoy está en crisis. Para entender la cuestión hay tresclaves fundamentales: tenemosque comenzar por el hecho deque Dios quiere la salvación detodos y que no quiere excluir anadie; tenemos que fundamentar-nos en el hecho de que Cristo hamuerto por todos los hombres yde que la Iglesia es un sacramen-to universal de salvación, comoenseña el Concilio Vaticano II.

Luis LadariaSecretario General

de la Comisión TeológicaInternacional,

en declaraciones a Radio Vaticano

La Ilustración y Pinocho

EIlustración de Iassen Ghiuselev, en Las aventuras de Pinocho (ed. Juventud)

CARTASΩΩ10

8-XII-2005AA

Previsiones desmentidas

Cien mil eran los enlaces entre homosexuales previstos porla ley de matrimonios gays durante el primer año. Por

contraste, sólo 150 parejas se han acogido a esta norma,de las que habría que descontar las que ya han solicitado suseparación formal. Una cifra que deja en ridículo las previ-siones de esa gran demanda social que puso patas arriba amedia España. Ya se ve que las necesidades reales de la so-ciedad, expresadas mediante manifestaciones multitudina-rias, sólo existen para ser desatendidas. Gobernar para elpueblo pero sin el pueblo, ése es el lema de Zapatero, queregirá hasta el fin de su legislatura.

Eva NordbeckBarcelona

Defensa de la vida

Manifiesto mi apoyo a los europarlamentarios polacos yles felicito por su valentía al organizar en el Parla-

mento europeo la muestra sobre el derecho a la vida y los de-rechos de los niños. Ha sido una forma contundente de ha-cer reaccionar a los políticos europeos ante el drama delaborto en Europa, que crece de año en año de manera es-calofriante; y me indigna la forma en que fue clausurada lamuestra, porque acabar con la vida de un inocente, porcualquier motivo, nunca puede ser un derecho de nadie.Les animo a continuar siendo la voz de los que creemos enel valor sagrado de la vida humana desde el momento de suconcepción, y a hacer propuestas alternativas y reales enlas altas instituciones de la Unión Europea para detener es-

te holocausto silencioso, que, además, es el sufrimiento detantas madres a las que no se les concedió otra alternativaque el aborto.

Juan Jurado BallestaSevilla

Como sea...

No nos merecemos a este pobre hombre que nos go-bierna. El fracaso de la Cumbre de Barcelona ha sido

principal, o exclusivamente, fracaso suyo. Hemos hecho elridículo. Una Cumbre no se puede organizar si no se hacecon una preparación adecuada, buscando, al menos, si noun principio de acuerdo, sí una posible voluntad de llegar aél. No creo que se hayan frustrado muchas esperanzas, por-que ¿quién creía que se podrían aunar los criterios y las vo-luntades de judíos, palestinos, iraquíes y europeos en tornoal terrorismo? ¿Y quién esperaba que la abrumadora emi-gración de los países del tercer mundo no fuera esgrimido poréstos como una válvula de escape para la miseria en queviven, y, para los europeos, una carga a veces insoporta-ble?

La inoportuna –o más bien oportuna– circunstancia deque un micrófono estuviera abierto nos ha permitido laocasión de conocer, una vez más, la catadura de Zapate-ro. Hay que sacar el acuerdo como sea. El como sea ha sido,de siempre, su procedimiento: como sea hay que sacar ade-lante el Estatuto catalán. Como sea hay que sacar adelante laLOE. Como sea hay que negociar con ETA. Como sea hay queaprobar los matrimonios gays. Como sea hay que negociarcon camioneros, agricultores y mineros. Como sea hay queacabar con los privilegios de la Iglesia. Como sea hay que in-cordiar en el Vaticano. Como sea hay que mantenerse en elpoder. Supongo que alguna vez habrá pensado que, conesa manera de gobernar, muchos españoles estamos pen-sando en echarlo como debe ser.

Joaquín OrtizCórdoba

Riesgos del ocio infantil

Un empeño que persuade a las familias es el tiempo de ocio como mecanismo de co-hesión que les vincule al enriquecimiento. La clave está no en disponer de mucho

tiempo, sino en gestionarlo con una reflexiva ponderación. En este sentido, el apoyo queotras familias puedan ofrecer genera un espacio en el que los padres promuevan en suhijos una autonomía que les haga autores y protagonistas de su tiempo libre.

Para evitar en los hijos la adicción a las nuevas tecnologías, hace falta custodiar-les desde la infancia en una programación selectiva en contenidos y horarios de te-levisión; y dosificar el manejo de videoconsolas, móviles e Internet permitirá que laorientación educativa de los padres progrese para el bien de sus hijos. El ocio de di-versión deba integrarse en el ocio de satisfacción, evitando que los productos co-merciales conquisten nuestra vida, a base de una sobriedad exigente y una alterna-tiva ingeniosa.

La solución consiste en establecer pautas de comportamiento y normas de conductapara realizar, primero, los compromisos, y después, el esparcimiento. El objetivo fi-nal: que los hijos diseñen, desde sus comienzos, aficiones, gustos y elecciones que,con responsabilidad, les doten de margen de libertad y capacidad de decisión.

Vicente Franco GilZaragoza

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

AclaraciónEn el artículo de portada del número anterior, Misioneros que, además,

enseñan a pescar, en el recuadro sobre Manos Unidas, donde diceque sólo dedica un 15% a gastos de gestión, debería decir que dedicaese 15% a otros gastos, de los cuales tan sólo un 6% son de gestión.

VER, OÍR Y CONTARLO 8-XII-2005 ΩΩ11 AA

En el interesante libro de Michael Bur-leigh Poder terrenal. Religión y políti-ca en Europa, cuenta el autor que «el

intelectual católico inglés ChristopherDawson no tuvo miedo a hacer frente a losmatones nazis cuando se tropezó con ellos.En 1932, participó (con el historiador DanielHalévy y con Stefan Zweig, entre otros) enuna conferencia sobre Europa, en Roma.Dirigiéndose a un público en el que figura-ban Mussolini y Herman Göring, Dawsondijo: El nacionalismo relativamente benig-no de los primeros románticos preparó elcamino para el fanatismo de los modernosteóricos panraciales, que subordinan la ci-vilización a las medidas del cráneo, y que in-funden un elemento de odio racial en las ri-validades económicas y políticas de los pue-blos europeos. (…) Si decidiésemos elimi-nar de la cultura alemana, por ejemplo,todas las aportaciones de hombres que noeran del tipo nórdico puro, la cultura ale-mana se empobrecería incalculablemente».

El jueves de la pasada semana aparecie-ron varias iglesias y colegios de Jaca conpinturas contra la Iglesia, los sacerdotes, lafe cristiana. El obispo de Huesca y de Jaca,monseñor Jesús Sanz, apuntó como causasde las pintadas realizadas de madrugada envarias iglesias y colegios religiosos de ladiócesis aragonesa determinadas campañascontra la Iglesia.

En declaraciones a la cadena COPE,monseñor Sanz destacó: «Cuando alguiense empeña, desde una tribuna parlamenta-ria o mediática, en vincular a la Iglesia encosas que la Iglesia ni ha organizado ni quie-re imponer, cuando nos ponen a los obisposen la picota de manifestaciones que no con-vocamos, esto genera una espiral que, co-mo vemos en algunos países no tan lejanos,luego es muy complicado controlar».

Cadena COPE

En la Línea COPE del pasado viernes,con el título de Pintadas inquietantes, se de-cía: «Es a todas luces irresponsable prenderla mecha del conflicto social con la mentira,la injuria y la calumnia callejera hacia laIglesia, hacia sus instituciones y personas. Laaparición de pintadas insultantes y amena-zadoras contra la Iglesia en la catedral deJaca y en varios templos y colegios religio-sos de esta ciudad aragonesa, parece algomás que una anécdota o una acción incon-trolada de gamberrismo marginal. Sobre to-do cuando coincide con un clima de cre-ciente agresividad contra el catolicismo enalgunas tribunas políticas, intelectuales ymediáticas, que nos hacen recordar tiemposde infeliz memoria. Esta sí que es una siem-bra de odio, de la que algunos parecen noquerer saber nada.

Lo que menos necesitamos en España esabrir viejas formas de anticlericalismo, que,como ha demostrado sobradamente nuestrahistoria, conducen al enfrentamiento civil. Esevidente que la Iglesia no sufre en Españauna persecución, pero cuando se identifica alos obispos desde tribunas parlamentarias o

mediáticas, con acciones o declaracionesque no han realizado, y cuando se ter-giversa sistemáticamen-te la realidad eclesial,se inicia una espiralque difícilmente secontrolará después.

La Iglesia católicaes parte sustancial dela Historia, perotambién de la so-ciedad civil espa-ñola, a cuyo desa-rrollo presta uninestimable servi-cio, que también re-conocen muchos nocreyentes. Cuando laIglesia disiente de algunaspropuestas políticas o le-gislativas contrarias a laconcepción cristiana de lavida, lo hace sin pretensiónalguna de imposición, y conescrupuloso respeto a los pro-cesos de la legalidad democrática amparadaen la Constitución. El juego sucio en la ca-lle, o la respuesta a la provocación, estánmuy lejos del comportamiento regido porlos principios del Evangelio».

Análisis digital

El periodista Manuel Cruz escribió, enAnalisisdigital.com, un interesante artículotestimono, titulado Lo que la Iglesia meaporta…, en el que dice: «Elreino de Dios no es de es-te mundo, queridos Zapa-teros. Si al menos dedi-casen unos minutos aldía a estudiar la doctrinade la Iglesia, aunque só-lo fuese para saber has-ta qué punto puede serposible la alianza decivilizaciones, ¿creenustedes, señores Za-patero y Cajal, quepueden haceraceptables a losmusulmaneslos valores delmundo laicistaoccidental, esosque los inmi-grantes de Paris reprueban con sus mani-festaciones de violencia? Si creen que el diá-logo y la amistad, así como la integraciónde las nuevas hornadas de inmigrantes islá-micos de tercera generación, es posible en-tre quienes promueven el aborto y lo abo-minan; entre quienes niegan cargos públi-cos a los creyentes y los que sólo admitena quienes se someten a Dios; entre los quemandan a morir a los ancianos fuera de ca-sa y los que consideran la vejez como unpreciado tesoro familiar; entre los que ex-hiben públicamente sus borracheras y adul-terios y los que ayunan, rezan públicamen-te y dan limosnas porque así lo prescribe su

Libro..., están muy equivocados. El verda-dero diálogo de civilizaciones, de culturas,sólo es posible entre creyentes, porque sóloellos pueden conocer y desautorizar a losfanáticos, pero nunca habrá acuerdo algu-no, más allá de los internacionales promo-vidos por la ONU, entre los que se burlande Dios y lo respetan. Pero ésta, amigos, esotra historia..., muy relacionada, por cierto,con el irresponsable rechazo de la identidadcristiana de esa nueva Europa que quierenconstruirnos los mercaderes de sueños».

José Francisco Serranoredactorjefe@planalfa.es

Pintadas inquietantes

Ilustración de Dobritz,en Le Figaro

AQUÍ Y AHORAΩΩ12

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De Francisco de Goya se ha dado una imagen como pintor ex-clusivamente laico. Pero nada más lejos de la realidad. Hoyresulta indiscutible que Goya pintó numerosas obras de te-

mática religiosa, incluso siendo académico y pintor del rey. Una delas iconografías más repetidas por los artistas, especialmente en Es-paña, ha sido la Inmaculada Concepción. Goya también la repre-sentó, y se conocen al menos cuatro obras de su paleta.

La primera en el tiempo muestra un concepto compositivo y deformas todavía barroco. Destaca el ángel de cuerpo entero que por-ta ramas de rosas blancas y rojas, dándose una ausencia de atributosrelacionados con las letanías lauretanas. Pertenece a una colecciónparticular de Barcelona.

Más cercana a los modelos de Maella y los Bayeu resulta la se-gunda. Aparece en una miniatura oval sobre soporte de cobre y es-tá firmada. En ella, la Virgen posa sus pies sobre la media luna y elmonstruo maligno, en su condición de mujer apocalíptica. Pertene-ce a una colección particular de Puerto Rico.

La tercera, más neoclásica, es el boceto de la realizada en 1784 pa-ra el colegio de la Orden de Calatrava, en Salamanca. María pisauna serpiente que lleva la manzana en la boca, coronando la com-posición con Dios Padre, envuelto en el triángulo de la Trinidad. Sela regaló a Gaspar Melchor de Jovellanos, por haber mediado en elencargo, y está en el Museo del Prado desde 1891.

Estos tres modelos completan la secuencia cronológica de unadécada durante la cual Goya pasa de lo barroco a lo neoclásico, sien-do éste el estilo defendido por la Real Academia de San Fernando,al amparo del magisterio en España de Mengs, y por el círculo de in-telectuales entre los que el artista se desenvuelve, como Jovellanos,Sebastián Martínez o Cea Bermúdez.

La cuarta, de mayor formato y belleza que las anteriores, fue co-nocida por primera vez en 1984, tras ser incluida en la exposición Lapintura en Écija, puesto que pertenecía a una colección particular deesta localidad. Don Francisco Zueras Torrens la atribuyó a Goya,aunque apenas tuvo eco entre la crítica, y sus detractores señalaronque era debida a un seguidor de Bartolomé Murillo, sin aportar ma-yores argumentos.

Estudios posteriores aportan nuevos datos para ratificar esta au-toría. María, vestida al estilo Imperio, aparece con la mirada diri-gida hacia arriba y con los ojos hinchados, en un gesto medio com-placiente y medio de dolor, que seguirá un modelo de rostro que pa-rece proceder del que presenta la Inmaculada de Antón RaphaelMengs que se encuentra en el Museo del Louvre, y pudo haber per-tenecido a la Casa de los Gremios de Madrid.

Otros rasgos goyescos serían la palma corta y curvada en doseses que porta el primero de los angelitos; o la vara de azucenas derabo corto y cinco pétalos que lleva otro, inspiradas en los grabadosfranceses y que presentan los mártires aragoneses que Goya pintó enla cúpula Regina martyrum, de la basílica del Pilar de Zaragoza,hacia 1780, hasta llegar a la que se observa en la santa Lutgardade 1787, realizada para el monasterio de Santa Ana de Valladolid;o las rosas sobre la media luna, de extraordinaria semejanza conlas que luce María en La aparición de la Virgen a san Julián, de laiglesia de la Asunción de Valdemoro (Madrid), obra documentadaen 1790.

Por lo demás, es notable también la cantidad de pintura soterra-da que la obra refleja, en particular un posible medallón que Maríasostendría con una mano a la altura de su pecho, rasgo éste típico yexclusivo de la producción goyesca en España. Su restauración yestudio radiográfico, aunque no aporta datos concluyentes, revelaunos procedimientos pictóricos similares o iguales a las grandesobras del maestro estudiadas y publicadas, dentro de este ámbito.

Confirmación de la autoría

Otro de los hilos conductores para demostrar la autoría de esta obraserá el posible proyecto de su inclusión en el Oratorio Alto, o Capi-lla Sacramental, de la Santa Cueva de Cádiz, que finalmente con-tendría tres medios puntos en los lunetos encargados a Goya hacia1792, por su mecenas, el clérigo José Sáenz de Santamaría, Mar-qués de Valde-Íñigo. Su restauración, casi en paralelo a la del conjuntodel templo gaditano, ha puesto de manifiesto más de una coinci-dencia entre la factura técnica, y no sólo de argumentos pictóricos,sino de probable intencionalidad ejecutiva. Los materiales emplea-dos resultan iguales, y evidencian una idéntica manera de manchar–sobre un soporte o preparación rojiza–, velar y utilizar los grises,ocres, azules de Prusia y blancos de plomo, en unas obras cuyas me-didas se corresponden incluso en altura.

Esta relación resulta evidente, sobre todo, respecto a la figura deJesús bendiciendo el pan, en la obra gaditana donde Goya reflejó elmilagro de La multiplicación de los panes y los peces, en la queCristo aparece igualmente vestido con túnica blanca y mantoncilloazul, y donde el blanco mantel que cubre la mesa que presenta elpan, se resuelve en caída similar a la de la blanca túnica de María In-maculada.

Por todo ello, se piensa que esta Inmaculada pudo haber sidoconcebida por Goya para presidir el Oratorio Alto de la Santa Cue-va –aunque fuese sólo como modelo indicativo o preparatorio paraser juzgado por los académicos–, y regalada a su amigo gaditanoSebastián Martínez –que medió en el encargo y lo mantuvo varias ve-ces en su casa mientras se encontraba enfermo–, aunque no llegaranunca a realizar la definitiva, que habría podido ubicarse en el lugaren que, finalmente, se colocó el retrato del fundador del templo, trassu fallecimiento en 1804.

José María Palencia Cerezo

Goya y la Inmaculada

Inmaculada,de Francisco de Goya

AQUÍ Y AHORA 8-XII-2005 ΩΩ13 AA

Están a punto de cumplirse cuarenta años de la solemne clausuradel Concilio Vaticano II por el Papa Pablo VI. El día de la In-maculada de 1965 concluía solemnemente en la basílica de

San Pedro un Concilio que había iniciado su andadura con su pri-mer período de sesiones el 11 de octubre de 1962, y que, despuésde un recorrido de tres períodos más de sesiones en los otoños delos años siguientes, 1963, 1964 y 1965, había llegado a su meta fi-nal dirigiendo una serie de Mensajes a la Humanidad: a los go-bernantes y a los hombres del pensamiento y de la ciencia, a las mu-jeres, a los trabajadores, a los enfermos y a todos los que sufren, ya los jóvenes. Un Concilio que había sido convocado y celebradoen un clima de plena paz y comunión eclesial, como pocas veces ha-bía ocurrido en la historia larga y compleja de los Concilios ecu-ménicos. Tras una preparación, relativamente corta, de tres años,había logrado abordar, en cuatro años intensos de trabajo y de de-liberaciones, un rico y vasto programa doctrinal y pastoral que,en cuatro Constituciones –tres dogmáticas y una pastoral–, nueveDecretos y tres Declaraciones, proyectaba nueva luz de una formacasi exhaustiva en el testimonio y enseñanza de la fe, en la reno-vación de toda la vida cristiana y en su dinamismo misionero ysantificador de las realidades temporales. El acompañamiento conque toda la Iglesia había seguido el curso del acontecimiento con-ciliar, con la oración intensa de los fieles y con la activa atenciónprestada a través de los medios de comunicación, no conocía tam-poco precedente alguno.

No se puede olvidar la hora histórica en que fue anunciado, con-vocado y celebrado el Concilio Vaticano II. Europa, atravesada porel telón de acero, había visto, pocos meses antes de la convocatoriadel Concilio, el 25 de diciembre de 1962, cómo una de sus ciudadesmás emblemáticas, Berlín, era también partida por un muro que ibaa rodearla y a aislarla totalmente en su parte occidental. ¡Todo un sím-bolo de a qué términos, social y políticamente tan inhumanos, podíallevar una visión tan radicalmente materialista del hombre!

Si nos aproximamos al todo y al interior mismo de la realidadconciliar, a la luz del magisterio pontificio ulterior y, muy especial-mente, del de Juan Pablo II, nos encontramos con el descubrimientodel significado singular, ¡verdaderamente central y medular!, delmisterio de Cristo Salvador del hombre, en el que culmina la historiade la salvación, obra de la Santísima Trinidad, para comprender afondo el Concilio, su doctrina sobre la Iglesia y el principio animadorde todo su programa de renovación pastoral: para comprenderlo ypoder aplicarlo recta y fructuosamente. Aplicación pendiente, toda-vía, en gran medida, de una fiel y completa realización, tanto en lo queconcierne a la vida interna de la Iglesia –su comunión– como en lo quemira al ejercicio de su misión inabdicable: la evangelización.

Luces y sombras

Son muchas las sombras; pero también muchas las luces quepueden observarse en la vida de los cristianos y en el panorama ge-neral de la vida de la Iglesia, a través de los cuarenta años transcu-rridos desde la clausura del Concilio. ¿Quién puede olvidar y, menos,ignorar, por ejemplo, el río de abandonos de sacerdotes, de consa-gradas y consagrados en unas proporciones desconocidas, al me-nos desde la crisis protestante del siglo XVI? El hecho de su secu-larización iría acompañado de un proceso de secularización internade la misma vida de la Iglesia que hirió el nervio mismo del apos-tolado seglar. El fenómeno del disenso eclesial fue su resultado na-tural. Pero las luces fueron muchas. Nacían nuevas formas y reali-dades, inspiradas por el Espíritu Santo; crecía y se intensificaba la uni-dad de la Iglesia, sobre todo, de sus jóvenes en torno a la figura y elministerio del Sucesor de Pedro, y Vicario de Cristo para la Iglesiauniversal. Se toma una mayor y más firme conciencia del sacra-mento de la Eucaristía como fuente y culmen de toda la vida cristiana.

A través de la experiencia pascual del misterio de Cristo, la Igle-sia respondía a la nostalgia oculta de Dios que se respiraba crecien-temente en el corazón de las nuevas generaciones; se comprometíacon clara decisión en la defensa y promoción de la dignidad perso-nal de todo ser humano –¡de la trascendencia de la persona humana!–

El Concilio Vaticano II sigue vigente como camino abierto parael futuro de la Iglesia al iniciar el tercer milenio de su historia. Su aco-gida y su aplicación ha seguido en España, dentro y fuera de la Igle-sia, una trayectoria semejante al resto de las naciones del mundooccidental. No parece que quepa, a este propósito, ninguna reservaespecial, vista la historia postconciliar de la Iglesia en España des-de la perspectiva de su vida interna y de las grandes coordenadassociales y culturales en las que se ha desenvuelto. No ha sido así, sinembargo, desde el punto de vista de la especial y epocal coyunturapolítica, vivida por España, en los momentos cruciales del post-concilio: los de la llamada transición política y de la instauraciónde un nuevo orden constitucional. El Concilio Vaticano II ayudódecisivamente a la Iglesia e, indirectamente, a toda la sociedad es-pañola, a vivir ese período de la historia de España, clave para su fu-turo, en un clima de reconciliación y de paz, fundado en el recono-cimiento incondicional de la dignidad de la persona humana y desus derechos fundamentales, afirmados y vividos en el marco deuna libre, fraterna y comprometida solidaridad entre todos los es-pañoles.

También para el futuro de la Iglesia en España se impone asimilarcon inspiración, fiel y nueva a la vez, el imperativo de ahondar inte-rior y exteriormente en la comunión de la Iglesia y, desde ella, pro-ponerse con renovado vigor apostólico el evangelizar íntegramente,obrando la verdad en el amor y amando de verdad y en la verdad.

+ Antonio María Rouco Varela

El cardenal Rouco Varela, arzobispo de Madrid, en los 40 años del Concilio:

Ayudó a reconciliar EspañaEn la homilía de la Eucaristía de Acción de Gracias de la Conferencia

Episcopal Española, celebrada en la catedral de La Almudena, en los 40 años de la clausura del Concilio Vaticano II,

el cardenal arzobispo de Madrid dijo, entre otras cosas:

Monseñor Morcillo,Subsecretario del Concilio, con su carpeta de trabajo, antes de una de las sesionesconciliares

IGLESIA EN MADRIDΩΩ12

8-XII-2005AA

«La Iglesia en Madrid está viviendo unmomento difícil, una encrucijada enla política, en la sociedad y en la cul-

tura; también en Europa estamos envueltos enun Tratado constitucional que ha fracasado. Pe-ro, frente a todos esos problemas, también exis-ten esperanzas, como el último Sínodo de losObispos, o el que tuvo lugar en 1999 sobre Eu-ropa, la visita de Juan Pablo II en el año 2003,o la que vamos a vivir en julio en el EncuentroMundial de las Familias, en Valencia, junto aBenedicto XVI»: estas palabras las pronuncióel cardenal arzobispo de Madrid, don AntonioMaría Rouco Varela, en el solemne funeral, ce-lebrado el lunes de la pasada semana, por todoslos obispos de la diócesis fallecidos desde sufundación: monseñor Narciso Martínez Iz-quierdo, monseñor Ciriaco María Sancha yHervás, monseñor José María de Cos y Ma-cho, monseñor Victoriano Guisasola Méndez,monseñor José María Salvador y Barrera, mon-señor Prudencio Melo Alcalde, monseñor Le-opoldo Eijo y Garay, monseñor Casimiro Mor-cillo, y el cardenal Vicente Enrique y Taran-cón. El cardenal Rouco Varela afirmó de ellosque «han marcado claramente la fisonomía pas-toral de Madrid», y señaló que la vida de lostres últimos ha estado marcada por el Conci-lio Vaticano II. En este sentido, resaltó quemonseñor Casimiro Morcillo, primer arzobis-

po de Madrid, al ser elevada a archidiócesis,tuvo un papel muy importante en el Concilio,del que fue uno de los cuatro Subsecretarios,afirmando que «quedó impregnado del Conci-lio y lo aplicó a su diócesis con pasión, luci-dez pastoral y un deseo de evangelización».Respecto al cardenal Vicente Enrique y Taran-cón, dijo que desarrolló la difícil tarea de deli-mitar los ámbitos de la libertad de la Iglesiafrente al Estado, y que «se entregó a los pro-blemas temporales de la sociedad con genero-sidad y entrega».

Por último, el cardenal Antonio María Rou-co explicó que todos ellos fueron muy devotosde la Virgen de la Almudena, «que tanto tieneque ver con esta catedral».

Solemnidad de la Inmaculada

Hoy, fiesta de la Inmaculada Concepción dela Virgen María, el cardenal arzobispo de Ma-drid, don Antonio María Rouco Varela, presi-dirá la Eucaristía en la catedral a las 12 horas.

El Santo Padre Benedicto XVI ha concedidola indulgencia plenaria para el día de hoy, se-gún las condiciones habituales. La celebraciónde la Misa en la catedral es, sin duda, una es-pléndida ocasión para lucrar esta indulgencia.

Alfa y Omega

La Iglesia en Madrid recuerda a los que fueron sus obispos

«En la actual encrucijada hayproblemas y esperanzas»

Constituciones del III Sínodo diocesano

Ya han sidopublicadas

las Constitucio-nes y el Decre-to General deltercer Sínododiocesano deMadrid, bajo eltítulo generalTransmitir la fe,en la comuniónde la Iglesia.Puede ya ser ad-quirido a travésde las parro-quias.

A José Antonio Carmona,un hombre de fe

¡Cuánto desea-bas reencon-

trarte con tu esposa,Marieli, en la otra vi-da! ¡Ya lo has conse-guido! Tu corazóndejó de funcionar,ése que te trajo tan-tas complicaciones ysufrimientos, perodel que salió un con-tinuo agradecimien-to a Dios, y amor a todos los que te rodeaban; tu co-razón se partió de tanto amar. Una vida dedicada alos demás, a la Iglesia, a Cristo. Cuántas veces dejastea un lado tu comodidad, tus planes, hasta tu salud,por la evangelización, para donarte como lo hizo elSeñor. Tú acataste con el espíritu de Cristo, no laconformidad, sino el ansia de hacer la voluntad delPadre, como tú decías: «El hombre sólo es feliz cuan-do hace la voluntad de Dios». Aceptaste la enfer-medad, muchas tribulaciones, sufrimientos, la muer-te de tu esposa... Con ella estarás disfrutando ya dela misericordia y del amor infinito de Dios; ahora,intercede por tus 9 hijos y 31 nietos, por tus hijos enla fe, por todos aquellos a los que anunciaste y mos-traste que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida.

José Antonio Carmona Utrera, miembro del Con-sejo de Asuntos Económicos de la archidiócesis deMadrid y del Patronato de la Fundación San Agustín,descansó en el Señor el 3 de diciembre de 2005.

Juan Ignacio Merino

IGLESIA EN MADRID 8-XII-2005 ΩΩ13 AA

Están a punto de cumplirse cuarenta años de la solemne clausuradel Concilio Vaticano II por el Papa Pablo VI. El día de la In-maculada de 1965 concluía solemnemente en la basílica de

San Pedro un Concilio que había iniciado su andadura con su pri-mer período de sesiones el 11 de octubre de 1962, y que, despuésde un recorrido de tres períodos más de sesiones en los otoños delos años siguientes, 1963, 1964 y 1965, había llegado a su meta fi-nal dirigiendo una serie de Mensajes a la Humanidad: a los go-bernantes y a los hombres del pensamiento y de la ciencia, a las mu-jeres, a los trabajadores, a los enfermos y a todos los que sufren, ya los jóvenes. Un Concilio que había sido convocado y celebradoen un clima de plena paz y comunión eclesial, como pocas veces ha-bía ocurrido en la historia larga y compleja de los Concilios ecu-ménicos. Tras una preparación, relativamente corta, de tres años,había logrado abordar, en cuatro años intensos de trabajo y de de-liberaciones, un rico y vasto programa doctrinal y pastoral que,en cuatro Constituciones –tres dogmáticas y una pastoral–, nueveDecretos y tres Declaraciones, proyectaba nueva luz de una formacasi exhaustiva en el testimonio y enseñanza de la fe, en la reno-vación de toda la vida cristiana y en su dinamismo misionero ysantificador de las realidades temporales. El acompañamiento conque toda la Iglesia había seguido el curso del acontecimiento con-ciliar, con la oración intensa de los fieles y con la activa atenciónprestada a través de los medios de comunicación, no conocía tam-poco precedente alguno.

No se puede olvidar la hora histórica en que fue anunciado, con-vocado y celebrado el Concilio Vaticano II. Europa, atravesada porel telón de acero, había visto, pocos meses antes de la convocatoriadel Concilio, el 25 de diciembre de 1962, cómo una de sus ciudadesmás emblemáticas, Berlín, era también partida por un muro que ibaa rodearla y a aislarla totalmente en su parte occidental. ¡Todo un sím-bolo de a qué términos, social y políticamente tan inhumanos, podíallevar una visión tan radicalmente materialista del hombre!

Si nos aproximamos al todo y al interior mismo de la realidadconciliar, a la luz del magisterio pontificio ulterior y, muy especial-mente, del de Juan Pablo II, nos encontramos con el descubrimientodel significado singular, ¡verdaderamente central y medular!, delmisterio de Cristo Salvador del hombre, en el que culmina la historiade la salvación, obra de la Santísima Trinidad, para comprender afondo el Concilio, su doctrina sobre la Iglesia y el principio animadorde todo su programa de renovación pastoral: para comprenderlo ypoder aplicarlo recta y fructuosamente. Aplicación pendiente, toda-vía, en gran medida, de una fiel y completa realización, tanto en lo queconcierne a la vida interna de la Iglesia –su comunión– como en lo quemira al ejercicio de su misión inabdicable: la evangelización.

Luces y sombras

Son muchas las sombras; pero también muchas las luces quepueden observarse en la vida de los cristianos y en el panorama ge-neral de la vida de la Iglesia, a través de los cuarenta años transcu-rridos desde la clausura del Concilio. ¿Quién puede olvidar y, menos,ignorar, por ejemplo, el río de abandonos de sacerdotes, de consa-gradas y consagrados en unas proporciones desconocidas, al me-nos desde la crisis protestante del siglo XVI? El hecho de su secu-larización iría acompañado de un proceso de secularización internade la misma vida de la Iglesia que hirió el nervio mismo del apos-tolado seglar. El fenómeno del disenso eclesial fue su resultado na-tural. Pero las luces fueron muchas. Nacían nuevas formas y reali-dades, inspiradas por el Espíritu Santo; crecía y se intensificaba la uni-dad de la Iglesia, sobre todo, de sus jóvenes en torno a la figura y elministerio del Sucesor de Pedro, y Vicario de Cristo para la Iglesiauniversal. Se toma una mayor y más firme conciencia del sacra-mento de la Eucaristía como fuente y culmen de toda la vida cristiana.

A través de la experiencia pascual del misterio de Cristo, la Igle-sia respondía a la nostalgia oculta de Dios que se respiraba crecien-temente en el corazón de las nuevas generaciones; se comprometíacon clara decisión en la defensa y promoción de la dignidad perso-nal de todo ser humano –¡de la trascendencia de la persona humana!–

El Concilio Vaticano II sigue vigente como camino abierto parael futuro de la Iglesia al iniciar el tercer milenio de su historia. Su aco-gida y su aplicación ha seguido en España, dentro y fuera de la Igle-sia, una trayectoria semejante al resto de las naciones del mundooccidental. No parece que quepa, a este propósito, ninguna reservaespecial, vista la historia postconciliar de la Iglesia en España des-de la perspectiva de su vida interna y de las grandes coordenadassociales y culturales en las que se ha desenvuelto. No ha sido así, sinembargo, desde el punto de vista de la especial y epocal coyunturapolítica, vivida por España, en los momentos cruciales del post-concilio: los de la llamada transición política y de la instauraciónde un nuevo orden constitucional. El Concilio Vaticano II ayudódecisivamente a la Iglesia e, indirectamente, a toda la sociedad es-pañola, a vivir ese período de la historia de España, clave para su fu-turo, en un clima de reconciliación y de paz, fundado en el recono-cimiento incondicional de la dignidad de la persona humana y desus derechos fundamentales, afirmados y vividos en el marco deuna libre, fraterna y comprometida solidaridad entre todos los es-pañoles.

También para el futuro de la Iglesia en España se impone asimilarcon inspiración, fiel y nueva a la vez, el imperativo de ahondar inte-rior y exteriormente en la comunión de la Iglesia y, desde ella, pro-ponerse con renovado vigor apostólico el evangelizar íntegramente,obrando la verdad en el amor y amando de verdad y en la verdad.

+ Antonio María Rouco Varela

La voz del cardenal arzobispo, en el 40 aniversario del Concilio:

Ayudó a reconciliar EspañaEn la homilía de la Eucaristía de Acción de Gracias de la Conferencia

Episcopal Española, celebrada en la catedral de La Almudena, en los 40 años de la clausura del Concilio Vaticano II, nuestro

cardenal arzobispo dijo, entre otras cosas:

Monseñor Morcillo,Subsecretario del Concilio, con su carpeta de trabajo, antes de una de las sesionesconciliares

TESTIMONIOΩΩ14

8-XII-2005AA

El libro está basado en una historia re-al que conmovió al mundo entero en fe-brero de 2003. Narra el caso de una ni-

ña nicaragüense de 9 años que fue violada ensu triple condición de niña, de pobre y de

mujer. Un terrible dra-ma humano que, paraalgunos, terminó conun final feliz, un abor-to provocado. La Igle-sia católica salió muymal parada, por dis-crepar de la versiónoficial y mayoritaria,que sentenció al niñopor nacer.

Mientras todo estoocurría, una de nues-tras hijas, que estabaa punto de cumplirnueve años, al regre-so del colegio, noslanzó dos preguntasinquietantes que nosupimos responder enaquel momento: «Pa-pás, ¿por qué violarona la niña nicaragüen-se? ¿Es cierto quequieren acabar con la

vida de su hijo?» Tampoco a la pregunta del millón: «¿Y si

le hubiera ocurrido a nuestra hija?»

Somos conscientes de que el tiempo quevivimos no es de búsqueda de la verdad, si-no de relativismo y negación de la nociónmisma de verdad. En consecuencia, se im-ponen los sentimientos y las emociones, almargen de la razón. Lamentablemente, esossentimientos vienen muy condicionados porel discurso de la correción política que nosimpone sus dogmas, que hay que creer a cie-gas. Era necesario declararse en rebeldía.Nosotros asumimos libremente el reto y elcompromiso de investigar por nuestra cuen-ta, para descubrir la verdad, denunciar lamentira, y desenmascarar la grosera mani-pulación de que fue objeto una menor, sufamilia, y la sociedad entera.

Con la perspectiva del tiempo transcu-rrido y tras dos años de investigación, po-demos demostrar con documentos oficialesy testimonios inéditos que Rosa fue utiliza-da como bandera para promover legislacio-nes abortistas en Nicaragua, en Hispanoa-mérica; y en España de forma particular, pa-ra afear el rostro de la Iglesia presentándolacomo una mala madre e inhumana.

Juan Pedro Piñonero es autor de El ca-ballero, la muñeca y el tesoro, un libro enel que un niño, el Cid, y una muñeca del Ru-testán libran batallas contra los horrores delmundo contemporáneo en la fértil soledadde un desván. «En mi imaginación estabaescribir algo –ha confesado– que fuera di-rigido a mis propios hijos sin ser literatura in-

fantil. Al menos me gustaría pensar que, si nolo leen cuando son niños, lo harán cuandosean mayores». A nosotros nos ha ocurrido lomismo. Por ello, hemos querido dedicar es-te trabajo a nuestros hijos, menores de edad:María Teresa, José María y Estrella del Mar.Y, por supuesto, especialmente a Rosa, denueve años. Y a su hija Rosita de cuatro me-ses. Niños sin nombre. Pequeños. Inocen-tes. Indefensos. Víctimas del egoísmo de losmayores.

Cuando nos planteamos la presentacióndel libro, elaboramos una pequeña lista depersonas con tirón para atraer al público. Laintuición y un sexto sentido nos hizo caer enla cuenta de que nuestros propios hijos, con ti-rón o sin él, eran los más adecuados para ha-cer la presentación del mismo. Conocían me-jor que nadie la historia, nuestras inquietu-des y desvelos, y compartían cierta compli-cidad que les otorgaba ya el título de rebeldescon causa. Su intervención, con la lectura delpoema Muñecas rotas, en defensa de la in-fancia, escrito para la ocasión, fue, sencilla-mente, conmovedora. Y su grito infantil y vi-brante: «¡Nunca más!» resonó, en una salaabarrotada de público, creíble e irrebatible.

El don de la paternidad

Una observación final, al hilo de la ac-tualidad española. Los Príncipes de Astu-rias están más felices que nunca: «Tener unahija es lo mejor que me ha pasado en la vi-da», ha expresado, radiante, don Felipe. Porsu parte, doña Letizia ha reconocido que llo-ró cuando vio a su hija por primera vez. «Lamaternidad es algo que no se puede expli-car». Es ésta una experiencia muy humana yuniversal. Cuando los Príncipes anunciaronque esperaban un hijo, todos compartimos sualegría y soñamos con el futuro heredero. Anadie se le pasó por la imaginación que laprincesa Letizia estaba embarazada de na-da, o de nadie.

No ocurre lo mismo cuando la criaturaconcebida no es deseada. Entonces tende-mos a pensar que el hijo concebido no esnada, no es nadie, y, en todo caso, si es algo,hay que desprenderse de él. Por ello, hemospuesto voz, de forma figurada, a un pequeñoprotagonista que, en esta apasionante y do-lorosa historia, pasó desapercibido, al me-nos para muchos periodistas, intelectualesy gente con buenos sentimientos. El capítu-lo Entre candilejas, o lo que no se ve tras eltelón, muestra la conmovedora historia deRosita, la hija de Rosa. Es ciencia y es fic-ción; está escrito con el corazón de una ma-dre, la sensibilidad de una mujer y la ternu-ra de un niño. Por otra parte, los numerosospersonajes que desfilan por las 270 páginasde El caso de Rosa… están situados peda-gógicamente en un teatro imaginario: en elescenario, Rosa, su familia y la red feminis-ta de Nicaragua; en el patio de butacas, elpúblico de un lado y otro del Atlántico; y enlos palcos principales, los medios de comu-nicación. ¡Se levanta el telón!… en el granteatro del mundo.

Blanca Rosa Martínez y Miguel Ausín

Una familia en rebeldíaEl pasado 11 de junio, Día Internacional de los Niños víctimas inocentes de agresión, fue presentado La Iglesia: ¿Madre o madastra? El caso de Rosa, un libro revelador,provocador y atrevido. La presentación –en la foto, un momento de la misma–, corrió a cargo de los hijos de sus autores. Estos escriben estas líneas para Alfa y Omega

Rosa fue utilizada comobandera para promoverlegislaciones abortistasen Nicaragua,en Hispanoamérica;y en España de formaparticular, para afearel rostro de la Iglesiapresentándola comomala madre e inhumana

Un momento de la presentación de La Iglesia: ¿Madre o madrastra?El caso de Rosa

EL DÍA DEL SEÑOR 8-XII-2005 ΩΩ15 AA

Durante cinco años ha estado abierta esta ventana: ha sido un gozoso testimonio hasta la celebración del 40 aniversario del Vaticano II que hoy se cumple

Entre los elementos que se refieren al bien de la Iglesia, más aún, al bien de la misma sociedad temporal, y deben conservarse siempre y en todo lugar, ydefenderse de toda injusticia, el más importante es, ciertamente, que la Iglesia goce de tanta libertad de acción como requiere el cuidado de la salvación

de los hombres. Pues ésta es una libertad de sagrada. Es tan propia de la Iglesia, que quienes la impugnan actúan contra la voluntad de Dios. La libertad de laIglesia es un principio fundamental en las relaciones entre la Iglesia y los poderes públicos y todo el orden civil.

Consta que los hombres de nuestro tiempo desean poder profesar libremente la religión en público y en privado; más aún, la libertad religiosa se declaraya como derecho civil en muchas Constituciones y se la reconoce solemnemente en documentos internacionales. Pero no faltan regímenes en los que, sibien se reconoce en su Constitución la libertad del culto religioso, sin embargo, los mismos poderes públicos intentan apartar a los ciudadanos de profesar lareligión y hacer extremadamente difícil e insegura la vida para las comunidades religiosas. Saludando con alegría los signos favorables de nuestro tiempo,pero denunciando con tristeza estos hechos deplorables, el sagrado Sínodo exhorta a los católicos y ruega a todos los hombres que consideren muyatentamente hasta qué punto es necesaria la libertad religiosa, sobre todo en la situación actual de la familia humana.

Declaración Dignitatis humanae, 13. 15

Esto ha dicho el Concilio

Domingo de la alegría. No como el de Resurrección,pero casi, según veremos enseguida. Con él cruzamosel ecuador del Adviento, en el que, al igual que en la

rotación de la tierra, se nos muestra ya, en su redondez me-ridiana, el Sol que nace de lo alto, Jesucristo, Palabra en-carnada del Padre. Quedan atrás dos intensas semanas deexperiencia interior y entrenamiento moral, bajo el signode la vigilancia la primera, y de la conversión la segunda. Aellas se añade hoy, como tercera hermana, la alegría. Her-moso trébol en la ramita verde de la esperanza mesiánica.

Desde siempre este tercer domingo ha llevado el sobre-nombre latino de Gaudete, ¡Alegraos!, sacado de la Cartaa los Filipenses y primera antífona de la misa. Pablo aren-ga así a sus fieles: «Estad siempre alegres en el Señor. Os lorepito, estad alegres. Que todo el mundo conozca vuestrabondad. ¡El Señor está cerca!» Sobre estos versículos giraráhoy este fugaz comentario. A la insigne pareja de prego-neros del Adviento, Isaías y Juan el Bautista (primera lec-tura y Evangelio de la misa), se suma ahora, casi de rondón,la voz robusta de Pablo de Tarso, vocero intrépido de laalegría cristiana.

Él es apóstol, pero no precursor de Cristo, y escribe,cautivo en Roma, desde su arresto domiciliario, unos sesentaaños después del nacimiento de Jesús en Belén. Es claroque, al repetirle a sus fieles que vivan en alegría, porque elSeñor está cerca, no puede hablar, lógicamente, de su pri-mera venida al mundo, así como tampoco de su vuelta al fi-nal de los tiempos, como consta con evidencia por todo elcontexto de la Carta. Y de lo dicho se deduce que se está re-firiendo a la, llamada después por san Bernardo, venidaintermedia entre ambas; su continuada presencia en la Igle-sia y en el mundo, a lo largo y a lo ancho de nuestra pere-grinación terrenal. «Yo estaré con vosotros –dijo Jesús aldespedirse– todos los días hasta la consumación del mun-do». Escrutando en nuestra vida con pupilas de fe, nos cru-zamos a diario con Cristo en cada esquina. Siempre es Ad-viento para alguien

Al decir que viene a la Iglesia, estamos hablando delministerio apostólico, del Bautismo, la Palabra, la Euca-ristía y el perdón; y también de la comunión fraterna y elservicio a los pobres. Y al añadir que viene al mundo, atis-bamos su presencia en la animación por el Espíritu delconstante progreso científico y técnico, pero, ante todo hu-

manista, en el camino de la verdad, de la libertad, de la pazy de los valores trascendentes. Venga a nosotros tu reino.

Por todo lo antedicho, el cristiano tiene el derecho y el de-ber de vivir en la alegría, porque Cristo ha venido, viene yvendrá a nosotros, con todos los dones de su salvación in-tegral. La alegría cristiana brota del manantial de la con-ciencia limpia, de la confianza en Dios, del corazón abiertoa los demás y de la esperanza en la vida eterna. Sin excluirfactores tan humanos y divinos como la buena salud, la fa-milia, la amistad, el éxito bien ganado, la práctica del deportey hasta la buena mesa con moderación. ¡Qué bello es vivir!

Cierto es que la vida es también valle de lágrimas, y elmundo un saco de injusticias; nos acosan las grandes ame-nazas: catástrofes naturales, pandemias, terrorismo. Nues-tra alegría no es una risa tonta ni una mueca artificial. Na-ce de Cristo resucitado, que ganó la partida del bien contrael mal y reivindicará, en su último destino, a todas las víc-timas inocentes y a todos los perdedores de la Historia.

+ Antonio Montero Morenoarzobispo emérito de Mérida-Badajoz

Tercer Domingo de Adviento

Siempre es Advientopara alguien

Evangelio

Surgió un hombre enviadopor Dios, que se llamaba

Juan: éste venía como testi-go, para dar testimonio de laluz, para que por él todos vi-nieran a la fe. No era él la luz,sino testigo de la luz.

Los judíos enviaron des-de Jerusalén sacerdotes y le-vitas a Juan, a que le pregun-taran: «Tú quién eres».

Él confesó sin reservas:«Yo no soy el Mesías».

La preguntaron: «Enton-ces, ¿qué? ¿Eres tú Elías?»

Él dijo: «No lo soy». «¿Eres tú el profeta?» Respondió: «No».Y le dijeron: «¿Quién

eres? Para que podamos daruna respuesta a los que noshan enviado, ¿qué dices de timismo?»

Él contestó: «Yo soy lavoz que grita en el desierto:Allanad el camino al Señor,como dijo el profeta Isaías».

Entre los enviados habíafariseos y le preguntaron:«Entonces, ¿por qué bauti-zas, si tú no eres el Mesías,ni Elías ni el Profeta?»

Juan respondió: «Yo bau-tizo con agua; en medio devosotros hay uno que no co-nocéis, el que viene detrás demí, que existía antes que yo yal que yo no soy digno de de-satar la correa de la sanda-lia».

Esto pasaba en Betania, enla otra orilla del Jordán, don-de estaba Juan bautizando.

Juan 1, 6-8. 19-28

RAÍCESΩΩ16

8-XII-2005 AA

a muestra, que fue inaugura-da el pasado día 29 de octu-bre por el arzobispo de Tole-do, monseñor Antonio Cañi-zares, se podrá visitar hastael 8 de enero en la sala de ex-posiciones del Arzobispado.Cuenta con 43 obras, selec-cionadas más por su conte-

nido teológico, que por su interés artístico,pues la exposición persigue, sobre todo,una finalidad didáctica y catequética, endos vertientes: por un lado, explicar el dog-ma de la Inmaculada Concepción, y, porotro, considerar la evolución iconográficade sus representaciones. Por ello, en la pri-

mera parte de la exposición se recogen tex-tos bíblicos que apoyan la doctrina inma-culista, así como obras sobre dos imáge-nes veterotestamentarias relacionadas conel dogma, Eva y la reina Esther. La segun-da parte de la exposición está dedicada ala evolución de la iconografía, desde losárboles de Jesé –el tronco de Jesé, padrede David–, o la representación de los pa-dres de la Virgen, hasta la imagen más ex-tendida en el presente, la que correspondecon la visión de san Juan en la isla de Pat-mos, relatada en el Apocalipsis. Durante lainauguración de la exposición, monseñorCañizares afirmó, entre otras cosas, lo si-guiente:

Toledo conmemora la Inmaculada Concepción con La mujer vestida de sol

Una gran señal apareció en el cielo…

La mujer vestida de sol es el título de la exposicióncon la que el Arzobispado de Toledo se ha sumado recientemente a la larga serie deiniciativas destinadas a conmemorar el 150aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María

LInmaculada tota pulchra. Anónimo siglo XVII. Convento de la Purísima, madres benedictinas de Toledo

María, abogada de Eva. Grabado alemán siglo XIX. Colección particular

«Quiero decir, en primer lugar, que, alvisitar esta exposición, nos detengamos ymiremos con admiración y asombro reli-gioso, no tanto las maravillas de las obrasque se exponen, sino la Mujer que repre-sentan, llena de gracia, vestida de luz y dehermosura: María Purísima. Miremos aMaría, a través de estas obras, con miradacontemplativa, es decir, con mirada pro-funda que deja que Ella se muestre en susingular hermosura, porque nunca la tocó elpecado primero. Contemplad aquí a la Vir-gen Inmaculada, la toda santa, la toda llenade gracia, la que es inundada y empapadapor el Espíritu Santo. Esta exposición y lacontemplación agradecida de María Inma-culada debería hacernos como saborear al-go nuevo, cargado de belleza, que levantael ánimo y enciende el fuego del espíritu.Debería invitarnos a una meditación rebo-sante de gozo y de esperanza».

«Que la visita aquí, espero, no sea la deun espectador distraído, o la de un consu-midor de exposiciones, que no se detienena mirarla con la mirada que requiere: la mi-rada abierta, religiosa, y dispuesta a go-zarse por el designio de la salvación deDios que tiene en María el punto inmacu-lado de llegada a la tierra del Verbo de Dios,que se hace Hijo del Hombre, con toda surealidad de la Redención que en Él se nos

otorga. Aquí se puede contemplar, comouna especie de aurora del día, ese esplendorque nace de la humildad del Evangelio,transparente ya en el misterio de la Encar-nación en la Virgen Inmaculada, la sin pe-cado ni mancha original, entre todas ben-dita, Hija predilecta del Padre, esclava delSeñor, adueñada enteramente por Él, mujerconfigurada enteramente por la fe, ejem-plo perfecto de amor a Dios y al prójimo».

«En María, tierra fecunda, ha brotado, hagerminado el Salvador. La tierra ha dado sufruto, nos bendice el Señor nuestro Dios.Desde esta esperanza y desde la contem-plación de Santa María, Inmaculada, hare-mos bien en otorgar a esta realidad que aquíse contempla una importancia reformado-ra, consoladora. Contemplamos admirada yagradecidamente a Santa María, sin pecadoconcebida, que, a la creciente degradaciónpermisiva de las costumbres, opone la se-rena y resuelta energía de la conciencia dela dignidad personal y comunitaria del hom-bre, regenerado en el Bautismo y en la per-tenencia a la sociedad de los santos, que esla Iglesia, la cual se siente representada yensalzada en la humilde y grande Señoradel Magnificat. Elegidos para ser santos eirreprochables por el amor».

María M. López

RAÍCES 8-XII-2005 ΩΩ17 AA

Sagrada Familia. Anónimo siglo XVIII. Arzobispado Toledo

Inmaculada. Anónimo siglo XVIII. Iglesia parroquia de Valmojado (Toledo)

Inmaculada. Anónimo siglo XVIII. Iglesia parroquia de Fuensalida (Toledo)

ESPAÑAΩΩ18

8-XII-2005AA

Todo lo referente a la educación es motivo de actualidad, pero,al mismo tiempo, de preocupación y de un cierto desaliento. Seviven momentos en los que el relativismo y el escepticismo son

los paradigmas existentes, y ello provoca una radicalización de lasdiferentes posiciones, con el consiguiente enfrentamiento y un cues-tionar los valores absolutos que, a la postre, son los que constitu-yen nuestra meta y camino. Claro ejemplo de ello constituye la re-ciente y masiva manifestación del 12 de noviembre contra el Proyectode Ley de Educación, y las consiguientes polémicas en los diferen-tes ámbitos educativos.

La mayoría de los problemas y retos educativos en el momento ac-tual son de extrema gravedad y de urgente y difícil solución, pero de-mandan respuestas racionales y consensuadas. Como diría Ortega,«no se puede resolver un problema si no se ve con claridad su exis-tencia y su consistencia».

La politización de la educación implica que todo cambio políti-co, cuando es originado como consecuencia de unas elecciones y

conlleva un cambio de Gobierno, produce, como efecto nefasto,cambios radicales en el sistema educativo. La educación se con-vierte en arma electoral, en cuestión de Gobierno y de partido polí-tico, y ello hace imposible un pacto de Estado, como demandan lamayoría de los ciudadanos en esta materia fundamental. Sería éste elmedio idóneo de dotar de estabilidad al sistema educativo y erradi-car su actual interinidad. Como vulgarmente se afirma, los hom-bres de Estado piensan en las próximas generaciones, mientras quelos hombres de partido están preocupados de forma prioritaria por laspróximas elecciones, y utilizan la educación como arma electoral.

La realidad educativa española puede conducirnos, a corto plazo,a la implantación de 17 sistemas educativos diferentes. La principalcausa de que ello se produzca no estriba tanto en la existencia deun porcentaje de mínimos comunes en la enseñanza en todas lasComunidades Autónomas, cuanto en la carencia de garantías de quedichos mínimos se cumplan

El grave problema de la inmigración, la pobreza y la marginaciónconstituye, sin duda alguna, el mayor problema social y educativo delsiglo XXI. Emigran personas de diferentes etnias y con graves pro-blemas de analfabetismo. Umberto Ecco asegura que Europa serámultirracial en este milenio. Los grupos minoritarios están crecien-do rápidamente y cambiando su composición. Es uno de los fenó-menos que está condicionando la vida de los centros educativos.Hay que crear un espacio cultural común, con un respeto máximo alas diferentes identidades, pero con la aceptación por todos de unosmínimos comunes. Conjugar el difícil equilibrio de su inserción so-cial y educativa y el respeto a las diferentes culturas y costumbres.

Familia y fracaso escolar

La familia, primera educadora por derecho natural, no está im-plicada en muchas ocasiones en la educación de sus hijos. Las cau-sas de ello son múltiples y, a modo de síntesis, podemos indicarque, bien porque no puede o bien porque no sabe cómo ejercer susresponsabilidades, cree que su tarea finaliza cuando logra matricu-lar a sus hijos en un buen centro educativo, y se desentiende de susresponsabilidades transfiriéndolas a la institución educativa y a losprofesores.

Cuando adjetivamos el término fracaso con el consiguiente es-colar, estamos haciendo relación a toda la institución escolar, a su or-ganización y funcionamiento. El 30% de los escolares españoles nologran el título de Educación Secundaria Obligatoria, y el indicadoreuropeo PISA nos coloca en el puesto 23 de la Unión Europea, te-niendo sólo por detrás a Portugal y Malta. Entre las causas de dichofracaso podíamos indicar: los instrumentos elevados a categoría defines; centrar toda la educación en el papel de los contenidos y téc-nicas, con olvido de que los valores son ejes vertebradores de unaeducación en calidad y en libertad; problemas en la organización yfuncionamiento de los centros educativos; falta de un clima de con-vivencia en ellos; inexistencia de una dirección profesionalizada; ypobreza en la adquisición de conocimientos básicos y técnicas ins-trumentales como auténticas herramientas del saber.

Desde que tuvo lugar nuestra integración europea, en el año 1985,cada vez nos distanciamos más de los países más desarrollados de laUnión Europea, no sólo a nivel de financiación, sino también derendimientos académicos. No todo es fruto de ello, pero es un hechoconstatado que España invierte en educación menos que la media dela Unión Europea –destina el 4,4% del PIB, mientras que la media eu-ropea es del 5,22%–. Todo ello está muy alejado del mítico 6%, quese considera el mínimo ideal. Al mismo tiempo se ensalza la escue-la pública y se ponen trabas a la escuela de iniciativa social, con-certada y privada.

Alfredo Mayorga Manrique

El Estado y la situación del sistema educativo

Don Alfredo Mayorga, ex Presidente del Consejo Escolar del Estado, sintetiza, en este texto, algunos de los problemas que se presentan en el sistema educativo español

ESPAÑA 8-XII-2005 ΩΩ19 AA

Diez años de Alfa y Omega. ¿Qué ba-lance cabe hacer? ¿Qué significadoha tenido y tiene hoy?

Diez años de Alfa y Omega nos permitenmirar un período de tiempo muy importantey de gran trascendencia para la vida de laIglesia en España, y hacerlo con gratitud ha-cia nuestro Señor, porque, en el fondo, Alfay Omega tiene mucho que ver con la acciónprovidente de la gracia de Dios, desde elpunto de vista de los recursos humanos, eco-nómicos y técnicos, que han sido siempreno abundantes. Alfa y Omega no es una em-presa periodística que haya vivido sobre labase y la fuerza de lo humano –en el sentidomás inmanentista de la expresión–, sino quelo ha hecho desde la vocación y el espíritu deservicio de todos los que han trabajado enella hasta el día de hoy; un servicio marcadopor el amor a la Iglesia y por el amor a loque ella debe y puede prestar a la comunidadeclesial y a la sociedad, desde el punto de

vista de la formación y de la informa-ción de una opinión pública centrada enlo que podría llamarse la transmisiónde la fe, las condiciones en que se rea-liza en el mundo, las cuestiones y pro-blemas de la cultura actual –entendi-da esta expresión en un sentido muyamplio, que incluye desde la escuela,la universidad y la educación, hastalas Bellas Artes, el cine, el mundo delo jurídico, de lo económico y de losocial–, y todo ello tratado informa-tivamente con la lucidez de una pro-fesión de fe madura por parte de losque han hecho Alfa y Omega, en cla-ra y neta comunión con la Iglesia.Todo lo cual ha dado unos frutos ex-celentes para la vida de la Iglesia,no sólo en Madrid, sino en toda Es-paña. Y desde el punto de vista tam-bién del ejercicio de su misión en elmundo, en el contexto de las reali-dades temporales. Por lo tanto, da-mos muchas gracias al Señor porlos diez años de Alfa y Omega, ycontinuamos nuestra oración paraque siga con su camino, prestan-do ese servicio de formación e in-formación cristianas, en comu-nión con la Iglesia católica, y conun excelente buen hacer profe-sional desde el punto de vista dela vocación del periodista cató-lico, en estos momentos de laIglesia y de la sociedad.

¿Cree que hay suficiente conciencia delos católicos con respecto a la responsabi-lidad que tienen hacia sus medios de co-municación social?

Una toma de conciencia expresa con res-pecto al uso, adquisición y difusión de losmedios de comunicación y su implicacióncon la fe y la realización de la vida cristiana,no creo que sea mucha dentro de la comuni-dad de los católicos. Se actúa mucho de for-ma espontánea, de modo no muy meditado;esto no quiere decir que no haya minoríasconscientes de que la presencia de la Igle-sia y del Evangelio en nuestro tiempo y ennuestra vida social son algo decisivo, a lahora de poder vivir la propia vida cristiana,y de facilitar la experiencia cristiana al hom-bre de hoy. Si se compara la situación actualcon la de hace diez o veinticinco años, hay unnúmero creciente de seglares, sobre todo en-tre los más jóvenes, que son conscientes deque en los medios de comunicación se juega,en gran medida, la transmisión de la fe. Tal

como está el contexto de los medios de co-municación en nuestro país, desde el puntode vista empresarial y de la intervención delEstado en este campo, hay que apreciar mu-cho los medios claramente católicos que exis-ten; en ellos y a través de ellos, no sólo hayuna ética de la objetividad y del amor a laverdad y al hombre, sino que se trata de rea-lidades que promueven la libertad de expre-sión y el desarrollo de este derecho, lo cualtiene muchas implicaciones y consecuenciaspara un desarrollo justo de una sociedad ydel respeto a la dignidad de la persona y asus derechos fundamentales.

¿Cuál es el papel de los intelectualescatólicos en España?

Para hacer una afirmación sólidamentefundada hay que conocer todo el panoramade los medios de comunicación españoles.Por lo que yo conozco, y salvo excepciones,no sobran los católicos que entran en el cam-po de los medios de comunicación, y quesostengan a través de ellos la visión cristia-na de los problemas en cuestión. Tambiénhay que preguntarse si les dejan; es una se-gunda cuestión sobre la que no es nada ocio-so ni superfluo preguntar, porque la impre-sión que se da muchas veces es que no esposible, o al menos de una forma conside-rablemente notable, ni por el número de loscolaboradores, ni por la frecuencia y signi-ficado de sus aportaciones.

¿Qué diría a los lectores de Alfa y Ome-ga sobre nuestra publicación y sobre lanecesidad de tomar conciencia de lo quesignifica un medio católico?

Que lo están haciendo muy bien. Los lec-tores de Alfa y Omega no son lectores de hoyte leo y mañana te tiro, sino que son lectoresresponsables y capaces positivamente, congusto, de aprovechar ese periodismo católi-co que se ha desarrollado a través de Alfa yOmega. Yo les diría que sigan siendo fieles aeste semanario, que continúen ayudándoloen todos los órdenes de lo que significa lapreparación, la financiación y la continui-dad de este proyecto, y que lo difundan entresus amigos y familiares, que inviten a leerlo;y que, si tienen algo que decir a sus edito-res, que lo digan, para mejorarlo.

En cuanto a la financiación de Alfa yOmega, su sostenimiento ha supuesto, en es-tos diez años de su vida, un esfuerzo grandepor parte de la archidiócesis de Madrid, demuchos de sus fieles y sacerdotes; ese es-fuerzo continúa vivo, y la ayuda, en este sen-tido, que deseamos por parte de todos loslectores de Madrid y de fuera de Madrid esgrande, y esperamos que la ofrezcan con ge-nerosidad, informándose bien de cómo ha-cerlo.

Alfa y Omega

Mañana, 9 de diciembre, Alfa y Omega cumple diez años

En la comunicación se juegala transmisión de la fe

Han pasado ya diez años desde que Alfa y Omega viera la luz, por primera vez, comosemanario de la Iglesia en Madrid, distribuido en los kioscos, cada jueves, junto con el diario ABC. Con este motivo, hemos realizado una entrevista al cardenal arzobispode Madrid, don Antonio María Rouco Varela

Portada del primernúmero de nuestrosemanario

MUNDOΩΩ20

8-XII-2005AA

Las peticiones con vistas a provocar ladefinición dogmática de la InmaculadaConcepción habían comenzado a afluir

a Roma, de forma bastante relevante, a par-tir de 1840, vinculadas a la aparición de laVirgen María a Catherine Labouré (1830).Con motivo de serias oposiciones, Grego-rio XVI prefirió esperar. Nuevas manifes-taciones de opinión y algunas publicacio-nes hicieron que Pío XI volviese a tomar elasunto en consideración. La encíclica Ubiprimum, redactada en Gaeta (2 de febrerode 1849) pedía a los obispos su parecer, tan-to sobre la cuestión de fondo, como sobrela oportunidad de una proclamación solem-ne. La mayoría de las respuestas, favorables,indujo al Papa a ordenar la redacción de unaBula que se titulará Ineffabilis Deus, en laque tomaron parte, entre toros, tres teólo-gos jesuitas (Giovanni Perrone, Antonio Ba-llerini y, sobre todo, Carlo Passaglia).

Algunos obispos, ya presentes a mediadosde noviembre de 1854 en Roma, revisaron ymejoraron el texto; las últimas correccionesfueron aportadas en un Consistorio el 1 de di-ciembre.

Después de esta esquemática evocaciónhistórica, hay que tratar de dar cuenta delalcance de este acto en el ámbito de la men-talidad religiosa común del pueblo fiel, de surepercusión, de alguna mane-ra, emocional. He aquí cómose expresa, por ejemplo, elbiógrafo de Pío IX, casi con-temporáneo, en una obra lau-datoria y destinada a un am-plio público:

«El 8 de diciembre de1854 fue el gran día triunfal,que, según las hermosas pa-labras de una Carta pastoralde monseñor Dupanloup, co-ronó las expectativas de lossiglos pasados, bendijo el si-glo presente, apeló a la grati-tud de las edades venideras ydejó una imperecedera me-moria; el día en que fue pro-nunciada la primera defini-ción de fe, a la cual ningún disentimientoprecedió y a la cual ninguna herejía siguió.Roma entera estaba de fiesta. Una inmensa

Cada 8 de diciembre serepite el homenaje a la

Inmaculada en la romanaPlaza de España

En el ciento cincuenta aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada

Una fiesta de imperecederamemoria

Todo el mundo católico estaba de fiesta el 8 de diciembre de 1854, el tan esperado día en el que el Papa Pío IX proclamó solemnemente la Inmaculada Concepción de la madre de Jesús como dogma de fe. Era el fin de un largo camino, y un hito en una todavía más larga tradición del pueblo. Recogemos en esta página un testimonio de tan memorable día, tomado del libro Presentación histórica de la Sociedad de María Reparadora, editado por dicha Congregación religiosa

multitud de todas las lenguas se aglomerabanen las cercanías de la gran basílica de SanPedro, demasiado pequeña para contenertanta gente».

«Pío IX proponía, ante todo, las motiva-ciones teológicas de la creencia en el privi-legio de María; invocaba a continuación lastradiciones antiguas y universales, tanto deOriente como de Occidente, los testimoniosde las Órdenes religiosas y de las escuelas deTeología, de los Santos Padres y de los Con-cilios y, finalmente, de las Actas Pontificias,tanto antiguas como recientes. Su fisono-mía traicionaba su emoción mientras iba de-sarrollando estos piadosos y magníficos do-cumentos. En varias ocasiones, tuvo que in-terrumpirse. En otras, pareció desfallecer yse paró para secarse las lágrimas. Los asis-tentes, conmovidos como él, pero mudos derespeto y admiración, esperaban en el másprofundo silencio. Prosiguió con voz fuerte,que poco a poco se elevó en una especie deentusiasmo:

Nos declaramos, pronunciamos y defini-mos que la doctrina que afirma que la bie-naventurada Virgen María ha sido preser-vada y exenta de toda mancha de pecadooriginal, desde el primer instante de su con-cepción, por los méritos de Jesucristo, Sal-vador de los hombres, es una doctrina re-velada por Dios y que, por ese motivo, todoslos fieles deben creer con firmeza y cons-tancia. Si alguien tiene la presunción –¡Diosno lo quiera!– de admitir algo contrario aNuestra definición, que sepa que ha nau-fragado en la fe y se ha separado de la uni-dad de la Iglesia».

«El cardenal Decano le suplicó que pu-blicase las Cartas Apostólicas que conteníanla definición; el Promotor de la Fe, acom-pañado de los Protonotarios Apostólicos, seacercó también para pedir que se redactaseun Proceso Verbal de este acto solemne. Almismo tiempo, el cañón del castillo deSant´Angelo y todas las campanas de la Ciu-dad Eterna anunciaban la glorificación dela Virgen Inmaculada».

«Por la tarde, Roma resonaba de alegresorquestas, se engalanaba de llamas y se co-ronaba de inscripciones y transparencias em-blemáticas, y fue imitada, en el mismo ins-tante, por los millares de ciudades y pueblosde toda la superficie del globo. Si se quisie-ran recoger todas las manifestaciones pia-dosas que se produjeron entonces, se llena-rían, no sólo volúmenes, sino bibliotecas.Las respuestas de los obispos al Papa, antesde la definición, fueron impresas en nuevevolúmenes; la Bula misma, traducida a todaslas lenguas y a todos los idiomas del uni-verso, por la dedicación de un sabio sulpi-ciano francés, llenarían una decena; las ins-trucciones pastorales publicando y expli-cando la Bula, y los artículos de los perió-dicos religiosos, formarían ciertamentemuchas centenas, sobre todo si se unen laspoesías, los parlamentos de elocuencia, y ladescripción de los monumentos y de las fies-tas.

Jacques Gellard, SJ

Si se quisieranrecoger lasexpresionespiadosas que se produjeronentonces, se llenarían, no sólo volúmenes,sino bibliotecas

MUNDO 8-XII-2005 ΩΩ21 AA

Habla el Papa

El secreto de evangelizar

El secreto de la nueva evangelizaciónestá en la colaboración entre obispos,

sacerdotes, religiosos y laicos. Con sumanera de vivir, el obispo muestra que elmodelo de Cristo no está superado. Unadiócesis refleja el modo de ser de suobispo. Sus virtudes –castidad, pobreza,oración, sencillez, finura de conciencia–se graban en el corazón de lossacerdotes. Éstos, a su vez, transmitenestos valores a sus fieles, y así los jóvenesse sienten atraídos a respondergenerosamente a la llamada de Cristo. Esimportante prestar particular atención ala calidad de la formación del Seminarioy tener presente, no sólo la preparaciónintelecutal, sino también la espiritual yemotiva. Cuando es necesaria unaadvertencia, no debe faltar el amorpaterno.

El obispo también debe orientar alos religiosos a integrarse en elprograma diocesano deevangelización, en colaboración conlos sacerdotes y con las comunidadesde laicos. Éstos tienen una tareainsustituible, pues se desarrolla en lavida cotidiana, en ámbitos en los queel sacerdote llega con dificultad. Laparticipación en la vida pública estarea específica del laicado. Todos ycada uno tienen el derecho y el deberde participar en la política. La Iglesiano se identifica con ningún partido, nicon un sistema político. Recuerda quelos laicos comprometidos en la vidapolítica tienen que dar un testimoniovaliente y visible de los valorescristianos, que deben ser afirmados, ydefendidos si son amenazados. Loslaicos deben hacer esta laborpúblicamente, ya sea en los debates decarácter político, como en los mediosde comunicación. Para que la acciónpolítica sea eficaz, debe tener trescondiciones: el amor por la verdad, elespíritu de servicio y la solidaridad enel compromiso a favor del bien común.

(3-XII-2005)

Este día de la Inmaculada Concepción ha sido parti-cularmente esperado por Benedicto XVI: se cele-bra el cuadragésimo aniversario de la clausura del

Concilio ecuménico Vaticano II, uno de los aconteci-mientos más importantes para la historia de la Iglesia yde la Humanidad en la última mitad de siglo. Para el hoyPapa, Joseph Ratzinger, que contribuyó activamente co-mo teólogo en las reflexiones de los obispos, se trata deun día de fiesta, en el que no faltan sombras. Una de lasmás dramáticas la denunció este domingo pasado, al en-contrarse con miles de fieles congregados en la plaza deSan Pedro para rezar el Ángelus.

Aquella cumbre eclesial marcó un hito, en buena par-te por haber definido la libertad religiosa, es decir, el de-recho de las personas y de las comunidades a poder bus-car la verdad y profesar libremente su fe. Fue un argu-mento que en las sesiones de trabajo había suscitadoapasionantes debates. Quedó definitivamente redacta-do en la Declaración conciliar Dignitatis humanae: «To-dos los hombres –dice el Concilio en ese documento–,conforme a su dignidad, por ser personas, es decir, do-tados de razón y de voluntad libre, están impulsados porsu misma naturaleza, y están obligados además moral-mente, a buscar la verdad, sobre todo la que se refiere ala religión».

«El Concilio insiste ampliamente en la libertad reli-giosa, que debe ser garantizada tanto a los individuoscomo a las comunidades, en el respeto de las legítimasexigencias del orden público –recordó el Papa este do-mingo–. Y esta enseñanza conciliar, después de cuaren-ta años, sigue siendo de gran actualidad». De hecho –si-guió denunciando el Santo Padre–, «la libertad religiosaestá lejos de ser garantizada en todas partes: en algunoscasos se niega por motivos religiosos o ideológicos; otrasveces, aun siendo reconocida de forma escrita, es obs-taculizada en la práctica por el poder político o, de for-

ma más solapada, por el predominio cultural del agnos-ticismo y del relativismo».

Cuatro décadas después del Concilio, la situación haevolucionado siguiendo derroteros que, en aquella épo-ca de guerra fría, parecían difíciles de prever. La libertadreligiosa sigue siendo amenazada por el comunismo –co-mo en China, Corea del Norte, Vietnam o Cuba–, y poralgunos países de mayoría islámica –como Arabia Sau-dí–. Hoy, además, es violada en los mismos países eu-ropeos en los que tuvo su cuna.

En el panorama políticamente correcto actual, tenerconvicciones morales se ha convertido en la mayor pro-vocación para una sociedad en la que el bien o el mal sehan convertido en algo totalmente relativo y opinable.Una persona puede pensar lo que quiera, salvo tener laarrogancia de exponer algo como verdadero.

El Papa no puso ejemplos de estas violaciones de losderechos fundamentales de los creyentes, a causa de es-ta nueva dictadura del relativismo, como él mismo ladenominó, en la Misa de inicio del Cónclave en el que se-ría elegido sucesor de Pedro. El caso quizá más sonadode esta nueva intolerancia fue el del ministro italianoRocco Buttiglione, a quien se le vetó como Comisario eu-ropeo por considerar que la homosexualidad es moral-mente un pecado, a pesar de que en la audición parla-mentaria dejó muy claro que esa constatación no impli-caba discriminación contra los homosexuales.

Cuarenta años después, el Concilio ha asumido unafuerza insospechada, incluso para los mismos obisposque votaron aquella Declaración. Con su atrevida de-fensa de la capacidad del ser humano para conocer laverdad, estaban lanzando el mayor desafío a las así lla-madas sociedades postcristianas, en las que el martirioconsiste en ser ridiculizado.

Jesús Colina. Roma

Benedicto XVI saluda a los creyentes congregados en la Plaza de San Pedro durante el rezo del Ángelus del pasado domingo

Cuarenta años después de la clausura del Concilio Vaticano II

El relativismo, contrala libertad religiosa

Distinciónal NuncioApostólico

El Forum de AltaDirección, cuyo

Presidente de honor es suMajestad el Rey, ha hechoentrega de su Master deOro al Nuncio Apostólicode Su Santidad en España,monseñor ManuelMonteiro de Castro, quienaparece en la foto junto aotros galardonados con lamisma distinción.

Cantos de Adviento y Navidad

Ediciones Música, Liturgia y Oración (EMLO, Pamplona,apartado 437) acaba de editar dos nuevos CD´s del

sacerdote y musicólogo Carmelo Erdozain. El primero setitula 24 cantos de Adviento y Navidad; y el segundo, 20canciones famosas para las celebraciones. Asimismo, haeditado sendos folletos con las partituras (letra y música)de todas las canciones editadas en los CD´s. Se trata deuna interesante y oportuna edición de cara a las próximasfiestas navideñas.

Foro Juan Pablo II

Retos actuales de la familia será el tema del próximo ForoJuan Pablo II, que tendrá lugar el miércoles 14 de

diciembre a las 20 horas en la parroquia madrileña de laConcepción de Nuestra Señora, calle Goya 26. Sobre estetema hablará don Benigno Blanco, Vicepresidente del Foro de la Familia, que será presentadopor don Eduardo Hertfelder, Presidente del Instituto de Política Familiar.

Una peculiar tarjeta de crédito

La Conferencia Episcopal de Taiwan acaba de lanzar una interesante tarjeta de crédito de lasBienaventuranzas, iniciativa gracias a la cual se pueden financiar actividades de caridad

promovidas por la Iglesia católica. El poseedor de la tarjeta destina el 0,25 por ciento de susgastos anuales a obras caritativas, a través de la citada tarjeta. Para apoyarla no es necesario sercatólico; basta reconocerse en el espíritu de las Bienaventuranzas.

Los Salesianos, en España

En España hay cerca de 1.400 salesianos dedicados a la educación humana y cristiana de losjóvenes. Están agrupados en 7 Provincias religiosas, que acaban de celebrar estos días su

Conferencia Ibérica. Uno de los temas estudiados en esta reunión ha sido la educación de lasfamilias. En España, los salesianos atienden a 12.550 niños y jóvenes, en sus 83 centrosjuveniles, y a 12.000 en sus 76 oratorios. Pero su labor se desarrolla, sobre todo, en 98 centrosescolares, en los que, junto a 4.500 profesores, educan a cerca de 80.000 alumnos, desdeEducación Infantil hasta Formación Profesional.

Premio a la editorial Sígueme

La editorial católica Sígueme, que rigen en Salamanca los Sacerdotes Operarios Diocesanos, haobtenido el Premio nacional a la mejor labor editorial cultural 2005, otorgado por el Ministerio

de Cultura. Según su director, don Eduardo Ayuso, «Sígueme es un proyecto editorial de inspiracióncristiana, que trata de participar en la creación de una cultura más plenamente humana».

El Evangelio, bestseller

785.000 ejemplares del Evangelio 2006 ha editado Edibesa este año, 135.000 más que el añopasado por estas fechas. El Evangelio se ha convertido en un autentico bestseller.

NombresA causa del creciente número de católicos en Viet-

nam, el Papa Benedicto XVI ha erigido una nuevadiócesis, la de Ba Ria, y ha nombrado su primerobispo: monseñor Nguyen Trân. La diócesis tiene900.000 habitantes, de los que 300.000 son ca-tólicos, asistidos por 56 sacerdotes diocesanos y 35sacerdotes religiosos, 192 religiosos no sacerdotes,61 seminaristas y 406 religiosas. Recientemente, elcardenal Sepe, Prefecto de la Congregación para laEvangelización de los Pueblos, ordenó en la cate-dral de Hanoi a 57 nuevos sacerdotes.

Acaba de ser expuesto en la basílica de San Pablo Ex-tramuros, en mosaico, el retrato de Benedicto XVIque ha sido realizado para ser colocado junto al delos 264 Sumos Pontífices que le han precedido.El artista que lo ha realizado es Ulises Sartini.

Por primera vez, desde que Enrique VIII rompió sus re-laciones con Roma, en 1534, un católico ha sidonombrado embajador del Reino Unido ante laSanta Sede: se trata de Francis Campbell, de Ir-landa del Norte, quien a sus 35 años es el emba-jador británico más joven.

El laico Alberto Gasbarri, director administrativo ytécnico de Radio Vaticano, sustituirá a monseñorBoccardo en la organización de los viajes del Pa-pa. Este prestigioso cargo lo desempeñará por vezprimera un padre de familia; hasta ahora, lo de-sempeñaban miembros de la Curia romana.

El obispo auxiliar del Patriarcado latino de Jerusalén,monseñor Marcuzzo, promueve un nuevo centromultimedia, con tecnología de vanguardia, dedi-cado a la Virgen María en Nazaret. Se trata de unproyecto mariano que desea unir a cristianos, ju-díos y musulmanes, utilizando edificios en torno ala basílica de la Anunciación, que, providencial-mente, han podido ser comprados.

El obispo de Túy-Vigo, monseñor José Diéguez, hapresidido recientemente la inauguración de la fa-se decisiva del Sínodo Diocesano, que debatirá200 propuestas, elegidas de las casi 25.000 he-chas por los fieles de la diócesis.

Con motivo del 50 aniversario de la erección canó-nica de los Cruzados de Santa María, el 8 de di-ciembre, festividad de la Inmaculada, monseñorLópez de Andújar, obispo de Getafe, preside hoyla celebración de la Eucaristía en el colegio deNuestra Señora del Recuerdo (Duque de Pastra-na, 5), y el Director General de los Cruzados deSanta María, don Fernando Martín Herráez, pro-nunciará una conferencia conmemorativa.

La Fundación Fernando Rielo conmemora durante elaño 2006 su 25 aniversario. El primer acto ha te-nido lugar en el Aula de pensamiento de la Fun-dación y han participado destacados represen-tantes de diversas universidades de toda España.

La Comunidad de San Egidio ha encabezado la mayormovilización mundial contra la pena de muerte:300 ciudades de todo el mundo se han unido el pa-sado 30 de noviembre en defensa del carácter in-violable de la vida humana, desde la convicción deque la pena de muerte es inmoral e inútil, y tam-bién la gran derrotada en la cultura de la vida.

El Congreso Nacional de Organizaciones de Mayo-res, recientemente celebrado en Madrid, aprobópor abrumadora mayoría las Bases para una Cartaespañola de derechos y deberes de las personasmayores.

El Vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía,don Pedro Solbes, ha clausurado, el pasado 30 denoviembre, el acto académico que el IESE ha de-dicado a don Rafael Termes, y en el que, entreotros, intervinieron el profesor Fuentes Quintana,don José Luis Leal y don Antonio Argandoña.

LA VIDAΩΩ22

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LA VIDA 8-XII-2005 ΩΩ23 AA

Libros

Sin duda, san Francisco de Asís es el santomás admirado y reconocido por todos en

el mundo. Cuando, en el año2000, Alfa y Omega hizo unaencuesta sobre el principal

personaje del segundomilenio del cristianismo,resultó elegido porabrumadora mayoría elpoverello de Asís. Laeditorial San Pablo hatenido la idea de iniciaruna colección tituladaAventuras del Espíritu, condos de los más queridos

personajes de la historia del cristianismo,Francisco de Asís y Teresa de Calcuta. PieroVentura y Gian Paolo Cesarani, dosconocidos autores de literatura juvenil conprestigio internacional, con la colaboraciónde Marisa Murgo Ventura, han escrito unaspáginas llenas de sencillez y de fuerza, a lavez maravillosamente ilustradas consugestivos dibujos. Son libros que unen deforma innovadora imágenes y texto, y queconsiguen una llamativa eficacia en suutilización didáctica. Esta serie Aventurasdel Espíritu busca acercar a niños y mayoresa la vida diaria, al ambiente y a lasrelaciones humanas de los gigantes delEspíritu que, con su palabra, pero, sobretodo, con el testimonio de su vida, hanlogrado trasformar la mirada interior demuchos hombres y mujeres de ayer y dehoy.

¿Quién fue en realidad la madreSacramento? ¿Por qué su

comportamiento dededicación y entrega a losseres humanos másdesfavorecidos escandalizó auna parte de la sociedad desu tiempo? ¿Qué –mejordicho, quién– cambió su viday la de cuantos la rodearon?A estas preguntas contestaeste espléndido libro de

María Teresa Álvarez, periodista y escritora,en las 335 páginas que acaba de editar MREdiciones. Son páginas noveladas sobre elhervidero sociocultural y religioso de laEspaña de finales del siglo XIX.Acontecimientos cruciales, como lacreación de las primeras asociacionesobreras, la abolición de la esclavitud enCuba, o realidades sociales como laprostitución, marcarían su vocación y sudestino, en una época que autores comoGaldós, o doña Emilia Pardo Bazán, hansabido reflejar con estremecedor realismo.Sobre este trasfondo, Micaela Desmaisieres,la aristócrata que rechazó la riqueza y ellujo para convertirse en madre Sacramento,conmovió a sus contemporáneos. La autorade Madre Sacramento traza con vigor elperfil biográfico de esta mujer de fuertepersonalidad, rebelde con causa contra losprejuicios y lo políticamente correcto en sutiempo. Lo hace con frescor narrativo, congarbo literario, y de manera sugestiva.

M.A.V.

El chiste de la semanaVentura y Coromina, en La Vanguardia

WWWW WWWW WWWWNueve periodistas españoles, entre ellos Luis Herrero, Federico Jiménez Losantos y Pedro J. Ra-

mírez, presentaron el pasado lunes ante el Parlamento Europeo un escrito solicitando que in-vestigue y desactive la operación política que ha puesto en marcha la Gerenalitat para arrebatarlea la COPE sus emisoras en Cataluña. Quienes todavía no lo hayan hecho pueden leer el docu-mento y adherirse a él en la siguiente dirección:

http://www.luisherrero.net

La dirección de la semana

«Para superar las pruebas más duras»

«En los momentos más difíciles dela Historia, los cristianos

siempre han podido experimentar asu lado la presencia de la Madre deNuestro Señor y, confiandoplenamente en ella, han obtenido lafuerza para perseverar y superar laspruebas más duras. María es laestrella que nos anuncia, por encimade toda sombra y oscuridad, lallegada de un nuevo día, en el quebrille, con todo su esplendor, la luzde Dios»: estas palabras, tansignificativas para nuestra hora actual,pertenecen al primer mensaje que elPapa Benedicto XVI ha enviado, consu bendición apostólica, a los milesde fieles que han participado en las

diversas Vigilias de la Inmaculada, celebradas ayer en toda España y en Hispanoamérica. Benedicto XVI concedió la indulgencia plenaria para hoy, solemnidad de la Inmaculada y

cuadragésimo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II. Se podrá obtener con lascondiciones habituales (confesión, comunión, oración por las intenciones del Papa y participaciónen un abierto testimonio de devoción mariana, o incluso desde casa si no se puede participar porenfermedad o justa causa). Desde que, en 1947, el jesuita Tomás Morales, hoy en proceso decanonización, inició estas Vigilias de la Inmaculada, la afluencia de fieles va cada año a más, enEspaña, Hispanoamérica y algunos países de Europa.

Ha fallecido don Amadeo de Fuenmayor

Ha fallecido en Pamplona el sacerdote y jurista don Amadeo de Fuenmayor. Tenia 89 años, eraacadémico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y Medalla de Oro de la

Universidad de Navarra, así como Prelado de Honor de Su Santidad. Desde 1952 a 1956, fueconsiliario del Opus Dei en España.

EL PEQUEALFAΩΩ24

8-XII-2005AA

Texto: A. Llamas Palacios. Ilustraciones: Asun Silva

ecientemente se ha celebrado el DíaInternacional de la Infancia. Pero no todos losniños pudieron celebrarlo. ¿Sabes por qué?

l En la India, el Gobierno afirma que unos17,5 millones de niños trabajan como esclavos.Pero las ONG hablan de 100 millones.

l En Asia y en el Pacífico, se calcula que el20% de los niños trabajan en condiciones deesclavitud.

l En el África subsahariana, la cifra llega al 30%.l En Iberoamérica y el Caribe, son aproximadamente el 17% de

los niños los que trabajan como esclavos, y en Oriente Medio y elnorte de África, 2,5 millones.

l El 70% de estos niños trabaja en el sector agrícola, el minero, lacaza y la pesca comercial. El 8%, en la industria manufacturera; el8%, en el comercio; y el 7%, en el sector servicios.

l 1.575 menores desembarcaron como inmigrantes en España enel año 2004. Huyen del hambre y de la miseria de sus países,generalmente en el norte de África. Aquí están solos y deambulan porlas calles, ganándose la vida como pueden. Frecuentemente sonmaltratados.

l Entre 300.000 y 500.000 niños son reclutados como soldados,en diferentes guerras, en 35 países del mundo.

RR

Para los 50 primeros…

¡Anímate! Las primeras cincuenta fotos quenos enviéis tendrán un regalo muy especial: nadamenos que un ejemplar de las Aventuras de DonQuijote, una aventura gráfica educativa, diseñadaenteramente en tres dimensiones, para niños deentre 6 y 12 años.

Las Aventuras de Don Quijote han sidodesarrolladas por un equipo pedagógico formadopor profesores, y creadas por el equipo de CMY

Multimedia. A través de este juego, podréisconocer y disfrutar de la conocida obra deCervantes, acompañados por los tres personajesprincipales: Don Quijote, Sancho Panza y elcura, con los que tendréis que ir resolviendo lascuestiones que se planteen sobre Matemáticas,

Lengua y Conocimiento del Medio. El juegocuenta con varios niveles que se adaptan a cadaedad, y siempre contaréis con un sistema deayuda inteligente, que será nada menos que donMiguel de Cervantes, que os ayudará a avanzar.

¡Sólo para las cincuenta primeras fotos!

a ha comenzado el Adviento, la espera ypreparación del nacimiento de Jesús; só-lo quedan ya 17 días. Muchos empeza-réis a poner el Belén en casa y en el co-legio… ¡Queremos que nos lo enseñéis!Os avisamos con antelación para quepodáis pensar cómo lo vais a poner debonito. Podéis mandar las fotografías porcorreo electrónico a:

pequealfa@planalfa.es

o por correo postal a: Pequealfa, calle La Pasa, 3.

28005, Madrid.

YY

¡¡EEnnssééññaannoossttuu BBeelléénn!!

EEnn eell DDííaa ddeell NNiiññoo……

aallgguunnaass cciiffrraass ppaarraa ppeennssaarr

En este tiempo de Adviento, de espera de la venida deJesús al mundo, habréis visto que muchas iglesias ymuchos hogares se adornan con una Corona de

Adviento. Cada domingo de los cuatro del Adviento, seenciende una vela, y así, en el último domingo antes deNochebuena, la corona tendrá encendidas las cuatro velas.

Además, todo tiene un significado. Se dice que la coronaes redonda, porque eso simboliza a Dios, el principio y el fin(Alfa y Omega). También suele ser de pino, que nunca semarchita, y representa la vida eterna.

Es tradición que el primer domingo de Adviento se reúnatoda la familia para pedir que nazca Jesús en nuestroscorazones. Y el tercero, que es el próximo, se llamaDomingo Letare, domingo de alegría, porque ya queda muypoco para el nacimiento de Jesús.

EL PEQUEALFA 8-XII-2005 ΩΩ25 AA

Título: La maravillosa vidade JesúsAutor: Allia Zobel-NolanTraducción: María JesúsGarcía GonzálezIlustraciones: Steve CoxEditorial: San Pablo

Un divertido libro paraniños a partir de tres

años, con el que no sólopodréis aprender cosassobre la vida de Jesús, sinorepasar los números, laspalabras, los colores…

Título: La Navidad deTopotipAutor: Anna CasalisTraducción: EzequielVaronaIlustraciones: MarcoCampanelaEditorial: San Pablo

Los niños a partir de seisaños tenéis aquí un libro

precioso para esta épocade Adviento y Navidad.Topotip está encantadocon la nieve y el frío, peroun día, jugando, descubreque no todo el mundotiene la misma suerte…

Título: A través de losmontes. La vida de sanJosemaríaAutores: J. Gillissen – E.GabrielIlustraciones: PauleFostroyEditorial: Rialp

La vida y la historia delOpus Dei, contada, de

forma amena, completa eilustrativa, en formatocómic.

Título: Una ventana paraCeciliaAutor: An AlfayaColección: Ala DeltaEditorial: Edelvives

Cecilia tiene unaobsesión: las ventanas.

Quizá porque vive en unahabitación sin ventanas,sin luz natural. Además,todo el mundo le dice quetiene un carácter muydifícil, y sus notas del coleno van nada bien. Todoestá raro…, hasta queaparece Olga, una amigamuy especial. Para lectoresa partir de 10 años.

Título: El brujo del vientoAutor: Paloma SánchezIlustraciones: ElenaOdriozolaColección: Barco de VaporEditorial: SM

Acaba de aparecer enclase Indio, un nuevo

compañero, bajito y menudo,que viene de muy, muy lejos.Nada menos que de Ecuador.La verdad es que está unpoco pez en Matemáticas ydemás asignaturas, pero suscompañeros descubrenpronto que hay algo que se leda muy bien… Apartir de 9años.

Corona de Adviento

LL II BB RR OO SS

HHooyy,, LLaa IInnmmaaccuullaaddaaCCoonncceeppcciióónn

ddee llaa VViirrggeenn MMaarrííaa

El día 8 de diciembre del año 1854,el Papa Beato Pío IX declaró que laVirgen María «fue concebida sin

pecado original», esto es lo quesignifica la Inmaculada Concepción.Tras las palabras del Pontífice, lascampanas de las 300 torres de Romacomenzaron a repicar, y en todos loslugares del mundo se celebró como unafiesta la proclamación del dogma de laInmaculada, que durante mucho tiempoformaba parte ya de la fe del pueblocristiano, aunque la Iglesia no se habíamanifestado solemnemente al respecto.

Hoy España, que es Tierra de María,como nos dijo nuestro querido JuanPablo II en su última visita a España,celebra una fiesta en todo su territoriopara honrar a la Virgen. Este año,además, tiene un significado especial, porque coincide con el 40º aniversario de laclausura del Concilio Vaticano II. Como podéis ver, la Virgen siempre está detrás decada hombre, cuidándole como una Madre desde el cielo. Por eso no dudéis endirigiros a ella siempre que lo necesitéis, porque, como dice una antigua oración,«jamás se ha oído decir que uno sólo de cuantos han acudido a su protección eimplorado su socorro, haya sido desamparado».

¡¡PPaarraa ppeeddiirr aa llooss RReeyyeess MMaaggooss!!

DESDE LA FEΩΩ26

8-XII-2005AA

descristianización, la renovación conciliarha ayudado, indudablemente, a comprenderlas raíces de estos fenómenos y, sobre todo,ha estimulado una respuesta pastoral y cul-tural, en clave de misión y de evangeliza-ción. Las dificultades y las crisis del perío-do posterior al Concilio no han eliminadola renovada conciencia de la comunión ecle-sial y de la responsabilidad misionera com-partida por todos los creyentes, en particularmediante el empeño generoso de los laicos yde los múltiples movimientos eclesiales.

La Iglesia está llamada, por tanto, a con-tinuar hoy aquella grande obra de discerni-

miento y de orientación profética que supu-so el Concilio Vaticano II, testimonio de laesperanza que no defrauda en este mundoque cambia. Por eso, tenemos el deber devolver a entregar el patrimonio del Conci-lio a nuestras comunidades cristianas, sobretodo a los jóvenes. Es grande nuestro deseode que el camino hacia la comunión conDios y entre nosotros se renueve con frescaenergía. Lo repetimos con las palabras siem-pre actuales y bellas que nos ha dejado elConcilio:

«La Iglesia os mira con confianza y amor.Rica en un largo pasado, siempre vivo enella, y marchando hacia la perfección hu-mana en el tiempo y hacia los objetivos úl-timos de la Historia y de la vida, es la ver-dadera juventud del mundo. Posee la fuerzay el encanto de la juventud; la facultad dealegrarse con lo que comienza, de darse sinrecompensa, de renovarse y de partir de nue-vo para nuevas conquistas. Miradla, y ve-réis en ella el rostro de Cristo, el héroe ver-dadero, humilde y sabio, el Profeta de la ver-dad y del amor, el compañero y amigo delos jóvenes».

Por ello, os invitamos a conocer y a amarmás el Concilio, obteniendo una inspiraciónsiempre nueva para vuestra fe, para la cons-trucción del pueblo de Dios y para el servi-cio del reino de Dios en la Historia, según lavoluntad del Señor.

Hace cuarenta años, el Papa Pablo VIclausuraba el Concilio Vaticano II.Hoy, recordamos conmovidos aque-

llos días. Estábamos –y aún lo estamos hoy–gozosos y orgullosos de la Iglesia y de sutestimonio de universalidad, de unidad, deamor al Evangelio que ofrecía al mundo. Enaquellos años comprendimos mejor qué erala Iglesia, institución antigua y siempre nue-va, que amamos con afecto profundo. Así lapresentó el Concilio y así esperamos que laIglesia se manifieste: un pueblo que se ponea la escucha de la Palabra de Dios, la recibey la proclama, y celebra sus divinos misteriospara la salvación del mundo. Antes de na-da, está la escucha: el principio no somosnosotros y nuestros proyectos, sino la Pala-bra que, manando del silencio de Dios, tocanuestros corazones y nos llena de una ale-gría y de un estupor agradecidos.

El Concilio nos ha recordado que el hom-bre no está solo, arrojado en la fría inmen-sidad del universo, sino que está llamadopor una palabra amiga a construir un mundodigno del hombre y de Dios. Las distintaspalabras que comprenden la historia de lasrelaciones entre Dios y los hombres tienen sucumplimiento y perfección en la Palabra he-cha carne: Jesús de Nazaret. Porque es Diosen carne humana, nos muestra el amor delPadre; porque es un hombre a perfecta se-

mejanza de Dios, permite confiar en el hom-bre y comprender su labor sobre la tierra.Cristo une indisolublemente al hombre y aDios, y revela nuestra vocación: la comu-nión. Comunión con Dios Padre, del que re-cibimos con gratitud la vida; y comuniónentre nosotros, para que Dios sea santifica-do en el mundo. Este misterio de vida y demuerte, de amor que ha vencido el pecado,nos es donado en la Eucaristía y en los dis-tintos sacramentos que brotan de ella, ex-presando su riqueza y actualizando su fuer-za. La Constitución Sacrosanctum Conci-lium proclama precisamente esto: que Cris-to no pertenece solamente al pasado comohecho histórico, sino que está vivo, presen-te y eficaz como acción de la salvación deDios.

El Concilio, un don de Dios

La recepción del Concilio, su asimila-ción y actuación concretas en la vida y enla misión de la Iglesia, son una obra com-pleja y, muchas veces, atormentada, perosus frutos positivos son más grandes y másrelevantes que las dificultades: tenemos mo-tivos más que suficientes para agradecer alSeñor el don que nos ha hecho con el Con-cilio. Aunque no haya sido posible detener elproceso de secularización, y por tanto de

La herencia del Concilio Vaticano II para los jóvenes del mundo

La Iglesia es el rostro de CristoEl 8 de diciembre de 1965, hace cuarenta años, fue clausurado el Concilio Vaticano II,después de tres años y dos meses de trabajo. Los obispos italianos, reunidos recientemente en Asís, han hecho público un documento en el que rinden homenaje a este trascendente acontecimiento eclesial

«La Iglesia os mira con confianza y amor. Rica en un largo pasado,posee la fuerza y el encanto de la juventud. Miradla, y veréis en ella el rostro de Cristo. Así esperamos que la Iglesia se manifieste:un pueblo que se pone a la escucha de la Palabra de Dios»

Los obispos de todo el mundo, en la basílica

de San Pedro, en una sesión

del Concilio Vaticano II

DESDE LA FE 8-XII-2005 ΩΩ27 AA

En su diócesis ha promulgado unosnuevos Estatutos. ¿Cuáles son sus líneasfundamentales?

Algunos grupos tienen una imagen de laIglesia en contradicción con la doctrina ca-tólica sobre la misma, y por eso hay mo-mentos de tensión con el magisterio episco-pal, y un abandono de la disciplina en unospocos sacerdotes y laicos que pertenecen agrupos que no sienten con la Iglesia. Estotambién se refleja con los malentendidos,que una minoría ha manifestado con motivode la aprobación de los nuevos Estatutos,que rigen los consejos pastorales, tanto a ni-vel parroquial como diocesano, a tenor dela Ley universal de la Iglesia, es decir, se-gún el Código de Derecho Canónico, y lasnecesidades pastorales.

¿Qué amenazas a la doctrina católicapercibe, en su condición de teólogo y des-de su experiencia de pastor?

Las amenazas de hoy son los espectrosde ayer: una exégesis que no es seria ni ri-gurosa, que separa el Cristo de la Historiadel Cristo de la fe, cuando Jesucristo es unamisma y única Persona. Es preciso recuperarlos fundamentos de la cristología, de la feen Cristo, en la conciencia de los hombres.Muchos tienen interés en la Iglesia, pero,por otro lado, no se conoce su doctrina, su vi-da profunda. Ésta es nuestra tarea: educar yguiar a la gente que busca para conducirlosal encuentro con Jesucristo, y para dar es-peranza a los hombres.

¿Cómo se ve desde Alemania la situa-ción de la Iglesia en España?

La conozco un poco, porque vengo conalguna frecuencia a España. Los católicosalemanes estamos muy preocupados por elprograma del actual Gobierno español, que,según nuestra opinión, está anclado en un lai-cismo extemporáneo, laicismo que, en la nue-va Europa, no es aceptable, ni histórica ni so-cialmente. El Estado no es fuente de los de-rechos, y su función es la de respetarlos, todos,comenzando por el de la libertad religiosa,que impide que le expresión religiosa sea re-ducida a la esfera de la privacidad. Negar a laIglesia su legítima libertad de entrar en todoslos campos de la vida pública, conculcaríaflagrantemente los derechos humanos.

También hay que decir que, al igual que entantos momentos en la Historia de persecu-ción a la Iglesia, hoy existen motivos parala esperanza, como es, por ejemplo, el creci-miento de las vocaciones al sacerdocio, comoveo que sucede en Madrid, o la numerosaparticipación española en la Jornada de laJuventud de Colonia. Ahora, todo dependedel nuevo coraje de los sacerdotes, y de loslaicos comprometidos en el apostolado. Espreciso no tener miedo y no esconderse, sinoir mar adentro para mostrar a todos a Jesu-cristo como la salvación del mundo y de ca-da hombre. Si no tenemos esta esperanza, nopodremos convencer a la gente.

Alfa y Omega

¿Cómo valora el Concilio Vatica-no II, 40 años después?

Ha sido uno de los aconteci-mientos más importantes de la Iglesia en lostiempos modernos. La Iglesia se dirigió almundo de hoy, explicando el misterio centraldel cristianismo: la revelación de Dios comoÉl es, en su amor, en su verdad, en las per-sonas divinas. Esta Revelación tiene su mo-mento culminante en la Encarnación del Hi-jo, de la Palabra de Dios, y en la efusión delEspíritu Santo en los corazones de los fie-les, en la misión y la esencia de la Iglesia,que es Templo del Espíritu Santo. A través dela liturgia participamos concretamente en lavida divina, por los sacramentos, sobre todola Eucaristía. La Iglesia tiene una misión pa-ra toda la Humanidad: mostrar el verdaderorostro del hombre creado a imagen y seme-janza de Dios; en esta verdad se radican losderechos del hombre, y únicamente desdeahí será posible la auténtica justicia social, lalibertad, la dignidad de los hombres. Estoes el anuncio del Concilio.

¿Está cumplido ese objetivo? La Iglesia hoy está muy viva, lo hemos

visto, por ejemplo, en la Jornada Mundial dela Juventud en Colonia. Ninguna otra insti-tución es capaz de reunir tantos jóvenes de to-dos los países del mundo, sólo para rezar,dar testimonio y experimentar la fuerza dela fe. Por otro lado, siguen los problemas dehoy. Sufrimos una secularización en la men-talidad de los hombres; hay fuerzas políti-cas que luchan, directa o indirectamente, con-tra la Iglesia. Nosotros estamos convencidosde que sólo por Cristo el hombre alcanza su

dignidad y su libertad. Por eso no perdemosla esperanza, sino que trabajamos con la fuer-za del Espíritu Santo a favor de los hombres.

¿Qué significa la elección de un Papaalemán después de un Papa polaco?

Polonia es nuestro país vecino. En el pa-sado tuvimos muchas luchas, pero la Iglesiacatólica ha sido el único fermento para unir alos hombres y superar estas enemistades.Hoy trabajamos y caminamos juntos. Losdos países son muy importantes en el corazónde la nueva Europa, y es una señal de la Pro-videncia divina que a un Papa polaco le su-ceda su gran amigo y colaborador, el carde-nal Ratzinger, con el nombre de BenedictoXVI. Tienen distinto carácter y distinta per-sonalidad, pero tienen el mismo papel y elmismo objetivo: unir a todos los hombres enla Iglesia para la alabanza de Dios.

¿Qué repercusiones ha tenido el en-cuentro de Colonia en su diócesis, tan li-gada a Benedicto XVI, y de una maneramás amplia en la Iglesia en Alemania?

Estamos muy contentos, porque el PapaBenedicto ha estado muchos años en Ratis-bona, en su Facultad de Teología. La mayo-ría de la población son católicos, y muchospracticantes. En cuanto al conjunto de Ale-mania, donde hay protestantes, católicos y nobautizados que vivieron bajo el comunismo,la resistencia contra el cristianismo ha dis-minuido visiblemente y mucha gente acom-paña de nuevo la vida de la Iglesia. No cabeduda de que, en ello, la influencia de la Jor-nada Mundial de la Juventud de Colonia hasido clara, sobre todo entre los jóvenes.

Entrevista a monseñor Gerhard Ludwig Müller, obispo de Ratisbona

Alemania vuelve a la Iglesia

Monseñor Gerhard L. Müller

DESDE LA FEΩΩ28

8-XII-2005AA

De nuevo habéis venido para llenar este templo con el home-naje de vuestra memoria y oración por cuantos reposan aquí,este año de manera especial por don Francisco Franco, Jefe

del Estado español y fundador de este monumento, al cumplirse lostreinta años de su fallecimiento. Cabe destacar hoy, como una desus creaciones máximas, esta obra del Valle de los Caídos, que resumesu espíritu como hombre y como cristiano.

Los elementos que integran el monumento nos remiten a los sím-bolos más eminentes de la historia española y europea. Una cruz, unabasílica, un altar y un monasterio encierran el emblema de lo que hasido el alma de España y de Europa, en torno a los cuales se ha con-figurado su perfil espiritual y sus hechos históricos más sobresa-lientes. A través de tales símbolos se quiso trascender el impacto denuestra guerra, en la que, a la sombra de un conflicto nacional, se de-batía el cambio de la identidad cristiana de los pueblos europeos.Algo que hoy vuelve a plantearse.

Pero el Valle evoca también la memoria de todos aquellos que,aquí o en cualquier lugar, descansan tras haber inmolado sus vidaspor la causa de Dios o de España, o por ambas. El Valle no es el mo-numento a una victoria; es el lamento por una guerra y por los hijos dela misma patria muertos en ella. Aquí no hubo lugar para la discrimi-nación. Esta basílica abrió sus puertas sin preguntar cuál era la ide-ología o las creencias religiosas de los que aquí recibieron sepultura.La sombra de la misma cruz guarda el reposo de quienes, bajo banderasdistintas ayer, se dan hoy la mano desde nichos contiguos. Se habla deconvertir el Valle en un Memorial; si éste va a tener por objeto a las víc-timas de la guerra, que son los verdaderos protagonistas, nadie va a ima-ginar un monumento conmemorativo más digno que éste.

Esta tarde ha comenzado la celebración anual de la festividad deJesucristo, Rey del universo. Sabemos que en estos últimos siglos hasido el rey más discutido. Pero Él es Rey de reyes y Soberano delos señores, aunque deje el gobierno directo de los asuntos temporalesa los césares de la tierra. Pero ello no anula la soberanía de Dios.Siempre persiste el deber de obediencia del hombre y de las institu-ciones sociales a la ley divina y a los principios morales, a fin degarantizar la dignidad, santidad y justicia del orden humano, el má-ximo bien temporal de las sociedades. El que es Cabeza de la Hu-manidad tiene el derecho absoluto a ser reconocido por los príncipesy las instituciones de este mundo. Cuando, por el contrario, la ins-piración en el gobierno de la sociedad no se confía a Dios, se entre-ga inevitablemente al mal y a la mentira.

A la luz de este misterio de la realeza de Cristo se comprenden al-gunas realidades de la hora presente. De igual modo que la acción delhombre contra la naturaleza provoca en ella las conmociones queconocemos, la acción contra el orden moral de la sociedad remuevetambién sus cimientos. Tal vez esto explique que, en tan breve tiem-po, nuestra nación haya sido tan profundamente sacudida en susfundamentos, tan metódicamente privada de sus elementos básicosde identidad. Hemos desembocado en una sociedad sin ley, en laque los códigos divinos y humanos son burlados impunemente, pa-ra modelar una sociedad en la que quede consumada la ruptura contodos sus precedentes históricos. Cada día, una nueva renuncia des-poja a España de una parte de sí misma, de su patrimonio espirituale histórico, del orgullo de su identidad y de su nombre.

Las únicas realidades con futuro

Debemos admitir, sin embargo, que en ello han tenido también unaparte importante nuestros propios errores e infidelidades. A la ame-naza de desintegración ha precedido la quiebra de los pilares sobrelos que se asentaba: los valores religiosos y espirituales, la vida y lasconvicciones morales, la familia, el respeto al nombre y a la ley deDios, todo lo que formaba parte de nuestra historia común. Sobre es-ta roca se sostuvo secularmente la realidad de España. Hoy nos he-mos quedado en el vacío.

España se reconstruirá, no sobre alguna constitución de papelredactada por hombres, sino sobre la constitución del Evangelio. ElEvangelio suscita no sólo hombres espiritualmente nuevos, sinopueblos nuevos renovados en la savia que da vida al mundo. En-tonces, un nuevo soplo del Espíritu hará surgir una nueva raza de mís-ticos, de santos y de héroes, un nuevo pueblo que reconocerá la so-beranía de Cristo, y será nuevamente un pueblo grande. Las únicasrealidades que tienen futuro son aquellas que hoy son despreciadasy excluidas, pero que llevan en sí la garantía de Dios.

Estamos viviendo tal vez la mayor de las guerras de religión, enla que es herido no sólo el edificio cristiano, sino todos los soporteshumanos e históricos que lo sustentan. Pero no nos dejemos desa-lentar: el destino del Evangelio y del cristianismo está bajo la pro-tección de Dios, de su Madre y de nuestros santos y mártires, losdel pasado y del presente, de la oración, el sacrificio y la conver-sión de todos los creyentes, que no podemos limitarnos a ser testigosapesadumbrados de lo que sucede, sabiendo que tenemos en las ma-nos este recurso decisivo.

Dom Anselmo A. Navarrete

Abad del Valle de los Caídos:

«Aquí no hubolugar para la

discriminación»

Cruz del Valle de los Caídos

DESDE LA FE 8-XII-2005 ΩΩ29 AA

Punto de vistaLa séptima salida

Preparábamos todos los hispanos, un añoatrás, el año cervantino que ahora toca a

su fin. Y subrayaba esta columna, entonces,el sentido de la sexta salida de una quijo-tesca empresa: los Congresos sobre el papelde los católicos en la vida pública, quecelebra en cada noviembre la FundaciónSan Pablo-CEU. Cuando ese ilustre centena-rio toca a su fin, ha llevado la Fundación abuen término su séptima salida, merecedorade una glosa cordial.

El tema no pudo ser más oportuno:Llamados a la libertad, pues vivimos untiempo en que los creyentes hemos de rei-vindicar nuestro derecho a ella, no tanto–aunque también– ante las cortapisas ofi-ciales, como frente a una opresión socialque quisiera relegar la fe a espacios margi-nales, ojalá invisibles, más propios de lacatacumba que de la catedral. Parece queel agnosticismo fuera la creencia obligadade estos tiempos, y que proclamarse ateomilitante tuviera un mérito al que no podríaaspirar aquel que osa confiar en un Padreeterno y esperar en la perenne paz de unMás Allá. Por eso fue muy oportuno el bri-llante comienzo: bajo la presidencia de donLeopoldo Calvo Sotelo, una de las mejorescabezas de Europa, la del catedrático enMunich Robert Spaemann, explicó la convi-vencia, no siempre fácil, entre creyentes yno creyentes.

Otras tres grandes sesiones, presididastambién por personalidades eminentes (porejemplo, don Sabino Fernández Campo),sentaron doctrina y abrieron debate sobreáreas tan esenciales como el arraigo socialde la libertad, la lucha por esta libertad ennuestro tiempo y los arriesgados caminospor los que este combate discurre hoy.Sucesivas Mesas redondas, doce en total,con debate y con la lectura resumida demuchas comunicaciones, dieron enseguidagran vivacidad a lo que es ya un Congresoconsolidado, que crece en asistencia y envalor intelectual. Era difícil hallar un asientoen las aulas que las acogían; y si así fuesiempre, quizá aumentaron la ocupación yel interés emocionado cuando don NicolásRedondo Terreros presidió la dedicada aestudiar ese lugar «donde no hay libertad:el País Vasco».

Sin duda, la figura que más atrajo laatención fue la de Lech Walesa. El fundadordel sindicato Solidaridad y ex Presidente dePolonia, tan ingenioso y ameno como siem-pre, sorprendió por su claridad y juventudde ánimo a quienes no habían tenido la for-tuna de escucharle antes. Muchas serán,seguramente, las cualidades de los nuevosgobernantes elegidos por los polacos; difícilparece que igualen las del humilde obreroque empezó a derribar, sólo con su fe y susmanos, una opresión alzada sobre mediomundo usurpando el nombre de esos mis-mos obreros. Y su vivo recuerdo de nuestroJuan Pablo II, el Grande, fue una conjun-ción admirable de devoción y de filial cari-ño que enalteció este nuevo Congreso.

Carlos Robles Piquer

L I B R O S

Quizá en nuestros días ningún otro misterio cristiano su-ponga un reto para el pensamiento como ocurre con el eu-carístico. Es el misterio de fe más oscuro –reflejo de la

Encarnación–, y, al mismo tiempo, el más concreto. Escribió el J.-L. Marion que «un don no reclama, ante todo, ser explicado, si-no más bien ser recibido». Como dice el cardenal Scola, «quienpretenda comprenderlo antes de recibirlo se revelaría incapaz deacogerlo». Este libro del hoy Patriarca de Venecia, otrora profe-sor de Filosofía y Teología, Rector de la Universidad Lateranen-se y teólogo de primera fila, no es sólo un recopilatorio de algu-nas de sus últimas conferencias, y algunos de sus últimos escri-tos, sobre el misterio de la Eucaristía, con motivo de su partici-pación como Relator General del Sínodo de los Obispos sobrela Eucaristía, recientemente celebrado –cuya Relación anterior serecoge en un apéndice final–. Este libro es una propuesta de mé-todo para comprender, gustar y sentir la Eucaristía, en el contex-to de la vida del cristiano, y en el contexto de una época, la nues-tra, que no sólo dificulta el acceso a la realidad en toda su pleni-tud, sino que envuelve la realidad de la fe entre los paños de al-godón de las interesadas concepciones religiosas más cercanas ala idolatría, a la magia, que a la auténtica religación trascenden-

te. Toda la genialidad del cristianismo radica en el método de la Encarnación. No hay realismomás grande que el que existe en el encuentro con Cristo, tan apasionado por el hombre, que asumióla naturaleza humana, excepto en el pecado, para que el tiempo ya no fuera el solo discurrir de la vi-da. El tiempo, en general, y en particular, como nuestro tiempo, ha sido atravesado por un evento.La relación entre el evento originario, el acontecimiento primigenio, y cada uno de los eventosmediados y mediadores de gracia, de salvación, que son los sacramentos, en la Iglesia, se da en unacontinuidad de transmisión, de Tradición, asumida y realizada en beneficio de todos. Con la Eucaristía,y con la reflexión sobre este sacramento, podemos responder a algunas de las preguntas más acu-ciantes que la razón moderna lanza como reto a la fe cristiana.

El cardenal Angelo Scola se ocupa, en este libro, de establecer un diálogo con Lessing y su ideadel repugnante gran foso que nos separa de Jesucristo y de su historia. «Si la Iglesia existe para serla mediación intrínseca de Jesucristo –Lumen gentium–, el problema no se puede plantear sino enlos términos de un aut-aut. O la Iglesia es capaz de proponer de nuevo el evento de Jesucristo en elpresente, de modo que el hombre situado en el aquí y ahora de la Historia pueda encontrarlo y al-canzarlo de modo real, o bien este evento permanece inexorablemente en el pasado. Y, en este úl-timo caso, la Iglesia, aunque se inspire en Él, sólo puede presentar su propia realidad a partir de símisma, y no presentarse como sacramento, o sea signo e instrumento de la unión íntima con Diosy de la unidad de todo el género humano. En el prólogo a la edición española, el arzobispo de Ma-drid, cardenal Antonio María Rouco, recuerda que san Ignacio de Antioquía dijo de la Eucaristía queera «Medicina de inmortalidad», y que Benedicto XVI ha escrito que «necesitamos este Pan paraafrontar la fatiga y el cansancio del viaje».

José Francisco Serrano

El sacerdote y médico Juan Moya, Rector del Real Oratorio del Caballero de Gra-cia, en Madrid, ha escrito este libro con unas sencillas, a la vez que profundas, me-

ditaciones para el Adviento y la Navidad. Son textos arraigados en la profunda tra-dición cristiana, con una estructura clásica de meditación en la que, siguiendo las hue-llas de la Sagrada Escritura, iluminan la vida del cristiano, las preocupaciones, losafanes, las luces y las sombras. Tienen la virtud de llamar a las cosas por su nombre,y de hacer que la más profunda espiritualidad no esté en contradicción con la más cru-da realidad de la vida.

J.F.S.

En la Escuela de MaríaTítulo: Al calor de Belén. Meditar el Adviento y la NavidadAutor: Juan MoyaEditorial: Grafite

Pan para la fatigaTítulo: Eucaristía, encuentro de libertadesAutor: Angelo ScolaEditorial: Ediciones Encuentro

Televisión

Cuando cae la nocheLa noche de verdad no es la que se nos echa

encima a las seis de la tarde, sino la que nacede la mano de los late night, los programas que sa-len de sus cuevas a la hora bruja. La noche ya tie-ne su elenco de protagonistas: Carolina Ferré, An-drés Buenafuente, Eva Hache y Pepe Navarro, porseñalar sólo los que descuellan. Hacer un pro-grama entre dos días laborables no es cosa fácil,porque tienes al espectador en duermevela, y hayque espabilarlo a fuerza de gags y sorpresas. Deahí que, en ocasiones, se caiga en la tentación deflirtear con la chabacanería y el mal gusto, en vezde con el ingenio. La penúltima que llegó a la no-che catódica fue Eva Hache, en La cuatro, acom-pañada de su equipo de freakies. Lo malo de Evaes que funciona mejor de cola de león. Tiene gra-cia, pero hiperactúa, y los que andan con ella tie-nen todavía el punto frágil de la inmadurez. Los

chistes son fáciles, y las entrevistas no son másque ocasión para su lucimiento personal. El granlastre del programa es la pertinaz llovizna del es-píritu de Polanco, que va calando en todas lassecciones del programa, donde la Iglesia, la CO-PE, la familia y los valores son el blanco de todaslas puyas; así, uno se va a la cama pensando que,en el fondo, nada es tan importante como paraser tomado en serio. Pepe Navarro obtuvo un20,4% de cuota de pantalla en su noche de es-treno con Rufus y Navarro. Sin embargo, ha es-cogido el mismo formato que hiciera con el fa-moso Mississippi; no ha buscado un nuevo regis-tro que conceda aire puro a la noche, sino queha calcado sus anteriores propuestas y se ha que-dado tan ancho. El Plan C, de Carolina Ferré y suequipo, tiene la mala sombra de reincidir cadasemana en su obsesión por la Iglesia católica. Ha-

ce poco, uno de sus colaboradores, Faemino, sesalió del guión unánime y protestó en directo, sol-tando que ya valía de tanta crítica inmerecida a laIglesia –arranque que, por cierto, heló las venas delos presentes–. Y llegamos a Buenafuente, quizá laoferta de late night más interesante de los últimosaños. Lo malo de su presentador, el showman máscompleto del panorama actual, es que sus mofasa la fe católica empañan la calidad de su humor.Con Buenafuente, la apuesta de Antena 3 para lanoche se distanció diametralmente de Crónicasmarcianas, por eso no tiene ese aire viciado que sepodía cortar con tijeras en las noches con Sardá.Quizá la excesiva pose nihilista de su conductorafee el conjunto y retire a un buen grupo de es-pectadores a la cama.

Javier Alonso Sandoica

Gentes

José Barea, Catedrático de Economía

Sin la ayuda de los paísesricos, el tercer mundo nopodrá salir nunca de lapobreza. La mayor parte deellos no ha cumplido su

compromiso de aportar el 0,7% de su PIB.La alfabetización, la atención sanitaria, losprogramas a gran escala y losmicrocréditos son las vías para salir delsubdesarrollo.

Ignacio Calderón,Fundación de Ayuda contra la Drogadicción

En nuestra sociedad, losniños pueden tenerlo todo;sin embargo, no saben loque quieren. Mientras la

gente siga pensando que con la droga nopasa nada, que no es para tanto, no haynada que hacer. La herramientafundamental en la lucha contra la droga esla educación.

Alfredo Dagnino, Letrado del Consejo de Estado

La sociedad civil no estádel todo concienciada delos riesgos para lasdemocracias en el mundo

de hoy. Frente a la organización del poder,debe distinguirse la sociedad civil. Sufortalecimiento es una prioridad. EnEspaña, va tomando conciencia de suscompromisos, pero falta mucho.

DESDE LA FEΩΩ30

8-XII-2005AA

PROGRAMACIÓN TMT y POPULAR TV (del 8 al 14 de diciembre de 2005)(Mad: sólo en Madrid; Información: Tel. 902 22 27 28)

A DIARIO:

07.55 (de lunes a viernes); 07.00 (Sáb.y Dom.).- Palabra de vida08.00 (salvo S. y D.); 11.00 (V.); 11.25(L. y J.).- Pop. Tv Noticias La Mañana14.00; 20.00; 00.00 (salvo S. y D.00.30: Mi.).- Pop. Tv Noticias 1 -2 -312.00: Ángelus y Santa Misa15.00.- Concursar con Popular01.05 (L., Ma., J. y V.); 01.10 (Dom.);01.35 (Mi.); 01.45 (Sáb.).- Palabra devida

JUEVES 8 de diciembre

07.00.- Vida misionera - 07.25.- Dic-cionario P. - 09.10.- Cine El ladrón decadáveres - 11.00.- Informativo (Mad)12.30.- Alto-claro-fuerte - 14.30.- Oc-tava Dies - 15.35.- Cine Mi adorableesclava - 17.35.- Chapulín - 18.00.-Hasta 10 - 18.50.- Pongamos (Mad)19.20.- Diccionario - 20.40.- Noticias(Mad) - 21.10.- Argumentos - 22.05.-Acompáñame - 22.30.- Valorar el Cine23.00.- Buenas, Cuca - 00.30.- Noti-cias (Mad) - 01.10.- El ojo del huracán

VIERNES 9 de diciembre

07.00.- Teletienda - 07.25.- Dicciona-rio Pop. - 09.10.- Cine Demencia 1313.00.- Buenas noches, Cuca - 14.30.-Escuela de María - 15.35.- Más CinePequeña tierra de Dios - 17.35.- Cha-pulín - 18.00.- Hasta 10 - 18.50.- Pon-gamos (Mad) - 19.20.- Diccionario P.20.40.- Noticias (Mad) - 21.10.- Cróni-cas de un pueblo - 22.05.- Pantallagrande - 23.00.- Arriba y abajo00.30.- Noticias (Mad)01.10.- La peli del viernes

SÁBADO 10 de diciembre

07.05.- Hasta 10 - 09.40.- ¡Cuídate!10.30.- Cloverdale’s corner11.30.- Pueblo en camino13.00.- Frente a frente - 14.15.- Tele-tienda - 14.30.- Corto, pero intenso15.35.- Los cien de la tele - 17.00.- Di-bujos animados - 18.00.- DocumentalDuracell - 18.50.- Arriba y abajo20.35.- Pantalla grande21.25.- Crónicas de un pueblo -22.20.-Ala... Dina - 23.00.- Curro Jiménez00.10.- Cine de culto

DOMINGO 11 de diciembre

07.05.- Hasta 10 - 08.50.- Los cien dela tele - 10.30.- Cloverdale’s corner11.30.- Mundo solidario13.00.- Argumentos - 14.15.- Teletien-da - 14.30.- Valorar el cine - 15.30.-Acompáñame - 16.00.- Curro Jiménez17.05.- Dibujos animados - 18.30.- ElClub Popular - 19.25.- Mi vida por ti20.35.- Buenas noches, Cuca21.30.- El chapulín colorado21.55.- Corto, pero intenso22.30.- Esta noche Mariasela23.25.- Tirachinas radio

LUNES 12 de diciembre

06.00.- Tirachinas - 07.25.- Dicciona-rio Pop. - 9.10.- Más Cine A la sombrade los muelles - 11.00.- Informativo(Mad) - 13.00.- Esta noche Mariasela14.30.- Pueblo en camino - 15.35.-Más Cine Alerta submarina - 17.35.- ElChapulín colorado - 18.00.- Hasta 1018.50.- Pongamos que hablo de Ma-drid (Mad) - 19.20.- Diccionario Pop.20.40.- Noticias (Mad) - 21.10.- La pe-lícula del lunes - 23.00.- Todo deporte00.30.- Noticias (Mad)01.10.- El Club Popular

MARTES 13 de diciembre

07.00.- Teletienda - 07.25.- Dicciona-rio Pop. -09.10.- Cine El gran reportaje11.00.- Pongamos que hablo de Ma-drid (Mad) - 13.00.- Todo deporte14.30.- Mundo solidario - 15.35.- MásCine Carta de presentación - 17.35.-Chapulín colorado - 18.00.- Hasta 1018.50.- Pongamos (Mad) - 19.20.- Dic-cionario Pop. - 20.40.- Noticias (Mad)21.10.- El ojo del huracán - 22.05.-Frente a frente - 23.00.- Con la vida enlos talones - 00.30.- Noticias (Mad)01.10.- Cloverdale’s corner

MIÉRCOLES 14 de diciembre

07.00.- Teletienda - 07.25.- Dicciona-rio popular - 09.10.- Teletienda10.00.- Vida misionera - 10.25.- Au-diencia del Papa - 13.00.- Con la vidaen los talones - 14.30.- Mi vida por ti15.35.- Cine El acecho del fantasma17.35.- El Chapulín colorado - 18.00.-Hasta 10 - 18.50.- Pongamos (Mad)19.20.- Diccionario P. - 20.40.- Noti-cias (Mad) - 21.10.- La película en es-pañol Mi adorable esclava - 23.00.- Al-to-claro-fuerte - 01.00.- Noticias (Mad)01.40.- Cloverdale’s corner

Es verdaderamente sorprendente –y la viñetaque ilustra este rincón lo denuncia con suficienteclaridad– cómo estamos viviendo en España unmundo al revés; es curioso que un mismo acto, porejemplo, una defensa de la Constitución, puedaser considerado una celebración o una provoca-ción, según quien lo haya organizado. Todavía esmás llamativo que siempre, sin excepción, cuandolo organizan unos, es una celebración, y cuandolo organizan otros, es una provocación. Acabo deleer en ABC este certero juicio: «Que un Gobiernoconsidere que defender la Constitución genera odioentre los españoles revela el alcance de la patolo-gía que afecta al Ejecutivo». Yo no sé si he perdi-do la brújula más elemental, la que orienta en elsentido común, o si lo que ocurre es fruto de una co-bardía moral, de un extraño complejo o, sencilla-mente, de una falta de sensibilidad favorecida porel empacho constante de determinados medios.Llama la atención, hasta límites insuperables, queun sujeto como Carod Rovira, proclamador a todashoras y deshoras de que España le importa un pi-miento, no tenga reparo en acogerse a los tribuna-les de justicia de una nación a la que dice no que-rer pertenecer. ¿Para eso y, sobre todo, para co-brar a fin de mes, sí es español?

«¿Si el Catecismo sugiere que, con la ayuda deDios, se puede ser casto y célibe, por qué no pue-de un gay ser sacerdote?», pregunta, en El Mundo,Juan A. Herrero Brasas, profesor de Ética socialen el Departamento de Estudios de Religión, de laUniversidad del Estado de California. ¡Total, nada!A lo mejor, si sigue leyendo el Catecismo, él mis-mo es capaz de encontrar la respuesta. Por si lesirve de algo, le animo desde aquí a que le echeun vistazo al diario Vaticano L´Osservatore Ro-mano de estos días. Ahí encontrará también res-puesta a su conmovedora preocupación. «La ho-mosexualidad, considerada últimamente como unaactitud normal, no es, precisamente, un valor –y,mucho menos, una virtud moral– que pueda ayudara la humanización de la sexualidad. No es, cierta-mente, un bien, a partir del cual se pueda educar alos jóvenes. Tanto menos a los seminaristas, a losque cabe exigir madurez en sus comportamientosafectivos, porque se preparan para ser padres detodos». Yo creo que esto no es tan difícil de en-

tender –incluso en California–, y nada tiene de par-ticular que la Congregación para la Educación Ca-tólica lo tenga en cuenta en una Instrucción sobrelos criterios de discernimiento vocacional en re-lación con las personas de tendencias homose-xuales antes de su admisión al Seminario y a lasÓrdenes sagradas.

No hace muchos días, La Vanguardia, de Barce-lona, publicaba un artículo científico, a toda página,para informar que un investigador surcoreano ha-bía admitido haber utilizado óvulos de dos cola-boradoras suyas, y que algunas fueron remunera-das. El título de La Vanguardia era: Óvulos parainvestigar, de origen poco ético ¿Comprenden us-tedes? O sea, que, por lo que se ve, hay óvulospara investigar de origen poco ético: los debe dehaber de origen algo más ético, y también de ori-gen totalmente ético. De origen poco ético –si yono entiendo mal– quiere decir que algo ético sí loson. ¿Cómo se puede tener tal cacao mental en lacabeza? Esto recuerda, en cierto modo, aquellode estar un poco embarazada.

Recientemente, en Bruselas, el sacerdote reden-torista irlandés Alec Reid ha protagonizado unareunión y disertado durante más de una hora sobreel conflicto vasco. En el transcurso de su homilía, hamanifestado su convicción de que «Zapatero es unabuenísima persona» ¡Qué Dios le conserve la vista!Si su perspicacia y clarividencia sobre lo que él lla-ma conflicto vasco es tan deslumbrante como laque demuestra sobre ZP, apaga y vámonos.

La impresionante ministra de Sanidad del Go-bierno de España, doña Elena Salgado, ha culpa-do a la jerarquía católica de confundir sobre latransmisión del sida. «La abstinencia y la fidelidadno son suficientes, la Iglesia debería saberlo», hadicho. Pero, ¿en qué mundo cree esta señora vogueque vive la Iglesia? Y otra preguntita más, sin ma-yor intención: cuando los seres humanos víctimasde las políticas sobre el sida llegan a sus momen-tos terminales, ¿quién se ocupa de cuidarlos? ¿Talvez, la señora ministra de Sanidad? ¿O tal vez laIglesia?

Gonzalo de Berceo

Con ojos de mujer

El Estado, en deuda

¿Pero qué tienen contra la Iglesia católicaesos socialistas de Zapatero? Es un

hecho cierto que la Iglesia, con sus Órdenesreligiosas o asociaciones de laicos dedicadosa la enseñanza, ha sido la mejor educadora,aunque no haya sido perfecta. Y esto no lopueden negar; es memoria histórica, pero lesfastidia.

Hablamos de educación de calidad enlibertad. Y la manifestación del 12-N hareclamado educación de calidad en libertad yel respeto que el Estado debe a los derechos delos padres a elegir dónde y cómo educar a sushijos. Y la jerarquía de la Iglesia católica apoyay defiende, como no puede ser de otro modo,estos derechos, y la lógica racionalidad de quela asignatura de Religión, si es asignatura, debetener el mismo trato que las demás asignaturas,o sea, debe ser evaluable. Además debe teneruna alternativa, sea Ética o Historia de lasreligiones, también evaluable. Lo que noresponda a este criterio es irracional, falto de lamás elemental lógica académica.

Desde que los socialistas de Zapatero hanllegado al poder, no hacen más que molestar yatacar los valores más sagrados de loscatólicos, que son, además, valores de laHumanidad entera. Sufren una crisis rabiosa deanticlericalismo, y se sacan de la manga elcoco de la autofinanciación de la Iglesiacatólica, porque en España se trata a la Iglesiademasiado bien, que lo ha dicho María Teresa,la Vicepresidenta, acaso quemada por suimpopular viaje al Vaticano.

Entiende poco de la Iglesia, esta señora.Quizás es que no sepa que la Iglesia católicasomos todos los bautizados. Y que somosmuchos más que todos los obispos, frailes,sacerdotes y monjas juntos. Y que los laicos,desde el Concilio Vaticano II, tenemospersonalidad y mayoría de edad y queremosdefender a nuestra madre la Iglesia de quienesla ataquen. Y queremos financiarla. Por esoponemos la crucecita en la casillacorrespondiente de la Declaración de la renta,que van a ver cómo aumenta el próximoejercicio. Si el Estado añade unos miles deeuros más, hay que verlo como una mínimacompensación por el agravio histórico de laDesamortización efectuada sobre los bienes dela Iglesia por aquel ministro llamadoMendizábal. Bienes que eran donaciones delpueblo español y le fueron injustamentearrebatados.

Hay que recuperar la memoria históricaincluso de aquella decisión de Mendizábal, sinolvidar la quema de templos y conventos tantoen el 34 como en el 36, sin que el Gobierno dela República hiciera nada para conteneraquella oleada de salvajismo. El Estadoespañol está en deuda con al Iglesia católica,por todo esto y por la ingente tarea educativa,social, sanitaria, cultural, humanitaria y cívicaque viene realizando, sin acepción depersonas, sencillamente por amor.

Mercedes Gordon

Martinmorales, en ABC

DESDE LA FE 8-XII-2005 ΩΩ31 AA

No es verdad

ΩΩAA

María emerge de improviso en el evangelio deSan Lucas (8,3). Su retrato se esboza conuna sola frase: «María de Magdala, de laque el Señor había expulsado siete demo-nios». La palabra demonio, en el lenguajeevangélico, no sólo designa el mal moral,sino también el físico, que puede padeceruna persona. El siete es el número simbóli-co de la plenitud. No podemos saber, sinembargo, qué mal –físico, psicológico o mo-ral– fue aquel del que le libró el Señor. Latradición popular, sin embargo, ha identifi-

cado a María Magdalena con una prostituta,porque, en el capítulo precedente, san Lu-cas narra la historia de una «conocida peca-dora de esa ciudad». La aplicación es fácil,pero es infundada, como también lo es laque la convierte en María la de Betania, yque se debe a que san Juan atribuye a la her-mana de Marta y Lázaro la misma acciónde ungir al Señor que hizo la pecadora anó-nima de Lucas. Por dos veces, la tradiciónpopular hace perder sus connotaciones per-sonales a María de Magdala, confundién-

dola primero con una prostituta, y despuéscon María de Betania. Entre tanto, sin em-bargo, María Magdalena acompaña a Jesúspara vivir con Él y con sus discípulos lashoras de la Pasión. Todos los evangelistas, dehecho, coinciden en señalar su presencia enel momento de la crucifixión y de la sepul-tura de Cristo. Es precisamente junto a esatumba, en la pálida luz del alba de Pascua, enla que san Juan ambienta el célebre encuen-tro entre Cristo y María de Magdala.

Como es sabido, María Magdalena con-funde a Cristo con el guarda del cemente-rio. Ahora bien, esta ceguera es típica de al-gunas apariciones del Resucitado –bastapensar en su encuentro con los discípulosde Emaús–. El significado es, naturalmente,teológico: aun siendo entonces Jesús de Na-zaret, Cristo glorioso trasciende las coorde-nadas humanas, históricas y físicas. Para po-derlo reconocer, es necesario introducirseen un canal de conocimiento trascendente: lafe. Por eso, sólo cuando se siente llamadaen un diálogo personal, María lo reconoce,llamándolo Rabbuní (Maestro). En su Vidade Jesús, Renan explicará de modo racio-nalista toda la escena, como si fuera la alu-cinación de una enamorada; agregaba así untrazo malicioso al retrato de María, hacién-dola pasar –sin el más mínimo fundamentotextual– como amante secreta de Jesús. Aesta deformación han contribuido tambiénalgunos evangelios apócrifos. Por otro la-do, en un texto gnóstico como es Pistis sop-hia, la Magdalena se convierte en el emble-ma de una Humanidad redimida de tipo an-drógino (¡otra deformación!), basándose enla afirmación de san Pablo de que «ya nohabrá más hombre ni mujer, sino que todosserán uno en Cristo Jesús».

Es María una santa entre dos extremos:carnalmente rebajada, y espiritualmente ele-vada a una sabiduría transfigurada. Por for-tuna, el único que la llamó por su nombre,María, y la reconoce, confirmándola como sudiscípula, fue el mismo Jesús de Nazaret, suMaestro, el Rabunní. Y es sobre la base deaquel encuentro pascual como su presenciase vuelve a asomar a la liturgia católica conla estupenda melodía gregoriana Victimaepaschali, y con ese diálogo en latín que ob-viamos traducir: «Dic nobis, María, quid vi-disti in via? Surrexit Christus, spes mea!»

Gianfranco Ravasi

Alfa y Omega agradece la especial colaboración de:

María de MagdalaLa tradición ha visto a María Magdalena de las maneras más diversas, pero el cine y la literatura contemporánea

–El Código Da Vinci, por poner un ejemplo flagrante– intentan rebajar su figura hasta la caricatura. En este artículo publicado por el diario Avvenire, Gianfranco Ravasi trata de acercarnos a una mujer

cuyo encuentro con Cristo le cambió la vida

La Magdalena penitente.El Greco, 1580-86.

Museo Nelson-Atkins,Kansas City

( Estados Unidos)