II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable...

260
II

Transcript of II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable...

Page 1: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

II

II

Text

os R

evol

ucio

nari

os

Corridos Revolucionarios

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

Causas de la Revolución Mexicana Disposiciones revolucionarias

La toma de Zacatecas 1914

Page 2: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 3: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 4: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

Textos Revolucionarios

Tomo II

Page 5: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL

Presidente César Camacho

Secretaria General Ivonne Ortega Pacheco

COMITÉ NACIONAL EDITORIAL Y DE DIVULGACIÓN

Coordinador Jesús Rivero Covarrubias

www.pri.org.mx

© Diseño: María Isela Bojórquez Canché

Edición del Comité Nacional Editorial y de Divulgación del Partido Revolucionario Institucional. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin el consentimiento expreso de los editores.

Textos Revolucionarios - Tomo II Colección Pensamiento Político

Page 6: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

Índice

Corridos Revolucionarios 7

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana 71

Causas de la Revolución Mexicana 107 Disposiciones revolucionarias 149

La toma de Zacatecas 1914 217

Page 7: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 8: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 9: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 10: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

Los Corridos dela Revolución

Page 11: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 12: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

11

Los Corridos de la Revolución

Índice

• Los “corridos” de la Revolución

• Canto a Madero

• Laureles de gloria al mártir de la democracia Aquiles Serdán

• Historia del pronunciamiento del general E. Zapata

• La muerte de Madero

• Corrido dedicado a D. Venustiano Carranza

• Los combates de Torreón

• La toma de Zacatecas

• Los combates de Celaya

• La persecución de Villa

• Nuevas “mañanitas” al Estado de Morelos

• Trágico fin de Carranza

• La muerte de Francisco Villa

• La batalla de Ocotlán

• El asesinato del general Obregón

Page 13: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 14: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

13

Los Corridos de la Revolución

Los “Corridos” de la Revolución1

La música popular es una de las manifestaciones que mejor retrata el espíritu de una nación. En un país en el que hay can-tores para sus glorias y para sus héroes, el pueblo afinará su sensibilidad y acrecentará su cariño por la Patria. México, por medio de sus rapsodas populares, honra a sus héroes y canta sus hazañas en los corridos.

Es pintoresco el aspecto que presentan los alrededores de los mercados; junto a las inditas menudas que visten “huipil” y ofrecen tortillas, los viejos matones de aspecto terrible que ex-penden “barbacoa” y las garridas hembras de valiosos pendien-tes antiguos y rebozo de bolita que venden “pozole”, están dos tipos característicos: el merolico que ofrece remedios prodi-giosos y saca muelas con un tornillo y el vendedor de corridos. Este ejerce su singular comercio con gran éxito; alineadas en el pavimento están las canciones impresas en papel de chillantes colores y con truculentas ilustraciones trazadas por la imagi-nación de dibujante ignorado. Pesadas lajas sobre las hojas de canciones, impiden que las vuele el viento.

De nariz roja, pues es un gran bebedor de pulque, pantalones mal fajados y camisa salida; mal encarado, de bigotes caídos, cubre su cabeza alargada con un sombrero pringoso de palma, 1 Lie. Celestino Herrera Frimont. Los corridos de la Revolución, Biblioteca Enciclopédi-ca Popular, No. 133, Secretaría de Educación Pública, México, 1946.

Page 15: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

14

Textos Revolucionarios

a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado a la compra del diario alimento y una vez que lo ha reunido en suficiente nú-mero y de halagar a las criaditas llamándolas cariñosamente: Güerita, Chatita y otras lindezas por el estilo, con voz aguarden-tosa empieza a cantar:

“Hay hombres que son valientes pero ninguno fue igual a Don Macario Romero

que tuvo triste final”.

“Era de buen corazón y de buenos procederes

siempre amigo de los hombres servidor de las mujeres”.

Y vende su mercancía a las “gatas” sentimentales que aprenden esos cantos llenos de la dulzura del pueblo, mientras piensan risueñamente en el gendarme o en el “chafirete” que se les ha metido muy adentro del corazón.

Don Luis González Obregón estima que el corrido es una de-rivación de los romances españoles, habiendo alcanzado gran apogeo entre nosotros en los años anteriores a nuestra libera-ción en que los conquistadores se valían de tales medios para lanzar sus saetas a los insurgentes, que eran contestadas por éstos de manera igualmente sangrienta.

Efectivamente parece ser que el corrido deriva directamente de los romances caballerescos e históricos españoles a que dieron origen las largas narraciones en verso sobre hechos militares y heroicos que se conocen en la literatura castellana como canta-res de Gesta. El romance popular, que recogido amorosamente, llena con sus líricas manifestaciones una gran parte de la His-toria de la época heroica de los Reinos de Castilla y Aragón, es trasplantando a América que a la vez es el más vasto escenario de las grandes hazañas de los héroes peninsulares; en la Colo-

Page 16: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

15

Los Corridos de la Revolución

nia se siguen escuchando los bellos romances moriscos tan en boga en la metrópoli.

Pero un sentimiento popular distinto parecía deseoso de can-tar a los héroes propios; también con el carácter popular del romance español se propaga con características definidas el co-rrido. Primero los esforzados insurgentes; más tarde los héroes de guerras extranjeras; siempre las hazañas de algún hombre divorciado del amor a la existencia o con alto espíritu de sacrifi-cio, dan con exceso el material para los corridos populares que nacidos del corazón del pueblo a él tornan en melodías hacien-do nacer admiración y cariño para sus héroes.

El ranchero que venga su honra; el bandido generoso para los pobres; el valiente que antes que entregarse muere matando; el matador de toros en boga, unos años antes tan accesibles para los corridos, a partir de 1910 ceden su puesto a la Revolución y a sus hombres. El corrido parece tener una marcada predilección por la tragedia y entre pesares y música va relatando la triste historia de un pueblo oprimido que tiene que ofrendar su san-gre a cambio de sus libertades. Muchos hombres, primero cele-brados por su audacia o por su fortuna en la guerra, pasan por la sencillez de los cantos populares que se duelen de su muerte:

“Pobre General Cepeda ay que suerte le tocó

que por seguir de rebelde el Gobierno lo mató”.

“Tenía dinero y poder gozaba en esta Nación

y por querer más riquezas se lanzó a la rebelión”.

Page 17: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

16

Textos Revolucionarios

Combates narrados con prolijidades infantiles, en sencillos versos, forman otros corridos:

“El general Raúl Madero con el Teniente Carrillo le pidió licencia a Villa

para atacar por el “Grillo”.

“El señor Rosalío Hernández valiente como formal

le tocó atacar los mochos del cerro de San Rafael”.

El corrido popular sólo accidentalmente se ocupa ya de otro su-ceso que no sea de la Revolución que parece recogerlo íntegro. Manifestación popular sigue fiel y con él sufre o con él goza.

Los troveros populares prefieren para la composición de los co-rridos el verso de siete u ocho sílabas distribuido en cuartetas; quizá por adaptarse mejor a la melodía monótona con que se cantan. Frecuentemente para completar la consonancia hacen uso de vocablos completamente fuera del lugar en que los colo-can y esta licencia poética es una de las pintorescas caracterís-ticas de esta poesía popular. Cansado a veces de las largas na-rraciones, el trovero se complace en hacer ironía o dogmático aconseja, sin apartarse de la sencillez en el conjunto:

“Y liando su “¡tacatito” y a despecho de “su nada” se fue a la... vida privada pesaroso y aun contrito”.

“Olviden ya las querellas vuelvan a labrar la tierra

que ya no corra más sangre ni en los llanos ni en la sierra”.

Page 18: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

17

Los Corridos de la Revolución

“Sólo la paz ambiciona este pueblo mexicano

no sostendrá otra guerra de hermanos contra hermanos”.

En otras ocasiones, quizá horrorizado de la tragedia se lamenta con amargura en su narración:

“Estos versos son abrojos que con gusto quitaría si no fuera que retratan a José Chávez García”.

Y frecuentemente, para terminar sus composiciones, cree nece-sario dirigirse a las aves o a las flores quienes le proporcionan el motivo final del corrido, o para ello se disculpa con el auditorio:

“Ya con esta me despido blancas flores de azucenas ya les canté a mis amigos el fin de Jesús Cárdenas”.

“Ya les canté este corrido que es triste no hay que negar

pero si fue mal cantado creo que me han de dispensar”.

Juan Ortega, Carlos M. Martínez, Leopoldo Bravo, Eduardo Guerrero, Jorge Peña, Samuel Lozano y otros, son nombres que ya se han hecho famosos junto a otros ignorados autores. Gue-rrero y Vanegas Arroyo son los impresores que más han hecho por la divulgación de los corridos y sus hojas impresas, muchas de las cuales fueron genialmente ilustradas por el grabador Po-sada, circulan hasta las más lejanas rancherías de la República.

Page 19: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

18

Textos Revolucionarios

Los brotes revolucionarios que desde 19052 amenazaban mi-nar la hueca estructura de la tiranía de treinta años del General Porfirio Díaz y que habían originado el destierro de los Flores Magón, Rivera, Guerrero y Villarreal, encontraron una bandera en el libro que a raíz de la conferencia del General Díaz con Cre-elman publicó el señor Francisco I. Madero, y en el cual valien-temente estudiaba la sucesión presidencial.

Todo el pueblo esperaba una renovación y hasta quizá llegó a creer en que las palabras del Caudillo que había envejecido en el poder fueran sinceras, pero después de las fastuosas fiestas con que se conmemoró el Primer Centenario de nuestra Inde-pendencia y habiéndose burlado en las últimas elecciones, una vez más, el sufragio popular y encarcelándose a don Francisco I. Madero, decidió ir a conquistar por las armas el derecho que se le negaba, de elegir a sus mandatarios.

El 18 de noviembre de 1910, debido al descubrimiento de un vasto complot que debería estallar unánimemente en distintos puntos de la República, se adelantaron los acontecimientos en la ciudad de Puebla en donde Aquiles Serdán, bravamente ayu-dado por sus hermanos y por su esposa, parapetado en su do-micilio supo resistir por algún tiempo las furiosas acometidas de las fuerzas que mandaba el Coronel de la Llave. Al fin cayó vencido y junto con sus heroicos acompañantes ofrendó la pri-mera sangre en defensa del ideal revolucionario.

En el norte, las tropas revolucionarias acaudilladas por Madero, encontraron un jefe en la persona del guerrillero de Chihuahua, 2 Destinado este trabajo para servir de prólogo a una edición popular de Corridos a la Revolución, creo pertinente a efecto de evitar innúmeras citas hacer un somero bosquejo histórico de la Revolución.

El plan primitivo para la publicación de “Los Corridos de la Revolución” abarcaba cerca de cien diferentes corridos; necesidades editoriales impusieron una modificación, su-primiéndose las composiciones dobles, es decir, dejando tan sólo una sobre cada per-sonaje o hecho histórico a pesar de los méritos de las que también fueron seleccionadas en un principio, y suprimiendo otras referentes a personajes de menor importancia histórica.

Page 20: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

19

Los Corridos de la Revolución

Pascual Orozco; apenas iniciadas sus actividades lograron algu-nos triunfos sobre las fuerzas federales. Estos primeros núcleos revolucionarios eran comandados por Argumedo, Caraveo, Vi-llarreal, Hay, Villa y otros jefes. Al mismo tiempo en el sur de la República levantaban la bandera revolucionaria los herma-nos Figueroa y Emiliano Zapata, campesino éste del Estado de Morelos quien conocedor del infortunio de peones y labriegos, junto con la libertad del voto pedía se devolvieran las tierras de los pueblos que manos rapaces les habían arrebatado.

Con la toma de Ciudad Juárez, (mayo de 1911) importante ciu-dad fronteriza cuya defensa estaba encomendada al General Navarro, la Revolución entró en pláticas con el Gobierno de Díaz, y después de algunos incidentes, el viejo tirano renunció a la Presidencia de la República el día 25 de mayo de 1911 y se embarcó con destino a Europa; el licenciado Francisco León de la Barra fue designado Presidente Provisional y la Revolución tuvo una triunfal apoteosis con la entrada de Madero a la capi-tal de la República.

Ambiciosos e inconformes, disgustados con el nuevo orden de cosas que les arrebataba una situación que hubieran desea-do eterna, iniciaron una serie de bochornosas intrigas con el objeto de dividir a la gran familia revolucionaria y desgracia-damente en parte lograron su objeto ya que al subir Madero a la Presidencia se encontró entre otros con el problema mi-litar creado por la sublevación en el norte, de Pascual Orozco (marzo de 1912) y otros partidarios de uno de los candidatos a la Vice-presidencia: Vázquez Gómez. En el sur Zapata exigía el cumplimiento de uno de los postulados de la Revolución: el re-parto de tierras; y cuando conferenciaba con Madero antes de escalar éste la Presidencia, una de esas tenebrosas intrigas de los enemigos de la Revolución distanció al guerrillero suriano del revolucionario de Parras, declarándose en abierta rebelión.

Cuando las fuerzas federales al mando de Victoriano Huerta habían logrado con las importantes acciones de Rellano y Ba-

Page 21: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

20

Textos Revolucionarios

chimba casi sujetar a los revolucionarios del norte, se inició la campaña en el sur remontándose los zapatistas a sus monta-ñas y fusil al hombro sembraban sus terrenos y entre combate y combate recogían sus cosechas.

Después de asonadas sin importancia encabezadas por los ge-nerales Bernardo Reyes en Nuevo León y Félix Díaz en Veracruz, se encontraban estos jefes prisioneros en la Ciudad de México. El general Manuel Mondragón al frente de los regimientos su-blevados en Tacubaya y de los alumnos de la Escuela de Aspi-rantes de Tlalpam, rescata de la Penitenciaría del Distrito y de la Prisión Militar de Santiago a los generales Reyes y Díaz y se aprestan a atacar el Palacio Nacional, en las primeras horas de la mañana del 9 de febrero de 1913. Las fuerzas leales al mando del general Villar se defienden y rechazan a los atacantes per-diendo la vida el general Reyes; las calles adyacentes quedan cubiertas de cadáveres; los amotinados se dirigen a la Ciudade-la y se parapetan. El Presidente Madero escoltado por alumnos del Colegio Militar llega al Palacio y arenga al pueblo que sigue viendo en él a su legítimo representante.

La ciudad de México se estremece diez largos días con los com-bates para lograr la rendición de la Ciudadela. Se pacta un ar-misticio y de las fuerzas encargadas de sostener la firmeza de las Instituciones surge la traición: Victoriano Huerta y Aurelia-no Blanquet hacen causa común con los sublevados.

El Congreso acepta las renuncias que por la fuerza en su encie-rro, se arrancan a don Francisco I. Madero y a don José María Pino Suárez y nombra Presidente Provisional a Don Pedro Las-curáin, Jefe del Gabinete quien dimite a las pocas horas nom-brándose a Victoriano Huerta para sucederle.

El día 22 de ese mismo febrero los sicarios alevosamente asesi-nan a Madero y Pino Suárez, y tratando de disfrazar su crimen se inventa una ridícula mentira. Este ha sido uno de los sucesos

Page 22: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

21

Los Corridos de la Revolución

más sentidos y a la vez una de las páginas más sangrientas de nuestra Historia de esta época.

Maytorena y Carranza, gobernadores de Sonora y Coahuila, respectivamente, son los primeros en desconocer al usurpador y formulando el segundo de ellos el Plan de Guadalupe inicia la Revolución Social. Las filas revolucionarias crecen como si fueran ondas encrespadas de un mar turbulento; la avalancha viene despedazando en su ira vengadora todos los obstáculos que le opone el ejército de Huerta. Dos jefes revolucionarios se singularizan por sus triunfos, Álvaro Obregón que comanda el Ejército del Noroeste y Francisco Villa que es Comandante de la División del Norte. Este obtiene los importantes triunfos de To-rreón (marzo de 1914) donde desbarata a las fuerzas de Refugio Velasco y de Zacatecas (abril de 1914) donde vence a Barrón y con ellos abre el camino de triunfo a la Revolución.

El 21 de abril de 1914 las fuerzas americanas se posesionan del puerto de Veracruz al mando del Almirante Fletcher; el pueblo jarocho resiste bizarramente muriendo de manera heroica va-rios cadetes de la Escuela Naval así como esforzados patriotas entre los que se cuenta al teniente Azueta. El núcleo invasor no avanza limitándose a la posesión del Puerto que no abandona hasta el triunfo de la Revolución Constitucionalista.

Obregón en Teoloyucan parlamenta con el enemigo Huerta que había abdicado el día 15 de julio de 1914, abandona el país y asume la Presidencia Provisional el licenciado Francisco Car-bajal, Presidente de la Suprema Corte. Las condiciones de los revolucionarios imponen el licenciamiento del antiguo Ejérci-to federal.

En agosto entraron a la ciudad de México las primeras fuerzas revolucionarias y una vez que Carranza como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista asume el Poder Ejecutivo, convoca a una Convención de Generales (septiembre de 1914) que se cele-bra primeramente en México y después en Aguascalientes. Una

Page 23: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

22

Textos Revolucionarios

vez más en la tragedia de nuestra Historia, la intriga divide a la familia revolucionaria en dos facciones poderosas a las que coloca frente a frente. Por un lado a Carranza, quien se retira a Veracruz para organizar la campaña militar, teniendo a su lado a Obregón y a Pablo González; de otro a la Convención Militar que aun cuando designa Presidente Provisional a Eulalio Gu-tiérrez, está sometida a la autoridad militar del guerrillero más audaz que ha producido México: Francisco Villa. Las fuerzas de Zapata que han logrado el reconocimiento de los postulados del Plan de Ayala se unen a los Convencionistas y elementos del ex-ejército federal descontentos con su licenciamiento se suman a este bando.

Una defección más, en el seno del Gobierno de la Convención, hace que Gutiérrez abandone con otros jefes la ciudad de Mé-xico; se designa Presidente a Roque González Garza y poco des-pués al licenciado Francisco Lagos Cházaro. Mientras tanto las fuerzas carrancistas vienen obteniendo ventajas y recuperan-do plazas de importancia y obligan a la Convención a evacuar México que es ocupado por los Constitucionalistas al mando de Obregón, quien para continuar el desarrollo de sus planes abandona la ciudad que es tomada por los zapatistas y nueva-mente recuperada por las fuerzas de Pablo González, en los me-ses de agosto y septiembre de 1916.

Obligado el flamante ejército villista a presentar combate con las triunfantes huestes constitucionalistas, es completamente derrotado en los combates de Celaya por las fuerzas de Obregón y posteriormente dispersado en otras acciones. Aquel grueso ejército, fuerte en cuarenta mil hombres, quedó reducido a una guerrilla fiel a su irreductible jefe.

Después del triunfo y, habiendo cesado el período preconstitu-cional. Carranza, electo Presidente, inicia su gestión adminis-trativa con un vasto plan de reformas. En 1917 se reúne en la ciudad de Querétaro el Congreso Constituyente y en materia

Page 24: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

23

Los Corridos de la Revolución

obrera se obtienen algunos progresos. Su administración tro-pezaba a cada paso con el problema militar.

Villa, seguido de unos cuantos hombres había incursionado en la población de Columbus, U.S.A. y cometido depredaciones en Big Ben. El gobierno de Wilson envió una poderosa columna al mando del General Pershing a perseguirlo y su entrada al terri-torio mexicano provoca un conflicto internacional sin lograr la captura del audaz guerrillero y sufriendo la muerte de nume-rosos soldados que caen en los combates de Carrizal y Parral en el Estado de Chihuahua. Al fin los conferencistas de ambas naciones reunidos en New London logran el acuerdo de que sea retirada la expedición “punitiva”, como se le llamó.

Por otra parte, durante el período de Carranza hay que lamentar la desaparición de dos grandes revolucionarios, dos idealistas: el general Felipe Ángeles y Emiliano Zapata. El primero, adicto a Villa, es capturado y fusilado. El segundo, víctima de un plan traicionero es muerto (abril de 1919) por el Coronel Guajardo, de las fuerzas de Pablo González, pero su muerte no amengua en nada el ideal campesino que se mantiene erguido en las se-rranías surianas.

Ya para terminar su período, equivocadamente trató de impo-ner Carranza la candidatura del ingeniero Bonillas y desde el lejano Estado de Sonora se deja escuchar el grito de una Re-volución encabezada por Adolfo de la Huerta y los generales Obregón y González. Con la celeridad de un reguero de pólvora que se inflama, cunde el descontento y el Gobierno Carrancis-ta se ve obligado a evacuar la metrópoli. En su persecución las fuerzas revolucionarias derrotan a las que aún lo seguían, man-dadas por los generales Murguía y Urquizo en los combates de Apizaco, San Marcos y Rinconada obligándolo en este punto de abandonar los trenes en que se hacía fuerte, y casi toda su im-pedimenta, y a emprender seguido de unos cuantos, a caballo, una penosa jornada por las estribaciones de la serranía de Pue-bla en busca de la costa.

Page 25: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

24

Textos Revolucionarios

En esta odisea, la noche del 21 de mayo de 1919 pernoctando en el pueblo de Tlaxcalantongo en el Estado de Puebla, el pequeño grupo que aún rodea a Carranza, sufre una emboscada y en ella encuentra la muerte el que fuera Primer Jefe del Ejército Cons-titucionalista.

Siendo Presidente Provisional Adolfo de la Huerta se convoca a elecciones y resulta electo el general Álvaro Obregón. Durante ese mismo período se logra la pacificación de la República en la sumisión de Villa y otros rebeldes.

Durante la administración de Obregón, dentro del campo so-cial revolucionario se obtienen más importantes progresos y se reparten ejidos a los pueblos y a las congregaciones. El obrero y el campesino que han dado su sangre en los campos de lucha han conquistado su libertad y sus derechos.

En este tiempo (20 de julio de 1923) cae otro de los revolucio-narios más grandes por su genio y su arraigo en el corazón del pueblo: Francisco Villa es asesinado en la ciudad de Parral, Chi-huahua, llevándose a la tumba, como Zapata, una leyenda de heroísmo y el dolor de “sus hermanos de raza” como llamaba al pueblo.

Con motivo de la sucesión Presidencial de1924, el 5 de diciem-bre de 1923, en el Puerto de Veracruz, acaudillada por Adolfo de la Huerta y Guadalupe Sánchez y en Guadalajara por los gene-rales Diéguez y Estrada, surge otra rebelión que es una de las más sangrientas que registra nuestra Historia. Muchos jefes re-beldes mueren: Diéguez, Alvarado, viejos revolucionarios, Ca-vazos, Vigil, Maycotte y otros caen en esta lucha, mientras las fuerzas gobiernistas al mando de los generales Eugenio Mar-tínez, Joaquín Amaro, Escobar, Amarillas y Serrano obtienen importantes victorias en los combates de Puebla, Esperanza y Ocotlán, Jalisco.

Durante esta revuelta se suma un mártir más a la lista de los sacrificados en defensa de los ideales revolucionarios. Carrillo

Page 26: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

25

Los Corridos de la Revolución

Puerto es villanamente asesinado en Mérida, capital del estado de Yucatán del cual era Gobernador Constitucional.

Rápidamente se logra la total pacificación del país y verifica-das las elecciones resulta triunfante el general Plutarco Elías Calles, otro de los revolucionarios de abolengo. Su período se caracteriza por la labor de reconstrucción llevada a cabo en to-dos los ramos administrativos. México, sangrando aún por las infinitas heridas de los largos años de revolución entrevé un futuro halagüeño.

Nuevamente la sucesión presidencial provoca otro movimien-to armado, acaudillado esta ocasión por los generales Francisco Serrano y Arnulfo R. Gómez (octubre de 1927) candidatos a la Presidencia de la República; el primero de ellos es apresado en Cuernavaca, Morelos, y fusilado con varios de sus acompañan-tes y el segundo después de los rudos combates de Ayahualuco y otros puntos sostenidos por sus fuerzas contra las mandadas por los generales Escobar y Aguirre, es capturado y fusilado en Coatepec, Veracruz. Los generales Palacios, Rueda Quijano y otros, también encontraron la muerte en esta insurrección.

Habiendo sido electo para asumir la Presidencia de la Repúbli-ca nuevamente el general Álvaro Obregón, el 17 de julio de 1923 fue asesinado por José de León Toral durante un banquete en el restaurante “La Bombilla”, en el Municipio de San Ángel. Su muerte, sentida por todo el elemento revolucionario hizo que al terminar el período el general Calles, entregara el poder al licenciado Emilio Portes Gil, nombrado Presidente Provisional.

El 3 de marzo de 1929, los generales Escobar, Aguirre, Urbalejo, Manzo, Cruz y otros, desconocen al Gobierno y ensangrientan el país con una nueva rebelión en la que las fuerzas gobiernis-tas mandadas por los generales Calles, Almazán, Cárdenas y Acosta, derrotan rudamente en el norte, en Jiménez y Reforma, a los infidentes y recuperan las plazas del Estado de Veracruz. Ciudad Juárez y Nogales resistieron heróicamente el ataque re-

Page 27: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

26

Textos Revolucionarios

belde y la asonada termina con la trágica muerte de Aguirre en Almagres, Veracruz, y con el exilio de los directores del movi-miento, que fue duramente criticado por la opinión popular.

Ahogado este último brote de rebelión, los gobiernos revolu-cionarios, singularmente el presidido por el general Abelardo L. Rodríguez, han seguido trabajando empeñosamente en la realización del magno programa que se han trazado. La era ins-titucional se inicia con firme acción y precisa ideología.

Después de años de lucha ruda y de angustiosa prueba, los idea-les de la Revolución se mantienen enhiestos. En su prosecución muchos hombres cayeron, unos con honor, otros engañados, pero todos comprando con su sangre, terrible precio, la libertad social y política de los mexicanos.

Y el dolor unánime de todo este momento aventó a los oprimi-dos en apretadas filas a la Revolución. El ejército improvisado fue acrecentándose hasta formar un núcleo fuerte y organiza-do; “barreteros” salidos de las obscuras galerías de las minas de plata de Pachuca y Guanajuato; “estibadores” de acerados músculos templados en las faenas porteñas de Tampico y Ve-racruz; campesinos a quienes se había despojado de sus tierras en donde ya no podían hundir las rejas de sus arados; mañosos “arrieros” colonches y huastecos que abandonaban sus “pun-tas” de ganado para ir a pelear por sus libertades; “jarochos” minados por las enfermedades de las selvas tropicales en don-de cosechaban los “roatanes” de amarilla cáscara o “pizcaban” la roja cereza del café, peones de tristeza atávica; norteños for-nidos y austeros indios yaquis formaron aquella ola de plomo y sangre, que vengadora se extendió por todos los ámbitos de nuestra nación.

Los campamentos se erizaron de bayonetas y se llenaron de canciones; hombres de todos los puntos cardinales, al entrever la alborada de libertad, cantaron sus tristezas, cantaron sus es-peranzas:

Page 28: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

27

Los Corridos de la Revolución

“Noche adentro los soldados

se arrancaron del pecho

las canciones populares”3

El fragor de los combates templó las almas en heroísmos y sa-crificios. Los héroes fueron cantados por los troveros popula-res; sus hazañas repetidas de pueblo en pueblo y de rancho en rancho llevaron en triunfo sus nombres por toda la República al lado de las melodías de “La Adelita” y de “La Cucaracha”.

La tragedia segaba vidas y los corridos que ayer relataban las hazañas de un héroe eran substituidos por aquellos en que tris-temente narraban su muerte. El pesimismo se aunaba a las es-peranzas de libertad.

A la hora del triunfo:

“Los trenes marciales y sonoros donde hicimos cantando la Revolución” .

fueron repitiendo de norte a sur la buena nueva y lírica can-ción. Los momentos de angustia preñados de ansiedades; el fragor de los combates y los instantes de prueba, llenos de du-reza, se alejaron.

La Revolución lega a los oprimidos libertades y progreso y tam-bién deja como precioso legado de sentimiento y emoción los corridos en que con palabras sencillas canta para los humildes la dolorosa y brillante historia de su liberación; historia emo-cional y bella, digna de la gesta que la inspiró.

C. Herrera Frimont3 Revolución.- Poema de Manuel Maples Arce.

Page 29: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

28

Textos Revolucionarios

Canto a Madero

Querido público, si puedes escuchar mis torpes cánticos y mi poco saber,

hablaré del gran caudillo que libertad nos dio y de tiranos nos quiso defender.

Con patriotismo yo dirijo esta ovación sin ser poeta y sin ser un gran autor

y si agradecen mis cantares al oír de esta historia voy a dar un pormenor.

Un pasajero que vagaba por doquier manifestábale su amor a la Nación

y el Ser Supremo le dió ánimo y poder y valentía en su noble corazón.

Vio a la Patria que estaba subyugada en la más negra y cruel esclavitud

y dando una gran voz, a su llamada acudieron los del Norte y los del Sur.

En San Luis lo encerraron en la cárcel y con fianza de allí pudo salir

y marchóse burlando a su tirano cuando menos pudiéronlo sentir.

A Lerdo llegó como proscrito y el grito lanzó de rebelión,

al cual respondió Pascual Orozco en la Sierra de Villa Concepción.

La heroica Puebla le manifestó su amor, acaudillada por Serdán aquella vez

en fecha gloriosa que nunca olvidaré seis de septiembre de novecientos diez.

Page 30: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

29

Los Corridos de la Revolución

En Chihuahua crecieron las revueltas pues se armaron muchísimos rancheros

y el gobierno creyó que la ahogaría al instante mandando más guerreros.

A la fuerza opusieron su derecho, a la estrategia sus riscos y collados, y unas veces venciendo a derrotados no menguaba ni un punto su valor.

El tirano Porfirio no se explica ni sabe qué soldados ya oponer,

pues sus tropas regresan muy diezmadas por el hambre, las balas y la sed.

Casas Grandes le vió correr su sangre, al defender la libertad del suelo,

donde Juárez vivió, donde Morelos peleó sin tregua por darnos libertad.

En El Paso la gloria la corona al derrotar las huestes federales

y su nombre se eleva alto, muy alto, cuando a Navarro liberta de sus males.

Al saber la Nación este gran triunfo se estremece y airada se levanta,

y Gavira, Natera y Figueroa gozosos ven sus tropas aumentadas.

El tirano en su silla se estremece una tregua concierta con Madero

pues que sabe la lucha es infructuosa cuando el pueblo se muestra ya altanero.

El tratado de paz se ajusta en breve, la Nación ya respira sosegada,

que Porfirio cedió la Presidencia y en su lugar se puso de la Barra.

Page 31: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

30

Textos Revolucionarios

En vez del guerreador sublime y fiero que con Orozco y Blanco tanto brega, tórnase pacificador el gran Madero, y a licenciar sus tropas él se entrega.

Varios jefes pretenden su egoísmo y sólo buscan el medro personal y Madero a todos los convence

y al que se opone lo quita de oficial.

En Yucatán, en Puebla y en Morelos predícales la paz y la armonía,

y a su voz, esos malos ciudadanos se someten y aclámanlo a porfía.

A este noble y honrado buen patriota no le faltaron, cual siempre, detractores,

pero la Patria juzga por sus hechos y lo quiso con todos sus amores.

México justo debió darle un premio por su lealtad de antiguo espartano,

y por seis años unánimes nombrárnosle Presidente del Pueblo Mexicano.

Quiso Dios que progresara victorioso el gran caudillo que libertad nos dió,

su triunfo algo significó muy misterioso pues que a su entrada la tierra se cimbró.

Benito Juárez desde su tumba umbría guarda sus leyes en su pecho amoroso

y en Francisco Madero, se confió que las cumpliera, haciéndose glorioso.

Page 32: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

31

Los Corridos de la Revolución

Ilustre y gran caudillo, demócrata Madero tu sangre generosa vertiste por amarnos moriste asesinado a manos de verdugos

más no muere tu memoria, ni nunca morirá.

¡Vivan Madero y todos sus hermanos! ¡Gloria a Madero nuestro gran libertador!

¡Viva Madero, valientes mexicanos! ¡Mueran el gobierno científico y traidor!

Eduardo Guerrero y Samuel M. Lozano.

Page 33: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

32

Textos Revolucionarios

Laureles de gloria al mártir de la democracia: Aquiles Serdán

Hijos de Puebla, de rodillas ofrecedles un homenaje con el más crecido afán,

a los obreros y estudiantes que como héroes llenos de gloria sucumbieron con Serdán.

Hagan recuerdos del 18 de noviembre, año por gracia de mil novecientos diez

cuando con sangre se escribió en páginas breves una epopeya muy gloriosa en honra y prez.

Cuando Madero bajó a hacer su propaganda, se adhirió en Puebla mucha gente a su favor,

los que sinceros exigían en su demanda otro gobierno que no fuera el dictador.

Varios obreros y estudiantes se afiliaron al candidato con el más crecido afán,

y como jefe del partido designaron al invencible señor Aquiles Serdán.

Mudo Martínez cuando tuvo la noticia hizo sobre ellos una cruel persecución, porque el gobierno clerical y porfirista

había triunfado en su burlesca reelección.

El día 18 al nacer el nuevo día, Miguel Cabrera con una orden imperial

llegó a la casa de Serdán y le exigía que se le abriera, pues traía orden de catear.

Carmen Serdán al oír las amenazas abrió la puerta, más la entrada le negó,

y entonces él como un esbirrio del Tetrarca sin respetar al bello sexo la golpeó.

Page 34: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

33

Los Corridos de la Revolución

En ese instante salió Aquiles iracundo y al darse cuenta que a su hermana maltrataba

le pegó un tiro, y a Fragoso su segundo preso en un cuarto ordenó que se dejara.

Pocos minutos después de aquella escena llegaron tropas federales y gendarmes para entrar a aquella casa tan famosa

donde se hallaba un conjunto de Titanes.

Quince patriotas mexicanos se aprestaban para luchar contra dos mil ¡oh que heroísmo!

los que en la lucha desigual no se fijaban ni los llenaba de pavor su cruel destino.

En un balcón hacia la calle apareció Carmen Serdán portando un rifle con firmeza,

la que ante un grupo de curiosos se expresó de esta manera, con un acto de nobleza.

¡Vengan esclavos a pelear su libertad que aquí en la casa tengo parque y carabinas

sublime herencia que a sus hijos dejarán de bienestar, no de baldón ni de ignominia!

Diciendo esto, y haciendo el primer disparo, y abrióse el fuego sobre aquel bello edificio

tomando luego las alturas los sicarios para poder bien dominarlos a toditos.

La primer víctima fue Máximo Serdán, y así siguieron sucumbiendo uno por uno,

hasta que el fuego extinguióse, porque a par de los patriotas no quedaba ya ninguno.

Al penetrar la soldadesca a aquella casa sólo encontraron los despojos inmortales

que sucumbieron en defensa de una causa como esforzados y valientes liberales.

Page 35: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

34

Textos Revolucionarios

y un gendarme cerca ya de la oración,

vio una figura y disparóle sin tardanza

sin ver quién era quiso hacer la ejecución.

Era Serdán, el bravo Aquiles, que salía

de su escondite buscando una salvación

era un apóstol que más tarde se uniría

a su partido contra su reelección.

Salud, obreros y esforzados estudiantes,

que en unión del bravo Aquiles sucumbieron,

como coplero permitidme que les cante

esta epopeya donde de gloria se cubrieron.

Duerman en paz en sus tumbas silenciosas,

caros hermanos, estudiantes y obreros

glorificados como Ignacio Zaragoza

y ensalzados por un hijo de Morelos.

Carmen Serdán que igual a Leona Vicario

te hiciste grande por tu arrojo sin igual,

a ti vendrán llenas de lauros y de hinojos

las mexicanas vuestro nombre a venerar.

Marciano Silva.

Page 36: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

35

Los Corridos de la Revolución

Historia del pronunciamiento del General Emiliano Zapata

Atención te pido, público sensato, voy a dar mi explicación,

aquí en esta historia que yo les redacto en mi mal pronunciación.

Voy a dar un pormenor citando lo positivo,

porque ya enterado estoy como también persuadido.

El Jefe Zapata no estando conforme después de haber conquistado,

se salió de Cuautla según los informes pensando en los resultados.

Se fue rumbo a Nenecuilco que era su tierra natal,

porque conoció el peligro, pues lo iban a traicionar.

Estando en su casa aunque no tranquilo pensando en lo que sería,

el nuevo gobierno quiso perseguirlo por su grande bizarría.

Porque era un hombre valiente nuestro General suriano,

querían políticamente por completo exterminarlo.

Llegó la noticia según se declara al pueblo de Nenecuilco,

que luego al momento él se retirara, que iban a formarle sitio.

Page 37: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

36

Textos Revolucionarios

Mandó tocar las campanas nuestro invicto General,

vamos de nuevo a campaña a defender nuestro ideal.

En aquel momento se reunió su pueblo para ver lo que pasaba,

y les dió a saber que el nuevo Gobierno asesinarlo trataba.

Yo no ambiciono la silla ni tampoco un alto puesto, siento a mi Patria querida

verla en tan cruel sufrimiento.

Hablóle a su hermano con toda firmeza y le dijo en el momento:

rendir yo mis armas sería una tristeza, sólo ya después de muerto.

Esta es política falsa, la tengo bien conocida,

quieren que entregue las armas para quitarnos la vida.

Respondió don Eufemio con acento fijo y un valor sin segundo;

ya no condesciendas en tu armisticio, morir peleando es orgullo.

Levantémonos en armas vamos de nuevo a sufrir, las conferencias dejarlas

hasta vencer o morir.

Page 38: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

37

Los Corridos de la Revolución

Hoy lo que interesa es otra providencia a lo que el tiempo depare,

para recibir de la Omnipotencia lo que del cielo mandare.

Saldremos, después veremos que descubra el firmamento,

al fin después volveremos si nos da lugar el tiempo.

Día 30 de agosto dieron este grito, todos en conformidad,

viva nuestra Patria y este requisito de paz, tierra y de libertad.

Vámonos a padecer vamos de nuevo a sufrir,

traidor nunca lo he de ser por mi Patria he de morir.

Salieron de Ayala rumbo a Chinameca donde se reunieron todos,

pidieron permiso con toda presteza para jugar unos toros.

Dos días de toros jugaron; nos quedan como recuerdos,

y un hombre vil por trasmano mandó una parte a Morelos.

Aquí en esta hacienda se encuentra Zapata si lo quieren agarrar,

trae muy pocos hombres y escasos de armas ahora se han de aprovechar.

Page 39: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

38

Textos Revolucionarios

Fórmenle una entretenida sin dárselo a maliciar

denle todo lo que él pida que su día se va a llegar.

Mandaron el parte a un Jefe, a Morelos puesto por la Presidencia,

a traerme a Zapata se va Ud. al momento, se halla en San Juan Chinameca.

Con mucho gusto lo haré, ahora sí no se me escapa,

hoy mismo le traigo a usted la cabeza de Zapata.

Con 600 hombres marchó entusiasmado queriendo lograr su intento,

pero Dios que es dueño de todo lo creado les frustró su pensamiento.

Como a las doce del día por Santa Rita pasaron,

dos hombres iban de guía al punto donde llegaron.

Hacia una rejilla donde dispusieron dividirse por la altura,

y por la cañada doscientos se fueron, los demás por la Herradura.

Sin saber que el General había puesto su avanzada,

al pie de un tecorral les preparó la emboscada.

Page 40: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

39

Los Corridos de la Revolución

Cuando les mandaron el ¡alto, quién vive! Figueroa, todos gritaron,

con un par de bombas que fue confundible al momento contestaron.

Diez eran los Zapatistas contrarios seiscientos fueron, pero sus grandes conquistas

con valor las defendieron.

De cada descarga de los Zapatistas diez o doce se tumbaron,

porque ya su gente estaba bien lista y bien muertos los dejaron.

Los bombazos resonaban sin cesar cada momento, los Zapatistas peleaban

haciéndoles muchos muertos.

Cuando el General se hallaba gustando con don Santiago Posadas,

llegó la noticia que el Gobierno había dado que a la hacienda se acercaban.

Se montó en su buen caballo paso a paso se fue yendo, con unos cinco soldados se quedó reconociendo.

Cuando el General divisó el Gobierno que se acercaba al Poniente,

echó mano al rifle, se apeó muy sereno, con cinco les hizo frente.

Page 41: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

40

Textos Revolucionarios

Lo rodearon cuatrocientos pero no se acobardó,

le hicieron fuego al momento y entre ellos se resolvió.

A pocos momentos que se tirotearon Zapata se despidió,

haciéndoles fuego con tres que quedaron a los cerros se internó.

Dicen que los derrotaron porque así corrió la voz, pero sólo a tres mataron contrarios sesenta y dos.

De testigo pongo aquí al siglo veinte como certero y seguro,

para que noticie del hecho presente de lo pasado y futuro.

De Zapata estos recuerdos quedaron siempre grabados,

en todo el plan de Morelos y los pechos mexicanos.

G.M.

Page 42: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

41

Los Corridos de la Revolución

La muerte de Madero

Con lágrimas en los ojos y el más profundo dolor,

vengo a cantar un corrido por la muerte de un Señor.

Fué Presidente de México por elección popular

y Don Francisco I. Madero ocupó un gran lugar.

En mil novecientos diez en armas se levantó

y por ideales sublimes con esfuerzo batalló.

Su triunfo fue muy sonado, y la Nación soberana

lo proclamó Presidente de la República Indiana.

Sus ideales eran darle al Pueblo un Gobierno sano

que la igualdad fuera un hecho y nos viésemos como hermanos.

Era su corazón generoso y sus costumbres muy buenas

pero el fruto está muy verde tan libres no lo seremos.

Su nombre queda grabado en el libro de la Historia,

pues que deseó al mexicano un horizonte de gloria.

Page 43: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

42

Textos Revolucionarios

Prometió cosas muy grandes que no pudo ya cumplir y por eso muchos jefes se lo quisieron servir.

A Pino Suárez propuso para ser después de él,

y esa fué una de las causas que lo hicieron más perder.

Muchos de varios partidos se sublevaron en contra

tuvieron o no razón me lo dirá la Historia.

Quince meses solamente estuvo en la Presidencia,

guerreando con los rebeldes luchando por su existencia.

El Ejército no quiso nunca a Madero por sí, pues sólo lo respetaba por su sillón carmesí.

Nunca quiso hacerle guerra y le sirvió con ardor

y aunque cumplió como bueno fue siempre con desamor.

El día dieciséis de octubre un caso raro se vió

que la Heroica Veracruz Don Félix Díaz la tomó.

Tan sólo ocho días estuvo Veracruz en su poder

pues las tropas federales lo ocuparon sin quehacer.

Mas el nueve de febrero fuerte guerra se encendió,

levantóse Félix Díaz y medio México tomó.

Madero nunca creyó lucha tan fenomenal

pues que creía muy difícil lo llegaran a quitar.

Diez días duró ese combate En Ciudadela y Palacio

pereciendo mucha gente por pelearse tan despacio.

Por fin suspendióse el fuego el dieciocho de febrero

quedando en poder de Huerta el Presidente Madero.

Después de haber renunciado lo mandaban a presidio

pues que lo iban a juzgar como reo de homicidio.

A deshoras de la noche los sacaron de Palacio

y aunque fue poca la escolta no esperaban un fracaso.

Page 44: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

43

Los Corridos de la Revolución

En las partes descampadas junto a Penitenciaría

se pararon los dos autos que a las víctimas traían.

Madero bajó primero, luego el infame asesino

de nombre Francisco Cárdenas que era un rural muy indigno.

Al verse atrás de Madero el instante aprovechó, y de un disparo certero

la existencia le quitó

Los sesos fueron regados a diez metros de distancia,

y el Presidente tirado bocabajo, ya sin ansia.

El pobre de Pino Suárez del otro auto se bajó

cuando oyó el primer disparo y a Madero rodar vió.

“¡Infame, vil asesino! a Cárdenas le gritó,

dame a mí pronto la muerte”, y en el rostro le escupió.

Por un tiro muy certero

su cuerpo cayó en la tierra,

y los esbirrios vaciaron

su pistola traicionera.

Tras los muros de la cárcel

descansaron sus despojos

y la gente pudo verlos

con sus espantados ojos.

Sus familiares pidieron

sus cadáveres al punto

y en cristiana sepultura

descansan por siempre juntos.

Los muertos se sienten mucho

cuando son como éste buenos,

nos enseñó democracia

y jamás le olvidaremos.

Sostengamos al Gobierno

que es nuestro deber primero,

aunque la Nación está triste

por la muerte de Madero.

Ed. A. Guerrero.

Page 45: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

44

Textos Revolucionarios

Corrido dedicado a D. Venustiano Carranza

Primer Jefe de las Fuerzas Constitucionalistas

Don Venustiano Carranza, Gobernador de Coahuila, por defender a la Patria puso en peligro su vida.

Ese Estado de Coahuila dicen que le pertenece, se levantó a defenderle

en mil novecientos trece.

Don Venustiano Carranza, Jefe de resolución,

lo eligen por hombre honrado y dará paz a la Nación.

En el nombre sea de Dios en él pongo mi esperanza,

¡Viva Don Francisco I. Madero y Don Venustiano Carranza!

Don Venustiano Carranza reclama una causa justa,

y como no tiene miedo por eso nadie lo asusta.

En mil novecientos trece no me quisiera acordar,

en ese puerto del Carmen comenzaron a pelear.

Ese Victoriano Huerta no se le vaya a olvidar,

que debe una cuentecita y la tendrá que pagar

¡Muera Victoriano Huerta! ¡Muera el Gobierno fatal, y vivan los Carrancistas que nos dieron libertad!

Don Venustiano Carranza tiene palabra de rey,

que ha tomado muchas plazas y también a Monterrey.

Estaban unas mujeres debajo de unos portales, conocieron a Carranza, padre de los Federales.

Don Venustiano Carranza y por eso día con día

reclama ser Presidente, se le recarga más gente.

De Monterrey a Laredo, y de Lerdo a Torreón,

se echaron los carrancistas toda la Federación.

Page 46: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

45

Los Corridos de la Revolución

Y también en el Saltillo comenzaron a pelear,

hasta que fueron venciendo a la hermosa capital.

Huerta ya tiró las trancas se salió por un corral,

cuando supo que Carranza tomaría la capital.

Ese Victoriano Huerta era un vil traicionero,

que asesinó al Presidente por interés del dinero.

Serán últimos combates que Carranza fue a pelear,

al tomar la capital pa´poder todo mandar.

Pronto tendremos la paz toditos los mexicanos, terminará ya la guerra y acabarán los tiranos.

La sangre que es derramada por montes y serranías,

es por el traidor de Huerta, Mondragón y Félix Díaz.

Ahora sí el señor Carranza hasta aquí puso una raya

para que no corra más sangre en los campos de batalla.

De ustedes ya me despido y en Dios pongo mi esperanza

Vivan Francisco I. Madero y Venustiano Carranza.

P. Vallejo.

Page 47: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

46

Textos Revolucionarios

Los combates de Torreón

Voy a cantar un corrido con muchísima atención;

vamos a hacer un recuerdo de la toma de Torreón.

En la ciudad de Torreón buen susto les arrimaron

a todos los federales que ni para atrás voltearon.

Madre mía de Guadalupe mándame tu bendición

que aquí no me pase nada en la toma de Torreón.

Huerta ya se fue de aquí se ha largado el muy bribón, lo mandó el señor Carranza a traer changos de Torreón.

¡Quién lo pudiera agarrar! dice todo comerciante: éste nos vino a voltear

lo de atrás para adelante.

La máquina pasajera es la mayor principal,

que a fuerza de fuego y agua ya mero la hacían volar.

Cuando salí de mi tierra cuatro suspiros tiré, le dije a la vida mía: sabe Dios si volveré.

El camino concluyó llegando a Guadalajara y si nos echan del tren,

¿cómo nos queda la cara?

Huerta no se conformó, cuando se fue para Atlixco

cuatro millones robó en casa del Arzobispo.

Los unos decían que sí, los otros decían que no; y cuando Madero llegó hasta la tierra tembló.

Vuela, vuela palomita, párate en aquel romero, anda y saluda gustosa

a don Francisco I. Madero.

Vuela, vuela palomita, llégate hasta ese rosal y dile al señor Madero que le sigo siendo leal.

Vuela, vuela palomita, vuela, que así no te alcanza

que triunfó en la Capital don Venustiano Carranza.

Ya se fue Huerta de aquí, se largó de la Nación,

lo mandó el señor Carranza a traer changos al Japón.

Page 48: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

47

Los Corridos de la Revolución

Las tropas que defendían a la ciudad de Torreón eran gentes reclutadas sin pedirles su opinión.

Muchos de ellos se pasaron sin que hicieran resistencia y otros murieron, los pobres sin tener de ello conciencia.

Aunque nos llenen de orgullo hay páginas en la historia

que por traer tristes recuerdos no debieran ser de gloria.

Los combates de Torreón, admiran por el valor

que el soldado mexicano desplegó con gran ardor.

Actos de mucho heroísmo y de empuje sobrehumano se anotaban diariamente en los cerros y en el llano.

La sangre corrió a torrentes pero era sangre de hermanos,

que en esa lucha homicida empapáronse las manos.

Torreón es ciudad preciosa, de riqueza sin igual,

y es el centro del comercio de esa comarca fatal.

Es una perla engarzada entre el Nazas y el Meyrán,

con sus campos de algodones que gran cosecha les dan.

Es emporio del comercio de aquella inmensa región

y con sus cintas de acero es un buen lazo de unión.

Dos centinelas la guardan como Sultana querida

pues Lerdo y Gómez Palacio la completan y la cuidan.

Villa se unió con Urbina y con don Maclovio Herrera,

con Pereyra y los Arrieta, Aguirre y el Jefe Contreras.

Se acercaron cautelosos, después de ocupar Durango,

y cuando menos sintieron los atacaron de flanco.

En Avilés fue el combate primero de aquellos días que destruyó la potencia

de las fuerzas de Munguía.

El dieciocho y dos días más de julio del año trece,

se estuvieron tiroteando con valor que mucho crece.

Page 49: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

48

Textos Revolucionarios

Pero faltos ya de parque y con bajas numerosas los federales hicieron retiradas desastrosas.

Volvieron con poca fuerza a la ciudad de Torreón y la gente supo luego

que ya venía la facción.

El general Campa, y Reyna resistieron el embate

de los soldados de Villa rechazando el fuerte ataque.

Allí se vieron hazañas de valor tan temerario

que no cejaba ninguno ni dió la espalda al contrario.

Siempre fue muy codiciada su posesión por Carranza, y a Villa tenía encargada su captura y la venganza.

Y empezaron los combates que por diez días sostuvieron

los federales adentro y los Villistas afuera.

Diez días de luchas terribles y de esfuerzos valerosos, donde triunfó la defensa con efectos desastrosos.

Los carrancistas se fueron el treinta y uno de julio,

dejando el campo regado con muertos de su peculio.

Cuatro mil bajas tuvieron los sitiadores al fin

y tres mil se registraron entre sitiados también.

Los asaltos fueron dados por la noche diariamente,

pero fueron rechazados castigados duramente.

Por la falta de cañones no tuvo éxito su empresa,

y aunque perdían mucha gente Villa estaba a la cabeza.

El general Bravo estuvo muy acertado él también mandando a los federales que se portaron muy bien.

Otra vez las municiones faltaron a los pelones,

y a Torreón se fueron luego con Urbina a los talones.

En el Cerro de la Cruz los asaltantes subían

para quitar los cañones que desde allí los barrían.

Page 50: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

49

Los Corridos de la Revolución

Al dispararse las piezas por cientos quedaban muertos,

pero otros cientos llegaban para ocupar esos puestos.

Y así murieron por miles en ese cerro famoso

los soldados carrancistas y allí quedan en reposo.

En el cañón del Huarache y en Metalúrgica quedo

dió una carga muy notable el general Argumedo.

Dentro de la misma plaza los rebeldes disfrazados desde techos y ventanas tiraban a los soldados.

Los de Defensa Social sacaban de aquellas casas

a todos los moradores fusilándolos sin tasa.

Esos carrancistas se fueron a Chihuahua y a Durango

y quedaron unos pocos en Lerdo por tiempo largo.

El general Bravo enferma y es cambiado por Munguía, y éste mandó expediciones

al rumbo de Picardía.

Page 51: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

50

Textos Revolucionarios

La Toma de Zacatecas

Por Villa, Urbina y Natera. Por Ceniceros, Contre-ras, Raúl Madero y Herrera

Ahora sí, borracho Huerta, ya te late el corazón

al saber que en Zacatecas derrotaron a Barrón.

El día veintitrés de junio habló con los más presentes,

fue tomada Zacatecas por las tropas insurgentes.

Al llegar Francisco Villa sus medidas fue tomando

y a cada uno en sus puestos bien los fue posesionando.

Ya tenían algunos días que se estaban agarrando

cuando llegó el General a ver qué estaba pasando.

Les dijo el General Villa: con que está dura la plaza,

ya les traigo aquí unos gallos que creo que son de buena raza.

El veintidós dijo Villa, ya después de examinar,

mañana a las diez del día el ataque general.

Luego mandó que se fuera cada quien a su lugar,

que a la siguiente mañana todos tenían que pelear.

Al general Felipe Ángeles, jefe de la artillería

le mandó emplazar las piezas con las que dispararía.

La seña que les dió Villa, a todos en formación,

para empezar el combate fue un disparo de cañón.

El general Raúl Madero con el teniente Carrillo le pidió licencia a Villa

para atacar por el Grillo.

El señor Rosalío Hernández valiente como formal

le tocó atacar los mochos del Cerro de San Rafael.

Se metió por las Mercedes el General Ceniceros,

con el General Rodríguez como buenos compañeros.

Page 52: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

51

Los Corridos de la Revolución

Robles y Maclovio Herrera los dos con sus batallones, entraron por la Estación,

persiguiendo a los pelones.

Les tocó atacar la Bufa a Arrieta, Urbina y Natera, pues allí tenían que verse lo bueno por su bandera.

Al disparo de un cañón como lo tenían de acuerdo

empezó duro el combate por lado derecho e izquierdo.

Pues el Coronel García de la brigada Madero se le miró bien pelear

porque fue de lo primero.

Estaban todas las calles de muertos entapizadas,

lo mismo estaban los cerros que parecían borregadas.

Andaban los federales que ya no hallaban qué hacer, pidiendo enaguas prestadas

para vestirse de mujer.

Lástima de generales de presillas y galones,

pues para nada les sirven si son puros correlones.

Gritaba el General Villa ¿dónde te hallas Argumedo?

ven y párate aquí enfrente tú que nunca tienes miedo.

Les decía el General Villa échenme al viejo Barrón;

yo creo que todos me quedan guangos como el pantalón.

Y empezaron a quitarles fortines y posiciones,

comenzaron a bajarse para el centro los pelones.

Entraron los maderistas dentro de la población

y a todo el pueblo, contento se le alegró el corazón.

Corrieron a las iglesias a repicar las campanas

y por las calles las bandas solemnizaban con dianas.

¡Ay! hermosa Zacatecas mira cómo te han dejado,

la causa fue el viejo Huerta y tanto rico malvado.

Quitaron ametralladoras buen número de cañones se hallaron un almacén repleto de municiones.

Page 53: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

52

Textos Revolucionarios

Zacatecas fue saqueada por los mismos federales

no crean que los maderistas les hayan hecho estos males.

Al salir ya los pelones el martes por la mañana,

bombardearon la gran finca que le nombraban la Aduana.

Debajo de esta gran finca quedaron muchos pelones

muchas armas y más parque y otros veintidós cañones.

Le dijo Villa a Natera, cuando triunfó y vió el fin,

dé la orden, que ahorita mismo no me quede un gachupín.

Ese mismo día en la tarde tan macizo les tupieron

que a las siete de la noche casi todos se rindieron.

Ah, dijo el General Villa el parte a Chihuahua luego,

que tomamos Zacatecas, pero que fue a sangre y fuego.

Pues la orden que les doy la deben de respetar,

porque los que llegue a ver les tendré que fusilar.

Dos mil quinientos pelones, fueron los que se agarraron

los llevaron a las filas pero a ninguno mataron.

¿Cómo estarás viejo Huerta? harás las patas más chuecas

al saber que Pancho Villa ha tomado Zacatecas.

Ya te puedes componer con toditos tus pelones

no te vayas a asustar espera a los CHICHARRONES.

Juan Ortega.

Page 54: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

53

Los Corridos de la Revolución

Los Combates de Celaya

En mil novecientos quince, Jueves Santo en la mañana

salió Villa de Torreón a combatir a Celaya.

Corre, corre, maquinita, no me dejes ni un vagón, nos vamos para Celaya, a combatir a Obregón.

De Salamanca a Irapuato se reconcentraron los trenes

y allí llegaron villistas todos haciendo cuarteles.

Tenían ellos guarniciones de los más valientes hombres,

y subieron al Cerro Gordo toda la Brigada Robles.

Ahí vienen los carrancistas llenos de mudo coraje,

porque les habían quitado a ese Cerrito del Guaje.

Querían quitarle los trenes que iban encarrerados,

y Villa los recibió con su escolta de Dorados.

Porque eran hombres valientes todos los que iban con él,

unos tirando balazos y otros levantando el riel.

Por la derecha e izquierda rompen las caballerías,

por el centro de las líneas marchan las infanterías.

Qué combate tan reñido que a todos causó temor,

pero más fuerte se oía el sonido de un tambor.

Ese tambor que se oía era de los carrancistas,

cuando batían con denuedo a los soldados villistas.

Villa tenía mucha gente regada por donde quiera, pues en San Luis Potosí

dejó a la Brigada Natera.

Vuela, vuela, palomita, vuela, con la mariposa, la primera contraseña

era un trapo color rosa.

No le temo a la metralla ni al cañón que poco avanza,

otros gritaban sus vivas a Venustiano Carranza.

Estaban los carrancistas afortinados en magueyes y combatió muy formal, toda la Brigada Reyes.

Page 55: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

54

Textos Revolucionarios

Ángeles, el general, no le temía a la metralla, le pidió permiso a Villa

para bombardear Celaya.

En el molino Victoria anteojo estaba echando, y por doquiera se veían

los carrancistas vagando.

Sale don Francisco Villa con sus trenes de insurgentes,

para concentrar sus tropas en la ciudad de Aguascalientes.

Dice don Francisco Villa, de nuevo voy a atacar,

me han matado mucha gente, su sangre voy a vengar.

Qué combate tan reñido; les digo a mis amigos,

comienzan a salir trenes salen toditos los heridos.

Vuela, vuela, palomita, anda a ver lo que ha pasado,

la segunda contraseña era un trapo colorado.

Dice don Francisco Villa está muy mala la cosa,

están cayendo soldados del Batallón Zaragoza.

Dios le ayudó mucho a Villa y le puso en su memoria,

que pusiera diez mil hombres en el molino Victoria.

En la ciudad de Celaya eran terribles las horas; cómo cayeron Villistas por las ametralladoras.

De Salamanca e Irapuato hay quince leguas a León fue donde perdió su brazo

el general Obregón.

En la estación de Irapuato cantaban los horizontes:

hoy combatió muy formal, la Brigada Bracamontes.

Decía don Francisco Villa: no sé qué me está pasando, estoy perdiendo la acción

por los que se están volteando.

Decía don Francisco Villa: amigos, yo ya perdí,

pero dentro de poco tiempo nos veremos por aquí.

Decía don Francisco Villa: adiós, adiós. Mexicanos,

ya me voy para Columbus a ver a los americanos.

Ya no le temo al cañón ni tampoco a la metralla

aquí da fin el corrido del Combate de Celaya.

Page 56: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

55

Los Corridos de la Revolución

La Persecución de Villa

De nuestra patria, México querido

gobernando Carranza en el País, pasaron doce mil americanos queriendo a Villa castigar por

un desliz.

¡Ay! Carranza les dice afanoso si son valientes y lo quieren

perseguir concedido les doy el permiso

para que así se enseñen a morir.

Organizaron tras él persecucio-nes

sin llegarle jamás divisar y regresaban muy tristes y

abatidos por no poder a Villa castigar.

Los soldaditos que vinieron desde Texas

los pobrecitos comenzaron a temblar

muy fatigados de ocho horas de camino,

los pobrecitos se querían ya regresar.

Aquellos soldados muéstranse biliosos

por las marchas penosas bajo el sol

y burlándose de ellos Pancho Villa

les enviaba recados de dolor.

Pancho Villa ya no anda a caballo

su gente tampoco andará, Pancho Villa es dueño de aero-

planos y los alquila con gran comodi-

dad.

Cuando creyeron que Villa esta-ba muerto

todos gritaban con gusto y con afán

ahora sí, queridos compañeros, vamos a Texas cubiertos de

honor.

Más no sabían que Villa estaba vivo

y con él nunca habían ya de poder,

hay si quieren hacerle una visita está en Parral, lo pueden ir a ver.

Page 57: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

56

Textos Revolucionarios

Comenzaron a echar expediciones Pancho Villa también se transformó

se vistió de soldado americano toda su gente también se transformó.

Más cuando vieron que flotaba la bandera que Villa les pintó

se equivocaron también los pilotos, se bajaron y prisioneros los cogió.

Pancho Villa les dice en su mensaje que en Carrizal seiscientos les mató, que agradezcan a Don Venustiano

los prisioneros él fue quien se los salvó.

¡Ay! Carranza les dice afanoso si son valientes y lo quieren perseguir

yo les extiendo amplio permiso para que así se enseñen a morir.

Toda la gente allá en Ciudad Juárez toda la gente asombrada se quedó

de ver tanto soldado americano que Pancho Villa en los postes colgó.

Qué pensarían estos americanos que combatir era un baile de carquís

con su cara llena de vergüenza regresaron otra vez a su país.

Como saben que en México se mata y que de diario se mueren por acá,

con un solo soldado mexicano nuestra bandera en sus manos flotará.

Page 58: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

57

Los Corridos de la Revolución

Cuando entraron los gringos a Chihuahua todos pensaban que nos iban a asustar

pensarían que iban para Nicaragua, muy asustados pudieron regresar.

Page 59: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

58

Textos Revolucionarios

Nuevas “Mañanitas” al Estado de Morelos

Triste despedida de Emiliano Zapata

Voy a cantar un corrido que vale la pura plata,

donde les doy la noticia de la muerte de Zapata.

Adiós montes del Ajusco adiós, cerro del Jilguero,

adiós, montañas y cuevas donde anduve de guerrero.

Adiós, querido Morelos, adiós. Nación Mexicana,

viva las leyes del cielo — María Guadalupana.

Adiós, República entera, adiós, México querido, ya se terminó la vida

de quien tanto habías temido.

El Atila me llamaron los que a mí me combatían

pero ya todo acabóse y murió ya a quien temían.

Me trataron con respeto todos mis soldados leales,

para ellos no había tormento. Adiós, firmes generales.

Page 60: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

59

Los Corridos de la Revolución

Adiós muy heroica Cuautla, adiós torres de Morelos, adiós las de Tenepantla,

pues ya nunca nos veremos.

Adiós los que me ayudaron los nueve años de batalla

en que nos vimos cubiertos por la terrible metralla.

Adiós, Yautepec hermosa y la bella Tetecala,

Jojutla y sus arrozales donde no tiré una bala.

Pintoresca Cuernavaca no te volveré a admirar,

ni en Tlaltizapán querido echaré ya más un pial.

Ayala, donde hice el Plan y donde espere ser viejo

cuántos gallos fui a pelear y cuántos recuerdos dejo.

Pero llevo un orgullito, que yo a nadie respeté, sólo a mi Dios infinito

a ese nunca le falté.

Adiós, mi señora madre adiós, todos mis chamacos,

adiós, todos mis amigos, les encargo a mis muchachos.

Saquen todo mi dinero que dejé bien enterrado,

búsquenlo cerro por cerro no se lo lleve un malvado.

Tenía Casa de Moneda en una cueva allá arriba y allí dejó mucha plata para mi madre querida.

Búsquenla pronto, por Dios, que ya estamos derrotados

por el General González o se quedan arruinados.

Me jugaron una trampa de que se habían sublevado

y me creía de Guajardo siendo yo un gallo jugado.

Como a las tres de la tarde del nueve tan memorable,

Jesús rodeó mi cantón y me mató cual culpable.

Ahora pretendo el perdón de todito el mundo entero, pues me parte el corazón

mi vida de guerrillero.

Adiós Palafox, Murillo, Ayaquica y Genovevo,

Vázquez y don Everardo en mis recuerdos os llevo.

Page 61: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

60

Textos Revolucionarios

Palacios mi secretario también cayó prisionero muriendo como valiente sin quitarse su sombrero.

Cuántos hombres fueron muertos y cuántos ajusticiados, todo por la triste guerra

que ya nos tiene agobiados.

Muerto está ya el guerrillero que a ninguno respetó,

pues a Madero y Carranza bastante guerra les dió.

Hoy de todos se despide con tristísima amargura y pide que no lo olviden

en su obscura sepultura.

Adiós le digo a Carranza, al que siempre combatí,

pues ya perdí la esperanza y en polvo me convertí.

Adiós, ferrocarrileros ya nunca los volaré

compongan todos sus trenes que al mundo no volveré.

Mi alma ya desaparece del Estado de Morelos

y el pueblo pido que rece ante el Señor de los Cielos.

Olviden ya las querellas vuelvan a labrar la tierra

que ya no corra más sangre en los llanos ni en la sierra.

Que mi muerte sea fecunda y traiga paz y ventura

al Estado de MORELOS donde está mi sepultura.

Adiós, adiós, mi alma vuela a presencia del Creador,

quiéranse amados paisanos como manda el Redentor.

Aunque siempre me podía tuve que hacer fusilar

a muchos por revoltosos para hacerme respetar.

Eduardo Guerrero.

Page 62: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

61

Los Corridos de la Revolución

Trágico fin de Carranza

Señores, vengo a explicarles de qué manera pasó

la triste y fatal tragedia en que Carranza murió.

Después del fiero desastre que Carranza recibió

en Rinconada y San Marcos, en la Sierra se metió.

Con muy poco contingente emprendió su retirada

más no sabía que su suerte contra de él se rebelaba.

Al encontrarse en camino al pueblo de Patla llegó

donde con Rodolfo Herrero por primera vez trató.

Rodolfo Herrero a Carranza se le ofreció como leal

sin demostrar que tramaba un plan terrible y fatal.

Después Rodolfo se unió a la escolta de Carranza

y al Presidente siguió sin inspirar desconfianza.

Después de muchas fatigas a un pueblecito llegaron

de nombre Tlaxcalaltongo y a descansar se aprestaron.

Dijo el Primer Magistrado, ese jefe criminal

que su hermano estaba herido y lo mandaba llamar.

Le contestó el Presidente al oír tal petición,

que fuera a ver a su hermano sin ninguna dilación.

Carranza dijo a su gente que estuviera prevenida pues pudiera ser celada

y atentaran a su vida.

Herrero luego marchó con su plan muy bien urdido

para matar a Carranza cuando estuviera dormido.

Herrero había designado con una astucia infernal la choza para Carranza

aislada del Personal.

Aconsejó que la escolta se situara a la entrada

muy lejos del Presidente Norte y Sur de la Cañada.

Los flancos dejaron solos porque había dos precipicios y que estando muy seguros no hiciera más sacrificios.

Page 63: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

62

Textos Revolucionarios

En ese veinte de mayo quién se había de imaginar que al Presidente Carranza

algo le había de pasar.

De madrugada a las cuatro por las barrancas de al lado

escalaron las alturas las chusmas del desalmado.

Todas las gentes dormían en el pueblito nombrado

cuando fuerte gritería rompió el silencio sagrado.

Descarga tras descarga y gritos: ¡Viva Peláez!

se escuchaban de continuo por las gentes del mal “jaez”.

La escolta del Presidente no pudo ni hacerles fuego

porque estaban bien rodeados y morirían desde luego.

Carranza muy angustiado al sentir su pierna herida

les pedía una carabina para defender su vida.

El pobre don Venustiano al alzarse de la cama

recibió bastantes tiros sin importarles su fama.

Seis compañeros ya muertos que no hicieron resistencia

formaban guardia macabra a quien perdió la existencia.

Se retiraron temprano dispersos a descansar

porque estaba llueve y llueve y se tenían que secar.

Sus despojos los trajeron en el tren de Beristáin

en humilde caja blanca que hizo el obrero Margáin.

En la estación lo esperaban diplomáticos, civiles, obreros y diputados,

y señoras y aún ediles.

Se organizó en procesión toda la gente formada

y respetuosa escoltó los restos a su morada.

Desfiló la muchedumbre ante la caja mortuoria

y a las cuatro de la tarde Carranza se ungió de gloria.

Pues la gente conmovida lo acompañó hasta el panteón,

y lo llevaron en hombros hasta su última mansión.

Page 64: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

63

Los Corridos de la Revolución

Esta fue en tercera clase porque así lo había pedido,

entre pobres descansar y así se le ha concedido.

A los acordes del Himno de la Nación Mexicana

bajó a la última morada víctima de vil hazaña.

Es ya mártir el caudillo y es un emblema sagrado que al morir villanamente a México ha deslumbrado.

Hoy no tiene ya enemigos todos le honran a porfía

que ha subido a tanta altura que ninguno lo creería.

Todos pedimos justicia y esperamos que se hará; sólo un castigo ejemplar

esta mancha borrará.

Melquíades C. N. Martínez.

Page 65: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

64

Textos Revolucionarios

La muerte de Francisco Villa

Señores, tengan presente, y no había otro en la nación, que en el día veinte de julio

Villa ha sido asesinado.

Año de mil novecientos, en el veintitrés actual,

mataron a Pancho Villa en Hidalgo del Parral.

Villa era un pollito fino y no había otro en la nación,

como le tuvieron miedo lo mataron a traición.

Siempre peleaba justicia, no ambiciones de la silla,

y regocijaba el alma el nombre de Pancho Villa.

Porque aunque a todos les pese dió pruebas de su valor, en los Estados del Norte

Pancho Villa era el terror.

Villa fue leal partidario, siempre benigno y sincero, vengó la horrible traición que le hicieron a Madero.

Cuando ese infame de Huerta a Madero traicionó

Francisco Villa en el Norte en armas se levantó.

Contra las tropas huertistas Villa mucho combatió

y después de tanta lucha la Constitución triunfó.

Don Venustiano Carranza cuando triunfante se vió

mirándose en el poder a Villa desconoció.

Desde entonces Pancho Villa prosiguió la rebelión,

que causó grandes tristezas a toda nuestra nación.

En mil novecientos veinte que la guerra terminó,

don Adolfo de la Huerta con Villa conferenció.

Y les pidió garantías este valiente caudillo, y el Gobierno le cedió

la hacienda de Canutillo.

En los trabajos de campo él puso su inteligencia,

y a los tres años cumplidos le quitaron la existencia.

El día veinte en la mañana para su hacienda salió de la ciudad de Parral donde la vida perdió.

Page 66: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

65

Los Corridos de la Revolución

Amaro mandó el ataque con grande brío y decisión

y con fuego de artillería preparó tan ruda acción.

Los aviones bombardearon a las tropas de Alvarado, pero con muy poco efecto,

porque estaban bien tapados.

También a alguna distancia mandaron pasar el río

a los mayos con Aguirre, gente de valor y brío.

Pero descargas cerradas de rifle y ametralladora

los hicieron replegar para intentarlo a otra hora.

A las cuatro de la tarde se logró pasar un cable

y con otros varios después se tuvo el puente deseable.

Solamente la mitad de los mayos lo pasaron

pues la otra murió a balazos o en la corriente se ahogaron.

Luego que el Lerma pasaron por retaguardia atacados

hicieron salir corriendo a la gente de Alvarado.

Agarrados a dos fuegos los rebeldes se dispersaron

y las tropas del Gobierno sobre el campo pernoctaron.

Acorazaron un tren con lámina de grueso acero

y arriesgaron el pasarlo con resolución y esmero.

Los infidentes quisieron resistirse en Poncitlán

más los soldados de Cruz les desgraciaron su plan.

Evacuaron Guadalajar los soldados de Alvarado,

y en Sayula esperarán a ver si son derrotados.

Diéguez y Estrada intentaron auxiliar pronto a Alvarado,

más los derrotó Escobar en Palo Verde mentado.

Cruz y Amarillas entraron el día doce de febrer

a la Perla de Occidente con un gozo muy sincero.

Morelia fue conquistada por Luviano Rentería,

pero Ortiz ha prometido que pronto la ocuparía.

Page 67: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

66

Textos Revolucionarios

El Combate de Ocotlán fue sangriento como pocos pero ha dado fuerte golpe

a los que obran como locos.

Que el pueblo ya no desea siga la guerra de hermanos que la Paz es la que quieren

toditos los mexicanos.

Muy cerca de dos mil bajas hubo en tan sangrienta acción

teniendo sonado triunfo el general Obregón.

Madre mía de Guadalupe dános ya tu bendición,

haz que la guerra se acabe y que muera la ambición.

Eduardo Guerrero.

Page 68: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

67

Los Corridos de la Revolución

El asesinato del General Obregón

Pobrecito de Obregón, cuando estaba por triunfar

vino la Parca tras él y su vida fue a segar.

Cinco balazos le dieron al General Obregón,

decían las gentes muy quedo, después de un comelitón.

Los rumores aumentaban cuando la tarde avanzó,

y entonces salió en los diarios, y a todos nos consternó.

Era cierta la tragedia de la muerte del magnate,

que después de una comida, hicieron tal disparate.

Fue el diecisiete de julio, ni me quisiera acordar,

que a don Álvaro Obregón lo llegaron a matar.

Si lo había ya adivinado un perrito de su casa,

que aullando estuvo ese día ese perro de mala raza.

Fue invitado por amigos a comer en “La Bombilla” que es un sitio pintoresco de San Ángel en la orilla.

Como fue muy campechano el General Obregón,

aceptó muy complacido y siguió con su reunión.

Cuando le vió distraído, aquel malvado asesino,

le descargó por la espalda cinco tiros con buen tino.

Era una pistola escuadra, la que utilizó en el caso, y como era un pobretón,

creen por otro, dió ese paso.

Los amigos de Obregón muy justamente indignados

le tiraron de balazos al asesino malvado.

Pero algunos los calmaron y le hicieron aprehender,

esperando que delate quién el crimen mandó hacer.

Fue golpeado con rigor por todos los comensales,

que llenos de indignaciónlo dejaron sin molares.

El General Obregón fue llevado hacia su hogar,

creyendo que estaba herido, para allí hacerlo curar.

Page 69: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

68

Textos Revolucionarios

Después de comer gustoso en plática se encontraba,

cuando se acercó un muchacho, que a retratarlo empezaba.

Los médicos que llegaron lo inyectaron con formol,

para poderlo trasladar al suelo donde vió el sol.

El salón de Embajadores del Palacio Nacional,

fue transformado en capilla aquella noche fatal.

Y a las ocho de la noche la comitiva partió,

llevando una gris carroza el cuerpo que se inyectó.

Al pasar el cuerpo yerto el centro de la ciudad

las gentes se descubrían con respetuosa piedad.

El cuerpo llegó a Palacio a través de un mar de gente, que contemplaba en silencio aquella escena imponente.

Fue subido al Salón Verde donde se veló al difunto

y le dieron guardia luego desde nueve y media en punto.

Comenzó el Presidente generales y coroneles,

luego fueron diputados y al último los ujieres.

Pero en la calle Jalisco, donde habitaba hace poco,

recibieron desengaño, pues que lo mató aquel loco.

Fue un hombre trabajador que no gozó de riqueza,

y hasta los veintidós años no empezó su grande empresa.

En mil novecientos doce se reunió a varios amigos para combatir a Orozco de Madero ya enemigo.

De teniente coronel, pasó a coronel muy luego,

y después fue general porque nunca tuvo miedo.

Combatió contra de Huerta, el marihuano infernal,

y unido a Pablo González tomó esta gran capital.

Contra de Villa peleó por mandato de Carranza, y al triunfar en toda línea

perdió un brazo en la matanza.

Page 70: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

69

Los Corridos de la Revolución

Luego recibió mal pago de Carranza y sus aliados y tuvo que hacerles guerra

con triunfos muy renombrados.

Quedó de primera figura en la política actual, y lo eligió Presidente

el pueblo en lo general.

Así fue honrado por todos este grande ciudadano que perdió valiosa vida

herido por tan cruel mano.

En Siquisiva, Sonora, nació don Álvaro Obregón

y en México fue a morir, causando consternación.

Derrotó a de la Huerta cuando se fue a rebelar

y entregó el mando a Calles cuando bajó del lugar.

Unánime la Nación, lo eligió de Presidente

para otro nuevo período, más la suerte fue inclemente.

Enviaron ya su cadáver a Sonora, en que nació;

después de hacer los honores que en su vida mereció.

¡Quién se lo había de decir al General Obregón,

que después de aquel banquete, perdería vida y sillón!

Eduardo Guerrero.

Page 71: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 72: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 73: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 74: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

Andrés Molina Enríquez

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

Page 75: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 76: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

75

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

Índice

• Introducción

• Influencia de las leyes de Reforma sobre la propiedad

• Efectos de la Ley de Enajenación de Terrenos Baldíos

• Filosofía de mis ideas sobre reformas agrarias

Page 77: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 78: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

77

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

“Los propietarios, una vez que han adquiri-do una heredad, han tenido más el interés por el orgullo del dominio, que propósitos

de verdadero aprovechamiento”.

andres molina enriquez

Introducción

La economía de un país esencialmente rural como el nuestro, dependía en el siglo pasado de la estructura de propiedad y uso de la tierra y de quienes la trabajaban. Cuando a los indígenas se les desconoció su más mínimo derecho a la tierra de las co-munidades, que antes los alimentaba, al amparo de la Ley de 1894, que permitió a compañías particulares deslindar tierras mediante contratos, se formaron enormes y poderosos latifun-dios, muchos de los cuales quedaron en manos de compañías extranjeras, que llegaron a abarcar una cuarta parte del territo-rio nacional.

Este período resultó en muchos lugares de la República más desastroso que la propia conquista, porque al menos los con-quistadores estaban obligados en parte a respetar las tierras de los indios. Don Andrés Molina Enríquez, ideólogo, agrarista precursor de la Revolución Mexicana, analizó certeramente en su obra Los Grandes Problemas Nacionales la condición del cam-po mexicano. Los dos primeros textos que se publican en este folleto de divulgación corresponden a esta obra y el tercero, es una respuesta que, desde la cárcel, dio a Wistano Luis Orozco.

Molina Enríquez nació en Jilotepec, Estado de México, en la séptima década del siglo XIX. Desde muy joven mostró ideas li-berales y fue partidario ferviente de los campesinos indígenas, cuyos problemas conoció desde su propio pueblo natal. Termi-nó sus estudios de abogado en la entonces Escuela Nacional de Jurisprudencia y regresó a hacerse cargo de la notaría de su pa-

Page 79: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

78

Textos Revolucionarios

dre en Jilotepec. Esta experiencia y la que obtuvo como aboga-do y juez de El Oro, Tlalnepantla y otros pueblos, le permitieron conocer en detalle el proceso de concentración de la tierra en unas cuantas manos, mediante el sistemático despojo de ran-chos y ejidos a los indios y mestizos que carecían de dinero para defender sus tierras colectivas. Los ejidos de los pueblos y las propiedades comunales se fueron concentrando en las grandes haciendas, y los campesinos que intentaban resistir acababan sujetos a la deportación o a la leva.

Empezó a publicar en los folletines del periódico “El Tiempo” unos apuntes con el nombre de “Estudios de Sociología Mexi-cana” que modificados y rehechos todos, vinieron a constituir su libro Los grandes problemas nacionales, que publicó en 1909, antes de cumplir 50 años, con el fin de explicar la historia de México como una lucha entre grupos étnicos con conteni-dos eminentemente económicos.

En 1911, antes de la llegada al poder de Francisco I. Madero, se lanzó a la lucha armada proclamando el Plan de Texcoco, al cual se anexaban diversos decretos con proposiciones para resolver los problemas agrarios y en los que se asentaba que no era sólo por el postulado “Sufragio Efectivo, No Reelección” que las ma-sas populares se habían levantado contra la dictadura de Díaz, sino también por afán de mejorar sus condiciones económicas. Por ello, en esos decretos del Plan de Texcoco se denuncian los abusos de los latifundistas y de sus administradores, la vena-lidad de los jefes políticos, el sistema de tiendas de raya y los bajos salarios de los campesinos, proponiendo a su vez que se reparta la gran propiedad.

Su pensamiento influyó decisivamente en el Plan de Ayala, en la Ley Agraria del 6 de enero de 1915 y en el Artículo 27 cons-titucional, en cuyo proyecto, sin ser diputado constituyente al Congreso de Querétaro, participó destacadamente.

Hasta su muerte, en 1 940, siguió escribiendo sobre temas agra-rios y de la Revolución Mexicana. Murió siendo Magistrado del Tribunal Superior del Estado de México, su Estado natal.

Page 80: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

79

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

Influencia de las Leyes de Reforma sobre la propiedad1

Ojeada general a las leyes de desamortización...La primera alteración trascendente que sufrió ese estado (el de la propie-dad), fue la que le causaron las leyes de desamortización y de nacionalización en la revolución de la Reforma. Las primeras, como dijimos en su lugar, no tuvieron otro objeto que el de quitar a la Iglesia sus bienes para darlos a los mestizos. Si esto se hubiera hecho de un modo directo y preciso, habría tenido, cuando menos, la ventaja de que sus efectos hubieran quedado circunscritos a los bienes de la Iglesia, y no hubieran producido en los de las de comunidades civiles, y en la propiedad comunal indígena, las profundas perturbaciones que produjo y que no han podido ser remediadas todavía de un modo completo. En la intentada movilización de la propiedad raíz amortizada, por una parte, se perdió de vista el objeto principal con que se hacía y era el interés de los mestizos; por otra, no se tomó en consi-deración la gran propiedad individual propiamente dicha, que como veremos más adelante, constituye en nuestro país una verdadera amortización; por otra, se comprendieron los bienes de las comunidades civiles y de las comunidades indígenas, que era inútil, extemporáneo e impolítico desamortizar; y por último aunque se usó el pensamiento desamortizador, como de

1 Molina Enríquez, Andrés, Los grandes problemas, nacionales, México, Ediciones del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana, 1964, pp. 73, 75, 76, 79-81, 82, 83, 84.

Page 81: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

80

Textos Revolucionarios

un disfraz que ocultara la intención verdadera de la reivindica-ción de los bienes eclesiásticos, ese disfraz a nadie engañó.

Crítica de las leyes de desamortización hecha con el criterio de Ocampo. En detalle, las leyes de desamortización estuvieron muy lejos de haber servido para hacer la inmensa transforma-ción de la propiedad que iniciaron. Las fundamentales, o sean las de 25 de junio de 1 856 y su reglamento, trataron de convertir a los arrendatarios de los bienes de comunidades o corporacio-nes, en propietarios de esos bienes, mediante la obligación de pagar una alcabala y de hacer los gastos del contrato respectivo, quedándose a reconocer el precio a interés, sin plazo fijo y a tí-tulo hipotecario, sobre los mismos bienes: en el caso de que los arrendatarios no hicieran uso de sus derechos, éstos pasaban a denunciantes extraños: los bienes no arrendados, debían ser enajenados en subasta pública, quedando el comprador a reco-nocer sobre ellos el precio de remate...

... En efecto, el primero y principal resultado de la desamor-tización, fue la desamortización de una parte de la propie-dad eclesiástica rural; pero de la gran propiedad, y no por los arrendatarios, sino por los denunciantes. Dadas las condicio-nes originales de la propiedad en nuestro país, ella ha consti-tuido siempre una verdadera amortización, por cuanto a que los propietarios, una vez que han adquirido una heredad, han tenido hasta ahora, como hemos dicho en su oportunidad, más el interés de la vinculación por el orgullo del dominio y por la seguridad de la renta, que propósitos de verdadero aprovecha-miento. Perteneciendo como pertenecía toda la propiedad raíz a los criollos señores, o a la Iglesia, y resistiendo tanto aquéllos cuanto ésta toda clase de enajenaciones, la adquisición de la propiedad era punto menos que imposible, como no se tratara de propiedades situadas fuera y lejos de la zona fundamental de los cereales.

Ventajas alcanzadas por los “criollos nuevos”, merced a las leyes de desamortización. Siendo así, como era efectivamente, los crio-

Page 82: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

81

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

llos nuevos, que merced a la minería, al comercio, al contraban-do o al agio privado u oficial, habían logrado reunir capitales de relativa consideración, no podían fincar sus capitales para darles la seguridad y firmeza que tiene siempre, aun en los paí-ses más agitados, la propiedad raíz. Si a eso se agrega que la propiedad de las instituciones eclesiásticas era la mejor, por el número, situación y condiciones de las fincas en que consistía, se comprende la codicia que inspiraría a todos los capitalistas, y a los criollos nuevos en particular. Expedidas las leyes de desa-mortización, los arrendatarios, como lo comprueba el testimo-nio de Ocampo, no pudieron aprovechar las ventajas que ella les daba, porque tales ventajas eran ilusorias, ni pudieron, por lo mismo, obtener en propiedad por adjudicación, fincas que tenían en realidad que adquirir por compra; pero los criollos nuevos, a los que Ocampo por repugnancia instintiva de raza, llamaba pillos (véase Juárez, su obra y su tiempo, por el señor li-cenciado don Justo Sierra), obrando como denunciantes, sí pudieron aprovecharse de dichas leyes, a virtud de ellas adqui-rieron fincas que antes no podían adquirir, porque no estaban en el comercio, no estaban jamás en venta. Estas adquisiciones fueron las primeras operaciones de desamortización. Si ellas hubieran llegado a consumir toda la propiedad eclesiástica, las leyes relativas hubieran llenado su objeto principal...

Imposibilidad de los mestizos para aprovecharse de las leyes de desamortización. Los mestizos que, hemos dicho repetidas ve-ces, eran pobres cuando no desheredados por completo, no podían aprovechar los beneficios de las leyes de desamortiza-ción de los bienes eclesiásticos, porque siendo toda operación de desamortización una verdadera compra a plazo, gravada por un impuesto de transmisión de propiedad, carecían de los recursos necesarios para pagar ese impuesto, para cubrir los costos de la escritura y para hacer los gastos de conservación y aprovechamiento de los terrenos adquiridos, cuando esos bie-nes eran, como casi todos los de la Iglesia, de alto valor; por lo mismo, con no poco descontento, se dedicaron a buscar bienes

Page 83: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

82

Textos Revolucionarios

por desamortizar, al alcance de sus recursos. De pronto la cir-cunstancia de que la forma natural de la desamortización era la conversión de los derechos de los arrendatarios y denunciantes en derechos de propietarios, no les permitió ver que la propie-dad comunal de los pueblos indígenas era también desamorti-zable; pero tan luego que se dieron cuenta de ello, trataron de desamortizarla, con tanto más empeño, cuanto que era mucho más fácil de ser desamortizada que la de la Iglesia, porque de seguro la defenderían menos los indígenas en su estado habi-tual de ignorancia y de miseria. Algunos pueblos comenzaron a ser desamortizados, y como era lógico, los indígenas despoja-dos ya, y los demás amenazados de igual despojo, se levantaran en armas promoviendo los disturbios de Michoacán, Queréta-ro, Veracruz y Puebla, que dieron motivo a una circular lírica del Gobierno, que nada remedió...

Desastrosas consecuencias de la aplicación de la circular de 9 de octubre de 1856 a la división de los pueblos de indígenas. El resulta-do de la repartición de los terrenos de los pueblos de indígenas, fue que los indígenas perdieron dichos terrenos. No podía ser de otro modo. La comunidad tenía para los indígenas notorias ventajas. Desde luego, aunque los terrenos comunes eran en lo general estériles y de mala calidad, ofrecían a los mismos in-dígenas medios de vivir en todos los estados de su evolución, desde el de horda salvaje hasta el de pueblo incorporado a la civilización general: rendían esos terrenos muchos aprovecha-mientos de que los indígenas podían gozar sin gran trabajo, sin capital, y lo que es más importante, sin menoscabo alguno apreciable de dichos terrenos: entre esos aprovechamientos podemos señalar los de los montes, como la madera que toma-ban para vender, en leña, en viga, en morillos, en carbón, y para alumbrarse, para calentar sus hogares y para caldear sus hor-nos de teja, de ladrillo y de alfarería; los de las llanuras, como pasto que utilizaban para la alimentación de sus animales, y no sólo de sus animales grandes, sino pequeños, como guajolotes, gallinas, etcétera; los de las aguas, como la caza de patos y otras

Page 84: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

83

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

aves, la pesca de peces y otros animales de alimentación tam-bién; y otros muchos, como los del barro, el tequesquite, la cal, etcétera, en los cuales el trabajo de producirlos y aderezarlos, tocaba a la naturaleza, y a los indígenas sólo tocaba el pequeño esfuerzo correspondiente a su grado evolutivo para consumir-los o ponerlos en el mercado.

Además la comunidad ofrecía a los indígenas la ventaja de la posesión de la tierra, y la de no perder esa posesión en las bajas de su miserable fortuna; hoy, si alguno tenía recursos, toma-ba un solar sin requisitos de titulación, sin pago de alcabala, y sin dificultades de posesión, lo sembraba de maíz o de ceba-da y aprovechaba la cosecha: si esa cosecha se perdía mañana, abandonaba el solar y se dedicaba a vivir de otra cosa; pero si después volvía a tener recursos, volvía a encontrar desde lue-go otro solar en igualdad de circunstancias para recomenzar el trabajo y hacerse labrador. Dentro de la comunidad, como era consiguiente, se respetaba el derecho del ocupante, y poco a poco se iba formando en ella una especie de propiedad indivi-dual que se transmitía de padres a hijos. No ha acertado México independiente, con un medio más eficaz de ayudar a la raza in-dígena, que el de la comunidad.

La división adolecía desde luego, del defecto capital de tener que reconocer la igualdad jurídica del derecho de todos los ve-cinos y detener que hacer la repartición del terreno entre todos esos vecinos por partes iguales, lo cual si se hacía, producía el atropello de los derechos de ocupación adquiridos a favor del tiempo, por algunos —los más aptos y los de mayores recur-sos sin duda—, en beneficio de los demás. En esa forma, la di-visión tenía que dar a cada parcionero una porción que si era de cultivo, y el parcionero era agricultor, no era la que estaba en relación con la situación de la casa de éste, ni tenía las di-mensiones del solar anterior, ni reembolsaba al mismo agricul-tor de las pérdidas consiguientes al abandono de lo que tenía como suyo; si el parcionero no era agricultor y la fracción era

Page 85: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

84

Textos Revolucionarios

de cultivo, aquél no tenía capacidad ni capital para aprovechar ésta; si la fracción no era de cultivo y el parcionero era agricul-tor, tenía éste que recomenzar de nuevo, sin capital, el trabajo de preparación del terreno; si el parcionero no era agricultor y el terreno no era de cultivo, éste no ofrecía ya los aprovecha-mientos naturales del conjunto y ninguna utilidad ofrecía a aquél. Esos aprovechamientos naturales venían a ser precisa-mente la base de la alimentación de todos y a todos tenían que hacer falta. Ahora, si respetando las posesiones anteriores, se dividía entre los no poseedores, que no habían sido capaces de ser poseedores siquiera, en propietarios haciéndolos saltar por sobre el estado de poseedores que es intermedio, dándoles con esto ventajas que ellos no sabían ni podían aprovechar, e imponiéndoles obligaciones que sí tenían que serles pesadas, como la titulación, el pago de impuestos, las operaciones nota-riales sucesivas, los juicios de sucesión, etcétera. Se comprende que en este caso, privados de los aprovechamientos comunes de que vivían, bajo la imperiosa necesidad de vivir, y ante los gravámenes de la calidad de propietarios, la mayor parte de los indígenas no utilizaran sus fracciones sino vendiéndolas, y vendiéndolas en condiciones de gran oferta, reducida deman-da y apremiante necesidad de realización. Los mestizos se apre-suraron a comprar: las fracciones de terrenos de indígenas se valuaban en cinco, diez, cincuenta pesos, y se vendían en dos, cinco, veinte, etcétera. Algunos Estados trataron de impedir esas enajenaciones ruinosas, e impusieron duros gravámenes a los compradores; fue inútil y altamente perjudicial, porque depreció los terrenos, que se siguieron vendiendo sin más re-quisito que la traslación del título. Esto ha llegado hasta nues-tros días. Muchas veces, y de ello nosotros damos testimonio personal fundado en observaciones hechas durante nueve años en varias poblaciones pequeñas, los mestizos han gestionado la repartición de los pueblos indígenas, han comprado casi todos los terrenos, han hecho expedir los títulos correspondientes y han recogido esos títulos desde luego, pagando los impuestos a nombre de los adjudicatarios. Muchos indígenas de los adju-

Page 86: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

85

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

dicatarios no fueron un solo día propietarios de las fracciones que les dieron en adjudicación, y si se hiciera una investigación acerca de los precios de venta, se encontraría que un terreno ha-bía costado al comprador algunas piezas de pan, otro algunos cuartillos de maíz, y los más algunas jarras de pulque o algunos cuartillos de aguardiente. Una vez que los indígenas enajena-ban sus fracciones, no tenían ya de qué vivir; no habiendo ya leña, viga, morillos, ni carbón que vender; no teniendo ocotes con qué alumbrarse, ni rajas con que hacer sus tortillas, ni leña muerta con que quemar los trastos de barro de su industria alfarera; no teniendo con qué alimentar a sus animales; no te-niendo ni caza, ni pesca, ni plantas de alimentación, con qué alimentarse a sí mismos, careciendo en suma, de todo, dejaban de ser hombres pacíficos para convertirse en soldados merce-narios prestos a seguir a cualquier agitador...

Función de las leyes de nacionalización. Las leyes de nacionali-zación corrigieron en mucho a las de desamortización, porque hicieron entrar al dominio privado, todos los bienes de la Igle-sia; no sólo los bienes raíces, sino los capitales impuestos sobre ellos. Esto hizo que el movimiento de la propiedad, comenzan-do por la desamortización, se limitara a sólo los bienes eclesiás-ticos, deteniéndose y aun retrocediendo en los demás bienes desamortizables. Por lo que respecta a aquéllos, la desamorti-zación se confundió con la nacionalización, y esa circunstancia facilitó y aceleró el movimiento iniciado, mostrando claramen-te cuánto mejores fueron las leyes que hicieron la nacionaliza-ción que las que pretendieron hacer la desamortización. Esas leyes no impusieron alcabala, permitieron la división de las fincas, sobre todo de las urbanas, facilitaron la redención de los capitales que se quedaban a reconocer sobre las fincas naciona-lizadas, favorecieron con grandes descuentos la adquisición de los capitales nacionalizados también, y pusieron en suma, más al alcance de todos, los bienes de la Iglesia, las raíces para que fueran adquiridos por cortos capitales, y los capitales para que fueran adquiridos los bienes raíces...

Page 87: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

86

Textos Revolucionarios

Pero a pesar de las leyes de nacionalización, el abismo abier-to entre la propiedad muy grande de origen colonial y la muy pequeña que formaron las leyes de desamortización, no pudo llenarse. Al contrario, habiendo desaparecido con los bienes del clero el motivo radical de la contienda de propietarios que seguían los criollos señores y el mismo clero, y habiendo pasa-do la propiedad de éste a los criollos nuevos en calidad también de gran propiedad, la propiedad grande se consolidó enfrente de la pequeña, haciendo definitiva la separación de ambas...

Juicio sintético de la obra general de la Reforma. En suma, la Reforma en lo que respecta a la propiedad, hizo una obra in-completa y gravemente defectuosa; aun así fue una obra bené-fica, porque poniendo en circulación toda la propiedad ecle-siástica, una parte de la municipal y otra parte de la comunal indígena, formó una nueva clase de intereses que fue la de los criollos nuevos o criollos liberales, y ayudó a formar con los mestizos, que ya eran la clase preponderante, uña nueva clase de intereses también. El hecho de que los mestizos comenzaran a ser clase de intereses, significó la consolidación de su prepon-derancia y ha significado el afianzamiento de la nacionalidad tanto en el interior cuanto para el extranjero, pero sin duda la obra de la Reforma pudo haberse hecho mejor, porque pudie-ron haber quedado con ella resueltos los grandes problemas que son el objeto principal de este libro.

Page 88: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

87

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

Efectos de la Ley de Enajenación de terrenos baldíos2

La ley de 26 de marzo de 1834, previno por un parte y en ge-neral, la enajenación de los baldíos propiamente tales, a los denunciantes que solicitaron esa enajenación ventajosa de di-chos baldíos, a ellos sólo si la solicitaban dentro de cierto térmi-no que ya está vencido, y vencido ese término, a ellos mismos si la solicitaban, o a los denunciantes si la solicitaban primero, teniendo aquéllos entonces sólo un derecho de preferencia en ciertas condiciones.

Ahora bien, esas disposiciones tenían que ser y de hecho han sido, como dijimos ya, de observancia incompleta, por causa de la misma ley que las ha dictado. Desde luego esas disposicio-nes no podían tener ni han tenido otra aplicación, que a la gran propiedad, es decir, a las haciendas, que en lo general, son las únicas bien tituladas; pero la ley olvidó que la titulación mis-ma de las haciendas, en una gran parte, quedó descabezada por las operaciones hechas a virtud de la expulsión de los jesuitas y a virtud de la desamortización y de la nacionalización, puesto que esas operaciones se hicieron sin los primordiales respecti-vos que se perdieron o fueron ocultados; toda la gran propiedad de los criollos nuevos estaban en ese caso, y por lo mismo, obli-

2 Molina Enríquez, op. cit., pp. 144-146.

Page 89: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

88

Textos Revolucionarios

gada a nueva compra que como es natural, no todos los propie-tarios han podido hacer.

En seguida, la misma ley, desconoció las condiciones en que la desamortización vino a formar la propiedad pequeña, y muy especialmente la de repartimiento en fracciones de menos de doscientos pesos de valor. Es claro que no es fácil saber si se trata en esas fracciones, de propiedad primordialmente titulada o no.

Habiéndose hecho como se hizo la división, atendiendo sólo a la existencia de la comunidad, nadie puede saber ahora si los pueblos repartidos tenían títulos primordiales o no, ni dónde se encontrarán los títulos de los que los tuvieron; tampoco es posible que se vuelvan a reunir los propietarios de todas las fracciones para celebrar una composición por el terreno que fue común en conjunto si existieron los títulos primordiales, o para volver a comprar ese terreno común como baldío, si di-chos títulos no existieron o no pueden ser habidos; tampoco podrá cada uno de los dueños de fracciones en particular, ce-lebrar aquella composición o hacer esa compra, estando como están esas operaciones fuera de proporción, por su gasto, con el valor de dichas fracciones; tampoco podrá cada propietario, por cada fracción, celebrar una composición especial o una compra, porque si el valor de esa fracción no resiste los gastos de una operación notarial, menos ha de resistir los gastos que ocasiona el cumplimiento de todos los requisitos de la ley.

Por otra parte, la misma ley que venimos estudiando, descono-ció igualmente por completo, la existencia de las comunidades que hemos llamado rancherías, y dicho con eso está que desco-noció dos circunstancias importantes de ella; es la primera, la de que cuando las rancherías tienen títulos primordiales, éstos están desligados de los actuales poseedores, lo cual como ha dicho con razón el señor licenciado Orozco... en otro lugar, ha puesto a los mismos poseedores en la imposibilidad de arreglar sus composiciones y de defender sus terrenos de los denun-

Page 90: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

89

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

ciantes; y es la segunda, la de que si los actuales poseedores han perdido sus títulos, están en la imposibilidad de arreglar sus composiciones y de defender sus terrenos de los denunciantes. Para los unos y para los otros, no queda ni el recurso de volver a comprar sus terrenos como baldíos, porque los unos y los otros, son pobres en lo general.

Pero en lo que principalmente desconoció la ley de referencia, fue la existencia de todos los pueblos, tribus y grupos indígenas que no habían podido llevar sus derechos territoriales, hasta el estado en que esos derechos llegan a la titulación. Desconoció, pues, la existencia de muchos pueblos existentes hasta en la re-gión de los indígenas sometidos, la de muchos pueblos de los incorporados, y la de todas las tribus y todos los grupos de la región de los indígenas dispersos. Vino a desconocer pues, más derechos qué la desamortización, y los resultados que pudo ha-ber producido, habrían sido considerablemente mayores que los de esa misma desamortización, de no haberse impuesto a ella, la fuerza de las cosas creadas de hecho. No se nos borra-rá jamás de la memoria, el caso de pueblos de Tixmadeje y de Dongú, del Estado de México, pueblos fundados antes de la Conquista y uno de ellos ya repartido a virtud de no tener títu-los primordiales. Duele pensar que para ellos la República haya sido menos justa que la dominación española que los respetó, y más duele pensar, que si ésta les reconoció el derecho a existir, por el solo hecho de existir desde antes de la Conquista, aquélla no haya considerado suficiente ese hecho ni el de que hayan tenido cuatrocientos años de posesión para reconocerles su existencia.

Page 91: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 92: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

91

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

Filosofía de mis ideas sobre reformas agrarias3

[contestacion al folleto del señor licenciado don wistano luis orozco]

LAS DERROTAS DE DEGOLLADO

Si mal no recuerdo, en mi obra La Reforma y Juárez, expuse la opinión de que en la memorable Guerra de Tres Años el triunfo no se debió a la dirección del gabinete de Juárez, ni a las vic-torias de González Ortega, sino a las derrotas de Degollado. La obra de este hombre ilustre, fue la más señaladamente genial, porque mantuvo a todo trance el estado de guerra durante el tiempo que Miramón ocupó la capital de la República, y con ello, a la vez que daba pasto constante a la energía liberal para evitar desmayos, impidió a Miramón consolidar su gobierno, y entregarse al solo cuidado de destruir el gobierno de Juárez que a la sazón funcionaba en Veracruz.

En el trabajo de hacer la transformación social y económica del país, para crear una nacionalidad orgánica, grande y fuerte, rica y dichosa, por medio de reformas de muy distinta natura-leza, pero entre las cuales tendrán que ser las más importan-tes las agrarias, mi obra personal se parece a la de Degollado.

3 Tomado de ANEXOS a. Molina Enríquez, Andrés, Los grandes problemas nacionales. Editorial ERA, México, 1979, p. 453-464.

Page 93: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

92

Textos Revolucionarios

En efecto, desde hace veinte años, poco más o menos, en que inicié la obra inmensa de la susodicha transformación, hasta el momento en que estas líneas escribo, he llamado a todos los combates, he luchado en todos los puntos, he usado todas las armas, y he luchado en todos, contra las fuerzas, contra las per-sonas y contra los ideales, de los grupos sociales que he consi-derado como enemigos, por ser contrarios a la transformación de referencia.

Confieso sin rubor, que en la mayor parte de las batallas que he librado, el derrotado he sido yo, pero así y todo he logrado llamar la atención general, hacia los problemas que la repetida transformación entraña y enfrentar resueltamente al país con esos problemas. Si otros méritos no logro hacer, para merecer de mis conciudadanos el título de patriota, creo que ése cuan-do menos, me deberá ser reconocido en justicia. Y no aspiro a más porque creo, que yo como Degollado, no recibiré de mis contemporáneos mientras viva otra recompensa que la prisión que ya sufro, y que la indiferencia y el olvido que más adelante sufriré.

El licenciado don Wistano Luis Orozco, es una autoridad en asun-tos agrarios. He dicho todo lo anterior, para justificar la afirma-ción de que aun en el supuesto de que el señor licenciado don Wistano Luis Orozco tuviera plena razón en todo lo que dice en el folleto que ha escrito para combatir mis proyectos de leyes agrarias, bastante había yo hecho con provocar el resultado de que dicho señor, enriqueciera la ciencia mexicana con una obra suya más. Tengo al señor licenciado Orozco, por un sabio en asuntos de propiedad jurídica territorial del país; he apro-vechado sus trabajos para fundar los míos, como lo demuestra la abundancia de citas que en mis obras he hecho de las suyas; y me he asimilado no pocos de los tecnicismos que él emplea. En la página 84 (156) de mi obra Los grandes problemas nacio-nales, digo textualmente: “Nadie niega que las haciendas son por lo común de muy grande extensión. Sin embargo, en apo-

Page 94: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

93

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

yo de la afirmación que hemos hecho sobre el particular, co-piamos de la mejor obra que conocemos acerca de las cuestio-nes de propiedad en nuestro país (Legislación y jurisprudencia sobre terrenos baldíos por el señor licenciado don Wistano Luis Orozco) las siguientes líneas, etcétera”. Escribí lo anterior entre 1905 y 1906.

Sin duda el señor licenciado Orozco, no ha leído mi obra cita-da. Si la hubiere leído, habría encontrado la mayor parte de los párrafos fundamentales de sus folletos, literalmente copiados (como suyos por supuesto) en diversas partes de ella, y si hubie-re leído juntamente con esos párrafos suyos, los complemen-tarios míos, de seguro que al juzgar los dos proyectos de ley de que se ocupa en su folleto, habría dejado de calificarlos a priori de absurdos, porque realmente no lo son.

Explicación indispensable respecto de mis proyectos de ley. Debo de hacer la salvedad, antes de seguir adelante, de que los dos proyectos de referencia, eran anexos de un artículo que escri-bí para decir al señor Madero, poco más o menos, lo siguiente: el triunfo de la revolución de San Luis (puede llamársele así, como se llamaron de Ayutla y de Tuxtepec, las de los planes de sus nombres) se ha parecido al de la de Ayutla, por su origen netamente popular, por el rápido derrumbamiento que produ-jo del régimen dictatorial anterior, por el entusiasmo delirante que encendió en las multitudes, y hasta por la misma glorifica-ción del héroe que la llevó a su término feliz; que la revolución de San Luis como la de Ayutla, había nacido del deseo de ur-gentes reformas de carácter esencialmente agrario, reclamadas por imperiosas necesidades de las clases bajas de la población nacional; que él —el señor Madero—debía aprender la lección histórica de Comonfort, porque si como éste, pretendía dete-ner los impulsos reformistas revolucionarios para ponerlos de acuerdo con las resistencias conservadoras, la paz de que en-tonces se gozaba ya (escribía yo eso en junio anterior) se disi-paría pronto, la revolución volvería, y arrollando a su paso para

Page 95: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

94

Textos Revolucionarios

llegar a su fin, todos los obstáculos que encontrara en su cami-no, lo arrollaría a él —al señor Madero—y al gobierno que in-tentara establecer, teniendo entonces que lamentar la nación, que la revolución en vez de encauzarse en reformas legales, se hiciera desordenada y sin tino con los excesos consiguientes a su ceguedad; y que por último, que habiendo yode seguir la revolución de su propósito de traducir a hechos concretos sus anhelos imprecisos, había yo formulado para ser aplicado a raíz del triunfo, el primero de los dos proyectos que ponía a conti-nuación, pero que por haberse cometido el inmenso error de licenciara las fuerzas revolucionarias en la forma en que eso se hizo, no podía ya pensarse en ese proyecto, sino en otro más ra-dical y violento, como el que ponía yo después. Efectivamente, después de ese artículo, puse los dos proyectos, cada uno con su parte expositiva.

Llevé el artículo de que vengo haciendo referencia, al señor li-cenciado don Trinidad Sánchez Santos, y lo acogió con buena voluntad. El mismo señor licenciado Sánchez Santos, ai tratar de dicho artículo, mostró no sólo la perfecta inteligencia con que lo comprendía, sino la más absoluta convicción de que en-cerraba una verdad tan evidente, que era indispensable que se penetrara de ella todo el mundo. Me ofreció pues, que el artícu-lo se publicaría.

No he podido saber a qué circunstancia material se debió que al ser formada la plana dedicada al artículo, se quitara el artí-culo propiamente dicho y se publicaran solamente los anexos, trastocados y con un título general que yo no les había puesto. Sentí mucho el percance, pero era irremediable ya: es tan difícil disponer de una plana entera de un periódico como El País, que no me fue ya posible rehacer la publicación.

Si entonces se publicaron los anexos sin el artículo, después mi grande y buen amigo el señor don Paulino Martínez, me ofre-ció publicar el artículo completo, en la Voz de Juárez, pero por virtud de la extensión de los anexos, sólo el artículo se publicó.

Page 96: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

95

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

De modo que mi trabajo salió a luz dislocado, y no es extraño que no haya sido bien comprendido.

La defensa de mis proyectos. Volviendo a los proyectos de que se trata y cuya cualidad queda explicada ya, podría yo decir al señor licenciado Orozco, que para simples esbozos de explica-ción de una idea, son bastante buenos puesto que sirven para comprobar lo que en ellos quise decir. Pero como los estudié, medité, corregí y rehice en más de una ocasión, los creo en con-diciones de no ser calificados de absurdos.

No obstante lo claros que son, el señor licenciado Orozco ha vis-to en ellos ideas que no contienen, y precisamente por las ideas que no contienen, es por las que tan duramente los califica.

El señor licenciado Orozco, supone que el límite de las quinien-tas hectáreas, que el primer proyecto fija para que la Comisión de Fraccionamiento y Colonización admita a división una finca, es el límite que yo estimo como de separación entre la propie-dad grande y la pequeña. Pues bien, se ha equivocado, porque yo no intentaría jamás hacer como él lo hace, la determinación de un límite imposible de trazar de un modo absoluto en un país de tan variada configuración como el nuestro. El límite de las quinientas hectáreas, es sólo un límite de procedimiento; es sencillamente el límite mínimo de las fincas que se encargaría de fraccionar la Comisión. Y tan es así, que en el segundo pro-yecto, fijo como límite mínimo de las fincas expropiables, la ex-tensión de dos mil hectáreas. Hecha esta explicación, huelgan las apreciaciones que sobre el particular ha hecho el licenciado Orozco.

Me desentiendo de la apreciación que hace también el señor licenciado Orozco, respecto de la justificación del veinte por ciento en efectivo que según el citado primer proyecto, debe-ría recibir el propietario que solicitara el fraccionamiento de su finca; y me desentiendo de dicha apreciación, porque leyendo la exposición del mismo proyecto, el lector podrá juzgar de la

Page 97: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

96

Textos Revolucionarios

importancia que tiene para evitar la reconstitución de una fin-ca, la adquisición por el Estado, de los caminos intermedios de las fracciones, y porque a todas luces es evidente que la prima del veinte por ciento es todavía corta para resolver a los propie-tarios. Solamente me ocuparé de destruir de un modo aplas-tante, el valor de las enfáticas afirmaciones que hace el señor licenciado Orozco, respecto de la pretendida tutela del Estado que él llama un delirio condenado por la ciencia y relegado a los manicomios de la historia, con sólo la exposición de dos razones, entre otras muchas que yo podría escoger. Como en el caso de las campanas del cuento, con una me bastaría.

Si la ley de mi proyecto impusiera como obligatorio para todos los grandes propietarios el fraccionamiento por la comisión, tal vez tendría razón el señor licenciado Orozco; pero desde el momento en que es voluntario para los propietarios acogerse o no al beneficio del fraccionamiento en las condiciones que el proyecto indica, la imposición del tutor no existe, a menos de considerar que las compañías de seguros tutorean a los asegu-rados. Además, como el propietario mismo formaría parte de la comisión, resulta que se tutorearía a sí mismo. Dejo al lector que juzgue.

La segunda razón, es la de que el sistema de la comisión que propongo, está sustancialmente tomado del sistema actual-mente en uso en Alemania para el mismo fin. No le es permiti-do al señor licenciado Orozco ignorar el sistema seguido por el reino de Prusia para la germanización de la Prusia polaca, por medio de la repartición de la propiedad polaca grande, de la multiplicación de la población germánica como consecuencia de esa repartición y de la disolución de la población polaca en la más numerosa germánica así conseguida.

En Prusia la comisión es plenamente oficial, y se encarga de la preparación de la finca, de su administración intermedia, y hasta del cobro de los abonos de pago. Las leyes relativas están en plena vigencia: yo tengo copia de ellas aunque un poco mal

Page 98: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

97

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

traducidas. En el boletín del Ministerio de Fomento, se publicó hace algunos años, un estudio del señor ingeniero agrónomo don Juan Ludewig en el que pueden verse las disposiciones fun-damentales, los procedimientos seguidos y sobre todo los pro-digiosos resultados que se han llegado a alcanzar. Entre esos resultados debe apuntarse uno que aquí se juzgaría increíble: avanzando la división de la propiedad en razón aritmética, el ganado se multiplicaría en progresión casi geométrica. Y a otro asunto, porque en éste, he cogido al señor licenciado Orozco con el dedo tras de la puerta.

Tratándose de mi segundo proyecto, el señor licenciado Orozco, hace consideraciones jurídicas sobre la expropiación forzosa que yo impongo sobre las fincas de más de dos mil hectáreas de extensión. Una razón tan aplastante como las precedentes me bastará para demostrar que huelgan dichas consideraciones.

La propiedad existe para las sociedades, no las sociedades para la propiedad. Las sociedades tienen existencia material y obje-tiva: la propiedad es sólo una noción subjetiva. Siendo así, los límites de la propiedad no deben de ir más allá de donde las necesidades vitales de la sociedad lo exijan. Podría yo discutir mucho tras esto con el señor licenciado Orozco, seguro de de-rrotarlo completamente, porque siempre el sociólogo derrotará al jurista. Pues bien, las sociedades por instinto limitan y hasta desconocen la propiedad al tratarse de su propia conservación. Un ejemplo concreto y nacional: las leyes de desamortización y las de nacionalización. ¿En qué género de expropiación jurídica constitucional coloca el señor licenciado Orozco, la expropia-ción que decretaron esas leyes? Y no porque esa expropiación no haya sido constitucional ni jurídica, las leyes citadas dejaron de ser dadas, ni dejaron de producir inmensos beneficios.

Ataco al señor licenciado Orozco. El problema de la colonización. Hasta aquí me he mantenido en la defensiva rechazando los ataques que el señor licenciado Orozco ha dirigido a mis pro-

Page 99: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

98

Textos Revolucionarios

yectos. Ahora voy a ser yo, quien ataque al señor licenciado Orozco por sus opiniones.

Dice el señor licenciado Orozco que es enemigo de la coloni-zación extranjera. Yo divido con él la opinión de que el pobla-miento —perdóneseme la palabra— de nuestro territorio, debe esperarse más, mucho más del desarrollo de nuestra propia población, que de la imaginación extranjera, y en mi obra Los grandes problemas nacionales. combato vigorosamente, lo que llamo, el error criollo de esa inmigración; pero no hay que exage-rar las cosas: ni por completo esperar todo de la inmigración extranjera, ni por completo esperar todo de la población nacio-nal. En este punto me parece que el señor Orozco juzga la cues-tión, con cierta superficialidad excepcional en él. El problema, no sólo es económico y jurídico, sino también antropológico y requiere para ser resuelto, estudios profundos que el señor li-cenciado Orozco, no ha emprendido todavía.

Sigo atacando al señor licenciado Orozco. La reforma exigida no podrá ser pacífica. Respecto de la opinión, centro de todo el fo-lleto del señor licenciado Orozco, de que la transformación de la propiedad grande morbosa del país, la propiedad económica, para no hablar de tamaños, debe hacerse por medios pacíficos de lenta evolución, me permito decir al mismo señor licenciado Orozco, que el estado de propiedad grande, llamado muy pro-piamente por él, feudalismo rural, como todos los feudalismos, que todos son rurales, siempre, en ningún pueblo de la tierra y en ningún estado evolutivo de la humanidad, ha desaparecido por virtud de una progresiva modificación: siempre, absoluta-mente siempre, ha desaparecido por la acción violenta de una revolución sangrienta e implacable.

El tipo de todas las revoluciones del género a que me he referi-do, es la revolución francesa. La transformación de la propie-dad grande feudal, tan desordenada y mal titulada en Europa antes de esa revolución, cuanto lo es la propiedad feudal entre nosotros, ahora, se hizo en Francia, por medio de la misma re-

Page 100: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

99

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

volución, y fuera de Francia, por las campañas napoleónicas. Del mismo modo se hizo en Japón. Y la prueba de que no pue-de hacerse de otro modo, la da Inglaterra. Esa inteligentísima nación escapó al contagio de la revolución francesa, a costa de una guerra nacional que duró todo el periodo de Napoleón, y a costa de las enormes cantidades de dinero que gastó en las coaliciones. Pero a pesar de ser inmensamente rica, altamente ilustrada, y de tener el gobierno más libre de la tierra, no ha podido hacer desaparecer de la misma el régimen feudal vin-culado en la gran propiedad, y lleva todavía ese cáncer en las entrañas. A pesar del alivio de sus colonias, Inglaterra se siente enferma por el susodicho cáncer, y por virtud de él ha comen-zado a declinar. En la actualidad se debate en las angustias de un sufrimiento interior que amenaza producir una revolución terrible, y ya se señala como objetivo de ella, la supresión de la gran propiedad.

Los economistas de la Secretaría de Fomento, inspirados por un alemán, el señor don Otto Peust, persona que nos ha declarado raza inferior, que no pierde oportunidad de decir que la mayor parte de los mexicanos somos animales con cara de hombre, y que ha trabajado empeñosamente por organizar legalmente la esclavitud en las haciendas; los economistas de la Secretaría de Fomento, digo, se empeñan en sostener que si el gobierno nacional contrata un empréstito de trescientos millones de pesos en el extranjero, e invirtiera esos trescientos millones en préstamos a los agricultores, haciendo esos préstamos al mismo tipo de rédito en que el empréstito se obtenga, la pro-ducción agrícola nacional se elevaría en un cuarenta por ciento sobre la actual, y ese hecho determinaría la baja del precio de los cereales; esa baja, la exportación, la nivelación de los pre-cios interiores con los mundiales; esa nivelación, la quiebra de la gran propiedad que ya no obtendría las ganancias actuales; esa quiebra, el abandono de las tierras por los capitalistas, y ese abandono, el necesario y natural fraccionamiento de las tierras grandes. Si otras razones no hubiera para comprender lo falso

Page 101: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

100

Textos Revolucionarios

de esas ideas, bastaría la del ejemplo de Inglaterra, y ese mismo ejemplo basta también para demostrar lo falso de los medios que enumera el señor licenciado Orozco.

En efecto, Inglaterra, tiene capitales abundantísimos y los de más bajo rédito que hay en el mundo; tiene los precios mundia-les para los productos agrícolas; gobierno libre, población ilus-trada, justicia recta, catastros satisfactorios, leyes equitativas, y todo en suma: y sin embargo , en ella persiste la gran propie-dad. Y en tanto exista allá como aquí determinará totalmente, que la legislación no la toque en cuanto se proponga destruirla. Si en Prusia se ha hecho esa división en paz ha sido porque se ha hecho en país conquistado, y por el gobierno dominador. No hay que darle vueltas al asunto: la gran propiedad sólo puede ser destruida, por la violencia.

Es perfectamente explicable que sólo una revolución pueda destruir la gran propiedad. Yo he llegado más al fondo del aná-lisis de la propiedad, que el señor licenciado Orozco, y mis con-clusiones respecto de la firmeza que ella debe tener, son más vigorosas y más trascendentes. Digo en mi libro Los grandes problemas nacionales que el hombre verdadero, se compone del hombre animal y del suelo que protege su vida como el molus-co se compone del molusco animal y de la concha que su vida protege. Por eso precisamente no puede haber paz orgánica en un país, donde sólo un diez por ciento de los hombres cuen-tan con la concha protectora y el noventa por ciento restante no cuenta con ella; y precisamente porque tan completamente se identifica el hombre y la propiedad, cuando ésta adquiere un desarrollo anormal, sólo puede ser reducida a sus convenientes proporciones, rompiéndola.

La naturaleza de la propiedad, impone en todos los pueblos, la brusca fragmentación de la propiedad grande. Todo lo expuesto nos conduce a la conclusión de que la naturaleza de la propie-dad, impone para la destrucción de la propiedad grande, una brusca dislocación, una violenta fractura de ella en fragmentos

Page 102: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

101

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

pequeños: después, ella sola se reconstruirá con arreglo a los principios económicos indeclinables. Pero es un error, el creer, que al reconstituirse, volverá a su estado anterior. Ese error es semejante al que se cometiera creyendo que porque muriera ahora el señor Madero, el gobierno volvería a recomponer el es-tado nacional que concluyó con el señor general Díaz. Es claro que las fuerzas mismas que determinan la fragmentación de la propiedad, impiden la reconstitución de ésta.

Cuando sí es indeclinable la reconstitución, es cuando la frag-mentación se hace parcialmente, porque como es natural, la parte restante, por su propio interés de conservación trabaja activamente por volver cuanto antes las cosas a su anterior es-tado. Hay que hacer presente esta sencilla consideración para no extraviarse con los inevitables fracasos de los intentos par-ciales, entre los cuales pronto habrán de contarse los sugeri-dos por la comisión agraria oficial que actualmente funciona. Es claro que si de pronto se fracciona una sola hacienda en un Estado, poco trabajo costará a los hacendados colindantes ad-quirir de frente o por trasmano de los nuevos compradores, sus fracciones respectivas, aun cuando aquéllos pierdan en el ne-gocio grandes sumas.

En nuestro país, una vez hecha la fragmentación general de la propiedad toda, bastará para impedir su reconstitución, con declarar la libertad de entrada y salida de los cereales. Así ya que no por la exportación, como pretenden los economistas de Fomento, sí por la importación, los precios de los cereales baja-rán hasta el punto de impedir todo sistema capitalista rural que no fuera impuesto por las mismas condiciones territoriales, porque de otro modo el capital no tendría rendimientos.

En cuanto a los medios de producir la dislocación, pueden ser los míos u otros. Las grandes transformaciones sociales no se hacen por la obra de un solo hombre. Lo principal, es como dice mi inteligente amigo el señor don Carlos Basave, abrir el surco que la corriente misma después, formará el cauce. La desamor-

Page 103: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

102

Textos Revolucionarios

tización de los bienes de la Iglesia, no se hizo por la defectuo-sísima, incompletísima y perjudicialísima ley de 25 de junio de 1856, sino por las disposiciones complementarias. Lo impor-tante de esa ley, fue lo resuelto del arranque contra la propie-dad privada de la Iglesia. Yo traté de indicar la manera de hacer el arranque de la nueva reforma, con mis dos proyectos de ley.

La discusión de los dos proyectos que El País publicó, es ya perfectamente inútil. No es tiempo de pensar en ellos, sino en otro más radical. La discusión de mis dos proyectos de ley, es ya completamente inútil. Como en estos tiempos no ha aparecido en su puesto el hombre de Estado que exige la Revolución y que El País ha estado pidiendo a gritos, la oportunidad del primer proyecto, es ya de historia antigua, y la del segundo, es todavía reciente, pero pertenece a la historia también. No es tiempo ya ni del segundo proyecto.

Entre los decretos de mi fracasado Plan de Texcoco, figuraba uno más rápido y eficaz que los dos que publicó El País, y ese decreto circuló bastante. Pues bien, de todas partes me llegan a diario indicaciones diversas para formular una ley más vio-lenta todavía. Se cree generalmente que yo excito a las clases populares para la ejecución de medidas extremas contra la gran propiedad. Es un error. Yo me atribuyo ciertamente el mé-rito de haber orientado con veinte años de trabajo incesante, la atención de todos los movimientos sociales hacia la propiedad como fuente de origen; pero a quienes quisiera yo convencer a gritos, y a quienes he tratado de favorecer por la fuerza, es a los hacendados. Las razones antes expuestas, no dejan lugar a duda acerca de la seguridad que abrigo de que inevitablemente vendrá una revolución francesa, mejor dicho, de que esa revo-lución ha comenzado ya. Pues bien, mi esfuerzo se encamina a conseguir que en ella no pierdan los hacendados ni su capital ni su vida. Pero hay una especie de fatalidad que ciega en los momentos supremos a los poderes sociales llamados a desapa-recer. Los hacendados nacionales, no comprenden que como

Page 104: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

103

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

está pasando en Morelos, las fuerzas populares encontrarán más llano y más sencillo ocupar las tierras sin pagarlas como hicieron los campesinos en Francia cuando la revolución, que comprarlas o pagar su precio en largos plazos, y los mismos hacendados no comprenden tampoco, que si llevan sus resis-tencias más allá de ciertos límites, serán contados, como en al-gunos estados lo han sido ya... y no quiero decir lo demás para no propagar ideas que muchas veces he oído expresar con toda precisión. Y el peligro que insinúo es tanto más cierto y tanto más grave, cuanto que coinciden las cuestiones de propiedad con las cuestiones latentes de raza, siempre fáciles de provocar hondos desacuerdos, y siempre en condiciones de transformar esos desacuerdos en odios inextinguibles y en pasiones impla-cables. ¡Si todos comprendieran lo que hay en el fondo de los movimientos de Morelos y de Chiapas!

Siendo todo ello así, si las circunstancias me pusieran en el caso de ser el hombre de Estado de esta situación, mandaría yo hacer un rápido avalúo de todas las fincas grandes; autorizaría yo su ocupación libre en lotes pequeños, mediante el aseguramiento de la obligación de pagar esos lotes en las mejores condiciones posibles, y echaría yo sobre el crédito de la nación, la obligación de indemnizar a los propietarios, amortizando después la obli-gación relativa de la nación, con las de los tenedores de bienes. Pero no hay miedo de que sea yo el hombre de Estado y sólo Dios sabe lo que va a pasar.

Hay que poner manos a la obra cuanto antes, sin perderse en bizantinismos. Todas las obras trascendentes tropiezan en su ejecución, con la obra obstruccionista de los espíritus didácti-cos de segundo, tercero y cuarto órdenes, que sin fuerzas su-ficientes para abarcar de una ojeada el conjunto de una gran concepción, se ocupan de hacer la crítica de los detalles de ella, generalmente expuestos con cierta superficialidad para que pueda ser más fácilmente comprensiva la idea dominante. Contra tales obras, surgen a millares los polemistas que en su

Page 105: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

104

Textos Revolucionarios

afán de lucir abundancia de erudición y superioridad de talen-to, apuran el análisis de tal o cual punto sin importancia; y del mismo modo aparecen los doctores en matemática doctrina de siempre, constituidos en comisión oficial, extendiendo largos y aburridos dictámenes para demostrar con la suficiencia auto-ritaria del poder en que se apoyan, la imposibilidad de encon-trar los nuevos caminos del oriente. Los primeros son siempre incapaces de comprender que ningún general, por más Napo-león que se le suponga, puede resolver de antemano todas las dificultades que tendrán que encontrarse en una campaña y que requerirán ser resueltas al presentarse; y los segundos, son siempre los encargados de detener el curso de toda innovación por miedo de las consecuencias que ella pueda producir.

Digo lo anterior, porque con motivo de mi trascendente propó-sito de determinar en el país, la transformación completa de nuestro sistema de propiedad, se ha extremado y se extrema to-davía la discusión de muchas cuestiones que para las ideas fun-damentales de que dicho propósito se deriva, y para la urgencia que exige la pronta realización de ese mismo propósito, tienen la importancia de las discusiones bizantinas sobre la naturale-za de la luz del Tabor, en el momento preciso de la catástrofe. Yo bien sé, mejor, mucho mejor que mis contradictores oficiales y privados, que no se pueden trazar líneas exactas de separación entre la propiedad grande y la pequeña; que no se puede limi-tar con leyes la extensión de la propiedad grande; que el brus-co fraccionamiento de la propiedad grande producirá muchos trastornos; que los individuos llamados como compradores a la adquisición de los lotes de fraccionamiento, no conservarán los lotes; que no hay entre las clases bajas nacionales recursos acumulados suficientes para que de plano todos los campesi-nos se conviertan en agricultores; que los fraccionamientos no persistirán de igual modo en todas las regiones de la República; y que las reformas agrarias requieren una multitud de medi-das complementarias de muy diverso carácter. Sé, en su suma, todas esas cosas y otras muchas más, porque hace veinte años

Page 106: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

105

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

que hago estudios sobre todos los particulares de los proble-mas más importantes que presenta la vida de la nación, y esos estudios podrán tener muchos superiores por su inteligencia, pero ninguno por su magnitud. Pues bien, así y todo, insisto en la necesidad de la fragmentación violenta de la propiedad grande, para que ella sola se reconstituya después, con arreglo al libre juego de las fuerzas múltiples económicas que se han sentido en la nación y que de seguro no reconstituirán las en-comiendas, ni determinarán de nuevo las asignaciones de esta-dos enteros a una sola persona.

Los resultados de la gran reforma. Hechas las reformas que el país requiere, y muy especialmente la gran reforma agraria, centro de todas ellas, el primer resultado que se obtendrá, será el de la paz permanente. Consumada esa reforma, las crisis pe-riódicas de hambre, origen verdadero de todas nuestras evolu-ciones, no volverán. Es claro, que si el maíz baja de precio hasta que la carga llegue a valer cuatro o cinco pesos, como precio normal, si la abundancia de las cosechas en la gran producción que es de esperarse en la multiplicación del cultivo, baja a ese precio, entonces los agricultores lo harán subir procurando hasta donde les sea posible la exportación, y si por la pérdida de las cosechas, ese mismo precio sube, lo hará bajar la impor-tación. El precio del maíz pues, oscilará poco, y dado su bajo nivel medio el valor del trabajo adquirirá una enorme potencia de adquisición que determinará de un modo absolutamente in-dudable, el bienestar general.

Es absolutamente seguro que cuando se retire el capital de las grandes empresas agrícolas directas, ese capital abundará para ser dedicado al crédito rural en préstamos hipotecarios a los agricultores pequeños, y para ser dedicado a otras empresas; que cuando por los fraccionamientos de tierras y por las faci-lidades de los créditos hipotecarios, sea posible que haya más agricultores, muchas si no todas de nuestras mejores unidades de trabajo que ahora emigran, se convertirán en agricultores y

Page 107: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

106

Textos Revolucionarios

se fijarán fuertemente en el país; que la multiplicación de los trabajos agrícolas requerirá un número inmensamente supe-rior al actual de jornaleros, y el acrecimiento de ese número, elevará el jornal o lo mantendrá por lo menos, en su estado pre-sente aunque baje mucho el precio de los cereales, que en este caso, la mayor potencia de adquisición de ese jornal, equivaldrá aún ascenso real y efectivo; y que cuando por las condiciones del jornal, la población rural se sostenga en buenas condicio-nes, las fábricas se descongestionarán, los obreros fabriles escasearán y subirá por esa razón el salario. Por otro lado, es absolutamente seguro también, que habiendo más capital dis-ponible, trabajo barato que lo será siempre el trabajo en el país aun suponiendo un alza de los jornales y salarios, y habiendo un ensanchamiento considerable de los mercados de consu-mo correspondiente a la multiplicación de los agricultores y al acrecimiento de la riqueza consiguiente a la mejor producción agrícola, la industria saldrá del sopor actual y se tornará prós-pera y opulenta. Y a todo esto habrá que agregar, el desarrollo de la población, la inmigración que vendrá en compradores de buenos terrenos, el acrecentamiento de los negocios, la tripli-cación por lo menos de las rentas públicas de la Federación y de los estados, y otros muchos beneficios que sería largo enu-merar.

La palabra final. Aquí pongo punto final al presente artículo ya demasiado extenso, no sin suplicar a todas las personas que lo lean y se interesen por los estudios que lo motivan, se dirijan a mí por medio de la prensa o en lo privado, para todas las am-pliaciones y explicaciones que quieran, y que estoy dispuesto a hacer y a dar, sin otro deseo que el de que ellos y yo podamos fijar nuestras ideas, lo mejor que sea posible para bien del país.

Es necesario que nos esforcemos todos para hacer que la patria sea verdadera madre, no sólo para algunos privilegiados, sino para todos sus hijos.

Penitenciaría de México, a 30 de octubre de 1911.

Andrés Molina Enríquez

Page 108: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 109: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 110: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

Causas de laRevolución Mexicana

Luis Cabrera

Page 111: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 112: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

111

Causas de la Revolución Mexicana

Índice

• Introducción

• La Solución del Conflicto

Page 113: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 114: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

113

Causas de la Revolución Mexicana

Introducción

En abril de 1911, el senador porfirista Estaban Maqueo Caste-llanos señaló al licenciado Luis Cabrera Lobato que era más fá-cil criticar que apuntar soluciones. Por tal motivo, el licenciado Cabrera publicó un artículo, los días 18 y 19 de abril de 1911, en La Opinión, de Veracruz, Ver., al que tituló “La Solución del Con-flicto”. Este es el texto revolucionario que contiene el presente folleto de divulgación ideológica.

El licenciado Cabrera se inició como periodista en El Hijo del Ahuizote, del cual era editor su tío Daniel Cabrera. Sus artícu-los políticos los firmaba como Lie. Blas Urrea (anagrama de Luis Cabrera L.) y los literarios como Lucas Ribera (anagrama de Luis Cabrera). También colaboró en otros periódicos inde-pendientes de su época, tanto de la capital como de los Estados, como El Partido Democrático, El Tiempo, El Diario del Hogar, El Voto, El Dictamen.

El licenciado Cabrera es una de las cumbres del periodismo político en México, tanto por su estilo elegante y preciso como por el contenido de sus trabajos. Nació en Zacatlán, Puebla, en el año de 1876. Fueron sus padres Cesáreo Cabrera y Gertrudis Lobato. Se recibió de abogado en 1901 en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y fue abogado postulante en el despacho del Lic. Rodolfo Reyes. Años más tarde se asoció con el Lic. Andrés Mo-lina Enríquez, de quien recibió una gran influencia ideológica.

Page 115: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

114

Textos Revolucionarios

Fue diputado federal en la XXVI Legislatura por el XI distrito electoral del Distrito Federal; fue miembro del “Grupo Reno-vador” que se enfrentó al famoso “Cuadrilátero” de Moheno, García Naranjo, Olaguibel y Lozano. Secretario de Hacienda del Presidente Carranza en 1 915 y en 191 9-20. Acompañó al Pre-sidente Carranza a Tlaxcaltongo en mayo de 1920. Luchó por resolver los problemas agrarios y por devolver la salud econó-mica y financiera a la nación, en momentos en que siete años de contienda habían hundido la producción; los acreedores ex-tranjeros amenazaban con echarse sobre la República; la pren-sa amarillista norteamericana de Hearst anatematizaba al nue-vo régimen; no había moneda de curso regular y la bancarrota financiera, aunada a la presión de los bancos liquidados como emisores de billetes, cobraban acentos afrentosos. Cabrera lo-gró abrir los primeros cauces a la apremiante rehabilitación, no sin que sus drásticas pero indispensables medidas le echasen encima a tirios y troyanos. Y logró salvar la situación financiera del país. Su flema y su humor inventaron, en tan escandaloso apremio, aquella frase que sería célebre en su momento: “La Revolución es la Revolución”.

En 1931, por razón de una disputa, fue arbitrariamente apre-hendido y deportado a Guatemala. Se le rehabilitó y regresó al país. Cabrera escribe axiomas. Lo son todas las páginas de Los problemas trascendentales de México, lo son, por modo sobre-saliente, las que componen los capítulos Problemas humanos y Problemas sociales.

Insiste Cabrera, con toda razón, en que somos víctimas de un vicio que nació con la República y es la causa de nuestros más desdichados desajustes: el de la apasionada y absurda imita-ción de formas de vida que nos eran y nos son ajenas.

Luis Cabrera Lobato murió en la Ciudad de México, D.F. el 12 de abril de 1954

Page 116: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

115

Causas de la Revolución Mexicana

Luis Cabrera

La solución del conflicto1

Después de haber procurado demostrar en tres artículos polí-ticos que se publicaron en “El Diario del Hogar” de esta capital y en “La Opinión” de Veracruz, que los medios empleados por el gobierno del general Díaz para restablecer la paz han sido in-eficaces, me propongo ahora exponer los remedios que en mi concepto debería emplear el gobierno para lograr ese fin.

Analizaré, pues, con la concisión que permite la complejidad del asunto: a) la materia del conflicto; b) las reformas legisla-tivas que deben hacerse; y c) las bases de una transacción que podría celebrarse.

Las causas del conflicto

La prensa semioficial comenzó sosteniendo que la actual per-turbación de la paz se debía a la ambición personal de Madero y de sus amigos; pero las proporciones alarmantes que ha toma-do la revolución, han hecho comprender que el verdadero ori-gen del movimiento revolucionario es un gran malestar social respecto del cual el levantamiento de Madero no fue más que el reactivo que lo puso en fermentación.1 Tomado de: Luis Cabrera, Obras Completas, t. III, Obra política. Ediciones Oasis, S.A., primera edición, México, 1975, p. 211 -233. (Publicado originalmente en el periódico La Opinión de Veracruz, Ver.)

Page 117: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

116

Textos Revolucionarios

Las principales causas de descontento que la opinión pública ha podido precisar, clasificadas según su origen aparente, son las siguientes:

El caciquismo: o sea la presión despótica ejercida por las autori-dades locales que están en contacto con las clases proletarias, y la cual se hace sentir por medio del contingente, de las pre-siones arbitrarias, de la ley fuga, y de otras múltiples formas de hostilidad y de entorpecimiento a la libertad del trabajo.

El peonismo: o sea la esclavitud de hecho o servidumbre feudal en que se encuentra el peón jornalero, sobre todo el engan-chado o deportado del sureste del país, y que subsiste debido a los privilegios económicos, políticos y judiciales de que goza el hacendado.

El fabriquismo: o sea la servidumbre personal y económica a que se halla sometido de hecho el obrero fabril, a causa de la situa-ción privilegiada de que goza en lo económico y en lo político el patrón, como consecuencia de la protección sistemática que se ha creído necesario impartir a la industria.

El hacendismo: o sea la presión económica y la competencia ventajosa que la gran propiedad rural ejerce sobre la pequeña, a la sombra de la desigualdad en el impuesto, y de una multi-tud de privilegios de que goza aquélla en lo económico y en lo político y que producen la constante absorción de la pequeña propiedad agraria por la grande.

El cientificismo: o sea el acaparamiento comercial y financiero y la competencia ventajosa que ejercen los grandes negocios so-bre los pequeños, como consecuencia de la protección oficial y de la influencia política que sus directores pueden poner al servicio de aquéllos.

El extranjerismo: o sea el predominio y la competencia ventajosa que ejercen en todo género de actividades los extranjeros sobre los nacionales, a causa de la situación privilegiada que les resul-

Page 118: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

117

Causas de la Revolución Mexicana

ta de la desmedida protección que reciben de las autoridades y del apoyo y vigilancia de sus representantes diplomáticos.

Todas estas y otras causas de descontento que no han llegado a precisarse todavía, son de naturaleza tan varia, que cada indivi-duo, según su ocupación, su raza, su posición social, las juzga de distinto modo: para el agricultor el problema es agrario; para el comerciante, es económico; para el obrero, es industrial; para el abogado, es jurídico; para el político, es democrático; para el proletario, lo es todo.

Es un error, sin embargo, creer que las causas del malestar sean exclusivamente económicas, o exclusivamente internaciona-les, o exclusivamente de raza; ni que esas causas sean comu-nes a todas las clases sociales o a todas las regiones del país, sino que son tan complejas, que ni siquiera puede decirse de qué naturaleza principal son para cierta región o para cierta clase social.

Pero así como las enfermedades, que cualquiera que sea su etio-logía o su naturaleza, casi todas se manifiestan por medio de la fiebre, que es el síntoma más común de un estado patológico, así también en las sociedades, cualesquiera que sean sus males, éstos se traducen siempre por el síntoma de la fiebre política, lo cual hace suponer que el problema es solamente político.

Mas como el síntoma político es de fácil percepción y el único que admite remedios directos, en todas las crisis sociales los esfuerzos principales tienden a resolver la cuestión política. Esta conducta se explica porque, así como en las enfermeda-des puede llegar un momento en que la fiebre constituya por sí sola el peligro principal que hay que conjurar, así también en las sociedades hay situaciones en que la crisis política por sí sola es tan grave, que debe atenderse con preferencia res-pecto de los otros problemas, aunque éstos sean en el fondo las causas principales del mal. Tal es nuestra situación en los momentos actuales.

Page 119: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

118

Textos Revolucionarios

Es, pues, necesario, conocer las necesidades políticas y urgente atender a remediarlas.

El problema político de México puede resumirse como sigue:

Las leyes constitucionales y sus derivados garantizan para to-dos los habitantes de la República una suma igual de libertades personales, civiles y políticas; esas leyes, en teoría, son todo lo avanzadas que pudiera desearse y están a la altura de las que puedan existir en cualquier país civilizado. Pero esas leyes no se ejecutan con igualdad, sino que su aplicación se había veni-do dejando al prudente arbitrio del Presidente de la República, de los Gobernadores de los Estados y aun de las pequeñas auto-ridades locales. Así venían las cosas desde mucho tiempo atrás, aunque sin hacerse sentir con caracteres de malestar, sino que por el contrario se explicaba esa suspensión discrecional de ga-rantías como una necesidad del momento para obtener la con-solidación de la paz.

Desde que el general Díaz reasumió la presidencia en 1884, los principios de libertad y de igualdad conquistados en 1857 no habían sido puestos en vigor, porque se suponía que lo más conveniente era dejar al criterio del general Díaz el decidir has-ta dónde podían cumplirse las leyes y en qué casos aconsejaba la prudencia una tiranía convencional.

El resultado de este sistema ha sido que los extranjeros y un re-ducido grupo de privilegiados gozaran aún mayores garantías y mayores libertades que las que teóricamente conceden las le-yes; que otra clase social más numerosa, pero también limitada gozara escasamente con más o menos esfuerzo de conquista, de esas libertades, mientras que la gran mayoría de la Nación y sobretodo las clases proletarias, casi no tuvieran garantías ningunas, ni disfrutaran de libertades, ni pudieran ejercer los derechos que las leyes les conceden en teoría.

Mientras esta desigualdad se consideró como una situación transitoria todos se sometieron a ella, reconociendo su necesi-

Page 120: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

119

Causas de la Revolución Mexicana

dad. Pero he ahí que la larga práctica de no aplicar las leyes con-virtió en costumbre lo que no se había pensado que fuera más que una excepción, y que los beneficiados con esa costumbre comenzaron a pensar en la conveniencia de que el sucesor del general Díaz continuara también “su sabia política “, erigida en sistema de gobierno.

Las clases proletarias que ya comenzaban a resentir las conse-cuencias de la persistencia del sistema personalista, protestan por primera vez y ya para la segunda reelección del general Díaz en 1892, se dieron cuenta de que la mencionada política era innecesaria e inconveniente. En 1899 esa política, que se ha venido considerando como personal y exclusiva del general Díaz, no contaba con la tolerancia general, la prueba es que para que pudiera continuarse requirió el apoyo de algunos trabajos políticos en que tomaron parte los extranjeros y las demás cla-ses beneficiadas con ella. Pero cuando se hicieron evidentes el malestar y el descontento de las clases proletarias, fue en 1907 en ocasión de la crisis económica por la cual atravesaba el país.

Hasta entonces el malestar social no había tenido manifesta-ciones políticas, sino caracteres sumamente vagos, que no po-dían precisarse. Pero cuando en 1909 el general Díaz declaró en la famosa entrevista Creelman que deseaba retirarse a la vida privada, el espíritu público se vio obligado a despertar y el pro-blema se concretó: ¿Debía o no continuarse la misma política que había venido empleando el general Díaz?

Con este motivo se acentuaron dos tendencias y se delinearon dos partidos políticos: Uno, el de la minoría dominante y pri-vilegiada, que deseaba la continuación del mismo estado de cosas, notoriamente favorable a sus intereses; otro, el de la ma-yoría dominada, que deseaba algún cambio que no acertaba a definir.

Page 121: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

120

Textos Revolucionarios

El primero se llamó o pudo llamarse partido reeleccionista, continuista, neo-conservador, etc. El segundo se llamó o pudo llamarse reformador, renovador, igualitario, etc.

El partido continuista expuso claramente su programa dicien-do que lo único deseable para México era la reelección cons-tante de funcionarios, y la “continuación de la sabia política del general Díaz” personalizada en la candidatura “Díaz-Corral”.

El partido renovador, con menos elementos y menos facilida-des para organizarse, manifestó sus deseos de que se efectuara “algún cambio” que rompiera la monotonía del continuismo y se opuso a la candidatura Díaz-Corral. Tres fueron los princi-pales sub-grupos de este partido: los demócratas que hicieron gran labor doctrinal y de propaganda, pero que no llegaron a la lucha electoral; los reyistas que mostraron grandes energías y que habrían llegado hasta el fin de la campaña si no hubieran quedado sin jefe, antes de las elecciones federales; y los anti-rreelecio- nistas que considerados como utopistas y mirados con indiferencia y hasta con desprecio en un principio, hallaron sin embargo, un hombre alrededor del cual pudieron adquirir cohesión y llegaron hasta la lucha electoral, en la cual fueron arrollados enteramente por el gobierno del general Díaz, que naturalmente se había aliado a los continuistas.

El partido continuista se preparaba ya a saborear su triunfo cuando uno de los grupos del partido renovador se levantó en armas.

La aventura fue calificada de absurda y descabellada. El mismo general Díaz declaró públicamente poder dominar muy pron-to la situación suponiendo que contaba como en otras épocas, con toda la opinión pública; pero después de cuatro meses de esfuerzos ha visto que es difícil dominar la revolución, porque tiene que habérselas no solamente con la rebeldía armada de los antirreeleccionistas, sino también con la rebeldía pacífica de los demás renovadores y aun con la hostilidad pasiva de los

Page 122: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

121

Causas de la Revolución Mexicana

continuistas, que en los momentos de crisis se han desatendi-do de sus deberes de partido, y han entrado en esa neutralidad desconfiada y egoísta, peculiar de los cómplices que eluden la responsabilidad de un fracaso.

El general Díaz convencido de la verdadera dificultad de sofo-car el movimiento y en el temor de que se prolongue esta si-tuación o de que surjan complicaciones internacionales, está procurando, bajo la dirección del señor Limantour, emplear otros medios que no sean los que siempre se habían empleado en estos casos.

Al efecto, y sin dejar de mostrar un desprecio oficial a los rebel-des, ha enarbolado la bandera de la Revolución misma decla-rando que ya no es continuista, sino renovador, y que se halla dispuesto a introducir en las leyes, en su sistema de gobierno y en el personal de su administración, los cambios que exige el partido renovador.

Ahora bien, las promesas de reformas del Gobierno no resul-taron todo lo explícitas ni todo lo radicales que algunos espe-raban que serían en vista de la gravedad de la situación, dando por resultado que los revolucionarios dudaran de la buena fe y de la aptitud del gobierno del general Díaz para llevarlas a cabo. Por otra parte, como los cambios efectuados en el gabinete del general Díaz no parecieron indicio claro de que éste se propu-siera cambiar de sistema político, no es de extrañar que los antirreeleccionistas levantados en armas no hayan dado paso a deponerlas y crean que la actitud del general Díaz es una sim-ple estratagema para debilitarlos.

Por su parte, los demás renovadores se mantienen en actitud de reserva expectante, mientras que los continuistas comienzan a hacer oír un sordo rumor de desconfianza y desaprobación.

Page 123: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

122

Textos Revolucionarios

El camino de la solución

La solución del conflicto político actual es una cuestión tan compleja y tan difícil, que sería presunción que un solo hom-bre pretendiera abarcar todos sus aspectos. Voy sin embargo, a plantear el problema y a buscar la solución conforme a mi ma-nera de ver las cosas.

El problema político no es de principios, porque los principios están ya conquistados y escritos en la leyes; el problema es de efectividad de esos principios; de efectividad de garantías, de efectividad de libertades, y sobre todo de igualdad en la aplica-ción de las leyes, tanto por lo que se refiere a la excesiva protec-ción que gozan algunas clases sociales, como por lo que hace a la deficiencia de garantías de que padecen las inferiores.

Tratándose pues, como se trata, de una cuestión de cumpli-miento de las leyes, nada raro tiene que el Gobierno se haya re-signado a cambiar de conducta antes que dimitir, puesto que sólo dando un golpe de Estado, podía rehusarse oficialmente al cumplimiento de las leyes y al restablecimiento de los princi-pios constitucionales escritos.

Tuvo pues que prometer, como medio de salvar su existencia, un cambio en su sistema de gobierno.

Pero el cambio de sistema, después de tantos años de gobierno dictatorial, no es una cosa que pueda lograrse por un sólo acto de voluntad del jefe del Estado, sino que requiere un firme y persistente propósito de abdicación de facultades y una labo-riosa y complicada serie de medidas encaminadas a la reforma radical del Gobierno.

La reforma del sistema, o sea el restablecimiento y efectivi-dad de las leyes exige tres clases de medidas, que por orden de importancia son:

lo.—Un cambio de personas.

Page 124: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

123

Causas de la Revolución Mexicana

2o.—Un cambio de métodos.

3o.—La expedición de algunas leyes encaminadas a consoli-dar el cambio del sistema.

Por vía de método invertiré el orden al tratar estos tres puntos, comenzando por el menos importante.

Reformas legislativas

Es muy común creer que con leyes se resuelven las cuestiones políticas. Esto es un error en muchos casos, pero en el presente lo es más que nunca.

Lo que necesitamos no son leyes nuevas, sino hombres nue-vos y sistemas nuevos que estén de acuerdo con las tendencias nuevas.

Las reformas legislativas son en mi concepto la parte menos ur-gente de la transformación que se propone sufrir el Gobierno, pero es la más laboriosa y la que requiere hacerse con más de-liberación.

Las únicas reformas legislativas urgentes son aquellas que tiendan a consolidar el cambio de sistemas de Gobierno, evi-tando que los hombres nuevos continúen la rutina y los mé-todos de los antiguos. Por eso las leyes que se necesitan son aquellas que tienen por objeto restringir el probable abuso de las autoridades, dar a los gobernados un medio de controlar la aplicación de las leyes y defenderse contras las tendencias absorbentes de las autoridades, encerrándolas dentro de sus facultades legales.

Las cuestiones de más urgencia que tienen que resolverse por medio de reformas legislativas, son las siguientes:2

2 La mayor parte de las reformas propuestas por el autor en este artículo, fueron más tarde adaptadas por la Revolución Constitucionalista e incorporadas a la Constitución de 1917.

Page 125: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

124

Textos Revolucionarios

• No-reelección.

• Efectividad del sufragio.

• Rehabilitación del poder municipal.

• Supresión de las jefaturas políticas.

• Supresión del contingente como medio de reclutamiento militar.

• Defensa de la pequeña propiedad agraria.

• Revisión de las leyes de enjuiciamiento civil y penal.

Al mencionar aquí adelante las leyes que en mi concepto deben expedirse, no me ocuparé de los medios de lograr su expedi-ción, sino que, dando por supuesta la necesidad de cada ley, me limitaré a enumerarla, como parte de la labor del gobierno del general Díaz, entendiéndose que esas leyes serían expedidas por la Federación o por los Estados según su respectiva compe-tencia constitucional.

NO-REELECCION.— Es urgentísimo establecer en la Consti-tución Federal y en las de los Estados el principio de la no-re-elección absoluta. No deseo discutir si este principio es o no democrático; basta decir que es de vida o muerte para la nacio-nalidad mexicana, porque en él se cerrará la puerta a futuras revoluciones y que ineludiblemente facilitará la educación de-mocrática del pueblo y sobre todo la formación de un personal político abundante que ahora no tenemos.

SUFRAGIO EFECTIVO.— Es urgente hacer una seria y honrada revisión de nuestras leyes electorales, tanto locales como fede-rales, teniendo cuidado de reglamentar en forma práctica la in-tervención de las autoridades en la convocación y ejecución de las elecciones.

Mucho se ha hablado y por cierto de memoria, sobre las cuestio-nes de voto directo o indirecto y de sufragio universal o limita-do, pero todos los que han externado sus ideas sobre la materia,

Page 126: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

125

Causas de la Revolución Mexicana

han olvidado que el problema pide soluciones distintas según la categoría de los funcionarios elegidos; porque es obvio que las condiciones de una elección municipal difieren de las de una elección de diputado local y más aún de las de una elección de Gobernador, Senador o Presidente; pues mientras tratándo-se de las elecciones municipales no se ve inconveniente serio en que el sufragio sea universal y directo, apenas se trata de la elección de un diputado local o federal o de la de Gobernador, comienza a palparse el absurdo de aplicar este mismo sistema a toda clase de elecciones.

En mi concepto la cuestión de sufragio universal o limitado, di-recto o indirecto, debe pensarse aparte y resolverse de distinto modo, según que se trate:

de funcionarios municipales;

de funcionarios distritales, como diputados o jueces;

de funcionarios del Estado: Senador, Gobernador, Magistrados;

de altos funcionarios federales, Presidente, Vicepresidente, Ministros de la Suprema Corte.

PODER MUNICIPAL.— Sería necesario reformar las leyes de algunas entidades, devolviendo a los Ayuntamientos el poder que se les había quitado. 3

JEFATURAS POLITICAS.— En el supuesto de que los Ayunta-mientos vuelvan a ser verdaderos gobiernos municipales pue-de ya plantearse el problema de las jefaturas políticas, el cual tiene que resolverse, o haciendo al jefe político un funcionario temporal de elección popular, o como en Nuevo León se resol-vió suprimiendo al jefe político y cambiando la división distri-3 El principio del Municipio Libre fue implantado por Carranza, quien expidió en Veracruz el decreto de 22 de diciembre de 1914, y más tarde incorporado en la Constitu-ción de 1917, artículo 115.

Page 127: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

126

Textos Revolucionarios

tal en división municipal para abrir paso a relaciones directas entre el gobierno y los municipios.

En mi concepto el jefe político es un órgano de difícil amputa-ción, sobre todo en los Estados grandes, y convendría tal vez convertirlo por lo pronto en un funcionario temporal y resi-denciable o en una especie de visitador transitorio, como teóri-camente se hace en Tamaulipas, para transformarlo más tarde en una autoridad temporal designada por los mismos Ayunta-mientos para un término no mayor de dos años e irrelegible. 4

SERVICIO MILITAR.— Es urgente la reforma de nuestras leyes de reclutamiento militar, de modo que por ningún motivo que-den al arbitrio de las autoridades locales las consignaciones al servicio de las armas. El problema es tan complejo que ha re-querido un comisionado especial para su estudio, el cual debe-ría desde luego formular sus opiniones o proyectos.4

Es también urgente el restablecimiento de la segunda reserva cuya supresión ha atrasado la organización de una defensa na-cional cuya falta ahora deploramos.5

REFORMAS AGRARIAS.— La creación de la pequeña agricul-tura es un problema vital, pero de larga solución. Por ahora lo único urgente es que las autoridades locales y federales em-prendan una serie de reformas y medidas administrativas, en-4 La supresión de las Jefaturas Políticas fue principio también adoptado por la Revo-lución Constitucionalista.5 Una de las causas más justas de descontento, era “el contingente de sangre” que debían dar los Estados para formar el Ejército, y que consistía en cierto número de “con-signados al servicio de las armas”. Estos eran escogidos por los Jefes Políticos, dizque por sorteo entre los que pudieran servir. Los sorteos eran una farsa, y la verdad es que “el contingente” era simplemente una leva en que la selección se hacía por medio de los odios y venganzas que quisieran ejercer las autoridades políticas o sus favoritos o amigos. Muchas veces el sorteo era un comercio con la libertad de los hombres, pues los Jefes Políticos recibían dinero por la exclusión de tal o cual recomendado, y en otras, recibían dinero por la inclusión de tal o cual hombre de quien un hacendado o un po-deroso quisiera deshacerse.

En opinión del autor, el “contingente” fue el procedimiento de represión más inhuma-no y la lacra más odiosa del Régimen Tuxtepecano.

Page 128: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

127

Causas de la Revolución Mexicana

caminadas a perfeccionar los catastros para poner sobre un pie de igualdad ante el impuesto a la grande y pequeña propiedad rural; y aun tal vez convendría dar ciertas ventajas a la pequeña propiedad sobre la grande.

Más tarde se estudiarán los medios económicos de desmem-bración de la gran propiedad rural, así como los de evitar el desmoronamiento de ciertas propiedades comunales que es un error haber desintegrado.6

LEYES CIVILES.— Nuestras leyes civiles no requieren revisión urgente, pero su aplicación es desastrosa. Lo más apremian-te sería lograr la independencia del poder judicial; pero como esto no se obtiene con leyes, la acción legislativa debe limitarse a una revisión de las leyes de procedimientos civiles tanto en los Estados como en el centro, con la mira de facilitar el enjui-ciamiento, formar una jurisprudencia en lo civil, y sobre todo hacer efectiva la protección a la posesión mueble o inmueble, que es ahora en lo que más se hace sentir la deficiencia de la legislación procesal.

Es también urgente restablecer el antiguo texto constitucional para dar entrada al amparo de garantías en cualquier estado de los juicios civiles, reformando a la vez el procedimiento para evitar el abuso del recurso que tan torpemente se quiso repri-mir.7

LEYES PENALES.— Los Códigos Penales de toda la República requieren una completa revisión, aunque no de urgencia.

La protección teórica que la Constitución y los Códigos prestan a la libertad individual, sería suficiente con tal que fuera efec-tiva; pero como no es así, se necesita hacer por lo pronto en los Códigos de Procedimientos Penales locales y federales, algunas 6 La Ley Agraria de 6 de enero de 1915. expedida por Carranza en Veracruz, y el artí-culo 27 de la Constitución de 1917, dieron forma legal a estos principios enunciados por el autor en 1911.7 Véanse los artículos 103 y 107 de la Constitución de 1917.

Page 129: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

128

Textos Revolucionarios

reformas, sobre todo en lo relativo a las facultades de los jueces para ordenar detenciones, decretar formales prisiones, y excar-celar, que ahora son ilimitadas y arbitrarias.

La detención puede quedar a juicio de los jueces en ciertos deli-tos, pero en otros debe estar perfectamente reglamentada.

La formal prisión no debe dejarse al arbitrio judicial como aho-ra está, y debe además tener una revisión rapidísima por los Tribunales de Segunda Instancia.

Las excarcelaciones de todas clases deben estar perfectamente previstas por la ley y ser de estricto derecho, eliminándose de ella el arbitrio judicial tan nocivo en el actual sistema.8

Por cuanto a los delitos de imprenta, es indispensable una ley especial en la cual se remedien los abusos que más han servido para vestir las persecuciones políticas. Es preciso ante todo de-finir la responsabilidad exclusiva de una sola persona, abolir la práctica de considerar a la empresa editorial como instrumen-to de delito, definiéndose los casos en que pueda suspenderse o clausurarse una publicación, y conceder a todos los delitos cometidos por medio de publicaciones periódicas una libertad caucional que no quede a discreción del juez. De paso diré que me parece ingenuo querer restablecer el fuero especial para de-litos de imprenta.9

Los reglamentos de policía en toda la República, necesitan una revisión urgentísima en lo que se refiere a la intervención de la policía en las aprehensiones, buscándose medios prácticos de hacer efectivas las garantías constitucionales, sin entorpecer la averiguación de los delitos.

Tales son las reformas urgentes.8 La Constitución de 1917, en su artículo 20, acogió casi en todas sus partes, esas ideas anticipadas por el Lic. Blas Urrea en 1911.9 Véase el artículo 7o. de la Constitución de 1917.

Page 130: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

129

Causas de la Revolución Mexicana

Otras muchas pueden ser necesarias como las relativas a res-ponsabilidad de funcionarios, a la condición del jornalero en las fincas agrícolas, a la del obrero en las fábricas, etc.; pero no las considero de tanta urgencia, pues por ahora bastaría que se iniciara una era de aplicación inteligente y honrada de las leyes relacionadas con esos puntos.10

El cambio de sistemas

La tarea de enumerar las prácticas abusivas e ilegales que se necesita abolir, tanto entre autoridades federales como entre las locales, sería larguísima y equivaldría a la repetición de las numerosas causas de descontento que existen contra el siste-ma actual.

El cambio de sistemas de que tanto se habla no es otra cosa que el restablecimiento de la independencia de los poderes por me-dio de la elevación del nivel moral de éstos y de la abstención de los funcionarios ejecutivos; una vez restablecido el equilibrio los poderes se controlarán mutuamente y la reforma se efec-tuará por sí sola. El cambio de sistemas puede pues reasumirse, diciendo: independencia del Poder Legislativo, independencia del Poder Judicial, independencia del Municipio e indepen-dencia de los electores. La dificultad de la tarea depende de lo arraigado que se encuentra el vicio de la consigna, el cual ha llegado a ser tan común, que los cuerpos legislativos, los jue-ces, los llegado a ser tan común, que los cuerpos legislativos, los jueces, los Ayuntamientos y los colegios electorales no sólo se someten a las indicaciones del Ejecutivo, sino que con gusto las obsequian, más aún, las piden, las presumen, las necesitan, casi pudiera decirse las exigen. Y cuando un vicio ha llegado a convertirse en una necesidad, ya se comprende que es difícil desarraigarlo.10 Véanse los títulos IV y VI de la Constitución de 1917. Para cerrar estas referen-cias a la Constitución, que adoptó muchas ideas del Lic. Blas Urrea, debemos decir que el autor no tuvo injerencia ninguna en la redacción del proyecto de Constitución, y que ésta se discutió y aprobó en Querétaro cuando el Lic. Urrea se hallaba ausente del país.

Page 131: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

130

Textos Revolucionarios

Por lo demás, es un error creer que los remedios deben dirigirse exclusivamente sobre el Poder Ejecutivo, y no sobre los otros poderes complacientes, como sería un disparate querer curar un caso de embriaguez habitual, creyendo que los compañeros de vicio del paciente son la única causa de sus males.

En realidad, y si hemos de hablar con franqueza, un cambio de sistema en política, nunca se ha logrado más que por medio de un cambio general de personas; esto es lo que nos enseñan a diario los parlamentarios europeos, para los cuales no se con-cibe una nueva orientación política sin un cambio ministerial.

En efecto, es imposible que las autoridades por sí mismas con sólo buenos propósitos de enmienda, se transformen de arbi-trarias en justas.

Los bajos empleados no pueden transformarse porque no son más que instrumentos de sus superiores. Los funcionarios con alguna libertad de acción, no serán los que voluntariamente se despojen de la noche a la mañana de un poder ilimitado de que han gozado hace tanto tiempo y que tantas ventajas les propor-ciona. Los altos funcionarios a su vez no cambiarán de sistemas por esa misma razón y además por la de que no tendrían la su-ficiente autoridad sobre sus inferiores para exigirles el cumpli-miento estricto de la ley, después de haberles estado tolerando o tal vez aun exigiendo, cosa distinta durante mucho tiempo.

El problema de un cambio de sistemas se confunde pues con el de la renovación del personal político.

Los cambios de hombres

En realidad lo único práctico que puede hacerse para re-mediar la situación actual, es una remoción general de los hombres que se encuentran actualmente en el poder, sustitu-yéndolos por otros que, no estando viciados por las prácticas

Page 132: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

131

Causas de la Revolución Mexicana

tuxtepecanas, puedan abrir una nueva era de aplicación de las leyes.

Esta es, en realidad, la tendencia de toda la opinión pública y ésta la bandera de la Revolución maderista.

Este cambio, sin embargo, no es cosa fácil.

Desde luego es evidente que salvo el caso de triunfo comple-to de la Revolución, ni legal ni prácticamente sería factible un cambio inmediato radical y general de todas las autoridades actuales por otras nuevas, no sólo por el sacudimiento que esto produciría, sino porque no sería fácil encontrar desde luego un personal político adiestrado, y porque el gobierno nuevo, para ponerse al corriente de los negocios necesitaría por algún tiem-po conservar a su servicio las segundas manos.11

Hay pues, que pensar en una renovación paulatina y ordenada que comience por la separación de aquellos funcionarios que más pudieran influir en la perpetuación del sistema porfirista, y su sustitución por otros hombres que por sus ideas y por su carácter sean suficiente garantía de que continuarían procu-rando la renovación del personal y la implantación de los mé-todos constitucionales. Esos cambios, deben, además, comen-zar por aquellos puestos de fácil renovación legal, para evitar nuevos sacudimientos sociales, que se producirían si se convo-cara de golpe a nuevas elecciones federales y locales en toda la República.

Cambios locales

Para nadie es un secreto la necesidad de la remoción del 99 por ciento de las autoridades políticas locales. Esta remoción teóricamente es fácil, supuesto que los jefes políticos son todos 11 No solamente durante el interinato de De la Barra, sino que durante todo el gobier-no del Sr. Madero, las segundas manos del gobierno de Díaz todavía seguían manejan-do los asuntos públicos.

Page 133: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

132

Textos Revolucionarios

de nombramiento facultativo y revocable, pero de hecho no lo es tanto, y no se lograría sino con el cambio de algunos gober-nadores. El cambio de gobernadores es menos fácil, aunque Puebla, Chihuahua y Yucatán han mostrado no ser tampoco imposible, pues la forma de hacer esos cambios por medio de renuncias o licencias seguidas de designaciones de las legisla-turas locales, poco numerosas, proporcionan el medio de re-mover con relativa tranquilidad a algunos gobernadores.

Puebla, Nuevo León, Tamaulipas, Campeche y Yucatán, pueden esperar a sus próximas elecciones.

Combinando prudentemente las renuncias con licencias tem-porales, o indefinidas, podría lograrse la remoción de otros varios gobernadores, sin necesidad de elecciones extraordina-rias, o escalonando éstas según la situación de cada Estado.

Así podrían sustituirse por hombres nuevos los gobernado-res de Sonora, Coahuila, Sinaloa, Durango, San Luis, Colima, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz, Chiapas, Oaxaca, México, Morelos y Michoacán, que son los que menos probabilidades ofrecen de evolucionar y transformarse por sí solos.

Los cambios de esos gobernadores traerían como consecuencia cambios en la mayor parte de las autoridades locales de los res-pectivos Estados. En los demás Estados, por contagio, se efec-tuarían también cambios inferiores.

Cambios federales

El Gobierno Federal ha iniciado algunos cambies en el Gabi-nete, que según he dicho en otra ocasión no pueden tomarse como un intento serio de modificar el sistema de gobierno, porque el Gabinete en su parte esencial volvió a quedar consti-tuido por hombres del antiguo régimen, y porque aunque fue-ran nuevos, no podrían contrarrestar la tendencia del general

Page 134: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

133

Causas de la Revolución Mexicana

Díaz a continuar gobernando conforme a su único sistema co-nocido. De todo esto se deduce que los cambios en el gobierno tendrán que producir resultados distintos según que el general Díaz permanezca en el poder o se retire de él. En efecto, y su-poniendo hombres nuevos con intenciones de innovar, éstos tendrían, o que entrar en pugna con el general Díaz, o que guar-dar sus buenos propósitos para cuando éste muera, difiriendo el principio de la reforma para la cual fueron llamados. Esto sin contar con que de aquí a entonces los nuevos hombres corre-rían el riesgo de aprender el sistema tuxtepecano y de encon-trarlo preferible al legal.

La primera cuestión que hay que resolver es, pues, si el general Díaz debe continuar en el poder, o debe retirarse.

Fuera de algunas ventajas personales privadas que a él le sig-nificaría su retirada, cuando menos para salvar su reputación ante la historia, pero que a mí no me toca analizar, voy a permi-tirme señalar las siguientes de carácter público.

—La retirada del general Díaz en estos momentos facilitaría el restablecimiento de la paz, porque simplificaría considerable-mente el problema de una transacción entre el Gobierno y la Revolución.

—La retirada del general Díaz daría lugar a iniciar desde luego un cambio de sistema.

—La retirada del general Díaz traería consigo la retirada de mu-chos elementos hondamente marcados con su sello y que son obstáculos en la actualidad para un nuevo orden de cosas.

—La retirada del general Díaz daría lugar a una mejor defini-ción de los partidos políticos, disolviendo su grupo, que es me-ramente personalista.

—La retirada del general Díaz haría ver claro en un gran núme-ro de problemas que no pueden precisarse ahora y descubriría

Page 135: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

134

Textos Revolucionarios

la existencia de otros muchos que no han surgido aún, debido a la conservación de un régimen artificial.

6.—Por último, la retirada del general Díaz, aseguraría una defensa nacional más uniforme en caso de que surgiera algún conflicto internacional en los momentos actuales.

Todos estos resultados que yo considero importantísimos, me han conducido al convencimiento de que la medida más sabia, más práctica, más rápida, más patriótica y más radical que pudiera tomarse para alejar peligros internacionales, para restablecer la paz y para efectuar un cambio de sistema de go-bierno en todo el país, sería la retirada del general Díaz a la vida privada.

La permanencia del general Díaz al frente del gobierno se ex-plicaba hace dos años por un temor vago de perturbaciones del orden y del crédito no bien definidas, y por la suposición de que su sola presencia bastaría a conjurar ese peligro; pero ahora que los acontecimientos enseñan que el peligro existe y que precisamente la dificultad para conjurarlo es la super-vivencia de la personalidad física e histórica del general Díaz sobre su personalidad política, no queda otra explicación que dar para su continuación en el gobierno, que cierta creencia en una especie de sacrificio que la Patria de hoy debiera hacer por gratitud al hombre de ayer, idea que fue hábil y discretamen-te refutada hace poco por el embajador americano Mr. Henry Lane Wilson en la Asociación Cristiana de Jóvenes al referirse a los libertadores americanos.12

No quiero sin embargo, suponer que Prenuncia del general Díaz sea la única solución existente y voy a continuar el estudio de los cambios que se requieren en el gobierno, en el supuesto de 12 Henry Lane Wilson, desde muy al principio de su llegada, comenzó a hacer decla-raciones públicas que tocaban mañosamente la cuestión política interior de México, hostilizando al general Díaz, lo cual si bien indicaba algo favorable para los revolucio-narios y renovadores, era, sin embargo, el principio de la descarada injerencia que más tarde habría de tomar este hombre funesto en la política interior de México.

Page 136: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

135

Causas de la Revolución Mexicana

que el general Díaz continuara como presidente honoris cau-sa y de que su retirada se aplazara para cuando el país recobre la calma.

En ese supuesto, tres son los cambios que se imponen; una re-novación general de las Cámaras Legislativas, sobre todo de la de Diputados, la reorganización del Gabinete y el cambio de Vi-cepresidente.

La renovación de la Cámara de Diputados no parece factible, porque no sería cosa fácil escoger de entre los suplentes hom-bres mejores que los propietarios, ni sería prudente una disolu-ción. Por lo demás, si bien en la Cámara hay un grupo compacto que pudiera ser un obstáculo a la nueva política del gobierno, ese mismo grupo y el resto de la Cámara tienen una gran duc-tilidad que permitiría manejarlos con más o menos esfuerzo, mientras llegan las nuevas elecciones de 1912.

La reorganización del gabinete

La reorganización del Gabinete se impone, entiéndase bien, como medida de transición para facultar el ordenamiento del nuevo régimen; diríase una especie de armazón o cimbra, sobre la cual pudiera construirse el nuevo gobierno, pero destinada a desaparecer.

Para esto se necesita buscar hombres de gran energía, de in-dependencia de carácter y de relieve político propio, de modo que puedan constituir agrupados un gobierno más fuerte que el del general Díaz y si es posible, que resten elementos a la Re-volución, o que cuando menos algunos de ellos puedan ejercer cierto control sobre los grupos políticos militantes o latentes.

Los secretarios del nuevo Gabinete deberían, pues, ser hombres que conociendo la política porfirista, hayan dado sin embargo, algunas pruebas o hecho promesas de practicarla en forma

Page 137: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

136

Textos Revolucionarios

atenuada y con tendencias a hacerla evolucionar hacia un régi-men constitucional.

Los subsecretarios, en cambio, como parte más esencial del Ga-binete, deben ser todos de ideas renovadoras bien definidas.

Por vía de ejemplo, entiéndase bien que digo por vía de ejemplo, señalaré algunas personas que en mi concepto podrían formar un Gabinete de transición entre el antiguo y el futuro régimen.

RELACIONES.—Como Secretario bastaría don Guillermo de Landa y Escandón, don Sebastián B. Mier, o cualquiera otro hombre suficientemente decorativo.

Como Subsecretario se requiere un diplomático joven, de gran energía e inteligencia, de ideas propias, de independencia de carácter, con tendencias francamente latinas y bien empapado en la política internacional suramericana. Bartolomé Carbajal y Rosas, por ejemplo.13

GOBERNACION.— Como Secretario, don Teodoro A. Dehesa, podría servir si se sintiera capaz de independerse de Félix Díaz y de algunas otras influencias que serían un obstáculo para la nueva política.

Los nacionalistas y demócratas han creído ver en él un hombre de tendencias nuevas, pero esto es un error, pues no es natural que después de veinte años de gobierno tuxtepecano, ahora re-sulte constitucionalista. Su presencia en la Secretaría de Gober-nación, que es la de manejo más delicado, tendría no obstante la ventaja de su experiencia, de su influencia en las Cámaras y de sus múltiples conexiones políticas con el porfirismo, con el reyismo y con el maderismo, que le facilitaría la labor de prepa-rar y llevar a cabo las reformas políticas y administrativas que requiere la situación.13 Bartolomé Carbajal y Rosas, fue el Subsecretario encargado del Despacho de Rela-ciones durante los primeros meses del interinato de De la Barra.

Page 138: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

137

Causas de la Revolución Mexicana

De no ser Dehesa, habría que pensar en un hombre enteramen-te pasivo, como González Cosío.

El Subsecretario, en cambio, necesita ser de tendencias reno-vadoras bien definidas, inteligencia clara, espíritu práctico, do-tes políticas y un verdadero carácter. Manuel Garza Adape, por ejemplo.14

GUERRA.— Como Secretario ninguno sería más a propósito que el general Reyes, cuya presencia en el Gabinete tendría una significación trascendental; en lo administrativo, por el impul-so que daría al ramo, y en lo político por los elementos de con-solidación que aportaría al gobierno.

El general Reyes cuyos procedimientos genuinamente tuxte-pecanos le reprochan los maderistas, representa, sin embargo, tendencias nuevas, si no personalmente, cuando menos porque sus partidarios son la porción más importante y más vigorosa del partido renovador.

El general Reyes sería sin duda alguna un hombre muy a pro-pósito para un régimen de transacción entre los antiguos y los nuevos sistemas.

Como Subsecretario, bastaría un militar joven y de gran capaci-dad de trabajo. Salas o Eguía Lis, por ejemplo.

JUSTICIA.— Como Secretario es indispensable un hombre que pueda hacer de la administración de Justicia un ramo casi me-ramente administrativo para independerlo de la política; para esto se requieren grandes cualidades de independencia, hon-radez, energía y conocimientos. Un agobado idóneo sería don Manuel Vázquez Tagle, por ejemplo.15

14 Manuel Garza Aldape pudo haber sido un eficaz colaborador de De la Barra o de Madero, pero distanciado de éste por cuestiones locales coahuilenses, se echó en bra-zos del felicismo y llegó a ministro de Huerta, con quien no lo ligaba ni amistad ni co-munidad de credos políticos.15 Vázquez Tagle fue el Ministro de Justicia de De la Barra, escogido por la Revolu-ción.

Page 139: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

138

Textos Revolucionarios

Como Subsecretario, Vera Estañol sería el indicado por su ener-gía, su tesón, su conocimiento de las necesidades del Ramo y sus relaciones en el foro; pero tal vez no se resignaría a descen-der. Carlos F. Uribe sería tan idóneo como Vera Estañol y tal vez más, por su disciplina intelectual y su ilustración.

HACIENDA.— La permanencia del Sr. Limantour en la Secre-taría de Hacienda, sería una especie de garantía que el nuevo régimen pudiera dar al grupo científico, y constituiría como Reyes, un albacea del antiguo régimen.

Como Subsecretario Toribio Esquivel Obregón sería el indica-do, por su preparación en la materia, sus ideas avanzadas y su gran relieve político entre el partido renovador.16

FOMENTO.— Como Secretario, aun Damián Flores sería más útil de lo que se supone, siempre que contara con un Subsecre-tario joven y de iniciativa; ya fuera un abogado como Calero o ya un ingeniero como Ezequiel Ordóñez o José G. Aguilera.

COMUNICACIONES.— Como Secretario, Marroquín y Rivera. Como Subsecretario, Alberto Robles Gil.

INSTRUCCION PUBLICA.— Como Secretario el Dr. Vázquez Gó-mez, cuyo ingreso al Gabinete, además de significar una prenda para el partido antirreeleccionista, aportaría el contingente de su infatigable laboriosidad, su espíritu práctico y sus ideas am-plias y equilibradas en materias educativas.17

16 De Esquivel Obregón puede decirse lo mismo que de Garza Aldape: si Madero hu-biera querido, habría sido su ministro de Hacienda. Pero los elementos científicos de la familia Madero que rodeaban al Presidente no lo dejaban aproximarse a ciertos hom-bres que, como los ya mencionados, y como Urrutia mismo, eran elementos nuevos y enteramente sanos, que cayeron en manos del huertismo por persecuciones sufridas durante el gobierno de Madero.17 El doctor Vázquez fue precisamente el ministro de Instrucción Pública, puesto por la Revolución al lado de De la Barra. Para cerrar estas citas, debemos advertir que el au-tor no tuvo la menor injerencia ni hizo sugestiones personales para la designación del gabinete de De la Barra, que estaba ya acordado y fue formado en Ciudad Juárez, y del cual no podía tener conocimiento ni barruntos cuando escribía este artículo.

Page 140: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

139

Causas de la Revolución Mexicana

Como Subsecretario, Valentín Gama, por ejemplo, o Agustín Aragón.

La vicepresidencia

De todos los problemas políticos actuales, ninguno es tan de-licado y tan trascendental como el de la Vicepresidencia de la República, porque significa nada menos que buscar el hombre en quien debe recaer tarde o temprano el supremo poder de la Nación.

La dificultad de su atinada resolución es tal, que el mismo ge-neral Díaz con todo su conocimiento del país y de los hombres, y a pesar de la habilidad política que era costumbre reconocer-le, se equivocó por completo al resolverlo, y esa equivocación fue para él de tanta trascendencia, que la obstinación de querer imponer a un hombre que no era el adecuado, le trajo el aleja-miento y la desconfianza del pueblo.

El problema de la Vicepresidencia de la República, vuelve a ser el problema principal en estos momentos, no porque se crea que Corral puede agravarse y morirse de un momento a otro, sino porque al contrario, pudiera sanar y volver a ser un factor político militante. Es, pues, urgente la resolución del problema vicepresidencial antes que Corral comience a recobrar con las esperanzas de salud, las de su resurgimiento político.18

Creo inútil tratar de demostrar que la renuncia de Corral es una condición Sine qua non del restablecimiento de la paz: basta decir que esa renuncia es la primera medida política que de-bía tomarse entre todas las que tienden al cambio de sistema, porque sería la demostración más evidente de que el general Díaz ha abandonado la idea de seguir gobernando al país des-pués de muerto, por medio de un continuador de su política personalista.18 Alusión a la enfermedad de Corral, que entonces el autor creía sólo un pretexto para obtener la licencia del Congreso.

Page 141: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

140

Textos Revolucionarios

Pero la renuncia del señor Corral haciendo recaer la Vicepre-sidencia de la República en el Secretario de Relaciones sólo sería el primer paso de la resolución del problema. Se necesi-taría convocar desde luego a nuevas elecciones dando lugar a una nueva lucha de partidos y exponiéndonos a otro sacudi-miento político, que no podría evitarse sino procurando que el nuevo candidato satisfaciera las aspiraciones de la mayoría del país y contara con el apoyo de los principales grupos políticos militantes.

Mucho se dice que la reciente actitud del Gobierno ha hecho desaparecer toda división política; pero tal cosa no es cierta, porque el cambio sólo de bandera del gobierno no es suficiente para borrar la profunda división que existe entre conservado-res y renovadores. Una cosa es que el general Díaz para salvar la situación se haya pasado a los renovadores y otra sería que los continuistas abandonaran sus intereses, sus pretensiones, su situación privilegiada y sus ambiciones personales.19

La división política subsiste: el Vicepresidente tiene que ser forzosamente continuista, o renovador. Pero para el efecto que se busca de restablecer la paz, no se concibe que el nuevo Vi-cepresidente fuera continuista; tiene pues, que ser renovador.

Ahora bien, los grupos sociales que pudieran tener interés en oponerse y combatir la designación de un renovador, o en es-torbarle más tarde, son aquellos a los que convendría que se perpetuara un orden de cosas favorable a las clases privilegia-das, es decir, los continuistas, encabezados por el grupo cientí-fico que es el representante genuino de los grandes terratenien-tes, de los grandes industriales, y de los grandes negociantes.

Podemos, pues, decir que hay tres elementos interesados en que el nuevo Vicepresidente no fuera un renovador:

Los extranjeros, los científicos y el general Díaz.19 Así fue durante el interinato y durante el Gobierno de Madero, hasta que lograron dar el cuartelazo de febrero de 1913.

Page 142: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

141

Causas de la Revolución Mexicana

Desde luego podemos descartar a los extranjeros, porque aun-que han sido de los más favorecidos por el régimen tuxtepeca-no, no tienen preferencias personales en la política. Lo único que les interesa es el pronto restablecimiento de la paz, para volver a su vida ordinaria de trabajo, en la cual tienen suficien-tes garantías y ventajas por su sola condición de extranjeros; desde este punto de vista sólo son partidarios del gobierno más fuerte. En cuanto a las condescendencias que han encontrado en el régimen tuxtepecano, no las consideran de tanta impor-tancia que no crean hallar la compensación en el progreso na-tural del país bajo un régimen legal. Más aún: los extranjeros bajo un sistema de aplicación estricta de la ley, estarían en me-jores condiciones que antes, porque se verían libres del fuerte tributo de influencia que han estado pagando al grupo cientí-fico en todos sus negocios, no sólo por sus servicios como in-termediario para obtener privilegios sino aun para obtener el cumplimiento de la ley en muchos casos.

El grupo científico podría ser el opositor más vigoroso que en-contrara la candidatura de un Vicepresidente renovador. Pero esta oposición está apartada hasta cierto punto, pues la plana mayor del partido prudentemente aconsejada por el señor Li-mantour, parece haber comprendido la necesidad de retirarse por ahora de los puestos de peligro, desapareciendo voluntaria-mente de la escena política mientras se conjura la crisis, y de-jando a cargo del señor Limantour el cuidado y la vigilancia de los grandes intereses del grupo, con el fin de que no sean objeto de represalias. Por lo demás, el Vicepresidente nunca podrá ser un científico, pues precisamente el conflicto que se trata de re-solver ahora, tuvo como origen la obstinación del general Díaz en sostener a Corral.

El general Díaz no podría personalmente oponerse a que el nuevo Vicepresidente sugiera del seno del partido renovador, puesto que ha declarado oficialmente su divorcio de los conti-nuistas; pero celoso de su política personal y de su prestigio de

Page 143: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

142

Textos Revolucionarios

estadista, tal vez no creería deber admitir a su lado a un hombre salido del partido que ha puesto su poder en peligro, condenan-do la política que había seguido durante toda su vida.

Cuando se creía que el único modo de renovar los poderes con-sistía en transmitir el gobierno por herencia, se dijo mucho que el Vicepresidente debía ser ante todo un hombre de la entera confianza del Presidente, enterado de sus secretos de estado y aleccionado por él.

Creo que ahora ya se pensará distinto. Es cierto que el Vicepre-sidente no debe ser ni un enemigo personal ni un competidor político del Presidente; pero para lograr esto bastará que el nuevo Vicepresidente sea un hombre que le ofrezca garantías de lealtad en lo personal y en lo político. Y si como debe ser, el Vicepresidente no tiene participación activa en el gobierno mientras subsiste el Presidente, desaparecerá hasta el último escrúpulo del general Díaz para que el Vicepresidente sea un hombre del partido renovador.

Quedaría por averiguarse la actitud de los elementos íntima-mente allegados al general Díaz; pero la influencia de éstos no sería tan grande, pues pronto tendremos ocasión de convencer-nos de que quedan pocos porfiristas puros, fuera de un reduci-do círculo íntimo del general Díaz, y los que quedan, o ya tie-nen sus ambiciones propias, o no son de significación política alguna.

Quedan los renovadores entre los cuales hay que buscar al Vi-cepresidente.

Los principales grupos renovadores son los reyistas y los made-ristas que se consideran como los renovadores de acción.

Todo el mundo alcanza a comprender lo inconveniente que se-ría, como medio de acabar con el conflicto, elevar a la Vicepre-sidencia a Madero o a Vázquez Gómez; ellos mismos lo com-prenden así y repetidas veces han indicado su buena voluntad

Page 144: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

143

Causas de la Revolución Mexicana

para renunciar sus pretensiones políticas personales, a fin de facilitar la paz.

Por otra parte, para nadie es un secreto la rivalidad latente entre el maderismo y el reyismo puros que aunque subrupos del par-tido renovador, tienen en el fondo grandes puntos de desacuer-do. La postulación del general Reyes, que hace un año y medio habría contado con el apoyo de los antirreeleccionistas, y aun de Madero mismo, sería en los momentos actuales un motivo para retardar la sumisión de los rebeldes. Por lo demás al ge-neral Reyes tampoco le convendría de seguro colocarse en una falsa y difícil situación entre científicos y maderistas, teniendo a ambos de enemigos en este momento político tan delicado.20

El hombre que deba ser postulado para la Vicepresidencia en los momentos actuales y como medio de restablecer la paz, debe pertenecer pues, al partido renovador; ser de francas ten-dencias democráticas sin desconocer los sistemas porfiristas, siquiera sea para evitarlos en su parte ilegal; no debe ser cien-tífico ni amigo incondicional del general Díaz; debe tener un prestigio político propio, poder restar elementos importantes a la Revolución y ser el lazo de unión entre los maderistas y reyis-tas del modo que fuere necesario.

En lo moral, ese hombre debe ser respetuoso de la ley, esclavo de sus compromisos políticos, de honradez y rectitud cívicas y de grandes cualidades de energía y de independencia de carác-ter.

¿Pero ese hombre existe?20 Madero demostró siempre en todos sus discursos y escritos políticos, un aversión enconada e irreductible contra Reyes, y éste, por su parte, no escatimaba ocasión de mofarse de aquél, a quien nunca tomó en serio. El triunfo de Madero, exacerbó este antagonismo, de modo que pronto muchos reyistas se convirtieron en enemigos de Madero, llegando hasta ligarse con el ex partido científico y con los corralistas contra el Nuevo Régimen. Diose el caso de que aun el mismo Rodolfo Reyes, hijo del general don Bernardo, fraternizara después con los redactores de “El Debate”, que tan sangrien-tamente habían befado e insultado a su padre.

Page 145: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

144

Textos Revolucionarios

Sí existe; es muy conocido en la frontera, donde su nombre goza de prestigio más uniforme que los de Reyes o Madero; pero te-niendo el gran defecto de ser modesto, no es bien conocido en el resto del país.

Se llama don Venustiano Carranza.

Creo honrada y firmemente que Carranza es el hombre más a propósito para la Vicepresidencia en los momentos actuales, pero me abstengo de hacer el elogio de sus cualidades, porque como escritor tengo contraído conmigo mismo el compromi-so de no adular jamás a nadie. Debo, sin embargo, decir unas cuantas palabras acerca de él como hombre público.

Es amigo personal del general Díaz pero no incondicional. Sólo ha prestado sus servicios a la administración actual como se-nador que es, desempeñando el cargo con lealtad y rectitud y sobre todo conservando incólumes su independencia y su dig-nidad. El general Díaz sin embargo lo conoce bien y se da cuen-ta de su valer, puesto que lo admitió en 1908 como candidato al gobierno de Coahuila y que desde hace cuatro meses el único temor serio que tiene acerca de la frontera es el que Carranza pudiera ayudar a los rebeldes.

No es científico; pero Limantour es amigo suyo, lo estima y sabe a qué atenerse respecto de él.

Madero y Vázquez Gómez lo respetan y lo aprecian, y conside-rándolo como uno de los hombres de más valor político en la actualidad, han hecho grandes esfuerzos por atraérselo.

El general Reyes es también su amigo personal, sin haberlo considerado nunca como partidario suyo, sino como un valioso aliado político de prestigio propio.

Carranza reúne pues, las condiciones que en los actuales mo-mentos necesita tener el Vicepresidente; por sus tendencias renovadoras, por su honradez e independencia, por su valer

Page 146: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

145

Causas de la Revolución Mexicana

político propio y por su situación especial que le permite con-trolar los elementos más importantes del partido renovador, y ser por lo tanto una garantía de cambio de sistemas y de resta-blecimiento de la paz.21

Las bases de transacción

He querido exponer con toda amplitud todos los antecedentes que se necesitan para entender el por qué de los términos en que formulo las bases de transacción que van en seguida.

Una transacción significa siempre el abandono de las mutuas pretensiones, o de una parte de ellas, y por lo tanto, no debe ex-trañar que en las bases que propongo no se contengan solucio-nes radicales, sino que me haya preocupado por buscar condi-ciones que, salvando el decoro del Gobierno, den satisfacción a las justas exigencias del partido renovador y aseguren el pronto restablecimiento de la paz y sin dar tiempo a que la actual revo-lución comience a producir jacobinismos peligrosos.

Las bases de transacción que en mi concepto pueden aceptarse decorosamente por el general Díaz y por los revolucionarios, son las siguientes:

lo.—Reorganización del Gabinete del general Díaz, en condi-ciones tales, que ofrezca garantías de querer y poder llevar a cabo un cambio en los sistemas de gobierno y en el personal administrativo que tiendan a la efectividad e igualdad en la aplicación de las leyes.21 La breve semblanza aquí trazada, fue escrita a mediados de abril de 1911, cuando nadie conocía a Carranza, fuera de Coahuila. El autor apenas había sido presentado con él una vez, meses antes. Casi nadie sabía que Carranza estaba de acuerdo con Madero. Sin embargo, y no obstante la compleja situación del país, el sinnúmero de hombres nuevos que surgían a la luz pública para luego desaparecer, el torbellino de ambiciones que se levantaba, y los acontecimientos que tan rápidamente se precipitaban día a día, el autor tiene como uno de sus más legítimos orgullos de político, haber sido el primero en descubrir al hombre que más tarde habría de ser el jefe de una revolución y el futuro Presidente de la República.

Page 147: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

146

Textos Revolucionarios

2o.—Renuncias o licencias ilimitadas de los gobernadores ac-tuales de Sonora, Coahuila, Sinaloa, Durango, San Luis, Colima, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz, Chiapas, Oaxaca, México, Morelos y Michoacán.

3o.—Substitución de esos gobernadores por hombres nuevos que presten garantías de reformar el sistema de gobierno y el personal administrativo de sus antecesores, procurando la efectividad e igualdad en la aplicación de las leyes.

4o.—Renuncia definitiva y formal del Sr. Corral a la Vicepresi-dencia de la República.

5o.—Celebración de nuevas elecciones de Vicepresidente de la República.

6o.—Amnistía general para todos los delitos políticos y los mi-litares que tengan relación con ellos.

7o.—Sumisión de Madero y demás jefes revolucionarios y re-conocimiento por ellos del Gobierno constituido conforme a la transacción.

8o.—Reforma de la Constitución Federal y de las locales, esta-bleciendo el principio de no-reelección absoluta respecto de los Poderes Ejecutivos.

9o.—Reformas a las leyes electorales, federales y locales, con el fin de asegurar la efectividad del sufragio.

10o.—Diversas reformas políticas, fiscales, civiles y penales, que sean necesarias para asegurar de un modo permanente el cambio de sistema de gobierno, exigido por la opinión pública.

Tales son las bases que creo decorosas para el Gobierno y acep-tables para los rebeldes. Su desarrollo y forma definitiva no me toca a mí hacerlos.

Page 148: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

147

Causas de la Revolución Mexicana

Pero para llegar a convenir en esas bases, o en otras mejores, lo primero que se necesita es que el general Díaz se decida a tratar franca, abierta y hasta oficialmente con los rebeldes. La vacilación del Gobierno para hacerlo así está produciendo los peores resultados sin proporcionar ventajas apreciables. En los momentos en que esto escribo comienza a palparse ya la falta de escrúpulos y el deliberado propósito de los ameri-canos de provocar un conflicto internacional, que explique su intervención.

Con buena voluntad, la paz puede hacerse en 24 horas; pero cada minuto perdido es un nuevo peligro para la Patria.

En estas condiciones, yo, que he sido uno de los más francos impugnadores de la política tuxtepecana, pero que no me he le-vantado en armas; por causa de la paz y en nombre de la Patria, vuelvo a exhortar al general Díaz para que haciendo a un lado sus resentimientos de hombre, su orgullo de gobernante, y su amor propio de pacificador, procure inmediatamente una tran-sacción con los revolucionarios, y si necesario fuere, comience él mismo, dando el ejemplo de amor a la paz, invitándole a tran-sigir, y si ellos se rehúsan, porque le desconfíen, debe darles el ejemplo de la abnegación, haciendo el sacrificio de su propia personalidad, y retirándose a la vida privada.

Page 149: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 150: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 151: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 152: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

Disposiciones Revolucionarias1913-1917

Page 153: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 154: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

153

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Índice

• Reivindicaciones agrarias

• Reivindicaciones obreras

• Disposiciones de intereses nacional y social

Page 155: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 156: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

Reivindicaciones Agrarias

Page 157: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

156

Textos Revolucionarios

Page 158: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

157

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Invitación al pueblo a la ceremonia de repartición de tierras1

La Comisión Agraria encargada de la repartición de tierras en los Estados de Nuevo León y Tamaulipas tiene el honor de invi-tar a usted a la ceremonia que tendrá verificativo el día 30, con motivo de la inauguración de sus trabajos, conforme al adjunto programa. Matamoros, agosto 29 de 1913. La Comisión.

PROGRAMA. I. La Marsellesa. II. Discurso Oficial por el doctor Ramón Puente. III. Marcha Viva Madero. IV. Lectura del ma-nifiesto que sobre cuestiones agrarias lanza a sus soldados el general Lucio Blanco, jefe de las Fuerzas Constitucionalistas en los Estados de Nuevo León y Tamaulipas. V. Entrega de tí-tulos de propiedad de tierras a representantes del proletariado e individuos a quienes les fueron arrebatados sus terrenos. VI. Marcha Constitucionalista. Vil. Discurso por el C. Jefe del Estado Mayor, C. mayor Francisco J. Múgica. VIII. Demarcación de los linderos de algunas de las tierras que se repartirán durante este acto. IX. Himno Nacional.

AVISO. Interesante al pueblo: Habiendo terminado la Comisión Agraria los trabajos que sobre repartimiento de tierras le enco-mendara el C. general Lucio Blanco, jefe de las Armas en este Estado y en el de Nuevo León, se pone en conocimiento de los 1 Tomado de: Fuentes para la Historia de la Revolución Mexicana. I. Planes políticos y otros documentos, Prólogo de Manuel González Ramírez, F.C.E., México, 1974, p. 165.

Page 159: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

158

Textos Revolucionarios

vecinos de este lugar que se ha resuelto proceder a la reparti-ción de una parte de la hacienda de Las Borregas conocida con el nombre de San Vicente del Chiquihuite y La Canasta, entre aquellos individuos que no tengan terrenos o hayan sido despo-jados de ellos y deseen dedicarse a la agricultura; a cuyo efecto los interesados deberán acudir a la Oficina de Fraccionamiento y Reivindicaciones, situada en el edificio de la Aduana, con el fin de llenar los requisitos establecidos.

Libertad y Constitución.

H. Matamoros, a lo. de septiembre de 1913. La Comisión.

Page 160: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

159

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto sobre abolición de las deudas de los peones2

Pablo González, General de División del Ejército Constitucio-nalista y Comandante en Jefe del Cuerpo de Ejército del Nores-te, con las facultades que está investido, decreta lo siguiente: PRIMERO. Quedan abolidas todas las deudas de los peones en todas las haciendas y ranchos de los Estados de Puebla y Tlaxca-la. SEGUNDO. Quedan también abolidas todas las deudas de los artesanos y mozos y toda clase de empleados en las ciudades, distritos y municipalidades de los Estados de Puebla y Tlaxca-la. TERCERO. El que contravenga esta disposición, exigiendo deudas pasadas a las clases menesterosas, sufrirá una pena de $ 100.00 a $ 5,000.00. Por tanto, mando se imprima, publique y se le dé el debido cumplimiento.

Dado en el Cuartel General de Puebla de Zaragoza, a los 3 días del mes de septiembre de 1914.

El Gral. en Jefe del Cuerpo de Ejército del Noreste, Pablo González. El Jefe de Estado Mayor, Tte. Cnel. Alfredo Rodríguez.

2 Tomado de: Fuentes para la Historia de la Revolución Mexicana. /. Planes políticos y..., op. cit., p. 170.

Page 161: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 162: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

161

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto relativo al proletariado rural3

Luis F. Domínguez, Gobernador Militar del Estado de Tabas-co, de acuerdo con los generales brigadieres y el coronel Dele-gado del Presidente Provisional de la República que suscriben, teniendo en cuenta que la situación por la que atraviesan los peones del campo es el de una verdadera esclavitud y siendo de urgente necesidad remediar este mal en el Estado y a fin de em-pezar a dar cumplimiento a las promesas que hiciera la Revolu-ción de la Chontalpa y de los Ríos cuyos ideales son los mismos, ha tenido a bien expedir el siguiente decreto: 1o. Quedan amor-tizadas las deudas de los peones de campo. 2o. Queda abolido el sistema de servidumbre adeudada. 3o. Todo sirviente adeu-dado que pise el territorio tabasqueño queda libre por ese solo hecho. 4o. Ningún peón podrá ser obligado a prestar servicios personales por un jornal diario menor de setenta y cinco centa-vos con asistencia, o de un peso diario sin ella. 5o. No se podrá adelantar a un peón más del importe de media mensualidad, quedando sujeto el propietario a lo prescrito en el Art. lo. de este decreto, por el adelantamiento de numerario. 6o. Ningún peón de campo estará obligado a trabajar más de ocho horas diarias. 7o. Los hacendados que contravengan este decreto, fuera de los casos especificados con pena determinada, sufri-rán una multa de cien pesos o de una cantidad igual a la amorti-zada en su caso. 8o. Toda persona que denuncie las infracciones 3 Tomado de: Idem, p. 175-176.

Page 163: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

162

Textos Revolucionarios

anteriores tendrá un treinta por ciento sobre el importe de las multas. 9o. Habrá inspectores para el mejor cumplimiento de estas disposiciones. 10. Se nombrará una comisión para Regla-mentos y demás anexos a este decreto, que se publicarán opor-tunamente. 11o. Todo hacendado o propietario de bienes raíces que, por eludir el cumplimiento de este decreto, suspenda sus labores será consignado al Comité de Salubridad Pública para que, hecha la averiguación del caso, determine lo que corres-ponda conforme a la Ley particular y Reglamentos que comple-mentarán este Decreto. 12o. Todo hacendado o propietario que azote a los peones o les imponga cualquier otro castigo corpo-ral sufrirá una pena de uno a seis meses de prisión inconmu-tables. 13o. Este decreto surtirá sus efectos desde el día de su publicación.

Constitución y Reformas.

San Juan Bautista, Tab., septiembre 19 de 1914.

El Gobernador Militar, Luis F. Domínguez. El General Brigadier, Ramón Sosa T. El General Brigadier, Carlos Greene. El General Bri-gadier, Pedro C. Colorado. El Coronel Delegado, Pascual Morales y Molina. El Secretario General Interino, Aureliano Colorado.

Page 164: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

163

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Reglamento de la Comisión Agraria4

Cándido Aguilar, Gobernador y Comandante Militar del Esta-do Libre y Soberano de Veracruz-Llave, a sus habitantes, hace saber: Que en uso de las facultades de que se halla investido y por creerlo así conveniente para el exacto cumplimiento del decreto número 8 de esta misma fecha, he tenido a bien expe-dir el siguiente Primer Reglamento de la Comisión Agraria. Art. 1o. La Oficina Central de la Comisión Agraria residirá en la Capital del Estado y se ocupará: I. De efectuar la revisión de los títulos que amparen las propiedades en el Estado. II. De or-denar, con la aprobación del C. Jefe de la Sección de Fomento y Agricultura de la Secretaría de Gobierno, la distribución en el Estado de las diversas subcomisiones y fijar el número de ellas. III. De redactar en cada caso el pliego de instrucciones a que, en lo general, deberán sujetarse para el desempeño de sus labores. IV. De cumplir racionalmente todos los datos que le suministren las diversas subcomisiones y los propietarios de tierras, hasta formar la Carta General de la Propiedad Terri-torial en el Estado de Veracruz. V. De compilar racionalmente todos los demás datos que le suministren las subcomisiones y deducir de ellos las medidas que debe proponer al Jefe de la citada Sección, como conducentes al aumento de la riqueza del Estado, al mejoramiento de las condiciones del pueblo, al aumento de las exportaciones, a la supresión de las plagas que 4 Tomado de: Idem, p. 171-174.

Page 165: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

164

Textos Revolucionarios

asuelan a las sociedades de personas, de animales y de plantas y en general al bienestar del mayor número en relación con la posesión de la tierra. VI. De revisar y completar todos los tra-bajos enviados por las subcomisiones hasta obtener de ellos el resultado requerido. VIl. De estudiar el sistema de fracciona-miento propuesto por las subcomisiones respecto de las tierras que hayan deslindado, en vista de los informes de las mismas y del padrón que se forme. VIII. De proponer al Superior Gobier-no del Estado, previa la aprobación de la Sección de Fomento, las condiciones en que deban ser enajenadas las parcelas y las listas de los agraciados en atención a los informes aludidos y al costo total de los trabajos de fraccionamiento y deslinde. IX. De formar extractos e informes sobre los títulos de propiedades y demás datos de que disponga para someterlos al estudio del Departamento Consultivo, en los casos de incertidumbre sobre los derechos de los terratenientes. Art. 2o. Las subcomisiones en cada uno de los trabajos que hayan de desempeñar llevarán un pliego de instrucciones generales a que deberán atender, sin perjuicio de que inicien y ejecuten los que las circunstancias les aconsejen de acuerdo con las prácticas de ingeniería. Art. 3o. Cada ingeniero deberá llevar con claridad sus registros, los cuales serán de la propiedad del Estado, no debiendo figurar en un solo libro de campo datos relativos a dos o más expedicio-nes. Art. 4o. Los ingenieros deberán emplear en los registros las abreviaturas y signos que crean convenientes; pero al fin de cada libro deberán figurar las explicaciones de todas ellas con tanta claridad como sea necesaria para que cualquier in-geniero o calculador pueda interpretarlas. Art. 5o. Fuera de la capital del Estado, los trabajos de cada subcomisión serán de preferencia trabajos de campo y sólo en los casos de imposibi-lidad de ejecutarlos se empleará el tiempo disponible en: I. La formación del informe quincenal de que habla el artículo si-guiente. II. En la ejecución de todos los cálculos conducentes al conocimiento de las coordenadas en los diversos puntos y en la formación de croquis de los detalles, configuración, etc. III. En la construcción de los dibujos correspondientes en borrador y

Page 166: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

165

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

en el despacho de la correspondencia. Art. 6o. Las subcomisio-nes se encargarán de las instrucciones contenidas en el pliego que recibieren de la Oficina Central: I. De rendir cada quince días un informe detallado de los trabajos llevados a cabo y del estado en que se encuentren. II. De enviar a la Oficina Central copia, extracto de títulos o los originales mismos, con informes sobre las razones que aleguen sus tenedores y los interesados en contra sobre los derechos de propiedad de la tierra. III. De proponer, de acuerdo con las autoridades municipales del lu-gar, la extensión de las parcelas, el número de ellas, tomando en consideración el padrón y la extensión territorial de que se disponga. IV. De enviar a la Oficina Central el proyecto mejor de fraccionamiento, con las razones en que se funda. V. De lo-calizar las parcelas y dar posesión de ellas a los agraciados, en combinación con las autoridades municipales. VI. De formar de acuerdo con esas mismas autoridades el padrón que servirá de base al reparto de tierras. VII. De clasificar las tierras y re-cabar datos sobre su valor y sobre la producción media anual por hectárea en los diversos cultivos acostumbrados. VIII. De deslindar los diversos predios de acuerdo con los títulos y con las resoluciones que en cada caso les sean comunicadas. IX. De recabar datos sobre las materias primas y artículos necesarios para la vida que se produzcan en las diversas regiones y lugares que se visiten, así como de los demás recursos con que cuenta o pueda contar la región para su desarrollo. X. De aconsejar la mejor manera de acrecer en cada región la riqueza pública. Art. 7o. A fin de conocer la necesidad de tierras que haya entre los habitantes de los pueblos y fijar el número, extensión y valor de las parcelas y para proponer los medios conducentes al me-joramiento de las condiciones de vida de esos mismos pueblos, las subcomisiones informarán además: I. Sobre el importe del jornal. II. Sobre la nacionalidad de los diversos terratenientes, latifundistas de la región. III. Sobre el carácter de los habitan-tes. IV. Sobre las diversiones en que en general se aficionan. V. Sobre si está en ellos arraigado el vicio de la embriaguez o el del juego. VI. Sobre cuál es la raza indígena predominante. Vil.

Page 167: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

166

Textos Revolucionarios

Sobre cuáles son las enfermedades endémicas. VIII. Sobre el clima de la región. IX. Sobre la escasez o abundancia de brace-ros. X. Sobre los hacendados que se distinguen por el mal trato a los peones. XI. Sobre los principales cultivos a que se dedican los habitantes. XII. Sobre los productos naturales explotados. XIII. Sobre los productos naturales explotables. XIV. Sobre los medios de comunicación que se emplean para la extracción de los productos. XV. Sobre los medios de comunicación más eco-nómicos que se pudieran crear. XVI. Sobre si son navegables los ríos o son susceptibles de canalizarse, transformándolos en vías económicas de comunicación. XVII. Sobre los centros de consumo de los productos y la distancia a que se encuentran de ellos predios de la región que exploren. XVIII. Sobre cuá-les son los productos de exportación. XIX. Sobre la extensión aproximada de la tierra absolutamente estéril. XX. Sobre las tierras estériles que puedan hacerse fértiles por algún medio económico. XXI. Sobre las tierras fértiles que necesitan riego para ser abiertas al cultivo. XXII. Sobre los medios seguros y económicos de suministrar riego. XXIII. Sobre las tierras na-turalmente fértiles y que no requieren el riego para ser cultiva-das. Art. 8o. Estos informes serán enviados a la Oficina Central con el proyecto de fraccionamiento, si este es el caso, o bien al fin de cada trabajo en casos distintos. Art. 9o. Por intermedio de la Secretaría de Comunicaciones se gestionará con las compa-ñías ferrocarrileras la adquisición de pases generales o especia-les, según el caso, para los empleados de la Comisión Agraria. TRANSITORIO. Este Reglamento comenzará a surtir sus efectos a contar desde esta fecha.

Dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de Xalapa-Enrí-quez, a los 13 días del mes de octubre de 1914.

C. Aguilar M. Pérez Romero, Secretario General Interino.

Page 168: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

167

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto sobre tierras expedido en nombre del Jefe de la División del Sur5

El C. General Brigadier Héctor F. López, Jefe de las Operacio-nes de la División del Sur en los Distritos de Montes de Oca y Galeana, del Estado de Guerrero, y Salazar del de Michoacán, a sus habitantes sabed: Que en virtud de las facultades de que me hallo investido y por instrucciones del C. General en Jefe de la División del Sur, considerando que en la jurisdicción de mi mando no se han hecho efectivas las promesas de la Revo-lución, devolviendo a los indígenas las tierras de que han sido injustamente despojados, quitando los elementos de que pue-dan disponer los enemigos de la Revolución y no existiendo au-toridades ni procedimientos para ministrar pronta y cumplida justicia al pueblo oprimido, ni existiendo garantías suficientes para que se protejan los intereses y derechos del obrero y del jornalero, como se ha llevado a efecto en todos los lugares do-minados por la División del Sur, como es público y notorio, he tenido a bien acordar: I. Se establecen en todas las cabeceras de Distrito una oficina Interventora y otra de Reclamaciones, las que se sujetarán en todo a los decretos expedidos por el C. Ge-neral en Jefe de la División del Sur para el Estado de Michoacán y que se han hecho extensivos a los lugares de otros Estados ocupados por las fuerzas de la expresada División. II. Esta dis-5 Tomado de: Idem, p. 180.

Page 169: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

168

Textos Revolucionarios

posición empezará a regir desde la fecha en que sean fijados en los lugares públicos de costumbre los referidos decretos.

Dado en el Cuartel General de Coahuayutla de Guerrero, a los 28 (veintiocho) días del mes de febrero de 1915.

El general Brigadier, Héctor F. López. El jefe del Estado Mayor, Manuel López.

Page 170: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

169

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto sobre materia agraria6

El C. Coronel Emiliano G. Saravia (Jr.), Gobernador Provisional Interino del Estado Libre y Soberano de San Luis Potosí, a sus habitantes, sabed: Que al hacerme cargo del Gobierno de este Estado me propuse, por considerarlo de una obligación im-prescindible y por ser uno de los más altos ideales porque ha propugnado la actual Revolución, llevar a la práctica con toda brevedad y en la forma debida el reparto de terrenos, a cuyo fin he dictado algunas disposiciones y se hallan en estudio varios proyectos de ley tendientes a resolver el problema agrario y con objeto de que el estudio de tales leyes se haga de la mejor ma-nera posible, así como para que se empiece a dar cumplimiento al mencionado reparto de tierras, he creído conveniente esta-blecer una Oficina que con sujeción a lo que establece el pre-sente decreto, ejerza todas aquellas funciones encaminadas al mencionado propósito. Por tanto, he tenido a bien decretar lo siguiente:

Art. 1º. Entretanto se promulga la ley agraria que debe ser la base fundamental para el reparto de tierras y del fomento real y efectivo de la agricultura, se establece en esta Capital, con ju-risdicción en todo el territorio del Estado, una oficina técnica y administrativa dependiente del Ejecutivo, la cual se denomina-rá: “Dirección de Agricultura”, se compondrá de un Presidente, dos Vocales y un Secretario y se ocupará de todos los asuntos 6 Tomado de: Idem, p. 187.

Page 171: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

170

Textos Revolucionarios

relacionados con el problema agrario, así como de la adminis-tración de las fincas rústicas intervenidas por el Gobierno del mismo Estado. Art. 2o. Esta Dirección tendrá anexa una sección técnica compuesta del número de ingenieros necesarios y se ocuparán del estudio de las tierras en las distintas regiones del Estado, de la vigilancia de todas las obras para la captación de aguas y en general, de todo aquello relacionado con la agricul-tura, que tenga un carácter técnico. Art. 3o. El Ejecutivo fijará los sueldos y el número de empleados que sean necesarios para el funcionamiento de la Dirección General de Agricultura. Por tanto, mando se imprima, publique, circule a quienes corres-ponda.

Dado en el Palacio de Gobierno del Estado de San Luis Potosí, a 15 de abril de 1915.

Emiliano G. Saravia Jr. León Flores, Secretario.

Page 172: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

171

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Ley General Agraria (Villista)7

Francisco Villa, general en jefe de Operaciones del Ejército Convencionista, a los habitantes de la República hago saber:

Que en virtud de las facultades extraordinarias contenidas en el Decreto de 2 de febrero del presente año, expedido en la ciu-dad de Aguascalientes, y de las cuales estoy investido, y

Considerando: Que siendo la tierra en nuestro país la fuente, casi única de riqueza, la gran desigualdad en la distribución de la propiedad territorial ha producido la consecuencia de dejar a la gran mayoría de los mexicanos, a la clase jornalera, sujeta a la dependencia de la minoría de los terratenientes, dependen-cia que impide a aquella clase el libre ejercicio de sus derechos civiles y políticos.

Que la absorción de la propiedad raíz por un grupo reducido es un obstáculo constante para la elevación de los jornales en la justa relación con la de los artículos de primera necesidad, prolonga así la precaria situación económica de los jornaleros y los imposibilita para procurar su mejoramiento intelectual y moral;

Que la concentración de la tierra en manos de una escasa mino-ría es causa de que permanezcan incultas grandes extensiones 7 Tomado de: Gaceta Oficial (del gobierno convencionista provisional), t. I, No. 16, Chihuahua, junio 7 de 1915.

Page 173: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

172

Textos Revolucionarios

de terreno y de que, en la mayoría de éstas, sea el cultivo tan de-ficiente que la producción agrícola nacional no basta a menudo para satisfacer el consumo; y semejante estorbo a la explota-ción de los recursos naturales del país redunde en perjuicio de la mayoría del pueblo;

Que la preponderancia que llega a adquirir la clase propietaria en virtud de las causales anotadas y bajo el amparo de gobier-nos absolutistas favorece el desarrollo de abusos de todo géne-ro que obligan finalmente al pueblo a remediarnos por la fuer-za de las armas, haciéndose así imposible la evolución pacífica del país.

Que por estas consideraciones ha venido a ser una apremiante necesidad nacional el reducir las grandes propiedades territo-riales a límites justos, distribuyendo equitativamente las exce-dencias.

Que la satisfacción de esta necesidad ha sido una solemne pro-mesa de la Revolución; y por tanto, debe cumplirlas sin demora al Gobierno Provisional emanado de ella, conciliando en lo po-sible los derechos de todos;

Que una reforma social como la que importa la solución del problema agrario, que no sólo afecta a todo el país sino que trascenderá a las generaciones venideras, debe realizarse bajo un plan sólido y uniforme en sus bases generales, rigiéndose por una misma ley;

Que la Ley Federal no debe sin embargo contener más que los principios generales en los que se funda la Reforma Agraria de-jando que los estados, en uso de su soberanía, acomoden esas bases a sus necesidades locales; porque la variedad de los sue-los y de las condiciones agronómicas de cada región requieren diversas aplicaciones particulares de aquellas bases; porque las obras de reparto de tierras y de las demás que demanda el de-sarrollo de la agricultura serían de difícil y dilatada ejecución si dependieran de un centro para toda la extensión del territo-

Page 174: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

173

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

rio nacional; y porque las cargas consiguientes a la realización del reparto de tierras deben, en justicia, reportarlas los direc-tamente beneficiados y quedan mejor repartidas haciéndolas recaer sobre cada región beneficiada;

Que no obstante la consideración contenida en el párrafo ante-rior para exonerar a la Federación del supremo deber de cuidar que en todo el territorio nacional se realice cumplidamente la Reforma Agraria y de legislar en aquellas materias propias de su incumbencia, según los antecedentes jurídicos del país que complementan la reforma.

En tal virtud he tenido a bien expedir la siguiente:

Ley General Agraria:

Artículo 1º Se considera incompatible con la paz y la prospe-ridad de la República la existencia de las grandes propiedades territoriales. En consecuencia, los gobiernos de los estados, du-rante los tres primeros meses de expedida esta Ley, procederán a fijar la superficie máxima de tierra que, dentro de sus respec-tivos territorios, pueda ser poseída por un solo dueño; y nadie podrá en lo sucesivo seguir poseyendo ni adquirir tierras en ex-tensión mayor de la fijada, con la única excepción que consigna el artículo 18.

Artículo 2º Para hacer la fijación a que se refiere el artículo an-terior, el Gobierno de cada Estado toma en consideración la su-perficie de éste, la cantidad de agua para el riego, la densidad de su población, la calidad de sus tierras, las extensiones actual-mente cultivadas y todos los demás elementos que sirvan para determinar el límite más allá del cual lo gran propiedad llega a constituir una amenaza para la estabilidad de las instituciones y para el equilibrio social.

Artículo 3º Se declara de utilidad pública el fraccionamiento de las grandes propiedades territoriales en la porción excedente

Page 175: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

174

Textos Revolucionarios

del límite que se fije* conforme a los artículos anteriores. Los Gobiernos de los Estados expropiarán, mediante indemniza-ción, dicho excedente, en todo o en parte, según las necesida-des locales. Si sólo hicieren la expropiación parcial, el resto de la porción excedente deberá ser fraccionado por el mismo due-ño con arreglo a lo prescrito en el inciso IV Artículo 12 de esta Ley. Sí i este fraccionamiento no quedare concluido en el plazo de tres años, las tierras no fraccionadas continuarán sujetas a la expropiación decretada por la presente Ley.

Artículo 4º Se expropiarán también los terrenos circundantes de los pueblos indígenas en la extensión necesaria para repar-tirlos en pequeños lotes entre los habitantes de los mismos pueblos que estén en aptitud de adquirir aquéllos, según las disposiciones de las leyes locales.

Artículo 5º Se declara igualmente de utilidad pública la expro-piación de los terrenos necesarios para fundación de poblados en los lugares en que se hubiere congregado o llegare a con-gregarse permanentemente un número tal de familias de la-bradores, que sea conveniente, a juicio del gobierno local, la erección del pueblo; y para la ejecución de obras que interesan al desarrollo de la agricultura parcelaria y de las vías rurales de comunicación.

Artículo 6º Serán expropiadas las aguas de manantiales, presas y de cualquiera otra procedencia, en la cantidad que no pudiere aprovechar el dueño de la finca a que pertenezcan, siempre que esas aguas; pudieran ser aprovechadas en otra. Si el dueño de ellas no las utilizare, pudiendo hacerlo, se le señalará un térmi-no para que las aproveche, bajo la pena de que si no lo hiciere, quedarán dichas aguas sujetas a expropiación.

Artículo 7º La expropiación parcial de tierras comprenderá, proporcionalmente, los derechos reales anexos a los inmue-bles expropiados, y también la parte proporcional de muebles,

Page 176: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

175

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

aperos, máquinas y demás accesorios que se necesiten para el cultivo de la porción expropiada.

Artículo 8º Los Gobiernos de los Estados expedirán las leyes reglamentarias de la expropiación que autoriza la presente y quedará a su cargo el pago de las indemnizaciones correspon-dientes. El valor de los bienes expropiados, salvo en el caso de convenio con el propietario, será fijado por peritos nombrados uno por cada parte y un tercero para caso de discordia. Este será designado por los primeros peritos y si no se pusieran de acuerdo, por el juez local (de Primera Instancia. En todo caso en que sea necesario ocurrir al tercer perito, se fijará el valor defi-nitivo de los bienes expropiados, tomando la tercera parte de la suma de los valores asignados, respectivamente, por los tres valuadores.

Artículo 9º Si la finca en que se verifique la expropiación repor-tare hipotecas u otros gravámenes, la porción expropiada que-dará libre de ellos mediante el pago que se hará al acreedor o acreedores de la parte del crédito que afectare a dicha porción, proporcionalmente, y en la forma en que se haga el pago al due-ño. Si hubiere desacuerdo acerca de la proporcionalidad de la cancelación, será fijada por peritos. La oposición del deudor el pago se ventilará en juicio con el acreedor sin suspender la can-celación, depositándose el importe del crédito impugnado.

Artículo 10. Se autoriza a los Gobiernos de los Estados para crear deudas locales en la cantidad estrictamente indispensable para verificar las expropiaciones y sufragar los gastos de los fraccio-namientos a que se refiere esta Ley, previa aprobación de los proyectos respectivos por la Secretaría de Hacienda.

Artículo 11. Los Gobiernos de los Estados no podrán decretar la ocupación de las propiedades objeto de esta Ley, ni tomar po-sesión de los terrenos expropiados, sin que antes se hubiere pagado la indemnización correspondiente en la forma que dis-ponga la Ley local; pero podrán decretar las providencias con-

Page 177: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

176

Textos Revolucionarios

venientes para asegurar los muebles necesarios de que habla el Artículo 7o. Los dueños de las fincas que puedan considerarse comprendidos en esta Ley tendrán obligación de permitir la práctica de los reconocimientos periciales necesarios para los efectos de la misma Ley.

Artículo 12. Las tierras expropiadas en virtud de esta Ley se frac-cionarán inmediatamente en lotes que serán enajenados a los precios de costo además de gastos de apeo, deslinde y fraccio-namiento, más un aumento de diez por ciento que se reservará a la Federación para formar un fondo destinado a la creación del crédito agrícola del país.

Compete a los Estados dictar las leyes que deban regir los frac-cionamientos y las adjudicaciones de los lotes para acomodar unos y otras a las conveniencias locales; pero al hacerlo, no po-drán apartarse de las bases siguientes:

Las enajenaciones se harán siempre a título oneroso con los plazos y condiciones de pago más favorables para los adquiren-tes en relación con las obligaciones que pesen sobre el Estado a consecuencia de la deuda de que habla el Artículo 10.

No se enajenará a ninguna persona una porción de tierra ma-yor de la que garantice cultivar.

Las enajenaciones quedarán sin efecto si el adquirente dejare de cultivar sin causa justa durante dos años la totalidad de la tierra cultivable que se le hubiere adjudicado; y serán reducidas si dejare de cultivar toda la tierra laborable comprendida en la adjudicación.

La extensión de los lotes en que se divida un terreno expropia-do no excederá en ningún caso de la mitad del límite que se asigne a la gran propiedad en cumplimiento del Artículo lo. de esta Ley.

Page 178: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

177

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Los terrenos que se expropien conforme a lo dispuesto en el Artículo 4o. se fraccionarán precisamente en parcelas cuya ex-tensión no exceda de veinticinco hectáreas y se adjudicarán so-lamente a los vecinos de los pueblos.

En los terrenos que se fraccionen en parcelas se dejarán para el goce en común de los parcelarios los bosques, agostaderos y abrevaderos necesarios.

Artículo 13. Los terrenos contiguos a los pueblos que hubieren sido cercenados de éstos a título de demasías, excedencias o bajo cualquiera otra denominación y que habiendo sido des-lindados no hubieren salido del dominio del Gobierno Federal, serán fraccionados desde luego en la forma que indica el inciso V del artículo anterior.

Artículo 14. Los gobiernos de los estados modificarán las leyes locales sobre aparcería en el sentido de asegurar los derechos de los aparceros en el caso de que los propietarios abandonen el cultivo de las labores o de que aquellos transfieran sus dere-chos a un tercero. Los aparceros tendrán en todo caso el dere-cho de ser preferidos en la adjudicación de los terrenos que se fraccionen conforme a esta Ley o por los propietarios respecto de las parcelas que hubieren cultivado por más de un año.

Artículo 15. Se declaran de jurisdicción de los Estados las aguas fluviales de carácter no permanente que no formen parte de lí-mites con un país vecino o entre los Estados mismos.

Artículo 16. Los Gobiernos de los Estados, al expedir las leyes reglamentarias de la presente, decretarán un revalúo fiscal ex-traordinario de todas las fincas rústicas de sus respectivos te-rritorios y se tomará como base de los nuevos avalúos el valor comercial de las tierras, según su calidad, sin gravar las mejoras debidas al esfuerzo del labrador. Sólo quedarán exentos del im-puesto los predios cuyo valor resulte inferior a quinientos pe-sos oro mexicano.

Page 179: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

178

Textos Revolucionarios

Artículo 17. Los Gobiernos de los Estados expedirán leyes para constituir y proteger el patrimonio familiar sobre las bases de que éste sea inalienable, que no podrá gravarse ni estará sujeto a embargos. La transmisión de dicho patrimonio para herencia, se comprobará con la simple inscripción en el Registro Público de la Propiedad, del certificado de defunción del jefe de la fami-lia y de su testamento o en caso de intestado, de los certificados que acrediten el parentesco. Se considerará parte integrante del patrimonio familiar todo lote de veinticinco hectáreas o menos adquirido en virtud de los fraccionamientos que ordena esta Ley.

Artículo 18. El Gobierno Federal podrá autorizar la posesión ac-tual o adquisición posterior de tierras en cantidad mayor que la adoptada como límite, según el Artículo lo, en favor de empre-sas agrícolas que tengan por objeto el desarrollo de una región, siempre que tales empresas tengan carácter de mexicanas y que las tierras y aguas se destinen al fraccionamiento ulterior en un plazo que no exceda de seis años. Para conceder tales au-torizaciones se oirá al Gobierno del Estado al que pertenezcan las tierras de que se trate y a los particulares que manifiesten tener interés contrario a la autorización.

Artículo 19. La Federación expedirá las leyes sobre crédito agrí-cola, colonización y vías generales de comunicación y todas las demás complementarias del problema nacional agrario. Decre-tará también la exención del Decreto del Timbre a los títulos que acrediten la propiedad de las parcelas a que se refiere esta Ley.

Artículo 20. Serán nulas todas las operaciones de enajenación y de fraccionamiento que verifiquen los Estados contraviniendo las bases generales establecidas por esta Ley. Cuando la infrac-ción perjudicare a un particular, dicha nulidad será decretada

Page 180: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

179

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

por los tribunales federales en la vía procedente conforme a la Ley de Administración de Justicia del Orden Federal.

Dado en la ciudad de León, a los veinticuatro días del mes de mayo de 1915. Francisco Villa.

Al C. Lic. Francisco Escudero, Encargado del Departamento de Hacienda y Fomento. Chihuahua.

Page 181: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 182: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

181

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Ley Agraria (Zapatista)8

El Consejo Ejecutivo, en uso de las facultades de que se halla investido, a los habitantes de la República Mexicana, hace sa-ber:

CONSIDERANDO: que en el Plan de Ayala se encuentran con-densados los anhelos del pueblo levantado en armas, espe-cialmente en lo relativo a las reivindicaciones agrarias, razón íntima y finalidad suprema de la Revolución; por lo que es de precisa urgencia reglamentar debidamente los principios con-signados en dicho Plan, en forma tal que puedan desde luego llevarse a la práctica, como leyes generales de inmediata apli-cación.

CONSIDERANDO: que habiendo el pueblo manifestado de di-versas maneras su voluntad de destruir de raíz y para siempre el injusto monopolio de la tierra para realizar un estado social que garantice plenamente el derecho natural que todo hombre tiene sobre extensión de tierra necesaria a su propia subsisten-cia y a la de su familia, es un deber de las Autoridades Revolu-cionarias acatar esa voluntad popular expidiendo todas aque-llas leyes que, como la presente, satisfagan plenamente esas legítimas aspiraciones del pueblo.8 Tomado de John Womack, Jr., Zapata y la Revolución Mexicana, Siglo XXI, México, 1969, p. 398 403

Page 183: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

182

Textos Revolucionarios

CONSIDERANDO: que no pocas autoridades, lejos de cumplir con el sagrado deber de hacer obra revolucionaria que impone el ejercicio de cualquier cargo público en los tiempos presen-tes, dando con ello pruebas de no estar identificadas con la Re-volución, se rehúsan a secundar los pasos dados para obtener la emancipación económica y social del pueblo, haciendo causa común con los reaccionarios, terratenientes y demás explota-dores de las clases trabajadoras; por lo que se hace necesario, para definir actitudes, que el Gobierno declare terminante-mente que considerará como desafectos a la causa y les exigirá responsabilidades, a todas aquellas autoridades que, olvidando su carácter de órganos de la Revolución, no coadyuven eficaz-mente al triunfo de los ideales de la misma.

Por las consideraciones que anteceden, y en atención a que el Consejo Ejecutivo es la autoridad suprema de la Revolución, por no estar en funciones actualmente la Soberana Convención Revolucionaria, decreta:

ARTICULO lº— Se restituyen a las comunidades e individuos, los terrenos, montes y aguas de que fueron despojados, bastan-do que aquello posean los títulos legales de fecha anterior al año de 1856, para que entren inmediatamente en posesión de sus propiedades.

ARTICULO 2º — Los individuos o agrupaciones que se crean con derecho a las propiedades reivindicadas de que habla el artículo anterior, deberán aducirlo ante las comisiones desig-nadas por el Ministerio de Agricultura dentro del año siguien-te a la fecha de la reivindicación, y con sujeción al reglamento respectivo.

ARTICULO 3º— La Nación reconoce el derecho tradicional e histórico que tienen los pueblos, rancherías y comunidades de la República, a poseer y administrar sus terrenos de común re-partimiento, y sus ejidos, en la forma que juzguen conveniente.

Page 184: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

183

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

ARTICULO 4º.— La Nación reconoce el derecho indiscutible que asiste a todo mexicano para poseer y cultivar una exten-sión de terreno, cuyos productos le permitan cubrir sus nece-sidades y las de su familia; en consecuencia, y para el efecto de crear la pequeña propiedad, serán expropiadas por causa de utilidad pública y mediante la correspondiente indemnización, todas las tierras del país, con la sola excepción de los terrenos pertenecientes a los pueblos, rancherías y comunidades, y de aquellos predios que, por no exceder del máximun que fija esta ley, deben permanecer en poder de sus actuales propietarios.

ARTICULO 5º— Los propietarios que no sean enemigos de la Revolución, conservarán como terrenos no expropiables, por-ciones que no excedan de la superficie que, como máximo, fija el cuadro siguiente:

Hectáreas

Clima caliente, tierras de primera calidad y de riego ................ 100Clima caliente, tierras de primera calidad y de temporal .......... 140Clima caliente, tierras de segunda calidad y de riego ............... 120Clima caliente, tierras de segunda calidad y de temporal ......... 180Clima templado, tierras de primera calidad y de riego.............. 120Clima templado, tierras de primera calidad y de temporal ....... 160Clima templado, tierras pobres y de temporal .......................... 200Clima templado, tierras pobres y de riego ................................ 140Clima frío, tierras de primera calidad y de riego ....................... 140Clima frío, tierras de primera calidad y de temporal ................. 180Clima frío, tierras pobres y de riego ......................................... 180Clima frío, tierras pobres y de temporal ................................... 220Terrenos de pastos ricos .......................................................... 500Terrenos de pastos pobres ....................................................... 1000Terrenos de guayule ricos ....................................................... 300Terrenos de guayule pobres..................................................... 500Terrenos henequeneros .......................................................... 300En terrenos eriazos del Norte de la República, Coahuila, Chihuahua, Durango, Norte de Zacatecas y Norte de San Luis Potosí ........... 1500

Page 185: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

184

Textos Revolucionarios

ARTICULO 6º— Se declaran de propiedad nacional los predios rústicos de los enemigos de la Revolución.

Son enemigos de la Revolución, para los efectos de la presente Ley:

. Los individuos que, bajo el régimen de Porfirio Díaz, formaron parte del grupo de políticos y financieros que la opinión públi-ca designó con el nombre de “Partido Científico”.

. Los gobernadores y demás funcionarios de los Estados que, durante las administraciones de Porfirio Díaz y de Victoriano Huerta, adquirieron propiedades por medios fraudulentos o inmorales, abusando de su posición oficial, apelando a la vio-lencia o saqueando el tesoro público.

. Los políticos, empleados públicos y hombres de negocios que, sin haber pertenecido al “Partido Científico”, formaron fortu-nas, valiéndose de procedimientos delictuosos, o al amparo de concesiones notoriamente gravosas al país.

. Los autores y cómplices del cuartelazo de la Ciudadela.

. Los individuos que en la administración de Victoriano Huerta desempeñaron puestos públicos de carácter político.

. Los altos miembros del Clero que ayudaron al sostenimiento del usurpador Huerta, por medios financieros o de propaganda entre los fieles; y

. Los que directa o indirectamente ayudaron a los gobiernos dictatoriales de Díaz, de Huerta y demás gobiernos enemigos de la Revolución, en su lucha contra la misma.

Quedan incluidos en este inciso todos los que proporcionaron a dichos gobiernos, fondos o subsidios de guerra, sostuvieron o subvencionaron periódicos para combatir a la Revolución, hos-tilizaron o denunciaron a los sostenedores de la misma, hayan hecho obra de división entre los elementos revolucionarios, o

Page 186: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

185

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

de cualquiera otra manera hayan entrado en complicidad con los gobiernos que combatieron a la causa revolucionaria.

ARTICULO 7º.— Los terrenos que excedan de la extensión de que se hace mención en el artículo 5o, serán expropiados por causa de utilidad pública, mediante la debida indemnización, calculada conforme al censo fiscal de 1914, y en el tiempo y for-ma que el reglamento designe.

ARTICULO 8º— La Secretaría de Agricultura y Colonización nombrará comisiones que, en los diversos Estados de la Repú-blica y previas las informaciones del caso, califiquen quiénes son las personas que, conforme al artículo 6o, deben ser consi-deradas como enemigas de la Revolución, y sujetas por lo mis-mo, a la referida pena de confiscación, la cual se aplicará desde luego.

ARTICULO 9º— Las decisiones dictadas por las comisiones de que se han hecho mérito, quedan sujetas af falto definitivo que dicten los Tribunales especiales de tierras que conforme con lo dispuesto por el artículo 6o, del Plan de Ayala, deben instituir-se, y cuya organización será materia de otra ley.

ARTICULO 10º — La superficie total de tierras que se obtenga en virtud de la confiscación decretada contra los enemigos de la causa revolucionaria, y de la expropiación que debe hacerse de las fracciones de predios que excedan del máximo señalado en el artículo 5o, se dividirá en lotes que serán repartidos entre los mexicanos que lo soliciten, dándose la preferencia, en todo caso, a los campesinos. Cada lote tendrá una extensión tal que permita satisfacer las necesidades de una familia.

ARTICULO 11º— A los actuales aparceros o arrendatarios de pequeños predios se les adjudicarán éstos en propiedad, con absoluta preferencia a cualquier otro solicitante, siempre que esas propiedades no excedan de la extensión que cada lote debe tener conforme lo dispuesto por el artículo anterior.

Page 187: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

186

Textos Revolucionarios

ARTICULO 12º A efecto de fijar la superficie que deben tener los lotes expresados, la Secretaría de Agricultura y Coloniza-ción nombrará comisiones técnicas integradas por ingenieros, que localizarán y deslindarán debidamente dichos lotes, respe-tando en todo caso, los terrenos pertenecientes a los pueblos y aquellos que están exentos de expropiación conforme al artí-culo 5o.

ARTICULO 13º — Al efectuar sus trabajos de deslinde y fraccio-namiento, las expresadas comisiones decidirán acerca de las reclamaciones que ante ellas hagan ¡os pequeños propietarios que se consideren despojados en virtud de contratos usurarios, por abusos o complicidad de los caciques o por invasiones, o usurpaciones cometidas por los grandes terratenientes.

Las decisiones que por tal concepto se dicten, serán revisadas por los Tribunales especiales de tierras, que menciona el artí-culo 9o.

ARTICULO 14º— Los predios que el Gobierno ceda a comuni-dades o individuos, no son enajenables ni pueden gravarse en forma alguna, siendo nulos todos los contratos que tiendan a contrariar esta disposición.

ARTICULO 15º— Sólo por herencia legítima pueden transmi-tirse los derechos de propiedad de los terrenos fraccionados y cedidos por el Gobierno a los agricultores.

ARTICULO 16º. A efecto de que la ejecución de esta ley sea lo más rápido y adecuada, se concede al Ministerio de Agricultura y Colonización, la potestad exclusiva de implantar los princi-pios agrarios consignados en la misma, y de conocer y resolver en todos los asuntos del ramo, sin que esta disposición entrañe un ataque a la soberanía de los Estados pues únicamente se per-sigue la realización pronta de los ideales de la Revolución, en cuanto al mejoramiento de los agricultores desheredados de la República.

Page 188: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

187

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

ARTICULO 17º— La fundación, administración e inspección de colonias agrícolas, cualquiera que sea la naturaleza de éstas, así como el reclutamiento de colonos, es de la exclusiva competen-cia del Ministerio de Agricultura y Colonización.

ARTICULO 18º— El Ministerio de Agricultura y Colonización fundará una inspección técnica ejecutora de trabajos que se de-nominará: “Servicio Nacional de Irrigación y Construcciones”, que dependa del Ministerio citado.

ARTICULO 19º— Se declaran de propiedad nacional los mon-tes, y su inspección se hará por el Ministerio de Agricultura, en la forma en que la reglamente, y serán explotados por los pue-blos a cuya jurisdicción correspondan, empleando para ello el sistema comunal.

ARTICULO 20º— Se autoriza al Ministerio de Agricultura y Colonización, para establecer un banco agrícola mexicano de acuerdo con la reglamentación especial que forme el citado Mi-nisterio.

ARTICULO 21º— Es de la exclusiva competencia del Ministerio de Agricultura y Colonización, administrar la institución ban-caria de que habla el artículo anterior, de acuerdo con las bases administrativas que establezca el mismo Ministerio.

ARTICULO 22º— Para los efectos del artículo 20o, se autoriza al Ministerio de Agricultura y Colonización, para confiscar o nacionalizar las fincas urbanas, obras materiales de las fincas nacionales o expropiadas, o fábrica de cualquier género, inclu-yendo los muebles, maquinarias y todos los objetos que conten-gan, siempre que pertenezcan a los enemigos de la Revolución.

ARTICULO 23º— Se declaran insubsistentes todas las conce-siones otorgadas en contratos celebrados por la Secretaría de Fomento, que se relacionen con el ramo de Agricultura, .o por ésta, en el tiempo que existió, hasta el 31 de Diciembre de 1914, quedando al arbitrio del Ministerio de Agricultura y Coloniza-

Page 189: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

188

Textos Revolucionarios

ción, revalidar las que juzgue benéficas para el pueblo y el Go-bierno, después de revisión minuciosa y concienzuda.

ARTICULO 24º— Se autoriza al Ministerio de Agricultura y Co-lonización, para establecer en la República escuelas regionales agrícolas, forestales y estaciones experimentales.

ARTICULO 25º — Las personas a quienes se les adjudiquen lo-tes en virtud del reparto de tierras a que se refieren los artículos 10o, 1lo, y 12o de la presente ley, quedarán sujetas a las obliga-ciones y prohibiciones que consigna el artículo siguiente:

ARTICULO 26º — El propietario de un lote está obligado a culti-varlo debidamente, y si durante dos años consecutivos abando-nare ese cultivo sin causa justificada, será privado de su lote el cual se aplicará a quien lo solicite.

ARTICULO 27º— El 20% de importe de las propiedades nacio-nalizadas de que habla el artículo 22o., se destinará para el pago de indemnizaciones de las propiedades expropiadas tomando como base el censo fiscal del año 1914.

ARTICULO 28º — Los propietarios de dos o más lotes podrán unirse para formar Sociedades Cooperativas, con el objeto de explotar sus propiedades o vender en común los productos de éstas, pero sin que esas asociaciones puedan revestir la forma de sociedades por acciones, ni constituirse entre personas que no estén dedicadas directa o exclusivamente al cultivo de los lotes. Las sociedades que se formen en contravención de lo dis-puesto en este artículo, serán nulas de pleno derecho, y habrá acción popular para denunciarlas.

ARTICULO 29º— El Gobierno Federal expedirá leyes que regla-menten la constitución y funcionamiento de las referidas so-ciedades cooperativas.

Page 190: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

189

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

ARTICULO 30º— La Secretaría de Agricultura y Colonización expedirá todos los reglamentos que sean necesarios para la de-bida aplicación y ejecución de la presente ley.

ARTICULO 31º— El valor fiscal actualmente asignado a la pro-piedad, en nada perjudica las futuras evaluaciones que el fisco tendrá derecho a hacer como base para los impuestos, que §n lo sucesivo graven la propiedad.

ARTICULO 32º— Se declaran de propiedad nacional todas las aguas utilizables y utilizadas para cualquier uso, aún las que eran consideradas como de jurisdicción de los Estados, sin que haya lugar a indemnización de ninguna especie.

ARTICULO 33º— En todo aprovechamiento de aguas se dará siempre preferencia a las exigencias de la agricultura, y sólo cuando éstas estén satisfechas se aprovecharán en fuerzas u otros usos.

ARTICULO 34º— Es de la exclusiva competencia del Ministe-rio de Agricultura y Colonización, expedir reglamentos sobre el uso de las aguas.

ARTICULO 35º — De conformidad con el decreto de lo. de oc-tubre de 1914, se declaran de plena nulidad todos los contratos relativos a la enajenación de los bienes pertenecientes a los enemigos de la Revolución.

Artículos transitorios

Primero: Quedan obligadas todas las Autoridades Municipa-les de la República a cumplir y hacer cumplir, sin pérdida de tiempo y sin excusa ni pretexto alguno, las disposiciones de la presente Ley, debiendo poner desde luego a los pueblos e indi-viduos en posesión de las tierras y demás bienes que, confor-me a la misma Ley, les correspondan, sin perjuicio de que en su oportunidad las Comisiones Agrarias que designe el Ministe-

Page 191: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

190

Textos Revolucionarios

rio de Agricultura y Colonización hagan las rectificaciones que procedan, en la inteligencia de que las expresadas Autoridades que sean omisas o negligentes en el cumplimiento de su deber, serán consideradas como enemigas de la Revolución y castiga-das severamente.

Segundo: Se declara que la presente Ley forma parte de las fun-damentales de la República siendo, por lo tanto, su observancia general y quedando derogadas todas aquellas leyes constitui-das o secundarias que de cualquier manera se opongan a ella.

Dado en el salón de actos del Palacio Municipal, a los veintidós días del mes de octubre de mil novecientos quince.

Por lo tanto, mandamos que se publique, circule y se le dé su debido cumplimiento.

REFORMA, LIBERTAD, JUSTICIA Y LEY.

Cuernavaca, octubre 26 de 1915.9

Manuel Palafox, Ministro de Agricultura y Colonización.

Otilio E. Montaño, Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes.

Luis Zubiría y Campa, Ministro de Hacienda y Crédito Público.

Jenaro Amézcua, Oficial Mayor Encargado de la Secretaría de Guerra.

Miguel Mendoza L. Schwertfegert Ministro de Trabajo y de Justicia.

Estados Unidos Mexicanos. Consejo Ejecutivo.

9 Según Womack, hay aún copia mala de esta Ley, fechada equivocadamente el 28 de oc tubre de 1915.

Page 192: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

Reivindicaciones Obreras

Page 193: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 194: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

193

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto creando el descanso general obligatorio y la duración de la jornada10

Decreto del Gobernador del Estado de Aguascalientes relati-vo a la limitación del trabajo. Aguascalientes, agosto 10 de 1914. Gobernador del Estado. Chihuahua. Agradeceré dar publici-dad al decreto número 14 que he expedido en ésta declarando la limitación del trabajo en bien de la clase obrera. DECRETO NUMERO 14. Alberto Fuentes D., Gobernador Constituciona-lista y Comandante Militar del Estado de Aguascalientes, a sus habitantes, sabed: Que en atención al excesivo trabajo a que han sido obligados los empleados y obreros de las haciendas, fábricas y negociaciones mercantiles, considerando de justi-cia limitar los días y horas de trabajo para dichos empleados y operarios, teniendo en cuenta por otra parte el alcance de las energías del individuo y apoyado en el principio de moralidad y equidad social, encontrando en la organización del trabajo un recurso para conseguir nuestra regeneración nacional, he teni-do a bien decretar: lo. Todos los encargados de haciendas, fá-bricas, talleres y negociaciones mercantiles deberán conceder a la semana un día de descanso a los empleados que de ellos de-pendan; para los efectos consiguientes se entenderá que el día consta de veinte y cuatro horas. 2o. Los propietarios que perso-nalmente se encarguen de la administración de sus negocios 10 Tomado de: Fuentes para la Historia de la Revolución Mexicana. /. Planes Políti-cos... Op. Cit., p. 168 169.

Page 195: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

194

Textos Revolucionarios

comprendiéndose entre éstos especialmente los comerciantes en pequeño, cerrarán sus establecimientos un día de la sema-na. 3o. El máximo de tiempo que se señale a cada empleado será de nueve horas diarias. 4o. Las nueve horas de trabajo señala-das no deberán ser consecutivas. 5o. Aquellos establecimientos y talleres que, para beneficio del público, no deben interrumpir sus labores a ninguna hora del día ocuparán los empleados su-ficientes para que se turnen convenientemente y ninguno de ellos trabaje más de los días y horas estipuladas en el presente decreto, mientras quedan incluidos dentro de este decreto los servicios domésticos. 6o. Quedan exceptuados de este decreto los vendedores ambulantes y cocheros. 7o. La limitación del tra-bajo no será en ningún caso objeto de disminución de salario. Este decreto comenzará a regir desde el día de su publicidad.

Constitución y Reformas.

Dado en el Palacio de Gobierno del Estado, a los 8 días del mes de agosto de 1914.

El Gobernador y Comandante Militar, Alberto Fuentes D. El Secretario de Gobierno, David G. Berlanga. Salúdolo afectuosa-

mente. El Gobernador y C.M., A. Fuentes D.

Page 196: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

195

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto sobre el salario mínimo del General Eulalio Gutiérrez11

Eulalio Gutiérrez, general de Brigada del Ejército Constitu-cionalista, Gobernador y Comandante Militar del Estado de San Luis Potosí, en uso de las facultades de que se halla inves-tido, decreta lo siguiente: LEY SOBRE SUELDOS DE PEONES. Art. 1o. El tipo mínimo del salario para el trabajador en el Esta-do de San Luis Potosí, a contar del día 16 de los corrientes, será de $0.75 (setenta y cinco centavos) diarios y el tiempo máximo de trabajo será de nueve horas diarias. En las minas el salario mínimo será de $1.25 (un peso veinte y cinco centavos) diarios. En los lugares o en las negociaciones o industrias en que se ha-yan estado pagando salarios mayores que el mínimo que ahora se fija no podrán disminuir aquéllos. Art. 2o. En las fincas de campo no se le cobrará al trabajador el agua ni la leña que hu-biere menester para su gasto doméstico y se le proporcionará gratuitamente casa habitación que reúna las mejores condicio-nes posibles de higiene y comodidad. Art. 3o. El salario que de-vengue el trabajador le será cubierto precisamente en moneda de circulación legal y sin descuento alguno, semanariamente. Art. 4o. El comercio es libre en el Estado. Quedan prohibidas en absoluto las tiendas de raya. Las que existen en las Haciendas, empresas industriales, ranchos, etc., sólo podrán continuar como establecimientos ordinarios, sin que se obligue a los peo-11 Tomado de: Idem, p. 188-190.

Page 197: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

196

Textos Revolucionarios

nes a comprar en ellas o recibir mercancías a cuenta de pagos o jornales. Se prohíbe que los hacendados o patrones favorezcan directa o indirectamente a algún comerciante en perjuicio de los demás. El dueño o encargado de todo rancho, hacienda o empresa industrial, de acuerdo con una comisión o delegación del Ayuntamiento respectivo, designará un sitio a propósito que se destinará a mercado plaza de comercio, haciendo, de co-mún acuerdo también, la distribución equitativa de lotes entre aquellos comerciantes que los soliciten y quienes no pagarán otros impuestos que los determinados expresamente por las le-yes. La plaza de comercio no tendrá menos de cien metros por lado. Art. 5o. Los trabajadores de las fincas de campo pueden tener en ellas, sin pagar arrendamiento por concepto de pas-tos, aguas, etc., aparte de los animales domésticos de cualquier clase necesarios para su uso personal y el de su familia, has-ta cinco animales de ganado mayor y diez de menor. Respecto del exceso pagarán cuotas, previa autorización de la autoridad política, pagándoles entretanto la mitad de las acostumbradas. Art. 6o. En lo sucesivo las deudas contraídas por los trabajado-res de campo prescribirán de oficio en el término de un año, contándose éste, para cada préstamo o cargo en cuenta desde la fecha del mismo préstamo o cargo, aun cuando el trabajador se le lleve cuenta corriente. Art. 7o. Queda absolutamente pro-hibido poner cualquier género de trabas que de alguna mane-ra dificulten al obrero o trabajador que en todo tiempo pueda cambiar de residencia o simplemente ir a otra parte en busca o aceptación de trabajo. Art. 8o. No procede contra los obreros y trabajadores la providencia de arraigo por asuntos civiles. Art. 9o. No son susceptibles de embargo los salarios. Tampoco lo es el que a los trabajadores corresponda en los contratos a partido o de aparcería o a destajo. Art. 10o. El hacendado que diere tierras a partido, proporcionando al trabajador los útiles de labranza necesarios, inclusive las yuntas y semillas, cuando las tierras sean de temporal y estén abiertas, no podrán percibir más del veinte y cinco por ciento de la cosecha. Si las tierras fueren de riego y estuvieren abiertas y el hacendado propor-

Page 198: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

197

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

cionare los elementos necesarios para el trabajo, la parte que le corresponderá no podrá ser mayor del cincuenta por ciento de la cosecha. En ambos casos se entenderá que ésta será recibida a la orilla de las mismas labores y su conducción y transporte, adonde convenga a los interesados, será por cuenta de ellos. Art. 11o.

(Fracción A). Los anticipos que el hacendado haga al trabajador para el sostenimiento de su familia o pago de jornal, hasta le-vantar su cosecha, será en dinero efectivo y se devolverán al re-cogerse ésta, bien sea que el trabajador venda lo que le corres-ponde o pague su adeudo al hacendado o que a éste le convenga tomar semillas o lo que tenga el trabajador, siempre que sea el precio de la plaza más cercana y con deducción solamente de los fletes que reporten. Art. 11o. (fracción B). Se considera deuda de peón, redimible en las condiciones que establece la fracción anterior, hasta la cantidad de $50.00 (cincuenta pesos) anua-les, considerando lo que exceda de esa cantidad como deuda civil sujeta a las leyes vigentes. Art. 12o. El gobierno establecerá en esta ciudad una oficina que se denominará “Departamen-to del Trabajo”, que estará a cargo de un Director con el núme-ro de empleados competentes, y la cual conocerá de todos los asuntos relativos al trabajo. Procurará el mejoramiento de la clase obrera y muy especialmente, que esta ley se haga efectiva e investigará la oferta y demanda de trabajo, a fin de que los trabajadores puedan fácilmente encontrar trabajo y mejorar su situación. El mismo “Departamento de Trabajo” procurará que las empresas críen, en relación a su capital y utilidades, fondos que tengan por objeto obras de beneficencia en favor de sus propios trabajadores. TRANSITORIOS. Art. 1o. Los beneficios de esta ley no son renunciables en ningún caso. Art. 2o. Se concede acción popular para la denuncia de las infracciones a la mis-ma. Art. 3o. Todas las quejas relativas a sus transgresiones serán por conducto de las autoridades políticas inmediatas, para que éstas las hagan llegar a conocimiento del Ejecutivo. Art. 4o. Es facultad del Ejecutivo imponer las multas que a su juicio crea

Page 199: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

198

Textos Revolucionarios

pertinentes a los infractores de esta ley. Art. 5o. Habiendo sido hasta hora exclusivamente bajos los salarios, deben estimarse como un complemento de ellos los anticipos, préstamos o car-gos en general, hechos a los trabajadores por los hacendados o patrones y, por lo tanto, se declaran pagados por los peones o trabajadores del campo todas las cuentas que con tal moti-vo se hayan llevado y que tengan saldo en su contra. Por tanto, mando se cumpla y ejecute el presente decreto y que todas las autoridades lo hagan cumplir y guardar y, al efecto, se imprima, publique y circule a quienes corresponda.

Dado en el Palacio de Gobierno del Estado de San Luis Potosí, a los 15 días del mes de septiembre de 1914.

Eulalio Gutiérrez. León Flores, Oficial Mayor.

Page 200: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

199

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto sobre el salario mínimo del General Fidel Ávila12

El general Fidel Ávila, Gobernador del Estado Libre y Sobera-no de Chihuahua, a los habitantes del mismo hago saber: Que en uso de las facultades extraordinarias que me ha conferido la Soberana Convención Constitucionalista y Considerando: Que todo Gobierno tiene el deber imperioso de procurar el afianza-miento de la paz pública y el mejoramiento social y económico de las clases trabajadoras; Que esa obligación crece de pronto respecto a los gobiernos de elección popular, porque sin la li-bertad económica es imposible la libertad política y sin ésta no puede existir la verdadera democracia, como no existe en donde el pauperismo, por la mezquindad de los salarios ape-nas puede cubrir las más apremiantes necesidades de la vida, sin tiempo siquiera para dedicarse al ejercicio de los deberes cívicos; Que en México, desde el advenimiento del Gobierno colonial, los campesinos han llevado la vida más precaria bajo la férula de los encomenderos, clase que engendra el feudalis-mo actual de los hacendados, en cuyos dominios los labradores pobres han sido hasta hoy verdaderos siervos de la gleba, sin otros derechos que las graciosas concesiones de sus señores, ni otra voluntad que los avaros caprichos de aquellos déspotas; Que este vicioso sistema, contrario a la justicia, a la dignidad 12 Tomado de: Idem, p. 177-179.

Page 201: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

200

Textos Revolucionarios

humana y al progreso de los pueblos, ha mantenido a la Repú-blica en constante estado de rebelión, estancando sus riquezas, impidiendo su desarrollo intelectual y moral y exponiéndonos con frecuencia a la pérdida de nuestra autonomía; Que los ha-cendados, salvo raras excepciones, en alianza criminal con los gobiernos despóticos del país, han mantenido sistemáticamen-te en la ignorancia a la población rural para explotarla mejor bajo aquel ruinoso sistema, sin preocuparse jamás por implan-tar los modernos cultivos que, aumentando la producción, ten-drían como consecuencia para el pueblo su emancipación de la miseria. Por lo expuesto y mientras tanto la Legislatura que se elija constitucionalmente reglamenta el Art. 5o. de la Constitu-ción General, he tenido a bien expedir el siguiente:

DECRETO: Art. 1o. Ningún jornalero o empleado mayor de diez y ocho años disfrutará en el Estado una remuneración inferior a un peso diario, cualquiera que sea el trabajo a que se dedi-que. Art. 2o. El jornal de los menores de diez y ocho años será cuando menos de cincuenta centavos al día. Art. 3o. No quedan comprendidos en las disposiciones de los artículos anteriores que preceden los domésticos, los aprendices, ni los meritorios, quienes podrán prestar sus servicios sujetándose libremente a los pactos que celebren con sus principales o maestros. Art. 4o. Ningún particular o compañía podrá detener el pago de sus empleados, peones o contratistas bajo ningún pretexto, y en caso de duda sobre la liquidación respectiva, resolverá en justicia y en audiencia verbal la primera autoridad política del lugar, haciendo un examen minucioso de las alegaciones de las partes y de las constancias o pruebas que éstas presenten. Art. 5o. En caso de inconformidad sobre la resolución dictada de acuerdo con el artículo anterior, ocurrirán las partes al Juez de Primera Instancia de las cabeceras de Distrito o al Menor de las municipalidades, quienes resolverán en definitiva y en vista del informe que rendirá la respectiva autoridad política. Esta resolución se pronunciará dentro de las veinte y cuatro horas, previa audiencia verbal, y sin más recurso que el de responsa-

Page 202: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

201

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

bilidad, que se exigirá por el Ejecutivo del Estado a virtud de queja de la parte agraviada. Art. 6o. No podrán ser despedidos del servicio los empleados y peones a que se refiere el artículo anterior, ni los domésticos, sino en los términos prescritos por los artículos relativos de los códigos Civil y de Comercio, y en todo caso se liquidarán los sueldos o jornales en el acto de la separación. Art. 7o. Cuanto a los encargados de las obras o de destajo a precio alzado se observarán las prevenciones anterio-res por lo que hace a pagos parciales o al total, sin perjuicio de las reclamaciones procedentes según los términos de sus con-tratos, lo que, en todo caso, se otorgarán por escrito recogiendo un ejemplar cada parte para su resguardo, y otro tanto se hará con las liquidaciones parciales o absolutas. Art. 8o. Queda ab-solutamente prohibido forzar directa ni indirectamente a los contratistas, empleados y trabajadores o recibir total o parcial-mente sus sueldos o jornales en efectos o mercancías. Art. 9o. Los artículos que se vendan a los trabajadores en las fincas de campo, minas y factorías, éstos no tendrán más recargo que un diez por ciento sobre su costo, según facturas, agregando el fle-te al lugar de consumo. Art. 10o. Toda persona que violare las disposiciones de este decreto, ya sea pagando a sus empleados o sirvientes menor jornal que el aquí estipulado o forzándolos a recibir mercancías o vendiéndoles éstas a un precio mayor del fijado en el artículo que precede, sufrirá una multa de diez a cien pesos por la primera infracción y doble pena en caso de reincidencia. En defecto de la multa se aplicará el arresto co-rrespondiente, que no bajará de diez días ni excederá de trein-ta. Art. 11o. Las autoridades políticas respectivas vigilarán, bajo su más estrecha responsabilidad, el cumplimiento de estos preceptos y, en su caso, aplicarán las penas correspondientes; pero no podrán hacerlas efectivas sin la revisión previa del Eje-cutivo, que oirá sumariamente a los interesados. Art. 12o. Las autoridades a que se refiere este decreto que queden convictas de negligencia, cohecho o parcialidad serán destituidas de su empleo y castigadas con arresto de dos a seis meses por la au-toridad judicial respectiva y previa consignación del Ejecutivo,

Page 203: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

202

Textos Revolucionarios

atentas las circunstancias del delito, siendo además responsa-bles de los delitos que causaren. Por tanto, mando se imprima, publique, circule y se le dé el debido cumplimiento.

Es dado en el Palacio del Poder Ejecutivo, en Chihuahua, a los 9 días del mes de enero de 1915.

El General Fidel Ávila. El Secretario de Gobierno, Silvestre Terrazas.

Page 204: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

203

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto del General Obregón sobre el salario mínimo13

Venustiano Carranza, Primer Jefe del Ejército Constitucionalis-ta, Encargado del Poder Ejecutivo de la Unión, a los habitantes de ella y a cuantos el presente vieren, hago saber: Que en uso de las amplias facultades de que estoy investido, conforme al artículo 2 del decreto de 12 de diciembre de 1914; y teniendo en consideración: Que, para hacer más intensa y fructuosa la cam-paña que en defensa del principio de legalidad y de los ideales nacionales encarnados en la Revolución Constitucionalista, está haciendo el señor general Álvaro Obregón en el interior de la República, fue ampliamente autorizado por esta Prime-ra Jefatura no solamente para dictar las medidas relacionadas directamente con las operaciones militares que tiene a su car-go, sino también para expedir las demás que tuvieren por fin el bienestar y mejoramiento de las clases sociales en general y es-pecialmente el de las clases menesterosas, a quienes es debido hacer llegar desde luego los beneficios de la Revolución; Que en virtud de esta autorización, el señor general Obregón expi-dió en Celaya, con fecha 9 del corriente mes de abril, un decreto relativo al tipo de jornal mínimo y a algunas relaciones entre patrones y obreros; Que examinando este decreto, se ha visto desde luego que responde a las necesidades del momento,, las cuales llena de manera satisfactoria; y Que, si bien esta Primera 13 Tomado de: Idem, p. 181-182.

Page 205: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

204

Textos Revolucionarios

Jefatura tiene en estudio una ley general sobre regulación del contrato de trabajo, en la que se establecen reglas sobre la jor-nada máxima de los trabajadores y sobre el salario mínimo que deben percibir, esa ley no se ha expedido todavía, por lo que el decreto de referencia expedido por el señor general Obregón suple desde luego la falta de una ley especial de carácter gene-ral y puede regir la materia hasta la expedición de esa ley: He tenido a bien expedir el siguiente:

DECRETO

Artículo 1o. Se confirma en todas sus partes, declarando que es perfectamente obligatorio el decreto expedido por el señor Ál-varo Obregón en Celaya, el día 9 del corriente mes de abril, cuyo tenor es siguiente:

ALVARO OBREGON, General en Jefe del Ejército de Operacio-nes, en nombre de la Revolución y autorizado por el C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, don Venustiano Carranza, a los habitantes del Estado hago saber: 1o. Que, desde hoy, el sala-rio mínimo en efectivo de los jornaleros deberá ser de setenta y cinco centavos cada día, aumentando la ración de cereales que actualmente se les tiene asignada en un veinticinco por cien-to. 2o. En este aumento de sueldo deben quedar comprendidos proporcionalmente los que hoy disfrutan los mozos, cocineros, lavanderos y demás domésticos, cualesquiera que sea su carác-ter o denominación. 3o. Este aumento de jornal no autoriza a los patrones para aumentar las horas de trabajo, de destajos o tareas. 4o. En esta disposición están comprendidos los Estados de Michoacán, Querétaro, Hidalgo y Guanajuato, que están controlados por este Ejército de Operaciones. 5o. Respecto a los jornaleros en las demás entidades federativas que aún están en poder de la reacción, se irán dictando las mismas disposi-ciones, en proporción con las ya establecidas, tan pronto como sean controladas. 6o. Al ser violadas estas disposiciones, el tra-bajador deberá presentar su queja a la autoridad constitucio-nalista correspondiente, quien ordenará el reintegro inmediato de la cantidad que se le haya dejado de pagar, más lo correspon-

Page 206: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

205

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

diente al tiempo que haya empleado en sus gestiones, fijando la misma autoridad el castigo debido.

Constitución y Reformas.

Dado en el Cuartel General, en Celaya, Gto., a 9 de abril de 1915.

El General en Jefe, Álvaro Obregón.

Artículo 2o. El decreto confirmado subsistirá hasta que se expi-da la ley general sobre el contrato de trabajo que ha de regir en toda la República. Publíquese para su conocimiento.

Dado en H. Veracruz, Ver., el 26 de abril de 1915.

V. Carranza. Rúbrica.

Page 207: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 208: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

Disposiciones de interés Nacional y social

Page 209: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

208

Textos Revolucionarios

Page 210: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

209

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto sobre terrenos petrolíferos14

DECRETO expedido por el Gobernador y Comandante Militar del Estado de Veracruz, general Cándido Aguilar. CANDIDO AGUILAR, Gobernador y Comandante Militar del Estado de Ve-racruz-Llave, a sus habitantes, sabed:

Número 3

Considerando, 1o. Que la mayor parte de los terrenos petrolífe-ros pertenecientes al territorio de este Estado ha sido vendida o dada en arrendamiento en forma desastrosa para los dueños, aportando beneficios enormes solamente a los arrendatarios, abogados, litigantes, ingenieros y notarios que han intervenido en estos contratos, muchos de ellos verdaderamente leoninos. Considerando, 2o. Que casi en su totalidad todos esos terrenos explotados por compañías extranjeras que no se resignan a su-frir en sus intereses, cuando la Patria mexicana atraviesa por etapas dolorosas, sin tomar en consideración que ya que nues-tro pródigo suelo se presta para que los especuladores impro-visen fortunas fabulosas, justo es que cuando el país pasa por períodos de crisis los extranjeros deben soportar los mismos perjuicios que los nacionales. Considerando, 3o. Que nuestra lucha actual ha puesto de manifiesto la amenaza para la Nación 14 Tomado de: Idem. p. 166 167.

Page 211: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

210

Textos Revolucionarios

que viene a constituir el predominio de los capitales extranje-ros en determinada zona, al grado de solicitar sus poseedores el apoyo de fuerzas armadas extrañas, dizque para venir a defen-der intereses que más de una vez, si bien representan grandes sumas en manos de los actuales propietarios, lo que el vende-dor mexicano recibió por ellos es verdaderamente insignifi-cante. Considerando, por último, Que todo progreso nacional debe tener la imprescindible condición de ser benéfico para los nativos y jamás peligroso para nuestra integridad, he tenido a bien, mientras las circunstancias permiten la expedición de le-yes propias para salvaguardar los intereses del país, decretar lo que sigue:

Art. 1o.: Para todo contrato de arrendamiento, enajenación, ce-sión, hipoteca u otro gravamen cualquiera sobre terrenos en los cantones de Ozuluama, Tuxpan, Tantoyuca, Chicontepec, Misantla y Minatitlán, los contratantes se servirán recabar de este Superior Gobierno la autorización respectiva. Art. 2o. Sin la autorización a que se refiere el artículo anterior, no podrá ser válido ninguno de los actos que comprometan a los expresa-dos terrenos, ni tampoco podrán ser registrados los contratos que con ellos se relacionen. Art. 3o.: Los que burlando las pre-sentes disposiciones hicieren algún contrato clandestino serán castigados con la decomisación de los terrenos que trataren de comprometer.

Dado en el Palacio de Tuxpan, a los 3 días del mes de agosto de 1914.

El Gobernador y Comandante Militar del Estado, General Cándido Aguilar. El Secretario General de Gobierno, General Heriberto Jara.

Page 212: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

211

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Decreto sobre patrimonio familiar15

El C. Coronel Emiliano G. Saravia Jr., Gobernador Provisional del Estado Libre y Soberano de San Luis Potosí, a sus habitan-tes, sabed: CONSIDERANDO: Para comenzar a cumplir con una de las promesas de la Revolución y a fin de que los habitantes del Estado vean palpablemente el fruto de los esfuerzos em-prendidos y de los derechos conquistados y ya que el Gobierno local ha entrado en propiedad y posesión de los terrenos de la hacienda de la Tenería, teniendo concertada la indemnización correspondiente a la compañía anterior propietaria de tal finca, he acordado se haga la distribución de esas tierras entre el ma-yor número posible de ciudadanos en la proporción más justa y conforme a las disposiciones que he creído del caso. Por tanto, he tenido a bien decretar lo siguiente:

Art. 1o. Procédase al fraccionamiento y adjudicación, a la mayor brevedad posible, de los terrenos de la hacienda llamada “La Tenería”, en el municipio de esta capital. En el concepto de que las tierras que van a fraccionarse y adjudicarse son aquellas no comprendidas en la jurisdicción de la presa de San José.

Art. 2o. Una vez hecho y aprobado por el Gobierno el plano de fraccionamiento, amojonados y numerados los lotes, se publi-carán avisos para que los ciudadanos puedan hacer, a la Secre-15 Tomado de: Idem, p. 183-186.

Page 213: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

212

Textos Revolucionarios

taría de Gobierno, las correspondientes solicitudes de compra-venta, con vista de los terrenos ya marcados y del precio, forma de pago, plazos, réditos y demás condiciones que en los avisos se fijen.

Art. 3o. Las solicitudes deberán contener con toda claridad lo siguiente:

El nombre, apellido y edad del solicitante, su estado civil, do-micilio y profesión; expresión de si es originario del Estado o solamente vecino de él y en este caso desde cuándo; el número de personas que se hallan bajo su dependencia, diciendo por qué lo están los mayores de edad, si los hubiere.

Si posee elementos propios para ejercer la agricultura o si ca-rece de ellos y, en este caso, la forma en que pretende propor-cionárselos. Si solicita el auxilio del Gobierno manifestará la cuantía o clase de ayuda que desee y las garantías que ofrezca para el pago de ellas. III. El número de hectáreas, dentro del tér-mino que esta Ley fija, que desee obtener para formar su par-cela y la clase de cultivo a que piensa dedicarla, expresando si conoce o no tales labores. IV. Si hubiere prestado servicios a la Revolución, un extracto de ellos y la fecha en que empezó a ser-vir en armas si fuere militar, o la clase de funciones públicas que hubiere desempeñado. V. Los nombres y demás generales de dos personas conocidas y solventes que en la misma solici-tud declaren, bajo protesta de decir verdad, ser cierto y constar-les lo expresado por el solicitante, así como que éste carece de otras tierras y que abonen su conducta, comprometiéndose a poner en conocimiento del Gobierno o de la Dirección Agraria, cuando se establezca, cualquier infracción en que el interesado incurriere respecto a lo pactado, en caso de que obtenga la ad-judicación de una parcela. Si el Gobierno o la Dirección Agraria lo estima conveniente, puede hacer ratificar las firmas y decla-raciones de las personas que abonen al solicitante.

Page 214: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

213

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Art. 4o. Todo ciudadano tiene derecho a que se le adjudique, conforme a los prevenido en esta ley y Reglamento respectivo que se expedirá, una parcela de tierra no mayor de tres a cinco hectáreas, según la calidad del terreno, contrayendo la obliga-ción de cultivarla asidua y debidamente y pagarla en abonos, de tal manera cómodos que no impidan atender las necesidades de la familia y sin que el rédito de la parte insoluta pase de un cinco por ciento ni se capitalicen los réditos vencidos.

Art. 5o. La parcela, con sus servidumbres y bienes a ella ligados, constituirá un patrimonio familiar indivisible, inalienable y no podrá ser el objeto de hipoteca, censo ni obligación alguna, ni de embargo, ocupación, lanzamiento ni expropiación de nin-guna clase, aún de parte de la autoridad judicial, con excepción de los frutos, que estarán afectos solamente al pago de abonos hasta la completa satisfacción del precio y después al pago de las contribuciones en su pago y tiempo. Gozará de todas las ga-rantías que a la propiedad conceden las leyes y estará ampa-rada y sujeta a las disposiciones de la ley que sobre creación y protección del Patrimonio Familiar se expedirá oportunamen-te. Se tramitará solamente en caso de muerte u otros que expre-samente determine la mencionada ley y sin más solemnidades que las que ella disponga, en favor de los parientes y personas que señale la misma:

Art. 6o. Los lotes o parcelas se adjudicarán sin otra preferencia ni condición que las que se expresan en seguida. I. Al que fuere nativo del Estado se le preferirá y especialmente si está domici-liado en el barrio de Tequisquiapan, sobre el que solo fuere ve-cino del Estado, y a éste sobre el que residiere fuera del mismo. II. Al que tuviere familia se le preferirá sobre el que tuviere me-nos y éste sobre el que no tuviere ninguna o fuere soltero. III. En igualdad de circunstancias se preferirá al que hubiere prestado su contingente a la Revolución, según su antigüedad, a partir del 20 de noviembre de 1910, y su constancia en el servicio mi-

Page 215: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

214

Textos Revolucionarios

litar, cualquiera que fuere el grado que tuviera. En caso de duda sobre estos puntos se decidirá por la suerte.

Art. 7o. El valor o precio de la hectárea no podrá pasar de $400.00, cuatrocientos pesos si fuere de tierra de la mejor cali-dad y será pagado en abonos que no excederán anualmente de la cuarta parte, ni bajarán de la quinta de los productos que ob-tuviere, a cuyo efecto deberán cultivarse las parcelas constante y activamente a satisfacción del Gobierno o de la Dirección de Agricultura, que inspeccionarán periódicamente los cultivos.

Art. 8o. Los títulos justificativos de la adjudicación y propiedad de las parcelas serán autorizados por el Ejecutivo del Estado y contendrán todas las declaraciones, condiciones y obligaciones que deben constar en toda escritura de compraventa, tanto res-pecto de una como de otra de las partes y, además, contendrá la prohibición de enajenar o gravar la parcela y expresión de que sólo se podrá trasmitir por herencia en los términos que dis-ponga la Ley sobre Patrimonio de Familia. Constará igualmen-te la obligación que adquiere el comprador de cultivar constan-temente su tierra, so pena de perderla con los abonos hechos a cuenta del precio, si suspendiere la labranza por dos años dentro del término*en que deba hacer el pago. Estos títulos se registrarán y expedirán por cuenta del Gobierno y una vez en poder de los respectivos propietarios no será menester que se les dé posesión especial de los terrenos adquiridos, que podrán ocupar desde luego de por sí o por persona de su confianza.

Art. 9o. Los adjudicatarios adquieren la obligación de plantar árboles en número y distancia convenientes, atendiendo a su riego, poda y cuidado y reponiéndolos en caso necesario. Tam-bién quedan obligados a auxiliarse mutuamente los parcelarios para la extirpación de los parásitos y demás plagas, así como a procurar la conservación en buen estado de los caminos, calza-das y zanjas de la colonia.

Page 216: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

215

Disposiciones Revolucionarias 1913-1917

Art. 10o. La Oficina encargada del Abastecimiento de Aguas mi-nistrará periódicamente a los parcelarios la cantidad de ellas que necesitaren para sus cultivos y a un precio no mayor de la mitad de aquel a que se proporcionen al público. Gozarán de esta franquicia por un tiempo igual al en que debe cubrirse el precio de los terrenos. Por tanto, mando se cumpla y ejecute el presente decreto y que todas las autoridades lo hagan cumplir y guardar y al efecto se imprima, publique y circule a quienes corresponda.

Dado en el Palacio de Gobierno del Estado de San Luis Potosí, a 15 de abril de 1915.

Emiliano G. Saravia Jr. León Flores, Oficial Mayor.

Page 217: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 218: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 219: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 220: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

La Toma de Zacatecas 1914:Felipe Ángeles

Page 221: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 222: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

221

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Índice

• Síntesis Biográfica del general Felipe Ángeles

• La Toma de Zacatecas

Page 223: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 224: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

223

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Síntesis Biográfica del general Felipe Ángeles1

Fue Felipe Ángeles uno de los más destacados militares de la Revolución Mexicana. Nació en Zacualtipán, Hidalgo, en 1869; su padre era un pequeño agricultor del mismo nombre que lle-gó a coronel luchando contra las intervenciones extranjeras de 1847 y de 1864-1867. A los 14 años de edad ingresó al Colegio Mi-litar, del que fue un distinguido alumno, sobresaliendo en las materias de matemáticas y ciencias físicas. Fue profesor de esta institución y de la Escuela de Tiro y recibió preparación adicio-nal en Francia y Estados Unidos. Se le catalogó como a uno de los oficiales mejor preparados del ejército, especialmente en artillería. Escribió libros de texto sobre geometría, balística y física.

Cuando Madero fue presidente de la República, Ángeles fue nombrado director del Colegio Militar y ascendido a briga-dier. Al rebelarse Pascual Orozco contra el gobierno del presi-dente Madero, organizó batallones de voluntarios para com-batir al insurrecto y pronto llegó a ser hombre de confianza del Presidente.

Posteriormente fue nombrado comandante de las fuerzas que operaban en el estado de Morelos contra Zapata. En esta cam-paña mostró su carácter humano al proponerse evitarlos ex-1 Elaborada con base en la información de la Enciclopedia de México. 1978.

Page 225: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

224

Textos Revolucionarios

cesos que contra la población campesina cometían las tropas de los jefes que lo antecedieron. Años más tarde, en un largo artículo titulado Genovevo de la O, reconoció la capacidad de Za-pata y la justa razón de su rebeldía y criticó la crueldad de los comandantes que le habían precedido en esa zona. Esta actitud humanitaria le permitió más tarde establecer trato político con el Caudillo del Sur.

Al producirse el cuartelazo de la Ciudadela, Madero dudó de la lealtad de Victoriano Huerta y dispuso que el general Ángeles se trasladara a la capital, con el propósito de nombrarlo jefe de la plaza y encargarlo de las operaciones contra los rebeldes. Sin embargo, consideraciones de jerarquía militar y la adversa opi-nión del gabinete impidieron que ese designio se concretara. La posición secundaria que ocupó evitó que su participación fuera eficaz.

Fue aprehendido al mismo tiempo que Madero y Pino Suárez e, incluso, encerrado en el mismo cuarto del Palacio Nacional. Aunque se le respetó la vida, se le mantuvo preso hasta el 29 de junio de 1913 cuando, simulándose una comisión militar, fue desterrado a Francia. En este país se puso en contacto con el licenciado Miguel Díaz Lombardo, representante del movi-miento constitucionalista, y regresó secretamente a México, presentándose ante Venustiano Carranza en Sonora. Al no po-der entenderse con el Primer Jefe, pues consideraba que éste no se apegaba al espíritu legalista y democrático de Madero, buscó un acercamiento con Francisco Villa, quien lo invitó a in-corporarse a la División del Norte como jefe de su artillería. En una primera etapa las relaciones con Villa fueron muy satisfac-torias para ambos, y combinando sus respectivas capacidades lograron importantes victorias en Torreón, San Pedro de las Co-lonias, Paredón, Zacatecas y Ramos Arizpe, batallas en las que se distinguió Ángeles y de las que dejó en su diario vividas y humanas descripciones, de las que aquí presentamos, La Toma de Zacatecas.

Page 226: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

225

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Derrotado Victoriano Huerta y agravadas las dificultades entre Villa y Carranza, el general Ángeles comienza su etapa política, produciendo escritos y discursos para justificar la rebeldía de la División del Norte. Fue un importante promotor de la Conven-ción de Aguascalientes, que desconoció a Carranza como Pri-mer Jefe, y convenció a Zapata de que enviara representantes a esa asamblea. Sin embargo, cuando se resolvió la lucha entre convencionistas y carrancistas, la suerte cambió para Ángeles. Derrotado Villa en 1915, el general Ángeles se exilió en el vecino país del norte. Desde El Paso, Texas, y más tarde-desde Nueva York, se dedicó a organizar a los exiliados políticos contrarios a Carranza, para lo cual escribió numerosos artículos en los pe-riódicos de diversas poblaciones norteamericanas. Junto con Antonio I Villarreal, José María Maytorena y Roque González Garza, fundó la Alianza Liberal Mexicana, organización que agrupaba a los anticarrancistas.

El 11 de diciembre de 1918 regresó a México para reunirse con Villa. En esta nueva etapa, las relaciones entre ambos no mar-charon bien y se separaron después de cinco meses. A la cabeza de una docena de hombres armados, tomó su propio camino y anduvo errante por el estado de Chihuahua hasta que, traicio-nado, fue aprehendido el 15 de noviembre de 1919 por tropas del gobierno, sin oponer resistencia.

En el Consejo de Guerra, Ángeles habló largas horas, no tanto para defenderse, pues daba por segura la sentencia a muerte, sino para justificar su vida y formular su testamento político. Fue fusilado en la capital del estado de Chihuahua el 26 de noviembre de 1919.

Page 227: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 228: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

227

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

La Toma de Zacatecas2

Por el general Felipe Ángeles

Día 17 de junio (1914)

Barren con el enemigo

El miércoles 17 de junio de 1914 nos embarcamos en Torreón, desde muy temprano, para marchar hacia Zacatecas. Mi artille-ría iba en cinco trenes; cuatro para sendos grupos, y el quin-to para mi Estado Mayor, el servicio sanitario, la proveeduría y los obreros.

A las 8 de la mañana tenía que partir el primer tren y cada uno de los demás, 15 minutos después del anterior; pero el quinto descarriló al salir; por mal estado de la vía, y no pudo partir sino hasta las dos de la tarde.

El viaje fue lento. Repetidas veces llovió sobre la tropa sin abri-go. Día 19 de junio

El 19 de junio en la mañana, llegamos a Calera y desembarca-mos inmediatamente.2 Tomado de: Batallas de la Revolución y sus Corridos, prólogo y preparación; Daniel Moreno, Editorial Porrúa, México, 1978, pp. 85-103.

Page 229: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

228

Textos Revolucionarios

Calera está como a 25 kilómetros de Zacatecas. Ahí habían desembarcado las tropas que me precedieron y permanecían acampadas en las inmediaciones.

Por la buena amistad y confianza que me dispensaba el jefe de la División, tomé la iniciativa para hacer el reconocimiento y distribuir las tropas alrededor de Zacatecas, en posiciones cer-canas, de donde partieron para el ataque.

Fue a mi carro a visitarme el señor general Chao, que acababa de llegar. Me indicó dónde estaba acampada su tropa y me pro-metió una escolta de treinta hombres para un reconocimien-to hacia Morelos, que le anuncié. —Yo mismo acompañaré a usted— me dijo.

En el camino encontramos un ranchito abandonado, San Vi-cente, a tres kilómetros de Morelos, que mandé reconocer. Ahí nos alcanzó la escolta, que se dividió en tres partes para explo-rar: un reconocimiento de oficial dirigido hacia los cerros de enfrente; otro, hacia una hondonada y luego a unos cerros de la izquierda, y el resto hacia Morelos.

Vecinos de este pueblo y labradores de los campos por donde atravesábamos, nos informaron que venían huyendo del ene-migo que acababa de llegar a Morelos, pretendiendo quemar los forrajes y provisiones; nos mostraban las siluetas de los jinetes enemigos en las crestas de los cerros próximos y nos aseguraban que los disparos que se escuchaban por la derecha eran del enemigo que había pasado ya por Morelos.

Probablemente el enemigo vio que éramos pocos, tal vez has-ta nos contó, y decidido, avanzó sobre nosotros, al galope y tiroteándonos.

Nos retiramos al paso, observándolo, hacia San Vicente; allí nos parapetamos y sostuvimos un pequeño tiroteo de media hora, hasta que el enemigo se retiró, en orden.

Page 230: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

229

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Luego se oyó un tiroteo en el campamento de Calera; el gene-ral Urbina envió en nuestra ayuda al intrépido general Trinidad Rodríguez con su brigada ‘’Cuauhtémoc’’, que barrió al enemi-go de los cerros de enfrente, a donde subimos en seguida.

Desde un cerro alto que está junto a Morelos, vimos un nuevo paisaje, hermosísimo. A los lejos, la capilla de Vetagrande se encaramaba atrevida y se proyectaba en los cielos; un poco a la derecha, cerros muy altos y misteriosos, llenos de excavaciones de minas o fortificaciones: tal vez sobre ellos estaría el enemi-go; más a la derecha y a nuestros pies, la alfombra verde de los campos, sembrados de pueblos y de árboles. Allá abajo, en el nacimiento del cerro desde donde observábamos, un ladrar de perros y el tiroteo de los soldados: los enemigos que huían y los nuestros que los perseguían con entusiasmo y precipitación, tratando algunos de cortar a aquéllos la retirada.

Sería bueno, dijo el general Trinidad Rodríguez, que su tropa se detuviera en Morelos y enviara puestos avanzados a aquellas lomas de enfrente. Yo voy a traer la artillería para acantonarla en Morelos.

El mayor Bazán fue a ese pueblo para buscar alojamientos; los demás nos regresamos a Calera. Di la orden para que la artille-ría marchara a Morelos. El grupo de Carrillo partió desde luego.

Formidable aguacero

Un oficial me pedía instrucciones de parte del general Maclo-vio Herrera; informándome que acababa de llegar.

Fui a ver al señor general Herrera; le dije que no había yo recibi-do órdenes para tomar el mando de las tropas de Calera, que tal vez tuviera ese mando el general Urbina; pero que le aconsejaba yo se fuera a Cieneguita, lugar aún no ocupado por tropas, con agua y forrajes, y desde donde podía partir para el ataque cuan-do se ordenara. Yo no conocía Cieneguita más que por informes

Page 231: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

230

Textos Revolucionarios

de mi guía y por la carta. Prometí al general Herrera visitarlo al día siguiente para estudiar el terreno desde el punto de vista del empleo de la artillería y resolver cuánta podría enviarle.

Los grupos de Saavedra, Jurado y Luévano, partieron también para Morelos.

Cayó un formidable aguacero y luego sopló un viento fuerte.

Bastante avanzada la noche llegaron a Morelos los tres grupos y mi Estado Mayor. Supe ahí, que Trinidad Rodríguez había per-seguido al enemigo más allá de Las Pilas y de Hacienda Nueva, y que había pedido auxilio al grupo de Carrillo para atacar al enemigo, hecho fuerte en el cerro y mina de Loreto.

Día 20 de junio

Tomé mi baño en una tinita minúscula.

El general Pánfilo Natera fue a saludarme; iba montado en un caballo muy chico, pero de ley. Nos desayunamos juntos. Pro-metió acompañarme con su escolta y aun guiarme en el reco-nocimiento.

Marchamos desde luego a Vetagrande, un mineral famoso; pueblito ahora muy triste, casi muerto.

En la cima del cerro cercano vimos un panorama hermoso. A la derecha el valle de Calera y Fresnillo, muy grande y muy allá abajo, con muchos poblados disueltos en la radiosa luz de la mañana. Al frente, un extremo de la ciudad de Zacatecas, entre los cerros del Grillo y de la Bufa; dos formidables posiciones fortificadas. Entre los dos cerros allá en el fondo, detrás de la punta visible de la ciudad, el cerro del Clérigo. Detrás de La Bufa una montaña coronada por una meseta muy amplia, azuleando en la lejanía, bajo algunas nubecillas vaporosas, como copos de algodón ingrávido. A nuestra izquierda, un talweg que arranca casi de nuestros pies y remata cerca de Guadalupe; pueblo que

Page 232: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

231

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

no se ve, pero que se adivina detrás de un cerrito cónico. En la misma dirección y más lejos, el espejo de una laguna, en cuyas orillas se ven alegres caseríos. Y entre nosotros y Zacatecas, dos líneas de lomeríos, una hacia El Grillo y la otra hacia La Bufa, partiendo ambas, de las ruinas de un caserío de adobes, que fue en otro tiempo la mina de La Plata.

Ahí tendría lugar seguramente la parte más importante de la batalla. De ahí no podía desprender los ojos. Poco a poco me fui dirigiendo a ese campo futuro de batalla; el general Natera me seguía de cerca, el coronel Gonzalitos, discretamente, como a cien metros; los oficiales del Estado Mayor y la escolta yacían ocultos y desmoronados del otro lado del cerro alto.

“Sería bueno —dijo el simpático general Natera—, que se traje-ran nuestros caballos y que la escolta avanzara a ese caserío (la mina de La Plata) y se apoderara de él, para que viéramos más de cerca y con más tranquilidad”.

Al pasar la escolta por el camino del pueblo, tronó repetidas ve-ces el cañón de La Bufa y después se oyó el tiroteo en el caserío, que al fin fue tomado por la escolta, mandada por el mayor Ca-loca, un joven que el año pasado abandonó el Colegio Militar de Chapultepec, en busca mía, y respecto a quien el señor Carran-za ordenó se quedara con el general Natera.

Después de reconocer bien ese terreno, anduvimos un poco por el talweg que termina cerca de Guadalupe y regresamos a co-mer a More- los. Ordené al mayor Bazán que en la tarde mar-chara con los dos primeros grupos a Vetagrande y que en la noche emplazara esa artillería en posiciones desenfiladas, que batieran El Grillo y La Bufa.

Comimos bien y alegremente con el general Natera y nos dimos cita para las tres de la tarde, con objeto de ir a reconocer el te-rreno por Cieneguita, donde estaban las tropas de los generales Herrera y Chao.

Page 233: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

232

Textos Revolucionarios

Sostén para la artillería

Como a las dos fui a visitar al general Urbina, alojado en la casa municipal. Estaban con él Natera, Triana, Contreras y otros oficiales. Ya habían convenido en que las tropas de los tres últi-mos generales mencionados, más las de Bañuelos, Domínguez y Caloca irían a Guadalupe a tomar posiciones. Así es que, me dijo Natera, quedo ya relevado del compromiso de acompañar a usted en reconocimiento de la tarde. Informé a Urbina de que iba a mandar dos grupos a Vetagrande para emplazarlos en la noche en el terreno en que a mi juicio iba a desarrollarse la par-te más importante de la batalla, y le supliqué me enviara tropas que sirvieran de sostén a esa artillería. Me envió, en efecto, par-te de su brigada, la brigada al mando del general Ceniceros y un regimiento de la brigada “Villa’’.

Un enviado del general Herrera fue a buscarme a Morelos y a recordarme que le había prometido ir a visitarlo para estudiar el terreno desde el punto de vista del empleo de la artillería. El mayor Cervantes, el capitán Espinosa de los Monteros y yo, mar-chamos hacia San Antonio, a donde ya las tropas de Herrera y Chao habían avanzado. La artillería del Grillo batía el terreno que recorríamos, cercano de la vía férrea, y había acertado un cañonazo a una locomotora de nuestros trenes, tendidos desde Pimienta a Fresnillo.

“Cuidado por ahí, ¡más vale por acá!”, nos decía el oficial en-viado del general Herrera, que nos servía de guía. “Por no to-mar precauciones nos hirieron al oficial fulano y a zutano. Allí arriba, ¿ve usted esa tierra removida?, es de una mina, ahí hay muchos federales, nos han hecho un fuego del demonio”.

Mí caballo Ney ya no manqueaba* y era una delicia su paso lar-go y su galope vigoroso, pero sin sacudidas, al impulso de sus delgados y potentes remos.

Page 234: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

233

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Encontramos al general Herrera en San Antonio, dentro de una casa oscura, llena de oficiales tendidos en el suelo. De entre ellos salió el general, con su buen humor de siempre.

“Buenas tardes, mi general, ahorita vamos a ver el terreno; es-pero nada más que ensillen mi caballo, o me iré en éste, ¿de quién es este caballo?

Y subimos a una lomita. “¡Cuidado, señores, pongan pie a tie-rra, desde allá hacen muy buenos tiros!”.

El Enemigo en Acecho

Obedecimos; desmontamos para ir a la cresta; el general He-rrera permaneció a caballo.

Enfrente de la lomita que ocupábamos había otra baja también, y luego otra más alta, bien ocupada por el enemigo y domina-da muy de cerca por El Grillo y La Bufa. A la derecha estaba el cerro del Clérigo, coronado por puntitos negros (el enemigo en acecho) y más a la derecha, la montaña cuya cima era la alta y amplia mesa, vista ya en la mañana detrás de La Bufa. También en esa mesa había puntitos negros; ¿eran amigos o enemigos? No lo sabíamos.

“¿Ve usted, mi general —me decían— aquella mina? Esa es El Rayo, y ¿aquellas otras casas?, ¿aquel corralón largo? Allí hay muchos pelones; pero mándenos usted unos cañones y les pe-gamos hasta debajo de la lengua. ¿Aquí estará bueno para tirar sobre aquellas posiciones?

“No, aquí está muy lejos —contesté—. Voy a mandar seis caño-nes que tengo disponibles, pero no los emplacen aquí; por lo menos en esa lomita de enfrente, y mejor sería por allá, del lado derecho. Hay que acercar los cañones para ver claramente que se está batiendo al enemigo; y no hay que tirar más que cuan-do la infantería se lanza al asalto. Ya sabe, la artillería intimida; cuando el cañón truena, el enemigo se esconde y nuestra arti-

Page 235: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

234

Textos Revolucionarios

llería avanza, y cuando el enemigo se atreve a asomar la cabeza, ya tiene a la infantería nuestra encima, y abandona apresurado la posición”.

El enemigo no nos hizo un solo disparo.

Nos despedimos deseando estar juntos durante el combate. Un oficial nos acompañó para que a su regreso sirviera de guía a la artillería que yo enviaría.

¡Cómo cambia el aspecto del terreno a la vuelta!, y es más largo el camino, sobre todo para los caballos. En el cerro de La Sierpe se oía un tiroteo persistente. De Zacatecas salía una humare-da que se elevaba muy alto y me pareció un indicio de que la guarnición federal iba a abandonar Zacatecas. Me informaron que desde la posición del general Herrera se podía ir más rápi-damente a Guadalupe que desde Vetagrande, sobre todo para la artillería, y pensé que sería conveniente enviar todo el tercer grupo a San Antonio, en lugar de las seis piezas que primero había resuelto mandar. Si los federales se retiraban se irían por Guadalupe, y era necesario que el general Herrera tuviera una artillería numerosa para que estuviera en aptitud de perseguir-los con más eficacia.

Al pasar por Las Pilas ordené al mayor Carrillo que inmedia-tamente marchara a San Antonio a ponerse a las órdenes del general Herrera para apoyar sus ataques.

Cenamos contentos y dormimos felices.

Día 21 de junio

Tomé mi baño un poco preocupado por no saber si las tropas que servían de sostén a los dos grupos de artillería, establecidos la noche anterior entre Vetagrande y Zacatecas, estarían bien colocadas y serían eficaces.

Page 236: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

235

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Ordené al coronel Gonzalitos que su batallón marchara de Las Pilas a Vetagrande para ayudar a proteger la artillería, y en se-guida marché con mi Estado Mayor, un poco de prisa.

Llegamos a Vetagrande cuando un enviado del general Natera me entregó un pliego de éste, en el que me preguntaba qué sa-bía yo del ataque de ese día y qué misión tendrían sus tropas.

Le contesté también por escrito que no creía que ese día comen-zara el ataque, porque aún no había llegado el general Villa y él debía ser quien dirigiera la batalla; segundo, porque aún no habían llegado las tropas y era una falta militar no emplear to-das las disponibles; y tercero, porque aún no habían llegado las municiones, y no debía principiar la batalla sin las municiones de reserva.

En cuanto a la misión que incumbía a sus tropas, cuando ataca-ran Guadalupe, creía yo que debía ser doble: primero, impedir la llegada de refuerzos de Aguascalientes, destruyendo la vía férrea y destacando tropas para detener esos refuerzos; segun-da, impedir la salida de la guarnición de Zacatecas por el rumbo de Guadalupe hacia Aguascalientes, por medio de tropas situa-das en Guadalupe y sus inmediaciones. Ambas tropas deberían estar ligadas para prestarse mutuo apoyo.

Habían en las estrechas calles de Vetagrande acumulación de carros y servicio de aprovisionamiento de la artillería. Mandé buscar locales para alojar a mi Estado Mayor y establecer el hos-pital; fuimos en seguida a ver desde el cerro alto las posiciones tomadas por la artillería.

Algunas bajas

La batería del capitán Quiroz había sido designada para ocu-par la cima de ese cerro alto; sus carros obstruían el camino; la entrada en batería marchaba muy lentamente por la gran pen-diente del terreno que exigía doblar los tiros de mulas. Pusimos

Page 237: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

236

Textos Revolucionarios

pie a tierra. Allá arriba vimos dos cañones y a sus sirvientes muy afanados, obrando sobre las ruedas y la cantera para llevar los cañones a sus posiciones definitivas. Los generales Trinidad y José Rodríguez vinieron a saludarme entusiasmados, como siempre apenas comenzaba el combate. Sobre la falda opuesta el enemigo del cerro alto, donde estábamos, había muchos ca-ballos ensillados y sueltos pertenecientes al sostén de la artille-ría que estaba emplazándose. El enemigo cañoneaba con ardor nuestra batería; los soldados del sostén yacían pecho a tierra, detrás de pequeños parapetos de piedra y los artilleros trabaja-ban recelosos, porque la artillería enemiga ya les había hecho algunas bajas. En un momento de descuido de los artilleros, un avantrén resaltó, primero lentamente, luego más aprisa; algu-nos artilleros quisieron detenerlo sin éxito. El avantrén empezó a voltear rápidamente y se dirigió hasta donde estaban los ca-ballos sueltos; ya fue imposible detenerlo y todo mundo sentía angustia por los caballos que en su carrera podría matar; pero éstos se hacían a un lado oportunamente y el avantrén seguía volteando y saltando a veces hasta que llegó al fondo del abis-mo. Allá a lo lejos se veía el valle inmenso sembrado de puebli-tos y de árboles envueltos en la deslumbrante claridad del día.

Del otro lado del cerro alto, en la dirección de Guadalupe y so-bre el lomerío de la mina de La Plata, se veían las cinco bate-rías, con sus artilleros inmóviles detrás de las corazas, o bien haciendo sus trincheras para abrigarse mejor del fuego persis-tente del enemigo. Las baterías habían recibido orden de tomar posiciones, y no de tirar, a pesar del fuego del adversario. En-frente de las baterías se distinguían los sostenes, con sus sol-dados vestidos de kaki, tendidos pecho a tierra o bien entre las ruinas del caserío.

Muy lejos y a la derecha, en la mina de Loreto, el enemigo se batía con las brigadas “Villa” y “Cuauhtémoc”, tendidas a lo lar-go de una cresta situada allá abajo, sobre el costado. Más lejos aún, ascendía la cresta de La Sierpe parecida al espinazo de un

Page 238: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

237

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

animal gigantesco poblada de puntitos negros, enfilados des-de el cerro alto de donde observábamos, pero asomando sólo la cabeza del lado de Hacienda Nueva y de Las Pilas, en donde teníamos tropas.

Los cañones de El Grillo y de La Bufa tronaban siempre y nues-tros artilleros, inmóviles, recibían las granadas enemigas.

Allá, en el extremo diametralmente opuesto a nuestra posi-ción. Chao y Herrera se batían.

En la tarde establecimos el hospital en los bajos de nuestro alo-jamiento, visitamos las baterías avanzadas y elegimos los pues-tos de socorro para los heridos.

Llovió despiadadamente sobre nuestros artilleros sin abrigo.

Al retirarnos a Vetagrande, oímos los lamentos desgarradores de los heridos graves y vimos los muertos que yacían en el pa-tio, tendidos sobre las camillas, cubierta la cara con un pañuelo.

Alguien nos contó los grandes destrozos que habían hecho dos granadas, una del enemigo que había pegado en una coraza de la batería de Quiroz y otra nuestra que hizo explosión en las manos del artillero que le ponía el percutor.

Los cañones Schneider-Cannet al hacer algunos tiros de arre-glo, no pudieron volver a entrar en batería y el mayor Cervantes partió para San Antonio, ya de noche en busca del teniente Per-domo, para que pusiera en corriente los frenos de esos cañones. Tras la fatigosa caminata, Cervantes regresó con Perdomo a Ve-tagrande, a las tres de la mañana.

Día 22 de junio

Desperté muy temprano, preocupado por las lluvias que ha-bían caído sobre mis soldados, por el servicio de alimentación de la artillería que no era tan satisfactorio como hubiera yo de-

Page 239: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

238

Textos Revolucionarios

seado y porque los frenos de los cañones Schneider-Cannet no funcionaban bien, tal vez porque los obreros los habían carga-do mal o porque las cargas de proyección de los proyectiles eran defectuosas.

Recomendé a Bazán fuera a dar sus órdenes para el buen fun-cionamiento del servicio de avituallamiento, a Perdomo y a Es-pinosa de los Monteros, que fueran a tratar de componer los frenos, y al mayor Ángeles que estableciera los puestos de so-corro de los heridos.

Supe que había llegado a Morelos la brigada “Zaragoza”, bajo el mando del general Raúl Madero, y partí para ese pueblo con objeto de llevarnos a Vetagrande la brigada; pero, platicando con el general Urbina, en Morelos, me enteré de que ya esta-ba destinada la brigada “Zaragoza” a otra posición y hube de conformarme con interesar a Raúl a que visitara las posiciones cercanas a Vetagrande.

Yendo de camino para este mineral, nos alcanzó un oficio y nos dijo que el general Urbina había modificado la orden para la brigada “Zaragoza”, en el sentido de que fuera al terreno ocu-pado por la artillería. Esto me comprobó una vez más el buen tacto del general Urbina para mandar y el deseo de complacer a todo el mundo sin perjuicio del servicio.

Visité con Raúl la batería de Quiroz, desde donde le mostré to-das las posiciones.

Después de comer, Raúl se fue a ver a su tropa y yo me enca-minaba a visitar la artillería, cuando el teniente Turcios me hizo saber que el general Villa acababa de llegar y venía tras de nosotros.

Villa se presenta

Lo vimos, como siempre, cariñoso y entusiasta, montado en un caballo brioso del general Urbina.

Page 240: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

239

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Me ofrecí a mostrarle las posiciones del campo de batalla. Fui-mos a ver las baterías y cuando avanzábamos más allá, nos en-contramos a Gonzalitos que nos guió por los caminos mejor cubiertos. En las ruinas de La Plata examiné los grandes corra-lones, para avanzar a ellos en la noche con las baterías. Ordené a Espinosa de los Monteros fuera a traer al mayor Jurado para señalarle las posiciones que deberían tomar esa misma noche sus tres baterías y a Saavedra la posición de una de las suyas, cerca del caserío de la mina y enfrente de La Bufa. Gonzalitos me informó de otra posición muy buena para tirar sobre La Bufa y la colina próxima de ésta, y lo comisioné para que la se-ñalara a Saavedra y le ordenara tomarla en la noche.

De regreso, llevé al señor general Villa a la posición de Quiroz, desde allí le mostré el campo de batalla. Me dijo:

“Usted y Urbina entrarán por ahí, al frente de las baterías; yo vendré al costado derecho, también atacando el cerro de Lore-to”. Urbina recomendó que la batería de Quiroz tirara sobre un cerro que flanqueaba a las tropas del general Villa, que ataca-rían Loreto.

Ya para retirarme, me ordenó el general Villa que relevara con la brigada “Zaragoza” la parte de la de “Morelos” que servía de sostén a la artillería.

Hicimos avanzar a la brigada “Zaragoza” por un camino desen-filado. Sólo al pasar por un puerto quedaba descubierta; pero ahí ordenamos que pasara la tropa por pequeños grupos y al galope. En el talweg que está detrás de la posición que aún tenía la artillería, la tropa de la brigada puso pie a tierra y se formó sin caballos.

Madero, el mayor Ángeles, Espinosa de los Monteros y yo, avan-zamos para mostrar al primero las posiciones que con su tropa debía relevar.

Page 241: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

240

Textos Revolucionarios

La noche estaba húmeda, nublada y sumamente oscura. La única claridad era la luz del faro de La Bufa que giraba conti-nuamente, deteniéndose a veces sobre el terreno que deseaba vanamente explorar.

A pesar de que en el día había yo visto varias veces el campo que recorríamos, esa noche andaba con extrema dificultad, metiéndome frecuentemente en los numerosos charcos que habían formado los aguaceros. Por fortuna nos encontramos a un muchacho de nuestras avanzadas que nos guió.

Regresamos con dificultad. A ratos parecía que la escasa luz del faro nos seguía. Por fin encontramos a la tropa de la brigada “Zaragoza”, pie a tierra, y ella nos indicó el lugar donde estaban nuestros caballos. Montamos y partimos hacia Vetagrande, bajo la menuda lluvia, por el camino más corto, que no estába-mos acostumbrados a seguir, por la necesidad de ir desenfila-dos.

El que iba a la cabeza era el único, tal vez, que hacía esfuerzos por adivinar el camino; nosotros seguíamos confiados y taci-turnos la marcha del primero. Era una procesión deliciosa, una procesión de fantasmas, alejándose del enemigo que dormía sueños de pesadilla, allá alrededor de aquel faro, que no era sino síntoma de miedo; que no servía para otra cosa sino para hacer creer que servía de algo.

Cenamos alegres en compañía de don Ángel Caso y de dos mé-dicos del servicio sanitario de la brigada “Zaragoza”. El primero me consultó [desde dónde podría presenciar la batalla del día siguiente. Dormimos bien.

Día 23 de junio

Despertamos tarde; me afeité y cambié de ropa; nos desayu-namos, montamos a caballo; yo en mi Curely, brillante y mus-culoso. Un ayudante del coronel Gonzalitos pedía instruccio-

Page 242: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

241

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

nes por escrito, se las di y repetí verbalmente al mismo coronel, a quien encontramos más adelante.

Fuimos a ver al general Ceniceros para señalarle su misión en el combate. El y Gonzalitos tomarían el cerro de La Tierra Negra, vecino de La Bufa, bajo el amparo del fuego de las baterías de Saavedra; Raúl Madero tomaría el cerro de La Tierra Colorada (el de Loreto), bajo el amparo de las baterías de Jurado, al mismo tiempo que atacaran por la derecha las tropas que vendrían con el general Villa.

Dejamos los caballos al abrigo de las balas, y pie a tierra avanza-mos a las ruinas de la mina de La Plata.

Nuestra artillería había desaparecido de sus posiciones primiti-vas para tomar otras invisibles y muy próximas al enemigo; tres baterías (el grupo Jurado) fueron colocadas dentro de los corra-lones de las ruinas de las minas de La Plata; una de Saavedra, próxima a esas ruinas, sobre el llano, pero detrás de la cresta de una pequeñísima eminencia y frente a La Bufa; otra en la extre-ma izquierda, también frente a La Bufa y bien cubierta, detrás de una cresta; la tercera batería del grupo de Saavedra conti-nuaba en el cerro alto de Vetagrande. El enemigo debe haberse sorprendido de la desaparición de nuestras baterías; su cañón callaba, pero las balitas de los fusiles silbaban como mosquitos veloces de vuelo rectilíneo.

Adentro de los corralones encontramos a Raúl Madero. “Todo está listo, mi general, pero no son más que las nueve”. A las diez debía comenzar la batalla. El ingeniero Enrique Valle, que lle-gaba corriendo, me dijo: “Vengo a ponerme a sus órdenes para lo que le pueda servir, ¿me entiende usted?

Un oficial del general Aguirre Benavides me dijo que la briga-da “Robles” que traía éste, esperaba órdenes de alguno. “Que se sirva traerla aquí”, contesté, “la emplearemos como reserva”; pero después, creyéndola más útil en el ataque sobre el cerro de

Page 243: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

242

Textos Revolucionarios

La Tierra Negra, lo invité a que la lanzara en cooperación con el general Ceniceros y el coronel Gonzalitos.

“Que vengan los jefes de grupo”, mandé, y al presentarse les re-iteré las órdenes para los ataques. No faltaban más que veinte minutos; todos debían estar en sus puestos y empezar el fuego a las diez en punto.

Por allá, en la dirección de Hacienda Nueva, se oyó el primer tiroteo. Ahí venía el general Villa. Los veinticuatro cañones próximos, emplazados entre Vetagrande y Zacatecas, tronaron. Sus proyectiles rasgaron el aire con silbidos de muerte y explo-taron unos en el cerro de La Tierra Negra y otros en Loreto. Las entrañas de las montañas próximas parecieron desgarrarse.mil veces por efecto del eco. Y las tropas de infantería avanzaron sobre el manto de esmeralda que cubría las lomas.

Por el lado de San Antonio, allá; por la alta meseta y por la Villa de Guadalupe, tronaban también los cañones y fusiles y silba-ban millares de proyectiles; las montañas todas prolongan la detonaciones, como si millares de piezas de tela se rasgaran en sus flancos.

De Zacatecas, de El Grillo, de La Bufa, del cerro del Clérigo y de todas las posiciones federales, tronaban también las armas, intensificando aquel épico concierto. Las granadas enemigas comenzaban a explotar en nuestra dirección; pero muy altas y muy largas. Alguien me dijo que nos creían demasiado lejos, detrás de los paredones; otro aseguró que tiraban sobre la ca-ballería nuestra, que entraban en acción por la derecha. Otras granadas caían detrás de nosotros, tal vez tirando sobre la más próxima batería de Saavedra.

Uno llegó corriendo y nos informó que la batería de la derecha de Jurado había sido batida por la artillería enemiga; otro dijo que nos habían matado dos mulas de un granadazo; un tercero, que habían desmontado la primera pieza de la más próxima ba-tería de Saavedra.

Page 244: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

243

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

“Venga usted a ver, mi general, por aquí, por esta puerta, vea usted cómo los rastrillazos caen detrás de la batería”. Las gra-nadas enemigas zumbaban y estallaban en el aire lanzando su haz de balas y rebotaban con golpe seco y estallaban después lanzando de frente sus balas y de lado las piedras y tierra del suelo; era aquel un huracán trágico y aterrador.

Volví a mi observatorio primitivo, desde donde no podía ver el efecto de las baterías que tiraban sobre el cerro de La Tierra Ne-gra y donde sólo percibía el de las baterías que batían el cerro de La Tierra Colorada y el cerro de Loreto.

Puntitos negros

Quizá allá en la tierra colorada removida, nuestras granadas soplarían también su huracán trágico; pero vistas por nosotros causaban una impresión de regocijo, aunque (después de los primeros minutos) parecía que caían sobre parapetos y trin-cheras abandonadas, porque los puntitos negros que primero se agitaban sobre la roja tierra, ya habían desaparecido.

“Mire usted a los nuestros, ¡qué cerca están ya del enemigo! Vea usted la banderita nuestra, es la más adelantada”.

“¡Vea usted, vea usted; véalos pasar, vea usted cómo se van ya!”.

Nuestros soldados lanzaron gritos de alegría; las piezas alarga-ron su tiro y nuestros infantes se lanzaron al ataque, precipi-tadamente. La banderita tricolor flameó airosa en la posición conquistada. Eran las diez y veinticinco de la mañana. Poco tiempo después la falda de acceso al cerro de Loreto se pobló de infantería nuestra que subía lenta y penosamente; los caballos fueron llegando, lentamente también. Después todos se veían bien formados y abrigados.

Era llegado el tiempo de cambiar de posición. Ruego al mayor Cervantes vaya a ordenar que traigan nuestros caballos para hacer el reconocimiento de Loreto y decidir el camino y nue-

Page 245: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

244

Textos Revolucionarios

vo emplazamiento del grupo de baterías de Jurado. El capitán Durón batía a la sazón la posición intermedia entre Loreto y El Grillo; aprobando, lo autoricé a que continuara.

Nos sigue el fuego

Galopando con mi Estado Mayor hacia Loreto, encontramos al general Villa y su séquito; aquél venía en su poderoso alazán requiriendo la artillería para establecerla en Loreto. Ya viene, mi general, le contesté y proseguimos al paso hacia Loreto. „

¿Se percataría el enemigo de que en el grupo de jinetes en que íbamos marchaba el general Villa? Tal vez; pero por lo menos debe haber adivinado en el encuentro la fusión de los estados mayores importantes, porque nos siguió con sus fuegos en todo el trayecto. El jefe nos imponía el aire y nosotros obedecíamos. ¿Quiénes caerían en el camino? ¡Ojalá no fuera el jefe! Las balas pasaban zumbando y se incrustaban en la tierra con un golpe recio y seco. El caballo del mayor Bazán fue herido en un casco y su asistente en un hombro. Eso fue todo.

En Loreto la lluvia de las balas era copiosa. ¿De dónde venían? Quién sabe. Tal vez de todas partes; pero no se pensaba en tirar sobre ese enemigo misterioso; toda la atención se concretaba en apoyar el ataque de la infantería del general Servín, que as-cendía por los flancos de la elevada sierra y estaba a punto de ser rechazado. Todas nuestras tropas de Loreto tiraban sobre la cima de La Sierpe, sin que la ayuda a Servín pareciera eficaz. El general Villa hizo establecer en el ángulo de una casa, una ame-tralladora que abrió su fuego sobre La Sierpe, sin que tampoco ella facilitara el avance de Servín.

Y la artillería no podía llegar. ¡A veces los minutos parecen ho-ras! Por fin, llegó un cañón y luego otros, al mando de Durón. El primer cañonazo sonó alegremente en los oídos nuestros y es probable que muy desagradablemente en los de los defensores de La Sierpe. Los primeros tiros que hicieron blanco, regocija-

Page 246: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

245

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

ron a toda nuestra tropa de Loreto, y al cabo de quince minutos el enemigo comenzó a evacuar la posición; nuestra banderita tricolor flameó en la cima y nuestros soldados lanzaron frené-ticos hurras de entusiasmo. La infantería toda de Servín subió por los empinados flancos de La Sierpe a la anhelada cima.

Cambio de cañones

Y como ésta domina al Grillo, su toma fue el segundo paso para la conquista de la más fuerte posición del enemigo. Los cañones que batieron La Sierpe no podían ser utilizados en la misma posición para tirar sobre El Grillo; había que pasarlos al frente de las casas en un patio limitado hacia el enemigo, por un muro de arco de círculo que tenía aberturas utilizables como cañoneras. Pero de ese lado de las casas soplaba un hura-cán de muerte; las balitas del fusil zumbaban rápidas y las gra-nadas estallaban estruendosamente. Pocos cuerpos quedaban erguidos; pocas frentes se conservaban altas.

Di orden al capitán Durón de que mandara traer los armones y entrar en batería frente a las casas, pasando por la derecha, por donde estuvo establecida la ametralladora, y me dirigí en seguida a hacer entrar las demás piezas que apercibí por la iz-quierda. Había por ese lado, detrás de las casas, un amontona-miento desordenado de soldados, de caballos, de carruajes, de artillería con los tiros pegados, pero sin sirvientes ni oficiales.

Costó mucho trabajo conseguir que reaparecieran los trenistas y los oficiales y que éstos condujeran los cañones al patio de que se hacía mención, pasando por un camino estrecho, muy visible del enemigo y perfectamente batido por su artillería. Menester fue hacer uso del revólver y revestirse de la más feroz energía.

Page 247: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

246

Textos Revolucionarios

Soldados heroicos

Bajo el mismo impulso que movió la artillería, avanzó tam-bién la parte de nuestra infantería que se había rezagado; avan-zó con el dorso encorvado y quiso ponerse al abrigo del muro circular, de donde la empujamos hacia el enemigo, mostrán-dole el ejemplo del resto de la infantería nuestra que se batía mil metros adelante. Era interesantísimo el seudo avance de esa nuestra infantería rezagada; parecía que soplaba delante de ellos un viento formidable que muy a su pesar oblicuaba su marcha y la hacía retroceder cuando quería avanzar.

¡Queridos soldados del pueblo, obligados por deber a ser heroi-cos, cuando sus almas tiemblan y sus piernas flaquean!

Una batería quedó emplazada en aquel sitio; una batería que tiró sobre El Grillo, mientras recibía no sólo el fuego de la arti-llería de esa posición, sino también y sobre todo, el de La Bufa.

Si nos rechazaban de Loreto, si de ahí rechazaban a la artillería ya no podría nuestra infantería proseguir sobre El Grillo, era necesario batirse denodadamente a pesar del violento fuego que el enemigo tenía, casi todo concentrado sobre Loreto.

La artillería, un momento antes aterrorizada estaba de nuevo enardecida y brava; trabajaba ahora heroicamente en medio de la lluvia de plomo y acero. El general Villa, de pie sobre un mon-tón de piedras, seguía atentamente el trabajo de los artilleros, el progreso muy lento y penoso de nuestra infantería y la febril actividad del enemigo que ya había sentido el rudo empuje de la División del Norte y presentía la derrota, aunque tal vez no la gran hecatombe, la gran catástrofe final.

De repente una gran detonación; a tres metros de nosotros una nube de humo y polvo y alaridos de pavor. Creíamos que un tor-pedo enemigo había hecho blanco sobre la pieza más próxima a nosotros y que tal vez había matado a todos sus sirvientes.

Page 248: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

247

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Estalla una granada

Cuando el humo y el polvo se disiparon, varios muertos; uno, con las dos manos arrancadas de cuajo, mostrando al extremo los huesos de los antebrazos, la cabeza despedazada y el vientre destrozado y con las ropas ennegrecidas; yacía inmóvil, como si hiciera horas que estuviera muerto. Otro de los que más impre-sionaban, era un herido que tenía cara de espanto y en la boca un buche de sangre de la que se escapaba un hilo por los entre-abiertos labios, tembloroso de dolor. No había sido un torpedo enemigo, sino una granada nuestra que al prepararse había es-tallado. Era necesario no dejar reflexionar a nuestros artilleros; que no se dieran cuenta del peligro que había en manejar gra-nadas; era necesario aturdirlos, cualquiera que fuera el medio.

“No ha pasado nada —les grité—, hay que continuar sin des-canso; alguno se tiene que morir, y para que no nos mura-mos nosotros es necesario matar al enemigo. ¡Fuego sin interrupción!”.

La infantería, cansada

El fuego continuó más nutrido que antes. El general Villa se retiró algunos pasos y se acostó en un montón de arena. “No sabe usted —me dijo— cuánto dolor me causa una muerte se-mejante de mis muchachos. Que los mate el enemigo, pasa; pero que los maten nuestras mismas armas, no lo puedo sopor-tar sin dolor”.

“¿Qué haremos —continuó— para que nuestra infantería siga avanzando? Me parece que está ya un poco quebrantada”.

“Está ya muy cansada” —contesté— de un solo empuje no se puede desalojar al enemigo de todas sus posiciones; ¿quiere usted que Cervantes vaya a dar la orden para que la infantería avance?”. Y partió Cervantes entusiasmado de ver que se le uti-lizaba en esa comisión. Allá le vimos muy lejos, con su som-

Page 249: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

248

Textos Revolucionarios

brero arriscado de un lado, al galope acompañado de su caballo alazán.

El general Raúl Madero dijo que sus tropas estaban agotadas y pedía tropas frescas para lanzarlas al asalto de El Grillo. Mi asistente Baca nos trajo la comida que compartimos con el ge-neral Villa y con los oficiales que por allí estaban. Comimos alegremente dentro de un caserón de techo acribillado por las granadas nuestras; nunca con más gusto he visto un destrozo semejante.

Para hacer la digestión, Cervantes y yo salimos a dar un paseo: nos encontramos un caballo herido que rematamos por com-pasión. Muy débiles nos parecían las detonaciones de las pisto-las a nuestros oídos ensordecidos. A medida que avanzábamos se nos hacía más perceptible el ruido de la lucha y otra vez vol-vimos a enardecernos.

Por seguir el ataque en dirección de El Grillo, casi desde el prin-cipio me vi precisado a abandonar mis baterías que atacaban en dirección de La Bufa. ¿Y Gonzalitos, qué haría? ¿Habría comi-do? ¿Habría sido herido?

“Vamos de aquel lado”, decidí, y dejé un recado para el general Villa, participándole mi alejamiento.

Envié al capitán Quiroz la orden de que abandonara el cerro alto de Vetagrande y se trasladara a El Grillo, donde recibiría nuevas órdenes. Creía seguro que mientras tardaba Quiroz en trasladarse, El Grillo caería en nuestro poder. Saboreamos el galope de nuestros caballos, cuando apercibimos a Gonzalitos, cojeando. Se había dislocado un pie.

“Sí, señor, ya comí”, me dijo sonriendo.

Todo iba bien de aquel lado; la colina de La Tierra Negra fue to-mada desde luego y ahora sus soldados se batían con los de La Bufa. Mandé avanzar una de las baterías de Saavedra a la colina

Page 250: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

249

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

que está a la espalda de La Tierra Negra, desde donde se veían admirablemente Zacatecas, la Bufa y el camino de Zacatecas a Guadalupe. Por allá lejos, del otro lado de Zacatecas, ente La Bufa y El Grillo, se veían tropas, seguramente nuestras, que se habían apoderado de una casa blanca y de un gran corralón de junto. Probablemente eran las tropas de Herrera, de Chao y Ortega. Cerca de nosotros, en nuestra posición, había algunos infantes rezagados, de esos que siempre tienen pretexto para quedarse atrás.

La batería de Saavedra se emplazó en la nueva posición y abrió su fuego sobre La Bufa. Ya la lucha tenía un aspecto completo de victoria próxima; La Bufa y El Grillo hacían débil resistencia. En mi concepto todo era cuestión de tiempo, para dejar germi-nar en el enemigo la idea de derrota. Del centro de la ciudad se elevó de pronto un humo amarillo como si estuviera muy mez-clado con polvo. Tal vez un incendio; quizá una explosión.

Sacamos los relojes: eran las cinco horas cincuenta minutos de la tarde. Por todos lados nuestras tropas circundaban al enemi-go, lo estrechaban más y más. ¿Qué va a ser de él? ¿Por dónde intentarán salir?

El ingeniero Valle, el mayor Cervantes, mi hermano y yo veía-mos muchas tropas en el camino de Zacatecas a Guadalupe y nos alegraba verlos tan distintamente. A medida que el tiem-po transcurría se veían más soldados, más atrapados y como si trataran de formarse. Luego apercibimos una línea delgada de infantería que precedía a los jinetes, estando estos últimos formados en columna densa. ¿Qué intentaban? ¿Acaso una salida? ¡Pero en ese orden! Los vimos avanzar hacia Guadalu-pe; después, retroceder desorganizados, sin distinguir bien a la tropa nuestra que los rechazaba. En seguida se movieron hacia Jerez y retrocedieron. Intentaron después salir por Vetagrande, del lado donde estábamos, y mandamos a cazarlos a los infan-tes rezagados que estaban con nosotros. “No tengan miedo —

Page 251: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

250

Textos Revolucionarios

les dije— no han de combatir ya, van ya de huida, no se trata más que de exterminarlos”. Volvieron a retroceder.

¡Ya ganamos!

Finalmente, nos pareció que hacían un último esfuerzo, para lograr salir por donde primero lo intentaron, por Guadalupe. Y presenciamos la más completa desorganización. No los veía-mos caer, pero lo adivinábamos. Lo confieso sin rubor, los veía aniquilar en el colmo del regocijo, porque miraba las cosas des-de el punto de vista artístico, del éxito de la labor hecha, de la obra maestra terminada. Y mandé decir al general Villa: “¡Ya ganamos, mi general!” Y efectivamente, ya la batalla podía dar-se por terminada, aunque faltaran muchos tiros por dispararse.

Por el sur, del lado de los generales Herrera, Chao y Ortega, allá en la casa blanca con un corralón inmenso, se veían los res-plandores de los fogones del cañón, como cardillos de espejitos diminutos. Del Grillo empezaban a descender poco a poco los puntitos negros, rumbo a la ciudad. Abajo de nosotros, a orilla del camino a Vetagrande, vimos una presa de agua azul, muy limpia, al borde de unas casitas tranquilas. Fuimos a visitarlas a pie, de paseo; la batalla ya no nos inquietaba.

A medida que nos alejábamos de las baterías de la izquierda, percibíamos mejor los cañonazos de la derecha, que tiraban sobre El Grillo, de cuya cima se iban retirando los federales, al parecer tranquilos y lentamente. En las casitas abandonadas de junto a la presa reinaba una gran quietud, turbada sólo por una pareja de asnos que se hacían caricias. De vez en cuando, zum-baba una que otra bala, extraviada tal vez.

El mayor Cervantes, al lado del ingeniero Valle y del mayor Án-geles, yacía vientre en tierra y apoyado, por detrás, en las puntas de los pies y por delante en los codos, con el sombrero a media cabeza para observar en el campo de sus gemelos los detalles del combate en La Bufa, entre las casas de la pintoresca Zaca-tecas, o allá lejos, en la casa blanca con su corralón adjunto, en

Page 252: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

251

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

donde a la simple vista se percibían algunas siluetas de jinetes y el cardillo perenne del grupo del mayor Carrillo.

Margarito Orozco, el valiente y entusiasta mutilado, venía al galope de su brioso caballo.

“Buenas tardes, mi general, parece que ya vamos acabando”.

“Sí, eche pie a tierra, daremos una vuelta por la presa”.

Nos sentamos a platicar en el muro de la presa, de nuestros ideales, de la felicidad de todo el mundo, y me dejó encantado el alma grande y buena de mi amigo. Un soldado nuestro ve-nía de Zacatecas, muerto de sed; bebió aventándose el agua a la boca con la mano. La brisa de la tarde nos llevaba la peste de un caballo muerto, tirado a pocos pasos. Regresé a unirme a mis ayudantes y vi la cima del Grillo llena ya de infantes nuestros, que descendían de derecha a izquierda sobre Zacatecas, y tam-bién vi que empezaban a entrar tropas nuestras a La Bufa, por la izquierda. Ahora, pensé, ya no falta más que la parte final, muy desagradable, de la entrada a la ciudad conquistada, de la muerte de los rezagados enemigos, que se van de este mundo llenos de espanto.

Cervantes y Valle se interesaban por ver esta faz de la lucha; los comisioné para que entraran desde luego a Zacatecas y busca-ran alojamiento para la tropa y el Estado Mayor, mientras noso-tros iríamos a Vetagrande, al arreglo del traslado del hospital y las cocinas. El capitán Espinosa de los Monteros fue el comisio-nado para llevar la orden a las baterías de marchar a Zacatecas y acuartelarse donde el mayor Cervantes indicara. Orden que fue recibida con hurras de alegría.

Eran las seis cuarenta y cinco de la tarde; la temperatura era deliciosa; el sol de la gloria de ese día, 23 de junio, moría apaci-blemente.

Page 253: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

252

Textos Revolucionarios

Regresé con mi hermano y mi asistente. Por aquel terreno, que fue mucho tiempo del enemigo y que pocas horas antes era fu-riosamente disputado, podíamos marchar tranquilos, por su gran ruta visible de Zacatecas, por el puerto lleno de rastrillazos de las granadas enemigas.

“Muchachos, pueden irse ya a Zacatecas: la ciudad es nuestra”, decía yo a los soldados que encontraba en el camino.

El doctor Wichman vaciló primero y nos siguió gran trecho; pero al fin se decidió por entrar esa misma noche a Zacatecas. En Vetagrande recibieron con gran gusto la noticia del triunfo. Mi excitación al principio de toda la lucha se había disipado a la hora del crepúsculo, y ahora, en las tinieblas, yacía yo tranqui-lamente tendido en mi catre de campaña y volvía a ver las fases de la clásica batalla adivinada, con tropas revolucionarias, que se organizaban e instruían a medida que crecían.

Volvía a ver el ataque principal hecho sobre la línea La Bufa-EI Grillo, de frente por las tropas de Ceniceros, Aguirre Benavides, Gonzalitos y Raúl Madero, apoyadas por la artillería, y de flanco por las tropas de Trinidad y José Rodríguez, de Rosalío Hernán-dez, Almanza y toda la infantería, en suma de diez mil hombres. Rechazada la defensa de este frente principal, la guarnición no podría continuar la resistencia, por estar la ciudad ubicada en cañadas dominadas por El Grillo y La Bufa, y pretendería salir por el sur o por el este. La salida por el sur era improbable, por-que la línea de comunicaciones estaba al este por Guadalupe hacia Aguascalientes. Bastarían, pues, tres mil hombres nues-tros que atacando por el sur taparan la salida de ese rumbo. En cambio, en Guadalupe era necesaria fuerte reserva, siete mil hombres, en el centro en Guadalupe y las alas obstruyendo la salida para Jerez y Vetagrande. Allí se daría el golpe al enemigo, desmoralizado por el ataque principal y dispuesto a abandonar la ciudad.

Page 254: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

253

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Cooperación armónica

Y en el desarrollo de la acción: qué corrección y qué armo-nía en la colocación de la infantería y la artillería. La artille-ría obrando en masa y con el casi exclusivo objeto de batir y neutralizar las tropas de la posición que deseaba conquistar la infantería, pues apenas si se empleaba una batería como con-trabatería, y la infantería marchando resueltamente sobre la posición, desde la que la neutralización se realizaba. ¡Qué sa-tisfacción la de haber conseguido esta liga de las armas, apenas iniciada en San Pedro de las Colonias, con Madero y Aguirre Benavides, después del desconocimiento de Torreón, ganada a fuerza de tenacidad y bravura! ¡Y haberla realizado con tanta perfección, al grado de que todo el mundo sienta la necesidad de esa cooperación armónica!

Y volvía a ver la batalla condensada en un ataque de frente de las dos armas en concierto armónico, la salida del sur tapada y la reserva al este, para dar el golpe de maza al enemigo en de-rrota.’ Y sobre esta concepción teórica que resumía en grandes lineamientos la batalla, veía yo acumularse los episodios que más gratamente me impresionaron: la precisión de las fases; el ímpetu del ataque; el huracán de acero y plomo; las detona-ciones de las armas multiplicadas al infinito por el eco que si-mulaba un cataclismo; el esfuerzo heroico de las almas débiles para marchar encorvados contra la tempestad de la muerte; las muertes súbitas y trágicas tras las explosiones de las gra-nadas; los heridos heroicos que como Rodolfo Fierro anda-ban chorreando sangre, olvidados de su persona, para seguir colaborando eficazmente en el combate; o los heridos que de golpe quedaban inhabilitados para continuar la lucha y que se alejaban tristemente del combate, como el intrépido Trinidad Rodríguez, a quien la muerte sorprendió, la vida le decía ena-morada: “No te vayas, no es tiempo todavía”. Y tantas y tantas cosas hermosas. Y finalmente, la serena caída de la tarde con la plena seguridad de la victoria que viene sonriente y cariñosa a

Page 255: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

254

Textos Revolucionarios

acariciar la frente de Francisco Villa, el glorioso y bravo soldado del pueblo.

Bajo el encanto de la obra clásica de ese día feliz, me hundía plácidamente en un sueño reparador y sin aprensiones.

Día 24 de junio

A la mañana siguiente entramos a Zacatecas, visitando el campo de batalla por el lado de La Bufa: en verdaderos nidos de águilas se había hecho fuerte el enemigo.

Pocos muertos había por ahí; pero casi todos estaban atroz-mente heridos y sus actitudes revelaban una agonía dolorosa. Buscábamos como botín, los útiles de zapa y el material y mu-niciones de artillería. Con vigilantes asegurábamos la posición de las cosas que íbamos hallando, mientras mandábamos tro-pas a recogerlas.

Dentro de la ciudad había mucho más muertos: con las heri-das invariablemente en la cabeza. La acumulación de nuestros soldados por todas partes hacía intransitables las calles de la ciudad. Los escombros de la Jefatura de Armas obstruían las ca-lles circunvecinas. Según decían en la ciudad familias enteras perecieron en el derrumbe de ese edificio, hecho por los federa-les no sé con qué propósito. Tanta era la tropa que Cervantes no pudo encontrar alojamiento para la artillería y decidí ir a bus-carlo en la dirección de Aguascalientes, en Guadalupe o más allá, cerca de la laguna de Pedernales, cuyo espejo vimos desde que por primera vez subimos al cerro alto de Vetagrande.

“Oh, el camino de Zacatecas a Guadalupe”.

Montones de cadáveres

Una ternura infinita me oprimía el corazón; lo que la víspera me causó tanto regocijo, como indicio inequívoco de triunfo,

Page 256: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

255

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

ahora me conmovía hondamente. Los siete kilómetros de ca-rretera entre Zacatecas y Guadalupe y las regiones próximas, de uno y otro lado de la carretera, estaban llenos de cadáveres, al grado de imposibilitar al principio el tránsito de carruajes. Los cadáveres allí tendidos eran, por lo menos, los ocho décimos de los federales muertos el día anterior en todo el campo de bata-lla. Los caballos muertos ya no tenían monturas ni bridas, y los soldados, ni armas ni tocado, ni calzado, y muchos ni aun ropa exterior.

Por la calidad de las prendas interiores del vestido muchos de los muertos revelaban haber sido oficiales. Gracias a la fría temperatura de Zacatecas los cadáveres aún no apestaban y se podían observar sin repugnancia. Todos los caballos estaban ya inflados por los gases, con los remos rígidos y separados. En los soldados, aunque ya habían sido movidos al despojarlos de sus zapatos y ropa exterior había infinidad de actitudes y de expre-siones: quienes habían muerto plácidamente y sólo parecían dormir; quienes guardaban actitud desesperada y la mueca del dolor y del espanto.

¡Y pensar que la mayor parte de esos muertos fueron recogidos de leva por ser enemigos de Huerta y por ende amigos nues-tros! ¡Y pensar que algunos de ellos eran mis amigos, que la inercia del rebaño mantuvo al lado de la injusticia!

En Guadalupe, como en Zacatecas, los vecinos estaban ame-drentados: ¿Sus propiedades serán respetadas? Está bien —de-cían— que aprovechen los soldados lo que tengo, para eso es; pero que respeten mi vida, la de mi esposa y las de mis hijos. Una señora, en un parto prematuro, había muerto de espanto. Y todos pedían salvoconductos, y todos se disputaban el honor de invitar a comer a los jefes principales, para que les dieran garantías. La guerra, para nosotros los oficiales, llena de encan-tos, producía infinidad de penas y desgracias; pero cada quien debe verla según su oficio. Lo que para unos es una calamidad, para los otros es un arte grandioso. En la mina de La Fe me alojé

Page 257: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

256

Textos Revolucionarios

con el Estado Mayor; la tropa quedó en Guadalupe, Muy agra-decidos quedamos de la hospitalidad confortable que nos die-ron los señores Noble.

Día 25 de junio

Sobre mi Turena que saltaba deliciosamente los muros y las anchas zanjas, fui a rogar al general Villa que me diera cuatro brigadas de caballos para ir a tomar Aguascalientes.

“Le voy a dar siete, mi general”. Y dio las órdenes a los jefes de ellas; y yo di las mías de marchas para el día siguiente. Gozo-sísimo me frotaba las manos; el domingo entraríamos, segu-ramente, a Aguascalientes. Pero la suerte dispuso las cosas de otro modo.

Nuestro jefe se había desvelado pensando en la situación de la División del Norte. Confiados en que como nosotros, todos los demás guerreros constitucionalistas no tendrían más afán que marchar hacia el sur, sobre México, nos íbamos yendo muy adelante. Pero no teníamos municiones para dos grandes bata-llas: por Ciudad Juárez no podríamos introducir municiones; ni nuestros amigos las dejaban pasar por Tampico, ni sacar car-bón por Monclova.

El licenciado Miguel Alessio Robles, enviado del Cuerpo del Ejército del Noroeste, para iniciar pláticas con nosotros, se había informado de que nuestra actitud era enteramente de armonía; que si nosotros desobedecimos la-orden para que el general Villa dejara el mando de la División del Norte, se debió a que esa orden traería como consecuencia males incalculables para la Patria, que estábamos en la obligación de evitar, que no teníamos más deseo que marchar rápidamente hacia México, y que invitábamos al Cuerpo del Noroeste, a marchar desde lue-go sobre San Luis Potosí. Esa invitación fue contestada lo mis-mo por el licenciado Alessio Robles desatentamente. Y nuestro regreso al norte se hizo indispensable.

Page 258: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

257

La Toma de Zacatecas 1914: Felipe Ángeles

Después del pacto de Torreón y cuando nos apercibimos de la trascendencia de la batalla de Zacatecas, pensamos: nuestros amigos pueden entrar fácilmente a la capital de la República; si acaso es necesaria nuestra ayuda en el combate, marcharemos hacia el sur; pero mientras tanto vale más regresar al norte y alejar la posibilidad de una nueva crisis, 3tan fácil de provocar.

Día 8 de julio

¡Triste y a la vez delicioso rodar de nuestros trenes por los ahora verdes campos del estado de Chihuahua! ¡Rápido desfile de postes y arbustos ante el cuadro de una ventanilla, tras de la cual garabateo estos apuntes sobre mis rodillas!

3 Se refiere a los desacuerdos con Venustiano Carranza.

Page 259: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado
Page 260: II Textos Revolucionarios · 2015. 8. 31. · 14 Textos Revolucionarios a la usanza popular. Afable deja que se acerque el público com-puesto de la servidumbre que va al mercado

II

II

Text

os R

evol

ucio

nari

os

Corridos Revolucionarios

Antecedentes de la Ideología Agrarista de la Revolución Mexicana

Causas de la Revolución Mexicana Disposiciones revolucionarias

La toma de Zacatecas 1914