Ibiza y Formentera Guiarama

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por Miquel Rayó Revisión y actualización de Xavier Martínez i Edo Ibiza y Formentera

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Una guía práctica y totalmente actualizada, ideal para realizar un corto viaje a las islas de Ibiza y Formentera. Está dividida en cinco apartados. En el primero, titulado Diez Indispensables, se propone una selección de los lugares, curiosidades y tradiciones de las islas que no hay que perderse. El segundo apartado incluye un breve resumen de la historia de las islas Pitiusas desde sus inicios hasta la actualidad. El apartado Visita a la ciudad de Eivissa consta de dos itinerarios urbanos a seguir para conocer a fondo la ciudad. En ambos itinerarios se proporciona información detallada de los lugares con mayor interés. También incluye un plano de la ciudad con los monumentos más importantes destacados. El siguiente apartado, Excursiones por Eivissa y Formentera, hace un recorrido por los lugares más emblemáticos de ambas islas. Finalmente, se incluye una amplia selección de restaurantes, alojamientos, direcciones de museos y monumentos.

Transcript of Ibiza y Formentera Guiarama

por Miquel Rayó

Revisión y actualización de Xavier Martínez i Edo

Ibiza y Formentera

Ibiza y Formentera ❙ 9

10 INDISPENSABLES

8 ❙ Ibiza y Formentera

1y sombrero de paja), el hippy esbozaba abstracciones alucinadas en la playa, desnudo y libre entre lirones caretos, sabinas y lagartijas.

Luego vino el turismo de masas, con sus ventajas y sus inconvenientes. Las Pitiusas están muy transforma-das y se adaptan como pueden a los trepidantes ritmos actuales. Tal vez solo superficialmente, porque perma-nece inmutable su condición hospitalaria y tolerante. La sociedad ibicenca, en fín, es muy compleja (¿cuál no lo es?): sobre un sustrato local (procedente de inmigra-ciones seculares) se han ido superponiendo sucesivas oleadas de inmigantes españoles y europeos, y ahora –como en toda Eu ropa–, extracomunitarios. Hay trabajo y seguridad. Ibiza crece económicamente y demográfica-mente (tal vez demasiado en un ámbito ge o gráficamente limitado por definición). Formentera, no tanto.

Hacer sostenible este crecimiento y mantener esa permanente actitud de bien venida hacia los visitantes es el gran reto que tiene hoy en día la sociedad pitiusa. Su carácter fue definido hace tiem po por la cadencia de labores agrícolas hoy ya en el ol vido, por la luz res-plandeciente sobre paredes encaladas, y por el azul embriagador de su cielo y su mar.

Cada día amanece despacio en unas Pitiusas acele-radas. La luz se ex pande todavía sobre las viejas casas blancas aún dormidas. Bon dia. Eso sí; ya no resuena el grito, el aullido atávico de sus hombres enardecidos: el Uc.

Como si habitaran en vías paralelas que solo en ocasiones se cruzan en la calle, en el mercado, en el café o en la playa, dos sociedades muy distintas viven en las Pitiusas. El secreto de su armoniosa convivencia está en el carácter hos-pitalario de los isleños.

Mientras que en Mallorca y Menorca floreció la cultura talayótica (construcciones megalíticas),

en las Pitiusas (hablamos del 2000 a.C.) esta cultura solo ha dejado escaso rastro en Formentera (Ca na Costa y Barbaria). Eivissa, en cambio, fue una muy importante colonia púnica (siglos vii a.C. hasta i d.C.), cuyas mercaderías eran objeto de tráfico en todo el Mediterráneo clásico. Los árabes dejaron huella pro-funda en todas las Baleares (estructura territorial), y los catalano-aragoneses lo hicieron a partir del siglo xiii (lengua, derecho, gastronomía, usos y costumbres). Las cuatro islas fueron reino cristiano independiente hasta el xiv, y no fue este un reino pobre: sus cartógra-fos judíos vendían mapas muy apreciados en Europa; barcos mallorquines comerciaban en todo el mundo conocido entonces; corsarios ibicencos dominaban el mar... Formentera estuvo deshabitada por miedo a saqueos durante buena parte del siglo xvi... Menorca fue británica y francesa durante el xviii. Más tarde, Ma-llorca, Eivissa y Formentera permanecieron ligadas a España. Las Baleares: curiosa historia, diversa.

Pero no menos diversa –o, más bien, debido a esa diversidad histórica– es la situación en la actualidad. Los políticos se esfuerzan hoy para conseguir que los baleares se sientan paisanos. Tarea difícil. Al carácter tradicional-mente aislado de cualquier isleño se añade un factor de recelo mutuo y de ideologías opuestas: Menorca suele votar progresista, igual que Formentera; el voto en Ibiza suele ser muy conservador; Mallorca oscila entre ambas opciones. Las Pitiusas, Eivissa y Formentera (y también Menorca), se sienten como espacio periférico de Mallorca.

Todo ello hace más notable el singular acontecimien-to social de los años sesenta y setenta del pasado siglo, cuando Eivissa y, sobre todo, Formentera, acogieron a los representantes más conspicuos de un movimiento social rompedor: los hippies. Cuando en el resto de Espa-ña se perseguía con celo y saña cualquier atisbo de pro-testa ideológica, de desnudo o de consumo de cannabis, en Eivissa, sin embargo, se toleraba. Junto a la madonna campesina, anclada en el siglo xix preindustrial, vestida de negro de la cabeza a los pies (alpargatas de esparto

Una sociedad hospitalaria

H Figura votiva a la que se ha identificado con Tanit, diosa de la fecundidad y de la protección (de ahí la cabeza de Gorgona en la túnica), a la que se rendía culto en santuarios y en casas particulares y que, a menudo, formaba parte de las ofrendas hechas a los muertos. Se encontró en el yacimiento de Puig des Molins.

G Mercadillo hippy de Las Dalias en Sant Carles, uno de los pueblos con mayor población de hippies de los setenta y neohippies.

Ibiza y Formentera ❙ 9

10 INDISPENSABLES

8 ❙ Ibiza y Formentera

1y sombrero de paja), el hippy esbozaba abstracciones alucinadas en la playa, desnudo y libre entre lirones caretos, sabinas y lagartijas.

Luego vino el turismo de masas, con sus ventajas y sus inconvenientes. Las Pitiusas están muy transforma-das y se adaptan como pueden a los trepidantes ritmos actuales. Tal vez solo superficialmente, porque perma-nece inmutable su condición hospitalaria y tolerante. La sociedad ibicenca, en fín, es muy compleja (¿cuál no lo es?): sobre un sustrato local (procedente de inmigra-ciones seculares) se han ido superponiendo sucesivas oleadas de inmigantes españoles y europeos, y ahora –como en toda Eu ropa–, extracomunitarios. Hay trabajo y seguridad. Ibiza crece económicamente y demográfica-mente (tal vez demasiado en un ámbito ge o gráficamente limitado por definición). Formentera, no tanto.

Hacer sostenible este crecimiento y mantener esa permanente actitud de bien venida hacia los visitantes es el gran reto que tiene hoy en día la sociedad pitiusa. Su carácter fue definido hace tiem po por la cadencia de labores agrícolas hoy ya en el ol vido, por la luz res-plandeciente sobre paredes encaladas, y por el azul embriagador de su cielo y su mar.

Cada día amanece despacio en unas Pitiusas acele-radas. La luz se ex pande todavía sobre las viejas casas blancas aún dormidas. Bon dia. Eso sí; ya no resuena el grito, el aullido atávico de sus hombres enardecidos: el Uc.

Como si habitaran en vías paralelas que solo en ocasiones se cruzan en la calle, en el mercado, en el café o en la playa, dos sociedades muy distintas viven en las Pitiusas. El secreto de su armoniosa convivencia está en el carácter hos-pitalario de los isleños.

Mientras que en Mallorca y Menorca floreció la cultura talayótica (construcciones megalíticas),

en las Pitiusas (hablamos del 2000 a.C.) esta cultura solo ha dejado escaso rastro en Formentera (Ca na Costa y Barbaria). Eivissa, en cambio, fue una muy importante colonia púnica (siglos vii a.C. hasta i d.C.), cuyas mercaderías eran objeto de tráfico en todo el Mediterráneo clásico. Los árabes dejaron huella pro-funda en todas las Baleares (estructura territorial), y los catalano-aragoneses lo hicieron a partir del siglo xiii (lengua, derecho, gastronomía, usos y costumbres). Las cuatro islas fueron reino cristiano independiente hasta el xiv, y no fue este un reino pobre: sus cartógra-fos judíos vendían mapas muy apreciados en Europa; barcos mallorquines comerciaban en todo el mundo conocido entonces; corsarios ibicencos dominaban el mar... Formentera estuvo deshabitada por miedo a saqueos durante buena parte del siglo xvi... Menorca fue británica y francesa durante el xviii. Más tarde, Ma-llorca, Eivissa y Formentera permanecieron ligadas a España. Las Baleares: curiosa historia, diversa.

Pero no menos diversa –o, más bien, debido a esa diversidad histórica– es la situación en la actualidad. Los políticos se esfuerzan hoy para conseguir que los baleares se sientan paisanos. Tarea difícil. Al carácter tradicional-mente aislado de cualquier isleño se añade un factor de recelo mutuo y de ideologías opuestas: Menorca suele votar progresista, igual que Formentera; el voto en Ibiza suele ser muy conservador; Mallorca oscila entre ambas opciones. Las Pitiusas, Eivissa y Formentera (y también Menorca), se sienten como espacio periférico de Mallorca.

Todo ello hace más notable el singular acontecimien-to social de los años sesenta y setenta del pasado siglo, cuando Eivissa y, sobre todo, Formentera, acogieron a los representantes más conspicuos de un movimiento social rompedor: los hippies. Cuando en el resto de Espa-ña se perseguía con celo y saña cualquier atisbo de pro-testa ideológica, de desnudo o de consumo de cannabis, en Eivissa, sin embargo, se toleraba. Junto a la madonna campesina, anclada en el siglo xix preindustrial, vestida de negro de la cabeza a los pies (alpargatas de esparto

Una sociedad hospitalaria

H Figura votiva a la que se ha identificado con Tanit, diosa de la fecundidad y de la protección (de ahí la cabeza de Gorgona en la túnica), a la que se rendía culto en santuarios y en casas particulares y que, a menudo, formaba parte de las ofrendas hechas a los muertos. Se encontró en el yacimiento de Puig des Molins.

G Mercadillo hippy de Las Dalias en Sant Carles, uno de los pueblos con mayor población de hippies de los setenta y neohippies.

38 ❙ Ibiza y Formentera Ibiza y Formentera ❙ 39

VISITA A ❙ EIVISSA

❙ Dalt Vila. Conjunto Histórico MonumentalMás que conocidas son las calles típicas y popu­lares de Dalt Vila, como es llamada la zona alta de la ciudad encerrada entre murallas que aún con­tienen caseríos góticos (palaus), o de sa Penya, antiguo barrio de pescadores, o del no tan antiguo barrio de sa Marina. Dotada hoy de un creciente en sanche, Eixample, con comercios modernos de toda índole, y con servicios de notable calidad, la pequeña Ibiza no ha perdido el encanto que la hizo convertirse en lugar de veraneo para miles de viajeros a lo largo de los últimos cincuenta años.

❙ LA MURALLA Y SUS BALUARTES Sin lugar a dudas, Dalt Vila es el barrio más pintores­co de Eivissa. Aquí y allá abren sus puertas tiendas de souvenirs, galerías de artistas, restaurantes, encanta­dores hotelitos y locales nocturnos, donde propios y extraños se mezclan sin transgredir las normas sociales. La ciudad antigua (Patrimonio de la Humanidad) es un dédalo de callejuelas blancas y empedradas rodeado por el trazado de las murallas renacentistas; desde sus baluartes se domina la ciudad, el puerto y la bahía. Nada mejor que deambular de forma errática para descubrir sus monumentos y rincones, llenos de gran sabor me­diterráneo. Se accede normalmente a Dalt Vila, la parte alta de la ciudad y su verdadero centro antiguo, por el portal de ses Taules, una de las puertas en el recinto de la muralla renacentista que guardaba de enemigos a la ciudadela de Ibiza.

Hay otras puertas: el portal Nou, este con el es­cudo de las cuatro barras catalanas en su jamba, y el portal de Sant Joan, al pie de los baluartes del mismo nombre. En la parte superior del portal de ses Taules un blasón muestra el escudo de la ciudad y una larga inscripción en latín ensalzando la figura de Felipe II, soberano bajo cuyo reinado se concluyeron las obras de la muralla (1585). El acceso, en pendiente, por esta puerta constituye un verdadero cordón umbilical entre Dalt Vila y el resto de la ciudad y de la isla. Su estilo es manierista y es fácilmente detectable su doble in­tencionalidad funcional y ornamental. En sus costados aparecen unas estatuas romanas halladas en las ex­cavaciones efectuadas en el si glo xvi para levantar las murallas. Una de ellas representa a un soldado; otra,

❙ Planificación de la visita

Se proponen a continuación dos itinerarios para recorrer la ciudad.El primero de ellos, con el nombre Dalt Vila. Conjunto His tórico Mo nu mental (de la página 39 a la 51), se iniciará fran queando las murallas de la ciudad por el portal de ses Taules para, a continuación, seguir por un buen número de lugares de interés hasta concluir con la visita a los palacios de la villa.La segunda propuesta con­templa el recorrido de lo que está Más allá del recinto amurallado (de la página 52 a la 61), en donde se encuentra el popular barrio de Sa Penya o el Puig des Molins, entre otras cosas.En las páginas 42 y 43 se in­cluye un plano para seguir los itine rarios propuestos, o bien para que aquellos viajeros que así lo deseen puedan or ga ni ­zar su propio recorrido. La letra y el número que a pa recen entre paréntesis después del nombre de cada monumento o lugar de interés, por ejemplo: catedral (C5), indican el cuadrante del plano en el que se localiza dicho mo numento.

Visita a la ciudad de Eivissa

La ciu dad de Ibiza re­cibe en mallorquín el nombre de

Eivissa, o de Vila, entre los naturales, y es un lugar de dilatada histo ria. Al parecer data del

siglo vii a.C. Fue entonces una colonia fenicio­púnica de considerable importancia en el comercio maríti­

mo de la época, muy poblada y con notables recursos económicos. Los restos arqueológicos encontrados en la necrópolis cartaginesa adyacente a la ciudad, Es Puig des Molins, así lo demuestran. Ocupada sucesivamente por ro manos, árabes y catalanes, la ciu dad presenta

un marcado carácter, y su imagen desde el mar, de pequeño y bullicioso puerto, ha llegado a

convertirse en un paisaje humano re­conocido en todo el mundo.

G Callejón en el barrio de Dalt Vila.

B (C4­6­D4­5) La muralla y sus baluartes

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VISITA A ❙ EIVISSA

❙ Dalt Vila. Conjunto Histórico MonumentalMás que conocidas son las calles típicas y popu­lares de Dalt Vila, como es llamada la zona alta de la ciudad encerrada entre murallas que aún con­tienen caseríos góticos (palaus), o de sa Penya, antiguo barrio de pescadores, o del no tan antiguo barrio de sa Marina. Dotada hoy de un creciente en sanche, Eixample, con comercios modernos de toda índole, y con servicios de notable calidad, la pequeña Ibiza no ha perdido el encanto que la hizo convertirse en lugar de veraneo para miles de viajeros a lo largo de los últimos cincuenta años.

❙ LA MURALLA Y SUS BALUARTES Sin lugar a dudas, Dalt Vila es el barrio más pintores­co de Eivissa. Aquí y allá abren sus puertas tiendas de souvenirs, galerías de artistas, restaurantes, encanta­dores hotelitos y locales nocturnos, donde propios y extraños se mezclan sin transgredir las normas sociales. La ciudad antigua (Patrimonio de la Humanidad) es un dédalo de callejuelas blancas y empedradas rodeado por el trazado de las murallas renacentistas; desde sus baluartes se domina la ciudad, el puerto y la bahía. Nada mejor que deambular de forma errática para descubrir sus monumentos y rincones, llenos de gran sabor me­diterráneo. Se accede normalmente a Dalt Vila, la parte alta de la ciudad y su verdadero centro antiguo, por el portal de ses Taules, una de las puertas en el recinto de la muralla renacentista que guardaba de enemigos a la ciudadela de Ibiza.

Hay otras puertas: el portal Nou, este con el es­cudo de las cuatro barras catalanas en su jamba, y el portal de Sant Joan, al pie de los baluartes del mismo nombre. En la parte superior del portal de ses Taules un blasón muestra el escudo de la ciudad y una larga inscripción en latín ensalzando la figura de Felipe II, soberano bajo cuyo reinado se concluyeron las obras de la muralla (1585). El acceso, en pendiente, por esta puerta constituye un verdadero cordón umbilical entre Dalt Vila y el resto de la ciudad y de la isla. Su estilo es manierista y es fácilmente detectable su doble in­tencionalidad funcional y ornamental. En sus costados aparecen unas estatuas romanas halladas en las ex­cavaciones efectuadas en el si glo xvi para levantar las murallas. Una de ellas representa a un soldado; otra,

❙ Planificación de la visita

Se proponen a continuación dos itinerarios para recorrer la ciudad.El primero de ellos, con el nombre Dalt Vila. Conjunto His tórico Mo nu mental (de la página 39 a la 51), se iniciará fran queando las murallas de la ciudad por el portal de ses Taules para, a continuación, seguir por un buen número de lugares de interés hasta concluir con la visita a los palacios de la villa.La segunda propuesta con­templa el recorrido de lo que está Más allá del recinto amurallado (de la página 52 a la 61), en donde se encuentra el popular barrio de Sa Penya o el Puig des Molins, entre otras cosas.En las páginas 42 y 43 se in­cluye un plano para seguir los itine rarios propuestos, o bien para que aquellos viajeros que así lo deseen puedan or ga ni ­zar su propio recorrido. La letra y el número que a pa recen entre paréntesis después del nombre de cada monumento o lugar de interés, por ejemplo: catedral (C5), indican el cuadrante del plano en el que se localiza dicho mo numento.

Visita a la ciudad de Eivissa

La ciu dad de Ibiza re­cibe en mallorquín el nombre de

Eivissa, o de Vila, entre los naturales, y es un lugar de dilatada histo ria. Al parecer data del

siglo vii a.C. Fue entonces una colonia fenicio­púnica de considerable importancia en el comercio maríti­

mo de la época, muy poblada y con notables recursos económicos. Los restos arqueológicos encontrados en la necrópolis cartaginesa adyacente a la ciudad, Es Puig des Molins, así lo demuestran. Ocupada sucesivamente por ro manos, árabes y catalanes, la ciu dad presenta

un marcado carácter, y su imagen desde el mar, de pequeño y bullicioso puerto, ha llegado a

convertirse en un paisaje humano re­conocido en todo el mundo.

G Callejón en el barrio de Dalt Vila.

B (C4­6­D4­5) La muralla y sus baluartes

Ibiza y Formentera ❙ 4140 ❙ Ibiza y Formentera

VISITA A ❙ EIVISSADALT VILA

femenina, se identifica con la diosa Juno. En el interior, una tercera estatua representa a un togado. El patio de ar mas ofrece, aunque ligeramente de gradado, un interesante conjunto arqui tectónico. Las obras de las ac tuales murallas de Ibiza se comenzaron en tiempos de Carlos I como medida disuasoria y de protección contra los saqueos de los turcos en estas costas. Fue­ron diseñadas en el año 1554 por el ingeniero romano Calvi, experto en edificaciones mi litares y proyectista también del castillo de Sant Felip de Maó, en Menorca, y del baluarte (baluard) de las atarazanas (draçanes) de Barcelona, así como también de parte de las murallas de Palma, en Mallorca. Los maestros Pere Francès y Gas­par Puig las levantaron ba jo la inspección del conocido arquitecto galo Jacob Fratin.

A es te se atribuye el baluard de Santa Llúcia, y al ingeniero Simon Poulet el baluard de Sant Joan (1727), en cuya sala de armas se en cuen tra el Museu

d’Art Contemporani que alberga una notable colección de pintores y escultores nacionales contemporáneos.

Las murallas están catalogadas como Mo numento Na cional, al ser uno de los ejemplos de fortificación militar más interesantes de la época: se conservan casi en perfecto estado y por completo, caso raro en Europa.

Para su construcción se aprovecharon, en parte, trazados de la muralla del alcázar árabe de triple recin­to (destruido casi por completo en la invasión pisano­catalana de 1114), así como de la antigua fortaleza medieval cristiana.

Tienen siete baluartes cuyos nom bres son, por este orden y de de recha a izquierda, según se entra por el portal de ses Taules: el mencionado ba luard de Sant Joan, los de la Porta Nova, de Sant Jaume, de Sant Jordi, de Sant Bernat, de Santa Tecla, y el también citado de Santa Llúcia. Desde estos baluartes, accesibles, pueden observarse preciosas panorámicas sobre la ciudad baja.

I Vista de la ciudad desde el baluarte de Santa Llúcia.

B C5Museo d’Art ContemporaniD Ronda Narcís Puget, s/n. G 971 302 723.l www.mace.eivissa.es

Ibiza y Formentera ❙ 4140 ❙ Ibiza y Formentera

VISITA A ❙ EIVISSADALT VILA

femenina, se identifica con la diosa Juno. En el interior, una tercera estatua representa a un togado. El patio de ar mas ofrece, aunque ligeramente de gradado, un interesante conjunto arqui tectónico. Las obras de las ac tuales murallas de Ibiza se comenzaron en tiempos de Carlos I como medida disuasoria y de protección contra los saqueos de los turcos en estas costas. Fue­ron diseñadas en el año 1554 por el ingeniero romano Calvi, experto en edificaciones mi litares y proyectista también del castillo de Sant Felip de Maó, en Menorca, y del baluarte (baluard) de las atarazanas (draçanes) de Barcelona, así como también de parte de las murallas de Palma, en Mallorca. Los maestros Pere Francès y Gas­par Puig las levantaron ba jo la inspección del conocido arquitecto galo Jacob Fratin.

A es te se atribuye el baluard de Santa Llúcia, y al ingeniero Simon Poulet el baluard de Sant Joan (1727), en cuya sala de armas se en cuen tra el Museu

d’Art Contemporani que alberga una notable colección de pintores y escultores nacionales contemporáneos.

Las murallas están catalogadas como Mo numento Na cional, al ser uno de los ejemplos de fortificación militar más interesantes de la época: se conservan casi en perfecto estado y por completo, caso raro en Europa.

Para su construcción se aprovecharon, en parte, trazados de la muralla del alcázar árabe de triple recin­to (destruido casi por completo en la invasión pisano­catalana de 1114), así como de la antigua fortaleza medieval cristiana.

Tienen siete baluartes cuyos nom bres son, por este orden y de de recha a izquierda, según se entra por el portal de ses Taules: el mencionado ba luard de Sant Joan, los de la Porta Nova, de Sant Jaume, de Sant Jordi, de Sant Bernat, de Santa Tecla, y el también citado de Santa Llúcia. Desde estos baluartes, accesibles, pueden observarse preciosas panorámicas sobre la ciudad baja.

I Vista de la ciudad desde el baluarte de Santa Llúcia.

B C5Museo d’Art ContemporaniD Ronda Narcís Puget, s/n. G 971 302 723.l www.mace.eivissa.es

EXCURSIONES POR ❙ LA ISLA DE IBIZA

68 ❙ Ibiza y Formentera Ibiza y Formentera ❙ 69

❙ SANT JOAN DE LABRITJASant Joan de Labritja consigue mantener su apariencia de tranquila parroquia campesina, completando su activi-dad económica con el tu rismo creciente (hay ga solinera y estación de autobuses hacia Ibiza, Sant Llorenç, Portinatx, Sant Miquel, Port de Sant Miquel, Cala Sant Vicent y, en verano, a Santa Eulària). Es ca beza del término municipal que comprende además las parroquias de Sant Miquel de Balansat, Sant Vicent de sa Cala y Sant Llorenç. El paisaje general es agrícola, con colinas cubiertas de pinares. La compacta parroquia porticada de Sant Joan tiene una reducida cúpula y su construcción fue iniciada en 1730. La es padaña data del 1900.

En la plaza, durante las fiestas pa tronales, el 24 de junio, se hacen ballades (bailes folclóricos), juegos, verbenas populares y se ofrecen degustaciones de bu-ñuelos (bunyols) y oreietes, productos de la repostería tradicional ibicenca.

❙ PORTINATX DEL REIEl litoral del municipio de Sant Joan de Labritja es muy extenso e interesante por sus numerosas calas de gran

❙ El norteEl recorrido propuesto recoge algunas de las localidades más importantes de la isla. En el trayecto un poco de todo, poblaciones blancas, vestigios antiguos y calas de ensueño de cris-talinas aguas.

❙ SANT LLORENÇ DE BALÀFIAEl conjunto rural de Sant Llorenç de Balàfia es la mejor antesala de la arquitectura tradicional pitiusa: volúmenes cúbicos, paredes encaladas, ventanas pequeñas, techo plano. Situado a unos 15 km de Ei vissa (carretera a Sant Joan de La britja), está formado por casas con sus com-plementos de hornos y pozos, y dos torres defensivas. La pe queña parroquia de Sant Llorenç data de finales del xviii. Durante el mes de agosto la población celebra la fiesta de su patrón, San Lo renzo, con muestras de ball pagès. Muy cerca de Sant Llorenç se en cuentra otro interesante conjunto rural: Can Pere Mussons, también con torre y con el pozo o font de Balàfia.

H Torre de defensa en casa típica en Balafia.

F La recogida y de aguas cristalinas playa de Portinatx.

H Faro en Portinatx.

EXCURSIONES POR ❙ LA ISLA DE IBIZA

68 ❙ Ibiza y Formentera Ibiza y Formentera ❙ 69

❙ SANT JOAN DE LABRITJASant Joan de Labritja consigue mantener su apariencia de tranquila parroquia campesina, completando su activi-dad económica con el tu rismo creciente (hay ga solinera y estación de autobuses hacia Ibiza, Sant Llorenç, Portinatx, Sant Miquel, Port de Sant Miquel, Cala Sant Vicent y, en verano, a Santa Eulària). Es ca beza del término municipal que comprende además las parroquias de Sant Miquel de Balansat, Sant Vicent de sa Cala y Sant Llorenç. El paisaje general es agrícola, con colinas cubiertas de pinares. La compacta parroquia porticada de Sant Joan tiene una reducida cúpula y su construcción fue iniciada en 1730. La es padaña data del 1900.

En la plaza, durante las fiestas pa tronales, el 24 de junio, se hacen ballades (bailes folclóricos), juegos, verbenas populares y se ofrecen degustaciones de bu-ñuelos (bunyols) y oreietes, productos de la repostería tradicional ibicenca.

❙ PORTINATX DEL REIEl litoral del municipio de Sant Joan de Labritja es muy extenso e interesante por sus numerosas calas de gran

❙ El norteEl recorrido propuesto recoge algunas de las localidades más importantes de la isla. En el trayecto un poco de todo, poblaciones blancas, vestigios antiguos y calas de ensueño de cris-talinas aguas.

❙ SANT LLORENÇ DE BALÀFIAEl conjunto rural de Sant Llorenç de Balàfia es la mejor antesala de la arquitectura tradicional pitiusa: volúmenes cúbicos, paredes encaladas, ventanas pequeñas, techo plano. Situado a unos 15 km de Ei vissa (carretera a Sant Joan de La britja), está formado por casas con sus com-plementos de hornos y pozos, y dos torres defensivas. La pe queña parroquia de Sant Llorenç data de finales del xviii. Durante el mes de agosto la población celebra la fiesta de su patrón, San Lo renzo, con muestras de ball pagès. Muy cerca de Sant Llorenç se en cuentra otro interesante conjunto rural: Can Pere Mussons, también con torre y con el pozo o font de Balàfia.

H Torre de defensa en casa típica en Balafia.

F La recogida y de aguas cristalinas playa de Portinatx.

H Faro en Portinatx.

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DÓNDE... ❙ COMER Y BEBER

Sant Joan de Lebritja BalàfiaD Vénda de Balàfia de

Dalt, 25. G 971 325 019. c Precio medio: 35 €. Es un local sencillo donde sir­ven carnes asadas a la parrilla de carbón. Muy frecuentado por los ibicencos, aunque en verano el ambiente es más internacional.

Es CalóD Cala de Sant Vicent. G 971 320 140. F Cerrado enero y febrero. c Precio medio: 25-30 €. Con terraza frente a la playa, preparan suculentos arroces, mariscadas y bo llit de peix. Las ensaladas para acompa­ñar son de antología. Vivero propio y excelente bodega.

Ca na PepetaD Ctra. Eivissa-Sant Joan,

km 14,4. G 971 325 023. c Precio medio: 24-33 €. Fue primero una tienda de ultramarinos, desde 1888, pa só luego a albergar una ca sa de huéspedes, al mismo tiem po que estanco, casa de co rreos y escuela. Platos ge­nu inamente ibicencos.

Sant Josep de sa Talaia Sa SocaD Ctra. Eivissa-Sant Josep,

km 18. G 971 341 620. c Precio medio: 25 €. Cocina típica ibicenca. El es­tofado de co nejo y la zarzuela con salsa ver de son las espe­cialidades de la propietaria. Terraza­jardín en ve rano.

Ca na JoanaD Ctra. Ibiza-San José, km 10. G 971 800 158/ 312. cPrecio medio: 40-50 €.Todo es un lujo que merece la pena: la casa de campo, la cocina, la bodega...

Recó des PinsD València, 1. Port des

Torrent de Sant Agustí. G 971 341 513. c Precio medio: 25-30 €.Cocina ibicenca y especialida­des (arroz marinera y paletilla asada). Terraza con vistas al mar. Aparcamiento. Buen lu­gar para grupos.

Can Domingo de ca Na BotjaD Ctra. Eivissa-Sant Josep,

km 9,800. G 971 800 184. F Abierto de jueves

a domingo.c Precio medio: 50 €.Co cina internacional, pescado y marisco. Carta breve y va­riada. Paisaje rural ibicenco.

Sant Miquel de BalansatHotel Hacienda Na XamenaG 971 334 500. c Precio medio: 60 €.Aparece en las más fa mosas guías de restauración. Es jus­to su reconocimiento interna­cional; especialmente por el paisaje costero y montañoso en el que se ubica. Cocina internacional y bufé de lujo.

Santa Eulària des Riu Can CausD Carretera de Sta.

Gertrudis, km 3,5. G 971 197 516. c Precio medio: 22-25 €.

Tranquilo restaurante de am biente rústico y tradicio­nal. Presenta recetas senci­llas, la mayoría elaboradas con productos naturales de Ibiza.

Can Miquel D Sant Vicent, 43.G 971 330 329. c Precio medio: 28 €.Es un restaurante muy po­pular donde sirven pescado fresco y suculentos arroces.

El Naranjo D Sant Josep, 31.G 971 330 324. c Precio medio: 25-45 €.El exotismo y la originalidad protagonizan su carta con platos como el carpaccio de avestruz o el solomillo de canguro.

Celler Ca’n PereD Sant Jaume, 63. G 971 330 056. c Precio medio: 25-30 €.Uno de los pocos cellers (an­tiguas bodegas) típicamente ibicencos que quedan abier­tos en la isla. Aquí se come del amplio abanico de platos de la cocina local.

Pou des LleóD Cala de es Pou des Lleó.G 971 335 274. c Precio medio: 25-35 €.Ofrece estupendos arroces y pescados frescos. Especiali­dad en bollit de peix, con el aliciente de que se puede repetir tanto del arroz cal­doso como del pescado con patatas. A destacar el alioli que ponen para hacer bo­ca, la greixonera de postre y el café caleta, con canela y ron. Los fines de semana resulta conveniente re servar mesa.

El BigotesD Cala Mastella.

Sant Carles.F Abierto solo

en temporada.G 650 797 633. c Precio medio: 30 €.

ISLA DE IBIZAEn un lugar eminentemente turístico como Ibiza ha de existir por norma una amplí­sima oferta de res tauración que se adapte a todos los gustos y precios. Desde las cocinas orientales y exóticas hasta las locales y naciona­les, todas las gastronomías se hallan bien representadas en la isla. La selección es por tanto forzosa. A continuación se detallan algunos, clasifica­dos por localidades y precios.

EivissaCa n’Alfredo D Paseo Vara del Rey, 16. G 971 311 274. F Abierto todo el año. Cierra lunes no festivos y

domingo noche. c Precio medio: 30 €.Aparte de que las raciones son abundantes y la calidad inigualable, los precios son bastante razonables. Por ello resulta muy recomendable re­servar mesa antes que acudir por sorpresa. Su carta, basada fundamentalmen te en arroces y pescados, contiene platos de la cocina tradicional ibicenca.

El Olivo D Plaça de la Vila, 9. G 971 300 680. F Lunes cerrado, y de noviembre a marzo. c Precio medio: 35-40 €.Mítico restaurante en Dalt Vila. Conviene siempre hacer re serva. Excelente calidad y prestigio. Cocina francesa.

La BrasaD Pere Sala, 3. G 971 301 202. c Precio medio: 35-40 €.Recetas tradicionales de coci­na catalana que se degustan en lo que antaño fueran las caballerizas de la ciudad. Cuenta con una agradable terracita interior.

San Telmo

D Sa Drassana, 6. G 971 310 922. F Abierto en temporada estival. c Precio medio: 30 €.Establecimiento muy especial del puerto que, además de parrilladas de carne y pesca­do, elabora desde 1968 platos con toque francés algo que lo singulariza entre la amplia oferta de la ciudad.

Ama Lur D Ctra. de Sant Miquel, km 2,3. G 971 314 554. c Precio medio: 40-50 €.Estupenda cocina vasca y marinera en una casa típica ibicenca.

Mesón Paco D Av. Bartolomé Roselló, 17. G 971 314 224. c Precio medio, 25 €.Comida ibicenca en un local muy acogedor.

La Tertulia D Plaça de la Tertulia, 6. G 971 311 071. F Cierra en invierno. c Precio medio: 30-45 €.Destaca sobre otras propues­tas, la paella y la zarzuela de pescado.

Sant Antoni de PortmanySa Capella

D Ctra. Santa Agnès, km 0,6. G 971 340 057. F Cerrado a mediodía y

también en invierno. c Precio medio: 20-40 €.Es un refinado restaurante instalado en una antigua ca­pilla. Cocina de mercado.

Es Pi d’Or D Cala Gració. G 971 342 872. F Cerrado desde enero

hasta Semana Santa.c Precio medio: 25-55 €.Sirven los que para muchos son los mejores pescados y mariscos de la isla, cocina de raíces ibicencas y gallegas. De ambiente familiar.

Rías BaixasD Cervantes, 14. G 971 340 480. F Cerrado del 7 de enero al 14 de marzo. c Precio medio: 50 €.Ofrece una amplia variedad de platos propios de la gastrono­mía gallega para degustar en un ambiente muy selecto.

Es Rebost de Can PratsD Cervantes, 4. G 971 346 252. F Cerrado martes y febrero. c Precio medio: 25 €.Ofrece cocina ibicenca del in­terior, en una sencilla casita con decoración rústica.

Asador Can PilotD Ctra. Eivissa a Sant Antoni,

s/n. Sant Rafel.G 971 198 293.F Cerrado miércoles y en junio.c Precio medio: 30 €.Ocupa una casa de estilo colonial decorada con obras del conocido ceramista Kino­to. Popular bar de tapas con platos del día. Para repetir.

❙ Restaurantes

122 ❙ Ibiza y Formentera Ibiza y Formentera ❙ 123

DÓNDE... ❙ COMER Y BEBER

Sant Joan de Lebritja BalàfiaD Vénda de Balàfia de

Dalt, 25. G 971 325 019. c Precio medio: 35 €. Es un local sencillo donde sir­ven carnes asadas a la parrilla de carbón. Muy frecuentado por los ibicencos, aunque en verano el ambiente es más internacional.

Es CalóD Cala de Sant Vicent. G 971 320 140. F Cerrado enero y febrero. c Precio medio: 25-30 €. Con terraza frente a la playa, preparan suculentos arroces, mariscadas y bo llit de peix. Las ensaladas para acompa­ñar son de antología. Vivero propio y excelente bodega.

Ca na PepetaD Ctra. Eivissa-Sant Joan,

km 14,4. G 971 325 023. c Precio medio: 24-33 €. Fue primero una tienda de ultramarinos, desde 1888, pa só luego a albergar una ca sa de huéspedes, al mismo tiem po que estanco, casa de co rreos y escuela. Platos ge­nu inamente ibicencos.

Sant Josep de sa Talaia Sa SocaD Ctra. Eivissa-Sant Josep,

km 18. G 971 341 620. c Precio medio: 25 €. Cocina típica ibicenca. El es­tofado de co nejo y la zarzuela con salsa ver de son las espe­cialidades de la propietaria. Terraza­jardín en ve rano.

Ca na JoanaD Ctra. Ibiza-San José, km 10. G 971 800 158/ 312. cPrecio medio: 40-50 €.Todo es un lujo que merece la pena: la casa de campo, la cocina, la bodega...

Recó des PinsD València, 1. Port des

Torrent de Sant Agustí. G 971 341 513. c Precio medio: 25-30 €.Cocina ibicenca y especialida­des (arroz marinera y paletilla asada). Terraza con vistas al mar. Aparcamiento. Buen lu­gar para grupos.

Can Domingo de ca Na BotjaD Ctra. Eivissa-Sant Josep,

km 9,800. G 971 800 184. F Abierto de jueves

a domingo.c Precio medio: 50 €.Co cina internacional, pescado y marisco. Carta breve y va­riada. Paisaje rural ibicenco.

Sant Miquel de BalansatHotel Hacienda Na XamenaG 971 334 500. c Precio medio: 60 €.Aparece en las más fa mosas guías de restauración. Es jus­to su reconocimiento interna­cional; especialmente por el paisaje costero y montañoso en el que se ubica. Cocina internacional y bufé de lujo.

Santa Eulària des Riu Can CausD Carretera de Sta.

Gertrudis, km 3,5. G 971 197 516. c Precio medio: 22-25 €.

Tranquilo restaurante de am biente rústico y tradicio­nal. Presenta recetas senci­llas, la mayoría elaboradas con productos naturales de Ibiza.

Can Miquel D Sant Vicent, 43.G 971 330 329. c Precio medio: 28 €.Es un restaurante muy po­pular donde sirven pescado fresco y suculentos arroces.

El Naranjo D Sant Josep, 31.G 971 330 324. c Precio medio: 25-45 €.El exotismo y la originalidad protagonizan su carta con platos como el carpaccio de avestruz o el solomillo de canguro.

Celler Ca’n PereD Sant Jaume, 63. G 971 330 056. c Precio medio: 25-30 €.Uno de los pocos cellers (an­tiguas bodegas) típicamente ibicencos que quedan abier­tos en la isla. Aquí se come del amplio abanico de platos de la cocina local.

Pou des LleóD Cala de es Pou des Lleó.G 971 335 274. c Precio medio: 25-35 €.Ofrece estupendos arroces y pescados frescos. Especiali­dad en bollit de peix, con el aliciente de que se puede repetir tanto del arroz cal­doso como del pescado con patatas. A destacar el alioli que ponen para hacer bo­ca, la greixonera de postre y el café caleta, con canela y ron. Los fines de semana resulta conveniente re servar mesa.

El BigotesD Cala Mastella.

Sant Carles.F Abierto solo

en temporada.G 650 797 633. c Precio medio: 30 €.

ISLA DE IBIZAEn un lugar eminentemente turístico como Ibiza ha de existir por norma una amplí­sima oferta de res tauración que se adapte a todos los gustos y precios. Desde las cocinas orientales y exóticas hasta las locales y naciona­les, todas las gastronomías se hallan bien representadas en la isla. La selección es por tanto forzosa. A continuación se detallan algunos, clasifica­dos por localidades y precios.

EivissaCa n’Alfredo D Paseo Vara del Rey, 16. G 971 311 274. F Abierto todo el año. Cierra lunes no festivos y

domingo noche. c Precio medio: 30 €.Aparte de que las raciones son abundantes y la calidad inigualable, los precios son bastante razonables. Por ello resulta muy recomendable re­servar mesa antes que acudir por sorpresa. Su carta, basada fundamentalmen te en arroces y pescados, contiene platos de la cocina tradicional ibicenca.

El Olivo D Plaça de la Vila, 9. G 971 300 680. F Lunes cerrado, y de noviembre a marzo. c Precio medio: 35-40 €.Mítico restaurante en Dalt Vila. Conviene siempre hacer re serva. Excelente calidad y prestigio. Cocina francesa.

La BrasaD Pere Sala, 3. G 971 301 202. c Precio medio: 35-40 €.Recetas tradicionales de coci­na catalana que se degustan en lo que antaño fueran las caballerizas de la ciudad. Cuenta con una agradable terracita interior.

San Telmo

D Sa Drassana, 6. G 971 310 922. F Abierto en temporada estival. c Precio medio: 30 €.Establecimiento muy especial del puerto que, además de parrilladas de carne y pesca­do, elabora desde 1968 platos con toque francés algo que lo singulariza entre la amplia oferta de la ciudad.

Ama Lur D Ctra. de Sant Miquel, km 2,3. G 971 314 554. c Precio medio: 40-50 €.Estupenda cocina vasca y marinera en una casa típica ibicenca.

Mesón Paco D Av. Bartolomé Roselló, 17. G 971 314 224. c Precio medio, 25 €.Comida ibicenca en un local muy acogedor.

La Tertulia D Plaça de la Tertulia, 6. G 971 311 071. F Cierra en invierno. c Precio medio: 30-45 €.Destaca sobre otras propues­tas, la paella y la zarzuela de pescado.

Sant Antoni de PortmanySa Capella

D Ctra. Santa Agnès, km 0,6. G 971 340 057. F Cerrado a mediodía y

también en invierno. c Precio medio: 20-40 €.Es un refinado restaurante instalado en una antigua ca­pilla. Cocina de mercado.

Es Pi d’Or D Cala Gració. G 971 342 872. F Cerrado desde enero

hasta Semana Santa.c Precio medio: 25-55 €.Sirven los que para muchos son los mejores pescados y mariscos de la isla, cocina de raíces ibicencas y gallegas. De ambiente familiar.

Rías BaixasD Cervantes, 14. G 971 340 480. F Cerrado del 7 de enero al 14 de marzo. c Precio medio: 50 €.Ofrece una amplia variedad de platos propios de la gastrono­mía gallega para degustar en un ambiente muy selecto.

Es Rebost de Can PratsD Cervantes, 4. G 971 346 252. F Cerrado martes y febrero. c Precio medio: 25 €.Ofrece cocina ibicenca del in­terior, en una sencilla casita con decoración rústica.

Asador Can PilotD Ctra. Eivissa a Sant Antoni,

s/n. Sant Rafel.G 971 198 293.F Cerrado miércoles y en junio.c Precio medio: 30 €.Ocupa una casa de estilo colonial decorada con obras del conocido ceramista Kino­to. Popular bar de tapas con platos del día. Para repetir.

❙ Restaurantes