I A Jueves, 3 de diciembre de 1970

LA ISLA y Ilos barcos ¡

llllllllllllllllllllllllllllHlllllllllllIfll! Hoy se anos de laa Santa Cruz del acorazado "ALMIRANTE LATORRE"Arbolaba la insignia del contralmirante GÓMEZ CARRENO y, con losdestructores «Williams», «Uribe» y «Ríveros», se dirigía a Valparaíso

Estos barcos habían siadquiridos por Inglaterra en1914 -cuando se construíanpara Chile- y tomaron parteen la batalla naval de luílandiaTerminada la guerra mundial,fueron modernizados y, una ve?más, transferidos a la Marina

de guerra chilena

POR JUAN-ANTONIO PADROFÁIBORNOZ"Transcurridos varios meses

de la escala de los transportes"Miaápo" y "üaneagua", y delos escampavías "tLeucotón","OElicura", "Colocólo" y "Orompello", Tenerife se ve nueva-mente honrado con la visita delos distinguidos marinos chile-nos que tan gratos recuerdoshan dejado siempre entre nos-otros.

La escuadra que ayer tardefondeó en nuestro puerto, yque viene al maoido de uno delos más prestigiosos marinosde Sudamérica, el ilustre almi-rante don Luis Gómez Garreño,se compone del magnificodreadnought "Almirante Lato-rre", de 32.000 toneladas, dedesplazamiento, y de los mo-dernos destroyers "Uribe", "Riveros" y "Williams", de nuevaconstrucción.

Todos proceden úe Ply-mopth.

El "Almirante Latorre" es elbuque de guerra mes perfeccionado y de mayor tonelaje queha venido a Tenerife."

Así daba, el 4 de diciembrede 1020, el periódico "La Prensa" la noticia de la llegada a

rita PriiT- ría la finnnr tanto

lleroso, el distinguido marinonos relató su primera visita aesta isla.

El señor Gómez Garreño es-tuvo en esta capital en el añode 1886, con el empleo de guardiainaiina, a bordo del acora-zado chileno "Blanco Encada-da",

Este acorazado vino a Tene-rife, enviado expresamente porel Gobierno ée su nación, pa-ra recoger y conducir a Chilelos restos del vicealmirantedon Patricio Lynch, embajadorde Chile en España, que falle-ció en viaje a su país, recibiendo sepultura en el cementeriode esta capital.

El Gobierno español conce-dió al ilustre finado los hono-res de capitán general, trasla-dándose los restos con gran soleninidad al mencionado acora-zado.

Así nos lo recordaba anocheel ilustre marino, expresando-

El acorazado "Almirante I/atorre" cuando, en 1930, estaba sometido a obras de modernización en Bevoaport (Reproduc-ciones fotográficas, Juan Hernández)

"Riveros" y "Williams" ys yacerca de la bocana del puerto,el "dreadnought, disiparé las 21salvas de ordenanza como salu-do a la plaza que, seguidamen-te, fueron contestadas por labatería de Almeida.

Una vez mordieron fondo lasanclas de los cuatro barcos deguerra y estos se aproaron altiempo reinante, se trasladarona su bordo —con el fin de cumplimentar al contralmirante Gómez Carreño— el. teniente ayudante de esta Comandancia Militar de Marina, señor Arriaga,y, en representación de la au-toridad militar, el capitán ayu-dante de la plaza señor Walls.

Más tarde se trasladaron al"Almirante Latorre" el coman-dante de Marina, señor Galbo,así como el cónsul y el canci-ller de Chile en esta capital,

lada" a recoger los restos dedon Patricio Lynch que, aña-dió, era oriundo de Tenerife,descendiente de los numero-sos irlandeses que aquí se es-tablecieron y, luego, pasarona tierras americanas.

Don Patricio Lynch nació enValparaíso en 1826. Estudió enla Escuela Naval de Santiagode Chile y, posteriormente, sealistó en la Royal Navy y to-mó parte en varios de los com-bates que tuvieron lugar cuan-do la campaña contra China.

Al finalizar la guerra regre-só a su patria y tomó parteprincipal en la denominadaguerra del Pacífico. Fue el primer gobernador chileno deíquique y tuvo a su mando lastropas que ocuparon las comircas sepitentrionaleis del Perú.En la batalla de Chorrillos

Gómez Carreño. A Is¡aac Perallo consideró un entrañable ca-marada y, añadió, "en Cádizasistí a las pruebas de su sub-marino, ayueíllas inolvidablesy primeras pruebas del submariño Peral, pruebas a las quefui poseído de un entusiasmoy una fe dignos de la importancía de aquella obra sensacio-nal. Luego, doirante un viajea América, tuve ocasión deconocer a Mac Mahón. que mandaba el "Río de la Plata" pe-ro, después, ya no he tenidoocasión de intimar con los nuevos marinos españoles".

El domingo, al mediodía, devolvieron la visita al contral-mirante Gómez Carreño las au-toridades civiles y militares y,por la tarde, se celebró un en-cuentro de fútbol entre un equipo del acorazado y otro del Te

10, Ja Banda Municipal se trailado al citado acorazado para,en la toldilla, dar otro en ho-nor de los ilustres huéspedes,

El sábado, el jefe de la agrupación ofreció una fiesta en subarco insignia a las autorida-des y, a las 2 de la tarde deldomingo, día 12, la escuadracomerizó a levar y, formada enlínea de fila —con el "Almirante Latorrs" en cabeza— pusoproa ad Sur y, con majestuo-sidad, desfiló ante la capitalhasta que, poco a poco, seperdieron sois estampas mari-neras y negros penachos en lahorizonte lejano.

La historia del"Almirante

Latorre"Ágentína, Brasil y Chile, taff

tras principales marinas sud-americanas, siempre estuvie-ron —sobra todo a finales delpasado siglo y comienzos de«lpresente-— en rivalidad porpno-ni-A n "ncsnítísl cTiírYe*' T»<acna/t_

construcción.Todos proceden de Ply-

mopth.El '«Almirante Latorre" es el

buque de guerra más perfeeeionado y de mayor tonelaje queha venido a Tenerife."

Así daba, el 4 de diciembrede 1<920, el periódico "La Prensa" la noticia de la llegada aSanta Cruz de la importanteescuadra chilena que, segúntradición antigua, una vez másvolvía por nuestras aguas.

Y añadía el citado diario:"Anoche tuvimos ocasión dehablar breves momentos con elilustre marino chileno quemanda la escuadra, almiranteGómez, el cual bajó a tierra enlas primeras horas de la no-che.

Con su trato afable y caba-

lemnidad a¡l mencionado acora-zado.

Así nos lo recordaba anoche

"Almirante Latorre" el coman-dante de Marina, señor Ca'lbo,así como el cónsul y el canci-«ww* AAWW j.v *. VV.V/J. vittiscí etltWV^fUSG ClOJL. ^"UHiV CJ. \,i/liOUi J \¿l CCUIC-L-

el ilustre marino, expresando- ller de Chile en esta capital,

íquique y tuvo a su mando lastropas que ocuparon las coniarcasEn

septentrionalesla batalla de

del Perú.Chorrillos

toridades civiles y militares y,por la tarde, se celebró un en-cuentro de fútbol entre un equipo del acorazado y otro del Te

El acorazado chileno "Almirante Latorre" en la época en que hizo escala en Santa Cruz.nos su satisfacción al volver avisitar nuestra tierra despuésde tantos años de su paso porella".

A l¡as 4 de esta tarde se cum-plen cincuenta años de que,tras del recio murallón de Anaga, hicieron su aparición loscitados navios de guerra nave-gando en perfecta línea de fi-la.

Encabezaba la formación lamole del "Almirante Latorre"y, en su estela, los "Uribe",

señores Lecuona Díaz y Gon-zález de Ara respectivamente.

Por la noche, el cónsul deChile obsequió con una cenaen el Hotel Pino de Oro al contralmirante Gómez Carreño yal capitán de navio Bahamon-de, comandante del acorazado.

Los destructores —destro-yers en la terminología nava<lde entonces— venían al mandode los capitanes de fragata donAlejandro García, don Luis Escobar y don José Costa Pe lié.

La estancia en Santa Cruz de laescuadra chilena

En las primeras horas de lamañana del día 4, las unidadesde la agrupación naval chile-na comenzaron a tomar a subordo 4.000 toneladas de car-bón, cantidad suficiente paraseguir a Cabo Verde, puertodonde también rellenarían sus"coal side bunkers" antes decruzar el Atlántico hasta Pa-namá para, desde allí,vés del Canal, pasar

a tra-Pacíñ-

co y continuar luego a Valpa-ai

raíso.Al mediodía vino a tierra el

contralmirante Gómez Carre-ño que, en unión del cónsul yel canciller de su nación enSanta Cruz, visitó oficialmenteen su despacho al capitán ge-neral, al gobernador militar dela plaza y al gobernador civilde la provincia. Luego se tras-ladaron a la Comandancia deMarina para allí cumplimentaral comandante militar y, se-guidamente, se trasladó a subarco insignia.

También por la mañana hi-zo viaje a La Laguna el vica-rio general de la Armada Chi-lena, Padre Rafaed Edwardsque, en el "Almirante Latorre"regresaba a su patria despuésde haber visitado a Su Santi-dad Benedicto XV. En la vie-ja Aguerre cumplimentó ajobispo de la diócesis, doctorLlompart y, después de unadetenida visita a la catedral yotros templos, regresó a SantaCruz.

Por la tarde, y en honor deios marinos chilenos, se cele-bró una Hesfea en los salones

del Real Olub Tinerfeño, pri-mero éste de los numerososfestejos celebrados luego contal motivo en varias sociedadesde la capital y otras localida-des del interior de la Isla.

En la tarde del día 6, el contralmirante Gómez Carreño recibió en su cámara a un redac-tor de "La Prensa" y, tras unavisita al acorazado, la charlacomenzó —como en la vez an-terior— haciendo hincapié elmarino chileno sobre sus re-cuerdos de Santa Cruz, deaquel Santa Cruz al que ha-bL venido en el "Blanco Enea-

mandaba una división de unos8.500 hombres y, poco des-pués —ya era contralmiran-te— se le confirió el mandodel ejército de ocupación delPerú.

Nombrado luego embajadorde Chile en España, regresabaa su país en el trasatlántico mglés "Cotopaxi", —uno de los"pacíficos" de la Pacific SteamNavigation Company— cuando,en aguas de Tenerife, las desus ascendientes según el con-tralmirante Gómez C&rreño, faileció.

en el

Aquí fue desembarcadosu cadáver y, con todos los ho-nores militares, sepultado has-ta que años más tarde, sus restos fu;ron trasladados a Chile

Blanco Encalada".Añaflió el jefe de la agrupa-

ción nláyal que, dé aquella es-tancia ,tinerfeña, guardaba nú-merosqs recuerdos, que, con el"Blanco Encadada", se hundie-ron enjla batalla naval de Cal-dera, i

E¡n stis años de juventud,—dijo— tuvo muy buena amistadcon el luego almirante Cerve-ra, al c|ue conoció en un viajeen que, M mando del acoraza-do "Pelayo", el marino españolvisitó Tolón, Tmse francesa,donde entonces se encontraba

nerife Sportíng Club. Por lanoche, y con asistencia de to-dos los oficiales, en los salo-nes del Club Tinerfeño se ce-lebró una fiesta y, a la ma-ñana siguiente, estos marcha-ron de excursión a La Lagunay Valle de La Orotaya; al re-torno, fueron obsequiados conun banquete en el Taoro y, posteriormente, visitaron el JardínBotánico y Puerto de la Cruz.

El día 7, a las 4 de la tarde,pasó cerca de los barcos deguerra chilenos el crucero acórazado "Jeanne d'Arc", buque-esouela de la Marina de guerrafrancesa que, tras saludar a laplaza y a los navios de la agrupación naval del contralmiran-te Gómez Carreño, se abrió dela costa y continuó rumbo alSur mientras la batería de Al-meida y el "Almirante Lato-rre", conjuntamente, contesta-ban las salvas de ordenanm

Al día siguiente, y mientrasproseguían las excursiones alinterior de la Isla, visitó el acórazado el cónsul británico enSanta Cruz, Mr. Morris, quieiifue recibido con los honoresde ordenanza; por la noche labanda de música del acorazadodio un concierto en la Plaza delPríncipe y, en la tarde del día

"/ymiraníeLaíorre"

Agentina, Brasil y Chile, lastras principales marinas sud-americanas, siempre estuvie-ron —sobre todo a finales delpasado siglo y comienzos de«lpresente— en rivalidad porcuanto a "capital ships" respec-ta. En lOl'O, cuando la Armadabrasileña recibió ios "MinasGeraes" y "Sao Pa.ulo", Argéntina encargó los "Tlivadayia" y"Moreno" y, al mismo tiempo,Ohile contrató en astilleros in-gleses los que habrían de lle-var los nombres de "Valparaí-so" y "Almirante Cochrane".

Estos barcos, de 32.000 tone-ladas, tendrían unas dimensio-nes de 190 metros entre per-pendiculares —201 total— por•31,4 de manda y 8,7 de calado.

La artillería que se les asig-nó era de diez piezas de 356 miMimetros, repartidas en cincotorres dobles; dieciseis de 152en casamatas a las bandas; va-rias de 78, de tiro rápido, y cuatro tubos lanzatorpedos —si-tuados bajo la flotación— de533 milímetros.

EstO'S acorazados confiabansu protección vertical a una coraza con espesor máximo de254 milímetros y la horizontala dos cubiertas de 38 y, ade-más, otra intermedia de 102.La torre de mando estaba pro-tegida con un blindaje de 280milímetros —igual que las to-rres y barbetas-— y las bate-rías con otro, más ligero, de152.

La protección submarina es-taba compuesta por mamparosde 51 milímetros de espesor ala altura de los pañoles demuniciones y, con cuatro gru-pos de turbinas Parsons, —quédesarrollaban 37.000 H. P. so-bre cuatro hélices— alcanza-ban máxima de 22,75 nudos. Eatas turbinas tomaban vapor de22 calderas, del tipo Yarrow,que consumían carbón.

La quilla del "Valparaíso*

(Pasa a la pág. 20)

El destructor "Almirante Williams" que, con el nombre de "Broke" y bandera inglesa, tomé parte en la batalla naval deJutlandia