Historia Del Pensamiento Filosófico y Científiciii

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HISTORIA DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO Y CIENTÍFICO TOMO III Giovanni Reale y Darío Antisieri PRÓLOGO SIGLO XIX PRIMERA PARTE : El Movimiento Romántico y la Formación del Idealismo SEGUNDA PARTE : El Idealismo Absoluto de Hegel TERCERA PARTE : Del Hegelianismo al Marxismo. Derecha e Izquierda Hegelianas. Nacimiento y Desarrollo del Marxismo CUARTA PARTE : Los Grandes Impugnadores del Sistema Hegeliano: Herbart, Trendelenburg, Schopenhauer y Kierkegaard QUINTA PARTE : La Filosofía en Francia durante la Restauración y la Filosofía Italiana en la Época del Resurgimiento SEXTA PARTE : El Positivismo SÉPTIMA PARTE : El Desarrollo de las Ciencias en el Siglo XIX: El Empiriocriticismo y el Convencionalismo OCTAVA PARTE : La Filosofía del Siglo XIX al Siglo XX SIGLO NOVENA PARTE : Fenomenología, Hermenéutica DÉCIMA PARTE : Bertrand Russe la Filosof{ía del Lenguaje UNDÉCIMA PARTE : Espiritualis Teologías y Neo-Escolática DUODÉCIMA PARTE : El Marxismo Escuela de Frankfurt DÉCIMOTERCERA PARTE : Las Cie XX: Freud y el Psicoanálisis DÉCIMOCUARTA PARTE : El Desar Teorías Epistemológicas en e DÉCIMOQUINTA PARTE : Los Filó HISTORIA DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO Y CIENTÍFICO TOMO III Giovanni Reale y Darío Antisieri PRÓLOGO “Ningún sistema filosófico es definitivo, porque la vida tampoco es definitiva.

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HISTORIA DEL PENSAMIENTO FILOSÓFICO Y CIENTÍFICIIIautor: reale

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HISTORIA DEL PENSAMIENTO FILOSFICO Y CIENTFICOTOMO IIIGiovanni Reale y Daro Antisieri

PRLOGO

SIGLO XIXPRIMERA PARTE:El Movimiento Romntico y la Formacin del IdealismoSEGUNDA PARTE:El Idealismo Absoluto de HegelTERCERA PARTE:Del Hegelianismo al Marxismo. Derecha e Izquierda Hegelianas. Nacimiento y Desarrollo del MarxismoCUARTA PARTE:Los Grandes Impugnadores del Sistema Hegeliano: Herbart, Trendelenburg, Schopenhauer y KierkegaardQUINTA PARTE:La Filosofa en Francia durante la Restauracin y la Filosofa Italiana en la poca del ResurgimientoSEXTA PARTE:El PositivismoSPTIMA PARTE:El Desarrollo de las Ciencias en el Siglo XIX: El Empiriocriticismo y el ConvencionalismoOCTAVA PARTE:La Filosofa del Siglo XIX al Siglo XX

SIGLO XXNOVENA PARTE:Fenomenologa, Existencialismo, HermenuticaDCIMA PARTE:Bertrand Russell, Ludwig Wittgenstein y la Filosof{a del LenguajeUNDCIMA PARTE:Espiritualismo, Personalismo, Nuevas Teologas y Neo-EscolticaDUODCIMA PARTE:El Marxismo despus de Marx y la Escuela de FrankfurtDCIMOTERCERA PARTE:Las Ciencias Humanas en el Siglo XX: Freud y el Psicoanlisis, el EstructuralismoDCIMOCUARTA PARTE:El Desarrollo de la Ciencia y las Teoras Epistemolgicas en el Siglo XXDCIMOQUINTA PARTE: Los Filsofos Espaoles

HISTORIA DEL PENSAMIENTO FILOSFICO Y CIENTFICOTOMO IIIGiovanni Reale y Daro Antisieri

PRLOGONingn sistema filosfico es definitivo, porque la vida tampoco es definitiva.Un sistema filosfico soluciona un grupo de problemas histricamente dadosy prepara las condiciones para el planteamiento de nuevos sistemas.As ha sido siempre y siempre lo ser.Benedetto CroceEste tercer volumen se divide en catorce partes. Se llev a cabo tal divisin teniendo en cuenta la sucesin lgica y cronolgica de los problemas expuestos, pero con el propsito de ofrecer a los profesores unas autnticas unidades didcticas, en cuyo mbito, segn los intereses y el nivel de los alumnos, puedan llevar a cabo la eleccin ms adecuada. La amplitud del tratamiento no implica que haya que hacerlo todo, sino que pretende brindar una amplia y variada posibilidad de eleccin y profundizacin.En este tercer volumen se expone el desarrollo del pensamiento filosfico desde Hegel hasta nuestros das. Lejos de situarse en la perspectiva de considerar como realmente vlida una sola filosofa, o de utilizar una ideologa cientfica como tribunal para condenar o absolver a los filsofos del pasado, los autores de este libro, con el ms profundo respeto por los pensadores tomados en consideracin, han querido reconstruir las situaciones problemticas, las teoras, las argumentaciones, los contrastes, las polmicas y las consecuencias sociales y tericas de las distintas construcciones filosficas que, entretejindose, ignorndose o incluso criticndose recprocamente, se desarrollan a partir del romanticismo para llegar hasta el actual debate filosfico.Por obvias razones, se ha dedicado un amplio espacio a las figuras preeminentes: Fichte Schelling, Hegel, Feuerbach, Marx, Engels,Schopenhauer, Kierkegaard; Comte, Stuart Mill, Spencer,Ardido, Nietzsche, Weber, James, Dewey, Croce, Gentile, Husserl, Heidegger, Jaspers, Sastre, Bergson, Russell, Wittgenstein, Fred, Popper, etc.Sin embargo puesto que tales pensadores han dado origen a una tradicin filosfica o seintegran mediante sus aportaciones originales dentro de un movimiento filosfico, se ha considerado oportuno presentarlos en el interior de aquellas tradiciones de pensamiento y de aquellos movimientos filosficos (o en todo caso, relacionndolos con ellos), cuyos rasgos histrico-sociales y tericos se describen aqu. As lo hemos hecho respecto al romanticismo, el positivismo, el marxismo, el existencialismo, la fenomenologa, el neomarxismo, el estructuralismo, la escuela de Francfort, el espiritualismo, las nuevas teologas, el neopositivismo, el personalismo, etc. De este modo, las diferentes partes se configuran como unidades didcticas (ordenadas cronolgica y/o lgicamente) de gran utilidad para aquellos estudiantes y aquellos cursos que, si bien tienen que efectuar una seleccin, poseen un instrumento que al menos les permite conocer en qu ambiente histrico y terico se sita un pensador. Las principales caractersticas de este volumen III pueden resumirse en los seis puntos siguientes:1)Durante el tratamiento de los distintos pensadores y las diversas corrientes se han tenido siempre en cuenta los hallazgos historiogrficos ms recientes.2)No se han dejado de lado pensadores (Trendelenburg, Cattaneo, Scheler,Hartman, Peirce, Vailati, Dilthey, Avenarius, Mach, Deum, Poincar, Merleau-Ponty, Marcel, Blondel, Mounier, Bridgman, Piaget) o mbitos de pensamiento (el personalismo, la fenomenologa de la religin, la sociologa del conocimiento, la teora de la argumentacin, la psicologa de la forma, la epistemologa gentica, el marginalismo o las teoras econmicas de Keynes) que se suelen descuidar y a los cuales, en cambio, los autores de esta obra conceden una mayor relevancia.3)La historiografa ms reciente ha puesto en claro las complejas relaciones que van ligando paulatinamente la evolucin de las ciencias matemticas, biolgicas y fsicas con el pensamiento filosfico. Por consiguiente, en este volumen se encontrar una exposicin estructurada de las teoras lgicas, matemticas, fsicas y biolgicas que durante el siglo antepasado, pasado y nuestro siglo se han entrelazado de maneras diversas con el pensamiento filosfico. Si existe una ciencia de los filsofos, tambin existe una filosofa de los cientficos. Por tal motivo en los captulos referentes a la historia del pensamiento cientfico, no aparecen largas y mudas enumeraciones de cientficos, ttulos de libros o nombres de teoras cientficas. En cambio se ha procurado trazar el origen y el triunfo de aquellos resultados tcnicos (por ejemplo, las geometras no euclidianas, la teora de la evolucin, la relatividad de Einsten, el descubrimiento de las paradojas de Russell, los teoremas de CODEL, etc.) que han mostrado la fuerza suficiente para echar por tierra las teoras cientficas sobre las cuales se apoyaban importantes, influyentes y a menudo venerables teoras filosficas.4)El punto anterior aparecer todava con mayor claridad en las pginas dedicadas a la historia de las ciencias humanas (psicologa, sociologa, economa, lingstica, teora de la historia, psiquiatra, antropologa, psicoanlisis, etc). En resumen, se ha dedicado una atencin muy particular al desarrollo de las ciencias: se trata de una atencin motivada por determinados avances de las teoras filosficas, en la medida en que algunas de stas para ser comprendidas exigen comprensin de la evolucin de ciertas teoras cientficas.5)La historia de las teoras epistemolgicas: empiriocriticismo, convencionalismo, neopositivismo, operacionismo, racionalismo abierto ( de Bachelard), falibilismo ( de Popper) y la epistemologa de los postpopperianos, como por ejemplo Thomas S. Kuhn, Imre Lakatos, Paul K. Feyerabend, Larry Laudan, William W. Bartley III, Joseph Hagis, J. Watkins o H. Albert, se halla vinculada con la historia de la ciencia en los siglos XIX y XX. El amplio tratamiento concedido a las teoras epistemolgicas se debe al hecho de que cada vez nos damos ms cuenta de que es imposible afrontar las cuestiones tericas de mayor relieve(es posible una racionalidad distinta, e incluso superior, a la de las ciencias?; las ciencias humanas son de veras ciencias?; qu hay de cientfico en el marxismo?; puede ser cientfica la historiografa y, en caso positivo, de qu manera?; podemos fundar racionalmente las normas y los valores?, y as sucesivamente) sin una adecuada teora de la racionalidad.6)Hemos dedicado una amplia atencin a las teoras lgico-matemticas, fisico-naturalistas, psicolgicas e histrico-sociales, pero no menos atencin se ha prestado en las pginas siguientes a los autores y movimientos de pensamientos contemporneos que estn cargados de nociones y teoras que en la actualidad constituyen instrumentos conceptuales indispensables para la formacin de una mente bien preparada y alerta. Se trata de pensadores como Wertheimer, y Piaget; Fred, Jung, Adler y Rogers; Menger y Keynes; De Saussure y Chomsky; Malinowsky; Perelman; o de movimientos filosficos como el neomarxismo (ruso y alemn, francs e italiano), la escuela de Francfort, las nuevas teologas (protestante y catlica), la filosofa del lenguaje de Cambridge y de Oxford, el estructuralismo, o la hermenutica de Gadamer. EEl profesor Pietro Omodeo, catedrtico de zoologa de la universidad de Papua, ley las partes referentes a la historia de la biologa; el profesor Giovanni Prodi, catedrtico de matemticas complementarias en la universidad de Pisa, ley las pginas dedicadas a la historia de la matemtica; El profesor Salvo D Agostino, que ensea historia de la fsica en la universidad de Roma, ley las partes concernientes a la historia de las ideas fsicas; el profesor Vittorio Somenzi, catedrtico de filosofa de la ciencia en la universidad de Roma, ley los captulos sobre las teoras epistemolgicas; el profesor Fabio Mattelli, catedrtico de psicologa en la universidad de Papua, revis las pginas sobre psicologa de la forma; el profesor Guido Setter, catedrtico de psicologa de la edad evolutiva, en la universidad de Papua, ley las pginas dedicadas a la epistemologa gentica de Piaget; el profesor Luciano Pellicani, catedrtico de sociologa de la poltica en la universidad de Npoles, ley las secciones referentes al desarrollo de la sociologa y la economa. Nuestra gratitud se dirige tambin al profesor Franco Blezza (universidad de Papua) por la colaboracin prestada en el tratamiento de la fsica contempornea, y al profesor LauroGalzigna, catedrtico de bioqumica de la universidad de Papua, que tuvo la cortesa de redactar para este libro el apartado correspondiente al cdigo gentico.Estos ilustres colegas, con sus sugerencias y sus crticas, contribuyeron sin ninguna duda a mejorar la obra. Como es natural , la responsabilidad de las eventuales deficiencias slo puede atribuirse a los autores del texto.Los autores quieren expresar un agradecido recuerdo a la memoria del profesor Francesco Brunelli, que fue quien concibi y promovi la iniciativa de esta obra. Lleg a dar comienzo a la realizacin tipogrfica del proyecto, poco ante de su repentina desaparicin. Hacen patente al doctor Remo Bernacchia su ms reconocido agradecimiento, por haber llevado la iniciativa hasta su culminacin, ayudando y convirtiendo en realizables las numerosas innovaciones que se ha aportado a la presente obra. Por ltimo, expresan un particular agradecimiento a la doctora Clara Fortina, quien, en calidad de redactora, se entreg al mejor xito de la obra, mucho ms all de sus deberes de oficio, con dedicacin y apasionamiento.Los autores desean asumir en comn la responsabilidad de toda la obra, ya que han trabajado en conjunto (cada uno de acuerdo con su propia capacidad, su propia sensibilidad y sus propios intereses) para la mejor realizacin de cada uno de los tres volmenes, con plena unidad de espritus y propsitos.

HISTORIA DEL PENSAMIENTO FILOSFICO Y CIENTFICOTOMO IIIGiovanni Reale y Daro Antisieri

PRIMERA PARTEEL MOVIMIENTO ROMNTICO Y LA FORMACIN DEL IDEALISMOEl hombre es un dios cuando suea, y un mendigo cuando reflexiona.Friedrich HolderlinA uno le cupo en suerte levantar el velo de la diosa de Sais. Y bien, qu vio? Se vio-maravilla de las maravillas- as mismo.Novalis (Friedrich von Hardenberg)En todas las cosas est presente lo eterno.Wolfgang GoetheSlo puede ser artista aquel que posee su propia religin, es decir, una intuicin de lo infinito.Friedrich Schlegel.CAPITULO IEL ROMANTICISMO Y LA SUPERACIN DE LA ILUSTRACIN1. EL MOVIMIENTO ROMNTICO Y SUS REPRESENTANTES1.1Un antecedente del fenmeno romntico: el Sturm und DrangEs probable que al final de un siglo y el comienzo del otro jams se hayan caracterizado por unos cambios tan radicales y tan ntidos como los que se dieron en los ltimos aos del siglo XVIII y los primeros del siglo XIX. En el campo socio-poltico ocurrieron acontecimientos que iban a imprimir un nuevo curso de la historia. En 1789 estall la revolucin francesa en medio del entusiasmo de los intelectuales ms ilustrados pertenecientes a todas las naciones europeas. Sin embargo, la revolucin adquiri muy pronto un sesgo que tom a todos por sorpresa. En 1792 se aboli en Francia la Monarqua y se proclam la repblica. En 1793 el rey fue condenado al patbulo y en agosto de ese mismo ao se inici el gran Terror, que produjo centenares de vctimas. La guillotina (antiguo instrumento para la ejecucin de la pena capital, convenientemente modificado por el mdico Guillotn, miembro de la Asamblea Constituyente, para hacerlo ms eficaz y rpido) se convirti en un siniestro smbolo de muerte, que pona un final a las grandes esperanzas filantrpicas, humanitarias y pacifistas que haba provocado el siglo de las luces. El ascenso de Napolen, que culmin en 1804 con la proclamacin del Imperio, y las campaas militares que asolaron a Europa a sangre y fuego, conmocionando la estructura poltica y social del viejo continente e instaurando un nuevo despotismo, hicieron naufragar las esperanzas ilustradas que an perduraban.Antes de que estallase la revolucin francesa, en la dcada que transcurre en 1770 y 1780, se producan en Alemania las primeras notables modificaciones del clima cultural, que deban llevar de inmediato, en lo que quedaba del siglo, a una completa superacin de la Ilustracin. El movimiento que en los aos setenta llev a cabo tales modificaciones se conoce con el nombre de Sturm und Drang, que significa en alemn: Tempestad y asalto o mejor an, Tempestad e mpetu. Tal denominacin procede del ttulo de una obra de teatro escrita en 1776 por uno de los representantes de este movimiento, Friedrich Miximilian Klinger (1752-1831), y al parecer fue A. Schlegel el primero que la utiliz para designar dicho movimiento, a principios del siglo XIX. Ambos trminos constituyen probablemente una endadis-expresan una nica nocin en dos palabras- y por lo tanto su sentido sera mpetu tempestuoso, tempestad de sentimientos, catico hervor de sentimientos. ( El ttulo original que Klinger puso a su obra fue Wirrwarr, confusin catica.) Las posturas y las ideas de fondo de este movimiento son las siguientes:a)Se redescubre y se exalta la naturaleza como fuerza omnipotente y creadora de vida. b) El genio, como fuerza originaria, est ligado ntimamente con la naturaleza; crea de una forma anloga a la naturaleza, y por lo tanto no recibe desde fuera sus reglas, sino que es regla l mismo. c) A la concepcin desta de la Divinidad como Intelecto o Razn suprema, caracterstica de la ilustracin, empieza a contraponerse el pantesmo, mientras que la religiosidad asume nuevas formas que se manifiestan en versiones extremas a travs del espritu titnico paganizante del Prometeo de Goethe, o en el herosmo cristiano del santo y del mrtir propio de ciertos personajes de Michael Reinhold Lenz (1751-1792). D) El sentimiento patritico se expresa mediante el odio al tirano, la exaltacin de la libertad y el deseo de infringir las convenciones y las leyes externas. e) Son muy apreciados los sentimientos fuertes y las pasiones arrebatadas e impetuosas, as como las caracteres rotundos.Sobre este movimiento haban influido algunos poetas ingleses, como James Macpherson (1738-1796), que haba publicado unos Fragmentos de poesa antigua, atribuyndolos a Ossian, un antiguo bardo. Adems de la poesa de Ossian, haba influido el redescubrimiento de Shakespeare, autor sobre el cual Lessing ya haba llamado la atencin de los alemanes. Rousseau tambin haba provocado una gran impresin con su nuevo sentimiento de la naturaleza, su nueva pedagoga y sus ideas polticas (el Estado como contrato social). Entre los escritores de lengua alemana, adems de Lessing, ejerci influencia sobre los Sturmer en especial el poeta Friedrich Klopstock (1724-1803), con su valoracin elevada del sentimiento.Si el Sturm und Drang slo hubiese estado constituido por figuras como la de Klinger ( que acab su vida aventurera como general del ejrcito ruso) o la de Lenz (que muri en Rusia enloquecido y en la ms absoluta miseria), que dejaron un legado literario de un valor muy limitado, el movimiento habra manifestado su relevancia escasa. El Sturm recibi sentido y relevancia histrica y supranacional gracias a personajes de la talla de Goethe, Schiller o los filsofos Jacobi y Herder, en sus primeras obras poticas y literarias. Cabe afirmar que las fases ms significativas del movimiento tienen como protagonista al propio Goethe, primero en Estrasburgo y luego en Francfort. Con traslado de Goethe a Weimar (1775) comienza la fase de decadencia del movimiento.1.2El papel desempeado por el clasicismo con respecto al Sturm und Drang y el romanticismoAlgunos especialistas han comparado al Sturm und Drang con una especie de revolucin que anticip de forma verbal en tierras germnicas lo que sera poco despus el campo poltico la revolucin francesa. En cambio, otros especialistas han considerado que se trataba de una especie de reaccin anticipada ante la revolucin misma, en la medida en que aparece como una reaccin contra la ilustracin, que fue coronada con la revolucin francesa. En efecto, como se ha advertido con razn, se trata de una recuperacin del espritu alemn despus de los siglos de sopor, y del surgimiento de algunas actitudes peculiares del nimo germnico. En cualquier caso, nos encontramos ante un preludio del romanticismo, aunque inconexo e inmaduro. El historiador de la filosofa G. De Ruggiero expres esta nocin de forma particularmente afortunada. Afirma: Las manifestaciones del Sturm und Drang ofrecen, un estado fluido e incandescente, el metal en bruto que habra de ser templado por el arte y la filosofa alemana. Y aade: La importancia del Sturm no es la de un episodio aislado y circunscrito, sino la de una expresin espiritual colectiva, que emerge de todo un pueblo. No slo Klinger y Lenz, sino tambin Herder, Schiller, Goethe ( a los que se podra agregar Jacobi) pasaron por el Sturm: los primeros demoraron all en exceso y por ello fueron rpidamente superados; los segundos, en cambio, lograron otorgar forma a lo informe, y orden y disciplina al catico contenido de la propia naturaleza. Para nosotros resulta particularmente importante la experiencia de estos ltimos, porque nos permite estudiar en los individuos dos fases sucesivas y opuestas de un mismo proceso histrico. No constituye una simple forma figurada de hablar el decir que el Sturm representa la juventud desordenada, y el clasicismo, la coherente y serena madurez del alma alemana. El Sturm es realmente la juventud de Herder y Goethe, que se alza como smbolo de la juventud de todo un pueblo, y la victoria sobre ste posee un significado personal, que concede un fundamento ms ntimo y slido a la crisis del alma colectiva.En el texto que acabamos de citar se nombra el clasicismo, que actu como corrector de la incoherencia y el talante catico de los Sturmer. En efecto, el clasicismo posee una gran importancia para la formacin del espritu de la poca que estamos estudiando. Paulatinamente, se va imponiendo como antecedente e incluso como un componente ms del romanticismo o, en cualquier caso, como uno de sus polos dialcticos, lo cual nos obliga a hablar de l, aunque sea de manera sucinta.Sin ninguna duda, el culto a lo clsico no era algo ajeno al siglo XVIII ilustrado. Empero, se trataba de un clsico artificial, repetitivo y carente por lo tanto de alma y vida. Johann Winckelmann (1717-1768), en sus escritos sobre arte antiguo, publicados entre 1775 y 1767, ya haba expuesto las premisas necesarias para superar las limitaciones del clasicismo como mera repeticin pasiva de lo antiguo. En realidad, a primera vista, una de sus mximas parecera afirmar lo contrario: Para nosotros, el nico camino para convertirnos en grandes y si fuese posible, inimitables, consiste en la imitacin de los antiguos. Sin embargo, esta imitacin que vuelve inimitables a quienes la practican consiste en recuperar la perspectiva de los antiguos, aquella perspectiva que supieron adquirir Miguel ngel y Rafael, y que les permiti alcanzar en su origen el buen gusto y redescubrir la regla perfecta del arte. Es evidente entonces, que para Winckelmann la imitacin de lo clsico as entendida no slo lleva a la naturaleza sino tambin a la Idea: Los conocedores y los imitadores de las obras griegas hallan en estas obras maestras no slo el aspecto ms bello de la naturaleza, sino tambin algo ms que la naturaleza, determinadas bellezas ideales de ella, que ... estn compuestas por figuras creadas slo en el intelecto. Esta idea es naturaleza superior , la verdadera naturaleza. Por lo tanto, se justifican estas importantes conclusiones: Si el artista se basa en estos fundamentos y deja que su mano y sus sentimientos sean guiados por las reglas griegas de la belleza, se coloca en el camino que lo conducir sin errores a la imitacin de la naturaleza. Los conceptos de unidad y perfeccin naturales, propios de los antiguos, purificarn sus ideas sobre la esencia separada de nuestra naturaleza y las harn ms sensibles. Descubriendo las bellezas de nuestra naturaleza, sabrn unirlas con lo perfectamente bello, y con la ayuda de las formas sublimes que siempre estn presentes en l, el artista se transformar en regla para s mismo.Este es el punto de partida del neoclasicismo romntico. Como explica con mucho acierto L. Mittner insigne historiador de la literatura alemana- tendr que formarse orgnicamente a travs de la cultura alemana, al igual que se haba formado orgnicamente- segn Winckelmann- el clasicismo griego. En dicha cultura exista la aspiracin a un clasicismo que no fuese copia y repeticin, sino misteriosa y milagrosa palingenesia de los supremos valores de la antigedad. Un renacer de lo clsico en el espritu alemn y mediante el espritu alemn, gracias a la perenne juventud de la naturaleza y del espritu: sta ser la suprema aspiracin de muchos escritores. Mittner agrega: Todo clasicismo alemn, salvo contadsimas realizaciones supremas, oscila entre dos tendencias opuestas, imitacin mecnica del arte griego, arte clasicista ms que esencialmente clsico y aspiracin a un clasicismo nuevo y genuino, inspirado por el espritu griego, pero surgido mediante una evolucin orgnica desde el espritu alemn. En consecuencia el neoclasicismo aspira a cambiar la naturaleza en forma y la vida, en arte, no repitiendo sino renovando lo que hicieron los griegos.No obstante, hay que sealar otros dos puntos muy importantes. En primer lugar, hay que advertir el tipo de influencia que ejerci el clasicismo sobre los mejores representantes del Sturm. La clave del espritu clsico es la medida, el lmite, el equilibrio. Herder, Schiller y Goethe trataron de encauzar las inestructuradas fuerzas del Sturm Und Drang en funcin de este orden y esta medida. Precisamente el choque entre la tempestuosidad y la impetuosidad del Sturm y la nocin de lmite que es el elemento caracterstico de lo clsico, nacer lo romntico en sentido estricto.En segundo lugar, debe sealarse que el renacimiento de los griegos tambin ser esencial para la filosofa y no slo para el arte. Schleiermacher traduce los dilogos platnicos y los vuelve a introducir en lo ms vivo del discurso filosfico. Schelling tomar de Platn conceptos tan fundamentales como la teora de las Ideas y la nocin de alma del mundo. Hegel elabora su grandioso sistema gracias la redescubrimiento del antiguo sentido clsico de la dialctica, con el aadido de una novedad: el elemento que l llama especulativo. Hegel se enriquece enormemente a a travs del constante coloquio con los grandes pensadores consagrados por una tradicin bimilenaria, sino tambin con los presocrticos, en especial con Heraclito, cuyos fragmentos aprovech en su Lgica casi en su totalidad. Por lo tanto, sin el componente clsico no cabra explicar ni la poesa ni la filosofa de la nueva poca, y lo que acabamos de decir nos ha brindado los elementos necesarios para determinar cules son los rasgos esenciales del romanticismo.1.3La complejidad del fenmeno romntico y sus rasgos esencialesDefinir el romanticismo constituye una empresa bastante difcil, y hay quien dice que resulta imposible. Alguien ha calculado que se han ofrecido ms de 150 definiciones de este fenmeno y Mittner recuerda que el mismo F. Schlegel, el fundador del crculo de los romnticos, escriba a su hermano que no poda enviarle su propia definicin de la palabra romntico, porque ocupaba 125 horas. Dejando a un lado las paradojas, uno puede orientarse con cierta comodidad en esta intrincada cuestin si se establecen una serie de perspectivas y de categoras que sirven para determinar los rasgos esenciales del fenmeno del romanticismo. A) En primer lugar, conviene explicar el origen etimolgico del trmino, desde un punto de vista filolgico y lxico; B) luego habr que determinar los lmites cronolgicos y geogrficos del fenmeno; C) ser necesario despus especificar cul es su categora psicolgica o moral, como fue llamada, es decir, aquel modo peculiar de sentir y aquellas caractersticas psicolgicas que son propias del hombre romntico; D) es necesario establecer el contenido o contenidos conceptuales que el hombre romntico asume como propios; E) habr que determinar a continuacin las formas artsticas a travs de las cuales se manifiesta todo esto; F) finalmente nos hemos de preguntar en qu sentido se puede hablar y se habla de filosofa romntica. Cosa que en nuestro contexto posee una gran importancia. A continuacin vamos a ir solucionando cada uno de estos problemas, siguiendo el orden en que los hemos expuesto.A)La palabra romntico posee una historia larga y complicada, que se inicia en un perodo anterior al que estamos estudiando y en el que adquiere un significado tcnico. A.C: Baugh, autor de una famosa historia de la literatura inglesa, la resume en los siguientes trminos: El adjetivo romntico aparece por primera vez en Inglaterra hacia mediados del siglo XVII, como trmino para indicar algo fabuloso, extravagante, fantstico e irreal (como se encuentra, por ejemplo, en algunas novelas caballerescas). Fue redimido de esta connotacin negativa durante el siglo siguiente, en el que se utiliz para indicar escenas y situaciones placenteras, como las que apareceran en la narrativa y en la poesa romnticas (en el sentido antes indicado). Gradualmente el trmino romanticismo lleg a indicar el resurgir del instinto y de la emocin, que el racionalismo predominante en el siglo XVIII jams haba suprimido del todo. F. Schlegel vincul lo romntico con el romance y con lo que se haba significado paulatinamente en las expresiones picas y lricas de la edad media y en la moderna novela psicolgica, autobiogrfica e histrica. Para Schlegel, romntica era la moderna forma de arte, que, en cuanto evolucin orgnica que abarca desde el medioevo hasta su tiempo, posea una clave peculiar, su propia esencia especfica, un belleza y verdad propias, diferente de las griegas. Esto, sin embargo, nos remite a otros problemas, que hemos de exponer ms adelante.B)Como categora historiogrfica (y geogrfica), el romanticismo designa el movimiento espiritual que inclua no slo la poesa y la filosofa sino tambin las artes figurativas y la msica, y que se desarrollo en Europa entre finales del siglo XVIIIy la primera mitad del XIX. En Inglaterra pueden detectarse algunos sntomas anticipadores de tal movimiento, pero la verdad es que ste lleva una acusada impronta que proviene sobre todo del nimo y del sentir germnicos. Se expandi por toda Europa: Francia, Italia, Espaa y, por supuesto, Inglaterra. En cada uno de estos pases asumi rasgos peculiares y se vio sometido a transformaciones. En todos los casos, sin embargo, el momento paradigmtico del romanticismo es que est a caballo entre los siglos XVIII y XIX, en Alemania, en los crculos constituidos por los hermanos Schlegel en Jena y, luego, en Berln.C)El fenmeno que tiene lugar durante este perodo y en estos pases, pero sobre todo en Alemania, pueden descubrirse, aunque sea con las debidas cautelas crticas, ciertas constantes que implican una especie de mnimo comn denominador. Este puede hallarse, en primer lugar, en lo que constituye el estado de nimo, la actitud psicolgica, el ethos o clave espiritual del hombre romntico. La actitud romntica consiste en una condicin de disensin interior, en un sentimiento de afliccin siempre insatisfecha, que se halla en contraste con la realidad y que aspira a algo ms, que sin embargo se le escapa una y otra vez. Mittner ofrece la ms eficaz descripcin del romanticismo como categora psicolgica y se expresa en estos trminos: En calidad de hecho psicolgico, el sentimiento romntico no es aquel que se afirma por encima de la razn, o un sentimiento de particular inmediatez, intensidad o violencia. Tampoco es lo llamado sentimental, es decir, un sentimiento melanclico-contemplativo; es ms bien un hecho de sensibilidad, el hecho puro y simple de la sensibilidad, cuando sta se traduce en un estado de excesiva o permanente impresionabilidad, irritabilidad y reactividad. En la sensibilidad romntica predomina el amor por la irresolucin y las ambivalencias, la inquietud y el desasosiego que se complacen en ellos mismos y en ellos mismos se agotan. El trmino Sehnsucht se ha convertido en el ms tpico es casi un trmino tcnico- para expresar estos estados de nimo, y su traduccin ms aproximada es reconcomio (los sinnimos deseo ardiente ansia, anhelo apasionado, son menos representativos). Mittner tambin explica muy bien este trmino y el concepto correspondiente: La palabra ms caracterstica del romanticismo alemn, Sehnsucht, no es la Heimweh, la nostalgia (aoranza, deseo del regreso a una felicidad antes poseda o, por lo menos, conocida y determinable); en cambio, se trata de un deseo que jams puede lograr su propia meta, porque no la conoce y no quiere, o no puede, conocerla: es la bsqueda (Sucht) del deseo (Sanen). Pero Sehnen con mucha frecuencia tambin significa un deseo irrealizable porque es indefinible, un desear todo y nada al mismo tiempo; no por azar Sucht fue reinterpretado como un Suchen, un buscar; y el Sehnsucht es realmente la bsqueda del deseo, un desear el desear, un deseo sentido como algo inextinguible y que precisamente por esto halla en s mismo su propia y plena satisfaccin.D)Sin embargo, no es suficiente con esto. Hay que relacionar la categora psicolgica romntica con la categora del contenido ideal y conceptual del romanticismo. En el perodo al que nos hemos estado refiriendo existen determinadas ideas y representaciones que en la mayora de los casos estn asociadas con aquel sentir que hemos mencionado, aunque, como se ha afirmado reiteradamente, el romanticismo no es un sistema conceptual. 1) Todo romntico experimenta una sed de infinito, y aquel reconcomio que es deseo irrealizable- lo es justamente porque lo que en realidad ansa es lo Infinito. Quiz nunca se haya hablado tanto de infinito como en esta poca, entendindolo de maneras muy diversas. El romntico expresa esta tendencia hacia lo Infinito como un Streben, es decir como un perenne tender, que jams conoce pausa, porque las experiencias humanas son todas ellas finitas, en la medida en que su objeto siempre es finito y hay que trascenderlas. A este propsito es muy ilustrativa la razn por la cual el protagonista del Fausto Goethiano una de las creaciones ms representativas de este perodo- llega a la salvacin: se salva porque dedic ntegramente su existencia a este perenne Streben. Lo Infinito es el sentido y raz de lo finito. En este punto, tanto la filosofa como la poesa coinciden plenamente: la filosofa debe captar y mostrar el nexo que vincula lo Infinito con lo finito, mientras que el arte debe llevarlo a cabo; la obra de arte es lo infinito que se manifiesta a travs de lo finito. 2) La naturaleza asume una importancia fundamental , y se libera totalmente de la concepcin mecanicista-ilustrada. Es concebida ahora como vida que crea eternamente y en la cual la muerte no es ms que un artificio para poseer ms vida (Goethe). La naturaleza es un gran organismo por completo afn al organismo humano, es un mvil intercambio de fuerzas que, obrando desde dentro, genera todos los fenmenos y, por lo tanto, tambin al hombre: la fuerza de la naturaleza es la misma fuerza de lo divino. Sagrada naturaleza!- exclama Hlderlin-. Siempre eres igual en m y fuera de m, a lo divino que hay en m. Schelling dir que la naturaleza es vida que duerme, inteligencia petrificada, espritu que se transforma en cosa visible. Se recupera y se potencia en gran medida el antiguo sentido griego de la Physis y de la naturaleza renacentista. 3) Est estrechamente ligado a este sentido de la naturaleza el sentido pnico, el sentido a la pertenencia al Uno-Todo, el sentido de ser un momento orgnico de la totalidad. El Todo se refleja de algn modo en el hombre, as como-a la inversa- el hombre se refleja en el Todo. Un pasaje de Holderlin puede suministrarnos un ejemplo muy claro: Ser uno con el Todo, ste es el vivir de los dioses; esto es el cielo para el hombre. Ser uno con todo lo que vive, y volver, en un feliz olvido de s mismo, al todo de la naturaleza, tal es el punto ms elevado del pensamiento y de la alegra, es la sagrada cumbre de la montaa, es el lugar de la eterna calma, donde el medioda pierde su bochorno, se desvanece la voz del trueno, y el mar que se agita y se llena de espuma recuerda las ondas de un campo de trigo. Ser uno con todo lo que vive!. Con estas palabras la virtud se desprende de su austera coraza, el espritu humano deja su cetro y todos los pensamientos se dispersan ante la imagen del mundo eternamente uno, al igual que las reglas de un artista que est embelesado por su Urana, la ferre fatilidad renuncia a su poder, la muerte desaparece de la sociedad de las criaturas, y la indisolubilidad y la eterna juventud hacen que el mundo se vuelva feliz y hermoso. 4) El genio y la creacin artstica son elevados a suprema expresin de lo Verdadero y lo Absoluto. Novalis, por su parte, escribe: La naturaleza posee un instinto artstico: por eso resulta ocioso distinguir entre naturaleza y arte. Todo lo ms, se distingue en el poeta, por el hecho de que son ntegramente intelectuales y no pasionales, y de que se convierten de manera involuntaria en fenmenos musicales, poticos.Sin genialidad no existiramos todos nosotros. En todo es necesario el genio; La poesa sana las heridas asestadas por el intelecto; El poeta comprende la naturaleza mejor que el cientfico. El genio, para Novalis, se convierte en instinto mgico, piedra filosofal del espritu, aquello que puede convertirse en todo. Schelling transformar el arte en rgano supremo de la sabidura trascendental. 5) Los romnticos experimentan, adems, un vigorossimo anhelo de libertad, que para muchos de ellos expresa el fondo mismo de la realidad, y por lo tanto la aprecian en todas sus manifestaciones. En Enrique de Ofterdingen, Novalis escribe: Toda cultura conduce a aquello que slo puede calificarse de libertad, ya que con este trmino debe designarse no un simple concepto, sino el fondo activo del ser todo. Tal libertad es magisterio. El maestro ejerce plenos poderes, de acuerdo con un designio y en una secuencia determinada y meditada. Los objetos de su arte son suyos a discrecin y no se ve obstaculizado ni impedido por ellos. Esta libertad, o magisterio, o dominio, es la esencia, la causa de la conciencia. En ella se pone de manifiesto la sagrada individualidad, el inmediato obrar de la personalidad, y todos los actos del maestro son al mismo tiempo una revelacin del mundo de lo alto, simple, manifiesto, son palabras de Dios. Fitche convertir la libertad en punto focal de su sistema, y el mismo Hegel considerar que la libertad es la esencia del Espritu. 6) En general, la religin se ve revalorizada y colocada muy por encima del nivel al que le haba reducido la ilustracin. En la mayora de los casos, se piensa que la religin es una relacin del hombre con lo Infinito y lo Eterno. Hay un dato de hecho que resulta particularmente ilustrativo: casi todos los representantes ms notables del romanticismo experimentaron fuertes crisis religiosas, y momentos de intensa religiosidad: desde Schlegel hasta Novalis, desde Jacobi a Schleiermachaer, Fitche y Schelling. En Hegel la religin es el momento ms elevado del espritu, nicamente superado por la filosofa. Y se considera que la religin cristiana es la religin por excelencia, aunque entendida de modos diversos. 7) En el pargrafo anterior ya hemos hablado del componente que representa la cultura griega y de la influencia del elemento clsico. Recordemos que se trata de una Grecia enfocada desde esta nueva sensibilidad y notablemente idealizada. 8) No es ste el lugar apropiado para ahondar en otros temas ms especficos, por ejemplo, el amor a los orgenes, el sentimiento nacional, o el renacido inters por la edad media y en general por la historia. Es suficiente con mencionar estos factores, sobre los que tendremos que volver ms adelante.E)Por lo que se refiere a la forma artstica tpicamente romntica, el rasgo esencial es lo que Schlegel ya haba descrito: el predominio del contenido sobre la forma, y por lo tanto una revalorizacin expresiva de lo informal (lo cual explica el fragmento, lo no acabado, el esbozo, que caracterizan las obras de los autores de este perodo).F)Finalmente en lo que concierne al romanticismo filosfico, hay que sealar que, ms all de los equvocos de que han sido vctimas muchos especialistas, Benedetto Croce fue quien mejor aclar la cuestin. El romanticismo filosfico consiste en el realce que se otorga a la intuicin y a la fantasa en algunos sistemas filosficos, en contraste con aquellos sistemas que no parecen conocer ningn otro rgano de la verdad que no sea la fra razn, el intelecto abstractivo. Sin duda, no pueden existir sistemas filosficos que olviden del todo las formas intuitivas del conocer, al igual que no ha sistemas que ignoren por completo las formas lgicas. Empero, se afirma con razn que Vico fue filosficamente un prerromntico, debido a la vigorosa defensa que realiz de la fantasa, contra el intelectualismo de Descartes y de toda la familia del siglo XVIII; y con razn se califica de filsofos romnticos a Schelling y Hegel, en comparacin con los kantianos ortodoxos. El idealismo en su integridad es una filosofa romntica. Hay que aadir adems, que los filsofos de la poca que estamos estudiando tambin poseen contenidos especficos que reflejan las ideas generales del tiempo, que antes hemos mencionado (infinito, naturaleza, sentido pnico, libertad, etc.) y a veces contribuyeron a formarlas de un modo determinante. Ciertos escritos de Schelling o de Hegel no pueden entenderse si no se los integra en el espritu del movimiento romntico y se los considera en esa perspectiva.Una vez establecidos los mtodos, los contenidos y las estructuras que caracterizan el romanticismo, podemos describir a sus distintos representantes, diferenciando entre los pensadores y poetas que fueron calificados de romnticos o que son asimilables a stos, y aquellos otros que contribuyeron ms genricamente a disolver los puntos de vista ilustrados. En cambio, a los grandes filsofos idealistas les dedicaremos captulos separados.2. LOS FUNDADORES DE LA ESCUELA ROMNTICA: LOS SCHLEGEL, NOVALIS Y SCHLEIERMACHER. EL POETA HOLDERLIN2.1La constitucin del crculo de los romnticos, la revista Athenaeum y la difusin del romanticismo.El crculo de los romnticos se constituy en Jena durante el ltimo lustro del siglo XVIII. Sus promotores fueron los hermanos Schlegel: August Wilhelm (1767-1845) y Friedrich, cinco aos ms joven, as como Karoline Michaelis (1763-1809), esposa de August Wilhelm Schlegel y que ms adelante se separ de su marido para casarse con Schelling. Esta ltima ejerci un poderoso influjo inspirador y una extraordinaria fascinacin sobre los amigos, y fue muy temida por sus adversarios, debido a lo tajante de sus juicios: Schiller la llamaba Mademe Lucifer. En 1797, con motivo de una encarnizada discusin con Schiller, F. Schlegel se traslad a Berln, donde public la revista Athenaeum, cuyo primer nmero apareci en mayo de 1798 y que se convirti en el rgano del nuevo movimiento. La revista tuvo una gran fama, pero una vida muy corta (dej de publicarse en 1800). Los Schlegel se mostraron muy activos: promovieron congresos en Dresde (1798) y en Jena (invierno de 1799-1800), y diversos encuentros. Novalis adhiri al movimiento en su calidad de poeta de vanguardia. Los Schlegel tambin entraron en contacto con los poetas Ludwig Tieck (1773-1853) y Wilhelm Heinrich Wackenroder (1773-1798), se reunieron con Fitche(1796) y luego con Schelling. Sin embargo, fue Schleiermacher quien estuvo en Berln ms cerca de F. Schlegel. Holderlin se mantuvo aparte, pero su poesa y los pensamiento filosficos que expresa en su novela Hiperin son tpicamente romnticos.El crculo de los Schlegel haba pronunciado un palabra mgica, que pona en claro la clave espiritual de la nueva poca. Incluso sus adversarios- por ejemplo, Schiller y Goethe- se manifestaron como tales enfrentndose con los hombres del crculo y con sus excesos ideolgicos, y tuvieron otra forma de vida , pero el sentir de la poca les ligaba por fuerza con las ideas de fondo del movimiento. Por lo dems, el hecho de que el nuevo mensaje se difundiese enseguida no slo en Alemania sino en toda Europa, es una prueba de que el romanticismo expresaba a la perfeccin las actitudes espirituales de la poca. Las Baladas lricas de los poetas William Wordsworh y Samuel Taylor Coleridge, de 1798, junto con el amplio Prefacio a la segunda edicin de 1800, constituyen el manifiesto del romanticismo ingls. El libro sobre Alemania de Madame de Stael seala en 1813 el nacimiento del romanticismo francs, y por lo tanto su difusin por Europa. La carta semisiera de Crisstomo (1816) de Giovanni Berchet marca el surgimiento del romanticismo italiano. Aqu hemos de ocuparnos del romanticismo alemn, porque se encuentra indisolublemente vinculado con la historia del pensamiento filosfico.2.2Friedrich Schlegel, el concepto de irona y la interpretacin del arte como forma suprema del espritu.F. Schlegel (1772-1829) parti del clasicismo de Winkelmann y de las teoras de Schiller, pero muy pronto evolucion y otorg a su propio pensamiento una coherencia autnoma, despus de la lectura de la Doctrina de la ciencia de Fitche y del encuentro con Fitche y con Schelling. Al igual que en todos los romnticos, la nocin de Infinito ocupa el lugar central en su pensamiento. Ahora bien, lo Infinito puede ser alcanzado mediante la filosofa o el arte. Tanto una como otro emplean medios finitos. Justamente en esto reside la verdadera dificultad: hallar el acceso a lo Infinito a travs de medios finitos.Schlegel trat de avanzar en ambas direcciones. Sin embargo, en filosofa slo cre un concepto realmente original, el de irona.El resto no son ms que fragmentos y esbozos, mientras que su teora del arte constituye lo mejor que aport a su tiempo. El concepto de irona est tomado de Scrates, pero lo modifica y lo ampla en gran medida. Para Scrates, ironia era la simulacin del juego que llevaba a cabo el adversario, realizada en el propsito de refutar a dicho adversario con sus propias armas. En Schlegel la irona supone unas perspectivas tericas muy distintas: plantea la nocin del Infinito como objetivo al que se debe llegar y la inadecuacin de todo pensamiento que se dirija al Infinito, ya que siempre es pensamiento determinado. Ahora bien, en este contexto se inserta la irona como aquella actitud espiritual que tiende a superar y a disolver este elemento determinado y que, por lo tanto, tiende a impulsar siempre ms all. La irona tiende a suscitar un sentimiento de contradiccin imposible de eliminar entre lo condicionado (finito) y lo incondicionado (infinito) y, al mismo tiempo, el deseo de eliminarla, y por esto el sentimiento de la simultnea imposibilidad y necesidad de la perfecta meditacin. As, la irona nos coloca siempre por encima de todos nuestros conocimientos, de todas nuestras acciones u obras. En conclusin: La nueva irona se plantea como el sentido de la inadecuacin con respecto a la infinitud de todos los actos realizados por el espritu humano, y en ella posee una funcin decisiva el elemento ingenioso y jocoso, el humor (para utilizar un trmino anglosajn que ya pertenece al lxico internacional).Esta nocin de irona es una especie de concepto correspondiente con un aspecto aparentemente clsico, pero en realidad muy romntico- al grave sentimiento del Sehnsucht (reconcomio) que antes describimos. Nicolai Hartmann lo describi muy bien: Schlegel estaba profundamente dominado por la inexpresabilidad y la incomprensibilidad mstica de todo aquello que constituye el objeto ltimo y autntico del pensamiento. Por eso, lo ingenioso (en el sentido del humor) mediante lo cual el pensamiento acaba por ironizar sobre s mismo y por suprimirse se revela como la aceptacin profundamente certera y grandiosa de la propia impotencia. Lo ingenioso constituye, mediante, una rehabilitacin de lo irracional, limitado y expulsado por el pensamiento. Se trata de un rodeo que sirve de presagio en las cercanas de lo inabordable, un salto del pensamiento en el vaco, que sin duda jams conducir a un terreno slido, pero que implica una conciencia inmediata de ese terreno slido, de lo nico que es real, en la medida en que el pensamiento se abandona de manera consciente a s mismo. La forma de este abandono de s es la irona, lo ingenioso (humor), la risa sobre uno mismo.Lo dicho hasta ahora pone de manifiesto que el superarse del espritu humano y el colocarse gradualmente por encima de los lmites y de toda infinitud no slo se aplica a la filosofa en sentido estricto, sino tambin a la tica, el arte y a todas las formas de la vida espiritual, y constituye un autntico smbolo romntico. El arte, segn Schlegel, es obra del genio creador, el cual- precisamente en la medida en que es genio- lleva a cabo una sntesis entre lo finito y lo infinito. El artista, el verdadero artista, es aquel que se anula en cuanto finito para convertirse en vehculo de lo infinito, y como tal desempea entre los hombres una elevadsima misin. Entendido como sntesis entre lo finito y lo infinito, el arte asume tambin un aspecto religioso, porque es religin toda relacin del hombre con lo infinito, y toda religin es mstica, porque es vida en Dios.Schlegel, por ltimo, indic que la esencia de la moralidad consista en la individualidad humana que se abre. La mxima que resume con ms fidelidad su pensamiento al respecto dice as: Pinsate como un ser finito criado para lo infinito, y entonces pensars un hombre. En 1808 Schlegel se convirti al catolicismo. Esto fue la culminacin de una crisis religiosa que afect a casi todos los romnticos, pero que l, a diferencia de otros, quiso llevar hasta sus ltimas consecuencias y supo hacerlo.2.3Novalis: desde el idealismo mgico al cristianismo como religin universal.Novalis (cuyo verdadero nombre era Friedrich von Hardenberg) naci en 1772 y muri consumido por la tuberculosis en 1801, cuando apenas contaba 29 aos. Fue considerado como la voz potica ms pura del romanticismo y, al mismo tiempo, fue un pensador (aunque desde este punto de vista su importancia es muy inferior).El pensamiento de Novalis, tal como se manifiesta sobre todo en los Fragmentos, aporta una novedad: el llamado idealismo mgico. Como veremos, Fichte opone al realismo el idealismo gnoseolgico-metafsico. El realista convierte en prius al objeto y trata de deducir de ste al sujeto; en cambio, el idealista considera que el prius es el yo y el sujeto, y trata de deducir de l el objeto. De manera anloga, Novalis que acept la doctrina de Fitche, adecundola a sus necesidades, consider que el antiguo naturalismo ocultista, que vea de modo predominante la magia en el objeto, era un realismo mgico. En cambio, el idealismo mgico constituye una nueva concepcin segn la cual la magia autntica es la que consiste en la inconsciente actividad productora del yo, que engendra el no yo. La nueva concepcin idealista de la realidad es la autntica concepcin mgica, porque muestra cmo todo procede del espritu, cmo este domina todas las cosas y es un poder soberano absoluto. Yo = no yo: tesis suprema de todas las ciencias, tal es el principio que se encuentra en la base del idealismo mgico.Se comprende, por lo tanto, la mxima que compendia el significado de la novela Los discpulos de Sais: A uno le cupo la oportunidad de levantar el velo de la diosa de Sais. Y bien, qu vio? Se vio- maravilla de las maravillas a s mismo. En la naturaleza y en la Divinidad, al igual que en el yo, existe una idntica fuerza, un idntico espritu. Leemos en los fragmentos: En cualquier caso, el mundo es consecuencia de una accin recproca entre la divinidad y yo. Todo lo que es o lo que nace, nace de un contacto entre espritus. Ms an: Estamos en relacin con todas las partes del universo y tambin con el porvenir y con el pasado. Slo depende de la direccin y de la duracin de nuestra atencin, cul ser la relacin que deseemos desarrollar con preferencia, cul debe convertirse para nosotros en la ms importante y eficaz. La filosofa es magia; pero el arte lo es an ms. La poesa capta realmente lo absoluto, es lo absoluto: La poesa es lo real, lo real verdaderamente absoluto. Este es el ncleo de mi filosofa.Se comprenden as las extremistas afirmaciones de Novalis, segn las cuales todo es fbula, todo es ensueo o debe convertirse en ensueo: El mago ms grande ser aquel que sepa encantarse a s mismo, hasta el punto de que sus propias magias resulten fenmenos ajenos, autnomos. Y no podra ser tal nuestro caso? Y aade: El hecho de que no nos veamos en un mundo de hadas depende slo de la habilidad de nuestros rganos y del contacto con uno mismo. Todas las fbulas no son ms que ensueos de aquel mundo paterno que est en todas las partes y en ningn lugar. Las potencias superiores, en nuestro interior, que un da ejecutarn como genios nuestra propia voluntad, son ahora musas que nos confortan con dulces recuerdos a lo largo de este fatigoso camino.Sobre esta nocin est redactada la novela (inacabada) Heinrich von Ofterdingen, en la que se mezclan ensueo y realidad, poesa y prosa. Se trata de una novela formativa o didctica, en la que el protagonista se va educando a travs de diversas experiencias y encuentros, y en la que la verdad resulta ser el substrato mgico de lo real, la fbula, el ensueo y la poesa. En la primera pgina de la obra se le aparece al protagonista la flor azul que se le escapa cuando parece estar ms cercana, smbolo de aquel no s qu siempre anhelando y soando, pero nunca alcanzado. La flor azul es la representacin visible del Sehnsucht romntico, que en esta novela asume una expresin paradigmtica.Sin embargo, Novalis pas desde el idealismo mgico a una visin inspirada en el cristianismo y dio comienzo a una radical revalorizacin del medioevo catlico (en el ensayo Cristiandad o Europa), en el que vea realizada aquella afortunada unidad que Lucero destruy . Novalis consider a este ltimo como el precursor, en cierto sentido, del aburrido, rido e infecundo intelectualismo ilustrado. Eran tiempos hermosos, magnficos, aquellos en que Europa ere una tierra cristiana...: as comienza el ensayo que tom por sorpresa a los Schlegel y que iba a conceder un gran impulso a la revalorizacin romntica de la edad media.Someti al cristianismo incluso el mensaje griego, que consideraba como elevadsima demostracin de serenidad y armona. Tal armona, empero, en opinin de Novalis no sera suficiente sin el mensaje cristiano que es el nico que sabe explicar el sentido de la muerte. En uno de los Himnos a la Noche Novalis hace venir de la Hlade un cantor (smbolo del poeta mismo) que venera a Cristo encarnado: Desde una costa lejana, nacido bajo el sereno firmamento de la Hlade, lleg un cantor a Palestina y ofreci todo su corazn al nio milagroso ... a aquel nio que conceda un sentido nuevo a la muerte, revelndonos la vida eterna.La noche de los Himnos es un smbolo importante: constituye la anttesis de la mezquina luz del intelecto ilustrado, que ilumina apariencias, mientras que la noche es lo Absoluto. (Recurdense las tinieblas y la noche de las que ya haban hablado los msticos precedentes de Novalis.) A lo largo de estos Himnos se alza triunfalmente la Cruz de Cristo, smbolo de la victoria sobre la muerte: permanece incombustible la cruz, triunfal estandarte de nuestro linaje. Es un smbolo triunfal porque es la nica que sabe conceder el auxilio justo en el dolor y en la angustia, y porque es la nica-como ya se dijo- que sabe explicar el sentido de la muerte.2.4Schleiermacher: la interpretacin romntica de la religin, el resurgir de Platn y la hermenutica.Friedrich Danill Ernst Schleiermacher naci en Breslau en 1768.En 1797 conoci en Berln a F. Schlegel, y se uni al circulo de los romnticos, colaborando en Athenaeum. Despus fue profesor en Halle, y a partir de 1810, en la Universidad de Berln. Las obras que le dieron ms notoriedad fueron los Discursos sobre la religin (1799) y los Monlogos (1800). En 1822 public la Doctrina de la fe, que tiene una especial importancia para la teologa dogmtica protestante. Entre 1804 y 1828 tradujo los dilogos de Platn ( con introducciones y notas). Con carcter pstumo se publicaron sus cursos sobre Dialctica, tica, Esttica y otras cuestiones, entre las que la Hermenutica reviste una importancia especial, ya que en ella Schleiermacher se revela como un precursor. Hay tres razones que justifican el recuerdo de Schleiermacher: 1) su interpretacin romntica de la religin; 2) su relanzamiento de Platn, y 3) algunas ideas anticipadoras que aparecen en su Hermenutica.1)La religin es una relacin entre el hombre y la Totalidad (la Plenitud). Ahora bien, tambin la metafsica y la moral se relacionan con la Totalidad y la Plenitud. Segn Schleiermacher, esto ha sido una fuente de graves equvocos, que han hecho penetrar en la religin una gran cantidad de ideas filosficas y morales. La metafsica se refiere al pensamiento que se relaciona con la Totalidad; la tica se refiere al actuar en relacin con la Totalidad (se considera que las acciones individuales son deberes que se deducen de la naturaleza del hombre en relacin con el universo). La religin, sin embargo, no es pensamiento y tampoco es actividad moral. Qu es entonces? Es intuicin y sentimiento de lo infinito, y como tal posee una fisonoma muy determinada, que se distingue tanto de la metafsica como de la tica. Estas son las palabras textuales de Schleiermacher: la religin no aspira a conocer y a explicar la naturaleza del universo, como lo hace la metafsica; no aspira a continuar su desarrollo y a perfeccionarlo mediante la libertad y la divina voluntad del hombre, como hace la moral. Su esencia no consiste ni en el pensamiento ni en la accin, sino en la intuicin y el sentimiento. Aspira a intuir el universo; quiere contemplarlo piadosamente en sus manifestaciones y en sus acciones originales: quiere dejarse penetrar y llenar por sus influjos inmediatos con una infantil pasividad. Por lo tanto se opone a ambas en todo lo que constituye su esencia y en todo lo que caracteriza sus efectos. Aqullas, en todo el universo, slo ven al hombre en calidad de centro de todas las relaciones; sta, en cambio, tiende a ver en el hombre al igual que en todas las dems cosas particulares y finitas- lo Infinito, la imagen, la impronta, la expresin de lo Infinito. Ms an: la intuicin del universo es la piedra angular de todo mi razonamiento, es la frmula ms universal y ms elevada de la religin, mediante la cual podis descubrir todas sus partes, y se pueden determinar del modo ms exacto su esencia y sus lmites. Toda intuicin deriva de un influjo del objeto intuido sobre el sujeto que intuye, de una accin originaria e independiente que realiza el primero y que el segundo acoge, comprende y concibe en conformidad con la naturaleza. Por lo tanto, la intuicin es la accin de lo Infinito sobre el hombre; el sentimiento es la respuesta del sujeto: su estado de nimo, la relacin de la conciencia. Este sentimiento que acompaa la intuicin de lo Infinito es un sentimiento de total dependencia del sujeto con respecto a lo Infinito. El sentimiento religioso, pues, es un sentimiento de dependencia total del hombre (finito) con relacin a la Totalidad (infinita). Esta nocin bsica se aplica a todas las formas de religin. Sin embargo, con el transcurso de los aos Schleiermacher tambin acab por conceder al cristianismo una posicin preferente. Cristo se le fue apareciendo, cada vez en mayor medida, como el Mediador y el Redentor, y as acab por recobrar ante sus ojos aquellos rasgos divinos que en un primer momento le haba negado.2)Tuvo una importancia histrica la gran traduccin de Platn proyectada por Schleiermacher junto con Schlegel. Ms tarde Schleiermacher se vio obligado a llevarla a cabo en solitario, porque Schlegel se encontraba menos preparado desde el punto de vista filolgico y porque tena una personalidad ms dispersa. Sobre todo despus de la publicacin de la Doctrina de la ciencia de Fitche, los romnticos experimentaron la necesidad de volver a Platn. Ass se manifestaba expresamente Schlegel y as lo reiteraba de manera programtica Schleiermacher en una carta dirigida a su editor: Tengo siempre en mi interior una secreta inclinacin a la crtica; es un ejercicio que me resulta muy til, llevado a cabo con discrecin, y tambin creo que con el puedo realizar algo bueno y lograr aqu y all hacer de mediador entre las partes en conflicto; del mismo modo, muchas cosas de mi Platn desempearn una funcin de mediacin entre las viejas y las nuevas concepciones de la filosofa. Schleiermacher trat de llevar a cabo tal mediacin sobre todo a travs de la Dialctica, donde Platn sirve de contrapeso al racionalismo extremo de los sistemas idealistas. Sin embargo, la Dialctica fue publicada con carcter pstumo y no influy sobre los contemporneos, mientras que fue enorme la influencia de la traduccin de los dilogos platnicos, que gracia a Schleiermacher volvieron a imponerse como punto de referencia indispensable (an hoy la traduccin de Schleiermacher sigue reeditndose y estudindose).3)Finalmente, el surgimiento en nuestro das de la hermenutica filosfica ha revelado que Schleiermacher fue un autntico precursor de esta tendencia. Para l la hermenutica no es slo una tcnica de comprensin y de interpretacin de los diversos tipos de escritos, por ejemplo la Sagrada Escritura y de sus significado. Adems, se convierte en comprensin global de la estructura interpretativa que caracteriza el conocer como tal. Hay que comprender el todo para poder comprender la parte y el elemento y, ms en general, es preciso que texto y objeto interpretado, y sujeto interpretante, pertenezcan a un mismo mbito, de una manera que podra calificar de circular. G. Vattimo, que investig cuidadosamente este punto, escribe: Schleiermacher fue el primero en exponer tericamente con cierta claridad lo que las teoras modernas llamarn crculo hermenutico. En el fondo del problema planteado por el crculo hermenutico aparece la cuestin de la totalidad del objeto que hay que interpretar, y, en un mbito ms vasto, la cuestin de la totalidad mayor a la que pertenecen el objeto y el sujeto de la operacin interpretativa, de un modo que hay que determinar y que justamente constituye el tema de mayor inters filosfico. En Schleiermacher este crculo aparece definido en sus dos dimensiones fundamentales. A) necesario preconocimiento de la totalidad de la obra que hay que interpretar; B) necesaria pertenencia de obra e intrprete a un mismo mbito ms vasto, aunque su atencin dedica con preferencia a la primera dimensin . Ms adelante veremos con amplitud cmo se ha desarrollado en la actualidad le segundo punto y cmo se ha convertido la estructura hermenutica en interpretacin de toda la experiencia humana.2.5Hlderlin y la divinizacin de la naturaleza.Friedrich Hlderlin (1770-1843) fue amigo de Schelling y de Hegel en Jena, pero no se vincul al crculo Schlegeliano de los romnticos. Sin embargo, una poesa manifiesta los rasgos tpicos del romanticismo. Vivi apartado de todos, vctima de un trgico destino de desequilibrio mental, que primero manifest en forma de graves crisis, pero que a partir de 1806 se convirti en permanente, durante casi la mitad de su vida. Despus de pronlogadas incertidumbres e incomprensiones, hoy en da se considera que Holderlin fue uno de los ms grandes poetas alemanes. El filsofo Heidegger desempeo un papel decisivo en esta revalorizacin, brindando interpretaciones llenas de finura con respecto a la poesa de Holderlin.El amor a los griegos, la hegemona espiritual de la belleza y de la poesa como nicas instancias capaces de captar lo Infinito-Uno, el vigoroso sentimiento de pertenencia a este Todo, la divinizacin de la naturaleza, entendida como origen de todo (dioses y hombres): stos son los temas tpicamente romnticos que aparecen en Holderlin. Tomo tambin otras cuestiones vinculadas al cristianismo (por ejemplo, los himnos cristolgicos Pan y Vino, El nico Patmos), pero llev a cabo una extraa mezcla, concibiendo su (a pesar de todo) venereda figura de Cristo a la manera de los dioses griegos y considerndole a s mismo como un nuevo profeta (una especie de nuevo san Juan destinado a un nuevo Apocalipsis).Hiperin o el eremita en Grecia (cuya primera versin remonta a 1792 y cuya redaccin definitiva aparece en 1797-1799) es la novela que aqu nos interesa ms. Se trata de una especie de novela formativa, escrita en estilo epistolar, cuyo personaje se forma a travs de su caminar en el mundo ( la Wanderung romntica) y de una serie de experiencias dramticas. Hiperin es un griego del siglo XVIII que desea luchar por la independencia de su patria en poder de los turcos, y a favor del resurgir de la antigua Grecia. Sin embargo, se da cuenta de que los griegos de su poca son muy diferentes a los antiguos. A esta amarga desilusin se aade la muerte de la amada Diotima, despus de lo cual Hiperin se refugia en Alemania, donde slo encuentra una total incomprensin. Halla la paz nicamente cuando acaba por refugiarse en el seno de la naturaleza divina. Schelling partir precisamente de esta concepcin de la naturaleza para superar a Fichte.El Himno a la naturaleza con el que acaba el Hiperin- que transcribimos a continuacin- contiene la esencia del pensamiento de Holderlin al respecto y es una de las expresiones ms brillantes del naturalismo romntico:Oh t, naturaleza, con tus dioses-pens- so hasta el fondo el sueo de las cosas de los hombres, y afirmo que slo t vives, y todo lo que aquellos sin paz conquistaron con esfuerzo se desvanece, como bolitas de cera en contacto con tus llamas.Cunto tiempo hace que senta tu ausencia? Cunto tiempo hace que su muchedumbre te insulta, llama vulgares a tus dioses, los vivientes, los serenamente felices?. Los hombres se separan de ti como frutos marchitos, djalos morir: vuelven a tu raz y yo, oh rbol de la vida Ojal logre reverdecer contigo y alentar alrededor de tu copa, con todas tus ramas cargadas de brotes! Dulce e ntimamente, porque todos hemos germinado gracias al ureo grano de semilla!Vosotras, fuentes de la tierra! Vosotras, flores! Vosotros bosques, y vosotras, guilas! Y t, hermana luz! Cmo es de antiguo y nuevo nuestro amor! Somos libres y no nos angustia el asemejarnos externamente. Cmo no habra que cambiar los modos de vivir? Todos nosotros amamos el ter y nos parecemos ntimamente, en lo ms profundo de nuestro ser.Tampoco nosotros, tampoco nosotros, oh Diotima (la amada muerta), estamos separados, y las lgrimas vertidas por ti no lo comprenden. Somos notas vivientes en consonancia con tu armona, oh naturaleza: quin romper este acorde? Quin puede separar a los amantes? Oh alma! Oh alma! Belleza del mundo! T indestructible! T, fascinante! Con tu eterna juventud, existes! Qu es, por lo tanto, la muerte y todo el dolor de los hombres? Ah! Cuntas palabras vanas han inventado los hombres extraos! Todo acaece por efecto de un deseo, y todo termina en la paz.Semejantes a las disputas de los amantes son las disonancias del mundo, en la discordia est la conciliacin, y todo lo que est separado vuelve a unirse. Parten del corazn y al corazn vuelven las venas, y todo es una nica, eterna y ardiente vida.3. LA POSICIN DE SCHILLER Y DE GOETHE3.1Schiller: la concepcin del alma bella y de la educacin estticaFriedrich Schiller naci en Marbach en 1759 y muri en 1805. En su vida hay que distinguir tres periodos diferentes. Durante el primero de ellos fue uno de los Sturmer ms destacados (como lo atestiguan sus obras dramticas. Los bandidos, La conjuracin de Fiesco, Amor y engao, Don Carlos). A partir de 1787 se dedic a un riguroso estudio de la filosofa (ley a fondo a Kant) y de la historia durante aproximadamente una dcada. Tales estudios le valieron una ctedra de historia en Jena. Durante la ltima fase vuelve al teatro con la triloga de Wallenstein (acabada en 1799), Mara Estuardo (1800) y Guilermo Tell (1804). A la historia de la filosofa le interesan en especial los escritos del perodo intermedio, sobre todo De la gracia y de la dignidad (1793), Cartas sobre la educacin esttica (1793-1795) y De la poesa ingenua y sentimental (1795-1796).La clave espiritual de Schiller est constituida por el amor a la libertad, en todas sus formas esenciales: la libertad poltica, la libertad social y la libertad moral. La revolucin francesa y sus consecuencias persuadieron a Schiller de que el hombre todava no se hallaba preparado para la libertad y de que la verdadera libertad es aquella que tiene su sede en la conciencia. Cmo se llega a la libertad? Schiller no tiene dudas sobre el hecho de que la ms elevada escuela de libertad es la belleza, debido a la funcin armonizadora que manifiesta: a la libertad slo se llega a travs de la belleza, tal es el credo de Schiller.En la obra De la gracia y de la dignidad aparece la celebr figura del alma bella (die schone Seele), que tanto xito tendra en la poca romntica. El alma bella es la que, superando la anttesis kantiana entre inclinacin sensible y deber moral, logra cumplir su deber con espontnea naturalidad, estimulada por la belleza. Por lo tanto, el alma bella es el alma dotada de aquella gracia que armoniza el instinto con la ley moral.En las Cartas sobre la educacin esttica Schiller seala que en el hombre hay dos instintos fundamentales: instinto material e instinto a la forma. El primero est unido al ser sensible del hombre y ligado a la materialidad y la temporalidad; el segundo est vinculado con la racionalidad del hombre. No se puede solucionar la anttesis entre ambos instintos a travs de un sacrificio total del primero en favor del segundo, porque se tendra entonces una forma sin realidad. Hay que armonizarlos mediante lo que Schiller denomina el instinto del juego (recurdese el kantiano libre juego de las facultades), que sirve de mediador entre realidad y forma, entre contingencia y necesidad. La libertad es este libre juego de las facultades. Schiller llama tambin vida al primer instinto, forma al segundo, y forma viviente al libre juego. Esta ltima es la belleza. Para que el hombre se convierta en verdaderamente racional, tiene que volverse esttico. La educacin esttica es una educacin para la libertad a travs de la libertad (porque la belleza es libertad).En su tercer ensayo importante, De la poesa ingenua y sentimental, Schiller ilustra las tesis siguientes. La poesa antigua era ingenua, porque el hombre antiguo actuaba como una unidad armnica y natural, y senta naturalmente: el antiguo poeta era, en definitiva, naturaleza el mismo, y por tanto inmediata expresin natural. En cambio, el poeta sentimental el poeta moderno- no es la naturaleza sino que la siente o, mejor dicho, reflexiona sobre el sentir, y la conmocin potica se basa en esto. Schiller escribe: El objeto est referido aqu a una idea y su fuerza potica reside nicamente en esa referencia. El poeta sentimental siempre tiene que enfrentarse con dos representaciones y sentimientos de lucha, con la realidad como lmite y con su idea como infinito, y el sentimiento mixto que suscita siempre dar fe de este doble origen.En tales circunstancias, es evidente que como seala U. Perone con razn, en su monografa sobre Schiller- slo una poca sentimental acepta poetas ingenuos y slo a travs del poeta sentimental el poeta ingenuo puede indicar aquello en lo cual debemos convertirnos otra vez. El poeta sentimental se siente ajeno al ideal de los antiguos y, al mismo tiempo, se dirige- mediante su Sehnsucht- hacia l. Como afirma Perone, una vez ms la condicin de la separacin es la que hace posible la reapropiacin; el sentimental es la condicin necesaria del ingenuo, y a travs de ste se proyecta en su ideal.Resulta muy evidente en este caso el fermento romntico. El mismo Goethe, al igual que todos los modernos, segn este anlisis no poda ser otra cosa que un poeta sentimental, en contra de las intenciones de Schiller y de las apariencias externas. El canon clsico de belleza ya no poda realizarse inmediatamente en la dimensin de la naturaleza, sino que haba que buscarlo a travs de un itinerario mediato, en cuanto ideal romntico.3.2Goethe y sus relaciones con el romanticismoJohann Wolfgang von Goethe (1749-1832) fue el poeta ms grande de Alemania. Compendia en s mismo una poca completa, con todos sus afanes y todas sus aspiraciones. A diferencia de Schiller, no dedic obras especficas a la filosofa y quiso marcar ciertas distancias con respecto a los filsofos profesionales. Sin embargo, sus escritos contienen numerosas ideas filosficas y algunas de sus obras se convirtieron en autnticos smbolos para los romnticos, lo cual nos obliga a hablar de ellas, aunque sea con brevedad.El primer Goethe fue un Sturmer, el ms importante de todos (a este perodo pertenecen obras tan famosas como Gtz von Belichingen, Prometeo, Las aflicciones del joven Werther, el primer Fausto y el primer Wilhelm Meister). Es muy cierto que Goethe trat de minimizar cuidadosamente la importancia de aquel movimiento y del papel que haba desempeado en l; no obstante, confiesa haber contribuido en su desarrollo. En realidad, lamentaba los excesos vinculados al movimiento y el proceso de imitacin morbosa que haba desencadenado Werther, no slo en el plano literario.En cambio, el Goethe del periodo posterior quiso ser clsico y replantear los cnones clsicos de la belleza. Afirmaba que quien desee hacer algo grande, debe ser capaz como los griegos de elevar la naturaleza real a la altura propia del espritu. Empero, el clasicismo de Goethe no es ms que el resultado de la fuerza desatada del Sturm und Drung sometida al orden de la forma y de un nuevo sentido de lmite. En realidad es romanticismo. G de Ruggiero capt muy correctamente este fenmeno y lo expres mediante una pgina que vale la pena meditar. Un crtico de Goethe, llamado Schubert, haba escrito que prefera Shakespeare a Goethe porque aqul es ms ingenuo, y sin excesivos razonamientos ni sutilezas, pone siempre e inmediatamente de manifiesto los elementos verdaderos y falsos de la humanidad, mientras que aun reconociendo en Goethe la misma meta, desde el principio hay que luchar con lo contrario, vencerlo y evitar con gran cuidado no tomar como lcida verdad aquello que, en cambio, se debe rechazar en tanto que error evidente. En su estudio sobre Lo antiguo y lo moderno Goethe mismo responde que en esto consiste precisamente la diferencia entre antiguos y modernos, y que no se trata de una culpa o un defecto personal suyo. De Ruggiero seala que dicha respuesta hay que ponerla en relacin con el prolongado devanarse los sesos de Goethe en torno a la distincin de Schiller entre poesa ingenua y poesa sentimental, poesa antigua y moderna, del que hallamos huellas tardas hasta en los Coloquios con Eckermann. Goethe no aceptaba tal distincin y protestaba contra el sentimentalismo, que le pareca sinnimo de enfermedad, mientras que la ingenuidad de los antiguos era para l un sinnimo de salud. A pesar de todo, frente al juicio emitido por Schubert, l reivindic su propia modernidad y se escud en ella ante los ataques del crtico. Es cierto que se la atribuy desde un punto de vista diferente al sentimentalismo del que abominaba: la consideraba como una tortura crtica, como una continua insatisfaccin y un ansia reiterada de toda clase de conquistas. Sin embargo, estos momentos espirituales, desconocidos para los antiguos y constitutivos de la modernidad, no sern acaso expresiones de un sentimiento fundamental, el del yo, el de la fuerza interior que desencaden la poca moderna y que no puede vivir en un acuerdo ingenuo y armnico con las cosas, sino que lucha de manera incesante para triunfar o sucumbir? El clasicismo no logr exorcizar por completo este demonio de Goethe: se limit a refrenarlo y disciplinarlo, y convirti un genio tempestuoso (strmisch) en genio romntico. Goethe conden a los romnticos, pero no conden el alma del movimiento (porque incluso en l viva una parte de esa alma), sino las excrecencias patolgicas del fenmeno romntico.Por lo que concierne los temas especficos, en primer lugar hay que recordar la concepcin goethiana de la naturaleza, que es una forma de organicismo llevado hasta sus ltimas consecuencias. La naturaleza se halla viva en su totalidad, hasta en los ms mnimos detalles. La totalidad de los fenmenos es considerada como una produccin orgnica de la forma interior. Una polaridad de fuerzas (contraccin y expansin) da lugar a distintas formaciones naturales, que sealan el incremento y producen una gradual elevacin.Su concepcin de Dios es predominantemente pantesta, pero sin rigideces dogmticas. Afirma que es politesta como poeta y pantesta como cientfico, pero aade que tambin, debido a las exigencias de su personaje moral, deja la puerta abierta a un Dios personal. Para Goethe el genio es naturaleza que crea; el arte es actividad creadora y creacin como la naturaleza y tambin por encima de la naturaleza.Dos de sus obras, en especial, tuvieron el privilegio de convertirse en smbolos: Wilhelm Meister y, ms an, Fausto. El primero es el ms atractivo ejemplo de novela formativa o de desarrollo espiritual. A travs de una serie simblica de experiencias artsticas, Wilhelm acaba encontrndose a s mismo y se realiza mediante una actividad prctica, integrndose en la sociedad de una manera fctica. Para Wilhelm esas experiencias artsticas no fueron algo puramente decepcionante, sino que le proporcionaron una potenciacin de las energas empleadas en las actividades de la ltima fase. La novela, como es evidente, refleja en gran medida al propio Goethe, que haba dejado de ser un Strmer desenfrenado para ponerse al servicio del gobierno en Weimar. Schlegel consider que la novela era comparable con la revolucin francesa, como expresin de una tendencia del siglo. Mittner la define as: La novela ( ) hay que entenderla como un intento de realizar en el plano artstico lo que era irrealizable en el plano de lo real, econmico y poltico. Como Fausto, se tratra de un Uno-Todo en sentido estricto, un Uno distinto de s mismo, porque abarca diversos mundos sociales y ticos que estn perfectamente cerrados en s y que, no obstante, se hallan ideal y tambin realmente ligados entre s, al menos en el sentido en que desde el ms pequeo de esos mundos se desarrollan mundos cada vez mayores, que al final deberan abarcar toda la realidad cultural y social de la poca goethiana. Hegel har algo semejante en el ms elevado plano filosfico de su Fenomenologa del Espritu, que narra las experiencias de la conciencia misma, la cual- a travs de las vicisitudes morales y espirituales de la historia universal- llega a la Auto-conciencia y al Saber absoluto.La fama de Fausto fue ms duradera y ste se convirti en personaje eterno ( una posesin para siempre, en trminos helnicos). Sin embargo, se ha hablado ms de la cuenta acerca de Fausto. Hegel se inspirar en algunas de sus escenas para describir algunos pasajes de su Fenomenologa. Algunos vern all reflejadas profticamente la conciencia del hombre moderno. En el Streben de Fausto, en su tender siempre ms all, es muy fcil descubrir el demonio del activismo que devora al hombre contemporneo. Pero Goethe nos reserva una gran sorpresa al ofrecernos su propia interpretacin de los dos versos clave de su poema. Esos dos versos, puestos en boca de los ngeles celestiales, declaran: A quien se esfuerza en un perenne entender, a se podemos salvarle! . En una carta dirigida a Eckermann, con fecha 6 de junio de 1831, Goethe escribe: En estos versos se halla contenida la clave de la salvacin de Fausto. Y la clave, segn Goethe, est en el encuentro entre el incesante tender de Fausto, por un lado, y el amor divino, por el otro: En Fausto (hay) una actividad cada vez ms alta y cada vez ms pura hacia el fin, y desde arriba (aparece) el amor eterno que viene en su auxilio. Goethe concluye sealando de manera expresa: Esto se halla en perfecta armona con nuestra representacin religiosa, segn la cual non nos convertimos en bienaventurados mediante nuestras propias fuerzas, sino mediante la gracia divina que se derrama sobre nosotros. Estas palabras devuelven al personaje su dimensin romntica.4. OTROS PENSADORES QUE CONTRIBUYERON A LA SUPERACION Y A LA DESAPARICION DE LA ILUSTRACION4.1Hamann: la rebelin religiosa contra la razn ilustradaJohann Georg Hamann naci en Knigsberg (ciudad natal de Kant) en 1730. No acab sus estudios universitarios debido a la multiplicidad de sus intereses y a sus caticas lecturas. Ms tarde se traslad a Londres para dedicarse al comercio y a la ciencia de las finanzas, pero esto constituy un nuevo fracaso ( en el que intervinieron diversas y obscuras vicisitudes). En Londres, sin embargo, en 1757, su destino qued marcado por el encuentro con la Biblia y el surgimiento de una poderosa vocacin religiosa. De vuelta en Knigsberg, se gan la vida como empleado de aduanas. Falleci en 1788. Sus escritos, breves en la mayora de los casos, estn redactados con un estilo muy original, que da lugar a un complicado mecanismo de citas y, sobre todo, de alusiones que siempre son extremadamente concretas, pero muy difciles de descifrar, incluso para los lectores contemporneos del autor. La intrincada trama de citas y frases y de palabras que a menudo se toman de la Biblia o de los clsicos tiene, para el lector actual, un regusto casi cabalstico. Ello se debe sobre todo al hecho de que, por una compleja serie de razones, Hamann eligi la va directa de la irona socrtica para efectuar una crtica de la ilustracin. Los Strmer y los romnticos se interesaron por l, pero es probable que haya sido por motivos paralelos y no convergentes. Moser le bautiz el mago del Nore; Goethe le calific de fauno socrtico; Schlegel hall en los escritos elpticos de nuestro pensador una lgica de compendiador del universo. En la posterior historia del pensamiento nunca se impuso como un clsico. Sin embargo, desde hace un tiempo est surgiendo un nuevo inters en torno a sus ideas.La razn, que la ilustracin tanto haba exaltado, con toda su caridad y universalidad, en realidad es un dolo, y los atributos divinos que se le atribuyen son el fruto de una impdica supersticin. A la razn abstracta Arman contrapone la vida, la experiencia concreta, los hechos reales y la historia. Tambin hace valer con toda energa, ante la abstraccin del concepto, la concrecin de la imagen: El completo tesoro de la felicidad y el conocimiento humanos est hecho de imgenes. Contra el dualismo kantiano de sensibilidad y razn, indica que el lenguaje constituye su ms bello desmentido: el lenguaje es la razn que se vuelve sensible, al igual que el Logos o Verbo divino es la encarnacin de Dios.Por consiguiente, el concepto de revelacin asume en Hamann un papel importantsimo: El libro de la creacin contiene ejemplos de conceptos universales que Dios quiso revelar a la criatura a travs de la criatura. Los libros de la Alianza contienen ejemplos de artculos secretos que Dios quiso revelar a los hombres a travs de los hombres: El Scrates, padre del racionalismo de los ilustrados, en cambio, se convierte para Hamann en una especie de genio proftico inspirado por Dios. stas son algunas de las afirmaciones que aparecen en los Memorables socrticos escritos por Hamann: Qu es lo que compensa en Homero la ignorancia de aquellas reglas artsticas que Aristteles descubri reflexionando sobre l, y la ignorancia o la violacin de las leyes crticas en Shakespeare? El genio: tal es la respuesta en que todos concuerdan. Por lo tanto, Scrates posea un hermoso ser ignorante, tena un genio de cuya ciencia poda fiarse, al que amaba y tema como a su propio dios, cuya paz le importaba ms que toda la razn de los egipcios y de los griegos, a cuya voz crea, y mediante su inspiracin el intelecto vaco de un Scrates puede volverse tan fecundo como el vientre de una virgen intacta.Ms an: Scrates apart a sus conciudadanos a los laberintos propios de sus doctos sofistas y les llev ante una verdad que yace oculta, a una sabidura secreta; les alej de los altares idoltricos de sus sacerdotes devotos y polticamente dependientes, para ponerlos al servicio de un Dios desconocido. Platn ech en cara a los atenienses el que los dioses les hubiesen dado a Scrates para convencerles de que estaban locos y estimularles a que le imitasen en la virtud. A quien no quiere aceptar a Scrates entre los profetas hay que preguntarle: Quin es el padre de los profetas? Acaso no se ha llamado nuestro Dios un Dios de los paganos y se ha mostrado como tal? Tngase presente que Hamann, con el sutil juego de ironas que antes hemos mencionado, tenda a utilizar a Scrates como mscara tras la cual ocultarse. Al igual que Scrates confundi a los sofistas y a los falsos sabios de su tiempo, recibiendo fuerza y alimento espiritual de la verdad que su genio le inspiraba, de igual modo Hamann pretenda confundir a los ilustrados- los sofistas de su poca- con la fuerza de la verdad que proceda de la revelacin cristiana. Como es evidente, en este horizonte de pensamiento la fe se convierte en un elemento central y se presenta como eje alrededor del cual todo debe girar. Glgota y Scheblimini, otra obra fundamental de Hamann (Glgota fue el monte donde Cristo fue crucificado; scheb-limini significa en hebreo toma asiento a mi diestra, como se lee en el Salmo 109. El ttulo parece querer indicar humillacin y glorificacin extremas), concluye en estos trminos:La fe y la duda influyen sobre la facultad de conocer el hombre, al igual que el temor y la esperanza influyen sobre su impulso apetitivo. Verdad y no verdad son instrumentos del intelecto: las representaciones (verdaderas y no verdaderas) del bien y del mal son instrumentos de la voluntad. Todo nuestro saber es una obra fragmentaria, todos los temas de la razn consisten en una fe en la verdad y una duda en la no verdad, o en una fe en la no verdad y una duda en la verdad. Esta fe ( en parte negativa, en parte positiva) es anterior a todos los sistemas. Los produjo a stos para justificarse a s misma, dice el respetable amigo del seor Moses Mendelssohn. Empero, si el intelecto cree en mentiras y encuentra gusto en ellas, duda de las verdades y las menosprecia con disgusto como si fuese un alimento inconsistente, entonces la luz en nosotros es tinieblas, la sal en nosotros ya no condimenta, la religin es una mera colgadura de iglesia, la filosofa no es ms que una pura palabrera, viejas opiniones carentes de sentido, viejos derechos sin fuerza. La duda voluntaria con respecto a la verdad, y la voluntaria credulidad en la ilusin, son sntomas tan inseparables entre s como el escalofro con respecto a la fiebre. Quien se crea ms alejado de esta enfermedad del alma y aspire ardientemente a poderla curar en todos sus semejantes, reconoce de modo espontneo el haberla comprobado en otros, hasta el punto de caer en la cuenta de lo difcil que es conseguirlo y lo poco que est en nuestras manos el lograrlo. Pobre de aquel que halla alguna excepcin a estas precisas palabras. Qu es la verdad? Un viento que sopla donde quiere, que sentimos que pasa pero no se sabe desde dnde y en qu direccin. Un espritu que el mundo no est en disposicin de recibir, porque no lo ve y no lo conoce.Hamann quizs haya sido el ms acrrimo y ms genial crtico de la ilustracin y el defensor ms denodado de aquella religiosidad y aquel cristianismo cuyas races haba minado la ilustracin. Sin ninguna, duda, fue un profeta y gua de una nueva edad, si bien el espritu de esa nueva edad se desvi en direcciones opuestas a las que haba indicado el mago del Norte.4.2Jacobi: la polmica contra Spinoza y la revaloracin de la feCon sus novelas Alwill (1775-1776) y Woldemar (1777), Friedrich Heinrich Jacobi (1743-1819) estuvo al principio muy prximo a los Sturmer: Ms adelante, hall su propio ubi consistam a travs de la fe en un Dios- persona trascendente, entendido en sentido cristiano. Sus obras ms conocidas son las Cartas sobre la doctrina de Spinoza (1785), David Hume y la fe o idealismo y realismo (1787), Cartas a Fichte (1801) y Las cosas divinas y su revelacin (1811).Las cartas sobre la doctrina de Spinoza constituyeron un notable acontecimiento cultural. El proceso se produjo as: Lessing haba publicado en la dcada de 1770 una obra de H.S: Reimarus, desta anticristiano, pero sin aclarar qu se propona con tal publicacin. Suscitando una enorme estupefaccin, Jacobi revel que Lessing le haba confesado en 1799 que era partidario de Spinoza, y por lo tanto pantesta. Las tesis bsicas de Jacobi son muy sencillas: a) toda forma de racionalismo desarrollado con coherencia acaba siendo una forma de spinozismo; b) la doctrina de Spinoza es una forma de atesmo, en la medida en que identifica a Dios con la naturaleza (deus sive natura); c) el spinozismo es un fatalismo, porque no deja espacio a la libertad; d) Lessing mismo (el tan admirado Lessing, promotor del crculo ilustrado de Berln) era partidario de Spinoza y, por lo tanto, pantesta, es decir ateo y fatalista.Ahora bien, esto constitua un ataque declarado contra los ilustrados y Jacobi solicit la intervencin de personas autorizadas con objeto de que fuese an ms slido y eficaz. En cambio, provoc el efecto contrario al deseado. Hamann, como es natural, se puso de su lado. Kant, empero, no quiso intervenir, aduciendo que no haba profundizado lo suficiente en Spinoza. Goethe respondi que para l Spinoza era thesissimus et christianissimus. Herder escribi un libro titulado Dios, pronuncindose a favor de un spinozismo convenientemente rectificado, pero sin negarlo. De este modo dio comienzo un proceso que condujo a un renacimiento de Spinoza, que producir en Schelling sus frutos ms notables.La ciencia puramente especulativa de tipo spinozista, segn Jacobi, no puede refutarse por una va especulativa, sino por otro camino: contraponiendo al intelecto la va de la fe, que es sentimiento e intuicin. Para llegar a Dios no existe un camino especulativo. La especulacin aparece nicamente y siempre despus de la intuicin; puede confirmar pero no demostrar. La fe constituye una slida confianza en aquello que no se ve, es una captacin de lo absoluto metaintelectual (y en este sentido se la puede considerar como una razn superior, como aquella razn que Kant haba dicho que era una mera exigencia de lo Absoluto, y que en Jacobi es una captacin inmediata de lo Absoluto.)Jacobi expresa as su concepcin antiintelectualista: He sealado reiteradamente la necesidad de abandonar los carriles del intelecto para llegar a una filosofa que no quiere perder a Dios. Puesto que en el hombre la razn slo aparece despus, le parece a ste que aqulla se va desarrollando poco a poco, desde una naturaleza en s misma ciega y carente de conciencia, desde lo contrario a una providencia y una previsin sabia. Sin embargo, la deificacin de la naturaleza o comienza con ella, no encuentra a ningn Dios, el cual es antes o no es en absoluto. Ahora bien, si mi filosofa habl de esto, si mostr el mejor camino, y si por eso como atestiguan muchos hombres- produjo una impresin duradera, en esto consiste su valor cientfico. No se propona dar pie a una ciencia del entusiasmo lgico. El intelecto es pagano, el corazn es cristiano: hay que guardarse de que ste se vea aprisionado por aqul.La fe se describe en estos trminos: La fe es una luz original de la razn, que el verdadero racionalismo admite como propia. Apaga la fe original, y todas las ciencias quedan vacas y carentes de sentido; pueden silbar, pero no hablar y responder. La fe es una slida confianza en lo que no se ve. Nunca vemos lo Absoluto, lo creemos. Vemos lo no absoluto, lo condicionado, y a este ver lo llamamos saber. En esta esfera domina la ciencia. La confianza en lo que no vemos es ms grande y ms poderosa que la confianza en lo que vemos. Si esto contradice a aquello, llamamos ilusin a la certeza del saber; la fe somete a los sentidos y a la razn, entendiendo por razn la facultad de la ciencia. La verdadera ciencia es el espritu que da testimonio de s mismo y de Dios. Al igual que yo estoy convencido de la objetividad de mis sentimientos de lo verdadero, lo bello y lo bueno, y de una libertad que domine a la naturaleza, del mismo modo estoy convencido de la existencia de Dios. Y cuando estos sentimientos se debilitan, tambin se debilita la fe en Dios. Jacobi contina: Entre la fe interior en lo invisible y el saber doctrinario exterior acerca de lo visible, se entable una lucha perenne durante la historia de los hombres, una lucha entre los hijos de Dios y los titanes. La filosofa de la luz se opone a la filosofa de la noche, el antropomorfismo se declara en contra del pantesmo, el autntico racionalismo est en contra de una imagen invertida del intelecto, y el cristianismo esta en contra del paganismo. El cristianismo es esencialmente antropomrfico, ensea que hay un solo Dios que crea el mundo con conocimientos y voluntad; el paganismo es cosmotesta. No cabe pensar nada ms absurdo ni ms extravagant