EL MARTIRIO DE LOS SANTOS NIÑOS

Cuando el pretor DACIANO llegó a Complutum mandó que todos los cristianos de la ciudad renunciase a su fe en Cristo.

Obligó a todo los cristianos a que hicieran sacrificios a los ídolos. Y si no lo hacían serían torturados cruelmente hasta morir

Había dos niños cristianos que se llamaban Justo y Pastor, que se enfadaron mucho con todo esto y decidieron ir hablar con el Pretor, para decirle que ellos no iban a renunciar a su fe cristiana.

Justo y Pastor sabían a lo que se exponían , pero estaban dispuestos a soportar toda clase de sufrimientos por amor a Jesucristo.

Daciano, al principio mandó solamente que fueran castigados cruelmente, para asustarlos y que de esta manera renunciaran a su fe.

Y mientras eran conducidos por los romanos al lugar de las torturas, no perdían la alegría y se animaban el uno al otro , para no dejarse vencer por el miedo.

Justo que era el más pequeño, tenía miedo que su hermano mayor perdiera la valentía y por eso le decía:

- ¡No temas, hermano mío! porque aunque la muerte nos aguarda y tengamos que soportar los más crueles tormentos. Dios nos dará su gracia para que seamos valientes hasta el final.

A lo que Pastor respondió:

- ¡Muy bien hermano mío!, has hablado con Justicia, como indica tu nombre de Justo.

Tenemos que llenarnos de alegría, hermano mío, porque Dios nos dará el premio del cielo, por dar la vida por Él

Los soldados romanos escucharon lo que se decían los dos niños y fueron a contárselo a Daciano.

El Procurador Daciano, entonces, tembló de miedo, por la valentía de estos dos muchachos, porque temía que otros cristianos podían seguir su ejemplo.

Decidió entonces que en vez de torturarlos los mandaría matar en secreto.

Los soldado romanos se los llevaron a Justo y Pastor fuera de la ciudad, en secreto para ejecutarlos.

Llevado al campo llamado “Laudable” uno de los primeros días de agosto, muriendo degollados.

Tal como sabemos por la tradición, fueron decapitados sobre una piedra que se venera actualmente en Complutum y que aún conserva señales del martirio.

CANCIÓN