El guila gentilmente llev a su cro hacia el borde del nido. Su corazn temblaba por sus emociones conflictivas pues ella se resista a la misin que en ltimas deba cumplir. Por qu la emocin del vuelo tiene que empezar con el miedo a caer? Pens ella. Pero esta eterna pregunta est todava sin respuesta. Como es tradicin en su especie, su nido estaba localizado en lo ms alto de la cara de una montaa rocosa. Abajo slo haba aire para sostener las alas de cada hijo. Ser posible que esta vez no vaya a funcionar? No obstante sus temores, el guila saba que haba llegado la hora. Su misin maternal estaba casi completa pero an quedaba una ltima tarea: El Impulso. El guila sac coraje de su sabidura innata. Hasta que sus hijos no descubrieran sus alas no tendra un sentido sus vidas. Hasta que no aprendieran a volar, ellos no comprenderan el privilegio de haber nacido guila.

El impulso era el privilegio de haber nacido guila. El impulso era el regalo ms grande que como madre les podra ofrecer. Era el acto supremo de amor y entonces fue empujando uno a uno fuera de su nido y todos volaron.David McNally