Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y...

21
Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición de Hipersociología Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilevive.cl Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales. Pág. 1 Capítulo 13 3.4 Posmodernización, o la Informatización de la Producción El posmodernismo no es algo que podamos determinar de una vez y para todos, y luego utilizar con plena conciencia. El concepto, si es que lo hay, debe aparecer al final y no al inicio de nuestra discusión sobre él. Fredric Jameson La buena noticia desde Washington es que cada persona en el Congreso apoya el concepto de una superautopista de la información. La mala noticia es que nadie tiene la menor idea de lo que eso significa. Congresal Edward Markey Resulta común dividir la sucesión de paradigmas económicos desde la Edad Media en tres momentos distintos, cada uno de ellos definido por el sector dominante de la economía: un primer paradigma en el que la agricultura y extracción de materias primas dominó la economía, un segundo en el cual la industria y la fabricación de bienes durables ocuparon la posición de privilegio, y un tercero y actual paradigma en el cual la provisión de servicios y la manipulación de la información están en el centro de la producción económica. 1 Es así como la posición dominante ha pasado de la producción primaria a la secundaria y de ella a la terciaria. La modernización económica involucra el pasaje del primer paradigma al segundo, del predominio de la agricultura al de la industria. Modernización significa industrialización. Podemos denominar al pasaje desde el segundo al tercer paradigma, desde la dominación de la industria a la de los servicios y la información, un proceso de posmodernización económica, o mejor aún, de informatización . 1 Los textos que sientan los términos para una enorme literatura que debate la periodización de las fases de la producción moderna son: Daniel Bell, Coming of Post-Industrial Society (New York: Basic Books, 1973); y Alain Touraine, Post-Industrial Society, trad. Leonard Mayhew (New York: Random House, 1971)

Transcript of Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y...

Page 1: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 1

Capítulo 13 3.4 Posmoderni zación, o la Infor mati zación de la Producción

El posmodern ismo no es algo que podamos determinar de una vez y para

todos, y luego ut il izar con plena conciencia. El concepto, si es que lo hay, debe aparecer al final y no al in icio de nuestra discusión sobre él.

Fredric Jameson

La buena noticia desde Washington es que cada persona en el Congreso apoya el concepto de una superautopista de la información.

La mala not icia es que nadie t iene la menor idea de lo que eso sign ifica. Congresal Edward Markey

Resulta común dividir la sucesión de paradigmas económicos desde la Edad Media en t res momentos dist intos, cada uno de el los def inido por e l sector dominante de la economía: un primer paradigma en el que la agricu ltura y extracción de materias primas dominó la economía, un se gundo en el cual la industria y la fabricación de bienes durables ocuparon la posición de privi le gio, y un tercero y actual paradigma en el cual la provisió n de servicios y la manipu lación de la información están en el centro de la producción económica. 1 Es as í como la pos ición dominante ha pasado de la producción primaria a la secundaria y de ella a la terciaria . La modernización económica involucra el pasaje del primer paradigma al segundo, de l predomin io de la agricu ltura al de la industria . Modernización sign if ica industria lización. Podemos denominar al pasaje desde e l segundo al tercer paradigma, desde la dominación de la industria a la de los servicios y la información, un proceso de posmodernización económica, o mejor aún, de inf ormatización .

1 Los textos que sientan los términos para una enorme literatura que debate la periodización de las fases de la producción moderna son: Daniel Bell, Coming of Post-Industrial Society (New York: Basic Books, 1973); y Alain Touraine, Post-Industrial Society, trad. Leonard Mayhew (New York: Random House, 1971)

Page 2: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 2

La definición más obvia e índice de los cambios entre estos t res paradigmas aparece primero en términos cuantita t ivos, referidos a los porcentajes de población incorporados en cada uno de estos dominio s productivos o al porcentaje del valor total producido por los d iversos sectores de producción. Los cambios en las estadíst icas de empleo en lo s paíse s dominantes durante los ú lt imos cien años tamb ién ind ican cambios dramáticos. 2 Sin e mbargo, esta vis ión cuantita t iva puede conducir a grave s incomprens iones de estos paradigmas económicos. Los ind icadores cuantita t ivos no pueden aprehender ni la t ransformación cuali tat iva durante la progres ión de un paradigma hacia otro, ni la jerarquía entre los sectores económicos en el contexto de cada paradigma. En el proceso de la modernización y el pasaje hacia el paradigma del domin io industria l, la producción agrícola no só lo declinó cuantita t ivamente (tanto en porcentaje de t rabajadores empleados como en proporción del va lor total produc ido), s ino también, lo que es más importante, la propia agricultura fue t ransformada. Cuando la agricultura quedó bajo el dominio de la industria , inc luso cuando todavía era dominante en términos cuantita t ivos, quedó su jeta a las pres ione s sociales y financieras de la industria , más aún: la misma producción agrícola fue industrial izada. La agricultura, por supuesto, no desapareció; permaneció como un componente esencial de las economías industr iales modernas, pero era ahora una agricultura industr ial izada, t ransformada. La perspect iva cuantita t iva fracasa también en el reconocimiento de jerarquías entre economías naciona les o re giona les en el s istema global, lo que conduce a todo t ipo de desconocimientos históricos, instalando analogía s donde no las hay. Desde una perspect iva cuantita t iva, por ejemplo, uno puede aceptar que una sociedad del siglo ve inte con la mayor ía de su fuer za labora l ocupada en la agricultura o la minería y la mayor ía de sus valores producidos en estos sectores (tales como India o Nigeria) esté en posic ión análoga a una sociedad que haya exist ido en el pasado, con igual porcentaje de t rabajadores o valor producido en esos sectores (ta les como Francia o Inglaterra). La ilu sión histórica mode la la analogía en una secuencia dinámica de modo ta l que un sistema económico ocupa igual pos ición o estadio en una secuencia de desarrollo, que otro ha ocupado previamente, como si todo se dispusiera en la misma l ínea, moviéndose en f i la hacia delante. Desde la perspect iva cualita t iva, es decir, en términos de su posición en las relaciones de poder globales, s in e mbargo, las economías de estas sociedades ocupan posicione s incomparablemente dist intas. En el caso previo (Francia o Inglaterra del pasado), la producción agrícola exist ió como sector dominante en su esfera económica, mientras que en el caso posterior (India o Nigeria del s iglo XX) , se halla subordinada a la industria en el sistema mundial. Las dos economía s no están en una misma l ínea sino en situaciones radicalmente diferentes e

2 Ver Manuel Castells y Yuko Aoyama, “Paths towards the Informational Society: Employment Structure in G-7 Countries, 1920-90”, International Labour Review, 133, No 1 (1994), 5-33, cita p. 13.

Page 3: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 3

incluso d iver gentes- de dominación y subordinación. En estas pos icione s jerárquicas diferentes, una mu lt ip lic idad de factores económicos son completamente dist intos-relaciones de intercambio, relaciones de crédito y deuda, etc . 3 Para que las últ imas economías pudieran alcanzar una posición análoga a la de las primeras, deberían invert ir la relación de fuer za y alcanza r una posición de dominación en su esfera económica contemporánea, como lo hizo Europa, por ejemplo, en la economía medieval del mundo Mediterráneo. En otras palabras, e l cambio h istórico debe ser reconocido en términos de la s relaciones de fuerza a lo lar go de la esfera económica. Ilusiones de Desarrollo El discurso del desarrol lo económico, impuesto bajo la hegemon ía de Estados Un idos en coordinación con en modelo de l Nuevo Acuerdo durante el período de posguerra, ut il iza esas falsas analogías históricas como fundamento para las pol ít icas económicas. Este d iscurso concibe a la h istoria económica de todos los pa íses como sigu iendo un único patrón de desarrol lo , en diferentes t iempos y a d iferente velocidad. Así, lo s pa íses cuya producción económica no está hoy en el n ivel de los países dominantes son considerado s países en desarrollo, con la idea de que si continúan en el camino segu ido previamente por los países dominantes y repiten sus estrategias , eventualmente disfrutarán de una posisic ión o estadío análogo. Sin embar go , la vis ión desarroll ista falla en reconocer que las economías de los denominados pa íses desarrol lados están defin idas no sólo por ciertos factores cuantita t ivos o por sus estructuras internas, sino también, lo que es má s importante, por su posición dominante en el sistema mundial . Las crít icas a la visión desarro ll ista que fueron levantadas por las teorías del subdesarrol lo y la dependencia, nacidas principalmente en América Lat ina y África durante los ´60, fueron út i les e importantes precisamente porque enfat izaron el hecho que la evolución de un s istema económic o regiona l o nacional dependía en gran medida de su lugar dentro de la s estructuras jerárquicas y de poder del sistema mundo capitalista . 4 Las regiones dominantes continuarán desarrollándose y las subordinadas continuarán subdesarrollándose, como po los mutuamente apoyados en la estructura mundial de poder. Decir que las economías subordinadas no se desarrollan no sign ifica que no crezcan o cambien: sign ifica que permanecen

3 Acerca de las falsas analogías históricas que contribuyeron a la crisis de la deuda de los paises del Tercer Mundo, ver Cheryl Payer, Lent and Lost: Foreign Credit and Third World Development (London: Zed Books, 1991) 4 Las presentaciones clásicas de las teorías del subdesarrollo y la dependencia son: Andre Gunder Frank, Capitalism and Underdevelopment in Latin America (New York: Monthly Review Press, 1967); y Fernando Enrique Cardoso y Enzo Faletto, Dependency and Development in Latin America , trad. Marjory Mattingly Urquidi (Berkeley: University of California Press, 1979). Para una crítica muy incisiva de los argumentos de los estadios de desarrollo, ver Immanuel Wallerstein, The Capitalist World-Economy (Cambridge: Cambridge University Press, 1979), pp. 3-5.

Page 4: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 4

subordinadas en el sistema mundial y por ello nunca alcanzarán la forma prometida de una economía desarrollada, dominante. En algunos casos , c iertos países indiv iduales pueden ser capaces de modificar su posición en la jerarquía, pero el punto es que, independientemente de quien ocupa cual posición, la jerarquía continúa s iendo el factor determinante. 5 Sin embar go, los mismos teóricos de l subdesarro llo rep iten también una ilu sión s imilar de desarrol lo económico. 6 Resumiendo en términos esquemáticos, podemos decir que su lógica comienza con dos reclamos históricos muy vál idos, pero lue go extrae de ellos una conclusión errónea. Primero, sost ienen que, mediante la impos ición de regímenes colon iales y/ u otras formas de dominación imper ial ista , e l subdesarrollo de las economía s subordinadas fue creado y sostenido mediante su integración a la red globa l de economías capitalistas dominantes, su integración parcial, y por ello su dependencia real y continuada de aquellas economías dominantes. Se gundo , afirman que las economías do minantes desarro llaron or iginar iamente su s estructuras independientes y plenamente art iculadas en relat ivo aislamiento, con una limitada interacción con otras economías y redes globales. 7 De estos dos reclamos h istóricos más o menos aceptables, sin embargo, deducen una conclus ión invál ida: si las economías desarro llada s lograron una plena art iculación en un ais lamiento relat ivo mientras que la s economías subdesarro lladas se tornan desart iculadas y dependientes por su integración a las redes globales, entonces un proyecto para el a islamiento relat ivo de las economías subdesarrol ladas dará como resultado su plena art iculación y desarro llo. En otras palabras, como una a lternat iva al “ falso desarrollo” publicitado por los economistas de los países capitalista s dominantes, lo s teóricos del subdesarrol lo promueven el “ desarrollo real” , que involucra desconectar una economía de sus relaciones dependientes y art icular en relat iva soledad una estructura económica autónoma. Como este es el modo en que se desarrollaron las economías dominantes, debe ser el verdadero camino para escapar del c iclo de subdesarrol lo. Sin e mbargo, este si logismo nos pide que creamos que las leyes del desarrollo económico trascienden de algún modo las diferencias del camb io histórico. La noción alternat iva de desarrollo se basa, paradójicamente, en la misma i lus ión h istórica central de la ideología dominante del desarro llo a la cual se opone. La realización tendencial del mercado mundial destruirá toda noción de que un país o región puede aislarse o desconectarse de las redes globales de poder, a fin de recrear las condic iones de l pasado y desarro llarse

5 El discurso del desarrollo fue una ilusión, pero una ilusión real y efectiva que estableció sus propias instituciones y estructuras a lo largo del mundo “en desarrollo”. Acerca de la institucionalización del desarrollo, ver Arturo Escobar, Encountering Development: The Making and Unmaking of the Tirad World (Princeton: Princeton University Press, 1991), pp. 73-101. 6 Sobre una crítica de la ideología desarrollista de las teorías de la dependencia, ver ibid., pp. 80-81. 7 Ver, por ejemplo, Claude Ake, A Political Economy of Africa (Harlow, Essex: Longman, 1981), p. 136. Este es también el marco general presente en la obra de Andre Gunder Frank y Samir Amin.

Page 5: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 5

como lo hic ieron en su momento los países capitalistas dominantes. Incluso los países dominantes son ahora dependientes del sistema global; la s interacciones del mercado mundial han resultado en una desart iculación generalizada de todas las economías. Crecientemente, cualquier intento de aisla miento o separación sign ificará solamente una forma de dominación má s brutal por el sistema global, una reducción a la pobreza y la debilidad. Informati zación Los procesos de modernización e industrial ización transformaron y redefinieron todos los ele mentos del plano socia l. Cuando la agr icultura fue modernizada como industria , la granja se vo lvió progres ivamente una fábrica, con toda la discip lina fabr il, la tecnología, las relaciones salaria les, e tc . La agricu ltura se modernizó como industria . En for ma más general, la misma sociedad se industrial izó lentamente, hasta el punto de t ransformar la s relaciones y la naturaleza humana. La sociedad se volvió una fábrica. A princip ios del s iglo veinte , Robert Musil reflex ionó bella mente sobre la t ransformación de la human idad en el pasaje desde e l mundo a gr ícola pastora l hacia la factoría social : “ Había un t iempo en e l que la gente crecía naturalmente en las condiciones que ha llaban esperándolos, y ese era un perfecto modo de formarse. Pero hoy en día , con toda esta agitación, cuando todo se está desprendiendo de la t ierra en que creció, inclu so en lo que a la producción del a lma concierne uno debe reemplazar las artesanía s t radicionales por la clase de inteligencia que corresponde a la máquina y la fábrica”. 8 Los procesos de volverse humanos y la propia naturaleza de lo humano fueron transformados fundamentalmente en el pasaje defin ido por la modernización. En nuestros t iempos, s in embar go, la modernización ha concluido . En otras palabras, la producción industrial ya no está expandiendo su dominación por sobre otras formas económicas y fenómenos socia les. Un síntoma de este cambio se manif iesta en los camb ios cuantita t ivos del e mpleo . Mientras el proceso de modernización estaba indicado por una migración de l t rabajo desde la agricultura y la miner ía (el sector primario) a la industria (e l secundario), e l proceso de posmodernización o informatización se demuestra mediante la migración desde la industr ia a los serv icios (e l terciario), cambio que viene teniendo lugar en los pa íses capital istas dominantes, en especial en los Estados Unidos, desde princ ipio s de los ´70. Los servic ios abarcan un amplio rango de act ividades, desde el cuidado de la salud, la educación, las finanzas y el t ransporte hasta los entretenimientos y la public idad. Los empleos para la mayor parte son altamente móviles e involucran habilidade s flexib les. Más importante aún: se caracterizan en general por el papel central

8 Robert Musil, The Man without Qualities, trad. Sophie Wilkins (New York: Knopf, 1995), 2: 367.

Page 6: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 6

desempeñado por el conocimiento, la infor mación, el afecto y la comunicación. En este sent ido muchos denominan a la economía posindustria l una economía informaciona l. Sostener que la modern ización ha conclu ido y que la economía global está atravesando un proceso de posmodernización hacia una economía informaciona l no sign if ica que la producción industrial será dejada de lado ni que dejará de jugar un papel importante, inc luso en las regiones má s dominantes del p laneta. Del mismo modo que los procesos d e industria lización transfor maron la a gr icultura y la vo lvieron más productiva , así también la revolución informaciona l t ransformará la industria redefiniendo y rejuveneciendo lo s procesos de fabr icación. Aqu í el nuevo operat ivo admin istrat ivo imperat ivo es, “ Tratar a la fabricación como un servicio”. 9 Efect ivamente, a medida que se t ransforman las industrias, la división entre manufactura y servicios se borra. 10 Del mismo modo que durante el proceso de modernización toda la producción tendió a industria lizarse, así también durante el proceso de posmodernización toda la producción t iende hacia la producción de servicios, a volverse informaciona lizada. Por supuesto, no todos los pa íses, incluso entre aquellos capital istas dominantes, se han embarcado en el proyecto de posmodernización s iguiendo el mismo camino. Sobre la base del camb io en las estadíst icas de e mpleo e n las naciones de l G-7 desde 1970, Manuel Castel ls y Yuko Aoyama ha n discernido dos modelo s básicos o caminos de informatización. 11 Ambos modelos imp lican el aumento del emp leo en los servicio s pos industr iales , pero enfat izan diferentes t ipos de servicio s y d iferentes relaciones entre servicios y manufactura. El primer camino t iende hacia un modelo de economía de servicios y es dirigido por los Estados Un idos, e l Reino Unido y Canadá. Este modelo imp lica una rápida declinación de los empleo s industria les con el correspondiente incremento de los empleos en el sector servicios. En part icular, los serv icios f inancieros que manejan el capita l t ienden a dominar a lo s otros servic ios de l sector. En el se gundo modelo, e l modelo inf o-industr ial , representado por Japón y Ale mania, los emp leo s industria les decaen más lentamente que en el primer modelo, y, má s importante, e l proceso de informatización está estrechamente integrado y sirve para reforzar a la fuerza de la producción industrial ex istente. En este modelo, los serv icios relacionados directamente con la producción industr ia l resultan más importantes que lo s demás. Los dos modelo s representan dos estrategias para manejar y obtener ventajas en la t ransición económica, pero

9 Francois Bar, “Information Infrastructure and the Transformation of Manufacturing”, en William Drake, ed. , The New Information Infrastructure: Strategies for U. S. Policy (New York: Twentieth Century Fund Press, 1995), pp. 55-74; cita p. 56. 10 Ver Robert Chase y David Garvin, “The Service Factory”, en Gary Pisano y Robert Hayes, eds., Manufacturing Renaissance (Boston: Harvard Business School Press, 1995), pp. 35-45. 11 Ver Castells y Aoyama, “Paths towards the Informational Society”, pp. 19-28.

Page 7: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 7

debe quedar claro que ambos avanzan resueltamente en dirección a la informatización de la economía y la resaltada importancia de las redes y flujo s productivos. Aunque las naciones y re giones subord inadas del mundo no sean capaces de imple mentar estas estrategias, los procesos de posmodernización les imponen cambios irreversib les. El hecho de que la informatización y e l cambio hacia los serv icios haya tenido lugar principa lmente en los paíse s capitalistas dominantes y no en otra parte no nos debe l levar a u n entendimiento de la s ituación económica global contemporánea en términos de estadios l ineales de desarro llo. Es verdad que mientras la producció n industria l ha declinado en los pa íses dominantes, ha sido efect ivamente exportada a países subordinados, por ejemp lo, desde Estados Un idos y Japón a México y Malasia . Esos camb ios y desp laza mientos geográficos pueden inducir a algunos a creer que hay una nueva organización global de lo s estadios económicos por la cual los pa íses dominantes son economías de servicios infor macionales, su s subord inados inmediatos las economía s industria les, y lo s ú lt imos subord inados las economías a gr ícolas. Desde la perspect iva de los estadios de desarrollo, por ejemplo, uno puede suponer que mediante la exportación contemporánea de producción industrial, una fábrica automotriz construida por Ford en Brasil en 1990 podrá ser comparable a la fábrica Ford de Detroit en 1930 porque ambas instancias de producción pertenecen al mismo estadio industrial. Sin e mbargo, cuando miramos con más detenimiento podemos ver que ambas fábricas no son comparables, y sus diferencias son muy importantes. Primeramente, ambas fábricas son radicalmente dist intas e n términos de tecnología y práct icas productivas. Cuando se exporta capital fijo, generalmente se lo hace en su más elevado nivel de productividad. La fábrica Ford de Brasil en 1990, entonces, no será construida con la tecnología de la fábrica Ford de Detroit de 1930, s ino que se basará en la tecnología informaciona l y computacional más avanzada y productiva que sea posible obtener. La infraestructura tecnológica de la propia fábrica la colocará claramente dentro de la economía infor macional. Se gundo, y ta l vez má s importante, las dos fábr icas se hal lan en d iferente relación de dominación con respecto a la economía global como un todo. La fábrica de autos de Detroit de 1930 representa el pináculo de la economía global en la posic ión dominante, produciendo el valor más elevado; la fábrica de 1990, ya sea en San Pablo, Kentucky o Vlad ivostok, ocupa una posición subord inada en la economía global-subord inada a la producción de servicio s de mayor valor. Hoy toda s las act ividades económicas t ienden a quedar bajo el domin io de la economía informaciona l y a ser t ransformadas cualita t ivamente por ella . Las diferencias geográficas en la economía global no son signos de co-presencia de diferentes estadios de desarrollo sino l íneas de la nueva jerarquía global de la producción.

Page 8: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 8

Desde la perspect iva de las regiones subord inadas está quedando cada vez más claro que la modernización ya no es la clave del avance económico y la competencia. Las regiones más subord inadas, ta les como la s áreas del África sub-Sahariana, están efect ivamente excluídas de los flujo s de capital y las nuevas tecnologías, encontrándose a sí mismas en los l ímites de la inanic ión. 12 La competencia por las posic iones de mediano n ivel en la jerarquía global es conducida no por la industrialización sino mediante la informatización de la producción. Grandes países con diversas economías , ta les como Ind ia y Bras i l, pueden so stener simultáneamente todos lo s n ivele s de los procesos productivos : producción de servicio s basada en la información, moderna producción industrial de bienes, y producción tradicional de manufacturas, agricu ltura y miner ía . No es preciso que haya una progresión histórica ordenada entre estas formas, sino que se mezclan y coexisten. Todas las formas de producción ex isten dentro de las redes de l mercado mundial y bajo la dominación de la producción informacional de servicios. Las t ransformaciones de la economía ita liana desde los ´50 demuestran claramente que las economías relat ivamente atrasadas no sigue n simple mente los mismos estadios que experimentaron las regione s dominantes, s ino que se desenvuelven a t ravés de patrones mixtos y alternat ivos. Tras la Se gunda Guerra Mund ial, Ita l ia era aún una soc iedad basada en los campesinos, pero en los ´50 y ´60 ingresó a una fur iosa aunque incompleta modernización e industr ial ización, un pr imer milagro económico . Sin e mbargo, lue go, en los ´70 y ´80, cuando aún no se hab ían completado lo s procesos de industrialización, la economía ita liana se embarcó en otra t ransformación, un proceso de posmodernización, y logró un segundo mila gr o económico. Estos milagros ita l ianos no eran realmente saltos hacia delante que le permit ir ían alcanzar a las economías dominantes, en realidad representaban mezclas de d iferentes formas económicas incompletas. Lo má s sign ificat ivo, y que puede colocar convenientemente al caso ita liano como modelo general para todos las de más economías atrasadas, es que la economía i tal iana no completó un estadio (industr ialización) antes de moverse hacia el siguiente (inf ormatización) . De acuerdo con dos economistas contemporáneos, la reciente t ransformación ita l iana revela “ una interesante t ransición desde e l proto-industrial ismo al proto-infor macional ismo”. 13 Diversas regione s evolucionarán hacia tener elementos campesinos me zclados con industria lización parcial e informatización parcial. De este modo, los estadios económicos están todos presentes al unísono, fund idos en una economía compuesta , híbrida, que varía en el mundo no en t ipo s ino en grado.

12 Manuel Castells describe a las regiones más subordinadas de la economía global como un “Cuarto Mundo”. Ver su ensayo “The Informational Economy and the New International División of Labor”, en Martín Carnoy, Manuel Castells, Stephen Cohen y Fernando Enrique Cardoso, The New Global Economy in the Information Age (University Park: Pennsilvania State University Press, 1993), pp. 15-43. 13 Castells y Aoyama, “Paths towards the Informational Society”, p. 27.

Page 9: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 9

Del mismo modo que la modernización en la era previa, la posmodernización o informatización hoy marcan un nuevo modo de volverse humano. En lo que a la producción del a lma concierne, como diría Musil, uno debe reemplazar las técnicas t radicionales de las máquinas industriales con la inteligencia c ibernét ica de las tecnologías de la infor mación y comunicación . Debemos inventar lo que P ierre Levy denomina una antropología de l c iberespacio. 14 Esta cambio de metáforas nos ofrece una primera aproximación a la t ransformación, pero debemos observar más profundamente para ver claramente los cambios en nuestra noción de los humanos y la humanidad que emergen en el pasaje hacia una economía infor macional. La Sociología del Trabajo Inmaterial El pasaje hacia una economía informaciona l imp lica necesariamente un cambio en la calidad y naturaleza del t rabajo. Esta es la más inmediata imp licancia socio lógica y antropológica del pasa je de paradigma s económicos. La presente información y comun icación ha venido a jugar un papel fundamental en los procesos de producción. Muchos reconocen un primer aspecto de esta t ransformación en los términos de l camb io del t rabajo fabr il-ut il izando la industr ia automotriz como punto central de referencia-desde el modelo Ford ista al mode lo Toyotista . 1 5 El cambio estructural primario entre estos modelos implica al sistema de comunicación entre la producción y el consumo de mercancías, es decir, e l pasaje de información entre la fábrica y el mercado. El modelo Fordista construyó una relación relat ivamente “ muda” entre la producción y e l consumo. La producción mas iva de mercancías en la era Fordista pudo confia r en una demanda adecuada, y por ello tuvo poca necesidad de “escuchar” al mercado. Un c ircuito de retroalimentación desde el consumo hacia la producción posib i litó que lo s camb ios del mercado est imu len camb ios en la ingeniería productiva, pero este circuito de comunicación era restringido (po r los canales f ijo s y compart imental izados de las estructuras de plan ificación y diseño) y lento (por la r igide z de las tecnologías y procesos de la producción en masa) El Toyotismo se basa en una inversión de la estructura Fordista de comunicación entre la producción y el consumo. Idealmente, según este modelo, la planif icación de la producción se comun icará constante e inmed iatamente con los mercados. Las fábricas mantendrán un stock cero, y

14 Pierre Levy, Collective Intelligence: Mankind s Emerging World in Cyberspace (New York: Plenum Press, 1997) 15 Sobre la comparación entre los modelos Fordistas y Toyotista, ver Benjamín Coriat, Penser á l envers: travail et organisation dans l entreprise japonaise (Paris: Christian Bourgois, 1994). Para una breve historia del desarrollo inicial de los métodos de producción de Toyota, ver Kazuo Wada, “The Emergence of the ´Flow Production´ Method in Japan”, en Haruhito Shiomi y Kazuo Wada, eds., Fordism Transformed: The Development of Production Methods in the Automobile Industry (Oxford: Oxford University Press, 1995), pp. 11-27.

Page 10: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 10

las mercancías serán producidas justo a t iempo, de acuerdo a la demanda actual de los mercados existentes. De este modo el modelo no imp lica simple mente un circuito de retroalimentación más veloz s ino una inversión de la relación porque, a l menos en teoría , la decis ión de producción ocurre después y como reacción a la decisión del mercado. En los casos má s extremos la mercancía no es producida hasta que el consumidor ya la haya elegido y comprado. Pero en general es más exacto concebir a l modelo como empeñado en una rápida comunicación o continua interact ividad entre la producción y el consumo. El contexto industrial provee un primer sent ido en el que la comunicación y la información han llegado a cumplir un papel central en la producción. Podríamos afir mar que la acción in strumental y la acción comunicat iva se han entrelazado ínt ima mente en el proceso industr ia l informaciona lizado, pero debemos apresurarnos a agregar que esta es una noción empobrecida de la comun icación en cuanto mera t ransmis ión de lo s datos del mercado. 16 El sector servicio s de la economía presenta un modelo más rico de la comunicación productiva. De hecho, la mayoría de los servicios se basan en el continuo intercambio de infor mación y conocimientos. Puesto que la producción de servicios no resu lta en bienes materiales ni durables, defin imos al t rabajo imp licado en esta producción como trabajo inmater ial-es decir, t rabajo que produce un bien inmaterial, ta l como un servic io, un producto cultural, conocimiento o comun icación. 17 Un aspecto del t rabajo inmateria l puede ser reconocido en analogía con el func ionamiento de una computadora. El uso cada vez más extensivo de las computadoras ha tendido progres ivamente a redefinir las práct icas y relaciones laborales, junto con la s práct icas y relaciones sociales. La famil iarización y apt itud con la tecnología de las computadoras se está convirt iendo en una calificación primaria genera l para el t rabajo en los países dominantes. Aún cuando el contacto directo con computadoras no esté imp licado, la manipu lación de s ímbolos e infor mación a lo lar go del modelo de operación de computadoras está muy extendida. En una época anterior, los t rabajadores aprendieron a actuar como máqu inas, tanto dentro como fuera de la fábrica. Incluso hemos aprendido (con la ayuda de la s fotos de Muybridge, por ejemplo) a reconocer como mecánica a la act ividad humana en general. Hoy pensamos cada vez más como computadoras, a medida que las tecnologías de comun icación y su modelo de interacción se vuelven cada vez más centrales en las act ividades laborales. Un aspecto novedoso de la computadora es que puede mod ificar continua mente su propia

16 Pensamos principalmente en la división conceptual de Jürgen Habermas entre acción comunicativa y acción instrumental, en obras tales como The Theory of Communicative Action, trad. Thomas Mc Carthy (Boston: Beacon Press, 1984). Para una excelente crítica de esta división de Habermas, ver Christian Marazzi, Il posto dei calzini: la svolta lingüística dell economia e i suoi effetti nella política (Bellinzona, Switzerland: Casagrande, 1995), pp. 29-34. 17 Acerca de una definición y análisis del trabajo inmaterial, ver Maurucio Lazzarato, “Inmaterial Labor”, en Paolo Virno y Michael Hardt, eds., Radical Thought in Italy (Minneapolis: University of Minnesota Press, 1996), pp. 133-147. Ver también el índice de entradas sobre trabajo inmaterial al final de esa colección, p. 262.

Page 11: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 11

operación mediante su uso. Inclu so las for mas más rud imentarias de inteligencia art if ic ial le permiten a la computadora expandir y perfeccionar sus operaciones med iante sus interacciones con el usuario y su entorno. E l mismo t ipo de interact ividad continua caracteriza a un a mplio rango de act ividades productivas contemporáneas, ya sea que involucren el uso d e hardware informático o no. La revolución de la computación y las comunicaciones está t ransformando las práct icas laborales de tal modo que todas t ienden hacia el modelo de las tecnologías de la información y comunicación. 18 Las máquinas interact ivas y cibernét icas se convierten en nuevas prótesis inte gradas a nuestros cuerpos y mentes, y en una lente a t ravés de la cual redefinimos nuestros prop ios cuerpos y mentes. La antropología del c iberespacio es en verdad un reconocimiento de la nueva condición humana. Robert Reich denomina a la clase de t rabajo inmaterial imp licado en el t rabajo de la computadora y la comunicación “ servicios simbó lico-analít icos”-tareas que incluyen “ resolución de prob lemas, ident ificación de problemas y act ividades de corretaje estratégico”. 19 Este t ipo de t rabajo reclama el valor más e levado, y por ello Re ich lo ident ifica como la clave para la competencia en la nueva economía global. Reconoce, sin e mbargo, que el crecimiento de estos empleos de manipu lación s imbólica creat iva, basados en el conocimiento, imp lica e l crecimiento consigu iente de t rabajos de bajo valor y baja calificación, como lo s de manipulación de símbolos rut inarios , ta les como lo s de carga de datos y procesamiento de texto. Aquí comienza a surgir una d iv is ión del t rabajo fundamental dentro del reino de la producció n inmaterial. Debemos señalar que una consecuencia de la infor matización de la producción y la emergencia del t rabajo inmaterial ha s ido una homogeneización real de los procesos laborales. Desde la perspect iva de Marx en el siglo d iecinueve, las práct icas concretas de las diversas act ividade s laborales eran radicalmente heterogéneas: la sastrería y la te jeduría incluía n incontables acciones concretas. Só lo cuando se las abstraía de sus práct icas concretas podían juntarse d iferentes act ividades laborales y ser v istas de modo homogéneo, ya no como sastrería o te jeduría sino como el gasto de fuerza de t rabajo humano en general, o trabajo abstracto . 20 Con la presente

18 Peter Drucker entiende el pasaje hacia la producción inmaterial en términos extremos. “El recurso económico básico-´los medios de producción´, para utilizar el término de los economistas-ya no es el capital, ni los recursos naturales (la ´tierra´de los economistas), ni el ´trabajo´. Es y será el conocimiento”. Peter Drucker, Post-Capitalist Society (New York: Harper, 1993), p. 8. Lo que Drucker no comprende es que el conocimiento no está dado sino producido, y que su producción implica nuevos tipos de medios de producción y trabajo. 19 Robert Reich, The Work of Nations: Preparing Ourselves for 21st-Century Capitalism (New York: Knopf, 1991), p. 177. Lo más importante para Reich es que la ventaja-y finalmente la dominación nacional-será ganada en la economía global siguiendo las líneas de esta nueva división, a través de la distribución geográfica de estas tareas de alto o bajo valor. 20 Ver Karl Marx, Capital, Vol. 1, trad. Ben Fawkes (New York: Vintage, 1976), pp. 131-137.

Page 12: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 12

computarización de la producción, s in embar go, la heterogeneidad del t rabajo concreto t iende a reducirse, y el t rabajador está cada vez más a lejado de l objeto de su t rabajo. El t rabajo de la sastrería computarizada o la te jeduría computarizada puede imp licar exactamente las mismas práct icas concretas-es decir, la manipulación de s ímbo los e infor mación. Por supuesto, las herramientas sie mpre han abstraído en cierta medida a la fuerza de t rabajo de l objeto de trabajo. Sin embar go, en periodos previos las herramientas solía n estar relacionadas de un modo relat iva mente inflexib le con ciertas tareas o ciertos conjuntos de tareas; a diferentes act ividades les correspondía n diferentes herramientas-las herramientas del sastre , las de l te jedor, o, lue go , una máquina de coser o un telar mecánico. En contraste , la computadora se propone a sí misma como la herramienta universal, o la herramienta central a t ravés de la cual deben pasar todas las act ividades. Entonces, mediante la computarización de la producción, el t rabajo avanza hacia la posición de t rabajo abstracto. Sin e mbargo, el modelo de la computadora puede dar cuenta de sólo una cara del t rabajo comunicacional e inmaterial implicado en la producció n de servicios. La otra cara del t rabajo inmaterial es el trabajo afectivo de la interacción y el contacto humano. Los servicios de sa lud, por ejemp lo , descansan centralmente sobre el t rabajo afect ivo y de cuidado, y la industria del entretenimiento está también enfocada en la creación y manipu lación de l afecto. Este t rabajo es inmaterial, aún cuando sea corporal y afect ivo, en cuanto que su producto es intangib le , un sent imiento de comod idad, bienestar, sat isfacción, excitación o pasión. Categorías ta les como “ servicios personales” o servicios de proximidad son ut i lizadas a menudo para ident ificar esta clase de t rabajos, pero lo realmente esencial para ellos es la creación y manipulación de afectos. Esa producción, intercambio y comunicación afect iva se asocia generalmente con el contacto humano, pero dicho contacto puede ser real o virtual, como en la industria de l entretenimiento. Este segundo aspecto del t rabajo inmaterial, su cara afect iva, se ext iende mucho más allá del modelo de comunicación e intel igencia definido por la computadora. El t rabajo afect ivo es entendido mejor part iendo de lo que los anális is fe min istas del “ trabajo de la mujer” han denominado “ trabajo en modo corporal” . 21 Los t rabajos de cu idado son están por c ierto inmersos en lo corporal, lo somático, pero lo s efectos que producen son s in embar go inmateriales. Lo que produce el t rabajo afect ivo son redes sociales, forma s de comunidad, biopoder. Aquí podr íamos reconocer otra vez que la acción instrumental de la producción económica se ha un ido con la acció n comunicat iva de las relaciones humanas; en este caso, sin embargo, la

21 Ver Dorothy Smith, The Everyday World as Problematic: A Feminist Sociology (Boston: Northeastern University Press, 1987), esp. pp. 78-88.

Page 13: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 13

comunicación no se ha empobrecido: la producción se ha enriquecido al n ive l de la complej idad de la interacción humana. En resumen, podemos dist inguir t res t ipos de t rabajo inmaterial que conducen al sector servicios la tope de la economía infor macional. E l pr imer o está implicado en una producción industrial que se ha informacional izado e incorporado tecnologías de comunicación de modo tal que t ransforman al propio proceso de producción. La manufactura es considerada un servicio, y el t rabajo material de la producción de b ienes durables se me zcla y t iende hacia el t rabajo inmaterial. El se gundo es el t rabajo inmaterial de las tareas analít icas y s imbó licas, e l que se subd ivide en man ipulaciones intel igentes y creat ivas por un lado y tareas simbó licas rut inarias por otro. Finalmente, un tercer t ipo de t rabajo inmaterial imp lica la producción y man ipulación de afectos, y requiere contacto humano (virtual o real), t rabajo en modo corporal. Estos son lo s t res t ipos de t rabajo que dir igen la posmodernizació n de la economía global. Antes de movernos hacia estas t res formas de t rabajo inmaterial debemos señalar que la cooperación en completamente inherente al propio t rabajo. El t rabajo inmaterial invo lucra inmed iatamente cooperación e interacción social. En otras palabras, e l aspecto cooperat ivo del t rabajo inmaterial no es impuesto u or ganizado desde afuera, como lo era en la s formas previas de t rabajo, sino que, la cooperación es completamente inmanente a la propia act ividad laboral . 22 Este hecho lleva a cuest ionar la vieja noción (común a la economía polít ica clás ica y marxiana) por la cual la fuerza de t rabajo es concebida como “ capital variable”, es decir, una fuerza act ivada y vuelta coherente sólo por el capital, porque la fuerza cooperat iva de la fuerza de t rabajo (en part icular de la fuerza de t rabajo inmaterial) le otorga al t rabajo la pos ibi l idad de valorizarse a sí mismo. Las mentes y lo s cuerpos aún necesitan de otros para producir valor, pero los otros que necesitan no son necesariamente provistos por el capital y sus capacidades de orquestar la producción. La actual productividad, riqueza y creación de excedente social toma la for ma de interact ividad cooperat iva a t ravés de redes lingü íst icas, comunicacionales y afect ivas. En la expresión de sus propia s energías creat ivas, e l t rabajo inmaterial parece poder proveer el potencial para algún t ipo de comun ismo elemental y espontáneo. Producción en Red

22 En su momento, Marx consideró a la cooperación como resultado de las acciones del capitalista, que actuaba como un director de orquesta o un general de campo, desplegando y coordinando las fuerzas productivas en un esfuerzo común. Ver, Capital, 1:439-454. Para un análisis de las dinámicas contemporáneas de la cooperación social y productiva, ver Antonio Negri, The Politics of Subversión: A Manifesto for the Twenty-First Century, trad. James Newell (Oxford: Polity Press, 1989).

Page 14: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 14

La primera consecuencia geográfica del pasaje de una economía industria l a otra informacional es una dramática descentralización de la producción. Los procesos de modernización y pasaje al paradigma industr ia l provocaron la intensa agregación de fuerzas productivas y mas iva s migraciones de fuerzas de t rabajo hacia centros que se volvieron ciudade s fabriles, como Manchester, Osaka y Detroit . La eficiencia de la producción industria l masiva dependió de la concentración y proximidad de los elementos a fin de crear el lugar fabril y facil itar e l t ransporte y la comunicación. Sin embargo, la informatización de la industria y la emer gente dominación de la producción de servicios ha vuelto innecesaria dicha concentración de la producción. El tamaño y la eficiencia ya no están relacionados l inealmente; de hecho, la gran escala se ha vuelto un obstáculo en muchos casos. Los avances en las te lecomunicaciones y las tecnologías de la información han posib il itado una deterritorialización de la producción que ha dispersado efect ivamente a las fábricas de masas y evacuado las ciudades factoría . La comunicación y el control pueden ser ejercidos eficientemente a la distancia, y en algunos casos los productos inmateriales pueden transportarse por todo el mundo con mín imo costo y demora. Múlt iples destrezas d iferentes pueden coordinarse en la producción simu ltánea de una única mercancía, de tal modo que las fábricas pueden estar d ispersas en d iversos lugares. Inc luso e n algunos sectores la propia fábrica puede eliminarse desde que sus t rabajadores se intercomunican mediante nuevas tecnologías infor máticas. 23 En el pasaje a la economía informacional, la l ínea de montaje ha sido reemp lazada por la red como modelo organ izaciona l de la producción, t ransformando las formas de cooperación y comunicación dentro de cada lugar productivo y entre dist into s lugares productivos. La fábrica industria l masiva definió los circuitos de cooperación laboral pr incipa lmente mediante e l desplie gue físico de t rabajadores en la planta. Los t rabajadores indiv iduale s se comunicaban con los t rabajadores cercanos, y la comunicación estaba limitada habitualmente por la proximidad física. La cooperación entre los sit io s productivos requería también de proximidad física tanto para coordinar los c iclos productivos como para min imizar lo s costos y t ie mpos de t ransporte de las mercancías producidas. Por ejemplo, la distancia entre la mina de carbón y la fundición de acero, y la eficiencia de las l íneas de comunicación y t ransporte entre ellos eran factores sign ificat ivos en la eficiencia global de la producción de acero. Similarmente, para la producción automotriz la eficiencia de la comun icación y e l t ransporte entre la serie de subcontrat istas imp licados es crucial en la eficiencia total del s istema. En contraste , e l pasaje hacia la producción informaciona l y la estructura en red de la producció n vuelve a la cooperación y ef iciencia productiva no dependientes en ta l magn itud de la proximidad y la centralización. Las tecnologías de la información vue lven menos relevantes a las d istancias. Los t rabajadores

23 Ver Saskia Sassen, The Global City:New York, London, Tokio (Princeton: Princeton University Press, 1991)

Page 15: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 15

involucrados en un ún ico proceso pueden comunicarse y cooperara efect ivamente desde localidades remotas, sin importar la prox imidad. E n efecto, la red de cooperación laboral no requiere de un centro territorial o fís ico. La tendencia hacia la deterritorialización de la producción es aún más pronunciada en los procesos de t rabajo inmaterial que implican la manipu lación del conocimiento y la información. Los procesos laborales pueden ser conducidos de modo totalmente compatible con las redes d e comunicación, para las que la locación y la d istancia t ienen una importancia muy limitada. Incluso los t rabajadores pueden quedarse en su hogar y navega r en la red. El t rabajo de la producción infor macional (tanto de servicios como de bienes durables) descansa sobre lo que podr íamos denominar cooperación abstracta . Dicho trabajo asigna un papel aún más central a la comunicación de conocimientos e infor mación entre los t rabajadores, pero dichos t rabajadores cooperadores no requieren estar presentes e inclu so pueden se r relat ivamente desconocidos entre sí, o conocerse sólo med iante la información productiva intercambiada. El circuito de cooperación se consolida en la red y la mercancía en un nivel abstracto. Por ello los sit ios de producción pueden deterritorializarse y tender hacia una existencia virtual e n cuanto están coordinados en la red de comunicación. En oposición al ant iguo modelo industria l vert ical y corporat ivo, la producción t iende ahora a estar organizada en redes horizontales de empresas. 24 Las redes de información también l iberan a la producción de l ímites territoriales en tanto t ienden a colocar al producto en contacto directo con el consumidor, sin importar la distancia que haya entre ambos. Bil l Gates, cofundador de Microsoft Corporat ion, l leva esta tendencia al extremo cuando predice un futuro en el que las redes derribarán a las barreras a la circulación , posib il itando la emer gencia de un capitalismo ideal, “ sin fr icciones”: “ La autopista informática extenderá el mercado electrónico, volviéndolo e l escenario final, e l intermediario un iversal” . 25 Si se realiza la v is ión de Gates, las redes tenderán a reducir todas las d istancias y vo lver inmed iatas la s t ransacciones. Los sit ios de producción y los de consumo se presentarán entonces simultáneamente, sin importar las localizaciones geográf icas. Estas tendencias hacia la deterritorial ización de la producción y la creciente movil idad del capital no son absolutas, y existen tendencias contrapuestas sign ificat ivas, pero considerando de donde prov ienen, s itúan a l t rabajo en una debilitada posición ne gociadora. En la era de la organización Fordista de la producción industrial mas iva, e l capital se ataba a un territorio específico y negociaba contractualmente con una población laboral limitada. La informatización de la producción y la creciente importancia de la

24 Acerca de la empresa en red ver Manuel Castells, The Rise of the Network Society (Oxford: Blackwell, 1996), pp. 151-200. 25 Bill Gates, The Road Ahead (New York: Viking, 1995), p. 158.

Page 16: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 16

producción inmaterial han tendido a liberar al capital de los límites del territorio y la negociación. El capital puede ret irarse de una negociación con una población local t rasladando su lugar a otro punto de la red global- o simple mente ut ilizando su potencial de mov ilidad como un arma en la negociación. Poblaciones laborales comp letas, que habían disfrutado de una cierta estabilidad y fuerza contractual, se han encontrado en situaciones de empleo crecientemente precarias. Una vez que la pos ición ne gociadora de lo s t rabajadores se ha debilitado, la producción en red puede introducir d iversa s formas de t rabajo no-garant izado, ta les como el cuentapropismo, el t rabajo domic il iario, e l t rabajo part-t ime y el t rabajo a destajo. 26 La descentralización y dispersión globa l de los sit ios y procesos productivos, característ ica de la posmodernización o informatización de la economía, provoca una centralización equivalente del control sobre la producción. El mov imiento centrífugo de la producción se balancea con la tendencia centrípeta del comando. Desde la perspect iva local, las rede s computacionales y las tecnologías de comun icación internas de los s istema s de producción posibil itan un monitorio más extensivo de los t rabajadores desde algún lugar central, remoto. El control de la act ividad laboral puede, potencialmente ser indiv idual izado y continuo en el panóptico virtual de la producción en red. Sin embar go, la centralización del control es aún má s evidente desde una perspect iva global. La dispersión geográf ica de la manufactura ha creado una demanda de administración y planificación crecientemente centralizadas, y tamb ién de una nueva centralización de producción de servicios especializados, en especial servicio s financieros. 2 7 Los servicio s f inancieros y relacionados a l comercio en unas pocas ciudade s clave (tales como Nueva York, Londres y Tok io) admin istran y d irigen la s redes globales de producción. Como un camb io de mográfico mas ivo , entonces, a la declinación y evacuación de las ciudades industria les les ha correspondido la e mergencia de ciudades globales, o, verdaderamente, c iudades de control. Autopistas Infor máticas La estructura y administración de las redes de comunicación son condiciones esenciales para la producción en la economía infor macional . Estas redes globales deben ser construidas y vigiladas de modo tal de garant izar el orden y las ganancias. No debe sorprender, por ello, que e l

26 Algunos analistas italianos ven en la descentralización de la producción en red en las pequeñas y medianas empresas del norte de Italia una oportunidad para crear nuevos circuitos de trabajo autónomo. Ver Sergio Bologna y Andrea Fumagalli, eds., Il lavoro autónomo di seconda generazione: scenari del postfordismo in Italia (Milan: Feltrinelli, 1997) 27 Sobre el crecimiento de “servicios para productores” en centros concentrados de control, ver Sassen, The Global City, pp. 90-125.

Page 17: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 17

gob ierno considere el establecimiento y re gulación de una infraestructura global de información como una de sus principales prior idades, y que las redes de comunicación se hayan vuelto el más act ivo terreno de fusiones y competencia para las corporaciones t ransnacionales más poderosas. Un consejero de la Comis ión Federal de Comun icaciones, Peter Cowhey, ha efectuado una interesante analogía para el rol que estas redes juegan en el nuevo paradigma de producción y poder. La construcción de la nueva infraestructura de información, afir ma, provee las condiciones y términos de l gob ierno y la producción mund ial del mismo modo que la construcción de caminos lo hizo para el Imperio Romano. 28 La extensa distribuc ión de la ingenier ía y tecnología Romanas fue tanto el más duradero regalo a los territorios imperia les como la condición fundamental para ejercer control sobre ellos. Los caminos ro manos, s in embar go, no ju garon un ro l central en los procesos de producción imperiales, s ino que sólo facil itaron la circulación de bienes y tecnologías. Tal vez una mejor analo gía de la infraestructura mundial de información pueda ser la construcción de ferrocarriles para beneficio de los intereses de las economías imper ial istas de los s iglos d iecinueve y veinte . El tendido de vías férreas en los pa íse s dominantes consolidó su economía industrial naciona l, y en las regione s colonizadas y económicamente dominadas abrió dichos territor ios a la penetración por las empresas capitalistas, pos ibi l itando su incorporación a lo s sistemas económicos imper ial istas. Sin embar go, como los caminos Romanos , las vías férreas jugaron só lo un rol externo en la producción industria l e imper ial ista , extendiendo sus l íneas de comun icación y t ransporte a nuevas materias primas, mercados y fuerza de t rabajo. La novedad de la nueva inf raestructura de inf ormación es el hecho de que está incorporada y es completamente inmanente a los nuevos procesos de producción . En el pináculo de la producción contemporánea la información y comunicación son las verdaderas mercancías producidas; la prop ia red es tanto el lugar de producción como de circulación. En términos pol ít icos la infraestructura global de infor mación puede ser caracterizada como la combinación de un mecanismo democrático y otro oligopólico , que operan mediante diferentes modelos de s istemas de red. La red democrát ica es un modelo completamente horizontal y deterritorial izado . La Internet , que comenzó como un proyecto del DARPA ( la Agencia de Proyectos Avanzados de Invest igación del Departamento de Defensa de los Estados Un idos), pero que se ha expandido actualmente por todo el planeta, es el e jemplo pr incipal de esta estructura de red democrát ica. Un número indeterminado y potencialmente ilimitado de nodos interconectados se comunican sin n ingún punto central de control; todos los nodos,

28 Peter Cowhey, “Building the Global Information Highway: Toll Booths, Construction Contracts and Rules of the Road”, in William Drake, ed. The New Information Infrastructure (New York: Twentieth Century Fund Press, 1995), pp. 175-204, cita p. 175.

Page 18: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 18

independientemente de su localización territorial, se conectan con entre sí a t ravés de una miríada de pasos y relevos. De este modo la Internet recuerda a la estructura de las redes telefónicas, y de hecho la sue le incorporar como su propio camino de comun icación, del mismo modo que se basa en la tecnología de la computación para sus puntos de comun icación. El desarro llo de la te lefonía celular y las computadoras portát iles, desamarrando de un modo aún más radical los puntos comunicantes de la red, han intensif icado el proceso de deterritorialización. El diseño original de la Internet fue ideado para resist i r un ataque militar. Como no hay un centro y casi cada parte puede operar como un todo autónomo, la red puede continuar funcionando aún cuando parte de ella haya sido destruida. Ese mismo e lemento de diseño que ase gura la sobrevida, la descentralización, es el que torna tan difícil del control de la red. Como n ingún punto de la red es necesario para la comunicación entre otros, es dificu ltoso regu lar o proh ibir su comun icación. Este modelo es e l que Deleuze y Guattari l laman un rizoma, una estructura en red, no-jerárquica y no-centrada. El mode lo ol igopó lico de red se caracteriza por sistemas de d ifus ión. Se gún este modelo, por eje mplo en lo s sistemas de radio o telev is ión, hay un único y relat ivamente fijo punto de emisión, pero los puntos de recepción son potencialmente infinitos y territorialmente indefinidos, aunque ciertos desarrollos como las redes de telev is ión por cable f i jan en cierta medida esto s caminos. La red de emis ión se define por su producción centralizada, su distribuc ión masiva, y la comun icación un idireccional. Toda la industr ia de la cultura-desde la distribución de d iarios y l ibros hasta las pe lícu las y vide o casset tes-ha operado tradicionalmente dentro de este modelo. Un númer o relat ivamente pequeño de corporaciones (o, en algunas regiones, de empresarios como Rupert Murdoch, Silv io Ber lusconi y Ted Turner) pueden dominar efect ivamente todas estas redes. Este modelo ol igopólico no es un rizoma s ino una estructura de árbol que subord ina todas las ramas a la raí z central. Las redes de la nueva infraestructura de información son un híbr ido de estos dos modelos. De igua l modo que Lenin y otros crít icos de l imper ial ismo reconocieron en otra época una consolidación de la s corporaciones mult inaciona les en cuasi-monopo lios (sobre los ferrocarriles , los bancos, la electricidad, e tc .), hoy somos test igos de una competencia entre las corporaciones t ransnacionales para establecer y consolidar cuasi-monopolios sobre la nueva infraestructura de información. Las variadas corporaciones de la te lecomunicación, la producción de software y hardware, y las corporaciones de la información y los entretenimientos están fusionándose y expandiendo sus operaciones, peleando para dividirse y controlar los nuevos continentes de las redes productivas. Quedarán, por supuesto, porciones o aspectos democrát icos de esta red consolidada que resistan el control gracias a su estructura en red, interact iva y descentralizada; pero ya está en marcha una centralización mas iva del control

Page 19: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 19

mediante la un if icación (de facto o de jure) de lo s pr incipales ele mentos de la estructura de poder de la información y la comunicación: Ho llywood , Microsoft , IBM, AT& T, etc . Las nuevas tecnologías de comun icación, que levantaron la promesa de una nueva democracia y una nueva igualdad social , han creado de hecho nuevas líneas de inequ idad y exclus ión, en los pa íse s dominantes y especialmente fuera de ellos. 30 Comunes Ha habido un movimiento continuo a lo largo del per íodo moderno tendiente a pr ivat izar la propiedad pública. En Europa las extensas tierras comunes creadas por la fractura del Imper io Romano y el auge del Cr ist ianismo f ueron transf er idas eventualmente a manos pr ivadas durante el curso de la acumulación pr imitiva capital ista. En todo el mundo los restos de los vastos espacios públicos son ahora mater ial de leyendas: el bosque de Robin Hood, las Grandes Planicies de los Amer indios, las estepas de las tr ibus nómades, etc . Durante la consolidación de la sociedad industr ial , la construcción y destrucción de los espacios públicos se desarrol ló en una espiral aún más poderosa. Es cier to que cuando era dictado por las necesidades de la acumulación (a f in de impulsar una aceleración o sal to en el desarrol lo, de concentrar y movilizar los medios de producción, de hacer la guerra, etc .), la propiedad pública era expandida mediante la expropiación de amplios sectores de la sociedad civi l , transf ir iéndose a la colect ividad r iquezas y propiedades. Sin embargo, esa propiedad pública pronto era reapropiada por manos pr ivadas. En cada proceso, la posesión comunal , considerada natural , es transf ormada a expensa pública en una segunda y tercera naturaleza que f uncionan f inalmente para el benef icio pr ivado. Una segunda naturaleza se creó, por ejemplo, embalsando los grandes r íos del oeste de Nor te Amér ica e ir rigando los val les ár idos, y luego esta nueva r iqueza f ue dejada en manos de los magnates de los negocios agr ícolas. El capitalismo pone en acción un ciclo continuo de reapropiación pr ivada de los bienes públicos: la expropiación de lo que es común. El auge y derrumbe del Estado de Bienestar en el siglo veinte es otro ciclo en esta espiral de apropiaciones públicas y privadas. La cr isis del Estado de Bienestar ha signif icado principalmente que las estructuras de asistencia y distribución pública, construidas mediante f ondos públicos, están siendo pr ivat izadas y expropiadas para benef icio privado. La actual tendencia neoliberal hacia la privatización de la energía y los servicios de

30 Sobre las falsas promesas igualitarias de la “superautopista informática” en los Estados Unidos, ver Herbert Schiller, Information Inequality: The Deepening Social Crisis in America (New York: Routledge, 1996), esp. pp. 75-89. Para un análisis más general de la distribución desigual de la información y la tecnología, ver William Wresch, Disconnected: Haves and Have-Nots in the Information Age (New Brunswick: N. J..: Rutgers University Press, 1996)

Page 20: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 20

comunicaciones es otra vuelta de la espiral . Consiste en garantizar para los negocios pr ivados las redes de energía y comunicaciones que se contruyeron mediante enormes inversiones de dineros públicos. Los regímenes de mercado y el neol iberal ismo sobrevivieron a estas apropiaciones pr ivadas de segundo, tercer o enésimo orden. Los comunes, que alguna vez fueron considerados base del concepto de público, son expropiados para uso pr ivado y nadie puede elevar un dedo. Lo público es de este modo disuel to, pr ivat izado, incluso como concepto. O, la relación inmanente entre lo público y lo común es reemplazada por la fuerza t rascendente de la propiedad privada. No pretendemos l lorar sobre la destrucción y expropiación que el capitalismo opera continuamente en todo el mundo, aunque resist ir su f uerza (y en par ticular resist ir la expropiación del Estado de Bienestar) sea por cier to una tarea impor tante y eminentemente ét ica. En real idad deseamos preguntar cual es hoy la noción operativa de lo común, en medio de la posmodernidad, la revolución de la inf ormación y la consiguiente transf ormación del modo de producción. Nos parece, de hecho, que hoy par t icipamos de una comunalidad mucho más radical y prof unda que la que se haya exper imentado nunca en la historia del capitalismo. El hecho es que par t icipamos en un mundo productivo hecho de redes sociales y comunicacionales, servicios interact ivos y lenguajes comunes. Nuestra realidad económica y social está def inida menos por los objetos materiales f abr icados y consumidos que por los servicios co-producidos y las interrelaciones. Produciendo crecientemente medios que construyen cooperación y comunalidades comunicat ivas. El propio concepto de propiedad pr ivada, entendido como el derecho exclusivo de usar un bien y disponer de toda la r iqueza der ivada de su posesión, se vuelve crecientemente sin sent ido en esta nueva si tuación. Incluso hay cada vez menos bienes que puedan ser poseídos y ut i lizados exclusivamente en este marco; es la comunidad la que produce y la que, mientras produce es reproducida y redef inda. Así , e l f undamento de la clásica concepción moderna de propiedad privada es, en cier ta medida, disuel to en el modo posmoderno de producción. Deber íamos objetar que, sin embargo, esta nueva condición social de producción no ha debili tado los regímenes jurídicos y pol í ticos de la propiedad privada. La cr isis conceptual de la propiedad pr ivada no se ha vuel to una cr isis en la práct ica, y en lugar de ello el régimen de expropiación pr ivada t iende a ser apl icado universalmente. Esta objeción sería válida de no ser por el hecho que, en el contexto de la producción l ingüíst ica y cooperativa, e l trabajo y la propiedad común t ienden a superponerse. La propiedad pr ivada, pese a sus poderes jur ídicos, no puede evi tar volverse un concepto cada vez más abstracto y trascendente, y con ello, cada vez más separado de la real idad. En este terreno deberá emerger una nueva noción de “comunes”. Deleuze y Guattar i sost ienen en ¿Qué es la filosof ía? que en la era

Page 21: Hardt y Negri- Posmodernización o la Informatización de la … · 2012-04-16 · Michel Hardt y Toni Negri Posmodernización o la informatización de la producción (Imperio) Edición

Michel Hardt y Toni Negr i Posmoderni zació n o la informati zación de la producción (Imperio)

Edición de Hipersociología

Traducción y cuidado editorial: Traducción Eduardo Sadier Fuente Original: www.chilev ive.cl

Cotejada parcialmente con la edición castellana de Paidós de Buenos Aires, 2003, en la que se advierten diferencias que no parecen sustanciales.

Pág. 21

contemporánea y en el contexto de la producción comunicat iva e interactiva, la construcción de conceptos no es sólo una operación epistemológica sino igualmente un proyecto ontológico. La construcción de conceptos y los que el los denominan “nombres comunes” es en verdad una actividad que combina la intel igencia y la acción de la multi tud, haciéndolas trabajar juntas. La construcción de conceptos signif ica hacer exist ir en la realidad un proyecto que es una comunidad. No hay otro modo de construir conceptos más que trabajar de modo común. Esta comunalidad es, desde la perspectiva de la fenomenología de la producción, desde la perspect iva de la epistemología del concepto, y desde la perspectiva de la práct ica, un proyecto en el que la mult i tud está completamente invest ida. Lo común es la encarnación, la producción y la liberación de la mult itud. Rousseau decía que la pr imera persona que deseaba un pedazo de naturaleza como de su exclusiva posesión y lo transf ormaba en la f orma trascendente de la propiedad pr ivada, era el que había inventado al demonio. Bien, lo contrar io es lo común.