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  • HACIA UNA METODOLOGA HERMENUTICADESDE EL CONTEXTO DE AMERICA LATINA:

    EL EJEMPLO DE IS 40-55

    NATHAN J. MOSER

    1. INTRODUCCIN

    El presente estudio tiene el propsito de definir una metodologahermenutica que vincule el mensaje exlico de Is 40-55 con la situa-cin religiosa y moral contempornea de Amrica Latina. Este temaha sido elaborado por varios exegetas latinoamericanos y ms detalla-damente por J. Severino Croatto en su obra Isaas: La palabra profti-ca y su relectura hermenutica 1. El propsito hermenutico de Croattoes demostrar el potencial que tiene un determinado texto bblico paracrear nuevos significados que tengan pertenencia y pertinenciapara los oprimidos2. Para este fin Croatto elabora una teora lingsticabasada en la teora del discurso como accin (speech-act theory). Tam-bin se preocupa por recuperar las reinterpretaciones del xodo den-tro del texto para as demostrar la reserva-de-sentido que tiene elxodo. Finalmente, observa que el proceso de la relectura de las di-mensiones socio-polticas del xodo a lo largo de las redacciones deIsaas es paradigmtico para entender el potencial de un texto dentrode Amrica Latina3. En su comentario sobre Is 40-55 el autor escribe:

    1. J.S. CROATTO, Isaas: La palabra proftica y su relectura hermenutica, vol. II 40-55. La li-beracin es posible, Lumen, Buenos Aires 1994; B. JIMNEZ, El siervo como promesa de mis-pat: Estudio bblico del trmino mispat en Is 42,1-4, Miscelnea Comillas 41 (1983) 77-85; E. DUSSEL, Universalismo y misin en los poemas del Siervo de Yahveh, Ciencia y Fe 20(1964) 419-464; M.L. GORGULHO, O Servo de Jave em Is 53 e o nescimento do pobre, Es-tudios Bblicos 24 (1989) 53-59; F. LPEZ RIVERA, La misin del Israel oprimido, el Dios delDeuteroisaas, Christus (1979) 25-28; G.M. NAPOLE, Mi salvacin por siempre ser y mijusticia no caer: salvacin en Isaas 40-55, Revista Bblica 50 (1988) 143-164; C. MESTERS,La misin del pueblo que sufre: Los cnticos del siervo de Dios en el libro del profeta Isaas, Edicio-nes Paulinas, Madrid 1983; J. NEZ REGODON, El universalismo de los Cnticos del Sier-vo, Miscelnea Comillas 41 (1983) 67-76; S. PAGN, Experimentado en quebrantos, Abingdon,Nashville 1997; J. PIXLEY, Jess y el siervo de Yav en el Deuteroisaas, Servir 16 (1980) 9-47; A. RICCARDI, Los cnticos del Siervo de Yav, Cuadernos de Teologa 4 (1976) 123-128.

    2. J.S. CROATTO, Hermenutica Bblica: Para una teora de la lectura como produccin desentido, Ediciones la Aurora, Buenos Aires 1984, 66-72.

    3. J.S. CROATTO, Hermenutica Bblica, cit., 79-90.

  • A lo largo de todo el comentario hay una preocupacin por haceraflorar toda instancia econmica, social, poltica e ideolgica latente enel texto. El adjetivo sociopolitico resume esas dimensiones. Mantener-se en ese nivel permite percibir toda la coherencia interna del texto y sumensaje. Y as sucede un fenmeno asombroso: se descubre que el con-texto de la produccin del texto tiene profundas equivalencias con el desu lectura desde el lugar de los oprimidos4.

    Admirablemente, Croatto nos ha demostrado el variado uso delxodo en Isaas y la capacidad de esta imagen para moldear una visinmoral para la situacin contempornea en Amrica Latina. Sin embar-go, permanecen tres preguntas que clarificarn nuestro propio mtodohermenutico: (1) Ha basado Croatto su mtodo hermenutico en te-oras sobre la redaccin de textos que, por muy tiles que sean, siguensiendo teoras? Debe la actualizacin de la Sagrada Escritura basarse enla historia de la composicin del texto cuando los oprimidos a quienespertenece y les es pertinente, la leen en su ltima forma? (2) Con-secuentemente, Por qu no aplicar la teora lingstica de Croatto a laforma final de la Biblia y no slo a los niveles de redaccin o de re-lec-turas?5 (3) Finalmente, nos preguntamos si el anlisis del texto bblicoha sido reduccionista al usar nicamente el acercamiento sociopolti-co. Estas observaciones y preguntas nos ayudarn a clarificar nuestropropio mtodo hermenutico al vincular el mensaje exlico del profetacon la situacin contempornea de Amrica Latina.

    2. LIMITACIONES DEL PRESENTE ESTUDIO

    El presente estudio busca definir una metodologa hermenuticaque intente vincular el texto antiguo de Is 40-55 con Amrica Latina.Por lo tanto, va mas all de nuestro propsito hacer una exgesis tan-to del texto como de la cultura actual; nicamente buscamos desarro-llar un mtodo que informe sobre nuestra exgesis del texto y de la cul-tura.

    3. MTODO HERMENUTICO

    Definir una metodologa hermenutica que vincule el mensajeexlico de Is 40-55 con la situacin religiosa y moral contempornea

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    4. J.S. CROATTO, Isaas: La palabra proftica y su relectura hermenutica, vol. II 40-55. Laliberacin es posible, cit., 13.

    5. Es importante notar que para Croatto este proyecto segua en vigencia antes de sumuerte. Vid. J.S. CROATTO, Imaginar el futuro: Estructura retrica y querigma del Tercer Isaas.56-66, Lumen, Buenos Aires 2001, 7.

  • en Amrica Latina requiere algunos principios que ayuden al lector atrasladarse de su contexto actual al texto bblico, y luego regresar alcontexto contemporneo. Para tal fin nos apoyaremos en la obra deM. Daniel Carroll-Rodas, Anthony Thiselton y otros, con miras a de-finir cmo los principios de la antropologa interpretativa, el anlisisde un texto en el nivel del discurso, la teora del discurso como accin(speech-act theory) y la tica narrativa (narrative ethics) contribuyen adefinir nuestro mtodo hermenutico. Ms concretamente, la antro-pologa interpretativa con sus distinciones entre emic (punto de vistanativo) y etic (categoras externas para el observador) nos proporcio-nan una va til para leer la religin y moralidad dentro de AmricaLatina y tambin dentro del antiguo Israel. El anlisis del texto en elnivel del discurso nos suministra los medios para descubrir la perspec-tiva emic del mundo dentro del texto por cuanto lo localiza dentrode su marco literario mayor y lo analiza en sus niveles sintcticos, se-mnticos y pragmticos. En resumen, la teora del acto de habla de-muestra el potencial que tienen los textos escritos para involucrar allector en varios niveles, mientras que la teora de la tica narrativa nosayuda a ver cmo las Escrituras pueden formar parte de un marco dereferencia vlido para la reflexin religiosa y moral en Amrica Latina.

    a) La Antropologa Interpretativa

    En esta seccin nos servimos de la obra de Daniel Carroll-Rodas,quien usa los conceptos de la antropologa interpretativa para analizartanto la religin dentro del texto bblico como en Amrica Latina6.Los conceptos que vamos a estudiar son cuatro: Primero, la antropo-loga interpretativa entiende la cultura como un sistema de signosconstruidos y entrelazados de varias maneras que dan significado a lavida diaria7. Segundo, para llegar a entender la manera en que unacultura percibe el sentido de la vida hay que dar preferencia a estu-dios emic (punto de vista nativo) en lugar de los estudios etic (ca-tegoras externas para el observador). Tercero, la religin proporciona

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    6. M.D. CARROLL-RODAS, Contexts for Amos: Prophetic Poetics in Latin American Pers-pective, JSOT Sheffield Academic Press, Sheffield 1992; The Bible and the Religious Iden-tity of the Maya of Guatemala at the Conquest and Today: Considerations and Challengesfor the Nonindigenous, en J.W. ROGERSON, M. DAVIES y M.D. CARROLL-RODAS (eds.),The Bible in Ethics, Journal for the Study of the Old Testament 207, Sheffield AcademicPress, Sheffield 1995, 192-211; Re-examining Popular Religion: Issues of Definitionand Sources. Insights from Interpretive Anthropoplogy, en M.D. CARROLL-RODAS (ed.),Rethining Contexts, Rereading Texts: Contributions from the Social Sciences to Biblical Inter-pretation, Journal for the Study of the Old Testament 207, Sheffield Academic Press, Shef-field 2000, 146-167.

    7. Cl. GEERTZ, The Interpretation of Cultures, Basic Books, New York 1973, 5.

  • a la cultura un sentido para entender la vida diaria. Cuarto, la Bibliaen su forma final puede ser leda como un estudio etnogrfico sobrela religin dentro de una cultura. A continuacin, describiremos bre-vemente cada una de estas observaciones.

    En primer lugar, la antropologa interpretativa entiende que lacultura est compuesta de signos construidos y entrelazados en variosniveles que dan sentido a la experiencia humana. Geertz escribe:

    El concepto que propongo... es un concepto semitico. Creyendo,con Max Weber, que el hombre es un animal suspendido en las redes designificados que l mismo ha tejido, la cultura la entiendo como una deestas redes. El anlisis de la cultura, por lo tanto, no puede ser un expe-rimento en la bsqueda de leyes naturales sino una interpretacin quebusca el sentido8.

    Un acercamiento semitico a la cultura busca entender la maneraen que los smbolos (o signos) construidos dentro de la sociedad mol-dean el entendimiento, comportamiento y los sentimientos de los su-jetos observados. Es decir, busca entender cmo el ser humano perci-be y construye su realidad. Por lo tanto, la antropologa interpretativaest orientada hacia el actor y se resiste a definir la cultura en trmi-nos idealistas (que extraen la cultura de la realidad), materialistas (queimponen patrones que predicen el porvenir) o de la antropologa cog-nitiva (que no pasa de estudiar los fenmenos mentales o psicolgi-cos)9.

    En segundo lugar, este acercamiento requiere que el antroplogo/ase convierta a la epistemologa de aquellos sujetos a quienes estudia.Tambin implica darle preferencia al punto de vista nativo (emic) y noa los mtodos de anlisis externos (etic), aun por incompleta que sea laconversin epistemolgica del antroplogo/a10. En trminos prcticosesta postura implica que se tienen como privilegiados los estudios et-nogrficos de los nativos, por ejemplo, por encima de los estudios pa-trocinados por los gobiernos tan distanciados de la realidad que viveel pueblo.

    Una tercera observacin de la antropologa interpretativa es quela religin, como parte de la red de significados est entrelazada con

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    8. Las traducciones a lo largo este estudio son del autor. Aqu cito a Cl. GEERTZ, TheInterpretation of Cultures, cit., 5.

    9. M.D. CARROLL-RODAS, Context for Amos: Prophetic Poetics in Latin American Pers-pective, cit.

    10. W. SEWELL Jr., Geertz, Cultural Systems, and History: From Synchrony to Trans-formation, en Sh.B. ORTNER et al. (eds.), The Fate of Culture: Geertz and Beyond, Univer-sity of California Press, Berkely 1999, 50.

  • la existencia nacional y por lo tanto brinda a la cultura significadosque traspasan divisiones clasistas11. Geertz escribe:

    Los smbolos sagrados funcionan de tal manera que sintetizan laesencia de su ethos el tono, carcter y calidad de sus vidas, su disposi-cin y su estilo esttico, su concepto del mundo, que consta como laimagen que se tiene de cmo realmente son las cosas, y de cmo se or-denan las ideas. Dentro de las creencias y prcticas religiosas de un pue-blo, su ethos llega a ser intelectualmente razonable al lograr la capaci-dad de representar una forma de vivir que sepa adaptarse al estadoactual de la vida tal y como su mente la entiende12.

    Carroll-Rodas extrae de esta tercera observacin algunas pautashermenuticas para el o la exegeta en Amrica Latina. En primer lu-gar, afirma que la religin presta a la cultura entera un sentido de co-hesin; por lo tanto, la reflexin sobre las creencias y prcticas religio-sas o morales deben ser construidas desde la perspectiva del contextocultural y no desde la perspectiva clasista. Los telogos de la libera-cin, en su mayor parte, han insistido en tomar una perspectiva par-tisana, separando lo que es comnmente conocido como lo popularo la iglesia popular de los imperialistas o lites capitalistas13. La pos-tura de los antroplogos interpretativos, sin embargo, no es clasistasino interclasista y nacionalista14. Esta postura observa cmo lossmbolos religiosos traen una cohesin a la cultura entera. Por ejem-plo, aunque el Catolicismo en Amrica Latina ha demostrado una granvariedad en sus expresiones, los catlicos de todas las clases socialescomparten los smbolos de la Virgen, el Crucifijo, las Procesiones y lalealtad al Pontfice. De la misma manera, tanto Protestantes como Ca-tlicos tienen en alta estima a las Sagradas Escrituras, como un sm-bolo del locus de la revelacin divina, y de la autoridad moral. En se-gundo lugar, esta perspectiva interclasista o nacionalista que mira alos smbolos religiosos como una fuerza que trae cohesin a la cultu-ra entera hace posible que la Iglesia haga demandas morales sin respe-tar divisiones clasistas. Estas demandas morales se expresan al descu-brirse la manera en que han sido usados los smbolos religiosos para

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    11. Sh. ORTNER, Religion as Cultural Symbol, en Sh. ORTNER, The Fate of Culture:Geertz and Beyond, cit., 11.

    12. Cl. GEERTZ, The Interpretation of Cultures, cit., 87-125.13. E. DUSSELL, A History of the Church in Latin America: Colonialism to Liberation

    (1492-1979, trad. Rev. A. Nelly, Eerdmans, Grand Rapids 1981; M.D. CARROLL-RODAS,Context for Amos, Prophetic Poetics in Latin American Perspective, cit., 92.

    14. L. MALDONADO, Introduccin a la religiosidad popular, Coleccin Presencia Teolgi-ca 32, Editorial Sal Terrae, Santander 1985; M.D. CARROLL-RODAS, Contexts for Amos:Prophetic Poetics in Latin American Perspective, cit., 90-94.

  • legitimar la vida tal y como es. Inversamente, la iglesia puede explo-rar cmo ciertos smbolos religiosos podran visualizar la vida comodebe ser15.

    Finalmente, Carroll-Rodas nos ayuda a ver cmo los profetas delantiguo Israel, y en nuestro caso Is 40-55, pueden ser ledos como es-tudios etnogrficos, ya que reflejan las actitudes o prcticas religiosasde Israel en cierta etapa histrica16. Esto nos proporciona una orien-tacin para la exgesis ya que as podramos explorar tanto los con-ceptos, rituales, y actividades religiosas dentro de la cultura enteracomo la crtica del profeta a tales expresiones religiosas. Debido a quela Biblia en su ltima forma tiene un lugar privilegiado en AmricaLatina como smbolo religioso de la autoridad moral, nuestro mto-do se compromete a expresar la esencia de la crtica proftica como espercibida dentro de la forma final de Isaas. Esto requiere que usemosprincipios que nos ayuden a leer a Isaas en su forma cannica17.

    b) El anlisis del texto en el nivel del discurso

    En esta seccin nos basamos, principalmente, en la teora de latextualidad expuesta por Werner Jeanrond con el fin de leer el men-saje exlico de Is 40-55 en el nivel del discurso. Este tipo de anlisisimplica que las palabras aisladas o frases no son objetos adecuadospara el anlisis lingstico. Al contrario, el mundo visualizado por eltexto slo podr ser descubierto cuando las unidades literarias seanlocalizados dentro de un marco literario mayor18. Jeanrond observaesto en su descripcin de lo que caracteriza a un escrito como texto.Para Jeanrond los textos consisten en unidades semnticas ligadassintcticamente unas con otras y combinadas temticamente con elfin de formar una totalidad de expresin, que con referencia a una si-

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    15. M.D. CARROLL-RODAS, Contexts for Amos: Prophetic Poetics in Latin American Pers-pective, cit., 90-94.

    16. Vid. tambin el estudio de Th. OVERHOLT, Elijah and Elisha in the Context of Is-raelite Religion, en St.B. REID (ed.), Prophets and Paradigms: Essays in Honor of Gene Tuc-ker, Journal for the Study of the Old Testament 229, Sheffield Academic Press, Sheffield1996, 94-111.

    17. Con esto no quisiera dar a entender que los mtodos crticos no tengan valor, sinonicamente que la lectura de la Biblia en su forma cannica es una alternativa preferida porla mayora de lectores latinoamericanos.

    18. Ya que este estudio presupone que el Canon Cristiano es un acto de habla divina-mente intencionado, el significado completo y referencia de cualquiera de sus partes cons-titutivas emerge nicamente cuando se leen a la luz del Canon. K. VANHOOZER, God,Scripture and Hermeneutics: First Theology, InterVarsity, Downers Grove 2002, 193; K.VANHOOZER, Is There a Meaning in This Text? The Bible, The Reader and the Morality of Li-terary Knowledge, Zondervan, Grand Rapids 1997, 263.

  • tuacin de discurso, puede ser definida pragmticamente19. De acuer-do con esta descripcin de los patrones que existen en un texto, nues-tro mtodo exegtico consiste en descubrir la manera en que un anli-sis sintctico, semntico y pragmtico nos ayuda a llegar al significadoms plausible de un texto20. Lo que sigue es una descripcin de estostres niveles entrelazados de anlisis.

    Primero, el anlisis sintctico se preocupa por entender la unidadretrica de un texto, y en nuestro caso, el libro de Isaas21. La unidadretrica de un texto implica que las palabras dentro de un texto se co-nectan las unas con las otras ms all del nivel de una frase. Esta uni-dad en el hebreo bblico se manifiesta a travs de estrategias literariastales como las estructuras quisticas22, la pronominalizacin23, el uso

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    19. W. JEANROND, Text and Interpretation As Categories of Theological Thinking, Cross-roads, New York 1988, 81.

    20. W. VANGEMEREN, Introduction, en W. VANGEMEREN (ed.), New International Dic-tionary of Old Testament Theology and Exegesis, vol. I, Zondervan, Grand Rapids 1997, 7.

    21. Quedo agradecido al Prof. K.L. Younger por el termino unidad retrica. Uso el tr-mino para referirme a lo que es conocido en la lingstica textual como la cohesin de un tex-to; R. DE BEAUGRANDE y W. DRESSLER, Introduction to Text Linguistics, Longman, New Yorkand London 1983. Vid. tambin P. COTTERELL y M. TURNER, Linguistics and Biblical Inter-pretation, InterVarsity, Downers Grove 1989. Para la unidad retrica de Isaas vid. R.E. CLE-MENTS, The Unity of the Book of Isaiah, en Interpretation 36 (1982) 117-129; R.E. CLE-MENTS, Beyond Tradition-History: Deutero-Isaianic Development of Isaiahs Themes, enJournal for the Study of the Old Testament 31 (1985) 95-113; R.E. CLEMENTS, A Light to theNations: A Central Theme in the Book of Isaiah, en J.W. WATTS y P.R. HOUSE (eds.), For-ming Prophetic Literature: Essays of Isaiah and the Twelve in Honor of John D. W. Watts, Journalfor the Study of the Old Testament, Sheffield Press, Sheffield 1996; E. CONRAD, ReadingIsaiah: Overtures in Biblical Theology, Fortress Press, Minneapolis 1991; R. RENDTORFF, TheComposition of the Book of Isaiah, en Canon and Theology. Overtures to an Old TestamentTheology, trad. M. Kohl, Fortress Press, Minneapolis 1993, 146-169; Ch. SEITZ, Isaiah 1-66:Making Sense of the Whole, en Ch. SEITZ (ed.), Reading and Preaching the Book of Isaiah,Fortress Press, Minneapolis 1988, 105-126; G. STANSELL, Blest be the Tie that Binds (IsaiahTogether), en R.F. MELUGIN y M.A. SWEENEY (eds.), New Visions of Isaiah, Journal for theStudy of the Old Testament 214, Sheffield Academic Press, Sheffield 1996, 68-103.

    22. La estructura quistica encierra el texto como una unidad y demuestra como las otrasunidades literarias se interrelacionan. Croatto nos da un ejemplo de esto al observar el arre-glo quistico entre Is 41,9b-10a y 41,17b. Este quiasmo indica que las palabras debern serledas como una unidad. CROATTO, Isaas: La palabra proftica y su re-lectura hermenutica.Laliberacin es posible. Isaas 40-55, cit., 53. De la misma manera, Is 48,22 junto con 57,21 de-muestran una unidad literaria dentro del libro que excede los lmites de un prrafo.

    23. La pronominalizacin dentro de un texto nos indica que los referentes del texto per-manecen constantes. P. COTTERELL, Linguistics, Meaning, Semantics and DiscourseAnalysis, en W. VANGEMEREN (ed.), New International Dictionary of Old Testament Theo-logy and Exegesis, vol. 1, cit., 154. Un ejemplo que demuestra la constancia entre los refe-rentes se podra ver en Is 41,14-16. El cambio de la segunda a la tercera persona en verso17 ha sido causa de que varios exegetas ignoren la importancia que tiene la gramtica y sin-taxis del los versos 17-20 para los versos 14-16. L. Alonso Schkel, sin embargo, observabien que el uso de la tercera persona aqu se refiere al gusano-Jacob en el verso 14. Deesta forma demuestra que los referentes son constantes a lo largo de esta unidad literaria (L.ALONSO SCHKEL y J.L. SICRE, Profetas I, Ediciones Cristiandad, Madrid 1987, 295).

  • de algn Leitwort 24, o repeticiones como, por ejemplo, lo que Alterdescribe como las escenas prototpicas type-scenes25. Una implica-cin de la unidad retrica de un texto es que cada parte del texto selee a la luz de su marco literario mayor. Una segunda implicacin dela unidad retrica del texto es la de poder usar su gramtica y sintaxispara manifestar la estructura literaria del texto26. Adems, la unidadretrica ayuda al lector a percibir la relacin entre el ordenamientosintctico y la calidad semntica del texto27.

    A su vez, la calidad semntica de una unidad literaria emerge ni-camente a la luz del marco literario mayor del texto. Por lo tanto, unanlisis de la semntica del texto requiere que la lectura se extiendamas all del nivel de una frase debido a que los textos mismos se ca-racterizan por una progresin temtica (o semntica) que desarrollaun tema o varios temas interrelacionados28. Esta progresin semnti-ca dentro de los textos tiene varias implicaciones hermenuticas: Enprimer lugar, nos demuestra que el sentido de un texto es percibidomejor a la luz de su contexto literario29. Consecuentemente, la explo-

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    24. R. ALTER, The Art of Biblical Narrative, Basic Books, New York 1981, 93-96.25. Un type-scence, por ejemplo, es ms o menos la misma historia contada dos o

    tres veces con circunstancias similares o iguales. R. ALTER, The Art of Biblical Narrative,cit., 49.

    26. A primera vista nos pareciera que Is 48,22 est erradamente situado. El texto, sinembargo, junto con 57,21 contribuye a la estructura mayor del libro. J. OSWALT, The Bookof Isaiah Chapters 40-66, The New International Commentary on the Old Testament,Eerdmans, Grand Rapids 1988, 30-44. A. MOTYER, The Prophecy of Isaiah: An Introductionand Commentary, InterVarsity, Downers Grove 1993, 382.

    27. Croatto, por ejemplo, explora como el significado de la estructura quistica de41,9b (no te he rechazado) con 41,17b (no los abandonare). Esta estructura quisticadesarrolla el tema teolgico de la providencia sociopoltico tanto en el pasado (el perfectode 41,9b) como en el futuro (el imperfecto de 41,17b). J.S. CROATTO, Isaas. La palabraproftica y su re-lectura hermenutica.La liberacin es posible. Isaas 40-55, cit., 212.

    28. Jeanrond observa: La estructura de la informacin dentro de un texto se podrallamar, como el la escuela de Prague, una estructura de theme [tema]-rheme [comen-tario sobre el tema]. Esta estructura de informacin es una dinmica continua dentro deun texto. La estructura impulsa al lector a moverse continuamente hacia delante entornoa la constitucin semntica del texto. Poder seguir el movimiento de theme-rhemehace posible que el mundo del texto sea coherente, es decir, que tenga sentido. W. JEAN-ROND, Text and Interpretation As Categories of Theological Thinking, cit., 85. Un ejemplode cmo el autor desarrolla el mismo tema con una variedad de imgenes se encuentra enla obra de H.G. WILLIAMSON, Variations on a Theme: King, Messiah, Servant in the Bookof Isaiah, Paternoster, Carlisle Cumbria 1998. De igual manera, es importante notar quela descripcin del nuevo xodo (Is 35, 1-11; 40,1-11; 41, 14-21; 43,16-23; 48, 20-22)no es el fin comunicativo del autor pero es un medio que usa el profeta para desarrollar eltema mas sobresaliente de la esperanza y la restauracin. P. ACKROYD, Exile and Restora-tion: A Study of Hebrew Though of the Sixth Century B.C., Westminster, Philadelphia1968.

    29. La Escritura en s contiene ilocuciones [lo que hace un texto] cuyos significados vie-nen a luz nicamente al nivel del canon. K. VANHOOZER, God, Scripture and Hermeneutics:

  • racin del desarrollo de los temas, como la del mensaje del Exilio den-tro de Is 40-55, deber tener como meta el interpretar cada tema a laluz de la intencionalidad teolgica del libro entero (Is 1-66) y del ca-non. En segundo lugar, el concepto de progreso semntico dentro deltexto requiere que se explique el significado hermenutico de la ubi-cacin de los textos dentro de un libro30.

    Mientras que los anlisis sintcticos y semnticos nos suministranlos medios de concebir la manera en que el autor o redactor conectlas palabras y temas con su contexto literario, el anlisis pragmticoexplora la forma en que el autor se conecta con los lectores originales.En primer lugar, el anlisis pragmtico observa que el autor se comu-nica con sus lectores al usar patrones literarios que se tenan en co-mn31. Esto subraya la importancia del anlisis de gneros literarios32.En segundo lugar, el anlisis pragmtico trata de descubrir el estiloque usa el autor con el fin de persuadir a sus lectores33. En tercer lu-gar, un anlisis pragmtico explora de qu manera el mensaje del au-

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    First Theology, Zondervan, Downers Grover 2002, 191-203. Las ilocuciones de Jn 1, porejemplo, slo se entienden cuando se leen dentro de su contexto literario. Es decir, Is 40 serequiere para entender la fuerza ilocucional de Jn y viceversa. Esta metodologa, por supuesto, cuadra con la crtica cannica de Bervard Childs. B.S. CHILDS, Isaiah, The OldTestament Library, Westminster / John Knox, Lousiville 2001, 303. Un excelente ejemplode como leer el Exilio de Israel a la luz del Nuevo Testamento se encuentra en la obra deN.T. WRIGHT, Jesus and the Victory of God, Fortress Press, Minneapolis 1996.

    30. R. SHULTZE, Integrating Old Testament Theology and Exegesis, en W. VANGEME-REN (ed.), The New International Dictionary of Old Testament Theology and Exegesis, vol. 1,cit., 185-205.

    31. Cotterell se refiere a este concepto como la intertexualidad lo cual significa quecada texto se puede comparar analgicamente con otro texto. P. COTTERELL, Linguistics,Meaning, Semantics and Discourse Analysis, en W. VANGEMEREN (ed.), The New Interna-tional Dictionary of Old Testament Theology and Exegesis, vol. 1, cit., 156; W. JEANROND,Text and Interpretation As Categories of Theological Thinking, cit., 96.

    32. Dos observaciones en cuanto al anlisis de gneros literarios. (1) Los profetas no selimitaron estrictamente a los gneros literarios. Muchas veces ellos personalizaban tales g-neros. Ph.E. SATTERTHWAITE, Literature, Interpretation, and Theology, en W. VANGEME-REN (ed.), The New International Dictionary of Old Testament Theology and Exegesis, vol. 1,cit., 114. (2) El anlisis de gneros literarios deber preguntar en que sentido la forma lite-raria del texto contribuye a la intencionalidad teolgica del libro. El oraculo de salvacinen Is 41,14-20, por ejemplo, comunica el mensaje teolgico de la restauracin del cosmosen base a la fidelidad de Dios a su pacto con la creacin. W. VANGEMEREN, Oracles of Sal-vation, en D.B. SANDY y R.L. GIESE Jr. (eds.), Cracking Old Testament Codes: A Guide toInterpreting the Literary Genres of the Old Testament, Broadman and Holman, Nashville1995, 129-136.

    33. Al entender la manera en que el autor persuade a sus lectores podemos valernos dela crtica retrica. Y. GITAY, Isaiah and His Audience: The Structure and Meaning of Isaiah1-12, Van Gorcum, Assen, Netherlands 1991, 5-6; L. Alonso Schkel nos provee unejemplo del uso de la retrica en Is 43,19. El nota que el autor paradjicamente contra-dice la ley de la memoria en Is 43,18. L. ALONSO SCHKEL y J.L. SICRE, Profetas, I, cit.,294-295.

  • tor fue recibido por el lector como informativo y nico34. Finalmente,el anlisis pragmtico reconoce que el contexto sociohistrico del tex-to ayuda a determinar el sentido del mensaje proftico para el pueblooriginal35. El contexto sociohistrico limita las posibilidades de unapalabra dentro del texto ya que el progreso diacrnico siempre impli-ca cambios lxicos36. Adems, el libro de Isaas usa el presente contex-to sociohistrico tanto para explicar teolgicamente el pasado comopara proyectar una nueva esperanza escatolgica37.

    En conclusin, los niveles interrelacionados de anlisis sintctico,semntico y pragmtico ayudan al exegeta a entender la manera en quelos actos comunicativos dentro del mundo textual son lingsticamen-te actualizados de manera cohesiva. Nuestro prximo paso ser definirel uso de la teora del acto de habla con el fin de explorar la manera enque los actos comunicativos dentro de nuestro reportaje etnogrficode la religin de Israel podrn involucrar personalmente al lector.

    c) Teora del discurso como accin

    Nuestro uso de la teora del acto de habla se sirve de la obra de An-thony Thiselton para entender cmo la hermenutica pueda involucraral lector de hoy. Nuestra premisa, a diferencia de Croatto, es que la teo-ra del acto de habla puede ser usada para textos escritos y no nica-mente para comunicaciones orales38. Esto se debe a que los procesoscognitivos que operan en un discurso hablado son similares a los pro-

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    34. En la lingstica textual se habla de informatividad lo cual implica que un textono es totalmente redundante. Esta calidad de un texto puede aflorar aun cuando el conte-nido denotativo ya lo sepa el lector. P. COTTERELL, Linguistics, Meaning, Semantics andDiscourse Analysis, en W. VANGEMEREN (ed.), The New International Dictionary of OldTestament Theology and Exegesis, cit., 155. Isaas, por ejemplo, usa la imagen (motif ) prof-tica de la gloria de Dios pero enfatiza el universalismo de la gloria de Dios por primera vezen Isa 40. En este sentido su mensaje es informativo e nico. L. ALONSO SCHKEL y J.L.SICRE, Profetas, I, cit., 275-276.

    35. La nota histrica en Is 1,1 es hermenuticamente significativo para entender el libroen su totalidad. B. CHILDS, Isaiah, cit., 11-12.

    36. Peter COTTERELL, Linguistics, Meaning, Semantics and Discourse Analysis, cit.,156.

    37. E. MERRILL, Old Testament History: A Theological Perspective, en W. VANGEME-REN (ed.), The New International Dictionary of Old Testament Theology and Exegesis, vol. 1,cit., 82.

    38. Croatto propone que con la muerte del autor, y subsecuentes distanciaciones des-aparece el potencial de recuperar el significado del texto. Consecuentemente, un texto dejade ser un acto de discurso y vuele a recuperar su esencia polisemica. Esta polisemia del lan-gue es dado cierre en un nuevo momento de discurso que, para Croatto, se define comocualquier acto de lectura, comentario o interpretacin. Por esta razn la exgesis es eisege-sis. J.S. CROATTO, Hermenutica bblica, cit., 21-26.

  • cesos cognitivos usados al escribir un texto. Por lo tanto, un texto retie-ne algo de la intencionalidad del escritor o redactor original39. J.L. Aus-tin, el padre de la teora de acto de habla, propuso que el significado deun discurso (el comunicar algo a alguien acerca de algo) es una calidadde acto y no de palabras o frases40. Austin describe los distintos actosque se hacen al hablar en un discurso de la siguiente manera.

    Hacemos un acto locutivo, que es bsicamente equivalente a deciralgo con cierto sentido y referencia... Segundo, habamos dicho que alhablar tambin actualizamos actos ilocutivos como el de informar, orde-nar, advertir... es decir, lo que hablamos se rige por ciertas fuerzas con-vencionales. En tercer lugar, al hablar actualizamos actos perlocutivos.Esto es, lo que nuestro hablar logra al decir algo, como convencer, per-suadir, detener, y aun sorprender o desviar41.

    Recanati seal que los actos de habla son ms que declaracionestextuales o ms que un actor observado por un lector, parte de la au-diencia. Ya que los actos de habla actualizan mundos. Es decir, traencierta transformacin en la relacin extra-lingstica entre el que ha-bla (texto) y el que escucha (lector). El acto invita al lector a partici-par en la transformacin extra-lingstica visualizada por el texto42.Las caractersticas de esta relacin entre el emisor y el receptor ha sidoexplorado por Searle en su obra Expression and Meaning 43. All, Sear-le presenta una distincin entre la lgica de la promesa y la lgica dela afirmacin. Searle vio estas diferencias de la siguiente manera. Al-gunos actos ilocutivos tienen como propsito el cuadrar las palabrascon el mundo o la realidad. ste es el caso de las afirmaciones. Perootros actos ilocutivos tienen la funcin contraria: crear una situacinextra-lingstica a travs de las palabras. se sera el caso de las pro-mesas o mandamientos44. Thiselton nos ayuda a ver cmo distintas

    HACIA UNA METODOLOGA HERMENUTICA DESDE EL CONTEXTO DE AMRICA LATINA 411

    39. Los textos escritos preservan el mismo potencial ilocucional que un discurso habla-do. K. VANHOOZER, God, Scripture and Hermeneutics: First Theology, cit., 182.

    40. J.L. AUSTIN, How to do Things with Words, Harvard University Press, Cambridge,Mass. 1975, 7.

    41. Ibid., 109.42. F. RECANATI, Meaning and Force. The Pragmatics of Performative Utterances, Cam-

    bridge University Press, Cambridge 1987; A. THISELTON, New Horizons in Hermeneutics,Zondervan, Grand Rapids 1992, 304.

    43. J. SEARLE, Expression and Meaning in the Theory of Speech Acts, Cambridge Univer-sity Press, Cambridge 1985.

    44. El ejemplo de Searle de una ilocucin que intente corresponder las palabras con la reali-dad seria analgica al acto de reportar lo que una persona haya comprado de su lista de com-pras. Es decir, hace una afirmacin de lo que realmente fue comprado. Si la persona report quecompr huevos pero, en vez, compr leche entonces se hace una afirmacin al respeto para co-rregir el reportaje. En cambio los actos ilocuciones que intentan que el mundo o la realidad seatransformado por las palabras seria como la entrega de la lista de compras al comprador. Esto es,intentar transformar la realidad extra-lingstico de acuerdo a las palabras en la lista de compras.

  • actos de habla pueden corresponder con el mundo. Nos da, es decir,una forma de involucrar hermenuticamente al lector. Un ejemplo deun acto ilocutivo que intenta cuadrar las palabras con la realidad serala respuesta de Yahv a la errada percepcin religiosa que Israel tieneen cuanto a su historia en Is 40,27. En este texto, el discurso intentareajustar las palabras con el fin de que exista una correspondencia conla realidad afirmada por Yahv. A la inversa, el discurso en Is 55,11 esun acto de promesa que demuestra un intento de efectuar una trans-formacin extra-lingstica con un acto comunicativo. Aqu vemosadems un acto perlocucional en que el estado de la historia de Israeles trasformado con la palabra divina45.

    La teora del acto de habla puede ser dirigida a nuestro contextocontemporneo debido a que los actos comunicativos dentro de untexto son actos con una dinmica interlocucional. Es decir, se dirigena alguien. As que el idioma del texto va mas all de ser un reportajeetnogrfico que deja al lector a solas y sin ser cambiado46. Al contra-rio, un texto puede ser una crtica activa de la religin popular o uninstrumento poderoso en la transformacin de las prcticas o actitu-des religiosas de un pueblo. Como nos han demostrado Gadamer yRicoeur en sus estilos variados, un texto, como el arte, llega a teneruna esencia clsica que desborda los lmites de la historia e iluminael presente. Adems, las Escrituras en s mismas revelan que sus refe-rentes se extienden mucho ms all de su primer horizonte. Por lotanto, el vincular el texto antiguo con la realidad contempornea esun proyecto teolgica y literariamente necesario. En la ltima seccinque sigue describiremos cmo la tica narrativa nos ayuda a entendercmo los actos de habla que componen la Biblia puedan moldear lamoralidad de un pueblo.

    d) La tica narrativa

    Por ltimo definimos los principios hermenuticos que nos ayu-dan a ver el poder de la narrativa en la formacin de una tica dentrodel mundo contemporneo de Amrica Latina. El mtodo poticoelaborado por Robert Alter, Sternberg, y Berlin nos ha suministradomaneras en que el lector pueda percibir y hasta ser manipulado por laideologa del narrador. Es decir, el mtodo potico nos ayuda a ver

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    45. Vea el estudio de D. CLINES, The Theme of the Pentateuch, Journal for the Supple-ment of Old Testament Studies 11, Sheffield 1978; E.W. NICHOLSON, God and His People:Covenant and Theology in the Old Testament, Clarendon Press, Oxford 1986.

    46. A. THISELTON, New Horizons in Hermeneutics, cit., 304 y 593-597.

  • cmo el lector puede llegar a ser partcipe en el drama divino. Siendo en-tonces la Iglesia el referente y participante dentro de la narrativa,como ya hemos visto, es propio ver a la Biblia como un documentode identidad para la Iglesia. No es simplemente la historia de Israel,Jess y de sus discpulos, sino que es la narrativa que moldea la iden-tidad de la Iglesia47.

    La comunidad Cristiana, seala Hauerwas, se forma en base a laconviccin de que la narrativa de Cristo es una descripcin verdaderade su propia existencia48. A la vez, Hauerwas nota que el carcter mo-ral del cristiano es tambin formado, en parte, por la narrativa de supropia cultura. Esto significa que existen dos narrativas que contribu-yen a la formacin religiosa de una persona. La narrativa de las Sagra-das Escrituras, entonces, busca una fusin con las virtudes ticas ex-puestas por la narrativa de la cultura49. Sin embargo, es importanterecordar que es la narrativa bblica la que es privilegiada como autori-dad dentro de la Iglesia. Por lo tanto, la narrativa bblica busca mol-dear la narrativa cultural del pueblo que la lee.

    Para entender la narrativa de la Biblia debemos determinar la ideo-loga del narrador50. Nuestra postura es tomar la ideologa de la Bibliaen su forma final por encima de otras ideologas debido a las razonescontextuales y literarias que ya hemos descrito. Sin embargo, comoCarroll-Rodas observa, para muchos telogos de la liberacin la ideo-loga expresada en la forma final del texto no es aceptable. Pixley, porejemplo en Ams, busca recuperar la ideologa de liberacin sociopol-tica al navegar por varios niveles de redaccin. Pixley demuestra unmtodo hermenutico basado en la premisa de la crtica de la redac-cin. Es decir, as como los profetas redescubrieron la ideologa origi-nal de la liberacin al redactar o re-leer un texto anterior, Nicaragua,por ejemplo, debe regresar a sus fuentes histricas para inspirarse en elproyecto revolucionario51. Este mtodo, sin embargo corre el riesgo delegitimar cierta poltica. Mientras que la lectura que Carroll-Rodas hacede Ams en su forma final demuestra que Yahv no permite que sunombre sea usado para sancionar las convicciones polticas del pueblo.

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    47. M.D. CARROLL-RODAS, Contexts for Amos: Prophetic Poetics in Latin American Pers-pective, cit.

    48. St. HAUERWAS, The Peaceable Kingdom, University of Notre Dame Press, NotreDame 1983.

    49. St. BEVANS, Models of Contextual Theology, Orbis Books, Maryknoll 2001.50. M.D. CARROLL-RODAS, Contexts for Amos: Prophetic Poetics in Latin American Pers-

    pective, cit.; M. STERNBERG, The Poetics of Biblical Narrative, Indiana University Press, Blo-omington 1985.

    51. M.D. CARROLL-RODAS, Contexts for Amos: Prophetic Poetics in Latin American Pers-pective, cit.

  • Como Geertz nos ha demostrado, hoy es comn el querer usar lareligin para santificar el uso de la violencia52. Pero, en trminos de lateora del discurso como accin el hacer violencia en nombre de Yah-v (esto es la realidad religiosa) no cuadra con el acto comunicativodel profeta expuesto (esto es, la afirmacin) en la forma cannica deAms. As mismo, los actos comunicativos expuestos dentro del tex-to presente de Isaas (1-66) afirman claramente que el pueblo de Diosno es el vector de la historia. A diferencia de Dios, su pueblo no ase-gura su propia existencia unindose al ministerio de Ciro. En trmi-nos prcticos, esto requiere que la Iglesia denuncie, en nuestra opi-nin, el uso de la violencia para proteger su propia existencia dentrodel mundo si es de existir como presencia escatolgica dentro delmundo. Es ms, en la historia y narrativa de Cristo la guerra ni pue-de ser una ltima opcin porque ha sido eliminada53.

    Lo importante al explorar el pensar religioso, tanto dentro delmundo del texto como en la cultura nuestra, es preguntar con Geertz:cmo legitima la religin popular el estado actual de la vida? Y conThiselton: cules son las afirmaciones de Yahv en cuanto a nuestrapercepcin de la realidad?, cul es el poder trasformador que visualizay que pueda efectuar el texto? Finalmente, nos preguntamos: cmopodr la narrativa de las Sagradas Escrituras ser usada como un docu-mento de identidad netamente latinoamericano?54.

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    52. El telogo palestino Naim Stifan Ateek denuncia correctamente, en mi opinin, eluso de Isaas (40-55) para legitimar el uso de las armas al defender derechos geopolticos.Hoy da, similarmente, los Estados Unidos ha sucumbido a usar expresiones religiosas o ci-tas bblicas para inspirarse al usar las armas. N. STIFAN ATEEK, A Palestinian Perspective:The Bible and Liberation, en R.S. SUGIRTHARAJAH, Voices from the Margin: Interpretingthe Bible in the Third World, Orbis Books, New York 1991, 280-287.

    53. St. HAUERWAS, The Peaceable Kingdom, cit.54. W. BRUEGGEMANN, The Prophetic Imagination, Fortress Press, Minneapolis 1978.