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ó ecreías'para zJriur2rar Avanzar cuando otros retroceden

Salvador Gómez Yánez

TITULO ORIGINAL

oSecre/aspara ^Jriimfar

Avanzar cuando otros retroceden

AUTOR: Salvador Gómez Yánez

EDITOR: ZARZA, Editorial Catól ica. El Salvador

DISEÑO Y D I A G R A M A C I Ó N : Imprenta Offset Ricaldone

^ . . FOTOGRAFÍA Y DISEÑO DE PORTADA: Claudia de Gómez

-ÍK¿

COPYRIGTH 2005

ZARZA, Editorial Catól ica

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La Libertad, El Salvador. C.A.

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CENTRO NACIONAL DE REGISTROS

REPÚBLICA DE EL SALVADOR

DIRECCIÓN DE PROPIEDAD INTELECTUAL

Impreso en El Salvador

Printed in El Salvador

Segunda Edición

5000 Ejemplares

Sec 'ara rjriunrar

j&echcaíoria

A mi hijo Josué, quien actualmente reside en Ot tawa, Oh io , Estados Unidos, felizmente casado con Jacky, una bella joven norteamericana.

Trabaja, estudia y maneja su propio vehículo, a pesar de que a sus diecisiete años por un trágico accidente perdió su ojo derecho.

Gracias Hijo por continuar viendo el futuro con esperanza.

•0

iara zjriunfar

( )\/tqradedmie?2Ío

A Claudia, la esposa que Dios me ha dado

y que en esta etapa de mi vida me está

ayudando, no sólo a adaptarme a los

cambios, sino a vivir con alegría y a

continuar dando frutos.

A la Lie. Ana Silvia Gómez Guardado, por

sus valiosos comentarios, su colaboración

y su apoyo en la presente publicación.

A Salvador Cortés, Edwin Henríquez, a mi

hermana Rosario de la Paz Gómez, mis

actuales colaboradores, con quienes en el

nombre de Dios y con el presente libro,

comenzamos las publicaciones de ZARZA,

Editorial Católica en El Salvador.

5

f ' JNDICE

Introducción 9

óecrefoáÁPara ^yhuKfar

Primer Secreto: Crecer entre el Amor y el Odio 15

Segundo Secreto: Soñar en Grande 19

Tercer Secreto: Adaptarse a los Cambios 23

Cuarto Secreto: Contar con Dios 35

Quinto Secreto: Hacer bien lo que tienes que hacer

sin que nadie te supervise 49

Sexto Secreto: Compartir el Sueño de Otros 53

Séptimo Secreto: Olvidar y Fructificar 57

Octavo Secreto: Perdonar 61

Noveno Secreto: Ser Agradecido 69

Décimo Secreto: Aceptar los Límites que tenemos como seres humanos 73

Conclusión 79

<Secreío¿6ara zJriurifar

INTRODUCCIÓN

Casi todos sabemos lo que quiere decir: "Aprender a vivir en tiempo de vacas gordas y en tiempo de vacas flacas". (Usar bien los recursos y ahorrar en los días de abundancia, para contar con ellos en los días de escasez).Más no todos sabemos que este senci l lo y sabio pr inc ip io de administración tiene su origen en una historia tan antigua como el primer libro de la Biblia: El Génesis.

La palabra Génesis quiere decir "origen o principio" y en la Biblia: "Es el libro de los orígenes. Origen del mundo, por la creación; origen del mal, por el pecado; orígenes de la cultura, de la dispersión de los pueblos, de la pluralidad de lenguas. Origen de la salvación por la elección de un hombre, que será padre de un pueblo; después de la era patriarcal, como prehistoria del pueblo elegido, Abrahán, Isaac, Jacob y también José".1

Pues bien, el libro del Génesis nos narra que:

"Dijo el faraón a José: "He tenido un sueño y no hay quien lo interprete, pero he oído decir de ti que te basta oír un sueño para interpretarlo". Respondió José al faraón: "No hablemos de mí, que Dios responda en buena hora al faraón/'

Luis Alonso Schókel, Biblia del Peregrino Antiguo Testamento, Prosa, Edición de Estudio, Tomo 1, Pagina 69

(5'ecreíospara r_Jriu)2far

Y refirió el faraón a José su sueño: "Resulta que estaba yo a la orilla del río, cuando de pronto subieron del río siete vacas lustrosas y de hermoso aspecto, que pacían en el carrizal. Pero resulta que otras siete vacas subieron detrás de aquellas, de muy ruin y mala catadura, y macilentas, que jamás vi como aquéllas en toda la tierra de Egipto, de tan malas. Y las siete vacas macilentas y malas se comieron a las siete vacas primeras, las lustrosas. Pero una vez que las tuvieron dentro, ni se conocía que las tuviesen, pues su aspecto seguía tan malo como al principio. Entonces me desperté, y volví a ver en sueños cómo siete espigas crecían en una misma caña, henchidas y buenas. Pero resulta que otras siete espigas secas, flacas y asolanadas, brotaban después de aquellas, y consumieron las espigas flacas a las siete espigas hermosas. Se lo he dicho a los magos, pero no hay quien me lo explique." José dijo al faraón: "El sueño del faraón es uno solo: Dios anuncia al faraón lo que va a hacer. Las siete vacas buenas son siete años de abundancia, y las siete espigas buenas siete años son: porque el sueño es uno solo. Y las siete vacas macilentas y malas que subían después de aquéllas son siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asolanadas: es que habrá siete años de hambre. Esto es lo que yo he dicho al faraón. Lo que Dios va a hacer lo ha mostrado al faraón. Van a venir siete años de gran hartura en todo Egipto. Pero después sobrevendrán

®

(Secrefoápara ^JriiiKfar

otros siete años de hambre y se olvidará toda la hartura en Egipto, pues el hambre asolará el país, y no se conocerá hartura en el país, de tanta hambre como habrá. Y el que se haya repetido el sueño del faraón dos veces es porque la cosa es firme de parte de Dios, y Dios se apresura a realizarla. "Ahora, pues, fíjese el faraón en algún hombre inteligente y sabio, y póngalo al frente de Egipto. Hágalo así el faraón: ponga encargados al frente del país y exija el quinto a Egipto durante los siete años de abundancia. Ellos recogerán todo el comestible de esos años buenos que vienen, almacenarán el grano a disposición del faraón en las ciudades, y lo guardarán. De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del país para los siete años de hambre que habrá en Egipto, y así no perecerá el país de hambre". Pareció bien el discurso al faraón y a todos sus servidores, y dijo el faraón a sus servidores: "¿Acaso se encontrará otro como éste que tenga el espíritu de Dios?" Y dijo el faraón a José: "Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás al frente de mi casa, y de tu boca dependerá todo mi pueblo. Tan sólo el trono dejaré por encima de ti." Dijo el faraón a José: "Mira: te he puesto al frente de todo el país de Egipto"... Tenía José treinta años cuando compareció ante el faraón, rey de Egipto, y salió José de delante del faraón, y recorrió todo Egipto."

(Génesis 41, 15-41. 46)

11

<Secreíos6ara ^Jriunrar

De toda esta larga historia, lo que nos llama la atención, es que el hombre elegido por el faraón para administrar a Egipto en los tiempos de abundancia y en los de escasez fuera un joven de 30 años. ¿Cómo es posible en tan pocos años tener tanta sabiduría y capacidad para asumir la responsabilidad de administrar uno de los países más poderosos en su época y en los momentos más delicados de su historia?

No es el propósito de este libro distraer la atención del lector en el análisis histórico-crítico de estas narraciones, sabemos que "la época más probable en que ha de situarse la estancia de los antepasados de Israel en Egipto es el período de los Hicsos (1720-1550 a. C.)... los Hicsos o "monarcas de países extranjeros" constituían un pueblo asiático, semitas en parte, que invadió Egipto e instaló el centro de su poderío en Avaris (= Tanis, la Soán Bíblica), en el delta.

Probablemente en esta época se acogía de buena gana en Egipto a los extranjeros procedentes de Palestina y ésta sería la mejor oportunidad para el encumbramiento de José. Hay pruebas de que en esta época eran muy intensas las relaciones con Canaán, considerado como posesión de Egipto".2

Con las debidas disculpas de quienes esperan pruebas

fehacientes de la existencia histórica de José, el objetivo

2 Comentario Bíblico San Jerónimo. Ediciones Cristiandad Madrid 1972, Tomo V, Página 459, Numeral 31.

(n)

<Secrefo¿6ara tjriunfar

de este libro es acercarse por medio de los acontecimientos narrados en el Génesis, y descubrir: ¿Cómo hizo José para ser el hombre más exitoso y destacado de su tiempo?

Sabemos que ser el mejor en cualquier aspecto del quehacer humano es algo que no se improvisa.

Detrás de una persona que triunfa, hay una larga historia de preparación, y una serie de acontecimientos a veces favorables, y muchos otros adversos, pero que han dado como resultado final a un triunfador.

Tienes en tus manos, el fruto de una larga meditación: Diez Secretos Esenciales que descubrió José y deben conocer todos los que como él desean aprovechar de la mejor manera los buenos momentos en su vida (los tiempos de Vacas Gordas) y sobre todo de quienes desean salir vencedores en las circunstancias más adversas y difíciles que les está tocando luchar (los tiempos de Vacas Flacas).

Para conocer las bases que sostenían la figura enorme de este triunfador, o las raíces donde se nutrían los sueños del que llamamos "El Soñador", es preciso hacer un largo recorrido por todas las etapas de su vida, su mas tierna infancia, su adolescencia, su juventud y hasta llegar a su madurez.

Mientras nos acercamos a la vida de José, es posible que veamos reflejados en ella aspectos de nuestra propia vida o nos inspire para ser como él, verdaderos triunfadores.

'¿para triunfar

PRIMER SECRETO

XírecereníreeJ amor 1/el odio.

"José tenia diecisiete años. Estaba de pastor de ovejas con sus hermanos...Israel amaba a José más que a todos los demás hijos, por ser para él el hijo de la ancianidad. Le había hecho una túnica manga larga. Vieron sus hermanos cómo le prefería su padre a todos sus otros hijos, y le aborrecieron hasta el punto de no poder ni siquiera saludarle. José tuvo un sueño y lo manifestó a sus hermanos, quienes le odiaron más aún."

(Génesis 37, 2-5)

Las palabras amor y odio fueron parte del crecimiento y la maduración en la vida de José. La túnica manga larga, era signo visible del amor, y la protección con la que el padre libraba a su hijito de los rayos calcinantes del sol. El odio de sus hermanos aunque no era visible, llegó a ser tan real hasta el punto de hablar de matarle. José aceptó con alegría el amor y los cuidados de su padre e igualmente soportó y sufrió la envidia y el rechazo de sus hermanos.

Este fue el primer secreto: "Crecer entre el amor y el odio".

Los verdaderos triunfadores, no son los que viajan siempre

con el viento a su favor, o viven rodeados de amor y

IV ^Deere/os6ara zjriunfar

aceptación. Los que van a triunfar, enfrentan de la mejor

manera y sacan los mejores resultados de las circunstancias

favorables o adversas que les toque vivir.

Prepararse para triunfar, es estar dispuestos a avanzar entre

aplausos y abucheos, continuar el camino ya sea cuesta

abajo o cuesta arriba, seguir luchando sin desanimarse por

los fracasos ni conformarse con los éxitos.

¿Identificas en tu vida la fuerza del amor y del odio?

Si No

Escribe las principales fuentes de donde recibes amor, aceptación, afirmación:

Escribe las principales fuentes de donde recibes odio, rechazo, adversidades:

'Se < •- ^ r 'ara zjriunfar

Si estás consciente de esas fuerzas que siempre ejercerán su efecto en tu vida, y estás dispuesto a aceptarlas e integrarlas como parte de tu formación y crecimiento, te estas preparando para realizar cosas grandes y lo más importante: estás aprendiendo a vivir en un mundo en el que el trigo y la cizaña crecen juntos, (cf Mateo. 1 3, 24-30)

Si eres una persona verdaderamente madura puedes decir como San Pablo:

"Sé andar escaso y sobrado. Estoy avezado a todo y en todo: a la saciedad y al hambre; a la abundancia y a la privación. Todo lo puedo con Aquel que me da fuerzas".

(FU i penses 4, 12-13)

Los que triunfan, miran siempre al horizonte, avanzan y si encuentran un obstáculo lo superan. Buscan siempre la luz y saben verla aún en los momentos que el cielo está nublado.

Cuando aquí es de noche, al otro lado del mundo está

brillando el sol.

vJecreíosñara UriuKfar

SEGUNDO SECRETO

/ (bañaren oyrcmae

"José tuvo un sueño y lo manifestó a sus hermanos, quienes le odiaron más aún. Les dijo: "Oíd el sueño que he tenido. Me parecía que nosotros estábamos atando gavillas en el campo, y de pronto mi gavilla se levantaba y se tenía derecha, mientras que vuestras gavillas le hacían rueda y se inclinaban hacia la mía." Sus hermanos le dijeron: "¿Será que vas a reinar sobre nosotros o que vas a tenernos dominados?" Y acumularon todavía más odio contra él por causa de sus sueños y de sus palabras. Volvió a tener otro sueño, y se lo contó a sus hermanos. Díjoles: "He tenido otro sueño: Resulta que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí" Se lo contó a su padre y a sus hermanos, y su padre le reprendió y le dijo: "¿Qué sueño es ése que has tenido? ¿Es que yo, tu madre y tus hermanos vamos a venir a inclinarnos ante ti hasta el suelo?" Sus hermanos le tenían envidia, mientras que su padre reflexionaba."

(Génesis 37, 5-11)

José tenía diecisiete años y cuidaba las ovejas de su padre en el desierto, sin embargo soñaba con alcanzar el sol, la luna y las estrellas.

19

| j¡ W Qecreíospara ^Jrtunéar

Muchos dicen que: "El hombre es lo que come", otros

afirman "El hombre es lo que lee", con más razón podemos

agregar "El hombre es lo que sueña".

Soñar es: Ampliar los horizontes, tener ideales, establecer

metas y luchar por alcanzarlas.

Para soñar en grande y sobre todo para realizar esoa sueños

es necesario tener una alta estima de uno mismo, comenzar

por creer que hemos nacido para cosas grandes, haciendo

con amor las pequeñas cosas que nos toca hacer. Volviendo

a! ejemplo de José, soñaba con rebaños de estrellas sin

descuidar el rebaño de ovejas que era la realidad en !a que

le tocaba vivir.

Yo fui un niño asmático, disléxico, repetí tres años el primer

grado de Primaria, pero dicen mis tías (Carmelina y Antonia)

que a los cuatro años de edad, me paraba sobre una mesa

y gritaba diciendo que era sacerdote e iba a predicar, no

pude alcanzar la totalidad de ese sueño, más, sov feliz co r

la parte del mismo que he podido realizar.

Muchos se han conformado con vivir a un nivel instintivo

y buscan únicamente satisfacer sus necesidades básicas. E¡

único objetivo que tienen en la vida es satisfacerse, viven

con la filosofía de "Aprovéchate gaviota que después de

esta no hay otra"

^ -mam

<3ecre/0¿ói 'ara triunfar

Según sus posibilidades se sumergen en la cultura del placer, les gusta sentarse en "la mesa que más aplauda" y "darle alegría a su cuerpo Macarena".

No falta quienes, por temor a fracasar han dejado de soñar; o tal vez por haber fracasado cuando lo intentaron, la frustración los ha paralizado.

Podrían llenarse páginas completas con frases inspiradoras o con ejemplos de hombres y mujeres que alcanzaron sus metas después de superar grandes obstáculos, y todo eso servirá para animarnos; sin embargo lo que puede convertirnos en triunfadores es hacer siempre nuestro mejor esfuerzo, las veces que sean necesarias, hasta ver realizados nuestros sueños.

Mas que del triunfo, debemos sentirnos orgullosos del esfuerzo que estamos haciendo por alcanzarlo, pues el camino al cielo ya es el cielo.

¿Cuáles son tus sueños?

¿Qué estás haciendo por alcanzarlos?

Las respuestas solo tú puedes darlas. Recuerda que soñar fue uno de los secretos de José y de todas las personas que como él llegan a triunfar.

Se ecreíospara ^Jriunfar

Escribe tu sueño más grande:

Escribe lo que estas haciendo para realizarlo:

@

• ; <Secreío¿para triunfar

TERCER SECRETO

En la vida de José, ocurrieron grandes, vertiginosos y radicales cambios, adaptarse a las nuevas circunstancias constituyó uno de los secretos más importantes para el triunfo de ese hombre.

Veamos brevemente los cuatro cambios más importantes en la vida de José:

1. EL HIIO AMADO

Como leímos en Génesis 37, 2-4, José era el hijo menor, es decir el consentido, el mimado, el amado de su padre, al mismo tiempo era un hijo doblemente valioso por ser hijo de Raquel, la mujer que más amaba Jacob y un hijo esperado debido a la esterilidad de su madre; podríamos decir que el nacimiento de José fue un milagro, (cf Génesis 30, 1-24) Los pr imeros d iec is ie te años transcurrieron entre los mimos de su madre y los privilegios que le prodigaba su padre, incluida la túnica especialmente confeccionada para él. Considero que no hace falta escribir mucho sobre esta primera etapa en la vida de José, basta usar un poco la imaginación para visualizar la felicidad que tenía ese niño tan deseado, esperado, amado y cuidado por sus padres.

I 23 ,

18 &ecreíoSpara ^Jriimfar

La preferencia de la que gozaba José I legó a ser tan notoria, que despertó la envidia y el odio de sus hermanos, y esto provocó algo inesperado.

2. ¡OSÉ EL ESCLAVO

De repente un cambio de escenario, como suele pasar en la vida de cualquier persona.

Cierto día, cuando todo transcurría normalmente de un momento a otro sucedió algo fatal y doloroso, como puede ser la muerte, la desaparición o la pérdida de un ser querido, como puede ser la separación, el divorcio o la ruptura de una buena relación. Algo tan inesperado como un accidente, que te deja postrado, mutilado o lesionado para toda la vida; un secuestro, una violación, que te encierran y te quitan las fuerzas de levantarte, abrir la puerta y salir aún sabiendo que la vida debe continuar; algo tan fatal como un terremoto, un incendio, una inundación, que arrasó no solo tu casa, tus bienes, sino la vida misma de los seres que amabas. Algo tan doloroso como un diagnóstico médico terminal, un fracaso económico, escolar o profesional. Algo que sólo el que lo está sufriendo lo puede sentir con toda la intensidad.

Lo que pasó en la vida de José, la Biblia lo relata con estas

frías palabras.

"Fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquén, y dijo Israel a José: "Mira, tus hermanos están pastoreando en Siquén. Ve de mi parte adonde ellos." Dijo: "Estoy listo". Díjole: "Anda,

®

ZDecreíoípara ?_Jriunfar

vete a ver si tus hermanos siguen sin novedad, y lo mismo el ganado, y tráeme noticias..." José fue detrás de sus hermanos y los encontró en Dotan. Ellos lo vieron de lejos y, antes que se les acercara, conspiraron contra él para matarlo, y se decían mutuamente: "Por ahí viene el soñador. Vamos a matarlo y lo echaremos en un pozo cualquiera, y diremos que algún animal feroz lo devoró. Veremos entonces en qué paran sus sueños." Rubén lo oyó y pensó en librarle de sus manos. Dijo: "No atentemos contra su vida". Y añadió: "No derraméis sangre. Echadle a ese pozo que hay en el páramo, pero no pongáis la mano sobre él." Su intención era salvarlo de sus hermanos para devolverlo a su padre. Entonces, cuando llegó José donde sus hermanos, éstos despojaron a José de su túnica -aquella túnica de manga larga que llevaba puesta, y echándole mano lo arrojaron al pozo. Aquel pozo estaba vacío, sin agua. Luego se sentaron a comer. Al alzar la vista, divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad, con camellos cargados de almáciga, sandáraca y ládano, que bajaban hacia Egipto. Entonces dijo Judá a sus hermanos: "¿Qué aprovecha el que asesinemos a nuestro hermano y luego tapemos su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas, pero no pongamos la mano en él, porque es nuestro hermano, carne nuestra". Y sus hermanos asintieron.

Pasaron unos madianitas mercaderes y, descubriéndolo, subieron a José del pozo. Vendieron

0

Se ¡ara zJriunfar

a José por veinte piezas de plata a los ismaelitas, que se llevaron a José a Egipto."

(Génesis 37, 12-14. 17-28)

¡Cuantas cosas perdió José en un instante! Perdió su túnica, perdió su libertad, perdió a su madre, perdió a su padre, perdió a sus hermanos, perdió sus bienes, perdió su tierra, lo perdió todo... gracias a Dios no perdió la vida.

¿Qué sentiría un joven de diecisiete años, encadenado y llevado a un país extraño? ¿Cómo reaccionaría un hijo mimado, forzado a trabajar como esclavo? En momentos que no es fácil conservar la calma y el equilibrio emocional, José se mantuvo sereno y logró asimilar el golpe y adaptarse al cambio como lo hace un verdadero triunfador.

Cuando estés frente a algo que no alcanzas a comprender porqué te está pasando, trata de repetir estas palabras: "Esto es lo mejor que me puede pasar."

"José fue bajado a Egipto, y lo compró un egipcio, Putifar, eunuco del faraón y jefe de los guardias; lo compró a los ismaelitas que lo habían bajado allá. Yahvé asistió a José, que llegó a ser un hombre afortunado, mientras estaba en casa de su señor egipcio. Éste echó de ver que Yahvé estaba con él y que Yahvé hacía prosperar todas sus empresas. José ganó su favor y entró a su servicio, y su señor lo

Se 'ara triunfar ecreíoáñi.

puso al frente de su casa y todo cuanto tenía se lo confió. Desde entonces le encargó de toda su casa y de todo lo que tenía, y Yahvé bendijo la casa del egipcio en atención a José, extendiéndose la bendición de Yahvé a todo cuanto tenía en casa y en el campo. El mismo dejó todo lo suyo en manos de José y, con él, ya no se ocupó personalmente de nada más que del pan que comía. José era apuesto y de buena presencia."

(Génesis 39, 1-6)

José sin perder el tiempo en lamentos y añoranzas inútiles, comenzó a trabajar como cualquier esclavo, hasta llegar a ser el mejor de ellos. El señor de José notó que era un hombre diferente y lo nombró administrador, mayordomo de su casa.

No sabemos cuanto tiempo le tomó llegar a triunfar en esta nueva condición, ni cuanto tiempo vivió en paz en ella, lo que si conocemos por los datos bíblicos es que fue sometido a un nuevo y forzado cambio.

3. ¡OSE EL PRISIONERO.

"Tiempo más tarde sucedió que la mujer de su señor se fijó en José y le dijo: "Acuéstate conmigo." Pero él rehusó y dijo a la mujer de su señor: "Mira, mi señor no me controla nada de lo que hay en su casa, y todo cuanto tiene me lo ha confiado. ¿No es él

Qj ecreíoSpara ?Jriu>2rar

mayor que yo en esta casa? Y sin embargo, no me ha vedado absolutamente nada más que a ti misma, pues eres su mujer. ¿Cómo entonces voy a hacer este mal tan grande, pecando contra Dios?" Ella insistía en hablar a José día tras día, pero él no accedió a acostarse y estar con ella. Hasta que cierto día entró él en la casa para hacer su trabajo y coincidió que no había ninguno de casa allí dentro. Entonces ella le asió de la ropa diciéndole: "Acuéstate conmigo." Pero él, dejándole su ropa en la mano, salió huyendo afuera. Entonces ella, al ver que había dejado la ropa en su mano, huyó también afuera y gritó a los de su casa diciéndoles: "¡Mirad!, Nos ha traído un hebreo para que se burle de nosotros. Ha venido a mí para acostarse conmigo, pero yo he gritado y, al oírme levantar la voz y gritar, ha dejado su vestido a mi lado y ha salido huyendo afuera." Ella depositó junto a sí el vestido de él, hasta que vino su señor a casa, y le repitió esto mismo: "Ha entrado a mi ese siervo hebreo que tú nos trajiste, para abusar de mí; pero yo he levantado la voz y he gritado, y entonces ha dejado él su ropa junto a mí y ha huido afuera." Al oír su señor las palabras que acababa de decirle su mujer: -"Esto ha hecho conmigo tu siervo"-, se encolerizó. Y el señor de José mandó que lo prendieran y lo metió en la cárcel, en el sitio donde estaban los detenidos del rey."

(Génesis 39, 7-20)

®

A 'era tjriuntar

De nuevo un cambio de escenario, José se quita su traje de mayordomo para vestir su uniforme de preso. Todo por una calumnia, todo por tratar de hacer las cosas bien, todo por una injusticia.

¿Qué hace J )sé en la cárcel? Una vez más mostró su casta de triunfador: No perdió tiempo en culpar a otros, no gastó su energía en quejarse, justificarse o maldecir su suerte. Lo que hizo fue adaptarse lo más pronto posible a su nueva condición y comenzó a actuar de tal manera que en poco tiempo llegó a ser el mejor prisionero, al punto que fue nombrado administrador de la cárcel.

"Allí se quedó, en presidio. Pero Yahvé asistió a José y lo cubrió con su misericordia, haciendo que se ganase el favor del alcaide. El alcaide confió a José todos los detenidos que había en la cárcel; todo lo que se hacía allí, lo hacía él. El alcaide no controlaba absolutamente nada de cuanto administraba José, ya que Yahvé le asistía y hacía prosperar todas sus empresas."

(Génesis 39, 21-23)

bn esta nueva situación permaneció más tiempo, tuvo la oportunidad de interpretar los sueños de dos siervos del rey, uno de los cuales, según las palabras de José fue restituido en su cargo de copera del rey (cf. Génesis 40)

I &ecreíoááara zjrturzéar

Al cabo de dos años, mientras José continuaba en la cárcel, el faraón tuvo dos sueños, los cuales nadie pudo interpretar; el copero que estaba a su lado refirió al rey lo ocurrido en la cárcel, con respecto a su sueño y cómo José se lo había interpretado favorablemente. El faraón mandó I lámar a José quien de inmediato se presentó y escuchó con atención los sueños del monarca y se los interpretó.

En ese instante como había ocurrido trece años antes, la

vida de José dio un giro, experimentó un cambio

insospechado, pero esta vez para mejorar y alcanzar el

triunfo definitivo.

Al lado de las grandes tristezas llegan grandes alegrías, por

muy larga que parezca la noche, siempre sale el sol de un

nuevo día. No existe las trece de la noche.

Si en un momento de tu vida te sientes fracasado, sigue

viviendo y espera, casi todas las historias tienen un final

feliz, si no estás feliz, es señal que no has llegado al final

de tu historia.

4. IOSE EL PRIMER MINISTRO

"y refirió el faraón a José su sueño..." José dijo al faraón: "El sueño del faraón es uno solo: Dios anuncia al faraón lo que va a hacer. Las siete vacas buenas son siete años de abundancia, y las siete espigas buenas siete años son: porque el sueño

®

<3ecreíosóara tjriimrar

es uno solo. Y las siete vacas macilentas y malas que subían después de aquellas son siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asolanadas: es que habrá siete años de hambre. Esto es lo que yo he dicho al faraón. Lo que Dios va a hacer lo ha mostrado al faraón. Van a venir siete años de gran hartura en todo Egipto. Pero después Sobrevendrán otros siete años de hambre y se olvidará toda la hartura en Egipto, pues el hambre asolará el país, y no se conocerá hartura en el país, de tanta hambre como habrá. Y el que se haya repetido el sueño del Faraón dos veces es porque la cosa es firme de parte de Dios, y Dios se apresura a realizarla.

"Ahora, pues, fíjese el faraón en algún hombre inteligente y sabio, y póngalo al frente de Egipto. Hágalo así el faraón: ponga encargados al frente del país y exija el quinto a Egipto durante los siete años de abundancia. Ellos recogerán todo el comestible de esos años buenos que vienen, almacenarán el grano a disposición del faraón en las ciudades, y lo guardarán. De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del país para los siete años de hambre que habrá en Egipto, y así no perecerá el país de hambre."

Pareció bien el discurso al faraón y a todos sus servidores, y dijo el faraón a sus servidores: "¿Acaso se encontrará otro como éste que tenga el espíritu de Dios?" Y dijo el faraón a José: "Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay

©

I <S>ecrefo¿para tJntmrar

entendido ni sabio como tú. Tú estarás al frente de mi casa, y de tu boca dependerá todo mi pueblo. Tan sólo el trono dejaré por encima de ti." Dijo el faraón a José: "Mira: te he puesto al frente de todo el país de Egipto." Dijo el faraón a José: "Yo, el faraón: sin tu licencia no levantará nadie mano ni pie en todo Egipto." El faraón llamó a José Safnat Panéaj y le dio por mujer a Asnat, hija de Poti Fera, Sacerdote de On. Y salió José investido de autoridad sobre el país de Egipto. Tenía José treinta años cuando compareció ante el faraón, rey de Egipto, y salió José delante del faraón y recorrió todo Egipto."

(Génesis 41, 17. 25-41. 44-46)

De esta manera, José demostró hasta el final que estaba dispuesto a volver a empezar las veces y en las circunstancias que fueran necesarias. Sólo conociendo ese secreto y poniendo en práctica la enorme capacidad de adaptación, se puede continuar viviendo, luchando y triunfando.

Existen profesionales que de muchos países llegaron a los Estados Unidos y triunfaron aún cuando tuvieron que comenzar lavando platos, limpiando casas, arreglando jardines. Otros por el contrario fracasaron por estar esperando la oportunidad de ser y hacer lo que eran y hacían antes, o de ganar lo que ellos deseaban ganar.

^ ,1

I Qjecrefo¿3ara Uriunfar

Muchos matrimonios han fracasado por no saber adaptase al nacimiento o crecimiento de sus hijos, a la abundancia o la escasez, a la salud o a la enfermedad.

Triunfar no depende de tener más recursos y talentos que otros ni de tener mejores oportunidades; los triunfadores son los que sacan el mejor provecho de las circunstancias que sean, saben adaptarse rápidamente a los cambios y perseveran haciendo lo mejor que pueden por alcanzar sus metas.

¿Cuáles han sido los cambios más grandes en tu vida?

¿Cómo te has adaptado a ellos?

Se 'ara r^jrmmar

CUARTO SECRETO

<&or2farcoT2 j¿)io¿

José era un hombre de fe, creía en Yahvé, el Dios de la revelación, a quien conocía desde niño, ya que era el Dios de su bisabuelo Abraham, de su abuelo Isaac y de su padre Jacob.

La fe y la confianza que él tenía en Dios, fue el secreto más importante y la base fundamental de su triunfo.

En la historia de José continuamente se lee:

"Yahvé asistió a José, que llegó a ser un hombre afortunado...Yahvé bendijo la casa del egipcio en atención a José..."

(Génesis 39, 2.5)

"Yahvé asistió a José y lo cubrió con su misericordia, haciendo que se ganase el favor del alcaide... Yahvé le asistía y hacía prosperar todas sus empresas..."

(Génesis 39, 21.23)

José estaba consciente que toda su vida había sido guiada por la providencia de Dios, incluso en los momentos más doloroso y difíciles que le toco vivir los asimiló como parte

Se — ^ ' ]ara ¿yriunfar

de un plan de amor que Dios estaba realizando en él, así

lo declaró delante de sus hermanos:

"José dijo a sus hermanos: "Vamos, acercaos a mí." Se acercaron, y él continuó: "Yo soy vuestro hermano José, a quien vendisteis a los egipcios. Ahora bien, no os pese, ni os dé enojo haberme vendido acá, pues para salvar vidas me envió Dios delante de vosotros. Por que con éste van dos años de hambre en la tierra, y aún quedan cinco años en que no habrá arada ni siega. Dios me ha enviado delante de vosotros para que podáis sobrevivir en la tierra y para salvaros la vida mediante una feliz liberación. O sea, que no fuisteis vosotros los que me enviasteis acá, sino Dios, y él me ha convertido en padre del faraón, en dueño de toda su casa y amo de todo Egipto."

(Génesis 45, 4-8)

La fe de José era tan evidente, que incluso los egipcios que no conocían, ni creían en el Dios de los hebreos, llegaron a reconocer que Dios estaba con él.

"Y dijo el faraón a sus servidores: "¿Acaso se encontrará otro como éste que tenga el Espíritu de Dios?". Y dijo el faraón a José: "Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido, ni sabio como tú."

(Génesis 41, 38-39)

José mantuvo su fe y su confianza en Dios hasta el final, poco antes de morir le dijo a los suyos:

Se 'ara tjrmntar ecrefos61

"...Yo muero, pero Dios se ocupará sin falta de vosotros..."

(Génesis 50, 24)

Que importante es tener fe:

LA FE: • Explica lo que la razón no puede explicar. • Sana lo que la medicina no ha podido sanar. • Espera lo que humanamente ya no se puede esperar. • Alcanza lo que con nuestra fuerza no podemos

alcanzar.

LOS QUE TIENEN FE: • Se mantienen en pie, cuando otros se derrumban. • Encuentran caminos, cuando otros se sienten sin salida. • Avanzan, mientras otros retroceden. • Tienen fuerzas para seguir luchando, cuando otros

aceptan la derrota. • Tienen esperanzas y creen en la eternidad, cuando

otros piensan que la muerte es el final de todo.

• VOLVER A LA FE, es dejar que un rayo de luz penetre en nuestras sombras y nos devuelva la esperanza.

• VOLVER A LA FE, es reconocer nuestros límites y aceptar que necesitamos ser protegidos, amados y ayudados por otro.

• VOLVER A LA FE, es recuperar la confianza en nosotros mismos, ya que somos capaces de creer, sobre todo en Dios que es Creador, Padre, Hermano y Amigo.

§: <Secreíogpara zjriunrar

En todos los lugares y tiempos, los seres humanos hemos desarrollado diversas formas de creer y relacionarnos con El Ser Superior, dándole los más variados nombres y concibiéndolo de diferentes maneras.

Todas las formas de creer y expresar la fe son respetables, ya que entrañan el valor de sentir que no estamos solos, hay alguien que nos conoce y nos escucha.

Dios es como una fuente de agua viva, llena el recipiente que uno pone frente a ella. Si llevamos un vaso, llena un vaso, si llevamos un pichel o jarra, eso llenará; y alguien que llega con un tonel o un tanque, podrá recibir más agua que los demás, no porque la fuente le de más, si no porque tenia un mejor recipiente donde almacenar el agua.

El creador nos quiere llenar a todos de su amor, de su paz

y darnos vida en abundancia, (cf Juan 10, 10).

Nuestra actitud debe ser desarrollar la capacidad para recibir lo que Él tiene para darnos, es decir aumentar nuestra fe.

La fe es, internamente un regalo maravilloso de Dios, mas, es preciso aceptarlo, agradecerlo, cuidarlo y desarrollarlo. Debido a la importancia capital que tiene la fe en el desarrollo de la vida de una persona que quiere triunfar, es conveniente que analicemos los caminos por medio de los cuales millones de creyentes cristianos durante muchos siglos han avanzado y progresado en ella.

U 1

§: <3ecreíoípara Uriunrar K-

¿COMO PODEMOS AUMENTAR NUESTRA FE?

"la fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él"3, pero no todos la desarrollan con la misma intensidad.

Para constatar en qué medida estamos creciendo en la fe, evaluamos siete de las principales señales con las que se evidencia y luego respondamos sinceramente las preguntas.

1. TENER FE ES: vivir en acción de gracias

Todo lo que somos y todo lo que poseemos viene de él: "¿Qué tienes que no hayas recibido?" (ICo. 4, 7). "-¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? (Sal 116, 12)4

¿Soy agradecido con Dios?

Mucho Poco Nada .

¿Por qué?

3 Catecismo de la Iglesia Católica #153 4 Catecismo de la Iglesia Católica #224

Se ecrefoápara ^Jrmnfar

2. TENER FE ES: Usar bien las cosas creadas

"La fe en Dios, el Único, nos lleva a usar de todo lo que no es él en la medida en que nos acerca a él, y separarnos de ello, en la medida que nos aparta de él.(cf. Mt 5, 29-30; 16,24; 19,23-24)"

Señor mío y Dios mío, quítame todo lo que me aleja de ti. Señor mío y Dios mío, dame todo lo que me acerca a ti. Señor mío y Dios mío, despójame de mí mismo para darme todo a ti.5

¿Cuáles son los bienes que Dios me ha dado?

¿De qué manera los estoy usando?

Bien Regular Mal

¿Por qué?

5 Catecismo de la Iglesia Católica # 226

Qjecre/ospara Uriunrar

3. TENER FE ES: Confiar en Dios en todas las circunstancias, incluso en la adversidad.

Una oración de Santa Teresa de Jesús lo expresa

admirablemente:

Nada te turbe/ Nada te espante Todo se pasa/ Dios no se muda La paciencia todo lo alcanza/quien a Dios tiene Nada le falta/Sólo Dios basta.6

¿Está puesta mi confianza en Dios?

Mucho Poco Nada

¿Por qué me doy cuenta?

4. TENER FE ES: vivir Reconociendo la grandeza y la majestad de Dios

"Sí, Dios es tan grande que supera nuestra ciencia" (Jb 36, 26). Por esto Dios debe ser "El primer servido" (Santa Juana de Arco.)7

6 Catecismo de la Iglesia Católica #227 7 Catecismo de la Iglesia Católica #223

Se •ara triunfar

¿Estoy sirviendo a Dios?

Mucho Poco Nada_

¿De qué manera?

5. La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios

Es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. En cuanto adhesión personal a Dios y asentimiento a la verdad que él ha revelado, la fe cristiana difiere de la fe en una persona humana. Es justo y bueno confiarse totalmente a Dios y creer absolutamente lo que él dice. Sería vano y errado poner una fe semejante en una criatura, (cfjr 17, 5-6; Sal 40, 5; 146, 3-4)8

6. TENER FE ES: reconocer la unidad y la verdadera dignidad de todos los hombres

Todos han sido hechos "A imagen y semejanza de Dios"

(Génesis 1, 26)9

Catecismo de la Iglesia Católica #150 Catecismo de la Iglesia Católica #225

©

& •ara tJriumar ecreíoóp.

Conviene recordar que el fundamento sobre el que se basan todos los derechos humanos es la dignidad de la persona. En efecto, "La mayor obra divina, el hombre, es imagen y semejanza de Dios. Jesús asumió nuestra naturaleza menos el pecado; promovió y defendió la dignidad de toda persona humana sin excepción alguna; murió por la libertar de todos. El Evangelio nos muestra cómo Jesucristo subrayó la centralidad de la persona humana en el orden natural (cf. Le 12, 22-29), en el orden social y en el orden religioso, incluso respecto a la ley (cf. Me 2, 27); defendiendo el hombre y también la mujer (cf. Jn 8,11) y los niños (cf. Mt 19, 13-15), que en su tiempo y en su cultura ocupaban un lugar secundario en la sociedad. De la dignidad del hombre en cuanto hijo de Dios nacen los derechos humanos y las obligaciones". Por esta razón, "Todo atropello a la dignidad del hombre es atropello al mismo Dios, de quien es imagen." Esta dignidad es común a todos los hombres sin excepción, ya que todos han sido creados a imagen de Dios (cf. Gen 1, 26). La respuesta de Jesús a la pregunta "¿Quién es mi prójimo?" (Le 10, 29) exige de cada uno una actitud de respeto por la dignidad del otro y de cuidado solícito hacia él, aunque se trate de un extranjero o un enemigo (cf. Le 10, 30-37). En toda América la conciencia de la necesidad de respetar los derechos humanos ha ido creciendo en estos últimos tiempos, sin embargo todavía queda mucho por hacer, si se consideran las violaciones de los derechos de personas y de grupos sociales que aún se dan en el Continente. w

10 Iglesia en América, #57.

®,

Se 'ara ^Jnunfar

¿Respeto y lucho por que se respete la dignidad y los derechos de mis hermanos?

Mucho Poco Nada,

¿Cómo lo hago?

7. LA FE SE COMPARTE CON OTROS.

Quien dice "Yo creo", dice "Yo me adhiero a lo que nosotros creemos". La comunión en la fe necesita un lenguaje común de la fe, normativo para todos y que nos una en la misma confesión de fe.11

¿Me reúno con otros creyentes para profundizar, celebrar y vivir con ellos mi fe?

Siempre A veces Nunca_

¿Por qué?

Catecismo de la Iglesia Católica #185.

Gecreíosfiara 'rinntar

Lo más probable es que después de responder esas preguntas te sientas lejos del ideal, no te desanimes, eso le pasa a todos, incluso a los que luchan por estar cada vez más cerca de Dios. Un hombre de fe llamado Pablo llegó a escribir:

"No que lo tenga ya conseguido o que sea ya perfecto, sino que continuo mi carrera para alcanzarlo, como Cristo jesús me alcanzó a mí. Yo hermanos, no creo haberlo ya conseguido. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta, al premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús. Así pues, todos los perfectos tengamos estos sentimientos, y si en algo sentís de otra manera, también eso os lo revelará Dios. Por lo demás desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos en la misma dirección."

(F111penses 3, 12-16)

¿COMO SEGUIR CRECIENDO EN LA FE?

La fe es un don gratuito que Dios hace al hombre. Este don inestimable podemos perderlo; San Pablo advierte de ello a Timoteo: "Combate el buen combate, conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe" (1Tm 1, 18-19). Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla con la

If QJecrefoáóara rjriunfar

Palabra de Dios; debemos pedir al Señor que la aumente (cfMc 9, 24; Le 17, 5; 22, 32); debe "actuar por la caridad" (Ga 5, 6; cf St 2, 14-26), ser sostenida por la esperanza (cf Rm 15, 13) y estar enraizada en la fe de la Iglesia.12

En el ambiente cristiano, recordamos a Santo Tomás, el apóstol llamado incrédulo, por haber dicho: "Hasta no ver no creer", son sin embargo pocos los que saben que ese hombre creció tanto en la fe que llegó a expresarla con las palabras más repetidas en la cristiandad por millones de millones de creyentes de todas las edades, en todos los lugares y tiempos.

En el instante que escribo y en el que tú lees, donde haya un sacerdote católico levantado con sus manos la Ostia Consagrada, miles de personas están diciendo las palabras que Santo Tomas dijo: "Señor mío y Dios mío"

¿Cual fue la clave que descubrió este hombre para recuperar

la certeza y crecer en la fe?

Esta clave fue:

"Tomar la decisión de quedarse cuando las dudas y el

desaliento lo estaban empujando a retirarse."

En el momento histórico en el que vivimos, la fe está constantemente amenazada, sometida a prueba por tantos

12 Catecismo de la Iglesia Católica #162.

^ •

Se ecreíoáóara Uriun^ar

escándalos, desilusiones, frustraciones y por la confusión

religiosa originada por el relativismo en el que cada uno

piensa, cree y vive como le parece mejor; la única manera

de perseverar y crecer en la fe es tomando la decisión de

Santo Tomás: Por las dudas me quedo, y "ocho días

después" pudo ver y tocar la gloria de Dios.

"Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor." Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi mano en sus costado, no creeré." Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: "La paz con vosotros." Luego dice a Tomás: "Acerca aquí tu dedo y mira mis manos, trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente." Tomás le contestó: "Señor mío y Dios

mío."

(San Juan 20, 24-28)

'ara triunfar Qjecreíoópara tjriu.

QUINTO SECRETO

\M&a$er men Jo aue íterze^aue £acer

é/2 oue naaie íe guóervtée.

José aprendió desde muy joven este secreto, que mas tarde le ayudó a triunfar. Como sus hermanos mayores no le daban buen ejemplo (cf Génesis 37,2) se acostumbró a actuar por si mismo, a realizar bien su trabajo de pastor sin que nadie lo animara, estimulara o supervisara; de esta manera se capacitó para asumir mayores responsabilidades y ser eficiente en cada una de ellas.

En las diversas etapas de la vida de José podemos leer el mismo comentario con respecto a su responsabilidad y su eficiencia.

De sus años de esclavo se dice:

"José ganó su favor y entró a su servicio, y su señor lo puso al frente de su casa y todo cuanto tenía se lo confió. Desde entonces le encargó de toda su casa y de todo lo que tenía,... Él mismo dejó todo lo suyo en manos de José y, con él, ya no se ocupó personalmente de nada más que del pan que

n »

(Génesis 39, 4-6)

i 49

Í QJecreáo»sóara zjriunrar

De sus años de prisionero se escribe:

"El alcaide confió a José todos los detenidos que había en la cárcel; todo lo que se hacía allí, lo hacía él. El alcaide no controlaba absolutamente nada de cuando administraba José, ya que Yahvé le asistía y hacía prosperar todas sus empresas."

(Génesis 39, 22-23)

Como primer ministro o administrador de Egipto fue igualmente responsable, profesional y eficiente.

"Dijo el faraón a José: "Mira: te he puesto al frente de todo el país de Egipto" Y el faraón se quitó el anillo de la mano y lo puso en la mano de José, le hizo vestir ropas de lino fino y le puso un collar de oro al cuello...Dijo el faraón a José: "Yo, el faraón: sin tu licencia no levantará nadie mano ni pie en todo Egipto."

(Génesis 41, 41-42. 44)

Los triunfadores no se improvisan, son aquellos que en las diferentes etapas de su vida, tienen como denominador común hacer bien lo que hacen por la satisfacción de haber cumplido con su deber.

Que oportuno el ejemplo de José, sobre todo para jóvenes, que quieren cumpl i r de la mejor manera con sus responsabilidades: en la casa, en la escuela, en la

Óecreíoáóara zjritmfar

universidad y en el trabajo; muchas veces, sin tener la colaboración o supervisión de un adulto.

Bienaventurados los que están adquiriendo el hábito de

hacer bien lo que tienen que hacer, aún cuando nadie les

ayude, los estimule o simplemente los supervise.

Bienaventurados los que se autodisciplinan, los que

establecen para si mismos un horario equi l ibrado

distribuyendo sabiamente el tiempo para el trabajo, la

diversión, el descanso y la sana alimentación.

Son admirables los que desde pequeños se han acostumbrado a ser responsables y dedicados a pesar de estar rodeados de familiares y amigos que lejos de ayudarlos, mas bien les empujan a vivir una vida superficial, irresponsable y desordenada.

Los jóvenes que hacen su mejor esfuerzo cumpliendo con sus pequeñas tareas, trabajos o responsabilidades, están adquiriendo el hábito del trabajo bien hecho, sin estar conscientes que esto les convertirá en verdaderos triunfadores cuando les toque asumir responsabilidades mayores.

"El que es fiel en lo insignificante, lo es también en lo importante..."

(Lucas 16, 10)

(si)

W. <5ecrefo¿6ara zjriunjfar

¿Cuáles son las principales responsabilidades que en ésta

etapa de tu vida te toca cumplir?

¿Estás haciendo tu mejor esfuerzo por realizarlas?

Mucho Poco Nada_

¿Te estás preparando para asumir mayores

responsabilidades?

Mucho Poco Nada_

52

Se 'ecreíogpara tjriunfar

SEXTO SECRETO

f K3ompar£reJsueñodeoíro¿.

José fue famoso por sus sueños, sin embargo, para que estos se realizaran fue necesario escuchar, conocer, interpretar y entender el sueño de otros.

Todo el capítulo cuarenta, y la mitad del cuarenta y uno, del libro del Génesis, están dedicados a narrar cuatro sueños, uno del copero, otro del panadero y dos del faraón. José tuvo la paciencia de escucharlos y la sabiduría de interpretarlos, de esta manera, ayudando a otros a entender sus sueños él estaba, sin saberlo, acercándose a realizar los propios.

Es impresionante la actitud de José cuando el faraón le cuenta sus sueños, no aprovechó la oportunidad para contar los suyos. José pudo decir: "Disculpe alteza, pero yo he tenido sueños mas grandes, usted soñó con espigas y vacas flacas, yo he soñado, con el sol, la luna y las estrellas."

José fue prudente, humilde y sabio. Aún cuando el faraón insistía en reconocer la extraña cualidad que veía en él, para interpretar sueños:

"Respondió José al faraón: "No hablemos de mí, que Dios responda en buena hora al faraón. Y refirió el faraón a José su sueño..."

(Génesis 41, 16-17)

53

9K$ (Secre/oáóara triunfar

"No hablemos de mí, hablemos de tu sueño". Eso solo lo pueden decir los grandes, los que han descubierto el secreto: ¡Tus sueños se van a realizar en la medida que ayudes a los demás a realizar los suyos!

Un esposo tiene sueños, ideales, metas, más, para realizarlos también debe preguntarse: ¿Qué sueña mi esposa, cuales son sus ideales y sus metas?

Un empresario tiene sueños, aspiraciones y proyectos, pero ¿Se habrá preguntado alguna vez cuales son los sueños, proyectos y aspiraciones de los que trabajan a su lado? Los jóvenes, por naturaleza son soñadores, tienen anhelos e ilusiones, pero ¿Se han detenido a pensar que sueñan sus padres?

Si todos pensamos solamente en nuestro propio sueño y en cómo realizarlo, nos quedaremos soñando solos. Más, si somos capaces de construir una cultura de solidaridad y colaboramos para que se realicen los sueños de otros, tendremos un mundo con mas sueños hechos realidad.

Recuerda que los niños, los ancianos, los indígenas, los

pobres y los marginados, tienen sueños que esperan la

oportunidad de realizarlos.

Si no puedes ayudarlos a realizar sus sueños, ayúdalos al

menos a cubrir sus necesidades básicas.

©

Sec refo¿pi 'ara triunfar

Escribe el nombre de cuatro personas que tú conoces y el

sueño más grande que tú crees que ellos tienen:

¿De qué manera has colaborado o puedes ayudar para que esos sueños se hagan realidad?

Se •ara ^Jriuntar

SÉPTIMO SECRETO

vidaryzJFmc£pcar

Estas dos palabras las pronunciaba José muchas veces al día, eran como el lema de su vida, y para tenerlas más presentes, las usó al momento de ponerle nombre a sus hijos.

"Antes que sobreviniesen los años de hambre, le nacieron a José dos hijos que le dio Asnat, la hija de Poti Fera, sacerdote de On. Llamó José al primogénito Manases, porque -decía- "Dios me ha hecho olvidar todo mi trabajo y la casa de mi padre", y al segundo le llamó Efraín, porque -decía- "me ha hecho fructificar Dios en el país de mi aflicción."

(Génesis 41, 50-52)

La vida le estaba brindando una nueva oportunidad, por fin sus sueños comenzaban a realizarse, estaba a punto de ver los frutos de su constancia, su honradez y del trabajo bien hecho. Mas, corría el riesgo de ensombrecer la alegría presente con recuerdos, nostalgias, añoranzas y cosas tristes del pasado.

Cuando José se vio vestido de lino fino, con un collar de oro al cuello, con el anillo en su mano y montado en una carroza real; seguramente recordó la túnica manga larga y

Se 'ara rjrmntar

de varios colores que era el signo visible del amor que le tenían sus padres.

¿Dónde quedó esa túnica?

¿Dónde estarían su padre y su madre que lo amaban tanto?

Cuan felices y orgullosos podrían sentirse al verlo así... ¿Y sus hermanos?, se morirían de envidia al ver hechos realidad sus sueños.

Sin embargo, José sabía que todos los "sí estuvieran, si pudieran, si vieran..." no existen, existe lo que soy, lo que puedo, lo que tengo, los que están.

Muchas cosas se quedaron atrás, pero eran muchas más las que ya tenía. Talvez en él se inspiró San Pablo cuando escribió:

"...olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante"

(Fi I ¡penses 3, 13)

• OLVIDAR, no consiste en negar lo pasado, sino en afirmar que todo eso nos ha permitido madurar y crecer.

• OLVIDAR, es doblar la página aún cuando no se pueda borrar lo escrito y escribir con más cuidado las páginas que aún nos quedan en el libro de nuestra vida.

Qjecrefos' óara tjriunfar

• OLVIDAR, es desamarrar el bote, remar y permitirle

al viento que nos impulse, sobre todo ahora que sopla

a nuestro favor.

Es imposible olvidar todo; lo que podemos hacer es recordar sin dolor y no permitir que los recuerdos nos impidan poner el corazón en el aquí y el ahora en el que estamos viviendo.

Como dice el canto popular: "Necesito olvidar, para poder vivir..."

Olvidar los fracasos pasados es el primer paso para fructificar en el presente.

• FRUCTIFICAR ES: sacar el mejor provecho de todos los acontecimientos vividos, usar la experiencia acumulada para aprovechar las oportunidades que hoy se nos presentan.

• FRUCTIFICAR ES: descubrir que el dolor también es

fecundo y ha hecho de nosotros personas más fuertes,

maduras y fértiles.

• FRUCTIFICAR ES: ver que hemos crecido, lo que hemos ganado, lo que podemos producir y compartir con los que están a nuestro lado.

• FRUCTIFICAR ES: darnos la oportunidad de amar, luchar y recuperar las ganas de vivir.

®

QJecreíoíña ~ •ara triunfar

Cuando José veía y llamaba a sus hijos, Manases y Efraín, repetía en su corazón estas palabras: "Dios me ha hecho olvidar; Dios me ha hecho fructificar"

¿Cuáles son las experiencias más dolorosas que has vivido?

¿Qué has aprendido de ellas?

¿En qué notas que has madurado?

mra triunfar

OCTAVO SECRETO

^SPerc/onar

Estamos a punto de conocer uno de los secretos más grandes

que convirtió a José en un personaje único e inolvidable:

SU CAPACIDAD DE PERDONAR

Los siete años de abundancia habían pasado y comenzaron

los años de escasez.

De todas partes acudían a Egipto, pues era el único lugar

donde se podía encontrar algo para comer. José se

encargaba personalmente de vender y repartir las

provisiones.

En uno de esos días y por las vueltas que da la vida, entre

los cientos de personas que a diario acudían, llegaron unos

forasteros cansados y hambrientos por el largo camino que

habían recorrido en busca de pan.

Nadie podía imaginarlo, al mismo José le costó creer lo que veía: Eran sus hermanos, los que lo odiaban, los que lo habían vendido, ahora estaban postrados a sus pies suplicando por un poco de alimento para sobrevivir.

6Í

Se 'ara njnunfar

José no podía contener la emoción, en repetidas ocasiones le fue preciso ocultarse para llorar y ordenar sus pensamientos. Ellos por su parte ni sospechaban quien era ese señor de cuyas manos dependía todo el reino. Habían pasado más de veintidós años y el soñador estaba transformado.

Aprovechándose de esa circunstancia, José le dio largas al asunto con el propósito de averiguar si aún vivía su padre, cuan lejos se encontraba, y como podía reunirse con él. (cf Génesis, capítulos 4 1 ; 42 y 43)

Después de muchos rodeos y vacilaciones:

"Ya no pudo José contenerse delante de todos los que en pie le asistían y exclamó: "Echad a todo el mundo de mi lado." Y no quedó nadie con él mientras se daba a conocer José a sus hermanos. (Y se echó a llorar a gritos, y lo oyeron los egipcios, y lo oyó hasta la casa del faraón.) José dijo a sus hermanos: "Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?" Sus hermanos no podían contestarle, porque se habían quedado atónitos ante él. José dijo a sus hermanos: "Vamos, acercaos a mí." Se acercaron, y él continuó: "Yo soy vuestro hermano José, a quien vendisteis a los egipcios. Ahora bien, no os pese ni os dé enojo haberme vendido acá, pues para salvar vidas me envió Dios delante de vosotros. Porque con éste van dos años de hambre en la Tierra, y aún quedan cinco años en que no

¡ Qecrefaspara Uriunrar

habrá arada ni siega. Dios me ha enviado delante de vosotros para que podáis sobrevivir en la tierra y para salvaros la vida mediante una feliz liberación. O sea, que no fuisteis vosotros los que me enviasteis acá, sino Dios, y él me ha convertido en padre del faraón, en dueño de toda su casa y amo de todo Egipto... Y, echándose al cuello de su hermano Benjamín, lloró; también Benjamín lloraba sobre el cuello de José. Luego besó a todos sus hermanos, llorando abrazado a ellos; después de lo cual sus hermanos estuvieron conversando con él."

(Génesis 45, 1-8. 14-15)

Con palabras, abrazos, besos y lágrimas, José perdonó a sus hermanos.

Esa capacidad de perdonar, cuando tenía en sus manos la oportunidad de vengarse, sólo la tienen los grandes, los que han aprendido a "Vencer el mal con la fuerza del bien"(cf Romanos 12, 21)

¿Cuándo y dónde aprendió José a perdonar así? Responder esa pregunta nos obliga a retroceder más de treinta años en la vida de José hasta llegar a la infancia, cuando al lado de su madre le tocó vivir un episodio que marcó su vida.

Resulta que el papá de José, que se llamaba Jacob, tenía un hermano llamado Esaú, éste cambió el derecho de primogenitura, es decir los privilegios que tenía por ser el

^ 1

M (5ecreío.S fiara tjriunfar

hijo mayor, por un plato de comida que le entregó Jacob,

su hermano menor, (cf Génesis 25, 29-34)

Pasados unos años, cuando Isaac, el padre de ambos y abuelo de José, se disponía a dar la bendición y repartir la herencia, Jacob, ayudado por su madre y valiéndose de una trampa, logró confundir a su padre y recibir la bendición y los privilegios de hijo primogénito. Cuando Esaú se dio cuenta, se enojó mucho y quiso matar a su hermano, quien para salvar su vida, huyó lejos de su familia y de su tierra, (cf Génesis 27)

Pasaron veinte años, y en ellos muchas cosas, Jacob decidió volver a su tierra y hacer las paces con su hermano Esaú, este salió al encuentro de Jacob con cuatrocientos hombres. Jacob imaginó lo peor: pensaba que su hermano no traía ese ejército para darle la bienvenida, sino para atacarlo, entonces:

"Jacob alzó la vista y, al ver que venía Esaú con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lía y Raquel y las dos siervas. Puso a las siervas y sus niños al frente; después a Lía y sus niños, y a Raquel y José en la zaga, y él se les adelantó y se inclinó en tierra siete veces, hasta llegar donde su hermano. Esaú, a su vez, corrió a su encuentro, lo abrazó, se le echó al cuello, lo besó y lloró. Levantó luego los ojos y, al ver a las mujeres y a los niños, dijo: "¿Qué son de ti estos?" - "Son los hijos que ha otorgado Dios a tu siervo." Entonces se acercaron las siervas con sus niños y se inclinaron. Después se acercó

Se ara zjriuKfar

también Lía con sus niños y se inclinaron. Y por último se acercaron José y Raquel y se inclinaron."

(Génesis 33, 1-7)

José aferrado a la mano de la madre, grababa en su mente y en su corazón de niño, el feliz desenlace de aquel encuentro.

Aprendió con el ejemplo de su padre y de su tío, que entre hermanos los problemas se resuelven perdonándose. Es increíble que a más de treinta años de distancia repitiera los mismos gestos:

"...lo abrazó, se le echó al cuello, lo besó y lloró" (Génesis 33, 4; 45, 14-15)

La capacidad de perdonar no se improvisa, se logra teniendo la convicción de que todo es parte del plan amoroso que Dios tiene para nuestras vidas y por muy malo que algo nos parezca, al final diremos: "También eso fue para nuestro bien", (cf Génesis 45, 7-8; Romanos 8, 28)

La capacidad de perdonar la vamos adquiriendo a medida que entendemos que cada quien actúa de acuerdo a la edad y a la madurez que tiene, y la mayor parte de veces actuamos sin medir las consecuencias, por esta razón, Jesús en la cruz dijo:

"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen..."

(Lucas 23, 34)

Se <••' ^ r 'ara C/mintar

Es más fácil perdonar cuando tomamos conciencia de que

somos seres humanos, sujetos a cometer errores y que

también nosotros necesitamos ser comprendidos y

perdonados.

Precisamente por eso, al rezar el Padre Nuestro, decimos:

"Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos

a los que nos ofenden", (cf Mateo 6, 12)

Primero expresamos la necesidad que tenemos de ser

perdonados, y luego la disposición de perdonar a los otros.

José perdonó y lo hizo para siempre. Tanto que diecisiete

años más tarde, cuando ocurrió la muerte de su padre, sus

hermanos volvieron a sentir miedo y decían:

"...A ver si José nos guarda rencor y nos devuelve todo el daño que le hicimos." Por eso mandaron a José este recado: "Tu padre encargó antes de su muerte: 'Así diréis a José: Por favor, perdona el crimen de tus hermanos y su pecado. Cierto que te hicieron daño, pero ahora tú perdona el crimen de los siervos del Dios de tu padre'." Y José lloró mientras le hablaban. Fueron entonces sus hermanos personalmente y, cayendo delante de él, dijeron: "Aquí nos tienes, somos tus esclavos." Les contestó José: "No temáis, ¿ocupo yo acaso el puesto de Dios?

<Secreíogpara rjrtunfar

Aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para bien, para hacer sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso. Así que no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros pequeñuelos." Y los consoló y les habló con afecto."

(Génesis 50, 15-21)

José perdonó de corazón y para siempre a sus hermanos, hasta el punto de renunciar al privilegio que tenía como gran benefactor de Egipto, de que al morir, sus restos reposaran en un sarcófago al lado de los faraones; y pidió a sus hermanos que se llevaran sus huesos con ellos cuando salieran de ese país (cf Génesis 50, 25-26), cosa que sus descendientes cumplieron, (cf Éxodo 13-19)

Aquí estamos frente a un verdadero triunfador: no hay batalla más grande que vencerse a uno mismo. Vencer sus rencores, sus deseos de venganza y sobre todo hacer el bien a quienes nos han hecho tanto daño. No siempre las personas que nos lastimaron lo han hecho con maldad, es posible que no midieran las consecuencias de lo que estaban haciendo. Hacerles daño a ellos no borrará el daño que ellos nos hicieron. Hacerles el bien nos dará un gozo indescriptible y la certeza de estar haciendo lo correcto.

En nuestra vida como en la vida de José, sólo perdonar y olvidar las ofensas nos dará la oportunidad de continuar viviendo y compartiendo con los demás.

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¿Has tenido necesidad de que alguien te perdone?

Si No .

¿Cómo notas que te han perdonado?

¿Has tenido que perdonar a alguien?

Si No

¿Cómo te das cuenta que has perdonado?

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NOVENO SECRETO

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José no esperó que su familia llegara, "...enganchó su carroza y subió a Gosen, al encuentro de su padre Israel. Cuando lo vio, se echó a su cuello y estuvo llorando sobre su cuello."

(Génesis 46, 29)

Luego los trajo consigo al territorio de Egipto donde los instaló en las mejores tierras del país.

"José proveyó el sustento familiar de su padre y sus hermanos y toda la casa de su padre." (cf Génesis 47, 11-12)

Dios le permitió a José algo que él deseaba tanto, la oportunidad de mostrarle a su padre lo mucho que lo amaba y la gratitud que guardaba en su corazón por aquellos diecisiete años que estuvo bajo su protección y su cariño. No es casualidad que la Biblia diga:

"Jacob vivió en Egipto diecisiete años..." (Génesis 47, 28)

El mismo tiempo que su padre lo había cuidado (diecisiete años), José lo dedicó a cuidar de él.

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Que hermosa oportunidad para el hijo expresar su gratitud,

acompañando y sirviendo a su padre anciano en los años

de su mayor necesidad.

Dios bendiga a los hijos que después de llegar a donde han llegado y de lograr lo que han logrado, reconocen que son lo que son y están donde están gracias al amor y al apoyo que sus padres u otras personas les han brindado. Y expresan su gratitud compartiendo con ellos su tiempo, los recursos y las atenciones que sean necesarias.

• SER AGRADECIDOS, es una señal de que hemos crecido.

• SER AGRADECIDOS, es reconocer y valorar lo que

otros han hecho por nosotros.

• SER AGRADECIDOS, nos ayuda a ver lo positivo que ha pasado a lo largo de nuestra vida. Hacemos memoria de personas, lugares, t iempos y acontecimientos que forman parte de nuestros más bonitos recuerdos.

• SER AGRADECIDOS, hace de nosotros personas alegres, positivas, emprendedoras, solidarias...etc. En una palabra personas triunfadoras.

"...sed agradecidos" (Colosenses 3, 1 5)

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¿Con que personas te sientes agradecido?

¿Cómo les has mostrado tu gratitud?

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DÉCIMO SECRETO

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como ¿eres'¿umanoó.

José estaba conciente de la dignidad, la autoridad y la grandeza del status que había alcanzado; a sus hermanos les dijo:

"Dios me ha convertido en padre de faraón, en dueño de toda su casa y amo de todo Egipto."

(Génesis 45, 8-9)

No obstante su encumbramiento, sabía que el trono de faraón estaba por encima de él (cf Génesis 41 , 40) y cuando llegó su padre a Egipto los límites de su autoridad quedaron de manifiesto.

"Vio Israel a los hijos de José y preguntó: "¿Quiénes son estos?" Dijo José a su padre: "Son mis hijos, los que me ha dado Dios aquí." Y él dijo: "Tráemelos acá, que yo los bendiga." Los ojos de Jacob se habían nublado por la vejez, y no podía ver. Acercóselos, pues, y él los besó y los abrazó. Dijo Israel a José: "Yo no sospechaba ver mas tu rostro, y ahora resulta que Dios me ha hecho ver también a tus hijos." José los sacó de entre las rodillas de su padre y se postró ante él rostro en tierra.

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José los tomó a los dos, a Efraín con la derecha, a la izquierda de Israel, y a Manases con la izquierda, a la derecha de Israel, y los acercó a éste. Israel extendió su diestra y la puso sobre la cabeza de Efraín, aunque era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manases; es decir, que cruzó las manos, puesto que Manases era el primogénito; y bendijo a José diciendo: "El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde que existo hasta el presente día, el Ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos muchachos; sean llamados con mi nombre y con el de mis padres Abrahán e Isaac, y multipliqúense y crezcan en medio de la tierra." Al ver José que su padre tenía la diestra puesta sobre la cabeza de Efraín, le pareció mal, y asió la mano de su padre para retirarla de sobre la cabeza de Efraín a la de Manases. Y dijo José a su padre: "Así no, padre mío, que éste es el primogénito; pon tu diestra sobre su cabeza." Pero rehusó su padre, y dijo: ¡Lo sé, hijo mío, lo sé; también él será grande. Sin embargo, su hermano será mas grande que él, y su descendencia se hará una muchedumbre de gentes."

Y los bendijo aquel día diciendo: "Que con vuestro nombre se bendiga en Israel, y se diga: "¡Hágate Dios como a Efraín y Manases!" - Y puso a Efraín por delante de Manases - . "

(Génesis 48, 8-20)

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José estaba acostumbrado a ordenar a los demás cómo debían hacer las cosas, y es que el faraón le había dicho:

"...sin tu licencia no levantará nadie mano ni pie en todo Egipto."

(Génesis 41 , 44)

Sin embargo "el poderoso José", se dio cuenta que seguía siendo un hijo al aceptar que su padre pusiera la mano derecha sobre el hijo menor y la izquierda sobre el mayor al momento de bendecirlos.

Y cuando José insistió que no debía ser así, el padre simplemente respondió "Ya lo sé hijo mío, ya lo sé" y tuvo que aceptar la voluntad de su padre que quería poner a Efraín por delante de Manases. Seguramente José decía: "Eso no debe ser así" pero le gustara o no, así fue.

Los verdaderos triunfadores aceptan que no son infalibles: en muchas cosas son maestros, en otras, nunca dejaran de ser alumnos.

Los límites humanos de José se dejaron ver también en la forma como manejó los primeros encuentros con sus hermanos. No sabía como actuar, primero los trató con dureza y desprecio acusándolos de ser espías, (cf Génesis 42, 8-16)

Luego tomó como rehén a uno de ellos para obligarlos a traer a su hermano menor, (cf Génesis 42, 18-24)

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Aún cuando entendía la lengua de sus hermanos, que hablaban en hebreo, fingía no entender y usaba a un intérprete de lengua egipcia, (cf Génesis 42, 23)

Cuando sus hermanos regresaron, puso una copa de plata en la maleta de Benjamín, su hermano menor y luego lo acusó de ladrón, con el pretexto de retenerlo hasta que viniera su padre a rescatarlo, (cf Génesis 44, 1 -13)

Y mientras hacía todo esto, en muchas ocasiones se ocultaba para llorar, "Echó a todos de su lado" para que nadie conociera sus verdaderos sentimientos, (cf Génesis 42, 24; 45, 1-2)

Todas estas narraciones nos revelan que debajo de esas vestiduras de lino fino y de esos collares de oro, se ocultaba un hombre frágil, que por momentos se sentía confundido y sin saber como actuar.

Pero, aún con todas sus incoherencias, vacilaciones, desaciertos y errores, seguía siendo José, el primer ministro, el mejor administrador, el soñador, el triunfador.

Aceptar nuestras limitaciones, no nos hace menos de lo que somos, ni peores que nadie, por el contrario: Reconocer el error cometido es dar el primer paso para enmendarlo.

El Papa Juan Pablo II será recordado por muchas cosas que lo han hecho único, tuvo uno de los pontificados más largos, viajó más kilómetros que todos los papas anteriores juntos para acercarse y conocer todos los rostros de la Iglesia.

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Se •ara Uriuntar

Nos dejó en el catecismo una base doctrinal sólida en la que los creyentes podemos apoyarnos. Fue el Papa de la misericordia, por eso y por mucho más será recordado como Juan Pablo II "El Grande".

Pero lo que en realidad lo hizo grande, único y especial fue la valentía, de decir en repetidas ocasiones (más de veinticinco veces) "Yo pido perdón" y nos animó a todos los católicos y a los hombres de buena voluntad que quieran escucharlo, que no entráramos al nuevo milenio sin reconocer en qué nos hemos equivocado y sobre todo tener el deseo de superarnos.

"Así es justo que, mientras el segundo Milenio del cristianismo llega a su fin, la Iglesia asuma con una conciencia más viva el pecado de sus hijos recordando todas las circunstancias en las que, a lo largo de la historia, se han alejado del espíritu de Cristo y de su Evangelio, ofreciendo al mundo, en vez del testimonio de una vida inspirada en los valores de la fe, el espectáculo de modos de pensar y actuar que eran verdaderas formas de antitestimonio y escándalo...

Es bueno que la Iglesia dé este paso con la clara conciencia de lo que ha vivido en el curso de los últimos diez siglos. No puede atravesar el umbral del nuevo milenio sin animar a sus hijos a purificarse, en el arrepentimiento, de errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes. Reconocer los fracasos de ayer es un acto de lealtad y de valentía que nos

™ (Secretos'para zjriunrar

ayuda a reforzar nuestra fe, haciéndonos capaces y dispuestos

para afrontar las tentaciones y las dificultades de hoy."13

¿Cuáles son tus limitaciones más grandes?

¿Cuáles son los errores que crees que has cometido?

¿Qué estas haciendo para superarte?

Tertio Millennio Adveniente, #33

©

s. •ara triunfar

NCLUSION

Aquí están los diez secretos:

1. Crecer entre al amor y el odio.

2. Soñar en grande. 3. Adaptarse a los cambios. 4. Contar con Dios. 5. Hacer bien lo que tienes que hacer sin que nadie

te supervise.

6. Compartir el sueño de otros 7. Olvidar y fructificar. 8. Perdonar 9. Ser agradecido

10. Aceptar los límites que tenemos como seres humanos.

¿Cuál de ellos recuerdas con más facilidad?

¿Cuál es para tí el más importante?

¿Cuál de ellos piensas comenzar a poner en práctica?

Si estás pasando por un momento difícil, piensa que eso va a pasar. Dios te dará la serenidad y la paz necesarias para crecer, confiar, amar y luchar hasta el final. Recuerda que puedes contar con Dios, no te quedes contando solo con tus dedos.

Desde el punto a donde has llegado, procura mantener tu

mirada adelante, (cf Filipenses 3, 16)

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