Germán Aguirre Urrutia

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Bilbao ARQUITECTOS MUNICIPALES A finales de la década de los ochenta fallecía Germán Aguirre Urrutia, uno de los últimos Directores de Arquitectura del Ayuntamiento de Bilbao. Germán Aguirre Urrutia Elias Mas Serra G ERMAN Aguirre ha- bía nacido en Bilbao el 1 de diciembre de 1912. Por la fecha de nacimiento Germán Aguirre pertenecerá a una generación de arquitectos muy significativa dentro de la arquitectura española de la posguerra. Nacen, por ejemplo, en 1910, Félix Candela y Euge- nio Aguinaga; en 1911, nace Fernando Chueca: en 1912, es decir en el año de nacimiento de Germán Aguirre. nacen Francisco Cabrero, Miguel An- gel García Lomas, Fernández del Amo y Manuel Valls y en 1913. nacen, nada menos que: Rafael Aburto, Miguel Fisac, Alejandro de la Sota. José An- tonio Coderch y Antonio Bo- net. A esta generación corres- ponderán, en gran medida, los papeles de asumir la represen- tación de la arquitectura del )eríodo de ia autarquía o sim- bolizar la fuerza de la arquitec- tura moderna conectando la tradición del racionalismo de la preguerra con el Estilo Inter- nacional de los años 50. Adop- tarán, pues, un lenguaje arqui- tectónico articulado en torno a la ideología del Régimen Fran- quista o encarnarán la ruptura moderna frente al mismo, en clara conexión con el movi- miento internacional en el sen- tido más amplio. Por otra parte, estos arqui- tectos, se verán inmersos, en la plenitud de su carrera profesio- nal. en el proceso de desarro- llismo vivido entre el final de los años cincuenta y la primera mitad de la década de los se- tenta. En este sen- tido esta genera- ción. salvo contadas ex- Mercado del Ensanche (1944) un marasmo cultural en el que otro tipo de valores, más prag- máticos, substituirán, en buena medida, los principios vocacio- nales de la profesión cambian- do de aquella la aureola de ar- quitecto-artista por la de arqui- tecto-hombre de empresa. En este contexto, Germán Aguirre Urrutia, tendrá su pe- culiar momento en diferentes trabajos de sus primeros tiem- )os. Su obra posterior, sin em- bargo. quedará disuelta en aquel proceso social del neo- capitalismo español de mitad de siglo, que auspició, en nues- tras ciudades, una arquitectura anodina que, poco a poco, aca- baría perdiendo la cualidad de tal en aras de la eficacia econó- mica. La trayectoria municipal cepciones. sucumbi- A Germán Aguirre le alcan- zó, como a tantos otros, la Gue- rra Civil del 36 en el límite de sus últimos cursos de la carrera. Cabe, en este sentido, suponer- le influenciado por las ideas del Movimiento Moderno en su período de formación. Sin em- bargo su trayectoria profesio- nal, iniciada con posterioridad a la conclusión de la Guerra, debió de verse afectada por la explosión de los conceptos éti- co-estéticos del Nacional-sindi- calismo y de sus intentos legiti- mizadores a partir de un arte basado en los parámetros de la tradición popular y de la refe- rencia culta al lenguaje clásico- herreriano. En este ambiente, Germán Aguirre, accedería a su puesto de Arqui- tecto Municipal mediante un Edifìcio de ofìcinas en la esquina de la calle Buenos Aires con Colón de Larreategui. Concurso-Oposición que surtió efecto en el nombramiento de la Comisión Municipal Perma- nente del 28 de agosto de 1942 y la subsiguiente toma de pose- sión el 1 de setiembre del mis- mo año. Germán Aguirre se había ca- sado dos años antes, el 25 de noviembre de 1940, con Dña. M.® Teresa Aras Uhagón, de la que tendría cinco hijos, uno de ellos varón. Al accedíer a su pla- za de Arquitecto Municipal ocupó, en primer lugar, el car- eo de Arquitecto Ayudante de la Dirección de Ingeniería. El 22 de enero de 1947 Ger- mán Aguirre fue nombrado, por la Comisión Municipal Per- manente, Arquitecto Jefe de Construcciones Civiles. El 25 de noviembre de 1959 fue promovido a Director de Arquitectura, cargo en el que permanecería hasta su jubila- ción el 30 de diciembre de 1970. Ocupó, nuestro Biografiado, así mismo, el cargo de Director del Servicio de Incendios (con fecha del 16 de marzo de 1960), cargo al que renunció en el año 1964 (renuncia aceptada por la Comisión Municipal Perma- nente del 9 de setiembre de 1964). Constan en su expediente di- ferentes felicitaciones munici- pales. Así, y como dato curioso -dado el estado actual del Par - que de Doña Casilda-, se le fe- licita por su eficacia en el man- tenimiento y conservación del citado Parque en Decreto de 4 de setiembre de 1967. Cierta- mente el cuidado Parque de Doña Casilda de antaño poco tiene que ver con el triturado y risoteado espacio en el que se la convertido. Igualmente será felicitado, por la Comisión Municipal Per- manente (18-6-1968), por la rá - pida construcción del nuevo Hogar Escuela de Huérfanos, que trasladó su sede de La Ca- silla al más rural emplazamien- to en Loiu. En el período de tiempo en que Germán Aguirre permane- cerá al servicio de la Corpora- ción Municipal Bilbaina (28 años) participará en los proyec- tos municipales que se redac- ten y en el desarrollo pormeno- rizado del Planeamiento Gene- ral. El último documento urba- nístico que ordenaba el Térmi- no Municipal fue el correspon- diente al Plan de Extensión de Odriozola y Seguróla en 1929. A partir de los años cuarenta, la dimensión comarcal de Bil- bao adquirirá, paulatinamente, su carta de naturaleza. El pla- neamiento del Municipio per- derá, en aras del Plan Comar- cal (Bidagor, 15 octubre 1943). su papel determinante para el mode o global de la ciuoad. El planeamiento municipal -a través de diferentes planes parciales- llevará a cabo el de - sarrollo pormenorizado, a nivel

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BilbaoARQUITECTOS MUNICIPALES

A finales de la década de los ochenta fallecía Germán Aguirre Urrutia, uno de los últimos Directores de Arquitectura del Ayuntamiento de Bilbao.

Germán Aguirre UrrutiaElias Mas Serra

G ERMAN Aguirre ha­bía nacido en Bilbao el

1 de diciembre de 1912. Por la fecha de nacimiento Germán Aguirre pertenecerá a una generación de arquitectos muy significativa dentro de la arquitectura española de la posguerra. Nacen, por ejemplo, en 1910, Félix Candela y Euge­nio Aguinaga; en 1911, nace Fernando Chueca: en 1912, es decir en el año de nacimiento de Germán Aguirre. nacen Francisco Cabrero, Miguel An­gel García Lomas, Fernández del Amo y Manuel Valls y en1913. nacen, nada menos que: Rafael Aburto, Miguel Fisac, Alejandro de la Sota. José An­tonio Coderch y Antonio Bo- net. A esta generación corres­ponderán, en gran medida, los papeles de asumir la represen­tación de la arquitectura del )eríodo de ia autarquía o sim­bolizar la fuerza de la arquitec­

tura moderna conectando la tradición del racionalismo de la preguerra con el Estilo Inter­nacional de los años 50. Adop­tarán, pues, un lenguaje arqui­tectónico articulado en torno a la ideología del Régimen Fran­quista o encarnarán la ruptura moderna frente al mismo, en clara conexión con el movi­miento internacional en el sen­tido más amplio.

Por otra parte, estos arqui­tectos, se verán inmersos, en la plenitud de su carrera profesio­nal. en el proceso de desarro- llismo vivido entre el final de los años cincuenta y la primera mitad de la década de los se­tenta. En este sen­tido esta genera­ción. salvo contadas ex-

Mercado del Ensanche (1944)

un marasmo cultural en el que otro tipo de valores, más prag­máticos, substituirán, en buena medida, los principios vocacio- nales de la profesión cambian­do de aquella la aureola de ar­quitecto-artista por la de arqui- tecto-hombre de empresa.

En este contexto, Germán Aguirre Urrutia, tendrá su pe­culiar momento en diferentes trabajos de sus primeros tiem-

)os. Su obra posterior, sin em­bargo. quedará disuelta en aquel proceso social del neo- capitalismo español de mitad de siglo, que auspició, en nues­tras ciudades, una arquitectura anodina que, poco a poco, aca­baría perdiendo la cualidad de tal en aras de la eficacia econó­mica.

La trayectoria municipal

cepciones. sucumbi­rá

A Germán Aguirre le alcan­zó, como a tantos otros, la Gue­rra Civil del 36 en el límite de sus últimos cursos de la carrera. Cabe, en este sentido, suponer­le influenciado por las ideas del Movimiento Moderno en su período de formación. Sin em­bargo su trayectoria profesio­nal, iniciada con posterioridad a la conclusión de la Guerra, debió de verse afectada por la explosión de los conceptos éti­co-estéticos del Nacional-sindi- calismo y de sus intentos legiti- mizadores a partir de un arte basado en los parámetros de la tradición popular y de la refe­rencia culta al lenguaje clásico-

herreriano.En este ambiente,

Germán Aguirre, accedería a su puesto de Arqui­tecto Municipal mediante un

Edifìcio de ofìcinas en la esquina de la calle Buenos Aires con Colón de Larreategui.

Concurso-Oposición que surtió efecto en el nombramiento de la Comisión Municipal Perma­nente del 28 de agosto de 1942 y la subsiguiente toma de pose­sión el 1 de setiembre del mis­mo año.

Germán Aguirre se había ca­sado dos años antes, el 25 de noviembre de 1940, con Dña. M.® Teresa Aras Uhagón, de la que tendría cinco hijos, uno de ellos varón. Al accedíer a su pla­za de Arquitecto Municipal ocupó, en primer lugar, el car­eo de Arquitecto Ayudante de la Dirección de Ingeniería.

El 22 de enero de 1947 Ger­mán Aguirre fue nombrado, por la Comisión Municipal Per­manente, Arquitecto Jefe de Construcciones Civiles.

El 25 de noviembre de 1959 fue promovido a Director de Arquitectura, cargo en el que permanecería hasta su jubila­ción el 30 de diciembre de 1970.

Ocupó, nuestro Biografiado, así mismo, el cargo de Director del Servicio de Incendios (con fecha del 16 de marzo de 1960), cargo al que renunció en el año 1964 (renuncia aceptada por la Comisión Municipal Perma­nente del 9 de setiembre de 1964).

Constan en su expediente di­ferentes felicitaciones munici­pales. Así, y como dato curioso -dado el estado actual del Par­que de Doña Casilda-, se le fe­licita por su eficacia en el man­tenimiento y conservación del citado Parque en Decreto de 4 de setiembre de 1967. Cierta­mente el cuidado Parque de Doña Casilda de antaño poco tiene que ver con el triturado y risoteado espacio en el que se la convertido.

Igualmente será felicitado, por la Comisión Municipal Per­manente (18-6-1968), por la rá­pida construcción del nuevo Hogar Escuela de Huérfanos, que trasladó su sede de La Ca­silla al más rural emplazamien­to en Loiu.

En el período de tiempo en que Germán Aguirre permane­cerá al servicio de la Corpora­ción Municipal Bilbaina (28 años) participará en los proyec­tos municipales que se redac­ten y en el desarrollo pormeno­rizado del Planeamiento Gene­ral.

El último documento urba­nístico que ordenaba el Térmi­no Municipal fue el correspon­diente al Plan de Extensión de Odriozola y Seguróla en 1929. A partir de los años cuarenta, la dimensión comarcal de Bil­bao adquirirá, paulatinamente, su carta de naturaleza. El pla­neamiento del Municipio per­derá, en aras del Plan Comar­cal (Bidagor, 15 octubre 1943). su papel determinante para el mode o global de la ciuoad.

El planeamiento municipal -a través de diferentes planes parciales- llevará a cabo el de­sarrollo pormenorizado, a nivel

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Bilbao

casi de diseño (abunda el blo­que impuesto), de los aledaños de la ciudad histórica.

Dentro de estos plantea­mientos, Germán Aguirre re­dactará, en concurrencia con Muñoz Monasterio, los Planes Parciales-Proyectos de Urbani­zación de Erandio, de la Zona Sur de Bilbao, de Zorroza v de Begoña, todos ellos entre Í951 y 1955.

La ineficacia del planeamien­to frente a las estrategias de la especulación frustrará toda in­tencionalidad, más o menos vá­lida, de los técnicos municipa­les. Bilbao va a sucumbir, en­tonces en el cuenco de los de­sastres arquitectónicos y urba­nísticos.

Hay que puntualizar, en todo caso, que los Planes Parciales -que por su entidad podrían casi considerarse planes gene­rales- contienen un cierto inte­rés a nivel de diseño.

La técnica de Germán Agui­rre, en materia urbanística, se apoyará -en el caso de los pla­nes bilbainos- en una recom­posición de los núcleos urbanos existentes ordenando y acaban­do su trama más o menos regu­lar. Los espacios intermedios entre estos y las laderas con mayor pendiente se organizan mediante nuevas áreas de ciu­dad jardín. Por fin, y como ele­mentos significativos de estas nuevas tramas, aparecen con­juntos urbanos con un diseño espacial muy específico vincu­lado a los conceptos de espa­cios públicos de la tradición formal europea. En estas áreas se incorporan, así mismo, los diferentes complejos equipa- mentales del Plan.

El edificio público mantiene, en el urbanismo de Germán Aguirre y de Muñoz Monaste­rio, el protagonismo referencial que le corresponde en la ciu­dad histórica. Lamentablemen­te estos aspectos, tan válidos, de estos planeamientos fueron los primeros en ser traiciona­

dos por q u i e n e s , con poste­r i o r i d a d , asum ieron la tarea de gestionar el trabajo de nuestro ar­quitecto.

Laarquitectura de la autarquía

Germán Aguirre, colaborando, frecuen­temente, con Hilario Imaz, proyectará un im­portante número de edificios en los que se hará patente la in­fluencia cultural del período de la posguerra.

No nos extendemos, aquí, en la gran cantidad de edificios particulares ejecutados por nuestro autor y nos atendre­mos a lo fundamental de su obra y, en particular, dados nuestros objetivos, en su parti­cipación en obras de carácter publico.

Una enumeración rápida de ellas nos dará una idea de la im­portancia del trabajo de Ger­mán Aguirre: Barrio de San Ig­nacio con Hilario Imaz y Luis Lorenzo Blanc (1944), Merca­do del Ensanche (1944), Mata­dero Municipal de Zorroza (1942-1947), Viviendas Munici­pales en Torremadariaga con Amann (1941), Viviendas Mu­nicipales en la Plaza Unamuno con el mismo Amann (1954) y las Escuelas de M adsterio con Alvaro Líbano y F. Navarro Borrás (1959).

Destacan, entre todas ellas, en cuanto a lenguaje arquitec­tónico. las que desarrolló en so­litario: el Matadero de Zorroza y el Mercado del Ensanche, beudoras ambas de un cierto racionalism o-expresionism o constituyen dos hitos referen- ciales en la arquitectura vasca

de laposguerra.

Así en el matadero, en vías de desaparición, llegará a for­malizar una obra singular de un enorme y avanzado interés fun­cional y tecnológico que será sabiamente tratada a nivel de estilo y composición. Dificulta­des de cimentación - a causa de la compleja zona de vega en la que se asienta- desdibujaron, sólo en parte y en lo que a ejer­cicio práctico hace referencia, el brinante trabajo de Germán Aguirre. La otra obra: el Mer­cado del Ensanche, conservan­do elementos de clara vincula­ción a la arquitectura oficial- clásica, supondrá, así mismo, una importante intervención en la que el carácter del edificio público impondrá los ritmos al programa funcional y se situará en un terreno -a nivel de esti- lo- que se aproxima a los episo­dios del movimiento italiano que encabezado por Muzio e influenciado por los pintores metafísicos del Novecento in­tentaría una interpretación de las formas clásicas como alter­nativas al movimiento moder­no.

La dignidad de las restantes obras, más identificables con

GermánAguirreUrrutia

prototipos estilísticos anteriores o de la moda del período de la autar­quía, es así mismo re­marcable.

El modelo urbano de

San Ignacio, la referencia ra­

cionalista de To­rremadariaga y el

brillante trabajo de las Escuelas de Ma­

gisterio, en las que par­ticipa con los autores an­

tes citados, son otras tantas puntas remarcables de la arqui­tectura vizcaína.

Proyectos particularesPor si ello no fuera suficiente,

su obra como arquitecto liberal presenta, así mismo, interesan­tísimos ejercicios que no hacen sino ponderar la magnitud del trabajo de Germán Aguirre.

El singular e importante edi­ficio de Oficinas en la esquina de la calle Buenos Aires con Colón de Larreátegui, realiza­do con Hilario Imaz entre 1946 y 1950, constituye un dictado de arquitectura «clásica» de los m dores del período en Bilbao.

El cine Abando, también con Imaz, planteado con un lengua­je contundente, es otro intere­sante trabajo de Aguirre. En él conecta, nuestro autor, con las tesis de trabajo con las que abordó la obra del Mercado del Ensanche pero, además, se ha­cen perceptibles, en el lenguaje arquitectónico de la fachada del cine, restos de una cierta in­fluencia del art-déco dentro de una composición plana que re­cuerda, hasta un cierto punto, el esquema de la fachada del Garaje de Auguste Perret en la parisina calle Ponthieu.

También colaboró, Germán Aguirre, con Hilario Imaz, en

la conocida obra de Eugenio Aguinaga del Edificio de Vi­viendas en Gran Vía 56, junto al Parque de Doña Casilda y en continuidad con Gregorio de la Revilla.

En otro terreno la Central Lechera Vizcaína (1955-1962) o la Estación de Servicio de Olaveaga (1960-1961) son otros tantos modelos que com­pletan y ejemplifican la ampli­tud y variedad de las obras lle­vadas a cabo por el arquitecto. En esta última, precisamente, se hará presente, la influencia del movimiento moderno y el estilo internacional. Despojada de toda retórica, la Estación de Servicio de Olaveaga conectará la trayectoria de Aguirre con otros proyectos contemporáne­os que supusieron la ruptura con el pasado de la arquitectu­ra de los años 40 y 50 en el país y la apertura hacia las formas internacionales herederas del movimiento racionalista e in­térpretes de un intento de con- ceix:ión estética más universal.

La proyección e interés del trabajo de Germán Aguirre, re­claman, en todo caso, una aten­ción que, ocasionalmente, se le ha negado. Su dilatada ejecuto­ria ha vivido, como es obvio, los avatares de un tiempo cultural­mente impreciso y oscilante, pero es evidente que, por la re­seña de las, a nuestro juicio, obras punteras de este autor, su lugar en nuestra arquitectura debe de ser destacado.

Sin detenernos en anécdotas personales que aún trascien­den, dada la proximidad de su traspaso, el carácter de Ger­mán Aguirre Urrutia se mani­fiesta en una trayectoria en la que tiene cabida una interesan­te obra arquitectónica junto al servicio de un funcionario pú­blico que recorrió un extenso, y a la vez intenso, camino a lo lar­go de los diferentes cargos, q̂ ue, como arquitecto municipal, lle­gó a ocupar con rigor y serie­dad remarcables.

Perspectiva de conjunto del nuevo Matadero de Zorroza en 1939.