#Fuaquiti no. 40!!!

Jueves 23 de junio de 2016, Santo Domingo, R. D. Año 1˚, número 40.

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ISSN

: 241

3. 7

707

4 ta semana de junio

EdiciónGratuita

#minirelatoPor Manuel Betances <@pulsarbeta>

—¿Tú me quieres?—¿Con o sin reforma?

2 / Fuáquiti / Jueves 23-6-2016

Fuera de relajo Porque el humor no quita conocimiento

Farah Hallal Directora

Víctor Reyes y Wilson Díaz Escritores

Cristian Hernández y Gabriel Núñez Lenguaje gráfico

Cristian Hernández Caricatura de portada

Daddy, Manuel Betances, Matías Bosch y Nelson Rodríguez Colaboradores

Katherine De La Rosa Arte y diagramación

María Josefina Jiménez Corrección

Amalfi Ureña y Marcia De León Ventas de publicidad

Roger León Sánchez Comunicaciones

Marcia De León Administración

Información general: Av. Jardines Fontainesbleau esq.C/ Central, Plaza Civil Center Local 403, Jardines del Norte, Santo Domingo. D. N. Tel. 809• 364• 5716 [email protected] / [email protected]

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En Fuáquiti creemos que es maravillo-so compartir el espacio con sus lectores. Nuestra dirección vela porque todas las opiniones emitidas tengan un sustento, respeten la diversidad y no atenten contra ningún grupo humano. Ni por razón de sexo, raza, religión, preferencias políticas o conjunto de creencias. Por esta misma razón no nos hacemos responsables de las opiniones de colaboradores que, en un momento dado, puedan tener una opinión distinta a la nuestra. ¿Cómo garantizaría-mos, entonces, las múltiples voces que nos hacen lo que somos?

Esta semana nos urge hablar de una bandera que molesta a quienes propagan el amor y el respeto, pero –en cambio– rechazan a sus semejantes que intentan hacer valer un derecho que tienen. Un derecho inherente a su condición humana. Ay sí: cuando mi hija pasó por el frente de la Embajada de los Estados Unidos verificó –asombrada– que la bandera multicolor de la que todos hablaban en el colegio de verdad estaba izada allí, y a media asta. «Simboliza el duelo por la matanza en Orlando», le expliqué.

El dolor es un común denominador de todos los seres humanos. Y la compasión también. No es difícil imaginar que si el Embajador de Estados Unidos, en este caso James Brewster, fuera cristiano y en «su» embajada se habría dispuesto una bandera de la Iglesia (cualquier iglesia o cualquier símbolo), entonces el hecho sería bien visto y comprensible. «Solidarizarse, es lo menos que se podía hacer», dirían. Y si la matanza de Orlando hubiera sucedido en una reunión de nosotras las «gordas anónimas», también se

habría aplaudido una bandera bien ancha.

Pero una cultura matizada por un poder económico y político intolerante, que desprecia las decisiones de vida de quienes deciden y son como sueñan ser, eso no se dejar pasar. La pregunta es ¿por qué? Si alguien argumenta que «lo dice la Biblia» volveré a recordar que este libro «inspirado» es relativamente reciente, y que la cultura religiosa aparece en los primeros humanos pre Homo Sapiens. Y, de ahí para acá, han habido tantas religiones como civilizaciones hayan existido.

Pero, ¿está, el «extranjero» Brewster defendiendo su «pajarería»? No. El está provocando a un pueblo para que propicie este tipo de discusiones... el está movilizando a un pueblo que ha aprendido que solo cierto tipo de comportamiento es bueno y noble , y agradable a su Dios. A mí que no me lo digan, que poco faltó para ponerme el hábito con las Hijas de Jesús. Justamente de mi paso por el Politécnico Virgen de la Altagracia, en el corazón de un barrio caliente, fue que aprendí a respetar las diferencias y a amar a todos los seres humanos, aunque sus creencias y las mías fuesen distintas. Para amarnos y respetarnos no necesitamos ser iguales; y, todos iguales, ¿no sería acaso aburrido?

Yo también duermo con mi Biblia al lado de la cama. También me dejo conmover por un Salmo, como me dejo conmover por un atardecer. Como me dejo conmover por el arcoíris de una bandera a media asta que me recuerda, justamente, cómo la religión y el fundamentalismo, puede acabar con la vida de millones

de seres humanos en todo el mundo. Investigue en Medio Oriente y, luego, nos cuenta.

Cuando tengamos que «acabar» con las ideas que plantea James Brewster, lo haremos con gusto. Pero lo haremos cuando esas ideas no estén pendiendo de un prejuicio. Ser lesbiana no te hace promiscua. Conozco a muchas lesbianas, seres sensibles que han crecido en una comunidad que no las tolera. ¿Cómo te sentirías si tuvieras que vivir escondiéndote para poder amar a quien amas?

Como el Señor Embajador de los Estados Unidos de América no se iba a ir en «blanco» en nuestra reflexión, para él diremos que recuerde bajar el asta de la bandera (cualquiera de las dos, lo mismo da) cada vez que el país que representa, abra su cajón de titiritero para usar su fuerza o su «inteligencia» en la intervención a los pueblos que no tienen sus recursos ni sus ambiciones.

Eso, dicho en llano.

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Jueves 23-6-2016 / Fuáquiti / 3

RezoPor Wilson Díaz


El 24 de abril de 1965 se desata-ba en Santo Domingo, la capital de la República Dominicana, una insurrección militar y popular que exigía el retorno del gobierno legítimo y la constitucionalidad democrática. En un país que había padecido entre 1916 y 1924 la ocupación norteamericana y, entre 1930 y 1961, la horrenda tiranía de Rafael Leonidas Trujillo, amo y señor del país, ocurría lo que en ninguna otra nación de América Latina parecía posible.

En apenas tres días, Santo Domin-go había conocido la pasión y la fu-ria de hombres y mujeres movidos por el ideal de rescatar y defender la democracia y la soberanía popu-lar, frente a «gorilas» y poderosos. La conocida «batalla del Puente Duarte», que neutralizó el intento de las fuerzas golpistas de tomar control de la ciudad capital, dio a los y las constitucionalistas una fuerza moral impresionante, mien-tras que causó el efecto totalmente contrario en sus adversarios: solda-dos diezmados por las bajas, pero también por la desmoralización de estar peleando por su sueldo, bajo las órdenes de rufianes en los que no creían, ni como comandantes ni como buenos dominicanos. El 27 de abril de 1965 ya no quedaba nada del gobierno golpista («Triun-virato») presidido por Donald Reid Cabral, ni había en el horizonte quien pudiera detener la victoria popular, impulsada por aquello que Ernesto «Che» Guevara llamaba el factor «X»: la fuerza moral y emo-cional de un colectivo en lucha. La «junta militar» estaba en el suelo y con notorios conflictos entre los jefes contrarrevolucionarios. En ausencia de los líderes iniciales de la rebelión, los combatientes se aglutinaban en torno a Francisco Alberto Caamaño, quien poco tiempo atrás era conocido como un joven comandante de las fuerzas represivas de la Policía y, ahora, se erguía como jefe de la lucha más hermosa en un siglo de Historia nacional.

Pero aún faltaba por entrar en jue-go un elemento, sin duda desequi-librante, al que echaron mano los militares «gorilas» y los políticos traidores. La embajada de Estados Unidos en Santo Domingo y la CIA habían estado dando todo el apoyo que podían a los golpistas de 1963 en esa lucha en la que vencía el Pueblo dominicano. El presidente Johnson y su staff supervisaban directamente el curso de los acon-

tecimientos, aunque al principio les fuera difícil prestar la debida atención por estar involucrados de lleno de los asuntos de la invasión a Vietnam. Ese comportamiento fue variando con las noticias que llegaban desde Santo Domingo, anunciando la supuesta infiltración y creciente liderazgo del «cas-tro-comunismo» en la rebelión que miraban, pero no aceptaban, ni podían ni querían comprender.

El 28 de abril de 1965, a las 6:53 p.m., la jefatura de la avanzada naval que EE.UU. tenía frente a las costas dominicanas recibió la orden de iniciar el despliegue de los pri-meros 500 hombres. El presidente Johnson habló en cadena nacional para explicar que se trataba de una solicitud de la «Junta militar dominicana» para proteger la vida de ciudadanos estadounidenses en el país caribeño. Menos de dos semanas después ya habían desem-barcado en suelo dominicano 23 mil hombres de los Estados Uni-dos, liderando una «Fuerza Inte-ramericana de Paz» [FIP], creada, oportunamente, por la OEA con la participación de los gobiernos dictatoriales de Honduras, El Salva-dor, Nicaragua, Brasil y Paraguay, además de Costa Rica que «aportó» 21 hombres. Los Estados miembros de la OEA, encabezados por Esta-dos Unidos, votaron a favor. Tan solo Chile, Ecuador, México, Perú y Uruguay se opusieron a aquel bur-do teatro, más la abstención de Ve-nezuela. Con el alegato de asegurar la «paz» e impedir una «expansión del comunismo», Estados Unidos, líder de la democracia y el «mundo libre», ponía la bota militar encima de un país pequeño donde los ciu-dadanos y los mejores oficiales de las Fuerzas Armadas y la Policía se

habían levantado, precisamente, para defender la democracia, el gobierno electo y la Constitución legítima. Durante cuatro meses las fuerzas rebeldes dominicanas resis-tieron heroicamente la embestida de la potencia militar más grande de la Tierra y, además, del genoci-da «Gobierno de Reconstrucción Nacional» creado por los invasores, encabezado por el supuesto «héroe nacional» ya fallecido, Antonio Imbert Barrera.

51 años más tarde, el gobierno do-minicano, en ocasión de celebrarse la Asamblea General de la OEA en Santo Domingo, exhortó a una declaración de 'desagravio' por par-te del organismo regional. Según consta en la prensa, «la declaración, aprobada con el número AG/CG/ 7/16, contiene tres puntos: 1) La-menta la pérdida de vidas humanas y expresa las condolencias de la or-ganización al pueblo dominicano; 2) Desagravia al Pueblo dominica-no por las acciones de abril de 1965 que interrumpieron el proceso de restablecimiento del orden consti-tucional en la República Dominica-na; y 3) Reafirma los principios del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de la Car-ta de la OEA».

Esta resolución no es del todo una novedad. En un discurso pronun-ciado el 18 de agosto de 2015 en la propia ciudad de Santo Do-mingo, Luis Almagro, secretario general de la OEA, dijo: «como Secretario General de la OEA deploro los actos de la Organi-zación que validaron en 1965 la invasión a República Dominicana y la intervención en este país, tor-

ciendo el camino soberano elegido por su pueblo. Nuestro respeto y nuestra congoja por las víctimas que sufriera República Dominicana de la invasión validada interna-cionalmente por la OEA y por la intervención que esta aprobara. La historia condena a la OEA por estas víctimas. Este pasado conde-na a la OEA por haber intervenido torciendo la historia y el destino político soberano de la República Dominicana».

Si la resolución no es una novedad por parte del Organismo continen-tal, que a través de su secretario general ya deploró los desmanes de 1965 y pidió perdón por ellos, tampoco es una novedad -aunque sea plausible acto de virtud- de parte del Estado dominicano ni de su clase política, que tendrían que ir mucho más lejos de lo que ya ha hecho la OEA, por elemental sentido de responsabilidad y deber moral.

Por mucho que la OEA sea impor-tante, es un organismo supeditado a los Estados, fundamentalmente a la mayor potencia económica y militar de la Tierra, que la aloja y la financia de manera principal. La OEA es instrumento y mandataria, no responsable en última instancia de aquello a que sirve y ha sido funcional.

Es Estados Unidos a quien debe reclamarse una petición pública de perdón por haber invadido Repú-blica Dominicana a partir de las 6:53 p.m. del 28 de abril de 1965, cuando comenzó la más brutal de las acciones militares cometidas en el siglo XX contra país latinoameri-cano alguno. Son también Hondu-ras, El Salvador, Nicaragua, Brasil y Paraguay, además de Costa Rica a quienes debe reclamarse disculpas públicas por haber formado parte de la maléfica FIP, mientras que debe honrarse y agradecerse a Chi-le, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela por no haberse presta-do para tal monstruosidad.

Y son el Estado dominicano y la clase política que aplaude hoy de pie este discurso y esta resolución, quienes más deben desagraviar, pedir perdón y reparar el abuso y el crimen gigante que se cometió.

Deben hacerlo otorgando a los veteranos y veteranas constitu-cionalistas de 1965 la vejez digna que merecen, después de 51 años de espera, y tantos y tantas haber

Por Matías Bosch

1965: el desagravio que nunca llega


muerto abandonados en la enfer-medad y en la miseria más infame.

Deben hacerlo exaltando, como se merecen, tratando con la dignidad del caso, a tantos mártires de Abril enterrados en tumbas destruidas, abandonadas, como si se tratase de hombres y mujeres sin deudos ni agradecimientos merecidos. Deben hacerlo sustituyendo en calles, plazas y avenidas los home-najes a tantos traidores, déspotas y asesinos.

Deben hacerlo quitando del Pala-cio Nacional las fotos de Donald Reid Cabral y Antonio Imbert Barrera, situados hoy en el mismo sitial de expresidentes constitucio-nales con que se honra a Francisco Alberto Caamaño y a Juan Bosch.

Deben hacerlo rompiendo, de una vez, con los responsables políticos y militares vivos y muertos -desde Balaguer a Ramiro Matos- que fueron parte del asesinato de la de-mocracia desde el golpe de Estado de 1963 hasta los bárbaros 12 años de dictadura entre 1966 y 1978. Deben hacerlo hallando y persi-guiendo a los responsables de las desapariciones y ejecuciones ocu-

rridas en el país, la última en 1994, la de Narciso González, Narcisazo. Mientras los asesinados y desapa-recidos siguen sin justicia, en este país TODOS los culpables de 1963, 1965 y los Doce Años han vivido en paz y tranquilidad, disfrutando honores y han muerto en su cama.

Deben hacerlo reparando oportu-namente, de manera simbólica y de manera material, a las víctimas del «gobierno de reconstrucción

nacional» que, bajo el mando de Imbert Barrera -hace unos días 'merecedor' de honores de Esta-do y duelo nacional-, cometió el genocidio brutal en la zona norte de Santo Domingo, sin que aún nadie haya rendido cuentas y ningún acto de reivindicación de los muertos y heridos haya sido hecho. Ni siquiera se sabe cuántos dominicanos perdieron la vida en esa atrocidad.Deben hacerlo cortando de raíz

la relación ignominiosa que ha sostenido la República Domini-cana actuando como neocolonia militar, política y financiera de Estados Unidos a lo largo de 51 años, supeditando decisiones y políticas nacionales a la venia, la voz y el voto de la Embajada, la USAID, la DEA, el FBI, la Guardia Costera, los tratados de extradición y el Comando Sur, ejército colo-nial norteamericano que aún hoy es quien verdaderamente controla

y maneja las fronteras terrestre y marítima del país.

En fin: de la OEA se puede esperar todo, que es lo mismo que esperar nada. Hoy la OEA ha sido capaz de decidir por igual en esta Asamblea que hay que investigar la actuación de Almagro por su comportamien-to confrontacional frente al gobier-no venezolano, como ha aprobado una resolución firmada por 15 delegaciones que le sigue el coro

en lo que hace. Se ha votado para sostener una reunión del Consejo Permanente el 21 de junio para va-lidar el camino de diálogo aproba-do por ese gobierno, y se ha con-vocado a otra para dos días más tarde, para apoyar la vía contraria, la de la condena y la presión. La OEA sigue siendo, como dijo Juan Bosch, un Organismo que «sobra», incapaz de contrarrestar el impla-cable poder de Estados Unidos en su seno... Ese mismo gobierno de Estados Unidos que hace años insiste en 'defender la democracia y los derechos humanos', el mismo discurso con que invadió Repú-blica Dominicana; y es el mismo gobierno que invadió Iraq en 2003 y Libia en 2011, violando la lega-lidad internacional que hoy vota por respetar en la resolución sobre Abril de 1965.

Así y todo, la OEA y la delegación de EE.UU. aprobaron el «desagra-vio» a República Dominicana.

Pero, insistimos: ¿Cuándo va a desagraviar al Pueblo y a la Patria dominicana la clase política na-cional? Eso sí que sería toda una novedad.

Durante cuatro meses las fuerzas rebeldes dominicanas resistieron

heroicamente la embestida de la potencia militar más grande de la Tierra


Aries…Para los nacidos entre Irving Alberti y Cheddy García:

Las críticas, en todos los aspectos de la vida, y en especial para las figuras públicas, son algo normal y cotidiano con lo que todos ustedes

deben acostumbrarse a vivir. No todo es color de rosas, también hay cardos y espinas. Cojan sus adulaciones 'humildes', pero también sus boches ‘soberanos’.

Géminis…Para los nacidos entre Boca Chica y La Caleta:

Al levantar sus huelgas de hambre, los excan-didatos en protesta, se la comieron. Y en caso de que nos engañen, pues para eso DEBEN

estar las instancias judiciales correspondientes. A veces, perdiendo se gana y ganando se pierde, o todo lo contrario o viceversa. Más claro de ahí, se daña en la hazaña.

Cáncer…Para los nacidos entre el pica pollo y el chofán:

Pasó la reunión de la OEA sin pena ni gloria. El mismo habladero de siempre, sin ningún re-sultado. A eso es lo que yo llamo el turismo del

bla-bla-bla; mucho cacareo y pocos huevos. Ya lo decía Hugo Chávez: «Mientras nosotros vamos de cumbre en cumbre, nuestros pueblos van de abismo en abismo»¡Wao!, ¡Qué visión tuvo ese gigante!

Capricornio…Para los nacidos entre Cassius Clay y Muhammad Ali

Y por fin, ya van los EE. UU. en auxilio de Puerto Rico, pero…¡ a qué precio! Le réquete confirmaron una vez más que eso de «Estado

Libre Asociado» solo existe en el papel (y para lo que le conviene al fuerte).

Acuario…Para los nacidos entre Hillary Clinton y Donald Trump:

Con la aprobación de la nueva Ley de Armas, nuestros legisladores dieron un tiro. Ahora solo falta que se cumpla, ya que si por leyes

fuera, seríamos el mejor país para vivir en todo el mundo. Aquí hay leyes para exportar, pero nadie las cumple, o sea, que es como si no existieran; confiemos, dicen los dueños de compra-ventas, que no todo está perdido.

Piscis…Para los nacidos entre Chímbala y Pocahontas:

Asustan los feminicidios. Algo hay que hacer, pero ya. Con el agravante de que, de seguir en aumento el número de niños sin sus madres

vivas (y sus padres en la prisión), les estamos deparando a la socie-dad más delincuentes en potencia, ya que –al crecer sin la guía y orientación de sus progenitores–, nada bueno les espera en sus valo-res y en su formación. ¡Que Dios nos coja confesados! ¡Ay mamá!

Por Wilson Díaz

El horrórcopo

Todo lo ha conseguido lavandoPor Víctor Reyes


Por DaddyAsamblea La décima parte

Por Wilson Díaz

A Maduro y Dilma Roussef

de Venezuela y Brasil

los tienen casi al parir

políticos de mala fe.

Les quieren colar el café

bien sabroso y con cremora,

hasta les cuentan las horas

pues se creen omnipotentes,

pa’ lamberse presidentes

no importa si son señoras.

Son dos países hermanos

y latinos por demás

que han ayudado de verdad

al pueblo dominicano.

Que Dios les tienda su mano

y les dé su bendición,

o mueren de inanición

por la lucha de intereses,

mientras su gente perece

por tanta degradación.

Ambos llenos de riquezas

con regímenes amigos

con mucha pena les digo:

‘nos duele tanta torpeza’.

En vez de actuar con franqueza

pa’ enfrentar esas falacias,

y evitar tanta desgracia

sobre todo a los más pobres,

que es donde quema el cobre

al fallar la democracia.

¡Vivan Roussef y Maduro!

gobernantes solidarios

excelentes dignatarios

mejor destino, auguro.

Mi pueblo, se lo aseguro,

les agradece y les quiere,

a sus naciones se adhiere

por un mañana mejor,

donde brille un nuevo sol

¡Que su tristeza nos hiere!

Vengo de un tiempoPor Víctor Reyes

Vengo de un tiempo… en donde sa-líamos con el ‘cocote’ lleno de cadenas y llegábamos vivos a la casa.

Vengo de un tiempo… en donde se velaban los muertos en las casas y las compra-ventas empeñaban sábanas, zapatos y los hierros de los albañiles.

Vengo de un tiempo… en donde el primer teléfono que conocimos, fue un hilito amarrado a dos cajas de fósforos.

Vengo de un tiempo… en donde los hoteles de chinos eran moteles arriba y restaurantes abajo.

Vengo de un tiempo… en donde, cuando encontrábamos a alguien ha-

ciendo el amor, decíamos que estaban haciendo 'mala palabra'.

Vengo de un tiempo… en donde aprovechábamos los apagones para socializar y los carajitos para jugar al escondí’o.

Vengo de un tiempo… en donde usábamos el aserrín, como ring de lucha libre y a las piedras planas les decíamos 'chatos'.

Vengo de un tiempo… en donde aprendimos a nadar y a hacer gimna-sia sin maestros.

Vengo de un tiempo… en donde no existía el transporte escolar.

Vengo de un tiempo… en donde jugábamos al pañuelo, al mata’o y a capú y no te abajes.

Vengo de un tiempo… en donde montarse en guagua era un paseo y caminábamos grandes distancias a pie, con el pasaje en los bolsillos, única y exclusivamente para botar el golpe.


La entrevistaPor Farah Hallal

Dra. Ramona Hernández

1 Háblenos de la nueva edición traducida al inglés de Composición Social

Dominicana de Juan Bosch.RH: El libro The Social Composition of the Dominican Republic [tra-ducido al inglés por Christopher Winks] forma parte de una serie de libros que se van a publicar. Tenemos un contrato con la editora Routledge, y este es el segundo. El primero fue Los negros, los mulatos y la nación dominicana de Franklin Franco.

La serie se llama «Pensamiento Clásico en Estudios Dominicanos» [Classic Knowledge in Dominican Studies] y solamente publica libros dominicanos que han marcado la historia dominicana, que han mar-cado el pensamiento dominicano, que han tenido un impacto en el conocimiento de la sociedad do-minicana, independientemente de si ha sido un impacto porque han

creado debates, pero son libros que se publicaron hace años y han sido, quizás, traducidos a otros idiomas, pero nunca al inglés.

Tenemos casi dos millones de dominicanos (1.7 millones) en Estados Unidos y hay otros luga-res del mundo de habla inglesa

donde viven dominicanos y están naciendo niños y niñas de padres dominicanos en estos lugares, par-ticularmente de EE. UU., cuatro, de cada diez dominicanos que vive allí, ya nació y se crió en los EE. UU.; entonces, es muy importante también que ellos lean esos libros en el idioma principal que conocen [el inglés].

Entonces hay dos motivos en esto, nivelar el camino de las ideas, que las ideas arriben a la mesa, al tapete –al mismo tiempo– por sus autores y, también, que nuestros mucha-chos y muchachas tengan acceso a estos libros.

2 ¿Cómo se da este proyecto? ¿Dónde nace la idea?

RH: Lo propone la directora del Instituto de Estu-dios Dominicanos que es el único instituto de investigación sobre los dominicanos, sobre el pueblo dominicano, donde quiera que esté, sobre todo en los EE. UU., que existe fuera de la Rep. Dom. y es un instituto de la Universidad de la Ciudad de New York (The City University of New York) con unos 500 mil estudiantes; está ubicada en New York.

Pasé mucho tiempo buscando una editorial que quisiera «comprar» la idea, que quisiera invertir en la idea y hubo muchos rechazos; muchas editoriales no creían en el proyecto.Son editoriales, por supuesto, nor-teamericanas e inglesas, pero tuve la oportunidad de que dos editoria-les querían aceptar el proyecto y, al final, decidí por Routledge que es universal, está en todas partes, con sedes en Madrid, Inglaterra... y es muy prestigiosa, muy conocida y agresiva en el mercado.

Los miembros del comité de aquí son tres personas: la Dra. Mu-Kien Adriana Sang Ben, el Dr. Rubén Silié Valdez y el Lic. Alejandro Paulino, los tres muy conocidos como académicos, muy conocedo-res del pensamiento dominicano en sus diferentes áreas. Y en Estados Unidos están el Dr. Silvio Torres

Payán, la Dra. Ramona Torres y la Dra. Dixa Ramírez.

3 ¿Cómo funciona el Instituto? RH: Esto es un Instituto de una universidad como

otro cualquiera y nuestra misión es hacer estudios sobre los domi-nicanos, investigación... No da-mos servicios... hacemos estudios. Nos busca y va a encontrar todos los estudios que hemos hecho en todas las áreas. Al Instituto van profesores y estudiantes de todas partes, un personal que se dedica a la investigación. Tenemos una biblioteca y un archivo que son los únicos dos especializados fuera de la Rep. Dom.; tenemos una biblio-teca enorme, muy linda, yo estoy en la biblioteca.

Y tenemos un archivo que se encar-ga de recuperar los documentos que tienen que ver con nuestro accionar en los EE. UU., nues-tro pasar por allí... y guarda esos documentos. Los reserva para la posteridad.

4 ¿Qué vínculo institucional tienen en Rep. Dom.?RH: Tenemos relacio-

nes y acuerdos con varias institu-ciones aquí en la República Do-minicana; incluso, el Instituto –en particular– tiene una relación muy estrecha con el Instituto Global de Funglode porque somos Institutos ambos; también está el Instituto Sa-lomé Ureña. También con INTEC [Instituto Tecnológico de Santo Domingo], con la PUCMM [Pon-tificia Universidad Católica Madre y Maestra], trabajamos mucho, nos conocen y también tenemos una serie en colaboración con la Bi-blioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.

5 ¿Qué piensa sobre nuestra literatura? ¿Son leídos nuestros libros?

RH: Los autores dominicanos son leídos, pero yo no me especializo en literatura. Yo soy socióloga, pero

El resumen del currículo de la Dra. Ramona Hernández, directora del Instituto de Estudios Dominicanos del City

University of New York (CUNY), es uno de esos documentos que –en sí mismos– parecen académicos. Pues sí: no cabrían en estas humildes páginas los libros de su autoría o los libros de Ciencias Sociales o Historia en los que ha colaborado.

Es catedrática en el Departamento de Sociología en The City College of New York, y es parte de la Facultad de Doctorado del Departamento de Sociología en el Centro Graduado de CUNY. Entre sus intereses de investigación se pueden citar la movilidad de obreros desde Latinoamérica y el Caribe, las condiciones socioeconómicas de la diáspora dominicana, particularmente en los Estados Unidos, y las consecuencias de la reestructuración de la economía global en la clase obrera. De todo eso hablaremos más tarde, en un segundo encuentro con ella.

Esta vez conversaremos en torno a la traducción al inglés del libro de Juan Bosch Composición Social Dominicana, edición que fue presentada en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña con el apoyo de la Fundación Juan Bosch.

La entrevista con la Dra. Hernández fue larguísima, interesantísima y sabrosísima (sabrosísima porque me preparó un jugo de piña, mango y jengibre que «daba la hora»). Tuvimos que cortar aquí o allá, cosa que fue un gran desafío pues todo resultaba interesante. ¡Conozcamos pues, a la Dra. Hernández!


hay una importante producción de literatura dominicana en inglés... Los autores pueden clasificar su literatura como ellos crean conve-niente, lo que sí es claro es que son hijos de padres dominicanos, algu-nos nacieron allá o se fueron muy pequeños de aquí... Son muchos... y son muchas mujeres publicadas por editoriales prestigiosas en el área de literatura y ficción en los EE.UU. Además de Julia [Álvarez] hay más, están Angie Cruz, Loida Maritza, Ana Lara (muy conocida y publicada por editoriales –repi-to– importantísimas). Son muchas jóvenes que están publicando lite-ratura que se conocen allá, y así... son más mujeres que hombres...

te sientes bien, pensando «¡Wao! ¡De ahí vengo yo!, Estas son mis gentes».

Un pueblo valeroso que ha lucha-do desde el día número uno para dejarse sentir y, sobre todo, esta-blecer lo que se quiere establecer, lograr lo que se quiere lograr. Yo creo que al final del día hay un hilo conector en los dominicanos y es un deseo de ser y de escribir su propio destino y eso es importante en un mundo como el de hoy, don-de uno se reconoce por lo que es, entonces, eso es la radiografía que te puedo decir, un pueblo valeroso,

6 Si fuéramos a tomar una radiografía de la Rep. Dom., ¿qué podría decirnos de

nosotros?RH: Es un pueblo del cual yo me siento cada vez más orgullosa de descender de ese grupo social, no solo yo... sino también mi hijo que nació en EE. UU.; pero no solo soy yo, hay muchas personas domini-canas que transmiten este deseo y esta convicción en relación al pue-blo dominicano, que cada vez que conocen su historia, su devenir, sus experiencias y su accionar pues

comprometido con su historia y su cultura con su deseo de ser y de permanecer.

7 ¿Cómo van creciendo los hijos que nacen en EE. UU.? ¿Sienten que son de identidad

dominicana?RH: Se da todo, se dan los domi-nicanos que no les interesa seguir siendo dominicanos, por las razo-nes que sean, incluyendo el lugar donde viven, la posibilidad (no tienen posibilidades) y la vida se complica o los padres que deciden que los hijos sean otra cosa... Sin embargo, en estudios que se han hecho –y en uno que no es tan vie-jo que hicimos en el Instituto–, es muy claro que –para los dominica-nos, para los padres dominicanos– es muy importante que sus hijos aprendan español, que aprendan sobre el legado histórico dominica-no, que sus hijos tengas relaciones con dominicanos.

8 ¿Cómo se adquiere el libro The Social Composition of the Dominican

Republic?RH: ¡En todas partes! En Internet desde Amazon y demás librerías a través de la web. Muchas librerías grandes ya lo tienen, y en todas las posibilidades de edición... incluso para personas que no pueden leer, que no pueden usar la vista, lo tenemos en Braille y audio, para escucharlo, y en otras formas, en todas las formas, según la edición que deseen.

La entrevista


Investigaciones de Víctor ReyesPor Víctor Reyes

Estoy en una etapa de mi vida en donde he en-trado en reflexiones, y me he detenido a pensar que el ser humano no puede pasar por la vida sin aportarle nada a las generaciones futuras.

Yo, cuando nací, encontré muchas interrogantes y no quiero irme sin dejarles a mis hijos y a mis nie-tos las respuestas a esas interrogantes. Por ejemplo, ando investigando, ¿quiénes fueron Cuca y Roquetán?... ¿Cuáles eran los tiempos en los que Cuca bailaba?; y –a la vez– saber, ¿qué ritmo era el que bailaba Cuca?... ¿En qué lugar quedaba radio Bemba y si era AM o FM?... ¿El nombre de los hijos de Mache-pa?, ¿cuántos hijos tuvo?, ¿quién fue el padre? ¿Vive, ella, aún?

Una de mis grandes frustraciones es la viejita Belén, ¿cuántos años tiene?, ¿de qué color es la vieja? Y, además saber, ¿por qué esa vieja nunca cumplió con lo acordado?

Yo no me quiero morir sin saber, ¿dónde es que la puerca tiene la manteca? o ¿en dónde es que el puerco retuerce el rabo?

Yo no quiero morir sin antes saber ¿en qué clínica u hospital público trabaja o tra-

bajaba el médico chino?, ¿cuál era su especialidad?... ¿Por qué, para contar

cuentos, teníamos que empezar di-ciendo, que si se cae una canasta de huevos…¿cuántos huevos tú coges? ¿Quiénes eran Patatín y Patatán?, y

¿por qué para finalizar una historia, teníamos que decir: y ‘Colorín colo-rado…’ este cuento se ha acabado?

¿Quién era Musa y su prima Tata-ramusa? y ¿qué cantidad de dinero

había que tener en el banco para uno ser un ‘tutumpote’? A estas, y a muchas

interrogantes más, les tengo que encontrar sus respuestas antes de que a mí me toque ‘guindar los tenis’.

A la cartaPor Wilson Díaz

Es horrible que mientras ustedes andan en súper autos, el pueblo ve morir su auto-estima. Pónganse las baterías y miren que estamos en el chasis, con los filtros tapados, sin bujías para encender, sin agua en el barriador y con una sola bola esférica en mi bolsa de aire.

Dice Danilo que vienen cambios, pero nuestra transmisión a penas coge la reversa, ya que nos acostumbraron a ir siempre como el cangrejo, pa’trá’. De por Dios súbanse a una capota y vean cómo está la carrocería del país: con el bonete nada bonito, el generador, degenerado, el cilindro que ‘abrió gas’, el cigüeñal lleno de ciguas, un pitón que ya ni pita, ni tararea;

un carburador que no carbura por la Ley de hidrocarburos, un abanico que abanicó y una culata más seca que el río Nizao, frenando en el aro.

Fue que ustedes nos subieron los vidrios, se untaron nuestra crema-llera; se pusieron al volante, miraron por sus retrovisores, se amarraron el cinturón, afinaron sus motores, puyaron el mofler, pisaron el acelerador y nos dejaron en llantas.

Nos perdieron el cariñol y el Amorol. Nos pusieron en el baúl de sus recueros y solo cada cuatro años, nos dan algo de mantenimiento, nos andan por abajo dándonos con sus puntas de eje hasta

vaciarnos el tanque. Hace falta un guía que aunque sea auto-didacta nos lleve en un mejor coche a todo tren y, de no aparecer pronto ese amortiguador, es obvio que de cualquier pinche podrían estallar los neumáticos y poner a nuestros sindicalistas y demás grupos populares, ‘por la goma’.

Gracias y a Dios que reparta suerte…¡Si es que queda!

De un desabollador de autos al presidente y sus funcionarios

Señores de la política:

Por Víctor ReyesEl asalto


Por Víctor Reyes

Hay frases que due-len cuando nos las repiten, la primera vez que nos las di-cen las ignoramos, pero después caen tan pesadas que es mejor no volver a oírlas. Aquí trai-go una lista de estas palabras que si nos hubiésemos llevado, no do-lería tanto escucharlas de nuevo. Aquí una lista de esas oraciones y frases dolorosas:

-¡Te dije que no te tiraras, que ahí te tapaba!

-¡Yo te dije quién era ella, ahora no te lamentes!

-¿Cuántas veces te dije… que el papá de esa muchacha era general?

-¿Cuántas veces te dije, que ese alambre estaba ‘pelao’?

-¡Ah, pero es que no te quisiste llevar de mí! Ella por aquí ha pelado a todo el mundo y con ninguno ha tenido nada.

-Yo te dije que no te quemaras, que ese candidato no iba para ‘parte’.

-¿Cuántas veces te dije, que no te dejaras grabar?

-¡Coge ahí! Yo te dije que ese carro era un maco.

-Ahora no llores, aguanta callao…

que a usted se le dijo que no se descuidara con esa muela.

-Si te hubieses llevado de mí, no te habrían atracado, yo te dije que no anduvieras con celulares caros en guaguas públicas.

-Yo te aconsejé que te protegieras, que no hay cosa que embarace más, que un hombre sin empleo.

Por Wilson Díaz

Cocote y Molleja

Lenguaje bucalPor Wilson Díaz

Asno Trasero del ‘busrro’.

ApiñadosComo viven los vendedores de piña.

Anorexia De lo que sufren los ‘anos’ que casi no comen.

AgregadosMateriales de construcción que se juntan.

Accidiente Choque provocado por un odontó-logo.

Andamiaje Acción de mearse sobre un anda-mio.

Analista Como está Ana, luego de quedarse sin un chele.

Amema’o Policía de AMET que es un poco pariguayo.

Atajo Corte de camino que hacen los carniceros.

A pico 'e botella Como se dan su jumo, las aves.

Aglutinar Llenar de glúteos una tina.

Anónimo Ano que no lo conoce nadie.

Ayunar Pasar hambre en el río Yuna.

Atorarse Lo que hacen los toros cuando se 'añugan'.

Amnesia ¡Perdonen…se me olvidó!


Por Wilson Díaz

Eslóganes al por 'mayor' y al teniente

Queridos Fuaquituses, al ver y escuchar tantos anuncios de radio y TV, con unos eslóganes tan sosos y desabridos, yo he querido cola-borar y hacer estos aportes, con el objetivo de que algunos publicistas y creativos de diferentes medios y publicitarias, se motiven a aprender de algunas ideas locas que me lle-

garon, y copien de ellas para sus co-merciales con tal de enriquecerlos y hacerlos mucho más atractivos al oyente y al televidente. Para mues-tra, aquí les van varios botones que mi humilde ingenio ha podido in-ventar, pues pienso que con algo de comicidad, su producto, se podría vender más. Ejemplos… ¡Cumple con

tu deber!

Préstamos El Efectivo…

¡Buenos a la clara!

HuevosLa Gallina...

Carnadas El Anzuelo…

¡Donde por la boca muere el pez!

Porque con Planeta azul…

¡Se me hace la b oca a gua!

Guaguas La OMSA…

¡Porque el sol sale para todos!

¡Da’o al pecao!

¡Directo al grano!

¡Mucho gusto!

zaPatos el calzado…

Compra-venta La Esperanza…

¡Porque no todo está perdido!

Canódromo La Pulga…

¡Nos ladran, es señal de que avanzamos!

¡Porque el alquila’o no e’ gente!

¡Ordeñe la calidad!

Delgadín para el colesterol…

¡Porque lo que no mata, engorda!

Insecticidas La Plaga… ¡Por si las moscas!

¡Porque no solo de pan vive el hombre!

Yaniqueques La Masa…

Inmobiliaria Mi Casa...

Leche La Vaca…

Carnicería El Tajo…¡Donde cada perro ladra por su hueso!

Sombrillas El Paraguas…

Pescadería El Chinchorro…

Arroz La Espiga…

Sazón El Sabor…

¡No metas la pata!

¡Porque una AMET al año no hace

daño!


Mi marido es incaPor Víctor Reyes

Mirando esto a los ojos me pregunto el por quéel Pacto va al encuentro y no sé que voy a hacerque Pacto amor, de perdición, le cargarán hasta al concónque no vengan con cuento, habrá arrepentimiento...que habrá más por ciento pa' gravar hasta el comercio de 'interné'....

¿Valdrá la pena? Gravarán la jambre para dejarnos tullío', amor, esto es una perdición, el Pacto Fiscal nos va a dar en la madrees pacto entre el gobierno y los comerciantescelebre poco, que no valdrá la pena...¿Valdrá la pena....?¿Valdrá la pena que no estemos de acuerdo con este abuso, amor?¡Esto es un aberración! Lo dicen muy bonito para estar en buenasy a ganancia del capital nunca le dan candela¿Hijo' e' Machepa?, ¡que no valdrá la pena!¿Valdrá la pena?

Lo veo y me convenzo que este acuerdo va muy malseguro habrá tormenta con este Pacto Fiscal¡Más pobre yo!, ¡Es cuento to'!, ¡hasta el marbete se fuñó!y mira que esto es serio, un pacto pal banquero,que habrá más por ciento pa' gravar hasta el comercio de 'interné'....

¿Valdrá la pena? Gravarán la jambre para dejarnos tullío', amor, esto es una perdición, el Pacto Fiscal nos va a dar en la madrees pacto entre el gobierno y los comerciantescelebre poco, que no valdrá la pena...¿Valdrá la pena....?¿Valdrá la pena? Gravarán la jambre para dejarnos tullío', amor, esto es una perdición, el Pacto Fiscal nos va a dar en la madrees pacto entre el gobierno y los comerciantescelebre poco, que no valdrá la pena...

Por Farah Hallal

¿Valdrá la pena?

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Por Wilson Díaz

Conversaciones indiscretas

¿Qué le dijo el corcho a la botella? ¡A que te tapo la boca!

¿Qué le dijo el pie bueno al pie malo? ¡Tú siempre metiendo la pata!

¿Qué le dijo el moño malo al peine? ¡A que te rompo los dientes!

¿Qué le dijo un piojo a otro piojo? ¡Mi hijo usa la cabeza!

¿Qué le dijo la botella a la vejiga? ¡Si me quillo te e’ploto!

¿Qué le dijo una garrapata a otra? ¿Nos vamos a pie o tomamos un perro?

¿Qué le dijo la foca al foco? ¡Dame luz mon’tro! ¿Qué’ lo qué?

¿Qué le voceó una calle a otra calle? ¡Que te calles!

¿Qué le dijo un mosquito a otro? ¡Aquí, paseándome desnudo, por si las moscas!

¿Qué le dijo un vendedor de bofe a otro? ¡O te callas o te abofe-teo!

¿Qué le dijo el número 1 al 19? ¡Oye tú, 'veinte' conmigo!

¿Qué le dijo la funda de hielo al calor? ¡Por ti me derrito, papá!

¿Qué le dijo el horno al pan? ¡Tú ta’ caliente conmigo!

¿Qué le dijo Chita a su novio? ¡Ay, e’ que soy mona contigo!

Amados Fuaquituses, no es que yo haya sido ‘chivato’, ni ‘calié’ en algún momento de mi vida, pero como co-municador, estoy en ciertos lugares en

donde, por rebote, tengo que escuchar todo tipo de conversaciones, incluyen-do algunas sumamente ridículas e ini-maginables; como estas, por ejemplo…

¡Que te calles!

¡A que te tapo la boca!

¡Tú ta’

caliente

conmigo!

¿Qué’ lo qué?

¿Viste qué

lindo?

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¿La medida justa o la justa medida?Por Víctor Reyes

Las personas comunes so-mos las que obligamos a los cambios. Empezamos a usar términos incorrectos, pero –al final– los usamos tanto que terminamos validándolos por imposición. Por ejemplo, ya el ‘chinchín’ debería tener una medida en sistema MKS; un ‘chinchín’ debería medirse en centímetros.

El ‘Allí mismo’ debería tener una medida en kilómetros; tendrían los científicos que determinar y asignarles un valor en kilómetros a esa distancia, porque la usamos demasiado. Debe ser valida-da.

¡Qué ya le asignen una uni-dad de tiempo al ‘ratico’! Que nos digan, cuánto tiempo debe durar un ‘ratico’ porque la verdad es que mucha gente se aprovecha y nos coge de ‘bobos’ y el ‘ratico’ lo convier-ten en un ‘ratico más’. El ‘rati-

co’ debería tener una medida exacta en minutos, así cuando alguien nos pide algo presta-do por un ‘ratico’, no abusa.

Otra medida de mayor distancia es ‘Hasta donde le dicen Cirilo’; nadie sabe cuál es esa medida exacta, pero sabemos que es bastante lejos.

Cuando una persona va ‘como a la 'jon del diablo’, ¿a qué velocidad va? Esa res-puesta ya debería venir im-presa en los libros de física, o expuesta como un problema a resolver.

Por último, hay una medida que viene muy ‘medida’, pero los políticos la han altera-do a su antojo. A estos los elegimos por cuatro años y, después, se quedan un ‘bojote de tiempo… ¡No seas pend...! Por cierto, lo olvidaba, ¡tam-bién hay que establecer el valor del ‘bojote’!


Nos podrán robar los dientes, pero nunca la sonrisaPor Víctor Reyes

-Los robos suceden desde tiempos remotos, hasta en la Biblia hubo un ‘Zaqueo’.

-La delincuencia se puede acabar con una ‘batida’ de la Policía, pero eso sí, a ese ‘jugo’ le echan ‘tres pasitos’.

-Con la declaración del jefe de la Policía, ya ni los peloteros quieren robarse las bases.

-Antes eran comunes los ‘besos roba-dos’, ahora fácilmente te roban hasta la caja de dientes.

-El jefe de la Policía anuncia enviará a las calles los ‘efectivos de la Policía’, y los ladrones se pusieron contentos, porque a ellos no les gusta robar los ‘cheques’.

-Nunca permitas que te roben tus sueños, pero lo que nunca podrás evitar es que te roben el colchón.

-La delincuencia está bajando, ano-che se metieron a robar al piso de abajo.

-A los ladrones hay que atacarlos con bombas ladronas.

-Los ladrones no roban luces de neón, prefieren robar, luces de ‘alo-ajeno’ (alógeno).

-Dicen que la delincuencia nos arro-pa, pero a mí me robaron las sábanas.

-Por mi casa hay un ladrón que le dicen el Dominó, por la cantidad de fichas que tiene.

Humor pasajeroPor Wilson Díaz

#Fuaquiti no. 40!!!

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