Frank Habla · 2017-05-05 · Te escucho Doy más de lo que recibo Agrego valor Gracias, Frank...

Frank Habla Cómo Puedes TÚ Hacer la Diferencia

En Tu Carrera, Tu Comunidad y Tu Mundo, al ser socio de

RotaryA través de un Club Rotario

Frank J. DevlynEx Presidente de Rotary International

con la colaboración de David C. Forward

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¿No sería maravilloso que el propósito de tu vida tuviera mayor sentido? ¿No sería maravilloso tener más amigos de verdad? Piensa cómo te sentirías si tuvieras la oportunidad de ser parte de una red mundial que está comprometida con la ética en los negocios, el mejoramiento de las comunidades y el servicio a la humanidad.

Frank Habla es un libro inspirador escrito por Frank Devlyn, Presidente mundial 2000-2001 de Rotary International, en el que explica de manera llana y directa el por qué deberías unirte a un Club Rotario, mientras disipa y aclara conceptos erróneos tan populares como: Es un Club aburrido de ‘viejos aburridos’, No tengo tiempo, Cuesta mucho… y Por Qué una persona no puede hacer la diferencia.

“Siempre es una experiencia enriquecedora el asociarse y trabajar con generaciones de Rotarios de mayor edad, así como de más jóvenes, por su devoción al deber y el serio sentido de propósitos. Es además plenamente evidente que el trabajo de Rotary International ha sido benéfico en todos los Distritos alrededor del mundo, no sólo por la amistad y compañerismo de los Rotarios, sino también por el ‘esprit de corps’ de su vigorosa consistencia y reconocida lealtad”.

S.A.S. Príncipe Rainiero de Mónaco

Frank tiene una visión muy clara cuando se trata de ayudar a la humanidad. “Rotary International está haciendo un maravilloso trabajo en la lucha contra la polio. El programa PolioPlus es fabuloso, no solamente porque existan Rotarios colectando millones de dólares para este fin, sino porque también salen a inmunizar a cientos de millones de niños en cada rincón del planeta”.

William H. Gates, Sr. Presidente adjunto y Director General, Fundación Bill y Melinda Gates.

Debido a la gran campaña de inmunización que los Rotarios han ayudado a mantener, las vidas de millones de niños han sido y serán aún salvadas. Creo firmemente que el mundo estará libre de la polio para el año 2005, gracias en buena medida, a los Rotarios alrededor del mundo y al liderazgo de Frank Devlyn”.

Carol Bellamy, Directora Ejecutivam UNICEFFundación de los Niños para las Naciones Unidas

“En mi deseo para distribuir millones de sillas de ruedas a personas discapacitadas alrededor del mundo, hemos sido muy afortunados de establecer una alianza con Rotary International, y con Frank Devlyn, su líder inspirador”.

Kenneth E. Behring, Presidente Fundador, Wheelchair Foundation

En Julio 1° de 2000, Frank J. Devlyn se convirtió en la tercera persona de México, segundo mexicano, en convertirse en Presidente de Rotary International, primer Club de servicio en el mundo. Frank es un exitoso y muy respetado líder de negocios a nivel mundial, un orador motivacional y ha servido en numerosas posiciones de suma importancia en todo el mundo. Aún así, él acredita a Rotary International el haber mejorado sus habilidades profesionales e interpersonales, al conseguir amigos para toda la vida, así como la habilidad para marcar la diferencia donde exista hambre, pobreza, enfermada y desesperanza. Considerado como un líder inspirador y un organizados visionario, el legado de Frank a los Clubes Rotarios es Frank Habla. Es su deseo que este libro sea útil para introducirte en la alegría de servir a otros. Frank ha dado instrucciones para que todas las utilidades generadas por la venta de su libro sean donados a la Fundación Rotaria, y destinados a proyectos de Ceguera Evitable que la Fundación promueve.


En Tu Carrera, Tu Comunidad y Tu Mundo, al ser miembro de

Rotary ®

A través de un Club Rotario

por

Frank J. DevlynEx Presidente de Rotary International, 2000-2001

con la colaboración de

David C. Forward

Lo Que Otros Destacados Rotarios Opinan

Acerca de Frank Habla…“Si el entusiasmo y la entrega total a muchas de las causas de Rotary

International es una señal de liderazgo, y una razón principal para con-vencer a nuestros amigos profesionistas y hombres y mujeres de negocios para convertirse en miembros de Rotary, es entonces cuando Frank Devlyn sobresale como un ejemplo de lo que Rotary es.

Su libro destaca que nuestro lema ‘Dar de sí antes de pensar en sí’, tiene beneficios para aquellos a quienes servimos y recompensa mucho más allá de nuestra imaginación como Rotarios”.

A.H.R. (ROYCE) ABBEY, Presidente de Rotary International, 1988-89 Australia

“Cuando tú lees Frank Habla, sientes inmediatamente que el distintivo de Rotary que este sobresaliente autor porta en su solapa nos da el siguiente mensaje:

Soy confiableEstoy dispuestoTe escuchoDoy más de lo que reciboAgrego valor

Gracias, Frank Devlyn, por tu excelente libro”.

ROBERTH R. BARTH, Presidente de Rotary International, 1994-94 Suiza

“El tremendo entusiasmo de Frank Devlyn, así como su convenci-miento de que Rotary es la organización humanitaria más importante del mundo y su comprensión de que mientras más Rotarios haya, el trabajo será más eficiente y más satisfactorio, ha sido tan contagioso que se han incorpo-rado muchos miembros más. Él realmente ‘ha creado conciencia’ de nuestra necesidad y ‘ha tomado’ acción. Este hombre de visión y de un dinámico liderazgo ha sido invaluable para el futuro de Rotary, y para mí ha sido un honor y un privilegio trabajar con él”.

HERBERT G. BROWN, Presidente de Rotary International, 1995-96Estados Unidos.

“El libro de Frank Devlyn nos proporciona a cada uno de nosotros un entendimiento más amplio de lo que es Rotary. El emblema de Rotary fue originalmente una rueda comercial, después una rueda industrial y ac-tualmente e una rueda de esperanza. Rotary brinda esperanza para que haya una niñez sin polio, para que haya alimento para toda la gente, por una vida digna de vivirse, por un mundo de paz. Frank Habla demuestra el porqué todos deberían unirse a Rotary para brindar esperanza a otros y lograr la diferencia en su comunidad”.

M.A.T. CAPARAS, Presidente de Rotary International, 1986-87Filipinas

“Por Toda la alegría que recibimos al servir a otros menos afortunados, por toda la felicidad que cada uno de nosotros obtiene de los amigos que hacemos en Rotary, esas recompensas pueden ser multiplicadas si logramos que se incorporen nuevos miembros. Frank Habla es un libro refrescante y entretenido, el cual busca constantemente lograr esa meta. Les muestra a los lectores el porqué nos unimos a Rotary y por qué permanecemos ahí. Les muestra también a los no Rotarios la satisfacción interna que nosotros, como Rotarios, sentimos al servir a otros, porque sin importar nuestra raza, credo o religión, para los Rotarios, La Humanidad es nuestra Responsabilidad”.

RICHARD D. KING, Presidente de Rotary International, 2001-02Estados Unidos.

“Conozco a Frank Devlyn desde 1974, y hemos construido una ma-ravillosa amistad mientras hemos servido juntos a través de Rotary. Alabo la buena voluntad de Frank para mejorar Rotary, y estas páginas muestran sus ideales y reflejan su entusiasmo. Gracias, Frank, por tu amistad y por tu servicio a Rotary y a la humanidad”.

LUIS VICENTE GAT, Presidente de Rotary International, 1996-97Argentina.

“Muy a su manera, y como el exitoso líder de negocios que es, Frank Devlyn demuestra que cada uno de nosotros somos nuestros propios guar-dianes. Cada Rotario en forma individual, es guardián del sueño Rotario. Somos nosotros quienes tenemos que tomar el liderazgo al reafirmar esos valores eternos de dignidad, decencia, humanidad y unión. Somos la fuerza integral tan necesitada en el mundo”.

BILL HUNTLEY, Presidente de Rotary International, 1994-95Inglaterra.

“Frank Habla nos da una respuesta fresca a una interrogantes de más de un siglo: ‘¿Por qué Rotary?’. Disfruta la respuesta personalizada

de Frank Devlyn a esta pregunta, la cual más de 3 millones de hombres y mujeres alrededor del mundo han ponderado”.

CHARLES C. KELLER, Presidente de Rotary International, 1987-88Estados Unidos.

“Frank Habla es un recurso maravilloso para que los Rotarios lo den a sus amigos, socios de negocios y líderes comunitarios. Le muestra a aquella persona en la calle que no comprende, lo que Rotary es o lo que hacen los Ro-tarios o lo que simplemente el porqué deberían unirse a esta comunidad mun-dial de 1.2 millones de personas dedicadas a hacer la diferencia en el mundo”.

JAMES LACY, Presidente de Rotary International, 1998-99Estados Unidos.

“Frank Devlyn es un conocedor potencial que Rotary tiene para pro-mover una mejor comprensión y buena voluntad entre la gente de todas las naciones. Durante su presidencia, lanzó numerosos programas y accio-nes concretas para ayudar a que los 1.2 millones de miembros, en casi 200 países, logren esa meta. Rotary ha extendido por casi 100 años el servicio humanitario donde quiera que los Rotarios se encuentren. Después de haber leído Frank Habla, querrás llegar a ser parte de este foro global por la paz y por la llegada del nuevo milenio”.

BHICHAII RATTAKUL, Presidente de Rotary International, 2002-03 Tailandia.

“Frank Habla es un claro documento que nos dice lo que es Rotary y lo que nosotros podemos llevar a cabo, cada uno de manera distinta.

Las vidas de millones de personas que están sufriendo son mejora-das cada día a través de los esfuerzos incansables de los Rotarios, quienes actúan con ‘Consistencia, Credibilidad y Continuidad’”.

CARLOS RAVIZZA, Presidente de Rotary International, 1999-00Italia.

“Cuando Frank habla, habla francamente y con un gran entusiasmo, ya que él ha visto lo que Rotary hace para cambiar la vida de las personas. Pero lo más importante es que ha viso lo que Rotary no puede hacer debido a lo limitado de sus recursos, especialmente sus recursos humanos; por tan-to, su misión es la de invitar a otros a ser miembros de Rotary, a compartir su entusiasmo y experimentar la satisfacción que surge del servicio desin-teresado a otros”.

CLEM RENOUFF, Presidente de Rotary International, 1978-79Australia

“Frank Habla refleja la dedicación, compromiso y visión de un hom-bre que ha visto y experimentado a Rotary como un trabajador entusiasta, un ferviente seguidor y un líder dinámico. Frank Devlyn es un hombre que se preocupa, es una fuente inagotable de energía, siempre en movimiento y llevando el mundo consigo. Posee una agresiva sinceridad, así como con-cordancia en sus pensamientos, palabras y hechos.

Este libro muestra cómo una persona ocupada puede encontrar tiem-po para el bien de la comunidad y por la humanidad. Ha sido un placer conocer a Frank y estoy seguro que tú sentirás lo mismo después de haber leído Frank Habla”.

RAJENDRA K. SABOO, Presidente de Rotary International, 1991-92India

“Frank Devlyn es un líder mundial, quien a través de Rotary ayudó a gente alrededor del mundo a tener una vida mejor. Su entusiasmo por los programas de Rotary son un fuerte impulso para incrementar el número de miembros y que así haya más Rotarios dispuestos a ayudar a la más gente”.

WILLIAM E. SKELTON, Presidente de Rotary International, 1983-84Estados Unidos.


En Tu Carrera, Tu Comunidad y Tu Mundo, al ser miembro de

Rotary ®

A través de un Club Rotario

por

Frank J. DevlynEx Presidente de Rotary International, 2000-2001

con la colaboración de

David C. Forward

DEDICATORIA

Este libro está dedicado a dos personas: Primero, a Antonio Joannis, quien fue un Rotario muy dedicado de mi estado natal de Chihuahua, México, y quien personalmente nos recomendó a mi hermano Jesse y a mí como miembros potenciales con un amigo suyo Rotario en la lejana Ciudad de México a 1,200 kilómetros de distancia.

En segundo lugar a Emilio Sánchez Chávez, destacado Rotario quien después de conocernos personalmente, se tomó el tiempo para explicarnos el significado del Club Rotario hace 31 años, y posteriormente nos apadrinó en el Club Rotario Anáhuac de la Ciudad de México. Mi hermano Jesse y yo, siempre estaremos en deuda con él por haber visto en nosotros a personas merecedoras de ser Rotarios. Es por esto que me esforzaré en todo momento en agradecer ese gran favor, haciendo el bien a otros, mientras Dios me preste vida.

En esta nueva edición agradezco con inmenso cariño a mi hermano Jesse W. Devlyn quien con paciencia revisó nuevamente cada uno de los párrafos hasta que Dios Nuestro Señor se lo permitió. Tú sabes en donde estés, lo que siempre serás para mí.

Frank J. DevlynSeptiembre 2011

AgrAdecimientos

Cuando me permití sugerir la idea de un libro que contara de lo que significa ser un Rotario, mucha gente

dijo que era una gran idea. Después, cuando comenzamos a trabajar en él, a principios de marzo del 2000, algunos amigos me dijeron que estaba loco: “¡Es imposible escribir en un mes!”.

Pero los Rotarios estamos algo acostumbrados a que nos digan que no podemos conseguir lo imposible, y después probarles a los incrédulos que están equivocados. Para demostrar esto, basta con conocer los alcances de la vasta cantidad de miembros talentosos y motivados dentro de nuestra organización. Es así como llevé a cabo la tarea de este libro, y debo comenzar por agradecer a algunos de ellos.

Por supuesto que, sin el apoyo y amor incondicional de mi esposa, Gloria Rita y de mis hijas Melanie, Stephanie y Jennifer, nunca habría llegado a ser Presidente mundial de Rotary International. Espero que ellas sepan cuánto las amo y les agradezco.

Estoy muy agradecido con Lou Piconi, Vicepresidente de Rotary International y con el Ex Director, T.D. Griley, quien fungió como mi Edecán durante mi año presidencial. Fueron ellos dos quienes hicieron el comentario “¡Vamos a hacerlo!”, y que me animaron para realizarlo. Amigos entrañables hasta la fecha, una vez más gracias.

Quiero agradecer también a David C. Forward, escritor de fama internacional y conferencista, por su ayuda en la redacción y producción de Frank Habla en un “tiempo récord”. David es miembro del Club Rotario de Marlton, Nueva Jersey. Y estoy también muy agradecido con los compañeros de su Club, Ron Lynch y Bud Umbaugh por sus sugerencias. Agradezco al consejo editorial profesional de Jo Nugent, quien fue editora asociada de The Rotarian, y quien es ahora socia del Club Rotario de Spearfish, Dakota del Sur. Quiero también agradecer a Jim Weens, miembro del Club Rotario de Tulsa, Oklahoma, cuya compañía, Ad Graphics, hizo un magnífico trabajo al diseñar e imprimir el libro original en inglés. Mi webmaster, Harriett Schloer, del Club Rotario de Bend, Oregón, también proporcionó muchas horas de valioso servicio al incorporar el primer capítulo del libro a la red, así como el diseño del material promocional para ese medio.

A la Junta Directiva de Rotary International, al personal de la Secretaría General de R.I. y a mis muchos amigos; quienes no solamente me ayudaron con este libro, sino también a lo largo de mis 31 años de romance con Rotary, por favor acepten el sincero agradecimiento de su amigo. ¡Muchas gracias!

Viendo el éxito que tuvo mi libro Frank Talk en inglés, acepté que se hiciera la traducción en distintos idiomas. La primera traducción, como es de suponerse, fue en español, que es mi idioma. El español, como todos los idiomas, tiene sus variaciones, y esta edición se acopla más a la forma que se habla en México.

En la primera edición de 2001, manifesté mi agradecimiento a un equipo de amigos colaboradores, traductores que incluyen a: Jorge Villanueva, Ex Gobernador Rotario y editor de Rotarismo en México y a mi equipo de trabajo que siempre está a mi lado en la oficina Angélica Gutiérrez y Martha Ángeles.

Mi reconocimiento y profundo agradecimiento a todos ellos.

Frank J. DevlynMéxico, 2011

contenidoBiografía .......................................................................... XIII

Mensaje del Dr. Carlos CansecoPresidente R.I. 1984-1985 .............................................. XVII

Prólogo de Clifford L. DochtermanPresidente de R.I. 1992-1993 ............................................ XXI

Introducción .................................................................... XXV

El Encuentro con la Oportunidad ......................................... 41

La Radiodifusora QHPM ..................................................... 57

Viejos Aburridos .................................................................. 75

Ocupado, Ocupado, Ocupado .............................................. 87

“El Club Rotario Cuesta Mucho” ...................................... 105

¿Qué diferencia puede hacer una persona? ........................ 117

¿Y Ahora Qué? .....................................................................133

APÉNDICE A: ¿Por qué gente como Tú se Unió al Club Rotario? ............ 143

APÉNDICE B: 20 Respuestas a la Pregunta: ¿Por qué debo unirme al Club Rotario? Por Richard D. King ............................................................179

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AcercA de FrAnk devlyn

En el mundo de Rotary, Frank Devlyn es reconocido por ser uno de los oradores más solicitados, teniendo una constante demanda para presentarse en conferencias y eventos Rotarios alrededor del mundo.

Sus antecedentes son una buena razón del porqué es considerado por muchos como un líder único y exitoso. Al haber crecido en la frontera entre México y Estados Unidos, Frank se describe con orgullo como bicultural. “Como joven y estudiante, pasaba tiempo en ambos países todos los días”, comenta. “Mi casa estaba en Juárez, Chihuahua, México, de donde es oriunda la familia de mi madre, y yo estudiaba en El Paso, Texas. Durante mi juventud estuve inmerso por igual en ambas culturas día a día”.

El padre de Frank, Frank Devlyn, Sr., un veterano de la Primera Guerra Mundial de ascendencia irlandesa, era originario de un pequeño poblado cercano a Chicago, Illinois, llamado Gilman. El papá de Frank era un optometrista, como lo es también su mamá, Nelva. Después de contraer nupcias, decidieron mudarse a la ciudad natal de Nelva en el norte de México, Juárez, la ciudad fronteriza más grande del país, en donde abrieron una pequeña óptica. Frank creció dentro del negocio familiar y trabajaba en la óptica todos los días después de la escuela. A los nueve años, elaboró su primer par de lentes.

El papá de Frank falleció cuando éste cumplió 22 años. Para ese entonces, los Devlyn ya habían inaugurado su séptima óptica. Fue entonces cuando Frank se vio en la necesidad de

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quedarse al frente del negocio familiar contando con la ayuda de su mamá y sus dos hermanos menores. Tanto en los buenos como en los malos tiempos, la cadena de ópticas Devlyn ha continuado su expansión.

Hoy en día el Grupo Devlyn Ópticos tiene más de 700 tiendas y es la compañía más grande de ventas al menudeo de Latinoamérica dentro del ramo óptico, con sucursales en México, Guatemala, El Salvador, Honduras y República Dominicana, empezando este año en los Estados Unidos. La compañía también tiene ventas al mayoreo como distribuidor y fabricante de diversos productos ópticos y oftálmicos en Latinoamérica.

Como testimonio de su estatus de líder respetado y de reconocimiento mundial, Frank forma parte de las directivas de varios grupos nacionales e internacionales. Con frecuencia se le ha solicitado servir en algún puesto público y no es de sorprenderse verle siendo entrevistado por los medios de comunicación, el gobierno mexicano, u otras organizaciones del sector privado y asociaciones filantrópicas que buscan su asesoría.

Frank se incorporó al recién fundado Club Rotario Anáhuac de la Ciudad de México, cuando tenía 29 años. “Dudo que en aquel momento, los clubes mas grandes de la ciudad hubiesen invitado a un empresario de mi edad”, recuerda. Frank fue el tercer presidente de su club y describe el haber ingresado a Rotary como “un momento crucial en mi vida”, trayendo al Rotarismo la misma energía, determinación y visión que habían sido determinantes en su carrera profesional.

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Acerca de Frank Devlyn

Su proyecto para Rotary International durante su gestión como Presidente de dicho organismo (2000-2001), se caracterizó por ser ambicioso. Con el fin de ayudar a los Rotarios a cumplir sus objetivos y darle un significado y vida al lema “Crear Conciencia y Tomar Acción”, Frank constituyó 20 grupos de trabajo. Cada uno de estos tuvo “una razón específica de ser”, con objetivos bien definidos y un plan de acción.

Frank y Gloria Rita, su esposa desde hace 46 años, tienen tres hijas y 9 nietos. Gloria Rita ha sido la compañera de Frank en Rotary y a lo largo de sus vidas, acompañándolo en sus funciones Rotarias en todos los niveles. Por esta razón, el Club Rotario Anáhuac la hizo socia honoraria. Frank también es autor de la serie de libros bestsellers Frank Habla, escritos en conjunto con David C. Forward.

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mensAje especiAl

En mis más de 50 años como Rotario, he tenido la fortuna de conocer a un sinnúmero de Rotarios a nivel

mundial. Hay Rotarios pasivos y Rotarios Activos. Uno de esos Rotarios activos y sobresalientes es Frank Devlyn.

He conocido a Frank y su esposa Gloria Rita, desde hace aproximadamente 30 años, y juntos hemos vivido innumerables experiencias Rotarias. Por su manera de ser, ellos se han ganado la amistad y cariño de mi esposa María Aurora, mis hijos y mis nietos.

Frank pertenece a una de las familias más conocidas de México y he tenido la fortuna de tratar a toda su familia: su señora madre, a sus hermanos Jesse y Patricio con sus esposas, sus hijas, sobrinos y nietos, y todos ellos me consideran como de la familia.

Hay muchas cosas que podría mencionar sobre Frank, pero en su año como Presidente de Rotary, dio a conocer uno de esos nuevos términos que no aparecen en los diccionarios y que es “proactivo”. Esa palabra es la que lo identifica plenamente, pues es el ejemplo vivo de su significado, porque lo pone en práctica con lo que yo llama “su energía perpetua”.

Frank es una de esas personas que se entrega en todo lo que hace. El éxito que ha tenido al ser uno de los principales líderes en la industria óptica de Latinoamérica, habla por sí mismo. Él ha aplicado ese mismo entusiasmo que ha

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puesto en sus empresas, que gozan de reconocimiento internacional, a todo lo que hace en Rotary International.

Para su servidor, fue un gran honor haber sido el primer mexicano que llegó a la Presidencia de Rotary International en el año de 1985. En 1928, fue Presidente Tom Sutton, norteamericano que vivía en mi ciudad natal, Tampico, Tamaulipas, y pasaron 56 años hasta que tuve como primer mexicano, la distinción de ocupar la Presidencia de R.I.

Frank era uno de esos Rotarios que siempre me apoyaban, y al ver su dedicación y la ayuda que siempre me brindaba, no pensé dos veces para nombrarlo mi Secretario para atender todos mis asuntos Rotarios en la República Mexicana. En México, él se encargó de coordinar mis actividades durante el año que fui Presidente Electo y posteriormente ya como Presidente de R.I.

En mi carrera como médico, catedrático y dirigente de uno de los bancos con más prestigio de México, tuve oportunidad de conocer a muchas personas de diferentes ámbitos y, con el tiempo, uno se va dando cuenta quiénes son las personas que tienen dotes de liderazgo, dotes que pude advertir en Frank Devlyn, y que son el motivo por el cual ha sobresalido en tantas organizaciones tanto privadas como de negocios, a nivel nacional e internacional.

Una de las cualidades que reconozco en Frank es que es un activo promotor y motivador. Considero que sus dotes coadyuvaron de alguna manera, a que recibiera el reconocimiento a nivel mundial, para ser elegido Presidente

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Mensaje Especial

de Rotary International por el periodo 2000-01. Para mí fue una satisfacción personal el que lo haya logrado, pues siempre, tanto en privado como públicamente, Frank recuerda y menciona que yo he sido su consejero, y cita que si a alguien le debe la habilidad para ser Director y Presidente de Rotary, ha sido por el apoyo que le brindé.

A Frank le agradezco conceptos que siempre menciona de su servidor, pero la verdad, es que por sus méritos propios y la dedicación que ha demostrado a nivel mundial, pudo llegar a la Presidencia de Rotary International.

Él ha podido demostrarle al mundo un crecimiento y desarrollo pleno de Rotary, que se había visto aminorado en años recientes, poniéndolo actualmente en primer plano junto con muchos otros organismos internacionales reconocidos a nivel mundial, demostrando que Rotary puede crecer porque brinda muchos beneficios a las personas que son seleccionadas para pertenecer a un Club Rotario.

Cuando me platicó del libro que quería escribir, me dijo que deseaba que fuese un libro que mencionara las muchas ventajas y beneficios que recibe al pertenecer a un Club Rotario. Ésta es una de las primeras ocasiones que veo explicado de una manera ágil y amena los muchos beneficios que reciben las personas que se afilian a Rotary International a través de un Club Rotario.

Para su servidor, el Club Rotario brinda a las personas que se afilian una nueva manera de descubrir un

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nuevo mundo de servicio, el cual fue mi lema durante mi Presidencia, porque es lo que pienso que Rotary ofrece a las personas.

En este libro que Frank escribió en un tiempo récord, con la ayuda de David Forward, quien colabora también escribiendo la historia de Rotary, podemos leer de manera entretenida y muy amena, por qué les es beneficioso a personas que son sobresalientes en sus actividades y profesiones, pertenecer a un Club Rotario.

El hecho de que una persona de éxito como es Frank Devlyn, mencione cómo le ha beneficiado pertenecer a un Club Rotario, es una lección, una historia que cualquier persona que sea invitada a ingresar, deberá analizar. Definitivamente, el pertenecer a Rotary a través de un Club Rotario, ayuda a las personas en todos los aspectos, a ser mejores seres humanos.

En la misma forma que ha sido un honor ser padrino de la Clínica de Oftalmología Devlyn que Frank tiene en México, así como de varias de sus sucursales ópticas y oficina matriz, es para mí un privilegio recomendar al mundo Rotario, este libro Frank Habla, y que les abrirá los ojos para Descubrir un Nuevo Mundo de Servicio.

Carlos Canseco,Presidente de Rotary International, 1984-85

Monterrey, Nuevo León, México.Julio 2001.

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prólogo

Fue hace más de una década en que recuerdo cuando paseaba por las amplias calles de la ciudad de Monterrey,

México. Hablamos sobre Rotary, sobre nuestras familias y algo sobre la filosofía de la vida. Era la oportunidad de conocer a Frank Devlyn de una forma en la que nunca lo había visto antes. Habíamos sido por mucho tiempo, claro está, amigos en Rotary, y habíamos servido muchos comités y tareas especiales internacionales. Ese día, él habló calmadamente, como regularmente lo hace. Tenía sueños muy serios para realizarlos. Tenía ideas que tenían que ser afinadas todavía. Tenía un mensaje dar esa mañana, pero también tenía muy poca audiencia. Fue durante esa mañana mientras caminábamos y hablábamos juntos, cuando me di cuenta que Frank estaba destinado a convertirse en el líder mundial de Rotary International algún día.

Este libro es la oportunidad de vislumbrar los pensamientos más profundos de ese Rotario tan excepcional.

Primero conocí a Frank Devlyn a principios de los años setenta, cuando una actividad en un comité de Rotary International nos unió. Era impresionante, él tenía todo para triunfar, siendo alto, lleno de energía, fluido en varios idiomas, una familia preciosa, así como todos los requisitos necesarios al ser un hombre de negocios muy exitoso.

Aunado a estos atributos personales, Frank parecía haber descubierto que el principio básico de lo que es

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Rotary, podría ser fácilmente aplicado a la vida personal, a la comunidad y a la vida familiar.

Nuestros caminos se cruzaron una y otra vez, y vi cómo Frank derribaba cualquier obstáculo con una energía inagotable y una imaginación creativa. No había tarea pequeña para él en el Club Rotario. Él respondería a cualquier llamado para ponerse en acción. Él es el tipo de persona que no solamente pertenece al Club Rotario. Él vive Rotary.

Al pasar de los años, nos encontramos en varios cargos de Rotary International. Frank y Gloria Rita compartían historias de sus tres preciosas hijas, del crecimiento del negocio familiar de óptica, de la nueva alegría de convertirse en abuelos, así como de experiencias recientes en Rotary.

Él es un hombre dedicado a su familia y considera a cientos de Rotarios como parte de su extensa familia. Yo estoy seguro que Frank Devlyn nunca ha conocido a un extraño. Inmediatamente involucra a todos en la conversación. Esto ocurre en cualquier parte del mundo.

Como se ha observado, Frank asume tareas como miembro de la Junta Directiva de Rotary International, y después como Fideicomisario de la Fundación Rotaria. Era evidente que su experiencia como hombre de negocios de éxito era aplicable a los intereses de Rotary para la expansión del número de socios, relaciones públicas efectivas, y promoción de proyectos activos

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Prólogo

para el servicio. Frank parece no temer proponerse nuevos objetivos. Él parece siempre demostrar sus habilidades excepcionales de motivación e inspiración, ya sea al hablar con prospectos de Rotarios o desafiando a Clubes de la importancia de crecer.

Como presidente de Rotary International, Frank inició un equipo proactivo de veinte Task Forces (Grupos de Trabajo), lo cual le dio a Rotary nuevos niveles de actividad humanitaria para evitar la ceguera, empleos para personas discapacitadas, niños en riesgo, prevención del crimen y la violencia, población y desarrollo, y otros servicios comunitarios mundiales. Además, ha llevado a Rotary al maravilloso mundo de las comunicaciones e intercambio de información vía Internet. Como es su costumbre, Frank todo lo hace “a lo grande”.

Como parte del énfasis que él ha puesto en el aumento del número de socios, decidió dejar un legado para introducir más y más miembros al maravilloso mundo de Rotary. Éste fue el inicio de Frank Habla.

Antes de que las primeras copias salieran de las prensas, pruebas por adelantado nos indicaban que Frank Habla iba a ser un bestseller. No se utilizaron fondos de Rotary para producir este libro, y además, él decidió donar las ganancias de su venta a la Fundación Rotaria. Todos los fondos serán utilizados para proyectos destinados a evitar la ceguera, lo cual es uno de los principales intereses de Frank.

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Frank Habla se lee de forma muy amena. ¡Es una experiencia típica de Frank Devlyn de principio a fin! Cuenta la historia de Frank conociendo a otras tres personas y cómo las invitó a unirse y disfrutar del Club Rotario. Las respuestas que dan y las excusas que cuentan, son las típicas que uno puede escuchar una y otra vez. Pero como podrán imaginar, Frank desaprueba los mitos estereotipados, y les muestra a sus nuevos amigos que los beneficios de unirse a Rotary importan más que cualquier pequeña objeción que puedan tener para no cambiar sus vidas al convertirse en Rotarios.

Frank Habla es un libro maravilloso para que los Rotarios lo lean y mantengan sus flamas internas prendidas. Más importante aún, es que es una valiosa fuente para que los Rotarios la compartan con miembros potenciales, oradores invitados o líderes de comunidades locales. En una forma maravillosa, explica lo que Rotary es, lo que Rotary hace, y el porqué unirse al Club Rotario puede enriquecer su vida.

Es un libro que disfrutarán al leer y al compartirlo con sus amigos, quienes deberían conocer al verdadero Frank Devlyn y el valor de ser socio de un Club Rotario.

Clifford L. DochtermanPresidente de Rotary International, 1992-93

Moraga, California, EU.Junio 2001.

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introducción

Una noche desagradablemente fría en febrero de 1905, un joven abogado llamado Paul P. Harris fue a cenar

con su nuevo amigo Silvester Schiele. Silvester era su único amigo en la gran ciudad de Chicago, por lo tanto, Paul estaba muy solo. Él había crecido en el pequeño pueblo de Wallingford, Vermont, donde todos se conocían entre sí, y donde la palabra de uno era su propia garantía y donde los comerciantes y los clientes se saludaban por su nombre. Debido a circunstancias familiares, había sido educado por sus abuelos y le habían enseñado a ser tolerante, respetuoso, trabajador y honesto. Cuando se graduó en la escuela de leyes y llegó a la atestada metrópoli de la segunda ciudad más grande de los Estados Unidos, él quedó sumamente sorprendido con lo que encontró.

Sus abuelos habían muerto, no tenía una familia estable que lo animara a regresar, y Chicago era tan diferente a Wallingford como la noche lo es del día. En aquel tiempo, no había leyes de protección al consumo. De hecho, la única ley era: “deja al comprador que se cuide solo”. Dominaba la corrupción, los empleados y clientes sufrían a manos de negocios sin escrúpulos, pero más que nada, Paul extrañaba el compañerismo que había experimentado en sus años de formación. En Wallingford, si la familia sufría algún problema económico, el tendero extendía crédito gustoso; los vecinos no dudaban un momento en llevar comida cuando alguien se enfermaba, y si un niño se dirigía a su casa y lo sorprendía una tormenta,

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la familia más cercana lo recogía y lo cuidaba hasta que dejara de llover.

Paul propuso una idea a Silvester: ¿Por qué no reunir a un grupo de gente de negocios que se pudiera ver con frecuencia simplemente por compañerismo y en donde pudieran intercambiar ideas de ayuda mutua? Podrían limitar a los socios a un solo representante de cada área de negocios o de profesión, puesto que el motivo principal es que si muchas personas de un solo tipo de negocio fueran socios, se sentarían gustosos y “platicarían” solamente entre sí. Difícilmente este ambiente sería propicio para la camaradería que Paul vislumbró.

Cuatro personas acudieron a la primera reunión: un comerciante de carbón, un sastre, un ingeniero de minas y Paul Harris, el abogado. Para la siguiente reunión, aquellos cuatro trajeron consigo un impresor, un fabricante de órganos y un agente de bienes raíces. En cada reunión subsecuente, se presentaban nuevos miembros, y el grupo se rotaba del lugar de trabajo de un miembro a otro, de ahí la elección del nombre Club Rotario.

El Club Rotario creció rápidamente por los Estados Unidos y después por todo el mundo. Al poco tiempo, los Rotarios cambiaron el objetivo de su organización. De ser un intercambio de amistades y negocios, pasaron a ser una organización de servicio. Como el primer Club de Servicio en el mundo, Rotary llegó a ayudar a:

La comunidad local, como una forma de compensar a los vecinos que patrocinaron sus negocios.

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Introducción

Internacionalmente, con programas que propiciaban la paz y el alivio al sufrimiento.

A través de sus vocaciones; con los Rotarios tomando el papel de liderazgo al crear un código de ética en los negocios, y el cual miles de ellos adoptaron.

Niños, a quienes los Rotarios enseñaron en diversos programas

La expansión de Rotary alrededor del mundo atrajo a reyes y príncipes, así como a líderes políticos, religiosos y comunitarios de todo tipo, a una relación de compañerismo con hombres de negocios y profesionistas. Pero la razón original de Paul para comenzar Rotary, nunca fue olvidada. Cuando altos ejecutivos se sientan a la mesa con el tendero de la esquina, en el Club Rotario desaparecen los títulos. Ya no son más el “Príncipe” fulano o el “Médico” sutano, sino “Toño” y “Pepe”. Rotary fue y sigue siendo una organización que lucha por derribar barreras, al creer en un grupo de mujeres y hombres influyentes, inteligentes y dedicados. Empapados con el espíritu de servicio voluntario que pueda cambiar al mundo para bien. Para algunos Rotarios, esto significa ensuciarse las manos un sábado por la mañana mientras construyen una rampa para sillas de ruedas en una biblioteca. Para otros significa hacer un cheque para comprar una computadora para una escuela de una gran ciudad. Para otros más, significa hospedar en su casa a un grupo de estudiantes de intercambio Rotario

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o de viajar a Bangladesh para perforar un pozo que suministrará agua potable a una aldea.

Rotary es una organización que es verdaderamente internacional, apolítica y sin ninguna afiliación religiosa o sectaria. Y ha cambiado al mundo para bien. Rotary ayudó como intermediario en un pacto de paz entre países Sudamericanos en guerra, ayudó a fundar la ONU (Organización de las Naciones Unidas), destacando los derechos humanos, y lanzó la campaña Polio Plus para erradicar el flagelo de esta enfermedad de la faz de la tierra para el año 2005.

Pero las raíces de Rotary permanecen entre los hombres y mujeres que van a sus reuniones del Club Rotario local, por diversión y compañerismo, sin descuidar el compromiso de servir con alegría a aquellos menos afortunados.

Yo soy de esos miembros. Crecí con un pie en la tierra natal de mi padre, los Estados Unidos, y el otro en la tierra de mi madre, México. Yo vi directamente los beneficios para todos cuando la gente de diferentes culturas y nacionalidades hicieron a un lado sus diferencias y prejuicios e intentaron de la mejor manera entenderse el uno al otro. Mis padres fueron optometristas y pusieron una óptica de venta al menudeo en nuestra ciudad natal, Ciudad Juárez. Desde la edad de nueve años, me encantaba trabajar en la óptica después de la escuela. Era como si dejara mi salón de clases académicas, para estudiar el salón de clases de la vida y fue aquí donde vi a mis padres tratar a sus clientes con dignidad, integridad y respeto. Aprendí

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desde temprana edad que yo quería escoger la misma profesión, para poder devolver algo a la comunidad que le dio a mi familia su medio de subsistencia.

Después de realizar mis estudios universitarios y profesionales fui a trabajar tiempo completo, al lado de mis padres en el negocio familiar. Muy pronto, mis hermanos Jesse y Pat se unieron. Mi padre murió justo cuando yo cumplía 22 años. Teníamos siete ópticas en ese momento, y decidimos que lo que había sido un sueño que él compartió conmigo, se convertiría ahora en el sueño familiar, e hicimos crecer el negocio tanto en forma horizontal como vertical. Abrimos tiendas por todo el país y nos extendimos en el área de fabricación y distribución de productos de óptica. Pero hay otras cosas en la vida más importantes que sobresalir en los negocios. Simplemente no sabía qué era lo que me estaba perdiendo en ese tiempo.

En 1970, fui invitado a unirme al Club Rotario Anáhuac en la Ciudad de México. Yo sabía que Rotary era, y sigue siendo, una organización muy prestigiada. Es la crema y nata de los clubes de servicio, y mi vida nunca ha sido la misma desde que me convertí en Rotario. De los cientos de respuestas que otros Rotarios han enviado a mi página electrónica (website), www.frankdevlyn.org (ver Apéndice A), no soy el único que piensa de esa forma.

Ahora admito, sin temor a equivocarme, que el “prestigio” no era probablemente la razón más valiosa para mí al unirme a un club de servicio. Pero cuando menos me hizo hacerlo. Tampoco estaba decepcionado. He conocido a algunos de los líderes mundiales más importantes, como

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resultado de mi incorporación a Rotary. Poco tiempo después de haberme unido, asistí a la celebración del 75 aniversario del Club Rotario de la Ciudad de México, y ahí estaba yo, un joven y nuevo Rotario charlando con Luis Echeverría, en ese entonces Presidente de México, y quien era el orador invitado.

Mientras que el “prestigio” y los “contactos de negocios” pudieron haber sido mis razones para unirme a Rotary, rápidamente descubrí las verdaderas recompensas de ser socio. Lo primero es la amistad. Tengo muchos amigos en todos los continentes del mundo como resultado directo de Rotary. Como socio nuevo, me di cuenta que cuando los Rotarios se reúnen, sienten una verdadera unión de amistad, ya sea cuando un socio visita otro Club local o cuando los Rotarios de un país se reúnen con otros de otra parte del mundo. Gente de todas partes del mundo se han hospedado en mi casa y he sido invitado como huésped cuando viajamos al extranjero. Paul Harris tenía en la pared de su oficina una frase enmarcada de su poeta favorito, Ralph Waldo Emerson: “Aquel que tiene miles de amigos, no tiene un amigo de sobra”. Yo probablemente tengo miles de amigos hoy, y he conocido a la gran mayoría de ellos a través de Rotary.

Justo cuando me convertí en un socio más activo, me dieron un puesto ejecutivo en el Club y después fui Presidente, Posteriormente tuve la fortuna de ser elegido Gobernador de Distrito y después me eligieron Director, miembro de la Junta Directiva de Rotary International. Desde el inicio de mi participación en Rotary, mi círculo de amistades se hizo más grande, y mi familia disfrutaba

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Introducción

del trabajo que hace un Rotario y de la gente que lo hace. Mi esposa, Gloria Rita, hizo amistades con los Rotarios y con sus esposas por todo el mundo. Lo mismo hicieron mis hijas, quienes viajaron conmigo a las conferencias de distrito y a las convenciones internacionales. Ha pasado mucho tiempo desde que mis tres hermanos se unieron al Club Rotario, así como el esposo de mi hermana, y hace poco nombraron en Ciudad Juárez a mi madre Rotaria Honoraria. Cada uno de ellos me ha comentado en repetidas ocasiones lo orgullosos que se sienten del trabajo en Rotary y de la pequeña contribución de nuestra familia en ese trabajo. El día 1° de Julio del 2000, me convertí en la tercera persona de México en servir como Presidente de Rotary International.

Durante dos años, uno como Presidente electo y otro como Presidente en funciones, he viajado por el mundo, prácticamente en una ciudad diferente cada dos o tres días. La gente frecuentemente me pregunta: “¿Cómo lo haces? ¿No te sientes exhausto permanentemente?”. Por supuesto que se vuelve cansado, con tantos viajes de aquí para allá y cruzando diferentes husos horarios. Pero sin duda, cada vez que me sentía cansado, me alistaba para ir a otra conferencia o reunión, tan seguro como que el sol sale por el este, recordaba de lo que se trataba el propósito de Rotary. ¡Eso me fortalecía! ¡Qué sensación tan llena de energía es escuchar el testimonio tan apremiante de tanta gente!

Perfectos desconocidos me decían cómo se habían convertido en eruditos de los principios Rotarios y ahora utilizan esos mismos principios de Rotary como una guía

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diaria para las importantes posiciones que tenían en el gobierno y en la industria. He conocido a gente sirviendo de forma entusiasta al anciano, al joven, al enfermo, al pobre y al invidente. Vi proyectos de Rotary para proveer de extremidades artificiales a víctimas de minas terrestres, al costo de sólo $100 dólares. Vi a médicos Rotarios y sus amigos, médicos también, viajar a países muy lejanos cubriendo sus gastos personales, donde reconstruyeron paladares hendidos, enderezaron piernas discapacitadas, y devolvieron la vista a gente que había perdido la esperanza de ser “normal”. He visto proyectos que animan a las mujeres a iniciar sus propios negocios en países en vías de desarrollo a través de micro créditos.

Hoy en día el Club Rotario fusiona su diversidad y prestigio con la experiencia de socios que afianzan nuestro compromiso de servir aún más. El ejemplo más grande de este concepto de socios en servicio es nuestra relación con la Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés), los Centros de Control de Enfermedades, la UNICEF y las secretarías de salud de todo el mundo. Juntos, hemos sido capaces de erradicar la polio de continentes enteros; un logro que ninguno de nosotros hubiese podido conseguir solo. Nos estamos asociando con CBMI International, Sight Savers, y otros grupos en proyectos para evitar la ceguera, con Industrias de Buena Voluntad (Goodwill Industries) para dar empleos a gente con alguna discapacidad, y con la Fundación de Sillas de Ruedas para proveer de una silla de ruedas a cualquier persona en el mundo que la necesite. Es aquí donde el prestigio del Club Rotario ayuda tanto. Si un Club Rotario en Canadá recibiera una petición de ayuda del “Instituto

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Gulbarga” en la India, quizá la tirarían a la basura, pero cuando reciben una carta del Club Rotario de Gulbarga, diciendo que se han asociado con el instituto y necesitan apoyo para su proyecto, los Rotarios canadienses estarán más dispuestos a ayudar.

Cuando fui a Nueva York a presentar al Secretario de las Naciones Unidas, General Kofi Annan, un reconocimiento por sus esfuerzos en la erradicación de la polio, dijo a la audiencia: “Si alguien debería estar agradecido, debería ser la Organización de las Naciones Unidas, que agradece a Rotary, no sólo por lo que ha hecho para la erradicación mundial de la polio, sino por cómo ha ayudado a 30,000 comunidades en el mundo”.

Aunque Rotary ya se acerca a sus 100 años, no es de ninguna forma un centenario decrépito, todo lo contrario, está más activo, vivo y relevante que nunca. Un Rotario que conocí, un médico de 49 años de asistir ininterrumpidamente a su Club, me dijo: “Una de mis contribuciones más grandes al Club Rotario, fue hecha hace 30 años cuando traje a esa jovencita al mundo”, mientras señalaba a quien era la Presidenta de dicho Club.

Ahora ella, tú, y yo, tenemos incluso una mayor oportunidad de traer vida a este mundo. Las nuevas becas de la paz, que la Fundación Rotaria acaba de lanzar -entrenarán a los alumnos graduados en cómo lograr la paz y cómo resolver conflictos-, es un nuevo programa que se está iniciando en ocho universidades de prestigio mundial. Eso significa que el dinero que aportó hoy la Fundación Rotaria, puede ayudar a una persona el día de mañana para

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ayudar a que dos naciones en conflicto, logren terminar una guerra que está costando millones de vidas humanas. Los Rotarios en el mundo desarrollado están enseñando actualmente la mentalidad empresarial a gente de democracias nacientes, y no es ninguna exageración decir que cada minuto de cada día, los Rotarios están utilizando su influencia, sus manos y su generosidad para hacer de este mundo un mejor lugar para toda la humanidad.

Aún por todo el bien que Rotary hace, por todo el prestigio que tiene la organización, por todo lo que nos divertimos en nuestras reuniones, ¿por qué no hay más gente como nosotros? Si 1.2 millones hacen todo esto, imagínense el bienestar de nuestras comunidades y del resto del mundo si hubiesen 2 millones de Rotarios. No es una organización para cualquier persona, es sólo para los mejores en su actividad.

La triste verdad es que mucha gente no se ha unido al Club Rotario porque simplemente no saben lo que es, o porque tienen una mala impresión de él. Ése es un problema de imagen que se conoce desde hace mucho tiempo. Algunas personas son todavía renuentes a unirse a Rotary debido a la percepción que tienen de que somos un aburrido Club de hombres que insiste en que vayan a cada reunión, ¡y que les costará una fortuna!... ¡Una vez más protesto! ¡Eso simplemente no es verdad!

Pero la razón definitiva por la que la gente no se une a Rotary, es que nosotros los Rotarios no les pedimos que lo hagan. ¡Oh claro!, se lo pedimos a nuestros hijos e hijas, a nuestros socios cercanos y amigos. Les decimos de vez

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en cuando que se unan al Club, pero muy frecuentemente no pensamos en nuestro deber como intercesores con la mayoría de la gente, con la que nos cruzamos en nuestra vida diaria. El médico que conocí que había traído al mundo a la Presidente de su Club, en 49 años de ser socio Rotario había incorporado a un solo miembro en su Club. Me comentó que había traído al mundo cerca de 1,000 bebés en su carrera. Yo creo que al menos el diez por ciento de ellos hubieran estado motivados y honrados – precisamente como la Presidenta de su Club-, si el médico que los trajo a este mundo los hubiera invitado muchos años después a unirse a Rotary. ¡Qué oportunidad tan desperdiciada!

Tuve una reunión de 90 minutos con el señor Bill Gates, padre del Bill Gates de la empresa Microsoft. Hablamos sobre los programas de Rotary y en especial sobre el de Polio Plus, por el cual le agradecí su apoyo. Bill estaba muy interesado en conocer el trabajo que hace Rotary, de hecho, el buen trabajo del Club Rotario es una de las razones por las que la Fundación Gates ha donado 50 millones de dólares para la erradicación de la polio. Después le pregunté: “Bill, ¿por qué nunca te incorporaste a un Club Rotario?”. Él me dijo: “¡Porque nunca me lo han pedido!”. En ese momento lo invité a unirse y aceptó. Le hice la misma pregunta a Ken Behring, uno de los principales filántropos de Estados Unidos y fundador de Wheelchair Foundation. Y una vez más, al Primer Ministro de Trinidad. En ambos casos, y en muchos otros, me dieron la misma respuesta: “Nunca me invitaron a unirme al Club”. Les pregunté si aceptarían mi invitación y se sintieron muy honrados en convertirse en socios. Ahora

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díganme, ¿cómo mejoraría su Club Rotario si tuviera a Bill Gates, o a Ken Behring, o un Primer Ministro, o incluso al florista o a un gerente de restaurante entre sus miembros?

Es precisamente por lo que escribí este libro. Cuando terminaba mi periodo presidencial, quise compartir, en una forma muy amena, lo que Rotary puede hacer por ti, y al mismo tiempo, lo que tú puedes hacer por Rotary. Escribí esto para los Rotarios actuales como una herramienta para dársela a los socios potenciales. Escribí esto para los No Rotarios, con el fin de pagar nuevamente la deuda que tengo con el hombre que me invitó a unirme a Rotary. Tú podrías ser el flamante nuevo representante en tu campo que se una al Club Rotario local, primeramente por cómo te podría ayudar en tu negocio. Incluso si ésta es tu razón para principal para unirte, yo sé que tú, como yo, harás rápidamente los mejores amigos que jamás tendrás. Así, descubrirás la alegría interna que se deriva después de dar la mano a algún proyecto de servicio comunitario. Posteriormente, quizá te involucres en un proyecto internacional y, como yo y otros 1.2 millones de personas, ¡estarás atrapado! Nuestra prueba cuádruple llama a la acción en todos nuestros tratos, me obliga a decirte esto por adelantado.

Una y otra vez, Rotarios de cada continente me han dicho: “Me convertí en Rotario y mi autoestima mejoró”, “Me incorporé porque pensé que podría hacer algo por los demás, pero he recibido mucho más de lo que he dado”.

Espero se unan a mí, así como Frank Habla cuenta la historia de un reciente viaje, en donde cuatro de

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nosotros comenzamos como extraños y terminamos como compañeros y amigos, en el viaje de la vida a través de Rotary, y ellos como probables Rotarios en algún Club Rotario.

Frank DevlynEvanston, Illinois, EU.

Junio, 2001

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La Escuela Poona y la Casa del Invidente necesitaban que un autobús transportara chicas invidentes de su albergue a la escuela secundaria que estaba como a cinco kilómetros de distancia. Solían transportarse en un autobús local, que era inseguro e incómodo. Decidimos donar el autobús con una subvención de la Fundación Rotaria. Afortunadamente, el Rotario Ken Rawlings, del Club Rotario de Eastburn, del Reino Unido, estaba en Pune. Discutimos un proyecto con él y a cambio, lo presentó al Rotario Hap Mills del Club Rotario de Stuart, Florida. Estos dos Clubes, junto con los Clubes Rotarios de Stuart Sunrise y Club Rotario de de Hobe Sound/Port Salerno, concedieron el financiamiento de $3,615 dólares. A la Fundación Rotaria le fue pedido completar la contribución de $6,330 dólares. El autobús fue donado el 12 de abril pasado. Las chicas estaban muy contentas, especialmente después de saber que el autobús contaba con una grabadora. He recibido una carta en sistema Braille de una de las chicas, dirigida al Presidente Frank Devlyn, y en la cual dice que ellas no son capaces de vernos, pero que cada vez que viajan en el autobús, recuerdan a Rotary. Ésta fue ciertamente una memorable y conmovedora experiencia, lo que realmente refleja la internacionalidad de nuestra gran organización, así como la de los cinco Clubes a lo largo de tres continentes, que se unieron para este proyecto.

Achyut Gokhale, Presidente de Club,Club Rotario de Pune Shivanijagar

Pune, Maharashtra, India.

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FOTO 1

Clubes Rotarios de todo el mundo respondieron rápidamente al alivio del desastre producido

por el huracán Mitch, que causó gran destrucción en Honduras en 1999.

FOTO 2

Este Club Rotario en la India fue pionero de las campañas de Rotary International para evitar

la ceguera, la que por $100 dólares, puede proporcionar la cirugía para devolver la vista a tres

personas.

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cApítulo 1

El Encuentro con la Oportunidad

Una densa niebla cubría el aeropuerto como un gran velo gris. Potentes jets comerciales, flechas aeronáuticas

normalmente capaces de conectar continentes en un solo viaje se detuvieron inertes en la rampa. ¿Los afectados? Paralizados en el manto de la penumbra. Los pilotos no podían ni ver el suelo desde las ventanillas de sus cabinas. Nada se movía. Ni los camiones, ni mi vuelo, ni yo.

Las filas en el mostrador de servicio al cliente serpenteaban más allá del área de salida. Mi destino final en la capital de la nación estaba a una hora de vuelo, y tenía que estar ahí para un evento de gala, en el cual yo sería el orador que pronunciaría el discurso de apertura esa misma noche. Era la hora de conseguir ayuda. Era hora de llamar a RITS (servicio de viajes de Rotary International) en las oficinas centrales de Evanston, Illinois.

En cinco minutos ya tenían solucionado el problema. “Hay un tren exprés que sale en 48 minutos”, dijo el agente con tono de seguridad. “Necesitas tomar un taxi a la estación principal en el centro y ya hice los arreglos necesarios para que tengan tu boleto listo en la ventanilla.

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Tienes todavía dos horas entre la llegada del tren y el inicio de la cena”.

Me apresuré a la salida más cercana y volteé a la derecha, pensando que el lugar idóneo para tomar un taxi sería el mismo lugar por donde ellos entran al aeropuerto. Y como respuesta a mis oraciones, un taxi apareció a través de la espesa niebla.

“¡Taxi!”“¡Taxi!”“¡Taxi!”

Se detuvo justo a mi lado, y mientras me acercaba a la puerta, volteé para ver la fuente de las múltiples llamadas. Apenas diez pasos atrás de mí, una mujer estaba corriendo en la misma dirección. Tres pasos atrás de ella, estaba un hombre joven con expresión de angustia en su rostro.

“Ya tengo 20 minutos esperando un taxi”, replicó la mujer. “Mi vuelo se canceló y tengo que llegar a la estación para tomar un tren. ¡Estoy desesperada! ¿No tiene que ir al centro para nada, verdad?”.

“Mejor que éso”, le dije. “También voy a la estación, súbase”. El joven estaba a nuestro lado. “Yo también”, dijo. “¿Habría manera de que hicieran lugar para uno más?”.

Mientras nos alejábamos de la acera, eché mi primer vistazo a la multitud de pasajeros afuera de las puertas principales de la terminal. Debe haber habido un millar de personas ahí y todas buscando desesperadamente un taxi, cualquier medio de transporte que los pudiera acercar a su

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destino. Me dirigí hacia mis invitados. “¡Hola! Soy Frank Devlyn”, les dije, extendiendo mi mano.

“Mi nombre es Sue; me da gusto conocerlo. Muchas gracias por permitirme compartir su taxi”. Sue era una mujer atractiva, vestida adecuadamente con un traje sastre rojo y accesorios elegantes. Probablemente tenía cuarenta y tantos años, pensé.

“Yo soy Bob. Mucho gusto en conocerle y gracias por el aventón”. La presentación de este hombre interrumpió mi reconocimiento a Sue. Era mucho más joven. Quizá tenía 30 años; vestía unos impecables pantalones de mezclilla y sudadera.

Me gusta estudiar el comportamiento humano. Me encanta tratar de entender lo que hace que la gente actúe de la manera en que lo hace, así, mientras el taxi continuaba su camino, traté de observar a mis dos invitados. No podían haber sido tan diferentes. Sue era sociable, divertida y cálida. Ella usaba libremente sus ademanes al hablar, y era a ciencia cierta una de esas personas que hacían amigos fácilmente. Bob, por otro lado, parecía ser del tipo de personas que responden con monosílabos y rara vez inician una conversación.

“¡Qué pareja hacían!”, me dije a mí mismo. Paso tanto tiempo en los aviones, que en ocasiones trato de adivinar a lo que se dedica la gente tan sólo observando cómo se visten y actúan. “Apuesto a que ella se dedica a las relaciones públicas, y él es… humm… quizá sea ingeniero, o uno de esos punto com de la Generación X,

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como los que he estado conociendo en los últimos dos años”, especulé en mi mente.

“Háblenme de ustedes”, les dije.

Probablemente nadie se sorprendería al saber que Sue habló primero. “Estoy casada y tengo dos preciosas hijas de 19 y 22 años”, dijo. “He trabajado en la industria aérea por 25 años, para Líneas Aéreas Sudamericanas”, agregó. Ella continuó explicando cómo había trabajado en su carrera: desde ser una representante de ventas hasta ser gerente de ventas a nivel regional, y era obvio que adoraba su trabajo. Pero algunos meses atrás, la compañía se había estancado en un terrible ajuste financiero. Cerró oficinas, canceló rutas y despidió personal en todo el mundo. Como veterana de 25 años, el salario de Sue era un blanco atractivo para los administradores encargados de reducir el presupuesto en las oficinas centrales. Ellos diseñaron un plan para restaurar la compañía y lograr tener utilidades nuevamente. El plan consistía en ofrecer una jubilación anticipada a los empleados con más tiempo en la compañía y repentinamente, Sue era una mujer retirada, aunque de forma involuntaria. “Muchos de nosotros fuimos obligados a aceptar la oferta, ya que la opción era: ‘O lo tomas o lo dejas’”, explicó. “Recibo un cheque cada mes, pero no puedo imaginarme a mí misma sentada sin hacer nada y extraño mucho compartir con la gente durante el día, así que he estado tratando de abrir una oficina de consultoría de negocios, dirigida principalmente a las agencias de viajes”, apuntó.

“¿Y tú qué tal, Bob?”, pregunté. Aunque era su turno, le pedí que hiciera algo fuera de lo normal: compartir

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información profesional acerca de él mismo. “Trabajo como diseñador de software para eData Systems”, dijo, con voz suave y mesurada.

“¡Ajá!”, pensé. “¡Estaba yo en lo correcto!”.

“¿Estás casado? ¿Tienes hijos?”, preguntó Sue, tomando el papel de la inquisidora.

“No estoy casado. Mi novia Sarah y yo vivimos juntos. Probablemente nos casaremos algún día. Nuestro ‘hijo’ es perro golden retriever. Ambos trabajamos en horas muy raras; en nuestro horario no hay espacio para niños”.

“¿Y tú qué haces, Frank?”, preguntó Sue.

“Bueno, pues como dije antes, soy Frank Devlyn. Soy de México”, respondí.

“¿Devlyn? Eso no suena muy mexicano”, interrumpió Sue.

“Mi padre era americano descendiente de irlandeses y mi madre es mexicana. Crecí, literalmente hablando, con los pies en ambos países. Vivimos en Ciudad Juárez, Chihuahua, México, pero fui a la escuela en El Paso, Texas. He sido bilingüe desde que comencé a hablar. Gloria Rita y yo hemos estado casados por 35 años y tenemos tres hijas, todas están casadas actualmente y tenemos cinco maravillosos nietos. Manejamos una cadena de óptica en todo México y ahora en varios países latinoamericanos”, dije.

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“¿Y qué lo trae por aquí?”, preguntó ahora Bob.

“Rotary. Estoy sirviendo como Presidente de Rotary International este año, y se supone que debo hablar en un evento muy importante esta noche, para rendir honores a algunos de nuestros benefactores de la Fundación Rotaria”, agregué.

“¿Rotary?”, dijo Bob, sorprendido. “¿Qué es Rotary?”.

Pero antes de que tuviera la oportunidad de contestar, el taxista nos sorprendió al anunciarnos que ya habíamos llegado a la estación de tren. Habíamos estado tan metidos en la conversación, que ni siquiera habíamos notado que la niebla se estaba levantando. Le pagué al taxista y después de darme cuenta que nos dirigíamos al mismo tren, caminamos los tres hacia la taquilla. Cinco minutos más tarde encontramos nuestro andén, donde el tren estaba esperado.

Siento que ya habíamos experimentado cierta unión que emana de la gente que es reunida en la adversidad. Una hora antes estaba frustrado al descubrir que mi horario tan bien planeado estaba desorganizado. Después la casualidad me puso frente a dos personas realmente agradables; no los llamaré extraños, porque creo que los extraños son aquellos amigos que aún tenemos que conocer.

El conductor nos dijo que el viaje tomaría tres horas y media. Mientras abordábamos el tren, supimos que no necesitábamos preguntar si nos podíamos sentar

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juntos. Caminamos a través del corredor buscando un compartimiento vacío mientras el tren comenzaba a avanzar; ninguno de ellos tenía tres asientos vacíos. Finalmente, y cerca de la parte posterior del tren, había un compartimento con un solo hombre y seis lugares. “Parece que éste es”, dijo Sue.

“Entonces”, dije. “Me preguntabas lo que es Rotary, ¿verdad? Antes de contestar, déjame voltear la pregunta. Bob, ¿tú qué crees que sea Rotary?”.

Bob reflexionó por algunos segundos, paseando su mano derecha sobre la discreta barba que crecía en su mentón. “¿Qué no es como la Cámara de Comercio o algo así? ¿El Club Rotario es lo mismo que el Club de Leones? Creo que el papá de mi novia está en un Club Rotario, y recuerdo haber visto su logo afuera de hoteles o en la carretera, pero no tengo idea clara de lo que es o lo que hace”, contestó.

“Sue, ¿tú qué crees que sea Rotary?”, pregunté.

“Cuando estaba en la preparatoria, gané un concurso de ensayos. Era sobre cómo deberíamos hacer nuestra parte para ayudar a la sociedad y estaba patrocinado por el Club Rotario. En consecuencia, tuve que leer mi ensayo en el Club Rotario local para recibir el premio. Estaba aterrada al hablar en ese entonces ante un grupo; por supuesto ahora no me puedes impresionar”, dijo entre risas. “De todas formas, practiqué mi ensayo una y otra vez y cuando llegó el gran día, recuerdo a un grupo de hombres, maduros todos, portando gafetes con sus nombres. Eran el ‘Quién

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es Quién’ de nuestra ciudad. El gerente del banco, el alcalde, y el señor Schmidt de supermercados Schimdt’s, estaban ahí. También estaban el Padre Emil de la Iglesia de Santa María, el jefe de la policía… como dije antes, había mucha gente ‘influyente’. Pero lo que nunca he olvidado, es que a la mitad de mi discurso, escuché el sonido de un ronquido. Levanté mi mirada y estaba uno de los socios totalmente dormido. Eso fue hace como treinta años, pero cuando pienso en Rotary, todavía pienso en un Club de niños-adultos y en la persona que se durmió durante mi discurso”, contó Sue.

Repentinamente me percaté del hombre a quien le habíamos interrumpido su intimidad. Más que parecer molesto por haber ocupado lo que fue su comportamiento privado, se mostró interesado en lo que Sue estaba diciendo. Nuestros ojos se encontraron.

“¡Hola! Soy Frank Devlyn”, le dije ofreciéndole mi mano a través del compartimiento.

“Duncan Thorpe”, dijo, mientras estrechaba mi mano en saludo firme y vigoroso. Era un hombre mayor, quizá de 65 o 66 años; alto, delgado y con un cuerpo que parecía le recompensaba los años de ejercicio y una alimentación saludable. Lo puse al tanto de quiénes éramos y cómo habíamos abordado el tren juntos.

“Puedes quedarte con tus viajes de negocios en avión”, dijo Duncan, de una forma despectiva. “Pasé 43 años en la lucha frenética por obtener ascensos en mi trabajo, tomando aviones, buscando ascensos,

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preocupándome sobre cómo las demoras estropearían mis reuniones. Solía preguntarme cómo sería viajar en tren. Ahora viajo en tren por elección propia. Me retiré el año pasado de la compañía DuPro Chemical. Mi segunda esposa falleció hace seis años y me encanta viajar para experimentar tanto la vida así como este precioso país. Así es que compro un pase para ciudadano de la tercera edad y voy adonde me plazca, cuando quiero. Finalmente he descubierto cómo hacer del viaje algo tan interesante como el destino final, como la vida misma”.

“Ah, ¿así que también eres filósofo, eh?”, dije con una sonrisa.

“Entonces, Frank”, preguntó Bob. “¿Tú cómo descubrirías al Club Rotario?”, retomando así la conversación que teníamos antes de que conociéramos a Duncan.

“Tú sabes, si alguien quisiera descubrir el antiguo empleo de Sue, Líneas Sudamericanas, podrías obtener diferentes respuestas. Una podría ser: ‘Soy un ciudadano orgulloso y ésta es mi línea aérea nacional. Entienden mi idioma y mi cultura’, y otras: ‘Líneas Aéreas Sudamericanas tiene las mejores tarifas’, o: ‘Los pilotos de Líneas Aéreas Sudamericanas son los más seguros’, o: ‘Vuelo con ellos porque sus sobrecargos son fabulosos’. Quizá toda esta gente esté en lo correcto. Tienen diferentes percepciones de Líneas Aéreas Sudamericanas, dependiendo de sus experiencias personales con la compañía.

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“En Rotary es la misma forma de pensar. Comenzó hace casi 100 años, en 1905, cuando un joven abogado se mudó a la ciudad de Chicago para establecerse laboralmente. Era un feroz ambiente de negocios en aquel entonces y él extrañaba la amigable y segura forma de vida que él había vivido en el pequeño pueblo de Vermont a lo largo de su educación. Por lo tanto, él tuvo la idea de un Club donde la gente de negocios y los profesionistas podrían interrelacionarse y llegar a ser amigos. Rápidamente se convirtió en un oasis de compañerismo dentro de un desierto de corrupción y codicia.

“Era el primero de lo que algunos llamarían hoy Clubes de networking. ¿Quién quisiera comprar un traje sastre de un sastre que se ha convertido en tu amigo? Y claro está, si tú fueras ese sastre, tú comprarías el carbón al comerciante de carbón en tu Club Rotario, y así sucesivamente. Ellos no tenían que comerciar el uno con el otro, ellos querían hacerlo. Muy pronto, otras personas en la comunidad querían hacer negocio con quienes prometieron un trato justo y ético para todos y el Código de ética del Club Rotario fue adoptado por docenas de asociaciones comerciales a lo largo de los Estados Unidos, así como en muchos otros países. Eso es lo que llamamos Servicio a Través de la Ocupación. Los Rotarios fungen como faros de ética, destellos de integridad que son vistos a través de sus comunidades y alrededor del mundo”, dije.

“Por casi 100 años, los Rotarios han velado profundamente por sus comunidades. Fue Rotary quien marcó el inicio del trabajo con un grupo de niños discapacitados y que ahora es conocido como la Easter

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Seals Society. Hay más de 30 mil Clubes Rotarios, tanto en grandes como en pequeños pueblos alrededor del mundo, y en cada uno de ellos, el Club Rotario está construyendo parques, ayudando a quienes lo necesitan, trabajando con niños y emprendiendo decenas de miles de proyectos cada año, para hacer de esas comunidades un mejor lugar para vivir y para trabajar. Ese es nuestro trabajo social al que llamamos servicio a la comunidad.

“Pero tú sabes que, también debo mencionar que además de todos esos Clubes Rotarios que llevan a cabo millones de horas de servicio voluntario en incontables proyectos dentro de su comunidad local, así como en proyectos internacionales. Es así que tenemos 6,650 Clubes de Interact en 130 países –que es como un Club Rotario en las secundarias- y el Club Rotaract, compuesto por adultos jóvenes y que tiene 6,500 Clubes en 146 países, reuniendo así a otros 150,000 miembros. Y en algunos países, los Clubes Rotarios locales patrocinan Grupos de Fomento Vecinal que también hacen un invaluable trabajo de servicio comunitario local.

“El servicio internacional ha sido un enfoque de los Clubes Rotarios desde principios de los años 20. Los Rotarios fueron invitados a participar en la fundación de las Naciones Unidas. Fue Rotary International quien brindó la fuerza investigadora para establecer la UNESCO. Los Rotarios de América del Sur, lograron lo que los gobernantes no pudieron hacer: literalmente confrontaron a ambas regiones en guerra de dos países que se encontraban en conflicto fronterizo y trabajaron decisivamente para lograr un arreglo de paz”, relaté.

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“Hoy en día, la joya de nuestra corona es lo que llamamos Polio Plus: el regalo de Rotary International para el mundo, en nuestro Centésimo Aniversario para el año 2005. Hemos inmunizado a dos mil millones de niños contra la polio desde 1988 y hemos reducido el número de casos de esta enfermedad en más del 90 por ciento. Hemos también, eliminado completamente la polio en el hemisferio oeste, en Europa, en el pacífico oeste y en China. Para el año 2005 habremos borrado este terrible flagelo de la faz de la tierra. Y como Rotary no tiene ataduras políticas o religiosas, muchos países en medio de una guerra civil han declarado ‘Periodos de Tregua’, durante los cuales inmunizamos a todos los niños de esos países”, expliqué.

“Sue, tú mencionaste haber recibido un premio de un Club Rotario local cuando eras estudiante. Eso apenas ‘araña’ la superficie de lo que Rotary hace para ayudar a la educación de los jóvenes. Una beca de la Fundación Rotaria vale aproximadamente $25,000 dólares, y hacemos entrega de aproximadamente 1,200 de ellas cada año. En mi año como Presidente de Rotary International, hemos invertido más de $25 millones de dólares en becas educacionales, y eso es sólo la punta del iceberg.

“Pero todo se inicia en un Club Rotario local, enfatizando que es un club de servicio. De esta forma, el intento original de tener un buen compañerismo, diversión, camaradería y amistad, se sigue manteniendo. Personalmente tuve muchos amigos antes de unirme a mi Club Rotario local en 1970, pero los mejores amigos que he tenido han llegado como resultado de mi afiliación como Rotario.

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“Así que Bob, no somos una Cámara de Comercio, per se. Pero somos un grupo de líderes profesionales y de negocios que pueden lograr que las cosas ocurran en nuestras comunidades; tanto locales como foráneas. Y Sue, estarás feliz de saber que dejamos de ser el club de los ‘Hombres Maduros’ hace muchos años. Actualmente hay muchas mujeres que son miembros, incluso Presidentas de Club y Gobernadoras de Distrito, actualmente. Y en lo personal dudo que alguien se vuelva a quedar dormido en las reuniones del Club Rotario de la actualidad”, argumenté.

“No tenía idea que el Club Rotario hiciera todo eso”, admitió Bob. “Es como si los Clubes Rotarios y los Rotarios mismos fueran el secreto mejor guardado de la comunidad”.

“Es verdad que en el pasado muchos Rotarios y sus Clubes preferían hacer su trabajo discretamente. Pero eso está cambiando. Tenemos una gran historia que contar y estamos orgullosos de contarla. Sabemos que hay muchas personas allá afuera que serían maravillosos Rotarios si tan sólo supieran lo que es nuestra organización. Hablando de esto, ¿estarían interesados en unirse a un Club Rotario?”, les pregunté mientras ocurría un cambio palpable en sus rostros.

“En una ocasión tuve la oportunidad”, contestó Duncan. “Estoy retirado, así que creo que he perdido la oportunidad”.

“Me encantaría, pero no hay forma de que pudiera hacerlo. No ahora”, declaró Sue.

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“Yo tampoco. De ninguna manera”, dijo Bob.

Recuerdo haber pensado en ese momento: “¿Cómo es posible que esta gente no aproveche la oportunidad? Rotary cambiaría sus vidas para bien y serían unas maravillosas adquisiciones para los Clubes de sus comunidades. Me pregunto qué tengo que hacer para que más adelante digan: ‘Me parece muy interesante’. Que se sientan entusiasmados para unirse al Club”.

Así que decidí ser directo y preguntarles.

“¿Por qué dicen eso?”.

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Mi experiencia más memorable como Rotario ocurrió en la primera semana de enero de 1992. Mi Club Rotario de Shrewbury era uno de los 6 Clubes Rotarios que iniciaron y patrocinaron el primer Club Rotario en Kiev, Ucrania. Los Clubes involucrados eran de Vancouver, Canadá; Edimburgo, Escocia; Toronto, Canadá; Washington, Michigan y Shrewbury, Massachussets en Estados Unidos. Con un miembro de cada Club se formó un grupo que se reunía cada seis meses durante dos años. Cada representante de Club accedió a visitar Kiev bajo un esquema de rotación de cada seis meses. Mi turno se fijó para la primera semana de enero de 1992. Una reunión de Rotarios del Club Provisional de Kiev se concertó para el martes. Mi llegada el domingo se complicó por un mensaje que decía: “La reunión del martes fue cancelada”. Se llevó a cabo una reunión al siguiente sábado con 65 entusiastas nuevos Rotarios. ¿Por qué memorable? Era yo un Rotario visitante en un país de 52 millones de habitantes que recientemente declaraba su independencia de la Unión Soviética. Era la presentación del primer Club Rotario en más de 70 años, y la reunión del martes fue cancelada porque por primera vez en más de 70 años la Navidad Ortodoxa fue declarada un Día Festivo Nacional.

Arthur R. Dobson,Ex Presidente de Club,

Club Rotario de ShrewsburyShrewsbury, Ma., EU.

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FOTO 3

Contribuciones voluntarias a la Fundación Rotaria,

así como tiempo de Servicio Voluntario de Rotarios,

construyen y operan este albergue para personas sin hogar en Bangladesh.

Un Rotario voluntario explica la importancia

de una dieta balanceada en este proyecto de nutrición

del Servicio Comunitario Mundial de Rotary.

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cApítulo 2

La Radiodifusora QHPM

“Mira”, dijo Duncan. “No quiero parecer egoísta, pero he pagado mis deudas a la sociedad. No

necesito ninguna lección de ética. Nunca he engañado a nadie en mi vida. He trabajado duro, he pagado mis impuestos, he dado caridad. Ahora es tiempo de cuidarme primero a mí mismo. No tengo realmente interés en unirme al Club Rotario”.

En ocasiones, pensé, puedo identificar cómo deben sentirse los misiones cuando saben que tienen un gran “producto”, pero están confundidos por la gente que no está dispuesta a abrir su mente al mensaje. “Duncan”, empecé sonriendo. “Apuesto que conozco tu estación favorita de radio. Sue y Bob, aunque apenas nos conocimos, también sé cuál es su estación de radio favorita”.

“¿Estación de radio? ¿En qué momento hablamos de ese tema?”, preguntó Sue sorprendida.

“Duncan lo acaba de sacar involuntariamente”, comenté. “Ya ves, las iniciales de Sue y mi estación de

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radio favorita es la QHPM, y significan: ‘¿Qué Hay Para Mí?’”.

“Yo sé que si estoy hablando con mi esposa, con mis empleados, con mis clientes o con los voluntarios del Club Rotario, en el momento que les pido que hagan algo, subliminalmente se preguntan a sí mismos: ‘¿Qué hay para mí en eso?’. Si las ópticas Devlyn colocaran un anuncio que dijera: ‘Compre sus lentes aquí’, nadie lo haría. Pero si actuamos en forma proactiva y supiéramos que nuestros clientes están escuchando la radiodifusora, entonces podríamos diseñar una campaña de publicidad que hablara de los beneficios que tendrían al comprar con nosotros.

“Duncan acaba de decir que ha pagado sus deudas a la sociedad y rápidamente argumentó que no quería parecer egoísta al no unirse a Rotary. Él no está siendo egoísta, él ha trabajado duro toda la vida, y tiene el derecho de sintonizar la QHPM.

“¿Y qué hay contigo Bob? Cuando hiciste la pregunta ‘¿Por qué unirme al Club Rotario?’, ¿cómo te pareció la respuesta?”, cuestioné.

“Estoy tan alejado del razonamiento de Duncan como no te puedes imaginar”, dijo Bob. “El negocio del comercio electrónico es increíblemente competitivo. Duncan trabajó en una compañía por 40 años; en nuestra industria tú recibes un reconocimiento por ‘antigüedad’ por permanecer 12 meses con la firma. El término ‘cada quien se defiende como puede’ describe a nuestra industria de buena manera; la presión para desenvolverse es intensa.

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Todos trabajamos muchísimas horas al día; siempre estamos estudiando la forma de conquistar nuevas fronteras, en cuanto a tecnología refiere y siempre cuidándonos de personas más jóvenes, que pueden desempeñarse mejor, más rápido, más inteligentemente y por una compensación menor a la de nosotros”.

“Para mí, tú eres de las personas más jóvenes”, aseveró Duncan. “¿Significa que tú también estás preocupado por las generaciones más jóvenes?”.

“Tengo 31 años y soy el ‘viejo’ en mi departamento. Tenemos a una docena de jóvenes brillantes de veintitantos años que son agresivos, que lo quieren todo y lo quieren ahora. Uno de nuestros retos es el creciente número de compañías que empiezan y que tienen una estructura de costo muy bajo, un tiempo de respuesta muy rápido y un verdadero espíritu empresarial.

“Admito que gano mucho dinero. Recibo un bono anual del 150% de mi salario, pero a eso se le agrega la presión que tengo porque todo depende de llegar a cumplir ciertas normas de desempeño. Esto me tomaría este tiempo… -chasqueando sus dedos en el aire- …decidir si valdría la pena arriesgar mi bono mensual para ir a comer con un grupo de Rotarios con los que no tengo nada en común, ni lo pensaría”, dijo Bob.

Respiré profundamente. “Así que lo que ustedes dos están diciendo, y supongo que es lo que Sue está pensando también es: ‘¿Qué hay para mí al pasar hora y media o dos horas, en una reunión del Club Rotario?’ ¿Es correcto?”, pregunté.

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“Bueno, sí. No me opongo a lo que ustedes hacen. Simplemente no veo cómo el unirme al Club Rotario me pudiera beneficiar en algo”, Sue contestó. Su respuesta fue acompañada por señas de asentimiento con la cabeza por parte de Duncan y Bob.

“Desde que comenzaste a hablar”, empecé mirándola a ella. “Estás empezando tu propio negocio de consultoría, Sue. ¿Quiénes serán tus clientes?”.

Ella pensó un momento antes de contestar, como si preparara una definición concisa de sus futuros clientes. “Me enfoqué en tres tipos de clientes”, resumió. “Trabajaré con agentes de viajes para ayudarlos a diseñar planes de negocios, que tomarán ventaja de las formas tan variables en que sus clientes comprarán servicios de viaje en el futuro. Los agentes de viajes necesitan, literalmente, reorganizarse; yo puedo ayudarles a hacer eso. Mi segunda categoría de clientes es la cuenta de viajes corporativos. Después de 25 años en la industria de las líneas aéreas, conozco ese lugar de pies a cabeza, y le puedo mostrar a las compañías cómo ahorrar una gran cantidad de dinero en sus costos de viajes. Finalmente, daré consultoría a grupos en cuanto a cómo negociar para reducir costos de viajes, reducir su estrés y diseñar mejores paquetes de viaje”.

“¿Y cómo encuentras a esos clientes?”, le pregunté.

“Esa es la pregunta, ¿o no?”, contestó. “Es mi mayor problema. Apenas estoy empezando y no puedo anunciarme. Estaba pensando en imprimir un folleto y comprar una lista de correo directo, así como mi propia

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página web, pero todo mundo recibe actualmente demasiada correspondencia basura, tanto electrónica, como impresa, y me preocupa que mi pequeño anuncio sea ignorado. Tendría que decir que mis mejores oportunidades son a través de contactos personales”.

“Sue, el Club Rotario es la red de Clubes más grande del planeta. Asistí a una comida de trabajo en un Club ayer. Había como 60 miembros. Solamente la gente que estaba en mi mesa, incluía al vicepresidente de un banco, un abogado, al director general de un hospital local, un contador y el gerente de recursos humanos de la compañía de gas. Ah, y también estaba el director de promociones de un periódico y el director de una funeraria. ¿Tú crees que cualquiera de ellos trabaja para organizaciones que requieren de viajes de negocios?”, dije.

“¡Claro!”, exclamó. “Especialmente el banco, la compañía de gas y el periódico”.

“Ahora, vayamos a lo de tu estación de radio favorita. ¿Qué habría para ti en eso si hubieras desarrollado una buena relación de amistad y de confianza con esos ejecutivos? Si tú hubieras…”, pero no pude terminar la oración.

“Las relaciones lo son todo en mi negocio”, ella interrumpió. “Si tuviéramos el tipo de amistad que tú acabas de describir, y si yo les dijera que me gustaría hacer una presentación a sus empleados que toman decisiones acerca de cómo les podría ahorrar mucho dinero, me parecería que tendría un resultado más rápido”.

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“El hecho es que cuando el Club Rotario empezó allá por 1905 el objetivo original era que gente de diferentes profesiones y negocios se agruparan, como creando una red. Rápidamente se volvió un grupo de gente que compartía el mismo compromiso de una gran ética y confiabilidad, dándose la oportunidad de ayudarse unos a otros, o hacer negocios con perfectos desconocidos, los Rotarios prefirieron patrocinar a otros Rotarios. A grandes rasgos, esto sigue siendo cierto. Ahora no me malinterpretes: el Club Rotario no es un club de comercialización recíproca y no deberías unirte al Club Rotario esperando hacer negocios con otros miembros, obteniendo resultados económicos para ti. Pero muchos de los mejores Rotarios en los 96 años de la organización, se unieron originalmente a un Club Rotario porque pensaron que eso les ayudaría a sus negocios.

“Recuerdo perfectamente cómo siendo un nuevo Rotario en 1971, asistiendo a la convención internacional de la Federación de Asociaciones Mundiales de Optometría en Ámsterdam. Era yo ex Presidente de la Cámara de la Asociación Mexicana de Ópticos y Optometristas, y me habían encomendado seguir cierto reconocimiento de nuestra organización a nivel mundial. Esa mañana me habían dicho lo lento que sería el proceso, había una enorme burocracia frente a mí. A la hora del almuerzo, me presenté en el Club Rotario de Ámsterdam que, de hecho, era mi primera visita a un Club Rotario fuera de México y Estados Unidos. Una vez ahí, sentado en la mesa de visitantes, me encontré con los líderes de otras asociaciones optométricas de cinco o seis países que también eran Rotarios visitantes. Simplemente porque

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yo era un compañero Rotario, me trataron como si fuera su compañero y amigo de hace muchos años. Estaba a miles de kilómetro de distancia de casa y no conocía ni a una alma, y aún así, esas personas me ayudaron para el reconocimiento que buscaba, simplemente por nuestro lazo en común de ser Rotarios. Portar ese pequeño distintivo Rotario, ha sido muy benéfico en muchas ocasiones y Rotarios de otras actividades me han dicho lo mismo.

“Otro caso que nunca olvidaré, es el acontecido hace 30 años y como un joven empresario, estuve en una exposición comercial que le concernía a oftalmólogos. Mi objetivo principal encontrar nuevos clientes para nuestra compañía y tan ocurrió así, que mientras estaba trabajando en nuestra exhibición, un día llegó un distinguido oftalmólogo de Veracruz, México, y comenzó a darme golpecitos en mi pecho diciendo repetidamente ‘voy a hacer negocios contigo, porque sé que puedo confiar en ti’. No podía imaginarme por qué él continuaba dándome esos golpecitos. Después lo entendí todo: él estaba tocando mi distintivo de Rotary. Él fue la primera de muchas personas que me han dicho que escogieron hacer negocios conmigo por ser Rotario. En la misma exposición muchos otros oftalmólogos sobresalientes se identificaron a sí mismos como Rotarios. Eso abrió importantes puertas para conjuntar a los líderes en mi profesión, porque en mi negocio, como en muchos otros, la gente sigue a los líderes”, conté.

Volteé a ver a Bob. “¿Qué quieres de la vida Bob? Algunas personas podrían decir que lo tienen todo: un gran empleo, un salario fabuloso, una bonita novia, el Porsche,

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tu perro golden retriever…”. Hice una pausa para agregar un efecto dramático y bajé mi voz. “¿Lo tienes todo? ¿Qué falta en tu vida que todavía quisieras tener?”.

“¡Caray! Esta conversación se está volviendo demasiado profunda”, contestó Bob un tanto a la defensiva. “Supongo que lo que quiero hoy es diferente de lo que quise cuando era joven”.

“¿Cuándo eras joven? ¡Sólo tienes 31 años! Estás en el inicio de tu vida profesional”, interpuso Duncan.

“Lo sé, soy joven, pero siento que mis objetivos actuales difieren de lo que sentía, incluso hace un par de años”, continuó. “¿Qué quiero decir? En el plano profesional quisiera incursionar en lo administrativo. Así podría delegar algunos de los proyectos que se me asignan actualmente y que me mantienen tan dramáticamente ocupado. El problema es que no tengo ningún entrenamiento en cuanto a liderazgo se refiere, mis únicas cualidades son mi habilidad como programador y mi dominio de las computadoras. Para llegar a niveles administrativos más altos en eData Systems, necesitas habilidades técnicas y habilidades para tratar a la gente. Yo deseo tener esta última”.

“¿Y qué más?”, preguntamos.

“Creo que también me siento un poco culpable acerca de mi nivel de ingreso y mi gran consumismo. Hay mucha competencia entre mis amigos en cuanto a manejar los coches más ostentosos o poseer los últimos y

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más modernos aparatos electrónicos, y está bien, porque me encantan esos aparatos modernos considerados juguetes por muchos. Pero recientemente he tenido que estar saliendo a visitar nuestras sucursales en la India y en Filipinas. El año pasado también tuve que visitar Perú. Cuando vi cómo algunas de las personas pobres vivían en esos lugares, realmente sentí un cargo de conciencia”, dijo Bob.

“No sólo encuentras gente pobre en la India”, replicó Duncan. “Tenemos muchos pobres aquí mismo, en casa”.

“Sí, eso lo sé”, agregó Bob. “Pero aquí nunca he visto niños discapacitados bebiendo agua de fosas residuales. Nunca había visto familias enteras escarbando en montañas de basura para encontrar algo de comida. Eso realmente me afectó. Ningún ser humano debería vivir así”.

“¿Y qué hiciste al respecto?”, preguntó Sue.

“Tenemos un programa muy bueno en el trabajo que es una campaña llamada ‘A Nosotros nos Interesa’. La compañía apoya nuestras donaciones hasta cierto punto y hace obras de caridad. El mes pasado justo cuando regresé de las Filipinas, doné completamente mi cheque de bono cuatrimestral a la campaña que a mi novia y a mí nos interesó”, confesó Bob.

“¿Y eso cómo te hizo sentir?”, inquirí. “Muy bien, creo”, dijo Bob.

“No suenas muy convencido”, dije.

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“Bueno, estoy orgulloso de haberlo hecho, pero entregué el cheque y eso fue todo. No lo vi como ayuda. No me alegré mucho de mi contribución, y no lo hice por mi propio beneficio, claro está”, reconoció.

Mientras Bob trataba de explicar sus sentimientos, repentinamente recordé haber leído un artículo que reportaba los resultados de un estudio sociológico. Mostraba cómo en las culturas occidentales se había presentado un cambio de actitud entre la generación de Bob y aquella a la que pertenecían sus padres. La gente mayor se unía a clubes y ayudaba a organizaciones. La Generación X generalmente no se siente atraída a unirse a clubes, ni ayudar a las instituciones. Mientras a personas mayores, quienes de buena gana se convierten en la mesa directiva de los hospitales locales y hacen generosas contribuciones a la asociación de alumnos y a las sociedades de investigación de salud, las generaciones más jóvenes prefieren no patrocinar instituciones, pero sí ayudan a las causas. Tal y como viven sus vidas, buscando una gratificación y recompensa inmediata, de esa forma ellos quieren dar a las causas lo que puedan ver en resultados a corto plazo. Así es como los proyectos de caridad del voluntariado, vivienda y viajes de misiones cortas son muy populares entre la gente joven, mientras que contribuir para la investigación del cáncer o el dar becas colegiales va en decremento.

“Bob, primero que nada, nosotros en Rotary también necesitamos a la gente que gira cheques, así es que ya sea que te dedicas a convertirte en Rotario o no, no dejes de contribuir a las causas nobles. Yo no voy a tratar de

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incorporarte a Rotary sólo por escuchar mi propia voz, pero si yo he tratado de defenderte, ¿me permites compartir lo que hay en mi corazón?”, le dije. Él parecía realmente interesado en escuchar lo que tenía que decir y me dijo que continuara.

“Yo creo que tú puedes ayudar al Club Rotario y el Club Rotario puede ayudarte a ti, tanto a nivel personal, como profesional. Empecemos con tu carrera. Cuando vas a conferencias sobre computadoras, de lo único que hablan es de computadoras, ¿verdad?”, cuestioné.

“Correcto. Esas reuniones son estrictamente para adictos a la alta tecnología. Ni siquiera llevo a mi novia Sarah porque dice que son muy aburridas”, explicó.

“Cuando vas a reuniones del Club Rotario, tú te involucras con líderes de una amplia gama de negocios y profesiones. El beneficio de ser socio es muy valioso porque tienes la oportunidad de relacionarte y hacerte amigo de gente con un conocimiento e influencia más allá de tu propia actividad. Y como a los Rotarios les gusta ayudar a otros Rotarios, la expectativa es que ellos te pidan que compartas tu experiencia en computadoras. Al mismo tiempo tendrás una rica reserva de información disponible en temas con los que no estás muy familiarizado.

“¿Como cuáles?”, preguntó.

“Cuando compré mi primera casa, no sabía nada acerca de los peligros de comprar una casa, así como sobre el financiamiento para ello, así que le pregunté a dos

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Rotarios que eran expertos en el campo. Cuando tengo una pregunta acerca de inversiones, o sobre qué isla Caribeña es el mejor lugar para vacacionar, puedo ir con gente del Club Rotario, quienes conocen perfectamente esos temas y quienes yo sé que no tratarán de engañarme o de convencerme a la fuerza.

“Mencionaste que querías incursionar en la adminis-tración. La mayoría de las compañías, especialmente las grandes firmas, reconocen que necesitan ser percibidas como buenas corporaciones ciudadanas. Generalmente animan a su gente a involucrarse en organizaciones cívicas.

“Ellos saben que este tipo de afiliación engrandece la personalidad del empelado. Supongamos que eData Systems te está considerando a ti y a uno de tus compañeros para ascenderlos. Ellos sólo tienen una vacante y ambos están igualmente calificados para el puesto. Si tú fueras el director general de la compañía, ¿cuál candidato crees que sería el más adecuado, más cercano a lo que debe ser un representante de eData?: ¿El muchacho que es simplemente un ingeniero de software o tú, quien está igualmente preparado, pero que demuestra un compromiso con la comunidad y posee un registro de logros que van más allá de la oficina?”, pregunté.

“Ya entiendo tu punto de vista”, dijo Bob. “¿Pero tú crees que eso realmente importa?”.

“Eso le ocurrió a la empresa DuPro Chemical”, agregó Duncan. “Cuando llegas a ciertos niveles, si no

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te has involucrado en actividades cívicas, se te dice que lo hagas”.

“He aquí otro beneficio: las oportunidades son que al Club al que te unas, te invitará a trabajar en un comité en el área de ‘servicio que te interese más’. Supongamos por un momento que amas a los niños y te ofreces como voluntario para servir en el comité que evalúa los ensayos para un concurso de becas del Club”, sugerí.

“¡Como el que yo gané!”, exclamó Sue.

“Tú aprenderás muchos de los perfiles que necesitarás en tu función como administrativo: como planeación, habilidades de la gente, motivación, cómo persuadir gente de diferentes personalidades y opiniones para seguir tu liderazgo. Incluso, como un hombre joven, más joven de lo que tú eres, y mucho antes de que me uniera al Club Rotario, recuerdo haber leído un libro en la sección de ‘auto ayuda’. Hablaba sobre la importancia de establecer contactos y decía que una de las mejores formas de hacerlo, era uniéndose a un club de servicio, y el Club Rotario, decía, era el mejor de todos.

“Si te unes al Club local y decides progresar, quizá ocupes un cargo en él, o llegues a ocupar los puestos im-portantes de Rotary International, aprenderás habilidades de liderazgo que puedes utilizar en tu trabajo para el resto de tu vida. Mírame, yo solía aterrorizarme al hablar en público, y ahora nunca hay una ciudad en la que hable y la gente venga a mí después del discurso para decirme cuán-to los he inspirado. Rotary hizo eso por mí. ¿Puedes darte

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cuenta cómo eso me ayuda cuando tengo que inspirar a mi gente de ópticas Devlyn para alcanzar metas superiores? ¿Puedes darte cuenta cómo esas habilidades te beneficia-rán en tu carrera?”, cuestioné.

“Bueno, claro”, agregó Bob.

“Una última cosa, Bob. Conozco a muchos hombres tan ocupados como tú y me dicen que como trabajan en horarios completamente anormales, muchos de sus amigos, tienden a ser sus propios compañeros de trabajo. En tu experiencia, ¿eso es verdad?”, pregunté.

“Es gracioso que saques eso a colación”, dijo. “Anoche, Sarah y yo tuvimos una discusión porque ella no quiere ir a la parrillada que unos amigos están organizando para el sábado. Dijo que ellos no son nuestros amigos, sino mis amigos, y que todos en la fiesta serán de eData, con quienes ella no tiene nada en común”.

“Recuerdo las palabras de Ralph Waldo Emerson”, dije rápidamente tratando de recordar la cita exacta. “’El que tiene 100 amigos no tiene un amigo de sobra’. Necesitamos amigos para nuestra propia salud física y mental. Y aún cuando el único lazo con esos amigos es a través del trabajo, corremos el riesgo de no dejar de sentir el estrés del trabajo, en lugar de disfrutar la alegría de la amistad por sí misma, porque es como nuestra conversación que constantemente se refiere a situaciones del trabajo. No quiero decir que debamos olvidarnos de esos amigos del trabajo, me refiero a que necesitamos amigos de otros lugares también. Necesitamos un balance.

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“Nuestro mundo se está volviendo cada vez más impersonal y conducido por la tecnología. Donde solíamos charlar con el tendero local y dar largos pasos en el bosque, ahora compramos a través de Internet y enviamos un rápido e-mail a los amigos. Nos sentamos frente a pantallas de computadora todo el día en el trabajo y llegamos a casa para estar con pantallas de computadora o televisión toda la noche. Cada vez, estamos más desconectados de lo que deberíamos mantener como lo más preciado: la familia, los amigos y nuestra comunidad. ¿Qué tipo de vida es esa?

“Simplemente no puedo decirte la cantidad de amigos que he hecho a través del Club Rotario. A veces, llego a una reunión del Club sintiéndome realmente estresado debido al trabajo o algún viaje o a los problemas de alguien más. Después camino un poco e intercambio algunas bromas, me divierto, aprendo algo nuevo, siento que crezco, tanto como persona, como profesionalmente y tengo la verdadera alegría de estar con amigos. Eso es lo que el Club Rotario tiene para mí, Bob. Y eso es lo que tendría para ti”, señalé.

“Yo pienso que es bueno relacionarse con gente joven”, expresó Duncan voluntariamente. “Me mantiene sintiéndome útil. Recientemente, un compañero más joven que yo, me enseñó a usar el Internet. ¡Fue grandioso! Me enseñó a hacer tantas cosas que me compré una de esas computadoras portátiles y ahora la llevo conmigo en todos mis viajes. Es tan divertido tener la facilidad de buscar información sobre el lugar que estoy visitando”.

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“Eso es maravilloso”, agregué. “Ahora Duncan, si tú sintonizaras QHPM y yo fuera el locutor, esto es lo que te diría: no hay nada más solitario que estar en un lugar extraño sin conocer ni una alma ahí. ¿Te puedes imaginar lo diferente que te sentirías al saber que cualquier semana serás bienvenido como el invitado de honor en 30 mil clubes Rotarios en comunidades y pueblos de casi 200 países? Ni puedo decirte cuántas veces he estado en reuniones de Rotarios y los miembros locales me han invitado a cenar a su casa el siguiente día, o me han llevado a conocer la ciudad.

“¿Ya ven amigos? El Club Rotario se inició gracias a Paul Harris, un hombre solitario que quería hacer amigos en la enorme e impersonal ciudad de Chicago. Empezó como un Club para satisfacer las necesidades humanas básicas: la necesidad de compañerismo y la necesidad de pertenencia. Más tarde, se convirtió en una organización que nos da la oportunidad de recompensar a nuestra comunidad y a la gente que lo necesita alrededor del mundo. Todas esas oportunidades todavía existen en el Club Rotario. Y todas ellas satisfacen plenamente la pregunta de la QHPM.

“Para aquellos que quieran sentirse conectados, Rotary ayuda a darnos un sentido de comunidad. Para aquellos que desean tener más contactos de negocios, Rotary ofrece inagotables oportunidades de relacionarse. Para los que se sienten solos, es una fuente de amistad y apoyo. Para aquellos que tienen una vida agitada, el Club Rotario les provee de herramientas y oportunidades para ayudarles a ser mejores líderes. Para aquellos que adoran viajar, es como ir a un lugar extraño casi en cualquier parte

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de la tierra y encontrar una luz de bienvenida iluminando la entrada de sus casa”, expliqué.

“Ahora me doy cuenta por qué te eligieron como Presidente de Rotary International”, dijo Sue, mientras Bob y Duncan afirmaban con la cabeza.

“Gracias por el cumplido”, dije. “Pero le estás dando el crédito a la persona equivocada. Yo no soy el que hizo del Club Rotario lo que es ahora. Simplemente soy uno de los mensajeros. Si cualquiera de los otros 1.2 millones de Rotarios hubiese estado sentado en este lugar, él o ella te hubieran contado una historia similar. Sue, tú estuviste con Líneas Aéreas Sudamericanas por 25 años; Duncan, tú le fuiste leal a DuPro 40 años. Incluso Bob viaja por el mundo promoviendo los atributos de su compañía. Yo hago lo mismo con Rotary, sólo para poder ser convincentes, tienen que estar convencidos. Y yo estoy convencido que el ser socio de un Club Rotario, es uno de los más grandes honores que se le pueden ofrecer a una persona, y a través de esa afiliación, los Rotarios pueden hacer la diferencia en sus propias vidas, en sus comunidades y en las vidas de otros.

“Tú sabes, puede haber una vacante para alguien en tu área de negocios en el Club Rotario de tu localidad. ¿Considerarías unirte al Club?”, pregunté.

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Le ayudé a un paciente a someterse a una operación de cataratas en el Hospital de los Ojos del Club Rotario Nellore. El paciente dijo: “Veo a Dios con forma de Rotarios. No tenía dinero ni para ira a una consulta con un médico. Pero ustedes, los Rotarios me han devuelto totalmente la vista”. Lloró de alegría. Fue un momento de alegría para mí.

Dodla Bharath Kumar ReddyEx Gobernador de Distrito

Club Rotario de NelloreNellore, India.

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cApítulo 3

Viejos Aburridos

El que habló primero fue Duncan. Habló con voz fuerte y a pesar de ya estar retirado, todavía se dirigió

a nosotros con el mismo aire de seguridad que debió haber tenido en sus años de administrador con la empresa DuPro, una de las compañías químicas más importantes del mundo.

“Hace muchos años, era gerente departamental. En aquel tiempo, recuerdo nuestro departamento de relaciones comunitarias que nos impulsaba a unirnos a organizaciones cívicas. De hecho, nuestro gerente de planta, era Rotario. Él continuó ahí hasta ser, no sé cómo lo llaman ustedes, la cabeza de un montón de Clubes Rotarios”, dijo.

“¿Gobernador de Distrito?”, le contesté.

“Sí, ese título me suena familiar. De vez en cuando, él me pedía que fuera a hablar con estudiantes de preparatoria acerca de la elección de sus carreras, así como de la ética en los negocios. Sé que estuvo muy activo en el Club Rotario hasta el día de su muerte hace un par de años”, agregó.

Los ojos de Sue me indicaban que quería decir algo, pero se rehusaba a hacerlo. “Sue, ¿qué te hace sentir tan

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incómoda, como para unirte al Club Rotario?”. Me miró fijamente, después a Bob, como buscando apoyo, después las palabras salieron precipitadamente.

“Bueno, por favor no tomes esto como algo personal, Frank. Pero me imagino a Rotary como un montón de viejos aburridos. Durante mi carrera en Líneas Aéreas Sudamericanas, en ocasiones se me pedía que diera algunos programas sobre Brasil, sobre la industria aérea, a los Clubes Rotarios. Yo sé que todavía tengo mis prejuicios por aquel incidente cuando un señor se quedó dormido durante mi discurso, pero honestamente, ¡la edad promedio de algunos de estos Rotarios es que están muertos! Mis recuerdos más duraderos de esas visitas a los Clubes Rotarios son siempre en relación a una comida horrible y la sensación de ser un intruso en el Club de los Viejos Aburridos -haciendo énfasis en lo de Viejos-”, expresó Sue.

“¿Alguna vez asististe a alguna reunión del Club Rotario, Bob?”, pregunté esperando una respuesta estimulante.

Se recogió los mechones de cabello que estaban sobre sus cejas y sopesó cuidadosamente sus palabras antes de hablar. “No, nunca me han invitado a un Club Rotario. Incluso si me invitaran a uno, creo que me interesará”, reconoció.

“Tú dijiste: ‘¡De ninguna manera!’, cuando te lo pregunté por primera vez. ¿Qué te hizo decir eso?”, cuestioné

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Viejos Aburridos

“Bueno…”. Su voz se debilitó. Miró a través de la ventanilla, y vio lo que se había convertido en una escena tranquila de ovejas pastando en exuberantes prados verdes. Pintorescos sauces, rodeados de un arroyo zigzagueante. Cuando pasamos todo esto, un halcón voló en picada a la velocidad de un rayo hacia su distraída presa.

“…la cosa es que, no tengo nada en común con un montón de viejos aburridos, tal y como Sue los llama. Me refiero a que ustedes merecen mucho crédito por todo el buen trabajo que hacen, por esos proyectos y programas de los que hablaste antes. Pero yo me sentiría fuera de lugar en un Club de personas mayores. Me gusta la acción. No me gusta sentarme alrededor de una mesa para recordar los bueno y viejos tiempos. Ya sea un proyecto en el trabajo o un asunto personal como son unas vacaciones, me gusta entregarme por completo, deducir lo que se necesita hacer y hacerlo. Me aburriría terriblemente en lo que Sue llama el Club de los Viejos Aburridos”, dijo Bob.

Me lastimó escuchar esas apreciaciones tan honestas. Pero tenía que admitirlo, había experimentado percepciones similares del Club Rotario la primera vez que fui invitado a una reunión. Decidí compartir esta experiencia con mis compañeros de viaje.

“¿Sabes? Yo era inclusive más joven que tú cuando me uní al Club Rotario, pero tenía exactamente las mismas opiniones”, dije. Bob se mostró sorprendido.

“No te preocupes tanto, Bob. Alguna vez fui joven”. Sue y Duncan rieron con él. “De hecho apuesto que

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tenemos mucho en común, aunque nos separe nuestra edad, nacionalidad, profesión y probablemente nuestras religión y algunos intereses personales. Cuando salí de la universidad lo único que quería era hacer dinero, ser un exitoso hombre de negocios, aprender tanto como pudiera sobre mi actividad y divertirme, no necesariamente en ese orden”.

“¡Ese soy yo!”, dijo Bob, con una amplia sonrisa.

“Esa sigo siendo yo”, dijo Sue.

“Esos somos todos nosotros”, agregó Duncan. “Aunque no tengo que ir mañana a una oficina todos los días, todavía quiero ser bueno en lo que hago. Necesito hacer dinero, principalmente de mis inversiones, pero también de unas pequeñas redacciones técnicas que hago. Y la razón principal por la que estoy en este viaje por tren es por diversión”.

“Pero tú también pensaste y dijiste que Rotary era un Club para viejos aburridos”, argumentó Sue.

“¡Hey! Fíjate en lo que estás diciendo”, dijo Duncan, señalándola con su dedo índice.

“No, yo dije que mi percepción de los Rotarios era de esa forma”, expliqué. “Justo al salir de la universidad, mi hermano Jesse y yo continuamos trabajando en el negocio familiar de óptica, allá en México. Un día fuimos a un viaje de negocios a Sulphur Springs, Texas, cerca de Dallas. Ahí estaban las oficinas centrales de la compañía

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Viejos Aburridos

Southern Optical Supply, y sus dueños, el Dr. James L. Crawford y su hermano gemelo, el Dr. John F. Crawford, eran amigos de nuestra familia.

“Mientras estábamos ahí, el Dr. James nos invitó a ir a su reunión del Club Rotario: ‘Sería bueno para ustedes dos, jóvenes, conocer gente en el Club Rotario’, nos dijo. El Dr. John, quien era miembro del Club Kiwanis, se tomó la libertad de decirnos: ‘¡El Club Rotario es un club para viejos!’. Pero Jesse y yo ya habíamos aceptado el ofrecimiento del Dr. James, así que fuimos. Ese día vi cosas que nunca voy a olvidar. Primeramente, no todos eran viejos. Y en segundo lugar, a pesar de la edad, actuaban como jóvenes otra vez. Se divertían entre ellos. Bromeaban con todo mundo, ya que se percibía un sentido de verdadera amistad y compañerismo en ese salón. Recuerdo haberme quedado perplejo cuando todos llamaron al Dr. James Crawford, un hombre de gran prestigio e influyente. ‘¡Hey Jimmy!’. Y cuando el Dr. Crawford nos presentó a Jesse y a mí –aunque éramos jóvenes, extraños y de México-, fueron hospitalarios y muy simpáticos.

“Todavía recuerdo al orador de ese día. Hizo una disertación sobre los fraudes en los seguros. Si yo hubiera visto ese tema listado en una conferencia, probablemente habría pensado que también sonaba aburrido. Pero fue fascinante. Aprendí cosas durante esos 20 minutos que duró la presentación que me han beneficiado desde entonces”, expresé.

“Jesse y yo supimos de Rotary en 1960, y nos encantó, pero sólo 10 años después nos unimos al Club Rotario, ya

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que antes éramos demasiado jóvenes. En las cientos de reuniones de Clubes a los que he asistido alrededor del mundo desde entonces, siempre he aprendido algo que me ha beneficiado, tanto personal, como profesionalmente”, concluí.

“Está bien, quizá el Club Rotario no es tan aburrido, pero sigue siendo un Club para viejos. Es por eso que no encuentro ningún punto de interés en mí como para unirme”, dijo Sue.

“¡Hey! ¡Ya te advertí anteriormente sobre tus comen-tarios acerca de los viejos!”, le dijo Duncan con tal tono de protesta, que todos explotamos en risa.

“¿Yo no puedo ganar aquí, verdad?”, replicó Sue. “Bueno, Duncan. No quise ofenderte. Además, yo no creo que la edad se mida en años, se mide en las actitudes y en la personalidad. Es más, yo no te veo como un ‘anciano’ o incluso como ‘jubilado’. Sólo en el tiempo que hemos pasado juntos el día de hoy, te veo como ‘uno de nosotros’. Así como no me siento alguien tan grande como para ser la mamá de Bob, tampoco te veo como un ‘viejo’”. Se estiró para tomar su mano. “¿Olvidado?”.

“Sue, ¿has escuchado lo que acabas de decir?”, le pregunté. “Acabas de comprobar mi teoría sobre el Club Rotario. Es un Club donde las barreras desaparecen. Los pequeños compartimientos que la sociedad utiliza para separar a la gente, incluso para discriminar a aquellos que son diferentes a ellos mismos, desaparecen en las puertas del Club Rotario. Tú acabas de decir que no sitúas

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a Duncan en la categoría de ‘viejo’, o ves a Bob como un ‘chico joven’, o a mí como ‘el mexicano’. Nos consideras a todos como gente agradable, como amigos o quizá como buenos compañeros de viaje.

“Exactamente así funciona en Rotary. Conozco a miles de Rotarios cada año. Casi me sorprende cuando me doy cuenta de que la persona con la que he estado hablando es de otro color y que aquel es hindú, el otro compañero es un millonario, éste es un cirujano de renombre mundial y esta persona de aquí está retirada y con un ingreso fijo. Cuando nos conocemos en el Club Rotario, todos son simplemente ‘Pat’, ‘Raúl’, ‘David’ o ‘Chris’. Y para continuar con nuestra analogía, pero desde un punto de vista filosófico, supongo que los Rotarios se reúnen para compartir un viaje, todos estamos en el viaje de la vida y compartimos el mismo deseo de servir a la humanidad, igual que otros menos afortunados, que también pueden disfrutar de este viaje”, expresé.

“Frank, he estado en ventas toda mi vida y tú eres un gran vendedor”, dijo Sue. “Pero aunque me hayas convencido con el hecho de que el Club Rotario no es un Club de ‘Viejos Aburridos’, sigue siendo una organización para hombres”.

Antes de que tuviera tiempo para contestarle, el carrito de los refrigerios se acercó. Duncan y yo pedimos café, Bob pidió una Coca Cola y Sue una de dieta. Me volteé hacia Sue.

“Odio crear controversia, pero nada podría estar más lejos de la realidad. Claro, el Club Rotario empezó como

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una organización exclusiva para hombres, pero recuerda que en esos días muy pocas mujeres ocupaban puestos administrativos o tenían negocios. Ni siquiera se les permitía votar. Por los años setenta, hubo un creciente movimiento para permitir la incorporación de mujeres a Rotary y yo fui uno de los que luchó por ese cambio. Estábamos dejando fuera de un círculo a las mujeres, donde ellas también podían aportar ideas de beneficio para todos. Mi propia madre es médico en optometría, quien a los 83 años todavía va a trabajar todos los días. Fue seleccionada como la Mujer del Año por la Organización de Mujeres Profesionistas y Negocios de Ciudad Juárez, México, una ciudad de 1.5 millones de personas. Aún así, ella no tenía derecho a integrarse al Club Rotario, y eso realmente me molestó. Rotary International retiró de su criterio de selección, todas las especificaciones en cuanto a género se refieren en 1987. Hay miles de mujeres Rotarias hoy en día, incluyendo muchas que son Presidentas de Club y Gobernadores de Distrito. Incluso, hay algunos Clubes donde la mayoría de los Rotarios –o en ocasiones toda la membresía- son mujeres. Y una vez más, cuando nos reunimos en conferencias o durante visitas interclubes, no vemos a esas personas como mujeres Rotarias, sino simplemente como compañeras Rotarias. Sue, debo decir que cuando luchamos porque se aceptaran a las mujeres, eran mujeres como tú las que teníamos en mente”, dije.

“Caray, cuando empezó esta conversación y estos dos seguían hablando sobre hombres aburridos, pensé en cambiarme de lugar”, dijo Duncan con una expresión de molestia. “Frank, creo que tu explicación fue sumamente

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interesante. Creo que mi dignidad ha sido restaurada, como si hubiese ganado la discusión, ¡y ni siquiera soy Rotario!”.

“¿Y por qué no lo eres?”, le pregunté.

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Unirse a un Club Rotario le ha dado una nueva dimensión a mi vida. Estamos tan ocupados con nuestras familias y con nuestros negocios, que no tenemos tiempo de ayudar a los demás o de hacer nuevos amigos. El Club Rotario me ha cambiado todo eso. Al brindar algunas horas de servicio a mi Club, he agrandado mi círculo de amistades en forma local, regional e internacional. El Club Rotario ha aumentado mi propia valía al permitirme contribuir para las necesidades de otros tanto local como internacionalmente, y creo firmemente que mi presencia en este mundo puede lograr una pequeña diferencia en la felicidad de otras personas. Mi esposo y yo somos Rotarios en Clubes distintos y no importa a dónde vayamos, siempre tendremos una mano amiga de nuestros compañeros Rotarios en cualquier parte del mundo. Únete a un Club Rotario, así podrás disfrutar del placer de enriquecer tu mundo.

Emma Sue Smallwood,Presidente

Club Rotario de Hinsdale,Illinois, EU.

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FOTO 5

Otro nuevo socio se une al Club Rotario.

FOTO 6

Interact es una organización del Club Rotario para jóvenes adolescentes estudiantes

de secundaria. Aquí, un Club Interact en Brasil coopera con su Club Rotario

patrocinador en un proyecto de servicio comunitario.

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cApítulo 4

Ocupado, Ocupado, Ocupado

Mientras Duncan reflexionaba sobre mi pregunta por algunos momentos, el tren entró a un túnel. Por

casi un minutos, nos movimos rápidamente a través de la oscuridad, como un cohete que va al espacio, salvo por el ruido, que imposibilitaba la conversación. Después, en cuanto nos encontrábamos afuera nuevamente, el brillo del sol hizo que Duncan y Sue desviaran su vista por un momento, ya que ambos estaban sentados junto a la ventana.

“No tengo tiempo de unirme a un Club Rotario. Estoy muy ocupado”, declaró Bob.

“Pero pensé que dijiste que te habías retirado”, argumentó Bob.

“Estar retirado no significa estar sentado en una mecedora en un asilo esperando al funerario”, contestó Duncan enérgicamente. Ahora tocaba a Bob parecer el pusilánime. “Lo siento Bob, no quería molestarte. El hecho es que creo que me hubiese gustado unirme a un grupo como el de los Rotarios cuando trabajaba para la compañía

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DuPro. Hacen mucho bien en la comunidad, mi padre me enseñó que la mejor forma de pagarle a nuestro Creador por todas las bendiciones que nos dio, era ayudando a otros menos afortunados que yo. Pero el Club Rotario te hace asistir a sus reuniones cada semana y cuando estaba en DuPro, tenía tantas reuniones y viajes de negocios que nunca podría haber cumplido con los requerimientos de asistencia.

“Ahora estoy retirado. Pero regularizo en forma voluntaria a algunos chicos tanto en química, como en matemáticas en un programa especial y una vez a la semana, les leo libros y revistas a los invidentes e n un asilo. Además me encanta viajar. Siempre me ha gustado. Estoy soltero y mis hijos han crecido y actualmente viven muy lejos. Me prometí a mí mismo que una vez que me retirara, conocería más de este gran país y del mundo que hay más allá – a un ritmo muy relajado-. Por tanto, tratar de tomarme una reunión del Club Rotario cada semana me ataría completamente”, explicó Duncan.

“¿Quiere decir que unirse al Club Rotario requiere ir a la reunión cada semana?”, preguntó Bob, pareciendo sorprendido por es afirmación.

“Sí, eso es lo que yo entiendo”, dijo Duncan. “Recuerdo haber preguntado acerca de eso cuando DuPro encargó a sus gerentes que se unieran a Clubes de servicio. La persona con la que hablé dijo que tenía que estar en todas las reuniones y que si faltaba… creo que eran a dos o tres reuniones… me expulsarían del Club”, dijo Duncan.

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“¡Guau! ¡Ni Siquiera hacen eso en la iglesia, y Dios hace las reglas ahí!, le susurró Sue.

Repentinamente me di cuenta que tenía tres pares de ojos interrogándome como si yo fuera la persona responsables de hacer todas esas irracionales demandas de su tiempo. Éste era un tema escabroso de manejar. El Club Rotario sí maneja requerimientos de asistencia, pero generalmente son mal entendidos y exagerados. La mayoría de los Clubes Rotarios modernos hacen lo necesario para acomodar el horario de algún socio muy ocupado y son flexibles en sus actitudes en cuanto a la asistencia se refiere.

“El hecho es que el Club Rotario nunca ha tenido una regla que obligue a los socios a asistir a cada junta”, empecé a decir. “Ni tampoco que tengan una que diga: ‘Faltas a tres reuniones y estás fuera’. Las reglas oficiales dicen que tú debes cubrir el 60% de las reuniones de tu club local, pero aquí la clave es comunicarse. Sé proactivo y hazles saber a los líderes de tu Club que viajas mucho o que tendrás problema para asistir a algunas reuniones.

“En el pasado, algunos Clubes eran muy estrictos en su interpretación de las reglas de asistencia. Aquellas reglas lograban que un socio fuera multado si faltaba a cuatro reuniones consecutivas del Club o dado de baja según las circunstancias.

“Pero ahora, la mayoría de los Clubes son mucho más flexibles. Ellos reconocen que el antiguo día de trabajo de ocho horas reglamentarias ya no existe para muchos de

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nosotros. En muchas familias ambos padres trabajan y sus hijos están mucho más interesados en los deportes y en otras actividades extracurriculares. Los Clubes Rotarios quieren a buenos socios y los buenos socios, son generalmente socios muy ocupados. Recuerda, las oportunidades son que la gente de la junta directiva del Club tiene la misma demanda de su tiempo que tú, además, ya ha cambiado este aspecto estricto de asistencia oficialmente de acuerdo al consejo de legislación”, aclaré.

“Tú dijiste: ‘Ocho horas’. Eso va mucho más allá de mi comprensión de lo que es un día de trabajo”, dijo Bob, sacudiendo su cabeza en señal de desacuerdo. “En la firma para la que trabajo llego a las 8:00 am y mucha gente no deja la oficina sino hasta las seis treinta o siete de la noche, y yo generalmente me quedo cuando menos hasta las ocho. Mi novia ya se está quejando acerca de las horas que trabajo. No puedo imaginar lo que diría si le dijera que no voy a llegar a cenar porque voy a ir al Club Rotario”.

“Bob, lo último que ustedes los jóvenes desean es un consejo no pedido, de un vejestorio como yo, ¿pero te molestaría si agrego algo más a lo que acabas de decir?”, preguntó Duncan.

“¡Claro, adelante!”, respondió Bob.

“Hace 35 años, estaba justo donde tú estás ahora. Cuando hablabas, inmediatamente tuve una sensación de déjà vu. Cuando tenía tu edad…”, paró por un momento, sus ojos parpadearon. “…bueno, primero que nada odiaba

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a los adultos que empezaban con: ‘Cuando tenía tu edad…’”, dijo Duncan.

Bob soltó una carcajada. “Adelante. Hoy he prendido algo de ti. Tienes mi autorización para dar tu consejo”.

“Cuando tenía veintitantos y treinta y tantos años, era un dínamo que nunca paraba. Pensaba que las metas de mi vida eran hacer más dinero, lograr ascensos y complacer a la compañía. Fijé mi atención en el hecho de subir esa escalera corporativa. Cuando me dieron mis nuevas responsabilidades, estaba temeroso de aceptarlas. Era lo que llamamos hoy en día un workaholic (adicto al trabajo): el primero en llegar a la oficina y el último en irse. ¿Pero sabes qué? Obtuve los ascensos. Gané los bonos y las mejores recomendaciones. Pero déjame decirte lo que perdí”. La voz de Duncan se quebró. Sus ojos se humedecieron visiblemente. “Mi familia”, dijo en un sollozo.

“Un domingo mientras empacaba para irme a otro viaje de negocios de una semana, mi esposa me dijo que me abandonaba. Dijo que me había observado irme semana tras semana, que el personal de algunos hoteles me conocía mejor que mi propia familia. No hubo nada que pudiera decir para cambiar su opinión. Ni siquiera podía cancelar mi viaje, ya que era para una presentación crítica que tenía que hacer a los socios ejecutivos de DuPro. Era un momento clave que podía influir en mi ascenso a vicepresidente. Cuando llegué a casa el viernes, mis hijos y ella, se habían ido. Justo hace algunas semanas mi hijo, el mediano, hizo sus comentarios muy hirientes de mí, en

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cuanto a que nunca estaba ahí para sus juegos de futbol o para los recitales de piano de su hermana.

“¿Y sabes cuál fue la gota que derramó el vaso? Cuando DuPro me consideró para el ascenso a vicepresidente, más tarde en ese mismo año, me hicieron a un lado porque mi divorcio pendiente indicaba lo que ellos llamaban ‘una vida personal inestable’. Mi dedicación al trabajo me costó perder a mi familia, así como el avance en mi carrera.

“Así que Bob, haz lo que necesites, lucha para ser bueno en tu trabajo. Pero recuerda que tienes que apartar un espacio en tu vida para algo más allá que el trabajo. No sé mucho sobre el Club Rotario, pero si no quieres hacer eso, tómate una tarde una vez a la semana para enseñar computación en el orfanato, o alimenta a los que no tienen dónde vivir, o sé voluntario en el hospicio del SIDA o ponte a pintar. No me digas que no tienes tiempo. Es sólo cuestión de saber cómo decides pasar ese tiempo. ¿Te dedicas todas las horas a ti mismo o puedes dar una hora a la semana a alguien que te necesita?”, dijo Duncan.

El comportamiento del tren quedó en silencio por dos o tres minutos, después del fuerte testimonio personal de Duncan. Creo que todos sentimos una gran identificación con él, ya que habíamos visto su lado vulnerable. Él ha trabajado duro toda su vida, sólo para alcanzar el retiro como un hombre de logros profesionales y soledad personal. Me preguntaba cómo la gente confunde a aquellos con quienes convivimos amigablemente en el trabajo, con ser sus amigos. Hay una diferencia enorme

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entre la gente con la que trabajamos y los verdaderos amigos, y todos necesitamos más de estos últimos.

“¿Cuánto duran las reuniones del Club Rotario?”, preguntó Sue, quien finalmente rompió el silencio y creo que todos estábamos muy agradecidos con ella por hacerlo.

“Eso depende del Club”, contesté. “Pero generalmente 90 minutos. Hay muchos Clubes que se reúnen para desayunar y cuyas reuniones duran solamente una hora. Algunos Clubes que organizan comidas, tardan un poco más, y los que organizan cenas para sus recomendaciones normalmente se toman una hora y media. Si consideras que tienes que desayunar, comer o cenar en alguna parte de todas maneras, asistir a una reunión del Club Rotario implica una pequeña cantidad de tiempo extra, especialmente si consideramos todos los beneficios que obtienes de eso. Y si tienes algún compromiso importante, puedes retirarte antes de que termine la reunión.

“Una de las costumbres más celebradas en los Clubes Rotarios es lo que llamamos ‘pagar tu asistencia’. En mi caso, mi Club se reúne los martes a las ocho de la noche. Ahora, supongamos que no puedo asistir a mi reunión normal. Hasta dos semanas antes de la reunión y dos semanas después, puedo asistir a cualquiera de los 30 mil Clubes Rotarios en casi 200 países y zonas geográficas, y eso me cuenta como mi asistencia en mi Club.

“Bob, digamos que te unes a un Club que normalmente organiza comidas, de esa forma puedes seguir estando

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en casa con tu novia por las noches. Un día, tu Club se reúne al mediodía, y repentinamente surge una crisis en tu trabajo que requiere tu atención inmediata. Puedes entonces, acudir a un Club cercano que organice desayunos unos días después a manera de pagar tu asistencia. Sue, tú acabas de decir que estás viajando mucho para iniciar tu consultoría de negocios. Cualquier lugar que visites y que sea lo suficientemente grande como para contactar a clientes potenciales que necesiten dicha consultoría sobre las agencias de viaje, te garantizo que habrá un Club Rotario que te dará la bienvenida en cualquier momento. Y Duncan, nuestro excursionista retirado aquí presente, lo mismo es aplicable para ti. Algún día tienes que comer. ¿Qué es mejor, sentarse solo a disfrutar de una comida o hacerlo en la compañía de gente que comparte tus mismos intereses y que su sola presencia iluminará tu día?”, les dije.

“Entiendo lo que dices, Frank, pero de todas formas, mi reto más grande es encontrar el tiempo necesario para hacer las cosas”, dijo Sue. “Técnicamente estoy retirada y ahora estoy más ocupada que cuando trabajaba en Líneas Aéreas Sudamericanas. En la primavera, me uní a una liga de golf para damas y normalmente pasamos juntas casi todo el tiempo los lunes. He comenzado a decorar la casa de pies a cabeza y mi iglesia me ha pedido hacer servicio voluntario en su kínder dos veces a la semana. Y además de todo esto, quiero echar a andar mi consultoría de negocios”.

“Sue, entiendo perfectamente lo que dices y creo que es maravilloso que estés haciendo estas cosas, pero

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déjame preguntarte algo: ¿Por qué decides pasar todo un lunes con tu grupo de golf? ¿Estás tratando de mejorar tu juego como para convertirte en profesional? ¿Te pagan por hacer eso?”, cuestioné.

“¡Por supuesto que no!”, exclamó moviendo sus ojos hacia el cielo. “Además de eso, la carrera de Tiger Woods está segura gracias a mí. Y si de hacer dinero se trata, me cuesta una pequeña fortuna pagar mis deudas, las comidas, ¡y todas las pelotas que pierdo! La razón principal por la que voy es por divertirnos juntas. Algunas de estas mujeres son simpatiquísimas. Es un gran día al aire libre”, replicó Sue.

“¡Ajá!”, dije. “Así que lo que estás diciendo es que la camaradería y el compañerismo son tan valiosos para ti que aunque hayas dicho que eres una persona muy ocupada, te das el tiempo para asistir, ¿verdad? ¿Qué hay de tu trabajo voluntario en la escuela de tu iglesia? ¿Cuántos miembros tiene tu iglesia?”, pregunté.

“Como seiscientos”, respondió.

“Entonces, si no pudieras pasar dos mañanas ahí cada semana, ¿es posible que la escuela no se venga abajo?”, dije.

“No, claro que no. Anduvo muy bien sin mí por 30 años”, contestó.

“¿Entonces para qué darle ocho horas de tu valioso tiempo cada semana?”, insistí.

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“Porque quiero, Frank. No sabes lo bien que me hace sentir ayudar a los demás. Mi hermano es carpintero y realiza trabajo voluntario para construir casas para ofrecer vivienda a la gente. Mi mejor amiga es una practicante de enfermería que se va a misiones médicas a países en vías de desarrollo para compartir su destreza. Yo no tengo esas habilidades, pero cuando le ayudo a un pequeño niño, siento como si lo estuviera guiando de manera positiva para todo su futuro”, afirmó.

“Muy bien, lo entiendo”, le aseguré. “Te das el tiempo para hacer servicio voluntario porque te sientes muy bien después de haber ayudado. Lo que escuché que dijiste al principio era que no tenías tiempo, pero lo que acabas de demostrar es que encontrarás el tiempo necesario si los beneficios percibidos correctos están ahí”.

“¿Beneficios percibidos?”, preguntó Duncan.

“Sí. Todos ustedes, a cierto nivel, piensan en el Club Rotario y en sus otras actividades diarias, como en algo exclusivamente de mutuo beneficio. Pues no lo es. Dejemos al Club Rotario fuera de la discusión por un momento y hablemos de nuestras ocupaciones en general. Ya no soy Frank Devlyn, Presidente de Rotary International. En lugar de eso, estoy de regreso en México manejando ópticas Devlyn. Tenemos una cadena de 400 tiendas y varias plantas manufactureras en México, así como distribuidores diseminados por toda América Latina. ¿Creen que debería ser descrito como una persona ocupada?”, pregunté.

“Esa es mi definición exacta de la palabra, Frank”, agregó Bob.

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“Primero que nada, no hay forma de que pueda administrar la compañía, afrontar las crisis, planear el futuro, utilizar mi tiempo para motivar a mi gente y todos los otros miles de detalles y deberes que llegan a mi escritorio. Es necesario entonces administrar el tiempo. En mi lista de ‘pendientes’, separo cada punto en tres categorías: A, B o C. Los puntos que ‘se tienen que hacer’ van en la lista A, los que ‘se deberían hacer’ van en la lista B, y las cosas que ‘me gustaría hacer’ se van a a la lista C.

“La vida y el negocio mismo no se trata sólo de hacer dinero o de agregar participaciones de mercado. ¿Cuál es el punto de llegar al momento cuando tengan que dejar este mundo con todo el dinero que quisieron, pero sin tener amigos, sin familia y sin la satisfacción interna de haber compartido sus bendiciones con aquellos menos afortunados? Un sacerdote me dijo que toda la gente a la que escuchó decir sus últimas palabras, ninguno de ellos había expresado el deseo de tener más dinero en ese momento.

“Así es cuando hago mis listas de administración del tiempo, el Club Rotario podría estar en cualquiera de la tres categorías. Si es participar en un importante programa, digamos segmentos de chicos con problemas en el orfanato. Ese es un punto que se tiene que atender. Se atiende con la misma importancia que una reunión importante de negocios. Ir a mi reunión de Club generalmente está en lo que se ‘debería hacer’, y como nos reunimos en la noche, realmente no es un problema para mí. Pero si tengo, digamos, una cena de reconocimiento a un amigo o empleado el martes por

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la noche, entonces eso se convierte en mi punto A, y repondré mi reunión perdida en otro Club dos semanas antes o después dela reunión que perdí”, dije.

“¿Eso tiene alguna diferencia con lo que ustedes tres hacen? Bob, parece que estás casado con tu trabajo, pero, ¿si pasas las siguientes dos semanas en el hospital, eData Systems se iría a la bancarrota?”, pregunté.

Bob sonrió de manera irónica. “A veces pienso que soy indispensable, pero por supuesto, la respuesta a tu pregunta es no. Estarían bien sin mí”.

“Exactamente, así es que sí podrían sobrevivir sin ti dos semanas, ¿no crees que se las podrían arreglar si utilizas 30 minutos extra de tu hora de la comida en una reunión del Club Rotario un día a la semana?”, sugerí.

“Duncan”, dije dirigiendo mi mirada al hombre junto a la ventana. “Y Sue, si ustedes quisieran ir a una reunión del Club Rotario, podrían encontrar el tiempo para hacerlo, ¿o no? Como personas inteligentes y profesionales, ustedes simplemente podrían ajustar su trabajo y otras actividades para acomodarlo. Podrían trabajar incluso más rápido, o en forma más productiva o quizá eliminar alguna actividad que les haga perder su tiempo. Pero si encontraron tiempo para el golf o para hacer servicio voluntario ahora, seguro encontrarán tiempo para el Club Rotario.

“Si te pierdes de una reunión aquí y allá, no es tan importante, pero piensa en esto: todos los seres

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humanos sobre este planeta, tienen exactamente la misma cantidad de tiempo cada día. Todos recibimos 86,400 segundos cuando el reloj llega a la medianoche y no se permite más. Cómo gastemos esos 86,400 segundos depende de nosotros. Hay 1.2 millones de Rotarios alrededor del mundo y algunos están retirados, como Duncan; otros son genios de las computadoras, como Bob; algunos están empezando su propio negocio, como Sue. Muchos de ellos tienen trabajos que requieren mucho de su tiempo: cirujanos, directores de funerales, jefes de policía y aún gente con negocios de óptica, como yo.

Pero cada uno de ellos recibe 86,400 segundos al día, y después de haber probado el Club Rotario, muchos se dan cuenta de que es una elección fácil y personalmente muy satisfactoria, la de dedicar unos cuantos de esos segundos a mantener su afiliación. Sí, están ocupados, pero, ¿acaso nunca han escuchado la expresión ‘Si quieres que se haga algo, pídele a una persona ocupada que lo haga’? Muchos Rotarios me han dicho eso porque están muy ocupados en sus trabajos y el tiempo que pasan con sus amigos en el Club Rotario es como un oasis de sanidad. Regresan a sus trabajos con las baterías recargadas”, aseveré.

“Hay algo que me gustaría decir para finalizar. No quiero hacerles pensar que asistir a una reunión Rotaria, debe considerarse como algo obligatorio o de vida o muerte. Sue, tú dijiste que jugabas golf porque disfrutabas de la compañía de los otros miembros. ¿Por qué es eso?”, pregunté.

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“Porque nos divertimos juntas y porque las mujeres de ese grupo son gente muy interesante”, dijo Sue.

“Duncan, apuesto a que cuando llega tu turno para leerle a la gente invidente, ya no puedes esperar para empezar, ¿verdad? ¿Por qué pasa eso?”, cuestioné.

“Supongo que en mi caso es porque me invade una sensación maravillosa al ayudar a personas que necesitan ayuda. Estoy haciendo algo que es tan importante para mí, pero hay personas que simplemente no lo entienden”, dijo Duncan calculadoramente. “Ellos son tan agradables y tan agradecidos. Cuando me toca hacer este trabajo voluntario para ellos, se vuelve una prioridad en mi agenda”.

“Entonces vas ahí”, agregué. “Yo no voy al Club Rotario con la misma sensación de obligación como cuando tengo una cita con el dentista. Voy porque quiero ir. Yo sé que me voy a divertir, aprenderé algo nuevo, conoceré gente bonita, ayudaré a quien lo necesita, y sé que siempre voy a aprender algo que me beneficiará. El Club Rotario no es una obligación pesada, es la luz brillante de mi semana. A mucha gente profesional se le pide que continúen con su capacitación cada año para así mantener sus niveles académicos y técnicos. El Club Rotario ofrece capacitación continua que mejora nuestras habilidades personales y prácticas.

“Un Rotario en la ciudad de Viena me dijo recientemente: ‘He tenido una asistencia perfecta por nueve años, pero no voy por mantener el 100% de

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asistencia sólo porque tengo que ir, sino porque quiero ir’. Pensé en lo que me había dicho cuando estaba en el avión más tarde ese mismo día, y me di cuenta de que lo que decía estaba directamente relacionado con la QHPM.

“Para él, el valor de asistir a la reunión Rotaria era más importante que el valor de hacer algo más. En México, pertenezco a un grupo que se llama ACE, una asociación de dueños de cadenas de tiendas. Tienen una reunión al mes, y en los 14 años que tengo de ser miembro, no creo haberme perdido una sola junta mientras estoy en la ciudad, no porque tenga que asistir, sino porque sé que en todas las reuniones habrá intercambio de ideas, y relaciones que me beneficiarán. Voy porque quiero ir, tal y como ustedes lo experimentarán en el Club Rotario”, comenté.

“Frank, fui a tomar un vuelo de una hora en el que pensé que tomaría una siesta”, dijo Bob. “Nunca hablo con gente en los aviones y nunca habría pensado en alternativas para mi estilo de vida. Tanto en el trabajo como en casa, la expresión ‘estoy muy ocupado’, es simplemente parte de mi vocabulario. En esta última hora, me he dado cuenta que quizá no tengo las prioridades correctas. Amo mi trabajo, amo a mi novia, a mi Porsche, a mi perro, pero, ¿es eso todo para lo que estoy trabajando tan duro? Quizá el estar permanentemente ocupado ha desvirtuado mi forma de sentir y el cómo debería enfocar mi vida”.

Eso fue una notable aceptación de aquel joven que no había querido abrirse y compartir sus sentimientos.

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Y esa aceptación entró a nuestros corazones. Habíamos caído en repetidas ocasiones en la trampa de volvernos adictos a la urgencia. Sabíamos que habíamos cometido el crimen de dejar que el “estar muy ocupados” fuera la excusa, la barrera que nos conduce a hacer lo que parece urgente, en lugar de hacer lo que es importante.

Por varios minutos, el silencio reinó en nuestro compartimiento, mientras el tren seguía corriendo.

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Mis memorables experiencias en el Club Rotario son numerosas, sin embargo hay dos de ellas que vienen a mi mente inmediatamente. La primera, mientras visitaba un hospital para niños víctimas del accidente nuclear de Chernobyl en Kiev, Ucrania. Visitamos el hospital por primera vez en mayo de 1992 con el Presidente de Rotary International y una gran delegación de Rotarios. Visitamos a muchos niños enfermos, pero recuerdo a la pequeña Irena, una niña muy pequeña y a quien mi esposa le había obsequiado una muñeca Barbie. Cuando se le preguntó a Irena sobre lo que quisiera que le trajéramos el próximo año, ella respondió: “Pero esta muñeca es todo lo que siempre había soñado tener, no hay nada más que me puedan traer”. Al siguiente año, visitamos nuevamente el hospital sólo para descubrir que la pequeña Irena había fallecido unos meses antes. La enfermera dijo que la muñeca Barbie la había hecho tan feliz en sus últimos días, que murió con la muñeca en sus brazos. A todos se nos salieron lágrimas mientras veíamos a la Barbie en la repisa.

G. Ted Segodia,Rotario

Club Rotario de Coquitalm.

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cApítulo 5

“El Club Rotario Cuesta Mucho”

“Algo que me preocupa acerca de unirme al Club Rotario es el costo”, admitió Sue. “No gano tanto

como antes de que Líneas Aéreas Sudamericanas me retirara prematuramente. Además, estoy gastando mucho dinero en tratar de desarrollar mis prácticas de consultoría. No veo cómo pueda afrontar el gasto de un Club de ese tipo”.

“Buen punto”, le hizo eco Duncan. “Actualmente tengo que vigilar cada centavo que me gasto. Lo que he acumulado debe durarme para el resto de mi vida. Yo no recibo bonos del 150% como el rápido de Bob, aquí presente”.

“¿Saben? Me apena decir esto, pero me la paso cada mes también preguntándome cómo voy a pagar mis cuentas”, dijo Bob. “Yo creo que una de las razones por las que no nos hemos casado ni tenido hijos, es porque ni Sarah ni yo somos muy buenos para administrar nuestro dinero. Ganamos mucho, pero hemos desarrollado un estilo de vida donde nos gastamos todo lo que ganamos.

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Nunca me preocupé mucho por ahorrar, primero porque era joven y en segundo lugar porque tengo casi todos mis ahorros invertidos en acciones de mi compañía. Después la bolsa de valores se vino a pique el año pasado y en poco más de seis meses mi cartera perdió casi el 80% de su valor. He hablado con amigos del trabajo para pedirles consejo, pero todos están en el mismo barco; tenemos mucha de nuestra inversión total en compañías de alta tecnología como eData. Por lo tanto, no hay forma de que me de al lujo de tirar mi dinero en una membresía del Club Rotario”.

“Bob, el primer pensamiento que viene a mi mente es que necesitas al Club Rotario ahora más que nunca”, empecé diciendo. Él se mostró sorprendido por mi afirmación. “En serio, lo primero que vas a encontrar es una persona que te pueda dar consejo profesional en cuanto a la administración del dinero. No sigas el ejemplo de muchos en tu trabajo al seguir consejos y nociones de inversiones por meras corazonadas. Si el Club al que te unas no tiene un administrador financiero, pide recomendaciones a otros miembros que infundan respeto, como un banquero o un contador. En segundo lugar sé que todas esas compañías ‘punto com’ que no hacían nada malo en años recientes, han sido realmente golpeadas en los últimos meses. De repente, no parecen ofrecer impresionantes promesas de fama y fortuna a sus empleados. Muchas de ellas se han retirado del negocio; otras han tenido recorte de personal. Me parece que éste es el momento exacto en el que deberías ampliar tus horizontes. Sólo en caso de que algo le pase a tu trabajo, ¿no sería reconfortante tener una relación con cientos de líderes de negocios influyentes con quien hayas desarrollado relaciones de amistad y de confianza?”.

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“Pero eso no aclara el costo de la membresía”, argumentó Duncan. “Lo último tiene mucho sentido para que Bob se una, pero a mí no me va a ayudar en nada”.

“Pero estábamos hablando del costo”, le recordé.

“Y el ‘costo’ es un término relativo. Yo necesitaba cuatro patrocinadores y una cuota de inscripción sustancial para pertenecer al University Club. El Club de Industriales le costó a mi compañía una cantidad importante para que me inscribiera en ese Club. La acción de mi club de golf también costó una cantidad considerable para unirse a él, más cuotas trimestrales. No hay ningún Club Rotario sobre la tierra que cobre tanto y no importa qué tan prestigiados sean los grupos que acabo de mencionar, ninguno de ellos se acerca al prestigio mundial e influencia que tiene Rotary. Y ninguno de ellos hace en una década lo que Rotary hace en una semana por la humanidad.

“En Japón, la membresía para el Club Rotario es reservada para la más alta esfera de líderes profesionales y de negocios. Puede fácilmente costar $1000 dólares ingresar y $5000 al año para pertenecer. Especialmente en los Clubes principales de las grandes ciudades. Eso es extremadamente caro para las normas del Club Rotario a nivel mundial, pero de todas formas, es una insignificancia comparada al costo de una membresía en un club de golf japonés. Ahora déjame llevarte alrededor del mundo. Un amigo mío visitó a un Club en un pequeño poblado en las montañas de Carolina del Norte. Pagó $4.50 dólares por un agradable almuerzo en una cabaña rústica al final

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de un largo y difícil camino y se sentó con los granjeros y los dueños de pequeños negocios que pertenecían al Club. ‘¡Guau! No puedo creer cobren $4.50 dólares por el almuerzo’, dijo haciéndole la conversación al Rotario que estaba junto a él y maravillándose a sí mismo con el hecho de que en su Club cobraran $13 dólares. ‘Lo sé, es desagradable, ¿verdad?’. El hombre respondió frunciendo el ceño. ‘El restaurante aumentó nuestra comida a $4.50 dólares. ¿Piensas que eres el único en estar enojado? Dos personas renunciaron al Club por eso’”, conté mientras mis tres compañeros de viaje se carcajearon.

“Ésta es una historia verdadera. El punto que quiero reforzar, es que el costo es relativo. El costo de la comida semanal en ese Club es de $4.50 dólares. En otros Clubes es de $12 dólares. En muy pocos Clubes de alto nivel como Londres, París o Tokio, puede ser de $35 dólares o hasta de $50 dólares. Pero déjenme aclararles lo del costo de la membresía: digamos que el promedio de costo mensual es de $65 dólares. Eso incluye tu comida. Ahora, ¿cuánto pagarían por una cena en un bonito y elegante restaurante, incluyendo impuesto y propina?”, pregunté.

“¿Incluyendo impuesto y propina? Supongo que unos $13 o $14 dólares”, dijo Duncan.

“¿Todos están de acuerdo con Duncan?”, les pregunté buscando consenso.

“En el tipo de lugares que frecuento, gasto $14 dólares en el entremés”, dijo Bob, más como una humilde broma que como un alarde.

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“Y es exactamente por eso que no te queda dinero al final del mes”, agregó Sue.

“Siento como si mi madre estuviera aquí”, mirando alrededor del compartimiento.

“No peleemos”, reprendí en son de broma.

“Así que estamos todos de acuerdo en que de todos modos tenemos que comer y que $14 dólares es un costo razonable”, comenté. “Aquí van $56 de los $65 dólares que cuesta comprar tu comida cuatro veces al mes. Los otros $9 dólares son para una suscripción a la revista Rotaria y cuotas para el Club, para el Distrito y para Rotary International. Una vez más hay Clubes con cuotas más altas y otros con más bajas, pero $65 dólares es el promedio general. De vez en cuando hay eventos que costarían más, como conferencias, banquetes especiales y la oportunidad de contribuir a la Fundación Rotaria, pero todo esto es totalmente opcional”.

“Eso suena interesante”, dijo Sue. “Pero mi problema es que desde que la aerolínea me retiró prematuramente, mi ingreso se ha disminuido, mientras que las cuentas por pagar de mi casa continúan siendo las mismas. No tengo tanto ingreso disponible como lo tuve antes”.

“Escucho lo que dices, Sue. Realmente lo hago. Pero también te escuché decir que gastas mucho dinero en una liga de golf cada lunes. Ahora por favor, no pienses que estoy discutiendo o diciendo que deberías renunciar a tu

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grupo de golf. Mi punto es que tú estabas en las mismas circunstancias financieras cuando decidiste unirte a una liga femenil de golf de los lunes y encontraste el dinero que necesitabas para jugar golf. Y la razón por la que encontraste ese dinero es porque ves al golf con tus amigas como algo divertido y en tus ojos veo que vale la pena ese gasto. ¿Estoy en lo correcto?”, cuestioné.

“Sí, entiendo lo que dices”, asintió ella. “Cuando descubrí que estaba embarazada de nuestra segunda hija, estábamos preocupados por cómo íbamos a afrontar el gasto de otro hijo, pero cuando el maravilloso evento ocurrió hicimos ajustes; nunca sentimos que fuéramos tan pobres como lo habíamos sido antes de que ella llegara. Nunca pensé que me estuviera contradiciendo a mí misma, pero ahora que pienso en eso, me cuesta más jugar golf en una semana, que lo que tú dices cuesta pertenecer al Club Rotario en un mes”.

“Ahora comparemos el costo de la membresía con los beneficios”, dije, esperando no sonar como un vendedor a punto de cerrar su venta. “Sue, ¿cuáles beneficios de la membresía del Club Rotario crees que sean los más benéficos para ti?”.

“Bueno, Frank, me has abierto los ojos a muchas posibilidades. Por supuesto que está la oportunidad de relacionarse con otros negocios. Eso realmente me agrada porque como ya dije antes, estoy convencida de que la mejor manera de desarrollar mi consultoría de negocios, es a través de contactos personales. Pero suena como si los socios se divirtieran en sus reuniones del Club. Amo a

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la gente, por si no sabías, y suena como si el Club Rotario fuera el lugar para hacer nuevos amigos. Mis dos hijas están en la universidad muy lejos de aquí, y mi esposo Steve es un programador de computadoras que trabaja hasta muy tarde en la oficina, casi todos los días como alguien que conozco”, refiriéndose burlonamente a Bob. “Por lo tanto, estoy sola en casa por las noches. Eso es tan aburrido; preferiría estar haciendo algo útil”.

“¿Vale la pena invertir $9 dólares al mes, más costo de tu comida, para que tengas muchos de esos beneficios?”, pregunté. Fue una pregunta retórica. Todos sabían la respuesta.

“Bob, en tu caso, no es tanto el problema de afrontar el costo del Club Rotario, como lo es el de darle su justo valor al tiempo y costo. Cuando sintonizaste QHPM hace un rato, escuchaste muchos beneficios que se derivan por ser socio de un Club Rotario, algunos de los cuales podrían tener un impacto en ti por toda una vida. Si sólo uno de ellos ocurriera, digamos el desarrollar tus habilidades de liderazgo para que tu compañía te seleccione para un ascenso, ¿valdría eso la pena por $9 dólares al mes, más el costo de un desayuno una vez a la semana?”, inquirí.

“Sería más inversión que un costo”, afirmó.

“Duncan, ¿a dónde piensas ir en tu próximo viaje?”, pregunté.

“Al final del mes voy a un crucero de dos semanas por el Caribe”, contestó. “Porque es temporada baja y

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obtuve una tarifa especial para personas de la tercera edad. Visitaremos Cancún, Cozumel, Jamaica, Puerto Rico, St. Thomas, Granada y Martinica”, explicó.

Mi mente tuvo una regresión a un incidente que tuve hace algunos años cuando me encontraba también en un crucero por el Caribe. Así que con la intención de mantener mi registro de asistencia perfecto, busqué en el directorio de Rotary International algunos Clubes que sostuvieran sus reuniones los días en que nuestro barco visitara su ciudad. Cuando llegamos a Fort de France, en Martinica, fui a la reunión del Club justo antes de que empezara. “¿Hablas francés?”, me preguntó el Presidente. Confesé que no. Después él les anunció a los miembros de su Club que la reunión se llevaría en inglés ese día, para que el Rotario visitante pudiera entender todo. Les conté a mis compañeros de viaje ésta y otras historias que no son más que simples actos de cortesía de los Clubes Rotarios alrededor del mundo; mucho antes de que me convirtiera en funcionario de Rotary International, simplemente por haber visitado dichos Clubes como Rotario visitante.

“En Florencia, Italia, cuando mencioné que no estaba a gusto con mi hotel, el Rotario con el que estaba sentado insistió en recogerme la mañana siguiente y llevarme a otro hotel, donde el gerente general, que también era Rotario, me puso en una suite. En Ginebra, Suiza, me encontraba disfrutando de la conversación con un Rotario que se sentó junto a mí. Él nos llevó a mi esposa y a mí de regreso a nuestro hotel, incluso nos invitó a ir a ‘velar’ con él. Cuando le pregunté su nombre, era Phillipe Patek, nieto del fundador de la famosa compañía de relojes Patek

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Phillipe. En Viena, Austria un Rotario que conocí en el Club local insistió mucho en llevarme a un maravilloso tour de su ciudad que duró hasta la medianoche.

“¿Se dan cuenta del beneficio de ser parte de eso? ¡Qué maravilloso es poder llegar a un grupo de gente que piensa como tú en cualquier lugar adonde tus viajes te lleven! En mi negocio, estoy acostumbrado a racionalizar el costo de todo lo que hacemos. Pero después de más de treinta años en Rotary, puedo decirles honestamente que nunca serán capaces de balancear las recompensas que reciben, con lo poco que cuesta ser socio del Club Rotario. Ustedes recordarán los beneficios de la membresía mucho después de que hayan olvidado lo que les costó”, agregué.

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Mi esposa Karolina y yo fuimos privilegiados al ser parte de un grupo de Rotarios que estaban en una misión para ayudar a “Erradicar la polio para el año 2005” de la faz de la tierra. Por algunos días, a mediados del mes de octubre, 93 Rotarios voluntarios viajaron a Ghana, África, y se unieron a un esfuerzo de inmunización puerta con puerta, enfocado a niños de 0 a 5 años. Fuimos organizados en equipos que incluían a un a un Rotario local, a un Ghanés voluntario y estudiantes de Rotaract. Estos equipos de varios cientos caminaron sobre canales de alcantarillas abiertas que bajaban a las calles residenciales, para salvaguardar a 9 mil niños amenazados por la devastación de la polio. Sorprendentemente, los niños que tratamos estaban ansiosos de tragar las dos gotitas que los quitarían del camino del daño, pero a ellos especialmente les gustaba mostrar la marca de tinta temporal en su dedo pulgar, lo que señalaba que habían sido vacunados y atestiguaba su valentía; sin mencionar su inusual experiencia con “Bunies” (los blancos). En ocasiones, algún niño particularmente curioso, buscaba un toque de nuestra mano para ver si nuestro “blanco” no manchaba. Los chicos que encontramos eran juguetones, inquisitivos y muy agradecidos, lo cual se añadió a nuestro sentido de servicio y cumplimiento. Karolina y yo nos sentimos orgullosos, ya que tuvimos el privilegio de contribuir con esta pequeña parte para obtener esta oportunidad de coadyuvar para cumplir la meta internacional de la total erradicación de la polio para el año 2005. Creemos que es posible; sabemos que es inminente. Y la gracia de Dios proveerá la hora para buenas intenciones, un amoroso espíritu de comunitarismo y el trabajo arduo de tantos para prevalecer.

Mark Perry,Presidente

Club Rotario de Visalia,California, EU.

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Polio Plus, “el regalo de

Rotary para el mundo”,

ha inmunizado ya a 2 mil

millones de niños contra la

polio, con la meta, con la

meta de erradicar esta en-

fermedad a nivel mundial

para el año 2005.

Mientras que el programa Polio Plus está previniendo nuevos brotes de

polio, los Rotarios también ayudan con sillas de ruedas, capacitación la-

boral y cirugía reconstructiva para las víctimas existentes.

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cApítulo 6

¿Qué Diferencia Puede Hacer Una

Persona?

“Frank, hace un momento dijiste algo que desencadenó un pensamiento en mi mente. No quiero ser rudo,

pero, ¿puedo ser honesto contigo?”, preguntó Bob.

No estaba seguro de lo que venía, pero le dije que continuara.

“De lo que has dicho sobre tener una grana compañía, del costo de tus prestigiadas membresías del Club e incluso de la calidad de la ropa que traes puesta, me queda claro que no eres un hombre que viva en la pobreza. Hablabas sobre la tarea del Club Rotario para eliminar la polio y de viajar para ayudar a los que lo necesitan en países lejanos. Hacer esas cosas es fácil para la gente rica. Yo soy sólo una persona que busca sobresalir. Yo me preocupo por gente menos afortunada que yo, pero no veo cómo una persona pueda hacer una diferencia”, dijo Bob.

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“Déjame contestar tu pregunta con otra pregunta: ¿Quieres hacer una diferencia?”, pregunté.

“Claro que quiero. Te dije cómo me sentía atrapado entre querer ayudar y sentirme capaz de ayudar después de haber visto aquellas personas en Filipinas”, dijo. “Pero no veo cómo un solo individuo pueda hacer tanto. Fíjate en esa gente sin hogar que vemos en nuestras grandes ciudades. ¿Qué puedo hacer?... ¿Dar suficiente dinero a una persona para que se compre algo de comer? ¿Qué diferencia hace eso? No lo puedo educar, no le puedo dar un empleo y no puedo tratar su alcoholismo o alguna enfermedad mental. Ni tampoco lo pueden hacer Sue o Duncan. Y es ahí donde radica el problema. Tú lo ves: no somos gente de negocios millonarios, no somos políticos, sólo somos gente ordinaria y no veo cómo una persona solitaria y común como yo, pueda resolver algo”.

“¿Puedo decir algo?, preguntó Duncan. “Bob, durante mucho tiempo en mi vida me sentí de la misma forma. Daba dinero para algunas de mis obras de caridad favoritas. Participé en varias cosas en el trabajo, como nuestra campaña anual de recaudación de fondos, pero nunca sentí gran conexión entre los cheques que firmaba y las necesidades a las que se dirigían mis contribuciones. Estoy de acuerdo contigo, nunca pensé que una persona pudiera hacer una diferencia… hasta mis cena de retiro”.

“Yo ni siquiera tuve una cena de retiro”, dijo Sue con apariencia compungida.

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¿Qué Diferencia Puede Hacer Una Persona?

“Debo decir, que la empresa DuPro Chemical trata a sus jubilados muy bien”, continuó Duncan. “Pero la mía fue diferente a las de otros a las que he asistido. Hubo muchas bromas y unas cuantas reminiscencias de la gente con la que había trabajado ahí durante 40 años. Después habló el director. Él mencionó que le habían podido dar el mensaje en la ceremonia de graduación de una generación en alguna universidad esa misma tarde y que después tenía que penar qué decir en mi cena de jubilación”.

“Qué contraste tan interesante, un discurso de graduación y uno de jubilación el mismo día”, observó Sue.

“Ése fue su comentario inicial también”, continuó Duncan. “Después él dijo que su mensaje había sido el mismo, sólo que las audiencias eran diferentes. Él le dijo a los graduados que fueran todo lo que pudieran ser, que utilizaran sus habilidades innatas, que no se conformaran con ser parte de la multitud, pero que crearan algo especial; que dejaran al mundo mejor que como lo habían encontrado, empezando ese mismo día. Después se dirigió a mí. Estaba justo junto él en la mesa principal y me habló como si fuéramos las únicas dos personas en aquel salón. Me exhortó a hacer lo mismo que aquellos jóvenes que estaban iniciando sus carreras. Me dijo que no me ‘oxidara’, sino que ‘resistiera’.

“Él contó la historia de un joven que corría por la playa muy temprano en la mañana y que vio a un hombre mayor sacando las cosas de la arena y arrojándolas al mar. Cuando se acercó, vio que una marea alta había llevado

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decenas de estrellas de mar a la playa durante la noche. Cuando la marea bajó, las estrellas de mar quedaron en la playa. El hombre las estaba recogiendo y devolviéndolas al agua para que el sol no las quemara. ‘¿Cómo puedes esperar hacer una diferencia con tantas miles de estrellas de mar? El sol ya va a salir por el horizonte’, dijo el joven. El hombre no dijo nada, pero se preocupó por otra atormentada estrella en la playa y la lanzó al mar. Mientras corría atrás del joven, él dijo: ‘Hice una diferencia con ella, ¿o no?’

“Justo ahí en la cena de retiro, me di cuenta que no podía resolver todos los problemas del mundo solo, pero yo podría hacer una diferencia con alguien. Es cuando tomé el siguiente consejo de mi director y decidí no sentarme en una mecedora y ‘oxidarme’. Hice trabajo voluntario en el hospital al siguiente día. Después, hace como tres meses empecé a leerles libros a los invidentes. No puedo curar la ceguera y no puedo ayudar a los cientos de miles que ya la tienen, pero sé que estoy haciendo una diferencia con algunas de estas personas”, dijo Duncan.

“Ése fue un testimonio convincente”, dije.

“Ahora, ¿se pueden imaginar ser miembro de un Club que no sólo ofreciera todos los beneficios que hemos discutido tanto esta tarde, pero en donde muchos de los socios fueran tan comprometidos como tú con el ideal de servicio a la humanidad”, preguntó Bob.

“¿Puede hacer una persona la diferencia?”, dijo Duncan.

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“¡Sí, apuesto que puedes! Pero lo que quiero resaltar es imaginar cuánta diferencia podemos lograr con un millón de ‘Duncans’. Él es la clase de persona que inspiraría a muchos Clubes Rotarios a trabajar en una dirección similar. Un millón de personas y noten que no escogí a la más rica, ni a la más influyente, ni a la más poderosa; escogí a un hombre común como Duncan. Imaginen, si pudiéramos aprovechar su compromiso con la humanidad y su pasión por el servicio entusiasta y multiplican eso un millón de veces. Entonces, ¿podríamos hacer una diferencia?”, respondí.

“No habría muchas estrellas de mar en la playa”, dijo Sue.

“Exactamente”, estuve de acuerdo demostrándolo con una sonrisa. ¡Había logrado mi objetivo! He logrado hacer llegar el mensaje. “Un fabuloso hombre australiano llamado Clem Renoulf; tan humilde como ninguno, suele decir: ‘Rotary le permite a la gente común convertirse en extraordinarios’. Clem es conocido como la fuerza conductora que lanzó nuestra campaña Polio Plus. Un hombre tuvo una idea, pero las buenas ideas se mueren en la vida todos los días porque no hay nadie más alrededor o no hay los recursos suficientes para nutrirlas. Pero la buena idea de Clem de inmunizar contra la polio a todos los niños en una región geográfica, fue tomada por otro Rotario, mi compañero y paisano, el Dr. Carlos Canseco, quien expandió la visión de erradicar la enfermedad en todos los rincones del planeta. Y sucedió que un Rotario tenía conexiones con un laboratorio que donó la vacuna, otro tenía conexiones con agencias de salud

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internacionales. Otro más era tan influyente en México, que pudo reunirse con el Presidente de ese país y venderle la idea. Regresemos con Clem Renouf; él no pudo haber persuadido al laboratorio en Canadá para donar la vacuna, y probablemente nunca hubiera podido concertar una cita privada con el Presidente de México, pero sus compañeros Rotarios sí. ¿Ves a lo que me refiero? Primero que nada, muchos Rotarios están en posiciones influyentes y pueden ayudar a que sucedan las cosas; ya sea que ese Rotario sea el alcalde de tu ciudad o un empleado del palacio presidencial. En segundo lugar, tomado en forma individual, ninguna de las personas pudo haber hecho una diferencia para el medio millón de niños que morían de polio cada año, pero cuando Clem en Australia, M.A.T Caparas en las Filipinas, Carlos Canseco en México, Herb Brown en Estados Unidos y 1. 2 millones de otros Rotarios exactamente como ellos, cuando captan la visión y el entusiasmo de aquel creador de la idea, ¡cuídense! Porque entonces desarrollan a una fuerza imparable para hacer el bien y que puede cambiar el mundo.

“Los Rotarios han logrado una hazaña sin precedente en la historia de la humanidad. Ellos han inmunizado a dos mil millones de niños. Muchas veces movilizaron a socios, familias, amigos o compañeros de trabajo para inmunizar 100 millones de niños en lugares como la India y Nigeria. Hemos erradicado la polio totalmente del pacífico occidental, de la mayoría de Europa, de China, del todo el hemisferio oeste, y el regalo del Club Rotario al mundo es nuestro orgullo, erradicar por completo la polio de la faz de la tierra para el año 2005; nuestro centésimo aniversario. Ninguna persona, ningún gobierno, ni

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siquiera los Estados Unidos pudieron lograr tan milagroso acontecimiento; pero un grupo de individuos motivados unidos por el ideal del Club Rotario, lo hará.

“Una de las cosas más impresionantes acerca del éxito del Club Rotario, es que está formado totalmente por voluntarios. Todo empieza porque un Rotario quiere que algo suceda, no porque algún jefe le diga que lo haga o para cumplir una misión que está anotada en un papel, en la pared de algún lado. Todo proyecto exitoso que el Club Rotario ha cumplido, ha comenzado desde las raíces en las mentes y corazones de Rotarios individuales”, recalqué.

“Un Rotario, allá por 1912, estaba tan disgustado con la corrupción tan desenfrenada y la conducta poco ética en los negocios, que escribió un Código de Ética en los Negocios. Rotary lo adoptó, después lo promovió en otras organizaciones, con el resultado de que 145 asociaciones comerciales e internacionales adoptaron subsecuentemente códigos similares de ética. Hace 8 años, un hombre, ‘Papi’ Allen fue el visionario que empezó el trabajo de Rotary con niños discapacitados. Su idea se diseminó rápidamente a los Clubes Rotarios alrededor del mundo para convertirse en lo que hoy conocemos como la Easter Seals Society. ¿Ustedes creen que ‘Papi’ Allen hizo una diferencia?”, pregunté.

“Es interesante que estemos hablando de esto”, expresó Sue. “Ayer estaba leyendo un libro sobre la popularidad del voluntariado en años recientes y el autor citaba a Margaret Mead, la antropóloga. Su cita me llegó

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tanto que la copié y la puse en mi agenda. Ella dijo: ‘Nunca dudes que un grupo de individuos comprometidos y dedicados, puedan cambiar el mundo. En verdad, eso es lo único que se tiene’. Yo sentí que esas palabras eran como un reto personal hacia mí, de alguna forma afirmando mi decisión de hacer servicio voluntario en el kínder de mi iglesia”.

“Eso es maravilloso”, apunté. “Ahora imagino lo bien que te sentirías cuando además de ayudar a esos niños, puedes comer a gusto con tus nuevos amigos Rotarios y ayudar a millones de niños, tan valiosa para sus padres, como los de niños, tan valioso para sus padres, como los de la escuela de tu iglesia. Tenemos proyectos en la India para perforar pozos para obtener agua potable, programas de inmunización en África, proyectos para evitar la ceguera de regularización en África, proyectos para evitar la ceguera en Latinoamérica y programas de clases de regularización a grupos universitarios en las grandes ciudades de América”.

“Pero son Rotarios individuales los que están involucrados con esos proyectos, ¿o son como esas organizaciones religiosas donde constantemente te están fastidiando por tu dinero?”, preguntó Bob.

“De hecho, Rotary no requiere que sus socios apoyen sus programas”, expliqué. “Las oficinas centrales publican las diferentes oportunidades de servicio, pero depende totalmente de cada quien si quieren y cuánto quieren dar, pero mientras no tengas qué dar, estoy seguro que querrás participar. Ahora, los Rotarios pueden ir a países que

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están llevando a cabo días nacionales de inmunización, y pueden participar durante el proceso. Los Rotarios de Nueva Jersey han construido orfanatos en Rumania; Rotarios de California, quienes son cirujanos plásticos y ortopédicos, viajan frecuentemente a países en vías de desarrolló para practicar cirugías reconstructivas a niños discapacitados… Los dentistas franceses llevan su talento hasta Vietnam; los socios británicos han establecido granjas de peces en Bangladesh; cirujanos suecos Rotarios tienen numerosos proyectos en África; Rotarios tienen servicios anuales en Nepal, y todas estas misiones fueron originalmente una idea que germinó gracias a un Rotario solitario, que hizo florecer aquello de… Sue, ¿cuáles eran esas palabras de Margaret Mead?”, cuestioné.

“Un grupo de individuos comprometidos y dedicados… que pueden cambiar el mundo”, respondió Sue.

“¡Eso es! Eso define a los Rotarios. Te das cuenta, unirse a un Club Rotario es algo así como ir a un restaurante. Algunas personas ordenan las sugerencias del chef, otros piden sólo la sopa y la ensalada y otros más ordenan algo más de alguna sección del menú”, dije.

“¡Y algunos de nosotros empezamos por el postre!”, dijo Sue, mientras le daba golpecitos a su estómago.

“Precisamente, y así es con el Club Rotario. Algunos pican un poco, otros se animan y piden todo lo que hay en el menú. Conozco a un Rotario que inició un programa de escuela de verano local para niños

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minusválidos, así que empezó con su boletín del Club y lo escribía cada semana, lanzó un proyecto en el que transportaba mediante un puente aéreo, provisiones para víctimas de desastres naturales y empezó un programa de capacitación en computación con 25 computadoras que donaron a huérfanos en Europa del Este que tenían ciertas habilidades para conseguir un empleo. Lo curioso es que no era socio mejor que aquel con el que se sentó junto en un Club Rotario cada semana y que no estaba tan ‘hambriento’ de servicio, porque ese Rotario ayudaba al Club de otra forma”, expliqué.

“Pero Frank, la primera persona parecía que hacía del Club Rotario su trabajo de tiempo completo. No creo que yo pueda dar tanto tiempo al Club Rotario o cualquier otra organización”, objetó Bob.

“Bueno, déjame platicarte acerca de estas aventuras de buena voluntad”, continué. “Durante una pausa en la guerra civil libanesa, David motivó a su Club a colectar miles de juguetes y obsequiárselos a los niños en Beirut quienes habían quedado huérfanos tras 17 años de guerra. A través de otra conexión –una línea aérea- donó el espacio de carga que por sí solo fue un regalo de $18 mil dólares. Cuando arribó al aeropuerto de Beirut, lo encontró bajo el control de la milicia rebelde y exigían un soborno de $5 mil dólares en efectivo antes de que pudieran llegar a la aduana con los juguetes”, relaté.

“¡Eso es indignante!”, dijo Sue. “Imagínense hacer todo ese trabajo sólo para que se arruinara. ¿Les pagó el dinero?”.

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“No”, contesté. “Antes de eso, él ya había contactado al Club Rotario de Beirut, y tenían a un Rotario esperándolo en el aeropuerto. Cuando David le dijo lo que estaba pasando, el hombre habló en árabe con la milicia y les pidió que guardaran el cargamento en forma segura hasta el siguiente día, dando a entender que regresaría con el dinero. A la mañana siguiente, el Rotario libanés llevó a David por toda la ciudad para que se reuniera con un compañero socio del Club, quien era representante de la UNICEF en aquel país. Él rápidamente elaboró algunos documentos y consignó el cargamento a las Naciones Unidas, haciéndolo cargamento diplomático, ¡intocable para cualquier persona! Incluso mandó a dos camiones de las Naciones Unidas al aeropuerto y dos horas más tarde, ya estaban distribuyendo los juguetes a los niños huérfanos de todo Beirut. ¿Lo ven? David no habría podido hacer un éxito de este proyecto solo. Si a todo esto le añadimos el entusiasmo de sus compañeros del Club, los contactos que uno de ellos tenía con la línea aérea, el prestigio del Club Rotario, y la magia de nuestra organización que permitió tener un compañero Rotario esperándolo en el aeropuerto, y entonces cuando tienes esa red local de conexiones de socios a quiénes acudir en una crisis, es que tienes la prueba de que, a través del Club Rotario, una persona puede hacer una diferencia.

“Así que tú puedes ser el generador de las ideas, o puedes ser la abeja trabajadora que dice: ‘Te echaré una mano aquí’ o ‘Ayudaré de tal o cual forma”, comenté.

“¿Y no creen que soy demasiado viejo para empezar?”, preguntó Duncan.

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Antes de que pudiera contestar, Bob, sin imaginarnos, entró a la conversación. “Tú no eres demasiado viejo para la gente invidente a la que le lees libros. Tú no eres demasiado viejo para hacer una diferencia cuando realizas servicio voluntario en el hospital, ¿o sí?”.

Duncan presionó sus labios y asintió pensativo con la cabeza. Quise abordar a Duncan y contarle sobre una de mis pasiones personales que la Fundación Rotaria ha estado destacando últimamente: la causa para evitar la ceguera. Quise contarle que había visto un hombre en la India siendo guiado por su nieto porque él era invidente. El muchachito lo llevó a un campamento de la vista del Club Rotario, donde por menos de $100 dólares llevábamos a cabo cirugías de cataratas para devolver la vista a tres personas. Pero decidí dar un avance más filosófico.

“¿Qué quieren que esté escrito en su lápida?”, pregunté.

“¡Oh Frank! Ese sí que es un pensamiento morboso”, se quejó Sue. “¿Cómo diablos llegamos al tema de las tumbas?”.

“Ya que eres la única que se está quejando, déjame dirigir a ti la pregunta”, dije mirándola directamente a los ojos. “¿Estamos de acuerdo en que algún día moriremos?”. Todos asintieron cautelosamente, como si les fuera a poner una trampa, pero no lo hice.

“Cuando llegue ese momento, no importa cuándo ocurra, no importa la edad que tengan, su religión, su

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cuenta bancaria o su nivel social, sus fosas probablemente estarán marcadas con una lápida. Durante los próximos 100 o quizá 200 años, lo único que los visitantes asociarán con el tiempo que ustedes pasaron en este planeta será lo que esté escrito en sus lápidas. Sus nombres estarán grabados en el mármol, su fecha de nacimiento, un guión y después la fecha en que murieron. A lo que me quiero referir, es que la parte más importante de esa lápida es el espacio que separa el año que naciste, del año en que falleciste. Ese espacio significará toda tu vida y lo que lograste en ella.

“Así que Duncan, Sue, Bob, nunca es tarde para empezar a trabajar en su espacio. Ustedes preguntaban si una persona ordinaria puede hacer una diferencia, implicando que sólo los ricos y famosos lo podían hacer. Déjenme preguntarles algo: ¿Pueden nombrar a las cinco personas más ricas del mundo? ¿Pueden nombrar a los mariscales de campo de los últimos cinco equipos ganadores del Súper Tazón? ¿Qué tal si nombran a las últimas cinco ganadoras del concurso de Miss Universo? ¿O los ganadores al Óscar por ‘Mejor Actor’ de las últimas cinco entregas de premios de la Academia?”. Esperé por casi cuatro minutos e incluso, mis tres amigos no pudieron contestar una sola de mis preguntas.

“Esas personas fueron las mejores en sus áreas, una vez que el aplauso ha muerto, sus aplausos han sido olvidados, sus premios se han deslucido y han caído en el olvido. Ahora déjenme ponerles otra prueba. Listen algunos profesores que les ayudaron en tiempos difíciles. Nombren a cinco personas que les han enseñado algo valioso en la vida. Nombren a cinco más que los hayan

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hecho sentirse especiales”. Por más de 20 minutos, primero Sue, después Duncan y finalmente Bob, hablaron sobre personas de cada una de esas categorías.

“¿Ya ven?”, les dije cuando había terminado. “La gente que hizo una diferencia en sus vidas, no fueron personas ricas o famosas, ni gente que haya recibido prestigiados premios. Ellos eran gente que haya recibido prestigiados premios. Ellos eran gente común que se tomó el tiempo para transmitir su amor, su compasión y su amistad. Y todos estos años después, esos simples actos de cortesía hicieron tal diferencia que ustedes todavía pueden recordar sus nombres y sus rostros”.

“Ahora ustedes pueden transmitir lo que les dieron. Ustedes pueden hacer una diferencia con la gente que alargará ese espacio en su lápida; y pueden divertirse haciéndolo. Y conozco a la organización que les puede ayudar a empezar”, comenté.

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Fui lo suficientemente afortundado de ser elegido como líder del equipo de Grupos de Intercambio de Estudios (GSE) en Jordania en 1997. Mientras uno de los Clubs Rotarios de allá nos retó a hacer la Subvención Compartida con “la Casa de la Esperanza” en Zarqua, Jordania. El reto fue aceptado. Una vez completada la recaudación del dinero, la elaboración del papeleo de rutina, ordenar al equipo, se tomó la decisión de regresar a Jordania y estar ahí para la entrega del equipo en 1998. Sin embargpo, las cosas no ocurrieron como lo habíamos anticipado, así que pude arreglar la entrega de algunas cosas por UPS. Después de mi llegada a Ammán y de unos días de descanso después del viaje, el Presidente del Club Rotario de Ammán, personalmente me llevó a la casa donde muchos otros socios y algunos miembros de la mesa directiva de la Casa, así como algunos padres de familia, nos reunimos. Después de un breve recorrido, cantos de los niños y algunos discursos, estábamos listos para tomar el té y galletitas. Todo se juntó cuando la mamá de uno los niños vino hacia mí y me dijo: “¡Gracias por lo que has hecho!”, con lágrimas en sus ojos. Todo lo que hice fue contar su historia a otros Clubes Rotarios y a otros grupos. Y pensar que lo poco que hice, hizo una gran diferencia para estos niños en Jordania. Qué experiencia tan conmovedora. Agradezco al Club Rotario por la maravillosa oportunidad de hacer una diferencia.

Marlen “Moe” Otte,Ex Gobernadora de Distrito

Club Rotario de Sauk Centre, MN, EU.

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cApítulo 7

¿Y Ahora Qué?

“Estoy realmente conmovida por lo que nos has contado hoy, Frank”, dijo Sue. “Tiene

sentido para mí. Creo que la red de oportunidades del Club Rotario puede hacer crecer mi negocio, y si tú representas a la nueva generación de Rotarios, seguramente me gustaría incluirlos entre mis amigos. ¿Cómo se puede entrar al Club Rotario? ¿Hay rituales secretos o algo así?”.

“Sue… no somos una fraternidad de la universidad con ceremonias llenas de humo y saludos secretos, y no sacrificamos la vida de animales cuando presentamos a nuevos socios”, me reí. “¿Tienes tu tarjeta de presentación? De hecho, ¿por qué no intercambiamos todos nuestras tarjetas de presentación?”. Por algunos minutos reinó la confusión mientras todos buscaban sus tarjetas y las pasaban de atrás para adelante hasta cerciorarse que cada uno tuviera las tarjetas de los otros tres.

Recuerdo algo que un instructor de ventas le había dicho a mi propio personal de ventas hace algunos años, cuando dirigió un seminario para nosotros en México. “La razón por la que la mayoría de los

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vendedores fallan es porque nunca toman el pedido”, les había dicho. Le pedí que explicara lo que había querido decir y comentó: “El tiempo y nuevamente el vendedor realizan un buen trabajo desde que saludan al cliente y crean un ambiente de confianza, una gran labor al explicar las características del producto, pero después fallan al cerrar la venta”. Me he dado cuenta que muchos de nosotros cometemos el mismo error en el Club Rotario. Le contamos a los socios potenciales quiénes somos y lo que hacemos, pero después, no logramos cerrar el círculo al invitarlos a unirse. “¿Por qué pasa eso?”, me he preguntado en varias ocasiones. ¿Es acaso el miedo al rechazo la causa por la que los Rotarios no invitamos a estos prospectos? ¿Será por pena de aprovecharse de un momento de conversación para cerrar la venta? ¿O es quizá porque como líderes de nuestras empresas tendemos a sentir el control de las cosas y cuando hacemos una pregunta abierta como; “¿Te unirás al Club Rotario?”, ya no estamos seguros de la repuesta? O es probablemente una combinación de las tres razones. Aunque pensé, he cometido ese error antes; no lo voy a cometer otra vez.

“En las últimas tres horas, siento como si los conociera a ustedes tres muy bien”, empecé diciendo. Parecía como si fuéramos de cuatro mundos diferentes cuando nos conocimos al principio, pero mientras pasaba el tiempo, encontramos muchas cualidades y valores personales que fueron compartidos. Yo creo que ustedes serían magníficos Rotarios y también creo que el Club Rotario sería bueno para ustedes, tanto a nivel personal, como profesional. Duncan, ¿te interesaría unirte a Rotary?”.

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¿Y Ahora Qué?

“¿Sabes, Frank? Yo creo que sí”, respondió. “Desearía haberme unido hace años cuando fui invitado por primera vez. Pero no voy a poner ninguna excusa en esta ocasión. La verdad es no tengo muchos amigos cercanos y veo al Club Rotario como una fuente de buen compañerismo para mí. Suena como si fuera un magnífico recurso para cuando viaje y quizá pueda ayudar con proyectos de servicio comunitario local, ya que ahora el tiempo es mío. De hecho, quizá pudiera invitar a algunos de los Rotarios a leerles a las personas invitadas en el asilo”.

“¿Sue? Si un Club Rotario de tu área tiene una vacante para alguien de tu tipo de negocio, ¿considerarías unirte?”, inquirí.

“¿Qué día se reunirían?”, preguntó. “Porque realmente no quiero dejar mis salidas de los lunes al golf y el kínder de la escuela me necesita los jueves por la mañana”.

“Eso no es problema”, le aseguré. “¿Vives en zona rural o en una ciudad grande?”.

“En ninguna de las dos”, replicó. “Vivo en Metfield, que es un pueblo de 18 mil habitantes. Es un suburbio de una ciudad mucho más grande”.

“Estoy seguro que hay un Club Rotario en Metfield, pero si ellos se reúnen los lunes al mediodía, es posible que haya otro Club cerca de ahí que se reúna un día diferente. Yo sé que en mi Distrito puedo visitar un Club Rotario que se reúne cualquier día de la semana, por la mañana, tarde o noche, y todos ellos están a media hora de mi casa

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u oficina. Rotary cambió sus políticas de afiliación hace algunos años y ya no tendrás que pertenecer al Club de la ciudad o colonia donde vives o trabajas. ¿Tienes acceso a internet?”, pregunté.

“Sí”, dijo ella.

“Si visitas la página de Rotary, www.rotary.org, haz clic en el botón que dice ‘Servicios Administrativos’. Cuando esa página aparece, haz clic en ‘¿Dónde se reúnen los Clubes?’, después escribes tu ciudad. Se desplegará el día, la hora y ubicación de las reuniones del Club Rotario de tu ciudad. Si después haces clic en el número de Distrito de 4 dígitos, aparecerán los detalles de la reunión de cada Club en el parea, acompañado de un número de teléfono para contactar cada a Cada Club.

“Si no tienes acceso a Internet, puedes llamar a las oficinas centrales del Club Rotario en Evanston, Illinois, al teléfono 847-866-3000, o chécalo en tu biblioteca local o con el ayuntamiento. Ellos generalmente saben cuándo y dónde se reúne cada Club Rotario. También lo saben los hoteles importantes de cualquier ciudad.

“Bob, mi última víctima… quiero decir, ¡candidato! Puedo decir por tu tono de voz y por tu lenguaje corporal que eres una persona muy organizada y que piensa las cosas muy cuidadosamente antes de tomar una decisión. Pero también siento que he visto en ti una parte emocional que se preocupa profundamente por la injusticia, la pobreza y el sufrimiento de la humanidad. ¿Te interesaría unirte al Club Rotario?”, sugerí.

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¿Y Ahora Qué?

Bob suspiró y miró por la ventana, evitando cualquier contacto visual mientras pensaba su respuesta. “Creo que me ayudaría a desarrollar habilidades beneficiosas en mi carrera”, empezó diciendo. “Sería algo bueno. Fuiste perceptivo sobre muchos de mis amigos, gente con la que trabajo en eData y veo cómo el Club Rotario podría darme la oportunidad de expandir mi círculo de amistades y contactos de negocios en el mundo exterior. Después de lo que Duncan compartió con nosotros, me doy cuenta que necesito cambiar mis prioridades. Tiene que haber más vida que trabajar, dormir, trabajar, comprar nuevas computadoras, trabajar y dormir. Realmente no me siento parte de una comunidad, y creo que el Club Rotario puede cambiar eso. Me gusta la idea de ensuciarme las manos haciendo trabajo voluntario, y si Sarah y yo pudiéramos realizar algún tipo de trabajo juntos, creo que a ella le gustaría hacer eso. Estaríamos ayudando a otros y pasando juntos lo que ahora llaman ‘tiempo de calidad’. Si hubiera ocasiones en que mi trabajo me impidiera hacer trabajo directo, podríamos colaborar con otros que estuvieran haciendo un servicio Rotario, supongo. Pero todavía sigo preocupado por la gente en el Club. ¿Qué tal si la gente del Club de mi ciudad está compuesta de un grupo de apáticos, en lugar de un grupo de apáticos, en lugar de un grupo de personas proactivas, llenas de energía? ¿Y qué tal si son totalmente inflexibles y me expulsan si falto un par de ocasiones?”.

“¿Si estuvieras satisfecho con las respuestas a esas preguntas, te unirías?”, le pregunté.

“Sí, Frank, creo que sí”, respondió.

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“Entonces esto es lo que te sugiero que hagas: primero, habla con tu jefe sobre Rotary, o incluso con el jefe de tu jefe. Dile que estás considerando unirte a la red de líderes de negocios y profesionales, dedicada a servir a sus comunidades, más grande del mundo. Dile cómo nos conocimos y cómo te has dado cuenta que el ser socio de un Club Rotario enaltecerá tus habilidades de liderazgo y habilidades para relacionarte con clientes potenciales. Y como representante de eData en el Club Rotario expresarás la imagen de la compañía brindando una aportación cívica a tu comunidad. Pregúntales si te ayudarían con tu membresía, ya sea pagando tus cuotas o permitiéndote asistir a las reuniones un poco más allá de tu hora normal del almuerzo”.

“¡O ambas!”, agregó él con una gran sonrisa.

“¡O ambas!”, agregué yo. “Si tu jefe te da sus bendiciones, habrás entonces eliminado esa preocupación acerca de asistir a una reunión a la mitad del día, ¿o no?”. Él asintió con la cabeza.

“Si tu jefe está corto de vista y no te exhorta de esa forma, entonces probablemente deberías elegir un Club Rotario que se reúna por las mañanas a desayunar o ya sea por las noches a cenar. Sigue el mismo procedimiento que estructuré para Sue: www.rotary.org, ‘Servicios Administrativos’, ‘¿Dónde se reúnen los Clubes?’. Inscribes tu ciudad y después haces clic en el número de Distrito de Clubes cercanos. Sugiero que vayas a visitar muchos Clubes en tu área. Puedes llamarle al secretario del Club o primero al Presidente o simplemente llegar al

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¿Y Ahora Qué?

Club a la hora normal de su junta. Pregúntale al Presidente o al secretario si hay alguna vacante para alguien de tu actividad, diles que a veces hay ciertos inconvenientes que te impiden mantener una asistencia perfecta y pregúntales si eso sería un problema para ellos. Pregúntales por sus proyectos activos de Club, acerca de cómo podrían utilizar tanto a Sarah como a ti. Compara la camaradería y el compañerismo de los Clubes que visites y después elige aquel que hayas disfrutado más. Todo Club Rotario es autónomo y he dicho muchas veces que los Clubes Rotarios son como la gente: algunos son más divertidos que otros, algunos son muy dinámicos, otros se mueven más lentamente, algunos son más entusiastas, otros los son menos y así sucesivamente. Así que de los 30 mil Clubes, si encuentras uno que parezca estar esperando a alguien como tú, para darle una nueva vida, entonces tienes dos opciones: o ir al siguiente Club, o unirte al primer Club donde tú puedas ser la chispa que los encienda para una nueva y vibrantes acción. Ese puede ser el que cambie tu vida y te de la oportunidad de cambiar la vida de otros menos afortunados que tú”, dije.

“Damas y caballeros, en aproximadamente dos minutos estaremos llegando a la estación central. Ésta será la última parada de este tren. Por favor revisen a su alrededor, así como los compartimentos de equipaje para no olvidar sus pertenencias y permanezcan sentados hasta que el tren se detenga completamente. Gracias por viajar con nosotros el día de hoy”, dijo el anunciante.

“Qué viaje tan agradable”, dijo Duncan después de que el anuncio había terminado.

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“Sí que lo fue, y justo a tiempo también”, afirmé. “Bob, ¿contesté a todas tus preguntas?”.

“Sí que lo hiciste, y seguiré tu sugerencia”, me prometió.

El tren se detuvo y nos bajamos a la plataforma. “Cada Presidente de Rotary International crea un lema para su año”, les dije. “Mi lema es ‘Crear Conciencia y Tomar Acción’. Estoy tan orgulloso de que hayamos tenido la oportunidad de conocernos mutuamente en estas últimas horas. Parece como si hubiera sido hace mucho tiempo cuando estaban lanzando todos esos desagradables estereotipos del Club Rotario hacia mí. Así que espero haber podido crear conciencia de lo que el Club Rotario realmente es. Pero ahora depende de cada uno de ustedes tomar acción. Si ustedes verdaderamente quieren empezar a trabajar en lo que será ese espacio de tiempo vivido representado en su lápida, se van a poner a buscar a un Club Rotario para unirse tan pronto como puedan.

“Aquí es donde vivo”, dijo Duncan. “Voy a ponerme en acción hoy”.

“Me siento orgullo de haberlos conocido a todos ustedes, dijo Bob, mientras extendía su mano a cada uno de nosotros. “Ha sido un viaje muy inspirador para mí”.

“Para mí también”, dijo Sue, dándonos a cada uno un abrazo de despedida. “¡Pero lo que más me emociona es la sensación de que la mejor parte del viaje está aún por venir!”.

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¿Y Ahora Qué?

El Club Rotario no tiene un código de ética, aun cuando nos pide que actuemos de acuerdo a la prueba cuádruple, recordándonos que el Club Rotario es compañerismo benevolente, pero no es una fraternidad. El Club Rotario puede ser una forma de vida, pero no es una religión. El Club Rotario mejora la calidad de vida en muchos hogares, pero no es sólo otro Club local. El Club Rotario exhorta a sus socios a tener vocación de servicio, pero no es una agencia de empleos. El Club Rotario ofrece la oportunidad de entender mejor a otros negocios, pero no es sólo una organización en red. El Club Rotario ofrece una plataforma para compartir ideas y mejores formas de hacer negocio mientras se come, pero no es sólo un Club gastronómico. El Club Rotario es un salvador de tiempo humanitario y no una organización que consume tiempo muy valioso. El Club Rotario es una oportunidad para compartir, no un grupo restringido.

Robert Lee Ellis,Ex Gobernador de Distrito

Club Rotario de Bellaire/SW Houston.Houston, Texas, EU.

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FOTO 9

En el Club Rotario no hay extraños, sólo amigos por conocer. En asambleas y

convenciones internacionales, los Rotarios y sus familias de casi 200 países,

se reúnen y disfrutan del compañerismo.

Estos niños disfrutado de los

resultados de un proyecto Rotario,

que perforó profundos pozos e instaló

bombas, obteniendo así, agua limpia

por primera vez en la historia de la

aldea.

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Apéndice A

¿Por Qué Gente Como Tú Se Unió al

Club Rotario?Durante mi año como Presidente de Rotary

International, me di cuenta que el Internet podría convertirse en una valiosa herramienta de comunicación para el Club Rotario. Somos una organización global compuesta por 1.2 millones de Rotarios en más de 20 mil Clubes en alrededor de 200 países y regiones geográficas. El sol literalmente nunca se oculta en el mundo del Club Rotario, ya que hay una reunión del Club ocurriendo en algún lugar de la tierra cada minuto del día,

Yo sé por qué me uní al Club Rotario, pero, ¿por qué se unieron las demás personas? Decidí preguntarles. Sólo un par de semanas después de que invité a los Rotarios a enviar razones por las que se unieron a nuestra organización, más de mil socios habían enviado sus razones a la página www.frankdevlyn.org. Las siguientes respuestas son una muestra de estas presentaciones. Para leer la lista entera de los testimonios de Rotarios alrededor del mundo no editada, vaya a la página electrónica (website):

www.frankdevlyn.org*****

Frank Habla

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En un mundo lleno de odio, el Club Rotario tiene un mensaje de amor: en un mundo lleno sólo de promesas, el Club Rotario de servicio sin ningún motivo egoísta. En un mundo diverso y que se desintegra, el Club Rotario enaltece el sentido de unidad; dentro de la multitud de los que forman el Club Rotario a muchos nos enseñan de dar. Unirse a un Club Rotario realmente puede haber que la vida de uno tenga significado. Algunas de las más satisfactorias experiencias en el mundo pueden no ser expresadas en palabras, pues sólo se pueden sentir por un verdadero corazón humano.

Eno Chodup Panlook, Rotario,Club Rotario de Kalimpow, W.B, India.

E-mail: [email protected]

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¿Por qué unirse a Rotary? Todos sabemos que las Filipinas es uno de los países que tienen el más alto nivel e pobreza. Durante mis primeros años de juventud, siempre me había sentido mal por los menos afortunados. Siempre había soñado con poner un refugio para algunos de ellos, especialmente para los niños sin hogar. Pensé que algún día sería capaz de intentar resolver alguno de esos problemas, pero al paso de los años, sentí que ese sueño no se convertiría en realidad. Así que cuando me invitaron al Club Rotario y vi los proyectos del Club, creí que de alguna forma, esto me ayudaría para accionar mi preocupación por nuestros hermanos menos afortunados. Me uní al Club Rotario en febrero de 1995 y empecé a servir a mi Club como

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Apéndice A

director de la Avenida de Servicio en la Comunidad y, en 1999, fui Presidente. En relación a la pregunta ‘¿Por qué unirme al Club Rotario?’, puedo contestar afirmando que cuando recluto a socios nuevos, siempre les digo que la primera prioridad es servir a nuestros hermanos y hermanas menos afortunados. El compañerismo y los negocios vendrán después; esa es una razón para unirse a Rotary.

IPP Sunil Sitlani, Ex Presidente de ClubClub Rotario de Pay West, Ciudad de Pasay, Filipinas.


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Yo siento que ésta es la mejor organización en el mundo, que sirve a la comunidad en casi todas las áreas de la vida, ya sea en alfabetización, salud, o problemas sociales de una comunidad; y ahora con el comité de ayuda rápido para desastres con que Rotary cuenta, es otra ayuda para enfrentar los retos de las calamidades naturales. Rotary brinda también una mejor oportunidad para poder desarrollar amistades en tu ciudad, país e internacionalmente, así como desarrollar habilidades de liderazgo, oratoria y organización.

Dr. J.N Gurtu, Presidente de Club,Club Rotario de Calcuta Victoria,

Calcuta Bengal, India.E-mail: [email protected]

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Mi esposa y yo nos dirigimos a casa después de una noche de reunión de Rotarios. Estábamos hablando tranquilamente como un esposo y una esposa lo hacen, cuando ella hizo una observación que yo realmente no había hecho sobre mí mismo aún. Ella dijo que mi corazón me había guiado al Club Rotario. Que había encontrado en mi vida, lo que me había estado faltando. Tenía la necesidad de sentir que mis acciones lograban algo y que estaban haciendo algo bueno a este mundo.

Pasé mucho tiempo frustrado antes de unirme al Club Rotario de Rockland. Había sido miembro de otros grupos cívicos cuyos socios pasaban mucho tiempo discutiendo sobre que el progreso se mantenía paralizado. En el Club Rotario encontré un gran grupo de gente que dirigía toda su energía y fuerza de voluntad hacia un fin común para lograr que ocurrieran grandes cosas. Cada recaudador de fondos y cada proyecto que tomamos en el Club Rotario tiene un beneficio para alguien. Y ese alguien puede ser un país en guerra en otro continente o una familia necesitada en la siguiente calle a la nuestra.

Leni S. Gronros, Presidente de Club,Club Rotario de Rockland, Rockland,

Maine, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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El Club Rotario es una oportunidad para mí, para servir a mi comunidad dentro de una organización internacional establecida. El compañerismo con profesionales de

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Apéndice A

varios caminos de la vida, tanto de mi propio país, como residentes de otros lugares, es lo más importante.

Joe F. Boulos, Ex Presidente de Club,Club Rotario de Beirut Cosmopolitan, Beirut, Líbano.


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Soy Rotario porque los valores de Rotary son mis valores. La asistencia a las reuniones del Club Rotario y la participación en proyectos Rotarios me recuerdan el tipo de persona que quiero ser: involucrada en el mejoramiento de mi comunidad, promoviendo altos niveles de ética en mi profesión, y ayudando a mejorar los niveles de vida en regiones del mundo en desventaja.

David C. Williams, Ex Gobernador de DistritoClub Rotario de Wilmington, California, Estados Unidos.


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Gracias al Club Rotario, mis esfuerzos por hacer de este mundo un mundo mejor, se están multiplicando. Ya no me siento solo. Me siento acompañado, comprendido, apoyado y contento de haber decidido este estilo de vida, como testimonio hacia mí y los demás. Por eso invito a todos los que participan en el Club Rotario, a crear conciencia y tomar acción para tener un mundo mejor. Que Dios los bendiga a todos.

Frank Habla

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Fernando Aguirre Palacios, Rotario,Club Rotario de Guayaquil, Ecuador.


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Me uní al Club Rotario porque alguien a quien respetaba me lo pidió y porque quería conocer más gente en una comunidad que era nueva para mí. Frecuentemente un Club tiene miembros que son funcionarios del gobierno estatal o local, médicos, educadores, contratistas, banqueros y abogados. Personalmente puede ser muy ventajoso para una persona de negocios conocer a esta gente. Yo creo que las razones para unirse a un Club Rotario son muy diferentes a las razones por las que la gente permanece en él.

Timothy O. Morsani, Rotario,Club Rotario de Carson City,

Nevada, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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Pertenecer a un Club Rotario ha engrandecido mi vida personalmente, socialmente, profesionalmente, con vocación de servicios y educacionalmente. Personalmente, he conocido cientos de personas, muchos de los cuales ahora son mis amigos. Socialmente hablando, el Club Rotario me ha dado acceso a un amplio rango de experiencia con un sentido de pertenencia a un grupo muy especial de personas, quienes contribuyen con otros,

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Apéndice A

tanto local como internacionalmente, Profesionalmente, estar en un Club Rotario me ha permitido crecer en mis habilidades profesionales, compartiendo mi destreza con otros. A nivel vocacional, me ha conectado a un gran rango de vocaciones que han permitido mi comprensión de los negocios y la comunidad. Educacionalmente, he tenido un desarrollo profesional en cada reunión semanal a través del contacto con compañeros Rotarios, oradores invitados, proyectos específicos, así como al involucrarme con la comunidad. Estoy orgulloso de ser Rotario. Estaré siempre agradecido con quien me propuso y veo de frente al futuro como el Rotario que soy.

Ros Bradbury, Rotario,Club Rotario de Bendigo,

Victoria, Australia.E-mail: [email protected]

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Leí un artículo del Wall Street Journal hace muchos que destacaba que las empresas gastan miles de dólares al año entrenando a sus ejecutivos. El artículo sugería que dichas empresas deberían considerar organizaciones como Rotary International, donde por un costo mucho menor, sus futuros líderes podrían obtener habilidades para con la gente, habilidades administrativas, habilidades para relacionarse y al mismo tiempo servir a la humanidad. Yo sé que he experimentado un considerable crecimiento personal gracias al Club Rotario. Exhorto a mis gerentes de alto nivel no sólo a se unan al Club Rotario, sino que también se conviertan en Rotarios.

Frank Habla

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John William Nugent, Rotario,Club Rotario de Westchester, California, Estados Unidos.


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Ser socio de un Club Rotario te permitirá compartir la riqueza de un país del primer mundo con los países menos afortunados de una manera directa y controlable. El Club Rotario fue fundado como una empresa privada y de iniciativa privada, y deber ser la organización más grande que pueda lograr esto a través de empresas privadas.

James Kenneth Emery, Presidente de Club,Club Rotario de Glenelg, Adelaide,

Australia del Sur, Australia.E-mail: [email protected]

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Como mujer que viaja fuera de la ciudad por negocios (relaciones públicas y mercadeo), las reuniones Rotarias son una verdadera bendición para tener un compañerismo libre de estrés y un verdadero entendimiento dentro de la comunidad.

Cassandra Consorto Schultz, Rotaria,Club Rotario Paoli, Mavern, Berwyn,

Pensilvania, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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Apéndice A

Me uní al Club Rotario hace muy pocos años, pero eso me hizo Rotario, Sólo cuando tuve entre mis brazos a un pobre niño esperando ser operado de su labio leporino por los médicos profesionales de Rotaplast, una organización apoyada por los Clubes Rotarios y donaciones privadas. Justo dos horas después cuando llevé al mismo niño al cuarto de recuperación, fui testigo del milagro instantáneo que cambió el ceño desfigurado de esta pequeña y temblorosa pieza de humanidad, en una radiante sonrisa. Es entonces cuando ME CONVERTÍ EN ROTARIO. Debemos decirle a los socios potenciales que el Club Rotario es mucho más que un lugar donde disfrutar del compañerismo. Es una oportunidad, por la que todos deberíamos estar agradecidos, para cambiar nuestras vidas y al hacerlo, cambiar nosotros mismos.

Renato Piombi, Rotario,Club Rotario de Belmont, Belmont,

California, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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He sido miembro del Club Rotario por más de veinte años, en dos países, aunque sólo tengo 50. El Club Rotario no es un Club de viejos, a mí me ha dado balance en mi vida al permitirme ayudar a otros de una manera productiva. He hecho muchos buenos amigos y muchos contactos de negocios con quienes puedo tratar con confianza, porque como Rotarios están ligados por un código de comportamiento. He conseguido amigos, colegas de negocios y clientes gracias a la membresía del

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Club Rotario. Todos ellos encontraron las mismas cosas que yo. Cuando me mudé de Australia a Singapur, una de las primeras cosas que hice, fue unirme al Club Rotario local. Me sentía incompleto sin él.

Keith William Callinan, Ex Presidente de Club,Club Rotario de Singapur, Singapur.


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Me uní al Club Rotario simplemente porque fui invitado y fue muy curiosa la forma en que ocurrió. Sin embargo, después de algunos meses dentro de una atmósfera muy amigable, empecé a entender de lo que se trataba el Club Rotario y concluí que debía haberme unido mucho antes que cuando lo hice. Involucrarme en proyectos era algo a lo que yo estaba escéptico. Sin embargo, cuando vi cuál era el proyecto y los resultados finales, como lo fue ayudar en comunidades locales y a nivel mundial, no podía esperar para involucrarme y una vez terminado lo que hacía, me concentraba en la siguiente idea. Para mí el Club Rotario es trabajar en equipo con otros Rotarios, con la comunidad y a veces con otras organizaciones. La satisfacción es la clave y uno porta un cierto orgullo después de ayudar a alguien más. Para mí el Club Rotario no sólo es servir de una forma caritativa, sino que también incluye vocación de servicio y por supuesto el almuerzo semanal, el cual en nuestro Club es también un momento de gran diversión. Resumiendo todo esto, para mí el Club Rotario es servicio, diversión y camaradería, ya sea en el Club local, o en reuniones distritales.

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Apéndice A

Robert Maxwell, RotarioClub Rotario de Etobicoke, Toronto, Ontario, Canadá.


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Por razones equivocadas me uní hace 12 años: para relacionarme con otros negocios, pero me quedé por todas las razones correctas. Recibo mucho más de esa organización de lo que pudiera devolver; el compañerismo y orgullo son enormemente gratificantes. Compensar algo al Club Rotario se ha convertido en algo muy importante para mí. Dentro de mi Club local y a nivel distrital y trabajo fielmente para llegar a esa meta.

Jacquelyn Kahn, Ex Presidente de Club,Club Rotario de Lewiston/Auburn, Lewiston, Maine, Estados Unidos.


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Mi esposo Mike se unió al Club Rotario porque un buen amigo le sugirió que incrementaría nuestros contactos sociales y de negocios en el área, que nos exhortaría a contribuir con algo a la comunidad de una manera más efectiva, así como disfrutar de las muchas actividades del Club. Mientras todo lo anterior era verdad, uno de los principales efectos fue que el apartarse una noche a la semana tanto de su trabajo

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como de su familia, le dio un interés además de trabajo. Comenzó a seguir un patrón de conducta diferente, en el que apartaba tiempo para realizar actividades que le agregaban variedad a nuestras vidas. Hemos hecho amigos por el resto de nuestras vidas en el Club Rotario, así como muchos proyectos en los cuales pasamos tiempo juntos para llegar a cumplir algo. Es impresionante lo que un pequeño grupo de gente puede lograr trabajando juntos y al mismo tiempo, disfrutarse mutuamente. Recomiendo el Club Rotario a todos los adictos al trabajo; la reunión nocturna de Mike se convirtió en su “válvula de escape” del trabajo. Murió inesperadamente hace como 15 años, después de haberse unido al Club Sutherland, cerca de Sídney, y con el apoyo que recibí del Club, más la rutina de tantos años de hacer cosas de Rotariana, cuando un Club local me pidió que me uniera, estaba gustosa de continuar mi asociación y el estilo de vida del Club Rotario.

Elaine Lytle, Ex Presidenta de Club,Club Rotario de cómo Jannali,

Sídney, NSW, Australia.E-mail: [email protected]

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Una buena razón para unirme al Club Rotario son mis hijos. Quiero que entiendan el sentido de desinterés y que aprendan sobre el espíritu de servicio. Quiero que vean que tenemos una buena vida en esta parte del mundo y que tenemos mucho, y por lo tanto, tenemos mucho que dar.

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Apéndice A

Gina Brosseau, Rotaria,Club Rotario de Red Deer East,

Red Deer, Alberta, Canadá.E-mail: [email protected]

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La razón para unirme al Club Rotario está contenida en cuatro palabras… Amistad: es mundial e inmediata, sin importar el país que uno está visitando. Servicio: es el placer que uno obtiene de ayudar a otros en su comunidad, sin esperar una recompensa. Internacional: el Club Rotario es una organización verdaderamente internacional con Clubes en 200 países. Paz: a través de los programas de la Fundación Rotaria que están disponibles para cada persona, para hacer un impacto real en el mundo, mientras todos nos esforzamos por alcanzar uno mucho más placentero.

Robert S. Scott, Ex Director y Vicepresidente de Rotary International,

Club Rotario de Cobourg, Cobourg, Ontario, Canadá.


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El Club Rotario te da la oportunidad de hacer una diferencia. Nos da la oportunidad de ayudar tanto local como internacionalmente. El Club Rotario es una muy respetada organización con un registro ya establecido de grandes cosas que han hecho para mucha gente.

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El Club Rotario es como un oasis en nuestra ocupada semana, un lugar donde puedo disfrutar de la compañía de otros Rotarios e invitados, compartir una comida, compañerismo, una sonrisa, y aprender una que otra cosa. El Club Rotario también provee de un lazo mundial con otros Rotarios. Ya sea que viaje a 20 km de distancia o a 2,000, sé que puedo encontrar un Club Rotario y sentirme bienvenido. Yo puedo decir, después de hablar con los miembros más experimentados, que el Club Rotario ha sido una organización muy especial para ellos también.

Paul K. Page, Rotario,Club Rotario de Hornwell,

NY, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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El Club Rotario ha enriquecido mi vida y las vidas de toda mi familia. Mi círculo de amistades se ha ampliado a través de la afiliación del Club Rotario, tanto en la comunidad local, como internacional. Qué alegría es abrir mi correo electrónico todos los días y encontrar mensajes amigables de Holanda, Honduras, India, México, Ghana, etc. Experimento la satisfacción de utilizar mis habilidades profesionales en nombre del Club Rotario, principalmente en el área de capacitación. Estoy cumpliendo mi deseo de “devolver” por todas las bendiciones que la vida me ha dado. Soy muy afortunada en tener tiempo, salud y recursos para dedicárselos al servicio Rotario.

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Apéndice A

Carolyn A. Schuetz, Ex Gobernadora de Distrito,

Club Rotario Hayward South, Hayward, California, Estados Unidos.


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Rotary es probablemente la única organización mundial que no es política, ni religiosa y que no discrimina por el sexo y el nivel personal de un individuo. Esta organización ha ganado una credibilidad sin paralelo ante los ojos de los gobiernos y del público en general.

Adicionalmente, el Club Rotario ofrece una oportunidad única de crecimiento personal, ya que cada uno de sus dedicados miembros puede involucrarse fácilmente al ritmo de trabajo del Club, rápidamente después de haberse unido como un nuevo socio Rotario. Esta interacción ofrece desarrollo de las cualidades de liderazgo, discurso en público y tolerancia para los demás; todo esto, mientras uno continúa utilizando su tiempo, energía y recursos para ayudar a los estratos más débiles de la sociedad en pro de un mundo mejor.

Vishnu Dhandhania, Presidente de Club,Club Rotario Calcuta Metropolitan,

Calcuta, Wb, India.E-mail: [email protected]

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Antes de que un buen amigo compartiera el Club Rotario conmigo en 1979, mi mundo estaba incompleto. Nunca entendí el verdadero significado de servicio a la humanidad y el compañerismo con otras personas.

Desde entonces, he tenido la oportunidad de asistir a muchas asambleas y conferencias distritales y reunirme con gente interesante y maravillosa de diferentes niveles sociales y étnicos. He tenido el privilegio de servir a los discapacitados, a las personas mayores, a los jóvenes y a los pobre, dando a mi vida un nuevo significado.

Hoy en día soy mucho más feliz. He mantenido mi asistencia al 100% durante 22 años y he tenido el honor de servir en diferentes posiciones, incluyendo la de Presidente del Club, asistente del Gobernador y ahora Gobernador de Distrito nominado.

Mi experiencia como Rotario me ha dado una gran satisfacción. Amo a Rotary y estoy orgulloso de ser Rotario, como ustedes lo estarán también.

Keith I. Daley, Gobernador de Distrito Nominado,Club Rotario de Kingston, Kingston, Jamaica.


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El Club Rotario me conecta con un mundo mucho más grande que va más allá de mis actividades diarias. A través del lema “Dar de Sí, Antes de Pensar en Sí”, el Club Rotario me permite conocer y trabajar con gente de

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negocios como uno, para ayudar a mejorar la situación de otros en mi comunidad, en mi país y en el mundo. A través de la amistad y del propósito, me conecta con algo más grande de lo que yo soy personalmente. Todos ganan.

David Glass, Rotario,Club Rotario de Kitchener, Ontario, Canadá.


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Ser socio del Club Rotario durante los últimos cuatro años, ha añadido nuevas dimensiones a mi vida. Los valores que el Club Rotario se fija –Dar de Sí, Antes de Pensar en Sí-, me brindan una habilidad mayor para ver las manos y los pies de Cristo (sobre la tierra) de lo que yo podría hacer por mí misma. Como miembro del Club Rotario, se me ha dado la oportunidad de unirme a una afiliación internacional, cuyo propósito es el de mejorar la paz y comprensión en el mundo. En el Club local trabajo en los proyectos de la comunidad y me siento realizada al ser Rotaria.

Karen Tweed, Presidenta de Club,Club Rotario de Bolivar, Bolivar,

MO., Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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Inicialmente me uní al Club Rotario con el propósito de relacionarme. Pronto me di cuenta del verdadero significado

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del Club Rotario. Siempre he tratado de lograr un balance al dar a la comunidad en casa e internacionalmente. El Club Rotario hace eso precisamente. Tenemos proyectos locales y recaudación de fondos a través de juegos de donaciones para proyectos internacionales. Los amigos que he hecho en los últimos 6 años son mis amigos de por vida. Como una de las cinco mujeres en un grupo de 40 hombres, soy tratada con respeto y nos la pasamos muy bien en nuestras comidas. Si ando contenta y sonriente, sé perfectamente que cuando vaya a la comida del Club, recibiré un empujón increíble de los otros socios. Actualmente hago negocios con la mayoría de mis compañeros, pero eso se da al desarrollar las relaciones de confianza con el tiempo. Si eres una mujer buscando un Club Rotario, no lo dudes. Únete hoy y no seas sólo una socia más, se una buena Rotaria.

Teresa Marshall, Rotaria,Club Rotario de North Delta, Delta, BC, Canadá.


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Cuando inicialmente me uní al Club Rotario, desarrollé técnicas para hablar en público que antes no tenía la oportunidad de lograr en mi lugar de trabajo. Desde entonces mi seguridad ha aumentado tanto que siento que tengo una deuda con el Club Rotario: trabajar más duro para la comunidad.

Durante los últimos 20 años, he experimentado al Club Rotario internacionalmente, y en cada avenida de

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servicio, he aprendido cosas que no podrían ser duplicadas en ningún otro foro.

Disfruto del compañerismo del Club Rotario y de las inmensas recompensas que uno tiene después de haber completado un proyecto exitoso.

Kenneth Kay, Ex Presidente de Club,Club Rotario Randburg,

Johannesburgo, GP, Sudáfrica.E-mail: [email protected]

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Sin pasar de largo, considero que una de las preocupaciones principales en mi vida y la de muchos, ha sido el no pasar por esta vida sin dejar algo positivo a las generaciones futuras; sin dejar huella con alguna aportación a nuestros hijos y a su generación contribuyendo a mejorar nuestro mundo, ayudando a acortar la brecha entre el hambre y la bonanza, entre riqueza y pobreza (también de espíritu). Una manera de hacerlo es a través de Rotary, que tiene muy bien definidas las áreas de apoyo a los más necesitados, a través de sus avenidas de servicio, además de fomentar grandes amistades entre sus miembros y buenas relaciones entre los países.

Manuel Cantú, Rotario,Club Rotario Chihuahua Amigo, Chihuahua, México.


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Frank Habla

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No creo que haya algo en mi vida, además de mi familia, que me haya dado tanta calidez y tantos sentimientos como el Club Rotario. El compañerismo y la ética formal dada de los compañeros Rotarios no tienen parecido. Cuando veo algún extraño portando un emblema Rotario, se refleja una sonrisa instantánea a mi rostro. Hay un cierto orgullo entre los Rotarios, es el saber que las cuatro avenidas de servicio con las que trabajamos son la base de nuestro lema “El Servicio Ante Todo”. Todos somos mejores al hacerlo y al creer en él.

John C. Brooks, Gobernador de Distrito, Club Rotario de

Grosse Pointe, Grosse, Michigan, Estados Unidos.


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A través del Club Rotario llevo esperanza, haciendo una diferencia para hombres, mujeres y niños, dándoles la oportunidad de una vida mejor. Los niños tienen libros que leer en la biblioteca de su escuela. A las familias no privilegiadas se les da comida, ropa y un lugar donde dormir. Preciadas gotas de vacuna contra la polio son colocadas en la boca de un niño. Los sueños inalcanzables son convertidos en brillantes realidades; a lo largo del camino, desarrollo amistades para el resto de mi vida con los Rotarios. El Club Rotario es servicio, compañerismo, gente, familia… Es por esto que soy Rotaria.

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Apéndice A

Carol A. Wylie, Ex Gobernadora de Distrito,

Club Rotario Domínguez/Carson,

Carson, CA, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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El Club Rotario nos da un foro ideal para conjuntar gente interesante y talentosa de todos los caminos de la vida y con quienes uno puede trabajar para una mañana mejor.

Yousuf Shahid, Rotario Club Rotario de Karechi, Cosmopolitan, Karechi, Pakistán.


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Al entrevista a prospectos de socios les pregunto: “¿Han tenido alguna experiencia de liderazgo?”. Independientemente de la pregunta, la respuesta es la misma. En el Club Rotario aprendemos a guiar. Si llegamos con habilidades de liderazgo, hay oportunidades inmediatas de aplicar liderazgo. Si sentimos la necesidad de instrucciones, aprendemos practicándolas. Este ambiente de servicio nunca termina. Crecemos y compartimos nuestro desarrollo con otros para lograr niveles más altos que nadie por sí solo puede alcanzar.

Frank Habla

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Ernest T. Bulock, Rotario,Club Rotario de Penfield,

Penfield, NY, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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¿POR QUÉ SOY ROTARIO? Lo que me atrajo primero fue el gran compañerismo en mi Club Rotario, Me sorprendió la cálida y amigable bienvenida que me dieron. Ir a comer los jueves al Club se volvió un descanso muy bien recibido en mi semana generalmente atareada. Me sentí más fresco y activo gracias a ese descanso. Como todos en una actividad nueva y próspera, el trabajo es intenso y casi no deja tiempo para descansar. Al transcurrir los meses, empecé a apreciar la compañía de mis compañeros. La oportunidad de mezclarme y socializar en un ambiente relajado se ha convertido en la piedra angular de mi experiencia en el Club Rotario. En verdad me siento orgulloso al ser parte de un grupo que hace tanto por la comunidad. Cuando veo noticias en el trabajo sobre el Club Rotario, siento que de alguna manera, estoy contribuyendo para hacer del mundo un mejor lugar.

David Bennett, Rotario,Club Rotario Belmont, Western, Australia.


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Las mujeres de negocios tienen mucho que dar al Club Rotario. Nosotras educamos familias, organizamos

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Apéndice A

el hogar, actuamos como el director social de todos y además llevamos compromiso y organización a los Clubes Rotarios a los que nos unimos. ¿Qué hay ahí para nosotros? Encontramos a nuestra “familia”, ahora incluyendo a otros de muchas partes del mundo, ¡habla sobre tu gran familia! Ahora tengo amigos en México, Brasil, Inglaterra y Tailandia. Y he conocido esta gente solamente en los últimos 5 años.

Bernadette Julich, Ex Presidenta de Club,

Club Rotario Sunrise, Glenwood Springs, Colorado, Estados Unidos


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Yo no esfuerzo por hacer al mundo un mejor lugar, pero tratar de lograr esto como un individuo solo, es más bien una experiencia terrorífica y sobrecogedora. Al ser parte de una gran organización como el Club Rotario, significa que cada miembro a nivel mundial, se esfuerza por hacer del mundo un mejor lugar. La fuerza está en los números. Nosotros hacemos una diferencia. Unirme al Club Rotario es lo mejor que he hecho en mi vida.

Nina Venjakob, Rotaria,Club Rotario Partown, Excalibur,

Johannesburgo, SudáfricaE-mail: [email protected]

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Frank Habla

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Unirse al Club Rotario lleva lograr amistades para el resto de mi vida, mejora las habilidades de organización, con un nuevo sentido de propósito personal y con una tanto de tu comunidad, como de tu mundo y también de cómo podemos hacer mejores lugares para nuestros hijos.

Neal Hoffman, Ex Gobernador de Distrito,Club Rotario Santa Clara,

CA, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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El Club Rotario hacer real aquella frase de la familia humana. Es una organización que ignora raza, religión y credo. Nos hace a todos parte de la familia humana universal.

La creencia de “Dar de Sí, Antes de Pensar en Sí”, es una práctica perdurable e irresistible. Es un principio fundamental de todas las religiones. Tal como si escogiéramos a nuestros héroes en la vida debido a eso. De personajes de caricatura como Superman, a gente de la vida real como Abraham Lincoln y Mahatma Gandhi, ellos son para mí, la personificación de este ideal.

La caridad empieza en casa, pero no termina ahí. Únete al Club Rotario para servir al mundo. Un mundo, nuestro mundo. Un mundo de seres humanos, que también puede ser un mundo humano.

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Apéndice A

Dr. Siva Anatham, Ex Presidente de Club,Clur Rotario Damansara, Kuala Lumpur, Malasia.


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El Club Rotario es la única organización que puede cambiar la vida de las personas. En servicio encontré al Club Rotario como lo mejor. Sobre todas las cosas, el Club Rotario es la mejor plataforma para desarrollar las cualidades de liderazgo de cada uno. En 1992, como un nuevo socio cuando me paré frente al micrófono para leer la invocación, las piernas me temblaban y mi cuerpo transpiraba. Ahora hablo en funciones de Distrito, entreno a Rotarios durante el PETS y asambleas, y conduzco seminarios regularmente para cientos de personas. Gracias al Club Rotario, estoy orgulloso de decir que soy un Rotario.

K. Mohandas, Rotario,Club Rotario de Cochin South, Cochin Kerala, India.


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Entré al mundo del Club de servicio por todas las razones equivocadas: principalmente pensando en incrementar mi negocio al relacionarme con los miembros del Club. Esto no funcionó así, por lo que me preparé para renunciar. El Rotario que me apadrinó dentro del Club me dijo que me quedara, pero que esta vez viera al Club como una oportunidad para servir a la humanidad, no a mí

Frank Habla

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mismo. Como era nuevo en este concepto, lo intenté, y participando, empecé a disfrutar realmente del Club de servicio. Hice muchos nuevos amigos mientras utilizaba al Club para hacer buenas obras en nuestra comunidad y en el mundo. He sido miembro activo por 26 años. Uno de los beneficios más sorprendentes del Club Rotario, además de la gratitud y satisfacción de realizar buenos trabajos con magníficos compañeros de grupo, fue el beneficio aleatorio de la ayuda a esos compañeros de grupo. Mucha gente profesional se rodea a sí misma con empleados o familia que quizá no les digan lo que necesitan escuchar. He encontrado que los amigos que hago en el Club Rotario, mi grupo de compañeros, estarán más que felices de asesorarme para servir mejor. Un beneficio agregado, por supuesto: ¡mi negocio creció! Quizá porque el Club Rotario me cambió y les gustó a los clientes.

William Lee Reeves, Ex Gobernador de Distrito,Club Rotario Carson City Noon, Carson City,

Nevada, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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Únete al Club Rotario para poder ayudar económicamente a prácticamente a la gente que sufre alrededor del mundo. Una ayuda que siempre alcanzará el lugar donde es necesitada. Únete al Club Rotario para introducirte a una amistad mundial con todas las instalaciones. Sé que no habría podido conocer a tantos amigos sin el Club Rotario.

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Apéndice A

Flemming Sorensen, Gobernador de Distrito,Club Rotario de Faxe,

Fakse, Dinamarca.E-mail: [email protected]

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Me uní al Club Rotario porque un hombre de negocios de la ciudad me presionó, aunque no sentía ninguna necesidad de unirme a un Club compuesto principalmente por hombres. Estoy cumpliendo 13 años como Rotaria, y lo siguiente es mi testimonio de por qué espero ser socia de por vida del Club Rotario.

La hora del día en que te reúnas no importa, pero sí la gente con la que te reunirás. La mayoría de los miembros poseen ética en el trabajo, valores familiares, compromiso comunitario y preocupación internacional por otros que harían que cualquiera se sintiera orgulloso de convertirse en miembro del Club Rotario. La Prueba Cuádruple no es para mí algo secundario, está sólo después de los 10 mandamientos. Sin importar cuáles son tus creencias, la prueba cuádruple contiene las instrucciones básicas necesarias para conjuntar nuestra vida privada y nuestro mundo cercano, para lograr nuestras metas de paz, si se toman con seriedad. Las actividades de los Rotarios, acciones, metas y potencial para nuevos amigos. Le he dado mucho a mi vida personal y de negocios. No puedo imaginar por qué la gente que puede unirse a un Club Rotario, no corre al Club más cercano para afiliarse.

Frank Habla

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Joan E. Capurro, Rotaria,Club Rotario de Ross Valley,

San Anselmo, CA, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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¿Dónde puedes tener amistad con tantos profesionales diferentes? Normalmente los círculos de amistad alrededor de la rama en la que estás trabajando. La visión es enriquecida y ampliada enormemente a través de tantas profesiones diferentes. Mientras tengas objetivos comunes para trabajar en equipo tendrás éxito, eso te hará sentirte orgulloso y contento de ser Rotario.

Kurt Timosheck, Ex Presidente de ClubClub Rotario Feldbach, Feldbach, Austria.


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En Hawaii, la palabra que significa familia es ‘ohana’. El Club Rotario es mi ‘ohana’ extendida. Estoy inspirada, motivada y reconfortada por la sabiduría y consistencia de mi familia Rotaria. Juntos compartimos compañerismo, risas, aprendizaje y hacemos una diferencia en el hogar y más allá. Cada miembro es único, pero cada uno abraza una ética de trabajo similar y pasión por el Servicio ante Todo. Mi esposo me dijo una vez que él ya no se pone nervioso por la imposibilidad estadística de fallecer antes que yo, porque el Club Rotario ‘ohana’ estará ahí después de él se haya ido.

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Apéndice A

Linda Coble, Gobernadora de DistritoClub Rotario de Honolulu,

Honolulu, Hawaii, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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Ser miembro del Club Rotario te ayudará a crecer espiritualmente, mentalmente, emocionalmente y financieramente. Construirás amistades para el resto de tu vida, y en tiempo de dificultad, enfermedad y estrés, el Club te proveerá de un sistema de ayuda. Serás educado en temas en los que nunca lo serías y tendrás la oportunidad de conocer y saludar a otras personas del mundo. Te dará la oportunidad de servir y de pertenecer a una organización que incluye en su afiliación a gente de toda clase. De hecho, hay muy pocas organizaciones que puedan equipararse a la influencia y liderazgo que el Club Rotario representa. Ser un Rotario simplemente te hará sentirte bien.

Robert H. Pyto, Rotario,Club Rotario Cedar Grove,

Cedar Grove, NJ, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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Los Rotarios tienen el papel de la ciudadanía modelo en nuestra comunidad… y en todo el mundo. El respeto y la cooperación ayudan a lograr proyectos que parecen un sueño cuando todos trabajamos juntos. Cada Rotario se apoya en los talentos y habilidades de los demás…

Frank Habla

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para lograr proyectos aparentemente imposibles. La amistad en el Club Rotario es un factor importante y es conseguido internacionalmente. La aceptación inmediata de otro Rotario, abre las puertas a la amistad, a los viajes, a proyectos de más alto nivel y a hermandades con otros Clubs por mucho tiempo. ¡Para mí éste es el ingrediente más importante en la receta del éxito!

Philippa Follert, Ex Presidente de ClubClub Rotario Montrose,

Montros, PA, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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Mis amigos más cercanos son del Club Rotario y esta razón por sí sola es suficiente para unirse al Club Rotario. El valor agregado es darte la oportunidad de contribuir con la sociedad a un nivel mucho más grande de lo que puedes hacer individualmente. Oficinas propias en el Club Rotario, te da el empuje extra en capacidades de administración, que te ayudarán en tu propia profesión. Últimamente, ¿qué diferencia habrá entre los animales y nosotros, si nosotros no aplicamos nuestros recursos para servir a otros? Y ninguna otra organización te puede dar tales oportunidades como el Club Rotario.

R. Gurú, Rotario,Club Rotario de Mysore, Mysore, Karnakataka, India.


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Apéndice A

“Sinergia” es la palabra que mejor describe mi razón para unirme y para permanecer en el Club Rotario. Siempre he querido servir a mi comunidad, pero con un empleo de tiempo completo y un negocio propio, difícilmente encontraba el tiempo. A través del Club Rotario, soy capaz de combinar mis esfuerzos con otros Rotarios y la suma del esfuerzo total, excede por mucho lo que cada uno de nosotros puede hacer individualmente. Además del compañerismo con gente que piensa como tú es simplemente increíble. ¡Ven y únete a nosotros!

Wellington Johnson, Rotario,Club Rotario de West Nassau, Nassau, Bahamas.


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Quise ser parte de una organización de servicio comunitario que no tuviera afiliaciones políticas, ni religiosas y me uní a mi Club Rotario en 1989, cuando el tema de Rotary International era “Disfruta al Club Rotario”. Me divertí mucho con mis nuevos compañeros, quienes realmente sabían cómo hacer el trabajo serio de servir a la comunidad, con una “joie de vivre”, que nunca antes había visto.

Vince Pinto, Ex Presidente de Club,Club Rotario de Kowloon Golden Mile, Hong Kong.


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Frank Habla

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Nunca me gustó “unirme” a nada”. Nunca pensé que tuviera tiempo. Finalmente fui invitado a unirme al Club Rotario y la época parecía propicia para intentarlo. Ésta fue una de las mejores decisiones que jamás he tomado. Disfruto profundamente la compañía con los muchos buenos amigos que he hecho. Nos divertimos mucho trabajando juntos en nuestros variados proyectos humanitarios. Me enorgullece ser parte de una organización de servicio ejemplar a nivel mundial.

John T. Smith, Ex Presidente de Club,

Club Rotario de Rosse Valley, San Anselmo, CA, Estados Unidos.


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Cuando me uní al Club Rotario, era incapaz de desenvolverme bien frente a grandes grupos y tenía muy pocos conocimientos que me ayudaran en mi desarrollo social. Estaba ansiosa de devolverle algo a mi comunidad, pero estaba sola.

Hoy en día, soy capaz de hablar frente a grupos y dejar un impacto. Tengo amigos en todo el mundo a los que puedo llamar para alguna duda, ayuda, guía y amistad. Tengo gran orgullo por el trabajo del que soy parte, no sólo en mi comunidad, sino alrededor del mundo. Además de mi familia, el Club Rotario ha sido la experiencia más satisfactoria de mi vida.

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Apéndice A

Barry Rassin, Ex Presidente de ClubClub Rotario East Nassau, Nassau, Bahamas.


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John F. Kennedy afirmó: “Lograr la paz es el trabajo más noble del hombre”. ¡El Club Rotario hace la paz! Hemos parado guerras para vacunar niños. Organizamos conferencias sobre la paz, alimentamos a los que tienen hambre y proveemos agua potable a comunidades. Protegemos al necesitado y le brindamos cuidado médico. Nuestros programas de intercambio promueven la paz en un esquema de uno a uno. ¡EL CLUB ROTARIO HACE LA PAZ!

Michael L. Browne, Ex Gobernador de Distrito,Club Rotario de Windsor St. Clair,

Windsor, Ontario, Canadá.E-mail: [email protected]

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Hubo tres razones principales para unirme al Club Rotario. Ya había empezado cuando estaba en Apex y en la Brigada de Ambulancias de St. John, ambas organizaciones de servicio comunitario. Me uní por la compañía y ahora tengo muchos amigos Rotarios, tanto en casa, como internacionalmente hablando, para servir a la comunidad. Cuando era joven, mi padre me infundió la necesidad de devolver algo de las buenas cosas que una ha recibido. Mi tercera razón son las relaciones del Club

Frank Habla

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Rotario, tanto personales, como de negocios con gente que tú sabes que sostiene las mismas normas éticas que tú tienes, simplemente no tiene precio.

Larry Jacks, Ex Gobernador de Distrito,Club Rotario de West Pennant Hills,

Sídney, NSW, Australia.E-mail: [email protected]

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El Club Rotario te brinda la compañía de brillantes líderes de tu comunidad. El Club te brinda la oportunidad de servir, de desarrollar y pulir tus habilidades de liderazgo. Te hace sentir SENSACIONAL y haces a otros felices a través de tu trabajo. ¡Únete al Club Rotario y ve un nuevo mundo! ¡Comparte el Club Rotario con tus amigos!

Dr. Ali Akhtar, Ex Presidente de Club,Club Rotario de Karachi Cosmopolitan,

Karachi, Pakistán.E-mail: [email protected]

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Oportunidad. Y como todas las oportunidades, obtendrás del Club lo que pongas de buena fe. Cuando te unas al Club y participes ampliamente, descubrirás un verdadero compañerismo y la alegría que surge de servir a tu Club, a tu comunidad y a nuestro mundo. Recibirás más de lo que incluso das, porque la recompensa por el servicio

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Apéndice A

está en el reconocimiento de que ese servicio ha sido dado y de que tú verdaderamente has hecho una diferencia.

Joseph (Joe) F. LaGuess, Gobernador de DistritoClub Rotario de Rancho Mirage,

Rancho Mirage, CA, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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Unirse al Club Rotario es abrir una puerta por la que puedes pasar y ahí encontrarás un fantástico mundo positivo de contactos internacionales y de compañeros. Al mismo tiempo tienes la posibilidad de disfrutar a tu “familia”, que es tu propio Club Rotario, del cual tú eres miembro. La preparación de todos demuestra las fuerzas de todo el Club, y esto le da un color especial, por la diversidad de individuos que forman la unión en una cadena mundial llamada Rotary International.

Rolf Cederholm, RotarioClun Rotario de Angelholm Luntertun,

Angelholm, Suecia.E-mail: [email protected]

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Reunirse semanalmente con líderes de negocios y representantes de la comunidad, causa mucha inspiración. Nuevas ideas son expuestas y la energía de este grupo realmente hace que sucedan las cosas. El Club Rotario ofrece un sistema de voluntarios increíblemente bien

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organizado. Cada uno de ellos hace un poco, pero que en forma colectiva significa mucho. Ya que todos participan de alguna manera, tenemos así la gran oportunidad de conocernos y apreciarnos el uno al otro de mejor manera.

Dot Greene, Gobernador de DistritoClub Rotario Monroe,

Carolina del Norte, Estados Unidos.E-mail: [email protected]

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Comparte tu destreza y sé una fuerza del bien al servir a tu comunidad. Te ofrecemos una oportunidad única de servir con el Club Rotario. Juntos, podemos extender más servicios a otros que lo necesitan. Amplía tu círculo de amigos y hazlo tuyo al promover la comprensión mundial y la paz.

Jaime Ramón M. Ortigas, Ex Presidente de Club,Club Rotario de San Juan, Metro Manila, Filipinas.


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Apéndice B

20 Respuestas a la Pregunta: ¿Por

Qué Unirse al Club Rotario?

Por Richard D. King, Presidente,Rotary Internaional, 2001-2002

1. Amistad: En un mundo cada vez más complejo, el Club Rotario provee una de las necesidades humanas básicas: la necesidad de amistad y compañerismo. Ésta fue una de las razones por las que el Club Rotario comenzó en 1905.

2. Desarrollo en los Negocios: La segunda original para el inicio de Rotary fue el desarrollo en los negocios. Todos necesitan relacionarse. El Club Rotario consiste en una gran combinación de cada negocio de la comunidad. Sus miembros vienen de todos los caminos de la vida.

3. Crecimiento Personal y Desarrollo: La afiliación al Club Rotario continúa con el crecimiento de

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uno mismo y con la educación en las relaciones humanas y desarrollo personal.

4. Desarrollo de liderazgo: El Club Rotario es una organización de líderes y gente exitosa. Servir en alguna de las posiciones del Club es como una educación universitaria. Liderazgo es aprender cómo incentivar, influir y guiar líderes.

5. Ciudadanía en la Comunidad: La membresía en el Club Rotario, lo convierte a uno en un mejor ciudadano de la comunidad. El promedio de socios del Club Rotario consiste en los ciudadanos más activos de cualquier comunidad.

6. Educación Continua: Cada semana en el Club, hay un programa que está enfocado a mantener informado a uno sobre lo que ocurre en la comunidad, en la nación y en el país. Cada reunión, nos brinda la oportunidad de escuchar a diferentes oradores, relacionados con una variedad de temas.

7. Diversión: El Club Rotario es divertido, muy divertido. Cada reunión es divertida. Los proyectos del Club son divertidos. Las actividades sociales son divertidas. El servicio es divertido.

8. Habilidades para Hablar en Público: Muchas personas que se unieron al Club Rotario, tenían miedo de hablar en público. El Club Rotario desarrolla la confianza y la habilidad para las

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Apéndice B

comunicaciones públicas, así como la oportunidad de practicar y perfeccionar estas habilidades.

9. Ciudadanía en el Mundo: Cada Rotario porta un distintivo que dice “Rotary International”. Hay muy pocos lugares en el mundo que no tienen un Club Rotario, Todos los Rotarios son bienvenidos, incluso exhortados para asistir a cualquiera de los 30 mil clubes en 165 países y 35 regiones geográficas. Esto se traduce en amigos instantáneos tanto en la comunidad de uno mismo, como en la comunidad mundial.

10. Asistencia cuando se viaja: Como hay Clubes Rotarios en todas partes muchos Rotarios con necesidad de un médico, un abogado, un hotel, un dentista, etc., mientras viajan, han encontrado apoyo a través del Club Rotario.

11. Entretenimiento: Todo Club Rotario y Distrito tienen fiestas y actividades que son divertidas en nuestra vida y buena para nuestros negocios. El Distrito organiza conferencias, asambleas e institutos que proporcionan entretenimiento, además de la información del Club, educación y servicio.

12. El Desarrollo de Habilidades Sociales: Cada semana y en diferentes eventos y funciones, el Club Rotario desarrolla nuestra personalidad y nuestras habilidades sociales con la gente. El Club Rotario es para la gente que le gusta le gente.

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13. Programas Familiares: El Club Rotario provee a uno de los programas de intercambio juvenil más grandes del mundo. Clubes de preparatoria y universidad para futuros Rotarios. Oportunidad para la participación de las esposas, y una serie de actividades diseñadas para ayudar a los miembros de la familia en su crecimiento y en el desarrollo de los valores familiares.

14. Habilidades Vocacionales: Se espera que cada Rotario tome parte en el crecimiento y desarrollo de su propia profesión o vocación, para servir en comités y enseñarle a la juventud sobre nuestro trabajo o vocación. Ser Rotario nos ayuda a ser mejores profesionales, abogados, profesores, etc.

15. El Desarrollo de la Ética: Los Rotarios practican la prueba cuádruple que rigen nuestros niveles de ética. Se espera que los Rotarios sean éticos tanto en sus relaciones de negocios como personales.

16. Conciencia Cultural: Alrededor del mundo, prácticamente toda religión, país, cultura, raza, credo, persuasión política, idioma, color e identidad étnica, se encuentran en el Club Rotario. Son gran parte de la mayoría de los ciudadanos más prominentes del mundo. Los Rotarios están conscientes de sus culturas y aprendan a amar y a trabajar con gente de todas partes. Ellos se convierten en mejores ciudadanos durante el proceso.

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Apéndice B

17. Prestigio: Los miembros Rotarios son gente promi-nente: líderes de negocios, de profesiones, artistas, gente del gobierno, deportistas, militares, religiosos y a todas las disciplinas. El Club Rotario es el más antiguo y el más prestigiado Club de servicio en el mundo. Sus filas incluyen a ejecutivos, gerentes. Gente profesional que sabe tomar decisiones e influ-ye en las normas.

18. Gente Agradable: Los Rotarios son, por encima de todo, gente muy agradable, la gente más agradable sobre la faz de la tierra. Son gente importante que sigue la política de: “Es agradable ser importante, pero es más importante ser agradable”

19. La Ausencia de un “Credo Oficial”: El Club Rota-rio no tiene saludos secretos, ninguna política secre-ta, ningún credo oficial, no hay reuniones secretas o rituales. Es una sociedad abierta para hombres y mu-jeres que simplemente creen en ayudar a los demás.

20. La Oportunidad de Servir: El Club Rotario es un Club de servicio. Su negocio es la humanidad. Su producto es el servicio. Los Rotarios dan servicio comunitario a comunidades locales e internaciona-les, Quizá ésta sea la razón principal para conver-tirse en Rotario: la oportunidad de hacer algo para alguien más y sentir la satisfacción que surge en ese proceso y regresar esa satisfacción a nuestra propia vida. Es ricamente enriquecedor.

“Dar de Sí antes de Pensar en Sí”

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LA PRUEBA CUÁDRUPLE

De lo que se piensa, se dice o se hace:

•¿Es la verdad?

•¿Es equitativo para todos los interesados?

•¿Creará buena voluntad y mejores amistades?

•¿Será beneficioso para todos los interesados?

¿QUÉ ES ROTARY?

ROTARY INTERNATIONAL es la asociación de Clubes Rotarios de todo el mundo: ROTARY es una orga-nización de líderes empresariales y profesionales unidos mundialmente, quienes proporcionan servicio humanita-rio, alientan la puesta en práctica de elevadas normas de ética en toda ocupación y contribuyen al desarrollo de la buena voluntad y la paz en el mundo.

¿CUÁL ES SU MISIÓN?

La misión de Rotary consiste en:

• Brindar apoyo a los Clubes miembros para que logren el Objetivo de Rotary.• Promover el valor del servicio a nivel mundial.• Fortalecer y difundir la labor de Rotary en las comunidades del mundo.• Fomentar la colaboración entre los clubes miembros.

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EL OBJETIVO DE ROTARY

El objetivo de Rotary es estimular y fomentar el ideal de servicio como base de toda empresa digna y, en particular, estimular y fomentar.

PRIMERO: El conocimiento mutuo y la amistad como ocasión de servir.

SEGUNDO: La observación de elevadas normas de ética en las actividades profesionales y empresariales. El reconocimiento del valor de toda ocupación útil y la digni-ficación de la propia en beneficio de la sociedad.

TERCERO: La puesta en práctica del ideal de servi-cio por todos los Rotarios en su vida privada, profesional y pública.

CUARTA: La comprensión, la buena voluntad y la paz entre naciones, a través del compañerismo de las per-sonas que en ellas ejercen actividades profesionales y em-presariales, unidas en torno al ideal de servicio.

EL EMBLEMA DE ROTARY INTERNATIONAL

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CREAR CONCIENCIA – TOMAR ACCIÓN

¡Ahora depende de ti! No te sientes por ahí pensando cómo podría haber sido, ¡actúa hoy!

Para más información sobre cómo unirte al Club Ro-tario, o para ver dónde se reúnen los Clubes y las activi-dades en las que los Rotarios están involucrados, ir a la página oficial del Club Rotario o bien a mi página personal y ¡dejar que tus dedos hagan clic! Mira lo que los Rotarios dicen acerca de su decisión de unirse al Club Rotario. Sólo navega de página a página y después ¡toma acción!

www.FrankDevlyn.orgwww.Rotary.org

¡Nos vemos en el Club Rotario!

Frank Devlyn

Impreso en México en

Gráfica FX S.A. de C.V.tiro 3000 ejemplares

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Frank Habla · 2017-05-05 · Te escucho Doy más de lo que recibo Agrego valor Gracias, Frank...

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