Padre Tarín S.J.Francisco Tarín Arnau (Padre Tarín) fue un sacerdote español y predicador popular de la Compañía de Jesús, nacido en Godelleta (Valencia) el 7 de octubre de 1847 y fallecido en Sevilla el 12 de diciembre de 1910 en olor de santidad1.

Vida Estudió el bachillerato en los Escolapios. Inicia la carrera de Derecho en Va lenc ia abandonándola ante los acontecimientos políticos poniéndose del lado integrista y tradicional (carlista).A los 26 años entra en la Compañía de Jesús, estudiando en el Seminario de Château Poyanne (Francia) donde tenían su noviciado los jesuitas

españoles exiliados2. Allí tuvo como maestros y compañeros a eminentes jesuitas: Luis Coloma Roldán, José Mendive, Juan José Urraburu, Pablo Villada, Ángel María de Arcos, Cecilio Gómez Rodeles, Julio Alarcón, entre otros. Recibió las órdenes menores en 1876. En 1878 pudo volver a España para completar los estudios de Filosofía en Carrión y de Teología en Oña (Burgos)

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1 PETIT CARO, A.J.: “Dieciocho sevillanos van camino de los altares”. ABC de Sevilla, 4 de noviembre de 1982, Págs. 35-36.

2 Al ser expulsados de España, el padre Felipe Gómez, general de a Compañía de Jesús compró en mayo de 1869 el Castillo de Poyanne en las Landas (Francia) donde instaló con cierta dignidad el noviciado de la provincia de Castilla. Pasado el peligro, fue vendido en 1910.

donde fue ordenado sacerdote decidiendo consagrar su vida como misionero popular3  . Es en el Puerto de Santa María (Cádiz) donde inicia su labor apostólica y docente (1884-86). Hizo la tercera probación en San Jerónimo de Ñora (Murcia) .

El contexto social En el contexto socio-económico de la Restauración monárquica, en sus 26 años de vida activa, el P. Tarín se dedicó a combatir las ideas disolutas del liberalismo y el anticlericalismo . Como había dicho el sacerdote catalán Sardà i Salvany (1844-1916) en su célebre libro-guía4 :

"Ser liberal es más pecado que ser blasfemo, ladrón, adúltero u homicida, o cualquier otra cosa de las que prohíbe la ley de Dios y castiga su justicia infinita".

El P. Tarín ejerció por un lado la dirección espiritual de confesionario a la clase aristocrática, preferentemente femenina5 6 (“el ángel del hogar”) pero, sobre todo, dedicó su esfuerzo mayor al ministerio de la palabra en las redivivas Misiones populares, formidable instrumento apostólico colectivo que aun perdura en algunos lugares de Hispanoamérica.

Por aquella época el porcentaje de analfabetos ascendía a más del 60% de la población, y la actitud del campesinado frente a los poderes públicos (conservadores, liberales o progresistas) se manifestaba esporádicamente en forma de quema de cosechas, ocupación de tierras y la aparición de

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3 En aquella época los ámbitos del apostolado directo de los jesuitas eran : la dirección espiritual (confesionario) y la enseñanza (colegios internados) entre las clases ricas; la predicación popular y la caridad entre las clases pobres.

4 SARDÀ i SALVANY, Félix: El Liberalismo es pecado. Cuestiones candentes. Barcelona. Librería y Tipografía Católica, 1887 (reimpresión editorial Altafulla. 1999).

5 La Compañía de Jesús, siguiendo la ancestral experiencia de la Iglesia Católica, dedicaba una especial atención pastoral a los ricos a través de su estamento femenino. El jesuita y académico padre Miguel Mir y Noguera (1857-1912) escribió un famoso libro titulado “Los jesuitas de puertas adentro, o un barrido hacia afuera en la Compañía de Jesús. Luis Tasso. Barcelona. 1896” en el que dedicaba un capítulo jocoso al “mujerío” (págs. 258-279). Decía el P. Mir que el apostolado de los jesuitas “es aparatoso, sin sencillez, destinado a las clases altas y al mujerío.”

6 En las “Instrucciones reservadas de los jesuitas (Monita secreta)” hay dos capítulos (VI y VII) dedicados a la manera de conquistar a las viudas ricas.

guerrillas o partidas de bandoleros que entretenían un clima de desorden, anarquía e inseguridad para las clases dirigentes.

El sur de España y La Mancha, regiones pobres y atrasadas, permanecían nominalmente católicos, pero no eran ni devotas ni practicantes, y las masas de obreros urbanos sin pan o de campesinos sin tierra se iban alejando más y más de la religión católica, a la que, naturalmente, identificaban con la nueva estructura institucional explotadora7 .P. Miguel Mir y Noguera S.J.

“En aquel pueblo dichoso del Jimenato están como en el Napo o en el Congo, pero son cristianos hasta la médula de los huesos. Felices ellos que, con su ignorancia, ganarán lo que otros muy ilustrados perderán”8 .

Por su parte, las fuerzas vivas locales (terratenientes y empleadores) valoraron en alto grado las ventajas que prestaba la santa domesticación eclesiástica de la pobreza :

"Se quiere, que el obrero respete a las autoridades...; hágase, ante todo, que tema y ame a Dios. Se desean obreros sufridos y que no se insurreccionen ni se entreguen a huelgas..., procúrese que amen e imiten a Jesús, modelo de paciencia y resignación en el taller de su castísimo padre putativo. Se reconoce como necesaria en el obrero la afición y el gusto al trabajo..., pues que vea en el trabajo más que un derecho a retribución forzosa en este mundo, un deber religioso, cuyo exacto cumplimiento le será galardonado con recompensa eterna en el cielo"9 .

Las Santas MisionesLa Santa Misión consistía en un instrumento técnico de actuación diocesana extraordinaria para conseguir, en el curso de varios (quince) días, una conversión religiosa emotiva y vibrante de las conciencias (catarsis) en toda

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7 PAYNE Stanley G.: “El catolicismo español”. Planeta. Barcelona. 1984, pág.117

8 TARIN, F.: Op.cit. (264), pág. 67.

9 Del INFORME DIRIGIDO A LOS SACERDOTES DE MADRID por la Congregación del Hospital de San Pedro en 1883. Cit. por TUSSELL, Javier: “Historia de la Democracia Cristiana en España”. Madrid, 1974. Cuadernos para el Diálogo. Vol.I, pág. 20.

una comunidad (lugar, pueblo o ciudad), especialmente de las de aquellas personas más díscolas, rebeldes o empecatadas10 .

“La gente de este pueblo es de lo mejor que habrá. ¡Pobrecitas gentes!. ¡Que de una masa tan buena se hagan después tortas tan malas!..11.

En la Restauración fue una especialidad de la Compañía de Jesús aunque no exclusiva. En cada residencia de la Compañía había dos o tres misioneros con dedicación exclusiva que recorrían con preferencia las diócesis cercanas . La capacidad intelectual y el adiestramiento de éstos se daban por supuestos . No eran intelectuales pero habían hecho una buena carrera de la que habían sacado ideas claras y principios sólidos . No tenían tiempo para estudiar así que no llevaban libros en su equipaje, que era muy ligero .El esquema didáctico que practicó el Padre Tarín como predicador a lo largo de su vida fue tan simple como efectivo: expresión adaptada a la capacidad de comprensión de los menos educados (tanto niños como adultos) simplificando el lenguaje mediante dicotomías (bueno-malo, amigo-enemigo, amor-odio, verdad-mentira, salvación o condena) . Su prédica iba dirigida más al sentimiento que al entendimiento, mediante la incesante repetición de unas cuantas verdades fundamentales, lemas con carga afectiva y el recurso a fórmulas emocionales escenificadas (trémolos rodados, efectos de voz, suspensiones insinuantes etc.). Estos recursos técnicos histriónicos ya fueron empleados en siglos anteriores12 por otros grandes predicadores españoles como el P. Pedro Calatayud S.J. o el misionero capuchino Fray Diego José de Cádiz.

El P. Tarín S.J. fue un predicador incansable y un misionero abnegado ('missionarius discurrens') que recorrió desde 1884 (año de su primera misión en Arjona) hasta 1910 (año de su última misión en Valdepeñas) más

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10 El 19 de enero de 1896 el P. Tarín escribe a las Esclavas del Sagrado Corazón de Cádiz en la que dice: “Desde aquí voy a Loja, centro de impiedad, espiritismo y masonería, el más terrible quizás de España”. Ver GRANERO, Jesús Mª: “El misterio de un apóstol!. BAC Popular. 1983 .

11 TARIN, F.: “Palabras vivas”. Sevilla. 2010 (256)

12 En lo tocante a la tradición jesuítica ver Burrieza y Revuelta. Op. cit. pág. 116 y s.s .

de 400 pueblos empecatados del sur agrícola de España , Andalucía , Extremadura , Castilla y la Mancha, predicando en solemnes exequias y organizando rosarios de la aurora, sermones de la mañana, conferencias, y ejerciendo con abnegación la caridad jesuítica: «siempre desprendiéndose de todo lo que tenia, sin nada propio, mostrando nada mas que su afán por predicar y atender a los demás»13. En su mayor parte su trabajo estuvo auspiciado y financiado por particulares o bien por instituciones específicas tales como la Asociación Diocesana de la Santísima Trinidad para el Fomento de la Predicación Católica14 .

La técnica del apostolado popularLlegado a determinado umbral de malestar social, y tras considerarse su conveniencia, se solicitaba la “Santa Misión” y eran los propios obispos de cada diócesis los que gestionaban el equipo misional y, a través de una carta/cartel, se exponía detalladamente el programa donde, además, se anunciaban las indulgencias plenarias que alcanzarían los fieles participantes (en principio todos los habitantes del pueblo) y sus empleadores. En cuanto a metodología y recursos psicológicos y escénicos, las Misiones

eran muy parecidas a los Ejercicios Espirituales.15 La temática central de los sermones misionales se centraba en los Novísimos y muy especialmente en la Muerte y el Infierno, destacando los aspectos más amedrentadores y escatológicos. Pero tampoco faltaban los temas relacionados con la moral y muy especialmente con las transgresiones al sexto mandamiento. Los objetivos propuestos iban escalonados, comenzando por instruir al pueblo a través de sermones, conferencias y talleres de estudio del catecismo (para los niños –a mediodía– y para los adultos –por la tarde,

tras la vuelta del trabajo–) para terminar en una pretendida conversión colectiva (más o menos transitoria). “Flor de un día” en muchos casos16 .

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13 PEREZ CAMPAÑA, Nuria: “Dos Hermanas. El reloj errante del Padre Tarín”. ABC de Sevilla de 26-1-2004.

14 RUIZ SANCHEZ, J.L.: “De evangelización y propaganda católica en Sevilla. La Congregación de la Santísima Trinidad para el Fomento de la Predicación Católica (1903-1940)”. Comunicación, Historia y Sociedad. Homenaje a Alfonso Braojos. Servicio de Publicaciones Universidad de Sevilla. 2001, Págs¡. 333.

15 MONTOTO DE SEDAS, Santiago: “Estampa misional. El Padre Tarín”. ABC de Sevilla de 5 de febrero del 1965, pág.13

16 Ver MARTÍNEZ ALBIACH, A.: “Religiosidad hispana y sociedad borbónica”. Publicaciones de la Facultad Teológica del Norte de España. Burgos, 1969, pag. 3

Otros beneficios secundarios se derivaban de las misiones, en comunidades con un alto índice de analfabetismo: intervenir para solucionar pleitos y discordias (como rencores, matrimonios clandestinos, enemistades, etc.); reforzar a los párrocos locales17 ; atender a las escuelas o, incluso, crearlas si no existían;

Plática misional impartida en un almacén a un grupo sólo de hombres .visitar las comunidades religiosas y potenciar las cofradías de caridad, difundir la devoción al Sagrado Corazón de Jesús etc. Pero, finalmente, el objetivo más buscado era el arrepentimiento individual mediante la espectacular confesión general. La eficiencia estadística (o “frutos”) de la misión se medía por el cómputo final de confesiones18 y comuniones suscitadas (hombres y mujeres adultos) . Muchas misiones terminaron en fracaso19 por la hostilidad que despertaban. Se cuenta que Tarín fracasó en Badajoz. Por el lugar donde se hacían, podríamos clasificar las Misiones en dos grupos: misiones centrales (realizadas especialmente por los jesuitas en las ciudades grandes –v.gr. casas de Ejercicios--, donde los vecinos acudían al lugar escogido por ellos) o misiones locales (donde el misionero se desplazaba hasta los pequeños pueblos). Por regla general el alojamiento y

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17 En ocasiones Tarín recurría a simpáticas cuestaciones populares, como aquella de “la perra gorda” realizada en Porcuna (Jaén) para la edificación de su templo parroquial.

18 TARIN, F.: “Palabras vivas”. Sevilla. 2010 (relación de frases espurgadas de su correspondencia). Ver pág. 35: (97) “He tenido que confesar en cuatro días a mil y doscientos hombres amen de las mujeres, que Vd. considerará en qué número se han intercalado”; (91) “¡Qué hambre tienen de confesar y comulgar!”; (89) “Esta semana he confesado cerca de dos mil hombres...”

19 Ver REVUELTA GONZÁLEZ, M., Op. cit. Vol.II pag. 271 y ss. “IX. Los enemigos de las Misiones”.

manutención del equipo misional se realizaba a expensas de las fuerzas vivas requirentes . Las reticencias eran muchas. A veces aquello se disimulaba como "novena-misión" para no despertar susceptibilidades innecesarias20 . De ese modo, la inocente novena se convertía en el caballo de Troya que introducía a los aguerridos misioneros.

El carisma del P.TarínEn regiones más dóciles la Misión podía culminar en una concentración de masas en forma de romería o peregrinación . El 9 de junio de 1889 el P. Tarín movilizó en el eremitorio de la Virgen de la Luz a 20 pueblos de la Huerta murciana, con asistencia de 24.000 peregrinos y donde se repartieron 13.500 comuniones21. Durante su vida apostólica residió en otras ciudades, como Madrid

(1888-95), Córdoba (1895-98), Sevilla (1898-1904), Ciudad Real (1904-1909) y Sevilla, donde vino a morir. Eran sólo residencias nominales en las que sólo hacía parada y fonda22. Según decía el P. Risco:

"Aquel padre flaco, endeble, moreno, bajo de cuerpo, raído de indumentaria, pero con unos ojos vivos chispeantes y una agilidad de ardilla"23.

[...] no trataba sólo de teología o de la moral en las costumbres, sino que propagaba con sencillez la doctrina social de la Iglesia, siempre afirmando su deseo de justicia social y aconsejando a todos que se sintieran

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20 Ver FERNANDEZ CASTAÑÓN, Gregorio: “Santa Misión”.

21 VILAR, Mª José: “Tomás Bryan y Livermore, obispo murciano del 98”. Anales de Historia Contemporánea, nº 14, 1998, págs.. 258-59.

22 REVUELTA GONZÁLEZ, M.: “La Compañia de Jesús en la España contemporánea”. Vol IV. Madrid. Sal Terrae. 1991, pág. 1238.

23 RISCO, Alberto:”El P. Francisco de Paula Tarín, de la Compañía de Jesús: Apuntes biográficos”. Madrid. Razón y Fe. 1921, págs. 155-157

satisfechos con su suerte natural. Se decía por entonces “la verdadera causa de la miseria se encuentra en aquel capítulo del Catecismo que trata de los pecados capitales.24” La lucha de clases no tendría sentido. Los pobres alcanzarían la justicia después de la muerte, en el Cielo.

"Con claridad, tratando de ricos y pobres, de los patronos y de los obreros, explicando a unos y a otros sus obligaciones de justicia, sin decantarse a una parte ni a otra y sin que alguno pudiera negarle la razón".

Los impíos se rendían ante el vigor espiritual y la santidad del P. Tarín “quien defendía la vida aunque maltratara su propio cuerpo”. El pueblo de Badolatosa (Sevilla) que no sabía ni siquiera persignarse “esclavizado por las doctrinas socialistas, mitad antirreligioso, mitad indiferente”, no pudo resistirse a la predicación de Tarín : comulgaron todos25.Durante los seis años que fue superior de la Residencia de la Compañía de Jesús de Sevilla predicó misiones en los barrios de Triana, San Roque y Macarena, y organizó seis centros de doctrina y un círculo católico que inauguró el rey Alfonso XIII.Tal como había escrito el P. Sardà: "Un periódico sano es de necesidad en el presente siglo". Tarín ayudó económicamente a la fundación del periódico católico "El Correo de Andalucía" . En cuanto a la cuestión obrera, es de fama que ejercía sobre el pueblo una “atracción misteriosa” entre los más pobres y enfermos26 de los barrios míseros de la ciudad. Tarín auxilió espiritualmente a los más necesitados: tísicos, hambrientos, excluidos de toda índole...Soportaba sus pequeños sacrificios:

“Las penitencias menudas [como] el calor, la sed, el mal olor de las chozas, la vista asquerosa de los interiores de algunos albergues [..]27”

Ante estos seres desvalidos Tarín daba una respuesta paliativa de compasión inmediata, pero luego en su prédica no intentaba preguntarse por la causa de estructural de tanto desvalimiento.

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24 Ver “ La cuestión social” . La ilustración Católica . Madrid 31 de marzo de 1892 pág.. 86

25 El “Diario de Sevilla” (18 de noviembre de 1904) indica que Tarin hablaba de política salvadora con lo que los oyentes salían convencidos de la falsedad de las doctrinas modernas y su inutilidad para reformar la sociedad.

26 La asistencia a los enfermos fue una virtud especialmente valorada durante la miseria generalizada de la Revolución Industrial. Fue especialidad de varias Congregaciones femeninas que se fundaron en el siglo XIX. Pero, a pesar de su auto-proclamada pobreza, la gente de Iglesia desdeñaba para sí misma el altruismo interesado de la caridad (rescate de almas) por considerarlo poco digno.

27 TARÍN, F.: Op. cit. (491), pág. 111

En aquellos años agitados se le llamó “El León de Cristo”28 y el “Apóstol del Corazón de Jesús” por ser formidable propagador de esta devoción a través de la asociación Apostolado de la Oración29.

La principal obsesión de las autoridades eclesiásticas era la educación pública del niño: la escuela debía ser católica o al menos donde sus maestros fueran buenos católicos. En Sevilla funda el P. Tarín la Real Hermandad de Maestros de Primera Enseñanza de San Casiano. Su plan era oponer maestros católicos a la enseñanza pública laica, que comenzaba a desarrollarse, y que serviría además como germen de un futuro sindicato profesional controlado por la Iglesia .

El apostolado individual El trabajo sacramental del P. Tarín de confesionario (dirección espiritual) en la Residencia no fue menos fructífero en lo temporal. Solía decir con realismo : “Con los santos [solo] no se puede vivir”

El Centro de Bellas Artes de Sevilla se llegó a quejar en la prensa :

"La aristocracia sevillana sólo obedece al padre Tarín o al padre Tarán" [...] estos señores jesuitas son enemigos de que sus fieles creyentes gasten el dinero en otra cosa que en ellos; mandan y ordenan en las familias, y éstas se someten por la cuenta que les tiene." 30

ProdigiosSegún un testigo de Guadalcanal (Sevilla) :

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28 JAVIERRE, J.M.: “El León de Cristo”. BAC Edica. Madrid, 1980.

29 AYALA, P.: “Vida documentada del Padre Tarín”. Sevilla. 1951.

30 RODRÍGUEZ AGUILAR, Inmaculada Concepción: “Arte y cultura en la prensa: la pintura sevillana (1900-1936)”. Universidad de Sevilla. 2000, pág. 56.

“Una de las noches ocurrió un caso que todos presenciamos. Al lado del público se colocaba el paso de la Virgen, y ésta, en sus andas, presidía la Misión. Tenía delante muchas velas encendidas,

pero hacía mucho viento y continuamente se apagaban, por lo cual el sacristán, que estaba al cuidado, no cesaba de encenderlas. Notó el Padre que aquel movimiento distraía al público y mandó al sacristán que no se preocupase más de las luces; enseguida rezó un padrenuestro y aunque no cesó el viento sino que siguió como antes, con violencia, ni una sola se volvió a apagar. De todo ésto soy testigo presencial"31 .

El Padre Tarín fue muy reverenciado en Sevilla en los años del nacional-catolicismo franquista donde los jesuitas, recién regresados tras su expulsión por el gobierno de la República, ejercieron una

fuerte influencia espiritual.

"En el mes de octubre de 1.938, las autoridades competentes ordenaron colocar la lápida conmemorativa del P. Tarín en la portada de la Iglesia de los PP. Jesuitas (puede verse en el lado derecho de la fachada) en la calle de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder32  ; los albañiles que la colocaron, montaron un andamio con dos palos apoyados en la pared y una tabla atravesada, y al coger la lápida para colocarla en el hueco ya preparado, el andamio se despega de la pared amenazando caerse en medio de la calle, los albañiles se dan cuenta del peligro y en ese momento el peón exclama: iPadre Tarín venid en nuestra ayuda! y acto seguido el andamio vuelve a la pared salvando a los albañiles. Este testimonio lo dio el peón llamado Antonio Espejo Anerer el día 3 de Diciembre de 1.951".

Veneración

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31 Centenario de la visita del P. Tarín a Guadalcanal.

32 Hay referencias sobre esta lápida, que fue colocada el 13 de enero de 1931; probablemente fue derribada con posterioridad al utilizarse el edificio en otros menesteres (Comisaría de Policía de Queipo de Llano), y vuelta a colocar.

El P. Tarín murió en olor de santidad según los patrones de comportamiento acostumbrados por la tradición de la Iglesia33. Su inhumación en el cementerio católico de San Fernando se fue demorando en tanto se hicieron gestiones de alto nivel por la condesa de Casa Galindo34 y la M. María de San Marcelo hasta que el Gobierno autorizó que el cadáver fuera devuelto y enterrado en la iglesia del Sagrado Corazón35.El sepulcro del milagroso Padre Tarín se venera en la iglesia del Sagrado Corazón de la Compañía de Jesús, en la calle Jesús del Gran Poder de Sevilla, templo recuperado para el culto católico en 1887, al ser comprado el edificio por la piadosa dama sevillana Dolores Armero Benjumea y luego regalado a la Compañía de Jesús36 37.

La ciudad adoptó a Francisco de Paula Tarín con pasión, como santo propio junto al grupo de sor Ángela de la Cruz, el arzobispo Espínola y la madre Dolores Márquez Romero de Oñoro, formidable dique espiritual contra la impiedad del siglo38. Declarado Venerable en 1987 por Juan Pablo II, tiene iniciada causa de Beatificación desde 192439. El vicepostulador en España de la causa de beatificación del padre Tarín es el P. Diego Muñoz quien apostilla :

"La Compañía de Jesús está interesada en que sea beatificado porque así espera la revalorización de la predicación y la revitalización de lo misionero"

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33 Los últimos momentos del P. Tarín fueron prolijamente descritos por un testigo de excepción, : el P. Sebastián y Bandarán, José “Datos sobre la enfermedad última y muerte del R.P. Francisco de Paula Tarín y Arnau S.J.”.Sevilla. 2º ed. Librería San José.1911.

34 María de la Blanca Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias Bohórquez, Marquesa de Cubas.

35 La Compañía consiguió, a través de mujeres influyentes, una excepción a la ley común.

36 TASSARA y GONZÁLEZ, J.Mª.:”Apuntes para la Historia de la revolución de septiembre de 1868, en la ciudad de Sevilla”. Sevilla 1919. pág. 140

37 Tras la desamortización este templo fue adquirido por la Sociedad Bíblica de Londres para su conversión en iglesia protestante. Más tarde pasó a ser propiedad de Mr. John Sutherland y luego a la Sra. Armero.

38 SALAS, N.: “Sevilla: crónicas del siglo XX”. 1991. Universidad de Sevilla. Vol I, pág. 178

39 GAMITO, Gloria :”El Padre Francisco Tarín ha sido declarado Venerable por la Santa Sede”. ABC de Sevilla de 4 enero 1987

BibliografiaCallahan, William James: "La Iglesia católica en España". Crítica. Barcelona 2007. ISBN: 978-84-8432-886-5

Burrieza Sánchez, J.; Revuelta González,J.: “Los jesuítas en España y en el mundo hispánico”. Vol. I . Marcial Pons. Madrid, 2004 págs 117 y ss. ISBN: 84-95379-79-1Revuelta González, M. S.J.: "La Compañía de Jesús en la España contemporánea". Tomos I a V. Sal Terrae. Universidad Pontificia de Comillas. Madrid. 1984Sardà i Salvany, Félix : “El Liberalismo es pecado”. 

Mir i Noguera, Miguel : “Historia interna documentada de la Compañía de Jesus”. J. Ratés Martin. Madrid. 1913

Mir i Noguera, Miguel : “Los jesuitas de puertas adentro, o un barrido hacia afuera en la Compañía de Jesús”. Luis Tasso. Barcelona. 1896

Alvarez Santaló; Buxó, M.J y Rodríguez Becerra, S. (coords): “Religiosidad popular” II. Vida y muerte: la imaginación religiosa. Anthropos. Barcelona. 1989. ISBN: 84-7658-146-7

Tarín, F.: Palabras Vivas. Sevilla. 2010 (Colección de frases espurgadas de su correspondencia, por el P. Juan Manuel Valdés S.J.)

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