Formaciones sociales de recolectores y cazadores en el pleistoceno final de los andes

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Explicación detallada sobre los recolectores y cazadores en el pleistoceno andino

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLOFACULTAD DE CIENCIAS SOCIALESEscuela profesional de Antropologa Social

Curso:Sociedades prehispnicasCiclo: IDocente:Teresa Rosales ThamTema:Formaciones sociales de recolectores y cazadores en el pleistoceno final de los andesAlumnos:Maria Jose Flores EspinozaLeticia Esmeralda Mendez PascualRosa Margarita Cataln AlonzoMac Garca Pezo

Trujillo Per2015EL AMBIENTE

Durante el cuaternario reciente, hace dieciocho mil aos, el medio ambiente se caracteriz por el retroceso de un gran avance glaciar que ocupaba las partes altas de los valles interandinos y que dejo en las partes bajas sus antiguas morrenas.En esas condiciones ambientales se hospedaron las primeras oleadas humanas, cuyos restos son aun tema de discusin. Pero seis mil aos ms tarde, durante el tardo glaciar, se present nuevamente un recrudecimiento del frio y la humedad. El hielo ocupo los auges glaciares hasta ms o menos 4,000 metros de altitud, es decir la regin de las mesetas que se localizan en la zona central del Per. Posteriormente, hace diez mil aos, se manifest un rpido cambio climtico, establecindose el ritmo de las estaciones y elevndose las temperaturas, dando lugar a lo que se conoce como el optimun climaticum, estacin clida con precipitaciones abundantes y buena insolacin que alternaba con una estacin seca.En el optimun climaticum la pluviosidad sobre la vertiente del pacifico peruano fue intensa y dio origen, segn nuestras exploraciones, a alrededor de 80 ros cuyas cuencas, hoy secas, se encuentran entre los 15 a 20 kilmetros del litoral, y, a 40 ros cuyas cuencas se encuentran entre los 30 o ms kilmetros del actual litoral y que en temporadas de lluvias intensas, cuando estas descargan en las primeras estribaciones, vuelven a tener caudal durante unos das. Finalmente, los 53 ros que dan vida a los valles actuales.Las cordilleras presentaban cientos de redes de lagunas pequeas, situadas entre los tres mil y cuatro mil metros de altitud formadas por los depsitos de los deshielos en las depresiones naturales durante el retroceso de los glaciares, o por la desaparicin de la mayor parte de los glaciares de la alta montaa.Los vientos hmedos permitieron el desarrollo de una flora en las faldas de los espolones y primeras estribaciones de la cordillera frente al pacifico; vegetacin de lomas que como manto herbceo permita la existencia de una fauna variada.La temperatura ocenica, unos grados ms alta, elevo el nivel del mar tres o cuatro metros por sobre del nivel actual, invadiendo las partes ms bajas de los valles costaneros y bloqueando el manto fretico que se ubica detrs del cordn litoral, provocando la formacin de pantanos, lagunas, albuferas y manglares.Debido a la disminucin de la circulacin atmosfrica general, el dinamismo del anticicln del sur, que actualmente rige nuestro clima, debi ser menor. Probablemente sus consecuencias fueron :la atenuacin de los movimientos de las masas de agua fra cerca de la costa, disminucin de la subsidencia del ribete oriental del anticicln, y por consiguiente la desaparicin de la inversin trmica que, provoca actualmente la formacin de la capa de nubes que cubre la costa durante la mayor parte del ao.A consecuencia del enfriamiento de las reas parcialmente heladas en las latitudes medias y altas del hemisferio norte, asi como al debilitamiento de las altas presiones que atenuaron el vigor de los alisios, disminuyendo estos el aporte de las agua fras cerca de la costa, la llegada de las aguas calientes del norte deban producirse con ms frecuencia, bajando ms al sur de lo que episdicamente lo hace la corriente del nio.Las condiciones del medio ambiente fueron diferentes a las actuales. El clima de la costa se caracteriz, entonces, por un soleado ms considerable con precipitaciones violentas aunque espaciadas. El litoral no presento siempre las caractersticas orogrficas que hoy conocemos. Los deltas de las desembocaduras de los ros tenan una serie de desembocaduras menores desprendidas a su vez de los brazos secundarios del cauce en su trayecto hacia el mar.El lmite de lluvias conclua en las primeras estribaciones andinas, a unos veinte kilmetros de la actual orilla del mar, rea donde se pueden observar cuencas de pequeos ros de cuna costea que, en momentos de intensas lluvias, trajeron agua. Estos cauces, hoy secos, vuelven a tener caudal cuando el fenmeno de El Nio se presenta, causando descargas inusuales en la regin, como los fenmenos observados con respecto a las lluvias de verano de los aos 1925, 1972, 1983 y 1998 entre las ms recientes y conocidas. Las reas desrticas de hoy, estaban por aquel entonces cubiertas de vegetacin arbrea siendo el algarrobo el principal biotipo de la comunidad de estos milenares algarrobales, seguido de biotipos secundarios como el espino, y otros estratos de vegetacin menores. Bosques que se extendan abarcando las partes hmedas, gracias a un manto fretico ms superficial, o regadas por un mayor nmero de ros y sus ramales en su recorrido hacia el mar. De las observaciones del evento del 1998, se puede inferir que un paisaje similar debi corresponder a esas localidades y por consiguiente el fenmeno del Nio fue una variable importantsima en el escenario. As tenemos tres eco zonas con caractersticas de flora y fauna propia cada una:a.-La laguna de las Salinas, se extenda desde el morropel hasta el estuario de Virril y la laguna Ramn en Sechura, formada con las descargas de los ros Motupe o La Leche, Olmos, Cascajal, Piura y las pequeas quebradas colectoras de aupe, laguna de gran riqueza ictiolgica donde el ao 1998 aprovecharon las poblaciones lugareas para pescar mojarras, lisas, lifes y pejerreyes especialmente. Lagunas formadas desde Sechura y Olmos con una profundidad promedio de tres metros y un contenido aproximado de 7 000 000 000 metros cbicos de agua dulce.

Esta laguna debi tener las caractersticas que tuvo en el mes de abril de 1998: La forma de L con un espejo de agua de 60 km por 20 km. Cuya cuenca alcanz una superficie de 2220 kilmetros cuadrado. Su lecho comprende a una extensa depresin costea donde desaguan los cuatro ros mencionados en temporadas de fuertes lluvias. Depresin en el desierto costeo que constituye un obstculo para el normal recorrido del cauce de estos ros desde las estribaciones andinas al mar.

La escasa profundidad de las aguas nos permite cubrir totalmente la extensin del desierto, presentndose como un sistema de lagunas: Dos de mayor longitud y una pequea que cubre un sector denominado La Depresin donde se registra evidencia de vida marina terciaria y se explota la sal, rea que comprende a la mina de fosfatos de Bayovar.

El rea en conjunto encontradas entre las coordenadas 0528 a 0640 de latitud sur y 8005 y 8100 de longitud oeste en el mes de marzo de 1998. Disminuyendo en un 50% en el mes de octubre del mismo ao y secarse en el mes de julio del 1999.

b.-El piedemonte de Olmos, rico en estratos arbustivos donde el algarrobo es el principal biotipo y biotipos secundarios en estas comunidades de algarrobales los chope, espino, zapote, bichayo, overo, faique, adems de gramneas y leguminosas forrajeras. Eco zona tradicionalmente ganadera con posibilidades de pastoreo en eventos post Nio para veinte mil unidades de vacunos para 3 o 4 aos.Comprende toda la regin de Olmos y aupe con una extensin aproximada de 100 000 hectreas (40 km x 25 km), en la que la distribucin de los biotipos no es homognea, teniendo mayor concentracin en el algarrobo de Olmos. Tomando como referencias los estudios realizados en el ao 1998 se estima la siguiente biomasa forrajera.C- las pampas costaneras, que se hacen notables desde Supe, y van amplindose a medida que avanzamos hacia el norte. Pampas con un piso forrajero intenso, en especial de la cola de zorro (aristida chiclayense Ochoa) y otras gramneas apropiadas para la alimentacin animal, totalizando una franja que corre paralela al litoral y las primeras estribaciones, se corta en el espacio de eco zona de Olmos-aupe y las lagunas, y aparece nuevamente el termino de estas cubriendo las pampas de castilla en Piura.En sntesis, la humedad y las precipitaciones pluviales en la costa, con la desglaciacin en las altas montaas, facilitaron el desarrollo de una flora que se encontraba cubriendo casi la totalidad del territorio andino actual, a excepcin, claro est, de las reas cubiertas por las casquetes glaciares.En la sierra los glaciares bajos permitan la formacin de lagunillas y correnteras, las que se deslizaban entre las quebradas, facilitando la formacin de pequeos valles.La selva, de menor pluviosidad, avanzo cubriendo con su vegetacin los valles interandinos ubicados entre las cordilleras Oriental y Central, como es cada da ms evidente.Prueba de todo lo afirmado anteriormente son las morrenas descubiertas en los valles y mesetas, los fondos de las lagunas en las mrgenes de los antiguos glaciares desaparecidos, los ros de la cuenca costea, los bosques y los relictos selvticos en la sierra oriental, y por si fuera poco, la estrecha asociacin de todos estos lugares con artefactos y otras huellas del hombre que habito en el lugar desde hace ms de diez mil aos.A estos aportes geogrficos y arqueolgicos debemos sumar los inicios de las investigaciones de la biologa marina en el pas, cuyos datos a partir de los restos de moluscos y peces, nos hablan de movimiento de corrientes marinas como la de El Nio o la del desarrollo temporal de especies al hacerles propicio climas clidos, hmedos o fros que fueron alternndose. Aportes con los cuales se van definiendo y delimitando con mayor aproximacin las caractersticas geomorfolgicas y ambientales de los Andes histricos.Si bien los estudios de paleo fauna en la regin an son muy escasos y existe poca evidencia directa de que el hombre la haya aprovechado, podemos mencionar que habitaban en los andes al final del pleistoceno: Los crvidos, caballos, megatherium, huanacos, vicuas, llamas, mastodontes, tigres diente de sable, el puerco de aguas, scelidotherium, gliptodontes o armadillos phampatheriomo gigante, mildontes, osos, entre los mamferos ms grandes. Algunas de esas especies subsistiran aun al momento de la llegada del hombre a la regin, el cual debe haber contribuido a su exterminio. Adems una diversidad de aves, roedores como la vizcacha, reptiles como la boa, sajinos, felinos, saurios: lagartijas, iguanas, caanes, zorros, caracoles terrestres y gran variedad de peces de agua dulce hoy extinguidos. Especies de las cuales el hombre aprovechara desarrollando tcnicas de entrampamiento y caza apropiadas.Se trataba de una fauna variada, tras la cual se movan las bandas, reproduciendo generalmente sus instrumentos ms eficaces.En ese medio el hombre desarroll su economa, como hemos dicho, se sustentaba en las tcnicas de caza individual y grupal, y tambin en la recoleccin de bulbos y frutas, de crustceos, moluscos, y peces que eran varados en las playas.En este medio ambiente natural, rico en animales y plantas, el hombre tuvo que aprender a servirse de l. Algunas plantas eran bsicas para sus vidas y tambin para los animales que se alimentaban de estas, quedando ambos restringidos a su distribucin. El hombre estaba limitado a lo que poda cazar y recolectar. La historia del hombre durante esos aos es la historia de su habilidad y creciente destreza para apropiarse de alimentos, ya que an estaba a merced de su medio.El medio ambiente condicion su vida, ya dndole abundancia o forzndolo a buscar un sustituto, delimitando su medio por la distancia que puede desplazarse en una ronda de caza, recoleccin y aprovechamiento del material que pudiera requerir; de forma que es imposible elaborar un cuadro muy preciso de su economa y comportamiento social, si no se considera el medio ambiente sobre el cual actu orgnicamente, aunque fuera de manera incompleta.Aos ms tarde el clima cambio. Los ros de cuenca costea se secaron, sobreviviendo solamente aquellas cuyas nacientes se encuentran en las primeras estribaciones a treinta o ms kilmetros del litoral y los actuales. En las faldas y pampas altas costeas subsistieron las lomas con una vegetacin que caracteriza estos milenios. En la sierra los glaciares retrocedieron.El cambio climtico es evidente observndose opiniones distintas acerca de la intensidad de los cambios: tal vez de manera acelerada o gradual. Hay quienes sugieren un rgimen de lluvias en la costa, otros solo de neblinas y afloramientos de mantos freticos; para la sierra el aprovechamiento de las innumerables lagunas que seguan a las desglaciaciones y para el oriente un clima de sabana.De all que el paisaje andino cambio, pruebas de ello son:. Las morrenas y otras huellas de la extensin de los glaciares.. Las evidencias palinolgicas, que demuestran cambios en las agrupaciones florsticas, que deducen modificaciones en el clima.. Las faunas del pleistoceno y holoceno extintas.. La sedimentacin y la erosin, que produjeron modificaciones en la topografa, dejando la huellas de antiguas cuencas y causes.. Las corrientes ocenicas que afectan las condiciones climticas.. La huella humana que se descubre en regiones hoy inhspitas.INSTRUMENTOS DE CAZA Y USO DOMESTICOPor aquellos aos los andes estaban ya ocupados. La inquieta visin del hombre lo motivo a explorar las llanuras costeas, los valles interandinos, las mesetas y las putas y los caminos ribereos de las selva. Tomaron posesin y fueron desarrollando su cultura, la misma que presenta diferencias regionales manifiestas en sus instrumentos de caza y parafernalia.Para explicar estos hechos hay que tener en cuenta el factor ecolgico que constitua por entonces un factor decisivo. La forma en que determinado pueblo trabajaba una punta de lanza, dependas, en parte de las condiciones locales, de las especies ms numerosas, preferidos mtodos de caza (tradicin) y canteras especialmente. Por ejemplo, mientras la obsidiana y el pedernal son adecuados para el descantillado, el borde agudo producido con este material es quebradizo y no se sirve para un trabajo pesado y continuo, ni se pueden tallar puntas grandes, como si ocurre con la pizarra, basalto, slex, calcedonia o riolita. Donde no es posible hallas este tipo de piedra se aprovecha las maderas duras, configurndose una estrecha repuesta entre especies animales-materias-mtodos de caza, cuya tipologa diferencia regiones.Son estos instrumentos lticos, especialmente las puntas de lanza, los que de manera sincrtica representan a los hombre que habitaron vastas regiones; pues estos estos son no solo artefactos utilitarios sino sntesis y proyeccin, producto de una experiencia acumulada, manifiesta en las tcnicas de tallas y morfologa de las industrias, tipos de piedra escogida, especies y tcnicas de caza, arte y organizacin social. Restos que tienen un valor en si mismos, que a pesar de su aparente simplicidad refleja no solo los alcances econmicos del hombre andino de hace 10 aos, sino tambin su distribucin.De esta manera, en lnea generales, para los andes peruanos podemos mencionar tres tradiciones de instrumentos de caza que se diferencian bsicamente por la tcnica de su elaboracin, por sus dimensiones y su morfologa; caractersticas que deben estar asociadas a tcnicas de casas diferente y por lo tanto a relaciones de apropiacin y distribucin posiblemente tambin diferentes. La primera, que se registra en la cosa norte y central y est caracterizada por las puntas talladas a partir de un ncleo, grades (20 cm.) de hojas tipo laurel o con pednculo cuyo distal muy agudo es obtenido por frotacin o tiene forma triangular de bordes ligeramente acerrados y caras talladas a presin, a las que se le dominan Puntas Paijan.La segunda, compren a las sierra central y se caracteriza por sus puntas pequeas (4 cm.) talladas en una lasca, de forma romboidal con barbas o aletas laterales, se les podra dominar como puntas Junn.La tercera tambin pequeas (2 a 6 cm.) talladas de lasca, foliasias de forma laurel principalmente, que se se encuentran desde la sierra central hacia el sur y que podramos llamar lauricocha. A ellas podemos agregar una cuarta corriente; la de piedras ogoides para onda, encontradas en chilca (ENGEL, 1966) y tablada de Lurn (Dezza 1985) , fechadas como las anteriores en diez mil aos A.P.No obstante, hay que sealar que la industria ltica es un elemento cultural ms. Su importancia se explica por casi todos los sitios arqueolgicos an conservado preferentemente estos testimonios. Lo que caracteriza a esta formacin social, es el desarrollo de las relaciones internas de sus mientras dentro del habitad, y formando parte de estas, sus instrumentos, la visin del mundo animista, el arte y las relaciones de objetos con sonidos guturales (lenguaje); adems del empleo de maneras duras, colorantes, bivalvos y huesos.Sin embargo solo disponemos del testimonia rudimentario y ambiguo de la industria letica.Industria que nos puede explicar como la especializacin en el trabajo, por habilidades, edad y sexo, el conocimiento del territorio por los miembros de la banda, las necesidad de una obtencin de protenas disponibles gracias a una bio masa equilibrada, la aguda observacin de las costumbres de los animales la experiencia acumulada con la prctica de nuevas y varias tcnica, condicionaron el desarrollo de su economa. Ello nos explcala distribucin simple de los recursos obtenidos en procesos de caseras y la recoleccin entre los miembros participante o la banda.

LOS CAZADORES Y SU ENTORNO SOCIAL

Del lento y gradual desarrollo de tcnicas de raza por entrampamiento, observacin del medio, dela fauna, recoleccin, fabricacin de artefactos, conservacin y aprovechamiento de pieles, obtencin del fuego, visin del mundeo, mitos y leyendas que explicaran la vida, organizacin de la familia y de la banda; es decir de las esencias cotidianas como los hombres dolicocfalos fueron respondiendo a las exigencias del medio geogrfico, para su aprovechamiento y sobrevivencia, no se tiene mayor informacin.Se debe recurrir a al etnologa comparada, para entender esas formas de vida observando los comportamientos de pueblos primitivos actuales, que an conserva una formacin econmico social casi similar casi similar; sin que ello signifique, necesariamente, la descripcin a una posicin determinista: a igual desarrollo econmica corresponde una similar conducta social.Sin embrago, no es suficiente el enunciado o descripcin general de este economa para pensar que se est haciendo el anlisis de la formacin econmico social. Esta resulto de la combinacin de dos sistemas de relaciones, de los factores que intervenan en el proceso: el objeto o medio (fuerza de trabajo) y los medios de produccin. Factores que, a su vez, estaban vinculados con determinadas relaciones sociales que constituyeron la estructura del proceso, considerado como proceso de apropiacin social del producto.Por lo tanto, es conveniente tratar de conoces (descubrir los restos) la fuerza de trabajo: hombre, medio ambiente e instrumentos o medios de produccin caracterizarlos y descubrir su eficacia tcnica; es decir, el papel que desempearon en la produccin de las relaciones sociales. Para ellos es necesario primero, elaborar un inventario de los diversos procesos de trabajos que se llevaron acabo.Se considera que en la formacin social, el trabajo est distribuido en determinadas ramas, en cada una de las cuales se forman procesos de trabajo, por ejemplo, una punta de proyectil es el resultado de transformacin de una materia prima en producto por accin de la fuerza de trabajo (hombre) y los instrumentos auxiliares (percutores, yunques, etc.). Cada uno de los procesos puede ser simple o complejo, en el primero, por ejemplo, en la casa se utiliza uno solo: el enfrentamiento o entrampamiento. Cuando un proceso se compone de una sucesin de procesos simples se conoce como proceso complejo, como el siglo de experimentacin hortcola: seleccin de semillas, siembra, control, cosecha, etc.Todo proceso de trabajo se lleva a cabo en el entorno de las relaciones sociales y entraa determinado reparto. As las relaciones de produccin determinan las relaciones de distribucin, lo cual permite descubrir el reparto dominante; por consiguiente, la estructura de las unidades de produccin est condicionando las unidades de consumo.Finalmente, los procesos de base (hombre, instrumento, ambiente) y las relaciones que se dan la produccin, se encuentran proyectados en las relaciones polticas e ideolgicas, resultado de su articulacin sobre la base econmica.Ahora bien, en este modo de produccin la fuerza de trabajo humana, individual o colectiva, fue la principal fuente de energa. Estando el trabajo social dedicado a la produccin de bienes y consumo cuasi inmediatos, en el que el productor solamente interpona entre el producto y objeto de trabajo (medio o paisaje) instrumentos simples que requeran solo unas pocas actividades de fabricacin, dentro de un marco de relaciones basadas en la colaboracin estrecha y en la ayuda mutua de los miembros de la banda.Esta economa desarrollo estructuras y relaciones simples; lo que no significa que la banda fuera diestra, intelectual y moralmente uniforme, al grado de fundirse los individuos en un tipo genrico de pensamiento y conducta. En este contexto las relaciones sociales se dieron dentro de una unidad de produccin, caracterizada por la forma de cooperacin que opero como una clula donde la familia y la organizacin poltica han sido muy elemental.Las relaciones debieron de darse en base a las necesidades impuestas por la actividad cazadora y la recoleccin; exigiendo la primera, hombre jvenes, hbiles con la flecha, onda y lanza, diestros talladores, producto de la experiencia cazadora, del conocimiento de las zonas vulnerables y hbitos de los animales; que obligo a crear diversos tipos de dardos para diferentes especies(establecindose una relacin mgica entretalladlo y cazador), funcin que debi estar orientada por los ms ancianos de la banda. Los nios y las mujeres intervenan en la caza menor de aves y roedores por entrampamiento, y especialmente en la recoleccin vegetal y marina; experimentando sembros, domesticando especies y agudizando su observacin.En este proceso la fuerza de trabajo intervino de manera colectiva,organizada de distintas maneras de cooperacin , que les permitio evolucionar en el plano econmico y social y lograr una cohesion interna, gracias a la unidad de produccion y fortalecimiento de latradicion.De manera general, la caza desempea un papel fundamental en la ubicacin y desplazamiento de la aldea. De ah que el territorio comn de la aldea se define como un territorio de caza. Luego la caza implic dos medios de produccion: Los territorios y los instrumentos. El primero, constituido por las reas o hbitats de los animales a cazar, considerado como propiedad colectiva. Los instrumentos, si bien eran propiedad individual de uso, dentro de su proceso de produccion eran colectivos, ya que el trabajo de ubicacin de canteras, trabaj de bifaces y otras formas de cooperacin debi ser actividad de todos, excepto, tal vez, el trabajo final del instrumento que requiere adems de experiencia, habilidad nata de tallador.A nivel de organizacin debi darse la familia nucleada conformada por miembros consaguineos. El tamao del grupo estaba condicionado por la eficiencia tcnica, es decir, por los miembros de la unidad requeran para cazar y recolectar, y la eficiencia social que corresponde al papel que desempea las relaciones en el proceso de produccion, apropiacin y distribuccion de los recursos. El numero de sus integrantes en consecuencia no debio ser elevada; los datos comparados nos explican que las bandas estaban compuestas por familias nucleadas de 20 a 30 miembros.Gracias a un medio favorable, aquellos cazadores no tuvieron dificultades en procurarse alimentos, si consideramos que aparte de los productos de recoleccin, la riqueza de la fauna les haba permitido aprovechar de forma selectiva, con suficiencia hasta para un comportamiento ldico de los herviboros andinos. A todo esto se le aade las fuentes alimentarias de la costa, con las posibilidades que brinda el mar, la fauna y flora silvestre de los numerosos valles y oasis, y las cuencas abrigadas de las hoyas amaznicas y de Madre de Dios.Este equilibrio con la naturaleza que alcanz el hombre, en la mayor parte de su historia, debe haber contribuido para que esa etapa del proceso humano dure tanto tiempo. No hubo urgencia ni falencia generalizada como se ha creido equivocadamente desde este punto de vista etnocentrista.

EL PAIJANENSE

La industria ltica de la costa norte se compona de puntas de proyectil triangulares, de bordes rectos o ligeramente cncavos. Tenan pednculo en la base con que se las fij a un soporte de madera para usarlas como arpn en la caza de grandes peces en los estancos. Por ellos son ms grandes y agudas que las serranas.Para la actividad domstica utilizaron raederas, con que prepararon pieles, y denticulados que sirvieron como una especie de sierra. El registro de unifaces, artefactos de forma folicea trabajados por una sola cara, sugiere que pudieron ser usados para raspar y cortar.Tambin debieron haber usado artefactos de madera y astas de venado que, con el tiempo y las condiciones medio ambientales, desaparecieron. La ausencia de raspadores indica que no existi la caza de animales mayores como crvidos y camlidos.Sitios de la tradicin Paijanense han sido documentados en el rea comprendida entre Lambayeque e Ica. Los sitios mejor estudiados se ubican en los valles de Chicama y Moche, (Cupisnique, Quebrada Santa Mara, La Cumbre, Quirihuac, Santo Domingo y Playa Grande), Casma y Ancn-Chilln en la costa central.Para esta tradicin se han definido campamentos, canteras y talleres. Los campamentos, instalados al aire libre, en abrigos rocosos o en cuevas, fueron destinados para la vivienda del grupo, donde desarrollaron sus actividades domsticas.En las canteras, sitios de obtencin de materia prima, los varones adultos transformaron la piedra en artefactos rudimentarios denominados bifaces. Posteriormente, en los talleres, se culmin el trabajo, transformando los bifaces en puntas de proyectil.Durante el proceso para obtener bifaces se emplearon martillos de piedra o percutores (guijarros). Luego, para transformar los bifaces en puntas de proyectil usaron percutores de piedra y madera y finalmente retocadores.El hombre de Paijn alcanz hasta 1.68 m de estatura, tena cabeza larga, rostro angosto y alto y abertura nasal estrecha. Enterraron a sus muertos en posicin flexionada, recostados lateralmente, envueltos en esteras y, en algunos casos, colocados sobre brasas. Un colgajo de cuenta hecha con vrtebra de pescado encontrado en uno de los entierros, sera la ms antigua ofrenda funeraria en la cultura andina.