Feria real 2012 textos

90
Porcuna 2012 Queridos paisanos/as: Una vez más tengo el honor de dirigirme a todos vosotros a través del Programa que tradicionalmente venimos editando desde la Institución Mu- nicipal que presido. En este año 2012 en el que solo se suele hablar de crisis, quiero transmitiros un mensaje de ánimos y esperanza. Es evidente la crisis tan grave que estamos padeciendo, no solo por los efectos de la situación eco- nómica de ámbito nacional o regional, sino por la sequía de nuestros campos que ha provocado que tengamos una de las peores cosechas de la historia más reciente. Sin embargo estoy completamente seguro que saldremos adelante, pues este, nuestro pueblo, siempre supo afrontar las adversidades con buen talante y valentía. Desde el Ayuntamiento no podemos hacer todo lo que el Equipo de Go- bierno quisiéramos, pero sí, aliviar temporalmente la situación de las familias que peor lo pasan. Desde el mes de marzo que pusimos en marcha un Plan Especial de Empleo Temporal creando bolsas de trabajo de distintas profesio- nes, se han realizado cientos de contratos de trabajo. No obstante reconozco que no podemos dar respuesta a la fuerte demanda de empleo que en estos tiempos hay en la calle. Creo que desde la Administración Central y desde la Autonómica se debían aunar esfuerzos para dar apoyo a estas zonas rurales donde en meses venideros se incrementarán las necesidades en materia de empleo. Soy consciente de que los tiempos que me ha tocado gobernar son los más complicados de nuestra Democracia, pero ahora más que nunca me sien- to con gana, fuerza e ilusión para ayudar a mis vecinos/as en todo aquello que esté a mi alcance. A veces pienso como hubiese sido gobernar en tiempos de bonanza y sinceramente no siento envidia alguna, pues los políticos debemos concienciarnos de que no venimos a la administración a disfrutar de ella sino a servir al pueblo que para eso nos elige. A lo largo de mi vida siempre me marqué metas difíciles y complicadas de conseguir pero nunca pensé que me vería en la responsabilidad que conlleva ser Alcalde en nuestros días. A veces me acuerdo de aquella frase que dijo un poeta francés: “Cuando un proyecto ALUDA DEL ALCALDE

description

 

Transcript of Feria real 2012 textos

Porcuna 2012

Queridos paisanos/as: Una vez más tengo el honor de dirigirme a todos vosotros a través del Programa que tradicionalmente venimos editando desde la Institución Mu-nicipal que presido. En este año 2012 en el que solo se suele hablar de crisis, quiero transmitiros un mensaje de ánimos y esperanza. Es evidente la crisis tan grave que estamos padeciendo, no solo por los efectos de la situación eco-nómica de ámbito nacional o regional, sino por la sequía de nuestros campos que ha provocado que tengamos una de las peores cosechas de la historia más reciente. Sin embargo estoy completamente seguro que saldremos adelante, pues este, nuestro pueblo, siempre supo afrontar las adversidades con buen talante y valentía. Desde el Ayuntamiento no podemos hacer todo lo que el Equipo de Go-bierno quisiéramos, pero sí, aliviar temporalmente la situación de las familias que peor lo pasan. Desde el mes de marzo que pusimos en marcha un Plan Especial de Empleo Temporal creando bolsas de trabajo de distintas profesio-nes, se han realizado cientos de contratos de trabajo. No obstante reconozco que no podemos dar respuesta a la fuerte demanda de empleo que en estos tiempos hay en la calle. Creo que desde la Administración Central y desde la Autonómica se debían aunar esfuerzos para dar apoyo a estas zonas rurales donde en meses venideros se incrementarán las necesidades en materia de empleo. Soy consciente de que los tiempos que me ha tocado gobernar son los más complicados de nuestra Democracia, pero ahora más que nunca me sien-to con gana, fuerza e ilusión para ayudar a mis vecinos/as en todo aquello que esté a mi alcance. A veces pienso como hubiese sido gobernar en tiempos de bonanza y sinceramente no siento envidia alguna, pues los políticos debemos concienciarnos de que no venimos a la administración a disfrutar de ella sino a servir al pueblo que para eso nos elige. A lo largo de mi vida siempre me marqué metas difíciles y complicadas de conseguir pero nunca pensé que me vería en la responsabilidad que conlleva ser Alcalde en nuestros días. A veces me acuerdo de aquella frase que dijo un poeta francés: “Cuando un proyecto

aluda del alcalde

Feria Real

se hace imposible de realizar hay que ponerle frente a la noche”. Pues sí, son mu-chas las noches a las que hay que ponerle frente en los tiempos que corren para responder a los problemas de mis vecinos, y con toda sinceridad os digo, que ni me agobian ni me molestan, todo lo contrario, a cada uno que le encuentro so-lución es un aliento y un motivo para seguir adelante con esta complicada pero apasionante tarea. Son más de cinco años en la Alcaldía, tiempo suficiente para conoceros a todos/as y para que vosotros/as tengáis un concepto claro de mi persona, pues os puedo asegurar que solo tengo palabras de agradecimiento para expresar el buen trato y el cariño recibido en todo momento. Cuando visito los barrios y me recibís con tan especial simpatía tengo la sensación de estar cumpliendo fielmente con mis funciones que no son otras que servir a mis vecinos/as. Queridos amigos/as, quiero también aprovechar esta oportunidad para in-formaros de que a pesar de la grave situación que se vive en España en estos mo-mentos, hemos sido capaces de sanear las arcas de nuestro Ayuntamiento, hasta el punto que podemos decir con toda tranquilidad que somos una de las pocas administraciones saneadas de la Nación Española. Como sabéis a treinta y uno de diciembre de 2011 todos los ayuntamientos hemos tenido que rendir cuen-tas al Ministerio de Hacienda para el pago a proveedores, pues nuestro vuestro Ayuntamiento ha presentado deuda cero, es decir, nos hemos quedado fuera de la obligación de presentar el famoso plan de ajuste con las dificultades que va a crear a tantas y tantas administraciones públicas muy a corto plazo. Por tanto, hoy por hoy, somos un pueblo con crédito, y creerme que no ha sido fácil en tiem-pos de crisis saldar una deuda arrastrada desde la década de los noventa. Vuestro Ayuntamiento paga puntualmente a trabajadores, Seguridad Social, Proveedores, obligaciones fiscales, etc., y eso debemos disfrutarlo todos porque el éxito es de todos. Soy consciente de que no son tiempos para mostrarse triunfalista, y no pre-tendo transmitir ese mensaje, pero los gobernantes que hemos sido responsables, prudentes y austeros, creo que al menos tendremos el derecho de compartirlo con nuestros vecinos/as. Este año volveremos a disfrutar de una programación cargada de actuacio-nes para todas las edades y aficiones por lo que quiero desearos unos días de mu-cha felicidad, que olvidemos los problemas y aprovechemos la feria para convivir con nuestros familiares y amigos. Por último quiero agradecer una vez más la colaboración de todos, espe-cialmente a mis compañeros del Equipo de Gobierno, a los Concejales de la Opo-sición por estar a la altura de las circunstancias, por supuesto a nuestro Pregonero de Feria Real 2012, D. Serafín Quero por haber aceptado la tarea de iniciar la Feria Real de su pueblo con tanta ilusión, mi más sincero agradecimiento para los comerciantes e industriales que a pesar de la grave situación por la que están pa-sando continúan colaborando con la financiación del Programa de Feria, y como no, muchas gracias a los trabajadores del Ayuntamiento por su implicación y buen hacer.

Un fuerte abrazo de vuestro AlcaldeMiguel Moreno Lorente

Porcuna 2012Porcuna 2012

Queridos vecinos y amigos:

En estos días en los que se ultiman los preparativos, y en los

que el caluroso mes de agosto nos acerca a nuestra Feria Real, me

dirijo a todos vosotros para haceros llegar mi más sincero saludo.

Quiero comenzar felicitando a mis compañeros de equipo

de gobierno, que a pesar de los tiempos tan difíciles que estamos

viviendo, han trabajado y apoyado a la Concejalía de Festejos para

sacar adelante una nueva Feria repleta de actividades que ofrezcan

alegría, entusiasmo, ilusión, colorido y por supuesto, hospitalidad.

Felicitar también a todos los trabajadores del Ayuntamiento, peñas,

asociaciones y colectivos, sin los cuales la Feria Real no sería posi-

ble. Y como no, resaltar el esfuerzo de las costaleras de San Benito

y Ntra. Sra. de la Soledad.

Igualmente a todo nuestro pueblo y a todas las personas que

nos acompañan por participar de nuestra Feria y darle la vistosidad

y esplendor con el que venimos disfrutando estos últimos años.

Para finalizar, quiero dedicar un emotivo recuerdo a todas

aquellas personas que nos acompañaron en tiempos pasados y

que hoy no se encuentran entre nosotros, en especial a Eduardo

Chiquero, con el que todos los años por esta fecha mantenía una

agradable charla. Seguro que todos ellos disfrutan de nuestra feria

desde un lugar privilegiado del Cielo.

Os animo a todos a salir a la calle y compartir momentos de

alegría con amigos y familiares, desde el respeto a las personas, y

recurriendo a la paciencia y comprensión de los vecinos que por

motivos de las fiestas ven alterada su vida diaria.

Un fuerte abrazo y feliz Feria Real 2012

Porcuna, agosto de 2012

Sandra Santiago Garrido

Concejala de Festejos, Igualdad y Protocolo

Feria Real

- PORTADA: VIRGINIA GASCÓN MORENO, OBRA: “ALMA”

- SALUDA DEL ALCALDE

- SALUDA CONCEJALA DE FESTEJOS

- PREGÓN 2011

- EFEMÉRIDES: HACE 400 AÑOS

- HISTORIA Y MITO DEL 1ER REY DE PORCUNA

- EL TORO ORIENTALIZANTE DE PORCUNA (JAÉN)

- II PELIGROSAS CANTANERAS

- LOS MAYORES EXPLICAN ALGO DE SU VIDA

- FRANCISCO PALOMO ROJAS – EL ESTANCO DE PALOMO…

- EL SUELO: MATERIA ORGÁNICA Y ACTIVIDAD BIOLÓGICA

- LOS DINAMITA

- EL CABRERO

- CERTAMEN LITERARIO CIUDAD DE PORCUNA

•PRIMERPREMIOLITERARIOINFANTIL.

•SEGUNDOPREMIOLITERARIOINFANTIL

- PREMIO DE RELATOS

•DIARIODEUNADOLESCENTE

- MENCIÓN HONORÍFICA PREMIOS LITERARIOS

•Elautobúsdelasnueve

- PROGRAMACIÓN EVENTOS DEPORTIVOS FERIA REAL 2012

- PROGRAMA OFICIAL DE FESTEJOS 2012

- EFEMÉRIDES: HACE 200 AÑOS

- HISTORIA DE LA TORRE DE PORCUNA

- FERIA REAL DE PORCUNA

- TODOS LOS AÑOS IGUAL

- PROGRAMA OFICIAL DE FESTEJOS, HACE 50 AÑOS

- IDEOLOGÍAS

- ¡QUÉ DEBEMOS ENTEDER POR LIBERTAD!

- YO QUIERO SER DE PORCUNA

- PAZ EN NUESTRO EGO

- IV MELONAR DIABÓLICO

- XXII CONCURSO PORTADA PROGRAMA FERIA REAL 2013

(Pág. 3)

(Pág. 5)

(Pág. 7)

(Pág. 13)

(Pág. 21)

(Pág. 31)

(Pág. 53)

(Pág. 55)

(Pág. 59)

(Pág. 69 )

(Pág. 77)

(Pág. 85)

(Pág. 89)

(Pág. 90)

(Pág. 92)

(Pág. 93)

(Pág. 95)

(Pág. 100)

(Pág. 101)

(Pág. 107)

(Pág. 111)

(Pág. 113)

(Pág. 117)

(Pág. 121)

(Pág. 129)

(Pág. 133)

(Pág. 137)

(Pág. 149)

(Pág. 153)

(Pág. 159)

Miguel Moreno Lorente

Sandra Santiago Garrido

Norma Duval

Antonio Recuerda Burgos.

Martín Almagro- Gorbea

Teresa Chapa Brunet y Luis Emilio Vallejo

José del Pino García.

Florencio Moreno Palomo.

Alfredo González Callado.

José Bellido Salas.

Luis Moreno Bueno.

Manuel Montilla Molina

Jacobo del Pino Herrera

Álvaro Navas González

Julio del Pino Herrera

Marcial del Pino Chiachío

Antonio Recuerda Burgos.

Florencio Moreno Palomo.

Juan Ruiz Cobo.

Ana González Casado.

José Ángel Ruiz Cobo de Adana.

José Peláez Quero.

Ana González Casado.

José Peláez Quero.

José del Pino García

EDITA: Ilustre Ayuntamiento de Porcuna

IMPRIME: Teresa Puentes

4

Porcuna 2012

En primer lugar quiero empezar mis palabras dando las gracias. Gracias a nuestro alcalde, Miguel Moreno, por pensar en mí, y concederme el honor de ser la pregonera en esta tierra, y aprovecho para pedir disculpas por no haber podido asistir el año pasado, y los motivos tan evidentes que hicieron que hermana tampoco pudiera dar este pregón.Gracias a mi querido amigo y productor tea-tral Enrique Cornejo, que le dio la oportuni-dad de volver a trabajar en el teatro. Carla tenía mucha ilusión por venir a Porcuna, en su gira por España, Para actuar en el teatro María Bellido pero estuvo muy cerca, en Mar-tos. Junto a todo el elenco de “Brujas”, escu-chó los aplausos del público de este cercano pueblo de Jaén en agosto del año pasado en su última función, el día 23 de agosto.

Su deseo era estar con todos vosotros en septiembre para el Pregón de Feria, pero su salud, ya muy débil, se lo impidió.También ella llevaba este pueblo en el cora-zón. Gracias por las muestras de cariño con las que me habéis arropado durante estos me-ses y que me han ayudado a sobrellevar su ausencia.Permitidme que dedique este pregón a su me-moria.

A Porcuna la llevo en el alma y en las raíces familiares. Las imágenes de Porcuna siempre se entremezclan con los recuerdos y vivencias de mi madre. A través de sus relatos he ido cono-ciendo mejor esta tierra. Me habla de su in-

fancia dominada por la Guerra Civil, que en Porcuna se vivió de forma intensa y trágica, pero que se superó gracias al carácter abierto, y el cariño de sus gentes. Mi madre nació y vivió durante años en la calle Cristóbal López, y sus juegos de niña tuvieron como testigo la cercana iglesia de San Benito.

El traslado de la familia a una calle más céntrica, la del General Aguilera, trajo una etapa de preadolescente más centrada en La Carrera, el Paseo de Jesús y el Mirador de la “redonda” con la vista que se pierde en un mar de olivos.

De aquella época recuerda especial-mente a sus amistades, entre ellas las de la entrañable Marisa Funes, imágenes que lleva grabadas para siempre en el corazón.Sin olvidar el Día de las Flores o la Romería de la Virgen de Alharilla, que tuvimos el pla-cer de compartir con todos vosotros durante el mes de mayo.

Estaremos encantados de volver a vi-vir estas fiestas otro año y le diré a Miguel que por favor me consiga un caballo más grande porque el anterior se me quedaba un “poco chico”.El colorido, la música, la devoción popular, son un maravilloso espectáculo. Mi madre conserva con cariño varias medallas, estampas e imágenes de al Virgen de Alharilla en la cabecera de su cama, ade-

Ilmo. Sr. Alcalde, Sras. y Sres. Concejales, autoridades, queridos porcunenses, visitantes y amigos:

Feria Real 2011

Feria Real

más de algunos párrafos de la novena a la Virgen, que aún recuerda:

“Es la Virgen de AlharillaDulce faro de la mar

Es el amor de mi alma Desde que yo supe amar”.

La Virgen siempre ha estado, está y es-tará con nosotros. San Benito, Nuestro Padre Jesús, la Virgen de Alharilla son puntos de referencia de un espacio que todos conocemos, y con los que todos nos identificamos; lugares que influyen en el carácter de las gentes, lugares que nos hacen ser como somos. Porcuna se siente cercana y acogedo-ra. En todos los rincones reconocemos ami-gos y familiares de varias generaciones y ape-llidos comunes. La hospitalidad de su gente siempre nos recibe. En noviembre de 1997 nuestro anfi-trión fue el pregonero de la pasada Feria de la Virgen de Alharilla, Juan Cobo. Mi madre, Carla y yo estuvimos encantadas de estar con vosotros en aquella ocasión. Recuerdo los maravillosos caracoles del Bar de “Epi” en la calle Ramón y Cajal, los violetes y la gallina en leche, que no tie-ne nada que ver con las gallinas, como pron-to descubrí y además disfruté, sin pasarme, por aquello de la línea!!! Y que deciros del aceite. Creo que no he probado otro mejor, y nunca falta en casa. Como nunca me gustaría que mis hi-jos y mi familias perdieran el cariño por estas nuestras raíces andaluzas y nuestro cariño por Porcuna. Pero no quiero extenderme más. De-bemos dar paso al júbilo y la diversión.

Que a partir de ahora comience, tam-bién para vosotros, un tiempo de disfrute; unos días mágicos en los veáis resueltos to-dos vuestros anhelos, en los que seáis plena-mente felices. No puedo renunciar a las palabras “tuyo” y “mío”; porque ya no sabríamos vi-vir sin ellas; pero sí que podemos compartir

algo de nuestro tiempo y podemos compartir toda nuestra pasión hacia Porcuna y su Feria Real. También podemos contagiar nuestra alegría y brindar nuestro apoyo a los que no han podido aparcar por unos días sus pre-ocupaciones. Pero estos días tenemos que sentirnos más próximos, más dispuesto a ser solidarios que el resto del año. Tenemos que sentir el deseo de un pueblo que quiere vivir en paz, que quiere vivir mejor. Me gustaría dedicar un saludo espe-cial a los jóvenes de Porcuna, que como mis hijos, sienten, estudian, trabajan o luchan para ver cumplidos sus sueños y abrirse un camino en la vida, y que harán con su alegría que la Feria Real sea única. Y ya terminó. A todas las personas que no seáis de Porcuna, pero que tengáis un enorme aprecio por este pueblo, tal y como yo lo siento, y estéis pasando aquí las fiestas, sólo deciros que no os sintáis “forasteros”, que Porcuna os acoge con su hospitalidad. Como cada año la historia se repite y aquí estáis puntuales a vuestra cita con la Feria Real. Por mis compromisos laborales, no tengo más remedio que regresar a Madrid esta misma noche, pero aprovecharé el tiem-po que tengo para compartirlo con todas vo-sotros y brindar por la Feria Real. Que no decaiga la fiesta y la ilusión, y que nos podamos ver otro año más.Quiero que todos con energía gritemos jun-tos:

¡Viva la Virgen de Alharilla! ¡Viva la Feria Real!

¡Viva Porcuna!

Norma Duval

Porcuna 2012

El día 4 de septiembre de este año se cumplen los cuatrocientos años de la fundación del Con-vento de Santiago de la Recolección de la Orden de San Francisco, ya tuvimos ocasión de exponer en el Programa de la Romería de Alharilla del año de 2010, los prolegómenos de tal fundación con los concejos abiertos celebrados y la llegada de los primeros frailes franciscanos a Alharilla, donde tuvieron que per-manecer desde el 11 de julio al 4 de septiembre, pues a su llegada aún no se había recibido la provisión real autorizando la fundación, que tiene fecha del 29 de julio de 1612, y haber entrado a fundar en la villa sin licencia era exponerse a incurrir en las graves penas que contenían las Definiciones de la Orden de Calatrava para tales casos. Dado el estado de las comunicaciones de la época la provisión real debió tardar algún tiempo en llegar y tras los preparativos, acuerdos, acondicionamiento de los locales e iglesia para el convento y redacción de documentos se fijo la fecha del día 4 de septiembre para la firma de escrituras y ocupación del convento. Tras la firma de esta escritura y según nos relata el padre Alonso de Torres los frai-les, por mano del provincial de su Orden, fray Juan Ramírez, tomaron posesión de la iglesia de Santiago y demás dependencias, colocando en el altar mayor el Santísimo Sacramento, oficiando la primera misa conventual. Una vez que los franciscanos se establecieron en el convento se solicitó del Rey la aprobación definitiva de la fundación y de su escritura lo cual fue confirmado por provisión real dada en el Pardo el 27 de noviembre de 1613. El documento que presentamos es esta provisión real definitiva de la fundación otorgada por Feli-pe III, dentro de ella está incluida la escritura de fundación entre el concejo de Porcuna y la Orden de San Francisco de 4 de septiembre de 1612 y en esta escritura se encuentra inserta la primera provisión real, de 29 de julio de 1612, autorizando la fundación.

*****

EFEMÉRIDES: HACE 400 AÑOS

4 DE SEPTIEMBRE DE 1612

Fundación del Convento de Santiago de la Recolección de la Orden de San Francisco.

Antonio Recuerda Burgos Cronista oficial de la Ciudad

Feria Real

Don Felipe por la gracia de Dios rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jeru-salén, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, Conde de Flandes, Señor de Vizcaya y de Molina etc., administrador perpetuo de la Orden y Caballería de Calatrava por autoridad apostólica. Por cuanto por parte de vos el licenciado frey Lucas de Zarzo Morales rector de la parroquial de la villa de Porcuna que es de la dicha Orden me fue hecha relación que teníais tratado con la clerecía y concejo de la dicha villa la necesidad que había en ella de un convento de frailes descalzos de la Orden de Señor San Francisco, así para predicar y confesar como para tratar y comunicar con ellos negocios graves y de importancia que se solían ofrecer y para que mediante su buena vida ejemplar y doctrina se desarraigasen y confundiesen pecados, rencores y enemistades y discordias, y los que aquí adelante se ofreciesen se remedien, con que nuestro Señor sería más servido y menos ofendido suplicándome fuese servido dar licencia para que se pudiere fundar el dicho monasterio, haciéndose primero las diligencias necesarias en aquella villa, y sus vecinos recibirían particular bien y merced. Lo cual visto por los de mi Consejo de las Órdenes y la infor-mación y diligencias que acerca de ello por mi mandato hicieron frey don Juan de Toledo y del Águila y el licenciado frey Francisco Barreda de Rivera mis visitadores generales del partido de Martos en el Andalucía y las que así mismo se hicieron por el concejo y regimiento de la dicha villa de Porcuna, en que se declara dónde se había de fundar el dicho convento y la cantidad de maravedíes que había para hacer las casas e iglesia y lo que da la dicha villa y vecinos particulares para ello y de qué los sacaban y lo que había de costar de hacerse el dicho convento y lo dicho y respondido por mi fiscal y procurador general a quien de todo ello se dio traslado y la escritura hecha entre la dicha Villa y la dicha Orden y frailes descalzos de San Francisco para poder fundar el dicho convento, que su tenor de ella es este que sigue:

(ESCRITURA DE FUNDACIÓN)

En el nombre de Dios Nuestro Señor y de la abogada Nuestra siempre Virgen, su madre y del bienaventurado seráfico San Francisco a cuyo honor y reverencia se otorga esta escritura. Sepan cuantos los que esta escritura de fundación y compromiso vieren como nos el concejo, justicia y regimiento de la villa de Porcuna, que es de la Orden de Calatrava en el partido del Andalucía, de la una parte, a saber don Jerónimo de Pareja y Cristóbal Martín de Quero, alcaldes ordinarios, don Francisco de Aguilera y Serrano alguacil mayor, Francisco Maldonado, Pedro Ortega Vallejo y Antón Ruiz de Montilla, regidores y oficiales del dicho concejo por nosotros y por los demás sucesores que sucedieren en el dicho concejo y a voz y en nombre de él y por todos los demás vecinos de esta dicha villa por quien prometemos que será guardado lo que de yuso fuere contenido en esta escritura. Y de la otra parte el reverendo padre fray Juan Ramírez, provincial de la provincia de Granada de la Orden de San Francisco, en nombre de ella y de la dicha pro-vincia en virtud de la autoridad y licencia que tiene del general de la dicha Orden y particular para fundar cualesquier conventos en toda la dicha provincia, estando todos juntos y congregados en la dicha iglesia de Señor Santiago de esta dicha villa decimos que por cuanto por parte de esta villa de Porcuna se ocurrió ante su Majestad y señores del Real Consejo de la Órdenes a suplicar y pedir la hiciese merced dar su Real licencia y facultad para fundar en ella y en la dicha iglesia un convento de frailes religiosos de la Orden de Señor San Francisco de los menores de la regular observancia, por la muy grande devoción que toda esta villa tiene a la dicha religión y porque habiendo en ella el dicho convento, donde hayan de asistir hasta una docena de religiosos conventuales por lo menos, habrá de ordinario dos predicadores y cuatro confesores, con que esta villa tendrá lo que pretende y con esto cesarán las pretensiones de otros muchos predicadores y confesores de diferentes religiones, que a título de las excesivas limosnas de esta villa buscan favores cada un año para el adviento y cuaresma, para venir a esta villa todo lo cual y otras muy grandes diferencias cesarán con la fundación del santo convento, pues para este intento y remedio y evitar estas diferencias y buscar de una vez lo necesario para el provecho de las almas y quietud de esta república se hace la dicha fundación y Su Majestad dio su Real Cédula de diligencias para que en virtud de ella se hiciese cabildo abierto y en él se propusiesen las dificultades que podría haber por las razones y causas concluyentes para la dicha fundación al cual acudió toda esta Villa por la mayor parte unánimes y conformes suplicaron a Su Majestad y a los dichos señores de su Real Consejo de las Órdenes hiciese merced conceder la dicha licencia para la dicha fundación pues era tan menesterosa y con ello cesarían las pretensiones y diferencias y el tener en cada un año confesores diferentes y las otras ordinarias limosnas de cada un año y se seguiría mucho provecho a todos los vecinos de esta dicha villa todo lo cual se presentó en el dicho Real Consejo y haciendo merced a esta Villa se despachó su Real Provisión y licencia para la dicha fundación con la cual han sido requeridos por el licenciado frey Lucas Zarzo prior de esta dicha Villa, su fecha en San Lorenzo a veintinueve días del mes de julio de mil seiscientos y doce años la cual dicha Real Provisión habiéndola oído y entendido y las condiciones y capítulos de ella como S M lo manda a ambas partes, aceptamos y obedecemos con el debido respeto y prometemos de la guardar y cumplir en todo y por todo como en ella se contiene y al presente escribano pedimos la incorpore y ponga en esta escritura a quien se la entregamos

Porcuna 2012

originalmente para el dicho efecto en presencia de los testigos de esta escritura y yo el dicho escribano la recibí y queda en mi poder para la incorporar y poner como por las partes se pide que es del tenor siguien-te.

Provisión.- Don Felipe, por la gracia de Dios rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, etc., administrador perpetuo de la Orden y Caballería de Calatrava por autoridad apostólica, por cuanto por parte de vos el licenciado frey Lucas de Zarzo rector de la parroquial de la villa de Porcuna me fue hecha relación que teníais tratado con la clerecía y concejo de la dicha villa la necesidad que tenía de un convento de frailes descalzos de la Orden de Señor san Francisco, así para la predicación y confesiones como para tratar y comunicar con ellos negocios graves y descargos de la conciencia y para que mediante ellos y su buena vida ejemplo y doctrina se desarraigasen y quitasen pecados rencores y enemistades y otras discordias y se remediasen las que adelante se sucediesen, de que nuestro Señor sería servido y menos ofendido, y porque no se podía efectuarse sin mi licencia, me suplicó fuese servido mandarla conceder y librar para ello mi Real Provisión cometida a los mis visitadores generales de aquel partido o a los alcaldes ordinarios de la dicha Villa para que se hiciese concejo abierto de si era útil y conveniente que se fundase en dicho convento en la dicha Villa, lo cual visto por los del mi Consejo de las Órdenes y la información y diligencias que por mi man-dato hicieron los dichos mis visitadores generales a quien se cometió y el parecer que sobre ello dieron y lo que así mismo se declaró por el concejo de la dicha Villa en razón de lo qué tenían para hacer la casa e iglesia del dicho convento y lo que para ello daba la dicha villa y de qué lo sacaba y qué era lo que los particulares daban para ello y lo que costaría hacer el dicho monasterio, fue acordado que debía mandar dar esta mi carta en la dicha razón y yo lo tuve por bien por la cual y sin perjuicio de mis renta reales y maestrales, ni de otro tercero alguno, ni de los rectores y curas de las iglesias parroquiales de la dicha villa de Porcuna, doy licencia y facultad a la dicha Villa para que pueda edificar y hacer en ella en parte lugar y sitio que está tratado y asentado el dicho convento de la dicha Orden de frailes franciscos descalzos, con tanto que el guardián y frailes que en él estuvieren y por tiempo que fueren y sus prelados y demás que en el dicho convento asistieren hayan de guardar y cumplir las condiciones y requisitos siguientes: Primeramente que el dicho guardián y prelados y frailes y otras cualesquiera personas, que como dicho es por tiempo que fueren estuvieren y residieren en el dicho convento, para siempre jamás puedan compran para él en tierra propia de la dicha Orden de Calatrava ningunos bienes raíces ni otras hereda-des. Ítem que los susodichos y cualquier de ellos y los que adelante sucedieren en el dicho monasterio reco-nocerán que lo tienen con licencia de la dicha Orden de Calatrava y Mía como administrador perpetuo de Ella y de los maestres y administradores que por tiempo fueren y que cada y cuando que mis visitadores generales o particulares de la dicha Orden de Calatrava fueren la dicho monasterio, en reconocimiento de lo suso dicho, les enviarán las llaves de la iglesia y desapoderándose los tales prelados religiosos y per-sonas, que en el dicho convento residen, confesarán y dirán que todos reconocen tenerlo a voluntad de la dicha Orden de Calatrava y Mía como administrador perpetuo de Ella, sin contradicción alguna y que cada y cuando que mi voluntad fuere, o de cualquiera de los maestres o administradores que por tiempo fueren de la dicha Orden, dejarán para ellos el dicho monasterio y las demás posesiones que en la dicha jurisdicción de la dicha Orden de Calatrava y términos de Ella tuvieren, libremente sin poner en ello em-bargo, excusa ni dilación alguna. Ítem cada y cuando la dicha Orden de Calatrava enviare a los dichos sus visitadores generales o particulares los recibirán y consentirán los dichos prelados y frailes y demás personas y sus sucesores visi-tar la dicha iglesia del dicho convento y su sacristía, ornamentos, cruces, cálices, libros y cosas diputadas para el servicio y culto divino y bienes temporales del dicho monasterio, sin entrar en otra parte alguna ni entremeterse directa ni indirecta a visitar las personas del dicho guardián, prelados y frailes, ni otras que en él estuvieren y residieren, ni en quitar y remover ni deponer a ninguno de ellos ni de las otras cosas espirituales, porque esto han de hacer los prelados de la dicha Orden de San Francisco. Ítem los dichos prelados y guardianes y ninguno de los demás frailes y personas que residieren en el dicho monasterio, ni otra alguna persona, puedan salir ni salgan por ningún cuerpo de difunto fuera de los límites del dicho convento, sino fuere en caso de que no le quieran llevar los curas y clérigos de las dicha iglesias parroquiales de la dicha villa de Porcuna u otros comarcanos de la dicha Orden de Calatra-va.Ítem que hayan de pagar a cualquier comendador u otras personas que fueren interesadas de cualesquier terrazgos, viñas, olivares, huertas, molinos y otras posesiones que tuvieren en la dicha villa y su jurisdicción y dentro de la dicha Orden, el diezmo, primicias u otros cualesquier derechos que pertenecieren a los tales interesados, de todo aquello que cultivaren y cogieren y de otros aprovechamientos que de ello tuvieren, excepto de la huerta que tuvieren en el dicho monasterio para su hortaliza y servicio de la casa. Ítem que primero y antes que se use de esta mi provisión y licencia se hayan de hacer y hagan las

Feria Real

escrituras, que entre la dicha villa y los dichos guardián y frailes estuvieren concertado y tratado, y que el provincial de la dicha Orden de San Francisco de los descalzos y el guardián y demás frailes que en el dicho monasterio han de estar otorguen escritura, con renunciación del general de la dicha orden de guardar y cumplir todo lo que de suso va referido y de estar y pasar por ello, como lo han de hacer ahora y en todo tiempo los prelados y demás religiosos que les sucedieren, sin pleito ni contradicción alguna y que no irán ni vendrán contra ello ni contra cosa alguna ni parte de ello, ahora ni en ningún tiempo, especificando en la dicha escritura todo lo que va declarado y que no alegarán posesión, prescripción, ni exención de la Orden de San Francisco, ni impetrarán sobre ello bulas apostólicas, ni de ellas usarán ni sus sucesores y prelados en el dicho convento ni fuera de él, aunque las obtuviesen y ganasen en perjuicio de la dicha Orden de Calatrava, ni de otro cualquier derecho o remedio de que se puedan valer y aprovechar y con que hayan de pedir el dicho guardián y frailes confirmación de esta carta en el primer capítulo general que de la dicha Orden de Calatrava se celebrare y hechas las dichas escrituras en la forma y según y con las condiciones que de suso van referidas se traigan al dicho mi Consejo de las Órdenes, antes que el dicho convento se funde, para que se vean y proveer lo que según Dios y Orden convenga que siendo por Mí y los del dicho mi Consejo de las Órdenes confirmadas y aprobadas para que se pueda edificar el dicho monasterio en la forma y según queda declarado. Por la presente mando al comendador mayor, clavero, prior, sacristán y obrero y a los otros co-mendadores, caballeros, priores, freiles y otras personas de la dicha Orden y al mi gobernador, juez de residencia que es o fuere del dicho partido de Martos y a sus teniente ordinario y al concejo, justicia y regimiento, caballeros, escuderos, oficiales y hombres buenos de la villa de Porcuna y de las demás villas y lugares de toda la dicha Orden de Calatrava, lo guarden y cumplan y ejecuten y hagan guardar y cumplir y ejecutar y llevar a pura y debida ejecución, con efecto según y como de suso se contiene y declara, y contra el tenor y forma de ello no vayan, ni pasen, ni consientan ir ni pasar por manera alguna, so pena que el que fuere comendador o caballero o prior o freile o persona de hábito o religión le será demandado según Dios y Orden y si fuere seglar incurra en pena de la mi merced y de cien florines para la redención de cautivos, de lo cual mandé dar la presente firmada de mi mano y refrendada de mi infrascrito secretario de la dicha Orden de Calatrava y sellada con el sello de Ella en San Lorenzo a veintinueve días del mes de julio de mil y seiscientos y doce años. Yo el Rey. Yo Francisco González de Heredia, secretario del Rey nuestro señor la hice escribir por su mandato. Registrada: Alonso Díaz de Navarrete.- Chanciller: Juan Maldonado.- Don Juan de Idiáquez. El licenciado don Pedro de Vega.- El licenciado don Juan Serrano Zapata.- El licenciado don Mendo de Benavides.

(Continúa la escritura de fundación) Y usando de la dicha real provisión y licencia poniendo en efecto la dicha fundación otorgamos cada una de las partes de guardar y cumplir demás de las condiciones y lo que se nos manda las cláusulas, capítulos y condiciones siguientes.

1.- Primeramente es condición que la dicha provincia y religión ha de tener de obligación y queda obligada a sustentar siempre esta fundación que sea de frailes recoletos descalzos de la dicha pro-vincia de Granada, sin que en ningún tiempo pueda mudar la dicha religión descalzos recoletos y si la mudase, por la misma razón, quede desobligada esta Villa y pueda pedir otra cualquiera fun-dación.2.- Y con condición que el dicho convento haya de ser y sea ahora, y para siempre jamás, en la er-mita de Señor Santiago, que es dentro de esta villa y en lo contiguo a ella, sin poder mudar el dicho convento a otra parte ni sacarla fuera de la villa.3.- Y es condición que estando fundado el dicho convento de forma que tenga bastante paridad ha de tener obligación la dicha provincia, y desde luego queda obligada a tener, y tenga ordinariamente doce religiosos, que asistan en el dicho convento y esto ha de ser por lo menos, entre los cuales ha de haber de ordinario dos predicadores y cuatro confesores, los cuales hayan de asistir los dichos predicadores y confesores, desde luego, en el entre tanto que se va prosiguiendo la dicha fundación y en cuanto a los confesores por ahora mientras se acaba el dicho convento se entienda que hayan de asistir los dos confesores con los dichos predicadores y acabado el dicho convento ha de haber la cantidad que va declarada.4.- Y es condición que los dichos religiosos y convento han de traer cada Adviento y Cuaresma de cada un año el predicador que pidiere y señalare esta dicha Villa, siendo como ha de ser de la dicha Recolección y así lo ha de proveer el padre provincial de la provincia.5.- Y es condición que la dicha provincia y religión y su provincial y los demás superiores y los que asisten en este dicho convento han de ser y quedar, desde luego, obligados, demás de las dichas condiciones, a guardar y cumplir la dicha Real Provisión facultad y licencia de Su Majestad y las condiciones que en ella se declaran, porque conforme a ellas se hace este asiento.

Porcuna 2012

Y habiendo visto y entendido su paternidad del padre fray Juan Ramírez, provincial de la dicha provincia de Granada de la Orden de Señor San Francisco, la dicha Real Provisión capítulos y condiciones de ella y los demás por parte de esta villa, estando presente a todo ello por sí y por toda la dicha provincia, en virtud de la autoridad y licencia particular que tiene del general de la dicha Orden, otorgó que aceptaba y aceptó la dicha Real Provisión y condiciones de ella y las demás como en ellas y en cada una de ellas Su Majestad lo manda, y se obligó por sí y en nombre de toda la dicha provincia y por los demás sus suceso-res de guardar y cumplirlas, como en ellas y en cada una de ellas se contienen, sin pleito, ni contradicción alguna y se obligó por la dicha provincia y en nombre de ella y de la dicha religión que en ningún tiempo alegarán posesión, costumbre, prescripción ni exención de la dicha Orden ni impetrarán sobre ello bulas apostólicas, ni otro remedio de que puedan usar y aunque le sean concedidas a la dicha provincia, desde luego, para siempre jamás, las renuncian para no usar de ellas en perjuicio de la dicha Orden de Calatrava y sus renta maestrales y cualquier derecho y remedio, de que se pueda valer y aprovechar la dicha provincia en daño y perjuicio de la dicha Orden, no valga, ni gane preeminencia derecho ni posesión alguna y se obligó de hacer presentación de esta escritura y condiciones ante Su Majestad como Rey y señor natural, a quien pertenece como administrador perpetuo de la dicha Orden en el primer capítulo general que se celebrare de las dichas Órdenes, para que en él lo vea Su Majestad, y siendo servido se apruebe todo la capitulado en este asiento y siendo mandado revocar algo de él o todo se haya de estar y pasar por lo que Su Majestad y su capítulo general ordenare y mandare, para lo cual por parte de la dicha provincia se hayan de otorgar y otorguen cuales cualquier escrituras con las condiciones e declaraciones que fueren necesarias y fueren pedidas todo lo cual se obligó de guardar y cumplir con que por parte de la dicha villa guarde los capítulos y condiciones en la forma siguiente.

1.- Primeramente con condición que se haya de hacer en la fundación y fábrica del dicho convento una planta conforme a la cual se vaya haciendo el edificio de ella y que el tiempo en que se ha de fenecer ha de ser dentro de diez años primeros siguientes, que quede la dicha obra con perfección acabada, que se entiende iglesia, sacristía, claustro, dormitorios, refectorio, hospedería, enfermería, huerta con su cerca, con las demás oficinas necesarias, todo en la forma y disposición de la dicha planta, la cual ha de quedar y quede al arbitrio de los maestros y superior que estuviere en el dicho convento y asistiere a la dicha obra.2.- Y condición que esta dicha Villa, y particulares de ella, han de quedar, como desde luego quedan obligados, a acudir a esta santa fundación y obra con sus limosnas, las cuales han de ser y son a cargo del concejo de esta Villa, que es o fuere, el recogerlas y distribuirlas a sus tiempos, conforme se ofrecieren las necesidades de la dicha fundación, acudiendo siempre al orden superior que hu-biere en el dicho convento, porque ha de quedar y queda por cuenta de la dicha Villa la prevención de materiales y alarifes y lo demás que fuere necesario para la dicha fundación, sin que los dichos religiosos tengan que entrar ni salir en el dicho gasto, más que a dar la traza que convenga en los dichos diez años, haciendo en cada uno de ellos todo lo más que se pudiere para que con brevedad tenga efecto.3.- Y condición que la cofradía de Señor Santiago ha de quedar, y queda obligada, a gastar por ahora y gaste la renta de la cofradía en la obra y fundación del dicho convento y después perpetuamente lo gaste en las cosas tocantes al culto divino y sacristía, atento a que la dicha renta se gasta en misas que se dicen por los bienhechores y los dichos religiosos suceden en el mismo derecho, pues con-forme a su instituto las dicen por la misma intención y bienhechores sin llevar ningún interés por ellas, y la dicha cofradía ha de hacer voluntariamente lo contenido en esta condición, según lo tiene ofrecido en el cabildo abierto, que se hizo, todo lo cual la dicha cofradía lo ha de gastar con cuenta y razón, sin que los dichos religiosos tengan que entrar ni salir en los dichos gastos, ni adquirir, ni pretender propiedad título o señorío, ni otro derecho en ello, porque sólo se pretende que tenga efecto la dicha fundación y que se vaya gastando por vía de limosna lo que más menesteroso sea, a voluntad del superior del dicho convento y que la dicha cofradía ahora ni en ningún tiempo se pueda apartar ni aparte de esta condición, ni reclamarla, ni remover la dicha cofradía del dicho convento, donde de presente está y ha estado, atento a que desde luego declaran que la dicha cofradía es limos-na general sin que ninguna persona particular tenga en ella propiedad ni señorío alguno, y el dicho convento quede obligado desde luego a dar una sepultura en la capilla mayor de la dicha iglesia, para si alguno de los dichos cofrades o sus mujeres o sus hijos o sucesores en la dicha cofradía se quisieren por devoción enterrar en ella, para que puedan enterrarse los sobre dichos tan solamen-te y no otros y de esta condición se ha de pedir confirmación a Su Majestad y señores de su Real Consejo de las Órdenes y siendo necesario, desde luego, la dicha cofradía lo piden y suplican a Su Majestad lo tenga por bien y prometen por sí y en nombre de los demás sus sucesores, que adelante fueren, que lo guardarán y cumplirán todo ello a satisfacción del superior del dicho convento como está declarado.4.- Y condición que cada y cuando que el superior del convento manifestare al dicho concejo alguna necesidad, tocante al dicho convento y religiosos, así sanos como enfermos, tenga obligación y des-

Feria Real

de luego queda obligado a acudir a ello y socorrer con sus limosnas las tales necesidades.5.- Y es condición que ni el dicho concejo, ni los dichos vecinos de ella, ahora para siempre jamás puedan admitir ni traer otra alguna religión para fundación de otro convento, así en esta villa como en su distrito, más que del que se pretende fundar, y esta condición y capítulo se guarde inviola-blemente, y Su Majestad la mande ejecutar y cumplir, atento a que la dicha religión ofrece tener en esta villa bastantemente todo lo que fuere necesario para el bien espiritual de las almas, en lo que es confesiones y predicaciones, y teniendo en el dicho convento cuatro confesores y dos predicadores ordinariamente.6.- Otro sí atento a que el fin principal, que a esta Villa ha movido a la fundación del dicho convento, ha sido y es tener de una vez religiosos predicadores y confesores que asistan de ordinario a los ministerios de predicar, confesar y administración de sacramentos, sin que sea necesario traerlos de fuera parte, como hasta aquí se ha hecho y solía hacer, lo cual esta Villa y vecinos gratificaban con sus limosnas y estas las quieren aplicar y desde luego las aplican para ayuda a la fundación del dicho convento y sus-tento de los dichos religiosos.7.- Con condición que esta Villa ha de quedar y quede obligada, desde luego, que de aquí en adelante, para siempre jamás, no traigan predicadores ni confesores a la dicha Villa de otra Orden, y si el Consejo Real de Órdenes o el vicario general de esta dicha Orden quisiere nombrar y pretendiere o lo notare, otro algún predicador o confesor, esta Villa lo contradiga y quede obligada a la defensa y pidan y supliquen a los señores del dicho Real Consejo de las Órdenes confirmen esta condición dando su Real Provisión, para que el dicho vicario que es o fuere no haga los tales nombramientos pues con esto cesarán cuales-quier pleitos e inconvenientes entre esta Villa y el dicho vicario y tendrá efecto lo que se pretende.8.- Y condición que el concejo de esta Villa, como justicia y cabeza de ella, y a cuyo cargo es y queda el acudir a las necesidades del dicho convento referidas, ha de tener y tenga obligación en cada un año en su ayuntamiento hacer cabildo y nombrar y nombre por nombramiento dos personas diputadas del dicho cabildo, las que sean más convenientes y a propósito que tengan cuidado y obligación precisa de acudir y acudan a las necesidades que se ofrecieren a los dichos religiosos y convento conforme las manifestaren.

Con las cuales dichas condiciones de suso declaradas ambas partes cada una por lo que así toca se obligaron de las guardar y cumplir y ejecutar en todo y por todo como en ellas y en cada una de ellas se contiene y poden y suplican al Rey nuestro señor y a los señores presidente y oidores de su Real Consejo de las Órdenes y al Capítulo General que se celebrare, donde esta escritura y condiciones fueren presentadas por parte del dicho convento, las manden confirmar y confirmen, que siendo por Su Majestad confirmadas y aprobadas, los del dicho concejo por lo que así toca en voz y en nombre de él se obligaron de lo guardar y cumplir so expresa obligación que de ello hicieron de los propios y rentas del dicho concejo, habidos y por haber, y el padre fray Juan Ramírez, en nombre de la dicha provincia y religión, se obligó y obligó a la dicha provincia y religión a guardar y cumplir las dichas condiciones por su parte y de la dicha religión de suso declaradas y guardarán y cumplirán la dicha Real Provisión y pedirán confirmación a Su Majestad y su capítulo general otorgando las escrituras que les fueren pedidas con las condiciones y declaraciones, fuer-zas, renunciación de leyes, sumisiones, que les fueren pedidas y fueren necesarias, renunciando como desde luego renuncia por sí y por toda la dicha provincia los fueros y derechos, bulas apostólicas, motuos propios y otros cualesquiera en favor de la dicha provincia, así privilegios, estatutos, o en otra cualesquier manera para que no le valgan a las dicha provincia ni religión, en razón de lo contenido en la dicha Real Provisión y capítulos y condiciones en ella insertos, porque en cuanto a ello sujetó a las dicha provincia y religión al dicho Real Consejo de las Órdenes y Capítulo General, para que lo manden guardar y cumplir como en ello se contienen y siendo necesario renunció, por la dicha provincia y religión, cualesquier leyes, estatutos, bu-las apostólicas y otros motuos propios de que se pueda y pretenda aprovechar la dicha provincia y religión, para que no conozca de ello en esta causa, salvo el dicho Real Consejo y capítulo general a cuyo fuero y jurisdicción sometió a la dicha provincia y religión, renunciando como renunció al propio suyo de la dicha provincia, para en este caso, y la ley sit convenerit de jurisiditione omnium judicum para que apremien a la dicha provincia y religión a lo así guardar y cumplir como si estuvieran sujetos al dicho Real Consejo de Órdenes y Capítulo general, para que todo ello tenga cumplido efecto como Su Majestad lo manda, como si fuera sentencia pasada en cosa juzgada de juez competente dada contra la dicha religión y consentida y todos juntos, los dichos concejo y provincial, para el cumplimiento de lo que dicho es y que a cada uno le apremien a lo así cumplir, dieron poder al dicho Real Consejo de las Órdenes para que les apremien como por sentencia pasada en cosa juzgada y consentida, renunciaron las leyes, fueros y derechos de su favor y la general de leyes que prohíbe general renunciación y estando presente la cofradía de Señor Santiago de esta dicha villa, a saber, don Francisco de Salazar, alcalde de la dicha cofradía, don Jerónimo de Pareja, Pedro de Valdivia Olid, Juan de Porcuna Valenzuela, regidores, habiendo visto y entendido el capítulo, que por parte de la dicha cofradía se ha ofrecido para la dicha fundación y lo demás contenido en esta escritura, otorga-ron en nombre de la dicha cofradía, que obligaban y obligaron a los oficiales que de presente son y fueren,

Porcuna 2012

que guardarán y cumplirán lo ofrecido por la dicha cofradía como se contiene en el dicho capítulo y piden y suplican a Su Majestad y su Real Consejo de las Órdenes manden dar su confirmación, para que tenga cumplido efecto y se obligan y prometen de no revocar ahora, ni en ningún tiempo, so expresa obligación que para ello hicieron de los bienes y rentas de la dicha cofradía, dieron poder cumplido al dicho Real Consejo de las Órdenes para que les apremien como por sentencia pasada en cosa juzgada y consentida, renunciaron las leyes de su favor y la general de leyes que prohíbe general renunciación, en cuyo testimonio otorgaron la presente ante el escribano del cabildo de esta villa de Porcuna y testigos que fueron presentes, que es hecha y otorgada en la villa de Porcuna en cuatro días del mes de septiembre de mil seiscientos y doce años siendo testigos don Diego de Vargas Bibero gobernador y justicia mayor de este partido, y don Antonio de Castejón del hábito de Calatrava, y el licenciado Miguel Ogazón alcalde mayor de este partido y Juan de Artalecu contador de este partido y don Cristóbal de Aguilera Serrano y don Francisco Ruiz de Torres y don Pedro de Nava Valdivia, vecinos y estantes en esta villa y los dichos otorgantes lo firmaron, a los cuales yo el escribano del cabildo doy fe conozco. Fray Joan Ramírez, provincial; Don Jerónimo de Pa-reja, Cristóbal Martín de Quero, don Francisco de Aguilera, Francisco Maldonado, Pedro de Ortega Vallejo, Pedro de Valdivia Olid, Antón de Montilla, Don Francisco de Salazar, Joan de Porcuna Valenzuela.- Ante mí Luis Dávila Rivera, escribano del cabildo. Yo Luis Dávila Ribera escribano del cabildo de la villa de Porcuna por Su Majestad fui presente al otorgamiento de esta escritura con los testigos en lo que de mí se hace mención y lo signé y no lleve derechos, de que doy fe.- En testimonio de verdad: Luis Dávila Ribera, escribano del cabildo.

(Fin escritura de fundación, continua la provisión real) Fue acordado que debía dar esta mi carta en la dicha razón, e yo túvelo por bien, por la cual con-firmo, la ratifico y apruebo la dicha escritura suso incorporada y doy licencia y facultad para que conforme a lo en ella contenido y otorgado y a lo demás referido, sin perjuicio de mis rentas reales y maestrales y de otro tercero alguno, se pueda fundar y funde el dicho monasterio de la Orden de Señor San Francisco de los descalzos menores de la regular observancia en que haya de haber los dichos doce frailes con tanto que desde ahora para siempre se hayan de guardar y guarden las cláusulas y capítulos y declaraciones expresa-dos en la dicha mi carta y provisión por mi mandato libradas que en la dicha escritura está incorporada, sin excederse en ello en cosa alguna y como en la dicha escritura queda obligada a ello la dicha Orden de San Francisco y frailes que residiesen y por tiempo fueren en el dicho monasterio y con que todos los pleitos que se causaren a pedimento del dicho monasterio o contra él tocando a las personas de los religiosos y espiritualidad hayan de pasar y pasen ante el prelado que es o fuere en el dicho monasterio y ante el dicho mi Consejo de las Órdenes y los que tocaren a bienes, posesiones y otros derechos y preeminencias en lo temporal hayan de pasar antes la justicia ordinaria de la dicha villa de Porcuna y ante los del dicho mi Consejo de las Órdenes y que en ninguna manera en cuanto a lo suso dicho no puedan tomar conservador ni pretender quitar la jurisdicción y conocimientos de todas las dichas causas civiles y criminales a la dicha Orden de Calatrava ni sus jueces por ella puestos. Y edificado y fundado el dicho monasterio, en la manera y con las condiciones dichas, mando al comendador mayor, clavero, prior, sacristán, obrero y a los otros comendadores, caballeros, priores y freiles de la dicha Orden de Calatrava y a los mis visitadores generales que son o fueren en el dicho partido y a mi gobernador o juez de residencia que es o por tiempo fuere en él y a otras justicias y jueces, concejo, alcaldes, regidores y vecinos de la dicha villa de Porcuna y a cada uno en su jurisdicción, por lo que les toca, cumplir lo en esta mi carta contenido, que dejen y consientan hacer y edificar el dicho monasterio en la dicha villa de Porcuna según dicho es, y sin que en ello pongan, ni consientan poner embargo, ni contra-dicción algunas, so pena que los comendadores y personas de hábito y religión que contravinieren les será demandado según Dios y Orden y las otras personas incurran en penas de la mi merced y de doscientos ducados de oro para la mi cámara al que lo contrario hiciere de lo cual mandé dar la presente firmada de mi mano y refrendada de mi infrascrito secretario de la dicha Orden y sellada con el sello de ella, en el Pardo a veintisiete días del mes de noviembre de mil y seiscientos y trece años. Yo el Rey. Yo Francisco González de Heredia secretario del Rey nuestro señor la hice escribir por su mandado. Registrada, Claudio de Cos. Chanciller, Juan Maldonado. Licenciado don Antonio de Pedrosa, Licenciado don Juan Serrano Zapata, Licenciado don Alonso de Cabrera. Don Pedro de Álava.

(Archivo Histórico Nacional, Órdenes Militares, Histórico de Toledo, expediente 45.858, se encuentra también en los expedientes 47.548 y 35.990)

Feria Real

Historia y Mito del PriMer rey de Porcuna

MARTÍN ALMAGRO-GORBEA

La bella ciudad de Porcuna, que desde el alto en que está situada domina una feraz campiña de olivos, posee una de las historias más inte-resantes y mejor documentadas de la antigua Hispania, nombre con el que fenicios y romanos denominaron a la Península Ibérica. Habitada desde el III milenio a.C., hacia el siglo VII a.C. debió ser colonizada por los tartesios, que le dieron el nombre de Ipolca, que, trans-formado, ha perdurado hasta la actualidad. En la Antigüedad, Ipolka aparece documentada en sus monedas y también la citan como ’ (Obulkon), los geógrafos griegos Estrabón (III,141 y 160) y Ptolomeo (II,4, 9). Los ro-manos la denominaron Obulco (Plinio III,10), tal como confirma la epigrafía (CIL: II, 2126 y 2131; etc.). Más complejo es saber qué significa Ipolca-Obulco. Se trata de un nombre de población característico de los tartesios, cuya primera parte Ipo-, debe significar “ciudad”, en taertesio, lo que apunta a que debió ser fundada por éstos en el siglo VII a.C. La segunda parte, -olca, fue relacionada por An-tonio Tovar con la palabra celta olca, que significa ‘tierra de labor’, ‘huelga’, por lo que Ipolca-Porcuna significaría “Ciudad de las huelgas”, del terreno fértil, placentera”. Sin embargo, la proximidad de olca a etnónimos como el de los Olcades, pueblo celta de la Serranías Ibéricas, que es el precedente de los Lobetani, permitiría relacionar Ipolca con la raiz *wlks, ‘lobo’ en indoeu-ropeo, lo que plantea la hipótesis de que Ipolca significara la “Ciudad de los lobos”. La fundación de la ciudad de Ipolca debe ponerse en relación con la presencia de fenicios y griegos en Hispania, cuyos influjos transformaron las culturas indígenas, de las que surgen los tartesios e íberos, cuya oscilante frontera quedaba por tierras jienenses. Estos contactos permitieron la forma-ción de las primeras ciudades, con un artesanado desarrollado, el policultivo mediterráneo de trigo, vino y aceite, que ha perdurado hasta nuestros días, y una sociedad compleja, dirigida por reyes de origen sacro y estructurada en clanes familiares clientelares y caciquiles. Este contexto explica la aparición en Ipolca-Porcuna de un monumento tan sorprendente como el de Cerrillo Blanco. El yacimiento de Cerrillo Blanco constituye un conjunto de escultu-ras que aparecieron rotas en más de 1500 fragmentos, un verdadero rompe-cabezas, pues, además, no se debe haber conservado más del 30% del total. Unos gitanos encontraron los primeros fragmentos de escultura hacia 1974 y las llevaron al director del Museo Arqueológico de Jaén, D. Juan Gonzá-lez Navarrete. Éste, al comprender su gran interés, adquirió los fragmentos para el Museo y realizó excavaciones en el lugar del hallazgo desde 1975 a 1979. Además, junto a Constantino Unguetti, reconstruyó 19 esculturas y estudió y publicó todo el conjunto, trabajo completado años después por el espléndido estudio de Iván Negueruela, posterior Director del Museo de Jaén. Desde entonces las esculturas de Cerrillo Blanco han atraído el interés de numerosos arqueólogos, como Antonio Blanco Freijeiro, Ricardo Olmos

Porcuna 2012

y, en fechas recientes, Teresa Chapa, en cuyo estudio contó con la ayuda del cantero y escultor de Porcuna Miguel Aguilera Casado, pero todos los arqueólogos españoles y muchos extranjeros se han ocupado de estas esculturas, dado su singular interés. El monumento de Cerrillo Blanco se halla situado a poco más de 2 km al norte de la población de Porcuna y es un lugar dominante de todo el terri-torio, excepto por la parte sur, cuyo horizonte forma la ciudad de Porcuna. Se trata por tanto de un lugar estratégico elegido para que resaltara el monumento y fuera visible desde el arx o alcazaba de Ipolca don-de se ubicaría el palacio real. El monumento se construyó en un lugar elevado que ocupaba una necrópolis tartesia de in-humación, que debía pertenecer a los antepasados, reales o míticos, del constructor del monumento. Ofrecía fosas y cistas, en ocasiones con dos inhuma-ciones encogidas y con ajuares ricos, como fíbulas y peinetas de marfil, lo que confirma su fecha hacia mediados del siglo VII a.C. El monumento de Cerri-llo Blanco estaba formado por un amplio conjunto de esculturas humanas y animales que puede consi-derarse como el más importante conjunto escultórico de la Hispania prerromana y el más importante del Mediterráneo Occidental, al margen de los templos de la Magna Grecia. Las esculturas constituirían una representación de la “visión del mundo” del rey íbero de Ipolca que lo mandó construir hacia el 480 a.C., pues debe interpretarse como un Herón o santuario dedicado a sus ancestros. Sin embargo, dos o tres ge-neraciones después, hacia el 400 a.C., las esculturas fueron sistemáticamente destruidas y enterradas en el lugar, en el que surgió una necrópolis de incineración, que, como otras del mundo ibérico, se supone que corresponde a gentes que se enterraban en el lugar por considerarse descendientes del personaje que había construido el monumento y ‘clientes’ o personajes de-pendientes, devotos de su memoria. La temática del Herón de Porcuna es bien conocida por su belleza e interés. Una buena parte son re-presentaciones de guerreros, en luchas personales, como el caballero con espada de frontón con un cuchillo en la vaina que alancea a un caído con espada de antenas, o el “Guerrero de la doble armadura”, protegido por su disco-coraza. Otras escenas ofrecen luchas con fieras o animales mitológicos, como el león, que era un ser mítico entre los íberos, o la lucha de un héroe con un grifo o Grypomachia. Más singulares resultas varias escenas de caza, de una liebre con perro, de perdices, etc. Otras figuras visten trajes talares largos, que indican su edad y alto estatus social y su autoridad ceremonial y religiosa. Un último grupo de esculturas son diversos animales mitológicos característicos de la estatuaria ibérica, como el león, toro, esfinge, águila, etc. Este conjunto escultórico ofrece especial interés por su estilo. Es obra de uno o de varios artistas for-mados en un taller jonio-focense del arcaísmo final, como evidencia su gusto por el movimiento, su sentido plástico del cuerpo humano y de los animales, los pliegues paralelos de sus telas y los rasgos de las caras. La calidad de alguna de éstas, a pesar de cierta falta de capacidad en algunos detalles, obliga a pensar en un escultor jonio que habría formado escuela entre los íberos, pero su estilo jonio hace suponer que procedía de la ciudad de Focea, en Asia Menor, aunque habría llegado a través de Emporion-Ampurias y de sus fac-toría en el Sureste de Hispania, como lo evidencian las esculturas del Herón de Ilici, las más parecidas por su estilo a las del Herón de Ipolca. Este contexto estilístico permite fechar con bastante precisión el conjunto escultórico hacia el 480 a.C. Las características técnicas indican que son obra de un solo taller, aunque con varios artífices, probablemente dirigidos por el artista que se ocupó de labrar las esculturas principales. Eran escultores

Feria Real

especializados en hacer esculturas en arenisca caliza o calcarenita, que en este conjunto se ha identificado como ‘Piedra de Santiago de Calatrava’. Las escultu-ras, de bulto redondo, se labraban en un proceso que supondría primero extraer un bloque de piedra de la cantera, trasportarlo hasta el Cerrillo Blanco o sus alrededores; después, se labraba con escoplo, a conti-nuación, se pulía la superficie de las partes visibles y, finalmente, se pintaba con colores planos, para nues-tro gusto chillones, por lo que estas esculturas prelu-dian el gusto por la escultura polícroma que desde entonces es tan popular en Andalucía. Este gusto por la policromía y el movimiento es similar también al que ofrecen las la esculturas de los frontones de algu-nos templos griegos, como el templo de Afaia en la isla de Egina o el templo de Zeus en Olimpia, éste úl-timo obra temprana de Fidias, el autor del Partenón, considerado el mayor escultor de todos los tiempos, ambos conjuntos fechables entre el 490 y el 460 a.C. Más difícil es sabe cuanto tiempo pudo suponer para estos escultores hacer las esculturas. La labra comple-ta de una figura hasta el pintado final pudiera calcu-larse en torno a unos 6 meses, por lo que el conjunto

debió necesitar varios años de trabajo, quizás dos o tres. Otro tema de interés es saber quién lo hizo y para quién. Como se ha indicado, el artista debe con-siderarse un escultor jonio o jonio iberizado, como evidencia su estilo, mientras que el tema heroico de las esculturas indican que se trata de un Herón o santuario dinástico, lo que permite plantear que corresponde al rey ibérico que gobernaba la población de Ipolca hacia el 480 a.C., que sería quien encargó y sufragó el monumento. Esta interpretación del conjunto escultórico ayuda a comprender que sus esculturas fueran destruidas y sus fragmentos enterrados hacia el 400 a.C., pues al ser un Herón dedicado a los antepasados de la dinastía local, contribuía a sustentar su poder político e ideológico, por lo que su destrucción pro-bablemente refleja conflictos sociales. Además, la rotura intencionada de las esculturas, en especial, de las cabezas, debe considerarse un acto mágico de damnatio memoriae para ‘destruir’ la fuerza del antepasado divinizado que representaban las esculturas. Este rey de Ipolca-Obulco-Pocuna, quizás de origen tartesio, heroizado o divinizado después de su muerte, sería considerado el antepasado y ‘Patrono’ de todos sus sucesores y de los habitantes de Ipolca. El estilo de las esculturas indica que vivió hacia el 480 a.C., fecha de indudable interés, pues corresponde a las Guerras Médicas, en las que los griegos derrotaron a los persas en las batallas de Maratón y Salamina, en Grecia, y en Himera, contra los púnicos, en Sicilia. Este paralelismo hace suponer que los focenses, des-de Ampurias, impulsarían alianzas con reyes ibéricos contra los tartesios, aliados de los fenicios de Cádiz y de las colonias púnicas de Hispania. Estas alianzas filohelenas dejaron como huella la colaboración de artistas jonios al servicio de una política monumental que exaltaba a las élites dirigentes ibéricas aliadas de los griegos. Este contexto histórico es la causa de la sorprendente aparición de un monumento tan bello, de tanta calidad y de estilo tan helénico en el interior de Andalucía, pues Ipolca sería un destacado reino de indudable riqueza e importancia estratégica, ya que controlaba la Vía Heraclea que unía el Levante y el Sur de Hispania. Las esculturas relataban las hazañas míticas de ese rey de Ipolca-Porcuna, que sería considerado como el Primer Rey o Héroe Fundador. Debió nacer de forma ‘milagrosa’, como otros héroes míticos, como Habis, el rey fundador de Tartessos, o como Rómulo en Roma, quizás como éste nacido del fuego del hogar regio junto a un hermano gemelo. Sería expulsado de la sociedad y arrojado al monte, donde aprendería a cazar y a dominar los animales, hasta convertirse, siempre con ayuda divina, en el Señor del los Animales, tal como aparece representado en las escenas de caza y en un personaje entre cabras. También domesticó el caballo y desarrolló la equitación, por lo que sería considerado un afamado jinete y patrono de los caballeros. Ya convertido en un héroe más fuerte que el resto de los hombres gracias al apoyo divino, en una nueva fase de su vida lucharía con los leones, grifos y demás monstruos que ocupaban la tierra, para liberarla del mal y para que los hombres pudieran vivir en paz en ella. Después, parece haberse en-

Porcuna 2012

frentado a los enemigos que habían ocupado o que querían invadir o robar el país, hechos recordados por las esculturas de guerreros de tema épico. Entre estos hechos, pudo llegar hasta el Infierno, para ver a sus antepasados y conocer su futuro o para perseguir a algún animal maligno, como el jabalí infernal. Una vez librado el territorio de males y amenazas, inventaría el arado y enseñaría la agricultura a los hombres, como el rey tartesio Habis, y trazaría con el arado el surco primordial de la nueva ciudad, de la que era el Fundador, en la que encendería el primer fuego, con el que se celebraría el primer sacrificio, en cuyo banquete participarían dioses y hombres, sellando su alianza para el futuro. También daría las leyes que regían la sociedad, como Habis, para ordenar la vida humana, tal como justifican y apoyan los mitos representados en las esculturas de su Herón. Una vez muerto, fue heroizado o divinizado y sería adorado como el dios ‘Patrono’ que protegía a sus descendientes, que eran los habitantes de la ciudad de Ipolca-Porcuna. En resumen, el Herón del Cerrillo Blanco parece estar dedicado al mito del Héroe Fundador de la ciudad de Ipolca-Porcuna, mito que constituía la base ideológica de la organización política de la sociedad como ciudad-estado. Además, es posible que incluso se diera a la ciudad y al reino el nombre de su funda-dor, por lo que Ipolca significaría “Ciudad ¿del (rey) Lobo?”, como Edecón, fundó Edeta (Liria, Valencia) y pasó a ser el rey de los Edetanos o el celtíbero Sego, ‘el Victorioso’, debe considerarse el Héroe Fundador de Segobriga, ‘Ciudad del Victorioso’. Las esculturas de Cerrillo Blanco, aunque de carácter mítico, también permiten su interpretación histórica. El estilo y la calidad de las figuras indican que se trata de un rey ibérico aliado de los focenses que reinó hacia el 480 a.C. Las esculturas de su Herón indican que, probablemente con apoyo de los griegos, de-bió luchar contra celtíberos, quizás mercenarios de los fenicios de Cádiz, hasta fortalecer su reino y ampliar y asegurar su territorio con su capital en Ipolca-Porcuna, de la que sería considerado el Héroe Fundador y el iniciador de la dinastía regia local, pues sus descendientes tendrían en este antepasado el elemento esencial para sustentar su poder económico, social y político. Este es el motivo que explica la construcción de un gran monumento que honraría su memoria y que daba prestigio a sus descendientes. En resumen, el magnífico conjunto de esculturas de Cerrillo Blanco debe ser un motivo de profundo orgullo para los habitantes de Porcuna y de toda España. Al margen de su fuerza y belleza, no exentas de misterio a pesar de los continuos esfuerzos de los arqueólogos por desentrañar su significado, testimonia la importancia de la ciudad de Ipolca-Porcuna desde el siglo V a.C., con una monarquía fundada por un rey de derecho divino, que había consolidado su territorio en guerras ocurridas durante los conflictos geopolíticos de su época en el Mediterréneo. Esta monarquía seguramente debió pervivir hasta la II Guerra Púnica o la Conquista Romana, hacia fines del siglo III a.C., pero después aparece sustituida por dos magistrados, probablemente electos, que aparecen en las monedas por ellos acuñadas, pero que, sin embargo, mantienen los símbolos del Héroe Fundador y Patrono de Ipolca: su cabeza en el anverso y el arado y la espiga, en el reverso. Se trata, por tanto, de una larga historia que engrandece el pasado de la bella ciudad de Porcuna. Por todo lo expuesto, las esculturas de Cerrillo Blanco son parte de nuestra historia, nos ayudan a comprender mejor cómo hemos llegado a vivir en una ciudad con normas, que eso significa ser ‘civilizados’, esto es, a ser lo que somos y a saber por qué somos como somos. Por ello, esas bellas esculturas forman parte de nuestra memoria y de la de toda la humanidad y su carácter, su fuerza y su belleza reflejan la sin-gular personalidad de la ciudad de Porcuna, de sus gentes y de su paisaje.

Feria Real

El toro orientalizante de Porcuna (Jaén)

The orientalizing bull from Porcuna (Jaén)

Teresa chapa BruneT*, luis emilio Vallejo**

*Departamento de Prehistoria. Universidad Complutense. 28040 Madrid. [email protected] **Director del Museo y Conjuntos Arqueológicos de Porcuna. 23790 Porcuna (Jaén). [email protected]

Recibido: 26-06-2011 Aceptado: 30-01-2012

Resumen La escultura en piedra ha sido considerada como un elemento diagnóstico de la Cultura Ibérica. Sin embargo, recientes hallazgos y revisiones de piezas permiten apreciar que también se recurrió a estas manifestaciones iconográficas en épocas pre-ibéricas. Se presenta como ejemplo el toro echado de Porcuna como evidencia de la escultura orientalizante en piedra en el área central de Andalucía, proponiéndose una cronología de fines del s. VII o inicios del s. VI a.C. Al análisis iconográfico tradicional se añade una primera valoración como obra de un taller escultórico, analizando los complejos trabajos de diseño y manufactura aplicados en esta obra. Uno de los aspectos más interesantes es la presencia de elementos accesorios, probablemente de materia-les valiosos. Proponemos asociar este toro a un lugar de culto situado en la entrada de la antigua población de Porcuna.

PalabRas Clave: Península Ibérica. Periodo Orientalizante. Escultura en piedra. Toro echado. Talleres de escultura. Apliques metálicos.

abstRaCt: The stone sculpture has been considered as a diagnostic feature of the Iberian Culture. Nevertheless, recent fin-dings and re-examination of old ones suggest that it was already employed in pre-Iberian times. The kneeling bull from Porcuna is presented here as an evidence of the orientalizing stone sculpture in Central Andalusia, and a dating around the end of the 7th or the beginning of the 6th century BC is proposed. In addition to the iconographic study, the sculpture is also dis¬cussed as a workshop product, analyzing the complex skills of design and manufacture displayed, from the stone cutter to the master sculptor. One of the most interesting aspects is the presence of applied elements, probably made of valua¬ble materials. It is also proposed that the bull was placed on a cult place at the entrance of the ancient town of Porcuna.

Key woRds: Iberian Peninsula. Orientalizing period. Stone Sculpture. Kneeling Bull. Sculpture workshops. Metal Attach-ments.

suMario: 1. Introducción. 2. Descripción de la pieza. 3. Diseño y proceso de talla. 4. Adornos florales y elementos accesorios. 5. Contexto cultural e iconográfico. 6. Hipótesis sobre el monumento al que corres-pondería la escultura. 7. Conclusiones. 8. Agradecimientos. Referencias bibliográficas. Complutum, 2012, Vol. 23 (1): 121-143 http://dx.doi.org/10.5209/rev_CMPL.2012.v23.n1.39534

1. Introducción El toro echado, que por sus dimensiones en relación a los grandes novillos del Cerrillo Blanco suele ser denominado como “torito de Porcuna”, ha sido justamente reconocido como una obra exquisita de la escultura ibérica. Las publicaciones disponibles sobre esta pieza apenas ofrecen datos sobre las circunstan-cias de su hallazgo y su traslado a Jaén, lo que hace pertinente ampliar esta información con las noticias que hemos podido recopilar hasta el momento1. La escultura apareció en 1946, en el “Haza de Napoleón”, frente al actual cuartel de la Guardia Civil, cuando se procedió a desmontar un terraplén para abrir y mejorar el camino desde Porcuna hacia Alharilla y Arjona. En este lugar había una escombrera, y allí se recuperó el toro, aunque se desconoce

Porcuna 2012

si formaba parte de los vertidos realizados por las viviendas del entorno o si –como parece más proba-ble- apareció en las remociones asociadas al desmon-te. La obra se realizó bajo la dirección de Ramón Pajares Pardo, y el toro fue llevado directamente a la sala de bóvedas situada en los bajos del Ayuntamien-to, donde se acumulaban los objetos arqueológicos e históricos procedentes de donaciones o de encuen-tros fortuitos. Esta zona ha sido muy rica en restos, aunque siempre faltos de contexto. Entre ellos cabe citar unos capiteles con motivos trenzados, de época ibérica plena o tardía, asociados seguramente a un edificio de culto. Estas piezas se conservan en Porcu-na y permanecen inéditas. A principios de la década de 1950, el alcalde quiso obsequiar a Pajares Pardo con algunos de los restos conservados en estas salas, en reconocimiento a su importante labor como arquitecto de “Regiones Devastadas” en Porcuna, y éste trasladó a su casa el toro. De esta época es la primera imagen que con-servamos, realizada por el fotógrafo César Cruz (Fig. 1). Algo más tarde la pieza fue cedida por el propio Pajares Pardo al Instituto de Estudios Giennenses, de donde pasó al Museo de Jaén en 19732, siendo su número de inventario CE/DA00818. Los diversos hallazgos realizados, tanto en el casco urbano de Porcuna como en su término mu-nicipal, nos indican que en este lugar existió un cen-tro de producción de esculturas que perduró largo tiempo. Además de la figura que estudiamos, en el vecino Cerrillo Blanco, situado a menos de 2 km de distancia en dirección norte, se localizó el conjunto más importante de esculturas ibéricas del s. V a.C. conocido hasta la fecha (González Navarrete 1987; Negueruela 1990). El Museo Municipal de Porcuna alberga igualmente, junto a otros restos esculpidos, el cuerpo exento de una leona ibérica, donado por D. Juan Antonio Millán Casado, procedente de la “Cruz de San Pedro”. Otro león echado apareció en la entrada de una casa de la Calle Sagasta en 1970. La descripción que dio su descubridor, José Santiago Torres, destacaba el volumen de la melena, por lo que parece corresponder a una figura de época roma-na. Actualmente no se con-serva, ya que fue troceado y los fragmentos empleados en el relleno de una zona exterior del pueblo, hoy ca-lle San José. Años antes, en la década de 1920, se en-contró de forma casual una escultura representando un oso con la zarpa apoyada en una cabeza humana. Apare-ció en la actual Carrera de Jesús nº 27, antes “Calle del Sepulcro” (Cazabán 1927). Un estudio reciente ha si-tuado su cronología en el s. I d.C. (Beltrán y Loza 2005), revelando la continuidad de la talla en piedra

Figura 1.-Primeras fotografías del torito de Porcuna realizadas por César Cruz (Archivo: Museo de Porcuna).

en época romana. En la actualidad se conserva en el Museo Arqueológico Nacional. Esta concentración de hallazgos indica que la ciudad de Ipolca-Obulco tuvo gran importancia en la Antigüedad, y que los talleres de escultura sirvieron para mostrar y realzar la ideología de las élites dominantes (Fig. 2). El estudio histórico y social de este centro, enfocado desde una perspectiva territorial, ha sido el objetivo del “Proyecto Porcuna”, dirigido por el Dr. O. Arteaga, junto con A.M. Roos, F. Nocete y J.

Figura 2.- Localización de los hallazgos escultóricos en el cas-co urbano de Porcuna. 1. “Torito”; 2. León ibero-romano; 3. Capiteles ibéricos; 4. Oso con herma; 5. Leona. Mapa base: revista Trabajos de Prehistoria (CSIC).

Feria Real

Ramos (Arteaga et al. 1993). En él han participado igualmente diversos arqueólogos de Porcuna y otras procedencias. Su orientación, desarrollo y resultados preliminares han sido expuestos por Arteaga (1999), y aunque buena parte de los resultados permanecen inéditos, suponen la necesaria contextualización aqueológica de obras singulares como son las escul-tóricas. A pesar de haber sido muy citada en la bi-bliografía, la escultura del “torito” carece de un estu-dio específico, destacando las primeras valoraciones realizadas por Blanco (1960: 37-40), quien además proporciona fotografías de la pieza desde diversos ángulos (Blanco 1961-2, figs. 6-10) y posteriormente por Chapa (1980: 480-483), Negueruela (1992: III), León (1998: 80) y Olmos (1999: ficha 50.2). Como luego veremos, su inicial atribución a un contexto plenamente ibérico ha sido revisada por Almagro-Gorbea y Torres (2010), situándola en un momento anterior, de pleno s. VII a.C. En este trabajo pretendemos profundizar no sólo en los aspectos formales e iconográficos, buscando sus paralelos y su contexto cultural local (Fig. 3), sino entender la concepción, planificación y realización de la pieza desde el punto de vista del escultor. Este enfoque apenas ha sido desarrollado hasta el mo-mento en los estudios sobre estatuaria ibérica, a pesar de que permite una comprensión mucho más completa y profunda de las obras, al aflorar las ideas y la intencionalidad que subyacen a la percepción visual, así como el nivel y las limitaciones técnicas y artísticas que afectaron al producto escultórico final.

2. Descripción de la pieza El toro se encuentra en posición echada, con las patas dobladas sobre un plinto fino labrado en el mismo bloque. Sus dimensiones son 55,5 cm de alto, 70,5 cm de longitud y 20,5 cm de grosor. El

peso actual de la pieza es de 83,7 kg. Dos rasgos estructurales definen la innegable originalidad de su diseño: la curva del cuello, que marca la posición rebajada de la cabeza, y la línea oblicua del vientre, elevada hacia los cuartos traseros y resaltada sobre el vaciado interior de la piedra. La figura en su con-junto se aleja deliberadamente de los modelos reales para convertirse en un dibujo conceptual en el que se resalta su carácter de bóvido joven y ligero, cargado de simbolismo sagrado (Fig. 4). El perfil correspondiente al tabique nasal marca una línea vertical que indica la posición algo rebajada de la cabeza. Dominan en ésta los ojos, grandes y con la pupila redondeada, bien diferencia-da del globo ocular. Los párpados superior e inferior crean un marco bien resaltado que se refuerza con in-cisiones paralelas, tres por encima del primero y una bajo el segundo. Todas ellas confluían en el centro de la frente como si fueran los tallos desde los que surge la flor abierta que ocupa toda la frente, en cuyo centro se sitúa un orificio circular. Seis incisiones ver-ticales y paralelas ocupan la superficie entre cuernos, siendo la central algo más ancha, y no coincidiendo exactamente su centro con el pétalo central de la flor. Falta completamente el hocico a causa de una fractu-ra, probablemente intencionada, pero se conservan las carrilleras, de silueta subcircular, cuya superficie ha sido especialmente alisada. En ambas, izquierda y derecha, se ha practicado un orificio con el fin de insertar un elemento accesorio. Las orejas quedan pegadas al cuello y su forma es acorazonada, con bordes bien definidos y una espiga central que dibuja una división interior. Su presencia se superpone a las líneas curvas alusivas a

Figura 3.-Yacimientos citados en el texto: 1.Porcuna; 2.Ar-jona; 3.Los Villares de Andújar; 4. Santa Sofía; 5.La Vic-toria; 6. Santaella; 7.Osuna; 8.Montemolín; 9.Carmona; 10. Carambolo; 11. Cádiz; 12. La Joya; 13. Medellín; 14 Cerro del Prado; 15.Puente de Noy; 16.Baza; 17.Villari-cos; 18.Cigarralejo; 19.Pozo Moro; 20.Villajoyosa.

Figura 4.- El toro de Porcuna en perspectiva lateral, trasera y frontal (Foto: T. Chapa).

Porcuna 2012

las arrugas del cuello. Estas surgen de una línea, tam-bién incisa, que recorre longitudinalmente el cuello dorsal, y confluyen en la papada y la badana. Tras la última arruga, y con su misma morfología, se define una cinta que discurre sobre la cruz del toro y que termina en dos capullos verticales grabados en los hombros, cuyos laterales internos quedan en un pla-no ligeramente biselado respecto al resto. En cada lado del tórax se trazan cuatro pro-fundas incisiones verticales y paralelas para indicar las costillas, mientras que la línea inferior del vientre asciende de forma marcada hacia las ingles, en cuya zona se ha aludido a los órganos sexuales mediante un resalte. Nuevas incisiones, esta vez curvas y en número de tres, se localizan sobre ambos muslos. La cola, gruesa y de sección rectangular, surge entre los cuartos traseros para apoyar su extremo, en forma de mechones planos y paralelos, sobre el muslo izquier-do. Además del orificio ya citado correspon-diente a la flor frontal y a los carrillos, existen dos más, siempre en el lado izquierdo. El primero corres-ponde a la zona del capullo que decora el brazo, y su diámetro es similar a los anteriores. El segundo corresponde al extremo de la cola en su parte central y es algo más amplio. Además del hocico, a la pieza le falta el tabi-que nasal, la rodilla delantera izquierda y el extremo de ambas patas traseras, así como su base, un del-gado plinto tallado en el mismo bloque, a partir de las pezuñas que rematan las patas dobladas bajo el vientre. Algunos impactos violentos han dejado su huella, sobre todo en el lado derecho, mientras que en diversas partes de la figura, como luego veremos, se aprecia el trabajo de cinceles y otros utensilios que han intentado arañar la superficie, pero cuya inten-ción primordial no era romper la escultura.

3. Diseño y proceso de talla La modulación de esta pieza llama poderosa-mente la atención. Su estudio nos permite reconocer a un especialista que no practicaba la talla directa, sino que dedicaba al diseño previo un intenso traba-jo de geometría plana, estableciendo una relación de medidas que resultó crucial para obtener el producto final que hoy observamos. Asimismo puede detectar-se una singular capacidad para ajustar la pieza a las pequeñas desviaciones respecto al programa original que debió presentar el bloque extraído de la cante-ra. Gracias a que contamos con las dimensio-nes casi exactas de altura y longitud de la escultura, podemos apreciar que se inserta en un rectángulo cuyo lado viene marcado por la altura (Fig.5). Si-tuando un compás en el vértice inferior y superior, y transportando esta medida, definimos un cuadrado. Dividiendo éste en segmentos iguales, y añadiendo uno más en sentido de la longitud, formamos un rec-tángulo modulado. El toro de Porcuna encaja casi exactamente en esta modulación, lo que no puede

considerarse casual. Con este cálculo se consigue por tanto una retícula de doce cuadrados que sería la que los canteros utilizaron para trasvasar las medidas del prototipo al original del bloque. Las líneas funda-mentales de composición de la figura sobre el fondo servirían para indicar las áreas que debían ser vacia-das en primer lugar. Por su parte, cada cuadrado, que podría dibujarse igualmente sobre el bloque de talla, serviría como marco para distribuir los elementos in-teriores, tanto físicos como decorativos. La existencia de patrones de medidas, y so-bre todo de proporciones, fue algo especialmente respetado en el mundo antiguo. La idea egipcia de que las divinidades se materializaban en las escul-turas implicaba que éstas debían tener unas propor-ciones adecuadas al mundo ideal de los dioses, y por tanto surgieron patrones normativos al respecto. Para ello se desarrollaron la geometría y los recursos auxiliares (retículas, módulos, etc.) al servicio de la representación del orden divino (Kielland 1987: 7). Más tarde, este mismo deseo aplicado a fines muy diversos, llevará al desarrollo de la proporción áurea (Gómez Rendón 1998). Una vez estipulado el diseño, es preciso ini-ciar el proceso de talla, momento en el que se hace necesaria la selección de una cantera que cumpla varios requisitos: la idoneidad de la piedra, la dis-ponibilidad de bloques del tamaño adecuado y la accesibilidad para el desarrollo del trabajo. El escul-tor, sin duda, transmitiría sus criterios a los canteros y probablemente participaría directamente en este trabajo, puesto que debería asegurarse de que la pie-dra cumplía los requisitos de tamaño y calidad que requería la talla. Por el momento no contamos con análisis que hayan podido determinar ni los componentes principales ni los elementos traza de la piedra en la que se ha labrado el “torito”, dado que la obtención de datos a partir de muestreos superficiales no des-tructivos no resultan demasiado diagnósticos. Sin embargo, aparentemente sus características coinci-

Figura 5.-Módulos empleados para “encajar” la escultura.

Feria Real

den con la de las canteras de la propia población de Porcuna (Fig. 6), cuyos planos sedimentarios unifor-mes no exceden los 30 cm de grosor, aunque pueden ser de largo y alto variables, lo que resulta compa-tible con esta pieza. Una vez retiradas las partes de-posicionales blandas, de color más amarillento, que caracterizan los planos intermedios de los niveles calizos, se obtiene una piedra blanca, de grano muy fino. En la actualidad los canteros de Porcuna la de-nominan “piedra blanca del campo”, por localizarse a veces a cielo abierto como producto de antiguas canteras, algunos de cuyos bloques han quedado en superficie. Al aflorar y ser lavadas por la lluvia, y luego retiradas por los agricultores, forman conjun-tos ordenados que utilizan a veces los canteros para trabajos especiales. Para la realización del toro echado, teniendo en cuenta la figura completa, se precisaría un bloque de unos 175 kg, teniendo en cuenta la densidad de la piedra y el tamaño mínimo necesario para su la-bra. Una vez terminado, el toro pesaría en total unos 100 kg, descontando las zonas extraídas. Las carac-terísticas del bloque inicial condicionaron sin duda la labra del toro, y el adelgazamiento apreciable en su perfil frontal cabe adjudicarlo a esta causa. A su vez, el estrato al que pertenece este bloque tiene un grosor muy limitado, lo que provoca que los flancos laterales del toro correspondan prácticamente con los planos laterales de aquel, que podría conceptua-lizarse como un paralelepípedo de perfil troncocóni-co, de base mayor y altura progresivamente en dismi-nución (Fig. 7). Las observaciones sobre la talla de esta pieza se apoyan en los datos obtenidos desde 2004 en el

Figura 6.-Cantera de Las Albarizas en Porcuna (Foto: L. E. Vallejo).

“Taller Experimental de Escultura” del Museo de Por-cuna, en donde se trabaja investigando y reprodu-ciendo tanto la talla y las huellas de las herramientas como la decoración, los tratamientos superficiales y los procesos de destrucción de las esculturas. Para ello se ha contado con una reproducción en piedra del “torito” a escala natural, realizada por la empresa CRUMAR a partir de un escaneo 3D de la pieza ori-ginal realizado por el Centro Tecnológico Andaluz de la Piedra (Macael) en el Museo de Jaén. Esto nos permite confirmar que, una vez ex-traído con éxito el bloque, se procedió a tallar la escultura trasvasando las medidas de un modelo pre-vio. Para ello se utiliza el puntero grande y cinceles anchos de cantero, con los que se regulariza la piedra al máximo. Ya se ha señalado que esta figura no pudo ser producto de una talla directa, donde el escultor trabajaba sin modelos. Todos los detalles estructura-les de anatomía, huecos y diseño de elementos se-cundarios consiguen un acierto tan alto debido a la seguridad que muestran los artesanos sobre el lugar que va a ocupar cada elemento, y esto es posible gracias a que disponen de modelos a escala en barro o yeso, o incluso en madera, lo que permite a su vez afianzar los módulos y submódulos en el bloque. Sobre éste debió marcarse un eje de sime-tría central, origen del nacimiento de la anatomía de la pieza y punto cero del que parte hacia fuera cualquier medida o desviación de este eje, como ve-remos más adelante. La siguiente fase es el recorte con conceptos de relieve desde uno de los lados del perfil de la figura exterior. En esta fase se utilizarían cinceles planos y curvos de media caña de unos 3 cm de anchura. Se elimina el fondo sobrante progre-sivamente, pasando del bajorrelieve, al medio y alto relieve, momento en el que se aprovecha para vaciar también los huecos de la figura. En este caso obser-vamos cómo el aire entre la línea del vientre y el podio, en su relación con las patas traseras y delan-teras, se realiza con sumo cuidado, convirtiéndose en una de las características de la escuela escultórica de Ipolca: el virtuoso uso de los huecos de anima-les y seres humanos con respecto a las enormes ma-sas de piedra que son sostenidas, como podremos ver en las obras posteriores del novillo-toro o en el guerrero alanceando al enemigo de Cerrillo Blanco (Negueruela 1990: fig, 10). En el caso del “torito”, el hueco sirve para estilizar la figura, dar movimiento y reseñar los órganos sexuales masculinos. Definido el perfil exterior e interior, a conti-nuación se tallan a distintos niveles las partes genera-les en las que se subdivide la figura. Aquí se utilizan cinceles planos más pequeños, rectos y curvos, ade-más de punteros medios para definir planos y aristas interiores. Los cuartos traseros y las patas de atrás se tallan como un todo, formando un primer cuerpo; un segundo plano corresponde a la línea del vientre, y el tercero o principal, engloba toda la zona de la cabeza, morro, pescuezo, aguja, falda o aleta, espal-

Figura 7.-Bloque de piedra con dibujo inicial del toro. Taller experimental del Museo de Porcuna (Foto: L.E. Vallejo).

Porcuna 2012

dilla y patas delanteras, siguiendo la nomenclatura anatómica del animal de referencia. Una vez termi-nado el proceso por uno de los lados, se repetiría desde el otro perfil de la figura. El eje central de referencia al que antes alu-díamos, ocupa ahora una especial importancia, ya que la figura es sometida a la talla, desde el frente, de la cabeza, línea de falda y badana, y posición de las patas delanteras. Aquí el escultor juega con el uso virtuoso de su oficio, desviando el eje de simetría hacia la derecha y superponiendo a éste perpendi-cularmente la línea horizontal de cuernos. Con esta sutileza consigue girar 5 grados la cara del animal, rompiendo su simetría-quietud e introduciendo una vida propia a la composición de la que carecería la pieza si su trazado fuera estrictamente frontal. No se trata de un fallo, sino de una huella de grandeza del artífice (Fig. 8). La figura ahora es tratada en todos sus flancos con técnicas de rebaje consecutivo, de manera que se atacan los planos geométricos pro-ducto de la subdivisión de las tres partes anatómicas principales hasta hacerlos desaparecer. Las suaves transiciones de los planos laterales de las partes tra-seras, vientre y partes delanteras, son difuminadas con sumo cuidado. Del mismo modo, las aristas principales de la figura en torno al eje de simetría del cuello, pescuezo y falda son definidas y perfeccionadas. Con la pieza ya modelada y revisadas sus extremidades, se establece la relación de las líneas de la frente con respecto a las de las rodillas flexio-nadas y punto del podio, de las líneas de la frente y laterales de la cabeza con respecto al mismo podio, así como la posición de la cadera y partes traseras, reservas para el volumen del rabo, pezuñas, orejas,

Figura 8.-Ligera desviación hacia la derecha del final del cuello respecto al eje central de la pieza (Foto: T. Chapa).

ojos, y boca, etc. Todo esto se talla con pequeños cinceles engastados en mangos de madera con técni-cas de ebanista, que son lijados a continuación. Los pocos estudios que hasta el momento se han centra-do en el reconocimiento del utillaje empleado en el proceso escultórico reconocen que el cincel recto fue un instrumento fundamental en los talleres ibéricos (Izquierdo 2000: 391). La pieza, así, está dispuesta para la siguiente fase, en la cual se emplean estiletes finos con distin-tas secciones. Punteros muy afilados y punteros con sección de pico de gorrión en “V”, se combinan con otros biselados, fabricados para la pieza. Una vez dibujados, los elementos se tallan de menos a más, hasta conseguir la profundidad adecuada, siendo re-pasadas y perfeccionadas las líneas. Pequeños orifi-cios circulares horadan la superficie para los engas-tes metálicos. Para su realización no hubo necesidad de emplear un trépano complejo, sino una acción por frotación rápida con las dos manos haciendo girar un pequeño cincel ligeramente apuntado. Este tipo de trabajo se atestigua desde el s. VII a. C. en Grecia, aunque al tratarse de esculturas en mármol más duro, se realizó con un taladro unido a un arco (Palagia 2006: 253; con bibliografía anterior). Si bien en algunos pasos del proceso de labra pudieron emplearse utensilios de madera, los principales instrumentos serían básicamente de hie-rro. La expansión de este tipo de metalurgia es una de las características apreciables desde el s. VII en esta zona, y muestras de ello son los hornos y tobe-ras de esta fecha localizados en Los Villares de Andú-jar (Arboledas 2010: 126). Sin embargo, conseguir un instrumental completo y variado en este material fue uno de los elementos suntuarios asociados a los talleres de escultores, en donde debieron existir for-jas para la creación y ajuste de las herramientas (Fig. 9).

4. Adornos florales y elementos accesorios Uno de los aspectos que más llama la aten-ción en esta figura es la presencia de motivos florales incisos, tanto sobre la frente como en la superficie de las paletas (Fig. 10). Indudablemente, los tres corres-ponden a la misma planta, con el capullo cerrado en

Figura 9.-Herramientas de escultor tradicional y piedra para “apomazar” o pulir superficies. Taller de Francisco Aguilera de Dios, Porcuna (Foto: T. Chapa).

Feria Real

los laterales y abierto en la zona frontal. Blanco (1961-1962: 186) y García Bellido (1980: 69) la identificaron con un lirio, opinión compartida por Alberto Herrero, investigador científico del Real Jardín Botánico, al que hemos consultado este pun-to. Por su parte, Negueruela (1990: 28) lo hace con la Nymphaea coerulea o “loto azul”. El diseño de estos motivos sigue una secuen-cia en la que la flor abierta tiene una posición central respecto a los capullos. Se emplea aquí libremente una alternancia flor/capullo que resulta habitual en los motivos decorativos que incluyen cadenas de lo-tos. Es el caso de los ejemplos de ambiente fenicio y tartesio que, sobre distintos soportes, se han re-cogido en el estudio de la decoración vegetal de los pithoi de Carmona (Belén et al. 1997: 160-163, fig. 37). El sentido de esta secuencia, como indica Ol-mos (2003: 40), es simbolizar el jardín mágico que forma parte del paisaje divino, y al que solo los más poderosos entre los humanos pueden acceder. Blan-co (1961-1962: 186-187), observando la cabeza y el cuello del toro desde una posición elevada, llegó a proponer la lectura de las líneas del cuello “como una palmeta… [a la que] se le añadieron al pie los mismos apéndices que decoran las palmetas terminales de los

jarros de bronce orientalizantes” . (Fig. 11). El senti-do de las flores de loto ha sido analizado con detalle en el proyecto “Flora Ibérica”, al que remitimos para su inventario y revisión de significados (Mata et al. 2010: 117-127). Estas incisiones florales no pueden desvincularse de los orificios situados en la cabeza, paleta izquierda y extremo de la cola del toro, destinados seguramente a embutir otras piezas complementarias. A ellos hay que añadir los cuernos, también postizos, que termi-narían de delinear la silueta del bóvido. Las alusiones a estos elementos accesorios han sido muy escuetas. Únicamente Negueruela (1990: 27-28) ha valorado algo más este aspecto, proponiendo que el aplique frontal reproduciría la forma de la flor incisa, mientras que en las carrilleras y la paleta izquierda se adosarían rosetas circulares. Como materia de los cuernos propone el asta natural o el bronce. (Fig. 12) Las piezas aplicadas no son un recurso ha-bitual de los escultores ibéricos, aunque los talleres de Porcuna son sin duda una excepción, puesto que en las figuras de Cerrillo Blanco se aprecian orificios con el fin de completar la decoración de los cascos de los guerreros, introducir la madera para las astas de las lanzas o añadir posibles objetos como el que llevaría el personaje portador de perdices (González Navarrete 1987, nº 23). Asimismo, en el monumen-to de Pozo Moro, dos de las figuras de león y el jabalí bifronte presentan orificios, seguramente con la mis-ma finalidad (Almagro-Gorbea 1983: 194).

Figura 10.- Detalle de la flor frontal y los capullos laterales (Foto: T. Chapa).

Figura 12.-Propuesta de apliques según Negueruela (1992, p. 11).

Figura 11.- Arri-ba: composi-ción de palmeta y flores en el ja-rro de Niebla (a partir de García Bellido 1960, fig. 17); Abajo: Decoración de flores abiertas y capullos en los pithoi de Car-mona (a partir de Belén et al. 1997, fig. 37).

Porcuna 2012

De todos los elementos postizos, los más frecuentes son los cuernos y, eventualmente, las ore-jas. Sin duda esto tiene que ver con la dificultad que representa la talla de estos apéndices, que quedan exentos y por tanto muy amenazados de fractura. Por esta causa, y por el efectismo que sin duda ten-dría la cornamenta postiza, especialmente si fuera metálica, se recurrió a esta técnica en los momentos iniciales de la escultura ibérica y ocasionalmente se volvió a emplear a lo largo del tiempo en otras oca-siones. Este es uno de los rasgos esenciales de un grupo específico de bóvidos distribuidos por la zona mediterránea, desde Valencia a Murcia (Chapa 2005 y 2005-2006), aunque los paralelos más próximos del toro de Porcuna, como luego veremos, se en-cuentran en la vecina población de Arjona (García Bellido 1980: 70) o en territorio cordobés, donde contamos con ejemplares como los de La Victoria (Vaquerizo 1999, lam.95) o Santa Sofía-El Polvillo (Morena 2004) (Fig. 13). En cuanto a los apliques situados sobre la testuz, las carrilleras y el lateral izquierdo del toro de Porcuna, algunos detalles de la propia estatua nos ayudan a rastrear estos elementos accesorios. Una revisión cuidadosa de la superficie pétrea permite apreciar huellas diagonales de cincel en la zona de la frente, mientras que sobre los bordes de la cinta que termina en el capullo derecho se observan mar-cas de raspado, más suaves y cortas. Un golpe más fuerte y de bordes subcirculares se observa sobre la cinta del lado derecho. La zona de las carrilleras ha quedado indemne, pero su decoración pudo ir uni-da a la del hocico en forma de un posible atalaje, de manera que al romper esta parte de la boca los ele-mentos decorativos podrían haberse arrancado con más facilidad. También hay golpes horizontales en el inicio del remate de la cola, donde los mechones en resalte se separan mediante profundos surcos, terminando en un nuevo orificio. En el cuarto trase-ro izquierdo se aprecian marcas de cincel en sentido horizontal y de carácter superficial sobre las marcas oblicuas incisas, así como en el entorno de las dos pezuñas delanteras, lo que podría indicar nuevos elementos adheridos que aparentemente no fueron sujetos con remaches. Todas estas huellas parecen ir destinadas a arrancar los apliques que decorarían la superficie del animal y sus posibles elementos asociados, por lo que parece lógico pensar que se

trataría de objetos elaborados en una materia prima valiosa, como oro, plata, bronce y, quizá, ricas telas. La aplicación directa de láminas de oro, del-gadas y flexibles, no es compatible con la presencia de remaches, que sólo son adecuados cuando el ele-mento que sujetan es rígido y de cierto grosor. Por tanto, en el caso de emplearse únicamente el oro, éste debería ir adherido a un soporte, ya fuera made-ra o una tela gruesa. En cambio, tanto la plata como el bronce admitirían adherirse a la piedra mediante un clavo. Ambas materias primas eran empleadas con frecuencia en estos momentos para la fabrica-ción de objetos suntuarios, que conocemos a través de los ajuares funerarios y otros contextos (Rovira 1995: 485). La palmeta de “tipo rodio” conservada en la boca de un jarro orientalizante procedente de Granada, fue repujada sobre lámina de plata y ad-herida a su soporte mediante un remache (Jiménez Ávila 2002, figs. 63 y 64). En el caso del bronce, su tonalidad exterior podría haber imitado el aspecto del oro o de la plata si en la aleación se empleara un porcentaje inusualmente alto de estaño. Los análisis de las piezas de bronce de la necrópolis de Medellín muestran un empleo muy desigual de este mineral, que en algunos casos roza hasta el 20%, aunque no se aprecia un patrón significativamente orientado (Rovira 2008: 848-850). En cualquier caso, a partir de un 11% el color del bronce se acercaría al de los metales nobles. Es de suponer que este efecto era conocido en la Península Ibérica, como lo prueba la presencia en la tumba 17 de la necrópolis de La Joya de un espejo con mango de marfil, atribuyéndose su contenido relativamente bajo en estaño a la pérdida de la lámina superficial (Escalera Ureña 1978: 217). En la misma necrópolis se han recuperado palme-tas y adornos de pequeño tamaño que ajustaban en otros elementos metálicos mediante remaches (Ga-rrido y Orta 1978: figs. 48g y 78, 1). Desde luego, no debe olvidarse la posibili-dad de que sobre una base de bronce se aplicara una lámina de oro o de plata que enriqueciera la pieza y aportara un hipotético contraste de color. En el en-torno peninsular, el empleo de placas doradas sobre figuras de bronce se atestigua en la conocida figura del “sacerdote” o dios “Ptah” de Cádiz, que a pesar de su probable carácter importado (Jiménez Ávila 2002: 289) acabó insertándose en el mundo fenicio occidental. En cuanto al empleo de láminas de plata,

Figura 13.-Ca-bezas de toros de Santa Sofía (según Morena 2004), Arjona (Foto: T. Cha-pa) y La Victoria (a partir de Va-querizo 1999: Lam. 95).

Feria Real

puede citarse como ejemplo bien documentado la pieza de cinturón encontrada en la tumba 20 de la necrópolis de Les Casetes de Villajoyosa (García Gandía, 2009, fig. 135). Seguramente esta práctica fue frecuente en las piezas de lujo, aunque su conser-vación resulta muy difícil y en general se ha perdido la lámina superficial más vistosa, al menos a simple vista. Es lo que sucede en la placa de cinturón de la tumba 12 de La Joya (Garrido y Orta, 1978, fig. 9), en donde la presencia de plata sólo pudo ser documentada mediante analítica. ). En épocas más tardías se ha documentado la utilización de finas lá-minas de plata para recubrir las joyas representadas en algunas esculturas ibéricas, como la Dama de Baza (Gómez et al. 2010; 2011). Aunque en otras áreas mediterráneas los elementos accesorios se hayan empleado con fre-cuencia, en general su estudio, como señala Patay-Horváth (2009: 92), no ha sido bien sistematizado. Como es habitual, es en el arte griego donde ha recibido más atención, correspondiendo a Ridgway (1990) unas interesantes reflexiones de carácter ge-neral. Los apliques del toro de Porcuna entrarían en un grupo que denomina como “realista”, que corres-pondería a elementos existentes en el registro ma-terial de la época, como joyas, adornos, atalajes, ar-mamento, instrumental, etc. Autores como Schäfer (1996: 72) consideran que el inicio de los apliques metálicos sobre la escultura en piedra tiene sus pre-cedentes en la técnica del sphyrelaton, consistente en la aplicación de hojas metálicas martilladas so-bre un núcleo de madera o de otro material. A pesar de las dificultades de conservación de este tipo de piezas, se conocen algunas muy llamativas, como la cabeza de marfil con cabellera de plata dorada y oro procedente de la favissa o depósito votivo de Delfos, así como la placa ornamental representan-do un toro del mismo yacimiento, realizada en pla-ta recubierta de lámina de oro, sobre cuya frente y tabique nasal todavía se aprecia una cinta o placa ornamental con un disco. Ambas piezas han sido fechadas a mediados del s. VI a.C. (Rolley 1994, figs. 3 y 5) (Fig. 14).

Ciertamente, el contraste que se consigue empleando metales brillantes, como el oro y la pla-ta, sobre superficies de color oscuro, de tipo madera o bronce, no solo convierte a las piezas en más va-liosas, sino que añade un efectismo cromático nota-

ble a esta combinación. El conocido rhyton micénico en forma de cabeza de toro, adornado con una rose-ta de oro en la frente, cuernos y hocico dorados, es un caso significativo (Matz 1960: 162) (Fig. 15). Sin embargo, el color claro de la piedra, sea mármol o ca-liza blanca, como la empleada en el toro de Porcuna, nos mueve a plantear una pregunta que también se hizo Ridgway (1990: 199): ¿por qué añadir piezas metálicas a las esculturas cuando su presencia puede resolverse mediante motivos pintados? Esta autora se decanta por hacer descender esta costumbre de épocas anteriores, en las que las imágenes de madera iban cubiertas con joyas y ricos vestidos, mantos y paños adornados con piezas cosidas. Sin embargo, como ella misma advierte, es distinto el concepto de imagen tradicional de vestir, a la que se van añadien-do con el tiempo los elementos accesorios, que el caso de las esculturas, que planifican su uso desde el primer momento como parte del diseño y efecto visual de las piezas. Esto nos lleva a recordar la propuesta tradi-cional según la cual la escultura ibérica pasó por una fase “xoánica” de talla en madera que sería anterior al desarrollo de la estatuaria en piedra. Estas reflexio-nes se realizaron a la luz de algunas esculturas de león del área cordobesa, para las que se propuso un modelo de trabajo más propio de la carpintería (Gar-cía y Bellido 1943: 78-80). En realidad, como señala argumentadamente Donohue (1988) para el mun-do griego, lo más probable es que ambas técnicas se emplearan simultáneamente, dadas las grandes diferecias tanto en la obtención de la materia prima como en la metodología de trabajo que se aplica a estos dos materiales, lo que no quiere decir que no se tomaran prestadas algunas técnicas decorativas de un tipo de talla a otro. También se ha resaltado la posible inspira-ción del toro de Porcuna en los bóvidos grabados sobre piezas de marfil y encontrados en contextos fenicios y tartésicos. Además de los surcos incisos que caracterizan el cuerpo del animal, el color in-

Figura 14.- Láminas de bronce y oro recubriendo una escul-tura de toro originalmente de madera. Delfos, s. VI a.C. (Rolley, 1994, fig. 3). Figura 15.- Rhyton

micénico en forma de cabeza de toro decorado con placas de oro y plata (Matz, 1960; 162).

Porcuna 2012

tensamente blanco de la piedra ha podido influir en esta apreciación. Ciertamente, la costumbre de inser-tar láminas y piezas accesorias de oro, plata, ámbar, vidrio y otros materiales fue una práctica común en los objetos ebúrneos de mayor calidad, y quizás de-ban entenderse así algunos elementos del jarro con-servado en el Museo Lázaro Galdiano (Jiménez Ávila 2002: Lam. V, nº 10), cuya morfología y decoración de palmetas ha llevado a Belén y Marín Ceballos (2002) a considerar esta pieza como alusiva a la di-vinidad femenina (Fig. 16). Últimamente se ha valorado el carácter sa-crificial del toro como ofrenda valiosa y los restos de fauna recuperados en el santuario de Montemolín

Figura 16.- Cabeza leonina del jarro del Museo Lázaro Galdiano (a partir de Blánquez 2003: 13).

Figura 17.- Arriba: Cabeza de toro de Villajoyosa (Alican-te) con apliques me-tálicos (según Llo-bregat 1974, fig. 3); Abajo: Propuesta de empleo de ciertas joyas de El Caram-bolo como adorno de toros sacrificiales (según Amores y Es-cacena 2003, fig. 4).

parecen confirmarlo (Chaves et al. 2000). La pro-puesta de Amores y Escacena (2003), basada en el estudio del depósito de piezas áureas de El Ca-rambolo, incluye además el empleo de ciertas joyas como elementos para “vestir” al toro del sacrificio, ya sea cosiéndolas a telas que cubrirían su cuerpo al estilo de un “dorsuale” o sujetándolas a la cabe-za mediante cordones, de forma que fueran visibles sobre su frente. Esta última hipótesis se relaciona con los rebajes en forma de rectángulo vertical de lados largos cóncavos que presentan algunos toros del área mediterránea, y que servirían para adherir apliques metálicos con esta forma. De esta manera se expuso en su día el toro de Villajoyosa (Llobregat 1974), al que en la actualidad se han retirado los apliques reconstructivos (Fig. 17). En definitiva, de-bemos pensar que el “torito” llevaba un complejo sis-tema de adornos accesorios en la cabeza, consistente en dos discos metálicos situados sobre los carrillos que seguramente enlazarían con otro elemento co-rrespondiente al morro. Al romper éste, esta pieza se pudo liberar y los discos se extraerían fácilmente de los orificios de sujeción. Además, otro elemento -pal-meta, flor, o más probablemente roseta-, ocuparía la frente, pudiendo estar unido o no al resto del cabe-zal. Los cuernos postizos seguramente serían tam-bién metálicos o tendrían esta apariencia, añadiendo brillo y color a toda la zona de la cabeza (Fig. 18). Es más problemática la interpretación de los elementos que adornarían el cuerpo. Los dos orifi-cios de sujeción restantes se encuentran en el lado izquierdo del animal, sin que su posición apunte cla-ramente la naturaleza de la posible estructura deco-rativa. Por otro lado, sobre ambos codos, pero espe-cialmente apreciable en el derecho, hay unas “cajas” rectangulares que pudieron servir de encaje y sopor-te de nuevos elementos (Fig. 19). Las huellas incisas sobre el tallo de la flor derecha no son consecuencia del arranque de piezas que siguieran la forma del

Figura 19.- “Cajas” prepara-das a la altura de los codos para incluir apliques rectan-gulares.

Figura 18.- Posible apariencia del toro con algunos elementos accesorios. Tanto esta propues-ta como su posición sobre un pilar son meramente orientati-vas y no pretenden ofrecer for-mas o proporciones originales.

Feria Real

tallo, sino del raspado que pudo producir una placa más amplia situada sobre el brazo. La correlación de todos los elementos –hocico, carrilleras, frontal, orifi-cios laterales- nos lleva incluso a pensar en un atalaje completo, asociado quizás a ricas telas asociadas a los accesorios metálicos. Aunque el toro está echado, la presencia de una divinidad aludida o representa-da sobre él parece remitirnos a una iconografía am-pliamente extendida por el Próximo Oriente, donde los dioses aparecen sobre estos y otros animales, y a veces dirigiendo un carro tirado por toros (Green 2003). El hecho de que algunas decoraciones in-cisas quedaran cubiertas por las piezas accesorias puede ser interpretado como fruto de ceremoniales concretos, en los que la pieza iría revestida de signos religiosos de lujo, mientras que el resto del tiempo éstos se retirarían. También puede proponerse que estos elementos no se concibieron en el momento de realización de la escultura, sino que fue enriquecida más tarde con ellos.

5. Contexto cultural e iconográfico. Los rasgos formales del “torito” de Porcuna son suficientemente explícitos como para conside-rarlo una obra de tipo orientalizante. Las primeras valoraciones que de ella se hicieron carecían de in-formación que avalara la presencia de este contexto cultural en el área de la Campiña giennense, pero en la actualidad hay datos suficientes para documentar esta etapa, evidenciando su importancia no solo en Andalucía occidental, sino en todo el pasillo de co-nexión con el Alto Guadalquivir, donde constituye la fase inmediatamente anterior al primer desarrollo ibérico. En consonancia con esto, los distintos auto-res han ido remontando progresivamente la crono-logía de esta pieza hasta situarla en este contexto. García y Bellido (1980: 69-70) lo fechaba en el trán-sito entre el s. V y el IV a.C., siguiendo la primera opinión de Blanco (1960: 37-40). Estas primeras propuestas estaban condicionadas por la falta de ele-mentos de referencia cronológica que caracterizó el estudio de la escultura ibérica al menos hasta la dé-cada de 1970, así como por la consideración de que la influencia griega era un factor sine qua non para el desarrollo de la estatuaria indígena, que por tanto no podía ser anterior al s. VI a.C. El hallazgo de contextos arqueológicos cla-ros para ciertos conjuntos, como los de Cigarrale-jo (Cuadrado 1984), Pozo Moro (Almagro-Gorbea 1983) o Baza (Presedo 1982), unido al hallazgo crucial de las esculturas de Cerrillo Blanco de Por-cuna (González Navarrete y Arteaga 1980), datadas estilística y arqueológicamente en el s. V a.C. (Ne-gueruela 1990: 303), aportaron nuevas posiciones de referencia para la valoración del “torito”. Chapa (1980: 829-831) lo relacionó con modelos orienta-les, y propuso una fecha de la segunda mitad del s. VI a.C., vinculándolo al nacimiento de los primeros territorios políticos ibéricos constatados para esta

etapa (Chapa 1996: 69-70). Por su parte, volviendo a los argumentos estilísticos, Rouillard (1998: 237) propuso su pertenencia a fines del s. VI o inicios del V a.C., mientras que León (1998: 81) prefiere la pri-mera de estas opciones. Más radical fue el propio Blanco (1987: 35) quien, a la luz de todos los datos, afirmó sobre el toro: “lo tengo hoy por obra muy an-tigua, quizá de principios del s. VI a.C.”. Como acabamos de indicar, la presencia griega en las costas mediterráneas se consideraba una condición necesaria para el traslado a la piedra de una iconografía que por otro lado era estricta-mente orientalizante. Sin embargo, nuevos hallazgos en el entorno de los asentamientos fenicios, como Puente de Noy y la revalorización de otros como los de Villaricos (ver panorama general en Almagro-Gorbea y Torres 2010), abrieron la puerta para con-siderar que el nacimiento de la escultura en piedra pudo producirse antes de la presencia sistemática de los griegos en las costas peninsulares, vinculándose a contextos coloniales fenicios y al entorno que en líneas generales podemos llamar tartésico. La escul-tura del “guerrero” de Cádiz (Belén y Chapa e.p.) o el fragmento de estatua femenina de Carmona (Be-lén y García Morillo 2005) son buenos referentes en este sentido. Liberada del “freno cronológico” ligado a la presencia griega, buena parte de la escultura que García y Bellido (1980: 69) consideraba “de raigam-bre orientalizante”, ha pasado a considerarse directa-mente perteneciente a este contexto, por lo que Al-magro Gorbea y Torres (2010: 379) han calificado la figura de Porcuna como paradigma de la escultura “tartesio-ibérica”, fechándola en el s. VII a.C. Esta centuria, sobre todo en sus últimas dé-cadas, parece adecuada para situar el momento de factura y empleo del “torito”, puesto que este tipo de iconografía encaja bien con las características del poblamiento documentado arqueológicamente (Fig. 20). En el entorno inmediato, los trabajos del “Pro-yecto Porcuna” en el Cerro de Los Alcores detectaron

Figura 20.- Localización de los prin-cipales yaci-mientos de Porcuna: Al-cores, Alba-late, Cerrillo Blanco y el propio casco urbano (A partir de Ar-teaga 1999, fig. 2).

Porcuna 2012

en las fases V, VI y VII del corte 15 la presencia de ca-sas de planta rectangular con subdivisiones internas, en cuyas paredes se documentaron restos ocasiona-les de pintura, así como suelos de tierra apisonada, coloreados de rojo. El último de estos niveles (VII) incluye además la presencia de cerámica pintada con motivos figurativos similar a la de otros yacimientos como Carmona o Montemolín. Uno de los fragmen-tos mostraba una figura “de apariencia femenina, con el torso de frente, la cabeza de perfil y el ojo dispues-to igualmente de manera frontal, no dejando de ofre-cer un aire egiptizante”. Los investigadores fecharon estos niveles desde el s. VII a la primera mitad del s. VI a.C. (Arteaga 1985: 284).

De época orientalizante es también la necró-polis que se instala en Cerrillo Blanco (González Na-varrete y Arteaga 1980; Torrecillas González 1985) y de la que se pudieron excavar 24 tumbas individua-les de inhumación y una doble, cuya estructura era más compleja. Los escasos objetos de ajuar corres-ponden en general a elementos relacionados con la vestimenta (peine, fíbulas, broches de cinturón), a lo que puede sumarse algún cuchillo de hierro de hoja curva o unas “pinzas de depilar” de bronce. La única representación iconográfica en este contexto corresponde a un peine de hueso o marfil, en cuya placa, incompleta, se aprecian una liebre echada de largas orejas que sigue a otra representación no de-finible, y un grifo también echado, cuya ala surge de la parte trasera del hombro izquierdo. Delante de su pico se aprecia una gran flor (Fig. 21). Aun-que sin identidades exactas, esta pieza no desentona de las recuperadas en contextos más occidentales, como Osuna o Cruz del Negro en contextos del s. VII a.C. (González Navarrete y Arteaga 1980: 195).

Si bien la riqueza de los ajuares es muy limitada, la posición estratégica del cerro en relación a caminos y fuentes de agua, así como la localización en este punto de las esculturas correspondientes al s. V a.C., hacen pensar que este grupo tuvo una considerable relevancia social. En todo caso, el exiguo número de personas enterradas lleva a suponer la existencia de otros cerros o túmulos en el entorno de Porcuna en donde también se practicaran enterramientos. Por su parte, la cerámica con motivos figu-rativos recuperada en Los Alcores muestra el empleo habi-tual de temas antropomorfos, zoomorfos y flo-rales en espacios que debieron tener un sentido reli-gioso, y que Arteaga (1985: 284) fechó desde finales del s. VII a la primera mitad del VI a.C. Esto nos lle-va a relacionar también estos soportes iconográficos con los encontrados en santuarios como el de Mon-temolín, en el que se representan figuras de toros esquemáticos (Fig. 22), con cuerpos adelgazados y motivos geométricos decorando el cuerpo. La distri-bución de este tipo de cerámica está muy extendida desde Porcuna hacia el curso bajo del Guadalquivir, y aparece en todos sus afluentes por el sur (Chaves y de la Bandera 1986; Chaves et al. 1993: fig. 1). Desde el punto de vista iconográfico, ya se ha señalado que el diseño corporal y algunos ras-gos anatómicos del “torito” tienen sus paralelos más próximos en las esculturas de leones cordobeses. Comparte con ellos el marcado adelgazamiento del vientre hacia los cuartos traseros, vaciando la parte inferior del bloque pétreo, y especialmente las ore-jas, que podrían corresponder a cualquiera de estos felinos, e incluso también a los de Pozo Moro (Alma-gro Gorbea y Torres, 2010: 378) o a las cabecitas en bronce de la necrópolis de La Joya (Garrido y Orta, 1978: 169-170). En definitiva, las orejas acercan al toro de Porcuna a la iconografía del león, mientras que resultan totalmente excepcionales en el contexto de los bóvidos, que buscan separarlas de la cabeza y darles una morfología más acorde con la realidad. El torito en bronce del Cerro del Prado (Ulreich et al., 1990) sería el paralelo más cercano, aunque en este caso las orejas tampoco se adhieren al cuello.(Fig. 22). Sin embargo, otros aspectos del bóvido de Por-cuna que aparentemente también podrían ligar-se al mundo de los felinos, como la representación del costillar mediante líneas paralelas verticales, no coinciden con los leones que pudieran ser contempo-ráneos –series de Nueva Carteya, Baena o Santaella-, puesto que éstos no las tienen. En este sentido, el de Porcuna se vuelve a acercar a modelos fabricados en marfil o cerámica, como puede apreciarse en la re-ciente síntesis de Le Meaux (2010: 43-47). Además del ejemplo de Montemolín ya citado, los toros de los marfiles de Bencarrón o Cruz del Negro (Aubet 1979: fig 4; Aubet 1981-1982, fig. 2) tienen indica-das las costillas, un elemento común en este caso a carnívoros y herbívoros. No debemos olvidar que, como en otros contextos mediterráneos, existieron

Figura 21.- Pei-ne hallado en la tumba 14 de la necrópolis or i en ta l i zan -te de Cerrillo Blanco (a partir de Torrecillas 1985: 135).

Feria Real

muchos otros soportes a los que se asociaban estas representaciones iconográficas, como telas, muebles o superficies pintadas, que no han llegado hasta no-sotros. De hecho, los paralelos formales más próxi-mos al “torito” son los bóvidos jóvenes que decora-ban los palacios y santuarios del área urartea, que tienen el costillar indicado y flanquean por parejas la roseta solar enmarcada en un rectángulo de lados cóncavos (Fig. 23) La influencia de Urartu en ciertas producciones mediterráneas del primer milenio ha sido comentada en otro lugar (Chapa 2005: 37).

En cuanto a las tres líneas curvas que se si-túan sobre los dos muslos, pueden relacionarse con las marcas que están presentes en los animales, tanto carnívoros como herbívoros, representados en los marfiles del suroeste y en las cerámicas orientalizan-tes con tema zoomorfo. Su origen debe estar en el tema denominado “flame and frond” (Almagro-Gor-bea 2008: 411), del que es una simplificación, ya que las incisiones no se cierran en la parte superior formando las “llamas”, salvo que el tema se comple-tara mediante pintura (Fig. 24). Precisamente en este sentido cabe pregun-tarse si la estatua tendría el color blanco actual o si esta-ría coloreada total o parcialmente. La conserva-ción excepcional de la Dama de Baza, con un uso rico y variado del color tanto en el cuerpo como en la vestimenta (Gómez et al. 2010), así como la apli-cación de técnicas analíticas y de imagen en diversos conjuntos escultóricos mediterráneos (Brinkmann 2009) ha recuperado la noción del color como uno de los elementos fundamentales de la manufactura escultórica. En el entorno cronológico y geográfico del “torito” sólo tenemos evidencia visible de pintura roja en la leona del Cerro de la Mitra de Santaella (Palma Rodríguez et al. 1996: 4). En el caso de Por-cuna, la aplicación de luz ultravioleta no ha dado resultados, aunque podrían aplicarse otros métodos alternativos (Mielke e.p.). Sin embargo, la proximi-dad de la figura a las representaciones sobre marfil, y la importante presencia de elementos accesorios per-mite suponer que éstos proporcionarían un contraste de color suficiente respecto a la tonalidad natural de la piedra.

6. Hipótesis sobre el monumento al que corres-pondería la escultura. Por el momento, resulta muy difícil hacer una propuesta bien fundamentada sobre la recons-trucción del espacio en el que se insertaría el “tori-to”. Como se ha dicho, es una escultura con rasgos únicos y por otro, como tantas otras, ha aparecido fuera de contexto. Por tanto, nos basaremos en apre-ciaciones derivadas de la observación de esta y otras piezas paralelas, con la intención de realizar algu-nas pro-puestas razonables cuya confirmación ten-dremos que dejar para un futuro, esperemos que no

Figura 22.- Cubo de carro con cabeza de león de La Joya, Huelva (a partir de Garrido y Orta 1978); 2. Toro de bronce de El Prado (a partir de Jiménez Ávila 2001, Lam. LII); 3. Torito de Porcuna; 4. León de Nueva Carteya, Córdoba (Foto: T. Chapa); 5. León de Pozo Moro, Alba-cete (a partir de Almagro-Gorbea 1983, Lam. 18b).

Figura 23.- Pin-turas del palacio de Arin-Berd (Erebuni, Urartu), primera mitad del s. VIII a.C. (a partir de Azarpay 1968: 19)

Porcuna 2012

demasiado lejano. En primer lugar, y aunque sabemos que no puede descartarse una atribución funeraria, maneja-remos preferentemente la hipótesis de que se trataba de una estatua vinculada al culto. Es cierto que la ausencia de noticias sobre la existencia de huesos o cenizas en el momento de su hallazgo no puede tomarse como un dato definitivo, dadas las circuns-tancias del momento. También es verdad que si se hubieran encontrado, algo habría trascendido en la población, teniendo en cuenta la sensibilidad que so-bre los enterramientos humanos fuera de los cemen-terios existía en la época de la postguerra civil. En todo caso, nuevas construcciones en la zona donde se recuperó la escultura no han llamado la atención sobre este hecho. Su posición, en la entrada a Porcuna desde Arjona-Alharilla, hace pensar en que el hipotético santuario sería paso obligado para los que entraran o salieran de la población por este camino. En este sentido, cabe resaltar la similitud del lugar con la del hallazgo del toro de Arjona. Aunque en la publica-ción derivada de su donación al Museo de Granada se decía que apareció en una finca, los da-tos confir-man que se encontró en la actual calle de Juan Tale-ro, que durante muchos años se llamó por esta causa “calle del Toro”. También las noticias de Martínez Ra-mos (1944-1945) indican que su descubrimiento se produjo en la propia ciudad. Cabe pensar, por tanto, que en las zonas urbanas existieron santuarios para los que se tallaron algunas de las primeras esculturas zoomorfas en piedra. Teniendo en cuenta sus características for-ma-les, el toro debía estar sobre un pilar, a una altura no mayor de 1,75-2 m. Desde esta altura las partes menos trabajadas quedarían ocultas, tomando im-portancia otras menos observables, como la suave silueta de los genitales sobre la línea de las patas tra-seras, lo que explica la fuerte estilización del vientre en esta zona. La visualización de la escultura favore-

ce la perspectiva frontal e izquierda, donde están los apliques laterales y el final del rabo. Sin embargo, si existiera un armazón decorativo sería difícil diferen-ciar el lado preferente. En todo caso, la perspectiva menos correcta es la trasera, puesto que se aprecia en ella una incorrección anatómica en el nacimiento del rabo. Dentro de este hipotético espacio sagrado, podemos considerar que el “torito” fue una pieza única, en cuyo caso remataría un pilar del que no se ha recuperado ningún componente. Su posición, en una de las entradas a la ciudad, marcaría una posi-ción de especial significación religiosa, en la que el animal simbolizaría a la divinidad protectora de la población. Existirían probablemente elementos de-dicados al culto y a la recepción de ofrendas, que se practicarían antes de la entrada en el asentamiento. Aunque la escultura debió de estar protegida por una techumbre, dados los escasos vestigios erosivos que presenta su superficie, es difícil imaginar razo-nadamente cuáles serían las características de esta estructura. Sin embargo, cabe plantear también la posi-bilidad de que esta figura formara parte de un con-junto de carácter sacro. Esta hipótesis se basa sobre todo en la ruptura de la frontalidad de la cabeza, gi-rada levemente a la derecha, mientras que elementos importantes del lado izquierdo del cuerpo, como los orificios del brazo y muslo, o la presencia del final del rabo harían pensar en una visión lateral prefe-rente por este costado. En este caso podría existir un segundo ejemplar complementario, flanqueando la puerta del espacio de culto, o bien a una repre-sentación divina. Consideramos que esta divinidad pudo ser femenina, teniendo en cuenta los atributos florales del “torito”, ligados especialmente a diosas como Astarté, y la escasa insistencia en la represen-tación tanto de rasgos agresivos como de los atri-butos sexuales, al contrario de lo que sucede en los toros del área mediterránea o en los más cercanos de La Victoria, Santa Sofía-El Polvillo o Santaella, todos ellos en Córdoba (Vaquerizo 1999; Morena 2004). Los dos últimos casos muestran una prefe-rencia clara por su visualización desde uno de sus lados, lo que permite pensar en la existencia de una pareja, más probable en el caso de Santaella (Chapa 1986: 138, ver, en contra, Sanmartí 1987: 269).

7. Conclusiones. Lo dicho hasta ahora permite comprender a través de esta pieza la altísima y especializada di-mensión iconográfica desarrollada por el mundo orientalizante en la Campiña giennense. Hemos planteado la posibilidad de que el “torito” sea por ahora el único testimonio de un lugar de culto si-tuado en el área de entrada y salida de la antigua población por esta zona, aunque la falta de informa-ción sobre su con-texto no nos permite afinar más en este sentido. Las excavaciones realizadas por el “Proyecto Porcuna” han confirmado, como hemos

Figura 24.- Arriba: Ortostato de Tell Halaf con escena de caza de un toro en el que se han marcado las costillas y las in-cisiones “flame and frond” de los cuartos traseros, segunda mitad del s. VIII a.C. (a partir de Akurgal 1969, fig. 88). Aba-jo: efecto “flame and frond” en el torito de Porcuna añadiendo líneas pintadas.

Feria Real

visto, la existencia de una importante organización urbanística durante los s. VII y VI a.C. en el Cerro de los Alcores, mientras que el vecino Cerro del Alba-late se abandona (Arteaga 1999: 110). De la eleva-ción que ocupa la Porcuna actual se conocen mejor los restos de época ibérica tardía y romana, aunque no se descarta que existan niveles anteriores. Al fin y al cabo, en Los Alcores las estructuras de época orientalizante se sitúan a 3 m de profundidad y solo una excavación sistemática ha podido documentar la estratigrafía completa, que alcanza hasta la Edad del Cobre, y lo mismo podría suceder en Porcuna. La posible existencia de un santuario que al-bergara al “torito” no sólo tiene sentido en el marco de un espacio límite, sino también en el hecho de tratarse de un emplazamiento en altura. Muy cerca de su zona de aparición se sitúa precisamente el pun-to más alto de toda el área directamente relacionada con Porcuna (490 m s.n.m.), siendo 397 m la altura del Cerro del Albalate y 422 m la cota máxima de Los Alcores. La visibilidad fue sin duda un aspecto a tener en cuenta en el emplazamiento de los santua-rios de la época, tanto en relación con la navegación como con el tránsito interior (Marín 2010: 506). Se nos presenta, por tanto, un panorama en el que las sociedades de la Campiña, que han pa-sado por un proceso de agrupamiento poblacional en beneficio de las élites que capitalizan las riquezas basadas en el dominio de la tierra y de los medios de producción, se muestran como representantes co-lectivos del grupo social. Esta nueva situación está fuerte-mente relacionada con la estructura política que di-versos autores (Molinos et al. 1995; Arteaga 1999: 112) vinculan al mundo tartésico occidental, del que Porcuna sería una de sus poblaciones lími-tes, como también lo serían Arjona y Los Villares de Andújar. La presencia del “torito”, tan ajustado en su concepción y expresión iconográfica a esos modelos, junto a la presencia de cerámicas decoradas y otros elementos materiales, nos indica que en la ciudad de Porcuna se adoptaron formas de vida, creencias, ritos y expresiones religiosas propiamente orientali-zantes. A este contexto, situado en la segunda mitad del s. VII o muy inicios del s. VI a.C. debemos ligar la escultura del “torito”, interpretado como imagen o elemento asociado a una divinidad femenina con rasgos próximos a Astarté. Es importante resaltar que la escultura no sólo debe ser contemplada desde un punto de vista iconográfico, por más que este enfoque aporte una in-formación fundamental. El proceso de manufac-tura del “torito” nos ha revelado el alto nivel técnico y creativo contenido en esta pieza, y por tanto la presencia de un equipo de especialistas dirigidos por un escultor con excelentes cualidades artísticas. Bajo su dirección trabajaron tanto canteros como otros ayudantes, demostrando importantes conocimientos

sobre todo el proceso de la obra y el manejo de ins-trumental especializado, a lo que hay que añadir el trabajo de creación y engaste de los elementos acce-sorios y la colocación de la imagen en un espacio adecuado. Aunque situemos la figura del escultor y su equipo en un marco dependiente de la autoridad, su demostrada capacidad artística y técnica, así como el tiempo y el material invertido en la realización de la figura, debieron suponer una inversión económica muy importante. La religión y sus manifestaciones, el “mundo de las apariencias” en palabras de Ruiz y Sánchez (2003: 140), a través del que afloran tantos aspectos materiales, nos indica que la implantación de una nueva iconografía religiosa fue uno de los aspectos fundamentales asociados al desarrollo de las nuevas aristocracias locales, cuyas fórmulas ex-presivas se aproximan significativamente al universo inicialmente introducido por la presencia fenicia. Aunque este contexto cultural declina a lo largo del s. VI a.C. hasta desaparecer, puede decirse que provoca un uso continuado de la escultura en piedra como recurso expresivo en el núcleo de Por-cuna. De hecho, y al contrario que las posteriores y también excepcionales figuras “enterradas” en la fosa de Cerrillo Blanco (Negueruela 1990), esta pie-za sufrió unos daños limitados cuando dejó de em-plearse. Es cierto que presenta algunas fracturas que hemos puesto en relación con el arranque de las pie-zas accesorias de valor repartidas por diversas zonas de su cuerpo. Además de esto, y dado que debió estar situada a cierta altura, un derribo intencionado con ayuda de cuerdas pudo provocar la fractura de las patas de atrás y del hocico. En este último caso, los intentos de romper experimentalmente esta zona mediante puntero o cincel en la réplica trabajada en el taller de Porcuna no consiguieron el mismo efecto que presenta la pieza original, por lo que la hipótesis de la caída se mantiene. Sin embargo, una vez en el suelo y habiéndole arrancado sus elementos acceso-rios, la escultura no sufrió más daños. Es notable el hecho de que tanto los bóvidos de cuernos y orejas postizos de la zona mediterránea, como el conjunto de bóvidos y leones del área cordobesa, presentan un estado de conservación comparativa-mente me-jor que el de la restante estatuaria ibérica en piedra, como si a pesar de dejar de estar en uso se hubiera respetado su integridad. El toro echado de Porcuna tiene su contexto iconográfico en el área cordobesa, aunque ninguno de los bóvidos o leones de esa zona llega a mostrar unos rasgos tan finos y exquisitos. Antes de que Ce-rrillo Blanco se convirtiera en un referente primor-dial para la escultura ibérica, la etapa orientalizante produjo en Porcuna al menos una pieza que cabe situar también en el nivel más alto de la iconografía en piedra andaluza, mostrando claramente la impor-tancia económica y religiosa de la antigua Ipolca.

Porcuna 2012

agRadeCimientos

Son muchas las personas e instituciones que nos han ayudado a realizar este trabajo. Francisco Javier Pajares Gutiérrez, hijo de Ramón Pajares Pardo, nos ha proporcionado información sobre el momento en el que su padre recibió la escultura y cuando posteriormente decidió donarla. El estudio del proceso de trabajo ha conta-do con el asesoramiento de Francisco Aguilera, cantero y escultor de Porcuna y heredero de una larga saga de especialistas, que conoce a fondo todo lo relacionado con la piedra y su talla. Sonia Flores y David Vincent, del Centro Tecnológico Andaluz de la Piedra (Macael) hicieron el escaneado 3D de la escultura en el Museo de Jaén, en donde tanto su directora Francisca Hornos como la conservadora Margarita Sánchez Latorre dieron todas las facilidades para llevar a cabo el trabajo. El estudio iconográfico ha contado con el apoyo de Alberto Herrero, investigador científico del Real Jardín Botánico (CSIC) para la determinación de la flor representada sobre el toro. J. Álvarez Mon, de la Universidad de Sydney, ha aportado certeras apreciaciones sobre diversos elementos decorativos de la escultura. A. Perea e I. Montero, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC) nos han informado sobre la idoneidad de los posibles elementos metálicos añadidos. La referencia a la situación del toro de Arjona se debe a José Puentes, alcalde de esa población en el momento de redactar este trabajo, y al cronista oficial de la ciudad, Manuel Antonio Cardeña Perales. Finalmente, queremos agradecer muy sinceramente el tra-bajo de revisión efectuado por dos evaluadores anónimos, que han ayudado mucho a la mejora de este texto.

notas

1. Este artículo ha sido realizado en el marco del Proyecto HUM 2007/60074: “Escultura Ibérica: estudio icono-gráfico, tecnológico e historiográfico”, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.2. La ficha puede consultarse en el catálogo en red del Ministerio de Cultura (CERES) introduciendo como tér-minos de búsqueda “toro de Porcuna”: http://ceres.mcu.es/pages/Main y en el Portal de Museos de Andalucía: http://www.juntadeandalucia.es/cultura/museos/MJA/index.jsp?redirect=S2_3_1_1.jsp&idpieza=843&pagina=1

140

Teresa Chapa Brunet y Luis Emilio Vallejo El toro orientalizante de Porcuna (JaÈ n)

Complutum, 2012, Vol. 23 (1): 121-143

referenCias BiBliográfiCas

AkurgAl, E. (1969): Orient et Occident. Albin Michel, Paris.AlmAgro-gorbEA, m. (1983): Pozo Moro. El monumento orientalizante, su contexto socio-cultural y sus parale-

los en la arquitectura funeraria ibÈr ica. Madrider Mitteilungen, 24: 177-392.AlmAgro-gorbEA, m. (2008): Objetos de marfil y hueso. La necrópolis de Medellín II. Estudio de los hallazgos

(M. Almagro-Gorbea, dir.), Bibliotheca Archaeologica Hispana 26-2, Real Academia de la Historia, Madrid: 401-512.

AlmAgro-gorbEA, m.; TorrEs orTiz m. (2010): La escultura Fenicia en Hispania. Bibliotheca Praehistorica Hispana 32, Real Academia de la Historia, Madrid.

AmorEs CArrEdAno, F.; EsCACEnA CArrAsCo, J. l. (2003): De toros y de tesoros: simbología y función de las joyas de El Carambolo. Fiestas de toros y sociedad (A. García Baquero González y P. Romero de Solís, eds.), Fun-dación Real Maestranza de Sevilla, Universidad de Sevilla, Fundación de Estudios Taurinos, Sevilla: 41-68.

ArbolEdAs mArTínEz, l. (2010): La explotaciÛn masiva de los recursos mineros de Sierra Morena oriental: la minería iberorromana. La minería y la metalurgia en el Alto Guadalquivir: desde sus orígenes hasta nuestros días (F. Contreras Cortés y J. Dueñas Molina, J., eds.), Instituto de Estudios Giennenses, Diputación de Jaén, JaÈn: 123-201.

ArTEAgA, o. (1985): Excavaciones arqueolÛgi cas sistem· ticas en el cerro de Los Alcores (Porcuna, JaÈ n). Informe preliminar sobre la campaÒa de 1985. Anuario Arqueológico de Andalucía II. Actividades Sistemáticas 1985: 279-288.

ArTEAgA, o. (1999): La delimitaciÛn del territorio entre C· stulo y Obulco. De las sociedades agrícolas a la His-pania romana (V. Salvatierra y C. Rísquez, eds.), Jornadas Históricas del Alto Guadalquivir (Quesada, 1992-1995), Universidad de JaÈ n, JaÈ n: 95-141.

ArTEAgA, o.; noCETE, F.; rAmos, J.; roos, A. m. (1993): ReconstrucciÛn del proceso histÛr ico en la ciudad ibe-ro-romana de Obulco. El Proyecto Porcuna (JaÈn) . Investigaciones Arqueológicas en Andalucía. 1985-1992,Huelva: 809-814.

AubET, m.E. (1979): Marfiles fenicios del bajo Guadalquivivir. I. Cruz del Negro. Studia Archaeologica 52, Se-minario de arqueología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Valladolid.

AubET, m. E. (1981-1982): Marfiles fenicios del Bajo Guadalquivir (y III). Bencarrón, Santa Lucía y Setefilla. Pyrenae, 17-18: 33-92.

AzArpAy, g. (1968): Urartian art and artifacts. A chronological study. University of California Press, Berkeley y Los Angeles.

bElén, m.; AnglAdA, r.; EsCACEnA, J. l.; JiménEz, A.; linEros, r.; rodríguEz, i. (1997): Arqueología en Carmo-na (Sevilla). Excavaciones en la casa-palacio del Marqués de Saltillo. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Colección Arqueología, Sevilla.

bElén, m.; gArCíA morillo, m. C. (2005): Carmona. Una ciudad tartÈ sica con estatuas. El Periodo Orientali-zante. Vol. II. Actas del III Symposio Internacional de Arqueología de Mérida: Protohistoria del Mediterráneo Occidental (S. Celestino Pérez y J. Jiménez Ávila eds), Anejos de Archivo Espańol de Arqueología XXXV, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Mérida: 1199-1213.

bElén, m.; mArín CEbAllos, m. C. (2002): Diosas y leones en el periodo orientalizante de la Península Ibérica. SPAL, 11: 169-195.

bElén, m.; ChApA, T. (en prensa): Der “Krieger” von Cádiz und die Steinskulptur im phönizischen Kontext der Iberischen Halbinsel. Madrider Mitteilungen.

bElTrán, J.; lozA, m. l. (2005): El “Oso de Porcuna”. Una escultura funeraria excepcional de la Hispania roma-na. Romula, 4: 163-176.

blAnCo FrEiJEiro, A. (1960): Orientalia II. Archivo Español de Arqueología, 33: 1-43.blAnCo FrEiJEiro, A. (1961-1962): El toro ibÈr ico. Homenaje al Prof. C. de Mergelina, Murcia: 163-195.blAnCo FrEiJEiro, A. (1987): La escultura ibÈ rica. Una interpretaciÛn. Escultura Ibérica (García Castro, J.A.,

dir.), Revista de Arqueología (número monográfico), Ed. Zugarto, Madrid: 32-47.blánquEz, J.J. (ed) (2003): Cerámicas orientalizantes del Museo de Cabra. Ayuntamiento de Cabra, Madrid.brinkmAnn, V. (2009): La investigación sobre la policromía de la escultura en la Antigüedad. Introducción a la

exposiciÛn. El color de los dioses, Cat·l ogo de la ExposiciÛn, Museo ArqueolÛgi co Regional (18-diciembre 2009 a 18 de abril 2010), Madrid: 21-32.

Feria Real

140

Teresa Chapa Brunet y Luis Emilio Vallejo El toro orientalizante de Porcuna (JaÈ n)

Complutum, 2012, Vol. 23 (1): 121-143

referenCias BiBliográfiCas

AkurgAl, E. (1969): Orient et Occident. Albin Michel, Paris.AlmAgro-gorbEA, m. (1983): Pozo Moro. El monumento orientalizante, su contexto socio-cultural y sus parale-

los en la arquitectura funeraria ibÈr ica. Madrider Mitteilungen, 24: 177-392.AlmAgro-gorbEA, m. (2008): Objetos de marfil y hueso. La necrópolis de Medellín II. Estudio de los hallazgos

(M. Almagro-Gorbea, dir.), Bibliotheca Archaeologica Hispana 26-2, Real Academia de la Historia, Madrid: 401-512.

AlmAgro-gorbEA, m.; TorrEs orTiz m. (2010): La escultura Fenicia en Hispania. Bibliotheca Praehistorica Hispana 32, Real Academia de la Historia, Madrid.

AmorEs CArrEdAno, F.; EsCACEnA CArrAsCo, J. l. (2003): De toros y de tesoros: simbología y función de las joyas de El Carambolo. Fiestas de toros y sociedad (A. García Baquero González y P. Romero de Solís, eds.), Fun-dación Real Maestranza de Sevilla, Universidad de Sevilla, Fundación de Estudios Taurinos, Sevilla: 41-68.

ArbolEdAs mArTínEz, l. (2010): La explotaciÛn masiva de los recursos mineros de Sierra Morena oriental: la minería iberorromana. La minería y la metalurgia en el Alto Guadalquivir: desde sus orígenes hasta nuestros días (F. Contreras Cortés y J. Dueñas Molina, J., eds.), Instituto de Estudios Giennenses, Diputación de Jaén, JaÈn: 123-201.

ArTEAgA, o. (1985): Excavaciones arqueolÛgi cas sistem· ticas en el cerro de Los Alcores (Porcuna, JaÈ n). Informe preliminar sobre la campaÒa de 1985. Anuario Arqueológico de Andalucía II. Actividades Sistemáticas 1985: 279-288.

ArTEAgA, o. (1999): La delimitaciÛn del territorio entre C· stulo y Obulco. De las sociedades agrícolas a la His-pania romana (V. Salvatierra y C. Rísquez, eds.), Jornadas Históricas del Alto Guadalquivir (Quesada, 1992-1995), Universidad de JaÈ n, JaÈ n: 95-141.

ArTEAgA, o.; noCETE, F.; rAmos, J.; roos, A. m. (1993): ReconstrucciÛn del proceso histÛr ico en la ciudad ibe-ro-romana de Obulco. El Proyecto Porcuna (JaÈn) . Investigaciones Arqueológicas en Andalucía. 1985-1992,Huelva: 809-814.

AubET, m.E. (1979): Marfiles fenicios del bajo Guadalquivivir. I. Cruz del Negro. Studia Archaeologica 52, Se-minario de arqueología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Valladolid.

AubET, m. E. (1981-1982): Marfiles fenicios del Bajo Guadalquivir (y III). Bencarrón, Santa Lucía y Setefilla. Pyrenae, 17-18: 33-92.

AzArpAy, g. (1968): Urartian art and artifacts. A chronological study. University of California Press, Berkeley y Los Angeles.

bElén, m.; AnglAdA, r.; EsCACEnA, J. l.; JiménEz, A.; linEros, r.; rodríguEz, i. (1997): Arqueología en Carmo-na (Sevilla). Excavaciones en la casa-palacio del Marqués de Saltillo. Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Colección Arqueología, Sevilla.

bElén, m.; gArCíA morillo, m. C. (2005): Carmona. Una ciudad tartÈ sica con estatuas. El Periodo Orientali-zante. Vol. II. Actas del III Symposio Internacional de Arqueología de Mérida: Protohistoria del Mediterráneo Occidental (S. Celestino Pérez y J. Jiménez Ávila eds), Anejos de Archivo Espańol de Arqueología XXXV, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Mérida: 1199-1213.

bElén, m.; mArín CEbAllos, m. C. (2002): Diosas y leones en el periodo orientalizante de la Península Ibérica. SPAL, 11: 169-195.

bElén, m.; ChApA, T. (en prensa): Der “Krieger” von Cádiz und die Steinskulptur im phönizischen Kontext der Iberischen Halbinsel. Madrider Mitteilungen.

bElTrán, J.; lozA, m. l. (2005): El “Oso de Porcuna”. Una escultura funeraria excepcional de la Hispania roma-na. Romula, 4: 163-176.

blAnCo FrEiJEiro, A. (1960): Orientalia II. Archivo Español de Arqueología, 33: 1-43.blAnCo FrEiJEiro, A. (1961-1962): El toro ibÈr ico. Homenaje al Prof. C. de Mergelina, Murcia: 163-195.blAnCo FrEiJEiro, A. (1987): La escultura ibÈ rica. Una interpretaciÛn. Escultura Ibérica (García Castro, J.A.,

dir.), Revista de Arqueología (número monográfico), Ed. Zugarto, Madrid: 32-47.blánquEz, J.J. (ed) (2003): Cerámicas orientalizantes del Museo de Cabra. Ayuntamiento de Cabra, Madrid.brinkmAnn, V. (2009): La investigación sobre la policromía de la escultura en la Antigüedad. Introducción a la

exposiciÛn. El color de los dioses, Cat·l ogo de la ExposiciÛn, Museo ArqueolÛgi co Regional (18-diciembre 2009 a 18 de abril 2010), Madrid: 21-32.

141

Teresa Chapa Brunet y Luis Emilio VallejoEl toro orientalizante de Porcuna (JaÈ n)

Complutum, 2012, Vol. 23 (1): 121-143

CAzAbán, A. (1927:) La escultura hallada en Porcuna. Don Lope de Sosa, 177: 271-273.ChApA brunET, T. (1980): La Escultura Zoomorfa Ibérica. 2 vols. Universidad Complutense de Madrid, Madrid.ChApA brunET, T. (1986): Influjos griegos en la escultura zoomorfa ibérica. Iberia Graeca, Serie Arqueologica nº

2, CSIC, Madrid. ChApA brunET, T. (1996): El nacimiento de la escultura funeraria ibÈ rica. Formes Archaiques et Arts Ibèriques (R.

Olmos y P. Rouillard, eds), Collection de la Casa de Vel· zquez 59, Madrid: 67-82.ChApA brunET, T. (2005): Las primeras manifestaciones escultÛr icas ibÈ ricas en el oriente peninsular. Archivo

Español de Arqueología, 78: 23-47.ChApA brunET, T. (2005-2006): Iconografía y economía: un ejemplo aplicado a los orígenes de la escultura ibérica

en el área del Bajo Segura (Alicante). Homenaje a Jesús Altuna, vol. III, Munibe, 57: 243-256.ChAVEs, F.; dE lA bAndErA, m. l.; FErrEr, E.; bErnáldEz, E. (2000): El complejo sacrificial de Montemolín. Actas

del IV Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos. Universidad de C· diz, Vol. II, C· diz: 573-581.ChAVEs, F.; dE lA bAndErA, m. l. (1986): Figürlich Verzierte Keramik aus dem Guadalquivir-Gebiet. Die Funde

von Montemolín (bei Marchena, Prov. Sevilla). Madrider Mitteilungen, 27: 117-150 (l· ms. 16-18).ChAVEs, F.; dE lA bAndErA, m. l.; gArCíA VArgAs, E.; FErrEr AlbEldA, E.; oriA sEgurA, m. (1993): Investiga-

ción arqueológica en Montemolín. Investigaciones Arqueológicas en Andalucía 1985-1992. Proyectos. Junta de Andalucía, Huelva: 501-513.

CuAdrAdo, E. (1984): Restos monumentales funerarios de El Cigarralejo. Trabajos de Prehistoria, 41: 251-290.donohuE, A. A. (1988): Xoana and the origins of Greek Sculpture. Scholars Press, American Classical Studies

15, Atlanta. EsCAlErA urEñA, A. (1978): Examen de laboratorio de los materiales de “La Joya” (Huelva). Excavaciones en la

Necrópolis de La Joya. Huelva. II (J.P. Garrido y E. Orta, eds.), Excavaciones ArqueolÛgi cas en EspaÒa 96, Ministerio de Cultura, Madrid: 213-256.

gArCíA bEllido, A. (1943): De escultura ibérica. Algunos problemas de arte y cronología. Archivo Español de Arqueología, XVI: 272-299.

gArCíA y bEllido, A. (1960): Inventario de jarros p˙ni co-tartÈ ssicos. Archivo Español de Arqueología, XXXIII: 44-63.

gArCíA y bEllido, A. (1980): Arte Ibérico en España. Espasa Calpe, Madrid. gArCíA gAndíA, J. r. (2009): La Necrópolis Orientalizante de Les Casetes (La Vila Joiosa, Alicante). Serie Ar-

queolÛgica, Anejos de Lucentum 19, Publicaciones de la Universidad de Alicante, Alicante. gArrido, J. p. y orTA, E. (1978): Excavaciones en la Necrópolis de La Joya. Huelva. II. Excavaciones ArqueolÛ -

gicas en EspaÒa 96, Ministerio de Cultura, Madrid. gómEz, m.; nAVArro, J. V.; mArTín dE hiJAs, C.; dEl Egido, m.; AlguEró, m.; gonzálEz, E.; ArTEAgA, á. (2010):

La escultura de Baza: materias, pátinas y policromía. La Dama de Baza. Un viaje femenino al más allá (T. Chapa e I. Izquierdo, coords.), Actas del Encuentro Internacional (Museo ArqueolÛgi co Nacional, 27-28 de noviembre 2007), Ministerio de Cultura, Madrid: 103-117.

gómEz, m.; nAVArro, J. V.; AlbAr, A. (2011): El color en la escultura ibérica a la luz de los análisis físico-quími-cos: los ejemplos de Baza y Elche. ¿Hombres o dioses? Una nueva mirada a la escultura del mundo ibérico (J. Blánquez Pérez, ed.), Museo ArqueolÛgi co Regional, Madrid: 315-335.

gómEz rEndón, á. (1998): Mapas geométricos. Análisis y aplicaciones especulativas. Padilla Libros, Sevilla. gonzálEz nAVArrETE, J. (1987): Escultura Ibérica de Cerrillo Blanco, Porcuna, Jaén. DiputaciÛn Provincial de

JaÈn, Instituto d e Cultura, JaÈ n. gonzálEz nAVArrETE, J.; ArTEAgA, o. (1980): La necrópolis del Cerrillo Blanco y el poblado de Los Alcores

(Porcuna, JaÈn) . Noticiario Arqueológico Hispánico, 10: 185-217.grEEn, A. r. W. (2003): The Storm God in the Ancient Near East. Winona Lake, Ind. Eisenbrauns. izquiErdo pErAilE, i. (2000): Monumentos funerarios ibéricos: los pilares-estela. DiputaciÛn Provincial de Valen-

cia. Servicio de InvestigaciÛn Pr ehistÛr ica, Serie de Trabajos Varios 98, ValenciaJiménEz áVilA, J. (2002): La toréutica orientalizante en la Península Ibérica. Bibliotheca Archaeologica Hispana

16, Real Academia de la Historia, Madrid. kiEllAnd, E. C. (1987): Geometry in Egyptian Art. Dreyers Forlag, Oslo.lE mEAux, h. (2010): L´Iconographie Orientalisante de la Péninsule Ibérique. Questions de styles et d´Échanges

(VIIIe-VIe siècles av. J.-C.). Casa de Vel·zquez, M adrid.

Porcuna 2012

142

Teresa Chapa Brunet y Luis Emilio Vallejo El toro orientalizante de Porcuna (JaÈ n)

Complutum, 2012, Vol. 23 (1): 121-143

lEón, p. (1998): La sculpture des Ibères. l´Harmattan, Paris. llobrEgAT, E. A. (1974): El toro ibÈr ico de Villajoyosa (Alicante). Zephyrus, XXV: 335-342.mArín CEbAllos, m. C. (2010): Imagen y culto de Astarté en la Península Ibérica I: Las fuentes griegas y latinas.

El Carambolo. 50 años de un tesoro. (M.L. de la Bandera Romero y E. Ferrer Albelda, eds.), Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, Sevilla: 491-512.

mArTínEz rAmos, b. (1944-1945): Fundación de la ciudad de Arjona por los Iberos. Paisaje, I: 216-220.mATA pArrEño, C.; bAdAl gArCíA, E.; bonET rosAdo, h.; CollAdo mATAix, E.; FAbAdo Alós, F. J.; izquiErdo

pErAilE, i.; morEno mArTín, A.; nTinou, m.; quixAl sAnTos, d.; ripollés AlEgrE, p. p.; soriA CombAdiErA, l. (2010): De lo real a lo imaginario. Aproximación a la flora ibérica durante la Edad del Hierro. Anales de Arqueología Cordobesa, 18: 93-122.

mATz, F. (1960): La Crète et la Grèce Primitive. Prolégomenes de l´Art Grec. Albin Michel, Paris.miElkE, d. 2011 (e.p.). Die Polychromie iberischer Skulpturen. Madrider Mitteilungen 52.Molinos Molinos, M.; Ruiz RodRiguez, A.; seRRAno PeńA, J. l. (1995): La frontera oriental de Tartessos. En

Tartessos, 25 ańos después (1968-1993). Actas del Congreso Conmemorativo del V Symposium Internacional de Prehistoria Peninsular. Ayuntamiento. Jerez de la Frontera: 239-254.

morEnA lópEz, J. A. (2004): Tres nuevos bÛvi dos ibÈr icos en piedra procedentes del valle del Guadajoz (CÛr do-ba). Romula, 3: 7-36.

nEguEruElA, i. (1990): Los monumentos escultóricos ibéricos del Cerrillo Blanco de Porcuna (Jaén). Ministerio de Cultura, Madrid.

nEguEruElA, i. (1992): La escultura ibérica. Cuadernos de Arte Español 57, Historia 16, Madrid: 1-31 (mono-gráfico).

olmos romErA, r. (dir.) (1999): Los Iberos y sus imágenes. CD-Rom. Micronet, Consejo Superior de Investiga-ciones Científicas, Madrid.

olmos romErA, r. (2003): La imagen en la cultura tartÈ sica. Cerámicas orientalizantes del Museo de Cabra (J.J. Blánquez, ed), Ayuntamiento de Cabra, Madrid: 32-55.

pAlAgiA, o. (2006): Marble Carving Techniques. Greek Sculpture. Function, Materials and Techniques in the Archaic and Classical Periods (O. Palagia, ed). Cambidge University Press, Cambridge: 243-279.

pAlmA rodríguEz, J.; pAlmA FrAnquElo, J. m.; dEl morAl AguilAr, F. J. (1996): El tránsito hacia la Historia en Santaella. Singilis, AÒo I I, nº 2. 1- 6.

pATAy-horVáTh, A. (2009) Hair or Wreath? Metal Attachments on Marble Heads in Architectural Sculpture. Structure, Image Ornament: Architectural Sculpture in the Greek world (P. Schultz y R. von den Hoff, eds.).Proceedings of an international conference held at the American School of Classical Studies, 27-28 November 2004, Oxbow Books, Oxford and Oakville: 87-94.

prEsEdo VElo, F. (1982): La Necrópolis de Baza. Excavaciones ArqueolÛgi cas en EspaÒa 119, Ministerio de Cultura, Madrid.

ridgWAy, b. s. (1990): Metal Attachments in Greek Marble Sculpture. Marble. Art, Historical and Scientific Perspectives on Ancient Sculptures (M. True y J. Podany, eds.), J. Paul Getty Museum, Los Angeles: 185-206.

rollEy, C. (1994): La Sculpture Grecque. 1. Des origines au milieu du V siècle. Picard, Paris. rouillArd, p. (1998): Toro (denominado ì toritoî ) de Porcuna. Los Iberos, Príncipes de Occidente. Ministerio de

Educación y Cultura, Fundación La Caixa, Barcelona: 237.roVirA lloréns, s. (1995): De metalurgia tartÈ sica. Tartessos, 25 años después (1968-1993). Actas del Congreso

Conmemorativo del V Symposium Internacional de Prehistoria Peninsular, Ayuntamiento de Jerez de la Fron-tera: 475-506.

roVirA lloréns, s. (2008): Aspectos metalúrgicos del yacimiento orientalizante de Medellín. La necrópolis de Medellín III. Estudios analíticos. IV. Interpretación de la necrópolis. V. El marco histórico de Medellín-Co-nisturgis (M. Almagro-Gorbea, dir.), Bibliotheca Archaeologica Hispana 26-3, Real Academia de la Historia, Madrid: 847-852.

ruiz, A. y sánChEz, A. (2003): La cultura de los espacios y los animales entre los príncipes iberos del sur. Ar-queología e Iconografía: indagar en las imágenes (T. Tortosa y J.A. Santos, eds.). L´Erma di Bretschneider, Roma: 137-154.

sAnmArTí grECo, E. (1987): Notas acerca de un bóvido ibérico en piedra del Museo Arqueológico de Barcelona. Archivo de Prehistoria Levantina, XVII (1): 261-274.

143

Teresa Chapa Brunet y Luis Emilio VallejoEl toro orientalizante de Porcuna (JaÈ n)

Complutum, 2012, Vol. 23 (1): 121-143

sChäFEr, T. (1996): Gepickt und versteckt -Zur Bedeutung und Funktion aufgerauhter Oberflächen in der spätar-chaischen und frühklassischen Plastik. Jahrbuch des Deutschen Archäologischen Instituts, 111: 25-74.

TorrECillAs gonzálEz, J. F. (1985): La necrópolis de época tartésica del ‘Cerrillo Blanco’ (Porcuna, Jaén).DiputaciÛn Pro vincial, JaÈn .

ulrEiCh, h.; nEgrETE, m. A.; puCh, E.; pErdigonEs, l. (1990): Die Ausgrabungen 1989 im Schuttang der Phöni-zischen Ansiedlung an der Guadarranque-M¸ndung. Madrider Mitteilungen, 31: 194-250.

VAquErizo gil, d. (1999): La Cultura Ibérica en Córdoba. Un ensayo de síntesis. Cajasur, Universidad de CÛr -doba, CÛrdoba.

Feria Real

II PELIGROSAS CANTARERAS

Caminando por tu calleme metí en tu casa un díame monté en las cantareras:¡Con el peligro que eso tenía!

Chirriaban las cantarerasy se mecían por la inestabilidaddel nerviosismo que yo padecía.¡Qué susto! Porque tu madre veníay yo protección no tenía.

Caí.

Asustado y agitadome escondí en el corraltu madre olfateando,como perra conejera me quería cazar.

Salté al corral de la vecinapara que tu madre no me cazarani me viera.Con poca ropa si que vio la vecinasorprendida, no se apocó.No gritaba: ¡Sonreía!

Exclamó: ¡Oh, gracias Dios míopor este ángel divinoque ha venido del cieloy en mi corral ha caído!¡Qué alegría y qué consuelo!

A san Antonio benditole he rezado muchas vecesnunca me ha escuchadoni me ha traído un novioahora que lo tengo en el corrala ese ángel no lo dejaré escapar.

No gritaba: ¿Sonreía?Y con dulce voz me decía:No te preocupesa tu vera yo quiero estarpara engolosinarte con las mieles de mi boca¡Hacerte mío!

¡Qué alegría, qué suerte he tenido!,-donde menos te lo esperas salta la liebre-del salto me he beneficiadoporque novio ya he encontradoporque Dios así lo ha queridocon el salto de la liebreya tengo novio, y muy prontotendré marido.

José del Pino García

OJOS HECHICEROS

¡Esos ojos que deslumbran!¡Esos labios de carmín!¡Y esa sonrisa permanenteLuciendo dientes nacarados!

Tus ojos hechiceros no se pueden aguantarIluminan y deslumbranCuando miras, mi corazón haces estallar.

Mi pobre corazón necesita con urgenciaBálsamo divino para tranquilizarloPara no caerme y marearmeEn ese calenturiento y polvoriento camino.

Tus ojos de sueñoDespiertan mi menteY el deseo de besarte es permanente.

Mi corazón camina y camina a tu ladoNo lo puedo desviar hacia otro lugarPorque tus ojos hechicerosTienen imán.

Una sonrisa tuyaEs una bendición del cieloChavala, lo que te quiero.

Mi corazón está cautivotus ojos me lo han robadoya no quiere libertadporque quiere vivir presoen la cárcel de tus besos.

José del Pino García. Junio 2012

Porcuna 2012

Los de la tercera edadcuentan algo de su historiaporque su juventud fuemuy esclava y muy penosa.

Pueden sentirse orgullosostodos, los de antes de la guerraque sepan leer y escribirque apenas, se iba a la escuela.

Un niño que a los diez añoslo quitaban del colegiopara llevarlo al trabajoque futuro, que progreso.

Estos que aquí referimoseran los afortunadosporque fueron al colegiohasta la edad de diez años.

Pero el noventa por cientoque el colegio no pisaronapenas saben firmarhan vivido y viven desilusionados.

Porque es bonito el saberpara saberte expresary poder enfrentarse a las personascon respeto y siempre sabiendo hablar.

Dejemos ya la enseñanzay vamos con la alimentaciónhoyos, cocidos y potajes diariosy que bueno nos estaba to.

Esa fue la juventud que nosotros disfrutamoslos juguetes preferidoseran pelotas de trapo.

Hoy ya somos mayoreslos años nos van pesandopor estar muy bien curtidosdel intenso frío del inviernotambién del fuerte sol del verano.

Ahora los que nos dirigennos han sabido recompensartodo lo que hemos pasadocon la pensión que nos dan.

Que para pagar todo aquellonos parece que no hay precioporque fue mucho pasarpara el poco rendimiento.

A nuestros mandos pedimostodas llenos de ilusionesque examinen sus concienciasy nunca toquen las pensiones.

Si hablamos de nuestros padresque les podemos contarpor lo que contaban ellos habían pasado mucho más.

Por esto, nos figuramosque su vida fue muy durallegaron muchos a su vejezsin cobrar pensión ninguna.

Nosotros nos preguntamosque es lo que ha pasado en la vidaes que no es el mismo Diosy es que no es la misma Biblia.

Fijándonos en nuestros padresdebemos de estar contentosen la situación que hoy vivimos que nunca conocieron ellos.

A la juventud decimosleer esto y comprenderlodecimos pocas mentiraslo que decimos es cierto.

Vuestros mayores os dicensi esto sabéis valorarapreciar lo que es la vidano perdáis el bienestar.

Que la vida cambia muchoesto no debéis de olvidarloque nosotros en nuestra edadhemos visto varios cambios.

La vida que hoy vivimosla debéis de respetarlo dicen vuestros mayoresque un consejo os quieren dar.

Si aprendéis este consejoque os dan vuestros mayoressiempre encontraréis ventajasy habrá muchos menos sin sabores.

OBSERVAR LO QUE DICENVUESTROS MAYORES(POR EXPERIENCIA)

Florencio Moreno Palomo

los Mayores exPlican algo de su vida

Feria Real

FRANCISCO PALOMO ROJAS“el esTanco de palomo y la calle colón”

Las fisonomías de los lugares del ayer van cambiando, y ahora, cuando se mira hacia atrás ya prácticamente no que-da nada de las fisonomías aquellas que dibujaban los antaños en sus edificios y en sus estancias, aunque aun queden, nos queden, los rostros de aquellos habitan-tes que decoraban las calles, nuestras ca-lles, con las sencillas parsimonias de las presencias y los saludos: evidentemente gentes que en otros tiempos fueron otras gentes, a los que esos mismos tiempos, que son vivencias, con el discurrir arenero de los años, con sus soles y sus lunas, en los transcursos de los climas y las estacio-nes han ido desdibujando en los rostros de hoy las enseñas vitales que nos los dibuja-ban en otras juventudes de aquellos otros días en que todo parecía más sencillo, qui-zá porque no estábamos acostumbrados a las virulencias de las prisas y los sonidos de los ruidos.

La calle Colón de Porcuna conserva aún algunos de aquellos edificios del ayer, pongamos los años setenta, aunque prácti-camente hayan desaparecido todas las es-tancias que hacían de esta calle el callejero comerciar de los ajetreos y los cenachos de mimbre, el INEM de esa antigüedad no tan lejana donde se buscaban los trabajos y las tabernillas donde se interpretaban los chur-neos de las ligas entre vinos y partidas de julepes.

La calle Colón era la calle de las sombras, la calle de los invisibles, de los soñados, de los presenti-dos árboles y el olor de las mercaderías, desde la casilla aledaña ya a Niño Jesús donde Pelaez almacenaba lo que no podía almacenar en su tienda de Alférez Gallo, quizá donde iban a parar, entre las anaranjadas bombonas del gas, los artículos que ya habían decaído en el decaer de las cosas de moda, hasta las estam-pas amarillas de los almanaques del ayer donde las cuadraturas santoriles habían agotado ya todos sus días y todas sus festividades, hasta la tienducha de Rafael Izquierdo, esquinera, cálida, blanca, sola, como una mujer de farola apagada en un cigarrillo rubio mentolado que cantara la copla, o un hombre en rabo de lagartija y en hora del tambalear ensoñador del vinillo de las tabernas, la calle Colón opositaba en el arte callejero de los tenderetes, tenderetes que eran ensoñación de siglos atrás, con los antiguos mercados árabes y las covachas judías, que se tendían medievales y moscas bajo las escalinatas en piedra del templo parroquial.

En la calle Colón se abrían los ojos de las mercancías y las motosas efervescencias de los rancios olores de las tabernas que en abriendo la mañana su persianas al botón de oro del sol acudían los hombres de los arrabales porcuneros, olvidados del tango pero egregios en las soleares y la seguidilla, a la busca del jornal de la siega, si estaba el tiempo para siegas, y las camisolas se recortaban en cortas, o a las arbóreas quemas de las ramas del olivo, o al aclare del algodón allá por las tierras húmedas de las hondonadas y el sombrear de los lindones, o al claro sol de los cuarenta grados junto al secarral de los rastrojos, las ma-

Porcuna 2012

talahúvas olorosas del aguardiente en flor, las tiernas espigaduras enguisan-tadas de los garbanzos adolescentes y verdes, esos garbanzos que traían los jornaleros a las casas de los techadi-llos en caña y cal y ventanitas en cruz de reja repintada en negro con cortinilla de gasa ondulando en el aire de la tarde el sueño moro de una princesa cautiva; las espigas de ceba-da en leche que eran golosina mayor de la tierna infancia en calzoncillos blancos y siestero camastro de manta sarpullera y cojín de farfolla, y los me-lones cochos y verdes aclarados de los melonares de los abuelotes donde se dibujaban los infieles arabescos de las estrellas judías y las lunas moras para

que a la oscuridad de las noches sin luna brillaran como farolicas de luz de velas en un desfile tenebroso de santas compañas por las empedradas, pálidas y blancas calles de Porcuna, esas calles antiguas del ayer que hacían sus santas oraciones en los amiedados huecos de las callejuelas, con sus pozos de agua, como por la calle Huesa.

En la calle Colón abría Antoñín, mañanero y alto de espiga y señorío, su mercadería del todo un poco, desde el botón de camisa a la tira bordá para el adorno de las mantelerías o las manguitas de las muchachas en flor de la adolescencia; desde el carrete de hilo para el enhebro de las agujas de las costureras hasta las medias de seda o de cristal con las que cubrían las mujeres el pudor clerical de las blancas carnes donde aun las ceras de los despeles no habían abierto los ojos al tiempo de los ojeadores enseñes de las carnes donde se iluminaban todas las miras, o al menos, algunas de todas las miradas…. En la vitrina televisiva del escaparate de Antoñín los géneros chorreaban babas detrás de los crista-les empañados por las bocas del quiero pero no puedo. Manuel Peñas abría al público sus nobles escaparates de madera donde se enseñaban los vestiditos de moda, de moda bajo la rodilla, las rebequitas de lana en primorosos colores, las camisas de cuello duro, los pantalones de tergal o los señoriales trajes de las ferias y los entierros. Ya dentro, “la Niña Peñas”, una niña india y sagrada como ensoñada de un cuento de las mil y una noches pasada por el tamiz creyente de las vacas sagradas expandía sobre los mostradores de lustrosas maderas las piezas de tela de colores a las que se les cortaban las exactas medidas para los vestidos estampados de las mozas casaderas y las sobrias camisas de los adolescentes sin modernuras. La botica de doña Araceli olía al agrio olor de los medicamentos y las esperas y al complemento químico de las aguas de olor o al claro sin olor de las aguas de Marmolejo que se vendían como medicinas y que traía Aurelio desde la rebotica de las tertulias, las confidencias y las asonadas, o la hortera de turno- pongamos que Mariconchi- vestida en bata blanca y pelo suelto de rulo y champú de huevo, que tenía la rara virtud de saber desenmascarar el arduo jeroglífico de la letra del médico de cabecera para llegar a la conclusión de que, donde se describía un trabalenguas, en el fondo ponía “Salvacolina” para las diarreas. La calle Colón, con sus tiendas y sus trastiendas, sus escaparates para los ojos y sus precios para las alcancías, sus tabernas del vinillo y las aceitunas machacás, y sus oficios liberales y cosmopolitas del arrechucho con bigote y tente tieso. En la imprenta de Juan Cobo se imprimían primorosos y manuales como artesanos primores, letra a letra, coma a coma y de acierto a gazapo, las festividades de la localidad, las participaciones de la lotería que sólo tocaba en sus perrillas y las tarjetas de visita.En la imprenta de Juan Cobo siempre había como un ruido de trenes que nunca parecían partir si no era en las vías muertas de los renglones de los escritos.Una letra por aquí y otra letra por acá y los hierros iban escribiendo las frases y los versos como en mordiscos de correctores dentales hasta componer las historias de nuestra Historia o los primores de las poesías tiernas como cartitas de amor escritas por encargo, esas que, por ejemplo, escribía Manolo Camuñas en las paradas de las recolectas de las majuletas. En la imprenta de Juan Cobo se olía el perfume agrio de las tintas negras expandido por el trémulo revolotear del ventilador de mesa, ese ventilador que parecía estar ahí desde toda la vida y los ecos sonoros de una emisora de radio dedicando melodías de ayer y de hoy al engarce manio-brero de los acontecimientos, mientras por los suelos, desparramados como una lluvia plácida de arco iris, sesteaban a la espera del recogedor los desperdicios de los papeles, como papelillos en su último día de

Feria Real

feria. En la Centralita telefónica, la señorita Paquita impartía clases de orden, hogar, trabajo, pudor, maternidad y pasamanerías de ganchillo o agujas de tejer lana con su rosario de las cinco de la tarde a las alocadas niñas adolescentes que aten-dían los cuadros telefónicos donde se encendían las lucecitas anaranjadas por donde las voces de los teléfonos pedían conferencias a las capitales de los santos reinos de España mientras Manolo, “El niño Porcuna”, contrataba a los grandes del flamenco desde la cabina interior de la Central, para actuar en la Feria real, mientras alguna ve-juca venida desde lo hondo del Comero le metía prisas para que se dejara de tonterías y pudiera

charlar en paz y en orden con el hijo del Carmelo, mientras Manolo le decía: “señora, que hay tiempo pa to…..” Manolito Navas y Matilde atendían su tienda de electrodomésticos y otros lujos de primeras mar-cas y mejores primores que asomaban como placeres de oro y gula por el claro cristal del gran escaparate: las lámparas de cristal que colgaban de los techos como para iluminar mil salones, los relojes de pared con su horas exactas y sus sonidos de campanario, sus máquinas de coser para alejar de las holgazanerías a las mozas casaderas en el quehacer cotidiano del confeccionar los ajuares de las arcas y los baúles, o las máquinas cantaoras de los radiocasés por donde salían las voces machas de los cantes flamencos o las aflautadas voces de las músicas yeyés, y en el reojo de estos lujos, apartado en el rincón siberiano del ventilador, Manolito en apuestos juveniles, componía de una y mil maneras las descomposturas de cuerda y maquinaria de los relojes de muñeca, el engarce del oro y el encolado de las piedrerías. En la taberna de Enrique Hita se hacían los churneos alegres y dicharacheros de los mediodías de los veranos antes de ir al gazpacho, el salmorejo, las pipirranas, las caldosas ensaladas de agua, lechuga, sal vinagre y aceite, o el aceitevinagre de patatas, habicholillas, huevos duros y gajos de naranjas. Enrique Hita guardaba para los inviernos las componendas estéticas del dandy sin catecismo de Canterville de su clara gabardina en su alzado cuello, su señorial sombrero de tan ancha ala como su figura de paseante londinense sin niebla, y la elegancia callejera y trotamunda de su espigado bastón de madera, sino parisi-no, sí porcunés de alcurnia, el que guiaba sus paseos de los atardeceres de otoño desde la calle Colón a la Redonda, sintiéndose el amo supremo de la decadencia aristocrática pasada por la criba ética y gremial de las transparentes urnas. Y las mañanas eran para la taberna de Benito “El Guiñolero”, donde se servían mañaneros y ca-lentitos los cafés del desperezo, no sé si aún cocidos en descascarilladas ollas como en la vieja taberna de Aguilar, que tanto recordaba Eduardo Chiquero, los aguardientes secos o los dulces anisetes para los aparejadores del jornal en las eras y por donde acudían los hombres de barba sin afeitar y los mozuelos en sus primeros afeitados desde los barrios jornaleros de Porcuna dando ya el reloj de la Parroquia las cuatro de la mañana, para ser contratados por los contratistas de los campos; y era ese un bullir de gentes recién madrugadoras que hacía de ese bar, esa plaza y esos lares de tenderetes el mercadillo donde se alquilaban los brazos, los pañuelos en las cabezas con sus cuatro nudos cardinales y los sudores perlados y grises de las frentes hasta donde llegaban los manijeros de los señoritos o los capapardas de las pocas fanegas para acarrear a las tropas jornaleras hacia esos campos porcuneros del señor por siete u ocho pesetas la jornada, ocupando ya atardecido el día, en las talegas vacías, el lugar que ocupaba mañanero el pan, el bacalao y la media botella de vino. Y por debajo de la taberna de Benito y la muchedumbre de las eras, el estanco de Palomo, que es a donde quería llegar y en donde me detengo por unos folios más por ver si ensarto el memorioso hilvanar de estos encuentros porcuneros, y un retrato que ya se va quedando retrato en sepia.

“El estanco de Palomo”

A mí siempre me daba cosa llamar Francisco a Palomo y andaba con uno y con otro como mochue-lo sin olivo, porque yo, no sé si en mi vergüenza o en mi educación, o más incluso, en mi ignoracia,estaba en la mentirijilla de que lo tal de Palomo, más que apellido era nombrajo, y ya se sabe que el mundo ex-cepcional de los nombrajos, como el mundo de las irregularidades, estéticas, físicas o síquicas –omito el estorbo y el extranjerismo absurdo de la p- suelen crear susceptibilidades , o malas interpretaciones cuando no malos entendidos, a pesar de que los nombrajos sean gozosas perlas bautismales, que en la sabia habla popular y en el esculque de las identidades sutiles sustituyen a los nombres y a los apellidos, y sea yo

Porcuna 2012

defensor, si no a ultranza, sí defensor sentimentaloide del encuadre que el nombrajo deja en el catastro apócrifo y heterónimo de los nacimientos y llevo a toda honra , si es que lo de la honra se puede llevar ya sin agachar la cabeza, siendo circunstancia a tener en cuenta, estar en la línea nombrajera de los Callaos y los Pelusos, y afino en ser nieto de Carmen “La coja”, y Alfredo, el “bizco Callao” por parte materna , y de Manuel “Peluso” y María Francisca Coca Márquez “La Chiquita Pinanta”, que fue aderezo que le endiñó su suegra en el paterno parentesco; pero esto son jolgorios y nombradías de las que ya estoy tratando a paso lento de tortuga poética e irónica, tal vez sarcástica, pero sin menosprecio al esfuerzo, en la Enciclopedia del Nombrajo porcunero, que, quiera el tiempo no me salga desviado ni díscolo, en la búsqueda ni en el planteamiento ni en la inventiva, y en no más de nueve o diez años todo este listo para el gozo y el regocijo de Porcuna. La cortina metálica del estanco de Palomo era un artilugio con música de carrasqueña que se abría y cerraba, si en mañana como despertador que levantaba al vecindario o como primera luz que alumbraba los tempranos madrugones de los peoneros del jornal que ocupaban los llanos de los alrededores con sus tabernillas del aguardiente, que ya quedó dicho anteriormente, a la espera del solemne desfilar, cam-pechano y asalariado fijo sin aseguranza del manijero de turno o el capaparda de pelliza y botas enterizas que acudían hasta ese sembrado de hombres para el ajetreo mañanero y laboral de los campos, en sus árboles o en sus cereales. Si en tarde o ya en noche, para acordar las horas de las cenas, y entre el despierte y la anochecida, la estancia del estanco de Palomo, en sus antiguas componendas de cachivache escueto y acogedor, de los años en que escribo, que luego se modernizó para perder su sustancia y su aroma, era un desfilar continuo de gentes que iban del sello al sobre y del papel de liar al tabaco de picadura, de la revista de actualidad a la goma de borrar, del sobre para las misivas al papel con que Palomo envolvía los paquetes de los embutidos de matanza y la cuerdecillas con que se ataban, de la gorra a la boina y del libro de texto a las Poesías escogidas de Campoamor, de la figurica de plástico para el portal de Belén a la quiniela sin aciertos, o un me cachis en la pedrea de los doce, de la libreta de dos rayas de los pardillos al folio en blanco de los enterados, del lápiz al boli o los colores de las acuarelas, y del te pago ahora al fiado para mañana. Yo de niño era un niño que se acodaba en la puerta-tablón donde Palomo amontonaba las revistas y los periódicos. Un niño, más que lector de revistas, ojeador de titulares y mirador de fotografías que no tenía un duro para gastar en esos caprichos del corazón y Palomo me dejaba pasarme las horas hojean-do titulares , diciéndome “Apártate a un lao pa que no estorbes a la gente” Y ahí me estaba yo, apartado y sabiondillo, leyendo las noticias por lo alto y envidiando, extasiado, las fotografías con las que las estrellas fotogénicas de aquellas épocas adornaban las noticias y los caprichos de las vedetes de primera o segunda calidad; incluso miraba y remiraba en un reojo de espías mira-das, las revistas prohibidas que se guardaban en el fondo de los fondos del tumulto periodístico, hasta que Palomo se hartaba de mi presencia o del estorbe que mi presencia le hacía a la apre-surada clientela que entraba y salía del estanco con las prisas del dámelo ya y me decía “Venga Callao, ya está bien por hoy: mañana un poqui-to más”; y el Callao salía del estanco de Palomo con el gustoso y prometedor tacto de los dedos manchados de tinta, y una nube de fantasías en los ojos, bajando Colón abajo hasta el hogar de la calle Santa Ana, con la sensación de haber vivido por unas horas en el maravilloso mundo de las estrellas del corazón, los divos y divas de la música y los héroes y heroínas cotidianos de las fotonovelas de papel, de las radionovelas que daban por las radios o las telenovelas que salían en blanco y negro por la televisión. Cuando por los asuntos de los apaños o el birlibirloque del encuentro casual de mone-das en mis manos- que yo era el chiquillo enca-prichado que sisaba a la madre unas pesetas en las compras de la Plaza o en mandados de las tiendas, o el que tomaba prestadas otras peseti-

Feria Real

llas del bolsillo del pantalón de mi hermano Eduardo, rápido me iba yo al estanco de Palomo y me com-praba la revista “Pronto” para extasiarme, más que con los placeres de los famosos y famosas de turno, con el placer gramático de las palabras, con ese cabalgar de palabras formando frases y encumbrando textos, que con el tiempo harían de mí el fervoroso amante de las escrituras para el que hasta los prospectos de los medicamentos sabían a literatura, y con el cine extático de las fotografías a color donde los paisajes adorna-ban más y decían más que las tontainas poses de los elegidos. Luego, la revista “Pronto” se recorría media calle Santa Ana, e iba de casa en casa dejando en cada hogar las estelas maravillosas de los bien nacidos, como esas capillitas con Virgen que se iban repartiendo por los hogares para traer la paz y la prosperidad a las familias con tal de dejar encendida la pequeña y tímida bombillita. Un lugar, como el estanco de Palomo, con medio siglo de vida, es lugar que bien merece el recono-cimiento de la memoria como uno de esos lugares entrañables de Porcuna que da pena ver cerrado y que ya forma parte del escueto y dulce trasluz de la melancolía. Ese estanco de Palomo que durante cincuenta años ha estado subiendo y bajando el carrasqueñante musicar de su persiana metálica más merece aun que se le traiga a estas páginas de Feria real para que el olvido no desdibuje la fisonomía de lugar idílico por el que han pasado todas las generaciones de porcuneros y porcuneras de las últimas cinco décadas, y que hoy ya no está, hoy, que no es más que una ventana de modernos hierros y cortinas vistosas y corridas por donde se adivina el ayer de las secuencias de un estanco que era dispensario y era tertulia y era acogimiento, y era gasto y desgasto y entrañable hábito e historia de los paseantes que iban y venían, carrera arriba o carrera abajo y que se llegaban hasta el estanco de Palomo más que para comprar el sello, el sobre, el lápiz o el bolígrafo para dar los buenos días o las buenas tardes a Francisco, como si fuera ésta, tarea esencial, gestos de estancia y convivencia, como poner los vientres y las manos en los pasamanos de hierro de la Farola o las posaderas en las sillas de madera a la puerta de la Píldora. Una costumbre que, vista bien o mal vista, deviene en eternidad. Por eso hoy, cuando subo o bajo por la calle Colón, esa calle del comercio y hecho de menos tantos y tantos establecimientos que me adornaron los semblantes, ya en infancia, ya en adolescencia, y me digo para mí: “Aquí la mercería de Antoñín, y ahí la farmacia de la acera de doña Araceli antes de la ceguera; por aquí andaba Matilde con su máquina de coser pespunteando camisas hasta la llegada de la clientela, como si más que tienda fuera casa, y aquí la señorita Paquita conectaba los cables de las conferencias, y en este lugar de esquina el dandismo galés y tabernero de Enrique Hita, y ahí el olor a vino amontillao de Benito “El Guiñolero”, y por allá la tienda de Manuel Peñas y la trastienda de Peláez y en la otra esquina los seis metros cuadrados donde Rafael Izquierdo mostraba botones, hilos de colores y calcetines de ejecutivo, y acá, en su misma puerta el retumbar monótono y literario de la imprenta de Juan Cobo”, echo de menos, sobre todo y sobre todos, la presencia antigua del pequeño estanco de Palomo, ese estanco del ayer más que del hoy por donde paseaba yo mi infancia ojeando y ojeando revistas y periódicos, comprando me-nesteres para la escuela, neceseres para la correspondencia o adornos de Navidad, y ya de mayor algunos libros y más de mayor aun libros míos con mi nombre expuestos en el escueto escaparate, con sus gorras de paño colgadas de las alcayatas y las figuritas del Belén semienterradas en el serrín de las carpinterías. Ahora, cuando bajo Colón abajo para visitar las maternales estancias de mi pasado o subo Colón arriba para coger el autocar de línea que me devuelve a mis ahoras, a esa parte de mi caminar ya ni sombra le queda de aquel santo y seña del estanco de Palomo, aunque, supongo, que Francisco estará sentado en el sillón de su salón, ese salón que fuera antes el salón de todo el mundo, mirando a través de las trans-parencias de los visillos, y al trasluz de los opacos cristales ese ir y venir de gentes que ya no paran ante su puerta aunque sigan diciendo: “tras esa ventana estaba el estanco de Francisco Palomo”, y Palomo esté como deseando de salirse por la ventana y ponerles unos sellos de Correos a las cartas: a las cartas que ya no se escriben. O quizá esté Francisco en el duermevelas de las ensoñaciones escuchando todas las voces del ayer que se quedaron grabadas entre las cuatro paredes de aquellas estancias que hoy son estancias otras, charlando con los fantasmas del ayer como queriendo rejuvenecer los tiempos para volver a abrir y cerrar el carrasqueño musiquear de la cortina metálica, mientras Ramón sigue y sigue tocando, con su caja de cartón y su vareta de olivo el tambor de las procesiones. Es lo que decía al principio: que las nuevas fisonomías van cambiando los lugares del ayer y ya hay lugares que son prácticamente irreconocibles en el Porcuna de hoy, que se va desvistiendo de las esencias antiguas y postulando en el ahora de las urgencias sus nuevas creencias estéticas y sus nuevos pensamien-tos y sus nuevos rostros por las calles y sus nuevos nichos en el cementerio. Y todo queda postrado en el lecho-lugar de la memoria que da a la melancolía y a la imagen en sepia de los que ya tenemos más de medio pie en también ser pasado; ese capricho fotográfico que tanto nos conmueve hoy porque nos trae y nos dibuja el Porcuna aquel que conocimos tanto, al igual que dentro de cincuenta o cien años los nuevos porcunenses se emocionarán hasta el extremo ante este Porcuna de hoy en el que los porcunenses de ayer apenas nos reconocemos. Tantos y tantos lugares que se nos fueron. Tantos y tantos lugares de los que se maquillaron sus imágenes y nos emociona rememorar porque fueron parte esencial de nuestras vidas, como el hoy, más que

Porcuna 2012

cerrado, inexistente estanco de Palomo. El estanco de Francisco Palomo Rojas del que me cuenta su hija Braulia……. “Francisco Palomo Rojas, natural de Porcuna. Hijo de Manuel y de Braulia, vecino y nacido en la calle Altozano. Era el cuarto hijo de esta familia. Siempre con inquietudes distintas a los demás miembros de su casa. El trabajo de su padre era panadero; él aprendió, pero, no muy satisfecho se marchó a Tarrasa. Allí también trabajaba en una panadería. Estuvo poco tiempo, porque buscaba algo más.En aquella época sólo contaba con los Estudios primarios y lo que su maestro D. Francisco Peña le ense-ñó. En el año 1961 se casó con su actual esposa Manuela Montilla Ruiz, de los cuales ya llevan 51 años de matrimonio. Unos meses después de estar casados, decidió cambiar de profesión y se queda con el entonces estanco de Antonio Ruiz de Adana y Alberto , en la calle Colón, siendo por entonces una zona de comercio y de bares. En aquellos años, para poder pagar el traspaso, Palomo emigró a Alemania. Allí trabajó en una fábrica de gaseosas durante seis meses.Mientras transcurría ese tiempo, se quedó a cargo del negocio su mujer, que no sabía ni abrir un cajón de tabaco.Pero se acostumbró y con la ayuda de su cuñado Amando Morente pudo salir adelante .Una vez de regreso a su hogar y con su familia, cada mañana abría el negocio a las siete porque los peo-neros se ponían en la Plaza y en la esquina de Izquierdo para ir al campo, y compraban boinas, macutos y el tabaco de entonces, Caldo de gallina, Peninsulares, Celtas cortos, Ideales, Goya, Bisonte, Piper, Fetén, Mencey… mixtos para encender los cigarros y quemar la leña en el campo.Como seguía siendo inquieto, decidió vender prensa, aunque en Porcuna se leía poco, pero siempre exis-tían las bibliotecas de los casinos, cooperativas, médicos y otros lectores. En sus ratos libres Palomo leía y daba un repaso al “Pueblo”, “ABC de Madrid”, “Ya”, “Ruedo”, “Caso”, y otros muchos periódicos. No se podía parar mucho: había que poner señas a las cartas a la gente que no sabía escribir, hacer paquetes para Francia, Mahón, Barcelona, Madrid, Ibi…La gente mandaba matanza y regalos para Navidad a sus familias. Algunos paquetes los hacía gratis y le recompensaban con sandias, morcillas, pan de higo……. Ya llegaba el verano y venían los forasteros: se vendían las tarjetas y los recuerdos de Porcuna: ceniceros, cuadros para colgar llaves, llaveros y posavasos.Comenzaba el curso escolar y había que vender los libros de EGB, BUP, COU y Formación Profesional. Sacar punta a los lápices y forrar libros con plástico o papel continuo . En aquella época había unión entre los libreros y las papelerías. Se repartían los cursos para que todos vendieran igual: Manuel Botines, Pepe y César y después Daniel.Era una gran lucha que duraba dos meses. En algunos casos las familias no podían pagar los libros y se les fiaban, y poco a poco se desquitaban. Tuvo el caso que una estuvo un curso entero sin pagar, pasaba por la acera de enfrente, y cuando acabó el curso vino y dijo: “Palomo, que te traigo los libros que mi niño no los ha usado” Palomo seguía pensando. En el año 1966 solicitó ser receptor de Loterías y Apuestas del Estado aunque estaba la administración de Pepe y César. Cada viernes por la mañana en el coche de Ureña de Jaén había que llevar los resguardos de los boletos en un paquete y marcando el número de receptor que cada uno tenía. A su regreso llegaba a la tienda de Benito Montilla “Pitogordo” y compraba galletas, peros, plátanos y jamón de York. Desayunaba siempre en su casa su leche con galletas. Al principio de abrir el negocio se lo llevaba su madre en una lechera el café con galletas, y dispuesto para abrir la cremallera del negocio.Con fiebre, resfriado, con sus dolores reumáticos, no faltaba nunca a su trabajo. Se abría todos los días del año menos el Viernes santo y el día de Año nuevo, que eran los días que no había prensa.Para ir por el tabaco había que desplazarse a la tabacalera que estaba en la cuesta de María la Santa y el vehículo era el carrillo de Juan José que abastecía a los estanqueros: José Vallejos, Victoriano, José María “El Motoso” y Palomo. Para pedir algo por teléfono tenía que ir a la Telefónica que atendía la amable Paquita. Seguía con sus inquietudes y habló con su gran amigo D. Juan Zofío López-Mezquía, quien solicitó al Colegio de médicos y fue el único estanco en Porcuna que vendía certificados médicos ordinarios y de defunción. Aunque con su genio, como cada cual tiene el suyo, sabía darle a cada uno lo que quería. Se for-maban reuniones de tertulias en el estanco, que, a veces había que echarlos a la calle- en el buen sentido-Son muchos los que han pasado por allí, entre ellos podemos destacar a Camuñas, que siempre traía las majuletas para sus niños y Palomo siempre en Navidad le regalaba unas zapatillas de paño de casa Aurelio Morente, un panete, una morcilla, un litro de vino y un cartón de Celtas cortos. También Pedro Herrera, quien le daba consejos y le enseñaba refranes, D. Juan Zofío- médico- que llegaba siempre a la hora de

Feria Real

cerrar por su paquete de Paxto y su periódico ABC. Cuando se ponía alguien enfermo, le hacía las recetas en una hoja de los boletos, y a quien muchas veces le tenía que decir “que cierro y lo dejo dentro”. Antonio Gallego quien le decía “Palomito, tienes que comprar un sofá para que estemos cómodos”. A su primo Francisco Rojas, que se leía todas las revistas y sin decir ni pío cogía la puerta y se iba. Su sobrino Francisco Chiachío que en la trastienda se leía los tebeos de Jabato. Su Frasquito, que llegaba a la hora del cierre para ver los números de la lotería en el periódico. Su gran amigo Félix, el de la taberna, que dejaba las bolsas de la compra para después recogerlas. Antonio ,el de las Iguales, siempre con su canción. A Dolores, la de la botica de doña Leopoldina, con su saludos “Palomico, cámbiame monedas”. A sus grandes amigos Benito “Almendrica”, Aurelio Morente y Narciso que venían todas las noches al centro de reunión que era el estanco de Palomo para cuando bajara la corredera, pusiera el garrote y cerrara el candado visitar las tabernas del Padre Tarín, Enrique Hita, El Guiñolero, Francisco “El rano”, Pacharca y las Cuevas…. Todas las noches, con frío o con calor. Todos los sábados por la tarde encalaba la puerta, se pintaba el zócalo de verde de la entrada, se lavaba el cortinón, se pintaba el mostrador y se cambiaban las cosas de temporada.Se vendían árboles de Navidad, figuritas del Nacimiento, Belenes, Christmas…. Cuando llegaban las Pri-meras comuniones, los libros de nácar, rosarios y las estampicas que luego Juanín Cobo en la imprenta escribía. Como en Porcuna no había ópticas, Palomo traía las gafas graduadas de unos almacenes de Ma-drid con distintas graduaciones y se las probaban leyendo las revistas.Toda una vida de 49 años de cara a un público, trabajando con fatigas hasta que llegan los transportes, el teléfono, el ordenador, el cuarto de aseo, el aire acondicionado, la cremallera automática…….Palomo se agota. Está cansado; su artritis le puede aunque su familia le ayuda siempre y los últimos años ha contado con la ayuda de Miguel Corpas, Francisco Borrego y Laura Hueso, excelentes comerciantes aun-que a Palomo no le podían, y todavía seguía ajustando las cuentas de cabeza y ellos con la calculadora.Pero ya cierra la puerta y coloca una ventana para mirar al que pasa, a sus antiguos clientes de San Benito, Abades, Comedero, San Marcos, Padilla, San Lorenzo, Barruelo, Silera y otros muchos.La calle Colón está triste, aunque espera que Palomo descanse, siga leyendo su prensa en el Casino, disfrute de las corridas de toros en la tele mientras enseña a su nieto a jugar al trompo y al futbolín “

Queda dicho.Queda hecho.

Alfredo González CalladoEn Martos y en el mes de Julio de 2012 siendo el calor el rurún de todos los días.

Porcuna 2012

Una definición clásica de suelo dice que “es la parte más superficial de la corteza terrestre donde los reinos vegetal y animal establecen una íntima re-lación con el reino mineral”. El suelo es algo más que eso, es un medio ecológicamente vivo, que nace, evoluciona y si no se cuida adecuadamente muere. El suelo ideal está constituido por diversas fracciones, una fracción mineral, una fracción orgá-nica, agua y aire, en las siguientes proporciones

Se puede representar de otra forma la composición de un suelo.

el suelo: MATERIA ORGÁNICA Y ACTIVIDAD BIOLÓGICA

El suelo presenta una serie de propiedades físicas, de las cuales vamos a considerar algunas.

LA TEXTURA, es la composición granulo-métrica del suelo, es decir, la proporción relativa de arena, limo y arcilla que posee su fracción mineral. Las partículas más pequeñas son las arcillas, meno-res de 0,002 mm., los limos tiene un tamaño entre 0,002 y 0,05 mm. y las arenas tienen un tamaño entre 0,05 y 2 mm.

LA ESTRUCTURA, es la forma especial en la que se unen las diferentes partículas de un suelo, incluida la materia orgánica, que sirve de cemento de unión de los diversos componente del suelo.

Como resultado de la textura y la estructura de un suelo surge la POROSIDAD, que son los es-pacios libres que existen en el suelo, y que ocupan el agua y el aire, de vital importancia para las plantas.

La estructura de un suelo no es invariable a lo largo del tiempo, se puede degradar por acción del agua de lluvia, por acción de la fauna del suelo, por la acción de la maquinaria e incluso puede variar de una estación a otra del año; también mejora gracias a la materia orgánica que podemos aportar al suelo de muy diversos modos.

El suelo, como algo vivo, tiene su propia fi-siología, que es un equilibrio dinámico que se esta-blece entre los organismos que en el viven y el medio físico. El suelo respira, y se puede medir su respira-ción, que es la respiración de sus componentes. Del mismo modo el suelo responde a la incorporación de materia orgánica con un aumento de su bioma-sa microbiana; se activa la respiración, aumenta la biomasa, aumenta la temperatura y la humedad. El suelo crece, se estructura mejor, etc.

Los organismos que habitan el suelo son

Feria Real

muchos, los podemos clasificar atendiendo a su ta-maño. La función ecológica de estos organismos es a grandes rasgos la siguiente:

Las bacterias descomponen los residuos frescos de las plantas, transformando los desechos en materia orgánica; también pueden descomponer algunos contaminantes del suelo. Inmovilizan y re-tienen nutrientes en interior y por lo tanto previenen la pérdida de nutrientes de la zona de las raíces. Los hongos descomponen la materia orgá-nica más resistente como la lignina de los vegetales, ayudan a incrementar los ácidos húmicos del suelo. Forman parte de las micorrizas de las plantas, facili-tando la absorción de nutrientes por las mismas. Los protozoarios pueden llegar a suminis-trar el 40% de las necesidades de nitrógeno de las plantas. Suelen ser depredadores de bacterias. Los nematodos se alimentan de bacterias y hongos, aunque algunos nematodos atacan a las plantas. Las lombrices promueven la actividad de los microorganismos mediante la fracción de la materia orgánica y el aumento del área accesible para los hongos y las bacterias; estimulan el crecimiento de las raíces de la plantas con los exudados que pro-ducen y facilitan la penetración de las raíces por los túneles que hacen en el suelo. Los artrópodos son un grupo muy grande que incluye insectos, arácnidos y otros, tienen di-versas funciones en el suelo, hay trituradores de los restos vegetales, hojas, tallos, raíces y madera, facili-tando la función de todos los grupos anteriores, al-gunos son plagas de cultivos y otros se alimentan y controlan a las plagas.

En el suelo se produce una red trófica igual que en cualquier ecosistema, todo componente es el alimento de otro miembro de la cadena alimenta-ria; esto es un ciclo dónde se aprovecha todo, todo, todo. En el siguiente gráfico hay un ejemplo sim-plificado de esto.

Estos organismos están “trabajando” para reponer la fertilidad, producir un suelo lo más equi-librado posible para la vida y la producción de las plantas y al mismo tiempo crear un ecosistema para vivir ellos lo mejor posible.

Cuando el agricultor incorpora restos vege-tales, estiércol o cualquier otro tipo de materia orgá-nica en el suelo, se produce una cascada de procesos biológicos, físicos y químicos para transformarla en sustancias más simples, directamente utilizables por las plantas y otras algo más complejas que permane-cen en el suelo y mejoran el mismo, son las sustan-cias húmicas complejas, que incluyen a ácidos húmi-cos, ácidos fúlvicos y otros compuestos; todos ellos forman el humus. El humus cumple unas funciones importan-tes en los suelos, evita la compactación del suelo, hay mayor absorción de agua, se aumenta la capacidad de intercambio catiónico, es decir, se facilita la ab-sorción de los minerales por parte de las raíces de las plantas; como nitrógeno, fósforo, potasio y otros microelementos esenciales. Esta mayor humedad y la existencia de ma-teria orgánica crea unas condiciones ambientales que permiten la presencia de lombrices de tierra en el suelo, que con sus canales facilita la entrada de aire y agua, aumentan la porosidad en general y ho-mogeneizan el sustrato. Las lombrices de tierra modifican la bioma-sa microbiana y su actividad de forma directa, fa-

Porcuna 2012

voreciendo la estructuración de las comunidades de microflora y microfauna del suelo. La presencia de lombrices aceleran la des-composición de la materia orgánica y la mineraliza-ción del nitrógeno orgánico, facilitando su asimila-ción por las plantas.

Otro grupo de organismos importantes del suelo son los hongos, que aunque algunos producen enfermedades en las plantas, por ejemplo el vertici-lium, la gran mayoría son beneficiosos en el suelo, descomponiendo la materia orgánica y sobre todo formando micorrizas con las raíces de las plantas. Las micorrizas son una asociación mutualis-ta entre un hongo y la raíz de una planta, la planta suministra azúcares al hongo, es decir, alimento y protección física, ya que el hongo vive dentro de la raíz y el hongo facilita la absorción de nutrientes del suelo a la planta, por ejemplo el fósforo; la protege frente a contaminantes y frente a posibles infecciones de patógenos; una posible explicación de la inciden-cia de “Verticillium” en el olivar podría ser la simplifi-cación del agroecosistema, ya que hemos eliminado la vegetación adventicia, hay poco aporte de mate-ria orgánica y un abuso excesivo de fitosanitarios; gracias a Dios, esta tendencia ya se está revertiendo puesto que hay mayores aportes de materia orgánica gracias a los restos de poda, el hojín de las limpiado-

ras de aceituna, hay franjas de hierbas en los suelos y creo que una mayor concienciación del agricultor con el uso de fitosanitarios.

Como conclusión podemos decir que el in-cremento de la materia orgánica del suelo favorece su actividad biológica y la vida de las plantas. Tenemos a nuestra disposición una serie de enmiendas orgánicas que podemos aplicar al olivar, como son el hojín, estiércol, “compost” de residuos orgánicos urbanos, paja, serrín, restos de poda y ve-getación adventicia del propio olivar, etc. Este incremento de la materia orgánica en el suelo tiene como ventajas una menor erosión del suelo, un aumento de la infiltración y retención del agua, menor compactación del terreno, mejora de las condiciones físicas del suelo, (pH, porosidad, textura y estructura); incremento de la actividad bio-lógica del suelo, favoreciendo la mineralización de la propia materia orgánica y la absorción por parte de las raíces del olivo; aumento de la biodiversidad del suelo, es decir, incremento de la cantidad y va-riedad de organismos que viven en el mismo y su equilibrio dinámico, aumentando por todo esto la fertilidad del suelo.

De este modo podemos crear SUELOS VIVOS.

José Bellido Salas

Bibliografía.

•Domínguez, J. et all. “El papel de las lombrices de tierra en la descomposición de la materia orgánica y el ciclo de nutrientes”. Ecosistemas 18 (2) 20-30. Mayo 2009.

•Duchaufour, Ph y Souchier, B. “Edafología. 2. Constituyentes y propiedades del suelo”. Ed. Masson. Barcelona 1987.

•Farrús, E et all. “Efecto de la cubierta vegetal sobre la actividad biológica del suelo.” Tendencias Actuales de la Ciencia del Suelo. Pág. 539-545. Sevilla 2007.

•Jordana Butticaz, R. “Ecología y aspectos funcionales de la biodiversidad en el suelo.” II Congreso de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica. Pág. 225-240. Pamplona 1996.

•Martínez, I.B. “Interacciones entre las comunidades de hongos formadores de micorrizas arbusculares y de plantas. Algunos ejemplos en los ecosistemas semiáridos.” Ecosistemas 18 (2) 44-54. Mayo 2009.

•Parisi, Vittorio. “Biología y ecología del suelo.” Ed. Blume. Barcelona 1979

•Pastor, M. et all. “La erosión y el olivar: cultivo con cubierta vegetal.” Junta Andalucía. Sevilla 1997.

Feria Real

Entre los años 1955 y 1963 estando como alcalde Don Benito Garrido Palacios, había una banda de música bajo la dirección de Don Mariano como di-rector, se componía de unos veinticinco componentes, la mitad de ellos de cuarenta a cuarenta y cinco años y la otra mitad de jóvenes entre diez y quince años.Dicha banda se disolvió por motivos económicos del ayuntamiento. Una vez disuelta la banda de música, el propio director, que por cierto era un padre para nosotros, nos propuso hacer una orques-ta, nosotros locos de con-tentos, porque lo que que-ríamos era tocar, el director habló con el alcalde para que nos prestara los instrumentos y nos los prestó, se trataba de dos saxofones, dos trompetas y un clarinete, el alcalde nos dijo que todos los que quisiéramos, con lo que se lo agradecimos mucho, pero surge el primer problema y era que teníamos que comprar una batería y no teníamos dinero, y nuestros padres no nos lo podían dar porque bastante hacían con darnos de comer. El propio director nos prestó el dinero para comprar la batería, dicha batería era tan pobre como nosotros, porque se componía de un bombo pequeño, un plato de risa y una caja de madera que un tambor de la feria sonaba mejor. Nos juntamos seis componentes, Benito, Segundo, Luis, Eduardo, Ángel y Pepe, y empezamos a ensayar en la casa del director bajo su dirección, y si nosotros disfrutábamos tocando, él disfrutaba más enseñándonos. Cuando llevába-mos un tiempo ensayando, nos surge nuestro primer contrato. En aquel tiempo había por costumbre hacer baile en el casino el domin-go de piñata, y la junta di-rectiva nos contrató para to-car ese día, nuestro primer contrato fue de 300 pesetas, pero ese día quedamos muy mal, con nuestra música no se podía bailar y la gente sentada y aburrida porque tocábamos como si fuera una banda de música. Al poco tiempo nos contrataron para tocar en el baile de una boda en el sa-lón de Paquito Ruiz, lo cual nos pasó lo mismo que en

OS DINAMITA

Porcuna 2012

el casino, que no se pudo bailar, ese contrato fue de 200 pesetas. Con las 500 pesetas que juntamos nos compramos dos timbales pequeños.Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que no podíamos seguir y decidimos cambiar el estilo, le comu-nicamos al director que así no podíamos seguir y él lo comprendió, nos costó mucho trabajo decirle que nos dejara solos, porque como he dicho antes era un padre para nosotros, y todo lo que sabíamos nos lo había enseñado él. A partir de ahí cambiamos al estilo de los Brincos, los Bravos, los Mustang, los Sires, los Diablos, Relámpagos, Dúo Dinámico, etc. Cuando cambiamos de estilo salieron del grupo Benito y Segundo, quedando cuatro componentes. Empezamos a ensayar todas las noches después de trabajar con mucha fe, al cabo de un tiempo ya sonaba mejor y nosotros nos veíamos más animados. Con el paso de los días veíamos que podíamos tocar sobre todo en los bailes de las bodas y con la ayuda de nuestros amigos que nos apoyaban mucho nos animamos y decidimos actuar.Por aquel tiempo todavía no teníamos nombre del grupo ni sabíamos cuál ponerle, de Valencia nos manda-ban partituras de canciones y una de ellas se llamaba Dinamita y de ahí surgió el nombre de Los Dinamita, nombre que con el tiempo fue muy conocido en muchos sitios. Pero ahora teníamos otro problema económico y era que necesitábamos un equipo de sonido y volvemos a la misma situación que con la batería, que no teníamos dinero. Por aquel tiempo había un señor por mu-cha gente conocido que se llamaba Eduardo, ca-riñosamente llamado el Zopico, este señor tenia un amplificador de 40W, un micrófono y dos al-tavoces que parecían dos cajas de zapatos (pero que eran estupendos), este señor también tocaba el acordeón, decidimos hablar con él y proponerle que si quería unirse al grupo y de esa manera con-seguir un equipo. Hablamos con él sobre el tema y él encantado se unió al grupo, y desde entonces ya éramos cinco componentes. Transcurrido todo este tiempo, pasaron dos años, hablamos del año 1965, con mucho esfuerzo y sacrificio el conjunto sonaba cada vez mejor, y empezaron a salir contratos sobre todo en los bai-les de las bodas, y con el dinero que ganábamos en las bodas, que era muy poco, íbamos comprando instrumentos. La primera guitarra eléctri-ca que compramos fue de segunda mano, por cierto que fuimos por ella a Villardompardo Eduardo y yo (Luis), y por poco nos matamos los dos en la moto con la guitarra y de noche. Fue entonces con la guitarra y tocando canciones y música moderna cuando la juventud se volcó con nosotros, íbamos avanzando a pasos agigantados, empezamos a actuar fuera del pueblo, y como he dicho antes, todo el dinero que ganá-bamos era para comprar instrumentos, compra-mos otra guitarra, en esta ocasión nueva y también acoplamos algunos elementos para la batería, no os podéis imaginar lo que disfrutábamos nosotros cuando comprábamos algo, pero seguían faltando muchas cosas, ahora lo que más falta nos hacía era un bajo, y como siempre el maldito dinero. Nos propusimos hacer nosotros un bajo, les voy a contar un poco la elaboración del bajo porque es curiosa, hicimos una plantilla de cartón y el carpintero nos cortó las tablas del cuerpo, nosotros las unimos, el mástil lo hicimos de una madera que creíamos que podía servir, con una navaja y lija hicimos el mástil, los dos puentes de las cuerdas fueron de dos cambios de bicicleta, solo tuvimos que comprar las llaves de las cuerdas y las cuerdas, lo ligamos, lo barnizamos y a tocar, este bajo lo hicimos como si fuera un violín y como lo tocaba Eduardo (el rubio) que era un artista, tocando el violín no le costó ningún trabajo tocarlo y sonaba muy bien, por cierto, tenemos una anécdota de este bajo, se la cuento, estábamos tocando en la feria de Pedro Abad y se acerca un señor que resultó ser director de una banda de música, y le preguntó a

Feria Real

Eduardo qué marca era el bajo, que a pesar de que era muy pequeño sonaba muy bien, Eduardo sin pen-sarlo dos veces y sin intención de ofenderle le contestó que era marca la bellota (se suele decir cuando una cosa no tiene marca), el hombre pensó que se estaba guaseando de él, y le sentó muy mal, hasta el punto que casi llegan a las manos, luego ya se lo explicamos y el hombre lo comprendió y al final nos hicimos amigos y hasta nos invitó, menos mal. Por aquel tiempo ya teníamos muchos con-tratos, pero teníamos que tocar y trabajar, porque el trabajo era lo primero y sagrado, cuando tenía-mos que irnos cuatro o cinco días a tocar a alguna feria no veas lo complicado que era convencer a nuestros padres para que nos dejaran aunque al fi-nal lo conseguíamos.Ese mismo año nos contrató el casino para tocar los tres días en la feria real, les estoy hablando del año 1966, en ese tiempo se tocaba a mediodía y por la noche, el primer día que tocamos por la no-che en la caseta que estaba situada en medio del paseo, con el equipo que teníamos, sonaba más la tómbola y los caballicos que el conjunto, teníamos que darle una solución y pronto hablamos con el presidente del casino, que en aquel tiempo era Eduardo Chiquero, le dijimos que si podía adelan-tarnos el dinero del contrato, que eran 9.000 pe-setas, para comprar otro equipo, este hombre se portó muy bien con nosotros y nos lo dio todo sin ningún problema. Cuando el segundo día de feria termina-mos de tocar a mediodía, en vez de descansar nos fuimos a Jaén y compramos un equipo nuevo, que consistía en dos bafles, un amplificador, un eco y una guitarra, ese día ni comimos porque cuando terminamos de montar el equipo era la hora de to-car por la noche y cuando empezamos a tocar la gente creía que era otro conjunto del cambio que dio el sonido, nosotros no nos hartábamos de tocar porque al fin habíamos conseguido un porcentaje muy alto de lo que queríamos conseguir, estuvimos tocando hasta que amaneció, cuando terminamos, el presidente nos dio la enhorabuena y nos dijo que si queríamos firmar el contrato del próximo año y así lo hicimos por la misma cantidad de dinero. Cuando terminamos de tocar ya era de día y a la una de ese mismo día teníamos que estar tocando en la feria de Villa del Río, no nos pudimos ni lavar. Tengo que decir que en Villa del Río nos sentíamos como en nuestra casa porque allí estuvimos tocando los domingos y festivos durante todo el verano.Cuando terminamos de tocar el primer día, a las tres de la tarde, nos fuimos a comer y descansar, y cuando estábamos durmiendo se presentó una nube y se mojaron todos los instrumentos, cuando llegamos estaba todo empapado, pero gracias a los conocimientos técnicos de Ángel no pasó nada, tuvimos que pedir tres o cuatro secadores de pelo y con el aire caliente se quedaron los amplificadores secos, aquella noche de las tres casetas que había en la feria y tres conjuntos, los únicos que pudieron tocar esa noche fuimos nosotros, porque estuvimos toda la tarde secando los instrumentos. Bueno hasta aquí les he contado más fatigas y problemas que otra cosa, pero también tengo que contarles que lo pasábamos muy bien y nos divertíamos mucho porque la juventud estaba con nosotros y había ratos muy buenos que son inolvidables. Como en todos los grupos siempre hay algún componente que destaca un poco de los demás, y con nosotros estaba al batería Pepe, para que lo conozcáis todos este Pepe es Bicho malo, aunque no me gusta decirle eso porque se puede quedar con ese mote y no está bien, se apuntaba a todos los juegos que hacían en las ferias, un domingo en Villa del Río hicieron una carrera de sacos, y él sin pensarlo como siempre, se metió en un saco, el paseo era de albero y la camisa blanca que llevábamos se la puso amarilla, el premio era un pollo vivo, y gracias a que lo ganó, a otro día pudo comer carne, como les he dicho antes, ya en aquel tiempo lo pasábamos muy bien. Al poco tiempo de esto, nos contrataron para tocar tres días en la feria de los Noguerones de

Porcuna 2012

Alcaudete, nosotros como siempre muy contentos nos fuimos, llegamos al pueblo y nos metieron en una cámara con el techo de cañas, las camas eran dos literas con mucha mierda y muchos chinches, pero noso-tros estábamos acostumbrados a casi todo. El primer día tocamos sin problemas, pero cuando amaneció el segundo día, Pepe el batería no se podía mover con una rodilla muy inflamada y con mucho dolor, preguntamos por un médico y nos dijeron que allí no tenían médico, que lo único que tenían era un curandero que vivía a tres kilómetros en la mon-taña, pero que allí no podían subir los coches, entonces un hombre del pueblo nos dijo que no nos preocu-páramos que él aparejaba un mulo y lo llevaba al curandero, y así lo hizo, aparejó al mulo con un serón, lo subimos y se lo llevó, nosotros nos tuvimos que quedar para tocar a medio día, pero nos encontramos que no teníamos quién tocara la batería, y sin ese instrumento no se puede tocar, entonces les dije que yo la tocaba, me dijeron los compañeros que yo no la había tocado nunca y era verdad, pero alguno la tenía que tocar, y cuando la necesidad obliga todo sale bien, y efectivamente, salió muy bien, eso me hizo que después la tocara en algunos momentos que cambiábamos de instrumentos, porque cada uno tocábamos dos o tres instrumentos, según las circunstancias y eso hizo que a todos los sitios que íbamos quedáramos muy bien.Pues volviendo a lo de Pepe, al poco rato llegó con la pierna liada y con un dolor muy grande, se acostó en la cama y le preguntamos que le había dicho y nos dijo que le había puesto tres o cuatro pedazos de tocino añejo del que había antes y la venda y que con eso se le quitaría el dolor, pero los dos días que estuvimos allí iba a rabiar, y allí en aquella cámara con el calor que hacía cuando se derritió el tocino, no os podéis imaginar como se pusieron las sábanas y el colchón de pringue, allí no se podía entrar del olor tan malo que había del tocino podrido, y cuando llegamos a Porcuna y le quitaron la venda por poco tienen que cortarle la pierna de lo malamente que la tenía.A partir de aquí su última actuación fue en un festival de conjuntos que hubo en Jaén, vino a actuar con una pierna coja, de este festival tenemos muy buenos recuerdos porque nos juntamos cuatro conjuntos de la provincia y quedamos los primeros, fue nuestro primer trofeo, una copa y como fue el primero, porque luego tuvimos muchos más, decidimos regalárselo a Don Marino, el director, y cuando llegamos y se lo dimos, el hombre emocionado se le saltaron las lágrimas, este festival lo presentó el locutor de radio Fer-nando Arévalo y como quedamos los primeros nos llevó a la emisora de radio y nos hizo una entrevista a todos los componentes, esto fue un salto importante para nosotros, esto nos hizo ir muchas veces a tocar a la piscina municipal de Jaén y a concursos. A partir de aquí, Pepe el batería, dejó el grupo por problemas en la rodilla como he contado, y en su lugar entró un conocido de todos, José Luis de Quero, conocido de todos como Josillo, que todavía sigue tocando y nos hace pasar muy buenos ratos, José Luis entró en el grupo para tocar la batería y además la trompeta, que era lo que él tocaba en la banda, cuando tocaba en la banda la trompeta era más grande que él, aunque eso nos pasaba a todos, cuando entró en el grupo lo que tocaba era lo que he dicho, pero cantar no cantaba nada, los que lo conocíamos no nos explicamos cómo ahora canta así, puede ser que como se suele decir la necesidad obliga. Con la entrada de José Luis, introducimos nuevas canciones en el repertorio, porque como tocaba la trompeta y Eduardo tocaba el violín, teníamos posibilidades de tocar canciones de los Pequeniques, porque quien no se acuerda de esas canciones tan bonitas, como también las de los Relámpagos canciones

Boda en el Cine Municipal. Año 1967

Feria Real

instrumentales tocadas por el monstruo de la guitarra que era Ángel, para este componente no había nada difícil, todo era fácil para él. Con estas canciones nuevas que introducimos en el repertorio, nos salieron muchos contratos para amenizar desfiles de modelos y otros eventos, como en Andújar, Jaén o Córdoba, en estos eventos nos encantaba actuar, era muy bonito. En aquellos momentos estábamos teniendo la recompensa de todo lo que habíamos pasado años anteriores, nosotros decíamos que lo pasado pasado esta, estábamos muy contentos, hasta el punto que las niñas nos comían y nosotros ni le hacíamos caso. Si por aquel tiempo hubiéramos tenido algún apoyo, o alguien se hubiera interesado por lo que teníamos, quizás hubiéramos conseguido algo más, porque también tengo que decir, que había mucha gente que no querían que triunfá-ramos y cuando les pedíamos ayuda era todo lo contrario, ponernos trabas, pero nosotros a lo nuestro.Transcurrido todo este tiempo, ya teníamos todos 18 años y teníamos que buscar nuestro trabajo y nuestra vida, y con todo el dolor de nuestro corazón tuvimos que dejar el grupo, Eduardo y José Luis se fueron vo-luntarios a hacer el servicio militar a Sevilla a la banda de Soria Nueve, y yo me fui a Barcelona, quedando Ángel y Eduardo (el Zopico). Por aquel entonces teníamos tres amigos y una muchacha de Arjona, se lo propusieron y entraron el grupo, con los mismos instrumentos nuestros, siguiendo la misma línea nuestra, también triunfaron como nosotros, porque les dejamos como se dice el camino abierto. Siguieron con muchas actuaciones como Málaga, Bilbao y muchos más sitios importantes. Además consiguieron que viniera Televisión Española a Porcuna a hacerles un reportaje a ellos y a todo el pueblo, presentado por el famoso presentador Alfredo Amestoy, en aquel tiempo la televisión no iba a todos los sitios porque solo había dos cadenas de televisión, la primera y la segunda, porque ahora tenemos muchos y no es lo mismo, y así conseguimos, y sobre todo consiguieron, que a Los Dinamita y al pueblo de Porcuna los conocieran en toda España. Pero al poco tiempo les pasó como anteriormente nos pasó a nosotros, que tuvieron que buscarse su vida, se marcharon a Madrid y a partir de ese momento se disolvió el grupo definitivamente. Nosotros todos los días nos acordamos de aquella juventud que tuvimos, que a pesar de todo fue muy bonita y es imposible olvidarse de todo aquello, hoy en día cuando nos vemos a todos nos da mucha alegría y es imposible no hablar de esos tiempos, tenemos muchas fotos de todos los tiempos, desde cuando empezamos hasta que terminamos, siempre llevamos alguna en la cartera.Cuando se disolvió el grupo, repartimos los instrumentos, unos los vendieron y otros los conservaron, en aquel momento nos dio mucha pena pero la vida es así y tenemos que conformarnos. Hoy en día parece mentira con el nivel de música y cultura que hay, que la juventud no haya salido ningún grupo parecido al nuestro o mejor, yo he contactado con algunos jóvenes y me dicen que no se complican la vida, es una pena porque estoy seguro que podían hacer cosas buenas, incluso ganar dinero, aunque esto del dinero tiene que pasar a un segundo plano. Un día de los muchos que nos juntamos Pepe y yo, hablando de lo mismo, le dije más bien de bro-ma que teníamos que comprar una batería y una guitarra porque no teníamos nada y de esa forma matar el gusanillo, para que le dije nada, ese mismo día por la tarde cogimos mi furgoneta y nos fuimos para Jaén,

Última actuación de “Los Dinamita”. Año 1998

Porcuna 2012

pero nos quedamos en Torredonjimeno, que también había una tienda de música que tenía de todo, y fue allí donde compramos una batería, una guitarra y un amplificador, lo metimos en el coche y veníamos los dos como dos niños chicos, cuando veníamos de camino le pregunto que dónde los llevábamos y me dijo que a su casa no, y yo le dije que a mi casa tampoco y no quiero decir por qué. Decidimos llevarlos a casa de Eduardo porque él tenia una habitación con el teclado y allí tenía-mos que ensayar, el hombre que no sabía nada, lo mejor que nos dijo es que estábamos locos pero también se puso loco de contento como nosotros, dijimos de irnos a ensayar los domingos, los tres, para echar un rato, pero tocábamos a nuestro aire porque tampoco tenemos que darle cuentas a nadie y luego después como no podía faltar pues tomábamos el vino. Por aquel tiempo, hablo del año 1998, nos propusieron que por qué no reaparecíamos el día 14 de Agosto, que como todos sabemos se celebra la romería de Agosto como homenaje al emigrante y tocar en Alharilla, pero dijimos que no, que eso era muy difícil y complicado, porque lo primero era que hacia 30 años que lo dejamos, porque aunque nosotros tocábamos no era lo mismo y lo segundo era que a parte de Pepe y yo, los demás estaban todos fuera, pero no nos dejaban e insistían en que lo teníamos que hacer, pues tanto insistir, hablamos con los demás y cuál fue nuestra sorpresa que todos dijeron que sí, ya no teníamos más remedio que hacerlo, nos pusimos manos a la obra y empezamos a hacer las diligencias oportunas.Nos juntamos cinco o seis domingos antes para ensayar todos juntos, Ángel venía de Málaga, Eduardo venía de Sevilla y José Luis de Jaén, ensayábamos y se iban de vuelta a su destino, como veréis eso era tener fe.Lo bueno que tuvo esto fue cuando a los 30 años nos juntamos todos, algunos por circunstancias de la vida no se habían visto desde aquel tiempo, y apenas se conocían, que recuerdos más bonitos. El día de la actuación no nos separamos en todo el día, comimos juntos y recordamos tiempos de aquellos. Cuando llegó la hora de la actuación, en el llano de Alharilla no cabía más gente, eso era impre-sionante, no nos lo podíamos creer, parecía un sueño, un compañero que veía con Eduardo de Sevilla, me preguntó que porqué había allí tanta gente, y le contesté, lo primero es que la Virgen es nuestra patrona, pero sobre todo, esta noche vienen a ver a Los Dinamita, porque las personas más mayores se acuerdan de los buenos ratos que pasaron con nosotros, y los jóvenes que no nos conocieron, sienten curiosidad por conocernos, aquella noche fue de las cosas que salen bien, nos unimos el conjunto, los jóvenes y los de más edad, fue una noche inolvidable para todos, estuvimos tocando hasta que amaneció porque la gente no se iba de ver lo bien que lo estaban pasando. Este concierto fue presentado por nuestro amigo Casto, que desde el mismo momento que se en-teró, se brindó para presentarlo, y a parte de de esto, nos ayudó en muchas otras cosas, y de nuevo desde aquí quiero darle las gracias. En este pequeño resumen, y digo pequeño porque tengo muchas más cosas que podría contarles, quisiera animar a los jóve-nes para que hagan algo de esto, porque tampoco es tan difícil y para aquellos a los que les guste es muy bonito. ÁNIMO.

LUIS MORENO BUENO

Última fotografía. Año 1998

Feria Real

el caBrero Cantaor flamenco. José Domínguez, emblema de la hon-dura flamenca y peculiar icono de la izquierda andaluza, prepara nuevo disco, “Pastor de nubes”, sin descuidar su rebaño de ovejas.“Yo canto como ando, escuchando el paisaje”

INICIO, ENTREVISTA Y RESEÑAS DE LOS LECTORES… José Domínguez Muñoz, Aznalcóllar (Sevilla), 1944. Can-taor. Una de las personalidades más singulares del arte flamenco contemporáneo. Pastor de cabras, efectivamente, desde muy niño, se mantiene fiel a una filosofía de la vida en que prima el amor a la naturaleza, comenzando por su atuendo característico. En las letras que canta, muchas de ellas suyas, especialmente las de los fandangos, da testimonio de inconformidad con muchas cosas de la sociedad actual, y con ellas llega fácilmente al pueblo llano que se identifica con esa forma de sentir. “Mientras que el cante sea música viviente hay que añadirle lo que se vive, por muy demonio, fantas-ma, negrura o tormenta que sea lo que viene de frente”. Su última aventura artística es cantar tangos argentinos, habiendo lanzado un disco.

Reseñas de los leCtoRes

Alejandro Estrada. Cabreristas. Comentario: HOLA A TODOS LOS SEGUIDORES DE JOSÉ, ESTE MENSAJE NO ES PARA ÉL SINO PARA SUS INCONDICIONALES. TODO EL QUE SEA SEGUIDOR QUE ME AGREGUE A LA SIGUIENTE DIRECCIÓN: CABRERISTAS @HOTMAIL.COM. YA SOMOS MUCHOS LOS CA-BRERISTAS QUE ESTAMOS EN CONTACTO PERO TODAVÍA SON MÁS LOS QUE NO CONOCEN LA INICIATIVA ASI QUE TODO EL QUE LO DESEE QUE APUNTE LA DIRECCIÓN Y ESTAREMOS COMPARTIENDO LA AFICIÓN SOBRE EL MÁS GRANDE. SALUDOS Y GRACIAS.

Santiago g.vico. Título: EL CABRERO (manantial de pureza, sabiduría y de cante grande). Comentario: Que decir de un cante como el que hace EL CABRERO, que es magistral, puro y valiente como su interprete, sin miedo al que diran por encima de los tiempos y de comentarios banales. La sabiduría de su cante en su voz desgarradora y flamenca, hace temblar a los cielos con interpretaciones inolvidables. El cante como dice JOSE DOMINGUEZ MUÑOZ, nace en libertad y no sabe ni le gustan las atadura, porque no conoce límites, ni falsas verdades. Yo particularmente me quedo con la esencia de sus letras un contenido del cual se hace eco sus vivencias, las necesidades de un pueblo acallado y oprimido durante siglos que le han negado su libertad. Por eso siempre dire adelante JOSE pon en tu voz la palabra del que no pudo hablar. EL CABRERO es grande por muchas cosas de entre ellas resal-tar que es la voz del pueblo, limpia y clara, que decir de sus interpretaciones o de la profundidad de su conocimiento en palos flamencos, esos Martinetes, Tonas, Segyuidillas, Tientos, Soleares, etc… Por todo eso y mas eres grande JOSE. Por eso YO te pido que no dejes nunca de cantar. GRACIAS POR TODO.

MANCHEGUILLO. HAY T DEJO UN FANDANGO Comentario: PA TII ESTA FANDANGO T ESCRIBO HAY CABRERO K ES PA TII CON EL ALMA T LO MANDO PA K DE ACUERDES D MII CUANDO TU LO ESTES CANTANDO (FANDAN-GO DE HUELVA).

JOSETE. DE LOS TUYOS HAY MUY POCOS. Comentario: PARA MI EL CABRERO ES UN HOMBRED GRAN CORAZON Y PUREZA YA K ES DE LOS POCOS K AUN CANTAN ESOS FANDANGOS PROTESTA K AYA CASI NO SE ESCUXAN Y SOLO POR EL EXO DE SER ASI D SINCERO EN SUS LETRAS Y SU CANTE SER TAN PURO YO QUIERO DECIR OLE TUS HUEVOS Y SIGUE ASI

Porcuna 2012

LIZARDO PAJON, Argentina. Un gusto…¡¡¡ Comentario: Realmente es un gusto poder seguir a la distancia la carrera de un gran amigo, y el gusto es mas grande cuando uno se entera que este amigo está en un proyecto con alguien que plasma en su arte su forma de vida y eso es magnífico. Hablo de mi amigo: DANIEL GIRAUDO, el guitarrista; y hablo del proyecto: EL CABRERO. Ambos son excelentes por donde se lo mire, ambos son la prueba del arte con sentimiento…¡¡¡Benito, España. El mejor. Comentario: lole tu maestro Josei. Con diferencia el mejor, digan lo que digan los cuatro cantamañanas que ay por ahi. Sigue cantando asi maestro que tu cante calla a las “ratas” lole tu maestro joseiJuan, España. De lo mejor. Comentario: Sin duda, este cantaor por derecho es de lo mejor de los últimos veinticinco años. Dicen que por fandangos, vale,…pero ¿y por soleá?... ¿y por tonás?... ¿y por segui-riyas?... ¿y por malagueñas?... Ante las críticas absurdas de cuatro enteraillos recuerdo un buen jaleo flamenco “ole el arte, se joa quien no distinga” dentro de unos años todos serán cabreristas. ¡animo Jose, eres de los grandes! salud y anarquía

Emilia, España. Eres mis recuerdos Comentario: Gracias, por no parar y seguir gritando tus ideas, espero poder verte pronto por Badajoz Extremadura. Gracias por ser como eres.

Rubén, España. Duda Comentario: Hola, he escuchado cantar a el cabrero en un documental llamado “vivir la anar-quía” de La 2. ¿Alguien podría decirme como se llaman esas canciones? PD: Perdonadme porque soy consciente de que esas canciones que yo digo pertenecen a algún genero pero la verdad, nunca me había atraído mucho el flamenco hasta que lo escuché, y me gustaría ir intro-duciéndome poco a poco Gracias.

……………………………………………………….El Cabrero, París 94Disco grabado en directo. Disco grabado en directo. El Cabrero reedita con su propio sello discográ-fico el concierto en directo “París 94”. Acompañado por el guitarrista Paco del Gastor, interpreta mala-gueñas, seguiriyas, soleá, polo, fandangos y hasta un soneto de Borges por bulerías, entre otros estilos. A todos ellos aplica además de la energía del directo, su personalísimo sello de cante-denuncia. El libreto incluye textos y letras en español.

…………………………………………….{Los comentarios de los lectores (Reseñas de los lectores) se han transcrito de manera textual, redacción y ortografía, con el lenguaje coloquial y jerga de cada uno} ……………………………………………

BIOGRAFÍA GENERAL Y COMPLEMENTARIA DE “EL CABRERO”

Aunque como pastor haya cambiado las cabras por las ovejas, José Domínguez (Aznalcóllar, 1944) sigue y seguirá siendo El Cabrero, un emblema de pureza y sobriedad flamencas. Trasunto descar-nado de otro pastor guerrero, Miguel Hernández, su fidelidad a sí mismo tanto en el escenario como en su peculiar activismo social y político –es pionero en la lucha contra la apropiación del campo público por parte de los terratenientes- contribuyó en los primeros ochenta a consolidar una etiqueta de “símbolo de la Transición” que entusiasma a quienes lo ven como un icono popular de la izquierda andaluza, pero que en parte ha eclipsado y caricaturizado al artista. El Cabrero reivindica una carrera de más de 35 años de hondura flamenca salpicada de valientes digresiones: discos de tango, colaboraciones rockeras –Reincidentes, Marea-y giras de postín, como aquella de 1993 con Peter Gabriel por Estados Unidos que lo obligó a un descuido inusualmente largo de su rebaño. Pocos han podido rivalizar con él en conexión con el público y éxito en los festivales. “Naranjito de Triana” decía: “Donde van juntos Camarón y El Ca-brero, comemos todos”, cuenta. Ahora prepara su 18º disco, Pastor de nubes (Atrapasueños). José –voz imponente, ojos claros y acento esotérico- habla aquí de música y política usando metáforas del campo.

¿Contra qué canta en este disco? Contra la guerra. La desigualdad. La piel de España es la de un perro flaco. No hablo de mí, que estoy surtido y arrimao al sobaco que más apesta (hace

Feria Real

con los dedos el gesto del dinero). Pero soy consecuente y lo digo. En mi flamenco están mis ideas. Será un análisis de cateto del campo, de acuerdo, pero yo tengo sentido del pienso, del reparto, porque soy pastor. Y digo que hay que poner las cosas al precio del que menos cobra.Usted firmó junto a Manu Chao, Juan Pinilla y otros artistas un manifiesto que dice:“El flamenco agoniza en Andalucía”. ¿Tanto? Está vivo, pero está flaco. Depende del dinero de los contribuyentes, pero el pueblo no decide nada. Hay que llevar el flamenco a los pueblos. ¿Se considera marginado por los circuitos oficiales del flamenco? No llevarme en 26 años a la Bienal de Sevilla, llenando en todos los pueblos que piso y en los teatros internacionales… Esa marginación, ni con el innombrable (Franco). Y se demostró que se equivocaban los que decían que yo iba a ser “el cantaor de la Transición”. Es una manera de decir “ese no entra en mi casa”, y no porque el pueblo no me quiera oír, ni por mi cante. ¡Hostia, sí voy por los cánones! Nunca he prostituido el cante. Una seguiriya es una seguiriya. Pero soy pastor, no tengo álgebra para entrar en los corrillos y me arreglo con una lata de arenques por no pedir a alguno un favor. Tampoco acepto botas regaladas que me queden pequeñas. A lo mejor me hubiera ido mejor si hubiera hecho caso al que me decía “no seas tonto, tú no muevas los pies de aquí”, pero yo llevo las botas holgonas. Soy más de izquierdas que la madre que me parió, pero no llevo en la boca el carné de los gemelos (PSOE y PP), tanto que van de izquierdas… El PP no va de izquierdista… Aquella señora del palestino hablando del partido de los trabajadores (Cospedal) parecía que había hecho un cursillo en Marinaleda. ¿Fue a la manifestación el 29-S? ¡Y a las que haiga! Y había gente, ¿eh? Otros no fueron, no fueran a pringarse. El miedo es lo que guarda a los borregos. El problema es que el ganado no puede estar encerrado. Mira, yo soy menos dañino que un borrego, pero necesito lo mismo: espacio. Ahora oigo que hay que trabajar más y cobrar menos. Yo soy Zapatero y me voy a por él (Gerardo Díaz Ferrán) como un perro que ha escuchado venir a alguien de lejos. ¿En qué piensa durante las largas horas de pastoreo? ¡No creas que da tiempo a pensar, con tanta linde! Esa es otra. Mira, llevo protestando desde que empecé de cabrero, siendo chaval, y viendo cómo la guardia defiende al que usurpa la vereda. ¡Hasta la cárcel he pisado! Pero yo necesito campo, espacio. Necesito verlas venir. ¿Se siente usted de otro tiempo? ¿Y eso por qué? Su forma de pensar, de hablar, de cantar, de vestir… ¿De vestir? Cuando yo empecé me exigían camisas con chorreras y trajes de señorito. ¿Para cantar hace falta eso? ¡Nooo! Y cantando, ¿para qué voy a correr? El flamenco tiene que sonar a flamenco. La cursilería no se agarra. Para afianzar los pies en terreno quebrado hay que ir despacio. Aunque conozca el flamenco del hilo al pabilo, yo no canto por media granaína como por soleá (cante del que, al igual que de la ma-lagueña, es Premio Nacional). Yo no soy ese cantaor de bulerías que va pum, pum, pum, rápido. Yo canto como ando, y ando mirando y escuchando el paisaje. Hay que subir la montaña, no ro-dearla. Yo cuando empecé estaba verde, claro. Todo era sorbido, sin resuello. Luego he aprendido, despacio. Por eso el cante siempre será de minorías. No porque haya poca afición, es que pocas madres paren cantaores. ¿Su madre cantaba? Para la cocina y para las fiestas de la matanza. Y mi padre silbaba, no cantaba nunca cerca de nosotros. Yo me parezco a él. Es de estos hombres que no vieron más que campo. Tenía sentido de la naturaleza… Lo quería mucho la gente. Dentro de los cuatro kilómetros a la redonda por donde se meneaba, claro. ¿Aprobaba que usted cantara? ¡Uf! Qué va. No sentía lo que yo sentía. Desde los ocho años estuve guardando ovejas. Pero yo tenía una radio, cogida con guitas porque estaba desan-gelada, y la escuchaba por la noche. Luego no tuve el permiso de mi padre para ir a escuchar el cante, y me reñía y me pegaba cuando era mozanguete si descuidaba los animales. Encima, cuando conseguía irme quedaba como un golfo en el pueblo por dejar a mi padre solo con los borregos. Así, sorteando las pedradas de la vida, empecé a sentirme un rebelde.

AMPLIACIÓN Y SEMBLANZA FINAL El Cabrero: Nombre artístico de José Domínguez Muñoz, debido a su oficio de pastor de ca-bras. Aznalcóllar (Sevilla), 1944. Cantaor. Sus comienzos artísticos datan de 1970, al entrar a formar parte del grupo de teatro flamenco La Cuadra, de Sevilla, con el que actuó en distintas ciudades espa-ñolas y extranjeras, quedándose en Ginebra (Suiza), donde conoció a su mujer. A su vuelta a España realizó sus primeras grabaciones discográficas y alternó su trabajo de cabrero con sus actuaciones en los festivales andaluces, caracterizándose por sus letras de contenido social, especialmente en los fandangos,

Porcuna 2012

que le proporcionaron una gran popularidad, el favor del gran público y una alta cotización económi-ca. En 1982 fue procesado por blasfemia pronunciada estando actuando en Alcolea (Córdoba), siendo condenado a cinco meses de privación de libertad, produciéndose un movimiento popular en su favor, encabezado por varios partidos políticos, que pidieron su indulto. En el Concurso Nacional de Arte Fla-menco de Córdoba, correspondiente a 1980, fue premiado por soleares y malagueñas. Actualmente es uno de los cantaores que suman más actuaciones en festivales y peñas flamencas. Su repertorio es amplio y posee grandes facultades de voz. La personalidad de este singular artista ha sido comentada por perio-distas y críticos atraídos tanto por sus cualidades artísticas, como por lo original de sus características humanas. José Aguilar: “Las cabras y el flamenco son las dos compañías inseparables de El Cabrero desde que su padre empezó a llevarle al campo, cuando sólo tenía cinco o seis años… Con alguna fama a su favor, sigue prefiriendo los espacios abiertos y solitarios a las reuniones de mucha gente, el hechizo de sus cabras a las convenciones de la vida social”. Jorge A. Rodríguez: “El Cabrero es, al fin y al cabo, poeta del cante, a pesar de no ser gitano. Él quiere ser como el viento que nunca el hombre ha podido coger en sus manos, pero que siempre hace vibrar las encinas. José Domínguez será un cabrero toda la vida, un cantaor hasta la muerte. Su aspecto informal y el tufillo de su nombre le acompañan por donde va”. Manuel Barrios: “El Cabrero es la elementalidad del alma pura, sin contaminaciones ni soplos de malos vientos. José El Cabrero es un niño alto y fuerte, que canta sin querer entregarse a la confusión de un mundo deformado por odios, violencia y engaños”. Francisco Millán: “El Cabrero va a donde le llaman. De palacios de deportes a asociaciones de vecinos. Su voz es dulce y dura a la vez. Se arranca siempre por derecho con fuerza en la sangre que tanto está cerca de la tierra dura. Hay veces que sale hasta en hombros. El Cabrero, se alegra, se ríe, pero no se descompone ni rompe su vida. A la mañana siguiente, el monte, con sus cabras, su cante, su anarquía de bien”.

MANUEL MONTILLA MOLINA

Feria Real

Porcuna 2012

LA INÉDITA PERO NO POR ELLO MENOS OSADA

AVENTURA DE NUESTRO AMIGO DON QUI

POR TIERRAS DE JAÉN.

Primer Premio Literario InfantilAutor: Jacobo Del Pino Herrera

Feria Real

PRIMERA PARTE

Junto a su fiel escudero, el ingenioso hidalgo don Qui, atravesaron toda Sierra Morena, en busca de nuevas correrías, adentrándose así en Andalucía. Como todos ya sabéis y sois conocedores de sus andan-zas, os voy a relatar una de tantas que no llegó a escribirse pero no por eso menos osada e importante.Cabalgando y cabalgando, se situaron en la tierra de Jaén, iban conversando Sancho y su señor, cuando de pronto don Qui tomó una actitud de alerta y muy erguido, se colocó en posición de ataque. Aquello que vieron sus ojos le pareció un enorme ejército dispuesto a atacar.

_ La suerte nos va guiando, amigo Sancho, lucharemos, haremos ba-talla._ Pero vuesa merced, aquellos que allí se ven, no son más que verdes olivos, reyes de esta tierra._ Que no te engañen tus ojos ingenuo Sancho. En verdad son reyes, resto de los que años atrás dominaron estas tierras y que tenían a su merced más de doce mujeres cada uno, que viéndose reducidos por nuestros Señores tuvieron que quedar ocultos, y ahora salen a bandadas a desvalijar a las buenas gentes que por estos caminos andan._ ¡Mi Señor! No son más que productores de negras aceitunas, manjar de buena mesa y jugo-so zumo, base de cualquier buen guiso._ Subiremos mi noble Sancho a aquel cerro, para así poder divisar mejor al enemigo, después nos enfrentaremos a todos ellos, pronunció muy enfadado don Qui.

Empuñó su lanza y lanceó contra ellos, dando una y otra vez en sus gruesas varetas y en los duros y grandes terrones, repitiendo sin éxito, queriendo dar muerte a tan viles villanos. Sancho recogía su lanza, y a pesar de toda su insistencia en que abandonara, don Qui sin atender a sus voces, daba espuelas a Rocinante sin parar. De repente, la tierra con sus hermosos olivos empezó a removerse, las grietas cada vez se hacían más grandes, se produjo un gran socavón. Don Qui y Sancho se echaron hacia atrás muy asustados. Gue-rreros de piedra se levantaron majestuosamente de aquel hoyo saliendo a la luz.

_ ¡Esto sí es un ejército mi señor!- dijo Sancho, escondiéndose detrás de su zopenco._ Detente valiente caballero _dijo el Rey de aquellos guerreros._ ¿Quién osa ponerse en medio? Contadme quienes sois- preguntó don Qui._ ¡No le dije a vuesa merced que mirase bien lo que hacía!, no era un ejército, eran olivos, pero ahora son fantasmas salidos de la tierra._ No venimos a luchar, soy el Rey, el guardián de todas estas esculturas tan antiguas y valiosas enterradas aquí por miles de años en este tan co-nocido CERRILLO BLANCO, por estas tierras de PORCUNA, cuando eran los Iberos sus Señores._ ¡Válgame Dios!,- dijo Sancho, si no lo veo no lo creo, guerreros de piedra que hablan._ Descansad pues, y mañana, os mostraremos la historia de esta ciudad escondida. También os enseñaremos la gran Torre de Boabdil, antigua alcazaba mora._ Hermano Sancho, aventura tendremos,- aseguró don Qui._ Pues, ¿en qué halla vuesa merced- dijo Sancho, que esta sea aventura?_ No quiero yo decir que esta sea aventura, sino principio de ella, - res-pondió don Qui, que por aquí se comienzan las aventuras._ Durmamos pues, - comentó Sancho, mañana será un día muy largo.

Pero aquella noche, Don Alonso Quijano no pudo dormir… Continuará

Porcuna 2012

Hace muchos, muchos años, existía un vie-jo pergamino dorado que según las leyendas antiguas podía predecir el futuro. Estaba escondido en la cima del monte Kiu-Kiu, la cumbre que coronaba las mon-tañas que había entre dos grandes reinos. Pero se trata-ba de un lugar imposible de alcanzar. El reino íbero de Ipolca y también el de los celtas de Sakilia se entusias-maron con la idea de conseguir el valioso pergamino. Una mañana soleada y cálida, el rey íbero Bo-dilio ordenó a sus guerreros ir en busca del documen-to dorado. Al atardecer un ejército de por lo menos trescientos soldado encabezados por Banio, empren-dieron el camino hacia el monte sagrado Kiu-Kiu. Al cabo de unos días, un mensajero enviado por los espías del reino enemigo en esta región, avisó al gobernador de los celtas, Koriko, de lo que había ocurrido. Éste montó en cólera, al pensar que el reino vecino pudiera hacerse más poderoso gracias al fabu-loso pergamino, y casi hace dar muerte al mensaje-ro. Entonces decidió hacer lo mismo que los íberos, y emprendió también otra expedición de búsqueda del famoso manuscrito. Los Íberos, después de tres días sin descan-so, acamparon en el Valle del Muerto, llamado así por tratarse de un pedregal desértico. Escaso de cualquier tipo de recursos naturales. Mientras tanto, los guerreros celtas iban avan-zando por otra zona de la cordillera, pero ante lo difí-cil del ascenso, tuvieron que ir por los mismos lugares por los que ya habían pasado los íberos. Escalaron el cañón sin Fondo, un valle escarpado en el que muchos íberos y ahora celtas perdieron la vida al intentar su-perarlo. Koriko, el jefe celta que encabezaba la misión, no quería que descansaran sus hombres, ya que sabía que los íberos llevaban una buena ventaja. Por todos los reinos y comarcas cercanos, co-rría esta increible noticia, la de los dos reinos en busca de un poder definitivo. Todo el mundo hablaba sin fin sobre este tema. Mientras tanto, los íberos se acercaban cada vez más a la parte más difícil de superar en todo el recorrido, pues las temperaturas eran muy frías y era complicado sobrevivir mucho tiempo en condiciones tan adversas, era el lugar conocido como la Zona Des-peñada. Los celtas, por su parte, seguían sin acampar, y muchos se habían quedado ya en el camino, víctimas del cansancio o de los desprendimientos. El grupo principal de los íberos estaba cul-minando la escalada, y se encontraban a punto de coronar la cima, pero sólo tenían ya unos cincuenta hombres. Mientras que los guerreros celtas de Koriko, estaban llegando a la Zona Despeñada, y acercándose a la retaguardia de los escaladores íberos.

“El pergamino secreto”

Segundo Premio Literario Infantil. Autor: Álvaro Navas González

Los guerreros de Ipolca consiguieron llegar a la fría cumbre del Monte Kiu-Kiu, pero todavía les quedaba encontrar el ansiado pergamino, pero no lo hallaban. Con la demora de la búsqueda, llegaron tam-bién a lo alto de la montaña las tropas celtas, aunque ya con menos guerreros, y se encontraron con sus ene-migos. En una larga lucha a lanza y espada, los íbe-ros vencieron a los celtas, ya que éstos estaban agota-dos por la fatiga de aquella ascención sin descanso. Todo aquel combate acabó cuando, malherido, rindió su espada Koriko el que mandaba a los celtas, y los pocos que quedaban fueron hechos prisioneros. Entonces los íberos se dedicaron a buscar pal-mo a palmo por todas partes, y debajo de cada piedra de la cumbre, hasta que en la base de unos arbustos hallaron un misterioso hueco que era la entrada de una pequeña cueva en la que se internaron siguiendo una extraña luz que venía del fondo. Allí localizaron aquel pergamino, que parecía relucir con luminosidad propia entre la gran oscuridad que había alrededor. Fue Banjio, el guerrero al que el rey íbero de Bodilios había encomendado la misión, el que lo recogió con mucho cuidado y lo guardó en una pequeña arqueta que había llevado consigo. Y todos se encaminaron monte abajo hacia las comarcas de Ipolca a entregar al rey su preciado tesoro. Bodilios se llevó una gran alegría cuando los mensajeros le anunciaron el éxito de la misión. Des-pués estaba muy nervioso por la impaciencia de que llegaran, y se sintió muy aliviado cuando vio a la co-mitiva acercarse hacia él, encabezada por Banio. El rey tomó el pergamino y lo dejó en silencio ante la expectación de una gran multitud de nobles y consejeros. Para sorpresa de todos, lo rajó en peque-ños pedacitos y los echó a las llamas de un caldero que había ardiendo para iluminar el interior del pala-cio. Nadie llegó a saber el contenido de aquel per-gamino, salvo Bodilios, el rey de los íberos de Ipolca, que nunca desveló su secreto. La gente especulaba acerca del motivo por el cual había destrozado aquel documento; unos decían que era porque le auguraba desgracias y desastres; otros que porque no había nada escrito en él, y el rey habría sentido vergüenza de haber perdido todo un ejército de valerosos hombres a cambio de nada; sin embargo, otros pensaron tiempo después, que el ma-nuscrito le había revelado algún importante secreto, ya que su reino a partir de ese momento dominó a las comarcas y reinos vecinos, y tuvo muchos años de gran poder y prosperidad.

Feria Real

17-febrero-2010 Crisis, crisis, crisis, vendo, alquilo, reven-do, ¡qué país más incierto!, lo escuchamos a cada momento, en las noticias, en la calle, en la casa, en todas partes la misma palabra. Crisis en la inmobiliaria, crisis en la cons-trucción, crisis en la política, crisis en la religión. Me levanto y es la primera palabra que se escucha en televisión. Nos hundimos en una cotidianeidad gris y monótona, una vida sin relieve, un futuro incierto, que no nos deja ver una caduca luz al final del tú-nel. No somos colegas de nadie, nos vemos todos los días, las mismas caras, pero no tenemos nin-guna relación, son relaciones no elegidas, vínculos que nos han impuesto por circunstancias muchas veces ajenas a nosotros mismos, somos unos gran-des desconocidos, en definitiva unos pringaos. Hoy al levantarme, me dirigí hacia el cuarto de baño, miraba el final del pasillo, y cada vez que daba un paso, quería que este fuese interminable, llegue sin querer llegar, me coloque frente al espejo, levante la cabeza muy lentamente para mirarme, y, que veo, otro grano, ¡maldito espejo y maldito grano!, hasta cuando va a durar esto, ya no sé que hacer para poder ocultarlos. Todo esta cambiando en mí, ¿Quién soy?, no me reconozco, estoy “empanao”, cada día es di-ferente, mi físico, mi estructura corporal, mis cam-bios de humor, mi madre dice que estoy en un pe-riodo evolutivo comprendido entre el inicio de la pubertad y el inicio de la vida adulta, ¡qué redicha es! Tengo miedo a crecer, no sé que clase de cambios tendré que experimentar sin esperarlos y tampoco quererlos. Me siento un poco rebelde, recibo miradas desafiadoras, sarcasmos desagradables; todo lo que he aprendido de niño, todo ese conocimiento acumulado, debo utilizarlo de forma diferente y no sé como hacerlo, no me siento capaz de afrontar responsabilidades. Todo lo escrito anteriormente, es una pizca de mis pensamientos, y lo que en realidad estoy viviendo y sintiendo, y creo, que aún no estoy preparado. ¡Y a mí, me hablan de crisis!, yo también estoy sufriendo la crisis, mis propias “CRISIS”, ¿Quién me ayuda a mí a salir de todo esto? Otro día más me voy a la “piltra”, y sigo sin entender nada. Me “piro”.

DE UN ADOLESCENTEiarioD

Premio de RelatosAutor: Julio del Pino Herrera

Porcuna 2012

18-febrero-2010 Hoy me he levantado sin ganas, estoy de “bajón”, no me apetecía ir a clase, y como siempre he tenido que escuchar la misma monserga de mis padres:(en el hogar, en esta sociedad, en la propia familia hay unas reglas impuestas que hay que cumplir, un horario establecido, unas normas). Con tal de no oírlos, mejor agarro los bártulos y me largo. ¡Es una edad tan ingrata!, siento una gran crisis de independencia, una gran crisis de autono-mía, una gran crisis interior, me siento alejado, con mis propias desobediencias, inestable emocional-mente, tengo irregularidad en las tareas escolares, me consideraba un alumno bueno y ahora soy un poco mediocre, siento rechazo, insubordinación, y sobre todo no llego a comprender a mis padres, ni por supuesto, ellos a mí, me rebelo contra todo y contra todos, siento una terrible hostilidad ante todo lo que significa autoridad. Fue noticia el año pasado, hizo 25 años que comenzó la Revolución de los jóvenes okupas, y aún sigue vigente en nuestros días, estos se rebelaron y construyeron una forma de luchar contra el sistema, fueron autogestionarios, creando sitios libres enfrentándose al capitalismo. Siempre ha estado activo el movimiento juvenil. Me pregunto si hubiese encajado yo bien, en aquella época, ahora mismo me siento un “prin-gao”.Cambiando de tema, me pondré a estudiar haber si consigo aclarar algún ejercicio, y después me iré a “sobar”.

19-febrero-2010 Sigo con mis cambios habituales, y para colmo de males hemos tenido charla familiar, bueno, la verdad es que día sí, día no, tengo que escuchar la misma o parecida cantinela, hay que reconocer que se hacen un poco pesaos. Os voy a poner un poco en onda de lo que se cuece aquí en casa. Mis padres comentan: que hemos pasado de una libertad a un libertinaje, ya no hay respe-to, ni siquiera a los adultos, la gente se siente con miedo en las calles, atemorizados por las pandillas juveniles. Hay violencias en los colegios, victimización, intimidación, situaciones de acoso, insultos, amenazas, peleas, robos, epidemias de agresiones verbales, psicológicas y físicas, donde el profesor ha perdido toda autoridad y por desgracia, esto no es una película, es un guión cada vez más activo. Ellos dicen que toda esta euforia pasará, y cuando ya sea tarde, me daré cuenta de lo bonita que puede llegar a ser la edad de la adolescencia, viviéndola debidamente, dicen que no la sabemos aprovechar y disfrutar, y cuando nos demos cuenta ya no tendremos marcha atrás. Nosotros, vues-tros padres, también hemos pasado esa etapa, hemos hecho cosas parecidas, o quizá iguales, hemos sentido lo que tú estás sintiendo ahora, el amor, el desamor, el triunfo, el fracaso, las desilusiones , pero existían unos valores , unos principios, un respeto, tolerancia y educación y eso nunca lo debéis perder los jóvenes. Debéis tener en cuenta que la vida tiene idas y venidas, y curvas muy peligrosas, las cuales debéis recorrer con mucho cuidado y debéis estar preparados para cualquier suceso, bueno o malo. Solo debéis abrocharos bien el cinturón, porque solo Dios sabe lo que nos depara la vida, y, Yo les comento: no debéis exigirnos trabajos y responsabilidades de adultos sin todavía llegar a serlo, y por supuesto tratarnos como adolescentes, respetar nuestra forma de pensar y ayu-darnos a decidir manteniendo un buen equilibrio. Lo único que os pido, es un poco de intimidad, paciencia y sobre todo tiempo, hasta que consiga saber quien soy en realidad y lo que estoy buscando, aprender de mis propios errores, aun-que os cueste aceptarlos, para poder realizarme como persona, y dejar a un lado todas estas malditas “CRISIS”, si no entendéis esto, no conseguiremos ningún entendimiento. Pues esta ha sido la clase magistral de hoy, aunque muchos días se vuelva a repetir, bla, bla, bla… ¿Qué os parece? Pues así seguiremos por un tiempo, eso creo. Hasta mañana “tío”.

Feria Real

EL AUTOBÚS DE LAS NUEVE

La mañana era de una frialdad y una melancolía descorazonadoras. En la calle Dr. Mendi-zabal ningún transeúnte había violentado el silencio de la noche; ningún gorrión voló en el cielo y ninguna farola dejó de derramar su luz aterciopelada, a pesar de ser las nueve menos cinco y lucir con fuerza el sol. La sensación de vacuidad en el ambiente presagiaba un día fantasma, de esos que están en el calendario no impreso de los sueños. A esa hora, Lucía levantó alegremente, ajena a estas clarividencias, corrió las densas cortinas de lienzo; abrió las ventanas y se puso a trabajar.

Llevaba poco tiempo viviendo en aquel pueblo del interior y no sabía de la posible ma-terialización de estos días inexistentes para el recuerdo. Por esta razón continuó con las tareas cotidianas de la mañana, tarareando canciones pasionales al compás del transistor. A eso de las doce, cuando concluyó la faena, tuvo la feliz idea de cambiar el ramo de margaritas de lugar: del vaso desportillado del living al jarrón de la mesa de la cocina. En el baño recolocó la alfombrilla de lana, rellenó de jabón el dosificador de porcelana y pulverizó colonia fresca con mezcladas fragancias de limón, canela y jazmín para luego aspirar el efluvio. Eran repentinas ocurrencias, difíciles de controlar. En el patio -otra inspiración súbit a- quiso regar las macetas pero descubrió, por más que volcó la regadera, que el agua no fluía. Metió la mano en el recipiente, sintió la hu-medad y sin embargo la extrajo seca. Cuando volviera Sebastián tendría que contárselo.

Era jueves en el calendario racional. Lucía miró el reloj de muñeca para descubrir que eran las doce y veintiocho minutos: hora de ir al encuentro de Sebastián en el apeadero de autobuses. Al salir de casa, descubrió las farolas encendidas. Miró al cielo y lo vio huérfano de nubes y la única ave que sobrevolaba el cielo era una gaviota extraviada. En la ventana de la casa de enfrente el tímido temblor del visillo delataba a un fisgón. Por delante de ella, un balón rodó alegre y sin embargo ningún niño, ciego por el juego, lo perseguía. Caminó hasta llegar a la plaza del pueblo y no vio a nadie. Echó de menos saludar a algún vecino.

Cuando alcanzó el apeadero, una soplo de inquietud le removió todo el pensamiento: la pelota volvía a rodar y a botar frente a sus ojos y todavía ningún niño la perseguía. Sentado en el banco del apeadero un mendigo leía un periódico caducado. Lucía no quiso acercarse demasiado y un tanto incómoda con aquella presencia, levantó la vista y oteó el viejo reloj del campanario que marcaba, con sus enormes agujas de metal desgajadas por el tiempo, las nueve horas menos cinco minutos. Lucía pensó, porque ella era así de extravagante y risueña, que ya iba siendo hora de jubilar aquel trasto de mecánica desgastada y gloria olvidada. El mendigo giró la cabeza y vio a Lucía ensimismada, con un pose interesante, mirando el reloj de la torre del campanario.

-¿Qué hora marca el reloj?- preguntó el mendigo. Marca las nueve menos cinco. Pero no le haga caso: Está averiado -respondió ella.

Mención Honorífica Premios Literarios Autor: Marcial del Pino Chiachío

Porcuna 2012

-¿ Y como sabe que está averiado?. Está claro, señor: Las agujas no se mueven. -¿Ni siquiera un poco?- preguntó el hombre con una dosis de inocencia Absolutamente nada- afirmó Lucía con plena convicción Entonces tendré que irme ya– dijo el mendigo después de levantarse y asir la male-ta- ¿No estaría usted esperando realmente el del Pino de las una? – preguntó Lucía al señor

El hombre hizo como que no oía a Lucía y comenzó a caminar. Sin rodear la cabeza, después de alejarse un poco, añadió:.

¡Si lo llego a saber no espero tanto!. Mañana volveré.Lucía sintió curiosidad. ¿Y desde cuando está usted aquí, esperando?El hombre giró un poco el cuelloLlegué aquí hace diez minutos y espero el del Pino de las nueve. ¿No tendrá un cara-melo por casualidad?– solicitó a Lucía ¿Y no ha venido?.- Preguntó ella extrañada sin responder a la petición de la golosi-na. ¿Cómo va a venir si son las nueve menos cinco? Y si el reloj se paró, nunca darán las nueve y jamás llegará el del Pino- respondió el hombre para después alejarse defi-nitivamente de allí.

La descabellada lógica de aquel hombre hizo sonreír a Lucía. Luego pensó que, antes de la llegada de Sebastián, le daría tiempo de comprar el diario en el quiosco que había enfrente del apeadero. Al acercarse quedó extrañada porque toda la prensa tenía idéntica fecha desfasada. Aun así lo compró, por simple curiosidad y también, acordándose de la petición del mendigo, una cajita plateada de caramelos con un corazón verde y un reclamo de palabras: “Caramelos con sabor alegre para los días frágiles”. No sabía el motivo pero el mensaje de la cajita también le hizo gracia.

Sintió sed, una sed angustiosa que le provocaba un dolor punzante en la garganta. Se acor-dó del café bar de la esquina, donde todas las tardes, después de pasear con Sebastían, tomaban café él y agua ella. Acomodado en uno de los veladores de la terraza un hombre mayor se afanaba escribiendo con dificultad en una libreta pequeña. Lucía pasó cerca de este otro señor que al per-catarse de su presencia levantó la cabeza.

-Señorita, venga, venga -solicitó el escribiente con una voz ronca y secaLucía se aproximó dos pasos más, abrió la cajita y ofreció un caramelo .- ¡Umm! !Qué bueno!. Sabe como a un atardecer respirando la brisa del mar. Pero siéntese, señorita. Siéntese y lea – le pidió aquel hombre- A mi edad he sentido una voz impetuosa. En la carcomida puerta de mi raciocinio ha llamado la ardorosa musa de las palabras melódicas y la belleza etérea, pidiéndome crear versos ininterrumpida-mente. Llevo un mes intentando redactar un poema pero a mi edad: !Es ya tan difícil jugar con las palabras y sus múltiples significados y connotaciones!. Lástima que de pequeño no hubiese podido ir a la escuela porque habría aprendido antes lo que es una metáfora, un símil, una hipérbola, una rima, un verso, contar sílabas. Tal vez hu-biese leído algo de los maestros escritores. Pero no le interrumpo, lea, lea por favor.

Lucía comenzó a leer en aquella hoja de papel, un poema algo difuso. Le pareció tan sim-ple y cándido como extraño, tierno y bonito que, sin querer, se emocionó visiblemente.

Feria Real

- Señorita. ¡Se ha emocionado!- Disculpe. Es extrañamente bello.- No se excuse. Me halaga verla emocionada. ¿Sabe una cosa? Cuando leo algo y un escalofrío me recorre el cuerpo, o se emociona otra persona, sé que es bueno. Ahora me voy porque quiero que me lo publiquen, he de llegar antes de las nueve a la imprenta.

Sin más nada argumentar, se marchó de igual modo al mendigo, sin mirar atrás. Lucía quedó sentada en el velador y comenzó a leer en el periódico noticias que perdían el sentido porque ninguna fecha coincidía. Segundos más tarde, un dedo pequeño tocó levemente su es-palda, inyectándole en el cuerpo una sensación de armonía y placidez inexplicable.

-Hola, señora. ¿No ha visto usted correr un balón por aquí?- le preguntó un niño con la respiración forzada y una mirada que cautivó a Lucía- Es que lo estoy buscan-do para irnos al colegio.- ¿Quieres un caramelo?- Lucía mostró la cajita de caramelos abierta.- Ummm. ¡ Qué bueno! - exclamó el pequeño al probar uno- Este tiene sabor a suer-te.- Hace poco vi rodar un balón en esa dirección.- indicó Lucía con la mirada puesta en el sentido en el que fue rodando y botando la pelota- Tal vez sea el que buscas.- ¡Gracias señora!- exclamó nervioso el niño que empezó a correr en sentido contra-rio.- ¡Oye, muchacho!. El balón iba por el otro lado – advirtió Lucía.- Me he enterado bien de la dirección que me ha dicho, pero no quiero que me enga-ñe como antes- argumentó el niño para perderse corriendo.

Un camero repeinado, delgado y rigurosamente ataviado con bandeja, bayeta, delantal y bolígra-fo en la oreja, emergió de la puerta de la cafetería, llevando un paso estricto.

-¡Señora! ¿Qué va a tomar?- Lo de siempre – pidió Lucía ensimismada en la lectura del periódico.- Perdón. No entiendo – expuso el camarero un tanto confuso.- Sí, una botella de agua mineral. Del tiempo, a ser posible- Tenemos agua mineral de muchos tipos. Tenemos agua de ayer y agua de mañana, atrapada con sabor a la frescura de las hierbas o seca, con sabor a nada. Tenemos también agua de las tormentas; agua de lluvia tardía y lluvia temprana; agua del ro-cío caído de un álamo y agua del deshielo de los carámbanos del “Arroyo Amatista”. ¿Cuál quiere, señora?

Lucía levantó la cabeza, sorprendida por la variedad de aguas. Se dio cuenta de que aquel chico no era Carlos, el camarero habitual. Por curiosidad pidió una botella de agua de ayer. Momentos después tomo un trago y le supo a amargura y dolor. Una pareja mayor llegó a la terraza. El anciano caballero ayudó a la esposa con mucho cariño a sentarse y después tomó asiento, lentamente. La mujer le dijo al hombre:

- ! Qué felicidad, Cariño, hoy hace cincuenta años que nos conocimos!- Si, querida. ¿ Y por qué has podido quererme tanto tiempo? No lo entiendo- Te he querido tanto tiempo porque tú me has querido a mí también.- Casualmente yo también te he querido porque tú me has querido, he aceptado tu amor, tu compresión por perdonarme mis defectos, tu dedicación, tus cuidados, tu sufrimiento por mí... Hemos compartido momentos felices y duros.

Porcuna 2012

Lucía no podía evitar escuchar la conversación de los ancianos. Pensó en Sebastián y se imaginó en idéntica situación, mucho tiempo después.

- Cariño – volvió a llamar la atención del esposo anciano- todo hubiese sido tan bonito si...- No te atormentes, mujer. Ha sido bonito y nadie puede con el destino – dijo el hombre-. - Si pudiera volver atrás y cambiar algo- añadió ella mirando el reloj del campanario- Ocurrió hace más de treinta años. A esta hora. La gitana me dijo que...- Por favor, Lucía, no te atormentes más. Las gitanas son unas farsantes. Nada puede cambiarse. - Hombre, no me robes este hilo de esperanza. La gitana me dio un ramito de romero, me miró la mano y me dijo que en las arrugas se veía mi sufrimiento y también me dijo que habría un día …

Lucía sintió vergüenza por escuchar la conversación pero su curiosidad podía más que ella mis-ma.

- Ya, ya sé lo que te dijo. Ahora voy a hacer el recado, para que te quedes más tran-quila. Tápate bien, no me cojas frío.El anciano levantó y marchó en dirección al apeadero. De pie quedó esperando. Lu-cía, sintiéndose más cómoda, le preguntó a la señora.-¿Esperan el del Pino de las una?- No hijita, para eso todavía queda mucho tiempo. Esperamos el del Pino de las nue-ve. -¿Quiere un caramelo?- ¿De qué sabor son?- Hay de varios tipos pero no sabría decirle cuáles son.La anciana tomó un caramelo y lo saboreó con los ojos cerrados.- Sabe, sabe. Sabe a felicidad a punto de llegar- dijo la anciana con los ojos cerra-dos

Lucía aprovechó para mirar el cielo. El sol no se había movido en todo ese tiempo. Ni un solo ve-hículo transitó por donde ella estaba. Entonces le llamó la atención el minutero del campanario porque hizo un leve movimiento, las farolas dejaron de emitir luz, la bocina de un claxon provo-có la estampida de una bandada de gorriones que se dispersó por doquier. El anciano, desde el apeadero dirigió una sonrisa a la anciana.

- Lo ve usted, joven- dijo la anciana a Lucía con una sonrisa plácida- el del Pino de las nueve. Y decían que estábamos locos, que ningún del Pino llegaba a las nueve. He de irme muchacha y gracias por el caramelo.

La anciana se dirigió al apeadero donde el marido la esperaba. En tanto, Lucía la obser-vaba confusa por los acontecimientos. En la mano que sostenía la prensa sintió un hormigueo. Abrió el periódico arbitrariamente y comprobó cómo las letras de una noticia cambiaban de posición

La reseña del atropello de un niño que corría tras una pelota se convirtió en la de un joven, con los rasgos del niño, que posaba orgulloso junto a un balón de fútbol. En otra página abierta al azar, la crónica del poeta que se quitó la vida una semana después de presenciar el atropello de un niño, se convirtió en la reseña de un hombre mayor que publicaba su primer libro. En la misma página aparecía la extraña muerte de una joven, en el patio de su jardín pero

Feria Real

esta noticia no cambiaba. Atónita se descubrió en la fotografía de la noticia. La impresión le hizo perder el conocimiento

Un olor a flores la despertó con una sensación de mareo. Vio un techo blanco que nada se parecía al del dormitorio de su casa. Al bajar la vista comprendió que estaba en el hospital. Junto a ella, Sebastían aguardaba. Quiso hablar pero Sebastián le puso un dedo en los labios y siseó con mucha suavidad.

- No hables cariño. Todo pasó. Ya no corres peligro y todo porque tuve una pesadilla. Ayer, cuando marchaba en el del Pino de las seis de la mañana no pude evitar cerrar los ojos. A eso le siguió un sueño. Soñé que esperaba un del Pino, el de las nueve, pero nunca llegaba. Así estuve un tiempo indefinido. Mi barba creció, mi cara se demacró y mis ropas se hicieron andrajos. Leía el periódico, sentado en el apeadero, hasta que llegaste tú. Hablé contigo como si no te conociera y comprendí que tú tampoco me reconocías. De pronto descubrí algo que me hizo recapacitar porque llevabas puesta la misma ropa que la chica de un suceso, muerta en el patio de su casa. No te lo creerás, Lucía, pero la chica eras tú. Me dijiste que el reloj no se movía y eso me hizo pensar en la hora del suceso: las nueve de la mañana. Esperaba un del Pino que nunca llegaba porque el tiempo no corría. Entonces comprendí que eso era una oportunidad para regresar corriendo a casa y advertirte del peligro. Desperté con una terrible presentimiento, tomé un taxi y te encontré a tiempo, tendida en el patio con un hilo de vida.

Lucía quiso hablar de todo cuanto había experimentado pero Sebastián se lo impidió de nuevo con otro siseo.

- No hables cariño. No te preocupes, todo pasó. El médico me dijo que perdiste el conocimiento y te golpeaste fuertemente en la cabeza pero llegué. Tú y el niño estáis bien. ¡Me ha dado tanto alegría cuando el médico me ha dicho que estas embaraza-da!. ¿Quieres uno de estos caramelos?. Los tenías en el bolsillo.

Lucía se sorprendió al escuchar que estaba embarazada y más aún al ver la caja con el corazón verde. Eligió un caramelo. Dentro de la boca la golosina se deshacía con rapidez pero no sabía definir aquel sabor que le estaba reconfortando. Sebastián, excitado y nervioso, no paraba de ha-blar cosas de él y de ella, a veces sin mucho sentido. Hasta que le enseñó un balón a Lucía.

- Y fíjate tú que después de informarme tozudamente resulta que ningún del Pino lle-ga o sale a las nueve... Lucía estoy seguro de que vamos a tener un niño. Un guapo y listo niño. ¡Quién sabe si será un buen deportista!. Pero, claro, para eso queda mucho. Lo importante es que lo mimemos mucho, para que nada le pase...

Lucía reconoció el balón. Supo entonces el sabor del caramelo: era sabor a un profundo anhelo de ternura. Y también supo que ya nada le pasaría a ese crío porque ella lo impediría. También sabía que junto a Sebastían viviría feliz mucho tiempo, hasta la nueva llegada del del Pino de las nueve en un día de esos qué está en el calendario no impreso de los sueños.

Porcuna 2012

Viernes, 3 de agosto. A las 18.00 h. En la Plaza de Andalucía.VI Torneo 3x3 Baloncesto en la calle.

Miércoles, 22 de agosto. A las 19.00 h. En el Paseo de Jesús.III Gymkhana Ciclista OGESPORT.

Viernes, 24 de agosto. A las 18.00 h. En el Polideportivo Municipal.Semifinales y Finales Campeonatos de Bádminton y Badmintenis OGESPORT.

Sábado 25 de agosto. A las 20.00 h. En el Polideportivo Municipal. XXVI Campeonato Baloncesto Final Senior Masculino.

Domingo, 26 de agosto. A las 8.00 h. En el Embalse de Vadomojón (Albendín).III Torneo de Pesca Feria Real 2012.Modalidad Carpa y Black Bass.

Viernes, 31 de agosto. A las 19.00 h. En la Piscina Municipal.V Aquatlón OGESPORT.

Sábado, 1 de septiembre. A las 10.30 h. En la Piscina Municipal.Concurso de Natación “Los Íberos”.

Feria Real

Porcuna 2012

Del 15 de agosto al 8 de septiembre. En la Sala de Exposiciones del Paseo de Jesús.

Exposición de pintura al óleo de Isidoro de la Rosa. Título: MARUJA LIMÓN.

Viernes, 17 de agosto. A las 22.00 h. En el Salón Inmapi. XXXI Entrega Trofeos Fiesta Futbito.

Domingo, 26 de agosto. A las 9.00 h.En el Puente de Pezcolar. Concurso Tiro al Plato.En el Llano de Alharilla. Gran Torneo Feria Real de Petanca.En los Llanos de Pezcolar. Gran Carrera de Galgos.

Viernes, 31 de agosto. A las 23.00. En la Caseta Municipal. Precio: 10 euros.

XXXVI Besana Flamenca.Al Cante:

Argentina.Juan Villar.David Palomar.Laura Vital.El Torta.

Artista invitada: Mª Ángeles Martínez Toledano.A la Guitarra:

El Niño Jero.Antonio Carrión.Fernando Rodríguez.Presenta: Juan Ortega.

Días 29, 30 y 31 de agosto. A las 21.00 h.

TRIDUO A NTRA. SRA. DE LA SOLEDAD.

Jueves, 30 de agosto. A las 12.30 h.Emisión Programa Especial Feria Real a través de SER CAMPIÑA (102.6) y para todas las emisoras MULTIMEDIA JIENNENSE

Sábado, 1 de septiembre.DÍA DEL NIÑO

Todas las atracciones de Feria tienen el precio de 1,00 euro.A las 9.00 h. En el Camino Alto

Feria de Ganado.

A las 21.30 h. En la Caseta Municipal. Precio entrada anticipada: 5,00 €. Precio en taquilla 8,00 €.

III Certamen Carnaval de Porcuna

c

c

c

c

c

c

Feria Real

Actuarán: Chirigota “Los Puretas del Caribe” (Cádiz). Comparsa: “Los Habitantes del Planeta Arte” (Algeciras-Cádiz).

Tómbola “Lo metío no lo pierdes”. “Por más que lo intento el conejo no lo encuentro”. “Por tal de cantar”. “Los que llevan el gordo”.

Domingo, 2 de septiembre.A las 9.00 h. En el Paseo de Jesús.

Concurso Canino y Exhibición de Perros de Agua.

A las 9.00 h. En el Camino Alto.Feria de Ganado

A las 21.30 h. En la Caseta Municipal. Entrada gratuita.

Feria de la Tercera EdadObra de teatro: “ La verdadera historia del Tesoro Visigodo” representada por la asociación cultural “Vientos del Tiempo”

A partir de las 21.00 h.Charanga “Los Trotamúsicos”.

Lunes, 3 de septiembre. A las 21.30 h.

Encendido Portada Feria Real 2012.A continuación, en el Templete de la Música del Paseo de Jesús:

Pregón de Feria Real 2012.A cargo de don Serafín Quero Toribio.

Seguidamente tendrá lugar un concierto de la Banda Municipal de Música “Ciudad de Porcuna”.

A las 23.00 h. En la Caseta Municipal. Entrada gratuita.

Noche Romera.Copla: Laura María Larrea.

Sevillanas y Rumbas: Álvaro Martín.

Martes, 4 de septiembre.A las 10.00 h. En la Iglesia de San Benito.

Solemne Fiesta Religiosa.A continuación

Procesión de San Benito y Ntra. Sra. de la Soledad.

A las 10.30 h. En el Paseo de Jesús.“FESTILANDIA”

(Tren neumático, colchones hinchables, etc.)

A las 13.00 h. Salida del Ayuntamiento.“Gran desfile de Gigantes y Cabezudos”,

acompañados por la Banda de Música “Ciudad de Porcuna”.(Regalos para niños y niñas).

c

c

c

Porcuna 2012

A las 23.00 h. En la Caseta Municipal. Entrada gratuita.

Actuación “Ruta 80”.A continuación Baile con Orquesta “Azahara”.

Miércoles, 5 de septiembre.A las 14.00 h. En la Caseta de la Juventud:

III Campeonato de Chinos Feria Real 2012.A partir de las 21.00 h.

Charanga “Los Trotamúsicos”.

A las 21.30 h. Salida del Ayuntamiento.

Pasacalle “Brasil Samba Carnaval”.(Recorrido por Carrera de Jesús y Recinto Ferial).

A las 23.00 h. En la Caseta Municipal. Entrada gratuita.

Noche de Baile con las Orquestas:“Ándalus” y “Trópical Show”.

Jueves, 6 de septiembre. Día de la Mujer Andaluza.

Entre las 12.00 h y las 16.00 h todas las mujeres que vayan vestidas de flamenca, serán obsequiadas por las peñas “El Caballo” y “Los Romeros” con una copa de vino español.

A las 20.00 h. En el Estadio Municipal de Fútbol “San Benito”.

V Trofeo Alcalde de Fútbol Feria Real.Que enfrentará a los equipos

Atco. Porcuna Club de Fútbol – Real Jaén 2ª División B.

A partir de las 21.00 h. Charanga “Los Trotamúsicos”.

A las 21.30 h. Salida del Ayuntamiento.

“Encierro Taurino”.Recorrido Carrera de Jesús y Recinto Ferial.

A las 23.00 h. En la Caseta Municipal. Entrada gratuita.

Noche de Baile con las Orquestas “Ándalus” y “Taxxara”.

A la 1.00 h. En el centro de la ciudad. Visibles desde el Paseo de Jesús.

Colección de Fuegos Artificiales.

Nota: Los caballos y coches de caballos deberán abandonar el Recinto Ferial y la Carrera de Jesús antes de las 19.00 h.

c

c

Feria Real

Ya tuvimos la ocasión en el Programa de Feria Real del año 2010 de exponer algunas conside-raciones sobre al Guerra de la Independencia relacionadas con Porcuna, recogíamos entre otras que tras la llegada el 25 de enero de 1810 de una división francesa con más de seis mil soldados a Porcuna y su acampada, en lo que después se denominó Haza de Napoleón, muchos de nuestros paisanos se echaron al campo uniéndose a las guerrillas que hostigaban al invasor. Por una carta del general Blondeau, gobernador militar de Andújar y su partido, al que pertenecía Porcuna durante el dominio francés, fechada en 11 de septiembre de 1810 y conservada en el Archivo Mu-nicipal de Aldeaquemada, conocemos que nada más producirse la invasión de Porcuna muchos de sus ve-cinos junto con otros de Arjona abandonaron estas localidades y se unieron a las partidas guerrilleras para oponerse al invasor, el general queriendo congraciarse con los naturales afirma que en vez de perseguirlos y exterminarlos optó por indultar y perdonar a todos los que volviesen y que ello estaba dando sus frutos. Sin embargo hubo otros que no volvieron y siguieron luchando contra el enemigo, llegando a dar su vida como nuestro paisano Gonzalo Cabeza González, lego capuchino en el convento de Sevilla con el nombre de fray José de Porcuna. Tras la ocupación francesa su convento fue extinguido y sus componentes expul-sados, regresando él a Porcuna y aquí tomó parte en una partida de guerrilleros, pero las condiciones de nuestro terreno la hacían fácilmente localizable por lo que hubo de desplazarse a zonas más accidentadas de la Sierra de los Villares y Valdepeñas, donde era fácil ocultarse, después pasó a la sierra de Segura donde en una acción fue herido y apresado por los franceses que los condujeron a Jaén donde fue fusilado el 13 de mayo de 1811y expuesto al público en la horca.

Ahora hemos conocido, gracias al Informe realizado por la Capitanía General de Andalucía, en 1818, la existencia de otra partida guerrillera formada en Porcuna en 1812, conocida como la Partida Guerrillera de Benito Parrón, que formada por patriotas voluntarios armados con escopetas sobre yeguas de los cortijos de Porcuna, realizó acciones de acoso al enemigo por zonas cercanas a nuestra localidad, manteniéndose y avituallándose en los lugares donde luchaban. Tuvo por comandante al capitán Dalmón, del que sólo conocemos que carecía de la suficiente práctica, a pesar de la intrepidez y arrojo de sus componentes en cuantas acciones intervinieron, siendo de las más notorias la que tuvo lugar en Lucena donde se batió con valentía con el enemigo dejando algunos muertos y retirándose después hacia sus puntos de retaguardia por estar el territorio ocupado por los fran-ceses.

También se batió bravamente en la acción de Alcolea donde murió su comandante, por lo que la partida se extinguió dispersándose sus componentes, aunque por poco tiempo pues los franceses comen-zaron pronto su retirada, pasando por Porcuna los últimos restos de su ejército, con toda rapidez, el día 7 de septiembre de 1812 por el Camino de Bujalance que trascurre por la Cañada de Carrasquilla, Dehesa Nueva y Camino de la Roa hacia Arjona mientras que otros destacamentos lo hicieron por el camino que procedente de El Carpio pasa por las Cañadas del Valle de este término. El 17 de septiembre1812 abando-nan las tropas francesas Jaén camino de Granada, y el 23 entraron en Jaén las tropas españolas dando fin a la invasión.

Sirva este pequeño artículo de homenaje y recuerdo a aquellos porcunenses que ante la invasión de su patria se enfrentaron al ejército invasor en defensa de su honor y dignidad, hasta conseguir liberar su tierra del yugo napoleónico.

(Archivo Histórico Nacional. Diversos- Colecciones, 124 Nº 50)

EFEMÉRIDES: HACE 200 AÑOS

1812 PORCUNA SE ENFRENTA A LOS FRANCESES

Antonio Recuerda Burgos Cronista oficial de la Ciudad

Porcuna 2012

Era un castillo del antiguo Obulcoque con el paso del tiempo, pasaronpor él, muchos dominadores, comofenicios, cartagineses, vándalos y romanos.

Después fue una gran fortalezaque la custodiaban 25 torreonesde donde la defendían aquellos heroicos soldados, como leones.

De estos torreones referidos hoy en la actualidad solo quedan cuatrodos de ellos están bien restauradospero otros están completamente abandonados.

También tenía una extensiónaproximadamente de 16.000 metros cuadradoscosa que en la actualidad, se ha reducido muchoporque en su interior, mucho se ha edificado.

En este mismo sitio del castilloen el año 1411, don Luis de Guzmáncaballero de Calatrava con su esfuerzomandó construir, esta Torre tan especial.

Llamada la Torre Nuevadespués pasó a llamarse Torreón de Boabdilque fue hecho prisionero en la Batalla de Lucenalo llevaron a Córdoba y después aquí.

Las obras de dicha Torre se empezaronen el año 1411y se terminaron en el año 1435duraron los obras 24 años, cosa corriente de enton-ces.

Esta Torre referida es octogonalcon sus ocho lados todos igualescada uno mide 4,78 metroslos cuales vemos hoy en día, muy especiales.

También nos dicen los librosque tiene 28 metros de alturacon un diámetro de 12 metrosque todo esto unido nos presenta su figura.

También presenta en su cúspide sus almenascosa que le dan una vista extraordinariaademás nos presenta sus ventanasy en el lado sur, aparece el escudo de Calatrava.

Es una joya que honra al puebloporque desde sus alturas se divisa mucho terrenoy es una cosa impresionantecuando estás en su altura y miras al suelo.

Ahora con tener en ella el museoesto le da mucho prestigio y popularidadporque por aquí desfilan muchos excursionistay toda persona que la visita queda muy impresionada.

En el sitio que te hallas que es éste, el paso de las calles principaleses muy difícil, que pase por aquí una personay no levante la vista para contemplar tu imagen.

Tus almenas son de los primeros puntos que baña el solal apuntar la mañana, por su altura y posicióncon que amor y alegría nos la reflejashasta quedar todo el pueblo, mirándote con tesón.

Esto lo vamos a ir cortandoporque aquí, habría muchísimo que explicarel papel quedaría pequeño, para ponerlo todolo que esta historia se merece que es mucho más.

Espero que esto haya sido de su agradoporque esto es un relato muy vulgarles ruego a las autoridades que no la abandonenque se mantenga, para que las nuevas generaciones, la vean igual.

Florencio Moreno Palomo

hisToria de la Torre de porcuna

Feria Real

FERIA REAL DE PORCUNA

Septiembre, Feria de Porcuna.Admirable, Suntuosa,Gran Feria Real,Señera y Majestuosa.

Cuando menciono a mi ciudad,se me enorgullece el alma,en ella resido y nací,no me canso de elogiarla.

Aunque hoy ya tengo canas,yo recuerdo a mi ciudad,siendo muy niño,cuando yo comencé a andar.

De niña pasó a zagala, y de zagala a mocita,de mocita creció,haciéndose una mujer bonita.

POESÍASArte rezuman las calles,de esta ciudad milenaria, es noble, leal y sincera,alba y llana, ¡quinta esencia!

Encalada entre los olivares,no presume, es sencilla,mi gran Porcuna del alma,tesoro de las maravillas.

Con la cinta plateada,de su río Salado, es tan envidiada,aún más puedes presumir.

Con acordes de guitarra,ella se mira en el río.Qué garbosa es mi ciudad,derrocha gracia y tronío.Y ya para rematar,una Feria Real con solera,renombrada, fascinante,mega, modelo de feria.

Juan Ruiz Cobo

Porcuna 2012

Todos los años era la misma historia, todos los años se convertían en la misma tortura, pero todos los años lo volvíamos a planear con la misma ilusión. Cada año a finales de julio o principios de agosto, nos preparábamos para ir a pasar un mes a Porcuna, al pueblo de nuestros padres, donde coincidiríamos con nuestros primos, donde saldríamos al paseo, iríamos al cine de verano, nos visitarían familiares que después de requetebesuquearnos nos darían dinerito o caramelos. Beberíamos más casera cola de la que habíamos bebido en todo el año, comeríamos todos los helados de ese año, ya que el resto del año no caía ni uno; e iríamos a la piscina a bañarnos casi a diario. Esas cosas no las podíamos hacer en Madrid. Allí no se salía y no teníamos excesos, éramos cuatro hermanos y un solo sueldo entraba en casa. Nunca nos faltó de nada, pero no nos sobró nada tampoco y a pesar de nuestra corta edad éramos muy conscientes de ello. Pero eso sí, sabíamos de sobra que en Porcuna los “excesos” se podían cometer y más alegremente que en cualquier otro lado. El caso que allí íbamos, cada verano en nuestro taxi Seat 1500 a pasar nuestras vacaciones. Pero claro aquello no era lo que es ahora y los viajes duraban siete horas y mover seis personas, era una auten-tica planificación de logística, que a nuestros pobres padres que no estaban acostumbrados, les parecía una auténtica tortura. Mi padre siempre nos hacía salir a las 5 de la mañana, por el calor y porque le encantaba ver amanecer por los llanos de la Mancha. Eso decía, porque después de dos horas conduciendo y 3 despierto y discutiendo con mi madre, no creo que estuviese muy receptivo.Mi pobre madre se acostaba la noche de antes con dolor de cabeza, después de haber estado empacando todo el día y de intentar acostarnos antes de nuestra hora normal para que pudiéramos dormir un poco más; algo que todo niño que se precie no entiende ni entenderá jamás. Y se levantaba con dolor de cabeza, ya que teníamos todos muy mal despertares y a las 5 de la mañana no teníamos muchas ganas de desayu-nar, excepto yo que era la única que no tenía que desayunar porque de forma fija me mareaba y vomitaba, seguramente a la altura de los llanos de la Mancha. Nunca me gustaron los amaneceres. Una vez desayunados y listos, empezaba la pelea que cada año se repetía cual ritual veraniego:

-¿Otra maleta, pero cuánta ropa llevas?- Paco somos seis de familia y las sábanas y las toallas y después del 15 de agosto, sabes que hay que ponerse las chaquetas para salir al paseo ¿dónde quieres que lo lleve todo?- ¿Pero para que nos llevamos tantas bolsas? ¿Y la comida? Como si no hubiera comida allí.- No la voy a tirar.-Pues no compres tanto los días de antes.- Sí claro y nos vamos a comer a un restaurante... y déjame en paz que me duele la cabeza.- ¡Je,je¡ a Mama siempre le duele la cabeza cuando vamos al pueblo…(Splash¡¡¡)…Buuuaaaa¡¡ ¿pero por qué me pegas?.- Pa que no te rías de tu madre cuando le duele la cabeza.

En fin que después de colocar las dos maletas enormes de cartón en la baca (para los más jóvenes que no lo han conocido, si es con “b”) y que si llovía debíamos meter detrás de nuestras espaldas en los asientos, y de llenar el maletero con las bolsas de la ropa de cama, las bolsas de comida, la bolsa de los zapatos, la bolsa de aseo, la planta favorita de mi madre y la jaula del jilguero. Conseguíamos ponernos en marcha.Las dos primeras horas, entre que era de noche, solíamos dormir o era el principio, el caso es que pasaban bastantes tranquilas. Pero justo después del querido amanecer de mi padre, empezaba la tortura para ellos y para nosotros ¡qué aburrimiento ¡ Empezábamos a pegarnos entre nosotros intentando conseguir la mejor posición en el coche:

- Mama, el niño va con las piernas abiertas.- Y la Ani se echa encima de mí en las curvas.- Cállate niño que estás tonto.- Mama la Loli me ha llamado tonto. ¡Ay¡ y la Paqui me ha pegado. Se ponen todas en mi contra.- ¡Callaros todos que me duele la cabeza ¡Paco no adelantes que no hay prisa.- Sí claro voy detrás del camión hasta Despeñaperros.- ¡Cuidado Paco, cuidado con el que viene de frente¡- Mama queda mucho para llegar.

todos los años igual

Feria Real

- Niño no empieces y tu Dolores déjame adelantar que yo soy el que conduce.- ¿Pero queda mucho para llegar?- ¡Te estas ganando un tortazo hijo¡ Paco que no hay prisa… ¿Qué ha sido eso?- La Ani que se ha dado un golpe en la cabeza con la ventanilla.- Esta niña esta tonta, hija ten cuidado que todos te los das en el mismo sitio.- Es que quería abrirla porque tengo ganas de vomitar.- ¡Qué asco¡- Paqui cállate y dale la bolsa a tu hermana, Paco para que la Ani vomite.- Ahora no puedo, aguanta hija. Abre la ventanilla.- ¡Qué asco que no vomite aquí¡- Se acabó, el próximo que hable se lleva un tortazo. ¿Y tú por qué lloras?- Porque estoy mareada y no quiero vomitar.- ¡¡Jesús que viaje me espera¡¡¡- Mama, me meo.

Menos mal que una vez pasado el mareo, descubrimos un juego que consistía en decirles hola a los camioneros y escondernos tras del asiento. Así podíamos tirarnos media hora con cada camión, siempre y cuando el camionero fuera simpático que normalmente y como debían estar muy aburridos, para bendición de mis padres, eran un encanto cargados de una paciencia infinita. Y todo transcurría entre juegos, peleas, gritos, intentos de evitar adelantamientos…hasta que lle-gaba el momento del delito. Un poco antes de llegar a Despeñaperros mi madre sacaba las tijeras de ese enorme bolso marrón que siempre llevaba a sus pies y el cual era igual que el de Mary Popins y yo siempre pensé, que algún día sacaría el perchero de la película. Mi padre elegía el sitio perfecto, mientras mis her-manas y yo nos dedicábamos a meterle miedo a mi hermano, que solía ser la mano inocente que cometía el delito. Una vez el coche detenido y la tijeras en poder de mi hermano, éste salía corriendo como si le per-siguieran siete perros rabiosos, cogía la pieza y volvía corriendo al coche, mientras mi padre salía pitando de allí. ¡Qué ricas nos sabían esas uvas recién cortadas ¡Tengo que reconocer que mi hermano tenía buenas manos para elegir el racimo perfecto, o eso, o a esas horas el hambre apretaba y nos sabían a gloria. Y por fin llegaba el momento de la parada larga. Siempre en Despeñaperros, en ese bar que tenía un baño bajando unos escalones que estaba siempre sucio y con un olor espantoso. Como me divertía hacer pis en cuclillas, mientras miraba alrededor para ver si había algún bicho, que según mis hermanas, había muchos y mordían el culo. Cruzar Despeñaperros era la más grande aventura que vivíamos en el año. Ya no solo eran las cur-vas, ni los precipicios, eran los accidentes que solían repetirse bastante a menudo, eran esas largas caravanas que se montaban. En accidentes de camiones, te daba tiempo a hacerte amigos con otros coches y hasta a jugar al pilla-pilla. Después de Despeñaperros el humor de mis padres mejoraba, ya estábamos en su tierra, no así su paciencia que seguía siendo corta, pero es que nuestro cansancio también nos hacía insoportables y no parábamos de llorar y pelearnos. Y mi madre de pegarnos pellizcos de monja, que era un arma mucho más letal que la famosa zapatilla o el palo de la escoba. La última parada la solíamos hacer en algún campo de amapolas (ya no se ven casi), donde era yo la que me encargaba de las tijeras para llevarle un ramo a mi abuela, el cual solía llegar mustio pero que mi abuela agradecía como si le hubiera entregado un ramo de rosas. Y entonces pasábamos por nuestros cortijos favoritos con caballos y en los sitios donde mis padres habían trabajado de jóvenes, nos contaban las mismas historias año tras año de las caserías, de cuando recogían aceitunas… Y un poquito antes de llegar mi madre sacaba de su bolso de Mary Popins su peine, una toallita y colonia y nos obligaba a todos a peinarnos y limpiarnos la cara para llegar impolutos; como si no llevára-mos en nuestro cuerpo siete horas de viaje. Durante un mes no pensaríamos en ese viaje y todo sería maravilloso hasta la vuelta, pero eso es otra historia, solo diré que junto a las dos maletas de cartón, las bolsas de la ropa de cama, etc.; había que añadir, los garbanzos, los melones, el aceite para todo el año, las aceitunas, el agua para los garbanzos y las aceitunas(que no sabían igual con el agua de Madrid), otra nueva planta favorita, los higos, los dulces, el pan, las últimas casera colas…. ¡Eso sí que era una pelea¡

Ana González Casado

Porcuna 2012

Hace 50 años

Feria Real

Porcuna 2012

Feria Real

Una de las características por las que el hombre intelectualmente importante se distingue del hombre normal, es por la capacidad que aquel tiene para adelantarse a su tiempo. Para saber ver venir las nuevas corrientes. Una visión de lo que después llegaría a ser una de las características de nuestra época fue anticipada en el año 30 del pasado siglo, por nuestro filosofo Ortega y Gasset, en su obra la Rebelión de las Masas. Ortega anticipó como las ciudades, las casas, los hoteles, los trenes, los cafés, los paseos, las salas de los mé-dicos famosos, los espectáculos, las playas, que en aquellos años solían estar vacíos, llegarían a estar llenos. El ya los vio rebosantes de gentes. Empieza su ensayo el filósofo diciendo que para inteligir debidamente su obra, a las palabras “masas” “rebelión” “poderío social” no había que darle un significado exclusivamente político, ya que la vida pública es a la par, incluso antes que política, intelectual, moral, económica, religiosa. Con esta advertencia quiso adelantarse a lo que él ya intuyó que pasaría, dado el grado de politización que la sociedad española había adquirido en esos momentos. Y, efectivamente, inevitablemente, su obra fue interpretada en los términos políticos no deseados por él. Después de varias advertencias, en tono suave, sobre tal equivocación, a los que se empeñaban en seguir politizando su obra, sin obtener resultado alguno, ya enfadado, arremetió contra tanta estupidez, con una expresión que era manifestación de una visión anticipadora de lo que hoy es una realidad más que palmaria: la muerte de las ideologías. En su enfado lo definía así: Hoy que las derechas prometen revoluciones y las izquierdas proponen tiranías, ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil.En el año 63 del pasado siglo Gonzalo Fernández de la Mora publicó un libro titulado El crepúsculo de las ideologías que confirmaba lo anticipado por Ortega 30 años antes, en cuyo libro, tal y como su título indica, se ponía de manifiesto como las ideologías habían entrado en fase crepuscular, como paso previo a su muerte. Hoy podemos confirmar dicha muerte, sobre todo en el terreno de la economía.Y es que la crisis económica por la que atraviesa la sociedad occidental en estos momentos ha venido a poner de manifiesto de una manera evidente como conceptos clásicos de la economía liberal tales como el laissez-faire en una economía tan global y tan compleja como la actual, no es posible aplicarlo de una ma-nera absoluta. El creador y mayor defensor de esa filosofía el economista Adam Smith, el principal padre del capitalismo liberal, postulaba que los gobiernos deben intervenir mínimamente en la economía y por lo tanto había que dejar el funcionamiento de la economía, no a leyes gubernamentales, sino a las leyes del mercado, a la ley de la oferta y la demanda, que sería como una especie de mano invisible que todo lo arreglaría. El problema es que en estos momentos de crisis ha quedado puesto de manifiesto como ese liberalis-mo puro y duro basado en la ley de la oferta y la demanda aplicado en los años inmediatamente anteriores y la falta de control riguroso derivado de ello, nos ha conducido a una realidad muy diferente, y así la famosa mano invisible que todo lo arregla, se ha convertido en una mano negra que ha provocado la que, al parecer, es la mayor crisis económica conocida. Por lo tanto y en buena lógica, los que creen dogmáticamente en la ideología liberal, deberían pensar más pragmáticamente, recapacitar y darse cuenta de que los gobiernos, contrariamente a lo que creía Adam Smith, si deberían intervenir en la economía general, no para ahogar la iniciativa privada, sino para ordenarla y corregir sus defectos y abusos, y por lo tanto, reconducir su conducta y aceptar, en beneficio de todos, un control más riguroso del Estado. Esto, que significaría una victoria del pragmatismo en contra de los dogmatismos ideológicos, necesi-taría de unos políticos libres, no sometidos al poder del capital. Unos políticos provenientes de los grupos de profesionales más cualificados que les diera a la clase política un brillo del que hoy, con algunas excepciones, carece. Políticos, con altura de miras que dedicaran unos años de su vida activa a la vida pública.Dado el carácter globalizado de la economía, hoy a los gobiernos nacionales no les corresponde ningún mérito en las llegadas de las bonanzas económicas, como tampoco les corresponde responsabilidad alguna en las llegadas de las crisis. Ambas les vienen como caídas del cielo. Pero si tienen un papel muy importante que realizar en tres aspectos, para tratar de evitar un empeoramiento de la economía, ante la llegada de una crisis. El primero: dado que las crisis y bonanzas en el sistema capitalista son cíclicas, casi inevitables, y pa-rece ser que, en cierto sentido y hasta cierto punto, necesarias, sería labor de los políticos preveer la llegada de las crisis para atenuar sus efectos graves. El segundo, ante un ciclo de bonanza económica, deben saber

IDEOLOGÍASJosé Ángel Ruiz de Adana

Porcuna 2012

administrarla y no despilfarrar la riqueza generada. Y tercero, en casos de crisis, deben saber gestionarla con austeridad. Por eso, hoy en día, no se piden políticos y gobiernos adscritos a este u otro partido, sino profe-sionales y buenos gestores de los recursos públicos, en definitiva, pragmatismo, frente a ideología.Como vemos, desde la perspectiva económica, lo que ha provocado la crisis ha sido un exceso de ambición de los sectores financieros, derivada de un exceso de ideologización (entiéndase liberalismo económico puro y duro), y la falta de autoridad y control de los gobiernos, que en el caso de España, además, fue agravada por no haberse querido reconocer su existencia desde el inicio, y después, por no haber querido tomar las medidas necesarias, en su tiempo. Entonces, si la aplicación de la ideología liberal pura y dura, ha sido la provocadora de esta crisis económica, un paso lógico y aconsejable para el futuro sería tirar por la borda lastre dogmatico, tal y como ahora se está haciendo para la solución de la crisis, empleando, en gran número, medidas contrarias a senti-mentalismos ideológicos, lo que significaría que el pragmatismo, se debería imponer donde ya no lo haya hecho, a los dogmatismos ideológicos. ¿Cuál fue una de las grandes medidas tomadas por un grupo de países para solventar la crisis eco-nómica? Que el Estado inyectara dinero público a la banca. Pongamos por ejemplo el caso de España donde un gobierno que se dice socialista, tuvo que inyectar ingentes cantidades de millones de euros a su “adversario ideológico”, la banca; pero no es eso solo, es que, además, le ha exigido que soporten el costo de la crisis a sus “amigos ideológicos”, los funcionarios y pensionistas. ¿Dónde está la ideología socialista?Y ahora, haciendo un balance global. Si los bancos, defensores del liberalismo económico, han tenido que recurrir, para solventar sus crisis como cualquier otro ciudadano, al tan para ellos denostado “papá estado”, y si los dirigentes de ese Estado, denominados socialistas, se erigen en sus salvadores, mediante inyecciones de dinero, haciendo recaer el peso de la crisis sobre las clases menos poderosas económicamente hablando, entonces: ¿dónde están las tan cacareadas ideologías liberal y socialista? Producto de tantos años de malas experiencias dogmaticas, hoy se ha llegado a una síntesis de las dos grandes ideológicas imperantes. Vivimos en estados capitalistas, pero con un fuerte componente social. Es la dinámica capitalista la que genera la riqueza suficiente para que mediante una redistribución de esa riqueza a través de los impuestos, se haya llegado al llamado estado del bienestar. Y si gobierna un partido de los llamados de la izquierda el sistema capitalista seguirá vigente, y si gobierna un partido de los llamados de derechas los logros sociales adquiridos, quedan intactos. Ahora podemos saber con absoluta certeza que el único enemigo del Estado del bienestar no es un gobiernos de derechas, izquierdas, centro izquierda o centro derecha, ni de color político, rojo, blanco, azul o verde. El único enemigo real de ese Estado es la falta de recursos económicos, derivados de una pobreza resultado, a su vez, de una actividad económica débil. Hoy vemos, como producto de la desideologicación en España la convivencia pacífica es posible. Existe en el ciudadano medio español un nivel de comprensión y tolerancia a nivel del de otros países euro-peos con trayectorias democráticas mucho más largas que la nuestra . Esta situación tan largamente deseada y por fin conseguida solo es perturbada, aunque mínimamen-te, desde dos frentes. Por un lado, el pequeño grupo de los que aún siguen aferrados dogmáticamente a una ideología. Esos a los que Ortega, en este sentido les llamaba imbéciles. Pero los efectos de este pequeño grupo no es tanto de peligro real como de impertinencia. Hay una sentencia que dice que es más peligroso el tonto que el malvado, porque el malvado descansa, pero el tonto no. Y efectivamente, el malvado es susceptible de tener intervalos de bondad, incluso de conversión de la maldad a la bondad. Pero el tonto es inevitablemente tonto. Lo es desde su nacimiento a su muerte. Y lo es las 24 horas del día. Lo es cuando descansa, cuando se divierte, cuando trabaja, etc. Y eso los convierte en personas de una impertinencia total. Por otro lado, tenemos a los demagogos, personas perturbadoras allí donde las haya. Estos sí son algo más peligrosos. El demagogo mediante halagos de los sentimientos más elementales de los ciudadanos y con fra-ses y hechos duros, pueden despertar la sensiblería y captar la adhesión de las buenas gentes. El demagogo no pertenece en exclusiva,( como decía Ortega del hombre-masa), a una clase política, económica, social o profesional. Es una clase de persona, y como tal, puede estar incrustado y enmascarado en diversos ámbitos de la actividad humana aunque es en la política, donde más suelen pulular. Por lo tanto, demos de lado al que se empeña en seguir aferrado dogmáticamente a una ideología. Ignoremos al tonto y dejemos que se cueza en su propia idiotez; y por otro, tengamos cuidado con las perso-nas que nos halagan fácilmente y nos prometen cosas fáciles, (que después, como estamos viendo, nos llevan a la bancarrota económica), porque detrás de esos halagos y esas promesas pueden esconderse intereses inconfesables. Si se tienen en cuenta estas exigencias, es evidente que en España, como en tantos países avanzados, podremos seguir gozando de una convivencia pacífica modélica, como resultado del triunfo de la razón sobre los dogmatismos.

Feria Real

En nuestra Constitución en su Capítulo II Art. 16.1 se nos dice:” Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y de las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley”. Así, conocer si somos libres o no, creo que sea lo menos que como individuos pensantes podemos hacer. Saber si lo que hemos realizado desde que usamos la razón o lo que tenemos planeado realizar como proyecto de vida, fue o será producto del ejercicio de nuestra libertad o tristemente resultado del mo-vimiento de los hilos que Dios, el destino, la naturaleza o como suele llamársele haga de nuestra vida una marioneta. He aquí la importancia de saber si existe la libertad. Muchas de las veces nos preguntamos sobre el alcance y las definiciones de la libertad, no encon-trando un justo sentido para una aplicación ética y moral de la misma. Sobre la libertad se ha dicho y se seguirá diciendo mucho. Se argumenta, por ejemplo, en algunas concepciones, que siendo el hombre libre no lo es del todo, pues ésta, siempre está regulada por pautas de conducta que le dicen lo que debe y lo que no debe de hacer. A éstas se suma la contradicción que sostiene que aún teniendo la conducta regulada por normas, existe la disyuntiva de lo que el individuo decide o no decide hacer, otorgándole otra acepción a la palabra libertad, entendiendo que puede hacer a su libre albedrío lo que le parezca. Son muchos los autores que a través del tiempo y de la historia no han llegado a ponerse en co-mún acuerdo, siendo sus definiciones un tanto genéricas y arbitrarias. Guillermo Cabanellas, historiador, abogado, editor, lexicógrafo y escritor español, reconocido como destacado laboralista de Iberoamérica nos dice: “Que la libertad es la facultad que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, por lo cual es responsable de sus actos”, sin embargo este mismo autor asigna, en el campo jurídico la siguiente sentencia: Entendida la libertad como autonomía individual, absoluta en el pensamiento mayor o menor según las relaciones surgidas de la convivencia social, ha movido a definiciones de juristas y legisladores. Envuelta en la anonimia, pero auroleada por notable perspicacia jurídica, los romanos decían: “La libertad es la facultad de hacer lo que el derecho permite”. Aun encadenada así, la “libertad” su valor es tan grande que debe de considerarse como el mayor de los bienes, no pudiéndose pagar con dinero. En Francia, en la declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano, la libertad se consagra como Derecho Fundamental en su Art. 2º y se define en el 4º en estos términos: “La libertad, es la facultad de hacer todo aquello que no perjudique a otro”. Como conducta personal se entiende en el sentido más amplio y a la vez ingenuo. La libertad por la que se luchaba empeñosamente en Europa en el curso del siglo XIX, se convirtió en el siglo XX en divisa de carácter internacional. Con el lema “De la libertad de los Pueblos” hicieron los vencedores de la primera guerra mundial, pero a ello siguieron una ola de dictaduras en Europa como nunca se había conocido desde el destruido absolutismo real. Hay tantas respuestas de libertad como hombres en el mundo. Para unos, la libertad significa la ausencia de ataduras humanas, otros encuentran la libertad en la democracia, para muchos, la libertad es poder hacer, decir y hacer lo que mejor les parece y para otros, es el no estar esclavizado. Como se puede valorar, “los vicios nos encadenan y las virtudes contribuyen hacernos más libres”. Es verdad, que la libertad a veces se nos presenta un tanto oscurecida, escuchando expresiones un tanto des-afortunadas, como: ¡déjame que haga mi vida y que sea libre! El ser libre no es como se entiende algunas de las veces, hacer lo que nos de la gana, entrando en un campo peligroso llamado “libertinaje”. Que nuestra conducta nos guíe por el camino de ser libres, pero una libertad recta y coherente, con las limitaciones y el derecho que nos marca la Ley que regulan las libertades del individuo como persona.

José Peláez QueroMadrid, junio de 2012

¡Qué debemos entender por

Porcuna 2012

Soy hija de Porcuna, aunque algunos piensen lo contrario. ¿Cómo sino se iba a llamar a alguien

cuyos bisabuelos, abuelos, padres son nacidos aquí? Y mis conocimientos llegan hasta mis bisabuelos pero

estoy convencida en ir más lejos y demostrar que estos ojos marrones de los que estoy tan orgullosa, son

moros como siempre he afirmado.

Yo les digo a mis amigos que tengo pedigrí, ya que soy la única de todos ellos que tiene cinco

apodos, cuatro “familiares” y uno propio. Soy por parte de padre “lagarto” y “cagana” y por parte de madre

“monjito” y “malagona” y el mío propio es “Kika” (el cual debo a la mala memoria de mi amigo Juan Sánchez

y a su amistad con mi hermano Kiko).

Me gustan los caracoles del “Epi”, los violetes, el aceite y vinagre, los bizcochos de la princesa, los

“socialistas”, el ponche de La Torre, los cubatas del “Pastelerito” y las patatas fritas del “Jero”. ¡Ea que soy de

Porcuna y ya está¡

Hace ya unos años vi la película “Un lugar en el mundo”, donde hablaba de ese lugar del que no

quieres irte, en el que puedes vivir de acuerdo a tus valores, donde te sientes bien; donde está tu corazón.

Fue entonces cuando decidí que mi lugar en el mundo no era donde me había tocado nacer, Madrid y decidí

buscarlo viajando por el resto del mundo.

He vivido en pueblos maravillosos de la campiña inglesa (Temple Guitting), en ciudades hermosas

y hospitalarias (Boston y Madrid), en pueblos grandes llenos de historia (Tudela) y en bonitas ciudades con

futuros prometedores (Valencia). Pero como en Porcuna, en ningún sitio.

Hace dieciocho meses vivía en Valencia y me quedé sin trabajo, teniendo mi casa en Madrid bien

alquilada, me puse a pensar que lo mejor era intentar vivir en el lugar al que más feliz me hacía volver; en

el lugar donde nunca me sentía fuera de sitio, en el que consideraba que podía ser “mi lugar en el mundo”:

Porcuna.

Tenía la casa que mis tíos y mi madre amablemente me habían cedido y un puñado de amigos que

me recibirían con los brazos abiertos. El pueblo de los largos y siempre divertidos veranos de mi niñez, con

los juegos con mis primos gozando de una libertad de la que en Madrid no podíamos disponer. Mis rocam-

bolescas fiestas de la adolescencia y juventud y, cómo no; mis romerías y puentes de mi madurez. El lugar

que mi padre, mi amado padre, amaba y nos enseñó a amar. El lugar que era su orgullo, al que quería venir

cuando se jubilará, algo que nunca pudo cumplir. Por todo ello pensé que ésta era una buena opción.

Y en estos dieciocho meses que llevo aquí las cosas no han ido como pensaba, han ido mejor. No

me he arrepentido ni un solo día de la decisión tomada. He descubierto cosas nuevas de mi pueblo y algu-

nas hasta me han chocado, otras, la mayoría; me han confirmado cosas que ya sabía.

He descubierto que el paisaje por la mañana temprano saliendo de Porcuna hacia Jaén, es mágico,

con la neblina cubriendo toda la campiña. Y a la vuelta es mejor, porque si coincide con la puesta de sol es

impresionante ver un enorme sol rojo poniéndose sobre el alto en el que está situado Porcuna, recortando

su silueta de forma perfecta con sus silos, su torre, su campanario y su mirador de la Redonda.

He descubierto lo duro del invierno en Porcuna y la cantidad de barro que traen los tractores, el

cual resulta peligroso para la conducción y que luego se convierte en polvo que lo llena todo, coches, calles

y casas.

YO QUIERO SER DE

PORCUNA

Feria Real

Descubrí el famoso peñón rebailaor del que tanto había oído hablar en las largas sobremesas de

las reuniones familiares. Y como no, los atardeceres cambiantes del camino Castro que me resultan tan

hermosos.

También he descubierto que los que llevan toda una vida aquí no aprecian lo que les rodea de la

misma forma en la que yo lo hago, pero eso es algo que sufrimos todos en cualquier parte del mundo; solo

apreciamos lo que no tenemos. Supongo que por ello la gente de este pueblo debe pensar que estoy loca

cuando vuelvo de mis paseos al atardecer con una enorme sonrisa, o cuando al pobre gasolinero le grito si

no ha visto el precioso sol que se está poniendo, o cuando voy cantando sola disfrutando de los momentos

mágicos que estoy viviendo.

Y me habéis confirmado lo que ya sabía, que las buenas gentes de este mi pueblo, son muy traba-

jadoras, que saben disfrutar de las cosas como nadie y que tienen un humor a prueba de bombas y como

no, de crisis.

Todo el mundo me decía que me iba aburrir y yo también lo pensaba y me puse a estudiar para

ocupar mi tiempo, pero lo que descubrí es que la famosa “tranquilidad” de los pueblos, la tienes si la buscas

o si la quieres; pero si no, puedes estar tan ocupada como quieras y más. Otro gran descubrimiento que a

los madrileños dejaría atónitos. En los pueblos también se estresa la gente.

Llevo un rato escribiendo y no sé muy bien por qué empecé a hacerlo. Posiblemente porque quería

darles las gracias a las gentes de este, mi pueblo, la forma en la que me ha recibido y me ha tratado. A mis

vecinas de la calle Derecha que tanto cariño me demuestran, a mis amigos y muy particularmente a los

García López y los Valenzuela. A la familia directa que aún me queda por aquí. A la gente del grupo de

Teatro que no tenía el placer de conocer y que desde ya forman parte de mi vida. Y a muchos más, cada

saludo, cada sonrisa, me hacen sentirme querida y bienvenida.

A lo mejor también lo hago para ver si me gano el derecho a ser elegida hija adoptiva de Porcuna,

por más que mis amigos me digan que yo ya soy de aquí, me gustaría que fuera de forma oficial. Que por

cierto, como pude comprobar en el presentador del Concurso de Rock del Festival Miaque 2011, debe ser

una pretensión de todos los hijos de porcuneses no nacidos aquí. Estuve a punto hablar con él para crear

una plataforma conjunta. Y debo decir, porque sino reviento, que espero que este pueblo se sienta orgu-

lloso del grupo de jóvenes que dedican su tiempo a montar un tinglado tan fantástico como es el Miaque,

¡qué estupendo trabajo y esfuerzo hacen en beneficio del municipio de forma altruista¡

Pero casi seguro que lo hago por mi madre. Desde que tengo uso de razón mi madre antes de

volver a Madrid a finales de agosto, buscaba el programa de Feria Real y si no lo conseguía se lo encargaba

al que viniese a la feria, pero alguien tenía que llevárselo y si no el enfado podía ser monumental. A mí me

tocó una vez pedírselo al mismísimo Alcalde de turno en persona, ¡qué vergüenza pasé¡. No me parecía

que fueran cosas para las que todo un Alcalde debiera andar perdiendo el tiempo, pero no había ni uno y él

tenía unos cuantos guardados. Cuando llegábamos lo leía y releía y una vez terminado, lo guardaba entre

los de otros años y justo después de hacerlo, siempre, siempre me decía: “Y a ti que te gusta tanto escribir,

¿Por qué no escribes un artículo para que te lo publiquen el año que viene?” Pues nada mama, espero que

así sea.

Ana González Casado

Porcuna 2012

No hay experiencia más completa ni más enriquecedora que la de la paz interior. Porque una cosa es el entretenimiento, la diversión o la distracción, pero algo muy distinto es esa paz interior que deviene como una experiencia embargadora y un espacio de conciencia que nos colma de gozo y bienestar. Todos los sabios de Oriente y Occidente han considerado que el mayor tesoro es la serenidad. De hecho, ni siquiera puede disfrutarse de lo más deleitoso si en lugar de paz interior lo que hay es ansiedad, angustia, estrés o agitación. Pero cuando hay sosiego en nuestro interior, hasta las más pequeñas cosas pue-den gozarse y se convierten en grandes cosas, y uno es capaz de elevar lo cotidiano al rango de sublime. La verdadera serenidad, el genuino sosiego, no es solo ausencia de agitación, que lo es, sino una vivencia muy honda de plenitud e integración, mediante la cual la persona se siente bien en sí misma, disfruta de su vida interior e impregna con esa quietud la mente, las palabras, el temperamento y su accio-nes. Por todo ello, el ser humano ha tratado de buscar la serenidad y la paz en su interior a lo largo de la historia, pero lo ha hecho y lo sigue haciendo mal, porque la busca de la paz siempre se hace por caminos o por derroteros que nos conducen a la inquietud y el estrés. Bien es verdad que cuando una persona no tiene cubiertas sus necesidades básicas, es normal y adecuado que ponga toda su energía en cubrirlas y satisfacer así esas motivaciones, pero una vez que las ha satisfecho, no debería seguir siempre en ese mismo plano, sino tratar de explorar otros, especialmente el de crecimiento personal. De esta manera, la persona se expande y se realiza y puede explorar diferentes dimensiones de su personalidad, enriqueciéndose, procurando con ello dar un sentido pleno a su existencia como persona y como humano. Uno de los propósitos, tendría que ser buscar esa paz interior o sereni-dad, en lugar de buscar y dejarnos acaparar obsesivamente por la vida cotidiana y el trabajo, viviendo de espaldas a nosotros mismos y retroalimentando agitación y estrés. Parece ser que todos somos un reloj psico-biológico, que cuando es presionado por el estrés o la ansiedad, termina desbaratando el sentido de las buenas acciones y mucho peor, si su conciencia queda afectada con carácter grave. La paz en nosotros mismos y la serenidad, no es una moda de verano, sino una vivencia muy honda llena del plenitud, que nos hacen ver las cosas en plano real, llenas de verdad y de justicia. Por el contrario el estrés, va minando al individuo y le pone contra las cuerdas, desestabilizando muchas de sus funciones físicas y psíquicas, robándole la capacidad de disfrutar, sentirse bien y aproximarse a ese “punto de quietud” que está en todos nosotros, pero que a menudo ignoramos. Urge estabilizar y cuidar la mente, convertida en una aliada para que deje de ser enemiga nuestra. Hay que tratar de reequilibrarse cada vez que uno se desequilibra, encarar con firmeza las alternativas exis-tenciales, aprender a centrarse cada vez que uno se desquicia, y poner los medios para mejorar la calidad de vida psíquica. Hay todo un arsenal de técnicas para el equilibrio y la quietud, técnicas para relajar el cuerpo, canalizar las energías y sosegar la mente. Entre estas técnicas tenemos los esquemas físicos para estirar, masajear y relajar los procedimientos de control respiratorios y aprovechamiento de la energía; la ciencia de la relajación profunda y consciente, la meditación… Por fortuna, cada día más y más personas se sirven de estas herramientas del bienestar y las incorporan a sus vidas, desde amas de casa a empresarios, desde estudiantes a profesionales, desde adolescentes a ancianos. Cuando no hay paz interior todo palidece y es oscuro.Acabo este artículo con una pequeña historia espiritual que he recogido a través de mis lecturas. “He aquí cuatro almas que se van a reencarnar y Dios se reúne con ellas para preguntarles que desean para su próxima vida. Una se adelanta y dice: ¡Señor! Yo lo que quiero es dinero, mucho dinero, ser muy rico. – Otra dice: ¡Señor! Quiero poder, mucho poder. – La tercera alma dice: Deseo Señor, conocer todos los rincones de la tierra, viajar constantemente. –La cuarta alma se queda silente y pensativa. Dios le pregunta: ¿Y tú qué quieres? El alma dice: ¡Señor! Solo quiero una mente tranquila y paz en mi interior”.

José Peláez Quero Madrid, junio de 2012

az en nuestro EGO

Feria Real

Recuerdo juvenil, juergas camperas;melonadas nocturnas en la “Pasá Carrera…”

Río Salado, transcurre por la “Pasá Carrera”dejando esponjosas y finas arenas en tu amplia y fértil ribera.Lugar privilegiado donde se ubica el diabólico y famoso melonarde nuestro buen amigo Frascuelo.

Cómo disfrutábamos y nos divertíamospor muy poco dinero.¡Qué alegría cuando la mula venía!

La mula con los avios ha llegadoy que presente tan exquisito ha dejado,chorizos, morcillas, cigarros de matalauvacon papel de estraza liados .

Y lo que nunca puede faltar:Garrafilla de vino loperano.a porata nada es caro.

La juerga va a comenzar,la juerga ya ha comenzado,cantes, bailes, acrobacias, gritos amazónicos de Tarzány taconeo gitano.

Siempre con la copita en la mano.¡Vaya juergas de verano!

Los grillos encendidos no cesaban de estridularni nosotros de bailar,cigarras y cigarrones saltaban en la verbenaen esa noche, noche nochera…

Las cosas se complicaron por discusión altanera de dos invitados colegas de Monte Albán y de Bujalance -eran muy suyos -. El fanfarrón de Monte Albán decía: Los melones que yo crío en mi pueblo son los más gordos de Andalucía, como una barcina de paja “arretacá”.El de Bujalance le contestó: Más gordos son los que crío en Bujalance. Y el otro: Los míos son como una ánfora de molino aceitera. No cesaban. Qué si los tuyos, qué si los míos.

En medio se ha metido la discusión fogosa entre el del Monte de Albán con el de Bujalance. Estuvo a punto de llegar a trance. Frascuelo que es muy listo y zalamero los ha frenado y enmudecido hablándoles de muy buenas maneras: “ Ustedes pueden opinar o decir lo que quieran”. A mí no me gusta exagerar. Pero vuestros melones nunca se podrán comparar con los que yo crío en la “Pasá Carrera”. Miren ustedes si serán gordos que solo entran ocho a la docena.

Serenidad. Se acabó la fogosa y burda discusión. La juerga se reanudó. Cuando más a gusto y ale-gres estábamos, surgió una visita inesperada e inoportuna. Uno dijo:

- ¡Otro desaguisado: Le ha entrado hollín al guiso! Con voz agitada exclamaba nuestro amigo Frascuelo:-¡Qué viene, qué viene, qué viene mi padre, que es muy gruñón y muy severo. Esconded el vino, que nos lo quita, que no lo vea, que nos lo quita!

IV MELONAR DIABÓLICO

Porcuna 2012

El que imitaba a Tarzán dio un brinco felino, se ha metido en la choza con la garrafa de vinoha vertido el agua de la botija panzonay la ha llenado del caldo divino.

El padre de Frascuelo ya ha llegado al melonar. En la mula trae al abuelo:-Niño, traigo y dejo al abuelo por receta médica.-Papa ¿qué le pasa al abuelo?

El doctor me ha recomendado que para curarse del mal que padece, el sitio más idóneo es el melo-nar. El abuelo está casi alcoholizado –es muy pícaro-. No dábamos con la enfermedad porque es bebedor de lacenilla, nadie lo ve, nadie lo pilla. Es muy picaruelo. Está engolosinado con el vino loperano. No nos dábamos cuenta que siempre lo tenía muy a mano. Para que se cure de este mal te lo dejo en el melonar.

Quedó triste y llorando el abuelo. Con lamentos decía: ¡Qué doctor tan cruel, qué hijo tan descas-tado. Pues no me han desterrado! A los ochenta años me han traído al melonar para quitarme del vino. ¡Qué manera más errónea e incompleta! Para cuatro afeitados que más o menos me quedan. ¿De qué mal me voy a curar? ¡Malvados! Dejadme que beba vino hasta llegar al final.

El abuelo tiene seca y sedienta la garganta del caluroso y polvoriento camino, ha cogido la botija para beber agua fresquita. Bebía, bebía, paladeaba, paladeaba y decía:¡Qué placer! Estaré soñando y vol-vió a paladear y beber.Exclamó:

No sueño, esto es verdady me querían secuestrar-no lo han conseguido-Dios es muy generoso y divino,les ha desviado el caminoy me ha aliviado mi desatinopara que no padezca más,me ha traído a las bodas de Canaán.

Milagro, milagro y me quería secuestrary me han traído a las bodas de Canaán.Milagro, milagro, exclamaba dando saltos de emoción y alegría.Un chico juvenil parecía,volvió a paladear y no soñaba: era verdad.

Saltaba en el melonar,corría por la riberamelones y sandíasrodaban por la vereda.

Cigarras y cigarrones saltaban en la verbenaen esa noche, noche nochera…

José del Pino García

Feria Real

XXII Concurso Portada Programa Feria Real 2013.

1º. La participación será a nivel de vecinos del pueblo e hijos de Porcuna.

2º. La obra premiada será la portada del programa de Feria Real 2013, ten-drá una gratificación de 150 Euros y quedará en poder del Ayuntamiento.

3º. El tema estará relacionado con Porcuna y su Feria.

4º. Las obras presentadas podrán ser dibujo, pintura o fotografía a color, tendrá formato vertical.

5º. Cada concursante podrá presentar las obras que desee.

6º. Las obras se ajustarán a unas medidas mínimas de 18 x 24. Las foto-grafías y dibujos se entregarán enmarcadas en cartulina, con un tamaño mínimo de 30 x 40.

7º. Todas las obras que quieran participar en el concurso se entregarán en el ILUSTRE AYUNTAMIENTO DE PORCUNA, en horario de oficina, en mano e irán acompañadas de sobre cerrado, incluyendo los datos del autor y en el exterior el título de la obra.

8º. El plazo de admisión será del 15 de diciembre de 2012 al 16 de junio de 2013.

9º. El fallo del concurso será privado y las obras presentadas serán expues-tas posteriormente a fallo.

10º. El hecho de presentar obras a este concurso, supone la aceptación incondicional de las bases.

11º. Todo lo no previsto en estas bases se resolverá por la Comisión de Festejos.

Nota: Artículos para el Programa de Feria 2013.-Todas las personas que deseen colaborar con sus artículos, fotografías y otros trabajos deberán remitirlos al Ayuntamiento antes del 15 de junio de 2013.-La extensión de los trabajos no deberán superar los cuatro folios mecano-grafiados a doble espacio, por una sola cara.- El contenido de los trabajos será sobre temas relacionados con el pueblo de Porcuna: Historia, costumbres, reflexiones, poemas, relatos, artículos de investigación y difusión.