Introduccin La pregunta de Rasselas l [Samuel Johnson] no admitira civilizacin [en la cuarta edicin de su diccionario], sino solo civilidad. Con toda mi deferencia hacia l, yo consideraba civilizacin, d e civilizar, mejor, en el sentido opuesto a barbarie, que civilidad. JAMES BOSWELL Todas las definiciones de civilizacin... forman parte de una conjugacin que reza: y o soy civilizado, t perteneces a una cultura, l es un brbaro. FELIPE FERNNDEZ-ARMESTO Cuando Kenneth Clark defini la civilizacin en su serie de televisin del mismo nombr e, no dej ninguna duda en los espectadores de que se refera a la civilizacin de Occ idente, y especialmente al arte y la arquitectura de Europa occidental desde la Edad Media hasta el siglo xix. La primera de las trece pelculas que hizo para la BBC se mostraba corts pero firmemente despectiva con respecto a la Ravena bizanti na, las Hbridas celtas, la Noruega vikinga y hasta la Aquisgrn carolingia. La Alta Edad Media comprendida entre la cada de Roma y el renacimiento del siglo xn simp lemente no se consideraba civilizacin en el sentido que Clark le daba al trmino. E sta solo revivi con la construccin de la catedral de Chartres, consagrada, aunque no completada, en 1260, y mostraba ya signos de fatiga en los rascacielos de Man hattan de su propia poca. 39 CIVILIZACIN La enormemente exitosa serie de Clark, que se emiti por primera vez en Gran Bretaa cuando yo tena cinco aos, defini la civilizacin para toda una generacin en el mundo de habla inglesa. Civilizacin eran los castillos del Loira; eran los palacios de Florencia; era la capilla Sixtina; era Versalles. Desde los sobrios interiores d e la Repblica Neerlandesa hasta las exuberantes fachadas del barroco, Clark sacab a partido a sus conocimientos de historiador del arte. Hacan su aparicin la msica y la literatura; y de vez en cuando asomaban la poltica y hasta la economa. Pero la esencia de la civilizacin de Clark era claramente la alta cultura visual. Sus hro es eran Miguel Angel, DaVinci, Durero, Constable,Turner, Delacroix...' Hay que decir, para hacer justicia a Clark, que su serie se subtitulaba Una visin personal.Y l no era inconsciente de las implicaciones problemticas ya en 1969 de afir mar que la era precristiana y Oriente eran en algn sentido incivilizados. Sin embar go, en el transcurso de cuatro dcadas se ha ido haciendo cada vez ms difcil aceptar la visin de Clark, personal o no (por no hablar de su hoy ligeramente irritante talante condescendiente). En este libro adopto una visin ms amplia, ms comparativa, y pretendo adoptar una postura ms humilde y a ras de suelo que elevada y altaner a. Mi idea de civilizacin tiene tanto que ver con alcantarillados como con arbota ntes, si no ms, ya que sin unas instalaciones sanitarias pblicas eficientes las ci udades se vuelven trampas mortales, convirtiendo ros y pozos en un refugio para l a bacteria Vibrio cholerae. Estoy recalcitrantemente interesado en el precio de una obra de arte tanto como en su valor cultural. En mi opinin, una civilizacin es mucho ms que el mero contenido de unas cuantas galeras de arte de primer orden. E s una organizacin humana sumamente compleja. Sus pinturas, estatuas y edificios p ueden constituir muy bien sus logros ms llamativos, pero resultan ininteligibles sin cierta comprensin de las instituciones econmicas, sociales y polticas que los i dearon, los pagaron, los ejecutaron, y luego los conservaron para nuestra contem placin. El de civilisation es originariamente un trmino francs, utilizado por primera vez por el economista galo Anne-Robert-Jacques Turgot en 1752, y publicado inicialme nte por Victor Riqueti, mar40 INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS qus de Mirabeau, padre del gran revolucionario, cuatro aos despus.2 Samuel Johnson, como aclara el primer epgrafe de esta Introduccin, no aceptara el neologismo, pref iriendo el trmino de civilidad. Si para Johnson la barbarie tena un antnimo, este e ra la educada y corts (aunque a veces tambin claramente grosera) vida urbana de la

que l tanto disfrutaba en Londres. Una civilizacin, como sugiere la propia etimol oga del trmino, gira alrededor de sus ciudades, y en muchos aspectos son las ciuda des los autnticos hroes de este libro.3 Pero las leyes de una ciudad (civiles o no ) son tan importantes como sus murallas; y su constitucin y costumbres las prcticas de sus habitantes (civiles o no) , tan importantes como sus palacios.4 La civiliz acin tiene tanto que ver con los laboratorios de los cientficos como con las buhar dillas de los artistas; con las formas de tenencia de tierras como con los paisa jes. El xito de una civilizacin se mide no solo en sus logros estticos, sino tambin y seguramente ms importante en la duracin y la calidad de vida de sus ciudadanos.Y e sa calidad de vida tiene numerosas dimensiones, no todas ellas fcilmente cuantifi cables. Podemos ser capaces de calcular la renta per cpita de gente de todo el mu ndo en el siglo xv, o su esperanza de vida media al nacer. Pero qu hay de su nivel de bienestar? Y de limpieza? Y de felicidad? Cuntas prendas de vestir posean? Cuntas oras tenan que trabajar? Qu comida podan comprar con su salario? Las obras de arte p or s solas pueden ofrecer pistas, pero no pueden responder a tales preguntas. Es evidente, sin embargo, que una ciudad no hace una civilizacin. Una civilizacin es la mayor unidad de organizacin humana, superior incluso, aunque ms amorfa, que el imperio. Las civilizaciones son en parte una respuesta prctica de las poblacio nes humanas a su entorno a las necesidades de comer, beber, abrigarse y defenders e , pero tienen tambin un carcter cultural; a menudo, aunque no siempre, religioso; y a menudo, aunque no siempre, de comunidad lingstica.5 Son pocas, pero no muy dis tantes entre s. Carroll Quigley cont dos decenas en los ltimos diez milenios.6 En e l mundo premoderno, Adda Bozeman solo vio cinco: Occidente, la India, China, Biz ancio y el islam.7 Matthew Melko calcul un total de doce, de las que siete han de saparecido (la mesopotmica, la egip41 CIVILIZACIN cia, la cretense, la clsica, la bizantina, la mesoamericana y la andina) y cinco permanecen todava (la china, la japonesa, la india, la islmica y la occidental).8 Shmuel Eisenstadt cont seis, agregando la civilizacin juda al club.9 La interaccin d e estas pocas civilizaciones entre s, adems de con sus propios entornos, se ha con tado entre los principales impulsores del cambio histrico.10 Lo sorprendente de d ichas interacciones es que las civilizaciones autnticas parecen permanecer fieles a s mismas durante perodos muy largos a pesar de las influencias externas. En pal abras de Fernand Braudel: La civilizacin es de hecho la historia ms larga de todas. .. Una civilizacin... puede persistir a travs de una serie de economas o sociedades. 11 Si en el ao 1411 el lector hubiera podido dar la vuelta al mundo, probablemente s e habra sentido impresionado por la calidad de vida de las civilizaciones orienta les. La Ciudad Prohibida estaba en construccin en la Pekn Ming, al tiempo que se h aban iniciado las obras de reapertura y mejora del Gran Canal; en Oriente Prximo, los otomanos se acercaban a Constantinopla, que finalmente conquistaran en 1453. El Imperio bizantino exhalaba su ltimo aliento. La muerte del caudillo Timur Lang (Tamerln) en 1405 haba eliminado la repetida amenaza de las crueles hordas invaso ras de Asia Central, la anttesis de la civilizacin. Para el emperador chino Yongle y el sultn otomano Murad II, el futuro era brillante. En cambio, el lector se habra visto sorprendido por la Europa occidental de 1411, miserable y atrasada, que se recuperaba de los estragos de la peste negra la cua l haba reducido la poblacin a la mitad en su recorrido hacia el este entre 1347 y 1351 y segua aquejada por las malas condiciones sanitarias y una guerra aparenteme nte incesante. En Inglaterra ocupaba el trono el rey leproso Enrique IV, que haba derrocado y asesinado al malhadado Ricardo II. Francia era presa de una guerra interna entre los seguidores del duque de Borgoa y los del asesinado duque de Orl eans. La guerra de los Cien Aos entre Inglaterra y Francia estaba a punto de rean udarse. A los otros reinos en conflicto de Europa occidental Aragn, Castilla, Nava rra, Portugal y Escocia no pareca irles mucho me42 INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS jor. En Granada todava gobernaba un musulmn. El rey escocs, Jacobo I, estaba prisio nero en Inglaterra tras haber sido capturado por piratas ingleses. Las zonas ms p

rsperas de Europa eran, de hecho, las ciudades-estado del norte de Italia: Floren cia, Gnova, Pisa, Siena y Venecia. En cuanto a la Norteamrica del siglo xv, no era ms que un pramo anrquico en comparacin con los reinos de los aztecas, los mayas y l os incas en Centroamrica y Sudamrica, con sus altsimos templos y sus elevadsimas car reteras. Al trmino de este recorrido mundial, la idea de que Occidente pudiera ll egar a dominar al resto del mundo durante casi toda la mitad del siguiente milen io habra parecido extraordinariamente descabellada. Y, sin embargo, eso fue lo que ocurri. Por alguna razn, a partir de finales del siglo xv, los pequeos estados de Europa o ccidental, con sus corruptos prstamos lingsticos del latn (y algo del griego), su re ligin derivada de las enseanzas de un judo de Nazaret,y su deuda intelectual con la s matemticas, la astronoma y la tecnologa orientales, produjeron una civilizacin cap az no solo de conquistar los grandes imperios de Oriente y de subyugar a frica, A mrica y Australasia, sino tambin de convertir a pueblos de todo el mundo a la form a de vida occidental, una conversin lograda en ltima instancia ms por la pluma que por la espada. Hay quienes discuten esto, afirmando que todas las civilizaciones son en cierto sentido iguales, y que Occidente no puede atribuirse superioridad alguna sobre, digamos, el este de Eurasia.12 Pero tal relativismo resulta demostrablemente abs urdo. Ninguna civilizacin anterior haba alcanzado nunca un predominio como el que alcanz Occidente sobre el resto del mundo.13 En 1500, las futuras potencias imper iales de Europa representaban alrededor del 10 por ciento de la superficie terre stre del mundo y, como mucho, el 16 por ciento de su poblacin. En 1913, once impe rios occidentales* controlaban * Austria, Blgica, Francia, Alemania, Italia, Pases Bajos, Portugal, Espaa, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos. De ellos, solo Francia, Portugal y Espaa existan en 1500 en una forma algo similar a la que tendran a comienzos del siglo xx. Sobre l a pretensin de Rusia de ser considerada parte de Occidente, vase ms adelante. 43 CIVILIZACIN casi las tres quintas partes de todo el territorio y la poblacin, y ms de tres cua rtas partes (un asombroso 79 por ciento) de la produccin econmica global.14 La esp eranza de vida media en Inglaterra era casi el doble de la de la India. El super ior nivel de vida de Occidente tambin se reflejaba en una dieta mejor, incluso pa ra los trabajadores agrcolas, y una superior estatura, incluso para los soldados ordinarios y convictos.15 La civilizacin, como hemos visto, tiene que ver sobre t odo con las ciudades; y tambin en este aspecto Occidente llevaba ventaja. En 1500 , por lo que podemos determinar, la ciudad ms grande del mundo era Pekn, con una p oblacin de entre 600.000 y 700.000 habitantes. De las diez mayores ciudades del m undo de entonces, solo una Pars era europea, y su poblacin totalizaba menos de 200.0 00 almas. Londres tena probablemente unos 50.000 habitantes. Las tasas de urbaniz acin eran tambin ms altas en el norte de Africa y en Sudamrica que en Europa. Sin em bargo, en 1900 se haba producido una asombrosa inversin. En esa fecha solo una de las diez mayores ciudades del mundo era asitica: Tokio. Con una poblacin de unos 6 ,5 millones de personas, Londres era entonces la megalpolis global.16 Tampoco ter min el predominio occidental con la decadencia y cada de los imperios europeos. El auge de Estados Unidos ensanch an ms la brecha entre Occidente y Oriente. En 1990, el estadounidense medio era 73 veces ms rico que el chino medio.17 Asimismo, en la segunda mitad del siglo xx se hizo evidente que el nico modo de c errar aquella abismal brecha de renta era que las sociedades orientales siguiera n el ejemplo de Japn adoptando algunas (aunque no todas) de las instituciones y f ormas de funcionamiento de Occidente. Como resultado, la civilizacin occidental s e convirti en una especie de modelo del modo en que el resto del mundo aspiraba a organizarse. Obviamente, antes de 1945 haba toda una serie de modelos de desarro llo o sistemas operativos, por utilizar una metfora informtica que las sociedades no occidentales podan adoptar. Pero los ms atractivos eran todos de origen europeo: el capitalismo liberal, el nacionalsocialismo, el comunismo sovitico... La Segund a Guerra Mundial liquid el segundo en Europa, aunque sobreviviera bajo nombres su puestos en muchos pases en 44

INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS 45 CIVILIZACIN vas de desarrollo. La desmembracin del Imperio sovitico entre 1989 y 1991 vino a li quidar el tercero. Es verdad que a raz de la crisis financiera global se ha hablado mucho de los mod elos econmicos asiticos alternativos. Pero ni siquiera el ms acrrimo relativista cul tural se dedica a recomendar una vuelta a las instituciones de la dinasta Ming o de los mogoles. El actual debate entre los defensores del libre mercado y los de la intervencin estatal es, en el fondo, un debate entre escuelas de pensamiento occidental perfectamente identificables: los seguidores de Adam Smith y los de J ohn Maynard Keynes, junto con unos cuantos fervientes devotos de Karl Marx que s e mantienen en sus trece. Los lugares de nacimiento de los tres hablan por s solo s: Kirkcaldy, Cambridge y Trveris. En la prctica, hoy la mayor parte del mundo est integrada en un sistema econmico occidental en el que, como recomendaba Smith, el mercado establece la mayora de los precios y determina el flujo comercial y la d ivisin del trabajo, mientras que el Estado desempea un papel ms cercano al previsto por Keynes, interviniendo para tratar de allanar los altibajos del ciclo econmic o y reducir la desigualdad de renta. En cuanto a las instituciones no econmicas, no hay ningn debate digno de tal nombr e. En las universidades de todo el mundo se da una convergencia en las normas oc cidentales.Y lo mismo vale para el modo en que se organiza la ciencia mdica, desd e la cspide de la investigacin hasta la atencin sanitaria de primera lnea. Hoy la ma yora de la gente acepta las grandes verdades cientficas reveladas por Newton, Darw in y Einstein, e incluso cuando no lo hacen, no por ello dejan de acudir corrien do a buscar los productos de la farmacologa occidental al primer sntoma de gripe o de bronquitis. Solo unas pocas sociedades siguen resistindose a la invasin de los modelos occidentales de marketing y de consumo, as como a la propia forma de vid a occidental. Cada vez ms, los seres humanos se alimentan con una dieta occidenta l, llevan ropa occidental y viven en viviendas de estilo occidental. Incluso la peculiar forma de trabajar occidental unas ocho horas, cinco o seis das por semana , con dos o tres semanas de vacaciones al ao se est convirtiendo en una especie de estndar universal. Paralelamente, la religin que los 46 INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS misioneros occidentales trataron de exportar al resto del mundo hoy es profesada por una tercera parte de la humanidad, adems de obtener pinges beneficios en el p as ms populoso del mundo. Incluso el atesmo surgido en Occidente est haciendo impres ionantes progresos. Cada ao que pasa aumenta el nmero de seres humanos que compran como nosotros, estu dian como nosotros, se mantienen sanos (o malsanos) como nosotros, y rezan (o se abstienen de rezar) como nosotros. Hamburguesas, mecheros Bunsen, tiritas, gorr as de bisbol o Biblias: vayamos donde vayamos, no podemos escapar fcilmente de tod as esas cosas. Solo en el mbito de las instituciones polticas se mantiene realment e una significativa diversidad global, con una amplia gama de gobiernos en todo el mundo que se resisten a la idea del imperio de la ley, con su proteccin de los derechos individuales, como fundamento de un gobierno autnticamente representati vo. Que el islam ms militante trate de oponerse al avance de las pautas de iguald ad de gnero y libertad sexual propias del Occidente de finales del siglo xx es un a cuestin de ideologa poltica tanto como de religin.18 As pues, no es eurocentrismo ni (anti-)orientalismo decir que el auge de la civilizac in occidental es el fenmeno histrico ms importante de la segunda mitad del segundo m ilenio despus de Cristo. No es ms que afirmar lo evidente. El reto consiste en exp licar cmo sucedi tal cosa. Qu tena la civilizacin de Europa occidental a partir del si glo xv que le permiti triunfar sobre los imperios en apariencia superiores de Ori ente? Obviamente, era algo ms que la belleza de la capilla Sixtina. La respuesta fcil, si no tautolgica, a la pregunta es que Occidente domin al resto del mundo gracias al imperialismo.19 Hoy sigue habiendo muchas personas que se v en exaltadas a un estado de gran indignacin moral ante las tropelas de los imperio s europeos. Tropelas, sin duda, las hubo, y no estn ausentes de estas pginas. Es ev

idente asimismo que las diferentes formas de colonizacin asentamiento frente a ext raccin tuvieron impactos muy distintos a 47 CIVILIZACIN largo plazo.20 Pero el imperio no constituye una explicacin histricamente suficien te del predominio occidental. Hubo imperios mucho antes del imperialismo denunci ado por los marxistas-leninistas. De hecho, en el siglo xvi varios imperios asiti cos aumentaron considerablemente en poder y extensin. Paralelamente, tras el frac aso del proyecto de Carlos V de un gran Imperio Habsburgo desde Espaa hasta Alema nia pasando por los Pases Bajos, Europa se fragment ms que nunca. La Reforma desat ms de un siglo de guerras de religin europeas. Un viajero del siglo xvi difcilmente podra haber dejado de percibir el contraste. Adems de abarcar Anatolia, Egipto, Arabia, Mesopotamia y Yemen, bajo Solimn el Mag nfico (1520-1566) el Imperio otomano se extenda hasta los Balcanes y Hungra, llegan do a amenazar las puertas deViena en 1529. Ms al este, el Imperio safaw,bajo el re inado de Abbas I (1587-1629), abarcaba ininterrumpidamente desde Isfahan y Tabri z hasta Kandahar, mientras que el norte de la India, desde Delhi hasta Bengala, estaba gobernada por el poderoso emperador mogol Akbar (1556-1605).Tambin la Chin a de los Ming pareca serena y segura detrs de la Gran Muralla. Pocos visitantes eu ropeos a la corte del emperador Wanli (1572-1620) podan haber previsto la cada de su dinasta menos de tres dcadas despus de su muerte. Escribiendo desde Estambul a f inales de la dcada de 1550, el diplomtico flamenco Ogier Ghiselin de Busbecq el hom bre que introdujo los tulipanes de Turqua en los Pases Bajos comparaba con inquietu d el fracturado estado de Europa con la inmensa riqueza del Imperio otomano. Es cierto que el siglo xvi fue una poca de frentica actividad europea en ultramar. Pero, para los grandes imperios orientales, los navegantes portugueses y holand eses parecan cualquier cosa menos portadores de civilizacin: eran simplemente los l timos brbaros que amenazaban el Reino del Medio, aunque algo ms odiosos y seguramente ms malolientes que los piratas de Japn. Y qu otra cosa atrajo a los europeos a Asia sino la superior calidad de los tejidos indios y la porcelana china? Todava en 1683 un ejrcito otomano pudo marchar hasta las puertas deViena la capital del Imperio de los Habsburgo y exi48 INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS gir que la poblacin de la ciudad se rindiera y se convirtiera al islam. Solo desp us de levantar aquel asedio la cristiandad pudo empezar a hacer retroceder poco a poco al poder otomano en la Europa central y oriental a travs de los Balcanes ha cia el Bosforo, y hubieron de pasar muchos aos antes de que un imperio europeo pu diera igualar los logros del imperialismo oriental. La gran divergencia entre Occi dente y el resto del mundo tard todava ms en materializarse en otras partes. La bre cha material entre Norteamrica y Sudamrica no se estableci con firmeza hasta bien e ntrado el siglo xix, y la mayor parte de Africa no fue sometida por los europeos , aparte de unas cuantas franjas costeras, hasta comienzos del xx. Si la supremaca occidental no puede explicarse, pues, en los manidos trminos del i mperialismo, acaso fue simplemente como sostienen algunos estudiosos una cuestin de buena suerte? Fue la geografa o el clima del extremo occidental de Eurasia la caus a de que se produjera la gran divergencia? Sencillamente los europeos tuvieron la fortuna de tropezarse con las islas del Caribe, idealmente aptas para el cultiv o de un producto tan rico en caloras como el azcar? Proporcion el Nuevo Mundo a Euro pa las hectreas fantasma de las que China careca? Y fue solo chiripa lo que hizo que los depsitos de carbn de China resultaran ms difciles de extraer y de transportar qu e los de Europa?21 O fue China en algn sentido vctima de su propio xito, atrapada en una trampa de equilibrio de alto nivel por la capacidad de sus cultivadores de pr oporcionar a un inmenso nmero de personas justo las caloras necesarias para vivir? 22 Es en realidad posible que Inglaterra se convirtiera en la primera nacin indust rial sobre todo porque las malas condiciones sanitarias y la enfermedad mantenan una esperanza de vida excepcionalmente corta para la mayora de la gente, dando a la minora rica y emprendedora mayores posibilidades de transmitir sus genes?23 El inmortal lexicgrafo ingls Samuel Johnson rechazaba tales explicaciones continge ntes de la supremaca occidental. En su obra La historia de Rasselas, prncipe de Ab

isinia, publicada en 1759, le hace preguntar a Rasselas: 49 CIVILIZACIN Por qu medios... son los europeos tan poderosos?, o por qu, dado que ellos pueden vi ajar a Asia y frica tan fcilmente por razones de comercio o de conquista, no puede n los asiticos y africanos invadir sus costas, establecer colonias en sus puertos , y dar leyes a sus prncipes naturales? El mismo viento que a ellos les lleva de vuelta nos conducira all a nosotros.* A lo que el filsofo Imlac le responde: Ellos son ms poderosos, Seor, que nosotros, porque son ms sabios; el conocimiento p redominar siempre sobre la ignorancia, como el hombre gobierna a los otros animal es. Pero acerca de por qu su conocimiento es superior al nuestro no s qu razn puede darse, salvo la insondable voluntad del Ser Supremo.24 El conocimiento ciertamente es poder si proporciona formas superiores de navegar a vela, de extraer minerales, de disparar armas de fuego y de curar enfermedade s. Pero era realmente ese el caso: los europeos posean ms conocimientos que otros p ueblos? Quiz en 1759 s; la innovacin cientfica durante alrededor de dos siglos y med io a partir de 1650 fue casi exclusivamente de origen occidental.25 Pero y en 150 0? Como veremos, la tecnologa china, las matemticas indias y la astronoma rabe haban ido muy por delante durante siglos. Fue, entonces, una diferencia cultural ms difusa la que equip a los europeos para s altar por delante de sus homlogos orientales? Ese era el argumento planteado por el socilogo alemn Max Weber. La diferencia se presenta en muchas variantes el indiv idualismo medieval ingls, el humanismo y la tica protestante... , y se la ha buscado en todas partes, desde los testamentos de los granjeros ingleses hasta los libr os de cuentas de los mercaderes mediterrneos y las normas de * Esta pregunta se planteaba de hecho en los imperios no occidentales en el sigl o xvm. En 1731, el escritor otomano Ibrahim Mteferrika se preguntaba: Por qu las nac iones cristianas, que en el pasado eran tan dbiles en comparacin con las naciones musulmanas, empiezan a dominar tantas tierras en los tiempos modernos e incluso a derrotar a los antao victoriosos ejrcitos otomanos?. 50 INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS etiqueta de las cortes reales. En La riqueza y la pobreza de las naciones, David Landes apostaba por la vertiente cultural, argumentando que Europa occidental g ui al resto del mundo en el desarrollo de la investigacin intelectual autnoma, el mt odo cientfico de verificacin y la racionalizacin de la investigacin y de su difusin. Pero incluso l admita que haca falta algo ms para que aquella manera de funcionar pr osperara: intermediarios financieros y buen gobierno.26 La clave resulta cada vez ms evidente est en las instituciones. Obviamente, las instituciones son en cierto sentido los productos de la cultura. Pero, dado que formalizan un conjunto de normas, a menudo las instituciones son elementos que mantienen la honestidad de una cultura, determinando en qu medida esta favorece un buen comportamiento antes que uno malo. Para ilustrar este punt o, el siglo xx realiz una serie de experimentos, imponiendo instituciones complet amente distintas a dos conjuntos de alemanes (del Oeste y del Este), a dos conju ntos de coreanos (del Norte y del Sur) y a dos conjuntos de chinos (de dentro y de fuera de la Repblica Popular). Los resultados fueron sorprendentes, y la leccin , de una claridad meridiana. Si se coge a un mismo pueblo, con ms o menos una mis ma cultura, y se imponen instituciones comunistas a un grupo e instituciones cap italistas a otro, casi de inmediato se producir una divergencia en su modo de com portarse. Muchos historiadores convendran hoy en que en la dcada de 1500 haba pocas diferenci as realmente profundas entre los extremos oriental y occidental de Eurasia. Amba s regiones haban adoptado en fecha muy temprana la agricultura, el intercambio ba sado en el mercado y las estructuras estatales en torno a centros urbanos.27 Per o haba una diferencia institucional crucial: en China se haba consolidado un imper io monoltico, mientras que Europa segua estando polticamente fragmentada. En Armas, grmenes y acero, Jared Diamond explicaba por qu Eurasia haba avanzado ms que el res to del mundo.28 Pero solo en su ensayo Cmo hacerse rico (1999) ofreca una respuesta

a la pregunta de por qu un extremo de Eurasia adelant al otro. La respuesta era qu e en las llanuras de Eurasia oriental los monolticos imperios orientales siguiero n sofocando la innovacin, mientras que en Eurasia occidental, montaosa y dividida por 51 CIVILIZACIN ros, haba mltiples monarquas y ciudades-estado que emprendieron la senda de la compe tencia creativa y la comunicacin.29 Es una respuesta atractiva. Y, sin embargo, tampoco puede ser suficiente. Basta echar un vistazo a las dos serie de grabados tituladas Las miserias de la guerra , realizadas por el artista de Lorena Jacques Callot en la dcada de 1630 como si pretendiera advertir al resto del mundo de los peligros del conflicto religioso. La competencia entre y en el seno de los pequeos estados de Europa en la primera mitad del siglo XVII fue catastrfica, despoblando grandes extensiones de Europa Central adems de sumergir a las islas Britnicas en ms de un siglo de luchas recurre ntes y debilitadoras. La fragmentacin poltica suele tener ese efecto. Si el lector duda de ello, que se lo pregunte a los habitantes de la antigua Yugoslavia. La competencia ciertamente es una parte de la historia de la supremaca occidental, t al como veremos en el captulo 1; pero solo una parte. En este libro quiero mostrar que lo que distingui a Occidente del resto del mundo los resortes del poder global fueron seis nuevos complejos de instituciones ident ificables, con las ideas y comportamientos que llevaban aparejados. En aras de l a simplicidad, los resumo en seis epgrafes: 1. Competencia. 2. Ciencia. 3. Derechos de propiedad. 4. Medicina. 5. La sociedad de consumo. 6. La tica del trabajo. Por utilizar el lenguaje del informatizado y sincronizado mundo de hoy, podramos decir que estas fueron las seis aplicaciones demoledoras (lo que en ingls se conoce como killer apps)* que permitie* El trmino killer application o killer app (literalmente aplicacin asesina, pero me jor traducido como aplicacin rompedora o aplicacin demoledora) 52 INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS ron a una minora de la humanidad originaria del extremo occidental de Eurasia dom inar el mundo durante casi medio siglo. Y ahora, antes de que el lector me escriba indignado objetando que he omitido al gn aspecto crucial de la supremaca occidental, como el capitalismo, o la libertad, o la democracia (o, para el caso, las armas, los grmenes y el acero), por favor, lea las breves definiciones siguientes: 1. Competencia: una descentralizacin tanto de la vida poltica como de la econmica, que sirvi de trampoln tanto a los estados-nacin como al capitalismo. 2. Ciencia: un modo de estudiar, comprender y, en ltima instancia, transformar el mundo natural, que dio a Occidente (entre otras cosas) una importante ventaja m ilitar sobre el resto del mundo. 3. Derechos de propiedad: el imperio de la ley como medio de proteger a los prop ietarios privados y de resolver pacficamente las disputas entre ellos, lo que con stituy la base de la forma ms estable de gobierno representativo. 4. Medicina: una rama de la ciencia que permiti una importante mejora de la salud y la esperanza de vida, y que se inici en las sociedades occidentales, pero tamb in en sus colonias. 5. La sociedad de consumo: una forma de vida material en la que la produccin y la compra de ropa y otros bienes de consumo desempean un papel econmico central, y s in la que la Revolucin industrial habra sido insostenible. 6. La tica del trabajo: un marco moral y un modo de actividad derivado (entre otr as fuentes) del cristianismo protestante, que proporciona el tegumento que manti ene unida la sociedad dinmica y potencialmente inestable creada por las aplicacio nes 1 a 5.

designa a un programa informtico que, por la razn que sea, llega a convertirse prct icamente en estndar universal en el uso para el que ha sido diseado. Probablemente un buen ejemplo sea el programa Photoshop en la edicin digital de imgenes. (N. de lT.) 53 CIVILIZACIN Que nadie se llame a engao: esta no es otra versin autocomplaciente ms de El triunfo de Occidente.30 Pretendo mostrar que no fue solo la superioridad occidental la q ue condujo a la conquista y colonizacin de una parte tan importante del resto del mundo: fue tambin la debilidad fortuita de los rivales de Occidente. En la dcada de 1640, por ejemplo, una combinacin de crisis fiscal y monetaria, cambio climtico y enfermedad epidmica desat la rebelin y la crisis final de la dinasta Ming. Eso no tuvo nada que ver con Occidente. De manera similar, la decadencia poltica y mili tar del Imperio otomano vino impulsada desde dentro en mayor medida que impuesta desde fuera. Las instituciones polticas norteamericanas florecieron mientras las de Sudamrica se agostaban; pero el fracaso de Simn Bolvar a la hora de crear los E stados Unidos de Latinoamrica no fue culpa de los gringos. La clave aqu es que el diferencial entre Occidente y el resto del mundo fue de ndo le institucional. Europa occidental super a China debido en parte a que en Occide nte haba ms competencia tanto en el mbito poltico como en el econmico. Austria, Prusi a y, ms tarde, incluso Rusia se hicieron ms eficaces administrativa y militarmente porque el entramado que dio lugar a la revolucin cientfica surgi en el mundo crist iano, pero no en el musulmn. La razn de que a las antiguas colonias de Norteamrica les fuera mucho mejor que a las de Sudamrica fue que los colonos britnicos estable cieron en el norte un sistema de derechos de propiedad y de representacin poltica completamente distinto del creado por los espaoles y los portugueses en el sur (e l del norte era un orden de libre acceso, en lugar de uno cerrado y gestionado en inters de una lite rentista-parasitaria y exclusivista).31 Los imperios europeos p udieron penetrar en frica no solo porque disponan de la ametralladora Maxim; tambin inventaron vacunas contra enfermedades tropicales a las que los africanos seguan siendo igual de vulnerables. Del mismo modo, la temprana industrializacin de Occidente fue el reflejo de una s erie de ventajas institucionales: la posibilidad de una sociedad de consumo de m asas existi en las islas Britnicas mucho antes del advenimiento y difusin de la mqui na de vapor o 54 INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS el sistema fabril. Aun despus de que la tecnologa industrial pasara a estar casi u niversalmente disponible, el diferencial entre Occidente y el resto del mundo pe rsisti; de hecho, incluso aument. Con las hiladoras de algodn y los telares mecnicos ya plenamente estandarizados, el trabajador europeo o norteamericano segua siend o capaz de trabajar de manera ms productiva, y su patrono capitalista de acumular riqueza ms rpidamente, que sus homlogos orientales.32 La inversin en sanidad pblica y en educacin pblica produjo grandes dividendos; donde no la hubo, la gente sigui s iendo pobre.33 Este libro trata de todas esas diferencias: de por qu existieron y por qu resultaron tan importantes. Hasta ahora he utilizado trminos como Occidente y occidental de un modo ms o menos inf ormal. Pero a qu o a dnde me refiero exactamente cuando hablo de la civilizacin occide tal? Los varones blancos anglosajones protestantes de la posguerra solan situar Oc cidente (tambin conocido como el mundo libre) ms o menos instintivamente en un corre dor relativamente estrecho que se extenda (sin duda) desde Londres hasta Lexingto n, Massachusetts, y (posiblemente) desde Estrasburgo hasta San Francisco. En 194 5, la primera lengua de un Occidente recin salido de los campos de batalla era el ingls, seguido por un vacilante francs. Con el xito de la integracin europea en las dcadas de 1950 y 1960, el club occidental aument de tamao. Pocos discutiran hoy que los Pases Bajos, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Escandinavia y Espaa perten ecen a Occidente, mientras que Grecia es un miembro nato, pese a su posterior ad hesin al cristianismo ortodoxo, gracias a nuestra perdurable deuda con la antigua filosofa helnica y a la deuda, ms reciente, de los griegos con la Unin Europea. Pero qu hay del resto del Mediterrneo meridional y oriental, que abarca no solo los

Balcanes al norte del Peloponeso, sino tambin el norte de Africa y Anatolia? Y qu hay de Egipto y Mesopotamia, cuna de las primeras civilizaciones? Forma parte de Occidente Sudamrica, colonizada por los europeos no menos que Norteamrica, y geogrf icamente situada en el mismo hemisferio? 55 CIVILIZACIN Y Rusia? Es la Rusia europea realmente occidental, mientras que la Rusia de ms all d e los Urales forma parte en cierta medida de Oriente? Durante toda la guerra fra se aludi a la Unin Sovitica y sus satlites como el bloque oriental. Pero seguramente h ay razones para afirmar que la Unin Sovitica fue un producto de la civilizacin occi dental tanto como pudo serlo Estados Unidos. Su ideologa central tuvo casi el mis mo origen Victoriano que el nacionalismo, el antiesclavismo y el sufragio femeni no: naci y se cri en la antigua sala de lectura circular de la Biblioteca Britnica. Y su alcance geogrfico fue un producto de la expansin europea tanto como pudo ser lo la colonizacin de Amrica. En Asia Central, como en Sudamrica, los europeos domin aron a los no europeos. En ese sentido, lo que ocurri en 1991 fue simplemente la muerte del ltimo imperio europeo. Sin embargo, la ms influyente de las recientes d efiniciones de la civilizacin occidental, la de Samuel Huntington, excluye no sol o a Rusia, sino tambin a todos los pases con una tradicin religiosa ortodoxa. El Oc cidente de Huntington consiste solo en la Europa occidental y central (excluyend o el este ortodoxo), Norteamrica (excluyendo Mxico) y Australasia. Grecia, Israel, Rumania y Ucrania no aprueban el examen; ni tampoco las islas del Caribe, pese al hecho de que muchas de ellas son tan occidentales como Florida.34 Occidente es, pues, mucho ms que una mera expresin geogrfica. Es un conjunto de norma s, comportamientos e instituciones con unas fronteras en extremo difusas. Merece la pena reflexionar sobre lo que ello implica. Es posible, entonces, que una soc iedad asitica se convierta en occidental si abraza los hbitos occidentales de vest ir y hacer negocios, tal como hizo Japn en la era Meiji y parece estar haciendo a ctualmente una gran parte del resto de Asia? Hubo un momento en que estaba de mo da insistir en que el sistema-mundo capitalista haba impuesto una permanente divisin del trabajo entre el centro (Occidente) y la periferia (el resto del mundo).35 Pero qu pasa si a la larga el mundo entero termina occidentalizndose, al menos en s u apariencia y estilo de vida? O es posible que otras civilizaciones sean, como s ostena Huntington en un clebre argumento, ms resistentes, en particular la civiliza cin snica, 56 INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS esto es, la Gran China,* y el islam, con sus sangrientas fronteras y entraas?36 Hast a qu punto su adopcin de los modos de funcionamiento occidentales es meramente una modernizacin superficial, sin la menor profundidad cultural? Estas son las pregu ntas que abordaremos ms adelante. Otro enigma de la civilizacin occidental es que la desunin parece ser una de sus c aractersticas definitorias. A comienzos de la dcada de 2000, muchos analistas esta dounidenses se quejaban de que el Atlntico se ensanchaba; es decir, de que se estab an quebrando los valores comunes que haban unido a Estados Unidos a sus aliados d e Europa occidental durante la guerra fra.37 Si esto se ha hecho hoy un poco ms ev idente que en la poca en la que Henry Kissinger era el secretario de Estado al qu e cualquier estadista norteamericano tena que acudir cuando quera hablar con Europ a, tambin se ha hecho ms difcil decir quin contesta el telfono de parte de la civiliz acin occidental. Y, sin embargo, la actual divisin entre Estados Unidos y la Vieja Europa es apacible y amistosa comparada con los grandes cismas del pasado en torn o a la religin, a la ideologa, e incluso en torno al significado de la propia civi lizacin. Durante la Primera Guerra Mundial, los alemanes afirmaron que libraban l a guerra en pro de una Kultur superior y en contra de la chabacana y materialist a civilisation anglofrancesa (la distincin la hicieron, entre otros,Thomas Mann y Sigmund Freud). Pero esa distincin resultaba difcil de reconciliar con el incendi o de la biblioteca de la Universidad de Lovaina y las ejecuciones sumarias de ci viles belgas en la primera fase de la guerra. Los propagandistas britnicos replic aron definiendo a los alemanes como hunos brbaros fuera del alcance de la civilizacin y denominando al propio conflicto la Gran Guerra por la Civilizacin en su medalla

de la victoria.38 Resulta acaso ms significativo hablar hoy de Occidente como una ci vilizacin unitaria de lo que lo era en 1918? * Es una idea peculiar esa de que una de las civilizaciones ms venerables del mun do deba tener un nombre que nadie, salvo un terico poltico, ha odo nunca. En su ens ayo original de 1993, Huntington empleaba el trmino confuciana. 57 CIVILIZACIN Por ltimo, vale la pena recordar que la civilizacin occidental ya haba experimentad o antes una decadencia y cada. Las ruinas romanas dispersas por toda Europa, el n orte de frica y Oriente Prximo son un formidable recordatorio de ello. La primera versin de Occidente llammosle civilizacin occidental 1.0 surgi en el llamado Crecient til, que abarcaba desde el valle del Nilo hasta la confluencia de los ros Tigris y Eufrates, y alcanz sus dos puntos culminantes con la democracia ateniense y el Imperio romano.39 Varios elementos clave de nuestra civilizacin actual no solo la democracia, sino tambin el atletismo, la aritmtica, el derecho continental, la geo metra, el estilo arquitectnico clsico y un importante nmero de palabras en varias le nguas tuvieron sus orgenes en el antiguo Occidente. En su apogeo, el Imperio roman o era un sistema enormemente sofisticado. Los cereales, los productos manufactur ados y las monedas circulaban a todo lo largo y ancho de una economa que se exten da desde el norte de Inglaterra hasta la cuenca alta del Nilo; floreca la erudicin; haba leyes, medicina, e incluso centros comerciales como el Foro deTrajano en Ro ma. Pero aquella versin de civilizacin occidental decay y finalmente se desmoron con dramtica rapidez en el siglo v d.C., deshecha por las invasiones brbaras y las di sensiones internas. En el lapso de una generacin, la enorme metrpoli imperial de R oma se haba deteriorado; sus acueductos estaban rotos; sus esplndidos mercados, de siertos. El conocimiento del Occidente clsico se habra perdido por completo de no ser por los bibliotecarios de Bizancio,40 los monjes de Irlanda,41 y los papas y sacerdotes de la Iglesia catlica, sin olvidar a los califas abases.42 Sin su gest in, la civilizacin de Occidente no habra resurgido como lo hizo en la Italia del Re nacimiento. Es tambin la decadencia y cada el destino que aguarda a la civilizacin occidental 2.0? En trminos demogrficos, la poblacin de las sociedades occidentales ha representado durante largo tiempo una minora del total de habitantes del mundo, pero hoy se h alla en franca disminucin. Las economas de Estados Unidos y Europa, antao tan domin antes, afrontan hoy la perspectiva real de verse superadas por China en el plazo de veinte o incluso diez aos, mientras que Brasil y la India no le van muy a la zaga. El denomina58 INTRODUCCIN: LA PREGUNTA DE RASSELAS do poder duro occidental parece tener dificultades en el Gran Oriente Prximo, desde Irak hasta Afganistn, al tiempo que el Consenso de Washington sobre la poltica econm ica del libre mercado se desintegra. La crisis financiera iniciada en 2007 tambin parece sealar un defecto fundamental en el corazn de la sociedad de consumo, con su nfasis en la terapia de compras basada en el endeudamiento. La tica protestante de la frugalidad que antao pareci tan esencial al proyecto occidental hoy casi ha desaparecido. Paralelamente, las lites occidentales se ven acosadas por los temo res casi milenaristas de un inminente apocalipsis medioambiental. Es ms: la civilizacin occidental parece haber perdido la confianza en s misma. Empe zando por Stanford en 1963, toda una serie de grandes universidades han dejado d e ofrecer el clsico curso de historia de la civilizacin occidental a sus alumnos. Ta mbin en las escuelas e institutos la grandiosa narracin del auge de Occidente pare ce haber quedado obsoleta. En el Reino Unido, gracias a la moda pedaggica que ele vaba las habilidades histricas por encima del conocimiento en nombre de la Nueva His toria combinada con las consecuencias imprevistas del proceso de reforma curricula r , hoy demasiados escolares terminan la enseanza secundaria conociendo solo unos c uantos fragmentos inconexos de la historia occidental: Enrique VIII y Hitler, co n una pequea dosis de Martin Luther King. Una encuesta realizada entre estudiante s de historia de primer curso en una importante universidad britnica revelaba que solo un 34 por ciento de ellos saban quin reinaba en Inglaterra en la poca de la A

rmada Invencible, solo un 31 por ciento saban dnde se libr la guerra de los bers, so lo un 16 por ciento saban quin mandaba las fuerzas britnicas en Waterloo (ms del dob le de dicho porcentaje crean que era Nelson en lugar de Wellington), y solo un 11 por ciento eran capaces de nombrar como mnimo a un primer ministro britnico del siglo xix.43 En otra encuesta similar, realizada a jvenes ingleses de entre once y dieciocho aos, un 17 por ciento crean que Oliver Cromwell luch en la batalla de Hastings, y un 25 por ciento situaban la Primera Guerra Mundial en un siglo equi vocado.44 Asimismo, al menos en el mundo anglosajn, ha ganado terreno el argument o de que hay que estudiar las otras culturas, y no 59 CIVILIZACIN la propia. La seleccin musical enviada al espacio exterior en la nave espacial Vo yager en 1977 contena 27 temas, de los que solo 10 eran de compositores occidenta les, incluyendo no solo a Bach, Mozart y Beethoven, sino tambin a Louis Armstrong , Chuck Berry y Blind Willie Johnson. De manera similar, una Historia del mundo en 100 objetos redactada por el director del Museo Britnico en 2010 inclua no ms de 30 productos de la civilizacin occidental.45 Y, sin embargo, cualquier historia de las civilizaciones del mundo que minimice el grado de su gradual subordinacin a Occidente a partir de 1500 estar omitiendo e l punto esencial: lo que ms necesita explicacin. El auge de Occidente es, lisa y l lanamente, el fenmeno histrico preeminente de la segunda mitad del segundo milenio despus de Cristo. Es el elemento que constituye el corazn mismo de la historia mo derna. Es quiz el enigma ms estimulante que los historiadores han de resolver.Y si debemos resolverlo no es simplemente para satisfacer nuestra curiosidad, puesto que solo identificando las verdaderas causas de la supremaca occidental podemos confiar en evaluar con cierto grado de exactitud la inminencia de nuestra propia decadencia y cada. 1 Competencia China parece haber sido durante largo tiempo estacionaria, y probablemente hace mucho que adquiri la dotacin de riquezas coherente con la naturaleza de sus leyes e instituciones. Pero esa dotacin puede ser muy inferior a lo que, con otras leye s e instituciones, podra admitir la naturaleza de su suelo, clima y situacin. Un p as que descuida o desprecia el comercio exterior, y que admite los barcos de las naciones extranjeras solo en uno o dos de sus puertos, no puede llevar a cabo la misma cantidad de negocio que podra realizar con otras leyes e instituciones dis tintas... Un comercio exterior ms extenso... difcilmente podra dejar de incrementar en gran medida las manufacturas de China, y de mejorar en gran medida las capac idades productivas de su industria manufacturera. Mediante una navegacin ms extens a, los chinos aprenderan de forma natural el arte de usar y construirse ellos mis mos todas las diversas mquinas que se utilizan en otros pases, adems de las otras m ejoras del arte y la industria que se practican en todas las diversas partes del mundo. ADAM SMITH Por qu ellos son pequeos y, sin embargo, fuertes? Por qu nosotros somos grandes y, si n embargo, dbiles?... Lo que tenemos que aprender de los brbaros es solo... barcos slidos y armas eficaces. FENG GUIFEN 61 CIVILIZACIN Dos ROS La Ciudad Prohibida (Gugong) fue construida en el corazn de Pekn por ms de un milln de trabajadores, utilizando materiales procedentes de todo el Imperio chino. Con casi un millar de edificios dispuestos, construidos y decorados para simbolizar la fuerza de la dinasta Ming, la Ciudad Prohibida no es solo una reliquia de la que antao fue la mayor civilizacin del mundo; es tambin un recordatorio de que ning una civilizacin dura para siempre. Todava en 1776 Adam Smith poda referirse a China como uno de los pases ms ricos, es decir, uno de los ms frtiles, mejor cultivados, ms laboriosos y ms populosos del mundo... un pas mucho ms rico que ninguna parte de E uropa. Sin embargo, Smith tambin identificaba a China como durante largo tiempo est

acionaria o inmvil.1 Y en eso seguramente tena razn. Menos de un siglo despus de que se construyera la C iudad Prohibida (entre 1406 y 1420), puede decirse que la relativa decadencia de Oriente se h&ba iniciado ya. Los pequeos estados de Europa occidental, empobrecid os y desgarrados por los conflictos, se embarcaron en una expansin casi imparable que durara medio milenio, al tiempo que los grandes imperios de Oriente se estan caban y en ltima instancia sucumban al predominio occidental. Por qu China declin mientras Europa sali adelante? La principal respuesta de Smith e ra que los chinos no haban sabido alentar el comercio exterior, y, por lo tanto, se haban perdido los beneficios de la ventaja comparativa y de la divisin internacio nal del trabajo. Pero tambin eran posibles otras explicaciones. En la dcada de 174 0, Charles-Louis de Secondat, barn de Montesquieu, culpaba al plan de tirana establ ecido, cuyo origen atribua a la poblacin excepcionalmente grande de China, la cual, a su vez, se deba al clima de Asia oriental: Razono as: Asia no tiene propiamente una zona templada, dado que los lugares situ ados en un clima muy fro lindan directamente con los que son sumamente clidos, es decir, Turqua, Persia, India, China, Corea y Japn. En Europa, por el contrario, la zona templada es muy COMPETENCIA extensa... de ello se sigue que cada [pas] se parece al pas colindante; que no hay una diferencia muy extraordinaria entre ellos... De ah se deriva que en Asia las naciones fuertes se oponen a las dbiles; la gente belicosa, valiente y activa li nda directamente con la que es indolente, afeminada y timorata; por lo tanto, un a debe conquistar, y la otra ser conquistada. En Europa, por el contrario, las n aciones fuertes se oponen a las fuertes; y las que son colindantes tienen casi e l mismo coraje. Esta es la gran razn de la debilidad de Asia y de la fortaleza de Europa; de la libertad de Europa y de la esclavitud de Asia: una causa que no r ecuerdo haber visto nunca sealada.2 Otros escritores europeos posteriores creyeron que fue la tecnologa occidental la que super a Oriente, en particular la tecnologa que dara lugar a la revolucin indus trial. Eso fue ciertamente lo que le pareci al conde Macartney despus de su misin c laramente decepcionante ante la corte imperial china en 1793 (vase ms adelante). O tro argumento, especialmente popular en el siglo xx, fue que la filosofa confucia na haba inhibido la innovacin. Sin embargo, tales explicaciones contemporneas del b ajo rendimiento oriental resultaban errneas. La primera de las seis aplicaciones d emoledoras de las que dispuso Occidente, pero de las que careci Oriente, no fue de ndole comercial, ni climtica, ni tecnolgica, ni filosfica; fue, como supo discernir Smith, sobre todo de ndole institucional. Si en el ao 1420 el lector hubiera emprendido un viaje a lo largo de dos ros, elTme sis y elYangts, se habra visto sorprendido por el contraste entre ambos. El Yangts formaba parte de un vasto complejo de navegacin fluvial que una Nankn con Pekn, ms de 800 kilmetros al norte, y con Hangzhou, en el sur. En el corazn de este sistema se hallaba el Gran Canal, que en su momento de mximo apogeo lleg a tener u na extensin de ms de 1.600 kilmetros. El Canal, cuyo origen se remontaba al siglo v n a.C., y que contaba con esclusas ya desde el siglo x d.C. y con puentes exquis itos como el del Cinto Precioso, de varios arcos, fue sustancialmente restaurado y mejorado en el reina63 CIVILIZACIN do del emperador MingYongle (1402-1424). Una vez que su ingeniero jefe BaiYing h ubo terminado de represar y desviar el curso del ro Amarillo, era posible que sur caran cada ao el Canal en uno u otro sentido casi 12.000 barcazas de grano.3 En s u mantenimiento se empleaba a casi 50.000 hombres. En Occidente, obviamente, el ms grande de los grandes canales siempre ser el deVenecia. Pero cuando el intrpido viajero veneciano Marco Polo visit China en la dcada de 1270, incluso l se sinti imp resionado por el volumen de trfico delYangts: En este ro hay ms naves que en todo el mar y en todos los ros aquende el mar, y baj an por l ms mercaderas que por todas las tierras en todos los lugares aquende el ma r. El Gran Canal de China no era nicamente la principal arteria del comercio interio

r. Tambin permita al gobierno imperial nivelar el precio del grano por medio de lo s cinco graneros estatales, que compraban cuando el grano estaba barato y vendan cuando estaba caro.4 En 1420 Nankn era probablemente la ciudad ms grande del mundo, con una poblacin de entre medio milln y un milln de personas. Durante siglos haba sido un prspero centro de las industrias de la seda y el algodn, y bajo el emperadorYongle se convirti t ambin en un centro de conocimiento. El nombre Yongle significa felicidad perpetua, aunque quiz la expresin movimiento perpetuo habra resultado ms apropiada para definirl e. El mayor de los emperadores Ming no haca nada a medias. El compendio de todo e l saber chino que mand hacer requiri del trabajo de ms de 2.000 eruditos para compl etarse, y llen ms de 11.000 volmenes. Solo se vera superada como la mayor encicloped ia del mundo en 2007, tras un reinado de casi exactamente 600 aos, por la Wikiped ia. Pero Yongle no estaba satisfecho con Nankn. Poco despus de su accesin al trono haba decidido construir una nueva capital, ms espectacular, en el norte: Pekn. En 1420, cuando se complet la Ciudad Prohibida, la China de los Ming tena el indiscutible honor de ser la civilizacin ms avanzada del mundo. 64 COMPETENCIA En comparacin con elYangts, a comienzos del siglo xv elTmesis era un verdadero rema nso. Es cierto que Londres era una ajetreada ciudad portuaria, el eje principal del comercio de Inglaterra con el continente. El alcalde ms famoso de la ciudad, Richard Whittington, era un importante comerciante de pao que haba hecho fortuna g racias a las crecientes exportaciones de lana de Inglaterra.Y la industria de co nstruccin de barcos de la capital britnica se haba visto potenciada por la necesida d de transportar hombres y provisiones para las repetidas campaas inglesas contra los franceses. En Shadwell y Ratcliffe haba atracaderos donde podan izarse los ba rcos para ser reparados. Y por supuesto, estaba la Torre de Londres, imponente, eso s, aunque no tuviera nada de prohibida. Pero un visitante de China difcilmente se habra sentido impresionado por todo esto . La propia Torre era una construccin tosca en comparacin con las mltiples salas de la Ciudad Prohibida. El Puente de Londres no era ms que un destartalado mercadil lo sobre pilares al lado el Puente del Cinto Precioso.Y sus primitivas tcnicas de navegacin confinaban a los marineros ingleses a estrechas extensiones de agua elTm esis y el Canal de la Mancha donde podan mantenerse a la vista de las orillas y co stas familiares. Nada podra haber resultado :ms inimaginable, tanto para los ingle ses como para los chinos, que la idea de unos barcos londinenses remontando elYa ngts. En comparacin con Nankn, la Londres a la que regres Enrique V en 1421 tras sus triu nfos sobre los franceses de los que el ms famoso fue el de Agincourt apenas poda con siderarse una ciudad. Sus viejas y restauradas murallas se extendan a lo largo de unos cinco kilmetros, lo que representaba una vez ms solo una parte del tamao de las de Nankn. El fundador de la dinasta Ming haba necesitado ms de veinte aos para const ruir la muralla que rodeaba su capital, la cual abarcaba otros tantos kilmetros, con puertas tan grandes que una sola poda dar cabida a 3.000 soldados. Y adems se construy para durar. Gran parte de ella permanece en pie todava hoy, mie ntras que apenas queda nada de la muralla medieval de Londres. 65 CIVILIZACIN Para los estndares del siglo xv, la China de los Ming era un lugar relativamente agradable para vivir. El rgido orden feudal establecido en los comienzos de la er a Ming se relaj luego gracias al floreciente comercio interno.5 Hoy el visitante de Suzhou todava puede ver los frutos arquitectnicos de aquella prosperidad en los umbros canales y elegantes pasarelas del casco viejo de la ciudad. En Inglaterra , en cambio, la vida urbana era muy distinta. La peste negra o peste bubnica, caus ada por la bacteria Yersinia pestis y transmitida por las pulgas , que lleg al pas e n 1349, haba reducido la poblacin de Londres a unos 40.000 habitantes, menos de un a dcima parte del tamao de la de Nankn. Adems de la peste, tambin eran frecuentes el tifus, la disentera y la viruela. E incluso en ausencia de epidemias, las malas c ondiciones sanitarias hacan de Londres una trampa mortal. Las calles, sin alcanta

rillado de ninguna clase, eran de una pestilencia insoportable, mientras que en las ciudades chinas los excrementos humanos se recogan sistemticamente y se emplea ban como fertilizante en los arrozales del extrarradio. En los das en los que Dic k Whittington fue alcalde cuatro veces entre 1397 y su muerte en 1423 , las calles de Londres estaban pavimentadas de algo bastante menos atractivo que el oro. Antes sola llevarse a pensar a los escolares en Enrique V como una de las figuras heroicas de la historia inglesa, la anttesis del penltimo de sus predecesores, el decadente Ricardo II. Aunque sea triste decirlo, el reino de ambos estaba muy l ejos de ser la isla coronada del Ricardo II de Shakespeare; era, ms bien, una isla a pestada. Puede que el dramaturgo la llamara con afecto este nuevo Edn, semiparaso, / este bastin, que la naturaleza ha levantado / contra la peste.... Pero en Inglate rra, entre 1540 y 1800, la esperanza de vida al nacer fue, como media, de treint a y siete miserables aos; en el caso concreto de Londres, la cifra se reduca a los veinte y pico. Aproximadamente uno de cada cinco nios ingleses mora en el primer ao de vida, y en Londres la cifra aumentaba a casi uno de cada tres. El propio En riqueV se convirti en rey a la edad de veintisis aos,y muri del disentera a los trein ta y cinco; lo que nos recuerda que la mayor par- te de la historia, hasta una f echa relativamente reciente, la hicieron personas bastante jvenes y de vida efmera . 66 COMPETENCIA La violencia era endmica. La guerra con Francia representaba casi una situacin per manente. Cuando no estaban luchando contra los franceses, los ingleses luchaban contra los galeses, los escoceses y los irlandeses. Cuando no estaban combatiend o a los celtas, combatan entre s en toda una serie de guerras por el control de la corona. El padre de Enrique V haba accedido al trono mediante la violencia; su h ijo, Enrique VI, lo perdi por medios similares con el estallido de la guerra de l as Dos Rosas, que vio a cuatro reyes perder su trono y a cuarenta pares adultos morir en la batalla o en el cadalso. Entre 1330 y 1479, una cuarta parte de las muertes producidas entre la aristocracia inglesa fueron violentas.Y el asesinato comn estaba a la orden del da. Los datos del siglo xiv sugieren una tasa de homic idios anual en Oxford de ms de 100 por cada 100.000 habitantes. Londres era un po co ms seguro, con una tasa de alrededor de 50 por cada 100.000 habitantes. Actual mente las peores tasas de homicidios del mundo se dan en Sudfrica (69 por cada 10 0.000 habitantes), Colombia (53) y Jamaica (34). Incluso Detroit, en su peor mom ento (la dcada de 1980), tena una tasa de solo 45 por cada 100.000 habitantes.6 La vida inglesa en este perodo era realmente, como observara ms tarde el terico polti co Thomas Hobbes (hablando de lo que l denominaba el estado de naturaleza), solitari a, pobre, inmunda, brutal y corta. Hasta para una prspera familia de Norfolk como los Paston* la seguridad poda ser escasa. La esposa de John Paston, Margaret, fue sacada a rastras de su alojamiento cuando trataba de defender el legtimo derecho de la familia a la mansin de Gresham, ocupada por el heredero del dueo anterior; asimismo, el castillo de Caister haba sido legado a los Paston por sir John Fasto lf, pero poco despus de la muerte de John Paston fue sitiado por el duque de Norf olk, que retuvo su posesin durante diecisiete largos aos.7 Con todo, Inglaterra se contaba entre los pases ms prsperos y menos violentos de Europa. La vida era an ms i nmunda, ms brutal y ms * Los Paston eran una familia de la pequea aristocracia inglesa de la que se cons erva una numerosa correspondencia entre los aos 1422 y 1509, por la que se conoce n estos hechos. (N. delT.) 67 CIVILIZACION corta en Francia, e iba empeorando de manera constante conforme uno se desplazab a hacia el este de Europa. Todava a comienzos del siglo xviii el francs medio tena una ingesta diaria de 1.660 caloras, apenas por encima del mnimo requerido para so stener la vida humana y aproximadamente la mitad de la media actual en Occidente . Asimismo, el francs prerrevolucionario tena una estatura media de solo 1,65.8Y e n todos los pases continentales de los que tenemos datos relativos al perodo medie val, las tasas de homicidios eran superiores a las de Inglaterra, con Italia una tierra famosa por sus asesinos tanto como por sus artistas ocupando regularmente

el peor puesto. A veces se argumenta que la propia inmundicia de Europa occidental fue una espec ie de ventaja oculta. Dado que las elevadas tasas de mortalidad eran especialmen te comunes entre los pobres, quiz ayudaron de algn modo a los ricos a hacerse ms ri cos. Sin duda, una consecuencia de la peste negra fue la de estimular la renta p er cpita europea: los que sobrevivieron pudieron ganar salarios ms altos gracias a la escasez de mano de obra. Tambin es cierto que los hijos de los ricos tenan ms p robabilidades de sobrevivir hasta la edad adulta que los de los pobres.9 Sin emb argo, parece improbable que esos caprichos de la demografa europea expliquen la g ran divergencia entre Occidente y Oriente. Actualmente hay pases del mundo donde la vida es casi tan miserable como lo fue en la Inglaterra medieval, donde la pe stilencia, el hambre, la guerra y el asesinato garantizan que la esperanza de vi da se mantenga en valores medios lastimosamente bajos, y donde solo los ricos vi ven mucho. Pero Afganistn, Hait o Somalia muestran pocos indicios de que tales con diciones les reporten beneficio alguno. Como veremos, Europa dio el salto a la p rosperidad y el poder a pesar de la muerte, no gracias a ella. Hay que recordar a los estudiosos y lectores modernos cmo era entonces la muerte. El triunfo de la muerte, la visionaria obra de arte del pintor flamenco Pieter Brueghel elViejo (c. 1525-1569), no es, desde luego, una muestra de realismo; pe ro seguro que Brueghel no tuvo que basarse nicamente en su imaginacin para represe ntar una escena de muerte y destruccin que revuelve las tripas. En una tierra dom inada por un ejrcito de esqueletos, un rey yace moribun68 COMPETENCIA do, sin que le valga de nada su tesoro, mientras un perro mordisquea un cadver ce rcano. Al fondo vemos a dos hombres colgados de horcas, a otros cuatro descoyunt ados sobre sendas ruedas, y a otro a punto de ser decapitado. Los ejrcitos chocan , las casas se queman, los barcos se hunden. En primer plano, hombres y mujeres, jvenes y viejos, soldados y civiles, son todos ellos empujados atropelladamente hacia un tnel estrecho y cuadrado. Nadie se salva. Hasta el trovador que canta a su amante est sin duda condenado. El propio artista muri a los cuarenta y pocos aos , siendo ms joven de lo que hoy es este autor. Un siglo ms tarde, el artista italiano Salvator Rosa pint el que quiz sea el ms conm ovedor de los memento mor, titulado simplemente La fragilidad humana. Se inspir en la peste que haba asolado su Npoles natal en 1655, cobrndose la vida de su hijo pe queo, Rosalvo, adems de llevarse a su hermano, su hermana, el marido de esta y cin co de los hijos de ambos. Con una horrible sonrisa, el ngel de la muerte surge de la penumbra detrs de la esposa de Rosa para reclamar a su hijo, mientras este da sus primeros pasos en la escritura. El sentimiento del afligido artista queda i nmortalmente resumido en solo ocho palabras latinas inscritas en el lienzo: Conceptio culpa Nasci pena Labor vita Necesse mori. La concepcin es pecado, el nacimiento es dolor, la vida es esfuerzo, la muerte es inevitable. Qu descripcin ms sucinta se podra concebir de la vida en la Europa de aque lla poca? EL eunuco y el unicornio Cmo podemos entender la preeminencia de Oriente? Para empezar, la agricultura asiti ca era considerablemente ms productiva que la europea. En Asia oriental bastaba m edia hectrea de tierra para 69 CIVILIZACIN sustentar a una familia: tal era la eficiencia del cultivo del arroz; mientras q ue en Inglaterra la cifra media se acercaba a las 10 hectreas. Esto ayuda a expli car por qu Asia oriental era ya ms populosa que Europa occidental. El sofisticado sistema oriental de cultivo del arroz poda alimentar a muchas ms bocas. No cabe du da de que el poeta Ming Zhou Shixiu vea el campo a travs de un cristal de color de rosa; aun as, el panorama que aqu describe es el de una po- blacin rural contenta: Surgen humildes puertas en el oscuro sendero, un callejn tor- tuoso desciende has ta la entrada. Aqu diez familias... han estado viviendo juntas durante generacion es. El humo de sus fuegos se entremezcla all donde se mire; as tambin, en sus rutin as, la gente co- opera. El hijo de un hombre dirige la casa del oeste, mientras

que la hija de otro es la esposa del vecino occidental. Un viento fro de otoo sopl a en el santuario del dios, en el suelo; se ofrendan cochinillos y cerveza de ar roz al Ancestro de los Campos, al que el viejo chamn quema papel moneda, mientras los chicos golpean un tambor de bronce. La niebla envuelve en silencio el jardn de caa de azcar y cae una fina lluvia sobre los campos de taro, mientras la gente vuel- ve a casa despus de los ritos, extienden las esteras, y charlan, medio borr achos.10 Estas escenas de buclica placidez, sin embargo, cuentan solo parte de la historia . Las generaciones posteriores de occidentales tendieron a pensar en la China im perial como una sociedad esttica, alrgica a la innovacin. En La religin de China: co nfucianismo y taos- mo (1915), el socilogo alemn MaxWeber defina el racionalismo con fuciano como una adaptacin racional al mundo, opuesta al concepto occidental de domi nio racional del mundo. Esta misma visin la comparte en gran medida el filsofo chin o FengYoulan en su Historia de la filosofa china (1934), y puede verse tambin en l a historia en varios volmenes de la Ciencia y civilizacin en China del erudito de Cambridge Joseph Needham. Tales explicaciones cultu- rales siempre atractivas par a quienes, como Feng y Needham, sim- patizaron con el rgimen maosta a partir de 19 49 son difciles de cuadrar con la evidencia de que, desde mucho antes de la era Mi ng, 1 70 COMPETENCIA la civilizacin china haba tratado constantemente de dominar el mundo mediante la i nnovacin tecnolgica. No sabemos con seguridad quin dise el primer reloj de agua. Es posible que fueran l os egipcios, los babilonios o los chinos. Pero en 1086 Su Song le agreg un escape , creando el primer reloj mecnico del mundo, un intrincado artilugio de 12 metros de altura que no solo daba la hora, sino que adems representaba los movimientos del Sol, la Luna y los planetas. Marco Polo vio un campanario controlado por un reloj as cuando visit Dadu, en el norte de China, no mucho despus de la construccin del campanario en 1272. En Inglaterra no existi nada remotamente tan preciso hast a un siglo despus, cuando se construyeron los primeros relojes astronmicos para la s catedrales de Norwich, St. Albans y Salisbury. Tradicionalmente se sita la invencin de la imprenta de tipos mviles en la Alemania del siglo xv; en realidad se invent en la China del siglo xi. Tambin el papel se o rigin en China mucho antes de que se introdujera en Occidente.Y lo mismo ocurri co n el papel moneda, el papel de empapelar y el papel higinico.11 A menudo se afirma que el pionero y agricultor ingls Jethro Tull ide la sembradora en 1701; en realidad se haba inventado en China dos mil aos antes. El arado Rothe rham, que, con su vertedera de hierro curvada, represent una herramienta clave en la revolucin agrcola de la Inglaterra del siglo xvm, fue otra innovacin anticipada ya por los chinos.12 El Tratado de agricultura de Wang Zhen, publicado en 1313, estaba lleno de instrumentos entonces desconocidos en Occidente.13 Tambin la rev olucin industrial fue prefigurada en China. El primer alto horno para fundir mine ral de hierro no se construy en Coalbrookdale en 1709, sino en China antes de 200 a.C.El puente colgante de hierro ms antiguo del mundo no es britnico, sino chino; data nada menos que del ao 65 d.C., y todava pueden verse sus restos cerca de Chi ng-tung, en la provincia de Yunnan.14 Aun en 1788 los niveles britnicos de produc cin de hierro estaban todava por debajo de los alcanzados en China en 1078. Fueron los chinos quienes primero revolucionaron la produccin textil con innovaciones c omo la rueca y el cepo para devanar seda, importadas a Italia en el siglo xm.15Y nada ms lejos de la verdad la 71 CIVILIZACIN afirmacin de que los chinos utilizaban su invento ms famoso, la plvora, nicamente pa ra hacer fuegos artificiales. El libro de JiaoYu y Liu Ji Huolongjing, publicado a finales del siglo xiv, describe minas terrestres y martimas, cohetes, y balas de can huecas y rellenas de explosivos. Otras innovaciones chinas incluyen el insecticida qumico, el carrete de pesca, la s cerillas, la brjula magntica, la baraja de cartas, el cepillo de dientes y la ca rretilla. Todo el mundo sabe que el golf se invent en Escocia. Pero los Archivos

de Dongxuan, de la dinasta Song (960-1279), describen un juego llamado chuiwan. S e jugaba con diez palos, incluyendo un cuatibang, un pubang y un shaobang, ms o menos equivalentes a nuestro driver, madera 2 y madera 3. Los palos estaban ta raceados con jade y oro, lo que sugiere que, entonces como ahora, el golf era un juego para gente rica. Pero eso no es todo. En 1400, en los albores de un nuevo siglo, China estaba a p unto de lograr otro gran avance tecnolgico, uno que tena el potencial de convertir al emperador Yongle en amo y seor no solo del Reino del Medio, sino del mundo en tero; literalmente, de todo lo que hay bajo el cielo. Hoy, en Nankn, puede verse una rplica a tamao natural del barco del tesoro del almira nte Zheng He, el ms famoso navegante de la historia china. Mide 120 metros de esl ora, casi cinco veces el tamao de la carabela Santa Mara, con la que Cristbal Coln c ruz el Atlntico en 1492. Y era solo parte de una flota de ms de 300 enormes juncos transocenicos. Con mltiples mstiles y cmaras independientes para impedir que se hund ieran en caso de que se produjera un agujero por debajo de la lnea de flotacin, es tos barcos eran mucho ms grandes que todo lo que se construa en Europa en el siglo xv. Con una tripulacin total de 28.000 hombres, la flota de Zheng He era mayor q ue cualquiera de las que se vean entonces o se veran en el futuro en Occidente has ta la Primera Guerra Mundial. Su comandante en jefe era un hombre extraordinario. A la edad de once aos haba sid o capturado en el campo de batalla por el 72 COMPETENCIA fundador de la dinasta Ming, ZhuYuanzhang. Como era habitual, el cautivo fue cast rado. Luego fue asignado como sirviente al cuarto hijo del emperador, Zhu Di, el hombre que se apoderara y accedera al trono imperial como Yongle. A cambio de los leales servicios de Zheng He,Yongle le confi una tarea que entraaba la exploracin de los ocanos del mundo. En una serie de seis viajes picos realizados entre 1405 y 1424, la flota de Zheng He hizo un recorrido asombrosamente extenso.* El almirante naveg a Tailandia, Su matra, Java y el antao gran puerto de Calicut (hoy Kozhikode, en Kerala); aTemase k (luego Singapur), Malaca y Ceiln; a Cuttack, en Orissa; a Ormuz, Adn y, remontan do el mar Rojo, aYidda.16 Oficialmente, el objetivo de estos viajes era buscar a l predecesor de Yongle, que haba desaparecido misteriosamente, y tambin el sello i mperial, que haba desaparecido con l (estaba Yongle tratando de expiar el hecho de que haba llegado al trono matando, o de encubrir que haba actuado as?). Pero el cas o es que encontrar al emperador perdido no era su verdadero propsito. Antes de su ltimo viaje, a Zheng He se le orden ir en misin imperial a Ormuz y otros pases, con barcos de distintos tamaos que suman sesenta y uno... y [llevar] sedas de colores... [y] comprar seda de camo. Asimismo, se dio instrucciones a sus ofici ales de que compraran porcelana, calderas de hierro, regalos y municiones, papel, aceite, cera, etctera.17 Podra parecer que esto sugiere una motivacin comercial, y sin duda los chinos tenan bienes codiciados por los comerciantes del ocano Indico (porcelana, seda y almizcle), aparte de las mercancas que deseaban llevar a China (pimientos, perlas, piedras preciosas, marfil y cuernos de rinoceronte supuesta * Hubo un sptimo viaje en 1430-1433. El autor Gavin Menzies ha afirmado que los b arcos chinos doblaron el cabo de Buena Esperanza, remontaron la costa occidental de Africa hasta las islas de Cabo Verde, cruzaron el Atlntico y luego llegaron h asta la Tierra del Fuego y la costa australiana; y que uno de los almirantes de Zheng He podra haber alcanzado Groenlandia, regresando luego a China por la costa norte de Siberia y a travs del estrecho de Bering. Las evidencias de tales afirm aciones son en el mejor de los casos circunstanciales, y en el peor, inexistente s. 73 CIVILIZACIN mente medicinales).18 En realidad, sin embargo, lo que interesaba principalmente al emperador no era el comercio tal como lo entendera posteriormente Adam Smith.

En palabras de una inscripcin de la poca, la flota deba ir a los pases [de los brbaro s] y llevarles regalos para transformarlos al mostrarles nuestro poder. Lo que Yo ngle quera a cambio de tales regalos era que los gobernantes extranjeros le rindie ran tributo tal como lo hacan ya los vecinos asiticos inmediatos de China, y, de e se modo, reconocieran su supremaca. Y quin poda negarse a doblegarse ante un emperad or que posea una flota tan poderosa?19 En tres de los viajes, los barcos de Zheng He llegaron a la costa occidental de Africa. Pero no permanecieron all mucho tiempo. Los chinos invitaron a los enviad os de unos treinta jefes africanos a subir a bordo para reconocer el ascendiente csmico del emperador Ming. El sultn de Malindi (en la actual Kenia) envi una delegac in con regalos exticos, entre ellos una jirafa, queYongle recibira! en persona a la s puertas del palacio imperial de Nankn. La jirafa fue identificada con el mtico Q ilin (unicornio), smbolo de la perfecta virtud, el perfecto gobierno y la perfecta armona en el imperio y en el universo.20 Pero entonces, en 1424, esa armona se rompi.Yongle muri, y las ambiciones de China en ultramar se enterraron con l. Los viajes de Zheng He se suspendieron de inmedi ato, y solo se reanudaron brevemente con una ltima expedicin por el ocano ndico en 1 432-1433. El decreto Hai Jin prohibi definitivamente los viajes ocenicos. A partir del ao 1500, a cualquiera que se sorprendiera en China construyendo un barco con ms de dos mstiles se le poda aplicar la pena de muerte; en 1551 pas a ser delito in cluso hacerse a la mar en un barco de esas caractersticas.21 Los archivos de los viajes de Zheng He fueron destruidos. El propio Zheng He muri, y casi con certeza fue enterrado en el mar. Qu haba detrs de aquella trascendental decisin? Fue el resultado de problemas fiscales y disputas polticas en la corte imperial? Se debi a que los gastos de la guerra en Annam (actual Viet- nam) estaban resultando inesperadamente altos?22 O fue simpl emente por el recelo de los eruditos confucianos hacia las extraas COMPETENCIA cosas que Zheng He haba trado consigo, por no hablar de la jirafa? No podemos saber lo con certeza; pero las consecuencias del repliegue de China sobre s misma parec en claras. Como las misiones lunares Apolo, los viajes de Zheng He haban representado una fo rmidable demostracin de riqueza y sofisticacin tecnolgica. El desembarco de un eunu co chino en la costa occidental africana en 1416 fue en muchos aspectos una hazaa comparable al aterrizaje de un astronauta estadounidense en la Luna en 1969. Pe ro al poner fin abruptamente a la exploracin ocenica, los sucesores deYongle vinie ron a garantizar que los beneficios econmicos de tal hazaa resultaran insignifican tes. No podra decirse lo mismo de los viajes que estaba a punto de emprender un marine ro muy diferente de un diminuto reino europeo en el otr extremo de la masa contin ental eurasitica. LA carrera especial Fue en el castillo de San Jorge, en lo alto de las colinas que dominan el ventos o puerto de Lisboa, donde el recin coronado rey portugus Manuel puso a Vasco da Ga ma al mando de cuatro pequeos barcos con una gran misin. Las cuatro naves podran ha ber cabido fcilmente dentro de uno de los barcos del tesoro de Zheng He. Su tripu lacin conjunta sumaba solo 170 hombres. Pero su misin hacer descubrimientos e ir en busca de especias tena el potencial de hacer que el mundo entero se decantara hacia el oeste. Las especias en cuestin eran la canela, el clavo, el macis y la nuez moscada, que los europeos no podan cultivar por s mismos, pero que ansiaban para realzar el sa bor de su comida. Durante siglos, la ruta de las especias haba discurrido desde e l ocano Indico por el mar Rojo, o, por tierra, a travs de Arabia y Anatolia. A med iados del siglo xv, su lucrativo tramo final que llevaba a Europa estaba fuertem ente controlado por los turcos y los venecianos. Los portugueses comprendieron q ue, si podan encontrar una ruta alternativa, descendiendo por la costa occidental de Africa y doblando el cabo de Buena Esperanza hasta el ocano ndico, podan quedar se con el 77 CIVILIZACIN

negocio. Otro marinero portugus, Bartolom Daz, haba doblado el cabo en 1488, pero su tripulacin le haba obligado a volver atrs.] Nueve aos despus le tocaba aVasco da Gam a completar la ruta, i Las rdenes del rey Manuel nos dicen algo de crucial importancia sobre el modo en que la civilizacin occidental se expandi en ultramar. Como veremos, Occidente tena ms de una ventaja sobre el resto del mundo. Pero la que realmente result crucial f ue seguramente la feroz competencia que impuls la poca de los descubrimientos. Par a los europeos, circunnavegar Africa no tena nada que ver con exigir un tributo s imblico para algn alto y poderoso potentado del pas que fuere, sino con adelantarse a sus rivales, tanto econmica como polticamente. Si Vasco da Gama tena xito, Lisboa superara aVenecia. En suma, la exploracin martima vino a ser algo as como la carrer a espacial del siglo xv; o, ms propiamente dicho, dado que tena que ver con las es pecias, la carrera especial. ! Vasco da Gama zarp el 8 de julio de 1497. Cuando l y sus marineros portugueses dob laron el cabo de Buena Esperanza, en el extremo meridional de Africa, cuatro mes es ms tarde, no se preguntaron qu animales exticos deban llevarle a su rey: lo que q ueran saber era si finalmente haban tenido xito all donde otros haban fracasado, es d ecir, si haban encontrado una nueva ruta de las especias. Lo que les interesaba e ra el comercio, no el tributo. En febrero de 1498, ochenta y dos aos despus de que Zheng He hubiera desembarcado all, Vasco da Gama lleg a Malindi. Los chinos haban dejado all pocas cosas aparte de un poco de porcelana; y de su ADN: el de los veinte marineros chinos que se deca que haban naufragado cerca de la isla de Pate, haban nadado hasta tierra ; firme y se haban establecido all, casndose con mujeres africanas y enseando a los lugareos las tcnicas chinas de cestera y de produc- cin de seda.23 Los portugueses, por el c ontrario, supieron ver de inmediato el potencial de Malindi como enclave comerci al. Vasco da Gama se sinti especialmente entusiasmado al encontrar all a comer- i ciantes indios, y es casi seguro que fue la ayuda de uno de ellos lo que le perm iti aprovechar los monzones para navegar hasta Calicut. Esta impaciencia por comerciar estaba lejos de ser la nica diferencia entre los p ortugueses y los chinos. En los hombres de Lisboa COMPETENCIA haba cierta vena de crueldad o, mejor dicho, de pura brutalidad que Zheng He solo m ostr en raras ocasiones. Cuando el rey de Calicut mir con recelo los bienes que lo s portugueses haban llevado consigo de Lisboa, Vasco da Gama tom a 16 pescadores c omo rehenes. En su segundo viaje a la India, al mando de 15 barcos, bombarde Cali cut y mutil terriblemente a las tripulaciones de las naves capturadas. En otra oc asin, se dice que encerr a los pasajeros de un barco que iba a La Meca y luego le prendi fuego. Los portugueses se entregaron a una violencia ejemplar porque saban que su apertu ra de una nueva ruta de las especias doblando el Cabo encontrara resistencia, y o bviamente crean en la represalia preventiva. Como Afonso de Albuquerque, el segun do gobernador de la India portuguesa, relataba con orgullo a su real seor en 1513 : Ante el rumor de nuestra llegada todos los barcos [nativos] desaparecieron y ha sta los pjaros dejaron de volar a ras del agua. Pero contra ciertos enemigos los c aones y machetes eran ineficaces. La mitad de los hombres de la primera expedicin de Vasco da Gama no sobrevivieron el viaje, entre otras cosas porque su capitn in tent regresar a Africa navegando en contra de los monzones. Solo dos de los cuatr o barcos iniciales volvieron a Lisboa. El propio Vasco da Gama muri de malaria du rante un tercer viaje a la India en 1524; sus restos fueron devueltos a Europa, y actualmente se hallan en una hermosa tumba en el monasterio de los Jernimos (ho y iglesia de Santa Maria de Belm) en Lisboa. Pero otros exploradores portugueses zarparon, pasaron por la India, y llegaron a China. Antao los chinos haban podido mirar a los distantes brbaros de Europa con indiferencia, cuando no con desprecio . Pero ahora la carrera de las especias haba llevado a aquellos brbaros a las mism as puertas del Reino del Medio. Y hay que recordar que, aunque los portugueses tuvieran pocos bienes preciosos q ue los chinos desearan, el hecho es que llevaron plata, un producto del que haba una enorme demanda en la China de los Ming, dado que las monedas haban pasado a s ustituir al papel moneda y al servicio laboral como principal medio de pago.

En 1557 se cedi a los portugueses Macao, una pennsula situada en el delta del ro Pe rla. Una de las primeras cosas que hicieron fue erigir una puerta Porta do Cerco c on la inscripcin: TeCIVILIZACIN med nuestra grandeza y respetad nuestra virtud. En 1586 Macao era un encave comer cial lo bastante importante como para que la corona portuguesa le otorgara el es tatus de ciudad, llamndola Cidade do Nome de Deus na China (Ciudad del Nombre de Dios en China). Sera el primero de muchos enclaves comerciales europeos similares ! en China. Lus de Cames, autor de Los Lusadas, el poema pico que narra la expansin m artima portuguesa, vivi un tiempo en Macao despus de exiliarse de Lisboa por un alt ercado. Cmo era posible se preguntaba con asombro que un reino tan pequeo como Portug al (con una poblacin que representaba menos del 1 por ciento de la de China) pudiera aspirar a dominar el comercio de los imperi os de Asia, infinitamente ms poblados? Y, sin embargo, sus compatriotas zarparon, navegaron, y establecieron una asombrosa red de enclaves comerciales que se ext enda, como una especie de collar planetario, desde Lisboa, bordeando las costas d e Africa, Arabia y la India, y pasando a travs del estrecho de Malaca, hasta las propias islas de las Especias y an ms all de ellas, llegando hasta Macao. Si todava qu edaran mundos por descubrir escribira Cames hablando de sus compatriotas , ellos tamb in los encontraran!24 Las ventajas de la expansin en ultramar no pasaron desapercibidas a los rivales e uropeos de Portugal. Junto con Portugal, Espaa haba sido uno de los primeros pases en despertar, tomando la iniciativa en el Nuevo Mundo (vase el captulo 3) y establ eciendo tambin un enclave asitico en las Filipinas, desde donde los espaoles pudier on transportar grandes cantidades de plata mexicana a China.25 Durante dcadas, de spus de que el Tratado de Tordesillas (1494) dividiera el mundo entre ellas, las dos potencias ibricas podran contemplar sus imperiales hazaas con sublime confianza en s mismas. Pero unos sbditos de los espaoles, los rebeldes y comercialmente expe rtos holandeses, empezaron a apreciar tambin el potencial de la nueva ruta de las especias; y de hecho, a mediados de la dcada de 1600 haban superado ya a los port ugueses tanto en el nmero como en el tonelaje de los barcos que doblaban el Cabo. Tambin los franceses ' entraron en liza. 80 COMPETENCIA Y qu hay de los ingleses, cuyas ambiciones territoriales hasta entonces no haban id o ms all de Francia y cuya idea econmica ms novedosa en la Edad Media haba sido vende r lana a los flamencos? Cmo podan quedarse al margen mientras llegaban noticias de que sus archienemigos los espaoles y los franceses estaban haciendo fortuna en ul tramar? Obviamente, no pasara mucho tiempo sin que los ingleses participaran tamb in en la carrera por el comercio ultramarino. En 1496, John Cabot hizo su primera tentativa de cruzar el Atlntico desde Bristol. En 1553, Hugh Willoughby y Richar d Chancellor zarparon de Deptford en busca de un paso del Nordeste a la India. Wil loughby muri congelado en el intento, pero Chancellor logr llegar a Arjnguelsk y lu ego prosigui por tierra hasta la corte de Ivn el Terrible en Mosc. A su regreso a L ondres, Chancellor se apresur a crear la Compaa de Moscovia para desarrollar el com ercio con Rusia (su nombre completo era The Mystery and Company of Merchant Adve nturers for the Discovery of Regions, Dominions, Islands, and Places Unknown, Mis terio y Compaa de Aventureros Mercantes para el Descubrimiento de Regiones, Domini os, Islas y Lugares Desconocidos). Otros proyectos similares proliferaron con el apoyo entusiasta de la realeza, no solo a travs del Atlntico, sino tambin a lo larg o de la ruta de las especias. A mediados del siglo xvn Inglaterra contaba con un floreciente comercio desde Belfast hasta Boston y desde Bengala hasta las Baham as. Europa se reparta el mundo en un frenes de encarnizada competencia. Pero la pregun ta sigue siendo: por qu los europeos parecan tener mucho ms fervor comercial que los chinos? Por qu Vasco da Gama era un hombre tan claramente vido de dinero, lo basta nte vido como para matar por l? Se puede encontrar la respuesta examinando los mapas de la Europa medieval, dond e pueden verse literalmente cientos de estados rivales, que van desde los reinos del litoral occidental hasta las numerosas ciudades-estado situadas entre el Blt

ico y el Adritico, de Lbeck aVenecia. En la Europa del siglo xiv haba unas mil naci ones; y doscientos aos despus todava quedaban unos 500 estados ms o menos independie ntes. Por qu razn? La respuesta ms sen81 * Hasta no hace mucho denominado en algunos pases de Occidente ro Azul. (N. del T.) CIVILIZACIN cilla est en la geografa. China tiene tres grandes ros, el Amarillo, el Yangts* y el Perla, todos los cuales fluyen de oeste a este.26 Europa tiene muchos ros que fl uyen en mltiples direcciones, adems de una serie de cordilleras como los Alpes y l os Pirineos, sin hablar de los densos bosques y pantanos de Alemania y Polonia. Puede que a los mongoles simplemente les fuera ms fcil acceder a China, mientras q ue Europa resultaba ms impenetrable para una horda a caballo, y, por lo tanto, te na menos necesidad de unidad. No podemos saber con certeza por qu la amenaza centr oasitica se retir de Europa despus deTimur Lang. Quiz los rusos mejoraron sus defens as; o quiz los caballos mongoles prefirieron la hierba de la estepa. Sin duda, como hemos visto, un conflicto poda resultar devastador para Europa; ba ste pensar en el caos provocado por la guerra de los Treinta Aos en Alemania a me diados del siglo xvn. Pobres de los que vivan en las fronteras de la decena y pico de grandes estados europeos!: estuvieron en guerra, como media, ms de las dos te rceras partes del tiempo transcurrido entre 1550 y 1650. En todo el perodo de 150 0 a 1799, Espaa estuvo en guerra con enemigos extranjeros el 81 por ciento del ti empo, Inglaterra el 53 por ciento, y Francia el 52 por ciento. Pero esta constan te lucha tuvo tres beneficios imprevistos. En primer lugar, alent la innovacin en tecnologa militar. En tierra, las fortificaciones hubieron de hacerse ms resistent es en la medida en que el can se fue haciendo cada vez ms potente y manejable. Sirv i de advertencia de ello la suerte que corri el hoy ruinoso castillo del seor feuda l de Tannenberg, cerca de Seeheim, en el sur de Alemania, que en 1399 se convirt i en la primera fortificacin europea destruida por medio de explosivos. Mientras tanto, en el mar, los barcos se quedaron pequeos por poderosas razones. En comparacin con la galera mediterrnea, cuyo diseo apenas haba variado desde los ti empos romanos, la carabela portuguesa de finales del siglo xv, con sus velas de cruz y sus dos mstiles, haba encontrado el equilibrio ideal entre velocidad y pote ncia de fuego. Era mucho ms fcil de virar y mucho ms difcil de 82 COMPETENCIA alcanzar que uno de los gigantescos juncos de Zheng He. En 1501, el sistema fran cs de situar hileras de caones en troneras especiales a ambos lados de la cubierta de un barco convirti a los buques de guerra europeos en fortalezas flotantes.27 Si de algn modo hubiera podido producirse una batalla naval entre Zheng He y Vasco da Gama, es posible que los portugueses hubieran enviado los pesados cascos chin os al fondo del mar, del mismo modo que despacharon a los dau rabes, ms pequeos per o ms giles, en el ocano Indico; aunque enTamao, en 1521, una flota Ming lograra hun dir una carabela portuguesa. El segundo beneficio de la guerra casi constante en Europa fue que los estados r ivales se hicieron cada vez ms eficientes a la hora de recaudar los ingresos nece sarios para pagar sus campaas. En el perodo de 1520 a 1630, los gobernantes de Ing laterra y Francia lograron reunir muchos ms ingresos en impuestos, medidos en gra mos de plata por cabeza, que sus homlogos chinos.28 Empezando por Italia en el si glo xm, los europeos tambin comenzaron a experimentar con inusitados mtodos de emp rstito pblico, sembrando as la semilla de los modernos mercados de bonos. En cambio , la deuda pblica era una institucin totalmente desconocida en la China de los Min g, y solo se introducira, por la influencia europea, a finales del siglo xix. Otr a innovacin fiscal de trascendental importancia fue la idea holandesa de