Examen a FExamen a Fondoondoondo - La Revista De Motos · momento puedes amarrar un morral e ir...

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Examen a F Examen a F Examen a F Examen a F Examen a Fondo ondo ondo ondo ondo Examen a F Examen a F Examen a F Examen a F Examen a Fondo ondo ondo ondo ondo La Revista DE MOTOS 6 Medellín, Sábado 3:00 pm. Mi esposa me lla- ma y me dice que está con los niños en Copacabana (municipio del área metropolitana, al norte del valle del Aburra); quedo de ir a re- unirme con ella y voy a aprovechar que tengo la Suzuki DR200 de pruebas para hacer más kiló- metros y redondear los conceptos sobre ella. Después de colgar pienso que sería divertido tomar la ruta larga para ir hasta allá. Llamó a mi esposa y le digo que me demoraré un poco más de lo planeado. De esta manera Inició un divertido viaje que comienza rodando por la ciudad ratoneando entre el tráfico con fluidez mientras busco la salida hacia la carretera las Palmas donde hago a buen ritmo la subida de 16 kilómetros hasta el alto y enlazando una curva con otra al tiempo que paso a todos los carros que me encuentro. Posteriormente me dirijo a la hermosa zona de Llanogrande donde tomo la vía al Aeropuerto José María Córdoba, allí busco la velocidad máxima de la DR y llego con facilidad a los 100km/h y al final de la recta el velocímetro roza los 120km/h. Después sigo la vía a Santa Elena tomando con cautela las cerradas curvas que caracterizan esta carretera; el motor responde bien y gracias a su buen comportamiento en ba- jos y medios salgo de las curvas con buena re- serva de potencia. En el alto tomo el desvío que conduce al Parque Piedras Blancas, una carre- tera estrecha pero bien delineada en la que por tramos se pierde el asfalto para dar paso a pe- dazos de carretera destapada con un poco de pantano por las lluvias recientes y donde gra- cias a la filosofía doble propósito de esta moto no tuve que reducir la velocidad aunque conti- nué avanzando con mucha más cautela. En el sitio el Tambo tomo el camino que conduce hasta la carretera Medellín – Bogota; es una vía con buen pavimento, estrecha y con curvas salva- jes y cerradas, precisamente este fue el tramo más divertido porque en las pequeñas rectas aceleraba a fondo, al llegar a las curvas frena- ba duro, tomaba la curva y en cuanto pudiera volvía a acelerar, de esta manera iba enlazando las rectas y las curvas a buen ritmo aprovechan- do la gran agilidad que tiene la DR200 en estas circunstancias, algo a lo que contribuye su re- ducido peso. Una vez en la Medellín – Bogota y debido a su diseño de doble calzada con separador intermedio tuve que ir hasta el inter- cambio vial de Guarne para hacer el retorno hacia Medellín, afortunadamente la carretera Texto: Mauricio Gallego A. En tramos con bastantes curvas resulta muy divertida.

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La Revista DE MOTOS 6

MMMMMedellín, Sábado 3:00 pm. Mi esposa me lla-ma y me dice que está con los niños enCopacabana (municipio del área metropolitana,al norte del valle del Aburra); quedo de ir a re-unirme con ella y voy a aprovechar que tengo laSuzuki DR200 de pruebas para hacer más kiló-metros y redondear los conceptos sobre ella.Después de colgar pienso que sería divertidotomar la ruta larga para ir hasta allá. Llamó a miesposa y le digo que me demoraré un poco másde lo planeado.

De esta manera Inició un divertido viaje quecomienza rodando por la ciudad ratoneandoentre el tráfico con fluidez mientras busco lasalida hacia la carretera las Palmas donde hagoa buen ritmo la subida de 16 kilómetros hasta elalto y enlazando una curva con otra al tiempoque paso a todos los carros que me encuentro.Posteriormente me dirijo a la hermosa zona deLlanogrande donde tomo la vía al AeropuertoJosé María Córdoba, allí busco la velocidadmáxima de la DR y llego con facilidad a los100km/h y al final de la recta el velocímetro roza

los 120km/h. Después sigo la vía a Santa Elenatomando con cautela las cerradas curvas quecaracterizan esta carretera; el motor respondebien y gracias a su buen comportamiento en ba-jos y medios salgo de las curvas con buena re-serva de potencia. En el alto tomo el desvío que

conduce al Parque Piedras Blancas, una carre-tera estrecha pero bien delineada en la que portramos se pierde el asfalto para dar paso a pe-dazos de carretera destapada con un poco depantano por las lluvias recientes y donde gra-cias a la filosofía doble propósito de esta motono tuve que reducir la velocidad aunque conti-nué avanzando con mucha más cautela. En elsitio el Tambo tomo el camino que conduce hastala carretera Medellín – Bogota; es una vía conbuen pavimento, estrecha y con curvas salva-jes y cerradas, precisamente este fue el tramomás divertido porque en las pequeñas rectasaceleraba a fondo, al llegar a las curvas frena-ba duro, tomaba la curva y en cuanto pudieravolvía a acelerar, de esta manera iba enlazandolas rectas y las curvas a buen ritmo aprovechan-do la gran agilidad que tiene la DR200 en estascircunstancias, algo a lo que contribuye su re-ducido peso. Una vez en la Medellín – Bogota ydebido a su diseño de doble calzada conseparador intermedio tuve que ir hasta el inter-cambio vial de Guarne para hacer el retornohacia Medellín, afortunadamente la carretera

Texto: Mauricio Gallego A.

En tramos conbastantes curvasresulta muy divertida.

esta en muy buenas condiciones y me permite ir a fondo con la DR,inclusive bajando hacia Medellín donde tomaba las amplias curvas a unavelocidad “respetable” aunque con mucha cautela porque en estas cir-cunstancias la DR no me daba 100% de confianza con su llanta de 21pulgadas y su labrado para uso mixto campo / carretera, máxime que porsu poco peso es sensible a los vientos laterales. Llego al peaje donde hayun puesto de control del ejército, revisan los papeles, me hacen algunaspreguntas sobre la moto (cilindrada, precio, comportamiento) y preguntoen una tienda por el atajo que conduce a Copacabana, meseñalan un camino y sin pensarlo dos veces me lanzó por él,claro que más que camino era una semi trocha con grandespiedras, zanjas y resaltos que obligan a avanzar con muchocuidado, pero no hay problema, la DR responde muy bien enestas circunstancias y puedo transitar a un ritmo tranquilo has-ta Copacabana. Por fin llego a mi destino, apago la moto y mequito el casco tratando de recordar cuando fue la última vezque me divertí tanto sobre una moto…Este relato refleja la filosofía de un segmento de motocicletasal que pertenece la DR200 y que Suzuki ha llamado “Dual Sport”que podría interpretarse como “Doble Propósito”. No son es-pecialistas en ningún aspecto pero son perfectamente válidaspara casi todos los usos imaginables. En la ciudad son muyefectivas por su agilidad y manillar alto que pasa por encima delos espejos de los automóviles y por su buena respuesta a régi-men bajo y medio que le permite arrancar con soltura en lossemáforos. En carretera te pueden llevar hasta el fin del mundosi quieres, aunque no a una velocidad muy alta pero con laventaja de que si se acaba el asfalto no te tienes que preocuparporque en este aspecto también se desenvuelven con soltura,por esto los viajeros que dan la vuelta al mundo prefieren estetipo de máquinas. Además son económicas y con una mecáni-ca y apariencia simple para no complicarse mucho la vida y notener tanto que romper en una caída.Para entender de donde surgió esta filosofía de motocicletashay que volver a los años 70’s cuando las motos eran muchomás simples y no había tantas opciones para escoger. La gentelas compraba y les daba toda clase de usos sin importar si eranapropiadas para ello o no. Las marcas japonesas, que ya paraese entonces dominaban el mercado mundial, reconocieron estacarencia para los usuarios y a finales de está década y princi-pios de los 80’s presentaron toda una gama de motos 4T paraquienes quisieran usarlas tanto en pavimento como fuera de él.Fue así como nacieron las ya legendarias líneasDR de la Suzuki, XT de Yamaha, KLR deKawasaki y XL de Honda (de la que posterior-mente nacieron las XR), Familias que sobrevi-ven hasta hoy pero sin el boom que tuvieron enaquellos primeros años, impulsado, creo yo, porotra leyenda que se estaba comenzando a for-

jar, el Rally Paris – Dakar, pero no el de ahora hiper competitivo y espe-cializado, sino el que era una aventura donde los pilotos en sus motoscon muy pocas modificaciones se iban para África a correr y donde todos,a pesar de competir entre si, se ayudaban mutuamente. Creo que teneruna moto como estas evoca ese espíritu porque sabes que en cualquiermomento puedes amarrar un morral e ir tras una aventura sin importar eltipo de terreno que vas a encontrar aunque en realidad solo un pequeñoporcentaje de los usuarios de estas motos lo hagan.

Su carácter doblepropósito le permite pasardel campo al asfalto así de fácil.

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Posteriormente las marcas se dieron cuenta queestas motos rodaban prioritariamente en ciudady en carretera pavimentada por lo que comen-zaron a ofrecer vehículos que seguían conser-vando esa figura doble propósito pero más orien-tados hacia el pavimento. De esta manera sur-gieron motos como por ejemplo la SuzukiFreewind que precisamente se deriva de unaDR, la 650. Afortunadamente las “doble propó-sito” puras se siguen produciendo para alegríade los incondicionales de este segmento queson muchos.La línea DR, a la que pertenece la moto queestamos examinando, no es nueva en nuestropaís. A principios de los años 80’s Suzuki Co-lombia ensambló las DR 250 y DR 500 perofueron descontinuadas porque el Gobierno Na-cional prohibió las motos de alta cilindrada ¿Pue-den creerlo?, luego en los 90’s con la apertura,llegaron al país bastantes DR 350 que tuvieronbastante éxito tanto en Enduro como enMotocross, llegando las últimas en el 98, de lascuales la mayoría tuvieron como destino el uso

oficial. Ahora Suzuki Motor de Colombia nosofrece la “DR200 Dual Sport” con la que buscaatraer a aquellos motociclistas que quieren máspotencia que en la tradicional gama de 125cc(con la excepción de la KMX de Kawasaki) ydonde el gasto de operación y mantenimientosiga siendo moderado. La DR entra a competirdirectamente con la XT225 de Yamaha, la XL200de Honda y por precio con la KMX de Kawasaki.Es la última en llegar pero tiene buenos argu-mentos para competir. Veamos sus principalesaspectos.La mecánicaLa DR200 es impulsada por un monocilíndrico4T de 199cc refrigerado por aire que entregauna potencia declarada de 20HP a 8500rpm yun torque máximo de 1.8 Kg/mt a 7000rpm. Surelación de compresión es de 9.4:1 lo que con-diciona el uso de gasolina extra para un funcio-namiento óptimo del motor, resintiendo un pocola economía, aunque afortunadamente su con-sumo moderado de 110km/galón compensa enparte este aspecto.

El motor, un poco sonoro para mi gusto, semuestra bastante efectivo en todas las circuns-tancias con buena reserva de potencia en ba-jas y medias revoluciones que permite salir consoltura de los semáforos o adelantar en carre-tera con comodidad, aún con pasajero, claroque a esto contribuye su acertada relación fi-nal, con un generoso sprocket trasero que leda más bríos desde abajo, pero penalizando unpoco la velocidad punta (120km/h en la motoque probamos) que seguramente sería mayorcon un sprocket de menor diámetro.

El tablero que funciona en millas, sóloofrece la información básica.

El monocilíndrico es de diseño convencio-nal, refrigerado por aire, con dos válvulas,eje de levas en cabeza y produce 20 caba-llos a 8.500 rpm.

Fuera de la ciudadla DR 200 puede convertirseen una herramienta excelente.

Si se rueda a ritmo tranquilo el motor trabaja demanera relajada pero si queremos exprimir todosu potencial debemos llevarlo constantementeen la zona alta de las revoluciones y para estoes necesario hacer cambios de marchas conti-nuamente para poder mantenerlo en la zonaapropiada de rpm, que tampoco es muy amplia.Afortunadamente esta labor se ve facilitada porla caja de 5 cambios que es muy suave y preci-sa y es uno de los mejores aspectos de la DR.La potencia es adecuada para la cilindrada lo

que unido a su bajo peso (113 kilos con tanquevació) hace que parezca mayor. La DR alcanzacon facilidad los 100 km/h, a partir de aquí lecuesta trabajo subir la velocidad y se echa demenos la sexta marcha para rodar con mayorsoltura.También cuenta con la inmensa ventaja de te-ner arranque eléctrico con lo cual todo se redu-ce a hundir un botón y nos podemos olvidar delarranque a patada, lo que significa una inmen-sa comodidad.

La motoLa estética, o “look” como dirán algunos, de laDR 200 está muy bien lograda, en especial laparte frontal que se ve moderna y agradable,no tanto la parte trasera (tapas laterales y cola)que es de diseño un poco anticuado aunqueigualmente efectivo para los propósitos de lamoto. En general la DR se siente pequeña yliviana siendo todo en ella muy natural. El asientotiene poca altura, por lo cual podemos llegarcon ambos pies al piso sin problema. El tablero

El bombillo halógeno provee una ilumina-ción adecuada y las direccionales resultanmuy visibles a cualquier hora.

El sprocket de gran tamaño le da una muybuena respuesta en baja, que resulta ideal

rodando con parrillero y en destapado.

A un ritmo normal, el disco delantero sedesenvuelve muy bien, pero rodando rápi-do se queda algo corto.

El diseño de la parte trasera no es muynovedoso que digamos, pero luce bien. Lo

que sí extrañamos fue la parrilla.

+ Los rines y la tijera fabricados en aluminio.+ La salida del mofle en acero inoxidable.+ El arranque eléctrico siempre se agradece.+ La batería libre de mantenimiento.

Los Más

Ficha TécnicaMotor

CilindradaRel. compresiónPotencia Max.Torque Max.ArranqueEmbragueCajaSusp. Del.Susp. Tra.Freno Del.Freno Tra.Peso vacíoCapacidad tanquePrecio

Monocilíndrico 4T, SOHC,2 V, refrig. por aire

199 c.c.9.4 : 1

20 hp a 8.500 rpm1.8 Kgm a 7.000 rpm

EléctricoMultidisco en aceite

5 Velocidades Telescópica Hidráulica

MonoamortiguadorDisco

Tambor113 kg. (en seco)

13 Lt. (3,4 galones)$7.990.000

Los Menos- Falta protección en los bajos del motor.- La herramienta viaja muy insegura.- El seguro de dirección montado en el chasis.

bien de la calidad y acabados de esta moto. Los estribos y la palanca decambios son abatibles para que en caso de caída se doblen y no serompan, algo que es una herencia directa de su espíritu “off road” y quese encuentra en la totalidad de las motos de cross y enduro. Los espejosretrovisores, cuadrados y de generoso tamaño, son un poco aparatosospero muy efectivos porque nos permiten visualizar perfectamente lo queocurre detrás de nosotros.En otros aspectos el tanque de gasolina tiene muy buena capacidad, 3.4galones lo que unido a su consumo de 110 Km/galón nos da una autono-mía de más de 350 km que nos permitirá visitar menos la estación degasolina. La luz del faro delantero es muy buena y da una iluminaciónadecuada para transitar en la noche.Hablando de los frenos cuando nos entregaron la DR nos asustamos alprincipio porque el freno delantero, que se compone de un disco y pinzasimple no frenaba casi nada, afortunadamente esto fue pasajero porquelas pastillas eran nuevas y necesitaban unos cuantos kilómetros paraasentarse, algo que se debe tener en cuenta, después de esto se mos-traron efectivos y con buen mordiente. El freno trasero es de tambor eigualmente efectivo con el cual no se dificulta bloquear la llanta trasera,algo útil cuando rodamos en tierra a ritmo acelerado.Del comportamiento dinámico de la DR debemos decir que se mostróefectiva en todas las circunstancias en las cuales rodamos, transmitiendouna sensación de aplomo y seguridad, lo que unido al ya mencionadobajo peso del conjunto nos permite manejar y sortear todas las situacio-nes con facilidad. Todo esto es válido hasta los 90 o 100 km/h, a partir deeste punto su comportamiento se vuelve más delicado, los frenos se mues-tran justos a estas velocidades, en línea recta la sensibilidad a los vientoslaterales se acentúa por lo que eventualmente nos sorprenderá algúnflaneo, aunque nada grave, y tomando curvas rápidas a estas velocida-des tampoco da total confianza. Esto podría mejorar con llantas másapropiadas para pavimento en lugar de las de uso mixto con las que vienede serie pero perderíamos efectividad en destapado, debemos recordarque esta es una moto de compromisos que no es completamente depavimento ni completamente “off road” pero que sabiendo respetar suslimitaciones se defiende muy bien en ambos terrenos y en esto radica suprincipal encanto.En resumen esta es una buena opción para disfrutar de una moto diver-tida y que nos servirá para todos los usos que podamos imaginar. Suprecio de $7.990.000 en principio puede parecer alto para una moto de200cc pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que este modelo sevende en el mercado americano por U$ 3.899 dólares, lo que equivale enpesos a unos $11’300.000 al escribir estas líneas. Además es la opciónmás económica dentro de su segmento en el mercado nacional y en tér-minos generales nada tiene que envidiarle a ninguna. Así que si lo quebuscas es economía de funcionamiento, libertad para ir a cualquier des-tino aunque se acabe el pavimento y mucha diversión, todo condensadoen un paquete de excelentes acabados y estética agradable seguro quela DR200 puede ser la respuesta a tus necesidades.

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es de diseño simple, como en todas las de su tipo, con un velocímetro,cuenta kilómetros parcial y total y unos pocos indicadores, y al igual queen sus competidoras, se echa de menos un tacómetro que sería muy útilpara dosificar de mejor manera el motor.La posición de conducción es agradable y relajada, tan solo con el pasode los kilómetros el asiento que tiene una leve inclinación hacia arriba,empieza a molestar. El que no estará del todo a gusto es el pasajeroporque el asiento es un poco pequeño para dos personas y no va a ir tancómodo, en especial en viajes largos. Afortunadamente la posición de laspiernas es relajada y tiene unas asas en la cola de donde puede sujetar-se con firmeza. En caso de poner una parrilla trasera, que hace muchafalta, el espacio del segundo a bordo podría verse aún más reducido.En general en la DR200 encontramos detalles que nos gustaron bastan-te. La pintura del tanque de gasolina (azul oscuro en la moto de prueba)

es impecable y las cal-comanías muy acer-tadas, el basculantetrasero, fabricado enaluminio, al igual quelos rines hablan muy

Esta máquina es una excelentecompañera en carretera, ideal enciudad y perfecta para salir a bus-car aventuras fuera del asfalto.