SEMANARIO DE INFORMACIÓN RELIGIOSANº 74/7-VI-1997

Europa sigue tu CaminoEuropa sigue tu Camino

Etapa II - Número 74Edita: Fundación San Agustín. Arzobispado de Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón - Asesores religiosos: Manuel Mª Bru, Javier AlonsoRedacción: Pza. del Conde Barajas,1. 28005 Madrid. Télfs: 365 18 13 - 366 78 64 Fax: 365 11 88

Director: Miguel Angel Velasco PuenteRedactor Jefe: José Antonio Ullate Fabo - Redactores: Coro Marín Palacios, Inmaculada Álvarez, Jesús Colina (Roma)

Jefe de Producción: Francisco Flores Domínguez - Secretaría de dirección: Sonsoles de la Vega - Documentación: Dora RivasImprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. - Depósito legal: M-41.048-1995

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20-21

En este númeroSumario

la foto 8

criterios 9

iglesia en madridEl día a día.El sacerdocio y el Corazón de Jesús.La voz del arzobispo:Europa, reto y tarea 10-13

testimonio 14

el día del señor 15

raícesHay Camino… y se hacecamino al andar 16-17

españaHomenaje a José María Javierre 18

mundoPostal desde Asia 19

la vida 22-23

santos de ayer y hoy 24

desde la feEntrevista con mons. Uriarte.Barça, ¿una religión?Cine, libros 25, 27-31

contraportada 32

3-7

MUNDO

Juan Pablo II, en su tierra natal.

El último líder de la vieja Europa

DESDE LA FE

Literatura: La moderna poesíaespañola, ante el Misterio

EN PORTADA

Autorizadas firmas de la cultura y de la políticaescriben para Alfa y Omegasobre Los cristianos, en la Europa del año 2000

ΩA

Nada se construye sin va-lores e ideales. Hay quie-nes quieren que los sus-

tituyamos por el valor de lo ac-tual, de lo instantáneo, del purogoce, del hedonismo y, sobre to-do, por el culto de lo fragmenta-rio y la glorificación del indivi-dualismo radical. Pretenden querebajemos nuestro nivel intelec-tual y moral a lo concreto y a lopresente. En el plano ético, se nospropone que construyamos una«ética de mínimos».

Ni como europeos ni comocristianos podemos aceptar se-mejante rebaja, empequeñecedo-ra de nuestro pensamiento y denuestra tradición. Ni Europa espura improvisación actual ca-rente de raíces ni de pasado, niel cristianismo es reductible a loconcreto, cuando es una concep-ción global de la acción de Diosen la historia humana y del des-tino del hombre de camino haciaDios, a través de las peripeciasde su historia personal engarzadaen la historia colectiva.

EUROPA NO SE IMPROVISA

Como cristianos y europeostenemos que ser conscientes queno trabajamos sólo para el hoy ypara el aquí. Llevamos en nuestrapropia fe los gérmenes de lo per-manente y nos empeñamos en laconstrucción armoniosa de la ciu-dad terrestre a sabiendas de queha de ser camino y anticipo de laciudad futura.

Renunciar a ese empeño acti-vo, encantarse en el cultivo prag-mático del presente, perder el ho-rizonte del compromiso o de latotalidad, aflojar la tensión de losideales, atarnos a la dictadura delo contingente y renunciar a lainspiración teológica de nuestraexperiencia humana en la Histo-

/3en portadaNº 74/7-VI-1997

EN VÍSPERAS DEL TERCER MILENIO, EUROPA NECESITA UN RENACIMIENTO DE IDEALES

Los cristianos, en la Europadel año 2000

Europa está en efervescencia: elecciones en Inglaterra y Francia, Maastrich esperando... no se sabe qué, la OTAN tratando de atar cabos en Rusia... El Papa, entretanto, está manteniendo abierto el oxígeno para los dos pulmones de la vieja Europa

desde su patria eslava... ¿Hacen falta más razones para expresar nuestra preocupada reflexión sobre Europa?

ria, sería errar nuestro camino. Ysería traicionar nuestra contribu-ción específica a la construcciónde una Europa de ideales.

UNA REFLEXIÓN URGENTE

En todos los ámbitos se im-pone una nueva reflexión sobreel futuro de Europa. El métodode esa reflexión tiene que ser eldiálogo, un diálogo sereno y sin-cero entre las distintas «familiasespirituales» de Europa. Y paraello hemos de dar rienda sueltaa la generosidad, al desprendi-miento, al compromiso, y hayque hacerlo sin perder distancia yperspectiva.

Hay que tomar altura y subirlo bastante alto para que por en-cima del desorden superficial delos detalles se descubra la regu-laridad significativa de los gran-des fenómenos. Recordemos las

palabras de Teilhard de Chardin:«Emerger para ver claro... No sonlos gestos trágicos –toda la His-toria lo demuestra– sino la pa-ciencia humilde y tenaz lo quemueve y salva el mundo».

Paciencia, perspectiva, espe-ranza para que Europa vuelva,como ha recordado Juan Pablo II,a encontrarse, descubra sus orí-genes, ahonde en sus raíces, re-viva los valores auténticos quehicieron gloriosa su Historia y be-néfica su presencia en los demáscontinentes, y sea faro de civili-zación y estímulo de progreso pa-ra el mundo.

Ése es el gran proyecto éticoque se abre ante nosotros, y en elque quisiera animar a todos aparticipar con entusiasmo y conconvicción.

Marcelino Oreja Aguirre

4/ en portada Nº 73/31-V-1997

En las postrimerías de la Edad Media, Espa-ña era un mosaico de reinos unidos por una

vaga idea de comunidad, que sólo al alborear laEdad Moderna se concretó en el primer Estadonacional de la Historia. Por ese camino siguie-ron Francia e Inglaterra. Hoy comprendemosla futilidad de las resistencias a aquel procesode integración, al que siguieron incorporándo-se los demás pueblos del continente. Los mis-mos que hoy se ven arrastrados por el procesode integración a punto de cristalizar en la Eu-ropa del tratado de Maastricht.

No es una aspiración nueva. Ortega y Gasset, en La rebelión de las masas, presen-taba la constitución de los Estados Unidos eu-ropeos como la única empresa capaz de de-volver su pulso a un continente dividido y asfi-xiado entre los dos colosos, americano ysoviético. Lo que en los años veinte parecíatan distante, hoy es una realidad de la que ni si-quiera se permiten prescindir los nuevos na-cionalismos menores (catalán, bretón, «pa-duano»); simplemente confían en que el ma-yor distanciamiento de los centros continentalesde poder les permita mayores márgenes de au-tonomía.

Pero cuando Ortega llegó al último capítulode su libro le puso por título: Se desemboca enla verdadera cuestión. Y empezaba con estaspalabras: «Europa se ha quedado sin moral».

Es el problema de la ya inmediata unidadEuropa. No se trata de las necesidades cultu-rales, sociales, económicas y políticas que só-lo puede satisfacer la unidad continental y quenos llevan hacia ésta, sino del problema cuyagravedad pone de manifiesto el que ni siquierase trate ya solamente de descristianización, si-no también de la deshumanización que haceimprescindible, al menos como primer paso, la

formulación y aceptación de una ética común,en la que puedan coincidir creyentes, agnósti-cos y hombres de todas las ideologías, con talde que crean en la persona humana.

Europa es hija del cristianismo y en ella hanacido el concepto de la dignidad de la perso-na humana. Parece imposible que esa dobleherencia no haya dejado profundas raíces yque no se consiga sacarlas a la luz como re-sultado, entre otras iniciativas, de la nueva evan-gelización a la que la Iglesia insta sin descanso.

De esa empresa podemos beneficiarnos to-dos. ¿En qué han quedado las presuntuosasreferencias a nuestro país como reserva espi-ritual del continente? Ya por aquel tiempo al-gún prelado español denunciaba el retraso es-candaloso de nuestra sociedad respecto deotras donde la justicia social no era una ape-lación vana. Pero incluso en aquellos aspec-tos que podíamos exhibir con legítima satis-facción, como la moral familiar, el retroceso hasido tan brutal como doloroso. Es mucho lo quelos católicos españoles podemos aprender delos de fuera, aunque hay otros aspectos en quela relación será inversa. Es así como unos yotros, recíprocamente potenciados por la unión,debemos colaborar con los no creyentes en larecuperación de una Europa más humana.

Europa, ¡vuelve a encontrarte! ¡Sé tú mis-ma! ¡Descubre tus orígenes! Hace quince añosque Juan Pablo II pronunció esa conmovedoraapelación en la catedral de Santiago de Com-postela, donde nació la conciencia de Europa.

La unidad de Europa no es ya un problema,sino un hecho. Pero es el hecho de un conti-nente al que hay que volver a dotar de un con-tenido.

José María García Escudero

CONTINENTE SIN CONTENIDO

«NI COMO EUROPEOS

NI COMO CRISTIANOS

PODEMOS ACEPTAR

LA REBAJA DE UNA

“ÉTICA DE MÍNIMOS”»

Marcelino Oreja, recientemente en Sevilla

Al contemplar la realidadactual de Europa pareceobligado hacer una refe-

rencia directa hacia la región quese ha convenido en denominarEuropa del Este, entendiendo portal el conjunto de países que hanvivido durante este último me-dio siglo bajo un régimen políticode carácter dictatorial-marxista.

Las características de estos países son distintas, por obviasy múltiples razones. Partieron decircunstancias políticas y socia-les peculiares y, a partir de lacaída del muro, su devenir ha si-do dispar o, al menos, diferente.

Trataremos, en esta breveperspectiva, de analizar la reali-dad actual de uno de estos paí-ses, que, por su reciente y dra-mática historia, ha acaparado laatención de todos. Nos referimosa Bosnia-Herzegovina, ya que pa-ra España tiene un especial sig-nificado. En él muchos españo-les diplomáticos, soldados, em-presarios y miembros de ONGhan entregado su esfuerzo y, enalgún caso, su vida, en un afánsolidario de entrega generosa.

Bosnia-Herzegovina tiene eltamaño de Cataluña y la Comu-nidad Valenciana juntas, con unapoblación de cuatro millones dehabitantes. Dentro de la encruci-jada de su entorno ha sido el pa-radigma de los Balcanes. Allí seencuentran, o más bien chocancon violencia, Oriente y Occi-dente, dentro de un espacio geo-gráfico compartimentado, duroen su relieve y clima y preciosoen su paisaje.

Es también un crisol de pue-blos, de idéntico origen eslavo,con religión y cultura distintas,que subsisten alternando perío-dos de convivencia con otros deenfrentamientos violentos. Asíaparecen los serbios ortodoxos(32%), los croatas católicos (17%)y los bosnios musulmanes(44%), junto a otras minorías enlas que figuran judíos de origensefardí.

Como el resto de los países dela antigua Yugoslavia, genera-ciones enteras han vivido en unsistema político y de relación so-cial que ha fracasado brutalmen-te, y que ha llevado a la antiguanación y, fundamentalmente, aBosnia-Herzegovina a la guerray al derrumbe social.

El sistema mantenía latente lasdiferencias y enfrentamientos en-

tre las diversas comunidades. Elfracaso de la convivencia llevó ala guerra y a la destrucción delpaís. Se patentó la expresión tre-menda de limpieza étnica, enten-diéndose como tal la expulsiónviolenta de la población de su ca-sa, sus propiedades, su ciudad osu pueblo, por ser, los expulsa-dos, de etnias diferente a la quedominaba en ese entorno.

La guerra ha dado lugar a unsinnúmero de tragedias. Junto alos muertos, heridos, mutiladosy la desolación por doquier, des-tacan los centenares de miles dedesplazados, que no pueden re-gresar a los lugares donde, des-de generaciones, han vivido.

Finalizada la guerra en no-viembre de 1995, como conse-cuencia de los Acuerdos de Day-ton, la paz volvió a Bosnia-Her-

zegovina de manos de las fuer-zas de la OTAN, en las que lossoldados españoles tuvieron unadestacada actuación.

Hoy la población bosnia veque la paz se mantiene, los ejér-citos contendientes se han retira-do a sus bases, la reconstrucciónavanza y que, en definitiva, vis-lumbran algún horizonte y pue-den alimentar una tímida ilusión.

La presencia de las fuerzas dela OTAN garantiza la estabilidadmilitar y el cumplimiento de loscompromisos de reducción de ar-mamento. Los aspectos civiles delo acordado en Dayton se vancumpliendo, aunque, quizá, másdespacio de lo deseable, en espe-cial en lo referente a elecciones,aplicación de los derechos hu-manos y al grave problema de losrefugiados, auténtica clave delfuturo del país. Ello configurauna realidad política inestableque obligará a la comunidad in-ternacional a mantener su pre-sencia y su mediación en cuan-tos foros se establezcan en buscade soluciones que garanticen unapaz estable en la zona.

La reciente presencia del Pa-pa en Sarajevo ha llevado a aque-llos pueblos un mensaje de espe-ranza al animarles a la compren-sión, a la superación generosa delas diferencias y a la convivenciaen paz.

Luis Palacios ZuastiGeneral del Ejército

/5en portadaNº 73/31-V-1997

UNA PERSPECTIVA DESDE BOSNIA-HERZEGOVINA

La otra Europa

Cuando se habla de libre circulación de per-sonas entre los países de la Unión Europea

no se tiene en cuenta la circulación de mujeresdispuestas a abortar donde sea más fácil o barato.

Como los quince países que conforman laUnión Europea tienen legislaciones diferentes,las mujeres que quieren abortar, y que en-cuentran dificultades para someterse a estaoperación en su país, viajan a otros para al-canzar su objetivo. Ya lo han hecho más de

quince mil. Se trata de un negocio de oro, con-trolado por las sucursales de las Asociacionespara la Planificación Familiar, presentes en ca-da país, que ofrecen a las mujeres consulto-rios que les indican las clínicas de los paísesmás liberales. Con esta estrategia buscan crear una legislación europea para el abortoque sea lo más permisiva posible.

Se trata de una cuestión que, antes o des-pués, tendrá que afrontar la Unión Europea.

MÁS DE 15.000 MUJERES HAN VIAJADO

POR EUROPA PARA ABORTAR

Vergonzosamente, esto también es Europa

Volver a las raíces para ser ellamisma fue el consejo queJuan Pablo II dio a Europa

bajo las bóvedas de la catedral deCompostela. Ciertamente, las eta-pas para la construcción de Euro-pa se están produciendo, entre elentusiasmo de algunos, la descon-fianza de otros, la perplejidad deno pocos. Estamos ante un hechohistórico que parece irreversible, yvano sería no aceptarlo así. Pero losgrandes procesos históricos no secalifican por su trayectoria, sino porsus resultados, y a las generacionespresentes incumbe la gran respon-sabilidad de que de todo este es-fuerzo resulten valores positivos.

Insiste el Papa en que los cris-tianos debemos colocarnos en ac-titud de esperanza. Esta Europaque se aproxima al año 2000 nece-sita una profunda reconversiónmoral, pasando de la espera a laesperanza, como ya sucedió en eltránsito del primero al segundomilenio (lo del terror milenario esuna solemne tontería), cuando, porel esfuerzo sostenido de varias ge-neraciones, Europa alcanzó unpunto desde el que fue cabeza,guía y modelo para el mundo.

En nuestros días se hace refe-rencia a abundantes factores nega-tivos: hay ciertas dosis de desespe-

ranza que aluden al eclipse de lasideologías, término de la Historiao fin de la Utopía. Pero el cristianotiene la ventaja de que se encuentraen buenas condiciones para des-cubrir, más allá de las negaciones, elhorizonte de la esperanza.

El Concilio Vaticano II ha en-señado también que el cristianis-mo no es una doctrina que se im-

pone, sino una oferta en espíritude servicio que permite respondera los interrogantes del momentoactual sobre la plena dignidad dela persona humana.

El amor, palabra con tanta fre-cuencia confiscada, adquiere al finun determinado sentido: solidari-dad, que es sin duda la virtud hu-mana más importante hacia el si-

glo XXI. Son cimientos sólidos so-bre los que puede edificarse la so-ciedad. No quiere decir que vaya aser así. Estamos dando los prime-ros pasos de un descubrimientoque permite cambiar la espera enesperanza: existe una profunda in-terdependencia entre el orden mo-ral y el que gobierna la naturale-za. Ambición, codicia, desamor alprójimo, alteración profunda delsentido de la moral están tras losdaños ecológicos y ciertas terriblesenfermedades. La ciencia debe se-guir avanzando, pero al serviciode la persona y de la dignidad hu-manas, pues en caso contrario, enlugar de progresar, destruirá.

Adviene Europa en este albo-rear de milenio. Pero este adveni-miento nada significa por sí mis-mo. Estamos en una etapa inédi-ta de la Historia. Si se trata deconstruir Europa desde paráme-tros sólo económicos, habremoserrado el camino. Acudir a la raízpuede ser altamente provechoso.Gran desafío para las generacio-nes jóvenes que se preparan a en-trar en el siglo XXI.

Luis Suárez Fernández

6/ en portada Nº 74/7-VI-1997

LA CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA EUROPA

Entre el desafío y la esperanzaEl nombre de Europa apareció para designar lo que Carlomagno construyó al fundir romanidad y germanidad en una sola alma. Esaalma era el cristianismo, y por eso se la llamó Cristiandad o Universitas Christiana, poniendo el acento en su carácter decomunidad humana. Desde esas raíces surgieron los signos propios de la europeidad, de los que ahora podemos gloriarnos

El 10 de mayo pasado, en el Peñón de Gi-braltar, la Punta de Europa, en el santuario

de Nuestra Señora de Europa, tuvo lugar el ac-to de reconsagración del Viejo Continente aMaría, presidido por el cardenal Josef Tomko,Prefecto de la Congregación para la Evangeli-zación de los pueblos. Concelebraron con él elarzobispo de Glasgow, los obispos de Gibraltary Cádiz y un gran número de sacerdotes. Másde cuatro mil fieles se congregaron junto a la er-mita de la Virgen de Europa, con las tierras afri-canas al fondo, arreciando el viento del Estre-cho. La Eucaristía se celebró en varias lenguas:plegaria eucarística en latín; lecturas y homilíaen inglés; cánticos y preces en gregoriano...

En la celebración se leyó un mensaje delPapa en el que recordaba: Desde tiempos an-

tiguos, a través de la presencia de la Iglesia,el mensaje del Evangelio ha contribuido a lamisma formación de la cultura y entendimientode las diversas naciones de Europa. El Papahizo hincapié en que el cristianismo no es tansólo una parte de la la cultura de Europa: es laforma espiritual del acercamiento del hombre alas preguntas universales y básicas. Juan Pa-blo II afirmó que es apropiado que haya unaermita que ayude a Europa a recordar su pa-trimonio cristiano e inspire a todos aquellos quevengan a orar a construir el futuro de este con-tinente sobre esa base sólida.

El próximo 9 de junio, monseñor Rouco vi-sitará las obras del nuevo templo, en Madrid, deNuestra Señora de Europa (calle Arganda, s/n),donde presidirá la Eucaristía a las 20 h.

NUESTRA SEÑORA DE EUROPA

Con sus ciento diez kilos depeso, debe ser una figuradeliciosa para caricaturis-

tas y componedores de semblan-zas. Tanto, como escurridizo pa-ra los analistas superficiales, losmismos que hace 15 años no da-ban un marco por su carrera po-lítica, y que siempre le han con-siderado corto de ideas y pocointelectual. El acorazado HelmutKohl se ha lanzado a su últimatravesía, tras vencer la resisten-cia de su familia y desafiar losmalos augurios representadospor las encuestas y las cifras ma-croeconómicas del gigante ale-mán. Para unos, su soberbia le hajugado finalmente una mala pa-sada y cosechará una sonora de-rrota en las urnas; para otros, hatomado el único camino honro-so y digno de su estatura política.

Se dice que el Canciller hatriunfado gracias a su pragma-tismo, y quizás se olvida que hasido más audaz y más libre quesus colegas occidentales paraafrontar las vicisitudes de losaños 80 y 90. De su experienciajuvenil en una comarca del Pala-tinado fronteriza con Francia, leviene la convicción de que Ale-mania sólo puede ser grande enun contexto de amistad y coope-ración con las grandes nacioneseuropeas; de la gran tradición so-cial del catolicismo renano, ha

asimilado la oposición férrea tan-to al dirigismo estatal como a laidolatría del mercado.

Para Kohl, construir la unidadeuropa es una cuestión de gue-rra o paz, que precisa una sóliday convencida dirección política.Al servicio de ese ideal, ha tejidouna firme amistad entre Alema-nia y Francia, ha trabajado por lareconciliación con Polonia y laRepública Checa, y ha pedidocomprensión y paciencia para laseternas reticencias británicas.

Cuando Gorbachov puso enmarcha la Perestroika, Kohl semontó a caballo de los aconteci-mientos, consciente de que era laoportunidad histórica para reu-nificar Alemania. Muchos, den-tro y fuera, le reclamaban pru-dencia, pero él pensó que lo im-prudente habría sido no apostara fondo. En aquellos meses, elCanciller derrochó audacia e ima-ginación, y demostró hasta quépunto puede ser férreo en su de-cisión. Es verdad que Alemaniapadece aún molestias por la di-gestión de una sociedad desmo-ralizada y en bancarrota, perotambién es cierto que la audaciade Kohl ha permitido asumir degolpe a 20 millones de personascon plenas garantías jurídico-po-líticas en una de las economíasmás prósperas de la tierra.

Cuando las costuras del Esta-

do social han comenzado a re-ventar, Kohl ha propuesto ungran pacto nacional para refor-mar la fiscalidad y las pensiones.También ha alentado un acuerdolaboral entre los poderosos sin-dicatos germanos y las grandesempresas industriales. El cami-no es arduo e implicará sacrifi-cios, pero su norte es salvar laeconomía social de mercado.

Seguro que no todo es impo-luto en la trayectoria de Kohl; sutemperamento y liderazgo estánsazonados con buenas dosis de

orgullo y sentido de la oportuni-dad, pero difícilmente puedennegársele grandeza y dedicaciónal ideal de una Europa unida, se-gura y socialmente vertebrada,consciente de su responsabilidaden un mundo áspero e injusto,necesitado de su tradición moral,de su hospitalidad y de su coo-peración económica.

Con 67 años recién cumplidos,Kohl ha elegido jugar su últimapartida, en vez de salir por lapuerta de la gloria cómoda peroirresponsable. Conoce mejor quenadie los peligros que amenazanal futuro de Europa desde den-tro y desde fuera, y está decidi-do a plantarles cara.

No encarna la figura del polí-tico utópico y visionario que a ve-ces acaricia cierta mentalidad ca-tólica, sea de izquierdas o de de-rechas; nunca ha queridocristianizar la sociedad mediantelas leyes, pero mantiene los piesanclados en el humus de la tradi-ción católica, defiende la libertadde todos y recela del excesivo po-der de Estados, empresas y cor-poraciones. Por eso su trayectoriasuscita mi simpatía. Feliz cum-pleaños, Herr Canciller.

José Luis Restán

/7en portadaNº 74/7-VI-1997

Milton Friedman, considerado profeta del neoliberalismo, se manifiesta contrario a la

moneda única europea; el euro es, precisa-mente, el símbolo y la piedra de toque de launión de Europa. Milton aduce las razones que,según él, conducirán al fracaso la iniciativa de launión monetaria tal y como hoy está planteada:En Europa los países son políticamente inde-pendientes y cada uno habla una lengua diver-sa. No hay un mercado único de trabajo. Y hayuna movilidad limitada entre un Estado y otro.Creo que la unidad política debe preceder a launidad monetaria. Según Friedman, los requi-sitos de Maastrich para la unión monetaria, en-tre ellos la reducción del déficit público, sólo son

obstáculos para restringir la entrada al club eu-ropeo; lo necesario para la moneda única sonotros factores: es necesario que los países sean más homogéneos en sus estructuras eco-nómicas, y que tengan capacidad similar pararesponder a las eventuales crisis económicas.Los países que hoy quieren entrar en el eurono reúnen estas características. Para MiltonFriedman, la solución no está en el euro, sinoen flexibilizar los tipos de cambio entre las mo-nedas europeas: El mercado único se alcanza-ría mucho más fácilmente con los tipos de cam-bio variables que con la moneda única.

Inma Álvarez

Milton Friedman, premio Nobel de Economía

«EL EURO ES UNA MALA IDEA»

Kohl: últimatravesía

El paciente... francés«Francia recae en el socialismo», «Un programa utópico», «La adicción socialista les va a costar cara a los franceses», «Jaque a Europa en Francia»:son algunos de los titulares con que la prensa europea recoge el triunfo social-comunista y de la extrema derecha en el país vecino. Loshumoristas, que a veces son los que mejor captan el meollo de lo que pasa, ya le han puesto a «lo de Francia», parodiando el film de los Oscarsde este año, un título de película: «El paciente... francés». Pero dice el viejo refrán castellano que sarna con gusto no pica; así es, pues, enFrancia, si así les parece a la mayoría de los franceses, que diría Pirandello. Que Juppé se haga el hara-kiri (así lo ve el dibujante de Time) y serefugie en Burdeos, pase. Que Chirac pague su manía de «grandeur» en favor de Jospin –¡curioso modo, el de éste, de tender la mano!– no estámal; pero que paguen muchos franceses justos por los franceses pecadores y, sobre todo, que tengamos que pagar el pato los no franceses, eso yaes otro cantar, por mucho que el pato sea «a la française». Y Europa no tiene la culpa. Y, desde luego, los camioneros españoles menos...

8/ la foto Nº 74/7-VI-1997

Jacques Chirac

Alain Juppé, según Time

Máximo, en El País Lionel Jospin

Hablar hoy de Europa resulta obvio: laborismo en Inglaterra,socialismo, junto con comunismo y verdes, en Francia, al tiem-po que en el país vecino los camiones con productos españo-

les siguen siendo expoliados, la OTAN tratando de contemporizarcon Yeltsin en Rusia, el euro con dificultades en su embarazo, Maas-tricht esperando no se sabe qué... y el Papa en Polonia, poniendo el de-do en la llaga de esta vieja Europa, con todo su amor clarividente, y se-ñalándole el único camino de su esperanza verdadera, el que brotadesde la raíces de la fe cristiana que la engendró.

La aparente fortaleza de la Europa de los grandes, como no ha de-jado de suceder a lo largo de la Historia con todos los imperios que enel mundo han sido, muestra clara-mente su verdadero rostro, el de la máscompleta fragilidad. ¿Dónde está lagrandeza de Europa? ¿Dónde está esaEuropa viva, heredera de un pasadoglorioso? ¿Acaso es grande y viva unaEuropa de los mercaderes, de los na-cionalismos insolidarios, y de la ado-ración del dinero, la lujuria y el poder, acosta de lo que sea? Toda esa «fortale-za» no esconde más que la fragilidadque lleva a la muerte. Pero Juan PabloII, en la fragilidad de su cuerpo can-sado y dolorido, proclama la auténticafortaleza de Europa, y del mundo: Je-sucristo.

Hace unos pocos años, una repre-sentación municipal de un pequeñopueblo de Castilla-León –en las cerca-nías del Camino de Santiago, que bienpuede llamarse columna vertebral de Eu-ropa– acudió al obispo: «Mire usted –ledijo el alcalde, por cierto, comunista–,tenemos hundido el tejado de la iglesiay no nos dan ayudas para reconstruir-lo; necesitamos urgentemente que nosayude. Aunque nosotros no vayamosa la iglesia, ayúdenos, porque sin igle-sia, no somos pueblo». No se puedeexpresar mejor el corazón mismo delmisterio de la Iglesia, y la esencia deEuropa.

Esa aguja esbelta en el corazón deEstrasburgo, que ocupa hoy el centrode nuestra portada, habla por sí sola. Las catedrales que llenan Europa,a lo largo y a lo ancho, como tantísimos pueblos españoles cuya torre dela iglesia los identifica, desde la lejanía, ante el caminante o el viajero, sonla expresión más elocuente de un pueblo, el que, formado de muchospueblos, fue congregado en la unidad desde aquella fiesta de Pente-costés, en Jerusalén, en que nació la Iglesia. Este pueblo cristiano es el queha construido Europa, y que hoy apenas si se deja ver ni oir.

No pueden mantenerse los frutos surgidos de la experiencia cris-tiana de siglos: libertad, fraternidad, justicia social, derechos humanos...separados del árbol que los da. Terminan pudriéndose, como bien es-tamos comprobando en estos finales del segundo milenio cristiano.Muchos ya hace tiempo que se pudrieron, y los que no, se han quedadoen esa «ética de mínimos» de unos «valores», que apenas si valen al-go más que su simple vocablo. Los «valores» de una «ética de míni-mos», por mucho voluntarismo que se les eche, no pueden sustituir lasavia viva de la experiencia cristiana, la que ha hecho fructificar los au-ténticos valores. Y esta experiencia está justamente en los antípodas delos nacionalismos insolidarios, que no dejan de contaminar Europa, y

de esa «homologación cultural» quedeja a los hombres en un aislamien-to cada vez mayor. Es grotesco pre-tender acusar de enemiga de la li-bertad a la Iglesia (y más aún desdelas terribles experiencias de la otraparte del muro de Berlín), cuandono sólo ha sido su mayor valedora,sino que ha hecho presente el mila-gro de una diversidad absoluta deculturas, cuya riqueza ha crecido ensu seno, y en lugar de enemistar alos hombres, los ha hecho cada vezmás hermanos.Maastricht, para muchos, es un slo-gan, un arma, una amenaza, unapromesa, un fantasma...; para otros,no pasa de ser una especie de hé-roe de la tabla redonda o una mo-derna estación aeroespacial. Pero¿quién se pregunta en serio por laraíz y el meollo humano verdaderode Maastricht? ¿O se va a quedarsólo en el nombre de una ciudadcargada de historia romana, a ori-llas del Mosa, en la frontera entreHolanda y Bélgica? Maastricht seestá convirtiendo en el símbolo deuna Europa que deja perplejos amuchos europeos, sobre todo a losde verdad, no de conveniencia, deleuro. Lo ha dicho estos días, lapi-dariamente, Juan Pablo II en su Po-lonia natal: «No habrá unidad de

Europa si no hay unidad de espíritus». El muro de la vergüenzaque cayó en 1989 ha puesto en evidencia la existencia de un muro in-visible, más terrible y peligroso (en definitiva es el que hizo posibleel de hormigón), el que separa los corazones de los hombres. Éste esel muro a derribar. El Papa nos marca el camino. Europa sólo será ellamisma si sigue su Camino. El único verdadero, el que es la Verdad yla Vida.

/9criteriosNº 74/7-VI-1997

Α Ω

El «otro muro» a derribar

10/ iglesia en madrid Nº 74/7-VI-1997

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El día a día

Fiesta misionera

El Consejo Diocesano de Misiones celebra hoy, desde las11 h., durante todo el día, y también toda la jornada de ma-

ñana domingo, una fiesta misionera a la que todos somos in-vitados, en su sede (calle Rodríguez Marín 57; tel. 561 16 35),como continuación del Día de los Misioneros Diocesanos. Du-rante la fiesta habrá una tómbola, a beneficio de los misionerosmadrileños, un homenaje a sus familias, y otros actos.

Getafe: Jornada del MisioneroDiocesano

Mañana domingo, la diócesis de Getafe celebra la Jornadadel Misionero Diocesano, con la mirada puesta en Hispa-

noamérica. Su finalidad consiste en apoyar a los misionerosde la diócesis que realizan su ministerio en Bolivia, Colombia,Perú, Puerto Rico y Brasil. El superavit de las colectas del do-mingo, en las parroquias de la diócesis, será destinado a estasmisiones.

Coronación de la Virgen de Pozuelo

Con la bendición, el pasado 17 de mayo, de este mosaico enhonor de Nuestra Señora de la Consolación, Patrona y Al-

caldesa de Pozuelo de Alarcón, ha dado comienzo el año depreparación a su coronación canónica, prevista para mayo delaño 1998, que contará con numerosas actividades culturales yreligiosas, a las que se unirán con fervor las autoridades y elpueblo de Pozuelo de Alarcón.

Vigilia de Espigas

Hoy sábado, en el Pardo, la Adoración Nocturna Española(ANE) celebra la Vigilia diocesana de Espigas, cuyo ori-

gen está vinculado a la acción de gracias a Dios por los frutosde la tierra y los bienes materiales que nos concede. Comen-zará a las 22.30 h., en la parroquia de San Juan Bautista de lacolonia de Mingorrubio, que este año celebra las Bodas dePlata de su sección adoradora. La Vigilia estará presidida porel arzobispo castrense monseñor José Manuel Estepa, y asis-tirán numerosos sacerdotes, el presidente de la ANE, Francis-co Garrido, y también adoradores en representación de lasdistintas diócesis de España.

Ejercicios Espirituales

Este mes de junio, del viernes 13 al domingo 15, y del viernes20 al domingo 22, el padre José M. Fernández Cueto, diri-

girá una tanda de Ejercicios Espirituales para hombres (a par-tir de los 17 años), en la Casa «Cristo Rey» de Pozuelo deAlarcón. Para más información, Tel. 352 09 68.

Televisión desde la ermita

Mañana domingo día 8 de junio, el Vicario episcopal de la Vi-caría III, don Juan José del Moral, presidirá la Eucaristía en

la madrileña ermita de la Virgen del Puerto (paseo Virgen delPuerto, s/n). Comenzará en las 10 de la mañana y será re-transmitida por TVE.

Si hay algún aspecto en la vida de la Igle-sia, en virtud del cual se muestra comoun acontecimiento perennemente actual

y, por lo tanto, de máximo interés para cual-quier tiempo y lugar del mundo es el sacra-mento de la Eucaristía. Si en la Sagrada Eu-caristía –como enseña el Concilio VaticanoII– se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia,es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua, enton-ces su actualidad es máxima también, ennuestro Madrid de 1997.

Una sociedad a la que –paradójicamente,al final de un milenio– se le habla del fin de laHistoria en el sentido más materialista, me-nos creativo y más fatalista de la palabra,pues al parecer se han agotado todos los mo-delos de proyección y edificación de una so-ciedad libre, justa y fraterna, que no sea elactualmente triunfante de los países pode-rosos y ricos de Occidente, ¿no precisa másque nunca del anuncio y de la experienciareal de que la existencia del hombre y la vidade los pueblos están definitivamente marca-das por un acontecimiento –la Pascua deCristo–, el acontecimiento salvador y reno-vador por antonomasia?

¿Y no necesitan con urgencia las nuevasgeneraciones, sumidas unas veces en la an-gustia por el empleo, todavía escaso y casisiempre precario; otras, esclavizadas por losdurísimos ritmos y formas de trabajo im-puestos por la ley de la competencia econó-mica; tentadas, las más, por ofertas de eva-sión y de placer que las alienan y degradanen su dignidad más íntima, saber que cadauno de ellos es amado por sí mismo, con pró-xima e infinita gratuidad, aquí y ahora, en ca-da momento de la vida, por Alguien que hadado su vida por ellos, que nunca les fallará,que es el mismo Amor? ¿Y saberlo por expe-riencia propia, a través del encuentro personalcon Él?

RETO Y OFRECIMIENTO

¿Y no necesitamos, finalmente, los cristia-nos, con tanta frecuencia divididos, recelosose inconsecuentes, renovar nuestra vocacióncomo una vocación para la santidad, para lle-var al mundo el amor de Cristo, un testimonioque urge con especial gravedad en el contex-to del matrimonio y de la familia, «la íntimacomunidad de vida y amor conyugal», in-sustituible para que el hombre pueda apren-der la lección del amor y de la vida?

Sí, la fiesta del Corpus Christi es tambiénhoy de suma actualidad porque nos recuerda,

con los acentos propios del hombre que bus-ca la salvación en nuestro tiempo y en el Ma-drid de nuestros días, la viva actualidad delSacramento de la Pascua de Cristo. La Euca-ristía es el memorial de la Pasión y de la Re-surrección del Señor. «Un memorial» que nose reduce a un mero recuerdo histórico, sinoque significa y hace presente el aconteci-miento que ha cambiado el curso de la histo-ria humana de la forma más renovadora quenunca el hombre pudiera haber soñado.

La fiesta del Corpus Christi significa, pues,un reto para nosotros, la Iglesia diocesana deMadrid, y un ofrecimiento para nuestra ciu-dad y su pueblo: el reto de vivir la vocacióncristiana como una vocación a la santidad; yel ofrecimiento a todos nuestros convecinos yhermanos madrileños, sobre todo a los másmenesterosos de consuelo y de paz, del signoeficaz de la esperanza que no engaña, la deCristo Sacramentado, la esperanza de quesiempre se puede comenzar de nuevo.

Sin una verdadera y honda piedad euca-rística se entumece el alma y el corazón delcristiano –pierde la sensibilidad para el amory la caridad–; se enfría la comunidad eclesial,que se quedará sin aliento para proclamarcreíblemente el amor de Cristo al mundo, ypara poder ofrecérselo con entrega y sacrificio.

A través del testimonio del amor de sus

hijos, verificable con obras visibles y palpa-bles, traducidas en gestos y compromisos dejusticia, de amor y de paz en este mundo, laIglesia se manifiesta como comunión de bienesy como comunión de personas en lo espiritual yen lo terreno. Como comunión, por ello, mi-sioneramente abierta a todos los hombres,dotada de una vigilante y activa sensibilidadpara percibir con clarividencia espiritual lasseñales de la pobreza y para poder respon-der así a las necesidades de los excluidos delos bienes de este mundo; y, de modo singu-lar, las de los apartados de los bienes delEvangelio.

La persistente realidad de la pobreza tanvisible en Madrid, fruto de nuestros pecados,nos obliga «con sus nuevos rostros» a que ce-lebremos el Corpus Christi como Día de la Ca-ridad: de una caridad vuelta y dirigida conseria y constante responsabilidad a los po-bres de Madrid. Al final, el resultado de la mi-sión se medirá por los pobres en el alma y enel cuerpo a los que haya llegado nuestroanuncio del Evangelio, el anuncio de Jesu-cristo, que les ama y les salva.

Se trata, en definitiva, del permanente exa-men del amor a cuya prueba última somos yseremos siempre sometidos.

+ Antonio Mª Rouco Varela

/11iglesia en madridNº 74/7-VI-1997

EN LA FESTIVIDAD DEL CORPUS

La máxima actualidad: CristoLa plaza de San Francisco El Grande fue el espléndido marco de celebración de la solemnidad del «Corpus Christi» en Madrid.En presencia del señor Nuncio apostólico, de los obispos y sacerdotes concelebrantes, de las autoridades y del numeroso pueblo

congregado, el arzobispo, monseñor Rouco Varela dijo, en su homilía:

Que el Señor confirme en su entrega ge-nerosa a aquellos que ha querido lla-mar al orden del presbiterado es la

gracia que quiere suplicar la Iglesia, Esposa deCristo, a Dios en esta Jornada de oración.

Siempre damos gloria a Cristo que, mu-riendo en la cruz, es sacerdote y víctima quenos ha salvado del pecado y de la muerte y esfuente de vida nueva. Así ha hecho de noso-tros un pueblo sacerdotal, cimentado sobrela roca de los Apóstoles, y ha elegido colabo-radores suyos, dispensadores de los santosmisterios para edificar la Iglesia, y en todaspartes ofrecer el sacrificio perfecto de la nue-va alianza.

La vida y ministerio del sacerdote son con-tinuación de la vida y la acción del mismoCristo, al que estamos unidos sacramental-mente a través del sacerdocio ministerial.Nuestra existencia tiene su fuente en la cari-dad del Padre y proyecta la acción del EspírituSanto. En este misterio de amor se da la lla-mada personal de la vocación y el envío a re-alizar la misma misión de Cristo, Cabeza yPastor de la Iglesia, de quien somos repre-sentantes y mensajeros: elegidos, consagra-

dos y enviados por Él para regir, enseñar ysantificar, para actuar in persona Christi. Deeste modo se conduce al Pueblo de Dios a lasantidad.

¿Cómo no pedir para el sacerdote la graciade la santidad, la fidelidad generosa, la co-herencia y autenticidad de vida? El mismoCristo Jesús, consciente de la fragilidad hu-mana, nos enseñó a orar por los sacerdotesen su Última Cena, asociándonos a su inter-cesión eterna, y contagiándonos esa sintoníade comunión y unidad, que será la que re-nueve a los hombres de hoy con su amor, ha-ga un mundo unido y lleve a los que vivensin esperanza a la plenitud del gozo.

En la fiesta del Sagrado Corazón, pedimossacerdotes santos, «sacerdotes según su co-razón». El Corazón del Redentor del hombrees la revelación de la misericordia del Padre,verdadera síntesis de justicia y amor. Le pe-dimos la gracia de vivir la fe, la esperanza y lacaridad con tal vigor que todos puedan reco-nocer al Buen Pastor en la voz y testimoniode sus ministros; que con su misericordia en-trañable y su predilección por los pobres ysin esperanza dirijamos a todos a la reconci-

liación con Dios y con los hermanos, e im-pulsemos la verdadera conversión y la peni-tencia, que inspiremos la justicia y la gratui-dad. Con este amor celoso podremos acudir ala inmensa mies que el Señor ha puesto antenosotros y, entusiasmados de reconocer aCristo, muchas nuevas vocaciones le entre-garán su vida para ser también enviados.

Te pido por ellos –dice Cristo– y a nosotrosnos dice rogad... Unid vuestra oración, desdedonde quiera que os encontréis, a la caridadeterna de Cristo que nos ama. Pidamos la san-tidad para los sacerdotes.

+ Francisco José Pérezy Fernández-Golfín

12/ iglesia en madrid Nº 74/7-VI-1997

Santidad: España tendrá untemplo eucarístico en su ca-

pital, habrá una iglesia donde,de día y de noche, estará elSantísimo expuesto». El carde-nal Suquía hizo a Juan Pablo IIesta promesa en 1993, tras ladedicación de la catedral de laAlmudena, cuando el Papa ex-presó este deseo suyo. Mante-ner la palabra no ha sido fácil.

A las dificultades burocráti-cas se añadieron las económi-cas y seguirían problemas sin

cesar, aún largo tiempo...Sólo la voluntad y la ilusión

eran mayores que las dificulta-des y poco a poco el proyectofue cimentándose y tomandocuerpo. La Adoración NocturnaFemenina diocesana aceptócon entusiasmo el reto que su-ponía restaurar (y en algunoscasos reconstruir) la iglesia desan Martín y convertirla en ho-gar abierto de Jesús Sacra-mentado, para todo el pueblode Madrid. Para afrontar las

obras, se creó un patronato pre-sidido por la Infanta doña Mar-garita de Borbón, duquesa deSoria. Con sacrificio, fe y abne-gación se fueron superando losescollos. Los propios obrerosse fueron entusiasmando conel proyecto, llegó a ser como al-go propio...

Para financiar los enormesgastos que comportan las obras(más de 500 millones) el arqui-tecto sugirió la iniciativa de des-tinar la cripta a columbarios.

Son más de dos mil, recubier-tos de losas de mármol blanco.Preside el pequeño altar la ima-gen del Cristo del Último Sus-piro, ante la que se ofrecerá laEucaristía por cuantos allí se-an sepultados.

Queda por restaurar la fa-chada de 1725. La Gerencia deUrbanismo de Madrid ha pro-metido su restauración por con-siderarla «de interés cultural».

Paloma Gómez Borrero

EL OBISPO DE GETAFE HABLA SOBRE EL SACERDOCIO

Y EL CORAZÓN DE JESÚS

«Misericordia,justicia y amor»

El Cerro de los Ángeles, centro geográfico de España consagrado al Corazón de Cristo, es con su Seminario corazón de la diócesis de Getafe, que ayer, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, celebró la Jornada de oración por la santificación

de los sacerdotes. He aquí la exhortación de su obispo con este motivo:

MADRID YA TIENE SU TEMPLO EUCARÍSTICOEl próximo día 13 de junio la iglesia de san Martín, uno de los templos más antiguos y queridos en Madrid, detrás de la popular Gran Vía,

volverá a abrir sus puertas. Monseñor Rouco celebrará a las 19 h. una misa solemne a la que están invitados todos los madrileños

Europa ha vuelto estos días con fuerzaal primer plano de la actualidad. El via-je del Santo Padre a su tierra natal, Po-

lonia, tan significativo para todos nosotrospor tantos y tan conmovedores motivos, hacontribuido a esa actualidad de un modo queno puede pasarnos desapercibido. El Papa,ante siete Jefes de Estado de los países másimportantes de la Europa Central, entre ellosel Presidente de la República Federal de Ale-mania, ha advertido a todos los pueblos deEuropa del peligro que corremos de estar apunto de levantar un nuevo muro de incom-prensión y egoísmo que nos divida de formano menos dolorosa, aunque ciertamente mu-cho más sutil, que el tosco y cruel viejo Murode Berlín. Ello podría ocurrir si los más pode-rosos países de la Unión Europea se cerraseninsolidariamente a los demás pueblos.

Otros acontecimientos de naturaleza másdirectamente política han subrayado la ac-tualidad del proceso de la formación de launidad europea. Algunos, con especial inci-dencia en nuestra patria, como las agresio-nes de que han sido objeto camioneros y agri-cultores españoles en Francia días pasados,y el esfuerzo encaminado a dar cumplimien-to a las cláusulas del Tratado de Maastrichpara que España pueda entrar en la monedaúnica europea en los plazos previstos.

La responsabilidad de los cristianos y, másen directo, de los católicos, ante el momentoactual de la unidad europea es grave y evi-dente. No en vano representa la Iglesia católicaun marco religioso, vertebrado constitucio-nalmente, que abraza a una porción notabilí-sima de europeos de todo el continente en unamisma profesión de fe, de culto y de vida cris-tiana dentro de un régimen pastoral de co-munión, cuyo centro de unidad es el obispo deRoma, Sucesor de Pedro. Y, sobre todo, no envano los Papas, secundados por todos los epis-copados europeos, han alentado y acompa-ñado la unidad europea con sus orientacio-nes y sugerencias doctrinales y con un apoyoespiritual y eclesial constante. El episcopadoespañol no les fue a la zaga. La Historia deEuropa es impensable sin la Historia de laIglesia.

PRINCIPIOS ESENCIALES

Urge, ante el momento actual de la evolu-ción económica, socio-política y cultural dela Unión Europea, reavivar la vigencia de al-gunos de los principios de valoración y com-portamiento morales, públicos y privados,más esenciales para la conciencia cristiana:

Un primer imperativo es el del apoyolúcido y generoso al objetivo y al ideal de la

unidad europea, a fin de que queden supe-radas para siempre las divisiones y las guerrasfratricidas y se levanten pronto todas las fron-teras que les han separado tanto tiempo y taninsensatamente hasta hoy mismo.

El proceso económico de la unión euro-pea ha de ser promovido y orientado no sólode acuerdo con los criterios técnicos perti-nentes, aplicados con dedicación, honradezy competencia, sino también a la luz y bajolos principios morales que tienen como eje ladignidad de toda persona humana y el com-promiso solidario de los ciudadanos y de lasinstituciones europeas; especialmente, conlos más débiles y necesitados. Es imprescin-dible un acompañamiento auténticamente so-cial de las medidas políticas y empresarialescon las que se está edificando la economíaúnica de Europa.

El desarrollo institucional de la UniónEuropea ha de configurarse como un espacioamplio y abierto a una promoción de la cul-tura y del desarrollo integral de los ciudada-nos y de los pueblos europeos, digno delhombre. En el que se promueva, por lo tanto,

clara y positivamente, la protección del de-recho a la vida de todas las personas desde elmomento de su concepción hasta la muerte;en el que se favorezcan activamente los de-rechos de la infancia y de la juventud; en elque se fortalezcan sin vacilaciones el matri-monio y la familia, como las células básicaspara la procreación y educación de las nuevasgeneraciones; y donde se respeten y garanti-cen todos los derechos fundamentales de lapersona humana, en especial, el derecho a lalibertad religiosa, concebido y practicado entoda la riqueza de sus contenidos, y de acuer-do con las tradiciones y opciones adoptadas ymantenidas por sus gentes.

No es ocioso rememorar el histórico dis-curso de Juan Pablo II en Santiago de Com-postela, el 9 de noviembre de 1982, en el quehacía una vibrante llamada a encontrar en elespíritu del Camino de Santiago una inspira-ción sumamente adecuada para la supera-ción de las crisis del «Viejo Continente»: Yo,obispo de Roma y Pastor de la Iglesia Universal–decía el Papa–, desde Santiago, te lanzo, viejaEuropa, un grito lleno de amor: Vuelve a encon-trarte. Sé tu misma. Descubre tus orígenes. Avivatus raíces. Revive aquellos valores auténticos quehicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presen-cia en los demás continentes. Reconstruye tu uni-dad espiritual, en un clima de respeto a las otras re-ligiones y a las genuinas libertades. Da al César loque es del César y a Dios lo que es de Dios.

Europa es hoy uno de los retos y tareas demayor trascendencia para los católicos.

+ Antonio Mª Rouco Varela

/13iglesia en madridNº 74/7-VI-1997

LA VOZ DEL ARZOBISPO

Europa: reto y tarea«Europa, reto y tarea para los cristianos» es el título de la exhortación en la que, esta semana, monseñor Rouco dice:

«LA RESPONSABILIDAD

DE LOS CRISTIANOS Y, MÁS EN DIRECTO,DE LOS CATÓLICOS, ANTE EL MOMENTO

ACTUAL DE LA UNIDAD EUROPEA

ES GRAVE Y EVIDENTE»

Hace 18 años inicié un camino de con-versión, en mi país natal (Nicaragua).

Hace 7, en una peregrinación de jóvenes,dirigida por los catequistas del Camino Ne-ocatecumenal al santuario de la Virgen delViejo, escuché unas palabras que el Señorponía en boca del catequista: ¿Me amas? Es-ta palabra cambió mi vida. Yo estaba segu-ro de una cosa: que no podía responder Sí,Señor, pues me conocía a mí mismo, mis de-bilidades no me dejaban ver la elección queDios estaba haciendo sobre mi vida. Perotodo cambió cuando escuché que Pedro res-pondía: Tú lo sabes todo, Señor... Esto me ani-mó porque ya no era el Pedro de la carne,fiado en sí mismo, el que respondía (comoen las dos primeras ocasiones), sino Pedroabandonado al Señor: con su historia, consus debilidades.

Por eso me confié en aquellas palabrasque dice en el Evangelio: No me habéis elegi-do vosotros, sino que yo os he elegido.

En aquella peregrinación, el Señor mellamó, y hoy Él mismo ha llevado a términoesa llamada. Por eso, como me conozco ysé llevo un tesoro en vasos de barro, pido alSeñor todos los días que no abandone laobra de sus manos. Que el Padre, el Hijo yel Espíritu Santo, junto con María, la Hu-milde de Nazaret, me ayuden a decir todoslos días: He aquí que vengo, Señor, para hacertu voluntad.

Roberto Ramos Granizo

Con mis 38 años, puedo decir que soy unavocación tardía. He nacido en el seno de

una familia cristiana, pero durante mi niñez yjuventud viví lo que podríamos llamar unafe sociológica, basada en el mero cumplimien-to. Fue a los 22 años, en la parroquia de sanSaturnino de Alcorcón, cuando pude descu-brir una Iglesia viva.

Por entonces acababa de terminar la Li-cenciatura en Económicas, y había comenza-do a dar clases en un centro de FormaciónProfesional. Ni por asomo me planteaba laposibilidad de entrar en un Seminario. Pero locierto es que, día a día, he tenido la gracia desaberme hijo de Dios y de sentirme amadopor Él, aun en medio de mis pecados. Sentíaque no podía quedarme indiferente, pero lascircunstancias familiares (una persona enfer-ma a mi cuidado) y, sobre todo, mi resistenciaa renunciar a mi trabajo y a mis proyectos,hicieron que no me decidiese a entrar en elSeminario. Hasta que, por fin, como Dios es elque llama, aun sirviéndose de medios hu-manos, acepté la invitación que me hicieron aque me plantease seriamente la posibilidadde su llamada para el sacerdocio. A lo largo deestos años en el seminario Redemptoris Materde Madrid, Dios la ha ido confirmando (aunen medio de resistencias e infidelidades), yhoy puedo decir que estoy en paz y contentodel don que Dios me ha regalado. Que Diosme ayude. Rezad por mí.

Jesús M. de las Heras

14/ testimonio Nº 74/7-VI-1997

ATi, Dios Padre todopoderoso, DiosHijo que has redimido al mundo, Dios

Espíritu Santo, maestro de toda santi-dad, deseo encomendarte la Iglesia queestá en Europa.

Que su contribución no cese jamásde enriquecer a la Iglesia, al continenteeuropeo y al mundo entero. Que no sedebilite Europa en el mundo de hoy.Que no falte en la conciencia de nues-tros contemporáneos. Toda la Iglesia,consciente de su riqueza común, pro-fesa la solidaridad espiritual y reafir-ma su responsabilidad hacia el Evan-gelio, por la obra de salvación que esllamada a realizar también hoy hastalos confines de la tierra. Es indispen-

sable remontarse al pasado para com-prender la realidad actual y vislumbrarel mañana. La misión de la Iglesia es-tá siempre orientada y encaminada,con indefectible esperanza, hacia elfuturo.

¡El futuro! Por más que pueda apare-cer humanamente grávido de amenazase incertidumbres, lo ponemos con con-fianza en tus manos, Padre, invocando laintercesión de la Madre de tu Hijo y Ma-dre de la Iglesia; y también la de tusApóstoles Pedro y Pablo, y la de los san-tos Benito, Cirilo y Metodio, la de Agustíny Bonifacio, y la de todos los evangeli-zadores de Europa, que anunciaron anuestros padres tu salvación y tu paz; ycon los trabajos de tu siembra espiritualcomenzaron la construcción de la civili-zación del amor, el nuevo orden basadoen tu santa ley y en el auxilio de tu gracia,que al final de los tiempos vivificará todoy a todos. Amén.

ORACIONES DE ANDAR POR CASA

ORACIÓN DEL PAPA POR EUROPA

POR LOS SECUESTRADOS

Por quienes están secuestrados y son víctimas de injusta opresión,para que sean liberados prontamente y acabe así su sufrimiento y el de sus familiares.Escúchanos, Señor.

«Tú lo sabes todo»Dos de los nuevos sacerdotes procedentes del Seminario Diocesano Misionero «Redemptoris Mater», de Madrid,

ordenados el sábado pasado por monseñor Rouco, ofrecen su testimonio

No es una maravilla queaquel que hace la volun-tad del Padre sea llama-

do hermano y hermana del Se-ñor; para ambos es la llamada ala fe. Lo que más maravilla esque además se le llame «madre».Ciertamente, Jesús se ha digna-do llamar hermanos a sus fielesdiscípulos, diciendo: Id y anun-ciad a mis hermanos. Pero ahorahay que preguntarse: ¿Cómopuede ser su madre quien, lle-gando a la fe, ha podido conver-tirse en hermano del Señor? Encuanto a nosotros, debemos sa-ber que quien se hace hermano yhermana de Cristo en la fe seconvierte en su madre por lapredicación. Es como si diera aluz al Señor al infundirlo en elcorazón de quien escucha. Y seconvierte en su madre si, pormedio de su voz, el amor deDios viene concebido en la men-te del prójimo.

San Gregorio Magno

Aquellos que blasfeman con-tra el Espíritu Santo o con-

tra la divinidad de Cristo di-ciendo: Expulsa los demonios ennombre de Belzebú, príncipe de losdemonios, ciertamente no po-

drán obtener el perdón, ni eneste mundo ni en el otro. Peroes necesario tener en cuentaque Cristo no dijo que uno queblasfema y luego se arrepiente nopuede ser perdonado, sino uno

que blasfema y permanece en lablasfemia; ya que una adecuadapenitencia borra todos los pe-cados.

San Atanasio

El pecado contra el Espíritu

/15el día del señorNº 74/7-VI-1997

Evangeliode mañana

X DOMINGO

DEL TIEMPO ORDINARIO

Marcos 3, 20-35

En aquel tiempo volvió Je-sús a casa, y se juntó

tanta gente, que no le deja-ban ni comer.

Al enterarse su familia,vinieron a llevárselo, porquedecían que no estaba ensus cabales. Y unos letra-dos de Jerusalén decían:

–Tiene dentro a Belzebúy expulsa a los demonioscon el poder del jefe de losdemonios.

Él los invitó a acercarse yles puso estas comparacio-nes:

–¿Cómo va a echar Sa-tanás a Satanás? Un reinoen guerra civil no puedesubsistir; una familia divididano puede subsistir. Si Sata-nás se rebela contra sí mis-mo, no puede subsistir, estáperdido. Nadie puede me-terse en casa de un hombreforzudo para arramblar consu ajuar, si primero no lo ata;entonces podrá arramblarcon la casa. Creedme, todose les podrá perdonar a loshombres: los pecados ycualquier blasfemia que di-gan; pero el que blasfemecontra el Espíritu Santo notendrá perdón jamás, car-gará con su pecado parasiempre.

Se refería a los que de-cían que tenía dentro un es-píritu inmundo.

Llegaron su madre y sushermanos, y desde fuera lomandaron llamar.

La gente le dijo:–Mira, tu madre y tus her-

manos están fuera y te bus-can.

Les contestó:–¿Quiénes son mi madre

y mis hermanos?Y paseando la mirada

por el corro, dijo:–Éstos son mi madre y

mis hermanos. El que cum-ple la voluntad de Dios, ésees mi hermano, y mi her-mana, y mi madre.

«Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?»

En mi vida, Jesucristo es indispensable hastael punto de que no puedo entender mi vida

sin Él. Para mí lo es todo. Sin Él no estaría con-vencido de que la política es acaso la profesiónque más se presta a la santidad. Es tanto el bienque se puede hacer desde un cumplimiento res-ponsable de sus fines... tanto lo que se puedeservir y amar a los demás en y por Cristo... Si pa-ra ser cristiano hace falta ser santo, como hadicho Pablo VI, para ser político cristiano, muchomás.

Robert Schumann (siglo XX)

«Mi madre y mis hermanos»

16/ raíces Nº 74/7-VI-1997

EXPOSICIÓN EN ALCORCÓN SOBRE SANTO DOMINGO DE LA CALZADA

Hay Camino… y se hace ca

Alcorcón tiene como se-gundo Patrono a santoDomingo de la Calzada,después de la Virgen de

los Remedios. Calles, plazas, co-mercios, polideportivos y barriosllevan el nombre del popular sanDominguín, que así lo llaman por

el tamaño de la talla. Tresparro-quias veneran al santo: Santa Ma-ría la Blanca –titular de Alcor-cón–, Virgen del Alba y Santo Do-mingo –de reciente creación–.

La noticia más remota del cul-to a santo Domingo en Alcorcónaparece en las Relaciones de Feli-

pe II en el año 1576: «Hay cercadel lugar dos ermitas, una de SanSebastián y otra que llaman deSanto Domingo de la Ribota. Aesta ermita le tienen mucha de-voción muchos lugares del con-torno y vienen los sábados y díasde Santo Domingo con devoción,y traen aceite para la lámpara ydan limosnas a la dicha ermita deSanto Domingo, por haberlo vis-to hacer a sus padres y pasados.

Un hombre que busca es unhombre que camina: el peregri-no. La decisión de emprender elcamino podía ser voluntaria: pa-ra realizar una penitencia, paracumplir un voto o pedir una gra-cia. Podía ser también obligato-ria: para el cumplimiento de unapenitencia impuesta o para sufriruna pena. Fuera la que fuera suclase social o el lugar de dondeproviniera, el peregrino empeza-ba su odisea con el despojo de suspropiedades y con la ceremoniade investidura haciéndose asípauper y peregrinus.

Provisto del bordón, un grue-so cayado que le ayudaba a de-fenderse a lo largo del camino yque le recordaba que tenía queluchar contra las tentaciones del

demonio; con el sombrero y lacapa cubiertos de conchas, sím-bolos por excelencia de la pere-grinación, el caminante se en-frentaba a todo tipo de peligrosy de dificultades. Así lo cuentanlos viejos cronicones, sintetiza-dos en la Exposición:

«Domingo bajó a Berceo otravez con lágrimas en los ojos. Lovieron algunas gentes. Le pre-guntaron que por qué. Apenas sipudo decirles que lo habían re-chazado en dos conventos, peroque lo suyo era consagrarse a lasoledad. Que sí, que tenía dóndevivir y dónde caerse muerto. Queno era problema de salir adelan-te como fuera, sino de entregarsu vida al silencio y a la contem-plación. Y se hizo ermitaño…»

«A media distancia de la er-mita y la celdilla quedaba el ca-mino que venía de Nájera y queiba a tierras de Burgos para cru-zar después hasta León y Galicia.Llegaban por el camino los pere-grinos que habían iniciado des-de Francia, y aún más lejos, la ru-ta que les conducía a Composte-la. Gente de todo pelaje ycondición. Habían llegado hastapor allí casi exhaustos de fuerzas,

«Homo Viator, un hombre que camina», es el título de la ex-posición sobre la vida y obra de santo Domingo de la Calzada que,desde mañana hasta el 22 de este mes de junio, estará abiertaen la parroquia de Santa María la Blanca (calle Iglesia 7), enAlcorcón. La exposición, organizada por la asociación cultural«La Calzada» se despliega en tres capítulos: «Un hombre quebusca es un hombre que camina - La casa como morada - Unpueblo en torno a un hombre vivo», que expresan admirable-mente la experiencia cristiana

Procesión de san Dominguín, saliendo de la parroquia, en Alcorcón

Santo Domingo de la Calzada, en pleno Camino de Santiago

/17raícesNº 74/7-VI-1997

amino al andar

llagados sus pies, malolientes susropas. Pedían caridad a quienespudieran socorrerlos. Y fue en-tonces cuando Domingo cayó enla cuenta de que a lo mejor era deeso de lo que Dios quería que em-pezara a preocuparse».

«La calzada le salió hermosa:con buena línea, con piso firme,con comodidad para los hombresy para las bestias. La gente co-menzó a llamarla la calzada de Do-mingo. Luego, Domingo el de la cal-zada, y, finalmente, Santo Domingode la Calzada, cuando todo el mun-do se convenció de que el mu-chacho de Viloria y ermitaño deAyuela era algo más que un tra-bajador iluminado. Era tambiénun santo de Dios al que se le habíaocurrido un camino de santidadque consistía en hacer caminospara los caminantes y hospitalespara los enfermos y refugios paralos desgraciados».

«Todo es nada, mi Señor. Si-go siendo el siervecillo que cui-daba ovejas en los prados deViloria. Ni siquiera he podidollegar a monje. Pero nacía cadamañana la esperanza. Miraratrás no es cosa buena; lo queimporta es el presente: esteafán de cada mañana y estaplegaria con la que cada ma-drugada hay que consagrar lafaena de cada día».

– Nace en Viloria (La Rioja) en torno al año 1019.– Entra en el monasterio de Valvanera, donde por

razones que se desconocen es rechazado. – Se traslada al monasterio de la Cogolla, donde

tampoco fue aceptado como monje.– Se hace ermitaño.– Desde la celda y la ermita donde vivía, ve las di-

ficultades de los peregrinos a Santiago.

– Comienza a responder a las necesidades de losperegrinos.

– Construye un camino (calzada).– Realiza un puente.– Edifica un hospital.- Levanta una iglesia.– Habiendo realizado numerosos milagros, mue-

re en el año 1119.

HITOS DE LA VIDA DE SANTO DOMINGO DE LA CALZADA

«El mal es vencido con el bien». Tabla y detalles del sepulcro del santoen la iglesia-catedral de Santo Domingo de la Calzada (siglo XV y XVI)

Del homenaje a José María Javierre porsus cincuenta años de sacerdote seocupó en Alfa y Omega uno de los que

lo presentaron: Joaquín Luis Ortega. Pero loque no pudo fue anticipar lo que el homena-je ha sido; es lo que yo voy a hacer.

Lo abrió el hermano de José María, Anto-nio, el cardenal. Y hasta seis presentadoresintervinieron después para glosar las diversasfacetas de un hombre que, además de sacer-dote ejemplar, ha sido periodista, fundadorde mil empresas culturales, que ahora dirigeun programa en la televisión andaluza, que hapasado por el catolicismo español de mediosiglo como una corriente de aire fresco y que,para subir en su día al cielo, se ha construi-do la escalera de sus admirables biografías,que culmina en las de santa Teresa y san Juande la Cruz, pero en la que entran santas y san-tos de todo pelaje y condición. Aunque, mien-tras llega ese día, haga suyos los versos queJoaquín Luis Ortega le dedicó: «Vivo sin viviren mí / y tan alta vida espero / que yo en Se-villa me quedo / por lo que pueda ocurrir».Es lo más apropiado que se puede decir deeste «sevillano de Huesca», como le llamóotro de los presentadores. Pero sin que su ciu-dad de adopción le haya hecho olvidar susorígenes, y ahí estaba además, para recor-dárselos, una nutrida representación de supueblo natal, con el alcalde a la cabeza.

Las cálidas adhesiones de Su Santidad el

Papa y de la Conferencia Episcopal Españo-la se unieron al patrocinio del arzobispo deSevilla para dar al homenaje un carácter queincluso desbordó el marco nacional.

El homenajeado estuvo tan ocurrente co-mo suele; pero internamente estaba como unflan, y por eso sus palabras, con las que unay otra vez volvía sobre su agradecimiento,como si no pudiese romper el lazo afectivocon quienes le escuchaban, fueron las máshermosas que le he escuchado nunca. Pocoantes el arzobispo Montero recordó las juve-niles «travesuras» de aquellos «hombrespuente» que presintieron y prepararon el Con-cilio, arrostando tantas incomprensiones(«hombre de frontera» se le llamó también).Yo recordaba aquella Universidad Interna-cional de Santander en los años cincuenta,cuando un Javierre recién salido del cascarónle ponía las cosas difíciles a don Eugeniod’Ors con sus preguntas sobre los ángeles. Oaquel Correo de Andalucía, que dirigía Javie-rre, con el gran mosaico del cardenal Spínolaa la entrada; al cardenal, que ya estaba en elcielo esperando su beatificación oficial, se di-rigía el director del periódico cuando se leparaban las máquinas: luego le ha pagado suayuda escribiendo su biografía.

Me atrevo a sugerir que este Javierre, queevidentemente «tiene» eso indefinible, peroreal, que se llama «ángel», «es» también esoque tiene, en la medida en que un ser huma-

no puede participar de la angélica condición.Aunque él se empeñase en escurrir el bulto,presentándose como un curilla con trampa,y revelándola, además.

Se la enseñó otro cura de un pueblo de suHuesca natal. Donde la lluvia era escasa y losvecinos organizaron una procesión para im-plorarla y, para dar más fuerza a su sacrifi-cio, poniéndose garbanzos en el calzado. Mar-chaban todos tan penosamente como se pue-de suponer, y contrastaba el garbo con quecaminaba el cura, que los precedía. Habíamandado al sacristán que le pusiera los gar-banzos dentro de los zapatos, pero cocidos.

Es inevitable hablar de la sonrisa de Ja-vierre. Pero de que no estaban cocidos los gar-banzos con los que tantas veces ha tenido quecaminar sin perder la sonrisa, sino que eranduros e incómodos como piedras, doy fe.

José María García Escudero

Ala vuelta de su historia bi-milenaria, Europa tiene ne-

cesidad de redescubrir sus raíces cristianas. Una aparentecontradicción entre modernidady cultura cristiana aparece enno pocos espíritus, olvidandoque los valores que han confi-gurado Europa, otorgándole supeculiar grandeza, no han sidootros que los evangélicos. Lamodernidad ha pretendido con-fiscar y deformar gran númerode ellos, ha hecho enloquecer–como un virus informático–ideas propiamente cristianaspara contraponerlas a la Igle-sia misma: creatividad científicay técnica, derechos individua-les del hombre, derechos so-ciales y políticos, espíritu de li-bertad, respeto a la intimidad,

Estado de Derecho, democra-cia, solidaridad. Estos valoresnacieron del humus cristiano yson patrimonio inalienable de

la historia cristiana europea. Elhumanismo cristiano, en con-tra de toda deformación disol-vente de la verdad en mera opi-

nión, de lo objetivo en subjetivoy de lo absoluto en relativo, pro-clama, ayer como hoy, que laverdad no es facultativa ni lamoralidad anacrónica. El cris-tianismo defiende la pluralidad,precisamente porque defiendela existencia de la verdad. Lostérminos «unidad europea» y«nueva evangelización de Eu-ropa» son convergentes e in-separables.Éste fue el tema del VIII Sim-posio de la Iglesia en Españay América, que se ha celebradorecientemente en Sevilla, conel título La Europa de las re-giones y el Humanismo cristia-no, organizado por la Acade-mia de Historia Eclesiástica.

Alfa y Omega

18/ españa Nº 74/7-VI-1997

Homenaje a José María Javierre

EL HUMANISMO, EN LA EUROPA DEL III MILENIO

Un momento del VIII Simposio de la Iglesia en España y América

Vuelo, de vuelta, a mi tierray mis raíces. Es noche ce-rrada. El monstruo va,

lanzado como una bala, a 900Kms. por hora; llena la panza conmás de 400 humanos que se re-tuercen sobre los estrechos asien-tos para conciliar el sueño, en unanoche alargada más de seis ho-ras. Estaremos por la vertical deMadrás o de Nueva Delhi...; so-bre la inmensa hambre dondealarga su mano la Madre Teresa.Luego cruzaremos sobre las bol-sas enterradas de petróleo, que-dará algo al Sur la tierra dondeDios acampó entre nosotros...Después, Mozart; la locomotorade la economía europea; el gótico,la Ilustración... Londres, como es-cala para aterrizar en nuestro dul-ce clima Mediterráneo.

¡Qué poco de España allí! ElBarça y el Madrid, (taxistas, pe-riódicos, TV), Arantxa, Crivillé,Lladró, algo de aceite de oliva, yDalí en el centro de la city de Sin-gapur con su homenaje a New-ton... ¡Ah! Y, en el restaurante deun piso 70, un menú completo delos mejores espárragos blancos,volados (flown) desde España, es-pecialmente para usted.

DÉBILES Y FUERTES

Durante casi tres meses he vi-vido el clima extraño de la Pe-nínsula malaya. Empezando porel clima físico: un calor húmedo,que monta todas las tardes unapavorosa tormenta (la industriade pararrayos prueba sus nove-dades en Kuala), hasta el climahumano, lleno de incógnitas y su-gerencias: tres razas, que no semezclan, y donde los más inteli-gentes y fuertes –los chinos– es-tán sometidos a la discriminaciónde los más débiles, pero más nu-merosos, los bumis islámicos. Unconfesionalismo beligerante enel Estado que fomenta un idea-lismo nacional, apoyado en esesentido religioso unilateral y muyformalista (normas religiosas pa-ra las horas de oración, para ven-der la carne, o para que entre enlas cocinas de los hoteles...) Y to-do ello aceptado pacíficamente,al menos, por ahora.

No están forzadas las jóvenesque llevan el austero atuendo is-lámico: falda larga con otra so-brefalda y pañuelo en la cabeza.La que quiere va con blusa y va-queros y la cabeza al aire. Peroen los últimos diez años ha au-mentado extraordinariamente latoca. Las he visto así en los par-

ques, al caer la tarde, haciendofooting, a pesar del sudor. El ín-dice de trabajo femenino es muyalto; pero extrañan rasgos que di-cen poco en favor de la liberación

de la mujer: en las mezquitas seadvierte que no pueden entrardurante la menstruación. Y ya di-je que tampoco a la oración, cuan-do rezan los hombres. Y una jo-

ven me lo justificó: Si entráramoscon ellos, se distraerían de la ora-ción por nuestra culpa.

El régimen político podría de-finirse como una monarquía elec-tiva entre los sultanes de los dis-tintos Estados; con un Gobierno,en la práctica, de partido único;y con un primer ministro de he-cho inamovible; pero elogiadopor todos, que admiran el pro-greso conseguido. Fuerte autori-dad en algunos aspectos (en elimpreso para entrar en el país, seadvierte que introducir droga es-tá castigado con la pena de muer-te), aunque parece hacer oídossordos a ciertas corruptelas en laAdministración y en la forma detrabajar.

Sobre esta complejísima si-tuación, está lloviendo –o sur-giendo de dentro– una lluvia demillones que se transforman enmás y más rascacielos, hoteles delujo, centros comerciales... ¿Se lle-nará todo esto? Y cuando lleguela plena economía de mercado,¿qué pasará entre la indolente,pero masiva población islámica,y la minoritaria, pero agresiva yeficaz, minoría china?

CHINA Y EL ISLAM

Quizás Malasia sea hoy unbanco de pruebas del mundo enlos próximos decenios. Una Chi-na competitiva, fuera ya de loscorsés comunistas. Y un Islamfuerte en la demografía y en losideales que levantan a los pue-blos. Pero queda algo más: ungermen de unidad, extendido yapor todo el mundo. Son muchoslos que sienten que tenemos unPadre común, y que somos her-manos. Y vuelvo al consuelo delas misas en la catedral de Kuala,llenas de jóvenes de todas las ra-zas, con un impresionante silen-cio y participación.

En Japón se realizó no hacemucho una encuesta entre jóve-nes. A la pregunta de si creían enalgo trascendental, la mayoría...puro materialismo. Nada. Si-guiente pregunta: Pero, en el ca-so de que sintieses alguna in-quietud de ese tipo, ¿qué religiónelegirías para que te respondie-se? Inmensa mayoría: el Cristia-nismo.

Quizás ahí abajo, en la Asiainmensa que sobrevolamos mien-tras la gente malduerme, se estéjugando el futuro de la Humani-dad.

Venancio Luis Agudo

/19mundoNº 74/7-VI-1997

ÚLTIMA POSTAL: DESDE LOS CIELOS DE ASIA

I n c ó g n i t a s y conflictos,pero tambiéne s p e r a n z a

Kuala Lumpur. Rascacielos más alto del mundo (480 m.),símbolo del desarrollismo al que está lanzada Malasia

De dónde saca la fuerzaJuan Pablo II para entre-garse como lo está ha-

ciendo en Polonia, y para seguircreyendo, con un entusiasmo quea más de uno escandaliza, en supaís natal y en la vieja Europa?Cada etapa de esta visita es unainyección de energía. Ha tocadolos temas más candentes de Po-lonia y de Europa con valentíainesperada. Ha denunciado losídolos de la nueva sociedad con-sumista con la misma fuerza dehace diez años, y ha transmitidola confianza en el futuro que in-fundió a los obreros de Solidar-nosc en 1981. Y para este pueblodecepcionado esperar no es fácil.

«Se está tratando de persua-dir al hombre, y a sociedades en-teras, de que Dios es el obstáculodel camino hacia la plena liber-tad, que la Iglesia es enemiga dela libertad, que no la comprendey que tiene miedo de ella». JuanPablo II lanzó esta tremenda de-nuncia en Wroclaw, en la clausu-ra del XLVI Congreso Eucarísti-co Internacional. Reivindicó elpapel de la Iglesia de «guardiánde la libertad de la nación». De-nunció: «¡Nos encontramos anteuna falsificación inaudita de la li-

bertad!» Curiosamente, quienespisotearon la libertad de este pue-blo durante décadas acusan aho-ra a la Iglesia de ir contra la li-bertad. El Pontífice alzó la voz:«¡El cristiano no tiene miedo dela libertad, no huye de ella! Cuan-do en la esfera moral reina el caos y la confusión, el hombre de-ja de ser libre para convertirse en

esclavo de sus pasiones y pseu-dovalores».

CONTRA EL HAMBRE Y EL PARO

«La tierra tiene recursos sufi-cientes para dar de comer a to-dos. ¿Cómo es posible que, alatardecer del siglo XX, miles dehombres mueran de hambre?»,

se preguntó el Papa. Su voz co-bró un tono duro e indignadocuando denunció: «¡Especial-mente sufren los niños! En la épo-ca de mayor desarrollo de la His-toria, el drama del hambre supo-ne un reto y una gran acusación».

Ante más de 300.000 personas,denunció el tremendo drama delos marginados. «El Papa no pue-de dejar de hablar de los proble-mas sociales, porque en ellos estáen juego el hombre, la personaconcreta», dijo. Recordó las fami-lias que viven en la indigencia, alas madres solas que luchan pormantener a sus propios hijos, alos ancianos abandonados y losniños encerrados en orfanatos, alos enfermos que no son asistidoscon los medios necesarios, a laspersonas sin techo. «Se trata deuna obligación que correspondeparticularmente a quienes ejercenel poder –dijo–; pero también esun deber común nuestro, un de-ber de amor, el de ofrecer ayuda,según nuestras posibilidades, aquienes la necesitan». La increí-ble labor asistencial de la Iglesia«con frecuencia es silenciada porlos medios de comunicación».

Denunció con gran dureza laexplotación de la mano de obra.

20/ mundo Nº 74/7-VI-1997

Desde que Karol Wojtyla aceptó la eleccióncomo sucesor de Pedro ha mantenido con

Polonia contacto estrecho. Los motivos de susrepetidas visitas a su país son diferentes. Elprimer viaje (1979) estuvo motivado por la ce-lebración del IX Centenario del martirio de sanEstanislao. En aquella ocasión el Papa visitóel campo de exterminio de Auschwitz. El men-saje del Papa, y su oración en un lugar donde seacabó con la vida de casi cuatro millones depersonas, despertaron al pueblo polaco del le-targo comunista, despertar que provocó histó-ricos cambios en la zona centro-oriental de Eu-ropa.

Su segunda visita (1983) fue para celebrar elVI Centenario de la Virgen Negra, de Jasna Go-ra. La situación en Polonia era muy diversa: searrestaba a inocentes y se perseguía a los hom-

bres de ciencia y cultura. El Papa propuso unprograma de renovación religioso-moral de la vi-da de los individuos y de la sociedad. En 1987el Papa viajó a Varsovia para asistir al Congre-so Eucarístico nacional. La cuarta peregrina-ción (1991) tuvo como motivo la Jornada Mun-dial de la Juventud en Czestochowa, la aper-tura del II Sínodo nacional y la celebración delsegundo centenario de la Constitución de 1791.El itinerario del Papa estuvo salpicado de ac-tos de acción de gracias por la libertad con-quistada y la desaparición de los totalitarismos.Ya en aquella ocasión el Papa alertó a su paíssobre los peligros de una aceptación acríticadel sistema capitalista y del materialismo occi-dental. En 1995, en el marco de un viaje a laRepública Checa, sólo pasó algunas horas enBielsko-Biala.

LAS PRECEDENTES VISITAS DE JUAN PABLO II A POLONIA

JUAN PABLO II, EN SU TIERRA NATAL

El último líder de la «El óptimo estado de forma del Papa es la mejor noticia que hemos recibido desde la caída del muro en 1989». Esta confesión

de un obispo polaco resume la esperanza que Juan Pablo II ha vuelto ha encender en el corazón de sus compatriotas

Juan Pablo II habla en Polonia ante siete Jefes de Estado

Este abuso «se manifiesta confrecuencia en formas de empleoen las que no sólo se violan losderechos, sino que además eltrabajador es sometido a un sen-tido de precariedad y de temor ala pérdida del trabajo que le po-nen en una situación de priva-ción de la libertad de decisión».Otras formas de explotación la-boral denunciadas por el Papafueron los horarios que privanal trabajador del descanso y deltiempo para estar con la fami-lia, el salario injusto, la falta deasistencia sanitaria y del reco-

nocimiento de los derechos pro-pios de la mujer en el mundo la-boral.

EUROPA

Mientras Europa se devanalos sesos para recapitalizar el va-lor del oro y cumplir los paráme-tros de Maastricht, y mientras laselecciones en Francia daban unnuevo giro al futuro de la unidadeuropea, Juan Pablo II volvió aproponer ante más de 200.000personas y siete Jefes de Estado(Alemania, Polonia, Lituania,Hungría, Eslovaquia, RepúblicaCheca y Ucrania) su propuestapara el proceso de integración delviejo Continente: «No se verifi-

cará la unidad de Europa hastaque no se realice en la unidad delespíritu». El Papa se opuso radi-calmente a la Europa tacaña delas monedas y de los parámetrosmacroeconómicos.

«Se ha podido constatar in-cluso de manera muy dolorosaque la recuperación del derecho ala autodeterminación y la am-pliación de las libertades políti-cas y económicas no es suficientepara la reconstrucción de la uni-dad europea –denunció–. La tra-gedia de las naciones de la ex-Yu-goslavia, el drama de Albania, y

las dificultades enormes que tie-nen todas las sociedades que sehan liberado del yugo totalitaris-ta del comunismo son un ejem-plo de ello».

Quizá el problema del proce-so de integración europeo con-siste en querer inventarnos unaunidad olvidando los auténticoselementos que ya nos unen desdehace siglos. Esos factores que,cuando se han dejado a un ladopor el nacionalismo o por las ideologías, han llevado a las gue-rras más sangrientas. El funda-mento profundo de la unidad fuetraído a Europa y consolidado enlos siglos con el cristianismo, consu Evangelio, con su compren-sión del hombre. Esto no signifi-

ca quererse apropiar de la Histo-ria.

Otro de los grandes temasabordados por el Papa, como erade esperar, ha sido el de la vida.Lo hizo con las palabras más du-ras y emocionantes de todo elviaje: «El derecho a la vida no esuna cuestión de ideología sino underecho religioso, el derecho másfundamental del hombre».

Tres días antes de la llegadadel Papa a su Patria, la CorteConstitucional polaca declarabainconstitucional la ley del abor-to aprobada por el Parlamento elpasado mes de octubre, una leyque pasó por una escasa mayo-ría de votos y que permite elaborto hasta la duodécima se-mana de gestación. El Gobiernono quiere retirar la ley que per-dería en una nueva votación par-lamentaria. La Iglesia polacacomparó la nueva ley con las ma-tanzas de Auschwitz.

DEFENSA DE LA VIDA

Juan Pablo II volvió a repetir:«Una nación que asesina a suspropios hijos es una nación sinfuturo», y añadió con un tono departicular confidencia: «Creed-me que es duro para mí decir es-to de Polonia. Una civilizaciónque rechaza a los indefensos me-recería el adjetivo de bárbara, auncuando obtuviera enormes re-sultados en el campo de la eco-nomía, de la técnica, del arte, yde la ciencia».

Deletreando con gran énfasiscada una de sus palabras, el Papaconcluyó: «Ni la madre, ni el pa-dre, ni el médico, ni una Confe-rencia, ni un Gobierno... sólo Diostiene el derecho a quitar la vida, yme aterroriza el pensamiento detodos aquellos que matan la pro-pia conciencia para poder perpe-trar el aborto».

Los periodistas que le acom-pañan aseguran: «El cariño desus compatriotas es el mejor re-constituyente que puede tomarel Papa». Sin duda, Polonia estásentando estupendamente al Pon-tífice.

Jesús Colina. Roma

/21mundoNº 74/7-VI-1997

HABLA EL PAPA

LA CAÍDA

DEL NUEVO MURO

En este tiempo se han pro-ducido grandes transfor-

maciones: el muro que dividíaEuropa ha caído. Cincuentaaños después del comienzo dela II Guerra Mundial, sus efec-tos han dejado de marcar elrostro de nuestro continente.Ha terminado medio siglo deseparación por la que millo-nes de habitantes de EuropaCentral y Oriental pagaron unterrible precio. Después detantos años, repito el mismomensaje: es necesaria una nue-va apertura.

Pero después de la caídadel muro, aquel visible, haaparecido otro muro invisibleque sigue dividiendo nuestrocontinente, un muro que pa-sa a través de los corazones delos hombres; un muro hechode miedo y de agresividad, defalta de comprensión hacia loshombres de distinto origen, dediferente color de piel, deotras convicciones religiosas;es el muro del egoísmo políti-co y económico, del debilita-miento de la sensibilidad conrespecto al valor de la vida hu-mana y de la dignidad de to-dos los hombres.

Repito el grito del inicio demi pontificado: ¡Abrid laspuertas a Cristo! ¡No tengáismiedo! ¡Abrid las puertas aCristo! El muro que se alzahoy en los corazones no caerásin un retorno al Evangelio.

¡En qué hora extraordina-ria de la Historia nos ha toca-do vivir! ¡Qué tareas tan im-portantes nos ha confiadoCristo! El nos llama a cadauno a preparar la nueva pri-mavera de la Iglesia.

(3-VI-1997)

vieja Europa

22/ la vida Nº 74/7-VI-1997

La dirección de la semana

El movimiento PROVIDA, en nuestro país, tiene su páginaen la red. En ella aparece, entre otras cosas, un listado

de libros sobre el comienzo de la vida humana, la historia grá-fica de un aborto provocado, un dossier explicativo de la Uni-versidad Internacional Provida de verano, una entrevista conJusto Aznar (Presidente de PROVIDA en España) y una inte-resante relación de páginas web en favor de la vida en Es-paña, Hispanoamérica y EEUU.

Dirección: http://www.ctv.es/USERS/providaObservaciones: Tienen un importante, aunque todavíaescaso, material gráfico.

Homenaje a Pemán

La dimensión religiosa de Jo-sé María Pemán fue puesta

de relieve por el Vicario Gene-ral de la diócesis de Cádiz yconsiliario de los Propagandis-tas gaditanos en un recientehomenaje, celebrado en aque-lla ciudad por iniciativa del Cen-tro gaditano de la AsociaciónCatólica de Propagandistas,del que Pemán fue precisa-mente primer Secretario des-de 1924 al 1933. El actual Se-cretario del Centro, don AntonioRendón, hizo el ofrecimientodel homenaje, y don José Ma-ría García Escudero habló so-bre «Los siete círculos de Pe-mán», al que definió como ca-tólico humano y tolerante,bueno y generoso. Sobre sufaceta de hombre de teatro, no-vela, cuento, artículo, oratoria,etc., destaca, sobre todo, sutalante esperanzado y conci-liador y su impresionante fe ca-tólica.

Sacerdotes contra la droga

Don Juan Ignacio JiménezFrisuelos, capellán de la

cárcel de Navalcarnero y sa-cerdote de la diócesis de Ge-tafe, ha sido elegido por lasasociaciones de lucha contrala droga y atención a los dro-godependientes, Presidente

de la UNAD (Unión Españolade Asociaciones y Entidadesde Asistencia al drogodepen-diente). Es la mayor ONG de-dicada a luchar contra la plagade la droga: en ella están in-tegradas 274 asociaciones detoda España, que atienden a

más de 25.000 afectados y enlas que colaboran 3.000 pro-fesionales y 45.000 volunta-rios, en España. Además, de-sarrolla programas con seispaíses de la Comunidad Euro-pea, formando el grupo EU-ROUNAD.

El grupo cultural y musicalcristiano «Santa María de

los Pinos», de Toledo, es pio-nero de una interesante inicia-tiva, cuya primera experienciareal ha sido muy positiva: res-pondiendo a la llamada del ca-pellán don José María Alsina,que realiza su servicio militarcomo sacerdote en el cuartel«Agrupación de Transportesnº1» de Canillejas, Madrid,sustituyeron la música militarpor el sonido de las guitarras,en una interesante Jornada deevangelización, que comenzócon un concierto testimonio,continuó con una representa-ción escénica sobre el verda-dero sentido de la vida humanay concluyó, entre canción y co-mentario, con una reflexión so-bre Jesucristo ayer, hoy y siem-pre, como única respuesta vá-lida a los principales interro-gantes de la vida de todo joven.La inicial sorpresa de los sol-dados se fue convirtiendo enadmiración y en entusiasmo yaplauso sincero. La Jornada

terminó con la celebración dela Eucaristía, presidida por elVicario General de la archidió-cesis castrense, durante la quetres jóvenes soldados se acer-caron por primera vez a recibirla Comunión, y otros quince re-cibieron el sacramento de laConfirmación.

«¡Quién me iba a decir, pre-cisamente a mí –comentaba asus compañeros uno de los mu-chachos que habían hecho suprimera Comunión– que entrelos muros de un cuartel me ibaa encontrar yo con ese Dios alque antes tanto había despre-ciado!»

Dios también está en los cuarteles

La JOC (Juventud ObreraCristiana) ha llevado a cabo

durante las dos últimas sema-nas, en las principales ciuda-des españolas, movilizacionesante la situación de precarie-dad laboral que sufren hoy losjóvenes. Miles de jóvenes hansalido a las calles a denunciareste grave problema, realizan-do un recorrido de cien kilóme-tros por empresas caracteriza-das por un alto nivel de preca-riedad laboral (ETTs, grandessuperficies, oficinas del Inem,edificios de la Administración,etc.), reivindicando un empleoestable y digno, y proponiendoalternativas. Según una en-

cuesta realizada por la JOC en-tre más de cinco mil jóvenes, el62% de los parados lleva másde un año en esta situación; só-lo el 13% de los estudiantes re-cibieron información laboral, yde los jóvenes que trabajan, só-lo el 16% tiene contrato fijo. Co-mo alternativas, el 80% propo-ne la creación de empleo esta-ble y digno; el 62%, el aumentode la inversión de las empresaspara crear empleo; y el 51%, laaplicación de medidas para unadecuado reparto y distribucióndel trabajo. Las empresas detrabajo temporal han pasado,de 260 en 1994, a 400 en la ac-tualidad.

Los cristianos y el empleohttp://ourworld.compuserve.com/homepages/aceprensa

/23la vidaNº 74/7-VI-1997

Ésta es la portada de la re-vista obrera ¡Tú!, que vuel-

ve a editar la Hermandad Obre-ra de Acción Católica (HOAC)en su tercera época. Es signi-ficativa la frase de GuillermoRovirosa que aparece comoeslogan bajo la cabezera:«Queremos ir al cielo por dosreales. Esto no puede ser. Elcielo exige lucha». La HOACrelanza ¡Tú! después de tresaños de experimentación, «conel deseo de que sea la voz delas aspiraciones, problemas yvalores de los trabajadores». Este relanzamiento coincidecon el aniversario de los cin-cuenta años de la prensa obre-ra que editó en 1946 su primer

periódico ¡Tú!, y que llegó a alcanzar, en los años cincuenta,cuarenta mil ejemplares de tirada.

Reaparece ¡Tú! Políticas sociales contra laexclusión social es el título

del Simposio que Cáritas es-pañola acaba de celebrar en elColegio Mayor San Juan Evan-gelista, de Madrid. Durante tresdías, prestigiosos ponentes hanparticipado en un foro de refle-xión y debate sobre qué medi-das son las más adecuadas pa-ra luchar hoy eficazmente con-tra la exclusión social en susdiferentes frentes; han analiza-do la precariedad social de lapobreza y de la marginación, yhan propuesto a los poderespúblicos políticas específicasen campos de tanta trascen-dencia como el empleo y la pro-tección social, la educación, lavivienda, la salud y la promo-ción de una nueva cultura de lasolidaridad. La base de los tra-bajos de este interesante Sim-

posio han sido los trabajos mo-nográficos elaborados a lo largode los últimos meses por dife-rentes grupos de expertos, yque han sido publicados en laspáginas de la revista Docu-mentación social.

Contra la exclusión social

Experto conocedor de la doc-trina social de la Iglesia, so-

bre la que ya ha publicado va-rias e importantes obras, Res-tituto Sierva Bravo aborda enlas más de setecientas páginasde este tratado de teología so-cial, titulado Ciencias socialesy Doctrina social de la Iglesia,nada menos que una exposi-ción sistemática y conjunta de ladoctrina social de la Iglesia yde las ciencias sociales.Con rigor y claridad vaexponiendo, en la prime-ra parte, los fundamen-tos teológicos, antropo-lógicos, morales y jurídi-cos de dicha doctrina. Enla segunda parte, ofreceuna visión práctica ycompleta de las áreasque abarcan las cienciassociales: la sociedad, lacultura, la política, el or-

den internacional y la econo-mía, y la aplicación de la doc-trina social de la Iglesia en estasáreas específicas.

Las 238 páginas de espléndi-das fotografías, a todo color,

comentadas y constituyen el li-bro Fotoensayo y fotoesía denuestro tiempo, en el que JuanFrancisco Jiménez Borregue-ro, de la asociación «Profesio-nales por la Ética», analiza larealidad actual y sus más gra-ves problemas, del aborto al te-rrorismo, desde la óptica cris-tiana. Como comenta SantiagoMartín en el prólogo, estas pá-ginas recuerdan las piedras her-mosas de una catedral; conellas bien trabajadas, los hom-bres quisieron levantar un mo-numento a la gloria de Dios. Eslo que busca este autor con suspalabras y sus fotos, sabiendoque el progreso auténtico y lafelicidad verdadera del ser hu-mano siempre está en la bús-queda de la verdad.

Dos libros de interés

Ortega y Gasset de-cía que en nuestro

país «no hay falta demedios, sino mezquin-dad de voluntades».Rectificando a tan insig-ne pensador, un grupode entusiastas de la vi-da, sensibilizados por eldrama que supone elaborto, «el mayor holo-causto del siglo XX» (Ju-lián Marías), han ideadoun símbolo en forma deescultura, titulada Sanc-tuarium vitae, que iden-tifica y testimonia la vi-da del ser humano conderecho a nacer; reali-zada por el genial artistacatalán Luis Sanguino,simboliza, para todas lasrazas, culturas y religio-nes, un santuario de lavida: las manos de Cristo, atra-vesadas por los clavos, sostie-nen y defienden la vida, custo-dian y elevan a la mujer madre.El cardenal López Trujillo, Pre-sidente del Pontificio Consejopara la famiia, ha aceptado es-ta escultura como símbolo deldicasterio que dirige. Juan PabloII bendecirá en el EncuentroMundial de las Familias de Ríode Janeiro (4-5 de octubre pró-

ximo) una reproducción de laSanctuarium vitae de cuatro me-tros de altura y tres toneladasde peso. Para aunar voluntadesy lograr recursos que hagan po-sible que este símbolo de la vi-da se extienda por todo el mun-do, ha sido constituida la «Fun-dación pro Sanctuarium vitae»,que preside don Carlos BlancoPérez. (Interesados, llamar alteléfono.

Un símbolo para defender la vida

Su nombre original eraWinfrido, nacido en el673 en el sudoeste de

Inglaterra y educado en lasabadías de Exeter y Nhutschelle. Hacía apenas20 años que los anglos ha-bían sido evangelizadospor unos monjes italianos,enviados por el Papa Gre-gorio. En pocos años, In-glaterra comienza a lle-narse de monasterios. Nohabía una estrategia pas-toral: simplemente son en-viados grupos de monjesque implantan sus comu-nidades –aun a costa delmartirio–, y es la fuerza desu fe la que impresiona areyes y pueblos.

El joven Winfrido eraun enamorado de las le-tras: se convirtió en profe-sor de Gramática, autor detratados y poeta. Y es lamisma persona que en elaño 723, en Gheismar, aba-tirá el roble sagrado dedi-cado al dios Thor, y consus maderas construiráuna capilla a san Pedro.

Eran hombres incansa-bles, dispuestos a conver-tirse en campesinos, pes-cadores, albañiles, gramá-ticos e inventores denuevas lenguas, con tal deconquistar Europa paraCristo, palmo a palmo.Uno de los medios de Win-frido fue su Gramática, queenseñó por escrito.

La aventura del que será san Bonifacio em-pieza en el 716, cuando sale del monasteriocon tres amigos y cruza el Canal de la Man-cha, por Cristo, como él mismo escribe, para di-rigirse a los sajones. Esta primera expediciónes un fracaso. Reemprende su viaje dos añosmás tarde, pero esta vez se dirige a Roma,donde el Papa Gregorio II le confía la misiónentre los paganos. Evangelizó en Frisia, Assia y

Turingia, buscando la conversión de CarlosMartel, rey de los francos. En el 722, el Papa leconsagra obispo; y en el 732, arzobispo, con-firiéndole la potestad de consagrar obisposal otro lado del Rhin. Los monasterios de sutierra natal, donde tenía multitud de amigos,rezaban por él y le enviaban ayudas.

A la primera petición de Bonifacio, mu-chos grupos de muchachos y muchachas acu-

den donde él para ayudar-le y fundar monasterios, in-flamados por el amor aCristo. Vienen a la memo-ria los nombres de Vigber-to, a quien se confió el mo-nasterio de san Miguel, enOhrdruff; de los hermanosWillibald y Wunibald, desu hermana Valburga, y deotras muchachas extraor-dinarias, como Lioba, re-cordada por su belleza y sucultura, Tecla y Curnitru-de. Con justicia Régine Per-noud, prestigiosa medie-valista, ha demostrado quépersonalidad, qué libertad,qué papel desempeñaronestas mujeres cristianas,verdaderas protagonistasde la empresa de la evan-gelización, en contraste conel vacío de las Cortes, cu-yas leyes, a partir del 1500,las obligaron a vivir priva-das de todos sus derechosciviles. Tras instituir lasIglesias de Baviera, Alema-nia, Assia y Turingia, Boni-facio emprende la reformade la Iglesia franca, total-mente secularizada, y tuvogran influencia en la con-sagración de Pipino comorey de los francos, con loque dio lugar al nacimientodel medioevo cristiano. En el 753, ya anciano, Bo-nifacio empieza su últimabatalla, el bautismo de Sa-jonia. El 5 de junio del 755,mientras una multitud de

conversos se preparaba para recibir el sacra-mento de la confirmación, una horda de ban-didos se abalanza sobre ellos, y cae atravesa-do por una espada. Todos sus compañerosde viaje fueron asesinados. Enterrado en laabadía de Fulda, esta ciudad se convirtió –aúnlo es– en corazón de la Alemania católica.

Antonio Socci

24/ santos de ayer y hoy Nº 74/7-VI-1997

5 DE JUNIO: SAN BONIFACIO, EL MONJE INGLÉS QUE EVANGELIZÓ ALEMANIA

Cruzando el Canal «por Cristo»

La Europa oscura del siglo VII, devastada por hordas de bárbaros casi prehistóricos, amenazada desde el sur por los musulmanes, es testigo de una empresa sobrehumana: la evangelización y civilización, llevada a cabo por los monjes,

sin más armas que la cruz y las letras. Es el caso de san Bonifacio, padre y evangelizador del pueblo alemán

Secuencia del martirio de san Bonifacio. Miniatura del siglo XVI

/25desde la feNº 74/7-VI-1997

¿Cuál es el mensaje que estaasamblea quiere dar a los sacer-dotes españoles y a los fielescristianos?

El mensaje fundamental esque la formación permanente esvital para los sacerdotes, si quie-ren ser fieles a su propio carismay al servicio que deben a la co-munidad cristiana.

Para los sacerdotes, en pala-bras del Juan Pablo II, el mensajees éste: un conocimiento de la teo-logía pastoral es absolutamente ne-cesario para una acción pastoral ac-tual, creíble y eficaz; porque la pas-toral no es simple praxis, sinoque conlleva toda una manera deentender la Iglesia, y una manera,por ejemplo, de entender el sen-tido de la liturgia, y porque quienno tiene un conocimiento cabaly teológico de su misión evange-lizadora, irremisiblemente reali-zará una pastoral caótica, frag-mentaria y poco consistente. Ypara los fieles el mensaje es éste:la preocupación por la formaciónpermanente es signo de una vi-talidad de espíritu. Por eso, en lamedida en que los fieles motivena sus curas a cuidar una forma-ción permanente, tendrán unacompañamiento pastoral másadecuado, evangélico y eclesial.

Durante el año, ¿en que con-siste el trabajo de la Comisiónque usted preside?

La Comisión Episcopal elabo-ra programas para tres años, y deese programa selecciona una se-rie de acciones para cada año.Como acción extraordinaria, ennoviembre esperamos poder ce-lebrar un simposio sobre la secu-laridad del sacerdote, que debeser un hombre espiritual, pero noespiritualista, secular, pero nomundano. Es un tema funda-mental, pues la secularidad esuna característica del sacerdotediocesano, pero hay secularida-des por exceso y por defecto. De

ello queremos hacer un discerni-miento fundamentado teológica-mente.

Muchos creen que los sacer-dotes son algo así como funcio-narios pagados por el Estado.¿Qué les diría?

El Estado no hace más queprestar su maquinaria adminis-trativa para que los ciudadanosasignen a la Iglesia una parte desus impuestos. Este sistema eco-nómico no nos convierte, en ab-soluto, en funcionarios del Esta-do, ni con sus derechos ni con sus

deberes. Puede discutirse si noserían mejores otras fórmulas definanciación sin la mediación delEstado, hacia las que queremosavanzar, pero no podemos aho-rrarnos el recorrido histórico has-ta llegar allí.

¿No provocan cierta descon-fianza algunos sacerdotes, tandispares en sus estilos y opinio-nes, entre ellos y con sus obis-pos?

En conjunto, la gran mayoría,de los sacerdotes en el ejercicio

de su ministerio sintoniza con lamentalidad de sus obispos y conla mentalidad general de la Igle-sia. El hecho de que existan dosfranjas minoritarias, dos umbra-les, que se distancien de la doc-trina de la Iglesia, no afecta a lagran mayoría del clero. Algunos,con cierta tendencia fundamen-talista, olvidan que el mensaje desiempre hay que ofrecerlo en losmoldes mentales y culturales dehoy. Y, en otro extremo, los haycon una visión demasiado indi-vidualista, que olvidan que ladoctrina que ofrecen no es la su-

ya, sino la de la Iglesia. Pero almargen de estos extremos, la ma-yoría del clero español mereceplena confianza.

¿Qué piensa del recelo antela pertenencia de sacerdotes dio-cesanos a movimientos apostó-licos en cuyos estatutos aproba-dos está contemplada esta per-tenencia?

Este tema se debatió en elConcilio Vaticano II. Para algu-nos, robaba pertenencia y dedi-cación a las diócesis, y para otrosno sólo no mermaba, sino queofrecía un plus de motivaciónapóstólica enriquecedora. El Con-cilio favoreció la segunda hipó-tesis y estableció el marco ade-cuado de esta pertenencia.

Desde esta doctrina, hay quereconocer el valor de la ayudaque para muchos sacerdotes pue-de suponer la vinculación a unmovimiento, y a la vez hay quetener en cuenta dos elementosmuy importantes: que la primerapertenencia del sacerdote dioce-sano es a su diócesis y a su obis-po, pues es una pertenencia sa-cramental anterior y superior alas demás, y que la orientaciónde la actividad apostólica ha derecibirse del obispo, del presbi-terio, y del programa pastoral dela diócesis.

Manuel María Bru

MONSEÑOR URIARTE, PRESIDENTE DE LA COMISIÓN EPISCOPAL DEL CLERO , A ALFA Y OMEGA:

«Curas para el mundo, perono mundanos»

Delegados de todas las diócesis españolas se han reunido en Ma-drid la pasada semana para reflexionar sobre la formación per-manente de los sacerdotes españoles, y para que, como les ha di-cho uno de los ponentes en tono humorístico, las etapas de la vi-da de un sacerdote no sean: «ye-ye», «yo-yo», «yo-ya», y«ya-ya...» Monseñor Uriarte, obispo de Zamora, que presidióestos días de reflexión acompañado de los demás obispos de laComisión Episcipal del Clero, de la Conferencia Episcopal Es-pañola, habla para Alfa y Omega sobre este encuentro y sobrealgunos aspectos de la realidad de los sacerdotes españoles:

«QUIEN NO TIENE UN CONOCIMIENTO CABAL Y TEOLÓGICO

DE SU MISIÓN EVANGELIZADORA, IRREMISIBLEMENTE

REALIZARÁ UNA PASTORAL CAÓTICA, FRAGMENTARIA

Y POCO CONSISTENTE»

Es Miguel de Unamuno, asediado por su agónica duda, quienescribe la mejor poesía abocada a la trascendencia, voz auténti-camente religiosa del siglo XX. Su El Cristo de Velázquez es un

intento de formular poéticamente el sentimiento religioso castellano. Peroes en Cancionero, una obra póstuma que se publicó en 1953, donde semanifiesta su alma, arrancada a trozos,desde la soledad y la duda. AntonioMachado, en Soledades, entabla un mo-nólogo íntimo, confiesa ya que el almadel poeta se orienta hacia el Misterio, po-bre hombre en sueños, siempre buscan-do a Dios entre la niebla. La poesía deJuan Ramón Jiménez, el representantemás eximio de la poesía pura, es tambiéntestimonio de que el arte, cuando es tal,se abre a lo trascendente como necesi-dad insoslayable de la condición hu-mana.

En la primera etapa de la «Genera-ción del 27», la que corresponde a la pro-ducción anterior al año 1936, el tema dela trascendencia del Misterio es débil.Cántico, de Jorge Guillén, es la expre-sión del asombro ante el existir. En cuan-to a Pedro Salinas, su poesía, según Dá-maso Alonso, se sitúa en el filo de la reali-dad y de la vida interior. Gerardo Diego,el más experimental de los poetas del27, es también el que en sus versos hahablado explícitamente del Dios cris-tiano. Aleixandre mantiene una posi-ción de radical pesimismo.

Dámaso Alonso es el gran hito de lacorriente rehumanizadora y existencial.La angustia existencial, que recorre se-gún su propia confesión su vida entera,se vuelca en toda su obra poética en unabúsqueda de lo trascendente, de Dios,a Quien se dirige ya incesantemente des-de las páginas de Oscura noticia y, sobretodo, en Hijos de la ira, como lo testificael último verso de su poemario Duda yamor sobre el Ser supremo: Amor, no sé siexistes. Tuyo te amo.

Luis Rosales, que perteneció a la«Generación del 36», representa la poesía explícitamente religiosa que tuvocomo principales portavoces a Luis Fe-lipe Vivanco y a José María Valverde.Carmen Conde, poetisa de la vida, notiene ningún libro donde esté explícita-mente el tema de Dios, pero en todos

sus poemarios la tierra que pisa es siempre cristiana. José García Nie-to, poeta que pertenece a la primera generación de la posguerra es-pañola, ofrece en muchas de sus obras una presencia de Dios explíci-ta, sobre todo a partir de Tregua. Aquí pueden leerse versos como lossiguientes: Gracias, Señor, porque estás / todavía en mi palabra; / porque de-

bajo de todos /mis puentes pasan tus aguas.Carlos Bousoño es un poeta adscritoinicialmente a un existencialismo cris-tiano.Luis Felipe Vivanco, pertenecientetambién a la «Generación del 36», es elpoeta que trata explícitamente el temade Dios, desde la vivencia trascendi-da del paisaje o la naturaleza. La reali-dad, en la obra de Vivanco, está reco-rrida siempre por su espiritualidad.Leopoldo Panero es un poeta dondeel tema de Dios está también explíci-tamente aludido. En Versos de Guada-rrama puede leerse: Tengo miedo. Le-vanto los ojos. Dios azota mi corazón.En los poetas que algunos críticos hanllamado la «Generación de los 50», esmenos frecuente el tema de Dios, aun-que éste se encuentra en grupos aisla-dos de poetas: Manuel Mantero, Car-los Murciano, Enrique Molina Cam-pos, Manuel Alcántara y otros. Tieneparticular interés la obra de AlfonsoAlbalá, poeta profundamente creyen-te, testigo de la manifestación de Diosen su interior. Y poesía religiosa esprincipalmente la del llamado NuevoMester de Clerecía, cultivada por sacer-dotes y religiosos. José Luis MartínDescalzo merece un capítulo aparte.Sus libros tienen el atractivo de devol-ver a Cristo su temporalidad, es decir,su realidad humana. En la renovación poética de los añossesenta apenas encontramos rastros depoesía de resonancias religiosas o te-mas abiertos a la trascendencia, ex-cepto en los poetas que consolidan la lí-nea de la poesía andaluza: Luis Jimé-nez Martos, Ángel García López yManuel Ríos Ruiz.El silencio, la muerte de Dios tambiéntiene un sitio en la poesía española deúltima hora.

María Dolores de Asís

26/ desde la fe Nº 74/7-VI-1997

LITERATURA

La moderna poesíaespañola, ante el Misterio

No es ajena España, en su literatura y en su cultura, a la tensión espiritual que supuso en todo Occidente el cruce de siglo.Grandes poetas españoles, como Unamuno, Machado, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, y autores no tan alejados en el tiempo,

se han asomado al misterio insondable de Dios

Don Miguel de Unamuno

Ya nos habían advertido queel neopaganismo está en al-za, pero, la verdad, nunca

hubiera imaginado que este nue-vo neopaganismo recubierto deropajes religiosos, copia de los an-tiguos paganismos precristianos,adoradores de árboles, ríos y va-cas, retornara al filo del tercer mi-lenio en forma de club de fútbol.

Son muchos los dioses y be-cerros de oro a los que rendimosnuestro culto, ofrecemos nuestrodinero, y dedicamos nuestro me-jor tiempo; poseen tanto poderque son capaces de hacer variarnuestro estado de ánimo, e in-cluso el humor. Pero hay asuntosque sobrepasan la fantasía másdescabellada.

El pasado 29 de mayo, el ro-tativo catalán La Vanguardia in-cluía en sus páginas dedicadas alas necrológicas un recuadro cu-rioso. El Fútbol Club Barcelonadaba noticia, a través de un es-pacio pagado, del fallecimientode un empleado del club. Hastaaquí todo correcto. Lo noticiable,lo sorprendente, lo llamativo y logrotesco no era el texto en cues-tión, sino la sustitución de la cruzque tradicionalmente sueleacompañar una noticia de este es-tilo cuando el difunto es cristiano,por el escudo del Barça. Es la pri-

mera vez –que yo recuerde– queuna institución deportiva, pormuy importante que sea, tiene laosadía de relegar el símbolo sa-grado de la cruz por su propioreferente institucional.

¡Por favor, recuperemos el«seny»! No nos desquiciemos.Aunque a algunos –pocos, aligual que sucede en otros clubes–les gustaría que su escudo –en es-te caso el del Barça– fuera un sím-bolo redentor, el señor Núñez sujefe espiritual y Hans Gamper unprofeta iniciador de una nuevareligión, el Barça tan sólo es unequipo deportivo, y el fútbol, unjuego.

Reflexionemos. Todo tiene unlímite, y más si hablamos de losagrado. Sustituir la cruz por elescudo del Barça, por muy forofoque fuera el difunto, o es un mo-derno recurso de marketing idea-do para hacernos recordar que elBarça es más que un club, y por esotiene que estar presente en cual-quier momento de nuestra vida–también la muerte– dando cultoa una institución-religión paga-na, o es un exceso de celo y foro-fismo por parte de la Junta direc-tiva culé. Sea lo que sea, como de-cimos los catalanes, això es massa.

Alex Rosal

Bajo el título El Señordel azar (Ed. Pauli-

nas), Tomás Alfaro Drakeacaba de publicar unaobra sobre el origen deluniverso y la creación.

Para muchos, quenos quedamos en New-ton por todo conocimien-to de Física, conceptoscomo relatividad, físicacuántica, materia y anti-materia, quarks o entro-pía nos suenan a Asimovcríptico. La gran evolu-ción de la ciencia en este

último siglo ha hecho quesu comprensión se que-de en ámbitos cada vezmás especializados. Poreso, que un aficionadoemprenda la ardua tareade intentar explicar las te-orías científicas actuales,desde la Citología hastala Cosmología, y ademáslo haga ameno, es todauna proeza.

La primera parte del li-bro abre una ventana a unmundo de límites insos-pechados, a las leyes que

rigen el funcionamiento yel destino del universo.Más sugestiva es la se-gunda parte: con las últi-mas investigaciones cien-tíficas, el autor engarza unrelato de la creación y dela Historia de la salvaciónabsolutamente novedoso:si la Física cuántica esta-blece el principio del azaren la formación y existen-cia del mundo, Dios es elSeñor del azar; el autorsuscribe la frase de Ana-tole France: El azar es el

pseudónimo que Dios uti-liza cuando o quiere fir-mar. Ni el cosmos es ca-sual, ni la vida, como tam-poco la aparición delhombre sobre la Tierra.Todo responde al plan deamor de un Dios creador.

Muchas afirmacionesdel autor pueden sonara teología-ficción; perohay un principio funda-mental en su obra queno debe pasar inadverti-do: No se puede con-testar a la pregunta del

«para qué» de la exis-tencia sin abrir la puer-ta al fenómeno religioso.

Inma Álvarez

/27desde la feNº 74/7-VI-1997

Barça,¿una religión?

29-mayo-1997

LIBROS

EL PSEUDÓNIMO DE DIOS CUANDO NO QUIERE FIRMAR

La última obra del novelista que más éxi-tos proporciona en la actualidad al ci-ne norteamericano, John Grisham (La

tapadera, El informe Pelícano), aborda, por pri-mera vez, más un estudio psicológico queuna trama policial. Adaptada al celuloide ba-jo el título de Cámara sellada, es la historia deun joven abogado que intenta salvar a suabuelo de la pena de muerte por asesinato, yliberarse a sí mismo del peso de un pasadofamiliar mediatizado por esa tragedia. Conla excelente interpretación de Gene Hackman,Chris O’Donnell y Faye Dunaway, se ha cons-truido una historia convincente y sólida, quesupera incluso la de Pena de muerte, abordan-do sin complejos el problema de la pena ca-pital: aun exponiendo sentimientos, ha evi-tado el fácil recurso de rodear la cuestión desentimentalismo, lo que es difícil en el cinede tesis.

Cámara sellada se desdobla hábilmente enla presentación de dos culpas para un crimencon móvil racista: la social y la personal. No esoriginal para el espectador comprobar unavez más el componente sociohistórico que ro-dea al fermento de la injusticia racial en el surde los Estados Unidos: desde el tipo de edu-cación, a las barbaridades del Ku klux klan;pero aquí se amplía la exposición de los per-juicios de los miembros de este grupo subra-yando con claridad su carácter de secta, que,como tal, anula la libertad personal. Uno delos logros del largometraje es el de asistir aun proceso en que el criminal va recuperandosu libertad de conciencia para reconocer suparte de culpa.

Sin revelar el final, es un interesante mo-tivo de reflexión presenciar el recorrido delos tres personajes principales por otros tan-

tos caminos diferentes que les abren la posi-bilidad de pasar página y liberarse del pesodel pasado. Los resultados serán desiguales,pero añaden argumentos en contra de la penacapital, a diferencia, por ejemplo, de la actitudde la madre de los asesinados, víctima tam-bién de la confusión inicial de la trama.

Un dato más: salvo error, es la primera vezque veo en el cine que el sistema judicial nor-teamericano no confía íntegramente la posi-

bilidad de salvación del reo a la oratoria delabogado defensor. Pero se cae una vez másen el error –real– de confiar a un cargo neta-mente político, el Gobernador, la potestad deconmutar una pena capital. Se estará a favoro en contra de ella, pero es claro que la vida deun condenado no puede ser un arma electoral.

No se la pierdan.

Andrés Merino

28/ desde la fe Nº 74/7-VI-1997

CINE

«Cámara sellada»

La profesora Lourdes Díaz-Trechuelo,una de las pioneras de la Historia de

América en la universidad española, acabade presentar sus memorias en Madrid, enun libro titulado A la mitad del camino (Edi-torial Rialp).

En primera persona, la autora desgrana elitinerario investigador y académico que, des-de 1944, tras su licenciatura en la Universi-dad de Sevilla, le llevó a ocupar la plaza deprofesora agregada de Historia de Américaen la Universidad de Granada, la cátedra enBarcelona y después en Córdoba, dondellegó a ser vicedecana y prolongó su activi-dad universitaria más de veinte años.

En estas páginas, Díaz-Trechuelo reve-la el ambiente apasionado que se respira-

ba en los comienzos de la Escuela de Es-tudios Hispanoamericanos y en el Archivode Indias, en Sevilla, y la emoción de susviajes por Sudamérica y Filipinas, cuandovio por primera vez aquellos lugares histó-ricos, que tantas veces había estudiado so-bre legajos y publicaciones.

Junto a su trayectoria profesional, el librodeja entrever los principales rasgos de supersonalidad cristiana, embarcada muypronto en iniciativas de solidaridad y apoyoa los desfavorecidos: su adhesión al OpusDei, en 1953, y su contacto con las labo-res sociales promovidas por personas dela Prelatura en países de América y Asia.

Quería dar con estas Memorias un tes-timonio de agradecimiento a tantas perso-

nas que me han ayudado, señaló la autora,y, a la vez, ofrecer a los más jóvenes, quecomienzan ahora su carrera profesional,un poco de esperanza, pues cuando yoempecé también había dificultades y eraduro abrirse un camino.

Un libro divertido y emocionante, lle-no de anécdotas familiares, que mani-fiestan la seriedad en el cumplimiento deldeber, las relaciones de colaboración contantos colegas y compañeros, y, sobretodo, el afán aventurero de esta andalu-za nacida en Sanlúcar de Barrameda (Cá-diz), que ha publicado ya otros catorcelibros.

María Ángeles Burguera

Faye Dunaway, en una escena de la película

LIBROS

MEMORIA DE UNA AMERICANISTA

Ante las películas contem-poráneas –dice con unaamplia sonrisa– existen

dos actitudes: se puede concen-trar la atención sobre las más biennegativas o, al contrario, dar ma-yor importancia a las positivas.Yo prefiero lo segundo. Es lo quehace la OCIC, que cuenta con 18representantes en los jurados delos concursos cinematográficosinternacionales. Premiamos ypromovemos las películas convalores positivos.

¿Cuál es la realidad que hoyrepresenta el cine?

Una película, ante todo, narrauna historia o un drama que, enun cierto sentido, se basa sobrehechos sucedidos. Obviamenteestas historias enfocan su aten-ción sobre aspectos particularesde la vida de cada día, dejando aun lado otros elementos. Es posi-ble ver muchas películas que na-rran experiencias negativas. Deeste modo, asistimos a un renaci-miento del mal. Pero hay tambiénpelículas muy buenas, en las quetriunfa el bien. Todo depende dela actitud de cada uno. Si estoyconvencido de que una películatiene un contenido negativo, verétodo bajo esa luz. Por el contra-rio, si busco el bien, siempre en-contraré alguna película buena.

Según la imagen que ofreceel cine, nuestra sociedad parecefundada sobre: sexo, sangre, di-nero...

En nuestra sociedad encon-tramos todo eso. En las películas,lo único que se hace es transpor-tar esta realidad con los instru-mentos propios del cine, es decir,la dramatización de las situacio-nes o la acentuación de algunosaspectos. El filme refleja la reali-dad social, hasta el punto de que

provoca con frecuencia una con-fusión entre ciencia ficción y rea-lidad. Por este motivo, las pelí-culas pueden crear, en ocasiones,problemas. Al mismo tiempoofrecen la posibilidad de refle-xionar. La pregunta que habríaque plantearse es: ¿cuál es mi ac-titud y mi reacción ante la reali-dad que me rodea?

¿Qué deben hacer los católi-cos frente a la invasión de men-sajes negativos de la gran pan-talla?

Se lo explico con un ejemplo.La Organización italiana para el

espectáculo me comentó, en la úl-tima edición del festival de ci-ne de Venecia, que está prepa-rando un festival del cine «es-piritual», que se celebrará enRoma a finales de 1997. Com-prendo que sigue en pie el pro-blema de quién ofrecerá milesde dólares para producir estaspelículas.

La conclusión de Hoekstra esclara: los católicos deberían «llo-rar» menos ante la producción ci-nematográfica, y ofrecer alterna-tivas de calidad.

Avvenire-Alfa y Omega

/29desde la feNº 74/7-VI-1997

LA REDY LA BARCA

La Federación de EntidadesReligiosas Evangélicas de

España (FEREDE) me hace lle-gar un número de su revistaAlternativa 2000. Esta Federa-ción agrupa al 90% de las Igle-sias protestantes de España.Según ellos mismos, en Espa-ña hay unos 300.000 cristianosevangélicos en 1.500 iglesias.

Con dolor, me ha sorpren-dido el anticatolicismo que res-piran algunos artículos de Al-ternativa 2000. La agresividadcontra la jerarquía de la Igle-sia católica me ha parecido po-co cristiana. El gozo que ma-nifiesta otro artículo por elavance de las sectas en Iberoa-mérica me parece infantil.¿Desconocen que la ofensivade las sectas en Hispanoamé-rica está financiada por la Fun-dación Rockefeller y otras pode-rosas Fundaciones americanas,que en 1960 decidieron que elcatolicismo no era compatiblecon los intereses norteameri-canos en el patio de vecinosdel Sur?

He oído a pastores evangé-licos distinguir lo que son lasconfesiones cristianas nacidasde la Reforma del siglo XVI delas fracturas posteriores, sobretodo, de lo que sociológica-mente se deben llamar sectasy no Iglesias.

Cuando hablan de la luchapor la libertad religiosa en Es-paña, ¿por qué ocultan que es-tuvieron acompañados pormuchos católicos?

He descubierto un protes-tantismo que no conocía vivo.La Alternativa 2000 no es elprotestantismo frente al cato-licismo, sino llegar a ser todosla única Iglesia de Cristo. Enel mundo en que nos move-mos, la misión de los cristia-nos es ser testigos del Dios vi-vo ante el agnosticismo y elateísmo. Perderse en batallasde familia, en viejos rencores,empecinarse en mantener vi-va la memoria de agravios, noes digno del Evangelio.

Manuel Matos

Punto de VistaHENK HOEKSTRA, PRESIDENTE DE LA ORGANIZACIÓN CATÓLICA DE CINE

Menos «llorar» y más hacer buen cine

«El arte no deforma la realidad; más bien el problema es que la realidad no es tan bella como quisiéramos»: éste es el axioma del padre Henk Hoekstra, carmelita holandés, catedrático

de Teología y Comunicaciones sociales en varias Universidades europeas y Presidente de la Organización Católica Internacional de Cine (OCIC)

Fotograma de «Cantando bajo la lluvia»

30/ desde la fe Nº 74/7-VI-1997

Marcelino Oreja, antiguo Secretario Generaldel Consejo de Europa y hoy Comisario eu-

ropeo de Asuntos institucionales, Cultura y Po-lítica infomativa, publica en su último libro, bajoel sugerente título de Europa mañana, una re-copilación de sus discursos y conferencias; pro-nunciados en diversos foros. En todos lleva acabo una reflexión serena y profunda sobre losproblemas presentes y los desafíos a los que,de cara al futuro, se enfrenta el inacabado peroirreversible proceso de construcción europeo.

Múltiples y cruciales son los temas que enellas se abordan: el desempleo, la integración

económica, la ampliación comunitaria a los paí-ses de Europa Central y Oriental, las reformasinstitucionales, la ayuda a los países en vías dedesarrollo, el trato a los inmigrantes y refugia-dos, la adhesión de los ciudadanos al proyectoeuropeo, la seguridad interior y exterior, el de-sarrollo tecnológico, el papel clave de la culturay de los medios de comunicación... Aporta el au-tor valiosas observaciones y sugerencias, algu-nas de ellas planteadas por la Comisión a losEstados miembros de la Unión en la ConferenciaIntergubernamental que prepara la revisión delTratado de Maastricht.

REFLEXIONES SOBRE

LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA

LIBROS

GENTESCARLOS MARÍA BRU PURÓN, Vicepresidente Ejecutivo del Consejo FederalEspañol del Movimiento Europeo, en referencia a los inmigrantes y refu-giados: «En el proyecto universalista propio de la construcción europea,tanta más dignidad tendrán sus ciudadanos, cuanta mayor sea su comu-nión con los que no llegan a serlo en su propia tierra».

PILAR MALLA, Delegada episcopal de Cáritas diocesana de Barcelona: «Sa-bemos que no podemos resolver todos los problemas, pero intentamos ayu-dar a las personas partiendo de su realidad, es decir, de sus necesidadesconcretas. Y también intentamos contribuir a que la sociedad sea más justa,porque estamos convencidos de que si no contribuimos a la reconstrucciónde un mundo más fraterno, no nos comportamos como discípulos de Jesu-cristo».

ÁNGEL ASTORGANO, Secretario general de la FERE: «Creo que lo que se halegislado en el actual decreto sobre enseñanza no respeta adecuadamente elejercicio del derecho de los padres de los alumnos a que éstos reciban en elcentro educativo la formación religiosa que esté de acuerdo con sus convic-ciones. La situación de los profesores de Religión en la escuela pública, queen estos momentos no pertenecen a la plantilla propia de cada centro, esinsostenible, y creo que sólo su espíritu de servicio y su sentido eclesial pue-den impedir que incida negativamente en la calidad de la formación reli-giosa que imparten. Es una situación que también debe ser mejorada porla Administración».

Si crees que lo sabes todosobre educación, o si estás

convencido de que no tienesnada que cambiar en la formade ayudar a tus hijos a formar-se, deja de leer. Si tienes du-das y has encallado en uno ovarios problemas que no sabescómo solucionar, anímate y si-gue leyendo. Tal vez encuen-tres algunas orientaciones.

Si tu hijo o hijos tienen pro-blemas normales, como celos,trastornos con el sueño, simiente, si no consigues que de-je de mojar la cama... no te ago-bies. Todo tiene solución, aun-que más despacio de lo que de-searías.

Teresa Artola Gonzálezahonda en estos conflictos ofre-ciendo pequeñas soluciones,cargadas de sentido común yapoyadas en la experiencia, ensu libro Cómo resolver situa-ciones cotidianas de tus hijosde 0 a 6 años, publicado por laEditorial Palabra, dentro de lacolección Hacer Familia. Susideas contribuirán a obligarte aanalizar qué haces por educara tus hijos. Profundizarán en laimportancia del papel de los pa-dres como educadores y ofre-cerán un plan de trabajo con elobjetivo de mejorar aquellos de-fectos que consideres más ur-gentes por corregir.

En la misma colección, Blan-ca Jordán de Urríes ha escritoTus hijos, de 1 a 3 años, unpráctico libro destinado a orien-tar aquellas familias que tienenbenjamines. De entre las reglasde oro que ofrece el libro, so-bresale la de que la educaciónno se puede dejar para maña-na; que cuanto más pequeñoes el niño, más fácil es de edu-car. Pero se insiste en que, pa-ra conseguir resultados en laformación, hay que tener mu-cha paciencia y continuidad.

Begoña Barba de Alba

LIBROS

PARA EDUCAR MEJOR

CONTRAPUNTO.

/31desde la feNº 74/7-VI-1997

En todas estas reflexiones sobre el pro-ceso de construcción europea destaca unavisión especial de los problemas y del mo-do de afrontarlos, que va, sin duda, muchomás allá de lo que es corriente leer o escu-char respecto a ellos: es la perspectiva hu-manista, heredada del cristianismo, funda-da en el respeto a los derechos fundamen-tales y la solidaridad, generadora delconcepto de persona como portadora devalores éticos y morales, y esencial no só-lo para comprender las raíces de Europa, si-no para construir con esperanza su futuro.

Especial relieve tiene, en este sentido,el discurso dirigido por Marcelino Oreja,propagandista, a los jóvenes del Programa«Esperanza 2000» organizado y realiza-do por la Asociación Católica de Propa-gandistas, en el que habla de ese subs-trato espiritual de Europa y de la necesidadde no dejarse llevar por la llamada «pos-modernidad» que pretende hacernos per-der el sentido de la Historia y aflojar la ten-

sión de los ideales, sustituidos por el he-donismo, y el individualismo extremo, y la«ética de mínimos». Como dice el propioautor, la Europa del tercer milenio necesi-ta un renacimiento de los altos ideales, co-mo el amor, la solidaridad, la apertura alotro... ideales sin los cuales no seremoscapaces de construir nada realmente serio.

Como nos recuerdan con fuerza perma-nente las bellas palabras del Papa, en San-tiago de Compostela, con las que MarcelinoOreja finalizaba aquel discurso, debemostener «paciencia, perseverancia y esperan-za para que Europa vuelva a encontrarse,descubra sus orígenes, ahonde en sus raí-ces, reviva los valores auténticos que hicie-ron gloriosa su historia y benéfica su pre-sencia en los demás continentes, y sea farode civilización y estímulo de progreso para elmundo. Y demos todos la respuesta queSantiago dio a Cristo: sí puedo».

Carlos Bru

«El profesor en casa», «El profesor particular»..., revestidos con lasúltimas técnicas informáticas, se anuncian a todas horas para ha-cerse con los servicios de los papás, y sobre todo de las mamás, queno quieren ver estropeadas sus vacaciones con los suspensos de susniños en Matemáticas y Física. Por cierto, ¿qué pasa con la Historia,la Literatura, la Filosofía, o el Latín? Porque no he escuchado ningúnanuncio que ofrezca «profesores» en tales materias, llamadas –nose olvide– «humanidades». ¿Será que en esto no hay peligro de sus-pender? Me temo que más bien se trata de que no quedan ya energíaspara estas asignaturas, con tántas como hay que dedicar a las suso-dichas Matemáticas y Física (o sea, las «científicas»), que –según elanuncio– son el secreto del «éxito en los estudios» (porque se pien-sa que ahí está la clave del éxito en la vida). Pues miren ustedes, noes verdad. ¿Qué clase de éxito puede haber en construir, por ejemplo,un puente maravilloso, si faltan los seres humanos que han de cru-zarlo, o quienes lo cruzan no saben por qué ni para qué lo hacen?

El Presidente de la Asociación Americana para el Avance de las cien-cias (La Triple AAA), don Francisco Ayala, ha dictaminado que «laGenética constata la imposibilidad de Adán y Eva; la creencia enAdán y Eva no resiste el análisis genético»; y asegura, muy serio, que«el volumen de las poblaciones nunca ha sido inferior a los cien milindividuos». Y digo yo: ¿Y los dos primeros de los primeros cienmil, ¿quiénes serían, si no eran Adán y Eva? ¡Ay, que me troncho...!Y además, ¿no se ha enterado este señor que las «Ciencias bíbli-cas», desde hace muchísimo tiempo, nos han explicado muy bienque los primeros capítulos del Génesis no son un tratado de «Ge-nética», sino que nos hablan de las verdades indispensables parala vida, más necesarias incluso que el pan?

Veo el Boletín de una parroquia madrileña con un texto que dicepertenecer a El júbilo de cada día, editado por Cáritas Española (!), cri-ticando unas costumbres calificadas por el citado Boletín de «viejas»y que el texto explicita como «deshumanización, equivocación ymojigatería». Se refiere, con rasgos de caricatura, a la necesidad deconfesar los pecados graves para que Dios los perdone, a la «obse-

sión por nuestra propia salvación», a huir de los peligros y «los am-bientes mundanos», y a considerar a la Iglesia «no como fermento,sino como arca de salvación». Y digo yo: ¿Qué clase de fermentopuede ser una Iglesia que no posea la salvación? ¿Acaso lo humano,correcto y eclesial es no gozar del don de la salvación? Es verdad queeste texto acierta al criticar la pretensión de «contabilizar nuestrosméritos» (así especificados: «sacramentos recibidos, mortificacio-nes voluntarias, obras de caridad»), porque la salvación de Diossiempre es un regalo inmerecido. Lo malo es que no dice en absolutoqué es lo que realmente «cuenta». Si no son las obras de Dios –queeso son los sacramentos, las virtudes y la caridad que Dios nos per-mite vivir–, ¿qué es? ¿Las obras del hombre? ¡Ésas sí que son viejascostumbres! ¿Y qué clase de «fermento» es la Iglesia? Tampoco loexplica. ¿Será el del whisky» de las discotecas? Miren ustedes, pormuy «vieja» que parezca la Iglesia, la prefiero a todas esas falsas«novedades» que envejecen antes incluso de nacer.

El diario El País publica un reportaje sobre los nuevos centros deenseñanza subvencionados por el Gobierno para el próximo cur-so. De los 34 centros subvencionados resulta que ocho pertenecen alOpus Dei; pero lo sorprendente es que, a lo largo de todo el reportaje,de los únicos colegios de los que se habla es de esos ocho. ¿Por quéserá? Pues miren: para reiterar una y otra vez en el citado artículoque los miembros del Partido Popular son simpatizantes del OpusDei. ¿Es que para ese diario no tienen ningún interés los otros 26colegios, tres de los cuales son de educación especial, y no son delOpus Dei?

No es verdad que se pueda hablar de «aborto terapéutico». Elaborto provocado nunca puede ser «terapéutico».

Como no hay necesitados de los que ocuparse en nuestra socie-dad, ahora nos sacan el invento del Tamagotchi, un bichejo virtual alque hay que darle de comer, ponerle a hacer pis...

Gonzalo de Berceo

No es verdad

«¿Tiene el cristianismo algo que vercon el corazón?» Con esta preguntainicia Alice von Hildebrand, esposa delautor, el prólogo a El corazón, primervolumen de la nueva Biblioteca Pala-bra, al que pertenece esta reflexión.«El corazón es, fundamentalmente,una reivindicación de los sentimien-tos», escribe Dietrich von Hildebrand,florentino de nacimiento y germanode formación, converso al catolicis-mo, discípulo de Husserl y amigo deScheler, que hubo de emigrar a Amé-rica perseguido por los nazis, y queha sabido perfilar con acierto lo queel Corazón de Cristo –a quien la Igle-sia dedica especialmente este mes dejunio, y cuya solemnidad celebramosayer– supone para la transformacióndel corazón humano

SSabemos que Dios es amor. Si le-emos las obras de las santas Te-resa de Ávila y de Lisieux, nossorprende la frecuencia con queutilizan la palabra «sentimien-

to». ¿Están equivocadas? ¿Exageran el pa-pel del corazón? ¿Harían mejor en hablarsólo de voluntad y entendimiento?

La Iglesia revive en su liturgia la his-toria de la redención del hombre acercán-dose a diversos aspectos del mismo eidéntico misterio; pero es quizás en la ado-ración al Sagrado Corazón donde el miste-rio de la Encarnación y de la infinita caridadde Dios se manifiesta de la manera másprofunda. En el Corazón de Cristo habita laplenitud de la divinidad. Al decir «Cora-zón de Jesús» estamos tocando, a la vez, lafibra más digna y noble de su naturaleza, elcentro de su alma. Tener un corazón capazde amar, un corazón que puede conocer laansiedad y el sufrimiento, que puede afli-girse y conmoverse, es la esfera más inte-rior, secreta y plena de la Persona, y nadatiene que ver con el depauperado senti-mentalismo de cierta imaginería pietistaque presenta al Corazón de Cristo, no sóloprivado de su misterio sobrenatural, sinoinsípido y mediocre hasta desde el punto

de vista natural. Y tan mediocre como unsentimentalismo afectado es el extremoopuesto de una afectividad teñida, por con-traste, de rebuscada virilidad. Ambas sondistorsiones y falsificaciones.

Las bodas de Caná, la parábola del hijopródigo, las lágrimas sobre Jerusalén, laemoción incontenible ante la tumba de Lá-zaro y el hijo de la viuda de Naim, el amora su Padre celestial, a su madre y a su padreterrenal, la misericordia con la Magdalenay con la mujer adúltera, y con todos los ne-cesitados de curación, el perdón hasta se-tenta veces siete... son preciosos retazos deldesbordamiento del Corazón de Jesucris-to. Y, en el centro mismo de este Amor: la

Cruz, su Pasión, Muerte y Resurrección glo-riosa que nos han dado la Vida.

Que Jesucristo –Dios y Hombre, ver-dadero centro de la Revelación del Nue-vo Testamento– nos ama es una realidadque cambia completamente la vida decualquiera que se da cuenta de ello, y loacoge. La devocion al Sagrado Corazón,fuente de vida y de santidad, además deuna respuesta providencial a las aberra-ciones y herejías de esta época nuestra deodio a la persona humana y de lucha ra-dical contra la dignidad del hombre, esdesarrollo explícito de algo que siempreha estado implícito en la Iglesia que ado-ra la Santísima Humanidad de Cristo.

Dios es corazón,o sea... amor

«El corazón de Cristo». Mosaico en «San Apolinar», de Rávena