Estudio de La Uva.
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CAPITULO I y II. ESTUDIO DE LA UVA.
INTRODUCCIÓN, ESTACIONALIDAD DE LA PRODUCCIÓN, FACTORES
PRECOSECHA, MOMENTO DE LA VENDIMIA.
INTRODUCCIÓN:
ENOLOGÍA.
Es la ciencia que estudia la vid y sus productos (el mosto, destacadamente el vino y
también los subproductos de su elaboración). La enología como parte de la ciencia
universal es la reunión de botánica enológica, microbiológica enológica y química
enológica
VINICULTURA.
Arte de elaborar los vinos, es decir son las técnicas o procedimientos óptimos que nos
permiten obtener un buen vino.
VITICULTURA.
Es la técnica que cuida la vid, es decir conjunto de prácticas y técnicas agronómicas
que se
aplican al cultivo de la vid.
LA VITICULTURA EN EL CONTEXTO MUNDIAL Y EL CONTEXTO REGIONAL
LATINOAMERICANO.
ORIGEN
En la Era Terciaria (unos 71 millones de años antes de nuestra Era) apareció una
planta, la Vid, que se difundió extensamente por Asia, Asia Menor, Europa y parte de
Norte América. Los pueblos que lograron descubrir el vino fueron todos aquellos que
tenían este fruto: chinos, persas, egipcios y todos los pueblos de la cuenca del
Mediterráneo y casi toda Europa.
En la más lejana antigüedad los vinos eran identificados por su lugar de origen.
Ejemplo: en la Biblia se mencionan los vinos de Angaddi y de Baal-Hammon; en Grecia
los de Samos, Creta y Thasos. En Egipto el vino se cultivó hacia el IV milenio antes de
Cristo. Jeroglíficos hallados señalan la práctica de la vitivinicultura en la antigua
Babilonia. En la China de hace cuatro mil años se distinguía entre la fermentación de la
uva y el arroz. Las culturas griega y romana divinizaron el vino a través de Dionysios
(Bacco).
Entre los años 500 y 1600 de nuestra era Europa se convierte en el principal centro de
producción de vinos del mundo.
En el siglo XIX, la industria vitivinícola de Francia era el medio de vida de parte
importante de la población, al tiempo que constituía un rico filón de ingresos para el
erario.
La práctica de la viticultura en América se originó 34 años después del descubrimiento
cuando en 1526 se ordenó a cada colonizador que fueran plantadas 10 vides por cada
indígena. En la Edad Media se comenzó a investigar el vino y se descubrió y aisló a uno
de sus componentes: el aguardiente. Se encontró que era un cuerpo formado por doce
elementos; luego se encontraron dos más, y poco después otros tres.
IMPORTANCIA.
Según las últimas estadísticas de la FAO, la viticultura se ha extendido a más de 40
países ocupando aproximadamente 8,5 millones de hectáreas de las cuales se obtienen
59,9 millones de toneladas métricas de uva, siendo un rendimiento promedio de 7
Tm./ha. El 52% de la superficie y producción mundial está es 4 países: España, Italia,
Francia y en la Ex URSS (Hoy Comunidad de Estados Independientes, CEI), siguiendo
en Importancia Turquía, EE.UU., Argentina y Portugal. En el contexto regional
latinoamericano, esta actividad está representada en orden de importancia por
Argentina, Chile, Brasil, Uruguay y Perú, con extensiones que fluctúan entre 267 000
ha (Argentina) y 800 ha (Perú)
LA VITICULTURA EN EL PERÚ.
El primer español en traer viñas al Perú, según nos relata el cronista Garcilazo de la
Vega, fue Francisco de Carabantes, quien importó especialmente algunas plantas de
las islas Canarias, las cuales fueron sembradas en el Cuzco.
El primero que ofreció uvas de su cosecha en el Cuzco fue Bartolomé Terrazas,
también de los primeros conquistadores.
En el año 1555, desde su repartimiento de Achanquillo, en la provincia de Condesullo,
envió a Garcilazo de la Vega, padre del cronista, treinta indios cargados de uva para
repartirla entre sus vecinos.
A pesar de que el Perú fue en América una de las primeras colonias que elaboró vino, y
de la experiencia varias veces centenarias; no se ha logrado en nuestro país lo que se
llama un GRAN VINO. Tenemos todas las condiciones para ello: la tierra calcárea, los
diversos climas, la situación geográfica y la racional distribución del agua mediante el
riego en otros países en los cuales es la lluvia que riega, sucede con frecuencia que
hay exceso o escasez; lo que afecta el resultado de las cosechas.
No se sabe con certeza si desde México, o directamente desde España o Portugal, la
vid llega al Cuzco, Perú, a mediados del siglo XVI. Desde el Cuzco, centro cultural de
capitanes de Diego de Almagro, y más posiblemente, de Pedro de Valdivia. Pese a esta
afirmación, es necesario señalar que el Abate Molina, uno de los primeros hombres de
ciencia y cronistas que pisan territorio chileno, señala en sus escritos haber encontrado
vides silvestres en territorios deshabitados próximos a la Cordillera de los Andes, más
exactamente en la región de Curicó. Este antecedente ha hecho suponer a algunos que
la vid sería una planta autóctona de Chile; sin embargo, todo lleva a pensar en algún
tipo de implantación natural producto de aves que pudieran haber viajado dispersando
semillas comidas en otras plantaciones más al norte. La anotación de Molina sólo nos
sirve de antecedente para remarcar las excelentes condiciones climáticas que
encontraría más tarde la vid en el nuevo territorio de Chile
BOTÁNICA. POSICIÓN SISTEMÁTICA.
La vid, dentro del reino vegetal, está clasificada en la siguiente forma:
Tipo : Fanerógamas.
Subtipo : Angiospermas.
Clase : Dicotiledóneas.
Grupo : Dialipétalas.
Orden : Ramnales.
Familia : Vitaceae.
Género : Vitis.
GENERO SUBGÉNERO ESPECIES
Vitis rupestris
Vitis riparia
América
Vitis berlandierí, etc
Asia Varias
Euvitís
Europa Vitis vinifera (todas
las variedades
destinadas a
vinificación, mesa y
pasas)
Vitis rotundifolia
VITIS
Muscandia
Vitis munsoniana
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS MORFOLÓGICAS
La vid es una planta sarmentosa, bastante desarrollada, generalmente de porte
rastrero o trepador, cuyo sistema radicular es ramificado y descendente.
Sistema radicular.
La vid está dotada de un gran poder de emisión de raíces. Normalmente la mayoría de
ellas se encuentra a una profundidad comprendida entre 0,60 m y 1,50 m, pudiendo
penetrar en los suelos arenosos hasta 3,60 m
Tallo.
Está constituido por el tronco, las ramas principales, los sarmientos y las yemas.
El tronco, que no es otra cosa que la continuación hacia arriba del tallo del subsuelo.
Las características de la corteza (adherencia, espesor y tinte), del tronco y de las
ramas varían según las especies y variedades.
Las ramas principales, de similares características que el tronco, constituyen las
primeras ramificaciones de este. Las ramas secundarias o brotes anticipados, surgen
directamente de yemas situadas en las ramas primarias, son más cortas y difícilmente
poseen flores y racimos.
Los sarmientos o ramas del año, están constituidos por el crecimiento de los brotes
después de su maduración, a lo largo de los cuales, en intervalos más o menos
regulares, se encuentran los nudos. De estos salen las hojas y se desarrollan las
yemas y zarcillos.
Yemas.
Están constituidas generalmente por tres brotes parcialmente desarrollados con hojas
rudimentarias, o bien con hojas y racimos florales, cubiertos por escamas que están
impregnadas con suberina y revestidas con pelillos que protegen las partes interiores
contra el secamiento.
Hojas.
Cada una de ellas es el crecimiento expandido de un brote que nace en el nudo y tiene
una yema en su axila. Cada hoja tiene tres partes: peciolo, brácteas y limbo, el cuál
posee senos, lóbulos y nervaduras cuyas características varían según la especie y
variedad.
Zarcillos.
Son considerados por algunos autores como el abortamiento de una inflorescencia y
sirven para sujetar los brotes, protegiéndolos de la acción del viento. Al comienzo son
herbáceos, para volverse leñosos en el otoño.
Flores.
Las lleva un racimo constituido por el eje principal, llamado raquis, del cuál salen
ramas que se dividen para formar pedicelos, que son las que llevan las flores
individuales. La porción del raquis que se extiende desde el brote hasta su primera
rama se llama pedúnculo. El eje principal con todas sus ramificaciones (raquis, ramas y
pedicelos) se denomina escobajo.
Frutos.
El racimo de uvas o sea el fruto de la vid, cuya forma puede ser regular o irregular,
está constituido por: raspón y bayas.
ESTACIONALIDAD DE LA PRODUCCIÓN DE LA UVA. CICLO VEGETATIVO
Por ser la vid una especie de hoja caduca necesita descansar los meses de invierno,
con el fin de que las yemas broten uniformemente en la estación de primavera.
En países con climas templados y estaciones bien definidas, el reposo vegetativo se
mide por el número de horas de frío acumuladas debajo de 10 °C, que fluctúan de O a
1000 horas.
En nuestra costa central y sur, por falta de horas fríos, este descanso es deficiente,
dura alrededor de tres meses (junio, julio, agosto) y tienen que se ayudado con
supresión de riegos, prácticas que podría complementarse con aplicación de
dinitroortofenol o dinitroortocresol, en mezclas de aceite agrícola. La aplicación de
cianamida hidrogenada (Dormex), inmediatamente después de la poda y con yemas
dormidas, contribuye a un brotamiento uniforme de todas ellas.
Tratándose de climas tropicales, la falta de frío invernal no permite a esta especie
prosperar en las mejores condiciones, ya que todo el año se encuentra en actividad.
Dentro del ciclo vegetativo de la vid se consideran las siguientes fases:
Brotamiento, floración, fecundación, envero, maduración y agoste.
Brotamiento.
Se produce como consecuencia de una sostenida temperatura media ambiental
templada, acompañada de determinado grado de humedad y consiste en el
crecimiento de brotes como resultado de la producción de células nuevas y de su
agrandamiento.
La temperatura necesaria para que se produzca la brotación de la vitis vinifera fluctúa
entre los 8 y 12 °C, debiendo mantenerse durante dos semanas como mínimo,
situación que en nuestras condiciones ocurre por lo general en los meses de setiembre
y octubre.
Floración y fecundación.
En primavera, los racimos florales emergen con las hojas conforme inicia el brote su
crecimiento. Las vid normalmente florece cuando la temperatura alcanza los 20 a 22
°C y permanece en este estado de 8 a 12 días. Debajo de los 15,5 °C pocas flores se
abren. Con un aumento de la temperatura de 18 a 24 °C, la floración aumenta muy
rápidamente. A temperatura de 35 a 38 °C, la floración se retrasa. Generalmente,
transcurren alrededor de 50 días desde el brotamiento de las yemas hasta la floración.
Durante la floración el crecimiento de los sarmientos se hace menor y casi el brote
llega a detenerse en el momento de la fecundación, requiriéndose para tal efecto que
el proceso de la floración sea completo.
Envero y maduración.
Después del cuajado de los frutos, éstos inician su crecimiento en forma rápida,
manteniendo su color verde hasta una época crítica en que empiezan a cambiar e color
según la variedad (desde el verde a los diversos tonos de amarillento y desde el
violáceo hasta el negro). A este fenómeno en que desaparece la clorofila para ser
remplazada por pigmentos colorantes, se le conoce con el nombre de envero.
A partir del envero, se inicia el proceso de maduración, por lo cuál en los frutos
aumenta la concentración de azúcares y disminuye la de los ácidos.
En la madurez se considera la madurez práctica o comercial y la madurez fisiológica;
en el primer caso, los frutos alcanzan una composición definida para el fin que se les
designa (vinificación, consumo fresco, producción de pasas) y el segundo se
caracteriza por el hecho de que las semillas se encuentran en condiciones de germinar.
En el período comprendido entre la maduración de las uvas y la iniciación de la
inactividad invernal de la cepa, se produce en los sarmientos una serie de
modificaciones físicas y fisiológicas que culminan con él agoste de los mismos.
Agoste.
Período que abarca desde poco antes de la cosecha hasta el receso invernal, en el cuál
gran parte de las sustancias que contienen los órganos que se van a eliminar se
trasladan a los órganos que van ha permanecer hasta la reiniciación de su actividad en
primavera.
FACTORES PRECOSECHA. CONDICIONES ECOLÓGICAS PARA EL CULTIVO.
Clima
La vid, no obstante que se adapta a muy variados climas, para prosperar mejor
necesita de veranos largos, desde los tibios hasta calientes y secos, e inviernos
frescos. No prospera bien en climas con veranos húmedos, debido a su gran
susceptibilidad e enfermedades criptogámicas.
La presencia de lluvias durante la fructificación constituye un factor limitante, que
generalmente ocasiona pudrición de los racimos.
Hasta 10 °C los tejidos permanecerán inactivos o sea en estado de dormancia,
iniciando su brotamiento al calentarse el ambiente por encima de esta temperatura.
Por tanto, la acumulación de calor por encima de 10 °C (grados por día) marca el ciclo
de crecimiento del cultivo y determina el comportamiento de las variedades. En las
principales zonas vitivinícolas del país estas acumulaciones de calor varían de 1 500 a
3 400 grados / días.
De los cuadros se anota la información mensual referente a temperaturas y humedad
en las principales zonas vitícolas de las costas, en donde las lluvias son muy escasas, y
el invierno se caracteriza por la presencia de neblinas.
En términos generales, el clima de la costa es aparente para el cultivo de la vid, no
obstante que las altas temperaturas invernales impiden un adecuado agoste. Debe
destacarse, sin embargo, que en la costa sur se encuentran los viñedos más
importantes del país, debido fundamentalmente a que los factores ecológicos en esta
zona son más favorables.
En la sierra, este cultivo prospera en los valles interandinos y el selva es forzado,
vegetando durante todo el año.
La experiencia demuestra que las regiones más frías son aparentes para variedades
destinadas a la elaboración de vinos secos, y las más calientes para variedades
destinadas a la elaboración de vinos dulces, pasas y uvas de mesa.
Otros factores, tales como la latitud, la altitud, los vientos y su duración y la luz solar
también tienen sus efectos en el desarrollo del cultivo, pero en menor grado que la
cantidad total del calor, así, la viña prospera, mejor entre 35 a 50° de latitud norte y
entre los 8 a 39° de latitud sur, en altitudes que van desde pocos metros sobre el nivel
del mar hasta 1500 msnm.
Suelo.
La vid es una especie que se acomoda a gran diversidad de suelos, sin embargo, debe
elegirse de preferencia terrenos sueltos, profundos, con pH 5,6 a 7,7, para asegurar un
buen sistema radicular; debe evitarse suelos pesados, con mal drenaje. Respeto a la
composición química, deben tener un contenido aceptable de elementos nutritivos.
En las nuevas irrigaciones, debido a que los suelos son arenosos, pobres en materia
orgánica y con apreciable contenido de sales, se hace necesario, antes de instalar un
viñedo, efectuar trabajos de mejoramiento, consistentes en lavados e incorporación de
materia orgánica.
Cabe destacar que la vid es una especie que tiene ciertas condiciones de resistencia ala
sequía y a la presencia de sales de suelo.
Suelos con alta conductividad eléctrica (CE) mayores de 4 mmhos/cm, o aquellos que
tienen alto porcentaje de sodio cambiante (15%) no son aparentes para el normal
desarrollo del cultivo.
Debe descartase la idea de que el cultivo de la vid prospera en cualquier terreno y
condiciones, si se pretende explotarte económicamente.
En términos generales, en nuestro país, los suelos de la costa son aparentes para el
cultivo de la vid.
Asimismo existen otros factores como:
• Naturaleza del encepamiento.
• Condiciones culturales, (abonamiento, desmoche, deshojo)
• Condiciones climatéricas.
• Presencia o ausencia de enfermedades criptogámicas e insectos.
• Accidentes meteorológicos( granizo, inundaciones)
MOMENTO DE LA VENDIMIA
La uva como cualquier otra fruta, tiene 2 clases de madurez: la comercial y la
fisiológica. La primera es cuando la uva ha alcanzado el estado óptimo para la
utilización que se le quiera dar. Por lo general es este estado la cantidad de azúcares
alcanza un máximo requerido y la de ácidos un mínimo, igualmente ponderado,
existiendo un balance en el sabor entre dulzura y acidez; y la segunda cuando las
semillas o pepitas se encuentran aptas para germinar bajo determinadas condiciones,
considerándosele más que nada para estudios de investigación. El estadio de madurez
es la condición que resulta cuando los cambios de los diversos componentes del fruto
han llegado a un punto donde su efecto combinado sobre la cálida de una determinada
variedad es la aproximadamente más cercana posible a la ideal para un propósito
definido.
La madurez no es absoluta ni representa al producto final en los cambios que se llevan
a cabo en los granos; así, una uva muy ácida y con poco azúcar puede ser necesaria
para un propósito y en al condición contraria satisface otro propósito. En consecuencia,
tal como se ha dicho, la condición de madurez comercial de la uva varía de acuerdo
con la utilización que se le quiera dar, así como con el desarrollo del fruto.
Entre los principales factores que influyen en la maduración tenemos: variedad,
cantidad de calor efectivo desde la floración, manejo del viñedo, tipo de suelo, y toda
práctica que tienda a retener la corriente descendente de los elementos nutritivos
elaborados por las hojas (anillado, lijadura, etc.) La madurez del fruto puede
reconocerse por signos exteriores que son característicos de cada variedad, como,
color de la piel, consistencia, sabor al paladar, etc. La cosecha en el grado correcto de
madurez es esencial para asegurar:
• Su aptitud para el consumo.
• Su aptitud para el almacenamiento y trasporte.
• Su habilidad para madurar normalmente.
• Su conformidad con las normas existentes (cuando sea aplicable).
Los sistemas de cosecha varían según el destino que dé a la fruta.
Cosecha de uvas para vinificación.
Los criterios más importantes a considerar para determinar la madurez de las uvas
destinadas a vinificación son: contenido de azúcar, acidez, pH y la relación
Balling/ácido del jugo fresco extraído.
El contenido de azúcar se determina con hidrómetros yo refractómetros.
Se ha encontrado que la relación Balling/ácido es una base más sólida que el contenido
de azúcar para determinar la época de cosecha más adecuada.
En contraste con las uvas de mesa, las uvas destinadas a vinificación se cosechan
normalmente con una amplitud de maduración que varía de 20 a 25 °Balling o °Brix.
Las uvas para vinificación están listas para su cosecha cuando la relación de los
diferentes componentes di fruto, azúcar, ácido, ph y especialmente la relación
Balling/ácido sean las óptimas para la producción de un vino de calidad, del tipo
deseado.
La forma de recoger y transportar de uva varía de una región a otra, en función de las
características varietales, condiciones climáticas, manejo del viñedo y exigencias de las
bodegas receptoras.
Parta la recolección de los racimos se utilizan tijeras de cosecha y cajas de madera o
canastas especiales, tratando de que la uva llegue a la bodega en las mejores
condiciones.
CLASES Y VARIEDADES VINÍFERAS.
No obstante que es posible utilizar todas las variedades para todos los propósitos,
comercialmente es conveniente escoger las más sobresalientes para cada propósito y
región.
CLASES.
En países donde el cultivo de la vid está altamente tecnificado las variedades se
agrupan en las siguientes clases:
Para mesa
Para vinos
Para pasas.
Para jugos.
En nuestro país no hay especialización, por lo cuál las variedades existentes pueden
agruparse a lo más en tres clases:
Para mesa.
Para vinos y piscos.
Para pasas.
VARIEDADES.
Para Mesa:
Precoses : Cardinal, Perlett.
2a. Época : Alfonso Lavallée, Thompson Seedless, Rosa del Perú, Gross Colman,
Moscato de Hamburgo.
3a. Época : Italia, Quebranta, Tokay.
4a. Época : Emperador.
Para vinificación:
Vinos Tintos y Rosados: Malbeck, Barbera, Carignan, Quebranta, Grenache, Ruby
Cabemet, Cabernet Sauvignon, Alicante Bouschet.
Vinos Blancos: Sauvignon Blanc, Pinol Blanco, Riesling, Semillen, Albilla, Torontel;
Para Pisco: Quebranta, Italia, Negra Comente, Moscatel, Albilla, Torontel;
Para Pasas: Italia, Thompson Seedless.