ES EMINENTE UN CAMBIO EDUCATIVO Y PEDAGOGICO EN COLOMBIA

“Las nuevas generaciones viven en un mundo digital, son visuales y se aburren en clase. Colombia debe modernizar su propuesta pedagógica para enfrentar esta realidad o se atrasará en la competencia global”.

Orlando Ayala (revista cambio Marzo del 2010)

Ante un mundo globalizado con una serie de tecnologías que lo acercan, en el cual las distancias ya no son, saturado de información caótica, donde el poder de los medios masivos de comunicación hace exequible el conocimiento para todos sin discriminación alguna. Para Colombia es urgente una transformación pedagógica y de contenidos fomentando la innovación local que facilite la inclusión de los estudiantes al mundo laboral.

Desde hace quinientos años venimos enseñando los mismos contenidos alejados de nuestra realidad y descontextualizados; situación que nos obliga a un cambio de plan de estudios y currículo. Venimos desarrollando algunos contenidos sin importancia, que no tienen aplicabilidad para la realidad cotidiana, pero que sí atrasan la producción y aplicación de conocimientos en los estudiantes. Se trata realmente de activar el conocimiento en la vida real y a corto plazo sin tener que esperar veinte o veinticinco años para aplicarlos. En nuestras instituciones educativas existe la idea de que es necesario esperar una eternidad para que el conocimiento llegue a ser productivos y útil, razón por la cual en las mismas tampoco existen proyectos que conduzcan a tales fines por la supuesta incapacidad de los estudiantes.

Las generaciones actuales son absolutamente visuales, son de imágenes. La imposición de imágenes en el cerebro de los niños arranca desde muy temprana edad, aún desde la cuna empiezan a ver televisión y de ahí saltan al computador unos pocos… en fin, es una generación a la cual es muy difícil llegar dictándole contenidos de un libro a un cuaderno, con dinámicas de clase propias del Medioevo, en las cuales el docente es el dueño del conocimiento, limitando a sus estudiantes a obedecer sus órdenes así carezcan de sentido por estar descontextualizadas.

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El sistema entero sigue siendo valorado por los medios que se emplean: verbo, tiza y tablero gastando en trivialidades sin preocuparse por los resultados obtenidos y lo que es peor: sin constatar qué tanto contribuye ese conocimiento a la solución de conflictos.

Por estas razones es urgente acelerar un proceso de cambio en nuestro sistema educativo colombiano: suprimiendo algunas áreas y replanteando los contenidos de otras. Identificando las fortalezas de los estudiantes para potencializarlas, apoyando su desarrollo sin excluirlos del proceso. Debe plantearse un modelo educativo que no esté centrado en el profesor o en las necesidades de la institución sino, en el educando convirtiéndolo en actor y protagonista de su proceso de aprendizaje a partir de niveles educativos, tarea planteada anteriormente por el constructivismo.

El papel del maestro debe cambiar radicalmente y en vez de dictar clase, socializaría saberes, asesoraría proyectos en grupo, pasando de transmitir información a enseñar a aprehender a hacer para que el estudiante elabore su propio conocimiento adquiriendo consciencia de todos los pasos que conforman el proceso de aprendizaje, afianzando la autonomía necesaria para transitar a lo largo de ellos.

Se debe posibilitar el cambio didáctico y metódico en el sistema educativo para que los niños aprendan que el conocimiento adquirido lo deben aplicar dentro y fuera de la institución educativa. Cada estudiante tendría la responsabilidad de crear su propio proceso de aprendizaje con asesoría claro está, pero bajo su propia responsabilidad; por lo tanto ya no se hablaría de clases sino de momentos pedagógicos, se darían aprendizajes por proyectos y procesos, cambiarían las aulas, la distribución de los estudiantes no sería en filas frente al tablero, conformarían entonces equipos de cinco integrantes para debatir un tema específico, aplicando sus conocimientos en forma responsable

“La idea de que el aprendizaje tiene que ocurrir necesariamente en una escuela es totalmente errónea, el aprendizaje se da durante las veinticuatro horas del día”.

El corazón del problema está en lograr acelerar el aprendizaje a pesar del caos y la saturación de conocimiento. Hoy, casi de manera instantánea, puede accederse a cualquier tema. El dilema es como aprender algo útil en medio de tanta información. Quiero destacar que la tecnología no es el propósito, es el medio. Lo que ocurre es que ha logrado una extraordinaria

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difusión. Hay mil doscientos millones de personas en el mundo que tienen acceso a un computador. Esto, en sí mismo, constituye una revolución.

En este tema se trata de replantear o reinventar la educación, crear la oportunidad de que los estudiantes utilicen la tecnología como la capacidad para apersonarse del conocimiento, mediante la utilización de las tecnologías de la comunicación; el problema es que no tenemos una política directa para el acceso masivo en las instituciones a los computadores y menos a las conectividades y redes de la internet. Qué bueno soñar que en Colombia cada niño tuviera acceso a un ordenador en su escuela y que se cambiara el modelo educativo para poder hacer la transición de un sistema que tiene más de doscientos años de atraso, a otro basado en el descubrimiento de las capacidades para las habilidades que poseen los niños.

En Colombia, la realidad es que no existe política de acceso mas allá de lo que se ha hecho con computadores para educar y pare de contar. La tecnología no es un problema, ya que los costos vienen bajando y el uso de los aparatos sigue expandiéndose, debe haber un cambio fundamental, una revolución que no se ha dado, se requieren líderes dispuestos a asumir cambios y soluciones que le sirvan a los estudiantes de la masa, facilidad de acceso a internet como un derecho para el aprendizaje por la capacidad que brinda para interactuar con el mundo, no bastan los computadores hay que suministrar la conectividad, crear el contexto y entorno adecuado para que los niños y estudiantes asuman la responsabilidad de su propio aprendizaje.

En Colombia se habla de que los estudiantes no leen y que los jóvenes están en crisis, lo que pasa es que los jóvenes hacen parte de una nueva generación visual, de imágenes, de corta lectura y no están muy alentados a leer, se debe entender que lo que están haciendo es leer de una forma más corta. La gente lee menos libros hoy, pero cuando los estudiantes se interesan por un tema, lo profundizan desde diferentes fuentes y no solamente en aquellas referenciadas por el profesor. Lo que se debe desarrollar es un sentido crítico sobre qué tipo de información se debe emplear para cada tipo del problema. ¿Cómo se informa una persona? ¿Cómo ordena y analiza la información? ¿Cómo llega a fuentes confiables de la información? Son las grandes preocupaciones, en especial en los procesos de aprendizaje ya que toda la información que hay en el internet no es confiable y puede distorsionarlo, para ello hay que trabajar mucho con el pensamiento crítico, analítico y racional desde los contextos y las realidades donde estamos inmersos.

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Lo único constante es el cambio y es hora que este cambio se de en nuestras instituciones educativas y disminuir la brecha entre la tecnología y los olvidados del Estado colombiano.

RAFAEL ANTONIO PRIETO DUARTEPsicólogo y pedagogo

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