¿Es Descartes un escéptico?

El escepticismo es una corriente filosófica que cuestiona

la idea de que el conocimiento y certidumbre absolutos sean

posibles, debido a los sentidos, los cuales nos engañan y son

subjetivos. Esta doctrina resurgió en el Renacimiento debido a

los cambios que se estaban produciendo. Desde las disputas

religiosas que llevaron a la duda de la creencia cristiana hasta el

desarrollo de este como alternativa al dogmatismo que

presuponía la supremacía del objeto ante el sujeto, de la

realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu. Este

escepticismo dudaba, por tanto de la capacidad del ser humano

para hallar la verdad y por ello no creía en el conocimiento científico. Lo que pretendía este

método era, mediante contra argumentaciones a aquellos planteamientos de otros filósofos,

llegar a la tranquilidad del alma y la propia felicidad, considerando que el ser humano es

incapaz de alcanzar ninguna verdad absoluta.

Descartes, por su parte, confía en llegar a la verdad y

cree en el conocimiento científico como progreso, debido a que

observa en sus numerosos viajes los descubrimientos de la

revolución científica, pero para poder defenderlo Descartes

deberá establecer el concepto de conocimiento. Para llegar a

esto, Descartes se apoya en el “la duda” del escepticismo, pero

no lo hace de una forma radical, a esta la llama “duda

metódica” la cual, pone en cuestión el valor de los sentidos. Este

método le ayuda a establecer aquellas verdades absolutas,

aquellas que no se descartan porque no hay duda en ellas,

siempre en un ámbito teórico. Pero en contra del escepticismo,

Descartes piensa en la capacidad de la razón del ser humano, para así llegar a la verdad

absoluta.

Como forma de conclusión podemos decir que Descartes fue influido por el

escepticismo a la hora de elaborar un método. Pero no se puede afirmar que Descarte fuera

escéptico ya que estaba en contra de la duda por dudar y no llegar a ninguna verdad. Puesto

que él confiaba en la capacidad del ser humano para razonar y descartar aquello dudoso pero

siempre para llegar a unos conocimientos que se establecen como verdades absolutas e

indubitables.