Enfermos curados en la Biblia

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Textos bíblicos sobre las curaciones de Jesús

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    ENFERMOS CURADOSENFERMOS CURADOSENFERMOS CURADOSENFERMOS CURADOS

    EN LA BIBLIAEN LA BIBLIAEN LA BIBLIAEN LA BIBLIA

    ElElElEl hijo dehijo dehijo dehijo de unununun funcionario real funcionario real funcionario real funcionario real (Jn 4, 4(Jn 4, 4(Jn 4, 4(Jn 4, 43333----54)54)54)54) Pasados los dos das, parti de all para Galilea. Pues Jess mismo haba afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando lleg, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque haban visto todo lo que haba hecho en Jerusaln durante la fiesta, pues tambin ellos haban ido a la fiesta. Volvi, pues, a Can de Galilea, donde haba convertido el agua en vino. Haba un funcionario real, cuyo hijo

    estaba enfermo en Cafarnan. Cuando se enter de que Jess haba venido de Judea a Galilea, fue a l y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque estaba a punto de morir. Entonces Jess le dijo: Si no veis signos y prodigios, no creis. Le dice el funcionario: Seor, baja antes que se muera mi hijo. Jess le dice: Vete, que tu hijo vive. Crey el hombre en la palabra que Jess le haba dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo viva. l les pregunt entonces la hora en que se haba sentido mejor. Ellos le dijeron: Ayer a la hora sptima le dej la fiebre. El padre comprob que era la misma hora en que le haba dicho Jess: Tu hijo vive, y crey l y toda su familia. Tal fue, de nuevo, el segundo signo que hizo Jess cuando volvi de Judea a Galilea.

    LaLaLaLa suegra de Pedrosuegra de Pedrosuegra de Pedrosuegra de Pedro y a otrosy a otrosy a otrosy a otros (Mt 8,(Mt 8,(Mt 8,(Mt 8, 14141414----11117777))))

    Cuando Jess lleg a la casa de Pedro, vio que la suegra de Pedro estaba en cama y con fiebre. Jess le toc la su mano y la fiebre la dej. Entonces ella se levant y empez a atenderlos.

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    Al anochecer, la gente le trajo a Jess muchos atormentados por demonios y l orden a los espritus que salieran. San a todos los que estaban enfermos. Esto sucedi para que se cumpliera lo que dijo el profeta Isaas: l quit todas nuestras dolencias y llev nuestras enfermedades.

    ElElElEl leprosoleprosoleprosoleproso (Mt(Mt(Mt(Mt 8, 18, 18, 18, 1----4)4)4)4)

    Cuando Jess baj de la ladera de la montaa, mucha gente lo segua. Entonces un leproso se arrodill delante de l y le dijo: Seor, si quieres, puedes quitarme esta enfermedad. Jess extendi la mano, lo toc y dijo: S quiero. Sana ya! En ese mismo instante se le quit la lepra. Entonces Jess le dijo: Mira, no se lo cuentes a nadie. Ve y presntate ante el sacerdote y da la ofrenda que Moiss orden. Esto servir para que la gente compruebe que has sido sanado.

    ElElElEl paraltico de paraltico de paraltico de paraltico de Cafarnan Cafarnan Cafarnan Cafarnan (Mt 9, 1(Mt 9, 1(Mt 9, 1(Mt 9, 1----8)8)8)8)

    Jess subi a una barca y atraves el lago para regresar a su propio pueblo. Entonces le trajeron a un hombre que estaba en una camilla, pues era

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    paraltico. Cuando Jess vio la fe que tenan, le dijo al paraltico: nimo, hijo, tus pecados quedan perdonados. Algunos maestros de la ley se dijeron: Esta es una ofensa a Dios. Pero como Jess saba lo que estaban pensando, dijo: Por qu estn pensando mal? Tal vez piensen que es ms fcil que yo le diga: Tus pecados quedan perdonados, porque eso no se puede comprobar. Pero si le digo: Levntate y anda! y as sucede, entonces quedar comprobado que el Hijo del hombre tiene en la tierra el poder de perdonar pecados. As que Jess le dijo al paraltico: Levntate, recoge tu camilla y vete a tu casa. l se levant y se fue a su casa. Cuando la multitud vio esto, se llen de miedo y alababa a Dios por traer tal poder a los seres humanos.

    Jess sana en el da de descanso. MJess sana en el da de descanso. MJess sana en el da de descanso. MJess sana en el da de descanso. Mano paralizada ano paralizada ano paralizada ano paralizada (Mt 12, (Mt 12, (Mt 12, (Mt 12, 9999----13)13)13)13)

    Luego Jess se fue de ah para la sinagoga. Haba un hombre all que tena una mano paralizada, y como buscaban la manera de acusar a Jess, entonces le preguntaron: No se debe sanar en el da de descanso, verdad? Jess les contest: Si alguno de ustedes tiene una oveja y en el da de descanso esta se cae en un pozo, no es verdad que va y la saca del pozo? Pues un ser humano vale ms que una oveja! Por lo tanto, est

    permitido hacerle bien a la gente en el da de descanso. Entonces Jess le dijo al hombre de la mano paralizada: Extiende la mano. El hombre la extendi y le qued tan sana como la otra.

    ElElElEl criado del Centurin criado del Centurin criado del Centurin criado del Centurin (Mt 8, 5(Mt 8, 5(Mt 8, 5(Mt 8, 5----13)13)13)13) Cuando Jess entr en Cafarnan, se le acerc un capitn romano para pedirle ayuda. El capitn le dijo: Seor, mi siervo est en cama, no se puede mover y tiene un dolor terrible. Entonces Jess le dijo: Ir a sanarlo. El capitn le contest: Seor, no merezco que vayas a mi casa, pero tan slo da la orden y mi siervo quedar sanado. Porque yo estoy bajo la autoridad de mis superiores y a la vez tengo a muchos soldados bajo mi

    autoridad. Si le digo a un soldado: Ve, l va. Si le digo a otro: Ven, l viene. Y si le digo a mi siervo: Haz esto, l lo hace. Cuando Jess escuch esto, se

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    admir mucho y les dijo a los que lo seguan: Les digo la verdad: nunca he visto en Israel a nadie con tanta fe. Adems les digo que muchos vendrn del oriente y del occidente y en el reino de Dios participarn en un banquete con Abraham, Isaac y Jacob. Pero los que nacieron para tener el reino sern expulsados. Estarn en la oscuridad, donde llorarn y crujirn los dientes de dolor. Entonces Jess le dijo al capitn: Ve a tu casa, tu siervo sanar as como creste. Y en ese mismo instante el siervo fue sanado.

    La hemorroisa La hemorroisa La hemorroisa La hemorroisa (Mt 9, 20(Mt 9, 20(Mt 9, 20(Mt 9, 20----22)22)22)22)

    Entonces una mujer que llevaba doce aos sufriendo de flujos de sangre, se le acerc a Jess por detrs y le toc el borde de su manto. La mujer hizo esto porque pensaba: Si alcanzo a tocar un pedazo de su manto, quedar sana. Jess se dio la vuelta, la vio y dijo: nimo, hija! Tu fe te ha sanado. Desde entonces la mujer qued sana.

    Los dos ciegos Los dos ciegos Los dos ciegos Los dos ciegos (Mt 9, 27(Mt 9, 27(Mt 9, 27(Mt 9, 27----31)31)31)31)

    Al salir Jess de all, dos ciegos lo siguieron, gritndole: Hijo de David, ten compasin de nosotros! Cuando entr a la casa, los ciegos se le acercaron y Jess les dijo: Ustedes creen que yo puedo hacer que recobren la vista? Ellos respondieron: S Seor, creemos! Entonces Jess les toc los ojos y dijo: Que

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    les suceda tal como ustedes creen. Los hombres recuperaron la vista y Jess les advirti muy seriamente: No dejen que nadie se entere de esto. Pero ellos se fueron y difundieron la fama de Jess por toda la regin.

    El paraliEl paraliEl paraliEl paralitico de la piscina de Betesda tico de la piscina de Betesda tico de la piscina de Betesda tico de la piscina de Betesda (Jn 5, 1(Jn 5, 1(Jn 5, 1(Jn 5, 1----16)16)16)16)

    Despus de esto, haba una fiesta juda y Jess fue a Jerusaln. All haba un estanque con cinco pabellones que quedaba cerca de la puerta de las ovejas. En arameo se llama Betsaida. Debajo de estos pabellones haba muchos enfermos acostados. Unos eran ciegos, algunos cojos y otros paralticos. Entre ellos estaba un hombre que haba estado enfermo durante treinta y ocho aos. Cuando

    Jess lo vio acostado ah y supo que haba estado enfermo tanto tiempo, le dijo: Te quieres sanar? El enfermo respondi: Seor, no tengo a nadie que me meta al estanque cuando el agua se empieza a mover. Cuando estoy cerca del estanque, alguien se me adelanta y se mete antes que yo. Jess le dijo: Levntate, recoge tu camilla y camina. El hombre qued sano inmediatamente, tom su camilla y empez a caminar. Esto fue en un da de descanso. Por eso, algunos judos empezaron a decirle al hombre que haba sido sanado: Hoy es da de descanso, no se puede cargar una camilla. l les dijo: El que me san me dijo: Recoge tu camilla y camina. Ellos le preguntaron: Quin fue el que te dijo: Recoge tu camilla y camina? Pero el hombre que fue sanado no saba quin era, porque Jess haba desaparecido entre la multitud. Despus, Jess lo encontr en el rea del templo y le dijo: Mira, ests sano. As que no peques ms o te pasar algo peor. El hombre fue y les cont a esos judos que Jess lo haba sanado. Por eso ellos comenzaron a perseguir a Jess, por hacer esto en da de descanso.

    El sordomudo de la Decpolis El sordomudo de la Decpolis El sordomudo de la Decpolis El sordomudo de la Decpolis (Mc 7, 31(Mc 7, 31(Mc 7, 31(Mc 7, 31----37)37)37)37)

    Despus Jess regres de la regin de Tiro y, pasando por Sidn, lleg al lago de Galilea, atravesando la regin de Decpolis. All le llevaron a Jess a un hombre que era sordo y casi no poda hablar. Le rogaron que lo tocara para sanarlo. Jess se alej con el hombre para apartarse de la multitud. Le meti los

    dedos en los odos, escupi y con saliva le toc la lengua. Despus Jess mir hacia el cielo, respir profundo y dijo: Efat! (que significa

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    brete!). Enseguida el hombre pudo or, se arregl su defecto de la lengua y comenz a hablar normalmente. Jess les orden a los que vieron el milagro que no contaran lo que haba pasado. Sin embargo, entre ms se lo ordenaba, ms iban a contarlo. La gente qued completamente atnita y decan: Hace todo muy bien. Hasta puede hacer que los sordos oigan y que los mudos hablen!

    El ciego de Betsaida El ciego de Betsaida El ciego de Betsaida El ciego de Betsaida (Mc 8, 22(Mc 8, 22(Mc 8, 22(Mc 8, 22----26)26)26)26)

    Cuando llegaron a Betsaida, le trajeron a un ciego y le pidieron a Jess que lo tocara. Jess tom al hombre de la mano y lo llev hasta las afueras del pueblo. All, escupi saliva en los ojos del ciego, lo toc y le pregunt: Puedes ver algo? El hombre levant la mirada y dijo: Veo a la gente como rboles caminando. Entonces Jess volvi a poner sus manos en los ojos del ciego. Luego el hombre abri bien los ojos y pudo ver todo con claridad. Haba recobrado la vista. Jess mand al hombre a su casa y le dijo: No entres al pueblo.

    El hidrpico El hidrpico El hidrpico El hidrpico (Lc 14, 1(Lc 14, 1(Lc 14, 1(Lc 14, 1----6)6)6)6)

    Un da de descanso, Jess fue a comer a la casa de uno de los lderes fariseos. La gente que estaba all estaba pendiente de lo que Jess hara. En ese momento se le acerc un hombre que tena una enfermedad que hinchaba el cuerpo. Jess

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    les pregunt a los expertos de la ley y a los fariseos: Est permitido sanar en el da de descanso o no? Pero ellos se quedaron callados. Entonces Jess tom al enfermo, lo san y le dijo que poda irse. Jess les dijo a los fariseos y a los expertos de la ley: No es verdad que si su hijo o su buey se cae a un pozo ustedes lo sacaran de inmediato, incluso en el da de descanso?

    Los diez leprosos Los diez leprosos Los diez leprosos Los diez leprosos (Lc 17, 11(Lc 17, 11(Lc 17, 11(Lc 17, 11----19)19)19)19)

    Camino a Jerusaln, Jess pas por las regiones de Samaria y Galilea. Al entrar a cierto pueblo, diez leprosos salieron a encontrarlo. Se quedaron parados a lo lejos, y le dijeron en voz alta: Jess, Maestro, ten compasin de nosotros! Al verlos, Jess les dijo: Vayan y presntense ante los sacerdotes. Mientras iban a los sacerdotes, fueron sanados. Cuando uno de ellos vio que haba sanado, regres a donde estaba Jess, dando

    gritos de alabanza a Dios. Se postr rostro en tierra ante Jess y le dio las gracias. Este hombre era un samaritano. Jess respondi: Diez hombres fueron sanados, dnde estn los otros nueve? Ninguno regres a darle gracias a Dios sino este extranjero? Entonces Jess le dijo: Levntate y vete, porque tu fe te ha sanado.

    El ciego de Jeric, Bartimeo El ciego de Jeric, Bartimeo El ciego de Jeric, Bartimeo El ciego de Jeric, Bartimeo (Mc 10, 46(Mc 10, 46(Mc 10, 46(Mc 10, 46----52)52)52)52)

    Luego llegaron a Jeric. Cuando Jess y sus seguidores salan de all acompaados por mucha gente, un mendigo ciego llamado Bartimeo, hijo de Timeo, estaba sentado al lado del camino. Cuando oy que vena Jess de Nazaret, comenz a gritar: Jess, Hijo de David, ten compasin de m! Muchos lo regaaron y le decan que se callara, pero el hombre gritaba aun ms: Hijo de David, ten compasin de m! Entonces, Jess se detuvo y dijo: Llmenlo. Llamaron al ciego y le dijeron: Anmate y levntate, Jess te est llamando. El

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    ciego se quit el manto, dio un salto y fue a donde estaba Jess. Jess le dijo: Qu quieres que haga por ti? El ciego respondi: Maestro, quiero ver de nuevo. Jess le dijo: Puedes irte, tu fe te ha sanado. Enseguida el hombre pudo ver y sigui a Jess por el camino.

    Los ciegos de Jeric Los ciegos de Jeric Los ciegos de Jeric Los ciegos de Jeric (Mt 20, (Mt 20, (Mt 20, (Mt 20, 29292929----34)34)34)34)

    Cuando estaban saliendo de Jeric, lo segua una gran multitud. Haba dos ciegos sentados al lado del camino, y cuando oyeron que Jess estaba pasando por ah, gritaron: Seor, Hijo de David, ten compasin de nosotros! La gente los regaaba y les deca que se callaran, pero ellos gritaban aun ms fuerte: Seor, Hijo de David, ten compasin de nosotros! Entonces Jess se detuvo y les pregunt: Qu quieren que yo haga por ustedes? Ellos le dijeron: Seor, queremos ver. Jess tuvo compasin de ellos y les toc los ojos. En ese momento ellos pudieron ver y lo siguieron.

    La mujer encorvada La mujer encorvada La mujer encorvada La mujer encorvada (Lc 13, 10(Lc 13, 10(Lc 13, 10(Lc 13, 10----17)17)17)17) El da de descanso, Jess estaba enseando en una de las sinagogas.

    All haba una mujer que tena un espritu de enfermedad que la haba tenido lisiada ya por dieciocho aos. Andaba encorvada y no se poda enderezar nada. Cuando Jess la vio, la llam y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Entonces puso las manos sobre ella, y de inmediato ella se enderez y empez a alabar a Dios. El dirigente de la sinagoga se disgust mucho porque Jess la haba sanado en el da de descanso. Por eso el dirigente le dijo a la gente: Hay seis

    das para trabajar, as que vengan a ser sanados en esos das, no en el da de descanso. El Seor le respondi: Hipcritas! Acaso no desatan todos ustedes

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    a su buey o a su burro en da de descanso para llevarlo a tomar agua? Esta mujer tambin es descendiente de Abraham, y por dieciocho aos Satans la ha atado a esta condicin. No se le deba desatar de esta atadura en da de descanso? Cuando dijo esto, todos los que estaban en su contra se avergonzaron, pero los dems se alegraron mucho por las cosas maravillosas que haca.

    La oreja de Malco La oreja de Malco La oreja de Malco La oreja de Malco (Jn 18, 10(Jn 18, 10(Jn 18, 10(Jn 18, 10----11)11)11)11)

    Entonces Simn Pedro sac la espada que tena y le cort la oreja derecha al siervo del sumo sacerdote, uno llamado Malco. Jess le dijo a Pedro: Coloca la espada en su lugar. Acaso no debo beber de la copa que el Padre me dio?

    Norka C. Risso Espinoza Centro San Juan de Dios - Ciempozuelos http://pastoralsanitaria.blogspot.com.es/