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TRABAJO Y SALUD Prof. EUGENIA GUZMAN Psicóloga Universidad Nacional de Colombia EL TIEMPO DEL TRABAJO stupendo reconoci- miento bíblico de la ritmicidad y repeti- tividad de las accio- nes que marcan la vida humana. Más aún, el Eclesias- tés hubiera podido mencionar también que para las ratas también existe la hora de girar en la rueda de actividad y la hora de no girar, siendo la hora de girar al comienzo del período de oscuridad. De hecho, la inmensa mayoría de las funciones biológicas presentan oscilaciones diarias de 24 horas, con máximos y mínimos en sus niveles las que dependen de un reloj interno que tenemos los humanos y los animales en el núcleo supraquiasmático, cerca del hipotálamo. Cuando se presenta un máximo y un mínimo cada 24 horas, se dice que son variaciones circadianas (circa-dies), cuando se presentan dos o más máximos y mínimos en 24 horas, se dice que son ultradianas y cuando son mensuales o anuales se habla de oscilaciones lunares y circanuales respectivamente. Hoy se sabe que muchas de las funciones comportamentales como la actividad locomotora en animales, la precisión y rapidez en tareas viso-motoras en animales y humanos, así como diversos tipos de memoria y de solución de problemas tienen oscilaciones circadianas. La mayoría de las funciones fisiológicas presentan oscila- ciones circadianas entre las que pueden mencionarse a título de ejemplo: los neuro- transmisores cerebrales, la temperatura corporal, la síntesis y secreción de cortisol, de ACTH, de melatonina, prolactina, gonadotropina, renina, insulina, hormonas gonadales y hormona de crecimiento. 1. Todo tiene su tiempo y su momento cada cosa bajo el cielo. 2. Su hora el nacer y su hora el morir, su hora el plantar y su hora el cosechar... 15. Lo que ahora ha sido, fue ya, y lo que ha de ser, ya fue ... Eclesiastés, 3. l. mSTORIA DEL TIEMPO DEL TRABAJO En sociedades eminentemente agrarias el tiempo dedicado al trabajo estuvo casi completamente determinado por la disponibilidad de luz solar. Esto conllevaba largas jornadas de trabajo en verano y jornadas muy cortas en invierno cuando las actividades se centraban en labores domésticas y las veladas junto a un solo fuego eran REVISTA COLOMBIANA DE PSICOLOGIA 109

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TRABAJO Y SALUD

Prof. EUGENIA GUZMANPsicólogaUniversidad Nacional de Colombia

EL TIEMPO DEL TRABAJO

stupendo reconoci-miento bíblico de laritmicidad y repeti-tividad de las accio-nes que marcan la

vida humana. Más aún, el Eclesias-tés hubiera podido mencionar también que para las ratas también existe la hora degirar en la rueda de actividad y la hora de no girar, siendo la hora de girar al comienzodel período de oscuridad.

De hecho, la inmensa mayoría de las funciones biológicas presentan oscilacionesdiarias de 24 horas, con máximos y mínimos en sus niveles las que dependen de unreloj interno que tenemos los humanos y los animales en el núcleo supraquiasmático,cerca del hipotálamo. Cuando se presenta un máximo y un mínimo cada 24 horas, sedice que son variaciones circadianas (circa-dies), cuando se presentan dos o másmáximos y mínimos en 24 horas, se dice que son ultradianas y cuando son mensualeso anuales se habla de oscilaciones lunares y circanuales respectivamente.

Hoy se sabe que muchas de las funciones comportamentales como la actividadlocomotora en animales, la precisión y rapidez en tareas viso-motoras en animales yhumanos, así como diversos tipos de memoria y de solución de problemas tienenoscilaciones circadianas. La mayoría de las funciones fisiológicas presentan oscila-ciones circadianas entre las que pueden mencionarse a título de ejemplo: los neuro-transmisores cerebrales, la temperatura corporal, la síntesis y secreción de cortisol,de ACTH, de melatonina, prolactina, gonadotropina, renina, insulina, hormonasgonadales y hormona de crecimiento.

1. Todo tiene su tiempo y su momentocada cosa bajo el cielo.

2. Su hora el nacer y su hora el morir,su hora el plantar y su hora el cosechar...

15. Lo que ahora ha sido, fue ya,y lo que ha de ser, ya fue ...Eclesiastés, 3.

l. mSTORIA DEL TIEMPO DEL TRABAJO

En sociedades eminentemente agrarias el tiempo dedicado al trabajo estuvo casicompletamente determinado por la disponibilidad de luz solar. Esto conllevabalargas jornadas de trabajo en verano y jornadas muy cortas en invierno cuando lasactividades se centraban en labores domésticas y las veladas junto a un solo fuego eran

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muy largas. A medida que se perfeccionaron los com-bustibles (grasa animal, grasa de ballena cazada engran escala en el siglo XIX) las jornadas de trabajo sealargaron. Es así como vemos a los obreros inglesestrabajando en penumbra jornadas de 16-18 horas tan-to en las minas como en los workshops urbanos. Eladvenimiento del gas como alumbrado público y co-mo combustible doméstico hizo que el trabajo noctur-no fuese más eficiente y generalizó la práctica dejornadas de trabajo muy largas con relativa buena luz,lo cual contribuía a elevar la productividad del trabajonocturno y a permitir que la vida urbana en ciertossectores pudiera desarrollarse durante 24 horas.

A finales del siglo XIX, Edison habría de contri-buir en forma decisiva a nuestro modo actual de vidaen el cual, en cualquier momento que queramos, encualquier sitio donde estemos, podemos tener luz demuy adecuada calidad, muy bajo precio y ningúncosto de respuesta (al contrario del gas que era peli-groso y dispendioso de encender). Junto con el desa-rrollo de redes ferroviarias poderosas, y, ya en el sigloXX, de la aviación, el bombillo contribuyó a incremen-tar las horas de productividad y la capacidad deubicar los bienes en plazas lejanas, con lo cual lapráctica de trabajo de tumos o las jornadas más alláde las horas de luz solar se volvió práctica frecuenteen el mundo industrializado. Hasta final de los años50, el avión de motor permitía viajes relativamentecortos pero, al menos en aviación comercial, un viajede Sur América a Europa tomaba al menos dos días(usualmente tres), al igual que desde la costa oeste delos E.U.

Finalmente, en la década de los años 60 se dieronvarias innovaciones que repercutieron en forma radi-cal a modificar los horarios de millones de personas.Uno de ellos fue el advenimiento del jet que, viajandoa unos 900 km/h, permite cruzar 6 ó 7 husos horariosen un vuelo de 8-9 horas. Otro desarrrollo crucial sedio con los viajes espaciales y los satélites de teleco-municaciones. Todo ello hizo que hoy en día, inde-pendientemente de dónde esté ubicado el individuo,existan básicamente tres puntos de referencia paratransacciones comerciales y decisiones industriales,que son Tokio, Londres-París, y Nueva York (cuandoen N.Y. son las 4 de la tarde, en Londres son las 11 dela noche del mismo día y en Tokio son las 8 de lamañana siguiente). Así, hasta los años 50 se consideraba que existían "varios mundos" industrializados (ais-lados por la distancia o, si se quiere, por el tiempo) perohoy en día se habla de y se trabaja en un solo mundo.El horario de trabajo es irrelevante puesto que encualquier momento, en cualquier lugar, es posible

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recibir una llamada, un fax, una orden de produccióno una decisión política de las antípodas.

Las consideraciones anteriores hacen que en lamayoría de los países, incluyendo países en desarrollocomo Colombia, existan millones de trabajadores dediferentes niveles que deben trabajar las 24 horas deldía. Obviamente, hoy en día el trabajador usualmenteno labora 18 horas en 24, como en las minas inglesasdel siglo pasado', ya que normalmente, hace tumosde 8 horas (generalmente día, tarde y noche y gene-ralmente rotando cada semana). Pero incluso en ópti-mas condiciones, no todas las personas pueden traba-jar por tumos e incluso las que toleran bien loscambios de horarios, a la larga suelen presentar quejasde insomnio, irritabilidad, baja en la eficiencia laborale intelectual así como desórdenes médicos. Que existeun "tiempo para trabajar y un tiempo para descansar"lo atestigua el exceso de accidentalidad que ocurre enlas horas de la madrugada en tráfico aéreo y automo-tor así como en errores gravísimos de interpretacióno de lectura de datos en plantas nucleares, altos hor-nos, hospitales y otras industrias con repercusión enterceros.

Asímismo, millones de turistas literalmentepierden uno o dos días de su viaje intercontinental porefectos del llamado "jet-lag" o sea, desfase debido aun cambio repentino de más de tres husos horarios enun día. Si el jet-lag se limitara a los turistas, la cuestiónno sería muy grave. El problema es que el jet-lag afectaen forma muy severa a los viajeros frecuentes, comoson las tripulaciones de los jets, los altos ejecutivos ylos políticos que toman decisiones que repercutiránen los precios y en las vidas de virtualmente, todo elglobo, y quienes suelen presentar severas perturba-ciones de sueño, de calidad de la vigilia y de salud.

A continuación entraremos a discutir las basesbiológicas y psicológicas de los fenómenos citados.

U. EL TIEMPO DE LA EFICIENCIA

Efectos de la hora del día: las características gene-rales de los ritmos (o sea, de fenómenos oscilatorios)son: el período o duración de un ciclo; la frecuencia onúmero de veces que el ciclo se da por unidad detiempo; la amplitud o cantidad de variación en la fun-ción; y finalmente, la fase o sincronización con otros

1. Aunque existen casos de irresponsabilidad cívica y personal extremos como, en elpasado, ciertos controladores aéreos en Colombia quienes, para devengar mayoreshoras extras, acostumbraban realizar este tipo de jornadas, sin que las autoridadescompetentes intervinieran para remediarla situación, Otro tipo de situaciones análogasque se dan en nuestro país, también con la anuencia de las autoridades, son las delos conductores de buses urbanos o interurbanos.

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ritmos. La sincronización serefiere a la cantidad de tiem-po que separa entre sí los má-ximos de dos ritmos. La fasese mide en ángulos de uncuadrante de 24 horas, demodo que una diferencia de6 horas equivale a un ángulode 90°. Bajo condiciones fi-siológicas, esta separacióntemporal siempre será cons-tante; si se altera, se dice quehay desincronización internaentre dichos dos ritmos, quees una de las principales cau-sas de pérdida de eficienciacomportamental, malestarfísico y susceptibilidad a en-fermedades.

Trabajando con ratas,Richter en 1950 observó quecuando se apagaba la luz dellaboratorio, cada animal co-menzaba a mover la ruedade actividad durante deter-minado tiempo. El lapso en-tre el inicio de la oscuridad y el comienzo de la activi-dad variaba entre diversas ratas, pero era constantepara un mismo individuo. Bajo condiciones de luzconstante, cada rata difería el comienzo de su períodode actividad siempre por la misma cantidad de tiem-po cada día, de modo que al cabo de un númerodeterminado de días, volvía a cruzar su horario origi-nal. Con el fin de comprobar que estos ritmos deactividad fuesen endógenos y no debidos a factoresde aprendizaje ambiental, Richter enucleó ojos deratas recién nacidas y observó que, a la edad en quelas ratas normales comienzan a mostrar ritmicidad ensu período de actividad, las ratas ciegas también lohacían, sólo que cada día diferían o adelantaban superíodo de actividad por cierta cantidad de tiempo.Es decir, mostraban típicos patrones de ritmos endó-genos independientes de claves ambientales que sedenominan ritmos de curso libre. Con ello quedó de-mostrada la presencia de ritmos biológicos, determi-nados por un reloj interno. Así, hoy sabemos que lamayoría de las funciones fisiológicas y buena parte delas funciones mentales están regidas por mecanismosintrínsecos cerebrales que determinan los máximos ymínimos de dicha función. Cuando estas oscilacionesson debidas a factores biológicos, se les llama ritmosendógenos o biológicos. En la naturaleza, los ritmosbiológicos se hallan bajo control de claves ambientales

que operan a la manera de undispensador de tiempo oZeitgeber (que generalmentees la luz solar) y que coloca elritmo 11a la hora" o lo encarrila.Artificialmente, pueden crearsecondiciones (luz constante y au-sencia de claves sociales) en lasque el ritmo no se halla sujetoa señales ambientales que mar-quen su inicio y entonces setrata de un ritmo de curso libre,como el caso de las ratas deRichter o de experimentos conhumanos sometidos a ausen-cia total de claves temporalesambientales replicados poste-riormente. Los ritmos encarri-lados por luz solar tienen unperíodo de 24 horas, pero en elhumano la duración de los rit-mos de curso libre bajo condi-ciones constantes de luz:oscu-ridad tiende a ser de 25 horas.Esta ligera disparidad entre elperíodo del reloj interno y el

período del ciclo solar le da flexibilidad a la especiepara ajustarse a cambios de luz debidos a variacionesestacionales.

Otro Zeitgeber también universal pero que afectaen menor grado los ritmos es el magnetismo terrestre".Voluntarios humanos sometidos a condiciones pro-longadas de luz constante, encerrados en bunkers sinclaves que les permitieran conocer el tiempo y conaislamiento del campo magnético, mostraban una de-sincronización de sus ritmos más rápida que aquellosque estaban bajo condiciones constantes pero sin ais-lamiento de campo magnético.

Finalmente, para el hombre, los Zeitgebers cultu-rales actúan en forma poderosa, marcando el tiempoa través de horas de levantarse, acostarse, horario decomidas y demás claves que marcan el tiempo en ungrupo social y, por supuesto, el despertador que es unmodelo rudimentario de Zeitgeber. Así pues, el perío-do y la sincronización de la mayoría de los ritmos enel humano y en los primates están determinados porel horario de luz:oscuridad y por ende, por el horariode trabajo, comidas y socialización.

2. Zeitgeberes el vocablo alemán para indicar un dispensador de tiempo.3. El que funciones fisiológicas y comportamentales animales estén bajo cierto controlde las variaciones en el magnetismo lunar o solar no le da ninguna validez a laastrología, sistema pseudo-científico derivado de la mecánica celeste pre-copemicana.

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Efectos del acople de los ritmos: la luz es pues, unpoderoso determinante de los ritmos biológicos yactúa directamente sobre el principal oscilador endó-geno que es el núcleo supra-quiasmático, en la regiónhipotalámica anterior que tiene conexiones directascon la retina. Probablemente cada ritmo biológicotenga un ritmo intrínseco, pero en el animal, todosestán bajo control de uno o dos osciladores principalesque determinan la hora de inicio de cada ciclo.

Cuando los ritmos no se hallan en fase unosrespecto de otros y cuando su período, amplitud yfrecuencia se hallan alterados, se presentarán en or-den de aparición: pérdida de la eficiencia comporta-mental, malestar subjetivo y somnolencia y, posterior-mente, disminución de defensas inmunológicas yenfermedad. La somnolencia se presenta porque unode los ritmos "maestros" es el de temperatura corpo-ral que es uno de los más susceptibles a desfasarserespecto de los demás ciclos yen especial del ciclo deinicio del sueño. De esta suerte, si el mínimo de tem-peratura (que normalmente ocurre con el período desueño más profundo) coincide con una hora en la quehay altas exigencias de atención sobre el individuo, setendrá un desfase con una sustancial pérdida de efi-ciencia.

Eficiencia comporta mental: la eficiencia, definidapor rapidez, precisión y respuestas correctas tambiénmuestra importantes variaciones circadianas en hu-manos y en animales. Las numerosas tareas experi-mentales con humanos que muestran efectos circadia-nos se clasifican en tareas objetivas y subjetivas. Entrelas subjetivas, se encuentran los cuestionarios de au-to-evaluación. Por ejemplo, la somnolencia subjetivaes elevada entre las 7-9 a.m. y a las 21-23 horas peroel tono hedónico y alertamiento energético se elevanhacia las 9 a.m. y luego decrecen monotónicamente;por otro lado, el alertamiento tensional es bajo por lamañana y asciende a medida que el día transcurre.

Existen medidas objetivas como son las tareassimples con componente motor débil que pueden serde vigilancia (búsqueda visual) o de detección deseñales cuyos máximos de velocidad se encuentranentre las 19-21 horas. Sin embargo a esa misma horalos valores de precisión son los más bajos. Los máxi-mos de tareas simples con altos componentes de fuer-za y de motricidad dependen de la hora de ingesta decomida; en cambio las tareas con componente alto dehabilidad manual (golpeteo digital, barajar cartas, ta-blero excavado) alcanzan su máximo entre las 12-14horas. Las tareas de memoria inmediata (v. gr., dígitosde Wechsler) alcanzan su máximo hacia las 8-11 a.my luego decaen, en tanto que tareas de memoria ope-rativa tales como aritmética, razonamiento verbal,

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comprensión, búsqueda en memoria presentan susmáximos entre las 12-14 horas y sus mínimos, entrelas 19-20 horas. En cuanto al recuerdo diferido entareas de memoria a largo plazo, éste es mejor hacialas 18-20horas. Las mejores puntuaciones en tareas dealta complejidad cognitiva se obtienen a las 17:00.

Según los estudiosos de estos fenómenos se con-cluye que lo que parece variar a lo largo del día es laestrategia de abordamiento de los problemas, siendomás superficial y precisa en lo referente a aspectosfísicos del problema en las horas de la mañana y másrápida y orientada hacia la extracción del significadodel problema en las horas de la tarde.

m. UN SOLO MUNDO. UN SOLO TIEMPO:TRASTORNOS DE HORARIOS

Los datos anteriores indican la gran diversidad,flexibilidad y adaptatividad a diversos horarios,siempre dentro de límites que dependen en parte delsujeto mismo (factores biológicos y psicológicos) yenparte de las demandas externas de horario. Entre losfactores biológicos relacionados con el tiempo de dor-mir y de velar, analizaremos los cinco principales porsus implicaciones psicosociales y por su frecuencia.

El primero es el factor de "tipo" de vigilia quetenga el individuo y se refiere al aspecto de matutini-dad-vespertinidad. Aproximadamente un 15% de laspersonas tienen un tipo "matutino", un 15%tienen untipo vespertino y entre el 60-70% de los sujetos notienen "tipo" definido. Lo anterior implica que losmáximos y mínimos de temperatura de los matutinosse dan entre una y dos horas antes que los de laspersonas "vespertinas" y por ende, comienzan y ter-minan sus ciclos de sueño aproximadamente una ho-ra antes que los de los vespertinos. Así, existen facto-res endógenos que subyacen a las preferenciasindividuales por dormirse tarde o levantarse tempra-no en la mañana, así como en la evaluación tantosubjetiva como objetiva del grado de bienestar, alertao somnolencia que manifieste la persona temprano enla mañana o tarde en la noche. No es pues cuestiónque se explique únicamente por gustos individualeso por hábitos o costumbres ambientales. Además,existen estudios que indican una tendencia hacia laextroversión entre los individuos vespertinos y haciala introversión en los matutinos, aunque no hay con-senso al respecto.

El segundo factor subjetivo que incide en la efi-ciencia diurna se relaciona con el hecho de que ciclode sueño en el humano es ultradiano. Tiende a mos-trar dos simas, la primera de las cuales se da hacia la

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madrugada (período de sueño más denso que coinci-de con el mínimo de temperatura corporal), y otra quese da unas 6 ó 7 horas después de despertarse (o sea,entre las 2 y 4 p.m.) y que coincide con la sabiacostumbre de los países mediterráneos y tropicales dela siesta. En la mayoría de la gente, inde-pendientemente de que guste de tomar siesta o de quelo pueda hacer (en sociedades industrializadas sonpocos los afortunados que se dan dicho lujo), laslatencias electroencefalográficas para que el registromuestre el inicio de sueño, son significativamentemenores entre las 2 y las 4 p.m. que en otras horas deldía en las cuales el sueño es prácticamente imposible.

Además del factor ultradiano para tomar siestas,como tercer factor debe anotarse la extensa variabili-dad en cuanto a los requisitos subjetivos de sueño (me-didos por informe del sujeto) y objetivos (medidos porpruebas electroencefalográficas de latencia de sueño).Para la mayor parte de la población, estos requisitosabarcan períodos óptimos entre 5 y 9 horas de sueñopor noche, aunque existen personas "sanas" que nonecesitan más de 3 horas de sueño mientras que otrasnecesitan 9 ó 10.

Existe pues, una gran variabilidad endógena enlos osciladores circadianos y ultradianos de sueño ysomnolencia así como en los horarios en los cualescomienzan y terminan dichos ciclos. Estos patrones desomnolencia y matutinidad-vespertinidad en partedeterminan el horario, frecuencia y tipo de sustanciaspsicoactivas legales (café, cigarrillo, alcohol) o ilegalesa que recurre gran parte de la población. El uso dedichas sustancias en general tiene como objetivo op-timizar el nivel de alerta o de somnolencia que deseael sujeto en determinados momentos del día y losfactores ya mencionados inciden en forma muy fuerteen la selección de la sustancia y el momento de su uso.

El cuarto factor endógeno relacionado con el tipode vigilia y eficiencia diurna se relaciona con la dura-ción del período del ciclo de sueño-vigilia y que se refierea la duración entre el inicio del sueño en un determi-nado día y el inicio al día siguiente. Lo anterior esindependiente de los requisitos de sueño, ya que pue-de darse un sujeto de poco sueño con período largo ovice-versa. Los sujetos matutinos tienden a tener ci-clos de sueño de curso libre algo menores de 24horas,mientras que los de los vespertinos tienden a mostrarciclos de unas 25.1 horas al día. Esto implica que unapersona con ciclo "ultra corto" tienda a desfasarsecada día, despertándose y durmiéndose un poco mástemprano cada día. Si el período no es demasiadocorto y la persona tiene un horario de trabajo y desocialización estable, lo anterior no llegará a constituirun problema, pero si el período es realmente muy

corto (v. gr., 21 horas por día) y si la persona no tienehorarios estables (como los estudiantes, los trabajado-res de turnos o las tripulaciones de aviones o barcos),lo anterior eventualmente desembocará en horariosanómalos de sueño-vigilia. ASÍrpueden darse perso-nas que duermen varias siestas de día porque se en-cuentran en su período de máxima somnolencia, yquienes de noche se quejan de severo insomnio por-que ya durmieron parte de su cuota de sueño duranteel día y además porque al estar desfasados con respec-to del horario solar y social, de noche se encuentranen plena "ventana" de vigilia. Lo contrario sucede consujetos con períodos de sueño-vigilia ultra-largos. Sinembargo, una diferencia importante entre ambos gru-pos, es que los individuos con períodos ultra-largostienden a ser más flexibles en sus horarios de sueño yde vigilia y por tanto, no resienten tanto la desincro-nización interna como los primeros, especialmente sipuntúan alto en escalas de extroversión y neurotismo.

Finalmente, el quinto factor se relaciona con laedad ya que, tanto en animales como en humanos (ymás en mujeres que en hombres) se ha demostradoque en la senectud los ritmos biológicos pierden am-plitud, que sus períodos se acortan (y por ende, latendencia de los ancianos a dormirse y despertarsemuy pronto, volviéndose así extremadamente matu-tinos) y que, en general, haya una extrema fragilidadde los ciclos lo cual hace que se desincronicen con granfacilidad, bien sea espontáneamente o de modo indu-cido por leves alteraciones en los horarios. Esto con-lleva múltiples quejas de mal dormir además de ma-lestar físico y pérdida de eficiencia diurna.

Lo anterior constituye una muy breve introduc-ción a la extrema diversidad de factores endógenosque inciden en los horarios de sueño-vigilia, así comoa la gran variabilidad de estos factores dentro de unmismo individuo. Resulta por lo tanto muy difícil,sino imposible, establecer "normas" para óptimos ho-rarios o para óptimos momentos de eficiencia en de-terminadas tareas (cosa que puede ser de vital impor-tancia en seguridad industrial y aérea así como eneducación). A continuación se mencionarán los dosgrandes factores exógenos que alteran en modo radi-cal el ajuste a los horarios solares y sociales de laspersonas.

Elprimero de los grandes perturbadores de ajus-te horario lo constituye el llamado "jet-lag" o desfasepor cruce de husos meridianos. La gran mayoría deviajeros de jet que cruzan al menos 3 husos horariosen un día se quejan de diversos síntomas, entre loscuales se cuentan somnolencia diurna e insomnio enla noche, trastornos gastrointestinales (que muchosadjudican a la comida del avión pero que se deben

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más a la desincronización de los rítmos), cefaleas,merma en concentración y toma de decisiones, lenti-tud psicomotora, mareo, dolores musculares y engeneral, malestar. La variabilidad y severidad de estasquejas varía considerablemente entre diversos suje-tos: personas jóvenes sanas pueden resentir severa-mente un cambio de 4 ó 5 horas, mientras que perso-nas viejas pueden llegar sin trastornos después decambios de 7 u 8 horas.

Los síntomas mencionados obedecen a una com-plejidad de factores entre los cuales el más importantees el desfase de los ritmos biológicos y que tiene trescomponentes esenciales. El primero es la desincroniza-ción externa de los ritmos, la cual se presenta inmedia-tamente a la llegada al destino y que se refiere al hechode que los ritmos biológicos del pasajero a su llegadaya no coinciden con los Zeitgebers domésticos. Así, siuna persona parte de Bogotá y llega a Madrid a las 7a.m. hora local, para él en realidad son las 2 de lamadrugada (hora de Bogotá), cuando su temperaturay funciones corporales están llegando a su mínimo. Elsegundo componente es la desincronización interna delos ritmos que se refiere al hecho de que, ante elcambio en los Zeitgebers solares y sociales, durantealgunos días (en promedio un día por huso horario decambio), las fases de los diferentes ritmos biológicosno coincidirán porque la velocidad de ajuste de algu-nos ritmos al nuevo horario es más rapida que la deotros. Como se ve,la desincronización interna emergedespués de uno o dos días, cuando el organismoempieza a ajustarse al nuevo horario. El tercer com-ponente se refiere a la falta de sueño, ya que casi nadielogra una buena calidad de sueño ni en vísperas de unviaje ni en el avión (en general lo mejor que se lograes dormitar) si el viaje es nocturno o, por el contrario,a un día muy largo, si el viaje es diurno. Además, alcruzar varios husos horarios, por fuerza el individuoentrará y saldrá de sus "ventanas" de sueño en mo-mentos en que las claves sociales del lugar de destinolo obligan a estar despierto. Por otro lado, cuando lasnuevas claves le dicen que duerma, estará en plena"ventana" de vigilia. Bajo estas condiciones, inclusocon la deprivación previa de sueño y el efecto de fatigapor el viaje, es imposible conciliar el sueño y en casode lograrlo, éste no es de buena calidad (muy ligero,corto e interrumpido).

La pérdida de sueño y los síntomas físicos ymentales derivados de la desincronización interna yexterna dependen de dos grandes variables que son:el número de husos cruzados (evidentemente, causamenor perturbación viajar de Bogotá a Madrid que deBogotá a Nueva Delhi), y la dirección del vuelo, sien-do más perturbadores los vuelos hacia el Este que

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hacia el Oeste. La razón de lo anterior es que el viajehacia el Este acorta el día (independientemente de lahora en que se efectúe el vuelo), o sea, que el pasajeroque salió de Bogotá, después de aproximadamente 12horas de viaje, llega a París a las 7 a.m., cuando enrealidad la hora local de Bogotá son las 2 a.m., cosaque le acorta el día en 5 horas. Si recordamos que losritmos biológicos tienen períodos de curso libre deunas 25 horas, es claro que el organismo se adaptarácon mayor dificultad a un acortamiento drástico delperíodo que a un alargamiento como sucede en losviajes hacia el Oeste.

Como ya se mencionó, las consecuencias deldesfase para la tripulación de los aviones pueden sergravísimas, a pesar de las medidas de seguridad quese toman (determinada cantidad de horas de vuelopor semana o descansos fijos entre vuelos). Por otrolado, gran parte de las decisiones políticas y financie-ras se toman "fuera de base" por parte de individuosque han cruzado ocho, diez y hasta catorce husoshorarios para conversaciones de extrema importanciay que obviamente, al día siguiente de su arribo, seencuentran en plena desincronización externa e inter-na y con una severa privación de sueño. Ya se vió queexisten grandes variaciones entre los humanos en suspreferencias por la cantidad de horas de sueño reque-ridas, por los horarios óptimos para dormir o paraestar alertas y que dichas variaciones están determi-nadas en gran medida por factores endógenos cere-brales que determinan la ritmicidad de los ciclos detemperatura corporal, de sueño-vigilia y de óptimoalertamiento para diversas tareas. Si a esta variabili-dad individual se añade la enorme gama de posibili-dades de horarios de actividad de cualquier sociedadindustrializada, no es difícil predecir que no todo elmundo se ajustará con igual rapidez y/o eficiencia avariaciones horarias ambientales. Esto, además deconsideraciones de edad (los pilotos de jet y los altosejecutivos y políticos suelen no ser jóvenes), de matu-tínidad-vespertinidad, de sexo y de requisitos de sue-ño, permite apreciar la complejidad y gravedad delproblema. Existen algunas medidas preventivas paraejecutivos que deben cruzar varios husos y quienesdeben tomar decisiones importantes en las 48 horassiguientes al viaje, entre las cuales se incluyen algunosbenzodiazepínicos de corta acción que encarrilantemporalmente los rítmos al nuevo horario. Para elturista común o para la tripulación de los aviones, serecomiendan medidas preventivas comportamenta-les en el sentido de intentar ajustarse de inmediato alnuevo horario solar y no tratar de seguir el horariodoméstico de dormir.

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El segundo gran perturbador del ajuste a loshorarios y que constituye un problema laboral e in-dustrial aún más grave que el jet-lag, es el que sepresenta en personas que hacen turnos nocturnos.Como se dijo al comienzo del artículo, millones depersonas trabajan en la noche o en turnos que sesobreponen parcialmente con el horario usual de dor-mir. Uno de los grandes retos de la industria modernaes minimizar los riesgos personales e industriales queconlleva el realizar trabajo en turnos.

Los tres grandes factores que pueden actuar endetrimento del bienestar del trabajador de turnos son:a) el desfase de sus ritmos biológicos por los cambioscontinuos de demandas externas y que es eminente-mente endógeno; b) la privación de sueño ya que raravez el trabajador nocturno duerme la misma cantidadde horas que duerme cuando trabaja de día y ello pordos razones. La primera es que los ritmos circadianostienden a acoplarse al horario social y solar más queal horario laboral por 10 cual, cuando el individuointenta dormirse a las 7-8 de la mañana, tiende ahallarse en plena "ventana" de alerta, aunque no hayadormido en la noche anterior. Si a 10 anterior añadi-mos que durante el día el nivel de silencio y de míni-mos requisi tos sociales siempre son más elevados queen la noche, es predecible que el sueño diurno deltrabajador nocturno no tenga la misma calidad o den-sidad del sueño normal nocturno; c) las demandassociales y domésticas ya que sus obligaciones y dis-tracciones familiares y sociales así como su vida se-xual siguen un patrón diurno, que se deben cumplira expensas del sueño diurno y que si no se cumplen,obviamente tienen graves repercusiones sobre la esta-bilidad familiar e individual. Esto es especialmentegrave para las mujeres que trabajan de noche y quetienen hijos, los cuales demandan atención y cuidadomaternos (que no paternos) en horas en que la madreno se halla en el hogar (o debería estar descansando).En los días de descanso además, el trabajador reviertea su patrón de vida diurno,lo cual lleva a que el lunessiguiente al fin de semana, sus funciones fisiológicasy psicológicas circadianas muestren un reverso muymarcado hacia el patrón diurno. Además, la flexibili-dad para ajustarse decrece muy pronto en la vida delindividuo ya que hacia los 35 años,la mayoría de lostrabajadores de turnos comienzan a manifestar sínto-mas físicos y/o psicológicos (además de los proble-mas sociales y domésticos ya mencionados).

Las consecuencias de 10 anterior son altamentecostosas tanto individual como socialmente. En pri-mer lugar, el costo en salud y en bienestar del traba-jador mismo, o bien, la deserción laboral, y en segun-do lugar, la altísima tasa de accidentalidad industrial

que se presenta en el horario de la madrugada y ellopor dos razones: la primera es que hacia las 4 a.m.,aunque el individuo esté "despierto", en realidad sehalla en la sima de su nivel de alertamiento (de hecho,muchos muestran "micro-sueños" cuando se les ha-cen electroencefalogramas continuos), y la segunda esla deuda de sueño del trabajador nocturno que se harásentir más en las horas de la madrugada. Al respecto,la mayor parte de los errores hospitalarios, de loserrores en lectura de medidores industriales y de losaccidentes de automotores (igualando cantidad detráfico) suceden entre las 4 y las 6 a.m., y los grandesaccidentes nucleares y de plantas industriales hansucedido en dicho período (Three Mile Island y Cher-nobyl). El desastre de la misión Challenger en 1985 sedebió a una serie de pequeños descuidos técnicos porfallas de detección del equipo humano que, en suma,se debían a la combinación de presión de tiempo, faltade sueño y horarios nocturnos para alcanzar la fechaprevista de lanzamiento.

Las condiciones individ uales que más frecuente-mente se asocian a problemas de ajuste al trabajo deturnos son: edad superior a los 50 años, trabajo oestudio alterno para" cuadrar" presupuesto y porque,al dormir poco durante el día, el trabajador buscaalguna ocupación, preferiblemente remunerada, car-ga doméstica (especialmente en la mujer), tipo deajuste matutino, historia de problemas de sueño, pro-blemas psiquiátricos, abuso de drogas o de alcohol,problemas gastrointestinales, epilepsia, diabetes y en-fermedades del corazón. En cuanto a las condicioneshorarias que pueden causar mayor detrimento paraque el trabajador se ajuste a los turnos se tienen: másde cinco turnos nocturnos seguidos': más de cuatroturnos nocturnos seguidos sin descanso; comienzodel primer turno de día antes de las 7 a.m; rotaciónsemanal de turnos (que es la norma en Colombia);rotación en sentido contrario al reloj (primer turno enla noche, segundo turno en la tarde y tercer turno enla mañana); turnos de 12 horas de trabajo que impli-quen atención sostenida o trabajo físico intenso; tra-bajo excesivo en fines de semana; tiempo excesivo detransporte de la casa al trabajo; turnos sin cortos pe-ríodos de descanso; turnos de 12horas con exposicióna factores tóxicos y turnos con rotaciones complejasque hacen difícil la planeación anticipada de activida-des sociales y domésticas por parte del trabajador. Sia la luz de 10 anterior, se piensa en la situación deltrabajador promedio colombiano, la pregunta quesurge es cómo no hay una mayor accidentalidad ymortalidad entre todos nosotros.

4. Sería interesante hacer un estudio al respecto entre residentes de medicina enalgunos hospitales en Colombia.

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TRABAJO Y SALUD

Por otro lado, no es fácil remediar lo anterior. Lassoluciones "biológicas" óptimas (pero extremada-mente costosas, difíciles de implementar y no necesa-riamente óptimas para todos los trabajadores) impli-can realizar rotaciones rápidas (una mañana, unatarde y una noche seguidas por un descanso y dos otres días "normales" de trabajo diurno) o permitir unasiesta de dos horas durante el turno de la noche,técnica empleada en el Japón. Asímismo, se está in-vestigando activamente en los factores que predicensi una persona se ajustará bien a los turnos o no, entrelos cuales se cuentan tipo vespertino, preferiblementeextrovertido, puntuación alta en escalas de "vigor" yflexibilidad a horarios. Pero los anteriores no sonpredictores fuertes como para tomar con base en ellos,decisiones costosas y excluir a ciertos trabajadores delos beneficios extras que conllevan los turnos.

Para países como Colombia sin embargo, el pro-blema radica más en la educación tanto al sector in-dustrial como a los trabajadores en sí. Para el primero,es necesario que la gerencia tome conciencia de que eltrabajo de turnos plantea problemas reales y seriostanto de producción como de salud de los trabajado-res. Deberían existir políticas en cuanto a la edad ysexo del personal que hace turnos, así como controlesestrictos sobre la cantidad de turnos seguidos y detrabajo extra del empleados.

Respecto a los trabajadores, éstos deberían tenerinformación de las consecuencias de los turnos, parti-cularmente de su abuso y sobre cómo manejar ópti-mamente los problemas domésticos y de salud deri-vados de éstos. No son pues, decisiones ni fáciles nieconómicas y nunca van a satisfacer a todos los traba-jadores y empresas por igual. Sin embargo, el tipo deconsideraciones discutidas aquí deben ser cuidadosa-mente evaluadas en el sector público y privado, yaque si tratamos de ingresar al mundo industrializado(v. gr., Tratado de Libre Comercio) las políticas ten-drán que apuntar hacia una mejor calidad de vida delas personas que desempeñan un trabajo y no haciauna mayor cantidad de material desechable ya quepara algunas empresas, dichos trabajadores constitu-yen mano de obra muy barata que se descarta cadados o tres años cuando el individuo se derrumbafísicamente por agotamiento y "renuncia" (que pare-

5. Dada nuestra tendencia a la improvisación, es frecuente por ejemplo, encontrarenfermeras en hospitales que, en aras de remplazar a compañeras o de cuadraractividades personales, realizan tres y cuatro tumos seguidos, o que salen de un tumodiumo en un hospital para continuar uno noctumo en otra institución para seguir conla carga doméstica al día siguiente. Todo ello indica falta de educación al respecto,tanto de la empresa como del trabajador mismo.

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ce ser, era lo que la empresa esperaba). Si las políticascontinúan siendo inmediatistas, estrictamente mer-cantilistas y tendientes hacia la producción de materiaprima, sin consideración por factores de salud física ymental del individuo (entre los cuales se cuenta lacronohigiene), no habrá razones para esperar un in-cremento en la calidad de vida y de producción deltrabajador colombiano '1'

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