Elías - ¡Un vencedor derrotado, que recupera la esperanza! - 1 Reyes 19.1-21

6
Elías: ¡¡Un vencedor derrotado, que recupera la esperanza!! 1 Reyes 18.36-40; 19.1-21. *INTRODUCCIÓN. ¿Quiere escuchar palabra de Dios? ¿Tiene hambre y sed de la leche espiritual no adulterada? ¡La palabra de Dios hoy se encuentra en 1 Reyes 19. ¿CUÁNDO PIENSA EN EL PROFETA ELÍAS? ¿CÓMO SE LO IMAGINA? ¡Se imagina a un hombre barbón, con su pelo largo, sucio y descuidado, y que tenia sobre su cuerpo solo pieles de animales que le servían de ropa, se imagina un hombre desaseado, con apariencia de un mendigo o un loco. ¡Eso seria lo que pensaríamos si nos cruzáramos en la calle con él! Pero, él fue uno de los más grandes profetas que existieron en Israel, cuando él oraba dejaba de llover y si él volvía a orar la lluvia comenzaba, así estuvo una vez Israel tres años y medio de sequía por la palabra de Elías. Era tanta la fe de este hombre que en una oportunidad resucitó al hijo de una viuda de Sarepta y con solo tomar su manto y golpear el agua, las aguas del Río Jordán se abrieron así como en los tiempos de Moisés, cuando Israel salio de la tierra de Egipto. ¿Un gran varón de Dios? ¿Cierto? ¿Pareciera invencible? ¿De animo imperturbable? ¿No creo que lo imaginemos dudando sobre algo o lleno de temor? ¿¡¡No creo que Elías se desanime!!? Pero si yo le digo, que en una oportunidad ese invencible, fue vencido, ese imperturbable fue perturbado y perdió su ánimo y llego la desesperación a su vida, ¿No lo cree? ¡Acompáñeme en la lectura! I. ELÍAS, EL VENCEDOR – 1 REYES 18.36-40. Nuestra historia comienza en el Monte Carmelo, Elías desafió a los 850 profetas de Baal y Asera, Dioses paganos, que eran los dioses que adoraba Jezabel, la esposa de Acab, rey de Israel. El desafío decía que los profetas de Baal ofrecieran un sacrificio delante de todo el pueblo a sus dioses y debía caer fuego del cielo para comprobar que ellos eran los dioses verdaderos. De la misma manera, Elías debía ofrecer un sacrificio a Jehová y si Jehová era Dios, debía descender fuego del cielo y consumir el sacrificio. ¡Ese era el Dios verdadero! Los profetas paganos ofrecieron su sacrificio y nada paso, entonces Elías ofreció su sacrificio y descendió fuego del cielo que consumió el holocausto y todo el pueblo exclamo: “¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios” (18.39). Y después de eso, Elías apreso a los falsos profetas y los degolló a orillas del arroyo de Cisón. ¡Qué gran victoria para el Señor ese día! ¡850 falsos profetas muertos y todo un pueblo reconociendo el poderío de Dios, todo esto a través de las manos del siervo Elías! ¡Elías fue un hombre que conoció la victoria de la mano de Dios! II. ELÍAS, EL VENCIDO – 1 REYES 19.1-4a.

Transcript of Elías - ¡Un vencedor derrotado, que recupera la esperanza! - 1 Reyes 19.1-21

Page 1: Elías - ¡Un vencedor derrotado, que recupera la esperanza! - 1 Reyes 19.1-21

Elías: ¡¡Un vencedor derrotado, que recupera la esperanza!!1 Reyes 18.36-40; 19.1-21.

*INTRODUCCIÓN.¿Quiere escuchar palabra de Dios? ¿Tiene hambre y sed de la leche espiritual no

adulterada? ¡La palabra de Dios hoy se encuentra en 1 Reyes 19.¿CUÁNDO PIENSA EN EL PROFETA ELÍAS? ¿CÓMO SE LO IMAGINA? ¡Se imagina a

un hombre barbón, con su pelo largo, sucio y descuidado, y que tenia sobre su cuerpo solo pieles de animales que le servían de ropa, se imagina un hombre desaseado, con apariencia de un mendigo o un loco. ¡Eso seria lo que pensaríamos si nos cruzáramos en la calle con él!

Pero, él fue uno de los más grandes profetas que existieron en Israel, cuando él oraba dejaba de llover y si él volvía a orar la lluvia comenzaba, así estuvo una vez Israel tres años y medio de sequía por la palabra de Elías. Era tanta la fe de este hombre que en una oportunidad resucitó al hijo de una viuda de Sarepta y con solo tomar su manto y golpear el agua, las aguas del Río Jordán se abrieron así como en los tiempos de Moisés, cuando Israel salio de la tierra de Egipto. ¿Un gran varón de Dios? ¿Cierto? ¿Pareciera invencible? ¿De animo imperturbable? ¿No creo que lo imaginemos dudando sobre algo o lleno de temor? ¿¡¡No creo que Elías se desanime!!?

Pero si yo le digo, que en una oportunidad ese invencible, fue vencido, ese imperturbable fue perturbado y perdió su ánimo y llego la desesperación a su vida, ¿No lo cree? ¡Acompáñeme en la lectura!

I. ELÍAS, EL VENCEDOR – 1 REYES 18.36-40.Nuestra historia comienza en el Monte Carmelo, Elías desafió a los 850 profetas de Baal

y Asera, Dioses paganos, que eran los dioses que adoraba Jezabel, la esposa de Acab, rey de Israel. El desafío decía que los profetas de Baal ofrecieran un sacrificio delante de todo el pueblo a sus dioses y debía caer fuego del cielo para comprobar que ellos eran los dioses verdaderos. De la misma manera, Elías debía ofrecer un sacrificio a Jehová y si Jehová era Dios, debía descender fuego del cielo y consumir el sacrificio. ¡Ese era el Dios verdadero!

Los profetas paganos ofrecieron su sacrificio y nada paso, entonces Elías ofreció su sacrificio y descendió fuego del cielo que consumió el holocausto y todo el pueblo exclamo: “¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios” (18.39). Y después de eso, Elías apreso a los falsos profetas y los degolló a orillas del arroyo de Cisón. ¡Qué gran victoria para el Señor ese día! ¡850 falsos profetas muertos y todo un pueblo reconociendo el poderío de Dios, todo esto a través de las manos del siervo Elías! ¡Elías fue un hombre que conoció la victoria de la mano de Dios!

II. ELÍAS, EL VENCIDO – 1 REYES 19.1-4a.Pero, después de eso el vencedor, fue vencido, porque Acab fue conto la noticia de la

muerte de los profetas a su esposa Jezabel y ella encolerizada envió un mensajero, con el siguiente mensaje: “Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos” (19.2). Imagínese como debió sentirse Elías después de hacer la obra de Dios y conseguir una victoria, la misma reina lo amenaza de muerte por eso. ¿Cómo reaccionaríamos si cumpliendo la voluntad de Dios somos amenazados de muerte por servir a Dios? ¿Nos desanimaríamos, comenzaríamos a cuestionar a Dios y su providencia? ¿Qué haríamos? ¿Qué hizo Elías?

“Viendo, pues, el peligro, se levanto y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado” (19.3) ¿¡¡QUÉ!!? ¿ELÍAS HUYENDO LLENO DE TEMOR? ¡No, no, esto no puede ser!

¡No fue Elías que oraba y no llovía por tres años y medio, no era este él que resucito al hijo de la viuda de Sarepta, no oro Elías e hizo que descendiera fuego del cielo y mato a

Page 2: Elías - ¡Un vencedor derrotado, que recupera la esperanza! - 1 Reyes 19.1-21

los 850 profetas, desafió a un pueblo completo y salio vencedor! Si, este es Elías, se desanimo, aunque sus victorias fueron muchas y su fe era inquebrantable, ahora la roca de firmeza en Israel, se había quebrantado. Preguntémonos, ¿ACASO NOSOTROS NO SOMOS ASÍ TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA? ¿ACASO NO SOMOS IGUAL DE FLUCTUANTES? Un día bien y queremos vencer al mundo y otro día no tenemos animo ni para superar nuestros problemas.

Este que venció a miles ahora flaqueaba cuando una sola mujer pagana lo desafiaba, quería salvar su vida, quería alejarse de los problemas, huyendo, escapando, ese no es el profeta de Dios que desafió a todo Israel.

Es más, Elías cayo profundamente en un caso de depresión, se alejo de todo el mundo, dejo a un lado a su criado, su único amigo y compañero y siguió solo en esa carrera de 160 kms. y más hacia Beerseba, todo por la amenaza de una Reina desquiciada.

Después de esto, “Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro, se quedo dormido” (19.3-4a).

Es muy extraña esta situación, primero huye porque querían matarlo, y ahora que ya huyo, y esta solo, prefiere morir, esas son las volteretas emocionales que vivimos cuando perdemos las esperanzas. ¿Se ha sentido usted alguna vez como Elías? ¿Ha deseado no vivir más en esto mundo? Si le ha pasado alguna vez, entonces puede comprender a Elías, cansado del camino, hambriento y sediento, sin esperanza ni rumbo, se dejo llevar por la oscuridad de la depresión y ya sin fuerzas se quedo dormido, sin fuerzas para seguir adelante, fue vencido por el sueño. Elías no veía esperanza, se sentía atrapado, sin salida, todo esta poniéndose gris y no veía camino alguno de ayuda o auxilio, pero

¿QUÉ FUE LO QUE LLEVÓ A ELÍAS A CAER EN DEPRESIÓN?1. Estaba siguiendo su razonamiento humano, y no estaba siendo guiado por la

revelación divina. Antes Elías siempre espero la palabra de Jehová para tomar una decisión de que hacer o donde ir, pero aquí tomo una decisión basado en las circunstancias, de acuerdo a su razonamiento. En vez de esperar el consejo de Dios, huyo y perdió el rumbo. Miro la vida con ojos humanos y cuando hacemos eso, la victoria esta perdida. Me imagino a Elías preguntándole a Dios, “¿Por qué Señor Jezabel quiere matarme?”, “¿Qué”, contesta el Señor, “¿Estas asustado de esa reina pagana? ¿Cómo es posible que te asustes por la amenazas de esa mujer desquiciada? ¿Qué es lo peor que te puede hacer ella?”. “¡Matarme Señor!, ella esta tratando de matarme”, contesta Elías.

¿Acaso yo no estoy contigo, acaso no te he ayudado todo este tiempo? ¿Y si te mata, que importa? Vendrías a mi presencia y tus luchas terminarían, ¿Acaso eso no es mejor? Pero Elías, no acudió al Señor para pedir ayuda, ni consejo, se dejo guiar por el pensamiento humano.

2. Elías estaba viendo la vida con pesimismo y temor, no se acordaba de las grandes victorias que había ganado para el Señor, solo tenia oídos para oír las amenazas de Jezabel, solo tenia la mente para pensar en las palabras de esa mujer. Comenzó a temer, comenzó a llenarse de pavor y termino huyendo. Todo lo que había vivido antes, fue como nada en relación a las amenazas de esa mujer adoradora de ídolos. Cuando nos olvidamos del camino recorrido y consideramos como nada todo lo que hemos conseguido con el Señor, preocupémonos, vamos camino al desanimo.

3. Elías cedió a la auto-conmiseración, “He luchado tanto y nada he conseguido, no valgo nada, soy un débil, siento lastima de mi mismo”. Le suenan familiares esas palabras, la auto-conmiseración es cuando sentimos lastima por nosotros mismos, y comenzamos a ver todo diferente, todo es más grande de lo que parece, todo se aumenta desproporcionadamente. Como decimos nosotros, es ahogarse en un vaso de agua, así la gente comienza a pensar en suicidarse, cuando todo lo que esta pasando se aumenta y exagera, y no nos damos cuenta que eso lo esta provocando solo nuestra mente, nunca

Page 3: Elías - ¡Un vencedor derrotado, que recupera la esperanza! - 1 Reyes 19.1-21

esta la esperanza perdida, nunca no hay nada que hacer, siempre hay una salida, siempre tendremos una puerta abierta con Dios, solo tenemos que buscarla.

¿ENTIENDE LO QUE LE ESTA PASANDO A ESTE VARÓN DE DIOS? El desanimo y la depresión hizo presa de esta columna de fe y fortaleza. Le paso a Elías y nos puede pasar a cualquiera de nosotros, recuerde lo que dice Pablo: “El que piensa estar firme, mire que no caiga”.

III. DIOS LEVANTA A ELÍAS – 1 REYES 19.4b-18.Pero, ¿CÓMO DIOS LEVANTO A ELÍAS?, si nos fijamos en el relato, Dios intervino para

ayudar a Elías: “Y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta” (19.4b-7).

Se ha dado cuenta, que cuando sufrimos y perdemos todas las esperanzas, lo que menos hacemos en comer, dormir y descansar, ¿cierto, que si? ¡Bueno! Dios lo sabe, y por lo mismo, Dios primero, comenzó a fortalecer el cuerpo de Elías. Cuando esté pasando por una depresión profunda, coma, beba, descanse, duerma y recupere las fuerzas perdidas para continuar en la lucha, si es necesario vaya al medico, porque para comenzar la lucha contra la depresión, se necesita estar preparado físicamente… eso Dios lo sabe. La lucha muchas veces es larga, “largo camino te resta”, fortalezcámonos entonces en todo sentido para ser vencedores.

Con esa ayuda de Dios, Elías, volvió a levantarse y camino durante cuarenta días hacia Horeb, el monte de Dios, este es el mismo monte donde Dios se manifestó y entrego el Antiguo Pacto al pueblo de Israel.

Y este profeta, que tantas luchas gano para Jehová, ahora al llegar a Horeb, se escondió en una cueva, escondido como un vil ratón.

¿CÓMO SON LAS CUEVAS HERMANOS? ¿HA ESTADO EN UNA CUEVA ALGUNA VEZ? ¡Son oscuras, sucias, muchas veces son estrechas y solo animales despreciables viene allí! Ahora pensemos, ¿HA ESTADO ALGUNA VEZ EN LA CUEVA DE LA DEPRESIÓN? ¡Ha visto alguna vez todo escuro, donde no hay salidas, ni llega la luz, donde no podemos ver más allá de nuestra nariz, Elías, estaba en su cueva, quería aislarse del mundo, era él y su soledad.

Por lo mismo, Dios le pregunta, “¿Qué haces aquí, Elías?”, “En vez de estar escondido en la oscuridad, ¿Porque no estas cumpliendo mi obra aquí en la tierra?”. Y Elías responde: “He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida” (19.10). En simples palabras, lo que Elías estaba diciendo era, ¡Dios, esta todo perdido! ¡No hay nada más que hacer, perdí la batalla!

¿CÓMO RESPONDIO DIOS A ESTO? “El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová” (19.11a). Fíjese en el mandamiento de Dios, ¡Sal fuera! ¡Deja ya esa cueva y esa oscuridad! El Señor no desea que nosotros estemos en las sombras de la depresión y la desesperanza, él no quiere que nos hundamos en la cueva de la aflicción, él quiere que con su ayuda y su poder, salgamos adelante, venzamos los miedos y enfrentemos nuestro problema. Pero, ¿CÓMO SACO DIOS A ELÍAS DE LA CUEVA?...

“Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?” (19.11b-13).

Page 4: Elías - ¡Un vencedor derrotado, que recupera la esperanza! - 1 Reyes 19.1-21

Lo único que podía sacar a Elías de esa cueva, era el poder de Dios, imagínese a ese profeta asustado y confundido en esa cueva, imagíneselo ahora, considerando el poder de los vientos, del terremoto, del fuego, llenando sus oídos con ese sonido delicado y apacible, estaba viendo el poder de Dios.

Todas estas fuerzas naturales, eran la demostración de Dios para Elías, en simples palabras Dios le estaba enseñando: “Yo tengo todo el poder, yo puedo controlar los vientos, y las fuerzas geológicas, puedo controlar el fuego y todo lo que hay en este mundo, recuerda Elías, recuerda en el Monte Carmelo, yo soy el Dios Verdadero”.

Cuando Elías, vio todo esto se cubrió el rostro, se dio cuenta que estaba la presencia misma de Dios, comenzó a temer al Dios Vivo, comenzó a entender que solo Dios tiene poder y comenzó a avanzar en la cueva, cada vez la salida se veía más cerca, ya estaba casi llegando al final, cuando Dios le pregunta nuevamente: “¿Qué haces aquí?”… fíjese bien, pasó a paso, Dios lo estaba haciendo salir de la cueva.

¿QUÉ RESPONDIO ELÍAS A JEHOVÁ? “El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida” (19.14). Si nos damos cuenta, Elías estaba tan turbado con su problema, que nada ni nadie podía moverlo de esa idea, la tenía grabada en su corazón como un fuego, a pesar de haber visto el poder de Dios, Elías necesitaba tener solución a sus problemas, necesitaba ver el camino por el cuál seguir.

Note la respuesta de Dios, “Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar. Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará. Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron” (19.15-18).

“Ve, vuélvete por tu camino”, vuelve a la misma comunión conmigo, vuelve a confiar en mí, recupera el tiempo pedido, todavía no esta perdida la esperanza, todavía podemos hacer algo en Israel. Notemos que Dios dio respuesta a toda idea negativa que Elías expreso:

Elías dijo: “Los hijos de Israel han dejado tu pacto”; Dios dijo: “Hazael rey de Siria castigará a Israel”.

Elías dijo: “Acab y Jezabel han derribado tus altares”; Dios respondió: “Jehú destruirá la dinastía de Acab. No habrá culto a Baal después de eso”. Jehú se encargo de aniquilar completamente a la familia de Acab, eso podemos verlo desde 2 Reyes 9 en adelante.

Elías dijo: “Han matado a espada a tus profetas”; Dios dijo: “Proveeré un reemplazo llamado Eliseo”.

Elías dijo: “Sólo yo he quedado”; Dios dijo: “Hay siete mil que todavía no han doblado su rodilla ante Baal”.

Dios estaba diciendo: “Elías, la situación no es de desesperanza. Con mi ayuda, tú puedes resolver todo problema y enfrentar todo desafió”.

IV. ELÍAS RECUPERA LA ESPERANZA – 1 REYES 19.19-21.¿CUÁL FUE LA REACCIÓN DE ELÍAS HA ESE DESAFIÓ? “¡¡Partiendo de allí!!”

(19.19a) ¡Por fin Elías salio de la cueva, salio a enfrentar sus problemas con la ayuda de Dios! No todo estaba perdido, Dios todavía estaba en escena y no se había olvidado de su profeta.

Y hoy es lo mismo para nosotros, Dios no se olvida de nosotros, él no se aleja de nosotros, somos nosotros los que nos alejamos de él y por lo mismo muchas veces no podemos salir adelante. Pero si volvemos a reestablecer nuestra comunión con Dios todo saldrá bien.

Page 5: Elías - ¡Un vencedor derrotado, que recupera la esperanza! - 1 Reyes 19.1-21

Mire como termina el relato: “Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?. Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía” (19.19-21).

¡Elías volvía a la batalla, ya no estaba sólo tenía a su Dios y a su amigo Eliseo! ¡Las fuerzas volvían a renacer, las esperanzas comenzaban a crecer nuevamente, Elías volvía a ser la columna de fe que fue antes, nunca más lo veremos dudar en su vida, hasta aquel día en que Dios se lo llevo en vida en carros de fuego.

*CONCLUSIÓN.¿QUIERE USTED TENER LA VICTORIA SOBRE LOS PROBLEMAS Y LA DEPRESIÓN?

¿QUIERE SALIR DE ESA CUEVA QUE SE ENCUENTRA? ¿QUIERE COMENZAR A VER LA LUZ Y LA ESPERANZA? Siga el ejemplo del siervo Elías, aprenda de él y de cómo Dios lo levanto para que saliera de la cueva a seguir combatiendo contra el mal. Recuerde lo que Pablo dijo: “Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15.57). ¡ESA DEBE SER NUESTRA CONFIANZA!