El tsunami de 1868 fuera de Arica Autor: Manuel Fernández Canque

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48 El tsunami de 1868 fuera de Arica La enfermiza naturaleza a menudo estalla en extrañas erupciones; a menudo la tierra fecunda sufre y se convulsiona por una suerte de cólico que un vendaval desenfrenado provoca en sus entrañas y que, en su afán de agigantarse, zarandea a la vetusta tierra y derrumba torres musgosas y campanarios. (William Shakespeare, Enrique IV, Acto III, escena I.) Aunque el dolor y la angustia con que los seres humanos enfrentamos un desastre permanecen inalterables en el tiempo, las condiciones históricas en que vivimos condicionan el ritmo de nuestras vivencias. Cuando se produjo el gran tsunami en Asia el 26 de diciembre de 2004, la noticia se esparció por el mundo solamente minutos después de la tragedia. El mundo era distinto al tiempo del tsunami ariqueño de 1868. Los ariqueños, por ejemplo, en la noche del 13 de agosto y en la mañana siguiente no tenían información alguna acerca de otros lugares. Aunque es natural adquirir el vago presentimiento de haber sido el centro geográfico de un drama excepcional, nada impedía conjeturar que quizás la catástrofe podría haber sido aún mayor en otras partes. En un mundo sin comunicación instantánea como la que existe en nuestros días se vive en la angustia de la ignorancia la cual es quizás peor que aquella Localidades más afectadas el 13 de agosto 1868 Fuente: Elaborado a partir del levantamiento efectuado por el Tsunami Research Group del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de California del Sur. http://www.usc.edu/dept/tsunamis/peru/ptsu_1868.html nuestra en que los acontecimientos irrumpen y asaltan a nuestros sentidos a veces en el mismo momento en que ocurren, aunque sea a miles de kilómetros de distancia. En cambio aquel jueves y viernes los ariqueños se preguntaban ¿Qué habrá sucedido en Lima? ¿Existirá todavía Arequipa? ¿Iquique? ¿Putre? ¿La Paz? ¿El resto del mundo? Sin embargo, la incomunicación o la parsimonia de las noticias no eran tan extremas. Arica ya estaba integrada a la revolución del momento: el telégrafo. En efecto, el valiente telegrafista ariqueño intentó en vano establecer comunicación con Tacna pero la violencia del terremoto se lo impidió. Después del intento, cuando se desató la violencia plena del terremoto y del tsunami, ni siquiera se podía estar seguro del lugar preciso en que se había fundado el naciente telégrafo. Solamente quedaba la comunicación por vía terrestre

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El efecto del terremoto y tsunami de 1868 en Tacna, Iquique y otras ciudades.

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    El tsunami de 1868 fuera de Arica

    La enfermiza naturaleza a menudo estalla en extraas erupciones; a menudo la tierra fecunda sufre y se convulsiona por una suerte de clico que un vendaval desenfrenado provoca en sus entraas y que, en su afn de agigantarse, zarandea a la vetusta tierra y derrumba torres musgosas y campanarios.

    (William Shakespeare, Enrique IV, Acto III, escena I.)

    Aunque el dolor y la angustia con que los seres humanos enfrentamos un desastre permanecen inalterables en el tiempo, las condiciones histricas en que vivimos condicionan el ritmo de nuestras vivencias. Cuando se produjo el gran tsunami en Asia el 26 de diciembre de 2004, la noticia se esparci por el mundo solamente minutos despus de la tragedia. El mundo era distinto al tiempo del tsunami ariqueo de 1868. Los ariqueos, por ejemplo, en la noche del 13 de agosto y en la maana siguiente no tenan informacin alguna acerca de otros lugares. Aunque es natural adquirir el vago presentimiento de haber sido el centro geogrfico de un drama excepcional, nada impeda conjeturar que quizs la catstrofe podra haber sido an mayor en otras partes. En un mundo sin comunicacin instantnea como la que existe en nuestros das se vive en la angustia de la ignorancia la cual es quizs peor que aquella

    Localidades ms afectadas el 13 de agosto 1868

    Fuente: Elaborado a partir del levantamiento efectuado por

    el Tsunami Research Group del Departamento de Ingeniera Civil de la Universidad de California del Sur.

    http://www.usc.edu/dept/tsunamis/peru/ptsu_1868.html

    nuestra en que los acontecimientos irrumpen y asaltan a nuestros sentidos a veces en el mismo momento en que ocurren, aunque sea a miles de kilmetros de distancia. En cambio aquel jueves y viernes los ariqueos se preguntaban Qu habr sucedido en Lima? Existir todava Arequipa? Iquique? Putre? La Paz? El resto del mundo?

    Sin embargo, la incomunicacin o la parsimonia de las noticias no eran tan extremas. Arica ya estaba integrada a la revolucin del momento: el telgrafo. En efecto, el valiente telegrafista ariqueo intent en vano establecer comunicacin con Tacna pero la violencia del terremoto se lo impidi. Despus del intento, cuando se desat la violencia plena del terremoto y del tsunami, ni siquiera se poda estar seguro del lugar preciso en que se haba fundado el naciente telgrafo. Solamente quedaba la comunicacin por va terrestre

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    y martima. Con la ciudad hermana de Iquique exista una comunicacin muy estrecha, especialmente desde 1843 cuando una empresa chilena haba habilitado tres naves para transportar agua desde la ciudad del morro hacia aquella del guano y naciente salitre.1 Adems, diez aos ms tarde otro empresario, tambin chileno, estableci un servicio permanente de transporte de pasajeros y de carga entre ambos puertos. Fue suficiente entonces solamente un da para que las naves -aquellas que haban logrado salvarse levando anclas y tomando refugio en alta mar o aquellas que durante el tsunami estaban ya navegando en alta mar- portasen las noticias entre los pueblos costeros del norte grande.2

    Cuanto tiempo demoraron las noticias en llegar a Lima o a Chile central? En el ao del terremoto exista una comunicacin martima ya establecida y eficiente. Los vapores de la Pacific Steam Navigation Company (Compaa de Navegacin del Pacfico) en su servicio regular partan desde Valparaso dos veces a la semana y recalaban en Arica despus de siete das de navegacin. Desde Arica hasta Callao el tiempo de navegacin era mucho ms breve, solamente tres das con recaladas en Ilo, Mollendo, Islay, Quilca, Chala, Lomas y Pisco.3 Se puede suponer entonces que uno, dos o tres das despus del terremoto algn vapor de la compaa hubiese recalado en Arica con noticias y correo desde Iquique y otros puertos sureos recogiendo informes de la catstrofe para llevarlas a Callao y Lima. Bajo tal supuesto, las noticias ariqueas habran llegado a la capital en seis o siete das, es decir, el 19 o el 20 de agosto.4 Sinembargo,las evidencias indican que en Callao ya se tenan noticias del tenor de la catstrofe el domingo 16.5 Como viajaron las noticias con tal rapidez? Esto se puede explicar haciendo referencias a los otros medios de comunicacin martima que existan. Exista, por ejemplo, una lnea de paquebotes francesa y tambin otras similares de Gran Bretaa y de Estados Unidos, pero tales servicios, en cuanto estaban destinados a un recorrido intercontinental o de un hemisferio al otro, no eran muy frecuentes. Se sabe que el paquebote francs recal en Arica precisamente el domingo 16. Existan tambin naves de guerra o de exploracin de las potencias extranjeras de aquellos aos. Por aquellos aos, por ejemplo, haba surcado aguas chilenas y peruanas el velero francs de tres palos Chili en el cual se encontraba el mozalbete marinero Pal Gauguin.6 Sin embargo, tales naves no eran

    1 Carlos Donoso Rojas, El puerto de Iquique en tiempos de la administracin peruana en Historia, Volumen 36, 2003 p. 132. Cada nave poda transportar 70.000 litros de agua. 2 Ibidem. Sabemos, por ejemplo, que ya dos das despus del terremoto, los hermanos George y Peter Nugent haban logrado intercambiar noticias. Uno era vicecnsul britnico en Arica y el otro lo era en Iquique. Vase el Testimonio de George en la seccin Testimonios. 3 Valparaiso and West Coast Mail, Semanario No. 263, Valparaso 4 de enero 1873 p. 1 4 Efectivamente, en la noche del 19 de agosto el vapor de lnea Per ancl en Callao portando los pormenores del desastre en Arica. Comunicacin de Joaqun Godoy, Encargado de Negocios de Chile en Per, al Ministro de RR. EE. de Chile Francisco Vargas Fontecilla, 20 de agosto, 1868. Memoria que el Ministro de Estado en el Departamento de Relaciones Exteriores presenta al Congreso Nacional de 1869 (Imprenta Nacional, Santiago 1869) p. 139. 5 Rodrigo Nez Carvallo Un tesoro y una Supersticin El Gran terremoto Peruano del Siglo XIX en Virginia Garca Acosta, coordinadora, Historia y desastres en Amrica Latina Volumen II (Publicacin digital de la Red de Estudios Sociales en Prevencin de Desastres en Amrica Latina, http://www.desenredando.org) p. 7. 6 Gauguin no era un extranjero en Per, era casi un peruano. Nieto de la clebre dama peruana Flora Tristan, rebelde y romnticamente anarquista, Gauguin haba nacido durante el fragor de las revueltas de 1848 en Francia, hijo de Clovis Gauguin, periodista republicano quien por sus ideas fue forzado al exilio con Aline, su joven esposa peruana. Durante el viaje a Per Clovis sufri un colapso repentino y falleci en Puerto del Hambre luego de cruzar el Estrecho de Magallanes. Pal, todava un beb, con su hermana mayor y Aline, la joven madre, llegaron a Lima en 1849 y en esas tierras americanas vivi Pal sus primeros aos como un nio peruano. En 1855, a los 7 aos, la madre lo llev de regreso a Francia a enfrentar una vida precaria. La mitologa popular ariquea e iquiquea cuenta que el marinero Gauguin se encontraba en aguas cercanas cuando se produjo el tsunami y visit los puertos despus de la tragedia. Sin

    embargo, eso no ocurri. Con nostalgias de esa niez perdida el joven Pal haba retornado a tierras americanas y, tras visitar la tumba del padre en tierras australes chilenas, la nave mercante en que estaba embarcado la Chili- hizo escalas en Valparaso, Iquique, Arica y Mollendo pero todo esto haba ocurrido por lo menos un ao antes del tsunami ariqueo. Una exhaustiva investigacin realizada en Pars por el profesor chileno Fernando Abarza, demuestra fehacientemente que la nave Chili ya haba regresado a Francia un ao antes del tsunami y luego del desguace de esta nave- el marinero Pal Gauguin se haba embarcado en la nave imperial Jrme Napolon, nave que durante el ao del tsunami nunca abandon el hemisferio norte. (Se agradece la gentileza de Fernando Abarza quien puso a nuestra disposicin su exhaustiva investigacin que resolvi definitivamente el enigma.)

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    veloces y ms bien se quedaban en los lugares de desastre para prestar ayuda y recoger informaciones, como es el caso de la fragata britnica Topaze que efectu un reconocimiento por todos los puertos afectados por el terremoto y el tsunami.7

    Como podan viajar las noticias ms rpido que los barcos de lnea? Se puede enunciar una hiptesis plausible: aquella de los chasquis martimos. Las naves que se encontraban en alta mar se enteraron de las noticias por contactos con otras naves que han escapado de la catstrofe. Ansiosos por la suerte de sus familias, todos los navegantes retornan a sus puertos llevando noticias de otros lugares costeros. Adems, los habitantes de diversos puertos y ciudades estn relacionados por lazos familiares o vnculos comerciales. Como resultado de estas conexiones se produce una difusin zigzagueante de noticias del terremoto y del tsunami a travs de puertos y ciudades. Veamos el mecanismo con un ejemplo: El vapor britnico Santiago con gran fortuna logr hacer funcionar sus calderas durante una resaca del tsunami y se puso a salvo en la pleamar ariquea. Desde all observ el lejano panorama del desastre y zarp a todo vapor hacia Chile. Por su intermedio llegaron las noticias de Arica al puerto de Caldera dos das ms tarde, si es que el vapor no hizo escalas, o tres das digamos el 17 de agosto- concediendo paradas intermedias para adquirir ms noticias. En efecto, la nave se detuvo brevemente en Iquique para rescatar a ms de sesenta iquiqueos en estado de completo desamparo.

    De Caldera se difundieron las noticias hacia el interior casi simultneamente. Se produjo una gran conmocin entre los humildes mineros de la regin. Se reuni entonces el municipio y los pueblos juntaron ayuda de provisiones para los ariqueos que, segn las noticias alarmantes del primer momento, estaban muriendo de hambre y de sed. Probablemente el da 18 19 de agosto recal en Caldera el buque de guerra estadounidense Kearsarge, que navegaba en direccin del rea ms damnificada, y los solidarios y generosos calderinos pidieron al capitn la concesin de embarcar y transportar la ayuda que haban reunido para el pueblo ariqueo. As se hace y cuando el Kearsarge lleg a Arica, el cnsul chileno recibi la visita de su capitn el 22 de agosto quien vena a anunciar que su barco traa la ayuda enviada por los habitantes de Caldera y Copiap. Para que todo esto ocurriese se precis solamente de un lapso de nueve das. Presumiblemente, una vez recibidas las noticias en Caldera, stas fueron transportadas hacia Valparaso inmediatamente despus del arribo del vapor Santiago, por lo que las primeras noticias en el gran puerto chileno deben haber llegado alrededor de seis das despus del tsunami.8 Sin duda, se deben haber generado mltiples conexiones similares a aquellas que se efectuaron entre las naves Santiago y Kearsarge y las ciudades de Arica y Caldera hasta formar una enmaraada red por donde las noticias de la gran desgracia circulaban con distintos grados de precisin.

    La red de circulacin de noticias as descrita funcionaba si es que funcionaba- en un sentido longitudinal norte-sur a lo largo de la faja costera. Qu ocurra en cambio respecto a las comunicaciones con el interior? Cmo podan saber los ariqueos lo que haba ocurrido en Putre, Beln, Pachica, Ticnamar o Socoroma? O ms all de la frontera en La Paz o Cochabamba? O en sentido contrario sabran en La Paz lo qu haba ocurrido en Arica? En aquellos tiempos, las noticias oficiales todava viajaban al ritmo del sistema

    7 Vase R. A. Powell, Informe del Comandante y Oficial Mayor del buque Topase al Secretario del Almirantazgo Britnico, Callao 16 de septiembre 1868. Publicado en The Times, Londres, viernes 23 de octubre de 1868. 8 Hay que interrelacionar varias fuentes para hilvanar la circulacin de noticias de nuestro ejemplo. Schele relata la

    fortuita escapada del vapor Santiago vase Maximilian Schele De Vere, The Earth in Trouble, Putnam's monthly magazine of American literature, science and art. Volumen 14, Nmero 21 (Nueva York, Septiembre 1869) p.347. Luego El Mercurio de Vapor, Revista quincenal de Poltica y Comercio (Valparaso, Septiembre 2 de 1868) informa que el Santiago llev las noticias a Caldera. Por otra parte, la duracin de viajes martimos de entonces est indicada en los horarios de recaladas y embarques en el Valparaiso and West Coast Mail, Semanario No. 263, Valparaso 4 de enero 1873 p. 1. Finalmente, la reunin entre el capitn del Kearsarge y el cnsul ariqueo se menciona en el despacho de este ltimo publicado en la Memoria que el Ministro de Estado en el Departamento de Relaciones Exteriores presenta al Congreso Nacional de 1869 (Imprenta Nacional, Santiago, 1869) pp. 144-48

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    incaico de correos. Pocos aos antes del terremoto, cuando el ministerio de relaciones exteriores britnico amablemente llam la atencin a su cnsul en Cobija por la excesiva parsimonia de la correspondencia diplomtica entre Londres y Cochabamba, la capital provisoria de Bolivia, el cnsul explic que -aunque el servicio de paquebotes puede ser muy veloz en su carrera desde Liverpool hasta Cobija- era preciso tomar en consideracin el hecho que la correspondencia an poda demorar ms de cuarenta das en su transporte desde el puerto hasta Cochabamba. En efecto, explica el cnsul,

    hemos establecido un servicio postal semanal entre Cochabamba y Cobija y los despachos demoran ms de cuarenta das puesto que el correo es transportado primero en mulas por el desierto de Atacama hasta Calama, unos 216 kilmetros, y desde all se contina por medio de chasquis en sistema de postas a pie hasta Potos, una distancia de 150 kilmetros, y [lo mismo] de Potos a Cochabamba, por una distancia de 560 kilmetros.9

    Si a los ms de cuarenta das a Cochabamba se agregan los otros ms de cuarenta das del paquebote postal de Liverpool de aquellos das, tenemos que entre el despacho de una epstola y la lectura de su respuesta transcurra plcidamente la eternidad, aunque el paquebote fuese tan raudo como en el verso de Huidobro (el paquebot errante que cort en dos el horizonte). En todo caso, se sabe que el terremoto se sinti tambin en el altiplano hasta Cochabamba, con intensidad decreciente aunque los daos deben haber sido serios en los pueblos del interior de Arica.10 Ms hacia Bolivia el terremoto tambin caus daos pero en forma atenuada con respecto a la destruccin ocurrida en la costa.11 Un viajero britnico que visit el altiplano andino en la parte boliviana veintiocho das despus del terremoto observ que las casas de las comunidades aymaras haban resistido el embate ssmico pero no as las iglesias. En Sajama, por ejemplo, un territorio fronterizo al sur de Charaa y en latitud similar a la de Putre, el viajero observ que la iglesia se mantena en vago sentido vertical solamente por milagro y que, sin duda, un temblorcillo cualquiera ser suficiente para demolerla.12 La Revista del Sur publicada en Tacna, en su edicin del 22 de agosto informaba del arribo del correo de Bolivia relatando que el terremoto del jueves 13 se haba sentido solamente como un temblor en La Paz y en Corocoro ocasionando el derrumbe de botellas de los andamios y que ms conmocin causaban las proclamas del general Melgarejo.

    En Bolivia, en ese entonces bajo el poder del general Melgarejo, los problemas polticos se tornaban ms agudos y el presidente recurra cada vez con mayor decisin a una solucin de fuerza autocrtica. As se comentaba en Tacna y Arica cuando poco antes del terremoto llegaba a pedir refugio el jefe de la oposicin y presidente del congreso boliviano. Melgarejo haba acallado las crticas a su mandato disolviendo el congreso con las bayonetas y apresando a los parlamentarios. Cuando se supo del terremoto, el general reaccion en modo ambivalente. Por una parte le preocupaba sobremanera las posibles prdidas de bienes bolivianos en trnsito la mayor proporcin de los cuales eran importaciones de bienes de lujo para Melgarejo y su corte- y cuando le informaron que los bienes bolivianos dispersos por las playas ariqueas eran objeto del saqueo efectuados por la soldadesca local, entonces el general moviliz tropas a la frontera con la intencin de invadir Arica para recuperar las mercancas indebidamente apropiadas.13 Ms tarde, probablemente cuando sus

    9 Ladislao Cabrera, Cnsul en Cobija, al Foreign Office, 30 de noviembre 1864, FO 11/18 10 Se buscaron infructuosamente fuentes que indicaran la magnitud del terremoto y sus efectos en las poblaciones aymaras del interior de Arica o Iquique. Evidentemente la suerte de los pueblos originales no preocupaba a la sociedad tradicional de aquellos das. 11 Rodrigo Nez-Carvallo, Un tesoro y una Supersticin El Gran terremoto Peruano del Siglo XIX, en Virginia Acosta, coordinadora, Historia y desastres en Amrica Latina, Volumen 2 p. 3 (Red de Estudios Sociales en Prevencin de Desastres en Amrica Latina) p. 3. http://www.desenredando.org/public/libros/1997/hydv2/hydv2_cap09-UTYUS_sep-09-2002.pdf. 12 Douglas Timins, editor, A traveller of the Sixties: Being the Extracts from the Diaries kept by the late Frederick James Stevenson (Constable and Co. Ltd. Londres 1930), p. 220 13 Legacin Britnica en Lima. Cnsul Stafford Jenningham al Foreign Office, 26 de septiembre 1868, Archivo Nacional Britnico, FO 61/247, ff. 185 reverso.

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    consejeros indicaron la insensatez de tal iniciativa, decidi en cambio imponer una contribucin forzosa de uno a diez pesos a todos los habitantes adultos para auxiliar a los desgraciados del Per.14

    El terremoto y tsunami en Iquique

    Hasta el momento del tsunami la actividad comercial de Arica haba experimentado un aumento notable, acrecentado desde la dcada de 1850 con la construccin del ferrocarril Arica-Tacna, la construccin del edificio de Aduana, las mejoras introducidas en el puerto ariqueo y el crecimiento de las inversiones comerciales extranjeras, fundamentalmente britnicas. Iquique tambin creca desde su condicin de modesto casero descrito por Darwin en 1835 hasta adquirir su fisonoma de puerto mayor de exportacin salitrera.15 La dominacin extranjera hermanaba a ambas ciudades pero el aumento de la produccin y demanda del salitre impulsaba un crecimiento ms acelerado en Iquique que en Arica desde la dcada de 1860. Al momento del tsunami contaba seguramente con ms de 4000 habitantes y se haba constituido en el principal centro urbano de un complejo provincial que tambin creca con gran dinamismo.16 El abastecimiento de agua, que constitua un cuello de botella para el crecimiento, se fue resolviendo progresivamente con el embarque del vital lquido desde Arica y la construccin de plantas desalinizadoras. La obtencin de una categora de puerto mayor en 1855 se complement con la construccin de seis muelles durante la dcada de 1850 y el aprovechamiento de diversas franquicias gubernamentales. Iquique de este modo dejaba de depender del puerto ariqueo y poda comerciar directamente con el resto del pas y con el extranjero. Esto fue acompaado de un desarrollo urbano, desordenado y espontneo a causa del progresivo arribo de trabajadores desde Chile y otras partes del Per. El aumento de la produccin y exportacin salitrera ayudaba a consolidar el progreso del puerto.17

    El terremoto y tsunami de aquel jueves 13 de agosto 1868 interrumpi fugazmente el desarrollo de Iquique. Los acontecimientos se desarrollaron con un ritmo trgico y violento como haba ocurrido simultneamente en la hermana ciudad de Arica, aunque cada fenmeno movimiento de la tierra e invasin del mar- tuvo una intensidad menor. Un vecino del puerto salitrero, don Jos Arancibia, pudo cobrar nimo el primer domingo despus del desastre para responder a una carta recibida dos semanas antes. La carta de Arancibia transmita la urgencia y el dolor de aquellos tristes das. Esta es su trascripcin:

    CARTA DE DON JOS ARANCIBIA 18

    Iquique, agosto 16 de 1868.

    Seores Lafuente y Sobrino.

    [Valparaso]

    14 Diario El Imparcial, Madrid, sbado 24 de Octubre 1868. 15 En efecto, cuando Darwin lleg a explorar Iquique en julio de 1835, no cont ms de 1000 habitantes en un entorno sumamente lgubre, su puerto diminuto con unos pocos veleros y un pequeo grupo de casas miserables. Charles Darwin, A Naturalist's Voyage Round the World, Edicin Electrnica Gutemberg, Febrero, 2003 [Etext #3704],

    apuntes del 12 de Julio, 1835 (Traduccin del autor). 16 La poblacin de Iquique en 1867 era de 3614 habitantes y sumando los distritos adyacentes se llegaba a ms de 19.000 habitantes. Vase Mariano Paz Soldn, Diccionario Geogrfico Estadstico del Per. Citado por Juan A. Bravo, The Peruvian Expropriation of the Tarapaca Nitrate Industry, 1875-1879, tesis indita de doctorado, McGill University, Canad, 1990, p. 39. 17 La descripcin del surgimiento de Iquique en el periodo anterior al tsunami se ha basado en Carlos Donoso Rojas, El puerto de Iquique en tiempos de administracin peruana en Historia, Volumen XXXVI, agosto 2003, pp. 130-35. 18 El Mercurio de Vapor, Revista quincenal de Poltica y Comercio. Valparaso, Septiembre 2 de 1868.

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    Recib oportunamente su estimable del 2 del actual. El 13 del corriente, jueves, a las 5 P. M. principi un pequeo remezn de tierra que dur ms de dos minutos; pasados estos, principi a sacudir por tanto tiempo, que dur ms de seis minutos de principio a fin y con tanta fuerza que no daba lugar a veces a sostenerse en pi, causando esta circunstancia graves daos en los edificios y despachos. Pero ojal en esto hubiese parado! Muy pronto y sobre la marcha se advirti que el mar estaba llenando progresivamente; la gente se alarm con muy justa razn y dispar a los cerros. Muy pronto se retir el mar, que se acababa de ver lleno, dejando algunas embarcaciones en seco y luego se form un montn de agua tan grande que vino de una oleada sobre toda la poblacin, llevando y arrastrando con su mpetu todas las casas de ms valor de la poblacin; esto es, todas las de la orilla, e internndose ms de seis cuadras adentro, las dej todas barridas, sin dejar absolutamente nada; en una palabra, se ha llevado todo lo que algo vala en la poblacin, pues con 100,000 ps. no se hubieran pagado los jornales que se habran necesitado para derribar lo que el mar ha hecho en diez minutos a lo ms: las prdidas, en mi concepto, no debern bajar de dos y medio millones de pesos. A nadie le ha dado tiempo para arrancar llevando siquiera un poco de dinero para permanecer cuatro o seis das en la pampa, ni menos para poner en salvo los papeles de ms valor que cada uno tiene inters en conservar.

    A todas estas desgracias acompao la de tener que lamentar una porcin de vctimas; el nmero hasta ahora no se sabe a punto fijo, pero las calculo ms o menos de 80 a 100 personas, entre ellas el doctor Bokenham, don Guillermo Billinghurst y toda su familia, con excepcin de su cuada, doa Jess, y una niita que del vaporcito las han tomado en una tabla; siguen don Lorenzo Rivera, don Guillermo Juppen, etc. Don Pedro Santamara ha librado con una mano quebrada, perdiendo dos dedos, siendo el juguete de las olas por ms de una hora. En este estado han salvado muchos a quienes sorprendi la marejada.

    Algunas embarcaciones pequeas han venido a quedar casi al fin de la poblacin, por la parte del hospital. Por lo poco que hasta ahora he podido trazarles a la ligera y con el corazn dolorido en vista d e tanta desgracia, pueden ustedes juzgar cul habr sido la desesperacin general y la tribulacin en que se hallaba la gente al anochecer, cuando iban subiendo el cerro para ponerse a salvo de nuevas desgracias por el estilo de las que acabamos de sufrir; ah era precisamente el sitio en que el hombre tena que ser muy fuerte de espritu, a la vez que muy insensible para no conmoverse de una manera cual las circunstancias se presentaban.

    Todo, en una palabra, era una cruel desesperacin y llanto: el padre clamaba por la hija, por la esposa, por la hermana y viceversa, y stas y los otros por los dems para juntarse y asegurarse que sus deudos estaban fuera de peligro. De aqu el llanto continuo cuando no se encontraban tan pronto; y luego vena a sorprenderlos nuevos y continuos sacudimientos de tierra que han seguido despus para que la desesperacin llegue a su colmo y a lo infinito, presentando de esta manera, el cuadro ms ttrico y terrible que darse puede.

    Ahora resta salvar las vidas que quedan, ponerlas a cubierto del hambre, por cuanto ha quedado la mayor parte de la poblacin en suma indigencia, y principalmente por no haber ni dnde comprar lo suficiente que baste a la subs is t enc ia de tanta g ente. Agua ya no hay nada: todas las mquinas corrieron la misma suerte de las casas, arrasadas, con excepcin de la de. Duarte que a costa de algn trabajo se lograr ponerla en aptitud de funcionar en cuatro o cinco das ms. As es que estamos expuestos a una horrible hambre si pronto no llegan algunos buques que hayan salido de esa.

    Suyo, A. S. S .

    Jos Arancibia.

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    La cantidad de vctimas fue superior a cien personas; probablemente 150 segn los datos de varios testigos. Muchas vctimas de las familias ms notables fallecieron porque sus casas, slidas de dos pisos, estaban construidas en el barrio El Morro, muy cerca del mar. As ocurri con don Guillermo Billinghurst y su familia. Don Guillermo, de origen britnico y nacido en Argentina, adems de sus vastos intereses comerciales, se haba desempeado como cnsul de Argentina en Iquique y tambin haba sido vicecnsul britnico ad interim.19 Era el padre de Guillermo Enrique Billinghurst Angulo, nacido en Arica, quien ms tarde sera presidente del Per. El joven Guillermo Enrique se salv de la catstrofe porque los padres lo haban enviado a estudiar a Lima. Al momento del terremoto, don Guillermo tena plena confianza en que la solidez del edificio resistira el sacudn del terremoto, por potente que ste fuese. Cuando se percat del desarrollo del tsunami, en vez de huir hacia las partes altas como lo haca todo el mundo, l orden a la familia que se reuniera en la azotea, sin imaginar la magnitud y potencia de las olas las cuales partieron su casa de ilusoria solidez y arrasaron con toda la familia, compuesta de siete personas ms el personal de servicio. Dos miembros de la familia se salvaron milagrosamente, una cuada de don Guillermo y una de sus hijas pequeas. Ambas se aferraron a leos flotantes y fueron rescatadas por una nave.20

    Otra lamentable prdida para Iquique fue la muerte del mdico alemn don Federico Bokenham, contratado por el gobierno para atender gratuitamente a los pobres del puerto. Aquel da el mdico regresaba en su cabalgadura de sus visitas mdicas en pueblos cercanos cuando comenz el terremoto. Al entrar a la ciudad fue abatido por una muralla que se derrumb a su paso.21

    La situacin inmediatamente posterior al desastre fue ms desesperada en Iquique que en Arica con respecto a la disponibilidad de agua potable. El Cnsul General britnico en Lima, al recibir las noticias del desastre, manifest una gran preocupacin por Iquique puesto que, a su juicio, era una poblacin que en tales tristes circunstancias, si no reciba urgentemente ayuda externa, estara condenada a una inmediata y absoluta miseria.22 El tsunami haba destruido las plantas desalinizadoras y esto produjo una situacin de desesperacin para muchos iquiqueos. La posibilidad de enviar mulas hacia el interior para acarrear agua fue frustrada porque los corrales tambin estaban cercanos a la costa y haban sido arrasados. Afortunadamente el vapor britnico Santiago recal en Iquique en la madrugada del da 14 y descarg treinta toneladas de agua y todas las provisiones que le fue posible dejar. Adems como se ha dicho- la nave embarc a ms de sesenta habitantes para salvarlos de su situacin desesperada.23

    Qu efectos tuvo el terremoto en las pampas salitreras? Al igual que las poblaciones aymaras del interior, los diarios y las fuentes oficiales tendan a ignorar la suerte de los pobres. Sin duda, la destruccin que provoc el sismo debe haber causado grandes daos a los humildes mineros que comenzaban a trabajar en modo primitivo en las oficinas del desierto. Algo se puede colegir del fragmento de una carta annima publicada en El Mercurio de Vapor:

    19 Legacin de Gran Bretaa en Lima, Cnsul G. Wilthew al Foreign Office, Londres, 21 de agosto 1868. Archivo Nacional Britnico FO61/250 No. 51 y Jenningham a Lord Stanley, Foreign Office, Londres, 21 de agosto 1868, FO61/247 f. 96. 20 Existen varias referencias a las desventuras de la familia Billinghurst. La fuente que entrega ms detalles es Francisco Javier Ovalle, La ciudad de Iquique (Imprenta Mercantil, Iquique 1908) pp. 43-44. Respecto a las vctimas de la familia Billinghurst, otras fuentes indican que fue un cuado y una hija los que se salvaron.

    21 Legacin Britnica en Lima. Cnsul Stafford Jenningham a Lord Stanley, Foreign Office, Londres, 21 de agosto 1868, Archivo Nacional Britnico FO61/247 f. 96. Vase tambin Carlos Donoso, Opus Cit. p. 140 22 Legacin Britnica en Lima. Cnsul Stafford Jenningham a Lord Stanley, Foreign Office, Londres, 21 de agosto 1868, FO61/247 f. Oficio No.92 23 El Mercurio de Vapor, Revista quincenal de Poltica y Comercio. Valparaso, Septiembre 2 de 1868

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    En el interior de Pisagua e Iquique el terremoto ha sido bastante fuerte: la tierra en varios puntos se ha abierto, formando zanjas de dos pulgadas ms o menos. Las salitreras han sufrido mucho y ha habido partes en que las calicheras se han juntado, perdindose todas las herramientas de trabajo. Las casas todas han venido al suelo y el sacudimiento ha sido tan violento que los calderos de las mquinas de vapor se han partido, entre ellos uno de un espesor considerable, una pulgada nada menos. Los objetos saltaban a gran distancia hechos pedazos, de tal manera que pareca que las furias del infierno se desencadenaban contra estas infe-lices poblaciones.24

    Volviendo a Iquique, adems de la destruccin de todas las plantas desalinizadoras de agua, el tsunami destruy los establecimientos comerciales, la fundicin, las bodegas de almacenamiento salitrero y las habitaciones ms cercanas a la playa.25 El primer despacho recibido en Valparaso en modo alarmante indicaba que Iquique ha quedado reducido a un montn de ruinas, no existiendo ahora ms que un pedazo del sur de la ciudad.26

    Las mayores prdidas las sufrieron los establecimientos salitreros de mayor envergadura en aquella poca, fundamentalmente las casas Gibbs y Gildemeister. Esta ltima acababa de depositar 50.000 quintales de nitrato antes del tsunami los cuales, evidentemente, fueron arrasados por las grandes olas.27

    Sin embargo, algunas empresas pudieron sacar partido de la desgracia. Juan Gildemeister, por ejemplo, dueo de la empresa de su nombre, percatndose de la carencia de comunicacin cablegrfica con el resto del mundo, mont de inmediato una operacin de especulacin con el salitre. A sabiendas que el desastre provocara una repentina reduccin de la oferta de salitre en los crecientes mercados internacionales, despach apresuradamente a uno de sus empleados a Hamburgo con instrucciones de acaparar la mayor cantidad de salitre disponible en aquel mercado, todava con precios normales. El enviado logr llegar antes que la noticia del terremoto y tsunami se difundiese en los mercados y acumul existencias que ms tarde subieron considerablemente de precio, acrecentando de un modo apreciable la fortuna de sus patrones.28

    No slo Gildemeister aument su fortuna gracias al terremoto y maremoto en Iquique. Existe tambin el caso de Robert Moore, ingeniero al servicio de la poderosa casa Gibbs en Iquique. Moore era un ciudadano irlands cuyas aventuras en el nuevo mundo se movan al ritmo de los conflictos que encontraba a su paso y de los cuales siempre logr escapar indemne. Cuando se encontraba en los EE.UU., los comienzos de la Guerra de Secesin lo empujaron hacia Mxico adonde lleg cuando la rebelin contra el emperador Maximiliano tomaba su cariz ms sangriento y, luego de un paso fugaz por Valparaso, en cuya rada trabaj reparando la Esmeralda, desembarc en Callao en medio de la Guerra entre Espaa y la alianza de Per y Chile. Probablemente, bajo la motivacin de buscar un lugar pacfico para asentarse con su familia, Moore encontr empleo en la casa Gibbs de Lima y la firma lo envi a trabajar como ingeniero en la oficina salitrera La Noria. De esta etapa de

    24 El Mercurio de Vapor, Ibidem 25 Carlos Donoso, Opus Cit. p. 141 26 El Mercurio de Vapor, Opus Cit.

    27 Rodrigo Nez-Carvallo: Un tesoro y una supersticin: el gran terremoto peruano del siglo XIX Revista Umbral, Revista del Conocimiento y la Ignorancia. Per, publicacin digital en http://www.desenredando.org/public/libros/1997/hydv2/html/10cap9.htm (sitio visitado el 20 de abril, 2005) 28 Nez-Carvallo, Ibidem, p. 11. La fortuna del empresario alemn no concluy con esta operacin. Ms tarde logr vender sus intereses salitreros a una firma britnica y cambi de giro adquiriendo inmensas propiedades agrcolas en el valle de Chicaza. La hacienda Casagrande, afirma Nez-Carvallo, lleg a poseer 300 mil hectreas de tierra, que iban desde el mar hasta las estribaciones de los Andes orientales, superficie equivalente a la de un pas como Blgica. Ibidem.

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    su vida, luego de tantas desaventuras en ambientes con trasfondos blicos, Moore pudo exclamar que finalmente me encontr ascendiendo la escala de la fama en Tarapac, donde el xito me esperaba desde el principio29

    El 1 de agosto de 1868 Moore fue enviado por sus patrones a renovar las obras de produccin de agua potable que Gibbs tena en Iquique cerca de la costa. Moore y sus trabajadores enfrentaron el terremoto y subsiguiente tsunami luchando por salvar las obras a riesgo de sus vidas. Con una buena dosis de exageracin, de los 120 empleados de Gibbs en Iquique, segn el relato de Moore, solamente cuatro lograron ser rescatados en condiciones extremas por el Eastfield, un barco carbonero que los llevo a la isla que entonces exista frente a Iquique. Pasados el terremoto y el tsunami, Moore y su gente de refuerzo se dieron a la tarea de restaurar las obras de agua. En esos momentos se produjo el encuentro entre Moore y el jefe militar de la plaza de Iquique. A nombre del Prefecto, el comandante exigi a Moore la produccin urgente de agua potable porque la poblacin de Iquique estaba en serio peligro por carencia de tan vital elemento. Las palabras de Moore dan cuenta de su respuesta: Otorgu mi acuerdo a la peticin [del comandante] bajo la condicin de que yo recibira los derechos exclusivos sobre la comercializacin de todos los restos rescatables del terremoto y que el Prefecto me entregase soldados que custodiaran los bienes y mercancas recogidas. De este modo comenz la fortuna de este romntico irlands que ms tarde organizara sus propias empresas cuyas ventas le permitieron retornar a Irlanda con efmera holgura que se esfum en su madre patria en insensatas especulaciones.30

    El destino de Iquique despus del desastre fue similar al de Arica. La reconstruccin de infraestructuras tard en efectuarse, las casas se volvieron a levantar en modo desordenado.

    An en 1880, Vidal Gormaz describa el casco urbano iquiqueo como un casero todo de madera, de uno o dos pisos, pero sus calles y manzanas son algo irregulares y en parte tortuosas, muy especialmente en barrios cercanos al mar.31

    Gormaz tambin seala que el tsunami, y ms tarde la guerra, haban aniquilado el sistema de transporte para carga y descarga de barcos que efectuaban los indgenas en sus embarcaciones de cuero de lobos.

    El resto de la historia de aquellos aos sigue el mismo sendero de las otras poblaciones de la regin. Ya en octubre se declaraba la epidemia de fiebre amarilla, otro sismo de consideracin se produjo poco ms de un ao ms tarde y las carencias continuaron hasta el prximo tsunami de 1877 seguido menos de dos aos despus por la guerra. A pesar de todo, continuaba la inmigracin de trabajadores y la produccin de salitre aumentaba en forma impresionante.32

    Noticias de Pisagua

    29 Peter Fitzgerald-Moore An Irish Romancer: The Search for the real Walter Robert Fitzgerald Moore, (Impresin privada, Calgari, 2002) p. 13. (Se agradece al autor la gentileza de haber puesto a nuestra disposicin este trabajo.) 30 Ibidem, p. 17. Arruinado en Irlanda, Moore retorn a Iquique, donde su crdito era todava solvente, y rehizo su fortuna como socio de George B. Chase (del Chase Manhattan Bank) en la mina de Huantajaya en 1877 cuando all lo

    esperaba otro terremoto. La Guerra del Pacfico interrumpi sus afanes mineros y lo dej nuevamente arruinado. Un contrato con el gobierno peruano para la obtencin e implementacin de torpedos y mecanismos de su lanzamiento durante la Guerra del Pacfico le permiti retornar a Gran Bretaa. Entreg un informe indicando la inviabilidad del proyecto y se qued en Londres empleado como ingeniero de una firma que lo hizo cumplir comisiones en frica, India y Rusia terminando sus das como un exitoso poltico en Australia. Ibidem, passim. 31 Francisco Vidal Gormaz, Estudio sobre el puerto de Iquique (Imprenta Nacional, Santiago 1880) p. 13 32 Vase Manuel Fernndez Canque, El salitre en los mercados internacionales en lbum del Desierto, publicacin digital, http://www.albumdesierto.cl/eco/pdfs/artic23.pdf y http://www.albumdesierto.cl/eco/pdfs/artic24.pdf

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    Pisagua en 1868 era un puerto cuya importancia creca al ritmo del desarrollo salitrero. En 1831 haba sido habilitado como una caleta para el embarque de salitre. Su crecimiento nunca fue espectacular debido a sus limitaciones topogrficas puesto que como explicaba James (Santiago) Humberstone- estaba construido sobre una playa rocosa relativamente angosta detrs de la cual se levantan los cerros hasta una meseta a unos 350 metros de altura.33 Adems careca de fuentes propias de agua potable y por tal razn dependa del puerto de Arica desde donde llegaba diariamente el precioso cargamento. Las limitaciones topogrficas, sin embargo, se transformaron en una gran ventaja cuando se produjo el tsunami puesto que los habitantes pudieron escapar a alturas cercanas adonde la ola gigante no pudo llegar. Al momento del tsunami Pisagua tena 900 habitantes.

    Los siguientes documentos contienen las noticias que se expidieron desde Pisagua en los das que siguieron a la catstrofe.

    DESPACHO DE EL MERCURIO DE VAPOR, 2 DE SEPTIEMBRE 1868

    Pisagua.- Como las casas de esta poblacin son de madera, el temblor hizo pocos estragos, habiendo sido mayores los causados por el mar, que destruy las casas y muelle de Soruco Hermanos, la de Gonzlez Velis, la de Crousend, la de Jos Osorio y todas las dems inmediatas a la playa. Los buques sufrieron poco. El capitn de la Cameamea se ahog tratando de irse a bordo.

    CARTA DESDE PISAGUA34

    Pisagua, agosto 15 de 1868.

    Seor don Vicente G. de la Fuente.

    Esta carta est destinada a hacer la relacin de una desgracia en la cual nos toca nuestra parte, pero felizmente no de las mayores.

    El 13 ltimo a las cinco de la tarde se entregaba el pueblo a libaciones por el advenimiento de Balta al poder cuando un fuerte sacudn de tierra que dur como dos minutos puso a todos de pie, haciendo pensar a cada uno en su propia salvacin. Las murallas de los edificios de piedra se desgajaban como hojaldres y por todas partes se levantaban nubes de polvo capaces de asustar al menos tmido. Ces el temblor, y cuando alzbamos los ojos al cielo en seal de gracias, voces de "sale el mar!" volvieron a sobrecogernos; y era verdad, en menos de media hora las olas haban completado la obra principiada por el terremoto,

    Los pintorescos edificios que rodeaban poco antes la poblacin haban desaparecido y con ellos el bienestar o la esperanza de honrados y laboriosos vecinos.

    La mayor parte de los pobladores escaparon a los cerros, pues los remezones se sucedan y se imaginaban no tener otra salvacin. As pasaron la noche en medio de las mayores angustias y muchos sin tener ms que lo puesto, pues todo lo haban perdido.

    El aspecto que presenta la poblacin desde ayer es espantoso. La mquina de agua haba desaparecido: el muelle y casa habitacin de don Pascual Soruco y Cia, lo mismo una bodega con muestras, el edificio de Devs Freres, la casa habitacin de Gonzlez Vlez, la casa de Martines, la de J. Gildemeister y Cia. y una porcin de otras casitas, inclusas unas piezas nuestras, las bodegas de sacos de Haysworth y Cia. Y todas estas personas salvaron con lo puesto. Pero a qu tanto detalle? Baste decirte que la nica casa ilesa es la nuestra y que la prdida total no bajar de 500,000 pesos.

    33 James T. Humberstone Huida de Agua Santa en 1879, Editorial Andrs Bello (Santiago 1980) p. 16

    34 Fuente: El Mercurio de Vapor, Revista quincenal de Poltica y Comercio. Valparaso, Septiembre 2 de 1868

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    La Providencia pues nos protege, y para manifestarle mi agradecimiento no omito medio de socorrer a la gente que lo ha perdido todo: as mi casa ha sido el refugio de todos los que perdieron la suya.

    No faltan sus naufragios y sus vctimas. Entre los buques perdidos se cuenta el Glen Caple, en Mejillones. Entre las vctimas [en Iquique] a don G. E. Billinghurst con toda su familia, excepto doa Jess y una niita; el doctor Bokenham y el anciano M. Juppen.

    El capitn del vapor me ha dejado dos bueyes y en Iquique dej papas y agua que es lo nico de que por ahora se carece. Tarapac y Pica, en el suelo.

    Estoy muerto de sueo y de fatiga: hace cuarenta y ocho horas que no pego los ojos y apenas he comido.

    Suyo afectsimo,

    Fernando Lpez.

    TACNA

    Junto a Iquique, Tacna era la otra ciudad hermana de Arica. Quizs en esos das infaustos Tacna era la hermana mayor: Arica era el puerto y Tacna la ciudad, con tres veces ms habitantes que Arica. Las casas comerciales conservaban agencias en Arica pero las oficinas mayores estaban en Tacna. El viajero britnico Stevenson, quien recorri Tacna y Arica antes, durante y despus del 13 de agosto, escribi una descripcin meticulosa de Tacna. En su diario escribi: Tacna es una ciudad con calles estrechas como la mayora en este pas, pero con menos suciedad y malos olores que Arica. Aqu existe una atmsfera de eficiencia en los negocios35 Stevenson se percat de otra diferencia entre ambos lugares. Aunque las casas de adobe de un piso, con techos altos e inclinados eran comunes a ambos lugares, Tacna en cambio tena muchas ms casas de dos pisos. Una primera impresin conducira entonces a pensar que Tacna, por poseer edificios ms altos, presentaba una condicin mucho ms vulnerable frente a los fenmenos ssmicos. No sabemos cuantas casas quedaron en pie en Arica despus de los remezones, aunque las observaciones de los testigos indican que la destruccin fue casi general. En cambio en Tacna todo fue diferente. Es cierto que Tacna estaba ms lejos del epicentro y no recibi un impacto tan brutal como aquel que golpe a Arica pero, sin embargo, la violencia telrica fue impresionante. El mismo Stevenson, quien experiment directamente las consecuencias del terremoto durante su permanencia en Tacna, escribi el mismo da del terremoto: Que el remezn fue extraordinariamente severo se comprueba, creo, por el hecho que las palmeras y las higueras fueron arrancadas de sus races e impulsadas fuera del terreno en todos los jardines de la ciudad y los movimientos, que yo mismo observ cuando estuve quizs en la mejor posicin posible para observarlos, fueron tan terriblemente alarmantes, especialmente hacia el final, que tuve el convencimiento de encontrarme con una ciudad reducida a una masa informe de escombros. Sin embargo, todo el mundo se sorprendi gratamente al observar que la destruccin material haba sido relativamente menor: solamente unas setenta casas se haban derrumbado en toda la ciudad. Entonces Stevenson exclam: No acierto a comprender por qu Tacna sufri tan pocos daos, comparativamente hablando.36 Es el mismo dilema de estudiosos de nuestro tiempo. Rodrigo Nez-Carvallo complementa el juicio de Stevenson, sorprendindose no solamente de la admirable resiliencia de la estructura urbana de Tacna, sino tambin por el consiguiente efecto beneficioso en relacin con la salvacin de vidas. Resulta, sin embargo, increble escribe Nez-Carvallo- que un terremoto tan pavoroso tuviera un saldo tan bajo de vctimas, considerando que Tacna albergaba en su casco urbano casi diez mil habitantes. Tal vez se trat de un movimiento que comenz muy lentamente, permitiendo que los habitantes se pusieran

    35 D. Timins, Opus Cit. p. 182. 36 Frederick James Stevenson, The Times, Londres, 21 de octubre, 1868.

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    a buen recaudo en los primeros remezones, ya que no puede aducirse que la imaginacin popular prolongara la duracin del sismo, pues todos los autores consultados repiten que ste super los siete minutos.37

    Cmo resolver el acertijo? La respuesta se encuentra en las mismas observaciones de Stevenson, quien era, despus de todo, un ingeniero experto en resistencia de materiales. Stevenson trat de buscar una explicacin rigurosamente atendible. Interrog a los ancianos de Tacna quienes slo ahondaron el misterio. Los viejos recordaban todava el terremoto de 1833 que entonces haba causado una destruccin de la mitad de Tacna. La agitacin de la tierra no fue en ese entonces ni una fraccin de la violencia con que se produjo esta vez -dijeron los sabios seores, agregando de seguido con un dejo de orgullo- pero como las casas han sido mejor construidas que en el pasado, por supuesto, han resultado ms adecuadas para resistir el remezn.38

    Stevenson confirma la impresin de los ancianos con sus propias observaciones. La respuesta la encuentra en las quinchas aymaras. Todos los pisos superiores en Tacna haban sido construidos completamente con paneles de quincha enmarcados en estructuras de madera. Eso los ha salvado -exclama Stevenson dando su respuesta al enigma- las humildes quinchas de caas, maderas, paja, estircol de mulas y barro que, sin duda, danzaron dcilmente al ritmo del terremoto sin derrumbarse.39

    Veamos algunas observaciones relativas a Tacna y su terremoto:

    REVISTA DEL SUR, TACNA 19 DE AGOSTO, 1868:

    CATSTROFE HORRIBLE.

    Recin hoy y despus de grandes esfuerzos, puede salir a luz la Revista, pues las consecuencias del cataclismo del jueves le alcanzaron ms inmediatamente que a sus colegas de El Progreso y El Porvenir; pero al cabo puede todava hacer para sus lectores del exterior la relacin de ese tremendo suceso que indudablemente formar poca en los anales americanos.

    Da 13. - Haca algunos das que se sentan temblores que tenan alarmada a la poblacin. El da 13 se haba anunciado caluroso, como uno de los de verano. En la tarde el cielo se cubri de nubes y, momentos antes del terremoto, se oscureci notablemente.

    A las cinco principi a moverse la tierra sin ruido durante algunos segundos; luego el movimiento empez a crecer y poco despus se hizo espantoso, acompaado de un tremendo fragor que atronaba los aires.

    Los edificios se balanceaban desde sus cimientos, algunas paredes empezaron a caer, la tierra ondulaba como las aguas de un lago y la gente toda, que no poda tenerse en pi, lanzaba espantosos alaridos contemplando con horror el vaivn general de la naturaleza que aumentaba por grados y pareca anunciar el fin del mundo.

    Es imposible pintar el horror de semejante escena. Cuando se pone a prueba el espritu cada minuto es un siglo. El corazn parece encerrado en un crculo de fierro que se estrecha por grados y la ansiedad es una lenta y dolorosa agona: Siete minutos pasados de esta suerte, entre l a ansiedad y el terror. Siete minutos que se prolongaban a la vez que aumentaba el ruido y el movimiento! Felizmente la calidad del terreno sobre el que descansa Tacna, todo de arena, y el movimiento ondulatorio uniforme del terremoto, impidieron su destruccin completa y el que se abriera la tierra, como ha sucedido en otras partes.

    Merced a estas circunstancias no pasan de cincuenta los edificios destruidos, amn de las paredes que todava estn cayendo y de las muchas que la autoridad manda echar abajo diariamente; pero tambin es cierto que casi no queda casa sana y que las ms slo podrn ser habitadas despus de costosas reformas.

    37 Rodrigo Nez Carvallo Un tesoro y una Supersticin El Gran terremoto Peruano del Siglo XIX en Virginia Garca Acosta, coordinadora, Historia y desastres en Amrica Latina Volumen II (Publicacin digital de la Red de Estudios Sociales en Prevencin de Desastres en Amrica Latina, http://www.desenredando.org) p. 9 38 Stevenson, The Times, Opus. Cit. 39 Timins, Opus Cit., pp. 182 y 206

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    No pasan de dos las vctimas de esta catstrofe y todava no es posible darse cuenta de cmo en siete minutos de un sacudimiento espantoso, en que pareca crujir el mundo, en que el inmenso ruido, los gritos desesperados de la multitud, el polvo que oscureca el espacio, todo en fin se ofreca con los caracteres ms aterrantes, pudiese quedar, casi puede decirse, ilesa la poblacin y vivos sus habitantes. Haba pasado ya el terremoto y todos se miraban azorados, como dudando de su propia existencia. Los edificios que se blandan con energa permanecan en pi y la calle, que ondulaba formando anchos surcos, haba vuelto a ocupar su nivel ordinario.

    La gente toda abandon la poblacin para refugiarse en la plaza principal, en la del Teatro, en la Alameda y en la Pampa. Los temblores se repetan a menudo aunque con menos fuerza y la noche sobrevino oscura y lluviosa.

    La autoridad destac inmediatamente algunas patrullas de polica para evitar los desrdenes. La tierra segua remecindose y sordos rumores se dejaban or de rato en rato. Como a las ocho de la noche una luz vivsima ilumin el espacio e inmediatamente la atmsfera tom un color de fuego que pareca venir del N. E., disminuyendo en intensidad hacia el punto opuesto. Este singular fenmeno aterr a la multitud que crea sentir ya el calor del fuego que caera del cielo para acabar la obra principiada por el terremoto. Los alaridos fueron espantosos y de durar unos segundos ms este suceso, habra que lamentarse el extravo de la razn de muchas personas. Felizmente acab dejando una luz blanquecina en el cielo y el resto de la noche pas entre estremecimientos de tierra y ruidos extraos.

    La opinin general explica el fenmeno de que hemos hablado como el resultado de la erupcin de algn volcn, sealndose el Ubinas, por la direccin en que apareci la luz. Pronto sabremos a qu atenernos.

    DA 14.- Al amanecer de este da un nuevo conflicto vino a aumentar nuestras angustias. Se recibi la noticia de que el escaso ro que mantiene esta ciudad y su campia, haba sido obstruido por el derrumbe de un cerro cerca de Pacha. La sed, con todo su atroz aspecto, se present a la exaltada imaginacin de todos. La autoridad tom inmediatamente sus medidas y envi al seor don Jos Maria Arias, acompaado de varios vecinos de los valles prximos, pero no fue menester emprender trabajo alguno porque el ro venci por s mismo los obstculos y tom su curso ordinario.

    Mas tarde lleg la noticia de haber sido inundado por el mar el punto denominado las Yaradas, habiendo perecido varias personas, entre ellas la esposa e hija de un seor Zamudio y quedando arrasados todos los sembros. Poco despus regres el tren que haba salido a la hora de costumbre y no pudo pasar del Hospicio por haberse hundido una parte del camino. Desde ese instante principiaron a circular las ms alarmantes noticias respecto de Arica, pero slo se saba con seguridad la salida del mar en Chacalluta hasta cerca del cerro. La tierra sigui temblando durante todo el da y en toda la noche, repitindose los remezones con frecuencia. Pocollay y Pacha haban sido destruidas.

    DIA 15. Los pueblos de Sama y Locumba haban sido arrasados. La tierra se haba abierto en diferentes partes brotando un lquido betuminoso y tibio. Todas las bodegas se haban destruido. El vino depositado en grandes cantidades haba engrosado las aguas del ro y de las valiosas cosechas de esos valles nada haba quedado. Las noticias de Arica se confirmaron, presentando un cuadro an ms aterrante del que nos ofrecieron los primeros anuncios.

    En la tarde lleg la guarnicin de Moquegua que haba sufrido el terremoto en el punto denominado Quebradillas. All los cerros se mecan desde sus bases, las piedras rodaban aumentando el ruido del temblor y la tierra se abra brotando humo y vapores densos. Los movimientos de tierra no cesaban y durante la noche se sintieron fuertes remezones. La gente, abrigada en ranchos de estera y lona, sufra el agua que cay hasta el amanecer.

    DIA 16.-Torata haba sufrido los efectos del terremoto y quedaba casi en ruinas. La ciudad de Moquegua haba sido destruida y sus viedos quedaban en el peor estado. La compaa dramtica que sali de esta ciudad con direccin a Moquegua sufri el terremoto cerca de la Rinconada y fue arrojada al suelo. La seorita de la Jara qued enterrada hasta medio cuerpo en una de las grietas abiertas en el camino y slo a costa de grandes esfuerzos pudo ser arrancada.

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    El correo de Oruro sinti el terremoto en Huailillas, en la falda misma de los Andes que se balanceaban abrindose en diferentes partes. La Portada y los dems pueblecitos del camino quedaban en completa destruccin. Los temblores se-repetan durante todo el da.

    DIA 17.- En la maana cundi la voz de que el mar se vena sobre Tacna. El horizonte, bastante despejado, permita ver de las alturas la faja azul del mar orillada de espuma. Grandes olas se levantaban al cielo y la imaginacin, trastornada por tantos lamentables sucesos y el espritu inquieto y sobreexcitado, crey ver avanzando sobre esta ciudad grandes montaas de agua, capaces de inundar toda la zona extendida aquende los Andes.

    Noticias de esta naturaleza se propagan con la rapidez del telgrafo, as que la poblacin entera, con el temor pintado en el semblante, abandonaba ya sus habitaciones del campo para correr en direccin de los cerros. Por fortuna pudo aplacarse a grandes esfuerzos el terror y hacer or la voz de la razn.

    A medio da la ilustre municipalidad public un bando fijando precio a los artculos de primera necesidad, que empezaron a escasear a causa de las frecuentes remisiones que hacan a Arica, ya la autoridad, ya el comercio, o ya los particulares. Algunos especuladores subieron el precio de varios artculos, explotando la miseria pblica; pero la honorable ha sabido cortarles el vuelo a tiempo. Los temblores no cesan. Hasta este momento, (las 4 de la tarde), se han contado desde el da 13, 108. La autoridad sigue destruyendo las paredes que amenazan ruina.

    DA 18.- Acaba de sentirse (4 P. M) un fuerte temblor que ha echado en tierra tres paredes. Algunas familias haban ya abandonado sus ranchos, y an desatado algunos, pero el aviso los hace trabajar de nuevo y con mayor inters.

    Empiezan a recoger todos los efectos sustrados en Arica y que se encuentran esparcidos en la playa. Muchas cargas permanecen y a en depsito y se toman todas las medidas necesarias para evitar el robo.

    DIA 19.- Nada se adelanta respecto de Arequipa. De Arica empiezan a llegar algunas familias. Los temblores se repiten a menudo. El que se sinti a las dos de madrugada fue bastante fuerte. No es posible todava consagrarse a ocupacin alguna y es imprudente permanecer dentro de las casas que han quedado notablemente averiadas. El tren parti hoy despus de seis das, a las once de la maana hasta Chacalluta.

    En resumen, las prdidas son inmensas. Sin pretender valorar lo que pierden los particulares, muchos de los que han visto caer sus casas, arrasarse sus haciendas y destruirse cuanto posean, se calculan las del comercio en ms de 4 millones y en otros tantos las del gobierno. En cuanto a los centros de la poblacin, quin sabe si podrn llegar a ponerse en el estado brillante en que se encontraban.

    DESCRIPCIN DE JOS TORIBIO POLO

    Tacna, la ciudad ms cercana al epicentro sinti el terremoto a las 5:06 p.m. Hubo primero un sacudimiento vertical, de abajo a arriba, y luego otro ondulatorio que impeda tenerse en pie, y dur siete minutos. A los pocos segundos se experiment otro remezn ms fuerte y ms largo, que tambin impeda estar de pie. Sigui un movimiento suave ondulatorio que dur hasta las 11 de la noche [sic] y que se repeta con intervalos cada vez ms largos de cinco en cinco y de diez en diez minutos y despus cada cuarto de hora [...] Cayeron de 50 a 60 casas, murieron tres individuos y resultaron algunos contusos [...] El mismo [da] 13, a las ocho de la noche, se vio en el cielo de NE a O una faja luminosa estrecha, de color rojizo, que se extendi hasta cubrir el horizonte, en ese sentido, en toda la calle del Comercio; pocos segundos despus ces el fenmeno para renovarse con luz menos intensa.40

    NOTICIAS DE OTROS LUGARES

    Como se puede apreciar en el Cuadro 5, el tsunami que afect a Arica tuvo en realidad un impacto en todo el rea del ocano Pacfico con una difusin de nivel planetario. En esta seccin se transcriben breves testimonios y noticias contemporneas al fenmeno y,

    40 Jos Toribio Polo, Catlogo de Temblores en el Per citado por Nez-Carvallo, Opus Cit. p. 9. Remitimos al lector al diario de Frederick James Stevenson en nuestra seccin Testimonios, ms adelante, donde se contiene una descripcin pormenorizada de Tacna durante el terremoto.

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    en la mayora de los casos, las descripciones provienen de informes consulares o despachos periodsticos.

    Cuadro 5. Difusin del tsunami de 1868 y altura de las olas

    Lugar Regin Alt. (m) Lugar Regin Alt. (m)

    Talcahuano Chile 4.0 Islay Per 12.0

    Coquimbo Chile 7.5 Callao Per 4.0

    Constitucin Chile 3.5 San Diego California 0.3

    Corral Chile 4.0 Kodiak Alaska 2.2

    Iquique Chile 12.0 Hilo, Hawai Hawai 4.5

    Arica Chile 15.0 Apia Samoa 3.0

    Valparaso Chile Leve

    (marejadas) Littleton

    Nueva Zelanda

    5.4

    Valdivia Chile 5.0 Hakodate Japn 3.0

    Mejillones Chile 6.0

    Fuente: West Coast/Alaska Tsunami Warning Center http://wcatwc.arh.noaa.gov/web_tsus/18680813/runups.htm (Sitio visitado el 20/04/05)

    EN LIMA Y CALLAO

    El terremoto, aunque con intensidad mucho menor, tambin se sinti en la capital peruana y en su puerto principal. Estuve seguro que dur ms que ningn otro que hasta ahora haba experimentado, afirm un testigo aquel 13 de agosto. A pesar del tiempo transcurrido, ms de un siglo, los habitantes de Lima y Callao conservaban en su memoria colectiva el recuerdo del gran terremoto de 1746. Un atento viajero alemn observaba en 1861 que los habitantes de Callao vivan en constante zozobra por el temor a los sismos y tsunamis. Durante una semana de 1859 se produjeron algunos temblores que provocaron la fuga hacia Lima de miles de chalacos.41 Es posible imaginar entonces la reaccin de chalacos y limeos aquel jueves 13 cuando algunos minutos despus de las cinco de la tarde la tierra tembl con fuerza moderada pero con una duracin inusitadamente prolongada. Varios testimonios indican una duracin de tres a cuatro minutos e incluso mucho ms. Una hora ms tarde se sinti otro temblor de menor intensidad y un tercero durante la noche, lo que aument la alarma en Lima y desat el pnico en Callao. Este tercer temblor nocturno fue seguido por un tsunami de menor envergadura que lleg a inundar la parte baja del puerto. Apresuradamente el da 14 el cnsul britnico en Callao informaba que ya el primer remezn haba provocado una fuga masiva hacia Lima tanto en tren como a caballo e incluso a pie.42 En efecto, una alarmada dama madrilea que fue testigo del pnico relata que

    41 Pocos aos antes del terremoto de 1868, el viajero afirmaba: Los habitantes del Callao no tienen empero, gran confianza en su ciudad, ya que hace algn tiempo, algo as como cien aos, fue sumergida por las aguas a raz de un terremoto. Piensan que el fenmeno puede repetirse, razn por la cual no bien la llamada terra firma comienza a temblar, toman sus cacharpas bajo el brazo y se dirigen a Lima, a toda mquina. Hace dos aos estuvieron en alarma durante una semana, debiendo haber huido del Callao algunos miles, a fin de acampar en los amplios paseos de Lima, sobre los bancos y las platabandas de flores. Friedrich Gerstcker Viaje por el Per [1861] (Biblioteca Nacional del Per, 1973) p. 20 42 Cnsul G. Wilthew (Callao) a Lord Stanley (Foreign Office, Londres) 14 de agosto 1868, FO 61/250

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    aunque el mar no estaba ya ms agitado que en ocasiones previas, los trenes estuvieron saliendo durante toda la noche llenos de gentes que huan hacia Lima.43

    La recurrencia espasmdica de los fenmenos ssmicos en los pueblos del cinturn de fuego del Pacfico indudablemente genera un bagaje de emociones comprimidas que se almacenan en nuestro subconsciente y que se desata en un mar de conjeturas cuando sentimos temblar la tierra, aunque sea levemente. Tal misterioso mecanismo inmediatamente impuls a limeos y chalacos aquel jueves a preguntarse donde habra sido el epicentro del fenmeno. Curiosamente, ya a la maana siguiente el telgrafo atvico del presentimiento colectivo hizo circular la voz que un cataclismo haba destruido el sur del pas. El cnsul britnico en Lima se percat de las premoniciones de los capitalinos y las registr en su informe al Foreign Office: Se presumi, como consecuencia de la oscilacin desusada con que se sinti el terremoto en Lima, que el epicentro de tal convulsin estara localizado en el sur y que nosotros estbamos en las mrgenes del fenmeno. Sin embargo, fue slo el domingo 16 de agosto que lleg a Callao una nave desde Pisco con las primeras noticias ciertas sobre el desastre en Arequipa y sus alrededores.44 En cuanto a Callao, el mismo cnsul prepar un informe ms detallado una semana despus del fenmeno indicando que la salida de mar haba roto las amarras de las naves menores en el molo provocando colisiones y daos serios. Las naves mayores, incluyendo los buques de guerra, haban buscado reparo en alta mar y regresaron a salvo el da siguiente. La desbocada huida de muchos habitantes probablemente haba sido la causa del descuido que produjo un gran incendio de ms de cuarenta casas. Con encomiable sentimiento social, el cnsul informaba que el incendio se haba producido en los sectores ms pudientes, evitando as el sufrimiento de las clases pobres.45

    El arribo de las nefastas noticias del sur colm de tribulacin a la poblacin en Lima y Callao. La carta de una dama espaola, recibida en Madrid a mediados de septiembre, reproduce el dramatismo del ambiente en Callao durante la noche y el da siguiente del tsunami:

    Testimonios de una dama espaola (15 de agosto) Vuelvo a abrir esta carta para hablaros de un temblor de tierra que acaba de ocurrir y que nos

    ha alarmado considerablemente. Verificse a las cinco, y ha durado dos minutos, lo cual es enorme para una convulsin de esta clase. El movimiento se pareca al de una ola poco violenta, caminando hacia adelante y hacia atrs. Nada he visto en mi vida tan espantosos. En un momento todo el mundo sali de su casa, en el estado de ansiedad que podis figuraros; y pasados algunos instantes de angustia, empezbamos a recobrar la calma y la tranquilidad, cuando hubo otro choque ms corto que el primero pero mucho ms seco y violento. En el resto de la tarde ocurrieron otras ligeras convulsiones.

    A la hora de costumbre nos acostamos; pero a la una de la maana nos despertaron violentos golpes dados en la puerta y omos gritar en la calle que las aguas del mar suban rpidamente. Nos vestimos con prontitud. El mar no estaba ms agitado que en otras ocasiones; pero en la ciudad reinaba un pnico considerable y los trenes estuvieron saliendo durante toda la noche llenos de gentes que huan hacia Lima. Crese aqu que en la baha habr ocurrido un gran destrozo. Todos los buques de guerra encendieron las calderas y se hicieron a la mar. Los buques mercantes han sido arrojados unos sobre otros.

    En la baha el mar parece un gran torbellino; los ancianos confiesan no haber visto cosa parecida. El mar estaba a la misma elevacin que la puerta de entrada de nuestra casa. La noche era muy sombra. Nuestro espanto es grande. Si no tenemos ms sacudidas, vendr alguna otra calamidad.46

    43 Diario El Imparcial, Madrid sbado 26 de septiembre, 1868. 44 Rodrigo Nez Carvallo Un tesoro y una Supersticin El Gran terremoto Peruano del Siglo XIX en Virginia Garca Acosta, coordinadora, Historia y desastres en Amrica Latina Volumen II (Publicacin digital de la Red de Estudios Sociales en Prevencin de Desastres en Amrica Latina, http://www.desenredando.org) p. 7. 45 Cnsul G. Wilthew (Callao) a Lord Stanley (Foreign Office, Londres) 21 de agosto 1868, FO 61/250 46 Diario El Imparcial, Madrid sbado 26 de septiembre, 1868.

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    EN AREQUIPA

    El Cnsul britnico en Callao:

    Callao, Agosto 21, 1868

    En la tarde del 19 el correo del sur trajo informaciones desastrosas acerca de los resultados del terremoto en tales regiones, es decir, la destruccin total de la ciudad de Arequipa, con la prdida, afortunadamente, de solamente alrededor de 200 vidas porque la poblacin tuvo tiempo para abandonar sus casas antes de que se produjera el momento ms severo del sismo.

    Los presos y la gente en el hospital fueron todos aplastados. Todos los extranjeros escaparon. El terreno se resquebraj produciendo la salida de agua burbujeante. La ciudad de Moquegua ha compartido la misma suerte, donde alrededor de un centenar de personas han perecido.47

    EL CNSUL BRITNICO EN LIMA: 21 de agosto, 1868

    Milord,

    El arribo del vapor del sur nos ha trado las ms angustiosa informacin relativa a los efectos desastrosos del terremoto del 13 de los corrientes, como tambin del tsunami en toda la costa sur del Per. Tambin se han recibido cartas desde Arequipa, a 150 Km. de Islay, que establecen que el terremoto fue tan terrible que toda la ciudad yace ahora en ruinas y que la poblacin, con temor de regresar a sus hogares, acampa en la Gran Plaza y en otros campos abiertos.

    Por fortuna esta terrible experiencia ocurri en la tarde, alrededor de las cinco. Si hubiese ocurrido en la noche se habran perdido muchas vidas puesto que las casa estn generalmente construidas de piedras volcnicas con techos abovedados en arco. Las iglesias han perdido sus techos y se han derrumbado hacia el interior. El hospital y la crcel se derrumbaron y sus ocupantes (en un nmero de doce en este ltimo lugar) fueron aplastados. La nica persona de alcurnia que hasta ahora se sepa que haya sido una vctima es una dama cuya casa se derrumb sobre ella. En las calles estrechas donde se estima que viven las clases pobres, se estima que muchos han perecido. Se dice que el gran movimiento dur cerca de diez minutos pero las rplicas menores continuaron durante la noche y todava se producan hasta el momento en que se despacharon las presentes noticias.48

    Algunas personas se han quejado que la ayuda se ha entregado solamente para la poblacin blanca. Existen rumores de ataques a la Prefectura de Arequipa y de guardias que han disparado a la muchedumbre La reconstruccin de Arequipa constituir probablemente una labor para todo un siglo y un costo de 40 millones de dlares. Se computa en dicha suma la prdida de seis mil casa y [de agregarse] doscientos haciendas y fabricas podra comportar un costo an mayor.49

    PARTE OFICIAL DE LA PREFECTURA DE AREQUIPA. 16 DE AGOSTO, 1868

    Al seor ministro de gobierno:

    Bajo la impresin del horror y de la ms aflictiva situacin, puedo comunicar a V. S. que Arequipa, la bella y hermosa ciudad no existe. En la tarde del da 13 a las 5 y cuarto se sinti un temblor de tierra que a los pocos segundos se hizo un terremoto espantoso: todos los edificios han venido a tierra y las pocas paredes que an existen se hace necesario derribarlas: todos los templos han cado y hasta este momento, que son las diez de la maana, no cesa el

    47 Legacin Britnica en Lima. Cnsul G. Wilthew a Lord Stanley, Foreign Office, Londres, 21 de agosto 1868, Archivo Nacional Britnico FO61/250 No.51 48 Legacin Britnica en Lima. Cnsul Stafford Jenningham a Lord Stanley, Foreign Office, Londres, 21 de agosto 1868, Archivo Nacional Britnico FO61/247 f.96 49 Legacin Britnica en Lima. Cnsul Stafford Jenningham a Lord Stanley, Foreign Office, Londres, 26 de septiembre, 1868, Archivo Nacional Britnico FO61/247 ff. 181-83

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    movimiento, hacindose sentir ms recio en algunos momentos, y si contina no quedar piedra sobre piedra.

    El nmero de vctimas se ignora an, pues existen bajo los escombros, y esta prefectura se ocupa, con la eficacia que demandan las circunstancias, en hacer sepultar los cadveres que se hallan a la vista para precaver su corrupcin y que sobrevenga la pes te. Se ocupa tambin en proveer de agua y habilitar las fuentes pblicas para favorecer a los habitantes que se hallan en las plazas, huertas y chacras.

    El movimiento recio que deshizo los edificios como el genio del mal, dur siete minutos y despus sobrevinieron los sucesivos y menos recios.

    Toca, pues, al supremo gobierno dictar l as medidas que la situacin demanda para aliviar de al gn modo el estado de los moradores que han salvado la vida y que se hallan s in hogar, abrigo y s in pan, pues los molinos, hornos y panaderas, todo ha venido a tierra, los cereales se hallan bajo las ruinas, y esto no slo en la ciudad sino en los pueblos circunvecinos, donde el estrago no ha sido menos espantoso,

    Hasta este momento hay avisos de los valles de Vtor y Tambo. La representacin nacional felizmente se halla reunida y no puede mostrarse indiferente a una calamidad cuyos estragos puede aliviar con oportunas y eficaces resoluciones. De temerse es que los movimientos de tierra continen por muchos das, pues no hay un instante en que no se sientan sacudimientos ms o menos fuertes y ventarrones cargados de electricidad.

    Dominados por el espanto y terror, no es posible hacer una descripcin ni an aproximada de lo que ha ocurrido. De un lado el movimiento de tierra que no permita tenerse de pi; de otro, los incendios de varios puntos donde haban materias inflamatorias, y el polvo que sofocaba a las gentes, producan una situacin espantosa y desesperante; las lgrimas, los alaridos de los heridos y el misericordia de todas las gentes, presentaban un cuadro desgarrador y aterrante: la pluma no puede trazar los acontecimientos ni an acercarse a la realidad: era preciso presenciar esos tristes y desconsoladores momentos para tener una idea de lo que es un terremoto.

    Sin tiempo para ms, y reservndome poder dar datos ms circunstanciados, ruego a V. S. se digne presentar este oficio a S. E. el presidente y recabarle las rdenes que sean convenientes para aliviar la situacin de este infortunado pueblo.

    Dios guarde a V. S.

    Francisco Chocano50

    RELACIN HECHA POR LA BOLSA DE AREQUIPA

    Agosto 19 de 1868.

    Despus del horroroso cataclismo que tuvo lugar el 13 de agosto a las cinco y cuarto de la tarde; despus de la ms tremenda de las pruebas, que han tenido que pasar los habitantes todos de Arequipa, nada tendramos que decir, porque cada individuo tiene escrita en su corazn, con letras imborrables, la historia de esa nefasta tarde.

    Diez minutos fueron suficientes para que viniera al suelo toda una ciudad, la obra de tres siglos, los templos, los edificios ms slidos que resistieron al clebre terremoto del 13 de mayo del ao de 1784, sin duda en nada comparable al acaecido en la tarde del 13 de agosto de 1868.

    Pretender hacer la descripcin de tan raro como desgraciado siniestro, sera no saber por dnde comenzar: basta que digamos; por lo pronto y mientras el tiempo pasa para que vuelva la calma y la serenidad que nos han abandonado, basta, decimos, con que se sepa que la hermosa, la risuea, l a galana, la bella Arequipa, YA NO EXISTE y que est borrada del catlogo de los pueblos que componen la repblica peruana. Que sus dolientes habitantes, desgarrado el corazn, el alma traspasada y

    50 El Mercurio de Vapor, Revista quincenal de Poltica y Comercio. Valparaso, Septiembre 2 de 1868

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    posedos del pnico, huyen con planta vacilante, direccin incierta, sin pan ni abrigo, cadavrico el semblante, en busca de una sombra protectora que los cobije.

    Pero dnde ir! cuando en ningn pueblo vecino ni lejano ha quedado nada, nada que pueda calmar nuestra pena, aminorar el mal que a todos rodea!

    El nmero de vctimas debe de ser inmenso; y si todos los habitantes no murieron en esa fatal como desgraciada tarde, e s porque la misericordia divina hizo que el temblor no viniese de noche y que la prolongacin gradual de diez o ms minutos que dur mientras los edificios luchaban con tan poderoso adversario y se mecan sobre sus bases y crujan de una manera verdaderamente aterradora y jams oda, hubo tiempo para huir como se pudo, a las plazas y huertas, y an en las mismas calles haciendo quites a la muerte que con alas plegadas, se cerna sobre nuestras cabezas.

    Los cadveres recogidos que han estado a la vista pasan de 100, a ms de las mujeres enfermas que se hallaban en el hospital cuyo departamento cay sobre ellas y ninguna escap. Cuando los escombros se levanten, entonces se sabr a cuanto nmero asciende el guarismo de las vctimas.

    Han pasado seis das desde aquel en que sucedi nuestra desgracia, y en todo este tiempo han habido, por lo menos, 200 temblores ms o menos recios que continan y tienen en constante alarma a los deso lados habitantes. Todava nadie se cree seguro, a pesar de estar en el raso, temerosos de que la tierra, que no cesa de temblar, se abra en zanjones, como ha sucedido en otras partes.

    Grandes y hasta supremos son los esfuerzos que hemos hecho para penetrar en nuestra derribada oficina y trasladar al raso lo que hemos podido para dar esta hoja, con la cual creemos hacer un servicio al pblico, proporcionando a la autoridad un rgano por el que las medidas que tome lleguen a conocimiento de todos y produzcan el laudable fin que se propone en beneficio de todos y cada uno.51

    COMENTARIO DE ERNST MIDDENDORF (AREQUIPA EN 1870)

    Aunque entonces haba transcurrido ao y medio, la reconstruccin de muchos edificios de importancia ni siquiera haba comenzado. En la plaza de Armas, la catedral era una masa de ruinas: all yacan las destrozadas paredes y los muros de las torres que al derrumbarse rompieron la bveda y llenaron el interior de la iglesia con una informe masa de escombros. La mayor parte de las iglesias ofreca el mismo espectculo. A pesar de que los habitantes no se haban recuperado an del desastre, estaban animados, alegres y llenos de esperanzas. Con la inauguracin del ferrocarril se haba realizado un viejo anhelo, ya nadie pensaba en la desgracia y todos confiaban en un futuro promisorio.52

    ISLAY

    Cnsul Britnico en Callao, 21 de agosto:

    En Islay hubo daos pequeos gracias a su suelo rocoso. El Consulado no fue afectado, excepto una grieta en el muro de la cocina. Los temblores de intensidad ms o menos violentos prosiguieron en tales lugares hasta los das 16 y 17 del presente.

    En Islay el mar tambin se retir despus de una gran convulsin y retorn con gran violencia destruyendo todo lo que encontr en su camino. Sin embargo, las naves en la baha parecan tener solamente daos pequeos, aunque por un momento estuvieron en gran peligro. En Mollendo, a casi 20 Km. de Islay, el mar arras todas las casas y una gran cantidad de material ferroviario destinado a la construccin del Ferrocarril de Arequipa al Este. Los valles de Vtor y Tambo han sufrido considerablemente en sus habitaciones. En esta ltima localidad se dice que, adems de arrasar una gran

    51 El Mercurio de Vapor, Revista quincenal de Poltica y Comercio. Valparaso, Septiembre 2 de 1868 52 Ernst Middendorf, Per (2 Vols. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima 1973), citado por Nez-Carvallo, Opus Cit. p. 9

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    cantidad de propiedades, tambin sumergi alrededor de 500 personas. Tambin se indica que Chala ha sido igualmente destruida.

    [Sin embargo] el terremoto fue igualmente muy espantoso: las casas se derrumbaron provocando muchas vctimas. Como la ciudad est emplazada en territorio ms alto que en Arica, la inundacin no penetr en el lugar.53

    Despacho de El Mercurio de Vapor, 2 de septiembre 1868:

    Casi toda la ciudad ha sido destruida a consecuencia del terremoto; en una quebrada se han abierto grandes grietas, por las cuales sale abundante agua corriente. No sab a ninguna noticia de Arequipa, porque el telgrafo estaba cortado pero por ms avisos se haba sabido que el temblor hizo estragos en la Pampa y que el socavn de Tambo, situado en medio del desierto, estaba destruido,

    El curso del terremoto parece haber sido de Sur a Norte, variando con sacudimientos repetidos de Oeste a Este; y el tiempo en que el .terremoto se ha sentido en Islay ha sido como de diez minutos de diferencia con Chala, de cuyo punto, dista ciento cincuenta y cinco millas. A consecuencia de la elevacin de la costa, poco dao ha causado el mar en esto puerto, y el que ha alcanzado a originar ha sido como en Chala, por efecto de marejadas sucesivas. Los buques San Luis y Cantn pudieron salvarse.54

    DESPACHOS DE EL MERCURIO DE VAPOR, 2 DE SEPTIEMBRE 1868, RELATIVO A OTRAS LOCALIDADES MENORES:

    ILO

    Ni en la baha, ni en la poblacin, que era como de 500 habitantes, ha quedado nada absolutamente, pues todo ha sido destruido. Lo que pudo escapar del temblor, se lo llev el mar y han

    perecido veinte personas.

    La tripulacin que pereci fue la de una barca ballenera de Pisagua, y no la de las Niita y Gambeta, como ayer se dijo. Las prdidas en este puerto pasan de cien mil pesos, estando asegurada slo una pequea parte de las propiedades martimas.

    JUNN

    El temblor ha causado pocos daos, habiendo sufrido algo los cimientos de la mquina de sacar agua. La barca inglesa Don Juan se fue a tierra pero nadie pereci.

    La barca inglesa Don Enrique , y no Don Juan, como se comunic por telgrafo, cort sus cadenas y se fue a pique. Qued completamente destrozada, pero sin prdida de vidas. El Washington Booth, buque americano, cargado y listo para hacerse a la mar, no sufri perjuicio alguno. La relacin de lo ocurrido en Mejillones del Per e Iquique es exacta.

    MEJILLONES DEL PER

    - Toda la ciudad ha desaparecido, con slo la excepcin de la casa de Bergman, que es lo nico que ha quedado en pi. La barca chilena Cndor se fue a pique pero se salv l a tripulacin. Los dems buques han sufrido poco.

    53 Cnsul G. Wilthew a Lord Stanley, FO, 21 de agosto 1868. FO61/250 No.51 y Consul S. Jenningham al FO, 24 de agosto, 1868, FO 61/247 f.96 54 El Mercurio de Vapor, Valparaso 2 de septiembre 1868.

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    MOQUEGUA

    Jos Toribio Polo:

    En Moquegua se sinti el temblor a las 4:45. Dur ocho minutos y murieron 150 personas; hubo despus un fuerte viento. La ciudad qued en escombros por este terremoto55

    HACIA EL SUR DE IQUIQUE

    Despachos de El Mercurio de Vapor, 2 septiembre 1868

    TOCOPILLA

    El temblor no ha sido de consideracin. El mar se retir como veinte metros; seis horas despus volvi a ocupar su lecho sin causar dao alguno.

    Las desgracias ocurridas en este puerto aparecieron ayer con el nombre de la Capilla, por venir as en el telegrama que ahora nos ocupamos de rectificar. Es imposible describir la angustia y miseria que reina entre los habitantes de las poblaciones que han sido vctimas. Todos han quedado sin hogar; los nicos que no han perdido algo son aqullos que nada tenan que perder. Todos estn arruinados y las autoridades no han dado seales de vida pues hasta ahora permanecen los cuerpos de las vctimas tendidos como animales en la playa y mezclados entre los escombros, dando as ocasin a una epidemia.

    MEJILLONES DE BOLIVIA

    No ha ocurrido nada de particular, pues ni se sinti el temblor. El 17 a las cinco de la tarde, hora en que el comandante Thompson de la goleta chilena, Covadonga tuvo noticia de lo ocurrido en los puertos del Per, se alist inmediatamente para dirigirse a los lugares de la catstrofe y poder prestar los auxilios posibles. Segn la opinin del contador del vapor, Arica ha sido el centro de la conmocin, y como en Chala se ha sentido levemente, se cree que tal vez no haya alcanzado al Callao. En varios de los puertos de la catstrofe han tenido lugar algunos excesos cometidos por la gente del pueblo, que las autoridades no han podido contener, sin duda a causa del pnico introducido en los primeros momentos.

    CARRIZAL BAJO

    Carrizal Bajo, agosto 13 de 1868.

    Como a las 3 de la tarde principiaron a entrar marejadas muy fuertes y a las 8.40 entr la mar dejando parte de la baha en seco; la vuelta de ella fue tan fuerte y repentina que todos los buques arrastraron sus anclas y se enredaron de manera que se hicieron las averas siguientes:

    Bergantn norteamericano Delfina perdido completamente, con 4,880 quintales de metal a bordo.

    Bergantn norteamericano Veleidosa, sus masteleros quebrados y todava en una situacin precaria.

    Fragata britnica Chepica, con bastante avera y todava enredada con la barca britnica Pacific, la cual tiene algunas averas.

    Barca britnica Corredora, muy averiada, ms que las anteriores.

    Fragata salvadorea Carmen Dorich, ilesa, y goleta salvadorea Anita, con pequeas averas.

    Todos los botes y lanchas, como veinte, perdidos; de estas ltimas siete con la carga del vapor Concepcin, llegado ayer, y de la cual se salvaron muy pocos bultos; igualmente tres cargadas con ejes de don Jos Tomas Ovalle y una con ladrillos de don Marcos Latham; un marinero ahogado del bergantn norteamericano Veleidosa.

    55 Jos Toribio Polo, Catlogo de Temblores en el Per, Sociedad Geogrfica de Lima, citado por Nez-Carvallo, Opus Cit. p. 9

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    DE COBIJA HACIA EL SUR

    El Cnsul Britnico (21 de agosto):

    Se haba pensado que los efectos del fenmeno se habran sentido solamente hasta Cobija en Bolivia, pero ahora parece evidente que la gran invasin del mar tambin se sinti en algunos puertos chilenos. Talcahuano, el puerto de Constitucin, sufri una considerable inundacin en el mismo da [13 de agosto]. Se experimentaron igualmente tres remezones ssmicos con una prdida que no pasar de 100.000 dlares, puesto que la parte ms afluente de la ciudad no se encuentra cerca de la playa.

    En Caldera, mucho ms al norte, el agua se elevo por ms de 6 metros y en Coquimbo por ms de 7. En Valparaso en cambio, el alza de la marea fue apenas perceptible. Se sintieron los remezones del terremoto en Copiap y en Caldera.56

    EN COQUIMBO

    Tengo el honor de informar a Su Seora que en la tarde del 13 de los corrientes se produjo considerable alarma por una sucesin de olas provocadas por un terremoto, las cuales irrumpieron en la baha obligando a las naves a romper sus amarras y amenazando la seguridad total de la baha misma. Los siguientes buques de la armada britnica estaban anclados en la baha en aquellos momentos: Topaze, Malaca, Mutine y Nassau. El capitn Mayne de este ltimo buque organiz un comando para que observase las fluctuaciones del ocano durante aquella noche. Como resultado de tales observaciones, el capitn Mayne me ha informado que el punto de mayor elevacin perpendicular de las olas fue de alrededor de cinco metros y que, aunque tal altura no es en si misma extraordinaria, el modo violento en que las olas rompieron y se retrajeron, sin causa aparente, solamente se puede explicar como resultado de un terremoto muy severo que probablemente debe haber ocurrido en alguna de las islas del Pacfico.

    No puedo decir si se sinti algn remezn en esta parte, aunque era de esperarse al escuchar como las olas se rompan alrededor de las 8 de la noche. Los recuerdos de Santo Toms el ao pasado hicieron que la gente estuviese muy ansiosa durante toda la noche. El mar permaneci en estado de agitacin por las 24 horas siguientes.

    Las naves britnicas William Lackie y Star of the West sufrieron muchos daos y se habran perdido completamente a no mediar la asistencia que le entreg el Topaze.57

    ISLA JUAN FERNNDEZ

    El Cnsul Britnico (21 de agosto):

    Observo el informe preparado por el capitn de un buque de guerra chileno que se experiment un enorme movimiento del ocano con fuertes ruidos submarinos en la Isla de Juan Fernndez, 500 kilmetros hacia el oeste de Valparaso, al mismo tiempo, creo, en que el fenmeno se registrara en esta costa58

    56 Legacin Britnica en Lima. Cnsul Stafford Jenningham a Lord Stanley, Foreign Office, Londres, 21 de agosto 1868, Archivo Nacional Britnico FO61/247 f. 92 57 Cnsul britnico Gollan en Coquimbo a Lord Stanley, FO, 17 de agosto 1868. FO16/156 58 Legacin Britnica en Lima. Cnsul Stafford Jenningham a Lord Stanley, Foreign Office, Londres, 21 de agosto 1868, Archivo Nacional Britnico FO61/247 f. 187 (reverso)