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CRÓNICA DEL PASEO ECOÓGICO DE LAS COMUNIDADES

EAS DE MEDELLÍN EN JULIO DE 2016

VISITA AL PARQUE TELEMEDELLÍN-GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ DE LA CIUDAD DE MEDELLÍN

Editado por Enrique Posada – Comunidad de la Luz

Este evento, de tradición anual en las comunidades Cristianas Comprometidas EAS de Medellín y Colombia, fue organizado por las comunidades CONSTRUCTORES DE VIDA y DE LA LUZ. Asistió un significativo grupo de miembros de las comunidades, incluyendo dos jóvenes de las comunidades de Aguadas. Realizamos las siguientes actividades:

Caminata de Observación, en la cual los asistentes pudieron ejercitar su atención observando seis detalles en el camino que rodea el parque.

Oración comunitaria, centrada en la relaciones entre la vida comunitaria y el medio ambiente.

Lecturas de textos seleccionados de Gabriel García Márquez y reflexión comunitaria participativa sobre los mismos, con énfasis en nuestros compromisos como ciudadanos hacia una ciudad sostenible.

Ejercicio literario, en el cual los participantes, siguiendo el ejemplo del gran escritor colombiano, describieran aspectos que llamaran la atención en el parque y en la actividad.

Almuerzo comunitario.

Conversaciones en comunidad.

Sobre el parque Este parque fue inaugurado el 5 de marzo de 2016. Dedicado temáticamente a Gabriel García Márquez, cuenta con un espacio de 12 mil m2, con senderos públicos en los que los ciudadanos pueden compartir con la naturaleza y disfrutar de las actividades que se preparan en los fines de semana. El terreno en el que está el Parque, era el lugar en el que se encontraba ubicado el vivero municipal de Empresas Públicas de Medellín. La inversión para este espacio

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fue de 3.500 millones de pesos. El parque está rodeado de más de 170 especies de árboles, de los que la gran mayoría son ejemplares únicos en la ciudad y otros que se encuentran en peligro de extinción.

Cuenta con una zona arqueológica, descubierta en 2014, conformada por un área de 3.300 m2 con hallazgos del período Marrón Inciso, fechadas entre el siglo IV A.C. y el siglo XII D.C. Los hallazgos comprenden elementos asociados a prácticas mortuorias: urnas funerarias, vasijas para ofrendas, un foso con restos óseos y una estructura cineraria para la quema de los mismos. Pueden ser los remanentes de un antiguo poblado indígena donde los muertos se enterraban bajo los sitios de vivienda. Las obras del Nobel de la Literatura, Gabriel García Márquez, constituyen el aspecto temático del parque. Se ha utilizado nombres de la obra en los distintos espacios y en la señalización: El camino peregrino, El camino Centenario, El Camellón Nueva Fidelidad, El Patio de la Mamá Grande, La Terraza Rosa Cabarcas, La zona verde de la Hojarasca, la Plaza Santiago Nasar, entre otros lugares.

El parque está ubicado en la Cra 43 F # 18-60 y está abierto todos los días de 6:00 a.m. a 6:00 p.m., en los domingos cuenta con mercados campesinos y eventos especiales para toda la comunidad. La ubicación estratégica del parque le permite a la comunidad llegar con mayor facilidad a la Avenida El Poblado, al cruzar el parque y subir por las escaleras que se diseñaron en el costado del edificio.

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Registro fotográfico del paseo

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Registro literario LAS ESPIGAS Como espigas plateadas mirando al cielo, entrelazadas están firmes recibiendo el sol. Adornan el paisaje, refrescan el ambiente y alegran el espíritu Beatriz Vélez

Sobre las cabezas una nube, pequeña, formada por fastidiosos mosquitos, de fondo conversaciones de amigos, una niña llorando, el sonido de pequeños animalitos que están entre tantos arboles. Sobre sus cabezas llevan una corona, una corona de mosquitos y cerca de esta escena estoy yo, escribiendo. Maria Alejandra Zapata

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En un parque donde se pretende que Gabriel García Márquez es colombiano, yo estoy pretendiendo ser escritor. Santiago Aguirre En medio de la ciudad un remanso de tranquilidad, un verde en medio de cemento, un sendero de paz y descanso. Un lugar para aquietar el pensamiento, después de estar envuelto en el trajinar de la rutina Angela María Mejía

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GIGANTES Perdidos en medio de un parque urbano, una docena de gigantes extiende sus brazos hacia el cielo, abiertos hacia los rayos solares. El verde es el color de sus vestidos y se multiplica en cada lentejuela brillante, a veces oscuro, a veces claro, siempre vivo y precioso. Sus cuerpos erguidos y orgullosos, vestidos de años, exhiben una firmeza surcada por arrugas verticales y por las huellas de los tiempos. Se apoyan sobre la tierra, navegando por los senderos secretos de los suelos hasta encontrar los pequeños detalles que avivan su serena existencia de testigos inmemoriales. Apenas si se tocan estos habitantes del paisaje, sus brazos extendidos deben esperar el viento para decir palabras y susurrar murmullos. Pero se miran con ojos sin cansancio, con una humilde paciencia, siempre en espera de alguien que pasando cerca, se detenga y contemple su presencia majestuosa. Enrique Posada

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Como si decidiera desafiar los años, doblado como en tres partes o más, en posición de meditar, pero además con una cámara en las manos, como si no las necesitara para mantenerse recto. Pasaron los minutos, muchos y muchos que yo no conté, porque ya estaba sentado, o doblado, o con lo que para mí era una contorsión, cuando lo vi. Su barba blanca y larga lo delató desde lejos, pero parecía imposible relacionar esa barba con mi personaje, imposible que las canas de su cara y su cabeza estén apenas sobre el suelo, deberían estar en una silla. Cuando me fui acerando se reveló, como una bofetada para mi poca agilidad, la impensable figura hidalga de Juan Fernando Mesa. Si yo me sentara así por más de cinco minutos, sería necesario que me rescatara personal paramédico o por lo menos un selecto grupo de la defensa civil. Carlos Mario Aguirre

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Caminando por un sendero de arboles altos, frondosos, de troncos gruesos y ramas verdes que se mecían al paso del viento suave y refrescante, y dejando pasar los rayos el sol que avivan el color de la flores que adornan el lugar. María Inés Ortiz DOMINGO DE PARCHE EAS Ahí estamos sentados y atentos a la lectura que Enrique realiza de fragmentos de García Márquez. Es domingo EAS y nos sentimos realizando la recomendación de Antonio Hortelano: aprendamos a perder el tiempo juntos, y de veras nos sentimos siguiendo su consejo, es que perder tiempo juntos es un valor que hay que descubrir en el ejercicio mismo, el solo hecho de vernos, de sabernos amigos y amigos para siempre, pase lo que pase, nos da una identidad, un ser en el mundo que pocos logran, más en el mundo individualista y egocéntrico que hoy vivimos. Hoy es fiesta, es día de homenaje al mensajero venido desde España, con el mensaje de la vida comunitaria para laicos. Aquí estamos, viviendo y disfrutando del estar juntos. ¡Que viva el espíritu EAS y que se difunda! José Espinal

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El parque Gabriel García Márquez me revivió mi niñez que pasé en una finca, donde todo era paz, alegría y juegos, era un verdadero remanso, muy parecido a este parque. Estando incrustado en la ciudad, da la sensación de estar en el campo o estar en más bien la tierra de nuestro premio nobel. Jaime Correa Me gusto mucho lo que se logró con este parque: Esparcimiento para niños y a adultos. Conocimientos. Y todo en medio de una hermosa vegetación Horizontes Verde, verde, sobresale un lindo color plateado de hojas largas de plátano Cuando el vietnamita nieto de Enrique, nos interrumpe con su melodiosa voz infantil, él deja de contar, en el caminito lo logra ver y lo llama con un grito expresivo. Constanza Troncoso

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PASEO ECOLOGICO DE LOS EAS Me centro en las atracciones para los niños y me traslado a mi infancia, donde existían diversiones no tan establecidas, las debíamos hacer, columpios no tan cómodos, pero nos brindaban alegría, trepábamos a los arboles corriendo el riesgo de caernos y de partirnos algún hueso. Me recuerdan las quebradas y los caños donde pescábamos corronchos, que en muchos casos no éramos capaces de comernos, armábamos nuestros ranchos, con ramas y hojas de palmas. Hacíamos cometas con los varillas que sacábamos de la caña brava y la cola que les poníamos con tiras de ropa vieja. Juegos en grupo, pelota envenenada, partidos de baseball con pelotas hechas de trapo y bates hechos de cualquier pedazo de madera. Son tantas cosas que quisiera se revivieran para el disfrute y recuerdo para estas nuevas generaciones Juan Gonzalo Variedad de rojos, verdes, morados, blanco, amarillos todos conviven en fresca armonía dándonos ejemplo de aceptación a la diferencia, de disfrute del enriquecimiento que nos da la naturaleza. Lucia Bernal

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MOSQUITOS Centenares de mosquitos arremolinados en un danzante vuelo, coordinado y constante, se mueven a nuestro alrededor, como si lucharan por territorio, atacan y retroceden, una y otra vez como si rendirse no estuviera en sus planes, vuelven ordenados después de que una mano intenta correrlos, nos dicen invasores y nos ven; advierten, con molesta presencia que nos seguirán todo el día, si no nos vamos. Carmen Aguirre Soto El verde, tantos verdes, claros, oscuros, medios, frescos, brillantes, opacos, peludos, otros lisos, unos tristes, algunos solo allí. Dispuestos. Liliam

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Las personas entran en el espacio verde y equilibrado, se siente la necesidad de disminuir su paso, es como si los arboles hablaran, la temperatura disminuye, y quiero volverme uno con la naturaleza. Ricardo

La mujer que amo es como el mármol que cubre las construcciones que se fortalecen con su cuidado, pues ellas me hacen sentir la fortaleza que permite una vida tranquila, por un robusto amor que hace una vida hermosa y segura. Tenerla a mi lado es la mayor satisfacción que se puede experimentar, porque sin ella es como una casa sin revoque y sin cimientos. Estoy aquí parado con el sentimiento y la alegría de saberme protegido, pues su amor me llena la soledad de tantos años de obra negra. Juan Diego M.