El otro lado del balón Magazine Noviembre

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EDICIÓN CONMEMORATIVA DE LA GENERACIÓN MMXII DEL SALÓN DE LA FAMA El otro lado del balón Noviembre 2012 GRANDES FUTBOLISTAS, MEJORES PERSONAS GENERACIÓN MMXII

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Revista mensual de historias, relatos, entrevistas y crónicas sobre futbol.

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EDICIÓN CONMEMORATIVA DE LA GENERACIÓN MMXII DEL SALÓN DE LA FAMA

El otro lado del balónNoviembre 2012

GRANDES FUTBOLISTAS, MEJORES PERSONAS

GENERACIÓN MMXII

Editorial

BienvenidosEl otro lado del balón es una permanente búsqueda del sentido del futbol. Es una descrip-ción, desde el ángulo de los autores, sobre la razón de ser de este ritual universal.Son relatos, perfiles, entrevistas, reportajes, crónicas, apuntes y anécdotas sobre el futbol y su asociación con lo cotidiano.En este número de noviembre les compartimos una recopilación* de textos escritos por diversas plumas, y en diferentes épocas, con algunos perfiles, retratos, poemas y anécdo-tas sobre los investidos al Salón de la Fama del Futbol Nacional e Internacional, ubicado en Pachuca, Hidalgo. Estos hombres fueron grandes futbolistas pero mejores personas. Esperamos que sean recordados por siempre.Si ustedes saben de alguna historia o conocen a alguien que quiera y deba estar en este espacio, no duden en escribirnos.

Enrique Ballesteros Durán @eballesteros

Carlos Calderón Cardoso@CarlosCalderonC

*Esta recopilación no tiene fines de lucro

ContenidosDecanos

Fernando Marcos Juan “Trompo” CarreñoJosé Antonio Roca

Futbol Mexicano

Guillermo Aguilar ÁlvarezJavier de la Torre Carlos HermosilloAlex AguinagaLuis HernándezJaime “Tubo” GómezBenjamín GalindoCristóbal OrtegaLuis Roberto Álves “Zague”Manolo Negrete

Futbol Internacional

Jules RimetRinus MichelsJust FontaineObdulio VarelaBobby MoreMarco Van BastenMario KempesEmilio “Buitre” ButragueñoDino ZofRicardo “Divino” Zamora

ColaboradoresAndrés Amorós

Pablo Aro Geraldes

Enrique Ballesteros Durán

Carlos Calderón Cardoso

Omar Carrillo

Marco Damián

Félix Fernández Christlieb

Fabián Galdi

Eduardo Galeano

Francisco García

Montse García

Julián García Candau

Juan García Lara

José María Garrido

Enric González

Waldemar Iglesias

Mario López

Fernando Mejía Barquera

Delio F. Ponjoan

Jaime Rincón

Manuel Vázquez Montalbán

Juan Villoro

Jorge Witker

Decanos

Fernando Marcos Juan “Trompo” Carreño

José Antonio Roca

Fernando MarcosNombre completo: Fernando Marcos González Apodo: “Don Fer”Fecha de Nacimiento: 30 de noviembre de 1913 Lugar de Nacimiento: D.F., México.Trayectoria profesional: Futbolista: Germania (1931), España (1932-1936), Seleccionado Nacional (1934). Árbitro: (1936-1942), DT: Selección juvenil (1938), Asturias (1948-1949), Necaxa (1954-1955), Toluca (1955-1958) y América (1959-1961), Selección Mexicana (1959). Periodista: 11 Copas del Mundo (desde 1950 hasta 1990) y 14 Olimpiadas.Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con el Club España en 2 ocasiones (1933-1934 y 1935-1936)Campeón de Copa como DT del Toluca (1955-1956)13 partidos invicto dirigiendo a la Selección Mexicana (1959).11 Copas del Mundo cubiertas como periodista 14 Olimpiadas cubiertas como periodista.

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Don FerDe los campeonatos

mundiales de futbol del siglo XX sólo estuvo ausente en los de 1930 -cuando tenía 16 años-, 1938 -cuando había dejado de ser futbolista y aún no se consolidaba en el periodismo- y 1998, cuando contaba 85 años de edad y la salud pero sobre todo el ánimo quebrantados. Narró para radio los mundiales de 1950 a 1958 y para televisión los de 1962 a 1994. Y estuvo en los Juegos Olímpicos de 1936 hasta 1988. Como comentarista en prensa, radio y televisión, Marcos fue de juicios contundentes y actitudes con frecuencia autoritarias, nunca o difícilmente aceptaba haberse equivocado o no tener la razón, pero sus argumentos siempre eran inteligentes. Fue maestro normalista, profesor de educación física, abogado, futbolista, árbitro de futbol, entrenador y gran lector. Un hombre de cultura amplia y sólida. Nació el 30 de noviembre de 1913 en la colonia San Rafael de la ciudad de México. Fernando Marcos, junto con Angel Fernández, es en México el clásico de la crónica futbolera por televisión en el siglo XX.

- Fernando Mejía Barquera

Un jovencito, gran deportista que lo mismo jugaba béisbol con maestría, que pegaba al balón de futbol con técnica y fortaleza, decide dedicarse al futbol. En 1931 debuta en el Germania, un equipo de Segunda Fuerza y un año después en el España de la Liga Mayor. Este muchacho de nombre Fernando y de apellido Marcos, con el tiempo sería el hombre futbol, por haber participado dentro de las diversas disciplinas que ofrece este bello deporte.

En 1934, asiste al Mundial de Italia para jugar el partido de calificación frente a Estados Unidos con la Selección Mexicana. Eliminada nuestra Selección, se juegan algunos partidos en Europa en donde los

jugadores más destacados resultan "Pirata" Fuente, Laviada, Alonso y Fernando Marcos. Dos años después, cuando la carrera de Marcos apenas despuntaba, una lesión en la rodilla termina con una esperanza. Marcos el futbolista ha muerto. Pero nace casi de inmediato Marcos el árbitro. Su debut fue durante la Final del Torneo de Copa entre Asturias y el América el 24 de Octubre de 1937, con una actuación destacada que lo llevó a los primeros planos.

En 1939, es el árbitro de un partido muy polémico entre el Asturias y el Necaxa. El ídolo Horacio Casarín sale lesionado del encuentro y el Necaxa, empata a dos perdiendo el campeonato.

El hombre futbolPor Carlos Calderón

Fernando Marcos

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La gente en las tribunas de sol encolerizada, comienza a prender fogatas. El Necaxa con el partido perdido no puede ya ser Campeón. El estadio es presa de las llamas. Se busca un culpable. La prensa lo encuentra: ¡el árbitro! Una campaña en contra de Marcos se gesta desde las rotativas pero el hombre es fuerte, de cepa, y sigue arbitreando hasta 1942.

Marcos el entrenador, surge en 1938, cuando toma a la Selección Juvenil que compitió en Cuba al año siguiente. Dirigió un solo partido jugando supuestamente en contra de una Selección similar, pero al llegar al estadio en La Habana se dio cuenta que los ¡juveniles! cubanos tenían más de treinta años. El partido se disputó y México perdió, pero la experiencia fue interesante.

Hacia 1942, se hizo locutor de la Cadena Radio Continental donde permaneció hasta 1948. Este año, además escribía una crónica periodística en la que criticó que el Asturias con tan buenos jugadores fuera tan mal dirigido ya que se encontraba en último lugar general. El Presidente del Asturias, para quitarle lo hablador, le ofreció que comandara al equipo. Marcos aceptó y lo sacó del último lugar de la tabla llevándolo hasta el cuarto sitio. El premio: la destitución. No era posible que un locutor y periodista fuera entrenador.

En ocasiones Fernando dirigía y transmitía el mismo partido desde su caseta de técnico y en el medio tiempo escribía su crónica para Ovaciones. Como periodista, Fernando Marcos destacó desde

joven. Licenciado en Derecho y Director de Cine, Marcos fundó en 1941 el primer noticiario cinematográfico en México, el CLASA, el cual dirigía y administraba.

En 1954, tomó las riendas del Necaxa que tenía problemas con los titulares extranjeros, quienes formando una camarilla no rendían como debían. Con las reservas, formó el cuadro titular y realizó una formación desconocida en México, el 4-2-4, que le dio excelentes resultados llevando al equipo al tercer lugar general. Al año siguiente, deja al Necaxa y toma al Toluca de don Luis Gutiérrez Dosal. Con el equipo duró 3 años y lo dejó como Campeón de Copa y subcampeón de Liga.

Fernando Marcos gustaba de los retos y decidió aceptar la propuesta del Améríca que se encontraba en último lugar y con peligro de irse a Segunda División. Esa temprada lo salva y lo coloca en noveno sitio. Un año más tarde en cuarto lugar y al siguiente en subcampeón, peleando fuertemente con el Guadalajara que al final salió vencedor. Aquí surgiría el Clásico de Clásicos. Era la temporada 59-60 y la última vez que Marcos dirigía un equipo de fútbol.

El siempre polifacético Fernando Marcos que al mismo tiempo era cronista, periodista y entrenador, aceptó el cargo que le hacía falta en su ya larga carrera dentro del futbol en la que también fue jugador y árbitro: manejar los destinos de la Selección Nacional.

Las "hormiguitas que llevaba dentro" como él mismo solía decir, lo motivaban a trabajar en

cualquier reto que el balompié le impusiera. Así, además de su carrera de abogado y de cineasta -las cuales ejercía sin descanso-, siempre tenía que hacer algo en bienestar del futbol mexicano.

Fue Guillermo Cañedo, Presidente del Club América y uno de los dirigentes de la F.M.F. quien le propuso a Marcos el que se hiciera cargo de la Selección. Marcos aceptó pero con una condición: no cobraría un solo centavo, ya que el consideraba un honor dirigir al representativo de su país.

Durante 1959, entre partidos de preparación y encuentros internacionales bajo la batuta de Marcos, la Selección jugó 13 partidos, de los cuales no perdió ninguno.

Fernando Marcos, después de su aventura como técnico nacional, se dedicó a comentar, a escribir, pero nunca más a dirigir un equipo de futbol.

En los medios electrónicos, fue pilar del comentario deportivo en Telesistemas Mexicanos (Televisa), en donde narraba los partidos, los comentaba y hacía reportajes especiales. Pasó en la década de los ochenta a Canal 13 IMEVISION que era un canal estatal, TV Azteca y muchos años estuvo presente en la radio en Radio Fórmula en donde conducía un programa de futbol y otro de cultura general.

Una vez retirado de los medios debido a diversas enfermedades, se dedicó nada más a sus columnas en El Nacional y una vez desaparecido este diario, en La Afición, en donde escribió hasta el último día de su vida. _

LAS "HORMIGUITAS QUE LLEVABA DENTRO" LO MOTIVABAN A TRABAJAR EN CUAL-QUIER RETO QUE EL BALOMPIÉ LE IMPUSIERA

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Alto los aplausos, que yo también quiero escribir acerca de Don Fernando Marcos. El futbol mexicano es inconcebible sin incluir en casi todas sus páginas a este inmenso personaje que más que el ABC del futbol, dominó sí, el abecedario del futbol, y como le quedó chico, siguió abarcando diferentes terrenos, aparentemente sin relación entre ellos, pero con la misma habilidad.El respeto que siempre tuvo Don Fer se lo ganó por cada una de sus múltiples actividades, pero también por todas ellas juntas. El público podía ser futbolero, intelectual, de derecha o de izquierda, pero siempre validaba el punto de vista de Marcos.Y es que no es fácil encontrar una fuente que mencione todos esos terrenos que pisó, pero revisando su libro "Mi amante el futbol" (Grijalbo), encontramos las siguientes actividades deportivas que practicó: atletismo, volibol, softbol, boxeo, beisbol, y salto triple; además de que fue futbolista, árbitro y entrenador.Y en otros campos fue cronista, cobrador de camiones en la línea Circunvalación, economista, abogado, mozo de cantina, NO periodista ("En realidad no soy,

no he sido y creo no ser jamás un verdadero periodista") y cinematografista " ...Pero así redondeaba mi vida: el cine como trabajo, el futbol como diversión. Por eso mi pasaporte, en el renglón que pide el tipo de profesión del acreditado, siempre

figuró la palabra: cinematografista", dijo alguna vez.Pero a pesar de esta afirmación, para la gente Don Fer nunca tuvo clara su vocación, y aunque se le relaciona, principalmente con el futbol, lo cierto es que fue un aprendiz de todo que llegó a ser oficial de todo.Una de las artes que mejor desempeñó Fernando Marcos fue la de la discusión. Discutió tanto en su vida (con un altísimo promedio de victorias por sólo unos cuantos empates), siempre con una fidelidad inamovible hacia sus principios, que la gente optó por alejarse ante la inminente derrota de la siguiente discusión; lo que tristemente invadió de soledad su residencia del Pedregal de San Angel los últimos años, tras la muerte de su esposa en 1996: "He empezado a retirarme. Pronto ya no estaré... acabo de perder a mi compañera de vida por 55 años, y tengo prisa por darle alcance, porque me siento profundamente solo en una casa inmensa" , declaró Don Fer a "Reforma" en aquellos días.Ese fue el inicio de su propia muerte, marcado por el desinterés de continuar creando; pero aun sin ese interés, no pudo evitar seguir creando hasta pocos

días antes de su fallecimiento. Porque cada semana Beto Murrieta le picaba el botón de la pasión a través del programa "Deportes y Toros", de Radio Fórmula, y Don Fer, ni tardo ni perezoso, lanzaba su comentario dejándonos ver que jamás pudo estar lejos de la información y la polémica.Fue justamente Beto Murrieta (y su equipo de trabajo), quien más cerca estuvo del Maestro Marcos los últimos años. Atenciones, visitas, homenajes y dedicatorias no cesaron hasta el evento más reciente, que tuvo lugar en la Galería Landucci, de la colonia Roma de la Ciudad de México, con motivo de la presentación del libro "Los Cronistas" (Heriberto Murrieta, ContrAtaque), el 9 de diciembre de 1999, donde fue un honor conocerlo y fotografiarme con él; donde terminé cautivado por su agradable espontaneidad, por la impresión de localizar en él una imponente personalidad que contrastaba con su diminuto tamaño; pero donde fui testigo de una ponencia impresionantemente lucida y conmovedora por parte de Don Fernando y de Angel Fernández.Y es que esos eran cronistas, los que nunca pretendieron robarle protagonismo a los actores y menos robarle riqueza al lenguaje, los que se ganaron el título de 'celebridad' con base en el conocimiento objetivo, la critica fundamentada y, sobre todo, la imparcialidad.Ese fue Don Fernando Marcos (1913-2000), el del punto de vista radical, el antiamericanista declarado, el que solo jugó futbol 6 años, el director técnico invicto

Es momento de seguir aplaudiéndolePor Félix Fernández Christlieb Texto escrito unos días después del funeral de Don Fernando Marcos

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con la Selección Nacional, el que toda su vida tomó decisiones de acuerdo a lo que le dictaban lo que llamaba sus "hormiguitas", al que le achacan lo de la "pelota cuadrada" en Centroamérica, al que culpan injustamente del incendio del Parque Asturias y el que cuenta en un maravilloso pasaje de su libro el estado en que llegó a jugar un partido España-Necaxa, luego de una interminable fiesta: "...Se alargó la cosa por motivos que no tiene caso explicar y me despedí de la chica para irme directamente al campo Necaxa... De pronto empecé a soñar que alguien me decía: "Vete a vestir y entra a jugar lo más pronto que puedas". Usted sabe, después de una noche borrascosa uno sueña cosas poco agradables. Sólo que este no era un sueño: mi padre me zarandeaba tratando de despertarme y el entrenador me gritaba que me apurara... El Necaxa le iba dando una paliza al España... Hice dar un vuelco

rotundo al partido, empatamos el marcador, hice dos goles y serví otro... ¡Había jugado, en las peores condiciones, el mejor partido de mi vida!" Fernando Marcos en "Mi amante el futbol".

Termino citando a Heriberto Murrieta, autorizado como nadie para hablar de los últimos años de Fernando Marcos, en un artículo publicado en Ovaciones el pasado 20 de julio: "Marcos fue un hombre que incomodó muchas veces con su ironía pesada, pero que tuvo muy claro el significado de la honestidad, basado en ella guió toda su intensa existencia... Poquísima gente estaba presente en su triste velorio aquella noche ¿Acaso le pasaban factura por la dureza de sus comentarios? ¿Aun suponen que es más conveniente un 'amigo' alcahuetero que un crítico severo?". En fin, basta de hablar de Fernando Marcos, es momento de seguir aplaudiéndole._

MARCOS FUE UN HOMBRE QUE INCOMODÓ MUCHAS VECES CON SU IRONÍA PESADA

Juan CarreñoNombre completo: Juan Carreño Lara Apodo: “El Trompo”Fecha de Nacimiento: 14 de agosto de 1909 Lugar de Nacimiento: D.F. , México Trayectoria profesional: Atlante (1927-1933) España (1933-1934), Atlante (1934-1939). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 8Goles internacionales con la Selección Nacional: 2Mundiales disputados: 1 (1930) Partidos jugados en Copas del Mundo: 3Goles anotados en Copas del Mundo: 1Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con Atlante (1931-1932)Campeón de Liga con España (1933-1934)Primer mexicano en anotar en unos Juegos Olímpicos (1928)Primer mexicano en anotar en una Copa del Mundo (1930).

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Dice el historiador del futbol mexicano, Carlos Calderón Cardoso, que cuando lo invitaron a jugar al Atlante, también le dieron trabajo en la panadería de los hermanos Rosas, excelentes futbolistas. Juan les respondió “mangos, que trabajen los bueyes. Yo solo juego fútbol” y lo hacía divinamente.

TrompitoEra el tipo de jugador

marrullero, de gran dominio de balón, notable ejecutor de pases y un artífice de goles de excelente magnitud. Fue en 1925 cuando por primera vez se animó a jugar fútbol, contaba con 16 años de edad. De inmediato lució como un líder en la media cancha y adelante comenzó a hacer goles.

Cuando México decidió acudir a la olimpiada de Amsterdam, en Holanda, Carreño consiguió el único gol anotado por la escuadra nacional. En 1930, asistió al primer Mundial de Fútbol, que se disputaría en Montevideo, Uruguay. Carreño también fue el encargado de anotar el primer gol de los nuestros.- Carlos Calderón

El acta de defunción del hijo de José Carreño y Guadalupe Lara dice que murió de apendicitis, el 16 de diciembre de 1940. En vida se llamó Juan, en el recuerdo popular se inmortalizó a través de su apodo: El Trompo. Han sido sus nietos, a los que nunca conoció, y su propia hija, quien tenía dos años cuando su padre murió, quienes, ahora, relatan la historia del primer mexicano que anotó gol en Juegos Olímpicos y en una Copa del Mundo. María de la Paz estudió ciencias de la comunicación y realizó su tesis alrededor de la leyenda de su abuelo, de quien no tenía una historia clara que contar, hasta que se sumergió en los polvorientos diarios del pasado. Es ella quien nos platica lo que hoy sabe de Juan Carreño.

“Gordito, por eso el apodo del Trompo. Porque era gordito y a parte decían que bailaba muy bien”, sonríe la nieta con picardía, al terminar de explicar el origen del apodo del célebre prietito que nació en Tacubaya en 1909, según los datos de la FIFA porque aún sus descendientes desconocen la precisión de la fecha, un 14 de agosto.

Jugar al futbol, eso es lo que hacía Juan Carreño con su vida. “Era su pasión, más allá de tener los otros oficios que le inculcaban sus amigos como el de yesero o el de albañil”, dice la nieta, porque esos eran los oficios de la mayoría de aquellos que fundaron al Atlante. “Su vida y su pasión, desde chico, fue el futbol”.

El recuerdo del abueloPor Enrique Ba#esteros

Juan Carreño

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ANOTÓ LOS PRIMEROS GOLES DE MÉXICO EN JUEGOS OLÍMPICOS Y MUNDIAL

Otro de sus nietos, Julio, quien tiene una mercería en un mercado ubicado en el eje central y la calle Torres Adalid, muy cerca de donde el Trompo Carreño vivió, también lo recuerda con emoción. “Era un frijolito más, uno de los prietitos más del arroz”, señala este hombre al que se le dibujan en el rostro, con claridad, los rasgos de su abuelo, principalmente cuando sonríe. “Cuando se mezclaba y jugaba con los ingleses, con los españoles pues se notaba la diferencia entre su piel y la de los otros jugadores”, lo describe Julio, con emoción y mirando de reojo el recorte de periódico enmarcado en el que se le dedica la plana al ídolo de barrio.

Volvemos a las descripciones de Calderón Cardoso: “En las canchas, Juan Carreño era un pícaro, con ángel y gracia, querido por todos sus compañeros”.

El atacante legendario escribió sus grandes páginas de oro muy lejos de México. María de la Paz comparte los detalles: “en 1928, fueron convocados, él y muchos de sus compañeros del

Atlante, a ir a la Olimpiada en Ámsterdam. En 1930 es convocado para ir al Mundial en Uruguay y es precisamente en donde anota el primer gol de México en una Copa del Mundo. Pero también es importante recordar que en 1928 también anotó el primer gol de México en una Olimpiada”.

EL LEGADO DEL TROMPO ES SU PROPIO RECUERDO

Su hija Guadalupe ha construido la figura de su padre por medio de las pocas fotografías que tiene de él. Así lo describe y lamenta que no lo tuviera a su lado.“Le gustaba andar bien vestido, muy elegante. Le gustaba vestirse mucho de traje. De sombrero. Le gustaba mucho ir a bailar”, recuerda sentada y mirando algunos recortes viejos del Esto. “Murió cuando yo tenía dos años, cuando yo tenía dos años falleció”. María de la Paz nos apunta que “fue en una ambulancia donde falleció. Ya lo iban a llevar a un hospital.  

Después ya se supo que efectivamente murió de apendicitis. Murió a los 31 años”.

Volvemos a la mercería del mercado, en donde un sencillo marco de madera con cristal protege una vieja plana de Esto con una ilustración a color del abuelo. Ahí, Julio se siente orgulloso de llevar la sangre de tan peculiar personaje. “Aquí tenemos un cuadro en el que, como un homenaje, nosotros le rendimos, de alguna manera, a su presencia. El que nosotros estemos aquí se debe a él. Representa una de las muchas cosas que hace que nuestra familia tenga una historia”.

Ahora estamos caminando por las calles de un barrio de Iztapalapa con Víctor, el menor de los nietos. Fuimos a comprar un trompo de madera al tianguis pero fracasamos en la búsqueda.

Pero no importa, el trompo es el trompo.

“Ahora sí que es un orgullo el que lo embarga a uno. Dice uno: soy nieto de Juan Carreño”, nos asegura el descendiente en línea directa del primer anotador de goles en competencias internacionales más importantes.

María de la Paz, quien sigue construyendo la historia familiar, hace una reflexión final que nos involucra a todos: “Juan Carreño, lo que nos pudo haber legado, en general a la gente que le gusta el futbol, y que guste de la historia del futbol, y en particular a nosotros es el recuerdo”._

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Juan Carreño era sin duda un excelente jugador -primer anotador mexicano en Olimpiadas y en Copas del Mundo- y un hombre alegre, dicharachero que se ponía unas guarapetas formidables.

El General Núñez, a la postre dueño del Atlante, consideraba a Carreño un formidable armador y un gran motivador pero también el sonsacador de sus compañeros para que fuesen a Tlampa a echarse sus pulquitos o su "agüita de limón" como le llamaba el propio Carreño.

Un día sin tentarse el corazón, el General corrió a Carreño del equipo esperando se reformase, pero el buen "Trompito" se fue de chirona por los lugares de mala muerte de la capital para llorar sus desgracias.

No tenía ni tres meses fuera de la cancha cuando un dolor le desgarró el alma. Él decía que era de tristeza por estar fuera de su "Aclante" querido, pero era una apendicitis que ni con un rezo a la virgen de Guadalupe se le iba a quitar. "Nicho" Mejía y "El Diente" Rosas, sus compadritos del alma, le decían que se fuera a ver a un doctor, porque los dolores eran insoportables, pero el buen Carreño que tenía un miedo espantoso a los matasanos se echaba sus traguitos de tequila con ajo que le había recomendado doña Gertrudis.La cosa es que un día, "El Chaquetas" Rosas -unico atlantista con teléfono- recibió una llamada urgente del "Trompo", que apenas y le pudo decir que se estaba muriendo. Rosas tomó un coche de alquiler y llegó a donde estaba Juan desmayado. Su compañero de tantos años lo tomó en brazos y lo llevó en el mismo automovil al doctor para que le practicaran la urgente operación. Todo fue en vano, camino al hospital, Carreño, que tantas glorias dio al fútbol mexicano, moría víctima de un ataque de apendicitis el 17 de diciembre de 1940. Casi un mes había pasado aplicándose paliativos sin querer decidirse y, cuando llegó lo inevitable, ya no hubo tiempo. Y así se fue el jugador genial, tres veces internacional, al que se le recuerda

con el paso de los años...

LA MUERTE DEL TROMPITO Por Carlos Calderón

SE LLAMABA JUAN... LE DECIAN "EL TROMPO"

Por Carlos Calderón

Juan se hizo en los llanos. En 1925 con los muchachos de la fábrica La sedanita (que estaba en lo que fue la Casa Colorada por el acueducto de Chapultepec) formó un equipo con sus compañeros de trabajo.

Cuando lo invitaron a jugar al Atlante, también le dieron trabajo en la panadería de los hermanos Rosas, excelentes futbo-listas, pero Juan les respondió "mangos, que trabajen los bueyes. Yo solo juego fút-bol" y lo hacía divinamente. A la panadería, solamente entraba para coger sus conchas y chutárselas con un café negro.

En las canchas, Juan Carreño era un pícaro con ángel y gracia querido por todos sus compañeros. En una ocasión, cuando per-dían 2-1 Carreño se puso de acuerdo con "El Diente" Rosas para que mandara el tiro de esquina a donde estaba "Patadura". Ca-rreño, se colocó delante del "Pipiolo" Es-trada, portero del Necaxa y cuando man-daron el centro pisó al cancerbero, de tal forma que éste no pudo brincar para atajar el balón que llegó, sin más, a donde se en-contraba el otro atlantista para clavar el esférico.

Antes del partido, habían apostado pul-ques contra cervezas a los necaxistas. Ca-rreño y su grupo no tenían dinero, por lo que ganar era imperioso. Ya para el segun-do tiempo, con el marcador empatado, Carreño tomó el balón desde media cancha y se fue adentrando en triangulaciones con "El Diente" Rosas, su compañero de fe-chorías. Carreño se metió en el área y justo cuando Rosas centraba ante la marcación de un solo defensa, "El Trompito", que así le decían al picaro atlantista, bajó el short al del Necaxa, sin que el árbitro -el flaco Estevez- pudiera ver lo acontecido, ya que era distraido a larga distancia por otro de los compinches del "Trompo". Así, ante las protestas del rival, Atlante obtenía una vic-toria y una tanda del néctar blanco en la casa non santa de María Limón, "novia" de Juan Carreño allá por la Merced._

José Antonio RocaNombre completo: José Antonio Roca García Apodo: “El Mister”Fecha de Nacimiento: 24 de mayo de 1928 Lugar de Nacimiento: D.F., México.Trayectoria profesional: Jugador: Asturias (1948-1950), Necaxa (1950-1952), Zacatepec (1952-1962) y Atlante (1962-1968). DT: América (1970-1975), Laguna (1975-1976), Atl. Español (1976-1978), Tampico (1978-1979), América (1979-1981), Atlas (1981-1982), Toluca (1982-1984), Necaxa (1984-1985), Atlante (1985-1987), Ángeles de Puebla (1987-1988). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 10Goles internacionales con la Selección Nacional: 0Mundiales disputados: 3 como jugador (1950, 1954* y 1958**) y 1 como DT (1978)*De última hora no realizó el viaje por decisión directiva, pero aparece en el listado oficial** No jugó un solo minuto.Partidos jugados en Copas del Mundo: 3Partidos dirigidos en Copas del Mundo: 3Goles anotados en Copas del Mundo: 0Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con Zacatepec en 2 ocasiones (1954-1955 y 1957-1958). Campeón de Copa con Zacatepec en 2 ocasiones (1956-1957 y 1958-1959)Campeón de Campeones con Zacatepec (1958).Campeón de Liga como DT dirigiendo al América 1970-1971Campeón de Copa dirigiendo al América 1973-1974Dirigió a México en el Mundial de 1978.

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$ Solo la historia es capaz de provocar el nacimiento de un clásico. Es una serie de sentimientos que se encuentran en la memoria y se desbordan en un derroche de pasión. Solo quien fue protagonista de alguno de aquellos épicos capítulos puede explicar lo que se siente, lo que se sufre y lo que se goza en esos momentos. Ahí viene uno de ellos, caminando entre las piezas gigantes de un ajedrez, colocado en los jardines del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México. El personaje, a su vez, también es un clásico del futbol mexicano.$ José Antonio Roca nació el 24 de mayo 1928, en el Distrito Federal. Se forjó con el Real Club España y siendo todavía un niño, el Oviedo fue su primer gran rival. Ahí supo que el futbol era mas que un simple juego. Que servía para integrarse, para identificarse, para pertenecer a algo afín. En donde se toman decisiones personales que deben acoplarse a la colectividad y viceversa. $ Por eso cuando dejó al España repleto de estrellas, para buscar una oportunidad en la gran liga y se enroló con el archirival, el Asturias, fue

tachado de traidor. Pero asumió la responsabilidad y el sentimiento que generó su decisión. Imaginen aquellos clásicos llenos de pasiones entre una comunidad dividida por ideales adversos (españoles republicanos y franquistas), radicada en un país neutro donde convivían a diario y se encontraban en las gradas de los campos de futbol. Esa carga emocional siempre lo hizo vibrar. Roca debutó en 1949 con los asturianos. Cuando los equipos españoles desaparecen, se enrola con el Necaxa. En 1950 jugó su primera Copa del Mundo. Le tocó inaugurar Maracaná. Años después jugó con el Zacatepec, en donde las circunstancias le despertaron un sentimiento de rechazo total contra un equipo en particular: el Guadalajara.$ Para Roca, el Guadalajara no era medido con la misma vara y se escudaba tras el lábaro patrio de los mexicanos. Los tapatíos era la potencia del futbol doméstico. Era el equipo que dejaba huellas imborrables en el orgullo de sus rivales. Por eso, cuando se convirtió en el director técnico del América, en 1970, llevó consigo su

El AntichivaPor Enrique Ba#esteros

José Antonio Roca

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ENANOS QUE NUNCA CRECEN, BURROS FLAUTISTAS

propia historia y la combinó con el gran clásico, creado en la mente de Emilio Azcárraga y aderezado, en su tiempo preciso, por Don Fernando Marcos. El Míster ya era antichiva desde mucho tiempo antes de que se detonara en la televisora del dueño de los villanos cremas, el duelo nacional del futbol mexicano.Roca siempre hablaba del Guadalajara y tenia un concepto específico para ellos: Enanos que nunca crecen, burros flautistas. Calificativos que le servían para todos los escenarios posibles de un partido de futbol. Por eso cuando Chivas lograba vencerlo, nunca se quedaba callado._

Si hoy en día, los desplegados y guerras verbales intentan darle fuerza al clásico. Ninguno se compara con la intensidad que José Antonio Roca le imprimía desde donde estuviese, así fuera el banquillo, la presidencia de un club o el sillón favorito de su casa. Él siempre fue el antichiva número uno de este país.

EL MÍSTER

Fue jugador profesional de futbol y director técnico. Militó en el Asturias, Necaxa, Zacatepec y Atlante.Estudió la carrera de Contador Público.Tras su retiro de las cachas, fue secretario general de la FMF en la gestión de Guillermo Cañedo de la Bárcena, quien posteriormente lo llevó al América como director técnico, donde logró el título en la campaña 1970-71. Lo hizo además

Campeón de Copa en 1973-74. También dirigió al Atlante.

Fue seleccionador nacional y condujo a México al Mundial de Argentina 1978, donde el Tricolor perdió ante Túnez, Alemania y Polonia y fue último lugar del campeonato. Este quipo lo conformó en su mayoría por jóvenes promesas entre las que figuraba Hugo Sánchez.

En los últimos años participaba eventualmente en noticiarios deportivos. En 2005 sufrió un infarto cerebral y posteriormente tuvo varías recaídas hasta que falleció el 4 de mayo de 2007._

Futbol Mexicano

Guillermo Aguilar Álvarez Javier de la Torre Carlos Hermosillo

Alex AguinagaLuis Hernández

Jaime “Tubo” GómezBenjamín GalindoCristóbal Ortega

Luis Roberto Álves “Zague”Manolo Negrete

Guillermo Aguilar Álvarez (hijo)Nombre completo: Guillermo Aguilar Álvarez Mazarrasa Fecha de Nacimiento: 1 de septiembre de 1932Lugar de Nacimiento: D.F., México.Trayectoria profesional como directivo: Presidente de Pumas (1975-1997), Presidente de la FMF (1978-1980), Presidente de la Primera División (1978), Jefe de la Delegación Mexicana de la Copa del Mundo de EUA (1994). Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con los Pumas en 3 ocasiones (1976-1977, 1980-1981 y 1990-1991).Campeón de Copa con Pumas (1975)Campeón de Campeones con Pumas (1975)Campeón de la CONCACAF en 3 ocasiones con Pumas (1980, 1982 y 1990)Campeón de la Copa Interamericana con Pumas (1981)

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Las títulos del ingenieroEn 1976-77, consiguieron 50 puntos producto de 19 juegos ganados, 12 empatados y siete derrotas, con 67 goles a favor y 43 en contra. Terminaron como superlíder en la campaña.En la Temporada 1980-81, Pumas terminó en primer lugar del Grupo 4, y segundo de la Tabla General con 49 puntos, detrás de los Tecos. Los universitarios ganaron 19 partidos, empataron 11 y perdieron 8. Anotando 79 goles y recibiendo 53. En la Liguilla los Pumas se impusieron ante Guadalajara, Coyotes Neza y Atlético Español, pasando a la Final contra Cruz Azul, ganando el global por 4-2.En 1990-91, los universitarios dirigidos por Miguel Mejía Barón se llevaron todos los honores. En la fase regular terminaron de superlíderes con 55 puntos, con ventaja de 8 puntos sobre el segundo lugar de la tabla general que fue el Monterrey. Lograron el título de goleo por equipos por novena ocasión en la historia con un total de 67 goles y Luis García fue el campeón de goleo individual con 26 anotaciones. En la temporada regular los números finales fueron: 25 ganados, 5 empates y 8 derrotas con 67 goles a favor y 30 en contra. Derrotando al América en la Final.

En una vieja casa de Tacubaya nació, el primer día de septiembre de 1932, aquel hombre congruente y que dio su vida por la Universidad Nacional. Su padre, don Guillermo Aguilar Álvarez, fue directivo del Atlante, en tiempos del mismísimo general Núñez. Fueron aquellos prietitos de leyenda su primer contacto con el futbol. La señora Rebeca, el amor de su vida, nos recuerda que a los cuatro años fue mascota del equipo del pueblo.

Fue su padre, también, quien lo contagio de su vocación constructora, por lo que no dudó, ni un segundo, en dedicarse a la ingeniería civil. Deportista por placer, Guillermo Aguilar Álvarez Mazarrasa jugó el rudo deporte de las tacleadas con los Escorpiones Rojos de la facultad de ingeniería y con el representativo de los Pumas. Se desempeñó como ala y siempre

portó el número once en los dorsales del jersey.

Cuando se recibió, fundó una de las compañías constructoras más importantes del país, ICA. Y estuvo al frente de impresionantes obras que hoy están al servicio de la sociedad. Fue también productor de cine y financió proyectos que buscaban recrear la historia. Honradez y trabajo eran las máximas de este hombre discreto. “Era más bien mudo”, nos confiesa de nuevo doña Rebeca. Y le encantaba la música.

En 1975, con su grupo de amigos formó un equipo de pantalón largo para jugar el otro futbol, el de los recuerdos de infancia, pero fuera de la cancha. Todos ellos ingenieros, lograron consolidar una de las instituciones con mas mística: los Pumas de la Universidad.

Ingeniería PumaPor Enrique Ba#esteros

Guillermo Aguilar Álvarez

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PUM, PUM Y GOL. Y ASÍ, PUMAS LOGRO TRES CAMPEONATOS

La fórmula de los ingenieros les permitió lograr hacer un buen equipo, sin estrellas y con bajos sueldos. Forjaron hombres completos, futbolistas que arroparon desde pequeños en una cantera. El concepto de futbol para aquel grupo, en especial para don Guillermo, era muy preciso: pum, pum y gol. Y así, Pumas logro tres campeonatos de liga que lo hicieron desbordar una enorme felicidad.

También fue presidente de la Federación Mexicana de Futbol de 1978 a 1979 y responsable de las selecciones nacionales en 1994.

Ahora vayamos a las instalaciones de entrenamiento del equipo universitario. La llamada cantera puma, con su casa club. Es ahí donde el jugador se hace un buen ser humano antes que nada. Y fue ahí, en octubre de 1997, cuando el ingeniero dejó su legado. Ya estaba muy enfermo de cáncer pero habló con los muchachos. Les compartió sus valores de vida y se despidió sin decir adiós. "Todos los equipos del futbol mexicano tienen al menos un jugador surgido de los Pumas", decía siempre el ingeniero.

Disfruto plenamente a sus hijos, a su esposa. A todos los llevo por el mejor camino hasta que el día en que se adelantó. Un 9 de noviembre de 1997, a

las cinco treinta de la tarde. Son ya muchos años y el hueco de su ausencia es demasiado grande. Pero Pumas tiene todo lo que tiene gracias, en gran parte, a este hombre que siempre soñó ver a su equipo campeón. Pum, pum, gol._

LA CANTERA PUMA...

Javier de la Torre Nombre completo: Javier de la Torre Jiménez Apodo: “Chamaco” , “El Ingeniero”Fecha de Nacimiento: 19 de diciembre de 1923Lugar de Nacimiento: Aguascalientes, México.Trayectoria profesional: Jugador: Guadalajara (1943-1956). DT: Guadalajara (1955-56, 1960-1973), Celaya (1958-1959), Jalisco (1976-1979), UdeG (1980-1984) y Tecos (1984-1985). Selección Nacional (1963, 1971-1973).Títulos y distinciones más importantes: Campeón en Liga con Guadalajara en 5 ocasiones (1961, 1962, 1964, 1965 y 1970).Campeón de Copa en 2 ocasiones con Chivas (1963 y 1970)Campeón de Campeones en 7 ocasiones con Guadalajara (1956-1957, 1958-1959, 1959-1960, 1960-1961, 1963-1964, 1964-1965 y 1969-1970).Campeón de Campeones de la CONCACAF (1962)

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Entrevista publicada en Deporte Ilustrado, No. 50, del 23 de noviembre de 1964.

“Nací en Aguascalientes, el 19 de diciembre de 1924. La confusión es hasta cierto punto justificable (muchos creen que es de Guadalajara) pues a los 8 años mi familia me envió a estudiar a Guadalajara, y aunque después volví a mi estado natal, finalmente me establecí en la capital del estado de Jalisco.

Mi padre tenía un comercio de ropa en Aguascalientes. Siendo muy niño aún, asistía a la escuela y en las tardes trabajaba en la tienda. Desde muy pequeño surgió en mí el interés y la afición por el futbol. Solían celebrarse campeonatos interescolares, e ingresé en las fuerzas infantiles del Deportivo Guadalajara jugando en el equipo de los Salesianos, el plantel donde yo estudiaba la secundaria. Más tarde regresé a Aguascalientes y cursé la carrera comercial en la academia “Llamas”. Nuevamente, transcurridos tres años, volví a Guadalajara a terminar la secundaria, la preparatoria y después la carrera universitaria. Pero tan pronto se efectuó el

regreso me inscribí otra vez en el mencionado Club Deportivo Guadalajara.

Me inicié como profesional en el Guadalajara, el cinco de diciembre de 1943, como extremo derecho. Tuve la suerte, en 1948, de que se fijaran en mí para integrar la Selección Nacional y al propio tiempo me nombraron abanderado de la misma, con el propósito de ir a Cuba y tomar parte en el Primer Torneo Panamericano de Futbol. Ganamos a Cuba 3-1, y a Estados Unidos 5-0.

En total, jugué como profesional en el Guadalajara durante 13 años. Entonces me retiré y al cabo de un año me llamaron a formar parte de la nueva directiva del equipo, como vocal en dos periodos de un año cada uno, y como vicepresidente en un periodo. Esto fue entre 1956 y 1958.

Basándome en la experiencia que había adquirido cuando jugaba, más el hecho de que siempre me había atraído la posibilidad de ser entrenador, al fin me decidí a probar suerte.

El Ingeniero se confiesaPor Delio F. Ponjoan

Javier de la Torre

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COMO YA EL GUSANILLO LO LLEVABA MUY ADENTRO, ACEPTÉ

Lo fui primero ocasionalmente, sustituyendo al oficial del Guadalajara, cuando se hallaba de vacaciones y también cuando se operaban cambios. Entonces se presentó algo inesperado. Yo combinaba el ejercicio de mi carrera de ingeniero con el deporte, y cierta vez que atendía en Celaya, Guanajuato, algunos menesteres relacionados con mi profesión, recibí proposiciones para que asumiera, o bien la dirección técnica del Celaya o la responsabilidad como entrenador. El Celaya había ganado el derecho de participar en primera división. Acepté el cargo de entrenador que solamente desempeñé durante 8 meses.

Fui a Guadalajara a continuar ocupándome de mi carrera de ingeniero. Pero poco tiempo después volvieron a llamarme del club. Esa vez para nombrarme miembro de la Comisión del Futbol Profesional, y como ya el gusanillo lo llevaba muy adentro, acepté. Estando en pleno ejercicio de dicha función, renunció el entrenador oficial de equipo, señor Arpad Fekete, y me ofrecieron la vacante con carácter permanente en febrero de1960. En estos cuatro años hemos tenido la suerte de ganar tres campeonatos, con el percance sufrido frente al Oro._

EL CHAMACO DE LA TORRE...

Su paso por Chivas, como delantero, fue muy importante. Con el entrenador argentino José María Casullo, a principios de los 50, se delineó el equipo que sería el Campeonísimo. En sus filas se

encontraba el "Chamaco" De la Torre, ávido de aprender a jugar, y lo logró con el "Ya Merito", un equipo que tuvo torneos arrolladores que al final se derrumbaban.

El "Ingeniero" se convirtió en el quinto goleador de la historia del conjunto tapatío, con 70 anotaciones en 12 años de carrera como futbolista, a partir de 1943, año de su debut.

Tomó las riendas de las Chivas por nueve fechas en la temporada 1955-56, recién retirado por una fractura en su rodilla, y después fue sustituido por el uruguayo Donaldo Ross, quien fue el encargado de hacer

campeón por vez primera, en la Liga 1956-57, a las Chivas.

La salida intempestiva del "Viejo" Ross movió las aguas dentro la de la institución rojiblanca, que fueron apaciguadas por el húngaro Arpad Fekete, quien le dio al Guadalajara dos títulos más.

De la Torre aporta a partir del 60, y por 10 años más, su calidad humana y su capacidad para armonizar al grupo, que consiguió cinco títulos más.

El "Ingeniero" también fue técnico de la Selección Mexicana en los 70, donde dirigió 38 partidos, de los cuales ganó 20, empató siete, y perdió 11._

Carlos HermosilloNombre completo: Carlos Manuel Hermosillo Goytortúa Apodo: “El grandote de Cerro Azul”Fecha de Nacimiento: 24 de agosto de 1964Lugar de Nacimiento: Cerro Azul, Veracruz, México.Trayectoria profesional: América (1983-1989), Estándar de Lieja (1989-1990), Monterrey (1990-1991), Cruz Azul (1991-1998), Necaxa (1998-1999), Los Ángeles Galaxi (1998-2000), América (2000), Atlante (2000), Guadalajara (2001). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 90Goles internacionales con la Selección Nacional: 34Mundiales disputados: 2 (1986* y 1994) *No tuvo participaciónPartidos jugados en Copas del Mundo: 2Goles anotados en Copas del Mundo: 0Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con América en 5 ocasiones (1983-1984, 1984-1985, Prode 85, 1987-1988, 1988-1989).Campeón de Liga con Cruz Azul (Invierno 97).Campeón de Liga con Necaxa (Invierno 98)Campeón de Campeones con América en 2 ocasiones (1988 y 1989)Campeón de Copa con Cruz Azul (1996)Copa de Campeones de la CONCACAF en 3 ocasiones (1987, 1996 y 1997)Campeón de Goleo individual de la liga mexiana en 3 ocasiones (1993-1994, 1994-1995 y 1995-1996)Campeón de goleo de Copa en dos ocasiones (1995 y 1996)Es el máximo goleador mexicano en la Liga del fútbol mexicano en la época profesional con 294 tantos. Es el máximo goleador en la historia de Cruz Azul con 169 anotaciones

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Carlos Hermosillo nació en Cerro Azul, Veracruz el 24 de agosto de 1964. Incursionó en el futbol mostrando casi de inmediato su valía de goleador. Carlos jugaba en la liga Interclubes y en la Lasallista. Jugó en la Copa Dallas en donde fue campeón de goleo. En 1982 participó con la selección amateur y llamó la atención de varios conjuntos, pero fue el América quien se hizo de sus servicios.

El día de su debut no podía ser más memorable, el 28 de enero de 1984 en el partido Atlas-América ingresó al terreno de juego al minuto 15 en sustitución de Gustavo Pedro Echaniz y consiguió dos importantes goles contribuyendo a la goleada que las Aguilas impusieron 4-0 al conjunto de la Academia. El Director Técnico que debutó a Hermosillo fue el internacional Carlos Reinoso, que supo ver las cualidades del nobel futbolista. Ese año, Carlos Hermosillo se coronaría con el América en la temporada 1983-1984. Tan importante fue la presencia del grandote de Cerro Azul, que siendo su primer temporada, fue titular en ambos partidos de la gran final contra Guadalajara. El 7

de junio de 1984 anotó inclusive uno de los tantos que dieron el empate a las Aguilas en el partido desarrollado en Jalisco. En el encuentro de vuelta, no logró anotación, pero fue pieza fundamental en la coronación. Y si en su primer temporada jugó 12 partidos de liga y dos de liguilla, y su producción fue de 5 goles, para la siguiente temporada 1984-1985, ya era titular indiscutible, estuvo presente en 31 partidos de liga y 7 de liguilla y marcó un total de 15 goles, algo sorprendente para un novato.

Al verlo jugar, se podía palpar que se trataba de un jugador diferente, algunos lo consideraban un caza goles, otros un futbolista exepcional, lo cierto es que sabía estar en el lugar adecuado en el momento justo para concretar en bien de su equipo. Bora Milutinovic se dio cuenta de sus habilidades y decidió llamarlo para que formara parte del conjunto tricolor.

El 11 de octubre de 1984, apenas nueve meses después de haber debutado en la Primera División, hizo lo propio en la Selección Nacional, en un partido amistoso enfrentando a El Salvador en el estadio Memorial Coliseum de los Angeles,

El máximo artillero nacionalPor Carlos Calderón

Carlos Hermosillo

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UN JUGADOR DE GRAN FUERZA, POCA TÉCNICA PERO MUCHO CORAZÓN

California. Su carrera ascendente, lo llevó aser contemplado entre los 22 elementos que participarían en el Mundial de 1986. Con apenas 21 años de edad, Carlos Manuel Hermosillo, ante la sorpresa de muchos, en efecto, formó parte de aquella selección histórica que disputó el México 86 y que terminó en sexto lugar del mundo. Y, aunque no jugó un solo minuto, la experiencia de haber estado concentrado durante meses con hombre de enorme valía como Hugo Sánchez, Tomas Boy, Pablo Larios, Luis Flores, Fernando Quirarte, Manuel Negrete, Cristobal Ortega y Javier Aguirre entre muchos más.

La prensa de aquel entonces lo define como un jugador de gran fuerza, poca técnica pero mucho corazón, aunque hay que reconocer que temporada tras temporada su técnica mejoraba notablemente. Por aquel entonces se unió románticamente con la actriz Laura Flores, inclusive llegaron a hablar de matrimonio, pero repentinamente terminó su relación. Carlos se deprimió y entonces Miguel Mejía Barón, por entonces auxiliar de Bora en la selección, le presentó a Aida, hija del cantante Luis Gatica. Comenzaron una hermosa relación al poco tiempo y se casaron (actualmente tienen tres hijos Carlos, María Fernanda y Ana Sofía).

Debido al mundial, no disputó los torneos Prode 85 y México 86 y de la temporada 1986-1987 tan sólo disputó 12 partidos, entre liga y liguilla porque el técnico en turno decidió que su titular ya era otro, por lo que su producción fue escasa, tan sólo 3 goles.

Pero en la temporada siguiente 1987-1988, con Jorge Vieira en el timón, regresó a la titularidad para no volverla a dejar, jugó 37partidos de liga y 6 de liguilla, logrando 19 anotaciones. Era el jugador máss productivo de las Aguilas y uno de los elementos con mayor futuro en el futbol mexicano. El América resultó campeón y mucho tuvo que ver Carlos Hermosillo

En la temporada 1988-1989, nuevamente el América obtuvo el campeonato, la pareja letal del

futbol mexicano era la compuesta por Zaguinho y Carlos Hermosillo, el veracruzano disputó 37 partidos de liga y 8 en la liguilla, marcó 24 tantos en torneo regular y 3 en la fase final, era sin duda el

hombre gol de las Aguilas y uno de los mejores jugadores mexicanos. Hermosillo fue el verdugo del Cruz Azul en la gran final y dos goles suyos uno en el de ida el 13 de julio de 1989 y otro el 16 de julio del mismo año, fueron fundamentales para el título de las Aguilas.

Su fama rebasó fronteras y un equipo de Bélgica, el Standar de Lieja decidió hacerse de sus servicios. Carlos partió ilusionado, sin embargo el técnico no lo contemplaba como titular y jugó muy pocos partidos y su producción goleadora se vio mermada, regresó para la segunda vuelta con América y disputó 16 partidos entre liga y liguilla y tan sólo marcó un gol. El América como ya no lo tenía contemplado, al término de la temporada tuvo que venderlo al Monterrey. El de Cerro Azul tuvo una gran temporada en 1990-1991 y en 36 partidos anotó 20 goles, lo que hizo que otro grande del futbol mexicano se fijara en él. El Cruz Azul adquirió su carta.

Al principio, los seguidores de la Máquina abucheaban a Hermosillo, no podían olvidar que los goles de Carlos fueron fundamentales para que los seguidores del Cruz Azul mantuvieran la sequía de goles, pero pronto se olvidaron del pasado cuando vieron que el Hermosillo con su número 27 al dorso comenzaba a hacer goles de todo tipo para el bienestar de los celestes.

En su primer temporada entre liga y liguilla, Hermosillo anotó en 17 ocasiones aquella temporada de 1991-1992, en la siguiente de

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1992-1993 logró 15 tantos y para la temporada 1993-1994, sus 27 anotaciones en liga y 1 en liguilla llevaron a la Máquina a nuevas dimensiones. Hermosillo ganaba su primer título de goleo y era ya un ídolo del Cruz Azul, para entonces pocos se acordaban que había jugado en el América, aunque los seguidores de las aguilas no dejaban de recordárselo a los rivales azules.

Carlos Hermosillo era ya, el mejor delantero mexicano. Fue llamado por Miguel Mejía Barón para participar en el Mundial de 1994 en lo que sería su segunda Copa del Mundo. En Estados Unidos 1994 Hermosillo jugó dos partidos, en contra de Irlanda y frente a Italia.

De regreso con Cruz Azul, nuevamente mostró su valía y en la temporada 1994-1995 lograría su segundo título de goleo con 35 anotaciones y 2 en liguilla. Además, llevó de la mano a la Máquina celeste a la gran final, misma que perdieron frente al Necaxa de Manolo Lapuente. Hermosillo hizo lo suyo y anotó en la final de ida el 1 de junio de 1995.

Para la temporada 1995-1996, el de Cerro Azul seguía por las nubes, era el mejor delantero mexicano de los últimos tiempos y un tercer título consecutivo de goleo con 26 tantos lo situaban cuando menos a la par de otros inmortales como Horacio Casarín y “Dumbo” López.

Con la llegada de los torneos cortos, Hermosillo siguió demostrando que era el ídolo de la Máquina y el mejor anotador de la misma. En el Invierno 96 anotó 13 goles, en el Verano 1997 8 y en el Invierno 97 10 tantos y 4 en liguilla.

Para el Invierno 97 Cruz Azul llegaría a la final. Carlos Hermosillo que había sido fracturado de dos costillas en la semifinal en contra del Atlante, prefirió no decir nada al médico del equipo para que lo dejaran jugar. No estaba dispuesto a perderse con el equipo que lo vio consolidarse la oportunidad de una corona. Al concluir la semifinal, el doctor vio algo extraño en el delantero y la revisión arrojó la verdad, Hermosillo estaba fracturado, por lo que se le operó y se le puso una faja especial. Sin embargo, el de Cerro Azul logró que Luis Fernando Tena, entrenador de la Máquina le prometiera que iba a estar por lo menos en la banca en la final y que de ser necesaria su presencia lo dejarían jugar.

En el partido de ida de la gran final el 4 de diciembre de 1997 Hermosillo entró de cambio al minuto 55, con la intención de presionar arriba y

obligar a que los defensas del León no se fueran al ataque, sabiendo del peligro del grandote.

En la vuelta de la final, el 7 de diciembre de 1997 Hermosillo no jugó, y se notó la ausencia del delantero, porque el León se fue encima y logró la igualada global. Hermosillo entró en tiempo de reposición, al min. 91. En tiempos extra, dentro del área, Comizzo portero del León, nervioso ante la presencia del delantero veracruzano, agredió a Hermosillo con un apatada artera en el rostro. El árbitro Arturo Brizio no dudó en marcar el tiro penal, mismo que –aún adolorido, cobró Hermosillo para –con gol de oro- darle a la Máquina un título tras 17 años de ausencia.

Hermosillo permaneció un torneo más en el Cruz Azul, el del Verano 1998, anotó 11 goles y al término del certamen, dijo que su ciclo en el recinto azul había terminado. Decidió emigrar al futbol de los Estados Unidos para jugar en Los Angeles Galaxi, con el equipo norteamericano disputó un tota de 43 partidos y marcó 19 goles. El hubiera no existe, pero si en lugar de irse a la liga norteamericana, Hermosillo hubiera jugado en México y esos 19 goles los hubiera marcado en nuestro futbol nacional, al término de su carrera, habría terminado con un gol más que el máximo anotador de todos los tiempos: Cabinho.

Jugó los últimos partidos del Invierno 98 con Necaxa y anotó 2 goles, además de otros 2 en liguilla. Con el Necaxa llegaría a una nueva final , colaborando para que los rayos se alzaran con el título, que representaba el sexto en la carrera de Hermosillo.

El Verano 99 lo jugó con Necaxa y marcó 9 goles, demostrando a sus detractores que había Hermosillo para rato. En el Invierno 99 aunque estaba registrado con el Necaxa, su participación en la liga norteamericana le impidió jugar un sólo minuto del certamen mexicano, tan sólo disputó dos partidos de liguilla y, por primera vez en muchos torneos, no anotó en México.

Para el Verano 2000 regresó al equipo que lo vió nacer, el América y consiguió 8 tantos en liga y jugó también la Libertadores, pero un error suyo de marcación en la semifinal en contra de Boca Juniors, le costaría su salida de las Aguilas y decidió firmar con el Atlante en el Invierno 2000, en donde anotó 7 goles.

En el Verano 2001 firmó con las Chivas del Guadalajara y logró 5 goles, su posición para entonces había cambiado, ya no lo ponían de

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TRES VECES CAMPEÓN GOLEADOR, SEIS VECES CAMPEÓN DE LIGA

centro delantero sino de enganche o de poste, entraba a una nueva faceta, la de pasador. En el Invierno 2001 disputó 17 partidos también con chivas y logró 2 goles, los últimos de su carrera. Su último gol lo consiguió el 8 de septiembre del 2001 ante el Celaya en el estadio Miguel Alemán al minuto 31.

El 19 de marzo del 2002, se organizaría un partido de despedida para Hermosillo, Amigos de Hermosillo contra Cruz Azul con la presencia entre otros, de Diego Armando Maradona, del alemán Jürgen Klinsmann, José Saturnino Cardozo, el chileno Iván Zamorano y de Francisco Palencia que viajó desde Barcelona nada más para jugar este partido. El encuentro terminó 5-5. Hermosillo jugó el primer tiempo con el combinado de estrellas y el segundo con el Cruz Azul. Hermosillo anotó un par de ocasiones, uno por bando

Carlos Manuel Hermosillo Goytortúa, es el máximo anotador mexicano en la historia del futbol nacional, tres veces campeón goleador (93-94, 94-95 y 95-96), cuatro veces subcampeón de goleo (90-91, Inv. 96, Inv. 97 y Verano 98), seis veces campeón de liga (4 con América 83-84, 84-85, 87-88 y 88-89, 1 con Cruz Azul Inv. 97 y 1 con Necaxa Invierno 98), subcampeón de liga con Cruz Azul (1994-1995), Bicampeón de goleo en la Copa México (1995 y 1996), segundo mejor anotador en la historia del futbol mexicano (sólo superado por Cabinho), este es Carlos Hermosillo, el místico del área, el goleador invencible, forjador de su propia historia._

Álex AguinagaNombre completo: Álex Darío Aguinaga Garzón Apodo: “El Güero”Fecha de Nacimiento: 9 de julio de 1968Lugar de Nacimiento: Ibarra, Ecuador.Trayectoria profesional: Deportivo Quito (1984-1989), Necaxa (1989-2003), Cruz Azul (2003-2004), Liga de Quito (2004-2005). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 109Goles internacionales con la Selección Nacional: 23Mundiales disputados: 1 (2002) Partidos jugados en Copas del Mundo: 3Goles anotados en Copas del Mundo: 0Títulos y distinciones más importantes: Campeón Liga mexicana con Necaxa en 3 ocasiones ( 1994-1995, 1995-1996, Invierno 98)Campeón de Liga con Liga de Quito (Apertura 2005)Campeón de Copa con Necaxa (1994-1995)Campeón de Campeones (1994-1995)Campeón de la Recopa de la CONCACAF (1994)Copa de Campeones de la CONCACAF (1999)

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Los necaxistas nos hemos doctorado en frustraciones. Durante 57 años el equipo no ganó la liga, ha desaparecido dos veces del primer circuito y no ha encontrado su tierra prometida. La diáspora se anunció en el nombre mismo de Necaxa, pueblo inundado para producir electricidad, continuó en el ciudad de México (donde encontró apropiado lugar en entrenamiento en el Club Israelita) y ahora despacha en Aguascalientes, esa Patagonia tan alejada del Azteca.

En los noventa el Necaxa conquistó trofeos con una constancia un tanto vulgar para el estoico gusto de sus viejos seguidores. Sin embargo, en los años de gloria su alineación fue tan inestable como la de Deep Purple. En sentido estricto, la década de oro le perteneció a Alex Aguinaga. En una liga donde cada vez es más difícil que un jugador se identifique con un club, el ecuatoriano demostró que los prodigios pueden ser duraderos y sólo dijo adiós en 2003, a los 35 años.

Aguinaga tuvo la inasible condición del crack. Sus ojos de insomne y su boca abierta daban la equívoca impresión de que se había cansado; sin

embargo, aparecía en cualquier sitio donde la pelota pudiera volverse interesante. Jugó con el número 7 de los viejos extremos derechos, pero fue un 10 natural.

No entraba al partido a defender pero se barría para recuperar balones de acceso restringido. No era un volante retrasado pero filtraba pases de treinta metros. Nadie lo confundió con centro delantero pero resolvió rompecabezas de área chica. En cada situación era más de lo que debía ser.

Aguinaga descifró el juego en el terreno entero y deambuló por la poblada media cancha con entusiasmo de escapista. Rara vez jugaba de primera intención porque el fútbol impulsivo no es lo suyo, pero jamás dormía el esférico. En el fragor de la trifulca, demostró las virtudes épicas de la serenidad; inventaba pausas, hacía pensar que los que corren sin freno no saben lo que hacen. Un jugador mental cuyo atletismo es la concentración.

Durante más de diez años ejerció la maravilla de los tres toques, que generalmente salían así: controlaba una pelota descompuesta, la arreglaba

El gladiador tranquiloPor Juan Vi#oro

Álex Aguinaga

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SE LIMPIABA LAS MANOS EN LA CAMISETA ANTES DE ALZAR UN TROFEO

con un amague distractor y le encontraba un destino lujoso.

Entre los muchos goles que anotó y celebraba apoyándose en el banderín de córner, escojo el que le anotó al Cruz Azul y permitió que el Necaxa volviera al título de Liga luego de una espera de 57 años. Como tantas de sus proezas, ésta pareció ocurrir en cámara lenta. Recibió un balón que se prestaba para un tiro cruzado. Todos los ojos del Estadio Azteca vieron el rincón del peligro evidente. Todos menos los de Alex Aguinaga. Genio de lo imprevisto, el grande del Necaxa tocó con suavidad a un sitio ajeno a la obvia geometría pero no a la imaginación.

Aguinaga tenía el temple de los capitanes que saben motivar sin apremios excesivos y se ganan el respeto de los contrarios y los árbitros adictos a sacar tarjetas. Ante el triunfo, fue como Bobby Moore en la final de Wembley 66: se limpiaba las manos en la camiseta antes de alzar un trofeo.

He escrito de Aguinaga en pasado, no porque sus facultades se hayan extinguido sino porque su nombre ya se inscribe en la leyenda. Llegó a un club que no tenía títulos recientes ni seguidores a la

vista, con la cola de caballo y las ojeras de alguien que se desvela en favor del rock. Aunque ya el ecuatoriano Italo Estupiñán había coronado al

Toluca, venía de una nación sin gran pedigrí en México. Sus credenciales decían poco del hombre que durante más de diez años se hizo el improbable. Su vida seguirá en otros estadios. Su tranquila manera de ganar batallas se queda en el Azteca._

RENTABILIDAD A TODA PRUEBA

Por Carlos Calderón

Era una noche estrellada, un cálido viento del otoño que apenas despuntaba, hizo su presencia en el firmamento. El pequeño pero bello estadio de los Tecos recibía aquel viernes 29 de septiembre de 1989 la visita del Necaxa durante la cuarta fecha del Torneo de Liga 1989-1990. Un jóven ecuatoriano que inició sus andanzas en las canchitas del barrio quiteño de Los Laureles, debutaba aquella noche por parte del cuadro rayo: Alex Dario

Aguinaga Garzón, quien al minuto 61 entró en sustitución del brasileño Junior para jugar los últimos treinta minutos de un cerrado encuentro contra tecos en el que el marcador no se había movido.

El joven de 21 años, con el corazón por delante y las ganas de triunfar en un país extraño, dio muestra latente de lo que podía significar para El Necaxa si se le tenía confianza. Con apenas doce minutos sobre el terreno de juego, logró el gol del triunfo, pero más allá de eso, se mostró como un ambicioso elemento que disputó cada balón que tuvo al frente.

Alex Aguinaga, procedente de Ibarra, Ecuador, apenas diez años atrás había ingresado a la

Escuela de Fútbol "Ciudad de Quito", a cargo de Eduardo Bores, quien no imaginaba que en aquel niño tenía, tal vez, al mejor jugador que ha dado Ecuador en los últimos cincuenta años. Aguinaga inició de puntero izquierdo, pero no mostraba los resultados esperados. Alex daba indicaciones, acomodaba a sus compañeros y se jalaba hacia el centro, por lo que el entrenador decidió acomodarlo en la media cancha y ahí, se convirtió en el líder del conjunto. Metía balones a modo, manejaba los tiempos adecuadamente y en él comenzó a girar el equipo. A sus 10 años -dice Bores- pensaba como uno de 16. Su carácter, siempre serio y tranquilo fuera de la cancha, se mantenían entro de ella, pero con la característica de tener una

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personalidad innata para mandar y ser obedecido por los demás.

En 1984, con apenas 16 años de edad, Alex Aguinaga debutó en la Primera División con el Deportivo Quito y al año siguiente con la Selección Sub 17, a partir de ahí, fue indiscutible su presencia en la Liga local y en los distintos representativos nacionales. Aquella tarde de su debut, ingresó por Alfredo El Flaco Encalada, quien se acercó al jovencito de 16 años y le dijo"Vamos guambra, que vos puedes". El mismo Encalada comentaría tiempo después "solo un ciego no se hubiera dado cuenta de sus condiciones, pinta para ser uno de los mejores jugadores del Ecuador".

En 1989, se disputó la Copa América en Brasil, sin duda el cuadro revelación era Ecuador y el jugador más buscado Alex Aguinaga. A Brasil llegó un supuesto periodista de la Radio y Televisión Italiana (RAI). Su intención era la de fichar para su equipo a un jugador ecuatoriano, provisto de un

talento singular, Alex Darío Aguinaga. Flavio Capello, que es el nombre de uno de los mejores entrenadores italianos y quien era el que se hacía pasar por periodista, después de verlo jugar, se mostró aún más interesado en llevárselo a Europa. Se puso en contacto con la gente del Deportivo Quito, traía una oferta de tres millones de dólares, pero para su sorpresa ya le habían ganado el pastel, Aguinaga había firmado para la televisora más grande de México y dueña de dos escudras de futbol: Televisa por tan solo 300,000 dólares. También gente del Barcelona pretendía firmar al ecuatoriano, pero la transacción ya estaba hecha. Lo único que faltaba era saber si Aguinaga venía para El América o para El Necaxa.

La reciente historia es conocida por todos, Aguinaga lleva más de doce años jugando para el conjunto rayo, con él lo ha ganado todo: tres títulos de Liga, dos subcampeonatos, CONCACAF, Torneo de Copa, tercer lugar del Mundial de Clubes y un largo etcétera, para convertirse en el equipo de los últimos diez años

Cuando Manuel Lapuente era su entrenador, comentó un buen día "Necaxa puede perderlo todo, menos a Aguinaga". Alex, tiene una meta cada día: superarse así mismo y tal parece que siempre lo consigue. Considerado el jugador más rentable de la última década, Alex Darío Aguinaga Garzón, es, sin duda, uno de los mejores extranjeros que han llegado a tierras mexicanas. Ojalá hubiera un Aguinaga en cada equipo del futbol nacional._

Luis HernándezNombre completo: Luis Arturo Hernández Carreón Apodo: “El Matador”, “El Pájaro”Fecha de Nacimiento: 22 de diciembre de 1968Lugar de Nacimiento: Poza Rica, Veracruz, México.Trayectoria profesional: Cruz Azul (1991), Querétaro (1991-1992), Monterrey (1992-1993), Necaxa (1994-1997), Boca Juniors (1997), Necaxa (1997-1998), Tigres (1998-1999), Los Ángeles Gálaxy (1999-2000), América (2000), Los Ángeles Gálaxy (2000-2001), América (2001-2002), Veracruz (2003), Jaguares (2004), Lobos BUAP (2005). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 87Goles internacionales con la Selección Nacional: 35Mundiales disputados: 2 (1998 y 2002) Partidos jugados en Copas del Mundo: 7Goles anotados en Copas del Mundo: 4Títulos y distinciones más importantes: Campeón Liga mexicana con Necaxa en 2 ocasiones ( 1994-1995 y 1995-1996)Campeón de Copa con Necaxa (1994-1995)Campeón de Campeones (1994-1995)Campeón de la Recopa de la CONCACAF (1994)Campeón de la Copa de Oro en 2 ocasiones (1996 y 1998)Campeón de la Copa Confederaciones (1999)Campeón de goleo en la Copa América con 6 anotaciones (1997)Mexicano con más goles en una Copa del Mundo con 4 anotaciones (1998)

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Datos curiososAdemás de ser conocido como el Matador o el Pájaro, en su Poza Rica le dicen El Perro y entre futbolistas era conocido como El Compirri.Jugó contra su hermano Carlos Abuelito Hernández defendió las playeras de Celaya y Tecos y le ganó un campeonato, en la 95-96, cuando Carlos formó parte del histórico Celaya subcampeón. Finales entre hermanos sólo se han jugado 4 en nuestro futbol.En su casa de Monterrey se dice que tenía una discoteca.En 1998 jugó en la selección oficial de estrellas FIFA al lado de grandes como George Weah, Oliver Bierhoff o el japonés Nakata.

Jugó además en la Selección Mexicana de Futbol Rápido dirigido por Hugo Sánchez.

- Marco Damián

El protagonista de esta historia es un hombre como cualquier otro, un poco orgulloso, un tanto exigente consigo mismo, cuyos sueños de joven eran los de jugar una Copa del Mundo y anotar un gol a una potencia futbolística, tal vez Brasil o Alemania...

Luis Arturo Hernández Carreón nació el 22 de diciembre de 1968 en Poza Rica, Veracruz y como muchos otros niños, su mejor juguete fue una pelota de hule para patear en cualquier momento. Creció y desarrolló no solo el gusto, sino los dotes necesarios para hacer del futbol una profesión. Su debut con Cruz Azul aquel 22 de agosto de 1990, no fue muy afortunado, los nervios le traicionaron un poco, pero su gusto por buscar el balón en cada jugada, le valieron para que su entrenador, lo tomara en cuenta por 18 partidos.

La siguiente temporada fue trasferido al Gallos Blancos de la Segunda División en donde su empuje y dedicación, lo llevó a ser observado por el Monterrey en donde jugaría las siguientes dos temporadas dirigido por Miguel Mejía Barón y Hugo Hernández. Mejía Barón le tuvo tanta confianza, que fue el primero en darle también una oportunidad en Selección Nacional.

En mayo de 1994, el Necaxa decide comprar a un Luis Hernández a la alza, pero que decididamente no alcanzaba aún los niveles a los que nos acostumbró años más tarde. Tozudo, luchador dentro del área, logró 10 goles en la temporada, pero no podía calificársele más que como un futbolista regular como tantos otros. Su debut con el tricolor fue el 1 de febrero de 1995, en contra de Uruguay, y un

Un matador dentro del áreaPor Carlos Calderón

Luis Hernández

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LUIS HERNÁNDEZ TIENE DOS FACETAS EN SU CARRERA FUTBOLÍSTICA

mes después reforzando a la selección sub-23 que dirigía Guillermo Vázquez de cara a los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, pero sin duda, el gran momento del necaxista se dio con la llegada de Bora Milutinovic al frente de la Selección logrando su primer gol frente a Yugoslavia el 15 de noviembre de 1995.

Luis Hernández tiene dos facetas en su carrera futbolística, una enmarcada por su debut y hasta la obtención del bicampeonato con el Necaxa (1995 y 1996) , y la segunda, que comenzó durante la Copa América de 1997, en donde brilló con luz propia.

Aquella tarde del 13 de junio en el estadio Ramón Tahuichi Aguilera de Santa Cruz, Bolivia, Hernández en un magnífico partido, logró dos estupendas anotaciones en tan solo 13 minutos de juego frente a Colombia que dieron el triunfo a la escuadra tricolor. El segundo partido era ni más ni menos que frente a Brasil quien llegaba con todas sus estrellas. Luis consigue de nueva cuenta las dos primeras anotaciones del partido y es a partir de ese momento que se le comienza a conocer con otro nombre El Matador, por su forma despiadada de incrustar el balón en las redes, sin tentarse el

corazón para dejar mal parados a los defensas enemigos. Aquella tarde Brasil se repuso y logró imponerse a los mexicanos, pero la prensa sudamericana demeritando el triunfo verde amarella, dedicó sus principales páginas al goleador que descubrían al mundo futbolístico: Luis El Matador Hernández.

El 19 de junio, dentro del mismo torneo, Hernández lograría el quinto de su cuenta personal y el gol 2,000 en la historia de la Copa América, mismo que además sirvió para clasificar a México a

la siguiente ronda del certamen más importante del Continente. Nuesta Selección alcanzaría el tercer sitio de la contienda y El Matador una anotación más, con lo que se convertía en el goleador de la Copa América. A partir de ahí, Hernández se hizo impresindible en la Selección mayor. Nadie podía concebir la misma sin El Cannigia mexicano, apodo

que surgió a partir de julio del 97 cuando fue fichado por el Boca Juniors. El paso por el conjunto Xeneize fue efímero, ya que el entrenador no lo tomó en cuenta para la Liga. Maradona comentó acerca Luis: "Es un jugador ultra ofensivo que sabe marcar, recuperar, centrar, desbordar y anotar. Desde que lo vi jugar siempre dije que Luis le iba a dar muchas satisfacciones al futbol mundial, y no me he equivocado"

La máxima expresión de este goleador nato que de niño soñaba con llegar a una Copa del Mundo, se dió en Francia 98. Ahí, en cada partido dio de que hablar, anotó cuatro goles, máxima cifra para un mexicano en un Mundial de Futbol, el último de ellos frente a Alemania, una potencia, tal como él lo deseaba.

Luis Hernández, el Matador del área, hoy por hoy es el máximo anotador en selecciones nacionales. Tiene poco más de treinta años, pero el buen futbol guardado en sus botines, espera de nueva cuenta un certamen importante para despertar y escuchar el grito en las tribunas ¡Gooollllll del Matadorrrrrr!._

¿QUÉ FUE DE ÉL?Se ha dedicado a todo. Juega cualquier cantidad de amistosos de veteranos,

homenajes o despedidas. Imparte clínicas de futbol de patrocinadores o sale  pintando casas en actos de beneficencia, salió en Big Brother y ha compartido cámaras con Eugenio Derbez.

Jaime GómezNombre completo: Jaime David Gómez Munguía Apodo: “El Tubo”Fecha de Nacimiento: 29 de diciembre de 1929Lugar de Nacimiento: Manzanillo, Colima, México.Trayectoria profesional: Guadalajara (1950-1964), Monterrey (1964-1967), Oro (1968-1969), Laguna (1969-1970). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 9Goles internacionales con la Selección Nacional: 14 recibidosMundiales disputados: 2 (1958 y 1962) Partidos jugados en Copas del Mundo: 0 *Suplente en ambos MundialesTítulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con Guadalajara en 6 ocasiones (1956-57, 1958-59, 1959-60, 1960-61, 1961-62 y 1963-64).Campeón de la Copa México con Guadalajara (1962-63)Campeón de Campeones en las campañas (1956-57, 1958-59, 1959-60, 1960-61, 1963-64).Mejor jugador estatal de Jalisco en Voleibol 4 años (1946, 1947, 1948 y 1949)Medalla de Oro en los IVJuegos Centroamericanos en Voleibol (1950)Campeón del torneo de clubes campeones de la CONCACAF en (1962 y 1963)Campeón del I Torneo Pentagonal Internacional de la Ciudad de México (1958)Campeón de la Copa de Oro de Occidente en (1954, 1955, 1956 y 1960)Campeón del III Torneo Pentagonal Internacional de Jalisco (1962)Campeón del IV Torneo Pentagonal Internacional de la Ciudad de México (1961)Nombrado el más grande deportista de Manzanillo de todos los tiempos (1971)

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El popular apodo de Jaime “Tubo” Gómez, contrario a lo que muchos pudieran pensar, no nació bajo los tres postes de la portería del Campeonísimo Guadalajara,  sino en la duela y la red del deporte, que fue la primera pasión  del guardameta nacido en Manzanillo, Colima: el Voleibol, actividad en la que demostró su habilidad desde su llegada al Colegio Luis Silva de la capital tapatía. Cuando ni siquiera el futbol aparecía en su vida el joven Jaime David Gómez Mungía ya se caracterizaba por ser el sexto hombre,  el “clavador” nato, 

poseedor de un salto descomunal, y un violento remate del esférico, su principal arma para superar el bloqueo de hasta tres hombres en fila. Los puntos para darle el triunfo a su equipo eran prácticamente seguros. Era el año 1948 , las destacadas aptitudes de Jaime Gómez para jugar al Voleibol ya lo habían hecho merecedor de un lugar en la Selección Jalisco; colimense de nacimiento, jalisciense por adopción la primera vitrina para mostrarse fue el Campeonato Nacional de Primera Fuerza celebrado en Puebla. Fue

precisamente ahí donde el periodista  Fernando Cortés de la Peña, quien al ser testigo presencial de la categoría y poderoso remate de la pelota sobre la red, no dudo en afirmar “este jugador realmente le pega con Tubo a la pelota”. La fascinación de Cortés de la Peña por el extraordinario jugador lo hizo seguirle la pista hasta el final de la competencia,  misma que también le otorgó a  Jaime “Tubo” Gómez el reconocimiento como el mejor jugador en la disciplina  jugada a nivel nacional. Años después existen más vestigios de la historia de quien portaba el número uno en la oncena del Campeonísimo Guadalajara, el futbol,  lo sedujo, se enamoró de la portería y los saltos descomunales se convirtieron en vuelos hasta el cielo para alcanzar el balón  y las manos de los poderosos remates en escudo para evitar los goles. De carácter indomable, Jaime “Tubo” Gómez aún ya convertido en futbolista profesional no hizo a un lado el voleibol, aún lo motivaba y  sentía como la primera vez,  pero el profesionalismo al que se había sometido dentro del balompié lo obligó a darle un hasta luego al deporte con el que conoció la pasión de ser un atleta y el que también le obsequió el  sobrenombre que lo acompañó desde entonces._

Le pegaba con TuboPor Mario López

Jaime Gómez

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En vida, Jaime "Tubo" Gómez, una leyenda del Campeonísimo Chivas, siempre fue un acre crítico de todo lo que ocurría en Avenida Patria y Colomos, tanto con los de pantalón largo como los de pantalón corto.Inclusive, alguna vez tuvo la osadía de sentarse a leer un cuento de "Capulinita" en pleno partido, puesto que de su lado, no llegaban los delanteros del Atlas ni con ayuda arbitral.

Pero en los anales de la historia, se recuerda un partido amistoso de los Rojinegros, ante el Lanús de Argentina, donde no solo Jaime Gómez, sino también otras dos leyendas del "Campeonísimo",

se pusieron la camiseta del más odiado rival de la comarca.

Isidoro "Chololo" Díaz, así como Raúl "Pina" Arellano, también defendieron la causa atlista.La imagen los muestra a los jugadores, enfundados en los colores rojinegros, previo a ese encuentro amistoso disputado en el año de 1958, donde Atlas venció al cuadro "granate", por marcador de 3-1.

La imagen ha sido reconocida por aquellos quienes vieron al "Campeonísimo", en vivo y a todo color, entre ellos, Pascual "Pato" Gómez, hermano del "Tubo" y quien colabora en el archivo del club, como parte de la Dirección de Atención a Medios del Guadalajara.

Inclusive, el propio Pascual, quien da nombre a la sala de prensa de Chivas en la sede de Verde Valle, recordó a los integrantes de este equipo, que figuran en la imagen.

En este equipo, figuran de pie, de izquierda a derecha, Palmareño Solís, Evelio Alpízar, Roberto Masciarelli, Jesús del Muro, Jaime "Tubo" Gómez y José "Chivo" Mercado.

Agachados, de izquierda a derecha, aparecen Isidoro "Chololo" Díaz, otro integrantes del Campeonísimo, además de Carlos Turcato, Pablo Flores, "Marimbas" Vidrio y Raúl "Pina" Arellano._

EL DÍA QUE EL 'TUBO' GÓMEZ FUE ROJINEGRO

Por José María Garrido

TAMBIÉN LE GUSTABA LA FIESTA BRAVA

Y el Tubo se fue a rematar...Por Carlos Calderón

LA GENTE, GRITÓ DE EMOCIÓN ANTE ESTA JUGADA INESPERADA

La historia del Campeonísimo Guadalajara, aquel de finales de los cincuenta y -materialmente- toda la década de los sesenta, está llena de alegrías, historias y anécdotas. Pero creo que ninguna es tan recordada por los viejos aficionados como aquella de la final del torneo 1962-1963. Ese año, las chivas rayadas del Guadalajara buscaban no un campeonato más, si no el quinto de manera consecutiva.

El último partido se jugó el 20 de diciembre de 1962. El rival de esa noche era el Oro, cuadro también jalisience que luchaba palmo a palmo por el campeonato de Liga. Guadalajara, no necesitaba más que del empate para obtener el título, el Oro, requería de la victoria.

Las chivas tenían una racha en sus últimos encuentros de ocho triunfos y siete empates. No habían perdido ni pensaban hacerlo. El Oro, en cambio, tenía entre sus filas a Amaury Epaminondas, líder de goleo del certamen.

Las tribunas, sobra decirlo, se encontraban abarrotadas y no fue poca la cantidad de aficionados que se quedaron afuera del estadio con la ilusión de poder entrar de último minuto. La estrategia de Guadalajara, pese a que tan solo necesitaban del empate, fue la de atacar los noventa minutos. La del Oro, pese a que necesitaban del triunfo, a defenderse y contragolpear.

La defensiva aurea mantuvo a raya a las chivas quienes se fueron desesperando. El Oro en cambio, fue ganando terreno aún cuando la cabaña de "Tubo" Gómez se encontraba tranquila. Fue al minuto 25 del segundo tiempo cuando el Oro consiguió lo que anhelaba. En una descolgada anotaba el gol que lo ponía con el título en la mano.

El partido y las condiciones del mismo, permitieron al Oro manejarlo a su antojo. Se acercaban los minutos finales y los rayados ya desesperados, se lanzaban con todo ante el bien protegido marco aureo.

Es entonces, cuando el portero "Tubo" Gómez, se dirigió al "Chololo" Díaz y le presentó una estrategia. Lanzarse al ataque para tomar por sorpresa a la defensiva contraria -en aquellos tiempos ni quien soñase que el portero podía atacar-. Lo que parecía descabellado, fue visto también como única opción. Faltaban cinco minutos para el término del encuentro cuando Isidoro Díaz hizo la seña convenida con "Tubo" Gómez para que éste se fuera a colocar al manchón

penal. Los defensas del Oro serían tomados por sorpresa y ante los centros precisos de Díaz, Gómez podría rematar con cierta facilidad.

El "Chololo" cobró una falta mandando el esférico a la cabeza de Gómez que entraba por el

centro. Este remató y la mandó directo al ángulo superior de la portería que defendía Mota, quien en un lance en verdad extraordinario, logró desviar el balón a tiro de esquina. La gente, gritó de emoción ante esta jugada inesperada. Loca, de pie, aplaudía a rabiar. pero el gol no entró.

Faltando escasos segundos para que terminara el encuentro, un tiro de esquina daba una nueva oportunidad para desarrollar la jugada. "Chololo" envía el centro y nuevamente Gómez remata al momento que es empujado por un contrario. El balón, salió ligeramente desviado de la portería.

El Oro se coronó campeón, arrebatando el título a las sagradas chivas rayadas del Guadalajara, pero esa jugada de Gómez, siempre será recordada como: "El remate que pudo cambiar la historia"....

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Primera mitadLo platicaba Jaime “Tubo” Gómez, así, sin cortapisas, muy

serio, casi agresivo como era. “Les estábamos dando un baile y ganábamos 4-0 desde el principio, en la tribuna alguien me hizo llegar una revista y me senté en uno de los postes a leer. Fue una burla, claro que le echaba un ojo al juego no lo descuidaba, pero no llegaban. El árbitro ni cuenta se dio”.

La imagen de aquella tarde captada fotográficamente es clara. El “Tubo” sentado en el poste rectangular de madera del lado derecho de su portería, cabello engomado muy bien peinado, suéter claro, presumiblemente blanco o azul, pantaloncillos negros, medias a rayas horizontales, calzado negro viejo y gastado, y el hombre leyendo un pasquín sobre la grama seca del estadio Martínez Sandoval. Al fondo de la gráfica, a lo lejos, se puede apreciar a la afición en la tribuna, con la mirada, muchos de ellos, puesta en el arquero, casi se adivinada, sorprendidos.

Era un Guadalajara-Atlas y el arquero del Rebaño hizo historia con aquella falta de respeto. La fecha, 24 de abril de 1955, el lugar el estadio Martínez Sandoval en la capital de Jalisco. Era un juego de Copa de Occidente. El marcador terminó 5-0. Pero a los 16 minutos ya ganaban los rayados por cuatro goles.

“Estábamos dominando”, recuerda el “ Tigre” Sepúlveda que era uno de los defensas de Chivas ese día, “un aficionado del Guadalajara le aventó desde la tribuna una revista y le dijo, ‘ponte a leer porque estos maletas del Atlas no llegan ni al área’. Así fue. Eso hizo”.

El “Tigre” tan fiero como era sólo acertó reír por la puntada de su compañero y siguió metido en el partido. “Jaime era tan buen portero que podía hacer eso y lo que le diera la gana, porque sabía que cualquier problema él podía resolverlo fácilmente. Así que se sentó muy cómodamente sin el más mínimo problema”, completa.

“No tenía pelotas y pues se estaba enfadando y ya lo dijo lo hizo en son de burla”, dice Mellone Gutiérrez, delantero de Chivas en aquella época que vio todo desde muchos metros de distancia.

Del otro lado del campo, recibiendo metralla estaba Jesús del Muro, también defensa, pero de los rojinegros. No vio lo que ocurrió, “no había tiempo”, pero sí se enteró, “se enoja uno, de por si está uno enojado en la cancha y ve eso, o se entera de eso, y dice a no…que manera de hacer burla”. Esa tarde ningún atlista reclamó la acción o hizo algo en contra del arquero pese a lo bravos que eran aquellos duelos. “Para qué hacíamos mas bola. Nos habían humillado”.

Las rencillas entre los jugadores de Chivas y Atlas en aquella época eran comunes dentro del campo, pero Jaime Gómez le tenía un rencor especial a la academia según cuenta Del Muro.

“Él era anti rojinegro. Yo lo conocía muy bien. Viajé a la gira de Europa con Guadalajara en el 66 y jugué con ellos 4 o 5 Pentagonales. Además estuvimos juntos en Selección. Él decía, ‘es que yo soy ardido del Atlas, porque fui con ellos y me corrieron’”.

Pero esta historia tiene una segunda mitad igual de buena que la primera. “¿Te acuerdas que en el siguiente partido entre los dos equipos hubo bronca?, ¿recuerdas por qué? Esa es la parte de la historia que falta”, salta Del Muro ansioso por contarla.

Segundo TiempoEs claro que en aquellos días la pasión que ya desataban Chivas

y Atlas era mucha. Dos clubes de Jalisco encontrados desde siempre, mucho antes de los Chivas-América, “siempre les ganábamos a los de amarillo no tenía chiste”, recuerda Sepúlveda.

“Siempre ha sido el Atlas-Guadalajara el Clásico, el América-Guadalajara en nuestro tiempo no había. Nunca nos vencían. No había Clásico”, asegura también Mellone Gutiérrez.

Y el 4 de septiembre de ese mismo 1955, en el mismo campo y en la misma portería, el “Tubo” contemplaría el otro lado de la luna, la venganza en un Clásico. Perdían 2-1, aunque Del Muro asegura que ganaron, 2-0, “con dos golazos de Luis Valdez a los ángulos”, y ocurrió la vendetta, público incluido.

Desde la tribuna un aficionado, de nuevo, ahora rojinegro se brincó la malla y el alambre de púas. Llevaba una revista en la mano. “Le dijo a Jaime, ‘ten para que sigas leyendo’”, asegura Sepúlveda. Enfurecido, el ‘Tubo’ se le fue encima y el propio ‘Tigre’ le hizo segunda.

“Le dieron una patiza al tipo”, dice Del Muro, “’órale ahora siéntate güey, ahí está la revista siéntate le dijo’ y no le gustó”. Instantes después la reyerta se hizo grande y hasta la policía intervino.

“Mientras en la primera vuelta nadie le dijo nada y se sentó y salió en el periódico. En la segunda le llevan la revista y se enoja. Nosotros fuimos a la bola y a ver que pasaba. Defendimos al aficionado y le dijimos, ‘ahora resulta que no te gustó mientras en la primer vuelta muy feliz con fotos y todo’”.

Muchos años después de aquel incidente, el “Tigre” se topó con la sorpresa de que aquel hombre al que habían golpeado era un tío de Paulo César “Tilón” Chávez e incluso pudo platicar con él en la calle. “Trabajaba en la fábrica de Atimajac. Le dije que él se había ganado la golpiza por tarugo, no debió meterse donde no”, cuenta.

“Jaime era así, muy osado y muy serio, se tenía que hacer lo que él decía. Era un gran arquero. Pero lo que pasaba en la cancha ahí se quedaba nunca hablamos de esos incidentes”, menciona del Muro.

“Yo y mi familia entera lo recordamos con mucho cariño. Nos hace vibrar todavía. En las fotos de mi familia aquí lo tengo a ladito. Él no se ha ido, sigue aquí”, concluye el “Tigre”.

Reminiscencias de otros tiempos, de otro futbol, de un portero histórico que estará viendo el Clásico desde donde se encuentre, reminiscencias de otros personajes, de otra fiereza y coraje sobre el campo, pero eso sí del mismo Clásico, Atlas- Chivas._

Benjamín GalindoNombre completo: Benjamín Galindo Marentes Apodo: “El Maestro”Fecha de Nacimiento: 11 de diciembre de 1960Lugar de Nacimiento: Tierra Blanca, Zacatecas, México.Trayectoria profesional: Tampico-Madero (1977-1986), Guadalajara (1986-1994), Santos Laguna (1994-1997), Cruz Azul (1997-1999), Pachuca (1999), Guadalajara (2000-2001). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 65Goles internacionales con la Selección Nacional: 21Mundiales disputados: 1 (1994) Partidos jugados en Copas del Mundo: 2Goles anotados en Copas del Mundo: 0Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga mexicana con Guadalajara (1986-1987)Campeón de Liga mexicana con Santos Laguna (Invierno 96)Campeón de Liga mexicana con Cruz Azul (Invierno 97)Campeón de Liga mexicana con Pachuca (Invierno 99)

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Hablar de este jugador es sin duda hablar de uno de los mejores creativos que nuestro fútbol nos ha entregado. La clase tanto para correr como para poner un pase a los pies del compañero no se la he visto a nadie y a decir verdad el oriundo de Tierra Blanca, Zacatecas es uno de los jugadores con mas clase y visión de campo que ha tenido nuestro país.

Benjamín Galindo Marentes es su nombre y debutó alla por el año de 1979 con el equipo de Tampico Madero pero no vería las glorias de un campeonato hasta su estadía en Guadalajara donde fue campeón en el año de 1986. En este equipo era la persona que movía los hilos del cuadro rojiblanco. Empezó a llamar la atención por lo bien que le pegaba a la pelota, siempre ponía el balón al pie del compañero.

Después de un tiempo se iría al norte del país. En un intercambio por Ramón Ramírez, el Santos Laguna adquiría sus servicios y de inmediato habría respuesta de parte del zacatecano con quien volvió a ser campeón con este equipo en el año de 1996.

Fue adquirido por el club Cruz Azul donde de nuevo no fallaría y fue campeón con el equipo cementero en el año de 1997 y después se fue a Pachuca donde también sería campeón.

Su retiro fue con Guadalajara a donde retornó con la institución a la cual le tiene un gran cariño.

En la Selección Mexicana fue parte de esa generación perdida entre 1986 y 1994 donde no tuvo mucha participación por la suspension que dio FIFA a México para no participar en el mundial de Italia 1990 por lo que los mejores años de el zacatecano no pudieron verse culminados en el TRI.

Sin embargo formó parte de aquella legendaria selección que fue por primera vez a una Copa América en Ecuador en el año de 1993 bajo el timón de Miguel Mejía Barón y en donde dio muestras de su calidad al ser parte fundamental en el esquema táctico.

Fue convocado e incluso estuvo en el banco en el mundial de Estados Unidos 1994 donde solo tuvo participación en el último partido que enfrentó México contra Bulgaria y a pesar de su

El Maestro de Tierra BlancaPor Juan García Lara

Benjamín Galindo

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ERA UN JUGADOR DIFERENTE, DE ESOS QUE POCAS VECES HAY EN NUESTRO FÚTBOL

técnica individual no fue incluido en la lista de los cobradores de los penales de aquel partido que se definió de esa manera.

Esta situación llamo poderosamente la atención debido a que “El Maestro” como se le apoda, tenia un técnica magistral para cobrar la pena máxima. Cobró mas de 40 penales en su carrera futbolística y casi ninguno falló por lo que llamo la atención que en ese mundial no lo hiciera.Participó también en las eliminatorias para asistir al mundial de Francia 1998 pero ya no fue tomado en cuenta para formar parte de la selección que fue a participar a dicho mundial.

Actualmente ha desarrollado su carrera como director técnico en diferentes clubes. Cuatro equipos han sido dirigidos por Galindo Marentes. Guadalajara, Cruz Azul, Atlas y Santos Laguna han sido sus equipos.

En donde ha dejado mejores cuentas es con los dos equipos que para un servidor, lo marcaron en su vida futbolística.

En Guadalajara logró la mayor victoria que esta institución recuerde sobre un equipo argentino. El era el director técnico cuando las Chivas derrotaron a Boca Juniors en casa por cuatro goles a cero. Ademas fue en este época donde brillaron con mucha intensidad muchos jugadores del llamado Rebaño Sagrado.

En Torreón ha dirigido en dos épocas. La primera no fue tan fructífera como la segunda, en donde ya fue campeón.

A quienes lo vimos jugar, tanto por televisión como en vivo, nos dimos cuenta que Galindo era un jugador diferente, de esos que pocas veces hay en nuestro fútbol. Tenía una gran visión de campo, era un mariscal que ordenaba y sabia poner la pelota en el hueco exacto para hacer daño a los rivales.

Aquel pase que le da a Luis Roberto Alves en la copa América de Ecuador en el año de 1993 es una

clara muestra de lo que este señor podía hacer con la pelota en sus pies.Tuvo la gran responsabilidad de tirar el penal en contra de Argentina en aquella final de esa Copa América  que México termino por perder, pero que en aquel entonces representaba una gran responsabilidad y enfrente tenía a un portero que era especialista en detener penales.Galindo se plantó, y engaño como casi siempre lo hacía. La técnica que él tenía para tirar los penales sirvió a muchos directores técnicos para enseñar el como se debía de tirar un penal. Si bien no los cobraba con gran fuerza, porque no era necesario,

siempre los tiraba al otro lado de donde se movía el portero.

Poseía esa magia, ese talento, ese don. Nos regalos grandes goles de fuera del área, ya sea de tiro libre o con el balón en movimiento. La manera de conducir con la cabeza erguida y observando los movimientos de los compañeros a casi nadie se la he visto._

Cristobal OrtegaNombre completo: Cristobal Ortega Martínez Apodo: “Cristo”, “Garrinchita”Fecha de Nacimiento: 25 de julio de 1956Lugar de Nacimiento: D.F., México.Trayectoria profesional: América (1974-1991). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 24Goles internacionales con la Selección Nacional: 4Mundiales disputados: 2 (1978 y 1986*) *No tuvo participación jugados en Copas del Mundo: 1Goles anotados en Copas del Mundo: 0Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con América en 6 ocasiones (1975-1976, 1983-1984, 1984-1985, Prode 85, 1987-1988, 1988-1989)Campeón de la Copa Interamericana en 2 ocasiones (1978 y 1991)Campeón de Campeones en 3 ocasiones (1976, 1988, 1989)Campeón de la Copa CONCACAF en 3 ocasiones (1977, 1987 y 1990)Récord de partidos en el equipo América con 711 encuentrosRécord de partidos de liguilla con el equipo América con 75 encuentros

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Dice que no tiene el perfil para dirigir al América, el equipo al que le consagró 25 años de su vida, tal vez porque siempre trata de dar lo mejor para no tener remordimientos y no guardar añoranzas. Cristóbal Ortega es un símbolo americanista que parece que siente los colores con una mesura impasible. Nunca soñó con ser futbolista y acabó jugando dos décadas. Su nombre está siempre presente como uno de los referentes históricos pero él vive a distancia del nido, porque no lo dejan entrar a Coapa, desde hace mucho,

cuando acompañó a Carlos Reinoso, su padrinito santo, en aquella segunda chance como timonel, a finales del siglo pasado. “Yo nunca pensé en ser futbolista y lo fui”, dice Cristóbal mientras le pasa un trapo a sus trofeos que están ahí, en su casa, con el polvo acumulado del tiempo y lejos de la voracidad del ego, que en su momento, pudieron significarle al consagrado.En cada uno de los 711 partidos que jugó asumió todos los riesgos y sumó su parte cuando el equipo fue una máquina ganadora de títulos. Asegura que no le faltó nada, que no se guardó nada. Nunca portó otra camiseta más que la del América y con su número 7 marcó un estilo propio de jugar la contención. Por eso asegura ser tan práctico en su vida como lo era cuando jugaba de volante de contención. “Mantenerme íntegro, esa ha sido mi línea”, puntualiza .Cristóbal supo lo importante que es el americanismo para el América. El americanismo está formado por toda aquella persona que recibe el mensaje de los once jugadores y lo hace suyo. Es una simple fórmula de comunicación que si se rompe, destruye la comunión. Ortega fue un incansable. Estuvo presente en seis de los 10 títulos que guardan la vitrinas americanistas. Se retiró con honestidad y pasó el capítulo

con madurez. “Me retiro porque ya no sentía el gusto por

jugarlo y ya no sentía el compromiso. Ya no era correcto seguir en el futbol”, relata Ortega, con contundencia.

El día en que América descubrió a Cristóbal se escribió una historia que nunca debe olvidar ningún americanista, sería como negar sus propias convicciones._

El día en que América descubrió a CristóbalPorEnrique Ba#esteros

Cristóbal Ortega

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Entrevista a Cristóbal Ortega, les presentamos, únicamente, sus respuestas.

Antes que nada, no me consideró un histórico del América, soy o fui uno más del equipo Soy feliz así. No necesito más, no necesito ser ícono ni nada. Lo que hice lo disfruté al máximo en su momento y eso es mi mayor recompensa.Estoy orgulloso de haber vivido toda mi carrera en un sólo equipo como las Águilas. Las marcas me señalan como un jugador que tuvo mucha participación, por decirlo así. Que lo digan los números y los demás, no me gusta hablar mucho de eso.Sólo vestí las camisetas del América, dos años en Fuerzas Básicas y 18 con el primer equipo, y de la Selección Nacional. Jugué 711 partidos, 75 de Liguilla, 48 Clásicos, obtuve seis Ligas, entre otros triunfos.La década dorada del América es la de los 80 donde se consiguieron cinco títulos de Liga (83-84, 84-85, Prode 85, 87-88, 88-89), fuimos campeón de campeones y de la Concacaf y de la Interamericana. Y los campeonatos en México fueron sobre acérrimos rivales como Guadalajara, Pumas y Cruz Azul.Nací en el DF, en la colonia Arenal, en lo que era Río Consulado, lo que ahora es el Circuito Interior, en las calles de Pino y Ciprés. Ahí empecé a jugar como a los seis años en un equipo llamado Deportivo Abasolo en una liga de la colonia Tlatilco conocida como Deportivo Victoria de las Democracias.

Mi papá era empleado, un obrero, de una papelera y no sabía nada de futbol. Fuimos siete hermanos. Soy el penúltimo.En un torneo de los barrios jugaba con un equipo de la secundaria 55 en la Ciudad Deportiva  en el torneo Intersectores cuando se acercó el profesor Gilberto Gálvez que formaba en ese momento la primera juvenil del Club América. Nos invitó a probarnos a mí y a otros dos chicos.Si yo no hubiera tenido la

oportunidad de jugar en el América no hubiera sido profesional, no estaba en mis planes.Al poco tiempo mis compañeros dejaron de ir, pero yo continué. Y me quedé. El gusto por el Club fue algo espontáneo. De niño oía hablar del equipo y de repente ya estaba buscando los resultados de sus juegos en el puesto de periódicos.Iba a cumplir 16 años. Fuimos a probarnos sobre Tlalpan, ahí había unas canchas dónde ahora

QUE HABLE CRISTO...Por Omar Carri#o

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están unos laboratorios y una fábrica de autos.La primera vez que pisé Coapa jugaban las reservas del Zacatepec y del América, y mi primer pensamiento fue “cuándo voy a jugar yo ahí”. Me dejó impresionado Paco Macedo por su manera de jugar. Llegué en el 72 y en el 74 debuté en un partido de Copa contra Ciudad Madero que ganamos 4-0. En el Unión Coapa, ganamos un torneo de los barrios y de premio nos mandaron a Brasil a jugar dos partidos. Contra una universidad y ante el Flamenco, una juvenil, ahí me vio Mario “Lobo” Zagallo, se acercó a su gente y preguntó, “¿por qué está jugando ese brasileño en el equipo mexicano?”, alguien lo sacó de su error, “no, él es mexicano”. Se refería a mí el señor. En esos días yo era extremo derecho.Un año después me invitó a participar en un partido en el que se enfrentaron nuevos valores de Brasil: Zico, Sócrates, Falcao, Marinho, eran ya estrellas pero jóvenes, ante una de extranjeros como Elías Figueroa y Pedro Rocha. Fui invitado a ese duelo unos meses después de debutar.La primera vez que vi a Alfredo Tena recuerdo muy bien que jugaba en el medio campo. Alto, no tan fuerte como ahora, de cabello largo. Fui conociendo poco a poco a la gente que después estaría en Primera y sería fundamental en los 80´s. Nos conocimos cinco o 10 años antes y fue fundamental para los éxitos que tuvimos después.Había muchos jugadores hechos en la institución y sabíamos lo que significaba América, lo aprendimos desde la Primera Juvenil. De repente íbamos a jugar a Loreto, ahí eran muy bravos, o de Picacho para arriba, o dónde fuera y salíamos correteados nada más por ser del América. Aprendimos que para ser triunfador, y del equipo, debíamos ser mejor que los otros. Ahí nos fuimos dando cuenta de lo que era la institución. O te odian o te aman.Una vez me fui del club porque me llegó mi orden de pago para la preparatoria en la UNAM. Dije

“mejor me voy a estudiar”, el profesor Gálvez andaba en Europa y cuando regresó me buscó y me pidió jugara un torneo de los barrios, acepté y lo ganamos. Fue cuando nos enviaron a Brasil y José Antonio Roca antes de irme me dijo “cuando regreses quiero que te integres al primer equipo” y al poco tiempo debuté.Fui a un nacional y un pre nacional con el equipo representativo de la preparatoria. Antes de firmar mi primer contrato con América, cuando tenía 17 años, se acercó a mí Cruz Azul y me ofreció seis mil pesos mensuales y 40 mil en la mano. Dije que no, que estaba en el futbol porque me gustaba América. Después firmé por dos mil pesos.Me tocó ir al Mundial del 78 íbamos jugadores muy jóvenes como Hugo Sánchez, Víctor Rangel y yo mismo, pero había otros con mucha experiencia como “Gonini” Vázquez Ayala, Eduardo Ramos,

Toño de la Torre, Leonardo Cuellar, Nacho Flores. Había en realidad una mezcla de futbolistas jóvenes y de experiencia.También estuve en el Mundial del 86 y la preparación, en cuanto a apoyo, no hay ni punto de comparación. En la del 78 no

tuvimos muchos partidos importantes y con la del 86 los jugadores estuvieron concentrados un año. Faltando seis meses me integré yo. Hubo giras por todo el mundo. Éramos local y el apoyo fue impresionante.En el 78, éramos jugadores jóvenes con cualidades y nos faltaba experiencia, no había ese roce internacional que se tiene ahora. Fue un resultado amargo y muy triste, pero a mí me ayudó a madurar, a crecer, y no lo veo como algo malo. Busqué el lado positivo y me ayudó bastante. A la mejor llegamos al punto máximo antes del Mundial, a la mejor fue todo.Jugué ocho años de extremo derecho y a veces de izquierdo. Cuando estaba Carlos Reinoso de entrenador llegó Batata. Un brasileño que jugaba en mi posición y andaba extraordinariamente bien.

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Reinoso me empezó a meter como volante y a mí no me gustaba. Le decía me duele aquí y aquí. Llegó un momento en el que me dice “ahí o no juegas”, él me explicó la posición, la zona, me dio detalles. Le fui agarrando el gusto. Tenía el deseo de jugar y mis condiciones eran buenas. Me gustaba entrenar y siempre andaba bien. Como era extremo tenía drible y salida, eso lo empecé a aprovechar. Me gustó y era un panorama más amplio. Jugué 10 años ahí.El medio de contención es el jugador que le da el tiempo al equipo, le da ritmo. Le permite a sus compañeros tener tranquilidad en la defensiva para poder ir al ataque, él es el que hace las coberturas. Además, es el apoyo para los volantes más adelantados, inclusive para los delanteros. Es un recuperador y puede iniciar las jugadas. Ataca y defiende. Depende de la capacidad.Vi, entonces, los puntos buenos, tienes más libertad y más espacios, puedes ir hasta donde quieras en la ofensiva con responsabilidad y leyendo el juego.Se dieron algunos casos como el mío, Alberto Coyote por ejemplo o Panchillo Fernández, de Tampico.En mi posición vi jugadores como Roberto Koch, Gustavo León, Toño de la Torre, Carlos de los Cobos y fuera del América me gustaba mucho Jara Saguier.Pável Pardo es muy buen jugador ahí, su característica principal es ser técnico con buen pase, te da mucho en pelota parada o repartiendo el juego. Triunfó prácticamente en donde estuvo desde que inició en Atlas, Tecos, en Alemania y en América.En la década de los 80, América tenía un futbol vistoso con

grandes jugadores ofensivos como Brailovsky, Santos, Baca, Edu, Batata, Outes, Zague, Hermosillo, Peláez, y ya más atrás Carlos de los Cobos, Aguirre con las subidas de Mario Trejo y Vinicio Bravo, Alfredo Tena. Jugadores extraordinarios que podrían jugar en cualquier tiempo y en cualquier cancha.La Final ideal fue contra Chivas, el acérrimo rival, sobre todo porque un torneo anterior hicimos una campaña espectacular. Sumamos 61 puntos, nos llevamos todo y nos eliminaron ellos mismos en Semifinales. Al año siguiente en la Final, con 10 hombres, les ganamos 3-1. Fue de película y con esa me quedo.Fue una época en la que nos dimos con todo. Eran agarrones de Clásico. En la campaña 82-83 tuvimos una bronca espectacular, en la 83-84 los enfrentamos en la Final y en la 84-85 hubo otra enorme pelea. Eso fue lamentable, no teníamos un autodominio, yo repartí, y me repartieron durísimo.América siempre ha sido el más polémico. En aquella época decían que ganábamos porque nos ayudaban los árbitros. Viví la temporada 82-83 donde nos eliminó Guadalajara, me rompieron el ojo a los 11 minutos y no marcaron ni siquiera falta. Salí de la cancha y perdimos el partido con dos expulsiones. Hubo otro partido en el que estábamos para ser tricampeones con el señor Jorge Vieria unos años después y marcaron como penal una falta dos metros fuera del área, nos eliminó la UdeG en Semifinales. Muchos piensan que Falcao me liquidó, pero no es cierto. Yo ya no tenía ese gusto. Cuando llega él dice “va a jugar quien esté al ciento por ciento”. Yo tenía un

tironcito y Tena andaba mal de la rodilla. Pese a todo, yo sentí como que lo hizo con mala intención como que nos quería sacar. No jugaba por la lesión. El equipo no funcionaba. Una vez me preguntó su preparador físico,  “¿cómo andas?”, le dije lo de la molestia. Tres veces me preguntó y dije que no. Mi último partido fue ante Santos allá en Torreón en diciembre del 91. Había sido operado de las rodillas después del Mundial del 86 y no tenía toda la flexión en las piernas y el auxiliar me dice que él me va a hacer que recupere la flexión. Me dobló la rodilla y se me inflamó y, además, andaba agripado. El titular era Alejandro Domínguez y sufrió un esguince, jugué y me sacaron faltando 20 minutos. Me molestó porque a pesar de la gripa, y de la rodilla inflamada, me gustaba jugar los partidos completos. Íbamos ganando y no quise volver a jugar. Falcao me dijo que quería que jugara y le contesté que ya no quería jugar con ellos. Ya no tenía ese gusto por jugar. Cuando terminó el torneo la directiva me regaló mi carta, pero me lo dicen por teléfono. Nunca fui por ella. Agarré y me retiré en silencio._

Luis Roberto Alves Nombre completo: Luis Roberto Alves Dos Santos Gavranic Apodo: “Zaguinho”, “Zague”Fecha de Nacimiento: 23 de mayo de 1967Lugar de Nacimiento: D.F., México.Trayectoria profesional: América (1985-1996), Atlante (1996-1997), América (1997-1998), Atlante (1998-1999), Necaxa (2000-2003). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 84Goles internacionales con la Selección Nacional: 30Mundiales disputados: 1 (1994) Partidos jugados en Copas del Mundo: 4Goles anotados en Copas del Mundo: 0Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con América en 2 ocasiones (1987-1988 y 1988-1989)Campeón de Campeones en 2 ocasiones (1988, 1989)Campeón de la Copa Interamericana en 1 ocasión (1991)Campeón de la Copa CONCACAF en 3 ocasiones (1987, 1990 y 1992).Campeón de la Copa Oro (1997)Campeón de la Copa USA (1997)Anotó 7 goles en un partido de la selección en contra de Marti-nica en 1993

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En 1985 llegó a México la noticia de que dos hijos de aquel legendario brasileño José Alves "Zague" el "Lobo solitario" que jugó en los años sesenta en el América siendo Campeón de Goleo y uno de los mejores extranjeros que han venido a nuestro país, eran futbolistas del Corinthians. La noticia no causaría mayor revuelo sino fuera porque ambos eran mexicanos.

Nacidos en nuestro país, cuando su padre jugaba en el conjunto crema, se fueron a vivir a Brasil siendo aún muy pequeños. Cuando en el país sudamericano se les dio a escoger su nacionalidad, los dos –José Carlos y Luis Roberto- decidieron que eran y querían ser mexicanos.

El América a través de Panchito Hernández, Vicepresidente del club, hizo traer a los hermanos Alves a probarse con el equipo. Los dos causaron buena impresión pero al cabo de tres meses, el América se decidió por el que parecía tener mejores dotes futbolísticas, Luis Roberto, quien alcanzaba el 1.94 de estatura y corría como una gacela.

Luis Roberto debutó con las Águilas en el Torneo México 86 en un partido contra la U. de

G. en el Estadio Azteca, aunque su carrera en ascenso comenzaría al torneo siguiente. El titular en América era otro grande del futbol nacional: Ricardo Peláez, pero una lesión del atacante abrió las puertas para que Zaguinho iniciara los partidos. Su espigada figura, el gran parecido con su padre y su carisma sobre todo con los niños, le valieron de inmediato el apelativo de "Zaguito" que más tarde fue cambiado a "Zaguinho" como hasta la fecha se le conoce.

En el Torneo México 86, jugando contra el Puebla en la Angelópolis, Zague lograría su primer gol el 22 de diciembre de 1985. Único, por cierto que coniguió de tiro libre en su prolífica carrera. En esa temporada lograría tres más en fase de Liguilla, lo que era apenas una prueba de lo que estaba por venir.

En la Temporada 1986-1987 conseguiría 17 tantos, en la 1987-1988 14 en liga y 3 en Liguilla y en la 1988-1989 15 en liga y 1 en Liguilla, por lo que sus goles eran un aconstante que lo consolidaban como uno de los elementos más importantes de la escuadra americanista, con la que se coronó en las Temporadas 1987-1988 ante los Pumas y en la

ZaguinhoPor Carlos Calderón

Luis Roberto Alves

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AL VERLO A ÉL, INMEDIATAMENTE SE LE ASOCIABA CON EL CLUB

88-89 contra Cruz Azul a los que por cierto les anotaría un tanto en el partido de ida. Zague culminaba la década de los ochenta en la cima del futbol mexicano, era sin duda un atacante peligroso, un ídolo en América y un referente para selección nacional.

Zaguinho se convirtió rápidamente en el símbolo del América, al verlo a él, inmediatamente se le asociaba con el club. La pareja en la delantera de Hermosillo y Zaguinho se hizo famosa, porque ambos marcaban gol con grandes descolgadas por la izquierda del México-brasileño. Su impresionante velocidad, lo llevó a ser el jugador más rápido de México y sus galopadas, casi irremediablemente terminaban en anotación.

En la Temporada 1989-1990, tuvo poca activida por una lesión y anotó tan solo 6 goles en liga y uno en Liguilla, pero para la temporada siguiente (90-91), recobró su olfato goleador y logró 19 anotaciones, dos de ellas en fase final. El América, llegaría a la Final contra Pumas, gran aporte de esa distinción se debe a Zaguinho.

En la Temporada 1991-1992 conseguiría la misma cifra de 19 tantos, uno de ellos en Liguilla. Los años siguientes, sus compromisos con selección nacional lo llevarían a ausentarse largas jornadas de su equipo, pero aún así logró anotar 10 en la 92-93 (9 en liga y 1 en Liguilla) y 14 en la 93-94 (11 liga y 3 Liguilla).

Y en su mejor campaña con el club, en la Temporada 1994-1995, cuando dirigido por Leo Beenhakker jugó con mayor libertad, conseguiría 23 goles en liga y 2 en Liguilla, y sin embargo, no pudo ser campeón goleador, porque un gran goleador ex

compañero y compadre, anotaría 35, Carlos Hermosillo.

La Temporada 1995-1996 sería la última de Zague en América, los vientos soplaban diferente y aún a su pesar, Luis Roberto tenía que abandonar su casa en circunstancias un poco raras, para mudarse a tierras extrañas aunque no lejanas, el Atlante sería, a partir de entonces, su nuevo hogar.

Con el América,

logró lo que muchos ídolos y grandes jugadores no han podido igualar. Fue el máximo anotador en toda la historia del club, algo que ni el mismo Enrique Borja con tres títulos de goleo dentro de la institución pudo hacer. Sin duda, Luis Roberto Alves "Zaguinho", nunca será olvidado por aquellos buenos aficionados a las Águilas, aquellos que saben reconocer lo que es un verdadero jugador, todo entrega y pundonor que dio el alma por los colores que trae cosidos a la piel, los del América.

ZAGUE EN SELECCIÓN Y SU ÉPOCA POSTAMERICANISTA

Para muchos, Zaguinho no es un jugador dotado de gran técnica, pero la dedicación impuesta dentro y fuera de la cancha, la motivación hacia sus demás compañeros y su empeño

por darlo siempre todo, le llevaron a ser un ídolo del América y a ganarse un lugar en la Selección.

Fue en 1988, cuando Zaguinho recibiría su primera oportunidad, el 29 de marzo de aquel año Mario Velarde lo convocó para enfrentar con la Selección "B" a El salvador. El resultado final fue de 8-0, de los cuales dos serían de Zague.

A partir de ahí, Zague se volvió un insistituible, Alberto

Guerra (1989), Ignacio Trelles (1990) y Manolo Lapuente (1991) se harían de sus servicios. Sin embargo, César Luis Menotti (1992), decidió no llamar a Zague –que seguía anotando en su equipo- para la primera ronda de la Eliminatoria Mundialista.

Fue Miguel Mejía Barón, quien desde su llegada a la Selección Mexicana (finales de 1992), decidió darle mayor continuidad a Luis Roberto, y éste le pagó con creces.

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Durante la Copa de Oro de 1993, Zague jugando a lo grande, marcaría 11 tantos en cuatro partidos, 7 a Martinica, dos a Canadá, uno a Jamaica y uno más a los Estados Unidos, para alzarse con el liderato de goleo y contribuir para que México se llevara el certamen. El récord, no ha sido igualado y los 7 goles constituyeron en su momento un récord mundial a nivel de selecciones.

Durante la Copa América de 1993, Zague jugaría a un gran nivel logrando dos goles, uno contra Colombia y uno más de antología en contra de Perú.

El premio a sus esfuerzos, sería la Copa del Mundo en Estados Unidos 1994, Zague jugaría todos los encuentros completos de la Selección Mexicana, sin embargo, su función lo obligaba más a jalar marca y no anotó goles en el Mundial. Después del Mundial, Zaguinho mantendría su paso por la Selección durante 1994 y 1995 con Miguel Mejía Barón y 1996-1997 con Bora Milutinovic, disputando 28 partidos mas, logrando 6 goles.

A finales de 1997, Manolo Lapuente se haría cargo de la Selección Mexicana, Zaguinho no sería nuevamente convocado hasta que en el 2001, cuando Javier Aguirre tomó las riendas del seleccionado, recordó que el hijo del "Lobo Solitario", todavía existía….

En 1996 el futbol mexicano cambió de fisonomía, los directivos decidieron darle al formato un nuevo semblante y –copiando a la liga Argentina- se crearon los torneos cortos. Con ellos, el América se despedía de una gran figura, del ídolo que ningún aficionado podía imaginarse fuera del club. Luis Roberto Alves "Zaguinho" pasaba al equipo recién comprado por Alejandro Burillo: El Atlante.

El llamado equipo del pueblo, abrió la cartera para reforzarse en serio, pero sin duda alguna la carta más fuerte la representaba Zaguinho. En la glamorosa presentación del conjunto azulgrana, uno de los hombres más asediados fue el ex americanista.

La presentación no podía ser más afortunada, Luis Robeto anotó dos goles en su primer partido

de liga del Invierno 96 en contra del Veracruz. Zaguinho disputó como titular toda la temporada, y sólo estuvo ausente en 2 de los 17 partidos, logrando 10 anotaciones, -incluyendo dos al América en la Jornada 8- y el cariño de los atlantistas.

La temporada Verano 97 resultó un poco complicada para Zaguinho quien conseguiría 7 anotaciones, cinco en liga y 2 en Liguilla. El Atlante calificó y en Cuartos de Final Zague se convirtió en la figura en el primer encuentro logrando dos anotaciones al favorito Necaxa, uno de ellos con un derechazo preciso. Sin embargo, los goles de Zague no fueron suficientes y el Atlante comandado por Mejía Barón fue eliminado.

La buena actuación de Luis Roberto lo llevarían nuevamente al América para el Invieno 97, sin embargo, aunque jugó de titular casi todo el certamen, su función era diferente, jalaba marca, retrasado, tratando de surtir de balones a Ricardo Pelaez. Zaguinho lograría tan sólo 3 anotaciones y sus detractores dijeron que iba a la baja su rendimiento.Para el Verano 98 y con el regreso de Carlos Reinoso al América, parecía que Zague retomaría su nivel, de nuevo en la punta de punta, pero una lesión le cambiaría el panorama, jugó solamente 2 partidos completos de 11

totales que disputó y la zancada que constituía su principal arma para dejar atrás a los enemigos, no podía ser explotada fielmente sin sentir dolor. En aquella fatídica campaña para el méxico-brasileño, no lograría ninguna anotación en temporada regular. En la Liguilla, en cambio, ya en plena forma física logró un gol al Toros Neza en Repechaje, colaborando en la goleada de 4-2. En Cuartos de Final nuevamente su aportación fue fundamental para eliminar a Cruz Azul, al que le anotó un bello gol. En Semifinales el conjunto de Coapa sería eliminado, pero el ritmo tomado por Zague hacía prever que en la siguiente temporada sería fundamental del cuadro de las Aguilas, pero una nueva sorpesa llegaba a su vida futbolística, Carlos Reinoso decidió darlo de baja.

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Zague se sintió traicionado, él deseaba retirarse en América y ya lo había platicado con la Directiva, el regreso al Atlante no era de la mejor manera y su juego bajó ostensiblemente, además de que el equipo del pueblo pasaba también por sus peores momentos. En el Invierno 98 marcaría una sola anotación, en el Verano 99 lograría 5 tantos y en el Invierno 99 nuevamente tan sólo 1 gol. Al término del éste, el Atlante decidió darlo de baja. La temporada Verano 2000 fue un viacrucis para Zague, el Atlante y América se disputaban su carta y aunque tuvo varias propuestas de otros conjuntos, no se conocía con quien trabar negociaciones, ni el mismo Luis Roberto lo sabía. Zaguinho movió cielo, mar y tierra y logró, en el último día de negociaciones, que el América –dueña de su carta- se la obsequiara. Resulta que ante la disolución del grupo de futbol que aglutinaba a tres equipos: América, Necaxa y Atlante, la carta de Zague había quedado en el limbo, el grupo Burillo la reclamaba, pero el grupo Televisa de igual forma la pretendía, al final resultó ser de América que terminó regalándole la misma.

Con la carta en su poder, pero sin tiempo, Zague quedaría fuera del certamen Verano 2000, parecía que el retiro era inminente. Zague dedicó los primeros meses del 2000 al análisis del futbol en partidos naciones e internacionales del Grupo Televisa, sin embargo, el destino le tenía deparada una sorpresa. Raúl Arias, técnico del Necaxa conformó para el Invierno 2000 un equipo con una base veterana bastante significativa, en la cual, tenía contemplado a zague como líder de la misma. Así, Luis Roberto firmaría con el conjunto rayo.

El 30 de julio del 2000, al minuto 62 del partido de la primera fecha León-Necaxa, Zaguinho hacía su presentación oficial en la liga con el Necaxa. Tal parecía que Zague sería un relevo de lujo, ya que casi toda la temporada entró de cambio en los últimos 30 minutos. El único encuentro que disputó los noventa minutos sería el de la fecha 12 contra Toluca. Su producción fue baja, tan sólo dos goles en temporada regular, justificable por los pocos minutos jugados, sin embargo, en Cuartos de Final contra Santos, Zague jugando apenas los últimos minutos del partido, lograría dos goles,

mismos que no fueron suficientes para darle el pase al Necaxa a la siguiente ronda, Arias reconocería que Zague debió jugar más tiempo.

Zague jugaría el Verano e Invierno 200, el Verano 2002 y el Apertura y Clausura 2002-2003. Y si bien su produción goleadora no fue espectacular, si se convirtió en un pasador constante, colaborando al subtítulo de liga del Verano 2002 con 5 goles (dos en Liguilla), 4 pases a gol y un liderazgo a toda prueba.

Zague, como los buenos vinos, siguió dando muestras de su poderío y olfato goleador, el 18 de agosto del 2002 conseguiría su gol 200 en torneo de liga, colocándose como el mejor anotador en activo en ese momento y el cuarto con más goles en la historia del futbol nacional, sólo por debajo de Evanivaldo Castro Cabinho, Carlos Hermosillo y a unos cuantos de Oswaldo Castro el "Pata Bendita", todos ellos ya retirados y superando por mucho, lo realizado por su padre el "Lobo Solitario". Finalmente Luis Roberto se retiró con 209 goles en sus alforjas._

Manuel NegreteNombre completo: Manuel Negrete Arias Apodo: “Manolo”, “Zurdo”Fecha de Nacimiento: 11 de marzo de 1959Lugar de Nacimiento: Ciudad Altamirano, Guerrero, México.Trayectoria profesional: Pumas (1979-1986), Sporting de Lisboa (1986), Real Sporting de Gijón (1987), Pumas (1987-1990), Monterrey (1990-1991), Pumas (1991-1992), Atlante (1992-1993), Toros Neza (1993-1994), Mantarrayas de Acapulco (1994-1995), Atlante (1995-1996). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 57Goles internacionales con la Selección Nacional: 12Mundiales disputados: 1 (1986) Partidos jugados en Copas del Mundo: 5Goles anotados en Copas del Mundo: 1Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con Pumas (1980-1981)Campeón de Liga con Atlante (1992-1993)Anotó uno de los goles más bellos en historia de las Copas del Mundo (1986)

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La zurda mejor educada

No pasó por las aulas de la UNAM pero su pierna izquierda es la mejor educada que ha existido en el país, al menos en los últimos 30 años. Autor de varios de los goles más hermosos de la historia, como aquel que le anotó a Bulgaria en la Copa del Mundo “México 86ʺ″, con una tijera espectacular. Ese gol valió una placa, y otro conseguido con una chilena fantástica ante el Puebla, en la Liguilla 1984-85, es para mi, el mejor gol que he visto en el futbol local. Fino y técnico volante puma, quien, además defendió la playera del Monterrey, el Sporting de Lisboa en Portugal, el Sporting de Gijón en España y el Atlante, club con el que nuevamente fue monarca en 1992-93. También con la Selección Nacional mostró sus aptitudes, superando el medio centenar de partidos internacionales y disputando, a gran nivel, el Mundial de 1986, en el que además de marcar el gol antes citado ante Bulgaria fue el único que transformó su penal en gol en la serie definitiva ante Alemania en los Cuartos de Final. Negrete fue sin duda uno de los mejores volantes zurdos de la historia.

- Jorge Witker

Fue la maestra quien atentó contra la magia generada en la región derecha de su cerebro pero que se expresaba por la parte izquierda de su cuerpo. A Manolo le amarraban la zurda al pupitre, para que fuera normal como los demás niños. La mano hizo caso pero no la pierna. “Me gustaba pegarle con la zurda, con la zurda, con la zurda. Es muy raro porque no escribo con la zurda. No soy zurdísimo porque escribo con la derecha”, recuerda el de los goles bonitos.

Manuel Negrete Arias nació el 11 de marzo de 1959 en Ciudad Altamirano, Guerrero, en plena Tierra Caliente. Debutó en Primera División el 23 de septiembre de 1979 con los Pumas de la UNAM. Bora Milutinovic lo mandó al campo de la Ciudad Universitaria para enfrentar al Unión de Curtidores. Sin embargo, los orígenes de

Negrete no son de color azul y oro.

“Antes de ser profesional, podría pensarse que empecé en las fuerzas básicas de Pumas pero no, yo fui a las fuerzas básicas de Pumas pero donde estuve más tiempo fue en las fuerzas básicas de Cruz Azul”, recuerda.

Por cierto, en esta época Cruz Azul lo prestó para que jugará algunos partidos con el Pachuca. “En 76 ya estaba yo jugando en 2ª división. Mi primer equipo, en la 2ª división fue el Acapulco”, puntualiza Manolo.

Desde el puerto de Acapulco y para llegar a la Ciudad Universitaria había que cruzar la sierra, dejar Guerrero y subir a más de dos mil metros sobre el nivel del mar. Pero cuando el zurdito emprendió el viaje, su destino ya lo estaba esperando.

El de los goles bonitosPorEnrique Ba#esteros

Manuel Negrete

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Vamos a dejar que recuerde su llegada al pedregal.

“El llegar a un equipo profesional, el llegar a probarte y que te brinden lo que me brindo Pumas fue algo que no lo cambio y que lo valoro y que agradezco. Era un equipo que tenia de todo. Tenia clase, tenia contundencia, tenia coraje, tenia garra”, platica este hombre que parece no envejecer. Con el azul y oro escribió sus mejores momentos. Fue campeón Interamericano y campeón de Liga, pero donde encontró la inmortalidad fue en el estadio Azteca, cuando jugó la Copa del Mundo de 1986.

“Yo creo que un mundial de futbol es algo que pocos futbolistas pueden vivirlo, pueden sentirlo, porque es de sentir. Y en mi caso, cuando anoto ese gol, cuando se levantan 120 mil gentes, cuando tu estás en el césped es algo impresionante, es algo que no lo vuelves a vivir pero con el simple hecho de recordar hace que vibres”, basta ver el brillo en la mirada para entender que su alma quedó atrapada en esa jugada en donde remató de tijera, el más bonito de sus goles bonitos.

Aquel lance espectacular le puso los reflectores del mundo encima. Después del mundial se va a jugar a Europa con el Sporting de Lisboa, en Portugal. Ahí es donde le dijeron de sus goles bonitos. “Anoté goles bonitos y me llamaban así, el Negrete de los goles bonitos”. Después pasó un tiempo en España, con el Sporting de Gijón, donde jugaba Luis Flores, hasta que fueron repatriados.

“Llegue de Europa con otro ritmo. Me voy una temporada a Monterrey, la 90-91, cuando pumas fue campeón. Lamentablemente siempre iba a Monterrey y anotaba muchos goles, pero se los hacía a los Rayados y a los Tigres. Y cuando estuve en Monterrey no hice tantos como me hubiese gustado”, se sincera Manolo.

En 1991 regresó a Pumas. Tuca Ferreti, recién estrenado como estratega le convocó con un mensaje cifrado que tal vez Negrete no entendió: aquella temporada pudo haberse retirado con sus colores pero no lo hizo. Se contrató con Atlante en la 92-93 y hasta salió campeón. Después se enroló con Toros Neza, para volver al Atlante y ponerle punto final a su carrera en 1996.Para Manolo fue difícil decidirse a dejar el futbol después de tantos años. Pensar en otras cosas le revolucionó su ritmo de vida. La apostó a los bienes raíces y obtuvo rentas constantes y saludables. Pero ese era su dinero trabajando y no él. “Pero

hay otras cosas”, me dice , “yo estuve trabajando para el gobierno del estado de Guerrero en el desarrollo del deporte; estuve en la UNAM, en las actividades deportivas; y en la Federación Mexicana de Futbol, en la capacitación”. También fue candidato a diputado. Vendió pasto sintético, arte en pasto como el le llamaba a su proyecto. Y hoy sigue buscando dónde sentirse seguro, porque como el mismo dice: “mientras no tenga algo seguro yo estoy buscando muchas cosas, muchas opciones, soy hiperactivo en ese sentido”._

1. Helmut Rahn, Alemania Occidental 3 Hungría 2 (final de 1954).

2. 2. Pelé, Brasil 5 Suecia 2 (final de 1958).

3. Carlos Alberto, Brasil 4 Italia 1 (final de 1970).

4. Sócrates, Brasil 2 URSS 1 (primera fase, 1982).

5. Manuel Negrete, México 2 Bulgaria 0 (octavos, 1986).

GOLES MUNDIALISTAS MEMORABLES POR ORDEN DE ANOTACIÓN...

Futbol Internacional

Jules RimetRinus MichelsJust FontaineObdulio Varela

Bobby MoreMarco Van Basten

Mario KempesEmilio “Buitre” Butragueño

Dino ZofRicardo “Divino” Zamora

Jules RimetNombre completo: Jules RimetFecha de Nacimiento: 14 de octubre de 1873Lugar de Nacimiento: Alto Saona, Francia.Trayectoria profesional: Fundador y presidente del Red Star Football Club (1897-1910), Presidente de la Federación Francesa de Fútbol ( 1919-1942), Presidente de la FIFA (1921-1954), Presidente Honorario de la FIFA (1954-1956). Mundiales en los que presidió la FIFA: 5 (1930, 1934, 1938, 1950 y 1954)Títulos y distinciones más importantes: Presidente de la FIFA (1921-1954)Presidente de la Federación Francesa de Fútbol (1919-1942)Creador de las Copas del Mundo (1930) Nominado al Premio Nobel de la Paz (1955)

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VictoriaEl Trofeo Jules Rimet,

originalmente llamado Victoria, fue renombrado en su honor.

Diseñado por Abel Lafleur y hecho de plata esterlina chapada en oro con una base azul de lapislázuli, medía 35 cm (14 in) de altura y pesaba 3,8 kg (8,4 libras).1 Se componía de una copa octagonal, sostenida por una figura alada representando a Niké, la diosa griega de la victoria. El Trofeo Jules Rimet fue llevado a Uruguay para la primera Copa Mundial de Fútbol a bordo del Conte Verde, el cual zarpó de Villefranche-sur-Mer, justo al norte de Niza, el 21 de junio de 1930. Este fue el mismo barco que llevó a tierras sudamericanas a Jules Rimet y a los equipos de Francia, Rumania y Bélgica que participarían en el torneo ese año. El primer equipo en ganar el trofeo fue Uruguay, los campeones de la Copa Mundial de 1930.

Brasil ganó el trofeo definitivamente en 1970 y robado en 1983. Fue fundido por los ladrones que confesaron cuando años más tarde fueron arrestados por la policía brasileña.

La Copa del Mundo es la obra maestra de un francés que quiso unificar al planeta entero por medio de un balón. Graduado con honores en la carrera de leyes, idealista, demócrata, Jules Rimet encontró en el futbol la mejor forma de transmitir sus anhelos de paz y solidaridad.

Nació el 24 de octubre de 1873 en una modesta villa de Alto Saona, en Francia. En aquellos años la mayor preocupación de los Rimet era sobrevivir en un país sumido en una terrible crisis. Serafín, el padre, tenía un molino y ese era el negocio familiar. Cuando Jules tenía 12 años, en 1885, se mudan a Paris en busca de mejor fortuna y es en la explanada de los Inválidos, muy cerca de la tumba de Napoleón,

donde conoce de lleno el juego de futbol.

En la adolescencia despertaron sus ideales sociales y políticos. Fue un joven que se inclinó siempre hacia las posturas conciliadoras. No estaba a favor de los cambios radicales, sino serios y progresivos para el bienestar de la sociedad. Estos ideales los dio a conocer a través de una publicación que fundó y a la que llamó LA REVUE, que significa La Revista, en francés.

A Rimet siempre le gustaron los deportes, en especial el futbol, pero nunca los practicó más allá de la mera recreación. Él era un convencido de que el deporte fomentaría el desarrollo de la sociedad y dentro de sus propuestas políticas siempre daba

La obra maestra de un francésPor Enrique Ba#esteros

Jules Rimet

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TRAS 15 DÍAS DE VIAJE LLEGÓ A MONTEVIDEO PARA PRESENCIAR SU GRAN OBRA

importancia a la cultura física.En marzo de 1897 creó el Red Star Club, que

hoy en día aún existe en el futbol francés. Los jugadores del equipo eran, en su mayoría, empleados y obreros de París. Inmerso en el mundo del balompié, estuvo al tanto de la creación de la primera liga de futbol en Francia en 1910 y cuando estalló la primera guerra mundial ofrendó su vida a la nación en los campos de batalla. Jules Rimet combatió a los alemanes y formó parte de los regimientos territoriales de infantería sin dejar a un lado sus planes de estructuración del futbol galo en una federación que se consolidó en 1919. Por supuesto que él se convirtió en el presidente de la naciente Federación Francesa de Futbol.

Siendo el representante del futbol de su país se fue abriendo camino en la Federación Internacional de Futbol Asociación, la FIFA, hasta que en 1921 fue nombrado presidente del organismo y desde esa máxima tribuna dirigió todos sus esfuerzos en busca de concretar su obra maestra: la Copa del Mundo.

La idea de un campeonato mundial se venía fraguando desde 1904, pero los ingleses hicieron todo lo posible para evitarlo.. En 1920, Jules Rimet retomó la idea mientras se celebraban los Juegos Olímpicos de Amberes, pero fue hasta 1928, en un congreso celebrado en Barcelona, donde se aprobó

la realización del primer mundial. Hungría, Italia, Holanda, España, Suecia y Uruguay fueron los candidatos. Los uruguayos fueron los elegidos.

Jules Rimet partió de Villefranche-sur-Mer a bordo del Conte Verde. Tras 15 días de viaje llegó a Montevideo para presenciar su gran obra. Con él

llevaba un trofeo, una escultura del parisino Abel Lafleur. La "Diosa alada de la Victoria" estaba sosteniendo una pelota y la habían fabricado en plata sobre una base de piedra preciosa. Pesaba 4 kilos. y medía 35 centímetros. Fue levantada por primera vez por el capitán de la selección uruguaya José Nazassi, ante más de 100 mil espectadores en el estadio Centenario.

Se jugaron dos Copas del Mundo más en Europa antes de la segunda guerra mundial, una en Italia y otra en Francia, en ambas ediciones los italianos fueron campeones. Ya en tiempos de paz, la FIFA decidió darle nombre al trofeo de la victoria alada. Desde 1946 la llamaron Copa Jules Rimet, en honor al padre de los mundiales, al hombre que presidió a la FIFA por 33 años, al francés que soñó con unificar al mundo por medio de un balón, al presidente que organizó cinco mundiales, al idealista que rechazó rotundamente ser condecorado con el premio Nobel de la Paz y que murió a los 83 años, un 16 de octubre de 1956._

DEL ÁLBUM DE MONSIEUR RIMET...

Rinus MichelsNombre completo: Marinus Jacobus Hendricus Michels Apodo: “Rinus”, “El General”, “Mister Mármol”Fecha de Nacimiento: 9 de febrero de 1928Lugar de Nacimiento: Ámsterdam, Holanda.Trayectoria profesional como DT: Ajax (1965-1971), Barcelona (1971-1975), Ajax (1975-1976), Barcelona (1976-1978), Aztecas de Los Ángeles (1979-1980), FC Colonia (1980-1983), Bayer Leverkusen (1988-1989). Director Nacional de Holanda en 3 ocasiones diferentes (1974), (1984-1988), (1990-1992). Mundiales dirigidos: 1 (1974)Partidos dirigidos en Copas del Mundo: 7Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con el Ajax (1966, 1967, 1968, 1970)Campeón de Liga con Barcelona (1974)Campeón del Torneo de Ferias (1971)Campeón de la Copa de Europa (1971)Campeón de la Copa KNVB (1967, 1970 y 1971)Campeón de la Copa del Rey (1978)Campeón de la DFB Copa de Alemania (1983)Finalista con su Selección en el Mundial de Alemania (1974)Campeón de la Eurocopa (1988)

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Las máximas de Michels1. El adversario debe ser exprimido en su propio campo. Congestionar el campo rival con 21 hombres significa cerrar espacios e impedir que hagan jugadas con libertad.2. La salida en bloque a la hora del pase de un atacante es una jugada ofensiva y no defensiva. La idea es quitarle el balón al rival que va a lanzar, si es posible antes del propio lanzamiento.3. Cuando se quita el balón al rival en su propio campo los defensas deben retroceder, así los espacios que faltarán al enemigo para armar su jugada aparecerán para los atacantes del propio equipo.4. Ningún jugador debe tener posición fija. El jugador debe cumplir una función de acuerdo con la posición del campo en la que se encuentre. Si un atacante cae en su defensa será zaguero y viceversa.5. Todos los jugadores deben estar para marcar al rival cuando éste tenga el balón. Ninguno puede liberarse de esta función.6. El desgaste físico de los jugadores debe ser el mismo. Sólo el líbero, el cerebro y el goleador, pueden tener un desgaste menor. El jugador que no suda la camiseta explota al compañero de equipo.

El fútbol es la guerra, dijo el general. Los dos equipos están armados hasta los dientes y compiten por la gloria. Cada batalla levanta el polvo de las emociones. La idea consiste en acosar sin tregua ni respiro al adversario para recuperar la posesión del balón, y no ceder a ningún precio la iniciativa del ataque al contrincante, contando con dos requisitos básicos: un espíritu de lucha inquebrantable y una perfecta preparación física, sin los cuales el sistema se derrumba irremediablemente.

¿Cómo contarle al mundo que esta fórmula se acentúa con la historia de una derrota? La Holanda de 1974 es el molde del futbol espectacular. Un futbol

que iba abriendo como un abanico. Un incesante ataque con y sin balón. Una vieja idea que rondó en la mente de muchos pero que uno sólo la puso en marcha asumiendo los riesgos. Hoy el mundo entero disfruta de ese futbol total que se aplaude hasta en la derrota.

Dicen que ese hombre que revolucionó al futbol era tan serio como una esfinge. Tan duro como el mármol. Tan exigente, marcial y autoritario en los entrenamientos que se le dio el grado de general.

Marinus Jacobus Hendrikus Michels nació el 9 de febrero de 1928 en Amsterdam. De su padre heredó el gusto por el juego.

El generalPor Enrique Ba#esteros

Rinus Michels

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DETRÁS DE ESA ESFINGE SIEMPRE EXISTIÓ UN ALMA NOBLE, ALEGRE, SINCERA

Desde los 12 años vistió la playera del Ajax. Debutó a los 18 y lo hizo anotando cinco goles de los 121 que marcó a lo largo de 269 partidos. Fue seleccionado nacional en cinco ocasiones. A los 30 años se tuvo que retirar del futbol. Una hernia le provocaba dolores crónicos en la espalda. Mientras Rinus Michels jugó, el futbol en el reino de los Países Bajos fue intrascendente.

Pero en 1964 llegó al banquillo del Ajax. Michels no era un empírico. Estudió educación física y ese concepto que puso en marcha era producto de lo que le había aprendido a un viejo técnico inglés (Jack Reynolds) que lo dirigió, a la aplicación de estrategias del basquetbol, al desarrollo de las fuerzas juveniles, a los consejos de Stefan Kovacs y a que el destino le había puesto en su camino a una generación de jugadores que ejecutó con eficacia el sistema del general. Johan Cruyff fue educado bajo esta filosofía y predicó con el ejemplo.

El Ajax fue construyendo ese espíritu de lucha inquebrantable y el general estaba siempre al pendiente de la perfecta preparación física. Llegaron por añadidura los éxitos. Los campeonatos nacionales colocaron al equipo en la disputa por las copas europeas. Luego vino aquella epopeya de 1974. El agradecimiento de una nación entera a pesar de la derrota, y el reconocimiento del mundo fue incuestionable. Después se dio la llegada de los holandeses al Barcelona y la consolidación de un estilo que hoy se sigue aplicando, con dejos de perfección, en la oncena blaugrana.

Pero el general tenía el sueño de volver a Amsterdam con algo más que el reconocimiento.

Una nueva generación volvería a revolucionar el futbol total. La Eurocopa de 1988 desató la euforia de todo el país. Rinus Michels alcanzó lo que siempre había anhelado. Sus tropas triunfaron y la fiesta fue inolvidable.

Detrás de esa esfinge siempre existió un alma noble, alegre, sincera. De gran calidad humana. Fuera de la cancha era un hombre relajado y feliz. Por eso Míster Mármol disfrutaba al compartir sus dotes de tenor. Amó tanto a su esposa que cuando

ella murió, su corazón de viejo se partió. Nunca tuvo hijos pero se comportó como un padre para sus muchachos, de quienes siempre recibió cariño sincero. Hasta que llegó ese 3 de marzo de 2005. El general se fue dejando tras de sí un ejemplo de vida. Más allá de ser considerado el mejor director técnico de la historia del siglo XX, Rinus Michels siempre será recordado con esa sonrisa que sólo se alcanza con la plenitud._

DEL ÁLBUM DEL GENERAL...

Just FontaineNombre completo: Just Fontaine Apodo: “Pesadilla”, “Romerredes”, “El viejo fusil”Fecha de Nacimiento: 18 de agosto de 1933Lugar de Nacimiento: Marruecos (Protectorado francés).Trayectoria profesional: US Casablanca (1950-1953), Niza (1953-1955), Stade de Reims (1956-1962). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 21Goles internacionales con la Selección Nacional: 30Mundiales disputados: 1 (1958)Partidos jugados en Copas del Mundo: 6Goles anotados en Copas del Mundo: 13Títulos y distinciones más importantes: Campeón de la Liga de Francia con el Niza (1956)Campeón de la Liga de Francia con el Stade de Reims (1958, 1960 y 1962).Campeón de la Copa de Francia con el Niza (1954)Campeón de la Copa de Francia con el Stade de Reims (1958)Tercer lugar del Mundo en la Copa Mundial de 1958.Máximo goleador de una Copa del Mundo con 13 goles (1958)Campeón de goleo de la Liga de Francia en 2 ocasiones (1958 y 1960)

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Las botines de JustoEstos son las zapatos del fantástico récord. Fontaine anotó los trece goles en la Copa del Mundo de 1958, celebrada en Suecia.

De cañonero a cañonero

Cuando Ronaldo superó la marca goleadora en mundiales de Gerd Müller, el cañonero no

reparó en rendir homenaje al francés:"Siempre dije que no era un récordman. Ese honor, para mí, le cabe a Just Fontaine, que anotó 13 goles en un solo campeonato mundial. Para mí es el mejor".

El nombre de Just Fontaine sigue apareciendo cada vez que se celebra un Mundial. No en vano, se trata del récord con mayor permanencia en la historia del deporte. El mítico delantero francés, nacido en Marrakech, pasó a la historia en 1958 tras anotar trece goles en seis partidos en el Mundial de 1958. A día de hoy, el récord del que fuera jugador del Niza o el Stade Reims permanece intacto, y eso hace que su leyenda sea cada año más grande.

Fontaine tuvo que jugar el Mundial con las botas de su compañero Stéphane Bruey. Se las devolvió seis partidos después con trece goles más

La estadística permanece ahí, inalterable con el paso del tiempo, valiosa e inédita,

intocable para todas las grandes figuras que han pasado por la historia de los Mundiales. Sin embargo, pocos conocen más allá del dato, de la heroica cifra. Y es que muchas fueron las circunstancias que se aunaron para llevar a Fontaine a tocar el cielo con las manos en aquella cita mundialista. Francia fue la primera en llegar a tierras suecas, entre otras cosas, porque muchos pensaban que también serían los primeros en irse. No fue así. Fontaine, por aquel entonces, no entraba en el once ideal de Batteux, seleccionador de los 'bleus', a pesar de llegar con una carta de presentación inmejorable: 34 goles con el Stade de Reims, pichichi de la Ligue 1 y Bota de Oro europea.

Un fusil de repetición francésPor Jaime Rincón

Just Fontaine

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Y aquí se dio el primer factor para alcanzar la gesta. La suerte o como quieran llamarle se alió con Fontaine, y la lesión del delantero titular, Raymond Blair, la abrió las puertas de la titularidad. De ahí, a la gloria. Lo que casi nadie sabía por entonces es que las botas con las que Fontaine perforaba las porterías rivales no eran suyas. En aquella época, cada jugador tenía dos pares de botas, y el bueno de Fontaine llegó a Suecia justito de material. Stéphane Bruey, compañero en el combinado nacional, tuvo que prestarles unas. Y Fontaine se las devolvió, seis partidos después y con trece goles más. Sin una técnica depurada, destacó por su velocidad, capacidad para el remate y potente salto de cabeza Tres tantos a Paraguay, dos a Yugoslavia, uno a Escocia, dos a Irlanda del Norte, uno a Brasil y cuatro a la República Federal Alemana. Cuatro que pudieron ser cinco. La humildad de Fontaine era tal, que al delantero ni se le pasó por la cabeza pedirle a su compañero Kopa lanzar un penalti en la lucha por el tercer y cuarto puesto. "Él era el encargado de tirar los penaltis, así que ese día no tenía por qué ser diferente", apuntaba Fontaine unos años más tarde. A pesar de la gesta, Francia se topó con la Brasil de Garrincha, Didi, Vavá y un jovencísimo Pelé que daba sus primeros pasos. Su sociedad con Raymond Kopa no fue suficiente. Pero la pareja que ambos formaron pasaría ya a la historia del fútbol. "Era el delantero que se adaptaba perfectamente a mi juego. Estaba seguro que me lo encontraría al salir de un regate", señalaba el genial extremo.Su carrera a nivel de selecciones fue casi perfecta. De su debut, con 'hat-trick' incluido, ante Luxemburgo hasta su

último encuentro en el que cerró su treintena de goles en 21 partidos.

Pero volvamos a sus inicios. Como marroquí de nacimiento, Fontaine comenzó su carrera en el Casablanca. Sin una técnica depurada, Fontaine basó su progresión en su tremendo olfato goleador, gran velocidad, capacidad para el remate y su potente salto de cabeza. "Salto tanto para rematar

de cabeza que cuando bajo tengo nieve en el pelo", señalaba en tono jocoso el francés. En Tres temporadas para dar el salto a la Ligue 1, donde le esperaba el Niza. Allí empezó a engordar sus número como goleador con 45 goles en 69 partidos, ganando una Copa en el 54 y una Liga en el 56. Méritos más que suficientes para que el Stade de Reims se fijará en él y cerrara su contratación para la 56-57. Seis temporadas en las que conquisto tres ligas, dos pichichis y casi una Copa de Europa. El Real Madrid de Di Stéfano y Gento le apartó de un

palmarés envidiable.Un equipo histórico, el madrileño, y la suerte

que años antes había estado de su parte para jugar en Suecia. Las lesiones acabaron de manera prematura con una carrera llena de alegrías y momentos para el recuerdo. Una fractura de tibia y peroné en un encuentro ante el Sochaux le alejó de los terrenos y su regreso fue tan fugaz como frustrante. En su partido de reaparición, ante el Limoges, Fontaine se volvió a romper y adelantó su retirada a julio de 1962, con sólo 29 años. "Me quedaban los mejores años de mi carrera", recordaba resignado el francés. Y es que de la gloria a la decepción hay un pequeño paso._

13 goles: Just Fontaine (FRA) en 1958

11 goles: Sandor Kocsis (HUN) en 1954

10 goles: Gerd Müller (RFA) en 1970

9 goles: Ademir (BRA) en 1950 y Eusébio (POR) en 1966

8 goles: Guillermo Stábile (ARG) en 1930 y Ronaldo (BRA) en 2002

LOS MÁXIMOS GOLEADORES EN UNA COPA MUNDIAL DE LA FIFA ...

Obdulio VarelaNombre completo: Obdulio Jacinto Muiños Varela Apodo: “El Negro Jefe”Fecha de Nacimiento: 20 de septiembre de 1917Lugar de Nacimiento: Paysandú, Uruguay.Trayectoria profesional: Deportivo Juventud (1936-1938), Wanderers (1938-1943), Peñarol (1943-1955). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 45Goles internacionales con la Selección Nacional: 9Mundiales disputados: 2 (1950 y 1954)Partidos jugados en Copas del Mundo: 7Goles anotados en Copas del Mundo: 2Títulos y distinciones más importantes: Campeón del Mundo con Uruguay (1950)Campeón de la Copa América (1942)Campeón de la Liga Uruguaya en 6 ocasiones con el Peñarol (1944, 1945, 1949, 1951, 1953 y 1954).

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Negro JefeWashington “Canario” Luna compuso una canción en su honor. Aquí un fragmento:

Jacinto Obdulio Varela,el pueblo no te olvidó,y aún te rinden homenaje,de un candombe de mi flor.

Jacinto pa' todo el mundo!"Vinacho" viejo nomá!Capitán de la celeste, campeón de Maracaná.

Negro jefe,paladín de la victoria,formidable centrojás,tu gloria no ha envejecidoporque siempre sos el mismoy nada te hará cambiar.

Negro jefe,cuando cuentan tus hazañas, los muchachos de mi edadnos conmueve recordando tiempos idos,del gorrión que había nacidopara ser campeón mundial.

Yo era chiquilín y futbolero, y como todos los uruguayos estaba prendido a la radio, escuchando la final de la Copa del Mundo. Cuando la voz de Carlos Solé me transmitió la triste noticia del gol brasileño, se me cayó el alma al piso. Entonces recurrí al más poderoso de mis amigos. Prometí a Dios una cantidad de sacrificios a cambió de que Él se apareciera en Maracaná y diera vuelta el partido.

Nunca conseguí recordar las muchas cosas que había prometido, y por eso nunca pude cumplirlas. Además, la victoria de Uruguay ante la mayor multitud jamás reunida en un partido de fútbol había sido sin duda un

milagro, pero el milagro había sido más bien obra de un mortal de carne y hueso llamado Obdulio Varela. Obdulio había enfriado el partido, cuando se nos venía encima la avalancha, y después se había echado el cuadro entero al hombro y a puro coraje había empujado contra viento y marea.

Al fin de aquella jornada, los periodistas acosaron al héroe. Y él no se golpeó el pecho proclamando que somos los mejores y no hay quien pueda con la garra charrúa:

- Fue casualidad —murmuró Obdulio, meneando la cabeza. Y cuando quisieron fotografiarlo, se puso de espaldas.

ObdulioPor Eduardo Galeano

Obdulio Varela

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LOS BRASILEÑOS LLORABAN, NADIE LO RECONOCIÓ...

Pasó esa noche bebiendo cerveza, de bar en bar, abrazado a los vencidos, en los mostradores de Río de Janeiro. Los brasileños lloraban. Nadie lo reconoció. Al día siguiente, huyó del gentío que lo esperaba en el aeropuerto de Montevideo, donde su nombre brillaba en un enorme letrero luminoso. En medio de la euforia, se escabulló disfrazado de Humphrey Bogart, con un sombrero metido hasta la nariz y un impermeable de solapas levantadas.En recompensa por la hazaña, los dirigentes del fútbol uruguayo se otorgaron a sí mismos medallas de oro. A los jugadores les dieron medallas de plata y algún dinero. El premio que recibió Obdulio le alcanzó para comprar un Ford del año 31, que fue robado a la semana.

**********

"A mediados de los años cincuenta, Peñarol firmó el primer contrato para lucir publicidad en las camisetas. Diez jugadores aparecieron con el

nombre de una empresa en el pecho. Obdulio Varela, en cambio, jugó con la camiseta de siempre, y explicó:

- Antes, a los negros nos llevaban de una argolla en la nariz. Ese tiempo ya pasó."_

200 MIL MUDOS Y MILLONES PERPLEJOSPor Fabián Galdi

El bar, ese hogar alterno donde se conquista la madrugada, fue el epicentro de un encuentro fugaz e inesperado: los parroquianos, atónitos, unían su lamento por la gloria escurrida como agua entre los dedos; Brasil había perdido la final del mundial en casa propia y el carnaval carioca guardó sus fastos de apuro. Las mesas, las sillas, la

barra, el encargado y el silencio como símbolo de la única comunicación posible: el lenguaje gestual y las lágrimas urgentes reemplazaban el bullicio, el brindis, la euforia y el discreto encanto de la borrachera.

Río de Janeiro sufrió un tajo en su historia de “cidade maravilhosa” en aquél 16 de julio de 1950. Un golpe lacerante y definitivo al orgullo popular: Uruguay, ese convidado de piedra, había pateado el tablero sin aviso. La Seleçao nunca había estado preparada para asumir una derrota; los 203.850 espectadores que poblaban el Maracaná,

tampoco. Los millones que aguardaban afuera el final del partido – impacientes - para iniciar el festejo desenfrenado, menos que menos. Un empate, tan solo, bastaba para que el seleccionado local ganara el cuadrangular que definía el cuarto campeonato del mundo, primero luego del fin de la segunda guerra mundial.

En el bar, perdido entre el sollozo de la gente, bebía caña un hombre corpulento y de mirada perdida; taciturno. Alguien lo reconoce y alza tímidamente la voz, los demás acodados a la barra empiezan a darse cuenta de quién se trata y el aludido se pone en actitud de alerta: es uno más en la escena, pero se inquieta – de entrada- ante la reacción eventual de sus ocasionales compañeros.

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En ese par de segundos, la adrenalina se dispara. No son necesarias las palabras, los ojos de muchos clavados en los de uno bastan para comunicarse. De repente, alzan las copas; todos. El gesto de cortesía no necesita de vocabulario. Hay un uruguayo entre brasileños. Es Obdulio Varela, el “Negro Jefe”, el principal artífice de la victoria rioplatense y de la desazón del gigante. David y Goliath compartiendo el mismo espacio. Los códigos del fóbal.

Obdulio Jacinto Muiños Varela había nacido en 1917 en Paysandú, allí donde el río Uruguay es el límite natural con Colón, en la costa entrerriana, sin pastera que separe. El fútbol le dio contención en su adolescencia y los 349 kilómetros que median entre su pueblo natal y Montevideo se recorrieron con la misma esperanza de quien intuye que allí podrá ganarse la vida gracias a una esfera de cuero y gajos. Wanderers, primero, y Peñarol, después, se convirtieron en la causa de su inclusión definitiva en un sistema social en el cual se sentía protegido.

Ya por el ascendiente de su personalidad, el brazalete de capitán decoró su brazo izquierdo con la camiseta celeste del seleccionado uruguayo. A contramano del estereotipo de “centrojás rudo, prepotente y gritón”, tan común en el imaginario de la época, se lo recuerda como quien solía comunicar su pensamiento en pocas palabras, cara a cara y en privacidad con el interlocutor. Escuchó, sorprendido – al igual que sus compañeros – al directivo que ingresó al vestuario poco antes de la finalísima en el Maracaná y les dijo, palabras más o menos, que “el honor se salva perdiendo por menos de cuatro

goles”. El dirigente se fue, satisfecho, tras su arenga en tono del poseedor del pensamiento único. “No le hagan caso: los de afuera son de palo”, fue la respuesta del líder nato, por caso proactivo, como en estos tiempos definen los especialistas en marketing.

Doscientos mil en las tribunas, la mayor concurrencia a un partido de fútbol de todos los tiempos, podían intimidar a los dirigentes, pero no a once uruguayos compenetrados en el mensaje escueto y definitivo de su vocero. Friaça, apenas comenzado el segundo tiempo, marcó el gol brasileño, todo un preanuncio de que al campeón le bastaba sólo esperar el pitazo final del árbitro. De inmediato, el juez inglés George Harris recibe el reclamo de un supuesto off side del goleador por parte de Obdulio Varela, por lo cual fue necesario llamar a un intérprete. En los minutos que transcurrieron entre la convalidación del tanto y el reinicio del partido, el Negro Jefe” captó que la multitud se había relajado luego del desahogo por el festejo. La psicología de la calle desnudó a un rival con la guardia baja, bloqueado aún a pesar de estar en ganancia. “Lo que hice fue demorar la reanudación del juego, nada más. Esos tigres nos comían si les servíamos el bocado muy rápido", dijo, años después, a la prensa oriental.

Frente a brasileños en estado de shock, virtualmente paralizados emocional y físicamente, Uruguay jugó los minutos restantes bajo la consigna de su capitán: “No miren a la tribuna, el partido se juega acá abajo”. Schiaffino empató y Ghiggia marcó el gol decisivo, el cual sirvió de prólogo

para que esa extraordinaria final fuese históricamente conocida como “el maracanazo”.

El propio presidente de la FIFA, Jules Rimet, quien se había ido antes del palco de honor para buscar el trofeo que debía entregarse a los vencedores, titubeó cuando volvió a la cancha y observó a miles de brasileños en crisis, llorando a lágrima viva. De repente, un hombre se le acerca, se le presenta en tono cortés y le pide la Copa: era Obdulio Varela.

Los jugadores uruguayos, con los pocos viáticos que les quedaban, dejaron el hotel y salieron a la noche con ánimo de compartir una cerveza. Uno de ellos se excusó, partió solo por las calles de Río y desembocó en un bar. Pidió caña, se entremezcló hasta con culpa entre los asistentes al bar. Lo demás, es historia conocida. Eduardo Galeano, en un pincelazo, también la describe: “Volvieron a Montevideo y Obdulio Varela se escapó del gentío escudado en un sobretodo de solapas anchas, a lo Humphrey Bogart. Con el escaso premio que le dieron se compró un Ford modelo’31; se lo robaron a la semana siguiente”.

Obdulio Varela se retiró del fútbol en 1955 y se recluyó en un silencio de radio que incluyó el rechazo a los homenajes públicos y a las apariciones mediáticas. “A los negros nos ponían antes una argolla en la nariz para llevarnos donde quisieran; eso era antes”, dijo. Y encontró en Catalina su refugio permanente, hasta que ella murió en 1996; dos meses después, el “Negro Jefe” volvió a encontrarse con su compañera de toda la vida en un mundo imaginario…donde, por si alguna duda cabe, “los de afuera son de palo”._

Bobby MooreNombre completo: Robert Frederick Chelsea Moore Apodo: “Bobby”Fecha de Nacimiento: 12 de abril de 1941Lugar de Nacimiento: Londres, Inglaterra.Trayectoria profesional: West Ham (1958-1974), Fulham FC (1974-1977), San Antonio Thunder (1976), Seattle Sounders (1977-1978). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 108Goles internacionales con la Selección Nacional: 2Mundiales disputados: 3 (1962, 1966 y 1970)Partidos jugados en Copas del Mundo: 14Goles anotados en Copas del Mundo: 0Títulos y distinciones más importantes: Campeón de la Copa Mundial de la FIFA (1966) Campeón de la Copa de la UEFA (1964-1965)Campeón de la Copa de Inglaterra (1963-1964)Considerado el mejor defensa de la historia del fútbol inglés.Bota de Plata Mundial de México (1986)

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CapitánNació en Barking, un

suburbio de Londres en el Reino Unido. Moore, el mejor defensa de la historia de Inglaterra, parecía carecer del ritmo y el físico necesarios para ser un buen defensa central, no era potente a pesar de su talla; ligero y ágil, tenía una ubicación y una visión magnífica para el juego y siempre estaba un paso por adelante de los atacantes contrarios. Sus entradas eran limpias y rara vez era amonestado.

Moore capitaneó a Inglaterra en 90 encuentros (un récord compartido con Billy Wright), entre ellos en la victoria del Copa Mundial de fútbol de 1966. Pasó la mayor parte de su carrera en el West Ham hasta que a los 32 años se fue al Fulham FC (junto con George Best) y finalmente viajó a Estados Unidos para jugar con los Seattle Sounders y el San Antonio Thunder.

¿Quién custodia la entrada de Wembley? Esa escultura en bronce con sus seis metros de altura debe simbolizar algo muy profundo. Es inspiracional. Evoca a un futbolista inmaculado. Un grandioso defensor. Un héroe inmortal. El primer inglés en levantar la Copa del Mundo. El hijo predilecto del este de Londres. La mayor leyenda de West Ham United. Un tesoro nacional. Amo de Wembley y señor del fútbol. Un capitán extraordinario. Un caballero eterno. Sir Robert Frederick Chelsea Moore.

Las anteriores son, casi todas, palabras de Jeff Powell (columnista del Daily Mail) dedicadas a su gran amigo. Todos los que lo conocieron coincidían en alguno de estos elogios para este futbolista extraordinario. Pelé y Beckenbauer le rindieron honores en vida. Alf Ramsey,

director técnico campeón del mundo con Inglaterra en 1966, le hubiera confiado su propia vida. Y hasta Tony Blair, ex primer ministro del Reino Unido, lo encumbró como un modelo de conducta en la vida pública.

Bobby Moore nació el 12 de abril de 1941 en Barking, al este de Londres. Tan cerca de Upton Park que fue inevitable que fuera un hammer con todo lo que esto implica. En el West Ham se enroló cuando dejó la infancia y a los 17 años ya estaba sustituyendo a su mentor cuando este padeció por la tuberculosis. Si alguien le enseñó al muchacho como defender fue el Big Mal. Malcom Allison fue generoso con el rubio y supo que sería su pupilo el que ocuparía su lugar de ahí en adelante. El 8 de septiembre de 1958 debutó contra el Manchester United.

El caballero eternoPor Enrique Ba#esteros

Bobby Moore

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Desde entonces Upton Park y sus huestes se le entregaron por siempre. Quinientos cuarenta y cuatro actuaciones y 24 goles con los hammers en la época dorada de un equipo más acostumbrado a mantenerse que a ganar.

Para 1962 ya estaba en la selección mayor y con sólo 22 años asumió la responsabilidad de ser el capitán de la escuadra de la rosa. Ese gafete lo portó a lo largo de una década. Dicen que Bobby Moore encarnaba el espíritu de equipo. Su leyenda asegura que sin él, los ingleses no hubieran sido capaces de ganar la copa del mundo. Su forma de leer el juego lo convirtió en un defensa central fuera de serie. Entre bromas se decía que el capitán sabía lo que iba a suceder en el partido veinte minutos antes que los demás. Sólo así podía cubrir su propia carencia de velocidad. Verlo jugar es un deleite. Potente en el juego aéreo, preciso al robar el balón. Pulcro y enérgico. Brillante al repartir el balón.

El cáncer rondó la vida del caballero eterno. La primera vez que lo retó fue en 1964. Su fortaleza logró replegar al mal que le intentaba invadir los testículos. En ese año ganó la Copa de la FA con el West Ham y fue designado el futbolista del año. Al año siguiente la Recopa de Europa llegó a las vitrinas de los hammers. Con todo y los grandes momentos, hubo fuertes tensiones entre el héroe y su equipo. Sin contrato firmado, Moore quedaría fuera de la Copa del Mundo a celebrarse en casa. Alf Ramsey tuvo que intervenir para que la historia siguiera su curso tal y como la conocemos.

En Wembley sería su consagración. En aquel partido desgraciado para los alemanes,

inolvidable para los ingleses. Intensidad pura, polémica que cala en el recuerdo pero al final quedó en el marcador un cuatro a dos para los súbditos del imperio.

Con las manos llenas de barro subió el capitán hasta el palco de honor. Bañado por el sudor constante producto del desgaste y de los nervios. Así estrechó la mano de la reina Isabel II y ella lo consagró colocando en sus manos la copa de la victoria. Desde ese día el caballero eterno cargó en sus espaldas el único recuerdo magnánimo del juego que ellos mismos habían inventado.

Estuvo en México en 1970. Junto a su selección entrenó en las maravillosas canchas del Reforma Athletic Club. Fue contra Brasil donde dio un gran partido. La forma en como le quitó el balón a Jairzinho sintetiza lo que fue. Pro eso otro rey lo volvió a consagrar. Pelé lo abrazó e intercambió sus ropas con el gran capitán que se iba derrotado en esa tarde inolvidable.

Bobby Moore también jugó con el Fulham, de ahí pasó al futbol de los Estados Unidos y se retiró en Dinamarca, cuando este país empezó a formar su liga profesional de futbol. Intentó dirigir solo dejando constancia de su generosidad. Luego optó por ser comentarista en los partidos de futbol y en eso se mantuvo hasta que pudo.

La vida personal del héroe giró alrededor de la simpleza que siempre procuró en el hogar. Nada fuera de lo común. Un matrimonio de muchos años con Tina, su primer amor, con quien tuvo dos hijos (Dean y

Roberta). Y una segunda esposa,  Stephanie, con la que pasó los últimos años de su existencia.

En 1981, el director de cine, John Houston, alineó a Bobby Moore en un equipo de fantasía al lado de Pelé y Osvaldo Ardiles. Con Silvester Stallone como arquero, y Machael Cane como capitán de aquella oncena que se enfrentó a los nazis en un duelo que acabó en un Escape a la Victoria.

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El cáncer regresó de nuevo para retar al caballero eterno. Esta segunda vez el duelo fue a muerte. Inglaterra pasaba por uno de los peores momentos de su historia. El pesimismo era absoluto. Nadie tenía esperanzas, no había inspiración. Por eso cuando Bobby Moore murió, el 24 de febrero de 1993, la noticia provocó un sentimiento tan profundo que les brindó a los ingleses la ocasión de mirar una vez más a los triunfos del pasado en momentos en que la moral nacional andaba por el suelo.

¿Quién más podría vigilar la entrada del palacio del futbol.?

Sólo un caballero eterno, un señor del futbol. Un héroe inmortal capaz de volver a inspirar a un pueblo que desea, como nadie en el mundo, volver a ser campeón._

UN CABALLERO ETERNO, UN SEÑOR DEL FUTBOL...

TIRA DE CONTACTOS, WEMBLEY 1966...

AMIGO DEL REYSu amistad con Pelé se cimentó en 1970, cuando los dos hombres disputaron un combate épico por la supremacía de Inglaterra en el mundial frente a Brasil. Pelé declaró que Moore era el mejor defensa con el que había jugado.

Marco Van BastenNombre completo: Marcel Van Basten Apodo: “Marco” “San Marco” “El Cisne de Utrecht”Fecha de Nacimiento: 31 de octubre de 1964Lugar de Nacimiento: Ultrech, Holanda.Trayectoria profesional: Ajax (1981-1987), AC Milan (1987-1995). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 58Goles internacionales con la Selección Nacional: 24Mundiales disputados: 1 como jugador (1990) y 1 como DT (2006)Partidos jugados en Copas del Mundo: 4Goles anotados en Copas del Mundo: 0Títulos y distinciones más importantes: Campeón de la Eurocopa con la selección de Holanda (1988)Balón de Oro de la FIFA (1992)Campeón de la Liga holandesa en 3 ocasiones con el Ajax (1982, 1983 y 1985)Campeón de la liga italiana en 3 ocasiones con el AC Milan (1988, 1992 y 1993).Campeón de la Copa de Holanda en 3 ocasiones (1983, 1986 y 1987)Campeón de la Supercopa italiana en 2 ocasiones (1988 y 1992)Campeón de la Recopa de Europa con el Ajax (1987)Campeón de la Liga de Campeones de la UEFA con el AC Milan en 2 ocasiones (1989 y 1990)Campeón de la Supercopa de Europa en 2 ocasiones con el AC Milan (1989 y 1990)Campeón de la Copa Intercontinental con el AC Milan (1989). Campeón del Balón de Oro de la France Football en 3 ocasiones (1988, 1989 y 1992).Campeón de goleo de la liga holandesa en 4 ocasiones (1984, 1985, 1986 y 1987). Campeón de goleo de la liga italiana en 2 ocasiones (1990 y 1992)Bota de Oro, máximo goleador de la Eurocopa (1988)Bota de Oro máximo goleador de Europa (1985-1986)Máximo goleador del Mundo con 37 goles en torneo de liga (1986) Máximo goleador de la Copa de Europa (1989)Mejor jugador de la Eurocopa (1988)Mejor jugador de Europa por la UEFA en 3 ocasiones (1989, 1990 y 1992)

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"Me hubiera gustado jugar en este Barça"

Louis Van der Vuurst entrevistó a Van Basten para Mundo Deportivo y hablaron del Barcelona:Reconozco que este Barça tiene mucha más calidad que nosotros, que poseíamos alguna que otra buena individualidad pero no éramos un equipo como el de Pep Guardiola, teníamos menos fútbol aunque éramos más físicos. El Barça actual es todo técnica e inteligencia.El fútbol que practica el Barça es el que soñaba primero Johan Cruyff hace 20 años y luego nosotros, sus futbolistas. Es el predominio de la técnica, del fútbol en esencia, sobre el físico, sobre las tácticas. Insisto en que da envidia ver lo bien que se lo pasan los barcelonistas cuando juegan cualquier partido. Ponen en práctica el Voetballstraat, el que jugábamos de niños en la calle, en los parques, en mi Utrecht natal. ¡Y a mí! Me hubiera gustado mucho jugar en este Barça.

En el mismo tiempo en el que Diego Maradona resultaba el paradigma del crack al que todos se querían parecer, aunque fuera en el territorio de la imaginación de cualquier picado, Marco Van Basten era el perfecto ejemplo para los que querían jugar de número nueve (de pescador, en el lenguaje del campito). El detalle es sintomático: en tiempos en los que la televisión no ofrecía casi nada de fútbol en comparación con estos días, el delantero holandés -emblema de los años 80 y de principios de los 90- conseguía que se le prestara atención en muchos rincones del mundo. La Serie A conseguía trascender las fronteras de Italia y aquel Milan del que Van Basten

era estrella generaba asombros afines a los del Barcelona de este tiempo. "El que jugaba de diez, quería ser Diego; el que jugaba de nueve quería ser Marco", cuenta ahora Fernando Kejval, un adolescente de aquel tiempo, quien ahora -hombre de las finanzas y vinculado al fútbol- tiene que conformarse con jugar como lateral izquierdo en algún equipo de veteranos en el torneo de la Universidad de Buenos Aires.

La Eurocopa reciente que consagró a España como campeón e impecable retrato del mejor fútbol de esta era, ofreció también -de algún modo- un nuevo homenaje al perfecto centrodelantero.

El centrodelantero perfectoPor Waldemar Iglesias

Marco Van Basten

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En el debut de Ucrania frente a Suecia, en el estadio Olímpico de Kiev, Andriy Shevchenko -con sus 35 años muy bien disimulados- jugó un partido para todos los aplausos. Corrió como en sus mejores días, ganó por presencia, por velocidad, por astucia. Hizo dos goles de cabeza tras dos vuelos de elasticidad plena y le dio la victoria al seleccionado de su país. Shevchenko llegó al Milan en 1999, tras ser repetida figura del Dinamo Kiev. A su arribo, el inmenso José Altafini -referente del Milan y tercer máximo anotador de la historia del Calcio- le puso un apodo que duró para siempre: "Llega el Van Basten del Este", dijo. Cada vez que lo compararon, el ucraniano respondió: "Demasiado cartel para mí". Lo admiraba. No hubo casualidad en la referencia de un comentarista italiano durante ese encuentro en Kiev: "Volvió Van Basten".

En la Eurocopa, justamente, hace 24 años, Van Basten consiguió algo muy difícil: que un gol se hiciera inmortal. Aquella jugada sin olvido la evocó el periodista Pablo Alvarez en el diario ABC: "Mühren corría por la banda izquierda, a la contra. Su centro no fue bueno. Gullit entraba por el área como un tren, y a su lado galopaba el central Van Tiggelen, presto al cabezazo. Pero el balón de Muhren les sobrevoló, destinado a perderse casi por el lateral del área. Ahí estaba un tal Marco, Marco Van Basten. Cualquier otro hubiera intentado pinchar la bola y retrasar hacia el melenudo Gullit, que parecía tenerlo mejor. Pero no Van Basten: contra toda lógica, enganchó una volea imposible que sobrevoló al gran Dassaev para colarse por la

escuadra contraria. Era el 2-0, era el título de la Eurocopa de Alemania 1988 para Holanda. Era un gol para la historia, como los marcan los grandes: en el momento decisivo". El propio Marco -Marcel, su nombre original neerlandés- lo contó varias veces a su modo y manera, con menos palabras: "Cuando recibí el balón, estaba un poco cansado y pensé: puedo pararlo y tratar de hacer algo entre todos esos defensas o, más fácil, arriesgarme y disparar. Todo fue bien. Es una de esas cosas que a veces, simplemente, ocurren". Y ocurrió.

Fue, según cada encuesta posterior a aquel día, el mejor gol de la historia de la Eurocopa. Alguna vez, en tiempos recientes, la UEFA organizó -a través de su sitio oficial- una consulta pública entre los usuarios para determinar cuál había sido el mejor tanto en una final de la máxima competición europea. Aquella volea ganó con un amplio margen: sumó el 69% de las adhesiones. Atrás quedaron el del español Fernando Torres a Alemania, en 2008; el de David Trezeguet para Francia ante Italia en 2000; el mítico penal del checo Antonín Panenka en la serie definitoria contra Alemania, en 1976; y el del alemán Horst Hrubesch frente a Bélgica, en 1980. Ese gol es una memoria que late cada vez que se habla de la Eurocopa. Sucedió también ahora, bajo el cielo de Polonia y de Ucrania, en la actual edición.

Pero aquella fue apenas la carta de presentación definitiva de Van Basten. Lo que seguiría confirmó que no hubo azar en la volea. Resultó, a pesar de lesiones, uno de los grandes delanteros de todos los tiempos. Ganador en cada rincón donde

estuvo. Goleador capaz de muchos récords. Obtuvo tres Balones de Oro (en 1988, 1989 y 1992) y un premio al Jugador del Año de la FIFA (en 1992). Sus primeros goles los gritó cerca de su casa, en la mansedumbre de la ciudad de Utrecht. Su primer gran salto lo dio a los 17 años, cuando se incorporó al Ajax. Debutó en 1982, con un detalle que -a los ojos del tiempo- resulta casi mágico: ingresó en reemplazo del inmenso Johan Cruyff. Ya en 1986, Van Basten no era uno más en Europa: entonces, hizo más goles que cualquier otro (37 en 26 encuentros). En un partido ante el Sparta de Rotterdam llegó a marcar seis tantos. Tras obtener con su club tres Ligas y tres Copas de Holanda, conoció la consagración continental, al ganar la Recopa de 1987. En la final frente al Lokomotiv Leipzig, de la entonces Alemania Oriental, Marco convirtió el único tanto. Era la próxima joya para las grandes Ligas.

Silvio Berlusconi, presidente del Milan, estaba encantado con ese delantero flaco y alto que sumaba cuatro temporadas como máximo anotador de la Liga de Holanda, la Eredivisie. Puso dos millones y medio de dólares y se lo compró al Ajax. Retrato del fútbol de hace poco más de dos décadas: con lo que ahora se paga por un defensor suplente antes se podía comprar al mejor de los delanteros. Así Van Basten comenzó a ser parte del Milan de Arrigo Sacchi, ese que le devolvió al equipo rossonero la gloria en colores. Ganó títulos a cada paso, con un fútbol que merecía todos los aplausos en cualquier domingo de Serie A o en cualquier miércoles de Copa de Campeones. Al estupendo Milan

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VESTIDO DE ROJO Y NEGRO GANÓ ONCE TÍTULOS...

de los holandeses lo retrató Jaime Rincón, en el diario Marca: "Fue un colectivo magistralmente coordinado, con un Baresi imperial en la retaguardia que ordenaba el pressing a la voz de '¡Milán!', un tridente en el mediocampo donde Rijkaard ponía la cordura táctica aderezada de elegancia, y una conexión arriba en la que el despliegue físico y la amplitud de recursos de Gullit acompañaban al mayor genio de los once, Marco Van Basten. El genial delantero tulipán era un virtuoso del remate. Pocos puntas en la historia han gozado de tantas alternativas para acabar las jugadas. Muy pocos". Vestido de rojo y negro ganó once títulos, entre ellos tres Scudettos, dos Copas de Campeones y dos Intercontinentales.

Era un futbolista también con mucha personalidad fuera del campo de juego. La siguiente anécdota la contó alguna vez el periodista Santiago Segurola: "La obsesión de Sacchi le ocupaba todos los minutos del día. Un día se acercó a Van Basten mientras el jugador almorzaba. Quería precisar un detalle del juego, un problema menor que a Sacchi le parecía inaplazable. Van Basten no aguantó más. Se giró y miró a Sacchi. 'Mientras como, no', contestó". Esa personalidad la tuvo que acompañar de constancia para lidiar con esa maldita presencia frecuente en su carrera: las lesiones. En tiempos del Ajax, a findes de 1986, se tuvo que operar el tobillo derecho y se perdió el tramo final de la temporada.

En su primera campaña con el Milan se lesionó la clavícula, se operó y apenas pudo disputar 19 encuentros entre las tres competiciones anuales. En diciembre de 1992, en su mejor momento, volvió a sufrir por su tobillo frágil. Volvió tras los pasos de un milagro que no fue, en la final de la Copa de Campeones, ante Olympique de Marsella. Luchó sin éxito durante dos años en nombre de la

recuperación. Pero aquel encuentro de mayo de 1993 fue el último de su recorrido estupendo. Ese recorrido que dejó una huella: la del perfecto centrodelantero._

EL CISNE DE UTRECHT Por Montse García

La genialidad de Marco Van Basten no radicaba en su facilidad para marcar goles ya que esa es una cualidad que debe ser innata en un delantero. Lo realmente destacable era su habilidad para anotar en el momento oportuno, cuando más se le necesitaba, sin que la presión ejerciera ningún tipo de poder negativo sobre él o su puntería. Este hecho le permitió convertirse en el máximo goleador de su generación e, incluso, muchos de sus tantos pueden presumir de estar dotados de una belleza excepcional. Lo tenía todo. Era elegante, potente con ambos

pies, rápido y con buena capacidad para el control preciso. Todo era perfecto pero tenía un talón de Aquiles: su tobillo. Tal y como dijera uno de los médicos que le trató, René Martí: “Marco siempre ha jugado al fútbol como una bailarina, pero su tobillo no pudo soportar la tensión”.

Y es que Van Basten tuvo que abandonar su carrera como futbolista cuando aún rondaba los treinta años de edad. Una retirada prematura como consecuencia de unas lesiones que hicieron intermitente su brillo y le impidieron gozar de la continuidad que podría haberle catapultado como uno de los

cinco mejores futbolistas de la historia. Aún así, tuvo tiempo suficiente para engrosar su cuenta corriente de títulos tanto a nivel individual como con sus equipos y para aterrorizar a las defensas que debían evitar que se saliera con la suya. No es para menos, haber nacido el día de Halloween de 1964 no podía significar sino que se trataría de alguien especial.

Le pusieran el sobrenombre de ‘El cisne de Utrecht’, ciudad en la que vio la luz por primera vez y como las principales estrellas de su país comenzó jugando en el Ajax de Amsterdam, tras un breve paso

por el Elinkwijk. Con la mayo-ría de edad entraba en un club ansioso por recuperar el pres-tigio internacional del que siempre había gozado pero que en los últimos años se le había escapado. En 1986 obtuvo la Bota de Oro europea como máximo goleador del continen-te y mientras vistió la camiseta del Ajax se hizo con tres Ere-divisie y tres Copas de Holan-da, despidiéndose del equipo por todo lo alto ganando la Recopa ante el Dinamo de Dresde. Antes de abandonar el conjunto holandés ya se había resentido de su tobillo. La ope-ración se pospuso porque el club no podía prescindir de él en el momento más importan-te de la temporada cuando es-taba en juego los partidos eu-ropeos de mayor importancia. Su siguiente destino era el AC Milan de Berlusconi, quien había invertido en los fichajes de Van Basten, Gullit y Ri-jkaard para darle a Arrigo Sacchi una plantilla capaz de proporcionarle los títulos que deseaba. Llegaba con 23 años y sería su momento clave tanto en el conjunto italiano como con su selección al participar en la Eurocopa de 1988. Viaja-ba con el cartel de tercer de-lantero pero finalizó el cam-peonato como héroe de su país habiendo anotado cinco goles, tres de ellos a la mismísima Inglaterra y que supuso man-darles a casa. En las semifinales ante Alemania Occidental lo-gró el gol decisivo a falta de dos minutos para que hubiera tenido lugar la prórroga y en la gran final contra la Unión So-viética certificó la victoria ha-ciendo el definitivo 0-2 tras el gol de su compañero Gullit. Con el Milan tuvo rachas in-termitentes por su lesión en el tobillo. Sin embargo, cuando estaba sobre el césped demos-traba que era más que un go-leador nato. Logró igualar a Platini y Cruyff haciéndose con tres Balones de Oro (1988, 1989 y 1992), anotó dos de los

cuatro goles que su equipo marcó en la final de la Copa de Europa de 1989 en un mano a mano con Gullit y volvió a re-petir título un año después aunque el chico de la noche fue Rijkaard. Aún así no todo fue-ron buenos momentos profe-sionales en el AC Milan, tam-bién tuvo su enfrentamiento público con el técnico Arrigo Sacchi y fue suspendido por la UEFA cuatro partidos por dar-le un codazo al rival que le marcaba en la Copa de Europa ante el Brujas.Una de sus noches más recor-dadas fue la de aquel mes de noviembre de 1992 en la que se convirtió en el primer jugador en marcar cuatro goles en un partido de la Liga de Campeo-nes. Delante suya estaba la de-fensa del IFK Göteborg, que desde el primer instante tuvo que hacer frente a sus temibles llegadas. Pudieron ser cinco tantos si hubieran dado por válido el primer gol anotado. Sin embargo, el que subiría al marcador sería fruto de una combinación con Papin. El segundo, un penalti como con-secuencia de una falta cometi-da sobre él en el área. Lanza-miento a la escuadra y gol. El tercero llevaba su sello. Uno de sus especialidades eran las chi-lenas y ésta llegaría tras un centro de Eranio. Finalmente, el cuarto, con la ayuda de Ri-jkaard. En aquel encuentro hizo una labor importante y fue decisivo pero nunca lo con-sideró su mejor partido. Serían otros los que se llevarían tal honor puesto que en su vida siempre estaba presente aquel-la frase que decía que no solo importaba ganar, sino también convencer: “Non solo vincere ma anche convincere”.El talento individual de van Basten no conocía límites pero el cisne de Utrecht se mantuvo siempre fiel a su papel como jugador de equipo. Antes de colgar las botas de manera de-finitiva en 1995 pasó dos duros años tratando de superar sus

lesiones. Se despedía habiendo anotado noventa goles en cerca de ciento cincuenta partidos con el Milan, el doble de ser el máximo goleador en la Serie A, y que había establecido un ré-cord de la Copa de Europa de los 18 goles en 23 partidos para el club. Había jugado durante diez temporadas gloriosas, pe-ro el castigo que recibió de los defensores le habían propicia-do un final prematuro, al me-nos como jugador. Como en-trenador se iniciaba una carre-ra primero como seleccionador holandés durante cuatro años y posteriormente como técnico del Ajax de Amsterdam, sin obtener los objetivos que se había marcado en este segundo caso. Tras tres años apartado de los banquillos, le llegó el turno al SC Heerenveen donde está al frente de un proyecto más asequible y con el que es-pera seguir consiguiendo títu-los para rememorar sus triun-fos como jugador._

Mario Alberto KempesNombre completo: Mario Alberto Kempes Chiodi Apodo: “El Matador”Fecha de Nacimiento: 15 de julio de 1954Lugar de Nacimiento: Bell Ville, Córdoba, Argentina.Trayectoria profesional: Instituto(1973), Rosario Central (1974-1976), Valencia (1976-1981), River Plate (1981-1982), Valencia (1982-1984), Hércules (1984-1986), First Vienna (1986-1987), Sankt Polten (1987-1990), Kremser SC (1990-1992), Fernández Vial (1995), Petaling Jaya (1995-1996). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 43Goles internacionales con la Selección Nacional: 20Mundiales disputados: 3 (1974, 1978 y 1982)Partidos jugados en Copas del Mundo: 18Goles anotados en Copas del Mundo: 6Títulos y distinciones más importantes: Campeón del Mundo con Argentina (1978)Campeón de goleo (Bota de Oro) Mundial de Argentina (1978)Campeón de la Copa del Rey con Valencia (1978-1979)Campeón del Torneo nacional con River Plate (1981)Campeón de la Recopa de Europa con Valencia (1980)Campeón de la Supercopa de Europa con Valencia (1980)Campeón de goleo en la Liga argentina en 2 ocasiones (1974 y 1976)Campeón de goleo en la Liga española en 2 ocasiones (1976-1977 y 1977-1978)Futbolista sudamericano del año (1978)Goleador de la Recopa de Europa (1979-1980)Campeón de la Copa de Italia en 2 ocasiones (1979 y 1983)Campeón de la Copa de la UEFA como DT (1990)Campeón de la Copa de Italia como DT (1990)

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Un estadio para élChateau Carreras, es un estadio olímpico ubicado en la ciudad de Córdoba, Argentina.Fue construido por el Estado argentino con el objetivo primordial de ser una de las sedes Mundial de Fútbol de 1978, disputado en la Argentina. Los encargados del proyecto fueron el estudio de arquitectura Sánchez Elía-Peralta Ramos, ubicado en Buenos Aires, el cual se asoció en Córdoba con los arquitectos Hugo Oviedo y Alberto Ponce, participando como colaboradores del proyecto, los arquitectos Pedro R. Facchin y Luis E. Marchesini.Fue inaugurado el 16 de mayo de 1978 en un partido entre la Selección Argentina y un combinado del fútbol cordobés, para luego ser una de las sedes del Mundial de Fútbol de 1978. El 21 de octubre del 2010, fue aprobado el cambio de nombre por Estadio Mario Alberto Kempes, en homenaje al ex futbolista cordobés.

El 25 de junio de 1978 marcó para siempre una bisagra en la rica historia del fútbol argentino. La selección se quedaba con su primera Copa del Mundo de la mano de una figura indiscutida, un goleador implacable, de potencia arrolladora y técnica refinada: Mario Alberto Kempes.

Es una de las estrellas más brillantes que dio la Argentina, un delantero que figura siempre en las listas de los mejores de todos los tiempos. Es ídolo en Europa, respetado en el planeta entero y sin embargo los argentinos le deben el reconocimiento que merece. Nacido en Bell Ville, un pueblo de la provincia de Córdoba, el 15 de julio de 1954, heredó de su padre la pasión por la pelota. A los 9 años pisó por

primera vez la cancha grande y a los 16 ya era campeón y figura en la zona. Con sus 46 goles en la temporada empezó a gestar el apodo de “El Matador”, con el que años después los bautizara un relator, y usando el falso apellido de Aguilera consiguió una prueba en Instituto, uno de los equipos grandes de la capital provincial: hizo 4 goles y la contratación fue inmediata. El jovencito fue fundamental en el equipo que consiguió la clasificación para el torneo nacional de 1973.

Lo que siguió fue todo muy rápido: los goles, las entrevistas, la fama y pase a Rosario Central, que pagó 130 millones de pesos, una cifra récord hasta entonces. Fue subcampeón en 1974 y hasta que dejó la camiseta azul y

El matadorPor Pablo Aro Geraldes

Mario Alberto Kempes

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amarilla, en agosto de 1976, marcó 100 goles para quedar en el recuerdo como el mayor cañonero del club.

Lo compró el Valencia de España, pero primero los esperaba Buenos Aires para lucir los colores de River Plate y no defraudó: en su primer torneo fue goleador. Fue tan rutilante la actuación del 9 que el fútbol argentino le quedaba chico, y finalmente marchó a tierras valencianas. Hoy, que el marketing eleva la figura de algunos jugadores al pedestal de los idolatrados, la presencia de

Kempes sería un lujo en cualquier institución. Sus números en Valencia impresionan: en el 79 levantó la Copa del Rey ante el poderoso Real Madrid. Fue 2-0 y los goles fueron de su autoría. Al año siguiente conquistó la Copa de Campeones y la Supercopa europea. Sus marcas en la red adversaria lo llevaron dos veces a consagrarse “Pichichi”, como llaman en España al máximo goleador. Y su incursión ibérica le dejó algo más: allí se casó con una valenciana y tuvo 3 hijos.

El grito celeste y blancoYa era sinónimo de gol y era

un nombre fijo para la Selección Argentina y había participado en Alemania ’74, pero el desafío mayor esperaba con la Copa del Mundo de 1978. Allí los argentinos presenciaron a “su” mejor Kempes: temperamento, garra, habilidad, gol... ¡y campeón! Su personalidad mansa, de buen tipo de pueblo, se hizo evidente tras la final, con dos goles de sello propio para el 3-1 sobre Holanda: “no pensé en la trascendencia de los goles; los grité, por supuesto, pero

solamente pensaba en ganar el partido”, declaró, dejando de lado que además de campeón acababa de coronarse artillero del mundial. Su tranquila forma de ser quedó demostrada en la cancha: a lo largo de su carrera en la Selección, nunca fue amonestado ni expulsado. Marcó 20 goles en 43 partidos al mando de César Luis Menotti, con quien volvió a disputar la Copa en 1982. Con sus 18 partidos mundialistas es, detrás de Maradona, el argentino con más presencias. Es un grande de verdad, pero con una humildad que no se ve por estos días: “La verdad, creo que yo le debo más a Argentina, por prestarme la camiseta, que ella a mí. Ponerse la camiseta argentina, o la del que sea tu país, es lo más grande que le puede pasar a un futbolista”, confesó en una entrevista reciente.

En 1981 River lo repatrió y en su último paso por el fútbol de su país volvió a ser campeón. Volvió en 1982 al Valencia y dos años después pasó al Hércules. Los que pensaron que su carrera estaba terminada se equivocaron: con su experiencia y sus goles, el equipo de Alicante se mantuvo en Primera División. En la última jornada marcó el 1-0 decisivo ante el Real Madrid, en el propio Santiago Bernabeu.

Trotamundos del balónEn 1986 cambió el

Mediterráneo por los Alpes y se fue al First Viena, de Austria. En ese país

siguió con el Sankt Polten y en 1990 con el modesto Kremser, donde a los 38 dijo “adiós”. En realidad era un “hasta pronto”, porque su pasión pudo más y en 1995 volvió al fútbol en el Fernández Vial, de la segunda

división chilena. Las últimas aventuras eran pintorescas, pero no estaban a la altura de su currículum.

En el ‘93 había tenido un breve regreso al Valencia, donde fue ayudante del técnico Héctor Núñez, pero no resultó: “No tengo ninguna función. Me pagan por no hacer nada, y a mí no me gusta robarle la plata a nadie”, argumentó en aquel momento. Honestidad profunda.

No se desanimó y el ’96 lo encontró en Indonesia, en su doble función de delantero y entrenador del Pelita Jaya. “El dueño del club quería que el equipo jugara como los ingleses, meta tirar pelotazos al área, pero ¿cómo iba a hacerlo, si los jugadores miden un metro y medio...?”, recordó entre risas e indignación.

Los destinos exóticos tuvieron su siguiente contacto en Albania, el país más pobre de Europa, donde vivió una nueva decepción. “Al Lushjna lo preside el hijo de una financiera que quebró, un estafador que se fugó. Ahora espero que me llamen sus sucesores”, explicó cuando lo dejaron solo en un territorio desconocido. Nadie lo llamó y escapó cuando estaba por estallar la guerra civil. Se refugió en su querido Bell Ville, cerca de los afectos, a la espera de un nuevo desafío, que no tardaría en llegar. Esperaba que el teléfono sonara desde Italia o España, pero igual fue feliz cuando lo convocaron desde Venezuela para dirigir a los Mineros de Guayana. Estuvo allí en 1997 y 98 y pasó a Bolivia, donde condujo a The Strongest, uno de los grandes equipos de La Paz. La meta era eludir el descenso pero terminó ganando el torneo Clausura 99 y se metió en la Copa Libertadores. Fue su

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APORTA TODO SU CONOCIMIENTO GENUINO DE ESTE DEPORTE...

único título como director técnico.Tras el paso por el altiplano, su embriagada

brújula marcó Centroamérica y se marchó a Costa Rica para entrenar al Santa Bárbara, con más promesas que realidades de parte de los directivos. Duró muy poco y ese año 2000 lo encontró otra vez sobre un avión, rumbo a Marruecos, para una campaña de UNICEF.

El fin del siglo XX lo tuvo nuevamente en Bolivia, ahora como conductor del Blooming, donde obtuvo resultados satisfactorios. Siguió en el país con el Independiente Petrolero, pero tampoco fue muy prolongada su estadía.

Luego vinieron varios proyectos inconclusos en la Serie C2 de Italia, y la Segunda B de España, pero ninguno estaba a la altura de su dimensión futbolística.

Su insólito periplo como técnico parece haber finalizado. Al comenzar la presente temporada del fútbol europeo asomó su voz con

inconfundible tonada cordobesa en la pantalla de ESPN en español, donde comenta los partidos de la liga de España y aporta a los televidentes todo su conocimiento genuino de este deporte. Por fin, parece haber llegado la hora de merecido reconocimiento internacional para el enorme Kempes._

NOSTALGIA DE BELL VILLE Por Francisco García, socio del Valencia CF

Será que la Navidad me pone tontorrón y me da por recordar el pasado. Es así como le pasa a mucha gente. Recuerdan el pasado con añoranza, mejorándolo, ocultando lo desagradable, ensalzando las alegrías, por nimias que éstas hayan sido. Aunque durante el año pasado, hubo alguien a quien la Navidad no puso tontorrón. Tal vez él ya lo fuera. No puedo entender como Tintín fue capaz de romper un equipo que, hasta ese momento, parecía caminar

derecho, sin lustre, pero bien orientado y consciente. Tontorrón o carente de personalidad, tal vez. A pesar de ello es tal la marea de candor y candidez que me invade que prefiero olvidar aquellos episodios y centrarme en un pasado más remoto. Y mucho mejor. Esta ola resacosa lleva mis pensamientos hasta la noche del 16 de agosto de 1976. Estaba allí, como tantas veces antes y después, junto a mi padre. La noche era de las que uno desearía no vivir. Calor, calor y calor. Y poco fútbol o al menos no muy favorable para nuestro equipo, que jugaba abriendo el Trofeo Naranja ante el CSKA de Moscú. La noche pasó a la historia por ser el debú de Kempes con el Valencia C. F. y por poner en evidencia a la afición

valencianista, que emitió juicios de valor sentenciando que el nuevo fichaje era un petardo. En estos días fríos del comienzo del invierno y con la melopea ñoña que me suele entrar, mi natural excitación nerviosa me ha llevado a cometer un atrevimiento que espero sea considerado como tal y no me relegue a un ostracismo cibernético que no deseo. Le he escrito una canción a Kempes. Sí. Porque he de confesar que yo tengo un pasado, o quizá un presente contemporáneo, y que largas horas de mi vida se han consumido escuchando música y también creándola. Así que, con la intención de hacer un modesto presente navideño a mis amables lectores, ahí va la letra de mi canción y más adelante el enlace para poder escucharla. Amunt València!

Nostalgia de Bell VilleLetra de la canción dedicada al Matador por el grupo La esperanza blanca

El calor de la noche se clavacomo una daga en un callejón.Los ruidos, la gente y el humoregatean a mi corazón.Bocatas de jamón y queso,turrón Meivel, helado de bombón.El partido va de mal en peor.

Los rusos atacan con orden,los nuestros buscan una ocasión.La lucha es enconada,los goles caen de dos en dos.Mario chuta y falla, falla ychuta y vuelve a fallar.Las gradas se agitan como el mar.

Nadie supo que estábamos frenteal gran Mario Alberto Kempes,que esa noche, tan solo, sintió por una veznostalgia de Bell Ville.

Qué lejos queda ahoraaquella noche del ’76.Copas, recopas, pichichis, mundialesy balones dentro de la red.El tiempo nos ha enseñadoha recordarte con amor.Por siempre, Mario Kempes, Matador.

Nadie supo que estábamos frenteal gran Mario Alberto Kempes,que esa noche, tan solo, sintió por una veznostalgia de Bell Ville.

Emilio ButragueñoNombre completo: Emilio Butragueño Santos Apodo: “El Buitre”Fecha de Nacimiento: 22 de julio de 1963Lugar de Nacimiento: Madrid, España.Trayectoria profesional: Real Madrid (1984-1995), Atlético Celaya (1995-1998). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 69Goles internacionales con la Selección Nacional: 26Mundiales disputados: 2 (1986 y 1990)Partidos jugados en Copas del Mundo: 9Goles anotados en Copas del Mundo: 5Títulos y distinciones más importantes: Campeón de la Liga española con el Real Madrid en 6 ocasiones (1986, 1987, 1988, 1989, 1990 y 1995)Campeón de 2 Copas del Rey (1989 y 1993)Campeón de 4 Supercopas de España (1988, 1989, 1990 y 1993)Campeón de 2 Copas de la UEFA (1985 y 1986)Campeón de 1 Copa de la Liga (1985) Campeón de goleo de la Liga española (1990-1991)Bota de Plata Mundial de México (1986)

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La QuintaLa Quinta del Buitre fue

el nombre dado a una generación de futbolistas surgidos de la cantera del Real Madrid que lograron múltiples éxitos deportivos durante los años 1980 y 1990. El nombre hace referencia al apodo del jugador más carismático del grupo, Emilio Butragueño, el Buitre. Los otros cuatro miembros eran Miguel Pardeza, Manolo Sanchís, Míchel y Rafael Martín Vázquez. La generación posee el récord de mayor cantidad de partidos invicto como local en el mundo, con 121 partidos.1 La palabra "quinta" significa en España generación o grupo de contemporáneos.

Fue el periodista Julio César Iglesias el primero en usar el apelativo, en un artículo publicado por el periódico El País el 14 de noviembre de 1983 titulado «Amancio y la quinta del Buitre».2 En él, Iglesias hablaba de un grupo de cinco futbolistas que por entonces destacaban en el Castilla, que esa temporada se proclamó campeón de Segunda División de España, siendo el primer y único filial de la historia en conseguirlo.

Si el Barça es algo más que un club, Emilio Butragueño ha sido algo más que un jugador del Real Madrid. El público del Barça, como el del Madrid, está predispuesto a negar el pan y la sal a las figuras del equipo antagónico y aun reconociendo el genio de Di Stéfano, Gento, Amancio, Velázquez, o Pirri ha sido inevitable cargarles del valor añadido de la conjura política o de lo demoniaco. Pero esta predisposición negativa ha tenido una excepción, como si la inquina del colectivo azulgrana se estrellara contra la substancia angélica de Emilio Butragueño, más deseado que odiado, secreta querencia del barcelonismo que hace dos semanas se emocionó cuando el jugador en traje de paisano pisó el césped del ya

vacío Nou Camp como en pos de una ensoñación de sí mismo o en un acto de homenaje a un antagonismo que le había ayudado a vivir.¿De qué substancia está hecho Butragueño? Del mármol de las estatuas de los dioses jóvenes y buenos, que no suelen abundar. A Emilio te lo imaginas pendiente de ayudar a cruzar la calle a los ciegos y a los viejos, aunque sean ex árbitros o regalando ramitos de violetas a las seguidoras del equipo contrario. No se le conoce un comentario prepotente, ni una salida de tono y sí una voluntad ética que a los delanteros centros frágiles se les nota en el área. Así como aquel extraordinario jugador llamado Amancio hubiera podido ser también un campeón olímpico de salto a la piscina con

El aura de ButragueñoPor Manuel Vázquez Montalbán Texto escrito cuando el Buitre se retiró con el Real Madrid

Emilio Butragueño

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patada a la luna, cuando Emilio Butragueño se ha caído en el área ha sido generalmente porque le han derribado. Otra cosa es que llevara el regate al borde del abismo, es decir, al borde de la zancadilla, y siendo ligero de carnes y de huesos, haya sido fácil derribarle. Pero la moviola ha demostrado casi siempre que Butragueño era fiel al código de caballería del Rey Arturo y sólo ha recurrido a la simulación en casos de defensa propia.

Si éticamente ha sido irreprochable, como jugador estaba dotado de la magia de crearse un espacio propio que le acompañaba como un aura. Ésta es la palabra. Butragueño jugaba envuelto por un aura dorada y los defensas no sabían, no podían, no querían meter la pata en esa materia improbable que acompaña a los delanteros centros geniales y frágiles. Emilio era un jugador diferencial y cualquier público sabía apreciar esa diferencia, incluso el público del Barcelona que como todos los públicos padece el sobresfuerzo de ser madre,

madrastra y ogro en el cuento de hadas de casi todos los domingos y algunos sábados. Butragueño era ese hijo futbolista que hubieran querido tener todas las madres del Estado de las Autonomías._

LA NOCHE DEL BUITREPor Enrique Ba#esteros Texto escrito el 9 de octubre de 2009, en el homenaje que recibió en Celaya, Guanajuato.

Celaya escribió una de las páginas más románticas del futbol mexicano. Un equipo modesto, de la mano de una leyenda, que casi fue campeón. La final no la perdió pero el sistema de competencia le otorgó la copa a un equipo especialista en no perder, pero a veces, tampoco en ganar. El empate bastó para que Necaxa escribiera

su nombre en la historia aunque los Toros fueran recordados para siempre en la memoria de los aficionados.

Si Butragueño hubiera metido esa pelota con la cabeza, que grande hubiera sido el momento. Tal vez hoy el equipo seguiría vivo. Solo tal vez…

Luego desfilaron figuras que hicieron de su paso por Celaya, el mágico adiós de sus carreras. Hugo Sánchez, Michel, por mencionar a los más grandes. Pero también dio a conocer a tremendos futbolistas como el hondureño Carlos Pavón.

Tres veces se salvó el Celaya del descenso con batallas heroicas. Tras

14 temporadas cargadas de ilusiones, el Toro fue llevado al matadero. Los entusiastas dueños del equipo no tuvieron más remedio que venderlo.

De un momento a otro se borró el presente y lo que fue una franquicia querida acabó dando origen a un desastre llamado Colibríes.

Pero hoy es la noche del Buitre. De ese héroe que nunca olvidan. Que partió de aquí hace 11 años y que vuelve lleno de alegría y de gratos recuerdos.

Este hombre puso a Celaya en las páginas de su propia historia, que ya de por sí nutre varias de la historia del futbol mundial.

Es un ejemplo de que el futbol nunca olvida. Que del Bernabeu al Miguel Hidalgo había kilómetros de por medio pero nada más porque el Buitre, aquí y allá, siempre ha sido un caballero. Un embajador del futbol puro. Un personaje entrañable sobre la hierba._

Dino ZoffNombre completo: Dino Zoff Apodo: “Il Nazionale”Fecha de Nacimiento: 28 de febrero de 1942Lugar de Nacimiento: Friuli, Italia.Trayectoria profesional: Udinese (1961-1963), Mantova (1963-1967), Nápoles (1967-1972), Juventus FC (1972-1983). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 112Goles internacionales con la Selección Nacional: 91 recibidosMundiales disputados: 4 (1970, 1974, 1978 y 1982)Partidos jugados en Copas del Mundo: 17Goles recibidos en Copas del Mundo: 16Títulos y distinciones más importantes: Campeón del Mundo con Italia (1982)Campeón de la Eurocopa (1968)Campeón de la Copa UEFA (1977)Campeón de la liga italiana en 6 ocasiones (1973, 1975, 1977, 1978, 1981 y 1982)Campeón de la Copa de Italia en 2 ocasiones (1979 y 1983)Campeón de la Copa de la UEFA como DT (1990)Campeón de la Copa de Italia como DT (1990)

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DinoNacido el 28 de febrero

de 1942 en Friuli, una región agrícola del noreste italiano. Inició tardíamente su carrera en el Marianese (un equipo de su pueblo) en 1959; 2 años después, en 1961, ficharía por el Udinese Calcio, y dos años más tarde fue transferido al Mantova, donde se forjaría como arquero durante 4 años. En 1967 pasaría a jugar para el SSC Napoli durante 5 temporadas, demostrando su don de mando, aunque sin lograr títulos.

En 1968 fue integrante del plantel italiano que obtuvo la Eurocopa, pero sería en sus 11

temporadas en la Juventus FC (llegaría al club en 1972 con 30 años de edad) donde tendría su consagración definitiva (en su primer año en el Gigante Piamontés mantuvo invicto su arco durante 903 minutos consecutivos) y 332 partidos consecutivos como titular en más de 11 años de carrera, conquistando 6 torneos de Liga, 2 Copas de Italia y una Copa de la UEFA.

Dino Zoff siempre parece a punto de recitar el monólogo de Kurtz en El corazón de las tinieblas: "El horror, el horror...". Es un hombre impasible, correctísimo, con un orgullo frío que se intuye sin verse y con un velo de tristeza sobre los ojos. Siempre fue así. Quizá por genes, quizá por educación, quizá porque nació en la atormentada Gorizia en un momento, el 28 de febrero de 1942, en que la comarca estaba a punto de dejar de ser italiana para convertirse en un reducto nazi-fascista acosado por los partisanos de Tito y escenario de matanzas atroces. El niño Zoff debió de contemplar cosas tremendas.

Fue un portero de una especie, la de los Iríbar y los

Yashin, hoy prácticamente extinguida. Tipos altos y secos que situaban una barrera con un arqueo de cejas, que no movían las dos manos si les bastaba con una y que siempre aparecían como por casualidad en la trayectoria del balón. A Zoff no le fue nada mal como futbolista. Ganó unos cuantos títulos con el Juventus, ganó el Campeonato de Europa de selecciones en 1968 y en 1982, con 40 años, alzó en el estadio Bernabeu el trofeo de campeón del mundo.

Le quedó, sin embargo, una amargura. En el Mundial de México 70, uno de los momentos supremos en la historia del fútbol, le sustituyó Albertosi, que formaba parte del Cagliari de Gigi Riva y parecía más

El hombre impasiblePor Enric González

Dino Zoff

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CERO GOLES ENTRE SEPTIEMBRE DE 1972 Y JUNIO DE 1974...

participativo que el hombre impasible. También tuvo que sufrir la bochornosa derrota frente a Haití en Alemania 74. En cualquier caso, cuando se retiró, había batido todas las marcas posibles -entre ellas, la de la imbatibilidad internacional: cero goles entre septiembre de 1972 y junio de 1974- y figuraba para siempre entre los más grandes.

Era normal que acabara siendo seleccionador. Lo anormal fue lo que ocurrió. Toda la historia acumulada por Zoff se le desplomó encima en la final del Europeo de 2000, Francia-Italia. Los italianos habían mantenido el empate a un gol hasta el minuto 90 frente a la Francia del mejor Zidane y en la prórroga llegó el gol de oro de Trezeguet. Mala suerte. Zoff no perdió la compostura en la desgracia, felicitó al rival y se comportó como siempre. Il Cavaliere Silvio Berlusconi, que carece de las virtudes de Zoff y aquel día tuvo necesidad de demostrarlo, hizo unas declaraciones furibundas contra aquel seleccionador "aficionado" que no había sabido "frenar" a Zidane y había constituido "una verguenza".

Esas cosas no se le dicen a Zoff. "Me han faltado al respeto como trabajador y no puedo consentirlo", dijo el hombre impasible a la mañana siguiente. Y se fue. Berlusconi, como es costumbre, negó haber dicho lo que había dicho, pero el asunto fue portada de todos los periódicos, incluyendo uno tan ajeno al fútbol como el Financial Times de Londres. La mala suerte persigue a Zoff desde entonces porque desde el 2005, año en que dirigió a la Fiorentina, no ha vuelto a dirigir._

CURIOSIDADES DE LA LEYENDA...La imagen de Dino Zoff con el trofeo en España 1982 inspiró al artista Renato Guttuso para la elaboración de un sello conmemorativo: una imagen que se tornó símbolo de la historia del Calcio.Con la conquista de 1982, Zoff emulaba al legendario Giampiero Combi como el único arquero en la historia de los mundiales que lograría el título como capitán de su selección (Combi también fue arquero de la Juventus FC durante “El quinquenio de oro”, la primera edad de oro del club en los años 1930’s). Además, Zoff sería el campeón mundial más longevo en la historia: 40 años.A los 14 años fue rechazado de las canteras, paradójicamente, de la Juventus y del Inter por su baja estatura (166 m.) y del Milan por su excesiva cotización, pero ya cumplidos los 30 (y 1,82 m.), en la Vecchia Signora lograría los principales hitos de su carrera (ingiriendo 8 huevos diarios desde su juventud) y su gran revancha de juventud.

Posee el récord mundial de imbatibilidad a nivel de seleccionados: 1.143 minutos, entre septiembre de 1972 y junio de 1974: eso le valió una portada en la Revista Newsweek ese mismo año.

En la encuesta elaborada por la UEFA en búsqueda del mejor jugador de los últimos 50 años el 2005 (coincidente con el tiempo de existencia de la UEFA), Dino Zoff figura en 5to lugar, sólo superado por Zinedine Zidane, Franz Beckenbauer, Johan Cruyff y Marco van Basten.

Dino Zoff había comentado en varias entrevistas que él “había nacido para ser portero” y que sus ídolos desde la niñez fueron Sentimenti IV y Giovanni Viola (a nivel internacional fue el mítico Gordon Banks)._

Ricardo ZamoraNombre completo: Ricardo Zamora Martínez Apodo: “El Divino”Fecha de Nacimiento: 21 de enero de 1901Lugar de Nacimiento: Barcelona (Cataluña), España.Trayectoria profesional: Atlante (1927-1933) España (1933-1934), Atlante (1934-1939). Partidos internacionales con la Selección Nacional: 8Goles internacionales con la Selección Nacional: 2Mundiales disputados: 1 (1930) Partidos jugados en Copas del Mundo: 3Goles anotados en Copas del Mundo: 1Títulos y distinciones más importantes: Campeón de Liga con Atlante (1931-1932)Campeón de Liga con España (1933-1934)Primer mexicano en anotar en unos Juegos Olímpicos (1928)Primer mexicano en anotar en una Copa del Mundo (1930).

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Trofeo ZamoraEs el título otorgado

desde el año 1959 por el diario deportivo español Marca, al portero de fútbol menos goleado de la Primera División de España.

Desde 1987 el premio se entrega también a los guardametas de Segunda División.

Para poder optar al trofeo los guardametas deberán haber disputado veintiocho partidos, o más, durante el campeonato de Liga. Sólo se computan aquellos encuentros en los que el guardameta permanezca en juego durante sesenta minutos, como mínimo.

La clasificación se establece según el cociente obtenido al dividir el total de goles recibidos por cada guardameta, por el número de partidos disputados encuentros que se le computaron. La primera posición es del poseedor del promedio inferior. El Zamora de Oro se concede al ganador de cinco trofeos Zamora.

En los años veinte era el ídolo de los niños españoles: el mejor portero del mundo. Además, había inventado la zamorana, un espectacular despeje con el antebrazo. Había nacido en Barcelona, en 1901. Su padre, médico, quería que estudiara esa carrera, pero él jugaba al fútbol con los amigos: en 1919 lo fichó el Barcelona (a la vez que a Samitier).

En 1920 se produce la explosión popular del fútbol español, en los Juegos Olímpicos de Amberes. Nace la mítica furia española, con la frase de Belauste: «¡A mí, Sabino, el pelotón, que los arrollo!». España , que participa por primera vez, logra la medalla de plata en fútbol. «Rubryck», en ABC, cita a Eduardo Marquina: «Nuestros internacionales causan sensación. A los españoles nos creían toreros, solamente. En Flandes se ha puesto el sol, no cabe duda». Zamora es elegido mejor portero del campeonato.

A partir de entonces, se popularizan dos frases: «Uno a cero (el resultado contra Dinamarca) y Zamora de portero». «Sólo existen dos porteros: San Pedro, en el cielo, y Zamora, en la Tierra».Fichaje por el Madrid

En 1930, el Real Madrid ficha a Zamora por cien mil pesetas (el récord del fútbol español). Con Zamora y Samitier, el equipo gana las Ligas de 1931 (invicto) y 1932; las Copas de 1934 y 1936.

A la vez, Zamora es puntal básico de la selección nacional en 46 partidos. La pasión se desata en el Mundial de Italia (1934). Los azzurri italianos saludan con el brazo en alto (los españoles se niegan a hacerlo). Empatamos con los anfitriones y, en el desempate, perdemos uno a cero, después de muchos incidentes: Bosch cae lesionado por una patada, Quincoces se sube la camiseta para mostrar una herida..

El DivinoPor Andrés Amorós

Ricardo Zamora

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Zamora vuelve a ser proclamado el mejor portero. En España los reciben como héroes: el presidente Alcalá Zamora les entrega una medalla de oro por suscripción pública.

Zamora es ya un ídolo popular absoluto: alto (1,84) y robusto, tiene manos muy grandes, que le permiten coger el balón con una sola. Es también el primer futbolista español que crea una moda: gorrilla, espinilleras, elegante chaquetilla y vistosos jerséis (blanco, de pico, con gruesa raya, o de cuello vuelto, oscuro).Fuente de inspiración

Lo menciona metafóricamente Fernando Villalón en el poema Foot-booll (sic): «Si fueras puerta del campo / y yo fuera delantero / del equipo del “Cariño / F. C.”, goal certero, / chutaría sobre tu red, / que no pararía San Pedro, / que es mucho más que Zamora / porque es portero del cielo».

También le dedica una oda el bilbilitano Pedro Montón Puerto: «La zamorana, en que el balón fundido / con el aire su afán desvanecía...».

Alcanza su cumbre en el último partido oficial antes de la guerra: la final de Copa, en Mestalla, contra el Barcelona. La noche anterior, miles de aficionados madrileños duermen en la calle, por falta de hotel. Cuando faltan pocos minutos para el final, gana el Madrid por dos a uno, pero se ha quedado con diez jugadores. El barcelonista Escolá dispara duro y colocado, junto a la base del poste. Zamora hace una parada inverosímil: «Intuye la trayectoria de la pelota y logra detenerla, sin que los espectadores se expliquen cómo ha podido ser». La prensa catalana le atribuye el mérito del

campeonato. En la cena oficial le hacen hablar y le ovacionan todos, puestos en pie. En la madrileña estación de Atocha esperan al equipo miles de aficionados. En medio del tumulto, Zamora mantiene la calma, la elegante postura, impecablemente vestido.

Durante la guerra, juegan en París el combinado vasco y el Racing, cuyo portero, el austriaco Hiden, es el mayor rival de Ricardo. Luis Regueiro lo bate, de cabeza, y le dice: «Este gol es para que ni se te ocurra volver a compararte con Zamora».

La Guerra Civil adelanta su retirada. Después se hace entrenador: gana dos Ligas (1940 y 1941) con el Atlético de Aviación. También es seleccionador nacional (1952). Participa en películas como «Campeones» y «Once pares de botas». Escribe en el diario Ya .

Tenía todas las virtudes del portero ideal. Junto al campo de Sarriá, dedicaron una plaza a «Ricardo Zamora. Portero de fútbol». No hacía falta más.

Todavía escucho, a veces, la vieja frase: «Uno a cero y Zamora de portero...». Ya forma parte de nuestra historia: casi tanto como los romances del cerco de la otra Zamora...

SIGUE SIENDO REFERENTEEsta pintura al óleo fue creada en 2010 por el artista español Jaime Sánchez. El retrato recuerda a Ricardo Zamora en Hihgbury, Londres, en 1931.

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La fama internacional de Zamora se fraguó en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920, donde la selección española logró su primer gran éxito. La Roja se colgó la medalla de plata, luego de imponerse en la final de consolación a Holanda, y se acuñó una frase muy popular: “1-0 y Zamora de portero”, para resaltar su eficacia en la puerta, luego del primer partido que se saldó con ese resultado ante Dinamarca. El arquero salió a hombros del estadio por su heroica actuación en el que había sido su debut con la selección.

Zamora sería el capitán en la Copa Mundial de la FIFA Italia

1934, en la que España cayó en el partido de desempate de cuartos de final ante los anfitriones y a la postre campeones. Su retirada del equipo nacional tras 46 partidos se produjo en febrero de 1936 en un amistoso ante Alemania disputado en su ciudad natal de Barcelona.

La guerra civil truncó su carrera deportiva. Estuvo en busca y captura, fue prisionero en

la Cárcel Modelo de Barcelona y se vio obligado a vivir en el exilio. Pudo regresar a su patria y a su pasión, el fútbol, tras el conflicto, pero a partir de entonces ya asumió el papel de estratega.

Fue entrenador del Atlético Aviación durante 6 temporadas en las que ganó 2 títulos de liga. También se sentó en el banquillo de Málaga, Celta de Vigo y Espanyol. Además fue seleccionador de España y de Venezuela.

Su leyenda ha traspasado el blanco y negro y aún hoy resuena en el imaginario colectivo del pueblo español. No podía ser menos para un mito que mereció el sobrenombre de ‘El divino’ y una divina comparación: “No hay más que dos porteros: Ricardo Zamora en la tierra, y San Pedro en el cielo”. Desde 1978, fecha de la defunción del catalán, ambos comparten la misma cancha.

(Fragmento de un artículo publicado en FIFA.com)

HÉROE EN AMBERES

LA SELECCIÓN ESPAÑOLA EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE AMBERES 1920

En la historia del fútbol, rica en porteros legendarios, el más célebre, cuya fama se ha mantenido, ha sido, sin duda, Ricardo Zamora. Fue internacional desde 1920 a 1936 y disputó un total de 46 encuentros con la selección. Se decía de él que tenía dotes mágicas, que hipnotizaba a los delanteros, que telepáticamente les hacía disparar hacia un determinado lugar. Probablemente todo era leyenda. La magia de Zamora residía en que era un portero de excepcional bravura y un portero de temple. Su intuición le permitía lanzarse hacia el lugar adecuado. Zamora fue un futbolista de grandes dotes atléticas, lo que le permitía salir con el balón de entre sus adversarios en rápidos quiebros. Su facilidad para anticiparse al remate era prodigiosa. Zamora era un portero que sabía mezclar la sobriedad con el gesto genial. Los críticos de su época la consideraron el mejor del

Mundial de 1934. Todas las páginas deportivas de los periódicos de hoy mantendrán la tesis de que fue superior a los Planicka. Combi, Grosics, Yashin, Maspoli y cuantos han figurado en las selecciones ideales de cada Mundial. Zamora fue superado en España- por Iríbar en el número de actuaciones internacionales, pero sin pecar de inmodesto hubiera podido decir hasta su muerte aquello de «detrás de mí, nadie». Ricardo Zamora creó escuela en el mundo, y la admiración que por él sintieron sus coetáneos es la misma que guardan quienes ni siquiera pudieron alcanzar a verle jugar. Zamora no ha sido un mito creado por los medios de difusión, supo ganarse una justificadísima fama a nivel internacional. La mayor prueba de su innegable calidad la dará hoy el hecho de que en todos los países del mundo su muerte será titulada así: «Ha muerto el mejor portero de la historia. »

El mejorPor Julián García Candau

Texto escrito para El País, el 8 de septiembre de 1978

MMXIIEl otro lado del balón