El Existencialismo Es Un Humanismo de Jean-Paul Sartre r1.1

5/21/2018 El Existencialismo Es Un Humanismo de Jean-Paul Sartre r1.1


Habr un retorno a Sartre cuando se haga el inventario de los puntos muertos a los que nos ha llevado la ideologa lib

MICHELC O

El existencialismo es un humanismo se ha convertido en un clsico del pensamiento occidental del siglo XX, sobr

porque en l aparecen expuestas, de una forma clara y accesible, las propuestas fundamentales del existencialism

vigencia del pensamiento de Sartre (su definicin del hombre como un hacerse continuo, su vehemente afirmacineleccin personal como compromiso que atae a toda la humanidad, su negativa a que la angustia desemboque en apat

slo permanece inclume, sino que se revela como un instrumento muy til para afrontar el presente.


Jean-Paul Sartre

El existencialismo es un humanismo

ePub r1 . 1

M o r o 19.09.13


Ttulo original:L'Existentialisme est un humanismeJean-Paul Sartre, 1946Traduccin: Victoria Praci de Fernndez

Editor digital: MoroePub base r1.0


SITUACIN DE LA CONFERENCIA

El existencialismo es un humanismo es el texto taquigrafiado, apenas retocado por Sartre, dconferencia que dio en Pars el lunes 29 de octubre de 1945 a peticin del club Maintenant, ctras la Liberacin por Jacques Calmy y Marc Beigbeder con un propsito de animacin literintelectual; se public el ao siguiente en ditions Nagel. Por qu tiene inters el autor deElla nadaen convencer del humanismo de su doctrina?

Hay que recordar que los dos primeros tomos de los Caminos de la libertad, recin publipor primera vez, obtenan un xito mezclado con escndalo. No nos detendremos en los detallesque, enLa edad de la razn y en La prrroga, contrari a la gente conformista de la poca. Tacha su personaje principal de aptico o cnico. Creo que lo que hace molestos a mis personajescriba Sartre es su lucidez. Saben lo que son y eligen el serlo. Desprovisto de anclajecertidumbres, Mathieu est, evidentemente, lejos de la figura de epopeya o del hroe positivnico triunfo, en su bsqueda obstinada de una va autnticamente libre de que se hace e

bsqueda filosfica deEl ser y la nada es esta lucidez desnuda que tambin es un sufrimient

que le sucede, lo que hace, tiene poco de real; no ha empezado verdaderamente a vivir. Entonadie entendi que se trata del drama intelectual y moral de una conciencia en devenir, cuya evoluno ha acabado al final del segundo tomo. Sin duda porque la lectura de las dos novelas, que porlado tuvieron defensores encarnizados, era ms accesible que la de la obra filosfica, su publicamplific la resonancia del existencialismo sartriano; las controversias a su propsito se vagravadas y enturbiadas por lo que ahora llamaramos un fenmeno meditico rplicadhesiones, hostilidad abierta o larvada, grosera, cuyas razones todava hoy se desconResult una invasin casi recproca: del escritor por una celebridad de mala ley que le dejaba at

del pblico por el existencialismo; frmulas hurfanas de sus contextos como El infierno sodems, La existencia precede a la esencia, El hombre es una pasin intil, esparcidas po

peridicos sensacionalistas, se tomaban como eslganes diablicos.En cuanto a las crticas expresadas por los intelectuales, que no desdeaban la injuria

procedan todava de un examen muy penetrante deEl ser y la nada[1] los cristianos, adems atesmo, reprochaban a Sartre el ser materialista, los comunistas el no serlo; los primeros se quede que pusiera arbitrariamente la primaca en el en-so, los segundos lo tachaban de subjetivistnociones de contingencia, de abandono, de angustia repugnaban a unos y otros. La exprviolenta de este rechazo, que Sartre sinti como odioso, se debe slo a que los nimos estabanel cataclismo de la guerra, como dir uno de sus detractores, preocupados por una definicihombre conforme a la exigencia histrica, y que permitiera superar la crisis actual? Lo cierto elas objeciones eran ms a menudo morales, incluso utilitarias, que propiamente filosfica

preocupaban poco p or discutir la orquestacin de las ideas en su obra, la pertinencia de los te

No todo el mundo puede leerEl ser y la nada, escriba el mismo crtico;[2]Sartre se convertamenos, en opinin de mucha gente, que en el antihumanista por excelencia: desmoralizaba franceses en el momento en que Francia, en ruinas, tena ms necesidad de esperanza.

As, fue para presentar al pblico una idea coherente y ms exacta de su filosofa por lo

Sartre acept dar esta conferencia.[3]Desconcertado por la sobreexcitacin de aquella muchedu


que entra a la fuerza en la sala y que, sospecha, comprende al menos tantos curiosos atrados prenombre sulfuroso del existencialismo y de su autor como oyentes que acuden por amorfilosofa, afirma que el existencialismo es una doctrina estrictamente reservada a los filsmientras que se apresura a ponerla poco o mucho al alcance de la masa; y es que El ser y la texto a la vez riguroso y prolijo, mal ledo y con frecuencia deformado, se ha convertido en un oque se le ha escapado y del que, sin embargo, se siente responsable. Aunque, parece adivinarseencima de aquel pblico que l circunscribe mal, se dirige ms en particular a los comunis

quienes querra volver a acercarse. Slo algunos meses antes escriba en los peridicos clandestinstos; ahora los puentes estn rotos y su hostilidad parece crecer con la expansinexistencialismo.

No obstante, no fue un razonamiento terico lo que condujo a Sartre a desear aquel acercamMadurEl ser y la nadadurante aos, lo construy en una especie de euforia solitaria duranvacaciones forzosas de la guerra peregrina y el Stalag; pero todo aquel potencial inteledesplegado para descubrir una verdad sobre el Ser y sobre el hombre en el mundo no le libr de su impotencia ante la Ocupacin. Si aspira a la accin colectiva, es porque ha sufrido el peso Historia y ha reconocido la importancia de lo social. Ese mismo mes de octubre, apareci el prnmero de Temps Modernes ; la revista que acaba de fundar pretende apoyar las luchas sociaeconmicas de la izquierda, cuyo primer representante es el partido de los Fusills, y concrnicas, sus reportajes y sus estudios, trabajar por la liberacin del hombre. Sin embargo, el ed e Temps Modernes se reserva la libertad de crtica: Nos alineamos al lado de los que qucambiar a la vez la condicin social del hombre y la concepcin que tiene de s mismo. Y a propde los acontecimientos polticos y sociales que vienen, nuestra revista tomar posicin en cada

o lo harpolticamente, es decir, no servir a ningn partido.[4]

Esta libertad de juicio no gusta a los tericos del Partido; hace el juego a la reaccin, seg

expresin consagrada porLHumanit.[5]La idea de libertad constituye un problema tambin plano terico. En esta conferencia, Sartre querr al menos, en el punto en que se encuentra investigacin filosfica, convencer a los marxistas del PC de que sta no contradice la concemarxista de la determinacin del hombre por lo econmico. El hombre no es libre y est encade

desde el mismo punto de vista, escribir tambin enMaterialismo y Revolucin,[6]donde expms tranquilamente sus divergencias con los comunistas.

Se le conmina a justificar moralmente su compromiso a partir deEl ser y la nada;[7]mejor dhay quien, en su lugar, saca consecuencias morales nefastas que en seguida le reprocharn a l. Cesperanza de disipar los malentendidos, Sartre se ve constreido aqu a esquematizar sus prtesis, a subrayar lo que se oir. Acaba por borrar la dimensin dramtica de la relacin indisolubla realidad-humana en el Ser: su concepcin personal de la angustia, por ejemplo, heredadKierkegaard y de Heidegger y reinventada, que ocupa un lugar central en su intento de ontolqueda reducida aqu a la angustia tica del jefe militar en el momento de enviar al asalto a sus trEste esfuerzo de vulgarizacin y conciliacin ser en vano: los marxistas no cedern.

Pero haba realmente un malentendido? Podemos dudarlo si tomamos en cuenta la frase de P

aville[8]en las intervenciones que siguieron a la conferencia:[9]Dejo de lado todas las cuest

especiales referentes a la tcnica filosfica. No es fcil para el filsofo dialogar si el interlo


cuestiona su doctrina negndose a llamarla filosofa! En la revista de Naville, una nota de resefelicitar por aquella imprecisa discusin: La contradiccin es puesta de relieve por Pierre NaviMejor que en exposiciones ms densas, se ve claramente lo que diferencia al marxism

existencialismo y de toda filosofa [].[10]Ciertamente, si hay que contradecir el existenciasartriano, que suscita inters entre la juventud, no es nicamente por una u otra de sus tesissobre todo porque corre el riesgo de sembrar discordia y vacilacin en los nimos. Usted impidla gente venga a nosotros, le dir Roger Garaudy; y Elsa Triolet: Es usted filsofo, por

antimarxista. En realidad, si el terico comunista considera que debatir el marxismo es debilitacertezas indispensables al militante para luchar (intilmente, por otro lado, pues el marxcontiene todas las verdades necesarias para cambiar el mundo), entonces es ajeno a l el espritu marcha filosfica cuyo valor reafirma Sartre en 1948: Querer la Verdad es preferir el Ser a

incluso de una forma catastrfica, sencillamente porque es.[11]Ms tarde se aplicar a mostradebido a la concepcin del hombre que l propone enriquecida entre tanto por sus en

biogrficos, el existencialismo no es, frente al marxismo, una filosofa de ms.[12]

Nada hay de sorprendente, en todo caso, en que Sartre lamentara muy pronto el haber perm

publicarEl existencialismo es un humanismo. Se ha ledo mucho esta conferencia, considerada una introduccin suficiente aEl ser y la nada, cosa que no es. Exposicin clara pero reductohace eco de las contradicciones en que Sartre se ve envuelto aquel ao; el autor aapasionadamente participar de la vida colectiva al lado del partido comunista, que arrastesperanza de millones de personas en el primer ao de postguerra, cuando las ms raditransformaciones de la sociedad parecen posibles; pero su eleccin no est fundamefilosficamente. Ah estn las crticas hostiles que los marxistas le hacen sin haberlo ledo, el pMarx a quien todava no ha estudiado seriamente; su reflexin sobre la dimensin social e hist

del hombre apenas ha comenzado y por otro lado, es la eidtica fenomenolgica el instrumadecuado para pensar el ser colectivo? Hay un factor esencial en filosofa, que es el tiempescribir Sartre en Cuestiones de mtodo. Hace falta mucho para escribir una obra terica. Aao le cogieron a destiempo.

El existencialismo es un humanismoes pues un escrito de circunstancias que, por poco qhaya abordado ya la obra de Sartre desde un punto de vista literario o filosfico, permite cap

primersimo momento, an vago, ntimamente conflictivo, de un viraje decisivo de su vida inteleUn nuevo ciclo de bsqueda filosfica est a punto de comenzar. Las objeciones a su obra, qintenta inventariar en esta conferencia, con ser confusas y hostiles, provocarn en l nu

preguntas que t ratar filosficamente enLa critica de la razn dialctica, tras una libre madurque testimonian, entre otros, sus escritos postumos.

ARLETTEELKAM-SA


EL EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO


Quisiera defender aqu el existencialismo de una serie de reproches que se le han dirigido.En primer lugar, se le ha reprochado invitar a la gente a permanecer en un quietism

desesperacin, porque si todas las soluciones estn cerradas, habra que considerar que la accieste mundo es totalmente imposible, y tambin desembocar finalmente en una filocontemplativa, lo que adems, dado que Ja contemplacin es un lujo, nos conduce a una filo

burguesa. stos son sobre todo los reproches de los comunistas.Se nos ha reprochado, por otra parte, hacer hincapi en la ignominia humana, de mostrar en

las cosas lo srdido, lo turbio, lo viscoso, y de desatender un cierto nmero de alegres esplendorlado luminoso de la naturaleza humana; por ejemplo, segn Mlle. Mercier, crtica catlica, holvidado la sonrisa del nio. Los unos y los otros nos reprochan haber faltado a la solidahumana, considerar que el hombre est aislado, en gran parte, adems, porque partimos dicecomunistas de la subjetividad pura, es decir delyo piensocartesiano, y ms an del momenque el hombre se capta en su soledad, lo que, en consecuencia, nos hara incapaces de volversolidaridad con los hombres que estn fuera del yo, y que no puedo captar en el cogito.

Y del lado cristiano, se nos reprocha que negamos la realidad y la seriedad de las emphumanas, puesto que si suprimimos los mandamientos de Dios y los valores inscritos en la eternslo queda la estricta gratuidad, pudiendo cada uno hacer lo que quiere y siendo incapaz, des

punto de vista, de condenar los puntos de vista y los actos de los dems.A estos diferentes reproches trato de responder hoy; por eso he titulado esta peq

exposicin:El existencialismo es un humanismo. Muchos podrn extraarse de que se hable aqhumanismo. Trataremos de ver en qu sentido lo entendemos. En todo caso, lo que podemos desde el principio es que entendemos por existencialismo una doctrina que hace posible lahumana y que, por otra parte, declara que toda verdad y toda accin implican un medio ysubjetividad humana.

El reproche esencial que se nos hace, como se sabe, es que ponemos el acento en el lado mala vida humana. Una seora de la que me han hablado recientemente, cuando por nerviosismoescapar una palabra vulgar, dice, excusndose: Creo que me estoy volviendo existencialistaconsecuencia se asimila fealdad a existencialismo; por eso se declara que somos naturalistas; ysomos, resulta extrao que asustemos, que escandalicemos mucho ms de lo que el natura

propiamente dicho asusta e indigna hoy da. Hay quien soporta perfectamente una novela decomoLa tierra,y se desalienta al leer una novela existencialista; hay quien utiliza la moral corr

que es bien mediocre y nos encuentra a nosotros ms mediocres todava. Sin embargo, qu

decepcionante que decir, por ejemplo, la caridad bien entendida empieza por uno mismo, ounge al villano y l se quejar, trtalo con dureza y l te ungir. Conocemos los lugares comque se pueden utilizar en este punto y que muestran siempre la misma cosa: no hay que luchar clos poderes establecidos, no hay que luchar contra la fuerza, no hay que intentar elevarse por ende la propia condicin, toda accin que no se inserta en una tradicin es un romanticismo,tentativa que no se apoya en una experiencia probada est condenada al fracaso; y la experimuestra que los hombres tienden siempre hacia lo bajo, que se necesitan cuerpos slidos dominarlos: si no, es la anarqua. Sin embargo, es la gente que repite estos lamentables proverbigente que dice: qu humano cada vez que se les muestra un acto ms o menos repugnante, la

que se alimenta de canciones realistas, es sa la gente que reprocha al existencialismo ser dema


sombro, y hasta tal punto que me pregunto si lo que le reprochan es su optimismo y npesimismo. En el fondo, lo que asusta de la doctrina que voy a tratar de exponer, no es el hecque deja una posibilidad de eleccin al hombre? Para saberlo, es necesario que volvamos a examincuestin en un plano estrictamente filosfico. A qu se le llama existencialismo?

La mayor parte de la gente que utiliza esta palabra se sentira muy incmoda si tuvieraustificar su empleo, y puesto que hoy da se ha convertido en una moda, se declara de buen g

que tal msico o tal pintor es existencialista. Un redactor de noticias de Clartsfirma lExistentia

en el fondo la palabra ha tomado hoy tal amplitud y tal extensin que ya no signabsolutamente nada. Parece que, a falta de una doctrina de vanguardia anloga al surrealismo, la vida de escndalo y de movimiento se dirige a esta filosofa, que no les puede aportar nada po

parte en este dominio; en realidad es la doctrina menos escandalosa, la ms austera; est destestrictamente a los tcnicos y a los filsofos. Sin embargo, se puede definir fcilmente. Locomplica las cosas es que hay dos especies de existencialistas: los p rimeros, que son cristianos, los cuales yo colocara a Jaspers y a Gabriel Marcel, de confesin catlica; y, por otra parte

existencialistas ateos, entre los cuales hay que colocar a Heidegger,[13]y tambin a los existencia

franceses y a m mismo. Lo que ellos tienen en comn es simplemente el hecho de considerar qexistencia precede a la esencia, o, si se prefiere, que hay que partir de la subjetividad. Qu signesto exactamente?

Consideremos un objeto fabricado, por ejemplo un libro o un abrecartas. Este objeto hafabricado por un artesano que se ha inspirado en un concepto;

se ha referido al concepto de abrecartas, e igualmente a una tcnica de produccin previaforma parte del concepto, y que en el fondo es una frmula. As, el abrecartas es a la vez un oque se produce de cierta manera y que, por otra parte, tiene una utilidad definida, y es impenque un hombre produzca un abrecartas sin saber para qu va a servir ese objeto. Diramos ento

que en el caso del abrecartas, la esencia es decir, el conjunto de frmulas y de cualidadepermiten producirlo y definirlo precede a la existencia; y as est determinada la presencia frem de tal o cual abrecartas, de tal o cual libro. Tenemos aqu, pues, una visin tcnica del mundla cual se puede decir que la produccin precede a la existencia.

Cuando concebimos un Dios creador, ese Dios se asimila la mayora de las veces a un artesuperior; y cualquiera que sea la doctrina que consideremos, trtese de una doctrina como Descartes o como la de Leibniz, admitimos siempre que la voluntad sigue ms o menentendimiento, o por lo menos lo acompaa, y que Dios, cuando crea, sabe con precisin lo que

As el concepto de hombre en el espritu de Dios es asimilable al concepto de abrecartas en el esdel industrial; y Dios produce al hombre siguiendo tcnicas y una concepcin, exactamente comartesano fabrica un abrecartas siguiendo una definicin y una tcnica. As el hombre individual recierto concepto que est en el entendimiento divino. En el siglo XVIII, en el atesmo de los filsofnocin de Dios es suprimida, pero no pasa lo mismo con la idea de que la esencia precedeexistencia. Esta idea la encontramos un poco en todas partes: la encontramos en Diderot, en Vo

aun en Kant. El hombre es poseedor de una naturaleza humana; esta naturaleza humana, queconcepto humano, se encuentra en todos los hombres, lo que significa que cada hombre es un eje

particular de un concepto universal, el hombre; en Kant resulta de esta universalidad que tanhombre de los bosques, el hombre de la naturaleza, como el burgus, estn sujetos a la m


definicin y poseen las mismas cualidades bsicas. As, pues, aqu tambin la esencia del hoprecede a esa existencia histrica que encontramos en la naturaleza.

El existencialismo ateo que yo represento es ms coherente. Declara que si Dios no existepor lo menos un ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poddefinido por ningn concepto, y que este ser es el hombre o, como dice

Heidegger, la realidad humana. Qu significa aqu que la existencia precede a la esencia? Sigque el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que despus se defin

hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser Slo ser despus, y ser tal como se haya hecho. As pues, no hay naturaleza humana, porquhay Dios para concebirla. El hombre es el nico que no slo es tal como l se concibe, sino tal cl se quiere, y como l se concibe despus de la existencia, como l se quiere despus de este imphacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que l se hace. ste es el primer principiexistencialismo. Es tambin lo que se llama la subjetividad, que se nos echa en cara bajo ese mnombre. Pero qu queremos decir con esto sino que el hombre tiene una dignidad mayor q

piedra o la mesa? Porque queremos decir que el hombre empieza por existir, es decir, que empor ser algo que se lanza hacia un porvenir, y que es consciente de proyectarse hacia el porvenhombre es ante todo un proyecto que se vive subjetivamente, en lugar de ser un musgo

podredumbre o una coliflor; nada existe p reviamente a este proyecto; nada hay en el cielo intel el hombre ser ante todo lo que haya proyectado ser. No lo que quiera ser. Porque lo

entendemos ordinariamente por querer es una decisin consciente, que para la mayora de nosotrposterior a que el hombre se haya hecho a s mismo. Yo puedo querer adherirme a un partido, esun libro, casarme; todo esto no es ms que la manifestacin de una eleccin ms original,espontnea que lo que se llama voluntad. Pero si verdaderamente la existencia precede a la esenchombre es responsable de lo que es. As, el primer paso del existencialismo es poner a todo ho

en posesin de lo que es, y hacer recaer sobre l la responsabilidad total de su existencia. Y cudecimos que el hombre es responsable de s mismo, no queremos decir que el hombre es responde su estricta individualidad, sino que es responsable de todos los hombres. Hay dos sentidos

palabrasubjetivismo, y nuestros adversarios juegan con los dos sentidos. Subjetivismo, poparte, quiere decir eleccin del sujeto individual por s mismo, y por otra, imposibilidad del hode sobrepasar la subjetividad humana. El segundo sentido es el sentido profundo del existencialCuando decimos que el hombre se elige, entendemos que cada uno de nosotros se elige, pero tamqueremos decir con esto que al elegirse elige a todos los hombres.

En efecto, no hay ninguno de nuestros actos que, al crear al hombre que queremos ser, no crmismo tiempo una imagen del hombre tal como consideramos que debe ser. Elegir ser esto o aqes afirmar al mismo tiempo el valor de lo que elegimos, porque nunca podemos elegir el mal; loelegimos es siempre el bien, y nada puede ser bueno para nosotros sin serlo para todos. Si, po

parte, la existencia precede a la esencia y nosotros queremos existir al mismo t iempo que formnuestra imagen, esta imagen es valedera para todos y para nuestra poca entera. As, nuresponsabilidad es mucho mayor de lo que podramos suponer, porque compromete a tohumanidad. Si soy obrero y elijo adherirme a un sindicato cristiano antes que ser comunista, sesta adhesin quiero indicar que la resignacin es en el fondo la solucin que conviene al hombre

el reino del hombre no est sobre la tierra, no comprometo solamente mi caso: quiero resignarme


todos; en consecuencia, mi acto ha comprometido a toda la humanidad. Y si quiero hechoindividual casarme, tener hijos, aun si mi casamiento depende nicamente de mi situacin, o d

pasin o de mi deseo, con esto no me encamino yo solamente, sino que encamino a la humaentera en la va de la monogamia.

As soy responsable por m mismo y por todos, y creo una cierta imagen del hombre quelijo; eligindome, elijo al hombre. Esto permite comprender lo que se oculta bajo palabras un grandilocuentes como angustia, desamparo, desesperacin. Como vern ustedes, es sumam

sencillo. Ante todo, qu se entiende por angustia? El existencialista suele declarar que el hombangustia. Esto significa que el hombre que se compromete y que se da cuenta de que es no slo eelige ser, sino tambin un legislador, que al mismo tiempo que a s mismo elige a toda la humanno podra escapar al sentimiento de su total y profunda responsabilidad. Ciertamente hay muque no estn angustiados; pero nosotros afirmamos que se enmascaran su propia angustia, que hde ella; en verdad, muchos creen que al obrar slo se comprometen a s mismos, y cuando se lesPero y si todo el mundo procediera as?, se encogen de hombros y contestan: No todo el m

procede as. Pero en verdad hay que preguntarse siempre: qu sucedera si todo el mundo hicimismo? Y no se escapa uno de este pensamiento inquieto sino por una especie de mala fe. Emiente y se excusa declarando: todo el mundo no procede as, es alguien que no est bien cconciencia, pues el hecho de mentir implica un valor universal atribuido a la mentira. Aun cuanangustia se enmascara, aparece. Es esta angustia la que Kierkegaard llamaba la angustia de AbraConocen ustedes la historia: un ngel ha ordenado a Abraham sacrificar a su hijo; todo anda bienverdaderamente un ngel el que ha venido y le ha dicho: T eres Abraham, sacrificars a tu hPero cada cual puede preguntarse: ante todo, es en verdad un ngel, y yo soy en verdad AbrahQuin me lo prueba? Haba una loca que tena alucinaciones: le hablaban por telfono y le drdenes. El mdico le pregunt: Pero quin le habla?. Ella contest: Dice que es Dios. Y q

probaba que, en efecto, era Dios? Si un ngel viene a m, qu es lo que prueba que es un ngel?oigo voces, qu es lo que prueba que vienen del cielo y no del infierno, o del subconsciente, o estado patolgico? Quin prueba que se dirigen a m? Quin prueba que soy yo el realmsealado para imponer mi concepcin del hombre y mi eleccin a la humanidad? No encontrar jninguna prueba, ningn signo para convencerme de ello. Si una voz se dirige a m, siempre sequien decida que esta voz es la voz del ngel; si considero que tal o cual acto es bueno, soy yo eelegir decir que este acto es bueno y no malo. Nadie me designa para ser Abraham, y, sin embestoy obligado a cada instante a realizar actos ejemplares. Todo ocurre como si, para todo hom

toda la humanidad tuviera los ojos fijos en lo que l hace y se ajustara a lo que l hace. Y cada hodebe decirse: soy yo quien tiene el derecho a obrar de tal manera que la humanidad se rija segactos? Y si no se dice esto es porque se enmascara su angustia. No se trata aqu de una angusticonducira al quietismo, a la inaccin. Se trata de una angustia simple, que conocen todos aquellohan tenido responsabilidades. Cuando, por ejemplo, un jefe militar asume la responsabilidad dataque y enva cierto nmero de hombres a la muerte, l elige hacerlo y en el fondo elige l soloduda hay rdenes superiores, pero son demasiado amplias y se impone una interpretacin

proviene de l, y de esta interpretacin depende la vida de catorce o veinte hombres. No puedede haber, en la decisin que toma, cierta angustia. Todos los jefes conocen esta angustia. Esto n

impide actuar: al contrario, es la condicin misma de su accin; porque esto supone que enfr


una pluralidad de posibilidades, y cuando eligen una, se dan cuenta de que slo tiene valor porqsido elegida. Y esta especie de angustia, que es la que describe el existencialismo, veremos qexplica adems por una responsabilidad directa frente a los otros hombres que compromete. Nuna cortina que nos separa de la accin, sino que forma parte de la accin misma.

Y cuando se habla de desamparo, expresin cara a Heidegger, queremos decir solamente queno existe, y que de esto hay que sacar las ltimas consecuencias. El existencialista se odecididamente a cierto tipo de moral laica que quisiera suprimir a Dios con el menor esfuerzo po

Cuando hacia 1880 algunos profesores franceses trataron de constituir una moral laica, dijeron mmenos esto: Dios es una hiptesis intil y costosa, nosotros la suprimimos; pero es necesariembargo, para que haya una moral, una sociedad, un mundo vigilado, que algunos valores se tomserio y se consideren como existentes a priori; es necesario que sea obligatorio a priori ser honno mentir, no pegar a la esposa, tener hijos, etc., etc Haremos por lo tanto un pequeo trabaj

permitir demostrar que estos valores existen, a pesar de todo, inscritos en un cielo intelaunque, por otra parte, Dios no existe. Dicho en otra forma y es, segn creo, la tendencia delo que se llama en Francia el radicalismo, nada cambiar si Dios no existe; encontraremomismas normas de honradez, de progreso, de humanismo, y habremos hecho de Dios una hipsuperada que morir tranquilamente y por s misma. El existencialista, por el contrario, piensa qmuy incmodo que Dios no exista, porque con l desaparece toda posibilidad de encontrar valorun cielo inteligible; ya no se puede tener el bien a priori, porque no hay ms conciencia infin

perfecta para pensarlo; no est escrito en ninguna parte que el bien exista, que haya que ser honque no haya que mentir; puesto que precisamente estamos en un plano donde solamentehombres. Dostoievski haba escrito: Si Dios no existiera, todo estara permitido. ste es el pde partida del existencialismo. En efecto, todo est permitido si Dios no existe y en consecuenhombre est abandonado, porque no encuentra ni en s ni fuera de s una posibilidad de aferrarse

encuentra, ante todo, excusas. Si en efecto la existencia precede a la esencia, no se podr jexplicar por referencia a una naturaleza humana dada y fija; dicho de otro modo, nodeterminismo, el hombre es libre, el hombre es libertad. Si, por otra parte, Dios no existencontramos frente a nosotros valores u rdenes que legitimen nuestra conducta. As, no tenemdetrs ni delante de nosotros, en el dominio luminoso de los valores, ni justificaciones ni excEstamos solos, sin excusas. Es lo que expresar al decir que el hombre est condenado a ser Condenado, porque no se ha creado a s mismo y, sin embargo, por otro lado, libre, porque unarrojado al mundo es responsable de todo lo que hace. El existencialista no cree en el poder

pasin. No pensar nunca que una bella pasin es un torrente devastador que conduce fatalmehombre a ciertos actos y que por tanto es una excusa; piensa que el hombre es responsable dpasin. El existencialista tampoco pensar que el hombre puede encontrar socorro en un signo en la tierra, que lo orientar, porque piensa que el hombre descifra por s mismo el signo c

prefiere. Piensa, pues, que el hombre, sin ningn apoyo ni socorro, est condenado a cada instainventar al hombre. Ponge ha dicho, en un artculo muy hermoso: El hombre es el porveni

hombre.[14]Es perfectamente exacto. Slo que si se entiende por esto que ese porvenir est inen el cielo, que Dios lo ve, entonces es falso, pues ya no sera ni siquiera un porvenir. Si se entque, sea cual fuere el hombre que aparece, hay un porvenir por hacer, un porvenir virgen qespera, entonces es exacto. Pero en tal caso est uno desamparado. Para dar un ejemplo que pe


comprender mejor lo que es el desamparo, citar el caso de uno de mis alumnos, que me vino a vlas siguientes circunstancias: su padre se haba peleado con su madre y tenda al colaboracionismhermano mayor haba muerto en la ofensiva alemana de 1940, y este joven, con sentimientos un

primitivos pero generosos, quera vengarlo. Su madre viva sola con l, muy afligida psemitraicin del padre y por la muerte del hijo mayor, y su nico consuelo era l. Este joven tenese momento, la eleccin de partir para Inglaterra y entrar en las Fuerzas Francesas Libres es abandonar a su madre o bien permanecer al lado de su madre, y ayudarla a vivir. Se daba per

cuenta de que esta mujer slo viva para l y que su desaparicin y tal vez su muerte la hunen la desesperacin. Tambin se daba cuenta de que en el fondo, concretamente, cada acto que llea cabo con respecto a su madre tena otro correspondiente en el sentido de que la ayudaba a mientras que cada acto que llevaba a cabo para partir y combatir era un acto ambiguo que

perderse en la arena, sin servir para nada: por ejemplo, al partir para Inglaterra, pasando por Espoda permanecer indefinidamente en un campo espaol; poda llegar a Inglaterra o a Argelia y aen un despacho redactando documentos. En consecuencia, se encontraba frente a dos tipos de amuy diferentes: una concreta, inmediata, pero que se diriga a un solo individuo; y otra que se da un conjunto infinitamente ms vasto, a una colectividad nacional, pero que por eso mismambigua, y que poda ser interrumpida en el camino. Al mismo tiempo dudaba entre dos tipomoral. Por una parte, una moral de simpata, de devocin personal; y por otra, una moral ms am

pero de eficacia ms discutible. Haba que elegir entre las dos. Quin poda ayudarlo a elegirdoctrina cristiana? No, la doctrina cristiana dice as: sed caritativos, amad a vuestro prsacrificados por los dems, elegid el camino ms estrecho, etc., etc. Pero cul es el caminoestrecho? A quin hay que amar como a un hermano? Al combatiente o a la madre? Cul utilidad mayor: la utilidad vaga de luchar en un grupo o la utilidad precisa de ayudar a un ser cona vivir? Quin puede decidir a priori? Nadie. Ninguna moral inscrita puede decirlo. La m

kantiana dice: no tratis jams a los otros como medios, sino como fines. Muy bien: si vivo al lami madre la tratar como fin, y no como medio, pero esto me pone en peligro de tratar como melos que combaten a mi alrededor; y recprocamente, si me uno a los que combaten, los tratar cfin, y esto me pone en peligro de tratar a mi madre como medio.

Si los valores son vagos, y si son siempre demasiado vastos para el caso preciso y concretconsideramos, slo nos queda fiarnos de nuestros inst intos. Es lo que ha tratado de hacer este j

cuando lo vi, me dijo: En el fondo, lo que importa es el sentimiento; debera elegir lo quempuja verdaderamente en cierta direccin. Si siento que amo a mi madre lo bastante para sacr

todo lo dems mi deseo de venganza, mi deseo de accin, mi deseo de aventuras, me quelado de ella. Si, al contrario, siento que mi amor por mi madre no es suficiente, parto. Pero determinar el valor de un sentimiento? Qu es lo que constitua el valor de su sentimiento hacmadre? Precisamente el hecho de que se quedaba por ella. Puedo decir: quiero lo bastante a tal a

para sacrificar por l tal suma de dinero; puedo decirlo slo si lo he hecho. Puedo decir: quiebastante a mi madre para quedarme junto a ella. No puedo determinar el valor de este afecto si hecho precisamente un acto que lo ratifica y lo define. Ahora bien, como exijo a este afecto justmi acto, me encuentro encerrado en un crculo vicioso.

Por otra parte, Gide ha dicho muy bien que un sentimiento que se representa y un sentim

que se vive son dos cosas casi indiscernibles: decidir que amo a mi madre quedndome junto a


representar una comedia que har que yo permanezca con mi madre es casi la misma cosa. Dichotra forma, el sentimiento se construye con actos que se realizan; no puedo pues consultarloguiarme por l. Lo cual quiere decir que no puedo ni buscar en m el estado autntico quempujar a actuar, ni pedir a una moral los conceptos que me permitirn actuar. Por lo menos, ustedes, ha ido a ver a un profesor para pedirle consejo. Pero si ustedes, por ejemplo, buscconsejo de un sacerdote, han elegido ese sacerdote y saben ms o menos ya, en el fondo, lo que va a aconsejar. En otras palabras, elegir el consejero es ya comprometerse. La prueba est en q

ustedes son cristianos, dirn: consulte a un sacerdote. Pero hay sacerdotes conformistas, sacerde la resistencia. Cul elegir? Y si el joven elige un sacerdote de la resistencia o un sacecolaboracionista ya ha decidido el tipo de consejo que va a recibir. As, al venir a verme, sabrespuesta que yo le dara y yo no tena ms que una respuesta que dar: usted es libre, elija, es dinvente. Ninguna moral general puede indicar lo que hay que hacer; no hay signos en el mundocatlicos dirn: s, hay signos. Admitmoslo: soy yo mismo, de todas maneras, el que elige el seque tienen. Conoc, cuando estaba prisionero, a un hombre muy notable que era jesuita. Hentrado en la orden de los jesuitas de la siguiente forma: haba tenido que soportar cierto nmefracasos muy duros; de nio, su padre haba muerto dejndolo en la pobreza, y l haba sido been una institucin religiosa donde continuamente se le haca sentir que era aceptado por caridad; no obtuvo cierto nmero de distinciones honorficas que halagan a los nios; despus, hacidieciocho aos, fracas en una aventura sentimental; en fin, a los veintids, cosa muy pueril perfue la gota que colm el vaso, fracas en su preparacin militar. Este joven poda pues considerahaba fracasado en todo; era un signo, pero signo de qu? Poda refugiarse en la amargura o desesperacin. Pero juzg, muy hbilmente segn l, que era el signo de que no estaba hecho patriunfos seculares, y que slo los triunfos de la religin, de la santidad, de la fe, le eran accesiblesen esto la palabra de Dios y entr en la orden. Quin no ve que la decisin del sentido del sign

tomada por l totalmente solo? Se habra podido deducir otra cosa de esta serie de fracasosejemplo, que hubiera sido mejor que fuese carpintero o revolucionario. El llevaba pues la eresponsabilidad del desciframiento. El desamparo implica que elijamos nosotros mismos nuestroEl desamparo va acompaado de la angustia. En cuanto a la desesperacin, esta expresin tiensentido extremadamente simple. Significa que nos limitaremos a contar con lo que depende de nuvoluntad, o con el conjunto de probabilidades que hacen posible nuestra accin. Cuando se qalguna cosa, hay siempre elementos probables. Puedo contar con la llegada de un amigo. El aviene en ferrocarril o en tranva: eso supone que el tren llegar a la hora fijada, o que el tranv

descarrilar. Estoy en el dominio de las posibilidades; pero no se trata de contar con los posibleque en la medida estricta en que nuestra accin implica el conjunto de esos posibles. A partimomento en que las posibilidades que considero no estn rigurosamente comprometidas poaccin, debo desinteresarme, porque ningn Dios, ningn designio puede adaptar el mundo y

posibilidades a mi voluntad. En el fondo, cuando Descartes deca: Vencerse ms bien a s mismal mundo, quera decir la misma cosa: obrar sin esperanza. Los marxistas con quienes he habladcontestan: Usted puede, en su accin, que estar evidentemente limitada por su muerte, contael apoyo de otros. Esto significa contar a la vez con lo que los ot ros harn en otra parte, en ChinRusia, para ayudarlo, y a la vez sobre lo que harn ms tarde, despus de su muerte, para reanu

accin y llevarla hacia su cumplimiento, que ser la revolucin. Usted debe tener en cuenta todo


si no, usted no es moral. Respondo en primer lugar que contar siempre con los camaradas de en la medida en que esos camaradas estn comprometidos conmigo en una lucha concreta y coen la unidad de un partido o de un grupo que yo puedo controlar ms o menos, es decir, en elestoy a ttulo de militante y cuyos movimientos conozco a cada instante. En ese momento, ccon la unidad y la voluntad de ese partido es exactamente como contar con que el tranva llegarhora o con que el tren no descarrilar. Pero no puedo contar con hombres que no confundndome en la bondad humana o en el inters del hombre por el bien de la sociedad, dado q

hombre es libre y que no hay ninguna naturaleza humana en que pueda yo fundarme. No sllegar a ser de la revolucin rusa: puedo admirarla y ponerla de ejemplo en la medida en que hoprueba que el proletariado desempea un papel en Rusia como no lo desempea en ningunanacin. Pero no puedo afirmar que esto conducir forzosamente a un triunfo del proletariado; tque limitarme a lo que veo; no puedo estar seguro de que los camaradas de lucha reanudartrabajo despus de mi muerte para llevarlo a un mximo de perfeccin, puesto que estos hombrelibres y decidirn libremente maana lo que ser el hombre; maana, despus de mi muerte, alghombres pueden decidir establecer el fascismo, y los dems pueden ser lo bastante cobardes y d

para dejarles hacer; en ese momento, el fascismo ser la verdad humana, y tanto peor para nosoen realidad, las cosas sern como el hombre haya decidido que sean. Quiere decir esto que abandonarme al quietismo? No. En primer lugar, debo comprometerme; luego, actuar segn lafrmula: No es necesario tener esperanzas para actuar. Esto no quiere decir que yo no

pertenecer a un partido, pero s que no tendr ilusin y que har lo que pueda. Por ejemplo, pregunto: llegar la colectivizacin, como tal, a realizarse? No s nada; s solamente que har toque est en mi mano para que llegue; fuera de esto no puedo contar con nada.

El quietismo es la actitud de la gente que dice: los dems pueden hacer lo que yo no puedo hLa doctrina que yo les presento es justamente la opuesta al quietismo, porque declara: slo

realidad en la accin; y va ms lejos todava, porque agrega: el hombre no es nada ms quproyecto, no existe ms que en la medida en que se realiza; por lo tanto, no es otra cosa qconjunto de sus actos, nada ms que su vida. De acuerdo con esto, podemos comprender ponuestra doctrina horroriza a algunas personas. Porque a menudo no tienen ms que una formsoportar su miseria, y es pensar as: las circunstancias me han sido adversas; yo vala mucho mlo que he sido; evidentemente no he tenido un gran amor, o una gran amistad, pero es porque nencontrado ni un hombre ni una mujer que lo mereciesen; no he escrito buenos libros porque ntenido tiempo para hacerlos; no he tenido hijos a quienes dedicarme porque no he encontra

hombre con el que podra haber realizado mi vida. Han quedado pues, en m, sin empleenteramente viables, un conjunto de disposiciones, de inclinaciones, de posibilidades que me dvalor que la simple serie de mis actos no permite inferir. Ahora bien, en realidad, parexistencialismo, no hay otro amor que el que se constituye, no hay otra posibilidad de amor qque se manifiesta en el amor; no hay otro genio que el que se manifiesta en las obras de arte; el gde Proust es la totalidad de las obras de Proust; el genio de Racine es la serie de sus tragedias; de esto no hay nada. Por qu atribuir a Racine la posibilidad de escribir una nueva tragedia, cuno la ha escrito? Un hombre se compromete en la vida, dibuja su figura, y, fuera de esta figurhay nada. Evidentemente, este pensamiento puede parecer duro para aquel que no ha triunfado

vida. Pero, por otra parte, dispone a la gente para comprender que slo cuenta la realidad, qu


sueos, las esperas, las esperanzas permiten solamente definir a un hombre como sdesilusionado, como esperanzas abortadas, como esperas intiles; es decir, que esto lo dnegativamente y no positivamente; sin embargo, cuando se dice: T no eres otra cosa que tu vesto no implica que el artista ser juzgado solamente por sus obras de arte; miles de otras contribuyen igualmente a definirlo. Lo que queremos decir es que el hombre no es ms que unade empresas, que es la suma, la organizacin, el conjunto de las relaciones que constituyen empresas.

En estas condiciones, lo que se nos reprocha aqu en el fondo no es nuestro pesimismo, sindureza optimista. Si la gente nos reprocha las novelas en que describimos seres sin coraje, dcobardes y algunas veces francamente malos, no es nicamente porque estos seres son flojos, dcobardes o malos; porque si, como Zola, declarramos que son as por herencia, por la accimedio, de la sociedad, por un determinismo orgnico o psicolgico, la gente se sentira segura y

bueno, somos as, y nadie puede hacer nada; pero el existencialista, cuando describe a un cobdice que el cobarde es responsable de su cobarda. No lo es porque tenga un corazn, un pulmncerebro cobarde; no lo es debido a una configuracin fisiolgica, sino que lo es porque constituido como hombre cobarde por sus actos. No hay temperamento cobarde; hay temperamnerviosos, hay sangre floja, como dicen, o temperamentos ricos; pero el hombre que tiene una sfloja no por eso es cobarde, porque lo que hace la cobarda es el acto de renunciar o de cedetemperamento no es un acto; el cobarde est definido a partir del acto que realiza. Lo que la siente oscuramente y le horroriza es que el cobarde que nosotros presentamos es culpable dcobarde. Lo que la gente quiere es que se nazca cobarde o hroe. Uno de los reproches que se hmenudo aLos caminos de la libertad, se formula as: pero, en fin, de esa gente que es tan floja, har usted hroes? Esta objecin resulta ms bien cmica, porque supone que uno nace hroe. Yfondo es esto lo que la gente quiere pensar: si se nace cobarde, se est perfectamente tranquil

hay nada que hacer, se ser un cobarde toda la vida, hgase lo que se haga; si se nace hroe, tamse estar perfectamente tranquilo, se ser un hroe toda la vida, se beber como un hroe, se cocomo un hroe. Lo que dice el existencialista es que el cobarde se hace cobarde, el hroe se hace h

para el cobarde hay siempre una posibilidad de no ser ms cobarde y para el hroe la de dejar dhroe. Lo importante es el compromiso total, y no es un caso p articular, una accin particular lcompromete totalmente.

As, creo yo, hemos respondido a cierto nmero de reproches concernientes al existencialUstedes ven que no puede ser considerado como una filosofa del quietismo, puesto que def

hombre por la accin; ni como una descripcin pesimista del hombre: no hay doctrina ms optimpuesto que el destino del hombre est en l mismo; ni como una tentativa para descorazonhombre alejndolo de la accin, puesto que le dice que slo hay esperanza en su accin, y qnica cosa que permite vivir al hombre es el acto. En consecuencia, en este plano, tenemovrnoslas con una moral de accin y de compromiso. Sin embargo, se nos reprocha adems, partde estos postulados, que aislamos al hombre en su subjetividad individual. Aqu tambin seentiende muy mal.

Nuestro punto de partida, en efecto, es la subjetividad del individuo, y ello por razestrictamente filosficas. No porque somos burgueses, sino porque queremos una doctrina basa

la verdad, y no un conjunto de bellas teoras, llenas de esperanza pero sin fundamentos reales.


punto de partida no puede haber otra verdad que sta:pienso, luego existo; sta es la verdad absde la conciencia captndose a s misma.

Toda teora que toma al hombre fuera de ese momento en que se capta a s mismo es anteuna teora que suprime la verdad, pues, fuera de este cogito cartesiano, todos los objetosolamente probables y una doctrina de probabilidades que no est sujeta a una verdad se hunde nada; para definir lo probable hay que poseer lo verdadero. Luego, para que haya una vcualquiera, es necesaria una verdad absoluta; y sta es simple, fcil de conseguir, est al alcan

todo el mundo; consiste en captarse sin intermediario.En segundo lugar, esta teora es la nica que otorga una dignidad al hombre, la nica que convierte en objeto. Todo materialismo tiene por efecto tratar a todos los hombres, incluidomismo, como objetos; es decir, como un conjunto de reacciones determinadas, que en nadistingue del conjunto de cualidades y fenmenos que constituyen una mesa o una silla o una piNosotros queremos constituir p recisamente el reino humano como un conjunto de valores distdel reino material. Pero la subjetividad que alcanzamos a ttulo de verdad, no es una subjetirigurosamente individual, porque hemos demostrado que en el cogitouno no se descubra solames mismo, sino tambin a los otros. Por elyo pienso, contrariamente a la filosofa de Desccontrariamente a la filosofa de Kant, nosotros nos captamos a nosotros mismos frente al otrootro es tan cierto para nosotros como nosotros mismos. As, el hombre que se capta directam

por el cogitodescubre tambin a todos los otros y los descubre como la condicin de su existencda cuenta de que no puede ser nada (en el sentido en que se dice que se es espiritual, o que malo, o que se es celoso), salvo si los otros lo reconocen como tal. Para obtener una verdad cualqsobre m, es necesario que pase por el otro. El otro es indispensable a mi existencia tanto comconocimiento que tengo de m mismo. En estas condiciones, el descubrimiento de mi intimidadescubre al mismo tiempo al otro, como una libertad colocada frente a m que no piensa y qu

quiere sino por o contra m. As descubrimos enseguida un mundo que llamaremointersubjetividad, y es en este mundo donde el hombre decide lo que es y lo que son los ot ros.

Adems, si es imposible encontrar en cada hombre una esencia universal que sera la naturhumana, existe, sin embargo, una universalidad humana de condicin. No es por azar qu

pensadores de hoy da hablan ms fcilmente de la condicin del hombre que de su naturalezacondicin ellos entienden, con ms o menos claridad, el conjunto de los lmitesa priori que bosqsu situacin fundamental en el universo. Las situaciones histricas varan: el hombre puede esclavo en una sociedad pagana, o seor feudal, o proletario.

Lo que no vara es su necesidad de estar en el mundo, de estar en l trabajando, de estar entre otros y de ser en l mortal. Los lmites no son ni subjetivos ni objetivos, o ms bien tienenfaz objetiva y una faz subjetiva. Objetivos porque se encuentran en todo y son en todo reconocsubjetivos porque son vividosy no son nada si el hombre no los vive, es decir, si no se deterlibremente en su existencia por relacin a ellos. Y si bien los proyectos pueden ser diversos, pmenos ninguno puede permanecerme extrao, porque todos presentan en comn una tentativafranquear esos lmites o para ampliarlos o para negarlos o para acomodarse a ellos. En consecuetodo proyecto, por ms individual que sea, tiene un valor universal. Todo proyecto, aun el del cel del hind o el del negro, puede ser comprendido por un europeo. Puede ser comprendido;

quiere decir que el europeo de 1945 puede lanzarse a partir de una situacin que l concibe hast


lmites de la misma manera, y que puede rehacer en s el proyecto del chino, del hind o del afriEn todo proyecto hay universalidad en el sentido de que todo proyecto es comprensible parahombre. Lo que no significa de ninguna manera que este proyecto defina al hombre para siemsino que puede ser reencontrado. Hay siempre una forma de comprender al idiota, al ni

primitivo o al extranjero, siempre que se tenga la informacin suficiente. En este sentido poddecir que hay una universalidad del hombre; pero no est dada, es construida perpetuamConstruyo lo universal al elegirme; lo construyo al comprender el proyecto de cualquier otro hom

sea de la poca que sea. Este absoluto de la eleccin no suprime la relatividad de cada poca. Lel existencialismo tiene inters en demostrar es el enlace del carcter absoluto del compromiso por el cual cada hombre se realiza al realizar un tipo de humanidad, compromiso siecomprensible para cualquier poca y por cualquier persona, y la relatividad del conjunto cultura

puede resultar de tal eleccin; hay que sealar a la vez la relatividad del cartesianismo y el caabsoluto, del compromiso cartesiano. En este sentido se puede decir, si ustedes quieren, que cadde nosotros realiza lo absoluto al respirar, al comer, al dormir, o actuando de cualquier manerahay ninguna diferencia entre ser libremente, ser como proyecto, como existencia que elige su ese

ser absoluto; y no hay ninguna diferencia entre ser un absoluto temporalmente localizado, es que se ha localizado en la historia, y ser comprensible universalmente. Esto no resuelve enteramla objecin de subjetivismo. En efecto, esta objecin toma todava muchas formas. La primeraque sigue: se nos dice, entonces ustedes pueden hacer cualquier cosa; lo cual se expresa de divmaneras. En primer lugar se nos tacha de anarqua; enseguida se declara: No pueden ustedes juzlos dems, porque no hay razn para preferir un proyecto a otro; en fin, se nos puede decir: es gratuito en lo que ustedes eligen, dan con una mano lo que fingen recibir con la otra. Estaobjeciones no son muy serias. En primer lugar, la primera objecin: pueden elegir cualquier coses exacta. La eleccin es posible en un sentido, pero lo que no es posible es no elegir. Siempre p

elegir, pero tengo que saber que, si no elijo, tambin elijo. Esto, aunque parezca estrictamente fotiene una gran importancia para limitar la fantasa y el capricho. Si es cierto que frente a una situ

por ejemplo la que determina que yo soy un ser sexuado, que puedo tener relaciones con un sotro sexo y tener hijos estoy obligado a elegir una actitud y que de todos modos tenresponsabilidad de una eleccin que, al comprometerme, compromete a toda la humanidadcuando ningn valor a priori determina mi eleccin, esto no tiene nada que ver con el capricho; ycree encontrar aqu la teora gideana del acto gratuito, es porque no se ve la enorme diferencia esta doctrina y la de Gide. Gide no sabe lo que es una situacin; obra por simple capricho.

nosotros, al contrario, el hombre se encuentra en una situacin organizada, donde est l mcomprometido, compromete con su eleccin a toda la humanidad, y no puede evitar elegir: opermanecer casto, o bien se casar sin tener hijos, o bien se casar y tendr hijos; de todos mhaga lo que haga, es imposible que no tome una responsabilidad total frente a ese problema. Sin elige sin referirse a los valores preestablecidos, pero es injusto tacharlo de capricho. Digamos

bien que hay que comparar la eleccin moral con la construccin de una obra de arte. Y aqu hayhacer enseguida un alto para decir que no se trata de una moral esttica, porque nuestros adverstienen tanta mala fe que hasta esto nos reprochan. El ejemplo que elijo no es ms quecomparacin. Dicho esto, se ha reprochado jams a un artista que pinta un cuadro el no insp

en reglas establecidas a priori? Se ha dicho jams cul es el cuadro que debe crear? Est bien


que no hay cuadro definitivo que hacer, que el artista se compromete en la construccin de su cuque el cuadro por hacer es precisamente el cuadro que habr hecho; est bien claro que no

valores estticos a priori, pero que hay valores que se ven despus en la coherencia del cuadro, erelaciones que hay entre la voluntad de creacin y el resultado. Nadie puede decir lo que se

pintura de maana; slo se puede juzgar la p intura una vez realizada. Qu relacin tiene esto cmoral? Nosotros estamos en la misma situacin creadora. No hablamos nunca de la gratuidad dobra de arte. Cuando hablamos de un cuadro de Picasso, nunca decimos que es gra

comprendemos perfectamente que Picasso se ha construido tal como es, al mismo tiempopintaba; que el conjunto de su obra se incorpora a su vida.Lo mismo ocurre en el plano de la moral. Lo que hay de comn entre el arte y la moral es qu

ambos casos, tenemos creacin e invencin. No podemos decir a priori lo que hay que hacer. haberlo mostrado suficientemente al hablarles del caso de ese alumno que me vino a ver y que dirigirse a todas las morales, kantiana u otras, sin encontrar ninguna especie de indicacin; sobligado a inventar l mismo su ley. Nunca diremos que este hombre que ha elegido quedarse cmadre tomando como base moral los sentimientos, la accin individual y la caridad concreta, o qelegido irse a Inglaterra prefiriendo el sacrificio, ha hecho una eleccin gratuita. El hombre se hacest todo hecho desde el principio, se hace al elegir su moral, y la presin de las circunstancias que no puede dejar de elegir una. No definimos al hombre sino en relacin con un compromis

por lo tanto absurdo reprocharnos la gratuidad de la eleccin.En segundo lugar se nos dice: no pueden ustedes juzgar a los otros. Esto es verdad en

medida, y falso en otra. Es verdadero en el sentido de que, cada vez que el hombre eligcompromiso y su proyecto con toda sinceridad y con toda lucidez, sea cual fuere por lo dem

proyecto, es imposible hacerle preferir otro; es verdadero en el sentido de que no creemos progreso; el progreso es un mejoramiento; el hombre es siempre el mismo frente a una situaci

vara y la eleccin es siempre una eleccin en una situacin. El problema moral no ha cambiado del momento en que se poda elegir entre los esclavistas y los no esclavistas, en el momento guerra de Secesin, por ejemplo, hasta el momento presente, en que se puede optar pMouvement Rpublicain Populaire o los comunistas.

Pero sin embargo se puede juzgar, porque, como he dicho, se elige frente a los otros, y uelige a s frente a los otros. Ante todo se puede juzgar (y ste no es, quizs, un juicio de valor,es un juicio lgico) que ciertas elecciones estn fundadas en el error y otras en la verdad. Se puzgar a un hombre diciendo que es de mala fe. Si hemos definido la situacin del hombre com

eleccin libre, sin excusas y sin ayuda, todo hombre que se refugia detrs de la excusa depasiones, todo hombre que inventa un determinismo, es un hombre de mala fe.Se podra objetar: pero por qu no podra elegirse a s mismo de mala fe? Respondo qu

tengo que juzgarlo moralmente, pero defino su mala fe como un error. En esto, no se puede escaun juicio de verdad. La mala fe es evidentemente una mentira, porque disimula la total libertacompromiso. En el mismo plano, dir que hay tambin una mala fe si elijo declarar que ciertos vaexisten antes que yo: estoy en contradiccin conmigo mismo si, a la vez, los quiero y declaro qme imponen. Si se me dice: y si quiero ser de mala fe?, responder: no hay ninguna razn parno lo sea, pero yo declaro que usted lo es, y que la actitud de estricta coherencia es la actitu

buena fe. Y adems puedo formular un juicio moral. Cuando declaro que la libertad a travs de


circunstancia concreta no puede tener otro fin que quererse a s misma, si el hombre ha reconque establece valores, en el desamparo no puede querer sino una cosa, la libertad, como fundamde todos los valores. Esto no significa que la quiera en abstracto. Quiere decir simplemente quactos de los hombres de buena fe tienen como ltima significacin la bsqueda de la libertad comUn hombre que se adhiere a tal o cual sindicato comunista o revolucionario, persigue fines concestos fines implican una voluntad abstracta de libertad; pero esta libertad se quiere en lo concQueremos la libertad por la libertad y a travs de cada circunstancia particular. Y al querer la lib

descubrimos que depende enteramente de la libertad de los otros, y que la libertad de los depende de la nuestra. Ciertamente la libertad, como definicin del hombre, no depende de los depero en cuanto hay compromiso, estoy obligado a querer, al mismo tiempo que mi libertalibertad de los otros; no puedo tomar mi libertad como fin si no tomo igualmente la de los otros fin. En consecuencia, cuando en el plano de la autenticidad total he reconocido que el hombre ser en el cual la esencia est precedida por la existencia, que es un ser libre que no puedcircunstancias diversas, ms que querer su libertad, he reconocido al mismo tiempo que no pmenos de querer la libertad de los otros. As, en nombre de esta voluntad de libertad, implicada plibertad misma, puedo formar juicios sobre los que tratan de ocultar la total gratuidad dexistencia, y su total libertad. A los que se oculten su libertad total por espritu de seriedad excusas deterministas, los llamar cobardes; a los que traten de mostrar que su existencinecesaria, mientras que ella es la contingencia misma de la aparicin del hombre sobre la tierrallamar deshonestos. Pero cobardes o deshonestos no pueden ser juzgados ms que en el plano estricta autenticidad. As, aunque el contenido de la moral sea variable, cierta forma de esta moruniversal. Kant declara que la libertad se quiere a s misma y quiere la libertad de los otroacuerdo; pero l cree que lo formal y lo universal son suficientes para constituir una moral. Nos

pensamos, por el contrario, que los principios demasiado abstractos fracasan a la hora de defi

accin. Todava una vez ms tomen el caso de aquel alumno: en nombre de qu, en nombre dgran mxima moral piensan ustedes que podra haber decidido con toda tranquilidad de esabandonar a su madre o permanecer al lado de ella? No hay ningn medio de juzgar. El contenisiempre concreto y por lo tanto imprevisible; hay siempre invencin. La nica cosa que importancia es saber si la invencin que se hace, se hace en nombre de la libertad. Examinemosejemplo, los dos casos siguientes; vern en qu medida se parecen y sin embargo se diferen

TomemosEl molino junto al Floss.[15]Encontramos all a una joven, Maggie Tulliver, que encarvalor de la pasin y que es consciente de ello; est enamorada de un joven, Stephen, novio de

oven insignificante. Maggie Tulliver, en vez de preferir irreflexivamente su propia felicidanombre de la solidaridad humana elige sacrificarse y renunciar al hombre que ama. Por el contrarSanseverina deLa Cartuja de Parma, que estima que la pasin constituye el verdadero valohombre, declarara que un gran amor merece sacrificios; que hay que preferirlo a la trivialidad amor conyugal que unira a Stephen y a la joven tonta con quien debe casarse; elegira sacrificar

realizar su felicidad; y como Stendhal lo muestra, se sacrificar a s misma en el plano apasiosi esta vida lo exige. Estamos aqu frente a dos morales estrictamente opuestas: pretendo quequivalentes; en los dos casos, lo que se ha puesto como fin es la libertad. Y pueden ustedes imados actitudes rigurosamente parecidas en cuanto a los efectos: una joven, por resignacin, prerenunciar a su amor; otra, por apetito sexual, prefiere desconocer las relaciones anteriores del ho


al que ama. Estas dos acciones se parecen exteriormente a las que acabamos de describir. Sonembargo, enteramente distintas: la acritud de la Sanseverina est mucho ms cerca que la de MTulliver de una avidez despreocupada.

As ven ustedes que este segundo reproche es, a la vez, verdadero y falso. Se puede cualquier cosa si es en el plano del libre compromiso.

La tercera objecin es la siguiente: reciben ustedes con una mano lo que dan con la otra: es dque en el fondo los valores no son serios, porque los eligen. A eso contesto que me molesta m

que sea as: pero si he suprimido a Dios padre, es necesario alguien para inventar los valores.que tomar las cosas como son. Y, adems, decir que nosotros inventamos los valores no significaque eso: la vida no tiene sentido, a priori. Antes de que ustedes vivan, la vida no es nadacorresponde a ustedes darle un sentido, y el valor no es otra cosa que ese sentido que ustedes elPor esto se ve que hay la posibilidad de crear una comunidad humana. Se rae ha reprocha

preguntar si el existencialismo era un humanismo.[16]Se me ha dicho: ha escrito usted enLa nque los humanistas estaban equivocados, se ha burlado de cierto tipo de humanismo; por qu votra vez a lo mismo ahora? En realidad la palabra humanismotiene dos sentidos muy distintos

humanismo se puede entender una teora que toma al hombre como fin y como valor superior.humanismo en este sentido en Cocteau, por ejemplo, cuando en su relatoLa vuelta al mundochenta horasun personaje dice, al sobrevolar en avin unas montaas: El hombre es asombrEsto significa que yo, personalmente, que no he construido aviones, me beneficiar con inventos particulares, y que podr personalmente, como hombre, considerarme responsabhonrado por los actos particulares de algunos hombres. Esto supone que podramos dar un vahombre de acuerdo con los actos ms altos de ciertos hombres. Este humanismo es absurdo, poslo el perro o el caballo podran emitir un juicio de conjunto sobre el hombre y declarar qhombre es asombroso, lo que ellos no se preocupan de hacer, por lo menos que yo sepa. Pero

puede admitir que un hombre pueda formular un juicio sobre el hombre. El existencialismdispensa de todo juicio de este gnero; el existencialista no tomar jams al hombre como fin, psiempre est por realizarse. Y no debemos creer que hay una humanidad a la que se pueda rculto, a la manera de Augusto Comte. El culto a la humanidad conduce al humanismo cerrado s, el de Comte, y, hay que decirlo, al fascismo. Es un humanismo que no queremos.

Pero hay otro sentido del humanismo que significa en el fondo esto: el hombrecontinuamente fuera de s mismo; es proyectndose y perdindose fuera de s mismo comoexistir al hombre y, por otra parte, es persiguiendo fines trascendentales como puede exist

hombre, siendo este rebasamiento mismo y no captando los objetos sino con relacin arebasamiento, est en el corazn y en el centro de este rebasamiento. No hay otro universo queuniverso humano, el universo de la subjetividad humana. Esta unin de la trascendencia, constitutiva del hombre no en el sentido de que Dios es trascendente, sino en el sentidrebasamiento, y de la subjetividad, en el sentido de que el hombre no est encerrado en s msino presente siempre en un universo humano, es lo que llamamos humanismo existenciaHumanismo porque recordamos al hombre que no hay otro legislador que l mismo, y que es desamparo donde decidir sobre s mismo; y porque mostramos que no es volviendo hacia s msino siempre buscando fuera de s un fin que es tal o cual liberacin, tal o cual realizacin particomo el hombre se realizar precisamente en cuanto a humano.


De acuerdo con estas reflexiones se ve que nada es ms injusto que las objeciones que shacen. El existencialismo no es otra cosa que un esfuerzo por sacar todas las consecuencias de

posicin atea coherente. No busca de ninguna manera hundir al hombre en la desesperacin. Pecomo lo hacen los cristianos, se llama desesperacin a toda actitud de incredulidad, parte desesperacin original. El existencialismo no es tanto un atesmo en el sentido de llegar a agotardemostrar que Dios no existe. Ms bien declara: aunque Dios existiera, esto no cambiara; henuestro punto de vista. No es que creamos que Dios existe, sino que pensamos que el problema

el de su existencia; es necesario que el hombre se encuentre a s mismo y se convenza de quepuede salvarlo de s mismo, ni siquiera una prueba valedera de la existencia de Dios. En este seel existencialismo es un optimismo, una doctrina de accin, y slo por mala fe, confundiend

propia desesperacin con la nuestra, es como los cristianos pueden llamarnos desesperados.


DISCUSIN

Objecin:

No s si con esta voluntad de que lo comprendan a usted har que lo comprendan mejor, o s

que lo comprendan peor, pero creo que la exposicin enAction[17] har que lo comprendantodava. Las palabras desesperacin, desamparo tienen cierta resonancia mucho ms fuerte etexto existencialista. Y me parece que en usted la desesperacin o la angustia es algo ms fundamque la simple decisin del hombre que se siente solo y que debe decidir. Es una toma de conciencla condicin humana que no se produce siempre. Que se elija todo el tiempo se comprende, peangustia y la desesperacin no se producen corrientemente.

Sartre:

Evidentemente, no puedo decir que cuando elijo un pastelillo de hojaldre y uno de chocolate,en la angustia. La angustia es constante en el sentido de que mi eleccin original es unaconstante. De hecho, la angustia es, para m, la ausencia total de justificacin al mismo tiempo q

responsabilidad con respecto a todos.

Objecin:

Hablaba desde el punto de vista de la exposicin aparecida enAction, y me parece que el pde vista de usted apareca all un poco debilitado.

Sartre:

Con toda sinceridad, es posible que enActionmis tesis se hayan debilitado un poco; ocumenudo que personas que no estn calificadas para ello vienen a plantearme preguntas. Me encu

entonces frente a dos soluciones: rehusar la respuesta o aceptar la discusin en un terrenvulgarizacin. He elegido la segunda porque, en el fondo, cuando se exponen teoras en clafilosofa, se acepta debilitar un pensamiento para hacer que se comprenda, y esto no es tan mase tiene una teora de compromiso es necesario comprometerse hasta el fin. Si verdaderamenfilosofa existencialista es ante todo una filosofa que propugna: la existencia precede a la esedebe ser vivida para ser verdaderamente sincera. Vivir como existencialista es aceptar pagar podoctrina, y no imponerla con libros. Si usted quiere que esta filosofa sea verdaderamentcompromiso, debe dar cuenta de ella a la gente que la discute en el plano poltico o moral.

Usted me reprocha utilizar la palabra humanismo. Es porque el problema se plantea as. Ohay que llevar la doctrina a un plano estrictamente filosfico, y contar con el azar para que tengaccin, o bien, dado que la gente le pide otra cosa y que quiere ser un compromiso, hay que acvulgarizarla, siempre que la vulgarizacin no la deforme.

Objecin:

Los que quieran comprenderlo a usted, lo comprendern; y los que no quieran, ncomprendern.

Sartre:Parece usted concebir el papel de la filosofa en la ciudad de modo que se encuentra superad


los acontecimientos. En otros tiempos los filsofos eran atacados slo por otros filsofos. El vno comprenda nada y tampoco le preocupaba. Ahora se hace descender la filosofa a la

pblica. M arx mismo no ha cesado de vulgarizar su pensamiento; elManifiestoes la vulgarizaciun pensamiento.

Objecin:

La eleccin de Marx es una eleccin revolucionaria.

Sartre:

Muy listo ha de ser el que pueda decir si primero se eligi revolucionario y despus filsoprimero filsofo y despus revolucionario. Es filsofo y revolucionario: es un conjunto. Se ha elprimero revolucionario; qu quiere decir esto?

Objecin:

ElManifiesto comunista no me parece una vulgarizacin, sino un arma de combate. No pcreer que no sea un acto de compromiso. Una vez que Marx filsofo ha llegado a la conclusin d

la revolucin era necesaria, su primer acto ha sido suManifiesto comunista, que es un acto polElManifiesto comunistaes el lazo entre la filosofa de Marx y el comunismo. Sea cual fuere la mque usted tenga, no se percibe un lazo lgico tan estrecho entre esa moral y su filosofa como en

anifiesto comunistay la filosofa de Marx.

Sartre:

Se trata de una moral de la libertad. Si no hay contradiccin entre esta moral y nuestra filono hay nada ms que exigir. Los tipos de compromiso son diferentes segn las pocas. En una en que comprometerse era hacer revolucin, haba que escribir elManifiesto. En una poca com

nuestra, en que hay varios partidos que se proclaman revolucionarios, el compromiso no es entruno de ellos, sino tratar de clarificar los conceptos, para a la vez precisar la posicin y tratinfluir sobre los diferentes partidos revolucionarios.

aville:[18]

La cuestin que puede plantearse, a partir de los puntos de vista que usted acaba de despejsaber si su doctrina no se va a presentar, en el perodo que viene, como la resurreccin del rasocialismo. Esto parece raro, pero es as como hay que plantear actualmente la cuestin. U

adopta, por otra parte, toda clase de puntos de vista. Pero si se busca un punto de convergactual de todos esos puntos de vista, de estos aspectos de las ideas existencialistas, tengimpresin de que se le encontrar en una especie de resurreccin del liberalismo; su filosofa traresucitar en condiciones completamente particulares, que son las condiciones histricas actualque fue lo esencial del radical-socialismo, del liberalismo humanista. Lo que le da su carcter pes que la crisis social mundial no permite ya el antiguo liberalismo: exige un liberalismo tortuangustiado. Creo que se puede encontrar cierto nmero de razones bastante profundas aapreciacin, aun si uno se limita a los propios trminos de la exposicin de usted. Resulta expuesto que el existencialismo se presenta como una especie de humanismo y de una filosofalibertad que es en el fondo un pre-compromiso, que es un proyecto que no se define. Usted, c


muchos otros, antepone la dignidad humana, la eminente dignidad de la persona, que son temasen resumen, no estn tan lejos de los antiguos temas liberales. Para justificarlos, usted distinguelos dos sentidos del humanismo, entre dos sentidos de condicin humana, entre dos sentidcierto nmero de trminos que se han usado bastante, que tienen adems toda una hisignificativa, y cuyo carcter equvoco no es fruto del azar. Para salvarlos, usted les inventa un nsentido. Dejo de lado todas las cuestiones especiales referentes a la tcnica filosfica, aunqueinteresantes e importantes, y para limitarme a los trminos que he odo, retengo un p

fundamental que muestra que, a pesar de su distincin de los dos sentidos de humanismo, ustatiene en el fondo al antiguo. El hombre se presenta como una eleccin por realizar. Muy bienante todo su existencia en el momento presente y est fuera del determinismo natural; no se danticipadamente a s mismo sino en funcin de su presente individual. No hay una naturaleza husuperior a l, sino que le es dada una existencia especfica en un momento dado. Me preguntoexistencia tomada en este sentido no es otra forma del concepto de naturaleza humana querazones histricas, reviste una nueva expresin; me pregunto si no es muy parecida, y ms de l

parece a primera vista, a la naturaleza humana tal como se defina en el siglo XVIII, cuyo condeclara usted rechazar, puesto que se encuentra en gran medida detrs de la expresin de condhumana, tal como el existencialismo la emplea. Su concepcin de la condicin humana esubstituto para la naturaleza humana, como usted substituye con experiencia vivida la experivulgar o la experiencia cientfica.

Si se consideran las condiciones humanas como condiciones que se definen por una X, que esdel sujeto, pero no por su contexto natural, por su determinismo positivo, nos encontramos conforma de naturaleza humana; es una naturaleza-condicin; si se quiere es decir, que no se dsimplemente como tipo abstracto de naturaleza, sino que se revela por algo mucho ms difcformular por razones que, en mi opinin, son histricas. Hoy da, la naturaleza humana se defin

marcos sociales que son los de una disgregacin general de los regmenes sociales, de las clases, dconflictos que la atraviesan, de una amalgama de razas y de naciones que hacen que la idea mismuna naturaleza humana uniforme, esquemtica, no pueda ya presentarse con el mismo carctgeneralidad, adoptar el mismo tipo de universalidad que en el siglo XVIII, en la poca en que paexpresarse sobre la base de un progreso continuo. Hoy da se est frente a una expresin naturaleza humana que la gente que reflexiona o habla ingenuamente de este tema expresa condicin humana: expresan esto en forma catica, vaga y, las ms de las veces, bajo un aspdramtico, si se quiere, impuesto por las circunstancias; y en la medida en que no se quiere pas

la expresin general de esta condicin al examen determinista de lo que son efectivamentcondiciones, conservan el tipo, el esquema de una expresin abstracta anloga a la de la naturhumana.

As, el existencialismo se aferra a la idea de una naturaleza humana, pero no se trata denaturaleza orgullosa de s misma, sino una condicin temerosa, incierta y desamparadaefectivamente, cuando el existencialista habla de condicin humana, habla de una condicin quest todava verdaderamente comprometida en lo que el existencialismo llama proyectos, y queconsecuencia, es una pre-condicin. Se trata de un pre-compromiso y no de un compromiso ni dverdadera condicin. Entonces, no es tampoco por azar por lo que esta condicin se define ante

por su carcter de humanismo general. Adems, cuando se hablaba, en el pasado, de natur


humana, se entenda algo ms delimitado que cuando se hablaba de una condicin en general; pla naturaleza es ya otra cosa, es ms que una condicin, en cierta medida. La naturaleza humana una modalidad en el sentido en que la condicin humana es una modalidad. Y por esto valehablar, a mi parecer, de naturalismo que de humanismo. En el naturalismo hay una implicacirealidades ms generales que en el humanismo, por lo menos en el sentido que toma el trhumanismoen usted; tenemos que enfrentarnos con una realidad. Por otra parte, habra que extesta discusin relativa a la naturaleza humana. Porque hay que hacer intervenir tambin el pun

vista histrico. La realidad primera es la realidad natural, de la que la realidad humana no es muna funcin. Pero para esto es necesario admitir la verdad de la historia, y el existencialistgeneral, no admite la verdad de la historia, ni de la historia humana, ni de la historia natural en ge

, sin embargo, es la historia la que hace a los individuos; es su propia historia, a partir del momen que son concebidos, lo que hace que los individuos no nazcan ni aparezcan en un mundo qu

para ellos una condicin abstracta, sino que aparecen en un mundo del que forman siempre parteel cual estn condicionados, y que contribuyen ellos mismos a condicionar de la misma manera qmadre condiciona a su hijo y el hijo la condiciona a su vez desde que l est en gestacin. Slo este punto de vista tenemos derecho a hablar de condicin humana como de una realidad primMs bien, habra que decir que la realidad primera es una condicin natural y no una condhumana. Slo repito aqu opiniones corrientes y triviales, pero que de ninguna forma me parefutadas por la exposicin del existencialismo. En suma, si bien es cierto que no hay una naturhumana abstracta, una esencia del hombre independiente o anterior a su existencia, es cierto tamque no hay una condicin humana en general, aun si por condicin entiende usted cierto nmecircunstancias o situaciones concretas, puesto que, para usted, no estn articuladas. En todo camarxismo se hace sobre este asunto una idea diferente, la de la naturaleza en el hombre y lhombre en la naturaleza, que no est forzosamente definida desde un punto de vista individual.

Esto significa que hay leyes de funcionamiento para el hombre, como para todo otro objeto ciencia, que constituyen, en el sentido pleno de la palabra, su naturaleza, una naturaleza variadcierto, y que se parece muy poco a una fenomenologa, es decir, a una percepcin experimenemprica, vivida, tal como la da el sentido comn, o ms bien el supuesto sentido comn dfilsofos. En este sentido, la concepcin de la naturaleza humana que se hacan los hombres del XVIIIestaba sin duda mucho ms cerca de la de Marx que su substituto existencialista, la condhumana, pura fenomenologa de situacin.

Humanismo, desgraciadamente, es un trmino que hoy da sirve para designar las corri

filosficas no solamente en dos sentidos, sino en tres, cuatro, cinco, seis. Todo el mundhumanista, actualmente; aun ciertos marxistas que se descubren racionalistas clsicos son humanen un sentido deslavazado, derivado de las ideas liberales del siglo pasado, el de un liberalrefractado a travs de toda la crisis actual. Si los marxistas pueden pretenderse humanistadiferentes religiones, los cristianos, los hindes, y muchos otros, se pretenden tambin antehumanistas, y lo mismo pretende el existencialismo y, de una manera general, todas las filosoActualmente, muchas corrientes polticas se titulan igualmente humanistas. Todo esto converge una especie de tentativa de restitucin de una filosofa que, a pesar de su pretensin, en el frehsa comprometerse, y rehsa comprometerse no solamente desde el punto de vista poltsocial, sino tambin en un sentido filosfico profundo. Cuando el cristianismo se pretende ante


humanista, es porque rehsa comprometerse, porque no puede comprometerse, es decir, partien la lucha de las fuerzas progresistas, porque se mantiene en posiciones reaccionarias frente arevolucin. Cuando los seudomarxistas o los liberales proclaman la persona ante todo, es poretroceden ante las exigencias de la situacin p resente del mundo. As tambin el existencialista, liberal, proclama al hombre en general, porque no logra formular una posicin exigida poacontecimientos y la nica posicin progresista que conocemos es la del marxismo. El marx

plantea los verdaderos problemas de la poca.

No es cierto que un hombre tenga una libertad de eleccin en el sentido en que por esta eleconfiera a su actividad un sentido que no tendra sin ella. No es suficiente decir que los hompueden. luchar p or la libertad sin saber que luchan p or la libertad; o entonces, si damos un sepleno a este reconocimiento, esto significa que los hombres pueden comprometerse y luchar pocausa que los domina, es decir, obrar en marcos que los sobrepasan, y no slo a partir de s misPorque, en fin, si un hombre lucha por la libertad sin saberlo, sin formularse expresamente dmanera, con qu objeto lucha, esto significa que sus actos van a tener una serie de consecuenciase insinan en una trama casual de la que no conoce todos los aledaos y consecuencias, perocon todo, encierran su accin y le dan su sentido en funcin de la actividad de los otros; no solamde los otros hombres, sino del medio natural en el que otros hombres actan. Pero, desde su punvista, la eleccin es una preeleccin vuelvo siempre a este prefijo porque creo que hay all sieuna reserva que interviene en esta especie de pre-eleccin donde tenemos que ver con una libde pre-indiferencia. Pero su concepcin de la condicin y de la libertad est ligada a cierta definde los objetos de la cual hay que decir unas palabras. Es precisamente de esta idea del mundo dobjetos, de la instrumentalidad, de donde usted infiere lo dems. A imagen de las existediscontinuas de los seres, usted traza un cuadro de un mundo discontinuo de objetos del cuaausente todo causalismo, salvo esta extraa variedad de relacin de causalidad que es la

instrumentalidad pasiva, incomprensible y despreciable. El hombre existencialista se tambalea universo de utensilios, de obstculos sucios, encadenados, apoyados los unos sobre los otros poextraa preocupacin de servirse los unos a los otros, pero afectados por el estigma terrible, ojos de los idealistas, de la llamada exterioridad pura. Este mtodo del determinismo instrumensin embargo a-causal. Pero dnde comienza y dnde acaba este mundo, cuya definicin es po

parte completamente arbitraria y de ninguna manera concordante con los datos cientficos modePara nosotros no comienza ni acaba en ninguna parte, porque la separacin que el existenciquiere hacerle sufrir con relacin a la naturaleza, o ms bien a la condicin humana, es irreal. H

mundo, un solo mundo ante nuestra vista, y todo el conjunto de este mundo, hombres y cosas,atiene uno a esta distincin, puede ser afectado, en ciertas condiciones variables, por el signo objetividad. La instrumentalidad de las estrellas, de la clera, de la flor? No voy a epilogar Sostengo sin embargo que su libertad, su idealismo, est hecho del desprecio arbitrario de las cossin embargo, las cosas son muy diferentes de la descripcin que usted hace. Usted admexistencia propia en s, y ya es un xito. Pero es una existencia puramente privativa, una hosti

permanente. El universo fsico y biolgico no es nunca, para usted, una condicin, una fuencondicionamientos, no teniendo esta palabra, en su sentido fuerte y prctico, ms realidad para que la de causa. Por eso el universo objetivo no es, para el hombre existencialista, ms que ocasi

disgustos, sin apoyos, en el fondo indiferente, una probabilidad perpetua, es decir, todo lo con


de lo que es para el materialismo marxista.Es por estar razones y algunas otras por lo que usted no concibe el compromiso de la filo

ms que como una decisin arbitraria que usted califica de libre. Usted desnaturaliza la historia mde Marx cuando usted dice que l ha definido una filosofa porque l la ha asumido. Ncompromiso, o ms bien la actividad social y poltica ha sido, al contrario, una determinante

pensamiento ms general. Sus doctrinas se precisaron en una multiplicidad de experienciasparece evidente que el desarrollo del pensamiento filosfico en Marx se produce en rel

consciente con el desarrollo poltico o social. Esto es, por otra parte, ms o menos cierto parfilsofos anteriores. Si Kant es un filsofo sistemtico conocido por haberse mantenido fuera deactividad poltica, esto no quiere decir que su filosofa no haya desempeado cierto papel po(Kant, el Robespierre alemn, segn dijo Heine); y si en la poca de Descartes poda admitiralguna medida que el desarrollo de la filosofa no desempeaba un papel poltico inmediato l

por otra parte es errneo, esto se ha vuelto imposible desde el siglo pasado. Volver a adoptarbajo una forma cualquiera, una posicin anterior al marxismo, es lo que llamo volver al rasocialismo.

El existencialismo, en la medida en que puede dar lugar a voluntades revolucionarias, debe, comprometerse ante todo en una operacin autocrtica. No pienso que lo haga de buena gana,sera necesario. Seria necesario que sufriera una crisis en la persona de los que lo defienden, una dialctica; es decir, que retenga, en cierto sentido, algunas posiciones no desprovistas de valalgunos de sus partidarios. Y esto me parece tanto ms necesario cuanto que he podido observaconclusiones sociales en verdad inquietantes y netamente retrgradas que algunos de ellos extraaexistencialismo. Uno de ellos escriba, como conclusin de un anlisis, que la fenomenologa pservir hoy de una manera muy precisa en el plano social y revolucionario, dotando a la peq

burguesa de una filosofa que le permita ser y llegar a ser la vanguardia del movim

revolucionario internacional. Por el medio de las intencionalidades de consciencia, se podra dapequea burguesa una filosofa que corresponda a su existencia prop ia, que le permita llegar a vanguardia del movimiento revolucionario mundial. Cito este ejemplo, pero podra citar otromismo tipo que muestran que cierto nmero de personas que por lo dems estn comprometidas, y que se encuentran ligadas al tema del existencialismo, llegan a desarrollar te

polticas que, en el fondo, y vuelvo a lo que deca al principio, son teoras teidas de neoliberalde neorradical-socialismo. Es un peligro cierto. Lo que ms nos interesa no es buscar una coherdialctica entre todos los dominios tocados por el existencialismo, sino ver la orientacin de

temas, que desembocan poco a poco, quiz sin que lo adviertan, sus p ropios defensores y en fude una bsqueda, de una teora, de una actitud, que ustedes creen bien definida, en algo que noquietismo, claro est, porque hablar de quietismo en la poca actual no es ms que un modo de s

por la tangente, es una cosa imposible, pero que se parece al conformismo. Esto no es, qcontradictorio con ciertos compromisos individuales, pero es contradictorio con la busca dcompromiso que adquiera valor colectivo, y sobre todo valor prescriptivo. Por quexistencialismo no debera dar directrices? En nombre de la libertad? Pero si es una filoorientada en el sentido indicado por Sartre, debe dar directrices, debe, en 1945, decir si hay

adherirse a la U.D.S.R.,[19]al partido socialista, al partido comunista o a otro, debe decir si estel partido obrero o con el partido pequeo burgus.


Sartre:

Es bastante difcil contestarle completamente porque usted ha dicho muchas cosas. Vintentar responder a algunos puntos que he anotado. En primer lugar, considero que usted ha touna posicin dogmtica. Ha dicho que nosotros retomamos una posicin anterior al marxismovamos hacia atrs. Creo que habra que probar que nosotros no tratamos de tomar una pos

posterior. No quiero discutir sobre esto, pero quisiera preguntarle de dnde saca usted tal concede la verdad. Usted piensa que hay cosas absolutamente verdaderas, pues ha hecho algunas cr

en nombre de una certidumbre. Pero, si todos los hombres son objetos, como usted dice, de dproviene tal certidumbre? Ha dicho que si el hombre se niega a tratar al hombre como objeto, nombre de la dignidad humana. Falso. Es por una razn de orden filosfico y lgico: si usted poun universo de objetos, la verdad desaparece. El mundo del objeto es el mundo de lo probable. Tusted que reconocer que toda teora, sea cientfica o filosfica, es probable. La prueba de ello esque las tesis cientficas, histricas, varan y se proponen como hiptesis. Si admitimos que el mdel objeto, el mundo de lo probable, es vni

El Existencialismo Es Un Humanismo de Jean-Paul Sartre r1.1

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