78 PALABRA — Noviembre 2015

El Dios de los ateosCarlos Alberto Marmelada316 páginasStella Maris. Barcelona, 2014

El CoroDirección: François GirardGuión: Ben RipleyEstados Unidos, 2014

El ateísmo, sin ser mayoritario en nuestra sociedad, sí se puede de-cir que se ha crecido bastante en los ambientes posmodernos de hoy, y este libro ayuda a reflexio-nar sobre los argumentos de los ateos y el Dios en el que ellos no creen.

La monografía sigue un esque-ma circular, que se desarrolla en cinco partes diferenciadas, pero estrechamente relacionadas en-tre sí. Primero trata de la impor-tancia que tiene para las perso-nas (creyentes o no) la cuestión de la existencia de Dios. Luego realiza un análisis del ateísmo práctico e indiferente de hoy, un ateísmo que ya no busca argu-mentos teóricos, sino una acti-tud indiferente que hunde sus raíces en la globalización cultu-ral contemporánea. Después de profundizar en el Dios del que hablan los ateos, el libro des-monta el argumento del mal, que es el favorito de los ateos y que, paradójicamente, es convertible en un verdadero alegato sobre la existencia de Dios.

En definitiva, esta monografía aporta algunas claves para el diá-logo que los cristianos muchas veces afrontamos con personas descreídas o ateas.— Diego Pacheco

CINE

El modelo no es nuevo, pero el enfoque que Francois Girard le ha dado a su película El Coro la hace cercana al público y la con-vierte en una experiencia distinta en una sala de cine. Es la historia de un niño que encuentra en la música una salida, y el forma-dor que necesitaba en uno de sus profesores. Al final, los 103 minutos de metraje se te hacen cortos y uno se queda con las ga-nas de conocer el futuro de cada

uno de los personajes del film, porque realmente terminan por cautivar al espectador.

Girard, canadiense de 52 años, es conocido por películas como El Violín Rojo, Silk y 32 Short Films Sobre Glenn Gould, ade-más de la mini serie Yo-Yo Ma, inspirada en la vida del chelista. Con El Coro el director intenta recrear parte de esa magia pre-sente en sus anteriores trabajos, pero orientando el foco de interés hacia el efecto que la música pro-duce en un grupo de estudiantes.

La película, que se ha estrenado en España este mes, gira en tor-no a la figura de Stet, un niño que debe enfrentarse a una infancia dolorosa y que, casi sin buscarlo o quererlo, encuentra en el canto el camino para finalizar con su infancia y avanzar en la vida de-jando atrás los traumas y pesares del pasado.

En ese itinerario, su talento, natural y espontáneo, se topa con Master Carvelle, magistral-mente interpretado por Dustin Hoffman, quien ve en el niño una

El efecto humanizador de la música

oportunidad no sólo para ayudar a un alma perdida, sino también para alcanzar los sueños propios, que parecen haberse dispersado con el paso del tiempo.

Es un film que recuerda el es-quema de otras historias simi-lares como El club de los Poetas Muertos y Los chicos del Coro. Lo hace de una manera honesta, pe-ro al final se queda un poco por debajo de la grandeza de aque-llos relatos. Se trata, por tanto, de una buena película para toda la familia, con personajes bien di-bujados, aunque en una historia que se ha quedado algo corta. n— Jairo Velásquez

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