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Los escritores se la juegan EL CULTURAL Colección Clint Eastwood 10-16 de noviembre de 2005 www.elcultural.es Industria editorial Hoy, El sargento de hierro cortos en libertad Reunimos a cinco directores que compiten, desde mañana, en el 35 Festival de Alcalá de Henares La crisis de la edición española, a debate ¿De qué habla hoy el teatro?

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Los escritoresse la juegan

EL CULTURAL

Colección Clint Eastwood

10-16 de noviembre de 2005 www.elcultural.es

Industria editorial

Hoy, El sargento de hierro

cortosen libertadReunimos a cinco directores que compiten, desdemañana, en el 35 Festival de Alcalá de Henares

La crisis de la edición española, a debate

¿De qué habla hoy el teatro?

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S U M A R I O

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EL CULTURAL

LAS CUATRO ESQUINAS6. Memoria para el olvido, por Alberto Manguel. 7. Oliva Arauna, bajo El Foco.

ARTE26. El Quijote homenajeado en el Reina, por J. Marín-Medina. 28. Martín Chirino regresa a Marlbo-

rough, por M. Navarro. 29. Paisajes detenidos de Xavier Valls, por A. H. Pozuelo. 30. Won-Ju-Lim pre-

senta sus ciudades en Pilar Parra, por E. Vozmediano. 31. Sobre el tiempo de Hubbard y Birchler, por

David Barro. 33. Papeles de Max Beckmann en la Juan March de Palma,por Pilar Ribal. 34. Entrevistaa Willie Doherty, por Javier Hontoria. 37. Subastas/ Sorolla en Sotheby’s, por Carlos García-Osuna.

TEATRO38. ¿De qué habla hoy el teatro?/ Comienza la XIII Muestra de Teatro de Alicante, por María José Ragué.

41. Portulanos, por Ignacio García May. La Abadía estrena Comedia sin título, por Liz Perales.

MÚSICA50. Don Chisciotte regresa a La Mancha/ Tomelloso acoge el estreno de la ópera de Manuel García,por L. G. Iberni 52. Bilbao, un cuarto de siglo de música actual, por A.Reverter 54. Discos.

CINE44. Los cineastas que vienen/ Cinco cortometrajistas compiten en Alcalá de Henares, por Carlos Reviriego. 47. Unaburbuja agrietada, por Nacho Vigalondo. 49. Colección Clint Eastwood/ Los puentes de Madison.

PORTADAAlauda Ruiz de Elvira, Miguel del Arco, David Planell, Juana Macías y Xavi Sala fotografiados por M. Rodríguez.

ÚLTIMA PALABRA58. Ángeles Caso/ Recupera en Las olvidadas las vidas de escritoras y artistas ignoradas por la Historia, por Nuria Azancot.

LETRAS8. Los futuros de la industria cultural: Editores, libreros, y autores debaten so-

bre el porvenir del libro 12. El libro de la semana: El imperio británico, deNiall Ferguson, por Juan Avilés. 14. Luisa Castro/Túa Blesa nos descubre Amor mi

señor. 16. Josefina Aldecoa/Santos Sanz Villanueva entra en La Casa Gris. 17. MonteroGlez/ Ricardo Senabre degusta Manteca colorá.18. Oster/ Jacinta Cremades habita Mi gran apartamento 19. Houe-llebecq/ Germán Gullón escribe sobre La posibilidad de una isla 20. Libros infantiles y juveniles. 21. Ma-nuel Hidalgo/ Román Piña disfruta El testigo indiscreto. 23. Morowitz/ Francisco García Olmedo recuerda a El fi-

lantrópico Doctor Guillotin. 24. Phillipe Castellano/Antonio Colinas recorre la aventura editorial de la Enciclopedia Espasa.

CIENCIA56. Gripe aviar/ Diez respuestas para una sola alarma, por José Antonio López Guerrero.

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El azar es lo que tiene:está uno tan tranquilo,

formando parte de un jura-do, y, erre que erre, siempreacaba resultando ganador elmismo nombre. Me aclaro,que luego me acusan decríptico. En los últimos me-ses ese estupendo narradorque es Fernando Marías haobtenido los premios Ate-neo de Sevilla y Dulce Cha-cón. Y en ambos presidía eljurado Rosa Regàs, que yaen 2001 fue miembro delque le concedió el Nadal ycon la que ha coincidido enalgún que otro (adivinan)premio. Aunque quizá el se-creto sea que Regàs no sepierde uno. Un jurado, digo,que la llaman para todos.

Como El Señor de los Ani-llos, por ahora, no da

más de sí, los productores dela versión cinematográficadel exitosísimo libro deTol-kien buscan nuevos textoscon los que intentar igualarel éxito de la trilogía. Por eso,acaban de firmar un acuerdocon Isabel Allende para lle-var a la pantalla su trilogía ju-venil La Ciudad de las Bestias,El Reino del Dragón de Oro yEl Bosque de los Pigmeos,mientras la escritora anunciala aparición, en 2006, de supróxima novela, Inés del AlmaMía, ambientada en Chiledurante la Conquista.

La presencia de una co-rista de excepción

(SSoonnssoolleess EEssppiinnoossaa, la mujerde ZZaappaatteerroo) en el estreno elsábado en Tomelloso de laópera Don Chisciotte de Ma-nuel García tiene inquietosa músicos y organizadores.Inquietos porque si bien supresencia atraerá la atención

de los profanos, tambiénpuede eclipsar los méritosde García. De hecho, el pre-sidente podría dejarse caeren el último momento...

Yme pregunto qué ocurrecon los Festivales de

Cine, que empiezan a asfi-xiarse económicamente. Delboom de hace años (todoAyuntamiento tenía su festi-valito) pasamos al desánimogeneral, institucional comoprivado. Le toca el turnoahora al Festival de Huelva,cuya 31 edición comienza el19 de noviembre, que ha vis-to reducido su presupuestoen 123.000 euros con res-pecto al año pasado. El pre-mio Ciudad de Huelva será,por cierto, para Sancho Gra-cia y Leonardo Sbaraglia.

Más crisis: la Sala Mont-cada de la Fundación

“la Caixa” está en grave pe-ligro de extinción despuésde 24 años de programaciónexperimental en Barcelona.El próximo ciclo de exposi-ciones que había previsto yase ha cancelado. Ante eso,profesionales del mundo delarte (que últimamente estánque no paran, bien por ellos)se han movilizado y firma-do una carta abierta para in-tentar retrasar el cierre. En-tre ellos, Jorge Luis Marzo,Rosa Martínez, Juan Anto-nio Álvarez Reyes o ChusMartínez. Pero no pareceprobable que cambien lascosas. Más bien lo probableserá que, como la Sala Ama-dís o el Espacio Uno en Ma-drid, acabe desapareciendo.

No doy crédito: el Palaude les Arts recién es-

trenado ya tiene sus disiden-cias. La primera nota la hapuesto el maestro GarcíaAsensio, miembro de su pa-tronato que, al parecer, no hasido informado de las últimasdecisiones. Entre tanto, sedesata la batalla política. ElConsell de Cultura (que yatuvo que “apagar” el fuegodel famoso cartelito del Ob-servatori 2005), acusado decensura y el PSPV, encarga-do de amplificar el cisma.Mal empieza el coso que as-pira a ser uno de los mejo-res escenarios del mundo.

Tariq Ali, Bauman yGiorgio Agamben son

algunos de los que, a partirde hoy, debaten en Barce-

lona cuestiones como la si-tuación de los detenidos enGuantánamo o “el alcancede la soberanía del Estado y,también, sobre la naturalezadel poder, la vigencia de losderechos políticos y el valorde la vida en un mundo in-terdependiente”. Casi nada,con lo que está cayendo.

Rafael Tufiño, uno de lospintores más conocidos

de Puerto Rico, ha deman-dado a un museo de NuevaYork y a su hija para que ledevuelvan más de un cente-nar de obras expuestas hacedos años. También de bala-sera está la familia de FridaKahlo porque su sobrinaIsolda ha dado el nombre dela pintora a un tequila, paraescándalo de los admirado-res de la artista, que bebía,en sus peores momentos, auna botella al día.

Desde que EEaassttwwoooodd ro-dase Million Dollars

Baby, la industria editorial ydel cine explota, de nuevo,el gancho del boxeo. En Es-tados Unidos acaba de apa-recer Beyon Glory, de DDaa--vviidd MMaarrggoolliicckk, sobre el com-bate entre JJooee LLoouuiiss y el ale-mán MMaaxx SScchhmmeelliinngg, orgu-llo del poder nazi. En cine,Cincerella Man tomó el rele-vo de la ganadora de los Os-cars y los productores espa-ñoles ya asaltan elcuadrilátero: si la semana pa-sada vimos a la VVeerrbbeekkeeemulando a la SSwwaannkk en Agolpes, ahora llega el Segun-do asalto de DDaanniieell CCeebbrriiáánncon DDaarriioo GGrraannddiinneettttii a lacabeza. E IIññaakkii DDoorrrroonnssoo--rroo prepara La distancia...

JUAN PALOMO

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L A P A P E L E R A

Los premios, se miren por donde se miren, siempre los ganan

los mismos. Trilogías juveniles a rebufo de El Señor de los

Anillos. Nueva traca en Valencia: esta vez en el Palau.

“Balasera” artística en Nueva York. La Sala Montcada de la

Fundación “la Caixa”, en peligro. ¿Los festivales de cine también?

Balaseras artísticas

A R R I B A , L A E S C R I T O R A I S A B E L A LLE N D E , E N R I Q U E G A R C Í A A S E N S I O Y S A N C H O G R AC I A .A B A J O, TA R I Q A LI , R O S A R E G À S Y S O N S O LE S E S P I N O S A

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Sabemos que Robert Louis Stevenson nacióen 1850 en Edimburgo, ciudad cuya arquitec-tura puebla gran parte de sus relatos y cuyo acen-to ritma todo su verso y su prosa. Desde niño, su-frió una tuberculosis que acabó matándolo en1894, y durante las largas noches de dolor e in-somnio su fiel nodriza, Cummie, le contaba his-torias de miedo para alejar el miedo físico que elpequeño Stevenson llamaba “la bruja de la no-che”, para no darle su verdadero nombre. Enbusca de alivio para sus pulmones y despuésde vagos estudios de Derecho, se lanzó a viajarpor el mundo, desde las montañas de Europaa los mares del Sur. En Francia se enamoró deFanny Osborne, una norteamericana madrede dos niños, varios años mayor que él; cuandoFanny volvió a su patria, Stevenson fue en subúsqueda, cruzando el Atlántico y los EstadosUnidos hasta California, para pedirle que secasase con él. Fanny aceptó. En 1890, con su ma-dre viuda, su mujer y sus dos hijastros, Steven-son emigró a Samoa, donde los indígenas le die-ron el nombre de Tusitala, que quiere decir“hombre que cuenta cuentos”. Cuando mu-rió, un batallón de samoanos llevó su cajón ahombros hasta la cima de la montaña más alta,

donde fue enterrado entre palmeras. Su tum-ba lleva el epitafio que él mismo escribiera añosantes y que acaba con estas palabras: “Aquí yacedonde deseaba estar;/ El marinero ha vuelto delmar/ Y el cazador ha vuelto del monte”.

Mi amistad con Stevenson comenzó tem-prano. Leí sus poesías para niños (Jardín deversos para niños) a los seis o siete años y apren-dí varias de memoria, que todavía recuerdo.Vino luego La isla del tesoroen la espléndida edi-ción de May Lamberton Becker cuya intro-ducción contaba cómo Stevenson había ima-ginado el libro a petición de su hijastroadolescente, a partir de un mapa esbozado du-rante una tarde lluviosa. El extraño caso del DrJekyll y Mr Hyde y los cuentos de Las nuevas mily una noches los descubrí años más tarde: el pri-mero sigue siendo uno de mis libros de cabe-cera, el segundo me hace reír aún hoy con susdescabelladas y trágicas aventuras. Adolfo BioyCasares me hizo leer sus colecciones de ensa-yos y me habló largamente de su afinidad in-telectual con el autor de Familiar Studies ofMen and Books [Estudios familiares sobre hom-bres y libros] y Virginibus Puerisque y otros ensa-yos, sin duda uno de los dioses tutelares de El

sueño de los héroes y Aventuras de un fotógrafo en LaPlata. Bioy (como también Borges, otro de susgrandes admiradores) no entendía por qué Ste-venson no era más leído hoy en día.

Stevenson fue uno de los autores más po-pulares de su época. Su literatura (que incluyepoesía, narración y ensayo, pero también el ser-món, la plegaria y el género epistolar) es sobretodo entretenida, y esta calidad ha hecho que,poco después de su muerte, los lectores delsiglo XX tacharan a su autor de “mero cuen-tista”, olvidando su espléndido estilo, notablepor su perfección y discreción. Ahora, cuandopensamos en Stevenson (a pesar de la venera-ción de críticos tan perspicaces como Borges,Bioy, Graham Greene y Nabokov), nos imagi-namos a un escritor de libros para muchachos,categoría en la que malamente incluimos tan-to La isla del tesoro como El extraño caso del DrJekyll y Mr Hyde. La falta es nuestra.

Creemos conocer a Stevenson porque cre-emos conocer la imagen que proyectó en

el mundo: la de un empedernido viajero na-rrador de historias y un enamoradizo hombre deacción cuyos riesgos (decimos) fueron más cor-porales que literarios. Confundimos los temasde su literatura con el hombre que los explo-ró, como si toda creación fuese fiel reflejo desu creador. “Tuve la desdicha de empezar un li-bro con la palabra ‘yo’ y de inmediato se su-puso que, en lugar de intentar descubrir leyesuniversales, estaba analizándome a mí mismo,en el sentido mezquino y detestable de la pa-labra”, se quejaba Proust a finales de su vida.

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¿Qué está ocurriendo enlas carteleras españolas?¿Por qué el nuevo Zorrode Banderas se estrella ysuben en taquilla películas

como 7 Vírgenes o Princesas?¿Cambian los gustos de losespañoles o la calidad seestá filtrando entrenuestros creadores? Porcierto, ¿dónde está Obaba?¿Irá a los oscars avalada porla taquilla como fue Mar

adentro? Todo indica quepasará sin pena ni gloria.

¿Las barbaridades que seescucharon la semanapasada en el Parlamento(“concetos”; hablar de “lanación” en tiempos de Lo-

pe de Vega, cuando, tal co-mo hoy entendemos esapalabra, es un invento delXIX, por no mencionar elinverosímil:“después delas Cortes de Cádiz vino laInquisición”) se deben atodos esos planes de estu-

dio mal diseñados y peorrealizados? ¿Qué nos espe-ra entonces con la ESO?

¿Por qué algunos museospúblicos andaluces cerra-ron durante el puente del1 de noviembre? �

LL AA SS CC UU AA TT RR OO EE SS QQ UU II NN AA SS

El hombre que narra es un misterio. Para desentrañarlo, sus lectores re-curren a la confesión, la correspondencia privada, las fotos y retratos, el aná-lisis psicológico, el recuerdo de quienes lo frecuentaron, como si conocer almago les permitiera entender su magia. En el caso de Stevenson, incon-tables biografías intentan definir al hombre desde un sinfín de presupuestos;ninguna lo abarca del todo y por cierto ninguna explica el misterio.

¿Por qué?

Memoria para el olvidoLos ensayos de Robert Louis Stevenson

POR ALBERTO MANGUEL

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Igual queja hubiese podido hacer Stevenson,cuyos piratas y aventureros hacen pensar que suautor era sobre todo un sanguinario maleante yapenas un hombre de letras. En una carta diri-gida a Henry James, escrita en 1885 cuando Ste-venson frisaba los 35 años, se queja de la im-presión que tienen de él sus lectores: “un‘atlético-esteta’ de rosadas agallas”. Y aclara: “elverdadero R. L. S.” es “un espectro enclen-que y reservado”. Lo cierto es que ningunade las dos definiciones le hace justicia.

Stevenson fue, sobre todo, escritor, es decir,un artesano del lenguaje. Para él, el mun-

do y las palabras que lo narran tienen igual im-portancia. No es que las unas puedan reem-plazar al otro (“Los libros tienen su valor, peroson un sustitutivo de la vida completamenteinerte”, dijo en “Apología de la pereza”) peropueden ser el instrumento que permita ex-plorarlo íntimamente, un instrumento que debeser refinado, pulido, aguzado. Estilo, arte y ar-tificio le importaron toda su vida. Si eligió ser es-critor en lugar de ingeniero como sus antepa-sados, y construir historias en lugar de faros,no abandonó nunca la ancestral devoción a losmétodos y técnicas profesionales, cualquierafuera la profesión. La maestría del álgebra yde los logaritmos sobre la cual los primerosStevenson basaron sus trabajos fue reempla-zada en el lejano nieto por un profundo cono-cimiento del diccionario y de la gramática in-glesas; para él tuvo tanta importancia elequilibrio de una cierta frase como para ellos

el de un cierto puente. “El amor por las palabrasy no el deseo de publicar nuevos hallazgos, elamor por la forma y no una nueva lectura de he-chos históricos, marcan la vocación del escritor”,declaró (“Fontainebleau”).

El estilo que resulta es impecable, puro.Leer el primer párrafo de su cuento “El dia-blo de la botella” o cualquiera de los textos deEssays on Travel [Ensayos de viajes] es descu-brir lo preciso y claro que puede ser un idiomaen manos de un maestro. Su confianza en el po-der de la lengua escrita le hace buscar siem-pre el mot juste que, como su contemporáneoFlaubert, sabe a ciencia cierta que se halla enesa casi infinita combinación de veinticuatro le-tras, y ningún texto le parece acabado hastaencontrarlo. Es por eso por lo que después desu muerte, y a pesar de que su viuda quemó cen-tenares de sus papeles, fueron encontrados unbuen número de textos inconclusos, muchosde una perfección admirable, pero que no de-bieron satisfacer del todo a su exigente autor.

“El estilo es la invariable marca de un maes-tro”, advierte en “Una nota sobre el realismo”,“y para el aprendiz que no aspira a ser conta-do entre los gigantes, es, a pesar de todo, la cua-lidad en la que puede adiestrarse a voluntad. Lapasión, la sabiduría, la fuerza creativa, el ta-lento para el misterio y el colorido, nos son otor-gados a la hora de nacer, y no pueden ser niaprendidos ni estimulados”. �

Fragmento del prólogo aMemoria para el olvido. Los en-sayos de Robert Louis Stevensonque publica hoy Siruela.

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Oliva Arauna (Santander, 1953)celebra hoy un dobleaniversario: hace veinte años laque en la actualidad es una de

las galeristasmás activas delmercadomadrileño dabasus primerospasos en elmundo delarte. Y eldestino ha

querido que su cumpleaños seatambién hoy, un jueves (día deinauguraciones) que le sirvepara abrir la muestra Veinte añosy un día, donde reúne unconjunto de obras de 21 artistasque han pasado por su sala enestas dos décadas. Piezas conmemoria, piezas ya para elrecuerdo. La apertura en 1987de la galería que lleva sunombre (primero en la calleClaudio Coello y desde hace unaño, en Barquillo, en un espaciomás amplio) supuso un pasomás hacia la consolidación deun mercado incipiente: en 1986nacía el Museo Reina Sofía,ARCO despegabadefinitivamente en 1987,surgían otras galerías... OlivaArauna se decantó pronto (yentonces a contracorriente) porla creación de un espaciodedicado a la fotografía y alvídeo y, aunque el mercado leha dado la razón, fuerontiempos difíciles. Pero sin dudael viaje ha valido la pena. �

El foco

REBOREDO Y SAÑUDO

Oliva Arauna

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IMPOSIBLE entender lo que le esperaa la industria editorial sin compren-der qué está pasando, por qué “con-fusión” y “crisis” son las palabras másrepetidas por autores, agentes y edi-tores a la hora de definir la situaciónde la edición en España. La escrito-ra Soledad Puértolas explica cómo“desde el punto de vista de los lec-tores no se entiende la acumulaciónde títulos. Probablemente desde elpunto de vista de la editorial la apues-ta es que se produzca un fenómen-to del tipo de Harry Potter que re-suelva la situación financiera. Editary editar hasta que se produzca el mi-lagro. Es un momento crítico. Esta-mos en una encrucijada y el mercadosigue apostando porla saturación y el caos.Es difícil saber quéva a salir de aquí”.

Sí, pero ¿sería po-sible disminuir el nú-mero de novedades editoriales? Ric-cardo Cavallero, consejero-delegadode Random House Mondadori,apuesta por la autorregulación, que“en un mercado libre como es el edi-torial se produce sin ayuda exterior.Creo que en 2006 el sector se va a re-convertir en dos direcciones: edito-riales y distribución-librerías. Las edi-toriales, que ya habían sufrido unareestructuración muy fuerte en 2002y 2003 tras las caídas del mercadode un 2 por 100 cada año, deben en-frentarse a la crisis de los últimos me-ses. Como 2004 y el primer trimestrede 2005 fueron buenos, algunos vol-vieron a las malas costumbres del pa-sado, aumentando la producción,mientras el mercado disminuía entreun 2 y un 5 por 100. Detodas formas,España sigue siendo el mejor mer-

cado editorial europeo, porque aquítodavía hay dos áreas de desarrollopor explotar, como el libro de bolsilloy el infantil”. Ernest Folch, direc-tor general del Grupo 62, tambiénapuesta por la autorregulación, yaque, “por una ley natural no escrita,si la oferta es superior a la demandase irá redimensionando de forma gra-dual. En Grup 62, demostramos quepodíamos aumentar el margen másde un 100 por 100 con un 50 por 100menos de títulos”. Gloria Gutiérrez,directora de la Agencia Carmen Ball-cels, destaca que “la industria edi-torial depende del mercado comocualquier otra industria, y como taldebe renovar sus estrategias regular-mente y tratar de ampliar su clien-tela” ¿Cómo?. “No tengo opiniónfundamentada sobre este punto”,

confiesa. Por el contrario, AlfredoLandman, director de Gedisa, lo tie-ne muy claro: “La mayoría de lastransformaciones finalmente quedandeterminadas por el mercado. Pero asu vez debe haber una voluntad po-lítica y propuestas imaginativas queayuden al desarrollo de la pluralidad,desde la oferta editorial hasta los es-pacios de ventas, con medidas des-tinadas a desanimar las políticas deconcentración. Además, debería apo-yarse el fomento de la lectura en todotipo de ámbitos (escolares, univer-sitarios, bibliotecas, medios audio-visuales)”. Joan Tarrida, director ge-neral de Círculo de Lectores-GalaxiaGutenberg, descubre como causasde la crisis “la entrada en el juegode las grandes superficies, el boomes-perado del libro de bolsillo, el cre-

ciente protagonismo de los quioscos,las cadenas de librerías, entre otros,nuevos componentes que alteran lasviejas reglas del juego”. Por eso, por-que sólo sobrevivirá “quien sepaadaptarse y sacar ventaja de un en-torno cambiante”, cree en la auto-rregulación. Una autorregulación quepara el novelista Lorenzo Silva sería“una claudicación. Creo que no deberenunciarse a que este país tenga lamasa lectora que su nivel de des-arrollo justifica, haciendo un ajustea la baja que reduzca todavía más ladiversidad de la oferta editorial.Aunque aparentemente no tenganada que ver, aquí se echa en falta,una vez más, una buena política de

bibliotecas. Hay títu-los que se ofertan encantidad muy supe-rior a la que el mer-cado absorbe. Si estademanda no se pue-

de ampliar en el corto plazo, la solu-ción es la que ya aplican los edito-res: compensar con algunos títulosmuy vendedores los tropiezos co-merciales que puedan tener en otrosde rentabilidad más incierta”.

Por su parte, el agente GuillermoSchavelzon niega la mayor: “No creoque la industria editorial esté so-bredimensionada. Si lo estuviera, losresultados económicos del sector se-rían negativos, y no lo son. Quizásesté ‘mal dimensionada’”. Claro querecuerda cómo hace un par de añosun grupo importante de editorialesse comprometió a reducir el núme-ro de novedades: lo hicieron, peropara no perder facturación subieronlos tirajes, y eso sólo hizo crecer lasdevoluciones. “Para vender másejemplares de menos títulos –lo que

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L E T R A S

Los futuros de la industria

cultural, a debate

El próximo miércoles comienza en Barcelona un simposiosobre “Los futuros de la industria editorial” con la gravecrisis que las editoriales españolas han sufrido en los últi-mos meses como telón de fondo. Por eso, y hablando defuturo y edición, El Cultural ha planteado a editores, es-critores, agentes y libreros algunas cuestiones que tambiénse analizarán en Barcelona. Porque, si no hay suficientes lec-tores para tantos libros, ¿conviene redimensionar la indus-tria editorial? ¿qué se puede hacer aquí y ahora?; ¿está el li-bro en España ante su peor crisis? ¿la industria editorial y lacreación cultural son complementarios o enemigos? ¿resul-tan inevitables las sinergias entre las industrias editorial y me-

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aporta rentabilidad–, tiene que ha-ber más lectores”, concluye. Quizápor eso, Jacobo Siruela, editor deAtalanta, reconoce que lo de redi-mensionar la industria “sería pre-cioso. Pero, ¿quien pone el cascabelal gato? ¿Sus dueños barrigudos?¿Los gatos? Desde luego, no serán losratoncillos. La lógica de las empresases crecer, y como las empresas soncada vez más grandes y anónimas, lasdecisiones son cada vez más imper-sonales, gratuitas y coyunturales.¡Cómo decir a una gran empresa quepare su carrera hacia adelante! Lacosa está en seguir corriendo. ¿A dón-de? Nadie lo sabe. Pero hay que se-guir”. Y eso que en los últimos me-ses el mercado editorial se había fre-nado. Constantino Bértolo, editor deCaballo de Troya, advierte que “hayuna retracción importante del mer-cado interior muy sobresaturado poracciones tan distorsionantes comoson las campañas de merchandisingdela prensa con claros efectos dumpingsobre el libro. Además el euro ha en-carecido escandalosamente los pre-cios de los libros”.

Rotación vertiginosa en librerías “Creo que la crisis es sobre todo

de librerías”, apunta Juan Cerezo,editor de Tusquets, para quien tal vezno sea la peor de la historia, pero des-de luego es una llamada de alarma enel sector, “por el papel fundamen-tal que las librerías a la hora de man-tener los libros de fondo, ofrecer másoportunidades a las apuestas más li-terarias, servir de cómplice, etc. Deahí que haya que volver a insistir enla defensa del precio fijo, y en la vi-gilancia ante los incumplimientos odesvíos ilegales de esa ley, porqueacaban perjudicando a los peque-ños y medianos libreros, que son eleslabón más débil. Aunque para noser del todo derrotista, hay que es-perar que vayamos convergiendo conEuropa también en índices de lec-tura y en compra de libros”.

“La situación –confirma AntonioRamírez, propietario de las libreríasLa Central de Barcelona y Madrid–es insostenible, pero todo parece in-

dicar que continuará igual. La in-dustria se ha acomodado a los altísi-mos índices de devolución, a la ro-tación tan veloz de la novedad y a losbajísimos tirajes.Tal vez esto sólo seexplique por que los grandes gru-pos obtienen su fortaleza financierade otros ámbitos distintos a la ediciónpropiamente. Si algún día los gru-pos mediáticos comprendieran queeditando libros jamás obtendrán nide lejos las ganancias que obtienenya en la televisión o en las inmobi-liarias,quizás decidan retirar su ca-pital o cerrar sus editoriales.Y en-tonces podremos comenzar denuevo”. No todos comparten estediagnóstico; hay quien prefieren des-dramatizar porque, en palabras delnarrador Antonio Soler, “no estamostan cerca del colapso editorial. Loque sí es cierto es que se trata deuna crisis nueva, desconocida dentrodel panorama editor. Los esquemasde producción, distribución y co-mercialización han variado tremen-damente y los problemas tienen ma-tices nuevos”. Tampoco Silva tienetan claro lo de la crisis, pues “hay em-presas editoriales que están ganandomucho dinero. Lo que quizá sí ocu-rre es que hay que repensar el ne-gocio y la estructura y composiciónde los catálogos editoriales. Y tomar-se de una vez en serio lo nefasto quepuede llegar a ser el proceso de ‘des-instrucción’ de la población.”

Crisis, ¿qué crisis?Jaume Vallcorba, de Acantilado-

Quaderns Crema, prefiere destacarque “en cualquier caso, y a pesar delas diferentes manifestaciones quehe oído en algunos ámbitos de sec-tor, ni a Acantilado ni a su hermanaen lengua catalana, Quaderns Cre-ma, las cosas van nada mal: se ob-serva un crecimiento constante lo su-ficientemente significativo parapensar más bien en una muy bue-na salud de ambas. No se me ocu-rriría, pues, decir que España esté vi-viendo su peor crisis. Sí creo quedebería reflexionarse sobre la pérdi-da de importancia en los ámbitospersonal y social de la palabra (y en

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AA RR RR II BB AA ,, RR II CC CC AA RR DD OO

CC AA VV AA LL LL EE RR OO

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CARLOS MIRALLES

ARCHIVO ARCHIVO

ARCHIVOQUIQUE GARCÍA

BERNABÉ CORDÓN

ANTONIO MORENO RICARDO CASES

Riccardo Cavallero: “2006 puede ser muy duro para las edi-

toriales medianas”. Antonio Soler: “No estamos tan cerca del

colapso editorial”. Ernest Folch: “En Grup 62 demostramos

cómo duplicar los beneficios reduciendo a la mitad los títu-

los”. Alfredo Landman: “Se necesita voluntad política e ima-

ginación”. Soledad Puértolas: “El mercado sigue apostando

por la saturación y el caos”. Jacobo Siruela: “¡Cómo decir

a una gran empresa que pare su carrera hacia adelante!”. Luis

Mateo Díaz: “¿Es que cualquier cerebro comercial vale para

el sector del libro...? La edición no debería contaminarse”

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L E T R A S

especial en el de la educación, tan-to primaria como media y superior).Una renuncia que se hace ademássin remordimientos, como paso im-prescindible hacia una pretendidamodernidad. Y ésta sí me parece unacrisis significativa, queafecta como es naturalsin remedio a la lecturay a toda la vida e indus-tria que en ella se sus-tenta”. Tampoco Tarri-da considera que hayacrisis sino sólo “cambiosprofundos que compar-timos con el resto de lospaíses de nuestro entor-no, incluidos los Esta-dos Unidos. Es lógicala desorientación. Perotambien se abren pers-pectivas apasionantes”.

Y actuar: Folch pro-pone “conseguir que laindustria editorial espa-ñola deje de ser básica-mente importadora. Loseditores españoles va-mos a Francfort, o don-de sea, a comprar. Siconseguimos un día ir avender, ser exportado-res, podremos mostrarnuestra creatividad yabrir una área de nego-cio muy importante.”En cambio, Luis MateoDíaz es más radical: “Loque hay que hacer es ganar lecto-res, con calidad por encima de todo.También habría que plantearse eldestino de los libros inútiles. Los edi-tores de libros inútiles podían dedi-carse a otra cosa, a otras inutilidadesprobablemente, más rentables”.

Industria y creaciónUno de los temas a debatir en

“Los futuros de la edición” es la re-lación entre industria cultural y crea-ción. Jacobo Siruela adelanta que “nohace falta ser enemigos, pero sí ju-gar en campos contrarios, para que laindustria, la gran industria pesada, nonos devore a todos”. Por su parte,

Gloria Gutiérrez subraya que “es im-posible que sean enemigos. Estáncondenados a combinarse y enten-derse, aunque su interacción sea a ve-ces conflictiva”. Silva cree que son yserán complementarios, pues “los

mercaderes necesitan buena materiaprima, y los creadores a quienes ladistribuyen. Se vislumbran alterna-tivas como internet, donde puedeprescindirse de intermediadores paraciertas creaciones, pero hoy por hoy,y con carácter general, el industrialaporta una eficiencia y una poten-cia que el individuo aislado no tiene”.Luis Mateo Díaz destaca que “de-bieran ser complementarios. La in-dustria editorial debe ser conscien-te del bien que tiene en sus manos,¿El mundo del libro en manos deejecutivos disparados..? ¿Es que cual-quier cerebro comercial de cualquiersector vale para el del libro...? La in-

dustria del libro debiera ganar su pe-culiaridad, no contaminarse”. Solerparte de que “industria y creaciónliteraria serían en principio elemen-tos antagónicos. Las editoriales, his-tóricamente han sido las empresas

que han cosido esos elementos. Sonempresas culturales y el manteni-miento de ese equilibrio ha enri-quecido a la sociedad. Ahora se tra-ta de seguir sosteniendo el desafío.Lo penoso del asunto es que todoel desarrollo económico de Españaen las últimas décadas no haya esta-do acompañado de un salto cultu-ral, de una demanda más seria y for-mada, sino todo lo contrario”. YBértolo remata con ironía: “Cautivoy desarmado el ejército enemigo, laburguesía está viviendo su verda-dero siglo de oro. Se ha librado de susprejuicios humanistas y ha impuestosu visión del mundo: soy lo que ven-

do, soy lo que compro. La creacióncultural, como los fariseos, se rasga lasvestiduras pero se adapta encanta-da a la nueva situación”.

Una nueva situación en la que losmedios de comunicación tienen gran

protagonismo,y siner-gias con la industria. Ce-rezo destaca que suelepensarse que publicarcon toda una industriamediática detrás ayudaa vender más ejempla-res, “pero no es una re-gla matemática. Y los li-bros que se justificansólo por ello (porque elautor es mediático, oporque forma parte deun grupo que lo apoya-rá) no ofrecen ningunagarantía ni de que seanlos mejores ni de quevan a venderse”. Bérto-lo acepta que “en el ac-tual estado de cosas soninevitables. Tanto las si-nergias positivas, comolas negativas: lo que noes noticia no existe”.

Como noticia es eldiagnóstico de Cavalle-ro sobre 2006. Para él,la crisis actual parecemás grave de lo que esporque llega tras un ci-clo positivo: “De todasformas, es momento de

mirar nuestras propias empresas y se-guir reestructurándolas. Nos encon-tramos con un problema añadido: to-dos los que editaban libros de textose encuentran con que ahora ya no esun negocio rentable, y se van a tras-ladar lógicamente al área tradicio-nal del libro infantil. Eso implica queaumentará la competencia, y quealgunos sellos no resistirán 2006 porfalta de oxígeno. Quienes ahora es-tán en peligro son las editoriales me-dianas, porque las pequeñas puedenser muy rentables con pocos gastos,pero los que están en una franja in-termedia pueden pasar un 2006 re-almente duro”. N. AZANCOT

Siempre que me hablan de la industriaeditorial pienso en la literatura, acaso

porque estoy convencido de que ésta nopuede existir (la ambiciosa e independien-te, claro está), sin una industria desarrolladay sana que la respalde. Pero lo que quizáhaya ocurrido en los últimos tiempos es quetodos hemos acabado aceptando su lógicamás perversa, por la cual sólo vale e interesaaquello que se vende. Y ese todos incluye nosólo a los editores, agentes y libreros, sinotambién a los periodistas culturales, a los crí-ticos y a los lectores.

Pero lo más preocupante es que lassupuestas editoriales literarias se van decan-tando cada vez más hacia lo comercial, cons-truyendo sus catálogos con una mezcla deautores que más que generar la confianzadel lector, lo despistan definitivamente. Así,es indiscutible que los escritores están en suderecho de escribir lo que quieran, como loseditores pueden situar en los puntos deventa los libros que deseen; pero los perio-distas y los críticos deberían distinguir entrelos productos comerciales y los literarios,fomentar estos últimos, y no ser tan compla-cientes con los productos manufacturados,

ni limitarse a prestarles atención a aquellaseditoriales que ponen publicidad en susmedios. Sería muy clarificador que algunavez los editores, pienso ahora en los litera-rios, nos explicaran con qué criterios distri-buyen su publicidad, y que los responsablesde las revistas, los suplementos y las seccio-nes culturales de los medios nos aclararanpor qué se entrevista a un escritor y no aotro, por qué se reseña este o aquel libro, obien se da noticia de la aparición de un volu-men o de la concesión de un premio en vezde otros muchos.

Así, me gustaría acabar formulando undeseo y proponiendo una alternativa. Noestaría nada mal que se clarificara el panora-ma y que cada uno ocupase el lugar que real-mente le corresponda. Quizá la alternativamás sensata para muchos escritores quehacen una literatura inteligente, pero cuyasventas son discretas, estribe en refugiarse enlas pequeñas editoriales, donde se les prestamás atención y se les pone en los puntos deventa suficientes para que puedan llegar alpúblico interesado en su literatura, tal vezcon menores ventas aunque con mayoresposibilidades de perdurar. FERNANDO VALLS

Un diagnóstico y una alternativa

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EN cierto sentido estamos ante doslibros en uno. El primero y más ex-tenso traza la historia de la expansiónimperial británica desde las rapiñasde Drake en el siglo XVI hasta elmomento en que un Reino Unidodebilitado se resignó a la descolo-nización. El segundo, relegado al ca-pítulo conclusivo, consiste en unabreve exposición de la tesis funda-mental del autor, para quien el im-perio británico ha tenido un efectoglobal positivo en términos de desarro-llo humano. Puesto que Fergusonanuncia esa tesis desde la introduc-ción, el lector tiende en principio asospechar que va a encontrarse conuna visión un tanto idealizada delimperio británico, al estilo de la queKipling expuso al referirse a la car-ga del hombre blanco. Nada máslejos de la realidad. Ferguson no esnada complaciente acerca de los epi-sodios de latrocinio, de brutalidady de racismo que jalonaron la histo-ria del imperio. Con un capítulo finaldistinto y algún otro cambio, El im-perio británico podría incluso pasarpor un alegato más contra ese im-perialismo occidental en el que tan-tos espíritus simples o malintencio-nados ven el origen de todos losmales del mundo. La diferencia es-triba en que Ferguson sitúa al im-perio británico en un amplio con-texto comparativo, en el que noqueda mal parado.

Con todo, el atractivo principaldel libro no deriva de la habilidadcon la que presenta su tesis princi-pal. Lo mejor es su capacidad paraintroducir al lector en la gran nove-la de aventuras que fue la expansiónimperial, con todos sus heroísmos,sus errores y sus crímenes. Un es-cenario siempre cambiante nostransporta en un continuo viaje deida y vuelta desde las colonias deNueva Inglaterra, en las que se ges-tó el espíritu estadounidense, hastalos remotos penales australianos enlos que surgió una nueva nación;desde las tierras africanas, infestadasde malaria, en las que el visionarioLivingstone quería introducir la ci-vilización de la mano del cristianis-mo y del comercio, hasta la que fuela verdadera joya del imperio, la In-dia. Y en primera fila vemos a los pro-tagonistas de esa expansión, tanto losmás destacados, como el rapaz Rho-des o el pomposo Curzon, como losanónimos, cuyo recuerdo se ha per-petuado en cartas piadosamenteconservadas por sus familias, ya setrate de pobres emigrantes, de sol-dados rasos o de jóvenes e ingenuosmisioneros.

Todo comenzó con una formatemprana de crimen organizado: lapiratería, más tarde dignificada porla Corona al convertirse en guerra decorso. Luego vino la migración ma-siva de pobladores británicos hacia

las ricas pero insalubres islas del Ca-ribe y hacia las costas de América delnorte, acompañada de una horrendamigración forzada que constituyóel episodio más infame de la histo-ria imperial: la trata de esclavos afri-canos. Al mismo tiempo surgía eseejemplo temprano y nunca supera-do de empresa transnacional queacaba por disponer de un ejército, deuna política exterior y finalmente deun imperio: la Compañía de las In-dias Orientales, fundadora del do-minio británico en la India.

En toda aquella etapa tempranadel imperio, el móvil para los corsa-rios, para los comerciantes y para laCorona era básicamente el enrique-cimiento, aunque para los simplesemigrantes se trataba de hallar opor-tunidades para ganarse la vida. Sóloen el caso de algunos peregrinos quemarcharon a América hubo un móvil

espiritual, el de practicar li-bremente su credo reli-gioso, alejado de la orto-doxia anglicana. Desdefines del siglo XVIII, sinembargo, coincidiendocon la renovación del cris-tianismo británico y con elnacimiento del liberalis-mo, los factores morales yla movilización de la opi-nión pública se convirtie-ron en un elemento im-portante de la políticaimperial. Su conse-cuencia más posi-tiva fue la aboli-ción del tráficode esclavos,que en el sigloXIX la mari-na de guerrabritánica se

Algunos historiadores tienen una especial habilidad para re-crear una época a través de personajes y sucesos evocadores.Otros muestran una capacidad analítica que les permiteidentificar en la maraña de los hechos puntuales las grandestendencias históricas. Ferguson combina ambas cualida-des y ello hace de El imperio británico un libro fascinante.

Un autor laureadoNIALL Ferguson (Glasgow, 1964) es uno de los historiadoresmás conocidos en Gran Bretaña, no sólo por su faceta comoescritor –que ha alcanzado las listas inglesas de bestsellers conla rigurosidad académica de sus libros de historia y economía–y su brillante carrera como docente sino por su presencia ha-bitual en la radio, prensa y televisión británicas –en ésta úl-tima ha escrito y presentado recientemente una serie deseis capítulos sobre el imperio británico.

Ferguson se graduó cum laude en Historia en 1985 y desde en-tonces ha sido profesor en Oxford, Cambridge, Hardvard, la Univer-sidad de Nueva York y la de Stanford. Su primera obra, Paper andIron: Hamburg Business and German Politics in the Era of Inflamation 1897-1927, recibió el premio de Libro de Historia del Año, y la siguiente, Vir-tual History: Alternatives and Counterfactuals se convirtió rápidamente enbestseller. Le siguieron The Pity of War, The World’s Baker y The CashNexus: Money and Power in the Modern World. Con Coloso volvió a con-quistar las listas de superventas. �

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El imperio británicoCómo Gran Bretaña forjó el orden mundial

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L E T R A S

esforzó en eliminar en las aguas delAtlántico. No por ello se abandonóel principio de ocuparse sobre tododel negocio, como lo demostraron las

guerras del opio, destinadas a abrirel mercado chino a la importaciónde droga. Pero el nuevo celo re-

ligioso trajo también nuevos pro-blemas, pues la acción proselitis-ta de los misioneros generó unareacción hostil que contribuyó a lagran revuelta india de 1857, cu-yas atrocidades condujeron a mu-chos predicadores cristianos a ben-decir una represión sangrienta eindiscriminada.

Todas estas emocionantes his-torias se narran en un lenguaje co-lorido que no siempre es fácil detraducir. Cuando Ferguson serefiere al “Armagedón hanno-veriano” utiliza una expresión

que a cualquier británico cul-to le resulta familiar, pero

que al lector español lepuede parecer pe-dante, cuando no in-comprensible. Con

buen sentido, latraductora la ha

mantenido, enlugar de sus-

tituirla por“gran gue-rra del s i g l oXVIII”,

y hay quedecir que en

general la tra-ducción es correc-

ta, aunque pre-senta algunosdefectos, so-bre todo res-pecto a laterminolo-

gía militar.Además de la

obsesión por hacervivir a los soldados en “ba-

rracas” –en español se llaman cuar-teles– aparecen expresiones pecu-liares, como “mayor estadoprusiano” en vez de estado mayorprusiano. El mayor despiste editorialse halla sin embargo en un gráfico enel que Nueva Zelanda aparece como

el lugar más insalubre del imperioy Sierra Leona como el más saluda-ble. Evidentemente era al revés.

Pero vayamos a la conclusión deFerguson. El imperio británico notiene un historial intachable, perosus principales efectos a largo plazono son desdeñables: la difusiónmundial del capitalismo liberal, delas instituciones democráticas y de lalengua inglesa. Con ello contribu-yó a una globalización en conjuntobenigna que impulsó extraordina-riamente la economía mundial y pro-movió el tipo de instituciones libe-rales que más favorables al bienestarhumano han mostrado ser. No me-nos glorioso fue su final. En 1940 losbritánicos se enfrentaron a la dia-bólica oferta hitleriana de sacrificar aEuropa para preservar su imperiopero, bajo el liderazgo de Churchill,la rechazaron. Consumieron todossus recursos en la lucha contra unosimperios mucho más brutales, in-cluido el japonés, capaz de perpetraren Nankin una orgía de atrocidadessin parangón en los más oscuros epi-sodios del imperialismo británico.

El mensaje de Ferguson es quedebemos valorar cuidadosamente lasalternativas antes de condenar a unimperio. En el mundo de hoy es par-tidario de que los Estados Unidosasuman con claridad su función im-perial, una tesis que ha desarrolla-do extensamente en su otro libro,Coloso, también publicado en Es-paña y ya comentado en las páginasde El Cultural. Respecto al impe-rio británico, el lector de Fergusonencontrará muchos elementos sór-didos, desde la rapacidad de sus ini-cios hasta el detestable racismo de fi-nes del siglo XIX. Y a pesar de elloes muy probable que su balance glo-bal haya sido positivo. En mi opiniónla India, esa gran nación democrá-tica que será sin duda una de lasgrandes potencias del siglo XXI, esel gran testimonio vivo del mejor le-gado de aquel imperio.

JUAN AVILÉS

La herencia british

“EL imperio británico –explicaFerguson– hace mucho que hamuerto; sólo quedan restos.Todo lo que había servido parasostener la supremacía comer-cial y financiera de Gran Breta-ña en los siglos XVII y XVIII,y su supremacía industrial enel XIX, estaba destinado a de-rrumbarse una vez que la eco-nomía británica se hubiera do-blegado bajo el peso de dosguerras mundiales. El acreedorse convirtió en deudor. Del mis-mo modo, los grandes movi-mientos de población que habí-an impulsado antes la expansiónimperial británica cambiaron dedirección en la década de 1950.La emigración de Gran Breta-ña dio paso a la inmigración aGran Bretaña. En cuanto al im-pulso misionero que había lle-vado a miles de hombres portodo el mundo a predicar el cris-tianismo y el Evangelio de to-cador, también disminuyó, jun-to con la asistencia pública a laiglesia. El cristianismo hoy esmás fuerte en sus antiguas co-lonias que en Gran Bretaña [...].

Sin la prolongación del do-minio británico en el mundo,es difícil creer que las estructu-ras del capitalismo liberal se hu-bieran establecido con tanto éxi-to en tantas diferentes econo-mías. Los imperios que adop-taron modelos alternativos –elruso y el chino– impusieron unamiseria incalculable a los pue-blos que subyugaban. Sin la in-fluencia del dominio imperialbritánico, es difícil creer que lasinstituciones de la democraciaparlamentaria hubieran sidoadoptadas por la mayoría de losestados del mundo [...]”. �

GUSI BEJER

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LIBROS MÁS VENDIDOSFICCIÓN AUTOR EDITORIAL PUESTO ANT. SEMANAS

1 La historiadora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Elisabeth Kostova . . . . . . . . . . . .Umbriel . . . . . . . . . . . . .3 . . . . . . . . . . . . .72 El Zahir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Paulo Coelho . . . . . . . . . . . . .Planeta . . . . . . . . . . . . . .1 . . . . . . . . . . . . .73 Historia del Rey Transparente . . . . . . . .Rosa Montero . . . . . . . . . . . . .Alfaguara . . . . . . . . . . . .2 . . . . . . . . . . . . . 84 La sombra del viento . . . . . . . . . . . . . . .Carlos Ruiz Zafón . . . . . . . . . .Planeta . . . . . . . . . . . . . .5 . . . . . . . . . . .1555 Tokio Blues . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Haruki Murakami . . . . . . . . . .Tusquets . . . . . . . . . . . . .8 . . . . . . . . . . . .136 Estaciones de paso . . . . . . . . . . . . . . . . .Almudena Grandes . . . . . . . . .Tusquets . . . . . . . . . . . . .4 . . . . . . . . . . . . .97 Caballo de Troya 7. Nahum . . . . . . . . . .J.J. Benítez . . . . . . . . . . . . . . . . . .Planeta . . . . . . . . . . . . . .6 . . . . . . . . . . . . .28 Doctor Pasavento . . . . . . . . . . . . . . . . . .Enrique Vila-Matas . . . . . . . . . .Anagrama . . . . . . . . . . . .- . . . . . . . . . . . . . .99 La conspiración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Dan Brown . . . . . . . . . . . . . . . . . .Umbriel . . . . . . . . . . . . .7 . . . . . . . . . . . .219 ¡El cielo se nos cae encima! . . . . . . . . . .A. Uderzo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Bruño-Salvat . . . . . . . . . .- . . . . . . . . . . . . . .1

NO FICCIÓN1 La fuerza del optimismo . . . . . . . . . . . .Luis Rojas Marcos . . . . . . . . . .Aguilar . . . . . . . . . . . . . . .2 . . . . . . . . . . . .232 La guerra civil española . . . . . . . . . . . . . . .Antony Beevor . . . . . . . . . . . . . .Crítica . . . . . . . . . . . . . . . . .1 . . . . . . . . . . . . . . .63 La mujer desnuda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Desmond Morris . . . . . . . . . . . .Planeta . . . . . . . . . . . . . . . .9 . . . . . . . . . . . . . . .64 Zapatiesta Zapatero. . . . . . . . . . . . . . . .Jaime Campmany . . . . . . . . . .LibrosLibres . . . . . . . . . .10 . . . . . . . . . . . . .25 La pasión india . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Javier Moro . . . . . . . . . . . . . . . . .Seix Barral . . . . . . . . . . . . .8 . . . . . . . . . . . . . .326 Leonardo: El vuelo de la mente . . . . . . . .Charles Nicholl . . . . . . . . . . . . . .Taurus . . . . . . . . . . . . . . . . .5 . . . . . . . . . . . . . . .37 Los mitos del nacionalismo vasco . . . . .José Díaz Herrera . . . . . . . . . .Planeta . . . . . . . . . . . . . .3 . . . . . . . . . . . . .78 Genios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Harold Bloom . . . . . . . . . . . . . . .Anagrama . . . . . . . . . . . . . .4 . . . . . . . . . . . . . . .89 Oriana Fallaci se entrevista a sí misma . . . .Oriana Fallaci . . . . . . . . . . . . . . .La Esfera de los Libros . . .6 . . . . . . . . . . . . . . .4

10 Escribir es vivir . . . . . . . . . . . . . . . . . . .José Luis Sampedro . . . . . . . . .Plaza & Janés . . . . . . . . .- . . . . . . . . . . . . . .1

BOLSILLO1 El libro de las ilusiones . . . . . . . . . . . . .Paul Auster . . . . . . . . . . . . . . .Anagrama . . . . . . . . . . . .2 . . . . . . . . . . . . .22 Cabo Trafalgar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Arturo Pérez-Reverte . . . . . . .Punto de lectura . . . . . . . .7 . . . . . . . . . . . . .23 Déjame que te cuente . . . . . . . . . . . . . . .Jorge Bucay . . . . . . . . . . . . . . .RBA . . . . . . . . . . . . . . . .1 . . . . . . . . . . . . .44 Una breve historia de casi todo . . . . . . .Bill Bryson . . . . . . . . . . . . . . .RBA . . . . . . . . . . . . . . . .10 . . . . . . . . . . . . .35 Memoria de España . . . . . . . . . . . . . . . .F. García de Cortázar (dir.) . .Punto de lectura . . . . . . .6 . . . . . . . . . . . . . 76 La muerte en Venecia . . . . . . . . . . . . . . .Thomas Mann . . . . . . . . . . . .Quinteto . . . . . . . . . . . . .8 . . . . . . . . . . . . .57 La hermandad de la Sábana Santa . . . . .Julia Navarro . . . . . . . . . . . . . .DeBolsillo . . . . . . . . . . . .4 . . . . . . . . . . . .298 El ingenioso hidalgo don Quijote... . . . .Miguel de Cervantes . . . . . . . . .Espasa . . . . . . . . . . . . . . .5 . . . . . . . . . . . .299 Obabakoak . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Bernardo Atxaga . . . . . . . . . . .Zeta . . . . . . . . . . . . . . . . .3 . . . . . . . . . . . . .6

10 Al otro lado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Julian Barnes . . . . . . . . . . . . . .Anagrama . . . . . . . . . . . .- . . . . . . . . . . . . . .1

POESÍA 1 Poemas escogidos . . . . . . . . . . . . . . . . . .Adam Zagajewski . . . . . . . . . .Pre-Textos . . . . . . . . . . .1 . . . . . . . . . . . .142 Campo abierto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Seamus Heaney . . . . . . . . . . .Visor . . . . . . . . . . . . . . . .2 . . . . . . . . . . . .153 Soy vuestra voz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Anna Ajmátova . . . . . . . . . . . .Hiperión . . . . . . . . . . . . .4 . . . . . . . . . . . .254 Manual de infractores . . . . . . . . . . . . . .J.M. Caballero Bonald . . . . . .Seix Barral . . . . . . . . . . .5 . . . . . . . . . . . . .25 Los jinetes negros . . . . . . . . . . . . . . . . .Stephen Crane . . . . . . . . . . . .Hiperión . . . . . . . . . . . . .3 . . . . . . . . . . . . .66 La piedra alada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .José Watanabe . . . . . . . . . . . . .Pre-Textos . . . . . . . . . . .6 . . . . . . . . . . . .327 Rapsodia española . . . . . . . . . . . . . . . . .Antonio Burgos . . . . . . . . . . . .La Esfera de los Libros . . .9 . . . . . . . . . . . . .28 La certeza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Eloy Sánchez Rosillo . . . . . . .Tusquets . . . . . . . . . . . .10 . . . . . . . . . . . . .79 Una noche con Hamlet.Toscana . . . . . . . .Vladimir Holan . . . . . . . . . . . .Ediciones del Oriente . . . .- . . . . . . . . . . . . . .1

10 Actos sacramentales . . . . . . . . . . . . . . . .Kenneth Rexroth . . . . . . . . . .Gadir . . . . . . . . . . . . . . . .8 . . . . . . . . . . . .18Albacete: Herso Almería: Sintagma Ávila: Senen Badajoz: Universitas Barcelona: La Central, Casa del Libro Bilbao: Casa del Libro Burgos: Mainel Cádiz:Manuel de Falla Castellón: Plácido Gómez Ciudad Real: Manantial Córdoba: Luque La Coruña: Arenas Cuenca: Juan Evangelio Gerona: Geli Granada:Continental Guadalajara: Cobos Huelva: Saltés Huesca: Casa de las Novelas Jaén: Metrópolis, Gutiérrez León: Pastor Logroño: Santos Ochoa Lugo: SoutoMadrid: Antonio Machado, Casa del Libro, El Corte Inglés, FNAC, Manzano, Vips Málaga: Rayuela Melilla: Mateo Murcia: Diego Marín Oviedo: Ojanguren Palencia: Alfar Palma de Mallorca: Signo Las Palmas: Canaima Pamplona: Gómez, Universitaria Salamanca:Cervantes, Plaza Universitaria Santa Cruz de Tenerife: La Isla Santander: Estudio San Sebastián: Lagun Segovia: Vallés Sevilla:Casa del Libro Soria: Las Heras Teruel: Senda Valencia: Soriano, París-Valencia Valladolid: Oletvm Vitoria: Study Zamora: Pya Zaragoza: Central.

ARGENTINA1 La ciudad de los herejesFederico Andahazi (Planeta)2 El código Da VinciDan Brown (Umbriel)3 Sábado Ian McEwan (Anagrama)4 La vida te despeinaVV.AA. (Planeta)5 Los siete pecados capitalesFernando Savater (Sudamericana)

ESTADOS UNIDOS1 At First SightNicolas Sparks (Warner)2 Knife of DreamsRobert Jordan (Tor/Tom)3 Consent to KillVince Flynn (Atria)4 The World is FlatThomas L. Friedman (Farrar)5 The City of Falling AngelsJohn Berendet (Penguin)

FRANCIA1 Le ciel lui tombe sur la têteA. Uderzo (Albert René)2 Harry Potter et le prince de Sang-MêléJ. K. Rowling (Gallimard)3 Le possibilité d’une ileMichel Houellebeq (Fayard)4 Brooklyn FolliesPaul Auster (Actes Sud)5 Dictionnaire culturel en langue françaiseAlain Rey (Le Robert)

ITALIA1 La verità del ghiaccioDan Brown (Mondadori)2 Sconosciuto 1945Giampaolo Pansa (Sperling & Kupfer)3 La lunga notte del doctor GalvanDaniel Pennac (Feltrinelli)4 Romanzo criminaleGiancarlo Cataldo (Einaudi)5 SabatoIan McEwan (Einaudi)

PORTUGAL1 O confessorDaniel Silva (Bertrand)2 O Zahir Paulo Coelho (Pergaminho)3 Harry Potter e o Príncipe MisteriosoJ. K. Rowling (Presença)4 O Códex 632José Santos Rodrigues (Bertrand)5 EldestChristopher Paolini (Gailivro)

Medios consultados:La Nación (Argentina), The NewYork Times (EE. UU.), Le Monde(Francia), La República (Italia),Público (Portugal).

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L E T R A S

PP OO EE SS ÍÍ AA

ESTE “midons” tuvo su secuela enotro corpus amoroso extraordinariocomo es la lírica galaico-portugue-sa, donde la dama es designada me-diante “mi(a) senhor”, índice de unmismo vínculo de amor: la relaciónde jerarquía. Pues bien, Amor mi se-ñor se incardina en esa tradición, lareescribe, y una de las claves es queen sus poemas se lleva a cabo unmismo trastrueque genérico. La vozde los poemas de este libro es la deuna mujer (“La desertora” es el tí-tulo de la primera sección), que,sin embargo, se refiere a sí misma enmasculino: “soldado de amor”, yaen el primer poema, de manera queeste poemario prolonga esa tradi-ción al tiempo que la invierte y, conello, lo que ha de decirse es que lareinventa.

Como anuncia el título, el temadel libro es amoroso y dentro de taltema, o conjunto de temas, se centraen ese tiempo en el que el amor esya el pasado. Y es que, pese a queel soldado del amor sirvió a su señor,figura que se concreta aquí comoel “capitán”, no ha recibido nadade él (“Amor que todo lo pides, / ynada das que no sea/ a cuenta deusura, alegre/ fuente que todo losecas”), y ante semejante paga se de-clara traidor a amor y abandona susfilas. Así, la amante-soldado ha per-dido la batalla, pero no a manos delenemigo, sino que si sucumbió fueante la mirada de su señor (“no me

derribó el hostil; / tus ojos meatravesaron”), donde se in-tegran al texto otros antiguostópicos de la literatura amo-rosa. Pero también aquí conrenovación: el amor llega por los ojosy causa la herida de amor, sin em-bargo, esa herida no es ya la clásicadel enamoramiento, sino que en ungesto más de originalidad se invier-te para ser la de la ruptura. La ex-periencia amorosa ha llevado al de-sastre, lo que podría haberconducido el libro a un simple avi-

so para quien se enamore, pero noserá así. El fin del amor no habrá sidoen vano, pues, al menos, ha dejadouna lección: el Tiempo, del que sedirá es “amante más que ninguno”,pues verdad es que éste ni abando-na ni engaña con su pago. A ese nue-vo señor, el soldado le rinde vasa-llaje, “Estaré a tu lado” le dice, pero

se trata de un extraño señor, tantoque, al declarar “Quiero servirte deconsuelo / hasta el último segundode tu existencia, / Tiempo”, la voz

está poniendo de manifies-to que su nueva milicia, sunuevo amor, es un serviciocuya recompensa no vendráde ningún otro modo que nosea con la muerte. Sin em-bargo, como muestran losversos citados, una vez másse ha dado la vuelta al lugarcomún y es al Tiempo aquien, paradójicamente, sele atribuye una existencia li-

mitada, siquiera durante esos brevesinstantes en que el tiempo nos salvagracias a su don de la ebriedad:“Conforme te bebo, Tiempo, / voycomprendiéndote”.

Por otra parte, para poetizar estahistoria, se ha recurrido a una es-critura doble: verso libre, pero tam-bién estrofas populares o tradicio-nales y en ocasiones se leen algunasfrases que tienen también ese sabor,duplicidad que es la contrapartidaen lo formal del doble componen-te de tradición y renovación que hayen este libro. Esta duplicidad en-cuentra otra manifestación en el he-cho de la presencia de más de unalengua. Según se explica en unanota, dieciséis poemas en gallego,que se incluyen, fueron traducidosal español y, al traducirse, generaronvarios otros textos más hasta hacerde este libro una especie de traduc-ción con amplificación, una auto-glosa. Amor mi señor es, en definiti-va, la escritura de una experienciaamorosa y la reescritura de una tra-dición que se revive y se revitalizacon sabiduría poética, rara avis enestos tiempos en que parece que enpoesía todo vale.

TÚA BLESA

No habrá muchos que duden de que en la tradición de la poesía amorosa europea uno delos pasajes de mayor excelencia es el de los trovadores provenzales. Entre otros muchosrasgos característicos, se da en sus poemas una curiosa inversión en la denominación de la ama-da, que es nombrada como “midons”, “mi señor”, don-de se expresa bien cuál es la clave de la relación entrela dama y el enamorado, el vasallaje feudal, estructuraque tiene su prolongación léxica por todo el discurso.

J. G. MORELL

Amor mi señorLL UU II SS AA CC AA SS TT RR OO .. T U S Q U E T S . B A R C E L O N A , 2 0 0 5 . 1 4 0 P Á G I N A S , 1 2 E U R O S

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A esta meta apuntan, en efecto, susnovelas, y a tal propósito se debeel éxito de algunas narraciones detrazado tan sencillo y contenido tansimple como, entre otras suyas, Elvergel (1988) o la muy reeditada His-toria de una maestra (1990). Quienconozca alguno de estos libros pue-de hacerse idea cabal de La CasaGris. También aquí, incluso másque en otras ocasiones, Aldecoacuenta en un tono plano, sin estri-dencias, como un observador que secontentara con apuntar en una li-breta unas puras observaciones, lavida cotidiana de un grupo de mu-jeres que circunstancialmente coin-ciden en un lugar durante un pocode tiempo.

En esas mismas memorias se en-cuentra la base real de este libro. Lajoven Josefina Rodríguez (nombreéste civil que utilizó también en suscomienzos literarios, antes de adop-tar el apellido de su marido, el na-rrador Ignacio Aldecoa) viajó a In-

glaterra al acabar la universidad paraampliar su formación y estuvo unverano trabajando en una residen-cia privada. El libro evoca el am-biente de esa residencia, la GreyHouse o Casa Gris del título. Al re-

greso de aquella ex-periencia, inusual enla España autárquicadel primer franquis-mo, y excepcional tra-tándose de una mujer,escribió esta crónicanovelada.

Según noticias dela propia autora que ellibro no da, La Casa

Gris quedó olvidada y ahora se res-cata, aunque no sé si con el textoprimitivo o con modificaciones es-tilísticas o de otro tipo. Sí encaja, entodo caso, con una tónica de épocaproclive a registrar sin gran aparatola vida común que compartieronel grupo de amigos escritores de laautora, la Martín Gaite de “entre vi-sillos”, el Sánchez Ferlosio de losdomingueros excursionistas al Jara-ma, el Fernández Santos de “losbravos” sobrevivientes en la mon-taña asturleonesa, o el mismo Ig-nacio Aldecoa, quien resumía supoética en un “yo escribo de lo quetengo cerca”.

El mismo gusto por espacios ce-rrados, personas comunes y vidasanónimas inspira La Casa Gris. Enella se cuenta la estancia de Tere-sa, la chica española alter ego de laautora, en esa mansión de oríge-nes nobiliarios entre junio y sep-tiembre de 1950. Alrededor de Te-resa andan algunos otros sirvientes:la cocinera, las encargadas de los pi-sos o camareras, el portero noctur-no; también la responsable de lacasa y sus ayudantes; y alguna re-sidente. Teresa anota y comenta susvivencias en primera persona. Los

otros personajes se presentan des-de fuera: se van alternando, a lo lar-go de una línea trazada sobre el su-cederse de los días, un tanto a lamanera de dietario anónimo, enbreves pasajes y nos llegan minu-ciosas informaciones de sus hábitos,aspiraciones, y dolores, todo muycorriente, aunque no falten algunossobresaltos.

A ratos la Casa parece una Ar-cadia, otros adquiere un halo in-quietante. Varias visitas de Teresa ala cercana Londres refuerzan supercepción de hábitos muy distin-tos a los españoles, y eso y la mul-tiplicidad de comportamientos vis-tos en la residencia sirven para hacerun modesto retrato de la condiciónhumana en el contexto de la diver-sidad de culturas. Sobre la Casa pla-nean las huellas de la reciente granguerra, hay gente tolerante y tam-bién intransigente, y domina un lla-mativo ambiente de libertad.

No es La Casa Gris un libro congrandes pretensiones. Apenas bus-ca otra cosa que plasmar un puñadode vivencias, sensaciones y tensio-nes psicológicas, y presentar sin re-buscamientos una galería de perso-najes casi todos femeninos, bastantecomunes, pero no faltos de un fon-do de misterio en unos cuantos ca-sos notables. El estilo es muy sim-ple, de frase corta. La construcción,tradicional, con secuencias sueltasen las cuales alternan narración, des-cripción y diálogo. El desarrollo esun tanto monótono, tal vez porquequiera reproducir la monotonía dela existencia. A eso se limita: a co-municar de un modo cálido, comoen cercanía al lector, mediante unasestampas costumbristas, una etapasingular en el proceso de madura-ción de una joven.

SANTOS SANZ VILLANUEVA

Explicaba sin medias tin-tas Josefina Aldecoa en susrecientes memorias, En ladistancia, qué objetivo per-

sigue en sus libros: conellos, puntualiza, he “pre-tendido llegar a los demás,comunicarme con ellos”.

La Casa GrisJJ OO SS EE FF II NN AA AA LL DD EE CC OO AA .. A L F A G U A R A . M A D R I D , 2 0 0 5 . 2 9 4 P Á G I N A S , 1 8 E U R O S

Cero absolutoJJAAVVIIEERR FFEERRNNÁÁNNDDEEZZ.. BERENICE.

CÓRDOBA, 2005. 182 PÁG., 18 E.

ÓÓ PP EE RR AA PP RR II MM AA

NO hace tanto se quejaba un críti-co de la falta de ambición con quea menudo autores con trayectoriapero aún jóvenes abordan la escritu-ra. Pues bien, frente a un mercadoacomodaticio, surgen iniciativas edi-toriales como Berenice, el sello in-dependiente, pequeño y exquisitobajo el cual se presenta esta obra, quedifícilmente habría encontrado un lu-gar en los grandes sellos comerciales.

Hay que puntualizar que a Ceroabsoluto le sobra ambición. Su au-tor, Javier Fernández (Córdoba,1971) nos cuenta una historia quepodríamos encasillar dentro de laciencia ficción –una multinacional hainventado un chip que conecta el ce-rebro humano a un ordenador y esteavance trastocará el planeta– pero,a la postre, termina siendo muchomás: parábola del mundo tremen-damente infeliz en que vivimos, re-flexión sobre los males de nuestrotiempo, desde la globalización a la sa-cralización de la tecnología, pasan-do por el alejamiento del individuo.También resuenan aquí ecos de al-gunos precedentes: la novela deHuxley es el más claro, aunque en al-gunos momentos recuerda a algunasuperproducción hollywoodiense,con guiños a la novela negra o un cier-to aire al relato gótico de terror, conEdgar Allan Poe omnipresente.

El resultado es un libro atípico,que no hace concesiones y que de-manda un lector cómplice y brega-do. Un lector que sepa valorar laselipsis en el discurso narrativo, losavances y retrocesos en la cronologíadel relato, o la originalidad de recu-rrir –y con qué eficacia– al lenguajey hasta la tipografía del texto perio-dístico o del folleto publicitario enuna búsqueda certera de un nuevomodo de contar.

CARE SANTOS

CARLOS MIRALLES

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ESTA nueva narración, más breve yconcentrada que las anteriores, ofre-ce las mismas características, si bienhay en ella una mayor concentracióntemática y mayor libertad en la con-figuración del discurso narrativo,donde la mezcla de los estilos tra-dicionales –directo, indirecto, indi-recto libre– es continua y se produ-ce, en ocasiones, dentro de unamisma frase. El uso continuo de vo-ces jergales y el recurso a estructurasgramaticales muy simples, delibera-damente elementales y con nexosrepetidos (como a la que por “mien-tras” y otras fórmulas) refuerzan laimpresión de discurso oral que trans-mite el relato, acentuado por nu-merosas analepsis que interrumpenla línea narrativa, así como por la pre-sencia esporádica del narrador (“de-cíamos que la ventana...”, “el coro-nel Peralta bebe [...] Vamos a dejarleahí...”, “sigamos con él pues el coro-nel...”), hasta llegar incluso a la re-producción gráfica de formas vul-gares o elípticas de pronunciación(mirusté, sabusté, antié, alcagüeses, ma-legroverte, prepárame argo tapiñeo,habrazevizto, etc.) o a la utilización demayúsculas para subrayar frases gri-tadas en algunos diálogos. Todos es-tos recursos, manejados con destre-za por el autor, dan forma a unahistoria bronca y violenta, dondelos más crueles asesinatos, las tor-

turas y las vengan-zas por encargo ayu-dan a esbozar una so-ciedad recorrida poruna corriente subterrá-nea de negocios sucios,gentes venales y sin escrúpulos, po-licías corruptos y seres de impulsosprimitivos, movidos únicamente porla ambición y el sexo: un panoramasombrío, de extremada violencia,que Montero Glez retrata con una

prosa contundente yseca, sin escatimar ho-rrores, casi con lafrialdad de quiencompone una fríaacta notarial.

La historiaes muy esque-mática, y sereduce a una venganzapreparadapor unex coro-nel de

la Guardiacivil contra el Roque,

un sujeto con amplia historiadelictiva, y de la reacción de éste,que en su huida va dejando un re-guero de muertes en Conil de laFrontera, lugar donde se desarrollanlas acciones de la novela. Algunashistorias secundarias, pero igual-mente intensas, se unen a la línea

principal del relato y lo comple-mentan con eficacia, como sucedecon todo lo que se refiere a dos per-sonajes femeninos, la Sole y la rusaBárbara Kurkrovich. De los sicariosy maleantes que sirven al coronel –elLunarejo, el Moquillo, el Lagarto,etc.– se ofrecen retratos despiada-dos, delineados en buena medidacon una técnica deformante similara la que preside la creación de al-gunos peleles distorsionados pre-sentes en las obras del Valle-Inclánmaduro, un lejano modelo que eraya perceptible en las obras anterio-res de Montero Glez.

En algunos sentidos esta noveladel autor constituye un paso haciadelante con respecto a Sed de cham-pán y Cuando la noche obliga: en la ex-ploración de una estética de la vio-lencia y en la reducción de la retóricaexpresiva a fórmulas intencionada-mente elementales, que puedanconstituir el vehículo adecuado, elmaterial idóneo para plasmar unahistoria de pasiones e impulsos deexacerbado primitivismo, que tal veza ciertos lectores les traiga a la me-moria el término “tremendismo”puesto en circulación a raíz de la apa-rición de La familia de Pascual Duar-te. Cabría preguntarse si esta tensiónpermanente, este buscado estilo na-rrativo, aquí contenido en los límitesde lo que constituye, en realidad,una novela corta, podría sostenerseen construcciones de mayor tone-laje, en obras más extensas. Es pro-bable que no –o no tan fácilmen-te–, pero sólo los pasos siguientes delautor podrán certificarlo. Por el mo-mento, Montero Glez sigue man-teniendo con Manteca colorá la acu-sada personalidad que, comonarrador, le proporcionaron sus dosnovelas anteriores.

RICARDO SENABRE

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L E T R A S

Dos novelas de Montero Glez (Sed de champán[2002]y Cuando la noche obliga [2003]) dieron aconocer el nombre de un autor de in-dudable originalidad, con un poder na-rrativo poco frecuente y buen conoce-dor de los ambientes de la costa gaditanaen que situaba sus historias, repletas detruhanes, hampones violentos, contraban-distas y tipos de vida airada.

Manteca coloráMM OO NN TT EE RR OO GG LL EE ZZ .. D E L T A L L E R D E M A R I O M U C H N I K . M A D R I D , 2 0 0 5 . 1 8 3 P Á G I N A S , 1 2 E U R O S

PACO TOLEDO

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L E T R A S

SU escritura pragmática, de apa-rente simplicidad, eleva las cir-cunstancias cotidianas a un nivelpoético en el que la hipótesis seconvierte en realidad. Porque,para el narrador, decir es simple-mente existir.

Mi gran apartamento empiezay se termina con la desaparición deunas llaves. Las primeras abriríanel famoso apartamento, es decir, alpersonaje Luc Gavarine, narradorde la historia. Las segundas ofre-cerían la entrada a un “abismo”, enel que nos deja la novela. Graciasal primer acontecimiento bastantehabitual, Mi gran apartamento seconvierte en el relato de un vagar.Sin poder entrar en su casa, Ga-varine se instala en un hotel desdedonde interroga su contestadorpara saber si Anne, su pareja desdehace dos semanas, le deja algúnmensaje. En su lugar se encuentrala voz de Marge, una mujer que no

ha visto desde hace quince años.Con ella se da cita en una piscinaen donde conoce a Flore, joven ybella embarazada de quien decideenamorarse. Una transición quevive de forma evanescente: “Encualquier caso, miré a esta mujer,a Marge o a otra, nadando haciala piscina grande como alguienque se aleja y cuyo rostro se des-vanece, como si el espacio, la dis-tancia físicamente interpuesta en-tre ella y yo por esta mujer,sustituido por el tiempo que ellahabía vivido sin mí, cobrase, al co-nocer su avance, la dimensión delolvido” (pág. 85). Gavarine sigue aFlore hasta la casa de su hermanoJean, en un “abismo” del que Ga-varine se convertirá en guía turís-tico, mientras espera la llegada delhospital de Flore con Maude, lahija recién nacida.

¿Sabremos quiénes son Anne,Marge, Flore, Maude? Sólo a tra-

vés de las hipótesis de Gavarineque le hacen sospechar el com-portamiento de cada una de ellas.En su universo, los seres son ape-nas reconocibles. Los aconteci-mientos son conducidos por unaescritura que se construye al mo-mento. Como la voluntad que os-tenta el hombre de querer elevartodo a nivel simbólico, la perdidade las llaves obligará a Gavarine ano poder, no querer, entrar másen su vida cotidiana. Asimismo,la presencia de los mismos ele-mentos, como el líquido o las lla-ves, la construcción objetiva, des-cubren en la escritura de Osterrecurrencias del Nouveau Romanfrancés. Pero su voz consigue des-plazar de su realidad los aconteci-mientos más banales de la vida co-tidiana y darles a través dellenguaje una nueva forma estética.

JACINTA CREMADES

Christian Oster es consideradopor la crítica como uno de los es-critores franceses más originalesde hoy en día. Con sus cincuen-ta años, el reconocimiento le lle-gó tarde y, por su octava novela Migran apartamento, le fue conce-dido el premio Medicis en 1999.

Mi gran apartamentoCC HH RR II SS TT II AA NN OO SS TT EE RR .. T R A D . C A R M E N G A R C Í A C E L A . L O S A D A , 2 0 0 5 . 2 0 7 P Á G I N A S , 1 7 E U R O S

ALFRED Polgar (Viena, 1873-Zurich, 1955) cul-tivó el formato breve. Su obra imita el modelo deP. Altenberg, donde se exploran las posibilidadesdel fragmento, el apunte y la prosa menor. Lavida en minúscula es una colección de relatosque eluden la retórica o lo superfluo. Hay na-rraciones que apenas ocupan una página, cuen-tos que recrean lo real con una asombrosa bre-vedad, sin producir la sensación de lo inacabado.No es extraño que esta concepción de la litera-tura concitara el interés de Kafka, Benjamin oMusil. Kafka advirtió un impulso moral en la pro-sa de Polgar, señalando que la pretensión de edu-car no malograba el efecto estético. Benjaminle consideró el cronista de la decadencia viene-sa y Musil apuntó que su ironía desvelaba las im-posturas de la sociedad burguesa, tan perversacomo autocomplaciente.

En algo más de cien páginas, Polgar mues-tra las insuficiencias de la condición humana, laextraordinaria precariedad de los afectos o lacoexistencia de lo posible y lo improbable. Iro-niza sobre las palabras, que nombran las cosas, sinreflejar su esencia, o sobre las nociones mora-les, que se invisten de comprensión para dis-frazar su intransigencia. En “La cabina telefó-nica”, un indigente intenta establecer comunica-ción con la razón de Estado, pero nadie atiendesu llamada. En “Adiós en el andén de una esta-ción”, se evidencia la elasticidad del tiempo, quese dilata o encoge de acuerdo con los sentidoso las emociones. En “Discurso, por desgracianunca pronunciado, ante la tumba de las vícti-mas”, se deplora la inutilidad de la guerra. En “Elabrigo”, el azar determina la salvación o la des-gracia de un perseguido político. En “El esca-

lón”, el miedo perdura, aunque la resistenciade la realidad a lo imaginario frustre las amena-zas de una niñera.

“El globo” muestra la proximidad entre la in-fancia y la vejez, la creatividad de dos edades quelindan con la nada. En “El niño”, se describe lavida humana como una carrera hacia la muerte.Polgar no comparte la fe de los ilustrados en elprogreso. La humanidad no avanza hacia lo me-jor, sino hacia el desorden, hacia la discordia uni-versal. Su mirada es la mirada de un moralista,que no puede contemplar la historia, sin afligir-se por la prosperidad del sufrimiento. Han trans-currido 50 años desde su muerte y el pesimis-mo sólo ha renovado sus argumentos. Sólo nosqueda la lucidez de reconocerlo.

RAFAEL NARBONA

OLIVIER ROLLER

La vida en minúsculaAA LL FF RR EE DD PP OO LL GG AA RR .. T R A D U C C I Ó N D E M A N U E L L O B O . A C A N T I L A D O , 2 0 0 5 . 1 4 7 P Á G I N A S , 1 2 E U R O S

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SUS explicaciones científicas, a ve-ces pesadas, parecen informadas, ytocan alguna cuerda en el lector,mientras sus episodios sexuales abu-rren. Son las liviandades de un adul-to con dificultades para superar laadolescencia, temeroso de cuando elcuerpo envejezca y, ruinoso, se que-de encerrado con su mente.

Hoellebecq fue acusado ante lostribunales por denominar estúpidaa la religión musulmana en la nove-la Plataforma (Anagrama, 2002), cuyotema es el turismo sexual. Gusta delescándalo, defendiendo, por ejemplo,la supremacía del amor de los perrossobre el humano, por la total entre-ga de los animales, o el desdén ha-cia escritores, como Proust o AndréBreton. En cambio, elogia a Balzac.

Narra ahora la vida de un cómico,famoso por sus monólogos provo-cadores y cínicos, que hurgan en lospeores instintos del hombre. Se hacerico y se casa con Isabelle, redacto-ra de una revista para lolitas, en elumbral de los cuarenta, que no amalo bastante el sexo, y obsesionada,como el autor, por el paso de los años,lo que acabará siéndole insoportable.

Se separan, y el cómico jubilado a loscuarenta y siete años, la misma edaddel autor, conoce a una joven actrizde cine porno, que le servirá de po-tro de sus aventuras sexuales, aunquea ella no le gusta lo suficiente el amor.Estas relaciones muestran el lado hu-mano de Daniel, el protagonista, quese contrasta, y aquí viene el puntode la obra, con dos Danieles clonados,Daniel, 24 y Daniel, 25, que son yaneo-humanos, clones.

La obra tiene mucho de auto-biográfica, como todas las suyas.Cuando la preparaba estudió el ca-rácter de las sectas religiosas y seinteresó por la dirigida por el gurúRaël, a quien conoció. Esto le ins-piró para adaptar la secta en su no-vela, donde encontramos a los elo-himitas, quienes piensan que Dios,Elohim, no creó el mundo, sino quefueron unos seres, los elohiminitas,que vinieron de un planeta másavanzado y algún día regresarán. Lasecta promete, entre otras cosas, lainmortalidad y fomenta la promis-cuidad. Las religiones monoteístasestán a punto de desaparecer, argu-menta el narrador, como evidencia

el estado del catolicismo en Irlanday España, e incluso el islamismo aca-bará por sucumbir, y el hombre sehará inmortal gracias a la clonación.La promiscuidad forma asimismoparte de estas sectas.

La novela está muy bien estruc-turada, avanza gracias a una continuaalternancia entre el relato de la vidade Daniel 1, el hombre en nuestrotiempo, y los Daniel 24 y 25, que vi-ven dos mil años después, que loleen y comentan. Los hombres y susclones están obligados a dejar por es-crito una historia de su vida. Re-cuerdan estas alterancias las realiza-das por Carlos Fuentes en La muertede Artemio Cruz (1962), donde vemosal personaje desde diferentes dis-tancias emotivas y temporales.

Houellebecq empieza en estaobra, a pesar de sus pesares, a entraren la corriente de la narrativa euro-pea contemporánea. Por ejemplo, eltema del éxito del cómico, que du-plica el suyo como novelista, ha sidoúltimamente abordado por varios es-critores, entre ellos, J. M. Coetzeey Javier Cercas. El elemento utópi-co, las disquisiciones sobre el futu-ro humano se hallan también enMara y Dan (Ediciones B, 2005), deDoris Lessing, donde los hombresescapan de la sequía buscando elagua en el Norte. Parece como silas grandes fobias, odios, frustracio-nes, de un cínico, que son el com-

bustible de la obra de Houellebecq,que la ha hecho tan popular y co-mercial, entra sin querer en la co-rriente central de la literatura euro-pea. Eso sí, su lenguaje sigue siendocorriente, escaso, necesitado de unamayor textura. Él alega que lo mis-mo decían de Céline en su tiempo,pero una cosa es el lenguaje tras-gresor y otro la falta de sofisticación.

Sí debe quedar claro que la lec-tura de esta obra, olvidados los pa-sajes de sexo, nos removerá e intri-gará, porque ofrece un mensaje delfuturo del hombre altamente pesi-mista, pero que se halla dentro delo concebible. Houellebec ha con-seguido, quizás mejor que nunca,poner un dedo en la llaga humanay restregarla para que duela.

GERMÁN GULLÓN

El niño travieso de la actual literatura francesa se llama MichelHouellebecq (La Reunion, 1958). Mezcla de narrador vi-sionario y charlatán, que entretiene y desconcierta. Este li-bro trata del amor (versión 90% sexo más 10% sentimiento) ydel deseo de inmortalidad, alcanzable mediante la clonación.

La posibilidad de una islaMM II CC HH EE LL HH OO UU EE LL LL EE BB EE CC QQ .. T R A D U C C I Ó N D E E N C A R N A C A S T E J Ó N . A L F A G U A R A . 2 0 0 5 . 4 4 0 P Á G S , 2 0 ’ 5 0 E .

JORGE MORENO

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Las semillas mágicasMitsumasa Anno. FCE.

México, 2005. 36 págs, 9 e.((AA ppaarrttiirr ddee 88 aaññooss))

CUANDO tenemos en las manos unlibro de Mitsumasa Anno siemprequedamos sorprendidos. Bien seapor la asentada sabiduría que plas-ma con sus acuarelas, por la formacomo su plumilla nos muestra ras-gos desconocidos de nosotros mis-mos, por la sencillez con que tra-duce la abstracción matemática enuna narración ilustrada o por su agu-do talante lúdico que nos invita a es-tirar nuestra imaginación.

Conocido en España principal-mente por sus Viajes (de los que porcierto no se encuentran aún publi-cados sus dos últimos destinos:nuestro país y Dinamarca), las obrasmatemáticas de Mitsumasa Annolamentablemente gozan de pocapopularidad. Sin embargo, es mu-cho lo que libros como Las semi-llas mágicas, El misterioso jarrón mul-tiplicador o Diez niños se cambian decasa nos pueden enseñar a niños yadultos. Por una parte, el cuidadoespecial que tienen a la hora deconstruir un imaginario que sirva deensamblaje a partir del cual se des-arrolla el dominio de la aritmética odel cálculo. Por otra, la sutil e in-geniosa continuidad que estable-cen entre las distintas disciplinasdel saber. Finalmente, el matizemotivo, lúdico y festivo que se im-prime en la experiencia de enseñary aprender algo.

GUSTAVO PUERTA LEISSE

AbezooCarlos Reviejo. Ilus. Javier

Aramburu. S.M. 2005. 63 págs, 12 e.((AA ppaarrttiirr ddee 55 aaññooss))

CARLOS Reviejo tiene el don demanejar la musicalidad de las pa-labras, de versificar el mundo, de in-fundir en los más pequeños la ad-miración por el carácter sonoro dellenguaje y de acompañarse en mu-chas ocasiones de excelentes ilus-tradores. Sus obras suelen estar si-tuadas en las bibliotecas escolares

(cuando las hay) o si noen el entorno más pró-ximo al colegio. Biensean empleadas comoherramienta para elaprendizaje de la lec-tura o como obras derecreación son favo-rablemente recibi-das por chavales ymaestros.

No es la pri-mera vez queCarlos Reviejovisita el mundoanimal para ins-

pirarse. Lo hizo por ejemploen el poemario La canción del grillo(Hiperión) o en el libro de picto-gramas El viejo búho (publicado tam-bién en S.M). Sin embargo, aunqueobservamos cómo, entre poemasmuy logrados y otros de relleno, serepiten motivos, giros y alguna queotra rima, la propuesta visual de Ja-vier Aramburu le proporciona unaimagen novedosa y fresca que inte-gra los especímenes del alfabeto enun zoo multicolor.

El ratón más famosoIstvansch. Libros del Zorro Rojo.

2005. 24 páginas, 8’64 euros((AA ppaarrttiirr ddee 44 aaññooss))

ISTVANSCH construye cuentos conpapeles, cartulinas, fotografías, unastijeras y alguno que otro plegado.Son libros creativos llenos de hu-mor. Quizás lo que menos importaen ellos sea la historia, pues lo queverdaderamente nos fascina es elmodo como construye los persona-jes, crea las escenografías y juegacon la composición. En algunas oca-siones la imprenta noconsigue serfiel a los origi-nales y desapa-recen las textu-ras y ese trazoque sugiere lasuperposición depapeles. No es elcaso del presentelibro que, al con-trario, nos invita aver desde distintosángulos y con dete-nimiento el personaje-escultura creado.

El ratón más famosocomienza diciendo: “Soy Pérez,mucho gusto”. Desde entonces te-nemos la sensación de toparnos conalguien que ya conocemos. El ritmohiperactivo del roedor, su ensortija-da cola o incluso la voz que le atri-buimos, tienen la virtud de hacer-nos creíble y sentir nostalgia por elafán coleccionista de este infatiga-ble buscador de dientes que se es-conden bajo las almohadas.

Duerme bien, ositoMartin Waddell. Ilus. Bárbara

Firth. Kókinos. 2005. 34 págs. 12 e.((AA ppaarrttiirr ddee 33 aaññooss))

LA noche es una ocasión privile-giada para la lectura, antesala delsueño, momento de recogimien-to y un ámbito de encuentro fa-miliar; al leerle a nuestros hijos an-tes de dormir se está desarrollandoun vínculo afectivo, una experien-cia estética y un espacio de comu-nicación. La voz narrativa del adul-to imprime las emociones, marcalas pausas explicativas y la caden-cia del cuento. El niño sigue lasimágenes, memoriza situaciones ypredice los acontecimientos. A par-tir de esta vivencia, desbordante ensentidos y para muchos escasa depalabras, la lectura adquiere un sig-nificado muy profundo en la me-moria infantil.

El oso y el osito de esta serie(conformada por este y los tres an-teriores: Tu y yo, osito, Muy bien, osi-to, ¿No duermes, osito?) encarnancomo pocos personajes de la lite-ratura infantil la relación entre unpadre/una madre y un hijo/una hija.Lo hacen sin sensiblerías, super-lativos ni mensajes acartonados. Susecreto no es otro que una miradamuy atenta a esas pequeñas cosasque habitan las relaciones cotidia-nas, una sensibilidad especial paraplasmar el cariño que siente el adul-to por su cría (y viceversa) y la con-vicción que se infiere en los librosde Martin Waddell de que educarno es otra cosa que enseñarle a unniño a ser libre.

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DESPIERTA a la bestia golosa quehay en nosotros, porque está de-masiado bien guisado. A fuego len-to. Puso en marcha los fogoneshace muchos años en la revista“Fotogramas”. Ingredientes mági-cos: la chispa y la información. Vir-tud principal: el tema. ¿Con cuán-tos amigos puede usted hablar desus últimas lecturas? En cambio,de cine… El cine es casi lo únicoque nos queda, aparte del tiempoy de la gripe aviar, para comuni-carnos. David Trueba, en el pró-logo de este libro, otea el horizon-te y escribe que tal vez algún día“el cine sea un entretenimientoviejo”. Opina Trueba que hoy esmás necesario que nunca escribirde cine, y más útil hoy que en losaños gloriosos de “Cahiers”. ConTrueba, agradecemos a Hidalgo sufalta de prejuicios, seguramentedebida a la triple condición de ci-néfilo, crítico y guionista cinema-tográfico.

Por eso El testigo indiscreto nosconquistará rápido. Vamos a caer enuna banquete self-service de tapascinéfilas, porque querremos sabersi este gran erudito del séptimoarte piensa lo mismo que nosotrosde Julia Roberts o Gregory Peck, sihay algún argumento que salve untostón como Urga, de Mikhalkov, osi Woody Allen es humano y pue-de equivocarse. Al prólogo deTrueba siguen una introduccióndel propio Hidalgo y ocho partes,que reúnen los textos según se tra-te de comentarios de estrenos, deejercicios de estilo o sobre figuras

de especial interés para el autor,etc. Los textos más largos vienenbajo el epígrafe de “De largo me-traje”, y son especialmente sabro-sos los de “Imágenes y palabras”,

donde se ahonda en la conexiónentre cine y literatura.

La suerte del lector está en queManuel Hidalgo, además de sa-ber de cine, es muy divertido, hametabolizado físicamente sus ar-mas de escritor. Es un cruce deJerry Lewis, a quien imita desdeniño con pericia, y Francisco Um-bral. Cada artículo ofrece algunafrase ingeniosa y muchos son pie-zas redondas. De muestra, el pri-mer párrafo de Títulos y subtítulos(Woody Allen), dedicado al direc-tor premiado con el Príncipe de As-turias de las Artes 2002, en el quenos describe el icono de “unas ga-fas tan conocidas como la papadade Hitchcock”.

Hablábamos de una mirada sinprejuicios. ¿No es alentador leer

que Martin Scorsese, en El cabo delmiedo, narra con técnicas de un te-lepredicador fanático, que su es-tilo es paroxístico y crispado? Enefecto, como avisa David Trueba,es necesario que alguien diga queel Allen de Sombras y Niebla es“egoísta y autista”. Es necesarioque alguien como Manuel Hidal-go nos contagie su entusiasmo yexpectación ante la, en su día, pro-mesa de una carrera brillante como

la de Phil Joanu. Hidal-go se ha dejado la piel du-rante décadas hablando asus lectores de cine, ex-primiendo los estrenos,contándonos cada relato,interpretándolos, enjui-ciándolos, situándolos enun amplio contexto cul-tural, tomándole la tem-peratura al cine.

Es una fiesta leer añosdespués, que Hitchcock,“un anormal”, si viera aSharon Stone (en Instin-to básico) se volvería de un

bote a su tumba. Seguro que que-rremos volver a ver muchas pelí-culas, después de descubrir ciertasclaves gracias a El testigo indiscreto.Disfrutarán mucho, como niños,quienes coincidan en juicios incle-mentes, como el que recibe Heri-da, de Louis Malle. Viendo la carade Jeremy Irons, “todo el mundocomprendió que esa película ibaa ser una mentira de las más gor-das”. ¿Ha sobrevivido el cine es-pañol con la calidad que prometíaLa ardilla roja de Medem? ¿De-jará Joseph Cotten de ser un actorinvisible algún día? Al menos Ma-nuel Hidalgo remueve la mahone-sa fílmica con brío para que no secorte.

ROMÁN PIÑA

El testigo indiscretoMM AA NN UU EE LL HH II DD AA LL GG OO .. T & B . M A D R I D , 2 0 0 5 . 3 5 9 P Á G I N A S , 3 7 ’ 5 E U R O S

Desengañémonos. Un libro recopilador de columnasde opinión o de críticas literarias se vende mal. Un libroque recoge artículos de cine, se ha de vender, se ha deleer mucho más. Pero este libro de Manuel Hidalgoes imposible leérselo. Sólo podemos zampárnoslo.

CARLOS MIRALLES

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UN breve ensayo inicial interpreta elconjunto y hace notar la validez desus apreciaciones de entonces. El li-bro llega acompañado de imágenesprocedentes deLes 500 affiches de Mai68, reunidas por Vasco Gasquet (Pa-rís, 1978) y de Imágenes y símbolos del68, de Arnulfo Aquino y Jorge Pé-rezvega [comp.] (UNAM, 2004). Lasincursiones deFuentes en el ámbitodel ensayo han sido menos frecuen-tes que en la narrativa o el cine, perola temática de los aquí reunidos essugestiva. Los tres hechos históricospueden calificarse de derrotas de sig-no diverso, aunque de su análisis sederiva si, de hecho, no constituyeronvictorias pírricas para los vencedores:“un triunfo tan costoso que en ver-dad constituye una derrota”.

El mayo francés fue una “críticaa la autosatisfacción del orden esta-blecido y de afirmación radical, es

decir, de retorno a las raíces de la pro-mesa social, cultural y humana deuna modernidad pervertida”. La lla-mada “primavera de Praga”: “nocombatía al siste-ma comunista.Lo humanizaba,lo democratizabay lo sociabilizaba.Todo ello, capí-tulo por capítuloen su conjuntoera anatema paralos gobernantesdel Kremlin”. Larepresión en Mé-xico, analizadadesde el mito porOctavio Paz, “re-presenta una rup-tura flagrante entre la legitimidad re-volucionaria reclamada comofundamento por todos los gobiernosa partir de Carranza, y la evidenciacontrarrevolucionaria de las prácticasrepresivas, antidemocráticas y anti-populares cada vez más acentuadasde los gobiernos [emanados de la re-volución]”.

Observa Fuentes que de aquelmayo francés surgió, en 1997, LionelJospin; en Praga gobernó “uno de loslíderes de la disidencia”, Havel. Enel caso mexicano observa avancesdemocratizadores y se pregunta:“¿Hubiese transitado México del sis-tema autoritario monopartidista a un

sistema democrático pluralista sin elsacrificio terrible del 68 en Tlate-lolco?”. La revolución parisién demayo es un reportaje fechado en

mayo-junio y enParís, en 1968. Superspectiva, máshistoricista que lade Paz, contribu-ye a definir el ca-rácter polémicode su visión delmundo. Se centraen lo que observaen las calles, rela-ta, se identificacon la utopía estu-diantil, critica elpapel de los sindi-catos obreros, del

PCF y valora las actitudes y las pa-labras de Aragon y Sartre, entre otros.Un aire de esperanza y de interna-cionalismo recorren estas páginas enlas que reconoce “que esta revolu-ción también es la nuestra”.

El segundo texto,“Milan Kun-dera: el idilio secreto”, se inicia conel relato del viaje que realizaron aPraga Cortázar, García Márquez yel propio Fuentes. Tras algunas ob-servaciones sobre el significado de laciudad en la historia europea y enla literatura relata la cita de Kunde-ra, aunque, al margen de lo anec-dótico, elabora un ensayo de carac-terísticas más literarias. Kundera

afirma que “el totalitarismo es un idi-lio”. El paralelismo con Kafka re-sulta oportuno y aunque cita La bro-ma, analiza con detalle La vida está enotra parte. Sus declaraciones sobre lanarrativa del escritor checo trascien-den la circunstancia política.

“Tlatelolco” posee carácter na-rrativo. La protagonista es la fotó-grafa Laura Díaz (Los años con LauraDíaz, 1999), quien fotografía a su nie-to la noche del 2 de octubre de 1968.Le había estado siguiendo durantelas concentraciones y le vio caer consu camisa blanca en la plaza, peroel presidente Díaz Orgaz prohibiólos entierros en la capital y los ca-dáveres desaparecieron en una fosacomún o yacían en el depósito, don-de Laura acabará encontrándolo.

Asegura Fuentes que no ha mo-dificado una palabra de estos textos.Su entidad es diversa. El más su-gestivo es el dedicado al mayo fran-cés. Pero la trilogía tiene también unaire interrogativo y deja de ser un do-cumento para internarse en un mo-derado optimismo que corrige unanota irónica a pie de página: “Ob-viamente en 1968 yo no preveía elascenso de George W. Bush a la pre-sidencia de Estados Unidos”. Ensu conjunto resulta fascinante y leconfirma como uno de los grandesintelectuales críticos mexicanos.

JOAQUÍN MARCO

Ha reunido en este volu-men Carlos Fuentes tres en-sayos de sus experiencias yreflexiones sobre los movi-mientos que coincidieron en1968 (el mayo francés, la in-vasión de Checoslovaquiay la masacre de estudiantesen la plaza de las Tres Cul-turas en la capital mexicana).

Los 68. París, Praga, MéxicoCC AA RR LL OO SS FF UU EE NN TT EE SS .. D E B A T E . B A R C E L O N A , 2 0 0 5 . 1 7 7 P Á G I N A S , 1 4 E U R O S

SANTI COGOLLUDO

La Aventura de la HistoriaDD II RR EE CC CC II ÓÓ NN :: DD AA VV II DD SS OO LL AA RR .. NN ºº 88 55 .. 33 ’’ 66 00 EE UU RR OO SS

R E V I S T A S

POCAS efemérides darán tanto que hablar como el 30 aniversario de la muer-te de Franco. La Aventura de la Historia –que regala el primer libro de latrilogía sobre el franquismo que inicia Stanley G. Payne– le dedica su por-tada y un amplio dossier en el que Gil Pecharromán, Jordi Canal y J.L. Ro-dríguez Jiménez analizan la evolución de las derechas políticas españolas ysus protagonistas. Junto al tema de portada, destacan las narraciones delproceso de Nurenberg y del importante hallazgo de la momia de Sakkara.

Qué leerDD II RR EE CC CC II ÓÓ NN :: JJ OO RR GG EE DD EE CC OO MM II NN GG EE SS .. NN ºº 11 00 44 .. 33 EE UU RR OO SS

“LA polémica es el aprovechamiento de la comedia” asegura el provocadorMichel Houellebecq en la entrevista que publica Qué leer en este nú-mero, y en el que el enfant terrible de las letras galas habla de la ciencia fic-ción, de la prensa francesa y de sus lecturas favoritas. Nélida Pinón, la úl-tima aventura de Asteriz, Miguel Mihura y Pinter se hacen su sitio entrenoticias, crónicas –la polémica del premio Planeta sigue dando que hablar–,recomendaciones y todo un aluvión de libros dedicados a Franco.

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EL autor agrupa los 40 microensayosque componen el libro bajo seis en-cabezamientos: personalidades y lu-gares, lenguaje, ciencia, ecosistema,crítica y comentario. El primer gru-po incluye respuestas personales(sentimentales) a individuos y lu-gares concretos y se inicia con el tex-to que da título al libro, que es unareflexión sobre la desfigurada famadel Doctor Guillotin, insigne mé-dico y humanista que compartió

aventuras con Lavoisier, BenjaminFranklin o Jean-Sylvain Bailly. Gui-llotin no creó el ya inventado arti-lugio al que dio nombre sino que,como miembro de la Asamblea Na-cional, propuso una ley por la que,guillotina mediante, se igualaba anobles y plebeyos ante el trance deser ejecutados, acabando así con elhacha incierta, para unos, y la vilsoga, para otros. El juez ThurgoodMarshall, único opuesto a la pena demuerte en el Tribunal Supremo deEstados Unidos, acaba de fallecer yMorowitz, inspirándose en la histo-ria de Guillotin, sugiere que podría-mos recordar la postura del juezMarshall acuñando para ella el tér-mino “thurgoodear”, pero eludepracticar con vigor el verbo que aca-ba de inventar. El pasado también secontrasta con el presente en la re-flexión titulada “Diario de RapaNui”: los moais de la isla de Pascua,las catedrales medievales o el su-

percolisionador que se estaba em-pezando a construir en Texas, re-presentan costosas aventuras no uti-litarias de la especie humana quehan de enfrentarse a la reacción delos iconoclastas.

El problema del lenguaje, formay voz, sirve de nexo al siguiente gru-po de ensayos, del que cabe resaltarla descripción del curso que sobre“Temas biológicos en la literatura”ha impartido el autor, cuyo plan ocul-to es enseñar biología a estudiantesde filología inglesa que de otro modorechazarían la ciencia y enseñar li-teratura a estudiantes de biología contendencia a rehuir las humanidades.

Las secciones sobre “Ciencia” y“El ecosistema” constituyen las másrobustas del conjunto, aunque mu-chos de los temas tratados estén bas-tante alejados de la especialidad delautor, mientras que las tituladas “Crí-tica” y “Comentario” agrupan com-ponentes más desiguales de factu-

ra. Morowitz escribe con claridad ysoltura. Es siempre ameno, inclusocuando roza la banalidad, como porejemplo en el ensayo “San Nicolás”,y puede alcanzar altas cotas de hu-mor, como en el ensayo titulado “Laverdad proctológica”, donde un os-curo texto médico da pie para una pa-rodia sobre lo que puede llegar a serel desmesurado entusiasmo de uncientífico por su especialidad.

Elegir cuarenta temas disparesy escribir tres o cuatro páginas so-bre cada uno de ellos conduce al máseficaz de los autorretratos posibles.Morowitz realiza así una autorradio-grafía que dice más sobre su menteinquisitiva y sobre el análisis lógicode su mundo que lo haría un elabo-rado escrito autobiográfico. Sólo bajoeste punto de vista puede conside-rarse como coherente un conjuntode temas tan diversos.

FRANCISCO GARCÍA OLMEDO

El filantrópico Doctor GuillotinHH AA RR OO LL DD JJ .. MM OO RR OO WW II TT ZZ .. T R A D . A . G A R C Í A L E A L . T U S Q U E T S , 2 0 0 5 . 1 9 1 P Á G I N A S , 1 6 E .

El camino de la ciencia aca-ba cruzándose con todas lasrutas de la experiencia hu-mana y en los puntos de in-tersección se fraguan los vín-culos específicos del cien-tífico con el mundo que lerodea. En este libro, el bio-físico, ensayista y poeta Ha-rold Morowitz nos cuentasus impresiones y reflexio-nes desde distintas encru-cijadas de su andadura.

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ESTA aventura editorial va unida a lamemoria lectora y cultural de losespañoles y su detalladísima historiasale a la luz en esta hora de enfren-tamientos territoriales y de tantas de-formaciones en torno a una cultura–la española–, que parece responderpara algunos más al carácter de lafabulación que a algo realísimo. Merefiero a que la enjundia y valor deesta Enciclopedia –de raíz catalaní-sima–, ponen en evidencia cuálesson los frutos excelentes de una so-ciedad, de una cultura y de un paíscuando se dirigen a crear solidaria-mente una obra bien hecha.

La Enciclopedia Espasa está ennuestra memoria personal y litera-ria por haber sido una inevitable obrade referencia; especialmente en losaños de nuestra adolescencia en losque la voracidad lectora no se apla-caba con cada libro leído, sino quesiempre eran precisas consultas pun-tuales, guiadas las más de las vecespor esa curiosidad borgeana quesiempre busca lo secreto y lo uni-versal en el conocimiento y no sólo elárido acarreo de datos. Algunas de lasresonancias de Borges en su con-fluencia con la Enciclopedia Espa-sa nos las recuerda José-Carlos Mai-ner en el prólogo a este libro. ParaBorges, el mundo de las enciclope-dias pertenece al territorio del co-

nocimiento mítico y sólo la poesía –elpoema– podía constituir un medioideal para desvelarlo. De la valiosa in-formación que el Espasa puede pro-porcionar guardo también un re-cuerdo reciente de la precisión deesta enciclopedia; precisión a la quealuden estas palabras de García Mo-rente con las que se publicitaba en sudía el Espasa: “Me ha sucedido al-guna vez encontrar en él palabras queno había encontrado en diccionariosespeciales”, […] “mis pesquisas enel Espasa no han sido nunca defrau-dadas”. Buscaba yo las huellas deH. G. Lentz, un oscuro músico ale-mán del XVIII, muerto en Austria,del que nadie me daba noticia. Ni lasmás afamadas enciclopedias dabancuenta de su nombre. Cuál no seríami sorpresa cuando al recurrir a nues-

tro Espasa me encontré con la in-formación que esperaba. Las razonesde aquel hallazgo las comprendo hoymejor al saber –gracias a este libro–,que además de raíces catalanas y es-pañolas, el Espasa también tiene ra-íces en la cultura alemana y, concre-tamente, en la enciclopedia deBrokhaus, Meyer y Herder.

El texto de Enciclopedia Espasa.Historia de una aventura editorial fue,en sus orígenes, la materia de una te-sis doctoral presentada por Philippe

Castellano en la universidad de Ren-nes 2. Si embargo, el lector seengañará si espera encontrar en estaobra un documento puramente his-toriográfico o erudito, con la seque-dad al uso de este tipo de trabajos.Con ser muchos y meticulosos los da-tos en ella recogidos, además de en-contrarnos con una historia del Es-pasa, en este libro hallamos tambiénuna historia intelectual de la Espa-ña de las primeras décadas del sigloXX, llena de matices sociológicos,culturales y políticos. La “aventu-ra” del Espasa no suponía una meray abrumadora acumulación de da-tos sino que nacía como “un objetosocial que responde a una necesi-dad colectiva”. El Espasa surgía conun gran afán abarcador –fue la másvoluminosa enciclopedia de su tiem-

po– y respondiendo siempre a cri-terios de universalidad, aunque “pri-vilegiaba la presentación del mundoeuropeo e hispanomericano”. Estaseran, en síntesis, las cifras: 72 volú-menes de unas 1500 páginas, 10 vo-lúmenes de Apéndices (sólo hasta1936), 9 millones de artículos,165.000 grabados, 2800 láminas (im-prentas de Leipzig y Berlín propor-cionaban las planchas en color),46.000 biografías y más de 3 millonesde títulos.

Los datos son abrumadores, parauna obra que nacía en 1906 impulsa-da por un editor autodidacta, José Es-pasa Anguera, y que fue continua-da por sus hijos; pero lo másimportante de ella es su profunda sig-nificación social en muy variadoscampos: editorial, político, científico,económico, empresarial, artístico, pu-blicitario, distribución y ventas, etc.Esta influencia tiene su origen enlo que supuso el crecimiento y desa-rrollo de las Ediciones Espasa, muyligadas al desarrollo de la sociedad ca-talana de su tiempo, pero que conla fusión con Calpe, en 1926, diver-sificaría y enriquecería el inicial pro-yecto editorial. En esta refundaciónparticipa también una empresa vas-ca, La Papelera Española, de JuanChurruca y del conde de Aresti. Escurioso cómo estos sucesivos pro-yectos confluyen siempre hacia suespañolidad y hacia lo hispanoame-ricano. A ello contribuyen el esfuer-zo complementario de los colabora-dores de Barcelona y de Madrid,pertenecientes en su mayoría a lasacademias, ateneos, periodistas y pro-fesorado de ambas ciudades. Se tra-taba, pues, de un tan valiente comoarriesgado proyecto que pronto daríaexcelentes resultados y que, inicial-mente, se había lanzado en fascícu-los y al amparo de un logotipo de fac-tura modernista: el de la diosa Atenea,debido a Miguel Utrillo. La presen-cia simbólica de la diosa Atenea re-sume de manera ideal ese panora-ma que Castellano nos describe en sulibro de manera extremadamente cla-ra y completa. Aquel proyecto inicialparecía abocado al fracaso, pero suamplitud de miras, el trabajo esfor-zado y en equipo, dieron sus frutos.Y los lectores supieron apreciarlo en-tonces y todavía lo apreciamos hoy.

ANTONIO COLINAS

Bien está que en el título deesta obra aparezca ya esa de-nominación de aventura,pues ningún término podríadefinir mejor la historia dela Enciclopedia Espasa, másreconocida en su primera edi-ción como Enciclopedia Uni-versal Ilustrada Europeo Ame-ricana (Diccionario Espasa).

Enciclopedia Espasa. Historia de una aventura editorialPP HH II LL II PP PP EE CC AA SS TT EE LL LL AA NN OO . T R A D U C C I Ó N D E C A T Y O R E R O . E S P A S A . M A D R I D , 2 0 0 5 . 5 8 2 P Á G I N A S . 6 7 ’ 7 0 E U R O S

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Merecía la pena concitar un proyec-to como el de esta exposición, queorganiza la Sociedad Estatal de Con-memoraciones Culturales dentro delcuarto centenario del Quijote, unode los libros más veces ilustrados yque ha inspirado imágenes tan di-versas como las de sus contempo-ráneos –los barrocos–, que lo inter-pretaron como obra de humor yentretenimiento; o como las de losilustrados, que lo hicieron libro deculto, cuya iconografía pedía el es-tilo neoclásico; o como las de los ro-mánticos, que lo mitificaron, “reli-gando” la realidad ordinaria con losideales utópicos; o como las de losrealistas, que lo politizaron identifi-cándolo con “el alma de España”dentro del regeneracionismo; ocomo las de los vanguardistas his-

tóricos, que lo introdujeron en eluniverso subjetivo de sus estilos per-sonales. Faltaba, pues, el reto de pro-poner a un grupo de artistas de aho-ra que afrontaran la iconografíaquijotesca realizando proyectos parauna exposición, que, tras su monta-je en el Reina Sofía, itinerará den-tro y fuera de España durante tresaños. Los comisarios de la muestra,Francisco Calvo Serraller y Mª. Lui-sa Martín de Argila, han llevado elproyecto al dominio de la escultu-ra, lo que supone un acierto añadido,por ser este arte el que menos se haocupado de representar el Quijote, ypor constituir la disciplina artísticamás alterada por las poéticas de lamodernidad.

Son 20 las propuestas que se ex-ponen. Y tres –las de Cristina Igle-

sias, Susana Solano y Carmen Laf-fón– destacan en especial en unamuestra, que no trata de ilustrar denuevo el gran libro, sino de usarlocomo fuente de evocación, con ab-soluta libertad de planteamiento. Laexposición –con montaje esceno-gráfico certero de Juan Ariño– se ar-ticula en tres ámbitos. El primerolo preside una instalación fotográfi-ca de Darío Villalba –sobre las posi-bilidades infinitas de “ver” una iden-tidad–. A su lado, frente a unaabultada y narrativa escena de la es-tatuaria de Leiro –El Quijote apalea-do por unos arrieros–, esplende elmontaje de la pieza de Cristina Igle-sias sobre las maravillas de la cuevade Montesinos: obra de luz, que, através de celosías suspendidas enel aire, proyecta en paredes y suelo

un mundo interior –¡accesible!– desombras y claridades.

En la sala segunda, tras el enigmade una figura traslúcida y tatuada, dePlensa, y tras avistar las versiones deDon Quijote que hacen EduardoArroyo –desde el sarcasmo–, y An-dreu Alfaro y Miquel Navarro –porsíntesis–, y tras reparar en los gran-des formatos del hierro alado deMartín Chirino, del díptico paisa-jístico –casi místico– de Rafael Ca-nogar, y de la máquina de suplicio enque Javier Pérez aplana al Hidalgo,enfrente de la bella pieza mural deBlanca Muñoz (otra versión de lacueva de Montesinos), nos sobre-cogen el silencio y ternura del almo-hadón con hueco relleno de agua(¿lágrimas?, ¿sudor?), de José MaríaSicilia, y el majestuoso, escueto y ní-

Más acá del Quijote, cerca de LL AA SS TT RR EE SS DD II MM EE NN SS II OO NN EE SS DD EE EE LL QQ UU II JJ OO TT EE .. C O M I S A R I O : F. C A LV O S E R R A L L E R Y M ª L U I S A M A R T Í N D E A R G I L A . M N C A R S .

CCAARRMMEENN LLAAFFFFÓÓNN::C A J Ó N Y A T RI L CONLIBROS GRANDES Y

PEQUEÑOS, 22000055

A R T E

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tido peto de armadura, de SusanaSolano: una de sus obras últimas me-jores, recuperando la escultura comocontenedor tenso sobre un podero-so vacío interior, sólo entrevisto.

Y en el cierre, después de la tes-ta de Clavileño, por Alberto Cora-zón, del casting cervantino rodadopor Eva Lootz, de las figuras-cons-trucción de Juan Navarro Baldeweg,del fotomontaje relativo a la escenadesmadrada del mono-adivino, porCarlos Pazos, frente al broncíneopaisaje manchego emocionado deJulio López Hernández y al ropajefantasmal de Susy Gómez, está –¡ycómo está!– la soberana instalaciónescultórica de Carmen Laffón: un“bodegón” desarrollado en volúme-nes (libros, pliegos, legajos), mue-bles (mesa, cajón, pupitre, calzo) y

espacios (lugares sucesivos y jue-gos de interior-exterior), relativosal escrutinio de la biblioteca de DonQuijote. Una manera superior de es-tar más cerca de la melancolía final,definitiva, de Cervantes.

A otro respecto, resulta expresi-vo comprobar cómo en la mayoríade estas propuestas, la actitud ge-neralizada adoptada por los artistasno ha sido la de poner sus armas alservicio de los personajes, aventuraso espacios paisajísticos de la novela,sino, al contrario, la de, tras consi-derar el texto del Quijote y apro-vechar los vuelos de su infatigableimaginación y el fascinante juego deespejos que el libro establece en-tre la realidad y los distintos estratosde ficción, reafirmarse cada cual ensus propias y habituales concep-

ciones estéticas, lenguajes y prác-ticas. Ello, a pesar de que los artistasaquí reunidos pertenecen a tres ci-clos cronológicos bien diferencia-dos: el de los que militaron en las se-gundas vanguardias, activas entrenosotros entre las décadas de 1960y 1970 –como es el caso de Chiri-no, Alfaro, López Hernández, Car-men Laffón, Canogar, Arroyo, Da-río Villalba y Navarro Baldeweg–, elde los postmodernistas, que se die-ron a conocer a partir de 1980 –tes-tificados aquí por Eva Lootz, Al-berto Corazón, Miquel Navarro,Susana Solano, Carlos Pazos, Sicilia,Jaume Plensa, Cristina Iglesias yFrancisco Leiro–, y el de los artistasde la última generación, nacidos apartir de los años 60 –que aquí sonBlanca Muñoz, Susy Gómez y Ja-

vier Pérez–. Pues bien, estos tra-bajos de todos ellos se han venidoa situar “más acá” del Quijote, sincon ello perder la cercanía del es-píritu de Cervantes, que vuelve a re-afirmar en estas obras –tan impre-visibles– su calidad de autor clásico,al mostrar hoy sus textos, una vezmás, su capacidad de adaptación amiradas inéditas, y su flexibilidadpara que su lectura dé lugar a sig-nificaciones cambiantes.

En cualquier caso, en estos vein-te proyectos se reconocen expresa-mente muchas de las característi-cas estéticas y de las obsesionescreativas de las prácticas escultóricasde nuestra época, tales como su re-gistro interdisciplinar, su procesoavanzado de desmaterialización, suvaloración del espacio y del mismositio o lugar como elementos plás-ticos sustanciales, y la estima cre-ciente que han cobrado la fotogra-fía y las imágenes en movimientodentro de la plástica.Todo ello, sintraicionar a Cervantes, sino revi-viéndolo, dando modulaciones inno-vadoras a sus palabras y arrancandosentidos nuevos al filón inagotablede su iconografía. Estamos, pues,ante una exposición de relevancia,que trasciende la ocasión meramen-te conmemorativa, yendo muchomás allá del simple festejo de unaefemérides.

JOSÉ MARÍN-MEDINA

Cervantes. S A N T A I S A B E L , 5 2 . M A D R I D . H A S T A E L 1 3 D E F E B R E R O

SS .. SS OO LL AA NN OO :: BB UU RR AA II II II ,, 22 00 00 55 .. DD EE RR EE CC HH AA ,, CC .. II GG LL EE SS II AA SS :: DD EE LL AA SS AA DD MM II RR AA --

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A R T E

SI descontamos la muestra de obragráfica que hizo en esta misma ga-lería en otoño de 1999, Martín Chi-rino (Las Palmas de Gran Canaria,1925) no exponía individualmente

en Madrid desde el

año 1998, aunquelo haya hecho en distintas y nume-rosas colectivas dedicadas a la es-cultura española o al grupo El Paso.En aquella ya lejana ocasión la pie-za principal y de mayores dimen-siones de las expuestas fue la quecreo su primera Alfaguara. En ésta,uno de los hilos de conexión conaquélla es otra Alfaguara y el catá-logo incluye la fotografía del escul-tor con una tercera, por así decirlo,

más barroca y cargada que las pre-cedentes. Alfaguara según MaríaMoliner significa manantial abun-dante; y manantial, según el mis-mo diccionario, tiene entre sus acep-ciones las de fuente natural quebrota de la tierra o de la roca y, tam-

bién, la de cosa que es ori-

gen de otra que seexpresa. Algo de ambos significadosme parece aplicable no sólo a estamuestra de Chirino, sino a la que hasido su trayectoria como artista enesos cincuenta años en los que,como afirma su introductor en el ca-tálogo, Ignacio Ruiz Quintano, “desu fragua de sueños han salido ríosde espirales”.

Un paradójico contraste el delagua y el hierro, un cierto pensa-miento ferruginoso o la sombra de laherrumbre del tiempo y el óxido,

el sabor a orín que deja en el aire.También, lo candente propio de lafragua, un ardor exaltado que abar-ca no sólo la escultura, sino los orí-genes volcánicos de la tierra cunadel artista.

Había entonces, como hay aho-ra, Vientos, en esta ocasión en dosmodos distintos de hacer escultu-ra: tres versiones de El Alisio –esosvientos fijos que soplan en la zona

tórrida– según un mo-

delo de espiral concentrada al cen-tro de su propia expansión y, lo quees quizá, uno de los elementos másnovedosos en la exposición, tres pa-peles de grandes dimensiones, dosmetros por dos metros, que confi-guran un friso o muro de equívocauna naturaleza mineral, cuando noson sino estampas, cangrafías, reali-zadas mediante aguafuerte, resina ytécnicas mixtas sobre papel.

Había también, como ahora, va-rias obras dedicadas al paisaje, ytambién, en esta ocasión en mayornúmero, enrejadas caracolas marinas

que en el título, El sueño de Canarias,invocan una vieja complicidad sinocon el surrealismo en su ortodoxiainterpretativa, sí con un onírico li-rismo compartido entre las islas yaquél. Por último, los homenajes de-dicados entonces a Julio González,las rotundas cabezas de La Morate-ña, que el escultor subtitulaba Cró-nica del siglo XX, y también a Mari-netti, en el Poeta sueña, suceden denuevo aquí, en un conjunto disparde dibujos al carboncillo fechados,precisamente, entre 1998 y 1999.

La pieza central de lamuestra, Árbol de luz y som-bra. Homenaje al poeta Ma-nuel Padorno, amigo y cóm-plice de Chirino y delfallecido Manolo Millaresen tantas aventuras intelec-tuales, desaparecido en2002, entraña y encierra, es-toy seguro, guiños y clavesque ambos compartieron envida. Personalmente, se mehace extraño tanto la visi-bilidad de sus engranajes,por así llamarlos, como cier-

ta apariencia arácnida y un airede animal varado que no consigo ad-judicar o centrar en la obra de un es-cultor que se ha distinguido, permí-taseme decirlo así, por dar vueltasy vueltas a un casi solitario concep-to principal.

Y a su lado, compendiado y es-pesado todo en una sola obra, casi di-minuta si la comparamos con ésta,pero rotunda en su carnadura de hie-rro, con una piel algo grumosa, entrealmagre y turmalina, sin analogíasexteriores a lo definido en su título,fuerza de la forma y de la creencia enla forma como energía hecha mate-ria, Espiral, de 1964, hierro forjado,26 x 24 x 9 centímetros.

MARIANO NAVARRO

Martín Chirino, manantial de hierrosMM AA RR LL BB OO RR OO UU GG HH .. O R F I L A , 5 . M A D R I D . H A S T A E L 1 9 D E N O V I E M B R E . D E 3 . 9 0 0 A 4 0 6 . 0 0 0 E

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A R T E

LA pintura de Xavier Valls (1923),esa pintura dulce, reflejo de inten-sidades, de lo mínimo esencial (ensu complejidad), sin prisa, sigueavanzando con paso firme y apu-rando las posibilidades de un for-mato y composición, unos motivos,una manera y una paleta, que po-drían parecer detenidas desde hacedécadas. En el mínimo margen de sumétodo, Valls introduce leves co-rrecciones o añadidos con respecto ala obra pasada, siempre encaminado

en la misma e inalcanzable meta.Como si en cada nueva exposiciónse reestablecieran las bases de subúsqueda, a la luz resplandecientede Seurat, Balthus o Morandi.

Lo que encontramos en esta nue-va cita con la galería Juan Gris es unconjunto de óleos fechados entre2001 y el presente año. Naturale-zas muertas y paisajes. El hombre noestá presente sino en sus obras y lu-gares, y también en los frutos de latierra de que gusta rodearse. Los pa-

rajes y las cosas casi cotidianos apa-recen siempre como suspendidos enun aire o un agua limpios pero bru-mosos que los convierte en inalcan-zables. ¡Qué difícil y sutil una pin-tura en que el agua y el aire además,son también objeto de la mirada y dela pintura!

Hay algo de Edén sin hombresen la obra de Valls, un jardín eternocuyos pobladores fueran de natura-leza sumamente delicada y dejaransu tiempo y su espacio al resto. Pero

sin rastro de melancolía. Más bienparece que la pintura del de Horta seinterrogara sobre una serie de as-pectos permanentes: el tiempo, lamateria, la visión y la forma de los en-tes. Todo bañado en una luz uni-versal, general, cósmica, casi podría-mos decir que divina, que acerca alas formas al ámbito geométrico.

Cuando Valls pinta bodegonescon frutas o con flores se estableceun ejemplo de alianzas, equilibriosentre fuerzas en los que la forma lle-ga a su máximo en el tiempo, a eseestado previo a desmoronarse en lafinitud. Algo parecido ocurre cuan-do se traslada a los lugares de ciu-dades como París o Venecia. Luga-res de calles y edificios vacíos, dondelos mismos equilibrios son un pocomás lejanos, como lejano es el pun-to de derrumbe de ese instante cap-tado. Por último, en los paisajes na-turales donde la abstracción quiereadueñarse de la visión, la eternidadcasi se palpa en el instante.

Y es que Xavier Valls materiali-za el largo instante de la pintura.

ABEL H. POZUELO

Xavier Valls, un largo instanteJJ UU AA NN GG RR II SS .. V I L L A N U E V A , 2 2 . M A D R I D . H A S T A E L 3 D E D I C I E M B R E . D E 1 1 . 4 0 0 A 4 6 . 2 7 5 E

CC OO SS TT AA DD EEMM AA LL LL OO RR CC AA ,,22 00 00 22 .. ÓÓ LL EE OO

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A R T E

WON Ju Lim es otro ejemplo de la rapidez con la queun artista puede hoy hacer carrera internacional. Noes excesivamente joven, pero terminó sus estudios enel Art Center College of Design de Pasadena hace sólosiete años. Su primera individual es de2000, y desde entonces no ha dadoun paso en falso. Trabaja con una pres-tigiosa galería californiana, y ha mos-trado ya su obra en instituciones detanta solvencia como la Art Galleryde Vancouver o la Kunstlerhaus Be-thanien. Estuvo entre losagraciados por Taschenen su Art Now, y la influ-yente revista británicaContemporary la incluyóel año pasado en su nú-mero especial Sculpture,con lo que se puede darpor seguro su éxito crítico y de mer-cado. Debemos felicitar a Pilar Parrapor la rapidez con la que ha reaccio-nado a este interés general por la ar-tista, aunque, en un paréntesis, po-dríamos también sugerirle que, dadasu buena conexión con el Domus Ar-tium de Salamanca, donde en fechasrecientes se han organizado indivi-duales de Masbedo, Tim White y Won Ju Lim –ar-tistas con los que trabaja la galería–, se distancie másen el tiempo y en la selección de las obras respecto alas exposiciones institucionales (recomendación queextendemos a otras galerías).

Algunas de las piezas de esta exposición serán re-

conocidas por quienes vieron la de Salamanca, y aun-que se presenta una nueva instalación, lo cierto es queeste montaje resulta más pobre que aquél. Y no se tra-ta sólo de la menor cantidad de piezas, o de las di-

mensiones de los espacios. Estas obrasrecientes –antes se mostraron junto aotras más “antiguas”– tienden a unamayor austeridad escenográfica. Deforma resumida podemos describir lasinstalaciones de Won Ju Lim comouna gran escultura hecha con módulosde plexiglás coloreado (inspirados enmodelos de casas prefabricadas) sobrela que se arrojan focos de luz, diapo-sitivas o imágenes en movimiento quecrean sombras y proyecciones más omenos distorsionadas en las paredes dela sala de exposición. Esas instalacio-nes han ido disminuyendo en tama-ño y complejidad, perdiendo impac-to sensorial y emocional a favor deambientes más luminosos que acen-túan las cualidades escultóricas de laspiezas frente a las cualidades cinema-tográficas o teatrales, y optando porla luz desnuda frente a la proyecciónde imágenes.

En las fotografías, de igual manera,ha pasado de las oníricas y confusas composiciones desombras de la serie Memory Palace a espacios más or-denados y racionales. El resultado es en conjunto másminimalista y más seco. La insistencia en los colorinesy los plásticos la sitúa a un paso del escaparatismo,mientras que se aleja de ese discurso sobre la porosi-

dad de la memoria, la ilu-sión y el espejismo con elque se ha arropado su obra.No obstante, la capacidadde absorber al espectadorsigue presente en las pro-yecciones de vídeo que sedesdoblan y se enderezanen grandes planchas rojasde plexiglás espejante,atisbando en algo vertigi-noso e infernal.

ELENA VOZMEDIANO

Won Ju Lim, ciudades de plexiglásPP LL AA SS TT II CC II NN TT RR AA NN SS II TT II OO NN .. P I L A R P A R R A & R O M E R O . C O N D E D E A R A N D A , 2 .

M A D R I D . H A S T A E L 1 0 D E D I C I E M B R E . D E 6 . 5 0 0 A 2 7 . 0 0 0 E

Won Ju Lim (Corea, 1968),representada por la ga-lería Patrick Painter deSanta Monica, ha parti-cipado en la Bienal deEscultura de Munster en

2001 y en la Bien-al de Guangjiu en2002. Vive en LosAngeles, donde esprofesora en laUCLA (Universi-dad de Califor-

nia). Su primera indivi-dual en España tuvolugar la pasada prima-vera en Domus Artium,Salamanca, que tambiénla ha seleccionado parala actual colectiva Ba-rrocos y neobarrocos.

P U R P L E A N DB L U E , 2 0 0 5

Hubbard H U B B A R D & B I R C H L E R : P E Q U E Ñ A S I M

CONTRARIANDO los irónicos pen-samientos de un buen amigo crítico,me gustaría comenzar por señalarque muchos de los vídeos que ofre-cen los museos sí son vistos con de-tenimiento por el público. Sirva elejemplo que aquí nos ocupa, el tra-bajo de la pareja de artistas TeresaHubbard (Dublín, Irlanda, 1965) yAlexander Birchler (Baden, Suiza,1962), para confiar, todavía, en eselugar inevitable de la imagen en mo-vimiento. Tal vez, efectivamente,necesitemos repensar el sentido ac-tual de la temporalidad o duraciónde la experiencia artística, sabiendoque la imagen es el eje desde el quecircula la cultura moderna y pos-moderna. También, el paulatino ale-jamiento del estatismo tradicional apartir de los cruces de influencias

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d & Birchler, una poética circularÑ A S I M Á G E N E S E N L A C A S A D E L A S E Ñ O R A O W E N . C G A C . V A L L E I N C L Á N S / N . S A N T I A G O D E C O M P O S T E L A . H A S TA E L 8 D E E N E R O

que desembocan en el último im-pulso de la cada vez mayor presen-cia cultural de la imagen en movi-miento producido por los avances dela tecnología digital. El artista cons-truye su obra atendiendo al tiempode ésta y pensando en que la recep-ción del espectador también de-penderá de ese tiempo. Ese proce-so compositivo es producto delavance en la puesta en escena, de lasrealidades congeladas y de gestosque funcionan como artificios es-cénicos.

Por supuesto, no hay nada másfácil hoy que exponer ese nuevo aca-demicismo que supone el vídeocomo herramienta. Tampoco es di-fícil caer en el abuso infumable delvídeo de homenajes warholianosbastante agotado en sus formulacio-

nes, pero ejercicios visuales como lospropuestos por Hubbard y Birchlerresultan especialmente brillantes einteresantes.

Aunque conocía los trabajos fo-tográficos de Hubbard y Birchler ex-puestos en la Bienal de Venecia de1999, así como sus fotografías de fa-chadas de edificios reales que eranmanipuladas hasta conseguir crearun aspecto ficticio –en éstas conver-tían la realidad en ficción tras eli-minar carteles u otras marcas queprovocan su lectura como si en rea-lidad fuesen maquetas– reconozcono haberme enganchado a su tra-bajo hasta ver expuesto en Basel suvídeo Eight, una larga secuencia enforma de banda de Moebius cons-truida sin principio ni fin y donde re-sulta imposible situarse. Su aire tris-

te y esa ambigüedad de tintes psi-cológicos, a partir de situaciones con-cretas que actúan como marcas ocicatrices vitales, será tomado mástarde en trabajos como Single Wideo más recientemente en su fantás-tica pieza House with Pool.

Hablamos de mentiras y teatrali-dades, de estructuras compositivasambivalentes que nos llevan a re-conocer la victoriosa consolidaciónde lo imitativo y de la apariencia.Pero también el triunfo de la duda,del cuestionamiento de la realidad,controversia que al mismo tiemposupone una amplificación de lo realy una intensa indagación en tornoal sujeto que, en último caso, tam-bién supone una desestimación delo mimético y un cuestionamientode los presupuestos tradicionales en

torno a la idea de representación.Todo un universo de preguntas y derealidades abiertas, un mundo entensión capaz de desvirtuar deter-minadas lógicas narrativas del mun-do del cine tomando cada yuxtapo-sición a modo de nota sincopadacapaz de suspender el enigma y poe-tizarlo al tiempo.

Hubbard y Birchler trabajan el ví-deo casi como escultura, destilandodeterminados conceptos espacialesque mantienen en silencio a unosespectadores que ni se miran entreellos. Así, aunque entiendo a mibuen amigo y sé de sus, por otro lado,concluyentes razones, uno no puededejar por ahora de intuir que no estásólo en este parque jurásico.

DAVID BARRO

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A R T E

Ángel MasipBB LL AA NN CC AA SS OO TT OO .. A L A M E D A , 1 8 . M A D R I D . H A S TA

E L 1 9 D E N O V I E M B R E . D E 1 . 0 0 0 A 7 . 5 0 0 E

EN esta exposición, su primera individual en Blanca Soto,Ángel Masip (1977) nos revela de nuevo su particularvisión del género del paisaje utilizando herramientas yavistas en otras ocasiones (la individual en Garaje Regium,el premio L’Oreal o la muestra de Arte Injuve) pero introduciendotambién otras nuevas que no son más que el medio para libe-rarse precisamente de aquéllas anteriores. Porque lo que ÁngelMasip pretende en muchos de estos nuevos cuadros es desan-dar lo andado, eliminar todo artificio de estos parajes y volver auna idea de “clasicismo”, huyendo de lo que un día fue la prin-cipal característica de su trabajo: la comunión entre el diseño, lapublicidad y el paisaje pictórico. Recordarán aquellas imágenesde plantas, tratadas muchas veces como close-ups. Tenían estasplantas una gran carga matérica, con sus hojas casi modeladas, sinningún ánimo descriptivo. Eran lo que podríamos entender comoimágenes “ruidosas”. Muchas aparecían además acom-pañadas de logotipos mientras en otros cuadros elpintor alicantino proponía planteamientos escénicos,dejando visible la tramoya, como un gran billboardcon su iluminación auxiliar de fluorescentes. En estaexposición, Masip presenta uno de estos grandes pa-neles como para enseñarnos el recorrido realizado.De la tramoya a un paisaje más definido, más sencilloen lo formal, sin esa pincelada tan tosca, más atento ala línea y a la armonía en lacomposición. Pero yo no creoque se puedan entender estas nuevas pinturas sin las anteriores.Masip sigue planteando una imagen nítida, cercana al icono ensu aguda frontalidad. Hay una serie de sugerentes paisajes sobrealuminio que se presentan no tanto como posibles ventanassino como rígidas y pulcras geometrías pintadas. J. HONTORIA

Virginia FrieyroAA RR TT II FF II CC II AA LL .. A L B A S A N Z , 7 5 . M A D R I D . H A S T A

E L 1 8 D E N O V I E M B R E . D E 3 0 0 A 2 . 5 0 0 E

DE interés resulta esta individual de Virginia Frieyro (1973),primera tras recibir la artista el Premio Penagos de dibujo, loque parece coincidir o consolidar un resuelto uso de la acuarelasobre papel. Se manifiesta en ella un importante cambio desdesu anterior interés por la figura, el rostro y lo individual hastauna nueva inclinación por las masas de seres, aún individuales,pero mucho más indiferenciados. No es nuevo que Frieyroprescinda de detallar atributos. Como se recapitulaen su web personal, los seres pintados en aquellosóleos de 2002 que expuso en la ibicenca Can Tixe-do ya carecían de facciones, aunque en cualquier casomantenían su reconocimiento individual. En estasacuarelas los individuos representados, siempre par-te de un grupo, son mujeres, niños y hombres invi-

sibles. Lo físico y particular, y con ello todo rasgo, tien-de a desaparecer en un fondo asimismo inexistente o, me-jor dicho, blanquecino como una nube de papel. Loúnico que queda para “identificar los cuerpos” (pues a ellose reducen) son los atributos más externos: unas ropas quemuestran el movimiento. Las masas de color hacen el res-to. La madrileña titula la muestra Summa Cavea, nom-bre de la parte alta del graderío en el teatro romano don-

de se sentaban los esclavos, los pobres, las mujeres y los niños ydesde cuya altura la acción perdía detalle y definición. Frieyroes una más mirando desde la summa cavea. Desde tal posición ob-serva el trasiego de los nuevos invisibles: los individuos perdi-dos en una multitud y marcados por los emblemas del comer-cio y el espectáculo. Un hábil y complejo ejercicio pictórico yconceptual que se cierra con obras donde se vuelve al óleo, in-sinuando el indeciso e inquietante siguiente paso con un avan-ce del borrado en pos de una abstracción en el color. A. H. P.

PerejaumeFF UU NN DD AA CC II ÓÓ NN CC AA II XX AA DD EE CC AA TT AA LL UU ÑÑ AA .. LL AA

PP EE DD RR EE RR AA .. P º D E G R A C I A , 9 2 . B A R C E -

L O N A . H A S T A E L 2 6 D E N O V I E M B R E

EN más de una ocasión Perejaume ha realizado lec-turas de episodios y personajes que de una manerau otra sintonizan con su particular universo: Verdaguer,Jujol, Luis II de Baviera… En todas los casos se da undiálogo entre Perejaume y su interlocutor de cuya fric-

ción surge una iluminación. La presente intervención es unhomenaje a Joan Corominas (1905-1997), eminente filólogo que,entre otras obras ingentes, realizó el primer diccionario etimó-logico de la lengua catalana y –en colaboración con J.A. Pascual–el primero con rigor científico de la castellana. La fascinaciónde Perejume por Corominas responde al lado visionario deltrabajo del investigador, allí donde la filología se sitúa entre laciencia y la pura creación. Por otro lado, este personaje –como to-dos los de Perejaume– es inseparable del territorio. Corominasrealizó sus investigaciones recorriendo a pie los lugares más re-cónditos de la geografía catalana. Ahora bien, ¿cómo acercarsea la obra de un filólogo? Perejaume lo hace como un explora-dor que, adentrándose en tierras ignotas, dibuja mapas. El ar-tista ha realizado una videoinstalación que consiste en una pla-nimetría de las olas del mar en constante movimiento. Laagitación de las curvas de nivel de esta topografía marina ex-presa la imagen poética de que el lenguaje es un territorio di-námico y vivo. Además, el librito que acompaña el homenaje in-

corpora una representación gráfica del sonido detodas las entradas del diccionario pronunciadas almismo tiempo. En estas imágenes, la de la carto-grafía de las olas del mar y la del sonograma, hay lavoluntad de dar cuerpo a lo intangible, pero acasorevelen más profundamente el misterio del lenguajey de la voz. JAUME VIDAL OLIVERAS

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A menudo se considera queuna exposición de obra gráficaes una propuesta “menor”dentro de la trayectoria de unartista. No es el caso de la quepresenta cincuenta y cinco gra-bados y dos óleos del expresio-nista Max Beckmann (Leipzig,1884 - Nueva York, 1950) pro-cedentes del Von der Heydt-Museum de Wuppertal. Comi-sariada por Sabine Fehlemann,además de su maestría con lapunta seca y otras técnicas dereproducción, la muestra evi-dencia sobre todo cómo se ges-tan las claves estilísticas de laobra de Beckmann a partir delimpacto de la Prime-ra Guerra Mundial.Destacado en 1914como voluntario alcuerpo de enferme-ros, el artista palpó loshorrores de la guerra en las trincherasy esa brutal experiencia marcaría de-cisivamente su quehacer. La necesi-dad de exteriorizar su conmoción, suamargura y el desengaño profundoque siente, se aprecian en los nu-merosos grabados que realizó en esosaños y explican el empleo de la ca-ricatura, en adelante uno de sus ras-gos más característicos.

Sarcástico, irónico, ácido, sin unatisbo de piedad, Beckmann des-cribe la debilidad moral de su tiem-po mediante una increíble galería depersonajes fatuos, grotescos y a me-nudo casi deformes, como ese hom-bre que es reducido a una cabeza quecamina sobre sus manos, asemeján-dose a un insecto. Con una fina iro-nía, sabe hacer de un bostezo colec-tivo analogía de ese vacío espiritualque tanto le apena y de la fealdadsinónimo de la incapacidad humana,del “no ser humano” de esos seresque detesta. A cambio, vierte una su-til carga emotiva al evocar los dramasindividuales y colectivos y aún en-cuentra espacio para la ternura al di-bujar lo que siente más cercano, sufamilia, sus amigos y el paisaje.

“Pintor de figuras” –a decir deSabine Fehlemann– Beckmann senos muestra en sus grabados no sólocomo un gran intérprete del retratosino también como un dibujante ex-cepcional, capaz de inferir a la línea

la responsabilidad de expresar cual-quier sensación, emoción o situa-ción. Es la línea la que produce el di-namismo, violencia, exacerbación,confusión, agitación etc., que tienenlas escenas más dramáticas y tumul-

tuosas; o esa típica lasitud, displi-cencia o tediosa pereza con que per-fila la naturaleza de la clase política osocial de su tiempo. Es la línea la queorganiza esas interesantes aglome-raciones humanas que sitúa en lascalles, los teatros, los manicomios, lastrincheras, etc., durante la guerra,contrapunto de las cuales son sus se-veros autorretratos, que dejan tras-lucir sentimientos de dolor, descon-cierto, aislamiento o impotencia, ylos retratos, que sitúan la carga psi-cológica y emocional en el rostro.

Más allá de aquellos terriblesaños marcados por la aflicción y eldesencanto, aún nos ofrecerá Beck-mann interesantes apuntes docu-mentales que describen no sólo elavance del siglo sino el de su pro-pio lenguaje artístico, como la serieNoche en la ciudad, o esa otra en laque describe su Viaje a Berlín. Elmundo del teatro y el cabaret, la ca-lle y la gente más diversa, le segui-rán inspirando ese retrato caleidos-cópico que fue la antesala de estemundo nuestro.

PILAR RIBAL

De viaje con Max BeckmannMM AA XX BB EE CC KK MM AA NN NN .. C O M : S A B I N E F E H L E M A N N . M U S E O D E A R T E E S P A Ñ O L C O N T E M P O R Á N E O .

F U N D A C I Ó N J U A N M A R C H . S A N M I G U E L , 1 1 . P A L M A D E M A L L O R C A . H A S T A E L 1 9 D E N O V I E M B R E

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WILLIE Doherty nació en Derry en1959. Vio caer los trece cuerpos ful-minados por helicópteros inglesesen el Bloody Sunday y lo sabe todo deun conflicto que parece ahora en-contrarse en un momento esperan-zador. Desde mediados de losochenta ha sido silencioso testigo di-recto de refriegas y masacres, fil-trándose entre los diferentes nivelesde complejidad que el propio con-flicto ha generado. Pero Dohertyse sitúa siempre enun lugar indeter-minado y evita elposicionamiento.Desde el caso con-creto del problemaen Irlanda del Nor-te trata en su obraasuntos tan am-plios como la rela-ción entre imageny representación,la noción de “verdad” tradicional-mente asociada a la fotografía y la ne-gociación permanente con el espec-tador, al que sitúa en un puntointermedio desde el que poder ex-traer multitud de conclusiones.

–Hábleme de Derry, escenariodel conflicto y de buena parte desu obra.

–Derry ha sido durante muchotiempo el centro del problema en Ir-landa del Norte, el lugar donde elconflicto se ha desarrollado con ma-yor intensidad. Es un lugar en el quela gente ha vivido sumida en ladesesperación durante muchísimosaños. Al mismo tiempo, tiene ciertasparticularidades muy interesantescomo el hecho de ser uno de los lu-gares más fotografiados de Europa.

–¿En qué contexto comienza atrabajar a mediados de los ochenta?

–Mi primer interés estaba en lainstalación y la performance peropronto empecé a utilizar la fotografíacon textos, en una línea muy con-ceptual. Empezó a interesarme, des-de el punto de vista artístico, el de-bate en torno al conflicto en mi país,al IRA, a Irlanda y a Gran Bretaña. Vi-vía en Derry y en aquél momento,a finales de los ochenta, la Primer Mi-nistro Margaret Thatcher decidióromper todo diálogo con los terro-

ristas e impuso la“Broadcast MediaBan”, la prohibi-ción a las radios ytelevisiones de in-formar sobre el cur-so del conflicto. Elgobierno trató deadoptar una postu-ra de normalizacióncomo si nada estu-viera ocurriendo.

Ahí encontré un buen contexto en elque trabajar. Mi primera intenciónfue contribuir, de algún modo, a esediálogo, a una posible discusión so-bre lo que estaba pasando. Y lo hicemediante fotografías de ese paisaje oterritorio, físico y social, para tratar deaportar nuevos niveles de significa-do en un conflicto del que sólo se sa-bía que una panda de locos católi-cos quería matar a una panda de locosprotestantes. Traté de ensanchar elcampo de visión, presentar un con-texto más amplio.

–¿Cómo reaccionó ante esa pro-hibición? Es de suponer que debióde generar un escenario favorablepara su trabajo...

–Era una época muy extraña. Laprohibición estaba dirigida a tele-visiones y radios pero no a periódi-cos, revistas o artistas visuales, escri-

tores y poetas. Por tanto, podíamostomar imágenes. They're all the samees uno de los trabajos que realicéen esa época. En él, dos pantallas en-frentadas mostraban el mismo pri-mer plano de un rostro. En una delas imágenes utilicé la palabra “Mur-derer” (asesino) y en la otra “Vo-lunteer” (voluntario). Era una formade plantear la posibilidad de quepercibamos a una persona como unasesino o un voluntario, de compro-bar la distancia entre un juicio y otro.Es algo parecido a lo que ha ocurri-do con Nelson Mandela, del que sedijo que era un asesino y un terro-rista y a la vez un estadista ejem-plar y lo mismo con Gerry Adams.Mi trabajo está centrado en Derry,en la situación de Irlanda del Nor-te pero es algo necesariamente ex-trapolable a todos los conflictos.

El papel del espectador–En su trabajo parece haber

siempre dos ideas que afectan di-rectamente al espectador. Es esecuestionarse permanentemente suidentidad y su situación física conrespecto a la obra...

–La idea de desestabilizar, dedesorientar al espectador, ha estadosiempre presente. A través del len-guaje se puede incomodar al espec-tador igual que con las imágenes.Muchas veces cuelgo mis fotos muybajas y en mis videoinstalaciones,el espectador puede sentirse incó-modo y encontrarse perdido.

–Pero muchas veces hay una con-frontación, un cara a cara entre elespectador y la imagen. ¿Es ese eltipo de relación que intenta crear en-tre el espectador y su obra?

–Eso pasa con la obra Non Speci-fic Threat, en la que la cámara gira

360º alrededor de un individuo. Elespectador puede así escrutar a esapersona. Muy pocas veces tenemosla oportunidad de ver a una perso-na desde todos los ángulos. Se lle-ga así a algo cercano al concepto devigilancia, algo que trasciende lamera idea de voyeurismo. Hay algode esto también en el trabajo quepresento en Pepe Cobo, Closure, enel que la imagen muestra a una mu-jer atrapada en un recinto cerradomientras el texto hace referencia asus posibles aspiraciones y motiva-ciones en la vida. De aquí se pue-

de extraer la idea de qué es lo quehace a esa persona querer involu-crarse en un conflicto, querer tomar

A R T E

“Mi trabajo está centra-

do en Derry, en el con-

flicto de Irlanda del Nor-

te, pero es algo que ha

de extrapolarse a todos

los conflictos, sean de la

magnitud que sean”

Willie Doherty ha venido tratando el conflicto armado deIrlanda del Norte desde mediados de los ochenta. Hoyinaugura en Pepe Cobo su primera individual en Españacon un nuevo vídeo y una serie de fotografías. El Cultural ha hablado con él sobre la relación entre imagen y vio-lencia en el contexto de su país y en particular de Derry, “una de las ciudades más fotografiadas de Europa”.

Willie Doherty

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partido. Y, de nuevo, esto se puedesacar de este contexto y situarlo enuno que hoy nos afecta a todos: cómollega alguien a querer hacer estallarun cinturón de explosivos, a morirmatando. Es algo que se escapa denuestra comprensión.

–¿Hasta qué punto han sido de-terminantes en su trabajo los re-cientes ataques, el nuevo terrorismoglobalizado?

–No sabría decir. Non SpecificThreat tiene mucha relación con elcontexto norirlandés, no en vanoel personaje en torno al que gira lacámara es el típico paramilitar. Lasasociaciones, sobre todo físicas, sonaquí evidentes aunque el texto, laidea de amenaza, aluda a una per-

cepción que hoy es global. Es po-sible que en mis últimos trabajos,por las propias circunstancias actua-les, se puedan extraer conclusio-nes en un contexto más amplio. Us-ted vive en Madrid, ustedessufrieron un terrible atentado y hansido azotados por el terrorismo pero,en general, la idea de que “eso nome va a pasar a mí”, de que el con-flicto está en otra parte, está dejan-do de existir. En este sentido, losartistas tenemos cierta responsabili-dad. Pero no en un sentido mora-lista. Mi trabajo versa sobre la cons-tatación de que hay imágenes y unlenguaje disponibles para describirlas cosas, para contar cómo somosy cómo respondemos ante los acon-

tecimientos porque los artistas no vi-vimos en un mundo aparte, vivimosen el mismo espacio social y com-partimos los mismos miedos.

La verdad de la fotografíaUna de las ideas más recurren-

tes en el trabajo de Doherty es la no-ción de objetividad en fotografía.Siempre cómodo en esa tierra de na-die, su obra ofrece una imagen fo-tográfica de corte documental perotambién una cierta idea de cons-trucción en sus vídeos.

–¿No se ha planteado la posibi-lidad de componer las fotografías?

–No rechazo la fotografía cons-truida. Al contrario, me interesa.Gran parte de mi trabajo parte de

cierta escenificación. En mis vídeosutilizo actores y he realizado retratosfotográficos. Es evidente que me in-teresan los diversos niveles de “ver-dad” que se pueden encontrar en lasimágenes. He hecho también mu-cha fotografía documental, me heacercado a la verdad, pero no debe-mos engañarnos porque la fotografíadocumental puede aportar muchasverdades muy distintas. Me intere-sa mucho ese término medio entreobjetividad y subjetividad. Buenaparte de mi trabajo se encuentra enese espacio indeterminado que me-dia entre la realidad de un lugar ylo que se piensa de ese lugar. La gen-te que vea las fotografías en la ex-posición de Madrid tiene una ideapreconcebida de cómo es la ciudadde Belfast y estas imágenes confir-marán esa impresión pero también,y al mismo tiempo, la echarán portierra.

–La serie de fotografías Appara-tus que presenta en Madrid estácompuesta por ocho polípticos de fo-tografías en color. Son imágenes frag-mentarias de diferentes lugares deBelfast. Hay una cierta belleza es-condida en estas calles desiertas, traslas alambradas y los muros descon-chados. ¿Hay una ilusión de belleza,algo de romanticismo, en estos es-cenarios desolados?

–Hay imágenes que son frag-mentarias, más abstractas, pero tam-bién hay otras panorámicas con lasque trato de aportar una visión másamplia del lugar. Es quizá un modode insistir en la idea de la versatili-dad de la imagen. Por eso es curio-so ver cómo cuando presenté estasfotografías en Belfast la gente se pre-guntaba por qué había representadola ciudad tan derruida, tan desola-da. Otras se sentían muy cercanaspor el color o el detalle.

JAVIER HONTORIA

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A R T E

“Me interesa ese término medio entre objetividad y subjetividad. Buena parte de mi

trabajo se encuentra entre la realidad de un lugar y la idea que se tiene de ese lugar”

“Siempre intento desestabilizar al espectador”

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A R T E

SS UU BB AA SS TT AA SS

LA subasta de pintura española queSotheby’s celebra en Londres el 16de noviembre cuenta con 90 lotesentre los que destacan cuadros deSorolla, Nonell, Anglada Camarasay Rusiñol. Antes del baño, original delartista valenciano pintado en 1909,tiene una estimación que oscila en-tre 4,5 y 6 millones de euros y si serematase por está última cifra, algoque parece improbable, estableceríaun nuevo record para Sorolla. Aun-que los responsables de Sotheby’s sehan negado a confirmarlo, no es des-cabellado manifestar que esta pin-tura, que perteneció hace bastantetiempo a la colección de PlácidoArango, forme parte todavía de otracolección española. Cuando el cua-dro se expuso en Estados Unidos en1911 consiguió una catarata de elo-gios por su virtuosismo.

De 450.000 a 750.000 euros esla estimación de Gitana, un especta-cular óleo de Nonell, fechado en1906, que sustituye la carga dramá-tica de sus telas con esa temática poruna sinfonía cromática de tonos cá-lidos sobre todo en el pañuelo dela joven que aparece desafiante ensu verticalidad. Gitana con niño(375.000-525.000 euros) de AngladaCamarasa es una referencia delmundo de color y ritmo que encajaperfectamente con la vida del pintor,

a la par llamativa y elegante. Dospinturas de Rusiñol, Cipreses en Aran-juezy Almendros en florcomparten es-timación, de 225.000 a 300.000 eu-ros, y en ellas queda patente su buengusto en la reivindicación del pai-saje romántico siempre tocado poruna veta melancólica.

Las licitaciones domésticas tie-nen en Ansorena (14, 15 y 16 de no-viembre), Lamas Bolaño Barcelona(17 de noviembre) y Durán (22, 23y 24 de noviembre) las ofertas másinteresantes. Ansorena mantiene sudoble apuesta por el arte antiguo y elcontemporáneo con piezas de Cam-probín (75.000 euros), Luis Tristán(21.000 euros), Van Loo (60.000 eu-

ros), Torres Gar-cía (60.000 euros),Lucio Muñoz(36.000 euros) yLéger (37.000 eu-ros). Especial-mente significati-va me parece lasalida en subastade Heute, un cua-dro del expresio-nista alemánMarkus Lüpertz,que se ofrece en48.000 euros, porque es uno de losautores de la nue-va hornada alemana que se cotizanen los mercados internacionales.

De Lamas Bolaño nos quedamoscon una pintura collage sobre pa-pel de Joan Miró titulada Zarza y va-lorada en 50.000 euros, que fue unregalo del artista a la familia Luna

con motivo del 50aniversario de laapertura del Res-taurante Orotavaen Barcelona. EnDurán el apartadobibliográfico tiene

en una edición francesa del Quijo-te de 1948 con grabados de LouisJou (1.400 euros) y la edición prínci-pe de 1928 de El idioma de los ar-

gentinos de Jorge Luis Borges (1.750euros) los lotes más destacados.

Tras su muerte arrecia la presen-cia de Clavé en las subastas espa-ñolas y ahora Durán ofrece una tablade apreciables dimensiones (83 x 102cms.) pintada en 1961 con un ini-cial de 60.000 euros, aunque Baldo-mero Galofre y León y Escosuramuestran el interés que sigue des-pertando entre los coleccionistas elarte del siglo XIX. Bueyes en la playade Galofre arranca de 40.000 eurosy 15.000 es la cifra mínima que habráque pagar para que cambie de manosLa armería de León y Escosura.

CARLOS GARCÍA-OSUNA

La pintura española centra la venta de Sotheby’s

Un posible nuevo récord paraSorolla

Para coleccionistas

DEL 19 al 27 de noviembre se ce-lebra en Madrid, en Ifema, la vigé-simo novena edición de Feriarte enla que participan 195expositores que mues-tran 17.000 piezas conmás de un siglo de anti-güedad. Los precios os-cilan entre 1.000 y600.000 euros, que es lacotización de un retablo del XIV quevende Bernat. En la imagen, esta có-moda de 1730 de S. Martí (15.000 e).

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La XIII Muestra de Teatro Españolde Autores Contemporáneos de Ali-cante viene mostrando un teatrorabiosamente contemporáneo, querecoge no sólo algunas obras de au-tores ya consagrados como SanchisSinisterra, Juan Mayorga, ErnestoCaballero, Jesús Campos o PalomaPedrero, sino también la de muchosque se inician en el juego.

Se ha repetido que en España nohay autores. La Muestra está parademostrar lo contrario. La Muestrano produce espectáculos, no pue-de valorar las obras por la calidadde su producción, sino por el interésde los creadores. Y su selección par-te de 119 propuestas presentadas.Como las brujas, “haberlos haylos”.¿De qué se hablará en los espectá-

culos que se van a ver a partir delpróximo sábado en Alicante? De losproblemas de nuestro tiempo: la vio-lencia en toda su polisemia, de labúsqueda de la identidad, de la so-ledad que produce la dificultad decomunicación personal real, delamor, del sexo, de la muerte... Casisiempre con ironía, a veces con hu-mor. Pero si estamos en tiempos enque impera la violencia, ésta seráel tema principal, establecido ya

hace unos años en nuestro teatro.También serán temas de la Muestrala memoria, histórica o personal, laincomunicación y la soledad, temaéste presente desde la generaciónsurgida en la década pasada. Sin quefalte el humor.

La violencia. La violencia racial pre-side la obra de Juan Mayorga, Últi-mas palabras de Copito de Nieve (quese verá el día 18), al narrarnos los

últimos días del famoso gorila albi-no que vivió en el zoológico de Bar-celona. La obra nos habla de vio-lencia racista, de la humanidad delos gorilas, en relación a sus cuida-dores y a quienes con morbosa cu-riosidad, visitan la jaula; nos habla deuna injusta relación de poder entrecuidadores y cuidados. Es un textoacaso precursor de ese reciente des-cubrimiento científico por el que re-sulta que los humanos nos diferen-cíamos poquísimo genéticamentede nuestros ancestros los simios.Con humor, claro está, y con lamaestría de un autor justamenteconsagrado.

La violencia de género es trata-da por Ernesto Caballero –habitualde la Muestra–, autor de Sentido del

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¿Qué asuntos interesan a los dramaturgos de hoy? Laviolencia, la memoria, la incomunicación son tres ejesargumentales que dominan el teatro español actual. Al me-nos, así lo revela la programación de la XIII Muestra deTeatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante.

T E A T R O

El sábado comienza la Muestra de Teatro de Autores Contemporáneos de Alicante

¿De qué habla hoy el teatro?

JJ UU AA NN DD OO LL OO RR EE SSCC AA BB AA LL LL EE RR OO ,, DD II RR EE CC --TT OO RR YY AA UU TT OO RR DD EE EE LL

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deber (día 19). Es la violencia pasio-nal e irracional pero también espe-cialmente la violencia ideológicaque se genera sobre la mujer. Lo tra-tó Calderon en El médico de su honra,obra en la que se apoya su texto. Alcontrario que en Shakespeare, aquílos intérpretes son todas mujeres enpapeles femeninos y masculinosque no explicitan el machismo, queno muestran a los “buenos” y a los“malos”. Caballero ambienta la obraen un cuartel de la Guardia Civil.

La violencia de género es tam-bién el tema de Pared, de Itziar Pas-qual, una de las autoras que formanel colectivo Marías Guerreras. Esuna violencia cotidiana, que se acu-mula y crece. Es el retrato de unavíctima que sabe lo que le aguardapero no sabe cómo evitarlo. Al otrolado de la pared, está una escritora.Pero es difícil atravesar el tabique.Como un “documento” se nos leenlas sentencias en casos de maltra-to, también los nombres de muchasvíctimas. Hay poesía, humor, suti-lidad…y el horror de la violencia.Yla violencia en la infancia es la obrade Angelica Liddell, creadora po-tente y arriesgada, quien tras el éxi-to de Y los peces salieron a combatircontra los hombres, nos ofrece un se-gundo acto de resistencia contra lamuerte. En su niña-soldado Blan-canieves se concentra el horror de laguerra, la muerte, la violación y elodio. En las guerras, las masacres in-fantiles han sustituido a la lucha en-tre ejércitos. La vida se enfrenta conel Estado en Y como no se pudrióBlancanieves (día 18).

La memoria. Voces contra la barbarie(día 20) habla de violencia, perotambién de memoria. Es una obrade varios autores congregados porAdolfo Simón, su director, para re-cordar un año después los atentadosdel once de marzo de Madrid co-metidos por el terrorismo islámico.Sus autores son Laila Ripoll, Yo-landa Pallín, Yolanda Dorado, RaúlHernández, Julio Salvatierra. Siem-pre la muerte parece presidir los

espectáculos absolutamente vivosde La Zaranda. Y la recuperación dela memoria, entre los muertos del ol-vido de la historia. Homenaje a losmalditos (día 19) es el homenaje a unmaestro andaluz olvidado, un “fan-tasma” intoxicado de ideales, acom-pañado de una congregación de dis-cípulos, en un café al borde de laquiebra, bajo un reloj sin manecillas,rodeado de ángeles, al son del paso-doble. Es el que grita desde la his-toria, desde la muerte que a todosacoge. O desde los insepultos que si-guen recorriendo los márgenes de lahistoria, enfrentándose al estruendodel mundo. Personajes a los que yanada les queda por perder, perdidosen sus destinos: los malditos.

Sanchis Sinisterra juega con lamemoria de la identidad. Flechas delángel del olvido (día 12) construyeuna hábil trama casi policíaca quegira en torno a la identidad y suconstrucción, en torno al peso dela memoria que es la vida y de la queno podemos desprendernos, en tor-

no a la locura y la cordura,tan dispares y tan fáciles deconfundir. En otro nivel, laobra nos enfrenta con la fal-ta de identidad de tantos se-res marginales y marginadosque se confunden unos conotros sin que a la sociedad nia las instituciones parezcaimportarles. También Pa-loma Pedrero, la autora ho-

menajeada de esta edición, estrenauna obra que quiere recuperar lamemoria, Beso a beso (día 14), peroaquí se trata de la memoria de nues-tra juventud, el despertar a la vidaque significa el primer beso, o esebeso inesperado y volcánico quesentimos como el primer beso,como el despertar de un amor quepuede mover el mundo.

La incomunicación. La juventud,el paso fronterizo entre las jóvenesedades, y la dificultad por enten-der las cosas que “todo el mundoentiende”. El desconcierto, la des-ubicación de la juventud, intentan-

LA autora va a ser homenajeada en la Muestra de Alicante, donde estrenael 14, en el teatro Principal, Beso a beso. Pedrero ha estrenado unasveinte obras (destaca La llamada de Lauren) y es uno de nuestras auto-ras más traducidas, sus obras se han publicado en una docena de lenguas.

–Beso a beso es también un mosaico de pequeñas piezas. Pareceuna fórmula que a usted le gusta explorar.

–Sí, me atrae mucho, aunque sólo la he utilizado en Noches de amorefímero y aquí. Aún así son dos textos muy diferentes. En Beso a besoentro por primera vez en un teatro más narrativo, más en primera per-sona. Cinco mujeres, de cinco generaciones, cuentan cómo fue suprimer beso cómo vivieron esa primera experiencia erótica.

–El título induce a pensar ¿en una comedia romántica?–No sé lo que es. Pero sí que tiene humor y erotismo. La energía eró-

tica es la más poderosa de todas, mueve caderas de cerámica y cora-zones jubilados. Es una obra de mariposas en el cuerpo. Eso es lo queme gustaría hacer llegar al espectador, esa sensación de que podemosresucitar, de que en cualquier esquina nos podemos encontrar con unbeso inesperado, algo que nos reconstruya.

– ¿Usted es de las que defienden que sí hay una escritura femenina?–Digo que hay buena y mala literatura dramática. Ahora bien, digo

además que el artista auténtico escribe con su sangre y con su imagi-nario, desde su ser y su experiencia, con el pensamiento y la emo-ción. Y algunas de estas cosas son diferentes en los dos sexos. Así que loque cambia no son los temas sino la mirada.

- También publica Magia Café. ¿Es unaobra inspirada en los “sintecho”?

–Hace unos cinco años, estuve impar-tiendo un taller de teatro en RAIS, unaFundación que se dedica a ayudar a estagente. Estrenamos, incluso, un montajeen el Teatro Alfil. De esta experiencia mequedaron las ganas de escribir una obrasobre la dignidad, de la que ellos me en-señaron mucho.

–Hace dos años estrenó Noches de amorefímero en un teatro comercial. ¿Coincide con Rodríguez Méndez, enque es en este tipo de salas donde se mide un dramaturgo?

–Creo que lo que quiere decir mi admirado RM es que el autor nose mide en un teatro público, con todos los medios, entradas baratas...En el teatro comercial el público no hace concesiones, una aburridísi-ma obra ni se programa; eso no quiere decir que una buena obra sevalore siempre. Lo que mide a un autor es el tiempo, la historia.

–¿Por qué la autoría contemporánea está recluida en las salas alter-nativas, los festivales, y los teatros públicos?

–Creo que la mayoría de los empresarios no valoran al autor vivo. Porotra parte, no es cierto que los festivales importantes y los teatros pú-blicos apuesten por él. A los directores de escena, que son los que man-dan, les gustan más los dramaturgistas, que pegan y cortan, o hacen unaobra tan abierta que pueden hacer cualquier cosa. El problema eshondo, no hay interés por la lengua. En Cataluña sí que existe y susautores están en una situación diferente. L. P.

Paloma Pedrero“Lo que mide a un autor es el tiempo, la historia”

M. R.

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do entender y entendernos, es elplanteamiento de la Escuela Supe-rior de Arte Dramático de Valenciacon A lo mejor me lo merezco (día 15),de M. Bayona, A. de Paco y Alejan-dro Jornet. La soledad del hombrey la ruptura de la familia son el temade Ácaros (día 15), de Xavi Puchadescon Teatro de los Manantiales.Unafamilia en descomposición y unaque nunca llegará a formarse, undescenso a los infiernos en el esce-nario claustrofóbico del metro, todometafóricamente representado porla monstruosidad de los ácaros.

Y siempre el humor. También es so-ledad, incomunicación, anonima-to, Café (día 17), por la compañía ma-drileña Cuarta Pared; metáfora de larebelión que supone tomar cafécuando nos han prohibido tomarlo.La cocina como metáfora del mun-

do nos muestra también la confusiónde la incomunicación. Con una es-tructura interna que investiga en lano verbalidad, Juan Dolores Caba-llero y su Teatro El Velador, comolo hiciera Wesker en los 70 del pa-sado siglo, nos presenta una cocinaen la que todo es un entrar y salir co-tidiano, un manicomio de confusio-nes y percances; un buscar y hallar,sin tiempo para conocer al otro. Esun hiperrealismo tierno y grotesco,con seres absolutamente distintosque sin embargo forman parte de untodo. Y nadie sabe quién cocina enesta cocina de La belle cuisine de Te-atro del Velador, (día 16).

En otra estética, entre el humor yla reflexión, se mueven y se articu-

lan quince piezas cortas de JesúsCampos: Entremeses variados (día 19),un puzzle escénico que trata deconstruir una visión crítica y humo-rística de la realidad. En clave có-mica, H2O(día 12), es un homenajeal agua llevado a cabo por la Com-pañía La Dependent. Reflexión di-rectamente cómica sobre el sexo ennuestros días es Sexo atómico (día 13),de Rafael Hernández. Y una come-dia disparatada cerrará la Muestra:Los caballos cojos no trotan (día 20), delperiodista y novelista Luis del Valque interpreta el humorista alicanti-no Eloy Arenas.

El teatro que escriben y crean losautores españoles vivos, tiene queser un teatro que hable de las in-

quietudes y problemas de nuestracontemporaneidad, la nuestra y la delos creadores. Para Guillermo Heras,el director de la Muestra, los temasson actuales y variados pero lo mejordel certamen es demostrar que hayautores españoles vivos y con unatrayectoria de continuidad. Su sue-ño sería poder producir o co-produ-cir espectáculos. Su realidad es tratarde conseguir la difusión de los tex-tos, una difusión que este año pue-de suponer además de la exhibición,la plataforma para la traducción aotros idiomas, dada la asistencia desiete traductores que seguirán lamuestra y que llevarán a cabo unasesión de trabajo para estudiar losproblemas de la traducción, la edi-ción y la distribución de las obras quese presentan.

MARIA JOSÉ RAGUÉ

Para Guillermo Heras, director de la Muestra, los temas son

actuales y variados, pero lo que él valora de este Festival es

que hay autores españoles con una trayectoria de continuidad

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T E A T R O

EN Comedia sin títuloel espectador semezcla en el patio de butacas conpresuntos espectadores; no, no hallegado pronto, la obra ya ha empe-zado aunque vea el escenario desor-denado poblado de cajas y de acto-res que parecen prepararse para elensayo de Sueño de una noche de ve-rano; y también hay obreros y tra-moyistas que dialogan entre ellos,y el autor y el director que mantie-nen una conversación sobre ¡cómotraer la realidad alteatro! De repen-te entra gente dela calle y anunciaque ha estallado laRevolución. Asícomienza Come-dia sin título, unode los textos quenos han llegadode Federico Gar-cía Lorca más bre-ves por inacaba-do. Para algunosespecialistas, estedrama sin títulosería la terceraparte de una obracompleta qued e s a p a r e c i ó .Otros incluso hanllegado a mante-ner que se tratabadel desconocidoIV acto de El pú-blico, pieza con laque tiene seme-janzas cronológi-cas y estilísticas:ambas fueron es-critas tras su viajea Nueva York, bajo la influencia delsurrealismo, y antes del estallido dela Guerra Civil, en un momento degran efervescencia social y política:El público la escribió en 1930 y Co-

HACE años, ensayando una obra mía que ter-minaba con un batacazo automovilístico de losprotagonistas, uno de los actores, por quienprofeso especial simpatía, me propuso, cerve-za en mano, que fingiéramos mi fallecimien-to en situación similar a la de la obra. Debíquedarme ojoplático, porque él se vio obli-gado a argumentar que era un mecanismo pu-blicitario perfecto: podríamos vender la obracomo el último texto de un joven y prome-tedor dramaturgo cuya carrera quedaba, así,trágicamente truncada, etc. Luego, escondidoen una isla bajo falsa identidad, como un per-sonaje de Patricia Highsmith, podría seguir es-cribiendo obras que, pasado un tiempo, ven-deríamos en calidad de hallazgos de antiguosmanuscritos. “Vamos”, dijo mi amigo, “un éxi-to seguro”. Cortésmente, decliné la oferta.Pero juro que durante un tiempo le estuvedando vueltas a la idea, aunque sólo fuerapor lo de Patricia Highsmith.

No he podido evitar recordar esta anéc-dota tras leer la noticia de la concesión pós-tuma del Nacional de Literatura Dramáticaa Alberto Miralles. Yo no tuve demasiada re-lación con él y de hecho ni siquiera es un au-tor que me guste especialmente; pero lo delpremio me parece una tomadura de pelo yun insulto a su memoria. Porque Miralles,como otros autores, pertenece a una genera-ción de la dramaturgia española metódica-mente despreciada por el mismo establishmentque le premia ahora, cuando ya no está él paratirarles el premio a los morros. Si a nuestra mi-nistra no se le cae la cara de vergüenza conestas cosas a mí me sube la náusea de pensarlo que esta distinción, concedida en vida, po-dría haber hecho por el autor. Éste es país decarroñeros: basta con que alguien se muerapara que empecemos a alimentarnos de él.A lo largo de mi vida he visto a las mismas gen-tes hacer cola para ver los cadáveres de Fran-co, de Tierno Galván, de Lola Flores. En elfondo da igual si el difunto lleva uniforme obata de cola: es la muerte misma lo que ex-cita. Pero hablar bien de un vivo, premiar a unvivo, admirar a un vivo. ¡Ah! Eso, en espa-ñol, ese magnífico idioma nuestro del que tan-ta gente parece querer escapar, se llama po-sicionarse. Y no está de moda.

IGNACIO GARCÍA MAY

Portulanos

Difuntos Cintra estrena Comedia sin título en La Abadía

A cambiar la vidaMañana La Abadía de Madrid estrena su pri-mera producción de Lorca, Comedia sin título,texto inacabado y raramente representado, quetrata de la creación artística, de la revolución ydel teatro. Dirigido por uno de los directores másrespetados de la escena portuguesa, Luis Mi-guel Cintra, el elenco está encabezado por Al-berto Jiménez, Lucía Quintana y Ernesto Arias.

AALLBBEERRTTOO JJIIMMÉÉNNEEZZ,, EENN EELL CCEENNTTRROO,, IINNTTEERRPPRREETTAA AALL AAUUTTOORR

Luis Miguel Cintra: “La obra se ha convertido para

el equipo en un espectáculo sobre la profunda y trá-

gica soledad del artista como inventor de formas”

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media sin título en 1936. A estas, ha-bría que añadir Así que pasen cincoaños(1931), para conformar el llamado ci-clo de los misterios de Lorca, por elparalelismo que tienen estas obrascon los autos sacramentales.

Para la primera producción de LaAbadía de la temporada, y tambiénpara el primer Lorca que aborda ensu historia, el teatro ha recurrido al di-rector Luis Miguel Cintra, tambiénautor y actor favorito del cineastaManoel de Oliveira (El zapato deraso, Los caníbales), y fundador jun-to con Jorge Silva Melo del Teatro daCornucopia de Lisboa. No es arbi-traria su elección; además de su re-conocido prestigio, Cintra ya llevó

a escena con sucompañía El pú-blico en 1989,como Lluís Pas-qual, que lo estre-nó dos años antesy que ha sido has-ta la fecha el únicoque ha escenifica-do Comedia sin tí-tulo en nuestropaís, también en1989 y con un re-parto encabezadopor Imanol Arias,Juan José Otegui,Marisa Paredes yJuan Echanove.

Lorca, con unlenguaje en el quese detecta el radi-calismo políticode la época y la in-fluencia de lasvanguardias, decíaen una entrevistaacerca de este tex-to: “En lo formalacabo de terminarun acto completa-mente subversivo

que supone una verdadera revolu-ción de la técnica, un gran avance”.El autor vive un momento históri-co de grandes cambios socio-políti-cos que, como otros intelectuales

contemporáneos suyos, ejercen en éluna gran preocupación espiritual so-bre la función del arte y su verdad:“Me parece absurdo que el arte pue-da desligarse de la vida social, cuan-do no es otra cosa que la interpreta-ción de una fase de la vida por partede un temperamento sensible”.

Personajes o símbolos. Es éste elpunto de partida que a Cintra le hainteresado indagar, porque en Come-dia sin título los personajes son sím-bolos, como en los autos sacramen-tales: la obra, dice Cintra, “es un granmonólogo poblado de figuras de ale-goría, una especie de auto sacra-mental sobre la propia creación poé-tica, sobre la relación entre el arte yla vida. La obra transforma en dramala conciencia del poeta. Se trata deun teatro mental en el que se repre-senta el propio pensamiento de lacreación artística”.

Como el texto está incompleto,es el primer acto de una obra cuyo fi-nal se desconoce, el director ha que-rido incorporar un prólogo y un epí-logo, recurriendo a fragmentosprocedentes de El público, de en-trevistas y conferencias del autor, yde Calderón, autor por excelencia delos autos sacramentales y a cuya obraEl gran teatro del mundo ha recurrido.

Cintra ha colaborado con su es-cenógrafa habitual, Cristina Reis,quien ha recreado un ambiente en-tre onírico y mágico presidido pornumerosas cajas sorpresa. En el elen-co figuran, además de los actores ha-bituales de la compañía (Inma Nie-to, Chema Ruiz, Luis Moreno yErnesto Arias en el papel de direc-tor), la convincente Lucía Quinta-na actriz) y Alberto Jiménez (autor).Los ensayos de la obra han dejado suhuella en el equipo pues, según el di-rector, el título “se ha convertido paranosotros en un espectáculo sobre lametáfora teatral, sobre la profunday trágica soledad del artista comoinventor de formas”.

LIZ PERALES

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C I N E

Los nuevos cineastas

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Cinco jóvenes valores en el 35 Festival de Cortos de Alcalá de Henares

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SI hubiera que señalar una fechacomo punto de partida del espec-tacular aumento de la producción decortometrajes en España, más deuno pensaría en la providencial can-didatura al Oscar en 1997 al corto-metraje Esposados, de Juan CarlosFresnadillo. Hazaña que siete añosdespués repitió Nacho Vigalondocon 7.35 de la mañana. Entre am-bas fechas, dos factores fundamen-tales han intervenido para que loscortos hayan sustituido a los gru-pos de rock en las inquietudes crea-tivas de la juventud: el acceso quelas nuevas tecnologías ofrecen almedio y la posibilidad de promociónque dispensa el apabullante núme-ro de muestras y festivales.

Según datos del Instituto de Ci-nematografía del Ministerio de Cul-tura, en los últimos cinco años se hanproducido una media de 130 cor-tometrajes al año (sólo en 35 milí-metros... en vídeo la cifra se triplica)y la cantidad de festivales especiali-zados en el cortometraje (incluyen-do ficción, animación y documen-tales) aumenta cada temporadahasta alcanzar los 175 en territorioespañol durante el 2005. ¿Podemosasegurar entonces que en torno ala realización del cortometraje se haformado una industria? Nada máslejos de la realidad. Si entendemospor industria un tejido, una estruc-tura empresarial y productiva quegenera beneficios y puestos de tra-bajo, claramente no cabe hablar de“industria del cortometraje”.

Es el de los cortos un universoque responde a sus propias reglas,especie de invernadero de talentoso escuela de futuros cineastas, enel que nadie medianamente hones-to (y cuerdo) participa con ánimo de

lucro. El reconocimiento es lo má-ximo que uno puede exprimir a uncortometraje. El amor al arte, la ilu-sión de encontrar cierto feedback a sutrabajo o la necesidad de una dig-na carta de presentación frente alsector “profesional” de la indus-tria, es lo que mueve a todos –direc-tores, productores, actores, técni-cos...– a involucrarse en la delirantey difícil tarea de levantar una pelí-cula en corto. “Nadie cobra por sutrabajo, si acaso solamente los téc-nicos”, explica el experimentadocortometrajista Miguel del Arco.

Ayudas y festivales. El presupues-to medio de un corto, sin embargo,se sitúa en torno a los 40.000 euros,dinero que se destina principal-mente al alquiler del equipo eléc-trico (cámaras, luces, grúas, etc.),compra de película en celuloide, ca-tering, transporte y promoción (en-vío de la película a festivales). Lasfuentes de financiación son esen-cialmente tres: las ayudas y sub-venciones del Estado, de las dis-tintas Comunidades Autónomas yde los ayuntamientos municipales(en 2005, el ICAA ha destinado algomás de un millón de euros a la pro-ducción de cortometrajes); los con-cursos al desarrollo de proyectos decortometrajes (como el que convo-can cada año el festival de Medinadel Campo, con una dotación de18.000 euros), y el dinero que in-vierte el propio cortometrajista (queen la mayoría de los casos se asignapor necesidad el papel de produc-tor), sus familiares y amigos.

“El público de los cortos es muyvocacional”, destaca David Planell,pero a falta de una adecuada explo-tación comercial del corto –pues

los cines dejaron hace tiempo deprogramarlos en sus salas y las te-levisiones lo hacen de forma muyesporádica o en canales de pago–,a lo máximo que podrá aspirar el cor-tometrajista es a recuperar el dineroinvertido mediante la concesión depremios en el circuito de festiva-les, algunos de dotaciones tan sucu-lentas como los 9.000 euros del Pre-mio ‘Ciudad de Alcalá’.

“Los festivales son las platafor-mas de los nuevos realizadores, ymedianas y pequeñas ciudadescomo Alcalá de Henares o Medinadel Campo forman parte de una lar-ga lista que sigue aumentando, for-mando un circuito que los cortos re-corren cada año”, explica LoloFernández, co-autor del libro Objeti-vo: corto (Nuer Ediciones). Los fes-tivales, por tanto, actúan como filtrosde los trabajos que cada añodestacan por encima de losdemás, bien por su calidad opor su facilidad para conec-tar con el público. “Aunqueno dejan de ser una tómbo-la, los festivales se encar-gan de hacer la selección na-tural de talentos”, aseguraXavi Sala, quien presenta enAlcalá de Henares su exce-lente cortometraje Hiyab.

Según Pedro Medina, directorde Animadrid y miembro del comi-té de selección de ALCINE desdehace veinte años, “el circuito de losfestivales es una carrera de resis-tencia, van aguantando los mejoresy los demás se quedan en el cami-no”. Serán estos cortometrajistas losque luego lo tengan más fácil paradebutar en el largometraje, aunquenunca es una garantía, pues direc-tores multipremiados por sus cortos

(incluso con el Goya) como ÁlvaroPastor, Antonio Naharro o JuanaMacías todavía no han encontradoel productor dispuesto a apadrinar-les su primer largometraje. Otroscon más suerte como Daniel Sán-chez-Arévalo, Rafa Russo o AntonioHens estrenarán su ópera prima enlos próximos meses.

Paso previo. Junto a la televisión,la realización de cortos sigue sien-do el paso previo para encontrar laconfianza de la industria. “El corto-metraje debe mostrar cómo es el di-rector y ha de servir para que los jó-venes profesionales se introduzcanen la profesión”, asegura el produc-tor Andrés Vicente Gómez. Aprecia-ción a la que se suma el director deALCINE, Luis Mariano González,para quien el cortometraje “es la me-

jor y más solvente fórmula de de-mostrar las aptitudes profesionales,expresivas y creativas del realizadorcara a futuros proyectos de largome-trajes”. Y es que no son pocos losactuales directores en primera fila delcine español que comenzaron su ca-rrera con la realización de cortos:Achero Mañas, Alejandro Amenábar,Julio Médem, Álex de la Iglesia, Fer-nando León...

CARLOS REVIRIEGO

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Los cinco cortometrajistas reunidos por El Cultural compiten este fin de semana en el prestigioso Festival de

Cortometrajes de Alcalá de Henares (ALCINE). Sus cortos forman parte de las 43 cintas a competición que ha

seleccionado el certamen de entre más de 150 cortometrajes recibidos. Respondiendo a muy diversas inquietudes

y actitudes cinematográficas, los convocados son Xavi Sala (Hiyab), Miguel Del Arco (Morir, dormir, soñar), Alau-

da Ruiz de Elvira (Clases particulares), Juana Macías (Otra vida),

y David Planell (Ponys). Además, Nacho Vigalondo, nominado

al Oscar a Mejor Cortometraje en 2004, escribe sobre “la burbu-

ja mediática” y “la libertad impensable” que proporciona el corto. en ALCINE

En los últimos cinco años se han pro-

ducido en España una media de 130

cortometrajes al año, y la cantidad

de festivales especializados aumenta

cada temporada hasta alcanzar los 175

en el territorio español durante 2005

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Miguel del ArcoEL cine es un arte de muchas caras que exigeuna formación multidisciplinar. Miguel del Arco(Madrid, 1965) puede presumir de ello. Co-menzó en el campo de la interpretación, comomiembro de la Compañía de Teatro Clásico, yen el cine hemos podido ver su rostro en pelí-culas de Imanol Uribe, de Emilio Martínez Lá-zaro o de Manuel Gómez Pereira . Además se hacurtido como guionista trabajando en diversasseries. No encontró sin embargo mucho futurocomo guionista –“la disciplina más denostada detodo la industria”– por lo que en determinadomomento prefirió concentrarse en la realización.Formando tándem con Aitor Tejada, ha escritosus tres cortometrajes hasta la fecha: La envidiadel ejército Nipón, Palos de ciego amor, y el últi-

mo, Morir, dormir, so-ñar, con el que com-pite esta semana enAlcalá de Henares.Miguel del Arco poneen marcha en este cor-to un fascinante juegode identidades, degran fuerza y atractivovisual, que ofrece su

particular visión sobre la que cree ser “la en-fermedad del siglo XXI, la esquizofrenia”. Comohiciera David Fincher en Seven, dos actrices danvida a un mismo personaje que se debate cons-tantemente entre las dos formas de su concien-cia, resultando en una personalidad deformaday convirtiendo su vida en una pesadilla.

Socio de la productora de creación propia Ka-mikaze, Del Arco entiende el mundo del cor-tometraje como “la única manera de llegar aun rodaje profesional, algo así como el cabaretpara acceder al teatro”, y en su cajón guarda cua-tro guiones de largometraje de cosecha propia.“No creo que lo más complicado sea reunir la fi-nanciación suficiente, sino asegurarse una dis-tribución adecuada de la película”. Mientra tan-to, emplea el universo del corto como “un lugaridóneo para la experimentación a todos los ni-veles”. Pide algo más de autocrítica y de ries-go al cine español, “pues somos demasiado in-dulgentes con lo que hacemos”. Al menos paraél, el riesgo no ha caído en saco roto: más de cienpremios con tres cortometrajes. Un aval, sin em-bargo, que no parece suficiente: “De momen-to, nadie ha mostrado el más mínimo interés porfinanciarme un largo”. Sigue esperando. �

Solicitado y brillante guionis-ta de largometrajes (Héctor,La guerrilla de la memoria) ytelevisión (Lobos, HospitalCentral, Comisario), DavidPlanell (Madrid, 1967) yaganó en Alcalá de Henareshace dos años con el cortoCarisma, adaptación de unsketch teatral, que tambiénobtuvo una nominación en los Goya. Ahoracompetirá con su segunda pieza corta, Ponys,“un travieso juego de la verdad” en el que habuscado (y encontrado) “el flechazo entreactrices y texto”, un texto que en lugar depalabras parece lanzar cuchillos. Las actricesNatalia Mateo, Esther Ortega y Marta Aledo–“amigas cómplices y maravillosas actrices”,señala– llevan todo el peso de un diálogo a tresbandas tan mordaz como irónico en torno a loslímites de la confianza y la amistad.

Planell es de la opinión de que el cortome-traje pasa en España por su “edad de oro”, yaunque no tenga razones para pensar que la

industria viva de espaldas a laproducción de cortos, síconsidera que “los largos sonmucho más difíciles, yprobados autores de cortosnaufragan al enfrentarse a unlargo”. Él espera hacerlo enbreve, pues ya contempla laposibilidad de poner enmarcha un guión propio,

aparte de que amenaza con otro corto donde laimagen nazca al servicio del texto, Banal, queganó el premio al mejor proyecto en el pasadoCinema Jove. Alimenta sus escritos de lasenseñanzas de Pinter, Beckett y Mamet (“elteatro de las palabras justas”); y confiesa sudebilidad por la comedia, “lo más complicadoque hay”, especialmente si se mira en elespejo “del hiperrealismo y la ternura deBerlanga y a Azcona”, como efectivamente lohace. “Escribir es lo que más me gusta, perotambién con lo que más sufro –concluye–,porque un buen guión es lo más importantepara una buena película”. �

Alauda Ruiz de ElviraEL cortometraje que presenta en ALCINE, Clases particulares, es el resultado de su práctica en eltercer año de la Escuela de Cinematografía de Madrid (ECAM). Licenciada en Filología Inglesa enla Universidad de Deusto y en Comuniación Audiovisual por la UPV, Alauda Ruiz de Elvira (Ba-racaldo, 1978) ingresó en la Escuela de Cine para emular a sus cineastas preferidos, “contadoresde pequeñas historias que revelan grandes cuestiones de la condición humana”, léase Woody Allen,Agnès Jaoui, Sofia Coppola, Michael Winterbottom, etc. Del cine español, “al que le falta frescu-ra”, salva a Isabel Coixet y a Cesc Gay. “Tengo especial debilidad por los pequeños perdedores,los fracasados, aquellas almas aparentemente perdidas o desplazadas que pululan por el mundo,pues nos muestran mucho de nosotros mismos”. explica. A ellos dedica Clases particulares, su ter-cer corto después de El año potencial y La aritmética del beso, a una inteligente chica con dificulta-des para establecer relaciones sociales y a un estudiante que está dispuesto a lo que sea por apro-bar la última asignatura que le queda en la Facultad. El original acuerdo al que llegan para ayudarsemutuamente es el germen de un romance acaso previsible, pero que Alauda logra contar de una for-ma delicada, cercana y sin pretensiones. “Me preocupa también la estética de lo que cuento, por-que la forma a veces da todo el contenido, y considero importante imprimir a las imágenes una cier-

ta estilización”. Ganó recientemente el premio queofrecía el diario “Marca” a un proyecto de corto contemática deportiva, y lo hizo, claro, con la historia deun perdedor. Se titula Lo importante y lo rodará próxi-mamente en 35 mm. Se considera realista y pesimistaa partes iguales, y aunque confía en su talento parameter pie en el ruedo profesional de los largometra-jes, es consciente de que “el mundo audiovisual es elmundo de los contactos”. �

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David Planell

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Juana MacíasOCHO cortometrajes en diez años, más de cuarenta premios nacionales einternacionales y un Goya al Mejor Cortometraje por Siete cafés por semana(2000) ya es suficiente carta de presentación. Juana Macías (Madrid, 1971)es sin duda la cortometrajista más experimentada del momento. Licencia-da en Comunicación Audiovisual (UCM) y Técnico Superior en Realiza-ción (IORTV), es desde 1995 guionista y realizadora freelance de docu-mentales, videoclips y publicidad, actividad que ejerce desde su propiaproductora Teoponte P. C. Además, da clases de Realización Cinemato-gráfica en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid. Es un ejemplode cineasta que saca provecho del formato en corto para pulir y perfeccio-nar su técnica antes de su (inevitable) salto al largometraje, “pues cada

corto que hago me permite experimentar endistintos campos, que van de la estructura delguión al trabajo con los intérpretes”. De hecho,su corto Otra vida (que concursa en ALCINE)es el resultado de varios fragmentos de suguión de largometraje El tiempo de los sueños,que fue finalista del Tutorial Guión organizadopor la SGAE y con el que pretende realizar supuesta de largo, en la que actualmente vuelcatodas sus energías. “Me apetecía probar con losdistintos lenguajes que emplearé en el largo,pues es una película complicada en la que a

través de la sugerencia trato de explorar las relaciones entre la vigilia y lossueños”. Reto complicado del que sale bien parada. Algo descontenta conel trato que reciben los cortometrajistas, confiesa ser víctima de una“sensación contradictoria con la industria del cine”, pues no cree que ésta“aproveche la cantera de cineastas que tienen a su disposición”. Lemueve la curiosidad por “los misterios que esconde la rutina diaria, lasfantasías que alimentan la realidad y los grandes vacíos del mundocontemporáneo”, y para ello no exige escribir todas las historias querueda, pues al contrario de lo que se estila, entiende que director yguionista no tienen por qué ser una sola persona. Con el equipaje de sudilatada experiencia, sorprenderá a propios y extraños. �

Mucho antes de ponerse detrásde una cámara, Xavi Sala (Alican-te, 1971) ya inventó el cine super-poniendo música y diálogos a mon-tajes de diapositivas. “El conceptoya estaba ahí. Era mi forma de con-tar historias”. A los 24 fotogramaspor segundo llegó más tarde, des-pués de estudiar Periodismo y dar-se cuenta de que no quería dedi-carse a ello, y de trabajar comoguionista en televisión (Periodistas)como actividad alimenticia. Unbien día decidió probar con los cor-tometrajes, y en apeñas tres añosha rodado cuatro, dos en vídeo ydos en 35 mm. El último, Hiyab,que se le ocurrió viajando con suprimer corto (60 años) por diver-sos festivales internacionales (en-tre ellos Marruecos y Teherán) esun brillante y contundente alegatoen favor de la tolerancia social, cuyocontenido invita, si no a la contro-versia, a una seria reflexión sobre elchoque de culturas que día a día seinstala en las sociedades contem-poráneas. “Es una película contrael pensamiento único, contra laidea preconcebida de diseñar elmundo desde arriba y no desdeabajo”, sostiene.

Equipado de una sobria lucidez,de esa que responde a criterios pro-

pios, cree firmemente en el talen-to de las nuevas generaciones, aun-que considera que “la renovación seestá produciendo en los directo-res, pero no en los productores”. Sufrustración procede de cuatro lar-gometrajes escritos y ninguno pro-ducido, y eso que quedó finalista enel concurso de la SGAE a proyec-to de largometraje con el guiónBienvenida María. Íntimo de Beni-to Zambrano, Santi Amodeo y Al-berto Rodríguez (todos cineastas se-villanos), aboga por la dignidad delcortometrajista: “Se habla del cortocomo algo amateur, pero uno puedededicarse toda la vida a hacer cortos,porque una película no es más im-portante por lo que dure, sino por loque diga”. El tamaño no importa,efectivamente, y además valora “lainmediatez y la libertad” que ofre-ce el pequeño formato, “sobre todoen un cine, el español, que ha per-dido la capacidad de riesgo”. �

A veces cuesta reconocerlo (nosgusta gimotear con un cubata enla mano), pero en España hay unnúmero bastante superior a la me-dia europea de festivales generosos,muestras y encuentros. Y tambiénde cortometrajistas vocacionales,sólidos y con voz intransferible. Esel propio cortometrajista el que,desde la inseguridad, el ansia y la in-certidumbre acerca de su propio fu-turo, echa pestes sobre su propiomundillo. Es ley de vida. Comotambién es ley de vida la compla-cencia y falta de sentido crítico con

el que a veces se describe la pro-ducción cortometrajística (“El ju-rado quiere destacar la enorme ca-lidad bla bla bla”).

Lo que no es tan fácil de asimi-lar es la expectación y curiosidadque a veces se tiene desde afuerapor el producto español. Que enLos Ángeles exista la noción real deque España es un importante caldode cultivo de cineastas. Sin pesta-

ñear, les aseguro que cada año sur-gen de quince a veinte cortos que,de distribuirse en salas, arrasarían.

Pero aquí estamos, dentro de

una burbuja mediática que necesi-ta que a alguno nos nominen al Os-car para que se agriete. Podemos verel lado bueno a estar a la sombra,de que nuestros canales de distri-bución existan un poco más arrin-conados de lo que quisiéramos. Y es

que es con un pie metido en lo sub-terráneo cuando podemos disfru-tar de una libertad impensable enlas multisalas. Y no sólo hablo de esalibertad enrarecida y agresiva, sinotambién la que embruja al públiconecesitado de asombro.

Y, a fin de cuentas, las grandesaudiencias tienen todo el derechodel mundo a mirar para otro lado. Elproblema es que la industria haga lomismo, con lo necesitada que andade malabaristas de taquilla.

NACHO VIGALONDO

Una burbuja agrietada

Xavi Sala

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ACASO inspirándose en esta película, en unode sus desconsolados temas country Lucin-da Williams glosa la paradoja de la que senutre preguntando si “me amaste eterna-mente durante esos cuatro días”. El escena-rio de Los puentes de Madison es una granja per-dida en un paisaje plano de Iowa, más quepropicio para el country, pero no se equivocaEastwood llenando el ambiente de ópera,jazz, blues y temas de Johnny Hartman. Lamúsica que destila el transistor de la cocinao la radio del coche trae de vuelta imágenesgastadas del color de los sueños, de un tiem-po perdido, de una oportunidad desperdi-ciada. Si algo debe quedarnos claro tras lapelícula, es que a veces las cosas más impor-tantes de la vida no tienen nada que ver conconquistar la felicidad. Richard (Clint Eas-twood) y Francesca (Meryl Streep) lo acep-tan con resignada tristeza. La promesa de unafelicidad perfecta será sólo una nostalgia,un recuerdo de cuatro días para ellos.

El guionista Richard Lagravenese y eldirector Clint Eastwood saben que sus per-sonajes se enamoran de una idea, de algo alo que Richard prefiere llamar certeza, “unade esas certezas que sólo aparece una vezen la vida”. Aceptamos que el amor es unaidea, nos identificamos con esa idea y luegorenunciamos a ella cuando la realidad, menosgrandilocuente, se impone. Pero acaso tie-ne que ser así. El fotógrafo debe seguir su ca-mino y la ama de casa atender a sus obliga-ciones adquiridas. Qué hubiera sido de sus vidas juntos, qué tiempo depasión les habría sido concedido, cuánta culpa hubieran tenido que so-portar. Aunque sólo sirva de consuelo, si la historia de ese romance decuatro días no perteneciera a un pretérito empeñado en anular un fututrofeliz pero improbable, el libro de Robert James Waller no se hubiera con-vertido en un best-seller y nadie habría visto la película de Clint Eastwood.De ahí la importancia de la dimensión narrativa que añade el film respec-to a la novela, la de los hijos leyendo el diario, a pesar del evidente des-equilibrio que provoca en el resultado final.

Nos quedamos en la memoria, por tanto, con la lluvia, el retrovisor y lamano en la cerradura. Es duro admitirlo, pero el clímax emocional de Lospuentes de Madison descansa en el acto de renuncia a la felicidad, en la ab-

negación total del amor. Es lo que se supo-ne que debemos esperar de un melodrama.Dos personas se han encontrado sin buscar-se, se han reconocido, se han amado y sehan perdido para siempre. Lo extraordina-rio es que podamos comprender las razonesde que haya sido así. Es más, podemos re-vivirlas con ellos, se nos concede el privilegiode asistir a cada una de las miradas que serobaron, de los pensamientos que se callarony de las emociones que les pusieron en con-tacto con lo mejor de ellos mismos. Nuncauna mano sobre un hombro tuvo tanto inte-rés, tanto significado, en una película.

Insondables misterios. ¿Qué hace posi-ble que el cine ilumine de modo tan preci-so los insondables misterios del corazón?Ocurre en Breve encuentro, ocurre en Cartade una desconocida, y ocurre también en Lospuentes de Madison, acaso una suerte de com-binación de aquellas. Son películas herma-nas que retratan las mismas rugosidades delalma, la misma clase de vértigo y de duda yde fatalidad. Nos permiten descifrar los elo-cuentes silencios de los amantes, como sitodos los amantes del mundo emplearancódigos equivalentes y la historia estuvieracondenada a repetirse una y otra vez. En sualiento trágico es donde acaso hallamos suverdad para sentirla y creérnosla de nuevo.

Sobre las decisiones de Clint Eastwoodpara exprimir de esta historia la máxima

emoción posible, sin sentimentalismo, hay una que se antoja esencial.Meryl Streep. El mejor acierto de casting, el mejor trabajo de esta ex-traordinaria y extraña actriz. Su trabajo gestual, su acento, su mirada, susreacciones... insuperable Francesca. Sólo su radiante presencia ya estimulala propia actuación de Clint, que con este personaje se alejó del prototi-po creado para demostrar que es un gran actor (de cine) aparte de un ex-celente cineasta.

Es Los puentes de Madison una película-isla en la filmografía eastwoo-diana, sin demasiados lugares comunes si no es la grandeza, la epicidad querespiran las escenas determinantes, aquellas en las que se pone a pruebatodo el mecanismo de la película. Aquí el cineasta norteamericano se lojuega todo a un semáforo. Tanto con tan poco. C. R.

El Cultural entrega el próximo jueves, por sólo 7,50 euros, el DVD Los puentes de Madison (1995), película-isla en la fil-mografía de Clint Eastwood con la que el actor y director mostró su sensibilidad para el melodrama. Meryl Streep diouna exhibición de su extraordinario talento en la piel de Francesca, una ama de casa que se debate entre el amor y la familia.

–Steven Spielberg había adquirido los derechos de lanovela para dirigir la película, pero finalmente con-tactó con Eastwood para que la hiciera, justo antes deque Bruce Beresford abandonara el proyecto.–Antes de que Clint Eastwood entrara como direc-tor, se barajaron como actrices para interpretar a Fran-cesca, a Angelica Houston, Barbara Hershey, JessicaLange, Susan Sarandon y Glenn Close.–El libro estaba construido desde el punto de vista delhombre, pero Eastwood consideró más interesantereescribir el guión desde la perspectiva de Francesca.

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Los puentes de Madison

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LA Sociedad Estatal de Con-memoraciones Culturalesafronta el próximo sábado enTomelloso uno de sus mayo-res retos en la celebración delpersonaje cervantino. El es-treno de Don Chisciotte del se-villano Manuel García(1775–1832). El proyecto queviajará también a Albacete(día 15), Puertollano (17) yValdepeñas (19), estará dirigi-do por Juan de Udaeta y Gus-tavo Tambascio, y cuenta conla colaboración de los can-tantes Rufus Müller y TeresaBerganza. Con él renace unaópera de uno de nuestros au-tores más internacionalesque, hasta el momento, habíapermanecido oculto en los archivos.

La batalla por el patrimonio ol-vidado parece vivir un buen mo-mento al comprobar que intérpretesy estudiosos están constatando elgran filón lírico que proporcionan lossiglos XVIII y XIX. Cuyás, Martín ySoler, Sor, Arrieta, Eslava, Carnicer,son eslabones perdidos de nuestropasado y que, curiosamente, si novienen a cambiar jerarquías en la his-toria mundial de la música –algoprácticamente imposible a estas al-turas–, sí pueden a enriquecer sus di-ferentes etapas. Pero quizá, en elcaso que nos ocupa, es probable queobligue a replantear algunos aspec-tos porque, como comenta TeresaBerganza a preguntas de El Cultu-ral, “es que García no es Mozart, nies Rossini. Estamos ante un com-positor con personalidad propia, a ca-ballo de ambos y con una españoli-dad perceptible en los giros que,sin ir más lejos, se multiplican ensu Don Chisciotte”, afirma con su ha-bitual franqueza. La mezzo, quepese a superar una reciente inter-vención, se ha zambullido de llenoen el proyecto de recuperación deesta ópera, constata que García está

justo “en el medio de dos genera-ciones, la de Mozart y la de Rossini”.

Hay que tener en cuenta que elcompositor y tenor sevillano era die-cinueve años más joven que el salz-burgués y diecisiete mayor que el dePésaro, lo que se aprecia de su formade escritura. García, compositor, can-tante, empresario y profesor, dotadode una extensa voz, lo mismo impu-so el personaje de Don Giovannien Londres, París y Nueva York–donde presentó en 1825 la obra deMozart, en la primera temporadade ópera italiana de la ciudad– queprotagonizó el conde Almaviva en elestreno del El barbero de Sevilla enRoma. Su monodrama El poeta cal-culista alcanzó tal popularidad queLiszt compuso en 1836, cuatro añosdespués de la muerte de su autor, unendiablado Rondo fantástico para pia-no que, sin duda, actuó como intro-ductor del exotismo a la española enel París decimonónico.

Obra olvidada. Cualquier aficiona-do podrá entonces preguntarse quérazones llevaron la obra de este autoral olvido. En realidad no fue algo di-ferente al que vivieron tantos de sus

contemporáneos. Autores muy po-pulares en su día, desde Spontini aPäer, se han convertido en poco másque referencias de enciclopedia. Yaunque el García compositor se des-colgó del “repertorio”, desde hacetiempo, la fama de sus hijos proyectóun importante epílogo. Entre éstosencontramos a Manuel Patricio Gar-cía, inventor del laringoscopio, cuyométodo de canto se ha seguido con-sultando hasta ahora o las noveladasPauline Viardot o María Malibran (desolteras García), creadoras de tantospersonajes celebérrimos.

El interés por el compositor hasido mucho más reciente. Dos mu-sicólogos han sido sus impulsores.Celsa Alonso en España, autora de laprimera edición crítica de sus Ca-prichos líricos, que llevaran al discola propia Berganza o Ernesto Palacio,maestro de Juan Diego Flórez, y elprofesor norteamericano James Ra-domski, que publicó en el año 2000una extensa biografía en inglés, lue-go traducida. Radomski, profesor enla Universidad del Estado de Cali-fornia, no duda en señalar que Ma-nuel García merece un hueco “jun-to a las más importantes figuras del

mundo operístico tanto por el valorintrínseco de sus obras como por suconsideración como virtuoso, pro-fesor, director y compositor”.

El olvido de sus obras ha sido fru-to de cuestiones estilísticas. TeresaBerganza, comenta a este suple-mento que “por lo que podemosdeducir de sus obras, los requeri-mientos canoros son tan precisoscomo si se dirigiera a un instrumen-to. Hay pasajes endiablados aunqueno gratuitos, porque muchos mo-mentos son de calidad. Su técnicaparte de un extraordinario dominiodel fiato. Yo siempre defendí su va-lor. Lo hice a raíz de la grabaciónde sus Caprichos líricos y ahora, vien-do esta ópera, resulta evidente”. Lamezzo forma parte del grupo que, li-derado por Juan de Udaeta, ha re-cuperado este Don Chisciotte. “Fueen mi casa, con Udaeta, que nos le-ímos, de pe a pa, con el piano, todala obra. Luego me quedé afónica tresdías porque yo quería cantar a todacosta todos los papeles. Pero la sor-presa fue morrocotuda: estamos anteuna composición excelente”.

Un aura de misterio rodea la par-titura. No tenemos “ni idea” en dón-

La ciudad de Tomelloso acoge este sábado uno de los pro-yectos más ambiciosos del IV centenario del personaje crea-do por Cervantes: la recuperación de la ópera Don Chisciotte. Laobra, que recorrerá varias ciudades de La Mancha, perteneceal compositor y célebre tenor sevillano Manuel García, unode los grandes nombres de la historia de la ópera, cuyo olvidoresponde al habitual desprecio hispano por nuestro patrimoniohistórico. El Cultural analiza las claves del acontecimiento.

M Ú S I C A

Don Chisciotte llega a Tomelloso

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de y cuándo exactamente se estre-nó. De hecho, su biógrafo, el me-ticuloso Radomski apenas se limitaa incluirla, sin comentarios, en el ca-tálogo. Analizando su estilo, parecefruto de su última etapa americana,entre 1825 y 1829, y quizá fue pen-sada para los teatros donde estre-nó en Nueva York o México, sinolvidar, a lo mejor, París, que le aco-gió poco antes de morir.

Entre Mozart y Rossini. En DonChisciotte se muestra el vínculo de suautor con Mozart y Rossini y Do-nizetti. El musicólogo Emilio Casa-res comenta que “su interpretacióndurante aquellos años en los grandesescenarios europeos del personajecentral del Don Giovanni,pudo mar-car al sevillano y esta realidad quedapatente en los primeros números dela obra”. Es una ópera cómica aun-que con peso dramático, como enla de Mozart y a lo mejor se pue-den establecer algunos paralelismos.Leporello podría ser Sancho y DonQuijote, Don Giovanni. Las refe-rencias a Mozart están también en lapresencia de aquellos elementosfantásticos del personaje de Bruni-

rosa y en el uso de los tres trombo-nes en los momentos en que apa-rece Don Quijote –que recuerda laentrada de el Comendador en DonGiovanni–. Pero García va más alládel lenguaje mozartiano. Así, in-crementa la orquesta con cuatrotrompas y se separa del salzburguéscon el uso de un bel canto más de-cidido que se acusa en los dos per-sonajes centrales, Dorotea y Don

Quijote y en los dosdúos amorosos en-tre Dorotea y Car-denio y Dorotea yFernando, en losque hay un lengua-je común con Ros-

sini. García se concentra en el can-to y cada personaje tiene momentosde lucimiento a través de una mú-sica que describe los diversos ca-racteres, lo bufo de Sancho, lo do-liente de Dorotea, la bravura deFernando y lo dramático de DonQuijote. Don Chisciotte merece aúnotro comentario: el uso en ella dehablados y no del recitativo acom-pañado. Los franceses y más con-cretamente la ópera comique de estepaís, abominaron del recitativo ita-

liano. García por ello vuelve al sis-tema que ya empleó en Il califfo diBagdag con el que había tenido tan-to éxito, el uso del hablado, comohará nuestra zarzuela. Para Casares,estas últimas realidades nos hacenpensar que a lo mejor García pen-saba en París cuando compone laobra y que, sin negar la definiciónitaliana de la obra, también haya algodel García francés. Para Juan deUdaeta, autor de la edición críticapara el Instituto Complutense deCiencias Musicales, y director mu-sical del proyecto, “resulta intere-sante destacar que no existe, en nin-guno de los manuscritos, referenciaalguna al autor del libreto. Y lo queparece claro es que, quienquiera quefuera su autor conocía a fondo la obrade Cervantes y se ciñó, con bastantefidelidad, a la sucesión de capítulosen los que se van entrecruzando lashistorias y aventuras del cura, delbarbero, de Dorotea, de Cardenio,de Don Quijote en Sierra Morenay de Fernando, hasta la escena fi-nal en que regresa Don Quijote en-cerrado en una jaula”.

LUIS G. IBERNI

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LL OO SS CC AA NN TT AA NN TT EE SS DD EED O N C H I S C I O T T E

DD UU RR AA NN TT EE LL OO SS EE NN SS AA YY OO SS

LA recuperación de Don Chis-ciotte ha requerido un gran es-fuerzo de documentación. Nin-guna de las obras de García -incluso aquellas que tuvieronmás éxito como Il califfo di Bag-dad o La mort du Tasse, estáneditadas moderna-mente. De su DonChisciotte se conocíatanto la existencia delos manuscritos comodel lugar en que és-tos se hallaban: doscopias en la Biblioteca Nacionalde Francia y una tercera en la Bi-blioteca Histórica del Ayunta-miento de Madrid (en la ima-gen). Sin embargo quedantodavía por conocerse datosacerca de la fecha de composi-ción, lugar del estreno o inclu-so sobre el autor del libreto. Sepuede especular si se esta ópe-ra se pudo estrenar o el falleci-miento del autor lo malogró.

Una ópera llenade enigmas

JAVIER DEL REAL

ICCMU

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COMO cada año, y van 25, sale a la palestra el Fes-tival BBK, con el epígrafe “Músicas Actuales”, uncertamen que planifica y organiza el Grupo LIMde Jesús Villa Rojo, que este año cumple 30 añosde vida sin aparente desfallecimiento. Y ya sonaños en un país como el nuestro, en el que estetipo de iniciativas suelen zozobrar a las primerasde cambio. Para esta edición, que se desarrollaráen el Museo Guggenheim –pocos escenarios tanapropiados sin duda– se sigue una idea conti-nuista, de prolongación de las anteriores.

Hay cuatro grandes puntos de actuación quevertebran el festival. El primero se refiere a la pre-sencia de los maestros fundamentales del siglopasado. Por ejemplo, Boulez, de quien se escuchará,en su 80 aniversario, Dérive, una singular obra ca-merística; Henze, con su Adagio-Adagio, para tríocon piano; Scelsi, en su centenario, con su obra paraguitarra Kotha. Otros nombres más antiguos en eltiempo, más clásicos si se quiere, son Debussy (Seisepígrafes antiguos), Ravel (Rapsodia española), Rach-maninov (Seis piezas op. 11), todas ellas para piano acuatro manos, George Gershwin (arreglo para gru-po de cámara de su Rapsodia en blue), Schönberg

(Sinfonía de cámara op. 9, versión reducidade Webern). La segunda línea esenciales la de la convivencia de las más varia-das estéticas practicadas desde el siglo XX.En este apartado han de citarse varios fun-damentales protagonistas de la músicamás reciente a los que muy justamente sehomenajea en virtud de diversos tiposde aniversario: El centenario de ErnestoHalffter, uno de los grandes de la gene-ración del 27, el ya mencionado de Scel-si, el 75 cumpleaños de los españoles Luisde Pablo y Cristóbal Halffter y el del ja-

ponés Toru Takemitsu.Se señala asimismo la incorpora-

ción de nuevas partituras y nuevosformatos instrumentales y, como

cuarto pilar de la convocatoria, la presencia infor-mativa de las investigaciones desarrolladas en lasnuevas tecnologías alrededor de la música; algo enlo que siempre ha estado firmemente interesa-do, como decidido protagonista, Villa Rojo. Hay,en efecto, nuevas propuestas, que se escuchan porprimera vez en Bilbao o en España o, incluso, en elmundo. Son nuevas en España Alcuna verità indi-mostrabili de Franco Oppo, Composizione de Ema-nuele Casale. Y estrenos absolutos: Espejismos deJosé Susi, November de Massimo Botter, Le para-doxe de la lucarne de Jean-Marc Chouvel, Impro 1de Gonzalo Tejada, y tres obras sin concretar, unade Iker Ruiz de Alegría, otra de Ignacio Monte-rrubio y una tercera de Borja Ramos, en un con-cierto, que cierra el 30 de noviembre el ciclo, enel que actúa el conjunto Espacio SINKRO, cons-tituido por saxofones, contrabajo, percusión, videoy electroacústica.

Entre los nueve conciertos hay uno sinfónico,a cargo de la Sinfónica de Bilbao dirigida por Gun-ther Neuhold, en el que interviene el excelentecellista bilbaíno Asier Polo, que toca el ConciertoFrondoso misterio de De Pablo. A. REVERTER

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De trabajoRESULTA que los críticos son obreros que,cuando van a un espectáculo, van a trabajar.Como ningún obrero va a la fábrica con supareja, pues tampoco los críticos debenhacerlo cuando tengan que ir a un concier-to. Por tanto sólo hay que darles una en-trada. Eso sí, los directores de sus diariossí pueden disponer de dos entradas por-que ellos no van a trabajar. Y, claro, los je-rifaltes de salas y teatros de conciertos sue-len ir con sus parejas. ¿Será porque ellosno están trabajando? Así lo parieron en pro-tocolo de la Generalitat valenciana en lainauguración del Palau de les Arts. Y así serumoreó meses atrás que lo iba a parir otrainstitución. Parece que se anda con ganasde poner a los críticos a trabajar como asa-lariados normales.

Hay también quienes mantienen un cu-rioso argumento para justificar otra dife-rencia entre aquellos con derecho a una odos entradas. Y es que los invitados no crí-ticos van tras un arduo día laboral. Los con-ciertos son a las ocho de la tarde y si nofuesen con sus parejas no las verían hastaentrada la noche. Como si los críticos es-tuviesen todo el día en su casa jugando alparchís con sus parejas. Y los críticos que,o tienen otra profesión o se dedican a fon-do a la música, pasan en cualquier caso todoel día trabajando, y van a los espectáculos alfinal de una jornada laboral normal. ¿Cuán-do verían a sus parejas si todos los días vana un concierto y, en España, frecuente-mente terminan a las 00:30?

Ningún crítico musical figura en la nó-mina de su periódico. Todos son “colabo-radores”. A tanto la pieza y sin siquiera su-bidas de IPC. Por cada crítica, descontandogastos de desplazamiento y extras, recibeun crítico una remuneración que viene a serpor hora de unos veinte euros. Luego hayque pagar impuestos y la seguridad socialde autónomos. Y con todas las tardes deguardia, disponibles al servicio de la em-presa. Vamos, un chollo. Por ello muchoscríticos se dedican a criticar por los “efectoscolaterales” como la asistencia a los espec-táculos gratis con la pareja. Si no, de qué.

Cierto, los críticos son cornudos para mu-chos, pero ahora los quieren también apa-leados. BECKMESSER.COM

LA Sinfónica Ciudad de Oviedo visita este sábadoel Ciclo Complutense. El Auditorio Nacional aco-ge el curioso programa que se abre con la Marchanupcial ideada por el ovetense Jorge Muñiz, regalosonoro del Ayuntamiento de la capital a su paisanala Princesa Letizia con motivo de su boda. Su ti-tular actual, el curtido vienés Friedrich Haider(1961), se hará cargo también delRequiem de Che-rubini y del Concierto para trompeta de Hummel,con el excelente solista húngaro Gábor Boldoczki.

Boda y trompetaLA Orquesta Nacional de Lituania participa elpróximo martes en el Ciclo de Juventudes Mu-sicales que acoge el Auditorio Nacional. Al fren-te estará el joven Robertas Servenikas, secun-dado por dos viejos conocidos por la aficiónespañola, el cellista a Mischa Maisky y el tambiénlituano Julian Rachlin. El concierto, puro luci-miento de estos músicos, incluye el Doble con-cierto de Brahms, para seguir con el Don Quijote deStrauss con Rachlin, esta vez a cargo de la viola.

Eslavos en la cuerda

Bilbao, un cuarto de siglo de música actual

MIGUEL SANCRISTÓBAL

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M Ú S I C A

LA Ópera de Oviedo estrenael próximo miércoles MadamaButterfly en la muy tradicionalproducción que Mario Pontig-gia ideara para las óperas deMontecarlo y Las Palmas. Elcumplidor maestro francésAlain Guigal, habitual de nues-tras temporadas, estará al frentede la Sinfónica del Principadode Asturias para dar salida a lamúsica de esta ópera estrena-da por Puccini en la Scala en

1904. Pero el verdadero atrac-tivo de la propuesta ovetensereside en la elegida para el rol dela heroína, la soprano VerónicaVillarroel. La artista chilena esuno de los más reconocidos re-ferentes en la interpretación deButterfly. Villarroel fue, de he-cho, la primera mujer no japo-nesa invitada a cantarlo en elNuevo Teatro Nacional de To-kio. Su temperamento aporta alpapel una credibilidad que se

apoya en la intensidad dramáti-ca de su voz. Completan el re-parto Marina Rodríguez-Cusí,excelente Suzuki, Fabio Sar-tori, buena voz de lírico paraPinkerton y el veterano JoséRuiz será, un magnífico Goro.

EL organista y maestro austriaco Martin Hasel-böck visita hoy y mañana el Teatro Calderónde Valladolid para dirigir el concierto de abonode la Orquesta de Castilla y León. Hace tresdécadas fundó la Wiener Akademie. En esta oca-sión se hará cargo de un programa que arrancacon la Sinfonía nº 96, El milagro,de Haydn y con-cluye con la Octava de Beethoven. Entre mediasdos obras de calidad para guitarra y orquesta, conManuel Barrueco que interpretará Folías delportorriqueño Roberto Sierra y la versión paraeste instrumento de Fratres (1977) de Arvo Pärt.

Haselböck en Valladolid

Butterfly de referencia en OviedoTRES creadores coetáneos protagonizan sendosconciertos de abono que la Orquesta Nacionalofrece, a partir de mañana, en el su sede del Au-ditorio. La formación, mandada por Josep Pons,despide su celebración del cuarto centenario dela publicación de Don Quijote con quizá una delas mejores obras orquestales concebidas so-bre la novela, Don Quijote velando las armas deÓscar Esplá (1889-1976). Le seguirá el Con-cierto Capriccio, para arpa, de Xavier Montsal-vatge (1912-2002), con Xavier de Maistre comosolista. Por último, de Igor Stravinski (1882-1972),se escuchará su obra maestra El pájaro de fuego.

La ONE vela armas

ÓPERA DE LAS PALMAS

EL director alemán Christoph von Dohnányi(Berlín, 1929), emprende hoy una gira por nues-tro país que le llevará al Palau de Barcelona, Au-ditorio Nacional, mañana, y al Palau valencianoel sábado. Vinculado estrechamente durantemás de una década con la Orquesta de Cleve-land así como las óperas de Londres, París o Vie-na, llega a España para dirigir a la que es su ac-tual formación de referencia, la Sinfónica de laNDR, la radio de Hamburgo. En ambos pro-gramas figura el Divertimento para cuerdade Bar-tok junto a la Séptima sinfonía de Bruckner.

Dohnányi con la NDRLA música norteamericana no deja de ganar en-teros en nuestras programaciones. Esta vez esla Orquesta de Radiotelevisión la que pone ensus atriles dos partituras bien representativasde la idiosincrasia de esa cultura. Un asiduo dela formación, el americano George Pehlivanian,es el encargado de dirigir, hoy y mañana en el Mo-numental de Madrid, la Sinfonía Jeremiah deBernstein así como el Concierto para clarinete deCopland. Como solista para esta última obra ac-tuará uno de los paladines desde hace dos dé-cadas del instrumento, la alemana Sabine Meyer.

Aires norteamericanos

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M Ú S I C A

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El Tristan de Domingo

GIACHINO ROSSINILA CENERENTOLA

SINF. DE LA SWR/A. ZEDDA

NAXOS 8 660191 92

DESPUÉS de sus magnífi-cos Tancredi y La Sonnam-bula para Naxos, AlbertoZedda vuelve a dar en ladiana con esta excelenteCenerentola grabada en vivoen el Festival Rossini deWildbad, en Alemania, ennoviembre de 2004. Sudirección es ágil y elegan-te, siempre con la comici-dad justa, obteniendo unamagnífica prestación delconjunto de la radio deKaiserslautern y un ento-nadísimo equipo vocal.Joyce DiDonato es unaAngelina de primer orden,resuelta en las agilidades ycálida en la expresión. Eltenor granadino José Ma-nuel Zapata es un DonRamiro impecable, conuna voz con cuerpo y granhabilidad técnica. BrunoPraticò repite su conocidoDon Magnifico. En suma,una producción que notiene nada que envidiar alas versiones de preciomás alto. R. BANÚS

BELA BARTOKEL CASTILLO DE BARBAZUL

SINF. BBC/J. P. SARASTE

WARNER 2564 61953 2

NO cabe duda de quecuando una ópera se inter-preta en vivo llega máscalurosamente al oyente.Sucede con este registro dela extraordinaria óperabreve de Bartók. Las clavessimbólica y metafórica dela composición, eselenguaje oscuro que narrala tortuosa relación de Ju-dith con su marido, el mis-terio que alberga estaacción introspectiva se nosfacilitan en esta recreaciónconcertante de 7 de sep-tiembre de 2004, en la queJohn Tomlinson hace unenigmático, oscuro y pétreoBarbazul y Jeanne-MichèleCharbonnet caracterizamuy bien, vibrato aparte, lafigura de su curiosa últimaesposa. El clima está bienconseguido por el en ge-neral más bien gélido Juk-ka-Pekka Saraste, que haceresplandecer a la Sinfónicade la BBC, al abrirse lalujuriosa y verdeantepuerta nº 6. A. REVERTER

RICHARD WAGNER: TRISTÁN E ISOLDA

DOMINGO/STEMME/BÄR/PAPE/BOSTRIDGE/VILLAZÓN

CORO Y ORQ. DEL COVENT GARDEN. A. PAPPANO, DIRECTOR

EEMMII 77224433 55 5588000066

SIN duda una de las grabaciones operísticas que mayorexpectación ha despertado en los últimos años. La razón:la asunción por Plácido Domingo, pasados los sesentaaños, de un papel que nunca pudo cantar en vivo peroque “precisaba” para reafirmarse en la historia de losgrandes tenores. Domingo, Vickers y Vinay componenun trío de tenores capaces de cantar Otelloy Tristán. Y Do-mingo lo hace con una voz aún bellísima, muy musical ycarnosa. Es un Tristán humano, sobresaliente y superiora lo que cabría esperar. Pero este registro representa mu-cho más y no se puede sino con cierta nostalgia.

Ha transcurrido casi la edad del tenor madrileñodesde que EMI grabara su primer Tristan con Beecham.Luego vendría el célebre de Legge con Furtwängler, Su-thaus y Flagstad. De entonces a hoy algunos muy bue-nos, también en otras discográficas, como los de Kara-jan y Böhm. Y hoy llegamos al que quizá no sólo sea elúltimo Tristánde la historia de las grabaciones operísticasen estudio sino quizá la última ópera de estudio. Los cos-tes no dejan otra salida que el vivo y quizá el público loagradezca, con estudios convertiso en salas de trucos,en donde se “diseñan” notas que los cantantes no po-seen y se realizan todo tipo de cambios. ¿Cómo, si no,puede haber grabado Domingo este Tristan si no con ho-ras de descanso? Mas ahí está: irreal pero excepcional.

Al mismo nivel se halla Nina Stemme, también unaIsolda humana. Luego René Pape en un Marke muy no-ble con legato casi italiano. Bastante por detrás la mezzoFujimura y el barítono Bär. Pappano huye de misticis-mos para ofrecer una lectura cuya vida es lo principal. Noel mejor Tristan pero sí bueno. GONZALO ALONSO

W. A. MOZARTSONATAS PARA VIOLÍN Y PIANO

HILARY HAHN/N. ZHU

DG 477 5572

LA ex niña prodigio HilaryHahn (Lexington, Virginia,1979) ha devenido, desdeaquel sorprendente debuta los 6 años en Baltimore,en una violinista excelente,que ha elegido para estedisco de 2004 unaselección de la mejoressonatas de Mozart parateclado y violín. Dospartituras de las llamadasSonatas de Mannheim opalatinas, K 301 (293a)y304 (300c), una del gruposiguiente, la K 376 (374d),y la última de la serie, K526. La instrumentistasorprende por la suavidad ylevedad de su arco y por lasedosidad y tersura delsonido, que nos trae a lamemoria el cálido timbrede Arthur Grumiaux. Esmagnífica la forma decantar los andantes ynotables la elegancia,frescura de acentos ysencillez de exposición.Buen apoyo de la pianistaNatalie Zhu. A. R.

Discos más vendidosTÍTULO AUTORES INTÉRPRETES DISCOGRÁFICA1 Opera proibita Varios C. Bartoli DECCA

2 Latino Varios Orfeón Donostiarra RTVE

3 Renée Fleming: Sacred Songs Varios R. Fleming DECCA

4 Tristan und Isolda R. Wagner P. Domingo EMI

5 Arias for Senesio Varios A. Scholl DECCA

6 Altre Follie Varios Hesperion XXI ALIA VOX

7 La Traviata G. Verdi Netrebko/Villazón DG

8 Callas Platinum Collection Varios M. Callas EMI

9 Sinfonía nº 4 G. Mahler C. Abbado DG

10 La cantada española en América Varios Al Ayre Español HARMONIA

Barcelona: Castelló, FNAC, El Corte Inglés Bilbao: Vellido Gijón Discoteca Madrid: El Corte Inglés, FNAC Palmade Mallorca: Tot Clàssic San Sebastián: Parsifal Sevilla: Allegro Zaragoza: El Corte Inglés, FNAC Valencia: FNAC

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1. ¿Qué es el la gripe aviar? El virusde la gripe aviar, como todos los vi-rus de la gripe, pertenece a la familiaOrthomyxoviridae. El genoma ARNde este agente viral está constitui-do por ocho segmentos de distintotamaño. Insertadas en una membra-na lipídica externa se encuentran lasglicoproteínas más conocidas y de-terminantes de cada subtipo viral: laHemaglutinina (HA) y la Neurami-nidasa (NA) implicadas en la inva-sión de los tejidos, unión y entradaen la célula diana. Estas dos proteí-nas constituyen las letras H y N delos diferentes virus de la gripe.

2. ¿Qué significa H5N1? De lostres géneros principales de la familiaOrthomyxoviridae (A, B y C), sólo lagripe A engloba a virus altamente va-riables, ubicuos y con la capacidad deinfectar a un enorme número de es-pecies de aves y mamíferos. Por otraparte, HA y NA son antígenos muyvariables, conociéndose hasta 16subtipos de HA y 9 de NA que pue-den combinarsede todas las for-mas posibles ori-ginando los dife-rentes serotipos virales, como H1N1,N3N2 (virus que nos suele visitarcada año) o el aviar H5N1, cuya vi-rulencia, alta tasa de mutación y laposibilidad de intercambiar seg-mentos genómicos en caso de coin-cidir con otros virus del mismo gé-nero le confieren una especialpeligrosidad.

3. ¿Que diferencia existe entre elvirus H5N1 y el que nos ataca todoslos inviernos? Nuestra gripe comúnincluye agentes del Género A(H1N1, H3N2) y B; contra ellos sesuelen preparar las vacunas de cadatemporada. El virus H5N1, en cam-bio, es altamente específico de aves,principalmente acuáticas y de corral:más de 140 millones de aves muer-

tas en Asia y solamente, por contac-to estrecho con animales infectados,en unas 100 ocasiones el virus pudosaltar a humanos, sin que se hayaadaptado, hasta la fecha, al nuevohuésped para transmitirse persona-persona.

4. ¿Cómo se transmite el virusH5N1? Esta es una pregunta clave

para explicar la alarma suscitada. Ungran número de especies de aves po-drían infectarse con H5N1, siendolas de corral las más susceptibles.Además, muchas aves acuáticas mi-gratorias podrían portar el virus deforma crónica y volar largas distan-cias antes de enfermar y morir. Enotros pájaros, como los que habitan

en nuestras ciudades libres o en jau-las, el virus se ha visto de forma muyesporádica y sin manifestación clíni-ca. Cuando una gallina se infecta porH5N1, normalmente muere en po-cos días sin poner huevos. Los con-troles y mecanismos de vigilancia lle-vados a cabo hacen que, de hecho, laposibilidad de que un huevo con-taminado llegue hasta nuestras ma-nos sea virtualmente nula.

5. ¿Cómo identificamos la infec-ción en aves? H5N1 infecta princi-palmente el tracto respiratorio y gas-trointestinal de las aves, por lo quees expulsado en secreciones respira-torias y heces. Zonas de gran aglo-meración de aves acuáticas migrato-rias y granjas de explotación avícolafavorecen la expansión del virus; tra-bajadores que manipulan estas aveso sus heces, personas que viven es-trechamente con estos animales, sonpotenciales víctimas de una pocoprobable transmisión interespecífi-ca. La presencia de animales enfer-

mos en las gran-jas se detectapor síntomas in-directos (bajada

del consumo de pienso, agua o pues-ta de huevos) o directos (signos res-piratorios severos, cianosis de crestasy patas, plumaje erizado, diarrea...).

6. ¿Qué opciones reales hay deuna transmisión entre humanos? Bá-sicamente, tres : 1. Adaptación víri-ca directa, pero paulatina, desde elave al humano. Normalmente esteproceso lleva aparejada una dismi-nución de la virulencia. 2. Infecciónsimultánea de una persona con elH5N1 y un virus de la gripe huma-na; posibilidad a tener en cuenta enzonas con gran aglomeración hu-mana y aviar. De la interacción deambos virus, y por reordenamientogénico, podría salir un híbrido viru-lento y transmisible persona-perso-

La preocupación por la posible adaptación de lagripe aviar a humanos ha disparado las alertassanitarias de todo el mundo. El virólogo José

Antonio López Guerrero, que participa en la V Semanade la Ciencia que se celebra en Madrid hasta el 20 de no-viembre, despeja para El Cultural las diez preguntas fun-damentales en torno a la naturaleza de este tipo de virus.

C I E N C I A

EFE

Gripe aviarDiez respuestas para una sola alarma

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na. 3. La reorganización de segmen-tos génicos se produce en un terceranimal, como el cerdo, antes de pa-sar a humanos. Algo que debe que-dar claro es que el virus que resultede la adaptación del H5N1 a huma-nos no tiene por qué ser tan mortí-fero como el agente de partida.

7. ¿Estamos a las puertas de unapandemia? Estadísticamente, pan-demias por el virus de la gripe se hanvenido produciendo cada 36 años, demedia. Aunque no tiene por qué sermañana, según todos los expertos,¡ya toca! Llegado el momento, di-chos expertos tienen claro que la for-ma de entrada en Europa de la su-puesta pandemia no será a travésde ningún ave. H5N1 ha alcanzadoRusia, Kazajstán, Turquía, Rumaníao Grecia, entre una lista de paísescada día más larga. A través de las ru-tas migratorias, el virus podría al-canzar España. En este sentido, seva a llevar a cabo una especial vigi-lancia de nuestros humedales, zonasde paso de muchas aves. Pero quenos visite el virus aviar no significaque se produzca su adaptación a hu-manos. En España, la interacciónentre personas y aves está muchomás limitada que en el sudeste asiá-

tico. Por ello, de producirse, la adap-tación del virus a humanos se ma-terializará en aquella parte del mun-do; a partir de ese momento y enforma de viajeros infectados, el virusse expandirá al resto del planeta.

8. ¿Estamos preparados? Españaparticipa activamente con el restodel mundo en el control epidemio-lógico. El Esquema Europeo de Vi-gilancia de la Gripe se encarga añotras año, junto a la red de vigilanciacoordinada por la OMS, de evaluarel subtipo de gripe circulante para laelaboración de nuestras vacunasanuales. En general, podemos afir-mar que todas las medidas preven-tivas adoptadas son las adecuadas.

9.¿Tenemos medicamentos ade-cuados y suficientes? Hasta que noaparezca un virus transmisible entrehumanos no sabremos cómo hacer-le frente. No obstante, no debemosquedarnos con los brazos cruzadoshasta entonces. ¿Qué opciones secontemplan? 1. Aumentar la pro-ducción de tamiflu, a pesar de quenada indique que el virus adaptadoa humanos tenga que ser sensible aesta droga. La OMS aconseja tenerantiviral suficiente para proteger al4% mínimo de la población, aunque

la mayoría de “nuestros vecinos” tra-tan de aproximarse al 20-25%, cifraa la que también pretende llegar Es-paña. 2. Utilizar la vacuna actual con-tra la gripe humana convencionalpara evitar una posible reorganiza-ción con H5N1. Sin embargo, la va-cunación masiva colapsaría la capa-cidad de suministro a los legítimosgrupos de riesgo (mayores de 65años, personal sanitario...). 3. Desa-rrollar una vacuna contra el virusH5N1 que ya ha infectado a huma-nos. Esto es lo que, al parecer, yaha desarrollado un laboratorio hún-garo. Aunque seguimos sin saber siserá efectiva para un hipotético virusH5N1 adaptado y transmisible en-tre humanos, los métodos utilizadospara la elaboración de estos virusprototipo podrán, en su momento,servir para reducir el tiempo de ela-boración de las futuras vacunas. Es-paña sigue dependiendo de sus dis-tribuidores habituales de antiviralesy vacunas. Manuel Oñorbe, directorgeneral de Salud Pública, ya haanunciado la intención de construiruna planta de vacunas contra la gri-pe en Madrid.

10. ¿Debemos tener miedo? Demomento, la amenaza real se cierne

sobre nuestras aves. No obstante,es justo reconocer que ni de los ex-pertos en virología llega a la sociedadun mensaje unívoco. Por una parte,algunos científicos como el doctorLuis Enjuanes han llegado a afir-mar que H5N1 es mucho más peli-groso que el SARS constituyendo, enestos momentos, uno de los mayorespeligros para la humanidad. El viró-logo estadounidense Rober Webster,que participó en la elaboración del vi-rus prototipo que la OMS distribuyóen abril pasado y con el que Hungríadice haber elaborado su fantástica va-cuna, comenta que H5N1 es la cepamás mortífera que ha estudiado en suvida. Sin embargo, Pilar Pérez Breña,Jefa del Servicio de Virología delCentro Nacional de Microbiología(ISCIII) hace un llamamiento a lacalma. Según Breña, opinión quesuscribo plenamente como virólogo,se está haciendo lo correcto aun conla incertidumbre que supone en-frentarse a un “monstruo” que toda-vía no existe pero que todo elmundo da por seguro. Mientras, vi-gilancia, maquinaria engrasada y...“non panic”.

JOSÉ ANTONIO LÓPEZ GUERRERO

Que nos visite el virus aviar no significa que se produzca su adaptación a humanos. En España, la interacción entre per-

sonas y aves está mucho más limitada que en el sudeste asiático. De producirse, la adaptación del virus a humanos sería allí

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Á N G E L E S C A S O

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PREGUNTA: “Alguien se acordaráde nosotras en el futuro”,“profetizó” hace 3000 añosSafo. ¿Su libro salda unadeuda?RESPUESTA: Creo que es el re-conocimiento de una deuday un ejercicio de autoestimacomo mujer, de búsquedade una genealogía de muje-res intelectuales y artistasde las que nosotras proce-demos, igual que procede-mos de tantos hombres. Yome creo hija de Homero,pero también de Safo.P: ¿Por qué en España elolvido fue aún mayor?R: Quizá tenga algo que vercon la herencia musulmana.Pero me parece que se debeal enorme peso de la IglesiaCatólica en nuestro país, es-pecialmente a partir del si-glo XVI, cuando la Iglesia sevolvió aún más misógina delo que siempre había sido.P: ¿Quién es su olvidadafavorita, quizá Aphra Behn,por teatrera y espía? R: Aphra Behn me pareceuna mujer fantástica, granescritora, espía y acti-vista política y mu-jer de vida privadamuy libre. Pero megusta mucho Cristi-na de Pisan, la pri-mera mujer que escri-bió públicamente ycon gran repercusióna favor del génerofemenino. Unagran antecesoradel feminismo.P: ¿Cuál la más“monstruosa”, en-tendiendo por tal laque se apartó más de lasconvenciones de su época?

R: Me resulta difícil elegiruna. Quizás Aphra Behn, oArtemisia Gentileschi, lagran pintora barroca que sevengó de su propia viola-ción con sus dramáticoscuadros sobre las mujeresvengadoras de la Biblia o lamitología, o Veronica Fran-co, una prostituta de lujoveneciana que fue a la vezestupenda poeta y editora. P: ¿Hildegarda de Bingen?R: Es apasionante por el con-junto de su inteligencia, sufuerza, su talento y su vo-luntad. Una mujer impre-sionante y con capacidadpara abarcar campos muydiversos, algo que se da amenudo en estas mujeres.P: Descubre en el libro lasaventuras de Leonor LópezCarrillo de Córdoba, autoradel primer escrito en prosafirmado por una española,

en 1402. ¿No le han pro-puesto todavía un libro so-bre “leonores olvidadas”?R:-No... Pero no me impor-taría escribir sobre Leonorde Aquitania, extraordinariay peleona mujer.P: ¿Por qué se detiene en elsiglo XVII?R: Precisamente porque enel XVIII y el XIX las muje-res son tan activas que mehubiera ido a un libro demuchísimas páginas. Perome propongo seguir.P: Porque hubo muchas ol-vidadas en el XVIII, XIX... R: Sí, sí, qué duda cabe. Dehecho este libro se me ocu-rrió después de ver una ex-posición en el Reina Sofíade Hanna Höch, una inte-resantísima artista dada so-bre la que apenas encontrédatos. Me molestó tantoque la idea del libro empezó

a tomar forma en mi cabeza.P: Al menos, comienza a es-cribirse de las derrotadas yolvidadas de la guerra civil...R: Sí, desde luego. Pido dis-culpas por mencionarme amí misma, pero fui una delas primeras novelistas “jó-venes” que habló de esasmujeres. Me refiero a minovela Un largo silencio. Meha alegrado mucho saberque Juana Salabert ha pu-blicado un libro con testi-monios de mujeres que vi-vieron nuestra guerra.Hasta ahora sólo se noshabía contado desde elpunto de vista masculino.P: En su libro recoge unacita terrible de Erasmo:“Una mujer es mujer, esdecir loca, por muchos es-fuerzos que realice paraocultarlo”. ¿Todavía hayquien piensa así?R: Es obvio que sí, aún hayquien nos tacha de locas,tontas, ñoñas, frívolas, coti-llas y (quizá lo peor) malas.Y hay hombres que secreen dueños absolutos desus mujeres. Basta con mi-rar los infinitos casos de vio-lencia doméstica.P: ¿Se debe aplicar la discri-minación positiva a la cultu-ra para favorecer a la mujer?R: Sería un asunto largo paradebatir. Por simplificar diréque todos deberíamos hacerun esfuerzo por recordarnombres de mujeres a la ho-ra de conceder premios, ele-gir miembros de academiaso comprar un libro o unaobra de arte (el 80 por cien-to del arte contemporáneoque se vende en Españaestá hecho por hombres).

La inercia de la preponde-rancia cultural masculinasigue siendo una realidad.P: Quedó finalista del Pla-neta, ganó el Fernando La-ra... ¿qué le parece la “re-belión de jurados” comoMarsé o Caballero Bonald?R: Con todos mis respetos hacia los dos, a losque admiro, creo que unopuede dejar clara su posturasin ofender. Es unacuestión de formas.P: Sí, pero puestos a elegir,¿le hubiera gustado estar enel pellejo de Marsé o en elde Maria Pau Janer?R: En el de ninguno de losdos. Me parece una polé-mica un tanto huera. Y laspolémicas sólo me intere-san cuando afectan a cosasrealmente importantes.P: Sí, pero ¿esta polémica norefleja las tensiones entreliteratura y mercado? R: Hay tantas versiones alrespecto, que no sé quédecir. Desde luego que lomás comercial no siemprees lo mejor. Pero hay espa-cio para todos. Yo prefierodedicar mi tiempo a Prousten vez de a Dan Brown, pe-ro no voy a imponérselo anadie. Allá cada cual consus gustos y sus necesida-des intelectuales. P: Si la rescataran del olvidodentro de 3000 años, ¿cómoquerría que la recordaran?R: Como alguien que seesforzó por hacer las cosaslo mejor posible y se dejó lapiel en cada libro. Bueno,en éste en particular la piely unas cuantas neuronas.

NURIA AZANCOT

Ángeles Caso se ha propuestodemostrar en Las olvidadas

(Planeta) su error al pensar,cuando acabó la carrera

de Historia de Arte, queno existían grandes

creadoras en elpasado. Las ha-bía: algunas

conocidas, comoHildegarda de Bin-

gen, Beatriz Galindoo María de Zayas;otras, ignoradascomo Cristina dePisán, SofonisbaAnguissola, Luisa

Ignacia Roldán oArtemisia Genti-

leschi. Místicas y poe-tas, retratistas, teólogas

y espías se pasean por las pági-nas del libro exponiendo sus ha-

“Este libro es un ejercicio de autoestima. Me he dejado las neuronas en él”

GUSI BEJER

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