El cadiz de abajo1

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brado del mar en vastas extensio- nes que antes fueron prósperos ne- gocios y hoy una tradición olvida- da. Las salinas son tan de aquí... Pero el oro blanco dejó de serlo. San Fernando y su Carraca. San Fernando y la Bahía. Barrio Jarana, Puerto Real , el puente y la torre de Puntales. Cádiz comienza siendo industrial, continúa siendo obrera y termina típica. El estadio deca- dente, la avenida y la otra avenida. Y las primeras barquitas salpicadas en el varadero de Puntales. Luego habrá más en la Barriada y en La Caleta. Astilleros tiene su dique seco, impresionante, como el mue- lle pesquero sin barcos. Más allá de las puertas de Tierra comienza Cádiz-Cádiz. El J.J. Sis- ter reposa en el puerto junto a Di- putación vestida de rosa. Y la cate- dral, omnipresente. La alameda es como un vergel olvidado en un rin- cón y el Carmen da la bienvenida al navegante desde su atraque. La Caleta, escondida, se abre flanqueada por sus dos castillos y la marea baja deja ver los secretos de este rincón. Se juega a descubrir rincones del casco antiguo desde las alturas: el mercado, el Falla, la Torre Tavira. Y la playa con mayús- culas comienza en Santa María. El regreso pasa por el Bajo de la Cabezuela, El Puerto y Jerez, que es el contraste entre lo añejo y lo nuevo. Se desembarca con el re- gusto de una vivencia única que ha generado centenares de imágenes imborrables. Hace falta mucha memoria para no olvidar ninguna. KIKI DE POSTAL. Arcos, blanco, sobre su cima y con su tajo amarillento. Al fondo, su lago KIKI ALTA VELOCIDAD. El circuito de Jerez KIKI OMNIPRESENTE. La catedral se ve desde cualquier ángulo KIKI ARADO AL MAR. Las salinas con sus vueltas y sus piletas y la sal DIARIO DE CADIZ • Lunes 28 Julio 2003 l Verano y Ocio l 43

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brado del mar en vastas extensio-nes que antes fueron prósperos ne-gocios y hoy una tradición olvida-da. Las salinas son tan de aquí...Peroel oroblancodejóde serlo.San Fernando y su Carraca. San

Fernandoy laBahía.Barrio Jarana,Puerto Real , el puente y la torre dePuntales. Cádiz comienza siendoindustrial, continúa siendo obreray termina típica. El estadio deca-dente, la avenida y la otra avenida.Y las primeras barquitas salpicadasen el varadero de Puntales. Luego

habrá más en la Barriada y en LaCaleta. Astilleros tiene su diqueseco, impresionante, como el mue-lle pesquero sinbarcos.Más allá de las puertas de Tierra

comienza Cádiz-Cádiz. El J.J. Sis-ter reposa en el puerto junto a Di-putación vestida de rosa. Y la cate-dral, omnipresente. La alameda escomo un vergel olvidado en un rin-cón yelCarmenda labienvenidaalnavegantedesde suatraque.La Caleta, escondida, se abre

flanqueadapor susdos castillos y la

marea baja deja ver los secretos deeste rincón. Se juega a descubrirrincones del casco antiguo desdelas alturas: el mercado, el Falla, laTorreTavira. Y laplaya conmayús-culas comienza en SantaMaría.El regreso pasa por el Bajo de la

Cabezuela, El Puerto y Jerez, quees el contraste entre lo añejo y lonuevo. Se desembarca con el re-gustodeuna vivencia única quehagenerado centenares de imágenesimborrables. Hace falta muchamemoria para no olvidar ninguna.

KIKIDE POSTAL. Arcos, blanco, sobre su cima y con su tajo amarillento. Al fondo, su lago

KIKIALTA VELOCIDAD. El circuito de Jerez

KIKIOMNIPRESENTE. La catedral se ve desde cualquier ángulo

KIKIARADO AL MAR. Las salinas con sus vueltas y sus piletas y la sal

D I A R I O D E C A D I Z • Lunes 28 • Julio 2003 l Verano y Ocio l 43