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El artículo seleccionado DAÑOS CAUSADOS A LAS PLANTAS POR LA CONTAMINACION DEL AIRE Muchas personas se preocupan por los riesgos que la contaminación del aire conlleva para la salud humana. Sin embargo, existe otro aspecto de este problema que recibe menos atención: los daños que causan los contaminantes del aire a numerosas especies vegetales. Este tipo de conta- minación puede afectar al crecimiento, la produc- tividad y la calidad de las plantas y sus efectos resultan, a veces, muy costosos. Por lo general, se considera que la contamina- ción del aire es un problema de los países indus- trializados y desarrollados. Se piensa, por ejem- plo, en el importante impacto provocado por la niebla fotoquímica sobre el ecosistema forestal de las Montañas de San Bernardino, en el sur de California o en las consecuencias de las emisio- nes de contaminantes industriales en la Cuenca del Ruhr en la República Federal Alemana. Hoy día, sin embargo, la contaminación del aire es un problema universal. En numerosos países en vías de desarrollo ya son causa de gran preocupación las nubes fotoquímicas y los contaminantes sulfu- rados. En Méjico, por ejemplo, se observan sín- tomas de lesiones causadas por el ozono en los bosques de pinos situados en la dirección de los vientos procedentes de Monterrey y Ciudad de Méjico. Otro caso similar parece presentarse en la India, donde el anhídrido sulfuroso representa un problema en las proximidades de focos de conta- minación. Los contaminantes del aire poseen diversas for- mas físicas y químicas (cuadro 1). Algunos con- taminantes, tales como el anhídrido sulfuroso (SO 2 ) y el ácido fluorhídrico (FH) son producidos como compuestos fitotóxicos directamente por una fuente contaminante (cuadro 2). Otros, por el contrario, como el ozono (0 3 ) y el nitrato de peroxiacetilo (PAN) se producen secundariamente en la atmósfera como resultado de reacciones quí- micas en las que intervienen contaminantes pri- marios como, por ejemplo, el óxido nitroso (NO2) y los hidrocarburos (HC) en presencia de luz so- lar. Estos contaminantes fotoquímicos alcanzan picos de concentración durante los períodos de alta radiación solar (desde las 12 a 17 horas solares). Dispersión de los contaminantes Los contaminantes del aire son producidos por fuentes lineales (carreteras), fuentes aisladas oca- sionales (vertidos y fugas accidentales), fuentes puntuales continuas (chimeneas), fuentes comar- cales (centros urbanos) y fuentes regionales (por ejemplo, la cuenca del Ohio). También existen contaminantes naturales producidos mediante pro- cesos biológicos, erupciones volcánicas, etc. Los contaminantes como el SO 2 emitidos por una chi- menea se depositan rápidamente y con concentra- 121

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El artículoseleccionado

DAÑOS CAUSADOSA LAS PLANTAS POR

LA CONTAMINACION DEL AIREMuchas personas se preocupan por los riesgos

que la contaminación del aire conlleva para lasalud humana. Sin embargo, existe otro aspectode este problema que recibe menos atención: losdaños que causan los contaminantes del aire anumerosas especies vegetales. Este tipo de conta-minación puede afectar al crecimiento, la produc-tividad y la calidad de las plantas y sus efectosresultan, a veces, muy costosos.

Por lo general, se considera que la contamina-ción del aire es un problema de los países indus-trializados y desarrollados. Se piensa, por ejem-plo, en el importante impacto provocado por laniebla fotoquímica sobre el ecosistema forestal delas Montañas de San Bernardino, en el sur deCalifornia o en las consecuencias de las emisio-nes de contaminantes industriales en la Cuencadel Ruhr en la República Federal Alemana. Hoydía, sin embargo, la contaminación del aire es unproblema universal. En numerosos países en víasde desarrollo ya son causa de gran preocupaciónlas nubes fotoquímicas y los contaminantes sulfu-rados. En Méjico, por ejemplo, se observan sín-tomas de lesiones causadas por el ozono en losbosques de pinos situados en la dirección de losvientos procedentes de Monterrey y Ciudad deMéjico. Otro caso similar parece presentarse en laIndia, donde el anhídrido sulfuroso representa unproblema en las proximidades de focos de conta-minación.

Los contaminantes del aire poseen diversas for-mas físicas y químicas (cuadro 1). Algunos con-taminantes, tales como el anhídrido sulfuroso(SO2) y el ácido fluorhídrico (FH) son producidoscomo compuestos fitotóxicos directamente poruna fuente contaminante (cuadro 2). Otros, porel contrario, como el ozono (03) y el nitrato deperoxiacetilo (PAN) se producen secundariamenteen la atmósfera como resultado de reacciones quí-

micas en las que intervienen contaminantes pri-marios como, por ejemplo, el óxido nitroso (NO2)y los hidrocarburos (HC) en presencia de luz so-lar. Estos contaminantes fotoquímicos alcanzanpicos de concentración durante los períodos dealta radiación solar (desde las 12 a 17 horassolares).

Dispersión de los contaminantes

Los contaminantes del aire son producidos porfuentes lineales (carreteras), fuentes aisladas oca-sionales (vertidos y fugas accidentales), fuentespuntuales continuas (chimeneas), fuentes comar-cales (centros urbanos) y fuentes regionales (porejemplo, la cuenca del Ohio). También existencontaminantes naturales producidos mediante pro-cesos biológicos, erupciones volcánicas, etc. Loscontaminantes como el SO 2 emitidos por una chi-menea se depositan rápidamente y con concentra-

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Ejemplos químicosFormas físicas

Ozono, anhídrido sulfuro-so, ácido fluorhídrico,óxidos de nitrógeno, áci-do nítrico, etileno.

Gases

Partículas finas (diáme-tro <3,0 pm)

Acido sulfúrico, sulfato amó-nico, algunos compues-tos orgánicos.

Polvo natural y artificial,polen, esporas, sal mari-na y sal dispersa, algu-nos compuestos orgáni-cos.

Contaminantes arrastradospor la lluvia y la nieve. 9

Partículas gruesas (diá-metro >3,0 pm):— Secas

— Húmedas

Un pino fotografiado en las montañasde San Bernardino, al sur de Califor-ná. A la izquierda, el año 1961, sano;a la derecha, en 1970, después de es-

tar expuesto a la niebla fotoquimica.

ciones elevadas en las proximidades de la chime-nea al producirse una inversión atmosférica. Lomás frecuente, sin embargo, es que el penachode humo se desplace con el viento sobre distan-cias de 100 km o incluso más allá. Bajo estascondiciones, el SO2 se convierte en finas partícu-las de sulfato (SO 4) que permanecen suspendidasen el aire durante días o semanas y cubren dis-tancias de centenares o millares de kilómetros an-tes de depositarse en el suelo. Estas partículasdispersan la luz y reducen la visibilidad. De lasmediciones de visibilidad y de las concentracionesambientales de sulfatos realizadas desde satélitesy aviones se comprueba que la contaminación delaire es un problema tanto regional como interre-gional en los Estados Unidos.

Por lo general, el 0 3 y el SO4 son arrastradosconjuntamente por el viento desde los centros ur-banos de los Estados Unidos. Mediante modelosmeterológicos pueden determinarse el desplaza-miento y la fecha de llegada de una masa deaire contaminado a un punto geográfico de inte-rés. Este tipo de información resulta de vital im-portancia para identificar las fuentes de contami-nación, las condiciones climatológicas y los reco-rridos geográficos que favorecen el desplazamien-to y las consecuencias sobre la vegetación enpuntos alejados de las fuentes contaminantes.

Respuestas de las plantas

Desde el año 1872 se ha estudiado por loscientíficos el efecto de los contaminantes del airesobre las plantas. Los contaminantes del aire ac-

Cuadro 1.—FORMAS FISICAS DE CONTAMINAN-TES DEL AIRE Y EJEMPLOS QUIMICOS.

túan sobre las plantas mediante depósitos direc-tos sobre las hojas y sobre el suelo con la ab-sorción posterior por las raíces. Bajo condicionesambientales adecuadas, la exposición de las plan-tas a concentraciones altas de contaminantes du-rante varias horas provoca rápidamente lesionesvisibles. Numerosos contaminantes gaseosos tien-den a producir síntomas característicos de lasplantas (cuadro 2). La naturaleza y el alcance deestas lesiones dependen de factores genéticos,fisiológicos y ambientales así como de la presen-cia de otros contaminantes en el aire.

Todas las especies silvestres y las cultivadassensibles a determinados contaminantes pueden

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Cuadro 2.—EFECTOS DE LOS CONTAMINANTES DEL AIRE SOBRE LAS PLANTAS.

• Contaminantes Fuentes Principales plantas susceptibles Síntomas generales de lesionesserias

Ozono Reacciones químicas en laatmósfera con intervenciónde luz solar; centros detormentas; otros fenóme-nos naturales en las capassuperiores de la atmósfera.

Fresno, judías, clavel, pinoblanco oriental, lila, petu-nia, patata, álamo tem-blón, rábano, tabaco.

Manchas pigmentadas o sinpigmentar o blanqueado enla superficie de las hojas;pardeamiento y muerte delas agujas de coníferas, co-menzando por las puntas.

Anhídrido sulfuroso. Quema de combustibles; in-dustrias petroleras y de gasnatural, fundición de mi-nerales y procesos de re-finado.

Alfalfa, aster, judía, abedul,avena, soja, girasol, trigo,

Muerte del tejido foliar entrelos nervios; muerte de lasagujas de las coníferas co-menzando por las puntas.

Acido fluorhídrico Fábricas de ladrillos; refine-rías; industrias del alumi-nio; fábricas de acero yfertilizantes fosfatados,

Arándano, maíz, gladiolo, pi-no escocés, tulipán,

Muerte del tejido foliar enlas puntas y los bordes;pardeamiento y muerte delas agujas de las coníferas.

Nitrato de peroxiace-tilo

Reacciones fotoquímicas enla atmósfera.

Judía, dalia, avena, petunia,tomate.

Plateado, glaseado o pardea-miento de la superficie in-ferior de las hojas.

Oxidos de nitrógeno. Gases de escape de camio-nes y autos; combustiónde gas natural, gasóleo ycarbón; refinado de petró-leo, quemado de residuosorgánicos.

Susceptibles al óxido nitroso:judía, lechuga, melón, gi-rasol, tabaco.

Por óxido nitroso: zonasmuertas de color blanco,pardo o marrón entre losnervios; recubrimiento ce-roso de la superficie de lashojas.

Partículas* Fábricas de cemento; hor-nos de cal; incineradores;combustión de carbón,gasolina y gasóleo.

No se han identificado plan-tas específicamente sus-ceptibles.

Recubrimientos macroscópi-cos; formación de costras;quemaduras marginales.

Etileno* Vehículos de motor; quemade residuos; combustión decarbón y aceite; fugas encalefactores de gas natu-ral; fenómenos naturales.

Clavel, guisante, pepino, or-quídeas, rosal, tomate.

Amarilleo y caída de hojas;defoliación prematura; bro-tes sin abrir; estimulacióndel crecimiento lateral.

Amoníaco* Fugas o accidentes en pro-cesos industriales; vertidode anomíaco anhidro.

Remolacha, girasol, tomate. Cambio del color verde na-tural; blanqueado y man-chas muertas en los bor-des; amarilleo de las hojas(las lesiones pueden serparecidas a las provocadaspor el anhídrido sulfuroso).

Cloro y ácido clorhí-drico*

\..

Refinerías, fábricas de vidrio;hornos de chatarra; verti-dos accidentales,

Coleus, trigo, rábano, arce,tomate, tulipán, pino blan-co.

Manchas muertas en los bor-des de las hojas externas;blanqueado de las hojas(las lesiones pueden pare-cerse a las causadas porel anhídrido sulfuroso). ..

* Contaminantes menores.

servir como indicadores biológicos para controlaro advertir sobre el deterioro de la calidad delaire y las consecuencias posibles sobre la vegeta-ción. Este recurso ha sido empleado por los cien-tíficos en numerosas partes del mundo, entre lasque se cuentan Holanda, Canadá, Alemania, Es-

tados Unidos y Méjico. En los estudios realizadosse emplearon suelos y prácticas de cultivo tipifi-cados. Las lesiones se estiman visualmente y semiden los parámetros de crecimiento adecuadospara evaluar el impacto de la contaminación.

En los Estados Unidos se considera que el ozo-

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no es el contaminante fitotóxico más importantedel aire. Al igual que otros contaminantes ga-seosos penetra en la hoja a través de los esto-mas, afectando en primer lugar a las células me-sofílicas del tejido foliar. Los síntomas de las le-siones causadas por el ozono en las plantas dehoja ancha abarcan clorosis, manchas, blanquea-do y punteado, e incluso, en los casos de lesióngrave, necrosis en ambas superficies de las hojas,aunque los síntomas suelen estar restringidos ala superficie superior de las hojas. En las agujasde las coníferas, los síntomas son: moteado,zonas alternas de color verde y amarillo y unanecrosis de las puntas que progresa hacia abajo.

Debido a la combustión de carbón y elabora-ción de metales y petróleo, el anhídrido sulfurosocontinuará siendo uno de los principales agentescontaminantes en Norteamérica, Europa y muchosotros países en vías de desarrollo. Las lesionescausadas por el anhídrido sulfuroso en las plan-tas de hoja ancha consisten en clorosis o necro-sis internerval, mientras que en las coníferas, lanecrosis avanza hacia la parte inferior de las agu-jas partiendo de las puntas.

Frente a estos efectos a corto plazo, la exposi-ción de las plantas a concentraciones bajas decontaminantes durante un período de tiempo pro-longado (temporada de crecimiento) con picos in-termitentes y breves (por ejemplo, de 0,1 a 1 ó 2horas) puede provocar daños crónicos. Estos da-ños suelen manifestarse en forma de clorosis, en-vejecimiento prematuro, caída de las hojas y mer-ma de vigor (crecimiento, productividad, regene-ración, etc.).

Dentro de cada población de plantas y de unapoblación a otra se producen respuestas variablesa los contaminantes del aire. Sobre la base de re-sultados de laboratorio y de estudios en el cam-po, varios investigadores han agrupado las plan-tas por géneros, especies y variedades en: rela-tivamente susceptibles, intermedias o tolerantesfrente a contaminantes determinados. Por ejem-plo, las variedades de soja Cursoy y Vickery po-seen mayor susceptibilidad al ozono en exposicio-nes a corto plazo que las variedades Swift y Evansmientras que las variedades Hodgson y Hodgson78 presentan una susceptibilidad intermedia. Estasclasificaciones, sin embargo, dependen de los re-gímenes de exposición empleados y de las res-puestas analizadas. En este tipo de estudios de-berían examinarse también los factores relaciona-dos con los aspectos económicos y estéticos.

Dado que el aire ambiente contiene mezclas deagentes contaminantes, varios investigadores hanestudiado los efectos acumulados de dos o más

agentes contaminantes. La respuesta de una plan-ta a una mezcla de contaminantes puede ser me-nor, igual o mayor que la suma de las respuestasa los componentes individuales de la mezcla.Estos efectos dependen, a su vez, de la concen-tración de las combinaciones de contaminantesempleados y de los criterios de análisis. Porejemplo, unas plantas de soja expuestas a 128pg/m 3 de ozono a lo largo de dos horas diariasdurante cinco días consecutivos presentaron sín-tomas de clorosis generalizada. Otras plantas ex-puestas a 520 pg/m 3 de SO2 con un régimensimilar no presentaron síntoma alguno, si biense observó una acumulación significativa de azu-fre en las hojas. Las plantas expuestas a la mez-cla de contaminantes mostraron un efecto visiblemayor que el meramente aditivo. Estas plantas,sin embargo, no acumularon tanto azufre en lashojas como las que se habían expuesto exclusiva-mente al anhídrido sulfuroso.

Contaminantes y enfermedades

No se conocen aún bien los efectos acumula-dos de contaminantes y enfermedades sobre elcrecimiento y la poductividad de las plantas. Noobstante, se ha demostrado en experimentos delaboratorio y estudios limitados en el campo quelos contaminantes del aire pueden modificar laincidencia y la gravedad de las enfermedades pa-rasitarias y que, inversamente, una infección para-sitaria puede alterar la respuesta de la plantafrente a los daños producidos por los contami-nantes. Los contaminantes pueden modificar lasinteracciones entre planta y parásito de las ma-neras siguientes: 1) afectando al parásito en de-terminadas fases de su ciclo vital; 2) alterando lasusceptibilidad del huésped, y 3) reduciendo se-lectivamente la microflora antagónica, pero gene-ralmente susceptible a los contaminantes que seencuentran normalmente en la superficie de lashojas. La exposición de una planta a contaminan-

Necrosis situa-das entre losnervios de lashojas de fram-bueso produci-das por anhídri-

do sulfuroso.

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tes del aire puede modificar también la microflo-ra de las raíces.

El tipo de alteración observado en las interac-ciones entre la planta y el parásito depende deltiempo de exposición a los contaminantes en re-lación con la fase de desarrollo de la enfermedad.Por ejemplo, la exposición de judías al ozono enun plazo de dos días después de la inoculaciónde roya (Uromyces phaseoli) provocó una reduc-ción considerable del tamaño y el número de pús-tulas. Al contrario, no se observó ningún efectocuando la exposición al ozono tuvo lugar dos omás días después de la inoculación. De modosimilar, las judías inoculadas con el virus del mo-saico del tabaco y expuestas al ozono inmediata-mente 6 48 horas después de la inoculación des-arrollaron el mismo número de lesiones localesque las plantas cultivadas en aire filtrado por car-bón vegetal. Las plantas de judía expuestas 3 ó24 horas después de la inoculación desarrollaronun 19% y un 16% adicionales, respectivamente,de lesiones locales en comparación con los con-troles.

Los efectos de las enfermedades también estáninfluidos por la concentración del contaminanteasí como por la duración de la exposición. Porejemplo, una concentración ambiental de 100 pg/m3de SO 2 durante dos días redujo notablemente laincidencia de la mancha de la hoja causada porDiplocarpon en el rosal, mientras que concentra-ciones menores del contaminante tendían a incre-mentar la infección parasitaria. Este efecto puedevariar según se trate de un parásito obligatorio ofacultativo. La exposición al ozono disminuyó

la incidencia de la roya y del oídio en el trigo,mientras que en la patata aumentó la incidenciade la mancha de la hoja causada por Botrytis.La contaminación ambiental que incide sobre eltallo puede también provocar efectos negativos enel sistema radicular. La exposición de leguminosasal ozono provocó una disminución del tamaño delpeso y del número de los nódulos de las raíces.

Varios investigadores han demostrado que lasinfecciones parasitarias pueden modificar las res-puestas de las plantas frente a los contaminantesdel aire. Los síntomas de lesiones causadas porel ozono no suelen aparecer en la proximidadinmediata de lesiones locales provocadas por bac-terias o virus ni alrededor de zonas localizadas decrecimiento fungal. Es evidente que la supresiónde los síntomas de daños causados por el ozonoes iniciada por agentes causales inespecíficos.Hay un caso interesante en el que se inocularonplantas de tabaco en el virus del mosaico deltabaco y se expusieron al ozono 12 días mástarde. Las plantas no presentaron ningún sínto-ma de lesión causada por el ozono.

Efectos sobre la producción

La evaluación de la importancia de las pérdidasde producción es una faceta esencial de las inves-tigaciones sobre el impacto de los contaminantesdel aire sobre la vegetación. En los análisis de losefectos de los contaminantes del aire sobre laproducción del cultivo deben tenerse en cuentados consideraciones críticas: 1) Las exposicionesexperimentales a concentraciones altas de conta-minantes durante un período de tiempo breve sonde menor utilidad, en cuanto a sus efectos sobrela producción, que las exposiciones crónicas aconcentraciones realísticas mantenidas durante latotalidad del ciclo vital de la planta, y 2) es posi-ble que se produzcan pérdidas de producción in-cluso con ausencia de síntomas de lesiones pro-vocadas por contaminantes del aire. Por lo tanto,los resultados de los experimentos en los que semiden exclusivamente la intensidad del daño pro-vocado por el contaminante y los efectos visiblesposeen una utilidad menor que los resultados ob-tenidos en estudios en los que se relaciona la in-tensidad del daño con las reducciones de produc-ción. La magnitud de las pérdidas ante una de-terminada intensidad de contaminación varía deacuerdo con la fase de desarrollo del cultivo. Ac-tualmente se está realizando un estudio en Min-nesota para evaluar los impactos económicos delos daños causados por contaminantes sobre seiscultivos: alfalfa, maíz, avena, patata, soja y trigo.

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Acículas de pi-no con necrosisproducida porcontaminación

del aire.

En este estudio se emplean por vez primera mo-delos que correlacionan la intensidad del dañocon las pérdidas de producción y que han sidoestablecidos empíricamente para estimar las pérdi-das a escala regional.

Por lo general, el efecto de cualquier factoren un momento del crecimiento de un cultivopuede expresarse en términos de una respuestaproporcional (por ejemplo, mermas de produc-ción) comparada con la respuesta de los contro-les. El control podría ser la respuesta del cultivoen ausencia de contaminantes o, en los casos delozono y del anhídrido sulfuroso, con concentra-ciones ambientales normales.

Mediante este procedimiento se estimaron las pér-didas en la cosecha de alfalfa causadas por elozono en los años 1979 y 1980 en los distintoscondados de Minnesota (cuadro 3). Se calculóla contribución de las pérdidas diarias a las pér-didas totales durante la temporada de crecimientoy se obtuvo la cifra de pérdidas corregida median-te la multiplicación de la cifra diaria con un factorde corrección equivalente a la proporción de culti-vo sano que seguía habiendo en una fecha deter-minada. Esto cumple un requisito biológico en elsentido de que un tejido lesionado no vuelva acontribuir en el cómputo de las lesiones realizadoen fechas posteriores. La contribución de cadauno de los intervalos a las pérdidas totales du-rante la temporada de cultivo varía según la sus-ceptibilidad del cultivo en intervalos concretos.Este procedimiento, en el que se emplean concen-traciones de contaminantes medidas en la realidadpara predecir las pérdidas utilizando un modelodesarrollado a partir de un experimento de cálculode la correlación entre dosificación y pérdidas deproducción, ofrece un medio realístico para eva-luar las pérdidas de cultivo a escala regional.

También puede modificarse el modelo de cadauno de los cultivos de acuerdo con la obtenciónde nuevos resultados experimentales con lo quese alcanzaría una mayor precisión en la estima-ción de las pérdidas.

Algunos aspectos críticos

La mejor forma de prevenir o reducir los dañoscausados por contaminantes del aire en los culti-vos y la vegetación es la de controlar estricta-mente las emisiones de contaminantes provocadaspor el hombre.

Cuadro 3.—PERDIDAS DE ALFALFA CAUSADASPOR EL OZONO EN MINNESOTA, EN 1979 Y 1980.

/-Condado

Pérdidas en 1979 Pérdidas en 198.0.

% Toneladas % Toneladas

Marshall 2,2 1.532 5,0 1.715

Itasca 0,0 0,0 1,5 311

Lake 0,0 0,0 0,9 5Traverse 1,7 4,3 7,7 1.601

Wright 0,0 0,0 9,3 14.404

Hennepin 0,0 0,0 4,3 2.717

Nobels 0,0 0,0 8,6 4.892

Freeborn 0,0 0,0 7,2 2.941

Olmsted 0,0 0,0 7,6 13.931

..Total en Minnesota. 0,5 35.097,0 7,3 415.570}

En este sentido ha de tenerse en cuenta losiguiente:

1) Con la tecnología existente no pueden con-trolarse eficazmente todas las emisiones de conta-minantes, y 2) la disminución de la contamina-ción del aire resulta costosa e implica una grancomplejidad tecnológica. Pese a todos estos pro-blemas, varios países muy industrializados están

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A. Hoja de soja expuesta a la ac-ción del ozono.

B. Hoja de soja inoculada conPseudomonas glycinea y ex-puesta luego a la acción delozono.

intentando reducir las emisiones de contaminantesdel aire. Estas reducciones, sin embargo, no sonuniformes a escala internacional, y no debe olvi-darse que los contaminantes son arrastrados másallá de los límites regionales y nacionales. Poreste motivo, los efectos de la calidad de la at-mósfera sobre los cultivos continuarán siendo im-portantes.

En la actualidad apenas si existen informacionessobre la respuesta a la contaminación del aire delas especies vegetales cultivadas en países en víasde desarrollo. Además, en muchos de estos casosno se comprenden debidamente la magnitud y laimportancia del impacto. Los especialistas en pa-tología y genética vegetal de numerosas partesdel mundo se dedican a la búsqueda rutinaria deplantas resistentes a las enfermedades. En lo quese refiere al impacto de la contaminación atmos-férica, sin embargo, no se ha considerado aúnla implantación de programas de este tipo. A lahora de formular una política ambiental se requie-re la comprensión de los principios básicos de lasrespuestas de las plantas ante los contaminantesbajo una amplia gama de condiciones ambientalesque incidan tanto sobre el impacto como sobre larespuesta.

Se han llevado a cabo numerosos estudioscon el objeto de examinar los impactos de emi-siones procedentes de unas fuentes puntuales(por ejemplo, SO 2), sobre la vegetación de lasproximidades inmediatas. Sin embargo, muy po-cos científicos han intentado delimitar la contribu-ción específica de una fuente al daño global aque se somete la vegetación. La correlación deconcentraciones altas de un contaminante con elimpacto a corto plazo resulta comparativamentesencilla. Sin embargo, en el caso de exposicionescrónicas, como, por ejemplo, al anhídrido sulfuro-so, no se han realizado apenas esfuerzos por se-parar los daños causados por el azufre atmosfé-rico de los causados por el azufre depositado enel suelo. En estos estudios deberían utilizarse mar-cadores químicos que permitan identificar clara-

mente la contribución de la fuente a los dañoscausados.

En cuanto a la evaluación en el campo de pér-didas de producción inducidas por contaminantesatmosféricos puede consignarse algún progreso,aunque quedan aún algunos aspectos críticos porresolver: 1) No se conocen todavía plenamen-te los efectos conjuntos a largo plazo de las en-fermedades y los contaminantes sobre las plantas;2) existen pocos estudios con evaluaciones derespuestas a largo plazo de las plantas en fun-ción de las mezclas de contaminantes con flujosdinámicos de las concentraciones como resultadode variaciones temporales ambientales y espacia-les; y 3) no se han desarrollado modelos quetengan en cuenta, para predecir las pérdidas delos cultivos, medidas continuas de las concentra-ciones de contaminantes en función de la fase decrecimiento de las plantas, abarcando la totalidaddel ciclo vital.

En la actualidad se observa una honda preocu-pación por el incremento de las concentracionesglobales de anhídrido carbónico y por el «efectode invernadero». De modo similar se consideraque el aumento de la cantidad de partículas finasen la atmósfera modifica la temperatura, la cali-dad y la cantidad de la incidencia lumínica sobrelas plantas. Estos fenómenos, junto con la abun-dancia de contaminantes atmosféricos fitotóxicos,deberían merecer nuestra consideración en rela-ción con la salud de las plantas. ¿Cuáles son losefectos de estos procesos sumados a los otrosagentes patógenos sobre la producción de alimen-tos? Sin duda alguna, al aproximarnos al sigloXXI se producirá un importante crecimiento de laindustrialización. Como consecuencia de ello, lospatólogos deberían intensificar sus esfuerzos porevaluar el papel desempeñado por las políticas deprotección del medio ambiente y por la calidad dela atmósfera en relación con la salud de las plantas.

S. V. Grupa, G. C. Pratt y P. S. TengPlant Disease, mayo 1982

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