EL ARTICULO SELECCIONADO ENERGIA Y AGRICULTURA

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EL ARTICULO SELECCIONADO ENERGIA Y AGRICULTURA Con frecuencia, se achaca a la agricultura el efectuar progresos que originan un consumo de energía cada vez mayor. Se le censura por- que los aumentos de rendimientos que se ob- tienen no son más que una transformación de energía fósil en energía alimenticia y que en realidad la agricultura tiende a consumir más energía de la que produce. La reciente crisis de energía ha originado numerosos es- tudios sobre la utilización de la energía en agricultura. En primer lugar, estos trabajos han demostrado que una parte de energía, cada vez más grande, de la que se invierte en nuestros alimentos no se destina a su pro- ducción sino a su acondicionamiento, distribu- ción y preparación. En el sistema alimenticio americano, según Hawthorn, del total de energía consumida, sólo el 24 por 100 se utili- za en la producción agrícola. Así, por ejem- plo, la energía utilizada (cuadro 1) en las con- servas en botes (fabricación del bote y esteri- lización) es muy superior a la de la energía alimenticia del producto conservado por este sistema. Sin embargo, estas técnicas permiten el poder aprovechar excedentes de cosecha que de otra manera se perderían. Cuadro 1. —Energía utilizada para la con- servación de alimentos en botes (botes de 568 mililitros) en relación con el valor energéti- co del alimento conservado. Número de megajulios utilizados para 1 megajulio alimenticio Espárragos 6,905 0,289 24,0 Carne guisada 9,826 3,314 3,0 Guisantes 7,902 1,383 5,7 Tomates 6,620 0,226 29,0 1 megajulio (MJ) = 239 kilocalorías (kcal.). Las motivaciones del agricultor se encuen- tran muy influidas por el contexto económico existente; forzosamente no son los cultivos que producen más calorías alimenticias por hectá- rea los que dan lugar a un mayor beneficio económico. La producción de frutas y hortalizas no pre- tende ofrecer un alimento rico en energía, si- no una alimentación agradable y con un alto valor biológico. La producción de carne tiene como objeti- vo satisfacer las necesidades de proteínas y de aminoácidos esenciales del hombre. Algunos alimentos de lujo o semilujo origi- nan un considerable consumo de energía. En Inglaterra, según Matthews, los cultivos en in- vernadero consumen el 38,7 por 100 del com- bustible gastado en agricultura, es decir, más que el consumo total ocasionado por los trac- tores y máquinas agrícolas del país (36,8 por 100). Las costumbres alimenticias tienden a evo- lucionar como consecuencia del aumento del nivel de vida. En los paises ricos, los alimen- tos de origen animal representan una parte cada vez más grande de la alimentación. A este propósito, es preciso no olvidar que se necesitan 7 calorías vegetales para producir una caloría animal en forma de carne y apro- ximadamente 5 calorías para obtener una ca- loría en forma de leche o huevos. Según Brun, teniendo en cuenta estas pérdidas de energía, el americano utiliza cada día, directa o indi- rectamente, diez mil calorías (1) vegetales (kcal.) que podrían ser consumidas por el hombre, y la India solamente utiliza 2.300 calorías para tener en los platos de la mesa 3.300 y 2.150 calorías, respecivamente. Esta evolución de los regímenes alimenticios actúa de manera muy desfavorable sobre el rendimiento energético de la agricultura de los paises más ricos. BALANCE ENERGETICO DE ALGUNOS PRODUCTOS AGRICOLAS En las condiciones de la agricultura inglesa (cuadro 2) Spedding y Walsingham han reali- zado un examen del balance energético de di- ferentes cultivos a nivel de explotación agríco- la, es decir, sin tener en consideración la ener- gía utilizada en el acondicionamiento y distri- bución del producto. (1) La caloría utilizada como unidad de medida en alimentación es la gran caloría o kilocaloría (kcal.). Energía total usada por bote Energía del Producto (fabricación alimento en esterilización). mega julios (MI) 123

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EL ARTICULO SELECCIONADO

ENERGIA Y AGRICULTURACon frecuencia, se achaca a la agricultura

el efectuar progresos que originan un consumode energía cada vez mayor. Se le censura por-que los aumentos de rendimientos que se ob-tienen no son más que una transformaciónde energía fósil en energía alimenticia y queen realidad la agricultura tiende a consumirmás energía de la que produce. La recientecrisis de energía ha originado numerosos es-tudios sobre la utilización de la energía enagricultura. En primer lugar, estos trabajoshan demostrado que una parte de energía,cada vez más grande, de la que se invierteen nuestros alimentos no se destina a su pro-ducción sino a su acondicionamiento, distribu-ción y preparación. En el sistema alimenticioamericano, según Hawthorn, del total deenergía consumida, sólo el 24 por 100 se utili-za en la producción agrícola. Así, por ejem-plo, la energía utilizada (cuadro 1) en las con-servas en botes (fabricación del bote y esteri-lización) es muy superior a la de la energíaalimenticia del producto conservado por estesistema. Sin embargo, estas técnicas permitenel poder aprovechar excedentes de cosechaque de otra manera se perderían.

Cuadro 1. —Energía utilizada para la con-servación de alimentos en botes (botes de 568mililitros) en relación con el valor energéti-

co del alimento conservado.

Número demegajulios

utilizados para1 megajulioalimenticio

Espárragos 6,905 0,289 24,0Carne guisada 9,826 3,314 3,0Guisantes 7,902 1,383 5,7Tomates 6,620 0,226 29,0

1 megajulio (MJ) = 239 kilocalorías (kcal.).

Las motivaciones del agricultor se encuen-tran muy influidas por el contexto económicoexistente; forzosamente no son los cultivos queproducen más calorías alimenticias por hectá-rea los que dan lugar a un mayor beneficioeconómico.

La producción de frutas y hortalizas no pre-tende ofrecer un alimento rico en energía, si-no una alimentación agradable y con un altovalor biológico.

La producción de carne tiene como objeti-vo satisfacer las necesidades de proteínas y deaminoácidos esenciales del hombre.

Algunos alimentos de lujo o semilujo origi-nan un considerable consumo de energía. EnInglaterra, según Matthews, los cultivos en in-vernadero consumen el 38,7 por 100 del com-bustible gastado en agricultura, es decir, másque el consumo total ocasionado por los trac-tores y máquinas agrícolas del país (36,8por 100).

Las costumbres alimenticias tienden a evo-lucionar como consecuencia del aumento delnivel de vida. En los paises ricos, los alimen-tos de origen animal representan una partecada vez más grande de la alimentación. Aeste propósito, es preciso no olvidar que senecesitan 7 calorías vegetales para produciruna caloría animal en forma de carne y apro-ximadamente 5 calorías para obtener una ca-loría en forma de leche o huevos. Según Brun,teniendo en cuenta estas pérdidas de energía,el americano utiliza cada día, directa o indi-rectamente, diez mil calorías (1) vegetales (kcal.)que podrían ser consumidas por el hombre, yla India solamente utiliza 2.300 calorías paratener en los platos de la mesa 3.300 y 2.150calorías, respecivamente.

Esta evolución de los regímenes alimenticiosactúa de manera muy desfavorable sobre elrendimiento energético de la agricultura de lospaises más ricos.

BALANCE ENERGETICO DE ALGUNOSPRODUCTOS AGRICOLAS

En las condiciones de la agricultura inglesa(cuadro 2) Spedding y Walsingham han reali-zado un examen del balance energético de di-ferentes cultivos a nivel de explotación agríco-la, es decir, sin tener en consideración la ener-gía utilizada en el acondicionamiento y distri-bución del producto.

(1) La caloría utilizada como unidad de medida en alimentación es lagran caloría o kilocaloría (kcal.).

Energía totalusada por bote Energía del

Producto (fabricación alimento en

esterilización). mega julios (MI)

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EnergíautilizadaMJ. /ha.

Energíaalimenticia

Rendimiento neta reco-neto (1) lectada enkg. /ha. MJ. /ha.

Relaciónenergía

recolectada/energíautilizada

Cultivo

Cuadro 2. —Energía invertida en algunos cultivos yrelación con la energía alimenticia producida.

Trigo 10.946 3.672 50.674 4,6Remolacha azu-

carera 22.592 37.500 86.295 3,8Patata 19.875 23.675 69.841 3,5

(1) Rendimiento neto= producto recolectado menos semillas.

El balance es positivo, pues, se recuperade tres a cuatro veces la energía utilizada.Si estos productos se transforman en leche ocarne por medio de los animales, el balancees negativo. En el caso de la producción deleche, basada en una explotación de prado na-tural, estos autores han comprobado que espreciso invertir, 4,8 MJ. de energía, o sea,unas 1.147 kcal. por cada kilo de leche pro-ducida que sólo tiene 750 kcal. En estas cir-cunstancias el animal transforma y revalorizaun forraje basto que no es directamente consu-mible por el hombre. Sin embargo, la produc-ción animal no se realiza exclusivamente enexplotaciones de zonas de prados impropiospara el cultivo. Los cereales forrajeros se cul-tivan en el mundo en una superficie aproxi-mada de doscientos millones de hectáreas. So-ja, habas, remolachas, y patatas también seutilizan, en parte, para la alimentación del ga-nado. De ello resultan pérdidas muy grandesde energía alimenticia para el hombre.

La energía utilizada en la producción vege-tal se puede clasificar en dos categorías. Unacontribuye a aumentar los rendimientos, es lautilizada por la producción y distribución deabonos y pesticidas; la otra parte tiende a dis-minuir el trabajo del hombre y a aumentarla eficacia de sus esfuerzos; es la consumida enla mecanización.

ABONOS Y PESTICIDASLos abonos nitrogenados representan un

gran consumo de energía (cuadro 3). Sin em-

bargo, han contribuido mucho a los aumentosde rendimiento conseguidos durante los últi-mos cincuenta años. Igualmente han favoreci-do la producción de proteína vegetal. Recor-demos que las necesidades mínimas de proteí-na para el hombre son de 75 gramos por día.Según Schuffelen la energía utilizada para lafabricación y distribución de un kilo de nitró-geno es de alrededor de 90 MJ (21.510 kcal.).

Cuadro 3.—Utilización de energía en MJ./ha. paraproducir trigo, alfalfa, y raygrás, no comprendidos

los trabajos de recolección.

Trigo de otoñoClase de energía (abonado ni-

invertida trogenado 98kg. de N/ha.)

Alfalfa (sinabonado ni-trogenado)

Raygrás inglés(abonado ni-trogenado 354kg. de N/ha. )

Abono nitroge-nado (1) 7.987 O 28.555

Abono fosfóri-co (1) 747 705 888

Abono potási-co (1) 394 1.091 426

Herbicidas, pes-ticidas 155 188 O

Trabajos cultu-rales diversos(con carbu-rante) 1.261 843 862

Energía total in-vertida en MJ/ha. (sin reco-lección) 10.544 2.827 31.027

(1) Energía utilizada en la fabricación.

Cada kilo de nitrógeno utilizado debe producirpor tanto un aumento de aproximadamente6 kg. de trigo o 30 kilos de patatas para cu-brir los gastos energéticos del abono (calcula-dos según los datos de Schuffelen). Nuestrosensayos de abonado han evidenciado una efi-cacia del abono generalmente superior a estascifras, salvo en los casos de abonados exce-sivos. Se comprueba que la utilización de lasleguminosas es muy interesante (cuadro 3), enrelación con la energía. Por el contrario, elcultivo de gramineas forrajeras, también enrelación con la energía, es una verdadera abe-rración. Esta práctica, por otra parte, no hatenido ningún éxito en Suiza.

La utilización de los pesticidas se dirige aeliminar las pérdidas de cosecha provocadaspor las enfermedades y las plagas, así comopor la competencia de las malas hierbas. Se-gún cálculos de Cramer las pérdidas de la pro-ducción agrícola potencial en el mundo son de

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un 35 por 100. En Europa esta cifra alcanzael 25 por 100.

La energía necesaria para sintetizar un pes-ticida varia muy sensiblemente según la natu-raleza del producto. Price-Jones considera quepor término medio la fabricación y aplicaciónde un pesticida representa un gasto energéticode 282 MJ. por hectárea, lo que correspondea 18 kg. de trigo o 136 kg. de patatas.

Estos datos demuestran que la utilización delos pesticidas, generalmente, debería tener unefecto positivo en el balance energético. Sinembargo, hay que recordar que algunos trata-mientos tienen por finalidad mejorar la cali-dad del producto sin influir en su valor ener-gético, como por ejemplo, la lucha contra elgusano de la cereza.

En relación con la utilización de los herbici-das, también se puede señalar que estos pro-ductos han permitido disminuir considerable-mente las labores del suelo y conservar enbuen estado las cosechas, y en consecuencia,ha disminuido la energía en estas faenas.

Gracias al empleo de abonos y pesticidas ygracias también a la mejora de las plantas porselección así como a los progresos de las téc-nicas culturales los rendimientos han aumen-tado mucho (cuadro 4).

Cuadro 4.—Evolución de los rendimientos para algu-nos cultivos en Qm./ha. en valor relativo en Suiza.

Cultivo 1926-30 1951-55 1971-74 (prov.)

Trigo de otoño. 21,1 (100) 30,0 (142) 42,7 (201)Cebada de otoño 20,2 (100) 27,4 (136) 44,5 (220)Avena 20,3 (100) 28,5 (140) 42,5 (209)Maíz grano 26,7 (100) 35,4 (133) 60,3 (226)Patata 141,0 (100) 210,0 (149) 404,0 (286)

diez minutos, comprendido el tiempo necesa-rio para construir la máquina. Los datos delcuadro 5 muestran esta evolución para algunoscultivos en Suiza.

Cuadro 5.—Evolución de necesidades de horas de tra-bajo de algunos cultivos en Suiza.

Cultivo 1944 1963 1974

Trigo 100- 120 58 40Patata 900-1.200 350 280Remolacha azucarera. 1.000-1.300 340 225

Resulta, por tanto, que una parte cada vezmayor de la energía solar es fijada por laplanta. En la agricultura primitiva la produc-ción vegetal no representa más que el 0,25por 100 de la energía solar recibida mientrasque en la actualidad en agricultura intensivaalcanza por término medio el 1,5 por 100(Schuffelen).

MECANIZACION

La mecanización tiene por finalidad mejo-rar la eficacia del trabajo del hombre. Heninseñala que, hacia 1800, eran necesarias doshoras de trabajo para producir un kilo de tri-go mientras que en 1950 este tiempo era de

Se dice, a veces, que en las agriculturasmenos evolucionadas la relación entre la ener-gía consumida y la energía alimenticia consu-mida es claramente más favorable que en nues-tros cultivos intensivos. Evidentemente, se pue-de calcular, en teoría, que la energía muscu-lar exige poco para su conservación. La ali-mentación diaria de un hombre (3.000 kcal.)es el equivalente energético de, aproximada-mente, 0,3 kg. de petróleo. En el plano econó-mico, no se puede olvidar que, en Suiza, elsalario de una jornada de trabajo representaactualmente el valor aproximado de 300 kg.de petróleo, o sea el equivalente energéticoteórico de 1.000 jornadas de trabajo. Sin em-bargo, estas comparaciones tienen poca base.

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mGntas,p'enSos y f tres

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ocios

0.03 FABRICACION DE MAQUINARIA

0.09 SECADEROS

0.14 RIEGOS

0.26 TRABAJOS EN EL CAMPO

~MI 0.35 ENERGIA NO PETROUFERA

0.53 PRODUCTOS QUIMICOS

TOTAL ENERGIA FOSILPARA LA PRODUCCIONVEGETAL

1,40

No alimentarios0,05

Esquema energéticoMoción de la producciónumana agrícola y la alimen-

12 tación humana enNorteamérica.

03 MANEJO DELGANADO

0.1 FABRICACIONDE PIENSOS

413.1 FABRICACIONDE ALIMENTOSTRANSPORTES

0,9

0,6DISTRIBUCION

Pérdidas industrialesY subproductos

0,2

Energía en losproductos animales

0,38

1.2 0,8PREPARACIONDE AUMENTOS

3,0 2,7

TOTAL ENERGIA FOSILAPORTADA A LAS COSECHASHASTA EL CONSUMO

Pérdidas0,08

Energía en losproductos vegetales

0,62

t1 kcal en el alimento

consumido por el hombre

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Por una parte, el hombre no se alimenta sólode energía fósil, sino de productos de alto va-lor biológico; el hombre tiene necesidad decomplementar la energia alimenticia con ami-noácidos esenciales, sales minerales y vita-minas. Cada vez más, la alimentación no re-presenta más que una pequeña parte del con-sumo energético del hombre. Existen, además,las viviendas, los transportes, la utilización deproductos industriales, los ocios, etc. El consu-mo total de energía primaria en el año 1972representó para Suiza la impresionante cifrade alrededor de 70.000 cabrias por dia y ha-bitante, calculado según el anuario estadisti-co del país. A pesar de estas consideracioneshay que admitir que la mecanización origina,con frecuencia, un consumo de energía supe-rior a lo que se economiza en la energia ani-mal a la que sustituye. Por otra parte, hayque pensar en el bienestar del hombre. Lamecanización ha librado al agricultor de lostrabajos más penosos y ha mejorado su efica-cia. Desde 1900, a pesar de que la produc-ción agricola se ha duplicado por términomedio (cuadro 4), la población dedicada a la

agricultura suiza ha pasado del 30,4 por 100al 6,7 por 100. En Suiza la agricultura utili-za, según Rutti, aproximadamente del 2 al3 por 100 del consumo energético global yproduce alrededor del 60 por 100 de las ne-cesidades alimenticias, comprendidos los pien-sos importados, o sea de 1.900 a 2.000 kcal.por habitante y día.

El hecho de que haya menos hombres paraproducir alimentos origina una rápida evolu-ción de la sociedad. Las actividades de los sec-tores secundario y, sobre todo, terciario pue-den desarrollarse favorablemente. Actualmen-te, el hombre disfruta de unas comodidadesque eran inesperadas a principio de siglo. Sereduce la duración de su trabajo y aumentansus horas de ocio. Desgraciadamente esto noocurre en los paises en vías de desarrollo don-de son frecuente las insuficiencias alimenticias.

CONCLUSION

En un mundo en que la población aumentaen un millón de personas cada cinco años ydonde ciertos especialistas predicen a medioplazo una crisis alimenticia mundial, el primerobjetivo de la agricultura debe ser una eleva-da producción de alimentos. La agriculturaestá ligada al desarrollo de nuestra civilizacióny no es posible considerar una vuelta a lasprácticas agricolas del siglo pasado como algu-nos desean. Desde luego es preciso clue la evo-lución de nuestra agricultura se guie adecua-damente con el fin de asegurar a largo plazolos recursos necesarios para nuestra existencia.

La energia fósil deberá ser utilizada conprecaución. En agricultura, algunas técnicaspermitirán realizar economías. Asi, por ejem-plo, la asociación de gramineas y leguminosasen praderas artificiales permitirá disminuir lautilización de abono nitrogenado; el pastoreosuprimirá los trabajos de recolección; el labo-reo mínimo del suelo disminuirá el consumode carburante. En relación con la protecciónde las plantas se producirán algunas econo-mias como consecuencia de la utilización de lalucha dirigida e incluso de la lucha integrada.La utilización racional de estiércol, purines yotros desechos agricolas, y en cierta medida,los «compuestos» y cienos de depuración pue-den disminuir el consumo de abonos minerales.

Sin embargo, conviene destacar que las eco-nomias que se hagan a nivel de la producción

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vegetal no repercutirán sobre la parte más im-portante de la energ-ia utilizada en la produc-ción de nuestra alimentación.

El aumento del consumo energético en nues-tro sistema alimenticio está muy influido porlos gastos de energía ocasionados por el acon-dicionamiento, conservación y distribución delos alimentos. Esta situación se acentúa aúnmás por la evolución progresiva de nuestro

régimen alimenticio hacia un consumo cadavez mayor de productos de origen animal.Por desgracia, siete calorías en forma vegetalno producen más que una cabria en formade carne de vaca.

A. VEZ(Revue d'Agricultura Suisse,

mayo-junio 1976)

NOTICIARIONOMBRAMIENTOS

El Boletín Oficial del Estado del día 7 de julio delaño en curso publicó un Real Decreto por el que senombran los Ministros del Gobierno, entre ellos a donFernando Abril Martorell como Ministro de Agricul-tura.

El señor Abril Martorell había desempeñado anterior-mente en el Ministerio de Agricultura el cargo de Di-rector General de la Producción Agraria durante losaños 1971 a 1974.

Por otra parte, el «Boletín Oficial del Estado» deldía 24 del mismo mes incluye dos Reales Decretospor los que se nombran a don Antonio Salvador Chi-co, Director General de Capacitación y Extensión Agra-rias y a don Jaime García Alamán, Presidente del Ins-tituto Nacional de Investigaciones Agrarias.

Don Antonio Salvador Chico es Agente de ExtensiónAgraria desde el año 1957 y ha desempeñado anterior-mente los puestos de Jefe de Agencia, Supervisor, Je-fe de la Sección de Desarrollo de Comunidades y Sub-director de Promoción del Servicio. También ha sidoSubdirector General de Coordinación y Programas enla Subsecretaría del Ministerio de Agricultura y en laactualidad desempeñaba el cargo de Director Generalde la Producción Agraria.

Don Jaime García Alamán ha desempeñado en elServicio de Extensión Agraria los puestos de InspectorRegional, Jefe de la Sección de Formación y Jefe de laSección de Enseñanzas Regulares. También ha sido Sub-director General de Capacitación Agraria. En la actua-lidad era Director General de Capacitación y ExtensiónAgrarias.

ORDEN CIVIL DEL MERITO AGRICOLA

El día 24 de junio del presente año, con motivo dela onomástica de S. M. el Rey, han sido concedidas lassiguientes condecoraciones de la Orden Civil del Méri-to Agrícola en las categorías que se indican a las personasque a continuación se relacionan.

Encomienda de Número

Don José Cabrerizo Rodríguez.

Comendador

Oficial

Don Miguel Arias Sánchez, don Miguel Cruz Mira, donJosé Fernández Paz, don Antonio Moreno Lagos, donSalvador Olmos Ortí, don Pedro Zorraquín Górriz.

Caballero

Don Antonio Rodríguez Sánchez, don Vicente SerranoSomolinos.

Lazo de Dama

Don Francisco Gómez Aracil, don Alberto Ibáñez Pérez, Doña Piedad Ocaña Lugo, doña María Luisa Puertadon Carlos Vacas Fernández. Sanz.

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