Efecto Del Fenomeno Del Niño en La Agricultura
-
Upload
shamikito-moron-rojas -
Category
Documents
-
view
62 -
download
3
description
Transcript of Efecto Del Fenomeno Del Niño en La Agricultura
UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA
FACULTAD DE AGRONOMIA
TEMA
“EFECTO DEL FENOMENO DEL NIÑO EN CULTIVOS TROPCALES”
CURSO : ECOLOGIA AGRICOLA
DOCENTE : GIL BACILO, JOSE LUIS
ALUMNA : GUTIERREZ TITTO YAKELINE
CICLO : 2016 -0
TINGO MARIA PERU
2016
I. INTRODUCCION
El Niño es un fenómeno natural que siempre ha existido. Quizá es hoy en día
más popular por relacionarse directamente con alteraciones climáticas que
afectan las actividades socio-económicas a nivel mundial. El hablar de que los
costos acumulados de las variaciones climáticas en Perú, resultado de El Niño,
ascienden a casi dos mil millones de dólares y afectan a alrededor de veinte
millones de personas, nos hace reflexionar sobre la importancia de diseñar
estrategias de mitigación y adaptación ante condiciones extremas en el clima.
Varios países en el mundo toman cada vez más en serio los pronósticos
climáticos en la planeación de sus actividades. En Perú apenas se comienza a
avanzar en esa dirección.
Los efectos de El Niño en el territorio peruano están íntimamente ligados a la
disponibilidad de agua. La escasez de lluvia en ciertos años es quizá la señal más
evidente de un Niño fuerte. Son los costos de la sequía los que más se resienten
en la costa del Peru.
La intensidad de un fenómeno del Niño depende de la magnitud de las
anomalías de precipitación y temperatura pronosticadas y del área cubierta por
las mismas, y es diferente de la magnitud del efecto climático y del impacto
producido. El efecto climático depende de la época del año en que se presenta el
fenómeno (que se consolide) y el impacto socioeconómico está más relacionado
con la vulnerabilidad de las diferentes regiones del país y de los sectores
productivos. Aunque el pronóstico habla de un fenómeno de intensidad moderada
a débil, el sector agropecuario debe estar alerta ante dicha probabilidad.
II. REVISIÓN DE LITERATURA
II.1. Definición del fenómeno de El Niño
Muy frecuentemente escuchamos o leemos que nos encontramos bajo la
influencia de “un Niño”. Cuando eso sucede, el Océano Pacífico frente a las
costas de Perú y Ecuador está más cálido de lo normal, y ese calentamiento
puede durar por varios meses, en muchos casos hasta 18. Los pescadores
peruanos hace ya más de 100 años notaron que estas aguas cálidas aparecían
muy cerca de la Navidad, por eso en un principio le pusieron el nombre de
“corriente de El Niño”, por el nacimiento del Niño Jesús.
“El Niño” ha acompañado el desarrollo de la humanidad desde hace
muchísimo tiempo atrás, sin embargo en los últimos años se ha estudiado más
profundamente, y por esta razón en nuestros días se habla más de él que en
tiempos pasados. Su aparición no tiene una regularidad definida, sino que nos
visita cada 2 o 7 años.
Un aspecto importante que debemos conocer, es que a pesar de que se
produce muy lejos de Centroamérica, sus efectos sobre el clima los sentimos
también aquí, y puede decirse que en prácticamente todo el planeta.
Si queremos aprender a convivir con “El Niño”, el primer paso es saber acerca
de los cambios que experimenta el clima en nuestra región, cada vez que esta
“criatura” decide visitarnos.
II.2. El Niño en el sector agrícola
En el libro “Historia del clima desde el año mil”, Emmanuel Le Roy (1991)
presenta múltiples ejemplos de cómo las alteraciones en el clima influyen en los
manejos de los cultivos y cómo aumenta la prosperidad de las poblaciones que
conocen las condiciones climáticas. Es claro que el clima no es el único factor que
determina el éxito de las actividades agrícolas, ya que las condiciones sociales y
políticas pueden ser de igual o mayor importancia. Aunque siempre han existido
variaciones del clima, cuando éstas se presentan de manera brusca o persistente
generan problemas en las actividades agrícolas, pudiendo resultar en migraciones
de las poblaciones afectadas. Por ejemplo, en el siglo XII la población vikinga que
habitaba Groenlandia era floreciente, pero para fines del siglo XV todos sus
pobladores habían emigrado debido a un prolongado enfriamiento que impidió las
actividades agrícolas y congeló los mares de sus puertos. A esta época se le
llama en la actualidad “la pequeña edad glacial“y tuvo consecuencias en todo el
continente europeo entre los siglos XIII y XVI (Le Roy, 1991).
Diferentes culturas han interpretado de muy diversas maneras los fenómenos
atmosféricos con la finalidad de poder pronosticar el clima, objetivo que se
persigue con diversos métodos que incluyen las ancestrales cabañuelas y los
actuales modelos numéricos de simulación climática.
Debido a que la agricultura depende del clima se han probado una gran
variedad de tipos de maíz y otras semillas, buscando aquéllas que tengan
resistencia a factores climáticos adversos, como las sequías. En el caso de
Mesoamérica, la domesticación del maíz fue fundamental en el desarrollo y
florecimiento de las culturas regionales precolombinas. El registro arqueológico
muestra que la selección y cultivo del maíz desde hace 8,000 años condujo a
variedades de este cultivo con mazorcas más grandes y granos más gruesos.
El conocimiento histórico empírico sobre clima ha sido muy importante para el
desarrollo de la agricultura. Buena parte de ese conocimiento no se puede
incorporar de manera formal a los modelos de simulación agroclimática. Sin
embargo, el desarrollo de métodos científicos en el estudio de la variabilidad y
cambio climático, permite que algunas prácticas agrícolas tradicionales se
modifiquen, para adaptarse a las condiciones dominantes hoy en día.
Quienes practican la agricultura tradicional tienen un íntimo conocimiento de
su medio, obtenido a través de la observación constante del entorno. Tal
conocimiento ha llevado a elaborar pronósticos del clima basándose en la
presencia de fenómenos, como la forma y color de las nubes o el comportamiento
de algunos animales y otras observaciones del entorno. A pesar de este
conocimiento empírico, los agricultores tradicionales enfrentan hoy en día los
aspectos negativos de condiciones climáticas extremas, por lo que es necesario
establecer alternativas en los manejos y tipos de cultivo que reduzcan las
pérdidas en el campo. Una de ellas incluye el uso de información climática
regional utilizando datos de décadas recientes y métodos modernos de análisis.
II.3. Efectos en el Sector Agropecuario
Los factores climáticos, en particular la precipitación y los niveles de
humedad,inciden sobre la productividad de los cultivos agropecuarios, según
lasdiferentes necesidades de cada uno y su respectiva tolerancia al estrés hídrico.
Periodos de reducciones importantes en las precipitaciones durante fenómenos
del Niño, llevan generalmente a disminuciones en la productividad agropecuaria y
el impacto en algunos cultivos transitorios es ligeramente mayor que en los
cultivos permanentes.
En general, la reducción en la productividad agrícola es más notable en aquellas
zonas donde las lluvias presentan un déficit alto y la capacidad de amortiguación
del conjunto suelo-planta es menor (baja capacidad de retención de agua del
suelo, altas tasas de evaporación y evapotranspiración). Cuando las
precipitaciones se reducen considerablemente, se prolongan los periodos de
“sequía” en donde existen regímenes bimodales de precipitación, afectando
considerablemente la productividad en el periodo en que se presenta el
fenómeno.
Según los datos históricos del Ideam, los cultivos más afectados han sido:
fique, con una reducción anual promedio de 13%; yuca y palma africana, con 8%,
y cebada, con 7% , seguidos por arroz, papa, maíz, algodón, caña panelera,
plátano, cacao y fríjol. Igualmente, la producción de leche podría verse afectada
en 4,9% en promedio.
II.3.1. Efectos
El impacto del fenómeno El Niño se debe medir en el corto, mediano y
largo plazo. Su presencia afectará principalmente labores como: cronograma de
siembras, establecimiento y mantenimiento de actividades agropecuarias,
consumo de agua, normal desarrollo fenológico de los cultivos, ciclo de vida de
plagas y enfermedades, rendimientos, oferta y precios de los productos
agropecuarios durante y después de su culminación. Los efectos del fenómeno de
El Niño en la agricultura se han estudiado sistemáticamente desde la década
pasada. Buena parte de los estudios se basan en lo que se denomina
“teleconexiones”, esto es, en relaciones estadísticas entre el clima de dos (o más)
puntos distantes entre sí. Así, se ha observado que durante condiciones de El
Niño se presentan precipitaciones por debajo de lo normal en Oceanía, en la India
y en el sureste de Africa. El Niño provoca también cambios en el clima de Perú
En agricultura, Cane et. al. (1994), encontraron una teleconexión entre la
temperatura superficial del mar (TSM) en el Pacífico ecuatorial en la región El
Niño 3 y los rendimientos de maíz en Zimbabwe. Ahí, el maíz es la fuente más
importante de alimento para la población y se cultiva principalmente en
condiciones de temporal. Sorprendentemente, la correlación entre los
rendimientos de maíz y la TSM resultó mayor (0.78) que aquella entre la TSM y la
lluvia anual en ese país (0.64) para los años de 1970 a 1993. Los resultados de
tal relación para la agricultura hacen pensar que el diagnóstico y pronóstico del El
Niño son claves en Zimbabwe. Sin embargo, en ese país aún existen reservas en
cuanto al uso de pronósticos. Aunque el evento de El Niño 1991 fue pronosticado
correctamente, no fue posible convencer a los agricultores de aplicar acciones
preventivas para la severa sequía que se presentó en 1992. Si bien hubo buenas
lluvias en octubre y noviembre de 1991, en 1992 se presentó la peor sequía en el
siglo para 10 países de Africa del Sur, que se tradujo en cosechas reducidas a la
mitad de lo esperado, afectando a 10 millones de personas. Quizá su impacto en
la población no resultó tan grave gracias a las acciones de los gobiernos amigos y
a la ayuda internacional.
II.4. Recomendaciones tecnológicas para los principales cultivos tropicales y actividades pecuarias, acuícolas y pesquerasII.4.1. Recomendaciones generales1
• Utilizar con eficiencia el agua disponible e implementar sistemas de
riego por goteo y microaspersión preferiblemente, evitando en lo posible el
uso de sistemas de riego por gravedad.
• En los distritos de riego, se debe hacer una planeación de tiempos y
turnos de riego para que todos los usuarios puedan tener acceso al agua.
• Priorizar, en los distritos de riego, la siembra de los cultivos más
susceptibles a la sequía.
• Adecuar y/o construir reservorios para almacenar el agua
(preferiblemente cubiertos) o tanques para suministrar riego en épocas
críticas del cultivo.
• Utilizar labranza mínima cuando el suelo no está compactado o
labranza con cincel para evitar voltear el suelo y mejorar las condiciones de
retención de humedad.
• Se recomienda la implementación de las buenas prácticas agrícolas
y pecuarias.
• Realizar manejo de coberturas como arvenses nobles, dependiendo
del cultivo, para mantener la humedad del suelo.
• Donde sea posible, mantener riego sobre los pastos para que no se
deterioren y puedan ser alimento para la producción de carne y leche.
• Almacenar alimentos y forrajes, que permitan alimentar el ganado
en la época de sequía.
• Programar los ciclos de siembras para reducir las pérdidas de las
cosechas evitando que estas coincidan, en la medida que sea posible, con
los meses de mayor impacto del fenómeno de El Niño.
• El productor debe manejar las fuentes de forrajes como un cultivo y
tener todas las prevenciones posibles a fin de controlar el recurso forrajero.
• No realizar quemas. De acuerdo con el Decreto No. 2143 de
septiembre de 1997, las quemas están prohibidas. Recuerde que en
épocas de fenómeno de El Niño se incrementan los riesgos de ocurrencia
de incendios forestales y se puede causar pérdida de vidas humanas y
enormes daños ambientales y económicos, que los pueden llevar a
enfrentar problemas judiciales.
• Consultar periódicamente las páginas web de cada uno de los
gremios del sector agropecuario, quienes han desarrollado un trabajo
particular y detallado para cada una de sus actividades productivas.
II.4.1.1. Sector agrícolaa. ARROZ RIEGO
• Programe adecuadamente los riegos, según los requerimientos
hídricos de cada una de las etapas de desarrollo del cultivo y evite
pérdidas por filtración en canales.
• Organice y coordine con los usuarios de los distritos de riego para la
asignación y racionalización de las cuotas de agua, según las épocas de
siembra.
• Reduzca o evite las siembras en suelos con baja capacidad de
retención de humedad (arenosos y/o marginales).
• Adecúe el suelo, realice una micronivelación y utilice caballoneo en
curvas de nivel, sistema que permite aumentar la eficiencia del riego y
disminuir las pérdidas por escorrentía y erosión.
• Evite quemar el tamo, para poder aprovecharlo. Píquelo con
desbrozadora y distribúyalo en el lote. Aplique materia orgánica para
aumentar la retención de humedad en los suelos.
• Utilice semilla certificada y variedades tolerantes a insectos dañinos
y enfermedades, para reducir riesgos y el número de aplicaciones de
plaguicidas, que pueden significar un ahorro en los costos de
producción.
a.1. ARROZ SECANO
• Evite al máximo la siembra de secano en lotes de baja retención de
humedad, pues el riesgo de pérdida es muy alto en época de ocurrencia
de fenómenos El Niño.
• Efectúe caballones para captar y retener el agua lluvia. • Siembre
variedades tolerantes a Hoja Blanca, Pyricularia y Vaneamiento, para
evitar situaciones de estrés.
• Como es probable un aumento de la incidencia de virus de la hoja
blanca por incremento poblacional del vector, se recomienda suspender
desdeeste momento las aplicaciones de insecticidas de amplio espectro
(piretroides, fosforados y carbamatos) y sembrar variedades resistentes
comoFedearroz 2000.
• Establezca el cultivo en los periodos óptimos de siembras y realice
una selección rigurosa de los lotes para el cultivo.
b. BANANO
• Evite siembras de nuevas plantillas.
• Realice el manejo de arvenses mecánicamente para seleccionar
arvenses nobles que ayuden a retener la humedad en el suelo y
esparcir uniformemente los residuos de cosecha para evitar la pérdida
de humedad por evaporación. Para presencia de Colaspis sp:
• Conforme equipos técnicos capacitados para monitorear las
poblaciones e identifique las áreas de alta, media y baja incidencia del
insecto. Recomiende y coordine acciones de manejo integrado de la
plaga.Para presencia de Ceramidia virídis:
• Realice monitoreo de la plaga en sus diferentes estadios.
• Elimine hospederos alternos de la plaga.
• Realice el deshoje fitosanitario semanalmente para reducir la
Presencia de la plaga.
c. CACAO
• Por pérdidas en germinación y muerte de plantas, no es
conveniente hacer semilleros ni realizar siembras. Si ya están
sembrados, recurra a riego (goteo o microaspersión), use coberturas e
hidrorretenedores.
• Para cultivos establecidos, haga control de malezas en forma
moderada, dejando el barbecho sobre el suelo para evitar evaporación
directa y mantenga plantas de cobertura o malezas nobles como el
guandul y crotalaria. Cubra el plato de los árboles con coberturas
muertas.
• No efectúe podas fuertes. Si es necesario, hágalo en horas de
menor temperatura.
• Mantenga cobertura viva o muerta entre árboles.
• Para evitar la defoliación, reducción en la floración, marchitez de los
pepinos, las mazorcas pequeñas y la reducción drástica de los
rendimientos, se recomienda mantener el cultivo bajo sombra (dar
manejo adecuado al sombrío temporal y permanente).
• La reducción de humedad acentúa el “mal de machete”
(Ceratocistis). Se recomienda erradicar los árboles enfermos y
desinfectar las herramientas.
• En cultivos nuevos (recién establecidos), conserve el sombrío
transitorio y utilice fracciones del pseudotallo del plátano o banano,
colocados a 5 centímetros de la raíz del cacao para conservar la
humedad.
• Verifique las condiciones de humedad del suelo antes de realizar
labores de fertilización.
d. CAFÉ
• No se recomienda realizar nuevas siembras en la época del
fenómeno El Niño.
• En caso de que decida realizar siembras nuevas, use umbráculos
(toldos) para disminuir la incidencia de la radiación solar y aplique en los
germinadores y almácigos. Se debe llevar al campo material vegetal que
no pase de 5-6 meses de edad. Use hidrorretenedor.
• Para cultivos que estén en el primeraño, considerada fase crítica, se
recomienda la adición en el plato de coberturas muertas provenientes
de desyerbas y podas, o cualquier material orgánico que conserve la
humedad del suelo mediante manejo agroecológico sostenible y
mejorado. Esto para aumentar la resiliencia del suelo, utilizando abonos
orgánicos, compostaje,lombriabono y biopreparados.
• Aproveche el material del desrame de las labores de soqueo para
utilizarlo como cobertura del suelo.
• No fertilice hasta tanto no se regularicen las lluvias.
• Mientras persista el fenómeno El Niño, se recomienda establecer
cultivos intercalados como maíz y fríjol.
• Haga revisión periódica de los cultivos para la detección de plagas y
enfermedades y aplique medidas de control con base en niveles de
daño económico. Consulte al servicio de extensiónantes de hacer las
medidas de control biológico.
• Haga más eficiente el consumo de agua durante el beneficio del
café.
• Refuerce las medidas de control de pasillas y flotes en el beneficio
del café, para preservar la calidad del grano.
e. MAÍZ
Para aumentar el porcentaje en la germinación y disminuir las pérdidas
se debe:
• Sembrar cuando haya buen contenido de humedad en el suelo.
• Utilizar semilla certificada de híbridos y de variedades mejoradas,
con alto porcentaje de germinación y que registren tolerancia al estrés
por déficit hídrico en cada una de las regiones productoras.
Para cultivos tradicionales se recomienda hacer siembra a “chuzo” e
incorporar materia orgánica.
Para favorecer la humedad del suelose debe:
• Evitar el sobrelaboreo optando por la cincelada, labranza mínima o
labranza cero.
• Aplicar materia orgánica.
• Utilizar residuos vegetales o coberturas nobles.
• En sistema tradicional considerar el asocio con otros cultivos.
• Hacer fertilización nitrogenada con base en urea y sulfato de
amonio.
Para controlar el ataque de tierreros y trozadores, se recomienda el uso
de cebos tóxicos. Para controlar el cogollero utilice granulados e
insecticidas biológicos con base en “Bacillus thuringiensis”, teniendo en
cuenta que este debe aplicarse en horas tempranas de la mañana para
evitar inactivación por alta radiación solar.
• En épocas secas, haga un monitoreo más frecuente del nivel de
incidencia de plagas y enfermedades.
• Efectúe control manual de arvenses en las calles, evitando dejar el
suelo descubierto.
f. PALMA
• Se recomienda el uso de umbráculos o enramadas para disminuir la
radiación solar y aplicación de riego en la etapa de previveros y viveros.
Si es posible, utilizar hidrorretenedor.
• Programe el riego en vivero en horas de baja radiación solar.
• Utilice bolsas de más de 40/63cm. al trasplantar de previveros a
viveros.
• Use sistemas de riego (microaspersión y goteo), mantenga
coberturas vegetales vivas y/o muertas del suelo y realice fertilizaciones
foliares. Mantenga la zona de plateo con cobertura muerta.
• Monitoree la presencia de insectos raspadores y áfidos y haga
control integrado según niveles de daño.
g. PAPAYA
• Por el incremento de loritos verdes, ácaros, mosca blanca y mosca
de la fruta, se recomienda el uso de insecticidas biológicos y de bajo
impacto ambiental.
• Por el ataque severo de mosca de la fruta, se recomiendan
aspersiones con trampas.
• Realice labores de cosecha en horas de baja temperatura.
• No exponga al sol la fruta cosechada y transpórtela preferiblemente
en la noche.
• De ser posible, prefiera el riego por microaspersión o goteo.
• Mantenga el suelo con cobertura para evitar desecación por
evaporación.
h. YUCA
• Siembre en suelos que tengan capacidad de retención de humedad.
En los primeras etapas, evite dejar el suelo sin cobertura.
• Prepare los suelos con labranza mínima, si no está compactado, o
labranza con cincel.
• Utilice coberturas vegetales vivas y/o muertas para proteger la
humedad del suelo.
• Para el ataque de comejenes, se recomienda el tratamiento de las
estacas.
• Para el control del barrenador de la yuca, se recomienda el manejo
adecuado de residuos de cosecha y el uso de trampas luz.
• Para el control de thrips, ácaros, mosca blanca y escamas, se
recomienda un plan de manejo integrado que contemple variedades
resistentes y aplicación de productos químicos de acuerdo al grado de
infestación.
III. CONCLUSIONES
Afortunadamente la aparición de “El Niño” puede predecirse con el tiempo
suficiente, como para tomar algunas medidas que nos ayuden a evitar o disminuir
sus impactos. Ante el anuncio de “un Niño”, Usted debe pensar en la posibilidad
de cambiar las fechas de siembra, adaptándolas a lo que le recomienden los
técnicos en Agricultura y Meteorología. Es posible que si su zona de cultivo se
ubica en una región en la cual se anuncian condiciones de sequía extrema, deba
entonces suspender alguna siembra o disminuir las áreas de cultivo. También es
recomendable sustituir cultivos por otros más resistentes. Una de las medidas
más importantes que como agricultor debe tomar, es realizar todo el esfuerzo
para almacenar agua a través de la construcción de pequeños embalses. Una
buena “cosecha de agua” es fundamental para hacerle frente a los meses más
críticos de sequía. Si por el contrario, sus áreas de cultivo son propensas a
inundaciones, debe mantener en buenas condiciones los drenajes.
IV. BIBLIOGRAFÍA
BRUNNER, A. D. “El Niño and world primary commodity prices: warm water or hot
air?“ Board of Governors of the Federal Reserve System. International Finance
Discussion Papers. #608. April 1998.
Grondona, M. O., Magrin, G. O., Travasso, M. I., Moschini, R. C., Rodríguez, G.
R.,Messina, C. D., Boullón, D. R., Podestá, G. y Jones, J. W. “Impacto del
fenómeno El Niño sobre la producción de trigo y maíz en la región pampeana
argentina”. INTA, Castelar, 1997.
INDEC. “Encuesta Nacional Agropecuaria”. Varios años.
Keppenne, C. L. “An ENSO signal in soybean futures prices”. Journal of Climate,
Vol 8, June 1995.
Magrin, G. O., Grondona, M. O., Travasso, M. I., Boullón, D. R., Rodríguez, G. R.
y Messina, C. D. “Impacto del fenómeno ENSO sobre la producción de cultivos en
la región pampeana argentina”. Mimeo, presentado en Reunión académica sobre
el fenómeno de El Niño y el agro argentino. Academia Nacional de Ciencias,
Buenos Aires,Mayo 1998.
SAGPyA. “Estadísticas Agropecuarias y Pesqueras 1996”. SIIAP, 1996. United
Nations Environment Programme (UNEP). “The El Niño phenomenon”. Nairobi,
1992.
Venables, W. N. and Ripley, B. D. “Modern Applied Statistics with S-Plus”, 2nd.
Ed. Springer-Verlag, New York, 1997.