Edición Dominical (27 noviembre)

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l PRIMER DIARIO DE ANÁLISIS Y OPINIÓN l $ 1.800 l AÑO 75 l EDICIÓN 25.742 l ISSN 0122-2341 l SIP l ANDIARIOS l BOGOTA - COLOMBIA l 60 PáGINAS l www.elnuevosiglo.com.co 27 DE NOVIEMBRE DE 2011 DOMINGO EDITORIAL Claroscuro con Venezuela /5A COMBATES EN ZONA RURAL DE SOLANO, CAQUETÁ Farc asesinan 4 secuestrados para impedir su rescate l Otro de los plagiados, el sargento Erazo logró salvarse, aunque está herido Es tal vez de lo más cruel que hemos visto en mucho tiempo: Juan Manuel Santos Cronología de fugas, rescates y asesinatos de plagiados Análisis: Culpabilidad de Farc; Responsabilidad de Ejército C ATORCE AñOs esperan- do su libertad, ese sagrado derecho de la condición humana que le fue arreba- tado por las Farc desde la madrugada de un 21 de diciembre (1997) en el cerro de Patascoy, Nariño, fue lo que permaneció el sargento Libio José Martínez, cuya vida fue segada ayer en otro acto de sevicia de esa guerrilla, que decidió darle un tiro de gracia antes de que fuera rescatado. El sargento Martínez, que fue secues- trado por la guerrilla cuando apenas tenía 21 años, no tuvo tampoco el derecho de conocer a su hijo, Johan Steven, quien desde que tuvo uso de razón comenzó a participar activamente en los actos que demandaban la liberación de los milita- res y policías plagiados, hasta convertirse en un símbolo de esa intensa lucha. A Johan Steven, las Farc también le negaron un derecho fundamental: cono- cer a su progenitor, pese a los reiterados llamados públicos que hizo para ello. Hoy, a sus 14 años, vive el gran dolor de haberlo perdido sin poder si quiera abra- zarlo y decirle que él era su hijo, ese al que brindó amor y caricias pero cuando estaba en gestación. “Siempre tuvimos la esperanza de que él volviera vivo, pero hoy la luz se ha apagado. A la guerrilla le digo que termi- nen esta guerra absurda y que no sigan Sargento Libio José Marnez Coronel Edgar Yesid Duarte Teniente álvaro Moreno Teniente Elkin Hernández Fueron vilmente asesinados con tiros de gracia: Juan Carlos Pinzón Pasa pág 2E

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www.elnuevosiglo.com.co l DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DE 2011 l EL NUEVO SIGLO 1A

l PRIMER DIARIO DE ANÁLISIS Y OPINIÓN l

$ 1.800 l AÑO 75 l EDICIÓN 25.742 l ISSN 0122-2341 l SIP l ANDIARIOS l BOGOTA - COLOMBIA l 60 PáGINAS l www.elnuevosiglo.com.co

EL NUEVO SIGLO27 DE NOVIEMBRE DE 2011

DOMINGO

EDITORIAL

Claroscuro con Venezuela /5A

COMBATES EN ZONA RURAL DE SOLANO, CAQUETÁ

Farc asesinan 4 secuestrados para impedir su rescate

l Otro de los plagiados, el sargento Erazo logró salvarse, aunque está herido

Es tal vez de lo más cruel que hemos visto en mucho tiempo: Juan Manuel Santos

Cronología de fugas, rescates y asesinatos de plagiados

Análisis: Culpabilidad de Farc; Responsabilidad de Ejército

CATORCE AñOs esperan-do su libertad, ese sagrado derecho de la condición humana que le fue arreba-tado por las Farc desde la

madrugada de un 21 de diciembre (1997) en el cerro de Patascoy, Nariño, fue lo que permaneció el sargento Libio José Martínez, cuya vida fue segada ayer en

otro acto de sevicia de esa guerrilla, que decidió darle un tiro de gracia antes de que fuera rescatado.

El sargento Martínez, que fue secues-trado por la guerrilla cuando apenas tenía 21 años, no tuvo tampoco el derecho de conocer a su hijo, Johan Steven, quien desde que tuvo uso de razón comenzó a participar activamente en los actos que

demandaban la liberación de los milita-res y policías plagiados, hasta convertirse en un símbolo de esa intensa lucha.

A Johan Steven, las Farc también le negaron un derecho fundamental: cono-cer a su progenitor, pese a los reiterados llamados públicos que hizo para ello. Hoy, a sus 14 años, vive el gran dolor de haberlo perdido sin poder si quiera abra-

zarlo y decirle que él era su hijo, ese al que brindó amor y caricias pero cuando estaba en gestación.

“Siempre tuvimos la esperanza de que él volviera vivo, pero hoy la luz se ha apagado. A la guerrilla le digo que termi-nen esta guerra absurda y que no sigan

Sargento Libio José Martínez Coronel Edgar Yesid Duarte Teniente álvaro Moreno Teniente Elkin Hernández

Fueron vilmente asesinados con tiros de gracia: Juan Carlos Pinzón

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2E EL NUEVO SIGLO l DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DE 2011 l www.elnuevosiglo.com.co Nación

COMO una demostración más “de la sevicia y la crueldad con que opera el grupo narcote-rrorista de las Farc” calificó el presidente Juan Manuel Santos el asesinato “a mansal-va” de cuatro miembros de la Fuerza Pública secuestrados, a tiempo que expresó su solida-ridad con las familias de estos hombres, a los que calificó como “héroes”.“Quiero, ante todo y sobre todo, enviarles mis condolen-cias a las familias de esos héroes de la patria, y mis con-dolencias a la Fuerza Pública porque sé el dolor que esto le produce a nuestro Ejército y a nuestra Policía. Decirles que esta es una demostración más de la sevicia y la crueldad de las Farc”, manifestó.El Jefe de Estado también indicó que al lado de los cuerpos sin vida de los unifor-mados fueron “encontradas cadenas, es decir, los tenían como tienen a sus secuestra-dos: encadenados. Y cuando se vieron enfrentados con la Fuerza Pública no tuvieron ningún reparo en asesinarlos a mansalva”.

Fue enfático en señalar que “los únicos responsables de esa acción vil, de lesa humani-dad, de ese crimen de lesa hu-manidad son las Farc” y agre-gó que “ya me imagino que van a querer comenzar a decir que no, que fue la Fuerza Pública la responsable de esos hechos . ¡Por Dios! Se requiere simple-mente sentido común para ubi-car toda la responsabilidad en quienes los secuestraron hace más de 12 o 13 años y quie-nes apretaron el gatillo para asesinarlos a mansalva”. También envió un mensaje a las Farc: “lo único que esto hace es inyectarle a nuestra Fuerza Pública más determi-nación para seguir combatién-dolos con todo lo que está a nuestro alcance”.Finalmente el presidente San-tos indicó que “Asesinar a mansalva a unos secuestrados de más de 12 años no tiene explicación, es tal vez de lo más cruel que hemos visto en mucho tiempo, y por eso lo condenamos a ultranza y lo condenamos con toda la deter-minación y la contundencia que tenemos a nuestro alcance”.

Repudio presidencial

lastimando niños, como mi hijo Johan”, lamentó Claudia Tulcán, esposa de Martínez.

Pero el drama de Johan Ste-ven y la familia Martínez no es el único, ya que con el sargento Libio fueron vilmente asesi-nados el coronel de la Policía Édgar Yesid Duarte, el unifor-mado de más alto rango entre los policías y militares rehenes de las Farc y los tenientes de la Policia, Elkin Hernández, y Álvaro Moreno.

Todas estas familias vivían desde hace más de 12 años el dolor del secuestro de sus seres queridos pero guardaban la espe-ranza de su regreso. Sin embargo, los guerrilleros de las Farc que los tenían cautivos en zona rural de Solano, Caquetá, decidieron ase-sinarlos cuando notaron el cerco militar que se les había tendido para efectuar el rescate.

Paola Hernández, hermana del teniente Hernández, dijo estar “de luto por el poco trabajo de unos y la maldad de otros. Estamos seguros que no será el principio de la paz”.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón fue quien infor-mó al país del demencial acto de las Farc. “Esta mañana fueron encontrados (los cuerpos). Tres cuerpos fueron hallados con disparos en la cabeza y el cuar-to con impactos en la espalda, luego de un combate entre la guerrilla y los militares en los que un soldado resultó herido y una guerrillera fue detenida”, dijo el funcionario a tiempo que agregó que desde hace 45 días, en operativos de registro y control en Solano, Caquetá se tuvieron informaciones de que una estructura de las Farc en esa zona tenía en su poder a secues-trados de las Fuerza Pública.

Y fue con base en esos indi-cios que se iniciaron los opera-tivos y que llevaron ayer hasta el lugar donde se encontraba el grupo de plagiados. “Las tropas se aproximaron y entraron en combate, minutos después de ese combate y en la zona general luego de que se hace el registro, se encuentran en un punto con-centrados cuatro cadáveres”, manifestó Pinzón.

Minutos más tarde y en me-dio de la indignación nacional, el presidente Juan Manuel San-tos calificó el hecho como “una demostración más de la sevicia y la crueldad de las Farc”.

Agregó que “los únicos res-ponsables de esa acción vil, de ese crimen de lesa humanidad son las Farc”, (Ver recuadro).

Los cuerpos sin vida de los cuatro uniformados llegarán hoy a Bogotá, donde tras ren-dirles los respectivos honores militares serán entregados a sus familias para darles cristiana sepultura.

Se salvó sargento ErazoVarias horas después de la

conmoción que causó la noticia, el país fue informado de una buena nueva: que el sargento primero de la Policía, Luis Al-berto Erazo Maya logró escapar de la sevicia guerrillera y salvar su vida. Erazo Maya fue hecho rehén por las Farc el 9 de di-ciembre de 1999, tras la cruenta toma a Curillo, Caquetá.

SOLO pOr foto, Johan Steven Martínez conoció a su padre, el sargento Libio Martínez, quien fue secuestrado por las Farc hace 14 años y ayer asesinado

EL SArGENTO Luis Alberto Erazo logró escapar y salvar su vida

El ministro de Defensa se-ñaló que el sargento Erazo en el momento de que escuchó los primeros disparos del combate entre militares y guerrilleros logró salir corriendo y se internó en la selva. “Según informa fue perseguido por tres terroristas de la organización de las Farc, quienes incluso durante su persecución lanzaron granadas, esto le causó unas heridas al rostro y a la integridad de este sargento”, relató el funcionario.

Agregó que “el sargento Era-zo logró esconderse y hacia las 6:40 de la tarde, cuando escuchó algunos ruidos y las motosierras que estaban abriendo el espacio para que entraran los helicópte-ros con el personal del CTI, él se

aproximó hacia la zona donde se encontraban las tropas y allí fue encontrado por ellas, resca-tado inmediatamente, atendido, estabilizado.

Lo de Erazo fue un milagro si-milar al de Sigifredo López, quien sobrevivió a la matanza de los once diputados del Valle, también realizada por las Farc en 2007.

Flor Erazo, hermana del sar-gento, aseguró que “toda la familia está feliz por la noticia” mientras que su hija Gisela, que precisamente ayer cumplió 16 años dijo que ese era su “mejor regalo”.

“No lo recuerdo mucho por-que tenía cuatro años cuando mi madre me dijo que lo secuestra-ron. Estoy muy feliz, es el mejor día de mi vida, ojalá que esté sano”, manifestó la joven.

El asesinato de los cuatro mi-litares reavivó el debate sobre el rescate militar como la vía para recuperar a los secuestrados.

Marleny Orjuela, quien dirige la agrupación de familiares de rehenes de las Farc Asfamipaz, criticó el operativo militar y cali-ficó de “inhumana” la actitud del gobierno y de la guerrilla.

“Los familiares están vueltos nada. Cada día el dolor es más grande. Mataron las esperan-zas de nuestras familias”, dijo Orjuela, al recordar que su organización siempre se opuso “al rescate a sangre y fuego”.

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sIN IMPORTAR cuál sea el resultado, lo claro es que después de cada operación de las Fuerzas Militares

se hace una evaluación táctica y estratégica con el fin de determi-nar los errores y aciertos.

Lo ocurrido ayer en la ma-ñana en zona rural de Solano (Caquetá), en donde cuatro mi-litares que llevaban varios años secuestrados por las Farc fueron asesinados a sangre fría por los subversivos ante la inminencia de una operación de rescate por parte tropas del Ejército, tam-bién debe ponerse bajo la lupa.

Y para hacerlo lo primero que debe existir es un enfoque objetivo del escenario circuns-tancial. Es prioritario, por tanto, diferenciar dos ámbitos distin-tos: el de la CULPABILIDAD y el de la REsPONsABILIDAD.

Dentro del primero es claro que el ciento por ciento de la CULPA del crimen perpetrado ayer es de la guerrilla y no le cabe porcentaje alguno a la Fuerza Pública. Fue la subver-sión la que secuestró y mantuvo por años a los uniformados sometidos a la más inhumana de las condiciones e hizo de su libertad “un botín de guerra” para negociarlo a través de sus fallidas exigencias de ‘canje de prisioneros’.

Asimismo, la normatividad del Derecho Internacional Hu-manitario (DIH), que dicho sea de paso prohíbe la toma de re-henes, es taxativa en torno a que el grupo o facción armada que tiene bajo su poder o ‘custodia’

DOS ÁMBITOS DISTINTOS Y CON IMPLICACIONES VARIABLES

Culpabilidad de Farc; Responsabilidad de Ejército

a un combatiente del bando contrario, debe responder por la integridad física del mismo. Ninguna norma que regule un conflicto armado interno o internacional faculta o permite que los “prisioneros de guerra” puedan ser asesinados en caso de un intento de rescate del bando contrario.

A la luz del DIH la única circunstancia en que el grupo captor puede atentar contra la integridad física de un cautivo es cuando éste intenta fugarse, escenario en el cual la acción debe limitarse a neutralizar la evasión con el uso de fuerza me-dida y proporcional, sin incurrir en la llamada “ley de fuga”, costumbre bélica distorsionada e ilegal que permitía abatir sin fórmula de juicio y a sangre fría al prófugo por el simple hecho de serlo. Dicha práctica está hoy proscrita absolutamente.

El DIH también admite que un integrante del grupo captor puede neutralizar, herir o aba-tir (sólo en caso extremo) a un combatiente detenido del bando contrario, cuando éste incurra en alguna acción que ponga en riesgo la vida de los captores o dé ventaja militar al enemigo. Es decir, por ejemplo, que un militar secuestrado se apodere

de un arma y trate de escapar abriéndose paso a punta de disparos.

Sin embargo, nada de ello ocurrió ayer en las montañas de Solano. Los uniformados cauti-vos no intentaron escaparse ni se apoderaron de arma alguna que pusiera en riesgo la vida de los guerrilleros que los custo-diaban. Lo que hubo allí fue un asesinato de personas puestas en estado de indefensión. Es decir, un crimen de lesa huma-nidad, con sevicia y deliberada barbaridad, que no admite excusa ni justificación alguna a la luz del Derecho Internacional Humanitario y las reglas de la

guerra, ya sea declarada o no.

AntecedentesLo de ayer es de igual grave-

dad a lo ocurrido en mayo de 2003 cuando las Farc asesinaron a sangre fría en las montañas de Urrao (Antioquia) al secuestra-do gobernador Guillermo Ga-viria, el ex ministro de Defensa Gilberto Echeverri y ocho mili-tares más, tras ser sorprendidos por una operación de rescate por parte del Ejército.

Y este caso es de gravedad similar a lo que se registró en ju-nio de 2007 en zona montañosa limítrofe de Cauca y Valle, cuan-do las Farc asesinaron, mediante

fusilamiento, a 11 diputados secuestrados, tras confundir a una cuadrilla subversiva que arribaba al campamento en donde tenían a los cautivos con tropas del Ejército que intenta-ban un rescate a sangre y fuego de los plagiados.

Queda, pues, claro que la CULPABILIDAD del asesinato a sangre fría de los cuatro mili-tares ayer en el Caquetá es de las Farc. Se trata de un crimen de lesa humanidad, que confirma una vez más porque la guerrilla colombiana está considerada como una facción paria, bárba-ra, criminal y terrorista en todos los rincones del planeta.

Nivel de riesgoAhora bien, si se analiza lo

que pasó ayer desde el ámbito de la REsPONsABILIDAD, tiene que dejarse en claro que ésta es del Ejército. Y no porque haya intentado el rescate a san-gre y fuego de los uniformados, ya que tratar de recuperar a sus hombres de manos de un grupo que los tiene cautivos de forma ilícita es una acción legítima y amparada por la Constitución y la ley.

En modo alguno el Estado puede renunciar a actuar para liberar secuestrados, sin impor-tar que éstos lo sean por razones políticas, económicas o por acciones derivadas del conflicto armado. En ese orden de ideas, el debate no se debe centrar en la desgastada polémica sobre cómo gestionar el regreso a la libertad de los plagiados: por la vía del intento de rescate o la ruta de la negociación.

La Operación Jaque (2 de julio de 2008) echó por tierra la tesis de que no se podía rescatar con vida a los plagiados. Se trató de una acción astuta, milimétri-ca, un triunfo de la Inteligencia castrense que infiltró a las Farc, las engañó y le arrebató de las manos, sin disparar un solo tiro, a Ingrid Betancourt, los tres contratistas estadounidenses y 11 militares y policías más.

l El debate no es si se intenta o no un rescate de secuestrados, ya sea mediante engaño o a sangre y fuego, sino la capacidad táctica para reducir la reacción de la guerrilla y evitar que cumpla su advertencia criminal y bárbara. Análisis

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/FOTOGRAFÍA MINISTERIO DE DEFENSA

EL MINISTrO de Defensa, Juan Carlos Pinzón informó al país sobre el asesinato de los cuatro uniformados secuestrados por las Farc y expresó a las familias de éstos y a la cúpula militar y policial su condolencia y solidaridad.

LA OpErACIóN CAMALEóN es el principal ejemplo de un rescate exitoso de secuestrados a sangre y fuego

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Pero también hay rescates de secuestrados a sangre y fuego que han sido exitosos. Por ejemplo, en julio de 2010 las Fuerzas Especia-les del Ejército llevaron a cabo la Operación Camaleón, mediante la cual dieron un golpe de mano en las montañas de Guaviare a un frente de las Farc que mantenía secuestrados al general Luis Men-dieta, dos coroneles y un soldado. Fue una operación milimétrica y aunque hubo combates, los subversivos no tuvieron tiempo de atacar a los plagiados, que en cuestión de minutos estaban en poder de las tropas y un cuarto, que huyó en medio del fuego cruzado, fue localizado horas después sano y salvo.

Como se ve, el problema no es intentar o no el rescate, sino asegurarse de que el nivel de riesgo sea el menor para los cautivos y las propias tropas. Si no hay certeza o garantía de ello, lo mejor es abstenerse y esperar al momento cuan-do esas circunstancias estén dadas. En otras palabras, el rescate se intenta sobreseguro, a menos, claro, que se detecte riesgo inminente de atentado subversivo unilateral contra los cautivos.

¿Entonces?La REsPONsABILIDAD

del Ejército en la tragedia ayer en Caquetá radica en que desde hace varios años está advertido de que las Farc dieron la orden

a los frentes que custodiaban los uniformados y dirigentes políticos cautivos que ante la inminencia de un rescate militar de éstos, se procedería a asesi-narlos a sangre fría. Ante ello, tras la presión de los familiares de los plagiados, no en pocas ocasiones el gobierno Uribe admitió que se abstendría de realizar este tipo de operacio-nes si el nivel de riesgo para los cautivos era muy alto. Ni siquiera se llevarían a cabo por más que los familiares de los secuestrados dieran ‘vía libre’ para intentar el rescate.

Por lo tanto, cualquier ope-ración de rescate debía tener la precaución táctica de dar un golpe de mano rápido y contun-dente, que redujera al máximo la capacidad de reacción de los guerrilleros y, por ende, el riesgo de que asesinaran a los cautivos y salieran huyendo de la zona de combate. (Operación Camaleón).

Es allí en donde está la duda sobre lo que pasó ayer. El Minis-tro de Defensa admite que hace 45 días las tropas estaban en la zona y que hubo información en torno a que la cuadrilla sub-

versiva que allí opera tendría a varios de los uniformados cautivos.

Ello obligaba, entonces, a tener la máxima preocupación en la labor de acercamiento al objetivo, tomarlo por sorpresa, neutralizar o abatir a los subver-sivos para impedir que tuvieran tiempo de reaccionar y asesinar a los secuestrados.

Fue allí en donde falló el ope-rativo castrense, pues las tropas fueron detectadas por la cuadrilla de las Farc, que no sólo trabó combates con la avanzada militar sino que tuvo margen de acción

para ejecutar a cuatro plagiados (un quinto no fue rescatado como tal en el sitio del cautiverio sino que huyó en medio del fuego cru-zado) y salir de la zona. El hecho de que sólo una guerrillera haya sido capturada y no se encon-traran cadáveres de guerrilleros, indica que éstos tuvieron tiempo suficiente para perpetrar el cri-men atroz y evadirse.

La táctica del operativo de rescate falló. Simple y llano. Condenable, criminal y repu-diable, todo eso y más, pero lo cierto es que no fue sorpresa alguna que las Farc asesinaran a los cautivos. De su sevicia el país ya tiene muchas pruebas. Además, después de sufrir el abatimiento de su máximo ca-becilla, alias Alfonso Cano, hace menos de tres semanas, era ob-vio que las Farc están muy gol-peadas, heridas y con deseos de venganza. Los frentes viven en constante alerta y neurosis por el riesgo cierto de ser blanco de bombardeos o ataques sorpresa.

Localizado el sitio en donde estaban los secuestrados, lo me-jor era esperar para dar un golpe de mano contundente y rápido, que permitiera disminuir el ries-go de los plagiados. Ello no ocu-rrió pues es claro que si en una operación de rescate sólo el 20% de los objetivos sobrevive, éste no puede considerarse exitoso.

En síntesis, las Farc son CUL-PABLEs del crimen, sí. Pero el Ejército es REsPONsABLE por un operativo que salió mal, muy mal.

MÁS allá de los uniformados y dirigentes políticos que han sido liberados unilateralmente por las Farc en los últimos años, hay otros plagiados que logra-ron fugarse o fueron rescatados por la Fuerza Públi-ca, pero también otros terminaron asesinados por los subversivos al percatarse de la presencia de las tropas o ultimados por error en las filas insurgen-tes. Aquí los principales casos: Mayo 5 de 2003: En un fallido intento de resca-te por parte del Ejército, las Farc asesinaron en Urrao, Antioquia, al gobernador de ese departa-mento, Guillermo Gaviria, al ex ministro de Defen-sa, Gilberto Echeverri y ocho militares. Gaviria y Echeverri fueron secuestrados el 21 de abril de 2002, cuando encabezaban una marcha pacífica de apoyo a ese pueblo. Táctica y estratégicamente la acción castrense fue un fracaso garrafal.Diciembre 31 de 2006: El ex ministro Fernando Araújo escapa en medio de un ataque del Ejército a un campamento guerrillero de alias Martín Caba-llero, en la zona de los Montes de María (Bolívar) después de seis años de secuestro. No se trató de un operativo de rescate, sino de combates en zona de orden público. Mayo 10 de 2007: El suboficial de la policía

John Frank Pinchao se le vuela a las Farc el 28 de abril y tras caminar por la selva del Vaupés fue encontrado por una patrulla militar. Plagiado tras la toma a Mitú en noviembre de 1998, Pin-chao fue en ‘ejemplo’ para otros intentos de fuga que no prosperaron y llevaron a Farc a advertir que todo prófugo sería asesinado.

Junio 28 de 2007: Las Farc asesinan en monta-ñas del Cauca a 11 diputados del Valle secuestra-dos en abril de 2002, tras confundir a cuadrilla subversiva que arribaba al campamento con patru-lla del Ejército en intento de rescate de plagiados.Julio 2 de 2008: Con la ‘Operación Jaque’ y sin un solo disparo, el Ejército liberó a 15 cautivos, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancur, tres contratistas norteamericanos y 11 militares y policías. Fue una operación de infiltración, engaño y astucia sin precedentes. Octubre 26 de 2008: El ex congresista Oscar Liz-cano, secuestrado en agosto de 2000, regresa a la libertad tras fugarse de sus captores en compa-ñía de un guerrillero que lo custodiaba en las selvas del Chocó.13 de julio de 2010: En un operativo en las sel-vas de Guaviare, fueron rescatados el general de la Policía, Luis Mendieta; el coronel de la misma fuerza Enrique Murillo y el sargento del Ejército Arbey Delgado. El también plagiado coronel William Donato escapó en medio del fuego cruzado y fue localizado luego por las tropas. Mejor ejemplo de operación exitosa, tipo ‘golpe de mano’, de rescate a sangre y fuego.

Cronología de fugas, rescates y asesinatos

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LA OpErACIóN Jaque fue milimétrica, basada en la infiltración, la astucia y una Inteligencia de alta precisión que permitió rescatar 15 secuestrados sin disparar un solo tiro

EL Ex ministro Gilberto Echeverry y el ex gobernador Guillermo Gaviria, asesinados