Durán-Celam.La Catequesis en Paraguay hoy

'CONSEJO EPISCOPAL LAIINAMERICANO CELAM

Coleccin V CENTENARIO

Catcquesis i

M A R G A R I T A DURAN

MARGARITA DURAN

RESEA HISTRICA DE LA CATEQUESIS EN EL P A R A G U A Y

Consejo Episcopal Latinoamericano ISBN - 958-625-020-2 Edicin completa ISBN - 985-625-026-1 Volumen 6 Primera Edicin - 2.000 Ejemplares Bogot - 1986 Impreso en Colombia - Printed in Colombia

N o t a Prel iminar

El 12 de octubre de 1984 marca un hito en la historia del CELAM: en ese da el Santo Padre Juan Pablo II en el Estadio Olmpico de Santo Domingo inauguraba solemnemente el Novenario de aos previo a la cele-bracin del Quinto Centenario del inicio de la evange-lizacin en Amrica Latina y peda que siguiramos tras las huellas de los evangelizadores y descubrira-mos el carcter providencial-de la llegada de la cruz salvadora a este continente.

La XX Asamblea Ordinaria del CELAM reunida en San Jos de Costa Rica del 11 al 15 de marzo de 1985, hacindose eco de los deseos del Santo Padre, aprob la Recomendacin 4 que dice:

"Que el CELAM apoye y propicie estudios sobre el aporte de la Iglesia en el proceso de evangelizacin y promocin integral de los pueblos de Amrica; con el visto bueno de la respectiva conferencia y privilegian-do aquellos estudios que se refieren a la Conquista y a la Colonia; as como a la poca post-conciliar".

Para ejecutar este mandato de la Asamblea, el Secreta riado tom la decisin de organizar una Coleccin

conmemorativa del Quinto Centenario, abierta a to-dos los temas relacionados con el fenmeno de la evangelizacin. En eiia se destacan aquellos dos mo-mentos histricos que seala la Recomendacin y se busca divulgacin que ayude a Pastores y fieles a tener una visin positiva y eclesial de los orgenes de nuestra fe y de los caminos de la nueva evangeliza-cin.

La Coleccin Quinto Centenario espera verse enrique-cida con trabajos similares al del presente libro, que provengan de otras fuentes y de otros contextos his-tricos, pero que tengan el mismo sello de fidelidad al Evangelio y el mismo espritu de valoracin de nues-tra experiencia de fe que est en la base de la cultura latinoamericana (D.P. 412).

El CELAM agradece a todos los que han hecho posi-ble la publicacin de este libro y de los dems que integran la Coleccin Quinto Centenario; en especial reconoce el esfuerzo y dedicacin del autor, que ha querido colaborar en esta empresa eclesial y lati-noamericana. Que el Seor Jesucristo en cuyo nom-bre se anunci y se anuncia hoy el Evangelio en Am-rica Latina, haga fructificar esta semilla y bendiga a todos los que la han hecho posible.

+ DARO CASTRILLON HOYOS Obispo de Pereira

Secretario General del CELAM

Presentacin

Durante la Reunin de Coordinacin de Directi-vos del CELAM, efectuada en Bogot del 4 al 6 de Fe-brero de 1986, se me inform que pronto entrara en prensa esta Resea Histrica. Los responsables de su edicin me pidieron que escribiera en ella unas pa-labras preliminares, pues no contaba con la presenta-cin de un Obispo del pas. Acced, porque me cupo dar mi parecer sobre el texto y contribuir con algn aporte en la ltima etapa de su redaccin. Adems el tiempo urga.

Para la elaboracin de esta resea, el Departamen-to de Catcquesis del CELAM fij plazo y extensin de pginas. Adems del apretado margen, se tropez con la carencia de archivo ordenado y unificado y de estu-dios realizados sobre la materia. Por lo mismo, se re-cogi rpidamente cuanta documentacin se hallaba dispersa aqu y all, y se recurri a la memoria viva de algunos -lamentablemente no todos- de los prin-cipales protagonistas de la renovacin catequstica en el Paraguay durante los ltimos treinta aos.

La historiadora Margarita Duran, cuya colabora-cin se solicit, tiene el gran mrito de haber odena-

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do, en breve tiempo y con indudable competencia profesional, el material encontrado y componerlo en este opsculo.

Esta resea -que no pretende ser otra cosa- se ba-sa en datos histricos bien seguros; seala el proceso seguido por la Iglesia en el Paraguay en la renovacin de la catequesis; da particular importancia a los orga-nismos de trabajo, institutos, jornadas y semanas de nivel nacional y diocesano, junto con las publicacio-nes que van producindose, y los momentos de la ca-tequesis.

Es llamativo que este proceso catequstico se de-sarroll en estrecha relacin con la renovacin impul-sada por el CELAM en la Amrica Latina desde 1957, por medio de los institutos latinoamericanos de Ca-tequesis de Santiago de Chile y Manizales, el Comit Latinoamericano de la Fe (CLAF), luego convertido en Departamento de Catequesis (1972), el Instituto Teolgico Pastoral de Medelln, la revista Catequesis Latinoamericana, las reuniones regionales, etc.

Como es obvio, no hubo tiempo ni espacio para un estudio ms profundo y especfico del aspecto cul-tural del sujeto de la catequesis en el Paraguay, y de los aspectos ms sobresalientes de la metodologa, en el contenido y la organizacin. Mucho menos se ha po-dido esclarecer el camino recorrido en el paso de una catequesis -instruccin a una catequesis- educacin en 8

la fe, que construye, da crecimiento y madurez a la comunidad cristiana. En este campo, la experiencia global como la particular demuestran la importancia primordial de la catequesis en la vida de la Iglesia.

Sea como fuere, tal como aparece esta resea constituye un aporte valioso, de referencia obligada en adelante, a una historia mejor elaborada de la cate-quesis en el Paraguay en esta segunda mitad del siglo XX. Dentro de su modestia, el opsculo traza algunos de los razgos relevantes y las lneas de hondura de la catequesis en el Paraguay, y el vigor creciente de una Iglesia local que ha asumido con seriedad y decidido empeo la renovacin de la catequesis como vrte-bra, sostn y motor de su misin evangelizadora.

-f- FELIPE SANTIA GO BENITEZ Obispo de Villarrica del Espritu Santo,

Paraguay Primer Vicepresidente del CELAM

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HISTORIA DE LA CATEQUESIS EN EL PARAGUAY APARTIR DEL CONCILIO VATICANO II

1. Antecedentes.

Hablar de la Catequesis en el Paraguay a partir del Concilio Vaticano II, es hablar del esfuerzo de Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Laicos por reno-var la enseanza de la doctrina cristiana a la luz de la Palabra de Dios y de la realidad del pueblo paragua-yo.

La Catequesis antes del Concilio se reduca a la Catequesis de nios, se les preparaba a los mismos pa ra la Primera Comunin y Renovacin de dicho Sa-cramento y con eso acababa todo. Los textos usados tanto por los catequistas como por los nios eran de preguntas y respuestas, sin pedagoga ni metodologa. Lo importante era memorizar las respuestas, las que nada tenan de contenido bblico ni de visin de la realidad del sujeto y que por consiguiente no llevaban al nio a una toma de conciencia y a un compromiso cristiano.

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Un hecho curioso que reflej la carencia del con-tenido bblico en la enseanza de la Catequesis en el Paraguay durante muchos aos, fue que hasta hace poco el comn de la gente llamaba "evangelio" a los protestantes, porque ellos si manejaron la Biblia, de ah que los identificaran con ella.

El movimiento renovador de la Catequesis en el Paraguay, como tambin en toda Amrica Latina, se inici despus de la la. Conferencia General del Epis-copado Latinoamericano celebrado en Ro de Janeiro en 1935. Aunque ya en el Congreso Mariano Nacional de 1954 celebrado en Caacup Capital espiritual de la Repblica del Paraguay se aprobaron los Estatu-tos modelos de la Confraternidad de la Doctrina Cristiana, para su organizacin en todas las Dicesis.

I a citada Conferencia General del Episcopado La-tinoamericano dio preferencia, en la primera etapa, al personal adecuado, sencillamente porque sin l no caba pensar en una renovacin catequstica.

La CEP estudi sus conclusiones para llevarlas a la prctica (11 de Octubre/55) y resolvi elaborar sus propios Estatutos de acuerdo con las normas de la Sede Apostlica.

En Abril de 1956 se realiz en San Bernardino la IV Jornada Nacional del Clero con el tema: "La Co-12

La catequesis en Paraguay hoy

munidad Parroquial", donde se dio particular impor-tancia a la Catequesis.

Se buscaron los medios para llevar adelante la re-novacin catequstica y se fij la atencin en la capa-citacin del personal adecuado. Fue as como un gru-po de sacerdotes, un Obispo, religiosas y laicos se especializaron nivel universitario en el Instituto Catequstico Latinoamericano del CELAM; en el Ins-tituto Catequstico Latinoamericano (ICLA) de Ma-nizales; en el Instituto Catequstico (ICLA) de Santia-go de Chile; en el Instituto Superior Catequstico de Pars; en el Lumen Vitae de Bruselas; en San Anto-nio, Texas; etc. A su regreso, todos ocuparon puestos directivos nacionales y diocesanos en la renovacin de la Catequesis. Otros a nivel medio y secundario, se fueron formando en la Escuela Catequstica Arquidio-cesana; en el Instituto Nacional Catequstico Juan XXIII de Villarrica; y los restantes, para el trabajo in-mediato, en cursillos y jornadas de parroquias y cole-gios.

A principios de 1960 se organiz y puso en mar-cha el Secretariado General de la CEP sobre el modelo del Secretariado General del CELAM, con sub-secreta riados. El 1 er. Sub-secretariado de la Preservacin y propagacin de la Fe Catlica incluy la Seccin de Catequesis, de la que se encarg el P. Juan Osear Usher.

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1. Se insisti en la necesidad de una mayor dedica-cin a la Catequesis de nios, jvenes y adultos.

2. Se encarg a la Seccin Catequstica la direccin nacional de la Catequesis en su doble aspecto: catequesis parroquial y enseanza religiosa en los colegios y escuelas catlicas.

3. Se encarg a la misma Seccin la creacin de un .servicio catequstico nacional, y la elaboracin de un reglamento interno para el manejo de la Sec-cin catequstica.

4. Se insisti en la necesidad del funcionamiento de los Oficios Catequsticos diocesanos.

5. Se resolvi hacer una intensa campaa catequsti-ca a lo largo de ese ao como preparacin de la reunin del Clero. (Acta No. 29 de la Reunin Or-dinaria de la CEP del 17-22-X-60).

La VI Jornada Nacional del Clero, del 3 al 8 de septiembre de 1961, coordinada por el P. Juan Osear Usher, Titular del 1er. Sub-secretariado de la CEP con su seccin de Catequesis, con la participacin de 7 Obispos y 120 sacerdotes, nmero hasta entonces no alcanzado, enfoc la Catequesis en su contenido, su-jeto, metodologa y organizacin; resolvi la elabora-cin de un "Catecismo nico", y estudi los nuevos Estatutos de la Confraternidad de la Doctrina Cristia-14


na (C.D.C.), ya aprobados por la CEP, y fueron publi-cados en un folleto para uso de sacerdotes y catequis-tas de todo el pas. En esa Jornada se dio un marco global y orgnico a la catequesis de todo el pas, se-gn la lnea de la preocupacin prioritaria de la CEP.

"El mes de Pastoral o Jornada de actualizacin pastoral", realizada en el Seminario Metropolitano de Asuncin, del 3 al 29 de Mayo de 1965, organiza-da por la CEP con la colaboracin del Instituto La-tinoamericano de Pastoral (ISPLA), organismo del servicio del CELAM, fue de suma importancia para el futuro de la Catequesis en el Paraguay. La misma dur cuatro semanas completas, asistieron la mayora de los Obispos, 80 sacerdotes seculares y religiosos, 40 religiosas y los representantes de movimientos lai-cos. Adems todos los sbados de ese mes se desarro-ll un programa especial, por la maana y por la tarde, en el Colegio de Mara Auxiliadora, para las re-ligiosas, con una asistencia promedio de 120 por sesin.

Para que se tenga idea de los temas tratados, se intentar resumirlos as: la! Semana: Renovacin teo-lgica y pastoral. 2a. Semana: El apostolado laico. 3a. Semana: Pastoral litrgica. 4a. Semana: Pastoral de la Palabra, Catequesis. Con los sub-temas: La Bi-blia, fuente de la Palabra; exgesis moderna y Biblia; mtodo de trabajo para conocer la Biblia; Pastoral y Catequesis: fin de la Catequesis; educacin de la fe,

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el conocimiento de la fe, contenido de la Catequesis, presentacin catequstica del misterio cristiano, mi-sin y preocupacin del catequista, celebracin sagra-da de la Palabra, vigilia de la Ascencin; proceso de una sesin de Catequesis, los signos de la Catequesis; la organizacin de la Catequesis parroquial, el tema-rio y el manual de la catequesis.

Entre las conclusiones de esa densa y amplia jor-nada figuraron:

1. La necesidad de una revisin profunda de la ac-cin pastoral ordinaria y habitual, a la luz de las nuevas orientaciones de la actual pastoral de la Iglesia en estado de Concilio y de Misin.

2. La necesidad y prioridad de la elaboracin de un Plan de Pastoral de Conjunto, en el que estn con-templados jerrquicamente las principales y ms urgentes necesidades pastorales del ambiente para-guayo.

3. La necesidad de la integracin de un Equipo Na-cional de Pastoral, orientado y respaldado por la CEP, que tenga por finalidad la reflexin, el pla-neamiento y la promocin del movimiento de re-novacin pastoral de toda la Iglesia en el Para-guay.

4. La conveniencia de que ese mes de Pastoral u otras iniciativas anlogas se repitan peridicamen-

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te y que del mismo participen el mayor nmero de sacerdotes, religiosos y laicos, adems de los Obispos, comprometidos todos juntos en la res-ponsabilidad de la evangelizacin de nuestra pa-tria.

En junio de 1965 se celebr la reunin de la CEP y en ella se resolvieron dos asuntos muy importantes.

a) La extensin de la experiencia arquidiocesana (ca-tequstica) mediante la revista y los esquemas. Se insisti en la creacin y funcionamiento de un ofi-cio catequstico, y se ofrecieron becas para el ICLA de Santiago de Chile.

b) La creacin de Comisiones Episcopales, con com-petencias especficas, y la substitucin de los Sub-secretariados por Departamentos de servicios.

Fruto y cumbre de todas las reflexiones, experien-cias y realizaciones pastorales de unos quince aos en nuestro pas y en el continente fue el documen-to "Catequesis" de la 2a. Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizado en Medelln en 1969. En dicha Confrencia la Catequesis estuvo en-marcada dentro del tema "La Iglesia en la actual transformacin de Amrica Latina a la luz del Conci-lio", que abarc tres reas pastorales: la promocin humana, la evangelizacin y el crecimiento en la fe, y la Iglesia visible y sus estructuras. En sntesis fueron

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cuatro los captulos del citado documento: a) Ne-cesidad de la renovacin b) Caractersticas de la re-novacin c) Prioridades de la renovacin y d) Me-dios de la renovacin catequstica. En un quinto cap-tulo se resumieron algunas conclusiones de los ante-riores captulos.

La Jornada Nacional de Reflexin "Catequesis en la Perspectiva de Medelln" se llev a cabo en el Co-legio de Mara Auxiliadora de Asuncin. La misma se realiz bajo los auspicios de la Comisin Episcopal de Educacin Cristiana y la Federacin de Religiosos del Paraguay (FERELPAR), los das 17, 18 y 19 de Julio de 1969, con el siguiente temario: 1er. Da: El hom-bre sujeto de la Catequesis: El latinoamericano sub-desarrollado, marginado, alienado. 2do. Da: Iglesia y Catequesis: Ha sido ella factor de sub-desarrollo y alienacin? Religiosidad popular y actividades so-cio-polticas de la Iglesia. 3er. Da: Por una Cateque-sis liberadora. Promocin integral; Comunidades de Base; Presupuesto de una Catequesis liberadora; con-clusiones y clausura.

Esa Jornada fue realmente nacional, tanto por sus disertantes como por los participantes, procedentes de distintos puntos de la Repblica. Particip activa-mente en ella el Obispo de Villarrica y Presidente en-tonces del Comit Latinoamericano de la Fe (CLAF) del CELAM, Monseor Dr. Felipe Santiago Bentez. 18


El coordinador general de la Jornada fue el Padre Lie. Osvaldo Aveiro y la comisin coordinadora de las conclusiones de los diversos grupos estuvo presidida por el Padre Lie. Osear Pez, actual Obispo de la Di-cesis de San Pedro.

Teniendo en cuenta las conclusiones y el material recogido en la mencionada "Jornada Nacional de Re-flexin - Catequesis en la Perspectiva de Medelln", se elabor un documento sobre Catequesis ese mismo ao de 1969.

Dicho documento cont con una introduccin en la que se hizo notar la necesidad de una renovacin catequstica en el Paraguay frente al acelerado cambio social y al proceso de maduracin de la Iglesia. Esa re-novacin deba girar alrededor de un gran contenido: "la fe" que no deba ser solamente adhesin intelec-tual, sino que deba llevar al individuo a un cambio, a un compromiso individual y colectivo.

En esa renovacin deba tenerse en cuenta los ele-mentos de toda catequesis. 1. Sujeto: la renovacin deba partir del hombre paraguayo concreto, de su situacin socio-cultural y en particular de su religiosidad, a) A pesar de ha-berse observado un crecimiento en el proceso de cierta secularizacin en algunos sectores, la reli-giosidad popular presentaba una serie de elementos muy vlidos como punto de partida para una ca-tequesis renovada. Se notaron tambin algunos

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elementos negativos que deban ser estudiados y pu-rificados para que no se volviesen inautnticos e ino-perantes al mensaje cristiano, b) Deba darse primaca a la catequesis de jvenes y adultos, sin descuidar la de los nios, c) La catequesis orientada hacia la masa popular y sencilla deba servir para detectar tambin en su seno elementos que cultivados contribuiran a formar una lite como factor multiplicador en la mis-ma catequesis. Deba responder tambin a las necesi-dades de los estudiantes y de los intelectuales, que eran las porciones ms vivas y dinmicas de la socie-dad.

2. Contenido. Al presentar su mensaje renovado, la catequesis deba manifestar la unidad del Plan de Dios, sin caer en confusiones o en identificaciones simplistas; se deba manifestar siempre la unidad pro-funda que existe entre el proyecto salvfico de Dios realizado en Cristo y las aspiraciones del hombre pa-raguayo, entre la historia de la salvacin y la historia humana, entre el Pueblo de Dios y la experiencia del hombre. Excluyendo as toda dicotoma o dualismo en el cristiano, la catequesis preparara la realizacin progresiva del pueblo de Dios hacia su cumplimiento escatolgico. De ah que la catequesis deba ser: dinmica, evolutiva y positiva, debiendo hacer resal-tar el aspecto positivo de la enseanza catequstica en su contenido de amor.

3. Agentes. El principal agente sera la comunidad comprometida, sobre todo la familia cristiana, sin em-20


bargo se vio la necesidad de la preparacin especfica de catequistas para nios, jvenes y adultos, sobre to-do entre los laicos, entre los cuales se prepararan tambin los futuros diconos. Urga tambin el "aggiornamento" catequstico de un notable sector del Clero para que respaldara mejor y coordinara a nivel parroquial la labor de los catequistas.

4. Organizacin. Para la realizacin de una autntica pastoral catequstica se impona el mejoramiento de la organizacin y coordinacin del trabajo a nivel na-cional y diocesano. Era necesaria la preparacin de di-rigentes y orientadores de los mismos catequistas. De-ban formarse en nuestro pas equipos de reflexin, orientacin y evaluacin de los diversos aspectos de la catequesis, integrados en problemas humanos.

Se consider sumamente necesario revitalizar el rgano de orientacin catequstica a nivel nacional y que pudiera contar con la vlida colaboracin de quie-nes realizaban tareas catequsticas.

5. Metodologa y Formas. Adems de una catequesis impartida en forma sistemtica en las escuelas y pa-rroquias para nios y adolescentes, sugirieron la for-macin de centros juveniles en los que a partir de las inquietudes e intereses de los jvenes se les pudiera ofrecer el mensaje.

Ya que el lenguaje revista gran importancia en el anuncio del Evangelio, vieron la necesidad del uso

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indispensable del idioma guaran para gran parte del pueblo paraguayo, en la catequesis, la liturgia y la Sagrada Escritura.

Se sugiri empezar a aprovechar los medios de co-municacin social para la difusin del mensaje cristia-no. Y elaborar, sobre todo para el ambiente rural, unos manuales que facilitasen a los catequistas la en-seanza de una catequesis en las lneas pastorales es-bozadas en ese documento.

II. Instituos Catequsticos del Paraguay

a) Oficios Catequsticos

Un Decreto Colectivo del Episcopado Paraguayo fechado el 11 de Abril de 1940 cre el OFICIO CA-TEQUSTICO a fin de "promover y difundir debida-mente la enseanza de la doctrina cristiana en toda la Provincia Eclesistica y para que ese trabajo sea dura-dero deca el considerando del mencionado Decre-t o - , es necesario disciplinar y organizar los mltiples y variados esfuerzos, de los celosos prrocos, religio-sos y de los benemritos catequistas, mediante una oficina especialmente creada ad-oc, que funcione con las debidas atribuciones, en cada Curia Diocesana. . .".

Los Estatutos del OFICIO CATEQUSTICO en su Art. 10. dice: "Se constituye en cada una de las Dicesis de la Repblica Eclesistica el Oficio Cate-22


qustico como rgano por el cual el Ordinario pro-mueve, ordena y dirige en sus respectivas Dicesis la instruccin religiosa del pueblo, de conformidad con lo que suscribe el can. 1336 del Cdigo de Derecho Ca-nnico Art. 2o. El Oficio Catequstico emana y de-pende directamente del Ordinario a quien correspon-de nombrar a las personas que lo componen y pres-cribir las normas que regulen su recto funcionamien-to. Art. 3o. La actividad del Oficio Catequstico se extienda: a) la instruccin catequstica principalmen-te de los nios y de los adultos, b) la enseanza de re-ligin en las Escuelas, Colegios e Instituciones Cat-licas, c) la enseanza de la Doctrina Cristiana en las Escuelas, Colegios e Instituciones privadas, d) la en-seanza de la Doctrina Cristiana en las Escuelas, Co-legios e Instituciones de enseanza pblica del Esta-do, cuando esto sea una realidad conforme a los ce 1336 y 1382 del Cdigo de Derecho Cannico.

Art. 4o. En lo que se relaciona con la Catequesis parroquial el Oficio Catequstico se pondr a la dis-posicin del Ordinario para hacer efectivo lo que or-dena el can. 711 prrafo 2 del Cdigo de D. Cannico acerca de la ereccin de la Confraternidad de la Doc-trina Cristiana nuevamente urgida por el Decreto No. 190/35 arriba citado.

A modo de muestra se har un breve comentario acerca de los oficios catequsticos de Asuncin y Villarrica:

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El primer Director del Oficio Catequstico de Asuncin fue el Padre Ramn Bogarn - Obispo lue-go de Misiones, ya fallecido fue electo por Decre-to del 20 de Abril de 1940.

Por Decreto del 24 de Febrero de 1954 se cre la Comisin Catequstica Arquidiocesana, integrada por tres miembros: Padre Virgilio Roa, Silvio Gaona y Anbal Maricevich, este ltimo, actual Obispo de Con-cepcin. Se abri la Oficina del Oficio Catequstico en una de las dependencias de la Curia Metropolitana, ese mismo ao de 1954.

Luego fue nombrado Director del Oficio Cate-qustico el Padre Dr. Juan Osear Usher, por Decreto del 20 de Junio de 1960 y se celebr el AO CATE-QUSTICO ARQUIDIOCESANO en 1965, por Decre-to del 30 de Diciembre de 1964.

En 1970 fue nombrado el Padre Lie. Osvaldo Aveiro, Director del Oficio Catequstico, por Decreto del 16 de Marzo de 1970. El Padre Aveiro redact y public textos para los seis grados de estudios prima-rios y un libro sobre las primeras oraciones.

Con la renuncia del Padre Aveiro se not un rece-so en el Oficio Catequstico Arquidiocesano en cuan-to a crecimiento y actividades del mencionado Ofi-cio. A partir de 1977 se inici un proceso de creci-miento, que se fue acentuando en los aos de 1980/83 24


durante la presidencia del Padre Celso Yegros, actual Obispo de Carpaegu, quien fuera nombrado Direc-tor del Oficio Catequstico por Decreto del 21 de Fe-brero de 1977.

Hasta la fecha se lograron publicar 7 materiales para catequesis parroquial y 2 para catequesis escolar renovando los existenes. Se publicaron 7 folletos apuntes para formacin de catequistas sobre diversos temas.

En la Dicesis de Villarrica el Oficio Catequstico fue creado por Mons. Dr. Agustn Rodrguez en 1955. Desde entonces naci en la Dicesis una mayor preocupacin por la renovacin orgnica de la Cate-quesis, hasta entonces rudimentaria. Entre los direc-tores del Oficio figuran los PP. Brizuela y Zaracho y en 1977 fue nombrada la Hna. Margarita Rumich H.M.A. como coordinadora del Oficio de Catequesis y Educacin Catlica, cargo que desempe hasta 1982. El Obispo de Villarrica, Mons. Dr. Felipe San-tiado Bentez nombr en 1983 a la Hna. Silvia Gon-zlez H.M.A. a fin de ocupar el cargo que dejara la Hna. Margarita.

Desde el principio la prioridad real de la labor pas-toral de la Dicesis fue la catequesis.

En todas las Dicesis est organizado el Oficio Catequstico que impulsa, orienta y coordina las ta-reas catequsticas.

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Gracias a esta estructura la catequesis tiende hacia el crecimiento.

Actualmente la Provincia Eclesistica del Para-guay se compone de:

Dicesis Asuncin Dicesis Villarrica Dicesis Concepcin Dicesis San Juan Bta. Dicesis Caacup

Dicesis Cnel. Oviedo

Prelatura Encarnacin Prelatura Alto Paran Vicariato del Chaco Vicariato del Pilcomayo Vicariato Castrense Dicesis San Pedro Dicesis Carapegu Dicesis Benjamn Aceval

1547 1929 1929 1957 1960 como Prelatura. 1966 como Dicesis. 1961 como Prelatura. 1976 como Dicesis. 1957 1968 1948 1925 1961 1978 1978 1980

b) Confraternidad de la Doctrina Cristiana

En el Congreso Mariano Nacional de 1954 en Caa-cup, se aprobaron los Estatutos modelos de la Con-fraternidad de la Doctrina Cristiana, para su aproba-cin en todas las Dicesis. Mocin hecha a los Obis-pos por Monseor Ramn Bogarn. 26


En la VI Jornada Nacional'del Clero, del 3 al 8 de Septiembre de 1961 se estudiaron los nuevos Estatu-tos de la C.D.C. ya aprobados por la CEP y se publica-ron en un folleto para uso de los sacerdotes y cate-quistas de todo el pas.

La finalidad primordial de la C.D.C. es ayudar al Cura Prroco en la enseanza religiosa de los nios y adolescentes de la Parroquia. Su patrono es San Po X. Son miembros de la Confraternidad -dicen los Estatutos "los fieles que manifestando deseo de pertenencer a la Asociacin son aceptados por la co-misin directiva e inscritos en el Registro Oficial de la misma".

Existen tres categoras de miembros: a) los ca-tequistas, b) los visitadores a domicilio y e ) los auxiliares.

En todas las parroquias se crearon centros cate-qusticos que funcionaron bajo la direccin de la co-misin directiva parroquial como rgano de difusin del catesismo.

(

Esta institucin, que hasta hace unos aos cum-pli con su papel especfico, actualmente qued glo-balizada dentro del Equipo de Catequesis.

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c) Departamento Nacional de Catequesis

Desde 1970 aparece el Departamento de Cateque-sis en substitucin de los Sub-secretarios ya mencio-nados anteriormente. Fue nombrado como presidente del mismo, Monseor Dr. Felipe Santiago Bentez y secretario el Padre Osvaldo Aveiro. En 1973 reempla-z a ste elP. Gaddi S.D.B. hasta 1975.

En el reordenamiento de la CEP, los Departamen-tos tomaron el nombre de Equipos, en mayo de 1976. Ese mismo ao dej el cargo Monseor Bentez.

Monseor Sinforiano Lucas reemplaz a Monse-or Bentez hasta Julio de 1979, fecha que tom el cargo el Obispo Auxiliar de Villarrica, Monseor Sebelio Peralta.

El Departamento de Catequesis funcionaba con un Secretario Auxiliar permanente, el Lie. Feliciano Pea y una oficina organizada de la CEP. Estaba com-puesto por los directores de los Oficios catequsticos diocesanos y se reuna tres o cuatro veces al ao. Pres-taba muchos servicios a las Dicesis en cursillos y jor-nadas para la formacin de catequistas.

d) Instituto Catequstico "Juan S. Bogarn" (ICA)

A partir de Junio de 1973, en uno de los locales cedidos por los Salesianos de Don Bosco, funciona el 28


Instituto Catequstico "Juan Sinforiano Bogarn" (ICA) con un equipo de Profesores y ms de un cente-nar de alumnos religiosos, sacerdotes y laicos.

Son objetivos del ICA: Formar catequistas para los distintos niveles y ambientes. Preparar formadores de catequistas y de agentes de evangelizacin. Capaci-tar para la evangelizacin en el campo de la Pastoral Evangelizad ora. Animar la reflexin y los estudios en el rea de la Evangelizacin. Producir y difundir ma-teriales y publicaciones al servicio de la Pastoral Evan-gelizadora. Proveer a la actualizacin de catequistas y y agentes pastorales.

El ICA es y debe ser una continuacin y en cierto modo, un perfeccionamiento de la Escuela Catequsti-ca de la Arquidicesis. Est destinada a la capacita-cin de Agentes para la Pastoral Evangelizadora de la Iglesia en el Paraguay y responde a una iniciativa del Oficio Catequstico Arquidiocesano y de la Federa-cin de Religiosos del Paraguay (FERELPAR). La ini-ciativa se hizo a la luz de Medelln y del Directorio Catequstico General.

Los cursos se planifican con dos aos de duracin y tres etapas: Mentalizacin, Formacin y Experi-mentacin.

El Instituto consta de: Un equipo dirigente, for-mado por un Director que hace tambin el papel de

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Administrador; un V ice-Director; una Secretaria; una Bibliotecaria y cinco Vocales. Un equipo Pastoral formado por expertos, telogos y profesores que ase-soran las siguientes materias:

Dinmica de grupo. Pastoral Evangelizadora en la Pastoral de Conjun-

to. Teologa de la Pastoral Evangelizadora. Biblia y Catequesis. Iglesia y Catequesis. Antropologa y Catequesis. Sicologa Fundamental. Sociologa Fundamental. Metodologa Fundamental Catequstica.

Un alumnado que flucta entre 115 y 70 alum-nos, con un promedio de asistencia de 90 alumnos se-manales.

El 3 de noviembre de 1973 se inaugur la Biblio-teca Pastoral de ICA que en su gnero es nica en el Cono Sur. Se incorpor al mismo Instituto el servicio del Centro Audiovisual "Don Bosco Film" por todo lo que se refiere al material didctico de filminas, dia-positivas, fotolenguaje, lminas, discos, pelculas de corto y largo metraje, etc.

Ya al ao siguiente de su apertura -1974- se conti-nu con el 2o. curso, llenando as el Plan Bsico del Instituto para la capacitacin Pastoral Evangelizadora. 30


Adems de los cursos regulares, el ICA dicta cur-sillos de actualizacin catequstica para los agentes de la Pastoral.

Al celebrar los 10 aos de su fundacin, el ICA tena formado 1.407 catequistas. Haba organizado 71 cursillos con un total de 13.200 participantes y crea-do una coleccin de publicaciones catequsticas y catequticas.

Actualmente dirige el ICA en calidad de Director el Padre Benito Santequia S.D.B.

e) Escuela de Catequesis Parroquial y de Profesores de Religin de Escuelas Primarias.

A iniciativa de las Hnas. Salesianas de Don Bosco, se cre la Escuela de Catequesis Parroquial en el local del Colegio "Mara Auxiliadora" de Asuncin, dicha Escuela fue reconocida por el entonces Arzobis-po Monseor Anbal Mena Porta, el 24 de Febrero de 1966, con derecho a conceder ttulos de acuerdo con el Oficio Catequstico Arquidiocesano.

f) Biblioteca Pastoral "Monseor Emilio Sosa Gaona".

Es una biblioteca especializada exclusivamente, en sus libros y revistas, en lo que se refiere a la pastoral evangelizadora. Consta de unos 10.000 volmenes y

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de centenares de revistas, de las cuales ms de la mitad son latinoamericanas.

Es una biblioteca pastoral que se pone al servicio del Instituto Catequstico y de todos los agentes de pastoral, ofreciendo no solamente lo mejor de las pu-blicaciones pastorales y del material didctico cate-qustico existente en Latinoamrica, sino tambin preocupndose de presentar en su organizacin y es-tructura la lnea teolgico-pastoral del Instituto Cate-qustico. (ICA).

La citada biblioteca se encuentra articulada ^n tres grandes tpicos:

Fuentes de la Pastoral Evangelizadora (signos creaturales-histricos, signos eclesiales-testimonia-les, signos bblicos-kerigmticos, signos morales-litrgicos).

Ciencias al servicio de la Pastoral Evangelizadora (ciencias teolgicas: sujeto, contenido, tarea reno-vadora de la Teologa y ciencias antropolgicas, como la Filosofa, la Sociologa, la Pedagoga y la Historia).

Metodologa de la Pastoral Evangelizadora (estu-dios fundamentales y aplicaciones prcticas de distintas edades: adultos, jvenes, preadolescen-tes y nios).

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g) Instituto Audiovisual "Don Bosco Film".

Es un Instituto audiovisual para la educacin y la evangelizacin que ofrece un servicio de FILMOTE-CA en 16 mm. de pelculas de largo y cortometraje, de carcter pastoral, que abarca el rea de valores hu-manos y el rea explcitamente cristiana (testimonios eclesiales, series bblicas y litrgicas).

Tambin ofrece un servicio de DIAPOTECA, te-niendo varios ejemplares del mejor material audiovi-sual editado en Europa y en Amrica Latina, junto con diapositivas seleccionadas sobre nuestra realidad paraguaya, para la adaptacin y creatividad pastora-les.

Analgicamente se da un servicio de Fichero foto-grfico y carpetas de FOTOLENGUAJE con metodo-loga para el uso de la foto en la Catequesis.

Sobre todo con la difusin de los programas SERPAL y de otros programas religiosos (cantos de fe, msica, etc.), multiplicados en cassettes, se en-cuentra un servicio de UDIOTECA y de multigraba-cin para la reflexin y la catequesis de grupos.

h) Instituto "Juan XXIII" de Villarrica.

El 24 de Abril de 1967 el Obispo de Villarrica, Monseor Felipe Santiago Bentez, fund el Instituto

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Catequstico Juan XXIII para la formacin adecuada de los dirigentes y responsables de la Catequesis que actuaran luego en colegios, parroquias y escuelas.

Dicho Instituto funcionaba sobre un plan bien de-finido. Los cursos ordinarios duraban cuatro meses completos y en vacaciones de verano se dictaban cur-sos extraordinarios de 22 das, los mismos estaban destinados a maestros y profesores. El programa de estudios abarcaba no slo la teologa y la catequesis, sino otras materias que ayudaban a los catequistas a promoverse integralmente. Como material didctico de catequizacin se adopt el catecismo del P. Osval-do Aveiro, Sacerdote de la Arquidicesis de Asun-cin quien intent superar el mtodo memorista con una metodologa activa y un contenido bblico.

Despus de la 2a. Conferencia del Episcopado La-tinoamericano de Medelln (Agosto de 1968), cuyo documento VIII "Catequesis" tuvo extraordinaria in-fluencia en la reflexin sobre la necesidad de una re-novacin catequstica en Amrica Latina, la Dice-sis de Villarrica y con ella el Instituto Catequstico Juan XXIII, entr en una etapa de profundizacin sobre contenido y metodologa.

Se publicaron hasta la actualidad siete catecismos propios, cuyos contenidos y mtodos se analizarn en el captulo dedicado a "Publicaciones". 34


La Dicesis de Villarrica, con la creacin del men-cionado Instituto, se haba adelantado unos diez aos en la renovacin de la catequesis en el pas y es la nica -junto con Asuncin- que tiene tanto material publicado y puesto a disposicin de las dems Dice-sis.

Con un programa de estudios bien elaborado, el Instituto funcion como tal durante cinco aos y es-taba destinado a catequistas de todo el pas.

El Instituto tuvo que descentralizarse y optar por la formacin de catequistas en sus propias bases, debi-do a que los egresados del mismo, una vez promovi-dos culturalmente, no queran regresar a sus ambien-tes rurales.

Desde 1976 la organizacin catequstica parro-quial fue mejorando con el funcionamiento de los Equipos zonales y parroquiales. Son ellos la fuerza dinamizadora de la catequesis en las parroquias y el en-lace del que se sirve el Equipo Catequstico Diocesano para llevar adelante la coordinacin, organizacin y orientacin de la catequesis en toda la Dicesis, con un trabajo de unidad respetando siempre la varie-dad.

Actualmente la catequesis es para la Dicesis de Villarrica el ncleo central de la formacin y desarro-llo de la comunidad cristiana, tanto en lo social, pas-

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toral, vocacional, como tambin en la formacin fa-miliar.

i) Otros. El Instituto de cine para la Infancia y Ju-ventud (Asuncin) cuyo objetivo fundamental es una evangelizacin implcita a travs del cine-debate. Ade-ms posee un rico archivo de diapositivas para la catc-quesis.

Aunque en las dems Dicesis no existen institu-tos propiamente dichos, sin embargo, cada Dicesis tiene cursos permanentes de formacin y equipos volantes que ayudan en las bases para la preparacin de catequistas.

Lo mismo puede decirse en lo que se refiere a biblioteca y medios audiovisuales: cada circunscrip-cin tiene los materiales fundamentales y adecuados para la formacin de sus catequistas.

Durante los ltimos aos surgieron experiencias nuevas en cuanto a cursos, jornadas, cursillos, etc. Es digna de destacar la labor del Obispo Auxiliar de Vi-llarrica, Monseor Sebelio Peralta, quien est dirigien-do y animando la catequesis con los universitarios de la Filial de la Universidad Catlica en esa ciudad. Son cursos con acciones concretas de apostolado. Los re-sultados son muy positivos.

Tambin en el Vicariato Castrense se dan cursos de catequesis y fruto de ese trabajo es el Plan de Pas-36


toral de las Fuerzas Armadas de la Nacin y la forma-cin del Consejo de Pastoral entre militares, policas marinos, aeronutica y ejrcito.

III. Equipo Nacional de Catequesis.

El Equipo Nacional de Catequesis est formado por un Obispo Responsable, un Secretario Ejecutivo, todos los Directores Diocesanos de Catequesis -como miembros natos- y un Secretario.

Uno de los objetivos primordiales del Equipo Na-cional de Catequesis es el de "desarrollar una tarea de promocin y coordinacin de iniciativas catequsticas de alcance nacional". (Nota de la CEP - 1977).

Como ya se ha dicho, el Equipo Nacional de Ca-tequesis tuvo su origen en los Sub-secretariados de la CEP creados en 1960. Uno de ellos incluy a la sec-cin de Catequesis a cargo del P. Juan Osear Usher.

En 1965 los Sub-secretariados fueron substituidos por Departamentos de Servicios y as apareci en 1970 el Departamento de Catequesis, que como ya es sabido tuvo a Monseor Dr. Felipe Santiago Bentez como primer Presidente y al P. Osvaldo Aveiro como Secretario.

En Mayo de 1976 los Departamentos de la CEP tomaron el nombre de Equipos y el Obispo Respon-

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sable fue Monseor Sinforiano Lucas en reemplazo de Monseor Bentez quien dej el cargo ese mismo ao de 1976.

En 1977 fue nombrado Secretario Ejecutivo del Equipo Nacional de Catequesis el P. Celso Yegros, que estudi Catequesis en el Instituto Teolgico-Pastoral de Medelln del CELAM. Ante la ordenacin del Yegros como Obispo Diocesano de Carapegu, pa-s el cargo de la Secretara del Equipo Nacional al P. Juan Bautista Gaviln, el 18 de Noviembre de 1983. A Monseor Sinforiano Lucas O.M.I. le subs-tituy en 1979 el Obispo Auxiliar de Villarrica, Mon-seor Sebelio Peralta, cargo que el mismo ocupa hasta la fecha.

El Equipo Nacional de Catequesis, a travs de reuniones y cursillos fue creando conciencia acerca de la necesidad de un trabajo conjunto, coherente y coordinado, pues se constataba una catequesis frag-mentaria, tanto en el contenido como en la metodo-loga aplicada. Busc lneas pastorales comunes, con unas pautas mnimas de orientacin, respetando las particularidades locales y la adaptacin conveniente a esa realidad.

Se desech un "Catecismo nico" para todo el pas, dejando a cada Dicesis la libertad de elegir y elaborar sus materiales de acuerdo con sus recursos y necesidades, respetando las pautas mnimas co-munes. 38


Con la aparicin del Plan de Pastoral Orgnica, to-dos los objetivos del Equipo Nacional de Catequesis se orientaron hacia la bsqueda de una Catequesis continuada mediante la intensificacin de esfuerzos para educar la fe del pueblo y hacer que viva el men-saje cristiano en forma orgnica e integral.

A partir de 1977, el Equipo se fij las siguientes metas:

Elaborar pautas mnimas de orientacin para po-der dar una mejor continuidad a los diferentes momentos de la catequesis pre-sacramental.

Profundizar con los agentes de Pastoral los inten-tos y esfuerzos para una Catequesis continuada.

Sensibilizar al pueblo sobre la necesidad de esa Catequesis continuada.

Luego de analizar detenidamente las experiencias de la Catequesis pre-sacramental en las distintas Di-cesis, el Equipo Nacional de Catequesis seal algunas etapas dentro de la catequizacin de los fieles.

1 a 6 aos: Catequesis familiar. 6 a 8 aos: Unir la Catequesis parroquial con la

Catequesis familiar. 8 a 12 aos: Catequesis para Primera Comunin

y Renovacin. 39

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12 a 15 aos: Catequesis asistemtica: grupos ju-veniles, retiros, scouts, centros vocacionales, etc.

15 a 17 aos: Fundamentalmente Catequesis para Confirmacin.

17 y siguientes: Catequesis de adultos: Homilas dentro de la evangelizacin renovada, encarnando mejor la Catequesis de padres-padrinos y aprove-chando acontecimientos fuertes como Semana Santa, Caacup, fiestas patronales, etc.

Programa de Catequesis

Queriendo poner en prctica los objetivos traza-dos en 1977, el Equipo Nacional de Catequesis publi-c en Julio de 1979 el "Programa de Catequesis pa-rroquial de nios y jvenes" como una respuesta para ir consiguiendo la educacin de la fe del pueblo me-diante una catequesis continuada y alcanzar una cohe-rencia de criterios y asumir normas comunes en la ta-rea catequstica. En Septiembre de 1981, siguiendo con el servicio que desea prestar el Equipo Nacional de Catequesis, present el "Programa de Catequesis pre-bautismal, pre-matrimonial y para la formacin bsica de Catequesis".

El actual Obispo de Carapegu, Mons. Celso Ye-gros firm los mencionados programas como Secre-tario Ejecutivo del Equipo Nacional de Catequesis.

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IV. Encuentros Nacionales de Catequesis.

A la luz del Concilio Vaticano II y de Medelln, el entonces Departamento Nacional de Catequesis del Paraguay, llev a cabo desde 1970 en adelante, una serie encadenada de encuentros nacionales, fruto de las experiencias recogidas de las distintas Dicesis de la Repblica.

Ms tarde, el Equipo Nacional de Catequesis, si-gui organizando encuentros de carcter nacional y reuniones ordinarias y extraordinarias, celebradas en distintos puntos del pas.

a) Encuentro Nacional en Ycu Sat.

Del 25 al 27 de Mayo de 1971 se realiz el en-cuentro nacional de Directores diocesanos de Cate-quesis en Ycu Sat. Dicho encuentro fue promovi-do por el Departamento Nacional de Catequesis de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).

En el Plenario de dicho encuentro nacional se anot que la Catequesis de nios marcaba un gran avance en cuanto a formacin de catequistas y elabo-racin de textos para nios, editados tanto en la Ar-quidicesis como en la Dicesis de Caacup. Otro as-pecto subrayado fue la importancia que se daba a la formacin cristiana de los padres de los nios catequi-zados.

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En cuanto a la catequesis de jvenes se observaron tres modos de presentarla: a) Catequesis verticalista. Se adoptaba un texto de Religin y se le impona a los jvenes, b) -Catequesis a modo de conferencia o charla. Fue considerada como una forma de verticalis-mo, si bien se hablaba de algunos aspectos de la vida de los jvenes. ("Les voy a hablar de sus problemas"), c) Catequesis dialogada. En este tipo de catequesis, los jvenes reflexionaban sobre los problemas huma-nos y los suyos propios a la luz de la Palabra de Dios. El catequista colaboraba con ellos y era reconocido y apreciado por el grupo como un amigo o hermano mayor. ("Dialoguemos sobre nuestra realidad".)

La Catequesis de adultos era presentada hasta en-tonces a modo de charla de tipo espiritualista, ahist-rica, sin tender a un compromiso temporal. Se busca-ba ilustrar las mentes acerca de verdades cristianas. Para otros sectores, la catequesis de los adultos se re-duca a un mero sociologismo, reflexiones sobre temas humanos sin iluminarlos con la palabra de Dios. La Catequesis liberadora de la que se constat en pocas experiencias, traa consigo un compromiso co-munitario.

En cuanto a cmo realizaban sus trabajos los Equipos Catequsticos, se vio que algunos centraban sus actividades exclusivamente en los nios. Otros atendan a los nios, pero la dedicacin mayor era pa-ra los padres. Iba comenzando el inters y la inquie-42


tud de los distintos equipos por la educacin cate-qustica de los adultos. Para otros el papel especfico del Oficio Catequstico no es hacer directamente Ca-tequesis, sino colaborar con los agentes para que la hagan bien.

Entre los problemas detectados aparecieron: Mentalidad muy comn de hacer Catequesis slo para la Primera Comunin, aunque se reconoci que estaba naciendo una conciencia de que el objetivo de la Catequesis para los nios era principalmente INI-CIACIN DEL NIO A LA VIDA CRISTIANA.

Falta de planeamiento y orientaciones concretas para las actividades catequsticas. Marginacin del idioma guaran en Catequesis. Necesidad de alguna persona liberada o semi-liberada que trabajara en pla-nificacin y que aglutinara la valiosa colaboracin de muchas personas con tiempo limitado. Falta de per-sona capacitada para Catequesis Juvenil. Carencia de materiales para cristianizar a los profesores en su vida y profesin. Falta de formacin cristiana de los pa-dres de familia. Reaccin negativa de laicos politiza-dos ante grupos de adultos campesinos que buscaban su promocin integral ante una exigencia evanglica.

Los problemas que se notaron en cuanto al perso-nal o agente catequstico fueron: presin partidaria en algunos lugares sobre maestros a fin de que no colaboraran con la Iglesia. Poca importancia que da-

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ban algunos prrocos a la Catequesis. Mentalidad de algunos sacerdotes y religiosos acerca de la problem-tica de la Catequesis. Falta de Institutos catequsti-cos para formar integralmente a catequistas que traba-jan en distintos ambientes y niveles. Falta de textos paraguayos de Catequesis para jnvenes y de un catecis-mo de iniciacin para adultos.

Se vio la necesidad de editar un Boletn Catequs-tico Nacional y todos coincidieron en llamarlo "CA-TEQUESIS EN PARAGUAY".

b) Encuentro Nacional en Cerrito.

El encuentro nacional de Catequesis celebrado en Cerrito (Chaco) en Enero de 1972, reuni a 46 perso-nas provenientes de las Dicesis de Concepcin, Caa-cup, Misiones, Villarrica, Cnel. Oviedo, Alto Paran, Chaco y Asuncin. Dicho evento estuvo presidido por el Presidente del Departamento Nacional Monse-or Dr. Felipe Santiago Bentez, ayudado de un equi-po compuesto por los directores diocesanos de Ca-tequesis. Fue coordinador de debates el P. Adolfo Za-racho y coordinador general el P. Osvaldo Aveiro.

En dicho encuentro se dilucidaron los siguientes temas:

Problemas y deseos que tienen los catequistas hoy en Paraguay.

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Quines y cmo deben ser los agentes de Cateque-sis.

Qu se entiende por Comunidad Cristiana de Ba-se.

Identificacin del Catequista con la Comunidad. En qu forma la comunidad realiza y debe reali-

zar su misin catequstica.

Las conclusiones finales aprobadas por la Asam-blea versaron sobre los siguientes puntos: Sujeto de la Catequesis, Contenido de la Catequesis, Agentes de la Catequesis, Pedagoga de la Catequesis.

Se dieron adems interesantes informes sobre las actividades catequsticas de Caacup, Pilcomayo, Cnel. Oviedo, Alto Paran, Asuncin, Villarrica, del Equipo Nacional y del CLAF.

c) Encuentro Nacional de Reflexin en Ypacara. Del 4 al 8 de Marzo de 1974 se llev a cabo el en-

cuentro nacional de reflexin catequstica en Ypaca-ra. El tema fue "la evangelizacin en nuestro pas". Participaron 25 personas y el encuentro fue presidido por Mons. Felipe Santiago Bentez. Como material de trabajo para las reflexiones se us el Documento para el Snodo de los Obispos "La Evangelizacin del Mun-do Contemporneo". j

Dividieron el trabajo en tres grandes temas: 1) Pa-norama de la Evangelizacin en nuestro pas, 2) Qu

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es la evangelizacin? y 3) Cmo se ha de promover hoy la evangelizacin.

Dentro del primer tema se detuvieron a reflexio-nar sobre los elementos que podran ser favorables a dicha evangelizacin y anotaron entre otros los si-guientes puntos: el espritu altamente religioso y hospitalario de los paraguayos favorece la evangeliza-cin, -en la juventud se ve una inquietud por encon-trar el sentido de la vida, aunque esto no se manifieste siempre de una manera consciente. Hay grupos que se cuestionan seria y conscientemente sobre su propia vi-da. En nuestro pas hay insatisfaccin por falta de progreso a causa del ambiente general de miseria en que vive el pueblo que est luchando por subsistir. Hi-cieron notar que esa situacin en cuanto lleva a una bsqueda, podra ser favorable a la evangelizacin.

Se destac adems que ltimamente se ha notado un cambio en las relaciones de la Iglesia y las estructu-ras polticas de la sociedad, sobre todo ha habido una menor identificacin con el Estado, lo cual ha sido muy positivo para la evangelizacin, pues ha dado ma-yor libertad de accin a los cristianos. Tendencia hacia la bsqueda de mayor responsabilidad personal, lo i que se hace patente por ejemplo en los laicos, por su deseo de autonoma y mayor colaboracin con la Jerarqua. Proceso de purificacin de la religiosidad popular, corrigiendo sus aspectos negativos y favore-46


ciendo los positivos. Dicho proceso de cambio es len-to y se da slo en algunos grupos.

Entre los elementos que pudieran ser obstculo para la evangelizacin y que se hallaban dentro de la Iglesia, citaron entre otros: La ignorancia religiosa. Carencia de una verdadera educacin cristiana en la familia. Falta de mayor vivencia, oracin y unin personal con Dios. Muchos dirigentes cristianos (sa-cerdotes, religiosos y laicos) se quedan en un mero ac-tivismo y en una fe basada solamente en soportes hu-manos, sin llegar a la proclamacin propiamente dicha de la fe. Falta testimonio de unidad dentro de la Iglesia; se notaron dos mentalidades, la tradicional y la renovada. Falta de apertura en algunos grupos cristianos. Escasez de agentes para la evangelizacin (sacerdotes y religiosos), ltimamente desercin de muchos de ellos, sumada a una grave crisis de identi-dad del laicado.

Fuera de la Iglesia, los elementos que podran ser obstculos para la evangelizacin se resumieron as: Nuestra sociedad se va convirtiendo en una sociedad de consumo, que lleva a la preocupacin excesiva por el tener ms, la especulacin como sistema de ganar-se la vida, en las actuales circunstancias hace que los ricos se hagan ms ricos y los pobres ms pobres an. La politizacin absolutizada, convertida en una reli-gin. A veces llega a crear crisis de conciencia entre la fidelidad a Cristo y al partido. Dudas graves en

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preceptos morales: amor libre, divorcio, la mentira como sistema de propaganda, el soborno generaliza-do, etc. La migracin en masa, ya sea interna o ex-terna, con sus correspondientes cambios de mentali-dad, grave obstculo para la evangelizacin.

Al tratar sobre lo que es la evangelizacin, llega-ron a decir que es la actividad de la Iglesia por la cual se procura que el hombre acepte a Jesucristo Salva-dor, de tal manera que ese hombre tenga una nueva vida y crezca en ella para liberarse totalmente del pe-cado y sus consecuencias para poder conseguir su ver-dadera plenitud en Cristo.

Se insisti que en el concepto de evangelizacin deba entrar necesariamente el aspecto de la procla-macin de la palabra como tambin el de una promo-cin humana integral. Obras y palabras deban ir es-trechamente unidas.

Por otra parte coincidieron en afirmar que la evangelizacin no es tarea de una persona aislada, sino obra de toda la Iglesia.

En el tercer punto trataron sobre el COMO Evan-gelizar. Insistieron en que para evangelizar deba te-nerse en cuenta la pedagoga divina. Dios se manifies-ta progresivamente en la historia y va salvando a cada hombre a travs de la realizacin concreta de esa his-toria en cada uno de ellos. Por tanto, sealaron, que 48


la pedagoga divina es activoprogresiva, de acuerdo con el desarrollo del hombre y su historia.

Mirando en concreto la situacin del pas, estudia-ron la forma de promover hoy la evangelizacin. Sien-do la fe el fundamento de la vida cristiana se debe buscar siempre una continua conversin del hombre y la sociedad. Al respecto notaron los integrantes de la citada reflexin, que en nuestro pas hay personas y grupos que van tomando conciencia de su responsa-bilidad en la evangelizacin. Se insisti que el evange-lizador deba ser un hombre de fe profunda y madu-ra. Que las comunidades que van surgiendo son una esperanza para la renovacin de la vida eclesial.

La Iglesia debe anunciar fielmente el Evangelio en cualquier situacin, a pesar de las dificultades que ello implique.

Para poder anunciar eficazmente la fe, la Iglesia deber estar presente en los centros donde se elabo-ren los conceptos sobre el mundo, el hombre y la his-toria. En ese sentido, creyeron que la Universidad Ca-tlica estaba tratando de hacer algo, pero sin respon-der a las necesidades vitales del pas. Tambin subra-yaron que en el campo de la enseanza primaria y se-cundaria se estaban realizando grandes esfuerzos.

Era poco lo que se haca entonces para la forma-cin de los jvenes estudiantes que asistan a escue-

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las no catlicas. Una experiencia muy interesante, pe-ro no ampliamente extendida es la formacin de los grupos juveniles.

En cuanto a los medios de comunicacin social se seal que eran muy pocos los que tenan realmente sentido crtico frente a todo lo que se difunde por los medios de comunicacin. La U.C. a travs de sus cur-sos de Medios Modernos de Comunicacin Social est tratando de preparar personal especializado en ese campo.

Concluyeron diciendo que la Iglesia deba impul-sar los fieles a colaborar en la promocin humana, pero teniendo en cuenta siempre el fin ltimo del hombre, bajo cuya luz el mismo progreso se ordena al verdadero bien del hombre. En nuestro pas, la Igle-sia es la nica que tiene posibilidades de hacer una crtica constructiva de las instituciones sociales y la ejerce con bastante criterio. Hay un esfuerzo para que la Iglesia est presente en el mundo del trabajo, so-bre todo entre los campesinos.

d) Encuentros con miras al Snodo de los Obispos - 1977.

Se llevaron a cabo varios encuentros nacionales sobre la Catequesis en el Paraguay en los que se estu-diaron especialmente la situacin problemtica y pers-pectivas de la catequesis de las nuevas generaciones, 50


todo, como se ha dicho, en vista del Snodo de los Obispos 1977.

En tres grandes subttulos se dividi el tema refe-rido: 1 Ambiente y Sujeto de la Catequesis; 2 Si-tuacin actual de la Catequesis, 3 Orientaciones y propuestas.

Para entonces, los aspectos demogrficos y econmicos del Paraguay se resumieron as: El Pa-raguay, pas mediterrneo de Amrica Latina, tiene 402.000 Km2 y su poblacin actual se estima en unos 3.400.000 de habitantes. Los paraguayos en su gran mayora son mestizos de origen hispano-guaran. Las corrientes migratorias post-coloniales no tuvieron ma-yor significacin: han permanecido como islas entre la poblacin general. Slo en los ltimos aos se ha abierto y han comenzado a gravitar en el pas sin al-terar mucho el mestizaje tradicional. Los ltimos aportes tnicos "extraos" lo constituyen los japone-ses y coreanos, que siguen llegando en grupos ms o menos importantes.

Las lenguas habladas en el pas reflejan bien su composicin tnica. Si bien el castellano es la lengua oficial, se reconocen como lenguas nacionales el gua-ran y el castellano.

Segn las estadsticas de 1950, de la poblacin to-tal hablan:

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slo el espaol el 5o/o, slo el guaran el 40/o, el espaol y el guaran el 54o/o, hablan otros idiomas el lo/o.

El ndice de alfabetizacin elemental (tercer gra do de enseanza primaria) ha subido, segn datos ofi-ciales de 1975, al 87o/o.

La poblacin rural del pas se mantiene desde ha-ce dos dcadas en el 680/0 de la poblacin total. De esa poblacin rural an hoy puede afirmarse lo que escribi Flix de Azara en 1790: "Los paraguayos vi-ven como sembrados por los campos". Para los fines estadsticos aun los pequeos poblados son compu-tados como poblaciones "urbanas". Asuncin y la zona metropolitana renen unos 500.000 habitantes y se afirm en aquella oportunidad que era la nica ciudad del pas que mereca ese nombre.

El Paraguay es un pas agrcola-ganadero, con una industrializacin incipiente. Las grandes represas hi-droelctricas, entonces en construccin, mejoraran grandemente la fisonoma econmica nacional, ha-ciendo del Paraguay un pas exportador de energa.

Referencias religiosas: La gran mayora de los pa-raguayos se declaran de religin catlica. No es exa-gerada la cifra dada del 95o/o. En este sentido es un pueblo de bautizados, que ha recibido el cristianismo 52


por tradicin. Se puede anotar que ha faltado conti-nuidad en el proceso evangelizador, no slo en la po-ca colonial sino tambin en el perodo independiente. Por mucho tiempo el pueblo no ha sido evangelizado en profundidad, ni por la accin catequstica, ni por otros medios ordinarios de cultivo de la fe cristiana. As, el mensaje transmitido de generacin en genera-cin se ha deteriorado poco a poco al no verse vigoriza-do ni actualizado por nuevas acciones y por nuevos lenguajes comprensibles y motivadores.

Con la renovacin catequstica de los ltimos tiempos ya puede notarse una accin evangelizadora ms constante cuya fecundidad aumenta da a da.

Los no-catlicos (5/o) que viven en el Paraguay estn formados por: los inmigrantes, tales como mennonitas, coreanos y japoneses y algunos protes-tantes europeos y paraguayos.

Los indgenas estn estimados en unos 75.000, de los cules slo un pequeo nmero ha sido evangeliza-do e incorporado a la Iglesia.

La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) tiene buena tradicin y est bien organizada. Asegura la conduccin eficaz de la accin pastoral a nivel nacio-nal.

En el terreno de la accin pastoral y en consonan-cia con el diagnstico hecho de la realidad eclesial y

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nacional, se fijan los objetivos generales de la Iglesia en nuestro pas: "Edificacin de una comunidad ecle-sial, con capacidad testimonial y eficacia evangeliza-d o s , que celebrando la salvacin, peregrina hacia la Patria definitiva, ntimamente comprometida en la construccin y animacin de una sociedad ms justa y fraternal que descubra y exprese la identidad paragua-ya". (Plan de Pastoral Orgnica, 57).

Por lo que se refiere a la catequesis el PPO prev un Equipo Nacional de Catequesis, llamado ste a de-sarrollar "una tarea de promocin y coordinacin de las iniciativas catequsticas de alcance nacional". No-ta de la CEP 2621/77.

Condicionantes socio-culturales: Los responsables de la catequesis diocesana y los mismos catequistas han sealado los siguientes condicionamientos que afectan gravemente a la accin catequstica en las ac-tuales circunstancias: Desorientacin en la escala de valores "tener ms" antes que "ser ms", lo cual lleva a una progresiva inmoralidad, descristianizacin y pr-dida del sentido religioso.

Como la mayora de los condicionantes sealados en esa oportunidad coincidieron con los detectados en anteriores encuentros, se dejar de mencionarlos.

Se seal tambin que la gente nunca ha tenido experiencia de libertad poltica ni una prctica cons-54


tante de respeto a los derechos humanos. De ah que se contenta con "vivir en paz", es decir, sin que se vean muy cortadas su seguridad personal y su peque-o espacio de libertad individual. Si es poco conscien-te de sus derechos, lo es menos de sus obligaciones. Fruto todo de un rgimen poltico absolutista.

Condicionantes socio-religiosos: Uno de los pro-blemas sealados entre los cristianos es el deficiente conocimiento de Jesucristo. Se le conoce casi exclusi-vamente a travs de su pasin y muerte, muy poco en su resurreccin. Por eso no se valora la presencia ac-tual de Cristo en la vida y en la historia. No toman a Cristo como ejemplo de su vida. La pasin se ve desde el punto de vista de la compasin solamente, y no como una obligacin que lleva a la vida, a la resurrec-cin. Jesucristo aparece mucho ms como Dios que como hombre: queda muy relegada su humanidad. El, que era Dios, pag por nuestras culpas: la salvacin aparece entonces como una expiacin y no como nuestra reconciliacin con Dios Padre.

De todo ello se deriva una deficiente conversin personal y una mentalidad individualista.

En la mentalidad del pueblo Dios aparece princi-palmente como juez y seor todopoderoso, y no co-mo Dios Padre. No es que Dios est alejado y ajeno a los problemas del hombre: influye en su vida, se le pi-den favores, que libre de peligros, etc., pero no hay res-

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puesta personal que comprometa al hombre. La vida cristiana y las prcticas religiosas son concebidas co-mo cumplimiento de una ley impuesta por Dios.

A la Virgen y a los Santos se les siente ms cer-canos y resultan ms familiares. En la vida prctica cuentan ms que el mismo Cristo, aunque en teora ste ocupe un lugar especial y central.

El hermano es el necesitado, el desposedo y no "el otro", la caridad se convierte en sinnimo de li-mosna y, en todo caso de ayuda al menesteroso.

Lgicamente, este cristiano carece de proyeccin social. Falta conciencia y sentido de la justicia social.

A pesar de las deficiencias sealadas, se reconocie-ron grandes valores tales como: Fe imperfecta del pueblo, pero bien arraigada. Tendencia y apertura a lo religioso. Gran estima a la enseanza religiosa. Creen-cia firme en Jesucristo, la salvacin, la gracia, el peca-do, la Iglesia, los Sacramentos etc. Relevantes virtu-des de generosidad, hospitalidad, sentido de abnega-cin, gran espritu de solidaridad y hermandad, a ve-ces en grado heroico.

En la segunda parte de ese estudiado y bien anali-zado tema, se hizo una visin de conjunto de la situa-cin actual de la catequesis, cuyas conclusiones se resumieron as: Pese a los esfuerzos de renovacin de 56


la Iglesia, sacudida por el Concilio Vaticano II y por el despertar catequstico de los ltimos aos, la defi-ciente formacin religiosa y el proceso de madura-cin del pueblo sigue siendo un grave problema.

La evangelizacin y la catequesis (o la catequesis evangelizadora) tienen an notables deficiencias.

Por lo general el cristiano recibe una catequesis fragmentaria. Los diferentes momentos en que el hombre es sujeto de catequizacin (con ocasin de la recepcin de los sacramentos, en la parroquia, en el colegio, etc.) no permiten por ahora una accin pasto-ral coherente y orgnica.

Se descuidan casi totalmente algunos campos espe-cficos como son la catequesis de enfermos, presos, profesionales, etc.

La falta de testimonio de los mayores crea un am-biente adverso a la catequesis de los nios y jvenes.

En guaran no se tiene un lenguaje propiamente religioso, ya que en la cultura guaran no existen vo-cablos tcnicos apropiados para expresar conceptos teolgicos-bblicos que puedan ser accesibles al pue-blo.

Se ha sealado en los grupos de estudios que el surgir de nuevas experiencias eclesiales estn ponien-

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Margarita Duran

do en saludable crisis los esquemas de evangelizacin tradicionales. Se mencionaron las siguientes iniciati-vas: Movimiento proftico-carismtico (pentecostalis-mo), Movimientos juveniles con la bsqueda del esp-ritu cristiano, la tendencia a la fraternidad, etc. Pe-queas comunidades de vida y oracin. La democra-tizacin y la desclericalizacin en la Iglesia. El deseo de mayor participacin y responsabilidad de los lai-cos. El renacer del espritu misionero.

Es innegable que se hacen esfuerzos por renovar no slo el lenguaje catequstico, sino tambin el con-tenido y la metodologa, de acuerdo con un objetivo claro, sobre todo en catequesis de nios y jvenes.

Entre las experiencias que han tomado cuerpo hasta la fecha de ese encuentro se sealaron: Bsque-da de una catequesis continuada o permanente con miras a crear una autntica comunidad cristiana; crea-cin de comunidades cristianas, sobre todo en el cam-po, con sus riesgos y limitaciones, pero con resultado positivo; inicio de la catequesis familiar, en coordina-cin con la catequesis escolar y parroquial de nios. La catequesis pre-sacramental, practicada en todas las dicesis, quiere llenar el vaco de una catequesis con-tinuada, sin embargo es todava muy atomizada y sin conexin entre la recepcin de los distintos sacramen-tos. Se est comenzando a cosechar los frutos de esta experiencia. Para los jvenes la catequesis de confir-macin es un momento fuerte y vital en el proceso 58


de su maduracin en la fe. Esta catequesis toma la forma de una interpelacin a la conversin para llegar a una decisin total por Jess como Seor y salvador de la Historia.

Catequesis de nios: La tarea catequstica siste-mtica de la Iglesia en el Paraguay ha estado preferen-temente dirigida a los nios, con muy poca atencin a la catequesis de jvenes y de adultos. Se est toman-do conciencia de guiar a los nios hacia una cateque-sis continuada hasta su entrada en la adolescencia pa-ra encontrar su catequizacin con la preparacin a la confirmacin y a las formas de catequesis de adultos.

Entre las deficiencias de la catequesis de nios se encuentra la poca atencin y la falta de experiencia con los ms pequeos (hasta los seis o siete aos) y el descuido de los que han recibido la Primera Comu-nin).

Por otra parte se comprueba el gran esfuerzo des-plegado para la adecuada preparacin de catequesis de nios, la renovacin de los mtodos en general, apoyada en una iniciacin bblica, vivencial, a fin de que los nios comiencen a dar una verdadera respues-ta de fe segn la capacidad propia de cada edad.

Catequesis de jvenes: Los grupos de reflexin hi-cieron diferencias entre los jvenes que forman parte de los grupos cristianos parroquiales, los jvenes que

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Margarita Duran

estudian en colegios catlicos y reciben alguna ins-truccin religiosa y los jvenes que no reciben ningu-na atencin catequstica de la Iglesia. Estos constitu-yen un nmero apreciable.

Los jvenes no aceptan una religin desencarnada, ajena a sus problemas, la quieren comprometida con su propia vida. Quieren vivir su fe como respuesta a las exigencias de esta poca que les toca vivir. Tienen gran sensibilidad a lo social.

Ante esta situacin, la Iglesia est dando cada da mayor importancia a la catequizacin de los jvenes. La catequesis juvenil utiliza en general una metodolo-ga activa, personalizante y liberadora: reflexiones cristianas, trabajos en grupos. Se les ayuda a tener cla-ro el sentido de sus vidas a la luz del Plan de Dios y el lugar que deben ocupar en la sociedad y en la Igle-sia.

La administracin del sacramento de la Confirma-cin est siendo enfocada como un momento fuerte y vital de la catequesis de jvenes y va adquiriendo cada da mayor relevancia y significacin entre los mismos. Esta catequesis toma forma de una profundizacin del mensaje cristiano, adaptndose a la sicologa de los jvenes. Es una verdadera esperanza para la Iglesia la proliferacin de grupos juveniles a diversos niveles y en distintos lugares: los grupos parroquiales, escola-res, de barrios, campesinos, etc.; ya se han publicado algunos materiales para la catequesis juvenil. 60


Catequesis en centros educativos catlicos. En el Paraguay se da en los colegios y escuelas de la Iglesia una atencin catequstica permanente y en los cen-tros de enseanza oficial y privada, no confesionales, se da una catequesis ocasional y espordica.

En los centros de enseanza catlicos hay una in-quietud por evangelizar, por iluminar las materias del curriculum escolar con la fe. Los colegios se preocu-pan por preparar agentes especializados para esta ta-rea.

Sin embargo, la catequesis est circunscrita gene-ralmente a "clases" de religin, a la participacin en celebraciones litrgicas ocasionales, jornadas, retiros, etc. El colegio no es an un lugar de evangelizacin integral y la catequesis es simplemente un momento aislado dentro del gran contexto educacional.

Aunque no se perciben diferencias notables entre los estudiantes de colegios catlicos y no-catlicos, sin embargo, cabe destacar la presencia de ciertos n-cleos minoritarios, provenientes de colegios catlicos, que se cuestionan y viven su compromiso de fe y muestran inquietudes y deseos de mayor autentici-dad.

Se pueden mencionar unas pocas iniciativas apos-tlicas en barrios perifricos de Asuncin y otros centros urbanos, como experiencias de colegios ca*

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tlicos, para organizar a los nios y jvenes que no concurren a centros de enseanza.

En cambio, en la Universidad Catlica conviene anotar que, a pesar del decreciente inters de los es-tudiantes universitarios por el estudio de la temtica religiosa en general, cabe sealar que cuando sta se presenta dinmica y vivencialmente, encarando la pro-blemtica real de los jvenes, logra suscitar inters y aun una respuesta de fe digna de consideracin.

La Universidad Catlica ha intentado reorganizar sus actividades teolgicas y catequsticas en los lti-mos aos, dando preferencia al aspecto pastoral por encima del acadmico o instructivo; quiere decir que ms que pretender una informacin acerca del dogma, la moral, la Biblia o la historia de la Iglesia; se ha colo-cado el nfasis en cuestionar las actividades funda-mentales de la fe y la opcin por la militancia en la Iglesia.

En la Universidad de Asuncin no existe ninguna actividad teolgico-pastoral organizada por la propia Universidad ni tampoco por parte de los agentes pas-torales de la Iglesia. Existen elementos que podran realizar una tarea interesante si se les impulsara y coordinara convenientemente.

Fuera del mbito universitario no existe en la ac-tualidad ninguna organizacin universitaria catlica, 62

La catcquesis en Paraguay hoy

tanto de estudiantes como de egresados o profesio-nales. En el Plan de Pastoral Orgnica lanzado el ao de 1976 se contempla para el sector de laicos la reac-tivacin de la Juventud Universitaria Catlica (JUC), la creacin de equipos docentes y el lanzamiento de algunos movimientos donde militen los profesionales cristianos de mayor gravitacin en el proceso de de-sarrollo del pas.

Catequesis de adultos. En general se pudo afirmar que una catequesis sistemtica del adulto ha sido bas-tante descuidada en nuestro pas, reducindose a la catequesis ocasional con motivo de ciertos aconteci-mientos.

Se observ que en la Iglesia del Paraguay, como en las otras naciones, ltimamente se ha tomado con-ciencia de la importancia de la catequizacin de adul-tos. Los esquemas y guiones de homilas, confeccio-nados y preparados en forma orgnica para todo el pas, son un esfuerzo y una valiosa experiencia en es-te campo y van dando la pauta de una alentadora perspectiva en la lnea de una renovacin catequsti-ca.

La mejor experiencia en el campo de catequiza-cin de adultos fueron hasta la fecha los grupos de reflexin y movimientos; las comunidades cristianas de base; los grupos bblicos; los terciarios francisca-nos, etc. que utilizan sus reuniones para reflexionar

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Margarita Duran

a la luz de la palabra de Dios sobre sus situaciones concretas.

Adems se seal la catequesis expresa que se da a los padres con motivo de la preparacin de la prime-ra comunin de los hijos, de la confirmacin, etc.

Agentes de la catequesis. Los agentes que se res-ponsabilizan de la catequesis son los obispos, sacer-dotes, religiosos/as y muchos laicos conscientes de esa misin fundamental en la Iglesia.

La comunidad como tal no tiene conciencia de su misin educadora en la fe y normalmente descarga esta responsabilidad sobre los catequistas.

En cuanto a los padres de familia en general, re-ducen su misin catequstica a la enseanza de las primeras oraciones y procuran que sus hijos reciban el bautismo, la primera comunin y la confirmacin.

Casi no tienen participacin directa en la cate-quesis de los nios, en la instruccin de los mismos. Pocas veces son un testimonio de vida cristiana.

Publicaciones. En los ltimos aos hubo gran es-fuerzo de parte de los agentes ms cualificados de ca-tequesis en orden a la publicacin de textos apropia-dos a fin de que sean respuesta a las necesidades de los cristianos paraguayos. Por otro lado se corre el riesgo 64


de la proliferacin de textos sin una adecuada unidad de lnea en lo fundamental. Citaron a continuacin los ttulos de los materiales publicados en las distintas dicesis, tanto para nios, jvenes y adultos.

Como ltima parte, el citado documento enume-r los objetivos de la catequesis, la cual deba ser emi-nentemente evangelizadora. Ella debe proclamar a Jesucristo como respuesta de Dios-Padre a los proble-mas, inquietudes y aspiraciones humanas. Disponer al hombre a una conversin constante, con respuesta al llamado de Dios, para lograr una relacin ms profun-da con El, con los hermanos y con las cosas, a fin de alcanzar su identidad humana y cristiana.

Para terminar se habl de los agentes de la cate-quesis en el Paraguay, del contenido de la misma, que quiere ser sencilla, de la metodologa, buscando una catequesis liberadora ms insinuante que expositiva, personalizante, creativa, concientizadora, vivencial y dinmica.

e) Semana Nacional de Catequesis. 1 2 - 1 6 de Mayo de 1982.

Se reunieron 49 delegados diocesanos en Pto. Pte. Stroessner, a fin de participar de la Semana Na-cional de Catequesis, llevada a cabo los das 12 al 16 de Mayo de 1982. Los temas expuestos y luego debatidos fueron: Opciones, Objetivos y Prioridades

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Margarita Duran

del Plan de Pastoral Orgnica de la Iglesia en el Para-guay. La comunidad eclesial como comunidad cate-quizadora. Experiencia de la labor catequizadora de una comunidad de base. Opcin preferencial por los pobres. La familia y la catequesis.

El ltimo da se destin para hacer trabajos en grupos y sacar conclusiones. La clausura y la Eucaris-ta fueron el clima fraternal con que se puso fin a la Semana Nacional de Catequesis.

El resumen de las conclusiones de esta semana se podra formular de esta manera:

a) Criterios fundamentales, medios y recursos para que la comunidad tome conciencia de su respon-sabilidad en la catequesis.

b) Criterios, medios y recursos, para que Obispos, sa-cerdotes, laicos y religiosos tomen responsabilidad activa.

c) Criterios, medios y recursos para que los catequis-tas acten en unin entre s, en unin con la co-munidad y con los pastores.

d) Caractersticas que deben tener las comunidades cristianas.

e) Funciones y cualidades de los agentes pastorales en la formacin de las comunidades.

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0 Caractersticas que debe tener la catequesis para conseguir una apertura y disponibilidad para con los pobres.

g) Compromisos concretos para identificarse con los pobres.

h) Elementos necesarios para que una familia sea un autntico catecumenado.

i) Causas de la falta de responsabilidad en las fami-lias.

j) Posturas de la catequesis frente a la religiosidad popular.

k) Caminos para potenciar la energa catequizadora de la religiosidad popular.

V. EVALUACIONES

La evaluacin presentada por el Equipo Nacional acerca de la situacin de la catequesis en el Paraguay marc los siguientes puntos:

El programa de catequesis publicado por el Equi-po en 1979 fue un instrumento muy valioso en la marcha y avance de la catequesis.

El mayor avance se not en la catequesis de ni-os: Publicacin de textos adecuados, formacin

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Margarita Duran

de catequistas, organizacin de equipos y creacin de centros de catequizacin, atencin gradual de nios segn sus edades, celebraciones litrgicas sencillas y apropiadas a los nios, participacin cada vez ms notable de los padres de familia.

- Muchas experiencias de la catequesis de los peque-os de 5 a 7 aos, aunque faltaron materiales ade-cuados y catequistas ms especializados.

En la catequesis de jvenes se vio que los cursos de confirmacin han servido para acercar a los mis-mos a la Iglesia, despertando la conciencia cristiana de los jvenes.

Sin embargo, present carencias en el sentido de una falta de seguimiento y la gran desercin luego de recibido el Sacramento. Prisa por celebrar el Sacra-mento, quitando mucho sentido al proceso de madu-racin de la fe.

La catequesis de adultos result ser muy bien atendida en las pequeas comunidades y sobre todo en la C.E.B. aunque en los otros lugares era muy po-bre. La preparacin para el bautismo de los nios (cur-sos de padres y padrinos) y los cursillos para novios, no pasaron de ser meras charlas, a veces de contenido flojo y escaso.

En la formacin de catequistas se comprob un gran entusiasmo y esfuerzo, tanto en las parroquias, 68


como en sectores, dicesis, etc. Es notable la atencin de los Obispos y prrocos en la tarea catequstica. No se pudo desconocer la conciencia y responsabilidad de la comunidad en cuanto a la forma de asumir su papel de "responsable" de la catequesis.

Fueron auspiciosas las organizaciones diocesanas, parroquiales y de base en la planificacin de la tarea catequstica.

Detectaron adems algunas carencias notables en la catequesis:

Falta de inters, por la importancia de la cateque-sis, en algunas Dicesis.

Escasez de agentes cualificados: sacerdotes, reli-giosos y laicos dirigentes.

Atencin a la juventud despus de la confirma-cin.

Formacin de catequistas para pre-adolescentes y jvenes.

Atencin a grupos especiales y marginados.

En cuanto a la situacin del Equipo Nacional de Catequesis se not un ambiente sencillo y cordial. La constante presencia del Obispo responsable fue alta-

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Margarita Duran

mente positiva, pues daba aliento y seguridad al Equi-po.

La marcha y los trabajos del Equipo enriquecie-ron a los oficios catequsticos diocesanos, al igual que a los sacerdotes y agentes de pastoral.

Ha vivido dicho Equipo la pluralidad dentro de la unidad respetando las diferencias de realidades de las distintas Dicesis.

Aunque no faltaron tensiones entre los miembros del Equipo, no se pudo hablar de antagonismos ni de posiciones irreconciliables. Tal vez falt ms tiempo para la oracin, reflexin y estudio, ya que el mismo Equipo afirm que durante el perodo 1981/82, su labor se redujo ms a la coordinacin que al estudio.

Acerca de los trabajos realizados por el Equipo se apunt la accin positiva del mismo en la concretiza-cin de los tres esquemas de catequesis de adultos y en el estudio del documento de consulta para la "Se-mana Latinoamericana de Catequesis".

Llam la atencin la falta de delegados de cate-quesis indgena y de las Fuerzas Armadas, tambin el retraso desmedido en la publicacin del "Catecis-mo Fundamental".

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Algunos temas desarrollados fuera del programa trazado hicieron que se interrumpiera la continuidad de los trabajos planeados.

En un informe presentado a la CEP el Equipo Na-cional de Catequesis dio a conocer las actividades de-sarrolladas por el mismo durante el perodo 1981/82.

Manifest el citado Equipo, haber dedicado la ma-yor parte de sus reuniones de esos dos aos al estudio y a la redaccin de aportes a los documentos siguien-tes:

a) Documento de trabajo enviado por el Departa-mento de Catequesis del CELAM para el encuen-tro de Catequesis del Cono Sur, llevado a cabo en Curitiba - Brasil, en mayo de 1981.

b) Respuesta a la consulta del Departamento de Ca-tequesis del CELAM para el temario de la Semana Latinoamericana de Catequesis.

c) Documento de trabajo para la Semana Latinoame-ricana de Catequesis realizada en Quito del 3 al 10 de Octubre de 1982.

d) Tambin se dedicaron algunas reuniones para estu-diar el "Proyecto de Programa de Catequesis pre-sacramental y formacin de Catequistas".

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Margarita Duran

e) Estudio y preparacin del Directorio Nacional de Catequesis.

f) Entre las actividades ms sobresalientes a consignar estuvo la realizacin de la "Semana Nacional de Catequesis", en mayo de 1982.

El poco tiempo de que dispone el Secretario Eje-cutivo y la ausencia de un sub-secretario a medio tiempo, fueron los puntos negativos en la marcha del Equipo Nacional de Catequesis.

En el informe de 1983 se not una especial preo-cupacin por la catequesis de nios de 5 a 7 aos (ini-ciacin), por el avance de la catequesis para los distin-tos grupos de trabajo. En cuanto al logro de los obje-tivos el rendimiento fue medio. Falt agilidad en los mecanismos de comunicacin y realizacin de los trabajos.

Los logros ms positivos fueron el estudio y redaccin del proyecto del Directorio Nacional de Ca-tequesis y la coordinacin, intercambio de experien-cias e integracin de los Oficios diocesanos.

La ltima evaluacin presentada hasta entonces por el Equipo Nacional de Educacin seala, en cuan-to a la situacin actual de la catequesis en el Para-guay, un gran-logro en la catequesis de nios por cum-plirse los objetivos del programa nacional "dando 72


pautas y orientaciones comunes er cuanto a objeti-vos, contenidos y mtodos" Los catecismos interdio-cesanos, los textos de Confesin y Comunin son fuerza unificadora, ya que muchas Dicesis los apo-yan y utilizan.

En cuanto a la catequesis de jvenes se puede ob-servar un paso importante al extenderse por dos aos la preparacin de los jvenes para la Confirmacin.

Se destac la preocupacin por la Catequesis de adultos, pues es el sector -subrayaron- que ms aten-cin necesita. Se cuenta hoy con un material para ca-tequesis de padres de la Arquidicesis y de la Dice-sis de Villarrica, adems de un Anteproyecto de Ca-tequesis pre-matrimonial y pre-bautismal.

Entre las opciones prioritarias del Cono Sur y Bra-sil figuran la formacin de catequistas. Todas las Di-cesis han avanzado. Existen muchos esfuerzos en to-dos los niveles. La mayora de las Dicesis cuentan con sus equipos catequsticos, los que se distinguen por su labor eficaz en la formacin de sus catequistas.

Los objetivos propuestos por el Equipo Nacional de Catequesis fueron logrados en su mayora. Se subraya una gran unidad y fraternidad entre los miembros del Equipo y un ambiente de espirituali-dad, no sealado anteriormente.

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La buena marcha del Equipo se debe en gran me-dida a la presencia y compaa de los Obispos Sebelio Peralta y Celso Yegros. Se reconoci tambin la de-dicacin y disponibilidad del nuevo Secretario Ejecu-tivo, P. Juan Bautista Gaviln.

Pueden ser mejorados algunos aspectos como: la inconstancia de algunos delegados diocesanos que in-terrumpen la continuidad de los trabajos y la falta de nombramiento de algunos delegados diocesanos. Fue-ra de las cuatro reuniones anuales, el Equipo Nacional no se hace sentir como tal. Falta de tcnicos, pues el trabajo del Equipo es serio y difcil. Falta de mayor preparacin en los delegados diocesanos. Poco tiem-po del Secretario Ejecutivo para dedicarse a las ta-reas exclusivas de la catequesis.

Se sugiri a la CEP la necesidad de seguir contan-do con los Obispos Peralta y Yegros a fin de lograr continuidad en las tareas, teniendo en cuenta tambin la experiencia y el enriquecimiento que van logrando al estar al servicio de la catequesis nacional.

El Plan de trabajo para el ao 1985 contempla: a) Elaborar la Historia de la Catequesis del Paraguay a pedido del Departamento de Catequesis del CELAM. b) Preparar la redaccin final del Directorio Nacional para el estudio y aprobacin de la CEP. c) Terminar la redaccin del catecismo para la familia.

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VI. Publicaciones Catequsticas

I. Catequesis Parroquial:

1. Programa de Catequesis Parroquial de nios y jvenes (Equipo Nacional de Catequesis).

2. Catequesis de Pre-iniciacin: la. Etapa (7 a 8 aos).

Textos: Dios es mi Padre (Asuncin). Padre Nuestro (Villarrica). Oraciones: Hablo con Dios que me ama. (Asun-

cin). Primeras Nociones (Experimental, mimeogra-

fiado).

3. Catequesis de la Confesin: 2a. Etapa 1er. Perodo ( 8 - 9 - 1 0 aos). Textos:

Dios me ama en Jess (Interdiocesano). Reconciliacin (Experimental, mimeografiado). Somos los amigos de Jess (la. Parte) Encarna-

cin.

4. Catequesis de la. Comunin: 2a. Etapa 2o. Perodo ( 9 - 1 0 - 1 1 aos).

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Margarita Duran

Textos: Celebramos nuestro encuentro con Jess (inter-

diocesano). Primera Comunin (Experimental, mimeogra-

fiado). Somos los amigos de Jess (2a. parte) Encar-

nacin. Santsimo Sacramento (Anteproyecto), Villa-

rrica.

5. Catequesis de Pre-adolescentes: 3a. Etapa Renovacin ( 1 2 - 1 3 - 1 4 aos).

Textos: Jess: Camino, Verdad y Vida (CAVEVI),

Asuncin. Reino de Dios, Villarrica. Dios con nosotros, Villarrica. Virtudes cristianas (Experimental, mimeogra-

fiado). Evangelizacin (Experimental, mimeografiado).

6. Catequesis de Confirmacin : dos aos de preparacin 4a. Etapa - 15 aos y ms).

Textos:

Fortalecidos por el Espritu Santo ( lo . y 2o. ao), Asuncin.

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Ven Espritu Santo I y II. Villarrica. Iglesia y Vocacin (1er. ao, experimental, mi-

meografiado). Confirmacin (2o. ao -Experimental, mimeo-

grafiado).

7. Catequesis para Padres de Familia.

Textos:

Nos preparamos con nuestros hijos. Asuncin. Bautismo: Cursillo para Padres y Padrinos (An-

teproyecto), Villarica. El Matrimonio: Catequesis Prematrimonial

(Anteproyecto), Villarica. Alabemos al Seor: Devocionario y cantoral.

Encarnacin.

Programa de Catequesis:

Pre-matrimonial. Pre-bautismal. Formacin bsica de la Catequesis (Equipo N.

de Catequesis) y folleto.

Vicariato Castrense:

Gua para vivir nuestra fe cristiana.

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Margarita Duran

II. Catequesis de Escuelas Parroquiales: (Coleccin mimeografiada), Asuncin.

ler. Grado: Texto Quiero andar (Texto del maestro y texto del

nio). 2do. Grado: Texto Puedo andar (Texto del maestro y texto del ni-

o). 3er. Grado: Texto No ando solo (Texto del maestro). 4to. Grado: Texto Vivo con Cristo (Texto del maestro). 5to. Grado: Texto Descubro a Cristo en los dems (Texto del

maestro). 6to. Grado: Texto Somos testigos de Cristo (Texto del maestro).

III. Publicaciones de la Editorial Don Bosco Equipo Pastoral Salesiano.

Texto

Durán-Celam.La Catequesis en Paraguay hoy

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