Dossier de Cristología
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DECANATO DE HUMANIDADES
PROFESIONALIZACIN EN EDUCACIN
Mencin:
FILOSOFA Y TEOLOGA
DOSSIER:
CRISTOLOGA
Preparado por
RP. Carlos Mundaca Guerra
Chiclayo, Septiembre del 2014
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PRESENTACIN
Llevo algunos aos enseando el Curso de Cristologa tanto en el Seminario como en
la Universidad y en este caso ser la primera vez que lo hago en un Programa de
Profesionalizacin. Como siempre sucede, el profesor muchas veces se siente ms
beneficiado que los alumnos al compartir las sesiones de enseanza y aprendizaje y
eso espero que suceda tambin.
El curso que vamos a compartir tiene como teln de fondo el reto de suscitar un
inters no slo cientfico acerca de Jesucristo sino tambin una vinculacin personal.
Esto ha quedado cada vez ms claro al escuchar a un docente universitario que deca:
que no podemos ensear cosas que luego no podamos vivir. Jesucristo, en realidad,
ms all de que sea un tema de estudio, es una experiencia de vida por medio de la
fe. Los cristianos intentamos comprender cada vez ms su misterio.
Al respecto he tratado de plasmar los temas en 4 captulos que desarrollaremos a lo
largo de los 4 encuentros. En primer lugar Interesa situarnos, por eso, en el I captulo
abordaremos nociones generales acerca de Jess, de su pas, de su ambiente
terminando con la cronologa. En el II captulo entraremos -de lleno- en la temtica
tocando los aspectos relativos a su humanidad y a su divinidad as como una
explicacin razonable del misterio de la Encarnacin. En el III captulo estn
concentradas las reflexiones acerca de los misterios salvficos de Cristo, es decir, lo
que l ha hecho para salvarnos, y, -como el evento de la Encarnacin se ha
desarrollado con la colaboracin humana- reflexionaremos acerca de Mara la Madre
de Dios. Finalmente en el IV captulo abundaremos en la reflexin acerca de los
aspectos relativos a la redencin que no dejan de tener importancia, dejando las dos
ltimas temticas, para ver cmo su presencia se hace hoy posible gracias a la
liturgia, y, que el estudio cristolgico tiene y debe tener un impacto en la comprensin
del hombre de hoy.
El Dossier que se ha preparado contiene en sntesis las reflexiones que se pueden
encontrar ms ampliadas en el libro de 1 F.OCRIZ L.F. MATEO SECO J.A.
RIESTRA, El misterio de Jesucristo. As mismo para la primera parte me he servido
del libro de Giuseppe Ricciotti, Vida de Jesucristo.
Que la aventura intelectual que iniciamos nos reafirme con san Pedro: Seor, t
tienes palabras de vida eterna! (Jn 6, 68).
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NDICE
NDICE ..................................................................................................................................................... 3
CAPTULO I: INTRODUCCIN GENERAL A LA FIGURA DE JESUCRISTO .... 9
1.1) La Historicidad de Cristo ................................................................................................... 9
1.2) Aspectos geogrficos, religiosos, culturales, polticos de la poca de Jess. ............................................................................................................................................... 10
1.3) Cronologa de Jesucristo ............................................................................................... 17
1.4) Fisonoma psquica y mental de Cristo .................................................................. 22
CAPTULO II: JESUCRISTO ES VERDADERO HOMBRE Y VERDADERO DIOS ...................................................................................................................................................... 23
2.1) Jess el Mesas esperado ............................................................................................ 23
2.2) Jesucristo, perfecto hombre ......................................................................................... 27
2.3) Jesucristo, Dios e Hijo de Dios ................................................................................... 28
2.4) Reflexin teolgica sobre la persona de Jesucristo ......................................... 30
2.5) Jesucristo profeta .............................................................................................................. 34
2.6) Jesucristo sacerdote y rey ............................................................................................ 35
2.7) La santidad de Jesucristo ............................................................................................. 36
CAPTULO III: LOS MISTERIOS DE JESUCRISTO...................................................... 37
3.1) Los misterios de la infancia de Jess y el ministerio pblico de Cristo .. 37
3.2) Los sufrimientos y la muerte de Cristo y su descenso al lugar de los muertos ............................................................................................................................................ 51
3.3) La resurreccin de Cristo y Ascensin. Pentecosts ...................................... 58
3.4) Mara la madre del redentor ......................................................................................... 67
CAPTULO IV: JESUCRISTO REDENTOR ....................................................................... 73
4.1) La redencin de Cristo como liberacin y reconciliacin ............................... 73
4.2) Satisfaccin, mrito y eficiencia de Cristo en la Redencin ......................... 75
4.3) La liturgia como actualizacin del misterio de Cristo ....................................... 77
4.4) Cristo nuevo Adn (Gs, 22; RH, 10) ........................................................................ 79
BIBLIOGRAFA GENERAL ......................................................................................................... 82
ANEXO ................................................................................................................................................. 83
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SLABO
I. DATOS
a. Denominacin de la Asignatura : Cristologa
b. Ciclo de Estudios : VI
c. Ao de Estudios : 2014
d. Ciclo acadmico : 2014-II
e. Crditos : 5
f. Duracin
1. Inicio : 13 de setiembre del 2014
g. Docente responsable/coordinador : R.P. Carlos Mundaca Guerra
h. Horario de clases :5 horas
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II. SUMILLA
La vida cristiana bien vivida perfecciona al ser humano y lo capacita para
actuar con tica en la sociedad. El que es profesional cristiano vive con
responsabilidad y honestidad su quehacer en el mundo. La verdadera
educacin cristiana nos indica el camino del bien. Pero el cristianismo ms que
una doctrina es una persona. Quien nos ha sealado ese camino es
precisamente Cristo, sin el cual no hay cristianismo ni vida cristiana. Cristo es
el centro. Conocerlo es una gran tarea y ojal sea un gran encuentro. Sin
Cristo no se entiende la Teologa en general. l es la piedra fundamental en la
construccin del edificio.
Por eso es necesario conocer la personalidad humana y divina de Cristo,
conocer el ambiente en que se movi, para que su palabra sea mejor
comprendida. Conocer su doctrina y su misin es importante para que los
alumnos consigan tener una buena base cristiana. Igualmente leer el
Evangelio ser, por lo mismo, una tarea permanente muy importante.
II. COMPETENCIAS:
Al terminar la asignatura el estudiante desarrollar las siguientes competencias:
Competencia General:
Profundizar en un conocimiento ms profundo de la persona de Cristo y
asumir una actitud de respeto a la doctrina impartida por El.
Competencias Especficas:
Poseer una concepcin adecuada de la persona de Cristo, con la
capacidad de distinguir los postulados errneos en cuanto a su
humanidad.
Fundamentar de manera coherente y clara los interrogantes sobre la
divinidad de Cristo.
Ser capaz de dar una definicin exacta de los aspectos que involucran
y conciernen a la asignatura denominada como Teologa II.
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III. CONTENIDO TEMTICO
CAPTULO CONTENIDO CAPACIDAD
INTRODUCCIN GENERAL A LA
FIGURA DE JESUCRISTO
1.1) La Historicidad de Cristo
1.2) Aspectos geogrficos, culturales, religiosos, polticos de la poca de Jess
1.3) Cronologa de Jesucristo
1.4) Fisonoma psquica y mental de Cristo
Situar la figura histrica de Jesucristo en su
contexto
JESUCRISTO ES VERDADERO HOMBRE Y
VERDADERO DIOS
2.1) Jess el Mesas esperado
2.2) Jesucristo, perfecto hombre
2.3) Jesucristo, Dios e Hijo de Dios
2.4) Reflexin teolgica sobre la persona de Jesucristo
2.5) Jesucristo profeta
2.6) Jesucristo sacerdote y rey
2.7) La santidad de Jesucristo
Profundizar en la identidad divino - humana de Cristo
LOS MISTERIOS DE JESUCRISTO
3.1) Los misterios de la infancia de Jess y el ministerio pblico de Cristo
3.2) Los sufrimientos y la muerte de Cristo y su descenso al lugar de los muertos
3.3) La resurreccin de Cristo y Ascensin. Pentecosts
3.4) Mara la madre del redentor
Una comprensin mistrica de toda la
vida de Cristo
JESUCRISTO REDENTOR
4.1) La redencin de Cristo como liberacin y reconciliacin
4.2) Satisfaccin, mrito y eficiencia de Cristo en la Redencin
4.3) La liturgia como actualizacin del misterio de Cristo
4.4) Cristo nuevo Adn (Gs, 22)
Comprender la razn de ser de la
satisfaccin realizada por Cristo, implicancias y presencia de Cristo hoy en la liturgia y su
impacto antropolgico.
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IV. ESTRATEGIAS Y MTODOS PARA LA ENSEANZA Y APRENDIZAJE
Centrada en la investigacin y estudio previo. El estudio previo de los temas
por parte del estudiante, los cuestionarios y las tareas de bsqueda o
profundizacin como actividades principales, se constituyen en una propuesta
investigadora para acrecentar el aprendizaje de los mismos contenidos.
Actividades complementarias
Exposicin de temas y dilogos en aula: Los estudiantes, segn se pida
oportunamente, expondrn lo estudiado previamente o sobre las tareas
asignadas de bsqueda en un clima de dilogo, las que se acompaarn
seguidamente de la profundizacin o exposicin por parte del profesor. Al
trmino de una sesin o de una unidad se pedir la elaboracin de
conclusiones.
Foros de discusin: Oportunamente y de acuerdo al desenvolvimiento de las
sesiones, se crearn foros de discusin para puntualizar y abordar un tema de
inters de los participantes de acuerdo a la naturaleza propia de la asignatura.
Proyeccin de videos: tienen como finalidad el complementar los
conocimientos recibidos en cada sesin, los cuales sern evaluados mediante
una ficha de observacin o cuestionario.
V. ESTRATEGIAS, MTODOS Y NORMAS DE EVALUACIN
En las distintas actividades propuestas, se evaluar sobretodo el dominio de
conocimientos, habilidades intelectuales en la definicin, anlisis, explicacin y
argumentacin de los temas tratados complementados con actitudes que
contribuyan a su desarrollo integral como la responsabilidad, la puntualidad y el
saber trabajar en equipo.
El sistema de evaluacin comprende:
A. Cognitiva 50%
B. Procedimental 40%
C. Actitudinal 10%
Requisitos de aprobacin:
Promedio final igual o mayor a 13,5.
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VI. INSTRUMENTOS DE EVALUACIN
En el primer da de clases se indicar con claridad y precisin la(s)
actividad(es) individual(es) (cuestionarios, foros virtuales, tareas virtuales, etc)
y grupal(es) (exposiciones, informes finales) que considerar en el desarrollo
de su curso y que sern evaluadas dentro del rea procedimental.
VII. BIBLIOGRAFA
ALVIRA, Tomas-CLAVEL, Luis-MELENDO,Tomas. (1993) Metafsica. Pamplona: EUNSA.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATLICA (1993). Ciudad del Vaticano. Librera Editrice Vaticana, nn. 484-664. 717-731.
CONCILIO VATICANO II (1965). Constitucin Gaudium et spes, n. 22
CONCILIO VATICANO II (1963). Sacrosanctum concilium, n.7
FAYNEL, Pal. (1968) Jesucristo es el Seor. Salamanca: Sigueme.
FORMENT, Eudaldo (1989)El ser personal, en Vctor GARCA HOZ, Tratado de educacin personalizada. EL concepto de persona. Madrid: Rialp. pp 82-88.
Karl ADAM, Jesucristo. (1973). Barcelona: Herder. pp. 87-121
MARTN DESCALZO, Jos Luis, (1989). Vida y misterio de Jess de Nazaret. Salamanca: Sgueme.
NUEVA BIBLIA DE JERUSALN, DESCLE DE BROUWER (Bilbao 1998)
OCRIZ F MATEO SECO L.F RIESTRA J.A, (1993) El misterio de Jesucristo. Navarra: EUNSA
OPUS DEI (2006, ABRIL). Jesucristo y la Iglesia. Disponible en: www.opusdei.org abril, 2006
RICCIOTTI, Giuseppe, (1968). Vida de Jesucristo. Barcelona: Editorial Luis Miracle, S.A.
SAYES, Jos Antonio, (2005) Seor y Cristo. Curso de cristologa. Madrid: Palabra
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CAPTULO I: INTRODUCCIN GENERAL A LA FIGURA DE JESUCRISTO
CUESTIONES PRELIMINARES
SOBRE QU COSA VAMOS A REFLEXIONAR CUANDO HABLAMOS DE
CRISTOLOGIA
- Si la teologa es una ciencia sobre el misterio de Dios, la cristologa es una parte de
dicha ciencia
- La cristologa es el estudio del misterio de Cristo tal como viene presentado por la
palabra de Dios e interpretado por la Iglesia.
- Es interesante tambin hacer una pequea reflexin inicial acerca de lo que se llama
la tradicin de la Iglesia para ver la razn de ser de dicha interpretacin. (ver Anexo 1)
- Este esfuerzo intelectual se realiza con la luz natural de la razn iluminada por la fe
- La cristologa, por otra parte, reflexiona sobre la identidad de Cristo (lo que es) as
como de sus actos salvficos (lo que hizo por nosotros).
1.1) La Historicidad de Cristo
Aqu interesa conocer las fuentes histricas del conocimiento de Jesucristo. Son de
dos tipos:
Fuentes no bblicas
Fuentes bblicas
FUENTES NO BBLICAS
Las fuentes no bblicas son las siguientes: Del primer siglo tenemos a Mara bar
Serapin (filosofo) 73 d. Cristo. Este autor hace una mencin implcita acerca de
Jess. Otro autor es Flavio Josefo quien en su libro Antigedades judaicas insina
que Cristo poda haber sido el Mesas. En cuanto autores del siglo II de tradicin
griega se pueden mencionar la carta de Plinio el joven al emperador Trajano; Tcito en
sus Anales, Suetonio en su libro sobre la vida de Claudio.
FUENTES BBLICAS
Aqu se deben considerar los evangelios (Mateo, Marco, Lucas y Juan) que pueden
ser tomados como escritos histricos acerca de la vida del rabino Jess. Incluso
pueden ser considerados tambin aquellos escritos que guardan una relacin con l
como son el resto de los libros del Nuevo testamento.
La conclusin es que histricamente es demostrable la figura de Jesucristo.
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Por estas dos fuentes, por tanto, resulta que el personaje llamado Jess no es un
mito, por el contrario, es un hombre histrico del cual se tienen testimonios escritos.
A diferencia de algunos personajes del pasado como Tales de Mileto (624 0 548 a. C-
ninguno de sus escritos ha llegado a nuestros das) , Scrates (470 a. C- no dej
doctrina escrita), Hipcrates (460 a. C), Platn (427 a. C) y Aristteles (384 a. C) de
Jesucristo, en cambio, se cuentan con documentos que prueban su historicidad de
manera fehaciente: Existi de verdad!
Video: Cristo en la Historia
1.2) Aspectos geogrficos, religiosos, culturales, polticos de la poca de Jess.
EL PAS DE JESS1
La palestina es el territorio donde naci el Hijo de Dios. A comparacin de otros
territorios, imperios, debe decirse que ste de la Palestina es muy pequeo. Su
dimensin territorial es de 24,000 kilmetros cuadrados. Comparativamente se debe
decir que la tierra de Jess es ms pequea que el Departamento de Piura que posee
en cambio 35,892.49 Km 2.
LAS ZONAS TERRITORIALES
Se pueden hablar de 4 grandes zonas. As pues se debe mencionar en primer lugar la
Galilea, precisamente en Nazaret fue donde creci Jess (Nazaret), donde tuvo una
existencia oculta por espacio de 30 aos, realizando una labor comn a todos los
hebreos de su tiempo. Por otra parte, la Galilea ser el lugar elegido por el Cristo para
realizar su labor evangelizadora, taumaturga, as como de ese lugar eligi a la mayor
parte de sus discpulos, incluso, una vez resucitado los citar en Galilea para las
ltimas instrucciones.
En esta zona de Galilea se encuentra el lago de Tiberiades Es un lago casi oval de 21
kilmetros de longitud por 12 de anchura, que alcanza profundidades de hasta 45
metros. Entre Tiberiades y el mar Muerto, el Jordn recorre, serpenteando, 109
kilmetros, en los ltimos de los cuales la vegetacin que ha acompaado al rio en
todo el curso comienza a desaparecer, al paso que la corriente del ro se va haciendo
salobre y lenta.2
1 Las anotaciones en cuanto a este tema han sido extradas del libro Giuseppe Riciotti, Vida de Jesucristo. Editorial Luis Miracle, S.A. (Barcelona-1968) 2 Jos Luis Martn Descalzo, Vida y misterio de Jess de Nazaret, Sgueme (Salamanca 1989. 47) .
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Los evangelios nos trasmiten muchas veces las travesas que tuvo que emprender
Jess junto con sus discpulos a lo largo de su ministerio pblico. Iba con ellos a
descansar a otros lugares, les ha querido dar alcance caminando sobre las aguas y en
dos oportunidades ha sido ocasin para que puedan darse algunos milagros referidos
a la pesca.
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Las riberas del lago, por otra parte, han servido de atrio para que el Maestro pudiera
predicar a los que iban a escucharle. Ha sido en el lago en que han tenido experiencia
de la furia del viento que Jesucristo calm con su voz poderosa.
Otra zona a tener en cuenta es Samaria que era el paso obligado para todo aquel que
quisiera desplazarse a Judea aunque se podra obviar pero esto significaba ms horas
de camino. Los samaritanos era una etnia constituida por colonos asiticos que fueron
deportados en ese lugar y que se mezclaron con los israelitas que vivan en aquella
zona. Estos deportados eran paganos y con el tiempo fueron adquiriendo usos judos
y se fueron purificando poco a poco de sus antiguas creencias tanto es as que
construyeron su propio templo en el monte Garizn que sera desde entonces el punto
de referencia de su fe, entrando de esta forma en competencia con el templo de
Jerusaln. Esto explica la antipata recproca que experimentaban judos y
samaritanos. Como muestra de esta antipata se puede leer en el evangelio el
desprecio que recibi Jess cuando no fue recibido por ellos.
En la transjordania se encontraba la Decpolis que llevaba ese nombre por las 10
ciudades que la constituan. Eran unos pueblos fuertemente helnicos. A estos
territorios pertenecen Damasco al norte, Gadara, Gerasa. En estos lugares adems de
griegos estaba habitado tambin en gran parte por judos.
Tambin hay que contar con la Perea que era un territorio en la que se puede
mencionar a Maqueronte lugar donde estuvo encerrado Juan el Bautista.
La Judea es el otro gran territorio que en su conjunto es de la mayor importancia
porque constitua el centro religioso y poltico del pas. All se encontraba Jerusaln
(Ciudad de la paz) que albergaba el templo al cual se iba en peregrinacin por lo
menos una vez al ao. En esta zona resida el procurador romano Poncio Pilato. Aqu
son dignas de mencionar la ciudad de Beln, lugar del nacimiento de Jess, el monte
de los Olivos, Betania donde residan Marta, Mara y Lzaro, Ain Karim lugar al cual
fue Mara a ayudar a su prima Isabel, Jeric, Cesarea la Martima. Finamente, es en la
ciudad santa donde Jesucristo morir en la cruz y resucitar. Y luego de la ascensin
de Cristo los discpulos comenzarn a anunciar el evangelio en el centro religioso del
pas.
HERODES EL GRANDE
El nombre Herodes significa descendiente de hroes. Es un nombre adems poco
judo. Lo paradjico es que Herodes no era judo de nacimiento. De madre rabe y de
padre idumeo, ninguno de los dos era de estirpe electa. La idumea (sur de Judea) fue
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anexionada posteriormente a Judea por Juan Hircano. Su nombre est vinculado al
de Jess porque en los tiempos en los que le toc gobernar naci Cristo. Las noticias
que se tienen de l lo encontramos en el evangelio pero sobre todo en el libro de
Flavio Josefo Antigedades judaicas.
Era un hombre astuto y ambicioso que siempre estuvo de la parte de los dominadores
romanos para su propia conveniencia, y bajo el auspicio de ellos lleg a ser nominado
rey. En realidad la situacin de Herodes ante Augusto, el emperador, era la de ser un
subalterno, es decir, haba sido nombrado por este y le deba en cierta forma vasallaje,
esto quiere decir que no poda prever por s mismo ningn tipo de sucesin en el trono
sin el consentimiento de Roma.
Por otra parte, para quedar bien ante los judos reconstruy el templo de Jerusaln
aunque l nunca fue un verdadero creyente porque, al mismo tiempo, construy otros
templos para los paganos.
De otro lado era un hombre cruel del que Flavio Josefo ha dejado escrito la siguiente
frase: Hombre cruel para con todos indistintamente dominado por la clera
(Antigedades judaicas, XVII,191). Mat a su cuado (Aristbulo), a su to (Jos),
mat tambin a su mujer (Mariamme), a su suegra (Alejandra) e incluso asesin a sus
dos hijos nacidos de Mariamme, Alejandro y Aristbulo. Esto le vali para que se
afirmar en torno a su persona que era mejor ser cerdo de Herodes (en griego is) que
hijo (ios). Se cuenta tambin que cuatro das antes de su muerte mat a su hijo
Antpatros. Y el colmo de toda su maldad y locura fue que mand degollar en el
hipdromo a varones ilustres porque l saba que su muerte se iba a celebrar con
jbilo, as, de esta manera, las lgrimas de los familiares se haran en el tiempo de su
muerte.
Dado el perfil de Herodes nada tiene de extrao que se le haya podido ocurrir -por
temor de perder su poder y trono- ejecutar a unos nios inocentes recin nacidos tal
como lo comenta el evangelio (cf Mt 2,6).
Herodes morir de setenta aos, es decir, el 750 de la fundacin de Roma y 4 aos
antes de Jesucristo.
LOS HIJOS DE HERODES
Muerto Herodes, Arquelao gobernara Judea, Samaria e Idumea; Antipas, en cambio,
Tetrarca de Galilea y Perea, mientras que Herodes Felipe ejercera su poder en
Tracontide, Gaulantide, Batanea, Haurantide e Iturea. Esta distribucin se hizo
contando con el beneplcito del Emperador, a pesar de que, algunos judos haban
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apelado a fin de que el territorio de Palestina fuese anexado a Siria, y, de esta forma,
ser gobernados directamente por Roma porque teman que los futuros sucesores les
maltratasen como su padre.
La historia posterior cuenta que Arquelao ejerci un poder dspota y por esta razn el
Emperador lo destituy anexando sus territorios al imperio.
Antipas dur ms en el cargo y hered la actitud aduladora de su padre, por esta
razn, fund ciudades nombrndolas luego con nombres romanos (Julias, Tiberades,
etc). La desgracia le vendra por causa de Herodas, quien se encontraba casada en
Roma con un hermano de padre de nombre Felipe. Se enamoraron en la ciudad
eterna y Antipas a la llegada a Palestina repudi a su mujer y Herodas (hija de
Aristbulo asesinado por su padre Herodes el grande) abandon a su marido. A esta
situacin se refiere el evangelio quien menciona la valiente actitud de Juan el Bautista
quien reclam el pecado de adulterio de Herodes cosa que poco ms tarde le costara
la vida por instigacin de Herodas.
Se debe saber tambin de la existencia de otro hijo llamado Herodes Agripa I
(hermano de Herodas) quien fue hecho rey por el emperador Calgula y
posteriormente asign a ste los territorios de Antipas.
Otro hijo es el tetrarca Filipo que no figura en los evangelios, parece ser que fue un
gobernante ecunime aunque ya entrado en aos se cas con la hija de Herodas,
aquella cuyo baile fue la ocasin para que se desencadenara la muerte de Juan el
bautista. Se puede finalmente decir que al igual que su padre se constituy en gran
artfice de monumentos de los que cabe mencionar la ciudad de Cesarea de Filipo -
antigua Banias- para distinguirla de la otra Cesarea llamada La martima. Eso mismo
hizo con Betsaida y Julias.
PONCIO PILATOS
Los territorios confiscados a Arquelao por su psima gestin pasaron a ser
administrados directamente por Roma anexndose a la provincia de Siria que estaba
gobernada en nombre del Emperador por un Legado suyo, a este Legado estaba
vinculado el procurador de los territorios palestinos.
El procurador tena a su cargo tropas auxiliares cerca de unas tres mil- para el buen
orden de la comunidad, entre ellos, se contaban samaritanos, griegos, sirios. Estas
fuerzas del orden se dividan en cohortes y en alas de caballera.
Como administrador de justicia tena potestad judicial, especialmente, para los casos
en los que se sentenciaba la muerte a los reos.
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El Procurador Pilato aparece en escena en el ao 26 de la era cristiana. Se le ha
descrito como pendenciero y terco, y, que no quera a los judos.
Por su modo de gobernar violentamente fue depuesto de su cargo en el ao 36.
Este personaje peculiar de la historia fue el que conden injustamente a Jess ante la
presin de los enemigos del Mesas.
SECTAS Y GRUPOS JUDOS
Las principales agrupaciones en la poca de Jess, entre otros, eran los fariseos
(separados) y saduceos (descendientes de Sadoq sacerdote). Estos no tenan una
poltica determinada. De suyo los fariseos eran muy conservadores, en cambio, los
saduceos eran ms liberales. De otro lado los saduceos eran pro-roma, en cambio los
fariseos estaban contra el rgimen romano. En general los fariseos eran de condicin
humilde mientras que los saduceos pertenecan a la casta sacerdotal y eran
adinerados.
En el modo de abordar la ley ambos grupos tambin se diferenciaban. Los fariseos
admitan que la Thorah era una parte de la ley, pero que junto a ella exista una Ley
oral que contena una serie de preceptos de la tradicin. Los saduceos, por su parte,
se cean a los que prescriba la Ley y nada ms.
En cuanto a los doctores de la Ley o Escribas, stos se ocupaban de organizar el
abundante material de la tradicin que fue teniendo mucha importancia en el tiempo. A
propsito de las colecciones de estas tradiciones se puede mencionar el Talmud
(tradicin codificada). Muchos escribas o doctores de la ley en el tiempo de Jess eran
en realidad fariseos.
Otro grupo a tener en cuenta eran los Zelotes y los sicarios. Estos procedan de los
fariseos, y en el caso de los primeros, tenan un fuerte sentimiento nacionalista. Uno
de estos personajes famosos Zelotas ser mencionado por Gamaliel en el proceso
que se le abri a los discpulos de Jess tal como consta en el libro de los Hechos de
los apstoles (5,37). Por lo que se refiere a los sicarios, stos eran una derivacin de
los Zelotes en cuanto que, usaban el pual (la sica) en sus incursiones ante el poder
romano. Por ltimo es preciso sealar que entre los discpulos del Jess se
encontraba uno de ellos llamado Simn el zelota (cf Mt 10,4; Mc 3,18) tambin
llamado el cananeo que es una forma aramea helenizada con el mismo significado.
En una actitud distinta se encuentros los Esenios de los que tenemos noticia por parte
de Flavio Josefo puesto que el evangelio no los menciona. Ellos formaban parte de
una verdadera asociacin religiosa existente desde el siglo II a. C. Para hacerse una
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idea acerca de la identidad de este grupo se los puede comparar con una orden
monstica, pues, la incorporacin en el grupo supona todo un proceso, vivan en
comn, desempeaban algn trabajo en el campo para mantenerse y, luego, se
dedicaban a la oracin as como se dedicaban al silencio. Con respecto a su relacin
con la ley eran observantes del sbado, pero no hacan sacrificios. Este tenor de vida
ha hecho pensar a alguno que Juan el Bautista pertenecera a este grupo. Los
esenios, por otra parte, no se dedicaban a la poltica.
Por ltimo estn los Herodianos de los que el evangelio hace mencionar pocas veces
(Mc 3, 6; 12, 13; Mt 22, 16). Estos debieron ser judos que apoyaban a la dinasta en
general y, particularmente de Herodes Antipas. No debieron ser numerosos.
TEMPLO, SACERDOCIO, EL GRAN SANEDRN Y LA SINAGOGA
Una de las instituciones ms importantes de judasmo era el templo que constitua el
ncleo religioso ms importante de Jerusaln. Histricamente se sabe que el primer
templo fue construido por Salomn (aprox. 586 a. C), el cual fue reconstruido en el 515
a. C a la vuelta del destierro y al que se le nomina como segundo templo, y el tercero
fue rehecho de nuevo en tiempos de Herodes el grande, es decir, el 20 o 18 a. C
Estaba constituido por varios espacios atrios- para diversos tipos de personas: atrio
de los gentiles, atrio de las mujeres, atrio de los hombres, atrio de los sacerdotes
donde se encontraba el altar de los holocaustos y, finalmente, el Santuario, el lugar
santo por excelencia signo de la presencia del Dios altsimo. En este lugar entraba el
sumo sacerdote una vez al ao. De otro lado, en tiempos de Jesucristo el atrio de los
gentiles se converta en un verdadero mercado.
En cuanto a los sacerdotes se debe saber que eran una clase aristocrtica
privilegiada. El Sumo sacerdote tena carcter vitalicio. Era tambin el primer ministro
del culto y el jefe de todos los servicios del Templo. A l le correspondera celebrar la
liturgia del Kippur o de la expiacin y constitua la cabeza del Sanedrn. Esta clase
sacerdotal era de tendencia saducea.
Entre los sacerdotes de relevancia en la poca de Jess encontramos dos, esto es,
Ans (Ananas) y Caifs (yerno de Ans). La clase sacerdotal estaba dividida en dos
cuerpos: los sacerdotes y los levitas. As mismo los sacerdotes se dividan en 24
clases que se turnaban por semanas. A ellos se les encargaba el control de calidad de
los animales que se deban ofrecer y otras cosas propias del culto.
Con respecto al Gran Sanedrn, ste era el supremo consejo nacional y religioso,
naci como una forma de gobierno limitadamente autnomo concedido por los
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monarcas extranjeros; de todas formas, su poder creci bajo los procuradores
romanos. Estaba compuesto de 70 miembros y se divida en tres grupos: a) los sumos
sacerdotes, incluyendo los emritos, b) los ancianos quienes representaban a la
aristocracia laica, y, c) el grupo de los escribas o doctores de la ley.
En las regiones lejanas de la palestina, es decir, la dispora se constitua Sanedrines
con las mismas funciones y estaba presidida por el archisinagogo.
LA SINAGOGA
Era el lugar de la enseanza religiosa del pueblo. Algunos hipotizan que estos lugares
de culto surgieron a partir del destierro del pueblo a Babilonia, as, pues, al no tener
templo, lo sustituyeron por las sinagogas.
La sinagoga tena un aspecto rectangular y all fundamentalmente se reciba la
instruccin religiosa. El encargado lleva el nombre de archisinagogo, que era quien
administraba este edificio y contaba con la ayuda de un ministro, una especie de
sacristn. Se haca la lectura y luego se explicaba el sentido de lo proclamado. La
frecuencia de esta celebracin normalmente era semanal, es decir, todos los sbados.
La lectura de los textos se hacan en hebreo que luego se traducan al arameo. El
comentario lo haca el archisinagogo o bien se invitaba a uno de los presentes a que lo
hiciera o tambin lo poda realizar el que quisiera. Esto fue lo que cuenta el evangelio
cuando Jess en la sinagoga de Nazaret hizo la lectura e hizo al mismo tiempo el
comentario respectivo.
1.3) Cronologa de Jesucristo
No sabemos cronolgicamente como quisiramos en qu fecha exacta naci el Seor
ni el ao ni el mes. Al respecto se tiene aproximaciones. Alguien podra preguntarse,
cmo es posible esto? En realidad, los evangelios, primera fuente de la vida de
Jesucristo, no se preocuparon de realizar una biografa tal como la conocemos ahora.
Son ms bien escritos que tienden sobre todo a la formacin espiritual de las primeras
comunidades cristianas, recogen, por tanto, hechos y doctrinas que edifican el espritu
sin prestar atencin a los das ni a los aos. De todas formas de los 4 evangelios dos
de ellos, escritos ms tarde Lucas y Juan- han dado precisaciones histricas acerca
de Jesucristo y que nos sirven para encuadrar histricamente la presencia el Hijo de
Dios en este mundo.
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EL NACIMIENTO
A la hora de determinar lo ms posible el ao en qu naci Jesucristo es preciso
saber que la llamada era cristiana se introdujo con el cambio del calendario. Se le
ocurri a Dionisio el exiguo (siglo VI, + 556), l deseaba que se computase el tiempo a
partir de dicho nacimiento puesto que quera colocar a Cristo como centro de la
humanidad. Se viva entonces con la cronologa que marcaba el calendario Juliano. Se
calcul por tanto el ao del nacimiento en el 754 que sera el primero de la era
cristiana: 754 de la fundacin de Roma = ao 1 de la era cristiana. Como informacin
adicional se debe mencionar que este cambi no fue automtico ni fue seguido por
todos al principio; por lo menos a partir del siglo XI tuvo una aceptacin universal y es
el calendario en el que nos basamos hoy.
Volviendo al clculo que hizo Dionisio se debe decir que se equivoc puesto que si
fuera verdad que Cristo naci en el 754 cmo queda el hecho de que el Rey Herodes
muri en el 750 tal como atestigua el historiador Flavio Josefo, sabiendo adems, que
Jess naci en tiempo de Herodes. Por tanto hay aqu una primera conclusin, en
efecto, Jess nacera 4 aos antes de la era cristiana.
Para situarnos en lo que se va a explicar se puede decir lo siguiente: Si Jesucristo
naci el ao mismo en el que muri Herodes no habra necesidad de hacer ms
clculo de tiempo, sin embargo, hay detalles qu tener en cuenta. As pues, cuando
los magos llegan a visitar a Herodes, ste se encontraba todava en Jerusaln, y, por
Flavio Josefo se sabe que muri en Jeric. Segn parece, Herodes enfermo, busc
un lugar ms clido, y por esa razn se desplazara hacia ese lugar al comenzar el
invierno, es decir, noviembre o diciembre del ao 749 y muri en marzo/abril del 750,
por tanto, se debe sumar a los 4 aos, por lo menos, 6 meses ms.
De otro lado, luego de que Herodes -estando en Jerusaln- se vio burlado por los
magos, ste decret la muerte de los nios de dos aos para abajo, pensando que de
esta forma estaba asegurada la muerte del supuesto usurpador. En realidad se
supone que esto lo hizo como medida de seguridad, por tanto, se debe concluir que
Jess, por lo menos, tendra 1 ao.
Hay dos tiempos ms que sumar y estos son aquellos que se refieren, el primero, a la
visita que hicieran los magos a Herodes, que no necesariamente se debe pensar que
sucediera, justo cuando Herodes se march a Jeric. El otro tiempo a computar sera
la visita que haran tambin los magos a la familia de Nazareth. Por los evangelios se
sabe que Jos present al nio al templo y esto se realizara despus de la
purificacin de la mujer que segn la ley deba llevarse a cabo a los 40 das. De otro
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lado Jos nunca hubiera expuesto al nio frente al peligro de haber sabido que
peligraba su vida.
Por todas estas deducciones se concluye que el ao del nacimiento de Jesucristo fue
el 748 de la fundacin de Roma. Resumiendo, se llega a esta fecha de la siguiente
manera:
- De la equivocacin de Dionisio el exiguo se debe restar 4 aos a la fecha que
inicialmente diera (754 - 4= 750)
- Los 6 meses que supondra el desplazamiento y enfermedad de Herodes que
muri en Jeric en marzo o abril del 750.
- Que Jess tendra por lo menos un ao cuando Herodes decidi la muerte de
los inocentes, sabiendo que tal decisin se tom en Jerusaln.
- Los pequeos intervalos de tiempo entre la llegada de los magos a Herodes y
la visita a la familia de Nazaret.
Jess, por tanto, naci en el ao 748 de la fundacin de Roma y 6 aos antes de la
era cristiana.
PRINCIPIO DEL MINISTERIO PBLICO DE JESS
Para conocer el inicio de ministerio del Seor es necesario partir del Bautismo de
Jess del que no distara mucho tiempo el inicio de su ministerio pblico as como
tambin es preciso conocer el comienzo de la predicacin de Juan el bautista hasta el
bautismo de Cristo.
Los datos que aporta el evangelista Lucas (3,1) mencionan que la tarea de Juan
coincide con el dcimo quinto reinado del Emperador Tiberio Cesar. A propsito de
esto hay que saber que Tiberio fue asociado en el gobierno de las provincias de
oriente por el Emperador Augusto en el 765 y, por esta razn algunos hacen el
computo de tiempo de Tiberio desde este ao; esta fecha, por otra parte, coincidira
con el ao 12 de la era cristiana (a esta cifra se llega restando el ao 754 que Dionisio
habra sealado como la fecha del nacimiento de Cristo). Ahora bien, si sumamos al
ao 765 los quince aos que menciona el evangelio, el resultado sera que el dcimo
quinto ao del reinado de Tiberio sera el ao 780, es decir, 26/27 de la era cristiana
(esta cifra resulta de la resta de 780 754 = 26). Este ao sera, por tanto, el ao del
bautismo del Seor y la edad precisa de Jess con el aadido de 6 aos que hay
que sumar como mnimo por el error en la cronologa- sera los 32 / 33 aos cosa que
se ajustara a lo que nos informa san Lucas ( cf Lc 3, 1-12).
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Otros autores, en cambio, contabilizan el nmero de aos de Tiberio a partir de la
muerte de Augusto que ocurri el 18 de agosto del 767, por tanto, el primer ao de
Tiberio segn una costumbre, comenzara el 19 de agosto hasta los ltimos meses de
ese ao y el dcimo quinto sera el ao 781. Con esta cronologa, de qu ao de la
era cristiana estamos hablando? Del ao 27 / 28 de la era cristiana al que se debe
sumar seis aos ms por error en la cronologa del nacimiento de Cristo, y el resultado
sera que realmente Jess en el momento en que empez su ministerio tendra entre
33 o 34 aos.
Otro dato que se suele citar para establecer esta cronologa son los datos que aporta
el evangelio de Juan (2, 20; 2, 13-23).
Los judos en conversacin con Jess manifiestan que se han necesitado 46 aos
para construir el templo de Jerusaln, y esto lo manifiestan durante la pascua del
primer ao de su ministerio pblico. Flavio Josefo, por su parte, informa que la
reconstruccin del templo la inici Herodes el grande en el 20 / 19 de la era cristiana,
es decir, en el dcimo octavo del su reinado. Sumando los 46 aos se concluye que el
inicio de su ministerio lo inicio a los 26 o 27 de la era cristiana y no antes, coincidiendo
con lo que nos informa san Lucas (3, 1-2).
DURACIN DEL MINISTERIO PBLICO
Las noticias acerca de la duracin del ministerio pblico lo sabemos por el evangelio
de Juan; l menciona de manera explcita al menos tres pascuas (Jn 2, 13; 6, 4; 11,
55; 12, 1). Con estas indicaciones se concluye que la vida pblica de Jess durara 2
aos comprendidos entre las tres pascuas, adems, de contar los meses entre el
bautismo y la primera pascua. De todas formas algunos autores pretenden ver otra
pascua en la referencia que hace Juan cuando menciona lo siguiente: Despus de
esto, hubo una fiesta de los judos, y Jess subi Jerusaln (Jn 5, 1). La
incertidumbre est en saber si esta era la fiesta o una fiesta. En el primer caso
algunos interpretan que se tratara de una pascua ms, pero a decir verdad los
manuscritos que refieren dicho texto no son uniformes. Por otra parte, otros interpretan
la citacin de Juan 5, 1 como anticipo de lo que en realidad ocurri y que Juan
contiene en el captulo siguiente ( cf Jn 6, 4), por tanto, no se tratara de otra pascua
ms, o que tal vez se est refiriendo a lo que Juan narra en el captulo 7, 2, que habla
de la fiesta de los tabernculos.
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A manera de conclusin se puede decir lo siguiente: que lo ms seguro es que Jess
celebr tres pascuas por lo que resulta claramente que su ministerio dur tres aos y
unos meses ms, o bien tres aos y algunos meses, pero no ms.
FECHA DE LA MUERTE DE JESS
Los cuatro evangelios con respecto a la muerte de Jess concuerdan manifestando
que su muerte sucedi el da viernes (Mt 26, 62; Mc 15, 42; Lc 23, 54; Jn 19, 31) y en
pascua.
La pascua hebrea se celebraba en el mes de Nisn lo que correspondera a nuestro
mes de abril. En cuanto al ao se suele sealar el ao 30 de la era cristiana aunque
tampoco se rechaza el 33. Si fue el ao 30 el 14 de Nisn correspondera al viernes 7
de abril. Podra ser tambin el ao 33 y en este caso el 14 de Nisn sera el viernes 3
de abril. No se podra colocar en otros aos por la razn de que en lo otros aos el 14
de Nisn no cae viernes.
En cuanto al mismo da de la muerte, es decir, si fue el 14 o 15 es muy difcil
determinarlo puesto que los datos que suministran tanto los sinpticos como el
evangelio de Juan no ayudan a determinar cual de los das fue viernes. En efecto, los
sinpticos sealan que Jess celebr la ltima cena el primer da de los zimos
cuando se sacrifican el cordero pascual, y esto correspondera a la tarde del 14 de
Nisn (jueves 7 de abril) y su muerte ocurrira el 15 de Nisn da de la pascua (8 de
abril) a primeras horas de la tarde, sin embargo, este ltimo dato complica las cosas
porque los testimonios que contienen los sinpticos narran algunas acciones que tanto
el Cireneo y Jos de Arimatea no podran realizar por las normas de la fiesta de
pascua.
Juan, en cambio, coloca el da de la muerte de Jess un da viernes antes de pascua
(el da sbado) que corresponde al 14 de Nisn (viernes 7 de abril) y celebrara la
ltima cena un da antes de la fecha sealada por el calendario, esto es, en la noche
del 13 al 14 de Nisn (cf Jn 13, 1-2)
Que Jess celebrara un da antes del computo oficial no es tampoco tan difcil
sabiendo que la cronologa en aquellos tiempos no era tan precisa como la que
tenemos ahora. Hay que pensar, pues, en una cierta elasticidad en la fijacin de la
fecha y del mes.
Los saduceos, por ejemplo, evitaban que el 15 de Nisn cayera viernes para no tener
que hacer el sbado la ofrenda de las espigas por eso hacan caer el 15 de Nisn el
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sbado y hacer la ofrenda de las espigas el domingo. Los fariseos, en cambio,
celebraban el da que cayera la pascua.
El ao en que muri Jess la pascua cay el viernes 15 de Nisn, los fariseos
comieron la pascua en la noche del jueves al viernes y lo mismo hizo Jess; en
cambio, los prncipes de los sacerdotes, muchos de ellos saduceos, la celebraron el
sbado. Esto explicara los datos divergentes de los sinpticos y Juan porque aquellos
siguieron el calendario de los fariseos mientras que Juan sigui el calendario de los
saduceos.
Para los sinpticos Jess celebr la ltima cena el jueves muriendo el viernes 15 de
Nisn (8 de abril). Para Juan que usa el calendario de los saduceos el 14 de Nisn era
viernes y ese da muri Cristo y el sbado 15 era pascua. De esta forma concordara
con las noticias que da Juan manifestando que el da viernes los sacerdotes todava
no haban comido la cena pascual (cf Jn 18, 28; 19,31), pero al sealar la ltima cena
(cf Jn 13, 1-2) antes de la cena pascual de los prncipes de los sacerdotes coincide
con los sinpticos.
1.4) Fisonoma psquica y mental de Cristo3 De este tema se deber realizar un resumen del mismo. El archivo se encuentra en el
Campus virtual de la Universidad.
LECTURA COMPLEMENTARIA
1) Leer el documento de PDF que contiene 54 preguntas sobre Jesucristo. El
documento esta en el Campus virtual.
ACTIVIDAD
Leer y resumir (tres hojas como mximo) documento sobre la fisonoma psquica y
mental de Cristo que encontrarn en el Campus.
3 El archivo trata de la fisonoma psquica y mental de Jesucristo en, Karl Adam, Jesucristo. Herder (Barcelona 1973)
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CAPTULO II: JESUCRISTO ES VERDADERO HOMBRE Y VERDADERO DIOS
2.1) Jess el Mesas esperado
Quin espera a Jesucristo? A esta pregunta caben, por lo menos, dos respuestas.
Una de ellas es de ndole antropolgica, es decir, esperan a Jess todos aquellos que
desean encontrar respuesta a sus inquietantes ms profundas. A este respecto dice el
documento Gaudiun et spes lo siguiente:
En realidad de verdad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno estn
conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus races en el
corazn humano. Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior del
hombre. A fuer de criatura, el hombre experimenta mltiples limitaciones; se siente, sin
embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior. Atrado por muchas
solicitaciones, tiene que elegir y que renunciar. Ms an, como enfermo y pecador, no
raramente hace lo que no quiere y deja de hacer lo que querra llevar a cabo. Por ello
siente en s mismo la divisin, que tantas y tan graves discordias provoca en la
sociedad. Son muchsimos los que, tarados en su vida por el materialismo prctico, no
quieren saber nada de la clara percepcin de este dramtico estado, o bien, oprimidos
por la miseria, no tienen tiempo para ponerse a considerarlo. Otros esperan del solo
esfuerzo humano la verdadera y plena liberacin de la humanidad y abrigan el
convencimiento de que el futuro del hombre sobre la tierra saciar plenamente todos
sus deseos. Y no faltan, por otra parte, quienes, desesperando de poder dar a la vida
un sentido exacto, alaban la insolencia de quienes piensan que la existencia carece de
toda significacin propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente subjetivo. Sin
embargo, ante la actual evolucin del mundo, son cada da ms numerosos los que se
plantean o los que acometen con nueva penetracin las cuestiones ms
fundamentales: Qu es el hombre? Cul es el sentido del dolor, del mal, de la
muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todava? Qu valor
tienen las victorias logradas a tan caro precio? Qu puede dar el hombre a la
sociedad? Qu puede esperar de ella? Qu hay despus de esta vida temporal?.
Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su
fuerza por el Espritu Santo a fin de que pueda responder a su mxima vocacin y que
no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario
salvarse. Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se
halla en su Seor y Maestro. Afirma adems la Iglesia que bajo la superficie de lo
cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su ltimo fundamento en
Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre. Bajo la luz de Cristo, imagen de Dios
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invisible, primognito de toda la creacin, el Concilio habla a todos para esclarecer el
misterio del hombre y para cooperar en el hallazgo de soluciones que respondan a los
principales problemas de nuestra poca.4
El hombre espera y busca, pues, el sentido de su vida, y, en realidad, dicho sentido lo
da el sentido religioso cuyo ncleo fundamental lo desvela Jesucristo. Y de esto la
Iglesia se encuentra plenamente convencida.
La otra respuesta a la espera de Jesucristo pertenece a la tradicin judeocristiana. Y
aqu se debe partir de los siguientes presupuestos:
a) La historia de los orgenes
b) La preparacin de Israel
a) La historia de los orgenes
El libro del Gnesis contiene elementos relacionados con la historia de la salvacin.
Nos habla, por lo menos, de tres aspectos relacionados con el hombre. La primera es
que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, la segunda revela la
realidad del pecado y la tercera acerca de la promesa del Redentor.
El hombre imagen y semejanza de Dios
En cuanto al primer aspecto el texto clave es Gnesis 1, 26. All se dice que
efectivamente, el hombre es imagen y semejanza de Dios, lo cual quiere decirnos que
el hombre es colocado a un nivel de dignidad muy superior al resto de las criaturas,
que en l existe una realidad trascendente que no le viene de s mismo sino de su
relacin con Dios al fin y al cabo. El hombre, entonces, es capax Dei (capaz de Dios).
Por esta razn El hombre no es simplemente el ms perfecto entre los seres
materiales, sino que se encuentra a otro nivel: el de ser persona.5
Este hombre que poda conocer a Dios de manera imperfecta, es decir, con sus solas
fuerzas humanas, sin embargo, fue elevarlo, a un fin sobrenatural, para que participe
de bienes que superan la inteligencia humana.6 Por esta razn Dios le concedi la
gracia sobrenatural, que es una nueva y ms alta semejanza con l. En este tema de
la imagen el prototipo por excelencia -por la revelacin del nuevo testamento- es el
Verbo de Dios hecho carne (cf Col 1, 15). De lo que resulta que en la actual economa
de la salvacin la meta del hombre consiste en ser imagen de la imagen (cf Gal 3, 27).
4 GS, 10 5 F.OCRIZ L.F. MATEO SECO J.A. RIESTRA, El misterio de Jesucristo. EUNSA (Navarra 1993). p. 57 6 IBIDEM, p. 59
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25
En suma, el hombre fue creado para la comunin con Dios desde el mismo instante de
su creacin.
La destruccin de la imagen por el pecado
A este hombre embellecido por la gracia divina adems se le concedieron otros dones,
que si bien no formaban parte de su exigencia antropolgica, sin embargo eran dones
gratuitos de Dios. A estos dones se les llama preternaturales (ms all de la exigencia
de la naturaleza). Cules eran? Entre otros la inmortalidad (la posibilidad de no poder
morir) y la impasibilidad (el sometimiento de las tendencias al juicio de la razn). Sin
embargo el hombre no fue fiel al designio de Dios y el libro del Gnesis da cuenta de
ello (cf Gn 3, 1-24). El resultado fue terrible porque el hombre perdi tanto la gracia en
la que haba sido creado as como los otros dones de que dispona. Esta realidad de la
trasgresin de nuestros primeros padres es lo que se llama pecado original que
produjo la prdida de la imagen sobrenatural de Dios en el hombre y tambin una
disminucin de la semejanza natural del hombre con su Creador al quedar deteriorada
la naturaleza humana 7.
La promesa del redentor
Dada la situacin del hombre ste no puede salvase por s mismo y, por lo tanto,
necesitar de Dios mismo para ser rehabilitado. La revelacin da cuenta de la realidad
histrica del hombre en su actual condicin de pecador. (cf Sal 32, 1 ss; Rom 4, 7 ss;
Sal 65, 44 ss; Mc 2, 5-12).
Con todo la misma palabra de Dios ha revelado que Dios no abandon al hombre a su
suerte (Cf Gn 3, 15). Se inicia, pues, una cadena de salvacin que comenzando con
Abrahn llega hasta Cristo.
Esta promesa de salvacin es el llamado el proto-evangelio porque constituye el
primer anuncio de salvacin. Todo esto est bellamente expresado en la liturgia
cuando la Iglesia proclama:
Y cuando por desobediencia perdi tu amistad, no lo abandonaste al poder de la
muerte, sino que, compadecido, tendiste la mano a todos, para que te encuentre el que
te busca.
Reiteraste, adems, tu alianza a los hombres; por los profetas los fuiste llevando con la
esperanza de salvacin. Y tanto amaste al mundo, Padre santo, que, al cumplirse la
plenitud de los tiempos, nos enviaste como salvador a tu nico Hijo.
7 IBIDEM, p. 64
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26
b) La preparacin de Israel
Con el texto anteriormente presentado se introduce este tema de la preparacin de
Israel de Jesucristo. Aqu en este apartado vamos a hacer referencia a cuatro
consideraciones: La alianza y la espera del Mesas, las poemas del Siervo de Yavh,
El hijo del hombre, y el salvador, rey y sacerdote.
La alianza y la espera del Mesas
Luego del pecado original, la Palabra de Dios nos revelar una serie de alianzas que
Dios mismo realiz. La primera, la ms insipiente, se har con No (Gn 9-10); tendr
ms consistencia la que Dios pact con Abrahn : Dios tom la iniciativa; hizo la
promesa de dar a Abrahn una gran descendencia y hacer de ella un gran pueblo; de
darle una nueva tierra la tierra prometida- y, en fin, que por medio de este pueblo
fuesen un da bendecidas todas las naciones, lo que representa un anuncio y una
promesa de la universalidad de la salvacin8
La alianza ser renovada en el tiempo con Isaac (cf Gn 26, 2-5) y con Jacob (Cf Gn
28, 12 ss; 35, 9-12). Con Moiss la alianza ser ms completa (Ex 6, 2-8; 19, 34) y, a
partir de entonces Israel se constituir como pueblo de la alianza.
Hay otros pasos ms en este camino de la alianza, as pues, se tiene que mencionar
la profeca de Natn (cf 2 Sam 7) donde se anuncia que el mesas esperado ser de la
descendencia de David. Esta promesa ser reafirmada por otros profetas como
Miqueas (5, 1), Isaas (11, 1) y Jeremas (23, 5) quienes harn referencia al Rey-
Mesas as como tambin llamndole Enmanuel (cf Is 7, 14) y otros nombres ms (Is
9,5)
En definitiva la alianza es preparacin de la redencin puesto que es figura proftica
anuncio y preparacin de la Encarnacin redentora, precisamente porque en Cristo se
realiza la ms perfecta y definitiva Alianza entre Dios y el hombre: Ser, en efecto,
verdadero Dios y verdadero hombre en unidad personal, y establecer en su sangre la
nueva y la definitiva Alianza de la entera humanidad con Dios (cf Mt 26, 28; 1 Cor 11,
25).9
Los poemas del siervo de Yavh
Estos poemas se encuentran en el libro del profeta Isaas y se han interpretado a la
luz del nuevo testamento como aquellos textos que describen la misin redentora del
8 IBIDEM, p. 70 9 IBIDEM, p. 72
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27
Mesas: El primer poema: Is 42, 1-7; segundo poema: Is 49, 1-9; tercer poema Is 50,
4-9; cuarto poema: Is 52, 13-53, 12).
El hijo del hombre
Este ttulo del Mesas se encuentra en el antiguo testamento en el libro de Daniel (7,
13-14). Como bien comenta la Biblia de Jerusaln: Hijo de hombre, semitismo en dos
sentidos: a) circunlocucin por hombre, ser humano, Ez 2,1; aqu; b) ttulo de un ser
celeste, trascendente, al que se le entrega el reino de Dios, Dn 7,13, y que en los
apcrifos de Henoc y Esdras se identifica con el Mesas. En el NT se subraya la
humildad e Mesas en su vida terrestre, aqu, 11, 19; 17, 22, y ms en concreto su
pasin, muerte y resurreccin Mt 8, 31; 9, 31; 10, 33-34; o se refiere a la venida del
Mesas, Hijo del hombre, en su futuro glorioso, Mc 8, 38; 12, 36; 14, 62. 10 . El
significado, ciertamente, de esta vinculacin con Jesucristo lo sabemos con total
seguridad despus de la resurreccin del Seor. De todas formas es una preparacin
oculta de la identidad mesinica de Jess.
El salvador rey y sacerdote
La faceta del Mesas tambin est subrayada cuando aparece profetizado en su
aspecto regio. Incluso esta dimensin de la personalidad del Mesas es anterior a los
otros aspectos. Esto se puede ver en la profeca d Natn (cf 2 Sam 7). Aqu se le
anuncia a David la perennidad de su reinado. En este pacto se cumplen las anteriores
promesas (cf Gn 3,15; 12, 1-9; 28,10-16). Es una promesa que recibir una nueva
concrecin proftica con la bendicin de Jacob a Jud (Cf Gn 49, 9-10). Estas
profecas hablan tambin de su reinado universal que se reflejan, por ejemplo, en los
Salmos (cf Sal 2 y 110) que posteriormente confirmar el NT (Hch 4,24-28; Hb 1,5;
5,5; Jn 1, 49). El salmo 109 por su parte, subrayar la condicin sacerdotal del
Mesas.
Esta faceta del Mesas como rey y sacerdote ser asumida por Cristo mediante la
humildad y los sufrimientos del Siervo (cf Is 61, 1-2; Lc 4, 18-19).
2.2) Jesucristo, perfecto hombre
Las Escrituras manifiestan que las figuras profticas contenidas en el AT se cumplen
en Cristo, ahora se debe tomar conciencia de que el Mesas es verdadero hombre. Por
tanto nuestra reflexin se va a fijar en subrayar la condicin humana de Cristo porque
el patrimonio de fe que hemos recibido es que Jesucristo es Dios y hombre verdadero.
10 BIBLIA DE JERUSALN, Descle de Brouwer (Bilbao 1998) p. 1362, nota Mt 8, 20
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Como podemos constatar por el texto de san Pablo -quien hablando de Cristo- lo
seala mencionando que ha nacido de mujer (cf Gal 4, 4). As se fue trasmitiendo a las
primeras generaciones de cristianos, sin embargo, pronto entre algunos miembros de
la Comunidad cristiana se formularon opiniones con respecto a este aspecto de la
identidad de Cristo. Por eso algunos pensaron que Jess tom un cuerpo aparente.
Esta corriente se llam DOCETISMO (dokein = apariencia). El fondo de estas
corrientes de pensamiento fueron las ideas de los gnsticos y maniqueas para quien el
cuerpo siendo una realidad material es despreciable. No corresponde, no es adecuado
que el mismo Dios asuma una dimensin corprea. Pero tambin pudo ser el
escndalo que produca en ellos el hecho de pensar que el mismo Dios se hubiese
podido encarnar.
Hay que aadir que as como algunos no entendan la realidad corprea de Jess,
otros se dedicaron a negar la realidad humana del alma y lo hicieron por diversos
motivos. Por ejemplo Arrio que negaba que Jesucristo fuese Dios- sostena que el
Verbo (un dios de segunda categora y, por lo tanto, creatura) haca las veces de alma
humana intelectiva. Subrayaba esta funcin del Verbo en el cuerpo para que pudiese
demostrar que tales actividades (rezar, admirarse, obedecer) no perteneciendo de
suyo al cuerpo eran funciones del alma y se pudiese ver de esta forma que ante Dios
el Verbo se encontraba en una categora inferior.
Apolinar de Laodicea sostena, en cambio, que el Verbo de Dios, quien haba asumido
un cuerpo y un alma animal, haca las veces de alma intelectual. Con su
planteamiento quera resguardar la naturaleza humana de toda posibilidad de error,
cosa incompatible con la dignidad de ser Hijo de Dios.
A todo esto se debe responder con lo que nos dice el NT que remarca insistentemente
la verdad del alma humana de Jess pues de l se dice que siente indignacin (cf Jn
2, 15-17), tristeza (cf Mt 26, 38), de alegra (cf Jn 11, 15).
El Magisterio de la Iglesia se pronunci en su momento contra estos errores (herejas).
Arrio fue condenado en el concilio de Nicea (325) y Apolinar de Laodicea en el I
Concilio de Constantinopla 381.
2.3) Jesucristo, Dios e Hijo de Dios
Si ha sido difcil comprender la verdad acerca de la Encarnacin del Hijo de Dios,
mucho ms difcil ha sido comprender que aquel hombre que caminaba por las calles
de Galilea y Jerusaln fuera Dios. No han faltado, por eso, diversas interpretaciones
que han negado su condicin divina. A continuacin se pueden mencionar a los
Ebionitas, los cuales, vean en Jess un hombre muy santo. En el siglo II aparecen los
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adopcionistas quienes inspirados en Teodoto de Bizancio y Pablo de Samosata
manifiestan que Dios era una sola persona y que Jess es un hombre en el que habita
el Verbo, pero el Verbo no sera sino la fuerza de Dios.
La Iglesia ante esta serie de interpretaciones errneas y otras defendi la verdad de la
divinidad de Cristo en los concilios de feso (431) y de Calcedonia (451). Estas
afirmaciones de los concilios estn sustentadas por la constante interpretacin que ha
hecho de los textos de la Escritura, tanto del AT y del NT.
En el AT se puede ver enunciado de manera velada la identidad divina del Cristo a
partir de los textos del NT. As, pues, se ve dicha revelacin en aquellos textos que
hablan del Mesas atribuyndoles nombres divinos: Enmanuel (Is 7, 14), el nombre de
Yavh mismo (Jer 23, 5-6). Otros textos estn en relacin con la mencin del Mesas
como hijo, especialmente, el salmo 2, el 110. Tambin son de tener en cuenta
aquellos textos que se refieren a la Sabidura divina donde sta aparece de manera
personificada (Bar 3, 38; Prov 8, 22-31). Estos textos han sido tenidos en cuenta en el
nuevo testamento as, por ejemplo, san Pablo habla de Jess como la Sabidura ( cf1
Cor 1, 24-30) o tambin otros textos cuando la mencionan refirindose a sus atributos
o su actuacin creadora ( cf Col1, 15; Prov 8, 22; Eclo 1, 4; 1 Cor 8, 6; Col 1, 17; Sap
8, 1; 9,1).
Otro texto interesante es el que contiene el libro de Daniel a propsito del llamado Hijo
del hombre (cf Dan 7, 13-14).
En cuanto al NT se debe decir que los evangelios sinpticos ofrecen el testimonio
gradual de Jesucristo en consonancia con el monotesmo del pueblo de Dios.
All encontramos afirmaciones o declaraciones donde Jess se declara Hijo del
hombre con cuya expresin quiere significar su divinidad por medio del cual perdona
(cf Mc 2, 5-12) o incluso que dicho ttulo es equivalente a Hijo de Dios tal como lo
refiere cuando es interrogado por el Sanedrn (cf Mc 14, 62). Este Hijo de hombre es
superior al Templo (cf Mt 12, 6) a la ley (cf Mt 5, 21-22) y es objeto de una opcin
incondicionada (cf Mt 16, 24-25).
Otra afirmacin de la divinidad de Cristo es aquel ttulo donde viene declarado como
Hijo de Dios o manifiesta su filiacin divina (Mc 3, 11; Mt 11, 25-26; 26, 39) Jess trata
a su Padre, por otra parte, de manera inslita, es decir, como trataban los hijos
pequeos a su Padre. Otras veces expresa la profunda relacin que existe entre l y
su Padre ( cf Mt 11, 27). O tambin el Padre mismo dar testimonio acerca de l (cf
Mc 9, 7; Mc 1, 11).
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Las declaraciones del apstol Pablo son tambin interesantes. En la carta a los
Filipenses, por ejemplo, da un resumen de todo el misterio de Cristo (cf Filp 2, 5-11).
En la carta a los Colosenses nos habla de la preexistencia del Verbo ( cf Col 1, 1-17).
Y son de sealar tambin las doxologas que nos ha dejado en sus escritos (cf Rom 9,
5; Tit 2, 13).
De todos los escritos del NT se suele presentar el evangelio de Juan como aquel
escrito que subraya fuertemente la divinidad de Cristo. En efecto, se revela la
preexistencia del Verbo antes de la Encarnacin (cf Jn 1, 1), que es el Unignito del
Padre (Jn 1, 14), que se hizo carne (cf Jn 1, 14). En conversacin con los judos ha
declarado su preexistencia porque es antes que Abrahn ( cf Jn 8,58). La divinidad
tambin reluce cada vez que Jess se ha presentado como el Yo soy, nombre de Dios
en el AT, que se lo aplicado a s mismo. Y, tambin son muy importantes aquellas
palabras donde se establece una profunda comunin entre el Padre y Cristo ( cf Jn 10,
30. 38).
Todos estos textos y muchos ms han sido meditados y reflexionados por la Iglesia a
lo largo de estos dos mil aos. En este sentido hay una larga constelacin de autores
que han afirmado la divinidad de Cristo. As pues antes del concilio de Nicea es digno
de destacar san Atanasio. A partir del siglo IV se pueden mencionar los escritos de la
Didaj (aprox. 90 / 100 d. C) que llama a Jess Dios de David; san Clemente
Romano, san Ignacio de Antioqua quien en la carta que dirigi a los Efesios habla de
Jess como Dios viviente. Tambin se debe mencionar a los apologistas Justino y
Arstides. Por su parte Orgenes acu la frase Dios-Hombre.
2.4) Reflexin teolgica sobre la persona de Jesucristo
En esta parte del curso expondremos la explicacin acerca de la unin entre la
naturaleza humana y divina de Cristo en la unidad de su persona. Antes se va a tratar
del Nestorianismo y el concilio de feso, del monofisismo y el concilio de calcedonia y
de las acciones humanas de Dios en Cristo. Al terminar este recorrido histrico
teolgico, se presentar la explicacin de la Persona de Cristo.
El nestorianismo
Este movimiento debe su nombre a Nestorio, patriarca de Constantinopla en el ao
428. Su orientacin teolgica estaba marcada por la Escuela de Antioqua. El sostena
que no se poda predicar de Mara que es Madre de Dios sino Madre del Cristo
introduciendo una separacin entre Cristo y Dios.
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En Cristo habra dos naturalezas, dos sujetos en s mismos subsistentes y dos
personas. En otras palabras, en Cristo hay una persona divina (el Verbo) y una
persona humana (Jess), pero de tal manera unidas que en la prctica es como si
fueran una: constituyen una persona de unin (prosopn de unin). Parece que
Nestorio pens que toda naturaleza (fisis) constituye necesariamente un sujeto
(hipostasis) y una persona (prosopn). La consecuencia de este planteamiento lleva
consigo a que Mara es Madre de Cristo hombre pero no de Dios, un hombre
totalmente unido a la persona divina del Verbo.
El contrincante de Nestorio fue Cirilo de Alejandra y entre ambos se arm el debate
primero epistolar y luego conciliar. En efecto, a instancias de Teodosio II se convoc
un concilio en feso el ao 431 que presidi Cirilo; ste defendi la unin entre ambas
naturalezas en la Hipostasis del Verbo, es decir, que el Verbo se haba unido en
hipostasis a una carne animada por un alma racional. Segn esto Mara es Madre de
Dios no porque la naturaleza del Verbo o su divinidad haya tomado de Mara el
principio de su existencia sino porque nacida de ella el cuerpo al que el Verbo se uni
segn hipostasis (como sujeto de dicho cuerpo) por esta razn se dice que el Verbo
ha sido engendrado segn la carne. Nestorio fue depuesto en este concilio de feso.
El monofisismo y el concilio de Calcedonia
La palabra monofisismo est compuesta por mono = una y fisis = naturaleza. Aplicado
al tema cristolgico es la doctrina que sostiene que en Cristo antes de la unin de
naturalezas haba 2 y que luego de la unin desaparece una o es absorbida,
normalmente la naturaleza que quedaba aniquilada era la humana; o tambin algunos
pensaban que luego de la unin se generaba una nueva naturaleza divina-humana.
El representante de esta hereja fue Eutiques, archimandrita de un monasterio en
Constantinopla y Discoro Patriarca de Alejandra.
Las tesis monofisitas de Eutiques fueron condenadas por Flaviano, Patriarca de
Constantinopla, que depuso a Eutiques en el ao 448. Un ao ms tarde el Papa san
Len I aprob la decisin de Flaviano y luego envi una Carta dogmtica (conocida
como Tomo de san Len). Finalmente en el ao 451 se celebr un Concilio que defini
solemnemente el dogma de la unin hiposttica (la unin de las naturalezas en la
persona de Cristo).
Dos siglos ms tarde (610-638), sobre la base del monofisismo, aparecieron otro tipo
de errores como el monotelismo y el monoergetismo. Con el primero se afirmaba, que
si bien, Jess tena dos voluntades, sin embargo, la realidad de la voluntad humana
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era que sta era movida por la voluntad divina, es decir, era totalmente pasiva. Con el
monoergetismo, se afirmaba, en cambio, que en Cristo se daban ciertamente dos
naturalezas, pero exista un solo tipo de operaciones.
El conflicto se acab definitivamente en el III Concilio de Constantinopla (ao 680-681)
afirmndose que en Cristo se dan dos voluntades naturales y dos operaciones
naturales. Luego de haber considerado los principales errores cristolgicos, a
continuacin se presenta una reflexin teolgica sobre la Persona de Jess. Lo que se
pretende es una explicacin razonable del misterio de la Encarnacin del Hijo de Dios.
Veamos ante todo algunos elementos de metafsica que servirn en esta explicacin:11
Sujeto subsistente o supuesto se usa en metafsica para designar a los entes
concretos con todas sus perfecciones. Las propiedades de este sujeto subsistente son
la individualidad, la subsistencia (existe por s y no por otro) y la incomunicabilidad.
Los elementos que componen el supuesto son: 1) acto de ser (que otorga la misma
subsistencia al sujeto); 2) la esencia, que en los entes materiales consta de materia y
forma; 3) los accidentes que complementan la perfeccin de la esencia (el color, la
cantidad, etc).
De otro lado la palabra Hipstasis es una palabra griega cuya traduccin latina es
Supuesto (del latn Sub possitun = lo que est debajo). Esta palabra, por tanto,
designa al individuo en cuanto soporta una naturaleza y unos accidentes que slo a
l pueden atribuirse; es, pues, el supuesto o hipstasis el sujeto ltimo de
atribuciones.
Ahora es preciso captar la distincin entre naturaleza y supuesto.
La esencia o naturaleza confiere al todo individual una determinada forma de ser, por
ejemplo, el perro no puede hablar porque su naturaleza canina no se Lo permite, en
cambio, s puede ladrar porque su naturaleza le capacita para ello.
Esta esencia o naturaleza puede contraponerse al supuesto. Hay que entender aqu
que el supuesto es el TODO y la naturaleza es la PARTE.
Tambin se puede ver de otro modo, as pues, en cada individuo concreto, se
distinguen la ESENCIA INDIVIDUALIZADA del todo o SUPUESTO. Adems en cada
uno de los individuos (que posee una naturaleza concreta) se diferencia de la
naturaleza comn o especfica, tomada como una perfeccin universal de la que todos
participan, y que deja a un lado las caractersticas particulares.
En el TODO que es el supuesto lo constitutivo es el ACTO DE SER puesto que lo ms
propio del individuo es subsistir y esto es un acto exclusivo del acto de ser.
11 Lo que se propone aqu se ha tomado de T. ALVIRA L. CLAVEL T. MELENDO, Metafsica. EUNSA. (Pamplona 1993). pp 119-128.
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Yendo a lo concreto se puede decir que en todo ENTE (que es) se encuentran tres
elementos, es decir, la esencia, el acto de ser y los accidentes.
Todos los sujetos subsistentes son hipstasis, sin embargo, hay un tipo de
subsistencia peculiar y es aquella cuya naturaleza es racional. Este tipo de Supuesto
(Hipstasis o sujeto) viene llamado persona.
Una vez conceptualizado los trminos metafsicos se dan razones a propsito de la
persona de Cristo. Veamos
El concilio de Calcedonia (451) haba puesto en claro que en la persona de Cristo
confluyen dos naturalezas, es decir, la divina porque el Verbo es Dios- y la naturaleza
humana porque es hombre de verdad. A este respecto se debe observar que la
Palabra de Dios cuando habla de Jess no se expresa filosficamente. El dato que
nos trasmite sin explicar es que l es Dios de verdad. El que naci en Beln es el Hijo
de Dios altsimo.
Lo que la teologa hace es usar los conceptos metafsicos para hacer razonable dicho
misterio.
En la Encarnacin debemos comprender que Verbo de Dios se hizo carne en las
entraas de Mara por obra del Espritu Santo. Se unen por tanto las dos naturalezas,
tanto la divina y la humana, y dicha unin acontece en la hipostasis del Verbo.
Jess tiene una naturaleza humana completa, es decir, alma y cuerpo humanos
(esencia humana), pero no es persona humana porque el supuesto sobre el que
descansa esta naturaleza es la misma subsistencia del Verbo, es decir, el Acto de ser
del Verbo.
Es cierto que esto es un caso nico, un verdadero milagro porque a las dems
criaturas los hombres- le corresponde su propio acto de ser finito, en cambio, en
Jess, el acto de ser que lo constituye como hombre de verdad es la hipstasis del
Verbo.
Las repercusiones de esta unin son sorprendentes porque en Cristo Dios habla con
palabras humanas, por eso, que el que muri en la cruz es el Hijo de Dios en su
naturaleza humana. Todos los actos humanos de Cristo son los actos del Verbo
porque las acciones se atribuyen a la persona y no a la naturaleza.
En conclusin la Encarnacin del Verbo es la gran condescendencia de Dios por sus
criaturas. Tiene razn san Pedro cuando en su carta llega a decir -hablando de Cristo-
que su pobreza nos ha enriquecido o bien como canta la liturgia que en l la
naturaleza humana se ha enaltecido.
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2.5) Jesucristo profeta
Muchas veces y de muchos modos habl Dios en el pasado a nuestros padres por
medio de los profetas; en estos ltimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo
(Hb 1, 1-2). Habiendo hace poco reflexionado sobre la admirable encarnacin del Hijo
se entiende que Jess es la plenitud de la revelacin.
En este sentido la revelacin vetero testamentaria haba profetizado al Mesas como
un gran profeta (cf Dt 18,18); por esa razn los contemporneos de Jess esperaban
que el Mesas lo fuera (cf Jn 1, 21.25).
Esta especial condicin proftica en Cristo se pone de manifiesto cuando se presenta
como el revelador del Padre ( Mt 11, 27). As pues, mientras que los profetas
anteriores a l anunciaban lo que se les haba revelado, en cambio, Jess habla de lo
que ve y conoce ( cf J 3, 11).
El carcter supremo y definitivo de las enseanzas de Jess se fundamenta en su
condicin de Dios-Hombre, por la que sus palabras humanas son, en sentido pleno,
palabras humanas de Dios12.
Es una revelacin inmediata y su palabra es vinculante en el mbito de la fe cristiana.
La ciencia humana de Cristo
Si Cristo es hombre de verdad y posee una naturaleza humana completa hay que
deducir, por lo tanto, que tambin tena ciencia humana como la tenemos nosotros,
por eso, en este apartado que habla de Jess-profeta se suele hablar de la ciencia
adquirida, de la ciencia infusa y de la ciencia de visin.
La ciencia adquirida
Con este tipo de ciencia se pone de manifiesto que Cristo adquiri los conocimientos
humanos a partir de sus propias fuerzas. Un texto en el que se pretende ver este tipo
de ciencia es lo que Lucas describe puesto que al habar de Cristo dice que creca en
sabidura, edad y gracia (cf Lc 2,52). Es verdad que algunos, al principio, lo negaron,
sin embargo, no se puede afirmar lo contrario porque lo que se podra trasmitir sera el
hecho de que Jess no fue hombre de verdad.
La ciencia infusa
Por ciencia infusa se debe entender aquel conocimiento que es infundido directamente
por Dios a la inteligencia humana. Un ejemplo, lo tenemos en el conocimiento proftico
12 F.OCRIZ L.F. MATEO SECO J.A. RIESTRA, El misterio ... o.c, p. 232.
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que consiste en un verdadero y firme conocimiento el futuro. A la hora de justificar este
tipo de ciencia en Cristo se suele apelar al principio de perfeccin. En efecto, la
inteligencia creada de Cristo dicen- no deba estar en estado imperfecto, porque a
una naturaleza unida hipostticamente a la Persona del Verbo conviene perfeccin
omnmoda.13
La ciencia de visin
Este tipo de ciencia es una visin intuitiva de la Divinidad (cf 1 Cor 13,12; 1 Jn 3, 2).
Se suelen mencionar tres razones de conveniencia con respecto a la ciencia de visin
por parte de Jess: 1) por la perfeccin debida a la naturaleza humana de Cristo; 2)
por su capitalidad: Jess es cabeza de la Iglesia; 3) por la plenitud de la santidad
2.6) Jesucristo sacerdote y rey
Que Jesucristo sea sacerdote lo podemos constatar en el libro de la carta a los
Hebreos. All se lee: Este es el punto capital de cuanto venimos diciendo, que
tenemos un sumo sacerdote tal, que se sent a la diestra del trono de la Majestad en
los cielos ( Hb 8, 1), sin embargo los evangelistas nunca le dan dicho ttulo ni
tampoco Jess se lo aplic a s mismo.
Ante esta realidad debemos decir que la carta a los Hebreos recoge una larga
tradicin que se encuentra expresada tanto en el AT y en el NT. Adems hay que
tener en cuenta el testimonio que han acreditado los padres de la Iglesia cuando en
sus escritos se han referido a Jess con el calificativo de Sacerdote.
En cuanto al AT podemos citar aquellos salmos donde la figura del Mesas aparece en
su condicin de sacerdote. Es clsico, al respecto, el salmo 110 que posteriormente
aparece citado en varias ocasiones por el NT (Mc 12, 36; Mt 22, 44; Lc 20, 42; Hch 2,
34-35; Rom 8, 34; 1Cor 15, 27-28; Ef 1, 20-22; Hb 5, 6. 10; 6, 20; 7, 1-10).
Por otra parte el AT a la hora de presentar al Mesas declara que ste salvara a su
pueblo por medio de sus sufrimientos ( cf Is 42, 1-7; 49, 1-9; 50, 4-11; 52, 12-53).
En los evangelios, adems, la condicin sacerdotal de Jess aparece cuando se
considera que su muerte es redentora, es decir, que es sacrificio por los pecados (Mc
14, 24; Mt 26, 26; Lc 22, 20; 1 Cor 11, 24-25).
El hecho incluso de que Jess hable de nueva alianza hace pensar en el sacerdocio
puesto que la anterior alianza se zanj a travs de un sacrificio.
13 IDEM, p. 239
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Jess, sacerdote segn el orden de Melquisedec.
La Carta a los Hebreos, en cita del Salmo 110, 4 dice que Jesucristo es sacerdote
segn el orden de Melquisedec, poniendo de relieve que esta expresin se aplica a
Cristo por tres razones: a) porque Melquisedec significa rey de justicia, y rey de Salen
significa rey de paz, mientras que el reino del Mesas ser el reino de la paz y de la
justicia( 7, 1-2 ); b) porque Melquisedec, sin padre, sin madre, sin genealoga, sin
principio ni fin de su vida se asemeja en eso al Hijo de Dios, que es sacerdote para
siempre ( 7, 3); c) porque fue l, Melquisedec, quien bendijo a Abraham y quien recibi
de l los diezmos, mostrndose en esto la superioridad de Melquisedec sobre
Abraham y, en consecuencia la superioridad de Aquel Cristo- de quien Melquisedec
era tipo ( 7, 4-10 ). Las referencias a Melquisedec ponen de relieve que el sacerdocio
no le viene a Jesucristo por herencia carnal l no es de la tribu de Lev, sino la de
Jud- y, al mismo tiempo, manifiestan tambin que con el nuevo sacerdocio de Cristo
ha sido abolido el sacerdocio aarnico (7, 11-19)14.
2.7) La santidad de Jesucristo
Al hablar de la santidad de Cristo tenemos en cuenta su condicin humana; en este
sentido se debe afirmar que en cuanto hombre Cristo fue bendecido con el don de la
gracia como ningn otro. En este caso se suele hablar de una triple gracia en l: a) la
gracia de unin (se trata del don concedido a una naturaleza humana y de la que no
hay parangn. En otras palabras se refiere a la unin hiposttica. El Verbo se ha unido
a una criatura. Esto es pues la gracia de unin); b) la gracia habitual o llamada
tambin santificante, que santificaba su alma humana; c) la gracia capital, es decir, es
aquella gracia en cuanto cabeza de todo el gnero humano.
Al considerar que Cristo en cuanto hombre tena gracia, tambin se debe afirmar su
impecabilidad y esto por tres razones: por la unin hiposttica, por la santidad de
Cristo y por su misin de redentor. Y con respecto a las tentaciones que sufriera por
parte del demonio se debe decir que l no tena un desorden en la concupiscencia
(fomes peccati). En otras palabras, l no experiment la tentacin desde el interior de
su persona (ab extrnseco) sino desde fuera, y en este sentido es modelo para todos
los discpulos.
ACTIVIDAD
1) Seala en un cuadro todas las herejas cristolgicas indicando las diferencias y semejanzas.
2) Investiga y comenta los concilios de feso, Calcedonia y III concilio de Constantinopla
14 IDEM, El misterio ... o.c, p. 260
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CAPTULO III: LOS MISTERIOS DE JESUCRISTO
Esta parte de la cristologa considera lo que Jesucristo ha hecho para salvarnos del
pecado. En este sentido se reflexiona sobre sus misterios, es decir, aquellos actos
salvficos que habiendo sido realizados por l en su naturaleza humana son de un
valor infinito porque han sido realizados, al fin y al cabo, por la persona del Verbo.
Seguimos en este caso la explicacin brillante que hace de este tema el Catecismo de
la Iglesia catlica (CEC, 512-682)
3.1) Los misterios de la infancia de Jess y el ministerio pblico de Cristo
LOS MISTERIOS DE LA VIDA DE CRISTO
512 Respecto a la vida de Cristo, el Smbolo de la Fe no habla ms que de los
misterios de la Encarnacin (concepcin y nacimiento) y de la Pascua (pasin,
crucifixin, muerte, sepultura, descenso a los infiernos, resurreccin, ascensin). No
dice nada explcitamente de los misterios de la vida oculta y pblica de Jess, pero los
artculos de la fe referente a la Encarnacin y a la Pascua de Jess iluminan toda la
vida terrena de Cristo. "Todo lo que Jess hizo y ense desde el principio hasta el da
en que [...] fue llevado al cielo" (Hch 1, 1-2) hay que verlo a la luz de los misterios de
Navidad y de Pascua.
513 La catequesis, segn las circunstancias, debe presentar toda la riqueza de los
misterios de Jess. Aqu basta indicar algunos elementos comunes a todos los
misterios de la vida de Cristo (I), para esbozar a continuacin los principales misterios
de la vida oculta (II) y pblica (III) de Jess.
I. Toda la vida de Cristo es misterio
514 Muchas de las cosas respecto a Jess que interesan a la curiosidad humana no
figuran en el Evangelio. Casi nada se dice sobre su vida en Nazaret, e incluso una
gran parte de la vida pblica no se narra (cf. Jn 20, 30). Lo que se ha escrito en los
Evangelios lo ha sido "para que creis que Jess es el Cristo, el Hijo de Dios, y para
que creyendo tengis vida en su nombre" (Jn 20, 31).
515 Los evangelios fueron escritos por hombres que pertenecieron al grupo de los
primeros que tuvieron fe (cf. Mc 1, 1; Jn 21, 24) y quisieron compartirla con otros.
Habiendo conocido por la fe quin es Jess, pudieron ver y hacer ver los rasgos de su
misterio durante toda su vida terrena. Desde los paales de su natividad (Lc 2, 7)
hasta el vinagre de su Pasin (cf. Mt 27, 48) y el sudario de su Resurreccin (cf. Jn 20,
7), todo en la vida de Jess es signo de su misterio. A travs de sus gestos, sus
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milagros y sus palabras, se ha revelado que "en l reside toda la plenitud de la
Divinidad corporalmente" (Col 2, 9). Su humanidad aparece as como el "sacramento",
es decir, el signo y el instrumento de su divinidad y de la salvacin que trae consigo: lo
que haba de visible en su vida terrena conduce al misterio invisible de su filiacin
divina y de su misin redentora.
Los rasgos comunes en los Misterios de Jess
516 Toda la vida de Cristo es Revelacin del Padre: sus palabras y sus obras, sus
silencios y sus sufrimientos, su manera de ser y de hablar. Jess puede decir: "Quien
me ve a m, ve al Padre" (Jn 14, 9), y el Padre: "Este es mi Hijo amado; escuchadle"
(Lc 9, 35). Nuestro Seor, al haberse hecho hombre para cumplir la voluntad del Padre
(cf. Hb 10,5-7), nos "manifest el amor que nos tiene" (1 Jn 4,9) con los rasgos ms
sencillos de sus misterios.
517 Toda la vida de Cristo es misterio de Redencin. La Redencin nos viene ante
todo por la sangre de la cruz (cf. Ef 1, 7; Col 1, 13-14; 1 P 1, 18-19), pero este misterio
est actuando en toda la vida de Cristo: ya en su Encarnacin porque hacindose
pobre nos enriquece con su pobreza (cf. 2 Co 8, 9); en su vida oculta donde repara
nuestra insumisin mediante su sometimiento (cf. Lc 2, 51); en su palabra que purifica
a sus oyentes (cf. Jn 15,3); en sus curaciones y en sus exorcismos, por las cuales "l
tom nuestras flaquezas y carg con nuestras enfermedades" (Mt 8, 17; cf. Is 53, 4);
en su Resurreccin, por medio de la cual nos justifica (cf. Rm 4, 25).
518 Toda la vida de Cristo es misterio de Recapitulacin. Todo lo que Jess hizo, dijo
y sufri, tuvo como finalidad restablecer al hombre cado en su vocacin primera:
Cuando se encarn y se hizo hombre, recapitul en s mismo la larga historia de la
humanidad procurndonos en su propia historia la salvacin de todos, de suerte que lo
que perdimos en Adn, es decir, el ser imagen y semejanza de Dios, lo recuperamos
en Cristo Jess (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 3, 18, 1). Por lo dems, sta
es la razn por la cual Cristo ha vivido todas las edades de la vida humana,
devolviendo as a todos los hombres la comunin con Dios (ibd., 3,18,7; cf. 2, 22, 4).
Nuestra comunin en los misterios de Jess
519 Toda la riqueza de Cristo "es para todo hombre y constituye el bien de cada uno"
(RH 11). Cristo no vivi su vida para s mismo, sino p