Dossier de Cristología

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1 DECANATO DE HUMANIDADES PROFESIONALIZACIÓN EN EDUCACIÓN Mención: FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA DOSSIER: CRISTOLOGÍA Preparado por RP. Carlos Mundaca Guerra Chiclayo, Septiembre del 2014

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Dossier de Cristología

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    DECANATO DE HUMANIDADES

    PROFESIONALIZACIN EN EDUCACIN

    Mencin:

    FILOSOFA Y TEOLOGA

    DOSSIER:

    CRISTOLOGA

    Preparado por

    RP. Carlos Mundaca Guerra

    Chiclayo, Septiembre del 2014

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    PRESENTACIN

    Llevo algunos aos enseando el Curso de Cristologa tanto en el Seminario como en

    la Universidad y en este caso ser la primera vez que lo hago en un Programa de

    Profesionalizacin. Como siempre sucede, el profesor muchas veces se siente ms

    beneficiado que los alumnos al compartir las sesiones de enseanza y aprendizaje y

    eso espero que suceda tambin.

    El curso que vamos a compartir tiene como teln de fondo el reto de suscitar un

    inters no slo cientfico acerca de Jesucristo sino tambin una vinculacin personal.

    Esto ha quedado cada vez ms claro al escuchar a un docente universitario que deca:

    que no podemos ensear cosas que luego no podamos vivir. Jesucristo, en realidad,

    ms all de que sea un tema de estudio, es una experiencia de vida por medio de la

    fe. Los cristianos intentamos comprender cada vez ms su misterio.

    Al respecto he tratado de plasmar los temas en 4 captulos que desarrollaremos a lo

    largo de los 4 encuentros. En primer lugar Interesa situarnos, por eso, en el I captulo

    abordaremos nociones generales acerca de Jess, de su pas, de su ambiente

    terminando con la cronologa. En el II captulo entraremos -de lleno- en la temtica

    tocando los aspectos relativos a su humanidad y a su divinidad as como una

    explicacin razonable del misterio de la Encarnacin. En el III captulo estn

    concentradas las reflexiones acerca de los misterios salvficos de Cristo, es decir, lo

    que l ha hecho para salvarnos, y, -como el evento de la Encarnacin se ha

    desarrollado con la colaboracin humana- reflexionaremos acerca de Mara la Madre

    de Dios. Finalmente en el IV captulo abundaremos en la reflexin acerca de los

    aspectos relativos a la redencin que no dejan de tener importancia, dejando las dos

    ltimas temticas, para ver cmo su presencia se hace hoy posible gracias a la

    liturgia, y, que el estudio cristolgico tiene y debe tener un impacto en la comprensin

    del hombre de hoy.

    El Dossier que se ha preparado contiene en sntesis las reflexiones que se pueden

    encontrar ms ampliadas en el libro de 1 F.OCRIZ L.F. MATEO SECO J.A.

    RIESTRA, El misterio de Jesucristo. As mismo para la primera parte me he servido

    del libro de Giuseppe Ricciotti, Vida de Jesucristo.

    Que la aventura intelectual que iniciamos nos reafirme con san Pedro: Seor, t

    tienes palabras de vida eterna! (Jn 6, 68).

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    NDICE

    NDICE ..................................................................................................................................................... 3

    CAPTULO I: INTRODUCCIN GENERAL A LA FIGURA DE JESUCRISTO .... 9

    1.1) La Historicidad de Cristo ................................................................................................... 9

    1.2) Aspectos geogrficos, religiosos, culturales, polticos de la poca de Jess. ............................................................................................................................................... 10

    1.3) Cronologa de Jesucristo ............................................................................................... 17

    1.4) Fisonoma psquica y mental de Cristo .................................................................. 22

    CAPTULO II: JESUCRISTO ES VERDADERO HOMBRE Y VERDADERO DIOS ...................................................................................................................................................... 23

    2.1) Jess el Mesas esperado ............................................................................................ 23

    2.2) Jesucristo, perfecto hombre ......................................................................................... 27

    2.3) Jesucristo, Dios e Hijo de Dios ................................................................................... 28

    2.4) Reflexin teolgica sobre la persona de Jesucristo ......................................... 30

    2.5) Jesucristo profeta .............................................................................................................. 34

    2.6) Jesucristo sacerdote y rey ............................................................................................ 35

    2.7) La santidad de Jesucristo ............................................................................................. 36

    CAPTULO III: LOS MISTERIOS DE JESUCRISTO...................................................... 37

    3.1) Los misterios de la infancia de Jess y el ministerio pblico de Cristo .. 37

    3.2) Los sufrimientos y la muerte de Cristo y su descenso al lugar de los muertos ............................................................................................................................................ 51

    3.3) La resurreccin de Cristo y Ascensin. Pentecosts ...................................... 58

    3.4) Mara la madre del redentor ......................................................................................... 67

    CAPTULO IV: JESUCRISTO REDENTOR ....................................................................... 73

    4.1) La redencin de Cristo como liberacin y reconciliacin ............................... 73

    4.2) Satisfaccin, mrito y eficiencia de Cristo en la Redencin ......................... 75

    4.3) La liturgia como actualizacin del misterio de Cristo ....................................... 77

    4.4) Cristo nuevo Adn (Gs, 22; RH, 10) ........................................................................ 79

    BIBLIOGRAFA GENERAL ......................................................................................................... 82

    ANEXO ................................................................................................................................................. 83

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    SLABO

    I. DATOS

    a. Denominacin de la Asignatura : Cristologa

    b. Ciclo de Estudios : VI

    c. Ao de Estudios : 2014

    d. Ciclo acadmico : 2014-II

    e. Crditos : 5

    f. Duracin

    1. Inicio : 13 de setiembre del 2014

    g. Docente responsable/coordinador : R.P. Carlos Mundaca Guerra

    h. Horario de clases :5 horas

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    II. SUMILLA

    La vida cristiana bien vivida perfecciona al ser humano y lo capacita para

    actuar con tica en la sociedad. El que es profesional cristiano vive con

    responsabilidad y honestidad su quehacer en el mundo. La verdadera

    educacin cristiana nos indica el camino del bien. Pero el cristianismo ms que

    una doctrina es una persona. Quien nos ha sealado ese camino es

    precisamente Cristo, sin el cual no hay cristianismo ni vida cristiana. Cristo es

    el centro. Conocerlo es una gran tarea y ojal sea un gran encuentro. Sin

    Cristo no se entiende la Teologa en general. l es la piedra fundamental en la

    construccin del edificio.

    Por eso es necesario conocer la personalidad humana y divina de Cristo,

    conocer el ambiente en que se movi, para que su palabra sea mejor

    comprendida. Conocer su doctrina y su misin es importante para que los

    alumnos consigan tener una buena base cristiana. Igualmente leer el

    Evangelio ser, por lo mismo, una tarea permanente muy importante.

    II. COMPETENCIAS:

    Al terminar la asignatura el estudiante desarrollar las siguientes competencias:

    Competencia General:

    Profundizar en un conocimiento ms profundo de la persona de Cristo y

    asumir una actitud de respeto a la doctrina impartida por El.

    Competencias Especficas:

    Poseer una concepcin adecuada de la persona de Cristo, con la

    capacidad de distinguir los postulados errneos en cuanto a su

    humanidad.

    Fundamentar de manera coherente y clara los interrogantes sobre la

    divinidad de Cristo.

    Ser capaz de dar una definicin exacta de los aspectos que involucran

    y conciernen a la asignatura denominada como Teologa II.

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    III. CONTENIDO TEMTICO

    CAPTULO CONTENIDO CAPACIDAD

    INTRODUCCIN GENERAL A LA

    FIGURA DE JESUCRISTO

    1.1) La Historicidad de Cristo

    1.2) Aspectos geogrficos, culturales, religiosos, polticos de la poca de Jess

    1.3) Cronologa de Jesucristo

    1.4) Fisonoma psquica y mental de Cristo

    Situar la figura histrica de Jesucristo en su

    contexto

    JESUCRISTO ES VERDADERO HOMBRE Y

    VERDADERO DIOS

    2.1) Jess el Mesas esperado

    2.2) Jesucristo, perfecto hombre

    2.3) Jesucristo, Dios e Hijo de Dios

    2.4) Reflexin teolgica sobre la persona de Jesucristo

    2.5) Jesucristo profeta

    2.6) Jesucristo sacerdote y rey

    2.7) La santidad de Jesucristo

    Profundizar en la identidad divino - humana de Cristo

    LOS MISTERIOS DE JESUCRISTO

    3.1) Los misterios de la infancia de Jess y el ministerio pblico de Cristo

    3.2) Los sufrimientos y la muerte de Cristo y su descenso al lugar de los muertos

    3.3) La resurreccin de Cristo y Ascensin. Pentecosts

    3.4) Mara la madre del redentor

    Una comprensin mistrica de toda la

    vida de Cristo

    JESUCRISTO REDENTOR

    4.1) La redencin de Cristo como liberacin y reconciliacin

    4.2) Satisfaccin, mrito y eficiencia de Cristo en la Redencin

    4.3) La liturgia como actualizacin del misterio de Cristo

    4.4) Cristo nuevo Adn (Gs, 22)

    Comprender la razn de ser de la

    satisfaccin realizada por Cristo, implicancias y presencia de Cristo hoy en la liturgia y su

    impacto antropolgico.

  • 7

    IV. ESTRATEGIAS Y MTODOS PARA LA ENSEANZA Y APRENDIZAJE

    Centrada en la investigacin y estudio previo. El estudio previo de los temas

    por parte del estudiante, los cuestionarios y las tareas de bsqueda o

    profundizacin como actividades principales, se constituyen en una propuesta

    investigadora para acrecentar el aprendizaje de los mismos contenidos.

    Actividades complementarias

    Exposicin de temas y dilogos en aula: Los estudiantes, segn se pida

    oportunamente, expondrn lo estudiado previamente o sobre las tareas

    asignadas de bsqueda en un clima de dilogo, las que se acompaarn

    seguidamente de la profundizacin o exposicin por parte del profesor. Al

    trmino de una sesin o de una unidad se pedir la elaboracin de

    conclusiones.

    Foros de discusin: Oportunamente y de acuerdo al desenvolvimiento de las

    sesiones, se crearn foros de discusin para puntualizar y abordar un tema de

    inters de los participantes de acuerdo a la naturaleza propia de la asignatura.

    Proyeccin de videos: tienen como finalidad el complementar los

    conocimientos recibidos en cada sesin, los cuales sern evaluados mediante

    una ficha de observacin o cuestionario.

    V. ESTRATEGIAS, MTODOS Y NORMAS DE EVALUACIN

    En las distintas actividades propuestas, se evaluar sobretodo el dominio de

    conocimientos, habilidades intelectuales en la definicin, anlisis, explicacin y

    argumentacin de los temas tratados complementados con actitudes que

    contribuyan a su desarrollo integral como la responsabilidad, la puntualidad y el

    saber trabajar en equipo.

    El sistema de evaluacin comprende:

    A. Cognitiva 50%

    B. Procedimental 40%

    C. Actitudinal 10%

    Requisitos de aprobacin:

    Promedio final igual o mayor a 13,5.

  • 8

    VI. INSTRUMENTOS DE EVALUACIN

    En el primer da de clases se indicar con claridad y precisin la(s)

    actividad(es) individual(es) (cuestionarios, foros virtuales, tareas virtuales, etc)

    y grupal(es) (exposiciones, informes finales) que considerar en el desarrollo

    de su curso y que sern evaluadas dentro del rea procedimental.

    VII. BIBLIOGRAFA

    ALVIRA, Tomas-CLAVEL, Luis-MELENDO,Tomas. (1993) Metafsica. Pamplona: EUNSA.

    CATECISMO DE LA IGLESIA CATLICA (1993). Ciudad del Vaticano. Librera Editrice Vaticana, nn. 484-664. 717-731.

    CONCILIO VATICANO II (1965). Constitucin Gaudium et spes, n. 22

    CONCILIO VATICANO II (1963). Sacrosanctum concilium, n.7

    FAYNEL, Pal. (1968) Jesucristo es el Seor. Salamanca: Sigueme.

    FORMENT, Eudaldo (1989)El ser personal, en Vctor GARCA HOZ, Tratado de educacin personalizada. EL concepto de persona. Madrid: Rialp. pp 82-88.

    Karl ADAM, Jesucristo. (1973). Barcelona: Herder. pp. 87-121

    MARTN DESCALZO, Jos Luis, (1989). Vida y misterio de Jess de Nazaret. Salamanca: Sgueme.

    NUEVA BIBLIA DE JERUSALN, DESCLE DE BROUWER (Bilbao 1998)

    OCRIZ F MATEO SECO L.F RIESTRA J.A, (1993) El misterio de Jesucristo. Navarra: EUNSA

    OPUS DEI (2006, ABRIL). Jesucristo y la Iglesia. Disponible en: www.opusdei.org abril, 2006

    RICCIOTTI, Giuseppe, (1968). Vida de Jesucristo. Barcelona: Editorial Luis Miracle, S.A.

    SAYES, Jos Antonio, (2005) Seor y Cristo. Curso de cristologa. Madrid: Palabra

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    CAPTULO I: INTRODUCCIN GENERAL A LA FIGURA DE JESUCRISTO

    CUESTIONES PRELIMINARES

    SOBRE QU COSA VAMOS A REFLEXIONAR CUANDO HABLAMOS DE

    CRISTOLOGIA

    - Si la teologa es una ciencia sobre el misterio de Dios, la cristologa es una parte de

    dicha ciencia

    - La cristologa es el estudio del misterio de Cristo tal como viene presentado por la

    palabra de Dios e interpretado por la Iglesia.

    - Es interesante tambin hacer una pequea reflexin inicial acerca de lo que se llama

    la tradicin de la Iglesia para ver la razn de ser de dicha interpretacin. (ver Anexo 1)

    - Este esfuerzo intelectual se realiza con la luz natural de la razn iluminada por la fe

    - La cristologa, por otra parte, reflexiona sobre la identidad de Cristo (lo que es) as

    como de sus actos salvficos (lo que hizo por nosotros).

    1.1) La Historicidad de Cristo

    Aqu interesa conocer las fuentes histricas del conocimiento de Jesucristo. Son de

    dos tipos:

    Fuentes no bblicas

    Fuentes bblicas

    FUENTES NO BBLICAS

    Las fuentes no bblicas son las siguientes: Del primer siglo tenemos a Mara bar

    Serapin (filosofo) 73 d. Cristo. Este autor hace una mencin implcita acerca de

    Jess. Otro autor es Flavio Josefo quien en su libro Antigedades judaicas insina

    que Cristo poda haber sido el Mesas. En cuanto autores del siglo II de tradicin

    griega se pueden mencionar la carta de Plinio el joven al emperador Trajano; Tcito en

    sus Anales, Suetonio en su libro sobre la vida de Claudio.

    FUENTES BBLICAS

    Aqu se deben considerar los evangelios (Mateo, Marco, Lucas y Juan) que pueden

    ser tomados como escritos histricos acerca de la vida del rabino Jess. Incluso

    pueden ser considerados tambin aquellos escritos que guardan una relacin con l

    como son el resto de los libros del Nuevo testamento.

    La conclusin es que histricamente es demostrable la figura de Jesucristo.

  • 10

    Por estas dos fuentes, por tanto, resulta que el personaje llamado Jess no es un

    mito, por el contrario, es un hombre histrico del cual se tienen testimonios escritos.

    A diferencia de algunos personajes del pasado como Tales de Mileto (624 0 548 a. C-

    ninguno de sus escritos ha llegado a nuestros das) , Scrates (470 a. C- no dej

    doctrina escrita), Hipcrates (460 a. C), Platn (427 a. C) y Aristteles (384 a. C) de

    Jesucristo, en cambio, se cuentan con documentos que prueban su historicidad de

    manera fehaciente: Existi de verdad!

    Video: Cristo en la Historia

    1.2) Aspectos geogrficos, religiosos, culturales, polticos de la poca de Jess.

    EL PAS DE JESS1

    La palestina es el territorio donde naci el Hijo de Dios. A comparacin de otros

    territorios, imperios, debe decirse que ste de la Palestina es muy pequeo. Su

    dimensin territorial es de 24,000 kilmetros cuadrados. Comparativamente se debe

    decir que la tierra de Jess es ms pequea que el Departamento de Piura que posee

    en cambio 35,892.49 Km 2.

    LAS ZONAS TERRITORIALES

    Se pueden hablar de 4 grandes zonas. As pues se debe mencionar en primer lugar la

    Galilea, precisamente en Nazaret fue donde creci Jess (Nazaret), donde tuvo una

    existencia oculta por espacio de 30 aos, realizando una labor comn a todos los

    hebreos de su tiempo. Por otra parte, la Galilea ser el lugar elegido por el Cristo para

    realizar su labor evangelizadora, taumaturga, as como de ese lugar eligi a la mayor

    parte de sus discpulos, incluso, una vez resucitado los citar en Galilea para las

    ltimas instrucciones.

    En esta zona de Galilea se encuentra el lago de Tiberiades Es un lago casi oval de 21

    kilmetros de longitud por 12 de anchura, que alcanza profundidades de hasta 45

    metros. Entre Tiberiades y el mar Muerto, el Jordn recorre, serpenteando, 109

    kilmetros, en los ltimos de los cuales la vegetacin que ha acompaado al rio en

    todo el curso comienza a desaparecer, al paso que la corriente del ro se va haciendo

    salobre y lenta.2

    1 Las anotaciones en cuanto a este tema han sido extradas del libro Giuseppe Riciotti, Vida de Jesucristo. Editorial Luis Miracle, S.A. (Barcelona-1968) 2 Jos Luis Martn Descalzo, Vida y misterio de Jess de Nazaret, Sgueme (Salamanca 1989. 47) .

  • 11

    Los evangelios nos trasmiten muchas veces las travesas que tuvo que emprender

    Jess junto con sus discpulos a lo largo de su ministerio pblico. Iba con ellos a

    descansar a otros lugares, les ha querido dar alcance caminando sobre las aguas y en

    dos oportunidades ha sido ocasin para que puedan darse algunos milagros referidos

    a la pesca.

  • 12

    Las riberas del lago, por otra parte, han servido de atrio para que el Maestro pudiera

    predicar a los que iban a escucharle. Ha sido en el lago en que han tenido experiencia

    de la furia del viento que Jesucristo calm con su voz poderosa.

    Otra zona a tener en cuenta es Samaria que era el paso obligado para todo aquel que

    quisiera desplazarse a Judea aunque se podra obviar pero esto significaba ms horas

    de camino. Los samaritanos era una etnia constituida por colonos asiticos que fueron

    deportados en ese lugar y que se mezclaron con los israelitas que vivan en aquella

    zona. Estos deportados eran paganos y con el tiempo fueron adquiriendo usos judos

    y se fueron purificando poco a poco de sus antiguas creencias tanto es as que

    construyeron su propio templo en el monte Garizn que sera desde entonces el punto

    de referencia de su fe, entrando de esta forma en competencia con el templo de

    Jerusaln. Esto explica la antipata recproca que experimentaban judos y

    samaritanos. Como muestra de esta antipata se puede leer en el evangelio el

    desprecio que recibi Jess cuando no fue recibido por ellos.

    En la transjordania se encontraba la Decpolis que llevaba ese nombre por las 10

    ciudades que la constituan. Eran unos pueblos fuertemente helnicos. A estos

    territorios pertenecen Damasco al norte, Gadara, Gerasa. En estos lugares adems de

    griegos estaba habitado tambin en gran parte por judos.

    Tambin hay que contar con la Perea que era un territorio en la que se puede

    mencionar a Maqueronte lugar donde estuvo encerrado Juan el Bautista.

    La Judea es el otro gran territorio que en su conjunto es de la mayor importancia

    porque constitua el centro religioso y poltico del pas. All se encontraba Jerusaln

    (Ciudad de la paz) que albergaba el templo al cual se iba en peregrinacin por lo

    menos una vez al ao. En esta zona resida el procurador romano Poncio Pilato. Aqu

    son dignas de mencionar la ciudad de Beln, lugar del nacimiento de Jess, el monte

    de los Olivos, Betania donde residan Marta, Mara y Lzaro, Ain Karim lugar al cual

    fue Mara a ayudar a su prima Isabel, Jeric, Cesarea la Martima. Finamente, es en la

    ciudad santa donde Jesucristo morir en la cruz y resucitar. Y luego de la ascensin

    de Cristo los discpulos comenzarn a anunciar el evangelio en el centro religioso del

    pas.

    HERODES EL GRANDE

    El nombre Herodes significa descendiente de hroes. Es un nombre adems poco

    judo. Lo paradjico es que Herodes no era judo de nacimiento. De madre rabe y de

    padre idumeo, ninguno de los dos era de estirpe electa. La idumea (sur de Judea) fue

  • 13

    anexionada posteriormente a Judea por Juan Hircano. Su nombre est vinculado al

    de Jess porque en los tiempos en los que le toc gobernar naci Cristo. Las noticias

    que se tienen de l lo encontramos en el evangelio pero sobre todo en el libro de

    Flavio Josefo Antigedades judaicas.

    Era un hombre astuto y ambicioso que siempre estuvo de la parte de los dominadores

    romanos para su propia conveniencia, y bajo el auspicio de ellos lleg a ser nominado

    rey. En realidad la situacin de Herodes ante Augusto, el emperador, era la de ser un

    subalterno, es decir, haba sido nombrado por este y le deba en cierta forma vasallaje,

    esto quiere decir que no poda prever por s mismo ningn tipo de sucesin en el trono

    sin el consentimiento de Roma.

    Por otra parte, para quedar bien ante los judos reconstruy el templo de Jerusaln

    aunque l nunca fue un verdadero creyente porque, al mismo tiempo, construy otros

    templos para los paganos.

    De otro lado era un hombre cruel del que Flavio Josefo ha dejado escrito la siguiente

    frase: Hombre cruel para con todos indistintamente dominado por la clera

    (Antigedades judaicas, XVII,191). Mat a su cuado (Aristbulo), a su to (Jos),

    mat tambin a su mujer (Mariamme), a su suegra (Alejandra) e incluso asesin a sus

    dos hijos nacidos de Mariamme, Alejandro y Aristbulo. Esto le vali para que se

    afirmar en torno a su persona que era mejor ser cerdo de Herodes (en griego is) que

    hijo (ios). Se cuenta tambin que cuatro das antes de su muerte mat a su hijo

    Antpatros. Y el colmo de toda su maldad y locura fue que mand degollar en el

    hipdromo a varones ilustres porque l saba que su muerte se iba a celebrar con

    jbilo, as, de esta manera, las lgrimas de los familiares se haran en el tiempo de su

    muerte.

    Dado el perfil de Herodes nada tiene de extrao que se le haya podido ocurrir -por

    temor de perder su poder y trono- ejecutar a unos nios inocentes recin nacidos tal

    como lo comenta el evangelio (cf Mt 2,6).

    Herodes morir de setenta aos, es decir, el 750 de la fundacin de Roma y 4 aos

    antes de Jesucristo.

    LOS HIJOS DE HERODES

    Muerto Herodes, Arquelao gobernara Judea, Samaria e Idumea; Antipas, en cambio,

    Tetrarca de Galilea y Perea, mientras que Herodes Felipe ejercera su poder en

    Tracontide, Gaulantide, Batanea, Haurantide e Iturea. Esta distribucin se hizo

    contando con el beneplcito del Emperador, a pesar de que, algunos judos haban

  • 14

    apelado a fin de que el territorio de Palestina fuese anexado a Siria, y, de esta forma,

    ser gobernados directamente por Roma porque teman que los futuros sucesores les

    maltratasen como su padre.

    La historia posterior cuenta que Arquelao ejerci un poder dspota y por esta razn el

    Emperador lo destituy anexando sus territorios al imperio.

    Antipas dur ms en el cargo y hered la actitud aduladora de su padre, por esta

    razn, fund ciudades nombrndolas luego con nombres romanos (Julias, Tiberades,

    etc). La desgracia le vendra por causa de Herodas, quien se encontraba casada en

    Roma con un hermano de padre de nombre Felipe. Se enamoraron en la ciudad

    eterna y Antipas a la llegada a Palestina repudi a su mujer y Herodas (hija de

    Aristbulo asesinado por su padre Herodes el grande) abandon a su marido. A esta

    situacin se refiere el evangelio quien menciona la valiente actitud de Juan el Bautista

    quien reclam el pecado de adulterio de Herodes cosa que poco ms tarde le costara

    la vida por instigacin de Herodas.

    Se debe saber tambin de la existencia de otro hijo llamado Herodes Agripa I

    (hermano de Herodas) quien fue hecho rey por el emperador Calgula y

    posteriormente asign a ste los territorios de Antipas.

    Otro hijo es el tetrarca Filipo que no figura en los evangelios, parece ser que fue un

    gobernante ecunime aunque ya entrado en aos se cas con la hija de Herodas,

    aquella cuyo baile fue la ocasin para que se desencadenara la muerte de Juan el

    bautista. Se puede finalmente decir que al igual que su padre se constituy en gran

    artfice de monumentos de los que cabe mencionar la ciudad de Cesarea de Filipo -

    antigua Banias- para distinguirla de la otra Cesarea llamada La martima. Eso mismo

    hizo con Betsaida y Julias.

    PONCIO PILATOS

    Los territorios confiscados a Arquelao por su psima gestin pasaron a ser

    administrados directamente por Roma anexndose a la provincia de Siria que estaba

    gobernada en nombre del Emperador por un Legado suyo, a este Legado estaba

    vinculado el procurador de los territorios palestinos.

    El procurador tena a su cargo tropas auxiliares cerca de unas tres mil- para el buen

    orden de la comunidad, entre ellos, se contaban samaritanos, griegos, sirios. Estas

    fuerzas del orden se dividan en cohortes y en alas de caballera.

    Como administrador de justicia tena potestad judicial, especialmente, para los casos

    en los que se sentenciaba la muerte a los reos.

  • 15

    El Procurador Pilato aparece en escena en el ao 26 de la era cristiana. Se le ha

    descrito como pendenciero y terco, y, que no quera a los judos.

    Por su modo de gobernar violentamente fue depuesto de su cargo en el ao 36.

    Este personaje peculiar de la historia fue el que conden injustamente a Jess ante la

    presin de los enemigos del Mesas.

    SECTAS Y GRUPOS JUDOS

    Las principales agrupaciones en la poca de Jess, entre otros, eran los fariseos

    (separados) y saduceos (descendientes de Sadoq sacerdote). Estos no tenan una

    poltica determinada. De suyo los fariseos eran muy conservadores, en cambio, los

    saduceos eran ms liberales. De otro lado los saduceos eran pro-roma, en cambio los

    fariseos estaban contra el rgimen romano. En general los fariseos eran de condicin

    humilde mientras que los saduceos pertenecan a la casta sacerdotal y eran

    adinerados.

    En el modo de abordar la ley ambos grupos tambin se diferenciaban. Los fariseos

    admitan que la Thorah era una parte de la ley, pero que junto a ella exista una Ley

    oral que contena una serie de preceptos de la tradicin. Los saduceos, por su parte,

    se cean a los que prescriba la Ley y nada ms.

    En cuanto a los doctores de la Ley o Escribas, stos se ocupaban de organizar el

    abundante material de la tradicin que fue teniendo mucha importancia en el tiempo. A

    propsito de las colecciones de estas tradiciones se puede mencionar el Talmud

    (tradicin codificada). Muchos escribas o doctores de la ley en el tiempo de Jess eran

    en realidad fariseos.

    Otro grupo a tener en cuenta eran los Zelotes y los sicarios. Estos procedan de los

    fariseos, y en el caso de los primeros, tenan un fuerte sentimiento nacionalista. Uno

    de estos personajes famosos Zelotas ser mencionado por Gamaliel en el proceso

    que se le abri a los discpulos de Jess tal como consta en el libro de los Hechos de

    los apstoles (5,37). Por lo que se refiere a los sicarios, stos eran una derivacin de

    los Zelotes en cuanto que, usaban el pual (la sica) en sus incursiones ante el poder

    romano. Por ltimo es preciso sealar que entre los discpulos del Jess se

    encontraba uno de ellos llamado Simn el zelota (cf Mt 10,4; Mc 3,18) tambin

    llamado el cananeo que es una forma aramea helenizada con el mismo significado.

    En una actitud distinta se encuentros los Esenios de los que tenemos noticia por parte

    de Flavio Josefo puesto que el evangelio no los menciona. Ellos formaban parte de

    una verdadera asociacin religiosa existente desde el siglo II a. C. Para hacerse una

  • 16

    idea acerca de la identidad de este grupo se los puede comparar con una orden

    monstica, pues, la incorporacin en el grupo supona todo un proceso, vivan en

    comn, desempeaban algn trabajo en el campo para mantenerse y, luego, se

    dedicaban a la oracin as como se dedicaban al silencio. Con respecto a su relacin

    con la ley eran observantes del sbado, pero no hacan sacrificios. Este tenor de vida

    ha hecho pensar a alguno que Juan el Bautista pertenecera a este grupo. Los

    esenios, por otra parte, no se dedicaban a la poltica.

    Por ltimo estn los Herodianos de los que el evangelio hace mencionar pocas veces

    (Mc 3, 6; 12, 13; Mt 22, 16). Estos debieron ser judos que apoyaban a la dinasta en

    general y, particularmente de Herodes Antipas. No debieron ser numerosos.

    TEMPLO, SACERDOCIO, EL GRAN SANEDRN Y LA SINAGOGA

    Una de las instituciones ms importantes de judasmo era el templo que constitua el

    ncleo religioso ms importante de Jerusaln. Histricamente se sabe que el primer

    templo fue construido por Salomn (aprox. 586 a. C), el cual fue reconstruido en el 515

    a. C a la vuelta del destierro y al que se le nomina como segundo templo, y el tercero

    fue rehecho de nuevo en tiempos de Herodes el grande, es decir, el 20 o 18 a. C

    Estaba constituido por varios espacios atrios- para diversos tipos de personas: atrio

    de los gentiles, atrio de las mujeres, atrio de los hombres, atrio de los sacerdotes

    donde se encontraba el altar de los holocaustos y, finalmente, el Santuario, el lugar

    santo por excelencia signo de la presencia del Dios altsimo. En este lugar entraba el

    sumo sacerdote una vez al ao. De otro lado, en tiempos de Jesucristo el atrio de los

    gentiles se converta en un verdadero mercado.

    En cuanto a los sacerdotes se debe saber que eran una clase aristocrtica

    privilegiada. El Sumo sacerdote tena carcter vitalicio. Era tambin el primer ministro

    del culto y el jefe de todos los servicios del Templo. A l le correspondera celebrar la

    liturgia del Kippur o de la expiacin y constitua la cabeza del Sanedrn. Esta clase

    sacerdotal era de tendencia saducea.

    Entre los sacerdotes de relevancia en la poca de Jess encontramos dos, esto es,

    Ans (Ananas) y Caifs (yerno de Ans). La clase sacerdotal estaba dividida en dos

    cuerpos: los sacerdotes y los levitas. As mismo los sacerdotes se dividan en 24

    clases que se turnaban por semanas. A ellos se les encargaba el control de calidad de

    los animales que se deban ofrecer y otras cosas propias del culto.

    Con respecto al Gran Sanedrn, ste era el supremo consejo nacional y religioso,

    naci como una forma de gobierno limitadamente autnomo concedido por los

  • 17

    monarcas extranjeros; de todas formas, su poder creci bajo los procuradores

    romanos. Estaba compuesto de 70 miembros y se divida en tres grupos: a) los sumos

    sacerdotes, incluyendo los emritos, b) los ancianos quienes representaban a la

    aristocracia laica, y, c) el grupo de los escribas o doctores de la ley.

    En las regiones lejanas de la palestina, es decir, la dispora se constitua Sanedrines

    con las mismas funciones y estaba presidida por el archisinagogo.

    LA SINAGOGA

    Era el lugar de la enseanza religiosa del pueblo. Algunos hipotizan que estos lugares

    de culto surgieron a partir del destierro del pueblo a Babilonia, as, pues, al no tener

    templo, lo sustituyeron por las sinagogas.

    La sinagoga tena un aspecto rectangular y all fundamentalmente se reciba la

    instruccin religiosa. El encargado lleva el nombre de archisinagogo, que era quien

    administraba este edificio y contaba con la ayuda de un ministro, una especie de

    sacristn. Se haca la lectura y luego se explicaba el sentido de lo proclamado. La

    frecuencia de esta celebracin normalmente era semanal, es decir, todos los sbados.

    La lectura de los textos se hacan en hebreo que luego se traducan al arameo. El

    comentario lo haca el archisinagogo o bien se invitaba a uno de los presentes a que lo

    hiciera o tambin lo poda realizar el que quisiera. Esto fue lo que cuenta el evangelio

    cuando Jess en la sinagoga de Nazaret hizo la lectura e hizo al mismo tiempo el

    comentario respectivo.

    1.3) Cronologa de Jesucristo

    No sabemos cronolgicamente como quisiramos en qu fecha exacta naci el Seor

    ni el ao ni el mes. Al respecto se tiene aproximaciones. Alguien podra preguntarse,

    cmo es posible esto? En realidad, los evangelios, primera fuente de la vida de

    Jesucristo, no se preocuparon de realizar una biografa tal como la conocemos ahora.

    Son ms bien escritos que tienden sobre todo a la formacin espiritual de las primeras

    comunidades cristianas, recogen, por tanto, hechos y doctrinas que edifican el espritu

    sin prestar atencin a los das ni a los aos. De todas formas de los 4 evangelios dos

    de ellos, escritos ms tarde Lucas y Juan- han dado precisaciones histricas acerca

    de Jesucristo y que nos sirven para encuadrar histricamente la presencia el Hijo de

    Dios en este mundo.

  • 18

    EL NACIMIENTO

    A la hora de determinar lo ms posible el ao en qu naci Jesucristo es preciso

    saber que la llamada era cristiana se introdujo con el cambio del calendario. Se le

    ocurri a Dionisio el exiguo (siglo VI, + 556), l deseaba que se computase el tiempo a

    partir de dicho nacimiento puesto que quera colocar a Cristo como centro de la

    humanidad. Se viva entonces con la cronologa que marcaba el calendario Juliano. Se

    calcul por tanto el ao del nacimiento en el 754 que sera el primero de la era

    cristiana: 754 de la fundacin de Roma = ao 1 de la era cristiana. Como informacin

    adicional se debe mencionar que este cambi no fue automtico ni fue seguido por

    todos al principio; por lo menos a partir del siglo XI tuvo una aceptacin universal y es

    el calendario en el que nos basamos hoy.

    Volviendo al clculo que hizo Dionisio se debe decir que se equivoc puesto que si

    fuera verdad que Cristo naci en el 754 cmo queda el hecho de que el Rey Herodes

    muri en el 750 tal como atestigua el historiador Flavio Josefo, sabiendo adems, que

    Jess naci en tiempo de Herodes. Por tanto hay aqu una primera conclusin, en

    efecto, Jess nacera 4 aos antes de la era cristiana.

    Para situarnos en lo que se va a explicar se puede decir lo siguiente: Si Jesucristo

    naci el ao mismo en el que muri Herodes no habra necesidad de hacer ms

    clculo de tiempo, sin embargo, hay detalles qu tener en cuenta. As pues, cuando

    los magos llegan a visitar a Herodes, ste se encontraba todava en Jerusaln, y, por

    Flavio Josefo se sabe que muri en Jeric. Segn parece, Herodes enfermo, busc

    un lugar ms clido, y por esa razn se desplazara hacia ese lugar al comenzar el

    invierno, es decir, noviembre o diciembre del ao 749 y muri en marzo/abril del 750,

    por tanto, se debe sumar a los 4 aos, por lo menos, 6 meses ms.

    De otro lado, luego de que Herodes -estando en Jerusaln- se vio burlado por los

    magos, ste decret la muerte de los nios de dos aos para abajo, pensando que de

    esta forma estaba asegurada la muerte del supuesto usurpador. En realidad se

    supone que esto lo hizo como medida de seguridad, por tanto, se debe concluir que

    Jess, por lo menos, tendra 1 ao.

    Hay dos tiempos ms que sumar y estos son aquellos que se refieren, el primero, a la

    visita que hicieran los magos a Herodes, que no necesariamente se debe pensar que

    sucediera, justo cuando Herodes se march a Jeric. El otro tiempo a computar sera

    la visita que haran tambin los magos a la familia de Nazareth. Por los evangelios se

    sabe que Jos present al nio al templo y esto se realizara despus de la

    purificacin de la mujer que segn la ley deba llevarse a cabo a los 40 das. De otro

  • 19

    lado Jos nunca hubiera expuesto al nio frente al peligro de haber sabido que

    peligraba su vida.

    Por todas estas deducciones se concluye que el ao del nacimiento de Jesucristo fue

    el 748 de la fundacin de Roma. Resumiendo, se llega a esta fecha de la siguiente

    manera:

    - De la equivocacin de Dionisio el exiguo se debe restar 4 aos a la fecha que

    inicialmente diera (754 - 4= 750)

    - Los 6 meses que supondra el desplazamiento y enfermedad de Herodes que

    muri en Jeric en marzo o abril del 750.

    - Que Jess tendra por lo menos un ao cuando Herodes decidi la muerte de

    los inocentes, sabiendo que tal decisin se tom en Jerusaln.

    - Los pequeos intervalos de tiempo entre la llegada de los magos a Herodes y

    la visita a la familia de Nazaret.

    Jess, por tanto, naci en el ao 748 de la fundacin de Roma y 6 aos antes de la

    era cristiana.

    PRINCIPIO DEL MINISTERIO PBLICO DE JESS

    Para conocer el inicio de ministerio del Seor es necesario partir del Bautismo de

    Jess del que no distara mucho tiempo el inicio de su ministerio pblico as como

    tambin es preciso conocer el comienzo de la predicacin de Juan el bautista hasta el

    bautismo de Cristo.

    Los datos que aporta el evangelista Lucas (3,1) mencionan que la tarea de Juan

    coincide con el dcimo quinto reinado del Emperador Tiberio Cesar. A propsito de

    esto hay que saber que Tiberio fue asociado en el gobierno de las provincias de

    oriente por el Emperador Augusto en el 765 y, por esta razn algunos hacen el

    computo de tiempo de Tiberio desde este ao; esta fecha, por otra parte, coincidira

    con el ao 12 de la era cristiana (a esta cifra se llega restando el ao 754 que Dionisio

    habra sealado como la fecha del nacimiento de Cristo). Ahora bien, si sumamos al

    ao 765 los quince aos que menciona el evangelio, el resultado sera que el dcimo

    quinto ao del reinado de Tiberio sera el ao 780, es decir, 26/27 de la era cristiana

    (esta cifra resulta de la resta de 780 754 = 26). Este ao sera, por tanto, el ao del

    bautismo del Seor y la edad precisa de Jess con el aadido de 6 aos que hay

    que sumar como mnimo por el error en la cronologa- sera los 32 / 33 aos cosa que

    se ajustara a lo que nos informa san Lucas ( cf Lc 3, 1-12).

  • 20

    Otros autores, en cambio, contabilizan el nmero de aos de Tiberio a partir de la

    muerte de Augusto que ocurri el 18 de agosto del 767, por tanto, el primer ao de

    Tiberio segn una costumbre, comenzara el 19 de agosto hasta los ltimos meses de

    ese ao y el dcimo quinto sera el ao 781. Con esta cronologa, de qu ao de la

    era cristiana estamos hablando? Del ao 27 / 28 de la era cristiana al que se debe

    sumar seis aos ms por error en la cronologa del nacimiento de Cristo, y el resultado

    sera que realmente Jess en el momento en que empez su ministerio tendra entre

    33 o 34 aos.

    Otro dato que se suele citar para establecer esta cronologa son los datos que aporta

    el evangelio de Juan (2, 20; 2, 13-23).

    Los judos en conversacin con Jess manifiestan que se han necesitado 46 aos

    para construir el templo de Jerusaln, y esto lo manifiestan durante la pascua del

    primer ao de su ministerio pblico. Flavio Josefo, por su parte, informa que la

    reconstruccin del templo la inici Herodes el grande en el 20 / 19 de la era cristiana,

    es decir, en el dcimo octavo del su reinado. Sumando los 46 aos se concluye que el

    inicio de su ministerio lo inicio a los 26 o 27 de la era cristiana y no antes, coincidiendo

    con lo que nos informa san Lucas (3, 1-2).

    DURACIN DEL MINISTERIO PBLICO

    Las noticias acerca de la duracin del ministerio pblico lo sabemos por el evangelio

    de Juan; l menciona de manera explcita al menos tres pascuas (Jn 2, 13; 6, 4; 11,

    55; 12, 1). Con estas indicaciones se concluye que la vida pblica de Jess durara 2

    aos comprendidos entre las tres pascuas, adems, de contar los meses entre el

    bautismo y la primera pascua. De todas formas algunos autores pretenden ver otra

    pascua en la referencia que hace Juan cuando menciona lo siguiente: Despus de

    esto, hubo una fiesta de los judos, y Jess subi Jerusaln (Jn 5, 1). La

    incertidumbre est en saber si esta era la fiesta o una fiesta. En el primer caso

    algunos interpretan que se tratara de una pascua ms, pero a decir verdad los

    manuscritos que refieren dicho texto no son uniformes. Por otra parte, otros interpretan

    la citacin de Juan 5, 1 como anticipo de lo que en realidad ocurri y que Juan

    contiene en el captulo siguiente ( cf Jn 6, 4), por tanto, no se tratara de otra pascua

    ms, o que tal vez se est refiriendo a lo que Juan narra en el captulo 7, 2, que habla

    de la fiesta de los tabernculos.

  • 21

    A manera de conclusin se puede decir lo siguiente: que lo ms seguro es que Jess

    celebr tres pascuas por lo que resulta claramente que su ministerio dur tres aos y

    unos meses ms, o bien tres aos y algunos meses, pero no ms.

    FECHA DE LA MUERTE DE JESS

    Los cuatro evangelios con respecto a la muerte de Jess concuerdan manifestando

    que su muerte sucedi el da viernes (Mt 26, 62; Mc 15, 42; Lc 23, 54; Jn 19, 31) y en

    pascua.

    La pascua hebrea se celebraba en el mes de Nisn lo que correspondera a nuestro

    mes de abril. En cuanto al ao se suele sealar el ao 30 de la era cristiana aunque

    tampoco se rechaza el 33. Si fue el ao 30 el 14 de Nisn correspondera al viernes 7

    de abril. Podra ser tambin el ao 33 y en este caso el 14 de Nisn sera el viernes 3

    de abril. No se podra colocar en otros aos por la razn de que en lo otros aos el 14

    de Nisn no cae viernes.

    En cuanto al mismo da de la muerte, es decir, si fue el 14 o 15 es muy difcil

    determinarlo puesto que los datos que suministran tanto los sinpticos como el

    evangelio de Juan no ayudan a determinar cual de los das fue viernes. En efecto, los

    sinpticos sealan que Jess celebr la ltima cena el primer da de los zimos

    cuando se sacrifican el cordero pascual, y esto correspondera a la tarde del 14 de

    Nisn (jueves 7 de abril) y su muerte ocurrira el 15 de Nisn da de la pascua (8 de

    abril) a primeras horas de la tarde, sin embargo, este ltimo dato complica las cosas

    porque los testimonios que contienen los sinpticos narran algunas acciones que tanto

    el Cireneo y Jos de Arimatea no podran realizar por las normas de la fiesta de

    pascua.

    Juan, en cambio, coloca el da de la muerte de Jess un da viernes antes de pascua

    (el da sbado) que corresponde al 14 de Nisn (viernes 7 de abril) y celebrara la

    ltima cena un da antes de la fecha sealada por el calendario, esto es, en la noche

    del 13 al 14 de Nisn (cf Jn 13, 1-2)

    Que Jess celebrara un da antes del computo oficial no es tampoco tan difcil

    sabiendo que la cronologa en aquellos tiempos no era tan precisa como la que

    tenemos ahora. Hay que pensar, pues, en una cierta elasticidad en la fijacin de la

    fecha y del mes.

    Los saduceos, por ejemplo, evitaban que el 15 de Nisn cayera viernes para no tener

    que hacer el sbado la ofrenda de las espigas por eso hacan caer el 15 de Nisn el

  • 22

    sbado y hacer la ofrenda de las espigas el domingo. Los fariseos, en cambio,

    celebraban el da que cayera la pascua.

    El ao en que muri Jess la pascua cay el viernes 15 de Nisn, los fariseos

    comieron la pascua en la noche del jueves al viernes y lo mismo hizo Jess; en

    cambio, los prncipes de los sacerdotes, muchos de ellos saduceos, la celebraron el

    sbado. Esto explicara los datos divergentes de los sinpticos y Juan porque aquellos

    siguieron el calendario de los fariseos mientras que Juan sigui el calendario de los

    saduceos.

    Para los sinpticos Jess celebr la ltima cena el jueves muriendo el viernes 15 de

    Nisn (8 de abril). Para Juan que usa el calendario de los saduceos el 14 de Nisn era

    viernes y ese da muri Cristo y el sbado 15 era pascua. De esta forma concordara

    con las noticias que da Juan manifestando que el da viernes los sacerdotes todava

    no haban comido la cena pascual (cf Jn 18, 28; 19,31), pero al sealar la ltima cena

    (cf Jn 13, 1-2) antes de la cena pascual de los prncipes de los sacerdotes coincide

    con los sinpticos.

    1.4) Fisonoma psquica y mental de Cristo3 De este tema se deber realizar un resumen del mismo. El archivo se encuentra en el

    Campus virtual de la Universidad.

    LECTURA COMPLEMENTARIA

    1) Leer el documento de PDF que contiene 54 preguntas sobre Jesucristo. El

    documento esta en el Campus virtual.

    ACTIVIDAD

    Leer y resumir (tres hojas como mximo) documento sobre la fisonoma psquica y

    mental de Cristo que encontrarn en el Campus.

    3 El archivo trata de la fisonoma psquica y mental de Jesucristo en, Karl Adam, Jesucristo. Herder (Barcelona 1973)

  • 23

    CAPTULO II: JESUCRISTO ES VERDADERO HOMBRE Y VERDADERO DIOS

    2.1) Jess el Mesas esperado

    Quin espera a Jesucristo? A esta pregunta caben, por lo menos, dos respuestas.

    Una de ellas es de ndole antropolgica, es decir, esperan a Jess todos aquellos que

    desean encontrar respuesta a sus inquietantes ms profundas. A este respecto dice el

    documento Gaudiun et spes lo siguiente:

    En realidad de verdad, los desequilibrios que fatigan al mundo moderno estn

    conectados con ese otro desequilibrio fundamental que hunde sus races en el

    corazn humano. Son muchos los elementos que se combaten en el propio interior del

    hombre. A fuer de criatura, el hombre experimenta mltiples limitaciones; se siente, sin

    embargo, ilimitado en sus deseos y llamado a una vida superior. Atrado por muchas

    solicitaciones, tiene que elegir y que renunciar. Ms an, como enfermo y pecador, no

    raramente hace lo que no quiere y deja de hacer lo que querra llevar a cabo. Por ello

    siente en s mismo la divisin, que tantas y tan graves discordias provoca en la

    sociedad. Son muchsimos los que, tarados en su vida por el materialismo prctico, no

    quieren saber nada de la clara percepcin de este dramtico estado, o bien, oprimidos

    por la miseria, no tienen tiempo para ponerse a considerarlo. Otros esperan del solo

    esfuerzo humano la verdadera y plena liberacin de la humanidad y abrigan el

    convencimiento de que el futuro del hombre sobre la tierra saciar plenamente todos

    sus deseos. Y no faltan, por otra parte, quienes, desesperando de poder dar a la vida

    un sentido exacto, alaban la insolencia de quienes piensan que la existencia carece de

    toda significacin propia y se esfuerzan por darle un sentido puramente subjetivo. Sin

    embargo, ante la actual evolucin del mundo, son cada da ms numerosos los que se

    plantean o los que acometen con nueva penetracin las cuestiones ms

    fundamentales: Qu es el hombre? Cul es el sentido del dolor, del mal, de la

    muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todava? Qu valor

    tienen las victorias logradas a tan caro precio? Qu puede dar el hombre a la

    sociedad? Qu puede esperar de ella? Qu hay despus de esta vida temporal?.

    Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su

    fuerza por el Espritu Santo a fin de que pueda responder a su mxima vocacin y que

    no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario

    salvarse. Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se

    halla en su Seor y Maestro. Afirma adems la Iglesia que bajo la superficie de lo

    cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su ltimo fundamento en

    Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre. Bajo la luz de Cristo, imagen de Dios

  • 24

    invisible, primognito de toda la creacin, el Concilio habla a todos para esclarecer el

    misterio del hombre y para cooperar en el hallazgo de soluciones que respondan a los

    principales problemas de nuestra poca.4

    El hombre espera y busca, pues, el sentido de su vida, y, en realidad, dicho sentido lo

    da el sentido religioso cuyo ncleo fundamental lo desvela Jesucristo. Y de esto la

    Iglesia se encuentra plenamente convencida.

    La otra respuesta a la espera de Jesucristo pertenece a la tradicin judeocristiana. Y

    aqu se debe partir de los siguientes presupuestos:

    a) La historia de los orgenes

    b) La preparacin de Israel

    a) La historia de los orgenes

    El libro del Gnesis contiene elementos relacionados con la historia de la salvacin.

    Nos habla, por lo menos, de tres aspectos relacionados con el hombre. La primera es

    que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, la segunda revela la

    realidad del pecado y la tercera acerca de la promesa del Redentor.

    El hombre imagen y semejanza de Dios

    En cuanto al primer aspecto el texto clave es Gnesis 1, 26. All se dice que

    efectivamente, el hombre es imagen y semejanza de Dios, lo cual quiere decirnos que

    el hombre es colocado a un nivel de dignidad muy superior al resto de las criaturas,

    que en l existe una realidad trascendente que no le viene de s mismo sino de su

    relacin con Dios al fin y al cabo. El hombre, entonces, es capax Dei (capaz de Dios).

    Por esta razn El hombre no es simplemente el ms perfecto entre los seres

    materiales, sino que se encuentra a otro nivel: el de ser persona.5

    Este hombre que poda conocer a Dios de manera imperfecta, es decir, con sus solas

    fuerzas humanas, sin embargo, fue elevarlo, a un fin sobrenatural, para que participe

    de bienes que superan la inteligencia humana.6 Por esta razn Dios le concedi la

    gracia sobrenatural, que es una nueva y ms alta semejanza con l. En este tema de

    la imagen el prototipo por excelencia -por la revelacin del nuevo testamento- es el

    Verbo de Dios hecho carne (cf Col 1, 15). De lo que resulta que en la actual economa

    de la salvacin la meta del hombre consiste en ser imagen de la imagen (cf Gal 3, 27).

    4 GS, 10 5 F.OCRIZ L.F. MATEO SECO J.A. RIESTRA, El misterio de Jesucristo. EUNSA (Navarra 1993). p. 57 6 IBIDEM, p. 59

  • 25

    En suma, el hombre fue creado para la comunin con Dios desde el mismo instante de

    su creacin.

    La destruccin de la imagen por el pecado

    A este hombre embellecido por la gracia divina adems se le concedieron otros dones,

    que si bien no formaban parte de su exigencia antropolgica, sin embargo eran dones

    gratuitos de Dios. A estos dones se les llama preternaturales (ms all de la exigencia

    de la naturaleza). Cules eran? Entre otros la inmortalidad (la posibilidad de no poder

    morir) y la impasibilidad (el sometimiento de las tendencias al juicio de la razn). Sin

    embargo el hombre no fue fiel al designio de Dios y el libro del Gnesis da cuenta de

    ello (cf Gn 3, 1-24). El resultado fue terrible porque el hombre perdi tanto la gracia en

    la que haba sido creado as como los otros dones de que dispona. Esta realidad de la

    trasgresin de nuestros primeros padres es lo que se llama pecado original que

    produjo la prdida de la imagen sobrenatural de Dios en el hombre y tambin una

    disminucin de la semejanza natural del hombre con su Creador al quedar deteriorada

    la naturaleza humana 7.

    La promesa del redentor

    Dada la situacin del hombre ste no puede salvase por s mismo y, por lo tanto,

    necesitar de Dios mismo para ser rehabilitado. La revelacin da cuenta de la realidad

    histrica del hombre en su actual condicin de pecador. (cf Sal 32, 1 ss; Rom 4, 7 ss;

    Sal 65, 44 ss; Mc 2, 5-12).

    Con todo la misma palabra de Dios ha revelado que Dios no abandon al hombre a su

    suerte (Cf Gn 3, 15). Se inicia, pues, una cadena de salvacin que comenzando con

    Abrahn llega hasta Cristo.

    Esta promesa de salvacin es el llamado el proto-evangelio porque constituye el

    primer anuncio de salvacin. Todo esto est bellamente expresado en la liturgia

    cuando la Iglesia proclama:

    Y cuando por desobediencia perdi tu amistad, no lo abandonaste al poder de la

    muerte, sino que, compadecido, tendiste la mano a todos, para que te encuentre el que

    te busca.

    Reiteraste, adems, tu alianza a los hombres; por los profetas los fuiste llevando con la

    esperanza de salvacin. Y tanto amaste al mundo, Padre santo, que, al cumplirse la

    plenitud de los tiempos, nos enviaste como salvador a tu nico Hijo.

    7 IBIDEM, p. 64

  • 26

    b) La preparacin de Israel

    Con el texto anteriormente presentado se introduce este tema de la preparacin de

    Israel de Jesucristo. Aqu en este apartado vamos a hacer referencia a cuatro

    consideraciones: La alianza y la espera del Mesas, las poemas del Siervo de Yavh,

    El hijo del hombre, y el salvador, rey y sacerdote.

    La alianza y la espera del Mesas

    Luego del pecado original, la Palabra de Dios nos revelar una serie de alianzas que

    Dios mismo realiz. La primera, la ms insipiente, se har con No (Gn 9-10); tendr

    ms consistencia la que Dios pact con Abrahn : Dios tom la iniciativa; hizo la

    promesa de dar a Abrahn una gran descendencia y hacer de ella un gran pueblo; de

    darle una nueva tierra la tierra prometida- y, en fin, que por medio de este pueblo

    fuesen un da bendecidas todas las naciones, lo que representa un anuncio y una

    promesa de la universalidad de la salvacin8

    La alianza ser renovada en el tiempo con Isaac (cf Gn 26, 2-5) y con Jacob (Cf Gn

    28, 12 ss; 35, 9-12). Con Moiss la alianza ser ms completa (Ex 6, 2-8; 19, 34) y, a

    partir de entonces Israel se constituir como pueblo de la alianza.

    Hay otros pasos ms en este camino de la alianza, as pues, se tiene que mencionar

    la profeca de Natn (cf 2 Sam 7) donde se anuncia que el mesas esperado ser de la

    descendencia de David. Esta promesa ser reafirmada por otros profetas como

    Miqueas (5, 1), Isaas (11, 1) y Jeremas (23, 5) quienes harn referencia al Rey-

    Mesas as como tambin llamndole Enmanuel (cf Is 7, 14) y otros nombres ms (Is

    9,5)

    En definitiva la alianza es preparacin de la redencin puesto que es figura proftica

    anuncio y preparacin de la Encarnacin redentora, precisamente porque en Cristo se

    realiza la ms perfecta y definitiva Alianza entre Dios y el hombre: Ser, en efecto,

    verdadero Dios y verdadero hombre en unidad personal, y establecer en su sangre la

    nueva y la definitiva Alianza de la entera humanidad con Dios (cf Mt 26, 28; 1 Cor 11,

    25).9

    Los poemas del siervo de Yavh

    Estos poemas se encuentran en el libro del profeta Isaas y se han interpretado a la

    luz del nuevo testamento como aquellos textos que describen la misin redentora del

    8 IBIDEM, p. 70 9 IBIDEM, p. 72

  • 27

    Mesas: El primer poema: Is 42, 1-7; segundo poema: Is 49, 1-9; tercer poema Is 50,

    4-9; cuarto poema: Is 52, 13-53, 12).

    El hijo del hombre

    Este ttulo del Mesas se encuentra en el antiguo testamento en el libro de Daniel (7,

    13-14). Como bien comenta la Biblia de Jerusaln: Hijo de hombre, semitismo en dos

    sentidos: a) circunlocucin por hombre, ser humano, Ez 2,1; aqu; b) ttulo de un ser

    celeste, trascendente, al que se le entrega el reino de Dios, Dn 7,13, y que en los

    apcrifos de Henoc y Esdras se identifica con el Mesas. En el NT se subraya la

    humildad e Mesas en su vida terrestre, aqu, 11, 19; 17, 22, y ms en concreto su

    pasin, muerte y resurreccin Mt 8, 31; 9, 31; 10, 33-34; o se refiere a la venida del

    Mesas, Hijo del hombre, en su futuro glorioso, Mc 8, 38; 12, 36; 14, 62. 10 . El

    significado, ciertamente, de esta vinculacin con Jesucristo lo sabemos con total

    seguridad despus de la resurreccin del Seor. De todas formas es una preparacin

    oculta de la identidad mesinica de Jess.

    El salvador rey y sacerdote

    La faceta del Mesas tambin est subrayada cuando aparece profetizado en su

    aspecto regio. Incluso esta dimensin de la personalidad del Mesas es anterior a los

    otros aspectos. Esto se puede ver en la profeca d Natn (cf 2 Sam 7). Aqu se le

    anuncia a David la perennidad de su reinado. En este pacto se cumplen las anteriores

    promesas (cf Gn 3,15; 12, 1-9; 28,10-16). Es una promesa que recibir una nueva

    concrecin proftica con la bendicin de Jacob a Jud (Cf Gn 49, 9-10). Estas

    profecas hablan tambin de su reinado universal que se reflejan, por ejemplo, en los

    Salmos (cf Sal 2 y 110) que posteriormente confirmar el NT (Hch 4,24-28; Hb 1,5;

    5,5; Jn 1, 49). El salmo 109 por su parte, subrayar la condicin sacerdotal del

    Mesas.

    Esta faceta del Mesas como rey y sacerdote ser asumida por Cristo mediante la

    humildad y los sufrimientos del Siervo (cf Is 61, 1-2; Lc 4, 18-19).

    2.2) Jesucristo, perfecto hombre

    Las Escrituras manifiestan que las figuras profticas contenidas en el AT se cumplen

    en Cristo, ahora se debe tomar conciencia de que el Mesas es verdadero hombre. Por

    tanto nuestra reflexin se va a fijar en subrayar la condicin humana de Cristo porque

    el patrimonio de fe que hemos recibido es que Jesucristo es Dios y hombre verdadero.

    10 BIBLIA DE JERUSALN, Descle de Brouwer (Bilbao 1998) p. 1362, nota Mt 8, 20

  • 28

    Como podemos constatar por el texto de san Pablo -quien hablando de Cristo- lo

    seala mencionando que ha nacido de mujer (cf Gal 4, 4). As se fue trasmitiendo a las

    primeras generaciones de cristianos, sin embargo, pronto entre algunos miembros de

    la Comunidad cristiana se formularon opiniones con respecto a este aspecto de la

    identidad de Cristo. Por eso algunos pensaron que Jess tom un cuerpo aparente.

    Esta corriente se llam DOCETISMO (dokein = apariencia). El fondo de estas

    corrientes de pensamiento fueron las ideas de los gnsticos y maniqueas para quien el

    cuerpo siendo una realidad material es despreciable. No corresponde, no es adecuado

    que el mismo Dios asuma una dimensin corprea. Pero tambin pudo ser el

    escndalo que produca en ellos el hecho de pensar que el mismo Dios se hubiese

    podido encarnar.

    Hay que aadir que as como algunos no entendan la realidad corprea de Jess,

    otros se dedicaron a negar la realidad humana del alma y lo hicieron por diversos

    motivos. Por ejemplo Arrio que negaba que Jesucristo fuese Dios- sostena que el

    Verbo (un dios de segunda categora y, por lo tanto, creatura) haca las veces de alma

    humana intelectiva. Subrayaba esta funcin del Verbo en el cuerpo para que pudiese

    demostrar que tales actividades (rezar, admirarse, obedecer) no perteneciendo de

    suyo al cuerpo eran funciones del alma y se pudiese ver de esta forma que ante Dios

    el Verbo se encontraba en una categora inferior.

    Apolinar de Laodicea sostena, en cambio, que el Verbo de Dios, quien haba asumido

    un cuerpo y un alma animal, haca las veces de alma intelectual. Con su

    planteamiento quera resguardar la naturaleza humana de toda posibilidad de error,

    cosa incompatible con la dignidad de ser Hijo de Dios.

    A todo esto se debe responder con lo que nos dice el NT que remarca insistentemente

    la verdad del alma humana de Jess pues de l se dice que siente indignacin (cf Jn

    2, 15-17), tristeza (cf Mt 26, 38), de alegra (cf Jn 11, 15).

    El Magisterio de la Iglesia se pronunci en su momento contra estos errores (herejas).

    Arrio fue condenado en el concilio de Nicea (325) y Apolinar de Laodicea en el I

    Concilio de Constantinopla 381.

    2.3) Jesucristo, Dios e Hijo de Dios

    Si ha sido difcil comprender la verdad acerca de la Encarnacin del Hijo de Dios,

    mucho ms difcil ha sido comprender que aquel hombre que caminaba por las calles

    de Galilea y Jerusaln fuera Dios. No han faltado, por eso, diversas interpretaciones

    que han negado su condicin divina. A continuacin se pueden mencionar a los

    Ebionitas, los cuales, vean en Jess un hombre muy santo. En el siglo II aparecen los

  • 29

    adopcionistas quienes inspirados en Teodoto de Bizancio y Pablo de Samosata

    manifiestan que Dios era una sola persona y que Jess es un hombre en el que habita

    el Verbo, pero el Verbo no sera sino la fuerza de Dios.

    La Iglesia ante esta serie de interpretaciones errneas y otras defendi la verdad de la

    divinidad de Cristo en los concilios de feso (431) y de Calcedonia (451). Estas

    afirmaciones de los concilios estn sustentadas por la constante interpretacin que ha

    hecho de los textos de la Escritura, tanto del AT y del NT.

    En el AT se puede ver enunciado de manera velada la identidad divina del Cristo a

    partir de los textos del NT. As, pues, se ve dicha revelacin en aquellos textos que

    hablan del Mesas atribuyndoles nombres divinos: Enmanuel (Is 7, 14), el nombre de

    Yavh mismo (Jer 23, 5-6). Otros textos estn en relacin con la mencin del Mesas

    como hijo, especialmente, el salmo 2, el 110. Tambin son de tener en cuenta

    aquellos textos que se refieren a la Sabidura divina donde sta aparece de manera

    personificada (Bar 3, 38; Prov 8, 22-31). Estos textos han sido tenidos en cuenta en el

    nuevo testamento as, por ejemplo, san Pablo habla de Jess como la Sabidura ( cf1

    Cor 1, 24-30) o tambin otros textos cuando la mencionan refirindose a sus atributos

    o su actuacin creadora ( cf Col1, 15; Prov 8, 22; Eclo 1, 4; 1 Cor 8, 6; Col 1, 17; Sap

    8, 1; 9,1).

    Otro texto interesante es el que contiene el libro de Daniel a propsito del llamado Hijo

    del hombre (cf Dan 7, 13-14).

    En cuanto al NT se debe decir que los evangelios sinpticos ofrecen el testimonio

    gradual de Jesucristo en consonancia con el monotesmo del pueblo de Dios.

    All encontramos afirmaciones o declaraciones donde Jess se declara Hijo del

    hombre con cuya expresin quiere significar su divinidad por medio del cual perdona

    (cf Mc 2, 5-12) o incluso que dicho ttulo es equivalente a Hijo de Dios tal como lo

    refiere cuando es interrogado por el Sanedrn (cf Mc 14, 62). Este Hijo de hombre es

    superior al Templo (cf Mt 12, 6) a la ley (cf Mt 5, 21-22) y es objeto de una opcin

    incondicionada (cf Mt 16, 24-25).

    Otra afirmacin de la divinidad de Cristo es aquel ttulo donde viene declarado como

    Hijo de Dios o manifiesta su filiacin divina (Mc 3, 11; Mt 11, 25-26; 26, 39) Jess trata

    a su Padre, por otra parte, de manera inslita, es decir, como trataban los hijos

    pequeos a su Padre. Otras veces expresa la profunda relacin que existe entre l y

    su Padre ( cf Mt 11, 27). O tambin el Padre mismo dar testimonio acerca de l (cf

    Mc 9, 7; Mc 1, 11).

  • 30

    Las declaraciones del apstol Pablo son tambin interesantes. En la carta a los

    Filipenses, por ejemplo, da un resumen de todo el misterio de Cristo (cf Filp 2, 5-11).

    En la carta a los Colosenses nos habla de la preexistencia del Verbo ( cf Col 1, 1-17).

    Y son de sealar tambin las doxologas que nos ha dejado en sus escritos (cf Rom 9,

    5; Tit 2, 13).

    De todos los escritos del NT se suele presentar el evangelio de Juan como aquel

    escrito que subraya fuertemente la divinidad de Cristo. En efecto, se revela la

    preexistencia del Verbo antes de la Encarnacin (cf Jn 1, 1), que es el Unignito del

    Padre (Jn 1, 14), que se hizo carne (cf Jn 1, 14). En conversacin con los judos ha

    declarado su preexistencia porque es antes que Abrahn ( cf Jn 8,58). La divinidad

    tambin reluce cada vez que Jess se ha presentado como el Yo soy, nombre de Dios

    en el AT, que se lo aplicado a s mismo. Y, tambin son muy importantes aquellas

    palabras donde se establece una profunda comunin entre el Padre y Cristo ( cf Jn 10,

    30. 38).

    Todos estos textos y muchos ms han sido meditados y reflexionados por la Iglesia a

    lo largo de estos dos mil aos. En este sentido hay una larga constelacin de autores

    que han afirmado la divinidad de Cristo. As pues antes del concilio de Nicea es digno

    de destacar san Atanasio. A partir del siglo IV se pueden mencionar los escritos de la

    Didaj (aprox. 90 / 100 d. C) que llama a Jess Dios de David; san Clemente

    Romano, san Ignacio de Antioqua quien en la carta que dirigi a los Efesios habla de

    Jess como Dios viviente. Tambin se debe mencionar a los apologistas Justino y

    Arstides. Por su parte Orgenes acu la frase Dios-Hombre.

    2.4) Reflexin teolgica sobre la persona de Jesucristo

    En esta parte del curso expondremos la explicacin acerca de la unin entre la

    naturaleza humana y divina de Cristo en la unidad de su persona. Antes se va a tratar

    del Nestorianismo y el concilio de feso, del monofisismo y el concilio de calcedonia y

    de las acciones humanas de Dios en Cristo. Al terminar este recorrido histrico

    teolgico, se presentar la explicacin de la Persona de Cristo.

    El nestorianismo

    Este movimiento debe su nombre a Nestorio, patriarca de Constantinopla en el ao

    428. Su orientacin teolgica estaba marcada por la Escuela de Antioqua. El sostena

    que no se poda predicar de Mara que es Madre de Dios sino Madre del Cristo

    introduciendo una separacin entre Cristo y Dios.

  • 31

    En Cristo habra dos naturalezas, dos sujetos en s mismos subsistentes y dos

    personas. En otras palabras, en Cristo hay una persona divina (el Verbo) y una

    persona humana (Jess), pero de tal manera unidas que en la prctica es como si

    fueran una: constituyen una persona de unin (prosopn de unin). Parece que

    Nestorio pens que toda naturaleza (fisis) constituye necesariamente un sujeto

    (hipostasis) y una persona (prosopn). La consecuencia de este planteamiento lleva

    consigo a que Mara es Madre de Cristo hombre pero no de Dios, un hombre

    totalmente unido a la persona divina del Verbo.

    El contrincante de Nestorio fue Cirilo de Alejandra y entre ambos se arm el debate

    primero epistolar y luego conciliar. En efecto, a instancias de Teodosio II se convoc

    un concilio en feso el ao 431 que presidi Cirilo; ste defendi la unin entre ambas

    naturalezas en la Hipostasis del Verbo, es decir, que el Verbo se haba unido en

    hipostasis a una carne animada por un alma racional. Segn esto Mara es Madre de

    Dios no porque la naturaleza del Verbo o su divinidad haya tomado de Mara el

    principio de su existencia sino porque nacida de ella el cuerpo al que el Verbo se uni

    segn hipostasis (como sujeto de dicho cuerpo) por esta razn se dice que el Verbo

    ha sido engendrado segn la carne. Nestorio fue depuesto en este concilio de feso.

    El monofisismo y el concilio de Calcedonia

    La palabra monofisismo est compuesta por mono = una y fisis = naturaleza. Aplicado

    al tema cristolgico es la doctrina que sostiene que en Cristo antes de la unin de

    naturalezas haba 2 y que luego de la unin desaparece una o es absorbida,

    normalmente la naturaleza que quedaba aniquilada era la humana; o tambin algunos

    pensaban que luego de la unin se generaba una nueva naturaleza divina-humana.

    El representante de esta hereja fue Eutiques, archimandrita de un monasterio en

    Constantinopla y Discoro Patriarca de Alejandra.

    Las tesis monofisitas de Eutiques fueron condenadas por Flaviano, Patriarca de

    Constantinopla, que depuso a Eutiques en el ao 448. Un ao ms tarde el Papa san

    Len I aprob la decisin de Flaviano y luego envi una Carta dogmtica (conocida

    como Tomo de san Len). Finalmente en el ao 451 se celebr un Concilio que defini

    solemnemente el dogma de la unin hiposttica (la unin de las naturalezas en la

    persona de Cristo).

    Dos siglos ms tarde (610-638), sobre la base del monofisismo, aparecieron otro tipo

    de errores como el monotelismo y el monoergetismo. Con el primero se afirmaba, que

    si bien, Jess tena dos voluntades, sin embargo, la realidad de la voluntad humana

  • 32

    era que sta era movida por la voluntad divina, es decir, era totalmente pasiva. Con el

    monoergetismo, se afirmaba, en cambio, que en Cristo se daban ciertamente dos

    naturalezas, pero exista un solo tipo de operaciones.

    El conflicto se acab definitivamente en el III Concilio de Constantinopla (ao 680-681)

    afirmndose que en Cristo se dan dos voluntades naturales y dos operaciones

    naturales. Luego de haber considerado los principales errores cristolgicos, a

    continuacin se presenta una reflexin teolgica sobre la Persona de Jess. Lo que se

    pretende es una explicacin razonable del misterio de la Encarnacin del Hijo de Dios.

    Veamos ante todo algunos elementos de metafsica que servirn en esta explicacin:11

    Sujeto subsistente o supuesto se usa en metafsica para designar a los entes

    concretos con todas sus perfecciones. Las propiedades de este sujeto subsistente son

    la individualidad, la subsistencia (existe por s y no por otro) y la incomunicabilidad.

    Los elementos que componen el supuesto son: 1) acto de ser (que otorga la misma

    subsistencia al sujeto); 2) la esencia, que en los entes materiales consta de materia y

    forma; 3) los accidentes que complementan la perfeccin de la esencia (el color, la

    cantidad, etc).

    De otro lado la palabra Hipstasis es una palabra griega cuya traduccin latina es

    Supuesto (del latn Sub possitun = lo que est debajo). Esta palabra, por tanto,

    designa al individuo en cuanto soporta una naturaleza y unos accidentes que slo a

    l pueden atribuirse; es, pues, el supuesto o hipstasis el sujeto ltimo de

    atribuciones.

    Ahora es preciso captar la distincin entre naturaleza y supuesto.

    La esencia o naturaleza confiere al todo individual una determinada forma de ser, por

    ejemplo, el perro no puede hablar porque su naturaleza canina no se Lo permite, en

    cambio, s puede ladrar porque su naturaleza le capacita para ello.

    Esta esencia o naturaleza puede contraponerse al supuesto. Hay que entender aqu

    que el supuesto es el TODO y la naturaleza es la PARTE.

    Tambin se puede ver de otro modo, as pues, en cada individuo concreto, se

    distinguen la ESENCIA INDIVIDUALIZADA del todo o SUPUESTO. Adems en cada

    uno de los individuos (que posee una naturaleza concreta) se diferencia de la

    naturaleza comn o especfica, tomada como una perfeccin universal de la que todos

    participan, y que deja a un lado las caractersticas particulares.

    En el TODO que es el supuesto lo constitutivo es el ACTO DE SER puesto que lo ms

    propio del individuo es subsistir y esto es un acto exclusivo del acto de ser.

    11 Lo que se propone aqu se ha tomado de T. ALVIRA L. CLAVEL T. MELENDO, Metafsica. EUNSA. (Pamplona 1993). pp 119-128.

  • 33

    Yendo a lo concreto se puede decir que en todo ENTE (que es) se encuentran tres

    elementos, es decir, la esencia, el acto de ser y los accidentes.

    Todos los sujetos subsistentes son hipstasis, sin embargo, hay un tipo de

    subsistencia peculiar y es aquella cuya naturaleza es racional. Este tipo de Supuesto

    (Hipstasis o sujeto) viene llamado persona.

    Una vez conceptualizado los trminos metafsicos se dan razones a propsito de la

    persona de Cristo. Veamos

    El concilio de Calcedonia (451) haba puesto en claro que en la persona de Cristo

    confluyen dos naturalezas, es decir, la divina porque el Verbo es Dios- y la naturaleza

    humana porque es hombre de verdad. A este respecto se debe observar que la

    Palabra de Dios cuando habla de Jess no se expresa filosficamente. El dato que

    nos trasmite sin explicar es que l es Dios de verdad. El que naci en Beln es el Hijo

    de Dios altsimo.

    Lo que la teologa hace es usar los conceptos metafsicos para hacer razonable dicho

    misterio.

    En la Encarnacin debemos comprender que Verbo de Dios se hizo carne en las

    entraas de Mara por obra del Espritu Santo. Se unen por tanto las dos naturalezas,

    tanto la divina y la humana, y dicha unin acontece en la hipostasis del Verbo.

    Jess tiene una naturaleza humana completa, es decir, alma y cuerpo humanos

    (esencia humana), pero no es persona humana porque el supuesto sobre el que

    descansa esta naturaleza es la misma subsistencia del Verbo, es decir, el Acto de ser

    del Verbo.

    Es cierto que esto es un caso nico, un verdadero milagro porque a las dems

    criaturas los hombres- le corresponde su propio acto de ser finito, en cambio, en

    Jess, el acto de ser que lo constituye como hombre de verdad es la hipstasis del

    Verbo.

    Las repercusiones de esta unin son sorprendentes porque en Cristo Dios habla con

    palabras humanas, por eso, que el que muri en la cruz es el Hijo de Dios en su

    naturaleza humana. Todos los actos humanos de Cristo son los actos del Verbo

    porque las acciones se atribuyen a la persona y no a la naturaleza.

    En conclusin la Encarnacin del Verbo es la gran condescendencia de Dios por sus

    criaturas. Tiene razn san Pedro cuando en su carta llega a decir -hablando de Cristo-

    que su pobreza nos ha enriquecido o bien como canta la liturgia que en l la

    naturaleza humana se ha enaltecido.

  • 34

    2.5) Jesucristo profeta

    Muchas veces y de muchos modos habl Dios en el pasado a nuestros padres por

    medio de los profetas; en estos ltimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo

    (Hb 1, 1-2). Habiendo hace poco reflexionado sobre la admirable encarnacin del Hijo

    se entiende que Jess es la plenitud de la revelacin.

    En este sentido la revelacin vetero testamentaria haba profetizado al Mesas como

    un gran profeta (cf Dt 18,18); por esa razn los contemporneos de Jess esperaban

    que el Mesas lo fuera (cf Jn 1, 21.25).

    Esta especial condicin proftica en Cristo se pone de manifiesto cuando se presenta

    como el revelador del Padre ( Mt 11, 27). As pues, mientras que los profetas

    anteriores a l anunciaban lo que se les haba revelado, en cambio, Jess habla de lo

    que ve y conoce ( cf J 3, 11).

    El carcter supremo y definitivo de las enseanzas de Jess se fundamenta en su

    condicin de Dios-Hombre, por la que sus palabras humanas son, en sentido pleno,

    palabras humanas de Dios12.

    Es una revelacin inmediata y su palabra es vinculante en el mbito de la fe cristiana.

    La ciencia humana de Cristo

    Si Cristo es hombre de verdad y posee una naturaleza humana completa hay que

    deducir, por lo tanto, que tambin tena ciencia humana como la tenemos nosotros,

    por eso, en este apartado que habla de Jess-profeta se suele hablar de la ciencia

    adquirida, de la ciencia infusa y de la ciencia de visin.

    La ciencia adquirida

    Con este tipo de ciencia se pone de manifiesto que Cristo adquiri los conocimientos

    humanos a partir de sus propias fuerzas. Un texto en el que se pretende ver este tipo

    de ciencia es lo que Lucas describe puesto que al habar de Cristo dice que creca en

    sabidura, edad y gracia (cf Lc 2,52). Es verdad que algunos, al principio, lo negaron,

    sin embargo, no se puede afirmar lo contrario porque lo que se podra trasmitir sera el

    hecho de que Jess no fue hombre de verdad.

    La ciencia infusa

    Por ciencia infusa se debe entender aquel conocimiento que es infundido directamente

    por Dios a la inteligencia humana. Un ejemplo, lo tenemos en el conocimiento proftico

    12 F.OCRIZ L.F. MATEO SECO J.A. RIESTRA, El misterio ... o.c, p. 232.

  • 35

    que consiste en un verdadero y firme conocimiento el futuro. A la hora de justificar este

    tipo de ciencia en Cristo se suele apelar al principio de perfeccin. En efecto, la

    inteligencia creada de Cristo dicen- no deba estar en estado imperfecto, porque a

    una naturaleza unida hipostticamente a la Persona del Verbo conviene perfeccin

    omnmoda.13

    La ciencia de visin

    Este tipo de ciencia es una visin intuitiva de la Divinidad (cf 1 Cor 13,12; 1 Jn 3, 2).

    Se suelen mencionar tres razones de conveniencia con respecto a la ciencia de visin

    por parte de Jess: 1) por la perfeccin debida a la naturaleza humana de Cristo; 2)

    por su capitalidad: Jess es cabeza de la Iglesia; 3) por la plenitud de la santidad

    2.6) Jesucristo sacerdote y rey

    Que Jesucristo sea sacerdote lo podemos constatar en el libro de la carta a los

    Hebreos. All se lee: Este es el punto capital de cuanto venimos diciendo, que

    tenemos un sumo sacerdote tal, que se sent a la diestra del trono de la Majestad en

    los cielos ( Hb 8, 1), sin embargo los evangelistas nunca le dan dicho ttulo ni

    tampoco Jess se lo aplic a s mismo.

    Ante esta realidad debemos decir que la carta a los Hebreos recoge una larga

    tradicin que se encuentra expresada tanto en el AT y en el NT. Adems hay que

    tener en cuenta el testimonio que han acreditado los padres de la Iglesia cuando en

    sus escritos se han referido a Jess con el calificativo de Sacerdote.

    En cuanto al AT podemos citar aquellos salmos donde la figura del Mesas aparece en

    su condicin de sacerdote. Es clsico, al respecto, el salmo 110 que posteriormente

    aparece citado en varias ocasiones por el NT (Mc 12, 36; Mt 22, 44; Lc 20, 42; Hch 2,

    34-35; Rom 8, 34; 1Cor 15, 27-28; Ef 1, 20-22; Hb 5, 6. 10; 6, 20; 7, 1-10).

    Por otra parte el AT a la hora de presentar al Mesas declara que ste salvara a su

    pueblo por medio de sus sufrimientos ( cf Is 42, 1-7; 49, 1-9; 50, 4-11; 52, 12-53).

    En los evangelios, adems, la condicin sacerdotal de Jess aparece cuando se

    considera que su muerte es redentora, es decir, que es sacrificio por los pecados (Mc

    14, 24; Mt 26, 26; Lc 22, 20; 1 Cor 11, 24-25).

    El hecho incluso de que Jess hable de nueva alianza hace pensar en el sacerdocio

    puesto que la anterior alianza se zanj a travs de un sacrificio.

    13 IDEM, p. 239

  • 36

    Jess, sacerdote segn el orden de Melquisedec.

    La Carta a los Hebreos, en cita del Salmo 110, 4 dice que Jesucristo es sacerdote

    segn el orden de Melquisedec, poniendo de relieve que esta expresin se aplica a

    Cristo por tres razones: a) porque Melquisedec significa rey de justicia, y rey de Salen

    significa rey de paz, mientras que el reino del Mesas ser el reino de la paz y de la

    justicia( 7, 1-2 ); b) porque Melquisedec, sin padre, sin madre, sin genealoga, sin

    principio ni fin de su vida se asemeja en eso al Hijo de Dios, que es sacerdote para

    siempre ( 7, 3); c) porque fue l, Melquisedec, quien bendijo a Abraham y quien recibi

    de l los diezmos, mostrndose en esto la superioridad de Melquisedec sobre

    Abraham y, en consecuencia la superioridad de Aquel Cristo- de quien Melquisedec

    era tipo ( 7, 4-10 ). Las referencias a Melquisedec ponen de relieve que el sacerdocio

    no le viene a Jesucristo por herencia carnal l no es de la tribu de Lev, sino la de

    Jud- y, al mismo tiempo, manifiestan tambin que con el nuevo sacerdocio de Cristo

    ha sido abolido el sacerdocio aarnico (7, 11-19)14.

    2.7) La santidad de Jesucristo

    Al hablar de la santidad de Cristo tenemos en cuenta su condicin humana; en este

    sentido se debe afirmar que en cuanto hombre Cristo fue bendecido con el don de la

    gracia como ningn otro. En este caso se suele hablar de una triple gracia en l: a) la

    gracia de unin (se trata del don concedido a una naturaleza humana y de la que no

    hay parangn. En otras palabras se refiere a la unin hiposttica. El Verbo se ha unido

    a una criatura. Esto es pues la gracia de unin); b) la gracia habitual o llamada

    tambin santificante, que santificaba su alma humana; c) la gracia capital, es decir, es

    aquella gracia en cuanto cabeza de todo el gnero humano.

    Al considerar que Cristo en cuanto hombre tena gracia, tambin se debe afirmar su

    impecabilidad y esto por tres razones: por la unin hiposttica, por la santidad de

    Cristo y por su misin de redentor. Y con respecto a las tentaciones que sufriera por

    parte del demonio se debe decir que l no tena un desorden en la concupiscencia

    (fomes peccati). En otras palabras, l no experiment la tentacin desde el interior de

    su persona (ab extrnseco) sino desde fuera, y en este sentido es modelo para todos

    los discpulos.

    ACTIVIDAD

    1) Seala en un cuadro todas las herejas cristolgicas indicando las diferencias y semejanzas.

    2) Investiga y comenta los concilios de feso, Calcedonia y III concilio de Constantinopla

    14 IDEM, El misterio ... o.c, p. 260

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    CAPTULO III: LOS MISTERIOS DE JESUCRISTO

    Esta parte de la cristologa considera lo que Jesucristo ha hecho para salvarnos del

    pecado. En este sentido se reflexiona sobre sus misterios, es decir, aquellos actos

    salvficos que habiendo sido realizados por l en su naturaleza humana son de un

    valor infinito porque han sido realizados, al fin y al cabo, por la persona del Verbo.

    Seguimos en este caso la explicacin brillante que hace de este tema el Catecismo de

    la Iglesia catlica (CEC, 512-682)

    3.1) Los misterios de la infancia de Jess y el ministerio pblico de Cristo

    LOS MISTERIOS DE LA VIDA DE CRISTO

    512 Respecto a la vida de Cristo, el Smbolo de la Fe no habla ms que de los

    misterios de la Encarnacin (concepcin y nacimiento) y de la Pascua (pasin,

    crucifixin, muerte, sepultura, descenso a los infiernos, resurreccin, ascensin). No

    dice nada explcitamente de los misterios de la vida oculta y pblica de Jess, pero los

    artculos de la fe referente a la Encarnacin y a la Pascua de Jess iluminan toda la

    vida terrena de Cristo. "Todo lo que Jess hizo y ense desde el principio hasta el da

    en que [...] fue llevado al cielo" (Hch 1, 1-2) hay que verlo a la luz de los misterios de

    Navidad y de Pascua.

    513 La catequesis, segn las circunstancias, debe presentar toda la riqueza de los

    misterios de Jess. Aqu basta indicar algunos elementos comunes a todos los

    misterios de la vida de Cristo (I), para esbozar a continuacin los principales misterios

    de la vida oculta (II) y pblica (III) de Jess.

    I. Toda la vida de Cristo es misterio

    514 Muchas de las cosas respecto a Jess que interesan a la curiosidad humana no

    figuran en el Evangelio. Casi nada se dice sobre su vida en Nazaret, e incluso una

    gran parte de la vida pblica no se narra (cf. Jn 20, 30). Lo que se ha escrito en los

    Evangelios lo ha sido "para que creis que Jess es el Cristo, el Hijo de Dios, y para

    que creyendo tengis vida en su nombre" (Jn 20, 31).

    515 Los evangelios fueron escritos por hombres que pertenecieron al grupo de los

    primeros que tuvieron fe (cf. Mc 1, 1; Jn 21, 24) y quisieron compartirla con otros.

    Habiendo conocido por la fe quin es Jess, pudieron ver y hacer ver los rasgos de su

    misterio durante toda su vida terrena. Desde los paales de su natividad (Lc 2, 7)

    hasta el vinagre de su Pasin (cf. Mt 27, 48) y el sudario de su Resurreccin (cf. Jn 20,

    7), todo en la vida de Jess es signo de su misterio. A travs de sus gestos, sus

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    milagros y sus palabras, se ha revelado que "en l reside toda la plenitud de la

    Divinidad corporalmente" (Col 2, 9). Su humanidad aparece as como el "sacramento",

    es decir, el signo y el instrumento de su divinidad y de la salvacin que trae consigo: lo

    que haba de visible en su vida terrena conduce al misterio invisible de su filiacin

    divina y de su misin redentora.

    Los rasgos comunes en los Misterios de Jess

    516 Toda la vida de Cristo es Revelacin del Padre: sus palabras y sus obras, sus

    silencios y sus sufrimientos, su manera de ser y de hablar. Jess puede decir: "Quien

    me ve a m, ve al Padre" (Jn 14, 9), y el Padre: "Este es mi Hijo amado; escuchadle"

    (Lc 9, 35). Nuestro Seor, al haberse hecho hombre para cumplir la voluntad del Padre

    (cf. Hb 10,5-7), nos "manifest el amor que nos tiene" (1 Jn 4,9) con los rasgos ms

    sencillos de sus misterios.

    517 Toda la vida de Cristo es misterio de Redencin. La Redencin nos viene ante

    todo por la sangre de la cruz (cf. Ef 1, 7; Col 1, 13-14; 1 P 1, 18-19), pero este misterio

    est actuando en toda la vida de Cristo: ya en su Encarnacin porque hacindose

    pobre nos enriquece con su pobreza (cf. 2 Co 8, 9); en su vida oculta donde repara

    nuestra insumisin mediante su sometimiento (cf. Lc 2, 51); en su palabra que purifica

    a sus oyentes (cf. Jn 15,3); en sus curaciones y en sus exorcismos, por las cuales "l

    tom nuestras flaquezas y carg con nuestras enfermedades" (Mt 8, 17; cf. Is 53, 4);

    en su Resurreccin, por medio de la cual nos justifica (cf. Rm 4, 25).

    518 Toda la vida de Cristo es misterio de Recapitulacin. Todo lo que Jess hizo, dijo

    y sufri, tuvo como finalidad restablecer al hombre cado en su vocacin primera:

    Cuando se encarn y se hizo hombre, recapitul en s mismo la larga historia de la

    humanidad procurndonos en su propia historia la salvacin de todos, de suerte que lo

    que perdimos en Adn, es decir, el ser imagen y semejanza de Dios, lo recuperamos

    en Cristo Jess (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 3, 18, 1). Por lo dems, sta

    es la razn por la cual Cristo ha vivido todas las edades de la vida humana,

    devolviendo as a todos los hombres la comunin con Dios (ibd., 3,18,7; cf. 2, 22, 4).

    Nuestra comunin en los misterios de Jess

    519 Toda la riqueza de Cristo "es para todo hombre y constituye el bien de cada uno"

    (RH 11). Cristo no vivi su vida para s mismo, sino p