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El hombre que no sabe sonreír, no debe abrir tiendaa.

La flor de loto asoma inmaculada en el fango

Por la boca entra la enfermedad y sale la desgracia.

Gota a gota se forma el río.

En la controversia, si escuchas a ambas partes, habrá luz; si sólo a una,

tinieblas.

No hay caballo, por bueno que sea, que no tropiece alguna vez.

Es mejor darse la vuelta que perderse en el camino.

Las almas grandes tienen voluntades; las débiles, sólo

deseos.

Conocemos las caras de las personas, no sus corazones; no te atrevas a juzgarles.

El cielo no cierra completamente la puerta a los hombres, siempre deja abierta una ventana.

Más vale lo que has visto una vez que lo que te hayan contado cien veces.

Los padres plantan los árboles y los

hijos gozan de su sombra.

JJS