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Doce Años de Esclavitud Por Solomon Northup

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DoceAñosdeEsclavitud

Por

SolomonNorthup

I

INTRODUCCIÓN—ASCENDENCIA—LAFAMILIANORTHUP—NACIMIENTOYORIGEN—MINTUSNORTHUP—CASAMIENTOCONANNEHAMPTON—BUENASDECISIONES—ELCANAL

CHAMPLAIN—VIAJEENBALSAACANADÁ—AGRICULTURA—ELVIOLÍN—LACOCINA—LAMUDANZAASARATOGA—

PARKERYPERRY—ESCLAVOSYESCLAVITUD—LOSNIÑOS—ELINICIODELAAGONÍA

Alhabernacidolibreyhaberdisfrutadodurantemásdetreintaañosdelosprivilegiosdelalibertadenunestadolibre,y,transcurridoesteperíodo,habersidosecuestradoyvendidocomoesclavo,situaciónenlaquepermanecíhastaque,enelmesdeenerode1853,trasdoceañosdecautiverio,fuifelizmenterescatado, me comentaron que el relato de mi vida y mi suerte no estaríadesprovistodeinterésparaelpúblico.

Desdequerecuperélalibertadnohedejadodeobservarelcrecienteinterésen todos los estados del norte por el tema de la esclavitud. Circulan, encantidad sin precedentes, obras de ficción que aseguran mostrar suscaracterísticas, tanto en los aspectos más agradables como en los másrepugnantes,yamimododeverlohanconvertidoenunfructíferotemaquesecomentaysedebate.

Solopuedohablardelaesclavitudenlamedidaenquelaheobservadoyomismo, en que la he conocido y experimentado en mi propia persona. Miobjetivoesofrecerunsinceroyverazresumendehechosconcretos,narrarlahistoriademivida,sinexageraciones,ydejarparaotroslalabordedeterminarsi incluso laspáginasde lasobrasde ficciónofrecenuna imagenerróneademayorcrueldadodeunaesclavitudmásdura.

Hastadondehepodidoconfirmar,misantepasadosporpartedepadreeranesclavos en Rhode Island. Pertenecían a una familia que se apellidabaNorthup,unodecuyosmiembros semarchódel estadodeNuevaYorky seinstaló en Hoosic, en el condado de Rensselaer. Se llevó con él a MintusNorthup,mipadre.Traslamuertedeesteseñor,quedebiódeproducirsehaceunoscincuentaaños,mipadrepasóa ser libre,porque suamohabíadejadoescritoensusúltimasvoluntadesqueloemanciparan.

El señor Henry B. Northup, de Sandy Hill, distinguido abogado y elhombrealqueprovidencialmentedebomiactuallibertadymiregresoconmimujerymishijos,esparientedelafamiliaenlaquesirvieronmisantepasadosy de la que tomaron el apellido que llevo.A este hecho puede atribuirse eltenazinterésquesehatomadopormí.

Pocotiempodespuésdesuliberación,mipadresetrasladóalaciudaddeMinerva,enelcondadodeEssex,NuevaYork,donde,enelmesde juliode1808, nací yo. No estoy en condiciones de asegurar con absoluta certezacuántotiemposequedóenestaúltimaciudad.DesdeallísemudóaGranville,enelcondadodeWashington,cercadeunlugarconocidocomoSlyborough,donde durante unos años trabajó en la granja de Clark Northup, tambiénparientedesuantiguoamo.Deallíse trasladóa lagranjaAlden,en lacalleMoss,apocadistanciaalnortedelaciudaddeSandyHill,ydeallíalagranjaqueahoraespropiedaddeRusselPratt,situadaenlacarreteraquevadeFortEdward a Argyle, donde vivió hasta su muerte, que tuvo lugar el 22 denoviembre de 1829. Dejó una viuda y dos hijos, yo mismo y Joseph, mihermanomayor.EsteúltimotodavíaviveenelcondadodeOswego,cercadela ciudad delmismo nombre.Mimadremurió en el período en que estuvecautivo.

Mipadre,aunquenacióesclavoytrabajóenlasituacióndesventajosaalaque mi desdichada raza está sometida, era un hombre respetado por sulaboriosidad y su integridad, como pueden atestiguar muchas personas quesiguen vivas y lo recuerdan muy bien. Dedicó toda su vida a las pacíficaslaboresagrícolasyjamásbuscótrabajoenquehaceresmásinsignificantes,queson los que suelen asignar a los hijos deÁfrica.Además de ofrecernos unaeducaciónsuperiora laquesolíaotorgarsea losniñosdenuestracondición,adquirió,graciasasudiligenciayalahorro,suficientesbienesinmueblesparaejercerelderechoalvoto.Noshablabaamenudodesuvidaanterior,yaunqueentodomomentoalbergóelmáscálidosentimientodegenerosidad,inclusodeafecto, hacia la familia en cuya casa había sido esclavo, nunca entendió laesclavitudyleentristecíaquedegradaranasuraza.Seempeñóeninculcarnosel sentido de la moralidad y en enseñarnos a creer y confiar en Dios, queconsideraalasmáshumildesdesuscriaturasexactamenteigualquealasmáselevadas.Cuántasvecesel recuerdode susconsejospaternalesmevinoa lamente cuando estaba tumbado en un corral de esclavos en las lejanas einsalubres tierras de Luisiana, dolorido por las inmerecidas heridas que unamo inhumanomehabía infligidoycon laúnicaesperanzadeque la tumbaquecubríaamipadremeprotegieraamítambiéndellátigodelopresor.EnelcamposantodeSandyHill,unahumildepiedraseñalael lugardondereposa,trashabercumplidodignamentelosdeberespropiosdelamodestaesferaporlaqueDiosleasignótransitar.

Hastaaquelperíodomehabíadedicadosobre todoa trabajarenlagranjaconmipadre.Solíadedicarlashorasdeocioquemeconcedíanamislibrosyatocarelviolín,unentretenimientoqueeramiprincipalpasióndejuventud.También fue desde entonces una fuente de consuelo que complacía a laspersonas sencillas con las que me había tocado vivir y que durante horasapartabamispensamientosdeladolorosacontemplacióndemidestino.

EldíadeNavidadde1829mecaséconAnneHampton,unachicadecolorquepor aquel entoncesvivía cercadenuestra casa.El señorTimothyEddy,juez y notable ciudadano, ofició la ceremonia en Fort Edward. Anne habíavivido mucho tiempo en Sandy Hill, con el señor Baird, propietario de latabernaEagleymiembrode la familiadel reverendoAlexanderProudfit,deSalem.EstecaballeropresidiódurantemuchosañoslaSociedadPresbiterianade Salem y era muy conocido por sus conocimientos y su devoción. Annetodavía guarda un grato recuerdo de la extrema bondad y los excelentesconsejosdeaquelbuenhombre.Mimujernoescapazdedeterminarsulinajecon exactitud, pero en sus venas semezcla la sangre de tres razas. Resultadifícildecirsipredominalaroja,lablancaolanegra.Sinembargo,launiónde todas ellas en su origen le ha otorgado una expresión peculiar, aunqueagradable, muy rara de ver. Aunque tiene ciertas similitudes con loscuarterones,nosepuededecirqueformepartedeestegrupo,eltipodemulatoalqueheolvidadomencionarquepertenecíamimadre.

En elmes de julio anterior había cumplido veintiún años, demodo queacababadealcanzarlamayoríadeedad.Privadodelconsejoylaayudademipadre, y con una mujer que dependía de mí, decidí emprender una vidalaboriosa,yapesardequemicoloreraunobstáculoydequeeraconscientedemihumildenivelsocial,mepermitísoñarquellegaríanbuenostiemposenlos que poseería una modesta casa con varias hectáreas de terreno querecompensaríanmi trabajoymeproporcionarían losmediosnecesariosparaserfelizyvivirconholgura.

Desdeeldíademibodahastahoy,elamorqueheprodigadoamiesposaha sido sincero y no ha disminuido un ápice, y solo los que han sentido laternuradeunpadreporsudescendenciasabránvalorarmienormecariñoalosamados hijos que hemos tenido hasta la fecha. Considero adecuado ynecesariodecirloparaque losque leanestaspáginasentiendan la intensidaddelossufrimientosquehesidocondenadoasoportar.

Inmediatamente después de casarnos empezamos a trabajar en el viejoedificioamarilloqueporaquelentoncesestabaenelextremosurdelpueblode Fort Edward y que con el tiempo se había convertido en una modernamansiónen laque sehabía instaladoel capitánLathrop.Se laconocecomoFortHouse.Tras la organización del condado, en esa casa se celebraban devezencuandosesionesmunicipales.TambiénhabíavividoenellaBurgoyne,en1777,porqueestabacercadelviejofuertedelaorillaizquierdadelHudson.

Duranteelinviernotrabajé,juntoconotroshombres,enlareparacióndelapartedelcanaldeChamplainqueestabaalcargodeWilliamVanNortwick.DavidMcEachronera el responsabledirectode loshombres con losqueyotrabajaba.Cuandoseabrióelcanal,enprimavera,loquehabíaahorradodemisueldo me permitió comprar un par de caballos y diversos materiales

imprescindiblesparanavegar.

Contratémano de obra eficaz para queme ayudara y llegué a acuerdospara transportargrandesbalsascargadasdemaderadesdeel lagoChamplainhasta Troy. Dyer Beckwith y un tal señor Bartemy, de Whitehall, meacompañaron en varios viajes.Aquella primavera aprendí a la perfección elarte y los misterios de la navegación fluvial, un conocimiento que másadelantemepermitióprestarrentablesserviciosaundignoamoyquedejabapasmadosalosmadererosestrechosdemirasdelasorillasdeBayouBoeuf.

EnunodemisviajesporellagoChamplaintuvequepasarporCanadá.AldetenernosenMontrealpararepararlaembarcación,aprovechéparavisitarlacatedralyotros lugaresde interésde la ciudad.Desde allí seguími travesíahastaKingstonyotrasciudades, loquemeproporcionóunconocimientodeaquellos lugaresque tambiénme sirviómásadelante, comoseveráhacia elfinaldeesterelato.

Tras haber cumplido con mis compromisos en el canal de formasatisfactoria tantoparamícomoparaquienmehabíaencargadoel trabajo,ytemiendo quedarme ocioso, visto que se había vuelto a suspender lanavegaciónenelcanal,lleguéaunacuerdoconMedadGunnparacortargrancantidaddemadera.Aestaocupaciónmedediquéduranteelinviernode1831-1832.

Conelregresodelaprimavera,Anneyyoplaneamosquedarnosconunagranjadelosalrededores.Estabaacostumbradoatrabajarenelcampodesdemimás tierna infancia y era una labor queme resultaba agradable, así queempecéaarreglarunapartedelaviejagranjaAlden,enlaquemipadrehabíavividoañosatrás.Conunavaca,uncerdo,unyugoparabueyesquecompréenHartfordaLewisBrownyotrosbienesyefectospersonales,nosdirigimosanuestronuevohogardeKingsbury.Aquelañoplantédiezhectáreasdemaíz,sembrégrandescamposdeavenayempecéacosecharatangranescalacomomepermitíanmismedios.Anneseocupabadelaslaboresdomésticasmientrasyotrabajabaduroenelcampo.

Allívivimoshasta1834.Duranteelinviernomellamabanamenudoparaque tocara el violín.Dondequiera que los jóvenes se reunieran a bailar, allíestaba yo casi siempre. Mi violín era famoso en todos los pueblos de losalrededores.YtambiénAnne,durantesulargaestanciaenlatabernaEagle,sehabía convertido en una famosa cocinera. Durante las semanas en que secelebraban las sesiones municipales y en los eventos públicos, la Sherrill’sCoffeeHouselacontratabaparalacocinaylepagabaunbuensueldo.

Tras realizar estos servicios, siempre volvíamos a casa con dinero en elbolsillo, así que tocando el violín, cocinando y trabajando en el campo notardamosennadaren laabundanciayen llevarunavidaprósperayfeliz.Y,

sinduda,lohabríasidosinoshubiéramosquedadoenlagranjadeKingsbury,pero llegóunmomentoenquedimosunpasohaciaelcrueldestinoquemeesperaba.

Enmarzode1834,nosmudamosaSaratogaSprings.NosalojamosenunacasapropiedaddeDanielO’Brien,enlazonanortedelacalleWashington.Enaquellaépoca,IsaacTaylorteníaunagranpensiónconocidacomoWashingtonHall,enelextremonortedeBroadway.Mediotrabajocomoconductordeuncoche de caballos, a lo quemedediqué durante dos años.Transcurrido estetiempo,elhotelUnitedStatesyotrosestablecimientossolíandarmetrabajo,ytambiénaAnne,enlastemporadasturísticas.Duranteelinviernodependíademi violín, aunque, cuando se construyó la vía férrea en Troy y Saratoga,trabajéduramenteenellamuchosdías.

En Saratoga solía comprar artículos que mi familia necesitaba en lastiendasdelseñorCephasParkerydelseñorWilliamPerry,caballerosalosquerecuerdo amenudo por susmuchos gestos de bondad. Por esta razón, doceañosdespués,pedíqueleshicieranllegarlacartaqueadjuntomásadelanteyque, al llegar amanosdel señorNorthup, fue ladesencadenantedemi felizliberación.

Mientras vivíamos en el hotel United States solía encontrarme conesclavosquehabíanllegadodelsurconsusamos.Siempreibanbienvestidosy arreglados, y al parecer suvida era fácil, sin apenasproblemas cotidianosque losperturbaran.Amenudocharlabanconmigosobre laesclavitud,ymeparecióquecasitodosellosalbergabanelsecretodeseodeserlibres.Algunosexpresaban el más ardiente anhelo de escapar y me consultaban el mejormétodoparaconseguirlo.Sinembargo,entodosloscasos,elmiedoalcastigo,que sabían que sin duda les esperaba si los capturaban y tenían que volver,demostrósersuficienteparadisuadirlosdeintentarlo.Aunquedurantetodamividahabíarespiradoelaire libredelnorteyeraconscientedequealbergabalosmismossentimientosyafectosqueseencuentranenelpechodelhombreblanco, aunque era consciente además de que mi inteligencia era comomínimo igual a la de algunos hombres de piel más clara, era demasiadoignorante,quizádemasiadoindependiente,paraentenderquealguienpudieraaceptarvivirenlasabyectascondicionesdeunesclavo.Nomeentrabaenlacabezaqueunaley,ounareligión,quedefiendeoadmitelaesclavitudpudieraserjusta.Ymeenorgullecedecirqueniunasolavezdejédeaconsejaratodoslosqueacudieronamíquebuscaransuoportunidadylucharanporlalibertad.

SeguíviviendoenSaratogahastalaprimaverade1841.Lasprometedorasexpectativasque,sieteañosantes,noshabíanarrancadodelatranquilagranjade la orilla este del Hudson no se habían cumplido. Aunque nuestrascircunstancias siempre habían sido cómodas, no habíamos prosperado comoesperábamos.Lasociedadylasrelacionesenaquellugarturísticoaorillasdel

ríonoestabanpensadasparapreservarlossencilloshábitosdetrabajoyahorroalosqueyoestabaacostumbrado,sino,porelcontrario,parasustituirlosporotrosquetendíanalaociosidadyeldespilfarro.

Enaquellosmomentoséramospadresdetresniños:Elizabeth,MargaretyAlonzo.Elizabeth,lamayor,teníadiezaños,MargareteradosañosmenoryelpequeñoAlonzoacababadecumplircinco.Eranlaalegríadenuestracasa.Susvoces infantiles eran música para nuestros oídos. Su madre y yo hicimosmultituddecastillosenelairerespectoanuestrospequeñosinocentes.Cuandoyo no trabajaba, siempre salía a pasear con ellos, vestidos con susmejoresgalas,porlascallesylasarboledasdeSaratoga.Meencantabaestarconellosylosestrechabacontramipechoconunamortancálidoytiernocomosisuoscurapielfueramásblancaquelanieve.

Hastaaquílahistoriademividanopresentanadafueradelocorriente,tansololasesperanzas,losafectosylostrabajoshabitualesdeunhombredecolorqueavanzahumildementeporelmundo.Peroenaquelmomentolleguéaunpuntodeinflexiónenmiexistenciaycrucéelumbraldelaatrozinjusticia,eldoloryladesesperación.Memetíbajolasombradeunanube,enunadensaoscuridadenlaquenotardaríaendesaparecer,ypor tantoquedaríaocultoalosojosdemisseresqueridosyexcluidodeladulceluzdelalibertaddurantelargosyagotadoresaños.

II

LOSDOSDESCONOCIDOS—LACOMPAÑÍACIRCENSE—LAMARCHADESARATOGA—VENTRILOQUIAY

PRESTIDIGITACIÓN—ELVIAJEANUEVAYORK—LOSPAPELESDELIBERTAD—BROWNYHAMILTON—LASPRISASPORLLEGARALCIRCO—LALLEGADAAWASHINGTON—ELFUNERALDEHARRISON—ELREPENTINOMALESTAR—EL

TORMENTODELASED—LALUZQUESEALEJA—INCONSCIENCIA—CADENASYOSCURIDAD

Unamañana,haciafinalesdemarzode1841,comoenaquellosmomentosno teníanadaquehacer, salí apasearporSaratogaSpringspensandodóndeconseguir algún trabajo hasta que llegara la temporada alta.Anne, como decostumbre, había ido a Sandy Hill, a unas veinte millas de distancia, paraocuparsedeldepartamentodecocinadelaSherrill’sCoffeeHousedurantelasesiónmunicipal.CreoqueElizabethhabíaidoconella.MargaretyAlonzosequedaronconsutíaenSaratoga.

EnlaesquinadeCongressStreetconBroadway,juntoalataberna,queporaquel entonces llevaba y, que yo sepa, sigue llevando el señor Moon, meabordarondoshombresdeaspectorespetable,quenoconocíaabsolutamentenada.Medalaimpresióndequemeloshabíapresentadoalgúnconocidomío,aunquenologrorecordarquién,diciéndolesqueyoeraunexpertoviolinista.

En cualquier caso, no tardaron en hablarme de este tema yme hicierongran cantidad de preguntas sobre mis aptitudes. Como, al parecer, misrespuestaslesresultaronsatisfactorias,mepropusieroncontratarmisserviciosduranteunabrevetemporada,yasícomprobar,además,sieralapersonaquenecesitaban.Porloquemedijeronposteriormente,sellamabanMerrillBrownyAbramHamilton,aunquetengorazonesmásquefundadasparadudardequefueransusverdaderosnombres.Elprimeroparecíatenerunoscuarentaaños,era más bien bajito y rechoncho, con una expresión que indicaba astucia einteligencia.Vestíaunalevitanegrayunsombrerodelmismocolor,ydijoquevivíaenRochesteroSyracuse.Elsegundoeraunjovendecomplexiónnormaly ojos claros, y si tuviera que fijar su edad, diría que no tenía más deveinticincoaños.Eraaltoydelgado,ibavestidoconunabrigodecolormarrónclaro, un sombrero satinado y un chaleco elegante. Iba todo él a la últimamoda. Parecía algo afeminado, aunque era atractivo y tenía cierto aire detranquilidad que denotaba que tenía mucho mundo. Según me contaron,estabanrelacionadosconunacompañíadecircoqueenaquellosmomentosseencontrabaenlaciudaddeWashington,haciadondesedirigíandevuelta,trashaber viajado unos días al norte para ver el país, y sufragaban sus gastoshaciendo exhibiciones de vez en cuando. También me comentaron que leshabíaresultadomuydifícilencontrarmúsicaparasusespectáculosyquesilosacompañabaaNuevaYork,mepagaríanundólarpor cadadíade trabajo,ytres dólares más por cada noche que tocara en sus funciones, además deldineroparapagarmeelviajederegresodeNuevaYorkaSaratoga.

Aceptédeinmediatolatentadoraoferta,tantoporlaremuneraciónquemeprometían como por el deseo de ver lametrópolis. Estaban impacientes porsalir cuanto antes. Como pensé que me ausentaría poco tiempo, no creínecesario escribir aAnne para decirle adónde iba, porque de hecho suponíaque era posible que volviera antes que ella.Así que cogí algo de ropa paracambiarme y mi violín, y me dispuse a ponerme en camino. El carruajearrancó. Era un coche cubierto, tirado por un par de nobles caballos queotorgabanalconjuntounaspectoelegante.Suequipaje,queconsistíaen tresgrandes baúles, iba atado a la baca, y tras subir al asiento del conductor,mientrasellostomabanasientoenlapartetrasera,mealejédeSaratogaporlacarreteraque sedirigíaaAlbany,entusiasmadoconminuevo trabajoymásfelizquenuncaenmivida.

Atravesamos Ballston y, al llegar a la carretera de la montaña, como la

llaman, si la memoria no me falla, la tomamos en dirección a Albany.Llegamosaestaciudadantesdelanochecerynosdetuvimosenunhotelalsurdelmuseo.

Aquellanochetuveocasióndepresenciarunodesusnúmeros,elúnicoentodoeltiempoquepaséconellos.Hamiltonsecolocóenlapuerta,yohicedeorquestayBrownofrecióelespectáculo,queconsistióenlanzarpelotas,bailarsobre la cuerda floja, freír tortitas en un sombrero, hacer gritar a cerdosinvisibles,entreotrostrucosdeventriloquiayprestidigitación.Elpúblicofueextraordinariamenteescaso,ynodemasiadoselecto,demodoqueelinformedeHamiltonrespectodelasgananciasse limitabaa«unamiserablecantidaddecajasvacías».

A la mañana siguiente, muy temprano, reemprendimos el camino. Casitodo el tiempo hablaban de su impaciencia por llegar al circo cuanto antes.Seguimoselviajeatodaprisa,sinvolveradetenernosaactuar,yasudebidotiempo llegamos aNuevaYork, dondenos alojamos enuna casade la zonaoeste de la ciudad, en una calle que va deBroadway al río. Pensaba que elviajehabíaconcluidoparamíyesperabavolveraSaratogaconmisamigosymi familia al cabo de un día, comomáximo un par. Sin embargo,Brown yHamiltonempezaronainsistirenquesiguieraconelloshastaWashington.Mecomentaronqueencuantollegáramos,comoseacercabaelverano,elcircosetrasladaría al norte. Me prometieron trabajo y un buen sueldo si losacompañaba. Tanto hablaron sobre los beneficios que obtendría y tanhalagüeñasfueronsusexpectativasquealfinalacabéaceptandosuoferta.

Alamañanasiguientemesugirieronque,dadoqueestábamosapuntodeentrarenunestadoesclavista,noestaríademásconseguirpapelesdelibertad.Laideamepareciósensata,aunquecreoquesinolahubieranpropuesto,amínosemehabríaocurrido.Nosdirigimosdeinmediatoaloqueentendíqueerala casa de aduanas, donde declararon bajo juramento que yo era un hombrelibre. Allí redactaron un papel, nos lo entregaron y nos indicaron que lolleváramosalaAdministración.Esohicimos,elempleadoescribióalgomás,lescobróseischelinesyvolvimosalacasadeaduanas.Tuvimosquerealizarvariasformalidadesmásantesdepagaralfuncionariodosdólaresparadarporconcluidoelprocedimiento,yquepudierametermelospapelesenelbolsilloydirigirme con mis dos amigos al hotel. Debo confesar que en aquellosmomentospensabaqueesospapelesaduraspenasmerecíanloquenoshabíacostadoconseguirlos.Niremotamentesemehabíapasadopor lacabezaquemiintegridadpersonalpudieraestarenpeligro.Recuerdoqueelempleadoalque nos habíamos dirigido tomónota en un libro enorme, que supongo quedebe de estar todavía en aquel despacho. No tengo la menor duda de queconsultar lasentradasde finalesdemarzooprincipiosdeabrilbastaríaparasatisfacer a los incrédulos, al menos en lo relativo a esa transacción en

concreto.

Con la prueba de que era libre en mi poder, al día siguiente de haberllegado a Nueva York cruzamos en ferry hasta la ciudad de Jersey y nospusimos en camino hacia Filadelfia, donde nos quedamos una noche, y, aprimerahoradelamañanasiguiente,seguimosnuestroviajehastaBaltimore.Llegamosaestaciudadalahoraprevistaynosdirigimosaunhotelcercanoala estación del tren que no sé si gestionaba un tal señor Rathbone o se loconocíacomoRathboneHouse.DurantetodoelcaminodesdeNuevaYork,laimpacienciademisacompañantesporllegaralcircoparecíacadavezmayor.Dejamos el carruaje en Baltimore, nos metimos en un vagón de tren yseguimoshastaWashington,adondellegamosjustoalanochecer,lavísperadelfuneral del general Harrison, y nos alojamos en el hotel Gadsby, enPennsylvaniaAvenue.

Después de cenar me pidieron que fuera a su habitación, me pagaroncuarentaytresdólares,unacantidadmayordelaquemecorrespondía,ymedijeronqueaquelgestodegenerosidadrespondíaalhechodenohaberhechotantosespectáculosennuestroviajedesdeSaratogacomoyohabríaesperado.Además, me informaron de que la compañía circense tenía la intención demarcharse de Washington al día siguiente, pero, debido al funeral, habíandecidido quedarse un día más. Fueron extremadamente amables, como lohabíansidodesdeelprimermomentoenquehablamos.Noperdíanocasióndedarmelarazónentodoloquedecía,ytambiényoestabamuypredispuestoensufavor.Lesconcedímiconfianzasinreservas,ydebuengradohabríacreídocasicualquiercosaquemehubierandicho.Sumaneradedirigirseamíydetratarme —el hecho de que fueran previsores y sugirieran la idea de lospapelesde libertadyotros cientosdepequeñosdetallesqueno esnecesariorepetir—indicabaqueeranamigosyquesepreocupabansinceramentepormibienestar.Ahoraséquenoeraasí.Ahoraséquefueronculpablesdelaterriblecrueldad de la que entonces los creí inocentes. Los que lean estas páginastendránocasióndedeterminar,exactamenteigualqueyo,sifueroncómplicesdemisdesgracias—hábileseinhumanosmonstruosconaspectohumano—yme lanzaron el anzuelo intencionadamente para alejarme de mi casa y mifamilia por dinero. Si hubieran sido inocentes, mi repentina desapariciónhabría sido inexplicable, pero, por más vueltas que le doy a todas lascircunstancias que se produjeron, en ningún caso puedo concederles tancaritativasuposición.

Después de darme el dinero, que parecían tener en abundancia, meaconsejaron que no saliera aquella noche, dado que no estaba familiarizadoconlascostumbresdelaciudad.Lesprometírecordarsuconsejo,memarchéypocodespuésunsirvientedecolormeacompañóaundormitorioenlapartetraseradelhotel,enlaplantabaja.Metumbéadescansarpensandoenmicasa,

mimujerymishijos,yenlalargadistanciaquenosseparaba,hastaquemequedé dormido. Pero ningún ángel bueno y piadoso acudió invitándome aescapar, ninguna voz misericordiosa me advirtió en sueños de las duraspruebasporlasqueestabaapuntodepasar.

AldíasiguientesecelebróungrandesfileenWashington.Elairesellenóderugidosdecañonesytañidosdecampanas.Enlascasascolgabancresponesy las calles estaban atestadas de gente vestida de negro. A medida quetranscurría el día, la procesión apareció, avanzando muy despacio por laavenida, carruaje tras carruaje, en larga sucesión,mientrasmiles ymiles depersonas la seguían a pie,moviéndose al compás de lamelancólicamúsica.LlevabanelcuerpodeHarrisonalatumba.

DesdeprimerahoradelamañanaestuveconHamiltonyBrown.Eranlasúnicas personas que conocía en Washington. Estuvimos juntos mientraspasabaeldesfilefúnebre.Recuerdoperfectamentequeelcristaldelaventanaestabaapuntoderomperseycaerenpedazosalsuelocadavezqueelcañóndelcementerio lanzabaundisparo.FuimosalCapitolioypaseamosunbuenratopor losalrededores.Por la tarde fueronadarunavueltapor lacasadelpresidente, conmigo siempre a su lado, mostrándome diversos lugares deinterés. Aún no había visto ningún circo. De hecho, el día había sido tanagitado que apenas había pensado en el circo, por no decir que no habíapensadoenabsolutoenél.

Aquellatardemisamigosentraronvariasvecesenbaresypidieronlicores,aunque,porloquehabíavisto,noteníanporcostumbrecometerexcesos.Enaquellaocasión,trasservirseasímismos,llenabanunvasoymeloofrecían.Yonomeemborraché,comosededuciráporloquesucedióacontinuación.Aúltimahoradelatarde,pocodespuésdehaberparticipadoenunadeaquellasrondas, empecé a sentirmemuymal,muymareado. Comenzó a dolerme lacabeza, un dolor intenso que me dejaba embotado, indescriptiblementedesagradable.Cuandomesentéacenarnoteníahambre.Lavisiónyelsaborde la comida me producían náuseas. Por la noche, el mismo sirviente meacompañóalahabitaciónenlaquehabíadormidolanocheanterior.BrownyHamilton me aconsejaron que me retirara, se compadecieron de míamablemente yme expresaron su deseo de queme encontraramejor por lamañana.Mequitésoloelabrigoy lasbotas,ymedejécaeren lacama.Meresultabaimposibledormir.Eldolordecabezaeracadavezmásintenso,hastaque se hizo casi insoportable.Al rato empecé a tener sed. Sentía los labiosresecos.Solopodíapensarenagua,enlagosyríosfluyendo,enarroyosenlosquemehabíadetenidoabeberyenuncubollenodeaguaalzándoseconsufresconéctardesdelasprofundidadesdeunpozo.Porloquerecuerdo,hacialamedianochemelevanté,porqueyanopodíaaguantarmásaquellased.Comonoconocíaelhotel,nadasabíadesudistribución.Observéquenohabíanadie

levantado.A tientasyal azar, sin saberpordónde iba, al final encontréunacocina,enelsótano.Doso tressirvientesdecolor ibandeun ladoaotro,yuno de ellos, una mujer, me ofreció dos vasos de agua. Me aliviómomentáneamente, pero en cuanto llegué de nuevo ami habitación volví asentir elmismodeseo ardientedebeber, lamisma sedquemeatormentaba.Metorturabainclusomásqueantes,ylomismosucedíaconelsalvajedolordecabeza,siesquetalcosapodíaser.¡Estabaangustiadoydoliente,enlamásinsoportable agonía! ¡Creí que iba a volverme loco! El recuerdo de aquellanochedehorriblesufrimientomeacompañaráhastalatumba.

Aproximadamenteunahoradespuésdequevolvieradelacocina,sentíquealguienentrabaenmihabitación.Parecíanservarios—unamezcladevariasvoces—, pero no sabría decir cuántos ni quiénes eran. Sería una meraconjetura aventurar si Brown yHamilton estaban entre ellos. Lo único querecuerdo con absoluta claridad es quemedijeronquehabía que llevarme almédicoparabuscarmedicamentos,quemecalcé lasbotasy, sinponermeelabrigonielsombrero,losseguíporunlargopasillohastalapuertadelacalle,quedabaaunaesquinadelaPennsylvaniaAvenue.Alotroladodelacalleseveíaunaventanaconlaluzencendida.Medalaimpresióndequehabíatrespersonasconmigo,aunquetodoesindefinidoyvago,comoelrecuerdodeundolorososueño.Loúltimoquesegrabóenmimemoriaesquemedirigíhaciaaquella luz, que suponía que procedía de la consulta de un médico y queparecíaretrocederamedidaqueyoavanzaba.Apartirdeaquelmomentoperdíla conciencia. No sé cuánto tiempo pasé inconsciente, si fue solo aquellanocheomuchosdíasconsusnoches,perocuandorecuperéelconocimiento,meencontrésolo,enlamásabsolutaoscuridadyencadenado.

Eldolordecabezaprácticamentehabíadesaparecido,peromesentíamuydébil. Estaba sentado en un banco bajo de duros tablones, sin abrigo y sinsombrero.Mehabíanesposado.Tenía tambiénpesadosgrilletesalrededordelos tobillos.Un extremo de la cadena estaba atado a una gran argolla en elsuelo,yelotro,alosgrilletesdemistobillos.Intentéenvanoponermeenpie.Comoacababadedespertarmedeun trance tandoloroso,necesitabaalgodetiempo para ordenar mis pensamientos. ¿Dónde estaba? ¿Qué significabanaquellascadenas?¿DóndeestabanBrownyHamilton?¿Quéhabíahechoparamerecerquemeencerraranenaquelcalabozo?Noloentendía.Ningúnrincóndemimemorialograbarecordarloquehabíasucedidoduranteunperíododetiempo indefinido, antes de despertarme en aquel solitario lugar. Estaba enblanco.Escuchéconatenciónenbuscadealgúnindiciodevida,algúnsonido,peronada rompíaelopresivosilencio, salvoel tintineodemiscadenascadavezqueconseguíamoverme.Habléenvozalta,peroelsonidodemipropiavozmeasustó.Memetílasmanosenlosbolsilloshastadondelosgrilletesmelopermitían,encualquiercasolobastantehondoparaasegurarmedequemehabían robado no solo la libertad, sino también el dinero y los papeles.

Entoncesempezóaabrirsecaminoenmimentelaidea,enunprincipiodébilyconfusa,dequemehabíansecuestrado.Peropenséqueerainverosímil.Debíade ser un malentendido, un lamentable error. No era posible que a unciudadano libredeNuevaYork,quenohabíahechodañoanadienivioladoningunaley,seletrataracontantacrueldad.Sinembargo,cuantomáspensabaen mi situación, más confirmaba mis sospechas. Sin duda, era una ideadesoladora.Sentíaqueelhombreeraunserinsensibleydespiadadoenelquenosepodíaconfiar.MeencomendéalDiosdelosoprimidos,mecubrílacaraconlasmanosencadenadasylloréamargamente.

III

PENSAMIENTOSDOLOROSOS—JAMESH.BURCH—ELCORRALDEESCLAVOSDEWILLIAMSENWASHINGTON—ELLACAYORADRURN—REIVINDICOMILIBERTAD—LAIRADELNEGRERO—ELREMOYELLÁTIGO—LAPALIZA—NUEVOSCONOCIDOS—RAY,WILLIAMSYRANDALL—LLEGADAALACÁRCELDELAPEQUEÑAEMILYYSUMADRE—ELDOLORDE

UNAMADRE—LAHISTORIADEELIZA

Transcurrieronunas treshorasen lasquemequedé sentadoenelbanco,sumidoendolorosospensamientos.Oíalolejoselcantodeungallo,yalratollegóamisoídosunrumordistante,comoel ruidodecarruajesrodandoporlascalles,asíquesupequeyaeradedía,aunqueenmicalabozonoentrabaniunsolorayodeluz.Porúltimo,oípasosjustoencimademí,comosialguienanduvieradeunladoparaotro.Semeocurrióentoncesquedebíadeestarenunsótano,yelolorahumedadymohoconfirmómisuposición.Elruidoenelpiso de arriba se prolongó durante almenos una hora, hasta que por fin oípasos acercándose desde el exterior.Una llave tintineó en la cerradura, unaenormepuertagirósobresusgoznesyloinundótododeluz,ydoshombresentraronyseacercaronamí.Unodeelloseraaltoyfuerte,deunoscuarentaañosydepelocastañooscuroalgocanoso.Tenía lacararechonchayeradecomplexióngenerosayderasgosextremadamentetoscosquesoloexpresabancrueldadymalicia.Medíaalrededordecincopiesydiezpulgadasdealtura,ycreoquepormiexperienciapuedodecir,sinprejuicios,queeraunhombredeaspecto siniestro y repugnante. Se llamaba James H. Burch, según supedespués, era un famoso negrero deWashington y en aquellosmomentos, oalgodespués,sehabíaasociadoconTheophilusFreeman,deNuevaOrleans.La persona que lo acompañaba era un simple lacayo llamado EbenezerRadburn, que actuabameramente como carcelero. Estos dos hombres viventodavíaenWashington,oalmenosvivíanenelmomentoenquepaséporesta

ciudadtrasliberarmedemicondicióndeesclavo,elpasadomesdeenero.

Laluzqueentrabaporlapuertaabiertamepermitióobservarlahabitaciónenlaqueestabaencerrado.Eradeunosdocepiescuadrados,conlasparedesdesólidosladrillosyelsuelodegruesostablones.Habíaunapequeñaventanaconbarrotesdehierroyunacontraventanaexteriorconcierredeseguridad.

Unapuertadehierroconducíaaunaceldaocámaraadyacentesinunasolaventananiningúnotromedioparadejarentrarlaluz.Losmueblesdelaceldaen la queme encontraba se limitaban al banco demadera en el que estabasentadoyunaviejaysuciaestufadeleña,y,porlodemás,enningunadelasdosceldashabíacama,nimantas,nicosaalguna.Lapuertaporlaquehabíanentrado Burch y Radburn daba a un pequeño pasillo que conducía, tras untramodeescalones,aunpatiorodeadoporunmurodeladrillodeunosdiezodoce pies de altura, pegado a un edificio de lamisma anchura. El patio seextendía unos treinta pies desde la parte trasera del edificio.Enun ladodelmurohabíaunagruesapuertadehierroquedabaaunestrechopasillocubiertoquerecorríaunladodelacasahastalacalle.Lacondenadelhombredecolortras el que se cerrara la puerta que daba a aquel estrecho pasillo estabasentenciada.Lapartesuperiordelmurosujetabaunextremodeuntejadoqueascendíahaciadentroyformabaunaespeciedecobertizoabierto.Debajodeltejado, alrededor de todo el muro, había un increíble altillo para que losesclavos durmieran por la noche, si se lo permitían, o se protegieran de lasinclemencias del tiempo en caso de tormenta. Era bastante parecido a uncorral,salvoenquelohabíanconstruidodemaneraqueelmundoexteriornopudieraverelganadohumanoqueseagrupabaentreaquellosmuros.

El edificio unido al patio era de dos plantas y daba a una calle deWashington.Desdefuerateníaelaspectodeunatranquilaviviendaparticular.A cualquier extraño que la observara jamás se le pasaría por la cabezaimaginarelexecrableusoquehacíandeella.Porextrañoqueparezca,alotroladodeaquellacasasealzabaimponenteelCapitolio.Lasvocesdepatrióticosdiputadosllenándoselabocaconlalibertadylaigualdadcasisemezclabaconeltraqueteodelascadenasdelospobresesclavos.UncorraldeesclavosalasombradelCapitolio.

Estaesunadescripcióncorrectadecómoeraen1841elcorraldeesclavosde Williams, en Washington, en una de cuyas celdas me encontréinexplicablementeconfinado.

—Bueno, chico, ¿cómo te encuentras?—me preguntó Burch en cuantocruzólapuerta.

Lecontestéqueestabaenfermoylepreguntéporquéestabaencerrado.Medijo que era su esclavo, que me había comprado y que estaba a punto demandarmeaNuevaOrleans.Leaseguré,envozaltayclara,queeralibre,que

vivíaenSaratoga,dondeteníamujerehijos,quetambiéneranlibres,yquemeapellidaba Northup. Me quejé amargamente del extraño trato que habíarecibidoyamenacéconpedircompensacionesporelmalentendidoencuantorecuperaralalibertad.Negóqueyofueralibre,soltóunapalabrotayaseguróqueyoeradeGeorgia.Lerepetíunayotravezquenoeraesclavodenadieeinsistíenquemequitaralascadenasdeinmediato.Intentóacallarme,comositemieraquealguienpudieraoírme,peroyonopensabacallarmeydenunciaríaa los causantes de mi encarcelamiento, fueran quienes fuesen, como aauténticosvillanos.Alverquenoconseguíatranquilizarme,lediounataque.Lanzójuramentosblasfemos,mellamónegromentiroso,fugitivodeGeorgiaymuchosotroscalificativossoecesyvulgaresquesololamentemásindecentepodríaimaginar.

Durante todo aquel rato Radburn se mantuvo a su lado, en silencio. Sutrabajo consistía en supervisar aquel establohumano,omásbien inhumano,recibir a los esclavos, darlesde comery azotarlos a cambiodedos chelinesdiariosporcabeza.Burchsevolvióhaciaélyleordenóquetrajeraelremoyel látigo.Radburndesaparecióyvolvióalmomentocon los instrumentosdetortura.Elremo,comoselollamaenelvocabulariodetorturadeesclavos,oalmenos el primero que yo conocí, y del que ahora hablo, era un trozo detablóndemaderadura,deunasveintepulgadasdelargo,conformadecucharaplana o de remo. En la parte plana y redondeada, cuyo tamaño era deaproximadamentedospalmos,habíanhechovariosagujerosconuntaladro.Ellátigo era una larga cuerda con muchas hebras sueltas, con un nudo en elextremodecadaunadeellas.

Encuanto aparecieronaquellos formidables instrumentospara azotar, losdos hombres me sujetaron y me desnudaron de manera brusca. Como hecontado, tenía los pies atados al suelo.Me empujaron hacia el banco, bocaabajo, y Radburn apoyó con fuerza el pie sobre los grilletes, entre mismuñecas, reteniéndolas dolorosamente contra el suelo. Burch empezó apegarmeconelremo,asestandogolpetrasgolpeamicuerpodesnudo.Cuandosuimplacablemanosecansó,sedetuvoymepreguntósiseguíainsistiendoenqueeralibre.Insistí,asíqueempezóagolpearmedenuevo,másdeprisayconmásfuerza,sicabe,queantes.Cuandovolvíaacansarse,merepetíaotravezlamisma pregunta, y como recibía lamisma respuesta, seguía con su cruellabor. Durante todo ese tiempo, aquel diablo reencarnado soltaba las másdiabólicasblasfemias.Alfinal,elremoserompióysequedóconelmangoenla mano, sin poder utilizarlo. Yo seguía sin ceder. Todos aquellos brutalesgolpesnopodíanobligaramislabiosadecirlaabsurdamentiradequeeraunesclavo.Burch,muyenfadado,tiróalsueloelmangodelremorotoytomóellátigo,quefuemuchomásdoloroso.Intentabaaguantarcontodasmisfuerzas,pero era en vano. Supliqué piedad, pero solo respondió a mis súplicas conjuramentosyarañazos.Penséquemoriríabajoloslatigazosdeaquelmaldito

bruto.Todavíasemeponelacarnedegallinaalrecordaraquellaescena.Teníala espalda en carne viva. Mi sufrimiento solo se podía comparar con lasardientesagoníasdelinfierno.

Escena en el corral de esclavos enWashington. Grabado de la primeraediciónpublicadaporMiller,Orton&Mulliganen1853.

Al final guardé silencio ante sus constantes preguntas. No iba aresponderle. De hecho, casi no podía ni hablar. Siguió dando latigazos sindescanso a mi pobre cuerpo hasta que pareció que la carne herida se medesgarrabadeloshuesosconcadagolpe.Unhombreconunápicedepiedaden el alma no habría golpeado con tanta crueldad ni siquiera a un perro.Radburndijoporfinqueerainútilseguirfustigándome,queyahabíaquedadolo bastante dolorido. Y, acto seguido, Burch desistió y, agitando el puñoamenazadorantemicarayconlosdientesapretados,medijoquesimeatrevíaavolveradecirqueeralibre,quemehabíansecuestradoocualquierotracosaporelestilo,elcastigoqueacababaderecibirnoseríanadacomparadoconelque me esperaba. Me juró que me vencería o me mataría. Tras estasreconfortantespalabras,mequitaronlosgrilletesdelasmuñecas,aunquemispiessiguieronatadosalaargolladelsuelo.Volvieronacerrarlospostigosdelapequeñaventanaconrejas,quehabíanabierto,salieron,cerraronlaenormepuertaconllaveymedejaronaoscuras,comoantes.

Enunahora,quizádos,semesubióelcorazónalagargantaaloírlallaverepiqueteandoenlapuertadenuevo.Yo,quehabíaestadotansoloyquehabíadeseado tan ardientemente ver a alguien, fuera quien fuese, de pronto meestremecíalpensarqueseacercabaunhombre.Todorostrohumanomedabamiedo,enespecialsierablanco.EntróRadburnconunplatodehojalataenlasmanosqueconteníauntrozodecerdofritoreseco,unarebanadadepanyunvasodeagua.Mepreguntócómomeencontrabayseñalóquehabíarecibidounadurapaliza.Mecensurólafaltadedecorodeasegurarqueeralibre.Meaconsejó, en un tono más bien condescendiente y confidencial, que cuantomenosdijerasobreeltema,mejorseríaparamí.Eraevidentequeseempeñabaenparecer amable, no sé si conmovidopormi triste situacióno al observarquehabíarenunciadoaseguirreclamandomisderechos,peronoesnecesarioahorahacercábalas.Medesatólosgrilletesdelostobillos,abriólospostigosdelapequeñaventana,semarchóyvolvíaquedarmesolo.

Paraentoncesestabayaagarrotadoymaltrecho.Teníaelcuerpocubiertode ampollas y no podía moverme sino con gran dolor y dificultad. Por laventana solo veía el tejado apoyado en el muro contiguo. Por la nochemetumbaba en el suelo, húmedo y duro, sin almohada y sin nada con quetaparme.Dosvecesaldía,siemprea lamismahora,Radburnentrabaconelcerdo, el pan y el agua. Casi no tenía hambre, aunque la sed seguíaatormentándome.Lasheridasapenasmepermitíanaguantarunosminutosen

cualquier posición, demodoquepasaba los días y las noches sentado, o depie, o dando vueltas muy despacio. Estaba angustiado y desanimado. Solopensaba en mi familia, mi mujer y mis hijos. Cuando el sueño me vencía,soñabaconellos,soñabaqueestabadenuevoenSaratoga,queveíasusrostrosy oía sus voces, que me llamaban. Al despertar de las dulces fantasías delsueño a las amargas realidades queme rodeaban, solo podía gemir y llorar.Pero nome habían roto el alma.No tardé en empezar a pensar en escapar.Pensé que era imposible que los hombres fueran tan injustos como parahacerme esclavo sabiendo que decía la verdad.En cuantoBurch confirmaraque no era un fugitivo deGeorgia, sin dudame dejaríamarchar.Aunque amenudosospechabadeBrownyHamilton,mecostabaaceptarlaideadequeestuvieraninvolucradosenmiencarcelamiento.Seguramentemebuscaríanymeliberaríandelaesclavitud.Ay,enaquellosmomentosnoeraconscientede«lacrueldaddelhombrehaciaelhombre»,nidehastaaquépuntoescapazdellegarporamoraldinero.

Unosdíasdespués,lapuertaseabrióymepermitieronsaliralpatio,dondeencontré a tres esclavos,unodeellos,uncríodediezaños,y losotrosdos,jóvenesdeentreveinteyveinticinco.Notardéenintimarconellosyensabercómosellamabanylosdetallesdesuhistoria.

ElmayoreraunhombredecolorllamadoClemensRayquehabíavividoen Washington, había conducido un carruaje y había trabajado en unacaballeriza durante mucho tiempo. Era muy inteligente y entendíaperfectamente su situación. La idea de trasladarse al sur le causaba unprofundo dolor. Burch lo había comprado un par de días antes y lo habíadejado allí hasta que estuviera listo para mandarlo al mercado de NuevaOrleans.PorélmeenterédequeestabaenelcorraldeesclavosdeWilliams,un lugar del que nunca antes había oído hablar.Me explicó cuáles eran susfunciones. Le conté los detalles demi infeliz historia, aunque lo único quepodíaofrecermeeraelconsuelodesucompasión.Tambiénmeaconsejóqueen lo sucesivo guardara silencio sobre mi libertad, porque, conociendo elcarácterdeBurch,measeguróquesolomeesperabanmáspalizas.Elsiguienteen edad se llamaba John Williams y había crecido en Virginia, cerca deWashington.Burchselohabíallevadoparasaldarunadeuda,peronoperdíalaesperanza de que su amo fuera a buscarlo, esperanza quemás tarde se hizorealidad.ElcríoeraunniñomuyalegrequerespondíaalnombredeRandall.Se pasaba casi todo el día jugando en el patio, aunque de vez en cuandolloraba, llamabaasumadreypreguntabacuándollegaría.Laausenciadesumadreparecíaserlaúnicaygranpenadesupequeñocorazón.Erademasiadojovenparadarsecuentadesusituación,ycuandonoteníapresenteelrecuerdodesumadre,nosdivertíaconsusalegresbromas.

Porlasnoches,Ray,Williamsyelniñodormíanenelaltillodelcobertizo,

mientras que a mí me encerraban en la celda. Al final nos dieron a todosmantasdeesasqueseponenen loscaballos, laúnica ropadecamaquemepermitieron tener durante los siguientes doce años. Ray y Williams mehicieron un sinfín de preguntas sobre Nueva York: cómo trataban allí a lagentedecolor,ycómopodían tenercasayfamiliapropiassinquenadie losmolestara y los oprimiera. Y sobre todo Ray no dejaba de suspirar por lalibertad.Sinembargo,manteníamosestasconversacionescuandoniBurchniel dueño, Radburn, podían oírnos. Aspiraciones como aquellas nos habríanllenadolaespaldadelatigazos.

Paraofrecerconveracidadlosprincipalesacontecimientosdelahistoriademividay retratar la instituciónde laesclavitud talcomoyo lahevistoy laconozcoesprecisohablardelugaresmuyconocidosydepersonasquevivenen ellos. Soy, y siempre he sido, un total extraño en Washington y susalrededores,y,apartedeBurchyRadburn,noconozcoanadieallí, salvo loquemehancontadodealgunaspersonasmiscompañerosesclavos.Siloquevoyacontaresfalso,noserádifícildesmentirlo.

EstuveenelcorraldeesclavosdeWilliamsunasdossemanas.Lanocheantesdemimarchatrajeronaunamujer,quellorabaamargamenteyllevabadelamanoaunaniña.EranlamadredeRandallysuhermanastra.Alverlas,elniñosepusocomolocodecontento,secolgódesuvestido,besóalaniñaydiotodotipodemuestrasdealegría.Tambiénlamadreloestrechóentresusbrazos, lo abrazó con ternura, lo observó con cariño, con los ojos llenos delágrimas,yledijomilpalabrasbonitas.

Emily,laniña,teníasieteuochoaños,eradelgadayteníaunrostrodeunabellezaadmirable.Losrizoslecaíanalrededordelcuello,ysuaspectoeratanpulcro que parecía haber crecido en la abundancia. Era realmente una niñamuy dulce. La mujer también vestía de seda, con anillos en los dedos ypendientes de oro colgándole de las orejas. Su aspecto, sus modales y sumanera de hablar, correcta y decorosa, mostraban con toda evidencia quealgunavezhabíaestadoporencimadelnivelhabitualdeunesclavo.Parecíasorprendidadeencontrarseenunlugarcomoaquel.Estabaclaroqueloquelahabíallevadohastaallíhabíasidounrepentinoeinesperadogirodelafortuna.Sus lamentos se quedaron suspendidos en el aire cuando la obligaron, juntocon los niños y conmigo, a meterse en la celda. Las palabras solo podríanofrecer una impresión insuficiente de las lamentaciones que no dejaba deproferir.Setiróalsuelo,rodeóalosniñosconlosbrazosydijopalabrastanconmovedorascomosoloelamory labondaddeunamadrepuedensugerir.Losniñosseacurrucaronasulado,comosifueraelúnicolugarseguroenelque protegerse.Al final se quedaron dormidos con la cabeza apoyada en elregazodesumadre.Mientrasdormían,ella lesapartabaelpelode la frente.Les habló durante toda la noche. Los llamaba cariño, sus queridos niños y

pobres criaturas inocentes que no sabían las penas que estaban destinados asoportar. Pronto no tendrían una madre que los consolara, porque se laquitarían.¿Quéibaaserdeellos?Ay,nopodríavivirsinsupequeñaEmmyysuqueridohijo.Siemprehabíansidoniñosbuenosyencantadores.DecíaqueDiossabíaquesise losquitaban, leromperíanelcorazón,aunquesabíaquetenían intención de venderlos, quizá los separarían y no volverían a versenuncamás.Escucharlaslastimosaspalabrasdeaquelladesoladayangustiadamadre habría bastadopara fundir un corazónde piedra. Se llamabaEliza, yestaeralahistoriadesuvida,segúnmelacontódespués.

Era la esclava de Elisha Berry, un hombre rico que vivía cerca deWashington.Creoquemedijoquehabíanacidoensuplantación.Unosañosatrás,suamohabíacaídoenmaloshábitosysehabíapeleadoconsumujer.Dehecho,pocodespuésdequeRandallnacierasesepararon.Dejóasumujerysuhijaenlacasaenlaquesiemprehabíanvividoyconstruyóotranomuylejos,enelmismoestado.AesacasasellevóaElizayprometióemanciparlaaellaysushijosacondicióndequevivieraconél.Vivióconélnueveaños,consirvientesquelaatendíanycontodaslascomodidadesyloslujosquepuedeofrecer la vida. Emily era hija de él. Al final, su joven ama, que se habíaquedadoconsumadreenlafinca,secasóconelseñorJacobBrooks.Conelpaso del tiempo, por alguna razón (por lo que me pareció entender de suspalabras)lapropiedadsedividiósincontarconBerry.EllaylosniñospasaronamanosdelseñorBrooks.DurantelosnueveañosquehabíavividoconBerry,debido a la posición que se había visto obligada a ocupar, ella y Emily sehabíanconvertidoenelobjetodeodiodelaseñoraBerryysuhija.Hablabadel señorBerry comounhombredebuen corazón,que siempre leprometíaque le daría la libertad y que no tenía la menor duda de que en aquellosmomentosselaproporcionaríasiestuvieraensumano.Encuantopasaronaserpropiedaddesuhijayaestarbajosucontrol,quedómuyclaroquenoibanavivir juntosmuchotiempo.AlaseñoraBrooks leresultabaodiosa lameravisióndeEliza,ytampocosoportabaverquelaniña,suhermanastra,eratanguapa.

Eldíaquelallevaronalcorraldeesclavos,Brookslatrasladóalaciudadconlaexcusadequehabía llegadoelmomentodehacersuspapelespara laliberaciónycumplirasílapromesadesuamo.Eufóricaantelaperspectivadesu inmediata libertad, se arregló, vistió a su hija con sus mejores galas, yambasfueronconélmuycontentas.Peroalllegaralaciudad,enlugardeserbautizadaenlafamiliadeunhombrelibre,laentregaronalnegreroBurch.Elúnicopapelquehicieron fue la facturade laventa.Laesperanzadeañosseesfumóenunmomento.Aqueldíadescendiódesdelamásexultantefelicidadhastalamásprofundadesgracia.Noeraextrañoquellorarayllenaraelcorraldelamentacionesymuestrasdeunacongojadesgarradora.

Eliza hamuerto.RíoRojo arriba, donde las aguas fluyen perezosamentepor las insalubres tierrasbajasdeLuisiana,descansapor finensu tumba,elúnicolugardondelospobresesclavospuedendescansar.Amedidaqueavancela historia se verá cómo se hicieron realidad todos sus temores, cómo selamentabadíaynochesinencontrarjamásconsuelo,ycómosuinmensodolordemadreacabórompiéndoleelcorazón,comohabíaprevisto.

IV

ELDOLORDEELIZA—LOSPREPARATIVOSPARAEMBARCAR—PORLASCALLESDEWASHINGTON—BRAVO,COLUMBIA—LATUMBADEWASHINGTON—CLEMRAY—ELDESAYUNOEN

ELBARCODEVAPOR—LOSFELICESPÁJAROS—ELRÍOAQUIA—FREDERICKSBURGH—LALLEGADAARICHMOND—

GOODINYSUCORRALDEESCLAVOS—ROBERT,DECINCINNATI—DAVIDYSUMUJER—MARYYLETHE—EL

REGRESODECLEM—SUPOSTERIORHUIDAACANADÁ—ELBERGANTÍNORLEANS—JAMESH.BURCH

Durante la primera noche que encarcelaron a Eliza, esta se quejabaamargamentede JacobBrooks, elmaridode su joven señora.Measegurabaque si hubiera sido consciente de que pretendía engañarla, nunca habríaconseguidometerlaviva en aquella cárcel.Habían aprovechadounaocasiónenqueelamoBerrynoestabaenlaplantaciónparasacarladelacasa.Suamosiemprehabíasidoamableconella.Deseabaverlo,perosabíaquenisiquieraél podría ya rescatarla. Entonces volvía a llorar, besaba a los niños, queestaban dormidos, y le hablaba primero a uno y después al otro, mientrasyacíansumidosenunsueñoprofundoconlacabezaensuregazo.Asípasólalarganoche,ycuandoelsoldelnuevodíasehubopuestoylaoscuridadllegóotravez,Elizatodavíanohabíaencontradoconsueloyseguíalamentándose.

Hacia la medianoche, la puerta de la celda se abrió y entraron Burch yRadburnconlámparasenlasmanos.Burchlanzóunamaldiciónynosordenóque dobláramos las mantas de inmediato y que nos preparáramos paraembarcar. Nos juró que nos dejaría allí si no nos dábamos prisa. Sacudióbruscamentealosniñosparadespertarlosydijoqueparecíandormidoscomountronco.Salióalpatio,llamóaClemRayyleordenóquesalieradelaltillo,cogierasumantaysemetieraenlacelda.CuandoClemapareció,noscolocóelunoalladodelotroynosatólasmanosconesposas,mimanoizquierdaconsu mano derecha. JohnWilliams había salido de allí un par de días antes,porquesuamo,parasugranalegría,habíaliquidadosudeuda.AClemyamí

nosordenóquenospusiéramosenmarcha,yElizaylosniñosnossiguieron.Nos llevaron al patio, desde allí al pasillo cubierto, subimos un tramo deescalonesycruzamosunapuertalateralquedabaalasaladelpisodearriba,desde donde me había llegado el sonido de pasos que iban y venían. Losúnicosmueblesquehabíaeranunaestufa,unpardesillasviejasyunamesagrandecubiertadepapeles.Eraunasalaencalada,sinalfombrasenelsuelo,yparecía una especie de despacho. Recuerdo que me llamó la atención unaespada oxidada colgada junto a una ventana. Allí estaba el baúl de Burch.Obedeciendosusórdenes,cogíunasaconlamanoquenoteníaesposada,élcogiólaotraysalimosalacalleporlapuertaprincipalenelmismoordenenquehabíamossalidodelacelda.

Lanocheeraoscura.Todoestabaensilencio.Veíaluces,oreflejos,haciaPennsylvania Avenue, pero no había un alma por la calle, ni siquiera unrezagado.Yoestabacasidecididoa intentarescaparme.Sinohubieraestadoesposado,sindudalohabríaintentado,fuerancualesfuesenlasconsecuencias.Radburnibadetrás,conungranpaloenlamanoyazuzandoalosniñosparaque andaran lo más deprisa posible. Y así, esposados y en silencio,atravesamos las calles deWashington, la capital de un país cuya teoría degobierno,segúnnosdicen,seapoyaenlafundacióndelinalienablederechoalavida,laLIBERTADylabúsquedadelafelicidad.¡Bravo!¡Columbia,unatierrafeliz,porsupuesto!

Nadamásllegaralbarcodevapornosmetieronenlabodega,entrebarrilesycajasdecarga.Unsirvientedecolortrajounalámpara,sonólasirena,yelbarco no tardó en empezar a bajar el Potomac llevándonos no sabíamosadónde. Sonó la sirena al pasar por la tumba deWashington. Burch, desdeluego, se quitó el sombrero y se inclinó reverentemente ante las sagradascenizasdelhombrequededicósuilustrevidaalalibertaddesupaís.

Aquellanocheningunodenosotrosdurmió,apartedeRandallylapequeñaEmmy.Porprimeravez,ClemRaypareció totalmentederrotado.Para él, laidea de ir al sur no podía ser más terrible. Dejaba atrás a sus amigos yconocidosdejuventud,lomásqueridoyvaliosoparaél,contodaprobabilidadparanovolver.ÉlyElizamezclaronsuslágrimasyselamentarondesucrueldestino.Pormiparte,pordifícilquemeresultara,meempeñabaenmantenerlaentereza.Pensabaencientosdeplanesparaescaparmeyestabaplenamentedecidido a intentarlo a la primera oportunidad desesperada que se meofreciera.Sinembargo,enaquellosmomentosyahabíallegadoalaconclusióndequelomejoreranovolveramencionareltemadequehabíanacidolibre.Solohabríaservidoparaexponermealmaltratoyreducirlasposibilidadesdeliberarme.

Por la mañana, después del amanecer, nos llamaron a la cubierta paradesayunar. Burch nos quitó las esposas y nos sentamos a una mesa. Le

preguntó a Eliza si quería un trago. Eliza lo rechazó y le dio las graciasamablemente. Mientras comíamos, nos mantuvimos todos en silencio, sincruzarunasolapalabraentrenosotros.Unamujermulataqueservíalamesaseinteresó por nosotros y nos dijo que alegráramos el ánimo, que noestuviéramos tan cabizbajos. Al terminar el desayuno, Burch volvió aponernos las esposasynosordenóque fuéramosa la cubiertadepopa.Nossentamosjuntosenunascajas,todavíasindecirunapalabra,puestoqueBurchestaba presente. De vez en cuando un pasajero se acercaba hasta dondeestábamos,nosmirabaunmomentoysemarchabaensilencio.

Eraunamañanamuyagradable.Loscamposaambosladosdelríoestabanverdes,muchoantesdeloquesiemprehabíavistoenaquellaépocadelaño.Elsolbrillabaconfuerzaylospájaroscantabanenlosárboles.Envidiabaalosfelices pájaros. Deseaba tener alas como ellos, surcar el aire hasta las fríasregiones del norte, donde mis polluelos esperaban en vano que su padrevolviera.

AmediamañanaelbarcodevaporllegóalríoAquia,dondelospasajerostomarondiligencias.Burchysuscincoesclavosocupamosunaparanosotrossolos.Burchsereíaconlosniños,yenunaparadainclusollegóacomprarlesunpandejengibre.Medijoquelevantaralacabezayquemostraraunaspectointeligente. Que si me comportaba, quizá conseguiría un buen amo. No lecontesté.Surostromeresultabaodiosoynosoportabamirarlo.Mesentéenunrincón acariciando la esperanza, todavía viva, de encontrarme algúndía conaqueltiranoenelestadoenelquenací.

En Fredericksburgh pasamos de la diligencia a un coche de caballos, yantesdequehubieraanochecidollegamosaRichmond,lacapitaldeVirginia.Bajamos del coche y nos llevaron a pie a un corral de esclavos, entre laestaciónde trenyel río,gestionadaporun tal señorGoodin.EraunacárcelsimilaraladeWilliams,enWashington,soloquealgomásgrande,yademás,endosesquinasopuestasdelpatio,habíadoscasetas.Estascasetas,habitualesenlospatiosdeesclavos,seutilizanparaqueloscompradoresexaminenalosesclavosantesdecerrarelnegocio.Losesclavosenfermos,exactamenteigualque los caballos, tienen menos valor. Si no le ofrecen garantías, es muyimportantequeelquevaacomprarunnegroloexaminecontododetalle.

En la puerta del patio nos recibióGoodin en persona, un hombre bajito,gordo, de cara redonda y rechoncha, pelo y bigote negros, y una piel tanoscura como la de algunos de sus esclavos. Sumirada era dura y severa, ydebía de tener unos cincuenta años. Burch y él se saludaron con grancordialidad; sin duda, eran viejos amigos.Mientras se estrechaban la manoconcalidez,Burchcomentóquenohabíallegadosoloypreguntóaquéhorazarpabaelbarco.Goodinlecontestóqueseguramentezarparíaaldíasiguientealamismahora.Luegosevolvióhaciamí,meagarródelbrazo,mediomedia

vuelta y me observó con atención, como si se considerara a sí mismo unexpertotasadordebienesycalcularamentalmentecuántopodríapedirpormí.

—Bueno,chico,¿dedóndevienes?

Porunmomentomeolvidédemímismoylecontesté:

—DeNuevaYork.

—¡NuevaYork!¡Vaya!¿Quéhacíasallí?—mepreguntóasombrado.

EnaquelmomentomiréaBurch,quemeobservabaconunaexpresióndeenfadoqueno resultabadifícil entender lo que significaba, demodoquedeinmediatorespondí:

—Nada,solopaséallíunatemporada.

Mi tonopretendíadara entenderque, aunquehabía llegadohastaNuevaYork,noeradeaquelestadolibrenideningúnotro.

EntoncesGoodinsevolvióhaciaClem,yluegohaciaElizaylosniños,alosqueexaminóunoaunoyleshizovariaspreguntas.LegustóEmily,comolesucedíaa todoelqueveíaeldulcerostrode laniña.Noiba tanarregladacomolaprimeravezquelaviyllevabaelpeloalgoenmarañado,peroentresudespeinada y suave melena todavía brillaba una carita de una bellezaincomparable.

—En total tenemos una buena remesa… una remesa endemoniadamentebuena—dijoreforzandosuopiniónconmásdeunodeesosadjetivosenfáticosquenoformanpartedelvocabulariocristiano.

Acto seguido, entramos al patio. Había una buena cantidad de esclavos,diría que por lomenos treinta, andando de un lado para otro o sentados enbancos debajo del cobertizo. Todos llevaban ropa limpia, los hombres unsombreroylasmujeresunpañueloenlacabeza.

Burch y Goodin se apartaron de nosotros, subieron los escalones de laparte trasera del edificio principal y se sentaron en el bordillo de la puerta.Empezaronahablar,peronopudeoírdequé.AlmomentoBurchbajóalpatio,mequitólasesposasymellevóaunadelascasetas.

—LehasdichoaesehombrequeeresdeNuevaYork—medijo.

—LehedichoqueveníadeNuevaYork,estoyseguro,peronoqueeradeallí ni que era libre—le respondí—.No pretendía perjudicarle, amoBurch.Aunquelohubierapensado,nolohabríadicho.

Meobservóunmomentocomosifueraamatarme,sediomediavueltaysemarchó.Volvióalospocosminutos.

—SiteoigodecirunasolapalabrasobreNuevaYorkosobretulibertad,

meocuparédeacabarcontigo.Temataré,cuentaconello—mesoltóentonoviolento.

Estoyconvencidodequeeramuchomásconscientequeyodelpeligroydel castigo que acarreaba vender a un hombre libre como esclavo. Sintió lanecesidad de cerrarme la boca respecto al delito que sabía que estabacometiendo. Por supuesto, mi vida no habría valido nada si en caso deemergencia sehubieravistoobligadoa sacrificarla.Nocabedudaalgunadequehablabaenserio.

Bajoelcobertizodeunladodelpatiohabíaunatoscamesa,yenlapartedearribaestabanlosaltillosparadormir,exactamenteigualqueenelcorraldeesclavosdeWashington.Despuésdesentarmeaaquellamesaacenarcerdoypan,meesposaronaunrobustooriental,bastantecorpulentoyconexpresióndelamásabsolutamelancolía.Eraunhombreinteligenteybieninformado.Alestarunidosporlasesposas,notardamosenponernosalcorrientedenuestrasrespectivashistorias.SellamabaRobert.Tambiénélhabíanacidolibre,yteníamujerydoshijos enCincinnati.Mecontóquehabía llegadoal sur condoshombres que lo habían contratado en la ciudad donde residía. Como nodisponía de papeles de libertad, en Fredericksburgh lo capturaron, loencerraron y lo golpearon hasta que, como yo, entendió que lo mejor quepodíahacereramantenerseensilencio.Llevabaunastressemanasenlacárcelde Goodin. Cogí mucho cariño a este hombre. Nos compadecíamos y nosentendíamosmutuamente.Unos días después vi, con lágrimas en los ojos ygrandolorenelcorazón,sucuerposinvidaporúltimavez.

Robert yyo, junto conClem,Elizay sushijos, dormimos aquellanocheencimadenuestrasmantas,enunacasetadelpatio.Durmieronconnosotroscuatropersonasmás, todasde lamismaplantación,quehabíanvendidoysedirigían hacia el sur. David y su mujer, Caroline, ambos mulatos, estabantremendamenteafectados.Temíanlaperspectivadequelosllevaranacamposdecañayalgodón,pero sumayorcausadeansiedaderaelmiedoaque lossepararan.Mary,unachicaaltayágil,negracomoel azabache, semostrabaapática e indiferente. Como muchos de su clase, apenas sabía lo quesignificaba la palabra libertad. Había crecido en la ignorancia, como unanimal,demodoquesuinteligenciasuperabapormuypocoaladeunanimal.Eraunadeesaspersonas,yhaymuchas,quesolotemenellátigodesuamoysoloconocenlaobligacióndeobedecertodassusórdenes.LaotraeraLethe,conuncaráctertotalmentediferente.Teníaelpelolargoyliso,yparecíamásuna india que una negra. Sus ojos eran penetrantes ymaliciosos, y en todomomento recurría a expresiones de odio y venganza. Habían vendido a sumarido. No sabía dónde estaba. Estaba segura de que cambiar de amo nopodríaserpeorqueseguirconelanterior.Noleimportabaadóndelallevaran.Ladesesperadacriaturaseseñalabalascicatricesdelacara¡yasegurabaque

llegaríaeldíaenqueselasborraríaconsangrehumana!

Mientras cada uno contaba la historia de sus desgracias, Eliza se quedósentada sola en un rincón, cantando canciones religiosas y rezando por susniños. Yo estaba tan agotado por la falta de sueño que no pude resistirdemasiadotiempoalosavancesdeaquella«dulcevozapaciguadora»,asíquemetumbéenelsueloalladodeRobert,olvidémisproblemasydormíhastaelamanecer.

Por lamañana, después de haber barrido el patio y de habernos aseado,bajo la estrecha vigilancia de Goodin, nos ordenaron que dobláramos lasmantas y nos preparáramos para seguir nuestro camino. A Clem Ray leinformarondequenoiríaconnosotros,yaque,poralgunarazón,Burchhabíadecidido llevárselo de vuelta a Washington. Se alegró muchísimo. Nosestrechamoslamano,nosseparamosenelcorraldeesclavosdeRichmondydesde entonces no he vuelto a verlo. Pero, para mi sorpresa, al volver meenteré de que había conseguido escaparse, y de camino aCanadá, territoriolibre, había pasado una noche en Saratoga, en casa de mi cuñado, y habíainformadoamifamiliadedóndeyenquécondicionessehabíadespedidodemí.

Porlatardenoscolocaronenfiladedosendos,Robertyyodelante,yenesteordenBurchyGoodinnossacarondelpatioynosguiaronporlascallesdeRichmondhastaelbergantínOrleans.Eraunbarcodetamañoconsiderable,perfectamenteequipadoycargadosobretodocontabaco.Hacialascincodelatarde estábamos todos a bordo. Burch nos dio una taza de hojalata y unacuchara a cada uno. En el bergantín embarcamos cuarenta esclavos, todosmenosClem,quesehabíaquedadoenlacárcel.

Empecé a grabar las iniciales demi nombre en la taza con una pequeñanavajaquenomehabíanquitado.Losdemás enseguida acudieron en tropelpara que se las grabara también. Poco a poco los complací a todos, y noparecieronolvidarlo.

Porlanochenosmetieronatodosenlabodegaycerraronlatrampilla.Nostumbamosencimadecajasoenelsuelo,dondehubierasitioparaextenderlamanta.

BurchnosiguióconnosotrosdespuésdeRichmond,sinoquevolvióa lacapitalconClem.Tuvieronquepasarcasidoceaños,esdecir,hastaelpasadomesdeenero,hastaquemisojosvolvieranaversurostroenlacomisaríadeWashington.

JamesH.Burcheraunnegreroquecomprabaahombres,mujeresyniñosabajo precio y los vendía sacando grandes beneficios. Especulaba con carnehumana, una profesión nada respetable, aunquemuy bien considerada en el

sur.Demomentodesaparecedelasescenasdelrelato,perovolveráaaparecerantesdequetermine,noenelpapeldetiranoqueazotaaesclavos,sinocomounrastrerodelincuente,anteuntribunalquenohizojusticiaconél.

V

LALLEGADAANORFOLK—FREDERICKYMARIA—ARTHUR,ELHOMBRELIBRE—MELLAMANELMAYORDOMO—JIM,

CUFFEEYJENNY—LATORMENTA—LOSBANCOSDEBAHAMAS—LACALMA—LACONSPIRACIÓN—LABARCA—

LAVIRUELA—LAMUERTEDEROBERT—MANNING,ELMARINERO—ELENCUENTROENLOSCAMAROTESDEPROA—LACARTA—LALLEGADAANUEVAORLEANS—ELRESCATEDEARTHUR—THEOPHILUSFREEMAN,ELCONSIGNATARIO—PLATT—LAPRIMERANOCHEENELCORRALDEESCLAVOSDE

NUEVAORLEANS

Cuando ya habíamos embarcado todos, el bergantín Orleans empezó adescenderelríoJames.PasamosporlabahíadeChesapeakeyaldíasiguientellegamos a la ciudad deNorfolk.Mientras estábamos anclados, una barcazaprocedentedelaciudadseacercóanosotrosynosdejóacuatroesclavosmás.Frederick,unchicodedieciochoaños,queyahabíanacidoesclavo,al igualqueHenry,unosañosmayor.Ambossehabíancriadoenlaciudadysehabíandedicadoalaboresdomésticas.Mariaeraunachicadecolorbastanteelegante,demodalesimpecables,peroignoranteysumamentesuperficial.LegustabalaideadeiraNuevaOrleansyteníaunaelevadayextravaganteopinióndesusatractivospersonales.Dijoa suscompañeros,en tonoaltivo,queno tenía lamenordudadequeencuantollegáramosaNuevaOrleansalgúnsolteroricoyconbuengustolacompraría.

Pero el más destacable de los cuatro era un hombre llamado Arthur.Mientras la barcaza se acercaba, forcejeaba tenazmente con sus guardianes,que tuvieron que emplear todas sus fuerzas para arrastrarlo al bergantín.Protestaba a gritos del trato que estaba recibiendoy exigía que lo liberaran.Teníalacarahinchada,llenadeheridasymoratones,ypartedeellaencarneviva.Lometieronatodaprisaenlabodegaporlaescotilla.Meenterédesuhistoria a grandes rasgosmientras sepeleaba con susguardianes, peropocodespués me la contó con detalle, y era la siguiente: llevaba mucho tiempoviviendoenNorfolkyeralibre.Sufamiliavivíatambiénenestaciudad,yéleraalbañil.Unanocheenque sehabía retrasado,cosapoco frecuenteenél,volvía tardeasucasa,enlasafuerasde laciudad,cuandoenunacallepoco

transitadaleatacóungrupodepersonas.Peleóhastaquedarsesinfuerzas.Alfinal,vencido,loamordazaron,loataronconcuerdasylogolpearonhastaqueperdió el conocimiento. Durante unos días lo escondieron en el corral deesclavosdeNorfolk,alparecerunlugarmuyconocidoenlasciudadesdelsur.La noche anterior lo habían sacado y trasladado a la barcaza, que habíaesperado nuestra llegada a cierta distancia de la costa. Durante un tiemposiguióprotestandoynohabíamaneradehacerlo callar, pero al final guardósilencio. Se quedó triste y pensativo, como si estuviera planteándose quéhacer.Enlaexpresióndeterminadadeaquelhombrehabíaalgoquesugeríaladesesperación.

TrasnuestramarchadeNorfolknosquitaron lasesposasyduranteeldíanos permitían quedarnos en cubierta. El capitán eligió a Robert como sucamarero,y amímedestinarona supervisar eldepartamentodecocinay ladistribución de comida y agua. Tenía tres ayudantes: Jim, Cuffee y Jenny.Jenny se ocupaba de preparar el café, que consistía en harina de maízchamuscadaenunbote,hervidayendulzadaconmelaza.JimyCuffeehacíanlastortitasycocíanelbeicon.

Depiefrenteaunamesa,formadaporungrantablónapoyadoenbarriles,cortéyservíacadaunountrozodecarne,unatortitademaízytambiénunataza de café del bote de Jenny. Aunque servíamos la comida en platos, lososcurosdedossustituíanalostenedoresyloscuchillos.JimyCuffeeeranmuyprudentesyprestabanatencióna loquehacían,porquedealgunamanerasesentían halagados por su cargo de ayudantes de cocina y sin dudaconsiderabanquecargabanconunagranresponsabilidad.Amímellamabanelmayordomo,nombrequemepusoelcapitán.

Dabandecomeralosesclavosdosvecesaldía,alasdiezdelamañanayalas cinco de tarde, y siempre recibían el mismo tipo de comida, la mismacantidad y de lamismamanera que he descrito anteriormente. Por la nochenosmetíanenlabodegaycerrabanlatrampilla.

Apenas habíamos dejado de avistar tierra cuando nos sorprendió unafuriosatormenta.Elbergantínseinclinabatantodeunladoaotroquetemimosquesehundiera.Algunossemareaban,otrossearrodillabanarezaryotrosseagarraban entre sí, paralizados por el miedo. Los mareos convirtieron elespacioenelqueestábamosconfinadosenunlugarasquerosoyrepugnante.Alamayoría de nosotros nos habría gustado—y habría evitado la agonía decientosdelatigazos,yenúltimotérminodelamentablesmuertes—queaqueldía el compasivo mar nos hubiera arrancado de las garras de aquellosdespiadados.La idea deRandall y la pequeñaEmmyhundiéndose entre losmonstruosdelasprofundidadesmarinasesunaimagenmuchomásgrataquepensarenelloscomoestánahora,quizállevandounavidadetrabajoduroynoremunerado.

Cuando avistamos los bancos de Bahamas, en un lugar llamado cayoBrújulaoelAgujerodelMuro,latormentaamainódurantetresdías.Apenascirculaba una brizna de aire. Las aguas del golfo ofrecían un aspectoextrañamenteblanquecino,comoaguaconcal.

A estas alturas demi historia relataré algo que sucedió y que no puedoevitar recordar con cierta sensaciónde arrepentimiento.Doygracias aDios,quemehapermitidoescapardelascadenasdelaesclavitud,porque,graciasasumisericordiosaintercesión,evitémancharmelasmanosconlasangredesuscriaturas.Esperoque losquenuncahanestadoencircunstancias similaresalas mías no me juzguen con excesiva severidad. Mientras no los hayanencadenadoygolpeado,mientrasnoseencuentrenenlasituaciónenlaqueyoheestado,arrancadodemicasaymifamiliayarrastradohastaunatierradeesclavos,queseabstengandedecirloquenuncaharíanporlalibertad.Noesnecesario ahora especular hasta qué punto, tanto para Dios como para loshombres, habría tenido razones más que justificadas. Baste con decir quepuedo felicitarme por el inofensivo final de una cuestión que durante untiempoamenazóconconcluircongravesresultados.

Hacialanochedelprimerdíadecalma,Arthuryyonossentamosaproa,juntoalmolinete,ynospusimosacharlarsobreeldestinoqueprobablementenosesperabayalamentarnosdenuestrasdesgracias.Arthurdecía,yyoestabade acuerdo con él, que la muerte era mucho menos terrible que lasperspectivas de vida que teníamos ante nosotros. Hablamos mucho rato denuestroshijos,denuestravidapasadaydelasposibilidadesdeescapar.Unode nosotros propuso que nos apoderáramos del bergantín. Contemplamos laposibilidad,silohacíamos,dellegaralpuertodeNuevaYork.Yosabíapocodebrújulas,peroconsideramoslaideadearriesgarnosaintentarlo.Sopesamoslosprosyloscontrasdeenfrentarnosalatripulación.Hablamosunayotravezdeenquiénpodíamosconfiaryenquiénno,ydelahoraylaformaadecuadasparallevaracaboelataque.Empecéaalbergaresperanzasencuantosurgiólapropuesta.Nodejabadedarlevueltas.Cuantomayoreseran lasdificultades,más nos aferrábamos a la idea de que podíamos conseguirlo. Mientras losdemásdormían,Arthuryyomadurábamosnuestrosplanes.Alfinal,consumaprecaución, pusimos al corriente de nuestras intenciones a Robert, que lasaprobódeinmediatoysesumóalaconspiracióncongranentusiasmo.Nonosatrevíamosaconfiarenningúnotroesclavo.Comohancrecidoentreelmiedoy la ignorancia, se rebajan ante la mirada de un blanco hasta extremosinimaginables.Noeraseguroconfiartanaudazsecretoaningunodeellos,yalfinallostresdecidimosasumirnosotrossoloslatemerariaresponsabilidaddeintentarlo.

Por la noche, como he dicho, nos metían en la bodega y cerraban latrampilla. La primera dificultad que se nos presentaba era cómo llegar a la

cubierta.Sinembargo,aproadelbarcohabíaobservadounabarcacolocadabocaabajo.Semeocurrióquesinosescondíamosdebajo,nonosecharíanenfalta por la noche, cuandometieran a todos los esclavos en la bodega.Meeligieronamíparahacerlapruebayasegurarnosdequeeraviable.Asíquelanochesiguiente,despuésdecenar,esperéunaoportunidadycorríametermedebajo de la barca. Pegando la cara a la cubierta veía lo que sucedía a mialrededor, pero nadie me veía a mí. Por la mañana, cuando los esclavossubieron de la bodega, me deslicé de mi escondite sin que nadie se dieracuenta.Elresultadofuetotalmentesatisfactorio.

Elcapitányeloficialdormíanenelcamarotedelprimero.GraciasaqueRobert, como camarero, tenía muchas ocasiones de ver aquella cabina,determinamos laposiciónexactade lasdos literas.Nos informó,además,deque en lamesa había siempre dos pistolas y unmachete. El cocinero de latripulación dormía en cubierta, en la cocina, una especie de vehículo sobreruedasquepodíamoversesegúnfueranecesario,mientrasquelosmarineros,queeransoloseis,dormíanenloscamarotesdeproaoenhamacascolgadasentrelasjarcias.

Terminamospor fincon lospreparativos.Arthuryyonoscolaríamossinhacerruidoenelcamarotedelcapitán,nosapoderaríamosdelaspistolasyelmachete, y eliminaríamos lo más rápido posible tanto al capitán como aloficial. Robert se quedaría en la puerta de la cubierta por la que había quepasarparallegaralcamaroteconunpalo,y,encasodenecesidad,mantendríaa raya a los marineros hasta que pudiéramos correr a ayudarlo. Entoncesprocederíamoscomoexigieranlascircunstancias.Sielataqueeratanrápidoyexitosocomoparaquenoencontráramosresistencia, latrampillasequedaríacerrada.Encasocontrario,haríamossubiralosesclavos,yentrelamultitud,lasprisasylaconfusión,estábamosdecididosarecuperarlalibertadoperderlavida.Yotendríaqueasumirelpuestodepiloto,paraelqueapenasestabapreparado,virarhaciaelnorteyconfiarenquealgúnvientofeliznosllevaraalatierradelalibertad.

El oficial se llamabaBiddee, y el capitán, ahora no lo recuerdo, aunquerara vez olvido un nombre. El capitán era bajito, elegante, muy erguido yrápido,deporteorgulloso.Parecíalapersonificacióndelvalor.Sisiguevivoyestaspáginas llegana susmanos, seenterarádeunepisodiodeunviajedelbergantín de Richmond a Nueva Orleans en 1841 que no aparece en sucuadernodebitácora.

Estábamospreparadosyesperandoimpacienteslaoportunidaddeponerenpráctica nuestros planes cuando un triste e imprevisto acontecimiento losfrustró.Robertcayóenfermo.Notardaronencomunicarnosquehabíacogidola viruela. Se puso cada vez peor y, cuatro días antes de que llegáramos aNuevaOrleans,murió.Unmarinero lo envolvió en sumanta, con una gran

piedradellastreenlospies,loamarró,locolocóenunatrampilla,queelevócon jarciasporencimade labarandilla,y lanzóelcuerposinvidadelpobreRobertalasblanquecinasaguasdelgolfo.

El brote de viruela nos aterrorizó a todos. El capitán ordenó queesparcieran cal por la bodega y que se tomaran otras precauciones. Sinembargo, la muerte de Robert y la presencia de la enfermedad meentristecieron tanto que contemplaba la gran extensión de agua totalmentedesconsolado.

Una noche o dos después de lamuerte deRobert, estaba apoyado en laescotilla, junto a los camarotes de proa, pensando en mis cosas con grandesánimo,cuandounmarineromepreguntóentonoamableporquéestabatanabatido.El tonoy lasmanerasdeaquelhombreme tranquilizaron,demodoquelecontestéqueporqueeralibreymehabíansecuestrado.Mecomentóqueera razón suficiente para que cualquiera se sintiera abatido y siguiópreguntándomehasta ponerse al corriente de los detalles demi historia.Eraevidentequeseinteresabamuchopormí,y,conlaformadehablardirectadeunmarinero,me juróqueharíacuantoestuvieraensumanoparaayudarme,aunque lomolieranapalos.Lepedíqueme trajeraunapluma, tintaypapelpara escribir a unos amigos. Me prometió conseguirlo, aunque yo mepreguntabacómoibaautilizarlosinquemedescubrieran.Silograbametermeen loscamarotesdeproacuandoélhubiera terminadosu turno,mientras losdemásmarinerosdormían,quizálolograría.Almomentomevinoalamentela barca. El marinero creía que estábamos cerca de Baliza, en ladesembocaduradelMisisipi,asíquenopodíatardarenescribirlacartasinoqueríaperderlaoportunidad.Portanto,talcomohabíamosplaneado,lanochesiguientelogrévolveraescondermedebajodelabarca.Suturnoterminóalasdoce. Lo vi entrar en los camarotes de proa, y aproximadamente una horadespuésseguísuspasos.Estabacabeceandosobreunamesa,mediodormido.Enlamesatitilabapálidamenteunalámparayhabíaademásunaplumayunahojadepapel.Encuantoentré,seincorporó,meindicóconungestoquemesentaraasuladoyseñalólahojadepapel.DirigílacartaaHenryB.Northup,deSandyHill,explicándolequemehabíansecuestrado,queestabaabordodelbergantínOrleans, rumboaNuevaOrleans,yquemeera imposibleadivinarmidestinofinal.Lepedíquetomaramedidaspararescatarme.Sellélacarta,yManning,quelahabíaleído,meprometiódepositarlaenlaoficinadecorreosdeNuevaOrleans.Volvíaescondermeatodaprisadebajodelabarcay,porlamañana,cuandolosesclavoshabíansubidoacubiertayandabanporallí,salísinquenadiesedieracuentaymemezcléentreellos.

Mibuenamigo,quesellamabaJohnManning,habíanacidoenInglaterray era el marineromás noble y generoso que ha pisado una cubierta jamás.HabíavividoenBoston.Eraalto,corpulento,teníaunosveinticuatroañosyla

carapicadadeviruelas,aunquedeexpresiónbondadosa.

Nada alteró lamonotonía de la vida diaria hasta que llegamos a NuevaOrleans.Alalcanzarelmuelle,antesdequehubieranamarradoelbarco,viaManning saltandoa tierray corriendohacia la ciudad.Mientras seponía encaminogiró la cabezayme lanzóunamirada cómplicepara que entendieraadóndeiba.Alratovolvióy,alpasarjuntoamí,mediounligerocodazoymeguiñóunojo,comodiciéndomequetodohabíaidobien.

Tiempo después me enteré de que la carta llegó a Sandy Hill. El señorNorthupsedesplazóaAlbanyyse lamostróalgobernadorSeward,pero,alno ofrecer información definitiva sobre el lugar en el que podía estar, enaquellosmomentosnosejuzgóaconsejabledecretarmedidasparaquesemeliberara.Sedecidióaplazarlasconlaesperanzaderecabarinformaciónsobremiparadero.

Presencié una feliz y conmovedora escena nada más llegar al muelle.Mientras Manning bajaba del bergantín camino a la oficina de correos,llegaron dos hombres y llamaron a gritos aArthur, que, al reconocerlos, sevolvió loco de contento. Poco faltó para que saltara del barco. Y, pocodespués,cuandosereunieronporfin,lesdiounlarguísimoapretóndemanos.ErandeNorfolkyhabíanllegadoaNuevaOrleansarescatarlo.LeinformarondequesussecuestradoreshabíansidoarrestadosyencerradosenlacárceldeNorfolk.Hablaron unmomento con el capitán y luego semarcharon con elfelizArthur.

Peroentrelamultitudqueseapiñabaenelmuellenohabíanadiequemeconociera y se preocupara pormí. Nadie. Ninguna voz conocidame dio labienvenidaynohabíaunasolacaraquehubieravistoalgunavez.Arthurnotardaríaen reunirseconsu familiayen tener lasatisfaccióndevengarsedeldañoquelehabíanhecho,pero¿llegaríayoavolveraveramifamilia?Estabasumamente desolado, desesperado y apesadumbrado por no haber acabadotambiényo,comoRobert,enelfondodelmar.

No tardaronen llegarabordocomerciantesdeesclavosyconsignatarios.Unodeellos,unhombrealto,derostroalargado,delgadoyalgoencorvado,sepresentóconunpapelen lamano.Se leasignóelgrupodeBurch, formadopormímismo,Elizaysushijos,Harry,LetheyalgunosotrosqueseunieronanosotrosenRichmond.EstecaballeroeraelseñorTheophilusFreeman.Echóun vistazo al papel y llamó a un tal Platt.Nadie contestó. Lo repitió variasveces,perosiguiósin recibir respuesta.Luego llamóaLethe,ElizayHarry,hastaqueterminólalista,ycadaunodabaunpasoadelantecuandodecíasunombre.

—Capitán,¿dóndeestáPlatt?—preguntóTheophilusFreeman.

Elcapitánnosupoquédecirle,puestoquenadieenelbarco respondíaaaquelapellido.

—¿Quién embarcó a este negro? —volvió a preguntar al capitánseñalándomeamí.

—Burch—lecontestóelcapitán.

—Te apellidas Platt. Coincides conmi descripción. ¿Por qué no das unpasoadelante?—mepreguntóenfadado.

Leinformédequenoeraesemiapellido,quejamásmehabíallamadoasí,peroquenohabríatenidoinconvenientesilohubierasabido.

—Bien,yateenseñaréyocómotellamas—medijo—,yasíseguroquenoseteolvida,portodoslos…—añadió.

El señor Theophilus Freeman, por cierto, no iba a la zaga de su socio,Burch, en materia de blasfemias. En el barco me habían llamado «elmayordomo», y era la primera vez que oía a alguien llamarme Platt, elapellidoqueBurchhabíadadoasuconsignatario.Desdeelbarcoveíaelgrupode prisioneros encadenados trabajando en el dique. Pasamos junto a ellosmientras nos llevaban al corral de esclavos de Freeman, una cárcel muysimilaraladeGoodin,enRichmond,salvoqueelpationoestabarodeadodeunmurode ladrillos, sinode tablones enposiciónvertical y conel extremopuntiagudo.

Enaquellacárcelhabíacomomínimocincuentaesclavos,incluyéndonosanosotros.Dejamoslasmantasenunacasetadelpatio,nosllamaronparacomerynospermitieronpasearporelcercadohastalanoche,momentoenquenosenvolvimosenlasmantasynostumbamosbajoelcobertizo,oenelaltillo,oelpatio,comocadaunoprefiriera.

Aquella noche apenas pegué ojo.No dejaba de pensar. ¿Era posible queestuvieraamilesdemillasdemicasa,quemehubieranllevadoporlascallescomoaunestúpidoanimal,quemehubieranencadenadoypegadosinpiedad,queinclusoformarapartedeunamanadadeesclavos?¿Eradeverdadrealloacontecidoaquellasúltimassemanas?¿Osencillamenteestabapasandoporlaslúgubresfasesdeunlargosueñosinfin?Noeraunailusión.Mivasodedolorestaba a punto de derramarse. Entonces alcé las manos hacia Dios y, en lapenumbradelanoche,rodeadodemiscompañeros,quedormían,pedípiedadparaelpobreyabandonadocautivo.AlPadreTodopoderosodetodosnosotros—loslibresylosesclavos—levertílassúplicasdeunespíritudestrozadoyleimploréfuerzasparasobrellevarlacargademisproblemashastaquelaluzdelamañanadespertóalosquedormíanytrajoconsigootrodíadeesclavitud.

VI

ELNEGOCIODEFREEMAN—LAHIGIENEYLAROPA—ELADIESTRAMIENTOENLASALADEVENTAS—ELBAILE—BOB,

ELVIOLINISTA—LALLEGADADELOSCLIENTES—EXAMINANDOAESCLAVOS—ELVIEJOCABALLERODENUEVAORLEANS—LAVENTADEDAVID,CAROLINEYLETHE—LASEPARACIÓNDERANDALLYELIZA—LAVARICELA—EL

HOSPITAL—LARECUPERACIÓNYELREGRESOALCORRALDEESCLAVOSDEFREEMAN—ELCOMPRADORDEELIZA,

HARRYYPLATT—LAAGONÍADEELIZAALSEPARARSEDELAPEQUEÑAEMILY

ElamabilísimoypiadososeñorTheophilusFreeman,sociooconsignatariode James H. Burch y dueño del corral de esclavos de Nueva Orleans, sepresentóporlamañanatempranoantesusanimales.Conalgunapatadaaloshombresylasmujeresmásmayores,yunagudochasquidodellátigojuntoaloídode losmás jóvenes, los esclavosno tardaronendespertarsedegolpeylevantarse.ElseñorTheophilusFreemanseafanabaenprepararlafincaparalaventa,sindudaconlaintencióndehaceraqueldíaunnegocioredondo.

Loprimeroquenospidiófuequenoslaváramosaconcienciayquelosquellevaranbarbaselaafeitaran.Luegonosdiountrajenuevoacadauno,baratoperolimpio.Loshombressepusieronsombrero,abrigo,camisa,pantalonesyzapatos. Lasmujeres, un vestido de calicó y un pañuelo en la cabeza. Nosllevódespuésaunagransalaenlapartedelanteradeledificio,unidaalpatio,paraprepararnosantesdequellegaranlosclientes.Loshombressesituaronaun ladode lasalay lasmujeresalotro.Colocóalmásaltoelprimerode lafila,actoseguidoalsiguiente,yasísucesivamente,porordendealtura.Emilyquedóalfinaldelafiladelasmujeres.Freemannosordenóquerecordáramosnuestra posición y nos pidió encarecidamente —unas veces en tonoamenazante y otras, esgrimiendo diversos incentivos— quemostráramos unaspecto elegante y animado. A lo largo del día nos adiestró en el arte de«parecerelegantes»ydevolveranuestrositioconexactaprecisión.

Porlatarde,despuésdecomer,noscolocódenuevoynoshizobailar.Bob,unchicodecolorquepertenecíaaFreemandesdehacíauntiempo,tocabaelviolín. Me acerqué a él y me atreví a preguntarle si conocía la canción«Virginia Reel». Me contestó que no y me preguntó si yo sabía tocar. Alresponderle afirmativamente, me pasó el violín. Toqué la canción hasta elfinal.Freemanmeordenóquesiguieratocandoypareciómuycomplacido.LedijoaBobquetocabamuchomejorqueél,observaciónqueentristeciómuchoamicompañeromúsico.

Al día siguiente llamaron muchos clientes para echar un vistazo a la«nuevaremesa»deFreeman,que,máshabladorquenunca,noperdíaocasióndecomentarnuestrospuntosfuertesynuestrascualidades.Noshacíalevantarlacabezayandaratodaprisadeunladoaotro,ylosclientesnostocabanlasmanos, losbrazosyelcuerpo,nosdabanmediavuelta,nospreguntabanquésabíamos hacer, nos pedían que abriéramos la boca y les mostráramos losdientes, exactamente igual que un jinete que examina un caballo que quierecomprarointercambiarporotro.Devezencuandosellevabanaunhombreounamujer a la casetadelpatio, lodesnudabany lo inspeccionabanconmásdetenimientoaún.Lascicatricesenlaespaldadeunesclavoseconsiderabanindiciodequeerarebeldeeincontrolable,loquedificultabasuventa.

Unseñormayor,quedijoquebuscabaaunconductordecarruajes,parecióencapricharsedemí.PorsuconversaciónconFreemanmeenterédequevivíaenlaciudad.Deseabaquemecomprara,porquepensabaquenomeresultaríadifícilescapardeNuevaOrleansenalgúnbarcoconrumboalnorte.Freemanle pidió mil quinientos dólares. El anciano insistió en que era demasiado,porque los tiempos eran duros, pero Freeman le aseguró que yo estaba enperfectoestadoysano,queeradebuenaconstitucióne inteligente.Además,insistió en mi talento musical. El caballero replicó hábilmente que no veíanadadelotromundoenaquelnegroy,alfinal,paramidesgracia,semarchódiciendoqueyavolvería.Noobstante,aqueldíasecerraronbastantesventas.EldueñodeunaplantacióncompróaDavidyCaroline,quesemarcharonconuna amplia sonrisa y muy animados por el hecho de que no los hubieranseparado.ALethelavendieronaldueñodeunaplantacióndeBatonRougeyselallevaronconlosojosllenosdeira.

Este mismo comprador se quedó también con Randall. Obligaron alpequeñoasaltar,correryalgunaotracosaparamostrarqueeraactivoyestabaenbuenascondiciones.Mientrasnegociaban,Elizallorabaruidosamenteyseretorcía lasmanos. Suplicó al hombre que no lo comprara, amenos que sequedaratambiénconEmilyyconella.Leprometióque,enesecaso,seríalaesclavamásfieldelmundo.Elhombrelecontestóquenopodíapermitírselo,y entonces a Eliza le dieron espasmos de dolor y lloró lastimeramente.Freemansevolvióhaciaellacongestosalvaje,levantólamanoqueempuñabaellátigoyleordenóquedejaradehacerruidosinoqueríaquelaazotara.Noqueríamásquejasnilloriqueos,ysinosecallabadeinmediato,lallevaríaalpatio y le daría cien latigazos. Sí, le quitaría la tontería en el acto… si no,malditasea…Elizaseencogióanteélytratódeenjugarselaslágrimas,perofue en vano. Le dijo que quería estar con sus hijos el poco tiempo que lequedara de vida. Ni las malas caras ni las amenazas de Freeman lograronsilenciar del todo a la afligidamadre. Siguió implorándoles y suplicándolescon gran dolor que no los separaran.Les dijo una y otra vez lomucho quequería a su hijo. Una y mil veces repitió sus promesas: que sería fiel y

obediente, y que trabajaría duro día y noche, hasta el último segundo de suvida, si los compraba a los tres. Pero fue inútil, porque el hombre no podíapermitírselo. Llegaron a un acuerdo y Randall tenía que marcharse solo.EntoncesElizacorrióhaciaél,loabrazóapasionadamente,lobesóunayotravez y le pidió que no la olvidaramientras las lágrimas se deslizaban por elrostrodelniñocomogotasdelluvia.

Freeman la insultó, la llamó llorica y zorra gritona, y le ordenó quevolvieraasusitioysecomportaracomounapersonadecente.Lejuróquenoaguantaríaaquelespectáculoniunminutomás,que ibaadarle razonesparallorarsinoseandabaconcuidado,quedependíadeella.

EldueñodelaplantacióndeBatonRougeestabalistoparamarcharseconsusnuevasadquisiciones.

—No llores, mamá. Seré bueno. No llores—dijo Randall, volviéndose,mientrassalíaporlapuerta.

SoloDiossabequéhasidodelchico.Sinduda,fueunaescenatriste.Yomismohabríalloradosimehubieraatrevido.

Aquella noche, casi todos los que habíamos llegado en el bergantínOrleanscaímosenfermos.Sentíamosfuertesdoloresdecabezaydeespalda.La pequeña Emily no dejaba de llorar, cosa rara en ella. Por la mañanallamaron a un médico, pero no supo determinar la naturaleza de nuestrosdolores.Mientrasme examinaba amí yme preguntaba por los síntomas, ledijequecreíaquesetratabadeunbrotedeviruela,ylecomentéquelocreíaporqueRobert habíamuerto a consecuencia de esta enfermedad. Elmédicopensóqueefectivamentepodíaserviruelaydecidióllamaralmédicojefedelhospital.Alratollegóelmédicojefe,unhombrebajitoydepeloclaroalquellamabandoctorCarr.Dictaminóqueeraviruela,loquedisparólaalarmaentodo el patio. Poco después de que el doctor Carr se hubiera marchado, aEliza, Emmy, Harry y a mí nos metieron en un carruaje y nos llevaron alhospital,ungranedificiodemármolblancoalasafuerasdelaciudad.AHarryyamínosllevaronaunahabitacióndelasplantassuperiores.Mepusemuyenfermo. Durante tres días estuve totalmente ciego. Un día, tumbado en lacamaenesteestado,entróBobyledijoaldoctorCarrqueFreemanlohabíaenviadoapreguntarcómoestábamos.ElmédicolecontestóqueledijeraquePlattestabamuymal,peroquesiaguantabahasta lasnuevede lanoche, talvezmerecuperara.

Creíqueibaamorir.Aunqueenmisperspectivasdefuturohabíapocoporloquemereciera lapenavivir, lacercaníade lamuertemehorrorizó.Penséque podría resignarme a perder la vida lejos de mi familia, pero meatormentabalaideademorirenmediodeextraños,enaquellascircunstancias.

En el hospital había muchos enfermos, de ambos sexos y de todas lasedades.Enlapartedeatrásdeledificiosefabricabanataúdes.Cuandoalguienmoría, sonabauna campana,una señal paraque el empleadode la funerariafueraallevarseelcuerpoalcementerio.Muchasveces,alolargodeldíaylanoche, la campana lanzaba su melancólico tañido anunciando otra muerte,pero no me había llegado la hora. En cuanto superé la crisis, empecé arecuperarmey,dossemanasydosdíasdespués,volvíconHarryalcorraldeesclavos con las marcas de la enfermedad en el rostro, que hoy siguedesfigurado.AldíasiguienteregresarontambiénElizayEmilyenuncarruaje,yvolvieron a colocarnos en la saladeventasparaque los compradoresnosinspeccionaran y nos examinaran. Seguía albergando la esperanza de que elancianocaballeroquebuscabaaunconductordecarruajesvolvieraallamar,comohabíaprometido,ymecomprara.Entalcaso,estabaconvencidodequenotardaríaenrecuperarlalibertad.Entróunclientetrasotro,peroelancianocaballeronovolvióaaparecer.

Alfinal,estábamosundíaenelpatiocuandoFreemansalióynosordenóquenos colocáramosen lagran sala.Al entrar, vimosquehabíaunhombreesperándonos y, como mencionaré a menudo en las páginas siguientes, noestará demás que describamis primeras impresiones sobre su aspecto y sucarácter.

Eraunhombremásaltodelonormal,algoencorvado.Erabienparecidoydemedianaedad.Nohabíanadarepulsivoensupresencia.Esmás,surostroysutonodevozteníanalgoalegreyatractivo.Todoelmundovioquereuníaensí los más elegantes detalles. Recorrió nuestras filas haciéndonos muchaspreguntas, como qué sabíamos hacer y a qué labores estábamosacostumbrados, si creíamosquenosgustaría vivir con él y seríamosbuenoschicossinoscompraba,yotraspreguntasporelestilo.

Tras inspeccionarnos un pocomás y hablar de los precios, al fin ofreciómildólarespormí,novecientosporHarryysetecientosporEliza.NosésilaviruelahabíareducidonuestrovaloroporquémotivoFreemandecidióbajarquinientos dólares del precio que había pedido antes por mí. En cualquiercaso,despuésdepensárselounmomento,lecontestóqueaceptabalaoferta.

SeparacióndeElizaysuniña.GrabadodelaprimeraediciónpublicadaporMiller,Orton&Mulliganen1853.

En cuanto Eliza lo oyó, volvió a angustiarse. En aquellosmomentos, laenfermedadyeldolorlehabíandemacradoelrostro,enelqueselemarcabanlasojeras.Supondríaunalivioparamípasarporaltolaescenasiguiente,peronoesposible.Laescenametraerecuerdosmástristesyconmovedoresdeloque cualquier lengua puede expresar.He visto amadres besando por últimavezelrostrodesushijosmuertos.Lashevistomirandolatumbamientrasla

tierra caía conun sonido sordo sobre sus ataúdesy los apartabade susojospara siempre, pero jamás he visto una muestra de dolor tan intensa,desmesurada y desenfrenada como cuando separaron a Eliza de su hija. Sesaliódelafiladelasmujeres,corrióhaciaEmilyylatomóenbrazos.Laniña,quenotóciertopeligroinminente,seagarróinstintivamenteconlasdosmanosal cuello de sumadre y apoyó la cabecita en su pecho. Freeman le ordenóseveramentequesecallara,peroElizanolehizocaso.Freemanlasujetódelbrazoytiródeellademanerabrusca,peroElizaselimitóaaferrarseasuniña.Entonces,conunagrandescargade insultos, ledioungolpe tandespiadadoqueElizasetambaleóyestuvoapuntodecaerse.Ay,conquédolorsuplicó,imploróy rogóqueno las separaran. ¿Por quéno las compraban a las dos?¿Porquénolepermitíanquedarseconunodesusqueridoshijos?

—¡Piedad,piedad,amo!—gritabaarrodillada—.Porfavor,amo,compreaEmily.Nopodrétrabajarsilaapartandemí.Memoriré.

Freemanvolvióaintervenir,peroElizanolehizocaso,siguióimplorandounayotravez,repitióquelehabíanquitadoaRandall,quenovolveríaaverlo,y que ahora era horrible, ¡oh, por Dios!, era horrible, demasiado cruel,apartarla de Emily, de la que se sentía tan orgullosa, su única niñita,demasiadopequeñaparasobrevivirsinsumadre.

Al final, tras muchas súplicas más, el comprador de Eliza dio un pasoadelante,atodaslucesconmovido,ledijoaFreemanquecompraríaaEmilyylepreguntócuántovalía.

—¿Que cuánto vale? ¿Quiere comprarla? —le preguntó a su vezTheophilusFreeman.Ydeinmediatocontestóasuspropiaspreguntas—:Novoyavenderla.Noestáenventa.

Elclientecomentóquenonecesitabaaunaniñatanpequeña,queparaélno suponíaningúnbeneficio,peroque, como lamadre le tenía tantocariño,estaba dispuesto a pagar un precio razonable para que no las separaran.Noobstante,Freemanhizooídossordosatanhumanapropuesta.Nolavenderíaaningúnprecio.Dijoquesacaríaunmontóndedineroporellacuandotuvieraunosañosmás.EnNuevaOrleanshabíamásdeunoqueestaríadispuestoapagarcincomildólaresporunejemplar tanexquisito,hermosoysofisticadocomo sería Emily. No, no, no iba a venderla en aquel momento. Era unabelleza, una preciosidad, una muñeca, perfectamente sana, no uno de susnegrosquerecogíanalgodón,conloslabiosgruesosylacabezadehuevo.Siloera,queselallevaraeldiablo.

CuandoElizaoyóladecisióndeFreemandequedarseconEmily,sepusoabsolutamentefrenética.

—Nomemarcharésinella.Nomelaquitarán—gritóconrazón.

Pero sus gritos se mezclaron con la voz enfadada de Freeman, que leordenóquesecallara.

Entretanto, Harry y yo habíamos salido al patio, habíamos vuelto connuestrasmantas y estábamos en la puerta principal, listos paramarcharnos.NuestrocompradorseacercóanosotrosymiróaElizaconunaexpresiónqueindicaba que lamentaba haberla comprado y haberle causado tanto dolor.Esperamosun rato hasta que al final Freemanperdió la paciencia y arrancóviolentamenteaEmilydesumadremientrasambasseaferrabanentresícontodassusfuerzas.

—¡Nomedejes,mamá,nomedejes!—gritabalaniñamientrasFreemanempujababruscamenteasumadre—.¡Nomedejes,vuelve,mamá!—gritóeimploró,retorciéndoselasmanos.Perosusgritosfueronenvano.Salimosdelpatioyavanzamosporlacalleatodavelocidad.Seguíamosoyendosusgritosllamando a su madre—: ¡Vuelve, no me dejes, vuelve, mamá!—y su vozinfantilsonabacadavezmáslejana,sedesvanecíagradualmenteamedidaqueaumentabaladistanciaquenosseparabadeella,hastaquealfinaldejamosdeoírla.

ElizanovolvióaverniasabernadadeEmilyyRandall.Sinembargo,nolos olvidaba ni de día ni de noche. En el campo de algodón, en la cabaña,siempreyen todaspartes,hablabadeellos,amenudoconellos,comosienrealidad estuvieran presentes. Desde entonces, solo cuando se sumía en esailusiónosequedabadormidaencontrabaunmomentodesosiego.

Como ya he dicho, no era una esclava corriente. A su gran inteligencianaturalsesumabaelhechodeposeerconocimientoseinformacióngeneralessobremuchostemas.Habíagozadodeoportunidadesqueseconcedenamuypocos de su oprimida clase. Había crecido con un elevado nivel de vida.Durantemuchosaños,lalibertad,lasuyayladesushijos,habíasidosunubeduranteeldía,ysucolumnadefuegoporlanoche.Ensuperegrinaciónporeldesiertodelaesclavitud,alfinal«ascendióalmontePisgá»y«contemplólatierra prometida», pero de repente la decepción y la desesperanza seapoderarondeella.Lagloriosaimagendelalibertadsedesvaneciódesuvistamientrasse la llevabanprisionera.Ahora«lloraaraudalesenlanoche,y laslágrimas le surcan lasmejillas.Lahan traicionado todos sus amigos, que sehanvueltosusenemigos».

VII

ELVAPORRODOLPH—LAPARTIDADENUEVAORLEANS—WILLIAMFORD—LALLEGADAAALEXANDRIA,JUNTOALRÍO

ROJO—DECISIONES—GREATPINEWOODS—LASRESES

MESTEÑAS—LARESIDENCIADEVERANODEMARTINSUMMER—LACARRETERADETEXAS—LALLEGADAACASADELAMOFORD—ROSE—LASEÑORAFORD—SALLYYSUSHIJOS—JOHN,ELCOCINERO—WALTER,SAMYANTONY—LOSASERRADEROSJUNTOAINDIANCREEK—LOSDÍASDELSEÑOR—LACONVERSIÓNDESAM—LOSBENEFICIOSDELAAMABILIDAD—ENBALSA—ADAMTAYDEM,ELBLANCO

CORTODEMIRAS—CASCALLAYSUTRIBU—ELBAILEINDIO—JOHNM.TIBEATS—AMENAZATORMENTA

Al marcharnos del corral de esclavos de Nueva Orleans, Harry y yoseguimosanuestronuevoamopor lacalle,mientrasFreemanysusesbirrosobligaban a avanzar a Eliza, que lloraba y se daba la vuelta, hasta que nosencontramosabordodelvaporRodolph,queenaquelmomentopermanecíaen el dique.Durantemediahora remontamos abuenavelocidad elMisisipi,con rumbo a algún lugar a orillas del Río Rojo. Había un gran número deesclavos a bordo con nosotros, recién comprados en el mercado de NuevaOrleans. Recuerdo que un tal señor Kelsow, del que se decía que era elconocido dueño de una plantación considerable, tenía a su cargo a unacuadrillademujeres.

NuestroamosellamabaWilliamFord.PoraquelentoncesresidíaenGreatPineWoods,enlaparroquiadeAvoyelles,situadaenlaorilladerechadelRíoRojo, en el corazón deLuisiana.Ahora es predicador baptista.A lo largo yancho de toda la parroquia deAvoyelles, y, en especial, a ambas orillas deBayouBoeuf,dondemejorseleconoce,susconciudadanosloconsideranundigno ministro de Dios. Tal vez a muchas mentes del norte la idea de unhombre que somete a su hermano a la esclavitud, y el comercio con carnehumana, les parezca absolutamente incompatible con su concepción de unavidamoralopiadosa.LasdescripcionesdehombrescomoBurchyFreeman,yotros que mencionaré más adelante, les inducen a despreciar y detestar alconjunto de los esclavistas sin hacer distinciones. Pero yo fui durante untiemposuesclavo,ytuvelaoportunidaddeconocerafondosucarácterysutemperamento, y no le hago sino justicia al decir que, enmiopinión, nohahabidonuncaunhombremásamable,noble,honradoycristianoqueWilliamFord.Lasinfluenciasylascompañíasquelorodearonsiempreleimpidieronver lamaldad inherente a la raíz de la esclavitud. Nunca dudó del derechomoraldeunhombreasometeraotroasuvoluntad.Comomirabaatravésdelmismocristalquesuspadresantesqueél,veíalascosasdelamismamanera.Educadoenotrascircunstanciasyconotrasinfluencias,nocabedudaalgunade que sus convicciones habrían sido diferentes. Sin embargo, fue un amoejemplar, pues se condujo honestamente a la luz de su entendimiento, y

dichosofueelesclavoquellegóaserdesupropiedad.Si todosloshombresfueran como él, la esclavitud quedaría despojada demás de lamitad de suamargura.

Estuvimos dos días y tres noches a bordo del vapor Rodolph, períododuranteelcualnosucediónadadeinterésenconcreto.SemeconocíacomoPlatt,elnombrequemehabíadadoBurch,yporelquemellamarondurantetoda la época de mi servidumbre. A Eliza la vendieron con el nombre deDradey.AsílainscribieronenlaescrituradetraspasoaFordqueconstaenlaoficinadelregistrodeNuevaOrleans.

De camino, estuve reflexionando sin cesar acerca demi situación, ymepreguntabaporelcaminoaseguirconelfindeescapardemaneradefinitiva.Algunasveces, no solo entonces,más tarde también, estuve casi a puntoderevelarle a Ford todo lo relativo a mi historia. Ahora tiendo a pensar quehubieraredundadoenmibeneficio.Considerélaopciónconfrecuencia,peropormiedoavermefrustrado,nuncalallevéacabo,hastaque,coneltiempo,mitrasladoysusdificultadespecuniariaslavolvieronatodaslucespeligrosa.Después, con otros amos, distintos deWilliamFord, sabíamuy bien que elmás mínimo conocimiento de mi verdadera condición me confinaría en lasprofundidadesmás remotasde laesclavitud.Yoeraunaposesióndemasiadovaliosacomoparaquemeperdieran,yeramuyconscientedequemellevaríanaúnmás lejos, a algún lugar apartado, a la frontera deTexas, tal vez, ymevenderían allí, de que se desharían de mí como el ladrón se deshace delcaballo queha robado si osaba susurrar siquierami derecho a ser libre.Asíquedecidíguardarelsecretoen lomáshondodemicorazón,nopronunciarnuncaniunapalabraniunasílabaacercadequiénoquéera,confiandoenquelaProvidenciaymipropiaastuciamehicieranlibredenuevo.

Por fin, desembarcamos del vapor Rodolph en un lugar llamadoAlexandria, a varios cientos de millas de Nueva Orleans. Es un pueblopequeñoenlaorillasurdelRíoRojo.Traspasarallí lanoche,subimosauntrenmatutino,yprontoestuvimosenBayouLamourie,unsitiomáspequeñoyapacible,adieciochomillasdedistanciadeAlexandria.Enaquellaépoca,erala última parada del ferrocarril. La plantación de Ford se encontraba en lacarretera de Texas, a doce millas de Lamourie, en Great PineWoods. Nosavisarondequedebíamosrecorrerapieaquelladistancia,puestoquenohabíaotro transporte que fuera más allá, así que todos echamos a andaracompañadosporFord.Eraundíaextremadamentecaluroso.Harry,Elizayyoestábamosdébiles, y teníamos las plantas de los piesmuydoloridas por losefectos de la viruela. Avanzábamos despacio. Ford nos decía que nostomáramosnuestrotiempoynossentáramosydescansáramossiemprequelodeseáramos, un privilegio del que sacamos partido con bastante frecuencia.TrassalirdeLamourieycruzardosplantaciones,unaquepertenecíaalseñor

CarnellylaotraalseñorFlint,llegamosaPineWoods,unatierravirgenqueseextiendehastaelríoSabine.

TodalaregiónentornoalRíoRojoesbajaypantanosa.PineWoods,comolallaman,esrelativamenteelevada,conbrevesyfrecuentesespacios,que,noobstante, laatraviesan.Lamesetaestácubiertadenumerososárboles: roblesblancos, chinquapin, que se asemejan a los castaños, y, sobre todo, pinosamarillos.Sondegrantamaño,alcanzanlossesentapiesdealtoyestánmuyerguidos.Elbosqueestaballenodereses,muyasustadizasysalvajes,quesealejabanatropelladamente, congran resuello, al acercarnos.Algunasestabanmarcadas o herradas, el resto parecían ser salvajes y sin domesticar. Eranmuchomáspequeñasquelasvariedadesdelnorte,ylaparticularidadquemásme llamó la atención fueron sus cuernos. Sobresalían a ambos lados de lacabezatotalmenterectos,comodospicasdehierro.

Amediodía alcanzamos una parte despejada de terreno de tres o cuatroacresdeextensión.Enellahabíaunacasitademadera sinpintar,un silodemaízo,comodiríamosennuestraregión,ungranero,yunacocinademadera,queseencontrabamásomenosacincoyardasdelacasa.Eralaresidenciadeverano del señor Martin. Ricos dueños de plantaciones, con grandesmansiones en Bayou Boeuf, estaban acostumbrados a pasar la parte máscalurosadelañoenaquelbosque.Hallabanallíaguascristalinasyagradablesparajes de sombra. De hecho, aquellos lugares de descanso eran para losdueños de las plantaciones de esa zona del país lo queNewport y Saratogaparaloshabitantesmásadineradosdelasciudadesdelnorte.

Nosmandaron a la cocina, y nos surtieron de batata, tortitas demaíz ybeicon, mientras el amo Ford comía con Martin en la casa. Había variosesclavospor lapropiedad.Martin salióynosechóunvistazo, lepreguntóaFord el precio de cada uno, si éramos novatos y cosas por el estilo, y seinteresóporelmercadodeesclavosengeneral.

Trasunlargodescanso,nospusimosencaminootravezporlacarreteradeTexas, que tenía aspecto de no ser transitada más que raras veces.Atravesamoscincomillasdeunbosque inacabable sinverni una sola casa.Por fin, justocuandoel solseponíaporeloeste,entramosenotroclaro,deunosdoceoquinceacresdeextensión.

En aquel claro se erguía una casa mucho más grande que la del señorMartin.Eradedosplantas,conunporcheenlapartedelantera.Enlatrasera,había también una cocina de madera, un gallinero, silos de maíz y variascabañasparalosnegros.Cercadelacasahabíaunmelocotonaryhuertosdenaranjos y granados. El lugar estaba rodeado de bosque en todas lasdirecciones,ycubiertoporunaalfombradevegetaciónferazyexuberante.Eraunsitioapacible,solitario,agradable…literalmente,unremansoverdeenlas

tierrassalvajes.Eralaresidenciademiamo,WilliamFord.

Cuandonosacercábamos,habíaunaoriental—quesellamabaRose—depie en el porche.Al ir a la puerta, llamó a su ama, que, al poco rato, vinocorriendohacianosotrosparareunirseconsuseñor.Lobesóy,entrerisas,lepreguntó si había comprado «toda esta negrada». Ford le respondió que asíera, y nos dijo que fuéramos a la cabaña deSally y que descansáramos.Aldoblarlaesquinadelacasa,nosencontramosconSally,queestabahaciendolacolada,consusdoscríoscerca,mientrasestosserevolcabanenlahierba.Sepusieronenpiedeunbrincoysenosacercarontambaleándose,nosmiraronunmomentocomounpardeconejitos,y luegovolvieroncorriendohaciasumadrecomosinostuvieranmiedo.

Sally nos guio hasta la cabaña, nos dijo que dejáramos en el suelo losbultosyquenos sentáramos,queestaba seguradequeestaríamoscansados.Justoentonces,John,elcocinero,unchicodedieciséisaños,ymásnegroqueuncuervo,entrócorriendoen lacabaña, senosquedómirandoa lacara sinpestañear,yluegosediolavuelta,sinsaludarapenas,sevolviócorriendoalacocina,partiéndosederisa,comosinuestrallegadafueraunchistebuenodeverdad.

Rendidos por la caminata, en cuanto se hizo de noche, Harry y yo nosenvolvimosenlasmantasynostendimosenelsuelodelacabaña.Mimente,como de costumbre, volvió a divagar acerca de mi mujer y mis hijos. Laconcienciademiauténticasituaciónylodesesperadodecualquiertentativadefuga por los vastos bosques de Avoyelles se me hacían insoportables: micorazóntodavíaestabaencasa,enSaratoga.

MedespertéporlamañanatempranoconlavozdelamoFord,quellamabaaRose.Estacorrióalacasaparavestiralosniños;Sallysedirigióalpradoparaordeñaralasvacas,mientrasJohnseatareabaenlacocinapreparandoeldesayuno.Entretanto,Harryyyodimosunavueltaporelpatioparaecharunaojeada a nuestras nuevas dependencias. Justo después del desayuno, unhombredecolor,queconducíaunayuntadetresbueyes,queasuveztirabadeuncarrocargadodemadera,entróenelclaro.EraunodelosesclavosdeFord,Walton,elmaridodeRose.Apropósito,RoseeraoriundadeWashington,ylahabíantraídodeallícincoañosantes.NuncahabíavistoaEliza,peroconocíaa Berry de oídas, y ambas conocían las mismas calles, y a las mismaspersonas, ya fuera personalmente o por su reputación. Se hicieron buenasamigasdeinmediato,ysepasaronmuchoratocharlandodelosviejostiemposylosamigosquehabíandejadoatrás.

Poraquelentonces,Forderaunhombreacaudalado.AdemásdesuhogardePineWoods,poseíaunnegociomadereroenIndianCreek,acuatromillasde allí, y también, a través de su mujer, una extensa plantación y muchos

esclavosenBayouBoeuf.

WaltonhabíallegadoconsucargamentodemaderadelosaserraderosdeIndianCreek.Fordnosmandóquevolviéramosconélynosdijoqueél iríadespués, tan pronto como le fuera posible. Antes de marcharnos, Ford mellamó a la despensa y me tendió, como estaba allí estipulado, un cubo dehojalatallenodemelazaparaHarryyparamí.

Elizaseguíaretorciéndoselasmanosylamentándoseporlapérdidadesushijos.Fordtratódeconsolarlatodoloposible:ledecíaquenohacíafaltaquetrabajasemuyduro,quesepodíaquedarconRose,yayudara laseñoraconlascosasdelacasa.

Montados con Walton en el carro, Harry y yo llegamos a conocerlobastante bien mucho antes de llegar a Indian Creek. Era «siervo denacimiento»deFord,yhablabaamableyafectuosamentedeélcomohablaríaun niño de su propio padre. En respuesta a sus preguntas sobre miprocedencia,ledijequeeradeWashington.Deesaciudadyasabíamuchoporsu mujer, Rose, y todo el camino me anduvo incordiando con preguntasextravagantesydisparatadas.

Al llegar a los aserraderos de Indian Creek, nos tropezamos con dosesclavosmásdeFord,SamyAntony.Sameratambiénwashingtoniano,ylohabíansacadodeallíconlamismacuadrillaqueaRose.Había trabajadoenuna granja cerca deGeorgetown.Antony era herrero, deKentucky, y habíaestadoalserviciodesuamoactualcercadediezaños.SamconocíaaBurch,y, cuando se enteró de que era el traficante que me había enviado desdeWashington,fueextraordinariohastaquépuntoestuvimosdeacuerdorespectoasusuperlativadesfachatez.HabíamandadoallíaSamtambién.

Cuando Ford llegó al aserradero, estábamos trabajando, apilando leña ycortandotroncos,ocupaciónconlaqueseguimoselrestodelverano.

Solíamos pasar el día del Señor en el claro, día en el cual nuestro amocongregaba en torno a él a todos sus esclavos y les leía y les explicaba lasEscrituras.Tratabadeinculcarnossentimientosdebondadhaciaelprójimoyde sumisión aDios, exponiendo las recompensas prometidas a aquellos quellevanunavidarectaydevota.Sentadoenlaentradadesucasa,rodeadoporsuscriadosycriadas,quienesmirabanconseriedadelrostrodesubuenamo,hablabadeladulcebondaddelCreador,ydelavidavenidera.Confrecuencia,las palabras de la oración ascendían desde sus labios hasta el cielo, únicosonidoqueperturbabalaquietuddellugar.

En el transcurso del verano, Sam se volvió un cristiano profundamenteconvencido,yledabavueltasenlacabeza,obsesionado,altemadelareligión.SuamalediounaBibliaquellevabaconsigoaltrabajo.Sepasabacualquier

ratolibrequeleconcedieranleyéndolaconatención,aunqueaduraspenasladominara.Amenudoyoselaleíaenvozalta,unfavorquemerecompensabaconnumerosasmuestrasdegratitud.LosblancosqueveníanalaserraderoconfrecuenciareparabanenlapiedaddeSam,yelcomentarioquemáshacíaneraque un hombre como Ford, que consentía a sus esclavos tener Biblias, «noestabahechoparaposeernegros».

Sin embargo, él no perdía nada con su bondad. Es un hecho, que headvertidomásdeunavez,queaquellosque tratanasusesclavosconmayorbenevolenciasevenrecompensadosconelmáximorendimientoeneltrabajo.Losépormipropiaexperiencia.EraunafuentedeplacersorprenderalamoFord trabajando más de la cuenta, mientras que, bajo posteriores amos, nohabíanadaqueincitaseahacerloexceptoellátigodelcapataz.

FueeldeseodeunaspalabrasdeaprobaciónporpartedeFordloquemesugirió una idea que le resultó beneficiosa. La madera que estábamosmanufacturando debía ser entregada en Lamourie por contrato. Hasta aquelmomento la habían transportado por tierra, y era una partida importante degasto. IndianCreek, juntoalcualsesituaban losaserraderos, teníauncauceestrecho, aunque profundo, que desembocaba en Bayou Boeuf. En algunoslugares no tenía más de doce pies de ancho, y en muchos otros estabaobstruidoportroncosdeárboles.BayouBoeufestabacomunicadoconBayouLamourie. Averigüé que la distancia desde los aserraderos hasta ese últimobrazoderío,dondedebíaentregarsenuestramadera,noestabamásqueaunasmillasmenosportierraqueporagua.Semeocurrióque,siempreycuandosepudiera navegar por el riachuelo en balsa, el gasto del transporte se veríasustancialmentereducido.

AdamTaydem,unblancocortodemirasquehabíasidosoldadoenFloriday que había llegado deambulando hasta aquella región apartada, era elencargado y el supervisor de los aserraderos, y menospreció la idea. Sinembargo,Ford, cuando se la expuse, la recibióconbuenadisposición,ymepermitióquelapusieraenpráctica.

Trasquitarlosobstáculos,construíunabalsaestrechacompuestapordocepostes.Enaquella tarea,creoquememostrébastantehábilporquenohabíaolvidado mi experiencia de años antes en el canal Champlain. Me esforcémucho,yaqueestabadeseosodeteneréxito,tantoporlasganasdecomplacera mi amo como para demostrarle a Adam Taydem que mi plan no era tanfantasiosocomodecíasincesar.Conunamanopodíacontrolartrespostes.Meocupédelostresdedelante,ycomencéadarlealapértigariachueloabajo.Ensu momento, llegamos al primer brazo de río, y, finalmente, alcanzamosnuestrodestinoenmenostiempodelquehabíaprevisto.

La llegadade la balsa aLamourie provocógran entusiasmoy, almismo

tiempo, hizo que el señorFord se deshiciese en elogios haciamí. Por todaspartes,oíaquellamabanaPlatt,eldeFord,«elnegromáslistodetodoPineWoods», de hecho, el Fulton de Indian Creek. Yo no era insensible a lasalabanzas queme prodigaban, y disfrutaba, sobre todo, demi triunfo sobreTaydem,cuyasburlasalgomezquinashabíanazuzadomiorgullo.Apartirdeaquelmomento,dejaronenmismanoselcontrolabsolutodeltransportedelamaderaaLamouriehastaquesecumplióconelcontrato.

Indian Creek, a lo largo de todo su curso, fluye a través de un bosquemagnífico.Allí,ensuorilla,habitaunatribudeindios,loquequedabadeloschickasaws o chickopees, si no recuerdomal.Viven en chozas sencillas, dediez o doce pies cuadrados, construidas con palos de pino y cubiertas concorteza.Subsistenprincipalmentegraciasa lacarnedeciervo,demapacheyde zarigüeya, animales de los que aquellos bosques están llenos. Algunasveces truecan carne de venado por un poco de maíz y de whisky en lasplantacionesdelosríos.Suvestidodediariosonunosbombachosdecueroyunasabigarradascamisasdecazadordepercalqueseabotonandelcinturónala barbilla. Llevan aros de bronce en lasmuñecas, las orejas y la nariz. Lavestimentade lasmujeres indiasesmuysimilar.Lesgustan losperrosy loscaballos—poseenmuchosdeestosúltimos,deunarazapequeñayrobusta—ysonjineteshabilidosos.Susriendas,suscorreasysusmonturasestánhechasde piel de animal sin curtir; sus estribos, de una clase especial de madera.Montadosahorcajadasensusponis,tantohombrescomomujeres,loshevistoprecipitarse en el bosque a toda velocidad, y seguir sendas estrechas ytortuosas, y esquivar árboles de una manera que eclipsaba las proezas másasombrosasdelaequitacióncivilizada.Dandovueltasendiversasdirecciones,mientras el bosque se hacía eco y resonaba con sus alaridos, regresaban almomento en lamismaarremetida, a lamismavelocidaddesbocada a laquepartieron.SupobladoestabajuntoalIndianCreek,lollamabanIndianCastle,perosuterritorioseextendíahastaelríoSabine.Devezencuando,unatribudeTexasleshacíaunavisita,y,entonces,habíaunauténticocarnavalenGreatPineWoods.EljefedelatribueraCascalla;elsegundoenlajerarquía,JohnBaltese,suyerno;lleguéaentablaramistadconambosyconmuchosotrosdelatribudurantemisfrecuentesviajesriachueloabajoconlasbalsas.Samyyolosvisitábamosamenudocuandoterminábamoslajornada.Obedecíanaljefe;la palabra de Cascalla era su ley. Era gente ruda, pero inofensiva, y lesencantaba su vida al margen de la civilización. Eran poco aficionados alcampo abierto y las tierras despejadas de las orillas de los ríos, preferíanocultarse en las sombras del bosque. Rendían culto al Gran Espíritu, lesencantabaelwhiskyyeranfelices.

En una ocasión estuve presente en un baile, cuando un tropel erranteprocedentedeTexasacampóensupoblado.Estabanasandounciervoenteroenungranfuego,queiluminabaaunagrandistanciaporentrelosárbolesbajo

los que se habían reunido. Cuando hubieron formado una circunferencia,alternandohombresymujeresindias,unaespeciedeviolínindiodiocomienzoaunamelodía indescriptible.Eraunasuertedesonidoondulante,continuoymelancólicoconunavariaciónlevísima.Alaprimeranota,siesquedeverdadhabíamásdeunanotaen toda lamelodía,giraronencírculos, trotandounodetrás de otro, y emitiendo un ruido monótono y gutural, tan difícil dedescribircomolamúsicadelviolín.Alfinaldelaterceravuelta,separabanderepente, ululando como si fuesen a reventarles los pulmones, se separabanpara unirse por parejas de hombre ymujer india, y saltaban hacia atrás tanlejos comopodían el uno del otro, y luego adelante: proeza airosa que, trasrealizarla dos o tres veces, daba paso a formar otra vez la circunferencia ytrotar en círculo de nuevo. Por lo que parecía, se consideraba que elmejorbailarín eraquiendaba elmayor alarido, saltabamás lejosy emitía el ruidomásinsufrible.Devezencuando,unoomásdejabanelcírculodebaile,yseacercabanalfuegoparacortarunatajadadelciervoqueestabanasando.

En una cavidad, con forma demortero, tallada en el tronco de un árbolcaído,molíanmaízconunamajademadera,yhacíanunatortaconlaharina.Aratoscomíanyaratosbailaban.AsídistrajeronalosvisitantesdeTexaslosmorenoshijosde loschickopees,y tales ladescripcióndeunbaile indioenPineWoodsdeAvoyellescomoyolopresencié.

Enotoño,dejélosaserraderosymemandaronalclaroatrabajar.UndíaelamaestabainstandoaFordaqueseprocuraseuntelarparaqueSallypudieraempezaratejerlatelaparalaropadeinviernodelosesclavos.Noteníaideade dónde encontrar uno, y en esas le sugerí que la forma más sencilla deconseguir uno era fabricarlo, y le dije asimismo que yo estaba hecho unmanitasyquelointentaríasimedabapermiso.Meloconcediódebuenagana,yaccedióaquefueraalasplantacionesvecinasaestudiarlosqueusabanallíantesde comenzar con la tarea.Al final, cuando lo terminé,Sally sentencióqueeraperfecto.Podíatejersulabordedosvarasymedia,ordeñarlasvacasy,además,tenertiempolibrecadadía.Funcionabatanbienquemeordenaroncontinuarfabricandotelares,quellevaronalaplantaciónjuntoalrío.

En aquella época, un tal JohnM. Tibeats, carpintero, vino al claro parallevaracaboalgún trabajoen lacasadelamo.Memandaronquedejara lostelares y que lo ayudase.Durante dos semanas, permanecí en su compañía,cepillando e igualando tableros para el techo, pues, en la parroquia deAvoyelles,eraalgoinfrecuenteenyesarunahabitación.

JohnM.Tibeatsera loopuestoaForden todos losaspectos.Eraun tipobajito, irascible, malhumorado y rencoroso. Que yo supiera, no teníaresidencia fija, sino que iba de plantación en plantación, dondequiera quepudiera encontrar trabajo. No tenía lugar alguno en la comunidad, no eraapreciadoporlosblancosynisiquieraerarespetadoporlosesclavos.Eraun

ignorante, por añadidura, y de naturaleza vengativa.Abandonó la parroquiamuchoantesdeirmeyoynosésiestávivoomuerto.Deloquenomecabedudaesqueeldíaquenosconocimosfueunodelosmásdesgraciadosdemivida.DurantemiestanciaconelamoFordsolohabíavistoelladoamabledela esclavitud.La suyano eraunamano autoritaria quenoshicieradoblar lacerviz.Señalabaalcieloy,conpalabrasbenévolasyreconfortantes,sedirigíaa nosotros como sus prójimos mortales, responsables, como él, ante elCreador.Yopensabaenélconafecto,y,simifamiliahubieraestadoconmigo,habríapodidosobrellevaraquellacompasivaservidumbre,sinprotestar,porelrestodemisdías.Pero lasnubesacechabanenelhorizonte,heraldosdeunatormenta despiadada que pronto iba a estallar sobremí. Estaba destinado apadecerpruebastanamargascomosoloelpobreesclavoconoce,yanollevarmáslavidarelativamentefelizquehabíatenidoenGreatPineWoods.

VIII

LASDIFICULTADESDEFORD—LAVENTAATIBEATS—LAHIPOTECAMOBILIARIA—LAPLANTACIÓNDELASEÑORAFORDENBAYOUBOEUF—DESCRIPCIÓNDEESTAÚLTIMA—ELCUÑADODEFORD,PETERTANNER—ELENCUENTROCON

ELIZA—SIGUELAMENTÁNDOSEPORSUSHIJOS—ELCAPATAZDEFORD,CHAPIN—LOSINSULTOSDETIBEATS—ELBARRILDELOSCLAVOS—LAPRIMERAPELEACONTIBEATS—

SUDESCONCIERTOYREPROBACIÓN—ELINTENTODECOLGARME—LAINTROMISIÓNYELDISCURSODECHAPIN—TRISTESREFLEXIONES—LAREPENTINAPARTIDADETIBEATS,COOKYRAMSAY—LAWSONYLAMULAPARDA—ELMENSAJE

APINEWOODS

Desgraciadamente,WilliamFordsevioendificultadesacausadeasuntospecuniarios. Se entabló un grave juicio en su contra por haber avalado a suhermano, Franklin Ford, que residía junto al Río Rojo, en la susodichaAlexandria, y que había pasado por alto hacerse cargo de sus deudas.Asimismo, le debía a John M. Tibeats una considerable cantidad comocontraprestación por sus servicios en la construcción de los aserraderos deIndianCreek,ytambiéndeuntelar,unmolinodemaízyotrasedificacionesen la plantación de Bayou Boeuf, todavía sin terminar. Por tanto, eranecesario, con el fin de cumplir con esos requerimientos, deshacerse dedieciochoesclavos,entreellosyo.Diecisietedeellos,SamyHarryincluidos,fueronadquiridosporPeterCompton,eldueñodeunaplantaciónquetambiénestabaaorillasdelRíoRojo.

A mí me vendieron a Tibeats, como consecuencia, sin duda, de miinsignificante pericia como carpintero. Sucedió durante el invierno de 1842.LaescrituradeventadeFreemanaFord,comoconstatéenelregistropúblicodeNuevaOrleansamiregreso,llevabafechadel23dejuniode1841.EnelmomentodemiventaaTibeats,comoelprecioacordadopormitraspasoeramásdeloadeudado,Fordleconcedióunahipotecamobiliariadecuatrocientosdólaressobremí.Leestaréagradecidodeporvida,comoseverámásadelante,poraquellahipoteca.

Medespedídemisbuenosamigosdelclaro,ymemarchéconminuevoamo,Tibeats.FuimosalaplantacióndeBayouBoeuf,aveintisietemillasdedistancia dePineWoods, para completar lo que restaba del contrato.BayouBoeufesunacorrientemorosayllenademeandros,unadeesasmasasdeaguaestancadas comunes en aquella región, un brazo del Río Rojo. Se extiendedesdeunpuntonolejanodeAlexandria,endirecciónsudeste,ysisesiguesutortuosocurso,tienemásdecincuentamillasdelongitud.Vastasplantacionesde algodón y de azúcar bordean la orilla y llegan hasta los límites deinterminablesciénagas.Estárepletodecaimanes,quelohacenpeligrosoparaloscerdosylosniñosesclavosimprudentesquesepaseanporsusriberas.Enun recodo de aquel brazo de río, a corta distancia de Cheneyville, estabasituada la plantación de la señora Ford; su hermano, Peter Tanner, un granterrateniente,vivíaenlaotraorilla.

Ami llegadaaBayouBoeuf, tuve elplacerde encontrarmeconEliza, aquien no había visto desde hacía varios meses. No había contentado a laseñoraFord,puesestabamásatareadaenrumiarsuspenasqueenatendersustareas, y, como resultado, la había mandado a trabajar al campo de laplantación.Sehabíaquedadoflacayestabademacrada,yseguíalamentándosepor sus niños. Me preguntó si me había olvidado de ellos y me preguntómuchísimas veces si todavía me acordaba de lo bonita que era la pequeñaEmily,delomuchoquelaqueríaRandall,ysepreguntabasitodavíaseguiríanvivos,ydóndeestaríansuspolluelos.Habíasucumbidoalpesodeunapenadesmesurada.Sufiguraencorvadaysusmejillashundidasindicabancontotalclaridadquesehabíaacercadoalfinaldesufatigosocamino.

El capataz deFord en aquella plantación, y quien estaba en exclusiva alcargo de ella, era un tal señor Chapin, un hombre cordial y oriundo dePennsylvania.Aligualqueotros,teníaaTibeatsenpocaestima,hechoporelcual,sumadoalahipotecadecuatrocientosdólares,mesonriólafortuna.

Meveíaobligadoatrabajarmuyduro.Desdeprimerahoradelalbahastabienentradalanoche,nosemepermitíaniunmomentodeocio.Apesardeello, Tibeats nunca quedaba satisfecho. Se pasaba el día maldiciendo yquejándose.Nuncamedecíaniunapalabraamable.Yoeraunesclavofielyleaportabagrandesbeneficios cadadía, y, sin embargo, llegaba ami cabaña a

últimahoradelanochehartodeinsultosydeepítetoshirientes.

Habíaterminadoelmolinoparaelmaíz,lacocinayotrasconstrucciones,yestábamostrabajandoeneltallerparatejer,cuandofuiculpabledeunactoqueenaquelestadosecastigaconlamuerte.FuemiprimerapeleaconTibeats.EltelarqueestábamosfabricandoseencontrabaenunhuertoapocasyardasdelaresidenciadeChapin,ola«casagrande»,comoselaconocía.Unanoche,despuésdehabertrabajadohastaqueyanoquedabaluzparaver,Tibeatsmeordenóquemelevantaramuytempranoporlamañana,lepidieraaChapinunbarrildeclavos,ycomenzaraaponerlastablillas.Mefuiaacostaralacabañamuertode cansancio, y, tras habermecocinadouna cena abasedebeiconyuna tortita de maíz, y haber conversado un rato con Eliza, que utilizaba lamismacabaña,aligualqueLawsonysuesposa,Mary,yunesclavollamadoBristol,me eché en el suelo, haciéndomeuna ligera idea de las penalidadesqueme esperaban al día siguiente.Antes de que saliera el sol, estaba en elporche de la casa grande, esperando a que apareciera el capataz Chapin.Haberlesacadodelsueñoyhaberleexpuestomiencargohubiesesidodeunatemeridad inadmisible.Por finsalió.Quitándomeelsombrero, le informédeque el amoTibeatsme había indicado que le solicitara un barril de clavos.Entramosenladespensa,dedondesacórodandouno,mientrasmedecíaque,siTibeatspreferíaotro tamaño, trataríadeproporcionárselos,peroquepodíautilizar aquellos hasta que indicase otra cosa. Luego, tras montarse en sucaballo, que estaba ensillado y embridado en la puerta, se alejó hacia elcampo,dondeyaseencontrabanlosesclavos,mientrasyomeponíaelbarrilenelhombro,y,yajuntoaltelar,meentreguéalalabor,yempecéaclavarlastablillas.

Cuandocomenzóadespuntareldía,Tibeatssalióde lacasahaciadondeme encontraba trabajando duro. Aquella mañana parecía aún más arisco ydesagradable que de costumbre. Erami amo, por ley, tenía poder sobremicarneymi sangre,ypodíaejercer sobremíuncontrol tan tiránicocomosuperversanaturalezalesugiriese;peronohabíaningunaleyquepudieraevitarque lo mirase con absoluto desdén. Despreciaba tanto su actitud como suintelecto.Yoacababadevolver albarril para cogerotraprovisióndeclavoscuandoélllegóaltelar.

—Creíaquetehabíadichoqueempezarasaponerlasalfarjíasestamañana—comentó.

—Sí,amo,estoyenello—lerepliqué.

—¿Dónde?—preguntó.

—Porelotrolado—fuemirespuesta.

Fue andando hasta el otro lado e inspeccionó mi trabajo durante algún

tiempomientrasrefunfuñabaylocriticabaentredientes.

—¿No te dije ayer por la noche que le cogieras a Chapin un barril declavos?—empezóotravez.

—Sí,amo,yasílohehecho,yelcapatazmehadichoqueleconseguiríaotrotamañosiustedqueríacuandovolviesedelcampo.

Tibeatscaminóhastaelbarril,miróunmomentosucontenido,yluegolepegóunaviolentapatada.Acercándoseamímuyacalorado,exclamó:

—¡Condenadonegro!Nosabeshacernada,¿oqué?

Respondíasí:

—Heintentadohacerlocomomedijo,amo.Nopretendíahacernadamalo.Elcapatazmehadicho…

Peromeinterrumpióconuntorrentetaldeinsultosquenopudeterminarlafrase.Alfinal,corrióhacialacasay,alllegaralporche,descolgóunodeloslátigosdel capataz.Este teníaunmangodemadera, trenzadode cuero, y elextremomásgrueso.Lacuerda tenía trespiesde largo,aproximadamente,yestabahechaconramalesdecuerosincurtir.

Alprincipioestabaalgoasustado,ymiprimerinstintofuecorrer.NohabíanadiemáscercasalvoRachel, lacocinera,y lamujerdeChapin,peronoseveía a ningunade ellas por allí.Los demás estaban en el campo.Sabía quetrataría de azotarme y era la primera vez que alguien lo intentaba desdemillegadaaAvoyelles.Sentía,además,quemehabíacomportadofielmente,quenohabíahechonadamalo,yquememerecíaunelogioenlugardeuncastigo.Mimiedo se convirtió en ira y, antes de que llegara amí, había tomado lafirmedecisióndenodejarmeazotar,yafueraelresultadoviviromorir.

Enroscándoseellátigoenlamano,ysujetándoloporelextremopequeñodelmango, seme aproximóy, conunamirada siniestra,meordenóquemedesnudara.

—AmoTibeats—ledijemirándole insolentementea lacara—,novoyahacerlo.

Estaba a punto de decir algomás para justificarme, pero, absorto en surepresalia,seabalanzósobremíagarrándomepor lagargantaconunamano,levantandoellátigoconlaotra,dispuestoagolpearme.Noobstante,antesdequeasestaraelgolpe,yolohabíaagarradoporelcuellodelabrigo,ylohabíaarrimadocontramí.Agachándome,loagarréporeltobilloy,empujándoloconlaotramano,lotiréalsuelo.Lerodeélapiernaconunbrazoylasujetécontramipecho,demodoquesolosucabezaysushombrostocabanelsuelo,yluegolepuse elpie encimadel cuello.Estabacompletamente enmipoder.Semeencendiólasangre.Parecíacorrermeporlasvenascomosifuerafuego.Enel

paroxismo demi locura, le arrebaté el látigo de lamano.Él forcejeaba contodassusfuerzas,jurabaquenoviviríaparaverotrodíayquemearrancaríaelcorazón,perosusforcejeosysusamenazasparecíaninútiles.Nopuedodecircuántasveceslogolpeé.Recibíaunazotetrasotromientrasseretorcía.Chillómucho, poniendo el grito en el cielo, y, al final, el impío tirano suplicó lamisericordia divina, pero él, que jamás había mostrado piedad alguna,tampoco la recibió. El mango rígido del látigo se dobló sobre su cuerporastrerohastaquemedolióelbrazoderecho.

Hasta aquel momento había estado demasiado ocupado para mirar a mialrededor. Cuando me detuve un momento, vi a la señora Chapin mirandodesde laventana,yaRacheldepieen lapuertade lacocina.Susademanesmanifestaban una agitación y una inquietud extremas. Sus gritos habíanllegadohastaelcampodelabranza.Chapincabalgabatanrápidocomopodía.Lepropinéunpardegolpesmás,luegoleapartédemídeunapatadatanbiendadaqueechóarodarporelsuelo.

Poniéndoseenpieysacudiéndoseelpolvodelpelo,semequedómirando,pálidoderabia.Nosmiramosfijamenteelunoalotroensilencio.NosedijounapalabrahastaqueChapinllegógalopandohastanosotros.

—¿Quépasaaquí?—gritó.

—ElamoTibeatsquiereazotarmeporutilizarlosclavosquemehadado—lerespondí.

—¿Quépasaconlosclavos?—preguntó,volviéndosehaciaTibeats.

Tibeatslecontestóqueerandemasiadograndes,sinhacerdemasiadocasoalapreguntadeChapin,yaqueseguíaclavandosusojosdeserpienteenmíconmalasintenciones.

—Yosoyelcapatazaquí—empezóadecirChapin—,lehedichoaPlattqueloscogieraysesirvieradeellos,yque,sinoerandeltamañoadecuado,leconseguiría otros al volver del campo. No es su culpa. Además, lesproporcionarélosclavosquesemeantojen.Esperoqueseaconscientedeello,señorTibeats.

Tibeatsnorespondiópalabra,sinoque,apretandolosdientesyagitandoelpuño,juróqueselaspagaríayqueaquellonohabíahechomásqueempezar.Actoseguido,diomediavueltaysemarchó,seguidoporelcapataz,yentróenlacasa,mientrasesteúltimolehablabaentonocontenidoycongestograve.

Me quedé donde estada, porque dudaba si era mejor huir o aceptar lasconsecuencias,cualesquieraqueestasfueran.Alpocotiempo,Tibeatssaliódelacasay,ensillandosucaballo,laúnicapropiedadqueposeíaapartedemí,semarchóporlacarreteradeCheneyville.

Cuandosefue,salióChapin,atodaslucesalterado,diciéndomequenomemovieranitrataradeabandonarlaplantaciónbajoningúnconcepto.Entoncesse dirigió a la cocina y, tras llamar a Rachel para que saliera, estuvoconversandoun rato conella.Semeacercóotravez,mevolvió a conminarcongranseriedadquenoescaparaymedijoquemiamoeraungranuja,quenosehabíamarchadoconbuenasintenciones,yquequizáhubieseproblemasantes del anochecer, pero que, pasara lo que pasara, insistió, no debíamoverme.

Mientras estuve allí,me abrumó un sentimiento de inenarrable angustia.Era consciente de que me había expuesto a un castigo inimaginable. Lareacciónquesiguióamiexcesivoarrebatodecólerameprodujounadolorosasensacióndearrepentimiento.Siendounesclavoindefensoysinamigos,¿quépodía hacer?, ¿qué podía decir para justificar, ni remotamente, el acto cruelquehabíacometido,eldeindignarmeantelosultrajeseinsultosdeunhombreblanco? Intenté rezar, intenté rogar a mi Padre en el Cielo que me diesefuerzasenmipenosoaprieto,peroeldesasosiegome trababa laspalabras,ysolopudedejarcaerlacabezaentrelasmanosyllorar.Durantealmenosunahora,mequedédeesamanera,encontrandoalivioúnicamenteenlaslágrimas.Alalzar lamirada,viaTibeats,acompañadodedos jinetes,querecorrían laorilladelrío.Entraroncabalgandoenelpatio,saltarondeloscaballosysemeacercaroncongrandeslátigos.Unodeellosllevabaunrollodecuerda.

—Cruza las manos —me ordenó Tibeats, añadiendo una blasfemia tanescalofriantequenoseríadecorosorepetirla.

—Nohacefaltaquemeate,amoTibeats,estoydispuestoairdondeusteddiga—lecontesté.

Entonces, uno de sus compañeros dio un paso adelante, al tiempo quejuraba que, si oponía la más mínima resistencia, me abriría la cabeza, mearrancaríaunoaunolosmiembros,mecortaríaminegragarganta,ydioriendasueltaaotrasexpresionessimilares.Comoreparéenquetodainsistenciaseríacompletamente inútil, crucé las manos, sometiéndome con humildad acualquierexigenciaquemehicieran.Alinstante,Tibeatsmeatólasmuñecas,tirando de la soga alrededor de ellas con todas sus fuerzas. Luego hizo lomismoconlostobillos.Entretanto,losotrosdosmehabíanpasadounacuerdapor los codos y después me la habían cruzado por la espalda y atado confirmeza.Eraabsolutamente imposiblemoverniunpieniunamano.Conuntrozo de cuerda que quedaba, Tibeats hizo un torpe lazo y me lo pusoalrededordelcuello.

—Bueno, entonces —preguntó uno de los compañeros de Tibeats—,¿dóndevamosacolgaralnegro?

Unoproponíaunaramaquesalíadeltroncodeunmelocotonerocercanoal

lugar donde nos encontrábamos. Su compañero ponía reparos, pues alegabaqueserompería,yproponíaotra,hastaque,alfin,sedecidieronporlaúltima.

Durante aquella conversación y todo el tiempo en que me estuvieronatando,nodijeniunapalabra.ElcapatazChapin,mientrassedesarrollabalaescena,sededicabaarecorrerelporcheatropelladamentedeunapuntaaotra.Rachel lloraba junto a la puerta de la cocina, y la señora Chapin seguíamirandopor laventana.Laesperanzaseextinguióenmicorazón.Sinduda,habíallegadomihora.Jamásveríalaluzdeunnuevodía,jamásvolveríaaverel rostro demis hijos, la dulce ilusión que había abrigado con tanto cariño.¡Tendríaqueenfrentarmealostemiblesestertoresdelamuerte!Nadielloraríapor mí, nadie me vengaría. ¡Pronto mi cuerpo se pudriría en aquella tierraremota, o tal vez sería arrojado a los viscosos reptiles que llenaban lasestancadas aguas del río! Las lágrimas corrían por mis mejillas, pero solosirvieronparasuscitarcomentariosinsultantesporpartedemisverdugos.

Chapin rescata aNorthupde ser colgado.Grabadode laprimera ediciónpublicadaporMiller,Orton&Mulliganen1853.

Por fin,cuandomeestabanarrastrandohaciaelárbol,Chapin,quehabíadesaparecido un momento del porche, salió de la casa y caminó hacianosotros.Teníaunapistolaencadamanoy,segúnrecuerdo,leshablócontonofirmeydecidido:

—Caballeros, tengounas palabras quedecir.Harían bien en escucharlas.Quienquieraquemueva a este esclavounpiemásdedonde está es hombremuerto. En primer lugar, no se merece este trato. Es una abominaciónasesinarlodeestamanera.NoheconocidonuncaaunmuchachomáslealquePlatt. La culpa de todo la tiene usted, Tibeats. Es usted un sinvergüenzaredomado,yloconozco,ysemerecesobradamentelosazotesqueharecibido.Ensegundolugar,hesidocapatazdeestaplantacióndurantesieteaños,y,enausenciadeWilliamFord,aquímandoyo.Mideberesprotegersusintereses,yesoesloqueestoyhaciendo.Esustedunirresponsableyuninútil.FordlehaconcedidounahipotecasobrePlattdecuatrocientosdólares.Si locuelga,pierdesudeuda.Hastaquenolacancele,notienederechoaquitarlelavida.Notienederechoenningúncaso.Hayleyesparaelesclavotantocomoparaelblanco.Noesustedmásqueunasesino.

»En cuanto a ustedes —dijo dirigiéndose a Cook y Ramsay, que erancapataces de plantaciones vecinas—, en cuanto a ustedes… ¡Fuera! Siaprecianenalgosuseguridad,lesdigoquesevayan».

Cook y Ramsay, sin proferir palabra, montaron en sus caballos y semarcharoncabalgando.Tibeats,enpocosminutos,atodaslucesatemorizadoeintimidadoporeltonoresueltodeChapin,seescabullócomoelcobardequeeray,montandoensucaballo,siguióasuscompañeros.

Me quedé de pie donde estaba, todavía atado, con la soga alrededor delcuello. En cuanto se hubieron ido, Chapin llamó a Rachel, le ordenó quecorrieraalcampo, ledijeraaLawsonquevinieraa lacasaal instanteyquetrajera la mula parda, un animal muy apreciado por su extraordinariavelocidad.Elchicoaparecióalpocotiempo.

—Lawson—dijoChapin—,debesiraPineWoods.DilealamoFordquevenga enseguida, que no se retrase ni un solo momento. Dile que hanintentado asesinar a Platt.Y ahora, date prisa, chico.Llega a PineWoods amediodíaaunquetengasquereventarlamula.

Chapinentróenlacasayescribióunpase.Cuandoregresó,Lawsonestabaenlapuerta,montadoensumula.Despuésderecibirelpase,ledioungolpeseco con el látigo al animal, salió corriendo del patio y dobló río arriba agalopetendido;enmenostiempodelquemehallevadodescribirlaescena,lohabíamosperdidodevista.

IX

ELSOLABRASADOR—SIGOATADO—LASCUERDASSEMECLAVANENLACARNE—LAINQUIETUDDECHAPIN—LA

ESPECULACIÓN—RACHELYSUTAZADEAGUA—AUMENTAELSUFRIMIENTO—LAFELICIDADDELAESCLAVITUD—LA

LLEGADADEFORD—CORTALASCUERDASQUEMERETIENENYMEQUITALASOGADELCUELLO—SUFRIMIENTO—LAREUNIÓNDEESCLAVOSENLACABAÑADEELIZA—LA

AMABILIDADDETODOS—RACHELREPITELOSACONTECIMIENTOSDELDÍA—LAWSONDIVIERTEASUSCOMPAÑEROSCONUNRELATODESUCABALGADA—LOS

TEMORESDECHAPINCONRESPECTOATIBEATS—ALQUILADOAPETERTANNER—PETEREXPLICALAS

ESCRITURAS—DESCRIPCIÓNDELOSCEPOS

A medida que el sol se acercaba a su punto más alto, el día se volvíainsoportablemente caluroso. Los rayos abrasadores quemaban el suelo. Latierra casi levantaba ampollas en los pies al pisarla. Yo no tenía abrigo nisombrero,permanecíaacabezadescubierta,expuestoasuresplandorardiente.Pormirostrocorríangrandesgotasdesudorqueempapabanelescasoatuendocon el que iba vestido. Al otro lado de la valla, a muy poca distancia, losmelocotoneros arrojaban sus sombras frescas y deliciosas sobre la hierba.Hubiesedadogustosamenteunlargoañodetrabajoporcambiaraquelhorno,valga la expresión, donde estaba, por sentarme debajo de las ramas, pero

seguía atado, la soga seguía colgándome del cuello, y estaba tal y comoTibeatsysuscamaradasmehabíandejado.Nopodíamovermeniunapulgada,contantafuerzamehabíanatado.Haberlogradoapoyarmeeneltelarhubierasidotodounlujo,peroestabamuylejosdemialcance,aunquehabíamenosdeveinte pies de distancia. Deseaba tumbarme, pero sabía que nome hubierapodidovolveralevantar.Elsueloestabatansecoyardientequeeraconscientedequenohabríahechomásqueaumentarlaincomodidaddemisituación.Sihubierapodidocambiardepostura,aunquefuera ligeramente,habríasentidounalivioindecible,perolosrayosabrasadoresdelsolsureño,queatizaronmicabezadescubiertadurantetodoaquellargodíadeverano,nomecausabannilamitaddelsufrimientoquesentíaenmisdoloridosmiembros.Lasmuñecasylostobillos,ylaspiernasylosbrazosempezaronahinchárseme,ylasogaquelosatabasehundíaenlacarneabotagada.

Chapinsepasótodoeldíacaminandodeunladoparaotroporlagalería,pero no se me acercó ni una vez. Parecía sumido en un estado de graninquietud; primero me miraba a mí, y luego hacia la carretera, como siesperaralallegadadealguienencualquiermomento.Nofuealcampocomotenía por costumbre. Era evidente por su comportamiento que suponía queTibeats regresaría conmás ayuda ymejor armada, tal vez, para reanudar elaltercado,y,asimismo,eraevidentequesehabíapropuestodefendermividaantecualquierpeligro.Jamáshesabidoporquénomesocorrió,porquétoleróqueagonizaradurante todoaqueldíaagotador.Noerapor faltadesimpatía,estoysegurodeello.TalvezdeseabaqueFordvieralasogaalrededordemicuello,ylamanerabrutalenlaquemehabíanatado;talvezsuintromisiónenla propiedad de otro en la cual no tenía un interés legal hubiera podido serdelito que lo hubiera expuesto a una sanción penal. Por qué Tibeats estuvotodoeldíaausentefueotromisterioquenuncalogrédescifrar.SabíamuybienqueChapinnoleharíadañoamenosquepersistieraensusintencionescontramí. Lawson me dijo luego que, al pasar por la plantación de John DavidCheney,vioamistresagresoresyquesevolvieronyseloquedaronmirandomientras pasaba a todo correr. Creo que supusieron que el capataz Chapinhabía enviado a Lawson a avisar a las plantaciones vecinas y solicitar quefueran en su ayuda. Por tanto, sin lugar a dudas, obró de acuerdo con elprincipio de que «la discreción es la mejor parte del valor», y guardó lasdistancias.

Pero, fuera cual fuera el motivo que hubiera imperado en el malvado ycobardetirano,carecedeimportancia.Allíseguíayo,bajoelsoldelmediodía,gimiendo de dolor. Desde mucho antes del amanecer, no había probadobocado.Meestabadesmayandodedolor,desedydehambre.Únicamenteunavez, en el momento más caluroso del día, Rachel, algo asustada de estaractuandocontralosdeseosdelcapataz,searriesgóaacercarseyponermeunatazadeaguaenloslabios.Lahumildemujernuncasupo,nipodríaentendersi

mehubieseoído,cuántolabendijeporaquelreconfortantetrago.Nodejabadedecir«Ay,Platt,cuántolosiento»yluegosevolvíacorriendoasustareasenlacocina.

Elsoljamássedesplazómásdespacioporloscielos,jamásderramórayostanardientesyabrasadorescomoaqueldía.Almenosasímeloparecióamí.No pretendo expresar cuáles fueron mis reflexiones, los innumerablespensamientos que se agolpaban en mi alterado cerebro. Baste decir que,durantetodoelsantodíanolleguéalaconclusión,nisiquieraunavez,dequeun esclavo sureño alimentado, vestido, azotado y protegido por su amo seamás feliz queun ciudadanode color libre del norte. Jamáshe llegado a esaconclusióndesdeentonces.Sinembargo,haymuchoshombres,inclusoenlosestadosdelnorte,benévolosydebuencorazón,quetacharíanmiopinióndeerrónea, y procederían a respaldar con gran seriedad esa afirmación con unargumento.Pordesgracia,nuncahanbebido,comoyo,delamargocálizdelaesclavitud.Alponerse el solmeembargóel corazónunaalegría sin límites,cuando Ford llegó cabalgando al patio con el caballo sudoroso. Chapin sereunióconélenlapuertay,trasintercambiaralgunaspalabras,vinoderechohaciamí.

—Pobre Platt, estás hecho un desastre —fue la única frase que dejóescapardesuslabios.

—¡GraciasaDios!—dijeyo—.GraciasaDios,amoFord,queporfinhavenido.

Sacando una navaja del bolsillo, cortó indignado la cuerda de mismuñecas,brazosytobillos,ydeshizoelnudocorredizodemicuello.Tratédeandar,perometambaleabacomounborrachoyporpocomecaigoalsuelo.

Ford regresó de inmediato a la casa yme dejó solo de nuevo.Mientrasllegabaalporche,seaproximaronTibeatsysusdosamigos.Siguióun largodiálogo.Oía el sonido de sus voces, el tono tranquilo de FordmezclándoseconlarudamaneradehablardeTibeats,peroeraincapazdedistinguirloquedecían. Al final, volvieron a irse los tres, por lo que parecía, no muysatisfechos.

Tratédelevantarelmartillo,porquepensabamostrarleaFordlodeseosoqueestabadetrabajar,continuandoconmitareadeltelar,perosemecayódelamanosinfuerza.Alcaerlanoche,mearrastréhastalacabaña,ymeechéenel suelo. Estaba muy dolorido, lleno de heridas e hinchado, y el más levemovimiento me causaba un dolor atroz. Pronto llegaron los braceros delcampo.Rachel,cuandohabíaidoabuscaraLawson,leshabíacontadoloquehabíapasado.ElizayMarymeasaronuntrozodebeicon,perohabíaperdidoelapetito,asíquetostaronunpocodeharinademaízehicieroncafé.Fuetodolo que pude tomar. Elizame estuvo animando y fuemuy amable. No pasó

muchotiempoantesdequelacabañaestuvierallenadeesclavos.Sereunieronamialrededor,ymehicieronmuchaspreguntassobreelconflictoconTibeatsde lamañanay lospormenoresde todos los sucesosdeldía.EntoncesentróRachely,consussencillaspalabras,lorepitiótodounavezmás,ehizomuchohincapiéenlapatadaqueechóarodaraTibeatsporelsuelo,aloqueseoyóunarisillanerviosageneralentreloscongregados.LuegorelatócómoChapinsalióconsuspistolasymerescató,ycómoelamoFordcortólascuerdasconsunavaja,comosiestuvierafurioso.

Por aquel entonces,Lawsonyahabía vuelto.Tuvoque entretenerlos conunrelatodesuviajeaPineWoods:cómolamulapardalohabíallevado«másveloz que una centella»; cómo había sorprendido a todo el mundo por lorápidoquehabíaido;cómoelamoFordsalióenelacto;cómodijoquePlatteraunbuennegroyquenolomatarían,paraterminarconmuchasalusionesrotundas a que no había otro ser humano en el ancho mundo que hubieracausadotantaadmiraciónuniversalenlacarretera,orealizadounahazañatanpasmosa,dignadeJohnGilpin,comolaqueélhabíallevadoacabomontadoenlamulaparda.

Aquellaspersonastanamablesmeabrumaronconsusmanifestacionesdesimpatía;medijeronqueTibeatseraunhombreduroycruel,yqueesperabanque el amo Ford volviera a ser mi propietario. Así se pasaron el tiempo,opinando, charlando, hablando una y otra vez sobre el emocionante asunto,hastaque,derepente,elpropioChapinsepresentóenlapuertadelacabañaymellamó.

—Platt—dijo—,estanochedormirásenelsuelodelacasagrande;traelamanta.

Melevantétanrápidocomopude,cogílamanta,yloseguí.Porelcaminome informó de que no le extrañaría que Tibeats volviera otra vez antes delamanecer,queteníaintencióndematarme,yquenopermitiríaquelointentarasintestigos.Pormuchoquemehubieraapuñaladoenelcorazónenpresenciadecienesclavos,ningunodeellos,segúnlasleyesdeLuisiana,habríapodidopresentar testimonio contra él.Me tendí en el suelo de la casa grande—laprimera y última vez que seme concedió descansar en un lugar tan lujosodurante mis doce años de cautiverio— e intenté dormir. Alrededor de lamedianoche,elperroempezóaladrar.Chapinselevantó,miróporlaventana,pero no logró distinguir nada. Al final, el animal guardó silencio. Cuandoregresabaasuhabitación,medijo:

—Creo,Platt,queesesinvergüenzaestámerodeandoporalgunapartedelapropiedad.Sielperrovuelvealadraryestoydurmiendo,despiértame.

Leprometíqueloharía.Alcabodeunahoraomás,elperroempezóotravez con su alboroto, corriendo hacia la puerta, luego regresando de nuevo,

ladrandoconfuriatodoelrato.

Chapin sehabía levantado sin esperar aque lo llamara.Estavezcaminóhaciaelporcheypermanecióallídepieunconsiderablelapsodetiempo.Sinembargo, no se veía nada, y el perro regresó a su perrera. No volvió amolestarnosdurantelanoche.Eldolorextremoquesoportabayeltemoraunpeligroinminentemeimpidierondescansarporcompleto.SirealmenteTibeatsregresóalaplantaciónaquellanocheono,buscandounaoportunidaddellevaracabosuvenganzacontramí,esunmisterioquetalvezsoloconoceél.Sinembargo,entoncespensé,y sigo teniendoesaacusada impresión,queestabaallí.En cualquier caso, tenía la actitud de un asesino: se amilanaba ante laspalabras de un hombre valiente, pero estaba dispuesto a atacar a su víctimaindefensaoconfiadaporlaespalda,comotuveocasióndesabermástarde.

Al rayar el día, me levanté, dolorido y agotado, tras haber descansadopoco.Noobstante,despuésdetomareldesayunoqueMaryyElizamehabíanpreparadoenlacabaña,medirigíaltelaryretomélastareasdeldíaanterior.Inmediatamentedespuésdelevantarse,Chapinteníaporcostumbre,comoloscapatacesengeneral,montarseensucaballo,siempreensilladoyembridadoparaél—laborparticulardealgúnesclavo—ycabalgarhasta el campo.Encambio, aquella mañana, vino al telar para preguntarme si sabía algo deTibeats.Como contesté que no, comentó que a ese tipo le pasaba algo, queteníamalasangre,quedebíamantenermemuyalertaconéloqueundíameharíaalgomalocuandomenosmeloesperara.

Nohabíaacabadodedecírmelo,cuandollegóTibeatsacaballo,loamarróy entró en la casa. No me daba mucho miedo mientras Ford y Chapinanduvieranporallí,peronopodíanestaramiladosiempre.

¡Ay, qué pesado se me hizo el fardo de la esclavitud entonces! Debíabregardíatrasdía,aguantarinsultosyescarniosyofensas,dormireneldurosuelo, comer los alimentos más bastos, y no solo eso, sino vivir siendo elesclavo de un desgraciado sediento de sangre a quien debía temercontinuamente en lo sucesivo. ¿Por qué no habíamuerto de joven, antes dequeDiosmedierahijosalosqueamaryporlosquevivir?Cuántadesdichaysufrimientoydolormehubieraahorrado.Anhelabalalibertad,perolacadenadel siervo se ceñía en torno amí y no podía desembarazarme de ella. Solopodíamirar desolado hacia el norte y pensar en lasmiles demillas que seinterponían entre la tierra de la libertad y yo,millas que un negro libre nopuedecruzar.

Tibeats, por espacio de media hora, estuvo acercándose al telar, se mequedabamirandoconirritación,yluegosedabalavueltasindecirnada.Granparte del mediodía lo pasó sentado en el porche, leyendo un periódico ycharlandoconFord.Despuésdecomer,esteúltimosemarchóaPineWoods,

y,adecirverdad,contempléconauténticopesarcómoseibadelaplantación.

Duranteeldía,Tibeatsseaproximabaamíotravez,medabaalgunaordenysealejabadenuevo.

Alolargodelasemanaeltelarquedóterminado—entretanto,Tibeatsnohizoningunaalusiónenabsolutoalproblema—yentoncessemeinformódequehabíaalquiladomisserviciosaPeterTannerparatrabajaralasórdenesdeotro carpintero llamado Myers. Recibí la noticia con gran alegría, porquecualquierpuestoquemelibraradesuodiosapresenciameparecíadeseable.

PeterTanner,comoyaselehadichoallector,vivíaenlaotraorillayerahermanodelaseñoraFord.TeníaunadelasplantacionesmásimportantesdeBayouBoeuf,yerapropietariodeungrannúmerodeesclavos.

CrucéalaplantacióndeTannerconmuchoentusiasmo.Sehabíaenteradodemis últimos incidentes—de hecho, averigüé que los azotes a Tibeats sehabían difundido muy pronto por todas partes—. El asunto, junto con miexperimentocon lasbalsas,mehabíavalidocierta fama.Másdeunavezoídecir quePlattFord, ahoraPlattTibeats—el apellidodeun esclavocambiacuandocambiadeamo—,eraun«negrocomonohaydos».Contodo,estaballamadoacausar todavíamásalboroto,comoseveráenseguida,a lo largoyanchodelpequeñomundodeBayouBoeuf.

PeterTannerprocuróquesemequedaragrabadoenlacabezaqueeramuyestricto,aunquedescubríunavenadebuenhumorenelviejo,despuésdetodo.

—Túereselnegro—dijocuandollegué—,túereselnegroqueazotóasuamo,¿no?EreselnegroquepateóyagarróaTibeats,elcarpintero,porunapierna,y lediouna tunda,¿aquesí?Megustaríaverteagarrándomedeunapierna, ya lo creo. Eres todo un personaje, un gran negro, un negro muycélebre,¿aquesí?Tedaríade latigazos, tequitaría todas lasrabietas.Anda,bromeaconagarrarme lapierna si te atreves.Niunade tuspayasadas aquí,chico, acuérdate bien de lo que te digo. Y ahora vete, que tienes trabajo apatadas, granuja —remachó Peter Tanner, incapaz de contener una mediasonrisaburlonaantesupropioingenioysarcasmo.

Despuésdeescucharsubienvenida,quedéacargodeMyers,ytrabajébajosusórdenesduranteunmesporsatisfacciónsuyaymía.

ComoWilliamFord,sucuñado,TannersolíaleerlaBibliaasusesclavosen el día del Señor, pero con un espíritu algo diferente. Glosaba el NuevoTestamentodemaneraaterradora.Elprimerdomingodespuésdemillegadaalaplantación,losconvocóycomenzóaleerelduodécimocapítulodeLucas.Cuando llegó al cuadragésimo séptimo versículo, miró a su alrededorintencionadamenteyprosiguió:«Yaquelsiervoque,conociendo lavoluntaddesuseñor»,hizounapausa,miróconmásintencióntodavíaasualrededor,

«que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó», aquí hubo otrapausa, «no se preparó, ni obró conforme a su voluntad, recibirá muchosazotes».

—¿Lohabéisoído?—preguntóPeterconmuchoénfasis—.«Azotes»—repitiólentayclaramentemientrassequitabalasgafasantesdehaceralgunoscomentarios—.Elnegroqueno tengacuidado,quenoobedezcaa su señor,queessuamo,¿loentendéis?Queaesenegroledaránmuchosazotes.Aquí,muchos quiere decirmuchísimos: cuarenta, cien, ciento cincuenta latigazos,¡asíestáescrito!

YPetercontinuódejandoclaroeltemaduranteunlargorato,parainstruirasuazabacheaudiencia.

Altérminodelosejercicios,trasllamaratresdesusesclavos,Warner,WillyMajor,megritó:

—Oye, Platt, sujetaste a Tibeats por las piernas; ahora veré si puedesamarrar a estos granujas de la misma manera, hasta que regrese de lacongregación.

Inmediatamente después, les mandó a los cepos, algo común en lasplantaciones de la región del Río Rojo. Los cepos están formados por dostablones, el de debajo sujeto en los extremos a dos postes cortos, clavadosfirmemente en el suelo. Equidistantes de los lados, hay cortados unossemicírculosenelbordesuperiordeeste.Elotro tablónestáunidoaunodelos postes por una bisagra, para que pueda abrirse o cerrarse, de la mismamaneraque lahojadeunanavaja.Enelborde inferiordel tablónde arriba,también hay cortados los respectivos semicírculos, para que, cuando secierren, se forme una hilera de huecos lo bastante anchos como para dejarentrarunapiernadenegropor encimadel tobillo,perono lobastantecomoparapermitirlequesaqueelpie.Elotroextremodeltablónsuperior,contrarioaldelabisagra,quedasujetoasuposteconcerrojoycandado.Alesclavoseleobligaasentarseenelsuelo,yentoncesselevantaeltablóndeencima,selecolocan las piernas, justo por encima de los tobillos, en los semicírculos deabajo, y, cerrándolo de nuevo y echando el cerrojo, se le deja asegurado yamarrado.Conmuchafrecuenciaseaprisionaelcuelloenlugardeltobillo.Selosmantienesujetosdeestamaneramientrasselosazota.

Warner, Will y Major, según lo que contaba Tanner de ellos, eranrobasandías, negros quebrantadomingos, y, como no consentía tal bajeza,creyóquesudebererameterlosenloscepos.Trastendermelallave,Myers,laseñoraTanner,losniñosyélmismoentraronenelcocheysemarcharonhastala iglesia deCheneyville. Cuando se fueron, los chicosme rogaron que losdejara libres. Me daba lástima verlos sentados en el suelo ardiente, y meacordé de mis propios sufrimientos bajo el sol. Con la promesa de que

volverían a los cepos en el precisomomento en que se lo pidiese, accedí aliberarlos. Agradecidos por la compasión que mostré, y, con el fin derecompensarlaenalgunamedida,nopudieronhacermenos,porsupuesto,queguiarmehastaelsandial.PocoantesdequevolvieraTanner,estabandenuevoenloscepos.Cuandoporfinllegóensucoche,miróaloschicosydijoconunarisita:

—¡Ajá!Hoynoos habéis dadomuchos paseos por ahí, a que no.Yaosmeteré yo en vereda.Os vais a hartar a comer sandías en el día del Señor,negrosquebrantadomingos.

Peter Tanner estaba orgulloso de sus estrictas prácticas religiosas: eradiáconoenlaiglesia.

Pero ahora he llegado a un punto en el curso demi narración en que sehacenecesariodesviarsedeestosrelatosligerosparaahondarenelasuntomásgraveeimportantequeeselsegundoconfrontamientoconelamoTibeatsylahuidaatravésdeGreatPacoudrieSwamp.

X

REGRESOCONTIBEATS—LAIMPOSIBILIDADDECOMPLACERLE—MEATACACONUNAHACHUELA—ELFORCEJEOPORELHACHAGRANDE—LATENTACIÓNDE

MATARLO—LAFUGAPORLAPLANTACIÓN—OBSERVACIONESDESDELACERCA—TIBEATSSEACERCASEGUIDOPORLOSPERROSDECAZA—DANCONMIPISTA—SUALGARABÍA—CASIMEALCANZAN—LLEGOALAGUA—

LOSPERROSSEDESORIENTAN—LASSERPIENTESMOCASÍN—LOSCAIMANES—LANOCHEENGREATPACOUDRIESWAMP—

LOSRUIDOSDELAVIDA—RUMBOALNOROESTE—APAREZCOENPINEWOODS—ELESCLAVOYSUJOVENAMO

—LALLEGADAACASADEFORD—LACOMIDAYELDESCANSO

Alcabodeunmes,yano se requeríanmis servicios en laplantacióndeTanner.Memandaronquecruzaraelríootravezparareunirmeconmiamo,aquienencontréatareadoenlaconstruccióndeunaprensadealgodón.Estabasituada a cierta distancia de la casa grande, en un lugar bastante apartado.Empecé a trabajar una vez más en compañía de Tibeats y estabacompletamente a solas con él la mayor parte del tiempo. Me venían a lamemoria las palabras de Chapin, sus advertencias, su consejo de que me

anduviera con cuidado, no fuera que en algún momento en que estuvieradesprevenido pudiera hacerme daño. Las tenía siempre en la cabeza, demaneraquevivíaenunestadodegrandesasosiego,miedoyaprensión.Teníaunojopuestoeneltrabajoyelotroenmiamo.Decidínodarlemotivoparaofenderse, trabajaría todavía conmásahínco, si eraposible,de loquehabíahecho hasta entonces, aguantaría cualquier insulto que profiriera contra mí,todo excepto el castigo corporal.Resistiría humilde y pacientemente, con laesperanza de ablandar así, en cierta medida, su actitud hacia mí, hasta quellegaraelbenditomomentoenquemevieralibredesusgarras.

Laterceramañanatrasmiregreso,ChapinsemarchódelaplantaciónparairaCheneyvilleyestaríaausentehastalanoche.Aquellamañana,aTibeatsledio uno de sus recurrentes ataques de ira y malhumor, a los que era tanpropenso,ysemostróaúnmásdesagradableymalignodelohabitual.

Sucedió alrededor de las nueve de la mañana, cuando estaba atareadopasando lagarlopa.Tibeats estaba junto al bancode carpintero, colocándoleun mango a un cincel, con el que había estado ocupado con anterioridadcortandolaroscadeltorno.

—Noestáscepillandoesolobastante—dijo.

—Estáarasdelalínea—lecontesté.

—Eresuncondenadomentiroso—exclamómuyencendido.

—De acuerdo, amo—le dije dócilmente—, lo cepillaré más si usted lodice.

Y, de inmediato, empecé a hacerlo como suponía que deseaba. Noobstante, antes de que hubiera quitado ni una viruta, comenzó a gritar queahora lo había cepillado demasiado, que era demasiado pequeño, que habíaechado a perder todo el cepillado. Luego siguieron maldiciones eimprecaciones.Había tratadodehacerloexactamentecomoél indicaba,peronadasatisfacíaalquenoatendíaarazones.Ensilencioyconmiedo,detuveelcepillado, con la garlopa sujeta en la mano, sin saber qué hacer, y sinatrevermeaquedarmeparado.Sucólerasevolviómásymásagresivahastaque, al fin, con un insulto, un insulto tan violento y aterrador como soloTibeats podía proferir, agarró una hachuela del banco de carpintero y seabalanzósobremí,jurandoqueibaaabrirmelacabezaendos.

Era un momento de vida o muerte. La afilada y reluciente hoja de lahachuelabrillabaalsol.Unsegundodespuéslahundiríaenmicerebro,y,contodo,duranteaquelinstante—tanrápidopuedenagolpárseleenlacabezalospensamientosaunhombreaterradoanteuntrancesemejante—,reflexioné.Simequedabaquieto,midestinoestabasellado;sihuía,habíadiezposibilidadescontraunadequelahachuela,quevolaríadesumanoconpunteríacerteray

letal, me diera en la espalda. Solo podía actuar de una manera.Abalanzándomehaciaélcontodasmisfuerzas,metopéconTibeatsamediocamino,antesdequepudieraasestarelgolpe,yconunamanolecogíelbrazolevantadoyconlaotraleagarrédelcuello.Nosquedamosmirándonoselunoal otro a los ojos. Vi en ellos su intención de matarme. Me sentí como situvieseaunavíboraenelcuello,alacechodequeaflojaraenlomásmínimomipresaparaenroscarsealrededordemicuerpo,estrujándoloymordiéndolohastalamuerte.Semeocurriógritarcontodasmisfuerzas,conlaesperanzadequealguienmeoyera,peroChapinsehabíaido,losbracerosestabanenelcampo,nohabíaniunalmaalavistanialaescucha.

Elgeniobenigno,quealolargodemividamehalibradodelasmanosdelaviolencia,enaquelmomentomesugirióuna ideaacertada.Deunapatadarepentina y fuerte, que le hizo hincar una rodilla con un gruñido, dejé desujetarledelcuello,learrebatélahachuela,ylaarrojéfueradesualcance.

Locode rabia, trastornadoy fuerade sí, agarróunpalode robleblanco,posiblementedecincopiesdelargoydeungrosortananchocomosumanopodíaasir,queestabatiradoenelsuelo.Seprecipitódenuevohaciamí,ydenuevotropezóconmigo,loagarréporlacintura,y,comoyoeraelmásfuertedelosdos,loderribécontraelsuelo.Entonces,enaquellapostura,meadueñédelpaloy,levantándome,loarrojétambiénlejosdemí.

Éltambiénselevantóycorrióporelhachagrande,queestabaenelbancodecarpintero.Porsuerte,habíaunpesadotableroencimadesugranhoja,detalmaneraquenopudosacarlaantesdequemeabalanzarasobresuespalda.Mientras lo aplastaba contra el tablero con fuerza, para que el hacha sequedase todavíamás fijaensu lugar, tratéenvanodequesoltaraelmango.Permanecimosenaquellaposturaunosminutos.

Ha habido muchos momentos en mi desafortunada vida en que me haresultadoplacenteromeditarenlamuertecomoelfindelaspenasterrenales,enlatumbacomolugardedescansoparaelcuerpodébilyexhausto,perotalesmeditaciones desaparecen ante el peligro. Ningún hombre, en sus plenascapacidades, puede permanecer indiferente ante la «reina de los miedos».Todo ser viviente aprecia su vida; el gusano que se arrastra por el suelolucharía con todas sus fuerzas por ella. En aquelmomento, yo apreciaba lavida,pormuyesclavizadoymaltratadoqueestuviera.

Comonoeracapazdequesoltaraelhacha, loagarréunavezmásporelcuello,y, estavez, apretándolecomoun torno, enseguidaaflojó supresa, sedebilitóycedió.Sucara,quehabíaestadoblancadeira,sehabíavueltonegrapor la asfixia.Aquellosojosde serpientequeescupían talvenenodeprontoestabanllenosdeterror:¡erandosgrandesesferasblancassaliéndoseledelasórbitas!

Había un demonio acechando enmi corazón queme incitaba amatar aaquelperrohumanoahímismo,¡mantenerapretadoaquelmalditocuellohastaquehubieraperdidotodohálitodevida!Nomeatrevíaaasesinarlo,ytampocomeatrevíaadejarlovivir.Silomataba,tendríaquepagarconmivida;sivivía,solosatisfaríasusansiasdevenganzaconmivida.Unavozdentrodemímesusurró que huyera. Errar por las ciénagas, ser un fugitivo y un vagabundosobrelafazdelatierraerapreferiblealavidaquellevaba.

Toméprontounadecisiónylohicerodardelbancodecarpinteroalsuelo,salté una cerca que había allí al lado, y atravesé corriendo la plantación,pasandojuntoalosesclavosquetrabajabanenelalgodonal.Trasuncuartodemillacorriendo,lleguéaunadehesa,ylacrucéatodavelocidadenpoquísimotiempo.Altreparunacercaalta,vi laprensadealgodón,lacasagrandeyelespacioentreambas.Eraunaposiciónprivilegiada,desdedondeseabarcabatodalaplantación.ViaTibeatscruzarelcampohacialacasayentrarenella;luegosalió,llevandosusillay,alpocotiempo,semontóensucaballoypartióalgalope.

Yoestabaangustiado,peroagradecido.Agradecidodequesemehubieraperdonadolavida;angustiadoyconsternadoporlasperspectivasqueteníapordelante. ¿Qué ibaa serdemí?¿Quiénmeampararía?¿Haciadóndedeberíahuir?¡Oh,Dios!Túquemediste lavidae inspirasteenmipechoelamoraesta, que lo insufló con emociones semejantes a las de otros hombres, tuscriaturas,ampárame,nomeabandones.Tenpiedaddelpobreesclavo,nomedejesmorir.SiTúnomeproteges,estoyperdido,¡perdido!Talessúplicas,ensilencioysinpalabras,seelevarondelomásprofundodemicorazónhastaelCielo,peronooíningunavozquecontestara,ningúnmurmulloafectuosoquebajaradelasalturas,quelesusurraseamialma:«Aquíestoy,notemas».DabalaimpresióndequeDiosmeabandonaba,¡yqueloshombresmedespreciabanymeodiaban!

Duranteaproximadamentetrescuartosdehora,variosesclavosmegritaronymehicierongestosdequecorriera.Pocodespués,allevantarlamirada,viaTibeats y otros dos hombres a lomos de caballos viniendo haciamí a buenpaso seguidos de una jauría de perros. Había por lomenos ocho o diez. Apesardeladistancia,losreconocí.Pertenecíanalaplantacióndeallado.Losperros utilizados en BayouBoeuf para cazar esclavos eran una variedad desabueso, pero de una raza mucho más montaraz que la que existe en losestadosdelnorte.Atacanalnegroporordendesuamo,yseaferranaélcomoelbulldogaloscuadrúpedos.Confrecuencia,seoyensuspotentesladridosenlos pantanos y, entonces, se especula acerca de en qué lugar atraparán alfugitivo, al igual que el cazador neoyorquino se detiene a escuchar a lossabuesos que persiguen el rastro por las laderas y da a entender a sucompañeroqueatraparánalzorroentallugar.Nuncasupedeningúnesclavo

que escapara con vida deBayouBoeuf.Una razón de ello es que no se lespermite aprender a nadar, y son incapaces de cruzar la corriente másinsignificante.Ensuhuidanopuedenirenningunadireccióndurantemuchotiemposintoparseconelbrazodeunrío,yentoncesseplanteael inevitabledilema: o ahogarse o ser alcanzado por los perros. En mi juventud habíapracticado en los cristalinos riachuelos de mi región de nacimiento, hastaconvertirme en un nadador experimentado, y en el agua me sentía en mielemento.

Mequedéenloaltodelacercahastaquelosperrosllegaronalaprensadealgodón. Un momento después, sus aullidos prolongados y salvajesanunciaronqueibantrasmirastro.Saltandoalsuelodesdedondeestaba,corríhacialaciénaga.Elmiedomediofuerzasylasempleéalmáximo.Cadavez,oía losgañidosde losperrosmásymáscerca.Meestabanganando terreno.Me imaginaba que me saltarían a la espalda en cualquier momento, meimaginaba sus colmillos hundiéndoseme en la carne.Había tantos que sabíaquemeharíanpedazos,quememataríanenseguidaadentelladas.Cogíaireysupliquéjadeando,casisinpalabras,alTodopoderosoquemesalvara,quemedierafuerzaparallegaraalgúnbrazoderíoanchoyprofundoenquepudieradesbaratarles el rastro o hundirme en sus aguas. Poco después, llegué a unhumedal lleno de palmitos. Mientras los sorteaba en mi huida, crujíanruidosamente, aunque no lo bastante como para sofocar los ladridos de losperros.

Seguímicarreraendirecciónsur,hastadondepuedojuzgar,ylleguéporfin a mojarme justo por encima de los zapatos. En aquel momento lossabuesosnopodíanestaramásdeveinticincoyardaspordetrásdemí.Losoíachocándose unos contra otros y precipitándose a través de los palmitos,mientras sus aullidos potentes y ansiosos llenaban con su algarabía todo elpantano. La esperanza se reavivó un poco cuando llegué al agua. Con quefuera un poco más profunda, perdería la pista y, así, se desconcertarían ytendríaoportunidaddeeludirlos.Porsuerte,amedidaqueavanzabaelaguasehacíamásprofunda:primeroporencimade los tobillos, luegoamitadde lapierna, después me llegaba un momento por encima de la cintura, y pocodespués bajaba en lugares donde cubría menos. Los perros no me habíanganadoterrenodesdequemehabíatopadoconelagua.Desdeluego,estabanconfusos. Su estruendo salvaje se oía cada vez más a lo lejos, lo que megarantizaba que los estaba perdiendo. Al final, dejé de oírlos, pero elprolongadoaullidomellegóretumbandoporelairedenuevo,avisándomedequetodavíanoestabaasalvo.Decenagalencenagal,pordondehabíapisado,podíanseguirlapista,apesardesermásdifícilconelagua.Porfin,paramienormealegría, llegué aun río anchoy, zambulléndomeen él, prontohabíahendido sumorosa corriente y había llegado a la otra orilla. Allí, sin dudaalguna,losperrossedesorientarían,pueslacorrientesellevaríaríoabajotodo

rastrodeaquelolorleveymisteriosoquepermitíaalsabuesodeagudoolfatoseguirlospasosdelfugitivo.

Una vez que hube cruzado aquel brazo de río, el agua se volvió másprofunda y no pude correr.Me encontraba en lo que después supe que eraGreat Pacoudrie Swamp. Estaba repleto de árboles inmensos: sicomoros,tupelos, álamos y cipreses, y se extiende, me dijeron, a orillas del ríoCalcasieu.A lo largo de treinta o cuarentamillas carece de otros habitantesque los animales salvajes: osos, gatos monteses, tigres y grandes reptilesviscosos,quesearrastranportodaspartes.Muchoantesdequellegaraalrío,dehecho,desdeelmomentoenquemetopéconelaguahastaquesalídelaciénagaamiregreso,aquellosreptilesmerodearon.Vicientosdeserpientesmocasín.Cadaleñoycadacenagal,cadatroncodeárbolcaídosobreelquemevi obligado a caminar o trepar estaba lleno de ellas. Huían reptando alacercarme,peroalgunasveces,conlasprisas,casipuselamanooelpiesobreellas.Sonserpientesvenenosas: sumordeduraesmásmortíferaque lade laserpiente de cascabel. Además, había perdido un zapato, la suela se habíadesprendidocompletamenteyhabíadejadocolgandodemitobillolapartedearriba.

Vitambiénmuchoscaimanes,grandesypequeños,suspendidosenelaguaotendidosentrozosdemaderaflotante.Elruidoquehacíayoalavanzarlossobresaltaba,yentoncessealejabanysesumergíanenaguasmásprofundas.Sinembargo,algunasveces,metropezabadeprontoconunmonstruoantesdeverlo.Entalescasos,medabalavueltaasustado,correteabadeacáparaalláun breve trecho, y de esa manera los evitaba. Hacia delante recorren unadistanciacortamuyrápido,peronosoncapacesdegirar.Sisecorrehaciendocurvas,noesdifícilesquivarlos.

Alrededor de las dos de la tarde, oí al último de los sabuesos.Probablemente no cruzaron el brazo de río. Empapado y agotado, peroaliviadode lasensacióndepeligro inmediato,proseguí,apesardeello,másatentoytemerosodeloscaimanesylasserpientesqueenlaprimerapartedemi fuga.Apartir de entonces, antes de introducirme en una charca llena debarro,golpeabaelaguaconunpalo.Silasaguassemovían,dabaunrodeo;sino,meaventurabaapasarporellas.

Alfin,sepusoelsol,y,pocoapoco,elmantoquearrastralanochesumióel gran pantano en la oscuridad. Seguía adelante a tientas, temiendo a cadainstante sentir la terrible picadura de la mocasín o que me destrozasen lasfauces de algún caimánmolesto. Aquel temor casi igualaba el miedo a lossabuesosquemeperseguían.Lalunaapareciódespuésdeuntiempoydeslizósu suave luz a través de las ramas que cubrían el cielo cargadas de largomusgo colgante. Seguí avanzando hasta después de medianoche, con laesperanzaconstantedealcanzarunparajealgomenosdesapacibleypeligroso,

peroelaguasevolvíamásprofundaycaminarmásdifícilquenunca.Medicuentadequemeseríaimposibleprogresarmuchomásallá,y,porañadidura,nosabíaenquémanospodíacaersilograballegaraunlugarhabitado.Alnotenerunpaseenmipoder,cualquierhombreblancotendríaplenalibertadparaarrestarme ymeterme entre rejas hasta quemi amo «probarami propiedad,pagaselasmultasymesacara».Eraundescarriadoy,siteníalamalasuertedeencontrarme con un ciudadano de Luisiana respetuoso de la ley, tal vezconsiderase su deber hacia su prójimometerme sin dilación en el redil. Lociertoesqueeradifícildecidiraquiéndebíatenermásmiedo,alosperros,loscaimanesoloshombres.

Noobstante,pasadalamedianoche,medetuve.Laimaginaciónnopuededescribir el lóbrego paisaje. En la ciénaga resonaba el graznido deinnumerablespatos.Eramuyprobableque,desdeelprincipiodelostiempos,ningúnhumanohubieraholladoaquellosrecovecosrecónditosde laciénaga.En plena noche no se encontraba en silencio—silenciosa hasta el punto deresultaragobiante—comocuandoelsolbrillabaenelcielo.Miintrusióndemedianoche había despertado a las tribus aladas, que parecían abarrotar laciénaga en cientos de miles, y de sus gárrulas gargantas salían numerosossonidos; había tantos aleteos y tantas hoscas zambullidas en el agua a mialrededor queme sentía aterrado y sobrecogido. Todas las aves del cielo ytodaslasserpientesquereptanporlatierraparecíanhaberconcurridoaaquellugar en concreto con la intención de llenarlo de confusión y desorden.Nosolojuntoalasmoradashumanasnienlasmultitudinariasciudadesseveyseoyelavida.Loslugaresmássalvajesdelatierraestánllenosdeella.Inclusoenelcorazóndeaquellalóbregaciénaga,Dioshabíaproporcionadorefugioyunsitiodondemoraramillonesdeseresvivos.

La luna ya se había elevado por encima de los árboles cuando tracé unnuevoplan.Hastaaquelmomentohabíaprocuradodirigirmetanalsurcomomeeraposible.Cambiandoderumbo,proseguíendirecciónnoroeste,puesmiobjetivoeraalcanzarPineWoodsenlasproximidadesdelacasadelamoFord.Unavezbajosuprotección,creíqueestaríarelativamenteasalvo.

Teníalaropahechajirones;lasmanos,elrostroyelcuerpo,cubiertosdearañazosdelosnudosafiladosdelosárbolescaídos,ydesaltarporencimademontones de maleza y madera flotante. Tenía los pies descalzos llenos deespinas.Estabaembadurnadode fangoy lodo,yde légamoverdequehabíaacumulado de la superficie de las aguas estancadas, en las que me habíametidohastaelcuellomuchasvecesduranteeldíaylanoche.Horatrashora,ysehabíanvueltorealmenteinterminables,seguíavanzandoconpasopesadoenmitrayectohaciaelnoroeste.Elaguaempezóahacersemenosprofunda;yelsuelo,másfirmebajomispies.Porfin,lleguéalPacoudrie,elmismoanchobrazoderíoquehabíacruzadoanadoalaida.Volvíacruzarloypocotiempo

despuéscreíoírelcacareodeungallo,peroelsonidoeradébil,ypodíahabersidounajugarretademioído.Elaguamenguabaamedidaqueavanzaba;yahabíadejadoatrásellodo,ibaportierrasecaque,pocoapoco,ascendíaalallanura,ysabíaqueestabaenalgúnlugarenGreatPineWoods.

Exactamente al amanecer, llegué a un claro —una especie de pequeñaplantación—,peronolohabíavistonunca.Enellinderodelbosque,metopécon dos hombres, un esclavo y su joven amo, que se dedicaban a atraparcerdos mesteños. Sabía que el blanco me pediría mi pase y, al no poderdárselo,meretendría.Estabademasiadoexhaustocomoparavolveracorrer,ydemasiado desesperado como para que me atraparan, así que probé unaargucia que resultó del todo satisfactoria. Adoptando una expresión feroz,caminé derecho hacia él mirándolo fijamente a la cara. Al acercarme,retrocedió con aire alarmado. Era obvio que estaba muy asustado, que mecreíaalgunaaparicióninfernalsurgidadelasentrañasdelaciénaga.

—¿DóndeviveWilliamFord?—dijeentonopocoamistoso.

—Viveasietemillasdeaquí—fuesurespuesta.

—¿Pordónde sevaa sucasa?—preguntédenuevo, tratandodeparecermásferozquenunca.

—¿Veesospinosdeallá?—preguntóseñalandodospinos,aunamilladedistancia, que se erguían apartados de sus compañeros, como una pareja dealtoscentinelasquedominaralaampliaextensiónboscosa.

—Losveo—fuemirespuesta.

—Alpiedeesospinos—prosiguió—,correlacarreteradeTexas.DoblealaizquierdayleconduciráalaplantacióndeWilliamFord.

Sinmásrodeos,medirigíhaciaallíapresuradamente,haciéndolefeliz,sinduda, por poner la máxima distancia posible entre nosotros. Al dar con lacarreteradeTexas,giréamanoizquierdacomomehabíaindicadoy,alpoco,paséjuntoaungranfuegoenqueardíaunapiladeleños.Fuihaciaélconideadesecarmiropa,pero lapálida luzde lamañanaestabadespuntando:algúnblancopodíavermealpasar.Además,conelcalormeestabanentrandoganasdedormir,asíque,sindemorarmemás,seguímicamino,y,alrededorde lasocho,llegué,porfin,acasadelamoFord.

Todoslosesclavosestabanausentesdelascabañas,trabajando.Decaminohaciaelporche,golpeéenlapuerta,quelaseñoraFordabrióalpoco.Habíacambiado tanto mi aspecto, estaba en unas condiciones tan tristes yangustiosas que no me reconoció. Al preguntarle si estaba en casa el amoFord,aparecióelbuenhombreantesdequepudieraresponderalapregunta.Le conté mi fuga y todos los detalles relacionados con ella. Me escuchó

atentamente y, cuando hube terminado, me habló de manera amable ycompasiva y, tras llevarme a la cocina, llamó a John y le ordenó que meprepararaalgodecomer.Nohabíaprobadobocadodesdequeamaneciera lamañanaanterior.

Cuando Johnme puso la comida delante, el ama salió con un tazón delecheyconmuchospequeñosmanjaresquerarasvecesalegranelpaladardeunesclavo.Estabahambrientoyagotado,peronielalimentonieldescansome depararon ni la mitad de placer que aquellas benditas voces con susamables palabras de consuelo. Fue el aceite y el vino lo que el buensamaritanodeGreatPineWoodsvertióenelespírituheridodelesclavo,quienllegóaéldespojadodesuvestimentaymediomuerto.

Medejaronenlacabañaparaquedescansara.¡Benditoseaelsueño!Visitaatodosporigual,desciendecomoelrocíodelcielosobreelcautivoyellibre.Prontoseposósobremipechoparaahuyentarlosproblemasquelooprimíanymellevóaesaregiónensombrasdondevidenuevolosrostrosyescuchélasvocesdemishijos,acercadeloscuales,pordesgracia,nosabíaenmishorasenvelasihabíancaídoenlosbrazosdeeseotrosueñodelquenuncavolveríanadespertar.

XI

ELHUERTODELASEÑORA—ELFRUTODORADOYCARMESÍ—LOSNARANJOSYLOSGRANADOS—ELREGRESOABAYOUBOEUF—LOSCOMENTARIOSDELAMOFORDPORELCAMINO

—ELENCUENTROCONTIBEATS—SURELATODELAPERSECUCIÓN—FORDCONDENASUBRUTALIDAD—LALLEGADAALAPLANTACIÓN—ELASOMBRODELOSESCLAVOSALVERME—LOSAZOTESPREVISTOS—KENTUCKYJOHN—ELSEÑORELDRET,DUEÑODE

PLANTACIÓN—SAM,ELDEELDRET—ELVIAJEABIGCANEBRAKE—LOSÁRBOLESSILVESTRES—LOSMOSCOSYLOSMOSQUITOS—LALLEGADADELASMUJERESNEGRASABIGCANE—LASLEÑADORAS—LAREPENTINAAPARICIÓNDE

TIBEATS—SUTRATOIRRITANTE—LAVISITAABAYOUBOEUF—ELPASEPARALOSESCLAVOS—LAHOSPITALIDADSUREÑA

—ELFINALDEELIZA—VENTAAEDWINEPPS

Tras dormir largo rato, me desperté en algún momento de la tarde,descansado, pero muy dolorido y acalambrado. Sally entró en la cabaña yhabló conmigo mientras John me cocinaba la cena. Sally estaba muy

angustiada,al igualqueyo,porqueunodesushijosestabaenfermoy temíaque no sobreviviera. Una vez acabada la cena, después de pasear por lasdependenciasunratoyvisitarlacabañadeSallyyveralniñoenfermo,estuvedeambulandoporelhuertodelaseñora.Aunqueeraunaestacióndelañoenque, en climas más fríos, no se oye el canto de los pájaros y los árbolescarecendesuesplendorveraniego,aunasíenaquelmomentoflorecíantodalavariedad de rosas que había allí y las largas y exuberantes vides que seenredaban por los emparrados. El fruto dorado y carmesí colgaba apenasoculto entre las flores más nuevas y más antiguas del melocotonero, elnaranjo, el ciruelo y el granado, porque, en aquella región de calor casiperpetuo,lashojascaenylosbrotesdanfloresdurantetodoelaño.

Medejé llevarpor la enormegratitudque sentíahacia los amosFord,y,comodeseabarecompensarsuamabilidaddealgunamanera,comencéapodarlasvidesy,después,alimpiarlahierbadeentrelosnaranjosylosgranados.Estosúltimoscrecenochoodiezpiesdealturaysufruto,aunquemayor,separece al de la pasionaria. Tiene un sabor delicioso, como la fresa. Lasnaranjas,losmelocotones,lasciruelasymuchasotrasfrutassonautóctonasdelastierrasfértilesycálidasdeAvoyelles;sinembargo,esrarovermanzanas,quesonlafrutamáscomúnenlatitudesmásfrías.

La señora Ford salió poco después para decirme que yo era digno dealabanza,peroquenoestabaencondicionesdetrabajar,yquemequedaraenlascabañashastaqueelamofueraaBayouBoeuf,quenoseríaaqueldía,ytalvez no fuera el siguiente. Le dije que, desde luego, me encontraba mal yestaba dolorido, que me dolía el pie, pues las astillas y las espinas me lohabíandestrozado,peroquecreíaqueaquelejercicionomeharíamalyqueeraunenormeplacer trabajarparaunama tanbuena.Asíquesevolvióa lacasagrandeydurantetresdíasmeencarguédelhuerto,limpiandolassendas,desbrozando losarriatesyarrancando lasmalashierbasbajo lasenredaderasde jazmín, a las que la mano amorosa y abnegada de mi protectora habíaenseñadoatreparporlasparedes.

A la cuarta mañana, una vez recuperado y fortalecido, el amo Ford meordenó que estuviera listo para acompañarlo a BayouBoeuf.No habíamásqueuncaballoensilladoenelclaro,porquesehabíanenviadotodoslosdemásylasmulasalaplantación,asíquedijequepodíacaminar,y,trasdespedirmedeSallyyJohn,memarchédeallí,corriendoaltrotealladodelcaballo.

Aquel pequeño paraíso en Great PineWoods era el oasis en el desiertohaciaelquemicorazón sevolvería conafectodurantemismuchosañosdeservidumbre.Salíadeallíconpenaypesar,aunquenotanabatidocomosisemehubieranhechosaberentoncesquejamásregresaría.

ElamoFordmeanimóareemplazarledevezencuandoenelcaballopara

quedescansara,pero ledijequeno,quenoestabacansado,yqueeramejorquecaminarayo.Medijomuchascosasamablesyalentadorasporelcamino,mientrascabalgabadespacio,paraquepudierairasulado.LabondaddeDioshaquedadopatente,afirmó,enmimilagrosahuidaporlaciénaga.AligualqueDaniel llegó ilesode laguaridade los leones, y al igualque Jonás sehabíacobijado en el vientre de la ballena, así me había librado del mal elTodopoderoso. Me preguntó por las diversas emociones y los temores quehabíaexperimentadoalolargodeldíaylanoche,ysihabíasentido,enalgúnmomento, deseos de rezar. Me sentía abandonado por todo el mundo, lerespondí,yestabarezandomentalmentetodoeltiempo.Entalesocasiones,medijo,elcorazóndelhombresevuelvehaciasuCreador.Enlaprosperidad,ycuandonohaynadaquelehagadañoolecausetemor,noseacuerdadeÉl,yestádispuestoadesafiarlo,peroenmediodelpeligro,privadodetodaayudahumana, deja la tumba abierta ante él: entonces, en el momento de sutribulación, el hombre sarcástico y descreído se vuelve a Dios para pedirleauxilio,puessientequenohayotraesperanza,amparooabrigomásalládesubrazoprotector.

Asímehablóaquelhombrebenévolodeestavidaylavidavenidera,delabondad y el poder deDios, y de la vanidad de las cosas terrenas,mientrasviajábamosporlacarreterasolitariahaciaBayouBoeuf.

Cuando estábamos a cinco millas aproximadamente de la plantación,vislumbramosaunjinetealolejosquecabalgabahacianosotros.Alacercarse,vique se tratabadeTibeats.Semequedómirandounmomento,peronosedirigióamíy,dandomediavuelta,cabalgójuntoaFord.Yocorríadespacioyensilenciotraslospasosdesuscaballosescuchandosuconversación.FordleinformódemillegadaaPineWoodstresdíasantes,delestadolamentableenelquemeencontraba,ydelasdificultadesylospeligrosquehabíaarrostrado.

—Bueno —exclamó Tibeats, omitiendo sus habituales maldiciones enpresencia de Ford—, en toda mi vida no he visto a nadie correr así. MeapuestoaPlattporciendólaresaqueganaacualquiernegrodeLuisiana.Leofrecí a JohnDavidCheneyveinticincodólares por cogerlo, vivoomuerto,perodejóatrásasuschuchosenunacarrerajusta.LoschuchosdeCheneynovalennada,enrealidad.LossabuesosdeDunwoodielohubieranfrenadoantesdequehubierarozadolospalmitos.Poralgunarazón,loschuchosperdieronelrastroytuvimosqueabandonarlacaza.Cabalgamostanlejoscomopudimosyluegoseguimosandandohastaqueelaguateníatrespiesdehondo.Loschicosdijeronqueseguroquesehabíaahogado.Reconozcoquememoríadeganasdepegarleun tiro.Desdeentonces,heestadocabalgando río arribay abajo,pero no tenía mucha esperanza de atraparlo, pensaba que había estirado lapata,quesí.Ah,estenegrocorrequeselaspela,¡vayaquesicorre!

Tibeats siguió hablando así, relatando su búsqueda en el pantano, la

increíble velocidad a la que hui delante de los sabuesos y, cuando huboacabado,elamoFordlerespondióqueyosiemprehabíasidounchicolealybiendispuestoconél,quelamentabaquehubiésemostenidoaquelproblema,que, según Platt, había sido tratado de manera inhumana, y que el propioTibeats tenía la culpa. Utilizar hachuelas y hachas contra los esclavos eravergonzosoynodeberíapermitirse,subrayó.

—Esanoesmanerade tratarlos, cuando se los traeporprimeraveza laregión. Tendrá una influencia perniciosa y hará que todos ellos huyan. Lasciénagasestaránllenasdeesclavos.Unpocodeamabilidadseríamuchomáseficazpara retenerlos,y losvolveríamásobedientes,queutilizaresasarmasmortales.Tododueñodeplantacióndelríodesaprobaríasemejantebarbarie.Atodos les interesa hacerlo así. Es bastante obvio, señor Tibeats, que usted yPlattnopuedenconvivir.Austed ledesagradaynodudaríaenmatarloyél,comosabe,seescaparádeustedotravezpormiedoaperderlavida.Así,pues,Tibeats, debe venderlo o, por lo menos, alquilarlo. Si no lo hace, tomarémedidasparaquitarlesupropiedad.

Con ese espíritu se dirigió Ford a Tibeats durante lo que quedaba delcamino.Noabrílaboca.Alllegaralaplantación,entraronenlacasagrande,mientrasyomeretirabaalacabañadeEliza.Losesclavossesorprendieronalencontrarmeallícuandoregresaronde la faena,puessuponíanquemehabíaahogado. Aquella noche, de nuevo, se reunieron junto a la cabaña paraescucharme relatarmi aventura. Daban por sentado queme azotarían ymecastigarían severamente, ya que el célebre castigo por escaparse eranquinientoslatigazos.

—Pobrehombre—dijoElizacogiéndomelamano—,hubierasidomejorpara ti haberte ahogado. Me temo que tienes un amo cruel que acabarámatándote.

Lawson sugirió que tal vez se eligiera al capatazChapin para infligir elcastigo, en cuyo caso no sería tan severo, y, acto seguido, Mary, Rachel,BristolylosdemásdesearonquefueraelamoFord,yaqueentoncesnohabríaazotes en absoluto. Todos ellos se compadecieron de mí y trataron deconsolarme,yestabantristesporlarepresaliaquemeesperaba,todosexceptoKentucky John. Su risa no tenía límites, invadían toda la cabaña con susrisotadas,agarrándoselascostillasmientrassedescoyuntabaderisa,ylacausadeaquella ruidosahilaridadera la ideadehaberdejadoatrása losperrosdecaza.Poralgunarazón,aquelasuntoleparecíacómico.

—Ya sabía yo que no lo agarrarían cuando corría por la plantación.Ay,Diosmío,saliópitando,¿eh?Cuandoloschuchospillarondóndeestaba,élyanoestabaallí,¡ja,ja,ja!¡Ay,Dios,quemeparto!

Y,entonces,KentuckyJohnvolvióaestallarenotrodesusescandalosos

ataques.

Aldíasiguiente,temprano,Tibeatssemarchódelaplantación.Alolargode lamañana, cuando deambulaba cerca de la desmotadora de algodón, unhombre alto y bien parecido seme acercó ymepreguntó si era el chico deTibeats, ya que aquel juvenil calificativo se aplicaba indiscriminadamente alos esclavosaunquehubieranpasadode los setenta.Mequité el sombreroydijequesí.

—¿Quétepareceríatrabajarparamí?—mepreguntó.

—Puesmegustaríamucho—dije,movidoporunarepentinaesperanzadesepararmedeTibeats.

—TrabajastealasórdenesdeMyersdondePeterTanner,¿verdad?

ContestéqueasíhabíasidoyañadíalgunoselogiosqueMyersmehabíahecho.

—Bueno,chico—medijo—,tehealquiladoatuamoparatrabajarparamíenBigCaneBrake,atreintayochomillasdeaquí,RíoRojoabajo.

AquelhombreeraelseñorEldret,quevivíamásabajodedondeFord,enlamismaorilladelrío.Loacompañéasuplantación,yporlamañanasalíconsu esclavo Sam y un carro cargado de provisiones tirado por cuatro mulashaciaBigCane,mientrasEldretyMyerssehabíanadelantadoacaballo.EltalSam era oriundo de Charleston, donde tenía a sumadre, su hermano y sushermanas.«Reconocía»—algoquedecíantantolosnegroscomolosblancos—queTibeatseraun tipo ruinyesperaba,al igualqueyode todocorazón,quesuamomecomprara.

BajamosporlaorillasurdelríoylocruzamosporlaplantacióndeCarey;desdeallífuimoshastaladeHuffPowery,unavezpasadaesta,llegamosalacarretera de Bayou Rouge, que conduce al Río Rojo. Tras atravesar BayouRougeSwamp,justodurantelapuestadesol,salimosdelacarreteraprincipalparadesviarnoshaciaBigCaneBrake.Abrimosunsenderoporelcañaveral,apenas lo bastante ancho como para dejar pasar la carreta. Las cañas, asemejanzadelasqueseutilizanparapescar,erantangruesasqueseteníanenpie.Unapersonanopodíaveratravésdeellasnicincoyardas.Lasatraviesansendasabiertasporanimalessalvajesendiferentesdirecciones,yaqueelosoyel tigreamericanoabundanenaquellasespesuras,ycualquierhondonadadeaguaestancadaestárepletadecaimanes.

Proseguimos el solitario trayecto a través de Big Cane durante variasmillas, hasta que llegamos a un descampado conocido como «el campo deSutton».Muchosañosantes,unhombrellamadoSuttonhabíapenetradoenelcañaveral selváticode aquel solitario lugar.Según la leyenda, habíahuido a

aquelsitiocomoprófugonodelejército,sinodelajusticia.Allívivíasolo—en su retiro y ermita de la ciénaga— plantando semillas y recogiendo lacosechaconsuspropiasmanos.Undíaungrupodeindiosirrumpiódemanerasigilosaensusoledady, trasunaluchasangrienta, loredujeronylomataronbrutalmente.Enmillasalaredondaportodalaregión,enlasdependenciasdelos esclavos y los porches de las casas grandes, donde los niños blancos sesentaban a escuchar historias, se dice que aquel sitio, en el corazón deBigCane, es un lugar embrujado.Durantemás de un cuarto de siglo, las voceshumanas raras veces perturbaron, si alguna vez lo hicieron, el silencio deldescampado. Malas hierbas y hierbas venenosas habían cubierto el campoantañocultivado; las serpientesdisfrutabanal solenelumbralde la ruinosacabaña.Eraunaestampadelabandonorealmentetétrica.

UnavezatravesadoelcampodeSutton,avanzamosporuncaminoreciénabierto dos millas más allá, que nos condujo a nuestro destino. Habíamosllegadoa las tierrasvírgenesdelseñorEldret,dondeplaneabadesbrozarunaconsiderable plantación. Fuimos a trabajar a la mañana siguiente con losmachetesydespejamossuficienteespaciocomoparaerigirdoscabañas:unaparaMyersyEldret,ylaotraparaSam,paramíyparalosesclavosquesenosunieran.Estábamosenmediodeárbolesdetamañodescomunal,cuyasvastasramas casi impedían que pasara la luz del sol,mientras el espacio entre lostroncoseraunaimpenetrablemasadecañaconalgúnpalmitoesporádicoaquíyallá.

El laurel y el sicomoro, el roble y el ciprés alcanzan un tamañoincomparableenaquellasfértilestierrasbajasaorillasdelRíoRojo.Decadaárbol, además, pendían grandes y alargadosmontones demusgo que a ojospoco acostumbrados tenían un aspecto chocante y extraño.Aquelmusgo seenvíaengrandescantidadesalnorteyallíseutilizaconfinesindustriales.

Talamos robles, los seccionamos en dos y con ellos erigimos cabañasprovisionales.Hicimoslostejadosconhojasanchasdepalmito,unexcelentesustitutodelastejasdemadera,mientrasduran.

Lamayormolestiaqueconocíallífueronlasmoscaspequeñas,losmoscosylosmosquitos.Plagabanelaire.Semetíanenlasentradasdeloído,lanariz,losojosy laboca,ysuccionabanbajo lapiel.Era tan imposiblenohacerlescasocomoquitárselosdeencima.Enrealidad,parecíacomosinosestuvierandevorandoytrasladándonospocoapocoensuspequeñasbocasmartirizantes.

SeríadifícildeimaginarunlugarmássolitarioomásdesagradablequeelcentrodeBigCaneBrake,peroparamí eraunparaíso en comparaciónconcualquier otro lugar en compañía del amo Tibeats. Trabajé duro y, confrecuencia,estabarendidoyexhausto,pero,apesardetodo,podíaacostarmeporlanocheenpazylevantarmeporlamañanasinmiedo.

A lo largo de la quincena siguiente, vinieron cuatro chicas negras de laplantacióndeEldret:Charlotte,Fanny,CresiayNelly.Todasellaseranaltasycorpulentas.Lespusieronhachasenlasmanosylasenviaronacortarárbolescon Sam y conmigo. Eran excelentes talando: el roble y el sicomoro másgruesos no aguantaban más que un breve rato ante sus golpes potentes ycerteros. Apilando troncos eran tan buenas como cualquier hombre. En losbosquesdelsurhayleñadorasaligualqueleñadores.Dehecho,enlaregióndeBayouBoeufparticipanen todos los trabajos requeridosen laplantación.Aran, cavan, llevan la yunta, desbrozan eriales, trabajan en la carreteraprincipal, y así sucesivamente. Algunos terratenientes que poseen grandesplantaciones de algodón y azúcar no tienenmás que esclavas para trabajar.UnodeellosesJimBurns,queviveen laorillanortedel río,enfrentede laplantacióndeJohnFogaman.

Anuestrallegadaalcañaveral,Eldretmeprometióque,sitrabajababien,podría ir a visitar amis amigos de la plantación de Ford al cabo de cuatrosemanas.Elsábadoporlanochedelaquintasemana,lerecordésupromesa,yentoncesmedijoquelohabíahechobien,quepodía ir.Mehabía ilusionadocon ello, y el anuncio de Eldret hizo queme emocionara de alegría. Debíaregresaratiempoelmartesporlamañanaparaempezarlastareasdeldía.

Cuando me estaba dejando llevar por la grata perspectiva de volver areunirme tan pronto conmis viejos amigos, de repente, la odiosa figura deTibeatsseinterpusoentrenosotros.PreguntósiMyersyPlattcongeniaban,yle respondieron que muy bien, y que Platt iba a ir por la mañana a laplantacióndeForddevisita.

—Bah,bah—dijoTibeatscondesdén—,nomerece lapena, elnegro semevolveráunirresponsable.Nopuedeir.

Pero Eldret insistió en que había trabajado concienzudamente, que mehabíahechounapromesayque,dadas las circunstancias,nodebía llevarmeunadecepción.Entonces,cuandoestabaapuntodeanochecer,entraronenunacabañayyoenlaotra.Nopodíarenunciaralaideadeirme;eraundesengañodemasiadodoloroso.Antesdelamanecerdecidímarcharme,siEldretnoponíaningunaobjeción,pasara loquepasara.Alalba,estabaensupuerta,conmimantaenrolladaenunatado,colgandodeunpalosobremihombro,mientrasesperaba el pase. Tibeats salió poco después de un humor arisco como decostumbre,selavólacaray,yéndoseauntocóndeallícerca,sesentóenél,yenaparienciasepusoapensarparasíconahínco.Despuésdepermanecerallídurante largo rato, movido por un repentino ataque de impaciencia, eché acaminar.

—¿Tevasairsinunpase?—megritó.

—Sí,amo,pensabahacerlo—contesté.

—¿Cómotecreesquevasallegar?—mepreguntó.

—Nolosé—fuetodalarespuestaqueledi.

—Tecogerány te llevarána lacárcel,dondedeberíasestar,antesdequehayasllegadoamediocamino—añadiómientrasentrabaalacabaña.

Salióenseguida,conelpaseenlamanoy,llamándome«condenadonegroquesemerececienlatigazospor lomenos», lo tiróalsuelo.Lorecogíymemarchécorriendoatodavelocidad.

Unesclavoalquedescubrenfueradelaplantacióndesuamosinunpasepuedeserretenidoyazotadoporcualquierhombreblancoqueseencuentre.Elquerecibíllevabafechaydecíalosiguiente:

Platt tiene permiso para ir a la plantación de Ford, en Bayou Boeuf, yvolverelmartesporlamañana.

JOHNM.TIBEATS

Asísuelesereldocumento.Porelcamino,melopidieronvariaspersonas,lo leyeron y dieron el visto bueno. Los que tenían porte y apariencia decaballeros,cuyavestimentaindicabaqueerangenteadinerada,confrecuenciano me prestaban la más mínima atención, pero un tipo desharrapado, uninconfundiblevagabundo,nuncadejabapasarlaoportunidaddedetenermenideinspeccionarmeyexaminarmedelaformamásmeticulosaposible.Atraparfugitivos a veces es un negocio rentable. Si, tras anunciarlo, no aparece eldueño,se lospuedevenderalmejorpostor;y,de todasmaneras,seconcedecierta gratificación al que los encuentra por sus servicios, aunque losreclamen.«Lachusmablanca»—nombrequeseempleaparalosvagabundosde ese pelaje—, por tanto, considera un regalo del cielo encontrarse con unnegrodesconocidosinunpase.

Enaquellapartedelestadodonderesidí,nohayposadasalolargodelascarreteras principales. Carecía por completo de dinero y tampoco llevabacomidaenmiviajedeBigCaneaBayouBoeuf,pero,conunpaseenlamano,un esclavonunca sufrehambreni sed.Lebasta conpresentarlo al amoo alcapatazdeunaplantaciónyexpresarlessunecesidadparaque leenvíena lacocinay leproporcionencomidao cobijo, segúnel caso.Elviajeropara encualquiercasaypidedecomercontantalibertadcomosifueraunaposada.Eslacostumbrehabitualdelaregión.Pormuchosdefectosquetengan,nocabeduda alguna de que los habitantes de orillas del Río Rojo y los de losalrededoresdelosbrazosderíodelinteriordeLuisianasonhospitalarios.

Llegué a la plantación deFord hacia el final de la tarde y luegopasé lanocheen lacabañadeElizaconLawson,Rachelyotrosconocidos.Cuandonos marchamos de Washington, Eliza tenía formas redondeadas y estaba

rellenita. Iba muy derecha y, con sus sedas y sus joyas, tenía un aspectoatractivo de vitalidad y elegancia. Ya no era ni una sombra de su antiguoaspecto.Surostrosehabíademacradoterriblementeylafiguraantañoerguidayanimadadoblabalacervizalsuelocomosillevaraasusespaldaselpesodecien años. En cuclillas en el suelo de su cabaña y vestida con la bastaindumentaria del esclavo, el viejo Elisha Berry no hubiera reconocido a lamadredesuhijo.Nuncamáslavi.Comosevolvióinútilenelalgodonal,fuecambiada por una baratija a un tipo que residía en las inmediaciones de laplantación de PeterCompton. La pena la había carcomido implacablementepor dentro hasta perder la vitalidad; y por eso, se dice, su último amo laazotaba y la insultaba sin misericordia alguna. Pero no podía devolverle agolpeselextinguidovigordelajuventudnienderezaraquelcuerpoencorvadoasualturaoriginaltalcomoeracuandoteníaasushijosasualrededorylaluzdelalibertadleiluminabaelcamino.

MeenterédelosdetallesrelativosasupartidadeestemundoporunodelosesclavosdeCompton,quehabía llegadoporelRíoRojoaBayouBoeufpara ayudar a la joven señoraTanner durante la «temporada alta».Al final,dijeron, estaba completamente inválida, durante varias semanas estuvotumbada en el suelo de una cabaña destartalada, dependiendo de lamisericordiadesuscompañerosdeesclavitudparabeberunesporádicotragodeaguaycomerunbocado.Suamo«no ledio lapuntilla»comosehaceavecesparaevitaraunanimalenfermoelsufrimiento,sinoqueladesposeyódetodoparalograrlo, ladejóinerme,paraqueseprolongarasuvidadedolorydesgraciahastasutérminonatural.Cuandolosbracerosvolvierondelcampounanoche,¡selaencontraronmuerta!Duranteeldía,elángeldelSeñor,quedeambula invisible por elmundo cosechando las almas de los que terminansusdías,habíaentradosilenciosamenteenlacabañadelamoribundayselahabíallevadodeaquellugar.¡Porfineralibre!

Al día siguiente, tras enrollar mi manta, salí de regreso a Big Cane.Después de viajar durante tres millas, en un lugar llamado Huff Power, elomnipresenteTibeatsme salió al paso en la carretera.Mepreguntó por quéestabatanprontodevueltay,cuandolehicesaberqueteníamuchointerésenregresar en el momento en el que se me había indicado, me dijo que nonecesitabairmásalládelasiguienteplantación,puestoqueaqueldíamehabíavendidoaEdwinEpps.Llegamosandandoalpatio,dondenosreunimosconelsusodichocaballero,quienmeinspeccionóymehizolaspreguntashabitualesde los compradores. Cuando fui debidamente entregado, me mandó a lasbarracasy,almismotiempo,meordenóquemehicieraunmangodeazadónyhacha.

YanoerapropiedaddeTibeats,yanoerasuperro,suanimal,temerosodesu ira y de su crueldad día y noche; y quienquiera o fuera como fuera mi

nuevoamo,noibaalamentarelcambio,sindudaalguna,asíqueelanunciodelaventafueunabuenanoticiaymesentéenminuevoalojamientoconunsuspirodealivio.

Pocodespués,Tibeatsdesapareciódeaquellapartedelpaís.Mástardelovi fugazmente una solo vez. Fue a muchas millas de Bayou Boeuf. Estabasentado a la entrada de un bar de mala muerte. Yo pasaba, en un hato deesclavos,hacialaparroquiadeSaintMary.

XII

ASPECTOFÍSICODEEPPS—EPPS,SOBRIOYBORRACHO—UNVISTAZOASUPASADO—CULTIVODEALGODÓN—LA

MANERADEROTURARYPREPARARELSUELO—ACERCADELASIEMBRA—ACERCADELAESCARDA,LACOSECHAYELTRATOALOSBRACEROSNOVATOS—LADIFERENCIAENTRELOSRECOLECTORESDEALGODÓN—PATSEY,UNANOTABLE

RECOLECTORA—ASIGNADATAREACONFORMEALAHABILIDAD—BELLEZADELALGODONAL—LASTAREASDELOSESCLAVOS—MIEDOALACERCARSEALADESMOTADORA—PESAJE—«FAENAS»—VIDAENLACABAÑA—ELMOLINODEMAÍZ—USOSDELACALABAZA—MIEDOAQUEDARSE

DORMIDO—MIEDOATODASHORAS—MANERADECULTIVARELMAÍZ—BATATAS—FERACIDADDELATIERRA—CEBANDO

CERDOS—CURANDOBEICON—CRIANDOALGANADO—CONCURSOSDETIROALBLANCO—PRODUCTOSDELA

HUERTA—FLORESYVEGETACIÓN

EdwinEpps,delquesedirámuchoalolargodelrestodeestahistoria,esun hombre grande, fornido y corpulento de cabello rubio, pómulosprominentesynarizaguileñadeexcepcionalesdimensiones.Tieneojosazules,pielclara,y,deberíadecir,quemidenimásnimenosseispies.Muestraelaireavispado e inquisitivo de un trilero. Sus modales resultan detestables ygroseros y sumanera de hablar delata enseguida demanera inequívoca quejamáshadisfrutadodelasventajasdelaeducación.Tienelahabilidaddedecirlas cosas más desafiantes, en ese aspecto superaba incluso al buen PeterTanner.Enlaépocaenlaquemeadquirió,EdwinEppsleteníamuchaaficiónalabotella,porloquesus«farras»sealargabanavecesdurantedossemanasenteras. Sin embargo, en los últimos tiempos había corregido sus hábitos y,cuando lo dejé, era el ejemplo más estricto de sobriedad que se puedeencontrarenBayouBoeuf.Cuandoteníaunadesus«castañas»,elamoEpps

eraunperdonavidasyunfanfarrón,cuyomayordeleiteconsistíaenbailarconsus«morenos»oazotarlosporelpatioconsulargolátigo,soloporelplacerde oírlos gritar y chillar mientras les plantaba grandes verdugones en laespalda. Cuando estaba sobrio, era silencioso, reservado y taimado, no nosgolpeaba indiscriminadamente, como en sus momentos de borrachera, sinoquedespachabalapuntadesucueroaalgúnlugardeunesclavorezagado,conunamañaladinacaracterísticadeél.

Había sido mayoral y capataz en su juventud, pero, en aquella época,disfrutabadeunaplantaciónenBayouHuffPower, adosmillasymediadeHolmesville,adieciochodeMarksvilleyadocedeCheneyville.PertenecíaaJosephB.Roberts,el tíodesuesposa,quese lahabíaarrendadoaEpps.Sunegocio principal era cosechar algodón y, dado que quizá algunos lean estelibrosinhabervistonuncauncampodealgodón,puedequenoestéfueradelugardescribirlaformadecultivarlo.

La tierra se prepara levantando camellones o caballones con el arado:contrasurcar, lollaman.Seutilizanbueyesomulasenlaarada,estasúltimascasidemaneraexclusiva.Lasmujeresrealizanestatareacontantafrecuenciacomoloshombres,yalimentan,almohazanocuidandesusyuntas,y,entodoslos aspectos, hacen el trabajo de campo y de establo con la eficacia de loslabradoresdelnorte.

Los camellones, o caballones, tienen seis pies de ancho, es decir, deacequiaaacequia.Sepasa,pues,unaradotiradoporunamulaalolargodelapartedearribadelcaballónoelcentrodelcamellón,mientrassehacelazanjaenlaqueunachicasueleecharlasimiente,quellevaenunabolsacolgadadelcuello.Trasellavieneunamulaconunagradaquecubrelasemilla,asíqueseempleandosmulas,tresesclavos,unaradoyunagradaparaplantarunahileradealgodón.Estalaborsellevaacaboenlosmesesdemarzoyabril.Elmaízseplantaenfebrero.Cuandonollueveyhacefrío,elalgodónsueleapareceren una semana. Al cabo de ocho o diez días comienza la escarda. Esta serealiza enparte también con ayudadel aradoyunamula.El aradopasa tancerca como es posible del algodón por ambos lados, abriendo el surco. Losesclavoslosiguenconsusazadones,cortandolahierbayelalgodón,ydejanmontículosdedospiesymedioaunlado.Aestoselollamacarpiralgodón.Dossemanasmástardeempiezalasegundaescarda.Estavezseechaelsurcohaciaelalgodón.Solosedejauntallo,elmásgrande,encadacamellón.Unaquincena después, se escarda por tercera vez, abriendo el surco hacia elalgodón de lamismamanera que antes, ymatando toda la hierba entre lashileras. A primeros de julio, cuando tiene un pie de alto más o menos, seescarda por cuarta y última vez. Entonces se ara todo el espacio entre lashilerasysedejaunaprofundaacequiaenmedio.Durantetodasestasescardas,el capataz o el mayoral sigue a los esclavos a lomos de su caballo con un

látigo,talcomosehadescrito.Laazadamásrápidavaporlahileraprincipal.Suele ir cinco yardas por delante de sus compañeros. Si uno de ellos loadelanta, lo azotan. Si uno se rezaga o se para unmomento, lo azotan. Dehecho, el látigo se pasa el día por los aires de la mañana a la noche. Latemporadadeescardaprosigueasídesdeabrilhastajulio,puesencuantosehaterminadoconuncampo,secomienzadenuevo.

Aúltimosdeagostocomienzalatemporadadecosechadelalgodón.Enesaépoca,acadaesclavoseledaunsaco.Llevasujetaunacorreaquelepasaporlanuca, loquemantiene la aberturadel sacoa la alturadelpecho,mientrasqueelfondorozaelsuelo.Acadaunoseledaunagrancestaenlaquecabráncercadedosbarriles.Estosirveparameterelalgodóndentrocuandoelsacoestálleno.Lascestassellevanhastaelcampoysecolocanalcomienzodelashileras.

Cuandoseenvíaaunbraceronuevo,quenotieneningunaexperiencia,porprimeravezalcampo,seleazotaconsensatezyesedíaseleobligaacosechartan rápido como le sea posible. Por la noche, se pesa lo que recoge paraconocersupericiaenlacosechadealgodón.Debellevarelmismopesocadanoche siguiente. Quedarse corto se considera una prueba de que ha estadoholgazaneando,yconllevaunmayoromenornúmerodelatigazosdecastigo.

Un día normal de trabajo equivale a doscientas libras. A un esclavoacostumbrado a cosechar se le castiga si consigue una cantidadmenor.Hayunagrandiferenciaentreellosenrelaciónaestaclasedetrabajo.Algunosdelosesclavosparecenteneruntalentoounadestrezanaturalesquelespermitecosecharagranvelocidadyconambasmanos,mientrasqueotros,cualquieraqueseasuprácticaoaplicación,soncompletamenteincapacesdealcanzarelnivelnormal.Atalesbracerosselosapartadelalgodonalyselosempleaenotra labor. A Patsey, de quien hablarémás adelante, se la conocía como lacosechadoradealgodónmásnotabledeBayouBoeuf.Cosechabaconambasmanos y con una rapidez tan sorprendente que para ella no era infrecuenterecolectarquinientaslibrasenundía.

Portanto,acadaunoseleasignaunatareaconformeasuhabilidadparacosechar; sin embargo, a ninguno para no llegar a las doscientas libras depeso.Yo,comosiemprehesidotorpeparaesatarea,hubieracontentadoamiamo si hubiera conseguido dicha cantidad, mientras que, por el contrario,seguramentehubiesendadounapalizaaPatseysihubieselogradodosvecesmás.

Elalgodóncrecedecincoasietepiesdealtoycadatallotienemuchísimasramas,quebrotanentodasdireccionesyquesecombanunasaotrashacialaacequia.

Haypocascosasmásagradablesdeverqueunvastoalgodonalcuandoestá

florecido.Ofreceunaspectodepurezasemejanteaunaextensióncubiertadenievelivianayreciéncaída.

Algunasveceselesclavocosechaunladodeunahileraysevuelvehacialaotra,pero,conmásfrecuencia,hayotroalotroladorecogiendotodoloquehaflorecidoydejandolascápsulassinabrirparaunacosechaposterior.Cuandose llenaelsaco,sevacíaen lacestayseprensaconelpie.Esnecesarioserextremadamentecuidadosolaprimeravezquesecruzaelalgodonal,conelfindenoromperlasramasdelostallos.Elalgodónnofloreceenunaramarota.Epps nunca se olvidaba de infligir el escarmientomás severo al desdichadosiervo que, por descuido o por accidente inevitable, fuera mínimamenteresponsablealrespecto.

Alosbracerosselesexigeestarenelalgodonalconelprimerrayodeluzde lamañana,y,aexcepcióndediezoquinceminutosquese lesconcedeamediodíaparatragarsesuracióndebeiconfríoatodaprisa,noselespermiteestar ociosos ni un momento hasta que está demasiado oscuro para ver, ycuandohaylunallena,amenudotrabajanhastabienentradalanoche.Noseatrevenapararnisiquieraacenar,niregresaralascabañas,pormuytardequesea,hastaqueelmayoraldalaordendedetenerse.

Unavezterminadalajornadaenelalgodonal,«searrean»lascestaso,enotraspalabras,setransportanaladesmotadora,dondesepesaelalgodón.Pormuy fatigado y exhausto que pueda estar, por mucho que desee dormir ydescansar, un esclavo nunca se acerca a la desmotadora con la cesta dealgodón sinoasustado.Si sequedacortodepeso, si noha realizado toda latareaqueseleasigna,sabequedebeangustiarse.Ysiharebasadoelpesoendiez o veinte libras, con toda probabilidad su amo evaluará la tarea del díasiguiente en consecuencia.Así que, ya sea por tener demasiado o por tenerdemasiado poco algodón, se acerca a la desmotadora siempre conmiedo ytemblando. Con mucha frecuencia tienen demasiado poco y, por tanto, noestán ansiosos por abandonar el algodonal. Después de pesar, vienen loslatigazos;yluegosellevanlascestasalalmacéndealgodón,ysucontenidoseacumula como el heno, pues se envía a todos los braceros a pisarlo. Si elalgodónnoestáseco,enlugardellevárselodeladesmotadoraenseguida,secoloca encima de tarimas de dos pies de alto y alrededor de seis de ancho,cubiertasdetablasoplanchas,conestrechospasillosentreellas.

Hechoesto,laslaboresdeldíanoterminanahí,deningúnmodo.Cadaunodebeocuparsedesusrespectivasfaenas.Unodadecomeralasmulas,otroalcerdo, otro corta la madera, y así sucesivamente; además, el embalaje secompleta a la luz de las velas. Por último, avanzada la noche, los esclavosllegan a las cabañas, somnolientos y derrotados por un largo día dequehaceres.Entonceshayqueencenderunfuegoenlacabaña,triturarelmaízconelmolinillodemanoyprepararlacenaylacomidaparaeldíasiguiente

en el algodonal. Lo único que se les concede esmaíz y beicon, que se lesreparte en el graneroy en el ahumadero los domingospor lamañana.Cadauno recibe,comoraciónsemanal, tres librasymediadebeicon,y suficientemaíz comoparahacer unmontónde comida.Eso es todo: nadade té, café,azúcar,y,salvounapizcaescasadevezencuando,nadadesal.Puedodecir,trasdiezañosdeestanciaconelamoEpps,queespocoprobablequeningunode sus esclavos padezca de gota por excederse con la buena vida. A lospuercosdelamoEppsselosalimentabaconmaízsincáscara,esolessoltabaasusnegrosaloído.Losprimeros,pensabaél,engordaríanmásrápidosiselequitaba lacáscaray se remojabaenagua; losúltimos, si se les tratabade lamismamanera,talvezsepusierandemasiadogordosparafaenar.ElamoEppsera un fino contable y sabía cómo administrar a sus animales, sobrio oborracho.

El molino del maíz se encontraba en el patio bajo un tejadillo. Essemejanteaunmolinodecafécorriente,aunquelatolvatienecapacidadparaseis cuartosdegalónmásomenos.El amoEpps concedíaunprivilegio sinrestriccionesatodoslosesclavosquetenía.Podíantriturarsumaízdenoche,encantidadestanpequeñascomosusnecesidadesdiariasrequiriesen,opodíantriturar la ración de toda la semana de una vez los domingos, como ellosprefirieran.¡QuéhombremásgenerosoeraelamoEpps!

Yoguardabamimaízenunacajitademadera;lacomida,enunacalabazaseca; y, por cierto, la calabaza es uno de los utensiliosmás convenientes ynecesariosenunaplantación.Ademásdesustituircualquierpiezadelavajillaenlacabañadelesclavo,seutilizaparallevaraguaaloscamposdelabranza,oinclusolacomida.Conellaseprescindedelanecesidaddecubos,cazosotazas,ydetodaslastrivialidadesdehojalataymaderasemejantes.

Cuandosetrituraelmaízysehacefuego,elbeiconsebajadelclavodelque cuelga, se corta una tajada y se echa en los carbones para asarla. Lamayoría de los esclavos no tiene un cuchillo, ni mucho menos un tenedor.Cortan el beicon con el hacha en elmontón de leña. La harina demaíz semezcla con un poco de agua, se pone en el fuego y se cuece. Cuando «sedora»,seraspanlascenizas,y,trasponerloencimadeuntrozodemadera,quehace lasvecesdemesa,el inquilinode lacabañadeesclavosestá listoparasentarseenel sueloacenar.Paraentonces, suele sermedianoche.Elmismomiedoalcastigoconelqueseacercaaladesmotadoraseadueñadeellosotravezaltumbarseparadescansarunrato.Eselmiedoaquedarsedormidoporlamañana.Talcrimenllevaríaaparejado,sinduda,nomenosdeveintelatigazos.Conunaoraciónenlaquesepideestarenpieybiendespiertoalprimertoquedecorneta,sesumeensuletargocadanoche.

Noseencontraránlosdivanesmásmullidosdelmundoenlamansióndetroncosdelesclavo.Aquelenelquemereclinéañotrasañoerauntablónde

doce pulgadas de ancho y diez pies de largo.Mi almohada era un trozo demadera.Laropadecamaeraunamantaásperasinunmal jirónni trapo.Sepodríautilizarmusgosinofueraporqueenseguidahiervedepulgas.

Lacabañaestáconstruidacon leños, sin sueloniventana.Estaúltimaestotalmente innecesaria, lasrendijasentre los leñosdejanpasarsuficiente luz.Cuando hay tormenta, la lluvia penetra a través de los leños, volviéndolaincómoda y extremadamente desagradable. La puerta, tosca, cuelga de unosgoznesdemadera.Enunrincónhayunachimeneatorpementeconstruida.

Unahoraantesdequesalgaelsolsetocalacorneta.Entoncesselevantanlosesclavos, sepreparaneldesayuno, llenanunacalabazaconagua,enotrameten la comida, beicon frío y torta de maíz, y se apresuran al campo delabranzadenuevo.Esuncrimen,quesepagaconlatigazos,queleencuentrenaunoenlascabañasdespuésdelamanecer.Entoncescomienzanlosmiedosylos trabajosdeotrodía,yhastaque terminanohayrespiro.Elesclavo tienemiedodequelocojanrezagadoalolargodeldía;tienemiedodeacercarseala desmotadora con su cesta cargada de algodón por la noche; tienemiedo,cuandoseacuesta,dequedarsedormidoporlamañana.Esaesladescripciónfiel, fidedignaysinexageracionesde lavidadiariadeunesclavodurante laépocadecosechadelalgodónaorillasdeBayouBoeuf.

En elmes de enero, casi siempre, se remata la cuarta y última cosecha.Entonces empieza la temporada del maíz. Este se considera un cultivosecundario,yrecibemuchamenosdedicaciónqueelalgodón.Seplanta,comoyasehamencionado,enfebrero.Elmaízsesiembraenaquellaregiónconelfindeengordaraloscerdosyalimentaralosesclavos;sedestinamuypoco,siacaso se hace, a la venta. Es de la variedad blanca, el demazorca de grantamaño, y el tallo alcanza una altura de ocho y, a menudo, diez pies. Enagosto,searrancanlashojas,sesecanalsol,selíanenpequeñosmanojosysealmacenan como forraje para lasmulas y los bueyes.Después, los esclavosrevisanelcampoycombanlasmazorcasconelfindeimpedirquelaslluviaspenetren hasta el grano. Se dejan en ese estado hasta después de habercosechadoelalgodón,yaseamástardeomástemprano.Entoncesseseparanlasmazorcasdelostallosyseguardanenelgraneroconlacáscara,pues,delocontrario,desprovistodelacáscara,elgorgojolasecharíaaperder.Lostallossequedanenpieenelcampo.

LaCarolina,olabatata,crecetambiénenaquellaregiónenciertamedida.Sinembargo,nosedadecomeraloscerdosnialganado,yseconsideradeunaimportanciamenor.Seconservanponiéndolasenelsueloycubriéndolasligeramentecontierraotallosdemaíz.NohayniunsótanoenBayouBoeuf.Elsueloestanbajoquesellenaríadeagua.Lasbatatasvalendeveinticincoatreinta y pico centavos, o chelines, el tonel; elmaíz, salvo cuando hay unainsólitacarestía,sepuedeadquiriralmismoprecio.

En cuanto se obtienen las cosechas de algodón y maíz, se arrancan lostallos, se tiran en montones y se queman. Al mismo tiempo, se ponen enmarcha losaradosyse levantan loscaballonesdenuevoantesdeunanuevasiembra.La tierra, en las parroquias deRapides yAvoyelles, y a lo largo yanchode toda laregión,hastadonde lleguéaobservar,esdeunaprodigiosariquezayferacidad.Esunaespeciedemargadeuntonomarrónorojizo.Norequieredelosabonosfertilizantesnecesariosentierrasmásyermas,y,enelmismo campo de labranza, crece la misma cosecha durante muchos añossucesivos.

Enarar,sembrar,cosecharalgodón,recolectarelmaízyarrancaryquemarlostallossevanlascuatroestacionesdelaño.Conseguirycortarleña,prensarelalgodón,engordaraloscerdosnosonsinotareassecundarias.

Enelmesdeseptiembreoenoctubre,losperrossacanaloscerdosdelasciénagasylosconfinanencorrales.Lamatanzaserealizaunamañanadefrío,porlogeneral,cercadeañonuevo.Cadaanimalabiertoencanalsetroceaenseispartesyseamontonanunasobreotraensal,sobremesasgrandes,enelahumadero.Enesascondicionespermaneceunaquincena,ydespuéssecuelgaysepreparaunfuego,yasícontinúamásdelamitaddeloquequedadeaño.Este cuidadoso ahumadoesnecesariopara evitarque el tocino se infestedegusanos. En un clima tan cálido es difícil conservarlo ymuchas veces miscompañerosyyorecibimosnuestraracióndiariade tres librasymedia llenadeesosrepugnantesbichos.

Aunque las ciénagas estén repletas de reses, nunca se aprovechan comofuentedeingresosenungradoimportante.Eldueñodelaplantaciónhaceunaincisiónen laoreja,omarcasus inicialesenelcostado,y lasdevuelvea lasciénagas,paraquevaguen librementedentrode susconfinescasi ilimitados.Son de raza española, pequeñas y de cuernos picudos. Supe de algunasmanadasquerobabandeBayouBoeuf,peroocurríararasveces.Lasmejoresvacasvalenalrededordecincodólarescadauna.Doscuartosdegalónenunordeñoseconsideraríaunacantidadexcepcionalmenteelevada.Proporcionanpocamanteca y esta es pastosa y de una calidad inferior. A pesar del grannúmerodevacasqueatestanlasciénagas,losdueñosdelasplantacionesestánagradecidos al norte por su queso y su mantequilla, que adquieren en elmercadodeNuevaOrleans.Eltasajodevacanoesalgoquesecomanienlacasagrandenienlacabaña.

ElamoEppsteníalacostumbredeacudiralosconcursosdetiroalblancocon el fin de procurarse la carne fresca de vaca que necesitaba. Lascompeticiones tenían lugar en el cercano pueblo de Holmesville. Llevabanhastaallíresesgruesasylesdisparabantrashaberreclamadounpreciofijadopor el privilegio de hacerlo. El tirador afortunado dividía la carne entre suscompañeros y, de esta manera, se abastecían los dueños de plantación que

asistían.

Sin duda, el gran número de reses domesticadas o sin domesticar queabundanenlosbosquesylasciénagasdeBayouBoeufsugiriódichonombrealosfranceses,puestoqueel término,traducido,significaelriachuelooelríodelbueymesteño.

Los productos de la huerta, como los repollos, los nabos y cosas por elestilo, se cultivan para disfrute del amo y su familia. Tienen verduras yhortalizas en todo momento y en todas las estaciones del año. «Sécase lahierba, cáese la flor» ante los arrasadores vientos de otoño en las heladaslatitudesnorteñas,perolavegetaciónperpetuacubrelascálidastierrasbajasylasfloresseabrenenplenoinviernoenlaregióndeBayouBoeuf.

No hay prados destinados a cultivar pasto. Las hojas del maízproporcionansuficientealimentoalganadodelabor,mientrasqueelrestosesurteasímismotodoelañoenlapraderainvariablementeverde.

Hayotrasmuchasparticularidadesdelclima,losusos,lascostumbresylamaneradevivirytrabajarenelsur,peroloanterior,espero,daráallectorunaideageneralyunanuevaperspectivadelavidaenunaplantacióndealgodónenLuisiana.La formadecultivar lacañayelprocesode laelaboracióndelazúcarseexpondráenotrolugar.

XIII

LACURIOSAEMPUÑADURADELHACHA—LOSSÍNTOMASDEUNAENFERMEDADINMINENTE—LAPERSISTENCIADELA

ENFERMEDAD—ELLÁTIGONORESULTAEFICAZ—CONFINADOENLACABAÑA—LAVISITAALDOCTORWINES—

LARECUPERACIÓNPARCIAL—ELFRACASOCOMORECOLECTORDEALGODÓN—LOQUESEOÍAENLA

PLANTACIÓNDEEPPS—LOSDIFERENTESCASTIGOS—EPPSCONGANASDEDARLATIGAZOS—EPPSCONGANASDE

BAILAR—DESCRIPCIÓNDELBAILE—LAFALTADEREPOSONOESEXCUSA—CARACTERÍSTICASDEEPPS—JIMBURNS—

ELTRASLADODEHUFFPOWERABAYOUBOEUF—DESCRIPCIÓNDELTÍOABRAM,WILEY,TÍAPHEBE,BOB,

HENRY,EDWARDYPATSEY,CONUNRELATOGENEALÓGICODECADAUNODEELLOS—UNPOCODESUHISTORIAYSUSCARACTERÍSTICASPECULIARES—CELOSYLUJURIA—

PATSEY,LAVÍCTIMA

Ami llegada a la plantación del amoEpps, obedeciendo sus órdenes, laprimera tarea que me encomendó fue la de fabricar la empuñadura de unhacha.Lasempuñadurasquesuelenhacersesonunpalorectoyredondo.Yo,sinembargo,hiceunaencorvada,comolasquehabíavistoenelnorte.CuandolaterminéyselaenseñéaEpps, lamirósorprendido, incapazdedeterminarquéeraexactamente.Jamáshabíavistounaempuñaduraconaquellaformay,cuando leexpliquésuutilidad, sequedómuy impresionadopor lonovedosaqueresultabala idea.Laguardóensucasadurantemuchotiempoy,cuandosusamigosibandevisita,selamostrabacomosifueraunacuriosidad.

Eralaépocadelaescarda.Primeromeenviaronalcampodemaízyluegoalimpiarelalgodón.Estuvehaciendoaqueltrabajohastaquelaescardacasisehabía terminado,momentoenqueempecéapadecer los síntomasdeunaenfermedad inminente. Comencé a notar escalofríos, seguidos de una fiebremuy alta.Me sentía tan débil, tan consumido y amenudo tanmareado queandaba y me tambaleaba como un borracho. No obstante, me obligaban amantenerel ritmode lacuadrilla.Ysiyame resultabadifícilcuandoestabasano, enfermo me era del todo imposible. Con frecuencia me quedabarezagado, pero los latigazos que me propinaba el capataz en la espaldainfundían temporalmente un poco de energía en mi enfermizo y encorvadocuerpo.Continuéenfermandohastaquealfinalellátigoperdióporcompletosueficacia.Elagudoescozordelcueroyanomeestimulaba.Finalmente,enseptiembre,cuandoestabaapuntodecomenzarlaarduaépocadelarecogidadealgodón,mesentí incapazdesalirde lacabaña.Hastaaquelmomentonome habían dado ningún medicamento, ni había recibido la más mínimaatención por parte del amo o de la señora. Al estar demasiado débil paravalerme pormímismo, la vieja cocinerame visitaba de vez en cuando,mepreparabacafédemaízyavecesmehervíaunpocodebeicon.

Cuando empezaron a correr los rumores de que moriría, el amo Epps,incapazdesoportarlapérdidadeunanimalvaloradoenmildólares,decidióacarrear con los gastos que suponía enviarme a Holmesville para que mevisitara el doctorWines. Este le dijo que eran los efectos del clima, y quecabíalaposibilidaddequemeperdiera.Meaconsejóquenocomieracarne,yque me alimentara solo con lo imprescindible para mantenerme vivo.Transcurrieronvariassemanas,durantelascuales,graciasalaescasadietaalaqueestabasometido,merecuperéunpoco.Unamañana,muchoantesdeestaraún en condiciones de trabajar, apareció Epps en la puerta de la cabaña y,dándome un saco, me ordenó que me dirigiera al campo de algodón. Enaquellaépocanoteníaningunaexperienciaenaquellalabor,ymeparecióuntrabajo realmente difícil. Mientras que los demás utilizaban ambas manos,cogiendoelalgodónydepositándoloen labocadel sacoconunadestrezayuna precisión que me resultaban incomprensibles, yo tenía que coger lacápsulaconunamanoyconlaotratirarconfuerzadelaflorblanca.

Además,meterelalgodónenelsacomeresultabatandifícilqueteníaqueutilizar lasmanos y la vista.Me veía obligado a recogerlo del lugar dondehabíacaídocasicontantafrecuenciacomodel tallodondehabíacrecido.Alarrastrarellargoyengorrososaco,balanceándosedeunladoaotrodeformainapropiada,causabatambiéndestrozosenlasramas,cargadasaúnconelcálizsinromper.Trasunlargodíadetrabajolleguéaladesmotadoraconmicarga.Cuandolabalanzadeterminóquesolohabíarecogidounoscuarentakilos,nilamitaddeloqueseleexigíaalrecogedormásinexperto,Eppsmeamenazóconazotarmeseveramente,perocomoeraun«novato»decidióperdonarmeenaquella ocasión. Al día siguiente, y durante otrosmuchos, regresaba por lanoche con el mismo resultado, pues a todas luces yo no estaba hecho paraaquel trabajo.No tenía las cualidadesnecesarias,ni losdedosdiestros,ni lahabilidaddePatsey,querecorríaatodaprisalashilerasdealgodónarrancandolasinmaculadasysuavesborlasblancasconunarapidezincreíble.Laprácticayloslatigazosnosurtíanningúnefecto,yEpps,dándoseporvencidoalfinal,medijoqueerataninútilquenomerecíaquesemetratasecomoaun«negro»recolectordealgodón,quenorecogíanilasuficientecantidadcomoparaquemereciese lapenapesarla,yqueyano iríanuncamásalcampodealgodón.Mepusieron a cortar y apilar leña, a transportar el algodón desde el campohasta la desmotadora, así como a hacer cualquier tipo de trabajo que mepidiesen.Nohacefaltadecirquenomepermitíanniuninstantedereposo.

Raroeraeldíaenquenoseinfligíaunoodoscastigosabasedelatigazos.Solíantenerlugarenelmomentoenquesepesabaelalgodón.Aldelincuentecuyacargasequedabacorta,losacaban,lodesnudaban,leobligabanaecharseen el suelo boca abajo y lo castigaban de acuerdo con su delito. A decirverdad, en la plantación deEpps, casi todos los días durante la época de larecogida del algodón, se oían los restallidos del látigo y los gritos de losesclavosdesdequeseponíaelsolhastalahoradeacostarse.

Elnúmerodelatigazosdependíadelagravedaddelafalta.Veinticincoseconsideraba una simple caricia, un castigo que se aplicaba, por ejemplo,cuando se encontraba una hoja seca o un cáliz en el algodón, o cuando serompíaunaramaenelcampo;cincuentaeraelcastigomáshabitualcuandoseinfringía una normamás grave; cien se consideraba un castigo severo, y seinfligía por un delito grave, como holgazanear en el campo; de cientocincuentaadoscientoslatigazossedabanaaquellosquesepeleabanconsuscompañerosdecabaña,yquinientossepropinaban,apartedelasmordedurasde los perros, a los pobres y desagradecidos fugitivos, los cuales sufríansemanasdedoloryagonía.

Durante los dos años que Epps estuvo en la plantación de Bayou HuffPower, tenía la costumbre, almenos una vez cada dos semanas, de regresarcompletamenteebriodeHolmesville.Lascompeticionesdetiroterminabande

maneracasiinvariableenunaorgía.Entalesocasionesregresabaenfurecidoymedioloco,yconfrecuenciarompíalosplatos,lassillasytodoelmobiliarioqueseencontrabaasupaso.Cuandoyasehabíadesahogadoenlacasa,cogíaellátigoysalíaalcampo.Entonceslosesclavosdebíantenermuchocuidadoysersumamentecautelosos,porqueseponíaarepartirlatigazosalprimeroquese encontrara. A veces se pasaba horas enteras haciéndoles correr en todasdirecciones, ocultándose en las esquinas de las cabañas. En ocasionessorprendía a alguno que se había descuidado, y si le propinaba un golpe delleno,sealegrabaenormemente.Losniñosmáspequeños,ylosmásancianosqueyanotrabajaban,solíanserquienessufríansuscastigos.Enmediodelaconfusiónseocultabaastutamentedetrásdeunacabañaconellátigolevantadoparagolpearalprimernegroqueseasomaraconcautelaporlaesquina.

Otras veces regresaba a casa de un humor menos brutal y le gustabaorganizar una fiesta. Entonces todos debíamosmovernos al ritmo de algunacanción. Le gustaba deleitarse con lamúsica del violín, y eso hacía que seconvirtieraenunapersonaágil,elásticayalegrealaquelegustaba«bailaralsondelamúsica»,alrededordelaexplanadaydentrodelacasa.

Cuandomevendieron,Tibeats,alcualselohabíacomentadoFord,ledijoqueyosabía tocarelviolín.Porcaprichoe insistenciade laseñoraEpps,sumarido se vio obligado a comprarme durante una de sus visitas a NuevaOrleans,yfrecuentementemehacíaniralacasaparaquetocaradelantedelafamilia,yaquealaseñoraleapasionabalamúsica.

SiemprequeEppsregresabaalegreyleapetecíabailar,nosreuníaatodosenunenormesalóndelacasagrandey,sinimportarlelocansadosyabatidosque pudiéramos estar, nos hacía bailar. Una vez sentado debidamente en elsuelo,tocabaunacanciónmientrasEppsgritaba:

—¡Bailad,negros,bailad!

Entoncesnonosdejabaniunmomentoderespiro,niejecutarmovimientoslánguidosolentos;tododebíaserrápido,alegreyenérgico.

—Venga,vamos,arribayabajo,depuntillasydetacón—nosdecía.

ElcorpulentoEppssemezclabaconsusesclavosdepieloscuraysemovíarápidamenteentretodoslosqueparticipabanenelbaile.

Solía llevar el látigo en la mano, preparado para darle un golpe en lasorejas a cualquier esclavo presuntuoso que se atreviese a descansar unmomento, aunque solo fuese para recuperar el aliento. Cuando era él quienestabaexhausto,hacíaunpequeño intervalo,peromuybreve.Blandiendoellátigoyhaciéndolorestallar,volvíaagritar:

—¡Bailad,negros,bailad!

Estos obedecían una vez más, a trancas y barrancas, mientras yo,estimulado por el agudo dolor de un latigazo y sentado en un rincón, hacíasonar el violín e interpretaba alguna canción alegre ymovida. El ama solíareprenderle a menudo, y le amenazaba con regresar de nuevo a casa de supadre en Cheneyville, aunque también había ocasiones en que no podíareprimir una carcajada al ver sus divertidas travesuras. Con frecuencia noshacíaquedarnoshastabienentradalamadrugada.Extenuadosporelexcesivotrabajo,disfrutandodetanpocodescansoqueavecesdeseábamostirarnosalsuelo y echarnos a llorar, hubo muchas noches en que sus desdichadosesclavostuvimosquepasarlanocheenterabailandoyriendoencasadeEpps.

Apesardelaspenuriasquepasábamosparasatisfacerloscaprichosdeunamodesconsiderado,aldíasiguiente,nadamássalirelsol,teníamosqueestarenelcampoparadesempeñarnuestrotrabajocotidiano.Lafaltadesueñononosservíadeexcusaparajustificarquehubiéramosrecogidomenoscosecha,ni para escardar con menos celeridad. Los castigos eran tan severos comocuando íbamos al campo, fortalecidos y rejuvenecidos por una noche dereposo. De hecho, después de aquellas juergas, siempre se comportaba deforma más estricta y cruel, castigándonos por la más mínima causa yutilizandoellátigoconmayorfrecuenciaysaña.

Durantediezañostrabajéincansablementeparaaquelhombresinrecibirlamásmínimarecompensa.Diezañosdemiarduotrabajosirvieronparaqueélacumularamás riqueza.Durante diez años estuve obligado amirarle con lacabeza gacha y el sombrero en la mano, a hablarle y tratarle de la mismaforma que un esclavo, por eso no creo deberle nada, salvo muchos einmerecidosabusosyazotes.

Ahora que estoy fuera del alcance de su cruel látigo, y de nuevo en elestado libre donde nací, gracias aDios puedo andar con la cabeza bien altaentre lagenteypuedohablarabiertamentede las injusticiasquepadecíydeaquellos que las infligieron. Sin embargo, almencionarlo a él o a cualquierotro,nomemuevenadamásqueeldeseodedecirlaverdadsinreservas.Contodo,hablarsinceramentedeEdwinEppssuponedecirqueesunhombrequecarece por completo de bondad y justicia, una persona que destaca por uncaráctergroseroytosco,unidoaunamenteanalfabetayunespírituavaricioso.Se le conoce con el apodo del Domador de Negros, por su capacidad desometer la voluntadde los esclavos, algode loque se enorgullece comounjinetealardeadesusdestrezasparadomaruncaballosalvaje.Noconsideraalos hombres de color seres humanos responsables ante el Creador por laspequeñascualidadesqueesteleshaconcedido,sino«objetospersonales»,unapropiedadvivientequenosediferenciaenabsoluto,salvoporsuvalor,deunamulaounperro.Cuandolepresentaronpruebasclaraseindiscutiblesdequeyoeraunhombrelibre,contantoderechoamilibertadcomoél,ycuandole

dijeron, el día queme fui, queyo tenía una esposa e hijos a los que amabatantocomoélalossuyos,sesintióindignadoymaldijolaleyqueloobligabaadesprendersedemí.Amenazóconencontraralhombrequehabíaescritolacarta que revelaba el lugar de mi cautiverio, así como utilizar toda suinfluenciaysudineroparaarrebatarlelavida.Nopensóenotracosasalvoensupérdida,ymemaldijoporhabernacido libre.EdwinEppseraunhombretanduroycruelquepodíapermanecerimpasibleviendocómolesarrancabanlalenguaasuspobresesclavos,cómoardíanafuegolento,ocómomoríanenlasfaucesdesusperrossiesoleproporcionabaalgúnbeneficio.

Solo había una persona más despiadada que él en Bayou Boeuf. Laplantación de Jim Burns, como ya he mencionado, la cultivabanexclusivamentemujeres.Aquelhombresalvajelespropinabatantoslatigazosque eran incapaces de realizar el trabajo cotidiano que les exigía comoesclavas.Alardeabadesucrueldad,yentodoelpaíssehablabadequehabíaunhombreaúnmásestrictoqueelmismoEpps.JimBurnserataninhumanoqueno teníani lamásmínimacompasiónpor laspersonasqueestabana sucargoy,comounloco,lasazotabahastaarrebatarleslafuerzaquenecesitabaparaobtenersusganancias.

EppspermanecióenHuffPowerdurantedosaños,hastaqueconsiguióelsuficientedineroparaadquirirlaplantaciónsituadaenlaorillaestedeBayouBoeuf,dondeaúnreside.Tomóposesióndeellaen1845,traslasvacaciones.Se llevóconélanueveesclavos, loscuales,salvoSusan,quefalleció,yyo,aúncontinúanasuservicio.Noadquirióningúnotroesclavo,yduranteochoaños las personas que voy a enumerar fueron mis compañeros en suplantación:Abram,Wiley,Phebe,Bob,Henry,EdwardyPatsey.Todos,salvoEdward, que nació allí, los compró en lote durante el tiempo que fuesupervisordeArchyB.Williams,cuyaplantaciónestásituadaaorillasdelRíoRojo,cercadeAlexandria.

Abram es tan alto que le sacaba una cabeza a cualquier hombre. Tienesesenta años y nació en Tennessee. Hace veinte años, lo compró uncomerciantequelo llevóaCarolinadelSury lovendióaJamesBuford,delcondado de Williamsburgh, en el mismo estado. Durante su juventud erafamoso por su fuerza, pero la edad y el constante trabajo hanmermado sufuerteconstituciónysusfacultadesmentales.

Wileytienecuarentayochoaños.NacióenlaplantacióndeWilliamTassleydurantemuchosañosestuvoacargodelferrydeaquelseñorquecruzaelríoBigBlack,enCarolinadelSur.

PhebeeraunaesclavadeBuford,vecinodeTassle,lacual,alestarcasadaconWiley,locompróporinsistenciasuya.Buforderaunamoafable,sheriffdelcondado,y,enaquellostiempos,unhombrerico.

Bob y Henry son hijos de Phebe y de un marido anterior, quien losabandonóydejóqueWileyocupasesulugar.EsejovenseductormanifestósussentimientosaPhebe,ylaesposainfielechóamablementeasuprimermaridodeldormitorio.EdwarderahijodeambosynacióenBayouHuffPower.

Patsey tiene veintitrés años, y también pertenecía a la plantación deBuford. No tiene ni el más mínimo parentesco con los demás, pero seenorgullecedeserdescendientedeunnegrodeGuineaquefuellevadoaCubaenunbarcodeesclavosyposteriormentetransferidoaBuford,queeraelamodesumadre.

Estaesladescripcióngenealógicadelosesclavosdemiamo,talycomome la contaron ellos. Durante años habían estado juntos y, con frecuencia,mencionaban los recuerdos de otros tiempos, y suspiraban anhelando poderregresar a su antiguo hogar en Carolina. Las dificultades económicas queacuciaron al amo Buford repercutieron gravemente en ellos. Buford seendeudó e, incapaz de hacer frente a sus problemas económicos, se vioobligado a venderlos, junto con otros esclavos. Encadenados comoprisioneros,fueronllevadosdesdeelotroladodelMisisipihastalaplantacióndeArchyB.Williams.EdwinEpps,quedurantemuchotiempohabíasidosucapatazysupervisor,estabaapuntodeestablecerseporsucuentacuandoellosllegaron,ylosaceptócomopagoporsusalario.

ElviejoAbrameraunhombrebondadoso,unaespeciedepatriarcaentrenosotros, una persona a la que le gustaba entretener a su joven prole conprofundosyseriosdiscursos.Eraunhombremuyversadoenlafilosofíaqueseenseñaenlascabañasdelosesclavos,aunquesumayorentretenimientoerahablar del general Jackson, con el cual su joven amo de Tennessee habíaestadoen laguerra.Leencantabaecharavolarsu imaginaciónyregresarallugar donde había nacido, rememorar su juventud durante aquella épocaconvulsaenqueelpaísestuvoenguerra.Habíasidounapersonaatlética,másinteligente y vivaz que lamayoría de los de su raza, pero su vista se habíadebilitado,aligualquesufuerzanatural.Dehecho,mientrashablabasobrelamejor forma de preparar una arepa, o cuando se explayaba acerca de lashazañasdeJackson,seolvidabaamenudodedóndehabíadejadoelsombrero,laazadao lacesta;siEppsestabaausente,nosreíamosdeél,perosiestabapresenterecibíaunlatigazo.Continuamentesequedabaperplejoysuspirabaalpensar que se estaba haciendo viejo y estaba perdiendo facultades. Lafilosofía, Jacksony lamalamemoriahicieronmellaenél,y resultabaobvioqueaquellacombinaciónestabaacelerandosuvejez.

LatíaPhebehabíasidounaexcelenterecolectora,peroposteriormente latrasladaronalacocina,dondepermanecíasiempre,salvoenlosmomentosenque se necesitaba con urgencia su ayuda.Era unamujer astuta y, cuando elamooelamanoestabanpresentes,extremadamentecharlatana.

Wiley, por el contrario, era muy callado. Realizaba sus tareas sinpronunciarpalabraniquejaalguna,jamássepermitíaellujodehablar,salvoparadecirqueojalápudiera librarsedeEppsyregresardenuevoaCarolinadelSur.

BobyHenryhancumplidoveinteyveintitrésañosrespectivamente,peronohandestacadopornadafueradelocorriente,mientrasqueaEdward,quesolotienetrece,alnosercapazaúndemantenerelritmoenelcampodemaíz,lotrasladaronalacasagrandeparaquecuidasedeloshijosdeEpps.

Patsey era una mujer delgada y de buena figura. Siempre caminabasumamenteerguida.Semovíaconunaaltaneríaquenieltrabajo,elcansancioo el castigo podían alterar. Era unamujermaravillosa y, si el cautiverio nohubieraenvueltosuinteligenciaenunaperpetuaycompletaoscuridad,habríasidounalíderdesuraza.Podíasaltarlosmurosmásaltosycorríatanrápidoque nadie podía vencerla en una carrera. Tampoco había caballo capaz dederribarla de sumontura, y conducía demaravilla las carretas.Era lamejormanejandolaazada,ynohabíaquienlaganaselevantandovallas.Cuandoseoía la señal de alto por la noche, ella ya había guardado las mulas en elestablo, les había quitado los arneses, les había dado de comer y las habíaalmohazadoantesdequeel tíoAbramhubiera encontrado su sombrero.Sinembargo,porloquemásdestacabanoerapornadadeeso,sinoporsusdedos,quesemovíanatalvelocidadquedurantelarecogidadealgodóneralareinadelcampo.

Teníauncarácteragradableyjovial,yeralealyobediente.Pornaturalezaeraunamujeralegreydesenfadadaquedisfrutabaconlameraexistencia.Sinembargo,Patseyllorabaconmásfrecuenciaysufríamásquetodoslosdemás,ya que, literalmente, había sido excoriada. Su espalda estaba marcada pormiles de latigazos, y no porque fuera negligente con su trabajo, ni porquetuvieseunespíriturebelde,sinoporqueeralaesclavadeunamolicenciosoyunaamacelosa.Ellaatraíalalujuriosaatencióndelprimeroycorríaelpeligrode perder la vida en manos de la segunda, y ambos la trataban de formaexecrable. Muchos días, en la casa grande, se oían gritos y palabrasmalsonantes, mohines y distanciamiento, provocados por ella de formainocente.Nohabíanadaquedeleitasemásalamaqueverlasufrir,y,enmásdeuna ocasión, cuandoEpps se negaba a venderla, el ama intentó sobornarmeparaquelamataseensecretoyenterrasesucuerpoenalgúnlugaralejado,alaorilla de los pantanos. Si hubiera podido, Patsey habría sosegado de buenaganaaquel implacable espíritu, peronocomoJoseph,yhabría escapadodelamoEpps,dejandosuropaensusmanos.Patseyrecibíagolpesdetodoslados.Siseoponíaalavoluntaddelamo,estelepropinabaunlatigazodeinmediatopara hacerla obedecer; si no estaba atenta cuando estaba en la cabaña, ocuandocaminabaporelpatio,unleñoounabotellarotaarrojadaporelamale

golpeabaninesperadamente lacara.Alservíctimadela lujuriayelodio,noteníaniunmomentodesosiegoensuvida.

Esoseranmiscompañerosyamigosdeesclavitud,conloscualessolíairalcampoyconquienescompartíalojamientodiezañosenlascabañasdeEdwinEpps. Si siguen vivos, aún trabajarán a orillas de Bayou Boeuf sin poderrespirarnidisfrutar,comoyoahora,de lapreciada libertad,nidespojarsedelos pesados grilletes que los encadenarán hasta que yazcan en la tierra parasiempre.

XIV

LADESTRUCCIÓNDELACOSECHADEALGODÓNEN1845—LADEMANDADETRABAJADORESENLAPARROQUIADESAINT

MARY—ENVIADOSALLÍENGRUPO—LAORDENDEMARCHA—GRANDCOTEAU—ARRENDADOALJUEZTURNEREN

BAYOUSALLE—NOMBRADOCAPATAZENSUAZUCARERA—CÓMOLOSESCLAVOSCOMPRABANSUSUTENSILIOSCONLOSSERVICIOSPRESTADOSLOSDOMINGOS—LAFIESTAENLAHACIENDADEYARNEYENCENTREVILLE—LASUERTE—ELCAPITÁNDELBARCO—SUNEGATIVAAOCULTARME—EL

REGRESOABAYOUBOEUF—VEOATIBEATS—LASPENASDEPATSEY—DISCUSIONESYDISCORDIA—CAZANDOMAPACHESYZARIGÜEYAS—LAASTUCIADELASZARIGÜEYAS—LAS

MALASCONDICIONESDELOSESCLAVOS—DESCRIPCIÓNDEUNATRAMPAPARAPECES—ELASESINATODELHOMBREDE

NATCHEZ—ELDESAFÍODEMARSHALLAEPPS—LAINFLUENCIADELAESCLAVITUD—ELDESEODELIBERTAD

ElprimerañoqueEppsempezóaviviraorillasdelrío,en1845,lasorugasdestruyeron casi por completo la cosecha de algodón en toda la región. Alhaber poco que hacer, los esclavos estaban ociosos casi todo el tiempo. Sinembargo,llegóelrumoraBayouBoeufdequeenlaparroquiadeSaintMaryhabíaunagrandemandadetrabajadoresyquelossalarioseranmuyaltos.LaparroquiaestásituadaenlacostadelgolfodeMéxico,aunascientocuarentamillas de Avoyelles. El río Teche, de un tamaño considerable, pasa por laparroquiadeSaintMaryydesembocaenelgolfo.

Los cultivadores, al enterarse de la noticia, decidieron organizar unamarchadeesclavosparaenviarlosaTuckapaw,enSaintMary,conel findearrendarlos a los propietarios de los campos de caña. Por esta razón, enseptiembre,agruparonacientocuarentaysieteenHolmesville,entrelosque

estábamos Abram, Bob y yo. La mitad del grupo estaba constituido pormujeres. Epps, Alonson Pierce, Henry Toler y Addison Roberts fueron loshombres blancos elegidos para acompañarnos y dirigir el grupo. Tenían uncarrotiradopordoscaballosydosmonturasmásparasupropiouso.Enunaenormecarreta,tiradaporcuatrocaballosyconducidaporJohn,unmuchachoquepertenecíaalseñorRoberts,setransportabanlasmantasylasprovisiones.

Hacia las dos de la tarde, después de haber comido, se hicieron lospreparativos y se inició lamarcha.Me asignaron el trabajo de cuidar de lasmantasylasprovisiones,ycomprobarquenoseperdíanadaporelcamino.Elcarruaje emprendió el viaje, seguido de la carreta y, detrás de esta, losesclavos,mientrasquelosdosjinetesseapostaronenlapartedeatrás;eneseordenlaprocesiónsaliódeHolmesville.

AquellanochellegamosalaplantacióndelseñorMcCrow,aunadistanciadediezoquincemillas,dondenosordenaronquenosdetuviéramos.Hicimosgrandeshogueras,echamoslasmantasenelsueloynosacostamossobreellas.Los hombres blancos se alojaron en la casa grande. Una hora antes delamanecer nos despertaron los capataces, haciendo restallar los látigos yordenándonos que nos levantáramos. Enrollamos las mantas, me lasentregarony,cuandolashubecolocadoenlacarreta,nospusimosenmarchadenuevo.

La noche siguiente llovió a mares. Todos estábamos empapados, con laropamanchadadebarroy agua.Nos cobijamos enun cobertizo abiertoqueanteriormentesehabíautilizadocomodesmotadora.Alnohaberespacioparatendernos, nos apretujamos unos contra otros para pasar la noche, ycontinuamoslamarcha,comodecostumbre,porlamañana.Duranteelviajenosdabandecomerdosvecesaldía;asábamoselbeiconypreparábamoslastortitas de maíz en las hogueras de la misma forma que en las cabañas.PasamosporLafayetteville,Mountsville,NewTownyllegamosaCentreville,donde arrendaron a Bob y al tío Abram. A medida que avanzábamos, elnúmero de esclavos disminuía, ya que en cada plantación de azúcar serequeríanlosserviciosdeunoomástrabajadores.

Durante el trayecto pasamos por la llanura de Grand Coteau, una zonamonótonayplana,sinunárbol,salvoalgunodevezencuandoquehabíasidotrasplantadocercadealgunacasaruinosa.Ensumomentofueunazonamuypobladay cultivada, peropor algúnmotivohabía quedado abandonada.Losescasoshabitantesquevivían en elpueblo sededicabana laganadería, y alpasar vimos enormes rebaños pastando. En medio de la llanura de GrandCoteauunosesentíacomosiestuvieraenelocéano,lejosdecualquiertierra.Hasta donde alcanzaba la vista, en todas direcciones, solo se veía una zonaabandonadaydesértica.

MearrendaronaljuezTurner,unhombredistinguidoypropietariodeunavasta extensión de tierras, cuya plantación se encontraba en Bayou Salle, aunasmillasdelgolfo.BayouSalleesunpequeñoarroyoquedesembocaenlabahía de Atchafalaya. Durante algunos días estuve trabajando reparando larefinería, pero luego me dieron un machete y me enviaron al campo paratrabajarjuntoconotrostreintaocuarentaesclavos.Cortarcañanomeresultótandifícil como recoger algodón.Fue algoque aprendí demaneranatural eintuitiva y, en poco tiempo, estuve a la altura de losmejores. Sin embargo,antesdeterminarlaépocadelatala,eljuezTurnermetrasladódelcampoalarefinería para que ocupara el puesto de capataz. Desde el momento en quecomienza la fabricacióndelazúcarhastael final, lamoliendayelhervornocesannidedíanidenoche.Medieronunlátigoconinstruccionesdeutilizarlocontra cualquiera que holgazaneara en el trabajo. Si no cumplía la orden arajatabla,habíaotrodispuestoparamiespalda.Además,teníalaobligaciónderelevar los diferentes turnos en el momento debido. No tenía intervalos dedescansoregulares,porloquesolopodíadormiraratos.

En Luisiana, e imagino que en otros estados esclavistas, se tiene lacostumbre de permitir que los esclavos se queden con las ganancias quepuedanobtenerpor los serviciosprestados losdomingos.Solode esa formapueden comprar algunos objetos o caprichos. Cuando un esclavo, seacomprado o secuestrado en el norte, es trasladado a una cabaña de BayouBoeuf,noselepermitetenerningúncuchillo,tenedor,plato,tetera,niningúnotroobjetodevajillaomuebledeningúntipo.Seleentregaunamantaantesdellegary,envueltoenella,sepuedelevantar,echarseenelsueloosobreunatabla,sisuamonorequieresusservicios.Selepermitebuscarunajícaraparaguardarlacomida,opuedecomerseelmaízdirectamentedelamazorca,comoguste.Silepidealamouncuchillo,unasarténocualquierotroutensilio,soloobtendrá como respuesta una sonora carcajada, como si hubiese contado unchiste.Poreso,cualquierobjetodeesaíndolequeseencuentreenunacabañasehacompradoconeldinerode losdomingos.Pormuyperjudicialqueseaparalamoral,estodaunabendiciónparalascondicionesfísicasdeunesclavoqueselepermitadescansareldíadelSeñor,yaquedelocontrarionopodríaconseguir ninguno de los utensilios que le son tan necesarios, pues tiene laobligacióndeprepararsesupropiacomida.

En las plantaciones de caña, durante la cosecha del azúcar, no haydistinciónenloqueserefierealosdíasdelasemana.Todoelmundosabequelos trabajadores deben trabajar el día del Señor, y asimismo se sabe queaquellos que son especialmente arrendados, como era mi caso con el juezTurner, así como con otros amos en años posteriores, deben recibir unaremuneraciónporello.Tambiénescostumbredurantelaépocademástrabajoen la cosecha de algodón recurrir a esos servicios extra. Así, los esclavostienen la oportunidad de ganar lo bastante para comprar un cuchillo, una

tetera, tabacoy otras cosas.Lasmujeres, al no precisar esto último, puedengastarsuspequeñasgananciasenbonitoslazosparaadornarseelpelodurantelaépocadelasvacaciones.

Permanecí en Saint Mary hasta el primero de enero y, durante aqueltiempo,eldineroquehabíareunidotrabajandolosdomingosascendíaadiezdólares. También obtuve otras ganancias, que debo ami fiel compañero, elviolín,ynosoloporqueconélobtuvealgunosbeneficios,sinotambiénporquemeservíaparaaliviarmispenasdurantemisañosdeservidumbre.SecelebróunagranfiestadeblancosenlahaciendadelseñorYarney,enCentreville,unaenorme casa situada en las cercanías de la plantación de Turner. Mecontrataronparaque tocara,y los invitadosquedaron tan satisfechosconmiinterpretaciónqueorganizaronunacolectapararetribuirme,deloqueobtuveunosbeneficiosdediecisietedólares.

Al poseer esa suma, me sentía como un millonario respecto a miscompañeros.Meproducíaunenormeplacercontemplareldinero,contarlounay otra vez, día tras día. Fantaseaba con comprar muebles para la cabaña,cubetas,navajas,zapatosnuevos,abrigosysombreros,peroloquemásplacermedabaerasaberqueeraelnegromásricodeBayouBoeuf.

Hay algunos barcos que suben el río Teche hasta Centreville. Mientrasestuveallí,mearmédevalorparapresentarmeanteelcapitándeunvaporyrogarle que me diera permiso para esconderme entre la carga. Me sentí lobastante valiente comopara afrontar los riesgos que suponía dar aquel pasoporque escuché una conversación de la cual deduje que el capitán eraoriginariodelnorte.Nolecontélospormenoresdemihistoria,ymelimitéaexpresarlemi ardiente deseo de escapar de la esclavitud ymarcharme a unestado libre. Se apiadó de mí, pero me dijo que sería imposible eludir losestrictos agentes de aduanas deNuevaOrleans, y que sime encontraban lecastigaríanaélyleconfiscaríanelbarco.Desdeluego,misfervientessúplicasdespertaronsusimpatía,yestoysegurodequehabríacedidosihubierapodidollevarlas a cabo conciertagarantía.Mevi obligadoa aplacar los repentinosdeseos de libertad queme invadían y sumergirme de nuevo en la profundaoscuridaddeladesesperación.

InmediatamentedespuésdeaquelacontecimientonosreunieronatodoslosesclavosenCentreville,dondelosamos,trashaberrecogidolasgananciaspornuestros servicios, nos condujeron de nuevo a Bayou Boeuf. Durante eltrayectodevuelta,alpasarporunapequeñaaldea,viaTibeatssentadoenlapuertadeunbardemalamuerte,conunaspectodesastrosoyabandonado.Nocabíadudadequelapasiónyelmalwhiskylehabíansumidoenaquelestado.

Segúnsupepor la tíaPhebey lapropiaPatsey,durantenuestraausencia,estahabía sufridomuchascalamidades.Lapobrechica inspiraba lástima.El

viejo Hogjaw, apodo con el cual los esclavos llamábamos a Epps cuandoestábamossolos,lahabíagolpeadoconmásseveridadyfrecuenciaquenunca.Cada vez que venía de Holmesville, embriagado por el licor como solíasuceder aquellos días, la azotaba por elmero hecho de contentar al ama; lagolpeaba hasta casi matarla por un crimen del cual él era el único eindiscutibleresponsable.Enlosmomentosenqueestabasobrionosiempresedejabaconvencerparasatisfacerlainsaciableseddevenganzadesuesposa.

Librarse de Patsey, apartarla de su vista y su alcance, fuera matándola,vendiéndolaodecualquierotraforma,parecíaserlaobsesióndelama.Patseyhabíasidounadelasfavoritascuandoeraniña,inclusoenlacasagrande.Lahabían mimado y admirado por su destacada personalidad y su agradabledisposición. Le habían dado de comer, al menos eso decía el tío Abram,inclusogalletasyleche,cuandolaseñora,ensusdíasdejuventud,solicitabasupresenciaenlaexplanadaylaacariciabacomosifueraungatitojuguetón.Sinembargo,pordesgracia,elcarácterdelamujerhabíacambiado,yyasololedominabanlossentimientosdeodioyrencor,hastatalpuntoquemirabaaPatseyconunairairreprimible.

La señoraEpps no era unamujermalvada por naturaleza. Es cierto queestaba poseída por los celos, pero aparte de eso tenía muchas cualidadesdignasdeadmiración.Supadre,elseñorRoberts,vivíaenCheneyville,yeraun hombre influyente y honorable, muy respetado en toda la parroquia. LaseñoraEppshabíasidoeducadaenuna instituciónaaquel ladodelMisisipi;erahermosa,inteligenteydecarácteralegre.Eraamablecontodosnosotros,salvo con Patsey, y con frecuencia, cuando su marido estaba ausente, nosenviabaalgunaexquisitezdesumesa.Enunasituaciónmuydistinta,enunasociedadmuydiferente a la que existía en lasorillasdeBayouBoeuf, se lahabríaconsideradounamujereleganteyfascinante,perolamalafortunaquisoquecayeseenlosbrazosdeEpps.

Él respetabay amaba tanto a su esposa comopuedeamarunhombredecarácter tosco, pero su infinito egoísmo siempre imperaba por encima delafectoconyugal.

Amabatantocomopuedeamarunanimal,perosucorazónysualmaerantanmezquinoscomolosdeunchacal.

Estabadispuestoaconcederlecualquiercapricho,acomplacercualquieradesusdeseos,siempreycuandonocostarandemasiadodinero.Paraél,Patseyvalía como dos esclavos en el campo de algodón, de ahí que no estuvieradispuestoa reemplazarla teniendoencuentaeldineroque lehacíaganar.Laideadedesprendersedeellanoleseducíaenabsoluto.Sinembargo,elamanoeradelmismoparecer.Nadamásverla, suorgulloseenardecía, lasangre lehervía, y lo único que deseaba era borrar del mapa a aquella inofensiva

esclava.

A veces su cólera se volvía contra él por haberle provocado aquel odio,perodespuésdelatormentadepalabrasamargasvolvíaareinarlacalma.Entales ocasiones, Patsey temblaba de miedo, ya que sabía por dolorosaexperienciaquesielamasehabíacalmadotrasaquelestallidodeviolenciaeraporqueEppslahabíaapaciguadoprometiéndolequelacastigaría,unapromesaqueestabaseguraquecumpliría.Poreso,enlamansióndemiamo,elorgullo,los celos y la venganza estaban en constante contienda con la avaricia y lapasióndesenfrenada,haciendoquelasdiscusionesyladiscordiaestuvieranalaordendeldía.Así,lafuerzadeaquellatempestaddomésticarecaíasobrelacabezadePatsey,unamujersencillaencuyocorazónDioshabíaplantadolasemilladelavirtud.

Durante el verano siguiente ami regreso de la parroquia deSaintMary,ideéunplanparaconseguiralgodecomida,unplanque,pesearesultarmuysimple, superó todas las expectativas. Lo copiaron muchos otros de micondición, tanto arriba como abajo del arroyo, obteniendo tantos beneficiosquecasimeconsideréunbenefactor.Aquelveranoelbeiconestabaplagadode gusanos, y solo el hambre desaforada lograba que lo comiéramos. Laasignación semanal de alimentos apenas bastaba para satisfacernos. Losesclavos, así como otros muchos individuos de aquella región, cuando nosquedábamossinalimentosantesdelsábadoporlanoche,oenelcasodequesepudrieranyresultarannauseabundosyrepugnantes,teníamoslacostumbrede ir a los pantanos a cazarmapaches y zarigüeyas.Era algo que debíamoshacer de noche, cuando habíamos acabado de trabajar. Había amos cuyosesclavos,avecesdurantemeses,nocomíanotracarnequelaqueobteníandeaquellamanera.Losamosnoteníanobjeciónalgunaaquefuéramosdecaza,siempreycuandodejáramosairearlaspresasencimadelasaladeahumado,yaquecadamapachequematáramoseraunomenosquedañabaelmaíz.Sesuelen cazar con perros y porras, ya que a los esclavos no se les permiteempleararmasdefuego.

Lacarnedelosmapachesesaceptable,peroenrealidadnohaycarnemásdeliciosa que la de una zarigüeya asada. Son animales con un cuerporechonchoyalargado,decolorblanquecino,conelhocicoparecidoaldeuncerdoylasextremidadesdeunarata.Hacensusmadriguerasentrelasraícesylosagujerosdeloseucaliptos,ysonbastantetorpesylentas.Sonengañosasyastutas,y,cuandoselesdaconunpalo,seenrollanenlatierraysehacenlasmuertas.Sielcazadorlasdejaysaleenbuscadeotrasintomarselamolestiade romperles el cuello, lo más probable es que se haya marchado cuandoregrese.El animalitohaengañadoa suenemigo, se«hahechoelmuerto»ydesaparece.Sinembargo,trashaberpasadounlargoydurodíatrabajando,elagotadoesclavonosesienteconfuerzasdeiralospantanosabuscarsucena,

ylamayoríadelasvecesregresaalacabañayseacuestasincomer.Elamodebe velar por que sus sirvientes no padezcan hambre, y también que noengorden demasiado. Según los amos, un esclavo es más útil cuando estádelgadoyágil,comosifueseuncaballodecarreras,poresolamayoríadelosesclavosde lasplantacionesdeazúcaryalgodónquehaya lo largodelRíoRojosuelenteneresacomplexión.

Micabañaestabaaciertadistanciadelaorilladelríoy,comolanecesidades lamadre de la invención, decidí buscar elmodo de obtener alimento sinnecesidad de salir al bosque por la noche: construyendo una trampa parapeces.Unavezconcebidalaformadehacerla,elsiguientedomingomedecidía ponerla en práctica. Me resulta imposible describir al lector la maneracorrectadehacerlo,perocreoquelasiguientedescripcióngeneralbastará.

Sehaceunmarcoentredosotrespiescuadrados,yotrodemayoromenoraltura,dependiendodelaprofundidaddelagua.Seclavantablasolistonesentres lados delmarco, nomuy juntos los unos de los otros para dejar que elaguacirculeentreellos.Sehaceunapuertaenel cuarto lado,de talmaneraquesubaybajeconfacilidadatravésdelasranurasquesehanhechoenlosdos postes. Luego se le acopla un fondo movible de modo que puedalevantarsehasta lapartesuperiordelmarcosindificultad.Enelcentrode laparteinferiorsehaceunagujeroconunabarrena,yseintroduceunasaounpaloredondoquequedelobastantesueltoparaquepuedagirarse.Elasasubedesdeelcentrodelfondomoviblehastalapartesuperiordelmarco,oinclusomás,siesposible.Enlaspartessuperioreinferior,asícomoenotrosmuchossitiosdelasa,sehacenalgunosagujerosconlabarrenay,atravésdeellos,seinsertanpequeñospalosquelleguenhastalosladosopuestosdelmarco.Haytantospalospequeñossaliendodelasaentodaslasdireccionesqueunpezdeun tamaño considerable no puede salir sin golpearse con alguno de ellos.Luegosemeteelmarcoenelaguaysedejaallí.

La trampa sepreparacorriendoo levantando lapuerta,y semantieneenesaposiciónmedianteotropalocuyoextremodescansaenunamuescaquesehaceenlaparteinterna,yotroenotramuescahechaenelasa,izándosedesdeelcentrodelfondomovible.Seponedecebounpuñadodepiensohúmedoyalgodón hasta que se endurece, y se deposita en la parte trasera delmarco.Cualquier pez que pase por la puerta levantada en busca del cebo acabarágolpeandounodelospequeñospalosyhaciendogirarelasa,locualsacarádesusitioelpaloquesostienelapuerta,laharácaeryretendráalpezdentrodela trampa. Cogiendo la parte superior del asa, el fondo movible sube a lasuperficie del agua y se saca el pez. Puede que se hayan inventado otrastrampasantesquelamía,peroyonolashabíavisto.EnBayouBoeufabundanlospecesdegrantamañoyexcelentecalidad,y,unavezconstruidalatrampa,enrarasocasionesmefaltaban,niamíniamiscompañeros.Asísedesarrolló

unnuevodescubrimiento,desconocidohastaentoncespor losniñosesclavosdeÁfricaquetrabajansindescansoybuscanalimentoenlasorillasdeaquellentoperoprolíficorío.

Durante la época que estoy describiendo, se produjo un incidente ennuestrovecindariomáscercanoquemecausóunaprofundaimpresiónyquedemuestraeltipodesociedadqueexisteallíylaformaquetienederesolverlasdisputas.Justoenfrentedenuestrasdependencias,enlaotraorilladelrío,seencontrabalaplantacióndelseñorMarshall,uncaballeroquepertenecíaaunadelasfamiliasmásricasyaristocráticasdelpaís.OtroseñordelacercanaNatchezhabíaestadonegociandoconélparacomprarle laspropiedades.Undía se presentó unmensajero en nuestra plantación que corría a toda prisa,diciendoquesehabíaentabladounaencarnizadaysangrientapeleaenlacasadel señor Marshall, que se había derramado sangre y que, a menos quesepararanaloscombatientes,elresultadoseríadesastroso.

Al llegar a la casadel señorMarshall, vimosuna escenaquemerece serdescrita. Tendido en el suelo de una de las habitaciones yacía el espantosocadáverdelhombredeNatchez,mientrasqueMarshall,enfurecidoycubiertode heridas y sangre, iba de un lado para otro pronunciando amenazas ymaldiciones. Al parecer, había surgido un problema en sus negociaciones,empezaronainsultarseyacabaronsacandolasarmas,entablandounapeleaamuerte que terminó demaneramuydesafortunada.El señorMarshall jamásfue encarcelado. Se celebró una especie de juicio o investigación enMarksville, quedó absuelto y regresó a su plantación, siendo aún másrespetadoqueantes,almenosesocreo,yaqueteníalasmanosmanchadasdesangre.

Epps, persiguiendo su propio interés, lo acompañó hasta Marksville yjustificó sus actos con ahínco, pero sus favores no impidieron queposteriormenteunparientedelseñorMarshallquisieraarrebatarle tambiénlavida. Tuvieron una discusión en la mesa de juego, que desembocó en unapeleaamuerte.Montadoensucaballoyarmadoconunapistolayuncuchillodemonte,Marshallseplantódelantedelacasayledesafióasaliryresolverladisputa, advirtiéndole que si no lo hacía lo consideraría un cobarde y lomataríacomoaunperroa lamásmínimaoportunidad.Enmiopinión,Eppsno se negó por cobardía, ni por escrúpulos de conciencia, sino porque suesposa intervino y le pidió que no aceptase el reto de su enemigo.Posteriormentesereconciliarony,desdeentonces,hanmantenidounaestrechaamistad.

Tales acontecimientos, que en los estados del norte recibirían castigosjustos y merecidos, son frecuentes en esas regiones pantanosas, pero pasandesapercibidosycasi sincomentarios.Todos loshombres llevanuncuchillodemontey,cuandoseoriginaunadisputa,losacanysepeleananavajazoso

se los clavan comportándose como salvajes y no como seres inteligentes ycivilizados.

La existencia de la esclavitud en su forma más cruel provoca unembrutecimiento de los sentimientos más humanos y delicados de sunaturaleza.Presenciaradiarioelsufrimientohumano,oírlosalaridosagónicosde los esclavos, ver cómo reciben latigazos sin piedad o losmuerden y losdesgarran los perros, observar cómo mueren sin recibir la más mínimaatención,ocómolosentierransinmortajaniataúd,hacequesedegradeaúnmássupocoaprecioyrespetoporlavidahumana.Esciertoquehayhombresbuenosydegrancorazónen laparroquiadeAvoyelles, como,por ejemplo,WilliamFord,personasquesecompadecendelsufrimientodelosesclavos,aligualqueentodoslossitiosdelmundohaypersonassensiblesycomprensivasque no pueden mirar con indiferencia el sufrimiento de ninguna criaturacreadaporDios.Sercruelnoesculpadelesclavista,sinodelsistemaenelquevive. No puede evitar la influencia de las costumbres y los hábitos que lorodean.Al aprender desde niño que el látigo está hecho para la espalda delesclavo,resultamuydifícilquecambiedeopiniónalhacersemayor.

Desde luego, hay amos humanos, al igual que hay amos inhumanos, aligual que hay esclavos bien vestidos, bien alimentados y felices, y esclavosdesgraciados,mediodesnudosydesnutridos,perocreoqueunainstituciónquetoleraloscastigosylainhumanidadqueyohepresenciadoescruel,injustaymiserable.Loshombrespuedenescribir libros retratando lavidahumilde talcomoes,ocomonoes,sepuedenexplayarcon lasolemnidadpropiade losque todo lo saben sobre el goce de la ignorancia y hablar displicentementedesde sus sillones de los placeres de la esclavitud, pero si trabajaran en elcampo, sidurmieranenunacabaña, si comieran farfollasy fueranazotados,cazadosymaniatados,contaríanotrahistoriamuydiferente.Sisupieranloquesienteelpobreesclavo,siconocieransuspensamientosmássecretos,quenoseatreveamanifestarenpresenciadelhombreblanco;sisesentaranalladodeellosdurantelasilenciosanocheyhablaransinceramentedelavida,lalibertadylabúsquedadelafelicidad,sedaríancuentadequeelnoventaynueveporciento de ellos son lo bastante inteligentes como para darse cuenta de susituación,yabrigarelamoralalibertadcontantapasióncomoellos.

XV

LOSTRABAJOSENLASPLANTACIONESDEAZÚCAR—LAFORMADEPLANTARLACAÑA—LAFORMADEESCARDARLACAÑA—LOSALMIARESDECAÑA—ELCORTEDELACAÑA—DESCRIPCIÓNDEUNMACHETEPARACORTARCAÑA—LA

PREPARACIÓNDELTERRENOPARALASPRÓXIMASCOSECHAS—DESCRIPCIÓNDELMOLINODEAZÚCARDEHAWKINSEN

BAYOUBOEUF—LASVACACIONESDENAVIDAD—ELCARNAVALDELOSNIÑOSESCLAVOS—LACENADENAVIDAD

—ELROJO,ELCOLORFAVORITO—ELVIOLÍNYELCONSUELOQUEPROPORCIONA—ELBAILEDENAVIDAD—LIVELY,LACOQUETA—SAMROBERTSYSUSRIVALES—LASCANCIONESDELOSESCLAVOS—LAVIDASUREÑATALCOMOES—TRESDÍASALAÑO—ELSISTEMADELMATRIMONIO—ELDESPRECIOPORELMATRIMONIOPORPARTEDELTÍO

ABRAM

Debido ami ineptitud para recoger algodón,Epps tenía la costumbre dearrendarme en las plantaciones de azúcar durante la época del corte y laelaboración del azúcar. Recibía por mis servicios un dólar al día, y aqueldinero le servía para compensar mi ausencia en la plantación de algodón.Cortarlacañaerauntrabajoquesemedababien,ydurantetresañosmantuveel liderazgo en la plantación de Hawkins, siendo el jefe de una cuadrillaformadaporentrecincuentaycienhombres.

Enuncapítuloanteriorhedescritolaformadecultivarelalgodón,ycreoquehallegadoelmomentooportunodehablardelmododecultivarlacaña.

Se hacen arriates en la tierra de lamisma forma que se prepara para lasiembra del algodón, solo que se cava más profundo. Las perforaciones sehacendeigualmanera.Lasiembracomienzaeneneroycontinúahastaabril.Solosepuedeplantaruncampodeazúcarunavezcadatresaños,yserecogentrescosechasantesdequelasemillaolaplantaseagoten.

Se emplean tres cuadrillas en la operación. La primera saca la caña delalmiar, secorta lapartedearribay lashojasdel tallo,dejandosolo lapartesanaysólida.Cadanudodelacañatieneunayema,comoladeunapatata,delacual saldráunbrotecuandoseentierreen la tierra.Otracuadrillamete lacañaen losagujeros,colocandodos tallos,uno juntoalotro,demaneraquehayaunnudocadacuatrooseispulgadas.Laterceracuadrilla trabajaconlaazada,echandotierraencimadelostallosytapándoloshastaunaprofundidaddeunassietepulgadas.

Alcabodecuatro semanascomomucho, empiezanaaparecer losbrotesporencimade la tierray,apartirdeentonces,comienzanacrecerconsumarapidez.Elcampodelacañadeazúcarseescardatresveces,igualqueeldealgodón, soloque seechamás tierra sobre las raíces.A finalesdeagosto seterminadeescardar.Amediadosdeseptiembresecortaloquesenecesitaparalasiembrayseapilaenunalmiar.Enoctubrelacañayaestápreparadaparair

almolinoolarefinería,yentoncescomienzaelcorte.Lahojadeunmacheteparacortarcañadeazúcartieneunasquincepulgadasdelargoytresdeanchoen la parte central, estrechándose en la punta y cerca de la empuñadura.Lahoja esmuy delgada y debe estarmuy afilada para que cumpla su función.Unodecadatreshombrestomaelliderazgodelosotrosdos,colocándosecadaunodeellosasu lado.Elprimerhombrecorta lashojasdel tallodeunsolotajo. El segundo corta la parte de arriba que esté verde. Debe tenermuchocuidadodecortartodoloverdequehayenlapartemadura,yaqueeljugoquedesprendeamarga lamelazay entonces resulta invendible.Luegoarranca eltalloderaízylotiraasuespalda.Susdoscompañerostiranlossuyosunavezcortadosylosapilanconelsuyo.Cadatreshombreshayunacarretillaquelossigue, donde los esclavos más jóvenes echan los tallos para llevarlos a larefineríaoalmolino.

Sielcultivadorsufreunahelada,lacañasehilera.Elhileradoconsisteencortarlostallosaunaedadtempranayarrojarlosalolargodelsurcodeaguade tal manera que la parte superior cubra la parte inferior de los tallos. Sequedanenesaposicióndurantetressemanasounmessinagriarsenihelarse.Cuando llega el momento oportuno, se recogen, se podan y se echan a lacarretaparallevarlosalarefinería.

Enelmesdeenero,losesclavosvuelvenalcampoparaprepararloparalasiguientecosecha.Elcamposeesparceconlapartesuperiorylashojasquesecortaronenlacosechaanterior.Undíaquehagacalorseprendefuegoaesosdesechos, y el fuego se extiende por todo el campo, dejándolo limpio ydesnudo,preparadoparapasarlelaazada.Seremuevelatierraalrededordelosviejos rastrojos y, con el paso del tiempo, crece una nueva cosecha con lassemillasdelañoanterior.Esteprocesoserepiteañotrasaño,hastaeltercero,yaque la semilla haperdido su fuerzay entonces el campodebe labrarse ysembrarsedenuevo.Elsegundoañolacañaesmásdulceyproductivaqueelprimero,yelterceroaúnmásqueelsegundo.

Durante los tres añosque trabajé en la plantacióndeHawkins, lamayorpartedeltiempoestuveenlarefinería.Élesfamosoporproducirlavariedadmásricadeazúcarblanco.Poreso,acontinuacióndescribirésurefineríayelprocesodefabricación.

Elmolinoesunedificiode ladrilloenormequese levantasobre laorilladelbrazodelrío.Saliendodeledificiohayuncobertizoabierto,dealmenoscienpiesdelargoycuarentaocincuentadeancho.Lacalderaquegeneraelvapor está situada fuera del edificio principal; la maquinaria y el motordescansan sobre una plataforma de ladrillo, a unos quince pies del suelo ydentrodeledificio.Lamaquinariahacegirardosenormesrodillosdehierrodeentredosy trespiesdediámetroyseisyochopiesde largo.Estánelevadosporencimadelaplataformadeladrilloygiranunoendirecciónalotro.Una

cintatransportadora,fabricadaconcadenasymadera,parecidaalascorreasdecueroqueseusanenlosmolinospequeños,corredesdelosrodillosdehierrohastaeledificioprincipalyalolargodetodoelcobertizoabierto.Lascarretasque traen la caña recién cortada se descargan a los lados del cobertizo.Loshijos de los esclavos se colocan a lo largo de la cinta transportadora, y sutrabajoconsisteenecharencimalacañareciéncortada,pasandodelcobertizohastaeledificioprincipal,dondecaeentrelosrodillos,semueleyvaapararaotra cinta que la saca del edificio principal en dirección contraria,depositándolaencimadeunachimeneabajolacualardeunfuegoqueacabaconsumiéndola.Esnecesarioquemarladeestamaneraporquedelocontrariollenaríaeledificioy,sobretodo,porqueseagriaríaycausaríaenfermedades.Eljugodelacañacaeenuncanalillocolocadodebajodelosrodillosquelollevahastaundepósito.Medianteunaseriedetuberíaspasaporcincofiltros,cadaunoconvariasbarricas.Estos filtrosestán rellenosdeharinadehueso,una sustancia parecida al carbón pulverizado. Se hace calcinando huesos enrecipientescerrados,yseutilizapararefinaryfiltrareljugodelacañaantesde hervirlo. Pasa sucesivamente por estos cinco filtros y luego cae en undepósitocolocadodebajodelaplantaprincipal,dondeasciendemedianteunabombadevaporycaeenunclarificadordehierrolaminado,dondesecalientaconvaporhastaquehierve.Desdeesteprimerclarificadorpasaaunsegundo,yluegoaunterceroatravésdetuberías,ydeallíalasollasdehierrocerradas,atravesadaspor tuberías llenasdevapor.Mientrashierve,pasapor tresollassucesivamente y luego se transfiere a través de otras tuberías a losrefrigeradorescolocadosenlaplantaprincipal.Losrefrigeradoressoncajasdemadera con coladores en la parte inferior hechos de alambremuy fino. Encuanto el sirope llega a los refrigeradores y entra en contacto con el aire secristaliza,y lamelazapasapor loscoladoresaunacisternaquehaydebajo.Asíseobtieneelazúcarblanco;unazúcarlimpioytanblancocomolanieve.Cuando se enfría, se saca, se guarda en barricas y ya está preparado paravenderloenelmercado.Lamelazapasadelacisternaalaplantasuperiorunavezmás,donde,medianteotroproceso,setransformaenazúcarmoreno.

Hay molinos más grandes y construidos de manera diferente al que hedescrito de forma imperfecta, pero ninguno es tan conocido como aquel, almenosenBayouBoeuf.Lambert,deNuevaOrleans,essociodeHawkins.Esunhombremuyricoy,segúnmehandicho,tieneparticipacionesencuarentaplantacionesdeazúcarrepartidasporLuisiana.

ElúnicodescansodelquedisfrutaelesclavoalolargodetodoelañosonlasvacacionesdeNavidad.Eppsnosdabatresdíasdevacaciones,aunquehayquiendaa susesclavoscuatro, cincoe incluso seisdías,dependiendode sugenerosidad. Es la única época del año que los esclavos esperan conimpaciencia e incluso placer. Se alegran cuando finaliza el día, y no soloporque les proporciona algunas horas de reposo, sino porque así les queda

menos para la Navidad. Es algo que disfrutan por igual jóvenes y viejos;inclusoeltíoAbramdejadeelogiaraAndrewJackson,yPatseyseolvidadesusmuchaspenas,yambossedejanllevarporlahilaridaddelasvacaciones.Esépocadecelebraciones,dedivertirsey tocarelviolín;es laépocafestivapara los niños esclavos. Son los únicos días en que se les permite ciertalibertadrestringida,algoquedisfrutanenormemente.

LoscultivadorestienenlacostumbredeorganizarunacenadeNavidad,einvitan a los esclavosde lasplantacionesvecinas aque seunan a los suyosparalaocasión;porejemplo,unañolaorganizaEpps,alsiguienteMarshallyalotroHawkins,yasí sucesivamente.Engeneral, se reúnende trescientosaquinientos,yvanandando,encarretas,acaballo,enmulas,avecesdosotressobreelmismoanimal, avecesunchicoyunachica,otrasunachicaydoschicos,e inclusounchico,unachicayunaanciana.EnBayouBoeuf,noesraroveraltíoAbrammontadoenunamula,conlatíaPhebeyPatseydetrás,dirigiéndoseaunacenadeNavidad.

Durante esosdías, los esclavos también sevisten con susmejores trajes.Lavan sus abrigos de algodón, pasan elmuñón de una vela de sebo por loszapatosy, si son tanafortunadoscomopara tenerunsombrerosinala, se loponen con desenfado sobre la cabeza. Vayan como vayan, con sombrero odescalzos, todos son recibidos en la fiesta con lamisma cordialidad. Por logeneral, las mujeres llevan pañuelos alrededor de la cabeza, pero si porcasualidaddisponendeunacintadecolorrojochillónounsombreroquetirólaabueladesuseñora,nodudanenponérseloentalesocasiones.Elrojo—elrojo intenso de la sangre— es, sin duda, el color favorito de las jóvenesesclavas.Siunacintarojanoeslobastantelargaparaponérselaalrededordelcuello,nocabedudaalgunadequeencontraránlaformadeatárselaenelpelodesuslanudascabezas.

Lamesasecolocaalairelibre,ysobreellaseponentodotipodecarnesyverduras.Seprescindedelbeiconydelmaíz.Lacenasepreparaavecesenlacocinadelaplantación,otrasalasombradeungranárbol.Cuandosepreparaasí,sehaceunagujeroenlatierra,sellenadeleñaysequemahastaqueestélleno de brasas, sobre las cuales se ponen pollos, patos, pavos, cerdos y, amenudo, incluso el cuerpo entero de un buey para que se ase. También seañadeharinaparahacergalletas,melocotonesyotrasdelicias,asícomotartasy todo tipo de pasteles, salvo los agridulces de carne picada, ya quedesconoceneseartículoderepostería.Solounesclavoquehavividomuchosaños a base de su escasa ración de comida y beicon sabe apreciar esasexquisiteces. Muchos blancos acuden para presenciar los festejosgastronómicos.

Los esclavos se sientan en lamesa rústica, los hombres a un lado y lasmujeresalotro.Sidospersonas se sientenatraídas,nocabedudaalgunade

que se sentarán la una frente a la otra, ya que el omnipresente Cupido nodesaprovecha la oportunidad de arrojar sus flechas entre los sencilloscorazonesdelosesclavos.Unafelicidadexultanteyabsolutailuminaelrostrooscurodetodosellos.Susdientesblancoscomoelmarfil,encontrasteconsupielatezada,parecendosfranjas largasyblancasextendidasa lo largode lamesa.Alrededor de la copiosa cena, unamultitud de ojosmiran extasiados.Risasycarcajadas, semezclanconel sonidode lacuberteríay lavajilla.ElcododeCuffeeempujaeldesuvecino,yaquenopuedecontrolarunimpulsoinvoluntariodegoce;NellyseñalaconeldedoaSambo,seríesinsaberporqué,yasícorrelaalegríayeljúbilo.

Cuando las viandas han desaparecido y las hambrientas barrigas de losniñosestánsatisfechas,entonces,amododediversión,comienzaelbailedeNavidad.Milaborenlosdíasfestivoseratocarelviolín.Larazaafricanaamaespecialmente la música, y muchos de mis compañeros tenían un oídosumamentedesarrollado,llegandoalgunosatocarelbanyocongrandestreza,pero, aunque parezca un tanto engreído, debo decir queme consideraban elOleBulldeBayouBoeuf.Miamo recibíacartasamenudo,avecesdediezmillas a la redonda, pidiéndole queme enviara para tocar en algún baile oalguna festividad de los blancos. Él recibía su compensación, y yo solíaregresar conmuchos picayunes tintineando enmi bolsillo, una contribuciónextrahechaporaquellosalosquedeleitabaconmimúsica.Deaquellamanerameconvertíenunapersonaconocida,orillaarribayorillaabajodelbrazodelrío.LosmuchachosylasjovencitasdeHolmesvillesiempresabíanqueibaahaberalgúntipodefestejocadavezqueveíanpasaraPlattEppsconsuviolínen lamano. «¿Dónde vas, Platt?» o «¿Qué se celebra esta noche?» eran laspreguntasmáshabitualesquemehacíandesdetodaslaspuertasylasventanas.En muchas ocasiones, cuando no tenía demasiada prisa, cediendo a suinsistencia,Plattsacabaelestuchey,sentadosobresumula,interpretabaunacanción para una multitud de niños que gustosamente se congregabanalrededordeélenlacalle.

No puedo imaginar cómo habría podido soportar todos aquellos largosañosde cautiveriodenohaber sidopormi amadoviolín.Gracias a él pudeentrar en casas grandes, librarme de muchos días de tedioso trabajo en elcampo, comprar algunos objetos para la cabaña, pipas, tabaco e inclusoalgunosparesdezapatos,asícomoalejarmedelapresenciademiseveroamoy poder disfrutar de momentos de jovialidad y alborozo. El violín fue micompañero,mi amigo del alma.Tocaba alegres canciones cuandome sentíafeliz, e interpretaba suaves melodías cuando estaba triste. A menudo, amedianoche, cuando no podía conciliar el sueño en la cabaña ymi alma sesentíainquietaypreocupadaalcontemplarmidestino,tocabaparamímismoy su sonido me sosegaba. En los días sagrados del Señor, cuando nospermitían una o dos horas de descanso,me acompañaba hasta algún recodo

tranquiloaorillasdelríoy,alzandosuvoz,mehablabaamablemente.Graciasaélsemeconocióentodoelpaís,hiceamigosquedenoserporéljamássehabríanfijadoenmí,meproporcionóunlugarhonorableenlasfiestasanuales,yrecibíovacionesyunacalurosabienvenidaenelbailedeNavidad.¡ElbailedeNavidad!Oh,sí,vosotros,muchachosquebuscáiselgoce,yvosotras,hijasdelaholganza,queosmovéisconpasoscomedidos,lánguidosylentosporelovalado salón, si queréis ver lo que es celeridad, o lo que es la poesía delmovimiento, o la genuina, rampante y desenfrenada felicidad, bajad hastaLuisiana y veréis cómo bailan los esclavos bajo las estrellas de una nochenavideña.

Aquella Navidad en particular de la que me acuerdo en este momento,cuya descripción servirá para describir cualquier otra, la señorita Lively,sirvienta del señor Stewart, y el señor Sam, esclavo del señor Roberts,abrieronelbaile.TodoelmundosabíaqueSamsentíaunaardientepasiónporLively, al igualqueunode los sirvientesdeMarshall yotrode loshijosdeCarey, ya que Lively era realmente guapa y una coqueta que disfrutabarompiendo corazones. Fue toda una victoria para Sam Roberts cuando,levantándosedelamesa,Livelyletendiólamanoparainiciarelprimerbaile,manifestándole así su preferencia por encima de los demás rivales. Ellos sequedaronun tantoalicaídosydebuenagana sehabríandejado llevarpor lafuriaysehabríanabalanzadocontraelseñorSamparapegarle.Sinembargo,no había un ápice de cólera en el plácido corazón de Samuel mientras suspiernasvolabancomolospalosdeunabatería,deslizándosedesdefuerahastael centro, al lado de su cautivadora compañera. Todos los presentes losanimaban con gritos y, entusiasmados por los aplausos, ellos continuabanbrincando hasta que los demás, exhaustos, se detenían unos instantes pararecuperarelaliento.PeroelesfuerzosobrehumanodeSamacabóvenciéndoloy tuvo que dejar a Lively sola, dando vueltas como una peonza. En aquelmomento,unodelosrivalesdeSam,PeteMarshall,avanzóy,contodassusganas, empezó a saltar, a moverse y a adoptar todas las posturas posibles,como si estuviera decidido a demostrarle a la señorita Lively, y a todo elmundo,queSamRobertsnoestabasualtura.

Sinembargo,suentusiasmoerasuperiorasudiscreción,yaquelejerciciotanviolentoacabóprontoconsusfuerzas,hastaquesedejócaercomounsacovacío. Había llegado el momento de que Harry Carey intentara jugar susbazas,peroLivelynotardóendejarloresollandoy,entreovacionesygritos,continuódanzandoyconservandosumerecida reputaciónde ser labailarinamásrápidadetodalaorilladelarroyo.

Cuando uno acaba, otro ocupa su lugar, y el que aguanta más tiempobailando recibe la más estrepitosa ovación, y así continúa el baile hasta elamanecer. Si cesa el sonido del violín interpretan una música oriunda de

aquellas tierras.Se llama«juba»yvaacompañadadeunadeesascancionesinsulsasquesecomponenmásparaadaptarseaciertospasosomelodíasqueparaexpresarunaideaenparticular.Lajubasebailadándosepalmadasenlasrodillas, dando palmas, golpeándose el hombro derecho con una mano, elizquierdocon laotra,mientrasalmismotiemposedanzapatazosysecantaunacancióncomoesta:

Harper’screekandroarin’ribber,

Thar,mydear,we’llliveforebber;

Denwe’llgotodeInginnation,

AllIwantindiscreation,

Isprettylittlewifeandbigplantation.

Estribillo:

Updatoakanddowndatribber,

Twooverseersandonelittlenigger.

Y si la letra no se adapta a lamúsica, entonces puedeque lo haga la de«OldHogEye»,cuyaletrasolemneyconmovedoranosepuedeapreciaranoserquesevivaenelsur.Lacancióndiceasí:

Who’sbeenheresinceI’vebeengone?

Prettylittlegalwidajoseyon.

HogEye!

OldHogEye!

AndHoseytoo!

NeverseedelikesinceIwasborn,

Herecomealittlegalwidajoseyon.

HogEye!

OldHogEye!

AndHoseytoo!

Opuedequelasiguiente,quetambiéncarecedesentido,perotienemuchagraciacuandoseescuchaenbocadeunnegro:

EboDickandJurdan’sJo,

Themtwoniggersstolemyyo.

HopJimalong,

WalkJimalong,

TalkJimalong,

OldblackDan,asblackastar,

Hedamgladhewasnotdar.

HopJimalong.

Durante los demás días de vacaciones, después de Navidad, se lesproporciona pases y se les deja ir adonde quieran, dentro de una distancialimitada, o si quieren pueden quedarse y trabajar en la plantación, en cuyocasoselespagaporello,aunquerarasveceslohacen.Selesveiratodaprisaentodasdirecciones,tanfelicescomocualquierotromortalsobrelafazdelatierra.Se convierten enpersonasdistintas a lasque soncuandoestán en loscampos;eldescanso temporaly labreveausenciadelmiedoydel látigo lostransformaporcompleto,tantoensuaspectocomoensuconducta.Dedicaneltiempo a visitar, entablar y cultivar viejas amistades, puede que algún viejovínculo,o adisfrutarde cualquierotroplacer.Así es lavida sureñaduranteesos tres días del año, ya que los restantes trescientos sesenta y dos sonjornadasdecansancio,demiedo,desufrimientoydetediosotrabajo.

Losmatrimonios se contraen durante las vacaciones, si es que se puededecirqueesainstituciónexisteentreellos.Laúnicaceremoniaquesenecesitapara entrar en ese estado sagrado es obtener el consentimiento de losrespectivosamos.Suelenfomentarlo losamosde lasmujeresesclavas.Cadacónyugepuedetenertantosmaridosoesposascomolepermitaelamo,ycadaunodeellos tiene la libertaddedesembarazarsea suantojodelotro.La leyestablecidaparaeldivorcioolabigamianoseaplicaparalapropiedad.Silaesposa no pertenece a lamisma plantación delmarido, a este se le permitevisitarlalossábadosporlanochesiladistancianoesexcesiva.LaesposadeltíoAbramvivíaasietemillasde ladeEpps,enBayouHuffPower.Él teníapermisoparavisitarlaunavezcadadossemanas,pero,comoyahedicho,seestabahaciendoviejoy,aunqueresultetristedecirlo,casisehabíaolvidadodeella.EltíoAbramdedicabatodosutiempoameditarsobreelgeneralJackson;laalianzaconyugalestababienparalosjóvenesylosinsensatos,peronoparaunfilósofoserioysolemnecomoél.

XVI

LOSSUPERVISORES—CÓMOVANARMADOSYACOMPAÑADOS—ELHOMICIDA—SUEJECUCIÓNENMARKSVILLE—LOSCAPATACESDEESCLAVOS—MENOMBRANCAPATAZALTRASLADARMEABAYOUBOEUF—LAPRÁCTICAHACEAL

MAESTRO—EPPSINTENTACORTARLEELCUELLOAPLATT—LAHUIDADEESTE—PROTEGIDOPORELAMA—MEPROHÍBELEERYESCRIBIR—CONSIGOUNAHOJADEPAPELDESPUÉSDENUEVEAÑOSDEESFUERZOS—LACARTA—ARMSBY,ELBLANCOMISERABLE—LACONFIANZAPARCIALENÉL—SUTRAICIÓN—LASSOSPECHASDEEPPS—CÓMOLASMITIGUÉ—QUEMOLACARTA—ARMSBYSEMARCHADEBAYOUBOEUF

—DECEPCIÓNYDESESPERACIÓN

ConexcepcióndemiviajealaparroquiadeSaintMary,ymisausenciasdurantelaépocaenquesecortabalacaña,siempretrabajéenlaplantacióndelamo Epps. Se le consideraba un cultivador pequeño, con un número tanreducidodetrabajadoresquenonecesitabadelosserviciosdeunsupervisor,por lo que él mismo desempeñaba aquel cargo. Al no poder comprar másesclavos,teníalacostumbredearrendarlosdurantelacosechadealgodón.

Enpropiedadesmásgrandes,enlasquehaycincuentaocien,opuedequeincluso doscientos obreros, es indispensable contar con un supervisor. Estosseñoressuelen iralcampomontadosensucaballoy,queyosepa, todossinexcepciónvanarmadosconpistolas,uncuchillodemonteyellátigo,ademásde sus perros.Equipados de esa forma, vigilan de cerca a los esclavos.Lasúnicas cualidades que se requieren para trabajar de supervisor es serdespiadado,brutalycruel.Sufunciónconsisteenprocurarunagrancosecha,y para conseguir tal cosa no importa el sufrimiento que puedan causar. Lapresencia de los perros es necesaria para impedir que un esclavo intenteescapar, como ocurre en ocasiones, cuando por cansancio o enfermedad elpobreesincapazdemantenerelritmodelacuadrillaodeseguirsoportandoeldolordel látigo.Laspistolas se reservanpara loscasosdeemergencia,yhahabidomomentosenquesehanvistoobligadosautilizarlas.Dominadosporuna incontrolable locura, hasta los esclavos se abalanzan a veces contra suopresor.ElpasadoeneroselevantóunahorcaenMarksville,yseejecutóaunesclavo por haber matado a su capataz. Sucedió a escasas millas de laplantacióndeEpps,enelRíoRojo.Leordenaronalesclavoquesepusieraalevantarvallas,peroduranteeltranscursodeldíaelsupervisorloenvióahacerun recado que le ocupó tanto tiempoque no pudo terminar la faena.Al díasiguiente lo llamaron para que se presentase ante el supervisor, el cual noaceptólapérdidadetiempocomoexcusaporhabertenidoquehacerelrecadoyleordenóquesearrodillaraysequitaralacamisapararecibirloslatigazos.Estabansolosenelbosque,lejosdelavistaydeloídodetodoelmundo.Elmuchachosoportóelcastigohastaque,enloquecidoporsemejanteinjusticiayencolerizado por el dolor, se levantó, cogió un hacha y descuartizóliteralmente al supervisor. Sin embargo, en lugar de ocultarse, se presentó a

todaprisaantesuamoylerelatóloquehabíahecho,dispuestoaexpiarsusculpassacrificandosuvida.Locondujeronhastaelpatíbuloy,mientrastuvolasogaalrededordelcuello,mantuvounaactitudserenayvaliente,empleandosusúltimaspalabrasenjustificarsuacto.

Apartedelsupervisor,ypordebajodeél,estánloscapataces,cuyonúmeroestáenproporciónalacantidaddetrabajadoresquehayaenlaplantación.Loscapatacessonnegrosque,ademásderealizarsutrabajocomocualquierotro,están obligados a infligir los castigos a sus compañeros. Llevan el látigocolgandodelcuello,ysinolousanconladebidafrecuencia,sonelloslosquerecibenloslatigazos.Sinembargo,gozandealgunosprivilegios;porejemplo,cuando se corta la caña de azúcar, no se permite a los trabajadores que sesienten mucho rato para comer. Las carretas se llenan de tortas de maíz,preparadas en la cocina, y se llevan al campo a mediodía. Los capatacesrepartenlastortas,quelosesclavostienenquecomeratodaprisa.

Cuandoelesclavodejadesudar,cosaquesucedeamenudocuandosehaquedado sin fuerzas, cae al suelo y no puede moverse. El capataz tieneentonceslaobligacióndearrastrarlohastalasombra,yaseaentrelasplantasdealgodónodecaña,obajounárbolcercano,yempezaraecharlecubetasdeaguahastaqueempiecea transpirardenuevo,momentoenquese leordenaqueregreseasusitioycontinúetrabajando.

CuandolleguéporprimeravezalaplantacióndeEpps,enHuffPower,elcapataz era Tom, uno de los negros de Roberts. Era un hombre robusto ysumamentesevero.CuandoEppsfuetrasladadoaBayouBoeuf,meconcedióamíaquelhonorablepuesto.Hastaelmomentodemimarchatuvequellevarunlátigoenelcuellocuandoestabaenelcampo.SiEppsestabapresente,nopodía mostrar la más mínima clemencia, ya que carecía de la suficientefortalezacristianadelfamosoTíoTom,queeralobastantevalientecomoparahacerfrentealairadesuamoynegarsearealizarloquelepedía.Además,deaquella forma no solo conseguí librarme del martirio que él padeció, sinotambién evitar muchos sufrimientos a mis compañeros, tal como quedódemostrado. No tardé en descubrir que Epps, estuviera o no en el campo,siempre estaba pendiente de nosotros. Ya fuera desde la explanada, desdealgúnárbolcercanoodesdealgúnotrolugaroculto,estabaconstantementealacecho. Si alguno de nosotros se había quedado rezagado o había estadoholgazaneandoduranteeldía, teníamosquecomunicárseloaélal regresaralasdependencias,yparaéleraunacuestióndeprincipiosresponderaaquellaofensano solocastigandoal culpablepor sudemora, sino tambiénamíporhaberlopermitido.

Porelcontrario,simeveíautilizarellátigoalaligera,sesentíasatisfecho.Nocabedudaalgunadequelaprácticahacealmaestro.Durantelosochoañosdeexperienciacomocapataz,aprendíamanejarellátigoconsumadestrezay

precisión, haciéndolo restallar a escasa distancia de la espalda, la oreja y lanariz sin llegar a tocarlas. Si Epps me observaba a distancia, o teníamosmotivosparapensarqueestabaocultopor losalrededores,acordábamosqueyo haría restallar el látigo con fuerza mientras ellos fingirían retorcerse ygemir, aunquenohubiera llegadonia rozarlos.Patsey, si lo teníaa su lado,aprovechaba la ocasión para quejarse diciendo que Platt siempre los estabapegando, y el tío Abram, con aquel aire de honestidad tan peculiar suyo,afirmaba que yo los azotabamás que el general Jackson a sus enemigos enNuevaOrleans.SiEppsnoestababorracho,nideunhumordeperros,esolodejaba satisfecho, pero si lo estaba, entonces alguien debía pagar lasconsecuencias. A veces su violencia alcanzaba extremos insospechados,llegandoaponerenriesgolavidadesustrabajadores.Enunaocasiónenqueestabaebrio,quisodivertirsecortándomeelcuello.

Había estado enHolmesville, asistiendo a un concurso de tiro, y no nosdimos cuenta de quehabía regresado.Mientras escardaba al ladodePatsey,ella,derepente,medijoenvozbaja:

—Platt, ¿hasvistoqueelviejoHogjawmeestáhaciendoseñasparaquemeacerque?

Miré a ambos lados y vi que estaba al borde del campo, moviéndose yhaciendomuecascomosolíahacercuandoestabamedioborracho.Conscientedesuslascivasintenciones,Patseyempezóallorar.Lesusurréquenomirarayquecontinuaratrabajandocomosinolohubieravisto.Epps,sospechandoquelehabíadichoalgo,seacercóamídandotumbosyenfurecido.

—¿QuélehasdichoaPats?—mepreguntósoltandounamaldición.

Lerespondíevasivamente,perosoloconseguíincrementarsuviolencia.

—¿Desde cuándo eres el dueño de esta plantación, negro asqueroso?—preguntóadoptandounairedespectivoyagarrándomedelcuellodelacamisaconunamanomientraslaotraselametíaenelbolsillo—.Tevoyacortarelcuello.

Sacó el cuchillo del bolsillo, pero como era incapaz de abrirlo con unamano,cogió lahojaentre losdientes.Presintiendo loque ibaahacer,meviobligadoaescapar,yaqueporelestadoenqueseencontrabamedicuentadeque no bromeaba. Yo tenía la camisa abierta por delante y, como la teníaagarrada,algirarmesemerajóporlaespaldaynotuveningúnproblemaparahuir de él. Empezó a perseguirme hasta que se quedó sin aliento; luego sedetuvo hasta recuperarlo, maldijo y empezó a perseguirme de nuevo. Meordenóquemeacercarahastadondeestaba,tratabadeconvencerme,perofuilo bastante prudente para mantenerme a cierta distancia. Así, dimos variasvueltas por el campo, él tratando desesperadamente de atraparme y yo

esquivándolo,másdivertidoqueasustado,yaquesabíaquecuandoestuvierasobrioélmismosereiríadesuestúpidaborrachera.Descubríalama,depie,cerca del muro que había en el jardín, mirando mientras nosotros nospeleábamos medio en serio y medio en broma. Pasando a su lado a todavelocidad, corrí hastadondeestaba el ama.Epps, al verla, nome siguió.Sequedóenelcampoduranteunahoraoquizámás,ydurantetodoaqueltiempomequedéalladodelama,contándolelosucedido.Elamaseenfadóyempezóa gritar a su marido y a Patsey. A final, Epps se dirigió a la casa, ya casisobrio,andandoconrecato,conlasmanosenlaespaldaeintentandoparecertaninocentecomounniño.

Sinembargo,cuandoseacercó,elamaempezóainsultarle,soltándoletodaclasede improperiosypidiéndoleuna explicacióndeporquéhabíaqueridocortarme el cuello. Epps fingió no saber nada y, parami sorpresa, juró portodoslossantosdelcalendarioquenomehabíahabladoentodoeldía.

—Platt,negromentiroso,¿acasonoestoydiciendolaverdad?

Nosedebecontradeciralamo,aunqueseestédiciendolaverdad,poresome quedé callado. Al verlo entrar en la casa, regresé al campo y ya no sevolvióahablardelasunto.

Pocodespués,sucedióalgoquemehizodivulgarelsecretodeminombrey mi historia verdadera, que había ocultado cuidadosamente porque estabaconvencido de que de ello dependía mi liberación. Poco después decomprarme,Eppsmepreguntósisabíaleeryescribir.Cuandolerespondíquehabía recibido algunas enseñanzas en aquellos menesteres, me aseguró conénfasisquesimeveíaalgunavezconunlibro,ounaplumaytinta,medaríacien latigazos.Medijo que compraba negros para trabajar, no para enseñar.Jamásme preguntó nadamás demi vida pasada, ni de dónde procedía.Noobstante, el amame hacíamuchas preguntas sobreWashington, suponiendoqueeramiciudadnatal,yenmásdeunaocasiónseñalóqueyonohablabanimecomportabacomolosdemásnegros,yqueestabaseguradequehabíavistomásmundodelquedecía.

Mi principal objetivo era buscar la forma de hacer llegar una carta a laoficina de correos y enviársela a mis amigos o familiares del norte. Ladificultad que entrañaba no puede comprenderla alguien que desconozca lasrígidasmedidasa lasqueestaba sometido.Paraempezar,no semepermitíatener pluma, ni tinta, ni papel. Segundo, un esclavo no podía salir de laplantaciónsinunpase,nitampocoenviarunacartasinunpermisoporescritodesuamo.Llevabanueveañosdeesclavitud,siemprebajoestrechavigilancia,cuando de pronto tuve la suerte de obtener una hoja de papel.Un invierno,mientras Epps estaba en Nueva Orleans vendiendo el algodón, el ama meenvió aHolmesville para que le comprara algunos artículos, entre ellos una

grancantidaddepapel.Cogíunadelashojasylaescondíenlacabaña,bajolatablasobrelaquedormía.

Trasvariosexperimentos,conseguí fabricarunpocode tintahirviendo lacortezablancadelarcey,conunaplumaquearranquédelaladeunpato,mefabriquéuncálamo.Cuandotodosdormíanenlacabaña,alaluzdelasbrasas,tendido sobre la tarima de la cama, conseguí redactar una epístola bastantelarga.EstabadirigidaaunviejoamigoquevivíaenSandyHill;lehablabadela situación en la que me encontraba y le pedía que tomara las medidasoportunas para que pudiera recuperar la libertad. Guardé la carta durantemuchotiempo,mientrastratabadeingeniármelasparallevarlaalaoficinadecorreos sin que me pasara nada. Finalmente, un hombre mezquino que sellamabaArmsby,hastaentoncesunextraño,estuvorecorriendoelvecindariobuscando trabajo como supervisor. Se presentó ante Epps, y estuvo en laplantacióndurantevariosdías.LuegofueaveralseñorShawytrabajóensucampodurantevariassemanas.AShawlegustabarodearsedepersonasdeesacalaña,enparteporqueéltambiéneraunjugadoryunhombresinprincipios.Se había casado con una de sus esclavas, Charlotte, y tenía una prole demulatos criándose en su casa. Armsby cayó tan bajo al final que se vioobligado a trabajar con los esclavos. Un hombre blanco trabajando en elcampo es algomuy raro e inusual enBayouBoeuf.Yo busqué la forma deentablar amistad con él en secreto, tratando de ganarme su confianza paraentregarle la carta. Segúnme dijo, solía ir aMarksville, una ciudad a unasveintemillasdedistancia,desdedondepenséquepodríaenviarlacarta.

Deliberadamente, y con suma cautela, busqué la forma de hablarle deltema. Un día decidí preguntarle si la próxima vez que fuera allí podríadepositarunacartaenlaoficinadecorreosdeMarksville.Nolecomentéqueyalateníaescrita,nilehablédelosdetallesquecontenía,puestemíaquemetraicionara, y además sabía que debía darle algo de dinero antes de poderconfiarenélporcompleto.Unanoche,aesodelaunadelamadrugada,salíahurtadillasdelacabañaycrucéelcampohastallegaralaplantacióndeShaw,donde lo encontré durmiendo en la explanada.Tenía algunos picayunes quehabíaganadoconmisrecitalesdeviolín,peroleprometíqueledaríatodoloqueteníasimehacíaelfavorquelepedía.Lesupliquéquenomedelatarasino podía cumplir con mi petición. Me dio su palabra de honor de quedepositaríalacartaenlaoficinadecorreosdeMarksville,yquemeguardaríaelsecretodeporvida.Aunque llevaba lacartaenelbolsillo,nomeatrevíadársela, y le dije que la tendría escrita en cuestión de un día o dos.Despidiéndomedeél, regreséa lacabaña.Meresultaba imposibleahuyentarlas sospechas queme inspiraba, y durante toda la noche estuve despierto ydándolevueltasalasuntoparabuscarlaformamásseguradellevarloacabo.Estaba dispuesto a arriesgarme con tal de conseguir mi propósito, pero deningunamaneralacartadebíacaerenmanosdeEpps,yaqueellosupondría

ungolpemortalparamisaspiraciones.Estabaasustadoamásnopoder.

Mis sospechas estaban fundadas, como quedó demostrado. Al díasiguiente,mientrasestabalimpiandoelalgodónenelcampo,EppssesentóenlavallaquehabíaentrelaplantacióndeShawylasuya,enunaposturaconlacualpodíavernostrabajar.AlratosepresentóArmsbyy,encaramándosealavalla,sesentóasulado.Estuvieronjuntosdosotreshoras,durantelascualesvivíunacompletaagonía.

Aquellanoche,mientras asabaelbeicon,Eppsentróen la cabañaconellátigoenlamano.

—¿Sabes?, chico —dijo—, me he enterado de que tengo un negrosabiondo que escribe cartas e intenta que los blancos se las envíen. Mepreguntosisabesquiénes.

Mis peores temores se habían hecho realidad y, aunque puede que noparezca del todo encomiable, dadas las circunstancias, la única forma desalvarmeeramintiendo.

—Nosédequémehabla,amoEpps—lerespondí,adoptandounairedeignoranciaysorpresa—.Nosénadaenabsoluto,señor.

—¿AcasonoestuvisteenlaplantacióndeShawanoche?

—No,amo.

—¿No le pediste a Armsby que te echase una carta en cuanto fuera aMarksville?

—¿Yo,señor?Jamáshehabladoconesehombreentodamivida.Noséaquéserefiere.

—Armsby me ha dicho hoy que debo tener cuidado con uno de misnegros;quedebovigilarleointentaráescapar.Ycuandolehepreguntadoporqué lo decía, me ha dicho que estuviste en la plantación de Shaw, lodespertaste en medio de la noche y le pediste que llevara una carta aMarksville.¿Quémedices?

—Lo único que puedo decir, amo, es que no es cierto. ¿Cómo voy aescribirunacarta sino tengonipapelni tinta?Nohaynadie aquienpuedaescribir, pues que yo sepa no tengo ningún amigo vivo. EseArmsby es unmentirosoyunborracho,ynadiecreeloquedice.Ustedsabequeyosiempredigolaverdad,yquejamáshesalidodelaplantaciónsinunpase.Yoséloqueanda buscando eseArmsby. ¿Acaso no quería que usted le contratase comosupervisor?

—Sí,melopidió—respondióEpps.

—Pues eso. Quiere que usted piense que nos vamos a escapar para que

contrate a un supervisor que nos vigile. Se ha inventado la historia. Es unmentiroso,amo,nodebecreerle.

Eppssequedópensativoduranteunrato,atodaslucesimpresionadoconlaplausibilidaddemiteoría,yexclamó:

—Seríaunestúpido,Platt,sinotecreyese.EseArmsbymehadebidodetomar por un blando para venir a contarme esas historias. Quizá crea quepuedeengañarme;quizápiensequenovalgoparanadayquenosécuidardemis negros. Por lo que veo, ha querido hacerme la pelota. ¡Menudo cabrónestáhechoeseArmsby!Levoyaecharlosperros,Platt.

SoltandoesteyotrosmuchoscomentariosacercadelcarácterdeArmsbyysucapacidadparacuidardesunegocioysusnegros,elamoEppssaliódelacabaña. En cuanto se marchó, arrojé la carta al fuego. Desalentado ydescorazonado,observécómolaepístolaque tantaansiedady tantoesfuerzomehabíacostadoredactar,laepístolaqueesperabaquemeharíadarmiprimerpasohaciala tierradela libertad,searrugabayseconsumíaentrelasbrasashastaquedarreducidaahumoycenizas.

Armsby,esemalditotraidor,fueexpulsadopocodespuésdelaplantaciónde Shaw, lo cual me produjo un gran alivio, ya que temía que quisierareanudarlaconversaciónconEppsyconvencerledequedecíalaverdad.

Yanosabíadóndenidequéformabuscarlaliberación.Lasesperanzasquehabía albergado en lo más hondo de mi corazón se desmoronaron y sedesvanecieron. El verano de mi vida se estaba yendo. Sentía que estabaenvejeciendoprematuramente;pensabaquesiseguíaunosañosmás,elarduotrabajo, la pena y losmiasmas de los pantanos acabarían llevándoseme a latumba, donde me pudriría y sería olvidado para siempre. Repelido,traicionado, sin posibilidad alguna de poder pedir ayuda, solo pudearrodillarmeymanifestarmiindecibleangustia.Laesperanzadeserrescatadoeralaúnicaluzquemeconsolaba;unaluzquedeprontotemblequeabayseibadesvaneciendo;otrodesengañomásyseapagaríaparasiempre,dejándomeenlamáscompletaoscuridadhastaelfindemisdías.

XVII

WILEYNOHACECASODELOSCONSEJOSDELATÍAPHEBEYELTÍOABRAM,YESAPRESADOPORLOSPATRULLEROS—LAORGANIZACIÓNDELOSPATRULLEROSYSUSOBLIGACIONES—WILEYSEESCAPA—LASESPECULACIONESSOBREÉL—SUINESPERADOREGRESO—SUCAPTURAENELRÍOROJOYSU

CONFINAMIENTOENLAPRISIÓNDEALEXANDRIA—

DESCUBIERTOPORJOSEPHB.ROBERTS—ELSOMETIMIENTODELOSPERROSANTESDEMIESCAPADA—LOSFUGITIVOSENGREATPINEWOODS—CAPTURADOSPORADAMTAYDEMYLOSINDIOS—LOSPERROSMATANAAUGUSTUS—NELLY,LA

ESCLAVADEELDRET—LAHISTORIADECELESTE—ELMOVIMIENTOCONCERTADO—LEWCHEENEY,ELTRAIDOR—

LAIDEADELAINSURRECCIÓN

Elaño1850,quevoyadescribirtrasomitirmuchosdetallesquenosondeinterésparaellector,fueunañomuydesafortunadoparamicompañeroWiley,el marido de Phebe, cuyo carácter taciturno e introvertido ha hecho quepermanecieraeneltrasfondodeminarración.Apesardequeapenasabríalaboca,ydeestar inmersoenaquellaoscuraypocopretenciosaatmósfera sinprotestar jamás, en el interior de aquel negro silencioso y callado ardíangrandes deseos de socializar. Llevado por la euforia de la independencia yhaciendocasoomisodelafilosofíadeltíoAbramydelosconsejosdelatíaPhebe,tuvolaosadíadehacerunavisitanocturnaaunacabañavecinasinunpase.

La compañía que encontró era tan fascinante queno se dio cuenta de lorápido que pasaba el tiempo hasta que no vio el sol asomarse por el este.Corriótodoloaprisaquepudo,esperandollegaralaplantaciónantesdesonarlasirena,pero,pordesgracia,fuesorprendidoporunabrigadadepatrulleros.

Nosésiesoexisteenotros lugaresdondehayesclavitud,peroenBayouBoeufhayunaorganizacióndepatrullerosque,comodicesunombre,tienenla función de apresar y castigar a cualquier esclavo que vean deambulandofueradelaplantación.Vanmontadosacaballo,normalmentedirigidosporuncapitán,armadosyacompañadosporperros.Tienenderecho,yaseaporleyoporelconsentimientogeneral,acastigardelaformaquemejorconsiderenacualquierhombrenegroquehayacruzadoloslímitesdelaspropiedadesdesuamo sin un pase, e incluso a dispararle si intenta escapar. Cada brigada depatrulleros se ocupa de recorrer una parte del brazo del río.El salario se lopagan los dueños de las plantaciones, que contribuyen según el número deesclavos que tienen.El sonido de los cascos de sus caballos se oye durantetodalanoche,yselesveconfrecuenciaconduciendoaunesclavodelantedeellos,oarrastrándoleconunasogaalrededordelcuellohastalaplantacióndesuamo.

Wiley corría delante de uno de aquellos grupos de patrulleros, creyendoquepodíallegaralacabañaantesdequeloalcanzaran,perounodelosperros,uno grande y muy fiero, lo agarró por la pierna y lo apresó con todas susfuerzas. Los patrulleros lo azotaron con severidad y lo trajeron hechoprisionerohastalaplantacióndeEpps.Estevolvióaazotarlocontalsañaque,

entrelasllagasquelehizoellátigoylosmordiscosquelehabíadadoelperro,quedótanmaltrechoymolidoqueapenaspodíamoverse.Ensemejanteestadoeraincapazdemantenerelritmodelacuadrilla,porloquenotranscurríaniuna hora sin que volviera a sentir el escozor del látigo en su ya dolorida ysangrante espalda. Su sufrimiento resultaba tan insoportable que decidióescapar.SintansiquieraexpresarsusintencionesasuesposaPhebe,empezóahacerlospreparativosparallevaracabosuplan.Despuésdecocinartodaslasprovisiones que tenía para la semana, salió a hurtadillas de la cabaña undomingopor lanoche,despuésdeque suscompañeros se fuesena lacama.Cuandosonólasirenaporlamañana,Wileynoapareció.Lobuscaronenlascabañas, en el granero, en la desmotadora, en todos los rincones y losrecovecos de los locales. Nos preguntaron uno a uno por si alguien podíaarrojar algo de luz sobre su repentina desaparición y su paradero. Epps,enfurecidoyencolerizado,montóensucaballoysedirigióalasplantacionescercanas para preguntar si alguien sabía algo, pero la búsqueda resultóinfructuosa.Nadieproporcionóningunainformaciónsobrequéhabíasidodeél.Soltaronalosperrosenlospantanos,perofueronincapacesdeencontrarsurastro.Dabanvueltasporelbosque,conelhocicopegadoalsuelo,peroalratoregresabanalmismopuntodepartida.

Wiley se había escapado, y lo había hecho tan secretamente y con tantosigilo que eludió y desconcertó a todos sus perseguidores. Transcurrieronvariosdías e incluso semanas sinque supiéramosnadadeél.Eppsnohacíamás que blasfemar y maldecir. Cuando estábamos solos, era nuestro únicotemadeconversación.Especulábamos sobre loque lehabríapodidoocurrir.Unosdecíanque se había ahogado en algúnbrazodel río, puesno eramuybuen nadador; otros que quizá lo habían devorado los cocodrilos, o que lohabríapicadounamocasín,cuyomordiscoestanvenenosoqueteproduceunamuerteinstantánea.Sinembargo,todosestábamosdesulado,estuvieradondeestuviese.El tíoAbramrezaba sincesar, rogándoleaDiosqueprotegieraalfugitivo.

Tres semanas después, cuando ya no teníamos esperanzas de verle, paranuestra sorpresa apareció entre nosotros. Según nos contó, al salir de laplantación, tenía la intención de dirigirse a Carolina del Sur, a las viejasdependencias del amo Buford. Durante el día se ocultaba en las ramas dealgúnárbolyporlanochecruzabalospantanos.Finalmente,unamañana,alamanecer, llegó hasta la orilla del Río Rojo.Mientras estaba allí, pensandocómopodíacruzar,unhombreblancoseleacercóylepidióqueleenseñaraelpase. Al no tener ninguno, como es lógico pensó que era un fugitivo y lollevaron a Alexandria, la ciudad rural de la parroquia de Rapides, y loencerraronen laprisión.Pocosdíasdespués, JosephB.Roberts, el tíode laseñora Epps, estuvo en Alexandria, fue a la prisión y lo reconoció, ya queWileyhabíatrabajadoensuplantacióncuandoEppsvivíaenHuffPower.El

señorRoberts pagó la fianza, le escribióunpase, debajodel cual habíaunanotaparaEppspidiéndolequenoloazotaseasuregreso.Alentadoporaquellapetición, que el señor Roberts le aseguró que Epps respetaría, regresó a lacasa.Sinembargo,comoesdeimaginar,Eppshizocasoomisodelapetición.Después de tenerlo en suspense durante tres días, Wiley fue azotado yobligadoasoportarunodeaquelloscastigostaninhumanosalosquesometentan a menudo a los pobres esclavos. Fue el primero y el último intento deescapar por parte de Wiley. Las enormes cicatrices en su espalda, que leacompañarán hasta el día de su muerte, le recuerdan constantemente loarriesgadoqueesdaresepaso.

DurantelosdiezañosquellevabatrabajandoalserviciodeEpps,nohuboniun solodía enquenopensara en laperspectivade escapar.Urdímuchosplanes,quealprincipioconsiderabaexcelentes,peroibaabandonándolosunotrasotro.Nadiequenosehayavistoenaquellasituaciónpuedeimaginarlosmilesdeobstáculosquepuedeencontrarseunesclavoensuhuida.Todosloshombresblancosseponenensucontra,lospatrulleroslosbuscan,sesueltanlos perros para que sigan su rastro, y, además, tiene que enfrentarse a lanaturaleza infranqueabledeaquelpaís.Sinembargo,yopensabaque tardeotemprano se me presentaría la oportunidad, y que yo también me veríacruzando los pantanos. Decidí que si llegaba aquel momento, debía estarpreparadoparalosperrosdeEpps,porsiacasomeperseguían.Teníavarios,pero había uno que era un destacado cazador de esclavos, además del másfiero y salvaje de la jauría.Cuando salía a cazarmapaches y zarigüeyas, siestaba solo, aprovechaba cualquier oportunidad para pegarlos con saña.Asíconseguí finalmente someterlos por completo. Me tenían miedo y meobedecíancuandolosllamaba,mientrasqueotrosesclavosnopodíanejercerningún control sobre ellos. Estaba seguro de que si me perseguían y meapresaban,noseatreveríanaatacarme.

Apesar de estar casi segurosdeque serán capturados, losbosquesy lospantanosestánrepletosdefugitivos.Muchosesclavos,cuandoestánenfermosotanextenuadosquenopuedendesempeñarsutrabajo,huyenalospantanos,dispuestosapadecerelcastigoporsemejantedelitocontaldetenerundíaodosdedescanso.

MientraspertenecíaFord, involuntariamente fui lapersonaquerevelóelesconditedondeseocultabanseisuochoesclavosquesehabíanalojadoenelBigPineWoods.AdamTaydemmeenviabaamenudodesdelosmolinosalatienda en busca de provisiones. Todo el trayecto era a través de un espesobosque de pinos. Sobre las diez de una hermosa noche, mientras caminababajolaluzdelalunaporlacarreteradeTexas,yaderegresoalosmolinosyllevandouncerdosazonadoenunabolsacolgandodelhombro,oíunospasosa mi espalda, me di la vuelta y vi a dos hombres vestidos como esclavos

acercándosemeatodaprisa.Cuandoestuvieronaunospasosdedistancia,unodeelloslevantóunaporracomosiquisieragolpearme,mientraselotrotratabadearrebatarmelabolsa.Logréesquivarlosalosdosy,agarrandounnudodepino, se lo arrojé con tanta fuerza a la cabeza de uno de ellos que cayóinconscientealsuelo.Enaquelmomentoaparecierondoshombresmásdeunode los lados de la carretera.Antes de que pudieran apresarme, aterrorizado,echéacorrerhacialosmolinos.CuandoselocontéaAdam,fueatodaprisaalaaldeaindia,despertóaCascallayvariosdesutribu,ysalieronenbuscadeloshombres.Loscondujehastaelsitiodondemehabíanatacado,yvimosuncharco de sangre en el lugar en que había caído el hombre al que habíagolpeadoconelnudodepino.Despuésdebuscaraconcienciaenelbosqueduranteunbuenrato,unodeloshombresdeCascallaviohumoerizándoseporencimadealgunasramasdevariospinosqueestabantumbadosycuyascopashabíancaído juntas.Rodearonel lugary loshicieronprisionerosa todos.Sehabían escapadodeunaplantacióndeLamourie, y llevabanocultos allí tressemanas.Nopretendíanhacermedaño,soloquitarmeelcerdo.Alverquemedirigía hacia la plantación de Ford al anochecer, sospechando lo que iba ahacer,mesiguieronymevierontrocearysazonarelcerdo,yluegoemprenderelcaminoderegreso.Ellosllevabanvariosdíassincomer,ylanecesidadlosllevó a comportarse de aquella forma. Adam los condujo a la cárcel de laparroquiayrecibióunarecompensaporello.

Haymuchasocasiones enqueel fugitivopierde lavida en su intentodeescapar. Las tierras de Epps limitaban por un lado con la muy extensaplantacióndeazúcardeCarey,quiencadaañocultivabaseiscientashectáreasy fabricaba de dos mil doscientas a dos mil trescientas barricas de azúcar,siendo una barrica y media la producción habitual de un acre. Además,plantaba quinientos o seiscientos acres de algodón y maíz. El año pasadoposeíacientocincuentaytresbraceros,asícomounnúmerocasiequivalentedeniños,yanualmentearriendaaunbuennúmerodeesclavosdeesteladodelMisisipidurantelaépocadelacosecha.

Unodesuscapataceseraunnegro,unchicoamableeinteligentellamadoAugustus.Durantelasvacaciones,ytambiéncuandotrabajábamosencamposadyacentes, tuve la oportunidad de conocerle, tanto que con el tiempoentablamos una amistad cordial. Hace dos veranos, Augustus fue tandesgraciado comoparaganarse la enemistaddeunode sus supervisores, untipogroseroydespiadadoqueloazotabaconsumacrueldad.Augustusdecidióescapar.AlllegaraunalmiardecañaenlaplantacióndeHawkins,seocultóenlapartesuperior.Careysoltóalosperrosparaquesiguieransurastro,unosquince,ynotardaronendarconsuescondite.Rodearonelalmiar,aullandoyarañando,perosinpoderapresarlo.Guiadosporelclamordelossabuesos,losperseguidoreslorodearonyelsupervisor,subiéndosealalmiar, lotiródeunempujónalsuelo.Cuandocayó,todalajauríaseabalanzósobreély,antesde

quepudieranquitarlelosperrosdeencima,lomordieronylomutilaroncontalsañaque losdientesde losperros le llegaronalhuesoenmuchaspartesdelcuerpo.Despuésderescatarlo,lomontaronaunamula,loataronylollevarona casa, donde acabaron todas sus penas. Tras agonizar durante un día, lamuerteacudióensuayudayamablementelolibródesuagonía.

Tampoco era raro que las mujeres, al igual que los hombres, intentaranescapar.Nelly, la chicadeEldret, con laqueaserréduranteun tiempoenelBigCaneBrake,estuvoescondidaenelalmiardeEppsdurantetresdías.Porla noche, cuando la familia de este dormía, entraba en la casa para buscarcomidayluegosevolvíaaocultarenelalmiar.Llegamosalaconclusióndequenopodíamosseguirocultándolamástiempoyregresóasucabaña.

Sin embargo, el ejemplo más notable de exitosa evasión, tanto de losperroscomodeloscazadores,fueelsiguiente.

Entre las chicas de Carey había una que se llamaba Celeste. Teníadiecinueveoveinteaños,yeramásblancaquesupropiodueñoocualquieradesushijos.Hacíafaltamirarlaconmuchodetenimientoparadistinguirensusrasgosqueteníasangreafricana,yunextrañojamássehabríadadocuentadequedescendíadeesclavos.Unanocheestabasentadoenmicabaña, tocandouna suavemelodía con el violín, cuandodepronto se abrió la puerta yvi aCelestedelantedemí.Estabapálidaydemacrada.Mequedétansorprendidocomosihubiesevistounfantasma.

—¿Quiéneres?—preguntédespuésdemirarladuranteunosinstantes.

—Tengohambre.Dameunpocodebeicon—respondió.

Miprimeraimpresiónfuequesetratabadeunaseñoritatrastornadaquesehabíaescapadodesucasayque,nosabiendoadóndeir,sehabíaacercadoami cabaña, atraída por el sonido del violín. Sin embargo, su traje tosco deesclavameindicólocontrario.

—¿Cómotellamas?—lepreguntédenuevo.

—Celeste—respondió—. Pertenezco a Carey, y llevo dos días entre lospalmitos. Estoy enferma y no puedo trabajar, pero prefiero morir en lospantanosqueazotadaporelsupervisor.LosperrosdeCareynomeseguirán.Han intentado azuzármelos, pero entre ellos y yo hay un secreto, y no meperseguiránpormuchoque el supervisor se lo ordene.Damealgode carne.Estoyhambrienta.

Mepartímiescasaraciónconellay,mientraslacompartíamos,mecontócómo había logrado escapar, yme describió el lugar donde se ocultaba. Albordedelpantano,amediamilladelacasadeEpps,habíaunalargaextensión,probablemente de miles de acres, cubierta de palmitos. Los palmitos son

árbolesaltoscuyaslargasramasseentrelazanformandounaespeciedebóvedatan densa que no penetran ni los rayos de sol. Incluso en los días soleadossiempre estaba en penumbra. En el centro de aquel gran espacio, donde nohabíanadasalvoserpientes,enunlugarmuysombríoysolitario,Celestehabíaconstruido una caseta con las ramasmuertas que habían caído al suelo y lahabía ocultado con hojas de palmito. Aquella era la morada que habíaescogido.CelesteteníatanpocomiedodelosperrosdeCareycomoyodelosdeEpps.Hayalgoquenuncahesabidoexplicar,perohaypersonasalasquelosperrossenieganaseguir.Celesteeraunadeellas.

Durantevariasnochesvinoamicabañaenbuscadecomida,peroenunadeaquellasocasionesnuestrosperrosempezaronaladrar,despertandoaEpps,quienselevantóysepusoainspeccionarlascabañas.Noladescubrió,peroapartir de entonces no resultabamuy prudente que se acercara. Cuando todoestabaensilencio, le llevabaprovisionesaun lugarquehabíamosacordado,dondeellaibaluegoylasrecogía.

Así,Celestepasógranpartedelverano.Recuperó la saludy las fuerzas.Durantetodoelaño,cuandocaelanoche,seoyenlosaullidosdelosanimalessalvajesenlasorillasdelospantanos.Envariasocasioneslavisitaronenplenanoche, despertándola con gruñidos. Aterrorizada por aquellas desagradablesvisitas,decidióabandonarsusolitariamoradayregresóconsuamo.Comoerade esperar, fue azotada, con el cuello atado al cepo, y luego la enviaron denuevoaloscampos.

Un año antes de mi llegada a aquella región hubo un movimientoconcertadoentreungrannúmerodeesclavosenBayouBoeufqueterminódeformamuytrágica.Duranteaquellaépocafueunasuntodemuchanotoriedadenlosperiódicos,peroloúnicoqueséesloquemecontaronquienesvivíanenlascercaníascuandoocurrió.Sehaconvertidoenuntemadeinterésgeneralen todas las cabañas de esclavos que hay a orillas del brazo del río, y conseguridadpasaráalassiguientesgeneracionescomounatradiciónimportante.Lew Cheney, un negro astuto y sagaz que conocí, más inteligente que lamayoríadelosdesuraza,perosinescrúpulosytraicionero,ideóelproyectode organizar una compañía lo bastante fuerte como para enfrentarse acualquierayabrirsecaminohastaelvecinoterritoriodeMéxico.

Eligieron como punto de reunión un lugar remoto situado en lo másprofundo del pantano que se encuentra en la plantación de Hawkins. Lewpasaba de una plantación a otra en plena noche, formando una cruzada aMéxico,y,comoPedroelErmitaño,suscitandounagranexaltacióncadavezque aparecía.Al final se congregaron un gran número de fugitivos, robaronmulas,maízdeloscamposybeicondelassalasdeahumadoyseocultaronenel bosque. La expedición estaba a punto de partir cuando descubrieron elescondite.LewCheney,alverquesuproyectohabíafracasado,buscandolos

favores de su amo e intentando evitar las consecuencias, decidiódeliberadamente traicionar a todos sus compañeros.Partiendo en secretodelcampamento, dijo a los dueños de plantaciones el número de personascongregadas en el pantano y, en lugar de revelar cuál era su verdaderoobjetivo,afirmóquesuintencióneraescapardesucautiverioalamásmínimaoportunidadyasesinaratodoslosblancosquevivíanenlascercaníasdelrío.

El rumor, exageradoal pasardeboca enboca, corriópor toda la región,causando terror. Rodearon a los fugitivos, los capturaron y los condujeronencadenadoshastaAlexandriaafindequeelpueblolosahorcara.Ynosoloaellos. A muchos otros que fueron considerados sospechosos, aunque erancompletamente inocentes, los sacaronde loscamposodesuscabañasy, sinproceso ni juicio, terminaron en el patíbulo. Al final, los dueños deplantaciones de Bayou Boeuf se rebelaron contra aquella violación de supropiedad,perohastaquenollegóunregimientodesoldadosdeunfuerteenlafronteradeTexasnosedestruyeronlospatíbulos,seabrieronlaspuertasdela prisión de Alexandria y se detuvo aquella indiscriminada matanza. LewCheneyescapó,einclusofuerecompensadoporsutraición.Aúnvive,perosunombre es despreciado y execrado por todos los de su raza en todas lasparroquiasdeRapidesyAvoyelles.

Sin embargo, esa idea de insurrección no es nueva entre la poblaciónesclavadeBayouBoeuf.Enmásdeunaocasiónheasistidoareunionesseriasenlasquesetratabaeltema,yenmásdeunaocasiónmispalabrashanhechoquemiscompañerosadoptasenunaactituddedesafío,peroesquecreoquesinarmasysinmuniciones,einclusoconellas,esepasosolotraeríaladerrota,eldesastreylamuerte,poresosiempremeheopuestoallevarloacabo.

Durante la guerra de México, recuerdo muy bien las esperanzas tanextravagantes que se suscitaron. La noticia de la victoria llenó de júbilo lascasasgrandesdenuestrosamos,perosolotrajeronpenasydecepcionesenlascabañas.Enmiopinión,yhetenidolaoportunidaddecomprobarloquedigo,hay muchos esclavos en las orillas de Bayou Boeuf que aclamarían condesmesuradodeleitelallegadadeunejércitoinvasor.

Seengañanaquellosquecreenqueelesclavoignoranteyenvilecidonosedacuentadelamagnituddesuspenurias.Seengañanaquellosquecreenquesiempre se levantarán con la espalda lacerada y sangrando para pedirclemenciayperdón.Llegaráundía,siesqueseoyensusoraciones,enquesevengarán,yentoncesserásuamoelquelloreenvanopidiendoclemencia.

XVIII

O’NIEL,ELCURTIDOR—ESCUCHANMICONVERSACIÓNCON

LATÍAPHEBE—EPPSENELNEGOCIODECURTIDOR—ELAPUÑALAMIENTODELTÍOABRAM—UNAHERIDAFEA—EPPSSEPONECELOSO—PATSEYDESAPARECE—SUREGRESODELAPLANTACIÓNDESHAW—HARRIET,LAESPOSANEGRADE

SHAW—EPPSSEENFURECE—PATSEYNIEGALASACUSACIONES—ATADADESNUDAACUATROESTACAS—UNCASTIGOINHUMANO—EPPSLEARRANCAAPATSEYLAPIELATIRAS—LABELLEZADELDÍA—LACUBETADEAGUASALADA—LAROPAEMPAPADADESANGRE—APATSEYLEINVADELATRISTEZA—SUIDEADEDIOSYLAETERNIDAD—SUIDEADELCIELOYLALIBERTAD—ELEFECTODELOSAZOTESALOSESCLAVOS—ELHIJOMAYORDEEPPS—«DETALPALO,TAL

ASTILLA»

WileysufriómuchoamanosdelamoEpps,talcomosehadescritoenelcapítuloanterior,peroenaquelaspectonofuedistintodesusdesafortunadoscompañeros. «Saca el látigo» era lo único que sabía decir nuestro amo.Erauna persona que por naturaleza tenía arrebatos de humor y, en aquellosmomentos, necesitaba de muy pocos motivos para castigarnos. Lascircunstanciasporlasquerecibíunodemisúltimoscastigosdemostraránquelamásinsignificantetrivialidadlebastabaparahacerusodellátigo.

ElseñorO’Neil,queresidíaen las inmediacionesdeBigPineWoods,sepresentóanteEppsconelpropósitodeadquirirme.Eracurtidoryzurradordeprofesión,dirigíaunagranempresayteníalaintencióndecontratarmecomoempleado en algún departamento de su establecimiento, si conseguíacomprarme.LatíaPhebe,mientrasponíalamesaparacenarenlacasagrande,oyósuconversación.Cuandoregresóaquellanochealacabaña,laancianafuecorriendoabuscarmeconla intencióndealegrarmeconlasnoticias.Repitiópalabraporpalabratodoloquehabíaoído,ypuedoasegurarquealatíaPhebeno se le escapaba ni el menor detalle. Hablaba en voz tan alta mientrasrecalcaba el hecho de que el amo Epps estaba dispuesto a venderme a uncurtidor de PineWoods que llamó la atención de la señora, que, sin darnoscuenta, estaba en la explanada en aquel momento, escuchando nuestraconversación.

—Bueno, tía Phebe—dije—,me alegra saberlo. Estoy harto de limpiaralgodón,ymegustaríasercurtidor.Esperoquemecompre.

Sin embargo,O’Neil no llevó a cabo la compra porque las partes no sepusierondeacuerdoenelprecioy,aldíasiguientedesullegada,regresóasucasa.AcababademarcharsecuandoEppssepresentóenelcampo.Nohabíanadaqueencolerizaramásaunamo,especialmenteaEpps,quesaberqueunodesussirvientesqueríadejarle.Comosupedespués, laseñoraEpps lehabía

contadoloqueyohabíadichoalatíaPhebelanocheanterior,mencionándoleaellaquenoshabíaescuchado.Nadamásllegaralcampo,Eppssedirigióamí.

—¿Asíqueestáscansadodelimpiaralgodón,Platt?¿Yquierescambiardeamo?Por loqueveo, tegusta ir deun ladoparaotro.A lomejor esque tesienta bien para la salud.Te crees demasiado importante como para limpiaralgodónyquieresmeterteenelnegociodeloscurtidos.Esunbuennegocio.Vaya, tenemos a un negro empresario. Yo también me voy a meter en esenegocio.¡Arrodíllateyquítatelacamisa!Voyaenseñarteloqueescurtir.

Le roguéde todas las formasposiblesque se calmara, ledi todo tipoderazones,perofueenvano.Nomequedabaotraalternativaquearrodillarmeyquitarmelacamisaparaquemeazotaraconellátigo.

—¿Conque te gusta curtir?—exclamó dándome el primer latigazo en laespalda—.¿Conquetegustacurtir?—repetíadespuésdecadagolpe.

Así,mepropinóveinteotreintalatigazos,enfatizandosincesarlapalabra«curtir».Cuandome«curtió»losuficiente,permitióquemelevantaray,conunasonrisamaliciosa,medijoquesiaúnqueríametermeenesenegocio,élme enseñaríamuchas cosas sobre cómo hacerlo. Según dijo, solome habíadadounapequeñalecciónsobre«curtir»,perolapróximavezme«mostraríaloqueesbueno».

TambiénsolíatrataraltíoAbramcongranbrutalidad,apesardeserunadelas personas más amables y leales de este mundo. Durante años, fue micompañero de cabaña. Tenía una expresión benevolente que resultaba muyagradable,ysiempresedirigíaanosotroscon tonopaternal,aconsejándonosconsumagravedadyparsimonia.

Una tarde, al regresar de la plantación deMarshall, donde la señoramehabíaenviadoparahacerun recado, lohallé tiradoenel suelode lacabaña,con la ropa ensangrentada. ¡Me dijo que lo habían apuñalado! Mientrasextendía el algodón, vio a Epps regresar ebrio de Holmesville. Encontrabafallos en todo, y daba órdenes tan contradictorias entre sí que resultabaimposiblecumplirlas.EltíoAbram,cuyasfacultadesestabanalgomermadas,seconfundióycometióunerrorinsignificante.Eppsseencolerizótantoque,sin saber lo que hacía de lo borracho que estaba, se abalanzó sobre él y loapuñalóenlaespalda.Eraunaheridalargayfea,peronohabíapenetradolobastantecomoparaqueresultarafatal.Elamaselacosió,yluegoreprendióasumaridoconsumaseveridad,nosoloporsufaltadehumanidad,sinoporquesi seguía actuando de aquella manera haría que su familia cayera en lapobreza,yaquemataríaatodoslosesclavosdelaplantaciónenalgunodesusarrebatos.

EramuyhabitualqueEppspegaraalatíaPhebeconunasillaounpalo,peroel castigomáscrueldelque fui testigo,yque solopuedo recordarconhorror,seloinfligióalapobrePatsey.

Ya he hablado de que los celos y el odio que sentía la señora Eppsconvertían la vida cotidiana de su joven y bella esclava en una verdaderadesgracia, y me alegra saber que en numerosas ocasiones evité que lainofensiva chica recibiera algún castigo. Cuando Epps estaba ausente, laseñora me ordenaba frecuentemente que la azotara sin la más mínimaprovocación.Yomenegaba,aduciendoquetemíaquenofueradelagradodemiamo,yvariasvecesmerebelécontraellaporeltratoqueledabaaPatsey.Intentabaimpresionarladiciéndolelaverdad,quePatseynoeralaresponsablede los actos de los que ella se quejaba, ya que al ser una esclava no podíaoponersealavoluntaddesuamo,nireplicarle.

Al final, elmonstruode loscelosentróenel almadeEpps,ydisfrutabajuntoconsuiracundaesposadelaspenuriasquelecausabanalajoven.

UndíadelSeñor, en la épocade la escarda, queha sidohacepoco, nosencontrábamos a orillas del río lavando la ropa, comode costumbre.Al verquePatsey había desaparecido,Epps empezó a llamarla, pero no respondió.Nadie lahabíavistosalirde laplantación,ynospreguntábamossisehabríafugado.Alcabodedoshoras, lavimosqueveníade laplantacióndeShaw.Este,comoesbiensabidoportodos,eraunabsolutolibertino,yademásnosellevaba muy bien con Epps. Harriet, su esposa negra, al enterarse de losproblemasdePatsey,semostrabamuyamableconella,porloqueestasolíairavisitarlasiemprequepodía.Lachicasolopretendíapasarunratoagradableconunaamiga,peroEppsempezóasospecharquenoibaaveraHarriet,sinoqueseencontrabaconsulibertinovecino.Alregresar,Patseyvioquesuamoestaba muy enfurecido. Su violencia la asustó tanto que al principio evitóresponder directamente a sus preguntas, lo que incrementó aún más sussospechas.Sinembargo,alfinallereplicóconorgullo,e,indignada,negóporcompletosusacusaciones.

—Elamanomedajabónparalavar,comoalresto—respondióPatsey—,yustedsabeporqué.HeidoaveraHarrietparaquemedieraunpoco—dijosacandountrozodelbolsillodesutrajeyenseñándoselo—.Poresoheidoaverla,amoEpps.Dioslosabe.

—¡Estásmintiendo,malditanegra!—gritóEpps.

—Yonomiento,amo.Aunquememate.

—¡Alsuelo!TevoyaenseñarairacasadeShawydepasotevoyaquitaresoshumosquetienes—dijopronunciandoaquellaspalabrasconlosdientesrechinandoderabia.

Dándose la vuelta, me ordenó que clavara cuatro estacas en el suelo,señalando con la punta de la bota los lugares exactos donde quería que lasclavara. Una vez clavadas las estacas, le ordenó a Patsey que se quitara laropa.Lahizotendersebocaabajo,yleatólasmuñecasylospiesconfuerzaacada estaca. Dirigiéndose a la explanada, cogió un látigo grueso y,poniéndomeloenlasmanos,meordenóquelaazotara.Pormuydesagradablequemeresultaraestabaobligadoaobedecer.Juroporlomássagradodeestatierra que hasta la fecha no he visto una exhibición más demoníaca queaquella.

LaseñoraEppsseencontrabaenlaexplanadaconsushijos,contemplandola escena con un aire de despiadada satisfacción. Los esclavos estabanagrupados a escasa distancia, con una expresión de pena. La pobre Patseyrezabapidiendoclemencia,perosusoracionesfueronenvano.Eppsrechinabalosdientesy,dandozapatazosenelsuelo,megritabacomounposesoquelapegaramásfuerte.

—¡Pega más fuerte o tú serás el siguiente, maldito sinvergüenza! —gritaba.

—Por favor, amo. Ten piedad de mí —exclamaba Patsey sin cesar,forcejeandoinútilmentemientrasletemblabalacarneconcadalatigazo.

Cuandolahubegolpeadounastreintaveces,medilavueltaesperandoqueEppssedieraporsatisfecho,pero,soltandoamenazasyblasfemias,meordenóque continuara. Le di diez o quince latigazos más. Patsey tenía la espaldacubiertadelargosverdugones,quesesuperponían.Noobstante,Eppsestabamás enfurecido y rabioso que nunca, y gritaba que si volvía a ir a casa deShaw,laazotaríahastaquedesearaestarenelinfierno.Tiréellátigoalsueloyledijequeyanopodía seguir castigándolamás.Meordenóque continuara,amenazándome con recibir un castigo aúnmás severo que el de ella si menegaba. Mi corazón se rebeló al presenciar aquella escena tan horrible y,arriesgándomeapadecerlasconsecuencias,meneguéporcompletoalevantarellátigo.Eppslocogiódelsueloyempezóagolpearlaconmuchamássañadela que yo había empleado. Los gritos y los gemidos de la torturada Patsey,junto con las maldiciones y las blasfemias que salían de la boca de Epps,cargaban el ambiente. Patsey fue lacerada demanera brutal y, sin exagerar,puedo decir que literalmente le desolló todo el cuerpo. El látigo estabaempapado de sangre, de una sangre que le corría por los costados y caía alsuelo.Alfinaldejódeforcejeary,abatida,hundiólacabezaenelsuelo.Sussúplicasysusgritos fuerondisminuyendogradualmentehastaconvertirseendébilesgemidos.Dejódeestremecersecadavezqueel látigo legolpeaba lacarne.¡Penséqueestabaagonizando!

El estacado y flagelación de lamuchachaPatsey.Grabado de la primera

ediciónpublicadaporMiller,Orton&Mulliganen1853.

Era domingo, día del Señor. Los campos relucían bajo la cálida luz, lospájarospiabanalegrementeentrelasramasdelosárboles,lapazylafelicidadparecían reinar en todas partes, salvo en el alma de Epps, en su jadeantevíctimayen lossilenciosos testigosquepresenciábamosaquellaescena.Lasconvulsas emociones que sentíamos todos los presentes no armonizaban enabsoluto con la plácida y sosegada belleza del día. Miraba a Epps con undesprecioyunaborrecimiento indescriptibles,y,paramisadentros,pensaba:«¡Eres un ser infame que, tarde o temprano, cuando te llegue la hora de lajusticiaeterna,tendrásqueresponderporestepecado!».

Exhausto, al final dejó de golpearla y ordenó a Phebe que trajera unacubeta de agua salada. Después de lavarla, me ordenó que la llevara a sucabaña.Lequitélasatadurasylalevantéenbrazos.Incapazdemantenerseenpie, apoyó su cabeza en mi hombro y, con una voz tan débil que apenasresultaba perceptible, repitió muchas veces: «¡Oh, Platt! ¡Oh, Platt!». Lacambiaron de ropa, pero se le pegó a la espalda y poco después estabaempapada de sangre. La tendimos sobre algunas tablas de la cabaña, dondepermaneciómuchotiempoconlosojoscerradosygimiendoenplenaagonía.PorlanochePhebelepusoseboderretidoenlasheridas,ylacuidamosylaconsolamoslomejorquepudimos.Durantedíasestuvotendidabocaabajoensucabaña,yaquelasheridasleimpedíanponerseenotrapostura.

Habríasidounabendiciónparaellasinosehubieralevantadonuncamás,perolosdías,lassemanasylosmesesdedolorhicieronqueserecuperara.Apartir de entonces dejó de ser la persona que era. Una profunda tristeza seapoderódesualmaynuncamásvolvióamoverseconsusandaresalegresyágiles,ysusojosperdieronaquellachispatancaracterísticasuya.Suenormevigor y el espíritu jovial de su juventud desaparecieron por completo. Seconvirtióenunapersonatristeyapáticaqueconfrecuenciasedespertabaenmediodelanocheagitandolasmanosypidiendoclemencia.Setransformóenunapersonasilenciosaquesepasabaeldíatrabajandosinpronunciarpalabra.Su rostro adquirió una expresión lastimosa y preocupada, con tendencia allorarenlugardeareír.Sialgunavezhaexistidouncorazónafligido,rotoydesoladoporelsufrimientoyladesgracia,eseldePatsey.

La habían educado igual que a la bestia de su amo, es decir, como sisimplemente fuera un valioso y bello animal, por lo que tenía unosconocimientosmuyrudimentarios.Sinembargo,unrayodeluziluminabasuinteligencia,ynosepuededecirquevivierasumidaenunaoscuridadabsoluta.TeníaunavagapercepcióndeDiosylaeternidad,yunapercepciónaúnmásvaga del Redentor, que había muerto por personas como ella. Poseía unasnocionesmuyconfusasdelavidafutura,sinllegaracomprenderdeltodoladiferencia entre la existencia corpórea y la espiritual. A su entender, la

felicidad era la exoneración de los azotes, del trabajo, de la crueldad de losamos y los supervisores. Su idea de la dicha del cielo era el simple«descanso»,expresadoenestosversosdeunpoetamelancólico:

Noquierounparaísoenelcielo,

sienlatierravivooprimido.

Elúnicocieloqueanhelo

eseldescanso,eleternodescanso.

Estánmuyconfundidosquienescreenqueelesclavonoconcibelaideadelalibertad.InclusoenBayouBoeuf,dondecreoquelaesclavitudexistedelaformamáscruelyabyecta,concaracterísticasdesconocidasporcompletoenla mayoría de los estados del norte, hasta el esclavo más ignorante sabeperfectamente lo que significa. Sabe cuáles son los privilegios y lasexencionesqueimplica,yquelalibertadlepermitiríagozardelosfrutosdesutrabajo y le garantizaría el disfrute de la felicidad doméstica. Percibe ladiferenciaentresucondiciónyladelhombreblanco,pormuypobrequeestesea;sedacuentadeloinjustasquesonlasleyesqueleotorganaesteelpoderno solo de apropiarse de los beneficios de su trabajo, sino de someterlo acastigosinjustoseinmerecidossinqueélpuedaresistirseniquejarse.

LavidadePatsey,especialmentedespuésdeaquelterriblecastigo,eraunlargo sueño de libertad.Muy lejos, a una distancia inmensurable, sabía queexistíauna tierra libre.Habíaoídohablarmilesdevecesdequeenel lejanonortenohabíaesclavosniamos.Ensuimaginaciónsetratabadeunaregiónencantada,elparaísoenlatierra.Vivirdondeelhombrenegrotrabajaraparasímismo,vivirensupropiacasayararsupropiatierraeraelsueñoanheladodePatsey;unsueñoquejamásseharíarealidad.

Los efectos de aquella demostración de brutalidad en el hogar de losesclavistassonobvios.ElhijomayordeEppseraunmuchachointeligentedeunos diez o doce años. Sin embargo, resulta vergonzoso verlo en ocasionesreprobando, por ejemplo, al venerable tío Abram. Pedía explicaciones alanciano y, si lo creía necesario, lo sentenciaba a recibir un númeroconsiderable de latigazos, algo que hacía conmucha seriedad y parsimonia.Montadoensuponi,solíaadentrarseenelcampoconellátigoyjugabaasersupervisor, lo cual deleitaba a su padre. En ocasiones utilizaba el látigoindiscriminadamente,gritabaa losesclavosysedirigíaaelloscontodotipodeblasfemiasmientrassupadresereíayloelogiabacomosilohicieramuybien.

«Detalpalo,talastilla».Siendoeducadosdeaquellaforma,seacualseasudisposición natural, es inevitable que al llegar a la madurez los jóvenesobservenlossufrimientosylaspenuriasdelosesclavosconsumaindiferencia.

La influencia de un sistema tan inicuo fomenta necesariamente un caráctercrueleinsensible,inclusoenaquellosque,entresusiguales,selesconsiderahumanosygenerosos.

ElhijodeEpps tenía algunas cualidadesnobles, peronohabía formadeconvencerlo de que a los ojos del Señor somos todos iguales. Él veía alhombre negro como un simple animal, como cualquier otro, con la únicadiferencia de que sabía hablar y poseía unos instintosmás elevados, y, portanto, eramásvalioso.Que trabajaracomo lasmulasde supadre,que fueraazotado,pateadoeinsultadotodasuvida,queestuvieraobligadoadirigirsealhombreblancoconelsombreroenlamanoycabizbajoera,paraél,eldestinonatural ymerecidodel esclavo.Al ser educadosde aquella forma, creyendoque carecemos de cualquier rasgo de humanidad, no es de extrañar que losopresoresdemipuebloseanunarazaimplacableydespiadada.

XIX

AVERY,DEBAYOUROUGE—PARTICULARIDADESDELASVIVIENDAS—EPPSCONSTRUYEUNACASANUEVA—BASS,ELCARPINTERO—SUSNOBLESCUALIDADES—SUAPARIENCIAYSUSEXCENTRICIDADES—BASSYEPPSDISCUTENSOBRELAESCLAVITUD—LAOPINIÓNDEEPPSSOBREBASS—MEDOYACONOCER—NUESTRACONVERSACIÓN—SUSOPRESA—ELENCUENTROAMEDIANOCHEAORILLASDELPANTANO—LASGARANTÍASDEBASS—DECLARALAGUERRACONTRALA

ESCLAVITUD—PORQUÉNOHABÍACONTADOMIHISTORIA—BASSESCRIBECARTAS—LASCOPIASDESUSCARTASALOSSEÑORESPARKERYPERRY—LAFIEBREDELSUSPENSE—DESILUSIONES—BASSTRATADECONSOLARME—MIFEEN

ÉL

En elmes de junio de 1852, y en virtud de un contrato previo, el señorAvery, un carpintero deBayouRouge, empezó a construir una casa para elamo Epps. Habían acordado de antemano que no habría sótanos en BayouBoeuf;además,porcausasnaturales,elterrenoestátandeprimidoycenagosoque por lo general las casas grandes se construyen sobre pilastras. Otraparticularidad es que las estancias no se revocan sino que los techos y lasparedesestáncubiertosconplanchasdeciprésmachihembradasypintadasconel color preferido del propietario. Por lo general los tablones y las planchassonaserradosporesclavosconsierrasdevaivénporqueenmuchasmillasalaredonda no hay cursos de agua con los que construir unmolino.Cuando el

dueño de una plantación se construye una casa, a sus esclavos se lesencomiendamástrabajoquedecostumbre.AlhaberadquiridociertaprácticacomocarpinteroconTibeats,fuiliberadoporcompletodeloscampostraslallegadadeAveryysusayudantes.

Entre ellos había uno con el que tengo una inconmensurable deuda degratitud.Contodaprobabilidad,denoserporélhabríaacabadomisdíasenlaesclavitud.Fuemilibertador:unhombrecuyogenerosocorazónrebosabadenobles y generosos sentimientos. Lo recordaré con agradecimiento hasta elúltimosuspirodemiexistencia.SellamabaBassyenaquellaépocaresidíaenMarksville.Resultadifíciltransmitirunaimpresióncorrectadesuaparienciaysucarácter.Eraunhombrealto,deunoscuarentaocincuentaaños,de tezycabellosclaros.Eramuycorrectoydueñodesímismo,aficionadoadiscutirperoexpresándosesiempreconmuchaprecisión.Eraunadeesaspersonasqueposeen la virtud de no ofender con lo que dicen. Lo que podría resultarintolerable en labios de otra persona él podía decirlo impunemente. EnRíoRojo no había nadie, quizá, que coincidiera con él en asuntos políticos oreligiosos,ymeatreveríaadecirtambiénqueningúnhombrequediscutieralamitad que él acerca de esas materias. Todos parecían dar por sentado queadoptaría la postura más impopular sobre cualquier tema local, y entre susoyentes siempre provocaba más hilaridad que desagrado la ingeniosa yoriginal manera en que cultivaba la controversia. Era un soltero —un«solterón», de acuerdo con la auténtica acepción del término— sin ningúnparienteenelmundo,queélsupiera.Tampocoteníaunaresidenciaestableydeambulabadeunestadoaotrosegúnledictabasucapricho.Habíaresididotres o cuatro años en Marksville para llevar a cabo sus actividades decarpintero;enconsecuencia,ydebido tambiénasuspeculiaridades,eramuyconocido en la parroquia de Avoyelles. Era un liberal sin tacha y susnumerosos gestos de generosidad y la transparente bondad de su corazón lehabíanhechomuypopularen lacomunidad,unsentimientoqueélcombatíaincesantemente.

Había nacido en Canadá, de donde se había marchado a una edadtemprana,y, trasvisitar lasprincipalesciudadesdelosestadosdelnorteyeloeste,enelcursodesuperegrinajellegóalainsalubreregióndelRíoRojo.Suúltimo traslado fue desde Illinois. Lamento verme obligado a decir quedesconozco si se ha traslado de nuevo. Recogió sus efectos y saliódiscretamentedeMarksvilleundíaantesqueyo,debidoaquelassospechasdequehubieraparticipadoenmi liberaciónhicieronque fueranecesariodaraquel paso. Sin duda, haber cometido aquel acto justo y honesto le habríasupuestolamuerteencasodehabercaídoenmanosdelatribudeflageladoresdeesclavosdeBayouBoeuf.

Undía,mientrastrabajábamosenlacasanueva,BassyEppsseenzarzaron

enunadiscusiónque,comoseentenderáenseguida,escuchéconapasionadointerés.Hablabandelaesclavitud.

—Voy a decirte lo que es,Epps—dijoBass—, es un inmenso error: unerror en su totalidad, caballero; en ella nohay justicia ni honestidad.Yonoposeería un esclavo ni aunque fuera tan rico comoCreso, cosa que no soy,comobiensabenmisacreedores.Existeotrapatraña,elsistemacrediticio,quees otra patraña, caballero; sin créditos no hay deuda. El crédito arrastra alhombrealatentación.Elpagoalcontadoesloúnicoquepuedeapartarlodelmal. Pero volviendo al asunto de la esclavitud, si hablamos en serio, ¿quéderechotieneustedsobresusnegros?

—¿Qué derecho?—dijo Epps riéndose—. Los he comprado, he pagadoporellos.

—Naturalmente que pagó; la ley dice que tiene derecho a adquirir unnegro,pero,conperdóndelaley,seequivoca.Sí,Epps,cuandolaleydicetalcosa,mienteynoexpresalaverdad.¿Estátodobienporquelaleylopermite?Imagínese que promulgaran una ley que le arrebatara la libertad y loconvirtieraenesclavo.

—Esuncaso inimaginable—dijoEppssindejardereírse—.Esperoquenomeestécomparandoconunnegro,Bass.

—Bien—repusoBasscongravedad—,no,noexactamente.Perohevistonegrostanvaliososcomoyoynoconozcoaningúnblancodeporaquíalqueconsidereniunápicemejorqueyo.Ya losojosdeDios,Epps, ¿cuál es ladiferenciaentreunnegroyunblanco?

—Toda la diferencia del mundo —replicó Epps—. También podríapreguntar qué diferencia hay entre un blanco y un babuino. He visto a unbichodeesosenNuevaOrleansquesabíatantocomocualquieradelosnegrosquehetenido.Supongoquenolosconsideraconciudadanos,¿verdad?—Eppssepermitióunasonoracarcajadaporsuagudeza.

—Mire,Epps—prosiguiósucompañero—,nopuedeustedburlarsedemídeestaforma.Algunaspersonassoninteligentesyotrasnolosontantocomocreen. Pero déjeme hacerle una pregunta. ¿Todos los hombres han sidocreadoslibreseigualescomoproclamalaDeclaracióndelaIndependencia?

—Sí—respondió Epps—, pero todos los hombres, no los negros ni losbabuinos—yrompióareírdeformatodavíamásescandalosaqueantes.

—Yaquehablamosdeello,haymonosentre losblancosytambiénentrelosnegros—observóBassconfrialdad—.Conozcoablancosquerecurrenarazonamientos que ningún mono sensible utilizaría. Pero dejémoslo. Losnegrossonsereshumanos.¿Quéculpa tienendenoser tansabioscomosus

amos?No se les permite aprender nada.Usted tiene libros y documentos ypuede ir a donde le plazca y obtener información demilmaneras, pero susesclavoscarecendeprivilegios.Lesdadelatigazossisorprendeaunodeellosleyendo un libro. Permanecen en cautiverio generación tras generación,privados de desarrollomental, ¿cómo se puede esperar que posean grandesconocimientos? Si están a la par con los animales creados, ustedes lospropietariosdeesclavos seránacusadosdeello.Si sonbabuinos,onoestánpor encima de esos animales en la escala de la inteligencia, usted y laspersonascomoustedhabránderesponderporello.Sobreestanaciónpesaunpecado, un horrible pecado, que no va a quedar impune para siempre. Haypendiente un ajuste de cuentas, Epps, está llegando el día en que quemarácomounhorno.Tardeo temprano, acabará llegandocon tanta certeza comoqueelSeñoresjusto.

—SihavividoustedenNuevaInglaterraconlosyanquis—dijoEpps—,supongo que será uno de esos malditos fanáticos que saben más que laConstituciónyquevanporahícontandocuentosypersuadiendoalosnegrosdequeseescapen.

—Si estuviese en Nueva Inglaterra—repuso Bass—, sería exactamentecomosoyaquí.Diríaquelaesclavitudesunainiquidadyquedebeserabolida.Diríaquenohayrazónnijusticiaenlaleyoenunaconstituciónquepermitaaun hombremantener a otro en cautiverio. Sería duro para usted perder susposesiones,pordescontado,perono seríani lamitaddeduroqueperder sulibertad.Enestricta justicia,ustedno tienemásderechoa su libertadqueelviejo tíoAbram.Hablemos de piel negra y sangre negra; ¿cuántos esclavoshay en estos pantanos tan blancos como cualquiera de nosotros? ¿Y quédiferencia hay en el color del alma? ¡Bah!El sistema entero es tan absurdocomocruel.Ustedpuede tenernegrosycolgarlos,peroyono tendríaunoniporlamejorplantacióndeLuisiana.

—Bass,noconozcoanadieaquienlegusteescucharsehablartantocomoausted.Argumentaríaquelonegroesblancooblancolonegrosialguienlocontradijera.Nohaynadaenestemundoqueleparezcabienytampococreoqueestuvierasatisfechoenelotro,encasodequeledieranocasióndeelegir.

Apartirdeaquello,conversacionescomolaprecedentenoeraninusualesentreambos;Eppslohacíamásconintencióndereírseasucostaqueconelpropósitodediscutirhonestamentelosméritosdelacuestión.ConsiderabaqueBass era un hombre dispuesto a decir lo que fuera por el mero placer deescucharsupropiavoz;quizáunengreídocapazdeoponerseasupropiafeysujuiciocontaldeexhibirsudestrezaenladiscusión.

PermanecióencasadeEppsduranteelverano,visitandoMarksvilleporlogeneralcadaquincedías.Cuantomásleveía,másmeconvencíadequeeraun

hombre en quien podía confiar. Sin embargo, la anterior falta de suertemehabía enseñado a ser extremadamente precavido. En mi situación no debíahablar a un hombre blanco excepto si era interpelado, pero no dejé pasarningunaoportunidaddecruzarmeensucaminoehicecontinuosesfuerzosporllamarsuatencióndetodaslasmanerasposibles.Aprincipiosdeagostonosquedamos trabajandoélyyosolosen lacasa,pues losdemáscarpinterossehabíanmarchadoyEpps estaba en los campos.Eraunmomentoúnicoparasacar el tema y decidí hacerlo, asumiendo las consecuencias que pudieranderivarsedeello.Porlatardeestábamosmuyenfrascadoseneltrabajocuandomedetuvederepenteydije:

—AmoBass,quisierapreguntarledequépartedelpaísesusted.

—Pero,Platt,¿cómosetehaocurridounacosaasí?—repuso—.Aunquetecontestaranosabríasdóndeestá.—Y,trasunosmomentos,añadió—:NacíenCanadá;adivinadóndecae.

—SédóndeestáCanadá—dije—.Heestadoallí.

—Claro,imaginoqueconocestodoelpaís—comentóriéndose,incrédulo.

—Heestadoallí,amoBass—repliqué—,tanciertocomoqueestoyvivo.HevisitadoMontrealyKingstonyQueenstonymuchosotrosgrandeslugaresdeCanadá,ytambiénheestadoenelestadodeYork,enBuffalo,enRochesteryenAlbany,ypuedorecitarle lasciudadesdelcanaldeEriey lasdelcanalChamplain.

Basssegiróysequedómirándomelargoratosindecirunasolapalabra.

—¿Cómohasllegadoaquí?—preguntóalcabo.

—AmoBass—respondí—, si sehubierahecho justicia, yonuncahabríallegadoaquí.

—¿Cómo? —preguntó—. ¿Quién eres? Está claro que has estado enCanadá;conozcotodosloslugaresquemencionas.¿Quéteocurrióparaacabaraquí?Vamos,cuéntamelo.

—Aquí no tengo amigos en los que pueda confiar—contesté—.Me damiedocontárselo,peseaquenocreoquevayaadecírseloalamoEpps.

Measegurócongranseriedadqueseguardaríacualquiercosaqueledijeracomo un profundo secreto, y era evidente que le había despertado lacuriosidad. Era una historiamuy larga, le anuncié, yme iba a llevar algúntiempo contársela. El amo Epps regresaría pronto, pero si deseaba vermeaquellanochemientrastodosdurmieran,selacontaría.Aceptódeinmediatolapropuestayme indicóque fueraal edificioenelque trabajábamosyque leencontraría allí. Hacia la medianoche, cuando todo estaba tranquilo y ensilencio, salí con cautela de mi cabaña, entré silencioso en el edificio

inacabadoyloencontréaguardándome.

Despuésdequemeaseguraradenuevoquenometraicionaría,empecéelrelatodelahistoriademividaymisinfortunios.Bassestabamuyinteresadoyhacíanumerosaspreguntasacercadelaslocalidadesylosacontecimientos.Alconcluirmi historia, le supliqué que escribiera a alguno demis amigos delnorte informándolesdemi situacióny rogándolesqueenviaranunacartadelibertadoquetomaranlasmedidasqueconsiderarannecesariasparaasegurarmiliberación.Meprometióhacerlo,peropusomuchoénfasisenelpeligrodeunactoasíencasodeserdescubierto,ymeinsistióenlaimperiosanecesidaddeguardar silencioyun estricto secreto.Antesde separarnos, acordamos elplandeoperaciones.

Convinimosenencontrarnosalanochesiguienteenundeterminadolugarentrelavegetacióndelpantano,aciertadistanciadelacasagrandedelamo.Allíteníaquetomarnotadelosnombresylasdireccionesdevariaspersonas,viejos amigosmíos del norte, a quienes enviaría cartas durante su próximavisitaaMarksville.Noconsideramosprudenteencontrarnosenlacasanuevaya que la luz que necesitaríamos posiblemente podría ser descubierta. A lolargo del díame las arreglé para conseguir sin ser visto unas cerillas en lacocina y un trozo de vela aprovechando la ausencia momentánea de la tíaPhebe.Bassteníapapelylápizensucajadeherramientas.

Alahoraconvenidanosencontramosaorillasdelpantanoy,ocultosporlavegetación,encendílavelamientrasélaprestabaellápizyelpapel.Ledilosnombres deWilliam Perry, Cephas Parker y el juezMarvin, todos ellos deSaratogaSprings,enelcondadodeSaratoga,enNuevaYork.Yohabía sidoempleadodelúltimoenelhotelUnitedStates,yhabíamantenidonumerosastransaccionesconelanterioryconfiabaenquealmenosunodeellosseguiríaviviendoen elmismo lugar.Bass anotó losnombres con cuidadoydespuéscomentójuiciosamente:

—Han pasado tantos años desde que saliste de Saratoga que todos estoshombres pueden haber muerto o haberse mudado. Dices que obtuviste ladocumentaciónenlaaduanadeNuevaYork.Probablementeexistaunregistrodelamismaallí,ycreoqueestaríabienescribirparaasegurarse.

Estuve de acuerdo con él, y volví a repetir las circunstancias antesnarradas, relacionadas con mi visita a la aduana con Brown y Hamilton.Permanecimosalaorilladelpantanounahoraomásconversandoacercadeltemaqueocupabanuestrospensamientos.Yanoponíaendudasufidelidadylecontélibrementelasmuchaspenalidadesquehabíasoportadoensilencio,ytodolodemás.Hablédemiesposaymishijos,mencionésusnombresysusedades y me explayé sobre la indecible felicidad que experimentaría alapretarloscontramicorazónunavezmásantesdemorir.Letomélamanoy

con lágrimasen losojos le supliquéapasionadamenteque fueramiamigoymedevolvieraalalibertadyalosmíos,yleprometíqueduranteloquemerestabadevidaaburriríaalCieloafuerzadeoracionesparaquelebendijerayledieraprosperidad.Coneldisfrutedelalibertad,rodeadoporlosrecuerdosdejuventudydevueltoalsenodemifamilia,noheolvidadomipromesa,nilaolvidarémientrastengafuerzasparaelevarmisimplorantesojosaloalto.

Benditosseansudulcevozysuscabellosplateados,

ybenditaseasuvidaenterahastaquenosencontremosallí.

Meabrumóconsuspromesasdeamistadyfidelidad,ydijoquenuncasehabía tomado un interés tan profundo en la suerte de nadie. Se refirió a símismoenun tonoalgo lúgubrecomounhombresolitarioquevagabaporelmundo,queseestabahaciendoviejoyqueprontollegaríaalfinaldesuviajeterrenal y yacería hasta su último descanso sin parientes ni amigos que lolloraran o lo recordaran; que su vida casi no tenía valor para él y que enconsecuencialaconsagraríaalograrmilibertadyadesatarlaguerracontralainfaustavergüenzadelaesclavitud.

Apartirdeentoncesapenashablamosninos reconocimoselunoalotro.Además,Bass semostrómenosespontáneoen susconversacionesconEppssobrelaesclavitud.NiEpps,niningunaotrapersonadelaplantación,blancaonegra, tuvojamáslamásremotasospechasobrelaexistenciadeunainusualintimidadniunacuerdosecretoentrenosotros.

Muchasvecessemepregunta,conairedeincredulidad,cómologréocultarconéxitodurantetantosañosamiscompañerosdeldíaadíalanaturalezademiverdaderonombreymihistoria.LaterriblelecciónquemeenseñóBurchgrabó de forma indeleble en mi mente el peligro y la inutilidad de dejarconstanciadequeyoeraunhombrelibre.Nohabíaposibilidadalgunadequeunesclavopudieraayudarmemientrasque,porotraparte,cabíalaposibilidaddequemedenunciara.Trasestarecopilacióndetodosmispensamientosalolargo de doce años acerca de la posibilidad de escapar, no será difícilcomprenderquememostrarasiemprecautelosoyenguardia.Habríasidounalocuraproclamarmi«derecho»alalibertad;únicamentemehabríavalidosersometido a una estrecha vigilancia y probablemente me habría costado serconfinado en alguna región más distante e inaccesible incluso que BayouBoeuf. Edwin Epps era un hombre absolutamente ajeno al bien y el malrelativoalosnegrosyabsolutamentedesprovistodecualquiersentidonaturaldelajusticia,comobiensabemos,razónporlacualeraimportantemantenerleoculta la historia de mi vida no solo en lo relativo a mi esperanza deliberación,sinoenloquerespectaamisprivilegiospersonales.

La noche del sábado posterior a nuestro encuentro a orillas del pantano,BassregresóasucasaenMarksville.Aldíasiguiente,alserdomingo,lopasó

escribiendo cartas en su habitación. Una se la dirigió al administrador deaduanas de Nueva York, otra al juezMarvin y otra conjunta a los señoresParkeryPerry.Estaúltimafuelaquemecondujoalalibertad.Firmóconmiverdaderonombre,peroenlaposdataaclarabaquenolahabíaescritoyo.Lapropia carta demuestra que consideraba haberse embarcado en una empresapeligrosa, nada menos que «la vida de quien lo hace corre peligro si esdescubierto».Yonovilacartaantesdequelaecharaalcorreo,peromástardeconseguíunacopia,queincluyoacontinuación.

BayouBoeuf,15deagostode1852

SeñorWilliamPerryoseñorCephasParker:

Caballeros,hatranscurridomuchotiempodesdequelesviotuvenoticiasdeustedes,yalnosabersicontinúanconvidalesescriboconincertidumbre,perolagravedaddelcasomesirvedeexcusa.

Nacílibre,justofrenteaustedesenlaotraorilladelrío,ytengoporseguroquemeconocen,ymeencuentroaquícomoesclavo.Deseoqueconsiganmicartadelibertadyque,porfavor,melahaganllegaraMarksville,Luisiana,parroquiadeAvoyelles.

Suyo,

SOLOMONNORTHUP

Me convertí en esclavo cuando me trasladaron enfermo a la ciudad deWashingtonyestuve inconscientedurantealgún tiempo.Cuando recuperé larazón,merobaronladocumentaciónymeenviaronaherrojadoaesteestado,yhasta ahora no he podido encontrar a nadie que escriba enmi nombre; y lavidadequienlohacecorrepeligrosiesdescubierto.

La alusión a mi caso en un artículo publicado recientemente, titulado«ClavesparaentenderLacabañadelTíoTom»,incluyelaprimerapartedelacarta,omitiendolaposdata.Tampocofigurandemaneracorrectalosnombrescompletos de los caballeros a los cuales iba dirigida, pues hay una ligeradiscrepancia debida probablemente a un error tipográfico. Debo más miliberaciónalaposdataquealcuerpodelacarta,comoseveráacontinuación.

CuandoBass regresó deMarksville,me informó de lo que había hecho.Proseguimosconlasconsultasnocturnassinhablarnuncaenplenodía,salvoquefueranecesarioparaeltrabajo.Queélsupiera,encircunstanciasnormalesdelcorreolacartatardaríadossemanasenllegaraSaratogayelmismoplazodetiempoparaquevolvieselarespuesta.Calculóqueenelcasomásrápidolarespuestallegaríaenunplazodeseissemanas,siesquellegaba.Hicimosungran número de conjeturas ymantuvimos numerosas conversaciones acercadelcaminoadecuadoyseguroa seguirunavez recibida lacartade libertad.

Estadebíaprotegerlede tododañoen casode ser sorprendidosy arrestadosescapandojuntosdelpaís.Nohabríatransgresióndelaley,pormáshostilidadindividual que pudiera suscitar el ayudar a un hombre libre a recuperar lalibertad.

Al cabo de cuatro semanas fue de nuevo a Marksville, pero no habíallegado ninguna respuesta. Quedé profundamente decepcionado, pero meconsolépensandoqueaúnnohabíatranscurridoelsuficienteplazodetiempo,yquenoerarazonableesperar tanprontounarespuesta.Transcurrieronseis,siete,ochoydiezsemanas,peronollegócartaalguna.MesumíaenunestadofebrilcadavezqueBassvisitabaMarksville,yaduraspenaslograbapegarojohastasuregreso.Alfinal,seacabódeconstruirlacasademiamoyllegóelmomentoenqueBasstuvoqueabandonarme.Lanochepreviaasupartidameentregué por completo a la desesperanza. Me había aferrado a él como unhombrequeseahogaseagarraaunmaderoqueflotaasabiendasdeque,siseleescapa,sehundiráparasiemprebajo lasaguas.Lagloriosaesperanzaa laqueme había aferrado con tanto entusiasmo se estaba reduciendo a cenizasentremismanos.Sentíaquemeestabahundiendocadavezmásenlasaguasamargasdelaesclavituddecuyainsondableprofundidadjamáslograríavolverasalir.

Elgenerosocorazóndemiamigoybenefactorsellenódepiedadalvermiangustia. Trató de animarme prometiéndome que regresaría la víspera deNavidadyquesimientrastantonohabíanllegadonoticias,tomaríamosalgunanuevamedidaparalograrnuestropropósito.Meexhortóanodejarmevencery confiar en sus continuos esfuerzos por ayudarme, asegurándome con laspalabrasmásfervientesyconmovedorasque,enadelante,miliberaciónseríaelmotivoprincipaldesuspensamientos.

Ensuausenciaeltiempotranscurríamuydespacio.AguardabalaNavidadcongranansiedadeimpaciencia.Habíaabandonadotodaesperanzaderecibiralguna respuesta amis cartas.Tal vez se hubieran perdido o estuvieranmaldirigidas.Quizá laspersonasdeSaratogaaquienes ibandirigidasestuvieranmuertaso,quizá,ocupadasensusasuntos,noteníanencuentalasuertedeunoscuro y desgraciado negro que no era lo bastante importante como parallamarsuatención.TodamiconfianzareposabaenBass.Lafequeteníaenélmedabaánimo,ymepermitíaresistirlaoladedesilusiónquemeanegaba.

Estabatanabsortoreflexionandosobremisituaciónymisperspectivasquelos braceros con quienes trabajaba en los campos se dieron cuenta. PatseysolíapreguntarmesiestabaenfermoyeltíoAbramyBobyWileyamenudomanifestabansucuriosidadporsaberenquéestaríapensandosincesar,peroyoeludíasuspreguntasconcualquiercomentariobanalyguardéconcelomispensamientosenmicorazón.

XX

BASSESFIELASUPALABRA—SULLEGADALAVÍSPERADENAVIDAD—LADIFICULTADDELOGRARUNAENTREVISTA—LAREUNIÓNENLACABAÑA—LACARTAQUENOLLEGABA—BASSANUNCIASUINTENCIÓNDETRASLADARSEALNORTE—NAVIDAD—LACONVERSACIÓNENTREEPPSYBASS—LAJOVENAMAM’COY,LABELLADEBAYOUBOEUF—EL«NON

PLUSULTRA»DELASCOMIDAS—LAMÚSICAYELBAILE—LAPRESENCIADELAMA—SUEXTREMABELLEZA—ELÚLTIMO

BAILEDEESCLAVO—WILLIAMPIERCE—MEQUEDODORMIDO—LAÚLTIMAFLAGELACIÓN—ELDESALIENTO—LAFRÍAMAÑANA—LASAMENAZASDEEPPS—ELCARRUAJEDEPASO—FORASTEROSAPROXIMÁNDOSEPORLOSCAMPOS

DEALGODÓN—LAÚLTIMAHORAENBAYOUBOEUF

Fielasupalabra,lavísperadeNavidad,justoalcaerlanoche,Bassllegóalpatioacaballo.

—¿Cómoestáusted?—dijoEppsestrechándolelamano—.Encantadodeverle.

Nohubieraestadotanencantadodehabersabidoelmotivodesullegada.

—Muybien,muybien—respondióBass—.Tenía algunos asuntos en elpantanoyhedecididoacercarmeaverleypasarlanoche.

Eppsordenóaunodelosesclavosquesehicieracargodesucaballoy,conmuchasrisasycháchara,entraronjuntosenlacasa;sinembargo,antesBassme miró significativamente como diciendo: «Guarda el secreto, ya nosentendemos». Eran las diez de la noche cuando entré en la cabaña una vezconcluidas las labores del día. Por aquel entonces la compartía con el tíoAbram y Bob. Me dejé caer en la tarima y fingí dormir. Cuando miscompañeroscayeronenunsueñoprofundosalísigilosamenteporlapuertaconmucho cuidado y me puse a escuchar cualquier señal o llamada de Bass.Permanecíallíhastapasadalamedianochesinoírnivernada.SospechéqueBass no se había atrevido a salir de casa pormiedo a llamar la atención dealgúnmiembro de la familia.Deduje, demanera acertada, que se levantaríaantes que de costumbre y que buscaría la forma de verme antes de que selevantaseEpps.Enconsecuencia,despertéal tíoAbramunahoraantesdelohabitualylemandéaencenderelfuegoenlacasa,cosaqueenaquellaépocadelañoeraunadesusobligaciones.

También le di aBob una buena sacudida, le pregunté si pensaba dormir

hasta elmediodía y le dije que el amo Epps se levantaría antes de que lasmulasestuvieranalimentadas.Bobconocíaconcreceslasconsecuenciasquetendría aquel hecho y, poniéndose en pie de un salto, se precipitó hacia lospastosenunabrirycerrardeojos.

Pocodespuésdequeambossalieran,Basssedeslizóenlacabaña.

—Todavía no hay carta, Platt—dijo. El anuncio me hundió el corazóncomoplomo.

—Porfavor,escribaotravez,amoBass—grité—.Ledarélosnombresdemuchos otros hombres que conozco. Seguro que no todos estánmuertos.Yseguroquealgunoseapiadarádemí.

—Es inútil —dijo Bass—, inútil. Lo tengo decidido. Temo que elencargadodecorreosdeMarksvillepuedasospecharalgo,pueshepreguntadomuchasvecesenlaoficina.Esdemasiadoinseguro,demasiadopeligroso.

—Entonces todoha terminado—exclamé—.¡Oh,Diosmío,cómopodréacabarmisdíasaquí!

—No vas a acabar tus días aquí—dijo él—, amenos quemuerasmuypronto.Hepensadodetenidamenteenelasuntoyhetomadounadecisión.Hayvarias formasdeabordarelproblemaymanerasmejoresymás segurasqueescribir cartas. Tengo un par de encargos entre manos que espero terminarhacia marzo o abril. Para entonces estaré en posesión de una considerablesumadedinero,Platt,eiréaSaratogayomismo.

Apenas lograba dar crédito a mis sentidos mientras dichas palabrasbrotabande sus labios,peromeaseguró,deuna formaquenodejabadudasacercadelasinceridaddesuintención,quellevaríaacaboelviaje.

—Yahe vivido suficiente tiempo en esta región—prosiguió—, ymedaigual estar en lugar o en otro.Desde hace tiempo pienso en volver al lugardondenací.Estoytancansadodelaesclavitudcomotú.Silogrosacarteconéxitodeaquíseráunabuenaacciónenlaquemegustarápensarelrestodemivida.Yvoyateneréxito,Platt;mesientoobligadoaello.Ahora,permítemedecir loquequiero.Eppsno tardaráen levantarseynoestaríabienquenossorprendieraaquí.PiensaenmuchagenteimportantedeSaratogaySandyHillyesavecindadqueteconocía.Buscaréunaexcusaparavolveralolargodelinviernoytomarénotadelosnombres.Asísabréaquiénacudircuandovayaalnorte.Piensaentodoslosnombresquepuedas.¡Yanímate!Notedesporvencido.Estoycontigohastalamuerte.Adiós.QueDiostebendiga—ysalióatodaprisadelacabañayentróenlacasa.

EralamañanadeNavidad,eldíamásfelizenlavidadelesclavo.Aquellamañananodebíasalirenseguidaa loscampos,con lacalabazadeaguay la

bolsa para el algodón. La felicidad brillaba en los ojos y rebosaba en elsemblantedetodos.Habíallegadoelmomentodelacomilonayelbaile.Loscampos de caña y algodón estaban desiertos. Aquel día había que ponersetrajeslimpiosylucirlacintaroja;habríareunionesyalegríayrisas,ymuchasidasyvenidas.Ibaaserundíadelibertadentreloshijosdelaesclavitud,poresoestabanfelicesyseregocijaban.

Despuésdeldesayuno,EppsyBasspasearonporelpatiocharlandosobreelpreciodelalgodónyotrosasuntos.

—¿DóndepasansusnegroslaNavidad?—preguntóBass.

—Platt iráhoyacasade losTanners.Suviolínestámuysolicitado.LosMarshall quieren que vaya el lunes y la señoritaMaryMcCoy, de la viejaplantaciónNorwood,me ha escrito una nota diciendo que quiere que toqueparasusnegroselmartes.

—Es un chico inteligente, ¿verdad? —dijo Bass—. Ven aquí, Platt —añadió,ymientrasmeacercabamemirócomosijamásselehubieraocurridofijarseenmí.

—Sí—replicóEppstomándomedelbrazoypalpándolo—,notienemalaplanta.No hay nadie en el pantano que valga tanto como él, perfectamentefiableysintriquiñuelas.Elcondenadonoescomolosdemásnegros;noselespareceynoactúacomoellos.Lasemanapasadameofrecieronmilsetecientosdólaresporél.

—¿Ynolosaceptó?—preguntóBassconairesorprendido.

—Demonios, no, no los acepté. Es un auténtico genio; puede hacer untimóndearadoolavigadeuncarromatotanbiencomousted.Marshallqueríaequipararloaunodesusnegrosysortearlos,peroledijequepreferiríaqueselollevaraeldiablo.

—Noveonadaespecialenél—observóBass.

—Puesnotienemásquepalparlo—repusoEpps—.Noverámuchasvecesunchicotanbienformado.Tienelapielfinaynoaguantaloslatigazoscomootros,perotienenervio,sinduda.

Bassmepalpó,mehizogiraryllevóacabouncuidadosoexamenmientrasEpps insistía enmis puntos fuertes.Con todo, el huéspednomostrómuchointerésyabandonaronel tema.Bassnotardóenmarcharse, lanzándomeotraavispadamiradadereconocimientomientrassalíaaltrotedelpatio.

CuandosemarchómedieronunpaseymedirigíacasadelosTanner,nodelPeterTannerdelquesehahechomenciónantes,sinodeunparientesuyo.Estuvetocandotodoeldíaypartedelanoche,y,eldíasiguiente,domingo,lopasé en mi cabaña. El lunes crucé el pantano para ir a casa de Douglas

Marshall en compañía de todos los esclavos de Epps, y el martes fui a laantiguaplantaciónNorwood,queeslaterceraporencimadeladeMarshallenlamismaorilladelpantano.

En la actualidad la finca es propiedad de la señoritaMaryMcCoy, unaadorablemuchachadeunosveinteañosdeedad.EslabellezayelorgullodeBayouBoeuf.Poseecercadeuncentenardebraceros,ademásdenumerosossirvientes,jardinerosyniños.Sucuñado,queviveenlapropiedadvecina,essuadministrador.Todossusesclavos laadorany tienenbuenas razonesparaestaragradecidosdehabercaídoentandulcesmanos.Enningúnotrolugardelpantano hay fiestas y celebraciones como las de la jovenMcCoy.Allí,másque enningúnotro lugar, jóvenesyviejos demillas a la redondagustandedirigirse durante las fiestas de Navidad, porque en ningún otro lugarencontraráncomidas tandeliciosas,nioiránunavozque leshablecon tantaamabilidad. Nadie más es tan amado ni ocupa un lugar tan grande en elcorazóndemilesdeesclavoscomolajovenMcCoy,lahuérfanadueñadelaplantaciónNorwood.

Al llegar a su casa vi que ya se habían reunido doscientas o trescientaspersonas. La mesa estaba dispuesta en un edificio alargado que ella habíahecho erigir expresamente para que bailaran los esclavos. Estaba llena detodas las clases de alimentos que ofrecía la región, y fue declarada poraclamaciónelmásexcepcionaldeloságapes.Pavoasado,cerdo,pollo,patoytodotipodecarnesalhorno,hervidasoalaparrillaenhileraalolargodelamesaextendida,ylosespacioslibresestabanllenosdetartas,gelatinas,dulcesheladosypastelesdemuchasclases.Lajovenamadeambulabaentornoalamesasonriendoydiciendounapalabraamableacadauno,yparecíadisfrutarmuchodelmomento.

Una vez terminada la comida, retiraron las mesas para hacer sitio a losbailarines. Afiné el violín y arranqué con una pieza alegre; mientras unosdaban vueltas ágilmente, otros seguían el ritmo con los pies y cantaban sussencillas pero melodiosas canciones, llenando la gran estancia de músicamezcladaconelsonidodevoceshumanasyelgolpeteodenumerosospies.

Por la tarde regresó el ama y permaneció largo rato en la puertamirándonos. Iba magníficamente arreglada. Sus oscuros ojos y cabelloscontrastaban vivamente con su cutis claro y delicado. Tenía una siluetadelgadaperoimponente,ysemovíaconunamezcladegraciaydignidadsinafectación.Mientras estuvoallí, ataviada con su ricovestidoy con el rostroiluminadodeplacer,penséquejamáshabíavistoaunserhumanonilamitadde hermoso. Me complazco en hacer hincapié en la descripción de esahermosaygentildamanosoloporqueme inspirósentimientosdegratitudyadmiración, sino porque quisiera dar a entender al lector que todos lospropietarios de esclavos deBayouBoeuf no son comoEpps, Tibeats o Jim

Burns.Enocasiones, aunqueesciertoque raramente, sepuedeencontrarunbuenhombrecomoWilliamFordounángeldebondadcomolajovenseñoritaMcCoy.

Elmartes seacabaron los tresdíasde fiestaqueEppsnosconcedíacadaaño.Devueltaacasa,elmiércolesporlamañana,alatravesarlaplantacióndeWilliamPierce, dicho caballeromedetuvo, diciendoquehabía recibidounanotadeEpps,traídaporWilliamVarnell,queledabapermisopararetenermeafindequetocaraaquellanocheparasusesclavos.EralaúltimavezqueibaatenerocasióndepresenciarunbailedeesclavosaorillasdeBayouBoeuf.Lafiesta dePierce se prolongóhasta lamadrugada,momento en que regresé acasademiamoalgocansadoporlafaltadedescanso,peroalegreportodaslascosasy lospicayunesque losblancos,complacidospormis interpretacionesmusicales,mehabíanregalado.

El sábado por la mañana, por vez primera en muchos años, me quedédormido. Me asusté al salir de la cabaña y descubrir que los esclavos yaestabanenloscampos.Mellevabanquinceminutosdeadelanto.Prescindídeldesayunoydelacalabazaparaelaguaylosseguítanrápidocomopude.Aúnnohabíaamanecido,peroEppsyaestabaenelpatiocuandosalídelacabañayme gritó que era una bonita hora del día para levantarse. A costa de másesfuerzo, coseché toda mi hilera cuando Epps se me acercó después deldesayuno,peronosirvióparaexcusarlaofensadehabermequedadodormido.Me ordenó que me quitara la camisa y me tumbara, y me propinó diez oquince latigazos, al término de los cuales me preguntó si creía que podríalevantarme en algún momento a lo largo de la mañana. Le aseguré que sípodríay,conundolorhirienteenlaespalda,reanudéeltrabajo.

El día siguiente, domingo, mis pensamientos se centraron en Bass, asícomoenlasprobabilidadesylasesperanzasquereposabanensusmedidasysu determinación. Reflexioné sobre la incertidumbre de la vida; que si lavoluntad de Dios fuera que este muriera, mis perspectivas de liberación ytodas las expectativas de felicidad en este mundo se desvanecerían porcompleto.Talvezmidoloridaespaldanocontribuíaaqueestuvieraalegre.Mesentí descorazonado y desdichado todo el día, y por la noche, cuando meacostéenladuratarima,teníaelcorazóntanoprimidoporeldolorqueparecíaapuntoderomperse.

Ellunesporlamañanadel3deenerode1853yaestábamosenloscamposalalba.Eraunamañanaextraordinariamentecrudayfríaenaquellaregión.Yoibadelante,eltíoAbramdetrásdemíy,másatrás,Bob,PatseyyWileyconlas bolsas para el algodón colgadas del cuello.Ocurrió que aquellamañana(cosarara,desdeluego)Eppsllegósinellátigo.Juró,deunaformaquehabríahechoenrojeceraunpirata,quenohacíamosnada.Bobseatrevióadecirquedebidoalfríoteníalosdedostanentumecidosquenopodíarecolectarrápido.

Eppssemaldijopornohabertraídoconsigosulátigodecuerosincurtirynosprometió que cuando volviera nos calentaría; sí, nos pondría a todos máscalientesqueelreinoferozenelqueavecesmecreoobligadoacreerqueélacabarárecluido.

Con tan fervientes amenazas, nos dejó. Cuando ya no podía oírnosempezamos a decirnos los unos a los otros lo duro que resultaba verseobligadoarealizarlatareaconlosdedosentumecidosylopocorazonablequeeraelamo,hablandodeélentérminosnomuyhalagadores.Laconversaciónsevio interrumpidaporun carruajeque sedirigíavelozmentehacia la casa.Alzamoslamiradayvimosdoshombresquesenosacercabanatravésdeloscamposdealgodón.

UnaveznarradahastalaúltimahoraquepaséenBayouBoeuf,yunavezrelatadamiúltimacosechadealgodónyapuntodedeciradiósalamoEpps,deborogarallectorqueretrocedaconmigohastaelmesdeagosto,quesigalacarta deBass en su largo viaje hasta Saratoga y que conozca el efecto queprovocó,mientrasyomeafligíaymedesesperabaenlacabañadelosesclavosdeEdwinEpps,graciasa laamistaddeBassy labondadde laProvidencia,quesumabansusfuerzasparaliberarme.

XXI

LACARTALLEGAASARATOGA—SELAENTREGANAANNE—LELLEGAAHENRYB.NORTHUP—ELESTATUTODEL14DEMAYODE1840—SUSDISPOSICIONES—ELMEMORIALDEANNEALGOBERNADOR—LASDECLARACIONESJURADAS

QUELOACOMPAÑABAN—LACARTADELSENADORSOULE—LAPARTIDADELAGENTENOMBRADOPORELGOBERNADOR—LALLEGADAAMARKSVILLE—ELHONORABLEJOHNP.WADDILL—LACONVERSACIÓNSOBRELAPOLÍTICADENUEVAYORK—SUGIEREUNAIDEAAFORTUNADA—LA

REUNIÓNCONBASS—ELSECRETODESVELADO—INSTITUIDOSLOSPROCEDIMIENTOSLEGALES—LASALIDA

DENORTHUPYELSHERIFFDEMARKSVILLEHACIALAPLANTACIÓNDEEPPS—DESCUBRENALOSESCLAVOSENLOS

CAMPOSDEALGODÓN—LAREUNIÓN—ELADIÓS

EstoyendeudaconelseñorHenryB.Northup,entreotros,pormuchosdeloshechosincluidosenestecapítulo.

La carta escrita por Bass y dirigida a Parker y Perry, depositada en la

oficinadecorreosdeMarksvilleeldía15deagostode1852,llegóaSaratogadurante la primera mitad de septiembre. Un poco antes Anne se habíatrasladadoaGlensFalls,enelcondadodeWarren,dondeteníaasucargolacocinadelhotelCarpenter.Noobstante,conservólacasa,enlaquevivíaconnuestros hijos, y únicamente se ausentaba durante el tiempo que requería elcumplimientodesustareasenelhotel.

Al recibir la carta, los señores Parker y Perry se la reexpidieron deinmediato aAnne.Los niños la leyeron exaltados y sin perder el tiempo sedirigieron a la localidad vecina de Sandy Hill para consultar a Henry B.Northupysolicitarsuconsejoysuayudaalrespecto.

Trasestudiarlo,elcaballeroencontróentrelosestatutosdelestadounaleyqueestipulabalaliberacióndelaesclavituddeciudadanoslibres.Seaprobóel14demayode1840yse titulaba«Una leymásefectivaparaprotegera losciudadanoslibresdeesteestadodeserraptadosoreducidosalaesclavitud».Estipulaba que, si se recibía información satisfactoria de que cualquierciudadano libreohabitantede ese estado sehallaba retenido ilegalmente encualquierotroestadooterritoriodelosEstadosUnidosbajolapretensiónolaalegación de que dicha persona era un esclavo, o que en virtud de algunacostumbreodisposiciónseloconsiderabaotomabaporesclavo,eradeberdelgobernador tomar las medidas que considerara necesarias para procurar ladevolucióndelalibertadaesapersona.Yatalfinestabaautorizadoanombrary hacer uso de un agente, y debía proporcionarle las credenciales y lasinstrucciones que considerara necesarias para lograr el objetivo de sunombramiento. Todo ello exigía un agente idóneo para reunir las pruebasprecisasafindeestablecerelderechoalalibertaddelinteresado;realizarlosviajes,tomarlasmedidasyentablartantosprocedimientoslegales,etc.,comofuerannecesariosparadevolveraesapersonaasuestado,ycargartodoslosgastos incurridos en hacer efectiva la actuación a los fondos del tesoro noasignadosaotrosmenesteres.

Fue preciso establecer satisfactoriamente dos hechos a los ojos delgobernador; primero, que yo era un ciudadano libre de Nueva York y,segundo, que estaba ilegalmente sometido a cautiverio. Respecto al primerpunto,nohubodificultadporquetodoslosantiguosresidentesdelvecindarioestabandispuestosatestificarlo.Elsegundopuntodependíaporcompletodela carta a Parker y Perry, escrita por una mano desconocida, y de la cartaescritaabordodelbergantínOrleansque,pordesgracia,sehabíaextraviadooperdido.

Sepreparóunmemorial,dirigidoasuexcelenciaelgobernadorHunt,yenelqueseponíaenclaromimatrimonio;misalidadelaciudaddeWashington;larecepcióndelascartas;queyoeraunciudadanolibreyotroshechosqueseconsideraron importantes, todo ello firmado y autentificado por Anne.

Acompañaban al memorial varias declaraciones juradas de prominentesciudadanos de Sandy Hill y Fort Edward corroborando íntegramente sucontenido y también una solicitud por parte de varios caballeros muyconocidosdelgobernadorparaqueHenryB.Northupfueranombradoagentedeacuerdoconlaley.

Alleerelmemorialylasdeclaracionesjuradas,suexcelenciatomóunvivointerésenlacuestióny,el23denoviembrede1852,ybajoelsellodelestado,HenryB.Northup, abogado, era «constituido, nombrado y contratado comoagenteconplenospoderesparahacerefectiva»miliberaciónyparatomarlasmedidasmásadecuadasparalograrla,yconlaordendetrasladarseaLuisianaconlamayorceleridad.

El carácter apremiante de los compromisos profesionales y políticos delseñorNorthupretrasósupartidahastadiciembre.Eldíadecimocuartodelmessalió de Sandy Hill y se dirigió a Washington. El honorable Pierre Soule,senadordeLuisianaenelCongreso,elhonorableseñorConrad,SecretariodeGuerra, y el juezNelson, delTribunalSupremode losEstadosUnidos, unavezescuchada laexposiciónde loshechosy trasexaminarsumandatoy lascopiascertificadasdelmemorialylasdeclaracionesjuradas,leproporcionaroncartasabiertasparacaballerosdeLuisianarecomendandoencarecidamentesuayudaparaelcumplimientodelmotivodesunombramiento.

El senador Soule tomó un interés especial en el asunto e insistió, entérminos contundentes, que ayudarme a recuperar la libertad era su deber yredundabaen el interésde tododueñodeunaplantacióndeLuisiana, yqueconfiaba en que los sentimientos de honor y justicia en el seno de cadaciudadano de la comunidad lo apoyarían en mi nombre. Una vez logradasaquellasvaliosascartas,elseñorNorthupregresóaBaltimoreydesdeallísedirigió a Pittsburgh. Aconsejado por amigos de Washington, su intenciónoriginal era ir derecho a NuevaOrleans y consultar a las autoridades de laciudad.Providencialmente,sinembargo,alllegaraladesembocaduradelRíoRojocambiódeintención.DehaberseguidoadelantenosehabríaencontradoconBass,encuyocasonohabríatenidoéxitoenlabúsquedademipersona.

Compró un pasaje en el primer barco de vapor que llegó y siguióremontando elRíoRojo, una perezosa y serpenteante corriente de agua queatravesabaunavasta regióndebosquesprimitivose impenetrablespantanos,casideshabitados.Hacialasnuevedelamañanadelprimerodeenerode1853,abandonó el vapor en Marksville y se dirigió directamente al juzgado deMarksville,enunpueblecitosituadoacuatromillashaciaelinterior.

DebidoaquelacartaalosseñoresParkeryPerryhabíasidofranqueadaenMarksville,dioporsupuestoqueyoestaríaenaquellugarosumásinmediatavecindad.AlllegaraaquellapoblaciónexpusosucomisiónalhonorableJohn

P.Waddill,undistinguidohombredeleyesyhombreextraordinarioydelosmás nobles impulsos. Tras leer las cartas y los documentos que le fueronpresentados, yunavez escuchada la narraciónde las circunstanciasbajo lascuales yo había sido conducido a cautiverio, el señor Waddill ofreció deinmediatosusserviciosyseimplicóenelcasocongranceloyformalidad.Aligualqueotraspersonasdecarácterelevado,aborrecíaalossecuestradores.Eltítulo de propiedad que constituía en gran parte la fortuna de susconciudadanos y clientes no solo dependía de la limpieza con que eranefectuadas las transacciones de esclavos, sino que era un hombre en cuyonoblecorazónsurgíansentimientosdeindignaciónantesemejanteinjusticia.

Pese a ocupar una posición prominente, y aunque figuraba en llamativasmayúsculas en el mapa de Luisiana, en realidad Marskville tan solo es unpequeñoeinsignificantevillorrio.Apartedelataberna,atendidaporunalegreygenerosomesonero, ydel juzgado, ocupado cuandonohabía sesionesporvacasycerdosfueradelaley,yunpatíbulo,pocohayqueatraigalaatencióndelvisitante.

El señor Waddill no había escuchado jamás el nombre de SolomonNorthup,peroestabasegurodequesienMarksvilleosusalrededoreshabíaunesclavoconaquelnombre,sucriadonegro,Tom,loconocería,asíqueTomfue convocado, pero en todo su amplio círculo de conocidos no existíasemejantepersonaje.

La carta a Parker y Perry estaba fechada enBayouBoeuf. Por tanto, sellegó a la conclusióndequedebíanbuscarme en aquel lugar.Pero entoncessurgióporsímismaunadificultaddecaráctermuygrave.Ensuextremomáscercano,BayouBoeufseencontrabaaunadistanciadeveintitrésmillasyerala denominación que recibía una parte de la región que se extendía entrecincuentay cienmillas a ambasorillas del pantano.Habíamilesymilesdeesclavos en las dos orillas, pues la notable riqueza y la fertilidad del suelohabíaatraídoagrannúmerodedueñosdeplantaciones.Lainformaciónenlacarta era tan vaga e indefinida que hacía difícil optar por un procedimientoconcreto.Sinembargo,alfinalsedecidió,comoúnicoplanqueofrecíaalgunaposibilidaddeéxito,queNorthupyelhermanodeWaddill,unestudianteeneldespachodeeste,se trasladaríanalbrazodelríoyrecorreríanarribayabajoambasorillaspreguntandopormíencadaplantación.ElseñorWaddillofreciósucarruajeysedecidiódefinitivamentequeiniciaríanelviajeellunesporlamañana.

Como puede comprenderse, era muy probable que aquella opción notuvieraéxito.Leshubierasidoimposiblerecorrerloscamposyexaminartodaslas cuadrillas trabajando. Y no tenían en cuenta que yo era conocidoúnicamentecomoPlatt;silehubieranpreguntadoalpropioEpps,estehabríaafirmadosinmentirquenosabíanadadeSolomonNorthup.

Con todo, una vez tomada la decisiónno se podía hacer nadamáshastaquepasaraeldomingo.LaconversaciónentrelosseñoresNorthupyWaddill,alolargodelatarde,secentróenlapolíticadeNuevaYork.

—Apenaslogrocomprenderlassutilesdistincionesylosmaticesentrelospartidospolíticosdesuestado—observóelseñorWaddill—.Leosobresoft-shells y hard shells, hunkers y «quemadores de establos» y soy incapaz deentenderlasdiferenciasprecisasentreellos.¿Podríadecirmecuálesson?

ElseñorNorthup,mientrasrellenabalapipa,seexplayóenunaelaboradanarraciónacercadelorigende lasdiversasseccionesde lospartidosyacabódiciendoquehabíaotropartidoenNuevaYork,conocidocomoeldelosfree-soilersoabolicionistas.

—Sospechoquenohabrávistoaunosolodeellosporestapartedelpaís—comentóelseñorNorthup.

—Solouno—repusoWaddillriéndose—.TenemosunoenMarksville,unacriatura excéntrica que predica el abolicionismo tan fervientemente comocualquier fanático del norte. Es un hombre generoso e inofensivo pero quesiempreestáenelladoequivocadoenunadiscusión.Nosproporcionanopocadiversión.Esunexcelentemecánicoycasiindispensableenlacomunidad.Escarpintero.SellamaBass.

Todavíasehablómásentérminosamistososacercadelasparticularidadesde Bass y de pronto Waddill quedó pensativo y preguntó de nuevo por lamisteriosacarta.

—Déjeme pensar, dé-je-me pen-sar —repitió pensativamente para símismomientras recorría lacartacon losojosunavezmás—.BayouBoeuf,«15 de agosto», sellada aquí. «El que escribe en mi nombre» … ¿Dóndetrabajó Bass el verano pasado?—preguntó de pronto volviéndose hacia suhermano. Este fue incapaz de contestarle, pero se levantó y abandonó eldespachoynotardóenregresarconlanoticiadeque«BasstrabajóelveranopasadoenalgúnlugardeBayouBoeuf».

—¡Es él!—exclamóWaddill colocando enfáticamente lamano sobre lamesa—. Él es el hombre que puede contárnoslo todo acerca de SolomonNorthup.

Se buscó de inmediato a Bass, pero no lograron localizarlo. Tras unaspesquisas,sesupoqueseencontrabaenlosmuellesdelRíoRojo.Despuésdeprocurarseunmediodetransporte,eljovenWaddillyNorthupnotardaronenrecorrer las pocas millas que separaban ambos lugares. A su llegadaencontraronaBassapuntodemarcharsedurantedossemanasomás.Despuésdepresentarse,Northup solicitó elprivilegiodehablar conél enprivadounmomento. Caminaban juntos hacia el río cuando tuvo lugar la siguiente

conversación.

—SeñorBass—dijoNorthup—, permítame preguntarle si se encontrabaenBayouBoeufelpasadoagosto.

—Sí,señor,estuveallíelúltimoagosto—fuesucontestación.

—¿Escribióusteddesdeaquel lugarunacartaauncaballerodeSaratogaSpringsenbeneficiodeunhombredecolor?

—Perdone, señor, pero eso es algo que no le incumbe—contestó Bassdeteniéndoseymirandoinquisitivamenteasuinterrogadoralacara.

—Esposiblequevayademasiadodeprisa,señorBass;lepidoperdón;perovengo del estado deNuevaYork con vistas a lograr lo que pretendía quienescribió una carta fechada el 15 de agosto y franqueada en Marksville.Determinadas circunstancias me han llevado a pensar que quizá sea ustedquienlaescribió.EstoybuscandoaSolomonNorthup.Siloconoce,leruegoquemedigasinceramentedóndeestáyleaseguroquelafuentedecualquierinformaciónquemeofrezcanoserádivulgadasiusteddeseaquenolosea.

Durante largo rato,Bassmiródehitoenhitoa sunuevo interlocutor sindespegarloslabios.Parecíadarlevueltasalposibleintentodetenderlealgúntipodetrampa.Alfinaldijodeliberadamente:

—No he hecho nada de lo que avergonzarme.Yo escribí la carta. Si havenidoustedarescataraSolomonNorthup,estoyencantadodeverle.

—¿Cuándofuelaúltimavezquelovioydóndeestá?—inquirióNorthup.

—LeviporúltimavezenNavidad,hoyhaceunasemana.EsesclavodeEdwin Epps, un dueño de una plantación de Bayou Boeuf, cerca deHolmesville.NoseleconocecomoSolomonNorthup;lollamanPlatt.

El secreto había sidodesvelado, elmisterio desentrañado.A través de laespesa y negra nube en cuyas oscuras y lúgubres sombras yo habíadeambulado durante doce años, surgió la estrella que iba a iluminarme devueltaalalibertad.Losdoshombresdejarondeladolosequívocosylasdudasy conversaron largo y tendido sobre el tema que predominaba en suspensamientos.Bassmanifestóelinterésquehabíapuestoenbeneficiomío,suintencióndeviajaralnorteenprimaveraydeclaróque teníadecidido lograrmi emancipación, si ello estaba en sus manos. Describió el principio y elprogresodesurelaciónconmigo,yescuchóconardientecuriosidadelrelatoqueleofrecióNorthupacercademifamiliaylahistoriademividaanterior.Antesdesepararse,Bassdibujóenunahojadepapelunmapadelpantanoconun pedazo de tiza roja que mostraba dónde se encontraba la plantación deEppsylacarreteramásdirectahastaallí.

NorthupysujovenacompañanteregresaronaMarksvilledondesedecidió

iniciar losprocedimientos legalesparaprobar lacuestióndemiderechoa lalibertad.Seformalizólademanda,conelseñorNorthupcomodemandanteyEdwinEppscomodemandado.Elprocesoseibaaentablarenlamodalidadde«reclamación y entrega» e iba a ser dirigido al sheriff de la parroquia,pidiéndolequemetomarabajosucustodiaymeretuvierahastaladecisióndeltribunal. Los papeles no estuvieron listos hasta las doce de la noche,demasiadotardeparaobtener lanecesariafirmadel juez,queresidíaaciertadistanciade la localidad.Por tanto, se suspendieron lasoperacioneshasta ellunesporlamañana.

Aparentemente, todo se estaba desarrollando de maravilla, hasta que eldomingo por la tardeWaddill se presentó en la habitación deNorthup paramanifestarlesuaprensiónacercadeunasdificultadesquenohabíanesperadoencontrar. Bass se había alarmado y, dejando sus asuntos enmanos de unapersonaenelembarcadero,lehabíacomunicadosuintencióndeabandonarelestado. Aquella persona había traicionado de alguna manera la confianzadepositadaenellayporlaciudadcorríaelrumordequeelforasteroalojadoenelhotel,quehabíasidovistoencompañíadelabogadoWaddill,veníaaporuno de los esclavos del viejo Epps, en el pantano. Epps era conocido enMarksvilleyaquehabíavisitadoconfrecuenciael lugardurantelassesionesdeltribunal,yelconsejerodelseñorNorthupabrigabaeltemordequefuerainformadoaquellamismanoche,dándolelaoportunidaddeocultarmeantesdelallegadadelsheriff.

Aquellaaprensióntuvolavirtuddeacelerar lascosasconsiderablemente.Sepidióalsheriff,quevivíaenunacasadelpueblo,queestuvierapreparadoinmediatamentedespuésde lamedianocheal tiempoqueseavisóal juezdequeseríarequeridoaaquellamismahora.EsdejusticiamanifestarquetodaslasautoridadesdeMarksvilleofrecierondebuenaganatodalaayudaposible.

Tanprontocomosecumplimentólademandaamedianocheyseobtuvolafirmadeljuez,uncarruajeconelseñorNorthupyelsheriff,conducidoporelhijodelmesonero,salióatodaprisadeMarksvilleporlacarreteraquellevaaBayouBoeuf.

Se daba por supuesto que Epps se opondría a la cuestión relativa a milibertad y ello sugirió al señor Northup que el testimonio del sheriffdescribiendomiprimerencuentroconélquizápodría resultardecisivoeneljuicio. Consecuentemente, durante el viaje se acordó que antes de que yotuviera oportunidadde hablar con el señorNorthup, el sheriffmeplantearíauna seriedepreguntas acordadasde antemano, tales como losnombresy elnúmerodemishijos, elnombrede solterademi esposa, los lugaresqueyoconocíaenelnorteycosasasí.Simisrespuestascoincidíanconlosdatosquele habían sido entregados, las pruebas debían considerarse concluyentes porfuerza.

Finalmente,ypocodespuésdequeEppshubieraabandonadoloscamposconlaconsoladoraaseveracióndequenotardaríaenvolverparacalentarnos,tal y como quedó dicho al final del capítulo precedente, llegaron a laplantación y nos encontraron trabajando. Tras bajarse del carruaje y darinstrucciones al cochero para que siguiera hasta la casa grande, peroordenándole que no mencionara a nadie el objeto de su viaje hasta quevolvieran a reunirse, Northup y el sheriff salieron de la carretera y sedirigieron hacia nosotros a través de los campos de algodón. Nosotros nosquedamosmirándolos a ellos y al carruaje, separados por varias varas. Eracurioso e inusual ver aproximarse a unos blancos de aquella forma y enespecial a aquellas horas de la mañana, y el tío Abram y Patsey hicieroncomentarios que denotaban su asombro. Dirigiéndose a Bob, el sheriffpreguntó:

—¿DóndeestáeljovenalquellamanPlatt?

—Estees,amo—replicóBobseñalándomeyretorciendoelsombrero.

Me pregunté qué podría querer de mí, y girándome, lo miré hasta queestuvoaunpasodedistancia.DurantemilargaestanciaenBayouBoeuf,mehabía familiarizado con los rostros de todos los dueños de plantaciones devariasmillasalaredonda;peroaquelhombreerauncompletoextrañoydabaporciertoquenolohabíavistonunca.

—SunombreesPlatt,¿verdad?

—Sí,amo—respondí.

SeñalandoendirecciónaNorthup,queestabaavariasvarasdedistancia,preguntó:

—¿Conocesaesehombre?

Miréenladirecciónindicaday,mientrasmisojosseposabanensurostro,el cerebro semeatestóde imágenes: lasdeAnneymis amadoshijos,ymianciano padre muerto; todas las escenas y los recuerdos de mi infancia yjuventud; todos los amigos de días pasados y más felices aparecían ydesaparecían, cambiaban y flotaban como sombras que se diluían ante lavisión demi imaginación, hasta que al finalme vino el recuerdo exacto deaquelhombre,y,elevandolasmanosalcielo,exclamé,envozmásaltadelaquehubierapodidoemitirenunmomentomenosemocionante:

—¡HenryB.Northup!¡GraciasaDios,graciasaDios!

Comprendíal instantelanaturalezadesuvisitaysentíquelahorademiliberaciónestabacerca.Medirigíhaciaélperoelsheriffseinterpuso:

—Espereunmomento—dijo—.¿TieneustedalgúnotronombreapartedePlatt?

—MinombreesSolomonNorthup,amo—repliqué.

—¿Tienefamilia?—quisosaber.

—Teníaesposaytreshijos.

—¿Cómosellamansushijos?

—Elizabeth,MargaretyAlonzo.

—¿Yelnombredesolteradesuesposa?

—AnneHampton.

—¿Quiénlocasó?

—TimothyEddy,deFortEdward.

—¿Dóndeviveestecaballero?—preguntóseñalandodenuevoaNorthup,quepermanecíadepieenelmismolugarenelqueloreconocí.

—Vive en Sandy Hill, en el condado de Washington, Nueva York —contesté.

Unaescenaenelcampodealgodón:LaentregadeSolomon.GrabadodelaprimeraediciónpublicadaporMiller,Orton&Mulliganen1853.

Iba a seguir efectuando preguntas, pero lo dejé a un lado, incapaz deretenerme.Así las dosmanos demi antiguo conocido.Nopodía hablar.Nopudecontenerlaslágrimas.

—Sol—dijoalfin—,encantadodeverte.

Tratédearticularunarespuesta,pero laemociónahogabamispalabrasypermanecíensilencio.Profundamenteconfusos,losesclavoscontemplabanlaescena, y sus bocas abiertas y sus ojos girando en las órbitas delataban suasombroysuestupefacciónextremos.Yohabíavividodurantediezañosconellos,enlacabañayenloscampos,habíapadecidolasmismasfatigas,habíacompartido la comida, había mezclado mis penas con las suyas y habíaparticipadoen lasmismasmagras alegrías; apesarde lo cual, yhasta aquelmomento, elúltimoque ibaapasar en sucompañía,ningunodeelloshabíatenido la más mínima sospecha de mi verdadero nombre, o el más ligerovislumbredemiauténticahistoria.

Por un rato nadie pronunció una sola palabra y durante aquel tiempopermanecíaferradoaNorthup,mirándolealacara,temerosodeiradespertarydescubrirquetodoeraunsueño.

—Deja ese saco —añadió Northup finalmente—. Tus días de recogeralgodónhanterminado.Venconnosotrosaveralhombreconelquevives.

Le obedecí y, caminando entre el sheriff y él, nos dirigimos a la casa

grande.Hastaquenohubimosrecorridociertadistancianorecobrélavozlosuficiente como para preguntar si enmi familia estaban todos vivos. ÉlmeinformódequehabíavistoaAnne,MargaretyElisabethpocotiempoantes;queAlonzoseguíavivoyquetodosestabanbien.Sinembargo,novolveríaaver amimadre. Segúnme iba recobrando parcialmente de la súbita y granemociónquemeanegó,mesentíatandébilyligeroqueaduraspenassipodíacaminar.Elsheriffmetomódelbrazoymeayudóporquedelocontrariomehabríaderrumbado.Alentrarenelpatio,Eppsestabaenlapuertaconversandocon el cochero. El joven, cumpliendo las instrucciones, no le dio ni lamásmínima informaciónen respuesta a sus repetidaspreguntas acercade loqueestabaocurriendo.Enelmomentodellegarhastaél,estabacasitanasombradoydesconcertadocomoBobyeltíoAbram.

Estrechó lamano del sheriff y, tras ser presentado al señorNorthup, losinvitóaentrarencasayalmismotiempomeordenóquetrajeraleña.Tardéunratoencortarunabrazada,puesenciertomodohabíaperdidoinopinadamenteelpoderdemanejarunhachadeformaprecisa.Cuandoal finalentrécon laleña, la mesa estaba cubierta de papeles y Northup leía uno de ellos.Probablementeme costómás de lo necesario poner los troncos en el fuego,sobre todo en la posición exacta de cada uno de ellos.Escuché expresionescomo «el antedicho Solomon Northup», «el demandante dice además» y«ciudadano libre de Nueva York» varias veces, y a raíz de aquellasmanifestaciones comprendí que el secreto tan largamente guardado frente alamo y el ama Epps al fin se había desvelado. Me entretuve todo lo quepermitíalaprudenciayestabaapuntodeabandonarlaestanciacuandoEppspreguntó:

—Platt,¿conocesaestecaballero?

—Sí,amo—respondí—.Loconozcodesdehacetantotiempocomopuedorecordar.

—¿Dóndevive?

—ViveenNuevaYork.

—¿Túhasvividoallíalgunavez?

—Sí,amo,nacíycrecíallí.

—Así que eres libre, maldito negro —exclamó—. ¿Por qué no me lodijistecuandotecompré?

—Amo Epps —contesté en un tono algo diferente al tono con queacostumbrabaadirigirmeaél—.AmoEpps,ustednosetomólamolestiadepreguntármelo;además, ledijeaunodemispropietarios,elhombrequemeraptó, que era un hombre libre y por ello me dio de latigazos hasta casi

matarme.

—Parece que alguien escribió una carta en tu nombre. ¿Quién fue?—preguntó autoritariamente.No contesté—.Repito, ¿quién escribió esa carta?—preguntódenuevo.

—Quizálaescribíyomismo—dije.

—Sé que no fuiste hasta la oficina de correos deMarksville y volvisteantesdelamanecer.

Insistió en que le informara y yo insistí en negarme. Lo amenazóviolentamente, quienquiera que fuera, yme comunicó la sangrienta y ferozrepresalia que le infligiría si le descubría. Todo su comportamiento y sulenguajemostraban un sentimiento de ira hacia la persona desconocida quehabía escrito en mi nombre, y de incertidumbre ante la idea de perder tanvaliosapropiedad.DirigiéndosealseñorNorthup, le juróquesoloconhabersabidounahoraantessullegada,lehabríaahorradolamolestiadedevolvermeaNuevaYork,porquemehabríallevadoalpantano,oacualquierotroremotolugardondetodoslossheriffsdelmundonohabríanlogradoencontrarme.

Salíalpatioy,cuandoentrabaporlapuertadelacocina,algomegolpeóenlaespalda.Alsalirporlapuertatraseradelacasagrandeconunacaceroladepatatas la tíaPhebemehabíaarrojadounacon innecesariaviolenciaparadarme a entender que deseaba hablar confidencialmente conmigo unmomento.Vinocorriendoymesusurróaloídocongravedad:

—Dios,bendito,Platt,¿quéteparece?Hanvenidoabuscartedoshombres.Heoídoalamodecirqueereslibre,quetienesesposaytreshijosdondevives.¿Tevasconellos?Estaríaslocosinolohicieras,yamegustaríaamíirme—ylatíaPhebesemarchóatodaprisa.

En aquelmomento apareció en la cocina el ama Epps.Me dijomuchascosasysepreguntóporquénolehabíacontadoquiénera.Manifestósupesarymehalagódiciendoquehubierapreferidoperderacualquierotrosirvientede laplantaciónqueamí.SiaqueldíaPatseyhubieraestadoenmi lugar,elamaEppshabríarebosadodealegría.Yanoquedaríanadiecapazdearreglarunasillaounapiezadelmobiliario,nadiedeutilidadparalacasa,nadiequeletocaraelviolín,yadecirverdadelamaEppsestabahechaunmardelágrimas.

Epps le había pedido a Bob que le trajera su caballo de silla.Sobreponiéndose a sumiedo al castigo, los demás esclavos también habíanabandonado su trabajo y habían acudido al patio. Permanecían detrás de lascabañas, fuera de la vista deEpps.Me llamaron por señas y con entusiastacuriosidad,y,consumaemoción,hablaronconmigoymehicieronpreguntas.Silogrararepetirlaspalabrasexactasquepronunciaron,conelmismoénfasis,ysipudierapintarsusdiversasactitudesylaexpresióndesusrostros,seríaun

cuadrorealmenteinteresante.Asujuicio,yomehabíaelevadodeprontoaunaalturainalcanzableymehabíaconvertidoenunserdeinmensaimportancia.

Unavezquesehizousode losdocumentos legales,Northupyel sheriffacordaron con Epps que se encontrarían en Marksville al día siguiente ymontaron en el carruaje para regresar al pueblo. Cuando me disponía asubirmealpescantedelvehículo,elsheriffdijoquedebíadeciradiósalseñorylaseñoraEpps.Volvíalpatio,dondepermanecíandepie,y,quitándomeelsombrero,dije:

—Adiós,señora.

—Adiós,Platt—dijolaseñoraEppsamablemente.

—Adiós,amo.

—Malditonegro—murmuróEppsenuntonomaliciosoyamargo—,noteemociones tanto porque todavía no te has librado, mañana trataremos esteasuntoenMarksville.

Yonoeramásqueun«negro»yconocíami lugar,pero sentíacon tantafuerzacomosifueraunblancoquesimehubieraatrevidoapegarleungolpededespedida,habríasidounconsuelo íntimo.Deregresoalcarruaje,Patseysaliódedetrásdeunacabañaymeechólosbrazosalcuello.

—¡Platt! —gritó con lágrimas que le corrían por las mejillas—, vas aquedar libre, te marchas lejos, donde nunca volveremos a verte. Me haslibradodeunmontónde latigazos,Platt;mealegrodequevayasaser libre,pero,Diosmío,Diosmío,¿quévaaserdemí?

Me desasí de ella y subí al carruaje. El cochero restalló su látigo y nosfuimos.MiréhaciaatrásyviaPatsey,conlacabezacaída,medioreclinadaenelsuelo;laseñoraEppsseguíaenelpatio;eltíoAbram,Bob,WileyylatíaPhebepermanecíanenlapuertamirándome.Lossaludéconlamano,peroelcarruajetomóunacurvaenelpantanoylosocultódemivistaparasiempre.

NosdetuvimosunmomentoenlaplantacióndeCarey,dondetrabajangrannúmerodeesclavos,porqueunestablecimientoasísuscitabalacuriosidaddeunhombredelnorte.Eppsnosadelantóconelcaballoatodogalope,camino,comosabríamosaldíasiguiente,dePineWoods,paraveraWilliamFord,quemehabíallevadoaaquellaregión.

Elmartes4deenero,Eppsysuabogado,elhonorableH.Taylor,Northup,Waddill, el juez, el sheriff deAvoyelles y yo nos reunimos en una sala delpueblo deMarksville.El señorNorthup expuso los hechos enmi nombre ypresentó el memorial y las declaraciones juradas que lo acompañaban. Elsheriff describió la escena en el campo de algodón. Yo también fuiextensamente interrogado.Al final, el señorTaylor aseguró a su cliente que

habíatenidosuficienteyquenuevoslitigiosnosoloseríancarossinodeltodoinnecesarios.Siguiendosuconsejo,seredactóundocumentofirmadoporlaspartesyenelcualEppsreconocíaqueaceptabamiderechoalalibertadymeentregabaoficialmente a las autoridadesdeNuevaYork.También se acordóqueseanotaríaenlaoficinaderegistrosdeAvoyelles.

ElseñorNorthupyyonosdirigimosdeinmediatoalembarcaderoy, trasadquirir pasajes para el primer vapor que llegara, no tardamos endescenderpor el Río Rojo, el mismo que había remontado doce años antes, consentimientosdedesesperanza.

XXII

LALLEGADAANUEVAORLEANS—ELDESTELLODEHOMBRELIBRE—GENOIS,ELREGISTRADOR—SUDESCRIPCIÓNDESOLOMON—LALLEGADAACHARLESTON—LARETENCIÓN

PORAGENTESDEADUANAS—ELPASOATRAVÉSDERICHMOND—LALLEGADAAWASHINGTON—BURCHES

DETENIDO—SHEKELSYTHORN—SUTESTIMONIO—BURCHESABSUELTO—ELARRESTODESOLOMON—BURCHRETIRA

SUDEMANDA—ELTRIBUNALSUPREMO—LASALIDADEWASHINGTON—LALLEGADAASANDYHILL—VIEJOS

AMIGOSYESCENASFAMILIARES—CAMINODEGLENSFALLS—ELENCUENTROCONANNE,MARGARETYELIZABETH—

SOLOMONNORTHUPSTAUNTON—INCIDENTES—CONCLUSIÓN

Mientraselvapor seabríacaminohaciaNuevaOrleans, talvezno fuerafeliz,talveznadameimpidierabailardealegríaporlacubierta,otalveznosintieragratitudporelhombrequehabíarecorridotantosmilesdemillaspormí,talveznoestuvependientedeélnidesuspalabrasonoatendierasumásmínimodeseo;sinolohice,bien,esperoquenosemeculpe.

Nos detuvimos en Nueva Orleans dos días. Durante aquella estancialocalicéelcorraldeesclavosdeFreemanylahabitaciónenlaquemecompróFord.CasualmentenosencontramosconTheophilusenlacalle,perocreíquenomerecía la pena reanudar la relación con él. Por ciudadanos respetables,supimos que se había convertido en un ínfimo ymiserable pendenciero, unhombrerotoydepésimafama.

TambiénvisitamosalseñorGenois,elregistradoralqueestabadirigidalacartadelsenadorSoule,ycomprobéqueeraunhombrequehacíahonorala

ampliayhonorablereputaciónquetenía.Nosproveyógenerosamentedeunasuertedesalvoconductolegal,consufirmayelsellodesudepartamento,y,puestoqueincluyeladescripciónqueelregistradorhacíademiaspecto,puedenoserinapropiadoinsertarlaaquí.Loquesigueesunacopia.

EstadodeLuisiana,ciudaddeNuevaOrleans

OficinadeRegistro,DistritoSegundo

Atodosaquellosaquienespuedainteresar:

Certifico que Henry B. Northup, abogado, del condado de Washington,NuevaYork,hapresentadoantemílaspruebaspertinentesparalalibertaddeSolomon,unmulatodeunoscuarentaydosañosdeedad,decincopiesysietepulgadas de altura, cabello encrespado y ojos castaños, que es un nativonacido en el estado de Nueva York. Asimismo, certifico que el susodichoNorthupestáacompañandoalmencionadoSolomonasulugardenacimientoa travésderutasdelsur,yserequierea lasautoridadescivilesquepermitanpasaralhombredecolorSolomonsinmolestarlo,yaquesucomportamientoesbuenoycorrecto.

Extiendoelpresente, al queestampomi firmay el sellode la ciudaddeNuevaOrleans,este7deenerode1853.

[L.S.]

T.H.GENOIS,registrador

Eldía8fuimosentrenallagoPontchartrainy,alahoraprevista,siguiendolarutahabitual,llegamosaCharleston.Trassubirabordodelvapor,ypagarelpasaje hasta dicha ciudad, el señorNorthup fue requerido por un oficial deaduanasparaqueexplicaraporquénohabíaregistradoasucriado.Élrepusoque no tenía criado y que, en tanto que agente de Nueva York, estabaacompañandoaunciudadanolibredesuestadoensupasodelaesclavitudala libertad, y que no deseaba ni tenía intención de hacer ningún tipo deregistro. De su conversación y su actitud deduje, aunque quizá estuvieraequivocadoporcompleto,quenoseríanprecisasgravesfatigasparasolventarcualquier dificultad que los agentes de Charleston consideraran necesarioplantear. Al final, no obstante, nos permitieron marcharnos y, atravesandoRichmond,dondeaprovechéparaecharleunaojeadaalcorraldeesclavosdeGoodin,llegamosaWashingtonel17deenerode1853.

Nos aseguramos de que tantoBurch comoRadburn seguían viviendo enaquella ciudad. Inmediatamente, se presentó una denuncia contra James H.Burchpor raptarmey venderme como esclavo, ante unTribunal dePrimeraInstanciadeWashington.EstefuearrestadobajounaordenemitidaporeljuezGoddardypresentadoanteeljuezMansel,quienleimpusounafianzadetres

mildólares.Encuantoloarrestaron,Burchfuepresadeunagranagitaciónyse mostró muy temeroso y alarmado, y antes de personarse en la Corte deJusticia en Luisiana Avenue, y antes de conocer la naturaleza exacta de ladenuncia, solicitó autorizacióna lapolicíapara requerir el asesoramientodeBenjaminO.Shekels,quefuetraficantedeesclavosdurantediecisieteañosyantiguosociosuyo.Estepasóasersufiador.

A lasdiezenpuntodel18deenero,ambaspartescomparecieronanteelmagistrado.ElsenadorChase,porOhio,elhonorableOrvilleClark,deSandyHill, y el señorNorthup ejercían de abogados de la acusación, y JosephB.Bradley,deladefensa.

ElgeneralOrvilleClarkfueconvocadoyprestójuramentocomotestigo,yaseveróquemeconocíadesdelaniñezyqueyoeraunhombrelibre,aligualque lo había sidomi padre antes que yo.A continuación, el señorNorthuptestificólomismo,yaportópruebasdeloshechosrelacionadosconsumisiónenAvoyelles.

Después, laacusacióntomójuramentoaEbenezerRadburn,quienafirmóque tenía cuarenta y ocho años de edad, que residía enWashington y queconocíaaBurchdesdehacíacatorceaños;queen1841eraguardaenelcorraldeesclavosdeWilliamsyquerecordabamiconfinamientoenelcorralaquelaño.EntonceselabogadodefensorreconocióqueyohabíasidoretenidoenelcorraldeesclavosporBurchen laprimaverade1841,yenconsecuencia laacusacióncedióelturno.

A continuación, Benjamin O. Shekels fue presentado como testigo delacusado.Benjamineraunhombregrandullónydeaspectotosco,ypuedequeellectorsehagaunaideaaproximadadeélleyendoellenguajeexactoqueusóen respuesta a la primera pregunta del abogado defensor. Al preguntarle sulugar de nacimiento, respondió con una especie de actitud pendenciera, conestaspalabrasexactas:

—Nací en el condado de Ontario, Nueva York, ¡y pesé seis kilostrescientos!

¡Benjaminfueunbebéprodigioso!Despuéstestificóqueen1841poseíaelhotel Steamboat, enWashington, y queme vio allí durante la primavera deaquelaño.Sedisponíaadeclarar lomismoquehabíaescuchadodeciradoshombrescuandoelsenadorChaseplanteóunaobjeciónlegal,asaber,quelodichoporterceraspersonas,porserdeoídas,eraunapruebaimprocedente.Laobjeción fue desestimadapor el juez yShekels prosiguió afirmandoque losdoshombressehabíanpresentadoensuhoteldiciendoqueposeíanunhombrede color a la venta; que mantuvieron una conversación con Burch; queafirmaronserdeGeorgia,aunquenorecordabadequécondado;quecontaronlahistoriacompletadelchico,asegurandoqueeraalbañily tocabaelviolín;

que Burch comentó que estaría dispuesto a comprarlo si ellos estaban deacuerdo; que los hombres salieron fuera y trajeron al chico y que yo era elindividuo en cuestión. Después testificó, con la misma tranquilidad que sidijeralaverdad,queyoafirméhabernacidoycrecidoenGeorgia;queunodelos jóvenesqueestabanconmigoeramiamo;quemostréungranpesarporsepararmedeél,yquecreíaque«rompióallorar»,aunqueinsistíenquemiamo teníaderechoavenderme;quedebíavenderme;yque lanotable razónque ofrecí, segúnShekels, era que él,mi amo, «había estado jugando y ¡dejuerga!».

Prosiguió con estas mismas palabras, extraídas de las actas delinterrogatorio:«Burchinterrogóalchicocomodecostumbreyledijoquesilocomprabadeberíaenviarloalsur.Elchicodijoquenoteníaobjeciónyque,dehecho,queríairalsur.Burchpagóseiscientoscincuentadólaresporél,queyosepa.No séquénombre se ledio,perocreoqueno fueSolomon.Tampocosupecómosellamabaningunodelosdoshombres.Estuvierondosotreshorasenmi tabernaydurante aquel tiempoel chico tocó el violín.El contratodeventasefirmóenmibar.Eraun“impresoconespaciosenblancoquerellenóBurch”.Antesde1838,Burch fuemi socio.Nuestronegocioera compraryvender esclavos. Después se asoció con Theophilus Freeman, de NuevaOrleans.BurchloscomprabaaquíyFreemanlosvendíaallí».

Antesdedeclarar,ShekelshabíaescuchadomirelatodelascircunstanciasrelacionadasconlavisitaaWashingtonconBrownyHamilton,y,sindudar,habló de «dos hombres» y el violín. Fue una invención suya absolutamentefalsa, pero aun así en Washington se encontró a un hombre que trató deencubrirlo.

BenjaminA.Thorn declaró que se encontraba en el local de Shekels en1841yquevioaunchicodecolortocandoelviolín.

—Shekelsdijoqueestabaalaventa.Oídecirasuamoquedebíavenderlo.El chicome reconocióque eraun esclavo.Yonoestabapresente cuando seentregóeldinero.Nopuedojurarconseguridadqueesteseaelchico.Elamoestuvoapuntodederramar lágrimas,ycreoqueelchico lloró.Llevoveinteañosenelnegociodetrasladaresclavosalsur.Cuandonopuedodedicarmeaellohagocualquierotracosa.

Acontinuaciónsemellamócomotestigo,peroalpresentarseunaobjeción,el tribunalconsideró inadmisiblemideclaración.Merechazaronpor lamerarazóndeserunhombredecolor,sinquesediscutieraelhechodequeeraunciudadanolibredeNuevaYork.

AlhaberdeclaradoShekelsqueexistíauncontratodeventa,laacusaciónexigió a Burch que lo presentara porque el documento corroboraría eltestimoniodeThornyShekels.Elabogadodelacusadosevioenlaobligación

demostrarlouofrecerunaexplicaciónrazonabledelhechodenopresentarlo.Para cumplir lo segundo, el propio Burch se presentó como testigo en supropia defensa. La acusación popular se opuso a que se permitiera taltestimonio,puescontraveníacualquiernormaenmateriadepruebayencasode que se permitiera traicionaría los fines de la justicia. No obstante, ¡sutestimonio fue escuchado por el tribunal! Juró que aquel contrato de ventahabíasidoredactadoyfirmado,peroquelohabíaperdidoynosabíaquéhabíasidodeél,envistadelocualsepidióalmagistradoqueenviaraaunpolicíaacasadeBurchconinstruccionesdetraersuslibrosrelativosalasfacturasdeventa de 1841. La petición fue concedida y, antes de que pudiera tomarsealgunamedidaparaimpedirlo,eloficialtomóposesióndeloslibrosylostrajoaltribunal.Seencontraronyseexaminaroncuidadosamentelasventasdelaño1841,peronosedescubriólaventademipersonabajonombrealguno.

Basándoseenaqueltestimonio,eltribunaldioporestablecidoelhechodeque Burch me había comprado de manera inocente y honesta y, enconsecuencia,fuepuestoenlibertad.

Entonces Burch y sus cómplices intentaron atribuirme la acusación dehaberconspiradoconlosdoshombresblancosparaestafarlo,coneléxitoquese recoge en el extracto tomado de un artículo aparecido en el New YorkTimesypublicadounoodosdíasdespuésdeljuicio:«Elabogadodelacusadohabía redactado, antes de que el acusado fuera absuelto, una declaraciónjuradafirmadaporBurch,yobtuvounadeclaración juradacontraelhombredecolorporconspirarconlosdoshombresblancosantescitadosparaestafaraBurchseiscientosveinticincodólares.LadeclaraciónjuradafueexpedidayelhombredecolorarrestadoyllevadoenpresenciadeljuezGoddard.BurchysutestigosepresentaronaljuicioyelseñorH.B.Northupsedeclaródispuestoaejercerdeabogadodelacusadoypidióquenohubieraningúntipodedilación.Burch, trasconsultarenprivadounmomentoaShekels,declaróanteel juezque deseaba que este retirara la demanda porque él no tenía intención dellevarlaadelante.Eldefensordel acusadoadujoanteelmagistradoque si lademandaseretirabatendríaquesersinlasolicitudoelconsentimientodeeste.Burchpidióentoncesalmagistradoqueleentregaralademandaylaordendearresto, y se las guardó. El defensor del acusado se opuso a que se lasentregaraneinsistióenquedebíanformarpartedelosregistrosdeltribunal,yque este debía respaldar el procedimiento que había tenido lugar durante elproceso.Burch losdevolvióyel tribunaldictóuna sentenciadeabandonoapeticióndelaacusación,ylaarchivóensuoficina».

Habráquienesseinclinenacreerladeclaracióndeltraficantedeesclavos,aquellosencuyamentepesenmássusargumentosquelosmíos.Soyunpobrehombredecolor,miembrodeunarazaoprimidaypisoteadacuyahumildevozpuedequenoseaescuchadaporelopresor,peroconociendolaverdad,ycon

elplenosentidodemiresponsabilidad,declarosolemnementeanteDiosyanteloshombresquecualquier acusacióno afirmacióndequeconspirédirectaoindirectamenteconunaovariaspersonasparavendermeamímismo,yquecualquierotrarelacióndemivisitaaWashington,micapturaymiencierroenelcorraldeesclavosdeWilliamdiferentealaquecontienenestaspáginasestotalyabsolutamente falsa. Jamáshe tocadoelviolínenWashington. JamásheestadoenelhotelSteamboat,y,queyosepa,jamásenmividahabíavistoaThornoShekelshasta el pasadoenero.Lahistoriadel tríode traficantesdeesclavosesunainvencióntanabsurdacomovilysinfundamento.Encasodeser cierta, no me habría desviado de mi vuelta a casa con intención dedenunciar aBurch, sinoque lohabría evitado en lugardebuscarlo.Deberíahaber sabido que un paso así habría tenido por efecto crearme mala fama.Dadas las circunstancias, anhelante como estaba por abrazar ami familia yeufórico ante la perspectiva de volver a casa, va contra toda razón suponerque,silasdeclaracionesdeBurchysusasociadoscontuvieranunapartículadeverdad,yoibaatentarelazar,nosolodeserdescubierto,sinodeunprocesoyunacondenapenal,porponermeenlasituaciónqueyomismohabríacreado.Tuvegraninterésenbuscarlo,enfrentarmeaélenuntribunalyacusarlodeldelito de rapto; y la única razón que me empujó a dar aquel paso fue elardientesentimientodelmalquemehabíainfligidoyeldeseodellevarloantelajusticia.Fueabsueltodelaformayconlosmediosquehansidodescritos.Untribunalhumanolehapermitidoescapar;perohayotro tribunalmásaltodondeelfalsotestimonionoprevaleceráyenelquefinalmenteconfíoquesemeharájusticia,almenosenloqueaaquellostestimoniosserefiere.

Salimos de Washington el 20 de enero y por Filadelfia, Nueva York yAlbany llegamos a Sandy Hill la noche del 21. Mientras recreaba escenasfamiliaresmicorazónrebosabadefelicidadporencontrarmeentreamigosdedías pasados. A la mañana siguiente, en compañía de unos conocidos, medirigíaGlensFalls,dondevivíanAnneynuestroshijos.

Mientras entraba en su agradable casa, Margaret fue la primera enrecibirme.Nomereconoció.Cuandomefuisoloteníasieteaños,eraunaniñaparlanchinaquejugabaconsusjuguetes.Sehabíaconvertidoenunamujeryestabacasadayconunniñodebrillantesojosclarosquepermanecíaasulado.Sin olvidar a su esclavizado e infortunado padre, había llamado a su hijoSolomonNorthupStaunton.Cuandomepresentaron,sequedóabrumadaporlaemociónsinpoderhablar.Enaquelmomento,ElizabethentróenlaestanciayAnne,habiendosidoinformadademillegada,vinocorriendodesdeelhotel.Meabrazaronysecolgarondemicuelloconlasmejillasbañadasdelágrimas.Pero corramos un velo sobre una escena más fácil de imaginar que dedescribir.

Cuando el arrobo de nuestras emociones quedó reducido a una santa

alegría,cuandolafamiliasereunióentornoalfuegoqueexpandíasucálidoychisporroteante calidez por toda la estancia, hablamos sobre los miles dehechosocurridos,lasesperanzasylostemores,lasalegríasylastristezas,laspruebasylosproblemasexperimentadosporcadaunodenosotrosdurantelaprolongadaseparación.Alonzoseencontrabaen lazonaoestedelestado.Elmuchacho había escrito poco antes a su madre acerca de la posibilidad dereunir dinero suficiente para comprar mi libertad. Desde su más tempranaedad,esehabíasidoelobjetivoprincipaldesuspensamientosyambiciones.Sabían que yo estaba cautivo. La carta escrita en el bergantín, y el propioClemRay,leshabíandadolainformación,perohastalallegadadelacartadeBass,ellugarenelquemeencontrabaeraunaincógnita.ElizabethyMargaretregresaronundíadelaescuela,segúnmecontóAnne,llorandoamargamente.Al inquirir la causadeaqueldolor infantil, se supoquemientras estudiabangeografíaleshabíallamadolaatenciónlaimagendeunosesclavostrabajandoenuncampodealgodónyuncapatazdetrásdeellosconunlátigo.Aquellolesevocólossufrimientosquesupadrepodríaestarpadeciendoenelsur,comoen realidad ocurría.Me relataron numerosos incidentes como aquel, hechosquedemostrabanquemerecordabanconstantemente,aunquequizánotenganelinteréssuficienteparaellectorcomopararepetirlos.

Llegadaacasayprimerencuentroconsuesposaysushijos.GrabadodelaprimeraediciónpublicadaporMiller,Orton&Mulliganen1853.

Mi relato llega a su fin. No tengo nada que comentar acerca de laesclavitud.Quienes lean este libro podrán formarse su propia opinión sobreesa«peculiarinstitución».Nopretendosaberloqueocurreenotrosestados;loque sucede en la región del Río Rojo ha quedado verídica y fielmentereflejadoenestaspáginas.Estonoesficciónniunaexageración.Sienalgohefallado, ha sido en presentar al lector demasiado prominentemente el ladobrillantedelcuadro.Nomecabedudaalgunadequecentenareshansidotandesafortunadoscomoyo,nidequecentenaresdeciudadanos libreshansidoraptados y vendidos como esclavos igual que yo y que en estos momentosintentansobrevivirenTexasyLuisiana,peronohagonada.Escarmentadoycon el espíritu subyugado por los sufrimientos que he padecido, y dandogracias al Señor, gracias a cuyamerced he sido devuelto a la felicidad y lalibertad,esperoenadelantellevarunavidarectaaunquehumildeydescansaralfinalenelmismocementerioenelqueduermemipadre.

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