Disidencia Radical N°5 Mayo 2014
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N5/FanZine de pensamiento l ibertario/Carabobo-Venezuela/Mayo-201 4
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Quieres descargar y distribuir copias de este fanzine o cualquier otro?, entonces, hazlo t
mism@!, ingresa en http: //movimientoanarquistavalenciano.wordpress.com , en el men busca
Pblicaciones l ibertarias nacionales e internacionales. y luego en el submen selecciona
Pblicaciones l ibertarias nacionales.
Saludos compaer@s, el ejemplar que tienes en estos momentos frente a t, viene cargado de
abundante material crtico y anti-autoritario, como siempre nuestra intencin es motivarte a
descubrir en t esa habil idad y capacidad que tienes para desarrol lar tu l ibre pensamiento.
Al mismo tiempo estamos muy content@s al observar como cada publicacin l lega a cada
rincn del planeta, desde Venezuela pasando por una gran variedad de paises, realmente no
tenamos idea de la buena aceptacin. De esta manera siempre invitamos a cada una de las
personas que se encuentran leyendo estas lneas, que se atrevan a organizarse con otr@s
compaer@s o simplemente que inicie su propio proyecto, ya que jams sabrn el alcance real
que puedan generar hasta ese primer momento en que lo hagan.
Tod@s tenemos diferentes opiniones frente a un mismo acontecimiento y es por esa misma
razn que debemos difundirlas por todos los medios, nosotr@s mism@s somos fuentes de
inspiracin para alguna personas, al mismo tiempo que alguna persona nos inspira a nosotr@s
mism@s.
De esta manera te decimos nunca pares de crticar, pensar, observar, analizar, crear, proponer
y actuar.
Agradecimientos:
Gerardo Ayala por su diseo del logo del fanzine
Modesto continente/Esbozine por la i lustraciones de la portada delantera y trasera
contacto esbozine: https://www.fl ickr.com/photos/esbozine/sets/721 57632089535535/
y tod@s l@s compaer@s que colaboran directa e indirectamente, gracias. . .
Salud y Libertad.
3Debate imaginario entre Marx y
Bakunin
El 3 de noviembre de 1 864, dos grandes
personalidades se reunieron en Londres; dos
hombres barbudos y canosos, un alemn y
un ruso, de enorme intelectual idad, acuden
para hablar de sus diferentes visiones sobre
el social ismo y sobre la vida en general.
Esa diferente concepcin de las cosas estara
l lamada a conmocionar la historia, y hay que
insistir en que todava lo est. La
reconstruccin de aquel dilogo, en el
contexto de una tarde fra y neblinosa, en la
que ambos hombres trataran de entrar en
calor tomando una taza de t, la l levara a
Cabo Maurice Cranston y se emitira en octubre de 1 962 en la BBC de Londres; meses ms
tarde, reproducira el texto la revista Anarchy y, al ao siguiente, sera traducido al castel lano
por Jos Peirats.
En la conversacin hay cabida para todo: la forma de vivir tranquila y famil iar de Marx, las
aventuras y la vida errante de Bakunin, los embustes fabricados por Marx contra Bakunin,
Proudhon y el origen del anarquismo, el poder, el Estado, la l ibertad en el social ismo y el
social ismo sin l ibertadY; todo ello con rotundidad, pero tambin con irona y respeto mutuo,
rasgos que caracterizan a dos grandes hombres con posturas divergentes por razones que la
historia ha ido dilucidando.
BAKUNIN. - Mi querido Marx, puedo ofrecerte tabaco y t. Temo, sin embargo, que mi
hospital idad resulte frugal. En estos momentos me hallo empobrecido.
MARX. - Siempre he sido pobre, Bakunin. Todas las formas de la pobreza me son conocidas.
Es el peor de los males.
BAKUNIN. - La esclavitud es el peor de los males, Marx, no la pobreza. Una taza de t? Lo
tengo siempre a punto; en este Londres las amas de casa son muy atentas. Cuando viva en
Paddington Green haba all una, l lamada Gracia -una bonne tout faire-, que suba y bajaba
escaleras todo el da y parte de la noche con mi agua caliente azucarada.
MARX. - Si la clase trabajadora l levase una vida dura en Inglaterra, seria la primera en
sublevarse.
BAKUNIN. - Seria. . . Pero lo ser?
4MARX. - Ella o los alemanes.
BAKUNIN. - Los alemanes no se insurgirn jams. Morirn antes de hacerlo.
MARX. - No es cuestin de temperamento nacional, Bakunin; es cuestin de progreso
industrial . Al l donde los obreros posean conciencia de clase. . .
BAKUNIN. - No hay conciencia de clase aqu en Inglaterra. La criada de que hablaba antes era
completamente dcil , resignada, sumisa. Dbame pena verla tan explotada.
MARX. - Al parecer, t mismo no dejabas de explotarla.
BAKUNIN. - La explotacin reina en Londres por todas partes. En esta vasta ciudad, repleta de
miseria, esculidas, oscuras y srdidas callejas, nadie se atreve a levantar una barricada. No,
Marx ste no es un lugar para un social ista.
MARX. - Sin embargo, es casi el nico lugar en que se nos admite. He permanecido aqu
quince aos.
BAKUNIN. - Lastima que no me conocieras en Paddington Green. Estuve all mas de doce
meses. Al examinar t tarjeta ayer, record que nuestros caminos no se haban cruzado desde
los viejos das de Pars.
MARX. - Tuve que abandonar Pars en 1 845.
BAKUNIN. - S, antes del levantamiento de Dresde, cuando ca, por as decirlo, en manos del
enemigo. Me mantuvieron encarcelado durante diez aos. Despus me desterraron a Siberia.
Como sabes bien, consegu escaparme para l legar a Londres. Ahora se me permite vivir en
I tal ia. Regresare a Florencia la prxima semana.
MARX. - Muy bien, al fin vas a poder moverte.
BAKUNIN. - Yo siempre me muevo. No soy un revolucionario discreto como t. Las coronas de
Europa me mantuvieron siempre en movimiento.
MARX. - Las coronas de Europa me expulsaron a m tambin de varios pases. Y la pobreza
me ha ido forzando a abandonar varios hogares.
BAKUNIN. - iAh, la pobreza! Yo voy siempre sin un cntimo, siempre pidiendo prestado a los
amigos. Debo haber vivido con dinero prestado largas etapas de mi vida ; excepto en la crcel.
Y tengo 50 anos. Pero nunca pienso en el dinero. Es de burgueses pensar en el dinero.
MARX. - Eres afortunado. No tienes famil ia que mantener.
BAKUNIN. - Debes saber que me un con una mujer en Polonia. Aunque es cierto que no
hemos tenido hijos. Ms t? Yo, s. Un ruso no puede vivir sin t.
MARX. - Y sois muchos rusos, Bakunin; muchos los rusos nobles, para ser exacto. Debe ser
difci l , dado vuestro temperamento, penetrar en la mente del proletariado.
5BAKUNIN. -Y qu opinas t mismo. Marx? No eres hijo de un prspero burgus? No es tu
mujer una von Westphalen, hi ja del Barn von Westphalen y hermana del ministro del Interior
de Prusia? Confiesa que todo eso es de un dudoso origen plebeyo.
MARX. - El social ismo necesita de los intelectuales tanto como de la clase obrera. Adems,
supe mucho de persecuciones y de hambre en fras y desveladas noches de exil io.
BAKUNIN. - La noche carcelaria es mas interminable y fra. Yo estoy tan acostumbrado al
hambre que casi no la siento ahora.
MARX. - Creo que la peor de las cosas es ver a los propios hijos perecer por carecer de
dinero con que alimentarlos debidamente.
BAKUNIN. - Si, lo creo; ser condenado a muerte no es tan malo como podras pensar. De
cierta manera lo tom ms bien como algo hilarante.
MARX. - Desde que permanezco en Londres he vivido en apartamentos amueblados, baratos
y srdidos. He tenido que pedir prestado y comprar a crdito ; tuve que empear trajes para
pagar el alqui ler. Mis hi jos estn adiestrados para esquivar a los acreedores dicindoles que
no estoy en casa. Todos nosotros, mi mujer y yo, mis hi jos y una vieja sirvienta, vivimos
amontonados en dos piezas, y no hay en ellas un l impio y decente mueble. Yo trato de
trabajar en la misma desvencijada mesa donde cose mi mujer y juegan mis hijos; y
permanecemos horas sin luz ni provisiones por carecer de dinero para comprarlas. Mi mujer
se siente a menudo enferma, y tambin mis hijos, pero no me arriesgo a llamar al mdico ante
la imposibi l idad de pagar sus viticos y los medicamentos de sus recetas.
BAKUNIN. - Pero mi querido Marx, tampoco tu colaborador Engels? Yo siempre he credo. . .
MARX. - Engels es sumamente, generoso, pero no siempre le ha sido posible ayudarme.
Creme, he sufrido toda clase de infortunios. Mi peor desgracia ocurri hace ocho aos,
cuando mi hi jo Edgar fal leci a la edad de seis. Francis Bacon dice que, en realidad, las
gentes importantes tienen tantos contactos con la naturaleza y el mundo, son tantas las cosas
que las preocupan, que suelen pasar por encima de esas prdidas. Yo, Bakunin, no soy una
de esas gentes importantes. La muerte de mi hi jo me afect tan profundamente que siento su
prdida tan amargamente hoy como el mismo da del desenlace.
BAKUNIN. - Si es dinero lo que necesitas, Alexander Herzen lo tiene en abundancia. Yo he
recurrido a l muchas veces. No veo por qu no te ayudara a ti .
MARX. - Herzen es un reformador burgus de lo mas superficial . No tengo tiempo para tratar
con cierta gente.
BAKUNIN. - A no ser por Herzen no habra podido traducir vuestro Manifiesto comunista al
ruso hace de eso unos dos aos.
6MARX. - Una traduccin tarda, pero te la agradezco. Tal vez tengas intencin de traducirme
ahora Miseria de la fi losofa.
BAKUNIN. -- No, querido Marx, yo no situ ste al lado de tus ms grandes trabajos. Por otra
parte eres demasiado duro con P. J. Proudhon.
MARX. - Proudhon no es social ista. Es un ignorante, un tpico autodidacta de la clas