JesúsEl Enviado

de Dios

Su ministerio desde una perspectiva histórica

«Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar» (Mc 3,14)

Discípulos y misioneros de Jesús

Maestros y discípulos

Durante su actividad en Galilea comenzó a reunirse en torno a Jesús un grupo de discípulos entre los que eligió, más tarde, a

«doce para que estuvieran siempre con él» (Mc 3,14).

Para los judíos de su tiempo no era ello una manera nueva o desconocida de proceder.

No sólo el Bautista había reunido su propio círculo de

discípulos, sino que también los maestros de la Ley tenían

a su alrededor un grupo de alumnos que los seguían

para vivir con ellos.

«Hillel el Viejo tuvo ochenta discípulos» (Talmud, Sukká 28a).

Los maestros no se limitaban a transmitir los conocimientos objetivos de la Ley, sino que determinaban, además, por su doctrina y ejemplo, el género de vida que

debían llevar los discípulos junto a ellos.

• Moisés vivió 40 años en Egipto, vivió 40 años en Madián y sirvió a Israel 40 años.

• Hillel el Viejo subió de Babilonia a los 40 años, sirvió a los sabios 40 años y sirvió a Israel 40 años.

• Rabbán Yojanam ben Zakkay trabajó en sus negocios durante 40 años, sirvió a los sa­bios 40 años y sirvió a Israel 40 años.

• Rabbí Aquiba aprendió la Torah a los 40 años, sirvió a los sabios 40 años y sirvió a Israel 40 años» (Midrash Tannaím sobre Dt 34,7).

MAESTROS

Aprendizaje y enseñanza

• El aprendizaje de la Ley se entendía como un servicio al cual el discípulo quedaba obligado.

• Y la enseñanza era un servicio que el maestro prestaba al pueblo

JESUSMAESTROS

Servicio

El servicio a los maestros incluía los trabajos más humildes.

Jesús entendía que el servidor debía ser el maestro y no el discípulo

«Todos los trabajos que un esclavo hace para su amo, tiene que hacerlos un discípulo para su maestro, incluso desatarle las sandalias» (Talmud, Kethubbot 96,a).

«No soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias» (Mc 1,7).

«El que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro

servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será

esclavo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su

vida como rescate por muchos» (Mc 10,43­45).

Existe una diferencia de perspectiva, ligada a la comprensión de su misión

JESUSMAESTROS

Convocatoria

la iniciativa partía de los propios discípulos, atraídos por su autoridad sapiencial.

«Rabán Gamaliel decía: consíguete un maestro, aléjate de la duda» (Mishná, Abot I,16).

Él mismo convocaba personalmente a cada uno de sus seguidores con su

autoridad carismática.

Jesús reunía a sus discípulos como profeta y no como un maestro de la Ley

«Caminando un poco más adelante, vio a Jacob, el de Zebedeo, y a su

hermano Juan: estaban también en la barca arreglando las redes; y al

instante los llamó. Y ellos dejando a su padre Zebedeo en la barca con los

jornaleros, se fueron tras él» (Mc 1,19­20).

JESUSELIAS

convocatoria

«Eliseo, hijo de Safat, estaba arando con doce yuntas delante de él, y él estaba con la duodécima. Elías fue a donde él estaba y le echó su manto encima. Inmediatamente dejó él los bueyes, corrió tras Elías y dijo: Permíteme besar a mi padre y a mi madre, entonces te seguiré. Y él dijo: Vé, vuélvete. ¿Qué te he hecho yo? ... Después se levantó y fue tras Elías y le servía » (1 Re 19,19­21).

«Caminando un poco más adelante, vio a Jacob, el de

Zebedeo, y a su hermano Juan: estaban también en la barca

arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos

dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se

fueron tras él» (Mc 1,19­20).

parece ser el primer encuentro entre el que llamaba y los que eran llamados

la tarea cotidiana es el ámbito en el que eran llamados los discípulos

la respuesta es inmediata

la despedida de los padres es una nota común.

JESUSMAESTROS

Convocatoria

La llamada de Jesús no estaba suponiendo ningún mérito previo por parte del convocado.

«Si los recaudadores de impuestos entran en una casa, ésta se considera impura» (Mishná, Toharot VII,6).

«No se puede cambiar dinero ni de la caja de los aduaneros ni del bolsillo de los recaudadores, ni se puede aceptar de ellos una limosna» (Mishná, Babá Qammá X,1).

«Al pasar vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho

de impuestos, y le dice: “Sígueme”. El se levantó y lo

siguió» (Mc 2,14 ).

Jesús llamaba libremente a quien él quería, incluso a aquellos que ningún otro maestro habría aceptado dentro de su grupo.

JESUSMAESTROS

Convocatoria

El discipulado de los maestros de estaba reservado sólo a los varones

«No hay sabiduría para la mujer, sino en el telar. Como está escrito: Y toda mujer sabia, se dedica a hilar» (Talmud, Yomá 66).

«Quien enseña la Ley a su hija, le enseña el libertinaje» (Mishná, Sotá III,4)

En el entorno de Jesús, en cambio, hay mujeres que lo siguen

«lo acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido

curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada

Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de

Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les

servían con sus bienes» (Lc 8,1­3).

Aprendizaje

debía comenzar, para ser provechoso, cuando el hombre se encontraba aún en la niñez

«el que aprende de niño, ¿a qué se parece? A tinta escrita en papel nuevo. El

que aprende de anciano ¿a que se parece? A tinta escrita en un papel

borroneado.

El que aprende de menores, ¿a que se parece? Al que come uvas verdes y bebe

vino recién salido de la prensa. El que aprende de un anciano, ¿a que se parece?

Al que come uvas maduras y bebe vino añejo.

Pero no te fijes en el cántaro, sino en lo que hay dentro. Hay cántaros nuevos

llenos de vino añejo y viejos que no tienen ni siquiera nuevo» (Mishná Abot IV,20).

Pero la prudencia propia del que debía enseñar la Ley no se suponía en el alumno hasta muy avanzada su vida

JESUSMAESTROS

Aprendizaje

El alumno podía, después de mucho tiempo, ser maestro de otros

«el niño de cinco debe comenzar el estudio de la Escritura; con diez, la tradición; con trece años ha de comenzar a observar los preceptos; ... a los dieciocho, el matrimonio; a los veinte, el perseguir un oficio; a los treinta, la plenitud del vigor; a los cuarenta, la prudencia; a los cincuenta, el poder impartir consejos» (Mishná, Abot 5,21).

Los seguidores de Jesús nunca dejarían de ser discípulos

«Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es

vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque

uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar

"Directores", porque uno solo es vuestro Director: el Cristo» (Mt

23,8­10).

El estudiante lo aprendía todo de memoria, repitiendo innumerables veces un pasaje de frases concisas, acuñadas de tal forma que llamaran la atención.

Tadición

«El hombre que repite un capítulo cien veces no puede compararse con el que lo repite ciento y una vez, decía Hillel» (Talmud, Haguigá 9).

Yojanam ben Zakkay «nunca dijo nada durante su vida que no hubiera oído decir a su maestro» (Talmud, Sukká 28a).

Era fundamental que se recurriera a la referencia de los maestros anteriores para poder conservar la transmisión fiel de maestro a discípulo, formando una cadena doctrinal sin interrupción hasta llegar al mismo Moisés

«Moisés recibió la Ley en el Sinaí y la transmitió a Josué. Josué se la transmitió a los antepasados, los antepasados a los profetas, los profetas la transmitieron a los hombres de la Gran Asamblea. Estos decían tres cosas: sed cautos en el juicio, haced muchos discípulos, poned una valla en torno a la Ley» (Mishná, Abot I,1).

Shammay

Tadiciónoral

Cualquier aporte a la corriente viva de la tradición debía ser hecho a partir de la mención de la autoridad de algún célebre maestro.

«Durante muchos años discutieron las escuelas de Hillel y Shammay. Unos decían: la jurisprudencia es tal cual nosotros la interpretamos. Los otros, a su vez, abogaban por su propia razón. Finalmente salió una voz del Cielo que declaró: “Tanto las palabras de unos como las de los otros son palabras de Dios viviente”. Si es así ­preguntaron­ ¿por qué se determinó en la mayoría de los casos que la razón la tienen los discípulos de Hillel? Porque eran amables y humildes. Esto te enseña: El que se humilla, es enaltecido por Dios. El que se enaltece, es humillado por Dios. El que corre en busca de grandeza, la grandeza huye de él» (Talmud, Erubim 13).

tendencia más rigorista tendencia más indulgente

HILLEL JESUS

Shammay

Tadiciónoral

Cualquier aporte a la corriente viva de la tradición debía ser hecho a partir de la mención de la autoridad de algún célebre maestro.

tendencia más rigorista tendencia más indulgente

HILLEL JESUS

Pero Jesús no hacía referencia a ninguna tradición recibida ni citaba la autoridad de otro maestro para apoyar sus palabras

«Y sucedió que cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas» (Mt 7,28).

Shammay

Tadiciónoral

Las palabras tenían una fuerza propia, al margen de toda tradición interpretativa de la Ley que conectara a los maestros actuales con el mismo Moisés

HILLEL JESUS

«Habéis oído que se dijo a los antepasados: ...

Pues yo os digo...» (Mt 5,21­22.27­28).

Apartándose de la cadena de transmisión de la Ley revelada, daba la impresión de que el mismo Dios hablaba por su boca. Y eso resultaba una pretensión inaceptable.

Aut

orid

ad p

erso

nal

Cf. Jacob Neusner, Un rabino habla con Jesús

«Porque todo el que se declare por mí ante los hombres, también el

Hijo del hombre se declarará ante los ángeles de Dios. Pero el que me

niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles

de Dios» (Lc 12,8­9).

«Hillel solía decir: sé un discípulo de Aarón, ama y busca la paz, ama a los otros hombres y acércalos a la Ley» (Mishná, Abot I,12).

«Grande es la Ley, porque da la vida a quien la observa en este mundo y en el venidero, tal como está escrito: es vida para quien la encuentra y cura para toda carne» (Mishná, Abot VI,7).

las enseñanzas de los maestros apuntaban a la Ley, como centro de toda la vida religiosa.

Jesús concentraba la atención de sus discípulos en torno a su propia

persona, pues en torno a él se manifestaba el Reino de Dios que

ya había llegado.

Shammay

Torah

HILLEL JESUS

Seguimiento de Jesús

La cualidad de discípulos de Jesús implicaba una decisión

abandonar todas las cosas

seguir a Jesús de un lugar a otro

aceptar la pobreza de ese desplazamiento

«Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Mt 8,19­20).

No era posible poner plazos a esa decisión

«que los muertos sepulten a sus muertos» (Mt 8,22)

necesidad de romper los vínculos familiares para quedar completamente libres para el Reino ya presente

Jesús se ponía a sí mismo por encima las leyes que eran más sagradas en Israel, como la honra y el cuidado de los padres (Ex 20,12).

«Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hemanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío » (Lc 14,26).

JESUSMAESTROS

la honra y el cuidado de los padres (Ex 20,12).

«Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hemanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío » (Lc 14,26).

«Si su padre pierde algo y el maestro pierde algo, debe preocuparse antes por la pérdida de su maestro. El padre lo trajo a este mundo. Pero el maestro lo conduce al mundo venidero» (Talmud, Baba Metziá 33).

JESUSFARISEOS

Función mesiánica

«Yo os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en el nuevo nacimiento, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel» (Mt 19,28­29).

El Mesías debía «juzgar a las tribus del pueblo que Dios santificó» (Salmos de Salomón 17,26)

11

10

9

8

76

5

4

3

2

112

ISRAEL

Mesianismo grupal

Mesianismo individual

ISRAELrenovado

ESENIOS FARISEOS JESUS BAUTISTA

La Alianza Haburot (fraternidades)

ovejas perdidas de la casa de Israel

«Al entrar en la casa, saludadla. Si la casa es digna, llegue a ella vuestra paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros » (Mt 10,12­13).

«Todo el que aspira a ser haber no vende a un am ha’aretz frutos frescos o secos, no le compra frutos secos, no entra en su casa como huésped y tampoco le acepta como huésped si lleva sus propias ropas»(Mishná, Demay II,3).

«Si se lo encuentra capaz de observar la disciplina, lo introducirá en la Alianza para que se convierta a la verdad y se aparte de toda perversidad, y lo instruirá en todas las constituciones de la comunidad... » (Regla de la Comunidad 1QS VI,14­23).

«Me llaman PERRO y visto una capa doble y rústica, cargo un bolso sobre los hombros y llevo un bastón en la mano... pues vivo, no conforme a lo que opina la gente, sino de acuerdo a la naturaleza, libre bajo Zeus».

Pseudo Diógenes, Epístola 7

Filósofos itinerantes Los filósofos CÍNICOS justificaban su modo de vida como una existencia según la naturaleza y, por tanto, como una opción más auténtica que la planteada en el resto de la sociedad.

«He aquí que Dios os envía a uno para mostraros con su ejemplo que esto es posible. «Miradme, estoy sin cobijo, sin patria, sin recursos, sin esclavos. Duermo en el duro suelo. No tengo mujer, ni hijos, ni palacio de gobernador, sino tan sólo la tierra y el cielo y este viejo manto. ¿Y qué es lo que me falta? ¿No me encuentro sin penas ni temores? ¿No soy libre?».

Epicteto, Charlas III,22,45ss.

Tanto los cínicos como los misioneros cristianos asumían el desprendimiento como una forma silenciosa de testimoniar su libertad interior y la verdadera riqueza del hombre.

«Ellos no llevan nada consigo cuando viajan a lugares remotos, aunque sí pueden llevar sus armas, por temor a los ladrones. De acuerdo con esto, hay en cada ciudad donde ellos viven, uno designado particularmente para cuidar a los extranjeros, y proveerles ropa y otras cosas que pudiesen necesitar. Pero ellos no permiten el cambio de ropas o de zapatos hasta que éstos estén completamente deshilachados o gastados por el tiempo».

Josefo, Guerra II,125s

«No os procuréis oro, ni plata, ni dinero en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento»

(Mt 10,9­10).

Los eseniosJesús

El sustento en los predicadores

Sandalias encontradas en Qumrán

«Llevar una túnica sola es preferible a necesitar dos y no usar nada más que una capa es preferible a usar una túnica. Así, también, andar descalzo es mejor que usar sandalias, si uno puede hacerlo, pues llevar sandalias está muy cerca de vivir atado, pero caminar descalzo da gran libertad y gracia a los pies una vez que se acostumbran»

(Musonio Rufo, Fragmento XIX).

AUTARQUÍA

(Autodominio)

Vivir según la naturaleza

«No os procuréis oro, ni plata, ni dinero en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento»

(Mt 10,9­10).

Testimonio de la GRATUIDAD del don de Dios

Vivir los valores del Reino

Filósofos itinerantesJesús

El sustento en los predicadores

«­¡Qué puedo hacer, si mi alma está enamorada de la Ley! El mundo seguirá existiendo gracias a otros» (Talmud, Yebamot 63).

Rabí Ben Azai

«Pueblo solitario, el más extraordinario que exista; sin mujeres, sin hijos, sin dinero, viven en la soledad del desierto. Pero se renuevan continuamente, y los adeptos les llegan en masa»

(Plinio el Viejo, Historia Natural V,72)

Hay «castrados que se hicieron tales por el Reino de los Cielos» (Mt 19,12).

Los eseniosJesús

Renuncia al matrimonio

«No podemos sorprendernos que el cínico no contraiga matrimonio ni tenga hijos. Al ser hombre, ha engendrado a toda la humanidad, tiene por hijos a todos los hombres, a todas las mujeres por hijas; con estos sentimientos se dirige a todos, con estos sentimientos se ocupa de todos. ¿Crees que regaña con todo el mundo por un celo indiscreto? Lo hace así como padre, como hermano y como servidor del Padre común, Zeus» (Epicteto, Charlas III,22,77­82).

«Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna» (Mc 10,29­30).

Esta renuncia no es para todos

Filósofos itinerantesJesús

Renuncia al matrimonio

“Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti”. Él se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados (Mc 5,18­20).

Jesús llamó de modo particular a «doce para que estuvieran siempre con él y para enviarlos a predicar» (Mc 3,14).

Eso implicaba la decisión de: abandonar todas las cosas

seguir a Jesús de un lugar a otro

aceptar la pobreza resultante

Sin embargo, Jesús no pedía esa radicalidad a todos los que creían en su mensaje. A otros discípulos los dejaba en medio de su vida, sin separarlos de su pueblo, de su oficio o de su familia. No los consideraba indecisos o incapaces, ni los excluía del Reino de Dios.

Todos aquellos que se habían beneficiado con los signos obrados por Jesús debían ser en su propio ambiente testigos del Reino

Síntesis