Dios y El Misterio Del Malzfdg

7/23/2019 Dios y El Misterio Del Malzfdg

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Dios y el misterio del mal*(Por: P. Dr. Cornelio Fabro, en www.encuentra.com)

Fe de errata

Las notas bibliográficas no aparecen en este artículo. No fueron incluidas en la versiónelectrónica que trascribimos de Encuentra.Com. No obstante, insistimos en que sucontenido es excelente y por eso insistimos en su publicación.

Cuestión Ante tantos problemas, ¿por qué no interviene Dios ¿De !"n!e vienen to!os estos males

I. El mal y el problema de Dios

En la cultura moderna, la reflexión sobre el mal, como sucede en casi todos los otros problemasdel espíritu, se ha transformado en algo muy ambiguo: al descartar la perspectiva absoluta de lametafísica que sostenía la existencia del Absoluto y de sus derechos, el hombre se balancea entre perspectivas opuestas de olvido o indiferencia, de angustia y desesperación. O sea, que se meceinsensiblemente al comps de los hechos, cualquiera que !stos sean, o se lan"a contra todo ycontra todos. #a primera conducta es ms frecuente en los países de regímenes totalitarios dondeno queda ni tiempo para opinar ni posibilidad de protestar$ la segunda es propia de los estados dedemocracia todavía frgil o reciente, donde la charlatanería %podríamos decir que tambi!n !sta

forma parte de los derechos de la libertad conquistada% inunda todos los niveles sociales yespecialmente el político y el religioso. El enorme desarrollo de los medios de comunicaciónsocial, &unto a los grandes comple&os editoriales que dominan el mercado de las ideas va creandoante las conciencias como una nube de humo que enceguece y contamina, al punto que laconciencia de la mayoría se vuelve muchas veces incapa" de &u"gar a'n los sucesos de todos losdías. Esto desemboca inevitablemente en el escepticismo !tico que es el 'ltimo escalón antes de pasar al ateísmo prctico.

Ante tantos problemas, (por qu! no interviene )ios* ()e dónde vienen todos estos males* Es la pregunta que se hacía +lotino. #os lamentos que se al"an ante esta multitud de males %físicos y

morales, individuales y sociales...% son inenarrables: desde el llanto de Eva ante el cuerpoensangrentado de Abel asesinado por su hermano %descrito con dolorosa conmoción porasaccio en la -apilla rancacci del -armen en /lorencia% hasta el 'ltimo drama de la historiaque est reservado al Anticristo 0como afirma el Apocalipsis de 1uan2, ser un balance completode todos los horrores y las perversiones posibles. )espu!s, pero sólo despu!s de tal cataclismo,vendr la victoria definitiva de )ios: así lo prometen los profetas, -risto y tambi!n los antiguos poetas y filósofos. ientras tanto continua la protesta del hombre por el mal y el dolor, por sí

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ien, decimos tambi!n nosotros: pero (por qu! despu!s de hecho la historia de la humanidad engeneral y de cada hombre en particular, ms a'n se podría decir de la totalidad de la naturale"afísica y animal %con sus catstrofes, terremotos, aluviones..., y la historia del hombre con lasenfermedades, guerras y muertes a toda edad y en todo lugar% se ha convertido en un 8espacio9

repleto de sufrimientos y dolores de todo tipo*

#a iblia lo explica enseguida en el capítulo tercero con el relato de la caída o sea de la rebelióndel hombre a la voluntad de )ios: al origen de todos los horrores de la naturale"a y de todos losmales del hombre, incluida la muerte, est el pecado cometido por el hombre, por la primera pare&a humana, por instigación de 5atans 0@n F, > ss2.

+or tanto, los males de la vida que el hombre padece desde dentro y desde fuera, en el alma y enel cuerpo, desde el nacimiento hasta la muerte, de parte de la naturale"a y de sus seme&antes...

son la consecuencia primera del primer pecado de sus progenitores: seg'n la iblia la rebelión dela naturale"a contra el hombre y la malicia del hombre contra el hombre comen"ando por elfratricidio de Abel son consecuencia directa de la rebelión originaria del hombre contra )ios. Gose comprende por tanto cómo Agustín y 3oms, tratando acerca del origen del mal, hubiesende&ado de lado esta consideración$ que por otra parte es la consideración ms existencial yconvincente, al menos en la esfera de los creyentes. Go hay dudas que este primum negativodomina la historia sacra del Antiguo como del Guevo 3estamento.

5anto 3oms, con la tradición teísta, defiende la +rovidencia, o sea la convicción que, a'ndespu!s del pecado original, )ios no ha abandonado al hombre a su ruina sino que est siempre

pronto para guiarlo y asistirlo con la ayuda de su 5abiduría: una fuente de consuelo que fuevislumbrada de alg'n modo por la filosofía griega ms tardía, especialmente la estoica y laneoplatónica, pero que en la religión bíblica tuvo su confirmación y sello y una solución del todoespecial mediante el misterio de la Encarnación y por lo tanto sólo al ser elevada a la vidasobrenatural de la fe y de la gracia divina. #a filosofía pura no conoce otras soluciones ms queaquellas de tipo universalista %del dualismo, panteísmo, determinismo, fatalismo y seme&antes%las cuales no hacen ms que refor"ar el ateísmo y arro&ar en la desesperación.

na rpida comparación entre la concepción de la filosofía clsica y la bíblica se encuentra en el+rólogo del admirable comentario que el Ang!lico hace al libro de 1ob. Allí se ofrece un breve panorama del itinerario del pensamiento humano en el camino de la erdad a partir de lafilosofía griega 05anto 3oms ha ignorado completamente el pensamiento del Extremo Oriente2.#os primeros filósofos griegos y luego )emócrito y Emp!docles, atribuían el origen del mundo yde los eventos que se suceden en !l 0como tambi!n hoy, por e&emplo, 1. onod y otros cultoresde la filosofía contempornea2 a la casualidad. +ero los filósofos que los sucedieron %el Ang!licono da nombres% buscando la verdad con mayor diligencia y perspicacia llegaron al concepto de+rovidencia o sea a la convicción de que la regularidad que se observa en los fenómenos de la



naturale"a muestra que estn regidos 8por cierto intelecto supereminente9. +ero a'n a !stos lesquedó una sombra, a saber una duda respecto de los eventos humanos: 8si !stos sucedían porcasualidad o eran gobernados por alguna providencia u ordenación superior9. Esta ve" 5anto3oms pone en primer lugar la consideración existencial, o sea la convicción de que en el campomoral reina el mximo desorden al punto que parece triunfar la in&usticia y sucumbir la

honestidad y la virtud: 8Go siempre de los bienes surgen bienes o de los males surgen males, nitampoco siempre de los bienes surgen males o de los males bienes, sino indiferentemente de los bienes y males surgen bienes y tambi!n males9. 5anto 3oms se detiene aquí$ pero %como yahemos indicado y como pronto volveremos a observar% hay cosas peores y mucho peores en lavida y en la historia humana capaces de poner al hombre en crisis en cuanto a la &usticia de la+rovidencia divina. )e todos modos, me tomo el atrevimiento de subrayar que tampoco aquí semenciona el trasfondo del primer pecado, y se vuelve, en cambio, a la afirmación de la+rovidencia: 8Esta opinión 0de la HcasualidadH como origen primero de las cosas2 esmximamente nociva al g!nero humano$ si se elimina la divina providencia no permanecer en

los hombres ninguna reverencia a )ios o temor para con la verdad, de lo cual se seguiríaenseguida todo tipo de desidia respecto de las virtudes y toda prontitud para los vicios...$ noexiste nada que ale&e a los hombres de los males y los indu"ca a los bienes cuanto el temor y elamor de )ios9. 7 este intento de fundar esta convicción es el fin propio, observa 3oms, del librode 1ob que se constituye en el primer y ms sublime ensayo de una 8teodicea9. eamos suexplicación. Admitimos de hecho que los eventos naturales muestran la presencia y la actividadreguladora 0gubernentur2 de la divina providencia. (7 la historia humana* Este es el puntocrucial y el escollo principal contra la existencia de divina providencia. +ero en particular, lo quems escandali"a y fuer"a a negar la providencia 8... es la aplicación a los &ustos9.

5anto 3oms lo explica así: 8que de los males a veces provengan bienes, aunque pare"cairracional a primera vista y contrario a la providencia, sin embargo en cierto modo puedeexcusarse por la misericordia divina$ pero que los &ustos sin ninguna causa sean afligidos parecedestruir todo fundamento a la providencia9. Gos permitimos observar extra textum, que enriguroso sentido ning'n hombre seg'n la iblia puede ser llamado verdaderamente &usto,totalmente sin pecado, fuera de -risto y la irgen su adre: sin embargo, el problema sigue en pie.

5anto 3oms lo resuelve ms adelante en el comentario al c. >I,;J: 85cio quod 4edemptor meusvivit et in novissimo die de terra surrecturus sum9. El comentario es muy explícito: 8)ebemosconsiderar que el hombre, que fue creado inmortal por )ios, incurrió en la muerte por el pecado04om J, >;2... pecado del cual fue redimido el g!nero humano por -risto, cosa que 1ob, porespíritu de fe, previó: Gos redimió -risto del pecado por la muerte muriendo por nosotros$ nomurió de tal modo que la muerte lo absorbiera, porque si bien murió seg'n su humanidad, sinembargo no murió seg'n su divinidad9. #a exposición clsica de la doctrina teológica tomista dela Encarnación para la reparación del pecado de los primeros padres y de todos los hombres seencuentra en los tres primeros artículos de la q. K de la +ars KKK de la 5umma 3heologiae de la



cual basta indicar su robusta estructura:

>.2 85i fue conveniente que )ios se encarnase9.

#a respuesta es de naturale"a trascendental y est tomada de los dos mayores +adres

platoni"antes, )ionisio y Agustín. )el primero se extrae el principio: 8El bien es difusivo de sí$de donde a la ra"ón del sumo bien le corresponde que se comunique a la creatura en sumogrado9. Agustín da, en cambio, una explicación antropológica: 8une a sí la naturale"a creada demodo que una persona se hace de tres: erbo, alma y carne9. +ero en la respuesta a la Faob&eción asoma el problema del mal como respuesta a la idea maniquea de que el cuerporepresenta en el hombre el mal y por lo tanto es inconveniente para ser asumido de parte delerbo. 5anto 3oms, como es sabido, distingue tambi!n aquí el mal de culpa del mal de pena:aquel repugna a )ios, pero no !ste que fue introducido por la sabiduría y la &usticia de )ios paragloria de )ios. En verdad, para 5anto 3oms el motivo principal de la Encarnación ha sido la

8satisfacción adecuada9 y ms conveniente del pecado del hombre, como explica, siguiendo a5an Agustín, en el artículo siguiente donde se plantea 8si fue necesario para la salvación delgenero humano la Encarnación del erbo9. #a primera parte del artículo expone las venta&as8positivas9 de la Encarnación en orden a motivar al hombre al e&ercicio de las tres virtudesteologales, a e&emplo de -risto, y a la plena participación de la divinidad. 4eci!n en la segunda parte se habla de la 8remoción del mal9: a2 de huir del diablo 8que es el autor del pecado9, b2 deno manchar el alma, c2 de huir de la presunción, d2 de la soberbia, e2 y para obtener la verdaderalibertad. otivos muy nobles, sin duda, y venta&as notorias: sobre todo la reconciliación delhombre con )ios. 5in embargo, el problema del dolor parece todavía abandonado entre lassombras.

En su admirable ita -hristi, tratando de la +asión y uerte de -risto y con la amplitud y la profundidad que en cuanto príncipe de la teología podía darle, toma en consideración el fin de laEncarnación que era merecer la remisión de los pecados y la salvación eterna. Al mismo tiempodescribe los dolores de su +asión y uerte, especialmente 8los ms graves de todos los otrosdolores9, tanto los del cuerpo como los del alma 0en particular la triste"a2 de quien ha sufrido por todos los pecados de todos los hombres 0Kbid. q. <L, especialmente a. L2.

5iendo verdad, como realmente lo es, y al mismo tiempo tan conmovedor para las almas msdevotas y en particular para los místicos que han participado ms directamente en su alma y ensu cuerpo de los dolores de la +asión de -risto, que los dolores sufridos por el i&o de )iossuperan toda capacidad humana de comprensión, permanece abierto el problema del origen primero del primer pecado del cual derivan in radice todos estos males no sólo para nosotros pecadores sino tambi!n y ms todavía para -risto que ha querido salvarnos mediantesufrimientos desgarrantes, a'n cuando en los Evangelios est!n narrados de modo sucinto oapenas insinuados.



5anto 3oms, tratando acerca del origen del pecado en general, coloca en primer plano la libertaddel hombre, aunque reconoce al mismo tiempo de modo muy realista, la falta de la ayuda divinay por tanto lo inevitable de la caída, sin que por eso se pueda llamar a )ios causa ni directa niindirecta: 85ucede que a algunos )ios no le da el auxilio para evitar el pecado, de tal modo quesi se lo diese no pecarían9. 5anto 3oms llega incluso a admitir, siempre en esta esfera

trascendental, que )ios 0como muchas veces se lee en la iblia2 puede negar su gracia a quienes ponen obstculo pero tambi!n a otros: 8)e donde la causa de la denegación de la gracia no sóloes aquel que pone obstculo a la gracia, sino tambi!n )ios que seg'n su &uicio no pone lagracia9. (Mu! es o qu! motivo puede tener entonces ese &uicio divino de la denegación de lagracia del cual se seguir el pecado y luego la pena eterna* (+ero acaso este rigor lógico de unateología metafísica puede colmar la angustia existencial* En el ad > reaparece el motivo de lacondenación, ya visto cuando se habló de la predestinación: 8... así como la culpa de los tiranosse ordena para el bien de los mrtires, tambi!n la pena de los condenados se ordena para la gloriade su &usticia9.

Mueda claro que 5anto 3oms est muy le&os tanto del naturalismo pelagiano que atribuyeexclusivamente a la libertad la elección del bien o del mal, cuanto de la rígida predestinaciónmaniquea que exagera, &unto al influ&o de las pasiones desordenadas, la obra mal!fica del diablo.(+ero por qu! esta acción mal!fica ser recha"ada en alg'n caso y se convertir en causa demayor progreso en la virtud, y en otros ser aceptada y los llevar a la perdición* El Ang!licoresponde con coherencia: aquello le ocurre a 8...quien se su&eta voluntariamente al diablo9.

)e acuerdo: pero el verdadero problema est al inicio, como hemos visto. 5e navega siempre enel misterio que permanece igualmente escondido en el misterio fundamental del pecado original

y de su transmisión a todos los hi&os de Adn: perdonado el pecado original por el bautismo, permanecen a'n las consecuencias morales 0inclinación al mal de todos los vicios capitales...2,las consecuencias físicas 0debilidad, deformaciones cong!nitas, enfermedades, pobre"a,calamidades naturales y todas las derivadas de la t!cnica... y finalmente la muerte2. oy, para laconciencia de los modernos, se hace necesaria una fe de tal fuer"a, o sea una gracia muy singular, para aceptar como 8permitida9 por un )ios bueno 0que lo podía impedir...2 una situación asícargada in crescendo de horrores y errores. Esta situación es capa" de poner en crisis incluso alos creyentes y bien intencionados y llevarlos al límite de la desesperación e incluso del suicidio:situaciones extremas no permitidas a un verdadero creyente que considere cuanto ha hecho )ios por el hombre al crearlo libre y luego con su Encarnación, cambiando la dirección de la historia einclinando la balan"a para el bien.

Go obstante podemos constatar que a'n post -hristum natum, el mal, tanto físico como moral,contin'a presente en el mundo e incluso, en ciertas !pocas %vividas recientemente y que todavía perduran% parece que prevalece el mal sobre el bien, la perfidia sobre la bondad, lo torcido sobrelo derecho, la violencia sobre la &usticia... El espectculo del mal físico y moral, y las fuer"as queaumentan con el progreso y amena"an con causar nuevos males y nuevos dolores pueden



perturbar las conciencias ms honestas y fuertes %Bsobre todo a estasC%. En el plano existencial,ninguna filosofía est en condiciones de responder al problema del mal %como hemos dichodesde el inicio% y la teología, si no quiere contentarse con subterfugios dial!cticos que ms bienson capaces de irritar la susceptibilidad del hombre de hoy, debe apelar a una fe bien robusta y aun don muy particular de la gracia que en teología mística se llama 8abandono en )ios9 en plena

conformidad con su voluntad. El abandono en )ios es entonces el estado existencial que ms seadecua a los 8hi&os de )ios9, tal cual deben ser los cristianos.

3al abandono es la ms alta forma de fe del hombre en su relación con )ios: así lo entendíatambi!n NierDegaard, en consonancia con el Guevo 3estamento y con los místicos cristianos. El pagano, como hoy día el ateo y el no creyente, piensan que el hombre no puede tener ningunarelación con )ios de persona a persona. En el cristianismo, en cambio, el hombre se relaciona a)ios como el ni6o con sus padres que estn del todo atentos a !l. Así )ios da al hombre la ayudade la gracia con la cual !ste lo puede amar y servir sobre la tierra: !ste es uno de los motivos

dominantes de los Escritos edificantes y del )iario. )e hecho, como )ios da todo gratuitamenteal hombre, el alma y el cuerpo con todas sus facultades, así el hombre debe darse a )ios sincondiciones: el abandono en )ios se convierte así en un 8segundo nacimiento9, es como el8volverse ni6o9 0> A JI y L=I, n. ;PIP, ;J>L2. Es la verdadera vida del espíritu en la cual8retorna todo el espíritu de la infancia, pero a la segunda potencia9, es decir con la absolutaconfian"a de la fe 0;JQ>,;L>J2. #a existencia del espíritu de abandono consiste en considerarse8...menos que nada delante de )ios9 y de creer al mismo tiempo 8que Rl se ocupa incluso de lascosas ms mínimas9, como de los p&aros del cielo y de los lirios del campo. #a vida del espíritu procede en sentido inverso a la natural: en ella se crece 8haci!ndose siempre ms peque6o90;=;;2. El abandono en )ios es la prueba suprema de nuestro amor por Rl y el sello de la fe: da

la fuer"a para soportar todas las pruebas y adversidades de la vida vi!ndolas como un 8signo9del amor que )ios nos tiene. Así nos lo ense6an los odelos 0los santos2: 8el ser amados por)ios y amar a )ios es sufrir9 0FLF>2. +or lo tanto el cristiano que quiere pertenecer a -risto debeabandonarse totalmente a Rl, porque estas dos cosas %amar y abandonarse% se equivalen entre sí:es necesario 8remar mar adentro9 donde el agua mide profundidades de =P.PPP pies 0FJ>F2. Elabandono en )ios es lo que nos hace vencer la angustia y la desesperación. En conclusión %y !staes una observación de metafísica existencial para NierDegaard% debemos saber que cuando elhombre se abandona en )ios el modo 0el 8cómo92 expresa la esencia misma de la relación y estemodo es 8el abandono hasta decir que...9 )ios mismo, que es el Absoluto, es para nosotros este8cómo nos ponemos en relación con Rl9.

7 explica: 8En el mbito de las realidades sensibles y exteriores el ob&eto es algo distinto que elmodo: hay muchos modos... y un hombre siempre puede descubrir otro nuevo. En la relación con)ios el 8cómo9 es el 8qu! cosa9. 7 concluye por su parte: 8Aquel que no entra en relación con)ios en el modo del abandono absoluto, no entra en relación con )ios. 4especto de )ios no nos podemos poner en relación 8hasta un cierto punto9, porque )ios es precisamente la negación detodo lo que es 8hasta un cierto punto99 0;IFL2. #os e&emplos insignes de tal abandono que



aparecen en la iblia son, para NierDegaard, especialmente Abraham y 1ob.

+ero el e&emplo ms claro y luminoso de este abandono del alma en )ios ha sido paraNierDegaard, como para toda la piedad católica, la 8endita entre todas las mu&eres, la adre de)ios, la irgen aría9, como la llama en 3imore e 3remore. El drama y el e&emplo del abandono

en )ios de la irgen fue ilustrado de la siguiente manera: 8-iertamente aría dio a lu" al Gi6ode un modo milagroso$ pero, sin embargo, todo lo dems sucedió en ella al modo como sucedeen otras mu&eres y ese fue un tiempo de angustias, de sufrimientos, de parado&as. El Sngel era unespíritu servicial, pero no fue un espíritu servil$ no se acercó a las otras &óvenes de Ksrael paradecirles: 8Go desprecien a aría, porque lo que se est reali"ando en ella es algoextraordinario9. En cambio el ngel se presentó sólo a aría, y ning'n otro lo supo. (Mu! mu&erms expuesta a la deshonra que aría* (Go se cumple aquí aquel dicho que dice que a quien)ios bendice con el mismo respiro tambi!n lo maldice* Esta es la interpretación espiritual de lasituación de aría. Ella no es %me repugna decirlo, pero ms me repugna pensar en el

atolondramiento y en la superficialidad de todos los que la han interpretado% una gran dama quese ofrece para entretenerse &ugando con un )ios ni6o. Go. -uando aría dice: 8e aquí laesclava del 5e6or9 0#c >, FQ2, ella es grande, y no debería resultar difícil entender cómo seconvirtió en adre de )ios. aría no necesita de la admiración del mundo, así como Abrahamno tuvo necesidad de las lgrimas: porque ella no era una heroína, ni !l un h!roe, sino que ambosse convirtieron en algo ms grande que los h!roes al no huir del sufrimiento, de las penas, msa'n, gracias a todo esto9.

ediante la fe el creyente se abandona confiadamente a en )ios tanto en la vida como en lamuerte.

II. El problema del mal y la existencia de Dios

#a liturgia romana celebra entre sus mrtires a aquellos santos inocentes asesinados por erodes,quien se sintió enga6ado por los 4eyes agos despu!s que vieron al Gi6o 1es's, a quien !lquería eliminar por temor a encontrar un rival a su poder. El relato del evangelista ateo 0;, >Fss2 es perentorio y escalofriante así como tambi!n las representaciones que de !l ha hecho el artecristiano. El episodio es ciertamente dramtico, no sólo por la crueldad del tirano, sino tambi!n por lo que respecta a nuestro problema: el ateo puede extraer de aquí su prueba definitiva contra)ios pues mientras salva milagrosamente a su i&o y naturalmente puede prever la reacción delsanguinario tirano, permite la carnicería de los inocentes y parece insensible al desesperadollanto de las madres. Es conocida la tesis de A. -amus de que basta el hecho de la muerte de uninocente para quitar toda consistencia a las pruebas de la existencia de )ios.

Go cabe duda de que el episodio evang!lico, a causa de su protagonista principal, que la Kglesiaadora como i&o de )ios y 5alvador de los hombres, es de lo ms impresionante y capa" de poner en crisis la conciencia humana %como de hecho ha sucedido en la antigTedad cristiana y en



tiempos modernos %la fe en un )ios sumamente bueno, &usto y omnipotente, ofreciendo un grave pretexto %un argumento aparentemente perentorio, como indicaremos% contra la existencia de)ios. El aspecto existencial de tan inhumana crueldad es particularmente impresionante y losateos no han desperdiciado la ocasión para atacar a fondo la verdad del -ristianismo. -itaremosla ob&eción de un autor que se ha dedicado a problemas científicos, pero que se interesó con

mucha pasión 0Btal ve" demasiadaC2 en los problemas teológicos ms arduos.

En uno de sus libros, que lleva el bi"arro título de 3eología ultima, alerio 3onini propuso, sin pelos en la lengua y sobre todo sin ning'n escr'pulo o sentido teológico, una teoría. #a tesisaparece ya al comien"o del libro: 8Al inicio de la historia de cada religión hay un crimen. Estecrimen es cometido en nombre del mismo )ios. 3ambi!n la historia evang!lica comien"a con unincreíble crimen. Evangelio de 5an ateo, ;, >L: 8Entonces erodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los ni6os de el!n y detoda su comarca, de dos a6os para aba&o, seg'n el tiempo que había precisado por los magos9.

En medio de la muerte de los ni6os inocentes, que a'n no tenían dos a6os, muertos degollados por su causa, inmolados al nacimiento de -risto, El vive. )ios es por tanto culpable no sólo denuestro nacimiento en Adn sino que con su propio nacimiento en la tierra a6ade un crimen deuna malicia inaudita. Be aquí el )ios, que degTella a inocentes para regalarnos su i&oC El ngeldel 5e6or se apresuró a advertir a 1os!, el padre del ni6o 1es's: 8huye a Egipto porque erodes buscar al ni6o para hacerlo morir9. En efecto, con su fuga, 1os! salva al i&o de )ios y delombre$ pero erodes mató a todos los otros ni6os de su territorio. (astar entonces la muerteen cru" de este pretendido 5alvador para redimir el delito cometido por el +adre con la masacrede los Knocentes* aría, mu&er y madre, sin culpa de su parte, ha llorado a cntaros a su i&ocrucificado. uchas otras madres habían llorado por su causa cuando !l nació. +ero )ios, padre,

no ha llorado. Ginguno &ams lo ha visto llorar, a !l, el sumo bien, la suma bondad, la sumasabiduría. (+or qu! ha inventado tambi!n este delito sobre los inocentes, con el fin de que na"casu hi&o* (-unto ms espera para redimirlo*9 0p. >>2.

El Autor se vale del episodio para dar su propia interpretación acerca de la naturale"a e historiadel -ristianismo que se esfuer"a por explicarla en consonancia con los ciclos percibidos por unahistoria comparada de las religiones, con interpretaciones gnósticas y pseudomísticas: 8#acrudelísima narración de la sangre de las víctimas inocentes que )ios se inmola a sí mismo,8representa9 una historia profundamente clavada desde siempre en la memoria de los hombres.El tema de una fiere"a extrema domina las expresiones ms arcaicas de la religiosidad9 0p. >I2.

5eguir esta tesis y su desarrollo nos distraería, teniendo en cuenta que pretendemos limitarnos auna reflexión crítica en el mbito estrictamente teológico. Gos permitimos observar y admitir quese trata de un argumento bastante arduo para la sensibilidad del hombre moderno. Go es lacrueldad en cuanto tal la que nos hace entrar en crisis porque la crueldad ha ba6ado en sangre,muchas veces inocente, toda la historia, antes y despu!s de -risto. +ero son las circunstanciasverdaderamente extra6as del evento: mientras -risto, por una especial intervención divina fue



puesto a salvo, sus coetneas fueron abandonados indefensos a la ferocidad del tirano que, para poder degollarlos en bra"os de sus madres, los arrastró con enga6os fuera de sus casas. El hechoes patente, aunque parece que no impresionó a la antigTedad cristiana, que estaba totalmente prendada de admiración por la intervención tan singular de )ios por salvar la vida del divinoKnfante. El problema fue afrontado directamente por 5an 1uan -risóstomo: en el capítulo KK de la

K omilía trata el problema con tal claridad que me parece oportuno seguir paso a paso suanlisis.

El Gi6o ha regresado de Egipto y -risóstomo te&e alaban"as a la historia religiosa de este pueblo,especialmente durante los primeros siglos del cristianismo con el desarrollo del monacato,cuando los mon&es se dedicaban durante el día al traba&o y durante la noche a la oración. Entreellos se destaca el bienaventurado y gran Antonio como se ve en su ida escrita y a quien-risóstomo elogia principalmente por haber visto de antemano la here&ía arriana y haber preparado la batalla para vencerla: 8En ella 0su vida2 se encontrarn incluso gran cantidad de

profecías. 3al la que Antonio hi"o sobre la here&ía arriana y los da6os que de ella habían deseguirse. )ios se lo mostró todo y le puso ante los o&os un bosque&o de lo por venir9 0p. >JQ2.#uego viene el elogio al hombre: 8e aquí, entre tantas otras, una prueba de la verdad: ningunasecta profana ha producido un hombre como !ste9. /inalmente el m!rito del libro: 8Go quiero yocontaros aquí su vida. #eedla vosotros en el libro que os recomiendo y lo sabr!is todo puntualmente y de ella sacar!is las ms altas lecciones de filosofía. +ero no os exhorto sólo a leer el libro, sino tambi!n a imitar lo que allí est escrito9 0p. >JQ2.

#a hospitalidad que Egipto le ofreció a -risto fue recompensada desde el primer momento por lagran actividad evang!lica vivida durante el -ristianismo preconstantiniano.

ayamos ahora al tema central que es la matan"a de los Knocentes. El santo subraya de inmediatoel comportamiento irracional de erodes, quien al darse cuenta de que los agos se habíanmarchado sin pasar por 1erusal!n, en ve" de reflexionar, se encoleri"ó pensando que se habíanquerido burlar de !l. +or eso ordena la cruel e in'til matan"a de los peque6os inocentes comoarrebatado por un raptus de furia y celo al mismo tiempo: 8-omo poseído del demonio de la ira yde la envidia, no tiene cuenta de nada, se enfurece contra la naturale"a misma, y la rabia que lodomina contra los magos, que lo han burlado, la desata contra los ni6os, que no tienen culpaalguna, con lo que renueva en +alestina la tragedia que en otro tiempo se desarrolló en Egipto90p. >LP2. Aquí se ve que 5an 1uan -risóstomo advierte con agude"a el problema y dirige hacia !lla atención: se trata de un problema muy discutido a su tiempo porque había provocado seriasdudas, bastante encendidas, contra la &usticia de )ios.

(-ómo podría quedar a salvo la &usticia de )ios, si mientras salvaba a -risto, abandonaba a los pobres ni6os en manos de la crueldad de erodes* Esto es un problema para el mismo-risóstomo quien estaba convencido de tener que dar una respuesta aunque sea sumaria 0breviter disputantes2. #a primera respuesta es dial!ctica y podría ser llamada a simili: así como por la



liberación milagrosa de +edro de la prisión, el erodes de entonces 0el primero ya había muerto2envió a muerte a los soldados que eran inocentes de esa fuga, así tambi!n el primero y ms cruelerodes dio muerte a los ni6os inocentes porque 1es's se le había escapado de las manos. +eroesto, y el mismo -risóstomo se pone la ob&eción, no es una explicación o &ustificación sino unagravante a la situación o sea al problema en cuestión. Entonces responde desde el campo de la

fe. Go se pregunta, como tal ve" lo hacemos nosotros, por qu! )ios, habiendo salvado al ni6o1es's, abandonó a los inocentes a la crueldad del primer erodes, y habiendo liberado de lacrcel a +edro abandonó a los pobres soldados a la cruel represalia del segundo erodes. (A qu!apunta 5an 1uan -risóstomo* )a una solución que !l llama 8probable9 y que consiste en atribuirla responsabilidad de los dos crímenes %como es obvio por otra parte% a la crueldad de los dosreyes: ellos tuvieron todas las oportunidades y posibilidades de considerar y apreciar las causasextraordinarias de ambos eventos. Go lo hicieron porque estaban cegados por la pasión de poder,sobre todo el erodes que mató a los santos inocentes por vil crueldad. Muiero ser breve,advierte -risóstomo: 8(7 qu! tiene que ver %me dir!is% lo uno con lo otro* +orque esto no

resuelve, sino que agrava el problema. %3ambi!n yo s! que no lo resuelve$ pero lo &unto todo porque a todo quiero dar la misma solución. (Mu! solución admiten estos casos* (Mu!explicación ra"onable podemos dar* #a solución y explicación es que -risto no tuvo la culpa dela muerte de los inocentes$ la culpa fue de la crueldad del rey$ como tampoco la tuvo +edro de lae&ecución de los soldados, sino la insensate" del otro erodes9 0pp. >L>%>L;2. En el caso delApóstol, liberado por el Sngel, no había ning'n motivo para tratar con rigor a la guardia o paraacusarla de negligencia porque todo estaba en orden y erodes podía constatar por sí mismo elmilagro. )e hecho todo había sucedido de modo tal que no quedara comprometida la guardia, para poner en evidencia la especial intervención de )ios y para mover al rey a la reflexión.

Otro tanto, y ms a'n, se debe decir del primer erodes que tenía todas las garantías, en cuantoal nacimiento de -risto, de que se trataba de un evento totalmente extraordinario y que no eraenga6ado por los agos, quienes, despu!s de adorar al Gi6o, no volvieron a !l que ya habíadecidido matarlo: 8(+or qu! te irritas, erodes, al ser enga6ado por los magos* (Go caes en lacuenta de que aquel nacimiento fue divino* (Go llamaste t' a los príncipes de los sacerdotes*(Go reuniste t' a los escribas* 3odos estos que t' llamaste, (no se tra&eron consigo a tu tribunalal profeta que había predicho todo esto* (Go ves cómo lo antiguo consuena con lo moderno*(Go oyes cómo una estrella se ha puesto al servicio de todo esto* (Go sentiste t' mismo respetodel fervor de los magos y admiraste su franque"a* (Go te estremeciste de la verdad del profeta*(-ómo no comprendiste por lo pasado lo presente* (-ómo no dedu&iste a tus solas de todos estoshechos que lo sucedido no venía de embuste de los magos, sino de un poder divino que todo lodirigía a fin conveniente* as si, en fin, fueron los magos los que te enga6aron, (qu! tenían quever con ello unos ni6os inocentes*9 0pp. >L;%>LF2.

ien, replica el supuesto ob&etor: has demostrado que el primer erodes fue sanguinario demodo que ninguno lo puede excusar de su inhumana crueldad en particular contra los peque6osinocentes. +ero (por qu! )ios permitió una in&usticia tan cruel*



A este respecto, -risóstomo enuncia una ley histórica general: que cuando una desgracia golpeaa muchos al mismo tiempo, no hay motivo para que alguno se lamente en particular: 8Muilaedant multos, qui laedatur nullum esse9. 7 explica, a fin de eliminar posibles dudas que lo quela +rovidencia permite lo hace para la remisión de nuestros pecados o para darnos un premio

08aut in peccatorum remissionem, aut in mercedis retributionem92. )e todos modos esto sienta bien para los pecadores que deben expiar culpas pasadas, pero aquellos ni6os inocentes, (qu!habían hecho* Ellos recibieron %y es la solución final que da -risóstomo% un gran premio y no uncastigo llegando 8...rpidamente al puerto sin tormentas9. 7 se trata de un premio mucho msgrande que si hubiesen vivido 8...con mayor ra"ón no hubiera de&ado que !stos perecieran así, dehaber )ios previsto que habían de reali"ar grandes cosas en su vida9 0p. >LJ2. 5u explicación fue puesta en un contexto decididamente teológico. +ero queda igualmente todo el dolor de latragedia y no se encuentra otra compensación o castigo, si así se puede hablar, ms que elhorroroso fin que le tocó al cruel erodes, seg'n nos narra /lavio 1osefo.

+ero la tragedia de los peque6os inocentes queda en pie, concluimos tambi!n nosotros. Ella fuecausada por la crueldad de los hombres y permitida por )ios, quien ha permitido que su propioi&o muriese en la -ru" no sólo por la malicia de los hombres sino abandonado por su mismo+adre 0t ;=,<L2. #a 'nica respuesta, y la ms profunda, permanece en el terreno de laoeconomia salutis, como misterio escondido en )ios, seg'n el cual toca a los &ustos y a losinocentes expiar las culpas de los pecadores. +ero esto seguir siendo un misterio, por la simplera"ón que 3onini, -amus y quienes se mueven por su propio &uicio, expresamente no lo quierenaceptar.

#o que sorprende en la apasionada defensa de 5an 1uan -risóstomo es que mientras se acent'a lamalicia de los dos erodes, no se hace referencia precisa a la malicia del pecado original delhombre que es la verdadera raí" universal del mal físico y especialmente del mal moral en toda lahistoria: una doctrina explícita en 5an +ablo, de quien -risóstomo ha sido su mximo admiradory comentador.

Este pesimismo teológico acerca del pecado y sus consecuencias ser puesto en evidencia por lossistemas agustinianos y especialmente por el &ansenismo y la 4eforma, aunque ellos no atentencontra la creencia y la fe en )ios. Esta creencia se ir disolviendo paulatinamente en el pensamiento moderno: comen"ando por el dualismo gnóstico de 1. Uhme, retomado por5chelling y finalmente resuelto en la dial!ctica hegeliana que eleva el negativo, o sea el pecadoen el orden moral, a momento constitutivo en el afirmarse de la realidad de la historia. -omoconclusión: ni sombra de escatología de naturale"a trascendente o sea de &uicio final de )ios paraseparar para siempre a los &ustos de los pecadores 0t. ;J, <L2 sino que el &uicio es la mismahistoria en acto: 8#a historia del mundo es el &uicio del mundo9.

Así, se pasa de la opresión sofocante del mal y del pecado propio de la concepción luterana y



&ansenista a la autoliberación del mal en el pensamiento moderno, o sea a una conciencia del bieny del mal dentro de la cual el mal o es reconocido como originario 0Nant2 o se transforma en ellímite sub&etivo que la ra"ón no cesa de superar con el progreso de la historia. +erolamentablemente, como lo ha demostrado NierDegaard, la realidad de la existencia humanacontinua desgarrndose entre el error y el dolor, al cual sólo le pone remedio el -ristianismo.

4esumiendo:

>2 +odemos repetir que el mal físico y moral existe, existía antes de -risto y existir hasta el finde los tiempos y esto primeramente por la estructura finita de las cosas, pero sobre todo comoconsecuencia de un desorden o rebelión original del hombre contra )ios, de una mancha en elfondo del alma.

;2 +ero el hombre, como su&eto espiritual, puede luchar dentro de ciertos límites contra el mal y

contra la misma muerte: puede aliviar el mal de los dems y soportar el propio como una purificación. Esta forma de transformar el mal en bien lo percibe la misma ra"ón y la libertad lo puede reali"ar, lo cual se hace ms libre, al librarse de los egoísmos que empa6an el hori"onte desu apertura infinita.

F2 #a existencia del mal, o sea de los dolores físicos y morales, de las enfermedades y de lastraiciones, de las in&usticias y de los abusos de todo tipo... en medio de los cuales vive lasociedad %cualquiera que sea su grado de desarrollo, pero mayormente en aquellas formas msevolucionadas y sin excluir la sociedad religiosa que est constituida por hombres inmersos en lamisma historia... es un dato en efecto inevitable. +ero por eso mismo, mientras constituye una

dificultad para el teísmo en su significado ms ingenuo, cuadra perfectamente con la religión y lagrande"a y misericordia de un )ios padre y &ue" de los hombres que ha dado a los hombres,adems del ser, su don ms alto que es la libertad y el amor.

<2 +or eso podemos concluir: no existe y no puede existir demostración alguna contra laexistencia de )ios y de una vida futura. En cambio existen, y los hombres lo han captado desdeel inicio, pruebas y signos de su amistad y providencia para con los hombres. Entre las cualesdebemos mencionar a !sta que es ardua aunque llena de consolación: )ios, como buen m!dico,sabe extraer para nosotros bienes a'n de los mismos males, y puede darnos la vida por medio dela muerte, cosa que ning'n m!dico &ams podr hacer.

#as soluciones dial!cticas del pensamiento moderno son sencillamente desesperadas ytotalmente ambiguas: si la libertad no puede elevarse por encima de la antítesis del bien y delmal y luchar por consolidar el primero y disminuir el segundo, la vida humana quedaabandonada %incluso despu!s de -risto y contando con la fe en )ios% al capricho de la fatalidad yno hay ning'n fundamento para distinguir el bien del mal. -ada uno de ellos es príncipe y principio absoluto en su propio reino, al punto que el hombre no llega a reconocerlos porque vive



me"clado entre millones de hombres que se refugian en sentimientos de fe y se confunden entrelas olas del tiempo que los arrastran al foso de la muerte.

-iertamente que el mal, la existencia del mal físico y moral, no prueba la existencia de )ios: porel contrario y a su modo es una prueba de la libertad, aunque defectuosa, del hombre. +ero ha

sido mucho ms defectuosa y mucho ms da6osa 0para nosotros2 la libertad de los Sngelesrebeldes, de #ucifer 0llamado 85atans9 el tentador, espíritu hermosísimo 0tal ve" el mshermoso seg'n algunas insinuaciones de la iblia y la opinión de algunos 5antos +adres yescritores eclesisticos...2, porque #ucifer tentó al primer hombre y porque ba&o sus órdenes losdems demonios han tentado y contin'an tentando a los hombres al mal, a todas las formas delmal seg'n la lista de los siete vicios capitales.

+ero la existencia del mal, de los diablos y de todas las bestias y dragones del Apocalipsis... noconstituye ni pueden constituir un argumento, menos a'n decisivo, contra la existencia de )ios,

+rimer +rincipio -reador, bueno y providente. El mal, que inunda la vida y la historia, puedeconstituir una dificultad para quien lleva hasta el extremo la abstracción del 5umo bienmetafísico para luego querer entenderlo de un modo psicológico$ este es el terreno dondeaparecen las recriminaciones provenientes de la pere"a y la infidelidad del hombre.

+ero una ve" que se admite que el hombre fue creado libre %y esta doctrina fue robada por el pensamiento moderno 0sobre todo /ichte, 5chelling, egel2 con intención de distorsionar elsentido de )ios y preparar su negación% se debe admitir que puede elevarse y aceptar la graciaque le ofrece -risto, transformando el mal en bien y las tentaciones de pecado en ocasión devirtud y de santidad, con la protección de la a&estad divina y de los ngeles y ba&o el e&emplo

de los mrtires y santos.

Así, la existencia terrible, escalofriante y casi desesperan"adora del mal no es una acusacióncontra )ios, sino una condena del +ríncipe del mal. 7 ms a'n cuando se trata de determinados pecados externos, de extrema malicia, como los que van desde la difusión de las here&ías a laferocidad de las torturas de los inocentes en los lager na"is y marxistas 0que &ams debemosolvidar2... pasando por la vile"a de ministros y prelados cristianos o católicos que han tenidomiedo %como en Ktalia% de combatir y hacer combatir abiertamente 0como manda el Evangelio2contra la aprobación de la infame ley del divorcio 0>I=<2 y de aquella incomparablemente msinfame del aborto 0>I=L2. 7, ya que estamos hablando de la Ktalia de la posguerra, debemosafirmar que esta ley, incluso por los t!rminos ambiguos y laxistas en los que fue redactada, violatodo derecho humano y divino, es el atentado ms vil y violento cometido contra los msinocentes y los ms indefensos, y es un delito para el cual no existe pena humana proporcionada.5e debe observar que incluso dentro del partido %si bien la mayoría votó en contra 0(pero nofueron las ausencias y las traiciones de la )- las que posibilitaron la diferencia necesaria para laaprobación de la ley*2% las reacciones fueron mínimas. #os de la prensa católica se limitaron alos lamentos de costumbre: ninguna reacción o demostración de p'blica protesta, ning'n pedido



de testimonio cristiano del 4eferendum. #uego, como ya se sabe, siguió la captura y el cruelasesinato de Aldo oro el L de mayo de >I=Q y la conmoción de toda Ktalia, la laica y laeclesistica 0como correspondía2, y su recuerdo cada aniversario. +ero de todos los ni6osinocentes, asesinados a millares por m!dicos que ipócrates había declarado que sólo debíansalvar, de ellos ninguno habla y ninguno &ams hablar.

(ay algo que nosotros, espectadores doloridos e impotentes ante tanta infamia, obra de políticos, podemos hacer* 7 es una infamia cualificada, una mancha que todos los perfumes deArabia no podrn limpiar, cuando se piensa que el +residente #eone, que no tuvo el valorcristiano de renunciar al cargo antes que firmar la tremendamente inicua ley, poco despu!srenunció por cuestiones de inter!s personal. +ero no sólo el enorme y poderoso aparatoeclesistico no hi"o nada excepto lamentarse como de costumbre, sino que los así llamados8grupos de disenso9 por una parte y los grupos de acción, de base, de oración, a'n aquellosverbalmente ms combatientes de 8-omunión y #iberación9, todos quedaron en sus casas, sin

sombra de una protesta efica", sin ning'n grito de amor o de dolor por aquel dolor o por lain&usticia universal que ciertamente hubiera sacudido un poco las conciencias. (Acaso no es esto para Ktalia 0llamada2 católica un hecho mucho ms grave, despu!s de dos mil a6os de-ristianismo, que la masacre reali"ada por un rey sanguinario contra alguna decena de ni6osinocentes* erodes y sus soldados no eran cristianos, y no habían subido al poder portando unescudo cru"ado, como Andreotti y sus compa6eros firmantes, diputados y senadores ausentes almomento de votar bloqueando el infame voto... (7 por qu! entonces esta ve" el Kng. 3onini, quese escandali"ó tanto por el episodio evang!lico hasta agarrrselas contra )ios, no escribió 0anosotros no nos consta2 ni siquiera una cartita de protesta contra esta infamia cometida por lasociedad italiana*

El ateísmo no tiene palabras para aliviar el dolor, para sacudir a quien comete in&usticias... porque no admite nada ms que lo finito, porque niega el hori"onte nuevo del amor y de la &usticia infinita, porque recha"a la paternidad de )ios, la redención del i&o y la santificación deamor del Espíritu 5anto. El ateísmo marxista no tiene nada para oponer a la ley guerra de todoscontra todos, que es la ley de la historia 0tambi!n contempornea2, no tiene nada para oponersalvo la retórica del materialismo dial!ctico y del materialismo histórico, o sea la ley del dominiode la fuer"a, que es la lucha de clases, lo cual no es otra cosa que sancionar el dominio del mal,la legitimidad del odio y de la vengan"a y por lo tanto la ley del materialista obbes del bellumomnium contra omnium. 7 ahora los pueblos libres, tambi!n Ktalia, condenan con protestas ysanciones la opresión en +olonia de parte de una minoría comunista gobernante sobre laasociación que agrupa la mayoría de los traba&adores 05olidarnosc2, y la presión sovi!tica sobrelas pobres y empobrecidas naciones sat!lites$ (pero qu! es esta opresión en comparación con elaborto admitido en casi todas estas naciones*

Gadie ms que )ios puede brindarnos su ayuda ante el mal %que traba&a desde el principio ytraba&ar siempre en la vida del hombre sobre la tierra%, y nos la ha dado abundantemente con la



Encarnación. Gos presta siempre su ayuda y nos asiste siempre con su gracia para que podamosseguir el e&emplo de -risto nuestro modelo: así, asumir el dolor de la vida y la misma muerte, seconvierte en un acto de amor a )ios. El problema del mal entonces puede encontrar unarespuesta sólo en )ios, admitiendo la existencia de un )ios que ha creado libre al hombre, quienha abusado de su libertad para pecar, para rebelarse contra Rl. +ero )ios, por su infinita

misericordia, le ha ofrecido en 1esucristo la posibilidad de salvarse del pecado con la gracia y devencer la muerte con la resurrección de la vida eterna.

III. ¿El ateísmo inevitable?

s a fondo que 3onini en el anlisis del mal se ha aventurado, con profunda y apasionadaconciencia existencial, Albert -amus en su obra de protesta contra el mundo moderno: tambi!nateo, es coherente en sus especulaciones al seguir la autodestrucción del hombre que se produce por la negación de )ios. Rl no se detiene en el episodio de los peque6os asesinados por el

sospechoso y cruel erodes, de quien 0me parece2 ni siquiera hace mención, sino que intentaenglobar el mal en su totalidad, es decir, el hombre en la desintegración de todos los valores, enel suicidio tanto físico como moral, en la degradación o autodestrucción que el progreso de lacivili"ación produce en el ser humano.

3ambi!n su punto de partida es humanista y ms precisamente anticristiano ya que imputa alcristianismo, sin prembulos 0sin los prembulos de la perversión de la libertad del hombreexpuesta en la iblia2, la avalancha de desventuras caídas sobre el hombre, o sea de haber puestola realidad del hombre ba&o el signo del pesimismo: 8Go soy yo quien ha inventado la miseria dela creatura, ni las terribles fórmulas de la maldición divina. Go soy yo quien creado ese Gemo

bonus, ni la condenación de los ni6os sin bautismo. Go soy yo quien ha dicho que el hombre eraincapa" de salvarse solo y que en el fondo de su degradación no cabía esperar en otra cosa que enla gracia de )ios9.

-amus había traba&ado en su &uventud en una HexercitatioH, que llevaba por título Entre +lotin et5aint Augustin, para obtener el diploma de estudios superiores$ y este traba&o de investigaciónde&ó en su espíritu una huella profunda que quedó expresada con inusitado vigor en su obra principal titulada #Vhomme revolt!, en la cual da a conocer la característica del hombrecontemporneo. )icha rebelión 0HrevueltaH2 tiene sus raíces y matri" en la contradiccióninsuperable en que se encuentra la existencia por donde quiera que se la considere: pesimismoradical, total, insuperable... que supone una especie de maldición metafísica, allende y anterior altiempo. +ara -amus el hombre es absurdo, una definición que !l retiene ms exacta que lacristiana %para la cual el hombre es un pecador%, y que la marxista %seg'n la cual el hombre es unser explotado%, dos concepciones que finalmente se resuelven, si bien en modos diversos, enoptimismo.

4especto al -ristianismo en particular, -amus no sólo pone distancia sino que invierte la



situación. -apta con exactitud el punto de vista cristiano: 85i el cristianismo es pesimistarespecto al hombre, es optimista respecto al destino del hombre9. +ero aquí se impone unadistinción decisiva: es optimista para el cristiano coherente que cree en -risto y vive en sugracia, es pesimista para cualquiera que recha"a, se burla o traiciona a -risto 0o sea para todoaquel que no lo acepta como i&o de )ios y 5alvador suyo2. +ara el cristianismo el hombre es

una dualidad, no sólo de cuerpo y alma, sino tambi!n en su capacidad de bien y de mal$ y es aquídonde se decide el Hdestino humanoH. 7 es tambi!n aquí donde brota el equívoco de la siguientefórmula de -amus: 8B+ues bienC, yo dir! que, pesimista en cuanto al destino humano, soyoptimista en cuanto al hombre. 7 no en nombre de un humanismo, que siempre me ha parecidoinsuficiente, sino en nombre de una ignorancia que trata de no negar nada9.

3oda esta argumentación no tiene sentido y esto no sin motivo, ya que en lugar de ir a la raí" del pecado como primer mal, -amus, que se declara ateo, no tiene ninguna solución y entonces selan"a contra los cristianos. -amus es, entre los modernos, el escritor que con mayor seriedad ha

afrontado el problema del mal, pero partiendo de una posición atea, no puede encontrar ms queel vacío y la insignificancia, por donde se lo mire.

3ambi!n fluct'a en el equívoco, a pesar de la buena intención, la afirmación siguiente:

87 respecto a mí, es verdad que me siento un poco como aquel Agustín antes de su conversióncuando decía: W7o buscaba de dónde venía el mal y no podía salir de ese dilemaV. +ero tambi!nes cierto que yo s! %&unto a otros que piensan como yo% lo que es necesario hacer, si no paradisminuir el mal, al menos para no aumentarlo. Go podemos impedir qui" que este mundo seaaquel donde los ni6os son torturados$ pero podemos disminuir el n'mero de los ni6os torturados.

7 si vosotros no pod!is ayudarnos en ello, entonces qui!n podr hacerlo en el mundo*9

)e todos modos me parece legítimo el llamado que hace invitando a los creyentes al HdilogoH, ano de&ar solo a 5ócrates, ni a los pocos solitarios que quedan horrori"ados por tantos malesin&ustos y crueles en el mundo 0de 4usia a ietnam, de -amboya a Angola...2.

+ero es gratuita la interpretación que hace de la respuesta cristiana, la cual, seg'n su parecer, 8nose puede agotar en una fórmula de compromiso o en una encíclica: es esto un modo, como tantosotros, de manipular la historia9. +uede darse, y admitirlo no es en absoluto una here&ía, quetambi!n la Kglesia visible tenga sus lagunas, e incluso sus culpas, en la gestión de las cosashumanas$ pero la Kglesia, en todo lugar donde ha predicado el Evangelio, ha predicado la paternidad de )ios y el amor al pró&imo, que es el fundamento para socorrer al que sufre, sinhacer distinción entre ni6os y adultos. (+ueden hacer algo seme&ante aquellos HsolitariosHdestacados por -amus, que son y se declaran sin fe y sin ley* ()e dónde nace el vínculo entreellos y los que sufren* ()ónde est la obligación de que sur&a del fondo de la conciencia y seconvierta en un imperativo real de aut!ntico don de sí y no de mera legalidad racional*



5u pensamiento sobre este punto se capta me&or en la respuesta a una entrevista sobre lasobligaciones de un profesional y sobre todo de un escritor: el reportero exaltaba la obra del )r.4ieux, quien se había empe6ado con alma y cuerpo por eliminar el sufrimiento humano. #arespuesta de -amus es sin duda sincera pero demasiado rida, abstracta y sin compromisos: 8Elobstculo infranqueable me parece ser, en efecto, el problema del mal. +ero es tambi!n un

obstculo real el humanismo tradicional. #a muerte de los ni6os indica la arbitrariedad divina, pero existe tambi!n el asesinato de los ni6os que traduce la arbitrariedad humana. Estamosacorralados entre dos arbitrariedades. i posición personal, en la medida que ella pueda serdefendida, es la de estimar que, si los hombres no son inocentes, son culpables sólo deignorancia9. +ero esto no es otra cosa que un retorno a 5ócrates. -amus, es verdad, recuerdatambi!n la presencia histórica del cristianismo, pero admite que para reali"ar esta tarea 8...cualquier cristiano inteligente elegir el marxismo9. Esto es un modo periodístico de tratar eltema$ de hecho, -amus, a diferencia de 5artre, no es tan afectuoso con arx y los marxistas.s concluyente es la siguiente observación: 8Esto en cuanto a la doctrina9. 5igue a

continuación un &uicio difícil de descifrar 0al menos para mí2 sobre la Kglesia: 8Mueda la Kglesia.+ero yo tomar! en serio a la Kglesia cuando sus pastores hablen el lengua&e de todo el mundo yvivan ellos mismos la vida peligrosa y miserable que afecta al mayor n'mero de hombres9.

+or mi parte Xy lo he escrito en una respuesta a un ataque contra la Kglesia de +. +. +asoliniX notendría ob&eciones para aceptar la hipótesis: no ser el que suscribe, pobre autodidacta, y luegode la caída del poder temporal 0de la Kglesia2, quien defienda ciertas grande"as 0grandeurs2 que semostraron no sólo in'tiles sino incluso escandalosas en la Kglesia a trav!s de la historia, de locual, por otra parte, luego del aticano KK, se debería tener una mayor conciencia. +ero el problema de fondo es otro y -amus ni siquiera lo sospecha, y es que la Kglesia tiene una misión

sobrenatural: la continuación y aplicación de la obra de -risto de salvar al hombre del pecado yde la condenación eterna. +ara el hombre de fe !stos no son HfantasmasH, sino las H'ltimasH y por eso mismo las primeras y ms verdaderas realidades. +or esto el cristianismo no es un simpleevento histórico universal, como el marxismo, sino aquello que conduce al hombre hacia unespacio distinto y para un destino eterno.

)ebo confesar que atrae el estilo de diatriba de -amus, hombre radical que no fluct'a entreideologías opuestas como lo hace 5artre entre anarquía y comunismo. @usta asimismo su respeto por el hombre en cuanto tal, sin distinciones, al modo del Hhombre com'nH de NierDegaard.Agrada tambi!n y diría sobre todo% la afirmación radical de una libertad radical, que !l %comoahora veremos% llama derecho de rebelión. +ero -amus no ha llevado hasta sus 'ltimasconsecuencias este concepto, el cual constituye la exigencia moral primordial de la que hasurgido el pecado, y del pecado todos los males.

#a HrevueltaH, la rebelión, la protesta o tambi!n la contestación ... como ha sido llamada por losmovimientos &uveniles de >ILQ es la HrespuestaH al mundo absurdo, al absurdo del mundo y almundo del absurdo, que ha sido transmitido por la cultura y la civili"ación occidental y en



particular por el pensamiento moderno. En la tesis introductoria, la denuncia de la inversiónradical de la situación humana es de una precisión escalofriante: 8Existen crímenes pasionales ycrímenes lógicos. #a frontera que los separa es incierta. +ero el código penal los distingue, muycómodamente, por la premeditación. Estamos en el tiempo de la premeditación y del crimen perfecto. Guestros criminales no son ms aquellos ni6os desarmados que invocaban el amor

como excusa$ por el contrario, son adultos, y su coartada es irrefutable: es la filosofía, que puedeservir para todo, hasta para convertir a los asesinos en &ueces9. +arece escucharse las descaradasautodefensas de los calculadores asesinos de hoy. En la !poca moderna, por tanto, ha ocurrido unhecho 'nico que ha cambiado el rostro de las humanidad, y su formulación, por increíble que pueda parecer, es la siguiente: mientras antes la crueldad, el enga6o, la violencia ... podíanreivindicar una propia coherencia, en la actualidad %una ve" que la civili"ación ha sido sometidaal dominio de la ideología% lo que domina es Hel absurdoH$ es en torno a este concepto 0*2, ome&or, a esta realidad existencial, que gira todo el anlisis de -amus. Esta noción de absurdo esel punto de contacto con el pensamiento moderno$ y -amus habla preferentemente, ms que de

HnociónH, de Hsentimiento de lo absurdoH. #a tesis general, entonces, quedaría expresada comosigue: 8El sentimiento de lo absurdo, cuando se pretende ante todo extraer de !l alguna regla deacción, hace del homicidio al menos algo indiferente y, en consecuencia, posible. 5i no se cree ennada, si nada tiene sentido y si no podemos afirmar ning'n valor, todo es posible y nada tieneimportancia. 5in pro ni contra, el asesino ni est equivocado ni tiene ra"ón. 5e puede avivar elfuego de los crematorios como así tambi!n sacrificarse en el cuidado de los leprosos. alicia yvirtud son producto del a"ar o del capricho9.

#a lección de -amus es importante porque nos muestra sin t!rmino medio el calle&ón sin salidade la contradicción y del absurdo en el que se ha metido el hombre moderno. Es verdad que su

dilema, de origen dostoiesDiano: o suicidio u homicidio, me parece artificioso, porque no esextra6o Xcomo leemos casi a diarioX que los dos fenómenos pueden darse &untos. El problemaesencial es el del HsignificadoH 05inn2, o sea de Hdar un significadoH 05inngeben2 a la vida y parahacer esto son necesarios unos HcontrafuertesH sea a parte ante como a parte post, esto es principios trascendentes, sobre los cuales la libertad pueda hacer su elección desafiando elnihilismo. 1u"gar absurdo y contradictorio tanto el suicidio como el homicidio como hace-amus, y relegar por lo mismo la existencia humana a la contradicción del absurdo, esdemasiado poco, a'n cuando se apoye con la fine"a bien reconocida de escritor 0+remio Gobel2en algunos de los mximos escritores filosóficos de los H5ette%OttocentoH: 5ade, 5tirner, egel,arx, Giet"sche, 4imbaud, +roust... y sobre todo en Kvn Narama"off, el nihilista filosofante de)ostoiesvsDy....

Es sorprendente la sordera y casi ausencia que también Camus, como t

s los existencialistas de izquierda, muestran por Kierkegaard, el cual ha establecido,con un análisis nunca antes realizado sobre la esencia de la libertad y contra todoslos fatuos optimismos y pesimismos de la losofa alemana, de Kant a !hopenhauer,que el nihilismo moderno, no admite más que una "nica alternati#a$ o creer o



desesperar%& ' (ero Camus tiene perfecta raz)n cuando arma que toda estasituaci)n de desorientaci)n uni#ersal, *esta contradicci)n esencial*, como

+ustamente la llama, debe ser ''' una #i#encia, un punto de partida, lo que equi#aleen el campo de la existencia a la duda met)dica de -escartes.' /l cogito, en efecto,le corresponde por una parte, sobre el #ersante metafsico, el atesmo, esto es lanegaci)n de -ios0 y sobre el #ersante existencial del hombre le corresponde el

nihilismo, que puede tener m"ltiples deri#aciones, pero todas ellas conducentes a lainsignicancia0 no siempre culminando en el suicidio y el homicidio, pero siemprecausando indiferencia, eno+o, insignicancia, #aco'''

na tercera importante observación, como consecuencia inevitable del nihilismo moderno, o seade la negación del Absoluto personal que es )ios, es la transformación o inversión de la relaciónde los hombres entre sí que no estn tomadas de la antítesis, que subyace en el fondo y a modode fundamento de la libertad, entre verdadero y falso, entre &usto e in&usto, sino en t!rminos deviolencia, o sea de la relación entre opresores y oprimidos. Así, la libertad como la verdad, seencuentran y se identifican en la voluntad de poder: egel % arx y Gie"tsche como luegoEngels % #enin % 5talin % itler... se encuentran sobre la misma trayectoria. )e aquí se puede

comprender, es decir, no despierta gran asombro, la respuesta del mismo -amus en las #ettressur la r!volt!, que sirven de comentario al omme r!volt! donde se lee: 8cuando el ombrerebelde exalta la tradición revolucionaria no marxista no niega la importancia ni los logros delmarxismo9. 5obre la inconsistencia de seme&antes consideraciones, se comprende que Albert-amus, en el discurso oficial de la entrega del +remio Gobel en ppsala 0>< de diciembre de>IJ=2 haya centrado el valor ideal de su obra en la defensa de la libertad de la obra de arte, peroes vano y carente de fundamento proclamar que 8... el valor ms calumniado en la actualidad es,ciertamente, el valor de la libertad9LF . 3odo el ulico discurso gira complaciente en torno a este principio$ una conclusión extra6a, o sea de mero estetismo imprevisible despu!s de lasencendidas y sinceras pginas de #Vomme r!volt!.

)ebemos reconocer que el existencialismo contemporneo en sentido directo y el marxismo, sise quiere, en sentido oblicuo tienen el m!rito de haber advertido, o me&or, de no haber eludido, el problema del mal. +ero se han limitado, o bien a describirlo y adornarlo con anlisis literarios y pseudo%filosóficos o bien a invertir el sentido del mismo. Así, el existencialismo se escandali"a ydenuncia la violencia como negación de la libertad y el marxismo la exalta como indispensableen el e&ercicio de la libertad 0lucha de clases2. 7 !sta es una solución que no es solución, puestoque hace hipótesis sobre el futuro en cuanto tal$ y que, adems, por el despertar sociológico de suateísmo radical no es ni puede ser la esencia del pensamiento moderno. Esto la ha notado muy bien 5artre en el ensayo magistral sobre )escartes %que es qui"s teor!ticamente su escrito msclaro y perfecto% cuando comenta el voluntarismo absoluto cartesiano: 8aquí se descubre elsentido de la doctrina cartesiana. )escartes ha comprendido perfectamente que el concepto de

libertad encerraba la exigencia de una autonomía absoluta, que un acto libre era una producciónabsolutamente nueva de la cual el germen no podía estar contenido en un estado anterior delmundo, y que, por consiguiente, libertad y creación no eran ms que una misma cosa. #a libertadde )ios, a'n cuando fuese seme&ante a la del hombre, pierde el aspecto negativo que ella tenía ba&o su envoltura humana, ella es pura productividad, es el acto extratemporal y eterno por el que)ios hace que haya un mundo, un ien y erdades eternas. )esde entonces la raí" de toda 4a"óndebe buscarse en las profundidades del acto libre, la libertad es el fundamento de la verdad de lascosas, y la necesidad rigurosa que aparece en el orden de las verdades es sostenida por la



contingencia absoluta de un libre arbitrio creador9.

Así, para el hombre com'n, el problema del mal no sólo no ha sido resuelto en su situación presente, sino que directamente ha quedado comprometido$ se entiende el mal de hoy, de estehombre, en esta situación... y el mal del hombre como su&eto responsable, como persona que no

tiene sólo deberes hacia el Estado o hacia tal partido sino tambi!n derechos. +ero todas estascosas ya son palabras completamente in'tiles, plidos recuerdos de tiempos teocrticos y decuando se creía que -risto era verdaderamente )ios, y por eso mismo 1ue"$ y verdaderamentehombre, y por eso e&emplo para nosotros e intercesor nuestro ante )ios. 4esolver el problema delmal sólo es posible con y en la fe, y ms que hablar de resolver es me&or recurrir a fórmulas deacercamiento, a seme&an"a de -risto, a 8... esclarecer, iluminar, prever...H para comen"ar %comodice el Evangelio e insiste NierDegaard con toda la tradición cristiana% a obrar con la fe, a resistir con la esperan"a y a sufrir con el amor.

El problema del mal no admite, pues, ninguna solución puramente filosófica: la solución que de!l han dado los diversos sistemas, sean optimistas o pesimistas, son simples invenciones de un

deus ex machina que no significan nada para el hombre existente, y que incluso lo ofenden.emos comen"ado afirmado que la existencia del mal es la 'nica ob&eción consistente, sobre el plano existencial de la libertad, contra la afirmación de la existencia de )ios. Ahora podemosconcluir, despu!s de la exposición de la perspectiva filosófica ms reciente y ms sensible, quesólo en la perspectiva de la fe cristiana el mal recibe un sentido y una solución positiva desalvación para el hombre y para todo hombre. +or tanto %por paradó&ico que pueda parecer%nuestra conclusión es que &ustamente la existencia del mal en la historia del hombre, sea comoindividuo sea como sociedad, se transforma, en la reflexión de la fe, en prueba y exigencia, msa'n en la certe"a absoluta de la existencia no sólo de un )ios, primer +rincipio, sino del erboque se ha unido a cada uno de nosotros por la gracia y, en fin, del Amor que en de modo nos hasido comunicado ms all de todo m!rito y medida. Es así que en el Guevo 3estamento se leeque H... nuestro dolor se transformar en go"oH 01n >L, F>2 incluso en esta vida.

)e manera que la filosofía no resuelve, no puede resolver, el problema del mal$ peor a'n, hahecho de todo para oscurecerlo confinndolo al no ser. #a fe bíblica y especialmente cristiana, encambio, lo ilumina desde todas las dimensiones de la existencia, del cuerpo y del espíritu, como pena del pecado que se convierte en itinerario indispensable de purificación y de elevación de lalibertad corrompida.

7 la solución 'ltima se dar &ustamente en aquello que para el ateo es el supremo mal, es decir enla Hhermana muerteH, ms all del tiempo y de la historia. 5er el día del Apocalipsis finalcuando, dispuestos como corona en torno a -risto, los mrtires y entre ellos en primer lugar los5antos Knocentes, al"arn hacia Rl sus palmas clamando: Has vengado nuestra sangreH 0Ap >I,;2. Ellos Hson aquellos del Muinto 5ello, las almas de los degollados a causa de la +alabra de)ios y del testimonio que habían dado. 7 gritaron con fuerte vo" diciendo: 8(asta cundo, oh5e6or, 5anto y era", vas a estar sin hacer &usticia y sin vengar nuestra sangre sobre aquellos quehabitan la tierra*9 Entonces fue dado a cada uno un vestido blanco y les fue dicho que esperasentodavía un breve tiempo hasta que se completara el n'mero de sus consiervos y hermanos queiban a ser muertos como ellosH 0Ap L, I%>>2. 7 la 'ltima invocación: HBAm!nC Ben, 5e6or



1es'sCH 0Ap ;;, ;P2.

oltaire quedó impresionado sobremanera por el terremoto de #isboa que en noviembre de >=JJhundió casi completamente aquella ciudad. +ero cuantas otras ciudades fueron hundidas en lossiglos anteriores, en tiempos ms cercanos a nosotros y durante la misma existencia de muchos

de nosotros, incluso de quien escribe, como ya se di&o al comien"o. +ero oltaire no concluye nien la desesperación ni en la negación de )ios. 5u +o!me sur le d!sastre de #isbonne sigue siendoun texto clsico cuando se quiere afrontar en el plano existencial el problema del mal.

HB3odo es bienCH, afirma el racionalismo: pero esto tiene valide" en el orden metafísico 0ens et bonun convertuntur2, mientras en la tierra el bien est siempre me"clado con el mal y el placer con el dolor. (Es mayor el bien que el mal, el placer que el dolor* oltaire no se plantea el problema y tampoco nosotros lo planteamos, puesto que (qui!n sería capa" de dar una respuestaadecuada y accesible para nosotros mortales, sometidos a todos los accidentes de la existencia ein primis a la fuer"a ciega de la naturale"a* #a respuesta de oltaire no de&a dudas y tiene inclusoresonancias bíblicas, ya sea en los tonos de miseria como en los de esperan"a: el mal no puede

ciertamente venir de )ios. (7 entonces*8O el hombre ha nacido con capacidad y )ios castiga su ra"a$ o este due6o absoluto del ser y delespacio, sin cólera, sin piedad, tranquilo, indiferente, hace surgir de entre sus primeros decretosel torrente eterno$ o la materia informe, rebelde a su due6o, tiene en sí defectos necesarios comoella$ o bien )ios nos prueba, y esta permanencia en la vida mortal no es ms que un pasoestrecho hacia un mundo eterno. Gosotros sufrimos aquí dolores pasa&eros: la muerte es un bienque termina con nuestras miserias. +ero cuando saldremos de este paso horrible, (qui!n denosotros tendr pretensiones de merecer la felicidad*9.

(5e trata de una esperan"a que se encuentra ya en los umbrales del cristianismo* 5i no lo ha sido para oltaire 0(qui!n sabe*2, puede serlo para los lectores de nuestro tiempo, cuando la ra"ón havisto caer en medio siglo todos sus ídolos.

4etengamos, entonces, con el consenso del despre&uiciado oltaire que el ateísmo, de cualquier modo que se presente, es imposible en la esfera existencial, la cual es esencialmente aspiración ala erdad y al ien 5upremo. #a existencia de un elemento existencial para elevarse a )ios, parasoportar el mal, para aceptar la muerte como un HpasoH, una llegada a la vida y a la felicidad sinfin... es indispensable.

7 este elemento que se encuentra en la fe en el 4esucitado, como ha puesto de relieve con fuer"ala 3eología contempornea, se convierte en algo decisivo y totalmente persuasivo seg'n loasegura 5an +ablo: H5i -risto no resucitó, vana es vuestra fe$ y vosotros estis todavía envuestros pecados. 7 por tanto, tambi!n los que murieron en -risto se perdieron 0...2 +ero delmismo modo que en Adn mueren todos, así tambi!n todos revivirn en -ristoH 0K -or >J, >=%;;2.

Dios y El Misterio Del Malzfdg

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