Andrea AcostaMarcela CastañedaSilvana GarcíaSweney GiraldoJakeline MorenoSelmira Peña

Psicólogo, Pedagogo, Filosofo y critico Social Estadounidense nacido en Burlington, Vermont y fallecido en New York.

Pretendía formular sobre bases nuevas una propuesta pedagógica en oposición a la escuela tradicional.

El compromiso de Dewey con la democracia y con la integración de teoría y práctica fue sobre todo evidente en su carrera de reformador de la educación.

“Una democracia es más que una forma de gobierno; es primariamente un modo de vivir asociado; de experiencia comunicadas juntamente. La extensión en el espacio del número de individuos que participan en un interés, de modo que cada uno ha de referir su propia acción ala de los demás y considerar la acción de los demás para dar pauta y dirección a la propia, equivale a la supresión de aquellas barreras de clase, raza y territorio nacional que impiden que el hombre perciba la plena significación de su actividad”. (Dewey, pág. 82, Democracia y educación)

“Los juegos son generalmente competitivos. En un juego competitivo hay una cierta clase de participación, de compartir una experiencia en común”. (Dewey, cap. 4 Experience and Education)

Los padres o el profesor ejerce como el representante y agente de los intereses

generales del grupo”. (Dewey, cap. 4 Experience and Education)

Según Dewey, “la integralidad se basa en que los maestros deben integrar la psicología en el programa de estudios, el cual trata de recordar a los docentes que deben buscar estrategias didácticas que estimulen y desarrollen las facultades activas de los alumnos. De manera, que se construya un entorno en donde las actividades inmediatas del infante se enfrenten a situaciones problemáticas que requieran de conocimientos teóricos y prácticos”. (Dewey, 1902, The child and the curriculum)

“Los niños no son limpias pizarras pasivas, son activos, que trae consigo intereses. Cuando el niño llega al aula “ya es intensamente activo y el cometido de la educación consiste en tomar a su cargo esta actividad y orientarla” (Dewey, 1899, pág. 25, The school and society).

Cuando el niño empieza su escolaridad, lleva en sí cuatro “impulsos innatos –el de comunicar, el de construir, el de indagar y el de expresarse de forma más precisa”– que constituyen “los recursos naturales, el capital para invertir, de cuyo ejercicio depende el crecimiento activo del niño” (Dewey, 1899, pág. 30, The school and society).

•“Se incumbe al educador el DEBER de instituir algo mucho más inteligente, y en consecuencia más dificultad, en el tipo de planificación. Debe encuestar las capacidades y necesidades del conjunto particular de los individuos los cuales él está tratando y debe al mismo tiempo organizar las condiciones que provienen del objeto o contenido de la experiencia que satisfagan estas necesidades y desarrollen estas capacidades”. (Dewey, cap. 4, Experience and Education)

“Una responsabilidad principal de los educadores no sólo tener en cuenta el principio general de la formación de la experiencia real, de las experiencias, de las condiciones circundantes, sino que también reconocer en el entorno concreto lo que sea propicio para tener experiencias que conduzcan al crecimiento. Sobre todo deben saber cómo utilizar en el entorno físico y social, que existen para extraer de ellos todo lo que ha de contribuir a la construcción de experiencias que valen la pena” (Dewey, Capitulo 3, pág. 40, Experience and Education)

“El medio ambiente en otras palabras presenta condiciones de interactuar con las necesidades personales, deseos, propósitos y las capacidades para crear la experiencia que se tenía” (Dewey, cap. 3, Experience and Education).

La garantía del aprendizaje se da en el camino de la formación permanente de actitudes, gustos y disgustos, puede ser, y a menudo es, mucho más importante que la lección de ortografía, geografía o historia que se aprende. Estas actitudes son fundamentalmente lo que cuenta en el futuro. La actitud más importante que se puede formar es el deseo de seguir aprendiendo. (Experience and Education, cap. 3, pág. 48).

“Se impone la obligación de tener una imagen justa del niño, tratar a cada uno según sus aptitudes, enfatizando la significación, valor y dignidad de la infancia. La educación se basa entonces en la psicología del desarrollo infantil, y debe garantizar al niño la posibilidad de vivir su infancia felizmente” (Dewey, 1902, The child and the curriculum).

“No sólo la vida social es idéntica a la comunicación, sino que toda comunicación (y por tanto toda vida social auténtica) es educativa. Toda comunicación es de igual género, puede muy bien decirse, por consiguiente, que toda organización social que sigue haciendo vitalmente social o vitalmente compartida es educadora para aquellos que participan en ella”. (Democracia y Educación páginas 15, 16 y 17)

“Podemos aprender qué cosas son duras y qué cosas son blandas averiguando mediante la experimentación, qué pueda hacerse y qué no pueda hacerse con ellas. Del mismo modo, los niños aprenden sobre las personas descubriendo que respuestas activas dan éstas personas y qué harán éstas a respuestas a las actividades del niño.” (Democracia y Educación).

Haciendo y formulando preguntas

“La base característica de la costumbre es que cada experiencia revela algo experimentado que modifica las actuaciones que experimenta y esta modificación afecta así lo que queramos o no, la calidad de las experiencias anteriores. El principio de continuidad de la experiencia significa que cada experiencia toma algo de las anteriores y modifica de alguna manera la calidad de los que procedan después”. (Dewey, pág. 35, Experience and Education)

Partiendo de la cotidianidad (experiencia)

Animando la actuación del niño

“Si una experiencia despierta la curiosidad, refuerza la iniciativa, y establece deseos y objetivos que son suficientemente intensos para llevar a una persona que sobre sitios muertos en el futuro, se da continuidad de los trabajos de un modo muy diferente”. (Dewey, pág. 38 Experience and Education)

“Es importante encontrar materiales que introduzcan a una persona en actividades especificas que posean un fin o propósito de importancia o interés para él, y que trate las cosas, no como aparatos gimnásticos, sino como condiciones para la consecución de fines” ( Dewey, democracia y educación)

Proponiendo situaciones y otras veces acompañando

Partir de los intereses del niño

“El interés representa la fuerza impulsora de los objetos -sean percibidos o imaginarios- en toda experiencia que tenga un propósito. En concreto, el valor de reconocer el lugar dinámico del interés en un desarrollo educativo es lo que lleva a considerar a los niños individualmente en sus capacidades, necesidades y preferencias específicas. El que reconoce la importancia del interés no supone que todos los espíritus actúan del mismo modo, porque tengan el mismo maestro y el mismo de texto.

Las actitudes y los métodos de estimulo y respuesta varia con el efecto que produzca el mismo material, variando este efecto mismo con las diferencias de las aptitudes naturales de la experiencia pasadas del plan de vida etc. Pero los hechos del interés ofrecen también consideraciones de valor general a la filosofía de la educación” (Dewey, Democracia y educación pág. 116-117)